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Presentado por:
ZAPATACOAQUIRA, Gilma
Docente:
JULIACA – PERU
2017
MISIÓN
sus ciudadanos.
PRESENTACION
Se presenta el siguiente trabajo para dar información esencial sobre los informes
breves basados en la serie de seminarios SDE hacia Rio+20, preparados por
eminentes autoridades en la materia que trabajan en la diplomacia sanitaria
mundial. Este informe contribuirá aún más a estimular el diálogo sobre la Agenda
para el Desarrollo después del 2015 y los Objetivos del Desarrollo Sostenible,
inspirando a los futuros líderes a la acción, sirviendo como un recurso valioso a los
responsables políticos, estudiantes y actividades comprometidas con la salud y la
equidad en la salud.
INTRODUCCION
Los Estados Miembros de las Naciones Unidas tienen muy claro su “compromiso
en favor del desarrollo sostenible y la promoción de un futuro sostenible desde el
punto de vista económico, social y ambiental". Sin embargo, un programa común
no se traduce necesariamente en políticas, planes y programas que permitan
lograr efectivamente "el empoderamiento de los pobres y las personas en
situación vulnerable" y eliminar "los obstáculos a las oportunidades, el aumento de
la capacidad productiva, el desarrollo de la agricultura sostenible y la promoción
del empleo pleno y productivo y de un trabajo decente para todos,
complementados por políticas sociales eficaces...". Si bien es esencial, el
pensamiento ético es insuficiente para promover el tipo de procesos
necesariospara modificar el statu quo. El desarrollo económico, social y del medio
ambiente pueden tener objetivos distintos y desarrollarse en distintas direcciones,
mientras que el desarrollo sostenible solo puede lograrse fijando objetivos y metas
acordados con anterioridad, que movilicen recursos y comprometan a las partes
interesadas en acuerdos multisectoriales y multilaterales en pos de un futuro
común, "el futuro que queremos".
Es importante reflexionar sobre el papel del sector salud con vistas a la próxima
Conferencia de Rio+20. El sector de la salud puede ayudar a establecer metas y
medir el progreso y los resultados. Puede, por ejemplo, proporcionar evidencia
sobre el impacto en la salud de las estrategias, innovaciones y tecnologías de la
economía verde
Proporción de las políticas que pasan por un “chequeo de salud” (es decir
EIS). Esto es de particular interés para el seguimiento de las políticas de otros
sectores con el fin de evaluar el impacto de las políticas sectoriales en materia de
salud de la población.
Lo que puede producir en pocos años una emigración masiva de estas zonas del
mundo afectadas por el cambio climático a zonas más benignas.
Aunque los progresos son lentos porque hay muchos intereses por parte de
algunos gobiernos y multinacionales por mantener el “estatus quo”. No obstante, el
cambio se está produciendo y también al ciudadano de a pie le toca apoyarlo
siendo exigente con sus políticos y siendo nosotros mismos más respetuosos con
el medio ambiente.
Durante la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas, de septiembre del 2000,
los Estados Miembros acordaron tomar medidas, entre muchas, sobre las que
repercuten en la salud y el desarrollo sostenible. Se comprometieron a que, antes
del 2015, los gobiernos cumplirían con:
Según sus cálculos si se invierten 66.000 millones de dólares anuales antes del
2015 y se asignan de forma eficiente, podrían salvarse 8 millones de vidas por año
y obtenerse beneficios económicamente 6 veces mayores. O sea, más de 360.000
millones por año antes del 2020.
LOS DESAFÍOS DE LA SALUD PÚBLICA PARA LOGRAR EL DESARROLLO
SOSTENIBLE: UNA PERSPECTIVA REGIONAL
Para alcanzar estas metas, todo el mundo tiene que hacer su parte: los gobiernos,
el sector privado, la sociedad civil y personas como usted.
1. FIN DE LA POBREZA
Erradicar la pobreza en todas sus formas sigue siendo uno de los principales
desafíos que enfrenta la humanidad. Si bien la cantidad de personas que
viven en la extrema pobreza disminuyó en más de la mitad entre 1990 y
2015 (de 1.900 millones a 836 millones), aún demasiadas luchan por
satisfacer las necesidades más básicas.
A nivel mundial, más de 800 millones de personas aún viven con menos de
US$1,25 al día y muchos carecen de acceso a alimentos, agua potable y
saneamiento adecuados. El crecimiento económico acelerado de países
como China e India ha sacado a millones de personas de la pobreza, pero el
progreso ha sido disparejo. La posibilidad de que las mujeres vivan en
situación de pobreza es desproporcionadamente alta en relación con los
hombres, debido al acceso desigual al trabajo remunerado, la educación y la
propiedad.
Los avances también han sido limitados en otras regiones, como Asia
Meridional y África subsahariana, donde vive el 80% de la población mundial
que se encuentra en condiciones de extrema pobreza. Además, nuevas
amenazas que plantean el cambio climático, los conflictos y la inseguridad
alimentaria necesitan mayores esfuerzos para sacar a las personas de la
pobreza.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible constituyen un compromiso audaz
para finalizar lo que comenzamos y terminar con la pobreza en todas sus
formas y dimensiones para 2030. Esto requiere centrarse en los más
vulnerables, aumentar el acceso a los recursos y servicios básicos y apoyar
a las comunidades afectadas por conflictos y desastres relacionados con e l
clima.
2. HAMBRE CERO
Lo anterior son importantes logros que se alinean con las metas establecidas
por los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Desgraciadamente, el hambre
extrema y la desnutrición siguen siendo grandes obstáculos para el
desarrollo de muchos países. Se estima que 795 millones de personas
sufrían de desnutrición crónica en 2014, a menudo como consecuencia
directa de la degradación ambiental, la sequía y la pérdida de biodiversidad.
Más de 90 millones de niños menores de cinco años tienen un peso
peligrosamente bajo y una de cada cuatro personas pasa hambre en África.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible buscan terminar con todas las formas
de hambre y desnutrición para 2030 y velar por el acceso de todas las
personas, en especial los niños, a una alimentación suficiente y nutritiva
durante todo el año. Esta tarea implica promover prácticas agrícolas
sostenibles a través del apoyo a los pequeños agricultores y el acceso
igualitario a la tierra, la tecnología y los mercados. Además, se requiere el
fomento de la cooperación internacional para asegurar la inve rsión en la
infraestructura y la tecnología necesaria para mejorar la productividad
agrícola.
3. SALUD Y BIENESTAR.
A pesar de estos avances tan notables, todos los años mueren más de 6
millones de niños antes de cumplir cinco años y 16.000 menores fallecen a
diario debido a enfermedades prevenibles, como el sarampión y la
tuberculosis. Todos los días, cientos de mujeres mueren durante el
embarazo o el parto y en zonas rurales solo el 56 por ciento de los
nacimientos es asistido por profesionales capacitados. El SIDA es ahora la
principal causa de muerte entre los adolescentes de África subsahariana,
una región que continúa sufriendo los estragos de esta enfermedad.
4. EDUCACION DE CALIDAD.
5. IGUALDAD DE GENERO.
Poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas no
es solo un derecho humano básico, sino que además es crucial para acelerar
el desarrollo sostenible. Ha sido demostrado una y otra vez que empoderar a
las mujeres y niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el
crecimiento económico y el desarrollo a nivel mundial.
Desde 2011 y gracias a los esfuerzos por promover la energía limpia, más
de un 20 por ciento de la energía mundial es generada por fuentes
renovables. Sin embargo, una de cada siete personas aún no tiene acceso a
la electricidad. Debido que la demanda sigue en aumento, es preciso un
incremento considerable en la producción de energía renovable en todo el
mundo.
Apoyar a las regiones más vulnerables -como los países sin litoral y los
Estados islas- a adaptarse al cambio climático, debe ir de la mano con los
esfuerzos destinados a integrar las medidas de reducción del riesgo de
desastres en las políticas y estrategias nacionales. Con voluntad política y
un amplio abanico de medidas tecnológicas, aún es posible limitar el
aumento de la temperatura media global a 2°C respecto de los niveles pre -
industriales. Para lograrlo, se requieren acciones colectivas urgentes.
Los océanos también absorben alrededor del 30 por ciento del dióxido de
carbón generado por las actividades humanas y se ha registrado un 26 por
ciento de aumento en la acidificación de los mares desde el inicio de la
revolución industrial. La contaminación marina, que proviene en su mayor
parte de fuentes terrestres, ha llegado a niveles alarmantes: por cada
kilómetro cuadrado de océano hay un promedio de 13.000 trozos de
desechos plásticos.
La vida humana depende de la tierra tanto como del océano para su sustento
y subsistencia. La flora provee el 80 por ciento de la alimentación humana y
la agricultura representa un recurso económico y un medio de desarrollo
importante. A su vez, los bosques cubren el 30 por ciento de la superficie
terrestre, proveen hábitats cruciales a millones de especies y son fuente
importante de aire limpio y agua. Además, son fundamentales para combatir
el cambio climático.
La actual degradación del suelo no tiene precedentes y la pérdida de tierras
cultivables es de 30 a 35 veces superior al ritmo histórico. Las sequías y la
desertificación también aumentan todos los años; sus pérdidas equivalen a
12 millones de hectáreas y afectan a las comunidades pobres de to do el
mundo. De las 8.300 especies conocidas de animales, el 8 por ciento ya está
extinto y otro 22 por ciento corre el riesgo de desaparecer.
Los datos que nos importan para conocer el porqué de este objetivo podrían ser
resumidos en:
• 4 de cada 5 muertes infantiles se producen en Asia y África subsahariana.
• Cada año mueren 6 millones de niños menores de 5 años.
• Desde el año 2000 y gracias a las vacunas del sarampión, se han evitado 15,6
millones de muertes.
• Los niños con madres con estudios, aunque solo sean primarios, tienen más
posibilidades de sobrevivir que un niño de madre sin estudios.
• La tasa de mortalidad materna en países en desarrollo es 14 veces mayor que
en países desarrollados; en la actualidad la información prenatal está llegando al
83% de la población.
• En el 2014, cerca de 16 millones de personas estaban recibiendo tratamiento
antirretroviral para el VIH; en el 2013, cerca de 35 millones de personas sufrían
VIH. Se trata de la enfermedad que más muertes causa de mujeres en edad
reproductiva en todo el mundo.; el SIDA es la principal causa de muerte en
adolescentes africanos y la segunda en todo el mundo.
• La tasa de incidencia de la malaria se ha reducido un 37% y su mortalidad un
58%.
• La tasa de mortalidad por tuberculosis se ha reducido hasta un 45%.
Con estos terroríficos datos, es necesaria una actuación para salvaguardar a las
personas que se encuentran en desamparo. Aunque los objetivos del desarrollo
sostenible no sólo se centran en los países en desarrollo, este artículo tratará
sobre ellos, puesto que son los que se encuentran en mayor peligro.
Pero, ¿cuáles son los objetivos? La siguiente infografía nos los desvela:
Las metas son ambiciosas y llenas de optimismo, pero siempre surge la misma
duda, ¿cómo se financiará toda esta buena voluntad?. Las fuentes de financiación
de tales objetivos se basan en dos puntos básicos:financiación pública y privada.
La financiación privada puedes ser internacional o nacional, pero hay que
considerar que ésta no es tan tentadora debido a la ausencia de beneficios
económicos a corto plazo.
Siempre se tiene que tener en cuenta que la financiación debe ser para largo
plazo, de manera que los objetivos nunca van a ser a corto plazo; así mismo, la
financiación debe ser transparente y con buena gobernanza.
3.1 Para 2030, reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por
cada 100.000 nacidos vivos.
3.2 Para 2030, poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y de niños
menores de 5 años, logrando que todos los países intenten reducir la mortalidad
neonatal al menos hasta 12 por cada 1.000 nacidos vivos, y la mortalidad de niños
menores de 5 años al menos hasta 25 por cada 1.000 nacidos vivos.
3.3 Para 2030, poner fin a las epidemias del SIDA, la tuberculosis, la malaria y las
enfermedades tropicales desatendidas y combatir la hepatitis, las enfermedades
transmitidas por el agua y otras enfermedades transmisibles.
3.6 Para 2020, reducir a la mitad el número de muertes y lesiones causadas por
accidentes de tráfico en el mundo.
3.7 Para 2030, garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y
reproductiva, incluidos los de planificación de la familia, información y educación, y
la integración de la salud reproductiva en las estrategias y los programas
nacionales.
En 2015, la tasa mundial de mortalidad materna fue de 216 muertes por cada 100
000 nacimientos. Para lograr la meta de este Objetivo, que establece que en 2030
haya menos de 70 fallecimientos, la tasa de reducción de la mortalidad debe ser
de al menos un 7,5%, más del doble de la media registrada entre 2000 y 2015. La
mayoría de las muertes maternas pueden prevenirse. En 2016, el 78% de los
nacidos vivos en todo el mundo se beneficiaron de atención cualificada durante el
parto, frente al 61% en 2000. Sin embargo, en África Subsahariana en ese mismo
año, la tasa fue de solo el 53% de los nacidos vivos.
Los niños son más vulnerables en los primeros 28 días de vida (el período
neonatal). En 2015, la tasa mundial de mortalidad neonatal fue de 19 muertes por
cada 1000 nacidos vivos, lo que representa una disminución con respecto a las 31
muertes registradas en 2000. La mortalidad neonatal muestra los niveles más
altos en Asia Central y Meridional, y en África Subsahariana, con 29 muertes en
cada una de esas regiones.
ENFERMEDADES INFECCIOSAS
Los datos disponibles entre 2005 y 2015 indican que el 40% de los países tienen
menos de 1 médico por cada 1000 habitantes y alrededor de la mitad cuentan con
menos de 3 enfermeros o parteras por cada 1000 habitantes. La situación es más
grave en los países menos adelantados