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SUMARIO
1.- Introducción.
2.- La protección de los datos de carácter personal en el ámbito comunitario.
3.- Los datos personales en los tratamientos realizados por las instituciones comu-
nitarias.
4.- La tutela de la información personal en el tercer pilar.
5.- El art. 8 de la Carta de los derechos fundamentales.
6.- Los arts. I-51 y II-68 de la Constitución europea.
7.- Recapitulación.
1. INTRODUCCIÓN
1
SEC (73) 4300 final, “Una política comunitaria de informática”, parágrafo 39.
2
Question orale núm. 193/73 avec debat de M. Cousté au nom du groupe des démocrates
européens de progrès au Conseil des Communautés européennes (JO núm. C 40, de 08/04/
1974, p. 21).
3
JO núm. C 60, de 13/03/1975, p. 48.
4
JO núm. C 140, de 5/06/1979, p. 34.
5
HEREDERO HIGUERAS ha destacado que, de haberse desarrollado con más detalle
algunos aspectos de las recomendaciones dadas a la Comisión y al Consejo sobre los prin-
cipios que debían inspirar las normas comunitarias, se habría podido disponer desde ese
momento de una propuesta de directiva. Vid. La Directiva comunitaria de protección de los
datos de carácter personal, Aranzadi, Pamplona, 1997, p. 19.
6
JO núm. L 246, de 29/08/1981. Ed. especial en español: capítulo 16, tomo 1, p. 77.
7
La madurez actual del sistema jurídico europeo de protección de datos también es
deudora de las valiosas aportaciones hechas por el Consejo de Europa y la OCDE, contribu-
ciones que, en no pocas ocasiones, fueron fruto de la mutua colaboración entre las tres
organizaciones.
8
JO núm. C 87, de 05/04/1982.
9
Para profundizar en la incidencia de dicho sistema en la protección de datos personales
véase L.S. ROSSI, “La protezione dei dati personali negli accordi di Schengen alla luce degli
standards fissati dal Consiglio d’Europa e dalla Comunità europea”, en B.NASCIMBENE, Da
Schengen a Maastricht: apertura delle frontiere, cooperazione giudiziaria e di polizia, Giuffrè,
Milán, 1995 y A. SÁNCHEZ BRAVO, “La protección de los datos personales en la Europa de
Schengen”, en ID, núm. 12-15, 13-14, 1996, pp. 1401-1459.
como encontraremos que sucede con casi todo lo relacionado con el tercer
pilar de la Unión Europea.
10
El 18 de julio de 1990 la Comisión presenta al Consejo la primera propuesta de
directiva, el COM (90) 314-SYN 287 y 288, de 24/09/1990. Dicho proyecto, fuertemente
influenciado por las leyes federal alemana (sobre todo) y francesa, despierta de inmediato
recelos. No satisface, v. gr., la dualidad de régimen jurídico impuesta al tratamiento público o
privado de los datos, ni el modo en que se regula el consentimiento al tratamiento de la
persona concernida. También hay dudas acerca de la competencia de la Comunidad para
normar un ámbito en el que están implicados derechos fundamentales.
En julio de 1992, visto el dictamen del Parlamento Europeo, la Comisión presenta una
nueva propuesta, el COM (92) 422 final (DO núm. C 311, de 27/11/1992), donde se aprecia
la supresión de la distinción entre tratamiento público y privado; que el consentimiento tiene
una menor incidencia a la hora de determinar la licitud del tratamiento; se introduce el con-
cepto “tratamiento” en vez de hacer girar las normas en torno al de “fichero” (más restringido);
se da la posibilidad de eximir de la notificación a determinados tratamientos o de simplificar
sus trámites, etc. Atendidas las indicaciones hechas por los Estados y el Parlamento Europeo,
el texto se conseguirá aprobar.
11
DO núm. L 281, de 23/11/1995, p. 31. Véanse también el Primer informe sobre la
aplicación de la Directiva sobre protección de datos (95/46/CE), COM (2003) 265 final, de 15
de mayo, y la Resolución del Parlamento Europeo, de 9 de marzo de 2004, <Titre>sobre el
primer informe sobre la aplicación de la Directiva sobre protección de datos (95/46/CE).
Sobre esta directiva vid., por todos, D. ALONSO BLAS, “El futuro de la protección de
datos a nivel europeo”, en M.A. DAVARA RODRÍGUEZ (Coord.), Encuentros sobre Informática
12
Vid. P.A. DE MIGUEL ASENSIO, “Avances en la interpretación comunitaria sobre pro-
tección de datos personales”, La Ley, núm. 5964, 27/02/2004, pp. 1-4.
13
Conclusiones del Abogado General Sr. A. TIZZIANO presentadas el 14/11/2002 (asunto
C-465/00 y asuntos acumulados C-138/01 y C-139/01) y el 19/09/2002 (asunto C-101/01).
En la doctrina española apoya las tesis del Abogado General, cuestionando la base
jurídica de la Directiva, RUIZ MIGUEL (“El derecho a la protección de los datos personales en
la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea: análisis crítico”, RDCE, núm. 14,
Enero-Abril 2003, pp. 7-43).
14
Vid. también los Asuntos Alemania contra Parlamento y Consejo, de 05/10/2000, British
American Tobacco (Investments) e‘Imperial Tobacco, de 10/12/2002.
Los principios que como mínimo deben acoger las normas nacionales
en materia de protección de datos personales están bastante detallados en
la Directiva 95/46/CE y son los siguientes:
1) Principios relativos a la calidad de los datos (art. 6). La Directiva parte
de que todo tratamiento ha de adecuarse al principio de lealtad y licitud.
Después especifica que la recogida de datos personales debe responder a
fines determinados, explícitos y legítimos y que éstos no podrán ser tratados
posteriormente de manera incompatible con tales fines. La STJCE de 20 de
mayo de 2003 ha declarado el efecto directo del art. 6.1,c), que es el que
atiende a estos extremos. Un particular puede invocarlos ante los órganos
jurisdiccionales nacionales para evitar la aplicación de normas de Derecho
interno contrarias a dichas disposiciones.
Por otra parte, los datos no se conservarán durante más tiempo que el
preciso para realizar los fines que motivaron la recogida o tratamiento (limi-
tación que no afecta a los datos almacenados con fines históricos, estadís-
ticos o científicos). Transcurrido ese lapso, no se conservarán en forma que
permita identificar al individuo.
Ligado a lo anterior está el principio de proporcionalidad de la informa-
ción. Exige que la información personal sea adecuada, pertinente y no ex-
cesiva con relación a los fines del tratamiento. En este sentido, los datos
deberán ser exactos y estar actualizados para que en cada momento res-
pondan con fidelidad a la realidad del sujeto. De no cumplirse esta previsión,
se prevé un procedimiento de rectificación o cancelación de los mismos.
2) Principios relativos a la legitimación del tratamiento de los datos de
carácter personal (art. 7). Son varias las condiciones que, concurriendo, nos
permiten hablar de un tratamiento legítimo: a) que el interesado preste su
consentimiento inequívoco (expreso o tácito); b) que el tratamiento sea
necesario para la ejecución de un contrato en el que el interesado sea parte
o bien para la aplicación de medidas precontractuales adoptadas a petición
de éste; c) que sea preciso para cumplir una obligación jurídica a la que esté
sujeto el responsable del tratamiento; d) que se requiera para proteger el
interés vital del interesado; e) que deba hacerse para cumplir una misión de
interés público o inherente al ejercicio del poder público conferida al respon-
sable del tratamiento o a un tercero a quien se comuniquen los datos; f) que
sea preciso para la satisfacción del interés legítimo perseguido por el res-
15
Véanse, por todos, O. ESTADELLA YUSTE, La protección de la intimidad frente a la
transmisión internacional de datos de carácter personal, Tecnos, Madrid, 1995; H. ANCOS
FRANCO, “La regulación de las transferencias internacionales de datos como barrera al co-
mercio internacional: de la Directiva 95/46 a los acuerdos UE-terceros Estados”, RDCE, núm.
6, Julio-Diciembre 1999, pp. 497-516; R. DÍAZ ARIAS, “España: Transferencia de Datos de
carácter personal. ¿Llegarán nuestros datos a buen puerto?”, REDI, núm. 23, Junio-2000; E.
ACED FÉLEZ, “Transferencias internacionales de datos personales entre Europa y USA”,
ponencia al II Congreso Mundial de Derecho informático: España; cuna de un mundo global
(Madrid, 2002) y D. SANCHO VILLA, Transferencia internacional de datos personales, APD,
Madrid, 2003.
16
Decisiones de la Comisión de 26 de julio de 2000, sobre Suiza, Hungría (hoy Estado
miembro) y Puerto Seguro (DO núm. L 215, de 25/08/2000, p. 1, 4 y 7, respectivamente); de
20 de diciembre de 2001, sobre Canadá (DO núm. L 2, de 04/01/2002, p. 13); de 30 de junio
de 2003, sobre Argentina (DO núm. L 168, de 05/07/2003, p. 19); de 21 de noviembre de
2003, sobre Guernsey (DO núm. L 308, de 25/11/2003, p. 27) y de 28 de abril de 2004, sobre
la Isla de Man (DO núm. L 208, de 10/06/2004, p. 47).
17
La Comisión ha creado modelos de cláusulas tipo para facilitar las transferencias,
aunque pueden utilizarse otras. Véanse las Decisiones de la Comisión de 15 de junio de 2001
(DO núm. L 181, de 04/07/2001, p. 19) y de 27 de diciembre de 2001 (DO núm. L 6, de 10/
01/2002, p. 52).
18
Dependiendo de los usos comerciales, en el PNR pueden constar hasta sesenta tipos
de datos que permiten identificar al pasajero, las personas que lo acompañan, las que han
efectuado la reserva en su nombre, la agencia o el empleado que tramitó la reserva y/o emitió
el billete, y los miembros de la tripulación: itinerario y billetes, medios de pago, número de
tarjeta de crédito, condiciones especiales ofrecidas a grupos específicos (pasajeros frecuen-
tes, miembros de grupos especiales), direcciones de correo electrónico y direcciones físicas,
números de teléfono particulares y/o profesionales declarados, personas de contacto, servi-
cios específicos vinculados al estado de salud y preferencias sobre alimentación, observacio-
nes concretas efectuadas por el personal de la compañía aérea, detalles relacionados con las
reservas para el alquiler de un automóvil, etc.
19
DO n° L 235 de 06/07/2004, p. 11 y DO núm. L 183, de 20/05/2004, p. 83, respecti-
vamente.
20
Pese a que códigos deontológicos hay bastantes, son pocos los que se animan a
inscribirlos o notificarlos a las autoridades comunitarias o nacionales. A nivel comunitario sólo
hay un código de conducta que haya recibido el placet de la Comisión: el de la FEDMA
(Federación Europea de Marketing Directo).
21
Todos sus documentos se pueden consultar en http://europa.eu.int/comm/justice_home/
fsj/privacy/workinggroup/index_fr.htm.
22
DO núm. L 201, de 31/07/2002, p. 37.
23
COM(2005) 438 final de 21/09/2005: “Proposition de Directive du Parlement Européen
et du Conseil sur la conservation de données traitées dans le cadre de la fourniture de
services de communications électroniques accessibles au public, et modifiant la directive 2002/
58/CE”. Sobre este tema vid. M.C. GUERRERO PICÓ, “Protección de datos personales e
Internet: la conservación indiscriminada de los datos de trafico”, Revista de la Facultad de
Derecho de la Universidad de Granada, núm. 8, 2005, pp. 109-139.
24
DO núm. L 8, de 12/01/2001, p. 1. El Reglamento contempla disposiciones muy pare-
cidas a las de la Directiva 95/46/CE, si bien el capítulo IV se refiere a la protección de los
datos en el contexto de las redes internas de telecomunicación, esto es, al objeto de la antigua
Directiva 97/66/CE. Vid. también la Decisión 2004/644/CE del Consejo, de 13 de septiembre,
por la que se adoptan las normas de desarrollo del Reglamento (CE) núm. 45/2001 (DO núm.
L 296, de 21/09/2004, p. 16).
25
COM (1999) 337 final, de 14 de julio: “Propuesta de Reglamento del Parlamento
Europeo y del Consejo sobre la protección de las personas físicas en lo que respecta al
tratamiento de datos personales por las instituciones y los organismos de la Comunidad y
sobre la libre circulación de estos datos”.
26
Declaración 120/00, Ad apartado 1 del artículo 3, en el Anexo II del Documento del
Consejo 14547/00, de 13 de diciembre, Lista mensual de los actos del Consejo-Noviembre de
2000.
27
Convenio establecido sobre la base del artículo K.3 del Tratado de la Unión Europea,
relativo a la utilización de la tecnología de la información a efectos aduaneros (DO n° C 316,
de 27/11/1995, p. 34).
28
Convenio basado en el artículo K.3 del Tratado de la Unión Europea, por el que se crea
una Oficina Europea de Policía (DO núm. C 316, de 27/11/1995, p. 1).
29
Decisión del Consejo de 28 de febrero de 2002 por la que se crea Eurojust para
reforzar la lucha contra las formas graves de delincuencia (DO núm. L 63, de 06/03/2002, p.
1).
30
Decisión del Consejo de 17 de octubre de 2000 (DO núm. L 271, de 24/10/2000, p.
1. Ahora ha quedado fuera de la secretaría única la Autoridad Común de Control de Eurojust,
de más reciente creación.
31
En una de sentencias del TJCE más relevantes de esta época, la que resuelve el
Asunto Stauder, está implicada la protección de datos personales. El beneficiario de un sub-
sidio para las víctimas de guerra consideraba que obligarle a indicar su nombre al registrarse
para la compra de mantequilla a precio reducido suponía una violación de su dignidad per-
sonal y del principio de igualdad (STJCE de 12/11/1969). De todas formas, el reconocimiento
y desarrollo del derecho que nos ocupa no vendrá dado por vía jurisprudencial sino por vía
de Derecho derivado.
32
Realzando el significado político-constitucional que tiene el art. 6 TUE véase M.
AZPITARTE SÁNCHEZ, “La cultura constitucional de la Unión Europea. Análisis del artículo 6
TUE”, en F. BALAGUER CALLEJÓN, Derecho Constitucional y cultura. Estudios en homenaje
a Peter Häberle, Tecnos, Madrid, 2004, pp. 369-386.
33
Tal y como subraya BALAGUER CALLEJÓN, la configuración de una Comunidad de
Derecho que responda a un orden constitucional propio —como pretende ser la Unión Euro-
pea— exige la adecuación de sus estructuras a los elementos que han configurado tradicio-
nalmente el constitucionalismo, como la adopción de un catálogo de derechos fundamentales.
Vid. “Derecho y derechos en la Unión Europea”, en J. CORCUERA ATIENZA (Coord.), La
protección de los derechos fundamentales en la Unión Europea, Dykinson, Madrid, 2002, pp.
39-41.
34
“El grupo (...) observa que algunos países europeos han integrado un derecho funda-
mental a la protección de datos en su constitución. En otros países la protección de datos ha
adquirido estatuto de derecho fundamental a través de la jurisprudencia. En sus decisiones y
sentencias, la Comisión Europea y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos han elaborado
y definido un derecho fundamental basándose en distintos derechos humanos vinculados a la
protección de datos de carácter personal. Por‘último, un nuevo artículo (286) del Tratado de
la Unión Europea dispone que los actos comunitarios relativos a la protección de las personas
físicas en lo que concierne al tratamiento de los datos de carácter personal son aplicables, a
partir del 1 de enero de 1999, a las instituciones y órganos de la Unión Europea. La integra-
ción de la protección de datos de carácter personal entre los derechos fundamentales euro-
peos haría aplicable esta protección en el conjunto de la Unión y pondría de relieve la impor-
tancia creciente de la protección de estos datos en la Sociedad de la Información”.
35
Cfr. E. BATTAGLIA y G. DI FEDERICO, “La Carta dei diritti e la tutela della riservatezza”,
en L. SERENA ROSSI (Coord.): Carta dei diritti fondamentali e costituzione dell’Unione Euro-
pea, Giuffrè, Milán, 2002, pp. 220-221.
36
Salvo en supuestos tasados que, en cualquier caso, estarán previstos por ley y debe-
rán responder a necesidades legítimas de las sociedades democráticas, no puede haber
injerencias por parte de la autoridad pública en su ejercicio.
37
Cfr. C. RUIZ MIGUEL, “El derecho a la protección de los datos personales...”, op. cit.,
pp. 8-10 y, con más detalle, S. SANZ CABALLERO, “Interferencias entre el Derecho comuni-
tario y el Convenio Europeo de Derechos Humanos (Luxemburgo versus Estrasburgo: ¿quién
es la última instancia de los derechos fundamentales en Europa?)”, RDCE, núm. 17, Enero-
Abril 2004, pp. 117-158.
38
En este sentido, T. FREIXES SANJUÁN y J.C. REMOTTI, El futuro de Europa. Cons-
titución y derechos fundamentales, Minim, Valencia, 2002, p. 96.
39
En la Declaración número 12 del Acta final, relativa a las explicaciones sobre la Carta
de los Derechos Fundamentales, se reconoce el valor interpretativo de las explicaciones sobre
la Carta elaboradas bajo la autoridad del Praesidium de la Convención que redactó la Carta
y actualizadas bajo la responsabilidad del Praesidium de la Convención Europea, que a
propósito del derecho fundamental a la protección de datos de carácter personal son las
siguientes: “Este artículo se ha basado en el artículo 286 del Tratado constitutivo de la Co-
munidad Europea y en la Directiva 95/46/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de
octubre de 1995, relativa a la protección de las personas físicas en lo que respecta al trata-
miento de datos personales y a la libre circulación de estos datos (DO L 281 de 23.11.1995,
p. 31), así como en el artículo 8 del CEDH y en el Convenio del Consejo de Europa para la
protección de las personas con respecto al tratamiento automatizado de datos de carácter
personal, de 28 de enero de 1981, ratificado por todos los Estados miembros. El artículo 286
del Tratado CE ha sido sustituido por el artículo I-51 de la Constitución. Conviene señalar
asimismo el Reglamento (CE) no 45/2001 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 18 de
diciembre de 2000, relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al
tratamiento de datos personales por las instituciones y los organismos comunitarios y a la libre
circulación de estos datos (DO L 8 de 12.1.2001, p. 1). La Directiva y el Reglamento mencio-
nados establecen condiciones y límites para el ejercicio del derecho a la protección de los
datos de carácter personal”.
por paso. Al principio lo que el Praesidium se preguntó era si el art. 286 TCE
debía introducirse en la sección “Ciudadanía” de la parte II del Tratado40.
Más adelante al estudiar los preceptos JAI, dedicados al espacio de libertad
seguridad y justicia, se puso de relieve la exigencia de unificar el régimen
legal en materia de protección de datos personales. La disparidad de crite-
rios la que me referí anteriormente lo justificaba. A propósito del art. II-21,
inspirado en el art. 30.1 TUE, se hacía el siguiente comentario: “Conviene
señalar que el actual artículo 30 del TUE estipula que el intercambio de
información entre los servicios nacionales, así como con Europol, se realice
«con sujeción a las disposiciones correspondientes en materia de protección
de datos personales». Basándose en esto, se incluyeron disposiciones en
materia de protección de datos en los diversos instrumentos del tercer pilar
que podían afectar a los datos personales. Se habría podido hacer una
mención explícita de este tema con objeto de crear la base jurídica para
mantener y desarrollar tales disposiciones. No obstante, parece más lógico,
de resultas de la supresión de los pilares, permitir la creación de un régimen
general de protección de datos personales, que cubra tanto el régimen
comunitario actual (...) como la acción en el tercer pilar actual, sin que haya
aún necesidad de dedicar una base jurídica específica en este capítulo a la
protección de datos. Así pues, se propondrá un nuevo artículo general sobre
la protección de datos personales, en el Título sobre la «Vida democrática»,
en la primera parte de la Constitución. Este artículo no sólo debería incor-
porar el actual artículo 286 del TCE, relativo a la acción de las instituciones
y órganos de la Unión, sino también prever una base jurídica para la adop-
ción de normas relativas al tratamiento de datos personales por parte de las
autoridades de los Estados miembros cuando actúen en el ámbito de apli-
cación del Derecho de la Unión. Claro está que sería posible que el legis-
lador adopte, en virtud de esta nueva base jurídica general, normas particu-
lares de protección de datos, adaptadas al sector policial”41. Ahí está el
germen del actual art. I-51.
El futuro precepto se materializa primero en la cláusula 292 del Informe
del Grupo de Expertos designados por los Servicios Jurídicos del Parlamen-
to Europeo, el Consejo y la Comisión42. Muy similar a su modelo (el art. 286
TCE), presentaba el siguiente tenor: “1. Los actos de la Unión relativos a la
protección de las personas respecto del tratamiento de datos personales y
a la libre circulación de dichos datos serán de aplicación a las instituciones
40
CONV 529/03, de 6 de febrero.
41
CONV 614/03, de 14 de marzo.
42
CONV 618/03, de 17 de marzo.
43
CONV 650/03, de 2 de abril.
44
CONV 779/03, de 4 de junio, Reacciones al proyecto de artículos del texto revisado
de la Parte I.
45
CONV 726/03, de 26 de mayo. También en el CONV 724/03, de 24 de mayo, se había
advertido que a fin de introducir el apartado 2, que trata la adopción de una ley europea sobre
protección de datos personales, habría que mantenerlo.
46
CONV 724/03, de 24 de mayo.
47
CONV 850/03, de 18 de julio.
48
Existía una discrepancia entre la versión española y la francesa. En la primera el art.
I-50.2 anunciaba que las leyes europeas marcarían los principios de la protección de datos,
mientras que la segunda reconocía que “la loi européenne fixe les règles”. El matiz no era
trivial. Atendiendo a la versión española habría que deducir que se promulgarán varias leyes
europeas, en función quizás de ciertas especialidades del tratamiento realizado por las insti-
tuciones y con fines policiales. Y de la versión auténtica cabría concluir que habrá una sola
ley, al margen de que puedan recogerse especificidades dentro de ella.
Del primer apartado del art. I-51, aquel que proclama el derecho a la
protección de datos, parece que habría poco que decir; reitera el enunciado
del art. II-68 de la Constitución Europea. Mas, puesto en relación con su
párrafo segundo, sí que aporta ciertas novedades en cuanto a la titularidad
del derecho. No debe olvidarse que el art. II-112.2 (antes, 52.2 CDF), refe-
rido al alcance e interpretación de los derechos y principios, obliga a que los
derechos de la Carta mencionados en otras partes de la Constitución se
ejerzan en las condiciones y dentro de los límites determinados en éstas.
Pues bien, mientras que el art. II-68 reconoce este derecho fundamental a
“toda persona”, respetando que en algunos Estados miembros sean titulares
del mismo las personas jurídicas, en el art. I-51.2 se introduce un matiz:
habla expresamente de las personas físicas. De ahí que pueda anticiparse
que las futuras normas a las que el art. I-51 remite no protegerán a las
personas jurídicas.
En otro orden de consideraciones, según el anterior art. I-50 la norma
que debía regular la materia era una ley, fuente equivalente al actual regla-
mento y, por tanto, obligatoria en todos sus elementos. No obstante, ahora
podría ser también una ley marco, que, como la actual directiva, es más
flexible y obliga en cuanto al resultado. Entonces surge la duda de quién
elegirá el tipo de norma a utilizar y las razones que le llevarán a ello. Eso
sí, dado que la Constitución Europea habla de “ley” y no utiliza el plural,
debemos seguir pensando que habrá una única norma, del tipo que sea, en
materia de protección de datos personales para toda la Unión, al margen de
que contemple ciertas —necesarias— especificidades.
Tampoco la referencia a las autoridades de control parece muy lograda.
Recordemos que hasta ahora subsisten el Supervisor Europeo y las Auto-
ridades de Control de Schengen, del SIA, de Europol y de Eurojust. En el
anterior art. I-50 se imponía la creación de una autoridad de control para
todos, reforzándose así la idea de ligar esta garantía institucional al conte-
nido mismo del derecho. Ahora, por contra, se opta definitivamente por no
unificar a las autoridades de control, lo que es verdaderamente disfuncional
porque seguirán multiplicándose las autoridades de control común, como las
de los sistemas de información del tercer pilar, y tendrán que reunificarse
sucesivamente sus secretarías. Lo más lógico hubiera sido optar por unas
mismas normas, una única autoridad y un mismo procedimiento ante ella.
Para finalizar, he de aludir a la Declaración numero 10 del Acta final de
la Constitución Europea, que concierne al art. I-5149: “La Conferencia decla-
49
CIG 86/04 ADD2, de 25 de junio, referida al art. I-50 y después actualizada como
Declaración numero 10 al Acta final de la Constitución Europea.
50
En el Anexo 56 (Varios) del documento CIG 81/04, de 16 de junio, encontramos el
apartado h), dedicado a la seguridad nacional y protección de datos. Las sugerencias para
alcanzar un consenso en estos puntos fueron aprobadas y afectaban al: Apartado 1 del
artículo I-5: 1. La Unión respetará la identidad nacional de los Estados miembros, inherente
a las estructuras fundamentales políticas y constitucionales de éstos, también en lo referente
a la autonomía local y regional. Respetará las funciones esenciales del Estado, en particular
las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial, mantener el orden público y
salvaguardar la seguridad nacional. Artículo III-163: El presente Capítulo se entenderá sin
perjuicio del ejercicio de las responsabilidades que incumben a los Estados miembros respec-
to del mantenimiento del orden público y de la salvaguardia de la seguridad interior. Artículo
III-283: En el ejercicio de sus atribuciones por lo que respecta a las disposiciones de las
Secciones 4 y 5 del Capítulo IV del Título III relativas al espacio de libertad, seguridad y
justicia, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea no será competente para comprobar la
validez o proporcionalidad de operaciones efectuadas por la policía u otros servicios con
funciones coercitivas de un Estado miembro, ni sobre el ejercicio de las responsabilidades que
incumben a los Estados miembros respecto del mantenimiento del orden público y de la
salvaguardia de la seguridad interior.
7. RECAPITULACIÓN