El ciclo del Aprendizaje por Indagación

El proceso de aprendizaje se presenta como un ciclo dinámico. El alumnado juega un papel investigador, activo, que aprende a partir de su trabajo en
la resolución de problemas significativos en situaciones reales. La figura 1 presenta los intereses principales del alumno en el proceso del ciclo de la
indagación. (Bruce & Davison, 1996). Partiendo de una pregunta o problema el aprendiz deberá hacerse preguntas, investigar, crear, analizar y
reflexionar sobre los modos de su resolución. Figura 1: El ciclo de la indagación Las seis etapas responden a: Preguntar: La indagación se inicia con el
deseo de descubrir a través de preguntas significativas inspiradas por el deseo de conocer experiencias del mundo real. El proceso se inicia a través de
preguntas que se hace el alumno que le van a ayudar a definir qué es lo que quiere descubrir, sobre qué va a investigar. Investigar: Es la etapa de
recopilación de información donde el aprendiz: busca recursos, participa en la elaboración de un experimento, observa, hace entrevistas, etc. El
alumno/a puede Retos en la integración curricular de las TIC en la enseñanza de Inglés Sara Herrero Arnanz 13 reformular la pregunta, redefinir la
línea de indagación diferente a la pregunta original si esta no ha podido resolverse, o no es lo suficientemente relevante. Esta etapa supone un
proceso automotivado del propio alumno que requiere el compromiso total de este. Crear: El alumno/a comienza a realizar las relaciones necesarias
con toda la información recogida en la fase anterior. Debe integrar de forma creativa ideas, teorías fuera de su experiencia previa. Analizar: Ahora, el
estudiante debe compartir sus ideas con los demás, se preguntan unos a otros sobre sus propias experiencias e investigaciones. El conocimiento
compartido se construye a través de las interacciones entre los alumnos y el significado de su investigación comienza a adquirir mayor relevancia en el
contexto de la sociedad del alumno. Reflexionar: Supone volver a la pregunta inicial, a la línea de investigación y a las conclusiones obtenidas, y
preguntarse si se ha obtenido la solución deseada, o si existen nuevos interrogantes que piden iniciar un proceso de indagación nuevo. Tras esta
etapa se inicia de nuevo el proceso. Este modelo no solo centra su atención en el aprendiz, sino también en crear una comunidad de indagación, una
comunidad que se enriquece a través de la pluralidad y diferencias de sus miembros. Dependiendo de cómo se atienda a las diferencias entre los
participantes de la indagación, se tendrán diferentes resultados. Berghoff, Egawa, Hartste y Hoonan (2000) señalaron que el aprendiz desarrolla sus
conocimientos desde diferentes dimensiones: desde diferentes formas de expresión, diferentes tipos de ideas, y diferentes marcos culturales.
Reconociendo estas diferencias el aula puede ofrecer un camino mucho más enriquecedor hacia el aprendizaje. Hay modelos (Wells, 2001; Wells &
Chang-Wells, 1992) que demuestran como el proceso de indagación favorece al desarrollo de aprendizaje así como al del lenguaje; y Short (1996)
propuso un currículo que integraba el aprendizaje y el desarrollo del lenguaje con un proceso de indagación. De este modo, el trabajo productivo
surge cuando las diferencias entre los miembros de grupo se entienden a través de un proceso hermenéutico. El reto del proceso de indagación es
trabajar con unos objetivos, pero sin olvidar nunca las experiencias personales, las percepciones y valores de sus miembros