You are on page 1of 6

Unidad Nº 9: Conservación, refuerzo y reconstrucción de pavimentos

Contenidos:
9.a. Técnicas y concepto de la conservación vial. Conservación en caminos pavimentados y de
firme natural. Procedimientos constructivos.
9.b. Refuerzo de pavimentos. Aplicación de los resultados de evaluación estructural.
Metodología del cálculo de refuerzo y métodos de cálculo específico. Reconstrucción de
pavimentos. Técnicas de reciclaje. Técnicas constructivas.
Práctico Involucrado : Nº 10

La Conservación vial puede definirse como el conjunto de actividades de obras de


ingeniería vial, que requieren realizarse de forma inmediata cada vez que se detecta un
deterioro del camino, y que debe ser subsanado en el mínimo tiempo de ejecución desde
el momento en que es detectado.

Las características iníciales de un firme van degradándose con el transcurso del tiempo
debido al paso de los vehículos sobre él y a las acciones climáticas del entorno.
Por ello, las operaciones efectuadas con el fin de restituir dichas características pueden
considerarse como parte del mantenimiento de una carretera.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que la construcción y el mantenimiento se
hallan en estrecha relación: una carretera proyectada y construida, con generosidad para
el tráfico que va a soportar tendrá unos gastos de conservación menores, pero es preciso
analizar si la reducción de gastos de conservación compensa el mayor costo inicial. Por
contra, una carretera concebida con un costo reducido puede acarrear gastos de
conservación excesivos e incluso prohibitivos. En cualquier caso, las necesidades de
inversión se desplazan desde la construcción de nuevas vías hasta la conservación de las
existentes.

OBJETIVOS DEL MANTENIMIENTO


Las actuaciones de conservación sobre el firme se dirigen a tres objetivos de
mantenimiento:
 Una adecuada resistencia al deslizamiento a fin de que el pavimento proporcione
una suficiente seguridad a los vehículos que circulan por él.
 Una regularidad superficial acorde con el trazado de la vía y las velocidades
normales de recorrido, de manera que la rodadura sea cómoda para el usuario.
 Una resistencia estructural suficiente para el tráfico que ha de soportar la
carretera.
Estos anteriores parámetros anteriormente citados determinarán el nivel de degradación
del firme o, dicho de otro modo, la calidad que éste ofrece al usuario. Para mantener un
adecuado nivel de calidad se recurre a diversas tareas de mantenimiento.
 Tipos de tareas de mantenimiento
Dentro de las tareas de mantenimiento y conservación se pueden distinguir dos grupos
diferentes: las que constituyen el mantenimiento rutinario u ordinario y las actuaciones
extraordinarias.
El primer grupo hace referencia a actuaciones llevadas a cabo de manera rutinaria y con
regularidad: semanal o mensualmente, antes o después de una temporada de lluvias, etc.
Por su parte, las actuaciones extraordinarias responden a la aparición de deterioros
importantes y generalizados que requieren una reparación más urgente.

Niveles de mantenimiento
Considerado el mantenimiento en su sentido más amplio, pueden distinguirse en ella
diferentes niveles en función de la gravedad de los daños existentes en el firme:
 Mantenimiento preventivo: Encaminado a prevenir la aparición de deterioros en el
firme o a subsanarlos rápidamente si existen, para evitar males mayores.
 Rehabilitaciones estructurales: Se recurre a ellas cuando el paso del tráfico y las
acciones climáticas han producido una disminución apreciable de la capacidad
resistente del firme.
 Reconstrucción del firme: En estos casos, el deterioro es de tal magnitud que es
preciso demoler y reconstruir el tramo de firme afectado. Actualmente se emplean
técnicas de reciclado que tratan de aprovechar el material demolido.

Mantenimiento preventivo
Este tipo de actuaciones sobre el firme no conducen a una modificación sustancial de su
sección estructural. Se realizan periódicamente para impiden la aparición de deterioros
(conservación preventiva) o bien se actúa, naturalmente lo antes posible, cuando esos
deterioros han aparecido (conservación curativa).
A su vez, la conservación curativa puede dirigirse a la corrección de deterioros localizados
(operaciones puntuales) o al tratamiento de tramos de una longitud apreciable
(operaciones generales). Entre estas últimas hay que destacar las operaciones de
renovación superficial, cuyo objetivo es dotar al firme de una nueva capa de rodadura, es
decir, de unas nuevas características superficiales.
La Conservación Vial tiene un propósito preventivo, que incluye diversas actividades como
las referidas a:
• Evitar el ingreso de agua en la estructura del pavimento; por ejemplo, colocando capas
de sello asfáltico, sellado de fisuras y grietas, capas asfálticas delgadas, etc
• Eliminar el agua de la estructura del pavimento; por ejemplo, mediante subdrenes, o la
restauración del sistema de drenaje.
• Restaurar la regularidad superficial del pavimento
• Evitar el deterioro de los puentes; por ejemplo, con la limpieza y pintura, medidas
contra la socavación, la reparación del tablero, y la limpieza del drenaje del tablero.

En carreteras pavimentadas por ejemplo, es importante eliminar baches, deterioros o


pérdidas de guardavías y de señales, rajaduras en muros, en disipadores de la energía de
los canales de drenaje, la limpieza de la colmatación de cursos de agua y alcantarillas,
limpieza de la calzada de polvo, de piedras o de derrumbes sobre las calzadas, etc. Este
tipo de problemas deben ser identificados en los reconocimientos rutinarios,
posiblemente diarios, en los diferentes tramos y reportados sistemáticamente para su
atención en lo posible inmediata.

En el caso de carreteras no pavimentadas, se requerirá del perfilado de la capa granular


de rodadura rellenar baches causados después de lluvias, limpieza de las obras de drenaje,
reparación y remplazo de señales camineras, remoción de derrumbes, etc.

Rehabilitaciones estructurales
En un segundo nivel de la conservación se sitúan los refuerzos y, en general, las
rehabilitaciones estructurales. Se recurre a ellas cuando el paso del tráfico y las acciones
climáticas han producido una notable disminución de la capacidad resistente del firme.
En la mayor parte de los casos esta rehabilitación estructural consiste en un refuerzo del
firme: después de acondicionar si fuera preciso la superficie existente, se extienden una o
varias capas que suponen una resistencia adicional y por tanto alargan la vida de la
infraestructura en condiciones satisfactorias.
En algunos casos la rehabilitación estructural se basa en técnicas diferentes a las de
refuerzo. Es el caso de los recalces de losas en pavimentos de hormigón o de la mejora o
incluso sustitución de la capa de base en los pavimentos de adoquines empleados en
algunas vías urbanas.

Reconstrucción y reciclado de firmes


Su necesidad puede justificarse por tres razones:
- Existencia de una explanada y/o capas inferiores del firme inadecuadas por su carácter
plástico, erosionable o entumecible.
- Cuando no se ha actuado a tiempo conservando o reforzando, y se ha alcanzado un alto
grado de deterioro que no es posible abordar con una rehabilitación estructural.
- Cuando el deterioro ha llegado a tal punto en el que reforzar resulta mucho más costoso
que construir un nuevo firme.
Para reconstruir el firme hay que demolerlo y excavarlo previamente, así como sanear
convenientemente la explanación; si ésta se encuentra satisfactoriamente, puede
utilizarse el viejo firme como explanada y construir directamente sobre él el nuevo.
La reconstrucción puede ser total o parcial; este último caso se da cuando el daño afecta
únicamente a un pequeño tramo o zona de la sección transversal (un carril, por ejemplo).
Las técnicas de reciclado alcanzaron a principios de los años ochenta un cierto auge,
aunque más por sus posibilidades que por las realizaciones prácticas. La crisis energética y
el deseo de limitar el consumo de ligantes bituminosos llevaron a poner a punto técnicas
de aprovechamiento de firmes envejecidos, bien directamente –técnicas de reciclado in
situ- o tras su reciclado en central. En ambos casos, a los materiales existentes se les
incorporan en mayor o menor medida adiciones –aglomerantes o áridos- y
posteriormente se procede a su re-mezclado, extendido y compactación.

TÁCTICAS DE CONSERVACIÓN
La estrategia de conservación de una carretera o de un tramo con características
homogéneas se puede definir como el conjunto de actuaciones a desarrollar durante la
vida de la carretera o del tramo para que su índice de servicio no baje del mínimo
admisible. Su elaboración está condicionada por numerosos factores, tanto de tipo
técnico como económico: tráfico, tipología de la sección estructural del firme, medios
técnicos y humanos disponibles para su conservación, asignaciones presupuestarias
destinadas al mantenimiento de vías, etc.
El principal objetivo de la estrategia de conservación debe ser, lograr una mayor vida útil
del firme al menor costo. Esto lleva lógicamente a que no todas las estrategias que
pudieran plantearse técnicamente sean económicamente adecuadas, pero todas ellas
pueden incluirse en dos grandes grupos:

 Estrategias puntuales: Está formado por aquéllas que prevén grandes operaciones
de conservación a realizar en momentos concretos y muy separados en el tiempo,
de manera que con esas operaciones se restituyan prácticamente las condiciones
iníciales del firme.
 Estrategias continuas: Comprende las estrategias en las que prevalecen
operaciones muy frecuentes, prácticamente continuas, de manera que las
características iníciales del firme se vayan perdiendo con la mayor lentitud posible.

CRITERIOS DE EVALUACIÓN DE LA CALIDAD DE UN FIRME

Para evaluar el estado de un firme se emplean dos procedimientos diferentes, sucesivos y


complementarios: la inspección visual y la auscultación con aparatos.
Con el primero se pretende detectar y localizar de manera sencilla y rápida, si es posible
estimar cuantitativamente los deterioros existentes en el tramo sometido a estudio; con
el segundo se va más allá, cuantificando exactamente y evaluando los daños existentes en
el firme previamente localizados para determinar cuál es el tratamiento de conservación
que debe aplicarse.

Inspección visual
La inspección visual es el principal medio para la obtención de datos genéricos relativos al
estado del firme. Consiste en una inspección realizada directamente sobre el terreno por
técnicos cualificados que recorren la carretera a pie o en vehículo a marcha lenta, con
objeto de detectar e incluso tratar de cuantificar los deterioros existentes siguiendo
criterios preestablecidos.
Para que una inspección visual sea eficaz debe responder a unos criterios que a la vez sean
sencillos y no introduzcan una subjetividad grande. Así por ejemplo la
método de evaluación visual basado en los datos:
- Tipo de capa de rodadura
- Aspecto de la capa de rodadura
- Reparaciones existentes
- Roderas
- Sección en desmonte
- Defectos varios
- Tipo de arcén

En cualquier caso, una herramienta de apoyo muy útil para la inspección visual es la
existencia previa de catálogos de deterioros. Se trata de colecciones de fichas en cada una
de las cuales se incluye la denominación del deterioro correspondiente, una descripción
del mismo, una explicación de sus posibles causas y una fotografía de un firme afectado
por dicho deterioro.

Auscultación con aparatos


La auscultación con aparatos del firme de una carretera es un paso más sobre la
inspección visual, aunque en ningún caso puede prescindirse de ésta en la determinación
del estado de dicho firme. Gracias a la auscultación con aparatos es posible proceder a
cuantificaciones, absolutamente imprescindibles por ejemplo en el caso de los refuerzos, y
llegar a rendimientos elevados en la obtención de datos, lo que permite el seguimiento de
una red de carreteras.
La auscultación debe basarse en trabajos desarrollados de una manera continua en el
espacio y con una periodicidad preestablecida. Es lo que se denomina auscultación
sistemática, que se lleva a cabo con aparatos que permiten elevados rendimientos.
Seguidamente, en las zonas o tramos en que dicha auscultación sistemática o la propia
inspección visual han detectado singularidades, se procede a una auscultación puntual de
menor rendimiento, pero que proporciona mayor precisión.

You might also like