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La capacidad de uso del suelo es una forma de clasificar los suelos según un ordenamiento
sistemático de carácter práctico e interpretativo, fundamentado en la aptitud natural que
presenta el suelo para producir constantemente bajo tratamiento continuo y usos
específicos. Este ordenamiento proporciona una información básica que muestra la
problemática de los suelos bajo los aspectos de limitaciones de uso, necesidades y prácticas
de manejo que requieren y también suministra elementos de juicio necesarios para la
formulación y programación de planes integrales de desarrollo agrícola.1
Existe una diversidad de conceptos tales como capacidad de uso, uso potencial, vocación de
uso, aptitud de uso, uso mayor, que dan lugar a una variedad de interpretación, que resulta
en una confusión alarmante. Los más aplicados en el área andina son:
El segundo grupo está integrado por las Clases V y VI, y sus limitaciones aumentan
progresivamente de la V a la VI.
El tercer grupo consta solo de la Clase VII y agrupa suelos apropiados generalmente
para la explotación forestal.
Por último, el cuarto grupo consta solo de la Clase VIII y presenta tales limitaciones
que son inapropiadas para fines agropecuarios o de explotación forestal.
Para determinar el uso y manejo de los suelos de ladera se deben integrar los factores
erosión, susceptibilidad a la erosión, precipitación, pendientes y profundidad efectiva del
suelo que más influyen y limitan en la conservación y productividad. Para el municipio de
Obando, se identifican las siguientes categorías con base al estudio sobre Uso y Cobertura
vegetal realizado por la Universidad Nacional de Colombia para la CVC.5
. Corresponde a terrenos con erosión severa y las tierras misceláneas que por su condición
natural y su ubicación geográfica tienen un alto valor económico, social o ambiental, por lo
cual ameritan ser recuperadas, aun cuando estén presentes en cualquier tipo de pendiente o
relieve.
Comprende a terrenos ligeramente ondulados, con pendientes entre 3 y el 12%, con suelos
moderadamente profundos, es decir, pueden presentar ligeras limitaciones para algunos
cultivos de raíces profundas; exigen algunas prácticas sencillas de conservación de suelos y
tienen algunas restricciones para el pleno uso de la maquinaría agrícola. Pueden presentar
erosión actual en grado ligero y susceptibilidad baja a la misma; se pueden establecer
cultivos semi-limpios y limpios con prácticas de conservación de suelos.