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¿CÓMO AFECTÓ AL PERÚ LA CAÍDA DE LAS TORRES GEMELAS?

En primer lugar, el menor crecimiento económico mundial se traduce en menores

exportaciones; si bien es cierto que el oro venia aumentando de precio, el resto de

metales y otros productos no tradicionales se podía observar una disminución de su

demanda. Ello se traduce en un menor crecimiento económico del Perú; las empresas

tienen menos utilidades y la recaudación tributaria disminuye, con lo cual el gasto

público, en un contexto de menores ingresos, podría tender a reducirse.

En segundo lugar, la mayor emisión de dólares seguirá inundando los mercados locales,

de manera que es previsible una tendencia hacia la disminución del tipo de cambio.

En tercer lugar, será más complejo mantener la estabilidad macroeconómica, pues el

escenario externo será desfavorable, comparado con lo ocurrido entre los años 2002 y

2008.

En cuarto lugar, la solidez macroeconómica del Perú, manifestada en un crecimiento

económico mayor del 5% con estabilidad monetaria, disciplina fiscal y alto nivel de

reservas, es un factor que juega a favor del Perú, pues puede ser atractiva para hacer

negocios, siempre y cuando la estabilidad política lo permita. Desde luego, la solidez

macroeconómica es una condición necesaria pero no suficiente para enfrentar los

problemas de exclusión de una gran cantidad de peruanos; lo que pasa es que sin esta

solidez no se puede enfrentar la problemática social, pues provee de los recursos para

hacerlo. La creación de empleos por parte del sector privado y el funcionamiento

adecuado de los programas sociales es decir, una mejor gestión pública son claves.

Invertir más y mejor en educación, salud y seguridad ciudadana y diseñar programas de

reducción y alivio de la pobreza y desigualdad son parte del esfuerzo social que debe
realizar el gobierno. Ello requiere recursos cuya abundancia dependerá en gran parte de

la evolución de la economía mundial.

CHOQUE EXTERNO CAMBIARIO

Dancourt (200

La crisis mundial ha tenido un doble impacto sobre las cuentas externas


del Perú. De un lado, las exportaciones de materias primas (tres cuartas
partes del total) cayeron en dólares un 25% durante el último trimestre
del 2008, en comparación con el mismo periodo del año anterior. En
enero-febrero del 2009, las exportaciones de materias primas (metales,
harina de pescado, etc.) se desplomaron en 35%, mientras que las
exportaciones no tradicionales (textiles, agropecuarios, etc.)
disminuyeron en 24%, siempre respecto al mismo periodo del año
anterior.

De esta manera, el superávit registrado en la cuenta corriente de la balanza de pagos

desde mediados del 2004 se convirtió en un déficit de 3.3% del PBI para todo el 2008,

este resultado refleja también el gran incremento de las importaciones durante el año

pasado. Según el último Reporte de Inflación del Banco Central de Reserva (BCR), las

ventas al exterior alcanzarían en el 2009 unos US$ 24 mil millones, esto es un 25%

menos que el valor del año pasado.

De otro lado, durante el último trimestre del 2008, se produjo también una apreciable

salida del país de capitales de corto y largo plazo (incluyendo errores y omisiones)

equivalente a casi el 11% del PBI. La reversión de los flujos de capital de corto plazo

fue violenta: salieron por un valor igual al 8% del PBI a fines del 2008, después de

haber ingresado por un equivalente al 9% del PBI a principios del año. Dentro de estas

salidas de corto plazo destacan la reducción de las líneas de crédito externas para los

bancos locales y las ventas de papeles de la autoridad monetaria y del gobierno en


manos de inversionistas no residentes. Los flujos de capital de largo plazo (inversión

directa extranjera) también decrecieron sensiblemente hasta arrojar la cifra negativa de -

1.1% del PBI en el último trimestre del 2008, cosa que no ocurría desde hace un

quinquenio. Estas cifras reflejarían tanto la paralización de las inversiones en la minería

debido a la caída de los precios de los metales como el inusual otorgamiento de

préstamos de las subsidiarias peruanas a sus casas matrices en el exterior. Para evitar

que este repentino deterioro de las cuentas externas generase una excesiva presión al

alza del tipo de cambio, el BCR empezó a vender dólares agresivamente desde

mediados del 2008, mientras mantenía prácticamente constante la tasa de interés de

corto plazo en moneda nacional. En consecuencia, las reservas de divisas de la

autoridad monetaria, medidas por la posición de cambio, disminuyeron en un 27%

desde junio del 2008 hasta mediados de marzo del 2009. Mientras tanto el precio del

dólar apenas subió un 8% en el mismo periodo, bastante menos que en muchos otros

países de la periferia. Esta respuesta de política monetaria, muy distinta a la ejecutada

en la crisis anterior de 1998-2001, fue posible gracias a la acumulación previa de un

nivel de reservas internacionales de divisas sin precedentes. Actualmente, la posición de

cambio bordea los US$ 20 mil millones, un 15% del PBI, mientras que la producción

doméstica no primaria perdió competitividad respecto a la producción extranjera desde

mediados del 2008. Las reservas internacionales vendidas por el BCR han sido

compradas no solo por inversionistas extranjeros sino también por el sector privado

local, especialmente por los bancos comerciales y los fondos del sistema privado de

pensiones (AFP), entre otros. Esta cifra de reservas vendidas no incluye la emisión del

BCR de papeles de corto plazo indexados al tipo de cambio, pero pagaderos en moneda

doméstica. Estos papeles son un buen sustituto del dólar para quien no necesita llevar su

dinero al exterior. El stock de estos papeles representaría alrededor de un 20% de la


posición de cambio actual de la autoridad monetaria. La tasa de crecimiento de la

producción total del país (PBI) cayó sensiblemente desde un 10.8% anual en enero-

octubre del 2008 hasta menos de un 2% anual en enero-febrero del 2009, siempre en

comparación con el mismo periodo del año anterior; cabe apuntar que esta tasa del 2%

anual podría muy bien ser negativa si ciertos cambios metodológicos controvertidos no

se hubieran introducido recientemente en el cálculo del PBI del sector servicios.

Algunas medidas del PBI mensual desestacionalizado, como las publicadas por el BCR,

sugieren que el punto de inflexión, donde las tasas de crecimiento positivas se

convierten en negativas, se habría alcanzado en el último trimestre del 2008.

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