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Jesús Cantera Ortiz de Urbina

ANTIGUAS VERSIONES BÍBLICAS Y TRADUCCIÓN


JESÚS CANTERA ORTIZ DE URBINA
Universidad Complutense de Madrid

De la Biblia se han hecho y se siguen fue Pilatos el autor de esa inscripción y que
haciendo numerosas traducciones a todos estaba escrita en hebreo, griego y latín para
los idiomas. En este breve artículo vamos a dejar luego constancia (19, 21) de la recla-
tratar de las antiguas versiones bíblicas al mación de los sumos sacerdotes y de su
griego y al latín, con alguna alusión al ara- petición de que se cambiara tal inscripción,
meo y al siríaco. Hebreo y griego bíblicos diciendo a Pilatos: «no escribas "el rey de los
como lenguas de origen. Griego y latín, judíos", sino que dijo "Yo soy el rey de los
asimismo bíblicos, como lengua a las que se judíos"».4 A lo que Pilatos respondió el
traduce famoso «lo que he escrito, escrito está» (19,
22).5
A nosotros nos interesa ahora señalar ese
I. HEBREO, GRIEGO Y LATÍN «en hebreo, en griego y en latín» de San
EN LA PALESTINA DE TIEMPOS DE Juan y el «en letras griegas, latinas y he-
JESUCRISTO breas» de San Lucas. '
En la Palestina bajo dominio romano de ia
En el relato de la pasión y muerte de época de Nuestro Señor convivían, en efecto,
Nuestro Señor los cuatro evangelistas coin- tres culturas con sus respectivas lenguas: el
ciden en decir que en lo alto de la cruz, por latín, el griego y el hebreo, amén del arameo
encima de la cabeza, estaba escrita la causa y otras lenguas y dialectos menos importan-
de su crucifixión: «Jesús Nazareno, Rey de tes.
los judíos»,1 el INRI de nuestros crucifijos. Particular interés para el tema que ahora
San Lucas y San Juan recogen, además, otro nos ocupa tiene también, a nuestro modo de
detalle de especial significado desde el punto ver, la interpretación que dieron algunos de
de vista lingüístico. Hablando de esta ins- los presentes en el Calvario (probablemente
cripción, dice San Lucas (23, 38) que estaba soldados romanos) a las palabras «Eli, Eli,
sobre él una inscripción «escrita en letras lamma sabacthaní»,6 es decir «Dios mío,
griegas, latinas y hebreas».2 Y San Juan (19,
19-20), más preciso aún en este punto, nos
dice: «Escribió también un título Pilatos y lo legerunt, quia propre civitatem erat locus, ubi cruci-
fixus est lesus. Et erat scriptum hebraice, graece et
puso sobre la cruz. Y estaba escrito: «Jesús latine (San Juan, 19, 19-20).
Nazareno, el rey de los judíos. Este título lo 4
Dicebant ergo Pilato pontífices ludaeorum: «Noli
leyeron muchos de los judíos, pues estaba scribere "rex ludaeorum", sed quia ipse dixit: "Rex
cerca de la ciudad donde fue crucificado sum ludaeorum"» (San Juan 19, 21).
5
Jesús; y estaba escrito en hebreo, en latín y Respondit Pilatus: «Quod scripsi, scripsi» (San
Juan 19, 22).
en griego».3 Interesa a San Juan señalar que 6
A pesar de su interés para la traducción, pres-
cindimos ahora de precisiones acerca de la vincu-
1
Jesus Nazarenus, rex ludaeorum (San Juan 19, lación al hebreo, arameo o siríaco de estas pala-
19). Hic est lesus rex ludaeorum (San Mateo 27, bras, que encontramos en los evangelios de San
37). Rex ludaeorum (San Marcos 15, 26). Hic est Mateo y San Marcos. Et circa horam nonam cla-
rex ludaeorum (San Lucas 23, 38) mavit lesus voce magna dicens: «Eli, Eli, lamma
2
Erat autem et superscriptio scripta, super eum sabacthani?» Hoc est: «Deus meus, Deus meus, ut
litteris graecis, et latinis, et hebraicis (San Lucas 23, qui dereliquisti me?» (San Mateo 27, 46). Et hora
38). nona exclamavit lesus voce magna dicens: «Eloi,
3
Scripsit autem et titulum Pilatus. Et posuit super Eloi, lamma sabacthani?» Quod est interpretatum:
crucem. Erat autem scriptum: «Jesus Nazarenus, «Deus meus, Deus meus, ut quid dereliquisti me?»
rex ludaeorum». Hunc ergo titulum multi ludaeorum (San Marcos 15, 34).
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Antillais versiones bíblicas y traducción

Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» entre las que destaca por su importancia y
que, evocando el versículo 2 del salmo trascendencia, la Peshitta. Ajenos al hebreo y
21/22, exclamó Nuestro Señor en la cruz al griego estos cristianos, necesitaban llegar
momentos antes de expirar. Las recogen los a los textos sagrados mediante una versión
evangelistas San Mateo (27, 46 y ss.) y San en la lengua que les era familar: el siríaco.
Marcos (15, 34 y ss.), añadiendo que, al
oírlas, algunos de los allí presentes pensaron III. LAS PRIMERAS VERSIONES GRIEGAS
que invocaba a Elias.7 Y hasta se mofaban DE LA BIBLIA
algunos diciendo «a ver si viene en su ayuda
este profeta».8 Necesidad

En los siglos inmediatamente anteriores a


II. PRIMERAS VERSIONES DE LA BIBLIA la era cristiana el helenismo ya se había
difundido y logrado imponer no sólo en el
A medida que las lenguas originales de la Oriente europeo sino también en numerosas
Biblia fueron dejando de ser no ya familiares regiones del Próximo Oriente y de manera
sino ni siquiera asequibles para grandes especial en buena parte de Egipto. De esta
núcleos así de fieles viejos en la fe como de manera, el griego se convierte en la lengua
prosélitos recién incorporados, fue surgiendo normal y corriente de muchas comunidades
la necesidad de recurrir a versiones de la judías. Y surge así para estas comunidades
Sagrada Escritura, al principio de forma oral la necesidad de versiones del Antiguo Tes-
y más adelante también escritas. tamento al griego, ya sea en forma oral, ya
Muy pronto surgieron en la sinagoga las sea en forma escrita. Siglos después, tam-
versiones orales del Antiguo Testamento al bién los cristianos del mundo helenístico
arameo, versiones que más adelante fueron necesitan, además de sus textos del Nuevo
confirmadas por escrito, y que hoy conoce- Testamento redactados en su mayor parte en
mos con el nombre de targum en singular o griego, una versión griega para los textos
de targumim en plural. Estas versiones ara- hebreos del Antiguo,9 adoptando por lo
meas -como ya queda señalado al decir que general la de los Setenta.
nacieron en la sinagoga- estaban destinadas
a fieles judíos de ambientes o círculos judeo- Septuaginta
arameos.
Para los fieles cristianos de la región ara- Es decir interpretatio septuaginta virorum.
mea oriental al norte de Mesopotamia, en También conocida por «versión alejandrina».
cambio, se realizaron versiones en siríaco, Pasaremos naturalmente por alto el origen
más o menos real de su nombre de «versión
'Confusión entre Eli o Eloi (Dios mío) y Eliyahu de los Setenta». Y prescindiremos también
(Elias). ¿Cómo fueron pronunciadas? ¿Por quiénes
de la famosa epístola de Aristeas
o por quién fueron escuchadas? ¿Soldados roma-
nos? ¿Judíos por allí presentes? Lo cierto es que no (funcionario de Ptolomeo II Filadelfo) según
entendieron estas palabras ni las pusieron en la cual fue realizada por 72 judíos (seis por
relación con el versículo 2 del salmo 21/22. Recuér- cada tribu) en 72 días. Pero sí haremos
dense las pasajes correspondientes en San Mateo y constar su notable antigüedad, ya que hacia
San Marcos. Quidam autem illie stantes, et audien-
el año 150 a. de C. estaba ya acabada. Y
tes, dicebant: «Eliam vocat iste» (San Mateo 27,
47). Et quidam de circumstantibus audientes, también dejaremos constancia de que fue
dicebant: «Ecce Eliam \/Ocat» (San Marcos 15, 35). hecha por judíos y para judíos. Y que gozó
8
Caeteri vero dicebant: «Sine, videamus an ve-
niat Elias liberans eum» (San Mateo 27, 49) Cu-
rrens autzm unus, et implens spongiam aceto, E incluso para los árameos, como el Evangelio
circumponensque cálamo, potum dabat ei, dicens: de San Mateo. Originalmente habrían sido redacta-
«Sinite, videamus si veniet Elias ad deponendum dos en griego también algunos libros del Antiguo
eum» (San Marcos 15, 36). Testamento.
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II ieronymus
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de muy alta estima en el judaismo de la En Salmos 95/96, 10 en Septuaginta (o al


época precristiana y fue usada como Biblia menos en algunos de sus manuscritos)
oficial del judaismo helenístico. aparecía, tras el ó Kópioc ¿ßaaüxuaev (el
Pero, al surgir más tarde la polémica judeo- Señor reinó) la apostilla ano CúXov (bajo el
cristiana, la suerte de esta versión de Sep- madero; es decir, desde el madero de la
tuaginta cambió por completo. Los puntos cruz).
fundamentales de la polémica entre cristia-
nos y judíos eran naturalmente los de teolo- Versiones de Aquila, Símaco y Teodoción
gía mesiánica: discernir si Cristo Jesús era el
Mesías profetizado en ias Escrituras o no lo Estos casos se iban multiplicando de tal
era. Para los cristianos, en Jesús de Nazaret manera que muy pronto decidieron algunas
se habían realizado las profecías del Antiguo comunidades judías abandonar Septuaginta
Testamento, cosa que para los judíos era de y reemplazarla por otras nuevas versiones
vital importancia refutar. griegas en que se evitarían expresamente
Y así frente al iôoi'j r\ raxpGévoç sv yaoxpi todos estos escollos. Y así surgieron en el
Ä.rj\|/KTai Kai xé^exai uióv (he aquí que una siglo II de la era cristiana las versiones grie-
virgen concebirá y dará a luz un hijo)10 de gas de Aquila, Teodoción y Símaco, cuyas
Isaías 7, 14, reaccionaron los judíos recha- características esenciales recordaremos muy
zando la traducción del hebreo alma por brevemente.
raipOévoc (interpretado como «virgen») y Aquila, convertido del paganismo al cristia-
sustituyéndola por VKÛVIÇ (muchacha, jovenci- nismo y ganado luego al judaismo por el rabí
ta).11 A lo que socarronamente respondían Aquiba, de quien fue discípulo, realizó una
los cristianos diciendo que explicasen dónde versión en exceso servil del hebreo en un
estaba entonces el prodigio anunciado en el griego harto apartado de la corrección gra-
mismo versículo 7 del capítulo 14 del libro de matical.
Isaías:12 y qué maravilla veían en el hecho Teodoción, ganado asimismo al judaismo,
de que una muchacha o jovencita (vsâviç) más que una auténtica traducción, realizó
concibiera y pariese un hijo, cuando todos los una especie de revisión de Septuaginta a
días un gran número de muchachas conci- base del hebreo, revisión que llegó a gozar
ben y paren hijos. de gran prestigio así en círculos judíos como
Al citar asimismo los cristianos los versícu- también en cristianos hasta el punto de haber
los 17-18 del salmo 21 (es decir: «han tala- sido la base de una versión cristiana latina
drado mis manos y mis pies y se pueden muy famosa del libro de Daniel.
contar todos mis huesos»),13 no quedaba a Símaco, por su parte, realizó una traduc-
los judíos sino admitir la realización en Cristo ción que se distinguió por su mayor libertad.
Jesús de esta profecía davídica o negar la
exactitud del versículo tal como aparecía en
Septuaginta. Y así, frente a cam o caaru IV. ANTIGUAS VERSIONES LATINAS
(ü'jpnqav en Septuaginta, foderunt en la Vulga- DE LA BIBLIA
ta, es decir «han taladrado» o «taladraron»)
sostuvieron que debía leerse caari («como Nacen las primeras versiones latinas
león»), o también caré, coç (,T\TO\>\'TEC i)f\nm de la Biblia
que traduce Símacc.
Reducido el conocimiento del griego en el
}
Ecce virgo concipiet et pariet filium (Isaías 7, Imperio Romano a privilegio de letrados y
14). hablado tan sólo por los comerciantes de sus
Ecce iuvencula. ciudades marítimas, el pueblo no conocía
12
Propter hoc dabit Dominus ipse vobis signum
sino el latín y las lenguas del lugar. Este
(Isaías 7, 14).
13
Foderunt manus meas et pedes meos, dinume- desconocimiento del griego en el Imperio
raverunt ossa mea (Salmos 21, 17-18). Romano hizo que se dejase muy pronto

jk ieronymus 55

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sentir la necesidad de una versión de la a las antiguas, a base de Septuaginta, como


Sagrada Escritura en latín, versión que se podemos leeren su Epístola LXXXII. 14
haría tanto más necesaria cuanto mayor era Está fuera de duda que no existió antes de
el desenvolvimiento del proselitismo y del la Vulgata un texto oficial de la Biblia latina
culto cristianos. aceptado por todas las Iglesias. Podía prefe-
Se trata de traducciones por lo general rirse tal o cual versión, este texto o aquel
sencillas, sin pretensiones literarias. No otro, una u otra lección. Pero, en caso de
responden ni mucho menos a una técnica de discusión acerca del sentido de un pasaje, el
traducción, sino al solo deseo y voluntad de texto oficial a que se recurría y el que resol-
ofrecer el texto sagrado en forma asequible. vía la cuestión, era el griego de los Setenta.
De ahí su lengua sencilla, aunque general- El texto bíblico oficial de la Iglesia latina
mente correcta. Y también, entre otras carac- durante los primeros siglos del cristianismo
terísticas, sus numerosos hebraísmos y era, en efecto, el griego de Septuaginta, que
también sus helenismos. no es sustituido sino por la Vulgata al lograr
Cabe pensar que las primeras versiones ésta imponerse definitivamente después de
latinas de la Biblia tuvieran su origen en una dura y tenaz resistencia.
versión oral que acompañaba la lectura del Ya hemos dejado constancia de que las
texto griego en los oficios del culto así judío versiones latinas prejeronimianas responden,
como cristiano. Son varios, en efecto, los en general, al griego de Septuaginta, aunque
testimonios que confirman la existencia de -justo es reconocerlo- con algunas excep-
una costumbre parecida entre los cristianos ciones.
de Oriente, sobre todo en Palestina, en la Como fruto de las muchas horas consagra-
época de Diocleciano y en el siglo V. das al estudio sobre textos de estas antiguas
Según San Agustín, cualquier mediano versiones latinas antiguotestamentarias
conocedor del griego y del latín que en los anteriores a la Vulgata de San Jerónimo
primeros tiempos del cristianismo disponía contrastándolas con el texto hebreo masoré-
de un códice emprendía enseguida la tarea tico, con el targum arameo y con la versión
de traducirlo al latín. siríaca conocida por Peshitta, así como
naturalmente con el texto griego de Septua-
Vetus latina y Septuaginta ginta y otras versiones griegas, llegamos a la
conclusión de que la Vetus Latina responde a
Las versiones latinas prejeronimianas -co- un texto prehexaplar de Septuaginta, tesis de
nocidas generalmente por Vetus Latina- la que fuimos dando cuenta y tratamos de
responden, en general, al texto griego de demostrar en diferentes estudios publicados
Septuaginta, aunque en algunos casos sea en su mayoría en la revista Sefarad del CSIC
otro el texto sobre el que se hizo la traduc- entre los años 1955 y 1965.15
ción.
Estas versiones surgen muy pronto en la
Iglesia latina, siendo varios los testimonios
que nos confirman su existencia en el siglo II. N° 35. Véase Migne «Patrología Latina»,
Conviene señalar que en ningún momento XXXIII, p 291
15
llegan estas versiones a constituir un texto «En torno a la Vetus Latina Hispana», en Sefa-
oficial de la Iglesia, sino sólo en cuanto rad, XV, 1955, pp. 171-179. «Origen, familias y
fuentes de la Vetus Latina», en Sefarad, XXII, 1962,
representan Septuaginta, de la que se supo- pp 296-311. «La Vetus Latina y el texto masoréti-
nen versión fiel y exacta. Muy a las claras co», en Sefarad, XXIII, 1963, pp 255-264 «Puntos
nos lo revelan las palabras de San Agustín a de contacto de la Vetus Latina con la recensión de
San Jerónimo al significarle sus razones para Luciano y con otras recensiones griegas», en
no aceptar su nueva versión latina, la Vulga- Sefarad, XXV, 1965, pp 69-72 «Puntos de contac-
to de la Vetus con el Targum arameo y con la
ta, a base del hebreo, y aferrarse, en cambio, Pesitta. Hipótesis de un origen targúmico de la
Vetus Latina», en Sefarad, XXV, 1965, pp 219-236
56 H ieronymus
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Unidad o pluralidad de la Vetus Latina español San Dámaso a instar a San Jeróni-
mo que emprendiera la revisión de toda la
Un problema de notable interés desde el Biblia latina. Labor que comenzó hacia el año
punto de vista de la historia de la traducción 382, a pesar de las muchas dificultades que
es el de la unidad o pluralidad de la Vetus suponía. Pero el problema no estaba sola-
Latina Sin entrar ahora en pormenores ni mente en los textos latinos, sino también en
detenernos en consideraciones de crítica los griegos de Septuaginta, cuyos manuscri-
textual, creemos, sin embargo, no sólo poder tos diferían -según el propio San Jerónimo-
afirmar, sin grave riesgo de error, la plurali- de un país a otro.
dad de estas versiones latinas prejeronimia- Desde el punto de vista de la traducción,
nas, sino que incluso nos atrevemos a seña- que es el tema que aquí nos interesa, esta
lar que se pueden formar tres grupos de diversidad de versiones así latinas como
familias de las diferentes versiones que griegas nos debe poner en guardia y ser un
constituyen la Vetus Latina: acicate para procurar en nuestras traduccio-
nes con implicaciones doctrinales, ideológi-
- el grupo africano; cas o científicas una fidelidad absoluta al
- la «ítala» o «Noritaliana»; y texto original. Y para que la lección que de
- el grupo europeo, excluida la «ítala». aquí podemos sacar sea realmente práctica y
No nos vamos a detener en señalar las provechosa es conveniente que nos pregun-
características propias de cada grupo. Y temos de dónde podría proceder esa diversi-
tampoco insistiremos en las subdivisiones dad de interpretaciones. Y la respuesta,
que a cada grupo puedan corresponder. aparentemente al menos, no es en principio
Pero, para hacer resaltar el desarrollo y la demasiado difícil: o bien por no haber capta-
importancia de las traducciones bíblicas do perfectamente el sentido del texto original,
latinas en la antigüedad, tampoco dejaremos o por no haber acertado a expresarlo fielmen-
de consignar que en el grupo africano es fácil te en su versión. Pero añadamos que con
reconocer hasta tres o cuatro familias dife- frecuencia se trataba de una versión o de
rentes: una adaptación sobre otra versión o sobre
- la antigua africana o pretertuliana; otra adaptación, y no sobre el texto original
- una segunda familia representada princi- primitivo; y que éste no siempre era transmi-
palmente por Tertuliano y San Cipriano; tido por escrito, sino muchas veces de mane-
- una tercera representada por San Agus- ra oral. Por otra parte, no siempre se busca-
tín: y ba una traducción precisa y exacta, sino más
la bajo-africana. bien aproximada, buscándose más el espíritu
Y añadiremos que el grupo europeo, ex- que la letra, adaptándolo en ocasiones a la
cluida la «ítala», reúne tres familias bien ideología y tendencias de la propia escuela.
definidas: De ahí, nuestra lección práctica: para ser un
- la romana; buen traductor se requiere conocer muy bien
- la galicana; las dos lenguas (la lengua de la que se
- la hispana. traduce y la lengua a la que se traduce) y
A las que muy probablemente se podría también la materia, con unas dotes de artista
añadir alguna otra, como sospechamos de la y, sobre todo, con unas condiciones de gran
irlandesa. honradez para no desvirtuar y menos aún
Esta pluralidad de versiones y la excesiva tergiversar el espíritu del texto.
libertad de adaptación e interpretación llegó a
preocupar seriamente a los obispos de los La Vulgata
países latinos, que veían sus libros sagrados
cada vez más desfigurados. Ello hizo surgir Esa diversidad de versiones así latinas
en el siglo IV toda una serie de ensayos de como griegas y otras varias razones que
revisión de estos textos y movió al gran Papa sería prolijo referir movieron más adelante a
ieronymus 57
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Antiguas versiones bíblicas y traducción

San Jerónimo a decidirse por una nueva y nicos, cuya versión de Septuaginta se limitó
trascendental empresa: en lugar de conten- a adoptar y retocar. Señalemos, por otra
tarse con una revisión, aunque profunda, de parte - y a nuestro modo de ver en contraste
toda la Biblia latina, emprende la ardua tarea con lo anterior- que a San Jerónimo se le ha
de una versión al latín de los libros protoca- criticado a veces el relieve que dio a varios
nónicos del Antiguo Testamento a base no ya pasajes mesiánicos. E insistiendo en nuestro
de Septuaginta, sino directamente del texto punto de vista de la traducción, señalemos la
hebreo, traducción que tiene un valor fran- alta calidad de esta versión jeronimiana, una
camente excepcional, entre otras razones de las mejores obras culturales de la anti-
por ser una versión del texto hebreo prema- güedad gracias a su latín sencillo y elegante
sorético hecha en su edad madura por un a la vez y que se distingue por su fluidez y
hombre dotado -como insistiremos más claridad.
adelante- de condiciones excepcionales para Procede dejar constancia de que las anti-
llevar a cabo esa empresa. guas versiones prejeronimianas latinas
En cuanto a los libros deuterocanónicos del sobrevivieron bastante tiempo al triunfo de la
Antiguo Testamento procede recordar que Vulgata y que este pervivir largo tiempo de la
San Jerónimo se limitó a retocar, con mayor Vetus Latina junto a la Vulgata fue causa de
o menor detenimiento, las versiones anti- mezcla entre unos textos y otros, creando
guas. serios problemas de crítica textual, por ser
Desde el punto de vista de la traducción difícil a veces discernir en algunos códices
merece la pena recordar la hostilidad con qué se debe a la Vulgata y qué a las antiguas
que fue recibida esta nueva versión. El ape- versiones. Pero, gracias a esta tenaz resis-
go a Septuaginta, consagrada por una larga tencia, se nos han conservado numerosos
tradición en la Iglesia y el hecho de haberla textos de las antiguas versiones prejeroni-
usado los Apóstoles según señala San mianas que de lo contrario se habrían perdi-
Agustín en su Epístola LXXXII16 hicieron que do para siempre.
se prefirieran las antiguas versiones prejero- Hablar de la Vulgata en nuestra revista
nimianas y que se levantaran grandes protes- Hieronymus invita a explayarse acerca de
tas contra la nueva versión de San Jerónimo, esta monumental obra de la traducción y
distinguiéndose de manera especial San acerca de su artífice San Jerónimo. La Vulga-
Agustín, quien una y otra vez insiste rogándo- ta es esencialmente, en efecto, obra de San
le que desista de su tarea y que se dedique, Jerónimo, un hombre santo, juicioso y ecuá-
en cambio, a revisar las antiguas versiones. nime, y dotado de una voluntad de hierro,
En algunos sectores cristianos se recelaba gracias a la cual llegó a conocer perfecta-
incluso de la formación bíblica de San Jeró- mente el hebreo y el griego. Consciente del
nimo por considerarla no sólo muy influida, serio problema que para la Iglesia de Occi-
sino incluso apegada en exceso al judaismo, dente suponía la pluralidad de versiones
en buena parte por haber sido adquirida bajo latinas de la Biblia empleadas en su tiempo,
dirección y magisterio rabínicos. Esa forma- y animado por nuestro gran papa español
ción explica su alta estima por las tradiciones San Dámaso, hacia el año 382 emprendió
rabínicas y también un aspecto muy impor- esa magna empresa de una revisión de toda
tante para nosotros desde el punto de vista la Biblia latina. Y como la dificultad no estaba
de la traducción: la notable influencia del sólo en los textos latinos, sino también en los
targum arameo en San Jerónimo y la utiliza- griegos de Septuaginta, cuyos manuscritos
ción asimismo de las versiones griegas de diferían de un país a otro, decidió luego
Aquila y Símaco. Todo ello contribuyó sin proceder a una nueva versión latina de los
duda a su poco aprecio por los deuterocanó- libros protocanónicos del Antiguo Testamen-
to a base no ya de Septuaginta, sino direc-
16 tamente del texto hebreo, traducción que
N° 35. Véase Migne: «Patrología Latina»
XXXIII, p. 291 tiene un valor excepcional, entre otras razo-
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ieronymus Qomylutensis
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Jesús Cantera Ortiz de I irbina

nes por ser una versión del texto hebreo fragmentos que, sin embargo, podemos
premasorético, hecha en su edad madura por considerar como auténticos tesoros.
un hombre santo, juicioso y ecuánime, que Pero no dejaremos de señalar que San
conocía perfectamente el hebreo (lengua de Jerónimo no sólo pudo disponer de tan pre-
origen) y también el griego, y que dominaba cioso material, sino que lo supo utilizar con
el latín (lengua a la que vertía), y que dispo- maestría y habilidad en la elaboración de su
nía además y supo muy bien utilizar un versión latina.
copioso y valiosísimo material (en hebreo,
griego y latín) del que nos parece poseer un Las grandes Biblias políglotas
mundo cuando disponemos nosotros de de los siglos XVI y XVII
algún resto mutilado, carcomido, sucio y
borroso, en el que incluso nos esforzamos a A principios del siglo XVI, cuando la impren-
veces en tratar de adivinar qué pudo escribir ta en Europa contaba poco más de medio
el copista. siglo, concibe el cardenal Cisneros la genial
idea de editar una Biblia políglota. De 1514 a
1517 un grupo de doctos escrituristas y
V. LAS POLIGLOTAS filólogos preparan y elaboran en Alcalá de
Henares, a base de muy valiosos manuscri-
Las hexaplas tos, la edición de esta obra extraordinaria del
Renacimiento español, que en cinco volumi-
A principios del siglo III concibió Orígenes nosos tomos fue puesta a la venta en 1522.
la idea de establecer el texto crítico del Anti- Medio siglo más tarde, de 1569 a 1573, y
guo Testamento. Y para ello emprendió en bajo la dirección de Benito Arias Montano se
Alejandría la tarea de elaborar sus famosas prepara y ve la luz en los Países Bajos,
«hexaplas», disponiendo el texto bíblico en vinculados entonces a España, la magnífica
seis columnas. En la primera figuraba el Biblia Políglota de Amberes (Bélgica), en
texto hebreo; en la segunda, el mismo texto ocho tomos.
hebreo, pero transcrito en caracteres griegos; Estimulado por el éxito de estas dos obras
en la tercera, la versión griega de Aquila; en inmortales de nuestro Renacimiento español
la cuarta, la de Símaco; en la quinta, la de y acuciado por la idea de querer colaborar en
Septuaginta; y en la sexta, la de Teodoción. el cultivo de los estudios bíblicos en un siglo
¡Magnífico para la historia de la traducción: en el que así en el campo católico como en
un texto en su lengua «original», junto con su el protestante se dedica especial atención a
transcripción, y acompañado en otras cuatro estos estudios y se multiplican las traduccio-
columnas de otras tantas traducciones a la nes de la Biblia a las lenguas modernas, el
misma lengua! Con ello resultaba fácil com- oratoriano francés Morin emprende la tarea
parar y contrastar esas cuatro versiones de una nueva Biblia políglota, conocida como
griegas entre sí y con el texto hebreo del que la Políglota de París, elaborada de 1629 a
habían sido traducidas. Cosa de suma impor- 1645, en diez tomos
tancia desde el punto de vista de la historia Poco tiempo después, entre 1654 y 1657 ve
de la traducción, mereciendo además desta- la luz en Londres la más completa de las
carse que en la versión de Septuaginta Biblias políglotas de esa época: la de Brian
introdujo Orígenes unos signos discríticos Walton, conocida también como Políglota
con los que pretendía marcar y hacer resaltar Londinense, en seis tomos, acompañada de
las variantes de Septuaginta con respecto al un útil Lexicon heptaglottum en apéndice, y
texto hebreo. Desgraciadamente, de esta de la que en 1958 apareció en Graz una
obra trascendental (aunque inacabada) de reproducción fotomecánica.
crítica textual antiguotestamentaria empren- De gran importancia para nosotros, desde
dida por Orígenes sólo nos quedan algunos el punto de vista de la traducción, es la carac-
terística de estas políglotas de ofrecer tra-
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îeronymus
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Antiguas versiones bíblicas y traducción

ducción interlineal en latín de los textos no dos de los textos hebreo (volumen I), griego
latinos. (Nuevo Testamento: volumen II; Septuaginta:
volumen III), arameo (Targum Palestinense:
Biblias políglotas contemporáneas volumen IV; Targum de Onquelos y Targum
de Yonatán: volumen V), siríaco (Antiguo y
Mucho más modestas, pero también muy Nuevo Testamento: volumen VI); latino
útiles las dos biblias políglotas editadas a (Vetus Latina: volumen Vil; Vulgata Hispana:
finales del siglo XIX y principios del XX. volumen VIII); copto (Nuevo Testamento:
La protestante de Bielefeld, por R. Stier y K. volumen IX); y español (volumen X).
Theile, en ocho tomo, en 1890.
La católica de F. Vigouroux, en ocho tomos,
publicada en París de 1898 a 1906, en he- A MANERA DE EPÍLOGO
breo, griego, latín y francés, y con unas notas
muy valiosas. De acuerdo con el título de este artículo nos
hemos venido refiriendo a las antiguas ver-
La Biblia Polyglotta Matritensia siones bíblicas, y de manera especial a las
griegas y latinas, con alguna referencia a las
Aunque no tenga relación tan directa con la arameas y a las siriacas
problemática de la traducción, resulta obliga- Dada el enorme interés de las traducciones
do citar al menos nuestra Biblia Polyglotta bíblicas así antiguas como modernas para la
Matritensia. Iniciada en 1950 por el Consejo historia de la traducción, tenemos intención
Superior de Investigaciones Científicas, en de consagrar distintos estudios a este tema,
colaboración en un principio con la Biblioteca sin olvidar uno especial consagrado a la
de Autores Cristianos. Aún en elaboración. figura de San Jerónimo como traductor de la
Concebida con miras a la edición critica en Biblia al latín.
10 series distintas y por volúmenes separa-

60 (2.onij)lutcnsis
íeronymus
HIERONYMUS. Núm. 2. Jesús CANTERA ORTIZ DE URBINA. Antiguas versiones bíblicas y traducción

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