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PRESENTACIÓN Y PRÁCTICA

1. INTRODUCCIÓN

La Lectio Divina
consiste en hacer una
lectura espiritual y
orante de la Biblia

 Lectura : ¿Qué dice el texto? Leerlo


 Meditación es “rumiar” el texto. Meditarlo
 Oración es tomar el texto y orar con él
 Contemplación es “saborear” el texto y
comprometerme
La Lectio Divina fortalece la
relación de amistad e intimidad
con Dios

La escucha permanente del


mensaje revelado propicia
la docilidad del oyente a la
Voluntad Divina

Por eso, esta práctica espiritual contribuye a


asumir la semejanza divina del discípulo de
Cristo y lo impulsa a darse en un servicio
generoso para edificar el Reino de Dios en
comunión con la Iglesia
 La Lectio Divina es tan antigua como la propia
Iglesia, que vive de la Palabra de Dios y
depende de ella como el agua de su fuente.
 Orígenes hacia el año 185, fue el
primero en usar la expresión Lectio
Divina (Theía anagnôsis). “Para leer
la Biblia con provecho es necesario
hacerlo con atención, constancia y
oración”
 Se sistematiza la Lectio Divina en el siglo XII.
Guigo, un monje cartujo, año 1150, en su libro
La escalera de los monjes propone la Lectio
Divina como una escala con cuatro gradas,
cada una de ellas con sus pasos:
lectura, meditación, oración, contemplación.
LA LECTIO DIVINA
El Concilio Vaticano II en la Constitución Dei
Verbum recomienda la Lectio Divina DV 25
En Pastores Dabo Vobis 47 el Papa Juan Pablo II
presenta la Lectio Divina como un ejercicio
fundamental para los futuros sacerdotes.
También la recomiendan los
documentos del Magisterio
para la Iglesia en nuestro
continente como “Iglesia en
América”, Documento de
Hoy, se estudia la Aparecida” (249) y otros.
Biblia siguiendo
los pasos de la
Lectio Divina
Constitución dogmática Dei Verbum 25

• “De ahí la necesidad de que todos los clérigos, y en


primer término los sacerdotes de Cristo y los demás
que, como los diáconos y catequistas, se
consagran legítimamente al ministerio de la
palabra, estén familiarizados con las Escrituras por
la asidua lección sagrada y el esmerado estudio,
para que ninguno de ellos se torne ‘vano
predicador por fuera de la palabra de Dios por no
ser oyente de ella por dentro’ (S. Agustín, Serm.
179,1), cuando su deber es comunicar a los fieles
que les han sido confiados las riquezas
copiosísimas de la palabra divina…
Constitución dogmática Dei Verbum 25

• Acérquense, pues, de buen grado al texto mismo


sagrado, ora por medio de la sagrada liturgia, que está
henchida de palabras divinas, ora por medio de la
piadosa lectura, ora por instituciones apropiadas a este
fin, y por otros subsidios que, con aprobación y por
empeño de los pastores de la Iglesia, se difunden
laudablemente por dondequiera en nuestro tiempo.
Recuerden, sin embargo, que a la lección de la Sagrada
Escritura debe acompañar la oración, de modo que se
entable coloquio entre Dios y el hombre, pues ‘a Él
hablamos cuando oramos; a El oímos cuando leemos
los oráculos divinos’( San Ambrosio, De officiis
ministerium I, 20,88)…” (Dei Verbum, 25).
Pastores Dabo Vobis 47 (año 1992)
• “Elemento esencial de la formación espiritual es la
lectura meditada y orante de la Palabra de Dios
(lectio divina); es la escucha humilde y llena de
amor que se hace elocuente. En efecto, a la luz y
con la fuerza de la Palabra de Dios es como puede
descubrirse, comprenderse, amarse y seguirse la
propia vocación; y también cumplirse la propia
misión, hasta tal punto que toda la existencia
encuentra su significado unitario y radical en ser el
fin de la Palabra de Dios que llama al hombre, y el
principio de la palabra del hombre que responde a
Dios.
Pastores Dabo Vobis 47

• La familiaridad con la Palabra de Dios


facilitará el itinerario de la conversión, no
solamente en el sentido de apartarse del
mal para adherirse al bien, sino también
en el sentido de alimentar en el corazón
los pensamientos de Dios, de forma que
la fe, como respuesta a la Palabra, se
convierta en el nuevo criterio de juicio y
valoración de los hombres y de las cosas,
de los acontecimientos y problemas…
Pastores Dabo Vobis 47
• La forma primera y fundamental de respuesta a la
Palabra es la oración, que constituye sin duda un valor
y una exigencia primarios de la formación espiritual.
Esta debe llevar a los candidatos al sacerdocio a
conocer y experimentar el sentido auténtico de la
oración cristiana, el de ser un encuentro vivo y personal
con el Padre por medio del Hijo unigénito bajo la acción
del Espíritu; un diálogo que participa en el coloquio filial
que Jesús tiene con el Padre. Un aspecto, ciertamente
no secundario, de la misión del sacerdote es el de ser
"maestro de oración". Pero el sacerdote solamente
podrá formar a los demás en la escuela de Jesús
orante, si él mismo se ha formado y continúa
formándose en la misma escuela.
Pastores Dabo Vobis 47
• Esto es lo que piden los hombres al sacerdote: "El
sacerdote es el hombre de Dios, el que pertenece a Dios
y hace pensar en Dios. Cuando la Carta a los Hebreos
habla de Cristo, lo presenta como un Sumo Sacerdote
"misericordioso y fiel en lo que toca a Dios" (Heb. 2,
17)... Los cristianos esperan encontrar en el sacerdote
no sólo un hombre que los acoge, que los escucha con
gusto y les muestra una sincera amistad, sino también y
sobre todo un hombre que les ayude a mirar a Dios, a
subir hacia El. Es preciso, pues, que el sacerdote esté
formado en una profunda intimidad con Dios. Los que se
preparan para el sacerdocio deben comprender que todo
el valor de su vida sacerdotal dependerá del don de sí
mismos que sepan hacer a Cristo y, por medio de Cristo,
al Padre…
Pastores Dabo Vobis 47

• En un contexto de agitación y bullicio


como el de nuestra sociedad, un
elemento pedagógico necesario para la
oración es la educación al significado
humano profundo y al valor religioso del
silencio, como atmósfera espiritual
indispensable para percibir la presencia
de Dios y dejarse conquistar por ella (cf. 1
Re. 19, 11 ss)"
Pontificia Comisión Bíblica (año 1993)
• “La Lectio divina es una lectura, individual o comunitaria,
de un pasaje más o menos largo de la Escritura, acogida
como palabra de Dios, y que se desarrolla bajo la moción
del Espíritu en meditación, oración y contemplación.
• La preocupación de una lectura regular, más aún,
cotidiana, de la Escritura, corresponde a una antigua
práctica en la Iglesia. Como práctica colectiva, está
testimoniada en el siglo III, en la época de Orígenes.
Este hacía la homilía a partir de un texto de la Escritura
leído cursivamente durante la semana. Había entonces
asambleas cotidianas consagradas a la lectura y a la
explicación de la Escritura. Esta práctica, que fue
posteriormente abandonada, no tenía siempre un gran
éxito entre los cristianos (Orígenes, Hom. Gen. X, 1).
Pontificia Comisión Bíblica
• La Lectio divina como práctica sobre todo individual está
testimoniada en el ambiente monástico muy temprano. En
el período contemporáneo, una Instrucción de la Comisión
Bíblica, aprobada por el papa Pío XII, la ha recomendado
a todos los clérigos, tanto seculares como regulares (De
Scriptura Sacra, 1950; Enchiridion Biblicum, 592). La
insistencia sobre la Lectio divina bajo este doble aspecto,
individual y comunitario, ha vuelto a ser actual. La finalidad
pretendida es suscitar y alimentar un "amor efectivo y
constante" a la Sagrada Escritura, fuente de vida interior y
de fecundidad apostólica (Enchiridion Biblicum, 591 y
567), favorecer también una mejor comprensión de la
liturgia y asegurar a la Biblia un lugar más importante en
los estudios teológicos y en la oración.
Pontificia Comisión Bíblica
• La constitución conciliar Dei Verbum, 25 insiste igualmente
sobre una lectura asidua de las Escrituras, para los
sacerdotes y los religiosos. Además, es una novedad e invita
también "a todos los fieles de Cristo" a adquirir "por una
lectura frecuente de las escrituras divinas la 'eminente ciencia
de Jesucristo' (Flp. 3, 8)". Diversos medios son propuestos.
Junto a una lectura individual, se sugiere una lectura en
grupo. El texto conciliar subraya que la oración debe
acompañar a la lectura de la Escritura, ya que ella es la
respuesta a la palabra de Dios encontrada en la Escritura bajo
la inspiración del Espíritu. En el pueblo cristiano han surgido
numerosas iniciativas para una lectura comunitaria. No se
puede sino animar este deseo de un mejor conocimiento de
Dios y de su designio de salvación en Jesucristo, a través de
las Escrituras” (Pontificia Comisión Bíblica, La Interpretación
de la Biblia en la Iglesia, 15 abril 1993)
El Papa Benedicto XVI (Discurso 16
septiembre 2005)

• "Dei Verbum religiose audiens et fidenter proclamans,


Sacrosancta Synodus...". Son palabras con las que el
Concilio indica un aspecto que distingue a la Iglesia: es
una comunidad que escucha y anuncia la palabra de
Dios… En este marco, quisiera recordar y recomendar
sobre todo la antigua tradición de la Lectio divina: la
lectura asidua de la sagrada Escritura acompañada por
la oración realiza el coloquio íntimo en el que, leyendo,
se escucha a Dios que habla y, orando, se le responde
con confiada apertura del corazón (cf. Dei Verbum, 25).
Estoy convencido de que, si esta práctica se promueve
eficazmente, producirá en la Iglesia una nueva
primavera espiritual.
El Papa Benedicto XVI (Angelus 6
noviembre 2005)

• Entre los múltiples frutos de esta primavera bíblica me


complace mencionar la difusión de la antigua práctica
de la lectio divina, o "lectura espiritual" de la sagrada
Escritura. Consiste en reflexionar largo tiempo sobre un
texto bíblico, leyéndolo y releyéndolo, casi "rumiándolo",
como dicen los Padres, y exprimiendo, por decirlo así,
todo su "jugo", para que alimente la meditación y la
contemplación y llegue a regar como linfa la vida
concreta. Para la lectio divina es necesario que la
mente y el corazón estén iluminados por el Espíritu
Santo, es decir, por el mismo que inspiró las Escrituras;
por eso, es preciso ponerse en actitud de "escucha
devota"
Un aporte del Sínodo Obispos
(Octubre del 2008)
• “es una espiritualidad entendida como dinamismo de
santidad…
• La revelación, comprendida en categorías de diálogo y
encuentro, pide una lectura de la Palabra de Dios como lugar
de comunión.
• El encuentro con Jesús nos “lleva a nosotros mismos”:
personalidad, historia, motivaciones, intenciones, y nos “re-
crea”…
• …el gozo del encuentro personal y comunitario experimentado
en la comunión con el Señor, nos lleva a la acción,
particularmente a la acción misionera y testimonial.
• …el Espíritu Santo, es Palabra actual y eficaz, que hay que
actualizar
• …“conocer el corazón de Dios a través de las palabras de
Dios” (San Gregorio Magno)” (Mons. Santiago J. Silva R.) .
LA LECTIO DIVINA

LA PALABRA DE DIOS NOS


REVELA EL ROSTRO DE DIOS
De la Palabra viva de Dios a la palabra escrita

Dios mismo constituye


la meta a alcanzar en la Lectio Divina :

El motivo fundamental de la lectura


de la Palabra de Dios es
profundizar en el trato personal
con Aquel que nos ha creado,
redimido y llamado a la santidad

La palabra divina fue comunicada


por medio del texto escrito (Ex 24,4)
Los profetas sentían la palabra viva
como un encuentro de persona a
persona ver Jer 15,16 que los movía a
predicar y a escribir ver Jer 36, 1-4

Sólo los discípulos y


discípulas de Jesús
tocaron y palparon
al Verbo.

Nosotros conocemos lo que hizo y dijo Jesús a


través del testimonio de los Apóstoles en el
Nuevo Testamento y la Tradición de la Iglesia.
La letra de la palabra escrita, en la
experiencia de los Santos Padres
Los Santos Padres de la Iglesia se “tropezaron”
muchas veces con la Palabra Divina escrita :
La “letra” es
como un “velo”
como una “nube
que oculta al sol”

El peregrino de la Biblia sabe que


encuentra en el texto escrito, un
“oasis” en el que puede calmar,
aunque no saciar su sed.
La letra de la Escritura es terreno árido

Pero también en él,


“si se cava a fondo, se descubre la
fuente purísima escondida”
“La letra es como las
espigas que envuelven
el grano de trigo”, como “la
espesa corteza del pan, que
cubre la jugosa miga” Alcuino.

Hay que hacer el esfuerzo de penetrar la letra,


porque “debajo de su corteza, se ocultan con
frecuencia muchos significados sapienciales”
San Bernardo
Aceptar la Biblia como Libro de la Iglesia
La Biblia no es un libro de “mi propiedad”,
sino de la comunidad.

Durante la Lectio Divina


entramos en el gran “río” de
la Tradición de la Iglesia.
La lectura espiritual de la
Biblia es como una lancha
que siguiendo el cauce del
río, nos lleva hasta el mar.
Cuando hacemos la lectura espiritual estamos
unidos a toda la gente que “medita día y noche
la ley del Señor” Sal 1,3
Cuidar que la interpretación sea fiel

Para que la interpretación sea fiel


conviene confrontar :
 Mi interpretación con la fe de la Iglesia viva.
 Lo que leemos en la Biblia con la realidad
cruda de la vida.
 Los resultados de esta lectura con los avances
de las ciencias bíblicas, que investigan el
sentido de la letra.

No caer en el engaño del fundamentalismo


bíblico, que consiste en tomar la letra tal como
la persona libremente quiere interpretarla.
¿Cómo acercarnos a una interpretación fiel?

En una lectura comunitaria de la Biblia


¿quién debe interpretar el texto?

Le corresponde al
Magisterio vivo de la
Iglesia, a sus pastores
velar por la fiel
interpretación de la
Palabra de Dios y su
recta enseñanza.
LA LECTIO DIVINA
La lectio es una
“Escucha de la mente” y “Escucha del corazón”

La escucha de la mente La escucha del corazón


inicia hace veraz
a la escucha del corazón a la escucha de la mente
Sólo quien es capaz de
esta doble “escucha”
supera la “Palabra escrita”
y se abre a la “Palabra viva”
Debemos escuchar a Dios desde el corazón
(Dt 30,11-14), siendo dóciles a las mociones del
Espíritu de Dios para vivir según este mismo
Espíritu que nos llama a la Santidad.
Naturaleza de la Lectio Divina
• Es una experiencia de Dios, buscar el encuentro
vivencial con el Señor. Es una EXPERIENCIA DE
ENCUENTRO CON EL SEÑOR, pues, la dinámica
interna de los pasos que sugiere no se agotan en el
texto en sí, sino que lo transciende (la situación del
texto, la gramática, la estructura, la teología). La Lectio
Divina tiene todavía otros pasos que llevan a que todo
el conocimiento que se pueda tener de las Escrituras
sean un medio para llegar al Señor, ya que la finalidad
de toda nuestra fe es el encuentro vivencial con el
Señor. Buscando rehacer y retomar la experiencia
original del escritor sagrado actualizándola en la propia
vida.
Naturaleza de la Lectio Divina
• Es una experiencia donde no entra únicamente lo
intelectual, sino que es una experiencia de Dios en el
hoy, aquí y ahora. De nada sirve conocer lo que han
sentido y vivido otros personajes si uno mismo no es
capaz de hacer esa experiencia. Partiendo del texto de
la Escritura favorece la búsqueda del Señor, siendo Él
el sentido de toda la lectura y de la búsqueda del Señor.
• Para encontrarlo vivo y presente en su Palabra escrita.
De este encuentro con el Señor, que siempre es un
encuentro vivo y actual, que siempre es novedoso, que
siempre tiene facetas y modos diferentes y únicos, se
llega a la vida, que es el lugar donde se cataliza y se
visualiza toda experiencia de Dios.
Naturaleza de la Lectio Divina
• La finalidad y la meta de la revelación es la adhesión
consciente, libre y amorosa a Aquel que se nos ha revelado
en las Escrituras. Lo fundamental no es saber cosas de la
Biblia, sino vivirlas y hacerlas actitudes y gestos concretos.
• La CONTEMPLACIÓN. Y esto es el punto alto, la cima y el
culmen de toda la Lectio Divina. Es aquí donde uno se
mete en el mundo de Dios, donde ya no hay reglas, ni
estrategias, ni metodologías, donde simplemente se
vive la experiencia de la gratuidad del Señor, que se da
a conocer y que busca el encuentro con nosotros. Y esto es
el mundo de la gracia de Dios, donde nada es debido y
todo es don y gratuidad.
• De este encuentro con el Señor, se desprenden el paso
siguiente, la ACCIÓN. Esto es como una consecuencia
natural.
Naturaleza de la Lectio Divina
• Esta dinámica es la motivación y el espíritu de
la Lectio Divina, es decir, buscar conocer, amar
y seguir al Señor, imitándolo y viviendo su estilo
de vida.
• Este conocimiento vivencial y existencial de la
Escritura pretende y apunta a crear discípulos,
aprendices del evangelio, personas que
enamoradas del Señor, busquen identificarse
con la propuesta y el estilo de vida del Señor
Jesús. De ahí que se busca conocer para
imitar, adherirse para identificarse, en vista a la
vida para hacer vida aquello que fue conocido.
LA LECTIO DIVINA
Orientaciones para hacer la Lectio Divina:
Comenzar la lectura invocando
al Espíritu Santo
Escuchar a Dios no depende El punto de
del esfuerzo personal, sino partida de la
del deseo e iniciativa de lectura espiritual
Dios de entablar un de la Biblia es la
diálogo con nosotros, para humildad
hacernos oír su voz.
Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que con su
asistencia podamos descubrir el sentido que
hoy tiene la Palabra para nosotros
ver Lc 11,13; Jn 14,26; 16,13
Crear un clima y ambiente de oración, de
atención y de escucha

Busquemos un lugar silencioso que favorezca:


el encuentro con Dios,
el recogimiento,
la reflexión
la oración

El templo
El jardín
Tu dormitorio
Una sala
Coloca el texto adornado con una
vela, símbolo de Cristo Resucitado

Adopta una buena y


cómoda posición del
cuerpo
Leer la Biblia es como visitar a un amigo. Los
dos merecen el máximo de atención, respeto,
amistad, entrega y escucha atenta. Para ello,
hay que ponerse en la presencia de Dios y
permanecer atentos durante todo el tiempo de
la Lectio Divina.
Ambiente interno

El ambiente interno
que ayuda es el del
corazón que escucha,
que se prepara
saliendo de los ruidos
personales que
estorban nuestro
encuentro con Jesús
vivo.
ORIENTACIONES
• AMBIENTE EXTERNO:
– El más adecuado para el encuentro.
• AMBIENTE INTERNO:
– Disposición de escucha.
– Fe y apertura.
– Pureza de corazón.
– Desprendimiento y docilidad.
– Espíritu de oración.
– Conversión continua
– Comunión con la Iglesia
• INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:
– Él nos abre a la inteligencia para comprender lo que Dios
nos quiere comunicar y nos fortalece.
Tener una correcta actitud
interpretativa de la Biblia

Cuando leamos un texto de la Biblia hagámoslo


con tranquilidad y con tiempo para responder a:
¿Qué dice el texto? Leerlo con respeto y
atención.
¿Qué me dice el texto? Dialogar con el texto,
para actualizar su sentido y descubrir su
mensaje para hoy.
¿Qué me hace decir a mí? Es el momento de la
oración, del compromiso, el momento de
responder a Dios. Hasta ahora habló Él,
ahora le hablamos nosotros y le respondemos.
Dejarse juzgar por la Palabra, para
llegar a la contemplación

La contemplación que surge de esta lectura


espiritual de la Biblia, nos hace descubrir en
los acontecimientos, la presencia activa y
creadora de la Palabra de Dios.

Este descubrimiento lleva al


creyente a comprometerse en
el proceso transformador de
la historia y en el designio
salvador de Dios.
LECTURA EN GRUPO
• Es recomendado y aconsejable realizar todos
los pasos, para ir formando la mentalidad y el
corazón de los participantes, para que
partiendo del texto, del compartir las
inspiraciones que el Señor suscita y
enriquecerse con la sabiduría de la Palabra,
que eso ilumine la propia vida y cuestione la
manera como se está viviendo, en vista a
manifestar con actitudes y gestos concretos
aquello que fue reflexionado, rezado y
contemplado.
LECTURA INDIVIDUAL
• Como la meta es el Encuentro con el Señor, es de
considerar que una es la actitud en la oración personal,
donde estos pasos se relativizan y se flexibilizan, pues
se los utiliza en la medida que ayuden y favorezcan ese
encuentro con el Señor. En la oración individual uno
debe detenerse en el momento en el que el Señor haya
iluminado o inspirado, es ahí donde se debe profundizar
y dejarse conducir por el Espíritu; habiendo sentido la
presencia o la acción del Señor en uno, ya no es
necesario hacer todos los pasos, es simplemente
deleitarse de la Palabra o de la inspiración del Señor y
quedarse en su presencia siendo transformado por la
presencia y la acción del Señor.
LA LECTIO DIVINA

PASOS
Palabra de Dios escrita por inspiración del Espíritu Santo confiada a la Iglesia para
la salvación

   
Leer Meditar Orar Contemplar/practicar

   
¿Qué dice el texto bíblico? ¿Qué nos dice el Señor ¿Qué le decimos al ¿A qué conversión y
por su Palabra? Señor motivados acciones nos invita el
por su Palabra? Señor?

Comprender Actualizar Orar Practicar


la Palabra… la Palabra… la Palabra… la Palabra…
para descubrir lo que Dios para interpelar la vida, para dialogar con Dios para conducir la vida
nos enseña mediante conocer su sentido, y celebrar nuestra (practicar) según los
el autor inspirado. me-jorar nuestra fe en familia o criterios de Dios
misión y fortalecer la comunidad. (conversión).
esperanza.
El objetivo de la Lectio Divina

es conducir al lector- un itinerario un le abre


orante a espiritual al mundo
que le y le
configura apremia a
con Cristo la misión.

No soy yo "El amor de


quien vive; Cristo nos
es Cristo apremia" (2
quien vive Cor 5,14).
en mí" (Gál
2,20)
LEER MEDITAR ORAR CONTEMPLAR
y ACTUAR

¿Qué dice el ¿Qué me/nos dice el ¿Qué le decimos al ¿A qué conversión


texto bíblico? Señor por su Señor motivados y acciones nos
Palabra? por su Palabra? invita el Señor?

   
Comprender Actualizar/Acoger Orar/Responder Practicar/Inspirar
la Palabra… la Palabra… a la Palabra… la vida
en la Palabra…

para descubrir lo para interpelar la para dialogar con para conducir la


que Dios nos vida, conocer su Dios y celebrar vida (testimonio)
enseña mediante sentido, mejorar nuestra fe en según los criterios
el autor inspirado. nuestra misión y familia o comunidad. de Dios
fortalecer la (conversión).
esperanza.
LA LECTIO DIVINA

LECTIO: LECTURA
¿QUÉ DICE EL TEXTO?
LECTIO

• Es la base y el corazón de la Lectio


Divina. Sin un conocimiento claro y
preciso del texto, será imposible realizar
los siguientes pasos de la metodología.
La LECTURA es determinante para todo
el método, pues si no se conoce lo que
dice y transmite el pasaje, si no se
entiende lo que dice la Escritura, es
imposible hacer la meditación o la
contemplación.
LECTIO

• Es imprescindible tener un ejemplar de la


Biblia: la de Jerusalén, la de Navarra, la
de Nacar Colunga, las Américas.
• Se puede Proclamar del siguiente modo:
– Un lector que anuncia o proclama
– Lectores alternos
– Por versículos
– Hacerla dialogada
LECTIO
• Recomponer el texto: se busca hacer una lectura
atenta, las veces que sea necesaria y
posteriormente se le pide a que alguien del grupo,
cuente, relate lo que escuchó, lo más fiel y
estrictamente posible, siguiendo paso a paso el
relato, sin comentarios personales ni agregados,
ni adornos, naturalmente esto con la Biblia
cerrada. Es simplemente recontar aquello que fue
escuchado. UNA PARÁFRASIS
• Lectura en Eco: La mejor manera es repetir la
frase, o versículo más significativo y que el grupo
escuche, pero en algunos casos el grupo repite
aquello que fue compartido.
LECTIO (recursos)

• Signo de ¿? Cuando no se comprende.


• Subrayar: el mensaje central.
• Signo de ¡!: para la meditación; interpela
la intenciones y acciones.
• Signo *: para la oración
• Nota al margen: actuación; el camino a
seguir.
LECTIO

• Riesgo o cuidado para la


LECTURA: El riesgo de la LECTURA
es presuponer que ya se conoce el
pasaje, que ya se lo ha escuchado,
cayendo en la rutina, haciendo una
lectura superficial, sin prestar
atención a cada palabra que está
escrita, que en sí es siempre nueva.
LA LECTIO DIVINA

MEDITATIO: MEDITACIÓN
¿QUÉ ME (NOS) DICE EL TEXTO?
MEDITATIO
• Es adentrarse en el texto, es profundizarlo, no
quedarse en la información recibida en la lectura, sino
ir más allá, haciendo una relectura atenta, viendo el
sentido del pasaje, buscando el mensaje que
transmite, actualizando ese mensaje.
• La MEDITACIÓN parte del texto, es sobre el texto, y
es a partir del texto, para compartir lo que se ve, se
descubre, se conoce, se siente del texto de la
Escritura. Es imprescindible que el punto de
referencia sea única y exclusivamente el texto de la
Escritura. Ahí no es el momento para hacer
comentarios paralelos sobre otros temas, sino que
todo debe girar en torno a la Escritura.
MEDITATIO
• Preguntas
• Fijarse en los Verbos: Insistir en los verbos
que expresan la Acción del Señor y en los que
expresan nuestra respuesta a la acción.
• Fijarse en las citas marginales y pie de pág.
• El relato. Existen métodos de lectura que se
detienen en ver el cuándo, el dónde, el quién y
el cómo del relato, en vista al para qué. Son
métodos de lectura que dan mucha atención al
rol de los personajes, viendo lo que dicen y lo
que quieren decir, en vista al sentido del mismo.
MEDITATIO

• Riesgo en la MEDITACIÓN: Un riesgo


siempre actual es querer manipular la
Palabra, hacerla decir lo que uno quiere
oír o lo que le interesa, tergiversando el
sentido propio y original del texto. Por otro
lado existe el riego de que una o dos
personas monopolicen y acaparen la
reunión, haciendo de ella no una oración
sino una charla o una clase.
LA LECTIO DIVINA

ORATIO: ORACIÓN
¿QUÉ LE RESPONDO AL
SEÑOR SOBRE…?
ORATIO
• La ORACIÓN es un recurso que se propone
para que a partir de la Palabra se aplique el
mensaje que ella transmite a nuestra
realidad, buscando identificarnos con el
mensaje que transmite y comunica. Como
toda oración y todo encuentro, en sí no hay
reglas ni normas fijas. En este paso de la
ORACIÓN cada uno, a partir del texto leído,
meditado y contemplado le pide, o le
agradece al Señor por lo que crea más
conveniente. Es actualizar esa Palabra en
nuestra vida.
ORATIO

• Riesgo: Es el divague, es no aplicar la


Palabra a la propia vida, a la familia o a la
comunidad. El peligro de la ORACIÓN es
hacer oraciones tan generales y sobre
cualquier cosa, que se aplicarían muy
bien a cualquier texto. En cambio aquí lo
que se busca es que ese texto
reflexionado diga algo a la realidad que
estamos viviendo.
LA LECTIO DIVINA

CONTEMPLATIO: CONTEMPLACIÓN
¿A QUÉ CONVERSIÓN ME INVITA
EL SEÑOR?
CONTEMPLATIO
• La CONTEMPLACIÓN es anticipo de la
eternidad, pues según Jn 17, 3 “…la vida eterna
es que te conozcan a ti, Padre eterno y a tu
enviado…”. Es esto lo que se busca en la
contemplación conocer en profundidad a Aquel
que da sentido a todo lo que creemos, a
nuestro Dios, que es Uno y Trino. En este
sentido el texto nos da pistas, pero el
profundizarlos, eso depende de la
correspondencia y de la apertura de cada uno
al Señor, que sale a nuestro encuentro y quiere
que lo conozcamos, para esto nos da los
medios y la gracia para conocerlo.
CONTEMPLATIO

• Para la CONTEMPLACIÓN no es
suficiente ser inteligente, sino que se
necesita ser una persona con sed de
Dios, con ganas de conocerlo y amarlo,
de buscarlo y encontrarlo. De ahí que la
CONTEMPLACIÓN lleve a ese encuentro
personal y dialogal con el Señor, es
adentrarse en el texto llegando al corazón
del Señor.
CONTEMPLATIO
• CENTRARSE EN JESÚS. Nuestro interés
básico y fundamental es conocer al Señor
Jesús, lo que hace, lo que dice, lo que siente,
cómo actúa y su manera de relacionarse con el
Padre y con la gente. Es por esto, que después
de reflexionar sobre el pasaje, debemos parar y
mirar al Señor Jesús, buscar fijarse solo en Él.
Ver lo que el texto dice sobre lo que hizo o dijo.
Si el texto menciona algún detalle, jerarquizarlo.
Pero centrarse en Él y mirarlo fijamente,
acompañarlo si va caminando, escucharlo de
cerca y buscar fijarse en sus ojos para ver su
corazón.
CONTEMPLATIO
• VISUALIZAR. En la meditación entra la razón y la
inteligencia, en la CONTEMPLACIÓN, la
imaginación y la sensibilidad a lo espiritual.
Queriendo conocer al Señor, detenerse, utilizar
todos los recursos que se disponga para visualizar
el pasaje que se está reflexionando. Ver los
detalles, situarse en el momento y en el cuándo se
realiza. Ser uno más de los que están con el Señor,
colocarse uno a su lado, mirarlo, verlo, escucharlo,
prestar atención a sus palabras. Mirarle al Señor,
fijarse en sus ojos, dejar que Él nos mire a cada
uno de nosotros, quedarse en el silencio de una
mirada penetrante que llega hasta lo más hondo
del ser de uno mismo.
CONTEMPLATIO
• COLOQUIO. Estando en esa situación de mutua mirada,
siendo inundados por el amor que el Señor da, buscar el
diálogo con Él, el coloquio de corazón a corazón. A partir de
aquello que fue dicho, que eso sirva para ir más allá del texto,
ser capaces de interrogar y conocer al Señor, preguntarle
sobre lo que siente, el porqué hace lo que hace o dice lo que
dice. Compartir con Él lo que uno siente ante esa situación, lo
que piensa de lo que Él dijo o hizo y que eso genere el diálogo
con Él, hablarle, contarle, preguntarle, pero a su vez darle
tiempo para que Él responda y se dé a conocer, y allí está la
oración del silencio, del escuchar, del prestar atención, de oír
al Señor en lo más profundo del corazón, donde solamente lo
pueden oír los que lo quieren oír, pues Él habla en el fondo
del alma y su voz es clara para aquellos que tienen el corazón
abierto. A esto se le llama CONTEMPLACIÓN.
CONTEMPLATIO
• En GRUPOS. Cuando la Lectio Divina se hace en grupos, el
momento de la contemplación puede hacerse en silencio, de
acuerdo a la madurez del grupo. Pero también se puede leer
el texto escrito que en algunos materiales se facilita, dando
espacio para ese encuentro personal con el Señor, con
espacios de silencio, para que aquello que fue escuchado
sea asimilado y a su vez cada uno pueda decirle al Señor lo
que está sintiendo en ese momento.
• Riesgo: En la CONTEMPLACIÓN el riesgo es mínimo, pues
ahí no existe la manera de conocer si hubo o no encuentro.
La CONTEMPLACIÓN es la oración más pura y profunda,
allí cada uno se relaciona con el Señor de acuerdo a su
propio crecimiento espiritual y a la respuesta y docilidad a la
gracia.
Contemplatio
“a la contemplación plena del
rostro del Señor no llegamos sólo
con nuestras fuerzas, sino
dejándonos guiar por la gracia.
Sólo la experiencia del silencio
y de la oración ofrece el
horizonte adecuado en el que
puede madurar y desarrollarse el
conocimiento más auténtico, fiel y
coherente, de aquel misterio….”

Papa Juan Pablo II


Novo Millennio Ineunte, 20
Contemplatio

• Simply rest in God’s


presence
• Just enjoy God and be
at peace
• Feel free to journal
your experience
• Conserva lo que has visto,
oído y saboreado en la
lectio divina. Que repose en
tu corazón y en tu
memoria…
Conversión
“…sin el «sí» a la Cruz, sin
caminar día tras día en
comunión con Cristo, no se
puede lograr la vida. Cuanto
más renunciemos a algo por
amor de la gran verdad y el
gran amor —por amor de la
verdad y el amor de Dios—,
tanto más grande y rica se
hace la vida…”
Papa Benedicto XVI , 5 abril 2009
LA LECTIO DIVINA

EVANGELIO
JUEVES XX DEL T. O.
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
 Ven, Espíritu Divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
 Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
 Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
LA LECTIO DIVINA

LECTIO: LECTURA
¿QUÉ DICE EL TEXTO?
Mateo 22,1-14
• Tomó Jesús de nuevo la palabra y les habló en
parábolas. Les dijo: El Reino de los Cielos es semejante
a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo.
Envió a sus siervos a llamar a los invitados a la boda,
pero éstos no quisieron venir. Volvió a enviar otros
siervos, con este encargo: Decid a los invitados: Mirad,
mi banquete está preparado. Ya han sido matados mis
novillos y animales cebados, y todo está a punto. Venid
a la boda. Pero ellos no hicieron caso y se fueron; el
uno a su campo, el otro a su negocio; y los demás
agarraron a los siervos, los escarnecieron y los
mataron. El rey, enojado, envió sus tropas, dio muerte a
aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.
Mateo 22,1-14
• Entonces dijo a sus siervos: La boda está preparada,
pero los invitados no eran dignos. Id, pues, a los cruces
de los caminos e invitad a la boda a cuantos encontréis.
Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos
los que encontraron, malos y buenos, y la sala de
bodas se llenó de comensales.
• Cuando entró el rey a ver a los comensales vio allí a
uno que no tenía traje de boda. Le dijo: Amigo, ¿cómo
has entrado aquí sin traje de boda? Él se quedó
callado. Entonces el rey dijo a los sirvientes: Atadlo de
pies y manos y echadlo a las tinieblas de fuera; allí será
el llanto y el rechinar de dientes. Porque muchos son
llamados, mas pocos los escogidos.
Paráfrasis
LA LECTIO DIVINA

MEDITATIO: MEDITACIÓN
¿QUÉ ME (NOS) DICE EL TEXTO?
Comentario
• Esta parábola, muy semejante a otra que recoge san
Lucas (cfr. Lc 14,15-24 y nota), completa el significado
de las dos que le preceden. Israel –representado por
los primeros invitados– no sólo ha rechazado el
banquete de Dios, su llamada a la salvación, sino que
ha maltratado y matado a los siervos que le ha enviado
el Señor. Por eso su destino es fatídico (v. 7). El
rechazo de Israel lleva consigo una nueva iniciativa de
Dios, que ahora llama a todos los hombres a la Iglesia,
nuevo Pueblo de Dios. No obstante, como en las
parábolas de la cizaña y de la red barredera (cfr. 13,24-
50), los que responden a la llamada son ‘malos y
buenos’ (v. 10), y no todos son dignos porque no todos
se han convertido, comprándose el traje de bodas.
Comentario
• Este episodio es así una llamada de
alerta a quienes ya formamos la Iglesia: el
fracaso de Israel (v. 7) señala el nuestro
si no nos mostramos dignos de la
elección (v. 13). ¿Qué debemos entender
por el vestido de boda sino la caridad? De
modo que entra a las bodas, pero no
entra con vestido nupcial, quien, entrando
en la Iglesia, tiene fe pero no tiene
caridad (S. Gregorio Magno, Homiliae in
Evangelio 2,18,9).
LA LECTIO DIVINA

ORATIO: ORACIÓN
¿QUÉ LE RESPONDO AL
SEÑOR SOBRE…?
LA LECTIO DIVINA

CONTEMPLATIO: CONTEMPLACIÓN
¿A QUÉ CONVERSIÓN ME INVITA
EL SEÑOR?
LA LECTIO DIVINA

EVANGELIO
DOMINGO XXI T. O.
Invocación al Espíritu Santo
 Tú eres nuestro Consolador,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego, caridad
y espiritual unción.
 Enciende con tu luz nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece nuestra débil carne,
 Por Ti conozcamos al Padre,
y también al Hijo;
y que en Ti, Espíritu de entrambos,
creamos en todo tiempo.
LA LECTIO DIVINA

LECTIO: LECTURA
¿QUÉ DICE EL TEXTO?
Lucas 13,22-30
• Mientras caminaban hacia Jerusalén, iba atravesando
ciudades y pueblos enseñando. Uno le preguntó;
Señor, ¿son pocos los que se salvan? Él les
respondió: Esforzaos por entrar por la puerta estrecha,
porque os digo que muchos pretenderán entrar y no
podrán.
• Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la
puerta, los que estéis fuera os pondréis a llamar a la
puerta, diciendo: ¡Señor, ábrenos! Pero os
responderá: No sé de dónde sois. Entonces
empezaréis a decir: Hemos comido y bebido contigo, y
has enseñado en nuestras plazas. Pero os volverá a
decir: No sé de donde sois. ¡Apartaos todos de mí,
Lucas 13,22-30

• Allí será el llanto y el rechinar de dientes,


cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y
a todos los profetas en el Reino de Dios,
mientras a vosotros os echan fuera. Y
vendrán de oriente y occidente, del norte
y del sur, y se pondrán a la mesa en el
Reino de Dios.
• Pues hay últimos que serán los primeros
y hay primeros que serán últimos.
Paráfrasis
Comentario
• A propósito de una pregunta, Jesús expone su
doctrina sobre la salvación. Ésta no está ligada
a un privilegio de raza (v. 26), sino al combate
espiritual (v. 27). ‘Dios quiere que todos los
hombres se salven’ (1Tm 2,4), aunque para
alcanzar la salvación ‘los creyentes han de
emplear todas sus fuerzas, según la medida del
don de Cristo, para entregarse totalmente a la
gloria de Dios y al servicio del prójimo. Lo harán
siguiendo las huellas de Cristo, haciéndose
conformes a su imagen y siendo obedientes en
toda a la voluntad del Padre (LG 10).
Comentario
• Esto es lo que se indica con la imagen de la
puerta angosta. Con ella se nos alerta del
peligro de crearse falsas seguridades.
Pertenecer a pueblo, o haber conocido al
Señor y haber escuchado su palabra, no es
suficiente para alcanzar el Cielo; sólo los
frutos de correspondencia a la gracia
tendrán valor en el juicio divino.
• En varias ocasiones alude Jesús a la vida
eterna con la imagen de un banquete (v. 29;
cfr 12,35-40; 14,15-24) al que todos están
llamados.
Comentario
• ‘Los que inculpablemente desconocen el
Evangelio de Cristo y de su Iglesia, y buscan
con sinceridad a Dios, y se esfuerzan bajo el
influjo de la gracia en cumplir con las obras de
su voluntad, conocida por el dictamen de la
conciencia, pueden conseguir la salvación
eterna. La divina Providencia no niega los
auxilios necesarios para la salvación a los que
sin culpa por su parte no llegaron todavía a un
claro conocimiento de Dios y, sin embargo, se
esfuerzan, ayudados por la gracia divina, en
conseguir una vida recta’ (LG 16)
LA LECTIO DIVINA

MEDITATIO: MEDITACIÓN
¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?
LA LECTIO DIVINA

ORATIO: ORACIÓN
¿QUÉ LE RESPONDO AL
SEÑOR SOBRE…?
LA LECTIO DIVINA

CONTEMPLATIO: CONTEMPLACIÓN
¿A QUÉ CONVERSIÓN ME INVITA
EL SEÑOR?

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