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El enorme reto para los países del mundo entero en la década de los ochenta y noventa
del pasado siglo, recién terminada la guerra fría, donde el capitalismo liberal había ganado
al socialismo soviético la lucha por el dominio de la geopolítica mundial, este proceso de
internacionalización abarcó las áreas económica, política, cultural y social sin medir las
consecuencias provocadas por la falta de preparación de algunas naciones del mundo que
se vieron en desventaja ante el fenómeno quedándoles la única alternativa de sumarse o
desaparecer. Edgar Morín, un autor francés contemporáneo, nos plantea y advierte en su
libro “Hacia el abismo: Globalización en el Siglo XXI” los diferentes peligros y ventajas que
este fenómeno mundial podría presentar en este siglo si no existiera un replanteamiento
filosófico en su accionar; por lo que en el presente ensayo del curso preparatorio de
Seminario de Desarrollo Internacional de la Licenciatura en Ciencias Políticas de Atlantic
International University trataré de hilvanar una síntesis de las diferentes etapas atravesadas
por la humanidad, deteniéndose a reflexionar sobre aquellos aspectos relevantes desde el
punto histórico para concluir con los últimos capítulos del libro donde el escritor nos
indica algunas pautas que se deben tomar para no entorpecer el desarrollo humano y
permitir la inclusión de todos los moradores del planeta y no caer en el abismo que de no
corregir las desviaciones nos presenta la globalización en el siglo XXI.
SINOPSIS LITERARIA El autor, proyecta una vista macro del mapa mundi actual con sus
avances y tropiezos en el primer capítulo de su libro “Hacia el Abismo: La globalización en
el siglo XXI” nos plantea como el progreso científico ha permitido la proliferación de armas
nucleares de destrucción masiva ya sea de orden biológico o químico, el progreso técnico
e industrial ha creado un desarrollo degradante de la biosfera y la globalización de los
mercados si regulación externa ni autorregulación ha permitido el surgimiento de islotes
de riqueza (Singapur, algunos sectores de USA, Hong Kong, por mencionar unos) y al
mismo tiempo ha permitido la multiplicación de la pobreza en amplias regiones de Asia y
América Latina. En una acción paradójica este avance que ha permitido el desarrollo de la
ciencia, de la técnica, la industria y la economía ha provocado una barbarie que bien
podría llamarse feedback en favor del progreso humano pero amenazando fatalmente a la
humanidad. En este capítulo el pensador hace una reflexión del antiguo conflicto árabe-
israelí, señalando las corrientes antijudaísmo y antiislamismo desatadas en el mundo; y
nosotros no podemos negar esa intolerancia y descaro israelí en su avance genocida
contra los palestinos con el beneplácito de occidente y la actitud antijudía de los
palestinos que si bien es cierto han estado en desventaja desde el punto de vista
geopolítico y militar, desventaja que vino a reducirse recientemente cuando la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) aceptó a Palestina como Estado observador
únicamente con nueve votos en contra de destacan además de Estados Unidos a Canadá y
Panamá por su trascendencia en la política mundial, los otros seis son pequeños Estados
de Oceanía sin influencia política en el mundo, por otra parte hubo un grupo de países
que se abstuvieron y otra la gran mayoría que voto por la aceptación de Palestina (entre
ese grupo, los de América Latina), si bien el Estado de Israel quiso poner resistencia a la
resolución de la asamblea mundial, el mundo palestino celebró tal acontecimiento, dando
algunas luces verdes este acontecimiento para que este conflicto político llegue a su fin,
habría que predicar en ese territorio la tolerancia como un valor para que soporten sus
diferentes creencias religiosas y orígenes raciales. Después de este análisis introductorio,
Morin extiende la lectura del desarrollo sostenible señalando como una civilización en
crisis impide su evolución y que cada caos o catástrofe es una oportunidad para lograr una
metamorfosis donde deben juntarse el mundo físico y el mundo humano para lograr una
nueva sociedad. En el segundo capítulo habla sobre la crisis de modernidad, definiendo lo
moderno como lo más reciente, lo más nuevo pero siempre las poblaciones recurren al
experimento anterior imponiéndose sobre el nuevo, aquí Morín revisa con brevedad
algunas etapas de la historia comenzando con la edad media y algunos sucesos ocurridos
en ese periodo como el descubrimiento de que la tierra gira alrededor del sol y que le
costara la vida a Nicolás Copérnico por oponerse a las teorías oficiales de la iglesia y la
“santa inquisición”, luego hace remembranzas a esa época de la brillantes conocida como
el renacimiento, donde se presenta una renovación de la literatura, la filosofía y el arte en
general, el auge económico y mercantil de Europa Occidental que condujo a la conquista
de nuevas tierras en el continente americano y Asia.
Al final del capítulo Morín aborda el surgimiento del individualismo (el liberalismo
económico) donde dejaron de verse los intereses colectivos y en su lugar prevalecieron los
intereses individuales, la satisfacción del yo, la acumulación del capital y comienzan a darse
enfrentamientos entre religión y ciencia, la primera insistiendo en los principios teológicos
y la segunda con el método comprobatorio conocido en las academias como método
científico. Aquí también surgen los enfrentamientos entre naciones por el dominio de unos
sobre otros, siendo incapaces de resolver sus conflictos entran también en crisis. En las
turbulencias generadas en el siglo XVII aparece Blaise Pascal dudando de la fe y girando su
mirada a la razón, posiciones apoyadas por René Descartes con su pensamiento moderno
Un poco más tarde el pensador alemán Carlos Marx imbuido de la economía clásica
inglesa y del socialismo utópico plantea el socialismo científico (Comunismo) donde
pregona la importancia de una dictadura del proletariado, la anulación de la lucha de
clases y una reestructuración en las relaciones de producción, en toda esta panorámica
observamos una modernidad desatada que plantea mitos como el dominio del universo, el
progreso y la felicidad y liberando la ciencia, la técnica, la economía y el capitalismo.
Esta Modernidad desatada genera otra problemática que crea nuevos conocimientos,
existe una potencial destrucción, una regresión humana y la constante degradación de la
biosfera por lo que debe recurrirse a razones instrumentales y científicas capaces de
transformar o metamorfosear lo imposible.
En más allá de las luces Morín retorna a Pascal como un hombre de ciencia y fe, (Duda y
razón) enfocándolo bajo una perspectiva de autonomía de la razón, se presentan una
crítica que desautoriza (es miope) y enfrenta a los mitos y a la religión conducentes a un
universo inteligible y en el otro extremo está la crítica constructiva planteando teorías
providenciales que darán lugar a un auge de la ciencia, la ampliación del saber y el
conocimiento y que juntos serán la guía para que el progreso florezca pudiendo dominar
la naturaleza y la dignidad.
Con la revolución social establecida en Rusia en 1917 y de la que muchas naciones querían
emular, aparece un nuevo mesías: el proletariado industrial que debería controlar el poder
para transformar una sociedad sin clases e impulsar un progreso desde la razón esto
supone la necesidad de una revolución epistemológica donde habrá que reexaminar,
superar, deshacer, y dar fuerza para comprender lo incompresible. Luego de repasar un
poco historia universal hasta llegar a la etapa donde se instala el socialismo en el planeta,
Edgar Morin plantea el gran desafío de la globalidad, una época donde florece el
conocimiento contextualizado que condicione una inserción valida en un mundo donde
vemos una economía con una matemática avanzada pero un atraso social y humano
haciendo imprescindible la atadura de cabos sueltos para unir sinergias y resolver los
diferentes problemas que aquejan a la humanidad. Es necesario revisar la racionalidad
versus racionalización y restaurar el pensamiento abriéndolo al dialogo combatiendo la
ignorancia esto nos permitirá hacer una crítica y autocrítica capaz de juzgar la cultura en
un contexto de inseparabilidad planetaria mirando los fenómenos desde una óptica
multidimensional sistémica. Morín nos plantea el surgimiento de una sociedad mundo con
una mundialización global, todos los habitantes del planeta serían ciudadanos del mundo
con la globalización instalada en 1990 donde se acusó al modelo soviético de un fracaso
del estatismo económico volviéndose urgente la necesidad de liberar las economías, la
difusión de las comunicaciones planteo la expansión de la civilización mundial y el folclor
planetario, internacionalizándose los diferentes mercados nos vimos sumergidos en una
economía mundial. En este contexto se han dado nuevos fenómenos sociales como la
protesta anti Seattle en 1999 llevada a cabo en la ciudad de Seattle Estado de Washington
en los Estados Unidos de América; el Foro de la Sociedad Mundial Naciente que urgió la
Asamblea Ciudadano del Mundo y surge el Colegio Internacional Ético Político y Científico
que debería vigilar y alertar a las naciones del mundo entero. En este contexto ocurren los
atentados terroristas del 9/11 del 2001 contra el World Trade Center de Nueva York City,
haciendo brotar un conflicto ya existente: el choque cultural entre oriente y occidente, es
así, como en el marco de esta política global se hace presente la necesidad de luchar
contra el terrorismo (Al Queda) principal responsable de los atentados contra Estados
Unidos, generando una nueva crisis por lo que debemos reconocer a este tiempo que toda
evolución supone una involución.
La cultura y la globalización en el siglo XXI continua con una expansión de las artes, la
filosofía y la literatura, somos testigos de una estandarización de un folclor planetario
internacionalizándose ritmos musicales, películas cinematográficas, prácticas y costumbres
que antes solo eran conocidas en su propio ambiente geográfico. En esta regeneración de
la sociedad mundo donde existe una lucha contra el terror podemos vislumbrar la doble
cara de los Estados Unidos, (aquí volvemos a caer en los comienzos de este ensayo) y
tenemos la mundialización del americanismo y antiamericanismo con la solidaridad de
Europa, el respeto de los vasallos, la frustración de los que luchan contra la miseria. Hemos
visto en este siglo XXI como se ha desenvuelto el conflicto árabeisraelí hasta ver la reciente
aceptación de Palestina como Estado Observador por parte de la ONU y a un Israel que es
refugio de los judíos y humilla los palestinos. Y en este contexto mundial miramos como
hay un retorno del pasado, la presencia de utopías reformadas, pueblos aspirando a un
socialismo autentico capaz de resolver los problemas humanos, (Suramérica) el
replanteamiento de ideas comunistas por parte de otros y un capitalismo liberal
sumergido en la crisis más profunda conocida desde la gran depresión de 1929; por lo que
se hace necesaria la presencia del Estado- Nación capaz de responder a los tiempos
modernos, reformar el pensamiento y buscar lo inesperado. Aun con la presencia de los
grandes dilemas del pasado hay algo que debemos tener muy en claro los habitantes de
este mundo, en cuanto a procesos globalizantes no puede haber marcha atrás, es un logro
multidimensional que debe prevalecer con las reformas a los modelos de desarrollo que
sean necesarios modificar y buscar avances en las democracias humanistas y en la cultura,
de esta forma estaríamos provocando un feedback (retroalimentación) positivo de carácter
sistémico.
CONCLUSIONES 1. Las diferencias entre las naciones del mundo son necesarias desde un
punto de visto antropológico y científico propiamente, pues esas diferencias obligan de
cierta manera a querer superar al otro y eso produce el desarrollo en muchas facetas. 2. El
fenómeno de la globalización, reduce sustancialmente la diferencia entre los pueblos,
uniéndolos en una comunidad global, donde las diferencias ya no son abordadas mediante
la fuerza o la intimidación, sino que se crean foros, hay subculturas, se exigen y se crean
reglas de convivencia común, y permiten la interdependencia para la toma de decisiones
políticas, económicas y culturares. 3. El desarrollo mundial, debe ser una constante, donde
incluya el hombre, el ambiente y los rasgos políticos y socioculturales, casi como un
triangulo donde no se rompa el equilibrio, sin embargo el consumismo, la acumulación de
la riqueza desenfrenada y el imperialismo, provoca que uno de esos pilares fundamentales
del desarrollo humano sustentable pierda fuerza, y unas naciones sean mas prosperas que
otras, el fenómeno de la globalización supone no solo uniformidad en los criterios de
desarrollo o de pobreza, sino que quienes han aprovechado de las calamidades sufridas
por el mundo.