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Andrea García Weber A01700598

“La Revolución de Catalina”


“Las tendencias feministas son el necesario resultado del desorden intelectual y moral que es
propio de la situación revolucionaria por la que atraviesan las sociedades” (Alvarado, 1991.)

En arráncame la vida, Catalina es la imagen de la rebeldía, el comienzo del feminismo a pesar


de que ese término no se conocía, va en contra de todo lo que se espera de una mujer
Poblana en los años 30s cuyo rol se limitaba, según un Informe del Instituto Vasco de la
Mujer, a ser madre de familia, esto incluye cocinar, procrear y cuidar hijos, “su biología
predeterminaba su destino y su papel en la sociedad” (Valdez, 1990). De igual forma una
mujer debe ser fiel, sumisa y complacer al marido, por último, tenemos la privatización de las
mujeres hacia información, principalmente en el ámbito sexual lo cual solo hace que el deseo
de Catalina por aprender sea cada vez mayor. Todo lo anterior resulta en su necesidad de
buscar libertad y de ser su propia persona.

La rebeldía de Catalina se hizo clara desde un principio, desde el momento en el que nos
describe como se pasaba horas oyendo a Andrés hablar sin ningún derecho a ella opinar,
pero por supuesto no se queda callada, se lo dice en su cara:

“Hablaba conmigo como con las paredes, sin esperar que le contestaran, sin pedir mi opinión,
urgido sólo de audiencia.
—Claro que es un pendejo. Y tú qué te metes, ¿quién te pidió tu opinión?
—Vaya con la señorita. No sabe ni cómo se hacen los niños y ya quiere dirigir
generales. Me está gustando —” (Mastretta, 1986)
Este es uno de muchos ejemplos en los que Catalina opina, sin embargo, cuando lo hace sus
comentarios son vistos como ignorantes, esto no impide que ella hable y se oponga a lo que
su marido quiere.
"Las mujeres cuanto más calladas más guapas"(Iradier, 1995) a Catalina no le importa ser
guapa, prefiere ser escuchada y tener control de su cuerpo.

“Yo seguí con las piernas cerradas, bien cerradas por primera vez” (Mastretta, 1986). Para
empezar lo primero que percibimos en este fragmento es rebeldía, Catalina se subleva ante el
papel de esposa perfecta, no deja que Andrés la use únicamente cuando se le antoja,
principalmente para complacerlo. Lo que Catalina quiere de su matrimonio es poder tener
conversaciones y opinar sin recibir comentarios machistas por parte de Andrés, ella pide a
gritos que su papel como esposa no sea únicamente satisfacer al esposo.

En segundo lugar, tenemos que la rebeldía de Catalina va más allá de romper con el
estereotipo esperado. La sublevación que tiene es ante todo, en este caso es fruto de su
deseo por saber. ¿No me enseñas? aprendo.
“Una tarde fui a ver a la gitana que vivía por el barrio de La Luz y tenía fama de experta en
amores. Había una fila de gente esperando turno. Cuando por fin me tocó pasar, ella se sentó
frente a mí y me preguntó qué quería saber. Le dije muy seria: —Quiero sentir —” (Mastretta,
1986)

Catalina quería aprender de una forma u otra, fue con la gitana sin saber a lo que iba,
pidiéndole que le enseñe a sentir sin siquiera tener idea de lo que esto significaba, lo cual es,
también, una consecuencia de la falta de información a la que se enfrentaban las mujeres, del
hecho de que durante esa época a las únicas clases a las que podían asistir era a las de
cocina. “Con la hermosura, sola no se pone la olla.”-Anónimo. Señala la inutilidad de la
hermosura si una mujer no sabe realizar las tareas domésticas, otro ejemplo del cómo lo único
que importaba era que la mujer aprenda a ser ama de casa, fea, guapa, gorda o flaca, el
saber limpiar una casa y cocinar ya te hacía la mujer con la que un hombre se quería casar.

“Yo fui a buscar a Pepa y Mónica en los portales. Cuando llegué ya estaban ahí. Mónica
llorando porque Pepa le había asegurado que si alguien le daba un beso de lengua le hacía
un hijo.” (Mastretta, 1986)

El fragmento anterior tomado de “Arráncame la vida” demuestra la ingenuidad con la que las
mujeres crecían. Era un mundo marginado en el que ellas solo contaban con su cuerpo y la
inteligencia no importaba. Era una época en la que si las mujeres querían aprender algo no le
podían preguntar a sus papás, sobre todo cuando se refería a un tema sobre sexualidad o el
desarrollo de la misma debido a que era un tema visto como tabú. Las mujeres no entendían
de su cuerpo ni cómo funcionaba, sólo porque no se debía hablar de ello. El simple hecho de
que la mamá no le dijera que la menstruación es algo normal es un ejemplo de esto.

Las cosas se aprendían mas no se enseñaban, es lo que podemos notar conforme leemos el
libro.

En cuarto lugar, tenemos a la sexualidad, con el pasar de la historia nos damos cuenta de que
Catalina tuvo una liberación sexual, producto de su rebeldía. Transgredió el valor matrimonial
de fidelidad, ya que mantuvo relaciones anexas a su matrimonio casi todas movidas por el
factor del deseo sexual, con lo cual regresamos a lo antes ya mencionado acerca de romper
con el papel de la esposa fiel y sumisa.
Tener un amante era visto como algo común cuando los que lo poseían eran los hombres, sin
embargo, esto no impedía que las mujeres tuvieran amoríos. Un resultado de la liberación
sexual de Catalina fue el tener relaciones sexuales cuando estaba embarazada, y ella nos
dice: “Pablo se encargó de quitarme las ansias esos tres últimos meses de embarazo, y yo me
encargué de quitarle la virginidad que todavía no dejaba en ningún burdel. Eso fue lo único
bueno que tuvo mi embarazo de Verania.” (Mastretta, 1986)
Lo anterior no nos demuestra únicamente cómo Catalina se reveló al tener un amante, sino
que también desmintió el estereotipo del rol de las mujeres yendo en contra de la imagen
esperada de las madres. Catalina nos dice que el embarazo es lo peor que le pudo haber
pasado, esta actitud va en contra del canon patriarcal que define el embarazo y la maternidad
como el estado ideal de la mujer. De igual forma, ella descuida a sus hijos y no se vuelve la
madre perfecta que todos esperaban que fuera, sobre todo al convertirse en una figura
pública, he aquí nuestro quinto y último punto.

En definitiva, Catalina tiene un pensamiento diferente al de la época, ella no acepta la idea de


la maternidad ni su vida como ama de casa y comienza a desarrollar un carácter
independiente y fuerte, comenzando como una niña ingenua se convierte en una mujer con
voz propia y pensamiento crítico. Es un personaje femenino muy fuerte en carácter, inteligente
y con sexualidad libre, aunque adúltera, factores que resultan en una actitud feminista, en un
parteaguas de cómo debe actuar una mujer. Aprendemos que la maternidad era reivindicada
como la función femenina por excelencia, pero dejando absolutamente claro que el acto
reproductivo nada tenía que ver con el disfrute de la sexualidad por lo que no se le da
importancia al informar e informarse sobre esta. Catalina, cuando toma la palabra, asume un
compromiso social ante muy diversos problemas, uno de los cuales es el de la mujer y sus
estereotipos. Ella logra su cometido, indagar y experimentar un nuevo mundo.

La rebeldía de Catalina en “Arráncame la Vida” no es más que eso, no es más que pedir
igualdad y plantear la verdadera problemática femenina, quizá exaltando algunos temas para
no verse asfixiada por una sociedad que le impone cánones de comportamiento y agobiantes
exigencias, sólo para parecer la mujer perfecta del general.
Referencias:
Galeana de Valdez, P. (1990). “El siglo XX ante el feminismo. Una interpretación positivista.". 1st ed. [ebook]
México. Recuperado el 6/09/2016 de:
https://books.google.com.mx/books?id=KGYdkqST9UgC&pg=PA35&lpg=PA35&dq=%E2%80%9CEl+siglo+X
X+ante+el+feminismo.+Una+interpretaci%C3%B3n+positivista.&source=bl&ots=8IkEZw7TP8&sig=5MeG0dD
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D0f7OAhUGeSYKHY9MAMUQ6AEIHTAA#v=onepage&q=%E2%80%9CEl%20siglo%20XX%20ante%20el
%20feminis

Saloma Gutiérrez A, (2000) “De la mujer ideal a la mujer real. Las contradicciones del estereotipo femenino en el
siglo XX”. Cuicuilco, 7. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35101813. Fecha de consulta: 7 de
septiembre de 2016.

-Mastretta, Angeles. (1986) “Arráncame la vida” Madrid: Alfaguara. Recuperado el 4/09/2016 de:
http://miscursos.itesm.mx/bbcswebdav/pid-17416223-dt-content-rid-
63616866_1/courses/QRO.PL3006.7.1613.26657/Mastretta%2C%20%20Angeles%20%20-
%20Arrancame%20la%20vida.pdf

Alvarado, Lourdes. (1990). “El siglo XX ante el feminismo. Una interpretación positivista." 1st ed. [ebook]
México. Recuperado el 5/09/2016 de:
https://books.google.com.mx/books?id=KGYdkqST9UgC&pg=PA35&lpg=PA35&dq=%E2%80%9CEl+siglo+X
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