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Tipos de conocimiento

Existen muchas formas de clasificar los diferentes tipos de conocimiento existentes, pasando por
el tipo de información sobre la que se conoce o la manera en que se adquiere o procesa la
información. Algunos de los principales son los siguientes, si bien varios de ellos pueden solaparse
entre sí en algunos aspectos.

1. Conocimiento filosófico

En este caso se parte de la introspección y la reflexión sobre la realidad y las circunstancias que
nos rodean a nosotros y al mundo, en ocasiones basándose en la experiencia a dada por
observaciones directas de fenómenos naturales o sociales. Así pues, se parte de la observación y la
reflexión sin llegar a la experimentación, y de este conocimiento surgen diversas metodologías y
técnicas que permiten que con el tiempo la especulación se convierta en conocimiento científico.

Existen perspectivas según las cuales el conocimiento filosófico debe ser una forma de producción
de conocimiento basada únicamente en el pensamiento en sí, independientemente de la fuente
de la que surja la información tratada, mientras que en otras, debe centrarse en los temas
tratados directamente por la ciencia (aplicada o no) o por la historia. Si bien este debate no está
cerrado, no cabe duda de que históricamente el conocimiento filosófico ha sido independiente
del científico, dado, entre otras cosas, a que su existencia se remonta a tiempos muy anteriores a
la Revolución Científica.

2. Conocimiento empírico

El empírico es uno de los tipos de conocimiento basados en lo directamente observable. Se


considera conocimiento empírico a todo aquel que se aprende en el medio mediante la
experiencia personal. Se basa en la observación sin considerar emplear un método para investigar
los fenómenos ni su nivel de generalización.

Sin embargo, hay que señalar que el conocimiento empírico puro no existe, ya que siempre que
miramos hacia el entorno estamos aplicando una serie de creencias, categorías de pensamiento y
teorías o pseudo-teorías a lo que percibimos, para poder interpretarlo llegando a conclusiones
significativas.

3. Conocimiento científico

Semejante al conocimiento empírico en el sentido de que parte de la observación de la realidad y


se basa en fenómenos demostrables, en esta ocasión estamos ante uno de los tipos de
conocimiento en los que se realiza un análisis crítico de la realidad a partir de la
comprobación (experimental o no) para poder originar conclusiones válidas. El conocimiento
científico permite la crítica y la modificación de sus conclusiones y premisas básicas.

Por otro lado, el conocimiento científico está muy ligado al desarrollo histórico del pensamiento
humano; es algo que hace varios siglos no existía, porque no existía la ciencia.
4. Conocimiento intuitivo

El conocimiento intuitivo es un tipo de conocimiento en el que la relación entre los fenómenos o


informaciones se llevan a cabo a través de un proceso subconsciente, sin que exista información
objetiva suficiente a un nivel observable como para elaborar dicho conocimiento y sin que sea
necesario una comprobación directa de su veracidad. Se vincula a la experiencia y a la asociación
de ideas y de sensaciones.

Por ejemplo, podemos suponer que alguien está enfadado debido a que tiene las cejas arqueadas
y la musculatura facial tensa o a que su comportamiento es más frío de lo habitual, y también
podemos asociar la manera de hablar de una persona al concepto "dulce".

5. Conocimiento religioso o revelado

Se trata de un tipo de conocimiento derivado de la fe y las creencias de las personas. Los datos
reflejados y considerados verdaderos por este tipo de conocimiento no pueden ser demostrados
ni falseados a partir de lo observable, siendo inferidos a partir de la interiorización de varios
dogmas religiosos.

Si bien puede ser crítico consigo mismo y desarrollarse de diferentes formas, por lo general este
tipo de conocimiento tiende a ser transmitido sin que se realicen grandes esfuerzos por variarse
sus axiomas.

6. Conocimiento declarativo

Por conocimiento declarativo entendemos aquél en que somos capaces de conocer información
teórica sobre las cosas, siendo totalmente conscientes de dichos conocimientos y estableciéndolos
en forma de idea o proposición. Dichas ideas pueden o no ser verificadas posteriormente.
Permite la abstracción y la reflexión sobre la información, así como su elaboración.

7. Conocimiento procedimental

Hace referencia al tipo de conocimiento que nos permite ser capaces de saber cómo hacer algo, a
pesar de que a nivel conceptual podamos no poseer ningún tipo de conocimiento sobre lo que
estamos haciendo. Por ejemplo, podemos saber ir en bicicleta o conducir a pesar de no conocer
los principios que rigen dichas conductas. Se trata, por consiguiente, de un tipo de conocimiento
que va más allá de las palabras.

8. Conocimiento directo

Se basa en la experimentación directa con el objeto de conocimiento, obteniendo información de


primera mano respecto a dicho objeto. Por ello, no se depende de la interpretación de otras
personas.

9. Conocimiento indirecto o vicario


En el conocimiento indirecto aprendemos sobre algo a partir de otras informaciones sin por ello
experimentar con el objeto de estudio de forma directa. Por ejemplo, cuando estudiamos un libro
de texto estamos obteniendo conocimiento indirecto sobre el tema en cuestión.
Leyendas 1. La Llorona

La llorona es una de las leyendas más conocidas en Guatemala y, aunque hay varios elementos
que no cambian, existen varias versiones sobre el origen de esta leyenda. Uno de los elementos
que permanece igual en todos los relatos es el nombre de la Llorono y su procedencia. Es decir, en
todas las leyendas la mujer lleva el nombre de María y es criolla, es decir, hija de de españoles en
época de la colonia. Así mismo, otro de los elementos en común de las leyendas es que María
contrajo matrimonio y que su esposo viajaba mucho. Los elementos que varian es que, estando de
viaje, Maria se enamoro de un fontanero de nombre Juan de la Cruz y producto de este amor
queda embarazada. Otra de las versiones es que de la persona que se enamora es de un mozo de
su finca y la tercera versión es que María llevaba una vida de libertinaje y se desconoce de quien
queda embarazada. Las leyendas, casi todas de ellas, cuentan que, una vez embarazada, puede ser
de 1, 2 o inclusive 3 hijos, y preocupada de lo que diría su esposo, Maria va al rio y ahoga a sus
hijos. Luego de haber ahogado a su hijo o hijos, a María le da cargo de conciencia y trata de
rescatar a sus pequeños y termina ahogada ella tambien. Otro de las leyendas cuentan que María
regresa a su casa y al darse cuenta de lo que había hecho corre por las calles gritando “mis hijos,
mis hijos, donde están mis hijos” con lagrimas en los ojos. Finalmente, las leyendas cuentan que la
llorona está condenada a buscar a sus hijos por toda la eternidad; asimismo, se comenta que si se
escucha a la llorona lejos es porque esta cerca y cuando se escucha cerca es porque esta lejos.

2. El Sombrerón

Al igual que la Llorona, El sombreron es una de las leyendas más populares en Guatemala y por lo
tanto, tiene varios elementos similares y varios elementos distintos en cada uno de los relatos.
Todas las leyendas concuerdan en que el sombreron era una hombre de pequeña estatura, que
usaba un sombrero muy grande, siempre estaba con una guitarra y tenía una voz maravillosa.
Cuentan las leyendas que el sombreron vio a una mujer que lo deslumbro con su belleza, de ojos
oscuros y pelo negro. Al verla no puedo resistirse y quiso enamorarla, por lo que se acerco a su
balcón y le cantó serenata. La mujer, a quienes en algunas leyendas la llaman Celina, se enamoró
de este pequeño hombre con esta angelical voz a quien esperaba todos los días. Celina dejo de
comer esperando a la llegada del hombre con la voz melodiosa. Los padres de Celina,
preocupados, llaman a un sacerdote y al ver que este no podía ayudarla, la llevaron a un convento.
La muchacha murio de tristeza y el dia del velorio apareció el sombreron cantando y llorando de
tristeza. Desde ese día, cuentan las leyendas que se puede escuchar al sombreron cantar con su
guitarra en las noches y busca a mujeres de pelo negro y ojos oscuros. Asi mismo, se dice que para
auyentar al sombreron de una mujer a la que persigue, a esta se le debe de cortar el pelo.

3. La Ciguanaba

La ciguanaba, según cuentan la leyenda en su origen, era una mujer llamada Sihuehuet, cuyo
nombre significa mujer hermosa. Esta mujer tenia una relación con el hijo de un Dios, del cual
quedo embarazada. Pero Sihuehuet probo no ser una buena madre, al contrario, fue una madre
que no cumplia con sus obligaciones. A parte de ser una mala madre, Sihuehuet tenía un amante.
Al descubir esto, el hijo del Dios, llamado Tlaloc, maldijo a Sihuehuet. La maldición consiste en que
la mujer sería bella de lejos pero una vez las personas se acercaran y la vieran de cerca seria una
mujer horrible. Esta leyenda continua estando vigente, ya que, según cuentan los relatos, la
ciguanaba es una mujer que parece hermosa a primera vista pero al acercarse tiene cara de yegua
o incluso de calavera. Se dice que la ciguanaba persigue a los hombres que son infieles o
trasnochadores. Siguen contando las leyendas que la ciguanaba atrae a los hombres a barrancos o
lugares desiertos para que las personas mueran al seguirla. Otra de las versiones es que la
ciguanaba mata del susto a las personas o que, sino mueren, se vuelven locas luego de verla.

4. El Cadejo

El cadejo es el animal legendario que cuida a los borrachos, especialmente a aquellos que no
pueden ni sostenerse en pie. Su forma es parecida a la de un perro, peludo con los ojos rojos,
patas de cabra y puede ser o blanco o negro. El blanco es el cadejo bueno y el negro es el malo.
Muchas de las personas indican que ambos cadejos cuidan a los borrachos juntos, es decir, que
ambos cadejos estan juntos. El blanco aparece hechado junto a la persona que se emborracha y el
negro es mas inquieto, pero cuando aparece un peligro, ambos cuidan a la borracho.

5. El Carretón de la Muerte

El carro o carretón de la muerte, aparece según la leyenda, en las casas en las cuales fallecerá una
persona y, luego de fallecer, el carruaje llegaba a recoger al muerto. Una de las leyendas cuenta
que el carrauje es jalado por 2 caballos negros e incluso hay gente que dice que los mismos sacan
fuego de la boca. La persona que maneja el carruaje va vestido totalmente de negro, haciendo que
todo el carruaje sea de ese color.

Cuento de el Canto de la Flor de Amate

El Progreso-Guastatoya don Domingo Castillo, "contador de maravillas", de la aldea Casas Viejas,


narra el cuento "El Canto de la Flor del Amate", muy difundido y vigente en todo el departamento.
Asegura don Domingo Castillo que ese palo es encantado y nunca da flor, pero cuando le entra el
encanto si florece. "El encanto sólo se abre la noche de la víspera del Día de San Juan y es
necesario que haya luna llena. El hombre o la mujer deben llegar al pie del árbol a las doce de la
noche para que les caiga el encanto". Y si al Encanto del Árbol le cae bien la gente, les deja caer
una flor y con ello los vuelve "suertudos en el amor y con mucho dinero".
EL ORIGEN DEL MAIZ

Otro tipo de leyendas son las del origen del maíz, como en todas las etnias máyense. Así, entre
tanto, los Ajtziij Winaq cachiqueles de San Antonio Palopó, narran que en tiempos antiguos no
conocían el maíz y en el pueblo pasaban mucha hambre.

Ellos sabían que otras comarcas ya los tenían. Entonces los ancianos rezadores (Ajch'ab'”l), le
dijeron al hombre más fuerte del pueblo que fuera a buscar ese alimento. El hombre tenía un
perro muy listo y se lo llevó. Se fue corriendo hasta llegar al cerro Juyu Sanco’th, donde encontró
unas piedras muy grandes. Aunque le costó mucho, el hombre las partió con ayuda del perro. Al
quebrarse las piedras, saltaron mazorcas de maíz, pero cuando terminaron de brotar salió una
culebra muy grande, la que se enroscó, mordió al hombre y lo metió al cerro. Entonces el perro
que era muy listo, agarró con el hocico una mazorca, corrió y llegó al lago, lo atravesó nadando
como pudo hasta llegar al pueblo donde todos lo querían agarrar, pero el chucho sólo se dejó
tomar de la mujer de su dueño y le dejó caer la mazorca a los pies.

El Caballo de Cortés.

Uno de los cuentos más arraigados en Petén es la del Caballo de Cortés, que se escucha en los
pueblos del lago como San Miguel y Santa Elena. Cuentan que cuando Hernán Cortés, en los
tiempos de la Conquista de México y Guatemala, dirigía su expedición hacia Honduras, y cuando
pasó por las márgenes del lago Petén Itzá; como iba "muy cansado y agotado", dejó recomendado
su caballo a los Itza'es del Señorío del Rey Caneck.
Cortés ya no regresó a México por esa ruta, y el caballo se quedó con los itza'es, pero el animal se
murió de tristeza porque ellos le daban de comer flores y plumas preciosas, y no lo sacaban a
pasear. Los indígenas con la pena de quedar mal con Cortés, construyeron uno de piedra, "igualito
y del mismo color".

El caballo quedó entre los itza'es, quienes lo adoraron como deidad. Pero una vez que querían
trasladarlo de la punta del Nij Tum cerca de San Andrés, hacia la Isla de Flores; la balsa donde lo
llevaban dio vuelta, el caballo cayó al agua y quedó parado en el fondo del lago. Los lancheros
dicen que el caballo está todavía ahí, frente a Tayasal, es decir, frente a la Isla de Flores, y puede
ser visto en las mañanas claras.
Los lancheros de San Benito cuentan que han escuchado los relinchos del caballo en las noches del
Día de San Juan, y que se oyen sus pasos en el fondo del lago. Los habitantes de la aldea El
Remate, dicen que debido a las flores que le dieron al caballo, a la isla se le dio el nombre de
Flores.

"La Parra de Uvas y la Muerte".

el cuento de "La Parra de Uvas y la Muerte". Don Francisco afirma que había un anciano que tenía
como toda fortuna doce centavos, con los que compró tres panes blancos, ya que se encontraba
muy hambriento. Pronto apareció un niño quien le pidió un pan, el hombre se lo dio de buena
gana. Luego, regaló su segundo pan a una vieja y el tercero a otro anciano. Viendo que se habían
terminado sus panes, el señor se disponía a buscar raíces para comer, cuando se le apareció el
anciano a quien le había obsequiado un pan. Este anciano le regaló el costal de los deseos. Con
este costal el hombre pudo comerse un canasto de quezadillas y pescados fritos.
El niño, a quien él también había dado un pan, lo gratificó concediéndole una mágica parra de uvas
que tenía la virtud de que aquél que se subiera en ella no podría bajarse.

Por último, la vieja le concedió vida eterna, o, bien, tener el privilegio de morirse en el momento
deseado. Al tiempo, el diablo y San Pedro discutían porque el primero quería llevarse al anciano a
los infiernos y el segundo deseaba que siguiera viviendo. Entonces el diablo bajó a la tierra a traer
al anciano; en seguida éste ordenó al costal encerrarlo. Cuando el diablo estuvo encerrado, el
anciano le dio tal apaleada que ya no le dieron ganas de regresar y se quedó en el infierno.

Luego, la muerte decidió llevarse al anciano; llegó a su casa, tocó a la puerta e informó que llegaba
a traerle. El anciano entonces dejó pasar a la muerte y la invitó a comer uvas. Cuando la muerte se
subió a la parra y después quizo bajar, ya no pudo y así el mundo pasó sin muertos durante algún
tiempo. Al fin el anciano dejó bajar a la muerte y ésta se fue.

Pasaron los años y el anciano deseó morirse, entonces bajó al infierno y el diablo al reconocerlo no
le dejó entrar. Entonces se fue al cielo con San Pedro, quien tampoco lo dejó pasar, pues había
dejado a la muerte atrapada años antes. Entonces el anciano se dirigió al Padre Eterno quien si le
dejó entrar a la gloria, ya que ese hombre le había dado pan en la tierra.
La Rana que quería ser una rana auténtica
Había una vez una Rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.

Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada


autenticidad.

Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se
cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.

Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y
comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si
los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.

Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de
manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y
sentía que todos la aplaudían.

Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la
consideraran una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella
todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena Rana, que parecía Pollo.
Mitos

EL NIÑO DE MULA
En el año 1648, según cuenta la leyenda, se le apareció Dios Niño a un pastor que estaba en ese
momento con su ganado en un pequeño monte, en el paraje muleño de El Balate. Este pastor se
llamaba Pedro Botía.
Posteriormente ingresó en la orden franciscana, tomando los hábitos en el convento de Orihuela.
En un viaje a los Santos Lugares, Jerusalem e Italia, se le volvió a aparecer Dios Niño en Asís, quien
le indicó que volviese a España. Durante el viaje de regreso conoció al Conde de Lemus, éste le
introdujo en la Corte madrileña, así conoció al hermano del rey Carlos II, D. Juan José de Austria, y
llegó a ser su consejero.
Durante los años que permaneció al servicio de ese príncipe, logró la construcción del Real
Monasterio de la Encarnación en su villa natal, habitado hasta hoy por religiosas de la orden de
Santa Clara de Asís. Comenzaron los cultos al Niño en la ermita levantada próxima al lugar de la
aparición, que no corresponde a la que ahora se visita, la actual fue edificada a finales del siglo
XVIII en estilo Barroco murciano.
La devoción de El Niño comenzó a extenderse por la Región, en especial por los pueblos del valle
del Segura. Desde entonces es esta devoción una referencia muy significativa de las tierras
murcianas

QUITAR EL HIPO
Un hilo en la frente para quitar el hipo
Es tradicional que a los recién nacidos y lactantes que tienen meteorismo y presentan hipo por
irritación del diafragma, les pongan las madres un hilo mojado pegado sobre la región central de la
frente del niño.
COLGANTES Y AMULETOS
Es frecuente que prendidos a la ropa, en los dedos o en la mano (más frecuente en etnia gitana o
inmigrantes sudamericanos) o en las sabanillas de la cuna o moisés les pongan algún objeto de
color rojo, colgante en forma de mano, o de otro tipo, con la creencia de que ahuyentan espíritus
maléficos. En la tradición cristiana es habitual ponerle al niño los escapularios con imágenes de la
Virgen o de Santos, o con alguna reliquia (flor, piedrecita) que ha sido bendecida en algún lugar de
peregrinación o santuario.

LA MUJER LACTANTE
La mujer lactante y las serpientes
Dicen que cuando una mujer está amamantando al pecho a un lactante, las serpientes o culebras,
reptiles habituales en las rastrojeras y masas arbóreas de estas tierras, pueden llegar a succionar
el pezón del seno de la madre, porque les atrae.

VESTIDOS Y ADORNOS ROJOS PARA EL SARAMPION


La creencia popular (y la certeza científica) de que el sarampión provocaba graves complicaciones
en los niños, entre otras la encefalitis y en otros tiempos también la muerte, hacía que los padres
luchasen porque el niño presentase un exantema morbiliforme lo más intenso posible ( el
sarampión debía de brotar con intensidad, porque de lo contrario “se metía por dentro” y eso
significaba mayor gravedad.
Para lograr que la erupción fuese intensa se le ponían vestidos rojos, ropa de cama rojas y hasta
las cortinas de la habitación. Tenía su findamento, puesto que la conjuntivitis sarampionosa
provocaba una fotofobia importante y evidentes molestias por la luz, con lo que estas prendas
rojas atenuaban la intensidad de la luz solar o artificial.
Además para la conjuntivitis era tratada con lavados de manzanilla y se solía pasar alguna planta
por lo ojos como el rabogato.

Fábula: El deseo del pastor

Érase una vez un pastor que se encargaba de cuidar una manada de bueyes. Un día se extravió un
ternero y él desesperado salió en su búsqueda recorriendo los alrededores, pero nada, no pudo
hallarlo. Tanta era la angustia por la pérdida de este ternerito que le prometió a Zeus que si le
decía quién era el responsable sacrificaría un cabrito en su nombre.

El pastor continuó buscando y encontró a un león comiéndose a su ternerito. Cuando vio quien era
el responsable de esto se asustó muchísimo y levantó las manos exclamando:

– ¡Gran Zeus, sé que antes te he pedido que me muestres al ladrón a cambio de un ternerito; pero
ahora te pido que me ayudes a escapar de este león y te prometo sacrificar un toro!

Moraleja: Los problemas tienen soluciones pero siempre ten presente que al encontrarle, puedes
estar encontrando el siguiente problema.

La gran idea del pescador egoísta

La gran idea del pescador egoísta


Este era un hombre que ya estaba harto de no poder conseguir pescado para poder vivir un poco
más cómodo que antes, y es por esto que decidió poner en práctica un nuevo sistema que hace
solo algunos días había inventado.

Lo que pretendía era emplear redes que al ubicarlas en el rio se impidiera que el agua las
atravesara y de este modo el rio se quedaría sin corriente que les facilitaba el escape a los peces.
Además el toque final del invento consistía en una cuerda de cáñamo que estaba sujeta a uno de
los extremos y de la que colgaba una piedra con la que se iba golpeando el agua. Mientras esto
sucedía aquel hombre pensaba:

– Con esta idea lograré que los peces tengan tantas ganas de escapar que acudan directamente a
mi trampa.

Un pescador que pasaba por el lugar, al ver lo que estaba haciendo, muy molesto le dijo:

– ¿No te das cuenta que con esto el agua que recibimos en el pueblo está llena de fango porque
no dejas de ensuciar el agua del río?

– Mil disculpas, me apena mucho saber que esto los molestara, pero es que esta es la única forma
que tengo de alimentarme y salir de una vez de esta pobreza – dijo el pescador desesperado.

Moraleja: Tus objetivos en la vida son importantes pero nunca lo hagas perjudicando a los demás.

Los sueños de una lechera

Había una vez una joven, hija de un granjero que iba al pueblo a vender leche, y mientras
trasladaba la vasija llena de leche, planificaba su futuro.

– Cuando termine de vender toda la leche, invertiré el dinero en trescientos huevos. De estos una
parte no va a nacer, pero de seguro que al menos 200 pollo tendré. Cada pollo podrá ser vendido a
precios altos ya que para la época para la que estén listos los precios en el mercado habrán
subido. Si logro esto tendré el dinero necesario para comprarme un vestido de fiesta muy bello
con el que podré asistir causando sensación. Al asistir a los bailes tan hermosa lograré que todos
los jóvenes me pretendan, pudiendo yo valorar a cada uno de los presentes.

De repente tropezó con una piedra y cayó al suelo junto con el recipiente de leche el cual se
derramó completamente, destruyéndose también cada uno de los planes que había hecho.
Moraleja: No debes desear tener una fortuna mayor pues nada de lo que tengas te parecerá
suficiente. No pienses en el futuro sin antes haber asegurado tu presente pues solo así tu futuro
tendrá resultados.

Adivino

Instalado en la plaza pública, un adivino se entregaba a su oficio. De repente se le acercó un


vecino, anunciándole que las puertas de su casa estaban abiertas y que habían robado todo lo que
había en su interior.

El adivino levantose de un salto y salió corriendo hacia su casa, desencajado y suspirando, para ver
lo que había sucedido.

Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr le dijo:

-Oye, amigo, tú que te vanaglorias de prever lo que ocurrirá a los otros, ¿por qué no has previsto
lo que te sucedería a ti?

El adivino no supo qué responder.

Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el futuro de los demás. Tan
sólo pretenden estafarnos y quitarnos nuestro dinero.

El congreso de los ratones

Había una vez una familia de ratones que vivía en la despensa de una casa, pero temiendo siempre
los ataques de un enorme gato, los ratones no querían salir. Ya fuera de día o de noche este
terrible enemigo los tenía vigilados.
Un buen día decidieron poner fin al problema, por lo que celebraron una asamblea a petición del
jefe de los ratones, que era el más viejo de todos.

El jefe de los ratones dijo a los presentes:

- Os he mandado reunir para que entre todos encontremos una solución. ¡No podemos vivir así!

- ¡Pido la palabra! - Dijo un ratoncillo muy atento-Atemos un cascabel al gato, y así sabremos en
todo momento por dónde anda. El sonido nos pondrá en alerta y podremos escapar a tiempo.

Tan interesante propuesta fue aceptada por todos los roedores entre grandes aplausos y
felicidad. Con el cascabel estarían salvados, porque su campanilleo avisaría de la llegada del
enemigo con el tiempo para ponerse a salvo.

- ¡Silencio! – Gritó el ratón jefe, para luego decir: Queda pendiente una cuestión
importante: ¿Quien de todos le pondrá el cascabel al gato?

Al oír esto, los ratoncitos se quedaron repentinamente callados, muy callados, porque no podían
contestar a aquella pregunta. De pronto todos comenzaron a sentir miedo. Y todos,
absolutamente todos, corrieron de nuevo a sus cuevas, hambrientos y tristes.

Moraleja: es más fácil proponer ideas que llevarlas a cabo

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