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LA MEDIDA DE FE 2

¿CÓMO TENER FE ESPIRITUAL?


Escritura: Hebreos 11:1-3
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve. Porque por ella
alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe
entendemos haber sido constituido el universo por
la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue
hecho de lo que no se veía.”

Amados Hermanos en Cristo:


Esta es la 2da. Prédica de La Medida de Fe. La
primera y esta segunda prédica servirán como
introducción a todos los demás sermones de esta
serie sobre “La Medida de la Fe”. Mi intención es
explicarles qué cosa es realmente la fe, antes de
entrar de lleno a exponerles sobre La Medida de Fe.
Por fe es que somos salvos, por fe podemos entrar
al reino de los cielos\\\; también es por fe que
podemos orar a Dios y recibir respuesta a nuestra
oración.
Sin embargo, esta fe tiene que ser fe espiritual\\\;
la única fe que Dios acepta y aprueba. Aunque
confesemos y declaremos, “Yo creo”, a menos que
sea fe espiritual reconocida y aceptada por Dios, no
podremos recibir salvación ni respuesta a nuestras
oraciones.
Por eso, en la última reunión les compartí sobre la
fe carnal y la fe espiritual para ayudarlos a entender
cuál es la fe espiritual que Dios aprueba. Con esta
fe espiritual, podrá creer incluso las cosas que no
están de acuerdo a su propia forma de pensar y a
sus creencias. Esta clase de fe nunca cambiará bajo
ninguna circunstancia y no permanecerá como
simple teoría, sino que será acompañada de hechos.
Si tenemos fe espiritual, podremos ordenarle a una
montaña que se mueva de aquí allá y podremos
también recibir respuesta a las cosas que son
imposibles de realizar por la capacidad humana.
No obstante, el hombre no puede tener este tipo de
fe espiritual tan sólo deseándolo.
Romanos 12:3 cita, “Digo, pues, por la gracia que
me es dada, a cada cual que está entre vosotros,
que no tenga más alto concepto de sí que el que
debe tener, sino que piense de sí con cordura,
conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada
uno.”
Digamos que hay alguien con una fe débil. Está en
una situación en la cual debe ser sometido a una
operación quirúrgica inmediatamente. Pero
supongamos que usted le está diciendo, “Puedes
sanar si recibes con fe la oración de sanidad. ¿Por
qué quieres operarte? Puedes esperar al culto y
recibir con fe la oración de sanidad.” Sin embargo,
usted NO DEBE decir esto.
La otra persona debe actuar de acuerdo a su fe. Si
tiene fe, recibirá la oración por su propia fe. Si no
tiene fe, no podrá sino confiar en el mundo y en sus
métodos, debido precisamente a que no tiene fe.
Pero, aún a pesar de eso podrá plantar la semilla de
fe en esa persona. Y si logra tener fe, actuará con
su propia fe.
Los siguientes dos casos que mencionaré son
diferentes: El primero, puede recibir la oración de
sanidad con fe, creyendo que será sanado al
recibirla\\\; y el segundo, puede recibir la oración
porque usted lo obliga a pesar que no tiene fe para
creer. No debe obligar ni forzar a la persona. Será
hecho de acuerdo a la fe de cada uno. Por eso Dios
nos dice que cada uno debe pensar de sí mismo con
cordura. Tal como se indica, podemos tener fe
espiritual de acuerdo a la medida de fe que Dios ha
repartido a cada uno.
Los que andan en el espíritu nunca se
comprometerán con el mundo ni confiarán en sus
métodos. Recibirán respuestas de Dios. Pero si no
tienen fe, incluso si son Ancianos en la Iglesia o
Diáconos titulares, dependerán del mundo\\\; y si
eso no funciona, sólo entonces vendrán para que se
ore por ellos. Primero confían en el mundo y en sus
métodos.
O, como no reciben respuesta a sus oraciones,
entonces van y confían en el mundo. Sin embargo,
eso es justamente mostrarle a Dios que no tienen
fe. Y es por eso que Dios nos dice que debemos
actuar conforme a la medida de nuestra fe.
Si el hombre pudiera tener fe espiritual tan sólo
deseándola, habría muchos problemas en este
mundo. Por ejemplo, si el dueño de una tienda
pidiera, “Señor, haz que ningún cliente vaya a la
tienda del costado, sino que vengan todos a la mía.”
O si alguien que odia mucho a su vecino, ora
diciendo, “Haz que ese hombre tenga un accidente
de tránsito.”
Si esas personas tuviesen por sí mismas fe
espiritual con la cual pudieran recibir respuesta a
sus oraciones, el mundo sería un caos. Por eso, el
Dios de justicia da la fe que es respondida, sólo a
los que reúnen las condiciones para ello.
Por cierto, aquellos que tienen esta clase de fe
espiritual no van a orar pidiendo algo malo. Si usted
pudiera tener por sí mismo fe espiritual y orara
pidiendo bendiciones, todos recibirían bendiciones.
Orarían, “Padre, por favor te ruego que me permitas
darte mil o mejor 10 mil dólares de diezmo cada
mes,” y si fuera respondida la oración. ¿Qué haría?
Hoy, les voy a hablar de cómo lograr tener la fe
espiritual que Dios da. Oro en el nombre del Señor
para que, a través de este mensaje, reciban
respuesta a todo lo que pidan y sean bendecidos
logrando tener una gran fe espiritual y así den la
gloria a Dios en todo.

Amados Hermanos en Cristo:


En Marcos 9:22, un padre que tenía a su hijo
endemoniado vino a Jesús y le dijo\\\; “Y muchas
veces le echa en el fuego y en el agua para
matarle\\\; pero si puedes hacer algo, ten
misericordia de nosotros, y ayúdanos.”
Aquí, la declaración del padre, “…pero si puedes
hacer algo, ten misericordia de nosotros, y
ayúdanos” no es una confesión de fe. No estaba
afirmando con fe que Dios es todopoderoso, sino
estaba esperando algo de suerte
Hay muchos de ustedes que vienen a recibir la
oración, esperando algo mágico o tan deseando
tener suerte. Algunos oyen a los pastores predicar y
pasan para recibir la oración deseando tener suerte,
a pesar que no tienen fe. Si tuvieran fe como un
grano de mostaza, recibirían respuesta, pero no la
tienen.
Por eso, Jesús le dijo, “Si puedes creer, al que cree
todo le es posible.” Inmediatamente el padre del
muchacho clamó y dijo, “Creo\\\; ayuda mi
incredulidad.”
Noten que primero dijo, “Creo”\\\; pero luego
añadió, “…ayuda mi incredulidad.” Pareciera que
esto no tuviera sentido. Sin embargo, en verdad si
lo tiene. Es tan sólo que el significado espiritual de
cada expresión es diferente.
Cuando el hombre dijo\\\; “Creo” fue una confesión
hecha carnalmente\\\; esto es, con una fe carnal.
Es decir, el hombre había escuchado de Jesús y
sabía de Él y de sus milagros como conocimiento.
De hecho, había oído muchas cosas de Jesús.
Había escuchado que Jesús echaba fuera demonios,
hacía que los ciegos volvieran a ver, los sordos
pudieran oír y los mudos hablar\\\; es decir
manifestaciones asombrosas de obras poderosas.
Como había escuchado estas noticias y estaba al
tanto de lo que sucedía, dijo que creía con su
mente. Incluso con una fe mental, primero tiene
que venir ante el Señor.
A continuación, declaró, “ayuda mi incredulidad”. Al
decir esto, el hombre pidió que se le diera fe
espiritual para recibir respuesta a su petición,
porque se había dado cuenta que no poseía la fe
espiritual para recibir la respuesta, a pesar que
tenía fe mental, como conocimiento, por haber
escuchado de Jesús.
Cuando Jesús vio al hombre pidiendo de esta
manera con un corazón humilde, reprendió al
espíritu inmundo, ordenándole, “Espíritu mudo y
sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en
él.” Así, el demonio salió y el muchacho fue sano.
Pueden ver que los demonios pueden volver a
personas mudas y sordas. Entonces, si es sordo o
mudo, ¿Acaso eso significa que tiene un demonio?
No necesariamente. Tal vez su tímpano se haya roto
o tenga alguna infección en su oído. O, tenga
parálisis cerebral o apoplejía y no pueda hablar.
Sin embargo, hay casos en los que las personas son
mudas o sordas debido a demonios. Debe poder
discernir entre estas cosas. No debe tan sólo decir,
“Espíritu mudo y sordo, sal” porque hay algo así
escrito en la Biblia. Sólo debe hacerlo cuando es
realmente una obra de un demonio. Únicamente
entonces podrán ser liberados de los demonios y
volverán a hablar y a oír otra vez.
No deben decir que alguien está endemoniado tan
sólo por que está enfermo. La Biblia hace una clara
distinción entre los demonios y la enfermedad.
Cuando la suegra de Pedro tenía una fiebre muy
alta, nuestro Señor le ordenó a la fiebre que saliera.
En este punto, deben entender una cosa más. Jesús
le ordenó al demonio que saliera del muchacho y
que no volviera a entrar más en él. Cuando echa
fuera demonios, deben hacerlo de tal manera que
no vuelvan a entrar. No deben limitarse a echarlos
fuera y ahí terminar. Deben orar para que nunca
más vuelvan a entrar.
Además, deben saber que, en algunos casos,
incluso si un siervo poderoso de Dios echa fuera
demonios, éstos pueden regresar. Aun si un hombre
con mucho poder ordena a los demonios que no
regresen, éstos pueden volver. ¿Por qué sucede
esto? Es cuando el endemoniado blasfema contra el
Espíritu Santo o cuando voluntariamente hace las
obras de la carne que conducen a la muerte y el
muro de pecado que lo separa de Dios no se ha
derribado.
En este caso, cuando el hombre con el poder de
Dios manda salir al demonio, éste sale\\\; pero
luego que se retira, el demonio regresa. ¿Por qué?
El siervo de Dios tiene esta clase de autoridad,
porque el endemoniado no tiene nada que ver con
Dios. Primero, los demonios salen por la orden del
hombre de Dios, pero si se va, vuelven otra vez.
Entonces, ¿Qué debe hacer? En este caso, la
persona poseída debe arrepentirse completamente
y, de esa forma, derribar el muro de pecado que lo
separa de Dios y, entonces, el hombre de Dios
echará fuera al demonio. Si el problema del pecado
no se resuelve, todo esfuerzo fracasará y será en
vano. Jesús ordenó al demonio que nunca más
volviera y el muchacho sanó.
Primero, el padre de este muchacho sólo tenía fe
mental, es decir, pensaba que creía porque sabía de
Jesús, pero pidiéndole a Jesús, llegó a tener fe
espiritual. Y con esa fe espiritual, su hijo fue
completamente sano por el obrar de Dios.

Amados Hermanos en Cristo:


A fin que ustedes encuentren y experimenten a
Dios, deben tener fe espiritual. Sin embargo, no
todos tienen desde el principio una gran fe
espiritual.
Comienza con una fe como del tamaño de una
semilla de mostaza. Esto es, primero oyen el
evangelio y aceptan al Señor para recibir el Espíritu
Santo, y tener la fe para ser salvos.
Desde ese momento, su fe comienza a crecer en la
misma medida que escuchan la Palabra de Dios y la
hacen su pan espiritual\\\; es decir, su alimento
diario. Entonces, ¿Cómo pueden tener fe espiritual?
Primero, deben derribar todo pensamiento y teoría
que impida que tengan esta fe espiritual.
¿No desean todos eso? Todos quieren cambiar su fe
carnal, a una fe espiritual y andar en el espíritu. Sin
embargo, el mayor de todos los obstáculos para
andar en el espíritu son los pensamientos y teorías
que hemos aprendido.
Como se menciona en 2 Corintios 10:5, “…
derribando argumentos…” Si, debemos derribar todo
tipo de argumentos y teorías. “…y toda altivez que
se levanta contra el conocimiento de Dios.” ¿Qué es
toda altivez que se levanta contra el conocimiento
de Dios? Son sus argumentos y teorías. Cuando un
nuevo creyente viene y escucha el mensaje, lo
juzga al decir, “Eso no es cierto o eso no está bien.”
Debido a que no concuerda con sus pensamientos,
estas personas dicen, “Eso no está bien. ¿Por qué
tiene que predicar sobre eso?” Pero el hombre
espiritual recibe el mensaje sólo con un “Amén”. El
hombre carnal tiene sus propios pensamientos y
teorías y procura que todo se adapte a ellas. Por
eso, no está de acuerdo con la Palabra de Dios.
Así, esta altivez que se levanta contra Dios es la
arrogancia y el orgullo. Como las personas tienen
sus propios criterios y pensamientos, piensan que la
Palabra de Dios, que es la verdad, no es cierta ni
correcta.
Piensan que sólo las cosas que van de acuerdo a su
forma de pensar y a sus criterios son las únicas
correctas. Esto es ir en contra de Dios\\\; y es
orgullo.
Este orgullo de sí mismos hace que se opongan a
Dios.
Y el versículo añade, “…y llevando cautivo todo
pensamiento a la obediencia a Cristo.” No sólo este
o aquel pensamiento, sino todo pensamiento.
Nuestro Señor nos dice que Él es el camino y la
verdad y la vida. Debemos hacer que nuestros
pensamientos obedezcan a esta verdad. Sólo la
Palabra de Dios es la absoluta verdad. Debemos
obedecerla y responder con sólo un “Si” a esta
Palabra.
Como ya les explique en la última prédica, no todo
su conocimiento, teorías, formas de pensar y
valores son ciertos. Sólo la Palabra de Dios es la
única y eterna verdad.
Las personas tienen diferentes clases de
conocimiento. Por cierto, también hay ciertas cosas
que tienen en común. Por ejemplo, 1 más 2 es 3.
Esto es cierto. Nunca cambia. Sin embargo, de
acuerdo a sus pensamientos y educación, usted
tendrá un diferente conocimiento. Todos tienen
diferentes valores. Por eso, cuando intentan que
otras personas se adapten o se ajusten a sus
valores y pensamientos, ahí se presentan los
problemas y las dificultades.
Sucede lo mismo entre los esposos. Si ambos
fueran flexibles el uno con el otro, pensaran antes
de hablar, y procuraran entender el corazón y el
punto de vista del otro, podrían llegar a un acuerdo
y unirse y ser uno.
Podrían llegar a tener una bella y espiritual familia
con sus corazones y pensamientos unidos. Pero si
uno trata de imponerse al otro y hacer que le sirva,
o si uno de ellos siempre quiere tener la razón y
comienzan a discutir sobre sus familias y su
educación, su relación se vendrá abajo.
El respeto de la esposa hacia su esposo
desaparecerá y su amor se enfriará. Por eso, hay
cosas que entre los esposos nunca se deben decir.
No deben JAMAS pronunciar palabras que hieran los
sentimientos del otro. Deben siempre decir palabras
respetuosas porque vivirán con esa persona.
Si insistimos en que nuestro punto de vista,
conocimiento y teorías son siempre los correctos,
nuca podremos aceptar la Palabra de Dios ni
tampoco llegar a tener fe espiritual.
Si lo que han aprendido en el mundo no está de
acuerdo con la Palabra de Dios, deberá negarlas y
desecharlas y confiar sólo en la Palabra. Pero debido
a que no hacen esto, no pueden tener fe espiritual.
Al respecto, ustedes que son miembros de la Iglesia
Manmin tienen más oportunidades que cualquier
otra persona para derribar sus argumentos, teorías,
formas de pensar, pensamientos y opiniones.
Muchos de ustedes han recibido un nivel superior de
educación en el mundo, pero ¿Por qué reciben el
mensaje con un “amén” y llevan una entusiasta y
alegre vida cristiana?
Es porque han experimentado las obras de Dios que
van más allá del conocimiento y de las teorías del
mundo. Si están asistiendo a esta Iglesia por tan
sólo un mes, habrán visto y oído de las muchas
señales y maravillas que se producen cada semana.
En especial, muchas enfermedades y dolencias
incurables que han sido sanadas por el poder de
Dios, tantas que ni siquiera podemos contar el
número de milagros de sanidad que se han
producido. Más aún, tenemos los reportes e
informes médicos que prueban que estas sanidades
realmente se produjeron y que van más allá del
poder del hombre.
Actualmente, muchos doctores alrededor del mundo
están respaldando estas sanidades con informes
médicos oficiales. Hay numerosas evidencias que
podemos mostrar a la gente interesada.
Debido a que han experimentado esta infinidad de
obras de Dios cada semana, no pueden persistir en
sus opiniones, conocimientos y teorías ante la
Palabra de Dios.
Romanos 8:7 dice, “Por cuanto los designios de la
carne son enemistad contra Dios\\\; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden\\\;”
Espero que ustedes, aquellos que están escuchando
este mensaje, derriben y echen fuera todo
pensamiento, opinión o teoría que impiden que
crean en la Palabra de Dios, aun viendo las obras
que Dios nos está mostrando aquí.
Es mi deseo que puedan recibir toda la Palabra de
Dios con un “Amén”.
Desde que fui un nuevo creyente, nunca jamás use
ninguna teoría ni pensamiento para tratar de
explicar la Palabra de Dios. Ahora estoy muy
agradecido por eso. Cuando leí que Josué detuvo el
sol y la luna, que Moisés abrió el Mar Rojo en dos,
que los muros de la ciudad de Jericó se cayeron, y
que el río Jordán detuvo su caudal apenas los
levitas pusieron sus pies sobre el agua, yo
contestaba llorando con un “Amén”.
Sólo respondía con un “Amén”. No use mis
pensamientos o conocimientos. Creía
incondicionalmente diciendo “Amén”. Si usa su
raciocinio, ¿Cómo podrá explicarse que el sol y la
luna se detuvieron sólo por una oración? El sol y la
luna se mueven porque la tierra tiene un
movimiento de rotación y de traslación, y si la tierra
detiene ese movimiento de rotación y de traslación,
¿Cómo pudieron todas las cosas quedarse en su
lugar? Si tira algo como esto, se caerá por la ley de
la gravedad.
Si está más cerca de la gravedad del sol, se caerá
hacia el sol. Entonces, ¿Cómo pudieron todas las
cosas permanecer en sus respectivos lugares? Si
comienza a usar sus pensamientos, empezará a
pensar en todas estas cosas. Por eso, no podrá
creer y tendrá dudas.
Tendrá dudas aun cuando la Palabra de Dios sea
con toda seguridad la verdad. Porque estas grandes
manifestaciones de Dios están teniendo lugar en
esta Iglesia, muchos otros creyentes en Corea no
las quieren creer. Las cosas están sucediendo más
allá del tiempo y del espacio.
Cuando oro desde aquí, en un lugar muy distante el
agua salada se transforma en agua dulce. Aun
cuando muchos milagros de sanidad tienen lugar
por medio del agua dulce\\\; y a pesar que hemos
dado testimonio de las poderosas obras de Dios
alrededor del mundo por medio de los pañuelos
sobre los que he orado, otros intentan más bien
estorbar a los creyentes que deciden venir a nuestra
Iglesia por miedo a perder a su rebaño. No
obstante, espero que acepten toda Palabra de Dios
solamente con un “Amén”.

Amados Hermanos en Cristo:


A fin de tener fe espiritual, en segundo lugar,
tenemos que oír y aprender diligentemente la
Palabra de Dios y llevarla a la práctica en nuestras
vidas.
Romanos 10:17 cita, “Así que la fe es por el oír, y el
oír, por la palabra de Dios.” ¿Qué es lo que oye?
Oímos la Palabra de Dios y la Palabra de Cristo.
Obtenemos fe por el oír. Como se menciona,
primero tenemos que oír y aprender la Palabra de
Dios y llenar nuestro corazón con la verdad.
Si llena su corazón con la verdad, lo que opuesto a
la verdad, que es la falsedad, saldrá de usted.
Hicimos un experimento con el agua. Si vertimos
agua limpia dentro de agua sucia, entonces el agua
sucia flotará y saldrá. Al final toda el agua sucia se
sacará y el recipiente se quedará sólo con agua
limpia. Funciona de la misma manera.
Si escucha la palabra de verdad y actúa en la
verdad, lo opuesto, la falsedad y la mentira serán
removidas poco a poco. Si alguien tiene una fuerte
determinación y fuerza de voluntad, podrá sacar
toda la falsedad de una sola vez.
Si deciden echar fuera el “odio”, lo harán. Si desean
amar, amarán. De cualquier forma, no les conviene
tener ira o enojo. Por tener eso, pueden golpear a
su esposa o a sus niños. Si deciden echar fuera la
“ira”, entonces lo podrán hacer. ¿Qué hay de difícil
en eso?
Si contara todas las veces que le ha pegado a su
esposa- Lo siento, pero no quiero decir con esto que
todos los esposos aquí presentes golpean a sus
esposas- Sin embargo, podemos leer estas cosas en
las noticias de los diarios. Algunas esposas en
nuestra Iglesia también son golpeadas por sus
esposos, y sólo después que sus esposos son
transformados por la verdad, logran tener paz en la
familia.
Entonces, ya han contado cuantas veces le pegaron
a sus esposas. Si la han golpeado 10 veces en un
mes, y si ahora se proponen reducir a 5 veces,
entonces se pueden controlar a sí mismos. Incluso,
cuando su mano se levante para pegarle, podrán
controlarse tan sólo pensando, “No debo hacer esto”
Si continúan tratando de esta manera, podrán
disminuir las peleas a 5 veces, cuatro, y finalmente,
ya no habrá más golpes. Si tienen una firme
determinación y deciden no golpear a su esposa
nunca más, entonces, dejarán de hacerlo
inmediatamente. Esta clase de personas pueden
rápidamente entrar en el espíritu. Así, lo que es
opuesto a la verdad, es decir, la falsedad, saldrá y
tendrán un corazón limpio.
En la medida en que corazón esté limpio, Dios le
dará una mayor fe espiritual.
1 Juan 3:21-22 cita, “Amados,” Este debería ser
uno de sus versículos favoritos. Lo oyen muy a
menudo. Si la Biblia dice, “Amado” significa que lo
que sigue es una palabra de bendición. Continuo
“Amados, si nuestro corazón no nos reprende, Es
decir, si cada uno de ustedes no tiene nada que lo
condene a sí mismo. Prosigue la cita. “Confianza
tenemos en Dios\\\; y cualquiera cosa que
pidiéramos la recibiremos de él, porque guardamos
sus mandamientos, y hacemos las cosas que son
agradables delante de él.”
Esto es, cuando hacen las cosas que agradan los
ojos de Dios. ¿Qué significa esto en términos de fe?
Es el 5to. Nivel de fe, que es el espíritu perfecto o
total. Aquellos que agradan a Dios están en el 5to.
Nivel de fe, el espíritu perfecto o completo. Además,
en la Biblia, hay muchas promesas de este tipo de
parte de Dios.
Dios ciertamente cumple Sus promesas. Por eso, da
fe espiritual a Sus hijos quienes llenan su corazón
con la verdad y viven de acuerdo a la Palabra\\\; y
cuando le piden con fe, Dios ciertamente les
responderá.
Si el campo de su corazón es muy bueno, podrá
creer tanto como escuche y aprenda la Palabra, y
así su fe espiritual crecerá muy rápidamente.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, cuando
oye la Palabra, primero la guarda como
conocimiento y luego empieza a cambiarla a fe
espiritual.
Para que la Palabra de Dios, que ha sido guardada
como conocimiento llene nuestro corazón como fe
espiritual, se requiere de un proceso. Esto es, debe
haber un acto o acción de obediencia a la Palabra de
Dios tal como es.
Algunas personas vienen para recibir mi oración de
bendición. Me piden que ore para que Dios los
bendiga. Entonces, yo tan solo oro como ellos me lo
piden. Sin embargo, esa bendición puede o no venir
sobre ellos. Si se han preparado como un vaso
aprobado para recibir la bendición, entonces, la
recibirán. Pero algunos piden la oración de
bendición y ni siquiera ofrecen sus diezmos a Dios.
Por tanto, ¿Cuándo oro para bendecirlos, esa
bendición podrá llegar o no? Como están resistiendo
y yendo en contra de Dios, no pueden recibir
ninguna bendición de Dios. Si realmente creyeran
en la Biblia y en Dios, guardarían sus
mandamientos. En especial, cumplirían con los más
importantes.
Guardarían el día del Señor, es decir el domingo
yendo al culto y dando sus diezmos completos. Pero
como no creen, no pueden cumplir con esos
mandamientos. No creen en la Palabra de Dios ni en
el Mismo Dios. Si no creen en la Biblia, eso quiere
decir que no creen en Dios ni en nuestro Señor.
La Biblia claramente nos lo indica. Dios dice que nos
bendecirá. Sin embargo, ¿Cuál es la condición para
recibir esas bendiciones? Debemos ofrecer nuestros
respectivos diezmos. Un diez por ciento le pertenece
a Dios incondicionalmente. Si no se lo damos a
Dios, quiere decir que le estamos robando. Y ¿Qué
dice Dios al respecto?
Nos dice que lo probemos en esto a ver si no abrirá
las ventanas de los cielos y derramará bendiciones
hasta que sobreabunde. Esta forma de probar a
Dios no es un pecado. Nos dice todo esto, pero
porque no creen, no pueden dar.
Entonces, si reciben la oración de bendición, ¿Cómo
podrán las bendiciones venir sobre ellos? ¿Cómo
podrán ser bendecidos si ni siquiera creen en la
Palabra de Dios? Por eso, podremos andar en el
espíritu sólo cuando hagamos de la obediencia a la
Palabra de Dios un diario accionar en nuestras
vidas.
Por ejemplo, aun cuando usted memorice las notas
musicales de una pieza de piano, eso no significa
que toca bien el piano. A pesar que lea libros de
texto de golf, no quiere decir que sabe jugar al golf.
Si aprende de memoria todos los libros que hablan
de cómo jugar al fútbol y aprende a jugarlo en el
Internet\\\; ¿Podrá acaso jugarlo bien? Claro que
NO. Ni siquiera podrá hacer un buen pase. Ni podrá
patear bien un simple penal. De hecho deberá
practicar sea tocando el piano o jugando al fútbol de
acuerdo a sus reglas.
Pasa lo mismo con la Palabra de Dios. No importa lo
mucho que pueda leer y oír la Palabra, si no la pone
en práctica y actúa de acuerdo a ella, entonces no
le será de ninguna utilidad.
Para los que no actúan por la Palabra, ésta será
para ellos simplemente un fragmento de
conocimiento, tal como son las letras escritas en la
Biblia. Sin embargo, cuando las ponen en práctica,
se vuelven vivas y activas, y producen hermosos
frutos en forma de respuestas y bendiciones.
Hay algunas personas que se supone deben tener fe
y se dice que son fieles a Dios, pero no sanan de
sus enfermedades. Entonces, deben preguntarse a
sí mismos. Si cualquier milagro sucede aquí, e
incluso si los nuevos creyentes son sanados de
enfermedades mucho más serias sólo por una
oración. Sin embargo, ¿Por qué los otros no son
sanados?
Deben pensar por qué Dios no los ha sanado. Ni lo
saben ellos mismos. Viven en bondad y no pecan.
No hacen ningún tipo de maldad. Además, oran sin
cesar. Asisten a la oración diaria y a todos los
cultos. También son fieles y cumplen con todas sus
obligaciones y servicio.
No obstante, hace mucho tiempo que no sanan de
sus enfermedades y no saben por qué. ¿Por qué es
esto? Es porque aún tienen pensamientos y teorías
carnales que permanecen en ellos. Por eso no
pueden entender la causa o el por qué de ello. Ni
siquiera se dan cuenta que tienen maldad en ellos.
No se dan cuenta por que en realidad no hacen
nada malo. Sin embargo, a los ojos de Dios, deben
cambiar.
No podrán ir a una buena morada en el cielo si
permanecen así. Son buenos vasos de honra que
pueden ir a la Nueva Jerusalén, pero aún no se
conocen a sí mismos. Por eso, si el Señor los
llamara ahora, podrían ir a lo más al 2do reino del
cielo.
Entonces, ¿Qué es lo que debería hacer Dios que es
amor? Más bien permite que sean tocados por una
enfermedad para que tengan tiempo para
recapacitar sobre sí mismos. Dios les está diciendo
que no deben quedarse así. Por favor, abra su
entendimiento si usted es uno de ellos. Les ruego
que se den cuenta exactamente dónde se encuentra
su fe. Su fe debe continuar creciendo. No hay límite
ni fin en el reino espiritual.
Deben continuar avanzando en el reino espiritual. Si
se examinan a sí mismos, se darían cuenta si están
andando en el espíritu o no. Su fe es la misma
ahora comparada a la que tenía hace un año o
incluso antes de eso.
¿Por qué? Como no se descubren a sí mismos, no
pueden derribar ni echar fuera su ego. ¿Por qué?
Porque los esquemas y parámetros de sus creencias
y razonamientos no han sido derribados. La Palabra
de Dios permanentemente les habla, pero no la
pueden hacer suya. Por eso, tampoco reciben
respuesta a sus problemas.
Si ellos fuesen nuevos creyentes, podrían haber
recibido respuesta, pero no son nuevos creyentes.
Dios los ama mucho, por eso desea que derriben su
“YO” y así poder llevarlos a una mejor morada
celestial. Pero, ellos no se conocen a sí mismos.
Es porque Dios les da fe espiritual observando sus
obras, hechos y acciones de obediencia a la Palabra.
Por cierto, incluso si tratan de obedecer, hay
algunas veces cuando no podrán obedecer
inmediatamente.
Procurarán amar a otros como manda la Palabra de
Dios, pero no podrán echar fuera el odio de su
corazón y a veces se enojarán aun no queriendo
hacerlo.
Ahí, tendrán que orar intensamente y recibirán la
fuerza necesaria para obedecer. Si no pueden
obedecer, incluso orando, podrán ofrecer votos de
oración, vigilias de oración o aún ayunos a fin de
recibir la fortaleza necesaria para echar fuera la
maldad de su corazón. También deberán esforzarse
para conocerse a sí mismos.
Si cualquier ministro o siervo de la Iglesia está
hablando, deberán guardar esa palabra en su
mente, pero si tan sólo dicen, “Eso no es para mí”,
entonces, no podrán descubrirse a sí mismos no
importa cuanto oigan la Palabra de Dios. Si buscan
la gracia y el poder de Dios con un corazón
verdadero, definitivamente Dios les dará la fortaleza
necesaria que les permitirá obedecer.
Pueden tener fe espiritual solamente si en forma
continua obedecen la Palabra. Una vez que han
logrado tener fe espiritual al poner en práctica la
Palabra, las bendiciones vendrán sobre usted tal
como Dios lo ha prometido. Su alma prosperará,
gozará de salud, y se le concederán los deseos de
su corazón.
Luego que experimenten estas bendiciones, podrán
obedecer aún en cosas mayores\\\; y a través de
ese proceso, su fe crecerá aún más.
Romanos 1:17 dice, “Porque en el evangelio la
justicia de Dios se revela por fe y para fe, como
está escrito: MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRA.”
Como se menciona, “por fe y para fe” podemos ir de
una fe como simple conocimiento a una fe espiritual
y crecer de una fe pequeña a una fe mayor cuando
obedecemos al oír la Palabra de Dios.
Permítanme darles un ejemplo para una mejor
comprensión. ¿Cómo calman su sed? Tan solo
tienen que beber agua.
La afirmación diciendo, “Usted puede calmar su sed
si bebe agua”, es como tener una fe sólo de
conocimiento.
¿Creen esto de verdad? Buscan agua cuando tienen
sed porque lo creen de verdad.
Sin embargo, supongamos que hay una persona
que sabe- tan sólo como teoría- que su sed se
calmará bebiendo agua, pero no lo hace porque
duda si en realidad el agua calmará su sed.
Entonces, ¿Podríamos decir que en verdad cree?
Sabe en teoría, pero no lo cree en el fondo de su
corazón. Si realmente lo creyera, su acción de beber
agua de hecho lo demostraría.
El dato que la sed de uno se calma bebiendo agua
era sólo fe como teoría
al principio. Ahora, ha accionado de acuerdo a su
conocimiento. Y entonces su sed en verdad se ha
calmado. Ya sabe que su sed se aplacará si bebe
agua. No obstante, especialmente en verano,
cuando hace mucho calor y uno transpira bastante,
¿Con que ganas se tomaría un vaso de agua súper
helada? Se sentiría muy bien
O, cuando come algo salado, ¿No le da sed
también? Entonces, tiene que beber bastante agua
para atenuar lo salado y así su sed se calmará.
Ahora bien, ha obrado de acuerdo a su
conocimiento. Y su sed realmente se ha calmado.
Esto se vuelve una experiencia para usted y
después, si en realidad tiene sed, en forma natural
buscará agua.
Por medio de esta acción, usted llega a creer de
todo corazón, y así la siguiente vez, su accionar
será automático.
Sucede lo mismo con Dios. Cuando oye las palabras
de la Biblia, si obedece, incluso con una fe tan
pequeña como del tamaño de una semilla de
mostaza, obtendrá una experiencia de fe mientras
accione. A través de esta experiencia, logrará
obtener fe espiritual.
Entonces, en la medida en que la fe espiritual le sea
dada de lo alto, podrá más fácilmente actuar de
acuerdo a la Palabra en la siguiente oportunidad.

Amados Hermanos en Cristo:


Si su fe espiritual crece y llega a la medida
completa, podrán obedecer todo aun cuando Dios le
ordene hacer algo imposible.
Por ejemplo, Abraham obedeció la orden de Dios
que le pedía que le ofreciera a su único hijo Isaac, a
quien tuvo a la edad de 100 años, como ofrenda.
Para una persona común, hubiera sido imposible ni
siquiera imaginar tal cosa, pero él obedeció
inmediatamente sin ninguna vacilación ni duda.
Abraham tenía la completa seguridad que Dios es
todopoderoso y creía que Dios podía resucitar a su
hijo aún si lo ofrecía como sacrificio. Como obedeció
con fe algo imposible como esto, recibió inmensas
bendiciones. Fue constituido como padre de la fe y
fuente de toda bendición y también se le llamó
amigo de Dios.
Espero que ustedes puedan obedecer todas las
palabras que oigan, como Abraham lo hizo, y
demostrar la evidencia de su fe con sus obras. De
este modo, los animo a que agraden a Dios y logren
continuamente una mayor medida de fe, y así
experimenten el poder del Todopoderoso Dios en
cada instante de sus vidas.

Amados Hermanos en Cristo:


Hoy les he explicado dos formas para lograr tener fe
espiritual.
Primero.- Les dije que debemos derribar todo
argumento y teoría humanos que nos impidan creer
en la Palabra de Dios.
Debido a esto, no pueden tener fe espiritual e
incluso si oyen la Palabra de Dios, la oirán en forma
selectiva y tratarán de aceptar sólo lo que es bueno
a su opinión o criterio. ¿Qué es bueno a su criterio?
¿Sólo algo de moral? Sin embargo, a algunos ni
siquiera les gusta la moral. Luego, no aceptan ni
creen en las señales ni prodigios por que les
resultan increíbles. Por eso, creo que no aceptan
nada. Tal vez puedan aceptar los versículos que
empiezan con la palabra “Amados”. Debemos
derribar todos nuestros argumentos, teorías y
pensamientos.
Luego, en segundo lugar.- Debemos obedecer la
Palabra de Dios porque la fe espiritual va
acompañada con obras y hechos. Si llena su
corazón guardando y cumpliendo la Palabra de Dios,
podrá obtener una mayor fe espiritual en la medida
que llene su corazón de la verdad.
Después de todo, la medida de fe de cada uno se
determina de acuerdo a lo mucho que uno llene su
corazón con la verdad y a su grado de santificación.
Después de escuchar esto, algunos se preguntaran,
“No estoy viviendo completamente por la Palabra y
tengo una fe pequeña, así que eso quiere decir que
no voy a recibir respuesta a mis oraciones.”
No es del todo cierto. Sin importar la medida de fe
de cada uno, sólo si su vaso esta preparado para
recibir la respuesta a un determinado problema,
Dios le dará la fe espiritual sobre ese asunto en
particular.
Por ejemplo, cuando alguien desea sanar de una
enfermedad, no sólo debe confesar con su boca que
cree, sino debe mostrar la evidencia de su fe y
preparar su vaso y su corazón para recibir la
respuesta.
Es decir, tiene que orar, ayunar, ir a vigilias, dar
ofrendas y diligentemente hacer las cosas que
agradan a Dios.
Una vez que el vaso para recibir la respuesta esté
listo al acumular obras de fe, Dios le dará verdadera
fe en su corazón y a través de esa fe será sanado.
En este proceso, aquellos que tienen una mayor
medida de fe pueden preparar el vaso para la
respuesta mas fácilmente que los que tienen una
poca medida de fe.
Por ejemplo, cuando oran para recibir una cierta
respuesta, el aroma de la oración de los que tienen
una mayor medida de fe será mucho más fuerte y
más hermoso que el de los que tienen una menor
medida de fe.
Esa es la razón por la que algunos al orar por una
misma petición o asunto, reciben la respuesta sólo
orando 1 día y otros por más de 1 semana. De esa
manera, aun los que tienen poca fe pueden recibir
respuesta a sus oraciones, pero es mucho mejor si
se tiene más fe.
Pero la razón más importante para que ustedes
tengan una mayor medida de fe es que su morada
en el cielo será diferente de acuerdo a la medida de
su fe. Su medida de fe es la norma para decidir la
magnitud de la belleza de su morada celestial y de
la gloria que va a recibir en el cielo
Les explicare sobre la medida de fe en la próxima
prédica y espero que, a través de estos mensajes,
puedan alcanzar una mayor fe espiritual.
Oro en el nombre del Señor que reciban respuesta a
todo lo que pidan para gloria de Dios y entren al
más glorioso lugar en el cielo.

AMEN

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