You are on page 1of 17

mejora en la

trompeta
en10pasos
‘Mejora en la Trompeta en 10 pasos’

Bienvenido/a a este mini ebook que he preparado con mucho cariño para ti, y el
cual espero que te sea de mucha utilidad en tu camino -profesional o no- como
trompetista. Pero antes, me gustaría que me conocieras un poco, así que te lo
voy a contar de manera muy resumida.
Mi nombre es Iván Naranjo, soy trompetista, natural de Prado del Rey, Cádiz
(España) y toco la trompeta desde los 9 años aproximadamente. Como tantas
otras personas, por mis circunstancias personales no pude estudiar nunca en
un conservatorio ni escuela de música, tan sólo tocaba en la pequeña banda de
música de mi pueblo, algún grupo o charanga en la adolescencia y poco más,
así que siempre que he querido aprender algo y mejorar dentro de la música,
ha tenido que ser a base de buscar información, probar, fallar, probar fallar,
etc… intentar sacar lo más provechoso de cada persona con la que he
coincidido, conocido o tocado, y por supuesto, considero que con paciencia,
humildad y amor.
En 2014 decidí crear mi proyecto “Aprende Trompeta”, con el canal de Youtube
y la página de Facebook primeramente, donde mi única intención era (y sigue
siendo) compartir con los demás mi propia visión de la música, de su estudio,
y de lo que yo personalmente llevo a cabo en mi día a día y que me funciona.
Por lo tanto, no pretendo auto proclamarme profesor ni maestro de nadie, ni mi
contenido sustituye a ningún conservatorio o escuela, todo lo contrario, es un
complemento.
Durante los últimos años, que es cuando más intensidad estoy intentando tener
para estudiar, he aprendido muchísimas cosas, y de entre todas ellas, he
llegado a la conclusión de que hay una serie de factores, conceptos e ideas
básicas que hay que tener muy en cuenta a la hora de todo el proceso de
estudiar, tanto la trompeta como cualquier otro instrumento. No vas a encontrar
conceptos puramente técnicos, sino más bien ideas, hábitos y formas de
afrontar las diferentes situaciones y etapas que sin duda, tendrás que afrontar
si quieres progresar con la trompeta. Y yo te voy a acompañar con este ebook
que he querido preparar para ti.
Sin más, te dejo con los 10 pasos esenciales para mejorar. ¡Que lo disfrutes!
-Mejora en la trompeta en 10 pasos-

• 1.- Confía plenamente en ti y tus capacidades.


Aunque seguramente nunca te hayas parado a pensar en ello, hay una parte de
tu cuerpo que es fundamental para alcanzar cualquier objetivo que quieras,
tanto en la trompeta como en cualquier otra area de la vida. Puedes tener toda
la preparación que quieras, hayas empleado una gran cantidad de horas y lo
hayas perseguido con anhelo. Aquello que quieres conseguir, vas a tener que
haberlo conseguido mucho antes. Si te está sonando un poco raro todo esto, no
te preocupes, que ahora te lo explico.
Como supongo que habrás imaginado, estoy hablando de la mente, y todo lo
que conlleva. Y tú dirás, ¿y qué tiene que ver mi mente con la trompeta?
Bueno, quizás a simple vista no guarde una relación muy estrecha, pero te voy
a dar un par de simples datos que a lo mejor, te ayudan a cambiar
radicalmente de opinión.
¿Sabías que, actualmente, la Ciencia ha demostrado que todos los sucesos,
acontecimientos y cosas que vivimos, surgen gracias a una fuerte intención de
la mente? Quiero decir, nuestra mente tiene el potencial de transformar en
materia, en este mundo, cualquier situación que queramos imaginar, siempre y
cuando sea algo que deseamos profundamente y que sea humanamente posible
de conseguir.
No me voy a meter en este tema ya que se sale totalmente de la línea de este
libro, quizás decida tratarlo en una futura ocasión, pero si te has quedado con
ganas, te recomiendo que te informes acerca de la física cuántica, teorías
como la de Garnier Malet, entre otras.
Y bien, como te iba diciendo, si sabemos como utilizar la mente a nuestro
favor, vamos a allanar considerablemente el camino para conseguir aquello
que queremos. Y esto no se trata de algo mágico, se trata de adquirir una serie
de hábitos psicológicos diarios que, a lo largo del tiempo y sumado a los
demás elementos necesarios como las horas de estudio, una buena rutina, el
descanso, alimentación, la constancia, etc., te van a permitir vivir la vida que
tú quieres, y lo que es más importante, creando tus propias oportunidades, tu
propio camino y decidiendo a dónde quieres llegar.
¿Quieres saber el paso fundamental y primordial que debes dar para conseguir
este nuevo cambio a tu mente? Es muy simple: aprender a confiar en ti.
Como ser humano que eres, no naciste diferente a ningún otro. Has podido
nacer en un país totalmente diferente, con otra cultura, estatus social o
económico, eso da igual. En esencia, eres igual que cualquier otra persona en
este mundo, pero lo especial, es que al mismo tiempo eres una persona única,
con tu propia forma de pensar, sentir, actuar, y por supuesto, tus propias
capacidades. Está en ti descubrir poco a poco cuáles son tus verdaderas
capacidades, aunque, de forma muy resumida, son aquellas cosas que haces
por puro placer, con las que no te importa pasarte horas o mantener largas
conversaciones, y que te sientes satisfecho por el hecho de compartirlas con
las demás. Por ejemplo, tocar la trompeta ☺
Lo que diferencia a una persona que consigue sus metas y otra que no, es
simplemente el número de horas invertidas en su objetivo, la constancia y la
motivación permanentes, sin dejar a un lado el disfrute de la vida.
Puedes comenzar con un simple ejercicio que puedes realizar cada mañana al
levantarte, y por la noche antes de irte a dormir. Escribe una serie de frases de
forma afirmativa que describan las situaciones u objetivos que quieres lograr, y
escríbelas como si ya las hubieses conseguido.
Te pongo unos ejemplos: “Yo mejoro en la trompeta constantemente”, “Yo
toco las notas agudas con facilidad”, o “Puedo hacer el triple picado a
180bpm”.
Estos son solamente algunos ejemplos de posibles cosas que te gustaría
conseguir y que, también puede que ahora en tu mente, te estés repitiendo
constantemente que no puedes, que es muy difícil, que no conoces la técnica,
o cualquier otra frase negativa que te esté bloqueando. Bien, ¿para qué sirven
estas frases, mejor llamadas, “afirmaciones”?
Sirven para acostumbrar a tu mente a pensar de una manera totalmente
distinta, a decirte cosas que normalmente no te dices, y a dar por hecho cosas
que aún no las has conseguido, ahí está el truco. No sólo basta con decir estas
frases, sino que debes pronunciarlas si puedes en voz alta, imaginando la
situación a la perfección: qué sientes al haberlo conseguido, siéntete tocando
con esas habilidades nuevas que ya has aprendido, y aunque en el fondo sepas
que aún no es real, da por hecho que vienen en camino, y que en el día menos
esperado, eso que buscas llegará a ti, y podrás hacerlo, por eso tienes que
imaginarlo y sentirlo tan intensamente.
Repite este proceso cada día, como si fuese algo tan habitual como comer,
peinarte, ducharte o lavarte los dientes. No pretendas forzar el resultado, ni
que suceda antes de tiempo. Tú simplemente tómalo como un hábito en tu
rutina y haz tu parte del trabajo: estudiar y tener constancia.
Cuando tengas una plena confianza en ti, y creas realmente que si te lo
propones, puedes conseguir cualquier cosa que quieras, es cuando tu
perspectiva va a cambiar radicalmente. Vas a sentir que las nuevas metas son
factibles, posibles de alcanzar, y cada vez te irás conociendo mejor,
aprenderás de tus propios errores y tendrás tu propia manera de aprender.
Así que ya sabes, ten mucho cuidado con las cosas que te dices o que dices a
los demás. Siéntete capaz de todo, y desea lo mejor a las demás personas.
Cuando veas que alguien consigue algo bueno y difícil, alégrate como si fueses
tú. Créeme, tu visión de la música, del mundo y de la vida te va a cambiar.

• 2.- Si te vas a comparar con alguien, que sea contigo.


Las comparaciones son odiosas, y no sirven absolutamente de nada.
Compararte con alguien por el mero hecho de que sepa hacer unas cosas que tú
no sabes ahora mismo, de que está en un nivel superior y de que te encanta lo
que hace, no es productivo para ti, ya que tú no sabes ni has visto la trayectoria
de esa persona, la cantidad de horas, meses y años invertidos para llegar
hasta donde está. Quizás esa persona pueda tener ciertas facilidades que tú no
tengas, o quizás no.
Cuando vemos una persona a la que consideramos ídolo, referencia, maestro,
o lo que quieras llamarle, automáticamente nuestra mente genera un
pensamiento de inferioridad, haciéndote creer que esa persona es increíble
mientras que tú no le llegas ni a los talones.
Pues bien, permite que te diga que mientras que sigas pensando de esta
manera, es muy muy difícil que consigas trazar tu propio camino para
conseguir lo que quieres. Yo también tenía esa forma de pensar cuando era
adolescente, más joven en general. Y es por ello que me frustraba muy rápido
cuando no conseguía que me salieran las cosas bien, cuando no conseguía
avanzar. Pero de lo que yo no era consciente, era de que yo jamás me fijé en
todo el proceso que había llevado a cabo esa persona, toda su trayectoria, y
todos los malos momentos que también tuvo que pasar.
Cuando cambié mi forma de pensar ante ello, dejé de compararme con los
demás, y sólo me comparo conmigo mismo. No me comparo con los demás
porque cada persona es muy diferente en sus particularidades, y lo más
importante de todo, no me comparo con nadie porque para mí, la música no es
ninguna competición, no es algo inventado para que alguien tenga que quedar
por encima de otros, ni te da mayor valor como persona.
Sin embargo, si me comparo conmigo mismo, puedo saber qué cosas he hecho
hoy a la hora de estudiar, por ejemplo, anotarlas en un papel, cada ejercicio
que he hecho, el tempo de metrónomo que he usado, la nota más aguda a la
que he podido llegar… Al día siguiente, simplemente trato de mejorar esa
marca personal. Trato de superar aunque sólo sea por una nota, por un punto
más en el metrónomo, y si no puedo aumentar una nota o un punto en el
metrónomo, trataré de hacer lo que hice ayer pero mejor que ayer.
Así, cuando menos te des cuenta, habrás pulido mucho más tus ejercicios, tu
sonido, tu flexiblidad, la técnica que sea, y en el momento menos esperado,
subirás un escalón más. Trata de mejorar aunque sea un 1% cada día. Ese
porcentaje es muy pequeño, lo puedes superar fácilmente. Si mejoras un 1%
cada día, al cabo de un mes habrás mejorado un 30%. Y créeme, un 30% sí se
nota.
Es por ello que te pido radicalmente que dejes de compararte con nadie, ya
tenga más nivel o menos que tú. Si tiene más nivel, trata de hablar con esa
persona, pregúntale de qué manera estudia, cualquier recomendación que te
pueda dar, y trata de aprender lo máximo de cada persona. Si tiene menos
nivel que tú, entonces trata de ayudarla siempre que puedas, aconsejarla en lo
que te sea posible. El conocimiento es útil cuando se comparte y se expande.
No te pongas barreras. No quieras pasar del priemr escalón al último de un
solo paso. Busca objetivos más pequeños pero más fáciles de alcanzar, y sube
un pequeño peldaño cada día, o cada dos días, cada tres… Eso da igual.
• 3.- Fija un objetivo diario que puedas cumplir.
La constancia y la disciplina son fundamentales para poder mejorar y
desarrollar un aprendizaje efectivo y duradero. El progreso y los avances, tanto
en la música como en cualquier otra materia (me atrevería a decir) son muy
lentos. A lo mejor puedes tardar un par de meses de estudio diario para lograr
algo que te resultaba difícil, y basta con que dejes de estudiar dos o tres días
para que tengas la sensación de que se te ha olvidado por completo.
Alcanzar un buen nivel exige un buen nivel de exigencia. Si quieres alcanzar la
maestría, igualmente tendrás que dar el máximo nivel de exigencia posible, lo
cual muchas personas no están dispuestas a hacer porque tendrían que
sacrificar otras cosas en su vida.
Yo soy un firme defensor de disfrutar de todo lo que te guste en la vida, pero si
lo que quieres es destacar en algo en concreto, e incluso poder convertirlo en
tu profesión, entonces, inevitablemente, vas a tener que dedicar mayor parte
de tu tiempo a esa actividad y dejar de lado algunas otras.
Si te encuentras en una situación con poco tiempo libre, ya sea porque tienes
un trabajo de muchas horas, o porque estás en el instituto, universidad, etc.,
igualmente deberás sacar un mínimo de tu tiempo libre cada día para hacer lo
que te gusta, ya que te hará desconectar de lo demás, irás progresando y
vivirás de una manera más plena.
Si te cuesta ponerte grandes objetivos a largo plazo, te diré que es mejor para
ti que, de momento, te pongas objetivos más pequeños pero que sean fáciles
de cumplir en menos tiempo. Esto hará que mantengas tu grado de motivación
y tu disciplina.
Por ejemplo, si quieres aumentar la rapidez en tu técnica de digitación porque
quieres tocar una pieza complicada, quizás sería muy atrevido ponerte a pensar
en el objetivo final desde el principio, ya que quizás no sabrías por dónde
empezar y lo verías algo casi imposible de hacer.
Sin embargo, si decides ponerte un objetivo semanal, en el que cada día de
esa semana trabajes sobre un par de ejercicios de técnica y los estudies muy
despacio, y cuando te salgan perfectos les vas aumentando la velocidad, y así
progresivamente, llegará un día en que inevitablemente consigas el nivel de
técnica necesario para poder prepararte para esa pieza complicada.
• 4.- En tu rutina, mejor poco de mucho, que mucho de poco.
Uno de los grandes dilemas que nos encontramos los que no tenemos profesor
a la hora de estudiar es: “¿Cómo me organizo la rutina de estudio?¿Qué
ejercicios hago y en qué orden?” Al igual que ocurre con otros aspectos, no
creo en que haya una rutina mágica o específica para todo el mundo, pero sí
hay ciertos conceptos que son pilares fundamentales. El buen estudio no se
centra en tocar necesariamente muchas horas, sino más bien en aprovechar al
máximo las horas que estudies.
Como me gusta decir, es mucho más productivo tocar una hora bien, que tocar
tres horas mal. El equilibrio perfecto sería lograr que puedas estudiar tanto
una, como dos, tres o cuatro horas bien. Y esto sólo se logra con el tiempo, a
base de conocerte a ti mismo/a, saber los ejercicios que te vienen mejor, y la
cantidad de tiempo aproximado que tienes que dedicar a cada uno.
Y aquí viene uno de los errores principales que todos alguna vez hemos
cometido (yo, muchas veces): estudiar un tipo de ejercicio específico cada día.
Mucha gente, cuando me explican su manera de estudiar, me dicen cosas
similares a esta: “Pues un día hago una hora de notas largas, luego hago
flexibilidad, al día siguiente hago otra vez las notas largas, luego picado…” y
así sucesivamente, dedicando el tiempo de cada día a una cosa específica.
Esto es un error porque, por un lado, no necesitas tanto tiempo para practicar
algo concreto, y si sólo practicas un par de veces por semana cada tipo de
técnica, por ponerte un ejemplo, el progreso que vas a tener va a ser muy
poco, por no decirte nulo.
Una buena rutina debería contemplar todos los aspectos de la trompeta, y
dividir el tiempo de estudio entre cada uno. Es por ello que es muy bueno
hablar y pedir opinión a trompetistas profesionales, o aquellos a los que
simplemente admiras, como comentaba en el punto número 2.
Cada uno puede que te recomiende algunas cosas específicas, algunas
variaciones, porque cada trompetista tendrá su propia manera de estudiar.
Entonces, esto te ayudará a tener una visión más amplia, poder probar
diferentes opciones, para que al final selecciones las que más se adapten a tu
forma de tocar y tus capacidades.
Para mí, en base a la experiencia de haber probado diferentes tipos de rutinas,
ejercicios y tras haber pedido opinión a diferentes trompetistas, una buena
rutina debería tener los siguientes ejercicios:
- Estiramientos: 5 a 7 minutos
- Respiración: 10 minutos
- Vibración labial (opcional): 7 a 10 minutos.
- Calentamiento (notas largas, vocalizaciones, bending): 15 minutos.
- Ataque: 5 minutos.
- Flexibilidad: 10 minutos
- Escalas: 10-15 minutos.
- Picado doble y triple: 5 minutos cada uno.
- Intervalos: 5 minutos.
- Arpegios: 5 minutos.
- Estudios de Arban como síncopas, grupettos, o en su defecto, algún ejercicio técnico
de Clarke: 5 a 10 minutos.

La duración especificada de cada ejercicio o grupo de ejercicios está pensada


para una sesión de unas dos horas aproximadamente, entre el tiempo de tocar
y los descansos, de los que hablaremos en el próximo punto. Puede que te
parezca algo extraño dedicar “poco tiempo” a ejercicios que antes dedicabas
mucho como a las escalas o flexibilidad, pero no se trata de practicar todas las
escalas ni toda la flexibilidad en 10 minutos, sino seleccionar uno o dos
ejercicios cada día, así la rutina no se hace monótona ni aburrida.
A partir de aquí, deberías adaptarlos al tiempo que tengas disponible,
intentando que queden lo más equilibrados posible.
Dentro de esos ejercicios, por supuesto entran los registros graves y agudos,
aunque este último, yo no suelo practicarlo intensamente todos los días, sino
que me suelo dar un día de descanso entre un día y otro.
Ya sabes, mejor un poco de mucho, que mucho de poco. Si ya sabes cómo
empezar a estudiar de una manera más correcta, completa y eficiente, ahora te
enseñaré cómo descansar de igual forma.
• 5.- Un buen descanso es tan importante como tocar.
Descansar es una parte importantísima dentro de tu rutina de estudio y post-
estudio con la trompeta, o con cualquier instrumento, y la mayoría de veces no
se tiene en cuenta correctamente.
Gran cantidad de problemas como un mal sonido, poca resistencia, cansancio
prematuro, mala flexibilidad, entre otros, vienen producidos por diferentes
factores que, a su vez, proceden de una falta de descanso adecuada.
Un buen descanso permite que tu cuerpo, tus músculos se regeneren.
Imagina que vas al gimnasio cada día, y que después de tu sesión de
entrenamiento, no descansaras ni te alimentaras bien, y te fueses a seguir
haciendo ejercicio, o estuvieras despierto hasta altas horas de la madrugada y
después te levantases temprano.. ¿Puedes imaginar cómo estarías al cabo de
una semana?¿Y al cabo de un mes?
Pues con la trompeta es lo mismo, ya sea durante tu rutina de estudio como
después, vas a ahorrarte muchos problemas si aprendes a descansar
correctamente, así que a continuación te voy a enseñar cómo.
Durante tu rutina de estudio diaria, es muy bueno realizar diversos descansos
breves entre los distintos ejercicios que vayas haciendo, para no fatigar en
exceso los labios. Estos descansos se deberían hacer después de cada
ejercicio completo, y deben durar la misma cantidad de tiempo que dicho
ejercicio. Es decir, si acabamos de terminar un ejercicio completo de
flexibilidad que nos ha llevado 3 minutos, pues descansamos otros 3 minutos.
Si hemos realizado un grupo de ejercicios cortos que nos ha llevado, por
ejemplo, 10 minutos, pues descansamos 10 minutos antes de continuar.
Y si nuestra rutina dura 2 horas, descansaremos al menos 2 horas.
Si ves que un día estás demasiado cansado/a para poder estudiar
correctamente, mejor realiza unas notas largas para relajar los labios y tómate
ese día de descanso. Pero sólo en casos extremos, no vale hacerlo cada vez
que nos dé pereza ponernos a estudiar, o algo similar.
Asimismo, complementa todo esto con una buena alimentación y abundante
agua, y también con ejercicio físico regular. Si mantienes tu cuerpo y mente
sanos, créeme que también lo vas a notar en la música, y mucho.
• 6.- CALIENTA SIEMPRE
Sin duda, hemos topado con uno de los mayores errores -y más tontos, si me lo
permites- que muchas personas cometen a la hora de empezar a tocar, tanto si
es en casa, como en cualquier concierto o tocando con los amigos, el dichoso
calentamiento.
¿De verdad calentar es tan importante y tan efectivo?¿No pasa nada si algún
día me salto el calentamiento y empiezo a tocar directamente?
Bueno, si alguna vez has tenido la sensación de que lo que has estudiado ese
día no te ha servido de mucho, como si siguieras estancado y no estás
progresando, puede ser porque habitualmente ya comiences mal desde el
principio, y esto es, no realizar un calentamiento correcto.
El calentamiento es la fase más importante ya que, como en cualquier deporte,
prepara todas las partes del cuerpo que van a intervenir en las tareas
posteriores. En nuestro caso, las partes involucradas son unas cuantas: labios,
músculos faciales, lengua, tendones, brazos, tórax, abdomen, espalda… Sí,
amigo mío, intervienen muchas más partes de tu cuerpo de lo que piensas
cuando tocas. De modo que no sólo vale con hacer cuatro notas largas y ya
está.
Un calentamiento completo debe tener desde estiramientos de brazos,
hombros, cuello, torso y tendones, hasta llegar a las notas.
Hacer siempre, y recalco, siempre, un buen calentamiento, lo que te va a
permitir a la larga es que te sientas mucho más cómodo a la hora de tocar, que
tu esfuerzo vaya de una manera más prolongada, por lo que es bueno dentro
del desarrollo de tu resistencia.
Ni qué decir tiene también que te previene de posibles lesiones que puedes
tener en los labios (heridas, grietas, hinchazones, etc.)
Y también mejora tu embocadura, dado que en esta fase, puedes controlar
mucho más la manera en que vibran tus labios, de qué forma los colocas, cómo
puedes amoldarlos para corregir el sonido, la expulsión del aire… En fin, que
no hay excusas y todo son ventajas para que siempre hagas un calentamiento
antes de tocar. Con el tiempo, seguro que lo agradecerás y te pasará como a
mí, que antes nunca calentaba, y ahora me siento mal cuando tengo que
calentar con prisas y sin mucho tiempo. Calienta al menos 15-20 minutos.
• 7.- NO HAGAS DEMASIADAS NOTAS LARGAS
Como ya comenté en el punto anterior en el que hablaba sobre las rutinas de
estudios, mucha gente invierte demasiado tiempo en cosas no demasiado
útiles (útiles durante demasiado tiempo, quiero decir), como las notas largas.
No hay que caer en el error de creer que porque sea bueno hacer notas largas
en el calentamiento, o para relajar los labios, mientras más tiempo estés
haciendo notas largas, mejor será. Recuerda de nuevo lo que te decía de
“mejor poco de mucho, que mucho de poco”.
Practicar notas largas tiene sus beneficios lógicamente, como son:

- Un buen calentamiento de los labios sin apenas esfuerzo.


- También sirve para que caliente y vibre tanto la boquilla como toda la
trompeta.
- Puedes practicarlas de varias formas jugando con el volumen de las
mismas, de modo que puedes trabajar el sonido.
- Generan una buena consistencia en la embocadura a largo plazo.
Pero, como ocurre con todo -hasta con lo bueno-, todo en exceso es malo, y si
haces demasiadas notas largas (de 20 minutos en adelante más o menos), a
diario, también te generarán unos perjuicios a largo plazo, como estos:
- Provocan rigidez en la embocadura, es decir, menos flexibilidad.
- No te aportan absolutamente nada de técnica.
- No trabajas completamente el sonido, ya que las mismas ideas con las
que trabajas sonido en las notas largas, las puedes aplicar también
trabajando con intervalos, arpegios, escalas, etc.
- A largo plazo no te hace mejorar en un plano general.
Por eso es que si alguna vez has estado utilizando las notas largas por períodos
de media hora, una hora, o más, y lo has hecho así muy a menudo, sin tener en
cuenta los demás aspectos de la rutina de estudio, ahora sabes por qué tu
rendimiento no ha estado mejorando mucho, o hayas sentido que no hayas
ganado la resistencia, el registro o la flexibilidad que querías.
Recuerda, las notas largas están bien para calentar justo al principio, durante
unos 10-15 minutos como mucho (o al menos, a mí así me funciona bien), o en
todo caso para relajar los labios después de un gran esfuerzo, al terminar.
• 8.-EXPERIMENTA Y ENCUENTRA TU SONIDO.
Una de las cosas que más aprecio en la trompeta, y en cualquier instrumento
en general, es sin duda el sonido.
Muchas personas se obsesionan con alcanzar las notas más agudas posibles,
por ejemplo, o con alguna técnica en concreto que le han visto hacer a un
músico. En mi caso, me suelo obsesionar (sanamente) bastante por conseguir
un buen sonido. La trompeta es un instrumento maravilloso y muy bonito
cuando se consigue dominar un sonido limpio, claro y afinado, pero puede ser
odiosa cuando es todo lo contrario.
Desde bien pequeñito, al poco de comenzar a tocar la trompeta, me empecé a
fijar en los primeros trompetistas como Arturo Sandoval, que ha sido mi
predilección, aunque claro que me asombraba sus registros extremos y la gran
cantidad de notas que soltaba, realmente lo que hacía que quisiera imitarlo era
su potente y gran sonido.
Pienso que, al fin y al cabo, en el contexto global de lo que se considera tener
un estilo propio con el instrumento, donde realmente se expresa tu verdadera
personalidad, gustos y sentimientos, es en el control del sonido y la
articulación.
Por eso, una cosa que quería compartir contigo y que a mí me ayuda mucho
siempre, es que cada ejercicio, partitura, canción que toco, ya sea muy muy
fácil o compleja, intento disfrutarla al máximo, y tocarla con el mayor
sentimiento posible, es decir, si estoy haciendo unas redondas de
calentamiento, intento que esas redondas suenen como si estuviera
haciéndolas con una banda sinfónica delante de cientos de personas.
Quizás por fuera no se note totalmente lo que trato de decir, pero lo importante
es la sensación interna que tienes al tocar. Para mí, cada nota, ya sea negra,
corchea, fusa…, es una expresión de mí mismo, mi intención, mi sonido, e
intento sacar lo mejor. Eso, unido a un sentido autocrítico lógico, hace que
cada día intente mejorar las cosas que no me gustan.
Otra recomendación que te doy, y esta es muy importante, es que cada vez que
puedas, grábate tocando y óyete luego. No hace falta que sea una grabación en
vídeo, con el sonido basta. Gracias a escucharme tantas y tantas veces a través
de mis vídeos de Youtube, me fui acostumbrando a fijarme en cada cosa que
hago mientras estoy tocando, la postura, la embocadura, como suena cada
cosa. Y esto me ha permitido saber qué cosas tengo que ir corrigiendo y he
podido ver la evolución a lo largo del tiempo, evidentemente.
Así que ya sabes, grábate siempre que puedas y acostúmbrate a escucharte, es
un buen recurso.
Otra idea más que te doy, es que cuides mucho el uso de tu columna de aire.
Vuelvo a la idea de trabajar muy bien la respiración, expulsar el aire desde el
diafragma, relajar la garganta, y todo eso que supongo que ya debes conocer.
Pero el control del aire va a hacer que tu sonido cambie radicalmente.
Por último, me gustaría decirte que te acostumbres a imitar, o copiar, o
llámalo como quieras. Y no me refiero a imitar o copiar como el concepto
negativo de “robar”, sino más bien a que intentes imitar los diferentes sonidos
y formas de tocar de los trompetistas que más te gusten. Fíjate en cómo
articulan, como aguantan las notas, qué tipo de frases hacen, los crescendos,
diminuendos…
Cuando lleves un tiempo imitando, te darás cuenta de que te va saliendo un
sonido y un estilo propio, con unos matices que son tuyos, pero que han sido
inspirados a partir de los estilos que has imitado. Por lo tanto, la imitación se
convierte en inspiración, y da lugar a que surja tu creatividad.

• 9.-ACOSTUMBRATE A TOCAR EN GRUPO


Tocar en grupo es como salir y socializar con tus amigos, como conocer gente
nueva, o practicar algún deporte de equipo. Te permite desarrollar aún más tus
habilidades y el sentido común, del ritmo, acompañamiento y armonía.
Para mí, una de las principales herramientas que he podido tener jamás a la
hora de aprender y de mejorar ha sido sin duda la posibilidad de haber tocado
con muchas personas diferentes, así como distintos formatos de grupos,
orquestas, y estilos de música.
Si sólo me hubiese limitado a tocar en casa, probablemente ni siquiera hubiese
tenido la motivación suficiente para mantener una constancia. Tocar con gente
me ha servido para ver distintas formas de entender la música, diferentes
maneras de estudiar, de hacer ejercicios, y por supuesto, para extraer lo más
valioso de cada una de las personas que a mí me pudiera servir para seguir
mejorando.
Aún puedo recordar con claridad las personas a las que empecé admirando por
su forma de tocar, y lo único que quería era poder hablar con ellas, o mejor,
tocar con ellas, para poder fijarme en lo que hacían, cómo lo hacían.
Además de todo esto, hay una razón aún más importante para que te animes a
tocar con toda la gente que puedas. Y es que desarrolla tu sentido del oído, la
afinación (porque al tener que tocar afinado con más gente, hace que todos os
tengáis que ir corrigiendo), y pones en práctica la mayoría de aspectos que en
privado no puedes ejercitar igual, como por ejemplo los matices de volumen,
más o menos protagonismo, ritardando, e incluso la capacidad de tocar como
solista o lead trumpet, según el tipo de grupo en el que participes.
Ni qué decir tiene, que si experimentas con distintos tipos de música, vas a
abrir tu mente a muchas armonías, estructuras, frases, ritmos, y por tanto,
enriquecerás tu conocimiento musical y podrás aprovecharlo a tu favor a la
hora de que quieras incluso improvisar.
También te vendrá genial a la hora de llevar a cabo el punto anterior de
“imitar” a aquellas personas de las que quieres aprender algo.
Al tocar con gente, puedes fijarte en los sonidos que más te gusten o te llamen
la atención, o quizás te guste la manera en que alguien hace el picado, o puede
que escuches a otra persona haciendo algún ejercicio para calentar, o de
flexibilidad, que a ti te podría venir bien y no lo conocías.
Yo lo hago constantemente, aunque pueda aumentar mi nivel, no paro de estar
atento a la forma de tocar de la mayoría de personas con las que toco, ya sea
porque yo les pueda aportar algo también, y porque tengo la firme creencia de
que puedes aprender algo de todo el mundo.
Así que ya sabes, si quieres tener un disfrute aún más amplio de la trompeta,
atrévete a tocar con gente, en grupos, orquestas, eso también permitirá
introducirte poco a poco el mundo laboral musical, y puede que con el tiempo,
te acaben llamando de distintos sitios para trabajar, ya sean orquestas,
grupos, o para grabar, quién sabe.
Yo nunca creí que podría estar trabajando y viviendo de la música, y a día de
hoy, es mi realidad.
• 10.-ANTE TODO, DISFRUTA
He querido reservarme para este último punto, ya que para mí, en definitiva, a
nivel global es el más importante de todos, ya que si no disfrutas de lo que
haces, si no le pones todo el sentimiento y tu amor, al final no te va a llenar ni
va a hacer que te sientas realizado.
Probablemente en el momento actual en el que te encuentres puede que no
estés muy motivado con la música, o incluso puede que en momentos
concretos, tu situación personal, laboral, emocional o sentimental no te
acompañe demasiado en el disfrute de la música. Pero todo depende de cómo
se mire y cómo se enfoque.
Verás, la mayoría de los años que llevo tocando la trompeta, sobre todo en mi
niñez y adolescencia, no me la tomaba demasiado en serio, apenas tocaba, y
mi compromiso con ella era casi nulo. No me ocurría nada en particular,
simplemente que no tenía esa motivación por estudiar, mejorar, mi cabeza
estaba en otras cosas, y eso hacía que sólo tocase la trompeta casi por
obligación en la banda de mi pueblo.
A raíz de independizarme, cuando me fui a estudiar, y de empezar a conocer a
muchos músicos, tocar en otros ambientes, y que poco a poco me ofrecieran
algunos trabajos, fue cuando empecé a darme cuenta de que de verdad yo
disfrutaba tocando la trompeta, me sentía pleno y feliz, y que en la medida de
lo posible, no querría dejarlo de lado.
Fue cuando comencé a estudiar de forma más seria, más constante, y empecé
a investigar. A raíz de ahí hasta el día hoy, todo ha sido y sigue siendo un
crecimiento continuo, con la satisfacción de poder dedicarme ahora mismo a lo
que me gusta, saber que puedo ver mi progreso, y que sin embargo, nunca
dejaré de aprender.
Otra de las cosas que me hace valorar y mucho el poder estar estudiando en
casa, y luego tocar con orquestas y cobrar por ello, es haber trabajado en
varias empresas, en ninguna de las cuales llegué a sentirme plenamente
realizado ni feliz con lo que hacía.
Al haberme dado cuenta de que, en este mismo momento podría estar haciendo
cualquier otra cosa que en verdad no me gusta, como vendiendo puerta a
puerta, haciendo telemárketing, encerrado de una oficina, sin tiempo libre, o
malgastando mi tiempo estudiando cosas que no me gustan, pues puedo estar
tranquilamente en mi casa, con mi trompeta, tocando lo que me gusta,
disfrutando de cada ejercicio, cada progreso, y a veces también me enfado
lógicamente cuando no consigo hacer algo que quiero. Pero es un enfado muy
sano, dado que no afecta negativamente a mis emociones, ni mi día a día, sino
que se convierte en la motivación que necesito para seguir trabajando en ello,
y es precisamente haciendo esto, cuando puedes mejorar.
Así que, antes de despedirme, te quería dejar con todo mi ánimo y mi apoyo
para que nunca te rindas en aquello que quieras conseguir. Te animo a que
intentes valorar mucho más la música, y el hecho de poder dedicar parte de tu
tiempo a tocar, porque quizás no tendrías esa posibilidad.
Espero de todo corazón que las ideas, experiencias y opiniones expuestas en
este ebook te sean de mucha ayuda, y sobre todo que las pongas en práctica,
ya que no serviría de nada que las leyeras una y otra vez, las memorizaras, y
después no las pusieras en práctica.
Deseo ayudarte en todo lo posible a mejorar en la trompeta, y estoy seguro que
si te mantienes firme, juntos vamos a conseguirlo.
No olvides que seguiremos teniendo novedades cada semana en nuestro canal
de Youtube “Aprende Trompeta”, en nuestras redes sociales (Facebook,
Twitter e Instagram), y por supuesto, en nuestra web oficial, en la que vas a
encontrar mucha más información, cursos, ejercicios y técnicas para seguir
formándote, y seguir ampliando tus conocimientos.
Todos ellos los puedes encontrar en www.aprendetrompeta.com

Sin más, darte las gracias por confiar en mí, por tu apoyo, y por adquirir este
ebook. Me despido con mucho cariño, y estoy seguro que nos volveremos a ver
muy pronto.
¡Un abrazo enorme! :D

Iván Naranjo.

You might also like