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S É N E T T O *
DUCACION
ANTONIO CAPONNETTO egresó como Maestro Normal
nal de la Escuela Normal de Profesores N? 2 "Ma-
iiuno Acosta", y posteriormente como Profesor en Historia
rja l i Facultad de Filosofía y Letras (U.N.B.A.).
I Ejerció la docencia sucesivamente en los niveles pri-
mario, secundario y terciario; siendo ya varias ias cama-
da* do alumnos que encuentran en sus enseñanzas una
gula («idarecedora y segura. Actualmente, se desempeña
en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Uni-
vocidad de Buenos Aires. Su relación con el magisterio y
oon la educación no se agota pues en el terreno de las
u-uil/.aciones —siempre importantes, sin d u d a — sino que
n vínculo vital no interrumpido y alimentado a diario
por una vocación firme.
Dictó numerosas conferencias en la Capital y en el
interior del país. Participó como expositor en simposios,
i ninarios y Congresos Nacionales e Internacionales,
dedicándose en los últimos años, por iniciativa del Insti-
tuto de Promoción Social Argentina (IPSA) y con el res-
i>.riiio de prestigiosos especialistas a la preparación de
Curaos de Perfeccionamiento docente, una tarea de cuyos
buenos frutos dan testimonio la calidad de las solicita-
I I formuladas por personas e instituciones represen-
i IIIVM tanto en el territorio nacional como en el exterior.
ANTONIO CAPONNETTO se desempeña también como
investigador en el Instituto de Ciencias Sociales (FADES-
CONICET) entregado al estudio de Los arquetipos sociales
y »u configuración axiológica y a la búsqueda del valor
• pli lemológlco de los arquetipos y las mentalidades en el
aron do la historia y las disciplinas humanísticas.
i leva publicado diversos trabajos, sobre temas histó-
ilturales, religiosos y educativos; tales como: Las
taliificnciones históricas, Aportes para una historia del
Motttunlumo en la Argentina, La ciudad y la Virgen, De-
finí»» y perdida de nuestra identidad escolar, Crisis y posi-
bilidad** en la enseñanza de la historia, La contaminación
de la cultura por lo pseudoespiritual, La subversión en la
(fMtAanza, Sobre Formación Moral y Cívica, etc. Además
i>iu'torios artículos periodísticos y de variadas recen-
bllográflcas. Tiene en preparación otros ensayos
• i <:-. por un lado con sus investigaciones especí-
II al l ONICET, y por otro, con sus inquietudes
nuni fi ibnndonadas por el pensamiento histórico hispano-
rtninrii'i\i">
l n f . i H ii >••< lual argentino se combinan armoniosa-
iniiiil» « i ilgoi científico, sometido a la más estricta me-
COLECCION ENSAYOS DOCTRINARIOS. 2
ANTONIO CAPONNETTO
PEDAGOGÍA
Y EDUCACIÓN
La crisis de la contemplación
en la Escuela Moderna
COLECCIÓN
ENSAYOS DOCTRINARIOS
COLECCIÓN ENSAYOS DOCTRINARIOS
luí lón Iguulmcnte definitiva, no se pueden soslayar descubre más allá del trajín diario la recóndita
IIIN reflexiones últimas, formales, en el sentido aris- armonía de la existencia, la a veces callada pero
totélico del término. siempre presente omnipotencia de Dios.
Es Pieper quien nos recuerda que "el nombre Quiere decir, entonces, que la Escuela posee por
con que denominamos los lugares en que se lleva naturaleza, un significado cultual, religioso y hasta
a cabo la educación e incluso, la educación superior, sacro. Es por eminencia el lugar reservado a la con-
significa ocio". Y es más, la fiesta —la celebracion- templación, al cuidado de la vida interior y a la
es el origen íntimo y fundamental del ocio, y am- elevación de la inteligencia. El sitio donde se cul-
bos hallan su sentido en el culto. tiva y preserva lo divino que habita en cada crea-
tura, la imagen y semejanza del Creador. En la
"El culto tiene con respecto al tiempo un Escuela es donde el hombre se religa con Dios
sentido semejante al que tiene el templo con buscando la Sabiduría, y halla en el Maestro, el
relación al espacio. Templo quiere decir que ejemplo de un lento y reposado ejercicio de las
una determinada superficie se separa, deslin- potencias del alma. 2
pregusto de la vida bienaventurada de las al- Desde entonces la celda de Sócrates se ha con-
mas favorecidas por la inmortalidad. Más aún, v e r t i d o en el símbolo de la auténtica libertad, en
la vida cultural era el medio para obtener este 11 d i g n o ennoblecedor de la docencia —fiel en el
tustra, pp. 61 y ss. E n : Ed. del Círculo de Lectores. Bs. As., Oresme, 1953; y SCIACCA, M. F . : Fenomenología del hom-
1973. bre contemporáneo. Cuadernos de la Dante N ' 11. Asocia-
« Véase SOMBAHT: El Burgués. Contribución a la historia ción Dante Alighieri. Bs. As., 1957, p. 6.
moral e intelectual del hombre económico moderno. Bs. As.,
•„ Vltfonoia v pérdida de la Identidad escolar
Introducción 27
(1c mi tiempo al (|iio todos percibimos como fuera
"El hombre de hoy ya no se define por su
de quicio, desordenado y caótico.
ser... sino principalmente por su hacer...
S e lia ¡do modelando así un nuevo tipo de hom-
Hoy el significado del homo f a b e r . . . define
bre. I .ejos de la vida contemplativa, inmerso en el
la inteligencia como la capacidad de fabricar
uso y la fabricación de las cosas, pagado de sus
objetos artificiales, y en particular, utensilios
propias realizaciones, que pocas veces incluyen las
que sirvan para hacer utensilios... E l homo
de índole espiritual. Algunos, no sin razón, lo han
faber de la era tecnológica, es pues, esencial-
denominado "hombre ptolemaico" el hombre "neo-
mente, un creador de artefactos... L o arti-
ptolemaico y neoprotagórico". 13
ficial ocupa una posición cada vez más vasta,
"Después del largo silencio que le fue i m - no sólo cuantitativamente en esta vida, sino
puesto desde Sócrates y desde Platón —dice cualitativamente más importante y decisiva.
S. Cotta—, Protágoras resurge victorioso Su extraordinaria proliferación tiende, en efec-
junto a Ptolomeo... Con imperturbable se-, to a transformar al hombre en u n agente de
guridad, el hombre se ha atribuido el dominio segundo grado que anima y dirige m á q u i -
sobre la naturaleza y ha ejercitado con prepo- nas . . . las cuales, por su mayor perfección y
tencia una soberanía provocadora que tiende a potencia, lo sustituyen con ventaja en activi-
negar la realidad de las cosas y someterlas a dades reservadas hasta ahora para él." 1 0
plazo del hombre por la máquina es beneficioso, en L a solución, entonces, no estará dada por la pla-
tanto le deja mayor tiempo libre y por ende mayor nificación tecnológica, sino por la educación en el
posibilidad de ocio. Pero aquí subyace una forma ocio y para el ocio. Una educación que termine con
sutil del mismo error. ese "yerro aniquilador del utilitarismo", del que
En primer lugar, el ocio contemplativo no es hijo habla K. Lorenz, y que ha hecho del hombre un
del tiempo libre ni sinónimo del mismo. Porque el esclavo del tener, incapaz de reflexionar, incapaz
ocio contemplativo, no es "no tener nada que hacer" "para estar a solas con su propio yo", temeroso "de
u horas para holgar, sino, como vimos, una actitud encontrarse consigo mismo aunque sólo fuera por
del alma, un hábito espiritual que si no se cultiva un instante". 18
y fomenta será en vano cualquier organización cro- L a sociedad se halla en crisis; la Escuela partici-
nológica. En tal sentido, el aumento de tiempo libre pa de ella como objeto y sujeto, causa y efecto;
puede hasta resultar nocivo, pues aprovechando esa pero el problema no es de hoy, n i se ha gestado
insuficiencia contemplativa del hombre contempo- abruptamente. Reconoce pasos, graduaciones y ma-
ráneo, tices que lo hacen inteligible, y en su conjunto pue-
de decirse que constituye u n proceso revolucionario
"la creciente importancia del tiempo libre ha paralelo y análogo al ocurrido en otras áreas de la
conducido a la creación de toda una industria vida humana.
para estos fines. Los «consejeros para el tiem-
El actual panorama educativo, con sus graves ne-
po libre» —dice Bolte— se están convirtiendo
gaciones y omisiones, es pues, la resultante de un
en un importante grupo de nuestro mundo
largo desarrollo cuyos pasos fundamentales pasa-
profesional... Con este motivo se plantea la
remos a analizar con la convicción y la esperanza
cuestión de si este desarrollo acrecienta aún
de que pueda contribuir a un saneamiento decisivo.
más la conducción del hombre". "¿No le ro-
bará cada intento de programar para él su
tiempo libre el último resto de espontaneidad
e intimidad que aún pudiera conservar? Ob-
servadores críticos afirman hoy que las posibi-
lidades de un verdadero ocio, que ofrece el
mayor tiempo libre, simplemente no pueden
ser aprovechadas, porque el individuo, sea
por presión social o por falta de capacidad
para resistir, realiza también durante el tiem-
po libre su trabajo de consumidor, es decir,
que dejan que le organicen su tiempo l i b r e . "
17
la dialéctica, que dará a las cosas preferencia el Caballero Cristiano, el hombre esencial, "que no
sobre las palabras." 1
se sabe dependiente del mundo y del éxito, sino de
sí mismo y de Dios". L a educación renacentista,
3
Este juicio de Compayre nos muestra las pautas en cambio, se propondrá u n hombre crítico, relati-
fundamentales del cambio. Las Ciencias Naturales vista y cambiante. E l hombre de la duda y la
y luego las Físicas y Exactas pasan a ser los únicos discusión, de la razón sin fronteras; firmemente na-
estudios reales; es decir, válidos, verificables y con- turalista y terreno. U n hombre que sería la medida
venientes. Los saberes especulativos —teológicos y de todas las cosas, como se recordaba con insisten-
filosóficos, las humanidades en general— serán "su- cia, el "deus in terris" del que hablaba Ficino:
tilezas verbales"; mientras el mundo fáctico, men-
surable y cuantitativo tendrá "preferencia, sobre las "Tal vez la diferencia fundamental —dice
palabras". Ya veremos la vigencia de esta errónea Mannheim— entre u n hombre de la Alta Edad
valoración. Es que al margen de los matices dife- Media y el hombre del Renacimiento, puede
renciadores que pudieran establecerse, lo cierto es hallarse en la fuente de autoridad sobre la
que el Renacimiento que cada uno de ellos se basa para formar
sus juicios.
"inicia el proceso de desacralización... que
El hombre de la Edad Media tiene una
resulta del nuevo interés que ofrecen las expe-
Iglesia y una Jerarquía sacerdotal junto a un
riencias científico-naturales. Esa búsqueda de
orden social, relativamente establecido, que lo
la esencia del acontecer real en causas intrín-
g u í a . . . E l hombre del Renacimiento... de-
secas e inmanentes, expresa u n creciente pre-
sarrolló una forma de confianza en sí mis-
dominio de lo sensible-racional sobre lo idea-
mo . . . él es en cierto modo su propio juez." 4
tivo-trascendente, de lo que resulta una laici-
zación de la vida y el consiguiente relego de
En esta perspectiva, la enseñanza debía exaltar
las exigencias religiosas del plano histórico-
necesariamente el subjetivismo, la libertad y el jue-
social al de las conciencias individuales". 2
go por sobre la exigencia, el esfuerzo y la obedien- mientos pueda desarrollarse con toda liber-
cia. La indulgencia y la espontaneidad en desmedro tad." 7
razón". Pero3
sino más bien que, en principio, todas las co- pragmatismo, a ese afán "por encontrar una prác-
sas pueden ser dominadas por el cálculo. Esto tica" que permita usufructuar los bienes de este
significa el desencantamiento o demitologiza- mundo. Pero lo que no advirtió quizá, Descartes,
ción del mundo". 7 es que tales afirmaciones sentaban el precedente
de actitudes tan contemporáneas, propias incluso de
Con Descartes, el racionalismo llegará también, algunos representantes neomarxistas como Marcase
aunque por caminos distintos, a puntos semejantes. o Horkheimer, por las cuales se cifran las esperan-
Pese a la religiosidad personal que parece haberle zas en la técnica, en el dominio antropocéntrico de
sido característica, su parcialidad metafísica lo sus productos. Una esperanza secularizada y terre-
movió a proponer un ideal prosaico que reducía la na que hizo pensar a C. W. Mills —intelectual de la
educación a u n medio para asegurar el confort y Nueva Izquierda— que, en el futuro, el hombre
el bienestar. podrá convertirse en un Robot Alegre. 9
7 BRIE, R. J. y B E N C O C H E A , S. L . : Racionalización en la
Sociología de Max Weber. Santa F e . Imprenta de la U n i - 0 Sugerimos la lectura d e : DÍAZ ARAUJO, E . : Marcuse o
versidad Nacional del Litoral, 1967. ¡i Profeta de la Subversión. E d . Mikael, N ? 3 , Paraná, 1977;
Oeuvres de Descaries: Díscours de la Méthode & Essais.
8 S C A S E H B A , O . : " L a teoría crítica y Horkheimer". E n : Socio-
V. V I , pp. 61-62. Publiés par Charles Adam & Paul Tannery lógica mi. B s . As., 1978; y B B I E , R . J . " M a r c h Bloch o
:
Sous les auspices du Ministére de L'instruction publique. P a - la secularización de la Esperanza". E n : Veriio. Año X X ,
rís. Leopold Cerf. Imprimeur-Editeur; 12, Rué Saint Anne, N° 184, julio de 1978.
1902. 1(1 S C I A C C A , M . F . : Fenomenología . . . , ob. cit., p. 11.
42 Vigencia y pérdida de la identidad escolar Reforma y cartesianismo 43
tegorías educativas. Jordán Bruno Genta, lo señaló de gran parte de la psicopedagogía experimental,
con claridad: son muestras innegables de ese prevalecimiento de
lo mensurable, de lo técnico y lo mecánico, aun en
"Nuestro siglo ha instaurado, además, el cuestiones altamente espirituales.
monopolio pedadógico de las matemáticas. No Sorokin, que ha estudiado el tema con maestría,
solamente el estudio de las diversas cien- mostró los alcances y las consecuencias de lo que
cias . . . está vertebrado en las matemáticas, no dudó en llamar Quantofrenia y Testomanía.™
sino que el recurso didáctico universal para La manía por los tests, que en el fondo encierra el
enseñar cualesquiera saberes es el sistema del prurito incontrolado de medirlo, contarlo y nume-
cálculo numérico y de las ilustraciones geo- rarlo todo.
métricas; planos, mapas, esquemas, enumera-
ciones, catálogos, diagramas, estadísticas y "Vivimos en una época de testocracia, me-
gráficos de todas clases. Lo mismo para en- diante nuestros tests de inteligencia, estabili-
señar las partes de una casa que para en- dad emocional, carácter, aptitud, tendencias
señar las partes del alma, el movimiento de inconscientes y otras características de nuestra
un cuerpo que la historia de la ' P a t r i a . . . L a personalidad, los testócratas deciden en gran
concepción mecánica . . . que define nuestra parte nuestra vocación y ocupación. Desem-
mentalidad de modernos radica en la función peñan un papel importante en nuestros ascen-
rectora cada vez más exclusiva que vienen sos y descensos de categoría, y en nuestros
ejerciendo las matemáticas en todos los domi- éxitos y fracasos en posición social, reputa-
nios del saber humano, desde comienzos del ción e influencia. Determinan nuestra norma-
siglo x v n , a partir de Descartes y Galileo . . . lidad o anormalidad, nuestra inteligencia su-
El hábito de cálculo y experimentación se ha perior o estupidez definitiva, nuestra lealtad
generalizado tanto y ha llegado a ser tan o posibilidad de subversión... han sustituido
absorbente y abusivo que sólo se admiten los al Ángel de la Guarda, ya pasado de moda
resultados obtenidos por tales métodos, trátese que se suponía que guiaba la vida de cada
de un problema físico o de un problema p e r s o n a . . . Por todo esto, son responsables en
moral". 11
gran parte de nuestra felicidad o desgracia y de su obra maestra Novum Organum se hace
finalmente de nuestra larga vida o muerte explícito el propósito central de su vida: el rei-
prematura". 14 no del hombre —«regno hominis»—. No quie-
re el aumento del saber sino en cuanto sig-
Ocurre —continúa Sorokin— que esta preocupa- nifica aumento del poder". 16
res del siglo, y el núcleo de su esfuerzo revolucio- Este enfrentamiento dialéctico palabras-cosas no
nario es sustancialmente el mismo del movimiento tiene nada que ver con la disputa medieval sobre
al que representa. el nominalismo y el conceptualismo. También la
El ideal rousseauniano, desechado por el sentido Escolástica bregaba contra quienes desgajaban la
común y la verdadera ciencia educativa, es el del realidad, reduciendo las entidades existentes a tér-
hombre rebelado contra Dios y contra el Orden minos en el lenguaje. La posición tomista es, al
Natural; y no obstante su condición utópica y no- respecto, integradora; n i empirista n i racionalista.
civa, algunas de sus consideraciones fundamentales "Cognitio intellectiis nostri tota derivantur a sen-
siguen teniendo adherentes y subyacen en las ac- su". Quiere decir, que el hombre conoce a partir
de los datos sensibles, de lo particular y concreto;
tuales teorías escolares.
mas no se acaba allí el conocer humano, pues, en
El constante hincapié en la autonomía del edu-
nuestra mente hay más de lo que los sentidos nos
cando, en sus derechos y prerrogativas; la exage-
revelan; hay contenidos distintos de los que pro-
rada creencia en las condiciones educativas de todos ceden por la experiencia. Y aquí es justamente,
sus intereses y apetencias; el recurso abusivo al donde llega la naturaleza eminentemente reflexiva,
juego y a las manualidades; la convicción optimista meditativa, del hombre. 2
lógico distintivo; y es impedir que el hombre rea- el principio es el Verbo y no el trabajo. Pri-
lice el único acto que lo análoga con Dios, porque mero es nombrar las cosas y después es ha-
la creación divina —esto lo ha enseñado Platón cerlas. La tarea perentoria que nos incumbe
para siempre— encuentra su semejanza más acaba- a nosotros occidentales, es precisamente la
da en el arte de la definición. 3
rehabilitación de la palabra restituyéndola a
su prestigio antiguo, a su nobleza original". 5
tración de la inmaterialidad y de la libertad del alma. E d . la Educación. L i b . del Colegio. Bs. As., 1968, 19 ed., p. 185.
del Restaurador. Bs. As., 1949, p. 207. 7 Idem ant., p. 188.
52 Vigencia y pérdida de la identidad escolar El II unimismo 53
no se incluyen los saberes esenciales; n i la pru- de que arbitren los medios y las actividades
dencia, n i la experiencia, "que es u n fruto del su- adecuadas para este aprendizaje de domi-
frimiento y del recuerdo", n i "la intuición n i el nio . . . Plantearse el aprendizaje para el domi-
amor". nio es plantearse una estrategia, q u e . . . trate
de desarrollar los talentos de todos antes que
"Hay cursos de filosofía —sigue Maritain— invertir tiempo y dinero en predecir y selec-
mas no existen cursos de sabiduría... ni la cionar los talentos". 10
dcncias no siempre positivas en la vida escolar. No Lo más alarmante es la intromisión de este en-
nos detendremos aquí en una explicación del fenó- foque en el ámbito que se define precisamente por
meno de cuya condición de objeto de análisis se la exigencia y la severa disciplina intelectual, esto
ha abusado hasta el absurdo. Notemos sencillamen- es, en la Universidad. También ella ha sido tentada
te que muchas clases y turnos de exámenes fueron por la moda de lo fácil y permisivo, una actitud
suspendidos por festejos en los que no siempre se que pese a innegables intenciones y medidas co-
conservó aquella virtud tan preciada por los clá- rrectivas, no se ha logrado disipar por completo.
sicos: la eutrapelia, esto es, la mesura y el equili- Subsiste aún la amenaza de aquella Universidad
brio en las diversiones. No nos referimos al aspecto de utopía que tan bien caracterizó Patricio Randle:
moral, sino a esa sensación de omnipotencia lúdicra
que no sólo se apoderó por contagio de la mayoría, " . . . se ataca la clase magistral, la enseñan-
sino que proyectó su estilo en todas las áreas de la za teórica y el examen... todo debe ser prag-
vida, entre ellas, y en buen grado, la educacional; mático práctico, a p l i c a d o . . . ya no hay lugar
con lo que hubo que soportar la propuesta de es- para el diálogo socrático n i para la especula-
tudiar ya no para saber, sino para ser campeo- ción p u r a . . . Todo es debate como en la tele-
nes. 1
visión . . . La Universidad de utopía; a ella se
Refiriéndose a la pedagogía del juego, Hegel se- a c u d e . . . no para aprender sino para ser com-
ñala: prendido porque en ella ya no existe ninguna
clase de r i g o r . . . Desaparece la vergüenza
" . . . Se esfuerza por representar a los niños, de no saber lo que debió ser estudiado, por-
en su ser que sienten incompleto, como si que lo primordial es vivir intensamente el mo-
fueran completos, haciéndolos pagados de sí mento . . . Ya nada es difícil, ni hay que pasar
mismos; turba y profana su verdadera, pro- por lo desagradable para llegar al goce inte-
pia y mejor necesidad, y produce, en parte,
lectual . . . La Nueva Universidad Feliz es
el desinterés para las relaciones sustanciales
una universidad extravertida, una universidad
del mundo del espíritu; y en parte, el despre-
divertida. Un manto de ligereza recubre todos
c o de los hombres porque a ellos como a n i -
los temas de contenido cultural o filosófico.
ños se han representado los hombres mismos
Todo se conversa y no es necesario acudir a
pueril y despreciablemente". 5
El gran error de la Universidad fue avergonzar- mopolita y utilitaria, coactivamente laica y natura-
se de su misión y justificarse diciendo que ella ha lista. El inmanentismo la define y agota.
de preparar para la vida y para la utilidad social. Lo curioso es que hoy, la nueva pedagogía, de-
Sin duda, la Universidad debe prestar un servicio, nuncia como tradicional la de Herbart y Spencer,
el niás alto servicio, cual es el cuidado de la inte- mostrándose a sí misma como opuesta y contraria.
En algunos —como el conocido Alves de Mattos—
ligencia, pero no es su mérito subordinarse a los
esta contraposición llega al maniqueísmo. La edu-
apremios de un ritmo pragmáticamente enloquece-
cación "tradicional" resumiría todo lo malo; la nue-
dor, ni acomodarse a los cánones de una sociedad
va, en cambio, todo, absolutamente todo lo bueno.
en aguda crisis.
9
dida del sentido misional del magisterio, la impor- Rotos definitivamente los vínculos con lo cul-
tancia atribuida a lo instintivo, y la reducción del tual, separada el alma de su rumbo más propio, y
papel del maestro recalcando la autoformación del malgastada la inteligencia en conocimientos de uso,
alumno, son todos postulados positivistas de com- ya no son los modelos —los Arquetipos— los que
probada vigencia. habrán de mover al hombre a la imitación, sino los
Cuando Spencer proclama que "el primer requi- animales y su sentido de la comodidad zoológica.
sito para el éxito en la vida es el de ser u n buen Ya no es el cultivo del logos la primerísima ocupa-
animal" y por lo tanto que "el ascetismo desaparece ción de la Escuela, sino, asegurar "la buena diges-
de la educación", no está describiendo una condi-
10 tión" y "el pulso fuerte". Y ya no es la Religión, la
ción humana de contingencia, sino elaborando un garantía de salvación espiritual, sino "el culto a la
programa que subvierte hasta la total negación la ciencia", que "reinará como cosa suprema" siendo
naturaleza misma de lo educacional. "lo verdaderamente irreligioso abandonarla". 14
"Nos toca vivir en una época tan disminui- "Esta expresión significa que las califica-
da, que marcha tan a contramano de los reales ciones otorgadas por la escuela secundaria-
caminos del hombre, que estas nobilísimas pa- universitaria superan a menudo ampliamente
labras: abstracción, abstracto, abstraer, resue- el ofrecimiento de lugares de trabajo corres-
nan en nuestros oídos demasiado prácticos, pondiente a tales calificaciones. Está entonces
como si fueran cosas huecas, vacías, sin valor alterada la tradicional correspondencia entre
ni vitalidad ningunas . . . Se ha apoderado de oferta y demanda".' 1
verse: OUSSET, J.: Marxismo-Leninismo. Ed. Speiro S. A. 0 Véase al respecto: LUZUMAGA, L . : La Pedagogía Con-
Madrid. temporánea. Bibl. del Maestro. Losada S. A. Bs. As., 1966,
2 G U I L L E N DE REZZANO, C : Didáctica General. Ed. Ka- cap. I I I . p. d.; LUZUBIACA, L . : La Educación Nueva, Bibl.
pelusz, Bs. As., 1965, 12 ed., p. 47. del Maestro. Losada S. A. Bs. As., 1969, 7? ed., cap. I I I ; y
ídem ant, p. 56.
8 REZZANO G U I L L E N DE, C : Ob. cit., cap. 7,
La Pedagogía contemporánea 71
70 Vigencia y pérdida de la identidad escolar
"inapropiada a la obra educativa, la sobre- "quien conoce el arte se considera más sabio
estimación pragmática de la acción", porque del que tiene solamente la experiencia. Y esto
"insistir sobre la importancia de la a c c i ó n . . . porque el primero conoce las causas y el se-
e s . . . excelente... mas la acción y la praxis gundo no las conoce... Por esta razón el que
tienden a un f i n , a un o b j e t i v o . . . sin el cual conoce el arte, debe ser considerado más sabio
pierden su dirección... Y la vida existe asi- que el empírico, el que cultiva las ciencias
mismo para, un f i n que la haga digna de ser
vivida. La contemplación y el perfecto acaba-
8 MARITAIN, J.: Ob. cit, pp. 23-24.
0 N I C O L , E . : El porvenir de la Filosofía. México, F . C . E .
N O S E N G O , G . : Persona humana y Educación.
7 Publica- 1972, p. 238.
ciones del I. P. S. A. Bs. As., 1979, p. 39.
72 Vigencia y pérdida de la identidad escolar La Pedagogía contemporánea 73
teóricas más sabio que el que cultiva las cien- No es discutible la afirmación de que el apren-
cias prácticas". 10
dizaje puede suscitar de por sí el cambio; pero t a l
como se expresa y se reitera en forma práctica-
La Nueva Pedagogía y su dirección eminente- mente unánime, parecería que el único valor del
mente antiaristotélica no ha hecho sino revivir el aprendizaje es ser factor de cambio permanente,
error de la sofística que "nunca pretendió compe- de reajuste constante, de huida de cualquier acti-
tir con la ciencia, sino desacreditarla por inútil". 11
tud inamovible y eterna. Es el mito dialéctico del
Pero con esto, ha hecho aún algo más grave, por- incesante devenir.
que negarle al hombre su peculiar vocación con-
Se confunde también la descripción de ciertos
templativa es cerrarle el auténtico camino hacia la
efectos del aprendizaje con el aprendizaje mismo,
sabiduría y hacia la real felicidad. Allí donde el
y su explicación queda reducida a lo fenoménico,
alma se extasía y reposa libre de las contingencias
a una variación "que el organismo realiza", mo-
de lo útil. Allí donde se hace plena y encuentra
vido por la "eficacia" para "la satisfacción de sus
en la visión de los Principios, la clave de todo lo
impulsos o necesidades". Dentro de esta óptica f i -
que existe. Allí donde, en definitiva, —bien l o sa-
siologista y utilitaria, cambio y experiencia, ajuste
bían los antiguos— el amor asciende y se realiza.
y desarrollo se combinan perfectamente en el acto
Dentro de esta predominante perspectiva empi-
educativo. E l f i n es el cambio y el desarrollo, los
rista, es lógico que el aprendizaje sea concebido
medios, las actividades y los continuos ajustes. D e
primordialmente como adiestramiento y adquisición
ahí, que algunos puedan concluir en que "la tarea
de destrezas, comparado con fenómenos mecánicos
del maestro es encauzar al educando en el proceso
y zoológicos. U n proceso modificatorio de disponi-
de experimentar", y que se considere u n anacro-
13
bilidades, como dice Gagne, o u n factor de cam-
nismo psicológico "el intento de restaurar la edu-
bios reactivos.
cación clásica en el nivel universitario". 11
S. A. Biblioteca Hispánica de Filosofía. Madrid, 1970. V. I . Piedras. Puerto Rico. Ed. Universitaria. 4* ed., 1965, pp.
L. I , pp. 7, 8 y ss. 462, 463.
" NICOL, E.: Ob. cit., p. 2 3 5 . 1 3 Idem a n t , p. 464.
!2 SÁNCHEZ HIDALGO, E. S.: Psicología Educativa. Río 1 1 Idem ant., p. 490.
La Pedagogía contemporánea 75
74 Vigencia y pérdida de la identidad escolar
2 0 Idem ant., p. 3 7 .
pany. New York, 1 9 3 1 .
D E M O O R , J . y J O M C K H E E R E , T . : La ciencia de la Edu-
The Fundamentáis of Learning. Bureau of Publications.
2 1
no discípulo n i escolar, alcanza en la Nueva Es- L o nacional, lo propio, la tradición, resulta ahora
cuela, la categoría de u n buen animal. Diestro y una parcialización obstaculizante de la nueva al-
práctico, indulgente, permeable y satisfecho. En- 22 borada mundialisla, internacional y cosmopolita.
señarle, será cuestión de arbitrar las actividades
necesarias para el amaestramiento de su personali- "En una sociedad en la cual los cambios
dad al cambio. Una personalidad vertebrada en la se suceden vertiginosamente —insiste T a b a -
praxis y el instinto, siempre atenta al dinamismo Ios individuos no pueden depender.. . de la
de los tiempos para mejor disfrutar de la vida. tradición para adoptar decisiones, ya sea en
el quehacer c o t i d i a n o . . . o en los valores mo-
L o esencial entonces aparece diluido en u n se-
rales. . . Existe u n interés natural en que los
gundo plano y lo accidental y accesorio es trans-
individuos sean capaces de pensar... inde-
formado en esencial. N i Dios n i la Patria cuentan
pendientemente".
para los teóricos de la Pedagogía Moderna. L a re-
21
distinguir a quienes vivían orgullosamente su he- derechos; de deudas espirituales que ha de saldar
rencia espiritual, su estirpe. Era el hidalgo; el hom- y agradecer, más allá de cualquier beneficio o pre-
bre libre en la fidelidad a sus raíces, en la obe- rrogativa. E l self-made-man ' l i b r e y dinámico" en
diencia al Creador, en la contemplación de los su carrera de éxitos y progresos, no es sino la crea-
Principios inmutables. tura desarraigada y aturdida en su soberbia que
Pero el tipo de hombre que nos propone Dewey signa trágicamente el rumbo de la crisis contem-
y toda la Pedagogía Moderna, es exactamente lo poránea. 20
opuesto del hidalgo; algo así como un bastardo por L a escuela de Dewey declara proponerse como
propia decisión, pues el self-made-man declara i n - tarea
servible y obstaculizante todas sus legítimas pro-
cedencias. Independizarse de ellas es la única ga- "contrapesar los diversos elementos del medio
rantía de libertad, igualdad y fraternidad. Es el social, y procurar que todo individuo logre
hombre que vemos agitarse en nuestros días, sujeto oportunidades para liberarse de las limitacio-
de derechos por los que clama y reclama, pues nes del grupo social en que ha nacido para
como se ha hecho a sí mismo, autónomamente, no ponerse en contacto vivo con u n ambiente
acepta, n i se reconoce deudor de nada n i de nadie. más a m p l i o " .
27
de la Soberanía Nacional, al mismo tiempo Este singular enfoque deweyano ha sido recogi-
que se acentúa el determinismo económico en do —como era obvio— por pensadores marxistas.
la vida del hombre y de la sociedad. U n inter- La "escuela vital", "escuela de producción" o "es-
nacionalismo cínicamente proclamado y el con- cuela elástica" de Osterreich, reunía las caracterís-
sabido humanitarismo pacifista de esencia ticas antedichas.
masónica, caracterizan la difundida doctrina Pero es la UNESCO quien más coordinada y sis-
de este pedagogo del pragmatismo. temáticamente se viene ocupando de favorecer un
El mundo que corresponde a las «escuelas internacionalismo absoluto, en el que ya no cuen-
del mañana» de Dewey, es todo el mundo. tan los propios valores culturales sino un sincre-
En las nuevas escuelas, la mezcla de niños de tismo secularizado de base tecnoeconómica; tema
todas las nacionalidades y de todas las cos- que por su importancia desarrollamos en el próxi-
tumbres existentes permitirá... «que todo in- mo capítulo.
dividuo logre libertarse de las limitaciones del Relativizada la Patria, la Democracia ocupa su
grupo social en que ha nacido (o sea, de su sitial y es poco menos que sacralizada. Educar en
patria), para ponerse en contacto vivo con y para la Democracia ha pasado a ser u n objetivo
un ambiente más amplio». E l medio escolar irrenunciable, de una intangibilidad religiosa que
sería pues tanto más educativo cuanto más se le niega paradójicamente a la Religión. Sobre
heterogéneo sea el alumnado, y según Dewey el particular, las obras de Dewey, son muy elo-
la verdad blanca resultante de la mezcla de cuentes, y como él, otros —la mayoría— sostienen
¡ verdades de color, lejos de sembrar la confu- la misma postura.
I sión y el escepticismo, promovería un equili- Así, Getzcls distingue dos tipos diferentes de va-
brio s u p e r io r... He aquí la escuela cosmopo- lores. Por un lado, aquellos "que orientan la con-
lita, sin dogmas ni prejuicios; la escuela que ducta cotidiana", a éstos los llama "valores secu-
neutraliza, concilia y acomoda el bien con el lares"; por otro, "los que representan al credo
mal hasta conseguir la unidad laica de la indi- democrático", a los cuales llama, "valores sagra-
ferencia, la indefinición absoluta, la elastici- dos"; ' y Kilpatrick, por otra parte, habla de " i n -
21
; dad normativa; el todo está permitido siem- culcar un fervor y fe moral en la Democracia". Se 30
pre que el buen éxito corone la empresa. Por- ha producido una visible traslación de valores, por
que para Dewey los principios y las ideas son la cual un sistema gubernativo, una modalidad po-
siempre negociables, en la misma forma que lítica, un "estilo de vida" —si se quiere— es con-
un comprador y un vendedor convienen u n
precio acomodado, cabe negociar las religio- '-» C E T Z E L S , J. W . : The Acquisition of Valves in School
nes, las nacionalidades y las filosofías encon- and Society. E n : F . S. Chace y H . A. Anderson eds. The
High School in the New Era. Univ. of Chicago Press. 1 9 5 8 ,
tradas". 28
p. 1 4 9 .
3 0 K i E P A T B i c K , W . H . : Group education for a democracy.
New York. Association Press. 1 9 4 0 . Cit. por L U Z U H I A G A , L . :
GENTA, J. B.: Acerca de.. . Ob. cit, p. 112. Ob. c i t , p. 9 5 ,
La Pedagogía contemporánea 83
82 Vigencia y pérdida de la identidad escolar
chable militancia antidemocrática— lo han recono-
vertido en dogma, al que se adhiere sin reticencias cido.
ni paliativos.
Quiere decir entonces, que una enseñanza que "Decíamos «Democracia» como rezando, y
declara innecesarios los dogmas y que se desentien- poco después, la nación más grande de Europa
de del aspecto religioso, no titubea en sacralizar votó mediante métodos perfectamente demo-
un elemento político-jurídico, confundiendo su je- cráticos la entrega del poder a sus propios
rarquía con el de las negadas categorías teológico asesinos. Venerábamos la voluntad de las ma-
metafísicas. sas, y su voluntad resultó ser la muerte y la
Este gran mito insertado en la vida educativa propia destrucción.. . Nuestro liberalismo nos
nació y ha crecido, al amparo de circunstancias hizo cómplices de los tiranos y los opresores,
históricas conocidas: el horror por las experiencias nuestro amor a la paz invitaba a la agresión
totalitarias y el afán de preservarse de ellas. Sin y conducía a la guerra." 31
del mundo a la barbarie roja?, ¿o no fue la Demo- que la Democracia actuará como "talismán mágico
cracia la que posibilitó en Rusia, Polonia, Hungría,
Eslovaquia, Vietnam o América el predominio des-
KOESTLER, A.: Flecha en el Azul. Bs. As., Emecé.
pótico de la hoz y el martillo?
3 1
1953, p. 268.
No es una apreciación subjetiva. Nada menos 3 2SAUVY, A.: Los mitos de nuestro tiempo. Nueva Co-
lección Labor S. A. Barcelona, 1 9 7 2 , cap. 2 2 , pp. 2 7 7 - 2 9 1 .
que personajes como Arthur Koestler —de insospe-
84 Vigencia y pérdida de la identidad escolar La Pedagogía contemporánea 85
ayudando a un pueblo a ordenar y resolver los neja, está llena de ambigüedades y equívocos y ya
problemas de la cooperación, sucesiva y sistemáti- vimos a qué conduce en la práctica.
camente". * 3
Educar es también u n acto de justicia. Darle al "La democracia, según estos autores, com-
educando lo que su condición de persona exige y prende la suma de las libertades individuales.
necesita. La educación orientada hacia la democracia
será una educación para el ejercicio de aque-
"La problemática científica en Política E d u - llas libertades individuales. Ahora bien: tales
cativa —dice García Vieyra— tiene que entrar libertades tendrán como finalidad, de suyo:
por ese camino. Ver lo que sea justo; otra la prosperidad, la riqueza, el confort de los
cosa es andar por caminos arbitrarios. . . lo individuos y de la sociedad. Promoción de l i -
primero es —no puede ser otra cosa— ver la bertades: actos humanos sin trabas morales
j u s t i c i a . . . Puede haber una injusticia con para el éxito y la r i q u e z a . . . En resumen, un
respecto a los educandos cuando el educador naturalismo social y pragmatista.. .
no les da todo lo que les debe." 34
En la educación para la democracia la ver-
dad no tiene ningún valor o tiene un valor de
La educación para la democracia tal como la con- medio para reorganizar las experiencias con
ciben sus propulsores no satisface este requerimien- vista a un mayor rendimiento. E n la educa-
to. En principio, porque el contexto inmanentista ción democrática se quiere interpretar el pro-
en que se inscribe no colma la totalidad del hom- greso económico y la evolución del mundo
bre, omitiendo justamente su aspecto más impor- moderno. Con un criterio historicista de la
tante y sustancial. moral, es el mundo moderno el que da la nor-
La preparación para la vida política, sin duda ma de la vida moral. Y si el mundo moderno
finalidad importante de la escuela, no es la prepa- se define como un mundo de placeres y de
ración para una forma de gobierno, ni puede des- riqueza, esto constituye la norma de vida en
ligarse de la ética, ni de la formación moral general. la vida moral de los h o m b r e s . . . Dar a la en-
La auténtica formación política exige un marco señanza una, orientación político-social con una
axiológico que no es el que reconoce y promueve finalidad bien definida de prosperidad econó-
la actual pedagogía. mica, no resulta pedagógico en el ambiente
Pero además, la idea de democracia que se ma- formativo de una escuela...
L a escuela que comentamos suscita las l i -
3:1 MAYO, E . : Problemas sociales de una civilización in- bertades individuales en orden a la riqueza y
dustrial. YA. Nueva Visión. Col. Teoría e Investigación en el progreso. E l alumno encuentra entonces que
las ciencias del hombre. Bs. As., 1977, p. 12.
8 1 GARCÍA VIEYRA, A. O . P.: Política Educativa. L i b .
tiene derecho a poner cualquier acción libre
Huemul, Bs. As., 1977, pp. 32, 37. (que es un derecho) en orden al progreso y
86 Vigencia y pérdida de la identidad escolar
La Pedagogía contemporánea 87
la r i q u e z a personal. L u e g o es u n a enseñanza
q u e t i e n d e a e l i m i n a r todos los obstáculos q u e m á s , n o está capacitado. E l m i s m o G a r c í a H o z n o
p u d i e r a n interponerse en e l c a m i n o d e l éxito p u e d e e v i t a r esta excesiva confianza, t a n m o d e r n a ,
m u n d a n o , y si el p r ó j i m o se i n t e r p o n e sería e n las facultades d e l a l u m n a d o , y después de p r o p i -
e l i m i n a d o , a pesar de los consejos s o c i a l e s . " 35
ciar su a c c i ó n d i r e c t i v a y o r d e n a d o r a parece a d -
vertirnos sobre la v u l n e r a b i l i d a d de l a p r o p u e s t a
N o queremos con estas objeciones negar los v a - diciendo:
lores positivos q u e u n auténtico espíritu d e m o c r á -
tico p u e d e a p o r t a r a la e d u c a c i ó n ; pero ese a u t é n - " E v i d e n t e m e n t e h a y u n riesgo en la p o s i b i -
tico espíritu d e m o c r á t i c o , q u e el M a g i s t e r i o de la l i d a d de q u e los escolares t o m e n decisiones
Iglesia puso de r e l i e v e , nada t i e n e q u e ver con
30
q u e afecten a su p r o p i a a c t i v i d a d y a la de sus
la c o n c e p c i ó n l i b e r a l marxista, de suyo n a t u r a l i s t a c o m p a ñ e r o s . . . Pero t o d a e d u c a c i ó n es u n
y a n t r o p o c é n t r i c a , q u e se enfatiza a d i a r i o , n i es riesgo q u e n o se p u e d e e l u d i r sin q u e la e d u -
en aras de ella q u e se ha de organizar la Escuela, c a c i ó n m i s m a desaparezca. L a v i d a m i s m a es
l a c u l t u r a y la v i d a c i u d a d a n a . u n riesgo en l a m e d i d a e n q u e es h u m a n a . " "
T a l p r e e m i n e n c i a de la D e m o c r a c i a ha c o n d u c i -
d o a u n r e d i m e n s i o n a m i e n t o p e d a g ó g i c o de l a r e - E n r e a l i d a d , el a r g u m e n t o , tiene más f u e r z a l i -
lación a l u m n o - m a e s t r o , de alarmantes perspectivas, t e r a r i a q u e p e d a g ó g i c a . Si los alumnos p u d i e r a n
y de consecuencias nada saludables. Este r e d i m e n - ordenar, y o r d e n a r f r u c t í f e r a m e n t e las actividades
s i o n a m i e n t o c o n f i g u r a , t a l vez, u n o de los rasgos p l a n i f i c a d a s p o r e l maestro, serían más docentes
más discutibles de la nueva p e d a g o g í a , y n o obs- que discentes y de u n a m a d u r e z extemporánea. Pe-
tante es el más aceptado y p r a c t i c a d o . ro si la v e r d a d es q u e el o r d e n a m i e n t o y dirección
Se t r a t a de u n d e s p r o p o r c i o n a d o e n g r a n d e c i m i e n - no p u e d e n plantearse sin riesgos, n o nos parece
t o de la i m p o r t a n c i a d e l a l u m n o , de su c a p a c i d a d p r u d e n t e correrlos c u a n d o l o q u e está en juego es
a u t o e d u c a t i v a y de su disposición a la m a d u r e z . la f o r m a c i ó n de almas humanas. L a cuota d e es-
Paralelamente, se desdibuja l a a u t o r i d a d y la nece- fuerzo y a v e n t u r a q u e c i e r t a m e n t e nos ofrece l a
s i d a d d e l maestro. M a e s t r o y a l u m n o se n i v e l a n e v i d a , no p u e d e provocarse en cuestiones t a n tras-
i g u a l a n . A l p r i m e r o se le p i d e q u e d i l u y a y esfume cendentales, p o r l o menos, sin atenerse luego a l a -
su presencia, q u e c o m p a r t a su a u t o r i d a d y co-go- mentables consecuencias.
bierne. A l a l u m n o se l e c o n f i e r e n potestades y a t r i - L a raíz de t o d a esta situación debe buscarse en
butos q u e no le corresponden y p a r a las q u e , ade- esa "idolatría p e d a g ó g i c a d e l n i ñ o " de la q u e ha-
b l á b a m o s . M a r i t a i n l a l l a m a " a d o r a c i ó n psicológica
del s u j e t o " . 38 E l a l u m n o se ha c o n v e r t i d o p a r a m u -
3 0 GABCÍA VIEYHA, A. O. P.: Política . . . Ob. c i t , pp. 41,
42, 43, 46 y 47. s í GARCÍA HOZ, V.: Educación Personalizada. Ed. Miñón
Véase: L E Ó N X H I : Graves de communi (18-1-1901);
S. A. Valladolid. 3? ed., 1977, p. 67.
3 0
chos en el eje despótico de la enseñanza. La Nueva más alta y sólida valorización del maestro y
Pedagogía, al centrar su atención sobre el educan- de su obra, y al mismo tiempo una gran señal
do, creyó hacer una revolución, y así llamó a ese de responsabilidad. E l maestro es una verda-
"giro copernicano". Pero lo cierto es que la revo- dera causa. Si no se expresa por entero, es de-
lución no consistía en nuclear la educación en el cir en toda la medida en que fue llamado por
alumno, pues ésta es la idea que anima a los edu- Dios para expresarse, queda alguna cosa i n -
cadores desde siempre, sino en radicalizar esta cen- completa en los discípulos, en el mundo, en
tralidad al extremo de creer que el alumno es auto- la historia, y consiguientemente en el mismo
formable, autoevaluable y autogobernable. maestro." 39
la crítica. Ahí debe estar el maestro, suscitando autoridad y mando deba promoverse entre el alum-
seguridad y confianza, estímulo y correctivos. No nado como una educación de la responsabilidad.
una presencia obnubilante y apabulladora, sino se- Lo mismo podría decirse con respecto a la auto-
rena y natural. imposición de normas disciplinarias y sanciones;
pero es de un utopismo o demagogia extremas
Puede ser que, en determinados momentos y n i -
homologar tales actividades entre los profesores y
veles, sea conveniente que el alumno crea que está
los alumnos, o entregar a éstos, per se, el gobierno
solo frente a la materia, solo frente al objeto de
de una institución o programa escolar.
Este afán paidocrático alcanza por momentos el
4 1 K E Y , H . : El siglo del niño. Bs. As. L a Lectura S. A. absurdo. Negado el Pecado Original, el hombre
Cit. por LUZURIACA, L.: La pedagogía. . . Ob. cit, pp.
18-19.
4 2MONTESSORI, M . : Manual práctico del método Mon-
tessori. Barcelona, 3» ed., 1939. Cit. por LUZURIAGA, L . : L O * LAFOURCADE, P. D . : Planeamiento, conducción tj eva-
3
educación. .. Ob. cit., p. 69. luación de la Enseñanza Superior. E d . Kapelusz. Bs. As.,
1977, p. 17,
92 Vigencia y pérdida de la identidad escolar La Pedagogía contemporánea 93
rousseauniano pasa a ser el niño bueno, pronto a exanimación que se haga de la relación enseñanza-
autoimponerse orden, disciplina, intereses, móviles aprendizaje y que proceda de los alumnos, debe
y aprendizajes. Quienes ejerzan o hayan ejercido conservar un estricto sentido de los límites, mar-
la docencia —sobre todo en ciertos ambientes con- cado por la subordinación y la obediencia. Y esto
flictivos— no podrían evitar la mordacidad ante no es autoritarismo, sino práctica educativa de la
ciertas consideraciones y presupuestos de métodos autoridad; porque el maestro que promueve la crí-
como el Montessori o el Dalton. La utopía se su- tica y luego pierde el control sobre quienes la emi-
pera a sí misma, llegando a límites de dudosa se- ten no está comportándose precisamente de manera
riedad. Las prescripciones disciplinarias de ciertas pedagógica.
técnicas grupales y procesos de interacción, se en- Pero la visión de Oeser y tantos otros, da la
cuadran en la misma modalidad. impresión de que el maestro debe ser colocado en
Así, Oeser, cree que la condición de eficacia para el banquillo de los acusados. Allí los alumnos lo
todo aprendizaje es "la discusión entre iguales", y criticarán "objetivamente", permitiendo de este mo-
eme en el curso de este proceso el mismo (el maes- do mejorar el aprendizaje. Todo será en u n clima
tro) debe aprender a tolerar la crítica y a examinar tolerante, permisivo, cordial, indulgente, democrá-
objetivamente sus propias virtudes y debilidades". 11
tico . . . inverosímil, agreguemos con realismo.
Toda actividad se ve beneficiada por la crítica Tal como alguna vez se propuso, la organización
y el examen objetivo; ejercicios que deberían tener de esta nueva escuela:
incluso cierta regularidad. 'Pero en el caso de la
actividad docente es preciso aceptarla bajo ciertas "Sólo puede hacerse en la forma de comu-
nidades libres en las eme participan por igual
condiciones.
maestros y alumnos, no habiendo separación
En primer lugar, mucho importa al maestro el
ni división entre ellos. Unos y otros se agru-
juicio de sus alumnos, hasta diríamos eme de él
pan espontáneamente, eligen sus representan-
depende en gran medida su propio perfecciona-
tes y deliberan sobre asuntos comunes".
miento, pero el juicio de los alumnos no debe
15
La notoria difusión que otrora tuvo este libro No hace falta ser muy memorioso para advertir
en el ambiente docente, como asimismo la vigen- que éste era en sustancia el planteo del peronismo
cia de la que aún goza entre quienes estudian o en 1973, cuando junto con todas las gamas de la
enseñan carreras científico-educacionales, obliga a izquierda revolucionaria bregaba por un "ingreso
una consideración especial, sobre todo, dada la re- irrestricto", y "una Universidad llena de obreros y
lación con los temas que venimos tratando.
campesinos"; esto es, simplemente, llena, masifica-
Cuatro son los puntos fundamentales en que po- da, abierta a "la totalidad de la población". Tam-
dría sintetizarse: bién entonces, los argumentos se apoyaban en la
inevitabilidad de las tendencias sociales, siendo
Perón mismo un reiterativo cultor de la omnipo-
4 6Para un análisis de los efectos que estas característi- tencia de la evolución de los tiempos. Es innece-
cas modernas han causado en el nivel universitario, véase: sario comentar los resultados de esa política.
RANDLE, P. H . : ¿Hacia una Nueva Universidad? Eudeba.
Col. Ensayos, 1968. Las puertas de la enseñanza secundaria y las
GONZÁLEZ RIVERO, J . R.: "Formación docente en la
posibilidades de la superior deben abrirse, por su-
4 7
asentarlo en convicciones filosóficas serias que le alumnos, sobrevaloración del niño, reducción del
permitan iluminar y resolver con grandeza hasta el papel del adulto, economieismo y tecnicismo.
más ínfimo de los problemas cotidianos. Por el con- E l espectro es amplio, pero el desenlace uno
trario, hay que inundarlo de praxis socioeconómica, solo; porque tales principios únicamente pueden
de actividad socializada, de acción utilitaria. E n la conducir, están conduciendo, a la quiebra comple-
nueva Escuela, "el trabajo en grupo y la discusión ta de la educación.
socializada tendrán vigencia efectiva", habrá "mo-
tivos permanentes de discusión crítica". " E l do- 55
Piénsese —son sólo ejemplos— en el homenaje a "El con que la prensa comunista recomienda la lectura
Capital" en su centenario (1966), o en el asilo que de sus documentos. 10
Bs. A s , s/f.
moderna", bajo la dirección de Maxwell S. Stewart, y "Las
5B U E Z I N A , F . : La amenaza de la UNESCO. Veterans of razas de la Humanidad" de Welfish y Benedict. E n cuanto
Foreign Wars Enemistas, California, U . S . A , 1952. a los agentes marxistas, recogemos los nombres d e : A l p e n -
6 S H A F E R , P. W. y S N O W , J. I I . : El giro de las mareas. fels, Powdermaker, I I . Shapley, M . Starr, A . Rosenberg, etc.
L o n g House I n c . N e w York 17, 1953. Véase al respecto: W H E E L E R , J . M . : Los Estados Unidos,
7 V é a s e : Découvertes. N . 92. Año 1972, p . 75. Rvta. nación cristiana, U.S.A. 1955. State D e p a r t m e n t P u b l i c a t i o n ,
franco-portuguesa d i r i g i d a por J. H a u p t . 3931 (55c. Goverment P r i n t i n g O f f i c e ) , y : A m e r i c a n L e -
8 JULIÁN HUXLEY es autor de: UNESCO: su propósito gión. National Public Relations División. 1608. K . Street,
y su filosofía. Public A f f a i r s Press, W a s h i n g t o n , D . C . 1948, Washington, D . C .
y de ¿Qué me atrevo a pensar? Chaffo & W i n d u s , 1931;
obras a las que remitimos. Con respecto a M ' B o w y su 1 0Sirva de ejemplo, el periódico comunista: Guardián de
trabajo; Nuevo expediente, África, puede consultarse a: Melbourne, que recomendaba a sus "camaradas lectores" la
S O U S T E L L E , J.: Carta abierta al Tercer Mundo. Emecé, lectura de El Correo de la UNESCO "revista mensual digna
1973. de amplia difusión" (edición del 28-5-1959).
La concepción educativa de l a U N E S C O 107
106 Vigencia y pérdida de la identidad escolar
Ninguna de estas ideas pedagógicas es original
las madres de "la esclavitud biológica", son nor- 11 de la UNESCO. Los conceptos que estamos citan-
mas que se repiten insistentemente en sus publica- do tomados directamente —conviene recordarlo— de
ciones oficiales; 'pues es "deplorable" que se trans- publicaciones oficiales, no hacen sino parafrasear
mita de padres a hijo " u n estrecho espíritu de las enseñanzas de Marx en el Manifiesto y en su
familia" que sólo contribuye a una "esclerosis men- Tesis sobre Feuerbaeh; de Engek en El origen de
tal". -' 1 la familia, la propiedad privada y el Estado, de
A tales efectos, se propone la obligatoriedad no Lenín en ¿Qué hacer?; de Blonski y Mákarenko 18
sólo de los jardines de infantes y preescolares, sino o más recientemente de autores marxistas como
de las llamadas escuelas maternales y guarderías Sufomlinski o Mendel y Vogt.-
10 a
"para casi recién nacidos", ya que se considera "más Tamaña destrucción del Orden Natural, vulne-
apropiado poseer un trabajo remunerado que dedi-
rando uno de sus pilares que es la integridad de
carse al cuidado de la prole". L a educación de los
33
la célula familiar, la patria potestad y el derecho
niños en edad preescolar es u n supuesto esencial
de toda política educativa y cultural". "Hasta las 14
a la libre educación de la prole, sólo podría lograr-
cercanías del siglo xx, la educación era dada prin- se mediante el adoctrinamiento coactivo de los pro-
cipalmente por las familias, institutos religiosos pios padres; por eso se dice sin escrúpulos que
"Hoy esas responsabilidades incumben esencialmen- hay que conseguir.
te a los poderes público, al Estado". 15
métodos totalitarios del nazismo y del facis- de impunemente el insoslayable atributo paterno,
mo, de que se adueñara el Estado del niño transfiriendo sus funciones a organismos especiali-
desde la edad de siete años, de la sumisión zados.
brutal impuesta a las familias.. . Pero desde Pero no es sólo un derecho inviolable c instrans-
entonces las cosas han cambiado m u c h o . . . A ferible el que se trasgrede, sino un deber, una exi-
medida que los deberes, las responsabilidades gencia, una obligación especialísima, pues para los
y los compromisos financieros del Estado se padres la educación de sus hijos es también un
desarrollan, su control y su política se impo- deber de estado, deuda y responsabilidad que de-
nen. ben saldar; acto de justicia fundamental, cuya eva-
. . . A menudo los padres están ciegos (en sión no puede fomentarse coercitivamente con la
cuanto a las aptitudes e inclinaciones de sus omnipresencia estatal.
h i j o s ) . . . por esto conviene informar plena- Junto con la familia, la idea de Patria, el senti-
mente a los padres acerca de las aptitudes de miento de nacionalidad es otro de los grandes obs-
sus hijos, de la orientación que parece más táculos que la concepción educativa de la UNES-
adecuada.. . " . 23 CO impone sortear. E l fin propuesto insistentemente
no es otro que el internacionalismo, un orden mun-
Nótense cuidadosamente los términos de este pa- dial esencialmente economicista, técnico y pragmá-
saje. tico.
La ya citada obra Hacia un entendimiento tnun-
2 - FAUHE, E.: Apprende . . . Ob. cit, p. 216.
2 3 En: Le Droit á L'Education. UNESCO. París, 1968,
pp. 88, 89. CREUZET, M.: La UNESCO... Ob. c i t , p. 22.
110 Vigencia y pérdida de la identidad escolar
La concepción educativa de la UNESCO 111
dial previene sobre la actitud de los padres que
suelen trasmitir a sus hijos "el aire envenenado del ni a estimular la necesaria solidaridad entre los
nacionalismo... u n sentido exagerado de la i m - países; como tampoco, en relación a la familia se
portancia y belleza de su propio país". 20 limita a sugerir las conveniencias de abrirse a otras
instituciones, o de contrarrestar cierta proclividad
"Estamos al comienzo de un largo proceso a enquistarse; si así fuera, podrían aceptarse sus
para derribar los muros de la soberanía na- intenciones.
cional . . . E n ese proceso la UNESCO puede L o que queda en claro es que a la concepción
—y ciertamente debe— ser el adelantado". Se 20 educativa de la UNESCO le molesta tanto la filia-
requiere u n engranaje m u n d i a l . . . L a educa- ción carnal del hombre, como su filiación histórica.
ción, en resumen, tiene la obligación urgente Es la Patria y el Hogar lo que se ataca, lo que se
de preparar ciudadanos del mundo. Hay que 27 mediatiza y diluye, lo que parece estorbar a los
preparar a los hombres y a los pueblos para ideólogos de una "educación permanente", que se
"transferir la soberanía íntegra de las naciones llama así, pero no hace sino negar los reales y legí-
a una organización mundial". "Enseñad las
28 timos vínculos de permanencia, sin los cuales los
actitudes que finalmente darán por resultado hombres ya no existirían como tales.
la creación del Gobierno Mundial para el pue- Educar es precisamente afianzar aquellos valores
blo, del pueblo y por el pueblo". " E l con- 20
que hacen a la realización y a la plenitud de las
flicto central de nuestra época está entre el personas y éstas no se plenifican n i se realizan con-
nacionalismo y el internacionalismo, entre el virtiéndose en "ciudadanos del mundo", n i ahogan-
concepto de muchas soberanías nacionales y do el señorío sobre todo lo propio en una informe
una sola soberanía mundial". 30
y utópica "soberanía mundial".
Sin familia y sin Patria —y como ya veremos sin
Es evidente que la acción de la UNESCO no se Dios n i vida religiosa— comienzan a erigirse los
circunscribe a corregir los excesos del chauvinismo, sucedáneos con valor absoluto; entre ellos la De-
mocracia y la sociedad futurista adquieren especial
dimensión.
25 Hacia un entendimiento . . . Ob. c i t , vol. V, p. 57.
2 0 Discurso pronunciado por William Berton el 23-9-1946, "La Democratización de la educación no es
en la primera reunión de la Comisión Norteamericana para
la UNESCO. posible más que a condición de liberarse de
27 Hacia un entendimiento . .. Ob cit., vol. I V . Las Na- los dogmas y usos periclitados... explicacio-
ciones Unidas y la ciudadanía mundial. nes abstractas de principios pretendidos uni-
2 8 H U X L E Y , J . : UNESCO: Su propósito y su filosofía.
Public Affairs Press. Washington, D. C , 1948. Ob. cit., versales"." " E l futuro de nuestras sociedades
1
da p e r m a n e n t e , n i siquiera l a m i s m a u t o p í a . . . ? ;
tusiasme demasiado c o n ellos; su u t i l i d a d a r q u e -
¿cuál será entonces l a misión de l a Escuela y d e l
típica es t a n pasajera y h u i d i z a c o m o t o d o l o h u -
hombre?, ¿sobre q u é cimientos levantar l a v i d a si
m a n o , sometida a l f l u j o y a l r e p l a n t e o p e r m a -
n i n g u n o tiene más i m p o r t a n c i a q u e l a de d a r paso
nente. E n v e r d a d , n o sirve ningún m o d e l o , y ape-
a o t r o , y así i n i n t e r r u m p i d a m e n t e ?
nas h a l l a d o o p r o p u e s t o a l g u n o , su v a l o r desapa-
N o es s i m p l e m e n t e una c o n c e p c i ó n de l a escuela
rece p a r a d a r paso a o t r o , y así sucesivamente.
lo q u e d e r r i b a l a U N E S C O , n o es ú n i c a m e n t e u n
Y esta fluctuación incesante, esta carencia esen-
afán p e d a g ó g i c o ; es el m i s m o O r d e n N a t u r a l y e l
cial q u e hace d e l h o m b r e u n desarraigado, se con-
Sobrenatural l o q u e p i e r d e s i g n i f i c a d o y consisten-
v i e r t e en l a f i n a l i d a d y en e l deber ser de l a
cia. Y es lógico q u e , f r e n t e a este desierto m e t a f í -
educación. Es l a "revolución c u l t u r a l " , medio y
12
sico d o n d e n o h a y l u g a r p a r a l a contemplación, n i
o b j e t i v o de los planes previstos.
para l a a c t i t u d c u l t u a l , sea
" C a d a u n o d e b e r í a ser c o n d u c i d o a n o e r i -
" l a praxis l o q u e constituye l a f u e n t e más i m -
g i r s i s t e m á t i c a m e n t e sus creencias, sus con-
p o r t a n t e d e l proceso e d u c a t i v o " . 11
vicciones, su visión d e l m u n d o , sus costumbres
y usos en modelos o reglas válidas p a r a todos
U n a praxis q u e cada v e z más t e n d r á e l c a r á c t e r
los t i e m p o s , todos los tipos de civilización y
l é c n i c o - m e c á n i c o d e l a n u e v a e r a electrónica. D e
todos los modos de existencia". L o i d e a l es
ahí q u e
" l a investigación d e verdades nuevas, l a trans-
f o r m a c i ó n de los presupuestos f u n d a m e n t a l e s
" l a e d u c a c i ó n —prescribe l a U N E S C O — se
de l a suerte de los h o m b r e s " .
c o n v i e r t e e n u n sistema c i b e r n é t i c o c o m p l e j o ,
13
¿ Q u é es l o q u e p u e d e construir este r e l a t i v i s m o
m e t ó d i c o y sistemático?; ¿ Q u é es l o q u e e d i f i c a y Esta praxis u l t r a m o d e r n a no conoce fronteras. N o
la detiene l a i n t i m i d a d n i e l p u d o r , n o l a l i m i t a n
1 1 Tendances. .. O b . cit., p. 4 1 . los secretos d e l a l m a .
1 2 Esta idea aparece —bien mencionada o desarrollada—
en las principales publicaciones de la U N E S C O de los úl- " E l h o m b r e —comenta c o n razón E . C a n -
timos años. Para un análisis de su verdadera dimensión,
tero— pasa a ser u n m e r o i n s t r u m e n t o q u e
véase: P H I T O D , A . : La revolución cultural en la Argentina.
C r u z y Fierro ed. Bs. As., 1 9 7 7 , 2 * ed.
* 3 F A U R E , E . : Apprende. . . O b . cit., pp. 1 7 0 , 1 8 6 . 1 1 FAURE, E . : Apprende... O b . cit., p. 1 2 .
1 5 Idem ant., pp. 1 3 3 y 1 2 2 .
L a concepción educativa de la U N E S C O 117
J 16 Vigencia y pérdida de l a identidad escolar
trolar no sólo los resultados de la actividad mente, hay que terminar con "el peso de dog-
mental, sino también su desarrollo". 48
mas y de usos superados". 63
Así, sin eufemismo alguno, la UNESCO plantea L a tarea importante que le incumbe a "la nueva
educación" es "aumentar y mejorar la productivi-
la necesidad del lavado de cerebro, y justifica la
utilización de los mismos recursos que emplean las
Véase el trabajo de C O R B I , G . D . : " L O S psiquiatras en
Spetsbolnitsij o clínicas psiquiátricas soviéticas, de
1 0
4 7 F A U R E , E . : Apprende. . . O b . cit., p. 1 2 5 .
F A U R E , E . : Apprende... O b . cit., p . 13,
4 8 Idem ant. 5 3
118 Vigencia y pérdida de la identidad escolar La concepción educativa de la U N E S C O 119
dad, hacer cambiar progresivamente la actitud, y Todo ha sido suficientemente explicitado como
acelerar el desarrollo". 54
para abrigar alguna duda. Ese hombre que n i si-
Es imperioso que quiera posee naturaleza de tal, que carece innata-
mente tanto de humanidad como de facultad re-
"la ciencia y la tecnología lleguen a ser los
flexiva, ese hombre sin filiación carnal, histórica
elementos omnipresentes y fundamentales de
ni divina, ese mero manojo de reacciones controla-
toda empresa educativa", hasta conformar un
bles y condicionables, ese instrumento del cambio,
"espíritu científico" que "es lo contrario del
es toda la fórmula que se le ocurre a la más alta
espíritu dogmático o metafísico"."
autoridad educativa mundial; el tipo humano pro-
puesto a las próximas generaciones. Y —tal vez sea
Vuelve a quedar clausurado así, abruptamente,
esto lo más trágico o lo más cínico— se pretende
todo resquicio cultual o contemplativo, toda aper-
hacerlo todo en nombre de los derechos del hom-
tura al mundo de lo sacro, en donde el hombre
bre, de su dignidad y prerrogativas.
alcanza la mejor expresión de su ser.
No habrá auténtica Educación Nacional, n i se
Un hedonismo llanamente propuesto es el f i n per-
podrá contar con ella para cimentar la grandeza
seguido. Considerada como "un bien de consumo
argentina, en tanto la Política Educativa en un acto
y de producción", " la educación, procurará el má-
6
de reparación y de preservación insoslayable, cor-
ximo disfrute de los bienes temporales, contribu-
te los vínculos ideológicos y estructurales con la
yendo al aumento de la producción y el desarrollo.
UNESCO y sus funestas orientaciones.
El tipo de hombre adecuado a ello es el antimeta-
físico, el espíritu "científico", dialéctico y antidog-
mático; el hombre subhumano y bestializado.
Por eso, no sorprende que se haya podido escri-
bir desde el Correo de la UNESCO que
5 5 Tendances á . . ., p. X X X .
R>0F A U B E , E . : Apprende . . . O b . cit., p. 9 1 .
6 7A S H L E Y M O N T A C U , M . F . : Artículo publicado en El
Correo de la UNESCO, febrero de 1 9 5 3 . Cit. por E W E L , M . :
La ONU... O b . cit., p. 7 7 .
VIL PIAGET
" . . Ja imposibilidad de conciliar un cierto Y decíamos que esa proyección es indebida porque
número de dogmas con la Biología".. . "des- no se puede homologar la plenitud óntica del or-
de ese momento (se refiere a sus conversa- den humano con el ámbito de las especies natu-
ciones con Samuel Cornut) me permitió ver rales, ni es posible convertir al cosmos físico con
en la Biología la explicación de todas las co- sus leyes y a los hábitos mentales que genera su
sas, incluso del propio espíritu.. . Eso me estudio en criterio epistemológico o metodológico.
hizo tomar la decisión de consagrar mi vida Este dominio de lo positivo constituye un impru-
a la explicación biológica del conocimiento".' dente desorden, pues no todo ha de ser manipulado
y analizado —menos aún psicoexperimentalmente—
Hay pues, un monismo gnoseológico que reduce como en el área de las Ciencias Naturales. Mari- 9
toda la realidad a la pequenez de la óptica bio- tain ha señalado con justeza los riesgos de este
zoológica y que proyecta indebidamente proceder. "La falla esencial... es etender a la uni-
versalidad del saber humano lo que sólo es válido
"los hábitos mentales que había adquirido con en un sector particular de é l . . . La magna lección
la zoología a la experimentación psicológi- de Santo Tomás de Aquino nos recuerda: es un
ca", pues el objetivo "era descubrir una es-
4
Concebir y explicar al hombre desde la biología "en el que busco demostrar —dice su autor—
es un lamentable error de hondas repercusiones, que el único «conocimiento» es aquel que pue-
principalmente si de educación se trata. Porque el de ser verificable". "La filosofía no llega a
13
hacer de los hombres sólo se comprende por el ser ser un saber propiamente dicho provisto de
del hombre, pero el ser del hombre —su condición las garantías y modos de control que carac-
de persona— sólo se comprende por el ser de Dios. terizan a eso que se llama el conocimiento". 14
De allí que los antiguos —pensamos por ejemplo "El sujeto mismo en tanto existe y cada uno
en la Paideia griega— ponían especial énfasis en de nosotros, somos los creadores de nuestra
remarcar los orígenes divinos. E l Principio, como propia totalidad. Entonces, ¿para qué necesi-
enseñaba Aristóteles en la Política, no era la mera tamos filosofía? En segundo lugar, las coordi-
iniciación en el tiempo, no era una cuestión cro- naciones entre las disciplinas, coordinación
nológica sino teológica. E l Principio era la Per- multidisciplinaria que cada vez es más rica
fección, el esplendor del ser acabado, modelo y y más espontánea, nos hace preguntar de nue-
modelador, cuya contemplación se proponía como vo: ¿para qué la filosofía? Ese sujeto existe
auténtico ejercicio educativo. y cuanto más informaciones objetivas sobre
Bien lejos de esta actitud, por cierto, Piaget re- sí mismo le damos, mayor es el favor que se
pite con Claparéde que le hace". 15
"a todos los futuros educadores, así como a No es que Piaget niegue los méritos de la Filo-
los padres de familia, se les debería dar una sofía dentro del espectro cultural. Más aún,
enseñanza de investigación y trabajos prácti-
cos en psicología animal". 11 "todo hombre que no haya pasado por la f i -
DOntra l a v i d a c o n t e m p l a t i v a , y contra l a n a t u r a -
L o grave de este vacío metafísico es q u e l a a n - l i z a m i s m a d e l acto docente, q u e i m p l i c a el uso
tropología q u e se v a p e r f i l a n d o —heredera d i r e c t a de las m á q u i n a s de enseñar. V o l v e r e m o s más ade-
de la q u e e l a b o r a r o n Rousseau y Spencer— n o v e lante sobre este aspecto. 24
Pero es más, Piaget atribuye a la inteligencia 1 la evolución biozoológica. Por eso no tiene dificul-
que es propio de la voluntad, y desconoce que 1 liiilcs en concebir la inteligencia como
acción —producida por la voluntad aunque orde
"un músculo que a fuerza de utilizarlo se lle-
nada por la inteligencia— tiene carácter de medio
ga a perfeccionar", n i en analogarla con la
32
El paso de un estadio intelectual a otro garantí "Solo conozco el objeto, —llega a decir Pia-
el proceso homeostático con la misma precisión d get— actuando sobre él, y no puedo afirmar
nada acerca de él (ni siquiera su existencia)
ámbito mecánico.
antes de esta acción". 41
turbación. El modo más efectivo de compenj l'"i ronsiguiente, el punto de partida debe ser lo
sación es precisamente aquel que logra hac • 111«• electivamente es para nosotros el comienzo del
asimilable el elemento inicialmente perturb iiiimcimiento: res sunt... res sunt, ergo cognosco,
dor"." 8 H " sum res cognoscens". 12
yamos a los siguientes textos. 1,1 A E B L I , H . : Ob. cit., pp. 101-110. Conviene indicar aquí,
11 i i f Hans Aebli ha sido colaborador directo de Piaget, y que
*'•> PIACET, J . : Autobiografía. Ob. cit., p. 34. • «lii obra ha sido escrita, según declara el autor en el prólogo,
PIACET, J . : Psicología de la inteligencia. Ob. d i">i la sugerencia y bajo las indicaciones de Piaget, quien
i i i el Prefacio manifiesta expresamente su conformidad.
5 0
p. 173.
142 Vigencia y pérdida de la identidad escolar
Piaget 143
tructuración del pensamiento en agolpamien-
tos y en grupos móviles, permite a cada la socialización, por y en la aceptación de "múlti-
individuo adoptar multitud de puntos de vis- ples puntos de vista" del cambio constante e inin-
terrumpido. 53
ta". Piaget denomina a esta capacidad indefi-
nida de cambio mutuo entre los miembros de El espíritu maduro que nos propone Piaget re-
un grupo, la "reciprocidad de su pensamien- cuerda al "término medio" o "media aritmética"
t o . . . Los niños deberán ser estimulados y del que hablaba Durkheim; esto es, el hombre
guiados hacia el trabajo de conjunto y hacia promedio, evitando siempre los extremos y las dis-
la discusión en c o m ú n . . . socializando el es- tancias absolutas, las posiciones irreversibles e in-
tudio".52 transigentes; pero recuerda también, irremediable-
mente, al hombre tibio para quien las Sagradas
Escrituras aseguran el vómito de Dios (Ap. 3, 15).
Aun aceptando las ventajas y la necesidad de
Por eso:
que el alumno adquiera disposiciones para el tra-
bajo en común, es evidente que la sobrevaloración
de lo social —"para pensar es necesario ser vario?", "La principal meta de la educación —sos-
escribió Piaget— y la búsqueda del eclecticismo co- tiene Piaget— es crear hombres que sean ca-
mo fin, confieren a su propuesta una finalidad que, paces de hacer cosas nuevas . . . La segunda
en verdad, atenta contra la plenitud humana. meta de la educación es formar mentes que
Porque la madurez será tal en la medida que el
hombre abandone toda adhesión permanente e 8 8 A tal punto esta posición contraría e l Orden Natural
inalterable, toda intransigencia que pueda llevarlo que, "curiosamente — escribe E m i l i a Ferrciro— quien dice:
a preferir la soledad en la Verdad, al error en com- il faut se mettre á plusieurs pour réfléchir» (para pensar
(<t necesario ser varios), es un gran solitario, E S un hom-
pañía. Queda descartado pues, el quijotismo, el he- l>re cuya capacidad de penetración en los dominios m á s
roico y empinado aislamiento, por no ceder a un diversos del saber, es motivo de admiración para los es-
prcialistas que han discutido con él. « S i e n t o una necesidad
mundo enfermo de opiniones y pareceres; antes ini|)eriosa de soledad —confiesa en su Autobiografía ( O b .
bien, por intentar redimirlo con el ejemplo de su Clt., p. 31)— es esta disociación entre m í mismo en tanto
distinción y superioridad, de su renuncia a ser •.'•r social . . . lo que me ha permitido superar un fondo
permanente de ansiedad, transformándolo en necesidad de
conciliador, acomodaticio y permeable. li.iUijar». Desde hace varios a ñ o s pasa sus vacaciones en
Un planteo de esta naturaleza no tiene cabida iin.i cabana alejado de todas las vías de c o m u n i c a c i ó n , a
s 1.000 metros de altura . . . Pocos conocen la manera
en la concepción de Piaget. No sólo porque no se lio llegar a ese reducto, y el secreto es guardado celosa-
habla de Verdades Eternas —se habla simplemente (nrnte, porque Piaget, el hombre que predica constante-
de verificables— sino porque aun a las verdades mente la necesidad del trabajo interdisciplinario, es tam-
estén en condiciones de criticar, de verificar funestas secuelas. A los jóvenes "instruidos cientí-
y no aceptar todo lo que se les propone... se ficamente" esto les induce a arrojar por la borda el
debe estar capacitado para resistir, para cri- inmenso tesoro de erudición y sabiduría que con-
ticar, para distinguir entre lo que es prueba licnen las tradiciones de civilizaciones antiguas y
de lo que no lo es. En consecuencia, es nece- las doctrinas de las grandes religiones universales.
sario formar alumnos que sean activos... "Y este neofilismo —apunta Lorenz— es tanto más
alumnos que aprendan tempranamente a dis- peligroso en la adolescencia, en que se vuelve prác-
ticamente fisiológico", y entonces "lo tradicional
tinguir entre lo que es verificable y aquello
iiburre y todo lo nuevo atrae". 65
que es simplemente la primera idea que se
les ocurre". 54
Junto con este afán de novedad, Piaget propone
verificarlo todo, someterlo todo a prueba y ensayo,
«orno única garantía de progreso y seriedad. Ser
He aquí resumida, aunque con toda su fuerza, la ICtivos, resistir, criticar. Su sentido de la crítica
falacia del ideal piagetiano. No es cuestión de des- es el mismo que expresaba Kant: "Nuestro siglo
cubrir la Verdad en la contemplación, ni de obe- rs el verdadero siglo de la crítica, nada debe es-
decer y acatar las voces imperativas de la legítima l'iipar. En vano la Religión a causa de su santidad,
Tradición; menos aún de deslindar el Bien del Mal, v la legislación a causa de su majestad, pretenden
la Belleza de la Fealdad, o el trigo de la cizaña. •.nslraerse". 50
pp. 60-61.
I Idem ant., p. 90.
PIACET, J.: Psicología y Pedagogía. Ob. c i t , p. 206.
I Idem ant., pp. 76-77.
5 8
constituye verdaderamente, n i florecen l a responsa- mía insalvable que conduce —sea o no ese el pro-
bilidad y la justicia. Priman la autoridad y la obe- pósito— al enfrentamiento y a la lucha.
diencia. Es la moral "de las prescripciones y de las
E l mando y la obediencia quedan desautorizados
08
escolar tradicional".
es, prácticamente, abolir la noción de autoridad. N o
70
Por el contrario, la moral de cooperación, esen- es preciso ninguna intención especial para descu-
cialmente autónoma, supone una relación de res- brir la proyección revolucionaria de esta postura,
peto mutuo, "porque los individuos que están en nada novedosa por cierto. Si se piensa que es parte
contacto se consideran como i g u a l e s . . . y no i m - fundamental de la estrategia marxista suscitar y
plica ninguna coacción". Ya no es el deber, sino cultivar las contradicciones, oponerse a todo lo que
"el sentimiento del bien" lo que predomina. Y signifique arraigo, fidelidad, vinculación con lo su-
obviamente, "la cooperación conduce a la constitu- perior, lo eterno e indiscutible, se comprenderá
ción de la verdadera personalidad", la responsabili- mejor la insistencia de nuestras críticas y reser-
dad se ejercita, la justicia prevalece. L a autonomía vas.
y la solidaridad están por encima de la autoridad y
E l hombre de la moderna pedagogía, este self-
la obediencia. Es l a moral moderna, producida por
government, que también propuso Piaget, puede lle-
el progreso y la civilización, "la moral adulta civi-
gar a decir como aquel revolucionario ruso de fines
lizada" frente al "primitivismo" que significa la
del siglo x i x : "Nosotros somos tan independientes
heteronomía. A ella se arriba evolutivamente, co-
71
en el tiempo como en el espacio. No tenemos n i
mo a u n premio después de haber pasado por la
recuerdos que nos aten, n i herencia que imponga
expiación de la autoridad. Su conquista en el ám-
deberes... Nada romano, nada antiguo, nada ca-
bito escolar, es comparable a la que hizo la Huma-
lólico, nada feudal, nada caballeresco en nuestros
nidad al pasar "de la presión s o c i a l . . . a la libre
recuerdos. Así pues ningún remordimiento, ningún
cooperación"; por lo tanto "padres y maestros deben
respeto, ninguna reliquia puede frenarnos.
convertirse en colaboradores iguales del niño".
73
72
Nótese cómo se creó artificialmente una dicoto-, Piaget, fiel a su formación pragmática, subestima,
cuando no niega, el valor de la palabra y del cono-
n'miento especulativo en la enseñanza de la Moral.
Entonces,
0 8 Idem a n t , pp. 12-15.
8 9 Idem ant., p . 17.
7 0 Idem ant., p. 20.
7 1 Idem ant., pp. 12-22. 7 S Palabras de H E R Z E N , A . : C i t . por O U S S E T , J . : Marxis-
7 2 Idem ant., p. 25. mo y Revolución. E d . C r u z y Fierro. B s . As., 1977, p. 104.
Piaget 153
152 Vigencia y pérdida de la identidad escolar
sino principalmente el aprendizaje normativo de los
"el espíritu más moralmente libre", no será principios del Orden Natural, el cultivo de la obe-
aquel "que haya oído hablar con entusiasmo diencia y del deber, el respeto por la autoridad y la
de las realidades espirituales", sino "quien jerarquía, la tutela constante del Maestro, el ejem-
haya vivido en una república escolar". 71
plo de su palabra y de su obra, la renovada fideli-
dad a valores perennes... Es decir, exactamente
Por elevadas y verdaderas que resulten las pala- lo que niega o desconoce Piaget.
bras, por más belleza formal y sustancial que po- E n la nueva modalidad escolar, la moral será una
sean, por más que sean emitidas por una gran auto- actividad más, fruto del
ridad y arrebaten a la inteligencia sacudiéndola de
su ceguera; "confiar a los mismos niños la organización de
la clase". 77
siste el riesgo de que el maestro se interponga grado de desajuste, que todo lo que le queda al
demasiado en el curso de la discusión y susti- maestro por hacer, es esperar calladamente en u n
tuya con su juicio el de los escolares. Pero . . . rincón a que sus alumnos lo soliciten, cuidando de
el pedagogo inteligente podrá siempre pasar "pasar inadvertido", pues está visto que
inadvertido y dejar a la clase suficiente auto-
nomía". 81 "los experimentos más instructivos son aque-
llos . . . en los q u e . . . puede el niño . . . estar
separado del adulto y dar de ese modo la
medida de su capacidad para el self-govern-
8 0 ídem ant.
Idem ant. No da la impresión de que Piaget haya
8 1
ment". 82
máquinas traerá males mayores que la tristeza de "los es- H J CHURCHILL, E. M . : Los descubrimientos de Piaget y
píritus sentimentales y pesarosos" como se burlaba Piaget d maestro. Bibl. del Educador Contemporáneo. Paidós. Bs.
defendiendo los métodos de Skinner (Véase: Psicología y As., 1963, pp. 75-76. Esta obra —Piaget's Fidings and the
Pedagogía, Ob. cit., p. 90); esos, en suma, capaces de tcaclier— de Eilen M . Churchill es el desarrollo de una
engendrar discípulos que —como reflexiona el mismo Battro Conferencia auspiciada por la National Froebel Foundation,
ilc Londres, y realizada el 6 de febrero de 1960.
156 Vigencia y pérdida d e la identidad escolar
Piaget 157
historia externa, sino de una historia interna, No se puede enseñar Filosofía sin actitud con-
es una historia de contenidos . . . Hegel fusti- ii'inplativa, esto es, sin espíritu filosófico.
ga a «las superficiales concepciones corrien-
tes» que la conciben como u n «mero acopio "El espíritu filosófico —continúa Brie— bus-
de opiniones», el cual no es más que «una ca, independientemente de l o que se ha filo-
galería de insensateces» y en el mejor de los sofado a través de la historia —o a partir de
casos responde a un «mero interés de erudi- esa reflexión— una interpretación del mundo,
ción», pero que deja el problema de la ver- del hombre, de la vida, de Dios; busca una
dad, como objeto formal de la reflexión filo- respuesta fundamental a la pregunta que el
sófica —de «la razón pensante» dice Hegel— hombre se hace acerca de las cosas y de los
sin r e s o l v e r . . . acontecimientos, pero en su incidencia última
y en su último significado, y se aproxima a
"Aquí radica el valor didáctico de toda
esa interpretación cautelosamente, pero al
exposición histórica de la Filosofía: el inducir
mismo tiempo con gran rigor de espíritu, sa-
en ese fundamental planteo de la búsqueda
biendo que en esa respuesta se juega nada
de la verdad. E n la medida en que se encare
menos que el sentido del mundo y de su pro-
la exposición de filósofos y sistemas de esta
pia existencia. Pero su cautela está acuciada
manera, se convierte la historia de la filosofía ¡
por aquella «admiración» que Aristóteles si-
en una disciplina filosófica; pero ya estaría-
tuaba en el inicio del filosofar y que Santo
mos, entonces, dentro del espíritu filosófico". !
Tomás colocaba también en el origen de la
1
r l poesía.
La generalidad de los casos conocidos no satisface "Aquí encuentra el docente de Filosofía la
estas condiciones. L a enseñanza y el aprendizaje primera gran dificultad: tiene que habérselas
se limitan al acopio de informaciones cronológicas con un mundo que parece haber perdido el
sobre los filósofos y sus sistemas; y a veces sin el sentido de lo «admirable», porque, en defi-
suficiente hincapié en los clásicos, como si el pen-l nitiva, ha perdido el sentido de la contempla-
Sarniento moderno naciera ex nihilo o importara] ción, del otium". 2
una m a n o e x p e r t a " . 6
cisco pudo componer su Cántico de las Creaturas, y nutren sus "actividades creativas", no es otra, que la
San Agustín nos confiesa haber llegado a conocer contemplación de la Belleza. Por ella el alma queda
y a amar mejor a Dios: suspensa y extasiada, y en el éxtasis conoce y dis-
tingue el significado profundo de las creaciones
" . . . el cielo, la tierra y todas las criaturas que lidias. Este es el gran valor pedagógico de la con-
en ellos se contienen, por todas partes me templación estética sobre el cual poco y nada se
están diciendo que os ame y no cesan de de- dice, porque el conocimiento que de ella se obtiene
círselo a todos los hombres, de modo que no DO es redituable prácticamente, pero es en cambio
pueden tener excusa si lo omiten, (pues) por 11 "splendor veri" de los antiguos, al que asciende
el conocimiento de estas criaturas visibles ' I "intelleto d'Amore" que decía Dante.
pueden subir a conocer las perfecciones invi-
sibles de Dios". 20
"Y el Amor es aquí nombrado, porque lo
bello nos convoca, y a la belleza, el alma
Independientemente si se quiere de estos casos se dirige según el movimiento amoroso, por
particulares, lo cierto es que la bibliografía habi- lo cual toda ciencia de la hermosura quiere
tualmente consultada sobre la didáctica de las dis- ser una ciencia del Amor". 22
'la educación estética... se mide por las ex- "por la belleza de las cosas creadas —son pa-
periencias estéticas", pues "sin experiencias no labras de Isidoro de Sevilla— nos da Dios a
hay creación" y, "las actividades creativas de entender su Belleza Increada, en modo tal
los individuos se nutren con experiencias". Por que, al que por amar la belleza de la criatu-
lo tanto, "hay que promover un aprendizaje ra se hubiese privado de la forma del Creador,
activo con el fin de extender el campo de las le sirva la misma belleza terrenal para ele-
experiencias personales". 21
varse otra vez a la hermosura divina". 23
Y se olvida que la mayor "experiencia estética" Una pedagogía que reconociera estas premisas,
a la que el hombre debe aspirar y de la cual se Volvería finalmente una y otra vez —por las vías
2 0 SAN AGUSTÍN: Confesiones. Col. Austral. Espasa Calpe P MAIIECHAL, L . : Descenso y ascenso del alma por la
Argentina S. A. 6» ed., 1968, pp. 203-205. M<••••>• VA. Citerea, Bs. As., 1965, pp. 8-9.
2 1 SPENCER-GIÚDICE: 'Nueva Didáctica . . . Ob. cit., pp, ' <M. por MAHECHAL, L . : Ob. cit., pp. 7-8.
237-240-242.
d e l a n a t u r a l e z a o e l a r t e — a c o n d u c i r las mentes
juveniles a l c e n t r o d i v i n o .
L a enseñanza de las asignaturas 179
C i e r t a m e n t e l a a c t i v i d a d artística t a m b i é n es u n
hacer, pero de naturaleza distinta y opuesta al " g o b i e r n o e s t u d i a n t i l , creación de clubes es-
hacer m e c á n i c o y t é c n i c o , p o r q u e es u n hacer i n - colares, f o r m a c i ó n de asambleas, e t c é t e r a " . 26
t e r i o r q u e no p e r c i b e otro hacer c o m o f i n , n i u n
efecto p r á c t i c o , n i u n a p r o v e c h a m i e n t o i n m e d i a t o . I -as mismas * manualidades, adquieren en esta
D e a h í q u e , si l a e d u c a c i ó n estética no q u i e r e ii'iu'ca d i d á c t i c a u n a sobreestimación q u e las v u e l -
estar desligada de l a naturaleza r e a l de quienes la 1 1 modeladoras de las d e m á s actividades.
r e c i b e n , debe p a r t i r d e l r e c o n o c i m i e n t o de q u e
"Sólo a través d e l trabajo m a n u a l —dice
"los valores estéticos p e r t e n e c e n a l á m b i t o de Kerschensteiner— se logrará c u l t i v a r satisfac-
la c o n t e m p l a c i ó n . C o r r e s p o n d e n a l ocio y n o t o r i a m e n t e las actividades e s p i r i t u a l e s " .
27
a l a v i d a p r á c t i c a , y siendo deseables en sí
mismos, los podemos querer de un modo Las ya n o m b r a d a s Spencer y Giudice, de q u i e n
desinteresado". 24 kilos t o m a d o la c i t a , e x p l i c a n así este t o r c i d o c r i -
liiio:
Es d e c i r q u e e l m é t o d o , a q u í t a m b i é n a c t i v o y
p r á c t i c o , no p i d e e l c o n o c i m i e n t o d e l O r d e n N a -
No hay d u d a de q u e las actividades manuales
t u r a l y de los p r i n c i p i o s éticos rectores, sino expe-
M i M I i i de p o r sí u n a i m p o r t a n c i a considerable en
riencias tales c o m o :
Id vida escolar. E n el n i v e l p r i m a r i o sobre t o d o ,
' II i p o s i b i l i t a n u n a v a r i e d a d de aprendizajes. Pero
H ' i>cjtiivoca groseramente Kerschersteiner a l abso-
2 4 M I L L A N P U E L I . E S , A.: La función social de los saberes
'iberales. E d . R i a l p S. A. M a d r i d , 1961, p . 178. | | l l / i i i l a s como el ú n i c o m e d i o —"sólo a través d e l
2 5 S P E N C E R - G I Ú D I C E : Nueva didáctica. . . O b . c i t . , p , )htlmi<i m a n u a l " — p a r a c u l t i v a r las actividades es-
221.
| • lili'in a n t , p . 323.
,
• " l i l n i i a n t , p. 267.
1 * I*Uní a n t , p. 268.
180 Algunas proyecciones del problema pedagógico La enseñanza de las asignaturas 181
endocrinológicos. Sin negar sus aportes reales, con- fkl.mFísica. Ed. Crespillo. Bs. As., 1968, 8» ed. p. 7.
por SUAUDEAU: Ob. cit., p. 95.
275.
184 Algunas proyecciones del problema pedagógico La enseñanza de las asignaturas 185
Sólo una pedagogía materialista que ha perdido demostración del arraigo de los errores sobre
el sentido de lo arquetípieo, puede desperdiciar el ocio. Uno de los criterios pedagógicos fun-
—aun en la enseñanza de la Educación Físicai— damentales para juzgar la conveniencia de
estos altos ejemplos. Proponer a la contemplación una técnica educativa se basa en su laborio-
de la juventud el sojuzgamiento y la postergación sidad. Ese carácter de seriedad, esfuerzo, ra-
que de los placeres y de las comodidades corpora- cionalidad, que se considera una garantía de
les han hecho los grandes santos y héroes en aras la enseñanza ha llevado a deformaciones ab-
de una causa digna, es también, y en alto grado, surdas; tal es el caso de la música.
hacer Educación Física; porque en definitiva, ésta
En la Educación media se dan nociones de
solfeo, historia y teoría de ese arte, todo me-
"es en realidad una prolongación de la Edu-
nos inducir a gustarlo. L a delectación musical
cación M o r a l . . . En el fondo, más que la p u -
—que en definitiva es lo único que i m p o r t a -
ra formación del cuerpo, lo que importa es
se deja de lado porque sería otro entreteni-
el dominio que sobre el mismo puede tener
miento que malgastaría el horario de cla-
el espíritu". 38
ses... Aun materias que únicamente se jus-
tifican por la formación ética y estética, como
es el caso de la música —recuérdese las re-
Es evidente qu." cada una de las asignaturas es-
flexiones de Platón y Aristóteles— se las en-
1
i n t e l i g i b i l i d a d m e t a f í s i c a , q u e se atraerá a l a
E l d e b a t i d o tema de l a Matemática Moderna física e x p e r i m e n t a ] , y las ambiciones d e los
tualizó, si es q u e h a c í a f a l t a , e l núcleo d e sabios se orientarán a t r a d u c i r bajo l a f o r m a
última cuestión. de relaciones m a t e m á t i c a s los f e n ó m e n o s o b -
Estamos dispuestos a aceptar q u e l a l l a m a d a servados. L o s m a t e m á t i c o s n o consideran n i
temática M o d e r n a p u e d e a p o r t a r soluciones y el ser m i s m o . . . n i l a causalidad e f i c i e n t e . . .
tajas e n e l vasto c a m p o d e l quehacer técnico y p o r supuesto t a m p o c o l a c a u s a l i d a d f i n a l .
d u s t r i a l , o conveniencias i m p o r t a n t e s e n e l terr Aristóteles decía q u e n o h a y b o n d a d e n los
de las Ciencias Exactas. No es eso precisamente m a t e m á t i c o s ( ' E l número n o c o m u n i c a c o n
que está en discusión, ni lo que preocupa. De el b i e n ) ; ellos trabajan sobre espacios con-
q u e quienes se h a n apresurado a defender e l val¡ tinuos y discretos separados p o r l a abstrac-
p r á c t i c o de las disciplinas numéricas, o a desc ción d e l a r e a l i d a d c o r p o r a l y d e l o r d e n mis-
f i c a r p o r " r i d i c u l a s " las i m p u t a c i o n e s m á s v e l m o de l a existencia, y tratados c o m o formas
mentes, n o h a n c e n t r a d o b i e n l a cuestión, p o r q puras". 42
en v e r d a d , el problema no es matemático, ni i
derno —en el sentido de reciente— sino princi
T i r o desde l a época cartesiana hasta nuestros
mente filosófico y se expresa pedagógicamente;'
«lliis el p r o b l e m a se h a r a d i c a l i z a d o para llegar h o y
una enseñanza desintegradora.
Podrá discutirse la posición platónica sobre la¡ falta de educación matemática todavía la so-
conveniencia o inconveniencia de la utilidad mate- ciedad lucha y embiste sin freno para con-
mática, pero es innegable que, de disciplina propul- quistar soluciones triviales tomadas como ban-
sora de la contemplación y del saber especulativo, dera ideológica. Muchos, en cambio, viven
ha pasado a entronizarse en rectora y fiscalizadora todavía gracias a los antibióticos y a los mar-
de lo legítimo e ilegítimo en el área científica y capasos que han sido soluciones no triviales
escolar. a grandes problemas". 49
"debe hacerse todo lo posible para familiari- Alfredo Raúl Palacios, por su parte, en: Apun-
zar al alumno en esta variedad de aplicacio- taciones metodológicas sobre la enseñanza de las
nes de la matemática a otros campos", y "ana- matemáticas,™ dice que hay que superar
lizar si los contenidos que han de impartirse
"esta concepción dogmática actual, concor-
son realmente de utilidad, venciendo el pre-
dante con la concepción pedagógica clásica
juicio de la tradición de «enseñar esto porque
que asigna al alumno una función contem-
siempre se enseñó». Hay que educar para en-
plativa". E l nuevo docente "que reconoce en
tender el mundo exterior, y si éste cambia,
¡a alegría del descubrimiento al verdadero
también debe cambiar la enseñanza y sus con-
motor del aprendizaje matemático... se ma-
tenidos".
nifestará ante sus alumnos con una actitud
17
pp. 88-91.
SANTALÓ, L . A.: "La enseñanza de la matemática: de
17
glo. Pero es obvio aclarar que no son las maquinal i|ii«' la praxis pedagógica que se siga de aplicar
ni las matemáticas en sí, las responsables de 1
destrucción sistemática; sino algo mucho más ho
" :i Sobre este punto tan importante, remitimos directa-
imiii<' a los siguientes trabajos especializados:
(ÍAIUUDO, J.: "Las matemáticas y la realidad". E n : Verbo.
5 2GOZZER, G . : " L a educación intelectual y las nuev N" 124, septiembre 1972, pp. 27-57; y en Verbo, N° 187,
tecnologías". E n : Educando. Rvta. del I. 1. E. Año 1, N» Ano XX, octubre 1978, pp. 43-67 (Hay edición en se-
octubre de 1974, p. 16.
194 Algunas proyecciones del problema pedagógico La enseñanza de las asignaturas 195
tales criterios no generará precisamente hombre y brutales, son producto de una necesidad
íntegros, capaces de "dirigir su conducta en función profunda de compensar los pálidos lazos que
de un destino trascendente", como establece el Fin lo unen al orden vivo del universo, que él
de la Educación Argentina (Consejo Federal de percibe como no siendo suficientemente ca-
Educación. Res. 6-9-76). Por el contrario, producirá paces para sostenerlo en la vida... Limitar
—está produciendo— mentalidades idealistas, divor-i el entendimiento humano al pensamiento, y
ciadas de la realidad, relativistas, subjetivistas, es-< limitar el pensamiento a las estructuras lógico-
cépticas y aun nihilistas. Mentes en las que se ha matemáticas, le impidió reconocer su aporía
obrado un divoixio entre Fe y Razón, entre mundo esencial: todo lo que queda fuera del alcance
natural y sobrenatural, y en donde sólo cuentan la» de la «ciencia objetiva y verificadora» y que
estructuras lógicas del pensamiento, se correspon- no es reducible a ella, es declarado ilusorio o
dan o no con la realidad. absolutamente injustificable. Pero esto impli-
Este apartamiento de la realidad tiene consecuen ca no sólo dejar de laclo la mayor parte de
cias mucho más graves de lo que podría pensarse la realidad, sino, lo que es peor, su sentido". * 5
Toda esta marea tecnocrática ha invadido la Es- II I igual que en tantos otros aspectos, la a n t i g ü e d a d
cuela. Está imponiendo su impronta a la educació nos proporciona su ejemplo.
y pretende también planificar su futuro. Las Ha
madas "máquinas de enseñar", los "sistemas de ins- "La pedagogía clásica —dice Marrou— se
trucción por computadora" y "tecnologías de 1 interesa, sobre todo, por el hombre en sí mis-
enseñanza", ya son un hecho en varios países. mo, no por el técnico equipado para una
tarea en p a r t i c u l a r . . . De ahí el acento sor-
Quisiéramos al respecto, guardar la debida obj
prendente que se pone en la noción de Pa-
tividad. No es necesario explicar que las tecnología
labra. . . E l ideal de la cultura clásica, en
no tienen por q u é desecharse n i desaprobarse. Sir
suma, es a la vez anterior y trascendente a
van en buena hora para apoyar y perfección
toda especificación t é c n i c a . . . E l ideal clásico
el proceso enseñanza-aprendizaje; pero es la fi
trasciende la técnica; humano en su punto de
softa del uso tecnológico y las razones psico-peda-
partida, el hombre culto aunque se convierta
gógicas que se invocan las que no siempre pueden
en un especialista altamente calificado, debe
aceptarse. Además, una cosa es auxiliarse con má-
preocuparse ante todo por continuar siendo
quinas o aparatos —indiscutiblemente lícito y con-
hombre. T a m b i é n en esto el diálogo con el
veniente— y otra cosa es centrar la enseñanza y el
espíritu antiguo se revela instructivo para el
aprendizaje en la relación máquina-persona. Porque
hombre moderno. Padecemos una evidente
aun cuando en estos últimos casos tal aplicación
sobreestimación metafísica de la técnica. Exis-
pueda resultar útil, el valor utilidad no basta para te un terrible imperialismo en el seno de toda
justificar o compensar carencias esenciales, com técnica. E n virtud de su lógica propia, tiende
la presencia del docente y el diálogo interpersonal. a desarrollarse según su línea particular y pa-
En principio, debe quedar en claro no sólo que ra sí misma, y concluye por esclavizar al hom-
la relación maestro-discípulo debe salvaguardarse bre que la ejerce... Los clásicos no cesan
de cualquier automatización o sustituto, sino que de recordarnos que ninguna institución, nin-
la tecnología y su uso no pueden despojarse de gún conocimiento, ninguna técnica, deben
eticidad. convertirse jamás en un f i n en sí". 0
un apéndice de los aparatos, y a estos en reempla, Nuevamente asoma el ideal baconiano, y junto
zantes del profesor; con los consiguientes riesgos n él, la utopía, la creencia casi religiosa en la omni-
para unos y otros, de automatización y desperso- potencia técnica. Máquinas que se manejan solas,
nalización. Las máquinas ya no se limitarán a exa- que crean y manejan a su vez nuevas máquinas, que
minar o registrar, sino que Ripien al hombre y lo manipulan experimentalmen-
te, máquinas tutoras, rectoras y hasta guías espiri-
"imitan al profesor y presumiblemente podrías l nales. Helmer llama a este singular proceso
sustituirlo". 6
Quiere decir entonces que el aprendizaje human inteligencias como objetos, las personas como ratas
queda reducido a un "condicionamiento instrumen n cobayos, el aprendizaje como amaestramiento y
tal". Colocado frente a una máquina, el estudiant habilidad.
puede aprender desde matemática hasta "un bue Con razón se ha hablado del
sentido del ritmo", o "razonamiento musical".
Si el niño es pequeño, un distribuidor especi "uso abusivo de ciertas tecnologías de la cien-
le entregará paulatinamente —a medida que aciert cia de la conducta", pues "para los automa-
los mecanismos— tismos y los condicionamientos de la conducta
existe un límite preciso, determinado por in-
"cromos, caramelos o monedas". 14 tegrantes básicos de la estructura de la per-
sonalidad, el de la libertad de elección y el
Por supuesto, los reforzadores varían según la eda de la responsabilidad de la propia existencia,
y como con los animales, no se excluyen ni "el con que no siempre respetan algunas técnicas que
tacto sexual", ni "la ocasión de actuar agresivamen van ganando lugar en la enseñanza". 18
te".
Ni es necesario comentar estos conceptos. Entr Otra prueba de esta radical destrucción educa-
otras cosas porque el sentido común suele capta tiva que operará la tecnologización de la enseñan-
las consecuencias de semejantes proposiciones sin |a, nos la proporciona el ya citado Gozzer. Para él,
acudir a demasiados planteos filosóficos. Lo que
nos preocupa, sin embargo, es que no se advie "la idea conexa al sentido etimológico del tér-
toda la dimensión del daño. mino Pedagogía (guiar teniendo de la mano),
o aquel de educación (sacar afuera, sacar a
Porque ya no se trata de compartir o no deter«<
la luz, aquello que está sepultado) resulta
minadas concepciones educativas, sino de preservar
incompatible con una situación tecnológica
la naturaleza humana de un trato humillante y des
avanzada". 16
perzonalizador. Gratificar a un ser humano con pía
ta o sensaciones sexuales mediante un aparato por-
que acertó con sus mecanismos, es reducirlo a la Ahora, ' • •
categoría de función, cosificarlo y automatizarlo; y
todo esto pasa curiosamente en la era de los dere» "el proceso formativo exige una asistencia téc-
chos y las dignidades del hombre. nica que acompañe al proceso de aprendizaje;
ella se expresa nj más ni menos que en el
Es aquí cuando se advierte la falacia y la hipo*
cresía de un sistema, y los males de una técnica término tecnemática, aprender las tecnologías
desprovista de límites y de ética. Se manipulan lat T
hacer, aunque la ejecución suponga violar el Orden ella, siendo lo que es, un medio, no sea desprovista
en su utilización de carácter ético, n i deificada con
Natural; Engendrar
atributos humanos que no posee por sí misma; y
"una raza de subalternos que rehuye toda de- sobre todo a condición de que con ella no sólo se
cisión propia y que sólo quiere ejecutar. Y puedan resolver situaciones prácticas, sino mostrar
si realiza algo malo, su defensa es siempre la ni alumno la urgencia de ejercitar determinadas
siguiente: «sólo hemos hecho lo que nos han «ualidades.
ordenado». No han sido educados para deci- N i la esencia n i el f i n de la educación está en
dir y no son capaces de negarse a ejecutar lo la técnica, como n i la esencia n i el f i n del hombre
que se ha ordenado, aunque esto infrinja los está en la ejecución de una obra material, por i m -
mandatos de la ética, de la humanidad o de portante que resulte.
la religión".
"Por ello tenemos que esforzarnos en for-
22
sas conclusiones señala: "¿Cuál es el antece- ministrativo y contable; claro está, sin moral,
dente que hay dentro del Plan de Estudios ni Religión . . . Orienta al alumno dentro de
que permita sacar como consecuencia dichos un ámbito dado que no posibilita ninguna
propósitos formativos? Ninguno, porque no salida hacia lo trascendente y metafísico". 6
l.p. 91-93.
fecto ciudadano desde un punto de vista ad- 7 Idem ant., p. 4 3 .
218 Algunas proyecciones del problema pedagógico
Contenidos programáticos 219
2 OUSSET, J . : Marxismo tj Revolución. Col. Clásicos Ca- Episcopado Argentino: Declaración sobre Educación.
tólicos Contrarrevolucionarios. Ed. Cruz y Fierro. Bs. As.,
3
"El mensaje de la salvación debe ser el dimensión cristiana no puede estar escindida de
centro de toda la acción pedagógica de la la visión amorosa de Cristo. Por eso, es de una
escuela católica . . . La pedagogía que toma en exactitud inspirada, definir la escuela como "el lu-
cuenta el movimiento de la Salvación no pue- gar donde están reunidos dos o más en mi nombre".
de satisfacerse con u n curso aislado de Catc-
Se objetará que tal definición sólo es válida para
quesis . . . La escuela ha de ser considerada
quienes profesan la Fe Católica. E n principio puede
como el lugar de la comunidad de gracia que
ser tomado así. Pero más de una vez hemos escrito
se encarna, es el lugar en que están «reunidos
dos o más en m i n o m b r e » . . . E l docente cris- que el Magisterio de Cristo no puede violentar n i
tiano se propondrá como meta principal de la incomodar a nadie que viva en armonía con el De-
actividad escolar, lo que constituye su núcleo recho Natural, justamente por aquello de que "el
más íntimo y profundo: el ingreso del educan- I lombre es naturalmente cristiano" como recordó el
do en la celebración efectiva del culto".* (Concilio Vaticano I I . Y ese Magisterio se hace tanto
más necesario ahora precisamente porque vivimos
rn una sociedad pluralista, de negativas consecuen-
Hay que lamentar que tan precisas declaraciones
cias para la claridad y el orden en la inteligencia
no pasaran por lo general el marco teórico de los
y en la cultura. N o estamos solos en estas consi-
destinatarios, y que no siempre los autores se hayan
empeñado enérgicamente en su cumplimiento, pues deraciones. Las voces más autorizadas lo han re-
su aplicación hubiera significado un saneamiento calcado.
profundo e inestimable. El Papa Paulo VI ha dicho:
En medio de tantas y disparatadas novedades,
estas palabras del Episcopado rehabilitan con hon- "Frente a la tentación que renace constan-
dura la sensatez y la verdad. E n el mundo educa- temente de un naturalismo pedagógico inspi-
cional, donde ya se ha perdido la noción primera rado por el noble pero engañoso pretexto de
e irrenunciable de la Escuela, afirmar la necesidad la libertad del niño, anima una convicción
de un ingreso del educando en lo cultual, es de- profunda: todo niño tiene derecho a que le
fender sustancialmente la naturaleza del hecho edu- sean propuestos claramente la verdad y el
cativo, pues éste no existe sin el ejercicio teológico b i e n . . . E l niño, el adolescente inexperto, ne-
y filosófico, sin la primacía del ocio y el cultivo cesita guías atentos y seguros, indicaciones
de la vida contemplativa. Contemplación que en la precisas y firmes . . . y esta necesidad se deja
sentir hoy más que nunca en u n mundo plu-
ralista, a menudo secularizado, que duda so-
Col. Maestros de la Fe. Ed. Don Bosco y Ed. Claretiana. bre sus razones de v i v i r . . . Proponer a Jesu-
Bs. As., 1977, p. 5. cristo no es imponer al joven una elección que
Comisión Episcopal de Educación: Mensaje a los co-
4
legios católicos. Bs. As., febrero de 1968. E n : Iglesia y constriñe su libertad, sino permitirle participar
Educación, ob. cit, pp. 9-12. ya, en la medida de su capacidad, en la pie-
226 Algunas proyecciones de] p r o b l e m a pedagógico
Perspectivas 227
cer alcanza esplendor y alta expresión cuando Recientemente ha sido Juan Pablo II quien re-
es completada por la luz de la Fe . . . para 1*1 cordó a los docentes "su propia parte en la misión
configuración del mundo según los principios profética de Cristo, en su servicio a la Verdad
del Evangelio". D i v i n a . . . mientras educan a los otros en la verdad
v los enseñan a madurar en el amor y la justicia"; 8
Con parecidos conceptos, el Cardenal Garrone, i- instó como sus predecesores a que la Religión
Prefecto de la Sagrada Congregación para la Edu- , I n m b i é n llegara
cacián Católica, expresó:
1 JUAN PABLO I I : Homilía a los obreros de la Alta Si- 2 JIJENA SÁNCHEZ, R.: Mensaje a un artesano. Córdoba,
lesia en el Santuario de Jasa Gora el 6-6-79. E n : El lebrero de 1973.
Observatorio Romano. 17-6-79.
232 Algunas proyecciones del problema pedagógico Rectificaciones posibles 233
Pero el mundo moderno, lejos de advertir esta 2 — La contemplación no niega el obrar, más aún,
dimensión trascendente del trabajo, la ha negado lo supone. Pero no es un obrar físico, exterior, me-
a sabiendas, exaltando la finalidad productiva y cánico, sino precisamente íntimo, interior.
materialmente redituable. La doctrina y la práctica
"No se trata de u n obrar dirigido hacia
del stajanovismo son el testimonio más desgarrador
afuera, a la consecución de un resultado en
de esa pérdida del sentido metafísico del trabajo,
el mundo objetivo que es lo que sólo suele
hasta sumir al hombre con la pretensión de poten-
considerarse cómo obrar, según la acepción
ciarlo en una servidumbre que lo destruye ontoló-
usual restringida a c t i v i s t a . . . Y no es cierto
gicamente.
que sólo en la actividad dirigida hacia el mun-
La Escuela no ha escapado al influjo stajano-
do exterior resulte algo. También el obrar
vista. Las corrientes pedagógicas predominantes, no
inmanente * sabe de resultado y rendimiento
hacen sino promoverla y organizaría en esa direc-
aunque ciertamente no aparezcan hacia afue-
ción. Y esto es lo inaceptable. Que lo útil y empíri-
ra. Es un fruto que se desarrolla hacia aden-
co, que lo manual y productivo, que lo técnico-
t r o . . . el obrar en el cual se nos da la debida
instrumental, sean los ejes sobre los cuales se quiera
felicidad es de la especie del obrar inmanente.
valorar todo conocimiento y toda conducta educa-
No puede ser otra cosa, porque solamente en
tiva. Y que se pretenda medir la bondad de una
él se realiza el propio operante. 5
carrera por el grado de habilitación a un oficio,
por la prosperidad de una "salida laboral".
Pero, además, y contrariamente a lo que suele
Aristóteles había enseñado en la Ética que "es-
creerse, este obrar interior no aleja al hombre de
tamos no ociosos para tener ocio", indicando así el
la realidad, n i lo inhibe para las acciones exteriores.
único camino posible del transcurrir humano. Tra-
Precisamente es en esa "processio ad intra", en ese
bajamos, sí, practicamos y hacemos; pero no está
volverse sobre sí, donde se encuentra el cabal sen-
allí —en la praxis y en el hacer— nuestra plenitud
tido de las cosas exteriores, de la actividad diaria
óntica, n i nuestra real satisfacción, sino en la vida i/ de la relación con el prójimo.
contemplativa, a la que todo hombre —aun sin
El contemplativo no es, como el común de la
saberlo— tiende; porque sólo en la contemplación
gente suele mostrarlo y descalificarlo, aquel que
alcanza su auténtica existencia, su felicidad real.
huye de la realidad sumido en vagas abstracciones.
"Ultima hominis felicitas in contemplatione verita-
No es el que se desentiende de lo cotidiano y de
tis est", dice Santo Tomás; y esa felicidad, aclara,
3
sus semejantes aislado en la ya clásica "torre de
significa perfección y la perfección supone realiza- marfil". En rigor, es justamente lo contrario. Sólo
ción, obrar, porque el hombre se realiza cuando i'l posee el exacto sentido de la realidad, porque
obra. Llegamos con esto a la segunda aclaración.
* Obviamente, aquí el término está utilizado como sinó-
3 SANTO TOMÁS. C. G. 3,37. Cit. por PIEPEB: Ob. cil., nimo de interior y no como negación de lo trascendente.
p. 232. « PIEPEB, J.: Ob. cit., pp. 281-282.
Rectificaciones posibles 235
234 Algunas proyecciones del problema pedagógico
Desde su celda trapense Thomas Merton nos ilus- El descuido de la interioridad es uno de los re-
tra aún más estas claras palabras de Millán Puelles proches más serios a los que tendrá que responder
recién transcriptas. La reciprocidad de la vida acti- la Escuela contemporánea. Ella, no ha sabido es-
va y la contemplativa es una relación jerárquica en capar a ese "temporalismo dispersivo y exterioris-
donde la primera está subordinada para su bien a t a " por el cual el hombre quedó reducido a una
0
8 MEHTON, T . : Semillas de contemplación. Ed. Sudame- 0 CATUHELLI, A.: La Iglesia Católica y las catacumbas
ricana. Bs. As., 1952, pp. 63-64-80-128. de hoy. Ed. Almena. Bs. As., 1974, cap. IV.
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Rectificaciones posibles 239
leza de la inteligencia". 11
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244 Algunas proyecciones d e l problema pedagógico Rectificaciones posibles 245
novedad alguna; Jo "nuevo" consiste precisamente descuido se siguen no pocas falacias en el sistema
en recordar con énfasis una verdad antigua. Si el disciplinario. L o curioso es que mientras se sobre-
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hombre es un alma encarnada, una unidad jerár- estiman las capacidades autorreguladoras del alum-
quicamente compuesta que está convocado desde no, y en general aquellas que hacen al uso de la
su Origen a lo Sobrenatural, la educación para ser
tal no podrá desentenderse de esta realidad, n i en- Algunas prescripciones para mantener la disciplina que;
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Corresponde pues a.l educador ser "minister na- Entonces llega la señorita R a y m o n d —pedagoga m o d e r -
na— y lo p r i m e r o q u e les dice a sus alumnos es q u e "no,
turae", justamente porque en su elevada tarea rige tenía ideas formadas acerca de cómo debía funcionar u n a
el principio de que ara imitatur naturam. 19 sala de estudios. Manifestó que quería q u e el tipo de atmós-
fera y las condiciones reinantes en la sala de estudios fueran'
Pero este reconocimiento de la naturaleza huma- en rigor los deseados p o r los propios alumnos".
na, con tales IJ cuales características, debe implicar Por supuesto les pidió q u e formaran libremente una c o -
un acatamiento práctico en la vida, educacional^ misión q u e redactara las normas y asegurara su c u m p l i m i e n -
to, como asimismo todo l o pertinente a l orden y a las
única manera de resolver ciertas incongruencias que diversas reglas d e convivencia. Automáticamente, los mis-
suelen registrarse. - mos alumnos q u e le lanzaban ratones, bombas de olor y
diatribas a l a desdichada Miss Henderson se convierten e n
Así, por ejemplo, se olvida con frecuencia la i n -
bonachones y severos custodios d e las buenas costumbres,
clinación al mal que todos padecemos y de ese 2 0 a t a l p i n i t o q u e "colocaron floreros c o n plantas en lugares
adecuados" ( s i c ) .
Gracias a Dios en la práctica diaria nuestros docentes n o
3 8MÉNDEZ, J . R . : " L a incidencia de l o cognoscitivo e n son como Miss R a y m o n d — n i tampoco tienen q u e ser como
la Educación actual". E n Vnioersilas, No 37, a b r i l - j u n i o , la Henderson— y conservan u n atinado sentido común e
1975, p . 44. instinto de conservación q u e los hace desdeñar de estas
1 9 Véase N O S E N G O , G . : O b . c i t . , p p . 116 y ss. fábulas, las cuales si n o mediara l a subversión radical d e
2 0 Por eso escribió con razón P í o X I en la Divini Illius valores q u e representa, movería a u n a descontrolada son-
Magistri: ". . . es erróneo todo método de educación que se risa.
fundé total o parcialmente en l a negación o e n e l olvido Más ejemplos pueden verse en e l mismo l i b r o . Asimismo
d e l Pecado O r i g i n a l " , N ? 45. E n : Doctrina
1 Pontificia, Do- recomendamos: L U C I E N MOHÍN: LOS charlatanes de la nue-
cumentos Políticos. I I . B A C . M a d r i d , 1953, p . 554. va pedagogía. Barcelona. Herder. 1975. ' ••' .'.
i
Rectificaciones posibles 247
246 Algunas proyecciones del problema pedagógico
ceda más visiblemente. Basta acercarse a los textos Jaspers puso de manifiesto la disposición filosó-
habituales, sobre todo, los históricos literarios. La fica —la admiración— del pensamiento infantil. " N o
vulgaridad parece ser la norma de aceptación, junto es nada raro oír de la boca infantil algo que por
con una pobreza conceptual alarmante. La imagen su sentido penetra inmediatamente en las profun-
fácil —lo audiovisual en general— está tan hipertro- didades del filosofar". . Otro tanto ha hecho Gar-
23
fiada, que la palabra se torna cada vez más esqui- cía Morente explicando a Platón y Saint Exupéry24
va y menos rica. Todo es, salvo excepciones, sen- en muchas de sus páginas más logradas. Pero la
siblería y lugares comunes.-"'' 8
enseñanza primaria se empeña en subestimar la
Subsiste la creencia, alentada por los programas real capacidad especulativa mientras confía para
televisivos infantiles, de que el niño es un necio a todo en las facultades práctico-motoras o en las
quien conviene educar con baratijas intelectuales. "bondades innatas".
No se ha reparado aún en el poder arrebatador que El terreno lingüístico al que aludíamos es u n
ejercen los Arquetipos, y la belleza de las formas ejemplo claro. No hay como la palabra apasionada
más allá del grado de inteligibilidad, que por su- y poética de] maestro para embelesar las almas i n -
puesto aumenta con la madurez. N o se ha repara- fantiles. Una palabra y un verso que no sean pre-
do, porque se ignoran, que hay en los clásicos un cisamente las palabras y los versos de la calle o
inagotable caudal educativo, que con las necesarias el mercado, sino que distingan y asombren, que
adaptaciones son capaces de cultivar y entusiasmar vinculen con las fuentes más puras del idioma per-
mitiendo enriquecer el vocabulario; que susciten la
idea de lo mejor y más pulido frente a la horizon-
ai Mu \jn buen libro para 5 ? grado ha venido a re-
talidad cotidiana, que arranquen aunque sólo sea
forzar nuestra convicción de que es posible concretar una
enseñanza que apunte a la contemplación y al rescate de fugazmente del plebeyismo imperante.
los verdaderos modelos. Se trata de El Heraldo de E L E N A Sin embargo, recientes instrucciones sobre el par-
IANANTUONT DIÍ O R L A N D O (Ed. Estrada, Bs. As., 1980). La
autora declara expresamente entre los fines perseguidos el
"reencontrarnos con esa sabiduría que los griegos y me- 2 2 E l tenia de los sucedáneos y su negativa influencia
dioevales cultivaron con esquisitez incomparable: el arte de cultural lo he encarado en: otro Jugar: C A P O N N E T T O , A . :
la contemplación, no sólo de la forma o la figura, sino del "La contaminación de la cultura por lo sendoespivitiial".
fondo y del interior de las seres". Y en el "primer diálogo" E n : La contaminación..., pp. 2 7 7 - 3 0 1 .
con los alumnos les plantea con claridad: " S i te lo propo- - J A S P E R S , K . : La Filosofía.
:1 Breviarios. F C E . Méjico,
nes, puedes ser sabio, puedes ser héroe, puedes ser santo" 1 9 6 8 , 5 ? ed., p. 9 .
(p. 1 ) . Recomendamos reparar particularmente no sólo en M GAnctA M O R E N T E , M . ¡ Lecciones preliminares de Fi-
el contenido sino en el criterio con que están presentadas losofía. Bibl. Filosófica. Losada, Bs. As., 1 9 6 3 , 9 * ed.,
lecturas como: El caballero y su escudo, El alma de la pa- cap. I I .
tria, Cristóbal Colón, y Soberanía.
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Rectificaciones posibles 249
ticular —a través del Programa de Capacitación y
Apoyo al Docente ( P R O C A D ) — insisten en que "el Todo el equipo de especialistas y de peritajes téc-
"lenguaje de las poesías sea el mismo del n i ñ o . . . nico-didácticos que respaldan estas directivas, no
que respondan al mundo circundante". Y en nom- logran disimular el desconocimiento sustancial de
bre de estas "pautas selectivas" se presentan como la naturaleza humana, n i la pobreza de una visión
paradigmáticas, construcciones "poéticas" de este empequeñecida de la tarea docente.
vuelo:
"La vulgaridad es antipedagógica. E l Maes-
"Patas para arriba tro debe ser testigo de la Verdad y de la
lomo para abajo, Grandeza... E l lenguaje docente, formativo,
quiere darse vuelta cnnoblecedor, es el de las palabras esenciales
un escarabajo", 28
que dicen el ser ele las cosas; las palabras que
oran, celebran, agradecen, sugieren y expresan
"Cocodrilo
la belleza del Creador a través de su reflejo
come coco
en las creatinas . . . El lenguaje que forma la
muy tranquilo
personalidad del niño y del adolescente, es
poco a poco".'' 0
el de las palabras poéticas que colma el alma
de esencias y armonías sugeridas en el esplen-
dor de la forma sensible".-' 7
encima de falsos universalismos; y la exacta ubi- que no son elegibles y. por los cuales es preciso
cación del alumno en su papel discente sin sobre- estar dispuesto a dar la vida. Que antes que los
estimaciones demagógicas, n i estrechas subestima- hombres está Dios,
ciones. U n hombre sabio con la suficiente valentía como
Una formación, en suma, que posibilite devol- para indicar la preeminencia del Ser frente al de-
verle a la Escuela su identidad, al discípulo y al venir, de lo esencial frente a lo accidental, de lo
Profesor sus jerarquías, y a la educación auténtica absoluto frente a lo relativo, sin mediatizar .la Ver-
• SU configuración axiológica. dad por la. novedad n i la certeza por la pluralidad,
E l Maestro debe volver a ser el hombre sabio. n i la libertad por el subjetivismo, n i la obediencia
N o el erudito, el técnico o el "consultor experto".
! 31 por el placer.
Tampoco el líder democrático, el "coorganizador" El "hombre esencial" del que habló Ortega, aquel
que diluye su autoridad para no perturbar la auto- "que se exige mucho a si mismo" y para quien la
nomía juvenil, o cualquiera de esas variantes pre- vida es distinción, nobleza, disciplina. 22
ma rea) del hombre, cautivo en Ja oscuridad tras marico, se restituye a su plenitud en tanto conoce
Ja Caída, en un mundo dominado por las aparien- y se acerca a la Perfección de la Creación.
cias, las opiniones y lo fenoménico, pero que n o La imagen de Maritain es de lograda finura y
obstante, conserva intacta la potencia intuitiva, Ja precisión. E l alma plenificada por la visión del Ar-
nostalgia por la eternidad que perdió, la huella de quetipo, asciende hacia su meta connatural del
inmortalidad con la que fue creado. mismo modo que un ala enferma curada, pronta
Así en pleno tiempo pagano, Platón parece aso- para emprender su viaje.
marse al misterio del Pecado Original en la teolo- Ha sido Genta quien desarrolló profundamente
gía cristiana, con toda su tremenda repercusión. No esta posibilidad pedagógica de los Arquetipos.
podemos dejar de arrastrar por la tierra nuestras
contingencias, no podemos evitar las sombras de la "La inteligencia juvenil —escribió— perci-
Caverna, pero tampoco podemos olvidar nuestra be la idea en la imagen viva y concien-
Creación cuando un destello de esa Belleza i n - te, más bien que en la pura abstracción
creada de ese Bien Generador, nos sacude el alma del concepto. Esto significa que el corazón
y nos arrebata. de la juventud sólo puede ser arrebatado por
l i e aquí Ja fuerza cautivante de Jos Arquetipos, el entusiasmo en presencia de los varones
su poder de reunir al hombre con la Ejemplaridad ejemplares: el Santo y el Héroe, el Filósofo
y Ja Superioridad alguna vez conocidas; y es en el y el Artista. Sólo Ja idea encarnada, realizada
conocimiento y en Ja contemplación del mejor ser en una vida egregia, tiene fuerza operativa
de Jas cosas cuando el alma capta la Plenitud O r i - e irradia una atracción irresistible. De ahí la
ginal, la Belleza del Principio y no puede sino i n - necesidad de los Arquetipos, de los modelos
tentar imitarla, parecérsele, acercársele. fijos y definitivos, que deben ser propuestos
En esto radica la virtud regeneradora del Arque- a la juventud como norma y estímulo de su
tipo, su poder normativo y restaurador. Frente a vocación de grandeza... E l auténtico modelo
él, el alma está como frente a su Modelo y ante él, que debe proponerse a la juventud, es aquel
se eleva y promueve, asciende empinadamente. En- que se ha exigido y ha logrado mantenerse
tonces cobra sentido aquello de Maritain: "¿Bra- en la altura conquistada... L o normal es
zos?; Alas atrofiadas que es cosa muy distinta. pues la excelencia y no el término medio.
Esas alas volverían a crecer, si tuvierais coraje, si Los grandes maestros del pensamiento y los
comprendierais que no nos apoyamos en la tierra, varones más esforzados, en cuanto son las
si recordarais que el aire no es el vacío"." 4
imitaciones más felices o más acabadamente
E l alma que conoce y contempla el mejor ser logradas de Dios, constituyen el canon y la
de. las cosas, que se acerca silenciosa a lo paradig- medida de lo que debe exigirse constantemen-
te a la juventud de un pueblo para que sea
M A R I T A I N , ]•: Los grados- del saber. C l u b de Lectores. digna de sus fundadores... E l cumplimiento
Bs. As., 1975, p. 24. de este ideal educativo, cálidamente estable-
256 Algunas proyecciones de! problema pedagógico Rectificaciones posibles 257
eido, dará como resultado la aparición de ciu- vicio; una enseñanza sostenida en los más altos v a -
dadanos ejemplares en quienes se integrará lores especulativos y en las más lícitas preocupa-
un alma serena y firme con un espíritu vivo ciones concretas.
y brillante; alianza rara y preciosa que Pla- Pedagogía del hombre esencial, portador de u n
tón describe en el hombre que se ha formado destino trascendente; Pedagogía de la virtud y del
un carácter y que se manifiesta como una Patriotismo; del Orden Natural y el realismo; Pe-
libertad".*
1 dagogía de la Cruz y no de la hoz y el martillo,
porque una Nación no se salva ni se engrandece
Frente a la Pedagogía de la mediocridad y del con las salidas laborales y los adelantos técnicos r
TRIMERA PARTE
Prólogo . . .. B
Introducción 15-
I . E l Renacimiento: Su a c t u a l i d a d pedagógica . . . 31
I I . Reforma y cartesianismo 37
I I I . E l ilumjnismo 47
I V . Positivismo y pragmatismo 57
V . L a Pedagogía contemporánea. Notas distintivas . 67
V I . L a concepción educativa de la U N E S C O . . . . 1 0 3
V I I . Piaget 121
SEGUNDA PARTE