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LA POTESTAD REGLAMENTARIA
EN EL PROYECTO DE LEY DE MEDIDAS
PARA LA MODERNIZACIÓN
DEL GOBIERNO LOCAL (*)
Pablo García Manzano
Magistrado del Tribunal Constitucional
Aborda este trabajo un estudio del Proyecto de ley de medidas para la mo-
dernización del Gobierno local que apareció publicado en el Boletín de las
Cortes Generales, Congreso de los Diputados, de 13 de junio de 2003, que
pretende una importante modificación de la Ley de Bases de Régimen Local
(LBRL) e introducir otras novedades en el ordenamiento que constituirán, en
conjunto, la mayor innovación habida del ordenamiento local vigente desde
la propia aprobación de la LBRL. Partiendo de una visión general de la po-
testad normativa local en que este proyecto incide hay una atención particu-
lar a la potestad reglamentaria atribuida a los municipios de gran población
y a las Mancomunidades respecto de las prestación de servicios de su com-
petencia, algo que se remarca en la Exposición de Motivos y que incluye co-
mo novedad la agrupación, si la normativa autonómica lo permite, de
municipios de distintas Comunidades Autónomas. El autor se extiende ade-
más en la consideración particular de los reglamentos de los entes locales co-
mo manifestaciones peculiares de su potestad normativa, analizando las
opiniones y estudios doctrinales al respecto.
(*) Nota de la Dirección: El presente trabajo fue enviado para su publicación en septiembre de 2003, razón
por la que el objeto de análisis es un Proyecto de Ley que ya ha sido promulgado cuando este número sale a
la luz.
SUMARIO
1. INTRODUCCIÓN.
2. LA ATRIBUCIÓN DE POTESTAD REGLAMENTARIA.
3. SINGULARIDADES DE LA POTESTAD NORMATIVA DE LOS ENTES LOCALES.
1. INTRODUCCIÓN
1. Vid. sobre las causas y fundamento del uniformismo del régimen local D. LOPERENA ROTA: «El mapa
municipal ante la reforma del régimen municipal de Navarra», en Revista Jurídica de Navarra, núm. 5, enero-
junio 1988, y L. ORTEGA: «Diferenciación frente a uniformidad en la organización territorial local», en Anua-
rio del Gobierno Local, 1999/2000.
La potestad reglamentaria en el Proyecto de Ley de medidas para la modernización del Gobierno Local
3. SINGULARIDADES DE LA POTESTAD
NORMATIVA DE LOS ENTES LOCALES
A) ORDENANZAS Y REGLAMENTOS
EN LOS MUNICIPIOS DE RÉGIMEN COMÚN
La potestad reglamentaria en el Proyecto de Ley de medidas para la modernización del Gobierno Local
a) Iniciativa popular.
Se atribuye a los vecinos que gocen del derecho de sufragio activo el pre-
sentar tanto propuestas de acuerdos o actuaciones como de «proyectos de
reglamentos», siempre, claro es, referidos ambos a materias de la compe-
tencia municipal. Esta última expresión suscita la duda de si también es com-
prensiva de las Ordenanzas, cuestión que debiera clarificarse a lo largo del
trámite parlamentario.
La iniciativa, que puede llevar incorporada una propuesta de consulta popu-
lar local, requiere un mínimo de firmas de los vecinos, en función porcentual
del número de habitantes del municipio. Deben ser sometidas —si cumplen
los requisitos formales de quórum de firmas y materia de competencia muni-
cipal— a debate y votación del Pleno si son competencia de éste (sería el ca-
so de los proyectos de reglamentos), o del órgano municipal competente, y
precisa del previo informe de legalidad del Secretario de la Corporación.
Cuando se trate de grandes municipios, deberá ser informada por la Aseso-
ría Jurídica o por el Secretario del Pleno, si es materia competencia de éste:
art. 70 bis.2 PL.
Para la válida adopción tanto de los reglamentos orgánicos como de las Or-
denanzas debe recaer acuerdo del Pleno del Ayuntamiento, sin posibilidad de
delegación en el Alcalde ni en la Junta de Gobierno Local. Así lo establece el
art. 22, apartados 1.d) y 4 del PL.
El quórum para la válida aprobación de estas normas reglamentarias es dis-
tinto, según se trate de:
B) MANCOMUNIDADES DE MUNICIPIOS
La potestad reglamentaria en el Proyecto de Ley de medidas para la modernización del Gobierno Local
La potestad reglamentaria en el Proyecto de Ley de medidas para la modernización del Gobierno Local
Pudiera a este respecto preguntarse si una fórmula que dejase mayor espa-
cio normativo a las Comunidades Autónomas, al amparo de su competencia
de desarrollo de la legislación básica en materia de régimen local, podría ve-
nir respaldada por el principio que parece inferirse del art. 30 LBRL, precep-
to que faculta al legislador autonómico del régimen local para constituir
regímenes especiales en función de determinadas características de los mu-
nicipios, que no enumera de forma tasada o cerrada sino abierta: «para
aquellos (municipios) que reúnan otras características (diversas a los peque-
ños o de carácter rural) que lo hagan aconsejable». Ha de tenerse en cuen-
ta que el referido art. 30 fue declarado constitucional por la STC 214/1989, al
entender que no infringía el reparto competencial la cláusula «en el marco de
lo establecido en esta Ley» que, señala la sentencia en el FJ 7, podría califi-
carse si acaso de superflua pero no de inconstitucional. En el mismo FJ in fi-
ne, se concibe la enumeración de supuestos como meramente descriptiva o
ejemplificativa, especificando que «sin que suponga ni una constricción al le-
3. FONT I LLOVET, T.: «Reforma básica y desarrollo del gobierno local: entre Estado y Comunidades Au-
tónomas», en Anuario del Gobierno Local 2002.
La potestad reglamentaria en el Proyecto de Ley de medidas para la modernización del Gobierno Local
gislador autonómico para establecer tal régimen especial, ni tampoco una li-
mitación a fijarlos, puesto que, por la propia cláusula final con la que se cie-
rra la enumeración, deja un amplísimo margen de discrecionalidad y
creatividad a la legislación de la Comunidad Autónoma».
4. La STS de 18 de octubre de 1999 (Ar. 164) se pronuncia sobre la imposibilidad de delegación compe-
tencial en materia de aprobación de Ordenanzas.
La potestad reglamentaria en el Proyecto de Ley de medidas para la modernización del Gobierno Local
3) Procedimiento de elaboración.
Parece oportuno, a este propósito, destacar que el art. 126.2 faculta al Alcal-
de para designar como miembros de la Junta de Gobierno Local a personas
que no sean Concejales, hasta la mitad del número de miembros de dicho ór-
gano. Esta adjunción de expertos al órgano ejecutivo local pudiera ser cen-
surable desde el punto de vista de la representatividad de los órganos de la
Entidad local. Como justificación de esta novedad se aduce, en la Exposición
de Motivos, que así se refuerza el perfil ejecutivo de dicho órgano colegiado.
5. No obstante, a favor de esta técnica «gerencial», que se considera acorde con el fortalecimiento ejecu-
tivo de la figura del Alcalde, vid. JIMÉNEZ ASENSIO, R.: «La forma de gobierno local: ¿cambio o continui-
dad?», en Anuario del Gobierno Local 1999/2000.
La potestad reglamentaria en el Proyecto de Ley de medidas para la modernización del Gobierno Local
6. EMBID IRUJO, A.: «Ordenanzas y Reglamentos municipales», en Tratado de Derecho Municipal, I, (dir.
S. Muñoz Machado), 2.ª ed., Civitas, 2003.
La potestad reglamentaria en el Proyecto de Ley de medidas para la modernización del Gobierno Local
la lista de actos tributarios nulos del art. 153 LGT es de alcance más reduci-
do que la contenida en el art. 62.1 de la Ley 30/1992 para los actos adminis-
trativos en las restantes materias. Pero resultaría anómalo que un acto de
gestión de un tributo local que implicase la lesión de un derecho fundamen-
tal susceptible de amparo constitucional, por mencionar el caso más llamati-
vo, no pudiera ser declarado nulo por el Órgano municipal que lo dictó
mediante el mecanismo de la revisión de oficio y sin sujeción a límite tempo-
ral alguno. Por tal razón, el Consejo de Estado, en su doctrina legal, ha apli-
cado el criterio de la «permeabilidad» para extender los supuestos de nulidad
del art. 62.1 de la Ley 30/92 al ámbito de la revisión de actos nulos en mate-
ria tributaria. Así, en la Memoria del año 2000, el Alto Cuerpo Consultivo con-
sidera que «en ningún momento esta especificidad del ordenamiento
tributario ha determinado un cierre, ni tan siquiera un desentendimiento real,
respecto del ámbito administrativo general, sino que, por el contrario, cabe
hablar de una cierta ósmosis entre ambos sectores del ordenamiento». Y en
el mismo documento concluye que «es paradigmática, a este respecto, la
aplicación sin restricciones (en el ámbito tributario) del párrafo a) del artículo
62.1 de la Ley 30/1992».
Parece oportuno recordar, con ocasión de esta reforma de la LBRL, que se han
producido ya en la doctrina y en la jurisprudencia constitucional criterios y pro-
nunciamientos sobre esta materia que, sin duda, han sido ponderados por el
autor de la iniciativa legislativa plasmada en el proyecto de ley comentado.
Así, en la doctrina, y frente a la tesis tradicional de que el ejercicio de la po-
testad reglamentaria local está supeditado a la existencia de una habilitación
previa y específica contenida en la legislación sectorial (estatal o autonómi-
ca), se va abriendo paso aquella otra que somete a reconsideración el al-
cance de la reserva de ley en el ámbito de los Entes locales y de sus
potestades. En esta línea cabe citar a PAREJO ALFONSO (7) y FANLO LO-
RAS (8) manteniendo el primero que «La posición del reglamento local no
puede ser, respecto de la ley, la misma que guarda el reglamento estatal o
regional respecto de la ley». O como señala el último de los autores citados:
«La función de éste (el legislador sectorial) no es, pues, habilitar, sino en-
marcar la potestad local, teniendo en cuenta que la ley debe dejarle ámbitos
de libertad».
En la misma dirección puede situarse la posición de EMBID IRUJO (9) cuan-
do señala que «hoy no parece que este único principio (alude al de jerarquía
La potestad reglamentaria en el Proyecto de Ley de medidas para la modernización del Gobierno Local
normativa) pueda permitir todas las explicaciones sobre esas relaciones or-
dinamentales, dada la existencia de la cláusula constitucional de autonomía
local (arts. 137 y 140 CE) y sus necesarias implicaciones».
Parece, pues, que los reglamentos emanados de los Entes locales (orde-
nanzas y reglamentos orgánicos, para seguir la bipartición que también aco-
ge el proyecto de ley) no son identificables, en su estructura, con los del resto
del ordenamiento, es decir, con los reglamentos estatales y autonómicos. Es-
tos desarrollan o ejecutan una ley previa aprobada por su Parlamento o
Asamblea legislativa, y de aquí la tradicional denominación en la Administra-
ción del Estado de «reglamentos ejecutivos», mientras que la potestad nor-
mativa local, al carecer el Ente local de potestad legiferante, no desarrolla o
ejecuta una previa ley sino que esta, sea estatal o regional, opera más como
límite o marco que como presupuesto habilitante. Podría así afirmarse que
las Ordenanzas y reglamentos municipales no son, en rigor, reglamentos, si-
no una peculiar manifestación de su potestad normativa y autoorganizatoria,
y ello determina que la reserva de ley adquiera una modulación en relación
con el carácter que asume en los demás Ordenamientos (11).
10. ORTEGA, L.: «La potestad normativa local», en Anuario del Gobierno Local, 2001.
11. Caso específico es el de los reglamentos autonómicos que no desarrollen una Ley de su Asamblea le-
gislativa sino una Ley básica estatal, según el ámbito competencial. No podrían, en rigor, calificarse tales nor-
mas autonómicas como «reglamentos ejecutivos», sino como reglamentos «complementarios», según
entiende FONT I LLOVET, en su trabajo «El control de la potestad reglamentaria por los órganos consultivos:
legalidad y oportunidad», en Revista Española de Derecho Constitucional, núm. 62, mayo-agosto 2001.
que este ámbito de libre decisión a los Entes locales —desde luego, mayor
que el que pudiera relegarse a la normativa reglamentaria estatal—, no está
exento de límites». La doctrina de esta Sentencia es ratificada por la STC
106/2000, resolviendo diversas cuestiones de inconstitucionalidad planteadas
por distintas Salas de lo Contencioso-administrativo de Tribunales Superiores
de Justicia, en relación con los precios públicos por la utilización o aprove-
chamiento del dominio público municipal.
La potestad reglamentaria en el Proyecto de Ley de medidas para la modernización del Gobierno Local
y sanciones que han de llevar aparejados sino, como precisa la tan citada
Sentencia, «una relación de las posibles sanciones que cada Ordenanza mu-
nicipal puede predeterminar en función de la gravedad de los ilícitos admi-
nistrativos que ella misma tipifica», siendo así que el nuevo art. 139 no
enumera ni precisa las clases de eventuales sanciones, sino que, por relación
a una sola de las posibles sanciones (como es la pecuniaria o multa) viene a
establecer topes cuantitativos máximos para su aplicación, en función de la
mayor o menor gravedad de las infracciones reprochadas.
Se trata, por tanto, en este concreto aspecto, de un paso adelante en la cons-
trucción de un régimen jurídico sancionador de los Entes locales, así como
en su mayor y más adecuado ajuste a los principios y exigencias derivados
de la reserva de ley contenida en el art. 25 de nuestra Constitución, colman-
do así, como viene a reconocer paladinamente la Exposición de Motivos, la
laguna legal existente en materia de potestad sancionadora municipal.