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RODOLFO PUIGGROS

f
; 1!\ .

OBRAS DEL AUTOR

""De la Colonia a la Revolución". -·Primera Edición. AIAPE. Buenos


HISTORIA CRITICA
Aires. 1940. · Segunda Edición. Lautaro. Buenos Aires. 1943. •
Tercera Edición. Partenon. Buenos Aires. 1949.
DE LOS
'"La herencia que Rosas dejó al país". Problemas. Buenos Aires. 194-0.
"Mariano Moreno y la Revolución Democrática Argentina". Problemas. PARTIDOS POLITICOS
Buenos Aires. 1941.
""A 130 años de la Revolución de Mayo". AIAPE. Buenos Aires. 1940.
~<Rosas el Pequeño". Primera Edición. Pueblos Unidos. l\'Iontevideo. 19,14.
ARGENTINOS
Segunda Edición. Perennis. Buenos Aires. 1954'.
""Historia Económica del Río de la Plata". ~ Primera Edición.
Futuro. Buenos Aires. 1946. · Segunda Edición. Siglo XX. Buenos
Aires. 194.3.
'"La época de t11ariano Moreno". Partenón. Duenos Aires. 1949.
«Los enciclopedistas". Futuro. Buenos Aires. 1945.
~'Los utopistas". Futuro. Buenos iÜres. 1945.
.·f!f·•,'

EDITORIAL
ARGUMENTOS
BUENOS AIRES
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"Remontarse al origen de las cosa..~


y segui·r atent(J;mente 31¿ desenvolvi-
miento es el ca11tino más seguTo pcvra
la observación".
ARISTÓTELES

"Todo paso más allá de los límites


no es u.na liberación".
HEGEL

"Una grwn. clase, como una g-ran na-~


ción, nunca aprende más ráp-ido que
a rravés de las consecuenc-ias de S1ts
p1·opios errores".
ENGELS

~~CiON
t.JTTER

Queda hecho el denósito oue


marca la ley 11.723.-- Pm11i-
bida la reuroducción -- Ccrov-
right by Editorial A--rgu:-rnenlo~s,
Buenos Ail·es, 1956.

m. _- - 1
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;,..<-

DEL DESARROLLO COMO RESULTADO


DE CAUSAS INTERNAS

Hay en los ambientes latinoamericanos desvincula-


dos del pueblo la propensión a considerar los fenómenos
sociales únicamente como resultado de causas externas y
de la subordinación a ellas de la totalidad o de la parte
dee.isiva de las causas internas. Es corriente o ir decir:
"Somos Teflejo de Europa o de Estados Unidos", y al
entrar en el terreno de la profecía se suele poner la es-
peranza en una nueva guerra mundial~ en los can1bios
de la situación internacional o, en fin, en las causas que
puedan aparecer fuera de nuestras fronteras 1)ara de-
terminar los rumbos interiores. -
Tal deforn1ación idealista (subjetivista) de la Tea1i-
dad es hija de la mentalidad colonial del sector intelectual
anmnsado y educado mediante la infiltración ideológica
del imperialisrno extranjero en países que no han al-
canzado su independencia económica o que no han con-
clnído su proceso de e·mancipación nacional. A los polí-
ticos que se valen de la historia y de la econmnía cmno
fáeiles muletillas para fundar rnilitancias ajenas o con-
trarias al devenir nacional,· les vienen de perilla las tesis
de los economistas e historiadores que ocultan o sulwsti-

1 man las causas internas co1no determinant'es del desarro-


llo de la sociedad. Entre el economista que propone con-
traer empréstitos en el extranjero para remediar una
dudosa crisis, el político que espera llegar al poder con la
ayuda de alguna gran potencia y el historiador que reduce

1j
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10 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 11


el pasado a una serie de hechos c:ronologados ~on los he- no e.s otra cosa que la desmembración de un poder euro-
chos 1nundiales, median diferencias de profeSión; no de peo en dos mitades, que hoy se n1anejan por sí mismas'' (2). ..,
calidad. Domingo Faustino Sarmiento quiso sepultar bajo el
No es que las causas externas dejen de tener in- d~ cterio de "barbarie" a todas las causas intE~rnas, con1o "#
fluencia, a veces muy ilnportante~ en el desarrollo~ de Ja"~­ si nuevas causas externas p1Údiesen introducirsé sin recibir
sociedad. El error consiste en colocarlas en el lugar que . . . de inmediato el influjo de la sociedad preestablecida; pero
corresponde a las causas internasJ en diluir éstas al no la realidad histórica y social le obligó a aceptar un pasado
presentar 111ás que aquéllas, en no ver que las causas ex- qne puede superarse y no destruirse (3).
ternas actúan sobre un fondo o base ya creado por las Carlos Octavio Bunge, con su sociología Tacista y psi-
causas internas. Las causas externas intervienen en los cológica, llegó al máximo de desprecio de las causas inter-
carubíos sociales por intermedio de las causas 1nternas y nas y todo lo redujo a una subalterna acusación de impo-
en Ja medida que estas últimas se lo permiten. tencia de la mezcla espafiol-negro-indioJ comparada con la
Adivinamos la primera objeción: "La conquista de pmeza y la inteligencia anglo-sajonas o germanas ( 4 ).
América es una causa externa y nadie puede negarle in- Podríamos llenar un volumen con citas de autores que
fluencia determinante en el desarrollo posterior de nues- d;_-,n a la conquista española de América el valor de causa
tro continente, ni que fué la base de las sociedades del ÚJ1ica determinante con acción prolongada a lo largo de
Nuevo Mundo". los siglos, pero por numerosas y prestigiosas que sean es-
Un escritor argentino contemporáneo expresa tal idea Ü1S opiniones, afirmmnos que son equivocadas, y si en el
de la siguiente ma:hera rotunda: "Somos la continuación siglo pasado en algo se justificaban por la urgencia de sa-
de España en América y la patria empieza con la conquista. ctn· a las sociedades latinomnericanas del marasn1o en que
A esa empresa de tres siglos debemos el ser. La guerra estaban, en la actualidad nada las disculpa.
posterior Por1a independencia -largaJ cruenta y glorio- Tenemos, en primer lugar, que la conquista española
sa- fué un episodio incidental: guerra civil, si las hubo, dn Arnérica deja de ser, al consumarse, causa externa para
lo cual no in1plica desmerecerla, sino clasificarla técnica- cnnvertirse en parte fecundante de la causa interna del
mente, y que debla terminar con una reconciliación defi- dc'sarrollo de nuestros países. Ni siquiera los tres siglos de
nitiva, porque con España no hay frontera'' (1). Para este dorninio español sobre América autorizan a creer que_ la
autor, la conquista española sería la causa única tanto de C[l.usa externa (ese don1inio) es la determinante y no la
nuestro nacimiento como de nuestro desarrollo como na- cniSa interna (los factores económicos, sociales, geográfi-
ción, a tal punto que se lamenta amargamente de las in- cos, etc. que se combinan en el autodesarro11o hispano-indo-
terferencias de otras causas (eA"'iernas e internas) t que al a~nerieano, a pesar de las limitaciones y deformaciones que
desviarla del impu1so original, nos stnnergieron en el "dra- le impone su dependencia política de España).
ma de un destino frustrado".
Hace un siglo, Juan Bautista Alberdi, haciendo anti-
españolisn1o, coincidía con el españolísn1o retroactivo y a (2) Juan Bautista Alberdi: B(Lscs, Jackson, Bs. As., 1944,
ultranza del historiador que acabamos de citar, al decir: pilg. 66.
(3) Domingo Faust.ino Sarmiento: Facundo, Las Ciento. y
HLo que llamamos América independiente no es más que Una, Confl-icto y Armonía.s- de lrus Tazas en Am.érica, etc.
la Europa establecida en Arnérica; y nuestra revolución (4) Carlos Octavio Bunge: Nuestra. A1né1·ica, ll,.fadrid, Espa-
sa.-Calpe, 1926. José Ingenieros también se dejó ganar por la so-
cblogía racista y d:ijo que "la :formación de ]a nacionalidad argen-
(1) Ernesto Palacio: H<-.sio1'ia de la A,rge-ntina, ALPE, Bs. tina es en su origen un simple episodio de la lucha de razas". V.
Aü·es, HJ54, p. 81. Scc-iología ATgentina, Bs. A.s., Losada, 1946, págs. 31-32.
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12 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CHÍTIC).. DE LOS PARTI:JOS POLÍTICOS 13

Obsenrernos, además, que la ruptura de las colonias políticas y los n1ovimientos sociales~ que influyen co1no
americanas con España -la independencia política- tie~ causas externas co:n. la intensidad que pueden hacerlo po1· ~'
ne lugar cuando la causa externa no puede continuar ac- intermedio de las causas internas. Su influencia varía al
tuando sobre América por intermedio de las causas inter- infinito, pero sólo es notabl~:cuando origina cambios en sl -~if
nas, o sea, cuando la política y la economía hispánica~ se '·' desarrollo social. l\{uchas ve'Ces la causa externa no reper-
hacen totalmente incomnatibles con las necesidades de cute más que en círculos intelectuales, en grupos ais!ados,
desarrollo de la política ·Y la economía de nuestro conti- en algunos individuos, sin producir cambios en la socwdad.
nente. Da la impresión, en estos casos, de tener enorn1e Tesona~-
Digamos, por último, que si Gran Bretaña comenzó a cia, pero en realidad no deja más que una estela que pronto
ejercer, desde con1ienzos del siglo pasado, una influencia -se pierde en el espacio. . . .
creciente en la polític~ y la econon1ía de la Argentina, lo No ha habido acontecimiento de tanta 1nfluencut Y
pudo hacer porque encontró, en el orden interno de nuestro que haya producido tantos cambios como la revolución r~1sa
país, la base favorable prepaTada para que fuera posible de 1917. El mundo entero fué sacudido de raíz. Una
su penetración. nueva era comenzó en la historia de la hu1nanidad. Para
La revolución francesa del siglo XVIII tuvo reper- 1<1 revolución rusa también vale lo que hen1os dicho sobre
cusión universal. Sin embargo, sus consecuencias variaron causa interna v causa externa, base y condición, autodes-
notablemente, de acuerdo al grado de recepción y asimi- an·ollo e influ;ncia exterior. Los extremistas de derecha
lación de los distintos pueblos. Los alemanes, los austríacos niegan (y, a la vez, tratan de impedir) quet corno causa
y los italianos se sintieron profundarDente conmovidos por externa, deba necesariamente encontrar, a corto o largo
la Convención francesa y las guerras napoleónicas. Pue- p]azo, sus bases receptivas en todos los países; mientras
blos que, como escribía románticamente Stendhal, "se abu- q_ue los extremistas de izquierda (los dogmáticos. los se~­
rrían desde hacía cien años", se inflamaron de heroísmo y tarios, los formalistas) no ven que su influencia em.ancl-
espíritu de con1bate. Tmnbién esos históricos aconteci- padora únicamente puede expresarse por intermedw ¿e
mientos influyeron en la colonia del Río de 1a Plata, lo que las causas internas de cada país. Los primeros hablan ael
de ningún 1nodo significa que nuestra revolución de l\1ayo "uro de lVIoscú", de ' las consignas de ñíoscú"; los segun-
1

fuese un calco o simple eco de la francesa. Pudo esta ser dos todo lo esperan de l\1:oscú, como si 1a causa e~ternD:
una de las- causas externas de los cmnbios que se produ- pudiese obra::.~ por sí n1isn1a, milagrosamente. Res.ulta as1
jeron entre nosotros -junto con la revolución industrial confirn1ado el viejo adagio que los extreTtWs se tocan.
inglesa, la independencia de Estados Unidos y la g-uerra La razón principal de la cristalización de los parti-
de liberación nacional española-, porque encontró una dos Socialista y Con1unista de la Argentina en el estado
base interna receptiva. En aquellas sociedades sin tal de secta radica en aue nunca fueron capaces de asociar las
base receptiva -sin tal conexió~'1 de su autodesarrollo con ca.usas externas ce~ las causas internas, ni hacer que las
la causa externa- la revolución francesa pasó de largo, C<tusas externas actuaran a través de las causas internas,
sin rozar ni la epidern1is. Su influencia estuvo, pues1 con- ni aue el socialisn1o se realizara partiendo de las condi-
dicionada al grado de receptividad de la base interna de cimles concretas del desarrollo social argentino, ni entrar
cada zona social del planeta. en los grandes n1ovín1ientos de masas corno causas inter-
Lo mismo puede decirse de las revoluciones europeas nas para conducirlos hacia la liberación nacionr:l y_l~a em~n­
de 1830 y 1848, de la Comuna de París y de otros cambios cloación social. La razón del triunfo de la revolucwn chn1a
externos que repercutieron en el mundo, en mayor o me- e~i:á, por el contrario) en que el n1arxisn1o, las enseñanzas
nor medida; así como de las ideas filosóficas~ las corrientes de la revolución rusa y de las luchas internacionales del
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14 RoDoLFO PuiGGRós HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 1,5

~roletaria~d?,, Y las }Josiciones de1 comunisrrto n1undial, fue- gnnizar el golpe reaccionario, de la confusión creada por
: on absox b1aos y actuaron por intermedio de las basos 1ns llamadas "fuerzas democráticas", en torno al carácter
1nt~rna~, o _sea, del estado concreto de desarrollo de la ele l movimiento nacional de ¿nasas que se inicí4 en 1945.
soc1edaa
'"b . • ch1na
L y . de las luchas del TJl10blo l .. . "·h,· e no DO"~ su Derrotado militarmente, · desenmascarado ideológica-
n eracwn. o m1smo puede decirse en otra medfcfá d ' m;~nte como lo más reaccionario y antipopu1ar, e1 nazifas-
los
. , gr'ndes
~- "~ · n~ · · t os nacwnal-emancipadores
- 1DVIm1e~ · ' ~' e
de nues- cü~mo pertenecía al pasado y a lo externo, y sin embargo
tra e~oca{ -~n I!ldoc~Ina,_Ia India, los pueblos árabes. el imperia1isn:1o y las llamadas "fuerzas democráticas" in-
..._a~men e1 nazifascismo fué cansa externa para nues- sh;tían en presentarlo como causa interna de los grandes
tros pa1ses, pe:r? no causa externa de desarrollo, sino cau- · cambios económicos, políticos y socia1es de 1a Argentina
s~ e~~:erna q~w ten~ía a p~ralizar1os y, por lo tanto, causa del decenio 1945-1955, a los cuales, por asigna1 les ta1 ori-
4

extc! J1a que 11or pocha realizarse por intermedio de las cau- gen, les negaban su carácter popular, progresista y eman-
sas . nlternas.
1. t No pudo encontrar- el n"zif"~,.,:smo
e~ - . <1,;:,.._.1 11n a 1Jase cipador. Este empecinamiento en convertir una causa ex-
soc1::1 1n erna po:r ser e~ponente del imperialismo} 0 sea, terna muerta en una causa interna viva se explica por la
de 1:). ~puest2~ a~ des~rroll~ d~, los países coloniales y de- necesidad de las fuerzas sociales de la vieja Argentina de-
pen_cu;Dte~. rA_¡J;naS Sl COTISlgUlO reunir, además de algunos }J\:'.ndiente del imperialisn1o de defenderse de la irrupción
eSJ:?I~s,. a 1 e..J~lc~1os grupos de na.cionalistas desviados, que al primer plano de las fuerzas sociales de la nueva Ar-
t"bJ
quiSl€1011 bal1S1orn1ar
• .. en ca11_c:a
~._. 111te~no:~ 1,-, C'U" e"'"
.-!.1.<"- • . l V { v .iú ,·~e
>i0ll1- gentina económicamente independiente, políticamente so-
pa !. e !co;1 la hberaci¿n y el desarto11~ del país. P~rque
i

b('.rana y socialmente justa. No podían atacar abiertamen-


la ndel1dad a h_t Patna argentina no p-odía ace~>ta~ n 1·n- te los representantes del pasado a los hacedores del futuro
g .P1a
L"- +'o r1m a- o.e
j_
J
1mpenahsmo
• •
fu ose "'1az;+'asc:;-+an1::-' 0 .~. +", - y por eso recurrieron a una gran mentira, a una gran fal-
Hden1ocrático". ' " _. · ...u.c .._ _,_;:,"e _,_ae;::;e
sificación de las leyes internas del desarrollo social ar-
.?na vez ~ás Jos socialistas y comunistas de la Ar- gentino : en vez de partir de las causas internas, inventa-
ge~~l~~~ se eqt:~vocaron y pactaron con la reacción y el im- ron }a subsistencia de una causa externa muerta y ente-
p~r w_l1snw ~1 üO comprender la causa interna que S"' ma- r\.·ada, como era el nazifascisn1o.
nifes1·qba
- , _w;· . , r1gorosan1ente al terminar 1a se;;runda o-uer•'<?.
,___, -"" Lo que antecede demuestra que las causas internas
~u:r~chal en 194_-_5. En 1ug~r de estudiar J.as feyes ürter:n;h; snn las determinantes y que para comprender el desarrollo
1
:1~! ~roc~s~ socwl argenü?o paTa juzgai' los orígenes de
.10;:;; ~m~btO;:;; q;e se prod_uc1a'? en nuestro país, trasladaron
{]e nuestro país y sus fenómenos sociales debe con1enzarse
por estudiar las causas internas, y no dejarse engañar por
n1eCdl1l~a,menLe el conflicto Internacional g} ámbito :nacio- b. maniobra del imperialimno y la reacción que siempre-
na;1::, ,t~waron d_~_nazif_asc:ismo _lo que era la más ardiente buscan causas externas para ocultar o desfigurar e1 ca-
Y, 1_L.,._,1te expr~s_1011 de la voluntad emancipadora de nues- nicter de los n1ovimientos de liberación nacional y eman-
ho P~le~lo.}_::ic~~ron __ de ~1na causa ext_er_na (el :nazifascis- cipación social. Entiéndase que las causas externas no
mt~ o o_~:-mpora{_,_._:Is~o fasesta) la causa 1nte.rna, rrtentahnen- deben ni pueden excluiTse, puesto que actúan objetivamen-
"
e .,1 :rnarvDn
' ú _
rle l"<e r ea11uac,
~- o'-· Lt 1· ~ 1 Y as1, ~la causa inteTna verc12- 1_ e, quíéranlo o no los hon1bres, por interntedio de las can-
de~~~t, 1a causa _dell?u~blo gue 1uehaba- por 1a ernandpaci6;í. faS internas. Para evitar graves errores de consecuencias
~:~~ona 1~ ~e a~arto ne el!os y e1los se ~J.parhrton de esa :fatales no hay que dejar que }as causas externas se utili-
'----a.L.da,
~ --, P<üa
~ co1oca:rse
. en la ve1·pda . e - - o·_"U""C"t.-, --'- ·¡ 3,. ,·e·r'"
t-' vüc·<"-J P-J" •' •~u.a cen en a]guno de estos dos sentidos: a) fraguando una Te-
:e":,:,~ ~:oc:(r;s~ l~nperialista~ externos y de sus servid~~·es ]ación falsa o inexistente e:ntre la causa exteTna y la causa
~i:~,L~--L~~~ile~c~~dl1~~~~~~~?;"nq;te ~\eseaban el desa:tTollo
interna (tal como los reaedonarios hicieron entre el fas-
~-"~~~-' ,H. _._____;~ espionaje se '7Rlió, para or- cisn1o y el irigoyenismo, entre el nazifascis1no y el pero-

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16 }:¡,ODOLFO PUIGGEÓS

nisn1o), de tal modo que la causa. interna desaparece y


ocupa su lugar la causa externa; y b) aislando una cau-
sa externa viva y emancipadora de la causa interna de la
1ibe2·ación nacional y la ernancipación social (los trotskis-
tas, por ejemplo, atacan a la Unión Soviética, a China y
a las democracias populares con tanta furia como les im- ~ ..:.
perialistas y al mismo tien1po se presentan con1o partida-
rios de la liberación nacional de nuestros países) .
Es evidente que no se puede ser revolucionario o avan-
zado en el orden nacional y contrarrevolucionario o reac- II
cionario en el orden internacional, ni viceversa. Tiene que
haber siempre unidad entre la causa externa y la causa DE LA SOBERANIA POLITICA SIN
interna. Cuando esa nnidad se rompe triunfa la reacción. ORGANIZACION NACIONAL
Esa unidad debe existir no solamente en la teoría, en la
concepción subjetiva, sino también en los hechos, en la
vida práctica. rroda causa interna justa, popular, emanci- España no pudo crear en América una cmnunidad
padora, avanzada, no tarda en ir al encuentro y coincidir estable de intereses entre ella y sus colonias, ni entre sus
con la causa externa del mismo carácter. La causa de la li- colonias n1ismas. Para n1antener sus dominios ernp1eó la
bel4ación nacional del pueblo argentino se funde con la violencia de un aparato burocrático-:militar, que probó su
causa de la liberaeión nacional de todos los pueblos y 1a cau- invalidez frente a la con1unidad de intereses que se creó
sa de la emancipación del pro1ebn·ü:tdo argentino se entre sus colonias y h:1.s naciones del régimen eapita1ista en
funde con la causa de la en1ancipación del proletariado ascenso.
mundial. Hay "demócratas" y ''socialistas" que) con des- La contradicción entre la dependencia política y eco-
vergüenza e hipocrecía, pretenden convencer que estan con :nómica de las colonias respecto a España y sus crecientes
la liberación nacional y la emancipación social, a la. vez vinculaciones con el mercado capitalisb" que se formaba
que deíienden la causa que llaman del Hmundo libre" y que en el mundo, :fuera de España, hizo crisis y estalló en vio-
no es otra que la causa del imperialismo. lento antagonis1no a comienzos del siglo pasado, cuando la
Actualn1ente, en "la hora de los pueblos'', nadie quie- península fué acunada por Napoleón! se eclipsó }a monar-
re ser acusado de reaccionario, de imperialista, de enemigo quía borbónica y -desaparecieron las Tazones históTico-ju-
del pueblo, de partidario del encadenamiento del país. Los rídicas de subordinación de las colonias a la n1etrópoli.
obreros son los niños 1nimados en los discursos de todos El antagonismo se Tesolvió en dos tien1pos:
los políticos. Resulta difícil, por eso, juzgar a los hombres ii) Con el desconocüniento y la destrucción del mo-·
y -a los partidos por lo que dicen y opinan de sí mismos. ncr¡Jogq_ 111yrcantil eSinú'í'Ol (la ''Represenüldón de los Ha-
HªY .QJl~ iuzga.rlps_ de acuerdq a )a posición CJlle_ --~-su:rp~p. céi1da.d08''"'d8- lVIariino I'1íoreno dió los fundainentos doc-
~mJ ...r~~-m2~.tg_ª_la....causa_i.ntgrna-a~Iª_·.·.Tit.~r:aªi§_lf. na:c~.?.J:lal trinarios de ese desconocimiento y fué la sentencia de
y_ la e_mancinación social. Hay que ..Juz~_arl_I)S no poy·1_0 q~iie
E!~.IP~~t~~ii.:2~Pr"6-(iliiill@_,_j1i!Q. -ll.ti~].Q. jiti_e · i~~~!:~B!:~~-~n-- y·-_rüi~:-·
l muerte de un n1onopolio que ya no podía sostenerse, ante
Ja irrupción del comercio británico y el desarrollo de las
cen. Este es el criterio que hemos segtiíifo en el estudie>" de-
ros _partidos políticos argentinos en su relación con las
1! fuerzas productivas en las· regiones adyacentes al Río de
1a Plata), a la par que con el desc()nocüniento de 1os. de-
causas internas del desarrollo nacional. r~cho§ de España a gobernar Amél"ica (el discurso de
Juan José Castellí en el Cabildo del 22 de mayo de 1810
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18 TIODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS P/illTIDOS POLÍTICOS 19


aw los fundamentos jurídicos del gobierno propio, al afir- Jocla.influendiL®.lQJlJJ'l pacía. en Ia humanidad,. no hubie.-
nutr que~ de acuerdo a la doctrina sustentada por los re- ra llevado _a __l.l.tl~_:;;tros _paíseS~~a=: Vi -_:Iñdepen.a.ep~ig- política.
volucionarios españoles de aque1la época~ con la caducidad No importa que los patriot~s no tuvieran coil~ienda---del
de la monarquía y la ocupación de la península por el ejér- . ca.rácter histórico -es decit; pasajero, relativo- del or-
cito francés; la soberanía en las colonias pasaba a tñanos-~·" den social que eligieron por n1odelo y 1o creyeran absoluto,
del pueblo, que "es el origen de toda autoric1ad 5 ' ) . eterno. In1porta saber, en can1bio, que se sentían irresis-
b) Con la Guerra de la In~1e:pe11dencla, Concebida co- tib1en1ente atraídos por las ideas, las nonnas jurídicas, las
mo empresa continental que dehi3. d8cidir y decidió en los formas de producción e intercambio, la técnica y, en ge-
campos de batalla el destino de toda A1nérica HispanR (la neral, ht k1.bla de valores del capitalismo que desplegaba
1nayor gloria del general San 1Iartín consiste en haber ela- 1as g~las de su pujante juventud.
borado y llevado a Ja práctica con extraordinaria energía ¿.Hasta qué punto tal atractitvo se tradujo en cmnbios
y consecueneia un plan destinado a desarrollar hasta su en Bl desarrollo social? Aquí sí puede decirse que la causa
culrninación la lueha por la independenci8.- política, plan exi.erna (el capitalismo progresista) repercutió en peque-
que estaba presente en el pensamiento de los patriotas :f1os círculos y encontró grandes resistencías en ]as bases
desde 1810, pero que necesitaba de la inteligenda y la internas. La arnpliación de1 n1ercado mundial capitalista,
autoridad del Gran Capitán para cun1plirse). po-r medio del comercio y la navegación, destruía. las vie-
España (su monopolio mel'canti1, su poder po1íticoJ .ia~ formas precapitaEstas de producción e intercambio
sus Leyes de Indias, su pensamiento, etc.) dejó de ser de La sociedad argentina, pero su reemplazo por otras nue-
causa externa que encontraba bases internas para actuar va.<-:, más avanzadas, no era función de la causa externa,
en América. Bajo la influencia de 1as revoluciones burgue- sino qne debla ser el resultado del desarrollo de las causas
sas (Francia, Inglatm·ra, Estados Unidos) y en nombre inb;rna.s. Il}glaterr_a tuvo una doble influencia exteTna en
de la soberanía popular en abstTacto se desencadenó la los cambioS operados en nuestro pais du:tante la primera
lucha por la independencia política hispanoamericana. Tu- 1nitad del siglo pasado: por una parte, sus mercader:ías
vo por móvil predmninante oTganizar 11aciones indepen- ha?a.tas, abundantes v de calidad sunerior barrieron las
dientes en las condiciones del ascenso del capita1iSlno en anilguas produccione~ locales domésticas y artesanales, y
escala n1undia1 y para transfonnarlas en un sentido capi- por 1a otra, su demanda de a1in1entos y 1naterias primas.
talista. Si Jos patriotas buscaron modelos en Inglaterra, estimuló en la zona bonaerense las actividades ganaderas.
Estados Unidos y Franela no lo hicieron por mero pn1rito El comercio inglés tenía necesarimente que ser muy :resis~
de imitar o por un n1enguado sentimiento de inferioridad o tido por las clases sociales que representaban las antiguas
dependencia, sino porque esas naciones repxesenta.ban formas precapitalistas de producción, y apoyado por los
tonces las tendencias genexales y 1as etapas obligadas del ganaderos y los comerciantes bonaerenses que dependían
desarrol1o histórico de la huruanidad~ tendencias y etapas de él. La causa externa podía actuar únicamente por in-
que no podían ser soslayadas ni cmnbatidas sin mantener termedio del sector social que se atribuía la sober::á1Ía po-
a Am.érica Hispana a la zaga de ese desan·ollo histórico, lítica de todo e1 pals. El _resto de la- SOcied~d_ era hO-stil- a
sin eteTnizar su atraso, su miseria y su. ignorancia. la causa externa (el capital inglés) Y. a subase. interna
La independencia política de la Argentina y las res- (los ganaderos y comerciantes bonaerenses). He ahí la
tantes colonias hispanoamericanas sólo era concebible razó!l de las guerras civiles del antagonismo entre las pro-
1

dentro de Jos marcos del c:omita1isn1o ascendente en escala vincias y Buenos Aires, de la lucha entre unitarios y fe~
:n1undial. es decir dentro de~ los marcos de 1a. historia, v no
1 derales, de 1a deso1·ganización nacionaL
fuern de la historia. El autndesa:rro1Io puro, al margeñ de Berna:rdino Rivadavia es la demostración nuis acaba-
"'~---~--~----· - ..~-""~-.~----·---"'-----.......__
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20 RODOLFO PDIGGRÓS HISTORIA CHÍTICA DE LOS PARTID:JS POLÍT.ICúS 2l


da de la distancia que separabrt a los proyectos de los ena- vincias v el ret:>to de hls clases sociales eran tratados cmno
2-norados de Inglaterra y Francia de la re2.lidad concreta men()re; de edad, a nornbre de los cuales el gobernador
de nuestros paísest si se exceptúan pequeños núcleos afin- bonaerense ejercía el TJoder y las :relaciones ext;eriores.
cados alrededor de los grandes puertos. La causa externa Ros<:ls era la :realidad t5.e la sociedad 2xlentina eñ
era demasiado avanzada para que pudiera actua:e._ posit~'=".:, l8UO, nero había deiado de serlo en 1850. Echeverría
vmnente nor intermedio de las bases internas. El capita- AILei·di comprendin:on hace un siglo que Rosas tomó el
lismo eurOpeo no conseguía realizarse a través de la débil podeT porque representaba la contradictoria realidad ar-
y atrasada e.structura de América Hispana. Durante los gentina y cayó del poder a1 divorciarse de esa cambiante
veinte años que siguieron a la Revolución de 1810, la in- realidad, pero la n1ayoria de los resistas y de los anti-
telectualidad se esforzó inútilmente en encajar la causa rosistas d8 la actualidad no 1o conrprenden así y p1·on1ue-
externa, la causa del capitalismo progresista, en la causa ven artificialm.ente un conflicto superado por la historia.
interna, el autodesarrollo de la sociedad argentina. Riva- Ni h1 realidad social es fija (siem.:Pre igua'l a sí :misn1a),
davia y los caudillos fueron los dos térn1inos del antago- ni ios gobernantes penrurnecen inv2.ri;::~bles. Para fijar a
nismo. Rivadavia no logró con el enlDréstito de Inglaterra, la nrin1era v los se¡:;ru:ndos en un cuadro inn1óvil de Tela-
con la ley de enfiteusis, con sus constituciones e institu- cioi~es n1UÜ.1;s hav a~1e abandona::.~ 1a historia viva y entrar
ciones y con sus grandes planes conectar su política c.on la en la historia m{¡el:ta, que pasar de lo concreto a Io
política de los caudillos provinciales que encarnaban el abstracto; de lo objetivo a lo subjetivo.
grado de desarrollo econónlico-social de aquel entonces. Rosas creó las co:ndit'iones j1~ternas de su propia nega-
Quería crear, de la noche a la mnñana, un pueblo a seme- ción, al p:rornover el desnr1·ollo de los intereses loc.,üistas
janza del pueblo que había visto en Europa Occidental y de tina sola provincia y de un solo puerto, en perjuicio
no pudo conseguirlo ni por }a persuasión, ni por la fuerza. de los intereses de toda la nación y de la penetración total
No tenía rrtás apoyo económico y político que los intereses del capital extranjero. La causa externa (el capital extra.n-
comerciales concentrados en el puerto de Buenos Aires, jeru) quería manifestarse por intermedio de una base in-
que era muy pobre apoyo para imponerse a un pueblo que terna que fuese la nación organizada en su conjunto. Los
sien1pre tuvo un elevado sentido de autodeternlinación. Le conflictos con Francia e Inglaterra -o, ro_ejor dicho, del
faltó esa n1aravillosa unidad de pensmniento y acción, de capital inglés asociado a Rosas contra el capital inglés
planteo político y reconocüniento del papel Tevoiucionario más concentrado que aspiraba a un don1inio 1nás eon1111eto
de las masas que durante seis meses men1o.rables dominó del país~ fueron los prolegómenos de Caseros y la orga-
1a actividad genial de :rv1ariano JVIoreno. Fué derrotado por nización nacionaL sobn~ bases de dependencia económica.
Juan l'vianuel de Rosas, que expresaba el autodesarro1lo de Es evidente Úue el desenlace victOrioso de la lucha poy· ~
la parte del país (la provincia de Buenos Aires) directa- la soberanía ¡)olítica en los campos de batalla (1810-1824) j
mente conectada a los intereses económicos de Gran Bre- 110 resolvió el problema ele la organizaeión nacional, sino ~
- ~
taña: la ganadería en función del comercio exterior. que, por el contrario, lo complicó al saca1· de quieio a los l
Rivadavia concíbió la soberanía uolítica de 1a nación elementos aue conmor:ían 1a sociedad colonial. La forn1a-
en e1 p8jJ81. Creía que las leyes lo Te~olverían todo. ción de Est~,dos DoÜticamente (o jurídicmnente) indepen-
Rosas eoncibió la sobel'anía Dolítica en 1a preponde- dientes, come n~Su1tado del desm.embramiento del Im_perio
:ranciri d8 1os intereses de la única -provincia (la de Buenos EspañÜ1, se verificó sin que las bases económico-sociales
Aires) y de la única clase social (los ganaderos terrate- inü:rnas estuviesen rnaduras para fundar la unidad nacio-
nientes) que nodían conectarse con los in-tereses del "taller nal efectiva de una o varias comunidades. La división
del 1nundo'J J~ 01 dueña de los rnares", El resto de lfLS pro- ,soc!_a} del trabajo, las comunicaciones, h1s acumulaC-iones
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22 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 23

de capital y la técnica eran tan incipientes que no alcan- m5noristas del interíor 1 contando con el apoyo de los jefes
zaban a unir a las diversas regiones a:rgentinas en un de los ejércitos de línea que quedaron después de las gue- ,..,.
todo sólido y armonioso. La separación económica entre rras de la Independencia y se deshicieron, después de la
países que tenían un origen común, hablaban el mismo gnerra con el Brasil, en luc\}:1. infructuosa cont:OO las mon- p
idioma, ocupaban territorios contiguos y poseían igua-l psi-·":: ..;, toneras. Adherían a los federales los caudillos de provin-
cología, obedecía al carácter precapitalista don1inante de cias, dueños de vidas y hiciendas, que representaban los
1as formas de producción e intercambio hel·edadas del co- intereses de los pequeños productores (ganaderos. agricu1-
loniaje. La falta de intereses económicos comunes explica to¡_·es y artesanos) y arrastraban a las masas a la guerra
1a división de América Española en diversas naciones y de m.ontoneras contra las pretensiones hegemónicas y mo-
tm11bién 1as luchas y guerras civiles que precedieron a la _J;c-polistas de los comerciantes de Buenos Aires y su puerto
organización separada de cada nación. A diferencia de ll1UC.O.
Eul'Opa Occidental, donde las nacio:nes se organizaron Los esfuerzos del cmnercio de Buenos Aires por su-
como Estados independientes al pasar del feudalisn1o al bordinar las distintas regiones del antiguo Virreinato de1
capitalismo; de Europa Oriental, donde en el mismo lJe- Hío de la Plata y constituir la nación bajo el cetro del
ríodo y con el predorninio todavía del feucüdisnw se cr8a- puerto único, datan del n1on1ento en que se dernunbó el
;_·on Estados 1nultinacionales (los írnperios rusos y austro- lTlrH10polio n1ercantil español; pero se estrellaron ante la
húngaro); y de los Estados UnidosJ que nacieron a la n:sistenda implacable de las regiones. La Provincia del
·vida independiente a1 rnisn1o tiempo que f.;e organü.:.aban :??raguay dió el prhner grito de desobediencia y proclamó
como nación en el proceso ascensional del capíta1isn10 1 la Ja idea de la federación. Le siguieron la Banda Oriental
aparición de Estados políticm:nente inde-¡Jendientes en y las provincias argentinas, erigiéndose en repúblicas in-
Ibero A:rnérica no coincidió con la organ~ización nacio- de pendientes.
nal y tuvo lugar con bases inmaduras para el autodesa- Las provincias, abandonadas a sus propias fuerzas 1

rrollo capitalista. no podían subsistir y necesitaban como del oxígeno del


Al el esa parecer el monopolio mercantil español y orien- comercio que sólo podía ofrecerles Buenos Aü:es, pero al
tarse el con1ercio a:rgentino hacia el1nercado inglés, fraca- m~smo tiempo no podían aceptar sin condena.rse a la n1i-
saron sucesivos intentos de organización nacional y se se1...·ia la dictadura econón1ic.a del puerto único, por n1ás
desencadenaron nuevas contradicciones en el orden inter- que se 1a sirvieran adornada de Constituciones unitariasJ
nof cuya superación dependía de la unida.d interna de inte- instrumentos de una minoría aristocrática que aspiraba a
xeses que sólo podía traer el desarrollo del capitalismo en gnbernar "por el pueblo: sin el pueblo y a pesar del pue-
el ámbito de 1a comunidad. La soberanía política conquis- bJrJH (5). Los caudillos encabezaban la resistencia de las
tada en }os campos de batalla necesitaba el respaldo de 1a provincias a los planes unit<1rios de la burguesía cmnercial
organización nacional para no disolverse en la anarquía, pz,rteña. Dos pensadores argentinos del siglo pasado -Jo-
pero a su vez la organización nacional no ~ra posible sin sé Hernández y Juan Bautista Alberdi-, buceando en las
crear intereses cmnunes entre las diversas regiOnes y sec- ca usas de la desorganización naciona}, descubrieron su
tores de la sociedad. Entre las indeuendencia Dolltica v 1a raízeconómica y comprendieron que la razón de ser de los
organización nacional se extendió Un agitado- pe:ríod¿ de caudillos residía en la confiscación de las riquezas provin-
luchas civiles . dividiéndose los argentinos en unitarios y ciales por los comerciantes porteños, repres~p-~ados por el
fec1ern.les. Cad.a uno proponía la organizac:lén del país a
su ;.nanera. Los unitarios respondían a la bttrgue~ía comer- (5) Palabras de Esteban Echeverría en "Dog-ma. Socialista"
cial de Buenos ~.G._,.,h:es~ con su l~ed de agentes y· cOrriG"fdantes (Edición de la Universidad d.e La Plata, Hl40, .,. . 94).
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'
1 24 RODOISO PUIGGRÓS

1
1 partido unit?:Tio (G) Esteban Echeverría, precursor de
o ck las provincias de pnTtícipa-¿ en la distribución de las
1 arriboS. haCía notar aue el nartido unitario carecía de bases rentas aduaneras, de establecer entre sí víncu1os econó-
' socia18s y era. "antiPático -por sus arranques soberbios de
exclusivismos y suprernacía", mientras que el partido fede-
nlicos y de unirse en una orgar.lización :nac.lonnJ.
Los doctrinarios y 1Y:'l~ticos posteriores~ a Ct:tseros
ral ..se apoya en las n1asas populares, y es la expresiórr: ..:. ( Alberdi, Sarmiento 1 Urqurza, lVIitre) estaban convencidos
genuina de sus instintosn. Echeven:ía con1prendió que el d..; que el autodesarro1lo absoluto no podia conducir a Ia
camino que conducía a la organización nacion~ü sobre bases 1\rgentina a su organización y a su unidad con1o 11ación
propias pasaba necesariamente por u la ci vilizac.ión euro- sz"lberana. Las bases internas eran demasiado débiles co-
pea", pero que debían1os recorrerlo con espíritu crítico y nw para detern1Ínar cambios acelerados en el desarrollo
afán de superación, sin dejarnos encandilar como los uni- sucial, sin el concurso en vasta escala de una causa exte-
tarios que todo lo esperaban del Viejo Mundo y sacrifi- rior que se concretaba en una poderosa inyección de bra-
Gaban los intereses sociales a los principios abstractos('). z,)s y capitales. La clave de la política que aplicaron los
El autor del "Dogn1a Socialista" intuyó que la organiza- organizadores de la Argentina post-rosista el:::itaba en 1o-
ción y el desarrollo de la sociedad argentina dependían grar que esa causa externa pudiese actuar po:r interme-
de causas internas y no de la mera acción principista o dio de las causas o bases internas existentes, cambiando
económica de causas externas. el run1bo de éstas y estableciendo una soberanía política
Por su complicidad con los intervencionistas anglo- :formal {jurídica) sostenida poi~ una organizaeión nacio-
franceses, por su aristocrático desdén de la "chusma'', por nal relativa (sin bases econÓmicas propias), que dieran
su desm:'lor a lo nacional, los unitarios l1ega1·on a des- seguras perspectivas de enriquecimiento al trabajo y al
prestigiarse por completo. Era una deshonra ser unitario capital importados.
en 1850. Rosas supo aprovechar ese desprestigio, tildando
de "salvajes unitariosjJ también a oposito1·es que no acep-
taban la responsabilidad de los errores del partido unita-
rio, ni se solidarizaban con sus ideas y sus hor.übres. Pero
el sistema,_,_rosista, que en nombre del federalisn1o suplantó
al inoperante gobierno unitario, era una cínica violación
de 1os pactos federales y de 1as aspiraciones federalistas
de las provincias, Rosas mantuvo a éstas desunidas entre
sí y combatió violentamente cualquier tentativa de alianza
o acuerdo entre todas o algunas de ellas, porque su polí-
tica se orientó en todo momento a someterlas a 1a tutela
del gobierno bonaerense, dueño del puerto único y usufruc-
tuario de hecho de las relaciones exteriores por cuenta de
provincias tratadas como menores de edad. El sistema ro-
sista llegó a ser incompatible con la necesidad imperiosa

(6) José Hernández: Prosas del a-uto1· de Martín Fiwrro (Las


dos polít-icas), Editorial Futuro, Bs. As., 1944, p. 18. Juan Bautis-
ta Alberdi: Cartas Qnillotanas, Bs. As.~ 1932, p. 20.
(7) Esteban Echeverría, op. cit., págs. 370 y 409.
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III
DE LA ORGANIZACION NACIONAL SIN
INDEPENDENCIA ECONOMICA

La desigualdad de desarrollo entre España e Ing1a-


tel.Ta a favor de esta última fué la razón principal de que
E.'-·-paña dejase de ser causa externa de los cambios de la
sw·.icdad argentina y pasase a ocupar su lugar Ingláterra.
:E~-jste una tendencia natuTal en las sociedades a buscar
la influencia más poderosa y adelantada, la que más con-
tr:!buya a elevarlas a niveles superiores. Durante el si-
gL:J XIX, Inglaterra ejerció esa influencia en el mundo,
incluso en rnayor grado que Francia, que la tuvo honda
pc r medio de sus revoluciones y de su cultura, pero sin
1

establecer, como su rival isleña, tan sólidas conexiones


con las bases económicas y políticas internas de los países
escasamente desarrollados.
La trabazón entre Ja causa externa (el capitalismo
inglés) y la causa interna (el desarrollo de la sociedad
argentina) no se efectuó de golpe, ni por la fuerza. Re-
co¡·demos que los argentinos rechazamos} durante 1a pri-
n1cra mitad del siglo pasado, dos agresiones inglesas, una
fr:mcesa y una anglo-francesa. Para que la causa externa
pudiera actuar por intermedio de la causa interna era
menester que una y otra llegaran a un punto de coinci-
dencia. Ni el capitalismo inglés era el mismo en 1860
que en 1810y ni Ia sociedad argentina se había conservado
in.móvi1 durante ese tiempo. A la. evolución del primero
hacia nuevas formas de expansión y penetración econó-
n1ico-financieras correspondía la evolución de }a segunda
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28 IiQ:}OLFO PUIGGI;;ÓS HisTomA Cnh.:rcA m: Los Lunmos PoLÍTicos

hac.ia l'-11 tipo de organización :nacional que posibilitaba ., las restantes provincias r,grupadas en la Confeden-~- ,...~~
las inversiones inglesas. dón-, a:ates que aceptar la coparticipación de las provin-
Europa era para el N\1evo ]\fundo una promesa de cü-ls en el1.11anejo de ls_s la :rnoneda y l<}S relae-ioncs ,fi'

1nano de obra, capit2Jes y técnica a n1ediados del siglo, exteriores.


pero para que tal pron1esa se convirtiese en realidad los "!~ Los representantes de los caudillos federales de las
países americanos debían tener bases internas que asegu- distintas provincias argentinas? reunidos en el Congreso
rasen la incorporación de la 1nano de obra, la técnica y los General Constituyente de Santa Fe, sancionaron la Cons-
capitales europeos. Esas bases internas serían, entre 1108- titución de 1853, sin la presencia de los diputados de Bue-
otros, de orden juddico y político, organización constitu- nos Aires. La Carta l\Iagna aprobada tenía 1nás de pro-
cional, unidad nacional y paz inteTiOT. A lograrlas tendió grama que de Constitución, si entende1nos que toda Cons~
la Constitución de 1853. titución consagra, por lo general, un estado de cosas exis-
Lél Caída -'d€1 ""SiS{(:ma Tosista se hizo inevitable por tc~nte y expresa el grado de desan·ollo alcanzado por la
la presión de la causa externa y el desarrollo en el lito- sueiedad en el momento de su sanción. Su inspirador, J"uan
ral argentino de condiciones favorables a la actuación de Bautista Alberdi, le asignó el carácter de progrmna: las
ella, ade1nás de la presencia de una intelectualidad que se constitueiones "deben l)ropender a organizar y constituir
formó en la crítica tanto de los unitarios como de los fede- ks grandes Inedias pr:.ietiCos de sacar a la América e:ruan-
rales y reconoció la realidad de los caudillos y las masas cipada del estado obscuro y subalterno en que se encuen-
con1o puntos de apoyo de cualquier cambio socia}. tran. "H.2y constihiciones de transición y c1·eación, y cons·-
La caída del sisi:en1a rosista restablecía de hecho los tituciones definitivas y de conservación. Las q_ue hoy pide
pactos federales entre las provincias, pero de ü1n1ediato b. An1érica del Sud son de la primera espeeie, son de
se levantaxon en Buenos Aires los antiguos intereses lo- tLm1pos excepcionales.··' C').
calistas que no aceptaban la menor renuncia a sus preten- El Carta de 185:3 partía de la siguiente renlidad._: h1
siones de hegemonía sobre todo e1 vaís. Los unita_rios vuluntad de las nrovincias, a través de sus caw:1il1os., de
-enemigos n1ortales de Rosas- volvieron de1 exilio dis- organizar la Nüción en base al sistema federn1 y de poner-
puestos a defender los supuestos derechos de Buenos Ai- la en condiciones de recibir la influencia l;rogresista y
res al 1nonopolio del puerto, de las rentas y del gobierno civilizadora de Europa. Su Preámbulo aclaraba que loB
general, ni más ni menos que como don Juan Ma:.1ueL Tcpresentantes del pueblo de la Naeión Arg-entina se :re-
Esos políticos aristocráticos no sólo no habían contribuído unían en Congreso General Constituyente ''en cm_npli-
a derrocar la tiranía, sino que la :fortalecieron y pro1on- nüento de pactos preexistentes'', es decie, de los pactes
garon con su desprecio de las 1nasas y su aliu_x::za con los federales (Pacto Litoral, Tratado Cuadril<itero, Acuen1o
intervencionistas anglo-franceses, que hería Jos sentimien~ de Pilar, etc.), cuyo crnnplimiento imposibilita_ron tanto
tos nacionales y Rosas aprovechó astutan1ente para sindi- lo;_¡ gobiernos unitarios como el sisten1a rosista. A ningún
cados como traidores a la Patria. De regreso al país, se constituyente le pasó por la cabeza la idea de reeordar las
entregaron a la tarea de impedir la consolidación de los desafortunadas Constituciones unitarias de 1810 y 1826,
pactos federales sellados en largos años de lucha entre de las cuales Alberdi decía que eran antecedentes que de
las provincias, cuya vigencia equivalía a la sentencia de buena fe debían ser abandonados! por ser simples ünita-
muerte para los privilegios de Buenos Aires. Consiguieron
alejar de Buenos Aíres al general Urquiza, jefe de las ~---
fuerzas federales que vencieron a Rosas, y provocaron la (S) Juan B-autist~t AlbenE: Bctses, Jad;:son, _Bs. As., 194A,
división de la Argentina en dos Estados -Buenos Aires págs. 47 y tJ9.

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30 noDOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA Dii LOS PARTIDOS PoLÍTICOS 31


dones, carentes de originalidad, es decir~ de estudio 'Y en Tiqueza, en cultura, en progreso, lo que valen los pue-
observación de la sociedad argentina ( 8 ) o blos y los hombres de N u eva York, de Boston, de Filadel-
Si bien la Carta de 1853 expresaba un hecho tan real fia. etc." (lD). \:::-,
corno el federalismo que estaba en la historia, en las cos- Creía .lUberdi que pobhY(dO, cultivando la~ tierras,
tumbres v en las necesidades vitales de la sociedad. a:rgen- desa.rrollando la industria y los transportes, difundiendo
tina -1.n1 hecho que resistió y, por último, venció a los la instruccióñ, acercando la Argentina a Europa, se c.rea-
gobiernos unitarios y al sistema rosista~4~;era en lo funda- Tían tales condiciones que el caudillo no tendría razón de
rnental un programa con vistas al futuro, en cuanto creaba der y desaparecerían los localismos; pero, al m.ismo tiem-
condieiones jurídicas y políticas favorables al desarrollo po, afirn1aba que era obligatorio partir, para llegar a ese
capitalista del país, a su incorporación al n1e:rcado mun- resnltado, de las condiciones existentes, caracterizadas por
dial v a su elevación al grado ele progreso a1ca:nzado por el predominio de los caudillos sobre las masas. Por ese mo-
la bl~_rgue.sía en todos los órdenes, mediante la actuación tivu, apoyó al caudi1lo Urquiza en su lucha conti·a Buenos
del capital extranjero cmno causa externax:Alberdi com- Aires, siguiendo 1a táctica pre~onizada años antes po:r
pre:1dÚt que_ su. lema ."Gobe.,rn~r es p~?,laT" requeTÍa el Echeverría, en el sentido de quer:1a "civilización" sólo sería
contraneso del federalismo oe 1os cand11ws paTa no caer posible en la Argentina si los caudillos eran ganados para
en u_n ~europeísrno a ultranza, o seaJ en las toTpes imita- el cumplimiento de un pYogran1a prog:resisbt:' A1 pasar a la
. dones de los unitarios. Sostuvo esa idea con energía e política práctica, el autor de '"Bases" se olvidaba de haber
inteligencia· extraoTdinarias en sus polén1icas con Sar- dicho que "América independiente no es más que la Europa
miento y J\Etre. Le decía al prilnero: eshlblecida en América') y tenia que aceptar la existencia
¡; "Si porque es incapaz de orden constitucional una de causas internas detenninantes, a las ctudes debían
narte de nuestro país, quere:rnos anonadada, mañana di- son•eterse las causa.s externas para no fracasar.
~"éís que es anonadarla toda y traer en su lugar Dos concepciones se disputaban, por lo tanto, 1a orien-
poblaciones de fuera acostun1bradas a vivir en orden y tación del futuro argeritino. Una de -ellas pla:nte~tba, lisa
libertad. Tal principio os llevará por la lógica a suprimir y llanamente, la exterminación del caudillo y hasta la
tOda la nadón ai"gentina hispano colonia}, incapaz de re- exté:rminación de las masas n1ismas. Quería una Argentina
rública." y a suplantarla de un go1pe por una nación argen- nueva de los pies a la cabeza, una Argentina a la usanza
tina ang1o-republicana la única que estará exenta de cau-
1 an~--]o-sajona o con1pletamente ang1o-sajona. Sus sostene-
di11aje. Ese será e1 únko lT1edio de dar princi-pio lJOY la dores se avergonzaban de su o~rigen español, indio o negTo.
Mbeytad perfecta."· pero si queréis constituir vuestra ex- Er;:1n les precursore.s. de quienes~ más tarde, oficiarían de
colonia hispano-argentina, es decir, esa patria que tenéis abogados mercenarios, políticos mercenarios y técn:i.cos
y no otra, tenéis que dar principio por la l:ibeYtad i7nper- me;-cenarios de Inglaterra o Estados Unidos. La otra par-
fecta.J cmno el hombre, cmno el pueblo que debe ejercerla, tia del reconocimiento de la realidad de la sociedad argen-
y no aspirar a la libertad que tienen los republieanos de tinn, eon todas sus limitaciones y su ah~aso, como base
J'.Toxte América_, sino paTa cuando nuestros pueblos valgan interna de todo can1bio progresista mediante la interven-
ción del capital extranjero.!Una y otra concepción 11evaban
(fl) Ibídem. Refil"iéndose al carácter del Congreso General
al mismo resultado: 1a organización nacional bajo depen-
ConstitnyE-nte ele 1853 dice Rodolfo Rivarola: ":\o era, en reali- dencia económica extnmjera. La desigualdad de desanollo
dad, el pueblo 2-rgentino o el pueb]o único de la Confederación Ar-
gentina el que estaria representado en el Congreso, sino las en-
tidades provinciales 1 según el pacto de sus gobernantes de hecho". (10) Juan B. Alba·di: Cartas Qu-illotanas, Bs. As. 1 1932, pá-
Bn.._"iayos histó1·tcos, Bs. As., 1041, Coni, págs. 33- 34. gimts 28 a 30.
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32 RODOLFO PUIGGHÓS

entre la ATgentina y las ~taciones capitalistas rnás adelan- Eco, dec1·etada por el de lvíitr-e para ''s~tivar a1
tadas les impedía veT otra salida,>~ p<-"tisn y conf'on:12.:r a ;_Ll,~:O e:Xh;·ún{enis, se basab.o"i
La Constitución de 1853 dejaba abierto un boquetey en la venüt del del Oeste a los inglese;:._, uu
5
por el cual los gobernantes de la provincia de Buenos Ai- em_préstito de 4 nlilloEes d'2i'· pesos fuertes y e1 Ten::.ate de
res, separada de la Confederación, introdujeron ttna cuña tierras públicas.
que destrozó el Pacto Federal entre las provincias. J\fás Dentro del juego del im.perialisrno n:1ciente estaba la
c¡ne en la suerte variable de las armas (batallas de Cepeda subordinación del Paraguay, la soberbia pnwincia del
y Pavón), los gobernantes bonaerenses confiaban su vic- antiguo Virreinato del Río de la Plata, que había sido la
toria en la imposibilidad de las provincias de gobernarse primera en dar el llanuulo a la :federación y seguía siendo
sin disponer del puerto único.>-:La ciudad de Buenos Aires - inc:.itante permanente a la rebelión de los caudil1os contra
era la llave económica y política del país, y el gobierno los poderes centrales. La guerra de la 'T-riple Alianza fué
de la Confederación tuvo que entregarse, ahogado econó- Ulia de las pri:meras expresiones de la pollik.a agresiva
n1icamente y anarquizado políticmnenté>( Los gobernantes del in1pH·ia1isn1o capitalista, a través del son1etimiento
de la provincia de Buenos Aires aceptaron y juraron enton- de tres gobiernos lanznclos al aniquilamiento de un cuarto
ces la Constitución de 1853, pero deformando el Pacto rebelde. John Bull abatió n la Patria de los López po1·
Federal, al subordinar en lo econón1ico, lo político y lo 111:mo§ ajenas.
psicológico las provincias a los intereses del puerto que Sin embargoj la causa interna nunca dejó de s2r de-
seguía siendo, con algunas lin1itaciones, propiedad de la te1.·n1inante. ·,Para 1Jenetrar y dorninar, el capib:tl extran-·
provincia rebelde y donlinante. jera tuvo que vaféi·se del cor11ercio centralizadt; en 1a
~a ?poca (1862-1880) coincidía con el creciente in- ciudad de Buenos Aires y ele los terratenientes de la p1_.0-·
terés de Inglaterra y·- Francia por los asuntos del Plata, vincía del n1Ísn1o non1bre :,_/productores de los únicos ar-·
interés -fonwntado por dos circunstancias: las garantías tkulos de exportación) qÚe no aceptaban el pado :ferl.eral
J

que la Constitución de 1853 y el gobierno nacional daban y d equilibrio de1 poder entre las provincins):::Pd fede-ra--
a las inversiones del capital extranjero, y las primeras lizarse su ciudad en 1880 y pasar a ser la capital de las
:manifestaciones de la faz in1perialista del capitalismo, con catorce provincias, la oligarquía portcfü:. se independizó
el desarrollo del capital financie~·o y la aparición de los en cierta medida de los intereses donünantes en la 1n·o-
cartels. La causa e::derna cmnenzaba a hallar bases in- vincia de Buenos ..A_ü·cs, ~tliándose ;,T pactando cvn gl·upos'
ter_qas par2 aCtUái~ 'SOOi·-e· la soeii::dad argenÜn"a, pero para oligárquicos de terratenientes que levant:::n·on en el inte-·
apoyarse en ellas tenía Gne barrer las resistencias que le ri,lr clete:tminadas industrias (ingenios de Tucutnán, Sal-
oponían -no solarn€nte laS forn1as precapitalistas de pro- ta y Jujuy; bodegueros de l\IendOzri y Sün Juan; obraje-
dúcc.ión e in~~~cambi? y , sus .sorr:spond_ien:tes supere~­ ros y yerbateros del noreste) y dieron orig·en a un nuevo
tructuras pohhcas;, s1no LanÜJlen m naciente tendencia tipo de caudillos: "ci1.,-ilizadosn, burgueses (es decir, ex-
al autodesarrollo capitalista que se traducía en ferroc<.l- plotadores del tntbo_jo asalariado), ---éci'Í11placientes con el
rriles, frigoríficos, manufacturas y otras empresas de capital extranjero que 1os hizo n1illona:t'ios. Avellaneda
origen argentino. El grito de 1nuerte a los caudillos - y Ro~a (1871-J88G) ,_los dos provincianos, fueron los hom-
Cuando no se dejaban corromper o smneter- iba acom- bres' de esa alianza.fJ:-=:n las postrin1erías de la presidencia
pañado de la rendición incondicional de aquellas inicia- del primero se aprobaron las prirneras leyes y disposic.io-
tivas criollas que pudieran significar obstáculo a la clorni- nes proteccionistas de esas 1nanufacturas 1ocales y de la
-:nación del capital extranjero. La conversión del papel agricultura, que no lesionaban los intereses de los inver-
n1oneda, al tipo de 26 pesos papel por peso fuerte n1etá- sores extranjeros Y~ por el contrario, los favorecían.
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RODOI,FO PUIGGRÓS EIST03.L\ CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 35

S?ría equivocado. supone~ qu; la_ .es~ructurrc e_:onóm~­ 1Ftc.ionn.1ista coinciden en el error cuando ignoran, secta- ~'­
co-socwJ ele la .i-?..rgentEla se ae!apto a les lDtETeses clel capi- l·;amente1 la existencia de una conciencia de liberación
tal extranjero y de los grandes terratenim-:;.t:es de 1nodo :n- .::-ion:-1.1 que ellas dividen ~on sus p:rejuicios y limitacio- Jf
obsohtto.r:_Du:rante rnucl1os aii.os, el i::afantilir:;n1o iz~tLlie,r­ Jl:;;), Porque si e-n los seudotornunistas queda corno resabio
dista h~ difundido la idea de que Euestro pals }Jertlió toda d'·l pasado la idea de que lo nacional (la causa interna)
personalidad y pasó a seT -dü·igido corno simple colonia }Ji) es rnás que el reflejo de lo internacional (la c2.usa
o fact.orfa de las pob.::r1cias impeTíalistas, coincidiendo con e:-...terna), en los seudonac.ionalistüs hay una asin1i1ación
los Yosistas que llegan a igual conclusión soiYi'B 1a Argen- ci_,-: 1o nacional a lo reaccionario que }os aleja del rlesarrollo
tina poSterior a Caseros/Tras rm p1ani.r:::.::r:::nie:r::;_to tan mecá- :wcial argentino y Ueva a un callejón sín salida, o lo
~~~~~T~~~8~~;1~'B~2~t;:ap!~~~~~~~~1~~~1t~t~t;i~;~~s~~l~-;~~l~a ~!~~~~~
, a claudicar ante el irnperialismo, como Chang
en China. Unos y otros, con :sus posiciones extre-
11
nal y ]a lJenet:ració::.l irnperialistaY· N o se ve que sien:1p:re m 1s? dejan el ca.rnpo 1ibTe a los '"den16cratas y 'óliberales!'
l::t causa externa ha terüdo crue aetum: ·oor inter:rnedio de q1 e se ernbanderan eon la causa externa, con la causa del
]a causa i:nternRJ y que cw:n1do se aceTc-f-Lla lr, re:netración j_r1rcrialismo, por intern1edio cie ]as bases internas rea.c·-
y la. deforrnación del in1peTialis1no eJ.~ 1a estructura econó- ,,-;, en nombl'e de la "libertad" y la "den:wcracia."
nüec-social a:cgenttna, se _c-:_ce:ntú_a tarD~;:lén l2 respuesta er a}¡stracto, en norübre de un "mundo lihre~ para los 7

nacionalista, las tendencias a1 autodesal'ro11o:"<: N· o se ve r~ plotadores y op:resores.

l~~~~)o~~ q~~~1~ri~ l~~~~~r:~i~~f~er~,~~Ii~~~e~~~~lZ~rt~a~~~~1~1ítl


11 Cuando el con1unismo y el ·nacionalisn1o c.oincide.n
c<mdo el primero con1prende que la causa interna es la
1

epopeya de la Reconquista y le. Defensa ele Bnenos Aires 1 b~o~::.e de los cambios sodales y el segundo cmr1pTtmde que
. • 1 . • .. . •. . . '
de c.omwnzos ere Slglo pasaao se repn:e en nLtestra rnstona ¡ 1n cansa exte:rna n1ás avanzada, 1a causa n1unflial de 1a
en nuevas condiciones y a. más a1to niveL ~·--·e· li1 'ernción nacional de ]os pueblos y de 1a emanC-ipación
La estr.uc:tura_.econón1iCchsocb. LP-e_.1.EL_ . A.rg.~~J1til1a Jg~_ sn.:::.icd (1el proletariado, es 1a condición lXil"a nuestro pTopio
d~fo~á11U.da. dí:;_ 1TI.a11Bl'<1_.:re1~lti.v~._ u_q;c.el_llnpe.rialisn1Q. extrq,n:-:._ desarrollo nacional, la victoria, es inevitable..
j8ro:· vá1é_ .c1eéir.,·_· te_1J.i~~idq.'.-_5iii.~. ]lª.~E:.L_ ec;n~esi.o~1es_. al _fl.ut.~b.
desa:á~UO ~-á.CiCróáT_;ihiistª_fqlne_ntán.d_Ü}o hasta cierto pun-
tü... El td-iZadcr t16 JóS féi:rocá.ri~ües:·~que Se da co'mo ejein.p1o
Üpico de la adaptación de toda nuestra econom-ía agrope-
cuaria a las necesidades de alimentos y r..1.aterias prln1as
de Inglaterra., no debe ocultar l::t aparición del prole.ta:riado
del riel, el fo:mento de 1a agricultura y 1a industria Eviana~
1a división social del trabajo y e1 acercamieEto e11tre las
.. provincias para sellar la unidad 112:.cional.
r: La organizaC-ión nacional se gestó sobre la b2.se de la

t ependencia económica, peTo esa dependencia. econón1ica


'f\ ~esencadenó,_ ~o::no an~ít~sis: las !m~rzas ~oc. iale? nadonal-
Iberadoras ...<:El nnuencJ1sn1o creo en b ..t:L:rgentwa sns se-
pultureros ;~ se niega a sí misr11o enando Inás se afirma.
lru:;ist-j_-mos en e2,te pla.nteo }Jara Cf\-12 la extrema
.izquien1a seu.docon1lu1ista y la e::~:trenla dm·echa seudo-
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IV
DE LA INDEPENDENCIA ECONOl\liCA
Y LA JUSTICIA SOCIAL

Al desprenderse de España corno causa externa, el


úesarrol1o social argentino tendió a dar vida a una nación
t'oberana, independiente y democrática, ubicada dentro de
lus n1arcos del sistema capitalista, lo que de hecho lrt subor-
(!inaba a la nación rectora, Inglaterra, convertida en nueva
causa externa. La contradicción entre la tendencia a la
~tutodetenninación nacional y la dependencia de Inglate-
1TD.. que esa misma tendencia creaba, aparece en el pensa-
Eliento político de los hombres 1nás Tepresentativos (Bel-
grano y J:vioreno en la primera etapa; Echeverría, Alberdiy
~;anniento y otros posteriormente) y se expresa tan1bién
t:n la acción de los principales jefes 1nilítares, con1enzando
llOr el Libertador San JVIartín.
La nación no voclh:. nacer por de-c:reto, ni por la n1era
Íi1f1uencia de las leyes, cmno lo intenta1·on los próc.eres
ulitatios, cuycs herederos contemporáneos todavía Cl'een
L\l
'-·'•
j
:.:t~
_t:~ 'T) ,l,,,..
1.0I.~~1luc-c::>
· p{r]~ · ; o>·•·'' "' ,•
Jl~""-'-,~cJ.CaS .ge~1,;;H"1l~u, Slll
., , t ;1
C0~1 81_1-'-CO
• ..,;,~1
80'-'_,_c¡,_¡_
o en 12L milagrosa 111imenc1a cte }Jala.b:ras que Slrven pura
CL1alquier uso. Tmn\JOCo Dodía nace1· del estancanüent.o de
L::; condiciones ecmÍón.1icÜ-sociales que aislaba y dividía el
I:aís, y condujo 2.. un punto n1uerto al sisten1a roBista, hasta
p-tecipitar su derrun1be. Tenía que nacer con1o résLlltado
del desarrollo de las causas internas, vale decir, de1 creci-
rniento cuantitativo y cualitativo de las fuerzas produc-
tLvas y de bs medios de corrl._unicación; peTo para pronw~
Y2r el enérgico desarrollo de las causas internas que con~
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RODOLFO PtJIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS


33

cretara en la vida h idea preestablecida de Jo. :nac1011 había a) la línea que lo mantiene dentro de la esfera de
qu.c acudir necesarian1ente a una fuer-te in_fluencia de la !\ependencia de causas externas (el imperialismo) qüe in- ~'­
causa externa más avanzada y progresista. :L,a gTan des- Jluyen por intennedio de causas internas (las clases socia-
ig;ualdad de desarrollo entre las causas internas y la causa )es que viven del imperialismo y representan foTn1as de '!/
externrt no pennitió alcanz.a1· de golpe o a corto ~plazo 'B1 1n·oducción cada día más f1)al~asitarias), y ,
objetivo buscado. De ahí que el capitalisrno se arrasb:-a:ra b) la línea que lo conduce nl autodesar:ro1lo de- cau-
en 1a Argentina, durante la prin1et·a rnitad del siglo nasa- ;;;as internaS '(las clases sociales que crecen con el creci-
do~ con1o capitalismo de factol'ía, cmno apéndice com8rcial :niento del capitalismo nacional: la burguesía y el proie-
de lnglaterrn. Las mei~caderías inglesas que il;.tmdr~ron el 1_ariado) en oposición a los n1m1opolios extranjeros -y sin
}J[tis desde 1809, inc1uída Ja época de Rosas, desb·uyeron f:xcluü· la influencia de causas externas {inve;.~sim--;es del
' z ' ¡ ·~ ~, . -, 1
u~s, iorma~ ce.~. proc uccwn. y las rel~~lones. o.~ Cl~Se coÁo-
1 e,apital extranjero] intercambio con1ercial, etc.) condicio-
11Irt;es. y ~~c111taron, ~n .c~1er~a n1edl.c_a e nlchre~tarcente~ nadas a aquel autodesarrollo.
b :ronnac.wn y ac.nrnluacwn üe los pr:u:neros can1tales ::ua- , A las_ dos líneas de desarrollo corresponden dos po-

~;s;~~r;~s ~! l~i~~~el~~ e\~ ~!~~~~~ ~~~1~ l~~t;_.~~~~~~·~~;t;~~~at


1 1 Hticas.
\:La pr~lll:§X~LP?l_ítica ~o línea de desarrollo- tuvo su
cionado a uüa causa e.xterria) al capitalism.o inglés. _"!una ele 1niel en el período 1860-1890. En ninguna parte
'/El tipo pürm'üente páStol'il y com.ei·cial del ca}Jita.lis- de Arnériea Latina las inve:rsiones del capital extrm1jero
rno naciente no podía avanza:r más a11á de deterrni:nados fueron tan rápidas y cuantiosas. Una propaganda profusa
Ií:miteS seJlalados en las pcstri:tnerías del g-obierno de Ro-
1
hizo conocer en Eu?opn la fertilidad de] suelo a:rQ'entlnoJ
s
~as
.
por su }ncapac_1"d_a~.] para re~o1ver
1
.1~s pro"t'
• '
'lemas pw.n- !as a1nplias garantías que r:coniabg al exb·anjero 1; Cons-
Leados por 1a neces1dact de carnb10s soc12.ie-s que encau'L'?cTan titución de 1853 y las exee1e:nc.ias de una oligarquía gober-
hncia el desarrol1o eco:nó1nico integral de la nación. El cre- 'tante que e:ra librepe:nso.dora en religión. librecmnbista en
ci:E"Iiento de las fuerzas Dl'oduc.tivas se ton1ó inc.OlTIDatlble ~:c.onomía y legalista hasta curtndo hacia fraude en po1ítica ..
con la esh·uctura social }r política del sist~ma rosi;{c-L - - Decenas de sociedades anónimas se constituvGl'On en Lon-~
El. gran impulso que introdujo a la i,Tgentina de lleno dres -algunas tarnbién en París y Berlín-~· con el obieto
en ~l m:den Cf~:pitaljsta y .creó las ba~es. de ~;1 inte~Ta~~ión ·1e explotar en l<1 Argentina ferrocarriles, b.'fU1VÍas, l;m1-
nacwrw1 provino cte la 1la:mada HemDnlzaclOn capüa.:1sta eos, puertos, aguas corrientes; ob:ras sanital"ias, gas, elec-
siste1nática", vale decir, de la introducción de brazos y tricidad; seguros, colonüts, estancias, frü;o:rificos, te1éfo-
capitales en vasta escala, la apropiación de todo el suelo 'lOSJ telégrafos, etcl~Un amplio sistema d¿- con1u:nicaeiones
por una clase de terratenie:ntes y la nparición de 1a clase nnió 2.l país eon Europa. Los capit.ales ingleses crearon el
de los capitalistas nacionales frente a 1a clase de los asala- :ncentivo para que centenares de miles de inn1ig-rantes
, riados o proletarios. --,__~, italianos, españoles y de otras nacionalidades abandonaran
Tales can1bios comenzaron después de 1860. El capital :;us viejos hogares, cruzaran el océano y se insta1aran nara
extranjero (principahnente el inglés y, en menor esca1a, siempre en el ubérrimo litoral argent-ino, extendiénÁdoso
el francés y el alemán) i:rn:unpió en el país a Tibno tan paulatinamente hasta las provincias más lejanas.
acelerado que en treinta años puso en :movimiento pode- Durante la prilnera 1nitad del siglo pasado, cuando el
rosas fuerzas productivas (la gana.dería y la agricultura, capitalis:mo estaba en la faz de la libre coneurrencia. los
J~ la industria liviana st1hordinada a elL1s) originó nota-
J
comerciantes e industriales ingleses introdujeron por Bue-
bles desviaciones en el desax:tollo socíal y rnareó las dos nos Aires millones y rnil1ones ele libras esterlinas en tejf-
líneas del futuro argentino: dos y ferreterías, que deshkieron las ecoEmnías de las
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I~ODOLFO }-JOJIGGRÓS IIIsTomA C'iÍTICA DG ws .'f'.-!dlTIDos PoLfTJcos 41

08 8 1 08 Los capitalistas h:gJeses vieron así rnateriaEznrse u:n ·''!,.._


f2~~;:~;~i~{:~c:r1·~;Ul~~·e~- ~~:~~~~~;~~~~~s.a ~ e sp~:i: ~ ! 1J~¿: viejo sueño de su.s lJOlíticos y diplo1nátkcs: hacer de la
cuando el capitalismo con1enzó a desenvolverse en su faz _Argentina su criade:to de ~ptnado y su granero. Lo l12liYiaiU'
:monopolista~ la penetración inglesa Ci:unbió de aspecto: proyectado un siglc ante8, pero recién lo llevaron a }a
sociedades anónimas. convertidas eon el tiemno en trusls práctica al pasar e1 capitalismo a }a etapa irnpel'ialista.
y monopolios con gT~ndes ranüficaclones, es d~cir, el capi- ;/_:La relación entre la causa externa (el ünpcria.lisrüo
tal financiero, construyeron en la Argentina ferrocarriles 1
inglés) y la bases il:ternas quedó probada con el enrique-
fábricas y talleres, centros industriales y comerciales e cjnliento de un grupo de farrlilias latifundistas, poseedoras
incorporaron la técnica rnás avanzada de la época, creando de estancias en el lítoTal argentino, que se hicieron pode-
así 11e.cesarian1ente los elemeiÜos antitéticos aue habrían :rosas económica y polít.icmnente merced a1 ferrocarril in-
de enfrentarlo y desalojarlo: la clase de los ~proletarios, glés, al frigorífico inglés y al exportador inglés, copartíci-
la conciencia de los intereses nacionales, el movirniento de pes con ellas en la sxplotación del trabajo Dadona1. Ese
liberación. La causa externa originó can1bios fundan1en- grupo de familias fo:nnó lo que se ilmna la oligarqq~a ar-
tales en las bases internas, que en última instancia se vol- gentina.j:De su poder da una idea el hecho de que en 1985
vieron eontra el1a y dieron lugal':, en un nivel más elevado, .sólo 1843 familias poseían 417.870 kilón1etros cuadrados,
al proceso de autodeterminación eccnórnica y política na- es decir, una extenSión territorial E'1ayor que Inglaterra,
cional. Bélgica y Holanda ju.ntas. En tol·no de los frigm:íficos, los
Entre todas las inversiones del imperialismo inglés en grandes terratenientes dedicaron sus campos a 1a inver-
la Arg2ntina la más i1nportan-te no sólo por el n1onto de
1
Hada de hacienda, que vendían n esos establee:ünientos a
los earütales movilizados. sino ta:rnbién con1o n1edio de precios más altos que el resto de los ganaderos, y 1nás allá
explotación del trabajo ~1acional y de adaptación de la lüs campos de cría del mejor gan2..do del 1nundo.
economía del país a los intereses de la City lond.inense, Las bases internas sufrieron una aguda d~for:n"lación
fué la fe~~roy_ia:da. El capitalismo inglés extendió, al en- }-- se acentuó el desequilibrio entr-e 1as regione~l y los secto-
trar en sU- Iaz in1perialista, su red ferroviaria por el l'es sociaies en los decenios que la cornbinación de intereses
1

1 mundo entero y envolvió en ella a 1a A1·gentina, absor- del imperialismo inglés y los oligarcas ·vacunos dm11inó }a
biendo al primer ferrocarril, construído con capitales re- }Jolítica del país. Los con1ercümtes in1portadores, depen-
unidos por un grulJO de con1erciantes de Buenos Aires. Los dientes de 1a industria ingleSa de exDortaci6n, defendían
1 fe:¡_·rocarriles eran, a su vez, la prolongación terrestre de ht continuidad de tal estado de cosas -Y hallabaü eco en e1
1a flota mercante inglEsa, 1a cual actuaba co1no apéndice T'ersistente librecan1bisn1o de "'La Prensan y "La _ }-J_~~~ón"
1 de la gran industria n1ecanizada. cuvos artículos distribuía ) en la propagánda de políticoS conservadores, ~r-a:di'é.3Jes
por el mundo. Cuando al ternlba{ el siglo, los ingleses y socialistas. Una cáfila de abogados y funcionarios mel·-
instalaron sus frigQríficos -~haciéndose cargo de] primer bJnarios, que se introducían en las esferas ofida1es, desde
1
establecimiento de eSá. naturaleza que, cmno el p1·hner h Casa Rosada hasta la Sunre:n.1a Corte de Justicia, siem-
!
¡
ferrocarril, había sido fundado co:n capitales argentinos-
se cerró el}Jroceso que co1ocaba a1 país dentro de 1a órbita
pre tenía a mano a1·gume21t"Os constitucionales p.rn·a j usH-
ficar el acogotamiento de la Argentina por e1 imperia1is-
' del imperialismo b1~itánico. A los Ídgoríficos precedió el 1ilO inglés. El respeto a la ley, cuando se enfoca en abs-
111estizaje del ganado criollo y el Tefinamiento de las razas, i racto, es decir, al n18.-rg·en de la autodeterininación nacio-
r'nedia.nte la hnportación de ejen1plares vacunos, ovinos y nal -superior a la ley 111isn1a- o de los de-rechos clei pue-
porcinos, cuya carne respondía a las exigencias del deli- blo ~también superiores y 1o.s únicos justifí(:.aLivos de 1a
cado paladar inglés. se traduce en las triq_uiüuelas de los abogados de
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i
1 42 RODOLFO PUIGGEÓS H_ISTORIA CRÍTIC/l._ DE LOS PA.RTIDOS POLÍTICOS 43
1
! las causas de las clases donünantes 1 que son, en países lios extranjeros en materia de transportes, comercio ex-~·'""'
i dependientes y coloniales, las causas del imperialismo y terior, en1préstitos, bancos~ energía y gran industria (1~). ""
de sus servidores internos. -tLa segun4a polítiC-a .-:--o línea de desa:r:qpllo- suygió ~
·. -~
1;;¡ ~_Lerrocarn·¡ y -la mecam.zacw:nl
. -- .
Introducidos pon, el como re<iCcióii--de ·1as cáuS'IhS internas mismas·, en busca dE(
i:mperialis1no inglés, favon~ci2ron el rápido desirrollo 'd~ .:.:aminos propios, independientes, frente a 1a influencia
dos ilnportantes industrias regionales: 1a azucarera en deforman te y deprimente de las causas externas;-· El impe-
Tucmnán y ]a vi~iyil}_ic()la en IVIendoza y SaTI '"'Jli8~n.-. Cm> rialismo inglés,, al construir ferrocarriles, instalar frigo-
'"'1~ lefl">1
1"'" .~la ue
.&a~~ ~·: ~a n
-' 1a prime_~_ · ' · ~ rnecarnca
· -.. sra.~acwn "' · ~ 111erro
ue 1 · - ríficos, introducir n1áqui:nas, transplantar la técnica y fi-
para los ingenios (fabricada en IAverpool) y del n:dmer n;:mc.iar en1presas/obteniendo su_perganancias y explotando
ferrocarril, ambos en 1876, la industria azucarera tucu- 1 los habitr~:ntes del paísJ puso necesariamente en rnovi-
1 mana eobró un acelerado incrernento; y con 1a impor- micnto las fuerzas nroductivas n.acionales v d-ió la -oartida
tación de cepas francesas y la inauguración de Ja vía fé- de n:::tcüniento a la ~lase obrera argentina, 'int~grac12. ta;to
l7en, en 1881r la industTia 'Vitíviníco1a mendocina Tecibió f'Ol' inmig1·antes como por criollos. ar:;:·a:ncados de la vida
1 rm extraordinaTio ilnpulsG'·(n). Fonnáronse olif;·a:rauías :pastoril o de la pequeña producción easera y artesanal de
regionales que monopolizaron la prod12cción y el cor!l~rcio las provincias interiores. ~"
1 del azúcar y el vino, controlando }os y las bode-
gas, a través de inversiones y p:résü:"mos bancarios ci_e1
LR gran eor:riente inmigratoria de fines del s1g10 pa-
,c:ado y con1ienzos del presente se distribuyó entre la ciu-
capital Ílnpel'Íalista.:"Esas oligarquías, ademf:s de financiar dad y el eampo de 1a zona litoral, y en menor n1ecUda 111ás
y dominar a los partidos 1oca10S, ·se unieron r~ la oligarquía n.l interior del país. Parte de los inn1igrantes coloniz.aron
vacuna, en }a subordinación de ]a Argentina a los dicb:- ]a zona agrícoh~, rad:tdil1c1"os~- ·c01~-o_ arr2nc1atJ,rios y peque-
dos de Ia banca y de las empresas británicas/La ciud2.d ñOS y medianos propietal:_i_oQ_,_ de_ entre los ¡:uales algunos

1 ele Buenos Aires _fué, más que antes, el centro de acción


de1 capital e::--;::tranjero y de }os intereses internos eme le
paSG.i'On a integrar la _clase de los grandes telTRb:mieiites
_c_apitalistas.\Otros innügrantes se establecieron eri las ciu-
.. cl"act8s, pr:ínclP-8Imente_~g_n Bne.nos Áires, __ corno Übl~-ei·O·S"-~'-­
respondían, que ejercían un dominio absoluto sobre tÜdo ei
pais. El federalismo -latente en las tradiciones. las cos- artes[Lnos, escalando a1gu11os posiciones hasta c1ar ·vida a
tumbres y los intereses provinciales- no era .n1ás nue 1:1s ranútS-· --·-cTe-.
. . -
.-ra_--~rii=iCieiite-. _jj1C1üsttia --cá]JTtá1iSfU
--·-
.. ".
-·liaeiona_l. .
--- --- ------------.-- .. -
,., ~

Jetra n1uerta en la Carta Constitucional de 1853) pue;to Seria equivocado suponer q_nt'. el pri:mer fe:rroc:::rrril y
que :no tardó en ser violado 11-0r e1 unitaris::mo de los 1Jresi- el primer frigorífico fueron rr1anifestaciones aisladas y
dentes de la República y d.e los partidos ofidalistas. 1-Iubo únicas del capitalism.o nacional después de 1853. La lucha
una verdadera. restauración unitar·ia sob:re nuevas bases~ entre el capital nacional y el capital imperialista se plan-
sobre 1as bases de una doctTina liberal que se esforzalm teó desde un comienzo en una esfera más aDlD1ia.\El - L.,---·"
ca,.x_áC.:-~ ...
en orientar las eausas internas haeia 1a fÜ:rm.aeión de una
__.L\rgentina agrícola-ganadera, depencUente de Jos monopo- 1
(12) Ing:enieTos no comprendió la importancia del proteccio-
;.,_-¡smo y la industTiaFz;:tción. Bajo el inflnjo de sn liberalismo a ul-
tl·¡mza no avaloró la trascendencia de los gérmenes de capitalismo
<lacional que se desarrollaban a fines del slg·lo pasado. Decía, al
(1 1 [ De:'1de 1876 a 1895 se instalaron en los jngenios tucu- -~'efcrirse al período 1880- 1900: "Toda política favorable a Jos ÜJ-
nwnos ;::.8D :;_-not:orcs con 10.043 caballos de fue:·za v la producció" teJ-ct:es del capitalismo mH~iente ( qc1e es una pequeña rninm·ía) }-¡_¡¡,
:-1~ a~f<car p~3,~Ó" dt;:, 1.200 to~w_ladas ;;n !874, a u.obo en 1880 y ~ 3tdo un proteccionismo de especulación sobre la econornia del tr::c-
.ltJ1.G;0, en .LiJO l. La supsrf1cte eulbvaaa de -vii1a en J'Hendoza au- bajo social, pues las verc1adE':t·:J.s fuentes de riquezas son leo agri-
:me:nto cie 100 hectár·eas en 1876, a 3.500 en l881 y z,_ 38.000 en 1009. r~ultnra y la ganaderü:.''. Socio!<:q-fa LÍTgcntina, op, cit., p. G3.
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p"-
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:~~!i~~~!~JF1~~:1!!~t~i~~}J~~~ir~~~¿¡ri~~i~\~~t;¡~~-{~~~
to Galleg-os) 1 co-2 dirsctorio e21 I_.,ondres) un 3 ''"'

6, ~~1~~~~~~~l'~~a:hl~~~I~;~~~~L;;1J=~J~~ ~~ i~~i~l'e~¿l~· direc.tu.- ,r-'


,__c~o~~~tl, a pesa1~_ de su 9-ebi_Uda_q y __ d?_ sq_:_:: _ r__tpqiiCúlffiientO."~- 1·io en Berlín, un capitál realizado de 12.800.000 n1ar-
f~:~_nt~_§lJ-iJod_~-rQ_~Q ___ C-aPítS.Iismo imperialis_ta.;- Es-ta--EfS·-Ia in~.-. ¡¡¡
cos y 8 ro de dividendo.
terpretacióii- 1:ea1 y, por lo tanto, dialéctic-a que se deriva 11) Los brrT&cos c-rea-dos con. el apo-rte de Za. Ú!/Ynigrcu;·ión
del estudio del desarrollo histórico argentino.<! Basta reco- ('agcricultvr€:--sJ éo1nerCiá?ü8s e in-dustTiales), con direc-
..r~~erJ€'~- ~§!llina___g_e __)9_:? __ h~ncos: compañías d~ ~ºg.-1iros; -em:- torio y sede cen.iral en, Buenos A.·ires:
Pl~esas _de cOlonización,_ fá!Yri_cg.s y centro;; co_me~~c_iaJGS qUe I. Español del Río de la Plata, fundado en 1886, con un
ffe_:fol-_marori __ ~úfre- iSGO y 1900 con-capital_TI.Udüiu\1 itn"Clü.~ capital realizado de $ 6.000.000 y $ 443.260,18 de uti-
yendo el 4_e_los in111igrantes oue lo h·ajeron o -lo ieunierün lidades en el prin1er sen1estre de 1900.
·en ·er-paíS dOlldB- s8 :r.;;tdicarÜi-1- de:finitivan1enteil para co-
7- 2. Fr2.ncés del Río ele la Plata, fundado en 1886, c.on un
i·i'Ohoátl~--esa afinnación. El empleo de n1otores/ a -vapor y capital subscripto y realizado de $ 2.000.000 oro se-
de 1náquinas herranlientas traídas de Europa, a partir de llado y 8 ~'2 S;¿, de dividendo.
1870, estimuló la ampliación del taller artesano y, en con- 3, Italia y Río de la Plata, fundado en 1872, con un ca-
secuencia, el desenvolvimiento de ln manufactura propia. pital realizado de ::; 5.000.000 oro sellado y un divi-
Los bancos son índice del grado de dominación del capi- dendo de $ 6 oro por acción de $ 100 oro~
tal financiero imperialista, a la par que del g-rado de des- 4. Nuevo Banco Italiano, fundado en 1887 con un capi- 1

arrollo del capit9-liE¡1nq pacional. En fos bancos se movili- tal de $ 3.000.000 y 11 ~.{_¡ de dividendo.
zan los grandes intereses del capital extranjero y se con- 5, Pouular Italiano. fundado eH 1898, con un capital
" - •_¡_ d ¡· ; ~ i o-< ''O"
~" ..LOl.V , üe '
centran y movilizan los ahorros de los productores directos 1' ]lffiha o, rea_1zano.ose <? ·u y una gananc1a
(principaln1ente de los agricultores, comerciantes e inmi- $ 1.122,92.
grantes extranjeros). En 1900 había en la Arg-entina tres C) Los ba-n. cos 'rt-aáo·na-les:
líneas de bancos : 1. N2.Ción Argentina; fU-ndado en 1891, con un capital
A) Los ba-1~.cos d'iT0cta.Jne-rde dependientes d-el capital ex- autorizado por ley N9 28c.:-1-1 de 50 1nilloncs de pesos e
tra.:t'I-{ero: - integrado en su 1nayor parte por el gobierno, y un
l. Londres y Río de la Plata, fundado en 1862, con di~ directorio non1brado por el Pode-:c Ejecutivo con
rectorio en Londres, un carJiteJ subscrinto de libras acuerdo del Senado.
1.500.000 y 20 ';!S de dividei"Elo. - "-'• Hipotecario Nacional, fundado en 1386, eon una emi-
2. Londl'es y BrasÜ, fundado en 1862, con directorio en sión de cédulas lUtcioDales de $ 124.225.400 papel Y
Londres, un capital subscripto de J:: 1.500.000 y 14 % S 20.000.000 oro. '
de dividendo. u. H. 1po:-eca:rw
o . .;. . üG
1 1a p rov1ncu1 1 T]l f ' l'
·. . ce _Luenos r,..n·es, "UllL<:o-
A. •

3. Anglo-Argentino, fundado en 1889, con directorio en do en 1871, con una en1isión de cédulas provincia1es
Londres, un capital subscripto de ;t 450.000 y 5 j'á de de S 150.015.729 papel.
dividendo para 1893-1890. 4. La ·Acumulativa (Sociedad l\~1utua de Ahorros), con
4. Británico de .~.Ll_,_m_érica del Stn\ :fundado en 1863, con un capital autorizado de $ 1.000.000, fundada en ju-
direetodo en Londres, con un capital subscripto de lio de 1899.
~ 1.000.000 y 6 % de dividendo. 5. El Ahorro ñlutuo (La Bola de Nieve), :fundado en
5. Tarapacá and London Bank LhYdted, :fundado en febrero de 1899J con un capital autorizado de 200.000
1888 para el corr1erdo en Chile y sur argentino (Puer- pesos.
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E.LSTOttL\ ClziTIC}_._ DI~ LOS 2XRTIDDS POLÍTICOS


46 TIODOLTO PlYIGGRÓS

6. 1.1a~ía ~Bl;::~n~o?'"' ft;I~dado~ en 18,89, __con yn capital re~1~- l'i o está de rnás insistir en la ex1s:enc1a de una eon-
zauo ue ~ 4 ±b.80u, sede en Bah1a Blanca y un dlvl-
1 ntdicción creciente entre el capital nacional ~'{ e1 capital
clendo repartido del 5 ;;{; en 1898. :;_;:·~1~rialista E·xtranjero, por cuanto se suele ignorarla y
7. Del Cornercio, :fund;;u1o en un capital reali- sóh ver la penetración i:n1.¡BeriaJisb-1 en un p.:Í:ís que no
zado de S 4.834.000 v una de $ -278:012;29-'' tP';(li'ín c1cfen:::as en sus bases eco:nó:rrdcas inte::-:nas o q_¡_1e
en e1 eje1:cicio 1898-9;3. b:: í1e2a.1TOl1aría posterionnente. De tal error resultan
R Cmnpañia Nacional de P--'-hoTros, fundada en agosto
c. C7>,:-tu_'crndones peligrosas como la de crrracteriz2..r a todo
de 1899, con u:n capital autorizado de $ 500.000. l-i? ':·tL~o Lurgué8 'J reqm=-~fio-burgués COTI10 age:ncia del im-
9. Süciecbc1 de Crédito Ter1·itorial de Sa.nta Fe, funda- li:C:''it1li.smo, a todo carnbio ele gobierno con'!o n1a1úobra del
da en 188GJ con un cauital subscri1)t.o de ;~ 17 .ss-1.620 ~_irn periaJisn1o y a todo acto político como int1pin:uJo por el
7/ utilidades liquidas efe $ 193.490/73 en ei a~lo 1899. irnperialismo, sin tene2· en cnenta la incidencia de las cau-
10. JJirv;tecario de la Capital, :funclado en 1889, con un SJ..··~ internas.

capital subseripto de S 5.000.000 OTO, del cual se ha- E_ntre el capital nac:ional :y el capital extranjero hubo
bi.a realizaclo en 1900 el 40 jG, skmj-:Jre relaciones mutuas de acción y reaceión, coi-nci-
El Hogar Argentino, fundado en julio de 1899, con Üe11cia y oposición, que se reflejan en la política. 1Ia;i entTe
un capital 110111inal subseripto de S 6.000,000 y 2500 arnbos contra.diceíones, y po:r no verlas. o negarlas) los íz-
depositantes. qui_enlistas y seudo:marxistas nunca fueron capaces de
12. Popular Argentino, fundado en 1887) con un capital or enLarse ~m el lTiaren;_hgnLnn de los acontedmimltos.
subscripto de $ 2.287.900 y un dividendo total en do- Es cierto que; a esta altura de la historia, sería utó-
ce a.úos del 91 j0, o seaJ de $ % por año, tér- pi,·o suponer que el capital nr~cional 11egará a r:mp1antar
mino rnedio. al capital extranjero y crea;:' en la .rA1..rgentina una Dación
Además hn~r que contar 1os siguientes bancns en li- canita.iista independiex:tte, co1no lo fuero:n Inglaterra, :F'ran-
quidación: NacionaL de Ia P:rovincia de Buenos Ai:res, C.Ül, etc. Nuestra independencia econónüca nacional se al-
Agrícola Cmnercial del Río de le, Colonizador Na- canzará SliPE'iTando al cal;ita1isn.1o, en una etapa n1ás e1e-
cional, Comercial de La Plata, Constructor de La Plata, V2Üa, con la clase obrera en el poder; pero la línea que
Industrial ::l ConstYuctor, Nue\ro Banco Inglés de1 Río de- conduee a ese objetivo, la línea del autodesar:rollo de las
la Plata ~y Sud Amérieo.no; así corüo 1as sociedades ingle- e31lsas internas, no es la de una política exclusivan1ente
sas hipotecé!rias: "l-Te1v Zealand and River Plate La:nd obrera u obrerista, aunque la clase obrera sea la dirigente
I\Iortgnge Con1}X-my Lir:nitecr·, "River Plate Trust Loan y 1a que, en definitiva, la llevará a su triunfo final. Es una
and Agency Cornpany LimHed" y "Rh7er Plate and Ge- lír:ea que cmnpromete todos los sectores sociales (clase
nen::d Investmcnt Trust Con1pany Limiterf', las tres eon ob:-.'era, pequeüa burguesía y burguesía :naeional) que no
sed(~ en Londres. }Weden desarrollarse sin trabajar po:r la independencia
Otro índice lo dan las con1pañías de segu:ros, que- en ecnnórnica del país. Es una linea que combina la lucha por
1900 se Tepartía:n así: 20 argeütinas, 20 inglesas, 2 norte- la independencia económica :nacional co21 la lucha por 1a
americanas, 1 francesa, 1 alen1ana, 1 neozelandesa y 1
brasileña (1 3 ).
tll''l'S. De las diez eom11am~1S de ti·mn-ís.s solamente dos eran ye:;·-
dn,1enn11ente aTger~tin~,_s: el Rosarino del No_rte y la Rnr81 a Vapor
(B) I)dludo" de 1900. L<:1:o .::_e eTJ;¡nr-;sas fcr¡·o- de Rafael::L Había dos compc.ñías a:::g?.ntinas de luz, mvc aknunw,;
.,-iai'ias ····'··'·· del Oeste San- do~; inglesas y u:r:;r-.. norteamericana; cuatro arge11tinas de gas, tres
i.afcsino, a Bc;.ring Bl'O- i11glescts y una nortear:.J.el·icr~Da.
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EGDOLFO I-'UIGGI~ÓS

jusnc:!.a soeial o sea~ por la elevación econón1ica, social y


1

Política de 1a -Clase obrera. En los próximos capítulos con:.-


}Jroba:ren1oS cóTno esa línea no es un postulado teórico, T!.i
un recurso político, sino que obedece a las ineludibles y
concretas causas internas del desarrollo histórico arge'h;, ¡f¡

tino.

D-EL ESTADO EN ORGANIZACION NACIONAL

El J~stadQ -~parece al 11ega;~ la sociedad hnmana a


tte.terlnin{J,dQ_ grado de de_sarro1lo y ser insclub1es, })Ol' sí
n1isn1~1s, sus ccn_r'craclicciones i~!-ternas.,]!::J Estado es. no~~
....1o tanto, un prOducto de la s_q{;_iecl<icL 01Je trata- de 'c;lo-
~·car;se- l)or _:eüCü:na de ella, Cmílo áparénfe mediador entre .
. _las clases antagónicas que la co:rnponen, pero que en los
+
heehOS
-. "
sirve
¡__ -- ---- ' - - '
los - intereses
--- -:,_- - -- -
de
- '
las
-- -
clases donlinantes
-' '
v es el ~ ~

JllSGl'UD:1~!1-L()__ de ellas }Jara eonserva1· y aun1e111:~':.l' su pod-eT.


\.Esta .es_ ln_te_oría cieútífica del Estado, la teoTÍn expuesta
.PO]' lqs_clásic"ós_ del"m~n·xi$1Jio :-::--_e_~pecillln:lente por Euge1s
y Lenin- en contraposiciói1 a las teorías idealistas q_ue
Pn~s~~ltan r-;J ~E;htclo ·corrw ribstn1ct;ión jurídica o un
ent-e flj8no a -.1a sociedad y .a sus corrtradiccimles interrúts: r;
:)~1 Estido pú_ed~ s~r j:)urgu~s o-:PrQleta:rinc_lp, ~19 transidó~1~
de eq~üJif?~·~_q __ t:;ntre las c¡ase_~_l §ÍG111lJl'_e_ref1ejQ y consecuen-
cia de la sociedad 1nisn1a Ya la vez actuando sobre elln.
tNº . s.'·~Lp~q~_jb}\3, j)or__ ~on~igú'iEiüte;·_-definiT -el car<-1cter de_ un
~§t~do sin __ 1)artir del ,;;i,n6,lisis de sociedad 0- que l!er-
tenece: ,• - -~ - - ~ -
~¿_Qu~ tipQ_de__ E::;t.ado se cre\').. {':n 1a A1·ge11tina en 1862'?
Hemos di¡:;}J_q __q\1~.-_I~t_ __ -Cart2~=1\·iagnª_ -~1~- ~-$-b_p _:t1~á;:; q~_l'ª una
Cone.t.itq<;jón era un prog-ran1a. puesto q_ue en vez de con-
,_ sagrar el 0:i.-C12ú d2 cóS-2S ei<:istelife apúriiuba a orgallizar ~­
uno n_~levo·,- más á):lelantado 1 gtt_ e t:;olocarfl_ al país <1 h1. nltqra
·-{!¡; las nacidne:s_ cal)itnlisto.t; dol:ninantes en .::,quella época. ty
~Jl-H Estª_9Q. argentino de I.SG2 1 __0l seliarse la unidad nacio-
,JAal1 .naG_íq_pái~t aplicar ese p::,~og:r;J.m_a 1 para apurar 1a trans-
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50 RODOLFO PtiiGGI:ÓS IiiSTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 51


fonnaCion del país ,en el sentido iiidicado por los constitu- hlica se incubaba en círculos áu1icos muy estrechos, te- .., ·
.., 37-entes de Saútit 1~-e y ]os doctrinarios que los precedieron Hiendo ea cuenta causas internas y externas, las elecciones
y sucedieron (Echeverría, Alberdi 1 Sarrniento). :<e reducían a una farsa co.n todas las formas de la corrup- ,.~
¿Era entonces el Estado de 186:2 el reflejo Q~ un P;l~o­ ción. (1e la violencia y del fraude.~ Pero aún ___a_SÍ 1 ;lÚll siend_o
grama y no de la socieda.d E'1Ísn1a? ¿Era. una concepdón •m mito y m~ en~;-~iío,_ una__forn1a_ Sill cmlt_t:ri~q.o~:-prep~l~a-.:.--
1Juran1ellte i uríd1cn. IJar a constn:dr desde arriba un deter- 1lan cóll1o ariti-EE:sis· el- contenido- que le daría el pl.12blo_-a1
i:ni~a~d~o orclen s~~ci~a(? ¿,No era el resultado de las causas <'e9elclise eon el tiempo contra la burla de que eraobjeto. t
internas? - ¿_Tenía eí Estado de 18G2 el carácter "federar' qu8
~Un Est2~clo así abstracto. de01igado de la realidad so- ·;e nsignaba la Constitución de 1853?
~~a11 :nO huhi.erB. --podiCló SoSü::h:_éi;~·e iliudl,O _ilel1l~G. ,I~a-_ -carta Xnclie puede negar que el federalismo estaba en las
l\:'Ingna pocha ser un progT.an1a, pero el DS:_,aGo tenm que i ra(1ieiones, en la idiosincraeia y en los intereses ele la so-
obedecer a una realidad bien concreta, tenía que reflejar ciedac1 argentina, y sin embargof e1 Estado ele _1_8G2J bajo
a la sociedad n1iEnna. con todas sus contradiccio:nes, pa1·a nna Constitución federalü;ta, trató de irnpm1e1~ 1JOl~- Ei'-}J21;_:
sobrevi-dr. Si se vivía e:atonces, como decía Alberdi, "la st.úiSi01i~ -Ja Cdf.i'üpéión :/ 1a fü8rza. __ el 1nás_ cerüülQ-jliiita~-­
Renública nosible en marcha hacia la Repúbli!:a ve_rdade- rismo .. E1Y nbínbrC- c1e 1a "civi1izaei6nn ahogó la voz "bál-=--
n/1, la Co-l1stltución podía ser "1a República verdadera?' J¡aJ..a'' de los caudillos provinciales, conquistándolos 1118-
en el pape1 p-e:¡_·o el Estado debía aceptar a "la República
1
diar:te prebendas y altos cargos o n1andando asesinarlos~
posible" en ln vida. Tal es de concreto el carácter de todo lisa y Hanamente. ,No podía destruir el federalismo, pe_ro
Estado en cualquier época. poclía lJostergarlo y sumergirlo bajo 1a o1a de Ti(j_uezas qüe-
El Estndo an_~entino :nacía en 1E62 para aplicar cmno -den·nrnnba desde Buenos Aires el cuerno ele la abundan-
prog::.'an1a la Carta de 1853~ pero POr 21.1 es-tructura y su. cia, o sünl.eterlo-Inedía~Jte el control financiero e impositivo
conducta no era. rnás que Teflejo superiicial de ella, ya que 'le las provincias.
la Cons-titución no consngraba un orden de eosas existente, ;. Qué decir de los derechos del hon1bre consagrados
sino indicaba el orden de cosas hacia el caal debía encmni- JiOr la Constitución de 1853?
narse la naeión.~Los _gol1i9rrl_os eon_s~~tuei_()Il~1es poste~toref? • Bl Estadp _d_e 18C2 no e1ausuraba c1iarios, ni prohib-ía

~~1~;~e~,':i;l~;~~l:tJ]IrE';1~o~~{~~~t~;e:i~,~~?[~~~F!~~~~·~~l
conferenCias, ni declaraba ilegales a partid.::>s políticos~
.J!f:rú.Jü,_ ·:·:rii_"ay_~;r~-ª':_(1~ los argentínos earecía de úia,riqs, üe
cm1ferenci§t?,s Y- de partidos políticos que la represe11taraii;
"tra?~<ido a. jJ1;z·o:~i~ Las causns inte:rnas siempTe_ }Jrev2:1e-cie:.. :~i bien sus altivas rebeldías y reivindieaciones se inn10i·ta-
~ - - - . . -- -- . -- -- - ------- -- ---- -
roü St1b_i_~ iJrirú3i~óios _y le;)l-es inspirados. en ca_11sas 0_Xtern.as · lizaban en f:1 poema ele ,Tosé Hern.6.ndez. Arriba estaban
,~qt~e no podían n1anifestarse por inten11edio de aqt1ellas~ Jos brnzos abiertos para recibir a todos los ho1nbres y 1os
¿tenía e1 Estado de--1862--el cá::·ácte;_· "l'epresentativon capit.ales del mundo; abajo estaban el cepo, el calabozo,
que le indicaba la Constitución de 1853? :os fortines~ los atropellos y los robos de tierras. Decíase
Es evidente aue todo Estado es "re})resontativo", has- que el criollo no tenía cónsul como el extranjero, pero tmn-
ta el :más autocT~tico 1 hasta el más n~1ipersona1, porque iJOCO tenía juez, ni 1egjs1ador, ni Ininistro, ni presidente
algo reiJresenta fuera de sí n1is:mo. en la sociedad que }o que se acordara de su existencia.
-- ':::_,.; '~ ~ Vl V"'t- i í ocz .0"'"' l<~'<:>'J''8'2~lta+-i'"'-0" en ose El Estado de 1862 estaba dispuesto a hacer cualquier
SOc~.- .. eue.~/:_-:-'_J. ;.,:-':.-:;_ -ac_,o ---""~-~--.-:"'gQ_"·---"'·"'-co --" .. --'-'-"i-'- _.>:J -'-~""' ,_,_,¡_ -
,3
G , -'
sentido genei·al,- pe~·g_ )l,Q_J~En~l:~sentab_a a1 pueblo; sino a_las concesión que facilitase las inversiones del capital extran-
1:nino:da.s oligá.Tquic;._as, ilush:-0.Q_€~S o no, que dominaban_ en jero, pero a la vez sacrificaba o se desentendía del des-
u.,; s6'Ciedac1 ... Si li- chiSlg;}nci6n cleT"iJi'e.Sfd2l\te- de- 1R Repú- :-:.rrollo del capital nac.ional en la esfera de 1a industl'ia.
't;,·
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5_2

A través seJ Bnneo Hipotecario ~~~-aciona1 (fund;;.do en


bles de .._.r: _;_;:;::;;. de descansuo~ull:~,~~~f~~~n condichJ :leS
nntihigiéTlicas en los etc. 1 D.Sl ...,-;.,
t;Ls}~S rn~~;.~~~~~ ~=ll~~a;i~~.iÓ~C;;~;1~~~~:TI (;]s~;3S 0~'\~1~ !:=
1
~meras sociedades c·~s ~·.'esist.snc.la y estc1lla.ron }as
hrtelgas (1 5 ) . L2.2 y reiYindicneiones ds lns
fera agropecuaria. La tarifa aduanera (que pro.tegía $-_Ja TOS no se inn1ortaliznban en poen1gs como las de los viejos
producción agrícolo-ganadera y a los de tres industrias de- gauchos, sino que buscaba::.-: en la vida los n1edios cm1cretos
Tivadas: azúcar; vino y harina) se inspiTaba en un criterio de satisfacerse en un2" soc.iedad n1ejor.
librecan1bista a ultranza en lo 1·e:ferente a los articnlos
La caudalosa corriente i::mnigTatoda traje a la.
manufacturados. Los fabricantes (del rnismo nwdo que tina lo.s ideas nl8.Txistas. Fueron sus porhtdon~s los n1ili-
1os hacendados del 1800 ufrecuentaban los zaguanes de los tantes de Jn uAsociación Inte:;:·nacional de Trabajadores~'
comerciantes poderosos" para consegui:r que les cmnpraran que, siguiendo las directivas del Co11sejo de Londres pre-
casi po:r caridád los ~¡fru-fos de la tierra") hacían antesala sidido por Carlos IviaTx, fundaron enh·e 1870 y 1372 una
con1o postulantes en el Congreso, en los r11inisterios y en sección en nuesb:·o 1Jnís (W). Dicha sección estaba diddidv..
otras reparticiones públicas, en procura de una 111ínirna en tres sectores _::_francés, italiano y espafíü1-, bü:io la
nrotección o de algún crédito que :nunca llegaban. El co- dirección de un Comité Federal, com~uesto de dos dele-
inercio imnortado:r, los consignatarios y los exportadores gados ;Jor cada sector. Tres años más -tarcle, llrecismnente
de frutos d.el país, los ganaderos y los poderoso;:; intereses cuandO se constituyó el Club Industrial (convertido poste-
inrperialistas no admitían esa protección a 1a naciente in- l'iormente en la Un_ú5n Industrial Argentina) co1no órgano
duStria. natrona1, los dirigentes de la Sección Argentina de la
Tanto las empresas de capital extranjero como el di- ?'Asociación Inte:rnacional de Trabajadores)) eran deteni-
fícil desarrollo de la industria nacional, pron10vieron el dos v 2cusndos ele as·Jciación ilícita (1 7 ). Presidía 1os des~
crecirniento de la clase obrera. Sin contar los obreros de tino~ d~ la 11.enúb1ica el doctor Nicolás Avc1laneda y con1o
los ferrocarriles, había en Buenos Aires en 1887, sobre ''la Renúb1íca ~uosible" cornenzaba a hacerse "la HepúbHca
una nohlación de 433.375 habitantes, 42.321 obreros en verdacfera' ef espíritu de 1a Constitución dt; 1853 iba a
1
,
1.0.349 talleres :l fábricas (1 1 ). Desde el primer raomento tener (tuc ,son1eterse a la prueba de los hechos. Era eues-
esos obreros sintieron la necesidad de unirse y organizarse tión d8 ver si el Estado de 1862 tendría por 1a. Hinterna-
lJara hacer frente a una explotación sin· freno, que se ciona1 de Trabajac1oreS la rrdsn:m tolerancia que brindaba
11

manifestaba en salarios de halnbre, jornadas intern1ina- a la "Interno.ciona1 de Capitalistas,.'.

(1:) Esos obreros üabajaban en cervecer-ías, ascn·adcl'OS, ( 1::) La vrimera sociedad de resistencia. conocida fuó 1ft
cmpinte_cí::Js E1ecánlCas, curtien~b;_·es, imp1·tmt~1s, fábrica~ de c~~a­ "Un'ún Tmogr1flc.l" (1878) que se fusiOltÓ con 1a "Tipogn1~ia
l'rillos iabón o-alletltas carruaJGS 1 muebles, cnocolate, c::--uzaclo, .ws~ Eonaei·t=nse·" de ayuda mutua. Luego se fundaron: la ''lnternacJo~
foros, 'I3:drill¿s~ fideos, ¿te. Ve Censo Nacional de 19LL VII, p. 1?. nal ele Carpint.cros,.EbmListas y _-\ne..xos" (1885),,.la, de panadorooi
"Son· los cientos de ob1·eros que em_plea Adrián Prat en la fabn- (1836), la de a1bafllles, la de smnbn:rel'Os, la de 1::pognuos a1uma-
cación de tejidos de lana y en su ·~intDl'er~a; es Berisso e~ .sus nes (1890), la "Fratenüdad" de n1aqninistas y f?g_uisü:s (18~7~,
saladeros, Bieckert en la cervecería, Zamb01n en talleres mecamcos etcétera. La primera huelga conocida fué la de los ttpograios (12\78)
y fundición, Dtuán con la fábl'ica de cigarripos, C~r~·ano con la que redamalJan la regula1·ización de un honnio qtw entonces con-
fáb1·ica de cal, que abren paso al progresl? m~ustnal _dando las cluía a la 1 de la madrugada.
condiciones para el sm·ginüento del proletanado". Faustmo J oyg~.: (ll.i) Faustino ,)ol·ge: "La,s pn:me,n.ts .(Fv·i~-i?·r~us, en cl,,c~rmpo
"La Asociación In-ternacional de 'l'n;,bajaclons en la A1·gentt.nw. obTeTo' 1 v "El ¡;¡·i-rneJ' proceso ¡;or a.soewcwn thmta. , en ·hue~JU
Revista "A rgumenios", diciem_bl'e 1938, N'1 2, págs. 170/17 '1. Algu- Re·vistn'',~ núme1·os 1 y 2 ele octubre y noviembre de 1934.
nas de esas fábricas fueron absorbidas posteriormente })Ol' mono- (l') "Re-visin Mu.-;ÓHica- A..rrw-ricwna", N~ 12t año III 1 31 de
:Polios extranjeros, como la cervecería Biecke1·t adquü·ida en 20 mi- julio de 1875, artknio de Victory y .Suárez.
llones de francos en 1889 por i!1glescs.
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54 HODOLFO ? L"IGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS roLÍ'fiCO.S 55

En el dictan1en del fiscal que actuó sn la caFsa figu- tencin y apasionado cmnbate (1 8 ). Los anarquistas Tepe-
raban los propósitos de la Sección Argentina de }a "Aso- tían los conocidos argun1entos de Proudhon y Bakunin
ciación Internacional de Trabaiadores~': "combatir 1a fu- sobre la desaparición sin rnás trámite- del Estado, y 1os
nesta Asociación Internacional~ de los parásitos, es decir. li1arxistas se arreglaban COp:!O podían para e~p1icar una
la clase qne vive y goza del fzuto de- la tierrft y~de lá~· "eoría que conocían bastan-1:-é confusan1e11te. Unos y otros
industria, a expensas de aquellos que trabajan y sudan". se empeüaban en atraer a sus ideas respectivas a los explo-
Los asociados se obligaban a "rechazar todo gobierno que tados y oprimidos, sín hacer mayor diferencia entre obre-
no Bea e:manación de los trabajadores; que siendo el tra- l'ClS y artesanos, ni destacar e:l papel revolucionario del
bajador, el productor de todo lo que es útil y necesario pa- proletariado como clase. Tan1poco se esforzaban en estu-
ra la existencia y bienestar de Ia humanidad, debe tener diar y comprender el medio sOcial en que desenvolvían su
el deTecho de dictar 1as leyes que rijan ::o la sociedad uni- P-J'CÍÓn: no les interesaban la historia, la economia y la
versal". Para ser miembro se requería "la ca1idac1 de obre- p~)1ítica del país, a no ser para desprecia1'1as y denostarlas.
ro o presentar pruebas de sus vl:¡_·tudes cívicas o sociales, Confiaban en la hondad y en la justicia intrínsec.as de sus
exclnyer:do a los que viven del agiotaje, a los que perte- chctrinas y en su validez universal. No obstante sus lüni-
necen a una orden religiosa y a los que explotan cnsas de t;,_ciones teóricas, los anarquistas y r11arxistas de los albo-
juego o de prostitnc.ión 11 , ·debiendo los .aceDtados co1no t8- n:s del n1ovin1iento obrero argentino, pusieron los cilnien-
les "pron1over la unión y el bienestar de Ía cJase obrera.; tos de la organización y diTigieron las prin1eras huelgas.
propagar }as doctrinas socialistas; combatir Ia tiranía) 1~e­ Su inf1uenc.ia no trascendía de los círculos de obreros i:mni-
chazar toda clase de gobierno que no en1a:r~e cl2 los traba- grantes y no llegaba a las n1asas de sufridos proletarios
jadores; y rechazar, por ú1thno, el egoíEmo, la avaricia, y empobrecidos can1pesinos crio11os. Tan1poco la dorada
el agiotaje, el libertinaje y Ja prostitución". "Era deber intelectualidad se interesaba por sus teorías, a Jas que
de .los socios sacrificarse por la er[L2.I1Cipación social de un calificaba a 1o sun1o de subproductos deleznables del Vie-
pueblo o de una fracción de pueblo que quiel'a sacudir el .h l\Tundo. E1 Estado no se daba por enterado de la pre-
yu,go ele una tiranía cualqnera, sea mercantil, religiosa o f:e:ncia en Buenos Aires y en R.osario de unos cuantos agita-
real''. (lores q_ _•e hablaban en francés) alemán, ita1ianc~ o es:pafio1
1

El juez! doctor Hudson, seguTa:mente. soTpTendido de castizo . y que desenvolvían su 2-dividad en pequeñas agru-
la novedad üe la doctrina y un tanto irnp:tesionado }Jür paciones de fanáticos. Ellos, a su vez~ se sentían a kiló-
los elevadoR propósitos que profesaban, di.ctó sentencia ab- Jnet.ros de distancia del Estado arg;:;:ntino, desarraigF.clos
solutoria de los once ciudad~',nos fundadores de la Sección \1e }as tradiciones, de la idiosincracia y de 1a2, pn::.ocupa-
Argentina de la "i:tsociación Internacio:nal de Trabajndo-
resn. El escepticis1no filosófico y el sensuaUsmo político ( J:B) "Los marxistas fu.el'on quiet:.cs EO sólo comcnzao·on hs
de 1a llarnada "generación del 80 11 no podían sentirse muy tareas orgaTJlzativas sino también quienes dotaron a la clase obrera
alarmados }Jor una prédic.a que sonaba a utopía en nuestro ;lel p.rin_1er periódico:"~'El Tra.l;aj,ad?r": d?1 cual apa1'e~inyn m~l,Y
n1edio poco más que rural. gn cambio, In aparición en el ]lOCos numeres. . . A ·· .B~l TrabaJ actor' S1gmerm'- una sen e c. e perw-
(ticos. En 1875 apareció "Le Revolutionaire", diYigido por S. Pou-
país de las ideas n1arxistas 110 dejó de preocupar tanto reille; e11 1879 "La Vanguardia", dirigida por Eduardo C:nnaüo;
a los patrones como a los anarquistas. quienes enviaron f~n este último año hace su aparición el primer ó:t:gano amn·quista
un delegado desde l\lontevideo con 1<:1 nüsión de ünpec1ir de que hay noticia, "El Descamisadon; en 1880, nace '¡El Perse-
que Jos "antoritarios 1Jevaran ade~mY~~e sus tsTeas.
1
'
guido", también anarquista; en 1882, "La Lr!.cha Oh::era", socia~
Jis±a; en 1883, "Le Proletalre", también sociali;:;ta; en l8SO, G. A_._
La polé1nica entre an2-rquistas y ma:rxistas se difundió Lallemant saca "El Obrero", deo OTlentac.ión ma1·xi::;ta''. Vei· artf,~;¡­
en una ~;c:de de ele coTtos recursos, cfírnera exí.s~· ;o citado de Faustino J o1·gc.
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5G LOS F!\.P.'fiDOS

dones :nacionales~ e irn.l:mídos de ung idea de la l'evoludó:n que no concibe ot,J.'O


so:::Lal que se había hec.ho aún n1Bs abstracta con su a:leja~ Jinüte a proteger 1n libre cmlcurre:ncit3_. de
miento de los países donde vieron la luz y co11ociel'on las J·JS individuos y las l~'le ,;"'..;" ·• 1--,s '~"'lln""">t-
doctrinas que predicaban. '-'iones capitalistas dcl'ivadD.s {-~~',--,"'--l~;,.J·s·
..,,~ . _,.._,__·~ _.,· c:_ :.J,'-~'e- s"-~~-~'-,~~1_-
o','~,l).'<-~ _,_ ':::.c.-
:i

Es cierto que las revoluciones europeas de 183(} y 18L:í8~ viertan de acuerdo a1 interés de su poseedor. El otro pro-
habían causado profunda in1presión en 1a juventud intelec- blema que se prolonga desde entonces tiene su 1·aíz en c~l
tual argentina de sus épocas respectivas (1D)) pero las for- í livorcio insistente eutn~ Ia intelectualidad ( compl'endien-

maciones intelectuales que les siguie::::on, después de 18607 do1 en ella, a los políticos dirigentes) y el de,sarro1lo y
dejaron de pensar en los socialistas utópicos, en el 1\riani- Jos ca.n1bios en las bases internas de la sociedad arge:ntinD..
fiesto de Considél'a.nt o en las sublevaciones 1n·oletarias~
y si lo hacían era para advertir de 1os peligros de que el
Nuevo })/fundo se dejara llevar por lo que definían con1o
anormalidades y monstruosidades de la gastada sociedad
europea.
El programa liberal-burgués de 1853 excluía toda
tendencia a 1a socia1izaeión. La COTlcn.üsta de la ganancia
era la ley supre1na y el con1ún denol11inador de las liber-
tades y los derechos del individuo. El Estado quedaba
reducido a la función mlnin1a de asegurar a los inve-rsores
extranjeros los más elevados beneficios y a los poseedores
de las tierras 1a más rápida y alta valorización de las mis-
n1as. Le quedaba vedada cualquier intervencióny por pe-
queña que fuera, en la esfera de los sagrados intereses de
las empresas y de los particulares, a no ser para proteger-
los, lo que no quería decir que los gobernantes, los políticos
y los altos funcionarios no participaran, como individuos,
en los directorios de las compaüías extranjeras, o f\;_eTan
sus abogados y gestores, D se hicieran n1i1lonarios con la
nmltip1icación del valor de la tierra"
En esos años de la organización nacional surgen dos
problemas que serán materia de estudio en este libro. Uno
de ellos es el que plantea el carácter del Estado, puesto
que hasta hoy hay gente congelada en el remoto pasado

(19) ~<Dogma Socialista" y un import.:nte estudio de Esteban


Echevenía sobre la Tevoluclón francesa de 1830 dan una idea de
esa influencia~ aEl doctor López" (Vicente Fidel) Tecuerda, en una
página autobiográfica, que nadie es capaz de imaginarse el sacu-
dimiento moral que produjo en la juventud argentina 1a 1·evolución
francesa del año 1830';. Carlos Ibargtuen: "Ln histo1·ia que he
viv-ido", p. 64.
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VI

DE LAS CAUSAS INTERNAS DE .LA


REVOLUCION DEL 90

El desarrollo social argentino poco tiene de clásico~


:~i entendemos por tal su correspondencia absoluta con un
r~squen1a general, deducido del estudio del desarrollo social
ile los países capitalistas europeos. El esquen1a resulta de
1a abstracción de 1a línea directriz de ese desarrollo, pero
'pien se quede con el esquema, sin aplicarlo luego a la
i'OlÜradictoria realidad y pretenda que tiene así todo solu-
'~ionaclo, termina s:e:mpre por aislarse de la vida y divor-
(:iarse del puebio. Hay que pasa1· de 1o concreto a lo abs-
Lracto para volver después de lo abstracto a lo concreto.
Al pasar de lo concreto a lo absi:Tac.to se elilninan las par-
ticularidades y se llega a establecer la línea general del
desarrollo social en un país y en una época determinadas.
~Al pasar de 1o abstracto a lo concreto se encuentran nue-
vas particularidades y se llega a establecer la nueva línea
~seneral del desarro11o socia1 de otro país y de otra época
r1eterminadas. lVIarx, por ejemplo, analizó profundamente
•?l nacüniento del capita1ism_o en el seno del fendaljsmo en
la sociedad inglesa y generalizó el camino elásico del paso
~~lel feudalisrno al capitalismo, pero hacer de tal generali-
zación un esquema que debe curnplirse inexorab1ernente
en todos los países y en todas las épocas sólo cabe en men-
te'· dogmáticas. no acostmnbrada a pensar en concreto. El
genial descubrin1iento de A:Iarx inauguró el estudio cientí:-
fico del paso del fe-u.dalísn1o al capitalismo, del nacimiento
y desarrollo del capitalísrno así como de1 nacimiento y
1
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60 HISTORIA CEÍTICA DE :LOS _pARTIDOS PüLÍ'l'lCt)S Gl


des2Trollo del sociali-sn1o en el ssno del mis·mo, qned.::uldo
phen0f!18~l0 da ~?at;a hue~a no seculo XIX , eseribía el
11

~u~~~· ¡;·oef ~l:~~e~~i~~~~1~~\~ d~a;sao~é~;l1~,~~~~ c:;~a~P~fl~~l~~=


1 1 8
1-·or:,ugPés Ramalho 0:'~}2.'.10 e.n :8~7, Iuel?? de l,ln ;üt1e
tanelas 1J<:1rticulares de su 1nedio histórico-soeial. po1· Sud América (-' 1), ::- :a l+;l-l_S:ma 1::.npreswn se; tranuc1~a
Sin -negar la influencia de 1tts causas extenJas, es indu- en libros y artículos periodüfiicos que sobre nuestro pa1s
dable que en Inglaterra y Francia, para referirnos a dos se rublicaban en Europa. Eran años de especulaciones, de
nacion8s de desarrollo clásico, el naeil11iento del capitalis- negociados y de despilfarro sin igual (2 2 ). _ _ •,

mo se presenta cmno el Tesultado del i111pulso de las cau- En 111edio de- la orgía.. de 1nillones y de la exaltacwn
sas· intel'nas, o sea del autodesarrollo. Sin negar que las del nresidente J uárez Ce1man~ a quien se le atribuían vir-
1

causas internas sc:1 la base de los carnbios, es indudable tudt;-s 1nilcgrosas para n1ultiplicar la riqneza, la clase obre-
que en la ATgentina, como en los países de origen colonial, l;a dió el Drimer grito de alarma. El en1isionisn1o sin tasa
€1 nacimiento del CapitaliSTI10 se presenta con10 e} Tesul- trajo la desvalorización del papel moneda J~ la e~lida_ ver-
tado de una fuerte influencia e interferencia ele 1as causas tical del poder adqnisit.f\;o de los salariOs. }'~n 188~~
exten.1as. En nuestro libro "'De la Colonia a la Revolu- los (;breros de los talleres de Sola, del entonces Fel-:rocarrH
ción!] he1nos demostrado que el autodesarrollo de la socie- Sud, exigieron a la empl'e3~l, el pago de los salario,s en oro~
y como recibieran la negnti,;,;a IWr respuesÜly se dec.la1'a1'0l1
dad colonial estuvo condicionado por causas externas, sin
en livc.1aa Una re"FiÓll rP<':' lizada lJCl' los h•.telgnistas en
que por ello las causas internas dejaran de ser las deter-
minantes. 1~- Pia·;~""He~rera f~é--di~u:1i~~- a t:~Jf:~-os p~r ~o~ ,~J 0n~1~m:o~, 1
de]aéldo e1 tendal cte hennos y Le\ andose ,1 ~vo J_,_¡_ e0o~.
Las marcadas diferencias del proceso social inglés o

;t~' ',~:;o'~{~;~~~,t~,,~:if~~~~Is~~~¡~;~~~:1~,~r¿~~~~~~)z,~lt::l,~
1
francés en comparación con el argentino no niegan que
en todos los caSOs las ca usas internas sean 1a base y las
causas externas sean la co11dición de los cambios: puesto de can1bios Drofundos e11 sus bases intel'nas. Po:e 1.!.1ÚS que
que ta.1 es ]a 1ey de la vida; pero .e~;señan que _Ya relación el estrecho ¿hcvinis.n1u dsl pn;tTiciado, del nüsmo po_tricia-
entre las causas externas y 1as n1t-ernas va:~na en cada

[~ ~¡)J:;l:i&l_¡,~-:.fc;{ _~.-' _;_~.r~_-',:_;~;,;_.:_'i~,i~-~-};~ ljit:~ 1 :


distinto proceso social y en cada etapa de caGa proceso.
La avasalladora prosperidad -fon1e11tada durante
treinta años por las inversiones del capital extranjero, la
incorporación de centenares de miles de brazos ínmigran- obl'enl, con1o una _ L._, , ~. - - ~- ,__, --" .~ ~
tes al trabajo nacionalJ la valoriznción de las tierras Y el
enriquechniento de la oligarquía- don1inaba el pan.o1·ama
naciOnal en 1890 (2°). La Argentina es "os m.ais grande.

(20) Sólo en 1889 se autorizaron 39 concesiones _pm·a cons-


truir 12.000 kilómetros de vías férreas, y entre 1887 y 1890 se
constituyeron 250 sociedades pol· accim1es con un capital nominal
de '764 nüllones de dólares. LaS negociaciones en bienes raíces pasa-
Ton de 40 millones en 1886 a 300 en 1889. Las entradas del presu-
puesto nacional subieron de $ 19.59:1.306 en 1880 a $ 73.150.856
en 18DO, los gastos de S 2G.Di9.295 a $ 95.363.854, y el déficit de
$ 7.324.989 a $ 22.212.998. El tonBlaje de los ba.Tc.os que e:r:b:aTon
a Buenos Aires aumentó de 644.570 en 1880 a -4.507.096 en 1880.
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62 HISTORIA CRÍTICA DE LOS P.'"._RTIDOS POLÍTICOS 63


su presencia Ja contradicción inmanente en el orden ca- participación en el gobierno de los n1unicipios y en la
pitalista que instauraban las acumu1aciones capitalistas justicia de paz comunal. Esos colonos organizaron ''elubs
internas y el poderoso aporte del capital extranjero. No de extranjern.~", por nacionalidades, tendientes_, a alcan-
dejnba de ser una utopía un capitalismo sin contradiccio- zm· los objetivos n1enciona·~:,::.c·s (2·1). Frente a lol antiguos
-·p,
nes internas) un capitalismo que al expandirse no desa.l'l'O- ten·atenientes, cuyas propiedades, antes de escaso o nin-
llara su lJropia negación: la clase obrera. Si Esteban gún valor, adquirían de pronto precios fabulosos n1eTced
Eeheverda había entrevisto que detnís de 1a burguesía se a h coJo.nización y al ferrocarril, a las er1.pl'esas de colo-
levantaba la ciase obrera como su suceso:ra v detrás de la nización y a los especuladores que desde Buenos Aires
sociedad di-vidida en clé1ses llegnria inevHa)iernente 1a so- co>tpraban y vendían miles de hectáreas que no conoeían,
cíedad sin clases, sus discípulos echaron e11 saco roto se- los ínrnigrantes se organizal'on para defenderse.
:mej nntes "ideas extre:mistasn e idealizaron al o:::clen capi- Era también éste un hecho nuevo. La vida demos-
talista cmno si fuera un todo 2.rn1ó:nico y ete:t·no? imper- tr;:_!Ja que no quedaba todo Tesuelto con traeT colonos y
turbable en la eonquista del bienesta.r; de 1a. Tiqueza y· de dndes tierras: sen1i1las y herramientas) con1o quería el
la civilización.
~ ; ..
De tan eoncretosJ de tan aneqados a la rea1i-
''.. ~ ~
auisr de "Basesn. La "civilización" tenía otras exigen-
W1u ele u:na pont1ca prúctica: que querían ser los uub1icis- cias. La l'iqueza difícil atraía al trabajador a la industTia
tas y gobernantes de la época de la organización ~aciona1, y ~J la chacra, pero la riqueza fácil 1novia los hiJos de la
tern1inaron pür .nbstrae.rse del proceso vivo en sus grandes eSl-'eculación y de los negociados. Aunque Tnuchos colo-
15neas de desarrollo y :no ver 111ás que lo inmediato. nos ilnnigrantes se hicieron ricos, muchos raás todavía
El Estado t.nvo que afrontar problemas i:rnprevistos en no consiguieron quebrar el régiTnen cerrado de :rnonopo-
la década que precedió al estallido revolucionario de 1890. lio üe la tierra que 1os esquilmaba y eternizaba en su con-
Lo hizo abandonando su despTeciativn. indiieTencia de Jos dición de parias. La riqueza social se B.Cl'ece1ltaba con el
pri:rne.ros tien1pos e interviniendo enérgican1ente en el tr21 bajo soeial, pero su apropiación por una n1inoría de
aplnstm_niento de las huelgas y en la detención y el castigo terratenientes y especuladores dejaba en 1a 1nisería a 1a
de los obreros. Si antes J,JUdo perdon_a:r a 1os soñadores ·m;:,yoria. de los que aportaban ese trabajo social .
que fnndr~l'OI1 la Sección ATgentina de h;, "')-~soeinción In- .[\_demás, el colono, rico o pobl'e: se sentía para sien1-
ter:Ll~tcional_ de 'l'lrabnjadores ' , :no podí~1 tolera]: después
1 pr(~ identificado con la Patria de adopción y con dere-
que ws suenas se exp:tesaran en forma tan concreta como ch() a tener un n1ínilrw de participr~ción en el gobierno ..
la }nel:a por rnejores salarios~ menos ho:ras de trabajo Hrcbía lünpiaclo la tierra de- ;_ruyos~ rnilenarios y sembra-
Y 111ás elevadas condiciones de vida el obYero. Eil do alfalfa o cereales, había n1alvendido su cosecha o su
espí:rit.u liberal de la Constitución de -tan exalt<:do ganado y enriquecld.o al gringo del alrnacén de ramos
parrl,. atraer iDn1igrantes y Cai;itales y :ra.di::a:dos en el ge-~1erales, habla dado hijos argentinos :'/ contribuído al
}Jais-- tu.vo hábiles exegetns y abogados que sin mayores
trc~piezos lo hicier-on coinddü· con las disDosiciones poli- (24) En ei periódico ~'La Unión" de Esperanza, fundado el
c~.1lws; 1 e;; ~ ~ ~ l D > --,.--,· ·• ~,
,h h.,., 1a":' orLenes ae_t . .i. oeter .2.;JS<::Utlvo y _,os m.anot..azos
_,¡__
P de noviembl'e de 1891. se registra la historia de esas lncl1as.
oe los paTro:r:..es que salían <'i..l paso del rnovi:miento obrero La e1ecc;ón de los jueceS de paz po:;.· los mismos colonos llegó a
ser una reivindicación muy sentida, a causa de los atropdlos que
:naciente. esos funciona1·ios cometían. Los colonos de Esperanza se quej"abc:n
Cc::1teTnporánea:rnenteJ con:enzarvn loa movimiE::ntos de c;ue el juez de paz se opoJlía "a la plantaci6n de árboles, dando

colon~! ~1 ;1~:~~\ ~t~r~;~o;~~l~~~~~:~~~c~~;~bt;1;e;r~~~


:r;m< razón c;ue at:r.::,ürn los insectos''. :Los jueces de pn:z solían seT

~:~:~od~:~f~~?g:f~'~':::~f;''~~;~~iZ,"~s~;( E~~;;¡~e;;o~"c~~~Yie:V::~~
de 1os
go oe los ce:retues en oro y aspiTaban a qu.e se les diera.
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G5

sostén de 1a autoTidadj -;.:r sin em.bargo no intervenía e:cr


J.a elección de bs diputado;:; y de los gobeTnadore3. Su
Teclamo no podía ser :más justo y de hecho comenzó~ di·~
recta o indirecta:mente, a tener influencia. en la vida
política. •
La crisis de 1890, Ilarnada "crisis de progreso" (en
realidad, el capitalismo progresaba a Ü'avés de crisis, en
su etapa ascendente), puso en evidencia la con1binación
de c_ausas exter~1as e i:q.ternas que actuab2. . en el desarro-
llo- social argentino. La crisis no era exclusivan1ente ar-
gentina. En Australia, en la India, en el Cabo, en Canadá~
en ChileJ en todas las colonias y dependencias del in1pe-
ria1is1no inglés se dió un fenón1m10 semejante; la casa
Baring Brothers, los n1ayores prestan1istas, financieros y
prmnotores de empresas ferroviarias del rnundo, quebró
estrepitosan1ente. Pero la crisis argentina fué -según
Tougan Barano-.;,vski- el episodio ntás saliente,
El globo de la prosperidad tenía necesarimnente que
reventar para que la sociedad restableciera su relativo
equilibrio interno, después ele la loca carrera de las in-
versiones, las ganancias y las especulaciones. Era lógico
que al entrar la Argentina en el capitaEsrno por la puer-
ta grande fuera recibida por una serie de crisis (1873-7'6,
1880 y entonces la de 1890). El pnpel_Inonecla se vino al
su_e_LQ y el oro se ,re:rno:rrtó hacia las nubes, Los nuevos ri-
COS, los especuladores~ se encontraron de pronto con pa-
peles sin valor en las manos y no pudieron hacer frente
a cmnpromisos contraídos con la esDeranza de una eterna
y ascendente prosperidad. Los arÜculos de prin1ern 118-
cesidad encarecieron. Los sueldos y salarios no alcanza-
ban a satisfacer las nccesidadss n1ás apremiantes. En~,
tonces, no sólo la clase obrera y 1os co1Ünos chacareros 1

sino todo el pueb1o le·vantó su puño crispado y planteó


exigencias que los partidarios del '"orden'~ consideral'Oll
producto de la Hdemagogia" y de 1a Hviolencia nnárquí-
ca". Leandro A1em, un abogado bohen1io y soñador, Hbra-
vo hasta la terDeridad y desinteresado hasta la n1ise~
e
Tia" 5), con n1ás anwr a la poesía que talento ]_)l'áctico~
se convirtió en intérprete del descontento popular.
(25) Juan Balestra: "El Nm1entc¿'-', 1935, Buenos Aires, p. 77.
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fJJ~TORIA CP:f'YICA DE LD.~ PAit'ITDos PoLÍTICos 67

y lr' Íl1fluencia de las p:rimenxs pot intennedio de 1as se-


gundas fueron enteT·(Hdas a 1a perfección por Lalle1nant
cu~Llc1c esc.ribía: "El ca.pit.al (extranjero) se ha sabido
-rakr de 1a oligarquía del C2~U,cU11aje para senta1k sus rea"
les en el país, e {¡-z_ter éste ~/'ü1timo bien .remunerado se
portó obediente y dócilmente, mnhos marcharon de acuer"
do. Pero resnltó que 1a oligarquiR caudi1lera, abusando
mú:< y más deJ poder del Estado para garai1tir a sus pro-
pio.'-; miembros de las conseeuencias de 1a ley sobre libre
C(Jl1Curreneia a¡_ze determina las _rebcio:nes de Jos capitales
inc1i_yic1na1es ei1tre si. infringió a:rbitrarimnente las leyes
car~italistas. o sea, cie 1a sociedad democrático-burguesa,
colJ•,·irtiénc1Üse el tmieato incondidon2.l en un absolutisn1o
insnfl'ib1e v absurdo. Entonces el capital intenmeiona1 le
1 ' e,1 guarae
cc_:'J ' •
a1 caum1,aJe
'.,, . y esta_dO
l' ~ '1a guerra 1~ .
..L

E1 presidente Juárez Celrna·n sustentaba 1a teoría de


cuc e1 Estado :no debl2. tener la 1nenor inter·,,.rención o
.. .¡_. • • ' 1 .L. • - ' ' • • • •
pD.Tt.-lCll)acwn en ~as acL-lVHianes eeononncas, 111 Slqtuera
" - • ' ' ] >'
en los serv1c:1os pt:..Jncos, como 110 veren1os 1nas,
en ~ dt8Lalie
"P J.

en e1 pTóximo capítulo. La puesta en práctka de esas


idens fru3 n;zón suficiente de su de;:qwesti_gio, aisla:miento
.Y cnída poEtiea. Después de J1nber ~entregado a1 capital
e:d::anjero ferrocarriles . pueTtcs y casi todos 1os servicios
piJldic.os. se rn·eparabrt a tr2:SpasnT1e 2:1 mil leguas en la
PntnQ.:onin v las obras de sa1ubridrrr1, cuando se desenc.a-
c1eLÓ '-·]a tol:menta reYolucionaria (~ 7 ).

(:::7) La Pntsgonia --dccí:l Jnárez Celman~ es la gn3.n yr,-


se;·'.;t ¡Hay que roh1arla! ¡Hay que argentinizarla! El
p.::~:.'rÍo 12 A.nn~n-:-.inn. hay que frmcbrlo en la P:".h¿-n¡lia. Dicen
r¡th' dilcq1id 0 b tiena rrcí1,lica, qw2 h do;... al dominio .de eapitales
p;:t,·:u;.i~"n~s: sir-.:o ;:d lJ::tís en la Tlle>dicb. ele. mls capac1dades ... A
:Pi n1c disnubr! en la preT1sa la.'" concesiones de tie:tTas que autorizo.
p,;Jie?.:rini' m.ismo acaha de escrihinne desde París que la venta de
:24 11;il lr_zun,::;: se-ría insbumr una nueYa h]and2. en Ja ./\rgentina.
¿.P0ro no -e;::_ meior ene es3..S tir:n:ts bs explote el enérgico sajón y
nc que sí::;,n J;i:jo 18- inrm:ia dc1 trhuclche?".
:\o sohrnente Pellep:rini, sino hasta el p:eneral Roca se alarmó
!)01' el giro rg:e ton,aba 1a polít.in c1r. cone:siones a1 capital extran-
_-ic;·;' que (~1 m-ismo hahh inspiy::rlo. Des:L-~. ~l llano c~n;1pr~ncl,ía que
.Jmncz Celman marchaba hncw el prec1p1C10 y escnbw. deso.c Eu-
l'O).'~t: "E.se proyecto de venta de lc:s obras de salubridad ha sido,
La relación entre ls.s causa_s externas y las internas t<tmbién, desg::aciado, y se ha anojado a los oposüo1·es como buena
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68

Lalle~.D::',nt. intuyó nues-tro llacio;·<ai ~T '~" gueslu tenl~:. -·" de un


se equivocó t:ll afil'n{ar 0
esta eT~~ ti~} orden cnpih1iistn lo co~l-
réEi:rneD.
~ h1F_0T1Pg.
o~--~-'~~ T>11.TC•
~-, ... '," ' !2
~· ,· l<
• ,.,,.n,-'"""''""''
_¡_JiVj,_i<:;;,::FJ , ;_¡_)é;l_'Ü
· sider:.ba una OI'de1:., el
si bien destacó Jos vínculos del c.a.pito.l extranje:ro cun 1a ~ orcle11 socia}istn_. eu !21 n1edida uu:!
olig-arquía (a 1<:~ que llan1aba ' 1el 1lLH~vo eaudillaje nolíti- 1a burguesía no eed.c:T posiciyones ·-al
c.o")} no acentuó b.:tstante el cai·ác.teT depredador de-'-' acmél proletariado en nmnbre de Ja libernci.ón econórnica nacio-
y h'v defm:mac.ión que ejel'cía, 011 el dss~~:tTollo e~onórnico­ nal y prefería pactnr con ei írnperin1ismo lli::ll'.'-1 evlblr el
socia1 del país, po:rque no analizaba n 1 canitalismo corno asceLso del n1ovürüento rsvolu:2ionario de masas: nüen-
- . sino como ,~"!-¡
iranel'ialistn. ___,_ C01lt:fll'l'
.... •. ,.. ,_¡ '---'-- '--· e+-~1''1 rJe
,:::.,1 s•; -'·L-~--· " - lih•·" '--~·e-'" ,~,.;,_!.:;
tras que el prolet.arir,do liü está b_·;;:,hado por :nin.ci-nna li--
eoncurrencia. nrihh;ión en su lucha pur 1;:;, 1-ibe:::'ación eeo11ómicn nacio-
La Revolución del 90 tuvo UE contenido d.istinto de nal, ¿,l no s2r h-1 que le im_ponen las h1fluencias btn·g-¡Je::iHS
todas las qUe e2-ta1la::ton ;;\ntGs en la ~6_,__ygentina. Re<,:-e1ó Y pequeño burgm·\':3HS iDhoducida:s en sus :fiLas.
ca:mbios en la estructnra social. la. aparición de nue'las El desarrollo de };:::; cau_sc. ~:; lUte:rnas t._rricntarú·t ai
clases sociales y u:ru-'1 nuevn relación 2nh~e e1lns. Denwsh'ó país_. después del 90, h::;cit¡ h:. expm:.sión (le1 ca¡jitn1isrcu:_¡
q_u_e nuest:ra revolución den:oerD:tic.o-burguesa siempxe l;O- n:ieiulJftl, D~l'O_ dentl'o do cim:to,s ]i:rn.ltes de dcDender;_e.ia
c1el imperialisrno sólo su~JeT.<"',b1cs rnérlia-nte 1u

ffi;t:~~1~1!~iif;,,:~t~~~É~f:~;,~~~'~:~J~~~~~~~~~as~~1:l~af¿
enfrgica y coJ.-:f:~8ct:!'' te ·ll:e:rvencJ.ón de:: ~~1 c:;a~;e nLrera
en d pl'oce::::D LO qL~e CL-;~_ 1as ccm1lcioHt:::>
del paso a u:n orden n!.:ts (-;IeY~-l.do<
.Los cmnbios sociales del ·ne:dodo 1850-18'30 crearon

!~~~¡J~jf~~tj~i~~\~:,~~~[~~il~~~
;~~~t:r~;~l güi~~·~~;~,1i~~1~u~~~:~~~~e~:J,c1 c~~1~~f~~~i1~1~o;;, )~~;;=
vergieron en la rnedi.dn que a:rn.bos busca:ron el r;.p,todes-
arrollo del }3ais y di'-7eTgieron e~1 1s.. :medida que ln bur-

}:n-esa par2, daval' su diente lleno de ronzoña. Yo e.eonseié en con-

cetolr~rs'~i,·,~JI
~
v -
. ~c~o~o:~ '~~~'
~~
-
;~~!a'~Y.~:o{~~,,~nc~l.·:ll.~~.·. ~o:oci.·,~.·~.·.t;,:~;.~1~.: dlo;o¡;~t:l~s:;
.1 . ~ ~ . "'" _ -·~-"' ~ ·--
~:\t]~:;~ :,~
capital, t2n esc,:uilmada
}JOl' las_ compañis..s de gas y Otl'oS SCl'Yicios A esta1· a b,s tea:·' as
de que los gobie1·nos no sa'be12 ~'-clm-i~1istr~";_·, !.lc¡tal"íamos a la snpl'e-
sión de todo g·obicc'.lCo pm· inútil, y dcbBl_'ÍfnnÓs poner band.el'a de
l"emate a la Aduana, ul Con:eo, al Teléfo!1o, a los Puertos, a las
Oficinas de Rel,ItG..s y a todo lo que constituye el ejercicio y los.,
deberes del poder".
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VII
'lAiviBIEN LOS PARTIDOS NACE?-T, 'IIVEN
Y I\iUEREN.

E ay gente que todavía cree que 1os partlctos políticos


existen porque a unos buenos señores se Jes ocurrió fun-
darlos_ Serian así una especie de invenciones de fuertes.
inteligentes y virtuosas pe:rsona1idades. La verdad es que
todo rartido político es hijo del desarrollo socia} Y a la 1

vez, influye sobTe e1 desarrollo socüü. f,To debe confun-


dirse el partido con la secta) aunque h2y sectas que llegan
a C011\"ertlrse en pfctic1os, y partidos que se sob:reviven
a sí Inísmo en fo::.'ma de secb.tsJ con1o hay sectas que ve-
getan 111ucho tie1npo nada más que con1o sectas. Puede
creares una secta fuera del desarrollo social, p2:ro ningún
hombre, por genial que fueraJ pod:tía crear un :partido
que nn tuviera raíces en la sociedad. :N a die impedirá que
usted, yo o e1 vedno resolvmnos funclaT UI~a secta: todos
1os dhs aparece una de ellas y la historia de 1a hun1a11i~
' 1 1 ~ 1 .
aac. ;~s reg1stra a r11oncones. J::!jn carn,Jw, s1 Tesolyemos
O - .,.--. A - •

fund<P.' un partído tendrernos que interpretar y responder


a las eausas internas que son el rnotor del desarrollo so-
cial, {le los carnbios sociales.
Del m.isrno nwdo qne Hegel sostenía q_v.e el I:-::istado
t:l'a. la realizo.ción de la Iden AbsolutH, oímos deci1· a lne-
nudo que la Den1ocracia (iguahnente il.bsolnta) ~~e en-
et.:ent"i a a sí rnisn1a y se realiza p1enarnente en nn :régi-
men ( 2 n1últlples p¿1.rtidos, a los cuales se }es
lo un::;, existencia poco lTenos q_ ee
vertir la realiclad, se coloca la causa en e} c-e la co11-
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72 73

secuencia gió en el .seno del f2de::.'.::Jismo el py;vitnier to I"C:\Tü)Ec:lc-


y no ~1 los pro- nario que 1o ·:::l":.er:c:o CD.1J.Ce a 1~"
ductos de corno es lo ::cn·Lecto. La expe- naci.una1, h1l cozTlO 1~:~ i-;{ mos estudiai.:o. r·ero
riencia histórica enseña que un régirnen autoc1·2tico es ,. titudón del siste:-:12 to<_:::~tr~ 't~or la de go-
perfectan1ente com.patible con la n1ultip1icidad de- par- ' bernadores v la de la Carta del 5;_;, S!:; pro-
tidos y que un régirnen democrático puede co:n'.''ivir con dujo la reshnu:aci.ón en Buenos Ai.res del desnpan:::eiclo
un solo partido. De lo que antecede Se deduce aue Dara pari ido unitario, c1.ryos \'nelta del de~-::tie-­
definir lll De1nocracia y: caracterizar n los partidos~ h~ty rro, tonw.1·on el non1br·2
que analizar el desarrollo social y 00tablecer cuáles son control del pueTto
sus causas internas. Hq}ób1ica.
Los paTtidos políticos propios clel on1en social capi- La venlad es que lns pactos, lig-as. acuerdos y cons-
talista, con las Tüoda1idades especificas del capita1ismo tituciones ele les :fedef.'~t1r~s. respondieron a las tradiciones
en un pa.ís cuyo autodesarrollo se vió deformado por Ja y n;_;cesidaclcs de la t:ociedacl argentinn, n1i.e11b:as que 1os
interferencia del capital i:n:.!.pedalista extranjero, ·no se unitarios nuncct consignieron ad;;>,p-t::tt sus doctrinüs v. las
delinearon en la Argentina hasta d-c:s1Jués de la Revolu- condiciones re<1le:; del ¡mís. El 1J<1l'tido liberal EO l)oc1ia
ción del 90. Antes, los partidos polític-os nrgentinos er2n aspirar al gubierno silÍ abandor;ur ]a vieja ba:nder1t i:n·-
expresiones, en mayor o rnenor g1·gdo, de una sociedad trm~sigente y yencicht cid fJDTtido unitario. Su nú-::'ieo 1110-
capitalista en fonnación, con predon1ina::ntes influencias deraclo, con Bartolo-rné l\iit1·e al frente, se :¡_·ebautlzó con
precapitalistas. d 11ombre ele 'JW.cim¿clfs~'ú '(eocido) y l:mseó fóu1nüns de
Lienó Ia etapa que siguió a la l.:Cevo1ución de I\~ayo tnmsacción con los gobe1·naclores federales de lns pro-
de 1810 la lucha entre unitarios y federales, substantivos vindas, después de \:ario;:-; años de gue1T<:t .infPJctuosa
que explicaban por sí n1isn1os tanto la fin::tHda.d organi- entre Bue~1os Aires y 1a Cogfcdert-ic:.íón; pero el ala e~;::-
zativa que animaba a unos y otros (Estado independien- trerqista ( trnnbién lh:madD. del p~:l{ülo 1-ibe-
te centralizado, mercado interno nacional, etc.) como las ral, dirig-ida por AdolL• predicaba el e:\i:ermlnio
divergencias que los haeían chocar violentamente {übsor- de los catldillos fcd.cndes y ::;e cnc::L..;till::il.Jü en un::t lJO~;;le::tun
ción de las renü:;_s nacionales v mo:1onolio del 1-:;ue:rto úni- de :tbsoluta
co, de las relaciones exterim:.:és. de fas en1isiÜnes 1DOl1e- iizf~ndosc a su yc;:: CC11l e]
tarias, etc. por Buenos Aires o- su a~hni:nistración eE co- E:sta división ele] li)Y:::n'a1 tuvo origen en
1nún por las provincias, de acuerdo H una equilibrada po- .situación cre~:.d.n en rtl scl1arse ln unidad
Jitica nacional). Los unitarios percneron ln bata11u. y sobre la b:::.se del cmT l-!~-c:-niso entre BtH~nos _~_l:::es y hes
desaparecieron como paTtido, pero 1a -victoria de Rosas, provincias y de la cesión p:;_·ovisoria por la pt·v•Jineia al
lejos de significar l::t in1ph>.ntación del sisterrw federal, goLierno cenb'al de la ciu lad de Bnenus Ail·es con1u ca-
trajo un réghnen fundado 1)recisan1en.te en la Dolítica de piLll federal.
monopolio bonaerense de 18. ad:n:únistración v ~la econo- E1 purtido nDcicm~llista de l\iitre se o:rie11t6 hf~eia la
.rl1ía._ El estanciero-saJaderista Rosas pudo tri~·mfar sobre unidad ElanteL:iendo la heg·en1onia de Buenos
la burguesía comercial porteña tu1itaria, porque concen- Ai1·es o n1ejor dicho de }c.s inte:'e::Y2S rne1:can.tiles del puer-
1 1

traba en sus manos }a única fuente de valores de ctn11bio to de Buenos sc~irr-e el f(:;--::::;>" del El "iJH-l'th:lo
con mercado e:<;:terior: los productos de la gan.s,de:da. autonomista de AlsiDn defendía los derechos de h:l }Jl'O-
A1 llegar a ser el sisten1a rosista incompatible con \'üicúl'-·dé-- 1inenos Al.;:es sob;:e el y: en cml-
el dssarro1lo de las fuerzas productivas naciona.les sur- sel'uencia, sobre lu.s ltnla un
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RODOLFO PUIGGl~ó,s 75
ferroca.lTil de capital argentino¡ u.n bani:o ernisor, una Las presidencias de Sanniento (1868-1874) y ..J\ve1la-
camp~-Qa _que prodneía ~asajo y cue:ros exportar y neda (187-1-1880) fueron e1 resultado de 1a conciliación
contrmuewnes para el flscoJ y una de gobierno e:átre nacionalistas v autonomistas, conciliación b~isada
frente al extedor). Adolfo Alsina contaba con los úuicos en acuerdos de eme{:gencia deh'.gobierno :nacional -:Con el ..#
electores organizados de la : los peones y en1~ gobierno bonaerense acerca del })Uerto único y de la sede
pleados del Ferrocan·il del Oeste y los funcionarios de del gcbierno central. Era evidente, sin en1b.argo, el pre~
la adr:'1i11istración bonaerense. dmnin~o de los antonon1istas cl.e Alsina en el gobierno Tia~
·-,~esult~- );u porta? te,. S·~flalar qt;:: 1& h.~~1denda nacio- cional, por ser la fuerza política n1ás importante del país¡
;nah>:Jt""' de Nlhre se 1Dcn11o p:rogl'esrvu:merrce~ a pesar de cor~ ln cual debfa contarse para Jlé:gal' a la presidencia y
nacer suya la Constitución federal· del 53 con las Tefor- gober11ar; y e1·a evidente, t8mbién: el rele.gmniento de.
mas del 60, a nnh: al paJ.s de acuerdo al ideal Tivadaviano Jos naciona1ishLs de l\-litre, ccmo 1o p::.·obaban sus sucesi-
(es decir, n1anteDiendo los privilegios do la burguesfa -;~os f~;'acasos Íllsurrecciona1es y su despTestigio po1· ser
con1~1Tial pm:teña y abr~endo las puerü1s al capital ex- resl)onsab]e de una g-1.1.erra de exterrninio tan Ü11popu1.ar
tranJe-ro) ; m1entras qne la tendencia autor~omista de Al- como la del Parag-uay.
~;~:~~i l~~l8b~~~~~~~~Ó l~i(~~~;~Et l~O}~Ol~S~JSp~~~r~;1o;S c;~L~~Jif~~ Pa_-rtido rle la burgue.sía terrateniente bonaerense) el
r;~ptp110l?1is_:~_~_o agrupaba igualm.entc a 1a juventud peque-
pa.ra }a íede:talizació:n del 1lo blirguesa, ansiosa de transforrnacior!es de~11ocrri.ticas,
nos idl'es. Foco rentes de finalizar la l~·~·~~~'¡~],;;;~¡';~' de
d2 JYiit:te
Bue- que sacaran a1 pa.fs de su atraso J)O]ítico y social. },_ poco
(18C12-68), _Adolfo Alsina propuso a corno ca:n- de crearse, se d}sefia:¡_~on ent:n~ sus pari::idm:ics dos tendell-
1
~;~~t~!~ fn ~~i;~~~~~~ ~~1:~1~7i:~r~~~~;~~}~~~~e 1¡;~t~~~~~~1 ~:\~e~~= ~j;i~8,;::i~~c;c1~-j~ ~r;~e¿ ~ ~~~~~~~~, ;~~, l~\~~~i{~~n~ o ;~~~ :-l~~i~~71:
8 1 0

g~;;;~~~ca~~~~~~~~o S~~~l~~~~~c~l~op~~r:adlitr~l' el tl'iu:n:fo de


eiiiaeión y ei gobierno en común con los nacionalistas
("CJ~_;:b_ _LibeTtacl") y 1a tendencia a oponerse al nEciona-
de todo ei país; el partido Jisnw liberal, reclan1ando la rmreza del sufragio, 12.. nuto-
cos }JYD"Fincia]es y se convirtió en wnionO?-n-ista, nomh n1unici}J~d, 1a. abolición del se.r'.-'icio ele frontera· y
·nacional_. Tecogiendo el sectario de 1a el reparto ele tietTc.s entre los pob1·e~:;." evitando su aca-
prh11era hol~a corno su padre) el •;trapo rojop de los cau- paran:üento lJOr los g¡_·andes tcrrate:::_ic:mté.s C'C1ub 25_ c1e
dillos que tarrtas veces había ·vilipendiado y esca1·necido. Ivfayu") ../dgunos de los intcgnmte.s de es-ta segLlnda ten-
La evolución política de A1sina es un ejernplo de cómo d2riCia. oTganizaron en 1872 el ''CiuD Elcctoral 11 , con el
1os can::bios sociales conducen i:nsensiblen1ente a cambios programa q_u:e acabamos de ennncia_r. En las elecciones de-
e:n las posiciones ele hombl"es y partidos marzo v diciembre de 1877 se Drese:ataron con el Tótu1o
de pt~,rlido repu.Q_l;-i_c_ano y contaYon con el apoyo de Sar-
mimltó, que declaró preferir a Del VaHe ''que es Jibrof;
y 1w a Cambace::.·es ';que c.s sn]adero". Ganaron en las
prime:tas, a senadores provinciales~ pero en las de dicieru-
bre los conciliadores les birbrou la gobernación bonae~

ser ¡_;el nct:('nlo


la C0_;:ciliadón
de[ r'r. A.dolfo
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76 Tl

rense. Entre un::~ vez


ac.Ltefí~¡_dode lg cn.t:clillm< c;,_cc ~,/ duTan;_:cr:.ts hnbhl
ser p:tesluer:_te. ,~ ia ae,2·u; (1
. ...
,_~ nacnnailsts.s
El 7 ele ,.,e,, "'' 0
Z2T011 una TI12,l"lifestació:n conjuntn lJOl' I~s calles de BLw- Si.1
nos Aires al térrnino de la cual Alsina felicitó a
1 1110 tLlnsacción. E:n vano iJenl fc,rm6 el ó'Club de 1a "Pe~¿''
por el éxito de su política y le devdvi6; junto a la estatua Habü: pnsado ]a de St,rndento. Era ta hnra de 1a
del ge:ne:ral BelgrEt.TlO, los despachos de general que le ngn
,. U· e 1 1 1 ,,
1()S . gq~::er:q<~.LtOre_,;) - ~--- , - ~ d~:-
'ó1.;'n_e1J<1rln"
hablan sido quitados er;. 1875, después de ser vencido en lllElcL:tría ácren1ente sn el '"'"'au.o_
"La VeTden, desteTrado (en el ti'ibunal nlilita.r se pidió Encton~s arrasó con los
su condena a 1nue1te) J.' luego indultado pol' el }Jresiden- nacio-,lal
te Avellaneda. sin
El 18 del mismo 111es, la juveLi.tud nacionalista visi- tes capitnl
~~b~~~í~1~~~~~~:2l=~~~2~ü;~ :l~~~~,g~~\~~i~:~nj~~e d~~al~~ o l~~~~c~~\~~~
8 1 "oca cmnpreT:c.di_ó
presidencia dc-,.ndo el tm_no a los nr~clona­
:nes de v.2nidad que han desapan~cido", y tern1inaba con listas de li,lit:;:-e co:r~1o a ks autonorEistas boune;·enscs,
un "iXi~~~~ de; tfi~~,;;;~r~~~~~:~:::~~~~\"~~
Alsina y entidTo
daba lugar a la demosb·;;:_ción de du-elo populnx rnás gran-
su ele ~:c:acia no
por el Cn:dos 'Teje(1or. }~1 .0:n\ne
seT otro que 1a fcdet~dizac.Jón de. b
eiudnd de Buenos Aires, mTwcc.1flc1 pÓr Gl 1Jresirlente
de que se conoció hash;, entonces mltTe nosotros. Con él A velhrr:ecla. antagonisrno entre
se extinguió también el acuerdo entn~ los dos partidos. la lll1.eión y
Desaparecido inesperadan1ente el ho:ru'Ore eje de esa }JO- ,lutono:rni.stas bonEtCTenses y :nacionalish1s initristas
1
~~~:~; ~l~~·i~e~d~l ~i~~l~h~~lt~=J. p ~o~~;~~·al~~ 1 g~~~~l':~:tci~~;~~a ~~~ nacicnal y se unier011 p~iTa -~ __ "-lh 1 r:
depn;::;ieron sus rlv;-~ Eda(~_ e;.; de ,,;-.~. ',_.:;~.(~:.· ~1 e l~.ln~~~~t~:~~\:~~c~~<~~
8 1
• --"~8 --~
3:8-túCia, su salto de jefe de fronteras a las n1ás 2Jtas fun-· 1-:rov·neiano Ec er~ 1a :ferlo.T~.1iz;:H.:ión de
cienes del gobierno nacional. Hábil político de los grandes Bue1 os Ai.1.Ts C.eeir de Leandro l·J. Alen1,
terratenientes y de los intereses del ccnnercio y los inver- "nn g:obiel·no
sores extranjeros, conquistó para aquéllos y éstos 20.000 toda 1a fuerza de Jos
leguas a los indios; pero para alcanzar la sup1·en1n Irle-l- República", puesto qt;.e con w fedm·::dizr:1.ción ~:te Buenos
gistratura necesitaba. antes adueñaTse de la única fuerZ<:i. Aire:; "la StH.:>.rte 6.0 la l:'"--Tg8:ntina {lued::n·á ligada
política que quedaba en pie: el partido autono:mista na- ~t la voluntad y a las de1 jefe del ejecutivo na-
CÍ()l1al (PAN). Tenía que arrebatárselo 11ada n1enos que cion:,r'.
a Sarn1ielito, colocado a la cabeza de 1a nueva dil'ección F'ué inútil que el rrejedor arn1ara y n1o-

;~:!:~~~~,:~,~~,~,dt~:r~Jl~;~:~:~~~~~~i!z:~::~~:~;:i~1d~~:;~~~"I~l~
vi1iz;tra a los g·u_arcl~as nacim.1ales de 1a provincia, que
J:viitre firr.!lara . . una B.lÜE;.?s ofensiva y defensiva eontra
'la po~lt.lca1~_¡__· neLnr::L
' 1 r-1P 1 '.'.,".;'(l_S'.:.. r1,P.11fe
<-.'~'.•. , _ ~ ..• .._ . vr-J1~11lf"C
_/'i... __ . .._ --". ,a_, que
1
_ Sar-
arrancándola adernás de la postn:tción e11 qv_e ha caídd'. , t o Gesanp,__ra
m le!~ ' ,... a '1a · c'¡p- l.~,s· -'-. ft'.'
~- , ,~.l.P.:::"',1~H1.o-','I)S
<-..
1
- ,, ~-' eon "las
Sarmiento no era couciliado:r :ni por convi:::ción :ni lTV,Jn•'.~ lle•1~1~ rl~=> '"rcnlades)',. c_r-1e dn:< ~'Taeciones del PtlTi.:ido
por te1nperan1ento.__ Con Del ~\Tarle y Alern c1í6 algunos pa- ~,~~~-¡ 1 };li;-a2;~¿ -1~~,;anÍ·~~·an 1:1s ¿;~ncÚ~ÚLt-L~l'as d~ i3eTno-lr~,o de
sos para crea.r una fuerza nacio:n.al que lo Ullg;iel'::l. por I:dguyen y Dmningo Satrniento. R.oca se hn-
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79
di.c~m de que se vea en Roca -2.l 1"i..1áxirno ajustador de1. li-
:y con la en la. 1ió e:1 t:in
a los g:_;__·ar;_des her,Jlismo econó1nico_ de '~Bases" a una re<:didad sedal a
te-
h Cl13l la orientación im_pucsb. pol~ la naciente o1ígarq_uía
defnl'J.TLÓ en doble sentido: por la invasión de los Inono-
polios extranjeros y por el ~'ca:oarainiento de lás tie:t:ras
p>:!r la E1isn1a oligarquía. Tal f·~é el orden q_~te Roca im-
plantó a 12. A:¡_·gentina po:;_~ mu_cho tiempo.
c~e fe-
La absorción del poder por "la. olig&.:::q_uía q_ue ven-
gonero. drá a dirigirlo todo", según lo previsto por ~Li~1el1:1 1 estaba
qr.e "el en rebción directa con los inte;:-eses de los ''corn.erciantes
ca.pital extrari]el'0 y no el e1 }:Jro- ·txh_-al1jero:sn (3 1 ). Pe-To la c:o:neentrae.ión de 1as fuerzas

~ol{~~;~.c~sol~~~~ü~:-:p~~t:~~j:r;~s t~~~~~~~c::~~~~~~~~~te~u~
1

pulscr de nue.:::.t.to l0l'O,C:"2''0;


La paz política
(1380-1886), al cabo de
chas de pa":rtidos, cuyg
lü-
, , ~ - ~vh ~~'---'~'--' ~--
. .
.~.-~.':~.;Jf.;_~1~1r;,1 ~~''l_¡.sa ~~.~~<:, ~\ '.~.:í.~ ." f!·~.~nLl1}~~~.-~.~0:.81~;t~ una
--_.-- "~ -~ ~·~
de los opositol·es
nuev~:. ODOB:O.-

t::.bilidad de. las instltucbuss y la 0C.C:ClGi.';J.Ü.\ ClDD. en consonancia con los ca-rr1bios en la estru¿tura
bll.ca. Las dos graDdes ú~el'Zf;.s ecm:ónlic:o-socüü del país y 1as l1UG\7as relaciones entre
];_;¡s c.lases.
---nacionalistas üe
se debilitaren y .La nueva o_p;si~i_ón_ 2:.P~nas si se 111a~~~~st?_J ~~ll.1~·an!e
partido único~ el pa1.·i.ido la p1:eswencra úe1 ge11e.ca.I Boca,_ en u:n ctsbll rnt3Eto ne

~~~¡1~f{~~~~~J~~~~~~!:~fu~t!l1i:,~:~r:
desd_G la Casa de Gobis:r:r,o. l}cB
convertidos en piezas de
el jefe de Estado,
2.s el arco de triunfo d~ ':;.
Lo e.s sobre todo para Roea escribe 17
,

"Rcea ftié. la Tealizac.i6n de AlbeTdin :· pro:::.penctad


• l
que. er.n_bnagaba
1
fU país. Facll 1e fué. en eon-
~
_¡__; ~
• --. '-

Ama deo a con- secuencia) e1egn~ a1 iklTnuw ne su 111a.ncrato, Ge ios tres


c-.Rndülatos presentados por el oficialisrno, a su coEc.uñado
(20) T_,J, Sl!]Je-rirwidad de Roca l\Tig~tel ,Juárez Ce1man, ex gobernador de Córdob.n.J cuya
me,ior conocimient0 del país. med;_ocridad acolchaba, al decir de un ~Lsiduo visitante de
rni"t-icron tejer pacientemente
~~:e~::-~~~~ J¿~~~~i~~~~s~e,e;.~-l;;!YJ~~l~O~~~~~e~~~=~t¿);~{: t~~~~;;_
7
intc:rcses ck: bs oligarc;:'J}r.s
hernadorcs. Su correspcr:.derJcla
nmriamentc. Su lema ''Pétz Y ·"-'~;:;''~\'!~~;~.'~~~:f~·~
tismo 1
J.

l"aci.ones del c.2.. pit.2J e:-ctrFü1jero y l2~3 Sin eTnba"tgo, ya apuntaba en ese 1no1nent:o una co-
(30) AlbenH, al enterarse de
cribió que "ni busc&.do con antorch2,
}JUdo acc1·tm: mejor Avellaneda co:~. el

l~s c~~,~~des~ 1~!%~~',;;~~f:~~:1;I~~ffB;;:~~s¡:~o~{~f~:~:¡~;~~~:,~~~


1
nueva sihmcióu reclama". "Ln Rcvública.
1880'', La Fz..cultD.d~ p. 42. Tctmbién ei c~o

d\?
1 ~}:r:i~{;¡~';;;
creía c;ne e-c;ü':.n en 1'2laci6n con 1a Ecpúblicil, _:\_-,_·.g~ntin.a" dar
cado 8:eme:-
Ja Roca eu1. "el
aplica:::ión ths "a Jos gTandes ülte1·escs n1c:rc;:~l::tilcS e11
:ti~~~~~ ';~4s,tir2;;:~~:;r,d~), z~{o. ciudrl'l".
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8D

CU~' li :1o
conocic~vs -:/ búi;lados. S~L lib'- :::r· ,) ::; :r "
forn1ados por el anti<;cclO c:l caL)lico
la ~ASo~j?s.tQ_n ___ Q_~_tQJi_ca~ y .
G:2
.
:nnlCJ_n.;::. ~.:.c.:'.,___:~'~,or:;_es
j_)i:3~:i:~:to Ü'i\_:'~{

av.tcmg~Tnsta nac1enal, in DRrdo y 1a de Berúar- L:tb::t l' :E~O ;\.;;,e::¿JÓCl."2!.h1 }ii_;;~:·.rLF' Só-e: ~lOS

~;fa~e( :E)i.goj~~nJP~~su~~1s~c1~~s ~~ 8lnA\~-~~~:ic~1i~~~~~ t~e -~~ ~:t~~2;~e;:e;~ n__;c,ó ., ~~-i_fe::.·e~_.....:~·" e_

"'¿__,_ristóbulo del "'~l alle en ese frente dab::~ n los partidos uni-
dos u:na base popular de que carscía el oficlalisnw. Los
sccto:res de telTatenie:ntes lTlÚ8 "'"'inctüados al Etercado in-
terno y n1e-rws con1pr021'18tidcs e:n los grandes negociados
1
~~~s -~;~l~~~:·:,se ~~l ~;~-~J~;~~~~s ~:d~n~~s ~(~{~~~~~n ~.~:!n~\~~;~:~~ 1~~
0 3 iiL ~~-. l
~; fu:nda]Y ,,
nacientes n:.anu:factureros_, la pequeña burgu,esia U:;"'bana
y hasta núcleos dispersos de la flan1ante clase obrera. N o
e:ra sirnple1n2nte la lucha entre dos fracciones de los te-
rratenientes capitalistas 1a que se rlanteaba en 1886 e-:<;).
Era el aletear de- la coEÜ'~;_diceión enb:e las oligul'quías te-
rratenientes a1 :"ededo:t del progran:a. favora-
ble al capiü-:l -exb::2njcro por el genenü J-n--
1io A. R.ocaJ y los 1nctE2:· s'.::ctores de
an.helalxu1 un::1 :renovación
den1ocrá·tica. q_ ne
r;:
terrn.tenieEt2s ",'' ~:':,~~,'~'~',"';~
D. su desenvolvinTien-"
to ec.onórnico polítieo.
Creernos do.T ''liberalisrno!J con1o
característica los tmTate!lientes capitalis-
tas que sostuvieron a Roca y J ná.rez Celn:1an, ya que el
térrnino puede 1a i.dea ecr¡__;_f.vvc;:-;,da de q_ue 1cs se-
paraban de los terrat.eráentes cr;.pi1x listas opositores y del

e::;) Ilnc.a ba.hía destituido al dil·igcnt-" de 1a .A.sociación Ca-


del Colegio Nú.ion:ü. l'l:·-· ,-,~ ;·,·encJ·ación de
~~~~~ié~1° ~l.;;~~;lÓ l~~b}~~~:~ C~fe s~~,~~~~~~~~t~
3 1
y registro civil, con <o e;-,, ii·,m:ó sn cld0
.18), d:cLdo e~'.b:-::.: li~~m,J" de J~~l\;
gran indi;i:nación de 1a Iglesia.
C:J) "Pero aunque la OJJOsieión tenía un tinte democrf.ttco v ::.::1;1 los onu~.tton:~s.
1112 vo1· :ol'-v-vta ilo ].---- n~,..,1e"lq 1-.,,.o,-e"~'' ·"'l' última instancia, h1 hl- El liJ-:;= ,.,,_¡ :on--=.o s~"tu_·~cL:J! d :OEl!lJier ,;:o .so.;:ictl (!e
ch;~- est;;{Jt e;t~bh;L(\,_(~~~'t!~~-"~lc:~·'±·~.~~~i;{,c~-" 1os te:tTderoientes ca·· ac; l~'] tCÜi\'.tCS.
pitalistc.s". Luis V. Sormni: "Lu Re't-'olw·ió·n_ 90~', Editorial 1\Io,l~ f' e l~\.S~=' hoc p l ¡)::)-
teagudo, Buenos Ai1·es, EJ::l8, p. :tr±. Esta crltica de det2.llc al libro li;;'c~.dns aj er.::-
de Smmni no bvalida el juici.o 1anclatm:io que merece el estudio Hi,-t'-
más completo y mejor doc1.ur~e1~tado que se ha hecho sobre el 90. :l . .ZGL
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82 .l?.ODüJ.FO :P~JIGGRÓ0

Juárez Cehnan en comicia5 donde no se ahorró 1:1nguna Poco podían hacer para evitar 1a avalancha impe-
de las fon11as del fraude y 1a v:i.o1encis.. rialista auue1los heroicos industriales de la época inicial
,J uárez Celma.rr tuvo e1 ''lnérito" históTico de llevar que se \~efan obligados a fabricar clandestinamente sus
~ - /'.L. . ' 1 !'
11asta sus Uitl111as consecuenCias 1a po LlC& ll11Clac_a por
1
_L' • • •
urt:.-.'.ulos, yiolando a menu.do ordenanzas y leyes que pro-
Roca. ..,-,_hni,Yez Celn1a11 surg2 en la b.istoda ai'ge~tina. tegían a] producto extranjer~\ ( 3í) _ La patrióticd deman-
-dic'3 Sorn.-mi en la obra dtaclEL (p. 19)~ c:0mo el teórico da de Estanisíao Zeballos en 1879 de que se expropiaran
y el de la c~ntrega del país a los banqueros euro- 1os ferToc::nTlles ingleses para incorporarlos a 1a. red na-
peos. Duran ~e su gobierno se e1 --urscion:ünio de1 ca~ cional cayó en el vaeío.
pital extranjero en la ecm:.omía y en b. Pcl:ítica argentina. ,Tuárez Celman llegó al gobierno con 1a ll1lSlüll de
Fué el presidente que sentó 1a teoria y 1a :¿:táctica de la arn<.sRr con todas las formas del naciente capitalismo na-
entrega de los servicios r:úblicos al capital privado' 1• ÓOJ:al. ' 1.Dios quiera -exclamaba mister \V. Parish, viejo
El 11 Unicato" juaristB resol>.1i6J en pe:rjL1icic cle1 auto- T81-r nc;entante de 1os intereses ingleses en 1a Argentina-
desarrollo naeiona1, el dJ.lerr1a que se perfilaba en el pro- que ei actual presidente Dr. ,T uárez Celman cu1npla. su
ceso social ar,s·e:rltino. En el curso de lo.s mlos aue sizuie- 1nis ión y siga en el ruism.o cmnino de paz e indu.stria~ y
ron al 53 hubO, tanto en hornb:res c01.11~J en ~api­ que su gobierno, con1o depositario de 1a confianza de to-
talistas argentinos¡ un serio h11pulso a asirni1ar la técnica dos, continúe prestando su apoyo a las empresas extran-
más avanzada, conservando para el el c011trol de su jer:<s y a los capitalistas que han puesto fe en su ad-
economía, pero sin salir de }os 111arcos del liberalismo bur- nliPistraciónH (3 8).
gués. Ta1 impulso se tradujo en n1antrfacturas_. :eerroca- A los tres 1neses de hacerse cargo del poder, Juárez
rriies y empresas de diversa indo1e que daban fisononüa Ceh.1an vendía a los ingleses el Ferrocarril Andino (que
propia al incipiente capitalisrno a:~:gentino. Frente a él, uní;J \/i1la Ivíaría, en la provinc.ia de <::óJ'c:oba¡ con San
para torcerlo ;,r anulRdo, expon Ian su acerca l . uls_, lviendoza y San Juan) y decía al Congreso que esa
de h-:s posil!ilidm1es de autodesan·o11o teóri- vert.a respo:1día ''a ]a doctrina que la administración ac-
eos de la entrega, }os per~_;oneYos del tuul nrc.Yfesa~'. Después les vendió el Ferroc.a::_Ti1 Cent:t(--:.1
1náximo exponente fué el "vi;_·tlwso N ort; y siguió con-las obl'as públic.as, sin detenerse ante
Colman, así calificado por d ''socia1i.sb/; Nico1ilS Repet- nil-~gún escrúpulo patriótico, porque sustentaba la doctri-
to CH'). na de que "el n1onopolio del Estado es no sólo ilegítimo

r~G) Re~wtto hizo Pl elogio dP. la leglsis;:~ién fD>curso en el "Jockey Club", e1 22 ele junio ele 1921). He ahi ls..s:
~~~~c,~:~~~;~~l E~ :f.;;~~~-~~~f¿~ cl~rt 2~ud~8~.~;,~f~Ó~le ~ii~:f8~~l,D~n
11 con:_;ecuei<cias deJ "1ibel:<-l1ismo lleYado al exixemo de negar 1o na-
cio::al.
i~~i:J;i~~":~d(~t~e 8 ~~l;a n1~.~~;a al~S~ifi~~~·O'~~·eh'~j~~;t~~~~~-~L
e-<\ "Eduardo Astesano hace nok;,· quf'. "1as dos l0.yes sob1·c
paLnt.e; rle inv<;nclón y mareas de fábric-as y ele :ome1·cic:, dictad.9;s
extraonli1l?tl'Ül.! Lrt época d81 ré::.sdm~n, del mfLS crudo Té;,·i•nen ·}o- ('H 1ns aflüs 1SG6 y ~876, respectivamente.' responche¡_·on a l9:_S Tl.eces~­
lítico argentino, es aqr;clla en qrie esta legislr.t:ura. nacional nos d.a dades de an;pa;_·ar Jos p:r:odud,;B extran,¡eros, porque nu;~Si.TUS }ln-
Ull <::onjnnto d<:: leyes son n:aln1e11te ·,.m ~'110nDnlE"·nto de pl'cvi- r:tc,_·as indusúias de competencia !"Urgieron falslficam1o el produc-
ci6n, (ÍQ prop;rc:s0 y de iib2n:dismo". }\re r:n 1s. bol-- ¿o impoTtado, en la nüsma forma como la industria. i:ng;1esa, cin-
sa las leyvs laicas l'Í'iil, leyes nwnta años antes, había destl·1xíclo m1esüa incipi<:-nte irldustria do·-
c:_nhe.s:;·nisb.s T las califica v artesanal falsificando nueshos ponchos, lomillos y ca-
''l--[fsl:o·r~:· d~ }~¡. Independcn.:-ia Econ/mie<~-'', El Ateneo, 1949 1
igoyenista prrg-s. ~34-26o.
]Jl'001'CSO qne Agustín "Ri--;,-e.::o Asten,;-.:;: ';Jui·r¿z CdiiW.fl~", o:p. cit.)
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Eor·''' c:·o PL'ICGI~ós

;:;il1e> n1ucho Llenos tvlr2r;:~;Jle que SJ


el heci1o de :no .naber
de los Jer:.00'22nTEes ter!L:-t
los sectores n1ás ccmscielltes del e J uár-ez Gel-
\Tas COltdiciones
n1an les respondía con cínica irnpavidez: "En cuanto a ks anL:¡_gonisn1os lnierno~3
]as n:zones de estrategü;, la n:isrn¡,:_ experie:nc.üt decide 'Ü'.rn- b pohtica y el p\ ecnii6míco~soeaL
bién en conb.·n. de la 8XL)1otaci5n pol' el J:J.tribu- cione:s surgieron a prueba 1a
yéndose las deficiencias del 2'2-l''.~icio en caso de eapaciJad de les incesantes
a. las emp::.·esas privadas de cnn_ü:;L s sociales.
ha :merecido sien1p:re elogios, sino u la
ción de }os ejércitos, qu_e daba por resultado el Cl'Je no
fueran debidan"lente utilizndas Lts act':vic:ad
de la adrnini:::~tración de ]as vías fé;_'l'8HS no
del Gobierno". E11 otras ~1acio:1a1 te-
nía q_ue estar ~tcti,;rida:l" de
las ernpresas
Dos años
ma:n h1fm·r:.1nba CcmgTeso q_uc su prognnT~a estaba CUl11-
plido: aLas ob1·as públicas que se h<:-1ll:_dx1.H en n1anos del
gobierno han sido entreg~--,_das, con evideut,.::s 'lentajas, ~;,
la industria pri,lach: (léase en cu!.T!-
plin1iento de vuestras leyes~ de r.1is E:Is es-
peranzas. Los ferroca:trilGS 1:'\ onc e' AJ.1. ( :--,_o han
sido enajenados; 1a sección constr-ulc1a de la \~'¡·~;.~~;;~;~¡~~
del prilnero ha sido arrendada y se balL-1 _e
ex:plotae:ón de las obras de salubddad a Eno de los ex_1;o-
nentes que s.e en ccru:1icim-'les e~:cepcio:nahnente
"'~Tentaj osas''.
Lns rnillonadas que }os ing1es·2S al gobier-
no a carnbio de los transportes :'l" servicios públicos -one
les pzooducb_,_¡_ be:ne.ficlos varic:w veces superiores a lo l)a-
gado- pasn.ban a los bolsillos ele los es-ta.Dcieros) los .BJJo-
gados y los :funcionarios qEe for:maba:n el cü_·cnlo áulico
de J uárez Celn1an. Poc:::1s veces se vió en el 1111-:ndo una
veüta tan desca:rada del patrhnonio nacion~1L
Los partidos políticos habían nacido, vi7ido y nlneTto
en el período lSQ0-1880. ~qc_a y Jn~1rQZ Cehna:n pudieron
enterrarlos gradas a los cambios sociales que se produ-
jeron en las bases i.nten1as de desarrollo. Pe:I·o~ tanto 1a
política de ennjenactón de las l'iauezas nadona1es y de
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VIII

D"' cmw LA OLIGABQUIA SE ADAPTA A LAS


CIRCLE~STANCIAS

La oligarquía argeni:inn) que hen10s visto m:ganizarse


como clase entre 1860 y 1800 ha den1ostrado siempre
1

poseer una extraoi·dinnria flexibilidad politica y una no~


tablc dosis ele min1etismo para adaptarse a las eircuns-
tancÜ1.s, por más ad\'ersas que le sean. Podrían explicarse
ta1e,c.: cualidades por su larga y estrecha arnistad con los
háOiles políticos, diplomático;::: y comerciantes ingleses, de
quienes recogló prcy\·echosas enseñanzas, pero e1 :funda-
me11to real ele su seguric1ad hay que encoLtrarlo e.n que
• supo combinar las causas internas eon las causr:ts exter-
nas, es decir, en haber sido h\_ representación n1ás con-
creta y absoluta de una Argentina que buscaba a través
de m¡ dependencia del impe-rialismo ;:;u independencia, a
tra\:és ele su subordinación su autodetermhwción, con 1o
eun i al realiz~tr plennr:nente esos objetivos, se anulaba a
sí misma.
Hemos dicho que Jw1rez Celman 11evó hasta sus ú1-
tim~1S consecuencias 1a política de la oligarquía. T'enen1os
qne agregar que la llevó mfls allá de los límites de 1os
intereses de la propia oligarquía, al punto de provocar la
cr1Lica de bombres tan rcnresentativos de ella, como eran
Roca y Fe1legriui. A J uá~TZ Cehnan "se 1e fué 1a n1ano'~
y S(~ aisló de la sociedad y cayó del gobierno al divorciarse
de ·las en usas internas y quedar prendido únicarnente de
1as causas externas. Tanto eoncent:ró el poder en su per-
sona para seTvir nl enpita1 extranjero que a1Tojó a todo
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E8

de ., 839 LY
res al c::·c.:tza:!.·::::e de hrfl';::C::> los de
lCJS e:\:pediente
Clüll de ·lo,v~:.;.r nn l'egistTc Ú'.:: todas la~:; dsc1ic.ach1..s :~;-
do en ln~~ (Üstlntas actividac~;~::; de los púb!.icüs y pl·i-
de b. \~iui-J3. El "virtuo.so cÜlL~.)dano') .!ETojabn pol' la bol'cln
in:eso .se hicie.;:'on OIT !res VOC':?S es -'""-ristóCn_~lo l}Gl ;.n ·, :beralisnw apenas b~; rn:::,s.as le rnostrab::El los dientes.
Pedro El . lesnscsiego del l'Sgistros, .tü
me; i:::bs de fuerzn. y h~ Eo.cu_g"" c::.·eeia cl.1 \-'GT [t impro-
Yit;~ c1os e;:.~peculadorc;s Eoisa con titnlos
tim ;·ns Jo.s destinos del país y 8l de los hom.ln·es
L-u·' J nárez Celmnn cpedó SlB "]ne:ondicio--

lítLd), y Pellegrini, el
c;,.:¡n ~H.lo se con-ve.ncieroE inevitable.
en 1os e1H··
guera de rcle:nna --qne, JJe~: y los te~T~rb~niDn-
corno dijimoS dieron los ob::.·e:,<:.-;s i'::;:I':covi::: ios ..~ ss tuüó
7
te <~ue npoyó a .TuáTez. su g:obierno.
In indignación }a vsnt'"'1 de lL;s c;iJ::.'::-tS de S2-hl- J\J presidente no le Yi:lás que el coTto y brillu.nte
b:r.,idad al canit<.Ú ; pe-ro lot disc·J-l1fOT1.-:.1id:-d enE- aec cnpa:üarniento cie inü:1ect:unlir1ad ele] 80:
~~.:~~11;~'1·-~---~cl:.,c;to;::üt's lns crcp::--:.s z.-:s 1a cls::o-cle los t-sr.r·.:l- }\, ll Gl·Quss<.;.c. Luco.s Ayarrng;aray, Osvaldo
~~~ ~~ ~~ no t~-;.vo:;:·ed~ lV::::> llC'r i:lS J.VIoehoj l\hu:cos .A \~cllrmeda, ÜS\'alc1o Piñcro y otro::3.
~-·:~ r~~~líc~~c~~n~~~l]¡_:;~1;.~i~t'~{~~1e¿~~t:~\~~ c~~ ~t~:h~J 1:~1i~ Jc{~~~~: s~)~~
1 1 1

cütles, inc!usi.\-'e de los ,:-ectOl'GS de 1a olig·nrqnL:t que un-


g·ic-;·on antes al "Unicc/' (,Tu.árez Cehnan). Hnsta el ge-
los ü\~:l~se.P~/dV}~'~;¡.o¿~~~l-{( neral Roca entró en In ,:,~;:.~1'/,~a;_w coDh'tt su cufi.:jdü y
gentimt es Gue bs pTnteg·ido: trabajó Hl T la Armada e1JlÜl'a éL
m61.' il de lo-s CGncesi::-:Y:2-l'ics N.(j es 2ll ECVisar la lista de jóvenes
\JUl' el lq de 1389 e:oncurrierun al n1itin
l~"loTidi-.:, orgrmiza.do )lOl' 1a 1Jnión Cí-
u"'"'""'. sus· f_/2'0I?io.s Ílltn-ese:s'o
ver:rana ---agreg-aba-- pu1·a satisfcv.:el' he entrelnezclados ape1li-
D. :c.busu::.· cko su con los de rLÜernbl·os de
. "Dn
f;:nniligs de ~,-, rr:u:n::.ufD.ch:rer-a :/ la pequeña
Jt~l'~J~1 ys;'.1~~digae-r12a:víc,i:l1o ~,~I;;;;;' , El 13 de abril de 1890, t.l ::unpliarse la ·unión
pol-itin[ ln ,Tr~vz:-nt~J.:J ccn la fund;::ción, en el 1nitin de}
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9{J RoDoLPc :PuiGGRós _FLSTOllTA CRÍTICA DE LOS 1--'ARTIDOS ?OLÍTICGS 91


Frontón Buenos Aíres, de 1a Unión Cívica, se hizo J.T!.ás ue ordeíl para los ten:atenie:ntcs y el capital exh·anjero 1
notable la heterogeneidad del n1ovirniento. mientrfv; el segundo despertaba las entusiastas esDeran-
Si se exceptúa a la clase obrera qae, L :peso.r de que zas de la juventud burguesa y pequeño buTgues-a aue
comenzaba a m.ostrar su fuetza, aún era el con,ddade de anhelabn una transformación deril.ucrática. ¿ -
piedra en las contiendas políticas y se aisi&bc: en sus Jl:::r;:' evidente que, de cun1p1irse el progrmna enun-
sociedades de l'esistencia y c.lubes ele extranjeros con una ciado, rl sufragio libre llevaría a los hom.bres de Alen1
infantil desconfianza para todo lo q_ne no fuera tl.e su a ocup:.:' r los rnu:nicipios~ los gobiernos provinciales y e1
propia clase; si se exceptúa n la clase obrera, qne s6lv gobiern'} nacional. La posibilidad de que n1asas burgue-
contaba en los cálculos de los demócn":tas burgueses y sas y pequeño burguesas) hasta entonces e:xcluídas dei
pequeños burgueses cmno elen1ento de lucha dependiente poder k conquistaran, fué prevista por los hombres de la
de clJos) el n1ovimiento que prepn1·ó la :Revolución de1 _90 oligarqnia, no importaba si estaban con ~T uárez Ce1man
vió agitf:rse en su seno la puja por la heg2n1onía política o en la Dposición.
entre las diversas clases que lo cmnponían._ ':E1 pxoblerna
de la he,g-emonía de la pequeña burguesia q de la buT- Ht;bo entendimiento forrnal entre Roca y ~e1Iegripi,
guesia terrateniente dentro de la coalición que se }}ro- que qu0rían sacar del 1neclio a J uárez Celman, reteniendo
yectaba -escribe Somrni ( 11ág. 1 O1)- era en últirna ellos el poclc.r, y Tviitre, Can1pos y otros, que buscaban e}
instancia 1a piedra de toque de las de~>avenencias entre derroc~nniento del presidente, sin d::~r participación a
los jóvenes y los prohombres". Idéntica puja se reflejaba Alem C'n el gobierno.
en las filas del ejército, envuelto tan:bién en }a t,romba . _La Revolución ele julio de 1890 puso en evidencia¡
revolucionaria, entre la oficialidad pequeüo burguesa y tanto E·-n su preparación y organización como en su eje-
algunos generales enl'iqueeidos con las tierr;:;,s ganadas cución y desenlace, las vacilaciones y debilidades de Ja.
al desie_rto o Ias accíones de bancos y compañías extran- burgue:_,ia y la pequeña burguesía en la lucha por el po-
jeras ( 10 ) . der. El ala poplllar revolu_~ionaria, dirigida por Aiem,
El urogran1a de la Unión __ Cívica est.abR destinado a no supo imponer un plan de acción que condujera á ~1a
conforr.n_-ar a todos esos sectores; rnoral admi11istrativa, víctorh, a pesar de serie favorables las condiciones obje-
sufragio libre. autono1rlÍa prov_íncia1, régi-men· TÍ1unicipal, tivas y de conta.r con el apoyo apasionado de la inm.ensa
defenSa nacioluü. No . lha rn&s lejos. El n::.ovliniGnt,o i·8vo- mayor_la de b opinión pública. No fué eapaz de trans-
1ucionario planteábase~ con1o pe1.·spectiva inmediata, Ia formar ese apoyo en fuerza e independizarse del general
tomn del poder, pero desde dos corrientes opuestas que Can1p(;8, jefe rrdlítar de la Revolució11 que, c.onsdente-
se- polarizaban alrededo:t de las figuras de Bartol.omé mente.. impidió la n1ovilizaeión popu1ar y sirvió los planes
Iviitre y Leandro N. A1ém. El prin1ero era una garantía de Roca, Pe1legrini, 1'l:ítre y den1ás exponentes de los gran~
des terratenientes y el capital extranjero. Inútiles fueron
los gestos heroicos y desesperados del coronel Espina y del
(40) Siete cadef:es fueron expulsados del Colegio MilitaT por mayor Day, y 1os esfuerzos de Hipólito Yl"igo;yen y otros
haberse comprobado que asistieron sl rnitin del Jardb Florida. La
Unión Cívica de 1a .Tuventud abrió una cokcta nública nara cos- dirige'ltes por desarro11ar la combatividad de las n1as<:c.s.
ie-:-:u·ies u21a c&J'l'Cra 1.miversital':ia. Hubo una ODD-sición a- ese acto La su~~rte de 1a Hevolución estaba sellada de antenwno y,
~~ ~~~d~.~f~-~a;i;ol~~ 111:'~ 1·~~'ctt~;/~~:-f~~~~ Justo, que~' entoY,ces a1e 1~\~; en re;didad, respondió a los desig11ios de Roca y Pelle-
lJz:~,'<c a considerar n.l ejército como 1'eaccio- grini, jefes de la oligorquia~ que deseaban deshacerse de
estubleCE.'l' su Juán:;;-; Celman, hacíendo de él cabeza de turco de la
crisis y de] descontento }Jopnlar, salvaguardando e1 po-·
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92
der par:l ;_a c<.nnar los t0-
rrntenie11te-; y al
E:xc cor:trf~ste Cc . l. '--'
de b
T8\"ülU_CiDJ.1<:EiUS :fÜ;_a~ ~:LSL'Et C:D': !;_:_ 1Ja?_i.C'''
los olig-arcas dieroD /--~ lo,s ceis ;,;;_-2:-::.si-3 ~
gre fría en defensa ~a Unión
l'Oll a la Revolu.cióE co;:-1 las ~'.-l'11l.D..::.:: üt·2 <:~l'dicles
que les ele¿) v J.c...• a :.:;u J:.c:\ :..."Gf a hornb:;:_·es a.1i- de esa
neadm3 en su
en ms filas
confundirlas y desarticu tas y· sus
táctica que e:;_nplearml ncs ..LD. Co_:\·-enclcn
esa experiencü:., ·vez f..e las 'lacilaci<JP
Veneida la de
Pelleg1·ini,
Huna soh.I-

;;;e "'"'t:o
só ::~,1~11 ;::o
visitcc )J- d
Sin ~Ee-;_· e;_;
Lile ~, .1 había
COl~ Ce-, soh:_·e
1a b~l; .e de ht d(;c; sn
asce:!.-~~;o a la
oficia \iSlTIO JT
ecctoj ]:-?,oca 1'ernitió e1
dores de 1ns provineias:

cloct.or el_,_, l::L Plaza presenté los do-


},_r_gentil·La cstaJ-Ja dispuesta a ha-
Hl<'E1tener sn crédito.
l12L11!l'-OiÜf'. -:·s.orl'limrria''. el
finnrH:ista lbn;;s óe pesos c¡n2 eJ
o·nbit•l'i10 & Cia. ('pn.r.l haeer
ft:e~~t~. en rmrte, al vago de;.lcla a Bal'i::1g Bi·o-
(-H) José Bianco: "La doct1 UUl- the!·s) "sig1~lfic2.ron toda JllL01'"~.7'.CllCl esa firn'll'L extran-
Hosse, 11. 1G. jera Cú el régimen inLen1o dQ nnesha vab:ia".
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~)4 Bn.:;TOHIA CRiTICA D8 I,ns P.unmos PoLÍTicos 95


":B~n una conferencia ce1ebracht cvn el gcne.ral 1\Iitre 1idH:1 en la capacidad electoral del pueblo y afinnaba.: ¡¡.Es
he1nos c.onvenido en lr. necesid.o-d de surn."Í1nil~ la lucha elec- por esto que, al aceptar mi candidfttura, eliminé esa posi-
toral para Ja presidencia futura, porque ello arrastrada b~}íd~d Y 1ne coloqué en los dos extre1nos: o ,;;o lución na-
al país) dada su situación actual, a la l'l~ina, al descrédito ~lOilal_lJ?r eJ ,.~op~úl~ a~uerdo,,fle los partidos, o. qn caso de
y a gravísin1as con1plicaciones cuyo alcance es iillposib1€ 1mpos1C1on oncial, la lucha én reivindicación del sufragio
n1edir. l-Iemos resuelto poneT todos nu-e.sh·os esfue.l::'zos al popular ... "1.Jcanzado 1o prime2o, lo segundo no tiene razón
servicio de esta idea patl'iótka, promoviendo en toda la de 3er~ la lucha está suprimida de hecho~' ( .J-:=;). -
República un movinTiento de opinión tendiente a hacerla .1 <'.!1 t·o prrra R
"' :t. oca c01no para I\iítre, lo esencial era
efectiva, sobre la bar:;e de nn fra~ClCO y leal aeuerdo que :::;_\]'~llrl.lr la lucha electonll, in1pedir la n1ovilizadón del
constituya un gobierno nacional sin exclusiones para na- ·PW·'¡)}o Y el ascenso a la.s funciones públicas de las nue-
die ni propósitos partidistas. En non1bre de los sentimien- ·va.'- 1.uerzas de la burvuesía v lp nera-1efía "btJt•o·t-,ec<_,.,..,
• C> VA~ÍJ~Á ~L •o Pa···¡
~'.iÜ,~_!_(C.

tos que han presicEdo a esta elevada del pa- cm¡segtnrlo~ estaban dispuestos a aceptar cualquier com-
triotisrno, espero que usted y los mnigos de esa Pl''}Iniso, CL~PJq:Ü?r concesión, cualquier aü·opello y cual-
pro>?incia me ac01npafien y ayuden .::t :;_·ealizarla) llevando c~LL_er acto lleglt-1mo que no vuhlerara su pronósito fun-
así a cabo un gran acto públic-o) hon:t·oso para :nuestro par- cüun~~tal. La .oligarquía se adaptaba a las cirC-unstancias
tíc1o y de inn1ensa h·rcscendencia para el pa1s, que tanto Y ;;ao~a pren11a~· generosan1ente a los polít:cos del bando
necesita la unión de todos sus hi,]os liara salir de la pos- opuesto que colaboraran en su adaptación. Sabia sacri-
tración en que se enc.uent:ra y volver 1HtevamerLte al ca- ficarlos también después cie haberlos utilizado, acusánclo-
rnino de .su nrospcridad v de sus gnn1des destinos". 1?;.; ella) la gran corruptora, de. negociados y rObos de los
Invitan;os il lector 'a an2Jiz::u:" en detalle el documen- C'¡.~1 Pe~·os
, -'- ~..
pu'"o-¡·,·co s. N- 1 ~ ~j-'
1 o ac.Jnl '---
. 1a o~_,ra moral• que 1ws conven-
to precedente, r1e un inaudito cil1isn1o político. El estado Clí~nalisn:-os tras los Cl~3.les ;:;e an1paraba para que nada
de postración en que se encont.rabn el eTa e1 Yesultado ~n t.Orpee.Jera la ?btenclón del n1áxin1o de renta por los
de la nolítica de desenfren.ada entrega de ]a econom'ia ~.e::r3;ten1entes, Y los m_ayores dividendos por el eapital ex-
argentfna al capital extranjero y ele loca e!?,pcculación con d an.]ero. Crmase predestinada a gobernar v des1Jreciaba
1 '1" • " ~
tierras y acciones a costa de In baja _Yemuneración del a tOS pontlcos que no salüm de sus filas. o que no 1a acep-
trabajo de los obreros y chacareros, politica cuyo n1áximo tBban como ciase dominante. Te:nía una habií1c1ac1 extrem.a
respone,able no era otro q_ue el propio firmante del tele- p:~ra desprestigiar, enlodar, l'idiculizar e inferiorizay a 1os
gl·ama, el general Julio A. Roca. Sin embargo, éste ase- cErigentes y a los partidos que se elevaban como repre-
gt!raba qne si se dejaba librado el fu.turo del país a 1a 1u- sentantes del pueblo. Tal era la oligarquía que sobrevivió
eh_a e1cctora1, es decir, a 1a seg-u-ra victoria de la Unión a 1a Revolución de1 90 y siguió actuando. durante much~s
Cfvica se l1egaria "a la ruina, al de2c:réóito y a graví-
1
a íios, desde el poder o desde el llano. ,
8irnas complicaciones, cuyo alcanee es imposible medir"'.
Cualquiera dirfa que 1a Unión Civic..o; ~-a, antes de nacer,
culpable del desbarajuste. econó-mico que, pata pm1m~le
remedio! le babía dado o:·igtin. El F.c.uen1o Roca-Mitre te-
nfn _por (_)bjeto conserv8.r ei poder la olig,n-rquíal sa-l-
var a ]a oli_garc¡uíu d<-3 todct en Jos desacier-
tos de1 pYesidente Juárez Ce1mnn e hr.pedir que }]egaran
a] gobi,;:-::_rno hw TIL!evas fuerzas p<mcu:.a:s. ('t'~) "Ln Biblioteca", tomo :U. págs. 604 a 618, año 189G. Co-
t"'-'espondenci;o. confidencial 0nh·e Bf:Tnanlo de higo:,/en y el gener·al
El St.1 incredu- 7'.títl'0 1 5 y G de junio de 1891.
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IX

L.AS DOS TAC'rH:As E>~ LA ?OLITISA


J>T, _;_:\_e 1o l\TAL

políticH naciona1 " LU2l'ZPS soc~:_-:l=='-3


h11cíacl tarnbalear· los cirn:e;.:.tos que h~:.sta e~1tonees ia sos-
tenía ~. No ls.s nbJ_có de sáh,~o cuando se '/ió obli-·

6,e1 ;Ja.T1.do
rs.dms arnbidosos de lo.
No igno::·abu QEe e:n JEc-ha. abierta llevaba, toCb~; le.s {_le
perder y :no vacil::tba en }_:c:cer ? !os :reeién
en l21 dish·ibución de }g re11ta :r:.aeioE~1.-l
rarics que las sus ser-
vic1o~·es. Su esos lí-
mi tes.

el ::v:::unifies\:o
de J 891- que la. cm1tinu~~dón de} r65~dmen fu-·
EeSL) de que han sido ·victirnas los hoi:~Jb:tes .indepen-c1ien-
tes de toda la Re11úblicL"L Y
de lü N ación d01-lde lo.s
sus persoDtiS y obsh·uc·ción curq:dü·e1nos
un ;_-!eber de pntriotisrl10 1111 deber de le<-ütad para con
:nue: tl'OS Rmigos, CI-:t netitud de 1ueha y
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RODOLFG PtiiGG:RÓ/0\ 1:1IS1-0?.JA CRÍTICA DB LOS PARTIDOS POLÍTICO,:¡¡

trabajando en todos los roovhni2Iücs l)fü'a qtls se resta- el apoyo del presidente Pellegrini, 1a cnndid2~tura }Jtesi-
blezcan las buenas p:cáet.icas n:pLJ:;lics.n:cs, a1 ~>sorga:;_Ezar­ denCial del ••modernistan Roque Sáenz Peña, fuerte per-
se e} gobierno fedend y e1 de los ':~~~1 SOi1a1idad en c.o:ndiciones de despbzar a Hoca y 1\iitre co- ..,

~!I!~~r~~~;ll~;~!~1f~~;~~i;i~]~~~~~i~~;~~~~:.~~~
mn prhneras figuras. Pero a Ro.Ca, el astuto ~'zorro)'i~ nun-
cn le faltaban recursos, ~'/ (~nvenció a J\1itre yi-l Pel1egriní J!
de que apoyaran la designación de 1a únka peTsona ante
conciHació:n eon el o.fidalismo servirla 1 .n1a:ntener y qnlen el candidato se veía obligado a abandonar la lucha,
cnnsoHdar lo que se propu::\o d.estruh~ la Cí·vica con la de su padre,_ el doctor Luis Sáo:nz Peña. La Convención
e1 aplauso del pais entero". de la Unión Cívica Radical del 15 de agosto de 1891, por
YPo no era la Unión Cívica la que. hablaba. Era la Sli l)arte, proclamó la fórmula Bernardo de IrigoYé1í.-JUan
Unión Cívica Radical, así denmninacia pt.t:ta diferenciarse · J\:L Garro.
de 1a Unión Civica IOrma, i2 grupo di si- La o1iga1·quía gobernante se dispuso a d.ar 1a b~:d::;a1la
dente, partida:do del acL~eTdo con b. fFern de] terreno de Ias urnas. "No se trata -~decía Alem
La táctica de evitar l<1 lucha entre dos 1Jartidos orgm1izRc1os. Se
de 1a Unión Cívica q<.liere evitar h lucha del partido -popular cm1 1os goberna-
tal . o parn en1ple2,r tE-::.n. e:{lJi·esió:n de dures de 1as Provincias, n12nejados por el Presidente de
nuestl·os días~ el a que 1a la Repúblic.a" ( 41 ). Para el 3 de abril de 1892, 1a Unión
oE.~;·arquía para Pl'02eguir gobel'E:?cndo sin con1petidoTes. Cívica R.adic.al había prepa:tado grandes n1itines en las
Roca renunció al n>.inisterio la ec~i.l·.::.Hdatura a p_:-_,incipa1es ciudades del país, pero el dia antes el pres1-
d~2nte Pe1legrini decretó el Estado de Sitio y el 10 de
1
~~- ~~~.~f~ = t~;a·a[~1~~-~-c~~o
1 11 abandonó
opéocrccmc·omiccc., abril se realizaron ias elecciones presidenciales, bajo e1
.~rl"Gl'"''"''~l·" .>c"c"c·-
ü d ' · '--':~:. '''~
·ú L-1 ~-L ~""' -,r~-..>p.;,..., n-
'-:~a~~ C-Uú'-..L.;,¡U "U.,..," 'IO<"""(';c. r1 e ~~,¿_e-·-nn
.U.:, c.;:;:,p0~~v ~l L-L--lyc- signo de un fraude escandaloso y c.on la prescripción de
netrrtCl011 ne los dos ::::rentes los ¡~adicales el'i e1 ks radicales.
~~,~~~ri~~1;~.l~;e~ ~~~·n~e~·~ni{í~~~d~~~~:~~L~-~\~r~~~~~~~.1~~~~ : 1~
01 5 8 Dr1rnnte los veinticuntro ai1.os siguientes la o1igarquía
s:; mantuvo e:n el gobieTno, rnientras el autodesarrolJo de
incorpor.o.ción n ia olignrqLda de scctnTes ele o:tige~n bur- 1 '' soeiedad argentina an1pliaba las bases populares del
gués y hRsta pequeño burgués, ya út-2::.'a por su enriqueci- L1d-:.ec,iisrao, y el socialisr.no ganabn las voluntades de sec-
rüiento C:Jino gn1ndes terratenientes o por e1 p,tn:;.et]vo que tnres obreros de la capital y algunos lugares del interior.
ejercía sobre e11os la aristoc:racirt Habla) asi- J ,as insurrecciones radicales de 1893 v 1905 col'rieron Ja
:mis:mo 1 abismos incfl'ai:c¡uec:b!es de- .
l~ifSl~iú.ºx:tg.~Qiii-J.ft -.el:e:~i~t8 ~:: .JI;iT~Q~i1ª.<iª$~-_il ¿s¿ª--~~li~.rk
h·ás del radicalisr;:w :::nasas. dd t.ro ,__§,~a. V 0-.ds:1.fLJ:l.Qr 1&.~91tg_g_qn.i.0_¡ ___fu t2_:um__c1 erQQ.S tracinr1 _B_~.
IYneblo~ n1ientras Ir~ si.slr.bc. del ~J.r.oceso so- (ie nrotest~.,. Las tencle11cias a1 acuerdo con 1a oligarq_uíii
cia1 argentino y se qu:; se; O})Gn:a ai a'~{reclCi~O~·-a·ntes de cada elecci6~n y después Ce cada frau-
despertar de 1as fuerzas de Ia y de la attodB- rie, y si el presidente Luis Sáenz Peña intentó emancipar-
ten11Í:1ación :nacioT::.at ""::\ tibia. y ~''e de la tutela del general Roca 11evEmc1o r., la jefatura de
r:u ministerio al radicd _._A,__ristóbnlo Del Valle, no tardó en
C.Ol'lCleTICla comprobar que la.s fuerzas roqnistas don1inantes _en los
del ca:r;ital gobiernos pzovincia1es no le toleraban otTo acuerdo que

con ( 4-~) José Biar.:.co, op. e~ t., p. 33.


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lOO

Es:rno. :O"' zancru:EEa.s de Rc-


l':-l·lü:::a}es
-:-:a, el ta!.11baleó y ten:ninó
su ret;_uncia indeclinable. José Evaxisto Si la
TU, e}- viC8presidente q_ue-lo i·eernpla.zó en la: p-riTnera 'l;rna- socialistrt
gistratu:ra, no hizo rilás que lJreparar, n1ediante la táctica correspondb D u:n f:.s;_;.don.lD.:rxista q:.Ie nuncu enc~~ró con
del acuerdo encarninach--~ a ''pacifical·'' el país exc1u:/enc11J seriedad el nnálisis C~s ln realich:.d n:,tdonal. Áinbas opi-
a los radicales. 1a seg·unda presic~encia del q·ene:ral Roca. niones prescinden del de partidü para la ubicfrcióu
El suicidio de- Léan&ro N. A1em, el 4 de j,~lliO de 1.._89$, correcta de una fuerza, política: las causas hüorl1as que
con eT'"déSCónéiEifto.. y"1a división qne trajo en el. l'Hc1icalis- determinaron su :rr~;_cin1leHto y asegutnn su continuidad.
n1oJ ~vudó, a }os l~1anes del con.q~I1stador dei. de~}.e;~to. El desprecio de esas causss ü1ternas y b ''pa-
l!.ntretanto, desde su cuart:el de la p:roVl11Cla ne Bue- sada la frontera"~ de 1-J<::H'.::llelos po}iticos, au:nque sea paTa
nos Aires, dirigía con rnano fin11e e inrn_ensa paciencia 1a Uescubrir qne no exiSte coincidencia, pero que hay que
reorg·a:nización del partido de Alen1 su sob:dno I-Iipólito lograrla n1ediante lu ünítación de los "eiviiizados"' par-
Yrigoyen . blanco preferido de las pullas, intrigas y ca- tidos europeos, explican la falta de .n;__Taigo en las 1nasas
lumnias de los autosufidentes c.ligarcas. A su airededOl' populares del Partido Socialista, su desvinculación del
se congreg·aba Ia juventud burguesa y pequeño burguesa desan·ollo social y, ±'inaln1ente, su coincidencia
que aspiraba a ocupar un lugar propio e::.1 ln política y la con los enemigos
función pública, independiente de bs halagos que le ofre- ¿J:i"ué el "ngrnpación e:fírnera, sin
cía la oligarcmía Q'Obernnnh:~e DL:Tfl cun1n}ü~ el Dro~:;Tgma prog:n:nna ni }:Ü rruís objetivo que el triunfo
de la Unión Civici.:' Ro.dical: ~11~r<-1l admÚüstrat.i~a, 'f:uü_·a- personal del ¿ TeEía -necPS;;n·-i;-_¡rrlente oue ar;a-
gio libre~ autonornía provineial~ réghnen municipal, de- .re-cer en la lEl -·· ~ l.¡;cü~;J - eorn~ el '"~le
fensa nacional. Clemenceau
En 1H contrmrersia que a principios de siglo sostuvo l\il una ni ot.rec. cosa.. ¡;~LJ:..S\~E~~~1lüm.1Q.J!{l,_St~L_s1_~--J~1_._ g9_-
con el doctor Juan B. Justo, el soeialista italiano Endque volución _del 90 co:tno _expresión política de 1a delnocra-
Fcrri emitió el siguiente juicio: .._~ia bur,~s·a gue-·~·~l~}f_j)áSo8IiUna~2~1~s1g~(:[0jilíli~i:-
"Los Tadicales 2-rge:ntinos fonnan un partido del ... da _,_'01-::
fJ
ln"•rrlos t{_,,.,,,,Ve"ie-r•L_ce·~
9. :'~ ~'-'-'"''
,.. ..,,.,;t.,1i"'·~'~ '"SOCÍ",-¡0"' ~t.l
._,_ "-- " ·-''- - ~" -~--'"~~-:..il!,;..<:~9. ;::::b:.. ___ ,_\3.:.--'-----:.i;t __ "-- '"'-
mundo de la luna. 'rienen un prognnna "l'W.ff!_d-i'Vo (1a abs- capital 1TlonmJoHsLa extraniero. Tuvo
. .-----=--·---~------.~-----~---~·--·~-----~---·--·----·~-·- todas lns vacilacio- .-
tención de la lucha política) y uno positivo (1a revolución.... ~~ v de~_iüS a(it§~-"--~t~~. ~llLl?~Ft~_09 ~- -~L~- ,h1:.. l)t}_rg:~~~?~-~} _-~g _~l~l..~
con Telativo Inilitarismo) -y,. por eso falta aquí u:n piEtido país oprirnido po1· ~1 irnp_erialisn1o y n1ostró. st~- cont~nis1o
1Ytdical pos-itivo como existe- en Francia (Clen1enceau) v ® clase en n1as ;:;~;::; una OC:J.S1Qlh__IT..P.IJ1U1&ti®.___~QlL.nnñ.o
en Italia (Sncchi.). Los socialistas an_Tentinos currliJlen 1a de h:ierTo las jusLas luchas de la clase obreYu.
función específica de este partido rndicnl que falta". -~~-Las declaraciones de pr-inc.ii).ios y 1os i)l-Ügrmnas fue-
Justo le replicó: ron anterioreS el la fundación del Pa:rtido SociaUsta. Con-
"PaTa un observador ÜY1}Jarcia1 y sobrio ele juicio, tó ya con ellos, en 1.878, el partido autonon1ista nacional,
este país ofl~ece el e-narlro singu1;--J.r de una sociedad Tno- bajo la forrna de un docEmento, de cuya redacción no
~""~~.&lJi~P:a, íntimamente vinculada al mercado universa1, y
·i'~~\t ~1!!,~;~~-¡;,~idn política esut eü :?.1'18EOR de partidos políticos
J,¡,~:.:':/·------S"i~~<~q_N,v~alentes ni afiE.es en ln política de nü1gún otro (")
trover,;;la
Socia.!. sicó en l-!;,,
-Juan B. Jnsto, Bs.
A-ruentind'" Con-
'l'ilJ· La Vanguard.lc~,
¡jJ,_:-/ ¡J_~ls \ffiof¿ierno. Agrupac1ones efi:rneras, sin prograrna !_1i 1913 1 lJágs. 8 y 12.

t.~.?
\.&_ :f.'
~
"'"=· '
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102 :RODG-LFO PDIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS PüLlTICOS 103


fué ajeno Sanniento) en el cua..1 S(· deda qcc; ~a nación a. }a .iJ~h:Lnstg.§~_cL~,/l:§.Jltf7 :~LJ9:.SJliQ'ar_auí'1_ y
a la ~?bst~l!_-
"necesita pronwver sus industrias que la e~11ancip.s,rán 0Pll_Q1.~.ln&.~S;gnnenctas ...§lectO_t§iles ---o sea, ¡¡un programa
del dmninio económico del extranjerop &rTaneánc1o1a, ade~ negr>tlvon, según Fe:rri-, aL iniciar en febrero¿de 1904
1nás, de la postración en q_ne ha caí don; idea de 1a~8TI12.TI':. "
una nueva CL&.pa con I a n;urnon ~
,¡f., cw su eon11Le
·.L~ l\.""
nacwna• I
c.ip~tc.ión eco:nón1ica que aparece rrruy diluida, h-2-sta per- y sn reconstitución con delegados de todo el país.
derse del todo, en Justo y sus discípulos) porque para ¿ Tv.vieron algún significado positivo la intransigen-
ellos tanto da el capital extranjero como el capital na- cia y la. abstención sostenidas dUI'ante tantos años por
cional, aunque por lo con1ún prefieren por "sano 11 al ex- Hipó lito Yrigoyen?
tnrnjero. Los autonomistas, en cuyas :filas n1ilitaban Alein N os parece una tontería burlgrse de esas tácticas
y Del Valle, pedían la implantación del:;:égi:men municipal o chrhs por innocuas) eludiendo e1 análisis de una polí-
en la campaña, co11se.jos escolares, garantías para sus tica qne era el resultado de causas internas objetivas.
habitantes oprimidos por funcionarios despóticos incon- La U:tüón ___ CXx_.iG:B;__ J}_f:t_cli~::tl presentaba las síguiente'§T
troh:dos, anulación del servicio de fTontera y abolic.ión car,~cterísticas durante la época yrigoyenista: 1 9) ,E~

_{;1I~\1~~tj~~fi~¿~s b;:li~fl~~1~~}~~~~:~~-fh~~~~~:~r)i~~{~sa~i~l~i
de los aumentos de tarifas y fletes ü;:Toviarios in:pues-
tos por las compañhls extranjeras
La Unión Cívica Radical se dió nna Declaración de n s•Js filas a an1plios sectores de 1a pequeña burguesíaj
Principios y una CaTÜL O:;:gá:rüca en }a Convención de ürb::ma y rural y de la c1a.se obren:¡,; 29)" Yo ~~;;·opo~1~~~
:novie1nbre de .1892. La primerz refir:rnc~ba los principios l{llr~ ~r:n¡!'o.~w--~~cJ~-~"~~3~ ~~J-.9~l~.:-r::~ ~1r:~ 111~d1Iica~f~~1~
plvCit!Ce,..oi~ ,, lllL0L,,2LTIL.¡_O, '--'01110 s'-'r1at
enunciados e:n el nütin del Jardín Florida y en los rnani- ce -ac:> I8.nCL11€;::. v,v
fiestos posteriores, es decir, denunciaba la vio1sción de 1as la J·efornla agraria; :39) En un pais (1onde e1 capitalism.of
leyes fundarnentales la subversión de las instituciones y
1
nacional tenía aun grandes posibilidades de clesarrollof
la supl'esión de la YolmYtad llan1aba a la lucha (11(1 só1o en su faz industríal, sino tan1bién del punto del
•cp3ra hacer preponderar lns y los prin- visí a de la arr1pliación y diversificación de 1as c..etividadesj-
cipios de su progran1a)'. La segund2 por objeto darse Rgi opecuarias y de la incorpo.r.nción. a .' e...nueva·s· tierras a.1!'
"organización penna.nenten c01110 "pa:;:t.ido de pri11.cipiosn, tra1w.io), Jnchaba vm· romn.Qr gJ.JJ-lQXL\molio_ au,g__._los rrrAP:-,
_¡;1e~ terratenien ces canitalistas ejercían en }a adTninis--!
1
en base a las convenciones y a los cornités nacions1es y p:ro-

{iJ~~;i~J;~~iJi]f{~~~~~i~;K~?~~~l~~{il
·vinciales ("17 ). El1 T2alidad, la Unión Cívica Radical ele-
vó a la categoría de principios esenciales de su acción

CH'J Eran las Teivir.dicaciom~s el 11ue-olo en lL_llclitica. -=-~-


ac¡uel entor.ces, prü·-ticula:rnwnto en les Las defen~
Uió con pasión desde 1a Legislat:u:.ra J' el el nutol' d:: La táetica dt;l ''acuerdd' _o_ "co:rnproraiso'' no era n1ás
"Iilar-t.ín Fierro", si bien no com:;_J?stió L'ls Alcn1 y Del •:ll' una n1aniobra de los gobiernos oligál'éruicOs déstinada
Va1lc sobre el c<tpital extranje:co, "Soo~y~d;~¡';;ljlg,,'§3ii a lc..s obras a utilizar al rftdicalisrno corno dique de Ci::úíténCión de 1~1.
p1·ac~~CéL;~,~r~~~~~~l gobierno - I-Iernández- y lTYolueión dmnocrática. Así lo- e11tendieron Alan e Yri-
de los ~:oyen y levrl11ÜU'On la bandera de lr¡. intransigencia, o sea,
c1e b diferenciación neta entre radicalisn1o y oligarquía,
de O}Josición a todo '~acucn!o" o "cornprorn:Ison, rrl clial
Y1·igoye:n aplicó e1 califica.tivo lapidario rle "contube:r-
nhn, La abs:.e:nción J.·adic::.ü e~~'a 1a de 1a


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105
W CE ] 8Gü-l91 0. El
COlTI D0l' el y rnanchados con el ganizado ;:nás crue um.stitl..:c.ion~thnente en 1860,
fraude y la violeneia. no c.orre.s<::m::.día a la socüll.

f~~:~:~1~~l~i~!~\~rf~13~t~i~:TI7;!1~~Et~~;~~~.
El 1·ádicalisn1o ·fuera
¡Jo1 1 r• , •'--'- ., 'O ''1' ~ • '11'"
'-- ~~--'"' 0
,_,-0 ~1,..;;lLUClOl1 1 ~lll:1 .,_.~8lJUDc..lC~ que 210 Ht2ra lH. fl0SlD18;

~~x:.~i~~ ~n ~~~fl:{.n~ll~~Ie ~-e;~~~;~~~~~~l ~~~ p t~~1~lon;~ ~\~~Tt::~¡


3 8 1 8 1

~Q" del eiército r:o,,·ó ''or l"l


¡~~~~~S~ r:~~if~l~~~b~ ~s pl~~;~~:~~:~~~ ~~.~~;t~Ja~1~y;u~~l1~(i~~~ ~-~~l
lFil'pq 'l 1Tit·•-r¡-·,:l" y!o1.nnc-i·--l 1 1
-~~l~ts-.~l ~s -1-t;n t~ti\~1~~:~1§l~"i:ú~~;~L9li~~ l~,~. ~ ¿J¡~;,tbú:;.r. ·Í:~:-Eiffi
-~~~~ li~~~~i~~~ni~l;~r~:l~L~n d=n ~= t~e l~;~~l~~l~~:~e~:~~l u~-~~sr~~l~~·l~a~11 lc~i~j
!!siempre la organizr,C-ión, la disciplina. y la cohesión neee- 1 0
:,:.•.·,s./; e.r ~.-~,",,~ ~.-,~~.·.'on· ;;·:. "·~~l c' :::·t'n~~.·.·, :· la vid o ria . A lJ es a r de 1a unid a d
·, .LJ __ '-·~ 0
0 ~-e 8 ~ u_ la clil·cc.;ción absolutn de Hinó-
~1~~L~~i~;~:~~ ~~2~~1~~:a~-}~1~~~ ~~~~~~u~~~~~:~~~~c~~~~D~~}lt\~~~ c;~:J
~Eto - no n:;_'l'i:-"ncarle Gl }_Joder a 1a oUgarq_liín.
!'Pocin'in encontraL·se r.ttzones circunsbn1ciales pa.:ta e:::cpli- rnc:s~, obtuvo de su tradicional las ga~oautíüs legaJ,
fcar es2. irn.potencia ( delaeion~s, ÜlC2tpaciclad ol·gnnizati- h;s ¡Jar<l suph.ulta::lo en el ,_,.,. .,
:\ra, etc.), pero el verdadero 111o-tivo hay que but~c:J,r}o -en
l:sP comrvJsinión rl"" ci}'Sf "''' h -f" 1ta Ce f~,~,,~üz·;¡ ,.-b sps

L~:~~g~i~~is:P¡~1~¡~IgYfªt;t~~~~~'el¡;:[~t~~~s~.:~[~~~1(J~\~
!frentes radical y oligárquico, puesht ts.ntas veces de IWl-
inifiesto con 1a form.rrción de lJLrtidos intern1edios, __ o con..
!:~~i~;~~l~n de~!fJl:Q d'~Ü. IllJl!~g}j§.rf:~9 '"fl';L__gT1ll2_QS afinE;§..J~_];~v
Cerrado el camino de la conunista del gobierno 1JOr
'¡,:¡
___.,
violon"i~:l
_ ~'---" '-·~-- 1
]"-< ¡"n+r·<•ls-io·e,ci·~
~iU- a.~- ~
0 --' - ú -<• -.l}~sten,..,-io'•l
v l'l e:"'
~· - '--'-'- - 0~;¡v,lizcb-
-v~
"''
:0>11
+-<-•~~ ~•~

el descontento popular provocado por los atropellos, las


arbitrariedades y los -nego~lados de los dirigentes olig·ár-
quicos. La ac.uTr!.ulacióg__Q_e_JJl.siD~as _ biÜfLkL ensel?-~ª. -J:{1SliCJ}l
y la extensión de la in:flueEcia del partido en las fuerzas
annad<:u, y en las esferas del poder público -C'''f'D han___.3ill.
e.s.twlo. ____Q~--- _intr.ang~ülida.Ji_. __p_er_n:¡anente de it1certidurnb1·e 1 L
y hasta de desorden que no per:ruitia gobernnx. Por lD
demás, tanto }os grandes tel'Tatenientes con1o las empre-
sas extranjeras no deseaban que se int.errurnpiera el })8-
ríodo de legalidad constitucional fol'IHEJ, iniciado en 1862
eon la presidencia del general J\'litre a cuyo a1npa1·o el 1

país y ellos se habían enriquecido. El contraste entre ]as


dos m~tades. de }a,. -histoi·ia arge::tina era, :-lecc~io:nadorJ
pero s1 nadie quena T-egresar a 1a a1ternm:xva ne HlU1T-
quía y dictadura de 1810-lSBO) ü1n1poco podía continuar
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LA OLIGARQUIA HACE SU ACTO DTC


CONTR.ICION

El realismo político de la oi1garquía argentina de


antes y después de 1890 se expres[J3a en la falta de })Te-
juicios y principios: aceptaba cuanto convenía f~ sus in-
ten~ses inmedí2.tos. Practicaba, sin saberlo, el "re:üisrno
ingc.nu_o~> que el doctor Juan B. ,Jueto ofrecía a fines del
sig1o a Jos obreros con1o sucedáneo de cualquier filosofía¡
el f-~ometimiento a la fuerza todopoderosa de los hechos,
el crnpirismo 7 el pragmatismo. "Sólo la 1nediocridad lJUe-
de .-~er inmutable en s-us ideas ... En política se hace lo
que se puede y no lo que se quiere~}, sentenciaba el gene-
ral Julio A. Roca. Personajes sensuales e inescrupulosos,
como Benito Villanueva y ]..farceli:no Ug¡::,rte, c.spirantes
a h presidencia de IR República, que r:niraban por enci-
ma del hmnbro a los '"idenlístas'' y a los "teóricos", eran
tnn representativos de la oligarquía cou:o el fa·moso grin-
go Ganghi, comprador de libretas cl-vic~:s CiU8 revendía al
candidato que n1ejor las cotizara. Ni siquiera se hacía
perdonar su rnalevaje con e1 valor y la rebeldía. qne con-
virtieron a J'uan l\Ioreíra) e1 ho:mbre de Adolfo Alsina,
en legendario héroe popular.
Por un elemental sentido de autoconservaeió11, e1 sen-
surdismo, llevado al extrerno~ tenía que alarn1ar a los
hoP1bres :r:'láS esclarecidos de la pYopia oligarquía y ha-
cerlos reaccionar en pTocura de :fi'enos s. la ola c;_e corn.1p-
ción y frarde que arnenazaba, rnás q;;;e en el con
·arrastrarlos e. la n1ue:::te polític.a. Si 81 doctor José C. Paz1
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lOS 109
úe
a expiiear
el de su fo:rttma; el genercú Ruca, a. su vez¡ que- nar una violenta :movi~iz?_,jón
braba lanzas co:n C.:orrlos .Pellegrini, .su viejo a'.nig1J, al unificació:n de 1a deuda l_<~·b1icar:rrue slgnific~J.:;a }a &n-trega, .P
negarse a aceptar una unificación de ilnpuestos que ena::.- Esa y llana) de las aduanas y las rentas a 1os capitalistas
jenaba las aduanas y las l'tmtas a los capitalistas exh'an- euroreos.
jeros. Los oligarcas se recrirninaban :mutuamente el fl¿¡ .• ne1 rnis_mo n1odo oue en el 00~ Juárez Cehnan quedó
ber hecho del prograrna de J. uan Bautista Alberdi su pro- solo, abandonado ror R·t:-Jen, J?elleg:t~hrJ., :Mitre y cnantos
grama de enriauecinliento -oersonaL 1o habían precedido y estil:nulado en 1<1 política de enaje-
En la evolución polítiCa de Carlos Pellegrini está 11[tCÍÓ~1 de Duest.:~as T.iq~WZDS 1 Ca.r}os Pelleg-r:ini se vió .. en
Datente la contradicciÓn intrínseca de la oligarquía. El 1901, con su casa apedrenc1r~ poT la nmlt-It.;_;_d enar:decida
hon1bre fuerte, la ·'gran lnru1eco.", padre con Hoca de la de patriotisn1o, cm;_ve·ttido en oveja neg·ra y CEtbeza r\e
fórn1ula del "aeuerdon, había sostenido en su juventud turco de todns las cuinas. J\fitre Tepudió 1<l nnificación
que "la protección del gobierno es necesaria para el des- ele 1a deuda v el lYresidente Roea. insni::ntdor del a:_mnt:o,
arrollo de la industria e11 la l~epública Al'gentina~>, y at l ·n+-il'¡',
),',.L.,_, ('1-. -p¡~"~r,:o.ctc¡,(lo1
_ \!_¡\:::; c0- í'('lU'''""Q·D
o...'.J~<:_•-'-C,:)
f.tS)
\ .•• rp,·¡l
-~'-"
01"1
,~ú
eT,-h·,1lC8S
-~<c,J.,-
1o
!.{.i,.

defender en el Congreso de 1370 las leyes aduaneras, di- fuerz~:.del sentimiento de a:.:!tndetcrmin:;.ción :nacionn.1 que
jo que "todo país debe aSlJirar a t.h.E desarrollo a su in- hasb la o1ígarqnla teEía oue ch':.T r11archa ah'á.c; en su
clustría nacional; ella es la base de su riqueza~ de su po- política
der y de su prosperidad; y para CGllseguirlo debe alentar to1~idas, .~~í po~·q:;.e_ sí, P_~r _1,~~ padre: de '"la o!_igarqnüt. --.wt,,
su establecinliento, allanando en cuanto sea posible l<3:s {t,""".r,l parnno oflCl:::Ülsta (_lVJ.Cllose en c(os rracewnes: unos!
1
dificultades que se opongan a él' Coincidía, pues, con la
!_:~~~;;~;~ ~' r~~fe~,:¡';,i"'e"ccs relacion~~"~"~,;f[!,;,';rlc,;T0 ~;r:J

declaración de nrinci1Jios del na:dido ,:_utonorrüsta del año


1 Q7C::
(..)
•r e0<1 j'l""
u , ) '-"
~- <,,,._, ;,D-¡,,;0;1''3 ¡'¡·o. Q~,~,~~nieo·n+o 1),,;¡ y-,,l]o V
Vl:-"--~ l 0 0 )._;~.<.A-"-'-"-~"'~'-'- "-"-~'-' _,
b:¡,_lenl
.L-'- } 1 'Fué entonces eu::l'rlc!n Pellegrhü asmnlJrÓ a1 país, (les-
a que hemos hedw l'efeTencia en el capítulo anteTio:,:, Y de a] ·volver a sv. ¡Jrotecdcnisn1o
taTnbié:n con las ideas exnu12stas vo:r el doctor Vicente inicbl ~r h b1,;.:;:·la del su.fl·ag..io, :Propid<.-J_nc1o la
-fi'1¡1P-1
_
,~~
I... o',oez
... ..... l~
!Yl} a "'~ev's+·-~
..... rle1--'- -tho- c1c
. ._ '-'L-o .._._
-~·~ , 1_;-¡,
,, Pla·!,a"
~'"'_ _ {1 g' ' 2l.
\.~
7 , •
rerst.:;¡¡_rro.ci6n den-::o;,::ráticB.. Desde ~3U banca del Senado
"~o~110s dependenc:ia del comeTcio extra~1~jero Y, d·~ las co- ncusnba en enero de 1.9ü~ Clel .~{eneral Roea
ralSlOlles que lo ag:tan: nuestra lJl'Oduccwn, eJ ciecrr, nues- de "Ll :refo-rm11 de h"t tal'ifa de ava-
tra materia p1·ima, que es lo único que la cons!cituye, de- lúas. al solo efecto obligar-
pende necesa.Tünnente de la demanda de los mercndos Ias a cerrar poner en 1n ca11e a tYes o
extranjeros. Ellos ·nos fijan la línea a que puede llegar. cuatro Tnil pn::.'a favon:cs:;_· a :J.lgun_os im-
Ellos nos tienen bajo su tutela despótica').
1\iás ta.Tde, ya hon1bre ele gobierno, Pe1Iegrini olvidó
sus ideas juveniles y llegó a ser el cainpeón del librecam- ( ·l8) "Haca rnncló ideas sobn:: 1n uni-
bio y las inversiones extranjeras. Estaba en el cenit de fiea<:'ión de la deuch... y repudiado 1a po-
lítica del "acue":do", como y 1a conven;lón
su influencia po}itica, cu2,ndo el presidente E.oca (1901) de Ja deuda . .-\mbos son c.vr~·; _;:, su y YKl b
le encomendó que gestionara en Europa, por donde viaja- comp;lrten de bue~nt gana cor: ..A. a¡·g::n-
ba entonces, lo~ unificación a largo plazo de la deuda pú- tEna-", f:s. As. 1 n.ohles y Cía .. p. 4.G. En 1885, llaca, slewlo pl·esi-
c10''+,., C:lw-ió a "P"' 1 leo-rir~ v,l.,w.,.-, con una rnisión a11t:e Ba:!.'ir>.2'
blica argentina. Esa operación fué el n1ayor triunfo Y B~:ot;;crS s-en1~ia~1t~· ~-1~' ~}-(';¡-·~~; arn:obó totalmente arreglO un
la mayor derrota de la "gran n11liiecn", Triunfó al con- también snnejRnte.
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110 111
yort;;;.dores de Tnercade:tías extrm:c]eras''. Ln la épo-:::a de 'J'1ngun.o... ae__.:.o.s.
L' ' 1 __lr:L~.a...~onili :res-· de., la ...~oligai·_q_uia. . s.a . -PLo.-
su cinisn1o político había dicho los ccmici~::;s libres nuncióJu:t:t- cate..z.ót_ih.a.1.11.e_nt.e ___<l..f0.YOX_de.lcu libertad electoral
eran '':Urisn10s'', }o 1nismo que p~1mp1inas por e1 =-12 S1.U~-. ._S!_9JJ.b=::t1ía a admitir c;1. ascei}so d.e1 radicalis:m.o
estilon. De regreso de Enropa y después de. su desengaño
7
_al 2:\J.hl-ªJJlO:::-:-:._~_om.o.....CarloS _pE;if8gi~lTI-i e;;··-1~J06.-·pr;;g~1nO
con Ios viejos am5gos, definió al irlstltcccionah tamr)oco vió tan 1ejos en el :ftftüro. al punto de Proponm·
argentino cmno "una sin1ulación y u:nn fa1sedad 11 en la la organización de sociedades n1fxtas de patroneS v obre-
práctica, añadiendo: "El voto electO:téÜ liO es ~Jólo e1 ntás ros "Oll iguales riesgos y gananeias. El análisis de 1as re- e

grande de nuest:ros derechos) sino el n1ús sagrado de ]acicnes entre la oligarquía gobeTnante y ln Unión Cívica
nu.est:ros deberes. Es e1 voto lo único le-vanta y dig- Radical desde 1os tiempos de Alem hasta 1916, indica
11Ífica al cl.udadano y que hace J~ T21Jpetable al q~1e 1a priment sien1pre trató de rernozarse con la co1abo-
pneblon. r~cí/1n de hombres extraídos de }Hs filas radíca]es (tal fué
En la cr~rb pública sobre. la revolt:o:jón 1'Hdic2J del ei e.s2o de Adstóbu1o Del Valle, a quien elnresidente Luis
L1 de febrero de 1905, expresaba: "~Ss noto:tio que he he- SáeJ ,z Peña, por consejo de Pe1legi~ini, enCan::ó la :forma-
cho norma infJexible de toda nü ce.rrera })olltica conde- ción de su gabinete en 1894) ; pero Pe11eg-rhli iba mucho
nar y c.o:::nbatir hu' revolu;~·lm?.e:=:.< ccmo IY18',.:U.o de modifica:!.~ más le.ios al propiciar una igualdad de cferechos y opor-
o mrjon:r nuesh·os hábitos y qc)_S he C[:-.ndenndo tunidades políticas que abría al Tadíca1isno ei ·can1ino
especialmente la dE:l ,;t :.:te sl soy del noder.
"'-
radk.a1 en e.ste él La ampliación de 1a base social de 1a bnrg uesía, !a f
coloca a los Sl peq:..'.eñn burguesía y la clnse obren'v con los hijos de in-~
por una p2.rte se les p:riva de todos sus derechos y se les Jni.QTantes, ya ciudadanos nativos pero sin a~ceEo a -la\
-~{,I,..,nol{Ljno;¡ F.-, loe. , L '1..-j' • • ' ' T'" .,- j
cier:;:a todos los recursos y por ot:ru se 1es prohi- '·';.Ir~ V üv~':c.~ ,;' '·" ~ ;s IJL18St-OS pu.u lC.OS, Vl§S"OrJ.ZO a Jn <..Jl1Wn~
be el ú~t:·110 :l suy:T11J.O rel'·J::.~so la fuerza, y cornpTendo Clvi,~a Radical e hizo de ella el -oartido Q1Je cana1izal::al
q_:...1e sihtacio:nss corno la existente en 1a p;oovincb de .Bue- el d,~scontento <7 e} ocHo a l2 oli,;.arn."-j u'ia rir:::. ]o ~l·'1'lle'1ea"i'f
<' ~ -.00, ~ L- -<'-' '·" '· L L >J

lllf:)>J:.·l~ del pueblo. Por ]o demás, 1a plana mayor del!


~21~ ;\~;~~~~~s ci~ ~"~ :e:J~~;j1~~C: -~~~~·~ ~o~~:i~~io~~e~S~~;a p~~~
0 1 8 1

r.,,..l, -.,0
...~]l¡;; ..
~n'·'"(-a_i·"· ..r ,,,
con H~~,::l''
-'..c.!.J:.JUJ.n::o '-J-,·
i
~---
j_J..lgu.Yeil a. 1_a caoeza,
' era por:.!¡·
func1mnente arraigadas cerno la rnír/). sn :;1:<·gen de da~e una garantía ele que no in1pondría unaf
Los o1ig~n·cas hacü:n acto de contTición. Pe1legrini. J)Ohnca que pus~era en pe1iftl'O las bases de la Constitu~i'
!e d2cb entristecido a ur10 c~e sus 1
: 'Qu.isiera bo- ción .1ibel'a1 de 1853. El peligro para los oUgaxcas eshtb~t¡;
~~l~~s s:~~~~~ch~e ae g~~~~~;~;~~~er~~i~~~:ili~a~~v~f~~·~ló~r"~:~i:
la mnnistía 1
en el CongTeso pa:ra 1os 1005, p:te-
guntaba con aroargurr1 a sus y quién moc·ática, a Ia vez que ccn1nrendían ane no -oodfan se):'
e} podeT 'con la inn;ensa E1~yorí~l c1e1:
1 • ~

nos a ncsob::.·os? .. OlVlGO, );"'Jir usufructuando


solo de paz ... el día que t:-::<lcs pnc!;Jo en contra y eo:n e1 radlcaHsmo introducido en el~
iguales derechos, el día q_ue no se les coloqu.e ején·,ito, 1a policía y la ~~dm.inistracl6n pública. Al "acuer-~
o "con~J'"O~:l~S por arnoa que, como h enws VlStoJ· 11
en dolorosa .sJternativa de renuncial< a su calidad de (lo"
·' J·"l.cn 1 ... -1 o
)J - ., 1

cit:dcc(Ia:tlOS o de ape1ar a las annas parrt reivindicar sus ·"'""


;:;2l'2Chcs despejados" ('~G).

J:'fmnKl Ga1Yez: 1''Vú!a. d homb·1e


del 7 Bs. 1.\.s., 1039, págs, G1'oussac 1
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112
1;;:_. túctica. de lus 'hmn~- :rss del u:.i·;
ción eli-
()¡)OllÍilE }!1
11
Z.UI'
V.'""'é''''
a les
8
c?~nt~~~~ n~~~:;Jc~ e:::. non1bl'e de 1a libertad e1eeto-- la
presidencia
;_g
de las intrigas de
ral de 1a n1ol·al
1
Y de la ~;us la Unlóp _Electora1, Y!
del Estado nacional, las pl·ovineias y los n1un~cipios.:,. 'L que puso no bajo la dlre:cción de su hijo.~
1 Había una razón poderosa para qne la ohgarqtna s.o Quintana rnurió l1oras después del triunfo en los comi-
bviniera a darle al Tadica1isn1o 1a 'legalidad q_ue necesl- dos de la Capital de la coalición opositOra, encabezada·
;:taba para llegar al gobierno:~ }~~~0:1~?.Q_;s1~J-ª-~--l.~}_c09:.~-~---9:X }lOl' Carlos Pe11egrini :l Roque Sáenz Peña, lo;.; l'egener.a-
8
ilr~~- ¡;Jase_-ºbre:nLY--lr'-----infltl~nc1f1 .. c:t~. Jfl-!3 '_'14,eg§ _,_ ftX-;~u~~~_q ns
_7 dores in} extrenLis del régirnen oligárquico.
la.naroqist_<;',S.. y _¡;;o_c).<;""t:lista~.: Las huelgas se sueecnan y eran El }Jl'esidente._~figD.B.l'Qs;'l __ot\}ºQ.ItQ- su sucesor, envuelto
7
'ap12.S1ad-1:1S---po;--·1a políCÚ1 o sofocndas con el estado de tm las peleas de los diversc-s grupos oligal'cas y sin nin-
sftio Los atentados terroristas y las prirneras
~--·
leyes so-
1T"l gún apoyo polítieo serio, consultó en dos opartunidades
cia1es, impuestas al Congreso desde que A_lfreuo 1..1. J.~.a_a- (1907 y 190g) a Hipólito Yrigoyer1 y trató de obtener su
cios llevó -la representación del Par-ti~to Sociali~ta, alar- colaboración. La respuesta fué la nüsn1a en rnnbas oca-
maban al patriarcazgo con que 1os ohg-arcas gouenwron ;~iones: la solución de la crisis ü:.stitncionctJ argentina
hasta entonces. Adernás, supei"a:!l.do a 1a lh-;n1acl~ g_enera- reside en el libre ejercicio de la soberanÍa popular.
ción del 80, la nue'Ja inte1ectualidad abrazaba J.a J.deo1o- , _Rqs.t~l.~~ Sá.§~_R§.il.~\, elegido presidente en 1912, nie-
~ ;:¡..., .,. Sl'S "8"q•eco-l'L·<'ori-os·
gw de OS D10Vlll1l8TIL0S Q8
, ]
l'ZqUJ8l'ud.> J· _ ' -'- P-'-. ..---1 '-'~ .--'---.~
• • L • · ' 1
í1iante el fraude, po~· una camaril.la desprestigiada, _in-
( Tn- 0'811iDros Luo·ones
-- <::;> - o -'--' ,
Flon:;ncio Sánct1ez y on·os)
' - l -!
CiE'l-
l
:üstió ante 1--IipóJito Y :tigoyen para qne el :radiealisn10 in-
gían sus dal'dos cargados de veneno coHtra los Le.:enGl.- Legrara el n1inistedo. El Eder radical le contestó: Ab:ra ¡¡

dores c1. e l poaer.


1 ~ ' j a nq_neza
liaJO ' se ag1 '"·t·a "a
. . . e b·' u'>-----~
·1>:>So'1r>••nto
.,_,.e[.,._. las urnas al pueblo".
y la rebeldía._,_p_q.:ra__ Jo_s_. oEgrJ,,TCflS el __pp_o1:;1cQJ,l.l__ sQ;;l~},_ss:. El proceso de descon!posición de la. olig-arquía, sin
reducía_ a_...la__ acusación __ sin1plistn .de que_ __ .los_,_C01l~_b::.I-~:l..-'3, (1irigentes que aglutiPara:!l sus fuerzas y carente de un
l;_g~~hl1~1gas v la clifusión, __ cl~ 10~ -~'5_~1~0§ _1:1'V0nza~.p.s_"~_tm:ümJ pTogr::nng de gobierno qne no fuera la entrega cle1 país
2 1
f2,:'o_sc\,'; :n ~o,~f!t,i~~?,1:' ~óJ'zt;~~fti~1-Di~~J&~t~~,~~J;~l~
1

nara "caln1ar' 1 la sociedad, que la sancwn, en .!.JV2, üv


al imperialisn1o y el enriquecilnieEto de una casta al'isto-
z::rática, precipitó la D.ctitud d_el pl'esidente Sáenz Pei1a. ·
.J_ja Lev General _ele Eleccior:es qne lleva su n01nbr~ e;rn~
la 1ev A144.~-',~~:d_e___rs:s_ide11ci.f1~.', por la cual se expu}s~Jwn -na:.
el triunfo de Ja D-ltii:il312:eilcia. ·:rilcU_G_~1J. -·s·;rell~Z".Peüa . .b:
del País a los ag·itac1ores y }JTopaganclistas extrm1;c.r~-\s mó "reactivo conha l2. abstención". Los oligm:cas sabían
de esas "ideas avanzadasH, a la que siguió, en 1910, la --alg-o habían aprendido, cmno diji:r:nos, de1 largo trato
ley 7029, "de defensa social''. . eon los políticos ing1eses- que cuando 1a clase obre:ra
La descomnosieión de arriba y 1a a:rnenaza de abnJn exigía justicia social y ]os co.1onos se rebelaban co:ntra
coloeaban entre- dos fuegos a los prohmnbres que se h·as: los altos arrendgmi.2Y~tos y los contratos leoninos (el "gri-
- "'ll'lló':lrlo e'
pasaban el, pocl er c,esne
1 1
n1ucnos
' , , ~os "'ltes
dll' , ""~ ·~ .t.í~~L.l<:c'--' -- to de Alcorta"), 2-c:::-:~lb2. }a hora d-o n otras ma-
nredornÍ<11o -de '"R,oca y sin un nartido organ1co que 1~ nos Ia. responsabilidad de conducir la nave del Estado
~-~sp"aúia;,~, la oÜgnrqt;ía. se divi.cÍió en una serie, de ~rae:­ qne en las suy:J.s ib~l :.:'. la de:;_'i'7fL
ciones, frente a las cuales n1ultiplicaba su po:::enc1::~ ;1 .en, Jt:LD.rLaxr
radicalismo, con su dirección centn-üiz~~da en :ram1os ne radicales ingresaron en
un: caudillo hondamente arraigado en las masas -popuLt- Diputados, oCLHJ2t..ron cal·-
reS. En 1nedio de la lucha de fracciones, una "Conven- gos en el orden nacionBl pTovincial ..i -n1unicipal,
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RODOLFO PUIGGR-08 HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS


114
~_ae11z J~efig __ y de _ _ tody_ su_ gab~net_e e _in_tegra:s~JELlFJBYP
~KQ.hi_ei:.llO- --con·- h-orrJ;l:es- -dlS:Pu-esto-s~~ a~ -~::oJver ·a-~-,'los buenos
tiempoS de antes. El SenaJlo oligárquico ped~a, con la
11

colaboración de los grandes ~diarios~ que la licencia acor~


dac1a al presidente Sáenz Peña, con 1notivo de su enfer-
medad, se convirtiera en alejamiento definitivo del po-
der. Al desenmascarar el complot, decía el diputado ra-
dical Rogelio Araya: "Me siento hoy obligado a denun-
<;iar a1 país esta confabulación que hacen los homb1'BS
del antiguo régimen para desplazar al que significa un
peligro para ellosJ pero que representa todavía una es-
penmza de las aspiraciones popu1ares. Saludo a1 pri1ner
magistrado de 1a República en desgracia, con tanta más
Eim_patía cuanto más gn:mdes e injustos son }os ataques
que se llevan contra él. He de votar por que se 1e conceda
1a licencia indeterminada que necesita. No son los mo~
mentos mejores aquellos en que e1 alto fundonario se
encuentra en cama) los que d-eben utilizarse para fraguar
con.c;piraciones palaciegas y deshacerse del presidente de
]a }: epública por la intriga o la traición. ¡ Reclan1o para el
pre:- id ente de la República -yo~ su adversario y crítico
de ;;odas los momentos-- el respeto que se le debe, no
sol;:; ·nente como ciudadano ilustre, sino también corno e1
rep;,esenta:nte 111ás alto del pueblo argentino!'~. El dipu-
tad(• socialista Alfredo L. Palacios, agregaba: "quiero s:íg-
nifL:ar n1i protesta contra un viejo régimen que se in-
sinúa y revolotea, como ave agorera, a1rededor del lecho
de un enfern1o".
La __re_acció.n _ -o9htuy_o_ _ J,111ª-yi_ct_o.-ri.a_____ .a.~lQ_P1rx o__CQU__la,.
renuncia .d~l gabinete del .. clodor Sáe:nz_P_eiíq,__ ,y"_ _su..-I:eem-
]_laz? Dof_~Q_tJ·o·· dffiigJiarlo.~_Or .• el.doetOL.de la.-PJaza, en
ejercicio de 1a presidencia de la República. En efecto:
De 1a Plaza utilizó hábi1n1ente la oposición de1 Senado y
de los namados "diarios seriosn para desprenderse de los
~;resentó, en 18913, el
Á rnisma cantidad; er1 ministros de Sáenz Peii.a, pero una vez a.1canzado tal ob-
1908, 7576. El Part~~o jetivo) comprendió que no podría gobernar sin aceptar la
tarde, 1a "lrceocupa!3l011 iuen::a de Ia opinión pública} es decir sin rodearse de 1

~~~j¡1:¡r~~:;;;i~El~iEf~ 11om bres que le perrnitieran p:racticar un .a política que


inern, en cierta medida, 1a continuación de la de su pre-
decc~sor. 1VIientras, por una parte . se lamentaba de la
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116 }\.ODOLFG _PUIGGRÓS


117
desap<::L:t'ición de los a:!:J.tiguos p:.lrtidos nacional y au-tono- oligarc·as q1J.e s-e sentirtn Di ele}
nlista y se tda.rmaba por el auge de1 Tadic.aJisrno y el so- casados sus rái
d.id-1
cialismo C'paTtidos extrenws''J los 11amaba) por la otra
J

se :negaba a admitir "la ingerencia de la at;ción oficial en


ru;~~~~~~~~e~~~l·a~;l"e'_~'::í, ,c,cccc• co:n ur~
que io~ C'l"l i
la dirección de la poli ti ca electoral" ( 51 ). ~- '.,_-, "
b1os .socinles nevaran al
que les reflej3_bm1.
.R ]:::s fuü:rzas ;Jilit-Íc¿;;J
:La duplicidad en la conducta del doctor De 1n Plaza
se explica por el profundo abismo que se había abierto
entre los intereses y las ideas de la oligarquía gobernan-
te y las causas internas obj ctivas del desarrollo social
argentino. En otras palabras: De 1a Plaza :no podía go-
~r:nar a1 -país con sus ideas de oligarca a ln Ü1glesa y

! tenía que inclinarse ante el detern1inisrno de los cmnbi6s


sociales que no solamente conspiraban contra los intere-
Uses de su clase, sino tmnhién im1Julsaban hacia arriba
f~·adicalis1no y al socialismo.
Ya antes, después de las elecciones de 1914, los oli-
garcas se habían esforzado en anular 1a 1ey Sáenz Pefia.
Escribe el doctor Carlos Ibarguren: HE} radicalismo ga-
nó la maym:ía en varias provincias y Ja minoría en 1a
CapitaL El triunfo de los soc.ialístns en la Capital, donde
se redujo su actuac-ión, causó un verdadero pánico en los
círculos conservadores. Los senadores, que formaban la
vieja guardia del ' 1régünenn, reu:niéro:nse 1JrivadaTI1ente
en la antesala de 1a Cán1ara para deliberar dé1 peligro que
significaba ese triunfo, Asistió a la reunión, solidarizán-
dose con sus colegas y adversarios políticos, el único se~
nador ra.dicaL señor .José Cnrnilo Crotto. Se tenlÍa que el
extr.aordina1·io acrecenta-miento de votos socialistas en la
Capital influyera poderosmnente en las masas popu1ares
de 1as provincias. Que el capital extranjero se retraería
ante el peligro de extremistas que pudieran traer consigo
una evolución revolucionaria contra 1as instituciones y la
~"tl~adición de la nacionalidadn ( 52 ) . La revisión de 1a l?Y
'f Sáenz Peña, el voto calificado, la exclusión de Jos extran~
1jeros nacionalizados de 1a vida política y otros -proyectos
~o n1enos reaccionarios fueron discutidos }JOI' los viejos

(51) 1\.fensaje a1 Cong1·eso del 30 de mayo de 1916.


(52) Carlos lharg1.uen: op. cit., págs. 297- 298.
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XI
YRIGOYEN Y EL ESTADO LIBERAL BURGUES

E1 2 de abril de 1916, Hipólito Yrigoyen era ungido


presidente de la República por el voto ele los arge11tinos,
y el 12 de octubTe del n1ismo <:ü'io el pueblo lo condueía
1

en <melas a la Casa Rosada.


Perdíase para siemp:.re en el pasado, apare-ntemente,
l!n2 _ époc!L de- fraude y violencia, durante 1~ cual la...bur!a
ne 1a vo1untad populRt.' era la norn1a eE 1a elecc10n de
los ;{obernantes. No se ha analizado -o se ha analizado
muy st.merficialrnente- .~J _~raude como_ reconoein1lento
Jm p lj_QJ t¿ ----ª~~1~--~~-§~~nci?~_(J?: ~_g}i0 __ 9PJi1JQ~~--:P~cÚ¿_l_0ii~=¡1-¡a d1i~~ª
_illJ,f! __d_e~;:).\}ª___ ..§~PJ~~i3-§c:r§é 1i,l¿~'!?.l,11,í~p_te~ _ 0 s.~n presiones extrañaE?,
_a la ___lliJ_B...~J_Q_:CiGiªJisliiO'-'Qjigft.rgg_iGQ_ ··ai4,i.i¡a-_:ii16_~riJ+ t~ __ m~rni o-
bras dolg~as. Estaba -,Ie niás e1--fi~-a-tú1e--·ante~;;- 'Ciúú1-do--·el
i)iJeblO-~S?)Yó -figuraba cmno ente ideal en la doctrina de
algunos precursores y las masas sin concienC-ia política
y sr_,cial aceptaban indiferentes cualquier gobierno o se
dejr..ban an,-astrar DOr el caudillo que las esclavizaba
ecm:ómlcamente. -
El oficinlismo oligárquico corüenzó a en1plea.c e1 Irau-
de como respuesta a la presión del pueblo que quería lle-
var al gobierno a sus propios Tepresentantes. Hubo un
tiempo, entre 1853 y 1890, q_ue llamaren1os de Juan JVIo-
reira) por ser este 'legendario personaje plebe.yo el pro-
totipo de los hmnbres de que se valían los jefes políticos
pare. arrancar 1POl' n1eclio del rniedo o de la admiración,
el voto de 1as masasJ en que ya se insinuaba la fuerza
independiente del pl:'ceblo, aunque sólo fuera a través de
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_G'-~.m·elra
decidió, con su pre-
la localidad de N-a\"<:IITG
eu contra del
Avellanecia. jefes necesitaban para incli-
nar a su lado la Inayoría de votos y esto era el recono-
ch:nie:nto irnplícito del en1bríona:'io poder de las masn.s. La
desuparic:i6n de los émulos de Ju~-;.n 1\loreira_ .fué el re-
su1tádo de la Pl'Ogl~esi\~a emancipucíón política de los vo-
tas.-:ltes, em.ancipación q_ue iu1puso la sanción de la ley
.Sáenz Peña y se expresó en la libertad eleetonü anterior
2~ 1930.
Las lejnnas instrucciones reservadas que en junio de
1810 lV[adano l\J.:o:-ceno eEvió, ele su pnüo y leh·a, n} co-
mandante de la expedición libertadora de las pro-vincias
interiores, tardar01Í. 1nás de un siglo en cumplirse (5:1).
Ellas contie11en~ en --admirable síntesis] los principios bá-
sicos de toda revolución que se p1:opon:gu er:tregar al
pueblo el nleno elercicio de sn soberanía. Podía creerse
que el 12 ~le octubre de 1.91G el gobierno popular se ha-
bía instalado para sien1pre~ pel'o si el rad.icalisnw eStaba
en el poder, la oligarquía introducin su clásico caballo
ae Troya. dentro del radicalisnw ..Los C2Il1_~.Jk~9üües nu~

(5:;) "En estando a cuatro l2guas de Có1.·doba ·~ordenaba


More110__:__, se ha1·á una intiu:ación gJ GoiJenw.dOl' y Cabildo~ })ara
que dejen- obrar libremente al vecindario en h'.. eleeció11 de su Di-
untado. Se exigirú, como co:ldieión p1:ecisa ele la libe1'tad del pue--
~feJ~~.~~~~ ~l~~~l'laq~~e~1icf~~b~~~~~T~l~·d; ;e~~~~n~~n s~?f~i ~l dde }ae~~~~~ algun¿~J;~:i:~~tl~c:L~~~~ii~~Ci :~~~~t~l I~~~~12, b::c
1 1 ele que
de ln misma
~!~l~~~'e!e "~~t~, ~~~d~i~t~, 8 ~ 8 h~¿~v~~~1\~: la~~ ~{-~~~~~"· c;1~t~~ Cf1~ Z~1;t~~d~
8 1 1 1 1
ley (lLle elevó al jefe radlcül a la es
;;m tes una proclarna en· que se anu_ncie al riueblo que no se ha.ta que teníaH origen dernocr.oitieo. Los n~, tJ:C¿. les
de su agn)sión sino de su de:fens20, y C(JDl11ÜlmJclo al Gobier!lo con de los comicios o en los eo~r:.icios
que 1mgará con su srmg·:;:e y sus bienes la que hiciese denam~n· a
los vasallos del 1\ey; lo que f1SÍ se Ycrificf1!:á. Si se empeñase una elegidos 11ara cargo.-:. nacional ::,'3 o
Tesistencia fonual, se saca1·án dE~l nueblo tres o cuatro de ::t(mollr~s se opusieron a '.tl~ ~o sus
personas principales que la hnbks8u sostetüdo". A pesar del fusi- posicio11es.
lamiento de Linim·s y otl·os conjurados, esas instrucciones no pu- Al nu
diel·on aplicarse al pie de la leb:a: los diputados Úlel'Oll elegidos
po1· los Cabildos y vecinos IJl'OlJietarios rnás influyentes. l\lm:eno, intransig\~neia Il'e
en vista del fracaso del Sl'tfl·ag-io libre qne juzgaba indispensal1le
para la integl'ación del Cong:;_·eso Constituye21te, se opuso a la in-
co:eporación a la Junta de diputados que :!.'ein·esGiÜaban el ol'den
antiguo y que dieroE a Sa~cveclnt una base proviso1·ia de opeHlc.io- tQ_ ,__d.e__.)~t
nes. Esta fué b TazÓ!l de su ak,jamiento ..:lel gobienlO. organiza el o
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122
H!STORIA CRÍTICA DE Los P ft.J:'1TIDos PoLíTICos 123

tado y la pública. Lr" o~igarquía teTrate- deja en raáxima libertad a 1a iniciativa privada v se des-
:niente y el irnperialisrr~o extranjero mg:nconltU13Ton sus entiende de toda función que no sea la del mero ~gobierno
político. El ideal del liber8Jísimo J uárez Ceh11an ~ra ena-
~~~l~~l:~~e;~i1~a ~~~~~~;~;¡e;~~ ~e;~~~r~iiz~~:~ó1~ 8d~;. p~,~~ 11y~:~~ jel:ar ~odo el patr~monio deltEstado al capital@privado
al rnando por el jefe radical, ss dedicaron a desprestl"" extrnn]ero y reducir Ja tare1·[tdininistrativa de] gobier-
giarlo ante las n1asasf ridiculizando sus actitudes, el~.tor­ no '~ la salvaguardia de los intereses ilnperialistas~ en
peciendo sus proyectos~ fmne:rrtando la corrupción. Los no:miJ!e el~ una concepción n1ecánica C'spenceriana",
reacewnana) del progreso. En Alberdi y Sal~miento po-
~~~~~~~~ ~a;:~~ N ~~iJ~~;Y~ad~o;~~1 ~~:!~"~,1~ ~!f:;;a~~1~e ·¡~~
1 88
~~a i:en:r a~i~ero y j~stificación una idea del Estado que
esa labo-,· 1-.a.nflie-nte a 111aniatzr pv-:::.'<-'>'1'"'-1Ü8 v d;ern el maxnno de tacilidades a la incornoración de la
s~1 caída~.' .._~~J. ~saL~ ~" ___ _,~;~~~~e mios técnka, el trabajo y el capital extranjeros; pero ese tipo
de Estado se convirtió en el Inayor obstáculo al desarrollo
nacional, cuando los can1bios sociales internos hicieron
machrar fuerzas productivas que necesitaban la nrotec-
ción y el estimulo de un Estado poderoso e interVencio-
:n-isb. pal·a no estancarse.
-N.o __existe,___p_ues~-~UlL_Eatadn_, :p_uro!-- abstr,acto, __ perfecto
~en ___sí_mi_Em1o_._ No existe el Estado corno realidad de iR:Idea:
éticr", tal cual lo definía :HegeL El Estado es "un pro-
ducto de la sociedad al llegar a una determinada :fase de
.]"''<" rr·o·J--l"~'
u,._._.d Ti' L
,_, • ..L:..~SLa d•8~lTI1Cl011
f" · ·' dtC ~ ' y l .enll1
~~nge1S · 1 que ya
Poco h:miJS rnencionado, ubica al Estado en el proceso histó~
el líder :n:dlcal neo concreto y está confir1nada nor la experiencia de
sob:c·e s:.1 hecl-::o real es qrw todos los tien1pos. No es dog-r11átiCa. ni ideilista: es un
COlllClO.lf'TOL C.OTl la im;;eríalii:mo m: la lu- extraordinario descubrimiento científico de vaÍor tan
chr, ('.on tra un y que objt~tivo como 1a ley de la gravedad o la drculación de
eontaba con Tnasas populares. }a sangre.
ED ws de nuestro

1
-~ _?1-~s~ado,-.G.n.e ''¡QJ-~Qtó~--~l~_J~L.$QC_i~e.dª_d~.~,_.21L:fX.~.Jª;:Lvic_i..::.
§lCUéJes__ ge_)a__ ~ociedad en todas las fases de su desarrollo
es YG.ás aD:coniado
t;l
;co argentino. Sin ~e:tnbaTg0 1 histórica na- .. xeci-!Je __ stL hiflix8ú.Cl<i~Y":~~-=i1ij~_Gi :üiJi~íiiiYQ:,··~f'O _ _Plled e ···arh:::
c.ional ihwtYa acabadarnente ac2Tca del Estado liberal co- mn.Tse, en general, que lU1 tipo determinado de Estado
nlo el n1ás conveniente p,::n·D rnaLtsllET a la oiigarquía te- es e1 único bueno, el único deseable, el único conveniente.
rrateniente en el }Jod~~r f:::_cilitz~:t" la -]enetración del im~ E;,iendo el Est?-do H:p~·_odlicto.. del c;:trár:ter i_rreco.ncüiable de
perinlis1110 extranjero. ~ 1aS" contradicdü_J}~s ·de' ~eíaSes'_',_ 1~eur-e~8nta s_iemUi=e-_deter-
l;:;.s teorías )r~i_nados __ i_1~!~_ri§<3§~_-:g~·--_~liise) es -~c18~Ch:-, iá oin·-eSiótl--de--·-uña
Roca y J uá1·ez
del positivista. Spsneer! el doctor c1asn por otra en 18. ·-SOciedad. Decía Len in aue la consigna
J~zaJ.l. B. Ju.stoJ de "Estado libre del puebld' carece del n1~nor contenido
político, es oportunista y vacía, y exTJresa Hno sólo el em-
b. c.n, . .;_~= t_
-...w.:c_._nden~-o
d e l¿a c.emocracJ.a
i . l _._
ourgt:wsa, s1no tan1b1en la • , ., -
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124
incom_prensi.ón de todo
/33\
'~ J •
c2011 1wcio::ai, en 1.'~:-:.. ::_l_:_oc.:.o !.:te c-U.so1n-
::::~,_:_o;1jinc::-~-r:::e csns ·!:nm·zns" E'-!
Podrían1DS citar infinitas nenElClo:nes GL18 hacen del
Estado los eseritores idealistas de todo g-éllero. Ernesto dogio <::"Ü E::::2.c1 r :LY~T~:l ibe-;.'dÜlno 1_-¡_bic-~~do c., s~¡ ,·"""'
llG obliga al tedas las
PaJacio, por ejemplo, postula en su "Tem·ía del Estado",
]a existencia de '"un orden político natu.ral, que la cieñcia épocas, a ideal IJar a condición·¡.,""'
política conoce y describe", orden político na--:-tural que "es histórico-social. Lo,:; historiadores rígidos, con1o los polí-
independiente de los lhnnados regín1enes de gobierno" ticos rígidos, que la. hum::Tnidad en general y los
(5ti). En otros términos: ese "orden político natural'' ..:.FgeHnr:os en particular :no pue-den viviY en paz y ~qul­
tendria valor para todas las épocas y sería inmünente a libTio n1its que dentro de los rnolc1es de un determinado

~~~\~ fi~e;~:r·~~~~:g-~~~ ~~;-~_e d:lJ~~:~:i~ ~nlJL~~ ;¿-~-~~{~~~~ :d:! ci~~=


la sociedad hun1ana. R.igió para la Antigua Rorna v rige 2 8 3
para la Argentina o para la Unión Socialista de "Repú-
blicas Soviéticas. Tal apiicución de la teoría del derecho ,c.-lrl"ol_'-0_1~~s
_ ~~ 10!11c0al\J~it,_~,.·:_'.':.=:_s~-~.-.'·'l, c•~,:'_:,._--,q.-._:_~~----':'''~·fo,_,
.
·~l'_::'
en la Argentina. es U!.-1 ana-
de lns fuerzas del pasado y
natnral a la teoría del Estado no pnsa de ser una vague- _, _ , "' -'"'

dad idealista que :ni el misrrw Palacio "conoce y des- de la opres-Ión irnperialista.
cribe" ( 5 ~) • la cwe lo ccmdn.fo
1
~~s rnnt :form2~::: t~i~IcE~~~{~l~~~ ~:~~~~~, ~~:~~t~~~~~~=
11
El Estado liberal albenliano, el Estado teonco de
,Q "üll"'+~+,-c·o~- _, 1 r:::··' , 17' tentativas
1-v, v _:::>...,1-c.Lt 1 11 ue~ Dó y el .uSU:lO.O coneTeco que nacw en
.!- l _¿__ •T

f(:!t~~1J1t~f~;;~i;E}If~~í~~~{tr~!~;~i~:~;~J~~}~
1860, dejaron de C017espcmd2r a las contr;:T;.:~icciones de
~la_se que_ apa:reeieron en el curso del desarrollo social,
deJaron ele ser un producto de esas contradicciones v de
re.tkj" e]al' _ios
o 1
can1Lb"ws soclttles. 1'";e
o o "' 111strurnento para pro-
o ' V

rnove:r el crecin1iento clen1ográfico y econ6n1ico del país a


partir de Caseros, el Estado liberal alberdir..no se trocó
8§Jg_~;_c1~~~~~~~1nC-~~S~le ~~\;~{~n{¡~~~~·~i ;;~i~td ~~~~b~Q~;Ü, iiw~~ ~
en una superestruetura jurídica y política que no dejaba
tado libre .del i)1_~;)Jic/' en e1 cngl el pueblo ;,~ la libe1:t~'1d
avanzar las fuerzas de la denwcracin. y de la en1andpa- del j_:Ju.ebio no son :o:;{is que pre1nisns ideales de un orden
jurídico y CflJ_e en u:1 1Jfl~S de desarrollo atrasado
Y dependiente del irnperialisn1Ü 1nantiene las condieiones

~?ti:~~~~~~,;~;~~~ia/~ c~;~~l:t;~if~-~:~~~r~~~~~~~ii:¡~~t!:~~~
(5'1) V. I. Lenin: "Dl estado 'Ji la ReL•ol-¡~ción", Lauh:.ro, Bs,
As., 1946, págs. 33 - 34.
(éit) I!::1·nesto Palacio: "l'eorút del E'8tado", Editorial Polí-
tica, l3s. As., HJ49, p. 25.
('3 7 ) "PoT deJ"echo nntnnil e únrtitación de la ?-wtunde:m 11o proceso econórnico, que o:tiente el c1esal'rol1o haCia la au)
e~tendemos otra cosa que las leyes de la naün·aleza indi>ridual se- todeterminación n2_eional, l'ePl'iE1a a. )os enernigos.i
gun las cu:::-le~ coneebimos a cada :individuo deten1linado nat~nú­ del pueb1o :r a los a.gentes J.n donün.ació:n cxtranjernjj
mente a ~Xlstn· ,:l u ob1·m· de u,n modo dado. Así po::_· t:jemplo, los
peces estan hecnos naturalmenTe para nadar; de entre ellos, los es el polo C>1Jl_1esto <'Ll Estado liberal clásico. '
:rr;.ay::n·e~, están dispuestos pm:a comtn·sc a los más peque~'ío~ y, con- El '\nlicato 11 j'..wrista creció en un ERtado liberaL
i?.l~.mentemen~e, en virtud del derecho natunü, todos los peces· g;ozan sin apoyo popuhu·, hasta deserübocal' en un conce-pto ahs~
d~; agua, Y. los gl'andes devol'an a los mElnores''. Esta es la opi-
m~I: de ~pmoz~ ('·T1·utado Teológ'ico-PoHtü:o", Lautal'o, Bs. As., tracto, divorciado c1el p1·oceso social. de la :fu11ció1l de rro-
bierno. Tal es el destino del libe-r~üisrno b.;nrnés en'tre
T

19<i6, p. 2bl), filosofo materialista de la época de la bur(J'uesla as-


cend~n~e, que €ll.casillaba iodos los feuó:r:nenos en un es'tl'icto de- nosotros: lleva a 1rr con:upc.ió:.1, a 1a subordina;ión, al .do-
ternumsmo .natural.
minio ele las fuerzas reaccionarias de adentl·o pant en-
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126 RODOLFO PüiGGRÓS

tregar la econornía cld a }~;";:; ÚleTzas irnperia1isü:.,B


de afuera. En carnbio, nuestra experiencia naciona1 en-
seña, aunque sólo sea -a través de :frusi:Taciones que son
el anticipo de nuevas tentativas CiUe conducirán a la vic~
t?r~~ f~l?~l) que lp, deTüocracia se consolida y desm:rqJla
a1 1nennncarse el Estado con d proce:c.o socia} -obietiVO
·~-~<::< ~ ~ • • ~
1
sJ .fry,,• ;¡ , • .t. "
"~ "'·'--'-'-illccJ..._,e l:tTI D>:>Lauo 11acwna1 ae eont.en:ao popular
1-:"i,.,.;..

concTeto.
, A pes~r .~e los cambios sociales. Ydgoyen se orien- XII
to n1ny tnnldmnt::rcte hacia l.ft creación de tal tioo de Es-
tado C"'). Los partidos Socialista y Conn1nista sÓlo vieron I~L GOBIERNO DE HIPOLITO YR.IGOYEN
un& expresión de fascisrno en esa débil tendencia yrigo-
yenista, sin corcnrender que surgía de la contradicción
e1Ere el desarrollo de1 :nacional (que ellos La caracterización del yrigoyenismo como partido
})01ítico de la inconsecuente y vacilante burguesía sería
F;:u;~.l;,'~~pnlo~: ~1l~~.~·x~fs~i~.~·~'~·8· -, ~ la opreus.,i.,6·~·1'1'"c1' u,'·,¡o~f~f
_u ~-A ~ ·-·~A~ ~--.:..Av
fo~~o;I}~~~
Victorio Codo-
incmnpleta si la aislármnos de la actuación de 1os partidos
Comunista y Socialista, porque si el yrigoyenisn1o no su-
'7illa enfocan de maúefa contntponerle los po por sí mismo curnplir 1as tareas de la liberación nacio-
factores nacionales o causas ini:el'~1as c:e desa:.Tolio). nal :·dno en n1ínima escala hasta ser derrotado, esos par-
tido:: no se salvan de cnlDB nor el sólo hecho de oficiar
GfL~~~.d~a,;~n~~~_j~~fil~jra;_~-~-~~~~~i_;;y~-~~~p~li1I¿~~~a~t1~ ele cu1sores de un partido Que~ no hizo 1o que ellos tampoco
clase obn~xa.,__ e _iDE1l15l-_ye pa1~a cue___ lqs, _ ::;_t:;:;t_m:_es _ clnefi_do:r€s hicÜTon, ni se propu:sieron hB cer.
Ni Jos fundadores ni los orientadoi·es de ambas sec-
iel~:t~~~t;~q~~~~f~~~~li~~-~~~~~-~t~1~i~~-~ú~~;{Í{11~I~-gJ~~11?~~-~c;~~~: tas ¡-::e han preguntado alguna vez en serio por qué razo-
zns parasitarüis que en 81 Estado ííberal debilitan e1 des- nes no han llegado a constituirse en partidos nacionales
arrol1o de 1as causas internas. de m<1s::w. El Partido Socialista tuvo la rnayoría de votos.
, • ~1 ~r~l~_?s ~n. el próxirno
capítulo los esfuerzos
n1r.o H1pohLo Y:ngoyen en el sentido de superar al Estado
que en Jn Capital Federa1 y }a perdió sin posibi1idad de recu-
peTación. El Partido Con1unista apenas si conquistó al-·
liberal que había recibido con1o here-ncia de la oligarquía. guna representación municipal y tmnbién la perdiq~:-1:29
-Clit.L::en.t.ss_.-de ..-.U1lO...Y~_Qtr_D ... R.ª-.tÜiQ.._§Jd_§lel} atr~bui:r: a ~a~~§-S
.extcr:na.Q._.g,_.-~llos__ Il1_isnw1L_§_tt___Q_esª!T_ai_g_o ___ d ~L .P~oce~q S9cial
G.QPtTYi9~--.J~""")e contr..sH2QJ1~M Oos l)dffie-:i:D.s) 1a 1iibO~r·'"-(il-ie
hal1 realizado en el- camPo cultural y cooperativista, o
(los segundos), su agitación de n1asas a1rededor de gran-
des banderas internacionales (la U.R.S.S., la República
Española, la guerra contra e1 nazifascismo, etc.) y últi-
mamente la cantidad de millones de pesos que reúnen en
sus can:paúas financieras ..._._.Sj__,1!llQ.§...J-LQtr.oª-._,_.:Lll§.r.an.. _algo
. g:¡arxistas,,__com_8l]'Z_qJJa_n ,_ _por ___ ananz.a:,l·_"_lf?::\L~A.1J.§.0&111ter_n__~$
_del raquitisn1o ___ y .la ___ inoper.?~nte___ política ..d.e _sus ____partidos,
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128 l\-ODOJ,l_i'(' PUJGGEÓS

es decir, S"' esforza:;:·ían ;--" lo que se •2.':"""'::t ::-,ll+or>,~-¡-;"''1 "


que e::;, c;n"'~utr!-G:.~ el l'SCOJ_;¿~inüento de los pr(;"l;-i~os"~~l:;~;;.e~ ciliar a }i:)s i.:n.->~-re:.:;c;::; ,,,.,.-," t:nvii~~"':: -.T~'s ,_·e lt':
q_ue ~·1ace todo politit:o y todo con 1JI'OY2C{'.iones Con motivo
histórieas) nl compara_,_- sn i:1CCÍÓn -::;r,::_• e~ 1''A:::.:::e20 Ob2e'::ih. w:e se discutía h~
Al contr~,1·io, se enclaustran en un?s c:-~~1;tos Q?gm~q ? c.ión de la Bolsa de
culpan a1 pueblo de no cm11prender1os. u b1ca:nse snb,Jeh~­ Yisitó al presidente que aph:stara.
vmnente 1JOl' encima de la sociedad, con1o si :fueran su~­ le-;, huelga y emplear2 a
¡.
-periores asu :tnedio, y cada -·ve:_: que la sociedad les da clucción de los trenes. ' Debe aplicurse la fuerza para so-
lucionar este conflictd', le
1

la espalda en una elección o en un cambio de gol;ierno,


achacan a causas externas sn fracaso: el fraude, la Te~ "Entm;_ces el pyesidente 'h·igoyen, ''lltm,c~oks pen-
presión, la den1a.gogia, la útlta de unidad, etc. Todos son s« ti va y est.~~s frases qne resonaron
pecadores menos ellos crue son los purost pc,r largo los de nluchos de los que las
r El carácter burgués del ~yrigoyenisn1o no solamente esenc.haron: ésta }a solución ustedes traen al
fi explicaba su incapacidad para conducir consecuentemer..te Gobierno de 2U l- a1s. es e3a ;.a q_ue vienen ustedes
\~el proceso de 1i~eración 1~acional, ~in o tarnbién ~St~ a proponer al Gobien1o s:n·gido de h;, entraña
f¡ dad_ de un__.12a.r-bdo mal':X+_sta que 1nyectaj:a al gran mo~ misma de la eJ.cnc•cJ'"•ci•c, SO años de predm:ni-·
~~~·;rimi~r:t~.de masas ·f[("t~c~l,i_~..Y la prác~~~a de la l~~cha p_or ni o y ele privilegio'? scüores, que los privile--

.
~los omenvos de la re\TrtJcwn de:mocnrc1ca ;-/ antlm1nenau
J l's+a Ti'"O'l'<<r. ,___,,.__. ~,--_·.;:
e,.,__ 'ln ''-·'·' '~"1'-Ht'o'
}J<'l-< t.·l ,_ ,,, ¡ >:11'l5lr1"~ olJ~qP-1'"~
11
'u a•
e«+u' '"'
gios han concluído en el país -;)-- que de huy en adelante }as
fuerzas arn1udas de la N ación no E.s moverán sino en de-
G
N,
"--· -~"<::> '~'-~--''-"'-''--' ~~~v~
. ,__,~

~· altura de esa re2ponsabilidad. El Socialista se definía fensa de su honor y de su integridad; 1.10 irá c1 g·obierno
· cm:1o un partido libe!~l,. de ~a peq~1.eña burg~1esía l:rbana 1 a destruir por la fu.erza esta huelga que sig:n_¡fica la re-
ent:regado a la oposicw:n m_stem.anca al yngoyen1smo clamación de dolores inescLtchados. Cw_tndo nstedes rne
siü otra preocnpación política qne ganar elecciones. hablaban de que se h;s toros en la Exposi--
aSlJeetos fu.ndamentales de la políticn nacional coincidía ción Rm:al (por falta forrajes y la imposibilidad de
con la oligarcn.úa terrateniente (defensa del libre c~'.T!.1~ h:tnsporta.rios) yo en. la vida de }os señale1·os,
bio apoyo al bm"ldo hnperiali.stn aliado durante la prime~
7
obligados a pennanecL~T h-0ras (ese era el rég--irnen
1:a guerrn 1DUD.diai, etc.), 1=G1 Con1unist~:. t.:.'<:ttnba de capi- del fel'roviario ertümce·s) 1 ll1;J_nejr~ndo los semá--
talizar a su. .favor la gran adr:niración que despet'b.ha en que los qns q_ue lns famiJias puc-
el pueblo la Unión_ Soviética) !::lija de la HeYolución ele
Octubre, y e1 anhelo innato en las rnasas de luchar por
su emancipación; pero hasta estos objetivos los l'ea1izaba Engels dice que, "excelJcicn:a:t:·ct<l.;> hay redodos t;n qu(-~
(;;B)
~~ t~~~sef~cl~~i El:¿~{~~o~~ l~~~,l~~l~;~~~~,l~~s~~n;l~tl
11
en muy limitada m.edida, DOr cuanto no conseg,-uía. arrai- e '"'c.' "'""(: l' 1~1 e~I i¡:1~~~ uc;1~!
garse en las condiciones históricas, sociales y culturales cierta inde]Jendencia 1·especto ü a~11bas. Tal 2-contec.ió con b monar-
del país, y divagaba en Inedio de fórranlas gegerales mal qu:a absoluta de los siglos X\·vli y XVIII, con el bonapal'tismo dd
digeridas que pretendía aplicar a la fuerza en la Ar~ 1-rJ)o~~;i~,~,~~- ~~·~:~;l~~~,~¿; :;~: l!\sl~~~\~~~,_,tó1 t~;~b:6;~
gentina. con el :~i,
en la Rusia r2pub1icana, después del
'~'~' ]~~'"¡; ~ :,'~,:ts:d,: ,~~ o~1~~; ~~~~~~~~·~L~e ;~,~~i';~) ~-1 ~ i (1:~~~~,~:su ~1 i\r-~~~·i X~~
Y rigoyen contó con el n.poyo de la inn1ensrt 1nayoría 1 81 1

de las n1asas traba,iRdorns en la :medida que los sectores erah ya illlpotentes y la bur-
reaccionarios introducidos en e1 radicalisn1o pasaban a guesía no e1·a todwcía lo bastante fuerte panl dísolve1·los pura y
la oposición. Int211tó hacer de1 Estado un órgano de eqni~ s1 nplemente". Lenin, op. cit., p. 2"1.
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I30 HisTorru. CrdTICA DE I,os PARTIDos PoLíTicos 131


nan l1egar lOS feli-
ces; JJ-e:nsaba, de Jos fl8 stts :Ls.cultades; proponiendo leyes con1o aconsejando.
can;.areroS 1 d2 los Este- t;o.l lcicn12s) pero Ia obra se::.'.i Doca eficiente si los intere-
1112 aconsej <-U1 ~~:o: _e,goístas pers~st_en en p~~\~ale~~~l: s;b~re las i.~lStas de-
ill2l1Gas que garaühzan la b:\'anqulnct.:'l.u ne todos··.
Era nn lenguaje nuevo, hasta entonces desconocido
en el país; el empleado por Yrigoyen; lenguaje que, para
Jos oliga:;_·cas) daba n1otivo a torpes burlas, y que los par-
tühs cic izquierda calificaban de simple den1agogia. Aso-
mGba ],q cuestión social en el pensamiento del líder de un
j)n_;·tido bnrgués.
~ L'l.';O'~en '10 pudo, en verdad, rnantener su proc1a~
mn c1o equilibrio E:útre las clases. _._á_,_cuciado por e1 in1petuoi
so n~ ovimien to obrero '=~<;ont~ibu.;x:ó.. 9,_..-.$Ü;tJUU:~Pi!.litkJ&~-LJ~-C-.Qi
"Tras cons,3gnido es- JlÓ.UÜc~anJ..eJJ.te,.. aL_pt,:_oJg1rlJ·iadQ (jubilaciones, descanso do-f
tnb1ecer su_ vid2c e Yn:stitucion2l '""~"; los órdenes de Ja rniltical obligatorio, etc.),_ per_o_ .ba.J.Q_la_.pre_i?-~_§_p__f:l/3 J~J?t~:ri
las l;ases pri- gltc·sia nacional__ conciliadora (detrás de la eual, sos te-!
~~;!,-~ii~J~~ ::¡~n~~~i~~t~-~~i~t~~~~~ ~~c~~~i~a no se akanzal'á niénc~ola, estaban la oligarquía terrateniente y el impe-)
rialis:mo extranjero) de$encadenó, en lqs años 1919 __ al
1.9~?1, una carnpml.aJ;t~_.te.n:Ql' __ c_on:tr.a,__ la,_ c1as~,_o_p_r~X.Sl: y Jqs!
0griql1toref) _aTrenc{atal·ios. Aplastó sin conten1placiÜnesl
Lt :melga de los obreros de lus talleres de Vasena., repri-1
miri -;riolen_tame:nte las luchas de los agricultores de Bue-t
110::: AiresJ Santa Fe, Córdoba y La Pampa, ahogó en san-~:
grc ks grm:.des m.ovimientos de los Ferrocarriles del Es-l!
tmLo, de la Patagonia y de La Forestal ( 11 ]), y en xnedigj

('il) La huelga de los talleres de Vasena se inició en diciem-


hr~ rL; 1913 y fué reprimida durante 1a Sem':'Lna Trágica de enero
rk~ JD.Ll. Los 6bre:::os pedían la jormtcla de ocho ho::·9.S, aumento. de
Jos jornnles, gratificación por las horas de trabajo extras, readmi-
si61' 'le los huelguistas y que 110 se tomaran represalias. 2,500 obre-
ros illcharon hel·oic.<~mente en defensa de sus derechos, pero el con-
flicl'l se <>.mplió y contó con gran solidaridad popular. Según un
l<,'·stirro de los suc-2sos hubo 700 muertos, 4.000 heridos y millal'es de
nn~~'·')S. Ver lVh?~rio Boratto (ex delegado general de los Talleres
Va~:'JEl): "La. huelf)a ele lo8 Talleres Vasena", Bs. As., 1~)19, fo1le-
gu:_;_'ldacl de cada 1.1110; corrige la to. Lu huel;:::a agra1:ia estalló en alFil de 1919. Era una lucha con-
trr: los contratos leoninos de arrendamiento y la voracidad de Jos
emlwt·cianies. Ver Nicolús H.epetto: "Lu huelga a.grn·ria. Una his-
tori'1 de at:ropel!os, luchas y miseTiu.s", Bs. ~"'~s., 1919.
La hu::cl.rw ele la Patagonia comenzó en algunas estancias con
T,JOd,,strrs reí~1'indicaciones y se e:ctenclió lue.g·o a una amplia zona.
Fué I·qnimicla por el Ejército, lo nüsmo qu8 la de La Forestal, en
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132 j 30
rJ8 esos ataGLi8S a los ob:re:ros y colonos, buscando el equi-
liibrio que se }e escapaba de las 111~l11CS y obligado l]Ol' h
j:potencialidad de 1as 1:.wh::ts de mxt.sas, dictó una serie de
¡ decretos y envió a.l Congreso varios proyectos de lsy que
1 enfocaban con criterio enline11tem.ente progresista los pi,·o-
\blen1as nacionales ( 0:3). Fué evid<~nte la
¡ Las [¡_ondas co:lTtradi.cc.iolles de clase que n1inahan
¡y hacian oscilar de un extrerno a otro al gobierno :tadica1
ternacionnles en la
ci{·m de. 1nantener a
Hl-

Ja gue-
111-Qo podi::tE _r~,'{q_lvt;r~G c1~.§~1~ ___c1~;¡,?.tn: ~=l~. 1ª_§ __ftlªEl _T<;~c~~G-StJ~ª:-.2 rra impe:dc-:..lista --uno uc g¡_-;_s ;-:·rryc)res thnbl·c,-3 de g-1o-
!~n . ©J interiV+'-.G.el _ _ yrigvy~n_is1110; PJJe,~tRJ:Ul~---~LgqJ¿f~¡·Jlº"i·ª= l'Ül- no nudo ser m.1ebc·c.cla
, - ' -' - podeTosa cunspir21ciún
_ fU<;0l ~:rª_-~l_:frut.o __ Qe___ esa.~ epqtr0dic~io.:n.'ªs.. La supe:o.·aclón
1
ct0 1ncereses que
- e~~i~·i2"- ia --í,eSeTicia _(1s;l~_,ilnrttdº~--ffi-0_1:1Q§tQ,_, ; la vanguardiÜ conservadorisrno
d,e la clase ob:tera, cmnbinaudo las luchas co!'ttra la ex-
plotación capitalista con las Üll'eas de la revolución c1e-
f n1ocrática y antiilnperialista. El partido n.1arxista bl'i1la-
~'l. po:r su ausencia. Los partidos Socialista y Comuriista
se autop:roc1mnaban "vangna1·clia de la ciase obrera" y
"marxiStas" en e1 papel y criticaban negativan1erüe~ 110
1

dialéctican1ente, al gobieTno de Yri2:oye11~. dejando cam·-


po libre a la buTguesin nacional conci1iadora para que se
impusiera en el Estr:do y cJaudicc1.ra ante la oliga;."quü:.
(C]) '[rio·eyen ll() <"1'·'1 o·:'l'Hl''TlÓfilo l1l glfadófiio; ()¡_>J'endia l;_t

t):.~~~<~~~ti~·uf;~~~~fó~l- ~;~~~~ij:~fi~~LJ'~{-·o, ·l:l <t vi(:S~~~~á,,d ir lotná ~~~-~~-\, t; ~


y el in1perialisnw.
La Revolución de O.::tubre en Rusia hnm intensa re-
percusión no sólo en el n1ovhniento obl'ero y la intelec- 1111ento de tl'cs bu·cos C03Cl'itor lVbd.in
("Latin A.-'1!'1-e·rico:, U.'i'td H)~G) sctló con Alc-
tualidad avanzada . Bino también, con efecto contrBrio, en l·¡;ania un atncl·do s·2c1·e~o.
las clases dominantes ( oligal'q_nía terratenic;nte y bur- l"~t::tr los b:.~·cos a1·ger:'~i:::
guesía nacional). Estas creían ve:t· en cada una de }as lU.Ye:;;·a1· en la zona
Lstados L':nidos y a
huelgas que se desencadenaban nara hacer frente a 1a um todos Jos honol'e.s.
desvaloTizadón de los sa1::Y!:'ios, la- 1nano oculta de ''agit9.- f¡¿t un cxéU.ito de 40 11:1
dores extranjeros", de "maxinmEstas pagados TJOl' ]/í:os- cel'eales y oh·os pl·odur
Y ~·igoven cleCb
cú". l:.al:fLW"!lr'':''-~r l:Js hne1g&.<\ y temiendo una "rcvolu- <\bandmw.1:a l~l ~"'"'''''tlcdttci,
1:0de de eme 0>'1 Io

el Chaco Santafesino. Ver D. A. de San~illán: "Ln F'.O.R../¡,__.", OTJ. ~~ ¡~~<~~{ f: ~, ~l~o~l es~l{~~:l ón
citada. ~~:;tpo Je 1meb~os }~.,I;~:,'.~:::'
( G2) Decretos fijando las ocho horas de tn1.bajo die.rio o 48 :::Jo,o es dable
semanales en los fenocaniles, estableciendo el escalafón de sueldos
y ascensos para todas las empresas ferroviaria~, etc. Proyectos de
I\lazo:
Y "El I~f,~~~;~;;.~~;'~':'y; ;~,',;;;~,
Ricanio
leyes de contrato colectivo de trabajo, de inembargabilidad de suel- ;;;al, J3s. p. 1 G.
dos, salarios, jubilacioheS y pensiones meno~·es de cien pesos, de b Ricfndo :H.ojas (''Ei.sn-~ o de epúsodius ds
vivienda obrera, de jubilaciones de ferrovial'ios, portuatiosJ han~ iu 'uida inte-nwciona-l Es. As., l95J,
viarios y bancarios, etc. uágs. 133 y siguientes:), ''i2~2''~~j'~::,,:,~"~,\'''¿',ti iml}olt;J.nt:iu a
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134 RODOLFO l?"CIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 135

El Partido Socialista I:ntel'nado:nal y luego el Par- gar (G 1), conduce a la n1etafísica, a aislarse de la reali~
tido Cm11u11ista no co:rnprsndieron la trascendencia de la dad y a la absurda pretensión de querer modificar la . .,
realidad desde un plano ideológico extraño a ella. En la

r~~~:f~:~~l~§~~{f:~~~~I!l~}l~~~~;~ii~~~:1~!I~;:¿~
aplicación de la teoría n1etafísica de la causa•externa está,.,#
b fuente de la orfandad, ~Ía inoperancia y ]a coincidencia
con el irnperialisn1o y la oligarquía que r.uarcan el tor-
1os alen1anes en caso de sun1axse nrrestro país al frente tnoso can1ino de las sectas socialista y comunista, que se
rompieron los dientes al oponerse, primero, al yrigoye-

fi~1ki:~~f~f~l!:~~~}~{~~~¿r;i~:~~ii:~~€ie~t~~i~Ii~f
nis1no, y, después, al peronis:mo, nacidos ambos del des-
arrollo de las causas internas.
En el infonne que el Partido Socialista Internacional
remitió en 1H19 a la Internacional Socialista y a todos los

~(f~~~f~é:f~~~~l1~~~li:~il~((:~~'~g~~i\~~~:i;;t~~~:;~~a~~~
Partidos Socialistas del 1nundo, se hacen referencias a la
neutralidad de Yrigoyen, pero se añade a renglón ~egüido:
"Ahora bien: todas las fracciones políticas en que se
~-~~~:sé~:c;~,8 c~~;~r:.~~~~ol~:n{:s ~Y:'1·~~es;;~t~~~~~i !~~I~~;je:Í~~~~ ~
1 subdivide la burguesía argentina son po:t' igual conserva-
doras; carecen de progra:ma; en el poder se limitan a de-
tes de }a pequeña br,rguesía 1 trataban de subordinar las fender los intereses de Jos terratenientes e industriales y
causas internas a las exte:t::~a.s., p8ralizando el desarrollo repartir entre los correligionarios las :nurnerosas preben-
y colocándose al n1argen del pro~e~o social conc~';to, au~1- das de un inflado presupEesto. Este estado de cosas tiene
que idealmente defendieran los uEereses y las_ 1n~as :n~as harto al pueblo argentino. Hasta la fecha no existe un
a-vanzadas. La teoría de la C8J.lroa ext2rna (o del 1n1pn1so partido intermedio radical burgués, tendencia hacia la
ane viene de afuera). com.o deten--rünante p:rincipal de los cual parece inclinarse un fuerte núcleo de opinión. El Par-
;arnbios sociales~ teo?ía rnsca.nicista y evolucionista vul- tido Socialista pregonó sien1pre que desempeñaba una do-
ble función: de partido radical y de partido socialista, a
un 1nismo tiempo" (G5).
Estas palabras se escribían en plena presidencia de
Y rigoyen y volvían a 1a vieja concepción mecanicista y
europeizante del socialista italiano Enrique Fe1·ri, a que
ya nos hemos referido en el capítulo IX\': ~~carecen de
Jlrograrna" ("tienen un prograr_aa negativo''), Hno exis-
te un partido intermedio radic.al burgués'~ (''falta aquí

(G4) Mao Tsé-tung ha explicado genialmente la relación en-


tre las causas internas y las externas en su libro ''A 1Nopósito de
la contnldicción". Dice: "La causa fundamental del desarrollo de
las cosas no se encuentra e.fuera, sino dentro de las cosas, en la na-
turaleza contradictoria inherente a las cosas mismas. Toda cosa,
Cedo fenómeno, tiene sus contradicciones internas inherentes. Soh
éstas las que crean el movimiento y el cles<::.lTollo de las cosas;".
(65) "Historia del socialismo 1nan;ista" 1 op. cit. p. 4.
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136 RoDOLFO PUIGGRós

un partido radical positivo"), el Partido Socialista "des-


empeñaba una doble función: de pai"tido radical y de acaba el amente que "'~, ~e-'·~~ era sin. ce: 2'- y Cú.nscc c1entc- ~
partido socialista, al mismo tien1po" ("los socialistas ar- mente nacionH1ista. F'::::r ej er:nplo:
gentinos cun1plen la función específica de este partido a) En la Asn1nbleg clo;:: Liga de las ~\ acio~1es p_fío!
radical que falta"). 1920 el canciller PueyrredóE, o'Be-decieDdo a órdenes ter-l
Además, el Partido Socialista Internacional contun- minan tes de Y rigoven, uronuso la r~dn1isión de Alenwnia 'i
día en la misn1a bolsa a radicales y conservadores, sin re- V }a igm•}dad P.fl \_,v d-i~~eCcic'~~" c1e Qi;Phn r.ro·•,n]is;Tr¡n (~"" ·:-o,1n'--' .¡
~ - ~ ~- -'--~ +J. ~ ~~ • -'-v-'-iV "--'-~ :H _,_, ___ V ·''- '-' '-"'-''~ 1

co11ocer la menor contradicción entre unos y otros. Ubi- los países que lo fDril1aban. f:Gi Techazo de ese pedido hizu l
cábase en un punto de vista internacionalista abstracto que la Argentina se retil·Rse de la Liga. ¡
hasta al caracterizar a los partidos argentinos, no de _
b) La necr-ati-va de Y~·io·ove11
O - -'--ó "
~ p-,.,.1fic"··,~ ,..,¡ +l":d··-..r1o dn!
- <.v -"'"'-'"--·- .;:<, • '-' j <:::"- '-'-.~~ua.-.

acuerdo al desarrollo de las causas internas deterlninan- A.B.C. (Argentina, Brasil, Chile) respondió ai deseo de!
tes de su existencia, sino analizando sus semejanzas o di- no ser juguete de un n1ecanismo intc:::_~nacional frag-uado¡
ferencias con los partidos europeos. Identificar la política uor el imnerialisn1o
... - nara
-'- cor~trolar
- e!- sur -- de\ - • conth1ente.l
" - • J

yrigvyenista con la política conservadora era una torpe- e) El apoyo sin limitaciones al Un1guay en el caso ch~ 1
za infantil que hacía el juego al círculo oligárquico que Se r- l'nvacJi¡'¡O
'L - pnr los_
~- ~lL-::lTYJq¡cns o'e¡1 S"'' rl,:;] T--t-~'''lS-11 cn'1I''1'1·~-.''li
~·-----•-0. ,,v • , <.e .l.. '-'·'-'- ;,____)_,_ G~ ~~ '-.Ji -- ~-'-~~

conspiraba pern1anentemente contra el jefe radical y sa- su posición antiirnperialista. ¡


boteaba su obra. d) El aleian1iento del ¡;anan1ericanismo sust.entado! ·~
!~
Así se explic::1 que si, para los socialistas, Yrigoyen por 1.a easa ~·~ . -
l::) anca prue.o<:: que Lngoyen :acep-¡, 1~
¡
se negaba a declarar la guerra a Alemania por ser "ger- taba lü hegen1onía~yr~~cr:i en A:mé~ri:a ~Latina (~ 8 ). /

manófilo" ( 60 ), para el Partido Socialista Internacional, .. ~n gra~1deza ne x: r:goyen ~\ta. :::oca ~~jnten1~1a en Sl~
precursor inmediato del Partido Comunista, su neutrali- fidelidad a las causas H1Lernas cLu desarrollo nac1onDl, eo-j
dad respondía a in1posiciones del ünperialismo inglés. mo su debilidad se 1'BVela eE cuanto se aparta de ella~~~~
Ninguna de las dos. sectas analizaba al yrigoyenismo co- cede a las causas externas.
mq- p::irtido nacional _bUrgués reformista de un país depen-
diente del imperialismo que luchaba por su autodetermi-
nación nacional. No reconocían la existencia de las cau-
sas internas en el nacimiento y la vida del yrigoyenis:mo.
Lo presentaban como "un partido del. . . mundo de la
luna", según la n1etafísica definición de Ferri (G 7).

(üli) "En el fondo (Yrigoyen) era gen:nanófi1o y dictatorial",


escribe J!"Jnrique Dickmann: "Recue1·dos _de tt-n 'milüante socialista",
1949, págs. 279- 280.
(G7) Los anarquistas opinaban del gobierno de Yrigoyen ~o
mismo que el Partido Socialista Intentacional. Juan Lazarte (Pro-
logo a "La P.O.R ..4." de D. A. de Santillán, op. cit., p. 22) escri-
be; "El Partido Radical siguió a los conservadores, cometiendo desvaneció y el patticlo demagógico transfor_n:.6::e e21 cmc2ervador,
sus mismos e1·ores, en el caOs más despilfarrador del trabajo na- siguiendo la tradición y tmyecto1·ia de los partidos que desalojara
cional. La explotación no varió. Se aliaron bien pronto con los mis- y cuyo espíritu heredó. Seinana Trágica. Santa Cruz".
mos de su clase: los cansen-adores de sangre y siempre. No había (6~) Al ocupar IJor segunda vez la en 1928 Y1·l~
distingo .fundamental con el ''Régimen'': las fonnas encerraban el goyen ¡:;e negó a firmar el Pacto Kellogg cl~E·o caracte1· impe~
mismo contenido. Pl'ontamente la creencia ele las muchedumbres se rialista.
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XIII
LA OBRA DE HIPOLITO YRIGOYEN

di, conw hemos visto, los dirigentes de los partidos


SochJlista y Comunista (el Partido Socialista Internacio-
11al i raía en germen los vicios que dieron exhuberantes
fi'utos en su sucesor) no reconocían al radicalismo yrigo-
yenida conw el resultado del desarrollo de causas inter-
nas en el orden nacional, tanto Yrigoyen como sus pane-
giristas incurren en el error opuesto: presentan al radi-,
c2..1ismo yrigoyenista no con1o un partido político, expre-'
sión de determinados intereses de clase en un detenninado
perícdo de la historia patria, sino con1o la Patria misma
en toda su existencia. Todas las luchas del pasado no ha-
brían tenido otro objeto que dar vida al radicalismo, y el
radicalimno, a su vez, llenaría todas }as posibilidades del
futmo. En el radicalismo de Alem e Y rigoyen se realiza-
ría y agotaría la nacionalidad argentina, que no sería ni
podr:ü=t ser con1partida por ninguna otra fuerza política.
ul'.J o somos mi simple partido -escribe el doctor
Gabriel del Iviazo-; n1enos aún de "izquierda", o de "'de·
recha": o de "centro", corno con n1entalidad y lenguaje
de cnpia e increíble desconocimiento de nuestra extra.
ordiJ,aria afortunada realidad doctrinaria, hasta algu-
nos radicales suelen pecar en el decir.
"No somos un sin1ple partido, con1o no pudo serlo
el gran ideal congregante que reunió a los patriotas que
fundaron nuestra N ación y las naciones hermanas en la
1ucb: por la Independencia. Son108 una fuerza de la his-
toria nacional y continental, que consiste en darle consti-
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140 RODOLFO }'tiiGGRÓS

tucionalidad a la Indenendencia, en constituirla; en dar ma.s. v si a veces


a la naCión en su pueblo, bases firmes para su desarrollo tarda en Tegre:::<n· ¿;,
auténtico; otro gran ideal, que no divide sino une en el d;::merrtab para l"ecoEq-, en
reclamo esencial. enü>nces
''lVfás viva y exigente que nunca está presente_ l2. lm; for:rnulacion.ss rt<c<~lic.l'e·s y I.Tlenores¡ asf senn irnpor-·
necesidad de ser un gran J\1:ovimlento que vuelve a Lis tnntes, se ·replie:{an sin ·'es:ned.To''
grandes bases espirituales y sentilnentales de la naciona-· Tnl sería la fiJosofía esoté:,ica cleJ. l'.adica1ismo yrigo-
lidad, a sus verdaderos soportes humanos, sin n1engua del ye::nista expuesta pOl' e':. tcó:dco de iD. Jr,tr·m1si2'<encín" y b
i"
interés despierto y capacitación en los aspectos concretos 1
'Heparaciónn de :nucst::·os días.
de la gran construcción o reconstrucción perentoria, con- Ko cabe eluda c;_ue. -::.a:_lto el fondo como lJor L:
forme al estado del país y del mundo. Hay mornertos en forma, el doctor del ::\Tazo se en la exada actitud
que se in1pone la prelación absoluta del nplün fu:ndrtl1.18l1- :r::wntal de I-Iipólito definió 1ft abstenci6~1
ta1" para reconquistar o afirn1ar aquellas bases en la zon~l cc-:no "un recog:im.ieEt'J
de profundidad en que se encuentren; entonces las for- ele los poderes
mulaciones particulares y menores, así sean importantes, el presente ;,r en la
se repliegan sin desn1edro. Callan estos inter·eses, volvién- mundo que nos
donos todos hacia los de la Nación, para dar el primado municación co:n los q_cce, Cl1 nna horn ú~tal, le
a la unión civil intransigente en lucha por la Reparación, arrebataron Gl eje:tcicio de su :::::::'.:::Plan:a·'
justamente llamada "fundamental". Los ::1,rgenthws, de se1· \'erc1&.cl l,:::, yrigo-
"Este gran propósito no puede distraerse en p1atu- yenista, tendríarnos que sel' ru_dic:-:-;_-les -cuando el :rnüi-
formas minúsculas, o en formulaciones exclusivan1ent:e
;~~~~~nj~v:~1e~1 Bc:,~e~~~,f~~,~~~~~le_, c~chwndo c~~l ~~,rv~:~,¿~\~~~{Si c~~
0
materialistas, que son en el fondo escépticas; ni 1'ep1e-
garse a las granjerías de un triunfo efímero, ni enreclal'se -dice del IVIazo-, a consi(le:;:·ars-e ad:':!criptos a
en las sinuosidades de la habilidad. Su programa, es surDa unos u otros de los extl·eu_ws c1.icta.to:riale.s ir:npcntudos, en
de progrmnas. Y esto es cuanto quiere signifícarse cum:- gtneral no son esenC'ialn:ente tal cosa: son radicales qui::;
do se dice aue el radicalisn10 -cuando es el gran rad1- no han encenizado al F ,,1_tUcalísn:o, corno tantos hmnbres,
calisn1o- eS una religión civil de la N ación, una fl'ater- corno tantas Inujeres'' decir que l1astaría ras-
nidad de profesos; un plnntemniento anterior y superior c~E a un arg·eutino p<c'-t<c'. descubrir g un radien! yrigo:re-
a toda sín11)le parcialidad. No .advertirlo es caer en todos 11L-Jb..
los erroq~s- de apreciación crítica o de conducta cirtdada- La sum~:;rsión dsl r2,clicalisrno en lo abso]uto nacio-
na en su. seno" (G!:l). l12lÍ, tal eual lo h21ce dt::l Ivhtzo con 'lll leno·t···· ie lq''l'Füc:::f-,,_
El radicalisn1o no sería, pues, nn pa:rtido: sería la ~- -"i,'c'c•.-~?.··.'1~::.-
\ yrigoyenista (' 1 ) , oculta bajo sus .___- ----b '"..
exagel'aciones _ .._ ~·'
Nación nlisma. No sería una etapa de la vida nacional:
sería la encarnación de la N ación en todas sus etapas, su
realización n1áxima y concreta. No se:i'Ía una fuerza polí- (70) Gabriel del I~:I::tZ'J: J\-otnn ."-oúrc .su 1/:is-
tica: sería una religión civil, una fraternidad de profe- torin y doctn:na (1922- :~" As., 1955, p. 7.
sos. No tendría un progranw., sino una snn1a de progl'ft- l-íl.l Esn·i\:Je ~,Ln1ud c1t 1\á<YS 1 '7'-J- "1_'f'; \ • "¿ \'is
dór;de procede la :..:x{·ig~~Y~~-;'? -ira y t~l~-o· de "'ia
ptu.sa ln·ausista en Los krausistas españo}us, que es-
cl·ilJían 11n:y mal, los nlurales abstractos que habían
(GB) Gabriel del :rdazo: "El Tadicalümw. Ensayo sobre su
histo1·in y su doct1'inct", Raigal, Bs. As., 1051, págs. 16 -16. ~t~~-e~di~~s,d~o~~~ Ss.lme:Scc.I.~~~;~~¿;1\~ab{~P~~:"s~~~ntl:~~1~~~d az:ulL~
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HISTORIA CRÜICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 143

expJ.~cnos, es 1a que no podía reducirse a _los moldes :·ígido~ de un parti~


L''"' venlact o para ser :--S
tF''"' n.....,_·+" ~lp
:r~;c~J.Ó~1 '"}f;~"i;.~~l,,_.:-llevada hasta el ab:::. La reacción sien1pre ha tratado de 1n1pedu~ la forn1ac10n
y de.sarrollo de esos grandes movimientos de n1asas, ya
:nacional fre:nte a las fuerz."_ cosm.opc-
sea propiciando el esqu.8n1a. sJ.ásieo de !11últiples .WJa~·tidos,
cioEei1 ~\~ i~ ~~~-~~·~u{<~.s~:~tl~~~~cf~~t~~~e:: desde lr:xf~~~~: va 0ea fomentando la creacl0''-i1 de partidos Pl'OVlTIClales o
ioca1es. Ultünmnente acusa de "totalitaria" toda tendencia
· 1 1 1 ·nas
11 c1 '"'~~,.,.,.;.¡-1r-·::¡"' seudo partidos
~~;:~;Y~;:e~~~ 1;~~~ec~~~ b\~·sc~)~}·~~u~-·~~c;) con otros 11aíses. a constituir una gran fuerza de integración nacional, con
la 1:én1ica del Ta- obidivos nacionales uniformes y un solo comando. De
~~f;scista" calificó a Y rigoyen y de "totalitario" califica
L·-
de( rnundo. Es
o intervenir a Perón.
en lo :nacional un El "fascista" Yrigoyen tuvo que gobernar con el
,}1ermanente sabotaje de los Hden1ócratas" de todas las
'tendencias antinaciona.les. Algunos ejemplos concretos
pondrán en evidencia tanto las maniobras para hacer fra-
casar al yrigoyenimno con1o la debilidad de éste pa:ra in1-
pon2r un gobierno fuerte. ·
19- Al tn.0PKH.rª'X.. J:Ü_.CQ.Dg;r_~~p_l_a,_s__ S~B.i.o_:n§_s____de1 _gfiQ
1917 ( 72) ' 'el Pl'€§id~nteXIigoyel1,_Q")2l1SO en_§l1_111§1l§ille
S\( phirl _-a'g_rárjo qgg_ cgnt_~mpl_g_b1!__l0__ X~OJ:g_ªl1~-~~"-~icílL del
ministerio _de A.gricultura__ col_~~-ob_i~~o de_ ponerlo a1 ~-.§l'­
' •~ ,~"' 1 J7TC1o -Cl_ei QQ1Qi-iiLáiir.i_kUJ.io.l'" HLa escasez del colono propie-
r""""'
·' "'"'
·.tarnblen resp01hh:. : : -:
~y n-,1, ~"~-· -~ ;,-¡-¡'c-PT'(P~
~~ C::11.'S".- ~-----~ rnnr::i.'>?b~
-~ ~ 1'l
'-"---

- -,~
----- '

~'l· •__,.0i!Sid8i'ZU'
-

a} :ta-
""'
tario -decía el mensaje- se hace sentir cada vez n1ás,
y ::!U.b '---
comprobándose que en una superficie de 83.600.000 hec-
táreas que fonnan la Tegión especialmente agrícola, no
alc2.nza al 30 por ciento e1 nú1nero de las exp1otaciones
en manos de propietarios_L ~Q}1f_!nP-_4119-0ti? __lg_ley_c.§G9J1Pini-
ca_: _qu_e e_u~:n_do ,crece _l?: ____ gr_ª-~L-PXP:Ried~_G-,_~-~Y _PD?.P.01;'.c5óp
·-·aritinétlCa, -- Cl:ec8~1i€ñ1Iiil·adül1 ~-úáarei1 ..pr.ouorción geo.-
J-métdca. La situación del Colono no ha 1nejorado substan-
--~ '1 ·¿¡
cialmente, a pesar de nuestro progreso agncoin, sren--to
inieiativa y múltiDles las causas que determinan este estancan1iento".
en DBT-
Desm.lés ele señalar la '"mala elección de las tierras", agrt
gab;: "La falta de crédito agrícola cómodo, an1p1ian1entc{"
difundido por intercmnbio directo entre el banquero y e~·,
colo!1o, contribuye igualmente a dificultad su acción. Esk.el:

(72) Durante el período 1917 la Cámrna de Diputados estaba


énmnuesí:a por ,15 radicales y 70 opositores (38 demoCT:=:!.tas progre-
sist~.s, 22 conservadores y 10 socialistas); y el Senad.o :por 4 ra-
dicales, 1 soeialista y 25 conservadores.
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RonoLFO PuiGGRÓS
144
;fracaso conduce fatatmente a la desnoblación rural v a
jla formación de grandes propiedade~ aplicadas a oi:ra::; con e1
\industrias aue no llenan necesidades esencialme11"i::e agrí- de una
1colas. El gobierno ha de propender a modificar esta' si-
.Jtuación, introduciendo reforn1as que ensanchen el medio,
¡mejoren la situación del colono, acrecienten y fiten la )io-

~
lación .y comb·a···tan
reocupación t. end
.la actt1.al al
.por~destruir .. encia a.l. u. rb. a.nisn1o".~
Jatífundis!ll9 -causa de
al Congreso
eo:n ü:glaten·a~
traso económico y punto de apoyo del poder de la oligar- el gcbien1o ha-
uía- _e§.t1lYQ~.~i~ffil?1'3L.Pio?~§g~~~~- ..~!"!__f_r~goye_l1.. En 1930,
meses antes de ser derrocado, recriminaba al· gobernador
radical de Santiago del Estero, a punto de vender a una
empresa extranjera 1.700.000 hectáreas de bosques fisca-
les, con estas palabrns: "El latifundio, adernás de cons-
tituir el obstáculo n1ás insalvable al progreso, es el ori-
gen de profundos males sociales cuyas consecum1cias gra-
.Jtitan directamente sobre la vida nacional". Es cierto que
rYrigoyen no encaró a fondo el proble1na agrario y que
¡sus ideas al respecto 110 salían del punto de vista refor-
]1nista burgués de redistribuir la tiexra entre mayor nú-
~mero de propietarios, 1Jero con todo su ulan de 1917 de
1,poblar y elevar la situftción del cmnpo ftlé frustrado por ;rnas
Ja oposición. Impidió, sin en1bargo.- que se concedieran ~i~i~~G~O ~~~J;~~L~itay·a
''nuevas tierras a compañías especuladoras y anuló mu-
·:chas de las que en épocas anteriores les habían sido en- sa" y nLa d-el ls-
'tregadas. · gaUsn1o libe:;:aL
,._ 29 - El 30 de seti.en1bre de 1920 envió al Congreso
~~11- Pl'Q_Yg9Jg__ .9-.E: )§_:y___ g~~ Qd~{j-Gªci_Ql1 _ Q§_ -ºª~as~~-9-!L9X~~~-as_ de
tipo individual y colectivo. Dos años después, el 17 de
agosto de 1922, insistía ante e1 Congreso ren1iso en la
sanción de esa lev de vivienda obrera.
39 - El 4 d8 agosto de 1922, ren1itió al Congreso su
proyecto de_l~Y_. __g~n~r§l_ ~lQ.j_g1;_iL~~t91V~2-· En el mensaje
adjunto recordaba que "los empleadOS ferroviarios, los
de los tranvías, teléfonos. telégrafo, gas, electricidad v ds
radiotelegrafía, goz::¡_n ya de los beneficios de las leyes de Y rJgo:ven e1 CO-
jubilaciones y pensiones reciente!nente sancionadas. Los rno en la i).][ D<J'Jel' Rns Pr9-
demás en1pleados del comerdo y de 1a industria. en sus -Y~S: tou::¡_QL __cle.c_:u~to, de1 Con-
múltiples manifestaciones, no tienen todavía la ley aná-
loga dB ;:tmparo, ~mpeñosamente solicitada a los poderes ~i~~sSio~Iio~u~iJ~~;.~~~~D,. ·~r:'u' 1'·_L "e.il
j
conslllll<:-l.dos, Los gran-
en el cielo y los abo-
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146 RODOLFO PUIGGRÓS


HISTCRIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
147
pc.rtícipe_ a cualquier otra compañía con1o asociada del ..,
Estado, resultaría siempre en beneficio exclusivo de la
compañía particular. . . En consecuencia, el li'oder Eje- ..#
cutivo juzga que ]a ley smf¿ionada por Vuestra Honora-
bilidad entraña un verdadero despojo de uno de los prin-
cipales factores de prosperide.d del país, como son los fe-
rrocarriles, e Ílnplica el recargo y acaso el malogran1iento
del propósito determinante del gobierno, en el sentido
de llevar lo más rápido y efectivamente posible, todos los
·beneficios de los ferrocarriles a los pueblos y zonas de la
República, donde sus riquezas pennanecen estancadas sin
perspectivas de que se las incorpore al desenvolvimiento
general de la Nación. El Poder Ejecutivo considera que
la sanción de V. H. comportaría un verdadero desastre
para la seguridad de los bienes del Estado y el desarrollo
progresivo del país, acusando en todo sentido la prolon-
gaeión de los procedimientos del pasado, en vez de la Te-
novación reparadora del presente, por lo que incita a V.H.
a rc-~flexionar sobre los graves daños que causaría tal ley" .
. El V§tQ .de_ esa_ leY . ."ntreguista salvó a los Ferrocarriles
del Estado y representa un antecedente importr(ritisirno
de la_ n~cjoJl?li~ª-~-i9_l1 ___ d?. tQdOS -los: ferrocarriles d8l"l)aifi,-
PPr elzol:derno deLgeneral JuanPerón. · · -:-.,,
79 - Ninguno de los proyectos de ley que declaraban 1
provincias a }?s ter:ito~~.ios de La Pampa, :rvlisiones y Ch~_:j
co tuvo sancwn legislativa. '"
Poco queda por decir para demostrar que el gobierno
de Yrigoyen fué de carácter nacionalista den1ocrático y
que en. materia.. _de ferrocarriles, combustib.le.s (creación
.de Yacimientos PetTolíf."r()s fis<OrJ.e~_y_c!efen§ª_Cl\'J-ª'L!:e-
"·servas de petróleo)_ e _i:rt_4nstrias se orie11tó l}ac~f:t la inde-
pendencia eeon§Inica _n.acionat: SÚs p1:oyédOS~- cu[n1-c10--llo
morían en JOs ·car·rnios-·-aertJollgreso -que era como de-
cir en 1as oficinas de las empresas extranjeras-, se ma-
Jogra.ban o tergiversaban en las interpretaciones casuís-
ticas de los jueces, mientras lo8 diarios y los partidos opo-
sitores defendían la legalidad del Estado liberal. ele lo que
11amaban la &¡demagogia" y la adictadura" de1 líder ra-
dical.
:Las _1nª_sªs E91?_~lhE'_~~- .f~I-~rqn __ -~l __p_rillG}P_?.-} __ §Q§t~xL _Q.eJ
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148 'RODOLFO PUIGGRÓS

iiti?JE~l\:~~~·i~~~~!~~.~L~~1l;~;:f~!~~~~ft~;~~
cionarias suu1eron sacar provecho ne .ca n1enor >.-tcb..~.L.dad ' .X
o.. vacilación.Clel presidente para obligarle a escl'i?ir }as_ne- ~­
gras páginas de la Se1nana Trágica, la Patagon1a, La _Fo-
restal. la huelga de los chacurerofl~_.J'{.9 .h~1b9. d:~rSUlt.~~el ::rJ.:o-
biernÓ de _Yr!goy9p _l111J1 pQlítica il!<lepen(Uep_t§_ 11-~}-~Lc.ta_s_e XIV
·oi)i.-el~a-Qllé_-hiciera_ frente y, por lo 11J?nos, n~~l~Jc~l~~-2-.L~- .L~
iQ~.ión_.de.~la-~----fue.rz.as-.xeac.c.im1,;;;1p_as que envo~mn_ al ?r~e­ DE Lr\ POLITICA PRO-IIVIPEIUALISTA DEL
sidente y trataban de aislarlo de las 111asas .. ~J r~narcluls- PARTIDO SOCIALISTA
mo con1penu1a ". b a 1.La H1C01h.
· <·¡·o'"da
J.a r a1·e,::,.__..
~cc,s·oevo'C'011
1J L'-"' _._ aa.'--" la
-- IJe-
queña burguesía y conducía a la .cl~s~ c~rera,_ a provoca-
ciones sin sentido. El Partido Soc1allsu1 JUZgaüa a Yrigo- La existencia del imperia1isn1o -concentración del
yen con el criterio liberal de los cm:servadores Y de los capital en grc.ndes n1onoi}o1ios y reparto y dominio de
dmnócratas anglo-sajones, y negaba ap?yo a su o?ra pr~­ vastas zonas del n1undo capitalista entre unos cuantos paí-
gresista. El Partido Comunista. predicafJa un gob1erno ae se~; imperialistas- es reeonocida no solamente por Jos
obreros y campesinos "del mundo de la luna" Y__no est~~ m.arxistas, sino tarnbién pm· n1uchos escritores bul·gueses
·,,0 ,·e" 1
blecía ninguna diferencia enh·e Y rigoyen y la ollgarqtna Ü
·. ._,
·
vos, so 1ore +.,ouo
l,
-l
en ,ws pa1ses-- , • ,
co10TIIa!.es ,
1.
y aepenL,wn-
conservadora. .
r lJn__gDbier_nQJd.U..rguáS_J:.e.lª~iv:a_m_Bl1tt: ..iJ:vJ:pep,dle~te en
lllL...P-ªÍs _.®:rnicolo_rlial llQ___ nuede__ .~.ostiZn:e;-se._slr.__J.e.~n:n:Ji4_ __a
tes, donde la opresión nacional impuesta desde el extc;-
rior salta a la vista. Una de las excepciones al consenso
general sobre la existencia del irnperialisn1o, la 1nás ,tris-
,pesa_r__ deLapoyo .d_~Jas masas .. y _ p_nr l~a.s _ ~que .s.ur...~~-:un te de todas, la dan los socialistas de derecha. Estos nega-
impulso de honda. HÜ2:a.DllU:L~.lll~.IJ?t-.t1~.&-~~--p:~_Qg'.C~fl.l_Sta.. do1·es del marxismo se han convertido en los nuis entu-
S11- _.c.on tenido~- _d~ ....cJª§.Q__ ,.Ghoc_ª-'_~t.?-Ii!~---'º-- temp...ranq-1-... con_ Jos siastas apologistas del "progreso 15 , la "democracia"~ 1~
i11ter_es~,::; d_e_ Ia clase obr_cn:a___ y _e~ a _es el _mnme:rlliLql.lB__.esre:- ..
cw~_,ura
l_j_
y la
" ~"]"'
l.Cer t act,, ae1
l J
grupo cte parses que, a tra-
, ' '

i:iP,-- Y~_in't'ºY~~liil}--Ti_~:Qligªr_g ~lÜi:_t_~xx_ª t~i.?? te _y_ _ ~l_j~ pe- vé;:::; de los n1onopolios, esü·t:mgu.lan e impiden el desarro-
x!ªJimn,q_ e;v.;t:r.ª;njY}r_Q ___ng~x.0 ... c1ª:r __ f?lJ_ZftnJa~o e .liDPQlle:;;~se .. ~?s llo de los países que ellos llar11an "incultos", "atrasados",
¡- nartidos obreros que no estan a la a1tura de su 1TI1SIOn etcétera, y cuando uno de estos últünos naíses entra en
! histórica suelen ser colaboradores obj:tivos, cuand_o no el cmnino de sn liberación nacional y cons-tituye la forma
l subjetivos, en esa obra de descalabran11:':nto del gobleTno de Estado que necesita para alcanzarla, 1os socialistas
1 burgués nacional reforn1ista. Su contenido de clase hace de derecha son los primeros en denunciarlo con1o "totn-
1también que no pueda resistir, por sí 1nis~11_o, las ace.chan- litnrid' para justifical' cualquier intervenció-n extranjera
zas del imperialismo en los 1nmnentos ~nhc?s que 10 po- y e.ualquier reacción interna que lo reduzca a la obedien-
nen ante el di1e1na de entregarse o monr._ Solo J9:. .J2.!~§.~11- cia. RepreE?entan en el denominado "mu11do líbl'e'-' los 1nás
i del parti o · _i_ + ~_illl}J.@_fLE!L.I!_ª-~.l~L..~1~J2ª~fli.~~~~ d~
n hipócritas -agentes de 1a clon1inación ünperialista.
¡ese asa1t.o.}~lJ:.1a. ~ncrtl~iii~l.~: Tal es 1a verdad incu_esti?- . L a accivlc 'o o l
a el prm:mpenans:.:a
' l' .J -, 1
ae ta1es • ,.
soc1anstas ""''t
se
,_
'lnabf8"'(il1e-- ·se "CfedliC8~'"del C6nocilniento de la exper1enc1a
~internacional y nacional.
concreta, principahnentG, en dos sentidos :___ctesYÜlr:.,..~l,._,J?f
__ ._ch1SB. "obr.era_ __de__]a¡s___J_uc.hg§ ____:po r_ Jª-.. lib~rªción- naciqncil~}{
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RoDOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 151


150
ratac~r, desprestigiar y descomponer a lo's partidos y diri- n1edíarios), sobre todo en 1nateria de libre cambio y
¡;~ntes n,1arxist.~s y a lo~. movi:ni~r:tos encabezado~ 1P?r la bre empresa iraperialist2.. ...~.....,
\J2prgues1a nacwnal anh1n1penahs:a. De. est:: at:t . .vid~~· Hemos dicho que los socialistas cie derecha j an1ás
lque aparece claram~nte en la mec~10cre h1stona del soci~a­ interpretaron las causas inte1~nas clel desalTOllo soeial ar- .Ji
Jismo en la Argentma, nos refenremos por ahora al ul-' gentino, ni siquiera en los suflerficiales balbuceos del doc-
timo aspecto. Antes trataremos de dar respuesta a las si- tor Juan B. Justo. 1'·1o__]J}2ica-fon al y,rig·_oygn_ismo...;JZ:..-a.Lp_e--
guientes preguntas: -~rwti~m_g ~Gºf..Q9 .r~~mlt?clqs ft?l ,_f;lJ.2§._0!:TQUo s1~. Jgq _cau_sas in-
tenJg~LY:-~-~Jimitªr.mLª-_h~M~-~X§__§__~_Qo_!_ eon _ _ tº-dª _pasión _ e in-
¿Es la burguesía argentina una clase absolutamente _§idiª'-· d§ __ jª~. -~ª!JJPªfL~s _de -despreSúg:ió~ y calui11ñlis___ {;lúe
contrarrevolucionaria o constituye todavía un factor re- contra esos movimientos- desatái~Ol1-Ta'"-01igarquía terrate-
volucionario, un factor en la lucha po_r la liberaci~n ~~; niente y el in1perialisn1o extranjero. Nadie se esforzó co-
cional del pueblo argentino, por emancrpar a nuestro _pars lno ellos en ocultar bajo las cortinas de hmno de las la-
del yugo impedalista y crear una nación indepen~rente cras de esos movimientos (corrupción, burocratiSino, per-
y soberana? ¿Ha pasado por completo la burguesra ar- secnsiones, etc.) su gran aporte a la liberación nacional
gentina al campo del imperialismo extran¡ero o es un fac- . y al progreso del pueblo argentino. Amontonaron nlon-
tor de proO"reso y emancipación? ¿Debe la clase obrera no • tañas de prejuicios, suspicacias y calurnnias sobre Hipó-
hacer dife~encia alguna entre el imperialismo. extran¡ero lito Yrigoyen y Juan Perón. 1~o dejaron que pudiera ha-
v la buro·uesía nacional y atacar a ambos por rgual o pue- cerse la crítica constructiva, superadora, de la obra de
de conta~se a la burguesía nacional como aliado de la clase ambos: sólo aceptaron la negación total, el aplashnnientof
obrera en la lucha común contra el imperialismo extran- el olvido. Su enor:G."'1e tragedia, lo que los hunde_. desen-
jero? nEtscara y mata, es que ni Perón ni Yrigoyen podrán ser
- Si la burguesía argentina está irremediablemente negados, ni aplastados, ni olvidados. Y así se consumen
perdida para la revolución nacio:;al. emanci~adora Y en !o eso8 soberbios nihilistas al margen de la histoda, como
ene1nigos del pueblo y difam.adores de los líden~.3 que el
que va de este siglo no ha contrromdo a la. mdependencra
económica y al desarrollo de nuestro pars,_ ento;1~es se pueblo eligió con clara conciencia y ele todo corazón.
justificaría el odio cavernícola y el ataque srstem_at:co de El pecado originr.l hay que buscarlo en los ol'Ígene'Sf
, los socialistas de derecha a los dos grandes mov1mrentos del Partido Socialista. El esfuerzo inicial del ingenien~
populares dirigidos por la burg:uesía: el yri~oyenismo Y Lallen1ant por descub:rir las particu.laridades de nuestro]
el peronismo. Pero si, al contrano, la burgues1a argentin~ desarrollo nacional a la luz del rnt:lrxisn1o -~de que ya!
-o alguno de sus sectores y aunque sea en forma vaci- dejan1os constancia- y elaborar, de acuerdo con ellas, h~
lante e inconsecuente- ha mantenido y n1antiene su fuego orientación del partido obreTo, se lTütlogi'Ó y pronto nadiej
revolucionario y tanto por sus intereses como por sus lo tuvo en cuenta. Para los fundadores del PnTtido So~
ideas de clase entra en contradicción con el imperialisi?o cialista las diferencias 8}1tre el capitali~1no en la Argenj
extranjero, entonces el odio caverníc~la y el ataque sis- tin~~: y el capitalisn1o en cu~alqu}~~~ nac~ón adeh-n;tada dt:i
temático al yrigoyenismo y al peromsmo forman par~e Europa Occidental, eran solo a1ferencw.s de detalle, nd
del plan general de penetración y dominio de nuestro .11a~s fu?d.an1entales. C?inc~dían, por lo tanto,~ co:1 l?s dirigente~
por el imperialismo extranjero. ~s en alto _grado. srgn;- 1nax1n1os de la Il"' Iw::ern::tcwnal, despues cte 1a muerte de:
ficativo, en cambio, que la pohtlca soc1a~Ista Sl~r_npi e Federico Engels, que adn1itían forrñahnente o no .3:4:rnd
coincide con los intereses de los sectores m~s concr!rado- JímL §f§!Jg§fg ~! Jl?,§Q .. \l§l.~ªllil¡c!ümw. 11.Ja etapa ill1Pªr\~1

- res de la burguesía (importadores, comerciantes, mter- list¡Ly_la.di:visión.Lle ..Jos ..¡;¡ais.es.mLopres.ores. y.DPrimidQ.s;.


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152 Ronoi,FO PUIGGRÓS


HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 153

A1 comentar el prin1e:t· progrmna del Partido Socia- rnopo1ita, que 110 es igual que un socialismo internacional
"sta--';7 a Vano·>pr'li8 •1c.l -1Q dP n1ayo de 1894 decía:
11 cun raíces en la concreta realidad nacional. _.._
.d '"J J.....i< ~A-.o:o-~~- '._.< • '·'-'~ ._1.. ~ J

<~El progranw. de ese particlo que debería tm:.e:r en cuenca 1


N o cabe duda de que los orientadores del socialismo
las circ~nstancias locales, no diferiTía n1ncho} sin erü~ar­ en la Argentina se han e~forzado en enconthrle raíces JI
go, del progran1a de los países eur?pec:s, Y n~rte~merH'~­ en el pasado del país. Tal preocupación sobresale en las
nos0 ' En todas nartes las consecuenclas ciel cap1tahsmo obras de Juan B. Justo y Alfredo L. Palacios, aunque
.>: 1 '~ L , l soü d,~sde distintos ángulos. Pero_ "continui<iad _históricf!,"
esenciahnente las 1nis1nas corno lo son t..Rnlmen os re-
clamas mas , peren t anos
· de1 pro.te~anau
1
' + · 'o" . no es .Jo __ n1is.mo.. __q_ue ____ ~'r_ep$_Hd6ii .h1§tQii~rr."-·No.,. es··to· ffilS-
A1Jonas si se hace un reconocin1iento forn1al, de con1- mo, por ejemplo exaltar los méritos de la Constitu-
1

promiso,"' '-' de las causas internas (el pr~g;ran1a "d e.b er:a ' ción liberal de 1853 en la época de la inmigración y de
tener en cuenta las circunstancias locales-') para luego 1r b incorporación de la Argentina al desarrollo capita1is-
al fondo de la posición: los socü:Jish'.s argen~in.os no pue- tn1 que exhumarla como molde intangible de la nacio-
den tener un programa distinto que los soc1a~1stas euro- nalidad en la época de la liberación del imperialismo,
peos v norteamericanos, el capitalismo es el n11SE10 en los cuando se necesita un Estado fuerte y centralizado para
Daíse; im.pel'ialistas que en los países coloniaJes Y depe~­ destruir los monopolios formados al amparo del libera-
~1ientes, ei1 los países opresores que en los países c~pdn1l­ lismo y construir una economía propia.
dos. La cm1sas externas, las causas generales o unrversa- N o .h~-Y- ... :~_s;g11t~n1.1~dad_ }::t_ist_Q_l~iºª-~-~ ____ S.iJ1 . ,,.~.UP,~Xfr~iQ_n d~l
]es de un capitalismo abstracto, e:can las únicas q~;e _gra-
.
vltaban en e1 palS
; para ~lOS +- •ns o'c.l
.LL1n .;¡. ,nGol._.,
'
1. .....
Qn"la1·qno
'""'v'"' .1.1"'
.1. ]:Zri3~~te"di;d~=1~!J~~~I¿d~:;~;~l·I~'~rLaiY11ifi¿'i1:";,¡;~~st~~~
suma o agregado de cantidades del mismo género, coml
criol~~ el prhner manifiesto del Fartido, pnJ:licado por quieren los evolucionistas puros: es el desarrollo a tra
el Comité Ejecutivo Nacional el 29 de febrero. ele 189~ C?h
1

vés de negaciones y de contradicciones. Tal método d



n1oti\ro de las elecc:wnes} ..e· '
se anrn1aoa: j_wqu 1s'"as
"T'
- J.~ll s -
. L.::~, m,.._,, "reivindicación" de hmnbres y acontecimientos de otra
ti1S, irigoyenistas y ale1nistas S011 todo lo lTI1Sffi0. S:_. S8 épocas _(Moreno, Echeverría, la Revolución de Mayo, Caf
pelean entre ellos es pol' apetitos de l~n.m~ido, por mo_üvo seros, etc.), con1o si nuestra historia fuese una eternft
de odio o de sirnpa.tía nersonal, pol' am.DlCiones n1ezq1nnas
-- ·1"R
repetición .o un eterno retorno, es en1pleado actualn1ent~
e inconfesables~ no por un progralY.U1, ni por una lCd::.a . ~!1 por los últimos mosqueteros del liberalismo refugiado.·
6 - --<t
la Artrentina. de acuerdo a ese prüner manifiesto sacra- en A.S.C.U." •.
lista, 71o existía la lucha de clases y Jo~ partidos. se P?l~a­ La concepción mecanicista -palabra ésta que produ
ban entre sí nada más qne por cuestiones sentimentales cía alergia al doctor Justo- de la historia tiene nefasta
Yambiciones, rnientras qEe el Partido Socialista aparecía consecuencias sobre la práctica del presente. Así el doc
~n el cmnpo de batalla arrJ1ado únicam2nte del ~.d.eal, en tor Palacios se confiesa partidario de las n(lcionalizacio-
contra de tantos apetitos 1)olíticos acurnulados. No es ~e­ nes (ferrocarriles, electricidad, yacimientos, etc.) ( 73 ) ,J
cesario decir que tales evasim1es a _las nu~..es na~a ten~~n pero sus prejuicios liberales ~que nacen de la repetición!
de común con el marxisrno, ni con la reahuad. El Parbao éiel pasado y no de su continuidad dialéctica- lo inhiben'j
Socialista nacía en actitud de auto~uficiencia rnora1 P~~a para reconocer que a las nacionalizaciones sólo se puede'¡
salvarnos a los pobres criollos de la charca en que .e~ta­ ~j
bmnos chapoteando: tal era el pens~1.111i2:.11to del n~a~1lfle?­
to. Su autosuficiencia rnora.l provenía ae su caracTer de (73) Alfredo L. Palacios: "Nuest1·a acción despEés del triunfo
representante de cansas externas, 6e un socia1isrno cos- demagógico", Bs. As., 194G, Editorial La Vanguardia, p. 19.
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154 RoDOLFO PUIGGHÓS HIS'I'ORIA CRiTICA DE ws PAitTIDos PoLfTrcos 155


fTiegar por la vía de un Estado nacional centralizado en o ceder paso al sano, avanzado e inteligente canital ex1
¡..Jill;o grado. ü:a~1je.ro. Su punto d~ vista er~ el de los refoxmislas o :re1
- El sectarismo en la elaboración de una táctica tmn- v~si?nistas del marxismo, segun el cual se llegaría al soi
bién es pecado original del Partido Socialista. Al discu- c1ah~11o por el can1ino de 1os comprornisos con* la bur..¡
tirse la Declaración de Principios y los Estatutos d_el Con,~ gues1a, a rL1edida que disrnint~Yera el nú1nero de canita~
greso Constituyente, realizado los días 28- 29 de junio de lista:; Y aumentara la riqueza del proletariado (").-Ese
1896, hubo una discrepancia respecto a si debían admi- punto de vista podía aplicarse igualmente a Inglaterra Jt
tirse o no pactos o alianzas con los partidos burgueses. la Argentina, a un país imperialista y a un país depen~
Los hechos eran porfiados y la realidad tenía sus dere- diente. - ec-~·

chos. El doctor Juan B. Justo, secretario del Comité Eje- _ De hasta dónde ha llegado el socialismo en su apo-
cutivo y miembro de la Comisión que redactó los proyec- logía del capital imperialista extranjero da una idea
tos, propuso como artículo 89 de los Estatutos: '_'El Par- América Ghioldi, en un libro aue es la denlOstración del
i¡ido Socialista nodrá aceptar alianzas con. otrQ.Lp_a,·tid.o,s grado de envilecimiento de su- Partido. Después de pos-
siempre U!l-'>- ~l:l)B..PJlt.ailltí;;g¡:Q._Xll.lj';§tro .p..rQgrama' '. Pero trarse a los pies del imperialisn1o yanqui y cantar loas
los delegados izquierdistas, capitaneados por Leopoldo a! capitalismo "tolerante", "libre", de "sentido ig-ualita-
Lugones, José Ingenieros y Adrián Patroni, impusieron riO profundo" que rige en Estados Unidos, dice que de
un criterio intransigente al hacer triunfar la siguiente esa nación parten "las grandes direcciones del 1)rooTeso
redacción de ese artículo: ''Serán ex:cluídos del Partido político Y cultural". Este apátrida, siempre a c~ntr';ma­
las colectividades o individuosjj,JJC hagan pactos iU'lia!l- no de la clase obrera y del pueblo argentino, se consagra
za s con los ¡;¡,¡u:j;i¡:!¡¡s_J;¡¡¡rgllel\ell.Jl_l:illL.SJl.S.. Cillldidat9s". a exaltar las Hvirtudes" y a defender la ideología y la po-
Justo advirtió vagamente que había problemas co- 1ít~ca del imperialisn1o en general y del imperialisn-lO yan-
munes a la clase obrera y a la burguesía (a la burguesía qm en particular. "Si en todo capital extranjero --escri-
en términos generales), y por eso elijo al informar el pro- be-- vernos una desgracia y la acción coordinada t1el im-
yeCto: "Lo importante es patentizar nuestra independen- perialismo, entonces caemos en el absurdo nacionalista ...
cia de todo interés capitalista o pequeño burgués; sin El laborismo inglés acaba de calificar al gobierno de Tru-
creer por eso que en todos los casos y en todas las cues- como altamente progresista ... No oculto que en el caso
tiones sean opuestos a los nuestros. En la cuestión ele la tener que· elegir, preferiría para rní y para mis hijos vi-
moneda, por ejemplo, el proletariado tiene los mismos in- en Estados Unidos y no en Rusia ... La historia de1 so-
tereses que el capitalismo avanzado e inteligente". '~,~~~Í!i~:~i~dice que la esperanza de que la clase obrera 0
Dos años después, en el segundo Congreso del Par- _- · se convirtiese en actor protagónico de la histo-
tido Socialista, triunfaba el criterio de Justo. Esto no no ha sido confirmada. La clase obrera no ha sido el
quiere decir que el autor ele "Teoría y Práctica de la His- . protagónico en las luchas contra el fascisrno y lns
toria" estableciera una línea divisoria marcada entre la variadas clases de totalitarismos". Sería de nunca acabar
burguesía nacional y la burguesía imperialista extranje- los disparates con que América Ghioleli de-
ra, fuera de la que surgía de una apreciación moral total- muestra impúdicamente su servilismo ante el Departa-
ente falsa. Como distinguía dos tipos ele capitalismo: el
sano y el espurio, el avanzado y el retrógrado, el inteli-
gente y el torpe, no cabe duda que en el primero ubicaba
al extranjero y en el segundo al nacional. El espurio, re-
trógrado y torpe capital nacional debía seguir el ejemplo
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156 RODOLFO PUIGGRÓS


HISTORIA CRiTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 157
mento de Estado. Como remate, se apoya en la idea de
J'ttan B. Justo sobre las alianzas y reclama la continua~ etapa agropecuaria, la intervención del Estado "democrá-
ción o reproducción de 1a Unión Democrática, vale decir, tico" en los sindicatos, la división de la clase obrera en
de una alianza proimperialista, entreguista, antisoviéti~ "sin(1icatos libres", la paralización del uroceso de libera-
ca, que paralice el esfuerzo de liberación nacional y nos ción .econ~m;ca naci~mal. L?s ;ifOCÍalista; de dere<Jha bus-
incorpore al carro de guerra, sangre y explotacién que~go~ e~,~ c.on crec .. e11te afan la ~hanza o acuerdo con otros par-
bierne algún in1itador del "altarnente progresista" señor bnos) pero no para consohdar y desarrollar la liberación
'h·uman ( 75 ). económica nacional, sino para servir mejor los intereses
l---- Juan B. Justo no pudo percatarse de la acción opre- del imperialis_mo en la Argentina y en América, para
promover la Incorporación cte nuestros naíses al frente

li
ora del imperialismo en nuestro. país, ni sentir la necesi-
dad de una alianza de la clase obrera con la pequeña bur- antiPoviético, para detener el avance de lÓs pueblos hacia
uesía y la burguesía nacional pa:ra luchar por la libera- su emancipación.
jón económica argentina, porque nunca fué marxista Si alguna vez los socialistas de derecha astnnieron
-Y se jactaba de no serlo- a pesar de barajar de mala actitndes anti_imperialistas e hicie:ron oir sus protestas
1nanera conceptos entresacados de las obras de Carlos por el vandalismo de la "política del garrote", todo eso
lVIar:::-;: y Federico Engels. Sus sucesores niegan que la cla- pertenece al pasado. Hoy están abiertamente. sin ocultar-
se obrera sea "actor protagónico de la historia", porque lo, cnntra todos los gobiernos pouulares de liberación n~­
el gran 1nundo socialista, que abarca ya la parte funda- cional, a los qne acusan, incÜsfintan1ente, de "totalita-
mental de la humanidad, estaría al margen de la histo- ~·ios'· .. P~~túan como vanguardia ideológica y política del
ria, según la ignorante peTorata de un vulgar amanuen- 1mpenallsmo. No han necesitado cambiar el título de su
se del hnperia1is1no. La historia se hace, por lo visto, eh viejo periódico oficial.
el '~mundo libre" de los n1onopolios, de la opresión colo~ ;. Surgieron alguna vez en el seno del Partido Socia-
nial, del intervencionismo de l2s potencias imperialistas lista tendencias a enfocar el problema nacional argentino
en los países atrasados, de la decadencia, la descmnposi- desde el punto de vista 1ua:rxista?
ción y la anarquía. Es sabido que surgieron, en diversas épocas, tenden-
Ha dejado de existir para los socialistas el problema cias opositoras de distinta naturaleza que nunca pudie-
del pa.so al socialismo. Ni lo sienten, ni les preocupa, a no ron rrpoderarse, ni por las buenas ni por las 1nalas, de la
ser para impedirlo. Quieren la "libre empresa" capita- dirección partidaria (7 6 ). Fueron expulsadas sin escrú-
lista para nuestro país, y se oponen a la Economía
de Estado. A1nérico Ghioldi ha dic1w claramente que ( 7 6) Las siete escisiDnes fueron cronoló-~icamente: 1"-) La de
su objetivo es "la de1nm:ratizacíón del Estado, proble- 1899 que dió origen a la "Federación Socialista Obrera Arventina"
rna esenciahnente politieo" (pág. 152), y por "democra- o /(Federación Socialista Obrera Colectivista". Partió del" Centro
Socialista Revolucionarlo de Barracas al Norte v se o])uso a la
tización del Estado entiende la devolución de las empre-
1
'
eXi¡zencia de que Ios extranieros sacasen carta de ciudadanía al
sas estatales a la compañías extranjeras, el regreso a la il;gre.".ar al Partido. C_onsider~aba prematura la lucha política y pre-
na b lycha por meJoras económicas. Sus integrantes, entre los
c11ales f1~uraba Leopoldo Lugones 1 se titulA.ba,n "marxistas i~1tran­
(75) América Ghiolcli: ''Nlwrxismo, socialisnw, ·izqu·ieTdismo, si~en t2s". Duró poco tiempo.~ 2") La sindicalista de 1906 e~cal;e­
cmnu1úsmo 11 la -realidad aTgentina de hoy", Ediciones Popnl<:-~·es Ar~ zada por ,Tu)io Anaga, E1~1ilio Troise! Bartolomé Bosio, AcÍuíles Lo-
gen tinas, Bs. As., 1950, págs. 128 y .150. En otra pm·te d1~e que ren.z?, Gabne}a ~~~· de Com, etc., que se oponía a la política electo-
"h:J,sta el presente las mrtsas proletanas no han de1Tocado nmguna rahs: n_ Y pecha LOdo el poder a los sindicatos". Decían se "marxi_s-
dictadura" (p. 133) y ve en el "neocapitalismo" nmteamel'ica110 tas }lUros" y discípulos del sindicalista Sore1, autor de "Reflexio-
un pasaje "más fácil. al socialismo" (p. 134). nes ::~obre la violencia". 3'~-) La de Alfredo L. Palacios en 1915
porque el Partido prohibía el duelo, de donde nació el Partido So~
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158 RoDOI,FO PUIGGRÓS

puloS violando estatutos y er11pleando los peores méto~


1

dos del fraude. Unos, den1asiado apresurados, se pasaron


con armas y bagajes al bando de la oligarquía; otros se
encaminaron a la formación de partidos obTeros, pero
con todas las limitaciones e inhibiciones heredad:;q que.
nos los dejaron sumergirse en el problema nacional, ni
sentir plenamente las palpitaciones del pueblo.
La cansa de la impotencia política hay que buscarla
en la cabeza, en el pensamiento de los dirigentes qne hoy XV
forman una camarilla de expositores de la línea táctica
del imperialismo. Esos dirigentes han edncado a varias DE COMO EL SOCIALISMO EDUCO AL PUEBLO
generaciones en el oportunismo ideológico y político, en
el cosmopolitismo, en el desprecio de la "política criolla"
que era toda la política argentina, en la ignoranci:::t de las Los socialistas se jactan de su aporte a la edu.cación
causas internas como n1otores del desarrollo nacional. d~l pueblo argentino y no faltan no socialistas, con1o los
oligarcas que tan buenas migas ha~en con ellos, que
exaltan la labor cultural de los discípulos de Juan B. J us-
to. Si_ educar al soberano significa exclusivamente fun-
dar bibliotecas, editar libros y pronunciar conferencias,
no cabe duda que los socialistas merecen elogios de nro-
pios Y extrañosL_:Qer_Q_J~tLi!dL1C.0r, al _sobera11o COI1sist¿_ ,_en
prienta.rlo y nrena1~ar-Io--p-ru::a-su ~ernancrpacló-l1.-C(ef)'ill10s
~?nvenn· que su obra ha sido, :más aue nevativa, reac-
Clonaria, - ~---~----
~Al obrero se lQ puede ed~1car de _dos n1aneras: _.Para
,.que luche J221: la_ engnfi-gación df2.~.§1Ld~_g _ ~i}gfi'0Jli"f;l,:éfE;­
de ser obrero. nara que abandone_su clase~ Está a la visf~
el_ resultado de 1a educación social-de1nócrata: ha forn1a-
do pequeños burgueses que se sienten colocados pm· enci-
nla de las clase obrera, hasta cuando se introducen en }os
sindicatos para dirigirlos desde arriba, o niegan que la
clase obrera sea "el actor protagónico de la historia". La
educación socialista se ha orientado a subordinar el mo-
v~miento espontáneo de masas a la ideología del impe-
rialismo, ni siquiera de la burguesía nacional, directa-
mente del imperialismo, sin térn1inos medios. Así se ex-
cialista Argentino. 4'·') La que en 1918 fundó el Partido Socialista
p_lica que los llamados Hdirigentes obreros" que el Par-
Internacional, luego Partido Comunista. 5~) La que en 1927 origi- hdo Socialista fabrica no sean n1ás que auentes de las
nó el Partido Socialista Independiente. 64) La que en 1937 consti- organizaciones amarillas de los Estados Uni~1os o del De-
tuyó el Partido Socialista Obrero. 7fJ.) La que dió m·igen, durante el partamento de Estado.
gobie;nw de ferón 1 al Partido Socialista de la Revolución Nacional.
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16G RODOLFO PlJIGGRÓS HISTORL\ CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS


161
E1 Partido Socialista no solamente traicionó la mi- defectos de forma que las hacen de una difícil y equívoca
siól! de un, partido J?-arxi.sta qe inyectar a la clase ~br.era interpretación" (7'). ...._
su 1deolog1a revo1ucwnal'la, s1no que cuando el movimien- El doctor Justo, con impresionante desconocimiento
to de rnasas asciende, es decir, e ruin do 111ás la clase obrera de las fuentes vivas del mar¡¡üsmo, sostenía que! del mis- .:!
1 necesita desarrollar su concienda de clase, es t..an1bién, ~o n1odo que la ciencia nada" debía a la filosofía, el socia-
j encmcJo más se esfuerza en desviarla h&cüt posiciones de l~smo Y. la_ cl~se obrera nada podían esperar del materia-
j subordinaci.ón a la oligarquía y el irnperialism.o (en las hsn1o d~alechco, salvo confusión y oscuridad. Les ofrecía
\épocas de Yrigoyen y de Perón y en la actualidad). En vez a ~amb101 el Hrealismo ingenuo" es decir, el sentido co~
1

1\l~- ._d.~_~ arre 1,1a~ 1___cl~11_t:~;·9~. Q_¡j_Jl\1__ g~~-~~11_Jr?nt?__~1ª_~,iQp_aL 0.D-t~_ÍJ\1- m~n, el modo vulgar de ver las cosas, Sancho· Panza, con
¡p~_ria1ista, _ _ la_ ic1eo]0gia ,y__la_J}c1iJiGf\-_i_11Q~ne.:DJUenteLé!,e_J,J.. qmcn algu_n~ vez se compa;-ó ('') :_::~1}_jjjg~g:J1i!....del~
.j _clas_~,__o brera, __ .se_ ?,Cet::c_a__ a ---~E?.t~-- _1-].}tü:,:_ª __ pª;¡;a____ c_Q lQG.0x1~-~-lm.i9 -!J.lo ; :escnbla=-··es._el ~<:lahsmo ..mg;muo~- el modo·rtever
pa influencia_ de__ la id_e_o]Qgí_a ___ y_ __ l_a____pQ1].ti~;:t_._c1_e _1n_~oligi:W:'-QJÜa Intultrvo '"![ vulgar que los fi1ós"üfos desdeñan. La -realidad
~_y _ _ _~l_j_m_pgr_iaJir:tl11Q9_ en nornbre de 1a Libe·ctad, de 1a De- es d conJunto de las percepciones y coneepciones cOmu-
:rDocra.cia1 del Progreso y de palab:tas que se en111lean para nes. de los hombres, nunca tan comunes coino cuando se
\cualquier uso. aplican en la vida ordinaria, en el traba.io, en la técnica.
Los sociali.stas han educado cJ pueblo en un confuso Conocemos las cosas y las personas en cun.nto somos ca-
"_ec;l~r:ti_d_smo irl.e:o_Lógico que es el mejm.' caldo de cultivo· na- paces de hacerlas servir a nuestros fines. En su realismo
ra Ins tendencias de Ia bu:rgGesfa y del imperialismo. Han Ingenuo, el Pu.,.eblo~ despx·ecia las vacías fórmulas , que se
~1~g?JlQ sj;;_t~:rxu.i.ti.~_q_Jl1.?DT;0~_.rr.LJit . 1~~cJ~~~-~~2l'era tenga Q.1 presenta:n a. veces como ciencia ... ". "Pero afirmamos
1Jm.nta_cnxtc.enc~nlldo: Pt mater.i.aJ.i_QDJn..~cli&l~_ct~ que la c1encra, para nacer y desarrollarse no ha nacido1

y que fuera del :mated2Jisn10 dialéctico sólo existen di- :le el!a (la ~ilosofía), c?m.o aue la ciencia no es hi.ia del
versas formas del idealimno burgués. 1deahsmo 111 del materrahs1no, sino del "realism_o inrre-
A principios de sü;1o, un gTupo de ühreros pidió ni nuo~', de la vida y de 1a técnica" (8°). ¡Qué oo:inarían bde
doctor Justo que les diera una clase de fiJosofía. '';.Es la t~cma~os disla~es los grandes :filósofos creadores de la
filosofía ~dema:na un venero mental nc:cesible a todos? cren~ra1 Le1bnltz y Descartes, Bacon y los enciclopedis-
-pregnntaba el Tnaestro de la Casa del_ Pueble sin pue-
blo~. Para mí, al men.os, no lo ha si(1o. He tom.ado algu- (
78
) Ibídem, págs. 1l ---12. ,Justo y sus discípulos siempre se
nas de h~.s obras de los filósofos alem.ar.es y he tenido que han esforza.d? .en pTesentar al rn<'!.rxismo como una variación de la
dejarlas de lado, con un se11timiento de fatigante va- c~c~cla posibvista, es decb~, tnüs.n ele negar al mate1·ialismo dia-
1ec~üco c~m10 concepción del mundo y teoría del conocimiento. Quedan
do" ( 77 ) . Bnrlábase del n1atedalismo dialéctico, confe- asr ~-ll hbertacl para .catalog-ar al marxismo como una de las tan-
saba D8.ladinm::nentr~ su incapacidad para entenderlo y tas ~OTmas o expresiones de la doctrina socialista, de tal modo
acons8_iaba a 1os obreros despreocuparse de 1os estudios que r~sta puede a?eptar cualquier tipo de maridaje con el positivis-
mo ('~ion ,?t~·a filosofía bur_R"uesa ,o imperialista.
filosóficos) d.e esas "obscuras. rmnotas y negativas con-· • (
1
· ) 81 alguno de los dos he roes de Cervantes figura entre
n;1s nn~epasados, es, seguramente, Sancho 11 , deelaraba eú su auto-
11
cepciones de Hegel cuya influencia "sobre 1a ciencia e:n
,

general y sobre el socialismo en cuanto tiene de científico, blOgrafia ("La Nación 11 , 27 de ju1io de 1896).
80
( ) J nan .B:, Justo: "Teoría y P1·áct-ica de la Historia", Bs.
no es evidente "Es i:ndudab]e -.añadífl- rme 1a dialéc-
11
• As., .1931, 3'1- echc10n., n. 496.
tica ha dado a ciertas }Jart!?.S de 1a ob:ra de Iv:Iarx graves J l~an, B. Justo: HEZ naZismo .1:npenuo", op. cit., p. 2. "La cjen-
cia, -.:l.ecw- no conoce el matenahsmo sino como una de las fó 1_·~
~l_U;a( ;;ngenuas, ~e.dantes. Y ~uecas de la adolescencia intelectual".
(7 7 ) Jurm B. Justo: "El 1·eal·is-nw ingenuo", Es. As., La Van- u d.~~lpulo, Amenco Ghwld1. llama al materialismo dialéctico "di-
guanliaJ 1914, p. 3. vagaewnes verbales" ("Justan, 1933, p. 89). ·
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RODOLFO PUIGGRÓS
162 HISTORIA CRÍTICA DE LOS PAR'l'IDOS Por.fTICGS 163
tas! Justo los acusa ele haber perdido miserablemente <;1 . El fundadoT de la ciencia argentina, Floreutiuo Al11e-
tiempo, puesto que, según su criterio, los desvelos flloso- ghuw, c.ab~za genial a la que la humanidad delJe grandes
ficos nada tienen que ver con los orígenes y el progreso descubr~m1entos, estaba 1nuy lejos de compartir el chato
ele la ciencia naciendo ésta ele la mentalidad del vulgo, ele P_ens~;_::nento __ 9e Justo y sus_ discípulos. En dos~ trabajos
ese vulgo qu~ cuando le presentan un au~o, un. avión o la flloso.ncos ('"Los .cuatro infi~itos" y "lVIi credoj"') define
bomba "tómica sólo concibe el hecho mmecl1ato ~ele su · al universo y la VIda con1o "materia en n1ovimiento". ~>To­
proclucclón y no el proceso del conocimiento que _abrió. el da la materia llena el Universo -dice- o, más propia-
ancho camino de la ciencia y la técnica. El "realismo m- mente, el Infinito n1ateria se encuentra siempre en conti-
genuo" ele Justo es la elevación ele la ignorancia al gra~o nuo movimiento". ¡Qué enorme distancia lo separaba de
ele cateO"oría histórica. Nos parece contemplar la amp!la estas palabras despectivas de Juan B. Justo: "Tan mag-
sonrisa c. del viejo Marx, o la sarcástica del gran Len1n, na doctrina (el socialismo) merece verse libre del no m~
leyendo las sandeces de ese ((socialista" que, en non1- bre metafísico (sic) de rnrLteTial:ista"!
bre del vulgo despreciaba la filosofía, y, en nombre ele su La verdad es que Justo arrojó a empujones por la
superioridad 'intelectual, despreciaba la upolítica criolla;'. puerta de su casa al materialismo dialéctico, nero no para

~
Resulta incalculable el daño causado por el "realismo quedarse en compañía del "n1odo de ver intlütivo y vul-
ínrrenuo" de Juan B. Justo al movilniento obrero argen- ga::n· El "maestro" hizo entrar por los fondos y los con-
t1;;'o. Ha formado generaciones de militantes ~inclicales dUJO muy ceremoniosamente del brazo hasta su mesa de
, y políticos de un practicismo estrecho y mezq~mo, ":uto- trabajo, a los señores Augusto Comte y Heriberto Spen-
sufi:ientes, preocupados exclusivamen~e de lo mmed;~to, cer, representantes con el non1bre de "positivistas" de
1háb1les para copar asambleas o etermzarse en las cLr ec~ una conocida ideología burguesa, n1uy apreciada 1-ioy en

~
nes de los sindicatos incapaces de comprender los pro- los círculos imperialistas, así como de moda entre los in-
emas nacionales y lo~ grandes virajes de la política in- tel;etuales agnósticos y escépticos de la época de Roca y
rnacional, presas fáciles de . las influencias de la b:u- Juarez Celman. Eduardo Wilde, admirador de Speneer
uesía, la pequeña burguesía y el imperi:'lism~. Su qmn- llama~a a la filosofía "esta poble diabla", frase mu;
taesencia es Américo Ghioldi que, en el libro cü:'d?, hace ~prop1a~a para nadar en las aguas superficiales de }a
esta despampanante afirmación: "Para ser. soc1ahs~a n,o Incredulidad característica de las clases sociales en de-
es necesario confesar la adopción de un srsterna filoso- cadencia. . Q-;,¡,1>.\\~
fico; pueden serlo kantianos, heg-elianos, e-x1s . t enc1a
. l" t
. Js as, Del ~o 'r~.ilQg_ió _J_lJ.Bto~.Jª_t_e_o_r_ía rea_c_cionaria de
81
bergsoni_anos, materialistas e idealistas:' ~ ), y _co:no. se g?e la ciencia está colol:lL.d~Lpo_r:__en~ima.o-,d~_Ja$,~,~Qnt~·Dyi\l·­
particulariza en sus ataques al matenahsmo d1alectJco, .sias metafísicas entre materill.li.'3IDQ_JL_ideali~'-,Jlf',_c.i­
cae de maduro que para ser socialista, de acuerc~o. ~ su ~de Hun inyidua1ismo mórbido'! (8 2), desconociendo que
opinión, se puede ser cualquier cosa -ha~ta, ~~prntista, las controversias entre materialismo e idealismo llenan
teósofo y asiduo apologista de las modas f1losoncas de la todo el campo del conocimiento humano, y que el triunfo
la buro·uesía decadente- menos marxista. De lo que se del :materialismo sobre el idealisn1o y de la dialéctica so-
deduceo que los dis~ípulos de Justo educan :'l pueblo en un b:~~ Ja metafísica es el n1ayor triunfo de la ciencia, con1o
socialismo antimarxista, o, lo que es lo m1sn1o, en un so- hiJa de la concepción materialista dialéctica del mundo.
cialismo antisocialista.
( 82 ) ~Juan B . .;rusto: "Teo-ría y PTácüca ...", op. cit., p. 495.
~arx d_ec1a que el s1stema de Comte es "algo deplorable". ¡Qué hu-
( s1) América Ghioldi, op. cit., p. 108. biera d1cho de haber conocido el de Justo!
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RüDOLFO PUIGGRÓS HrstoR1A CniTtCA DB Los PAln'fDOS PoLÍTICos


164
_J)e _Spence¡._ aunque rechazó su bur_do organ~c~~mo en las filas de un Partido al que se ]e niega el derecho a
que comparaba la sociedad a los seres _vivos,._ad¡m~;o.Ja~. tener la filosofía del proletariado .
.J;ambié_~cionaria concención de lli...b.illllll:t¡¡ (") ·. Des- . Pero a pesar de su procl¡;tmada devoción por¡ la cien-
. de que el hombre es bastante in_teligente para consi_dera;-- Cla, Ja;mpOi;9_!!<:\llli.aJ:¡!!__,J.]!§j;QJ61l_grandes descubrimientos
se un anilnal ( ?) -escribía- tiene que ver en l.a bwlQgia ~ -, de, JVl:"rx; en gj t§rx~IJo_ cie_l1tífif()1 entre ellos.uno-de los·
]a base de su historia. Las actividades inconscientes son prme1pales: _eLt1~~1Jl?r.imj_e:rr.t0__ clttJec.QhL~Va)tt, como for·
el prólogo de toda actividad voluntaria y consciente. _Las ma que adopta la explotación del trabajo humano en el
leyes de la vida son las leyes más generales de la Histo- régünen capitalista. Llamábala "ingeniosa alegoría con
ria" (84). ,. . ,. que Marx ha puesto en evidencia la explotación capitalis-
Un empirismo elemental, que no vela m P?_dw ver taP. {85 ), es decir, una ficción o :figura retórica sin con-
más allá del "sentido común como última concluswn de la t~nl~1o real, no la explicación racional, objetiva, de la apro-
ciencia'', llevaba a Justo a generalizaciones tan vag~: ,f plaCI<Ín por el capitalista de la parte no pagada del valor
desnrovistas de contenido con1o "las leyes de la v1aa , creado por la fuerza del trabajo.
"la; leyes más generales de la His~ori~'~, Y a rechazar el_ 1Dn resumen : los socialistas argentinos, desde J ua
materialismo dialéctico como exphcacwn de esas ley~s. B. Justo hasta An1érico Ghioldi, sólo n1anifiestan canse-¡
Confundía las leyes biológicas con las leyes de la. socie- cuencia en la lucha contra el materialismo dialéctico 1
dad humana, las leyes que rigen la vida de los an1males son de un liberalismo a ultranza en la generosa acogida 1
con las leyes objetivas de la vida de los hombres q;1e que brindan a todas las expresiones del pensamiento ·
hacen su propia historia. Al apartarse de la concep?IO? idealista, del pensamiento de la burguesía en la étapa de
marxista, el doctor Justo dejaba en libertad a sus dis~I­ descomposición del capitalismo. En nombre de la "objty-
pulos para introducir bajo la cáscara vacía ~e. s_u socm- tividad" y de la "ünparcialidad" de la ciencia rinden td-
lismo cualquier tipo de ideas, desde el poslhVIsmo de buto de admiración y servidumbre al imperialismo. En-
Comte y Spencer hasta el intnicionismo de __Bergson, ~;wl­ gels escribía en el prefacio al III tomo de "El Capital"
06
quier tipo de ideas, se entiende, con excluswn d_e _las weas que, en el dominio de los intereses públicos, los teóricos
marxistas, porque su total liberalismo y ecle.c~1C1smo ter- puros, siempre están con la reacción". Esta gran verdad
minaba en el mon1ento mismo en que aparec1a11 en _dan- puede aplicarse a los discípulos de Justo.
za las concepciones de Marx y Engels. Cu~nclo su ."con- De las dos concepciones en que se divide la historia
cepción biológica" lo atraía a los libros de J?ax\VI!l no del pensamiento humano -la metafísica y la dialéctica-
b 1iscaba en ellos una de las más brillantes con~1rmacwnes se quedan con la metafísica, o sea, con la concepción que
del materialismo dialéctico, sino un motivo 1uas para en- niega al desarrollo como consecuencia de las contradic-
chufar en el socialismo ese "realisnlO ingenuo" que este- ciones internas de las cosas y los fenómenos. No ven, por
riliza el pensamiento y reduce a los militantes a la fun- ejemplo, las contradicciones internas que mueven la po-
ción mecánica de "hormiguitas prácticas", :1esal:ma?o.s lítica argentina y reinciden en la crítica moral a los gran-
ideológicamente para hacer frente a la ofens1~a fllo_so¿I- des movimientos de masas encabezados por la burguesía
ca, política y económica de 1a o1iga~'9tlÍa y _e1 lli1penahs- nacional, no desde el punto de visto de la clase obrera, sino
1110, suponiendo que tal preocupaciOn pudiera aparecer desde el punto de vista de una farisea denuncia de robos
y negociados que oculta los robos y los negociados del
imperialismo y el contenido real de la lucha por la eman-
--(88)-Ibídem, p. 28., El _laborista ~a: D~na1d era tambi~n spen~
ceriano, como la mayona de los labons~as mglescs.
(84) Ibidem, :págs. 13-14. ( ss) Ibídem, p. 225.
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166 Ronor.Fo PuiGGRós

cipacwn nacional del pueblo argentino. No comprenden


los cambios sociales, con1o si la vida de nuestro país se
paralizara cuando ellos no actúan. Permanecen congela- .fl
dos desde hace muchos años, sin posibilidad de desco11o:
gelamiento. Están desconectados del desarrollo hfstórico ·
nacional y piensan siempre en la influencia que puedan
tener las causas externas, hasta cuando definen a los
grandes movimientos de masas que surgen de las causas
internas: Yrigoyen y Perón serían simples remedos de XVI
los dictadores fascistas europeos y no la expresión de
las contradicciones inherentes a la sociedad argentina en DE COMO NACIO EL PARTIDO COMUNISTA
marcha hacia su liberación inevitable.
Los discípulos de Justo han educado a la clase obrera, ARGENTINO
o mejor dicho, a los sectores de la clase obrera que han
podido influenciar, en la evasión de lo nacional, y cuando
...EL,;EEtr~id~ Qoin}~~!is~ta _f..~·g~~1_tin{) naci6 ___ 4el __:pa_rtido
enfOcan lo nacional no lo hacen en función de liberar
a la Argentina de un yugo imperialista que dan por in- .SoeiaTist'!, ltrParffcTo SoCla!lsla 1\ie-Ia-caüsa · ií1té·na de
existente, sino de una abstracta concepción de la "demo- su nacin1iento, la base y punto de partida de su futuro
cracia" que encuentra su modelo en ciertos "islotes" de propio. DeLPariiJ.I¡¡_Sm:?,ÍÜli<L.llll!:<OL<;!Q. mLI1í.'.lliidQ nrig"inal.:
socialismo pequeño burgués, que no alarman a los mono-
polios, en Gran Bretaña, Estados Unidos o los países es- -~i(~;fui:si11it!~~1~~11~~ilii~l~~9ri!t~i~1·~~n~~~ ·G~~~i~
candinavos. A cambio del auténtico internaciona1isn1o, el §.fL-. ~E,.~r!lfl~.Iª·"··-Rgy_QJg_~~-Qn."~~qg__~Q~tYhn~-- ~Jl- Rwüa, cuyas
internacionaliSino proletario, ofrecen el internacionalis- enseñanzas y experiencias asimiló mecánicmnente el Par-
mo del llamado "mundo libre", el internacionalismo del ~ido ~on1unista Argentino,_,_)~!n~.,~QJnm;gnd~T.l11U1~ª _en :Rro-

ª
1

imperialismo y de las centrales sindicales que le respon- 1YHG19,fl:.d. __ gJJ~--- ..§Qlo ____ lJQC1jan __ejE:rcer -~nflu_el~<;ia ernanci,Ja-
den. En la lucha por el marxisn1o, conjuntan1ente con el ~h~!f1 __;y"_~rimf!Qr~-- ~Jt:ªy~~--- -~~-~~l~i§_·_~-Gfi_~1~-~-~::j.!}t~r~~s. "
ascenso del movimiento de masas, hay que arrancar de Durante sus primeros diez años de existencia! el Par-
raíz hasta el último resabio de ese tipo de educación. Tal tido Comunista Argentino no se preocupó seriarnente ni
será una de las mayores contribuciones a la victoria total siquiera por un planteo general del problerfla nacional.
y definitiva de la revolución nacional emancipadora ar- Su fundación como Partido Socialista Internacional, en
gentina ( 86 ). el Congreso Constituyente de los días 5 y 6 de cmero de
1918, obedeció a divergencias latentes en el seno del Par-
tido Socialista.
(SG) El doctor Alejandro Korn ("Obras Co'IJ'¡,pletas", Bs. As.,
Clm·idad, 1949, p. 201), luego de sostener que el Partido Socialisb El brote opositor había aparecido en 1912, al crearse
"ha ejercido una intensa influencia educadora", explica que, aun- el '¡Con1ité de Estudios Carlos Marx" para usostener y·
que "el socialismo ... se ha dado cuenta de que el problema social, propagar los conceptos íntegros, netos, lógicos de la gran-
más que económico, es un problema moral, públicamente no puede
confesarlo, porque este pensamiento no es de Marx, sino de Le Play, diosa concepción socialista de Carlos l\1:arx" frente "a1
de Schmoller y de León XIII". De esto a decir que el Partido So- pensamiento reforn1ista del teórico socialista alernán
cialista se ampara en Marx a veces, sin comprende1·lo ni aceptarlo, Bernstein", cuya influencia se hacía sentir ''en el movi-'
no hay un solo paso.
miento obrero y socialista de esta República", como "re-
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PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE I,os PARTIDOS POLÍTICOS


168 RODOLF'O 169
v1swnismo práctico" (87). Era el reflejo en nuestro país defensa de la resolución del IIIer. Congreso Extraordi-
ele la lucha entablada en la IF' Internacwnal entre los re- nario del Partido Socialista". motivo de que se valió la di-
visionistas o reformistas y los revoluc.ionarios o mar- rección para expulsarlos.
I F. • 1 #
xistas. ,,,g_ ,Revol UCIOJ¡., de _Octul!re, en -R us,\a "sepa¡;ó,, definiti _
Las divergenciaS se acentuflxon al estallar la ~u.er_r!~ v>wJen~e,,_al~~"'dos,,so-rrientes d~L sociapsl;''JP-.>trgentino y
interimperialista de1914, Los dirigentes del Partido So- ap1esmo la ~undacwn del Partido Soc1ahsta Internacio-
:balista apoyaron abiertarnente al bloque nnpenahst~ an- nal, en el mencionado Congreso Constituyente de enero
fJglofrancés, n1ientras la oposición sostuYo las res~lucwnes de 1918. Al >;ño siguiente (abril de 1919), el II9 Congreso
~.de los Congresos realizados por la II~ Internac:on~l en de este Parbdo resolvía su adhesión a la III~ Internacio-
~Copenhagüe (1910) y Basi1ea (1012), denunc1ar:cto. el ilal, la Internacional Comunista creada un mes antes por
'-')carácter de rapiña de la guerra. En el_Cong1~es~ Soc1ahsta iniciativa de Lenin. '
'.H)Xtraordinario de los días 28 y 29 de abril a e 19~ 7, el
íCongreso de "La Verdi", triunfó la corriente OJ?OSitor~; . En el IIIer. Congreso del Partido Socialista Inter-
!pero el bloque parlamentario violó las ~~~solu.ci?nes oe nacwn";l (abnl de 1920) -los congresos anuales eran
ese Congreso e hizo públíca una dedarac10n p1d1endo 1a un.a. prachc_a que se mantuvo hasta 1925- se produjo la
ruptura de relaciones con Alemania. ~os oposi~res, que :pr1n~era. divergencia interna, entre un sector ultra-
\¡ e~~an n1inoría en la dirección del Partido y contaban con I~quierc~Ista que se oponía a la lucha por las reivindica-
_1.(; -t" l . d Cl_ones 1nn1ed1atas de las 1nasas y a todo pro!l.rama mí-
tla n1ayoría de los delegados al Con~reso pa~ 1aan?.' e-
nunciaron la traición del bloque parlamentano Y d1¡eron mmo, Y la dirección partidaria (Roclolfo Ghicldi Victo-
iQUe "es preciso defender los principios inte~naclOI~al~stas río Codovilla, José F. Penelón, etc.) que defendió ia lucha
l.del socialisn1o y por eso lo que deben1os hacer ws soc1ahstas por las reivindicaciones inn1ediatas. Triunfó la tendencia
ultr3.izquierdista.
argentinos es trabajar por apresurar la paz y no P?!' pro-
lonaar 0 encender la guerra. Que en la conflagracwn eu- . _ Ese ~1ismo año (25··26 de diciembre de 1920) se rea-
roP~a los trabajadores se desang~an por ~tna. ~ausa ql!e hzo el, Pnmer Congreso Extraordinario del Partido, que
no es la suya sino la del in1periallsmo ca pltahsta, que 1a despues del 1nfor1ne de Rodo1fo Ghioldi, aprobó por una-
resolución del grupo parlamentario viola lo_s acuerdos de :nim idad las 21 condiciones propuestas por la Internacio-
todos los congresos internacionales y nacwnales ! por n~l 9on1unistn a los partidos que se le adhirieran y adop-
eso debe ser condenada; y que los socialistas no debernos to e.t nombre de Partido Con1unista. En la discusión de la
cejar en nuestros propósitos de cOI-nbatir la guer~~ Y pre- Declaración de Principios volvió a triunfar la tendencia
parar el Tápido advenhniento de la p~z, m?'nte1nendonos ultraizquierdista.
en todo 1nmnento dentro del internacwnahsmo Y de un ~¡ IV9 Congreso (22-26 de enero de 1922) escuchó
concepto de la lucha de clases" (ps. 20/21) otro 1nfonne de Rodolfo Ghioldi, que acababa de regresar
Como la mavoría de la dirección partidaria Y el blo- de b U.R.S.S., donde asistió al Ifier. Congreso de la In-
que parlamenta1;0 peTsistier.an en su posición ~e!icista tern~t,cio~al Comunista, corno delegado argentino. La di-
y proimperia1ista, los opositores crearon el "Comlte pro- reccwn cuvo que afrontar en esta oportunidad los ataques
de dos grupos distintos, pero coaligados en la lucha con-
(87) "Esbozo de I-hsto'ria dJl P0.rtido Con~unista ele la ~r9.en­ tra ella: los ultraizquierdistas de antes que insistían en el
tina" (OYigen y desa--nollo del PaTtido Comumsta y d:l.;no~tm.wn­ abandono de las reivindicaciones inmediatas y los Hfren-
t-o obrero y popular ctrgentino). Redactad? PC?T la Con1ISion ael C~­ tistas" que proponían el acercamiento con el Partido So-
mité Central del Partido Comunista. Edltonal Anteo. Buenos Al-
J"es, 1D47. Págs. 16-17. Nota 18. cialista, como base para la integración de los comunistas
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170 JlODOLPO PUIGGHÓS 1-IIS'fORIA CRÍTICA DE I,QS P.A.RTIDOS POLÍTICOS


171
a las vieJaS filas. Tarnbién triunfaron los opositores en Partido. estaba representado) proyectos purmnente de-
el IV9 Congreso. mostrativos,_ no con miras a su adopción por la n1ayoría
;e-' Es interesante destacar que, en los tres congresos burguesa, smo para la propaganda y agitación ~ntre la
)mcesivos, los ultraizquierdistas contaron con la mayoría masa. i8 · ~
f!e los delegados, a pesar de lo cual Rodolfo Ghioldi; Vic-' · "2 9 - Crítica despiadada del actual rég·imen social.
torio Codovilla y José F. Penelón conservaron sus posi- "3 9 - Exposición ele nuestro concepto comunis-
;ciones dirigentes. El "Esbozo", editado en 1947 por la ta ( 89 ) ".
_:dirección codovillista, califica este hecho de Haltamente Salta a la vista que, con semejante prograrr1a anar~
'demostrativo del sano instinto de clase de los obreros afi- quista, ~l Partido no solamente no podía conquistar a la
;liados a nuestro Partido" ( 88 ). En realidad indica la exis- masa, smo que habría desaJ?arecido.
itencia de un aparato partidario lo bastante fuerte como Los "frentistas", por su parte, desesperados por fal-
¡para sostener a la dirección, aun contra la voluntad de la ta de los graneles éxitos inmediatos que aguardaban y
:mayoría ele los afiliados, semejante al que actuaba en el perdida !a. f? _en la revolución mundial, dejaron de creer
!Partido Socialista. Pero, aden1ás, pone de 1nanifiesto una e;1 las, pos!~Ilidades el~ desarrollo independiente del Par-
circunstaneia que influyó en todo el futuro partidario: tido Lomumsta y volv:reron los OJOS al Partido Socialista.
dirigían al Partido los hombres que iban a Moscú, Jos que Pubh~aron un periódico --"Nuevo Orden"- que recogió
asistían a los congresos de la Internacional Comunista, 1': tes1s del Comité Ejecutivo de la Internacional Comu-
los que traían informes. Tal es el origen del poder que has- niSta sobre "frente único" con los socialistas y quiso ap1i-
ta hoy, cuando ha desaparecido la Internacional Comu- carlas a nuestro país.
nista, ejercen CodoviJ!a y Rodolfo Ghio!di. }k se sq¡¡t,e:c U nos Y otros eran expresiones de estados de exa!ta-
:rü!'IL§Qbr!l b!l\l~~-jnte:r·J1_¡¡.s, .~i!w Po:r: ser los .Il~rta.Yoces, c~ón Y decaimiento característicos de la pequeña burgue-
.m!1s__o_ me!:LQs. figeqiz:tlos, ...c!e .. c!ir~ctiva;; y cons¡gnas me Sia, s:)bre _todo cuando ialta una iormación 1narxista re-
~§rxm9gn_ª~,i2,_.~ ftni~:~. :t±5!§1ª~1ªtmn ·- nill_?C:4.nicamente ._.al.' .país volu~I_onana y la firme, esclarecida y consecuente con-
.<:i.11tll\E;:tb1'JU!fLril.~J<:Pl±)s§X9.~!.lill!!cle.¡;grt9\la.YQ~.Jiis.onante. duccwn de una auténtica vanguardia del proletariado.
Hombres sin personalidad, de rudimentarios conocimien- Los "frentistas" fueron expulsados del Partido des-
tos marxistas~ desconocidos del pueblo argentino, sin p_ués del IV9 Congreso, pero los ultraizquierdistas con-
arraigo en la clase obrera, sin vuelo intelectual y con una t_muaron en sus filas, y en los Congresos V? (26 de ju-
tradición oportunista que cuando querían superar se iban l:ro de 1923) y Vl9 (25-27 de julio de 1924) obtuvieron
al otro extremo, tenían en sus n1anos la responsabilidad nuevamente el apoyo de la m_ayoría de los afiliados.
de dirigir al Partido Comunista en un medio social que no
atinaban a penetrar. No fueron ellos, sino !a vigilancia de Par"; salir del estado de guerra permanede entre•,,
la Internacional Comunista que impidió que el Partido, la mayona de !a dirección del Partido (los que tenían lasi
impulsado por los ultraizquierdistas y los Hfrentistas", llaves de :Moscú) y la mayoría ele los afiliados fué neceJl
marchara hacia el abismo. saria un_a "Carta Abierta" del Comité Ejecutivo de la~
Los ultraizquierdistas agitaban el siguiente progra- Internacwnal ~OJ?Unista en la cual se criticaba "el aban~/
ma disparatado: clono de la tact!ca de las reivindicaciones inmediatas íi
"1 Q - Oposición sistemática a toda labor construc- atraído por el espejismo de la revolución mundial (pg
tiva, presentando al Concejo Deliberante (en el cual el 55)". Poco después eran expulsados del Partido los inteJ ,._,,.~,-~

(SS) Ibídem, p. 51, nota 77. (BD) Ibfdmn, p. 51, nota 78.
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HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS


172 RODOLFO PUIGGRÓS 173
grantes del grupo ultraízquierdista, n~:n~~dos "chis~~stasn' n_o~ encontra~an los caminos concretos de la transforma-
por ser "La Chispa" el título del penomco que ed1caban. cwn urogreSlsta de la sociedad argentina. El Partido no
Así se llegó al VIIV Congreso (26 de dicíembre de 1925), les ofrecía más que la promesa inmediata de la dictadura
Congreso que dió por primera vez al Partido un progra- del prole;cariado o de los sovi,í\ts, posibilidad que! no co-
nla que conten1plaba las reivindicaciones inn1edia_tas d~ ~ rrespondia ~1 . desarrollo de las cansas internas, cuyo
los obreros y can1pesinos, señalaba que el "proceso de plan.teo J_Tiecamco revelaba una ignorancia total tanto de
desarrollo capitalista se hace cada vez n1ás rápido" en el la _h~sto.na _como de la realidad del país. La lucha por las
país y hacía cenh'o de sus ataques al gobierno radical de reivmd¡cacwnes inmediatas de las masas carecía de fuer-
Marcelo T. de Alveax. za o significado, al no ubicarla dentro de la ºTan 1u~ha
EL.1·epaso ¡leJos p1~imeros. cci'ío;;.de :vidadeLPartido.. ~el pueblo argentino por su emancipación d; la servi-
G01n u11ls_ta _ Argen}inQ"(].enl~lestl~a"'qge,,. .tan to_,.al. nacel:.,_Gonlo..; dumbre imperialista.
en. ,el;_ cursa·;de:-Jas -. ·dis-cusioneso,.-i~1te:rm3,St· ._estuvo_."_ausente_"_:_el, ~'ntre el V!I9 y el VIII9 Congresos (1925 a 1928), el
1 "pro_btem,~ _pacion_al_~.___ Ac,~Ll~Pa ___ E;_n< .,1~_,_/i,rg.e.ntina, s~n. :tGI~01~~ ,.e11.. Parbdo Comnn1sta Argentino comenzó a enc2.rar Ia lucha
\,. _ c;t\~~1t~ )a~-- _:pa,r_t,~.cg_l:~r~ g_Et~1.~l? _ _ sl?L_ _(:ls§rrxo llo; _naciol;.:l~_,_.~l . -.el c?ntr~t el in1p~ria1is1no, bajo la inspiración de la Interna-

.t
1 carácter _depeD,_die:nto_ _ _ de..J.1ues:o:.o.,.:pals1 Aphcaba ar_,_.._ctlvas
ele -la Int'Br-~acio~al Con1unista válidas para las naciones
,f opresoras y no para las naciones opr~n1idas. Segu~a. sus-
ciOnal Comunista y de Congresos Internacionales (como
el que~ en Bruselas constituyó, en 1927, la Liga Antiim-
penahsta Mundial), y organizó dos importantes- movin1ien-
\ tentando, con respecto al problema naciOnal, las posiciOnes tos contra el imperialismo yanqui: de solidaridad con ~1
l de la Segunda Internacional, las posiciones del reforn1~S- pueblo mexicano y de adhesión al nicaragüense Sandino.
1TIO, es decir, desconocía la existencia de~ problem_a nacw- P. er?
. su _p1ante~~1iento antiimperialista era general, me-
-~ nal específicamente argentino, del problema naciOnal en caniCa,_ s1n mov.Ihzar a todos Jos factores específicamente
t las colonias y dependencias del ir11perialismo. En las argentinos en la lucha por la liberación nacional, sin co-
raras ocasiones que lo encaraba lo hacía de 1nanera ultra- nec~arse con las causas internas, dirigido principalmente
sectaria, como Rodolfo Ghioldi cuando decía: "en estos conL.rfl_ Estados Unidos y olvidando el dominio aue Gran
morne:ntos, la lucha antiimperialista es, al mismo tien1po, Breta:fía ejercía sobre la economía argentina. ·
1a lucha contra la burguesía nacional'~, cerrándose- así , Codovilla :V Gbioldi viajaron en aqnella época a Mos-
todos los cmninos para una 2-cción antiimperialista con- cu, 2: los efectos de buscar 8 1lí una solución a la discre~
creta (UO). Claro está que, con tan estrecho criterio, no pancw__ que los separaba de Penelón. Discutíase entonces
podía vincularse a la clase obrera, ni transforn1ar~e en en _la Internacional Comunista el problen1a chino, pero en
un Partido de 1nasas; no podía despertar el entusiasmo el Informe que Codovil1a dió a su regreso no so1mnente
y la combatividad del pueblo argentino, ni gu];ay~o en sus no se hacía referencia a ese problen1R, sino tampoco al
luchas por la liberación del país. Su co~Dposicwn, en 1_a problema nacional en general(").
que predon1inaban los extranjeros,_ lo m1smo qu: su~ di-
volTio de las causas internas del ctesarrollo nacwnm, lo 91
reducían a un grupo o secta ele propaganda, al que se ( ) "¡,Cuáles fueron bs divergencias nolíticas entre el P. C.
Ruso, la I. C. Y In. oposición? ~decía Codovilla~-. N o In e extenderé
acercaban nuevos afiliados por admiración a la Unión ma~ormente, ~n exphcar todas Ias divergenci<1s de la oposición con
Soviética y adhesión al comunismo en general, pero donde la l~nea pohhca de ]a L C., en el orden internacional. Las mencio-
lj'are so!amen~e de paso, porque ya son conocidas: en cambio, me
a:--tendn~ particularmente ~n lo que respecta a las diver_g-encias sur-
~)~"La Correspondencia Sudamericana':, Ai1o I, N" 5~ 15-6- gidas en t:;,l seno del partido de l::t Unión Soviética". 11 ·Qué es el
1826, p. 11, artículo de R. Ghioldi sobre "La Liga de las Nac-wnes''. te1·ceT 1-!enodo?", Montevideo, p. 55. ¿:
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174 RoDOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CnÍTICA DE LOS P A.~TIDOS POLÍTICOS


175
N o cl'eía necesario tocar tal cuestión. Lo único que ah.ogaría a los afiliados e11 ¡'as ao·¡¡as
a
d.e una ideología
le importaba era expulsar a Penelóu, que desde su con- eh Ir1e: ecléctica~ oportunista, confusa.
cejalía, se aferraba con uñas y dientes a la defensa de las . t En el cu~·so de sus primeros años, el Partido Comu-
reivindicaeiones inmediatas y no quería ir ni ver más ~1~ a Ar~1e~bno se constituyó, al 1nargen de las~ causas
allá de un refornüsmo de tipo municipal. Mantenerse en ~ ~ 111 .ernas Gel desarrollo social ~e nuestro naís -Y cu d
QtllSQ más L~ ' ~ an o "- C 1
la dirección a cualquier precio, sin llevar la discusióxÍ a lo . ·" !_ tarde, conectarse con ellas, no consiguió s·11ir
fundamental y eludiendo los planteas de fondo era lo que el e¡;1 ~c¡,·culo
· de hierro
. ~ d d <
e un pasa o que no supo edificar
8
bnscaba. ~ ..'te b ases nacJ_onales, ni pudo afrontar con valeroso es-
PHI u ce 1 autocnbca.
HLa crisis de Penelón fué la última crisis aue afectó
profundan1ente a nuestro Partido", diría más~ tarde e1 d - E~~ ~ompleta:mente extraña al marxismo esa pobreza
"Esbozo" (p. 64), dando al Partido como definitivamente ·e es¡,¡ntu .que. hace contemplar e! propio pasado y el
enderezado en el marxismo. baio la dirección inconmovible pasado parhdano con un sentimiento de confonnid;!Cid de
de Codovilla y Rodolfo Ghioldi. autosat;sfacción y hasta de soberbia autodef~n;., a;;te' el
1nenor. 1nten-!.o d "· lHr
. . L e _cr1nca. 1.nantener las apariencias, con1o
" - •
En verdad, 1a llan1ada "crisis de Penelón". o n1ejor
dicho, !a competencia por !a dirección entre Penelón Y esas fdm:has vmudas a menos, mediante el ocultamiento
Codovilla - Ghio1di, RÓ1o puso en evidencia un mezquino ~~ los ,er;t ores Y la deformac!ón de la historia del Partido,
juego de intrigas y bajas maniobras para conservar, por
, agelal s~s. fuerz~~ Y su Influencia, soslayar la crítica
J la autocntlca vahendose de la montira y l
medio de los contuetos con Moscú, el dominio del Partido. no es d . .,¡_ • - '""' - i ia ca1umn1a, .
. ~ . e marxlS.Las s1no de fariseos. De fariseísmo está
No hubo altura ni seriedad en la polémica. si es que así
~~~p¡efnada !a literatura del Partido Comunista Argen-
puede llamarse al entrevero. No se discutió sobre bases
-Lo. _~as I~~ras se cubren con la etiaueta de "Somos fíe~ ,,,.
marxistas, ni se encaró siauiera el problema nacionaL 1es a lVf OSCll'' V 12 f'1d.nJ'd r1 1 · . "
, t• - ' ·-, . · --:. 1 a~. ac qmere formas puran1ente
No salió el Partido superado. No ha quedado una sola miS rcas, dogn1ahcas, Sin contenido de superación.
línea escrita que pueda servir de experiencia. Los con~
"t l~al'dUJ01~.as"
- te1>1or ape Ileooa a 1 pan1co
- · d~ e ser acusactos de
1
tendientes se acusaban mutuamente de inmoralidades. ~ e
_ ~
i

"ag·el _,_

t ~ 1 1' r
.1 es cte 1a po 1cm", "inmorales" 0 Io que
Todo se reducía a saber quién tenía las llaves de Moscú, 1 _..__ '
ve~-g~, conduce, a la mayoría de los afiliados, muchos de
!o que en aquel entonces equivalía, dadas las bases sobre
las cuales se desenvolvía e1 Partido, a saber quién se que~
d0.ría con la dirección.
¡? 8
cu~les P.odnan ser grandes cuadros sindicales y po1í~
1cos S1 .!UVIeran una educación marxista y actuaran en
1
t.n ambLnte sano, a rechazar vioientan1ente aue se levan-
La importancia de "la crisis de Penelón" reside en t e 1.a punta del velo que
que consolidó la dirección burocrática y dogmática de Co- t• . envue1ve e1 cerrado -doo-matiS1no ·. <
~n lll1arxr.~ta de los dirigentes. Para ser buen ~iÍit.~nt~
dovi1la y Ghioldi, dirección que se 1nanejó en todas las q.ue fJ]ar ,en, la mente la idea de aue "el p.ar t·1c1o swm-
ay tlen ·
circunstancias por rnedio del an1ordazamiento de la auto- pre ,.1''
e _razon , ·1o que equivale a creer oue "Codov¡'lla
.L

. '"''
crítica, del sistemático aplastamiento de toda tendencia Slemnre ~.
tJon ' " d
~~e razon , .og·ma r11etafisico antidia]e'ctJ.""
, ' e
a encarar el problen1a nacional argentino serimnente Y que
~1.
Cle'ra y
-:..:::.
. t. ;,¡ • •
a~nas la a aunuhr cualquier cosa, desde la
' • - · ~"''•

en profundidad, de la anulación de !os cuadros sindicales Y "'-.:Ianz~ co~ ~Ister B.raden. hasta el apoyo a Jos n1áS des-
de la oposición a los grandes nwvimientos emancipadores ~}ra~o~l agen.,es del 1mperialisn1o. La realidad no cuenta,
de nuestro pueblo. Con el tiempo esa dirección converti- P .e .-? no cuenta, las contradicciones intarnas de la
ría al Partido en una verdadera empresa comercial que revoluc1on nacional emancipadora no cuenta~1-: io úni~~
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RoDOLFO PUIGGRÓS
176
que vale es la obediencia ciega a dirigentes que entran en
negros compromisos y tenebrosas n1aniobras a espaldas
de los afiliados y c'e las masas ( 02 ).
¡

XVII
LLAMAN "FASCISTA" A HIPOLITO YRIGOYEN l¡il¡

i.il!
A menudo oímos decir que el comunismo no es más i;-
que el simple reflejo de directivas y consignas emanadas
del extranjero. Sus dirigentes no serían n1ás que repeti-
dores y ejecutores de órdenes de ll1oscú. Hay ciertamente
militantes que obedecen a la dirección porque la conside-
ran representante de Moscú, hay expulsados que aguar-
dan día y noche que Moscú la desautorice para reincor-
porarse al Partido y hay enemigos del Partido que lo
son por creer c¡ue Moscú lo dirige. La propaganda impe-
rialista fomenta tal idea, favoreciendo así la promoción
y permanencia de dirigentes que no pueden exhibir otro
título habilitante que la aureola misteriosa de consagra-
dos por lVfoscú, con la Cual cubren errores, desviaciones
y cosas más graves todavía. Un partido organizado sobre
dichas bases está condenado a vegetar como secta.
8in embargo, de la confrontación de 1as concepcioi
nes teóricas y políticas de los grandes pensadores mar-l.
xistas -así como de las tesis de los congresos de la Inter-
nacional Comunista- sobre el problema nacional en losi
países coloniales y dependientes en general, con la líneal
teórica y política sostenida durante muchos años por losi
(U::!) En un documento sobre ,'"'1::1: ..crisis de Pen:lón': se comien- dirigentes comunistas de nuestro país sobre el problema¡
za diciendo que "gracias a la. resomc10n de la Inteinac::~n;a1_ qor;~u­
munista puede considerarse v1rtualmente _superada l~ cns1~, m ve: 1or nacional argentino, se derivan notables discrepancias de':
sufrida en los últimos meses po~ el Pa~tldo Comumst~: · · ._.Y _toda fondo. La existencia de tan fundamentales discrepancias!
la Tedacción gira en toTno de SI ~en~lon es o no ..e~ p1en v1~to e;1 indica que el mentado "espaldarazo" ele Moscú tiene paral
la Internacional Comunista, prescmd1endo del a!1ahs1s de las d1-
""l'"C11CJ·as
v~ ,~ · <' e
a" la< ]·uz del' desarrollo· de las causasn mternas ' det H la «-so- los dirigentes comunistas argentinos el mismo significado 1
ciedad argentina. Ver "Lr¡t c-ri~1:s f!dernn del r._ -omnms a , 1;~ formal que la consagración de los obispos. Vamos a de-¡
Correspondencia Sudamencana' , lb de agosto de 1928, Bs. As., ~ mostrarlo. e~
época, NQ 2, p. 13.
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178 P,oDOL]'O Pu!GGRós


HISTORTA "Ri''t"
179
~~._,_~
- . -- v .... IcA. DE: LOS PARTIDOS POLÍTICOS
En 1a página 30 del "EsbozoH, libro escrito bajo la
l dirección de Codovilla, se dice Jo siguiente: •;_En este pe-
.. $9_DJniJ9~ n1onopo1ios Ü11Derla1i t " ¡, b' ,
¡l:, ríodo (1916-1930) la clase social dominante, la burgue- .•,, tl·o '-'aiS,,.ilUerellC]aJldO]OS
n • · """"_·····-. ,.,. _ ,
·-- if 1.s ',a 10c1d_<_ls en !1l·es-
d_-J "sas t 'o - .. -

sía en su conjunto, yn no juega un papel progresista, y blen1as fueron ara F 7 ,~ '1·-'~ _. __ ".,.e_:_~c~m,_,_q ___ .J]JJ.gJy_;qaJ. Esos pro-
1 .~ - 1 _.L__,_-,_Qos senan1ente c uran._e 1
1
i por eso surge el proletariado corno única clase dirigente Clül1 c,el 1 Con()"reso (el 1.TIIT) " l 'n t L a$prepara-
Á
,;ff
j capaz de luchar consecuenten1ente para liberar a toda la~ teruención d: ]51 1 ,- ' ·]._~ ~ en e_,_ vongreso (con la in-
l hun1anidad de la barbarie fascista y de la esclavitud ca- nii3{a) el ,' . . ~1 c:ele¿acwp de. la Internacionni Comu-
~ ' que, "'·- a~1ahz2.r 1as d1ve"'sas e -.._ ·
1 pitalista". Con estas palabras repite la conocida generali- pms y los interese'"' 0 , _ ~ ~ apas soc1a 1es del
J

~áéión contrarrevolucicnaria y pl'oimperialista sobre el sión ~certacla de a;~ e "-;~e r.~prese~caoan) llegó a la conclu-
papel reaccionario de la burguesía nacional en los países tradicciones Ú?-tm:,; _,.,. r.,.!!:,z_~?yen'tsnw, a JJesaT de s·us con-
eial d . / Go, pi Op~as ele la heteroaenoif[ad SO
coloniales y dependientes, y particularmente en nuestro ~ ~ ·e SllS e -mn.entos C""n1J ,teS, 8'J'a _ Una /·lfPr"'r'
"" "" r/g'rlO -
país. Era la tesis de Trotzky en 12 cuestión china. Obsér- e' u,. zca 1-J ]JTOg1"eS'~S-~a ,'" ·~. one.l
.,<~,-· .
J h~ · '""' "'<'-' <·- ' -
vese bien que el "Esbozo", publicado en 1947, acepta que a?Tollo e~oJ?ÓJnico ~ ~ .IJ q-¿~e .zavza q·ue 'l?npulsri1' el des-
Hla burguesía en su conjunto" había dejado en 1928 de ser ab'f,e . l'tn con-t¡· l 2n-~e]Jend?,ente del pa-ís n.wdir.!/nte la luch"'
r1· ~ • • l'
una clase progresista y, por lo tanto, el proletariado tenía 1janauis • u:
en · pa ..,~'.
os 'f110"·'o
~·'-' ,¿ pOLcO,__, ?_,Jn}Je_rza ~Stas --lOS anqln-
~
' ~ ,. a1 rt/'-11 a-)' a1w de" r • 7

que luchar solo contra la Hbarharie fascista" y la "escla-


vitud capitalista". Si se tiene en cuenta que, por aquel
nacional e i?npedí¡;r¡.; S;l-d -~~ "' ll ¡or ·n~aoan r-a economía
. "-' esaTro o a · 211 ele zwce ·l
a sus znte-reses nwnovol'istas" (~I 8 , b,~. ~ ~ ,1 a seTvzr 1 .
entonces, el Partido Comunista Argentino calificaba de R. P.). - ' J.:.l <.1 _,_ayauo es nuestro.
"fascista" al radica1isrno, podemos sacar consecuencias Quiere decir a t" ~,.. --1
"J¡'Isb ozo " d e est"'.,R ])o si "_ave:s Pül' e··¡~,
tan importantes como que al tratar de ron1per cualquier .L:.J . - due 1 1a " repror1vcn1ón ~ , . __.. _ l - -
posibilidad de alianza entre la clase obrera y 1a bul·gue- dovx'lla s b '1'"
- · a e cua es la p ·,. ·... . CWEes ,e IIII , . Cono'l·eso
""'. . ' 1 G"e L\
Co-',~
sía nacional argentina, el Partido caía en un u1traizquier- qu-e }a burO'uesfa n"-cz·o ~slL... IOn revolucwnarJ.a JUsta, sabe·
, · o · .a · l1o.. PH"'de S"'"P r~1a "f 1
disn1o favorable a la táctica divisionista de la oligarquía cratic.a y progresista" - 1 _. • · : ---:~ '..u" .-u~rzg e en1o-:
y el imperialisn1o. lucha por la Iibe 1~ació~ ,u.~ .a~ado ?el proletn:nado en la· 1

r--,--,"'" Pero en }a página 65 del n1ÍSD10 "Esbozo", al en- O'ina 90 d" - 1 ~1acw~~al. Sin elnbaro--o en la pá
~ ~; IJo, como 1"'m,...s- 'ot t ' ¡ e ' -.
l trar a explica1· las tesis del VIII9 Congreso del Partido burgr"sl'a k
- :-
, en su C011Junto v 2 n
-- -u VI.::: o, ·ocw o contrar_io: que "la,.'.
l Con1unista Argentino, Codovilla can1bia de opinión (es- E-l 1 . : ·. ' ' e -- 0 JUega papel nrovres;sta" '
-•L a mvsma pavnv" f-5 insis+o c.l "P b ~ ,"" "._ '-~-'
~ tos can1bios de opinión, borrando con el codo lo que ayer sis del VIII Con ~A:;' . '~" ' - '---.. e ._;___;__¡~ ozo en }a te-
\se escribió con la n1ano y aceptando las 1nás variadas te- Sáenz Peña . ...gl--..-.::,0. Con el adveniD1Ier.to de la 1ev
isis, bunbién son uno de sus rasg-os característicos). ¿A tuada 81;~ el ~~~.;~lc~!f ~~:~.~1 odi~:i~~ción in1port~nte, ~Lc 81{_
"'(j_üé se debe el cambio de opinión? En la elaboración de tende "lcz'~ u: sos-t ener lo-1~,__~~or
f ·'-"
ff
··1 t ,~
gomerno de ~ .
Yno·oven.
· ~~ .. · uw <>~'
las tesis de1 VIII!? Congreso intervino una d8legación de cien te b?.iT{tnesía 1.:ndustr~ L2 el/ esr;; ~ espec·~fzcos: de la na-
la Internacional Comunista que oblig-ó a los dirigentes queiía buTguesía ?f ~n 1J ~~;· ~J¡.OJlfa,wose szenrpT'e en la pe-
del Partido Cmnunista Argentino a rectificar su posición le hac.r:> I"'a . _.la., e Le .as masa-s obreras lo q-uP
''"' ,, '~~ ar un vape l'Y'On¡·esóst " ("'l ' · ._,___,
~ a ·
1
con respecto a la burguesía nacional. La Tectificación nuestr-o. R. P.). L .-:1 .;__:.¡ subrayado es
.-,._}ill)arece en las siguientes palabras : PI Jec_l_or ~t "
es .. ucnoso, que se tome el traba. o d ]'
l "Por otra parte, si bien nuestro Partido hacía can1- --'-'-'1
zar en detallo'" las oa'g,¡
t.
'
"
~ 11 <-•S (e1 1 "E sb ozo'·' < J
·t e ana 1-
¡pañas contra el imperialismo y lo combatía en sus mani- cubrirá que cuandO ~G.o~l "lh ·, ··~ · ~que Cl araos, des-
~festaciones más abiertamente coloniales, dirigía el fuego re~.e Ip, burO'Jiesía 1 · 1:· ~º-;~ 7 "'~-"PPJOFLJlQf ..S.J-L RU©Htg, apq-
~.~entra el eapitalismo en general, .~nJ_l~ggrr,_.Qs_.--~2!~&~nt~·_§-_~l.2 1-:cJ;;-_.'.·c·.·l·a···-,"'•e,,_,,b'""-''
o
re'~'· ¡ ,.::¡ 9l.fL1---.como
, __, ·'-l!\: contrarrevolzzcz'onaJ·'a
·-·-·-·-· ....... · -. ..... ·--··- l~.:: 1<- y
-.-.. - -·· "~ ·---·""·-··"---·-"·.-~-ª--·-0+S.?-,__._a.]
__ c_wna 1 Comunista . . .nero .
--,·-~-........-...,......~"''"'~~ .. ··~-.,?.•,.. ~. '-· .f1.P~:n_~-º-~· Jª-·
-· cuando onina
... "- ---...........
burgl.!ft~iª.
~re_
I·_a. I n.. t.ern<'t-
na.cio.nal comO
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HISTORIA CRITICA DE LOS PARTIDOS PoLiTICOS 181


RODOLFO PUIGGRÓS
180 Siete meses después de realizado el VIII Congreso
-~ 1' ~sta . aliad0 __ pc{cJ:~ciat. de_ .lEt.-.-.c~a-~~- partidario, se reunía en Buenos idTes Ja Prünera Confe-
den:wcráti_ca Y p.t Off,.. e_s.1. -1-- - · Y-:·---.- ---d,;i VIII Congreso, InS- rencia Cmnunista Latinoamericana (19 al 1.2 de junio
_Qbrera. Tan es ,~'~. 1 que ·~~: i~ ~ele~aciLn de la Interna-
81
de 1929), que fué tmnbién la única. En ella, los codovi-
piradas con10 CllJimo_' 8 Pv . ~los c:ío·ui.ontes puntos, llistas se erigieron en cmnpe~llE:.c;:. cie la lucha cohtra las
-ista se:> Tesumen 8 11 - , ~""' - " - t
ciona1 e_;Qll1U 11~ "'' 4-~ l ,.., . }lp.v los a }a práctica, llll es"'~ tesis aprobadas por aquel Congreso. Arrojaron por la
ane no fu€.ron acep,_.ac.._o_..._, _nr ~ . ac borda la definición del yrigoyenisn1o como partido de '"la
.-Ji~despnés,_... por el coi~~vllhsm~. comnletado su revolución naciente burguesía industral" que juega Hun papel pro-
1 1V -J...~a Argen~.,Ina no 1a 1- ca·)1ta1ista es tra- gresista" y se encastillaron en su crónica posición ultra-
i ,~'.L' huroouesa v su cesarroJo 1-
izquierdista. Es interesante hacer notar que el "Esbozo"~
· 1 dernOC.L aLl~O,- ~" . , ' '¡' ) • vialismO;
¡ bado por la opreswn e e llTIP~· " 1 . ·n demo- en- las pocas líneas que dedica a esa in1portante Confe-
' 1 ]y h - completado su r evo ucw •
_:¡ 29 - A~ no ~a,_,el. ~ ~ d endiPnte su bnrguesia rencia, pasa por alto el punto que fué centro de la dis-
~ cráticoburgnesa Y ser t:n l~a, ,:'i . ,n~~i~ ;s u;1 factor de la 1
cusión: el carácter del radicalisn10 y de la burguesía
J nacional es un factor 1 evo~h" '. . d ; .L : argentina (93 ) •
; ., . , "'ca es pro""reSlSLa, Y
liberacwn econom_L ., ";- noy"'~ v desarrollar 1os Jnug-enio Gómez, del Uruguay, abrió la Conferencia
~-· 39~.L a C1as
' e ob"""n"a e1eoa al • t· ~ o' e la buruuesia
<;:".!. .) -'

<: • ,.
_¡_..._..¡_
t S y rroo-rnSlS a~
- ...__.
.: n
diciendo qne las deliberaciones se iban a realizar "en los
~-pasos antiimpenans . .a "'- b . .__, precisos momentos en que el imperialismo, y las burgue-
"-nacional. _· o. a ane nvribó el VIII s-ías nacionales vendidas a él, intensifican su acción con-
·----- Tales fueron las concluslon,_.s Á-· . .:•L- b i 1 in- tra eJ proletariado, imponiendo condiciones de vida cada
- l p ·t! 1 co~11U11i sta Argentino. a,,o a.
Congreso de ai lUO . _ d --la Internacional Comunista vez n.tás n1iserables" ... (El subrayado es nuestro. R. P.)
fl uenc1a . 1o.1 VT r'onareso e e
Ct...,l 1. :-: ""'. L d
'--'-
1 ntnrnacional
e omunisca..' ( 94 ). Luego, Victoria Codovilla dió Jeetura al informe so-
1 ~ · t ·~--enC10l1 d1recLa e 1a _.. _ . ._. .
y c.e la ln_,el v l: ~ . , ." d l p -tido Comunista Argentino bJ:e el primer punto del orden del día: '(La situación in-
Pero los dn'Igeüt>.;;:s ,__e. !-'l :¡:_.en"e" de JalJios afuera. ternacional de América Latina y los peligros de guerra",
,.,.., t 1 reJia11acu _~_, "' '- ~-
aceptaron e;::".ctS es-~ a '"' ~ scritos hablaban y habla- del cual se destacan las siguientes conclusiones:
En sus infol~rnes,. dls_curdos y oe enemigo principal y af~r­ 1Q - No existe un desarrollo independiente del capi-
ban contra el rachcahsi?o coll?- lal era una e1ase reaCClO- talismo nacional en América Latina. Codovilla sostiene
, n la burgU8Sla naclOI e- -~- 1 ·"
manan qtlv . e -- _(' a cháchara sobre la revo~uc1on que la «industrialización>> se ha realizado justmnente bajo
naria y __ f~s~Ista. La conj_u~ba reducida a 1a nada s~ se la influencia del imperialismo yanqui, es-pecialmente en
dernocratlconurguesa __qued ·. -~-odo na:pel progresista, los países más evolucionados económicamente" (p. 18) ;
1a b·1rgues1a nacwna1 L
nega a b r: .. ' ._ ._ ~; t
·•·
. al imperialisino. lSj_raza-
~- D" ~ que la '"«industrialización» se ha realizado justamente bajo
toda noslbihnad
~ ·~
deod"les.._s con encl~lTIVO coc·'o~esu~
fo·,·ma1es
-~ ~
a una misn1a.s colonias británicas -en la India, por ejen1plo-,
•1¡ dirifri~·se pr1nc1-
_¡_ H
ban su uJtra1zq_uex 1smo
J - • •

, -. "ti..,obureuesa que1 "·- ~·


l_
donde alcanza a desempeñar un rol <<progresista» colo-
revolucion aemocra '-' " - ·"' ,. · nal ]Jerdb todo su cando sus capitales para el desarrollo de la industria «na-
t _ + ·a la buro·uesla nac10~ " ' -- - , .
-¡:mh?e~ ,e corLl -._ ., Es decir: aplicaban m~ea.nlca­ cional»" (p. 20); y que '(si ton1amos la Argentina, por
eonwnloo, se esfu!llaba. ; ·'mido 'tJor el ünperlahsmo, ejemplo -cuya economía ha sido deformada casi exclu-
mente g la Argentina, palS opi.r. d'" a' las -naf'iones capi-
, rr
una hnea po l lea que 1 1. ~ naciones im:nerialistas. Que-
cor·nspon l.co " A-L --

talistas desarroHadas, a ~ast n no. corror;pondía a1 (9!l) "Esbozo", op. cit., p. 66.
· 11a ca11sa e'"~ ·erna a u" ~-'- L~'--· f (fH) ''El movin1.1ento revolucwnario la-tinoame·rica-no", S.S.A.
rlan m:1poner 1 l lL ' ..
S --n+-orna
A S . e' .-,a',1+0" nülitantes. ue-
¡ ·L <- l '-' o .• de la T.C., Bs. As., 1929. Editado por "La Correspondencia Sud-
desarroBo c.e _as c.!lns~..L~'--' ~r s.ostener 18- línea marx~sta, ameriol.na''.
ron expulsados de!_Pa, hc\ Pb . o· ·,a" y otras patranas l
acusa d os (\'e "vencildos "- ' a 1a urbues
./
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182 RODOLFO PUIGGRÓS


HISTOIUA CRÍTIC_<\ ll.8 LOS PAR1'ID6S POLÍTICOS
sivamente por el imperialismo inglés--, durante la guerra 183
aun1entó su producción de cereales y ganado para abaste~ minada por manos extranjeras ( 93 ). Este interés en dar
cer a Jos ejércitos aliados. Toda atTa ntma de la v·ida como inexistente en la Argentina una base industrial p:t.'O-
económica ar-gentina quedó paralizada, y eso, mientras pia con posibilidades de desenyoivi:miento coincida en un
produjo ganancias fabulosas para la burguesía agrope- , tod? e_on el interés de Ia oligar~\iía terrateniente y el im-
ría y los «compradores», determinó la pauperiza:ción penahsmo extranjero en impedir que tal base industrial
de ciertas capas del campesinado y una crisis del trabajo" propia exista y se desarrolle.
2 ~_,_LaJ,~_u_rg,u~,_,§J.ª__ J1fi.. QÍ_Q1LfllJi§_ .Jtgf!nt~ __ ,~h~--P11Q g _otro
(p. 27. El subrayado es nuestro. R. P.). 9
.
,_ ¿!!}E?!+~H§!!!:Q_ (inglés o yanqui). Codo villa afirniil -que "e-rl
.!:<!l!!m::ill!Ui9lcts.Ql1.."?hía... Ja. . ''Incllistri!lli:?a~!fin'.' (así, todos lo~ países de América Latina, la pequeña burguesía
entre comillas, para neg·arle ilnportaneiaL.X.J:!l..d~s.arrollo.
"pmgr_e,§i§ta:?.,g§J,QaPü&limn!l . n;wional, Nmo aP~nct¡c~s de.L. -salvo la~ capas pauperizadas o en tren de pauperizarse
S~PH~lÍiJ!11o.l'.;tP;\l\1Í,. como for:;:.as de que se .vah."; e¡ lmpe- a causa de la penetración irnperialista-, y Ja burguesía
rrahsn1o yanqu1 para u1tensrncar la colon1zacwn de los industrial nacienteJ están ligadas directamente a los in-
países atrasados. No. .._existía, _pa_ra___-_él, desarrollo_.indepen- ter~ses ünperialistas" (p. 22). Añade que las burguesías
nacwnales no constituían u:n "factor de lucha por la eman-
c1L~.l1!~.!ie.Ls!c! l'iJ~]ls_!Jl Q_!J!:It:!911¡t]. ".ll. ,A!ll~ricg .l:;f(tjn¡.:, P aJ: a
cOrroborar aún más su punto de VIsta falso recurre a 1a ~ipación", sino agentes directos del in1perialisn1o y que
tergiversación de un hecho conocido hasta por los alun1- ··sería un grave error el sobrestin1ar el rol de la pequeña
nos de la escuela primaria: niega el progreso de la in- b_urgue~ía y de la burguesía industrial naciente, como po-
dustria argentina dul'ante la primera guerra mundial y· Sible ahada de Ia Tevolución antiimperialista" (p. 21). La
afirma que salvo la producción agropecuaria, "toda otra clase obrera, junto con sus aliados can1pesinos, no ten-
rama de la' vida económica argentina quedó paralizada)}. dría que contar n1ás que con sus fuerzas para emancipar
al país del imperialisnw. j Estupenda conclusión, del 1nás
Para poder negar que, durante la guerra de 1914-18, puro corte ultraizquierdista reaccionario, que no sola-
la industria argentina recibió su prirner in1pulso serio, mente desconocía las causas internas del desarrollo na-
tanto Codovilla como el (¡Esbozo" ocultan que las indus- cional, sino que dividía también el frente antiimperialis-
trias metalúrgica, textil y otras de capital nacional, cre- ta Y saboteaba la posibilidad de cu;:~.lquier gobierno de la
cieron en aquellos años y sufrieron en la postguerra las burguesía nacional reformista r ¡¡,;
3 ---: EIL..tr,gQy:rtsUmrm_ _ ~xgq. .Y . .22~ü~n~ .~_n A~nérJca .~a-
9
consecuencias precisamente de una renovada y más inten- 1
sa competencia de las in1portaciones inrperisJistas. En r,Lll~:t;.~B:.~)2!~rns~§1g~·rt.f3E?~- _9:~--tipq-_g~~J9g?}·t_~,~st&_tt:~'' (p. 22) , .J
otras palabras: la verdad es que la industria nacional regJmenes nacional-fascistas" (p. 31). Sólo faltó a Co- !*~'
progresó en pugna con el in1perialimno y no como apén- dovilla agregar algo que inyectaría a toda la propaganda
dice del imperia1isn1o, con1o reiteradamente asegura del Partido durante un largo período: que el gobierno de
Codovilla. Hipólito Yrigoyen era uno de esos "regímenes nacional-
fascistas''.
En el libro "¡Por la libertad y por la independencia Está probado, sin embargo, que el imperialisrno crea
de la Patria!", publicado en 1941, y en el folleto "Los y sostiene en América Latina a gobiernos formalmente
monopolios imperialistas en la ~4...rgentina", del misn1o Hdemocráticos'' y que prefiere tratar con gobiernos "cons-
año~ se insiste en negar la impoTtancia de las inversiones
del capital nacional en la esfera de la industria y en pre- 5
sentar a la economía de nuestro país como totahr1ente do- . (9 ) "Poc,· la libe,rtad e 'independencia de lCL Pat-ria", Edito-
nal Problemas, 1941, p. 121. "Los monopolios imveriahstas en la
Argentina", Editorial Problemas, 1941, p. 11. ~
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184 RoDOLFO Pt.HGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS PoLÍTICOS 185


titucionales'' que le aseguren una "tr~nq_uila" e~plota­ aparecieron por ningún lado; únicamente las contradic-
ción de los puebles a tratar , con , gobiernos
• • J
naciOnales
• ~
ciones entre la clase obrera y las burguesías nacionales
fuertes que le opongan la mas n11TI1ma resiSL_encra. La c?nJtmtame~Ite ~on el _imperialismo extranjero, o sea, la
penetración :in1perialista en nuestro país, por e]einplo, se formula pnmrbva e mfantit del ultraizquierdisroo.
realizó bajo la égida y con la .ayuda de gobiernos "cons- + De la Conferencia salió 'ía absurda calificación de
títucional-es", en las etapas iniciales. E.n realidad) Codo- "fasc~sta" aplicada a Hipó lito Y rigoyen, calificación que
villa rendía una vez Tnás culto a su origen re.formista o recog-Ieron, s1n duda con regocijo, la oligarquía "demo-
revisionista del maTxis1no, origen del cual nunca se des- Cl·ática" y el también "democrático" imperialismo. Igual-
prendió. Para el marxisrno lo fundan1ental no es la for- mente salió la consigna, no menos absurda y alejada del
n1a "den1ocrát.tea" o '"no democrática'' de un ¡~égimen, proceso social concreto, de los soviets, del gobierno de
sino los intereses de clase que representa y de-fiende, su obreros Y campesinos, a promoverSe ..de inmediato en nues-
actitud frente al in1perialismo. En cambio, el reformista tros países. A e1la dedicaremos ·_e] Próximo capítulo.
pone, sobre todas las cosas, la democratización forr:utl,
sin tener en cUenta 1a situación histórica concreta, n1 la
lucha de clases, ni la conducta con respecto a la liberación
nacional.
y=- La tesis de Codovi11a presentaba a todo régirnen nacio-
\nal-bu.rgués fuerte de América Latina corn? régim~n. Hna-
¡ cional-fascista" lo que resultaría cierto si no exiStieran
' 1 • ~
! ca usas internas¡ es decir~ si las burguesías nacwna1es
llatinoan1e:ticanas no fueran otra cosa que agentes direc-
1tos del imperialismo -de causas externas-, y como ta}es,
i trataran de instaurar gobiernos fascistas al sólo obJeto
4de asegurar la 1nayor exp1otftción de los pueblos po_r el
tcapital imperialista extranjero. La historia y 1a reahdad
i política de nuestros días demuestran que no es así, de-
ln1uestran que las burguesías nacionales latinoamericanas
~pueden desempeñar una funeión revolucionaria en el mo-
1\.rhniento de emancipación nacional, ser factores progre-
ts,.istas y aliados de la clase obrera. .
· Las deliberaciones de la Primera Conferencia Co-
munista Latinoamericana estuvieron in1pregnadas de ese
espíritu ultraizquierdista que revelan las ~~sis de 1 Cod~­
villa. Los delegados concentraron su atenc10n en e1 ana-
lisis del paso de la revolución democrático-burguesa, en-
tendida con estrecho criterio sectario, a la revolución so-
cialista y no en las formas, los aliados, las consignas y
el prog~·ama concretos de la liberación nacionnl en ~mé­
:rica Latina. Las contradicciones de las diversas nacwnes
de nuestro continente con el in1perialismo extranjero no
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¡
'11111
XVIII
-LA CONSIGNA JY1ETAFISICA DE LOS "SOVIETS"

Los "soviets" de diputados obreros, asan1bleas de


delegados de todas las fábricas y empresas industriales~
aparecieron por prin1era vez en la historia en la He,Ioln-
ción Rusa de 1905 y triunfaron en la Revolución bolche~
voque de 1917, al surgir el poder del proletariado. l:jjran
un producto genuino de la iniciativa creadora revolucio-
naria de las masas trabajadoras rusas, en detern1i:nada
etap¿;l del desarrollo social del país, y de n1adurez de las
condiciones objetivas y subjetivas revolucionarias. Los
"sov·1ets" nacían como resultado del poderoso desarrollo
de causas internas.
Trasladar n1ecánicamente y desde arriba a An1érica
Latina, en 1928, la consigna de los "soviets" era una vel'-
dadera locura, un disparate tal que sólo podía caber en
caleuturientas rr1entalidades ultraizquierdistas o e11 cabe-
zas calculadoras de p:tovocadores al servicio de los ünpe-
rialisn1os. En la Primera Conferencia Comunista Lati-
noan1ericana, un personaje de tales características se hi-
zo preSente, con el non1bre de Luis, delegado de la Inter-
nacional Con1unista.
Luis señaló como finalidad de la revolución der.nocrá-
ticobu:rguesa en América Latina "la creación del gobierno
obre:ro y can1pesino, sobre la base de soviets de obreros,
carnpesinos y soldados" (p. 89), y como forma de ligazón
del Partido con la masa, "el bloque obrero y campesino"
(p. 102) . Poco le importaba lo que pensara la masa_ Po-
co le importaba el estudio del grado de desarrollo de las
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188 RODOLFO PUIGG-RÓS


HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS .POLÍTICOS
189
causas internas. Los Hsoviets" tenían que ser impuestos
a capa y espada por los Partidos Comunistas. incluso los grandes terratenientes, no puede ser más que
Luis coincidió con Codovilla, o Codovilla con él, al una, fuerza contrarrevolucionaria. 1Vo hay en ninguna
negar todo papel progresista a las burguesías nacionales paree une; ~urguesía fuerte que se esfuerce por trpnsf01·-
latinoamericanas. No n1arcó ninguna diferencia o contra- rr:ar el reg,men feudal y colo-rltal, en un ,·égimen capita-
dicción entre la burguesía nacional y la burguesía eR-tran- "'-- z,.sta '!ndependwnte. Económica y políticamente es débil·
jera imperin:lista. Refirióse, en cambio, a Hla debilidad car~ce de las bases de intereses comunes ... La burguesí~
de la burguesía nacional, su papel parasitario de sirvien- nacwna] generalmente se vende al mejor postor. sin to-
te prostituido del imperialismor' (p. 85), al "carácter pa- mar en consideración más que los intereses innÍediatos"
rasitario de la burguesía nacional" (p. 44) y a que la (p. 87. El subrayado es nuestro. R. P.). '
lucha entre los imperialismos inglés y yanqui por e1 do- . · De la tesis ultraizquierdista de Luis tenía necesa-
lninio de An1érica Latina "da a la burguesía la posibili- r~a~ente que salir u_na_ estrategia y una táctica liquida-
dad de maniobrar, 1nercantilizar sus servicios, venderse cwnista~ de los mo:r1m1entos de liberación nacional y ds
al mejor postor y sacar un beneficio muy grande de esta los Partido~ Comumstas. Luis no actuó como delegado de
posición <dndependiente» (p. 45). Tanto Luis corno Co-
11
la ~nt~~rnacwnal Comunista; actuó como delegado del im-
dovilla confundían la burguesía industrial y la burguesía penahsmo en América Latina. Sus palabras lo denuncian
comercirrl dentro del calificativo genérico de burguesía clara Y_ de!initi':a':lente. Llegó a afirmar que "sólo la
nacional, y aplicaban a la primera juieios correspondien- burgt~es¡a 1mpenahsta y el proletariado, son las clases
tes a la segunda. No cabe duda que la burguesía comer- que. tienen un programa para el porvenir" (p. 86), es
cial, o mejor dicho, su núcleo más importante -los im- decir, negaba la existencia y la posibilidad de un pro-
portadores-, es aliada natural de los grandes ten·ate- ~rama de liberación nacional, la existencia y la posibi-
11ientes y del in1perialisn1o. Su contradicción con 1a bur- lidad cte Ja burguesía nacional como factor revolucionario
guesía industrial se revela en su defensa del librecambio como factor de emancipación. • ·.--::-;·-_;
y en su oposición al desarrollo de la industria que com- ':·:~~~~
Ln confabulación de los delegados argentinos con el
pite con los artículos importados. delegado Luis se propuso modificar el contenido de una
}'.Jo se conformó Luis con poner el signo igual entre de las tesis .Principales presentada a la Conferencia por
la burguesía nacional y el imperialismo; haciendo desapa- la InternaciOnal Comunista. El "economista" Paulina
recer metafísicamente sus contradicciones. También iden- Gon~ález Alberdi tuvo a su cargo llevar a la práctica la
tificó a la burguesía nacional en su conjunto con la oli- manwl:r~. Dijo gue "la delegación argentina interviene
garquía terrateniente. La "burguesía 11acional netamente ~or JllJ lnter:.nedw, para señalar algunas características
parasitaria, que vive de la explotación in1perialista de ~e la Argentma Y nuestro punto de vista sobre la tesis
los países de América Latina, inte:nnediaria entre las ael Kommtern (la Internacional Comunista), con las
grandes metrópolis y las 1nasas de obreros y can1pesinos cuaJes. estamos de acuerdo con excepción de algunas for-
explotadas" -dijo (p. 44), asignando a la burguesía mula'!wnes", (p. 1~1., El subrayado es nuestro R. P.i.
nacional propiamente dicha, las características de la bur- ~En qu~ cons1shan esas, al parecer, suaves discre-
guesía importadora-, obtiene también beneficio "direc- pancias? DeJemos hablar a González Alberdi:
HL· d l ·~ •
tamente de los grandes latifundios. Frecuentemente son a e~egacwn argentina cree necesario atemperar
los mismos terratenientes que se ocupan de la exporta- el,párrafo de las tesis para la América Latina que se
ción de la banca y de la preparación de sus productos ren:ren ~I ~?~goyenismo. En ellas se dice que el triunfo
par~ la exportación" (p. 81). "La burguesía nacional, de ~ste s¡gmflca la llegada de la burguesía industrial al
gobierno.
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¡
l HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 191
190 RoDOLFO PUIGGRÓS
1 En otra parte de su discurso dijo: ~·La burguesía
"Entendemos que para establecer un concepto c1aro industrial se ha desenvuelto espec~ahnente a partir de 1a
sobre el yrigoyeniS1no, resulta indispensable tener en guerra. Sus organizaciones representati-vas, claman por
cuenta una serie de factores, a 1a 1nayor parte de los el «nacionalisnw económicm), es decir, por un l::tt·oteccio~
cuales se ha refeTido Luis cuando hacía el análisis polí- nismo cerrado que, en non1b1~ -de la «independencia eco-
tico de la América Latina. La poca polarización de l'l!'_ nómica nacional», perinitiría a la naciente industria ob-
fuerzas burguesas, 1a falta de clases gobernanteS_ orga- tener grandes ganancüts, -p-eTo que no hnpediría en lo más
nizadas, lo que conduce a la dictadura.l?ersonal; la l~po~­ mínimo a] imperialismo, establecer sus industrias en el
"1
il
·il
tancia de la pequeñaburguesía, la deb1hdad de la nac1.em:e país, beneficiándose con tal protección. Es una clase débil,
burguesía industrial argentina, son factores que es ne- que no puede hacer una política jiYme frente a los agro-
cesario no descuidar. pe-cuwrios" (p. 145. El subrayado es nuestro. R. P.).
"El yrigoyenisn1o, apoyándose en la pequeñabtu:- ¿Qué sentido tenían el "nacionalisn1o econón1ico" y
guesía urbana, nació corno una reacción contra el régi- el "proteccionisrrw cerrado" que reclamaba la burguesía
n1en de las oligarquías terratenientes-ganaden:s gobei~­ industrial, si no era su defensa de la. competencia in1pe-
nantes. Su nacimiento se produce tras el paso de la Al:- rialista? ¿O es que existían otros competidores de la pro-
gentina, de. su condición de país ganadero, a la de ag:rl- ducción industrial argentina que los artículos extTanje-
colo-ganadero. Alrededor del radicalismo se han reumdo ros importados?
fuerzas sociales de lo 1nás heterogéneas, especialr.aente Lo concreto en ese zafarrancho de ideas era que
en los últimos tiempos. Sin embargo, puede, en líneas ge- Gonzáiez A1berdi, en non1bre de la delegación codovillis-
nerales decirse que el yrigoyenismo representa la reac- ta, se oponía a la protección de la industria, n1 1nis1no
ción d~ las nuevas fuexzas, de la burguesía y pequeña tiempo que :proclamaba la impotencia de los industriales
burguesía urbana, contra el predominio agropecua:rio. para desarroliar una economía nacional pronia. Tan anti~
Mas hoy, y esto se explica por las factoTes que antes he- industrialista era que cuando el delegado brasileño Ga~
mos enumerado y especiahnente por la fuerza que con- brinetti preguntó si un industrial uodía ser adn1itido en
serva la burguesía agropecuaria, se pr~?uce alrededor la Liga Antiimperialista, organisr.r1Ü presumible1nente de
del gobierno yrigoyenista, una concentrac1on de todas las masas, amplio, que abarcaba a todas las clases y sectores
fuerzas buro·uesas del país al misTno tiempo que entra de la población interesados en la liberación econón1ica
en el período de su desag1~egación, por n? serie posible nacional, González Alberdi le respondíó:
continuar en el tren de dertlagogia llevao.o a cabo con "En cuanto a lo preguntado por el con1pañero Ga.bri-
fines electorales. El proletariado, los can1pesinos pobTes, netti, sobre si un industrial puede ingresar en la Liga,
núcleos importantes de la pequeño burguesía urb~n:', se creo que es un asunto sencillo. Las Ligas deben darse un
alejan del yrigoyenisrno, o son la base de las es~1s10nes progrüma antiimperialista, basado en una lí,nea clasista.
que fermentan en el mismo" (p. lAG). "Se ale¡an del Si· un indust-ria.l acepta y cu11t11le este progrmna, puede
yrigoyenismo" -decía González Alberdi-, . pero no se entra?'. En América Latina, los pmblemas creados por la
acercaban al Partido Comunista, a un Partido que ata- partidpaeión de la burguesía industrial en las luchas an-
caba sin niedad al y-dgoyenismo durante su primer go- tiimperialistas co?TW cla.se, no timwn i1npo1·tancia. ya q'llB
bierno y ayudó a hundirlo en su etapa final. Esos secto- las buYguesías nacionales no pueden se-r consideradas aquí
res sociales quedaban inertes, neutralizados, como prepa- como 'Un aUado transitorio conw lo fueron e-n China en
ración nara la próxima restauración de la oligarquía en el el pe?~íodo del lúwm-intang . en la lucha an:.t'ii-rn-peyiaristn.
poder. ~Tal fué ~la consecuencia de las opiniones vertidas Para las Ligas se podrán plantear, entonces, casos de ad-
por González Alberdi.
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192 RODOLFO PUIGG-ti.ÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 193

hesiones individuales, que deberán resolverse con el cri- laridad de Prestes". Sí, por la pop1üaridad de PJ"cstes,
te:,w que he expuesto" (p. 337. El subrayado es nuestro. aunque parezca increíble. ¡Había que anular la populari-
R. P.). dad de Prestes!
La respuesta no tiene desperdicio. Revela hasta qué El lector se preguntará de <Jlál sección del espibnaje .#
punto es liquidadora la concepción codovil!ista del pro- yanqui o del "Intelligence Servf'ée" salió ese documento
blema nacional. El industrial debía despojarse de su-con- ~ que señala la peligrosidad de Prestes por tener "un pro-
dición de tal para entrar a la Liga Antiimperialista. Que- grama de la revolución agraria y antiimperialista" por
daban así excluidos de las Ligas los sectores antiimperia- "ligar la lucha militar con el movin1iento de masas" 'y ...
listas de la burguesía nacional. por ser un dirigente popular. Tal vez se llenará de asom-
El delegado peruano Zamora provocó un verdadero bro, o tal vez no se asombre si tiene alguna experiencia
cataclismo en la Conferencia al leer una tesis de su Par- si le -decimos que ese documento fué editado por el Secre~
tido. coincidente con la tesis de la Internacional Comu- tariado Sudamericano de la Internacional Comunista,
nista, que decía que 1a "numerosa y rica" burguesía ar- cuya secretaría ejercía Victoria Codovilla (96).
gentina ''orgullosa del grado de riqueza y poder de su Un mes antes del golpe de Estado del 6 de setiembre
patria" podía ser antihnperialista ''por razones de ex- de 1930 que derribó a Yrigoyen, los dirigentes codovillis-
pansión y crecimiento capitalista". El Partido Comu- tas, sumados a la campaña desatada por la oligarquía
nista Peruano fué obligado a rectificar esa tesis, ano- conservadora y el imperialismo extranjero contra el yri-
tando que la redactó cuando "la traición de la burguesía goyenisuw, decían :
china, la quiebra del Kuomintang, no eran todavía cono- "El Gobierno Yrigoyen es el Gobierno de la reacción
cidas en toda su amplitud"' (p. 149-150). En otras pala- capitalista, como lo demnestra su política represiva, re-
bras: la Conferencia llegaba a la conclusión de que la accionarla, fascista, contra el proletariado en lucha,
burguesía nacional argentina (y con ella el yrigoyenismo) contra el cual aplica, cada vez más los métodos te-
traicionaba al país y se vendía al imperialismo, no del rrons. t a~" (9 7). '
análisis de su pronia actuación~ sino ... porque había trai- Primero afirmaban que Yrigoyen representaba a una
cionado Hla burgUesía china". Créase o no semejante dis- burguesía débil e incapaz de defender al país de la opre-
parate se cmnetía en nombre del marxisn1o. sión imperialista; ahora aseguran, cuando Yrigoyen está
Como comnlemento demostrativo de la tremenda pro- a punto de caer bajo la maniobra envolvente del impe-
vocactón que ef codovillisn1o desató en aquella época con- rialisn1o . que representa "la reacción capitalista".
tra los n1ovimientos de liberación nacional, he aquí las Enb·etanto, agitaban la consigna del gobierno obre-
siguientes referencias que hizo, en un documento, a la ro y can1pesino, sobre la base de los "soviets", consigna
Columna Prestes del Brasil: ultraizquierdista reaccionaria en ese momento del des-
"La Colun1na número dos repite la vieja experiencia arrollo social argentino, que dividía al movimiento obre-
política en condiciones históricas cambiadas; pero la se- ro y saboteaba la lucha por la liberación nacional.
gunda Columna Prestes es, sin duda, rná.s peligrosa que Podrá argüirse en disculpa de tamañas tergiversa-
la primera experiencia de Prestes. Primero, porque Pre~­ ciones del marxismo que se trataba de "pecados de ju-
tes lanza. un programa de la revolución agraria y ant:- ventud", propios de la debilidad teórica y del estado in-
imperialista; segundo, porque trata de ligar la lucha mi-
litar con el movimiento de masas; tercero, por la expe- (96) ~<La Revolución en BTasil", en "Revista Comunista!' ór-
riencia insuficiente del proletariado y de las masas gano teórico del S. S. de la l. C. Año I, NQ 1. Setiembre 1930 p'. 48
campesinas en las luchas revolucionarias Y por la popu- (97) (/Esbozo", op. cit., p. 70, nota 112. ' '
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194 RoDOLFO PUIGGRÓS

cipiente del Partido; pero como tales "p:ca?os de juven-


tud" se repiten en la madurez y la anc1m;Idad, tenem_<;s
derecho a afirmar que estamos en prese;nc;a de una ~I o-
ni ca inclinación a descomponer los movrmrentos de libe-
ración nacional, derribar los gobier;ws populares e im-
pedir la formación de partidos marxistas de masas. •-

XIX
. LA SEÑORA PEQUEÑA BURGUl~SIA
1111

f.Jo se le ha asignado la importancia que merece, ni


se ha estudiado con detenimiento, al papel de la pequeña
burguesía en la historia m'gentina de este siglo. Sin em-
bargo, ll.ILÜLPJlllle.ña.hnrgueaüJJU:hana. (empleados, fun-
cionarios, profesionales, estudiantes, militares, artesanos,
pequeños industriales y pequeños comerciantes} y en .l?,
W.Q!!f.fiªJmrgl!e§Íil rural (pequeños propietarios y anen
datarios) .eilííLJil .. !:.li>Ye rle ... nmhlemas ... a!·gentino~. fun-
_\lW.í"nt.iiJ~A ·
ll.iinHllil§dilltlLtQ!.!Q, Jlue_la_¡:¡e_queü<l.hurgt¡esía c'!rer:e "
_fl~ ..irl!'2!2!l:Íi&J!<l!l12!>~IJ\"f!, cQnsegl!§nk Sus concepcionesj
difusas y variables, corresponden tanto a su composición:
heterogénea como a sus continuas oscilaciones entre 1a1
burguesía y el proletariado, entre el imperialismo y lai.
liberación nacional, entre la reacción y el progreso, entre!
la oligarquía y el pueblo, A ello se agregá que,,__en nues~.l
tro país, el pro~eso de aburguesamíentq (o sea del paso!
á la burgtiesía) ~~ los pequeñ9\:mrgueses, y de paso a la¡
pequeña burguesía de Jos obreros ha sido más intenso y;
ác~I~i·íiC!9:iiiie ~[¡}rocesº co!Itr1\i:I9,fs gecir, >nw !a prole-\
t!\:ri~;;~ión ele .1¡¡ peqtwfi¡¡ ):mrgtte'l!ª~Y el paso a la pequeña!
)?1.n·gu~t:?i~L.ct~~J9§_ Purg-!]eses. El primero es la regla y elj
segundo la excepCióll. ~ta causa de tal fenómeno estriba l
en las particularidades del desarrollo capitalista en laj
Argentina, con sus todavía amplias posibilidades de ere-;
cimiento en el agro y en la índ ustria, y las poderosas:
inyecciones de hombres y capitales recibidas del exterior._:
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RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE Los PARTIDOS POLÍTICOS 197


196
Las inconsecuencias, los traspiés y los aspectos reac- gobernado ~on los viejos. métodos de la oligarquía, y los
cionarios que alternaban con los progresistas en la polí- ho;nbres mas representativos de ella, C~rlos Pellegrini en
tica de Y rigoyen, se explican no solamente por la debílí- p.r.nner té.rn:ino,...cOlpj·. rendieron a. princ. iJ}ioS de sig]Ü que
dad de la burguesía nacional (industriales y terratenien- era necesano prot~'5".r a la. industria y encar¡¡r de un
tes capitalistas medianos), sino tmnbién por las yacila~ ~ modo nuevo al puJ,~nte mo~\niento obrero. Pero la oli-
cíones de la pequeña burguesía .•1i!.)lurguesía.naciona!.~ ... garquía terr_ateniente y proimperialista dejó a Yrigoyen
no. podía conquistm·.. y . .mautenerse .en. elpodel·.sín.. apelar. com~ herenc1~ una polí~ica de librecambio a ultranza (de-
.a las amplias.1lJasaspopu)are§.Y ..enG@tró en .el caudillo. femhda con mtolerancm por el comercio importador los
.radical al.conductor que supo intei·pretar,. en una. etapa grandes ganaderos, los diarios y los partidos llam~dos
1~ :¡i'
·1!' histórica determinada, a las gapa;¡,pequeflo burguesas. que. "obreros") y las leyes 4144, llamada "de residencia" y
se ensanchaban, así como a las. tendencias pequeño hur.- de "defensa social", de represión de las luchas de la cl~se
j¡!¡' guesas de gran parte _ele hi ~-l~~e:. P~r~ra, ,JÜrmaqa_ pl-iñci~ obrerc.t.
palmente por inmigrantes que_ abandonaban sus- -hOgares Hipólito. XJ:igqxen,_eLcaudillo que hizo d.e la intran-
europeos e;n_ procura ~e.Ja_J"_iqu~_?,;{(,,ft:tgen,tin_a,___ Su neutra- ~jgenl;ja)¡>.Jts.tl:ategia.s.Ja...táctíca ... de_]ucha,cont:t'a..la:.o1i,
lidad y los esfuerzos que hizo para extenderla al conti- g"lrqyjp,, .l!~g-§, .. aLgql¡ierno n1p,njatadg :P?r .la misma olí e
nente, su defensa del patrimonio nacional (ferrocarriles, ª· .
g;:tr,qJJí<J,, ..Jl.eXQ.,!"liD.~i§.n .~omet!dQ__ la·· preslón . cÓntr¡ÍCÍic~
petróleo~ marina 1nercante, etc.), su apoyo a movimien- toria.de)a .p¡>quefía.. bl.!rguesía. Nos hemos réf(;r}(j(, ':i fas
tos a.ntihnperialistas y antioligárquicos pequeño burgue-:- resistencias que le opuso el Congreso a una sel'Íe de pro-
ses (Reforma Universitaria), su casa siemnre abierta a yectos de indudable alcance progresista. Agreguemos que
los requerimientos de los humildes, su fe e~ el voto po- no pudo condensar en un plan orgánico sus esfuerzos por
pular, eran otras tantas m_anifestaciones de un :naciona- dar la necesaria protección a la industria("), ni mante-
lismo democrático que, si bien respondia al desarrollo de ner una línea consecuente de respeto a los derechos de la
la burguesía nacional, encontraba su base fundamental clase obrera.
ele sustentación en las capas pequeño burguesas ele la Yrigo.v;en. Jtra....un •.terrateniente .capitalista .en. pugna.
sociedad. con la ,gr"\n gliga:¡;qqía terrateniente, lo mismo que Li-
La fuerte personalidad de Y rigoyen, que llenó toda sandro de la Torre, expresión este último del conjunto de
una época, expresaba la irrupción al campo politico de Intereses agropecuarios y manufactureros que se acumu-
las nuevas fuerzas sociales que crecían con el desarrollo laron alrededor ele Rosario, al impuso de la coloniza-
del capitalismo nacional. Entre la Revolución del 90 y ción ( 100 ). Uno y otro vislumbraron las perspectivas pro-
la primera presidencia de Yrigo:Ven (1916), aumentaron gresistas del capitalismo nacional y lucharon por el eles-
al doble los habitantes y los establecimientos industriales,
casi al triple el personal ocupado en ellos, más de diez ( 99 ) Recordemos, de pasada, que la conocida polémica de Yri-
veces la. fuerza motriz, dos veces y media el valor de la goyen con Pedro C. Malina, en 1909, partió de la renuncia
producción y tres veces la superficie dedicada a la agri- presentada p~r éste a la U. C. R., por estar en desacuerdo con la
CO!ld~?a d?l l~brecamb_io. ~por el Partido er: el periódico "La Repú-
cultura ( 98 ). Como lo hemos probado, el país no podía ser b~wa . Yngoyen proh1b10, en sus dos gob1ernos, la exportación de
h1erro. Alvear primero y Uriburu después la restablecieron Ver
(!JS) Hemos considerado para esa compm·ación las fechas de Dagnino Pastare: "Revista SenJ~r", marzo, abril y mayo de ·1937.
( 10 0) De la Tone se separo del radicalismo y fundó en 1908
dos ce11sos (1895 y 1914). Con respecto al aumento del área cul-
tivada, corresponde hacer notar que el cultivo de las fonajeras (ga- 1~ "~;iga del Sur", que reclan,mba a ~o.sario como capital de la pro-
v:nci~ de Santa Fe, autonormas mumc1pales y reformas en las ins-
nader:ía) creció a un ritmo menor que el de los cereales lino y
plantas industriales, estancándose posteriormente. ' tltucwnes. En 1914 organizó el Partido Demócrata Progresista.
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198 RonoLFO PuJGGRÓs HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 199


envolvimiento, en anchura y profundidad, de la democracia to comunalista se concretó en una cláusula de la Cons-
burguesa . titución santafesina de 1921, carta vetada por el gobierno
. . X!·igQYQil_YileJ1!.TPrre, a pesar de S1l§'-liYergen~:ias radical de Mosca. En el perfeccionamiento del régimen
tácticas,. S<? apoyabar1 en los intereses con~~t)tos J.kJa Jmr- municipal sobre la base de l,¡l-comuna autónom!l veía la
'gúesfii nacioriii¡:·:E(prlmero Ié llevó al segundo la v~ntaja. _ materialización del "self- government" que había estudia-
···-de-salle'i''Tñterpretar, desde un comienzo, el papel político do en 1901 durante su viaje a Estados Unidos y proponía
de la pequeña burguesía y la clase obrera, como fuerzas como ideal y gran remedio contra las oligarquías y go-
al servicio de la democracia burguesa. De la Torre sólo biernos fuertes en nuestro país.
vió demagogia en tal política y, antes de desengañarse en La reivindicación de la comuna como célula madre o
sus últimos años, confió en la posibilidad de desarrollar forma básica del gobierno democrático fué hecha por
la democracia progresista sin romper con la oligarquía Y Echeverría, Alberdi, Sarmiento y otros pensadores que se
hasta colaborando con ella (1° 1 ) . entusiasmaron con el libro de Tocqueville, "Dénwcratie
El establecimiento del régimen municipal y de la en A mérique"; pero recién a fines del siglo se desenca-
justicia de paz comunal electiva eran reivindicaciones de denó un gran movimiento popular para llevarla a la prác-
los co!onos santafesinos que agitaban por intermedio de tica, del cual se hicieron eco las nuevas fuerzas políticas
sus "clubs de extranjeros", desde tiempos antes de la de la burguesía nacionaL Su exageración, hasta llegar al
Revolución de 1890. Los chacareros, artesanos y comer- planteo de una confederación continental de comunas, es
ciantes de los nuevos pueblos de campaña querían el go- decir, hasta ver en la comuna el fin en sí de la humanidad
bierno de sus comunas para emanciparse de la tutela po- liberada por encima de las clases sociales, carece de sen
lítica, fiscal y económica de los grandes terratenientes y tido histórico~J,a ~Qffi!l!la :f'U!L!l.I!. gLmgflio§Yo ~l!ropeq el
del despotismo de los jueces de paz designados por arriba. baluarte _de las. libertades burgue~as. y en .el chispazo de
Hemos visto que la autonomía municipal figuraba en el
primer programa de la Unión Cívica Radical, como exi-
)ii. úí§.\!ú§!i!ií2n ñr2l§tar!a ¡¡¡¿ :Erímcia en.1:;;71 tuvo u u
_S\.'!lJ\í!li\!o_Jlro!~mrio,_EntnLnollil1ros, e! C'lbHdo de Bue-
gencia de cumplimiento del artículo 59 de la Constitución nos Aires, insti~ución. comunal. imp11esta por la coloniza-
de 1853, y que también fué agitada por los auto¡10mistas ~Sf.Qj¡~~i?JlllllQ1a;:g]iJ¡!l~inm~i:onlsmo @lllSlÜ ;11 ser supric
y republicanos. De la Torre, que vivió el problema de ~mi!LQ.PQ.:t . Riva'-l¡¡vi¡¡,su!llg¡.¡i_mthaya sido el papel que
cerca en su provincia natal, dedicó su tesis doctoral de cJeSeJllp<efi§ a))tes, enla luch¡¡ ~o¡¡tra las invasiones ing]e-
1888 a "El régimen municipal", lo mismo que el proyecto .. !"J'~Y <m!alLÍQrnad!ls fle . m!lYo fle lSIQ, Representaba,
que presentó al Congreso Nacional en 1912. Su pensamien- cuando desapareció, formas sociales y relaciones de clase
superadas en su medio ambiente. El decreto de Urquiza
del 2 de setiembre de 1852 creando la Municipalidad de
(101) De la Torre rompió con el radicalismo --después. de la
Convención del 5 de setiembre de 1897 y a pesar de haber trmnfa- la Ciudad de Buenos Aires y, su complemento, la ley san-
do su posición acuerdista por 65 votos contra 21- por estar en cionada por el Congreso General Constituyente de 1853
contra de la íntl·ansigencia de Yrigoyen y para propiciar "la gran que daba a aquella institución carácter electivo, así como
política de coalición" hilvanada por Mitre. Raúl Larra, en su bio- la primera ley municipal de la provincia de Buenos Ai-
grafía idealista de De la Torre (Claridad, Es. As., ps., 86 y sgtes.)
trata de justificar esa actitud. Juan Lazarte ("Lisatndro De la To- res, la del 11 de octubre de 1854, que establecía los muni-
rre, reformador social americano", 2'~- edición, Bs. As., ps. 31- 32) cipios, no significaban, de ningún modo, la vuelta a los
dice: "De la Torre cree, en los comienzos de su vida juvenil, que Cabildos, sino intentos de organización de la comuna autó-
las reformas por él propugnadas se pueden realizar merced a cual-
quier fuerza y con las mismas oligarquías que gobernaron el país noma burguesa. Esto quiere decir que debe distinguirse
durante un siglo''. bajo la forma comunal el interés de clase que representa
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200 ROD-OLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS p ART!DOS PoLfTICOS 201


Y no hacer de la comuna una abstracción, válida para La preponderancia de Jos anarquistas en los sindicatos
todos los tiempos (" 2 ) . (con su apoliticismo, su individualismo, su desprecio de
El 1novin1iento comunal que se inició en la Argen- lo nacional, su ignorancia de las leyes del desarrollo de la
tina a fines del siglo pasado, repetimos, tuvo un conte- sociedad, sus locuras y sus atentados), tenía nec#)sariac
nido pequeño burgués y como tal influyó en los partidos , , _me11te que~"contribllir . a____ que la ~1ase_ obrera perman~c!exa
. de la naciente burguesía nacional. La pequeña burguesía bajo .la influencia deja burguesía, El anarquismo cabal-
_:intervino en la composición y dirección de estos partidos, gó sobre el atraso y las tendencias pequeño burguesas de
·ya sea para imprimirles marcadas tendencias extremis- sectores de la clase obrera para retardar el encuentro de
tas, o para paralizarlos y abandonarlos en los momentos ésta con el pensamiento marxista en nuestro país('""),.,
·de prueba. Pequeños productores y comerciantes, estu- Favoreció la penetración del radicalismo yrigoyenista,!
diantes, profesionales y militares pequeño burgueses die- pueS los obreros, desengañados por los co,ntinuos fraca-·¡
ron a los partidos de la burguesía nacional un carácter
:más vacilante e inseguro que el que le trasmitía la pro-
sos de l_as tá~ticas desesperad~s y la falta de perspe2tivas
revolucwnanas de los anarquistas, buscaban en el obre-
:
:pia burguesía nacional.
La pequeña burguesía no solamente se mueve en di-
risn1o'' de Yrigoyen soluciones concretas e inmediatas a\
sus problemas. ,.1
1
rección a la burguesía, sino también s.e acerca y busca Los obreros extranjeros, o hijos de extranjeros no
:unirse al proletariado, en la medida que es pauperizada por asimilados al país, que vivían pendientes de los aconte-
•,el capitalismo. En las fases iniciales del movimiento obre- cimientos europeos y aplicaban mecánicamente la's expe-
ro argentino predominaron las corrientes anarquistas, riencias derivadas de ellos, se afiliaron al partido de Juaü
ideología típica de los pequeños productores independien- B. Justo. Los .socialistas.lucharon contra. los anarquistas
tes (artesanos: "obreros de paso", los llamaba Marx. Su . en el terreno sindical y contra los radicales en eL terreno
mentalidad corresponde a la del imnigrante que llegaba político, por la conquista de la clase obrera. Pero tam-
al país para "hacer la América"), pequeños comercian- poco le dieron a ésta una línea sindical y política inde-
tes y pequeños propietarios, que se niegan a marchar por pendiente, ni la orientación revolucionaria. ~Su actividad
el camino independiente de la clase obrera, pei'o que in- se. centró cada día más,.hasta. absorberlos por cmnpleto,
fluyen sobre ella para desviarla, neutralizándola y pres- a la obtención de bancas parlamentarias, desde las cuales
tando así un valioso servicio a las clases dominantes ('o'). bregaron por la legislación social y las libertades demo-
cráticas, sin abandonar su liberalismo pequeño burgués
(102) Juan Lazarte, en el libro citado, y Saúl Taborda, en la extranjerizante. Pregonaron la igualdad abstracta entre
revista "Facundo", incurren en esc:.s exageraciones, invocando erró-
neamente la tradición colonial de los Cabildos. Tal vez sea José Ma- las clases y entre las naciones, sin plantearse de verdad
nuel Estrada quien, en el pasado, haya dado, con la tormenta de su
prosa, una adecuada ubicación de la comuna, al subrayar su carác-
ter histórico y su papel democrático o reaccionario, según las cir- ¡;,
,, be poco, sin embargo, de l~s detalle.s. . de 1~ l:;bor de IV!alatesta. en la
cunstancias ("La política liberal bajo la tiranía, de Rosas", Jaclc- Argentina; en cuanto llego se as?CIO a F. N atta y o~_.ros. y puso un
son, Es. As., 1944, cap. XI). Ver sobre el tema: José María Sáenz tallerciio mecánico en Buenos Anes para gana.rse la vtda de una
Valiente: "Régitnen municipal de la Ciudad de Buenos Aires", Bs. rnanwra independiente· luego se le ve haciendo un viaje a la Pata-
As., 1911; Carlos Heras: "Antecedentes sobre la instalación de las gonia eu busca de un~s minas de oro que no aparecieron ... " (op.
nmnicipalidades en la p1·ovincia de Buenos Aires" "Trabajos y Co~ cit., p. :·18). "Ganarse la vida de una manera independiente", volver
municaciones", La Plata, 1949, I, ps. 75 y sgtes.; 'y Carlos Mouchet al puro artesanado medioeval, era el ideal anacrónico ele los anar-
en "ReVÍ$ta. del Instituto de Histm-ia del De·recho", Es. As., 1954 quistas.
págs. 23 a 30. ' ( 104) Santillán confiesa que la presencia de Malatesta en la
(lOél) Diego Abad de Santillán dice del famoso Enrique Mala~ ATgentina contribuyó a retardar el advenimiento del partido mar-
testa, que estuvo en la Argentina a fines del siglo pasado: "Se sa- xista (p. 38).
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202 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 203

la lucha de clases y la contradicción entre naciones opre- La aparición del comunismo en 1918 daba derecho
soras >: naciones oprimidas. Llegaron a desplazar a Jos a pensar, si se partía de lo que significaba en Rusia, que
anarqmstas en la dirección de algunos sindicatos y ven- se estaba en presencia de la primera tentativa seria de
cieron a los radicales en varias oportunidades en eleccio- unir en la Argentina el movimiento obrero con la teoría
nes de la capital federal. marxista; pero pronto quedó i!éornprobado, una ..fez más,
El Hsocialismo" de los socialistas argentinos~ nunca ~
• que las causas externas no actúan por sí mismas, corno
fué más allá de un programa reformista pequeño bur- creen los metafísicos y los dogmáticos, sino por inter-
gués. Su "ideal" ~iempre ha sido la pequeña propiedad medio de las causas internas. El grupo de pequeño bur-
rural, el cooperativismo entre pequeños productores y gueses extranjerizantes que se adueñó y nwnopolizó el
entr~ . co!I~sumidores~ la educación de las masas para la nombre de comunistas carecía de todo vínculo con el pen- ,;
conc1l!acron de clases. En vano se buscará en el socialismo sainiento progresista argentino y con el movinliento na- f
u~ estudio del carácter de clase del Estado, puesto que cional revolucionario. Provenía del socialisn1o y cayó bajo
mega que lo tenga. Quiere un Estado liberal tan puro la influencia de tendencias ultraizquierdistas que sólo
Y tan amplio -tan por encima de las clases sociales- abandonaba para pasar a un oportunismo sin ningún
que acepte, como decía el doctor Justo, a los "trusts" dota- principio. No estaba compuesto ni de obreros ni de inte-
dos de Huna técnica n1ás avanzada y de una organización lectuales. Durante los añQs iniciales, hasta después de
superior", lo que equivale a hacer la apología de los 1930, que dió un viraje puramente formal, rechazó vio-
"trust.s", ,que lo ~on. precisamente por su alto grado de lentamente la menor concomitancia con "el fascista" Al-,
orgamzacwn y tecmca que les permite Jo"rar Jos más berdi, con "el agente del imperialismo inglés" Mariano
altos beneficios a costa de Jos productores y
consumido- Moreno, con "el reaccionario" José de San TVIartín, con
todo el pasado nacional. Tampoco conocía, salvo la men-
res nacionales.
ción de los nombres de sus creadores, la teoría n1arxista.
Los socialistas reemplazaron a los anarquistas con Limitábase a proclamar ardientemente su amor a la
otros métodos, en la función de interponerse entre la'clase Unión Soviética y al comunismo en general, rnientras
obrer~ y el marxismo revolucionario. Exponentes de la
agitaba consignas de provocación -corno la dictadura del
pequena burguesía urbana, casi exclusivamente de la proletariado, el gobierno de obreros y campesinos, todo
porteña, alejaron a los obreros de los grandes problemas el poder a los soviets, etc.-, que venían como anillo al
nacionales e internacionales, al enfocarlos con ese estre- dedo para los fines diversionistas del imperialismo en
cho practicisrno que tanto agradaba al doctor Justo. Al América Latina.
leva':tar e~ v.uelo, si~rnpre coürcidieron con la oligarquía
y el rrnperrahsrno (hbre cambw, adhesión al bando impe- El papel contrarrevolucionario del grupo pequeño
rialista anglosajón, anticomunisn1o y antisovietismo de- burgués extranjerizante que se abroqueló en la dirección
fensa de la democracia formal y de las libertades en' abs- del Partido Comunista de la Argentina desde su naci-
tracto, oposición a los movim-ientos nacional-emancipa- miento, aparece también claramente de manifiesto en su
dores, etc.) (los¡. política de cuadros, tendiente siempre a asfixiar a aque-
llos que se desarrollan en contacto con las masas y como
expresión del movimiento ascendente de la clase obrera
( 105 ) Algunos apologistas del socialismo se han esforzado en o del pensamiento nacional creador. Del mismo modo que
probar que .Just? no olvidó el pa:pel regresivo del capital extranje- su in1presionante mediocridad oficia de aplanadora buro-
ro en la Argentma, pero no consiguen documentar que haya inten- crática de los dirigentes obreros que se incorporan a las
tado alguna vez encarar el problema de la liba·ación nacional en
concreto. filas partidarias atraídos por el significado internacional
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204 RODOLFO PUTGGRÓS

del comunismo y la esperanza de que emancipe a su país


y a su clase, fabrican intelectuales vacíos, sin vida, de
estilo retorcido y pedante, que frecuentan los salones do-
rados e introducen en sus obras toda suerte de contra-
bandos irracionalistas, idealistas, metafísicos, decadentes. 1
Han hecho un partido que es como una pasarela en 1~
que se entra lleno de esperanzas, espíritu de sacrificio,
anhelo de superación y de lucha, y se sale, tarde o tem-
prano, con la conciencia desilusionada y la voluntad ven- XX
cida, cuando no se tiene ,la suficiente capacidad autocrí-
tica para denunciar a la secta como una fuerza que impide. EL "CONTUBERNIO"
el desarrollo impetuoso de la revolución nacional emanci-
padora. Entretanto, se eternizan en ella hombres burocra-
tizados, que repiten mecánicamente lo que se les ordena Yrigoyen puso en circulación una palabra rara, la
y sin ninguna sensibilidad para los problemas del pueblo palabra "contubernio" (del latín "contuberniu1n", alian-
y los cambios sociales en el país y en el n1undo. za o liga vituperable, según el diccionario de la Acade-
La pequeña burguesía se mhnetiza, se disfraza, se mia) . La palabra hizo época y tuvo gran significado. ,EJ
presenta ora con la máscara de la burguesía ora con la c,ontnb,~;r:nic9,J',\:U"'i.9~~..,Xr,iKQY§.!'..Y..J)g,y:§..;¡,J..xe\<!i<eali~mo...f1 . . la
máscara del proletariado. Podría:mos llamar "fluída" a .b!JJ1[;;¡,p~oJ1!. HerLÍos vistó que la oligúquía empleó, desde
su ideología, porque como los líquidos y gases toma la 1890 hasta 1916,J>'diictica del :~ac[Jerdo" 9 .''<;ompromiso::
forma del recipiente con que se presenta. La señora pe- para impedir el acceso del radicalismo al gobierno. Esa
queña burguesía jugó una mala pasada a la clase obrera táctica. dió origenª! contubernio, una vez el radicalismo
argentina. No es extraño que la clase obrera haya prefe-
rido volcarse, por su cuenta y dando la espalda a los fal-
en el .poder ( 106 ) • .
El contubernio quebró lanzas, en realidad, el mismo
sos apóstoles, en los grandes n1ovirnientos de 1nasas enca- día que el caudillo radical ocupRba por primera vez la
bezados por la burguesía nacional, con la enorme desven- Casa Rosada. Su ministerio de gente desconocida, humil-
taja de no disponer de una fuerza política propia que le de en algunos casos, ofendía y destruía los planes de los
permita actuar con independencia e imponer finalmente Hdocto:res" radicales que se sentían predestinados a go-
su hegemonía. La desaparición de las sectas anunciará la bernar y los inclinaba a pactar con los oligarcas. Descon-
unión definitiva de la clase obrera con su teoría revoiu- certaba también al imperialismo: cuando el embajador
cionaria. "El desaTrol1o del sistema de las sectas socialis- de Inglaterra visitó a Yrigoyen para recordarle que los
tas y el verdadero movimiento obrero sie1npre están en presidentes argentinos consultaban al gobierno de Su
relación inversa entxe sí -escribía Marx a Bolte en
1871-. lVIientras se justifica (históricamente) la exis- (lOS) "Nosotros, los viejos conservadores no nos ha~·emos ra-
tencia de las sectas, la clase obrera no está aún madura dicales, salvo, es claro, excepciones; pero los menos ana1gados de
para un movimiento históTico independiente. Tan pronto nuestro partido y particularmente cierta moralla que nunca falta,
como alcanza su madurez todas las sectas son esencial- sí se hará; y entorlces ... le aguarán el espü·itu al vino y el Radi-
calismo perderá esa fuerza proveniente de los hombres probados,
lnente reaccionarias". partieularmente de los probados de su época heroica: se aquietará
y se infiltrará de espíritu conservador; y eso será el triunfo nues-
tro ... " (Carta del doctor J ustiniano Posse al doctor Ernesto H.
Celesia, citada por Del Mazo, op. cit., p. 35).
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206 RODOLFO PUIGGRÓ3 HISTORIA CRÍTIC.t.~ DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 207

Graciosa Majestad antes de nombrar sus ministros él le .sige11tg,. <mtiacner<:!ista, qp .HiPó lito Y ¡:\goY?J'- Las divi-
respondió: HEs una costumbre que el señor emb~jador siones de 1891, 1897 y 1923-1924 tuvieron origen en la
debe dar por tern1inada Los "doctores" le acusaron de
11

oposición entre la tendencia intransigente y la tendencia
apersonalista", de "dictador", de "ignorante"; se burla- contubernist~, aunque. esta última ~xpresión n~ se em-
ron de sus discursos y crearon el "antipersona1ismo" 0 pleara todav1a. Pero s1 en lo~' dos prnneros casos las dis-
"antiyrigoyenisnio", al que Juan B. Justo calificó acert:,: crepancias fueron puramente políticas, en 1923-1924 obe-
?;-n1en~e de Hpobre fórmula de los conservadores". Que- decierop_. a . razQn~ª> de carácter econón1ico-social (1°8).
'.illii
l,¡~ji
"'1' nan aislar a Y rigoyen del pueblo e intentaron hacerlo El f?ntub_erni?l fué, en sun:a, 1'1 JJ!\s_e p()lítica del gol-·..
11'' mediante la consigna equívoca de "separación de- aobier- .~J:e~<;gQ..Ilil.r!o hilvanado pacientemente por la aligar-'
,~:~~,,!1
- ¡1·1• no y partido", con la esperanza de, al mismo tiemp~, apo- quíá arrojada del poder en 1916. Eran distintos los mo-.
derarse de la dirección del partido y dominar al gobierno. tivos que llevaban a los dirigentes políticos a entrar, de
r~ Seria falso reducir el contubernio a la alianza entre hecho, en el contubernio. Lisandro de la Torre que, como
1il'¡í¡'¡~!~!!:.·
~ji~: l un sector desprendido del radicalismo -eL antinersona- lo hemos recordado, se separó en 1908 de la Unión Cívica
LJi!>tsL.o antiyrigoyenista- y los g)igªr~as._áiíllimitc~Ó;es, Radical para fundar en Rosario la Liga del Sur, el 14 de
¡ En el Congreso se vió clarament~ que los .ll~i!:f!Yl. eil-
L trab~n en 7la co~1po~enda y se a!meaban del lado contu-
diciembre de 1914 organizó, con objetivos nacionales, el
Partido Demócrata Progresista, que con un programa
·bermsta (1° }. Nicolas Repetto hizo, en la sesión del 28 burgués avanzado se proponía superar su contradicción
de agosto de 1930, profesión de fe contuberuista. al decla- nata, la contradicción entre sus críticas al radicalismo
rar su "admiración" a "la sensatez, la previ~ión y el yrig-oyenista en nombre del progreso y la democracia, y
sano patriotismo" de la "política del acuerdo", propiciada su integración con fuerzas provenientes del coue.ervado-
por el general l\1itre cuarenta años antes. En la calle y rismo (1"'}.
en sus publicaciones, los codovillistas se desP·añitaban En política hay que evitar que el subjetivismo ciegue
contra el "fascista" Yrigoyen, "verdugo de la clase obre- acerca de los alcances objetivos de una determinada
ra", "agente del imperialismo", etc. Puede definirse el orientación. Lisandro de la Torre y los demócratas pro-
contubernio como la unión efectiva u objetiva de las fuer-
zas interesadas en paralizar la obra y derrocar a un go- (lOS) "Estas grandes escisiones de 1891, 1897 y 1923-1924,
bierno nacional democrático con ancha base popular. El son las más importantes en razón del motivo principal que las de-
contubernio resucitaría años más tarde, en otras condi- termina; pero muchas otras escisiones de grupos menores, o sim-
plemente individuales, se produjeron a lo largo del desarrollo del
ciones, con el nombre de Unión Democrática. Radicalismo, preferentemente en las grandes oportunidades electo-
·ª
Lª.~·"·t~n.Q§nY.itt2-."-ªL~·"·'~ºE.tYb.~_:rnJ9 _ PÉH~~-t;Ü~X!?!l~.".ti~ntro rales" (Del Mazo, op. cit., p. 27). -
\LeLm<:!!q!!!i~Pw. comP reªcción :!'rente. a lapolítica,intran- (109) De la Torre dijo en 1912 en el Congreso: "El único
cambio que se nota hasta hoy en las provincias que pasan a ser
gobernadas por el Partido Radical se ·limita a un cambio de per:-
( 10 7) "El primer partido tocado por los contubernistas fué el sonas; porque las viejas corruptelas, lejos de desaparecer, se arrai-
Partido Socialista, pues ya en las sesiones de la Cámara de Di- gan como en Santa Fe." El Partido Demócrata Progresista se for-
putados donde se consideTÓ la primera elección nacional realizada mó en base a una coalición de fragmentarios partidos conservado-
de acuerdo con la ley Sáenz Peña, se quiso ponerlo del lado de los res (con exclusión del Partido Conservador de Buenos Aires y el
con;;ervadores y en contra de los radicales por motivos de puro in- Partido Provincial de Santiago del Estero). llYo representaba en
teres electoral". Joaquín Coca: "El contubernio", Colección Clari- él la tendencia popular ... ", declaró De la Torre. LOs conservado-
~ad? BueJ!-OS .;}ires; p. 6. También dice Coca que la división en Tes veían en el Partido Demócrata Progresista la posibi1idad de
yngoyemstas y "antiyrigoyenistas" o "alvearistas" fué "fomen- derrotar al yrigoyenismo. "Tal era el terror que inspiraba en los
tada por los conservadores, ciertos socialistas y algún radical disi- conservadores y vacunos el seguro triunfo de don Hipó lito Y rige-
dente" (p. 25). yen". escribe Juan Lazarte {op. cit., p. 149).
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208 RODOI,FO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 209


gresistas podían sentirse personalmente ajenos, o por menzaba a llevarse a la práctica, con el aplanso de los dia-
encin1a, del pleito radical-conservador, pero en la lnate- rios serios y los seudodemócratas, y las consecuencias que
rialidad de los hechos formaban parte del contubernio veremos de inmediato. "
antiyrigoyenista y eran instrumentos de una política con-
servadora tan desprestigiada que no podía manifestars..,e 1 1
que una re La ue os a 1a os 08 a o 1garqu1tt· y e 1mper1a-N 1 n:áSJ
La 't:;;~y!l:.~~~i ó,!,l,~¡~-~a!>gbie].;n. ? y .12.~;:!i,~-~:,~o r:ra
1 j!

directamente. Los de1nócratas progresistas actuaron cO-~ !ismo introducidos en la Unión Cívica Radical que!
mo evadidos del conservadorismo que no daban el "mal ··'Jii
tenín por objeto divorciar a Yrigoyen del gobierno. Pron-!
paso" de smnergirse en los movimientos populares, y en ~~
to, en las discusiones del Senado, aparecieron claramenTe'
Ías dos ocasiones que intentaron hacerlo (la Alianza De- definidas las dos tendencias: personalistas o yrigoyenista.s ~~
mócrata-Socialista de 1931 y la Unión Democrática de y antipersonalistas o antiyrigoyenistas, la segunda de las "'':.~
1946) fracasaron, por los n1otivos que explicaremos en cuales pasó a respaldar al presidente Alvear, con lo que i·'"
!ll!
su oportunidad. quedaba probada la falsía de aquella consigna. ·~!

La elección de ~!larcelo T .. de Alvear (1922), cuya HLos oligarcas de boina blanca", corno los llamaba
• candidatura fué impuesta por Yrigoyen para impedir la Yrigoyen (1!11 ) se habían apoderado del gobierno, pero el !~l
1:;;',
/ división del partido y mantener el control del gobierno yrigoyenismo en el llano multiplicó su fuerza popular y
X desde el llano, abrió a 1a oligarquía nuevas perspectivas su oposición al a.lvearismo lo convirtió en abanderado de
·!. a .sus esperanzas marchitas. El presidente Alvear se de- la causa del progreso, la democracia y la liberación nacio~
l!ii
¡i¡f,!

:;~!
"finió de entrada al designar su gabinete: de los ocho nal (>12). .J!::
_,.,
ministros, sólo tres eran radicales, mientras otros dos Pasemos por alto las distintas maniobras que hizo el
provenían rlel t•juarismo". Tal repudio ocasionó el cono- presidente Alvear para barrer a los partidarios de Yrigo- j
cimiento del elenco de colaboradores del novel mandata- ,,.
yen de las situaciones provinciales y de los cargos púb_lj-
rio, que su ministro de guerra, el general Agustín P. cos. Recordemos, en cambio, que a medida que se acen:l
1~
Justo, mandó acuartelar las tropas (UO). La vieja consigna tuaba la política a!vearista aumentaba también el caudall
contubernista de "separación de gobierno y partido" co- político de Y rigoyen y la desesperación de los conserva-!
dores y antipersonalistas ante la certeza de que perderían !
(110) "El hecho es qne el nuevo Presidente había elegido :pro- el gobierno en la próxima elección. A la necesich¡d de ase- ' it;
li.iamente para sus principales colaborador~s no tB,~lt9 _a sus ~1mgos gurar el futuro para la reacción respondió, en las postri~
como a hombres que en geneTal malquenan a H1pohto Yngoye:n, mería.s de la presidencia de Alvear, la creación de la "-J;.,o- ,;
unos abiertamente, ohos embosc~_dam~nte; a1f5~mos desde Jos hen;-- gia __ g-~_ne~a1$a!l)VI~rtin~', dirigida por el ministro de Crde.:' !~!
pos ele Alem, cmmdo la inh·anSigencl:: 0e Yngoyen les mcpmo~o.
i~ra, ge=neFai Agl:iSHñ'·P: Justo, e integrada por milita-
Por otra pm·te, nada menos que el mm1stro de guerra habm s1do
elegido por el doctor Alvear ~i~ conocerlo person~lment~, por re- res ( 113 ) . Esa logia fué uno de los instnunentos de que se
¡
comenc1ación de otro de 1os mnnstros, que en Pans habxa conven- !1
cido al futuro Presidente que ése era el hombre que necesitaba. En ::]¡
cuanto al de marina (almirante Domecq GB.rcía), había estado al (11¡1) "Boinas blancas" eran los radicales, que las usaban co-
frente de una orP'anización de las eme podrían llamarse profascis- mo distintivo. Y rigoyen aludía, pues, a los radicales que se -pasa-
tas durante la "~emana de enero" de 1919. El tiempo diría cuanto ban g Jas filas oligárquicas.
deb'-ía sufrir el país por estos gnwes errores" (Del Mazo, 21-22). "Po- (11'2) ''Día/a día,·Ia casa de gobierno (en época de Alvear)
co a poco el Presidente Alvear concentró alrededor de él la esp~­ fué quedando más vacía, sin obreros. ni estudiantes, ni gente 11ana,
Tanza de quienes siempre se opusieron a Yrigoyen en e~ seno de la como había sido la característica del período anterior, presentando
Unión Cívíc::t Radical; de los reaccion::n·ios de los parbdos conser- la fría tranquilidad de un g-obierno formalista, sin calor de pue-
vadores, a quienes al fin parecía abrírseles una perspectiva de re- blo" (Del Mazo, op. cit., p. 24).
torno, y de los reaccionarios de toda índole siempre resentidos por ( !.13)
0
Entre los propósitos de sus mi(>_mbros (de 1a logia),
la crt;)cinJte :;;ignificación social del Radicalismo" (p. 23). figurBban; "Hacer guerra a la política de Yrigoyen"; "confinar y
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210 RoDOLli'O PUIGGRÓ5 HI::!lTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 211

·.n·· ,;~lió el contubernio P:'_ra prepm;ar el asalto del poder en 1a Argentina, respondieron importantes movin1ientos de
;;, 1930: tuvo como m1s10n mmedwta acallar las protestas
. !11:.tsas, encabezados por la intelectualidad, que se concre-
:-¡ por los grandes negociados de la compra de armamentos. taron en entidades como la Alianza Continental, la Unión
i L.. Como actos definitorios de la iniciación de la política Latinoamericana y la Liga Al,ltiimperialista, con ila adhe-
1 antiyrigoyenista del gobierno de Alvear aparecen la der«-. sión de sindicatos obreros, ceritros universitarios y orga-
, gación de la ley general de jubilaciones (N9 11.289) ( 114 ) nismos populares. El yrigoyenismo se hizo eco, en el Con-
l y el veto a la ley que reglamentaba el trabajo de los obre- greso, del poderoso despertar de la conciencia nacional
\ ros en Jos yerbales (N9 11.278), así como el retaceo de la emancipadora, oponiéndose a los planes proimperialistas
! autonomía universitaria, conquistada por el movimiento del gobierno de Alvear.
!: reformista de 1918. Al principio, dió algunos pasos para El debate sobre el petróleo puso en evidencia la polari-
l proteger la industria nacional (aumento del 60 por ciento zación de las dos tendencias fundamentales del desarrollo
~ de los aforos aduaneTos, supresión de los permisos para social argentino de este siglo. Mientras los alvearistas vol-
' exportar metales, prohibición de la libre exportación de vían a los argumentos de J uárez Celman de que "el Es-
/; acero viejo, altos derechos de importación de aceite co- tado no es buen administrador'' y proponían la forn1a-
J! mestible, identificación de las mercaderías), pero luego ción de ernpresas mixtas, por intermedio de las cuales Jos
~ abandonó esa política y autorizó la salida del país de ciento monopolios extranjeros se apoderarían de nuestro petró-
!i sesenta millones de kilos de acero viejo y el que siguiera leo; los yrigoyenistas sostenían la tesis de la propiedad y
·~saliendo (muy necesario para nuestra industria), propuso explotación exclusiva por el Estado. Si bien no lograron
1 la supresión de derechos a todos los artículos de la cans- hacer triunfar la idea de la expropiación de los yacimien-
Í trucción y de los derechos aduaneros adicionales, rebajó tos detentados por particulares, impidieron que se con-
!\]os derechos de Jos tejidos, la yerba, etc. sumara la entrega de Jos restantes al imperialismo.
'\{ La 1J01ítica .reaccionaria en el orden interno tenía que N o podemos pasar por alto el carácter predominan-
llegar aéompañada de la política _ep.treguist~ en ~1 ?rden temente antiyanqui de los movimientos antiimperialistas
internacional. A la redoblada preswn de los 1mper1ahsmos de aquella' epoca;
!nCfí.Jyendo la posición del yrigoyenismo.
inglés y yanqui, a la lucha entre ellos por e1 dominio de Atacábase a Estados Unidos por su "política del garro-
te" en América Latina, por sus atropellos a Nicaragua
separar a los militares simpatizantes del yrigo~eni_Sf?O"; "hacer de Sandipo, por la voracidad monopolista de la Standard
propaganda militar para un golpe de ~stado que m1p1~1~~Ta la vu~l­ Oii, por sus despojos en México, etc.; pero no se plan-
ta del yrigoyenismo al p-oder"; ''cubnr los carg-os m1hta1:es prm- teaba . al mismo tiempo y en forma concreta, un plan
cipales con los logiados" (Ibídem, p. _?4, nota). El pron~ncmm1ento
del general Primo de Rivera en Espana tuyo, ~?mo lo senala ~1 doc- argentino de recuperación nacional del comercio exte-
tor Del Mazo, gran influenciE: en la COl~~titr:-c10n. de 1,~ menc_10na~a rior, los transportes y los bancos, sometidos a los dictados
logia. Su anoliticismo daba ongen a un · nacwnahsmo reacciOnarlO del imperialismo inglés. El antiimperialismo inglés se
y ~antipopulal'. . . . .
(114) La ley fué resistida, desde un pnnc1p1o, _P?l' el co~ercw desarrolló posteriormente, en oposición al liberalismo, en
y la industria, hasta que la Suprema Corte de Jr:-sttcla, copflrmar:t; las filas del ejército y en el movimiento nacionalista, una
do una sentencia del juez federal, doctor Clodomno Zavaha, le dw de cuyas variedades fué "Forja" dentro del radicalismo.
el golpe de muerte. El ingeniero ~lejandro E. Bun~e, V?Cel:o de los
enemiQ'os de esa ley decía en el Pnmer Congreso Umvers1tar10 Anual Las divergencias entre Yrigoyen y Alvear acerca del
de La'=' Plata (5 d~ noviembre de 1923) que "con ella se crearían manejo de la política internacional venían cte lejos. Yrl-
pronto dos millones de jubilados, haríamos un país de hombres con goyen había sostenido la neutralidad argentina durante
el espíritu castrado ... , un pueblo de tímidos ... , de hombres con la guerra interimperialista de 1914-1918, mientras Alvear
las alas cortadas". También se opuso a la participación de los obre-
ros y empleados en las utilidades de las empresas. se pronunciaba a favor del bando imperialista anglo-
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RODOLFO PUIGGRÓS
HISTORH_ CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 213
212
do. 1922-1928, así como ele la prensa política de la época
sajón. lVIás tarde, siendo n1inistro argentino en Francia, ev1dencmn que los partidos no yrigoyenistas se daban ]~
Alvear resistió las directivas del preside-;1te Yrigoyen so- man? con el alvearismo, por encima de sus parciales dife-
bre la conducta a seguir en la Liga de las Naciones. renwls, para atac~r con la mi¡;ma furia a Yrigo~en. En
La primera discrepancia de Y rigoyen con la entidad el asunto del petroleo, por ejemplo, la mayoría de los le-
mundial que nació de la Paz de Versailles se produjo-cuan-~­
g¡s~aclores socialista~ votó po; la negativa el proyecto
do, con el pretexto de que las naciones beligentntes (del yn«>oyen1sta de nacwnahzaewn de los yacimientos.
.¡11 lado aliado~ por supuesto) tenían derechos que no podían
compartir con las naciones netürales, J.a Liga se reveló Yrigoyen era el '~dictador", el "tirano". el "demago-
:i.¡'
1 ~J con1o organis1no de las grandes potencia,s im_peda1istas go"_; -~~vear era el "demócrata", el "republicano": él "le-
'1" para :1segurarsc un nuevo reparto del mundo. "Tratán- gahsta . A aquel se lo agredía con saña; a éste se lo cri-
dose de una Liga que ha de establecer la p2,z futnra de ticaba respetando su personaiidad señorial.
todas las naciones, no cabe distingos entre belige:;__~antes 1\unque la oligarquía y el imperialismo estaban de
y neutrales", teJ.egTa.:Uó Yrigoyen. A la división_ entre na- parabJel:.es con el gobierno de Alvear, remíal1 el futu:ro.
ciones opresoras y nndones oprimidas, el presidente radi- No. conflaban en el pueblo. Tenían interés vital en des-
cal opuso el prinCipio de igualdad y autodetern1inación de trmr la n:ayoría yrigoyenista del Congreso, apoderarse
las nacim1es. El mhüstro Alvear no c.0n1partía esa opi- de los gobJ.ernos de provincia y asegurarse el próximo pe-
nión. Y rigoyen preeisó, en toda oportunidad, que 1a orga- nodo presJdencJal. No estaban solos en la faena los con-
nización mundial debía ser ung Liga de las Naciones y servadore~ Y antipersm:a!istas: los demócratas progresis-
no una Liga de Naciones. Tuvo que viajar a Ginebra el tas, soc1ahstas y codov1lhstas arrimaban también leña al
n1inistro de Eelaciones ExterioresJ doctor I-Ionor1o Puey- odw Pncendldo contra don Hipólito. La logia de militares
rredón, para irrrponer el criterio yrigoyenista y, al ser re- reacc10nanos, que dirigía el general Justo, estaba alerta
chazado, anunciar el retiro de nuestro p2..ís de la Liga, para dar el zarpazo cuando se presentara la oportunidad.
el 4 de dicien1bTe de 1S20. La 1nisma. actitud principista
firme mantuvo Yrigoyen en las Conferencias panameri- C~on mucha anticipación a los comicios presidencia-
canas y en las relaciones con Jos países del continente. les de 1 1 9 de abril de 1928 los antiyrigoyenistas se prepa-
rar~n a dar la batalla y alinearon sus fuerzas. Ellos, que
Desde un principio fué c1a.ro que el presidente Alvear hab~an atacado a Yrigoyen con el ]ema "Separación de
se disponía a dar un viraje completo a esa política, rein- goJ;ne;'no Y parti.do", hicieron de su partido un simple
tegrando a nuestro país a la sociedad ginebrina y ac- ~penmce del gob1erno. El presidente Alvear declaró que,
tuando en las reuniones internacionales y continentales estaba d!sp_aesto a poner toda su legítima influencia en
como socio menor de Inglaterra y Estados Unidos. Cuan- favor del !nunfo de la fórmula antipersonalista" Mela-
do la opinión pública reclamó la adhesión argentina a la Gallo, eleg¡da, en la convención de abril de 1927. En rea-
lucha antiilnperialista del nicaragüense Sandino, Alvear lidad, se hab1a. c~nsumado . la separación de gobierno y
respondió que tal problem_a era "ajeno a nuestros intere- Pt~;eblo, Y: ¡stabJecJdo la umón del pueblo con el partido
ses••, y al tratarse el establecimiento de relaciones diplo- yngoyems,~. Pero para la mentalidad de la oligarquía
máticas con la Unión Soviética afirmó, por inter1nedio no valen _mas que las formas y su continuidad en el poder
del canciller Gallardo, que era "peligroso" reconocer al
se ~educw a una. cuestión de dominar por arriba a los
gobierno de este país. En el primer caso aparecía el puño gob1emos provmcwles y mantener el control de las fuer-
del Tío Sam y en el segundo caso la sutil diplomacia im- zas arm:'das. El rechazo por el gobierno alvearista del
perialista de J ohn Bu!l. monopolw estatal del petróleo no era un buen antecedente
La lectura de los debates parlamentarios del perío-
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214 RODOLFO PUIGGRÓS

para ganar la conciencia nacional a la designación de


un sucesor afin.
La enorme presión del antipersonalismo, la demanda
de la "confederación de los partidos de derecha" y la pro- ¡
pia decisión del presidente Alvear no fueron bast1nte
para que se atropellara el principal baluarte del yrig'o-
yenismo: el gobierno radical de la provincia de Buenos
Aires del doctor Vergara. La fuerza del pueblo podía más
que la fuerza de las armas y del dinero. XXI
A la violencia, a las amenazas y a los fraudes con
que el oficialismo preparaba su continuidad en el poder, EL PODER DE LOS GRANDES GANADEROS
Hipólito Yrigoyen respondió con el cese total de la pro-
paganda electoral en todo el país. Los yrigoyenistas, con
las arcas partidarias vacías, enmudecieron un mes antes Tuvo mucho que ver con la caída del gobierno de
de los comicios. El 19 de abril de 1928 Y rigoyen era con- Jua.n Manuel de Rosas (1852), la decadencia de !a gana-
sagrado por segunda vez presidente de la República con de_na argentina de viejo tipo (campos sin alambrar, razas
Jos votos de 840.000 ciudadanos, mientras la fórmula del cnollas, producción de tasajo, exportación a los mercados
"contubernio", integrada por dos abogados de empresas esclavistas de Brasil y Cuba, etc.). Desde antes de la ba-
extranjeras, sólo obtenían 440.000.
.;, talla de Caseros, el campo bonaerense - y en menor esca-
La consigna "Yrigoyen no sérá presidente", que ha- ,1 la el entrerriano- fué poblándose de cl"iadores de ove i as
bía presidido la campaña electoral contubernista, se pre- 'f (vascos, irlandeses y escoceses), que poseían o arrenda-
gonó con mayor intensidad aún después de conocido el . ban pequeñas extensiones de 200 a 300 hectáreas. La
resultado de las urnas. El doctor Leopoldo Melo, candi- l~:1a llegó a ocupar el primer lugar tanto en la produc-
dato a la presidencia derrotado, volcó su despecho dicien- cwn como en la exportación del país ( 115 ). En cambio la
do que la victoria de Yrigoyen se debía "a la encrucijadR producción y la exportación de tasajo (carne vacuna' sa-
alevosa y traidora del cuarto oscuro". La logia militar lada) permanecieron estancadas y en lugar secundario.
justista estuvo a punto de dar el golpe. El mismo general
Justo se puso al descubierto de tanto desmentir que cons- ,
115
( ) En 1890, la Argentina era el país que poseía mayor
piraba. No podía encontrarse argumento de ninguna na- numero .de cabezas ovinas en el mundo suuerando a Australia Es-
turaleza que justificara el arrebato del gobierno a Hip;; · ta~os Unidos y Rusia Europea. Ver Gabriel Carrasco: "La .Repú-
lito Y rigoyen y además el pueblo se unía en torno de la blu.:a 4-rg_e;ttina"! -~s. As., 189~; págs. 22-23. La exportación de
la~a Sigmo la s1gmente evoluc10n: 16.936.605 libras en 1849-50;
personalidad de su viejo caudillo. A regañadientes se le 38.294.014 en 1859-60; 144.877.792 en 1869-70; 215.027.386 en 1879-
permitió que volviera a la presidencia, pero sin renunciar 80; .261.084.348 en 1889-90, y 522.828.674 en 1899-900. En 1875 fi-
al plan de dividir y descomponer su base de masas, para ~uro con el 54,8 % de las exportaciones y en 1880 con el 67,8 %.
En 1889,_ sobre una exportación total de 100.818.903 pesos oro co-
Jo cual Jos oligarcas e imperialistas contaban ya con un rresp?,Udleron_ 56.709.774 a la lana sucia (141.774.435 kilos).' La
brote del Partido Socialista, el Partido Socialista Inde- lana ma destmada, por orden de importancia en el volumen: Dun-
pendiente, bien equipado para sembrar la más desver- querque, ¿\-ntwerp, ,Hamburgo, Bremen, Génova, Reino Unido, Es-
tados Umdos, Bura,eos, IJ:;avre, l'V!arsella, Ba~·celona y Rotterdam.
gonzada demagogia y servir a los enemigos del pueblo. Dunquerque absorbm casi la mitad. Ver "The Argentine Yea·r
B~ok", 1902, Bs. As., Editado por la Compañía Sudame1·icana de
Blllet~s de B~nco, ps. 137-138, y "The Review of The Ri1.ter Pla:te"
del m1smo ano.
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216 Ronor~FO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 217


La exportación de ganado en pie tomó impulso en 1892, 1890 marcó el paso de la etapa puramente ganadera a
pero por poco tiempo, debido a la clausura de Jos mer- la etapa agrícola-ganadera. La exportación agrícola --que
cados europeos para la producción argentina a causa de en 1875 sólo representaba el 0,3 'fa y en 1880 el 1,4 'fo
la aftosa. del total- llegó en 1891 al 28,3 %. El área sembrada
Los criadores de ovejas sufrieron un duro golpe con subió de 580.000 hectáreas en l!B'72 a 2.459.120 en1 1888,
la crisis económica mundial de 1890, que trajo la C<~ída •- a 2.989.400 en 1890, a 4.835.620 en 1895, a 7.341.000 en
de los precios y la disminución de la demanda de lana 1901 y a 8.410.000 en 1902. La demanda creciente del
de la industria textil de Francia, Alemania e Inglaterra. mercado inglés, el trazado de ferrocarriles con vistas al
Estos pequeños y medianos _ganaderos particip;:tron acti- fomento de la producción de granos y a su exportación
vamente en las revoluciones de 1890 y 1893, y contribuye- por Buenos Aires, y la política colonizadora de Jos go-
ron a fundar la Unión Cívica Radical (ll 6). La cría de biernos, estimularon su desarrollo. La agricultura fué
ovejas desplazó a la del vacuno hacia Jos campos margi- ocupando los campos antes dedicados a la invernada de
nales, pero, posteriormente, con el paso de la ganadería ganado, y éstos, a _su vez, los dedicados a la cría. La cría
a una etapa superior, la cría del vacuno desplazó a la de se desplazó a los campos incultos marginales. Pero si el
ovejas. área sembrada con granos y lino se triplicó desde 1895
1
En un comienzo, la agricultura capitalista tropezó a 1910, el cultivo de alfalfa aumentó más de seis veces en
'Í con grandes dificultades para desenvolverse. La ganade- el mismo período.
( ría, principalmente la cría de ovejas vinculada al mercado 1890 marcó asimismo el restablecimiento de la Q·ana-
europeo de la lana, resultaba más beneficiosa y requería dería sobre la base de la congelación de la carne.·~ Des-
pocos brazos. Los "gringos" que colonizaron las provin- pués de los ensayos del ingeniero francés Charles Tellier,
cias de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, pasaron desde 1868 a 1877, con la instalación de máquinas com-
por mil penurias antes de lograr alguna compensación presoras y cámaras frigoríficas en los barcos "City of
por sus esfuerzos de pioneros. El gobierno y las empresas Río de Janeiro", "Le Pescatore", ''Le Frigorifique 11 y ".Le
ferroviarias adoptaron una serie de medidas tendientes Paraguay" y la ren1esa a Francia de los nrime1~os em- ,,,.,.
,, ...
a alentar la agricultura. Una de eilas, el proteccionismo barques de ovinos congelados, Eugenio Terrason instaló
aduanero, hizo posible la conquista del mercado interno en Sau Nicolás el primer frigorífico -el San Luis- y al
por la producción agrícola nacional. Además se expropia- año siguiente -1883- envió a Inglaterra las primeras
ron grandes extensiones de tierras, a los lados de las vías reses congeladas ta1nbién ovinas (l17) . Por la n1is1na épo- ~:
férreas, para dedicarlas a la agricultura y se eximieron
de impuestos los campos cultivados. También los colonos
ca, el ganadero inglés radicado en la Argentina, G. W.
Drabble, levantaba en Campana la planta faenaclora de
11~¡
-Hgringos" e hijos de "gringos"- tuvieron participa- la "River Plate Fresh !Yieat Co.", con capitales de Lon-
ción en las revoluciones de 1890 y 1893, así como en la dres, que en 1883 remitía a Inglaterra 7.581 carneros
fundación de la Unión Cívica Radical.
(1'17 ) El ingeniero Charles Tellier, carente de espíritu comer~
cial, murió en la miseria. Publicó un libro titulado "Histo,irt·e d'une
(1'16) La demanda se reinició posteriormente, como la prue- invent-ion moderne. Le Frig01·ifique", París. Sufrió el desengaño
ban las cifras de la nota anterior. En 1900 era el doble que en de ver que su patria, Francia, se desinteresaba po1· su invento,
1890. El número de cabezas de ovinos aumentó en la Argentina mientras Gran Bretaña lo desanollaba en vasta escala. Estuvo
de 66.706.099 en 1888 a 120.000.000 en 1901, a -razón del 33% por preso por no poder pagar 6.000 francos y en París se lo calificó de
año, y pasó de 40 animales a 250 por kilómetro. Ver "The Argentine "loco". Le tocó actuar en una época en la cual la influencia fran-
Year Book" de 1903, p. 173. Además de la lana, se explotaba la gra- cesa en América Latina era vencida por la infiltración ideolóD"ica
sería, cociendo las ovejas en calderas para obtener sebo. Y económica de Gran Bretaña y Estad_os Unidos. "'
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218 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRiTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 219


congelados, tan flacos que las amas inglesas se negaban ción de la exportación del "congelado" a Gran Bretaña,
a comprarlos. En 1885, la fábrica argentina de sebo de como mercado único:
Sansinena se convertía en la "Compañía Sansinena de a) El abandono por Francia de todo interés por la
Carnes Congeladas", y, con la contribución de capitales congelación de la carn~, a pesar de habelf prote-
ingleses, construía en Avellaneda el frigorífico "La Ne- gido su iniciación; fl;
gra", abriendo en Londres una oficina encargada de. dis- . ., "· b) El cierre de los puertos continentales europeos a
tribuir las carnes en el Reino Unido. En 1886, la firma las carnes argentinas y de los puertos británicos
James Nelson and Sons -fuertes carniceros de Liver- al ganado en pie a causa de la fiebre aftosa;
pool, Dublin y Londres- instalaba en Zárate, asociada e) La mestización del ganado argentino con razas
a la "Compañía Sansinena de Carnes Congeladas" de la importadas de Gran Bretaña;
cual era consignataria en Inglaterra, el frigorífico "Las d) La adaptación del gusto del consumidor británico
Palmas", y en 1892 constituía "Las Palmas Produce al u congelado";
Co." (1 18 ). e) Las inversiones de capitales británicos en la in-
La exportación de tasajo se redujo al mínimo y los dustria frigorífica;
saladeros casi desaparecieron, como consecuencia del cie- f) La posesión por Gran Bretaña ele una flota para
rre de los tradicionales mercados esclavistas de Brasil y el transporte de carne congelada que en 1900
Cuba, pero la exportación de ganado en pie (72.973 cabe- contaba 40 unidades y una capacidad de bodegas
zas en 1880-1884 y 340.046 en 1895-1899), compitió, en un de 7 millones de pies cúbicos;
principio, con la de carnes congeladas, hasta qne ésta g) El bajo costo de producción y transporte de la
última recibió enorme impulso con la demanda de Sud carne argentina, por la baratura tanto del gana-
Africa durante la guerra anglo-boer (1899-1902). Al co- do como de la mano de obra industrial, la menor
mienz~, sólo se congelaba y exportaba la carne _del ovino, distancia a Gran Bretaña (la mitad de la que
especie que se había mestizado desde muchos anos antes; separa a ésta de Nueva Zelandia y Australia, los
luego, _con la mestizació.n y saneamiento ~el ~ovino, se des- otros dos grandes países ganaderos) y la inexis-
arrollo en escala creciente su aprovecnamiento por los tencia entre nosotros de intermediarios que im-
frigoríficos. El gobierno argentino dictó, por su parte, pidieran el monopolio;
varias leyes protectoras de la industria frigorífica: exi- h) El traslado a la Argentina de los frigoríficos
mición de impuestos, subsidios, garantías al capital in- norteamericanos que hasta entonces abastecían
versor, etc. desde Estados Unidos a Gran Bretaña; y
Los siguientes factores coadyuvaron a la canaliza- i) La protección de los gobiernos argentino y bri-
tánico a las empresas frigoríficas y al intercam-
bio entre ambos países ( 11 ' ) .
(118) Puede consultarse. a Juan E. Richelet: "La !?an_adería
y su comeTcio de Ca1'1tes", Lajouane, Bs. As., 1928; Horac10 V. Pe:
reda! "La ganadería argentina es una, solu./', B_s. ,fs., 1939; Jos.e (119) En 188'7, el gobierno argentino abolió los derechos de
V Liceaga · "Las carnes en la economta a?·genhna , Bs. As., Rm- exportación de las carnes y el Congreso votó un subsidio de pesos
g;l 1952-· :Ricardo M. Ortíz: "Historia económica 0rger~;tina", 2 !o- 550.000 para las exportaciones de ganado en pie, carnes y tasajo
11108, Bs 'As Raigal 1955 ·Adolfo Dol'fman: aH-~stona de la tn- y las exposiciones rurales y ferias. Al año siguiente se acordó por
dustTia' .argentina",
., ' As.,'
Bs. 1942; " Gran E- 1·etana
- en e l d esarro ll a ley una garantía del 5 %, hasta la suma de 8 millones de pesos, a
de. la ganadería argentina"; Es. As.~ 1944,. editado por "Buenos las compañías exportadoras de carne. Las 100.000 toneladas de
Aires Herald" como homenaJe de ' 1la mdustna ganadera ~e la ~e­ "congelado 1 ' que en 1901 exportó la Argentina representaban ya
pública Aro-en tina a Gran Bretaña"; "Censo Ag?·opecuano Nacw- él 46 % de las importaciones inglesas. Nuestras exportaciones de
nal", 1908; "~4nales de la Sociedad Rw·al Argentina". ovinos congelados subieron de 1.768.206 en 1896 a 2.G34.105 en
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220 RoDOLFO PUIGGHÓS HISTORIA CRÍTICA DE LDS PARTIDOS POLÍTICOS 221


La tendencia al monopolio de la industria Y el co- n1iento industrial originó una marcada discriminación
mercio de la carne congelada apareció con el nacimiento entre dos sectores ganaderos: los invernadores y grandes
del frigorífico. A fines del siglo pasado existía un ~cuer- criadores invernadores qne vendían la carne para el "chi-
do entre las compañías argentinas e inglesas _para 1mpo~ lled" ("enfriado") y el resto Jle los criadores qile sólo
ner bajos precios al ganado, acuerdo que se mterru~p1o , . producían reses para el "congelado" o tenían que vender-
momentáneamente al traer las compañías norteamel"Jca- las, a medio preparar, a los invernadores. La división de
nas la competencia en Jos precios(""). los ganaderos se reflejó en el seno de los partidos y en
Los norteamericanos compraTon el frigorífico La el conjunto de la política argentina, como tendremos
Blanca en 1907 -inaugurado en Avellaneda cinc'? ~-ños oportunidad de comprobarlo más adelante. El "trust" que
antes- y la compañía norteamericana Sw1f: _adqmrw 1~ for.._maron los frigoríficos ingleses y norteamericanos,
gran planta de Río Santiago, que en 1900 ha01a constrUI- "trust" que se extendía desde las compras en la Argentina
do la firma inglesa "The La Plata Cold Storage" .. ~1 hasta las ventas al consumidor británico, se ensambló
Swift instaló posteriormente frigoríficos en San. J':'han con el pequeño grupo de grandes ganaderos del ¡'chilled"
(1911) y Río Gallegos (1912) y un gran est.ablec!mlento para ejercer una acción económica, financiera y política
en Rosario (1924). El Wilson levantó sus mstalacwnes prácticamente todopoderosa. Las empresas norteameri-
en Avellaneda (1902) y el Armour en La Plata (1911) canas. que también· encontraron un motivo para venir a
y Santa Cruz (1920). Entretanto, los ingleses inaugura- ia Argentina en la necesidad de eludir la ley anti-trust
ron el Smithfield (1904), el River Plate (1916) -ambos Shern1ann, tuvieron aquí el apoyo total de esa casta oli-
en Zárate- y el Anglo del Dock Sur (1926). Los argen- gárquica de ganade;·os para dominar a su antojo la indus-
tinos fundaron el Cuatreros de Bahía Blanca (1902), el tria y el con1ercio de la can1e, en combinación monopo-
Tierra del Fuego de Río Grande (1917), el de Puerto lista eon las inglesas.
Deseado (1922) y la Compañía Saladeril de Concordia La existencia del "trust" no excluía la con1petencia
(1924). . entre las firmas inglesas y norteamericanas, sobre todo
Con el traslado de los frigoríficos norteamericanos a en un cornienzo, cuando aún no se habían ajustado los
la Argentina la exportación de cuartos bovinos de Esta- resortes del monopolio. La intervención del gobierno bri-
11 dos Unidos a Gran Bretaña descendió de 1.900.000 . en tánico y la colaboración del gobierno argentino facilitaron
1901 a o en 1912, mientras que la expo_rtación ~rgentma y remacharon el acuerdo entre las empresas frigoríficas
aumentó de 24.919 a 2.200.000 en el m1smo penado. que, con la activa movilización del grupo oligárquico de
1 Las empresas nortean1ericanas. emplear_or; . un nue- ganaderos, sus instituciones y sus políticos, ejercen hasta
11
vo procedimiento técnico que los mgleses m1c1aron en la actualidad una acción extorsiva, expoliadora y agota-
1900: el "enfriado" o "refrigerado", en base a n;ate:·;a dora ele la economía argentina, a través de las vicisitudes
prima proporcionada por ganado de alta mest1zacw:1 de que daremos cuenta en estas páginas.
(Shorthorn, Hereford, Aberdeen Angus). Este proced1- Desde hace medio siglo, la Argentina tiene que resol-
ver su problema de las carnes, cuyas premisas están plan-
1901 y las de vacunos congela?-?s de 7.09~ a ~16.00_0; l.a ,expo_rta= teadas en la organización de la combinación monopolista
ción de O'anado en pie descend10 ele 339.3cl ovmos y 66.031 vacu
nos a ce~o, en igual período; . . , " . , entre las empresas y la oligarquía ganadera.
(120) Los tres fl'igonflCos ("RlVeT Plat_e ,_ Sa~sme!la .. Y._ Del predominio que de inmediato adquirieron los fri-
"Las Palmas") organizaron en 1888 ~n :monopol_w pma ~-~ln:_1_nu1 gorífieos norteainericanos da una idea la distribución de
al frigorífico de Eugenio Ten·ason., E} mol!?Pol::?, comp_._?, _nnal-
mente, a este frigorífico y lo clausuro. famb1en ÚJO un p1ec10 pol las cuotas de exportación que hizo la primera Conferencia
novillo de menos de 100 pesos por cabeza. de Fletes de todas las empresas en 1911 y que empezó a
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222 RODOLFO PUIGGRÓl!l HISTORIA CRÍTICA DE LO~ PARTIDOS POLÍTICOS 223


regir el 1Q de enero de 1912: 41,35 ;Yo para las norteame- faenaron, en el período 1915-1919, más que el 5, 7 % del
ricanas, 40,15 % para las inglesas y 18,50 % para las ar- total y su producción descendió de 607.000 cuartos en
gentinas. A menos de cinco años de iniciadas sus activi- 1905 a 60.000 en 1915.
dades en el país, las empresas norteamericanas habían con- La producción, la industrial,ización y el comertio de
quistado el primer puesto en las exportaciones. Es cjerto , .. carne para exportar evolucionmlbn hasta depender de un
que también los frigoríficos ingleses se iniciaron en la mercado único (el inglés), al que en 1921 la Ar"entina
preparación del "chiiied", pero a un costo más elevado vendió el 90 % del "chiiied" aiií colocado ( 122 ). El prob]ec
que los norteamericanos y sin aprovechar al máximo to- ma se planteaba en la siguiente fórmula tripartita: Gran
dos los elementos del animal (patas, pelo, intestinos, etc.), Bretaña era el único país del mundo consumidor de "chi-
ni elaborar una serie de subproductos y productos deri- lled", la Argentina era el único productor y las empresas
vados (jabón, queso, 1nanteca, cremas, helados, aceites nortean1ericanas -tanto por sus métodos suueriores de
vegetales comestibles, margarina vegetal, dulces, frutas, industrialización y organización como por stis inversio-
huevos, aves, bebidas, gelatinas, etc.). La empresa norte- nes financieras- dominaban el "pool" que abarcaba todo
americana era más completa y adelantada que la inglesa el proceso ( 123 ).
y amenazaba con radiar a ésta del mercado. De ahí que La división del proceso productivo en cría e inver-
si bien del reparto de los cupos de exportación salían fa- nada, si bien venía de antiguo, se acentuó con el paso del
vorecidos los frigoríficos norteamericanos, a ellos no les "congelado" al "enfriado". A partir de 1912, euando tomó
convenía un acuerdo que frenaba su expansión y daba a impulso la producción del "chilled", extendiéronse alre-
los ingleses un arma :Para estabilizar y controlar la pro- dedor de lo~ alfalfares del oeste bonaerense los grandes
ducción y exportación. Querían hacer valer sus mejores campos de mvernada para entregar novillos a los frigo-
equipos y su técnica superior para aurnentar su cuota sin ríficos, los cuales favorecían con mejores precios y com-
tope alguno. Al cumplirse un año del reparto, las empre- pra segura a un grupo de grandes invernadores, que cons-
sas norteamericanas rompieron el acuerdo y se dispusie- tituían un sector privilegiado en relación al grueso de los
ron a destruir a las ingleses, aún a costa de soportar · ganaderos. A veces, ni siquiera la hacienda que el inver-
fuertes déficits. El gobierno de Su Majestad Británica nador, como intermediario, adquiría al criador iba de
nidió ayuda al argentino ]Jara defender a sus frigoríficos nuevo al campo; ya estaba lista para la industra y se la
de la amenazaJ sin lograrla por la oposición de los inver- entregaba directamente al frigorífico, que se negaba a
nadores y grandes criadores invernadores de la Sociedad comprada al criador por no pertenecer al grupo selec-
Rural, beneficiados por las empresas norteamerica- to ('24 ). Por intermedio de los invernadores y grandes
nas ( 121 ).
Un nuevo acuerdo en los fletes, sellado en 1915, re- (122) Estados Unidos dejó de seT comprador de carne m·gen-
gistra n1ayores avances de las empresas norteamericanas, tina, bajo la presión de sus ganaderos y con la falsa imputación
de que tenía aftosa.
con el 58,5 % de los embarques, frente al 29,64 % de las (123) El upool" existía tanto para la compra del ganado en
inglesas y el 11,86 % de las argentit>as, Estas últimas no la Al"gentina como para la venta al consumidor inglés de carne.
La firma Vestey Brothers, junto con las empresas yanquis Fletcher
y Webel, tenía acaparado el mercado inglés de venta. Esto demues-
(121) El ministro inglés comunicó al gobierno argentino quló! tra el entrelazamientC! de intereses entl:;-e 1?s monopolios yanquis e
"su gobierno miraría con simpatía cualquier acción que pudiera mgleses, lo que de mnguna manera exclma la competencia entre
ser tomada concerniente al propósito de prevenir el establecimien- ellos por una mayor participación.
to de un monopolio en el comercio de carnes", pero el gobierno ar- (124) HLos. ganaderos argentinos estaban divididos en dos
gntlno se neg·ó a intervenir en nombre de la libertad de comercio clases: "aquellos Que tenían entrada a los frigoríficos para ven-
e invocando la Constitución. der sus haciendas", y "aquellos que no la tenían". Concretando
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224 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 225

criadores invernadores -entre los cuales figuraban diri- rros, o se empeñaron en bancos y prestamistas~ para ad-
gentes de la Sociedad Rural, ministros, diputados, magis- quirirlos, así como máquinas y otros elen1entos de trabajo.
tl·ados, abogados, etc.- los frigoríficos ejercían la influen- Las tierras destinadas a la agricultura se arrendaban a
cia política necesaria para n1antener y acrecentar sus precios altísimos o se compraban a plazos por sumas ele-
privilegios. Así con1o había una política de las empresas vadas. i¡\. 1
ferroviarias y políticos y funcionarios al servicio de !os'· La crisis ganadera de esos años puso al descubierto
ferrocarriles, había también una política de las empresas la discriminación que los frigoríficos hacían entre inver-
frigoríficas y políticos y funcionarios al servicio de los nadores y grandes criadores invernadores, por una parte,
frigoríficos. Y. ;I grueso de los criadores, por la otra ( 126 ). Hubo agita-
El área cubierta de alfalfa alcanzó el punto máximo cwn en el gremio ganadero. Por primera vez se hicieron
en 1922, con 8.400.000 hectáreas (casi el doble que en investigaciones y estudios serios sobre la producción, la
1910), no igualado posteriormente, como resultado de la industrialización y el comercio de carnes. Quedó nrobada
gran demanda de carne y de la suba de los precios del la existencia del "pool" y 1a sorda lucha interimPerialis-
1 ganado en el curso de la priríleTa guerra mundial y co- ta, así como la diferenciación entre los dos sectores o·ana-
mienzos de la postguerra. La cantidad de vacunos aumen- deros 1nencionados. b

tó de 26 millones en 1914 a 37 millones en 1922. Pero la De acuerdo a cifras del año 1917, había en el país
brusca caída de los precios de la carne ( 125 ) originó un 112.316 explotaciones ganaderas con 136.181.137 hectá-
rápido desplazamiento de la ganadería a la agricultura, reas en total, de las cuales el 70 % estaban en poder del
estimulado por las elevadas cotizaciones de los cereales 17 % de los ganaderos. 146 explotaciones tenían más de
(22 pesos el quintal de trigo y 10 a 12 el del maíz). Mu- 50.000 hectáreas, 108 de 37.500 a 50.000 y 213 entre
chas tierras de pastoreo fueron entregadas por los terra- 25.000 y 37.500. En cambio, 93.428 exnlotaciones conta-
tenientes a arrendatarios para que las labraran. El área ban con menos de media legua (1250 ·hectáreas), entre
sembrada con cereales y lino ascendió de 13.452.815 hec- las que figuraban 81.889 con 50 hasta 625 hectáreas. Si
táreas en 1919-1920 a 19.969.422 en 1930-1931, mientras partimos de la base de que estas pequeñas explotaciones
que el área alfalfada descendió de los 8.400.000 hectáreas no podían dedicarse a la ganadería extensiva, sino a la
mencionados a 5.711.330 al final del mismo período, y granja, quinta o tambo, se destaca el vínculo entre la
1a existencia de vacunos se redujo a 32 millones de cabe- explotación ganadera y e1 monopolio de la tierra por un
zas en 1930. Inicióse entonces el empleo del tractor en número reducido de estancieros, dueños también de los
11 el carnpo argentino. Los agricultores invirtieron sus aho- campos que los pequeños productores, en gran n1ayoría,
poseían en arrendamiento. Sin embargo, no todos los gran-
IÍ des ganaderos que formaban ese 17 ro
integraban el nú-
li podemos decir que los primeros eran "invernadores" y algunm cleo mínimo de favoritos que los frigoríficos movilizaban
~'criadores invernadores" y los segundos casi todos los "criad01:es ... " cada vez que corría peligro su monopolio. Un sector de
,,
il
Horacio V. Pereda, op. cit., p. 80.
En los años 1927, 1928 y 1929 la diferencia entre los precios ellos sufrió con mayor agudez las consecuencias de los
pagados por los invernadores por novillos en remates feriaS y los bajos precios, hizo oír sn voz de protesta y !levó el pro-
precios pagados por los frigoríficos era de 80 pesos poT cabe~a,
es -decir, que compraban a 60 y vendían a 140 pesos, después de
la preparación. Ver discurso del doctor Nicolás Repetto en la Cá- ( 12G) Hay que tener en cuenta dos circunstancias determi-
mara de Diputados del 26 de setiembre de 1939. n.antes de ese privilegio: los frigoríficos necesitaban disponer con-
(125) La libra de carne limpia "chilled" bajó en el mercado ,tmuamente de carne de alta calidad para elaborar el "chilled" y
de Liniers de $ 0,312 ~n 1920, a $ 0,269 en 1921, a $ 0,187 en 1922 no ~odas los campos eran aptos para preparar por la invernada
y a $ 0,182 en 1923. el bpo de vacuno requerido para el "enfriado".
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226 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POI,ÍTICOS 227

blema al Congreso: era el sector vinculado a los impor- za política que siempre consideró al Estado mal adminis-
tadores y ferrocarriles ingleses desde antes que los nor- trador y propició las empresas privadas, propusiera con
teamericanos instalaran frigoríficos en el país, sector que tanto calor el establecimiento de una "Compañía Nacio-
años más tarde consiguió que se negociara el Pacto Roca- nal de Frigoríficos",, a la cual el Estado debería aportar
Runciman, el más entreguista que ha firmado la Argen- el 50 y hasta el 100 ;to del capiial. La doblez de la loligar-
tina en toda su historia. El interés de este sector de cría~ . quía aparece cuando se compara su liberalismo partidario
dores coincidía con el interés de Gran Bretaña de despla- de la empresa privada con respecto a los monopolios in-
zar a los yanquis del monopolio frigorífico y aumentar gleses con su intervencionismo de Estado con respecto a
1' la capacidad de compra de manufacturas inglesas por los monopolios yanquis. Gran Bretaña quería que el Es-
1 nuestro país; pero la posición de los frigoríficos norte- tado argentino le sacara las castañas del fuego, quería
americanos, muy entrelazados con los ingleses a través que los frigoríficos yanquis desaparecieran o fueran so-
de combinaciones del capital financiero, era demasiado metidos a un estricto control estatal. La astuta Albión no
sólida como para ser anulada así nomás. La interferencia podía soportar esa espina clavada en el corazón de su
del imperialismo yanqui, por medio de sus frigoríficos, comercio con la Argentina. El momento le era propicio,
:; en el comercio de carnes anglo-argentino, dió un carácter ya que hasta el sector privilegiado de los ganaderos sen-
muy particular a los debates que promovió la crisis gana- tía las mordeduras de la crisis. Tan era así que Sánchez
dera de aquella época. Sorondo mostró la pata de la sota al declarar en la Co-
El diputado conservador Matías Sánchez Sorondo misión de la Cámara: "Aunque esto moleste nuestro or-
tuvo a su cargo, en las sesiones del Congreso de fines gullo, nacional, si queremos defender la vida del país, te-
de 1922 y comienzos de 1923, la defensa de las posiciones nemos que colocarnos en la situación de colonia inglesa
del sector ganadero pro-inglés. Lo hizo fundando sus pro- en materia de carnes" (1 28 ).
yectos en la necesidad de la intervención del Estado ('27). El diputado socialista Juan B. Justo refutó los con-
Es importante subrayar que el representante de una fuer- ceptos y proyectos de Sánchez Sorondo, y propuso, a su
vez, la constitución del "tTust nacional de la carne", con
(127) Dijo Sánchez Sorondo: t¡He buscado el principio a que los estancieros, los frigoríficos y el Estado, participando
debiera obedecer la legislación administrativa y lo he encontrado éste con el 53 ;1o de las acciones, y aquellos con sus tie-
en el concepto de la utilidad pública que reviste la industria frigo-
rífica como transformadora y circuladora de nuestra riqueza gana- rras, ganados, instalaciones, fábricas, etc., previa expro-
dera, y de este concepto de la utilidad pública emana la legitimi- piación por su valor actual para cubrir el 47 ?'o restante
dad de la intervención del Estado, intervención que debe ejercitarse del capital. Esta especie de "empresa mixta" hubiera sig-
sobre ella como se ejercita con caracteres de concesión, control y
vigilancia en la explotación de los ferrocarriles y en la explota- nificado, de llevarse a la práctica, una preponderancia
ción de las minas. . . El frigorlfíco no puede actuar independien- aún mayor que antes de los sectores privilegiados de los
temente, operar a capricho, establecer cómo y cuándo quiere, vin- ganaderos y los frigoríficos, que el doctor Justo tanto
cularse con otros frigoríficos del país y del extl·anjero, sin permiso
del Estado; el Estado debe actuar sobre ellos exactamente en la
misma forma que actúa sobre otras empresas de utilidad pública ... ;
el Estado debe intervenir en el establecimiento, la organización, (1::8) El presidente de la Comisión de la Cámara confesó que
en las vinculaciones y en las ganancias de lOs frigoríficos y debe la intervención del Estado en la industrialización de la carne, por
crearse una oficina como la del proyecto, llamándola la de la pro- medio de la Comisión Reguladora del Comercio de Carnes, era un
ducción pecuaria, que centralice la contabilidad de esta rama del "pool análogo al que hizo el gobierno inglés durante la guerra en
comercio y sea algo así como una oficina de ajuste de los frigo- salvaguardia del aprovisionamiento de carnes. para su pue~lo y
ríficos". También la Sociedad Rural era partidaria del interven- nara su ejército". Estaba claro, pues, el sentido de Ia mamobra
cionismo estatal. Su asesor, el doctor Raúl Prebisch, estaba enton- inglesa para conquistar el control de la industrialización y el co-
ces en esa onda. mercio de carnes.
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228 RoDOLFO PUIGGRÓS liiSTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS PoLÍTICOS 229

atacaba (1 29 ). El líder socialista pasaba por alto el con- tina la bandera de los grandes ganaderos y del imperia-
tenido de clase del Estado argentino y no veía que, lejos lismo, en oposición a la burguesía industrial y la clase
de favorecer al consumidor del país, el proyectado "tr-ust obrera. La solidaridad de industriales y obreros en la
nacional" daría a los grandes ganaderos y a los frigorí- lucha por una economía nac,ional propia y la ~roteccíón
ficos un poderoso instrumento de extorsión y explotacióH" de ésta por el Estado son im~rescindibles para 11berarnos
por intermedio del Estado mismo. El doctor Justo creía, del imperialismo. Pero si Justo y sus discípulos negaban
como buen reformista, que podía llegarse a la socializa- la existencia del imperialismo, lógicamente tenía~1 que
ción de la riqueza sin modificar el contenido de clase negar también la lucha por emanciparnos de algo mexls-
del Estado, tesis que conducía al extremo opuesto, vale tente y aplicar a la Argentina fórmulas generale~ que
decir, a una mayor concentración de las tierras y de la correspondían a países impel"ialistas y no a un pa1s d?-
industria en poder de sus antiguos dueños. Si antes los pendiente del imperialismo. Su librecambismo favorec1a
estancieros recibían centenares de millones de pesos de objetivamente a la oligarquía ganadera y al m1perwhsmo
los bancos de la Nación e Hipotecario con fines especu- extranjero ( 131 ).
lativos, con el proyecto del doctor Justo esos cuantiosos También intervinieron en el debate los representan-
capitales irían directamente a formar el fondo del "t1-ust tes demócratas progresistas: el doctor Luciano Molinas
nacional", sin ninguna garantía de que no se destinara a propuso que se entregara a una emp_resa. pri~í;':da de _las
inversiones parasitarias en beneficio del grupo de grandes exiiltentes el monopolio de la industna fngonflca, mien-
ganaderos que dominaría ampliamente 1a situación. tras que el doctor Lisandro de la Torre, después de se-
Otro diputado socialista, el doctor Federico Pineda, tra ~italistas y obreros de la misma rama 4e la _producción
expuso en el debate la opinión clásica de su Partido de de otros países y contra los consumidores del prop~o pa.1s, que ~~;1
aquel entonces en pro del librecambismo a ultranza, opi- en su mayor parte trabajadores" (~'JnteTno..cwnalwnw Y Patr-ra ,
Bs. As., 1925, ps. 21-22). Como el doctor Justo confesaba "haber
nión que sostuvo más allá de su militancia socialista, al encontrado 1·icas fuentes de información fue1·a de las palab~·~s de
incorporarse al elenco dirigente de la política oligárqui- aquel gran maestro (Marx)", resulta ,explicab~e .s:U confuswn de
ca. Era la misma opinión que el doctor Justo defendió en los efectos del proteccionismo en un pa1s 1mpenahsta con los e.f_ec-
libros y conferencias (' 30 ) • El librecambio a ultranza, co- tos en un país dependiente. En el primer ~aso a:~uda -~ la op~·eswn:
en el segundo puede ser un arma de hberacwn. I!..} planteo d~l
mo principio inconmovible, ha sido siempre en la Argen- dador Justo en la Conferencia de Bel'na correspondu: a la tl'adi-
cioual posición del imperialismo inglés en la Argentm<:~:, fun~ada
(129) Decía el doctor Justo de los estancieros en ese debate: desde un comienzo en la más amplia liberta9- de come;rc10 Y liber-
"Los poderes públicos han estado siempre principalmente en ma- tad de empresa, arrasando con todas las defensas nacwnales.
nos de los estancieros. Son los estancieros los que han dado inten- (131) En el proyecto de prog1·ama pr;sentado po~· Justo al
dentes a la Cauita_:l y senadores y diputados al Congreso y a eso Congreso Socialista Exhaordllmrio de Balnu Blanca f1guraba la
se debe que todav1a se traigan estos asuntos tan mal tratados y "abolición gradual y progl'esiva de ~os der~chos de aduana. ~n el
traídos y que son siempre los que más anasionan a estas asamble~.s curso de veinte años" y la prefer~nc1a, en 1_gualdad ?e condici.o~~~
legislativas argentinas. La cw:stión de los tnr.sts no se ha tocado del "producto del trabajo extranJero de ma~ alto nn;el de v1da ·
en este país, sino cuando l!ef.!,"Ó a alarmar a los ganaderos v a los El doctor Justo era librecambista por la 1msnm ra~on. que Gran
estancieros la posibilidad de- poder recibir menor precio del que Bretaña era proteccionista: la defensa de la industn~ mglesa. El
creían debe.r recibir por sus novillos. Jamás se ocupaban los gobier- diputado labo1·ista Víctor Fisher, ~undador y se.cretano g~m_eT!'Ll de
nos argentmos de los monopolios cuando éstos eran una amenaza la "British \f/orkers League" (L1ga de TrabaJadores bnta~ncos),
para los simples consumidores ... ". pedía la protección" de las meycaderías in?lesas frent;, a, la lmp~r­
~ _( 130 ) En la Conferencia de Berna (1919) el doctor Justo ata- tación de mercadenas extranJeras producidas po~ el s~'lieated sys-
co vwlentamente al proteccionismo aduanero, diciendo: ''Y eSta es men" (bajos salal'ios y largas jornadas) o por mdustnas subve:ry-
la peor forma del nacionalismo. El proteccionismo aduanero áea cionadas por los gobiernos. Ver Alejandro Bunge: "La Econon~·zn
dentro de cada país, entre los capitalistas y obreros de cada rama Argentina", tomo I, Bs. As., 1928, p. 52, a quien pertenece la cita
de la pxoducción, la peor solidaridad de clases, su solidaridad con- de Víctor Fisher.
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230 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 231


ñalar al latifundio como causa de la crisis ganadera y tipo de carne, y al mismo tien1po querían asegurarseJ rile-
del predominio de un grupo de ganaderos en la política diante la intervención del Estado, el control de los frigo- -"
y la economía, concretó sus ideas en un proyecto de trust ríficos tanto para acrecentar sus privilegios como para
de comercialización de la carne, regulado por el Estado. remachar la dependencia de, .(lran Bretaña. Su yoz se hizo --~
Si bien De la Torre dijo: "Hay un monopolio de he.,ho oir en los citados debates ptr intermedio de los represen-
que domina la exportación de nuestras carnes Y despoJa tantes conservadores y antipersonalistas, mientras los
a los productores argentinos del fruto de su trabajo. No yrigoyenistas, socialistas y demócratas progresistas, de-
se le puede vencer porque tiene recursos pecuniarios ili- moledores en la crítica, no ofrecieron ninguna solución
mitados. Establezcamos entonces el monopolio de Estado. viable, salvo la invitación aislada del doctor de la Torre
lVluerto el perro se acabó la rabia", no se atrevió a acep- _a establecer el monopolio de Estado. Las leyes 11.205,
tar del todo la nacionalización de la industria de la carne. 11.226 y 11.228 -de creación de frigoríficos y depósitos
tal vez por estar reñida con sus principios liberales 0 taí de distribución de carnes, de inspección de frigoríficos y
vez porque comprendía que era inútil proponerla frente control del mercado de carnes, y de peso vivo, respecti-
al poder de los frigoríficos. vamente- no encaraban el problema de fondo y fueron
En la discusión del problema ganadero el bloque ra- cumplidas en forma muy parcial.
dical se presentó dividido: mientras los diputados neta- Faltó la visión de conjunto que relacionara entre sí
mente yrigoyenistas se oponían a los proyectos conser- los distintos factores económicos internos (industria,
vadores Y marcaban a fuego las maniobras de los grandes agricultura, ganadería) y colocara en el lugar correspon-
ganaderos, los legisladores oficialistas (antipersonalistas diente a las causas externas (rivalidades interimperia-
o antiyrigoyenistas, pues se estaba en los comienzos del listas, ligazón de los grandes criadores e invernadores
gobierno de Alvear) trataban de conciliar la defensa de del "chilled" con el imperialismo inglés por medio del
los intereses de los grandes ganaderos con las pretensio- mercado único y con el imperialismo yanqui por medio
nes so~tenidas por los frigoríficos. Sin embargo, tampoco de !os frigoríficos, etc.). El debate no ubicó el problema
los pnmeros llevaron a fondo el análisis del problema· ganadero dentro del problema general y concreto de la
el diputado Guillot, por ejemplo, se refirió a la desven~ lucha de nuestro país por su emancipación económica.
taja que ocasionaba tener un mercado consumidor único Los grandes ganaderos estaban en el poder, pero los opo-
de la carne exportable y a ]a dependencia que creaba al sitores no reflejaban el nuevo poder, el poder que germi-
país la inversión de 600 a 700 millones de libras ester- naba en el desarrollo de la industria nacional y en las
linas por el imperialismo inglés, y proponía "abrir nue- luchas de la clase obrera. Este nuevo poder incipiente,
vos mercados a las carnes argentinas, de modo que no latente, requería partidos y dirigentes que lo interpreta-
tengamos que vivir estrechamente subordinados a las os- ran ('32).
c!laciones de los precios y de los intereses ajen os y polí- --· (132) El estado de las empresas frigoríicas en 1926 era el si-
ticos del Reino Unido". Pero nuestra dependencia del guiente: 8 frigoríficos yanquis, con un capital de 123 millones
y un valor de las instalaciones de 56,7 millones, siendo el volumen
mercado único inglés no podía, por perjudicial que fuera de las cámaras y depósitos de 330.000 metros cúbicos; 5 frigorí-
ocultar nuestra dependencia del "pool" industrializador: ficos ingleses, con un capital de 30 millones y un valor de insta-
en el cual predominaban, como lo hemos probado los con- ladones de 44 millones, siendo el volumen de las cámaras y depó-
sitos de 278.000 metros cúbicos; y 5 frigoríficos argentinos, con
sorcios norteamericanos. Los invernadores y 'grandes un capital de 29,7 millones y un valor de las instalaciones de. 27.1
criadore~ del "chilled" no ~enían el menor interés en que millones, siendo la capacidad de las cámaras de 86.000 metros cú-
se rompiera la dependencia del mercado único inglés bicos. En el reparto de las cuotas de embarque de 1927 corres-
puesto que fuera de él no había compradores para es~ pondió a los yanquis el 60,901 %, a los ingleses el 20,099 % y a
los argentinos el 10,0 %.
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XXII
LO:J CHACAREROS Y LOS PARTIDOS POLITICOS

Después de la batalla de Caseros (1852), los vence-


dores de Rosas restablecieron el sistema de la enfiteusis
de Rivadavia y declararon nulas las ventas de tierras
efectuadas por don Juan Manuel. Durante diez años, las
tierras fueron utilizadas, lo mismo que antes y después,
como instrumento político, entregándolas en enfiteusis
los gobiernos a sus amigos para conservarlos y a sus ene-
,, .. ,·"'
migos para sobornarlos; pero no para que éstos las tra-
bajaran, sino para que las arrendaran a productores di-
rectos (ganaderos y agricultores). Los enfiteutas no eran
más que intermediarios entre el Estado terrateniente y
las familias campesinas que labraban los campos o cria-
ban el ganado.
En 1862, al sellarse la unidad política de la Repú-
blica, se abandonó definitivamente la enfiteusis(''") y
los enfiteutas intermediarios recibieron en propiedad las
tierras, a la vez que otras, dentro de la línea de fortines,
se vendían o regalaban a nuevos privilegiados. La con-
quista del desierto por la expedición del general Roca
(18'79) originó un extraordinario reparto de tierras entre
los militares y políticos ( 13 '1 ). "Los más necesitados --es-

(133) Los antirosistas de 1862 imitaron a Rosas, quien al co-


mienzo de' su primer gobierno declaró inexistente la ley de enfiteu-
sis y convirtió en propietarios efectivos a los antiguos enfiteutas.
(134) Una ley del 5 de setiembre de 1885 premiaba a los
militares que interviniemn en la conquista de la "tielTa adentro".
dándoles en campos: a los herederos de Adolfo Alsina, 15.000 hec-
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234 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍ'IICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 235

cribe Jacinto Oddone en "La burguesía terrateniente ar- gobierno regaló a las empresas ferroviarias (solamente ""'
gentina"- negociaron Jos bonos, vendiéndolos a 'los aca- el Ferrocarril Central Argentino, actualmente Ferroca-
paradores a razón de 20 centavos la hectárea. Cuando rril Nacional General MitJ;e, recibió 3 millon'tq de hectá- "~
esto~ aprovechados patriot.as tuvieron reunida tod'\ la reas, a ambos lados de 1::1!\ vías, con el compromiso de
canhdad de bonos que pud1eron acaparar, se presentaron •• venderlas a los inmigrantes), pero que las empresas resol-
al gobierno reclamando la ubicación. Y el gobierno, solí- vieron arrendar para quedarse con la valorización que
cito, los autorizó a ubicarse donde mejor les pareciera. traía el trabajo incorporado. (La "Central Argentine
Hechas las mensuras correspondientes, resultó que e! Es- Land Co.", creada por aquel ferrocarril, dió dividendos
tado se desprendía en favor de 541 personas de: 733.701 del 112 Yz 'Jo desde 1881 a 1887 y el precio de sus accio-
hectáreas en La Pampa, 2.507.870 en Río Negro, 114.570 -nes subió de 1;!', a 4;!',10).
en Neuquén, 1.218.269 en Chubut y 5.100 en Tierra del Si el Estado liberal hubiera mantenido con firmeza
Fuego, o sea un total de 4.579.510 hectáreas". Al referir- y consecuencia la enfiteusis, no entregando ]as tierras
se a las "leyes de favor") sancionadas después de 1853, más que a productores directos, e incluso si hubiera aban-
agrega este autor: "Ciento cincuenta y cuatro personas, donado la enfiteusis para dar las tierras en propiedad
que nunca colonizaron, recibieron porque sí, sin el me- exclusivamente a quienes querían trabajarlas, en pocos
nor justificativo, 2.828.317 hectáreas. De estas 154 per- aüos la Argentina habría tenido el más formidable des-
sonas, 70 eran militares de alta graduación (20 genera- arrollo capitalista. Pero tal política estaba reñida con el
les, 38 coroneles, 10 tenientes coroneles, 2 mayores) que carácter de clase del Estado liberal, y a la colonización
obtuvieron hasta el año 1896 trescientos once leguas o sea de los campos por los agricultores inmigrantes, a la de-
ochocientas cuarenta mil hectáreas. Todo ello, aparte de manda de trigo y carne por Inglaterra, se anticipó siem-
las donaciones que les fueron hechas por la ley de pre- pre el reparto ele tierras entre gentes que especularon
,pi!,., .. mios militares del año 1885". con ellas y se hicieron ricas mediante el cobro de altos
En total, desde 1876 hasta 1893 se enajenaron el 35 arrendamientos y la extraordinaria valorización del sue-
por ciento de las tierras de algunas provincias y territo- lo. Antes de formarse una clase de medianos productores
rios nacionales, !o que daba nada menos que 41.787.000 directos, como deseaba Alberdi en "Bases", se constituyó
hectáreas repartidas, gratuitamente o casi gratuitamente, y consolidó una clase de grandes terratenientes parasi-
entre las familias de abolengo, los favoritos del gobierno tarios, que substrajeron a la acumulación capitalista na-
y los militares ( 135 ). A ello se sumaron las tierras que el cional enormes sumas y debilitaron el desarrollo econó-
mico de nuestro país. Puede decirse que en 1890 la casi
táreas¡ a cada jefe de frontera, 8.000; a cada jefe de batallón o totalidad de las tierras que se dedicaban a la agricultura
regimiento, 5.000; a los saTgentos mayores de batallón o regimien- y la ganadería había pasado a manos de esos grandes
to y a los jefes de las planas mayores de fronteras, 4.000; a los terratenientes.
capitanes y ayudantes mayores de regimiento o batallón, 2.500; a
los tenientes primeros y segundos de batallón o regimiento, 2.000;
a los subtenientes, alféreces, abanderados, portaestandartes y todo brado y a $ 57 con ambos también en diez anualidades. Por la ley
oficial de las planas mayores de fronteras, 1.500; y a las tropas 1265, se remataron en La Pampa tierras a $ 4.756,1G la legua de
bonos de cien hectáreas. 2500 hectáreas, en Santa Cruz a $ 4.27 4,40, en Tierra del Fuego a
(135) Las tierras públicas se vendieron por las leyes núme- $ 8.340,81, en Neuquén a $ 2.318,97 y en Chubut a $ 1.837,14, pa-
ros 817 (19 octubre 1876), 1265 (3 noviembre 1882), 1501 (2 octu- gaderos en seis cuotas. Las tierras para agricultura se vendieron
bre 1884), 2875 (21 noviembre 1891), 3053 (5 enero 1894), etc, a $ 2,06 la hectárea en el Chaco y Misiones y a $ 1,54 en La Parnpa
Por la ley 817, se vendieron tierras en el Departamento de la Unión y Patagonia. La ley 3053 autorizaba a Adolfo Grümbein a vender
(Córdoba) a razón de $ 18,57 la hectárea pagaderos en diez anua- en Santa Cruz y Chubut a razón de $ 1.000 oro la legua kilomé-
lidades, y en Concordia (Entre Rios) a $ 28,57 sin casa y alam- trica. Ver "Anuario Pillado", 1900, ps. 399 a 401.
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236 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 237

Oddone ilustra el fabuloso enriquecimiento de los tismo del capital financiero, que de este modo se intro-
grandes terratenientes comparando el precio de una hec- dujo, directa o indirectamente, en la economía agrope-
tárea de tierra de la provincia de Buenos Aires, vendida cuaria. La deuda hipotecaria total de la República ( urba-
en 1836 al precio tope de 42 centavos, con el precio de na y rural) era en 1905 de f-000 millones de ptsos, en
la misma hectárea en 1927: :¡; 213 para campos, $ 656 para 1915 de 2.989.349.216 y en 1925 de 3.540.991.937. En
chacras y $ 2.383 para quintas, o sea un término medio 1899 se calculaba el hipotecamiento del suelo en un tér-
de $ 1.840. El aumento fué del 438.000 por ciento. "¡Un mino medio de $ 12,86 por hectárea, mientras que en
peso invertido en tierra en el año 1836, se convirtió en 1924 alcanzaba a $ 60,13.
$ 4.380 en el año 1927 !", dice. La gran propiedad terrateniente y la hipoteca obra-
José Boglich, en un cuadro sobre "Valorización de bai1 de consuno para impedir la acumulación capitalista
la tierra en la República Argentina", documenta que el en la esfera de los productores directos, al mismo tiempo
''["'" término medio del precio de la hectárea era en 1903 de que originaban la valorización de la tierra con fines es-
$ 16,29 y en 1924 de $ 73,82. La valorización de la tierra peculativos; pero, además, las mismas empresas capita-
dedicada a la agricultura fué mucho más intensa que ese listas que traían de Europa a los agricultores (financian-
término medio: en J unín se pasó de $ 8,24 en 1886 a do sus viajes y adelantándoles dinero para sus inversio-
$ 550,29 en 1929; en Rosario de $ 9,14 a $ 647,89, y así nes originales en casas, herramientas, semillas, etc.) ins-
sucesivamente (13'). talaban los Almacenes de Ramos Generales, verdaderos
Con la misma facilidad que se apoderó de colosales pulpos que vendían a Jos chacareros cuanto necesitaban
fortunas sin trabajar y sin pensar, la oligarquía terra- y les compraban sus cosechas, quedándose eon la parte
temente las derrochó. El ciclo económico que comenzaba del león. Esto explica el sordo descontento y la lucha que
con la labor del agricultor se cerraba con los gastos im- se desencadenó en la esfera de los productores directos
productivos del gran terrateniente, o en otros términos, (arrendatarios y pequeños y medianos propietarios), con
el parasitismo de este último aparece patente en la falta el apoyo de1 peque'ño comercio independiente, los arte-
de vocación y en la incapacidad para volver a invertir en sanos y los primeros manufactureros. La lucha se inició,
la producción el capital que substraía de ella. La tenden- como hemos dicho, con la colonización, entre 1880 y 1890,
cia a dilapidar más dinero que el recibido, tendencia in- cuando los agricultores inmigrantes y sus hijos exigían
nata en toda clase parasitaria, lo arrastraba a una situa- rebaja de los arrendan1ientos, entrega de las tierras en
,,
ción tan crítica que para sobrevivir debía encontrar un propiedad, pago ele los cereales en oro y no en el peso 1"
~
medio de conservar legalmente su propiedad haeiendo a desvalorizado por los grandes terratenientes y exporta-
otros partícipes de la renta. Ese medio fué la hipoteca. dores para aumentar sus ganancias (1 37).
La hipoteca ha sido el instrumento de que se ha va- La contradicción latente entre los arrendatarios y
lido _el Estado liberal para defender el régimen de la los grandes terratenientes de la zona cerealera estalló
propiedad territorial establecido entre los años 1862 y violentamente en la gran huelga ~agraria de 1912, que se
1890. La hipoteca ha impedido a los productores directos inició en AJ~o\"tJl,, y se extendió al sur de Santa F'e, norte
el acceso a la tierra en propiedad. La hipoteca ha tenido de Buenos"'A_h:es, sureste de Córt1 0ba y La Pampa. La
up_ carácter doblemente parasitario, puesto que al para-
sitismo de la oligarquía terrateniente se suma el parasi- (137) De la importancia social adquirida por los colonos agri-
cultores da una idea el crecimiento extraordinario de la ciudad
(l 36 ) José Boglich: "El P'roblema agraTio y la crisis actual", de Rosario de Santa Fe que de 23.169 habitantes en 1869 pasó a
Bs. As., ps. 150 y siguientes. 50.914 en 1887 y a 100.518 en 1895, según los censos.
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238 HODOLF'O PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 239

gran crisis agraria_ de _ese ~ñ_()_fué la_ causa in?lf!diata del tas falsas palabras procuraba justificar la represión. Si
llamado '.'Gritode Alcorta''. La exportación de maíz bajó bien era cierto que los anarquistas imprimieron a la lu-
de 60.260.804 pesos oi'ó en 1910 a 2.765.597 en 1911. El cha un sesgo sangriento, antiestatal, de liquidación lisa ·"'
saldo del intercambio comercial, favorable hasta enton- )' llana de la propiedad, mientras los socialistas trataban
ces, arrojó un déficit de 62.702.734 pesos oro- El nrecio de canalizar el desconten~ por medio de la tonquista de""
del maíz descendió de $ 11.35 en enero a $ 4;65 en-.julio ··• posiciones políticas y la sanción de leyes, la labor organi-
de 1912. Los chacareros y pequeños comerciantes no po- zativa de los chacareros estuvo a cargo ante todo del mo-
dían aguantar la situación, ni hacer frente a las deudas desto y combativo cura párroco de Alcorta, Pascual Netri,
contraídas por la pérdida de la cosecha anterior. La li- italiano como la mayoría de los huelguistas, que recogió
bertad de contratación y de comercio se convirtió en la y agitó las consignas de "Contrato libre" y "Rebaja de
gran bandera de lucha ("S). arrendamientos". De la actividad de dicho sacerdote, jun-
La huelga demostró a los chaca:reros que les era to con la de su hermano, el abogado Francisco Netri,
indispensable organizarse para hacer frente al poder de nació la Federación Agraria Argentina, en el Congreso
los grandes terratenientes. La Sociedad Rural de Rosa- Constituyente de Rosario del 15 de agosto ele 1912 ( 139 ).
rio, cabeza de la reacción, movilizó todos los resortes para El doctor Netri quería convencer y educar a Jos ten·ate-
obtener desalojos, detenciones, persecuciones y hasta la nientes para que fueran tolerantes y mejoraran su trato
destrucción de las vidas y los bienes de los chacareros, n los chacareros. Claro está que los terratenientes respon-
obrando por intermedio de una Comisión de Propietarios dieron con la extrema violencia y exigieron la interven-
que creó al efecto. ción de la fuerza armada del gobierno para aplastar el
El ministro de Agricultura, doctor Mujica, declara- movimiento huelguístico.
ba que para el gobierno de la N ación la huelga había La provincia de Santa Fe era gobernada entonces
sido promovida por "agitadores profesionales", puesto por el primer gobierno radical que tuvo el país con la
que los agricultores estaban "absolutamente satisfechos ley electoral Sáenz Peña. Esta circunstancia hizo que los
con las condiciones de sus contratos respectivos". Con es- chacareros encontraran en el poder provincial la com-
prensión que les negaba el poder nacional. El gobierno
(138) El comerciante Angel Eujarabal, simpatizante socialis- santafesino envió una enérgica nota a la Comisión de
ta y lector de las obras de Marx, fué uno de los principales gesto- Propietarios y nombró, a su vez, una Comisión para que
res de la huelga. En su casa se reunieron los chacareros y peque- d.ictaminara sobre el conflicto, la cual aconsejó "poner~
ños comerciantes que prepararon el movimiento, aceptando el plan
que él les propuso. El 25 de junio se celebró la primel.'a reunión
pública que declaró la huelga al grito de "Abajo los altos arren-
damientos", "Abajo los contratos esclavistas". 11 Estallada en Al- (139) ''Hombre romántico, idealista y sincero patriota (el
corta en 1912, la huelga se extendió rápidamente en toda la grrm doctor NetriL creyó que bastaría la presencia de un letrado en una
región cultivada. Tan absurdo había sido el sistema implantrtdo comisaría o en un juzgado para terminar con la detención de los
por la posesión de la tierra, y tan voraz fué la especulación de los t-rabajadOTes de la tierra, y que un poco de ambiente que se les
terratenientes que, en el país de mayor extensión en relación a sus hiciera a los mismos trabajadores tocaría el patriotismo de los
habítantes, más fértil y de mejor clima, los agricultores se vieron dueños de la tieua, para que accedieran a las demandas de los
redncidos a un estado de verdadera servidumbre. El derecho civH agricultores, que no podían ser más modestas, pues que se limi-
había desaparecido de la campiña; no había escuelas; la gente taban a una Tebaja de los arrendamientos y a la libertad de com-
vivía endeudada y oprimida. La rebelión latía en todos los pechos prar y vender". Ibídem, p. 7. ''Lo que usted me dice de prohibir
desde años atrás; de ahí que, al hacer explosión en Alcorta se por ley toda cláusula restrictiva de la libertad del colono de dispo-
extendiera rápidamente de uno a otro extremo de la Tegión d'edi- ner de su cosecha donde le convenga, me parece fundado", le es-,
cada al cultivo de cereales y lino". Federación Agraria Argentina: eribía al doctor Netri el doctor Juan B. Justo, el 30 de junio
"Apuntes de su histo'tia" (1912-1928), Rosario, 1939, p. 6. de 1912.
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240 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 241


se ... de parte de los colonos, porque está de su lado la La Federación Agraria Argentina recibió pronto
razón" y propuso las siguientes condiciones : a) Libre dis- numerosas adhesiones de chacareros y del llamado "co.,..,
cusión de los términos de los arrendamientos entre pro- mercio libre", pero la lucha entre fracciones amenazaba
pietarios y colonos, o entre arrendatarios y colonos, alií disolverla. Al grupo central y may~ritario ~el doctor N<;:.,
donde existiera el subarriendo, sobre la base de un¡¡ reba- · tri llevaban guerra sin ~arte! la I:Ig~ de. Firmat, organ;-
ja que fijara como máximo el 30 % en espec.ie o su ·equi- ·• zada por los socialistas Y~ anarco-smdic_ahstas, y el p;no-
valente en dinero del arrendamiento de la mejor tierra; dico socialista "La Vanguardia". Netn se 1mpuso, final-
b) Pago por el propietario de la trilla y la bolsa de la mente, en la presidencia, al conquista~ la fuerza de la
parte de la cosecha que le correspondía; e) Ocho días de organización la rebaja de los arrendamientos y las otras
plazo al propietario para retirar su renta después de tri- condiciones que hemos n1encionado ( 140 ) .
llada, o de lo contrario liberación de responsabilidad al No hay duda que el programa del Partido Soci~lista
colono por los daños que sufra; d) Contratos de tres años para el campo también ejercía atractivo e mfluencm en
como mínimo; e) Seis por ciento como mínimo de pasto- los chacareros ( 141 ). Algunas de sus cláusulas -como _Ja
reo cuando no haya alfalfa y arreglo particular cuando abolición de los impuestos que gravaban la producc:on
la haya; f) Liberación de gabelas por cría de lecheras, agrícola-ganadera, la contribución directa y progresiva
chanchos y gallinas en proporción a las necesidades de sobre la renta de la tierra, la indemnización a los arren-
cada familia; g) Libertad de vender las cosechas a quien datarios por las mejoras que é~tos dejen CI_I la~. chacras,
se quiera y cuando se quiera; h) Libertad de trillar con la expropiación de tierras con fmes de colomzaci_~n, etc.-
la máquina que se elija, previo aviso al propietario y fueron incorporadas al programa de la Federacwn Agra-
siempre que éste no ofrezca otra igual que trabaje en
las mismas condiciones; i) Libertad para transferir los
arrendamientos a colonos trabajadores y honestos, sin (HO) El doctor N,etri fué a_sesinad~ el 5 de oct~~re de ~916
pagar nada por la transferencia y sometiendo a un árbi- y la Federación Agraria Argentma paso a ser 1wes1d1da poi un
chacarero de la localidad de Moldes, Esteban P1acenza, e!l cuya
tro la decisión respecto a la competencia a aceptarlo; j) fuerte personalidad se Teflejaban los senti~nientos contr~dicton?s
Sumisión 'a arbitraje en caso de controversia sobre si el y el pensamiento vacilante del arrendatarw y del xnechano ¡no-
cultivo ha sido hecho a uso y costumbre del buen labra- pietario.
(Hl) El programa del Partido Socialista _paya el cam_P? data
do; k) Principio y término para los arrendamientos, el del IV Congreso de La Plata en 1901. Los socmhstas parhc1p~ron
prünero de julio para los maiceros, con pago de un se- en la sanción de leyes agrarias, <:amo la 1~.170. ~e ubic:;tn~n swn;-
mestre al entrar en la tie¡·ra si se arrienda en dinero y pre en el punto de vista pequen?, burgue_s antn?dustnabsta:_, Ll
doctor Justo se opuso a la proteccwn a la mdustna en dos anlC;-l-
pagos anuales de un semestre vencido y otro adelantado los que publicó en "La Nación" (29 de julio y 5 de agosto de 1?96)
en lo sucesivo. titulados "·Por qué los estancieros y agricultores deben ser hbre-
Además, la Comisión provincial proponía el otorB·a- cambist:ls?!; y "Los esbncieros y agricultores deben ser ~ibreca1:1-
miento de créditos, asesoría jurídica y subsistencias a los bistas". Señalaba en ellos como peligro el fomento de la mdustn_a
sobre la base de la protección estataL. Tres c~rrientes har:, donu-
chacareros que no pudiesen sembrar, así como una serie nado en el Partido Socialista en matena agran.a: la pequen<: J.?l'O-
de disposiciones destinadas a proteger la agricultura. piedad (Justo y Repetto), la enfiteusis (Pa!ac_IOs) Y: la so:mhza-
ción o colectivización. Refiriéndose a esta ultima d1ce Lms Pan
Tales fueron las bases del arreglo del conflicto en C'Los Socialistas y la cuestión agrwria", "La Vanguardia", 1949,
toda la zona cerealera y un antecedente del apoyo que folleto p. 27) : "Es más bandera de lucha y campana de rebato que
los chacareros diéron al radicalismo en las elecciones. soluciÓn realizáble en el "hoy y aquí". Ver también Juan B. Justo:
"El programa social-ista del ca?npo", "La Vanguardia", 1915, _fo-
Hipólito Yrigoyen tuvo participación personal, a través lleto "Crisis ganadera o cuest-ión agraria", 11 La Vanguardia", 1923,
del gobierno santafesino, en las propuestas aceptadas. folleto, y "I)iscu,rsos y Escritos", El Ateneo, Es. As., 1933.
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242 RODOLFO PUIGGRÓS


HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 243
ría Argentina. Tuvo el Partido Socialista militantes en la
dirección de la entidad agraria. Sin embargo, !os socia- hasta las cooperativas, pasando por las leyes y reglamen-
listas tropezaron con grandes resistencias en los medios taeiones que limitaran la opresión de los grandes terra-
chacareros que no pndieron vencer y, por último, perdie- tenientes, existía coinciden>Ja entre los dirigelltes agra-
ron toda inflnencia. En los "Apnntes" de Historia tle la rios y los dirigentes socialistas. Sin embargo, aquellos
Federación Agraria Argentina se da la signiente expli- aceptaban a éstos a regañadientes, y si no rompían el
cación: vínculo era por la indiferencia de los otros partidos al
"La burguesía torpe e insaciable en todas partes del problema agrario.
mundo, lo es en nuestro país mucho más, porque es del Los agrarios no querían alejarse del clero, antisocia-
tipo colonia.! e inmigrante. Ella fué la causante de que -lista por naturaleza. Un sacerdote los organizó y curas y
algunos dirigentes de la F.A.A. se afiliaran al nartido militantes católicos tuvieron siempre influencia en las
socialista, si bien conocieran la historia negra de esa seccionales de la Federación y puerta abierta en las pági-
agrupación en sus relaciones con los gremios organiza- nas de su periódico. "La Tierra". La torpe política anti-
dos siudicalmente. Si los diputados y demás políticos de clerical de los socialistas contribuía a dividir la central
los otros partidos hubieran sido más inteligentes y patrio- agraria. Si los socialistas hubiesen logrado apoderarse de
tas se hab,-ían a1·rimado a los dirigentes de la F.AA. y la dirección de la F.A.A. para formar una F.A.A. socia-
éstos de seguro que no hubiemn vuelto a tener 1·elaciones lista, seguramente la inmensa mayoría de los chacareros
con el partido socialista. se habrían reunido en otra entidad, bajo inspiración cle-
"Jnsto y Repetto, los dos jefes del socialismo argen- rical o por lo menos antisocialista. Una vez más los diri-
tino, se acercaron e hicieron todo lo que les fué posible gentes de la Casa del Pueblo pusieron en evidencia su
a favor de la F.A.A. Pero no había ni sinceridad de pro- desconocimiento y desprecio de las causas internas en el
pósito ni altura de miras. Ellos no entendían hacer al¡;o desarrollo de una política. Aunque tan "inmigrante" era
en pro de los agricultores, y mucho menos en favor de '¡a la composición de la F.A.A. como la orientación del Par-
F.A.A. Todo lo que hacían era para afianzar la situación tido Socialista, aquella representaba una realidad viva del
del P.S. en la organización agraria, a la que querían do- país que no podía negarse sin ir al fracaso.
minar y orientar. La relación. entre los dirigentes socia- Los agrarios siempre han querido tener manos libres
listas y los de la F.A.A. se hacía áspera, difícil. .. para entrar en tratos con radicales y conservadores
"Los socialistas pretendían que la F.A.A. fum·a opo- -"buscan amigos y protectores en Jos partidos de la po-
sitora sistemática a todo lo que no fuera socialista, espe- lítica criolla", decían Jos socialistas-, y vor lo general,
cialmente anticlerical. Cualquier contacto de los dhi_qen- han estado con el oficialismo y los partidos oficialistas,
tes de la F.A.A. con el clero, con los radicales o con los oponiéndoles resistencias más formales que efectivas. De-
con,.;;eyvadores, los i1·ritaba; en/u.?~ecía especialmente al cimos "por lo. general", puesto que se hicieron antiyrigo-
doctor Repetto" (El subrayado es nuestro. R. P. Pági- yenistas (después de haber votado por los radi.cales en
nas 47-48). 1916), a raíz de las persecuciones y del aplastamiento
Las palabras transcriptas son reveladoras. Algunos por el gobierno de la huelga de chacareros de 1919 (' 42 ).
dirigentes de la Federación Agraria Argentina se acer-
caban al Partido Socialista porque defendía en el Con-
greso, la prensa, la conferencia y el libro un programa (142) El diputado socialista Nicolás Repetto dijo en su inter-
pelación al ministro del Interior: "Yo creo que con la huelga agra-
pequeño-burgués de reivindicaciones igual al propio. ria los poderes públicos han mostrado mucha menos consideración
Desde la propiedad de la tierra para quien la trabaja CJUf: con las huelgas obreras que se han realizado en los centros
urhanos". (Sesión del 3 de junio de 1919).
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HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 245


244 RODOLFO PUIGGRÓS

tuación difícil a los directores"('"). Desde entonces, Es-


Tres años más tarde, en agosto de 1921, realizaron una teban Piacenza fué, para Nicolás Repetto, el "astuto la-
manifestación por la avenida de Mayo, reclamando la briego".
sanción de la Ley Contractual Agraria. Los diarios de la Poco más tarde (febrero de 1922), ante lojl desalo-
oligarqu:ía -HLa Prensa", "La Nación", "La Razón"- jo~, los altos arrendatarios, la· pretensión de los terrate-
saludaron con gran entusiasmo "la marcha de loo chaca" nientes de que los chacareros pagaran los 200 millones de
Teros" y ve~an en ella un motivo más para desprestigiar pesos anuales de servicios de la~ deudas hipotecarias de
al gobierno de Yrigoyen. En el acto de ese 27 de agosto sus propiedades y los contratos simulados sm fecha o por
en el Teatro Victoria hablaron, además de Piacenza, los menos de 300 hectáreas siendo por más para burlar la ley
diputados socialistas Juan B. Justo, Nicolás Repetto y 11.170 la Federación Agraria amenazó con una huelga
Enrique Dickmann y el antipersonalista Juan Luis Fe- iener~l y lanzó la consigna: "¡Ni un peso más) ni un quin-
rraroti, que fué durante años asesor de la Federación. La tal más de arrendamiento!".
ley agraria recibió, con algunas 1nodificaciones, la apro- Los "Apuntes" de Historia ele la Federación ~gra­
bación del Senado antiyrigoyenista, con el número 11.170. ria Argentina no dicen una palabra del plan agrarw ex-
puesto por el presidente Yrigoyen en su mensaje al Con-
Es importante remarcar que la manifestación y el
mitin, ele claro contenido político antiyrigoyenista, conta- greso del año 1917, ni de su mensaJ?. y proyecto de
creación del Banco Agrícola del 11 de d1c1embre de 1916,
ron con la adhesión ele los . opositores (conservadores,
socialistas y antipersonalistas) y de los diarios reaccio- ni de sus proyectos del 2 y 4 de julio de 1919 (ele fomento
agrícola de locación agrícola, de colonización agrícolo-
narios ("La Prensa", "La Nación", "La Razón"), que
ganader~, de cooperativas agrícolas, d.e adquisición de
siempre se disting-uieron por su defensa del latifundio. arpillera, hilo y bolsas, y de juntas arbitrales de trabaJo
Los opositores utilimron a la Federación Agraria para agrícola), ni de los dos sobre tierra pública del 3 Y el
atacar al gobierno de Yrigoyen, pero los agricultores ob- 24 de agosto de 1921, todos rechazados por ese m1smo
tuvieron buena parte de lo que se proponían ( 143 ). Poco Senado reaccionario tan solícito en 1922, para aprobar la
después la entidad rompió definitivamente sus relaciones Ley Contractual Agraria, que Yrigoyen, bajo la presión
con Jos socialistas, entre otras razones, porque "en «La de los grandes terratenientes, se negaba a enviar al Con-
Tierra» el redactor principal era socialista, y los artículos greso, pero que los partidos y diarios de !os g:andes tern:-
anticlericales y contra partidos políticos creaban una si- tenientes aplaudían para restarle ?pmwn pub~1ca a .Yn-
goyen. Tampoco dicen que los legisladores yngoy.emstas
aprobaron esa ley, lo mismo que la 11.388 ele Socwdades
(1-43) La ley aseguraba a los agrlcultm·es arrendatarios de Cooperativas.
no más de 300 hectáTeas: 19 El derecho a prolongar cualquier con- El gobierno yrigoyenista no fué al fondo del proble-
trato que hubiera sido celebrado por un tiempo menor hasta cuatro
años más; 29 El derecho a la indemnización por las mejoras; 311 El ma agrario, pero no es menos cierto que por su carácter
derecho a retener como inembargables cierta cantidad de muebles, popular, emancipador y progresist:' tuvo en su contra. a
ropas, útiles, implementos agrícolas,' animales de trabajo y semi- la oligarquía terrateniente, que s1empre. ha estado dlS-
llas para la cosecha próxima; 4 9 El derecho a trillar, cortar o
emparvar con cualquier máquina, empresa o persona, y el de ven- puesta. a cualquier renunciamiento ~arc1al que favor_e-
der los productos y asegurar los cultivos a la persona o compañía ciera la caída de un gobierno enem1go. La Federacwn
que el arrendataTio estime más conveniente; 5" Vivir en una casa
de ladTillos, con vidrios en las ventanas, frutales ·y forestales, un (144) Ibídem, p. 57. La ruptura con los socialistas quedó ra-
mínimo de tierra pm·a huerta, frutal y ganado, y retiro de la se- tificada en el Congreso de "Bahía Blanca de la F. A. A. Bstuvo con
milla antes de pagar el arrendamiento (lo que equivalía a más ellos nada más que hasta la sanción de la ley 11.170.
de ~ 100 al año).
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246 RODOLFO PUIGGRÓS


HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS PoLÍTICOS 247
Agraria Argentina, en cambio, cantó loas al gobierno pro-
imperialista y favorable a la oligarquía del doctor Alvear, da como meta la explotación capitalista de la tierra, ~es­
cuyo laudo sobre el problema azucarero no trajo, en su- truyendo el poder parasitario de los grand~s terr:'temen-
. ma, más que la consolidación artificial del pequeño pro- tes y empleando la cooperaciÓJ,l eomo mediO .de. llberars~
ductor cañero, la formación de los "cañeros fant~smas'~ -. de los intermediarios. La influªhcia de los socla~JStas duro
por los ingenios y el enriquecimiento de las empresas in- en los dirigentes agrarios hasta que los parbd?s de la
el ustrializadoras. oligarquía y de la burguesía com~n.zaron. a cons1derar a
Como parte de un plan general de reajuste del pro- los chacareros como elementos poht1cos d1gnos de ser te-
blema agrario conjuntamente con el energético (petróleo, nidos en cuenta. . .
electricidad, carbón) -plan que el golpe de Estado del :¡,~ntretanto, quedó en pie !~ ~uestión aFana, anali-
6 de setiembre de 1930 frustró- el presidente Yrigoyen zada por la mayoría de los teorJCo.s y. poht1cc;s co~ un
impuso una serie de reformas a la ley 11.170 -como la criterio abstracto y en base a la aphcacwn ?e s1tuacwnes
supresión del límite de 300 hectáreas, la ampliación del correí1pondientes a otros países y .a otras epocas, por lo
plazo del arrendamiento de 4 a 5 años, la obligación del general prescindiendo del proletariado ru~al. Y desconec-
contrato escrito y la lucha contra el analfabetismo- que tando las soluciones propuestas de los obJetivos de con-
la mejoraron. La Ley Contractual Agraria, lo mismo que junto del movimiento de liberación nacional del pueblo
las leyes de alquileres de la primera presidencia de Y ri- argentino.
goyen, daban al Estado una intervención en pugna con
el viejo criterio liberal.
La misma actitud que con el gobierno de Alvear asu-
mió la F.A.A. con el de Justo, al punto que en 1931, cuando
se disputaban el poder las fórmulas de la Alianza Demó-
crata-Socialista (De la Torre-Repetto) y de la Concor-
dancia (Justo-Roca) de los conservadores y antipersona-
Iistas, optó por esta última, después de haber organizado
un Partido Agrario de emergencia.
La conducta política de la Asociación de Cooperati-
vas Argentinas, aunque de mayor amplitud ideológica
que la de la Federación, de la cual fué un desprendi-
miento, no se ha diferenciado mayormente, en cuanto a
l[ij¡ la actitud respecto a los partidos y los gobiernos.
La doble tendencia del campesino -hacia la clase
obrera al proletarizarse y hacia el terrateniente al ambi-
cionar serlo-, marcada en otros países con fuertes resa-
bios de feudalismo y servidumbre, se ha mantenido muy
débilmente en nuestro país, puesto que la ambición de
tierras y riquezas a corto plazo domina la mentalidad del
inmigrante que viene a "hacer la América" y se trasmite
a sus descendientes. El contenido pequeño-burgués de las
reivindicaciones agrarias corresponde a una clase que se
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XXIII
DE COMO LA CLASE OBRERA ARGENTINA
BUSCA SIEMPRE SU UNIDAD

En la clase obrera siempre existe, latente o conscien-


te, la tendencia a su unidad, a superar las divergencias
internas que se derivan ya sea de su grado insuficiente
de desarrollo como clase, ya sea de las influencias bur-
guesas, pequeño-burguesas o directamente oligárquico-hn-
perialistas que se manifiestan en su seno. La tendencia
hacia la unidad es en la clase obrera subjetiva y objetiva
al mismo tiempo, vale decir que brota de sí misma y está
deter1nínada por las condiciones exteriores en que desen-
yuelve su actividad. La unidad de la clase obrera no so-
lameute constituye, en nuestra época, la base estratégica
del paso del capitalismo al socialismo, sino también la
fuerza táctica fundamental en la lucha por la emancipa-
ción económica y la autodeterminación política de los paí-
ses dependientes del imperialismo extranjero.
La clase obrera inicia la lucha por su unidad, por
integearse y realizarse plenamente a sí misma, desde que
nace en la arena de la historia de la humanidad, y no la
concluye hasta que no desaparece, al desaparecer la so-
ciedad dividida en clases. La burguesía, por el contrario,
no puede nunca unirse: su unidad es un objetivo abstrac-
to inalcanzable, del que más se aleja cuando más trata
de acercarse a él. Con la concentración de la producción
y los monopolios sólo consigue proyectar sus rivalidades
internas a un plano de competencia más intensa, más
desesperada, hasta hacer de sí misma una clase parasi-
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HISTORIA CRITICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 251


250 RODOLFO PUIGGRÓS
do que acaba de desprenderse de la masa no poseedora"
taria que impide la expansión de las fuerza~ productivas al estallar "la revolución de la burguesía argentina por
y el desarrollo de los países atrasados.La umdad es ?J:l- ei excelencia", como expresaba el editorial del periódico "El
jetivo concreto con el cual la cl~se obrera cu!"ple su ~1s1on Obrero", o sea que la clase <¡,\Jrera afirmaba su !indepen-
histórica : la burguesía term1_na en la d1s~regacwn, 1! dencia de clase para luchar por objetivos propios cuando
descomposición y la muerte sm trascendencia. · la burguesía nacional también se definía al quebrar lan-
Un abundante material escrito y la tradición oral zas con la oligarquía terrateniente y el imperialismo ex-
documentan las luchas casi seculares de la c_lase o~rera tranjero. La, relación entre las luchas por las reivindica-
argentina por sellar su unidad. La tendencia hacia 1:' ciones y objetivos específicos de la clase obrera y las
unidad la idea de la unidad, estaba presente en la pri- Jgchas por la emancipación nacional bajo la dirección de
mera ~grupación obrera, en la primera • s?ciedad de la burguesía quedaba desde entonces planteada en los tér-
resistencia. Toda organización obrera, por d~bll que haya minos de una doble negación: ni aislamiento de la clase
sido, ha visto en sí misma el ?ennei?- o la c~lula del c?n- obrera, ,ni confianza en que la burguesía nacional pudiera
junto de la clase obrera organizada, na tendido a aml?h.ar llevar hasta el fin la emancipación económica de la Ar-
ia solidaridad de los obreros en la lucha por s~s r:;vm- gentina. La participación de la clase obrera, sin perder
dicaciones inmediatas y mediatas. La desorgamzacwn Y su independencia y en busca de su hegemonía, en el des-
la división, la guerra entre ideologías. o partidos, han arrollo de la revolución democrático-burguesa de conte-
obedecido a causas externas y han pod1do prosperar en nido nacional emancipador continúa siendo hasta hoy, 65
la medida que la clase obrera no ha asimilado su ideolo- años después, el objetivo táctico principal en la gran es-
gía de clase, no ha encontrado su partido d; clase. trategia de la liberación nacional del pueblo argentino.
No es casual que fuera en 1890, en plena eferves- En el Primer Congreso de la Fedemción tie Obreros
cencia de una revolución democrático-burguesa con con- de l<L Región Argentin<L, realizado a mediados de agosto
tenido nacional emancipador, que se dieran la~ bases para de 1891, se produjo asimismo la primera división de la
;_11"'
formar una Federación ObreTa de la Repúbhc<L, o Fede- flamante central obrera. Dos corrientes, iguahnente sec-
r-<Lción de Obre,·os de l<L Región Argenthl<L, como con se~­ tarias y desconectadas de las causas internas del desarro-
tido internacionalista la denominó la Asamblea Consti- llo nacional, se pusieron en evidencia: los socialistas qui-
tuyente, con media docena de gremios preser;tes. de enero sieron hacer de la Fedemción de Obre?'Os un partido polí-
de 1891. Los obreros más conscientes de la epoca, baJo la tico con "un programa análogo al de los Partidos obreros
influencia de corrientes ideológicas interna~io,~ales, se pro- europeos" ( 146 ), lo que de hecho significaba dividir a los
pusieron unir y organizar en una cen~ral slnalcal a los or- gremios y quitarle a la central obrera su carácter sindi-
ganismos gremiales que se habían 1do formand? e_n el cal; mientras que los anarquistas, aunque desvariaban en
curso de los años anteriores de desarrollo d:l capltahs':'o ]os problemas generales, estaban más en la realidad al
nacional y de impetuosa invasión del capital extran~e­
ro ("'). Presentábanse "como campeones del Proletaria- (Hü) El alemán Augusto Kühn, más tarde fundador del Par-
tido Comunista, quiso aclarar que al decir "Partidos obreros euro-
peos" se refería a las Trade Unions inglesas, pero no consiguió
(14:'i) Hemos extraíd? la info~·mación sol?r~ la historia. de: salvar la confusión que traía esa mezcla de lo político y lo sindical,
movimiento obrero argentmo, ademas de los hb~o~ ya menc_;ona sobre todo cuando, además de las reivindicaciones sindicales justas
dos de Jacinto Oddone y Diego Abad de Saf!-tll~~n, de Ah red o (como la jornada de 8 horas), se agregaba "la posesión del poder
Fernández: "El movimiento ob1·ero en la Argentzna, Bs . .As., 19?6, político por la clase obrera". La identificación del partido político
JU:lio Ferrarazo: ' 1La acción obrera", Bs. ~s.,_ 1927, Em:1que D1ck obrero con la central sindical obrera se reflejaba en el programa 1
mann: "Histo'ria del 1r de Mayo en la Republwa Argenhna (1890- en la orientación y en la conducta de los organizadores.
1912)", Es. As., 1913.
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252 RoDOLFO PUIGGRÓS


HISTOH.IA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 253
prop1c1ar una Federación que se concretara a1 "mejora- pro pagar las op·iniones que considere'n 1nás acert-adas Í'rl-
miento económico del obrero", al margen de "las estéri- clependíenternente del de la organización". Era un nota- ,.,.
les y engañadoras agitaciones políticas" ( 147 ). La influen- ble progreso.
cia creciente de los anarquistas y anarco-sindicalistas, así Pero Jos anarquistas n;¡¡:la quisieron sabml, a pesar ""
como el sectarismo político de los socialistas, lleyó a l": de la declarada independencia de !a tercera Pecleración
Fedemeión a la muerte, después del Segundo Congreso, frente a los partidos políticos y a las opiniones persona-
efectuado el 19 de octubre de 1892 ('48 ). Idéntica suerte les de sus miembros. Siguieron negándole su apoyo, acu-
corrió un segundo ensayo de los socialistas, con la nueva sando a los socialistas de políticos y propiciando "como
Federación que crearon a mediados de 1894 y desapare- final de esta lucha del trabajo contra el capital la huelga
ció a fines de 1895 ( 149 ) . univerS>1l, a la que quizás ya se habría llegado si el 'll1al-'
El tercer ensayo de los socialistas fué más serio que dito ·afii:ii"de politiquear, saturado esta vez de cierto per-
los anteriores, desde el punto de vista del programa. fun1e obrero, no se hubiera interpuesto ... "(l5°). La ter-
Recogiendo la experiencia de los dos fracasos, la Fede- cera Federación Obnra murió al año siguiente sin pena
ración Obrera que se fundó a mediados de 1896, afirmaba ni gloria.
en sus Estatutos que fuera de reivindicaciones económi- Al margen de las violentas grescas entre anarquistas
cas ("recabar de los poderes públicos leyes que favorez- y socialistas, hacíase sentir en la clase obrera la necesi-
can los intereses del trabajo, como la jornada de ocho dad creciente de una cenh·al si!3dical, que la amparara de
horas, fijación de un salario mínimo, igualdad del sala- la tremenda explotación, de' lait persecusiones y de los
rio para los obreros de uno y otro sexo, etc.") la Federa- atropellos de toda índole. Hasta Jos anarquistas se avinie-
ción "no defiende principios económicos determinados, no ron a aceptar la idea, después que el tipógrafo catalán
pe1·tenece a ningún partido político, no p1·o[esa_ ninf!una Antonio Pellicer Paraíre los convenció que no había más
nligión, y no conoce distinciones de raza o nacwnahdad. remedio que aceptar la doble organización -paralela o
Sus miembros son libres penonalmente ele defender Y dualista- en el terreno revolucionario y en el terreno
económico. Con su "Acratismo-Libre Pacto-Solidaridad"
(147) Las "sociedades cosmopolit~s·: 9ue orga~iza~mn lo.s :nar- logt·ó inyectar en el anarquismo cierto espíritu de orga-
quistas estaban más ce~ca de la pr:nmhvf!- conc1encra o~r ;ra ~e
aquel entonces y no hac1an mayor· dlferencra entre el obrero pro- nización (1 51 ) •
piamente dicho y el artesano. ,. Era indudable el ascendiente y la influencia de los
(HS) El Segundo Congreso de la Federación se dio como anarquistas, que con su rebeldía elemental, sus bombas
programa: 1" La posesión del poder político por la cla~e obrera.
2" La transformación de la propiedad privada o corporatrya de los y su fogosa oratoria, desplazaban a los socialistas, que. no
medios de producción en propiedad colectiva, social o con~ un,.? sea ofrecían a los obreros más que soluciones parlamentarias.
la socialización de los medios de pmducción. 3Q La orgamzacwn de La casi totalidad de Jos gremios respondían a la tendencia
la sociedad sobre la base de una Federación económica. 4" La regu-
laTización internacional de la producción. 59 La igualdad de todos anarquista. En vano los socialistas procuraban contempo-
ante los medios de desanollo y de acción. 6" ~': igualdad ~e. ~odas rizar suavizar educar, persuadir, disciplinar. Más hábi-
en las ventajas. Defendía los deTechos democraticos, la abohc10n de les q~e los individualistas agitadores del anarquismo en
la deuda pública, la supresión del ejército permanente y el arma-
mento del pueblo, etc. tretas políticas que estos despreciaban olímpicamente, ob-
(149) Al llamado que hicieron los once g~·~mios ~onfederad_o,s
para fortalecer la moribunda segtmda Federamon nad1e respond1?· (150) Palabras de G. Inglan Lafaxga en "La Protesta Hu,-
.En esa época (1895) había unos 175.000 obreros ~n toda la :Repu-
blica de los cuales 73.000 trabajadores en la capital. Las huelgas mmw" (1" de octubre de 1897). .
(1.51) Los anarquistas contaban con aTadores y escritores de
fueron 19 con 22.000 hUelguistas, -y al año siguiente (1896) 26 con talento, como Alberto Ghiraldo, Florencia Sánchez, Julio Camba,
26.000 huelguistas. Pieü·o Gori y otros.
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HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 255


254 RoDOLFO PUIGGRÓS

quistas dueños de la situación y en libertad para que


tuvieron la mayoría de los delegados al Congreso Cons- aprobaran, junto con justas y concretas demandas obre-
tituyente de la FedeTación Obnm Amentina, la cuarta, ras. varias resoluciones de agudo extremismo ( 153 ).
que tuvo lugar el 25 de mayo de 1901, en la "Societá Li-
gure" de Buenos Aires. Sin embargo, no podían sacar
provecho de tal ventaja, puesto que los anarquista~ tenían
en sils manos los gremios. Llegóse así a una base de acuer-
J El gobierno respondía, , entretanto, a las ~nc~s~ntes
huelgas, a la combatividad efe las masas y al crecimiento
de la organización sindical con el terror de la policía, el
Estado de Sitio y la tristemente célebre ley 4144, llamada
do, concretada en la siguiente declaración: "Consideran-
do que el congreso obrero gremial reunido en este mo-
1 de "residencia", sancionada el 23 de noviembre de 1902
mento se compone de sociedades de resistenciar o por me- para reprimir la huelga iniciada por los obreros de las ba-
jor decir ele colectividades obreras organizadas para la
lucha económica presente; y teniendo en cuenta que en el
1 rracas y el Mercado Central de Frutos.
· Al año siguiente, en marzo de 1903, los socialistas
seno de éstas caben todas las tendencias políticas y socia- constituían su propia central obrera, la Unión Genera! de
les, el congreso declara que no tiene compromisos de nin- TTabajadores. poniendo el acento en la legislación social ¡
gtma clase con el Partido Socialista ni con el anarquista y aceptando la huelga general solamente como medio de f
ni con partido político alguno, y que su organización, des- lucha cuando se contaba con una organización que ofre- ¡,
arrollo y esfera de acción, es completamente indepen- ciera probabilidades de triunfo ( 154 ).
diente y autónoma". Las líneas quedaron tendidas entre las dos sectas que
El Congreso de la FedeTación Ob?'eTa A 1·gentina se disputaban la dirección del movimiento obrero argen-
aprobó un amplio programa de reivindicaciones ( 152 ) y ]a tino. Ninguna de ellas se ubicaba en el cauce de desarro-
huelga general como "base suprema de la lucha económi- llo de la sociedad argentina, a través de las causas inter-
ca entre el Capital y el Trabajo". nas. Eran reflejo de corrientes sociales europeas -la
En medio de intensos conflictos sociales y de la ba- anarquista de España, Italia y, en menor medida, del pa-
tahola entre socialistas y anarquistas se reunió en abril kunismo ruso: la socialista de Alemania, Francia, )os
de 1902 el segundo Congreso de la F'ederación Obrera naísesesca~dii:rayos- que se manifestaban por interme-
Argentina. Esta vez los anarquistas fueron mejor prepa- dio de, aiitadO~es·· y obieros extran_ieros, o de argentinos
rados y se impusieron con 1a mayoría de los deJegados. que no enraizaban la ideología de la clase obrera en las
Los 34 delegados socialistas, representantes de 19 orga- tradiciones emancipadoras del país, ni comprendían que
nizaciones, abandonaron el Congreso y dejaron a los anar- la lucha por una sociedad mejor caía en el vacío si no se
partía de la necesidad concreta de liberar a la Argentina
(152) Jornada de ocho horas, Reducción de horas de trabajo, de su dependencia del imperialismo.
Abolición del trabajo a destajo, abolición del trabajo a menores de
13 años en los talleres industriales, Abolición del trabajo nocturno, (153) Por una de esas Tesoluciones se encomendaba ~<la ma-
Reglamentación del trabajo en talleres y fábricas_, Arbitraje en hs yor propaganda posible contra~ tan bárb~,ro sistema (el militaris-
divergencias entre obreros y patrones, Institución del patrocinío, mo}, a fin de que el mayor numero de. Jovenes recl~tas pasen. }!!.S
Legislación sobre accidentes de trabajo, Aumento de salarios, Des- fronteras antes que endosar la odiosa hbrea del asesmo asalanado
canso dominical, Supresión del pago con vales, Cooperativas Obre- v legal". Posteriormente 1os anarquistas crearon e1 "fondo del sol-
ras, Bolsa de Trabajo, etc. Además se planteó la organización de dadO" para ayudar a lo~ desertores y socorrer a los soldados cas-
los trabajadores del campo. El periódico de la Federación Obrera tigados por su propaganda antiimperia1ista. Por otra de las reso-
. Argent-ina se llamaría uLa OrganizaciónH, nombre que sintetizaba hlCiones el II(> Congreso se oponía a las cooperativas de produc-
la inquietud de anarquistas y socialistas. El amplio programa da ción y sólo aceptabá las cooperativas de consumo.
una idea de la madurez alcammda en aquel entonces en el enfoque (151) Los anarquistas, en cambio, hacían de la huelga gene-
de los problemas obreros, desde el ángulo de la organización sin- ral el objetivo fundamental y exclusivo de la lucha.
dical.
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256 RODOLFO PUIGGRÓS


HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 257
Fuera de la F.O.A. anarquista y de la U.G.T. socia-
lista ,había sindicatos autónomos, pero el grueso de la \ lo que no fué obstáculo para que am?as ce1;!rales :[ el Par-
tido Socialista realizaran una mamfestacion con] un~~ de
clase obrera oscilaba hacia el anarquismo cuando se des-
engañaba d~ l~ política oportunista de los socialistas y protesta por la represión policial y, más tarde, participa-
hacia el socialismo cuando se desengañaba de la táctica ran en la huelga portuaria. J
~xtremista ele los anarquistas, sin encontrar su camino El sexto Congréso de la F.O.RÍ!l\:. (setiembre de 1!!06)
mdependiente y consecuente de lucha. Desde un comienzo e~ y el cuarto Congreso de la U.G.T. (diciembre ele 1906) se
la ~ombatividad de las masas trabajadoras superó la ca- efectuaron en un ambiente caldeado de huelgas, precur-
pacidad ele conducción de los dirigentes. soras de la huelga general de enero de 1907, en la, cual
El tercer Congreso de la F.O.A. (junio de 1903) la F.O.R.A. y la U.G.T. actuaron de acnerdo,. ~esp~,es ele
acentuó el carácter extremista de la agrupación, al punto resolver ambas celebrar el Congreso de Umfwacwn de
de no aceptar ningún tipo de cooperativas, declarando que las Organizaciones Obret'as, que tuvo lugar, en el teatro
t::n_to '·ras de producción cmno las de consumo, son perju- Verdi de Buenos Aires en marzo de 1907 (1".6 ).
diciales a las clases trabajadoras porque enervan el espí- De la importancia del Congreso da una Idea, la adhe-
ri~u de rebeldía, fomentando el espíritu de ambición", y sión de 182 organizaciones obreras de todo .el pais, de las
reiterar que todos los movimientos parciales no eran más cuales concurrieron 152, representand~ var:~s de?enas de
que "precursores del estallido general, en cuya acción in- miles de agremiados. El centro de la ~Is~uswn ~ue la pro-
tervendrán los medios revolucionarios". puesta de declaración del delegado socialista J acmto Oddo-
En su cuarto Congreso (julio de 1904), la F.O.A. se ne que comenzaba así: . , . .
dió un nombre internacionalista, F.O.R.A. (Federación "Las sociedades gremiales de la Repubhca Argenti-
Obrera Regional Argentina), como parte de una organi- na, reunidas en Congreso, después de haber aceptado el
zación universal, y ante la inminencia de la revolución principio de la Unificación de. :as fuerzas obrer~s, d:~;a­
radical de 1905, declaró que se abstenía de "intervenir ran constituida la Confederacwn General del Traba¡o .
hasta tanto no pueda realizar por su cuenta la revolu- - Los anarquistas rechazaron violentamente la decla-
ción". Paralelamente, la U.G.T. realizaba su segundo ración, refirmado "la acción directa ... cont_ra el Estado
(abril ele 1904) y tercer (agosto de 1905) Congresos, y el capitalismo", su ataque al pa~lar:--e.ntansmo, denun-
acentuando su táctica oportunista y perdiendo influencia ciando !a lucha política como "per¡udicral pa~·a el p~·ole­
en la masa. La huelga general del 1 y 2 de diciembre de tariado". La enérgica intervención del socrahsta chll<:no
1904, declarada por la F.O.R.A., fué apoyada por la U.G.T. Luis E. Recabarren no fué suficiente para c~l':'.ar la 1:ra
El quinto Congreso de la F.O.R.A. (agosto de 1905) ile los anarquistas, quienes impusieron s~ nihilismo por
se destacó por: a) la aceptación de "los principios econó- inn1ensa mayoría. Lss socialistas se retiraron del Con-
micos y filosóficos del comunismo anárquico"; b) el l!a- greso.
mado a un Congreso Continental Sudamericano que se
adhiriera al Congreso Internacional ele la Federación la violencia trágica", etc. Por esa época la policí2; ~.saltó
. la Ca_:;a
Obrera Regional Esp11;ñola; y e) el rechazo del Pacto So- del Pueblo, de Bahía Blanca, y mató a 8 e lnrro a 30 obre-
lidario propuesto por el tercer Congreso de la U.G.T. (15'), ros portuarios. . 1 •
(156) En el Congreso de la Verd1 estuvo p~esente e grupo
sindicalista, escindido del Partido Sociali_sta poco tiempo antes, q~e
155
propugnaba la concentración en los sindicatos ~e ~~~ luchas . . e~ono­
( ) Además aprobó la táctica del boicott, el empleo del label micas y políticas de la clase ob1·era y la subst:tw;wn. del reg1men
como ayma poderosa de c~mbate en las luchas gremiales, el apoyo capitalista por un régimen sindicalista.. Los Sl!ldlc~hstas. estaban
a la Liga contra los alquileres, la resistencia a la policía hasta
01 dispuestos a hacer concesiones al comumsmo a~arqmco para llegar
a la unidad sindical. En la votación se abstuv1eron.
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258 RODOLPO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 259


Las huelgas continuaban (323 en 1906, 254 en 1907). Congreso (23- 25 ele abril de 1910), en única central e
Los anarquistas encabezaron la lucha de los ocupantes de invitaba a adherirse a ella a las "sociedades obreras de
los conventillos por la rebaja de los alquileres y celebra- resistencia de toda la República" que aceptaran "unáni-
ron en La Plata el séptimo Congreso de la F.O.R.A. (di- memente el pacto de solidaridad Y, la forma de organjza-
ciembre ele 1907). Tanto la F.O.R.A. como la U.G.T. per- • ción de In F.O.R.A.", y se proyec~.ba hipotéticamente el
dieron gran número de adherentes} cansados de inftuc- · ambiente continental, por medio de una nonata Fede1'U-
tuosas tentativas de unificación. Una huelga general, de- ción 0bTet!1 Sudmne1'iwnu.
clarada por la F.O.R.A. para los días 13 y 14 de enero ele Era el año del centenario de la Revolución de Mayo.
1908 contra la ley 4144 y las deportaciones, terminó en El gobierno se prestaba a conn1emorarlo con grandes fes-
el fracaso. tejos. La emoción de la fecha embargaba al pueblo de la
El profundo anhelo de unidad de la clase obrera se República. Los anarquistas, socialistas y sindicalistas no
expresaba a través de los sindicatos autónomos, colocados participaban del júbilo general, y si bien se justificaban
al margen de las peleas entre sodáUStas-, Sindicalistas y plenamente sus protestas por la aguda explotación a que
anarquistast aunque oscilantes entre unos y otros, así co- era sometida la clase obrera y la ola de atropellos y per-
mo en el conjunto de la clase obrera. La sangrienta re- secusiones desatada por el gobierno. quedaba a la vez de-
presión del mitin del 19 de mayo de 1909 en la Plaza Lo- mostrada su incomprensión del desarrollo histórico na-
rea acercó a la F.O.R.A., la U.G.T. y los sindicatos autó- cional y de la trascendencia del 25 de Mayo de 1810, como
nomos, que declararon la huelga al día siguiente: unos punto de partida de la revolución democrática argentina y
300.000 obreros pararon en Buenos Aires durante una del planteo teórico de sus premisas fundamentales.
semana. La gran fecha patria se recordó con extraordinaria
Esta solidaridad dió origen a un nuevo intento de magnificencia, pero con 2.000 obreros presos, el terror
unificación sindical que se concretó en el Congreso de Fu- policial, el Estado de Guerra y "La Protesta" y "La Van-
sión del 25- 26 de setiembre de 1909, del cual nació la guardia" asaltadas e incendiadas. La F.O.R.A. Y la
C.O.R.A. (Confedenrción ObTCTU Regionul Argentinu). C.O.R.A. habían declarado, días antes del 25 de Mayo,
Los anarquistas consideraron que la C.O.R.A. había adop- la huelga general por la libertad de los presos sociales y
tado el "pacto de fusión" y las "formas de organización" la cleroga.ción ele la ley 4144. Ambas organizaciones fue-
de la F.O.R.A., por lo que su existencia estaba de más y ron prácticamente destruidas por la reacción guberna-
correspondía que todos los sindicatos se incorporaran a la mental. La oligarquía dominante rememoraba la aurora
entidad que ellos dirigían. En resumen: la U.G.T. desapa- de la revolución que anunciara la soberanía popular
reció, la C.O.R.A. se integró con socialistas y sindicalis- aplastando a sangre y fuego a las fuerzas obreras_. san-
tas, la F.O.R.A. siguió tan intransigente y sectaria como cionando dos días después de estallar una bomba en el
siempre. Teatro Colón la ley 7029 llamada ele "defensa social" y
El fusilamiento de Francisco Ferrer por la monar- confinando a centenares de luchadores en la siniestra
quía española y la bomba arrojada por el anarquista Si- cárcel de Ushuaía. Por otra parte, los dirigentes de las
món Radowitzky al jefe de policía Ramón Falcón agita- fuerzas obreras provocaban la reacción, al actuar con el
ron extraordinariamente a los medíos obreros. El gobier- mismo desprecio de nuestras más sentidas tradiciones
no clausuró diarios, empasteló imprentas, detuvo a cen- emancipadoras y progresistas que los gerentes de las em-
tenares ele obreros, declaró el Estado de Sitio. El clamor presas extran.i eras. La clase obrera estaba desamparada
por la unidad sindical se hacía oir en todos los gre- -sin guías, sin orientación, impulsada de un lado al otro
mios, pero la F.O.R.A. se erigía a sí misma, en el octavo por 1a puja entre socialistas y anarquistas-.. arrojada
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260 RoDOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 261

fuera del cauce de la historia patria. En el país de la opu- cw y formó otra F.O.R.A., la del quinto Congreso,. ~11e
lencia, exaltado en las magníficas odas de Darío y Lu- reivindicaba el comunismo anárquico, en contraposiciOn
gones, se registraba el mayor número de excepciones al con la del noveno Congreso, que planteaba la unidad sobre
servicio militar por desnutrición y enfermedades. principios exclusivamente sin~ales. . ; . .
Fueron necesarios más de dos años para reco}1struil'" Bajo la dirección de los anarqmstas y ana,rcosmdl-
las centrales obreras. Nuevamente se manifestaron en la calistas -divididos en las dos F.O.R.A.- afronto la clase
masa obrera las tendencias a la nnidad sindical y nueva- obrera argentina las grandes luchas que precedieron Y
mente se frustraron por las rivalidades y ambiciones de siguieron a la Semana Trágica de enero de 1919. Los pa-
los dirigentes. Las huelgas proseguían con idéntico epí- ros terminaban siempre con victorias de los patrones,
logo sangriento (en 1912, estallaron simultáneamente la salvo raras excepciones; la combatividad. ~e la masa ':al-
huelga ferroviaria y el levantamiento de los chacareros vía nna y otra vez a manifestarse. Los d1ngentes segman
con el "Grito de Alcorta"). Por fin en setiembre de 1914, siendo incapaces de orientar los combates, de acuerdo a
junto con el comienzo de la primera gnerra mundial, se los más elementales principios tácticos. El número de
reunió en Buenos Aires un CongTeso de Concentración huelguistas pasó de 25.000 en 1916 a 300.000 en 1919.
Obrera, convocado a iniciativa de la C.O.R.A., del cual Hubo SO paros en 1916, 140 en 1917, 200 en 1918 Y 370
salió la incorporación en masa de Jos gremios a la F.O.R.A. en 1919. En esos movimientos, y sobre todo en la Semana
comunista anárquica. Trágica, el espíritu de lucha de .la clase obrer~ .estuvo
El noveno Congreso de la F.O.R.A. (abril de 1915) muy por encima de la responsab1lldad de los dlngentes
pudo ya considerarse como representativo de la unidad sindieales y políticos. . .
sindical de la clase obrera. En el curso de las deliberacio- La influencia que adquirió entonces el radiCahsmo
nes aparecieron dos corrientes encontradas: los foristas en los medios obreros no tuvo por causa solamente la po-
que defendieron la resolución de su quinto Congreso a lítica social iniciada por el presidente Y rigoyen desde el
favor del comunismo anárquico y los sindicatos que pedían gobierno, sino también la desastrosa conducción el~ lo_s
que la F.O.R.A. no se pronunciara "oficialmente partida- sindicatos y las huelgas por los anarqmstas, anarcosmdl-
ria ni aconsejara la adopción de sistemas filosóficos ni calistas y socialistas ( 157 ). Pero si algunos .secto¡·es de la
ideologías determinadas, cuya propaganda, de acuerdo clase obrera, particularmente los ferrovmr:os, se. acerca-
con la autonomía del individuo en el sindicato) de éste en ban a las filas de un partido de la burguesm nacwnal en
las federaciones locales, y de éstas en la regional, no está busca de lo que no conseguían del socialismo y del ana;·-
vedada ni puede ser coartada en nombre de ningún prin- quisnw, el antagonismo entre la clase obre_ra y la~ burgue~1a
cipio de restricción, sino que por el contrario deberá per- nacional, tras la cual presionaban la ollgarqma terrace-
mitirse la más amplia y tolerante discusión de temas cien-
tífkos, filosóficos- e ideológicos en homenaje a los dife-
(157) La huelga ferroviaria del 24 de setiembre ~~ 17_ de
rentes modos de pensar de los obreros federados y a fin octubre de 1917 terminó con el triunfo de los obreros y ''d10 _on~~n
de mantener la nnidad orgánica de los mismos y evitar al reconocimiento tácito por las empresas de _nue::tra, orgamzac101~

\
1
de este modo las susceptibilidades y enconos que resulta-
rían en perjuicio de ia F.O.R.A. si ésta aceptara o adop-
tara determinada ideología".
que hasta antes de la huelga era tratada sm nmgun respeto m
consideración, no obstante ser persona jurídica" ~"Hi~to,ria de Ja
FratMnidad"). El presidente Yrigoyen, que contnbuyo a e_sa_ VIC-
toria decía en su Mensaje al Congreso de 1918 que "ese mov1m1ent_o
La mayoría de los delegados votó la resolución trans-
cripta, resolución que proporcionaba bases prácticas y
correctas de unidad sindical, pero la minoría la descono-
¡
L
de r~ivindicación obrera" era "justificado por sus c~usas determi-
nantes" e "impuesto por el encarecimien,to de la V}da Y por las
condiciones precarias en que se desenvolv1a el tl'abaJo del pel'sonal
ferroviario debido al poco empeño de las empTesas".
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262 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 263

niente y el imperialismo extranjero, se agudizaba al ex- salvar situaciones difíciles o crear mejores condiciones
tremo. Las dos caras del gobierno de Y rigoyen -leyes so- para el triunfo, se hacía de inmediato sospechoso.
ciales y represiones sangrientas- obedecieron a su con- Demostración elocuente de la formidable combati-
tenido de clase en las peculiares condiciones de desarrollo vidad de la clase obrera dió lB.JllOVilización contra¡ la lla-
de la sociedad argentina. La burguesía nacional quería., -- mada "ley 1nordaza'', cuyo proYecto babia sido aprobado
arrastrar bajo su ala a la clase obrera para defenderse de en 1919 por la mayoría de la Comisión de Legislación de
la creciente guerra que le hacía la oligarquía, y cuando la la Cámara de Diputados y que en la práctica significaba
clase obrera reivindicaba su independencia y exigía mejores la disolución de la F.O.R.A. y la creación de un sindicalis-
condiciones de vida y trabajo, no encontraba más que mo oficialista, dirigido desde arriba, con discriminaciones
obstáculos en sus propias organizaciones. El anarquismo, entre argentinos y extranjeros, y la muerte de la solida-
el auarcosindicalismo y el socialismo reformista arroja- ridad entre los obreros. El Congreso Extraordinario de
ban a la clase obrera en manos del yrigoyenismo, y el yri- la F.O.R.A. del 28-29 de junio de ese año consideró el
goyenismo la arrojaba, a su vez, de nuevo en manos de asunto y resolvió convocar a un mitin monstruo que se
los sectarios y oportunistas, que no atinaban a sacarla del efectuó el 10 de agosto, con 'asistencia de 150.000 per-
círculo vicioso. Tal era la situación de la clase obrera en sonas y representantes de más de 700 sindicatos. En el
aquellos bravos años de luchas e intensa combatividad. interior del país hubo centenares de mitínes similares.
Muy pocos movimientos triunfaron. Por lo general, Fué tal la presión de la masa que el proyecto no prospei'ó.
!as huelgas se declaraban sin término, al impulso de la La "madre F.O.R.A." se extendió por todo el país y
táctica suicida de los anarquistas de llevarlas hasta la huel- penetró en el imperio cerrado de los me11sús misioneros,
ga general revolucionaria para destruir al Estado y al en los ingenios de Salta y J ujuy, en las minas y en los
gobierno. Los obreros, en vista de que no se llegaba a na- obrajes. La masa exigía la unidad sindicaL En setiem-
da, volvían al trabajo espontáneamente. Los sindicatos bre- octubre de 1920 tuvo lugar un Congreso Extraordi-
quedaban destrozados después del fracaso y costaba gran- nario, con asistencia de delegados de 276 sindicatos, en el
des sacrificios reconstruirlos. La huelga tranviaria de cual la F.O.R.A. del quinto planteó su unificación con la
1919, por ejemplo, duró doce días, si bien los obreros de F.O.R.A. del noveno y se discutieron problemas derivados
la estación Barracas la prolongaron siete días más. El re- de la Revolución de Octubre en Rusia. Era grande la sim-
sultado fué: despido de más de mil obreros, destrucción patía por los bolcheviques y los soviets, y ya existía el
de la organización sindical, desmoralización de la masa. Partido Comunista.
La empresa, después de obtener la victoria, fundó una Santillán dice que ese Congreso fué el "de mayor en-
sociedad, "El Trole", con su periódico, "El Metropolita- tusiaslno y concurrencia que se ha visto en la Argentina".
no", a la vez que proseguía con los despidos y persecusio- Aunque los delegados se dividieron en partidarios y con-
nes. Abundaban los provocadores pagados por las empre- trarios de la dictadura del proletariado, se aprobó un voto
sas y patronos para que desencadenaran paros y los pro- de solidaridad con la Revolución Rusa. Además, añadióse
longaran. Los obreros eran tocados en su amor propio, en a la sigla F.O.R.A. la palabra "comunista", lo que se pres-
su conciencia de clase, con el propósito de que fueran ins- taba a confusión, puesto que con ella quería significarse
aumentos de las turbias maniobras. Hasta los dirigentes el comunismo anárquico del quinto Congreso y no el co-
honestos se dejaban engañar por la idea de que la lucha nlunismo marxista-leninista.
tenía que ser absoluta, total, sin adnlitir negociaciones, En enero de 1921 se celebró en La Plata un Congreso
ni compromisos, ni tácticas de ninguna especie. El diri- de la F.O.RA. del noveno con asistencia de delegados
gente que de buena fe los aceptaba, con la intención de de la F.O.R.A. del quinto, del cual dice Santillán que
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264 RODOLFO PUIGGRÓS

"nunca se ha dividido más el proletariado que en esa opor-


tunidad en nombre de la unificación". En agosto del mis-
mo .año, los anarquistas del quinto dieron por termina-
dos los intentos de fusión y denunciaron como "agentes
de Moscú" a un grupo de militantes que actuaban en· sus •
propias filas. Este grupo de militantes se unió a la
F.O.R.A. del noveno para formar, en 1922, la U.S.A.
(Unión Sindical Argentina), con destacada participación
de Jos comunistas. XXIV
Por esa época, particularmente después del sangriento
aplastamiento de la huelga de Jos peones de la Patagonia DE COMO SE DESARROLLO LA INDUSTRIA
por el gobierno de Yrigoyen en 1921, aparecieron en Jos NACIONAL
sindicatos numerosos "agentes policiales" que aprovecha-
ban la debilidad principista y táctica de los dirigentes
para sembrar la provocación y el desaliento. Planteábase a la Argentina, después de 1853; la tarea
Los socialistas, que durante el largo período de huel- histórica de levantar sobre las ruinas de la vieja econo-
gas carecieron de una central propia, fundaron en 1926 mía colonial una economía capitalista propia:.
la C.O.A. (Confederación Obrera Argentina), en torno A diferencia de las sociedades de Europa Occidental,
de las organizaciones ferroviarias que les respondían. en las cuales el orden capitalista se engendró dentro del
Entretanto, la vieja y aguerrida F.O.R.A. del quinto rea- orden feudal, en la Argentina la vieja economía de la Co-
lizó, en 1928, su décimo Congreso -ratificando su anti- lonia carecía del vigor necesario para gestar en sus en-
militarismo, su antinacionalismo, su pacifismo y su opo- trañas un orden superior, sin el concurso de causas ex-
sición a toda dictadura- pero ya estaba en decadencia y ternas. Pero las causas externas actuaron, ante todo y
representaba una ideología y una táctica superadas por durante una larga etapa, como factores de desarticula-
la clase obrera. ción y destrucción de las formas artesanales y domésti- "'
,.,.
Quedaban, como la esperanza del movimiento obrero, cas de la economía autóctona: tal fué la consecuencia de
la U.S.A. sindicalista y la C.O.A. socialista, ambas mina- las importaciones inglesas. Hasta que las causas inter-
das por el virus del oportunismo reformista. Estas orga- nas no renacieron en un nivel más elevado para oponerse
nizaciones se unieron; durante la dictadura del general a las causas externas disolventes, la Argentina no se
Uriburu, para dar nacimiento a la C.G.T. (Confederación orientó decididamente hacia su autodesarrollo económico-
11 General del Trabajo), con el objeto de hacer frente a los social: la industria nacional dió las bases del paso a esta
zarpazos del gobierno reaccionario y defenderse de los segunda etapa.
atropellos de bandas armadas. Era una afirmación de in- Los resistas suelen plantear abstractamente, al mar-
dependencia de la clase obrera, pero a la vez traía en sus gen de la historia, la posibilidad de que las formas arte-
entrañas la herencia de ideologías, métodos y tendencias sanales y domésticas de la economía colonial hubiesen
burocráticas que tantas veces habían conducido al movi- podido desenvolverse hasta llegar a crear una economía
miento sindical a la claudicación y a la derrota. capitalista propia, en el supuesto caso de no haber inter-
venido las causas externas liquidadoTas y deformantes.
Tal hipótesis parte del desconocimiento de dos premisas
concretas ineludibles: a) que no se podía pasar a una
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266 RoDOLFO PuiGGRÓs HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 267

economía capitalista amplia sin destruir las formas ar- giraba en torno del aumento de los derechos aduaneros,
tesanales y domésticas de la economía colonia!, y b) que pero en el curso del debate los diputados Vicente Fidel
la enorme desigualdad de desarrollo entre la Argentina López y Carlos Pellegrini introdujeron enmiendas al pro-
Y Gran Bretaña hacía que fueran las importaciones in- yecto que lo convertían en una ¡¡liscriminación de elos de-,¡
glesas, y no las débiles causas internas, aue consumaran ""- rechos con evidentes finalidades de protección a la agri- ('
tal destrucción . N o hubo ni podía habÚ, por lo menos cultura y la industria del país. Mientras se liberaba de\,'
durante un largo período, continuidad de desarrollo entre derechos a máquinas, combustibles, almnbres, etc. de im-
la economía colonial y la economía capitalista propia. El posible producción inmediata entre nosotros, se gravaban
proceso se interrumpió, y si bien la interrupción obedeció co1i elevados aranceles las importaciones de cereales, ha-
a la interferencia de causas externas, tenía que contarse rina, tejidos, ropa hecha, etc. El librecambio, que tenía
con la gestación de nuevas causas internas para reini- su centro en el comercio importador, levantó una te1npes~
ciarlo en un nivel más elevado y construir una nueva eco- tad de protestas, arguyendo que el proteccionismo enca-
nomía capitalista. No podían ser las inversiones del ca- recía una serie de artículos de primera necesidad. Desde
pital extranjero, ni la incorporación de la técnica más entonces la lucha entre proteccionistas y librecambistas
avanzada, ni la asimilación de millones de inmigrantes, se agitó alrededor de dos polos: la defensa de la economía
los factores determinantes de una Argentina capitalista nacional o la defensa del interés inmediato del con-
soberana e independiente, mientras esas causas externas sumidor. í
no se realizaran por intermedio de causas internas que las La verdad es que gracias al proteccionismo la Ar-
asimilaran y las superaran. gentina dejó de importar cereales de Chile y harina de
Tal era el problema que !a Argentina debía resolver Estados Unidos, y nuestra agricultura encontró los estí-
después de 1853. El Estado liberal y las leyes liberales mulos para su rápido y poderoso desenvolvimiento ( 159 ).
respondían a la necesidad de atraer y hacer actuar las
causas externas (inversiones, inn1igración, técnica} , pero La introducción del oro ele esos empréstitos hizo subir el valor de
la necesidad de noner en movimiento las causas internas los productos del país y estimuló en gran medida' las importacio-
(el autodesarroJ]o económico nacional) obligaba a tras- nes. La crisis sobrevino en 1873 y obligó al gobierno de Avella-
gredir el carácter liberal del Estado y de las leyes. La neda a suspender la conversión del papel moneda y declararlo de
curso 1egal.
Argentina que miraba hacia adentro, es decir la Argen- (159) Cm·los Pellegrini dijo en su discurso de la Unión In-
tina verdadera, tenía que ser nacionalista y proteccionista dustris.l del 24 de mayo de 1897: "T~l pan de nuestras campañas
si no quería desaparecer. era una golosina, no se conocía en el rancho del pobre y raras
veces en la estancia del rico. Pues bien, se pusieron los derechos,
El proteccionismo dió a la agricultura argentina su se protegió la indush·ia agrícOla en el convencimiento de que era
impulso inicial. La crisis del año 1875 llevó al primer una de las industlias más indicadas para esta protección, y a los
plano la discusión en el Congreso de las medidas propues- pocos años la situación había cambiado radicalmente y hoy día
el pan del pobre, es decir, el trigo, que valía treinta pesos vale
tas por el presidente Avellaneda para salvar al Estado nueve, y el pan blanco se come hoy en el más pobre rancho de la
de inminente bancarrota ( 158 ). La solución presidencial llepública Argentina. Hemos conseguido no sólo abaratar el pro-
ducto en la República, sino que hemos contríbuído a mejorar la
si.lerte de las clases menesterosas en el mundo entero, porque somos
(I!JS) Durante las presidencias de Mitre y Sarnüento nuestro hoy un factor aue contribuye a establecer el precio del trigo en
país vivió años de prosperidad que no tenían pol' causa el desarro- todos los grandes mercados. De manera que esta protección tiene
llo de las fuerzas productivas, aun estancadas. La prosperidad, justamente por objeto explotar las condiciones naturales de nues-
más artificial que real, obedecía a causas externas, como los em- tra ti01Ta, prestando a las industrias nacientes aquella protección
préstitos contraídos en Gran Bretaña, uno de ellos para abastecer que les es indispensable para luchar con la inexperiencia, para lu-
a los ejércitos de la Argentina y Brasil en guerra con el Paraguay. char con la falta de capitales, con la falta de mercado, con esos
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268 RODOLFO PUIGGRÓS


HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 269

También la industria frigorífica y la exportación de car- embarullan a conciencia laS ideas al respecto y se erigen
nes comenzaron con subvenciones y garantías guberna- en cmnpeones de las reivindicaciones inraediatas de consu-
mentales _al capital invertido. Vale la pena subrayar que midm·es y obreros, siendo en realidad quienes a la larga
las me_ncwnadas med_i~as pro~ec~ionistas, impuestas por más l~s perjudican. .. _ ¡ ji
la realldad de una cns1s economiCa, se sancionaron en la • · L1sandro de la Torre pu!fiualizó con extraordinaria
época ~e la luna de miel con las ideas liberales y cuando maestría las consecuencias que se derivan de la política
li]m~cam!Jistil propiciada por los socialistas. En su polé-
se consideraba al librecambio el non plus ultr!L de la eco-
nomía política (160). mica con el doctor Juan B. Justo decía-: --·
"Así, por ejemplo, el móvil real que persigue el doc-
Import:<dores. y estancieros fueron de antiguo enemi- tor Justo con las exoneraciones de derechos aduaneros, no
gos del proteccionismo : los primeros por su interés en es tanto qué el obrero pague unos centavos Jnenos por el
mantener al más alto nivel las introducciones de artículos par de medias de algodón, cuanto arruinar a todos los
manufacturados y los segundos por su interés en elevar tejedores nacionales. Sin embargo, muertas lns industrias
al máximo la exportación de productos ganaderos. Unos mal podrían haber altos salarios. La contradicción salta
y otros giraron siempre al consu1nidor como chivo emi- a la vista" ( 101) .
sario de un librecambio de cortas miras, opuesto al des- La ampli¡¡ci<)rr del artes~.nado al taller de cooperación
arrollo de las fuerzas productivas nacionales. Sin em- del trabajo con un número reducido de obreros (coope~
bargo, la experiencia demuestra que el consumidor resulta ración simple) fué una de las formas precursoras de la
a la po~!re, víctima de] li):¡recambio y beneficiado por 1~ manufactura nacional durante el siglo pasado; la otra
proteccwn. En el caso del trigo, el precio bajó de treinta n'ació entre nosotros estrechamente vinculada a la agri-
pesos cuando se importaba a nueve cuando comenzó a cultura y la ganadería. Los saladeros,· las curtiembres,
producirse en el país. Puede afirmarse que el crecimiento las graserías (velas, jabones, etc.), las cervecerías, las
cua~ti_tativ:o y cu>:litativo de una economía propia tiende, aceiterías (lino), los ingenios y las refinerías de azúcar,
en ultima mstanc1a, a abaratar los artículos, dejando den- las bodegas vinícolas, las tejedurías y las fábricas de cal-
tro de las fronteras nacionales, además, las diferencias zado aparecieron en función del desarrollo agrícolo-ga-
entre costos y precios que cuando se importan quedan en nf!.dero, como su coniple1nento y prolongación. Hasta cier-
el extran¡ero. El sacrificio inmediato se traduce en fu- ta metalurgia elemental que se inició, entre 1880 y 1890,
,, t';lro~ beneficios per':lanentes. En nuestro país, el protec-
'
:::"'
en Buenos Aires, Rosario y la zona ele las colonias (Espe-
~:,,
1 cwn¡srrw e~ progresista, mientras que el libreciúnbio es ranza) se dedicaba a abastecer ele elementos para el cul- '"
"' reaccionario. Al librecambio se aferran las clases sociales tivo de la tierra ( 162 ). La gran industria maquinizada se
de la Argentina semicolonial, dependientes de los mono- l!i
¡:,
polios imperialistas extranjeros. Por el proteccionismo ( 1 61)Lísandro De la Torre: uobras", Hemisferio, Bs. As.,
luchan las clases sociales que quieren una Argentina in- 1952, tomo 1, p. 207.
dependiente, libre y soberana. Insistimos en estas verda- (162) En 1886, Rosario contaba ya con una fundición de má-
quinas movidas a vapor que construía molinos y prensas tipográfi-
des de Perogrullo, porque los partidarios del librecambio cas, una fundición de máquinas que trabajaban con exceso porque
en esa época se comenzó a emplear el hierro como tirante para te-
chos y riel para ferrocarril, una fábrica de balanzas, un taller de
cien inconvenientes que rodean una industria que nace para alcan- campanillas elécüicas que competían con las extranjeras, fábTicas
zar en un pOl'venir l?ás o menos ceTcano el gran desiderátum, que de ladrillos, baldosas y tejas, de muebles, aceite de maní, chocolate,
es ofrecer al .co~sum1dor ll!l producto nacional a un precio más ba- cerveza, calzado, galletitas, etc. Ver Eduardo B. Astesano: "Origen
Tata que el s1mllar extranJel·o". Y desarrollo comercial de Rosa?-io", Rosario, 1946, págs. 45 a 47. En
(1 60 ) La producción de azúcar subió de cerca de 1.000 tone-
ladas en 1870 a 151.639 toneladas en 1901. 1889, se formó en Buenos Aires, con capitales nacionales, la "So-
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270 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 271

introdujo en nuestro país por la vía de las inversiones del ciativa ele los industriales tuvieron vida difícil y efíme-
capital extranjero y, con el tiempo, como antítesis de esas ra ( 165 ). Los bancos oficiales abrían sus arcas generosa-
inversiones . mente a las demandas de la ociosa aristocracia ganadera
La tarifa aduanem bastó siempre para hundir o le- y las cerraban a los pedidos.,de los plebeyos iJfdustria-
vantar a cada rama industrial en su comienzo. P0den1o1) ~ les (' 00 ). Los industriales no" disponían más que de sus
afirmar que nuestra industria ha tenido una existencia ahorros, de sus propias acumulaciones de capital. de su
convulsa, de avance y decaimiento para luego volver a explotación al máximo de la fuerza de traba.io de la clase
avanzar en un nivel superior y ser de nuevo asfixiada obrera.
por la agresión más global det)~bre,qunbismo ganadero. h) La falta de rnedios de tmnsporte. Los capitalistas
Debíó vencer Jos siguientes ~_ób_st~é:Ulos·~ ingleses construyeron sus ferrocarriles en la Ar<Yentina
a) La fa.lta de capitalei: 1:;,"~. ;;cumulaciones capita- al solo objeto de fomentar y dar salida a la producción
listas nacionales se efectuaban casi exclusiv2mente en la agríc.o1o-ganadera. Desde el comienzo los industriales re-
esfera de la ganadería y la agricu1tura, y se en1pleaban clamaron transportes propios tanto para obtener materia
en la an1pliación de la base productiva (1nás tiel'ras culti- prima con1o para colocar los artículos elaborados. Ya en
vadas, mayor cantidad de ganado) o en elaboraciones com- 1881 comprendían que los ferrocarriles ingleses conspi-
plelnentarias (1no1inos harineros, bodegas, iní!enios, etc.), raban contra el desarrollo de la industria nacional. De-
cuando no se derrochaban en gastos improductivos. El ca- cían: "Suprín1ase esa rémora que se llama Gran Central
pital extranjero llegaba, salvo raras excepciones, en for- Argentino, exprópielo !a Nación ... la llave ele entrada a
ma de leoninos empréstitos a los gobiernos o de inversio- la casa está en manos extrañas. Así podremos luchar con
nes típican1ente in1perialistas, como ferrocarriles, frigo- la producción extranjera". Estanis!ao Zeballos expresaba
ríficos, etc. Mientras los estancieros encontratan c1~édito en la Cámara de Diputados en 1912: "Hov en la Repú-
fácil en los bancos o el recurso de Ja hipoteca. los indus- blica Argentina los ferrocarriles son un cu~rto poder del
.ii¡ trieJes obtenían con graneles dificultades rréstamos al Estado. Son un cuarto poder, porque gozan de influencia
!·"¡ 12 7o en Buenos Aires y al 20 al 30 % en el interior ( 16 3). administrativa y legislativa notorias. Estos n1onopo1ios
No pudo cumplir n1ucho tien1po el Banco Provincial de ferroviarios empiezan a infiltrarse con suavidad, con ma-
Buenos Aires el propósito con que se fundó rle "alentar el
cmnercio, extendiendo su esfera de acción sobre la- indus- levantado, han crecido porque hubo un tiempo en que el Banco
t?·ia e:c.duída. hasta entonces casi sistemáticamente del go- de la Provincia de Buenos Aires prestaba sus capitales a hombres
trab~jadores ... en las fulicas condiciones en que pueden sex acep-
ce del cTédito" (1 64'). Los diversos bancos creados por ini- tados como protección a la industria: a largos plazos y con mó-
dico interés". Obsérvese que Chueco habla en pasado y en una
época en que _se había abandonado esa protección a la industria.
ciedad de Hierro y Acero de Liniers", y en Zárate se instaló, años ( 1 65) El Club Industrial, el Centro Industrial y la Unión In-
antes, una fábrica de papel, de los señores Escalade, "que provee dustrial Argentina promovieron la fundación del Banco Industrial
a varios diarios de Buenos Aires". Louis Guilaine, op. cit. p. 177. (1882), el Banco del Crédito Industrial (1883) y el Banco Indus-
Según Ernest Van Bruysse1 ("La Republiqtw A.1·gentine'', Bruxe tr~a! (1896~ d~ c~~·ta existencia por .falta de capitales y apci'yo
11eS, 1888) en Buenos Aires había 5 grandes fundiciones y, ademáo; of1c1al. La mstüuc10n nombrada en pnmer término, nació en 1877
se fabricaban máquinas agrícolas e hidráulicas, etc. (p. 184). por inich_:tiva de Carlos PeUegrini, Vicente Fidel López, Roque
(1G3) Adolfo Dorfman: 11I:listo-ria de la Indu.strin Argentina", Sáenz Pena? Estanislao S. Zeba11os, Nicasio Oroño y José Hernán-
Escuela de Estudios Argentinos, Bs. As., 1942, ps. 55-56. d;c:z,. es dec1r, por los promotores de las leyes y medidas protec-
(lfl1) Ricardo Napp: "La Repüblicn A1·_r¡entina". :Manuel C: ClOmstas.
Chueca escribía en 1886 ("Los «pioneeTS» de la -indnstTia, argen- ( 166 ) _Dl!rante algunos períodos los bancos de la Nación y
i:ína") : "Todas las grandes fábricas que funcionan en la gran me- de la Provmcm de Buenos Aires acordaron a los industriales cré-
trópoli argentina, las industTias más florecientes del país, se han ditos bajo su sola garantía moral en mínima escala.
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272 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS PoLÍTICOS 273

neras amables y so color del mejor servicio de la Nación. d) La falta de 1nerca.tlo interno. La escasa población
Sus gestores encuentran el modo de tener influencia deci- y el bajo nivel de vida conspiraban contra el desarrollo
siva en las Casas de Gobierno y en la sanción de leyes, industrial. No era posible la p1·oducción en gran escala y
más o menos favorables, y acaban, en definitiva, por im- especializada. Los prüneros fabricantes se veíap obliga-
ponerse a los países" (' 67 ). Los ferrocarriles ingl~ses fu.e., dos a producir diversos artí&los con el consiguiente en-
ron por su trazado, por sus fletes y por su régimen ene- carecin1Íento del costo y sin poder preocuparse· de la ca-
migos de la industrialización nacional (' 68 ) • lidad. El industrial era, por lo general, comerciante que
e) La falta de mano de obra. Era natural que el grue- vendía directamente al público sus mercf:;,derías.
so de la inmigración se orientara al campo. N o abandonaba e) La falta ele mateYias primas y combustibles. El
Europa para vivir del mísero jornal de las fábricas ar- carbón y el hierro crearon desde un cmnienzo una situa-
gentinas. Buscaba la riqueza rápida de una Argentina .ción de denendencia a la industria argentina. Sin esos dos
agropecuaria en ascenso. Los 30.000 pasajes para obreros elenJ.entos -no se podía pasar a la gran industria. Desde
hábiles que por iniciativa de Estanislao Zeballos se ofre- las cátedras universitarias y desde las tribunas políticas
cieron en 1889 no despertaron n1ayor entusias1no en las se informaba aue nuestro país no los tenía. Gran Bretaña
regiones emigratorias del Viejo Mundo. El inmigrante regulaba su i:rÜportación, de acuerdo a sus conveniencias,
necesitaba para radicarse en la industria altos salarios y y tarnbién la exportación de nuestro hierro viejo, para
protección social, incentivos que ni los fabricantes ni el dejnr desvalida la industria nacional. No se conocían los
Estado estaban dispuestos a ofrecerle. Carlos Pellegrini cultivos industriales y debían comprarse en el exterior
,. pedía en 1902 desde el Senado pan y carne barata para hasta las materias primas 1nás elernentales.
'' ¡;,,l': el obrero. Era la época de transformación de la Argen- f) LCI falta de técnica. Es sabido que existe una es-
tina en granem y potrero de Gran Bretaña, cuando se trecha relación entre la industria y la educación técnica.
,11¡
formaron las grandes fortunas de la oligarquía terrate- La industria es hija de la ciencia y de la técnica, y, a la
niente. vez, promueve el progreso de ambas. España dejó una tra-
dición contraria a la técnica ( 109 ) , y si bien Alberdi, Sar-
(167) Ver "El Indust1·ial", artículo sobre "Los fe'rrocarriles
miento y demás organizadores del 53 trataron de estimu-
y la industria argentina". "La Industria Argentina", NQ 77, 15 de larla por la vía de la inmigración europea, enco!1traron
setiembre de 1881. "Revista de Dwrecho, Historia y Let1·as", setiem- los siguientes factores adversos: 19) La gran raayoria de
bre-diciembl'e de 1915. Hombres tan vinculados a las empresas fe- los inmigrantes carecía de oficio; 29) El inn1igrante
l'l'oviarias como Ba1·tolomé MitTe y Roberto Ortiz no ocultaban su
influencia negativa. Decía el primero en el Senado el 16 de se- can1biaba a menudo de profesión y vivía afanado por ha-
tiembre de 1869: "¿Qué no sucedería entre nosotros, si desoyendo cer pronto fortuna; 39)- El sistema escolar no se orien...
esas severas lecciones tuviésemos la cobardía de entregar a la ex- taba- a la forn1ación de técnicos o de obreros especializados.
plotación paTticular ob1·as que se convertirían en otras tantas ciu-
dadelas del monopolio?" Confesaba el segundo en setiembre de 1928 El flujo y el reflujo del desarrollo indmtriai se ma-
siendo ministro de Obras Públicas: "Que el gobierno no dispone
de elementos suficientes para hacel· el contl·ol de las tarifas y del - (1G9) Un caballero español, residente en Buen?s Aires.' enta-
capital. En los ferrocmTiles particulaTes hay una cantidad de fun- bló a fines del siglo XVIII una de:manda por calumma. A1gmen ha-
cionarios que han pertenecido al ministerio ... " bía dicho que él trabajaba, imputación que calificaba de absol_nta-
(168) El ingeniero Coni decía que el "flete ferroviario viene mente falsa y calumniosa, puesto que disponía de recursos e hidal-
a constituir una verdadera aduana interior, que dificulta la circu- guía suficientes como para vivir sin someterse a la torhn·a de .P.:a-
lación ... desempeña el mismo papel que la aduana seca de Córdo- narse el pan de cada día. Asimismo es corriente hasta nuestros días
ba". La minería, tan necesaria para la industria, fué sistemática- llamar loco y hacer objeto de burlas a todo inventor. El científico
mente asfixiada por la falta de transporte o por los elevados fle- y el técnico recién con el progreso industrial comienzan a ser con-
tes ferrovü,.rjo.:,, siderados.
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274 RonoLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PAit'l'IDOS POLÍTICOS 275

nifestaron en razón inversa de los avances del capital im- sos de capital invertido y otros l. 700 millones de pro-"'-
perialista extranjero. Después de 1862 hubo eli Buenos ducción.
l Aires y Rosario un relativo progreso manufacturero, pero
la liberación de derechos aduaneros incluida en toda~ las
La estabilización eco,¡¡ómica iniciada co¡f el siglo soc-'
bre la base de las grand'es exportaciones agrícolo-gana-
concesiones ferroviarias, de obras públicas, etc:, así colno deras y del -relegamiento de la industria, se quebró al
la política librecambista a ultranza, no dejaban subsistir imponer la guerra mundial de 1914-18 una verdadera
a los fabricantes. Estos fundaron para defenderse el Club barrera protectora de nuestro desarrollo industrial con la
Industrial Argentino (1874), el Centro Industrial Argen- forzosa disminución de las importaciones ( 172 ). Al llegar
tino (1878) y, finalmente, la Unión Industrial Argentina al pode;· Hipólito Yrigoyen el país estaba desprovisto de
(1887). Las peripecias que debieron sufrir los que ins- con1bustibles, maquinarias y materias primas, y se vió
talaron en 1873 la primeTa fábrica textil dice bien a obligado a emprender el difícil proceso de la industria-
las claras la hostilidad del medio a la industria (110 ). La lización: La conciencia cipaya que sólo aceptaba merca-
crisis del año 1890 llevó a la quiebra a muchos pequeños derías con etiqueta extranjera tuvo que aguantar los
y 1nedianos fabricantes y los sun1ó, entonces, a la oposi- despreciados artículos nacionales, a menudo disfrazados
ción al gobierno entreguista de J uárez Celman. Posterior- de ingleses o franceses para qne los toleraran. Bunge
mente el presidente PellegTini otorgó ventajas arancela- calculó que, durante la guerra, la producción elaborada
rias a la industria, pero el general Roca las anuló al rea- aumentó el 50%, el capital patrimonial el 22,5 5~, la
lizar la conversión en 1899 y ceder plenamente a las im- fuerza motriz el 11 % y el número de obreros el 25 %.
posiciones de Gran Bretaña. En su mensaje de 1899 de- Destaeóse el notable crecimiento de la producción de tex-
cía: "El país debe esforzarse en mejorar en cantidad, ca- tiles, forestales, petróleo, eleetricidud, n1áqEinas, vehícu-
Ildad y precio, la producción que tiene fácil acceso a los los, yacimientos, canteras y minas. En cambio. las inver~
mercados extranjeros, absteniéndose de proteger indus- siones del capital extranjero sufrieron una in1portante
trias efín1eras de irremediable inferioridad con lnenos- Inerma: en los treinta años anteriores a 1914 se intro-
cabo de nuestras grandes y verdaderas industrias -la dujeron 6.000 millones de pesos (44 pesos anuales por
ganadería y la agricultura- tan susceptibles todavía de habitante) y en los doce años siguientes sólo 800 millo-
adquirir un inmenso desenvolvin1iento" ( 171 ). A pesar del nes de pesos (8 pesos anuales por habitante), es decir
pensamiento anti-industrialista dominante en los súcesi- que hubo una disminución del 82 %·
vos gobiernos oligárquicos, la industria nacional prosi- A partir de 1920, con el restablecimiento de la in-
guió su crecimiento. El censo de 1914 daba 40.000 fábri- dustria europea, decayó la industria nacional y mUchas
cas en el país, con 365.000 obreros, 1.700 millones de pe- n1n1as desaparecieron. Quedaron las que tenian origen en
inversiones de capital extranjero, como textiles, petróleo
y construcción. Bunge caiculaba que en 1926 los cultivos,
(170) Dmante diez años luchó Can11la, uno de los fundadores, la producción agrícola, el número de lanares y vacunos, las
1
'frente a la hostilidad glacial del ~nedio, expuesto a las burlas :más exportaciones, los implementos industriales, los transpor-
grotescas, y no siempre bien intencionadas". TTabajaban 60 obre-
; ¡ ros, en su mayoría mujeres y niños, y se abastecian de tela 400 sas- tes ferroviarios, las líneas férreas y la inmigración ha-
tres. Fué inaugurada por Sarmiento. Poco duró la fábrica. El go-
1 ·. 1
.. bierno se negó a comprarle paños para el ejército y los importado-
res ingleses le hicieron la vida ünposible. Tuvo que cerrar sus puer- (172) Las importaciones de Gran Bretaña disminuye1·on del
tas algunos años más tarde. Ver Adolfo Dorfman, op. cit., Capítula 34 % al 19 % del total, las de Francia del 9 % a menos del 4 % y
IV, y págs. 68-69. las de Alemania del 17 % a nada. Durante la guerra nuestro co-
(171) Mabragaña, "11-ie.nsajes" V, p. 353. mercio exterior dió un saldo favorable de mil millones de pesos oro.
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276 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 277


bían disminuido en total el 40 ;Yo en relación con 1908, industria venía a cumplir el fin definido por Marx con
y por el contrario había aumentado la importación hasta estas palabras: "El desarrollo de las fuerzas producti-
de artículos alimenticios, como arroz, ton1ates, aceite yer-
1 vas del trabajo social es la tarea histórica y el privilegio
ba, etc. (1 7 ' ) • del capital. Es precisamente por este medio como incons-
Fué precisamente en esa época que se delinearon las cientemente crea los requisitos materiales de un modo de
dos tendencias del desarrollo nacional. Las analizaremos producción más alto".
de acuerdo a las exposiciones de los dos extremos: el Par- ¿Qué proponían los industriales? Los industriales
tido Sociaiista y la Unión Industrial. proponían el aumento de los aforos aduaneros. Decía su
¿Qué proponían los socialistas? Su punto de vista se vocero, el ingeniero Alejandro E. Bunge: "Toda política
expresó en el "Programa de Acción Socialista Internacio- de fomento de la producción nacional que indirectamente
nal presentado por el grupo parlamentario socialista al tienda a contener las importaciones tiene la virtud de
Conireso Socialista extraordinario celebrado en Bahía poner en activo movimiento a las organizaciones de «de-
Blanca en enero de 1921 y aprobado por éste" (11<). Dicho fensa comercial» de los importadores, a las Cámaras de
Programa, redactado por el doctor Justo, criticaba la opi- Comercio extranjeras y hasta a los funcionarios diplo-
nión de J aurés que decía que "el proteccionismo conviene máticos y consulares. Lo acabamos de ver en lo que se
al Partido Socialista" y "la ceguera socialista internacio- refiere a disposiciones de equidad elemental tomadas por
nal" que también recomendaba el proteccionismo para el Ministerio de Agricultura respecto de la fabricación
nuestro país. En can1bio aconsejaba: y venta de aceites comestibles. Se invocan en tales casos
"La abolición gradual y progresiva de los derechos de argumentos tutelares de policía, en «defensa del consu-
aduana como obligación de los legisladores y gobernantes midor argentino». Ejercen esas instituciones algo así co-
socialistas, y la libertad de importar y exportar. aun cuan- mo uua tutela sobre el consumidor del país y sobre la
do el Estado haga el comercio exterior en la máxima esca- Administración Nacional, o pretenden ejercerla. Esos
la, y como el mejor control de las operaciones del Estado, respetables intereses comerciales de las instituciones que
siempre que exista en actividad el capital privado ... En compran, acreditan y distribuyen artículos extranjeros
el programa de acción que proyectamos figura una cláusula no se afectan cuando deben comprar, acreditar y distri-
de profundo sentido, aunque de difícil aplicación: la pre- buir, en substitución, los similares nacionales. Es tiempo
ferencia a los productos del trabajo extranjero de más de que esas poderosas organizaciones comerciales princi-
¡¡"1 alto nivel de vida". pien a ocuparse en comerciar con la producción nacio-
Los socialistas eran, pues, antiindustrialistas y pro- nal". "Ha llegado para la República Argentina la hora
imperialistas. Preferían las importaciones inglesas a las de su nacionalismo económico. La política y las normas
mercaderías de producción nacionaL Coincidían con la de acción de tal nacionalismo nos habrán de conducir a
oligarquía ganadera, los importadores y los a?ogados y la autonomía económica. Habrán de hacer posible y real
periodistas del imperialismo inglés. No concebran que la que el país oriente su producción y su comercio interno
y externo de acuerdo con sus intereses y con los destinos
(173) La importación de tomates, por ejemplo, aument6 el
que le están deparados". uDebemos convencernos, seño-
62 % en cantidad y el 155 % en valor desde 1908 a 1925. Nurf!-e- res, que esta es la última generac·ión de irnportadores y
xosos cmnestibles se importaron, reemplazando al produ~to nacto- estancieros. En la próxima generación, la de nuestros hi-
nal y dejando sin trabajo a miles de obreros. Ver AleJandro E. jos, el predominio será de los granjeros y de los indus-
Bunge, op. cit., JI, p. 19.
(114) Juan B. Justo: ulnternacfonr¡Usmo y Patria", La Van- triales. De los hombres de la gran industria, de la indus-
guardia, 1925, Bs. As., págs. 54 y s¡gmentes. tria media, de los artesanos, de los obreros manuales. De
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278 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS pARTIDOS PoLÍTICOS 279


los hombres de las granjas señoriales, de le.s granjas Al nacionalismo burgués de los industriales oponían
burguesas o medianas, de las granjas pequeñas de fami- los socialistas un cosmopolitismo sin base nacional, dis-
lia, que han de multiplicarse tanto como se multiplican frazado de internacionalisrno obrero. Desde hace más de
hoy los pequeños talleres de artesanos. El nivel general un cuarto ele siglo todos los partidos se han unido para
de vida y la capacidad de producción se levantan rápida- impedir que el nacionalismo económico pase a ser la
mente en la Argentina y no se puede manejar ya al pue- gran bandera de lucha de la clase obrera, pero el porvenir
blo vendiéndole cuentas de vidrios de colores por valor de nuestro país está al margen ele los viejos partidos:
de varios cientos de millones de pesos oro al año ni guián- depende de la fusión de la clase obrera con el naciona-
dolo con capataces políticos, con1o a peones de estancias lismo económico.
sin molinos. Nuestros diez millones de habitantes no quie-
ren ya recibir innecesarias fruslerías en cambio de cue-
ros y lana, quieren producir inteligentemente todo lo que
necesitan, quieren dictar su comereioJ quieren explotar
con sabiduría y coraje las inmensas riquezas de cada una
de las regiones de esta heredad argentina. Nc quieren que
sn patria siga siendo un país jornalero al servicio de otras
naciones; el pueblo de esta joven República ha aprendido
y trabajado ya lo bastante para establecerse por cuenta
propia en su heredad nacional" ( 175 ).
Al ingeniero Alejandro E. Bunge y a la Unión In-
dustrial se deben el retiro del proyecto de ley de rebaJa
de los derechos aduaneros presentado por el doctor Ma-
mar que el fundador del Partido Socialista. denunció los t-ntBts: ~<Pe­
lina, ministro de Hacienda del gobierno de Alvear. ~·o en. lo más recio de la batalla, cuando la ola demagógica había
Si el librecambismo de los social!stas favorecía el mvad1do el Parlamento y el gobierno vociferaba contra el ('trust
dominio del imperialismo inglés, el proteccionismo ele los extra~jero", Justo dió acabada prueba de su llm1estidad mental re-
conocwndo que la tendencia capitalista a b centralización y al mo-
industriales presentaba un blanco formidable para la crí- nopolio, como último resultado de la competencia, era universal e
tica: era antiobrero, se oponía a las leyes sociales y pro- inevitable, .Y dando la bienvenida a la centralización siempre que
pugnaba la máxima explotación del trabajo humano. Nin- fuera el tnunfo en buena ley de una empresa dotada de una técni-
ca más avanzada y de una organización superior". Ver Prólogo de
gún partido supo combinar la lucha por la .e'."a~cip'_'ción Nicolás Repetto al tomo XLV de "G1·andes Escrito1·es A1·gent-inos"
económica nacional con la lucha por las relvindicacwnes Ateneo, 1933, y Juan B. Justo: "El socialismo", Bs. As., 1945, fo~
económicas y sociales de la clase obrera. Dábase entonces lleta, p. 39. Los monopolios extranjeros estaban de parabienes con
el absurdo que los defensores dB la industrialización una doctrina que ocultaba, tras razones técnicas y de organización
su expoli?.ción del pueblo argentillo. Justo, según Repetto, prefe~
aparecían como reaccionarios y los abanderados del libre- ría "la gestión privada de los negocios a su manejo por gobiernos
cambio imperialista como avanzados, aunque en realidad corrompidos e ineptos". La "ineptitud" y la "corrupciónn de nues-
el doctor Justo coincidía con la oligarquía terrateniente tros gobiernos populares siempre fué el gran "argumento" del im-
perialismo para impedir la liberación económica nacional. El docto1
en la política comercial, mientras el más modesto de los Federico Pineda, que siempre se vanagloria de ser discípulo de
industriales realizaba una labor antiimperialista ( 176 ). .Tusto, dice que éste defendía a los capitales extranjeros, 11 conside-
ración objetiva ~agrega- tan distinta de la pueril declamación
(175)Alejandro E. Bunge, op. cit., I, p. 33 y II, p. 41. contra ese capital extranjeTo, que después hemos conocido como
(176)Repetto explica con claridad y exactitud la ambigua ac- única receta salvadora en boca de ciertos emancipadores y "anti-
titud de Justo frente a los monopolios. Escribe, después de infor- imperialistas" ". Ver "En tiempos de la República", op. cit. I, p. 17.


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XXV
DE LA CRISIS DEL LIBERALISMO ECONOMICO
Y POLITICO EN 1930

Durante sesenta y ocho años (desde 1862 hasta


1930) los gobiernos argentinos se desenvolvieron y suce-
dieron dentro de los cauces constitucionales. Hasta a las
revoluciones -la de 1880, la de 1890- se les buscaron
desenlaces legales, y el partido de arraigo popular, el
partido que agrupaba mayor número de ciudadanos, no
tuvo necesidad de seguir conspirando para alcanzar el
poder: se lo ofrecieron sus adversarios conservadores me-
diante la ley Sáenz Peña. La Argentina era considerada
mundialmente un país de orden, organizado, respetuoso
· de la ley, que inspiraba confianza a los inversores y tran-
quilidad a los inmigrantes. Nadie dudaba de que había
superado para siempre la etapa de los cuartelazos, de los
golpes de Estado, de los gobiernos de fuerza, de la inesta-
bilidad política, que caracterizaban a la mayoría de las
naciones latinoamericanas. Para no interrumpir la conti-
nuidad constitucional, los oligarcas no titubeaban en ce-
der el poder a los radicales, seguros de retenerlo indirec-
tamente a través del contubernio. Lo esencial era man-
tener las formas legales en el origen y en la existencia
de los gobiernos. "En ningún país el capital europeo pue-
de encontrar campo más fácil y más fértil (que en la
Argentina) para sus operaciones y este hecho ya es cono-
cido del capital inglés", había dicho Carlos Pellegrini en
1906 al referirse a la defensa del orden por encima de
cualquiera otra consideración.
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282 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRiTICA DE 'LOS PARTIDOS POLÍTICOS 283

El pensamiento político de la República en sus dis- la industria, cuyas dos consecuencias más notables fue-
tintos matices liberales, incluidos sectores de las izquier- ron:
das, hada de la Constitución de 1853 un fetiche perfecto, a) El plrmieo del nacionalismo económico en o¡Josi-
inconmovible, eterno. Los grandes diarios y los profeso- ción al libeTalismo económico. Ni el librecambio aduanero,
res universitarios eran celosos guardianes de su contenido ni el régimen liberal burgués, ni el Estado liberal de los
liberal burgués. No admitían que pudiera haber la menor importadores y estancieros convenían a los industriales.
contradicción formal entre la Constitución liberal y la vi- Estos necesitaban el amparo de un Estado nacional fuerte.
da social en permanente desarrollo, y cuando la contra- Si bien durante la guerra se había demostrado que la Ar-
dicción no podía negarse de tan evidente que era, trataban . gentina podía tener una industria propia, la postguerra
ele salvarla, también de manera puramente formal, a costa trajo la certidumbre de que esa industria requería una
de la vida social y no de la Constitución. Concebían el pro- enérgica protección del Estado para ganar la batalla a las
greso, a los cambios, dentro de la Constitución y no fuera importaciones europeas y nortemnericanas. Alejandro E.
de ella o superándola. No la definían tan sólo como el pro- Bunge y Luis Colombo reclamaron en todos los tonos esa
grama para organizar la República, tal cual lo entendieron protección, y aunque los estancieros e importadores nunca
Alberdi y sus continuadores: la identificaban con la Re- vacilaron en sacrificar a la industria nacional en prove-
pública misma. Aceptaban, a lo sumo, modificaciones que cho de los monopolios extranjeros, la industria nacional
no alteraban el espíritu constitucional, a las que llamaban sobrevivió a la conspiración de intereses acumulados paTa
pmnposamente reformas. Semejante concepción metafísica anularla.
del proceso histórico-socia! argentino llevaba lógicamente b) El crecimiento cuantitati1!o y cualitativo de la cla-
a la conclusión ele que el país había encontrado en el régi- se ob..era. De los datos proporcionados por el Anuario del
men liberal burgués su contenido y su forma para la eter- ingeniero Pedro Cristiá se deduce que el personal ocupado
nidad. Cierto es que los ortodoxos legalistas solían decir en la industria pasó de 1.296.000 en 1914 a 2.156.000 en
que la Constitución no se cumplía y que radicales y con- 1933, es decir qtle aumentó el 66 jo ( 177 ). Hemos seguido
servadores se acusaban mutuan1ente desde el llano de vio- en un capítulo anterior las luchas de los obreros por orga-
larla desde el gobierno, pero les sucedía lo que a los faná- nizarse, unirse y conquistar mejoras sociales. Esas luchas 'i·

ticos que de tanto anhelar la perfección ven el pecado por apuntaban, fundamentalmente, contra los industriales pa-
":
todas partes o era un simple recurso político para des- ra arrancarles aumentos de salarios, jornada legal ele tra-
prestigiar al adversario. Yrigoyen, al anunciar que su go- bajo, descanso dominical, jubilaciones, etc., o contra el
bierno no sería de orden común y pro::neter transforma- Estado en defensa del derecho de asociación y de las liber-
ciones fundan1entales, no se atrevió a insinu?r siquiera el tades democráticas. Sin embargo, a menudo: las huelg2s, '"
abandono de los viejos cauces constitucionales, y si alguna promovidas y dirigidas por los anarquistas, carecían de
vez lo hizo, bajo el imperio de las circunstancias, fué ele otro objetivo que no fuera la preparación o la realización
n1anera. tímida, vacilante o inconsecuente, sin crear pre- inmediata de la revolución social y llevaban a los obreros
cedentes. al fracaso. El liberalismo -nna de cuyas formas es el
Los cambios sociales y las contradicciones entre la
sociedad y el liberalismo burgués se producían y acen- (177). Trabajaban en la industria el 38,7% en 1914 y el42,9%
tuaban a pesar de la inmovilidad mental de políticos, pe- en 1933 del total de la población activa; en la agricultura el 27,6 %
riodistas y profesores. El mayor y más decisivo de los y el 22,5 % respectivamente; en el transporte el 3A % y el 3 %;
y en el comercio el 19,5 % y el 19,6 %, lo que quiere decir que úni-
can1bios sociales registrados en la Argentina durante los camente en la industria hubo aumento relativo importante del nú-
tres lustros anteriores a 1930 obedeció al desarrollo de mero de brazos.
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284 RODOI.. FO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 285

cosmopolitismo crónico de los socialistas, anarquistas y comercialización del vacuno; creó uno de los mayores mo~
comunistas argentinos- impedía que la clase obrera, nopolios industriales· y comerciales; dividió a los gana-
sin perder su independencia y luchando siempre por sus deros; irnpuso cuotas y precios, y concentró un numeroso
reivindicaciones inmediatas, participara en ia primera fila y combativo proletariado. A través de los frigoríficos co-
de los combates por el nacionalismo económico. Si los in- menzó a introducirse el imperialismo yanqui. En el debate
dustriales daban motivos de sobra con su voraz explota- mencionado se vió claro, por las palabras del doctor Li-
ción del trabajo humano para que los obreros no se suma- sandro de la Tone, que si se deseaba de verdad terminar
ran a la lucha por el nacionalismo económico y la creación con la extorsión de las empresas frigoríficas no había otro
de un Estado fuerte que lo protegiera y estimulara, los medio que nacionalizar las, es decir, establecer el rnonopo-
izquierdistas de distintos colores tildaban de reaccionaria lio ele Estado sobre la industrialización y comercialización
toda tendencia al nacionalismo económico. Los estancieros, de la carne. El régil:nen liberal, que había atraído desde
los importadores y los monopolios imperialistas Bacaban el exterior el monopolio frigorífico para que se incrustara
ventaja, en última instancia, del divorcio de la clase obre- en nuestro sisteina económico, no podía engendrar el mo-
ra de la lucha por la emancipación económica nacional. nopolio ele Estado sin negarse a sí mismo. Antes de ha-
Salvo en los ferrocarriles, cuya nacionalización fué recla- cerlo prefería quedarse con la fórmula del conservador
mada desde hacía muchos años por los obreros, ni los gre- Sánchez Sorondo: "colocarnos en la situación de colonia
mios ni los partidos de izquierda agitaron uu programa inglesa en materia de carnes".
o plan integral de emancipación económica e industriali- Otro hijo del régimen liberal fué el monopolio ferro-
zación. En cambio, se dejaban arrastrar por conflictos viario, el más total y hegemónico de los monopolios, puesto
provocados por las empresas extranjeras o el propio go- que orientó el conjunto ele la producción y creó Ui1a serie
bierno con el fin de maniatar a los industriales. Al tér- de ramas industriales y comerciales accesorias. La red
mino del período que analizamos, en 1930, entraron en ferroviaria llegaba en 1930 a 38.900 kilómetros, de los
crisis las viejas corrientes del movimiento sindical y hubo cuales 30.200 pertenecían a las empresas imperialistas y
disidencias internas en el socialismo y el comunismo. La 8.700 al Estado argentino. El monopolio ferroviario había
clase obrera no podía ser dii·igida con las ideas y los mé- nacido con nuestra ganadería y agricultura capitalistas)
todos de antes. en la época de predominio del carbón en el transporte.
Por lo demás, el debate sobre la carne de los años Posteriormente, con el motor a explosión y el uso del pe-
1922-1923, a que ya nos hemos referido, y las medidas tróleo, así como con el desarrollo de la industria y la am-
de control ele los ferrocarriles impuestas por el presidente pliación del con1ercio, se convirtió en una rémora que im-
Yrigoyen, ponen en evidencia que el Estado y las leyes pedía el perfeccionan1iento de los medios de locon1oción.
liberales de la época ele las concesiones ele fomento a las En 1930 los ferrocarriles estaban en crisis en el mundo en-
inversiones extranjeras no correspondían a los cambios tero ( 1 " ) . La red ferroviaria del imperialismo inglés, la
sociales y a la necesidad ele salir de la dependencia impe-
rialista. (178) Los diarios ingleses de la época eonsideraban la crisis fe-
El frigorífico originó, como hemos visto, notables noviaria más grave para su país que la desocupación, las deudas
internacionales y la paralización de las actividades mundiales, "El
transformaciones tanto en la ganadería como en el comer- problema -decia "The Times" de Londres- es tremendo; los
cio exterior. Puso bajo el dominio ele empresas indnsh-ia- dividendos han sido nulos en la mayor -parte .de las compañías que
les extranjeras -en las cuales eran accionistas o figura- han podido salvarse del déficit, y resultaron inútiles las reduccio-
nes drásticas, los enormes cortes hechos en los gastos de explota-
ban en sus directorios grandes invernaclores y criadores ción, para salvaT tan lamentable estado de cosas". Lo mismo se de-
argentinos- el proceso de producción, industrialización y cía en Franeia y Alemania. Ver "La crisis ferrov-iaria a•rgent·ina",
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286 RODOLF'O PUlGGRÓS HISTORIA CRfTic,\ DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 287

mayor de todas, verdadera prolongación terrestre de sn con los imperialismos. El hecho que en 1926 tuviéramos
flota mercante y vehículo de su expansión financiero- que importar la totalidad de los 2.500.000 toneladas de
industrial y de su abastecimiento de alimentos y materias carbón que consuiníamos, mientras que producíamos en
primas, sufría la aguda competencia del automotor que el país 1.100.000 toneladas de petróleo de los 2.100 000 del
Estados Unidos fabricaba en cantidades fabulosas. Entre consumo nacional, cobra in1portancia si se tiene en cuenta
nosotros, el monopolio ferroviario -por el trazado de sus que el combustible importado nunca ha sido barato y he-
líneas, su oposición al tráfico camineror sus fletes, etc.- mos tenido que hacer grandes sacrificios para obtenerlo.
no dejaba desarrollarse a las fuerzas productivas ( 179 ). La Los dogmas del liberalismo burgués atentaban con-
construcción de caminos y el transporte automotor agili- tra el interés nacional y en algunos casos, corno el del
zaban y multiplicaban el tráfico, penetrando e11 zonas petróleo, la realidad de las causas internas en desarrollo
donde el ferrocarril no tenía acceso, pero creaban una obligaba a hacerlos a un lado. No se elaboraba, sin em-
nueva dependencia alrededor de elementos que no se fa- bargo, una doctrina política nacional, que abarcara el
bricaban en el país (los automotores) o no se producía conjunto de factores que crecían en el seno de la sociedad
en cantidad suficiente (el petróleo). La Argentina fué uno argentina. Los partidos de izquierda calificaban de reac-
de los campos de batalla de la lucha mundial entablada cionaria toda doctrina nacional : estaban en el plano in-
entre el imperialismo inglés (ferrocarril-carbón) y el im- ternacionalista abstracto. Los partidos de derecha i1o creían
perialismo yanqui (automotor-nafta) ( 180 ). en otra Argentina que la semi-colonial, puramente agro-
Para no ser víctimas inermes de esa lucha, Yrigoyen pecuaria, que se había enriquecido a costa del enajena-
creó en 1922 una repartición autónoma (Y.P.F.), qué ten- miento de su autodeterminación económica: estaban en el
día esencialmente a salvar nuestros yacimientos del asalto juego de los manejos imperialistas. El liberalismo bur-
de los consorcios imperialistas yanquis. La intervención gués dominaba de uno a otro extremo.
estatal en el petróleo violaba la doctrina liberal y expre- Las inversiones del capital extranjero pasaban, en-
saba un nacionalismo económico que ni sus enemigos se tretanto, de poco más de 5.000 millones de pesos en 1910
atrevían a atacar de frente. El paso de la etapa del do- a 7.000 millones en 1927 (1 81 ). La mayor parte del aumento
minio del carbón a la etapa del dominio del petróleo dió desde 1920 a 1927 correspondió al capital norteamericano~
bases más seguras de desarrollo a la industria nacional que de 95 millones en 1920 ascendió a 550 millones en
en su conjunto y prmnovió nuevos problemas en relación 1924 y a 1.150 millones en 1927 ( 182 ). En este último año,
las inversiones inglesas alcanzaban a 4.700 millones de
Bs. As., 1933. Publicación de la Revista de Obras Públicas y Fi-
nanzas. (181) Las cifras de 1910 pertenecen al primer inventario cien-
(179) Los ferrocarriles ingleses de curso paralelo emplearon tífico, realizado por Gui11ermo A. Schewenke y citado por Alejan-
la guerra de tarifas para excluir o dominar al cabotaje; el Ferroca- dro E. Bunge; las de 1927 son de este último. El ingeniero Bunge
rril del Sud aniquiló el naciente tráfico de cabotaje marítimo entre dice que ''una de las principales causas directas de nuestra deten-
los puertos de Mar del Plata, Necochea y Bahía Blanca y el de ción económica de 1908 a 1926 ha de atribuirse a la detención de la
Entre Ríos el de las costas de esa provincia. N o podían hacer lo afluencia de capihdes extranjeros sin suplirlos con la organización
mismo con el tráfico caminero y por eso trataron de que los go- productiva de los propios" (p. 133).
biernos lo impidieran o que sólo fuera complemento del ferrocarril. (182) Las inversiones norteamericanas de 1927 so distribuye-
(180) Desde 1900 a 1910 la importación de carbón subió de ron en empréstitos, 863 millones; frigoríficos, 190 millones; explo-
1,5 millones de toneladas anuales a 4 millones; 40 % para los ferro- taciones petrolíferas, 30 millones; otras empresas, 65 millones. En
carriles, 15 % para la marina mercante y 45 % para el consumo dólares pasaron de 40 millones en 1913 a 611.400.000 en 1929 y sólo
general. En 1930 la importación se redujo a 3 millones, de los cua- en servicios públicos crecieron de 1.200.000 en 1914 a 147.800.000
les el 50 % para los ferrocarriles. en 1929.
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288 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 289

pesos ( 183 ) y las de otro origen a 1.175 millones de pe- perialismos inglés y yanqui por el dominio económico-
sos ( 184 ). ~a competencia entre los capitales ingleses y financiero de la Argentina.
no~rtean1encanos se manifestaba en cuatro renglones: pe- Una clara y combativa conciencia del ü1terés nacio-
troleo, transportes, empréstitos y frigoríficos. En cuanto nal vió la luz durante los agitados debates sobre el petró-
a nuestro comercio exterior, su aspecto 1nás significativo leo qne desde el Congreso se extendieron a la Universidad,
fué la pérdida del lugar privilegiado que ocupaba Gran el periodismo y la calle. La diputación yrigoyenista hizo
Bretaña e:n las importaciones a principios de siglo: en triunfar, como he1nos visto, un nuevo régimen 1ega1 del
1914 el 3~% del total y en 1929 el 17,6 %, mientras Es- petróleo en base a la nacionalización y en oposición al ré-
tados Umdos llegaba, en este último año, al 25 5'o y Ale- gimen ele las sociedades mixtas preconizado por el gobier-
mania al 11,5 %. no de Alvear. El ministro de éste, doctor Mihura, sostuvo
. Rel.eg~da Alemania, a pesar de sn formidable capa- la vieja tesis de Juárez Celman: nse repite con insistencia
cidad tecniCa y su fuerza expansiva por los dos colosos que el Estado no es buen administrador-, y esta opinión ...
1

imperialistas que la derrotarían por segunda vez en la es exacta". Los legisladores yrigoyenistas afirmaban en
arena mundial~ la lucha por el don1inio econór..'lico de la cambio: "Empecemos con el petróleo, que luego seguirán
Argentina se perfilaba desde tres ángulos (y no desde los frigoríficos y los ferrocarriles ... ". !<Jra el planteo del
dos, como quieren los que ignoran u olvidan las eausas nacionalismo económico, y en consecuencia, la negación
internas) : el imperialismo inglés, el imperialismo norte- · del Estado liberal. Gabriel del Mazo lo reconoce con pala-
americano y la autodeter1ninación nacional. A esa lucha bras irrefutables: "El tema del petróleo lo hizo meditar
los dos primeros se presentaban con sus fuerzas econó- (al Radicalismo) de nuevo sobre la función y fines del
n1icas concentradas en grandes n1onopolios y sus políticas Estado y sobre la condición a la vez creadora y defensiva
dirigidas por poderosos Estado¡:;, mientras nosotros, los del tipo de Estado que en esta República y en estos países
dueños de casa, sólo disponíamos del débil Estado liberal de América había que erigir. La incidencia del mundo so-
y de los prejuicios liberales amontonados por una tradi-
bre nosotros no sólo nos obliga a crear construcciones pro-
ción que no correspondía ya a las condiciones históricas pias, como signo y en la medida de nuestra necesidad de
irnperantes. independencia, sino a crear también resguardos para de-
fendernos de aquellas fuerzas externas cuya preocupación
En las postrimerías del gobierno del doctor Alvear es la conquista o el lucro" (185 ).
(1927-1928) se agudizó la conh·adicción pl'incipal que se- La contradicción entre la autodeterminación nacional
ñalamos, dividida en dos partes: a) la contradicción entre y la dominación imperialista no podía ni podrá resolverse
la autodeterminación nacional (desarrollo de las causas dentro del Estado liberal, que es causa y efecto, a la vez,
internas por medio del nacionalismo económico) y la do- de esa contradicción. Hipólito Y ri¡royen comprendió que
minación imperialista, y b) la contradicción entre los im- la Argentina tenía que ser gobernada por nuevos métodos
y qne la crisis del Estado liberal obligaba a proyectar un
(lBS) Las inversiones inglesas de 1927 se distribuyeras en fe- nuevo tipo de Estado. También lo comprendió el pueblo,
rrocarriles, 2.800 millones; empréstitos, 900 millones; otras empre- y al elevar a Y rigoyen por segunda vez a la presidencia
sas, 1.000 millones. ' por inmenso caudal de votos. en los comicios del 1Q de abril
(184) Esos 1.175 millones incluyen las inversiones alemanas
que no lle$'aban a tener la importancia de antes de la primera gne- de 1928, expresaba su repudio al contubernio conservador-
lTa mund1al. En 1914 los capitales alelY~anes invertidos en la Ar- antipersonalista, a la vez que la esperanza de ver al líder
gentina alcanzaban a 500 millones de pesos, distribuídos 115 mi-
llones en la Compañía Transatlántica de Electricidad, 110 millones
en empréstitos y el resto en bancos y oh'as empresas. (185) Gabriel del Mazo, op. cit., p. 64.

~~. ···-- ----


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290 RODOLFO PUIGGRÓS


HISTOR[A CRfTICA DE J_,os PARTIDOS POLÍTICOS
291
radical haciendo un gobierno fuerte, frente a los monopo-
lios extranjeros y a la oligarquía terrateniente La posi- frente valerosamente ";! Senado y a la Suprema Corte, a
ción de la bancada yrigoyenista en el asunto del petróleo la pre_I:sa Y a. _l~s partldos políticos. Entró en trato.s con
fué uno de los factores que más favorecieron su gran triun- la Un~on Sovietrc~ para firmar un convenio de gobierno
fo electoral. Tan es así que hasta el mediocre grupo de a gobierno, semeJante al proyectado con Gran Bretaña
aventureros políticos que constituyó el Partido Socialista q_ue er::
181
para el paí~ una innovación en política exte~
Independiente para servir a la oligarquía y el imperia- rwr ( ). La empresa soviética .Iuyamtoi·g se comprometía
lismo, obtuvo la minoría de diputados por la capital fede· a entr~gar 250.00? toneladas anuales de petróleo durante
ral en esos mismos comicios, por haber apoyado en el - tres an~s a can1b,10 de .cueros, lana, extracto de quebra-
Congreso el proyecto yrigoyenista sobre el petróleo, lo que cho, ove~ as y c~sema. N1 <;1 proyecto sobre el régimen legal
no impidió que de inmediato pasara a encabezar la oposi- del petrole_o, m el convemo con la Unión Soviética. pudie-
ción al yrigoyenismo e hiciera una campaña demagógica ro.n con?lu;rse porque se les adelantó el golpe reaccionario
sin principios para derrocarlo. El realismo, heredado del e Impenahsta del 6 de setiembre de 1930 ('").
Hviejo y glorioso Partido Socialista", era cualquier cosa, La tremenda conmoción que agitó al mundo el 24 de
en este caso, menos "ingenuo". octubre de.1929 con el, "crash" de la Bolsa de Nueva York
Los 840.000 votos del triunfo electoral de Hipólito (30.000 mill~nes de dolares en valores bursátiles se hicie-
Yrigoyen, frente a los 440.000 de la llamada "fórmula de ron hm_no, m!le.s de ~mpresas quebraron, la industria nor-
la victoria" (Mela-Gallo) del contubernio, afirmaban el tean:encana se redUJO a la mitad) hizo impacto en la Ar-
nacionalismo económico y la soberanía política amenaza- genti?a a través de !as contradicciones internas que hemos
dos por la intensificada agresión de ros monopolios ex- menci?nado (_189 ). La vejez de Yrigoyen, la descomposÍción
tranjeros. Mucho dinero imperialista corrió para aislar, del yr!g.oye~Ismo, las tendencias corporativo-fascistas y
hacer fracasar y derrocar a Y rigoyen desde que asumió la retonca hberal de la oposición, entraron en el jueo- 0 de
la presidencia el 12 de octubre de 1928. La crónica de esas contradicciones. b

los días transcurridos hasta el 6 de setiembre de 1930 re- El liberalis'."o económi;;o y político entró en coma, y
gistra la lucha entre la autodeterminación nacional y la C~_tda vez que Yngoyen trato de superarlo se lo acusaba de
dominación extranjera. VIOlar la Constitución o de ser un nuevo Rosas. Sin em-
El proyecto de ley de protección de nuestro petróleo,
sancionado por la Cámara de Diputados y defendido a un sindicato yanqui. Asimismo impuso el interés nacional a em-
capa y espada por Yrigoyen, fué saboteado por el Senado presa~ como la de tranvías de .la ca11ital federal y la del puerto de
Rosano .(Ver Del Mazo, _op. ctt., p. 154). Los imperialismos inglés
y la Suprema Corte de Justicia, baluartes de la reacción Y yanqm ~que en matena de petróleo firmaron en 1928 el AcUer-
oligárquico-imperialista. Los enemigos de nuestra sobe- do ~~hnacarry~ no podían tolerar que en la Argentina, llave de
ranía pidiel'on en ambas Cámaras el juicio político a Yri- Ameii~; Latma, prosperara u~ gobierno de liberación nacional. '
goyen, los llamados diarios "democráticos" lo cubrieron ( ) Tanto en el con.vemo con Gran Bretaña (convenio D'A- f
bernon) como en el convemo con la Unión Soviética el carácter de ¡
de injurias y los imperialismos inglés y yanqui se pusie- Estad~ a Estado era una superación del liberalismo' en política in-
ron de acuel'do para acortarle los días al gobierno elegido ternaciOnal Y ~m arma contra las empresas imperialistas.
188
por la inmensa mayoría del pueblo argentino. El pl'esi- ( ) Yngoyen lo~ró, empero, reducir las tierras monopoli-
~adas por las empresas 1mpe1·ialistas de 132.000 a 35.000 hectáreas
dente octogenario no dió un solo paso atrás ( 180 ). Hizo Implantar la ~XJ?lotación esh;tal en Salta y otras medidas en defen~
sa de los yacimientos petrohferos para la nación
189
( ) En 1930, las quiebras, concursos civÜes y arreglos al-
(186) Yrigoyen intervino personalmente para impedir que las canzaron en ~a Argentina a $ 247.768.998,65 la cifra más alta des-
fuentes hidroeléctricas de la provincia de_ Córdoba se entregaran a de 1914. Su ritmo creciente prosig-uió en 193Í (con $ 358.285.457 sS¡
y en 1932 (con $ 323.896.883,68). '
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HISTORIA CRíTICA DE Lós PARTIDos Por.íTrcos 293


RODOLJ<'O PUI_GGRÓS
292
falsificar manifiestos, carteles y volantes para atribuír-
bargo, había que crear un nuevo Estado, un nuev~ ~·égimen selos.
legal que sacara al país del atollad~ro y 1<: permitim:a ga- No todo era liberalismo en las filas opositoras. Ni si-
nar la batalla al imperialismo. La mcapacidad, .o la Impo- quiera puede decirse que los sectores liberales y constitu-
sibilidad, de Yrigoyen de dar ese pas'? _audaz hacia. adei:mte cionalistas tuvieran la hegemonía en el movimiento que se
fué la causa de qúe perdiera la eleccwn de. la capital fede- gestaba para derrocar a Y rigoyen. Los diarios ("La Pren-
ral del 2 de marzo de 1930 ( 190 ). saH, "'La N ación", "Crítica") , los partidos (conservador,
Los conservadores, antipersonalistas, socialistas Y ~o­ antipersonalísta, socialista independiente, socialista) y los
cialistas independientes atacaban a Y rigoyen desde las V:Ie- estudiantes (Federación Universitaria Argentina) sólo
jas posiciones del caduco liberalismo,. mientras el P~rtido pusieron la salsa liberal que exigía el ·imperialismo para
Comunista lo hacía agitando la consigna de los sov!ets o que la Argentina no tuviese un Estado. fuerte.
del gobierno de obreros y campesinos, abstracta Y e:::traña Un sector numéricamente sin importancia, pero ideo-
a nuestro proceso histórico en aq':'el momento. ;yngoyen lógicamente agresivo y con gran ·influencia en la oficia-
atribuía la agitación de sus enemigos a una propaganda lidad del ejército, se apoderó del gobierno el 6 de setiembre
"envenenada por el eomunismo ruso" (1D 1), disparate tan de 1930. Dejó que los diarios, partidos y centros liberales
mayúsculo como el de, lo~ oligarcas q';e. lo acusab~n ~e . vociferaran sobre "la dictadura de Y:rigoyen" para darse
estar impulsado por 'agitadores sovwticos y anarqms- ¡ tiempo y condiciones de imponer su propia dictadura, la
tas" (102). . . . . , . dictadura de Uriburu. Era el sector nacionalista que de-
El anciano presidente iba p~rchendo prestiJSIO. dta a• seaba extirpar el liberalismo y la democracia para crear
día, y para conservar la calle, origen de su .autentico po-. un Estado a la usanza corporativo-fascista. Tarde com-
der, para no dejarla a merced de l_os estudia~!es qu.e ~n· prendieron algunos de sus integrantes más esclarecidos que
nombre de la libertad, la democracia y el antm'.'per~ahs­ Y rigoyen representaba el contenido popular de la única
,:; mo trabajaban inconscientemente ~ favor de 1~ hrat;ta, la forma posible del nacionalismo argentino.
oligarquía y los monopolios extranJ,e~os, p~ra ~~J.leillr q!le Un nacionalismo aristocrático, de "niños bien", que
!., los aventureros políticos y los p~h~;cos sm V!SIOn. naciO-
'' despreciaba a la "chusma" y, como en los días de la Se-
nal encendieran la hoguera, permitw que se orgamzara el mana Trágica de 1919, sostenía que· se hacía Patria ma-
"Klan Radical", con grupos armado~ que salían de los co- tando obreros, no podía ser popular, ni nacional. Algunos
mités yrigoyenistas a recorrer la Cl';'~ad para amedr:n- de sus miembros salieron de la oligarquía conservadora,
tarla. El símil de la Mazorca aparecw en todos los labios otros de organizaciones antiproletarias (Liga Patriótica
y fué un motivo más para coml_larar !" Y rigoyen. con don Argentina, Asociación del Trabajo) y otros, finalmente,
Juan Manuel de Rosas. Las mcurswnes calle¡eras ~el de círculos intelectuales que rendían culto a Charles Mau-
"l(]an Radical" se preste ron a toda suerte d~ provocaciO- rras y la "Acción Francesa", a Primo de Rivera y Benito
nes de los enemigos del presidente, que no htubearon en Mussolini. Los periódicos "La Fronda" y "La Nueva Re-
pública", las agrupaciones "Liga Republicana" y "Legión
(190) Perdió por 82.000 votos contra 109.000. ~1 descer;so de de Mayo", se inspiraban en el espíritu de "minorías selec-
los votos del yrigoyenismo fué ge1:-_eral en todo el pa1s, e~ ev1dente
contraste con la elección de dos anos a?-t.es. Muchos c3:u~}llos loca- tas", de grupo de elegidos que miraban hacia afuera de la
les se dieron vuelta, ganados por la pred1c~ de 1~ oposiClOTI Y ala~­ Argentina y no hacia adentro, hasta cuando predicaban
mados por el aislamiento a que e~a conducido~ Yr~goyen . .T. W1: Per- la "raíz hispánica" o la "ascendencia latina" como lo úni-
ldns dijo que el "monstruou (Yngoyen) hab1a s1do matado en el
cuarto obscuro" (op. cit., p. 68).
" co argentino auténtico.
(191} Manuel Gálvez, op. cit., p. 430. El nacionalismo de importación e imitación traía en
(192) Carlos Ibarguren,_ op. cit., p. 369.
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294 RonoLFo PutGGRóS


HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 295
sí mismo una contradicción insuperable. No le era posible
ocultar bajo la consigna "Dios, Patria y Hogar" la defen- formas del capitalismo de Estado -ele la Economía del
sa de las condiciones que hacían de la Argentina un país E.stado- de la liberación nacional. Tenía entonces que sur-
sometido al imperialismo extranjero y dominado por una gu· .':'n nu~vo. nacionalismo ele contenido popular y carácter
oligarquía de terratenientes e importadores sin negar al antu~npena~1st_a que replanteara la lucha por la indepen-
nacionalisn1o. El nuevo orden que la Argentina necesitaba dencia econo_nuca y la soberanía política en función de la
para superar la etapa liberal no podía tener como aban- t~·ansformac1ón revolucionaria del Estado liberal-imperia-
derados a agentes de los monopolios extranjeros o a aspi- hsta en un Estado nacional-emancipador.
rantes a virreyes nazi-fascistas.
Por primera vez en sesenta y ocho años de vida cons-
titucional el liberalismo había quebrado la continuidad de
su propio y caduco orden liberal, pero al hacerlo dejaba
expedito el camino del poder al nacionalismo reaccionario
antiliberal.
Los llamados "partidos obreros" -en realidad parti-
dos pequeñoburgueses que nunca asimilaron el materialis-
mo dialéctico, el marxismo- no comprendieron al yrigó-
yenismo y, por consiguiente, fueron incapaces de supe-
rarlo, porque en ningún momento se colocaron en el plano
del desarrollo de las causas internas, en el plano de Jo
nacional.
El nacionalismo tmnpoco podía, por su origen aristo-
) crático y reacciónario, ubicarse en el plano del desarrollo
de las causas internas y se enquistó en una concepción
abstracta, estátíca 1netaíísica de lo nacional.
••
;1'*'
1

N o les fué difícil a la oligarquía conservadora y al


imperialismo extranjero dar a luz un neoliberalismo que
les permitió seguir gobernando a espaldas del pueblo y
frenando el desarrollo ele las causas internas. Ese neoli-
beralismo fué aceptado por los nacionalistas reaccionarios
en la medida que era antiobrero y combatía los movimien-
tos de masas.
Era lógico que Jos neoliberales y los viejos nacionalis-
tas se reencontrarán en el plano de la sumisión a Jos mo-
nopolios. Los gobiernos cipayos que sucedieron al popular
de Hipó!ito Yrigoyen pusieron los andamios de un capita-
lismo monopolista de Estado subordinado a la banca y a
las empresas extranjeras que conciliaba las ideas alenta-
das por unos y otros; pero ese capitalismo monopolista
ele Estado creaba al desarrollarse su antítesis, es decir, las
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XXVI

DE COMO SE INTERPRETO EL GOLPE URIBURISTA

Era demasiado evidente la ceguera del Partido Comu-


nista argentino en vísperas del 6 de setiembre de 1930 co-
mo para que la caída de Yrigoyen y el advenimiento de la
dictadura reaccionaria y proimperialista del general Uri-
buru no provocaran una crisis en su dirección. Años más
tarde. al exaltar el espíritu heroico de los militantes co-
munistas, Victoria Codovilla reconoció "que los resulta-
dos políticos de ese período de lucha no estuvieron en rela-
ción con los enormes sacrificios realizados por nuestros
afiliados". "Ello se debía -agregaba- principalmente al
hecho de que resurgieron en la dirección del Partido las
tendencias del sectarismo extremista, ya condenadas ante-
riormente, que le impidieron establecer un contacto estre-
cho con los antiguos y nuevos aliados activos y potenciales
dispuestos a luchar contra la dictadura y por el retorno
al régimen democrático". Y para que no quedara al des-
prevenido lector la menor duda acerca de la carencia de
toda responsabilidad de él mismo en las graves desviacio-
nes sectarias de aquella época, decía a renglón seguido:
"En este tiempo, el camarada Codovilla se hallaba ausente
del país, cooperando fraternalmente en otros frentes de
lucha, por la democracia y contra el fascismo" ( 19' ) .
N o se sabe qué repudiar más en las palabras trans-
criptas: la falsedad al ocultar que hasta el mismo día 6
de setiembre de 1930 (jodovilla estuvo en la Argentina di-

(193) "Esbozo ... ", op. cit. págs. 74-75.


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HISTOlUA CRÍTICA DE Los P ARTlDOS POLÍTICOS 299


298 RODOLFO PUIGGRÓS

socialista químicamente pura disfrazada de revolución


rigiendo al Partido o la cobardía moral al pretender car- democrático-burguesa. Era, ni más ni menos, la reduc-
gar sobre otras espaldas la culpa del fracaso político. Co- ción de la Revolución Soviética a un esquema abstracto y
mo la verdad siempre gana la última batalla Y los docu- el empleo del esquema como receta de sociallsmo y comn-
mentos están a la vista, no será difícil seguir paso a J!aso nismo en todos los países y en todos los tiempos.
las trapisondas de Codovilla en vísperas ?.el golpe urJbu- Con semejante bagaje teórico no podía verse en el
rista, aunque ello sea en desmedro del mas grosero. C1;'lto golpe de Estado del 6 de setiembre más que la lucha in-
de la personalidad de que haya memona en los movimien- terimperialista. Es verdad que tal lucha existía y que de-
tos comunistas. trás de Uriburu estaban los consorcios yanquis intere-
Comenzaremos por informar que los dirigentes del sados en robarle el mercado argentino a los consorcios
Partido Comunista argentino habían extraído de miste- ingleses, hacer fracasar el convenio con la Unión Sovié-
l'iosas fuentes no marxistas y puesto en circulación la pa- tica y anular la nacionalización de nuestros yacimientos
labra compuesta: feudalbu,-guesía. La .f~ud:'lb~Jrgue~~a ve- de petróleo; pero un marxista no podía limitarse a apun-
nía a ser algo así como una clase soc1a1 Inbnd:', h!J a del tar ese solo aspecto de la contradicción y negar el aspecto
maridaje de los señores feudales (la ohgarqma tenat~­ principal o de conjunto: la contradicción entre el <les-
niente a la cual consideraba clase feudal y no clase capi- arrollo de las causas internas (la lucha por la autodeter-
talista' en una Argentina feudal o semifeudal Y no capi- minación nacional, o la emancipación económica nacio-
talista) con la burguesía del país en su conjunto (a la nal, o el nacionalismo económico) y la opresión de los
que no consideraba nacional o resultan~e ~el desa:Tollo .de imperialismos extranjeros. Sin embargo, los dirigentes
las causas internas, sino un simple apendice del Imperia- del Partido Comunista argentino no veían más que la lu-
lismo extranjero). Tan feudalburgueses eran, para el co- cha interimperialista, puesto que negaban que la burgue-
dovillismo, Jos conservadores y antiperso.nalistas com? l?s sía nacional fuera, siquiera en n1ínima n1edida, una fuer-
yrigoyenistas y los demócratas progresistas. Con VI~lriO za de resistencia al imperialismo, y les importaba un
de aumento buscaba detrás de cada uno de esos partidos bledo que Yrigoyen defendiera nuestras reservas de pe-
'\ y gn;pos de partidos feudalbuTgueses al imperialismo qu.e tróleo y que Uriburu las entregara a la Standard Oil, qué
los inspiraba, los sostenía y los pa~ab:;. Negab:; termi- Yrigoyen autorizara el funcionamiento de la Yuyamtorg
nantemente la existencia de un capltahsmo nacional en y que Uriburu la clausurara. No sacaban ninguna conclu-
autodesarrollo y de una burguesía. nacional _con h;te:eses sión de la comparación de las dos políticas, porque Y ri-
en alguna medida opuestos a los mtereses .1mpenahst~s. goyen resultaba, de acuerdo a ese ceiTado criterio, tan
Negaba que las rivalidades entre esos parb?os obedecie- "feudalburgués" y entregado al imperialismo con1o Uri-
Ir ran a causas internas. Todos estaban podridos hasta la ,,buru.
1:. médula. Unos se habían entregado al imperialismo inglés La ineptitud del Partido para dar una salida revo-
l1:,i y otros al imperialismo yanqui. Nadie en la Argentina, , lucionaria práctica a los problemas que planteaba la cri-
il~ fuera de la clase obrera y de los campesinos, dejaba de ,1 sis económica y política de 1930 tenía por causa funda-
ser títere imperialista. El problema nacional no existía Y ¡ mental su desconocimiento del papel de la burguesía na-
quien lo planteara era un reaccionario, un fascista o un ' cional, su agudo antiyrigoyenismo que lo aislaba de las
nacional-fascista. Sólo tenía valor la lucha de la clase obre- \
, masas y lo ubicaba fuera del proceso histórico-político
ra, aliada a los campesinos, por la revoluci_ón. "e. demo~ (,i, argentino. En la discusión de las divergencias internas
crático-burguesa, entendiendo r:or tal. l~ realizada. por l?s que surgieron no se hizo centro, sin embargo, en el pro-
obreros y campesinos contra el nnpenahsmo, la ohgarq?;a blema nacional. Los dirigentes persistieron en ignorarlo
terrateniente y toda la burguesía, o sea una revolucwn
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300 RODOLFO PUIGGRÓS


og LOS PARTIDOS POLÍTICOS
HISTORIA CRí'l'ICA 301
o en plantearlo en forma abstracta, es decir, confundien-
do a la burguesía nacional con la oligarquía terrateniente la situación argentina. Codovílla fué enviado al extran-
(feudalburguesía eran ambas para ellos) y a las dos con jero en setiembre de 1930 para permitir que la auto-
el imperialismo. No admitían la existencia de contradic- crítica pudiera desenvolverse amplia y libremente eu el
ciones. Partido. Y a en el extranjero, recibió una carta de la di-
En la asamblea de autocrítica realizada en vísperas rección partidaria, en la cual se le informaba de una Con-
del golpe del 6 de setiembre, Codovilla sostuvo que "si la ferencia Nacional que había resuelto pedirle una decla-
línea del Partido había fallado eso se debía más que a ra.ción autocrítica, corno condición para seguir siendo
su falta de precisión sobre los problemas nacionales, al miembro del Comité Central. Se lo acusaba de haber "lu-
hecho de que la dirección del Partido no había sabido apli- chado contra el reajuste de la organización y resistido
carla, y por consiguiente la cuestión radicaba en su apli- enérgicamente la proletarización". Codovi11a respondió
cación, teniendo en cuenta los cambios sobrevenidos en con una declaración explicativa, que el Plenum del Co-
la_situación del país"(""). Hace treinta años que dice lo mité Central del Partido Comunista argentino consideró
mismo para justificar el fracaso continuo de la línea par- "satisfactoria" aunque "escasamente autocrítica", seña-
tidaria: la culpa la tienen los encargados de aplicarla y lando "algunas fallas" en un "comentario público".
no él que la elabora con tanto éxito. Al cmnentar meses Es importante establecer, para ubicar políticamente
después su propia posición con motivo de las críticas que a los dirigentes partidarios de aquel entonces, cuáles eran
se le hicieron, al punto de ponerlo al borde de la expul- los puntos de vista de la declaración codovilliana que reci-
sión, añadió: "'Mi error fué no comprender que esos cam- bieron el visto bueno y cuáles las fallas que descubrió el
bios eran tales -estábamos en vísperas del golpe de Es- Comité Central. N o basta reconocer formalmente estar
tado- que e" 'gían un viraje profundo en la línea y los equivocado para salir del mal paso. Es menester analizar
métodos de trabajo del Partido, con vistas a una movi- los errores, ponerlos plenamente al descubierto y hacer
lización rápida de las masas trabajadoras para luchar con claridad los nuevos planteas. N a da de eso hay en el
contra la reacción, por sus reivindicaciones inmediatas y documento.
por una solución propia de la crisis existente en el país". Codovilla admitió "como justa toda la crítica hecha
Ni aún así, amenazado de expulsión y enérgicamente cri- a la dirección del Partido de cuya política tengo una res-
ticado, iba al fondo del problema nacional para puntuali- ponsabilidad directa y la crítica que se me ha hecho perso-
zar las fallas de la línea partidaria. nalmente referente a los errores cometidos antes y durante
pe todos modos, uel viraje profundo de la línea" no el Golpe de Estado (del 6 de setiembre de 1930), por
llevó a Codovilla ni a sus críticos al planteo del problema nuestra falta de perspectiva ante la profundidad del mis-
nacional de acuerdo a las tesis marxistas y al análisis de mo, que era visible para todos, y por la incapacidad de-
mostrada en movilizar a las masas trabajadoras, arran-
carlas de la influencia de los gntpos demagógicos de la
( 194) !,os documentos que citamos figuran en el ~<Boletín In-
terno", editado po~ el Agit-Pro del Partido Comunista, Buenos Ai-
bur-mwsía -instrumentos del únperialismo-,- y llevarlas
res, 25 de marzo de 1932, año II, N 9 XIII. Ninguno de ellos ni la a la lucha como fuerzas independientes en defensa de sus
Conferencia Nacional que mencionamos más abajo aparecen' en el propios intereses de clase.
'.'Esb?~w", libro de autodefensa, de pobdsimo conte~ido, destinado a "Reconozco también -continúa- que esa falta di!
1deabzm· la figuTa de Codovilla e impedir al militante descubrir las
raíces de la línea reaccionaria que hoy orienta al Partido. El "Bo- perspectiva no era casual. Ello provenía de la falta de aná-
letín. Interno" fué edi~ado _especialmente en 1932 para que todo el lisis concreto de la situación política del país y de nuestTa
Partido se enteral'a, d1scut1era y superara los erToTes sectarios del despnocupación de las luchas entabladas entn los divM·-
codovillismo.
sos bm·gueses y terTatenientes -instr-umentos de uno u
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302 RODOLFO PUIGGRÓS HieTORIA CRÍTICA DEl LOS: PARTIDOS POLÍTICOS 303

otro irnperialis11w- por el poder, lo que h<:, dete•:-min~~;~o "Nuestra perspectiva -de la cual yo soy de uno de
la pasividad del Partido, que no c01np¡·end':~ la s;tu~cwn los principales responsables- .era de que, a pesar de las
y, po1~ consiguiente, no totnó una inte1·vencwn ene·rawa y amenazas de la oposición, el Golpe de Estado no tendría
directa en esas luchas para arrancar a las masas tmba- lugar, por cuanto el yrigoyenismo, en cuyo seno se cles-
-iadoms de la influencia de esos grupos bu:¡·gueses". (El an·ellaban elementos de fascistizaeión. estaba en condi-
~ubrayado es nuestro. R. P.). ciones de reforzar dictatorialmente el aparato de opresión
Destácase en el punto transcripto de la declaración estatal, concentrar a su alrededor a la mayoría de las
codovilliana -punto aceptado sin observación por el ':co- fuerzas de la burguesía y de los terratenientes, y luego
mentario público" del Comité Central-- la caracteriZa- de obligar a la oposición a capitular, concentraría la lu-
, .
ción de "los grupos dmnagog1cos de 1a b ur~ues1a.
' " .(1'eas~ cha -continuando su política ele 1ta.cionalización- contra
el yrigoyenismo) como "instrumentos del Imp_enah~,mo el movimiento obrero Y campesino, para descargar sobre
y de "los diversos grupos burgu~ses Y. t~rrat~n1entes co-
estas capas sociales las consecuencias de la crisis. De a,llí
mo "instrumentos de uno u otro 1mpermhsmo . Esta apre- que hayamos co1went1'ado toda nuestra actividad contra
ciación del problema nacional, que prescindía por entero el yrigoyenismo -en la medida que hemos desarrollado
de la existencia de causas internas de desarrollo en con- una actividad- sin comprende?' el carácter político del
tradicción con el imperialismo, era la madre de todos los Golpe de Estado que se estaba p1·epamndo". (El subra-
yado es nuestro. R. P.).
errores de Codovilla. pero como el Comité Central los com-
partía no se tuvo en cuenta en la discusión autocrí- Quiere decir que Codovilla y la dirección del Partido
tica (195 ). pensaban, antes del golpe de Estado, que Yrh;-oyen mar-
Calificar al yrigoyenismo de "grupo demagógico. de chaba hacia una dictadura reaccionaria, antiobrera y an-
la burguesía" y darlo como simple "instrun1ento del Im- tipopular -al continuar "su política de nacionalización"-
perialismo" equivalía no sólo echar en saco roto las ense- )', por esa razón, concentraban toda su actividad en la
ñanzas del marxismo. sino también colocarse fuera de la lucha contra el yrigoyenismo, sin comprender qu.e no era
realidad. El yrigoyellisn1o era u1:, partid~ n_acional-re!or- el caudillo radical sino sus enemi<ros quienes marchaban
mista que luchaba por la liberacwn econ~m1~a del pms ! hacia la dictadura reaccionaria. En otros términos: Co-
•.. dovilla y la dirección del Partido estuvieron objetivamen-
Jos derechos del pueblo, con todas las vac!lacwnes Y deb.l-
lidades de su dirección burguesa y de la preponderancia te con el golpe de Estado y contra Yrigoyen, nada menos
en sus filas de la pequeña burguesía. que, entre otras razones, por insistir éste en las naciona-
lizaciones. Esta es una gravísin1a compi~oba.ción. cuya
Codovilla tenia una concepción enteramente distinta trascendencia aumenta a medida que pasa el tiempo y que
del yrigoyenismo. He aquí lo que pensaba antes del 6 de no puede ocultarse o subestimarse contraponiéndole e! he-
setiembre de 1930: roísmo demostrado por los militantes comunistas en la
lucha contra la dictadura, la dirección de las huelgas y
(195) En la "Rm¡.¡:sta C01nunista", ón~ano ~eórico del ~epre­ la organización de los movimientos de masas. Tal com-
taTiado Sudamericano de la Internacional, Comums~a, se publico en probación es tanto más grave cuanto los dirigentes del
setiembre de 1930 (págs. 83- 86) el trabaJo. d~ Stalm sobre la ~ues­ Partido Comunista argentino, al negarse hasta hoy a en-
tión nacional, en el cual se señala como obJehvame~te revol~lCiona­
ria la lucha del emir de Af.ganistán y de lo~ comerciantes e ult\lec- cararla con espíritu autocrítico, reinciden una y otra vez
tuales de Egipto por la independenci~ nac.wnal de su~ 1:especbvos en el error con respecto a otras formas de 1a lucha por
países, en contraste con el papel reacc10nano f}e los socmhstas Y la;- la liberación nacional.
boristas entregados al impe1·ialismo. No podm~, pues, los codovi-
llistas alegar ignorancia del pensamiento marxista. Veamos ahora qué pensaba Codovilla después del 6
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304 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA,_ CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS


305
de setiembre. Lo dice en el párrafo siguiente al trans- polític'.', de em~lear "métodos fascistas". No dijo que Jos
cripto: comumstas debmn haber respaldado a Y rigoyen unién-
"Esta perspectiva equivocada era debida al hecho de d?se a las masas populares y movilizándolas pa;a impe-
que no se tenía en cuenta suficientemente los contrastes dir el _golpe de Estado. No dijo tampoco que únicamente
internos de los diversos grupos de la burguesía y de los a. traves de .esa ayuda leal al yrigoyenismo, el Partido hu-
terratenientes, en lucha por el poder, y de la subestima- biera tra~aJado en serio por independizar a la clase obre-
ción del apoyo dado por el imperialismo yanqui a la opo- ra de la~ :nfluencias burguesas y pequeñoburguesas y por
sición del gobierno de Y rigoyen. Por otra parte no se te- ganar solidas y permanentes simpatías en las masas, aún
nía en cuenta que los imperialistas, la burguesía y los en el c_aso d~ no lograr detener el golpe reaccionario. No
teTraten-Ventes, frente a la agravación de la crisis econó- lo ~odm decir, porque equivalía a admitir que el yrigo-
mica del país, que al hacer sentir sus efectos sobre las yemsmo era un movimiento. de carácter popular, Jo que
masas trabajadoras de las ciudades y del campo, las ponía e~taba en pugna con su tesis sectaria de que como go-
en movimiento, necesitaban detener a ese movimiento me- bie~·no "~eu_dalburgués", era reaccionario y estaba vendido
diante métodos fascistas de gobierno que el yrigoyenismo al Imperialismo.
-dado sus luchas internas y su descomposición política- . El "comentario político" del Comité Central no cri-
no estaba en condiciones de aplicar consecuentemente. ü_ca esos. ~untos de vista contrarrevolucionarios de Codo-
"En fin, que a causa de esa incomprensión de la in- villa. C.r!Üca, en cambio, los párrafos que SÍ"Uen a loci
minencia del Golpe de Estado, no se hizo un trabajo serio transcr1ptos de la "declaración", en los cuales ;u autor se
entre las 1nasas para sacudir su «apoliticismm), resultado embarulla al tratar de explicar la vinculación de los radi-
de las prédicas anarquistas y anarco-sindicalístas que las ca~es. Y con~ervadores con los imperialistas inglés y yan-
mantenían indife1·entes frente a la situación, considerando qm, re.specüvamente. Resultaba de todo ese galimatías que
que <<todos los gobíe·rnos son iguales», sin tener en cuenta Codov!lla sostenía, antes del 6 de setiembre, que los con-
que las fuerzas que se aprestaban a tomar el poder -uti- servadores eran agentes de los ingleses y los radicales
lizando para el objeto los militares y escudándose tras de agentes de los yanquis, pero como el golpe uriburista tenía
la demagogia de algunos grupos pequeñoburgueses- lo un pes!ilent~ olor a petróleo de la Standard Oil y además
hacían para acelerar el proceso de fascistización del Es- lo ha,bmn ejecutados los conservadores, éstos no podían
tado". (El subrayado es nuestro. R. P.). .J
se_r bteres de ohn Bull, como ·creía Codovilla, sino del
Pedimos al lector que se arme de toda su paciencia ~I? Sam, Y la mversa sucedía con los radicales. Para jus-
para seguir a Codovilla por los vericuetos de su fatigosa üf!cai: el error de ubicación de unos y otros, nuestro hom-
retórica. Es necesario someterse a ese sacrificio para bre . luzo .Ut: descubrimiento sensacional : descubrió que
comprobar hasta dónde sus concepciones contrarrevolucio- los _Imperialistas s~ apoyaba_n hoy en los conservadores y
narias penetl'aron en la dirección del Partido. manana en los radicales y VIceversa, y así sucesivamente.
En la mencionada "autocrítica'' Codovilla no recti- De. esa manera, los yanquis saltaban de la amistad con
ficó su concepción del yrigoyenismo como partido reac- Yngoyen a la l.ucha contra Yr:igoyen y los ing ]eses hacían
cionario. Sólo afirmó aue el yrigoyeuismo "no estaba en todo lo contrano, en esa especie de juego de la mancha.
condiciones de aplicar consecuentemente ... métodos fas- El "comentario polít!co" del Comité Central expresa
cistas de gobierno ... dado sus luchas internas y su des- su des~cuerdo con el vacw esquema codovillista, "porque
composición política", o sea, que entre el yrigoyenisrno y se. sostiene !'1 margen de las relaciones de clase que deter-
el uriburismo no había otra diferencia que la imposibili- mma esas ligazones". Pero ni Codovilla ni el Comité Cen-
dad del primero, por sus luchas internas y descomposición tral tenían en cuenta la existencia de factores nacionales
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306 RoDOLFO PUIGGRÓS


HISTORIA CRÍTICA DE WS PARTIDOS POLÍTICOS 307
independientes o causas internas, en contradicción con el
imperialismo en su conjunto. Para uno y otro, la Argen- en 1947, es una autodefensa de punta a punta. Su objetivo
tina poseía menos personalidad nacional que cualquier no es formar cuadros marxistas, sino salvar a Codovilla
colonia de indígenas, donde de vez en cuando los caciques de. toda responsabilidad con el pasado y buscar siempre
se revelan contra la tutela de los blancos. Aislaban sub- qmen cargu; con los errores, desviaciones y traiciones.
jetivamente, 1~n 1nente, a la btuguesía nacional de! resto Tan baJos er":n el ~ivel teórico, la capacidad política
de la sociedad, al no ver en ella más que un apéndice del Y la moral revolnci~n.m;Ia del Partido Comunista Argenti-
in1peria1isn1o extranjero, sin vida propia; y aislaban, tam- no en 1930. El sacr1f~SIO de ~ecenas de militantes que pa-
bién in mente, a la clase obrera del resto de la sociedad, garon con la persecuswn, la caree! y la muerte su fidelidad
al proyectarla exclusivamente en el plano internacional. ·a la clase .o~rera tenía como contraste la pequeñez de unos
Al llislar entre sí a los elementos integrantes de nuestra cuantos dirigentes pre~c1_1pados. de salvarse del naufragio
sociedad decretaban de hecho la inexistencia de la Nación Y de conservar sus posiCiones s1n afrontar valerosamente
Argentina. De tal nihilismo resultaba que los polacos, ru- la autocrítica.
sos, italianosJ alen1anes y otros europeos que formaban
el grueso de los 1nilitantes del Partido, no solamente no
sentían necesidad de asimilarse al país, sino que tenían
horror a hacerlo. Lo nacional era tabú. Un Partido de se-
mejantes características no podía desarrollarse ni en can-
tidad ni en calidad.
El "comentario público" del Comité Central pone a
Codovi!la en la picota por las modalidades típicamente
peqneñoburguesas de su actividad política, como ser:
a) Su oposición enérgica a la proletarización del Par-
tido, es decir, a la formación de cuadros comunistas "arrai-
gados en las grandes empresas decisivas, vinculados a la
clase obrera, y, a la vez, a la extirpación de todas las con-
cepciones y hasb teorías falsas, antimarxistas y antileni-
nistas (reflejo de la influencia pequeño burguesa) y a la
consolidación resuelta de la ideología marxistaleninista".
Lo acusa tmnbién el "cmnentario público" de transformar
ula proletarización en un barniz obrerizador, 1nediante la
selección de obreros cómodos . .. n, o, agregamos nosotros,
de obreros originariamente luchadores que Codovilla con-
vierte en "obreros cómodos", en funcionarios aislados de
las masas, en repetidores de consignas vacías y de fórmu-
las sin contenido.
b) Su resistencia a la autocrítice.. El "comentario pú-
blico" señala como característica de Codovilla "la autode-
fensa". El "Esbozo de Historia del Partido Comunista de
la Argentina"~ inspirado y casi totalmente eScrito por él
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XXVII
LA CONSPIRACION DEL LIBERALISMO

La Argentina se organizó, cultivó y desarrolló bajo el


signo del liberalismo burgués, concretado como programa
en la Constitución de 1853. Hijos del liberalismo burgués
fueron el Conservador y el Radical, así como otros partidos
menores, nacionales y provinciales. Los partidos de izquier-
da, imbuidos de concepciones pequeñoburguesas, probaron
no ser capaces de interpretar el proceso nacional a través
de la ideología del proletariado (el marxismo) y conclu-
yeron por aceptar también, como el non plus ultra, la ideo-
logia del liberalismo burgués, que es la más apropiada para
mantener al país sometido al imperialismo extranjero.
Los cambios que se sucedieron y acumularon en el
curso de su deslj.rrollo pusieron a la sociedad argentina en
contradicción cada día mayor con la superestructura libe-
ral burguesa que había sido la promotora de esos cambios.
Aparecieron así tendencias hacia el nacionalismo popular
y la formación de un Estado nacional fuerte en oposición
al liberalismo burgués y al Estado liberal. Una de ésas
tendencias, la más notable antes de 1930, fué el yrigoye-
nismo, como desdoblamiei¡to del radicalismo,
Al dividirse la Unión Cívica Radical, uno de los sec-
tores, el antipersonalista, renunció a interpretar al pueblo
y se identificó con la oligarquía, mientras el otro sector, el
yrigoyenista, acentuaba su carácter popular y por eso mis-
mo era impulsado a buscar algo nuevo.
¿Hacia dónde se orientaba el yrigoyenismo? ¿Buscaba
verdaderamente algo nuevo? No cabe duda que había m u-
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310
T-IFTORIA CRÍTICA nE Los PARTIDos PoLíTicos :~ni
cho de ir•.stintivo en su conduc-ta po1ític~"' El lenguaje eso-
téric-o de- Yrigoyen y sns epígonos l? dernuestra,, El, ~rigo~ queda_'-' c'll p~1eb]o el ¡_-ner: _,:i' desee de reincidir en esa ten~
yenismo no pudo superar el Iiher'::u:i-s;-r:D .btu~~-·u:s U.el c_¡_u.e deneia. c-c;._mbio, que la. .A.rgentina fuera
había naeid.o va falta ele una doctrin?c ni)cwn:-_\ · e tara Y l'.:__·ll- en ;_;i .f'n: ;·,;:-o "'--l ,_,u nm11bre por los favoritos de
creta se reÚH~ió ea un "espiritualimno·") que no era n1ás que la uligürt1uü~ y el irnperíali:'3n1o.
la confesión (le su in1potencia -o de su temor- para dar El liberalismo burgués puro se dió a la tarea de de-
el gran salto hacia adelante y encontrar lo n.uevo. que le rrocar y escarmentar al hijo que en el gobierno se apartaba
exigía el desarrollo del país. Una fuerza de m~r~Ja ago- del camino trazado, pero si al hijo le faltaba energía para
biadora de la que no podía desprenderse lo castigo, apre- superarse y vencer a sus enemigos, el liberalismo burgués
tándolo y desgarrándolo, por no estar a la. altura de esa puro estaba agotado y nada podía hacer ya por sí mismo.
exiaencia. El yrigoyenismo cayó en tirabuzon cuando con Desde hace más de un cuarto de siglo, los partidos y los
ma;or intensidad se hacía sentir la urgencia ~e transfor- políticos liberal burgueses no han sido capaces de conquis-
maciones sociales que permitieran a la Argentma supera.r tar posiciones públicas sin el auxilio de la fuerza y sin la
la etapa del liberalismo burgués. Pagó c?n su descomp~si­ colaboración de sectores enemigos del liberalisn1o. Para
ción interna y su derrota política el pecaao d~ haber nacido voltear a Y rigoyen se vieron obligados a aceptar la jefa-
como partido de la burguesía y no pod~r de]~r de serlo .• tura de nn general que no ocultaba su propósito de implan-
El liberalismo burgués puro -el liberalismo hurgues tar un régimen corporativo-fascista y deseaba prescindir
de aquellos hombres, partidos y diari~s que nun.c": perdo- de los partidos y de los políticos, y para deshacerse de ese
naron a Yrigoyen haber intentado sahr de los VIeJOS cau- general fueron a buscar a otro general que los utilizó a su
ces y puesto en movimiento grandes fuerzas del puebl?- gusto para apoderarse del gobierno y engañar al pueblo.
comprendió el peligro que significaba para la Argentma El primero, Uriburu, organizó el golpe del 6 de setiembre
semicolonial y oligárquica, para la Argentma que ll":maba de 1930 sobre bases militares y con el fin de reformar la
"eterna", la tendencia nacionalista y popular del yngoye- Constitución para crear un Congreso corporativo, al mar-
nismo, como ejemplo y anuncio para el futuro, a pesar de gen de los partidos ( 197 ). El segundo, Justo, con mayor
sus inconsecuencias, vacilaciones y haber llegado a p~unto ----~-~

muerto. Por esa razón se decidió a abandonar, despues de en un editorial titulado "El Inmerio de la Opinión": 11 La situación
sesenta y ocho años, las solucione~ formalme"?te legales, Y acaba por comprometer el nombre argentino en el exterior. Basta
al mismo tiempo que acusaba a Y ngoye~1 de :vwiar la Cons- ver el juicio de la prensa en el extra_"njero. Los diarios más auto-
titución, instigaba a la mayor de sus vwlacwnes: el golpe rizados cmuentan con sorpresa el momento dramático en que ha
caído la N ación por el desgobierno y disciernen con acierto sobre
de Estado. N o tenía otro remedio, pues era plenamen!e sus motivos reales. La Argentina, considerada como una excepción
consciente de que por la vía pacífica nunca r~cuperana de progreso y mganización en América, es confundida a raíz de
el gobierno y que el pueblo lo había repudiado para estos hechos con las repúblicas menos estables". El miedo al "qué
dirán" en el extranjero ha sido siempre un arma esgrimida por los
siempre. políticos y diarios proimperialista5. . .
Además, el liberalismo burgués puro tenía que hacer (197) Refiere Carlos Ibarguren que el general Unb~ru le di-
méritos a los ojos del ilnperialis1n?: ten~a qu~ "demostrar" jo: "Mi plan es hacer una revolución verdadeTa que cambie muchos
aspectos de nuestro régimen institucional, modifique la Constitu-
al país y al mundo que la tendencia naciOnalista .Y popular ción y evite se repita el imperio de la demagogia que hoy nos des-
del gobierno de Yrigoyen conducía a la Argentma al d~­ quicia. No haré un motín en beneficio de los políticos para cam-
sastre económico y al caos político y social ( 196 ). No debm biar hombres en el gobierno, sino un levantamiento trascendental
y constructivo con prescindencia de los partidos" (o p. cit., p. 384).
El entonces capitán Perón, en un documento titulado "Algunos
(196) Decía el diario "La Nación" el 19 de setie1nbre de 1930, avuntes sobre lo que yo vi, de la prepa1·ación y realización de la
'revoluc-ión del 6 de setiemb're de 1930. Contribución perso-nal a la
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RoDOLFo PutGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS P AR'l'IDOS POLÍTICOS 313


312
sentido político, se dió cuenta de que el plan uriburista no trabajaban, invocando la Constitución liberal de 1853 a
sería apoyado y estaba destinado al fracaso, razón por la favor ~el plan a:r:!iliberal_ d~l general Uriburu y, a )a larga,
cual se reservó para ser el presidente de la restauración por la mstauracwn del reg1men fraudulento neoliberal del
constitucional y de un neoliberalismo impopular y fran- ge~m·al Ju~to. Tenían siempre a flor de labio un justifi-
dulento. cativo: Y r1goyen empujaba a la República al precipicio.
Todos los partidos pusieron el hombro a la conspira- C~da uno se sentía con derecho, para salvarla, a arrojar
ción del liberalismo: unos participando o ayudando a la lena a la hoguera de la conspiración. Hasta los yrigoyeuis-
preparación del golpe militar (conservadores, antiperso- tas de la víspera y los yrigoyenjstas del día siguiente. Has-
nalistas, socialistas independientes) y otros haciendo a ta Marcelo T. de Alvear que declaraba en París: ''Yrigo-
Yrigoyen blanco preferido de sus ataques (partidos Socia- y~n ha JUga~o con el. país. Socavó su prQpia estatua y des-
lista y Comunista) ( 198 ). La juventud universitaria -que hizo al Partido Rad1cal, lo que explica que los enemigos
en 1918 había conql!istado con la primera presidencia yri- más encarnizados del jefe inepto, sean los verdaderos ra-
goyenista la tan pregonada Reforma liberal- ocupó un dicales" ( 2 oo).
lugar de primera fila en la agitación opositora a "la dic- . Admitamos, sin hacer hincapié en las grandes exage-
tadura de Y rigoyen" y se valió de la mne.rte del estudiante raciOnes echadas a rodar por la gente interesada en des-
Juvencio AguiJar, ocurrida en un encuentro de manife~­ prestigiar la "causa" yrigoyenista, que reinaba el caos ad-
tantes con la policía, para cargarla en la cuenta del ¡efe ministrativo, la paralización de los tres poderes, el pecu-
radical("') . Los partidos, los estudiantes y los diarios lado, el negociado y la malversación de fondos ('"1 ). Admi-
tamos que el país iba a la deriva, prescindiendo también de
que la crisis mundial, la sequía y la disminución del co-
historia de la 'revolución", que cita Ibarguren (págs. 384 Y siguü~~­ mercio exterior no se podían achacar a Yrigoyen. Lo im-
tes) confirma que el general Uriburu querí~ ref?rmar. la_ Consti- perdonable de la situación política argentina de 1930 es
tución y las leyes electorales. El doctor Fedenco Pmed~, mfor:t;la, en
un documento 'que reproduce J. Beresford Crawl_ces: 593 ,dws de que no se hiciera oír una sola voz para denunciar que el
historia argentina" (Bs. As., Imprenta Mercatah, 19~2, pags. 112 desbarranco de Yrigoyen, por las razones enunciadas traía
y siguientes), que el general Uriburu c~e~a que '"el s1sten.m, ele?to- la derrota de la causa del pueblo, por la cual Yrigoy~n ha-
l'al viO'ente en todos los paises democrabcos, era Y segml'la sien-
do pe;'nicío;o" y que "sobre ese sistema tendría ventajas inmensas
aquel que fundara- el podc:r: político. agrupando a los ~ludadano~ en
categorías, gremios, grupos profesiOnales o corJ?o~acwnes de l~t~­ (:!00 ) Esas declaraciones fueron formuladas por Alvear a l!':d-
reses y que sólo así podría escaparse al predomm10 de los com1tés m~mdo Guibourg y publicadas en el diario '·Crítica" de Buenos
políticos ... " . Aues.
(19S) Los legisladores conservadores y socialistas mdepen- (2° 1) Los ~iarios ("L~ Nación". del 4 de s::otiexnbre de 1930)
dientes díeron a conocer un manifiesto conjunto, llamado de los a;us.~ban al go~1erno ele Yngoyen de ~aber sacado del Banco de la
"44" invitando a concretar un plan de acción para "salvar las 1\ acwn 140 millones de pesos 1 co~ettendo una trasgresión a la
instituciones democráticas argentinas y evitar la ruina del país". carta 9rgá1~ica. La inv~stigació~1 p~Sterior p1·obó que el gobierno
Los radicales antipersonalistas se pronunciaron en igual sentido. no deb1a mas que 31 n~Illones s1.~ _nmguna trasgresión legal y que
Otro manifiesto firmado por los partidos opositores, convocaba a el ~al!-co ob~uvo ese ano una Utlhdad de 68 millones. Un notorio
un mitin en la 'capital federal. El diputado socialista Nicolás Re- a~:}Y:lJfOyemsta, el capitán de fragata José A._ Oca Balda escri-
petto se arrepentía, en la sesión del Congreso del 28 de agosto de bnia ._ Reconozc? en los hombres que desde el pnmer momento fue-
1930, de haber sido en su juventud "un entusiasta pa~·tidarío" de ron'" fieles al gobierno depuesto por la Revolución y a los que com-
la Unión Cívica Radical y reivindicaba a las grandes figuras de la poman el parlament9 tan despectivamente acusado de genuflexismo
oligarquía de 1890. una capacidad sup~no; a la mía que con toda ingenuidad he creído
(199) La Juventud Universitaria lanzó el 1" de setiembre un en las lla~adas mmonas selectas ... Todo cuanto se ha dicho sobre
manifiesto, anunciando que "el desquicio institucional ha de aca- ellos ~a Sido superado a extremos desoladores". "El último Libe'r-
bar pronto". tado·r , Avellaneda, 1942, p. 35.
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314 RODOLFO PUIGGRÓ8 HISTORIA CRÍTICA DEl LOS pARTIDOS POLÍTICOS


315
bía luchado muchos años. Lo imperdonable es que la inca- d_;~ositar~o del auténtico nacionalismo, tendr!a que reha-
pacidad del yrigoyenismo para superarse y hacer entrar c,"se pacientemente de la derrota sufrida a la espera de
al país en una etapa más elevada de nacionalismo popular una nueva coyuntura histórica. '
no encontrara su remedio en la visión política y en la pers- , ~; crisi~ económica del capitalismo provocaba en
pectiva histórica de los partidos que se denominaban de la ~melLa Latma una gran inestabilidad política Lo
clase obrera. La conspiración del liberalismo envolvió a b1ernos de Bolivia, Perú, Chile y Colombia eran ~olt:a:f~;
todos los partidos, desde la extrema derecha hasta la ex- por golpes de fuerza. Decía el diario ya11qu 1• "E ·
trema izquierda. Todos suscribían las palabras pronuncia- Post''· "E ¡ .. . . ven1ng
· n os. Circulos oficiales de Wáshington se afirma
das por el conservador Sánchez Sorondo, desde los balco- :;¡ue ~~s .re';"olucwnes en la América del Sur probablemente
nes de la Casa de Gobierno, el 8 de setiembre: "Una horda, oene !CI_aran a los Estados Unidos, pues tendrán como con-
un hampa, había acampado en las esferas oficiales y plan- sec~e:;~~Ia },a vuelta al poder de los elernentos conservado-
tando en ellas sus tiendas de mercaderes, comprando y fes (t.): ~unr!ay Referee" publicaba un artículo del par-
vendiéndolo todo, desde lo más sagrado hasta el honor de amen ar~o mgles, Leonard W. Matters, que culpaba a Es-
la Patria ... ". Y esto lo decía el ministro del Interior de tfdosb Umdos de la agitación política en Sud América y de-
un gobierno integrado por directores, concesionarios y e a_ra ~ 'f:'e "la P?netración económica de la Unión en Jos
abogados de los consorcios imperialistas del petróleo (2°2 ). pa¡s':'s a moamencanos era la causa de que se perdiera la
El golpe reaccionario del 6 de setiembre de 1930 no ~?nf:anza del pueblo en los gobiernos de esas naciones" El
I~no católi~o italiano, "II Corriere", se preguntaba 8 ·· 1
fué, repetimos, sólo la consecuencia de la puja interimpe-
rialista por el dominio de la Argentina. De acuerdo a una
interpretación primitiva y mecánica el yancófilo Uri-
~~d:1
t.e Yngoyen significaba la entrada triunfal e;:
;~n ma de _los banqueros yanquis y aseguraba que los
1:
buru habría desalojado del poder al anglófilo Yrigoyen. g? 1erno_s na,~l~os de los últimos golpes de Estado en Amé-
La competencia entre los imperialismos inglés y yanqui nca .J'~tma Slrve_n la ¡;olítica de Wáshington'', mientras
marca el aspecto secundario· de la contradicción, cuyo as- ~u~ llg?,~en ha_b1a tenrdo hacia Estados Unidos una o~
pecto principal es la oposición entre el nacionalismo eco- d E tded <eroz. mdependencia" . "L a po J't"
hbca · ¡·P
· pena
I Ica !m ISta
nómico argentino y el imperialismo extranjero en su con- ~t s.; os Umdos .~expresaba otro diario italiano- ha
junto. No considerar a la Argentina más que la pieza sin ~ _eni o un nuevo exlto: era necesario que se libraran del
vida propia en un tablero de ajedrez frente al cual están umco gobernante de América del Sur que no estaba dis-
sentados los dos rivales imperialistas equivale a dar por fuesto a someter~e. Desaparece del escenario político por
inexistentes las causas internas del desarrollo nacional. 0
~':'n.os momentaneamente, la única nación que estaba en
'1! Detrás de la conspiración antiyrigoyenista estaban Esta- con ICI~nes de ponerse a la cabeza de las repúblicas lati-
li dos Unidos y Gran Bretaña, y si los consorcios yanquis noa':'encanas para contrarrestar las ambiciones de hege-
li ganaron el poder el 6 de setiembre de 1930, sus rivales in- moma de los Estados Unidos".
'11
gleses sabían que el orden constitucional no podría resta- . J?.~ ~neva York se _trasmitían cables del siguiente te-
blecerse sin su concurso. Entretanto, el pueblo argentino, foJ · U r~goyen no ha si.do un a"'!igo entusiasta de los Es-
a os. md?s. Se mostro contrariO a la doctrina de Ilion-
(202) El general Uriburu, el secretario general de la presi- roe, 1 echazo el pacto Kellogg y volvió la espalda a los pro-
dencia, el vicepresidente y cinco de los ocho ministros eran hom-
bres de las empresas de petróleo. Ver Del lV!azo, op. cit., p. 143. El
subsecretario del ministerio de Hacienda gozaba de la mayor con-
fianza tanto de los consorcios imperialistas como de la oligarquía
ganadera: se llamaba Raúl Presbich.
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316 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 317

yectos panamericanos ... No cabe duda que para 1': ~epú­ están naturalmente interesados en el desarrollo de la ac-
blica Argentina, la revolución es el mejor ac,ontecimiento · tual situación. El presidente Y rigoyen no parecía dispues-
que ha ocurrido en el país desde hace una decada. El go- to a llenar la embajada vacante en Estados Unidos, mien-
bierno ha vuelto a manos de elementos sólidos Y respon- tras el general Uriburu ha declarado que su gobierno la
sables, en favor de quienes han act~ado los .jefes mil~!a­ nombraría. Por eso los banqueros norteamericanos, bri-
res". La prensa yanqui acusaba a Y ngoyen, sm excepcwn, tánicos y argentinos convinieron en ofrecer fondos al go-
de negarse a "observar las reglas de cortesía diplomática bierno provisional para cubrir sus necesidades inmedia-
hacia Jos Estados Unidos", de no aceptar en las conferen- tas, atestiguando su confianza en la estabilidad del nuevo
cias panamericanas de Wáshington y La Habana los p;m- gobierno".
tos de vista del Departamento de Estado, de pretender 1m- Más ayuda exterior y mejor opinión de las "naciones
poner una política propia. Los diarios ingleses, más, cau- civilizadas" no podía desear el gobierno uriburista. La
tos criticaban también a Yrigoyen y atribuían su ca1da a banca y el gobierno de Estados Unidos no demostraban
"u~a tragedia personal de decaimiento físico". ninguna preocupación por las ideas corporativas expuestas
Las relaciones entre la Argentina y Estados Unidos por el general Uriburu en el manifiesto del 20 de setiem-
habían sido muy tirantes en Jos últimos tiempos del go- bre(204) ¿No contribuiría acaso el imperalismo yanqui a
bierno de Yrigoyen. Este no llenó la vacante de embajador financiar al nacional-socialismo de Hitler con vistas a re-
en aquel país y Estados Unidos apl.icó un': tarifa ar.ance- construir una Gran Alemania y lanzarla contra la Unión
laria que perjudicaba en gran medida su mtercambw co- Soviética? Una Argentina maniatada y amordazada por
mercial con la Argentina. Además, ell 9 de octubre de 1930 la política del dólar sería prenda de que no reincidiría en
vencía el empréstito de cincuenta millones de dóla:es, a dar a América Latina el mal ejemplo de una soberbia po-
corto plazo, que la Chatham Phoenix había concedido ~1 lítica propia. El poder imperialista no anda con contem-
gobierno argentino y todo hacía suponer que, de segun· placiones en materia de ideologías: acepta cualquiera que
Yrigoyen en el poder, no sería renovado. . le permita imponerse.
Uno de los primeros actos del general Ur1buru, como A pesar de sus reiteradas promesas democráticas, el
presidente provisional, fué declar':~ que desig'!aría emba- "nacionalismo" uriburista no tardó en mostrar su entraña
jadores en Wáshington y en la Umon Panamericana, como antiobrera y proimperialista. Desencadenó el terror y dis-
paso para llegar a un acuerdo e;r ~ateria ~e aranceles _Y puso ejecuciones, como las de Pedro Izcazzatti en Mendoza
en la contratación de otro emprestito, destmado a cubnr y del anarquista Severino Di Giovanni en Buenos Aires.
el vencimiento de cincuenta millones de dólares. Las per: Declaró ilegal al comunismo y creó una Sección Especial
sonalidades más representativas del imperialismo yanqui para reprimirlo. Aplastó las huelgas y detuvo a millares de
-los ex secretarios de Estado, Colby y Ke!logg, el se':a- ciudadanos. ÜrJTanizó la Legión Cívica con grupos de ci-
dor Borah, el presidente de la compañía Swift, el peno- viles militarizados a la moda del fascismo italiano.
dista William Wills Davies, etc.- se apresuraron a sal~­
dar con entusiasmo al gobierno "de facto" del general Un- (204) Decía el manifiesto uribur.ista del 20 de setiembre:
buru y Jos precedentes de la política internacional norte- ~~cuando los representantes del pueblo dejen de ser meramente re-
pl·esentantes de comités políticos y ocupen las bancas del Congreso
ame~icana de no reconocimiento de los gobiernos que lle- obreros, ganaderos, agricultores, profesionales, industriales, etc.,
garan al poder por medios no co.nstitucion~les. se .tirar~n la democracia habrá llegado entre nosotros a ser algo más que una
sin más trámite al canasto. A Unburu le ofreCieron el oro bella palabra". Y luego hacía la concesión a los partidos y a la
tendencia constitucionalista de las fuerzas armadas de que la refor-
y el moro. "Los capitales nortem;nericanos, q~e han pl,~n­ ma~ se haría por medio de un Congreso elegido por la ley Sáenz
tado fuertes jalones en la Argentma -dec1a The S un -- Pena.
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RonoLFO PuiGGP.ÓS
318
El imperiaEsn1o ing16s, con su sutileza política Y ~u
experiencia en h'l Argentin::t, no podía l1a1~1arse a eng_ano
en cuanto a la sr:erte qne esperaba a la chctadurn, unbu-
rista. No desaprobaba la represión de los movimientos de
masas, pero comprendía que sus rnétodos no eran los mf...s
convenientes para asegurarle la estabilidad. Estados Um-
dos no conseguiría con semejante aliado sop!arle la dama.
La Ar~rentina tenía que volver a los cauces liberal burg-ue- XXVIII
ses pa'ra no perturbar con nacionalizaciones la pacífica
invasión de monopolios y seguir siendo una hermos_a perla LAS COALICIONES POLITICAS DESPUES DE 1930
de la corona británica. Los importadores de automov1les y
Jos agentes de la Standard Oil y la National Lead serían
obligados a ceder posiciones que histórica~ente correspon- La crisis del liberalismo burgués se reflejó en la in-
dían a los ferrocarriles ingleses y a los oligarcas :acunos. capacidad de los partidos de actuar como fuerzas indepen-
Los proyectos corporativistas del general Unburu no dientes entre sí y en la exclusión sistemática de la fuerza
contaban siquiera con el apoyo de la mayoría ~e las fuer- representativa de la mayoría del pueblo. Las coaliciones
zas armadas. Tanto los militares como los marmos se pro- políticas surgieron como el reverso del fraude, la violencia
nunciaron por el respeto a la Constitución Y a las leyes y la proscripción aplicados al partido de más auténtico
fundamentales y la inmediata convocatoria a elecc!ones. y amplio arraigo en las masas, Si a la democracia le apli-
El partido Conservador, salvo un pequeño grupo Simpa- camos la clásica definición de "gobierno del pueblo, por el
tizante del fascismo, se convirtió en partido Demócrata; pueblo, para el pueblo", resulta claro que el liberalismo
los radicales antipersonalistas y los socialistas indepeJ_I- burgués entró en creciente contradicción con la democra-
dientes trataban de sacar la 1nejor ta,iada de un cambiO cia, de modo especial después de 1930.
político legalista; y los socialistas y de~ócratas P!'Og~e­ He1nos explicado anteriormente que, con varios años
sistas reclamaban la vuelta a !a normahdad conshtuci?- de anticipación a la caída del gobierno yrigoyenista, la
nal ('05). Si a ello se agrega que el yrigoy~nis1:'o segma oligarquía conservadora había dejado de actuar por cuenta
vivo en el corazón del pueblo y que sus partldanos no r~­ propia y al descubierto. Necesitaba intermediarios o alia-
ml11ciaban a la reconquista del gobierno, resultaba evl- dos para mantener su uredominio. Al "acuerdo" o Hcon1-
de,;te que el general Uriburu carecía de_ bases s~lJdas no promiso" de los tiempoS del mitrismo, siguió la "coalición
solamente para imponer sus reformas, smo tamb1en para de fuerzas conservadoras" que enfrentó al radicalismo en
mantenerse en el poder. , ., los comicios de 1916, y luego el apoyo a la fórmula antiper-
La consuiración del Ii.beralismo hurgues lo envolv!O, sona!ista para disputar a Yrigoyen la presidencia en 1928.
Jo comprometió, lo hizo claudicar y finalmente lo sacó ele- Las coaliciones políticas tienen, en nuestro país, origen
gantemente de la Casa de Gobierno. eminentemente oligárquico y nunca triunfaron en eleccio-
( nes libres.
(205) El 12 de setiembre el Partido Socialista publicó un ma- Para realizar esa maniobra que le permite sobrevivir,
nifiesto pidiendo la vuelta a la normalidad constituci?m;.l. Fué 11. la oligarquía no ha tenido el menor escrúpulo en aliarse a
primera declaración en ese sentido. En el Centro Soc;ahsta de la sus mayores enemigos o en dividir a otros partidos para
6" el doctor Nicolás Repetto pronunció una conferencia en la que ah'aer a su lado y a su servicio a una de las fracciones. Lo
dÚo que "se esperaba otra acción del gobierno revolucionaTio" Y
que la "única solución" era un ugobierno legal".
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320 RODOLFO PUIGGR;ÓS


HISTORIA CHÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
321
hizo con el radicalismo y con el socialismo. Creó dos gru-
pos de aventureros políticos sin principios- el ra·dicalismo '; insurreccional~s y en _la neutralización de las tendencias a
antipersonalista y el socialismo independiente- los pre- re.tomar a! yngoyemsmo para superarlo ( 20 ' ) . No podía
sentó como liberados de dos tiranías -la de Yrigoyen y la tpunfar ninguna insurrección arn1ada sin comando polí-
de los dirigentes de la Casa del Pueblo- y proclamó su t!~o. o con coman~o político opuesto a ella. El día que el Co-
absoluto desinterés al ceder a otros el primer puesto (2°6 ). mite N ~clOna! yngoyemsta aceptó la fusión propuesta por
Conseguía así transfundirse sang-re nueva a la vez que los ant!per~onalistas quedó sellada la suerte de la Unión
transfundir a los otros su sangre envejecida. Su desin- CfviCa R:'d!Cal: no podría recuperar el o·obierno ni por la
terés era el desinterés de la impotencia. Los seducidos no fuerza 111 Por la vía pacífica. o

tardaban en corromperse. ¿No vimos al socialismo inde- .~1 doctor Al~ear, qu~ meses antes declarara en París
pendiente pasar, en poco tiempo, de partido mayoritario q~e los personal!stas (Jea se yrigoyenistas) son como la
en la capital federal a disolverse en las filas conserva- hiedra parasitaria : partido el árbol por un rayo ]a plan-
doras? ta se seca Y m~1ere ... " y al regresar a Buenos Ai~·es visitó
Al día siguiente del derrocamiento del gobierno de al ge~era} Ur1buru para expresarle "eterna gratitud", se
Y rigoyen, los conservadores se plantearon la organización con~tituxo ,~n presidente de la HJunta Nacional Pro-Reor-
de la fuerza política que heredara al gobierno de Uriburu. gan.Izacwn , después de lleg-ar a un acuerdo con los yrig-o-
La necesidad de tal fuerza se hizo para ellos más apre- yemstas (2 08) . J?ióse así ~a paradoja de que, inhibido Yrigo-
miante al comprobar el fracaso de las tendencias corpora- y~n, el rad¡c~l!smo paso a ser reorganizado por sus ene-
tivistas sostenidas por alg-unos de sus correlig-ionarios, y nngos, ~S ~ec1r, por aquellos que en 1928 levantaron la fór-
más todavía, al triunfar los radicales el 5 de abril en los lt)J}la opositora a la candidatura del viejo líder. Con excep-
comicios bonaerenses. Pero como el pueblo seguía c¡on del doctor Leopo!do Melo y de! antipersonalismo en~
radical e Yrigoyen estaba caduco, los antipersonalistas
-que el 25 de setiembre de 1930 habían firmado un ma"
nifiesto uriburista (Gallo, Crotto, Mosca, Guido, etc.)-
hicieron sus cálculos y vieron que no era negocio unirse a
los conservadores si la dirección vacante del radicalismo
les brindaba tan bdllantes oportunidades. No pensaron lo
mismo los socialistas independientes, jugados en la partida
y sin nada que recoger fuera de su antiradica1ismo:
.11 eso, una vez separado del gobierno el sector que había
11 gado hasta clausurar su órgano, "Libertad", no pusieron
il.,, reparos en unir su suerte a la de los conservadores,- ansío,
¡¡· sos de formar un "partido nacional" que heredara el poder,
El vuelco del antipersonalismo hacia el viejo tronco
radical fué fatal para el yrig-oyenismo. Sus consecuencias
se hicieron sentir en el fracaso de todos los movimientos

(f06) "El Partido Conservador, cuyo desinterés se documen~


ta en la vida ... ", decía su manifiesto de enero de 1931 invitando
a formar la Federación Nacional Democrática.
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32.2 RODOLFO PUIGGRÓS


HISl'ORIA CRíTICA Dl3 LOS PARTIDOS POLÍTICOS
323
trerriano no faltaba en la nómina de los reorganizadores
' los hombres de ]"contl
ninguno ele uoermo. ,·. . . dem6cTotas nacionales. Con semejante apelativo sus ami-
No puede extrañar que, en tales con~JcJones, _el radi- gos antipersonalístas y socialistas independientes se sen-
calismo no consiguiera recuperarse. Del arbol. car~lo todo tirían más cómodos para formar la coalición política que
el mundo sacaba leila. Hasta el general Justo JUgo con l.a pasaría a la historia no muy gloriosamente con el nombre
conspiración radical, y después de comprm_neterse a parti- de Concordancia. El contuber¡üo llegaba, de tal modo, a
cipar en la que encabezó Pomar e_n C?rnentes, el 20 de la suma perfección y hasta lo;. ingleses se admirarían de
julio de 1931, dió orden a sus parbd~nos de no. apoyarla, la sagacidad de sus discípulos, admiradores y fieles cum-
por haberle prometido el general Unburu e.leccwnes para plidores de la palabra empeñada. Un empujón más y al
el S de noviembre, seguramente ante el pel:gro d; ese le- acoplar al doctor Julio A. Roca como candidato conserva-
vantamiento que su sucesor hizo aJ;ortar. Dms mas. tard.e, dor a la vicepresidencia -el doctor José Nicolás Matienzo
el general Justo anunciaba su camhdatura a la. presJdeJ_IcJa era la variahte antipersonalista de la fórmula, pero no
de la República, al mismo tiempo que el gob1ern? urJbu- triunfó -se consumaba el "viraje hacia la izquierda" que
rista deportaba al doctor Alvear y otros reorgamzadores daría a los flamantes demócratas nacionales la posibilidad
radicales. Para completar la maniobra, el 6 de octubr; era de seguir siendo conservadores por medio del "fraude pa-
triótico".
vetada la fórmula Alvear-Güemes y anulado el . tr:unfo
electoral de los radicales del 5 de abril en la provmcra de Demos ahora vuelta a la medalla. Los demócratas pro-
Buenos Aires ( 209 ). • • · gresistas y los socialistas no se consideraban menos here-
Hubo entonces un reflujo de los antrpe~·so.:r;ahstas ha- deros del 6 de setiembre que los demócratas nacionales, los
cia sus amigos conservadores, para. lo cual s1r':w de pu~nte antipersonalistas, los socialistas independientes. . . y el
la candidatura presidencial del sr~mpye anbperso_nahsta doctor Alvear. Frente a la Concordancia, para disputarle
general Agustín P. Justo. El rad1cahsn;o de Yng?ren, esa herencia, formaron la Alianza, que presentó las candi-
ahora bajo la regencia de Alvear, declaro la abstencwn. daturas de Lisandro de la Torre y Nicolás Repetto. Al re-
La Federación Nacional Democrática de !os conserva- tornar el radicalismo a la táctica anterior a la ley Sáenz
dores había alcanzado sus objetivos: 19) Obhga~ >;1 gene- Peña (abstención electoral y conquista del poder por la
ral Uriburu a abandonar sus proyectos corporahy1stas de fuerza) -táctica que, si bien respondía a la falta de ga-
reforma constitucional; 29) Lograr la convocatona a elec- , rantías y a la organización del fraude electoral por la oli-
ciones. 39) Anular al radicalismo como factor elec.toral; 1 garquía gobernante, no contmnplaba en la nueva situación
49) T~ner en el general Justo el candidato a preSidente histórica el poder de la movilización de las masas para res-
que necesitaban (210). Sólo les faltaba deshacerse de. un taiu·ar el sufragio libre- la Alianza Demócrata-Socialista
pequeüo lastre para ponerse a tono con los nuevos he_m- congregó a los sectores independientes de la burguesía na-
pos: en adelante no se llamarían más conse1·vadat·es, smo cional, a amplias capas de la pequeüa burguesía urbana y
rural, y a gran parte de la clase obrera (2 11 ).

(209) Al sentir que el piso temblaba bajo s_us pies, Uri'rud_u


convocó a elecciones en la provincia de Buenos Aues. como v1+a e (211) Uriburu vetó Ia candidatura Alvear-Güemes, de la Unión
ensavo. El 5 de abril de 1931, a sólo siete meses del golpe de Es.,::do, Cívica Radical, alegando que "estos ciudadanos se encuentran in-
los 1:Rdicales triunfaban fácilmente. . ,• habilitados para Jigurar como candidatos a Presidente y Vice de
(210) La victoria del 5 de abril de los radtcale_s provoco 1a la República, ya que han sido elementos principales del sistema
renuncia de Sánchez Sorondo como minisho del Intendor. Ent,~~ce,~ que destruyó la revolución del 6 de setiembre". En realidad, Alvear
comenzó a actuar en el conserv~~orismo el equipo u emocra wo habia sido el jefe virtual del antipersonalismo durante el segun do
que había desplazado al corporatlv1sta. gobierno de Yrigoyen. La acusación que formulaba Uriburu podía
aplicarse también a Justo y demás antipersonalistas. La Conven-
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RODOLFO PUIGGRÓS
HISTORIA CRÍTICA DE ! ..OS PARTIDOS POLÍTICOS 325
324
mo -hijo de !a pedantería de intelectuales que enfocaban
Lisandro de la Torre, el primer civil a quien el general con criterio aristocrático el n1ovimiento de masas y no conl-
Uriburu pidió colaboración "por el respeto que :nerece por prendían en su esencia el problema nacional argentino-
su hombría de bien", fué categórico en ~u discurso de1 neutralizó al numeroso electorado que seguía fiel al cau-
Teatro Coliseo de Buenos Aires, el 13 de setiembre de 1~?1, dillo radical y facilitó las maniobras fraudulentas de la
al proclamarse la fórmula presidencial aliancist~; D1,10: oligarquía. No bastaba tener "una plataforma que abar-
"Nosotros venimos, en verdad, a sal1,ar la revolucwn, por- cara los grandes y graves problemas nacionales a resol-
que somos los intérpretes de su espírtu popula~. V entmos ver" (2 14 ). Era necesario poner en movimiento al pueblo y
a enca.uza1·la arrancando a las urnas un veredicto consa- para ello comprender que en el yrigoyenismo estaba la más
gratorio de 1~ voluntad de nn_ovación q1w latió en los c?- importante fuerza popular de la política argentina. Pero
razones a.>·gentinos el 6 de setwmbre ¡hasta en el corazon ni los socialistas ni Jos demócratas progresistas extraje-
de los vencidos, no todos insensibles al espantoso caos en ron experiencias del golpe del 6 de setiembre. Insistían en
que yacía ]a Nación! Veni?nos a recoger 'una ban~~ra aban- achacar al gobierno de Y rigoyeu la total responsabilidad
donada por error por el gobierno de la Tevolucwn, hecha por ese golpe, justificando indirectamente el asalto uribu-
suya por el pueblo, y a su sombra a restable~er la c?ncor- rista del poder (215 ). Con semejante política podían pescar
dia y la fraternidad desaparecidas de la v1d~ nacwnal. ,algunos votos a río revuelto, pero no atraer de modo firme
Quenmos naliza1· la obra que el pueblo espero el 6 ele se- y llevar a la lucha a las masas radicales.
tiemb,·e" ('") (El subrayado es nuestro. R.P.) C~gado ~or La Alianza, presentada como "conJunción de fuerzas
su antiyrigoyenismo, el líder der11ócrata ,progresista asig- de izquierda" en su declaración política, se proyectaba des-
naba al golpe del 6 de setiembre un ca!a~t~r popu.lar que de un punto de partida equivocado. N o era posible invocar
no tuvo y se ubicaba fuera del cauce h1stonco nac1?~al al la representación del pueblo -somos "dos partidos de ca-
pretender qne la continuidad del proceso democrahco Y rácter eminentemente popular", se lee en dicho docu-
progresista de la Argentina se daba en la }ucha c?nt:a el mento- y al mismo tiempo no sólo justificar el denoca-
gran movimiento nacional de n1asas q_n~ ~ue e1 r~d.ICahsm_o miento de un gobierno popular, sino también avenirse a
de Hipó1ito Yrigoyen. Ni siquiera adm1tla la ~nbca posi- intervenir en elecciones de las cuales estaba proscripto el
tiva al yrigoyenisn1o: lo rechazaba ~n su con]_unto. c_om_o partido popular mayoritario de la República.
una deformación monstruosa de la v1da argentma .. 9mncl- Es cierto que los partidos de la Alianza condenaron el
día con Jos conservadores al comparar el 6 de senembre veto de la fórmula radical y la anulación de los comicios
con Mayo y Caseros, pero se apartaba de ellos en_ cuanto del 5 de abril, pero de todos modos imprimieron a su cam-
al planteo del programa de gobierno. Su compm;ero de paña un sesgo ambiguo, oscilante entre el deseo de no mal-
fórmula, el socialista Nicolás Repetto, comparba esas quitarse con las masas radicales para obtener sus votos y
ideas sobre el 6 de setiembre. los arraigados prejuicios antiradicales que los aislaban
Los dirigentes de la Alianza ~punta~r~;n· a la"vez, con- de esas mismas masas.
tra el "ominoso gobierno de la ohgar9u.1a Y 1~ .corrup.ta Tanto en sus editoriales de "La Vanguardia" como
demagogia" yrigoyenista (' 13 ). Su cromco anhyngoyems- en sus discursos durante la campaña electoral, el candida-
ción Nacional de la U. C. R. ordenó la abstención absoluta el 27 de ('14) Ibídem, p. 304.
octubre de 1931. - • ·l · (215) Los dll.'Igentes sociahstas y demócl'atas progl'eSistas
(212) Lisandro de la Torre: 11 Das. dos. campwnas pr~su;en.-:n~­ atribuían a ''los errores, los vicios, las corruptelas, los sensualismos,
les (1916 -1931)", Bs. As., 1931. Colegw L1bre de Estudios Sup~::- los desquicios y trasgresiones y las violaciones constitucionales" del
riores, p. 158. . ~ · · t es. D'Lek -
303 Y Sigu1en gobierno yrigoyenista (Ibídera, p. 309), el golpe uriburista, desco-
(213) Enrique Dickmann, op. c1~., pags. nociendo el papel histórico del yrigoyenismo.
mann fué el "alma máter'' de la. Ahanza.
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326 RoDOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 327


to a vicepresidente de la Alianza, doctor Repetto, se espe- muertas las industrias mal podrían haber altos sala-
cializó en atacar al radicalismo, como agrupación de la rios" ( 218 ). Como candidato de la Alianza propuso la im-
tan despreciada Hpolítica criolla", y en sugerir la part~c~­ plantación del impuesto sobre la renta, pero también
pación en el gobierno de una "clase conservadora pohtl- abandonó su proteccionismo de otros tiempos.
camente educada y evolucionada como la inglesa". El ideal Dos coaliciones políticas -la Alianza y la Concor-
de Repetto era aplicar a la Argentina "el brillant.e ejem- dancia- estaban frente a frente. Una tercera fuerza polí-
plo de educación política" que "los conservadores mgleses- tica -el radicalismo- pagaba con el veto y la abstención
clan ahora al mundo acatando la legitimidad y colaborando ser la más auténticamente representativa de las causas
en el parlamento con el gobierno laborista". "Este hecho internas del desarrollo nacional, con sus miserias y sus
-agregaba- asombra en un país de polític:' _aun _semi- grandezas. Ninguna de las tres fuerzas superaba los lí-
bárbara como es el nuestro, donde se oye decir· cornente- mites del liberalismo burgués. Fracasado el intento corpo-
mente que si triunfa tal o cual partido, el gobierno no le rativista reaccionario, las tres buscaban, por distintos ca-
entregará el poder" ( 210 ). Lo que asombra verdaderamente minos, la estabilidad constitucional del país.
es qne el doctor Repetto tan solo considerara legítima la El radicalismo confiaba en imponerse por su enraiza-
existencia de dos fuerzas políticas: la socialista Y la con- miento en el pueblo, por ser mayoría en la República, pero
servadora ... a la inglesa. no atinaba a elevar al plano ele una organización comba-
En otro editorial de la misma época, el doctor Repetto tiva su ascendiente sentimental sobre la masa. La absten-
exalta la consigna enunciada por el príncipe de Gales al ción era una táctica que no correspondía a las nuevas con-
inaugurar la Exposición de la Industria Británica en Ene- diciones históricas y había demasiado comodidad en los
nos Aires: "con1prar a quien nos compra". En cambio, le dirigentes radicales como para que tuvieran alma ele cons-
parece horrible la idea de ~~bastarse a sí nlismo". "Una piradores.
inexactitud y una heregía -la califica-, porque Inglate- Los conservadores, antipersonalistas' y socialistas in-
rra no piensa en bastarse a sí misma, ni piensa tampoco dependientes confiaban en el apoyo oficial, en el aparato
en semejante disparate ningún país n1ediá.namente _civi- del Estado, en el fraude y la violencia.
lizado" (217). Este mismo concepto, contrano. al nacwna- Los demócratas progresistas y socialistas confiaban
lismo económico, era expuesto por el doctor L1sandro de la en la capacidad y el prestigio de sus dirigentes, en el atrac-
Torre olvidando que años antes había criticado duramente tivo de su programa, en su prédica educativa y renovadora.
al dodtor Justo por su política librecambista y antiinclus- Andaban muchas cosas sueltas, desconectadas entre
trialista. sí, en la Argentina. Si los dirigentes radicales carecían de
En su discurso programático, De la Torre asnme la ideología y audacia para imprimir al movimiento de ma-
defensa del consumidor y se opone al aumento directo o sas un sentido nacional revolucionario, los dirigentes alian-
indirecto de los derechos ele aduana con los mismos argu- cistas tenían los vicios del intelectual que se siente colo-
mentos socialistas que motivaron su polémica con el doc- cado por encima del pueblo y desprecia su idiosincracia
tor Justo. En aquella ocasión había dicho que "el móvil "semibárbara".
real que persigue el doctor Justo con las exoneraciones ele La Concordancia se valió del veto gubernamental pa-
derechos aduaneros, no es tanto que el obrero pague unos ra eliminar de la lucha al radicalismo y del más completo
centavos de menos por el par de medias de algodón, cuanto fraude electoral para derrotar a la Alianza("'). Sobre el
arruinar a todos los tejedores nacionales. Sin embargo,
(216) "La Vanguardia", 6 de abril de 1931. (218) Ver cita en capítulo XXIV.
(211) ¡¡La Vanguardia", 17 de marzo de 1931. (219) El resultado de la elección fué: Justo-Roca, 606.526 vo-
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328 RODOLFO PUIGGRÓS

fraude edificó la legalidad el neoliberalismo y sobre la vio-


lencia la "paz social" que le exigía el imperialismo para
prestar ayuda. Un gobierno en el aire, sin apoyo ni alien-
to popular, fué el castigo que recibieron los que, de una u
otra manera, saludaron el derrocamiento de Hipólito Yri-
goyen, y en vez de recoger su herencia para superarla, se
erigieron en continuadores de quienes lo voltearon.
El fraude no es argumento que justifique una derrota
electoral o una serie de incapacidades para conquistar el XXIX
gobierno. Esperar del enemigo sin fuerza popular, pero
dispuesto a defender por todos los medios su poder, que ¿DEBE ALIARSE EL PROLETARIADO CON
le entregue éste en bandeja de plata, puede ser una inge- LA BURGUESIA NACIONAL?
nuidad aunque más bien debe calificarse de pobre excusa
para ~vitar la autocrítica y encontrar en el reconoci-
miento de los propios errores la forma de superarse. El El Partido Comunista ArJl'entino atacó a las dos coa-
~eneral Justo se mantuvo durante los seis años de su pe- liciones políticas que se disputaban el poder en el año 1931
;íodo constitucional sin que le hicieran mayor mella las y al radicalismo que estaba en la ilegalidad y la absten-
acusaciones de fraudulento, entreguista, etc., y sin en1- ción. Lo hizo con argumentos no marxistas, extremistas,
bargo esos años fueron de gran combatividad de las masas. con desconocimiento total de las causas internas del des-
Un análisis crítico serio del período j ustista exige más arrollo del país. En la parte que se refiere a la Alianza,
que la denuncia de sus irregularidades y atentados contra esos argumentos fueron expuestos por Rodolfo Ghioldi en
el país y el pueblo -que son del dominio público- el des- un folleto titulado "Marx y la Alianza Demócrata Socia-
cubrimiento de las causas de la impotencia de los partidos lista" (220 ).
para promover cambios en la vida nacional. Hasta hoy los Ghioldi se propuso demostrar que la alianza de los
dirigentes políticos no han tenido el valor moral de extraer socialistas con los demócratas progresistas contra el uri-
experiencias de sus fracasos. Sus preocupaciones se con- burismo y el justismo, no podía justificarse invocando la
centran en idealizar el pasado de sus partidos y en deni- alianza con la burguesía -"mientras ésta actúe revolucio-
grar el pasado de los otros partidos. Cada libro que se es- nariamente"- preconizada por Marx y Engels en la úl-
cribe sobre el radicalismo, el socialismo o el comunismo tima parte del "Manifiesto Comunista" ( 2 " ) . Para probar-
es una serie de loas inconsistentes que carecen de poder lo parte de la siguiente ~'cuestión previa":
creador y matan la perspectiva histórica. Como la verdad "¿Era revolucionaria la burguesía en la época del
se conquista a través del error y la victoria pasando por Manifiesto Comunista? Contestamos: sí, en esa época te-
los fracasos, siempre que no se oculten el error y los fra-
casos y sirvan de enseñanzas para el futuro, la presupuesta
infalibilidad política termina por anular a los partidos y (220) Rodolfo Ghioldi: nMarx y la Alianza Demócrata-Soc-ia-
sus dirigentes. Es una especie de suicidio político, que en lista", fechado en Rosario en setiembre de 1930 y con pie de im-
prenta de la misma ciudad del año 1931. Este folleto no es citado
algunos casos se tradujo en suicidio físico efectivo. por el "Esbozo" y se lo oculta religiosamente a los afiliados. Sin
embargo, su lectura resulta ünprescind.ible para la autocl'Ítica par-
tidaria.
tos; De la Tone-Repetto, 487.955. En la capital federal triunfó la (221) Marx y Engels: "Manifiesto del Pa1·tido Comunista",
alianza por un margen de 39.988 votos. Editorial Problemas, 1940, págs. 68 a 70.
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330 RODOLF'O PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 331


nía capacidades revolucionarias. 1-Ioy no, hoy es directa- blecer dif:renci.a .alguna entre la burguesía de un país
mente contrarrevolucionaria" (p. 5). opresor (1mpe~·1ahsta) y la de un país oprimido (depen-
Las tres Lineas de la "cuestión previa" encierran dos diente o colonial). ¿En qué se distinguían esas ideas de
tergiversacioHe.s del marxisn1o. Ghio!cli de la' ideas de la Il 0 Internacional, que criticaba
Primera: 11arx y Engels nunca dijeron que, en ge- formalmente en su folleto? En nada.
neral, la burguesía de su época era revolucionaria. Afir- Planteada la "cuestión previa" en ]os términos que
nlaron, en cambio, que Hla burguesía ha desempeñado, en a!Jteceden, Rodolfo Ghioldi tenía necesariamente que con-
el transcurso de la historia, un papel verdaderamente re- siderar a la burguesía nacional a.rgentina tan eontrarre-
volucionario ... (pero que) las armas con que la burgue- vólucion~aria corno la francesa, la inglesa, la norteameri-
sía derribó al feudalismo se vuelven ahora contra ella ... c~n~. Solo admitía una diferencia: que éstas son ünpe-
la vida de la burguesía se ha hecho incompatible con la rrahstas y aquella su sirviente.
sociedad", etc. (2 22 ) • Por lo den1ás, las revoluciones de : Escribía del radicalismo:
1830, 1848 y 1871 (Comuna de París) fueron antibur-- . HEI radicalis1no realiza una política burguesa inter-
guesas. grversable, como lo prueba la experiencia de sus gobier-
Segunda: Marx y Engels dijeron que en aquellos llOS nacionales y provinciales, política de protección de los
países donde no había sido aún destruido el feudalismo, latifundistas y de supeditación al imperialismo. La com-
los comunistas debían luchar "al lado de la burguesía" posición más bien pequeñoburguesa ele su nartido no le
para llevar a su término la revolución bur~uesa y daban, impide realizar esa política, tanto como una comp~sición
eomo ejemplo, a Alemania ('"). Esta tesrs de los auto- análoga no le impidió a Mussplini practicar la política
res del "Manifiesto Comunista" fué desarrollada por Le- de los grandes industriales y de los grandes agrarios, tan-
nin y Stalin en la época del imperialisn1o, llegando a la to como la composición obrera del partido laborista no
conclusión de que "en una determinada etapa de su des- le impidió realizar una política imperialista o como ]a
arrollo la burguesía nacional de los países coloniales composición obrera de la socialdenwcracia alemana no
puede 'apoyar el movimiento revolucionario en su país impidió a Ebert, Scheidemann y Cía. asesinar a Luxem-
contra el in1perialiS1no exterior" (2 24 ) . burgo Y Liebkneckt, atar al proletariado a la burguesía
De lo que antecede se deduce que Rodolfo Ghioldi no alemana. La burguesía nacional argentina, ligada por mi-
comprendía el papel de la burguesía en la época de Marx Y llares de vínculos a los terratenientes une su suerte a
Engeís (época de la libre concurrencia capitalista), ni en éstos, bajo la dirección imperialista, Para someterse las
la época ele Len in y Stalin (época del imperialismo). Su grandes n1asas. La burguesía nacio·nal es cont?·arrevolu-
ignorancia de la dialéctica y de la historia l.o c01:dujo a cionl1ria, se erige en centinela de la propiedad inmobi-
afirmar que en la primera época era revolucwnana y en hana; una revolnción agraria no puede realizarse en
la segunda directamente contrarrevolucionaria, sin esta- este período de revolución proletaria mundial de le~an­
tamientos de los pueblos coloniales y semicoloniales de
incubación de guerras ünperialistas y guerras antis~vié­
(222) Ib:ídem, págs. 28, 33 y .40. . ticas, de realización victoriosa del Plan Quinquenal sino
(223) Ib:ídem, p. 69. Al refen.rse a Franc,~a, IV~arx y En~e~s
propu~n?-n la alianza de los co-!llmustas con el pa~·ti~o ~;mo~r8;~1- por el esfuerzo mismo de las grandes masas labo~iosas
co-socmhsta contra la burguesm conservadora y 1~d19;;I . DJstm: bajo la dirección del proletariado, y contn;, l11 buTguesí11,
guían en la burguesía diversos sectores en contradiccion. e~~re Sl no solamente contra los terratenientes. Más todavía: no
y señalaban la necesidad de s.aber aprovechar tal cont.radiCclOn.
(224) Stalin: "El 11wrx·w1no y el problem.a nacwnal 11 colo- hay revolución agraria sin aplastamiento del imperialis-
nial", LautaTo, Bs. As., 1946, p. 286. mo. Así, esta tarea revolucionaria -y es lo específico de
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332 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 333


nuestra situación- puede verificarse exclusivamente ba- HLos jefes socialistas se alían con la burguesía con-
jo la dirección de la clase obrera. La b2wguesía nacional trarrevo!ucionaria: es su derecho, sin duda. ¡Pero que
pasó ya al ca1npo de la contran·et,olución. Las grandes dejen tranquilos a :rv!arx y Engels, que no intenten hacer
exper·iencias de China y de México lo dernuestr-an, y nin- del :Manifiesto Comunista un taparrabos de la opresión
guna charlataneTía es posible después de ello" (ps. 7 y burguesa!" (p. 7).
8. El subrayado es nuestro. R. P.) . Estamos de· acuerdo en que los jefes socialistas "de-
"Ninguna cha?"latanería es posible después de ello". jen tranquilos a Marx y Engels", pero sería bueno que
Así es: los comunistas chinos, aplicando la tesis marxista también los dejara tranquilos Ghiolcli, después de vapu-
(no la de Ghioldi, por supuesto) comprendieron y apro- learlos durante tantos años.
vecharon al máximo las posibilidades antiimperialistas de No pasó mucho tie1npo sin que, como siempre, la
la burguesía nacional, tnientras que los comunistas m~xi­ realidad le diera un palmo de narices a Rodolfo Ghioldi.
canos. . . sería bueno que explicara, al cabo de ve1nte Lisandro de la Torre, líder del partido demócrata-pro-
años, adónde han llegado siguiendo las huellas de Codo- gresista, partido burgués y por lo tanto "contrarrevolu-
villa. cionario", según el autor del folleto, iniciaba en el Senado
N o menos histérica y antimarxista era la condena- su resonante investigación del comercio de carnes y con-
ción que Ghiolcli hacía ele los demócratas progresistas. movía al pueblo argentino con sn forn1idable alegato
Decía: contra el imperialismo. ¿Adónde fueron a parar las tesis
"¿El partido burgués demócrata-progresista quiere de Ghioldi?
una «revolución agraria»? ¿Quiere la liberación nacional Muchos años antes que Ghioldi diera a luz sus ar-
respecto del imperialismo, que oprime a las grandes ma- dientes lucubraciones, Lenin había escrito que "la Patria
sas trabajadoras'! ¿Quiere la liquidación ele los graneles es el factor más noderoso en la lucha ele clases del prole-
restos del feudalismo, el aplastamiento de la «propiedad tariado. . . El pJ;oletariaclo no puede permanecer insen-
inmobiliaria feudal»? ¿Quiere la revolución, qua «hoy Y sible e indiferente respecto a las condiciones políticas,
aqub no puede ser otra que la revolución agraria y anti- sociales y culturales de su lucha y, por consiguiente, no
imperialista? ¿Se propone el partido demócrat~-progr<;­ puede ser indiferente a los destinos de su país". Ghioldi
sista la «destrucción violenta de todo orden social trach- no pensaba lo mismo y decía: "En Argentina tenemos la
cional»? opresión de los terratenientes, ele los burgueses, de los
"Nada de ello. Todo lo opuesto, precisamente. Como ilnperialistas; defender aquí la patria es defender a los
los jefes socialistas, nada contra _el in;perialismo? con:o terratenientes, a los burgueses, a los irnperia1istas" (p. 9).
los jefes socialistas, nada de conf!scacwn revolucwl?:ar1a Predicaba, pues, ese internacionalismo abstracto, sin asi-
sin indemnización de Jos terratenientes; como los ¡efes dero en la realidad, cuyas nefnstas consecuencias se hacen
socialistas, ultra-pálidas reformitas en cuant? al campo, sentir desde hace muchos años en el movimiento obrero
y tendientes sólo a facilitar el acceso a la tierra de los argentino.
campesinos adinerados. Como negaba toda función antiimperialista de la
"Entre la burguesía del partido demócrata-progre- burguesía nacional y, por lo tanto, la menor posibilidad
sista y la burguesía del 48 que tenía presente el :Manifies- ele una alianza antiimperialista del proletariado con la
to Comunista (sic) hay exactamente la diferencia que burguesía, resumía la política argentina en la existencia
va entre la burguesia contrarrevolucionaria y la burgue- de dos bloques: uno de ellos (radicales, más socialistas,
sía revolucionaria. Es la distancia ele Poincaré a Robes- más demócratas progresistas, n1ás otros grupos de me-
pierre. nor cuantía de diversa denominación) entregado al im-
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334 HODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE J.,QS P ART!DOS POLÍTICOS 335


perialismo inglés, y el otro ( uriburistas, demócratas na- paí~ del ímpe;·ialism_o ha~ía que destruir a la burguesía
cionales, grupos fascistas, Legión Cívica Argentina, "ele- nacwna~. Poma el s¡gno Igual entre la Alianza la Con-
mentos dirigentes del partido dernócrata progresista que cor¿~ncia Y el_ radica.1ismo. Desconocía que la' historia
desempefíaron una funeión dirigente en los prhneros me- pohtJca argentma reg1stra una serie continua de luchas
ses de la dictadura militar-fascista, radicales antiperso- entre sectores de la burguesía nacional por la conquista
nalistas, etc.") sil·viente del imperialismo yanqui (p. 11). del pod;r ;y_ que la raíz de esas luchas no es otra que la
También aquí la realidad le dió un palmo de narices contrad1ccw~1 e~~re el n~cionalismo económico y político
a Ghioldi, puesto que fueron integrantes del segundo Y la s~bordmacwn ec~nomica y política al imperialismo
grupo los que, con el gobierno de Justo, hicieron la polí- ~xtranJ~ro, lo. que quiere decir que hay sectores de la
tica del imperialismo inglés. bur!':leSJa nacwnal que son impulsados por los hechos a
Lo disparatado del esquema; incomprensible para POSIC1011es nacional-emancipadoras, con1o ha.y ot:rcs sec··
cualquier persona con un rnínhno de sentido común, tenía t?r~s de la burguesía .nacional que atan su suerte al impe-
su expresión en la política que desan-ollaha Ghioldi en la nahsmo extranjero. Los in1portadores, por ejemp}o, son
dirección del Partido Cmnunista. No parecía preocuparse sectores burgueses que, lo mismo que los ganaderoS vincu-
de otra cosa que no fuera aislar a la clase obrera y faciw l~dos .a la exportaeión, rechazan categóricmnpnte el Ha-
litar así la alianza de la burguesía, los terratenient~s y Clona~Ismo econón1ico; mientras que hay sectores de in-
el imperialismo contra ella. "Los terratenientes y la bur" dustn~les cuya existencia y desarrollo no se concibe sin
guesía nacional tienen, sin duda -decía-, algunas con- el ~acwnalismo económico. Y si con un criterio cosmo-
tradicciones con el hnperialisn1o; pero esas contradkcio- p_olrta (antinacional, antiargentino) se califica de artifi-
nes pasan a un plano muy secundario en relación al anta- Cial la políti,ca. del nacionalismo económico (protección
gonisnlO fundamental y básico que separa en un campo ~cluanera, credlto, ayuda, etc.), con un criterio naciona-
a los in1perialistas, terraten.ie.ntes y burgueses contra las hst_a podemos calificar de artificial la política del libe-
111asas laboriosas del otro campo. Esa es la cosa funda- ra.hsmo económico (librecambio, abandono de la indus-
Inental. Eso es lo que da la base de la alianza de los ten·a- tria a .s~ propia suerte, fomento de las in1portacio;1es
nientes y burgueses argentinos con el in1perialismo, bajo compehhvas, etc.). Sólo se trata de establecer si 10 natu-
la hegemonia de los imperialistas. Las grandes n1asas tra- ral o l~ real es aplicar una política que desarrolle las
bajadoras del país no pueden desen1barazarse de la opre- causas Internas de la sociedad argentina 0 una política
sión terrateniente e imperialista sin vencer igua1m.ente que pretenda suplantar -deteniéndolo- el desarrollo de
a la burguesía nacionaL Es eso, asin1ismo, lo que explica las causas internas por la interferencia de causas exter-
que los bloques políticos argentinos, inspirados por esa ~as que adapten al país a sistemas económicos imperia-
línea política, sean a la vez una expresión diJ:ecta y sen- hstas. No cabe duda que la primera política es no ,,ola-
sible de ]a política de los imperialistas en e] país" (p. 11). , . la que ~m·responde al patriotismo argentino, sino
En resumen: Ghioldi negaba que la contradicción . umca que hene posibilidades reales de desanollarse y
fundamental fuera la existente entre el autodesarrollo tnunfar, cualesquiera sean los obstáculos que se le in-
terpongan.
nacional y la opresión hnperialista extranjera. Creía que
la contradicción fundamental se daba entre la clase obrew Los. imperialis~as y ter_rateni~ntes podía'! batir ral-
ra enc2bezando a la,s masas traba,iadoras, por una parte, mas po¡ el extremismo anhburgues de Ghioldi. ¿No era
y el in1perialüm1o encabezando a Ios terratenientes y 1a mayor deseo impedir que creciera una burguesía naw
burguesía nacional, por la otra. Sostenía que todos los Y que con eiJa~ creciera tan-1bién la clase obrera?
bloques burgueses eran lo mismo y que para liberar al No lo probaban con sus maniobras de desprestigio de
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336 HODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POL.ÍTICOS 337


la industrialización y con su oposición a Jos ensayos de se lanzara como toro embravecido contra todo el orden
nacionalis1no económico del yrigoyenismo? ¿No inspira- imperante, sin tener en cuenta las contradicciones entre
ron los miserables ataques a Lisandro de la Torre y ar- las clases don1inantes, ni la necesidad de in1pulsar la libe-
maron al asesino de Enzo Bordahebere cuando el debate ración nacional. No: nada quería entre dos aguas. Nada
de las carnes? de la lucha por la emancipación econón1ica, puesto que
En otra parte de sn folleto, Ghioldi se arroja con negaba la existencia de la Nación. Nada de contactos
furia sin igual contra la Constitución del 53, la ley Sáenz in1pnros con los sectores de la burguesía en contradicción
Peña y "demás atributos democráticos". "La democracia con el imperialismo. Nada de "ilusiones deraocráticas".
-dice-- no es Jo opuesto al fascisrno. Son dos formas de Derrocamiento del upoder burgués-terrateniente" e ins~
un mismo hecho substancial. . . Hacer creer a las masas tauración del "poder popular de los obreros y de los cam-
trabajadoras que democracia es Jo opuesto al fascismo, es pesinos". A saltar etapas inútiles. Y para terminar, las
engañarlas, es atarlas a la dictadura capitalista, es some- consignas: "¡Abajo la alianza con la burguesía! ¡Viva el
terlas al proceso de fascistización. Crear ilusiones demo- frente único p,·oletario !"(p. 16).
cráticas es ocultar la realidad de la dictadura capitalista
con ropaje democrático, es desarmar a las masas en la Con lo transcripto basta y sobra para comprender
lucha contra la fascistización. . .. en la época actual, la porqué el Partido Comunista argentino no ejerció la me-
democracia cmno reivindicación es uno de los caminos nor influencia en los acontecimientos políticos de aqueiJa
de la fascistización". En consecuencia. considera que si época. Los militantes llenaban las cárceles v daban la
Yrigoyen implantó una "dictadura fascista", también vida por el Partido, mientras los diriR·entes ]~R cerraban
"Uriburu instauró su dictadura militar-fascista" y .en el camino de Jas n1asas. Ghioidi veía ,"soviets" nor todos
1931 se preparaba "un engaño de esa misma especie, pe- lados: en el Chaco, en la Patagonia, en Bolivia. en Chile. A

ro esta vez en provecho de Jos radicales y con el apoyo Vivh: alucinarlo como 3<1Uel1os aventureros de Jos prhne-
de la alianza demócrata-socialista" (p. 14). ros he1npos de la conquista que aseguraban, n1uy sueltos
Convengamos aue el palmo de narices que recibió de cuerpo, haber visto reinos fabulosos en los m4s igno-
Ghioldi a raíz de lo- que antecede fué descomunal. La se- tos Y desiertos lugaxes de América. Sn tartarinismo le
gunda guerra mundial se definió como contienda entre hacía afirmar que "el fantasma de la revolución ponuiar.
democracia y fascisn1o, es decir, entre "dos formas de un de Jos obreros y de los carnpesinos roba la tranquilidad
mismo hecho substancial", entre dos cosas no opuestas a los opresores'', alejando así, con tamañas evasiones de
entre sí, entre lo idéntico desdoblado, según la retórica la realidad, a los militantes de las tareas concretas de
ghioldista. Los radicales no implantaron ninguna udicta- g-anar a las masas para la lucha. contra la oligarquía y
dura fascista", sino que se mordieron los codos durante el. i~p~rial!s1no, y de reforzar a la vez la lucha por sus
veinticinco años en sus luchas por un gobierno democrá- rervrnd1cacwnes inn1ediatas de clase.
tico. Y los demócratas progresistas, en vez de apoyar a
los radicales en la construcción del fascismo, ayudaron . _Ghi?ldi no se lin1itaha a exponer una tesis ultra-
a Rodolfo Ghioldi a integrar una fórmula de candidatos rzqurerdista que nada tenía de común con el marxismo:
a senadores y con1partieron su tribuna en más de una le colgaba el sambenito de trotzkistas a cuantos no la
aceptaban, inclusive a quienes en alguna medid.'J. se acer-
oportunidad. Esto quiere decir que si la profecía es un
don que otorgan los dioses a sus elegidos, nuestro hombre caban a una interpretación correcta del pape] de la bur-
guesía nacional en un país como el nuestro.
no pertenece a la corte celestial. Cien años de marxismo
Jl9 le impedían pensar como el anarquista Bakunin y que En un artículo titulado "Los trotzkistas argenti-
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338 RODOLFO PUIGGRÓI HI&TORIA C~tfTICA DE I..OS PARTIDOS POLÍTICOS 339

nos"('"), presenta a gente ?e ta~ distintas m~litanci.as Tal inseguridad en las ideas, tal intemperancia en
políticas como Penelón, Mananetb, Coca, Perkms, Fw- las críticas, tal tergiversación de las sabias y justas tesis
rini, Unan1uno y todos los que caen a su alcance, como marxistas, anulaban al Partido para la labor política prác-
trotzkistas. Lleva la confusión al punto de atribuir a tica. Hasta la III Conferencia Nacional, realizada en
Trotzky la conocida tesis sobre el problema nacional de Avellaneda en octubre de 1935, el Partido Comunista es-
Lenin y Stalin, y a éstos la tesis de Trotzky. tuvo sometido a la directa influencia del ultraizquierdis-
No puede dudanJe que según el leninismo la opre- mo ghioldista.
sión imperialista afecta a la burguesía nacional de los La I Conferencia Nacional, reunida en Rosario en
países coloniales y dependientes, y que esa burguesía mayo de 1931 (nueve meses después del golpe de Estado
puede apoyar, en una deterr:nj~1ada etapa J:
dur~nte un uriburista), y el Plenum posterior, apreciaron al radica-
detern1inado período, al mmnmiento revolucwnano de su lismo "como nuestro enemigo principal" ( 226 ). La II Con-
país contra el ilnperialis1no. No vamos a fatigar al lector ferencia Nacional, que tuvo lugar en La Plata a princi-
con nuevas citas sobre una tesis conocida por todo mar- pios de 1934, orientó todas sus resoluciones contra el
xista. radicalismo: "Hay que arrancar a la masa de la influen-
Pues bien: Ghioldi exagera esa tesis, la convierte en cia radical. . . desenmascaramiento despiadado del radi-
Hla tesis sobre el rol progresivo y antiirnperialista de la calismo. . . combatiendo al radicalismo en general, hay
burguesía nacional, la tesis sobre la función antilatifun- que acentuar la lucha contra. el programa de izquierda,
dista del inmerialismo, la tesis sobre la lucha por la de- y mostrar su contenido contra?·revolucimw.rio confesado.
mocracia ... '' (p. Z5), y se la eJribnye a Jos trotzkistas .. . las mwleaciones «izquierdistas» en el seno del ?'a.dí-
para dar campo libre a sus palos de :iego. , , calismo, así como la izquierda socialista, deben ser des-
La dialéctica en,gefía oue toda tesiS llevada mas alla enmascarada.:; consecuente·mente, arrancando a los obre-
de sus límites se transfonTI_a en su propia negación. Esto 1'0S de su influencia!'. Y como consigna fundamental:
es lo que hace Ghioldi con las tesis Ieni:nistas: las exa- "Poder Soviético. Gobierno Obrero y Campesino" (2 27) .
gera, las deforma y las carga a la cuenta de Trotzky: Una (El subrayado es nuestro. R. P.).
vez realizada esa operación, les contrapone su propia ~e­ El 3 de julio de 1933 se extinguía Hipó!ito Yrigoyen.
sis: la burguesía n-P.ciona1 argentina es contrarrevolncw- El pueblo argentino en masa acompañaba los despojos del
naria, Ja burguesía nacional argentina es un simple apén- caudillo radical en impresionante desfile por las calles de
dice del imp~rialismo~ los radicales y ]os detnócratas pro- Buenos Aires. Los humildes lo lloraban como a un padre,
gresistas son los representantes del hnperialismo Y de la a un amigo. Pero Rodolfo Ghioldi no pudo con su genio
oligarquía y no pue~,e haber ninguna alianza con ellos, etc. y, en un editorial dedicado al dirigente popular desapa-
Su afán de po]e:mizar a tontas y a locas~ ocultando recido, declaraba una vez más la guerra santa al radica-
las tesis leninistRs, le hace incurrir en continuas confu- lismo. "La revolución antilatifundista y antiimperialista
siones. Al comienzo de la página 25 ataca a los trotzkis- -decía- se realizará no con el aporte radical, sino a pe-
tas porque creen que en ~a Argentina puede ~a?er un sar del radicalismo", y comparaba a éste con el nacional-
¡;robierno fascista y a mediados de !a 1msma pagn;a .los socialismo alemán (22').
ataca porque u11o ven el enérgico proceso de fasciSbza-
ción" del radicalismo.
(226)"Boletin Interno", agosto 1932, Año II, NQ 14, p. 2.
- 11 Soviet", Año I, N' 3, setiembre de 1933, pá!!s.-19 a 31.
(225) (227)"Soviet", enero-febrero 1934, Año 2, Nos. 1- 2, págs.
Antonio Bonicelli publicó en el Nq 7, 24 de agosto ~le 1948, p. ~· d~ 28 y sü;uientes.
"Clase Obrera", una crítica exhaustiva de ese articulo de Ghwld1. (:228) ~<soviet", Año I, NQ 2, agosto 1933, págs. 1 a 6.
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340 RoDOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PAR1'IDOS POLÍTICOS


341
Los consecuencias de la "línea política" impresa por ?hiol;li. elaboró su informe de la siguiente manera: abrió
Ghioldi no podían ser otras que: Jas J?agmas, de "El marxismo y el problema nacional" de
19) Ubicar al Partido Comunista en oposición a las S~ah:n Y o;Ih donde !eyó Cáucaso puso Salta, donde Ucra-
causas internas del desarrollo nacional; m~ col?co Entre, Rws, .d01;de mingrelios, abjasianos o
29) Arrastrar a los comunistas a la guerra sin cuar- adz~1ananos ub1co a los 111d1genas (tobas, araucanos, gua-
tel contra. los radicales, los demócratas progresistas y Jos r~mes, etc.)'. donde Bund colonias judías y donde geor-
socialistas, particularn1e11te contra sus alas de izquierda, g-Ianos a los_ Inoc.ent.e~s colonos piamonteses de la provincia
"por ser más peligrosas que la derecha y el centro a causa de S~nta Fe. Sr!iuw leyendo y descubrió que Stalin se
de su den1agogía", lo que confor1naba una verdadera pro- r~ferm a !a~ nacwnahdades oprimidas por el Estado za-
vocación política; nsta. Aplico la frase a nuestro país y acusó: "sujeción
39) Prestar un gran servicio a la oligarquía y el VIOlenta de nacionalidades oprimidas en Jos marcos del
imperialismo, interesados en impedir que se organizara Es~~do a:gentir;o". Y. como Stalin habla en alguna parte
un 1novimiento de emancipación nacional; y q,e la a.~Lonom1a nacwnal hasta la completa separación",
49) Desprestigiar al marxismo y al cmnunismo en e1 tamb1en recomendaba la "autonomía nacional hasta la
la Argentina. completa separación". . . a Salta, Entre Ríos los indios
A fines del año 1933 se preparaba un Congreso par- los chacareros italianos, los judíos (23o). ' '
tidario que no llegó a realizarse (2 29 ). En las discusiones . La Argentina era, en el disparatado esquema ele
previas, Ghioldi eligió como tema nada menos que "La Ghwldi, un mosaico de "nacionalidades ovrimidas" cada
cuestión nacional". No cabe duda que, con anterioridad, una de las cuales debía luchar por su "autonomía ~acio­
había leído el trabajo de Stalin sobre ese asunto, puesto nal hasta su con1pleta separación". Verían1os levantarse
que cita algunos de sus párrafos. Sin embargo, no enten- de sus tumbas a los viejos caudillos regionales, reivindi-
dió una jota de la tesis stalinista o se propuso ocultarla cados ahora no sólo por algún valiente criollo de Salta
a los afiliados. Asómbrese el lector: el problema nacio- o Entre ~íos, sino también por los "gauchos judíos" y
nal argentino, nuestra cuestión nacional por excelencia, por los pramor;teses de chambergo y bombachas, que to-
consiste para Ghioldi en "la lucha por el derecho capital n;~n ma~e y pialan potros. Tendríamos de nuevo la divi-
de las nacionalidades indígenas a la separación", en "las swn. nacwnal y una magnífica guerra civil para mayor
tendencias autonomistas impulsadas, como en Salta, por glorra de los imperialistas. '
los imperialistas, o como en Entre Ríos, por los intereses . Al comprobar que Jos militantes .comunistas estaban
propios de los ganaderos y grandes propietarios", en la drs~'!estos a afront~r, hast~. el último sacrificio por el
situación de los chacareros "de las diversas regiones ita- Pai:I~o, uno. se sentina 1ncnnado a creer, como el abate
lianas con sus diferentes lenguas" que pueblan algunas J.eronnno Corgnard, que Hlos hombres se hacen matar fá-
zonas de nuestra campaña, en abordar "mucho más con- cilmente por palabras que carecen de sentido", si no su-
cretamente" el probleilla de ¡'las colo'nias judías de cierta
zona de la provincia de Entre Ríos". Es indudable que ( 230 ) Este originalísimo informe de Rodol:fo Ghioldi pieza úni-
ca como desvarío teórico, fué publicado en el "Boletín interno" de
octubr~ de 19.~3, Aí?-o III, N~> 18, págs, 6 a 10. Paullno González
(229) Desde el VIII" Congreso (noviembre de 1928) al IX 01 Alberd1 tamb1en afumaba que "la existencia de colonias judías
Congreso (enero de 1938) transcurrieron casi dieZ años, durante rusas, e_tc. explotadas por ~as empr~sas d0 colonización, pero qu~
los cuales los afiliados se limitaban a ejecutar las dil'ectivas im- se. mantwnen c?mo nacwnahdad pro¡:na, con su idioma, sus costum-
puestas por el círculo áulico. Esos diez años coincidieron en gran br~s, que se ~lega~, a que sus_ hijo_s presten servicio militar, que
parte -y no por casualidad- con el desenfreno de Ghioldi que eXIgen la des1gnacwn, de .~uncwnarws de la misma nacionalidad"
estamos comentando. .
plantea la autodetermmacwn nacional. "Soviet" ' 1933 ' N' ...o, p . 16
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342 RODOLFO PUIGGRÓS

piera que el heroísmo de los comunistas obedecía a un


impulso interior hacia la emancipación de los explotados
y oprimidos que malograba la torpe "línea política" de
una dirección pequeño-burguesa sectaria, antimarxista e
increíblemente aislada de la realidad nacional.
Como el Partido no crecía, la dirección resolvió, en
agosto de 1932, combatir su "retardo", cUya causa se
atribuyó a "las concepciones falsas" que campeaban en
él. Una de "las concepciones falsas" que se señaló, y que XXX
nosotros hemos analizado ya, era la siguiente: "Nuestra
burguesía, nuestros terratenientes, son n1eros juguetes LAS RECETAS DEL NEOLIBERALISMO
en manos del imperialismo". ¿Hacia qué lado rumbeó la
crítica de esa concepción evidentemente falsa? He aquí
la respuesta que se daba: La ideologíaliberal burguesa que inspiró la Consti-
"Tal concepción mecanicista, significa disminuir la tuci611 de 1853 y >el Estado liberal que era su expresión
práctica del principio revolucionario (sic) de que el ene- política concreta habían dejado de corresponder al grado
migo principal está en nuestro propio país y que por lo de desarrollo alcanzado por la sociedad argentina al caer
tanto nuestra lucha más encarnizada debe ser contra nues- Hipó lito Y rigoyen del gobierno. Esa crisis del liberalismo
tra propia burguesía" ( 231). burgués atacó a todos los partidos, sin exceptuar a los
La enmienda resultó peor que el soneto. A una con- de izquierda, y estin1uló la aparición de diversas corrien-
cepción ultraizquierdista se le oponía otra concepción aún tes nacionalistas, dentro y fuera de los partidos, dentro
más ultraizquierdista. Esta última no admitía ni la posi- y fuera del ejército. La confusión política que dominó
bilidad de centrar la lucha contra el imperialismo: había durante los años siguientes tuvo por causa principal la
que desnucar directamente y sin más trámite a la bur- ausencia de la ideología que encauzara y orientara hacia
11
guesía nacional por ser el enemigo principal", lo que la liberación nacional a las nuevas fuerze_s sociales. Ni la
equivalía a combatir las tendencias a la emancipación burguesía ni la pequeña burguesía podían dar a la política
económica del país que se desarrollaban en los partidos argentina dicho contenido ideológico, por ser incapaces
burgueses. Esas tendencias existían en el yrigoyenismo, de romper los moldes del liberallsmo bm·gués, aunque in-
en el socialismo y en la democracia progresista, sin lograr tentaron hacerlo ocasiona}mente y en forma más reso-
romper la cáscara del liberalismo burgués, y el Partido nante que efectiva. Al liberalismo burgués sólo se lo su-
Comunista, en vez de estimularlas, o1·denaba a sus afilia- pera, abriendo los anchos canlinos de la liberación nacio-
dos aplastarlas con alma y vida. nal del pueblo argentino, con la· ideología de la clase
"Soviets con gobierno de obreros y can1pesinos o na- obrera. De ello se deduce la extraordinaria importancia
da", era la disyuntiva tremenda en que Ghioldi y sus acó- que cobra el análisis crítico, con máxima profundidad, de
litos colocaban a !a clase obrera. Como !a clase obrera vi- las falsificaciones del marxismo durante el período pos-
vía en la realidad y el Partido fuera de la realidad, el terior a 1930.
Partido no podía conquistar a la clase obrera y la clase Como al liberalismo burgués en crisis no se le opuso
obrera no podía tener su Partido. sino fonnalmente -en forma declamatoria- la ideología
de la clase obrera, pudo imponerse lo que llamamos neo-
(281) "Boletín Interno", agosto de 1932, Año II, N• 14, p. 3. liberalismo, que no es más que la adaptación del viejo
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344 RODOLFO P UIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 345


Iíberalis!po a las 1H!e<.,as condiciones históricas, prolon- al justismo la apariencia de progresista y avanzado, mien-
gando su agonía. El gobierno del general Agustín P; Jus- tras el antipersonalista Leopoldo Melo se dedicaba, desde
to (1932-1938) inauguró la era del neoliberalismo bur- el _ministerio del Interior, a ubicar puntos y comas en el
gués. · texto constitucional para legalizar los mayores atropellos
La esencia del neoliberalismo burgués, o simplemente a los derechos y libertades del pueblo. El "retorno a la
neoliberalismo, era el fraude, y no solamente fraude elec- normalidad", que había sido la bandera electoral del ge-
toral, sino fraude integral, que abarcaba todas las acti- neral Justo, no era posible más que por medio del fraude
vidades del Estado. Nació del fraude y estaba condenado Y la violencia, puesto que la "normalidad" que concebía
a vivir del fraude. Creó la técnica del fraude y el fraude se identificaba con el orden social antiguo, en contradic-
técnico, al que calificó de patriótico, porque defendía una ción con el desarrollo de las fuerzas productivas y el
Patria dependiente y humillada. Tuvo técnicos del fraude ascenso de la lucha de clases.
político para ganar elecciones y técnicos del fraude eco- Tras la insistencia en "el retorno a la normalidad"
nómico-financiero para entregar el país a los monopolios estaba la decisión de la oligarquía y el imperialismo de
extranjeros. Leopoldo Melo y Manuel Osario se dividían hnpedir que la crisis económica y política tuviese una ·
el trabajo con Federico Pineda y Raúl Prebisch. salida popular revolucionaria. Millares de hombres y mu-
Si bien J ohn Maynard Keynes no había aun dado a jeres sin trabajo agolpados en Villa Desocupación y ali-
publicidad su "Teoría General de la Ocupación, el Inte- mentándose de la limosna de las ollas populares mostra-
rés y el Dine1·o" (1936), Jos estadistas y economistas in- ban las lacras de un régimen que siempre se había pro-
gleses sabían que el capitalismo no era n1ás un cue1·po sano clamado autor de una prosperidad eterna. La profunda
que pudiera vivir de sus propias energías, cmno en la incidencia de la crisis n1undial del capitalismo en la eco-
edad de oro del liberalismo clásico: necesitaba inyeccio- nomía argentina ponía al desnudo el grado de dependen-
nes y específicos, médicos y recetas. También en la Ar- cía de nuestro país con respecto a las grandes potencias
gentina los gobernantes contemplaban al paíB y sus pro- imperialistas. Hablábase de "la bancarrota total" del agro,
blemas como un médico -o un curandero- a un enfer- con los novillos a precios inferiores a los de veinte años
mo. El neoliberalismo justista llegó al poder con la misión antes, los cereales y el lino vendiéndose a menos del pre-
de poner en carpa de oxígeno al régimen de la oligarquía cio de costo, las exportaciones descendiendo ele 771 mi-
y el imperialis1no en trance de n1uerte, y se rodeó de ase- nones de pesos oro en 1923 a 566 millones de pesos oro
sores y técnicos que por temor al futuro no veían más en 1932, y la riqueza nacional pasando de 8.000 millones
allá de sus narices : salían del paso con medidas del mo- en 1928 a 4.800 millones en 1932 (2'2 ) .
mento, válidas para un corto período. Apres moi le déluge. El general Justo se inició en el gobierno en medio
A la idiosincracia del tenedor de libros que juzga la mar- de una formidable ola de huelgas y movimientos popula-
cha del mundo a través de Jos asientos del Diario, se res. Al margen de la Federación Agraria Argentina y de
asoció el realismo ingenuo, con su estrecho practicismo, los partidos, impulsados por !a miseria y los desalojos,
que los socialistas independientes recogieron del maestro los agricultores arrendatarios declararon la huelga en la
Justo y trasmitieron al general Justo. La oligarquía con-
servadora, que fuera desalojada dM gobierno en 1916, ( 2 B2) La "Dirección de Economía Rural y Estadística" daba dé
renovó su equipo de ministros y funcionarios, modernizó costo de producción del quintal de trigo $ 7.20 y precio de venta
sus métodos y cubrió de hipocresía su divorcio del proceso $ 5.04; del lino $ 10.65 y$ 9.14, respectivamente; y del maíz $ 4.90
Y $ 4.33. Las exportaciones de cereales y lino disminuyeron en un
social concreto. Antonio De Tomaso, Federico Pineda y 28 % en cantidad y en un 35,6 % en valor durante el primer se-
demás socialistas independientes se encargaron de. darle xnestre de 1933 en relación al primer semestre del año anterior.
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346 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS PoLÍTICOS 347

asamblea de "Las Rosas". Exigían precios mínimos para El gobierno del general Justo que, en sus primeros
los cereales y el lino, rebaja de los arrendamientos Y los días, fué saludado como "promisor brote de legalidad"
fletes ferroviarios, anulación de los contratos leoninos, y restableció Hciertas libertades democráticas", pronto
créditos, libertad para vender la cosecha, etc. Tanto el desencadenó una terrible represión del movimiento obre-
presidente Justo como el ministro De Tomaso amenaza- ro. A los encarcelamientos en masa acompañó la aplica-
ron con empleár la máxilna violencia para aplastar la ción de la ley 4144 a centenares de obreros que fueron
huelga y obligar a trabajar a los agricultores. El socia- deportados. Aplastó a sangre y fuego la huelga de los
lista Nicolás Repetto se oponía también al movimiento petroleros de Comodoro Rivadavia, así como las de otros
con estas palabras estarnpadas en el diario "Córdoba" Y gremio~ en Avellaneda, Tucumán, Santiago del Estero y
reproducidas por "La Vanguardia": "Supóngase que den- la Capital Federal. Fraguó procesos por "asociación ilí-
tro de poco, a causa de una guerra o de otro suceso, su- cita" a los choferes, lavadores de autos y panaderos. Dictó
biera el trigo tres o cuatro pesos, ¿en qué responsabilidad decretos anticonstitucionales sobre derecho de reunión,
habrían incurrido los que hubiesen lanzado a los agricul- registros, identificación, etc. Declaró ilegales al Partido
tores a la huelga?" ( 233 ). La esperanza bélica, tantas veces Comunista, al Socorro Rojo y a otras organizaciones. Clau-
manifestada por el líder socialista en esa época, tenía suró diarios y periódicos. Fomentó la formación y actua-
fundamento en la posibilidad de que la guerra del Chaco, ción de entidades nazifascistas extranjerizantes que ex-
entre Paraguay y Bolivia, campo de batalla abierto por hibían un "nacionalismo" reaccionario e ilnperialista.
los imperialismos inglés y yanqui para disputarse el do- No le bastaba, sin embargo, la violencia y el terror
minio de América Latina, se extendiera al continente. al neoliberalismo justista para conservar el poder. Nece-
En un Congreso reaíizado en Buenos Aires, la Fede- sitaba readaptar a la Argentina al sistema de dependen-
ración Agraria Argentina consiguió poner fin a la huelga cia del imperialismo inglés. Así retornaría la República
agrícola, haciendo valer las promesas gubernamentales. a la única "normalidad' que concebían los grandes gana-
7

De ese modo pudo evitarse que se cumpliera el plan del deros, los importadores y los políticos y diarios liberales.
ministro De Tomaso de reducir el área sembrada a costa Sabía el gobierno de Justo que la Conferencia de
del desalojo en masa de agricultores, pero no se obtuvo Otawa, realizada en agosto de 1932 entre el Reino Unido
el reajuste de las tarifas ferroviarias (rechazado cate- Y sus dominios, tenía por mira excluir a la Argentina
góricmnente por el gobierno para no malogra.r ~1 Pacto de las preferencias imperiales (especialmente en materia
Roca con Gran Bretaña), y las promesas se hm1taron a de carnes) y crear una economía cerrada de los países
un reajuste de los arrendamientos que murió en el pa- de la Comunidad Británica. Sabía también que en el Rei-
peleo burocrático y en una moratoria hipotecaria ·que no Unido había intereses que no aceptaban tal abandono
favoreció a los terratenientes y al pequeño número de de la antigua amiga del Río de la Plata. Para conformar
agricultores propietarios ( 234 ). Las reivindicaciones de los a los ingleses resolvió el gobierno de Justo, en vísperas
obreros rurales ni siquiera fueron tenidas en cuenta ( 235 ). de la Conferencia de Otawa, rebajar un 50 % de los de-
rechos de importación de whisky, ingenua medida que
podía atraer le las simpatías de los admiradores del "Ca-
(233) .Cita~o por Paulina Go~zá;;z A.lb:rdi ;,n "J!a~fa la .Alia1~­ ballo Blanco", pero no torcer la hábil maniobra chanta-
za Revolucwnana Obrero-Campesma . Revista Sov1et , sehemb1e
1933, N 9 3, p. 7. jista de los duchos diplomáticos del Imperio.
( 234) Muchos terratenientes. se habían visto obligad?s a re-
bajar directamente los arrendam1entos para encontrar quienes les guraba la de no trabajar más que ude sol a sol" y la extensión de
trabajasen los campos. ~ . la ley de accidentes de trabajo, que sólo favorecía a los trabajado-
(235) Entra las reivindicaciones de los obreros agncolas f1~ l'es de motores y máquisas.
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asamblea de "Las Rosas". Exigían precios n1ínimos para El gobierno del general Justo que, en sus primeros
los cereales y el lino, rebaja de los arrendamientos y los días, fué saludado como "promisor brote de legalidad"
fletes ferroviarios, anulación de los contratos leoninos, y restableció "ciertas libertades democráticas", pronto
créditos, libertad para vender la cosecha, etc. Tanto el desencadenó una teníble represión del movimiento obre-
presidente Justo como el 1ninistro De Tomaso ainenaza- ro. A los encarcelamientos en masa acompañó la aplica-
ron con emplear la máxima violencia para aplastar la ción de la ley 4144 a centenares de obreros que fueron
huelga y obligar a trabajar a los agricultores. El socia- deportados. Aplastó a sangre y fuego la huelga de Jos
lista Nicolás Repetto se oponía también al movimiento petroleros de Comodoro Rivaclavia, así como las de otros
con estas palabras estampadas en el diario "Córdoba" Y gremios en Avellaneda, Tucumán, Santiago del Estero y
reproducidas por "La Vanguardia": "Supóngase que den- la Capital Federal. Fraguó procesos por "asociación ilí-
tro de poco, a causa de una guerra o de otro suceso, su- cita" a los choferes, lavadores de autos y panaderos. Dictó
biera el trigo tres o cuatro pesos, ¿en qué responsabilidad decretos anticonstitucionales sobre derecho de reunión,
habrían incurrido los que hubiesen lanzado a los agricul- registros, identificación, etc. Declaró ilegales al Partido
tores a la huelga?" (' 33 ). La esperanza bélica, tantas veces Comunista, al Socorro Rojo y a otras organizaciones. Clan-
manifestada por el líder socialista en esa época, tenía . diarios y periódicos. Fomentó la formación y actua-
fundamento en la posibilidad de que la guerra del Chaco, ción de entidades nazifascistas extranjerizantes que ex-
entre Paraguay y Bolivia, campo de batalla abierto por hibían un "nacionalismo'' reaccionario e imperialista.
los imperialismos inglés y yanqui para disputarse el do- No le bastaba, sin embargo, la violencia y el terror
minio de América Latina, se extendiera al continente. al neoliberalismo justista para conservar el poder. Nece-
En nn Congreso realizado en Buenos Aires, la Fede- sitaba readaptar a la Argentina al sistema de dependen-
ración Agraria Argentina consiguió poner fin a la huelga cía del imperialismo inglés. Así retornaría la República
agrícola, haciendo valer las promesas gubernamentales. a la única "normalidad" que concebían los grandes gana-
De ese modo pndo evitarse que se cumpliera el plan del deros, los importadores y los políticos y diarios liberales.
ministro De Tomaso de reducir el área sembrada a costa Sabía el gobierno de Justo que la Conferencia de
del desalojo en masa de agricultores, pero no se obtuvo Otawa, realizada en agosto de 1932 entre el Reino Unido
el reajuste de las tarifas ferroviarias (rechazado cate- y sus dominios, tenía por mira excluir a la Argentina
góricamente por el gobierno para no malograr el Pacto de las preferencias imperiales (especialmente en materia
Roca con Gran Bretaña), y las promesas se limitaron a de carnes) y crear una economía cerrada ele los países
un reajuste de los arrendamientos que murió en el pa- de la Comunidad Británica. Sabía también que en el Rei-
peleo burocrático y en una moratoria hipotecaria que no Unido había intereses que no aceptaban tal abandono
favoreció a los terratenientes y al pequeño número de de la antigua amiga del Río de la Plata. Para conformar
agricultores propietarios (' 34 ) . Las reivindicaciones de los a los ingleses resolvió el gobierno de Justo, en vísperas
obreros rurales ni siquiera fueron tenidas en cuenta ( 235 ). de la Conferencia de Otawa, rebajar un 50 7o de los de-
rechos de importación de whisky, ingenua medida que
podía atraerle las simpatías de los admiradores del "Ca-
C¿ll3) Citado por Paulina González Albe.rdi en "Hacia la Alian- ballo Blanco", pero no torcer la hábil maniobra chanta-
za Revoluciona-ria ObreTo-Carnpesina". Revista "Soviet", setiemb1·e
1933, Nq 3, p. 7. jista de los duchos diplomáticos del Imperio.
(234) Muchos terratenientes se habían visto obligados a re~
bajar dil'ectamente los arrendamientos pam encontrar quienes les guraba la de no trabajar más que ude sol a sol" y la extensión de
trabajasen los campos. . la ley de accidentes de trabajo, que sólo favorecía a los trabajado-
(230) Entra las reivindicaciones de los obrero¡ agdcolas fl~ l'ea de motores y máquisas.
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RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA D~~ LOS PARTIDOS POLÍTICOS 34!)


348
Una vez conocido el texto de los acue1·dos de Otawa, en1barques de carnes, sin dE:~ i::-n' por eso de sufrir una dis-
y bajo la pre::-.ión de los gm1aden:n3.¡ los importado.1:es y 1ninudón en la cuota bá:sica cte Otawa" (2 36 ).
las con1pañías inglesae., el gobierno de Justo resolvw en- Eeferíase el doctor de la Torre a la cláusula quinta
viar a la Corte de St. James una embajada extraordina- del tratado, por la cual se legalizaba el predominio de la
ria, encabezada por el vicepresidente de la República, Conferencia de Fletes, organizada por los frigoríficos
doctor Julio A. Roca, que llevaba como principal asesor para monopolizar la producción argentina de carnes y
y verdadero orientado1~ de las ge8tiones al doctor Gui- distribuir las cuotas de exportación. El 85 % de esas
Üermo Leguizamón, presidente del directorio del Ferro- cuotas era puesto incondicionalmente en n1a~os del go-
carril Oeste y hombre plenamente identificado con los bierno británico para que, a su vez, lo traspasara a las
intereses ingleses. Volvía así a una vieja política clau- empresas inglesas y yanquis, sometiendo a estas últimas
dicatoria, abandonada durante la época yrigoyenista: la y viendo así materializado un proyecto que acariciaba
del viaje a Europa de emisarios de nuestra servidumbre, desde principios de siglo. Al mismo tiempo se prohibía
como lo fueron Carlos Pellegrini y Victorino De la Plaza. al Estado argentino y a los capitalistas argentinos cons-
truir frigoríficos que elaboraran más del 15 ;Yo del total
Los negociadores del tratado Roca-Runciman escri- exportable, y este miserable 15 % se permitía única-
bieron una de las páginas más negras ele la negra histo- mente en el caso que no tuviese "fines lucrativos".
ria de la oligarquía. No tuvieron ni el atenuante de haber El Pacto Roca-Runciman, firmado el 19 de mayo de
sido invitados por el gobierno británico: fueron a Lon- 1933 y aprobado en julio del mismo año por ley No 11.693,
dres por propia iniciativa, a postrarse y ofrecer el oro aseguraba a los capitalistas británicos trato preferencial
y el moro, a cambio de seguir el mercado inglés absor- en cambios, concesiones arancelarias, aceptación a libro
i:liendo carne argentina. El doctor Leguizamón agradeció cerrado de la cifra que Inglaterra daba de nuestros cré-
en un banquete "los 800 millones de libras esterlinas que ditos congelados y su estabilización en un empréstito en
Inglaterra ha invertido en la Argentina" y dijo en otro oro, y, en general, una benevolencia que equivalia al to-
que ''la Argentina es una de las joyas más preciadas de tal abandono de la defensa de los intereses nacionales. A
la corona de Su Graciosa Majestad". El doctor Roca de- la opinión pública argentina, cuya voz se procuró ahogar
claró, en un tercer banquete, que "la Argentina és, por sin detenerse ante ningún medio, llegaron noticias de
su interdependencia recíproca, desde el punto ele v1sta que por cláusulas secretas se había prometido a Gran
económico, una parte integrante del Reino Unido". Un Bretaña el control de los transportes, de la moneda, de
legislador inglés manifestó en la Cámara de los Comu- los créditos, de la electricidad. El ministro de Relaciones
nes que, siendo la Argentina prácticamente una colonia Exteriores dijo en el Congreso: "Estamos en una dolo-
económica, le convenía más incorporarse de lleno al Im- rosa dependencia de los mercados exteriores", y el de
perio Británico. i A qué ir con tantas vueltas! Hacía 200 Hacienda: "Somos simples satélites en la órbita de las
años que Gran Bretaña soñaba con eso. grandes naciones". De tal manera el gobierno del gene•
Al discutirse en el Senado argentino el vergonzoso ral Justo presentaba como inevitable nuestra condición
tratado, el doctor Lisandro de la. Torre dijo: "Si está- de país semicolonial.
bamos a merced de Gran Bretaña después de los acuer- Lisandro de la Torre comentaba en el Senado las
dos de Otawa, seguimos a merced de Gran Bretaña des- monstruosas concesiones con las siguientes palabras:
pUés del convenio de Londres, y el empeño puesto nnpru- ~'El mie1nbro informante decía ayer: <<el gobierno ing1és
dentemente en realizar el tratado ha conducido a empeorar
la situación, obligándonos a renunciar al control ele los (236) Lisandro de la Torre, op. cit., II, págs. 382 - 383.
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350 RoDOLPO PUIGGRÓ5 HI8TOí'JA CRÍTICA DE LOS PAHTID03 POLÍTICO$ 351


quiere» o «el gobierno inglés no quiere». Todos lo~ se- el Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias, cuya
ñores senadores lo escucharon, y eso que el gobierno in- función consistía en salvar de la ruina a grandes latifun-
glés quiere o no quiere se refiere a cosas que pertenecen distas entrampados y a empresas en liquidación, a la
a la República Argentina, se realizan dentro de la Repú- vez que facilitar la formación y la acción de los mono-
blica Argentina y deberán ejecutarse por el gobierno ar- polios (2 39 ).
gentino. El gobierno inglés le dice al gobierno argentino: El gobierno de Justo adoptó las precauciones nece-
le permito que fomente la organización de los frigorífi- sarias para conseguir que las leyes de creación del Banco
cos cooperativos, y no le permito que fomente la orga- Central y del Instituto Movilizador, así como las comple-
nización de comnañías individuales que hagan compe- mentarias de reorganización de los Bancos de la Nación
tencia a los frigoríficos extranjeros. "En estas condicio- e Hipotecario Nacional y la de Bancos, se sancionaran
nes no podría decirse que la Argentina se haya conver- sin ruido en la calle y sin discusión en el Congreso. 'fe-
tido en un Dominio británico, porque Inglaterra no se nía plena conciencia del atentado que cometía contra la
toma la libertad de imponer a los Dominios británicos independencia econórnica y~ la soberanía política del país.
semejantes hun1i11aciones. Los Dominios británicos tienen Amordazó fácilmente a los diarios, concediéndoles cam-
cada uno su cuota y la administran ellos" ( 237 ). bios preferenciales para importar papel. Convocó al Con-
El gobierno de Justo no se detuvo a mitad de. cami- greso a sesiones extraordinarias, sin hacer referencia a
no. Quiso realizar lo que no pudo, por falta de tiempo, los proyectos que tenfa en carpeta (2 40 ). Encontró la Co-
su antecesor, aleccionado por el técnico del imperialismo laboración del radicalismo -colaboración lograda por
Raúl Prebisch: entregar las finanzas del país a la banca presión del imperialismo- qne el 2 de enero de 1935 le-
imnerialista. Nombró al efecto una comisión, i11tegrada vantaba la abstención, a pedido del doctor l\[m·celo T.
coñ representantes de Baring Brothers, Leng Roberts Y de Alvear. El 18 del mismo mes" y año lleg·aron los pro-
Margan, para que, junto con conocidos abogados Y téc- yectos al Senado y al día siguiente se aprobaron, con los
nicos al servicio de los monopolios extranjeros, elabora-
ran un nuevo régimen bancario y monetario, y encomendó
la supervisión del proyecto a sir Otto Niemeyer, alto fun- miembros restantes debían ser elegidos por Jos bancos particulares,
cionario del Banco de Inglaterra y director de la fábrica arg-entinos y extranjeros, lo que daba la gran mayoría a los capi-
talistas y monopolios exh·anjeros. Hasta· el presidente, el vicepre-
Vickers de armamentos y buques de guerra, a la que, de sidente y el gerente general necesitaban el visto bueno de Londl'es
paso, le encargó la construcción del acorazado "La Ar- para ser nombrados. El entonces presidente de la Cámara de Di-
gentina". La comisión y su supervisor aconsejaron fun- putados, doctor Manuel A. Fresco, se enteró al llegar a Londres,
antes de que M supiera en Buenos Aires 1 de la ley de creación del
dar un Banco Central de carácter privado para que asu- Banco Central y del nombramiento de Raúl Prebisch como gerente
miera el control dictatorial de la moneda, los créditos, la g-eneral. Se lo dijo el magnate de los ferrocarriles británicos. Ver
industria, el comercio exterior y el intercambio externo. José Luis Torres: "La ol1~gwrqnia rnaléf-ica", Bs. As., 1953, págs.
Así nació el Banco Central de la República Argentina, 120- 121. De esa manera, se ase8:uraba ''el funcionamiento indepen-
diente del Banco" ... frente al Estado y su dependencia de los mo-
con privilegios para el impel:'ialismo que ni en la India nopolios.
habían podido obtener los ingleses ( 238 ). A su lado se creó (239) Los 702 millones de pesos que resultaron de la baja del
peso de 44 a 20,59 centavos oro fueron a parar al Instituto Movili-
zador para ser empleados en 1a compra de pagarés incobrables a
(237)Ibídem, pág-s. 418-419. su valor nominal.
(238)El Banco Central se organizó como sociedad anomma ( 2 40) Niemeyer recomendó insistentemente que las leyes se
mixta. De los 14 miembros del directorio, sólo 3 representaban al aprobaran uen una sola operación" y por sorpresa para evitar los
Estado, al Banco de la N ación y a los bancos provinciales. Los 11 ataques de 1a opinión pública, como había sucedido en otms países.
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352 RODOLFO PUIGGRÓS


HISTORIA CRÍTICA DE J,Os PARTIDOS POLÍTiCOS 353

números 12.155 a 12.16Ó, las leyes entreguistas de nues- . del propio liberalismo, no a favor ele un Estado nacional
tra economía. fuerte 'f autónomo, sino con el objeto de readaptar a la
En 1890, el Estado libera! servía al imperialismo Ar~en.tma a la "normalidad" de su dependencia del im-
desprendiéndose de lo que le pertenecía o controlaba, con- . penahsmo en las nuevas condiciones históricas. Si la
virtiéndose en son1bra burocrática de la don1inación ex- legalidad democrática del gobierno del general Justo se
tranjera. En 1935, el Estado neoliberal servía al impe- fundaba en un permanente fraude, su neoliberalismo des-
rialisn1o como intermediario para apropiarse o controlar e~~ocaba en la claudicación ante los monopolios impe-
la economía del país en sus diversas ramas de conjunto. nahstas.
En 1890, la empresa privada extranjera se protegía .El c?ntenid?, contradictorio de la política justista se
sola: bastaba que el Estado renunciara a hacerle la com- mamfesto, tambren, con la creación de las Juntas Regu-
petencia. En 1935, la empresa privada extranjera necesi~ ladoras~ de la P::oducción (de vino, carne, granos, leche
taba la protección del Estado : por eso vemos al Estado Y algodon), destmadas a favorecer el proceso de concen-
neoliberal de la época del justismo realizar un protec- h:ación n1m;wpolista y asegurar a los monopolios el má-
cionismo al revés, el proteccionismo a la empresa extran- ximo beneficiO, a costa de la quiebra o de la absorción
jera en perjuicio de la empresa nacional. Prestáronse de las empresas argentinas independientes y de la des-
al juego, en forma directa o indirecta, los partidos trucción ele plantaciones y viñedos (241). En ·las acequias
políticos comprometidos en lucha a muerte contra todo de Mendoza llegó a correr vino en vez de agua, en los
lo que significara desarrollar al Estado nacional como surcos de Tucumán los cañeros y los ingenios más débi-
fuerza económica y política propia en oposición a los les caían ba~o el dominio de los grandes ingenios y en
monopolios extranjeros. Llamaban a tal Estado tota.li- el mercado mterno de la carne los frigoríficos hacían
tario, y al otro, al neoliberal, denwcrático, transporhmdci "dumping" para destruir toda competencia. Muchas em-
a la Argentina discriminaciones que correspondían al presas nacionales quebraron, mientras la suba1in1entación
antagonismo prebélico entre las potencias hnperialistas de amplios sectores sociales alarmaba a los clietistas. La
denominadas "democráticas" (Estados Unidos, Gran Bre- grandeza y la riqueza del naís se medían, para los técni-
taña, Francia) y las potencias imperialistas nazifascistas cos del neolibera1ismo justistat de acuerdo a 1a grandeza
(Alemania, Japón, Italia); y no al antagonismo entre los Y la riqueza ele los monopolios extranjeros. Transportes,
países del mundo colonial y semicolonial y ·]as potencias bancos y comercio exterior se entregaron a la Ubre ini-
imperialistas en su conjunto, que era el' dominante en ciativa de los consorcios hnperialista.s, vale decir que se
la Argentina. Calificaban de nazi-fascista o totalitaria la reenfeudó la Argentina a los monopolios en nombre de
tendencia del Estado a absorber sectores de la economía la doctrina liberal renovada.
qne dominaban los consorcios imperialistas y admitían,
en cambio, como democrática la tendencia del Estado a ( 24 1) D~ acuerdo a datos de 1935, las 1515 bodegas de Men-
absorber sectores de la economía en manos del . capital doza pertenec1an: 69 a sociedades anónimas, 193 a sociedades co-
nacional para someterlos a los monopolios extranjeros. lectivas y. 253 3; ~propietarios individuales; pero sobre los 100 mi-
nones de mverswn total, más de la tercera parte correspondía a
Dábase así la paradoja de que la defensa de estos últi- 12 &"~andes bodeg-as. Después de 1929, un grupo bancario (bancos
mos, en una época en que las fuerzas productivas nacio- N ~c10n, Anglo Sudamericano, Alemán Trasatlántico, Español del
nales se desarrollaban como rivales de ellos, traía como R~o de la Plata Y Londres} abrió un crédito de varias decenas de
mtll~nes a. los g:randes bodegueros. La Junta Reguladora del Vino
consecuencia que el Estado neolibera.l no podía ser con- salvo las mvers10nes del caoital financiero, ·sacrificando a un sec-
secuente con su liberalismo sin intervenir en la actividad t<?r ~e bodegueros e intensificando el proceso de concentración ca-
económica privada, o sea, sin trasgredir los principios pltahsta.
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354 RODOLFO PUIGGRÓS

La tendencia general del gobierno justista que he-


mos analizado se expresó asimismo por conducto de la
ley NQ 12.139, de unificación de impuestos internos, aten-
tado al régimen federal y a las autonomías municipales
que le daba un arma para regular la economía, aplas-
tando a unos y levantando a otros, en provecho de los
monopolios ( 242 ).
Abandonaba el gobierno .iustista su liberalismo orto-
doxo cuando se trataba de defender a la empresa privada XXXI
extranjera pura o mixta, pero lo mantenía firme en ma'
terias de interés capital para el pueblo argentino. Por EL MONOPOLIO DEL TRANSPORTE
ejemplo: mientras creaba una serie de instituciones que
respaldaran a los monopolios, sostenía la doctrin~ de. }a
prescindencia del Estado en lo referente a la legJslacwn Las inversiones en ferrocarriles constituían, en tiem-
del trabajo y a la explotación y comercialización del pe- pos del Pacto Roca, más de la mitad del conjunto de las
tróleo. Eran los "tiempos de la República", como con inversiones ing]esas en nuestro país, pero su importancia
latiria añoranza los bautizó uno de los maquiavélicos teo- no era meramente cuantitativa: formaban el eje del pro-
rizadores del neoliberalismo. N o imaginaba una Repú- ceso de adaptación a que el imperialismo británico so-
blica distinta. metió a la economía argentina ( 243 ). El 60 % de los 40.000
kilómetros de la red ferroviaria de la República se con-
centraba en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y
Córdoba, es decir, en la zona agrícola-ganadera, y de
ese 60 % las nueve décimas partes pertenecían a las em-
presas extranjeras, principalmente británicas. Los ferro-
carriles del Estado quedaban confinados a las regiones
(242) Los vitivinicultores del valle superior del Río Ne¡:;ro marginales, con menos de 10.000 kilómetros de vías, fren-
fueron agobiados por la ley con cinco veces más impuestos V alg-u-
nas bodegas de Mendoza, como Ja de Tirasso, cayeron baj? el hacha te a los 31.000 de las empresas extranjeras.
del Instituto Movilhador. El gobernador de Catamarca mform.aba Las empresas ferroviarias inglesas actuaban como
el 12 de juni_? de 1937 que uAn~algalá ve red~;ida .a, una séptima
parte de su area cultivada .de v_td. Su pro(;h1cc1on vm~cola, .que al-
canzaba a Jos cuatro y medio m11lones de h~ros y su mmedt~ta .~o­ (243) Según "The South American Journal", las inversiones
locación en los mercados se ve ahora casi lmdando a su extlllclún. británicas en la Argel!-tina, en valores cotizables~ eran en esa época:
Potnán es donde la crisi~ y la desocupación tienen su máxima evi-
dencia. Sus pobladores, dedicados en su totalldad al cultivo del sue- · Títulos de Estado . . . . . . . . . . . . 60.000.000 de libras
lo, son asimismo el ochenta por ciento vitivinicult~yes; atendían ~co;n Ferrocarriles . . . . . . . . . . . . . . . . 277.000.000 , "
sus productos al xelativo bienestar de su econmma l?~al. La~ ulti- Varios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . 109.000.000 , ,
mas disposiciones nacionales xeferentes a la elaboracH~_n de vtnos Y
alcoholes, tan contrarias a los intereses de los pequenos producto- TOTAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 446.000.000 de libras
res han dado en tierra con la industria derivada de la vid, 11e-
va~do el hambre a un 60 % de la población. De más de 300 fábri- Las tres compañías ferroviarias francesas, de mucho menor
cas de vino y aguardiente de años atrás, no pasan de 20 1?s re- importancia, se agrupaban junto con 1as inglesas en un 11 Railway
gistrados oficialmente en la actualidad". Francisco J. Tr1anes: Comittee" para actuar colectivamente en sus presentaciones a1 go-
"Desocupac·ión. Burocracia. Prodigal-idad", Editores Eco, Bs. As., bierno, fijación de fletes y salariosJ etc., violando terminantes pro-
1939, págs. 15-16. hibiciones al respecto.
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356 RODOLFO PUIGGRÓS


HISTORIA CRÍTICA DE Los PARTiDOS PoLÍTICos 351
Estado dentro del Estado, aumentando las tarif~s, agua~­ colectivos (hijos de la iniciativa nacional, como medio de
do los capitales, importando materiales y arhculos sm · resolver el problema creado por el estancamiento del sis-
pag-ar derechos, destruyendo el tráfico marítimo Y flu- tema británico de locomoción), quebraban el monopolio
vial de cabotaje, asfixiando la economía de zonas ente- inglés de transportes, al mismo tiempo que ponían los
ras("'). De vez en cuando derramaban Já!!'r~mas de coco- cimientos de un sistema propio de comunicaciones y des-
drilo sobre la imposibilidad de repartir diVIdendos a los ataban las rivalidades entre el imperialismo inglés ( due-
Sacrificados accionistas, sin decir que las enormes ganan- ño de ferrocarriles, tranvías y subterráneos) y el impe-
cias iban a parar a los bolsillos de los poseedores de deben- rialismo yanqui (proveedor de elementos para el tráfico
tures y otras obligaciones, o que los suel;!os de sus alto_s automotor) (2"). Nuestra dependencia del mercado nor-
empleados eran mayores que los del presidente Y los mi- teamericano en lo referente a automotores, máquinas y
nistros de la República Argentina, o que abultaban los otros medios destinados a desarrollar la industria y los
gastos e inversiones en otros rubros (245 ). Tanto en I?a- transportes, cmnenzó a plantear un problema que se agra~
terial como en prestación de servicios los ferrocarriles vó con el tiempo: la falta de medios de pago o de expor-
habian quedado e~tanendos en 1?14, a pesar del aum;!'!to taciones que compen.'3aran nuestras compras a Estados
registrHdo en el numero de pasa.1eros y ~n las cargas ( ~. Unidos. Tal problema no se hacia sentir mayormente
Asl continuaron hgsta. aue ]a crec1ente competencia mientras regía en el mercado mundial la libertad de cam-
del tráfico automotor los l!ámó a !a re~lidB.d: La cóns- bios, por cuanto podíamos pagar el déficit del intercambio
trucción de caminos (aunque fuera a distancia pruden- con Estados Unidos empleando las divisas resultantes del
cial de las estaciones para que no restaran ca;gas. a los superávit del intercambio con otros países, pero se trans-
ferrocarriles), las empresas de camiones, los ommbus Y formó ell'el problema de los problemas de nuestro comer-
cio exterior cuando el gobierno inglés declaró la incon-
(244) Los fletes eran los más caros d~lmundo (por t~·ansp~r­ vertibilidad de la libra esterlina, y el dólar llegó a ser
t.a.r un quintal de tri ~So 700 kilómetros S? cobraba en _Ka.f.ada ~ ~-1 ?~ prácticamente la moneda universal del mundo capitalista.
en Estados Unidos $ 1,08 y en Argentma $ 1.70). mes. e .s1 De acuerdo a los principios del liberalismo, la lucha
glo Pasado, OsvaJdo ~agna~so denuncia~a que Jos ferrocaJ;·nles m-
g.leses sofocaron la explotac10n del petroleo.. en Salta Y. J_uJuy, Y .lo por el dominio del transporte debía quedar librada a la
mismo hicieron con cuanto apartara al pa1s de la acbv1dad pura- libre concurrencia, sin la intervención del Estado, pero
mente agronecuaria. , ·t 1 como los imperialistas ingleses exigían al gobierno ar-
(245) ·El Ferrocarril Pacífico, entre otr~s, temao un cap~ a
, d le $ 61110 000 en ordinanas Y % 51.!102.,)00 gentino, a ca1nbio de seguir comprándonos carne, una
rea ]IZa o e ' /.< $
0
aC"l·0,1E'S
o1 138 539 cgz
'
• · •
ayuda concreta que Jos pusiera a cubierto de la compe-
·v • ' ·

en preferidas, nero los del:>entures .alcanzaban a $ /s • · ·" •


Hubo años, desde 191_5 a Hl19 por eJen;plo, en aue 1~s enti~das ?ru- tencia que el automotor hacía al ferrocarril, el neolibe-
tas de los ferrocarnles fue~'Oll supenores a las Ientas "'ene1ales
de la N ación. , ,., ralismo justista arrojó por la borda una vez más aque-
(2:16) En 1914, los ferrocaniles ine;Ies~s teman 3.217 loco-
motoras, 2880 coches 1 2542 furgones y 73.?32 vagones. Y , e:1 1939
ba'iaron a 2907, 2498, 2547 y 63.1:1.6 resnecbvamente. El traflco au- (241) Las inversiones financieras de Estados Unidos dismi-
mentó de 75 millones de pasajeros y 34 millones ~e toneladas de 1myeron en 251 millones de dólares entre 1931 y 1939, pero sus im-
cargas en 1914 a 170 miilones de pasaje~'OS y 43 nnHonBs de tone- portaciones aumentaron al punto de ocupar el primer l~gar, se-
h.dlis de cargas en 19BO. En 1910, c~n 3150 coches tra-nsportaban guidas en 1935 por las de Alemania, Inglaterra y FTanc1a. Gran
todos los ferrocarriles 59.711.452 pasa;1eros, y E'-1} 1938, con 3580. ~o­ Bretaña había logrado detener la invasión del capital financiero
ches transnoThban 163.920.000 pasaJeros, segun los d,at;;m ofiCia- yanqui, pero no pudo impedir sus importaciones, a pesar de que
les. Eran los ferrocarriles más lentos del mundo: el r:;p1do a !?:o- el gobierno del general Justo organizó el régimen de control de cam-
sario, presentado como modelo, empleaba una _ho:ra mas para le- bios y recargó con un 20 % al tipo oficial de cambio para las mer-
correr 50 kilómetros menos que el expreso Pans-Nancy, caderías que se introducían sin permiso previo, disposición desti-
nada a favorecer el comercio inglés y entorpecer el yanqui.
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EODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 359


llos princ1p10s e intervino para inclinar la balanza a fa- Gran Buenos Aires. Los imperialistas yanquis no se cru-
vor del monopolio inglés y en contra del desarrollo del zaron de brazos, y después de adquirir la Unión Tele-
transporte nacional propio. , fónica, intentaron comprar el Ferrocarril Pacífico y
En 1931, los gerentes, directores y abogados de 1os construir el ferrocarril económico a Puerto Quequén, a
ferrocarriles británicos afirn1aban en un extenso memo- la vez que presionaban sobre el Estado para obtener la
rial que "para los camiones y ómnibus todas son fran- creación del Fondo Nacional de Vialidad, con el fin de
quicias, mientras para los ferrocarriles todas son res- construir caminos, en base a impuestos a la nafta y acei-
tricciones" y añadían que "lo esencial es la coordinación", tes lubricantes.
eufemismo con que evitaban la palabra monopolio. En el Gran Bretaña, que ya en 1928 había prohibido la
mismo eufemismo incurría el mensaje presidencial del venta de acciones ferroviarias a quien no fuera argentino
17 de agosto ele 1932, al asegurar que el problema del o inglés, exigió al gobierno del general Justo el restable-
transporte "debe ser disciplinado, por así decir, de acuer- cimiento del monopolio con mayor amplitud, liquidando
do con el principio ele la coordinación, que significa cola- o subordinando al transporte que crecía con gran pujanza
boración y armonía ele los diversos medios que conducen al margen de ese monopolio. Pedía, en suma, que se pu-
al tráfico normal". Acampanaba al mensaje el proyecto siera bajo dominio inglés lo que había sido fruto de la
de ley de coo1·dinación nacional de transporte (248 ). Mis- iniciativa, la capacidad y el ahorro del capital argentino.
ter John 1\f. Eddy (director de los .ferrocarriles Sud, Gran Bretaña y el gobierno justista trabajaron de
Oeste y Pacífico y del Banco de Londres y América del acuerdo en una política de ablandamiento de la oposición
Sur) se lamentaba de que "la situación de los ferroca- que se reflejó en el levantamiento de la abstención del
rriles fuera de verdadera gravedad, pues han perdido radicalismo (el 2 de enero de 1935) y en el desmedido
el monopolio de los transportes" ( 249 ). "El 83 '/'o de la afán colaboracionista del socialismo (2 50 ), politica que te-
disminución de los pasajeros, continuaba, corresponde al nía por objeto neutralizar a esas dos fuerzas políticas y
tráfico suburbano, debido a la competencia sin prece- dividir al gran movimiento nacional que desencadenó al
dentes de los ómnibus y colectivos". anuncio del proyecto de entrega de los transportes al
El monopolio de hecho que los imperialistas ingleses imperialismo británico. La renovación escandalosa de las
ejercían desde hacía más de medio siglo era quebrado concesiones eléctricas a la CHADE (luego CADE), de-
por el desarrollo de los medios de transporte de pequeños pendiente del grupo imperialista SOFINA, y de la Italo,
y medianos capitalistas, particularmente en la zona del renovación que tuvo por principal gestor al doctor Al-
vear, fué el precio que el radicalismo cobró por su com-
placiente silencio y el amordazamiento de quienes en sus
(248) Raúl Scalabrini Ortiz, op. cit. p. 151. filas denunciaron al monopolio (' 51 ). El antipersonalismo,
(249) Las siguientes cifras del número de pasajeros dan una
idea del progreso de los medios de transporte nacionales en la ca-
pital federal:
(250) Los socialistas apoya1·on en Rosario la constitución de
Año T1·anvías Omn"ibus Subte Colectivos una empresa mixta de transportes. El socialista Andrés Justo dijo
1928 576.526.800 214.721.000 64.862.000 1.500.000 en el Concejo Deliberante de la ciudad de Buenos Aires en 1932: "En
1933 363.717.732 346.756.000 72.930.588 140.000.000 caso de ser indispensable considerar nuevos convenios para la explo-
1937 379.326.000 430.960.000 101.297.000 325.000.000 tación de servicios públicos ya existentes, aquellos tendrán la sig-uien-
Los ómnibus y colectivos, empresas nacionales que representa~ te característica: explotación mixta aportando la comuna como car
han sólo el 16,9 % del total del capital invertido, transportaban el p-ital el valor que se establezca po~· la concesión''. La Unión Ferrovia-
61,11 o/o de los pasajeros. Ver Luis V. Sommi: "Crítica al rnonopo· ria y la Fraternidad, controladas por los socialistas, apoyaron el
lio del transporte urbano", Revista "Argumentos", Mayo 1939, N 01 7, monopolio del transporte.
Buenos Aires. ( 20 1) Arturo Frondizi, en su libro "Petróleo 11 Política" (Edi-
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360 RoDOLFO PVIGGRós


361
adueñado del Comité Nacional de la Unión Cívica Radi- del plan inglés; monopolio del transporte y sacrificios de
cal, manteníase consecuente con su pasado, puesto que los obreros. "Nue.ci.ro interés está perfectamente ligado al
la presidencia del doctor Alvear (1922-1928) se carac- de las empresas", decían cínicamente los Domenech Tra-
terizó por el escandaloso aumento de las tarifas tranvia- mGnti y Cía., durante las tratativas. Una nota ,;confi-
rias, con la consiguiente compra por las empresas de dencial" enviada a los gerentes por el presidente de la
muchas conciencias altan1ente ubicadas. Los conservado- Comisión Asesora de los Ferrocarriles. el 9 de mavo de
res, incluyendo a sus flamantes correligionarios socialis- 1933, comienza así( 254 ) : ' "
tas independientes~ no necesitaban ser neutralizados, pues "Con motivo· de la Próxin1a celebración de los Con-
eran blandos por naturaleza. gre~;:>s Anual~s ~e )as sociedades La Fraternidad y la
La misión presidida por el vicepresidente Roca no l!mon Fer~ovmna y los resultados obtenidos en las ges-
sólo se había comprometido a dar a los consorcios in- tiOnes realizadas a raíz de la última presentación de las
gleses el monopolio del transporte argentino; también empresas sobre economías en los sueldos y salarios, con-
había acordado que el gobierno de Justo impusiera a los ceptuamos de interés una vista general de la situación
obreros del riel sacrificios para "salvar de la ruina" a obrera en los FF. CC. y nos permitimos ofrecer a Ud.
las empresas ferroviarias. Durante los dos gobiernos de los siguientes informes y consideraciones sobre el parti-
Hipólito Yrigoyen, los obreros ferroviarios lograron que cular.
sus salarios se elevaran de 55 a 100, a 150 y a 200 pesos "En general, las nlaciones de lns empresns con lns
mensuales, conquistando con los escalafones la estabili- sociedades nferidas, individual y colectivamente se han
dad. Dejaron de ser "obreros golondrinas" (2 52 ). Yrigoyen aesan·olla
' d o normalmente. '
impuso a las empresas, por decreto del 17 de diciembre "En algunas empresas se produjeron conflictos loca-
de 1929, la concesión al personal de talleres y almacenes les, puramente seccionales, al levantarse el estado de si-
la licencia anual que reclamaba, y en marzo de 1930 dictó tio decretado por el gobierno provisional, pero esos mo-
otro decreto que obligaba a aquéllas a entrar en nego- vimientos no tuvieron Inayor trascendencia. Posterior-
ciaciones con los obreros para revisar los escalafones con mente Y a raíz de los conocidos acontecimientos políticos
el objeto de establecer el salario mínimo, decreto que el del año pasado, el estado de sitio, que indudablemente es
golpe uriburista del 6 de setiembre sepultó en el olvido. un obstáculo para denwstraciones injustificadas de carác-
La Confederación General del Trabajo -que, como ter f:Xtrmnista, fué decretado por el gobierno, mantenién-
hemos visto, nació en plena dictadura de Uriburu de la dolo en vigor hasta principios del mes actual" (El subra-
fusión de la U.S.A. sindicalista y la C.O.A. socialis- yado es nuestro. R. P.).
ta ('53)- sirvió a las mil maraviiias al doble propósito De las palabras transcriptas se deduce: a) las bue-
torial Raigal, Es. As., 195,!, p. 321) reconoce que el r~dical~smo •:se
nas relaciones de las empresas ferroviarias inglesas con
complicó, consciente o inconscientemente, con la mamobra mlpena- los dirigentes de la C.G.T., de la Fraternidad y la Unión
lista". Ferroviaria, y b) la estrecha relación entre las dos decla-
('252) Hugo de la Vía: ''El lau.do fwn·o~iarif:!. enm1~igo. de l.t» Na- raciones del estado de sitio (bajo Uriburu y bajo Justo)
ción", Editorial Problemas, _Bs. As., 1941, pag~. bÜ Y sigmeptes.
(:253) La C. G. T. enviÓ una carta a Unburu asegurandole su y el ahogamiento de las luchas de los obreros del riel por
apoyo ''en su acción de justicia institucional y social" :r. aprob~nd_o sus reivindicaciones inmediatas.
la "vigencia de la ley ma~cial pa~a aseguxar la tranqmh~~d p~bh­
ca". Posteriormente, apoyo al gob1erno de Justo y aconseJO no n· a
la huelga. La C. G. T. se comp]icó en la amenaza de las empresas 2
. ( 54) "Df!Cl!.;;zentación inteTeSCfnte que debe conocer el prole-
ferroviarias de declarar 6.000 cesantías, en la no revisión de su cuen- tanado m·gentmo , folleto, 1936, editado por el "Comité Pro Verdad
ta capital, en los prorrateos y xebajas, etc. Sindical".
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362 · RODOLFO PUIGGRÓS HIS1'0RU CHÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS


363
El informe a los gerentes prosigue expJicando las tales "sacrificios" ( 256 ). Quería ir a la huelga. El país es-
gestiones realizadas desde que subió al gobierno el ge- taba poblado de rumores y se hablaba de conspiraciones
neral Justo para "implantar economías" en los ferroca- todos los días. El general Justo, totalmente desprestigia-
rriles. Dice que el personal de locomotoras "aceptó" con- do, recibía en el Hipódromo una formidable silbatina. Sin
tribuir con la disminución del 8,5 % aproximadamente embargo, el 19 de setiembre de 1934 se comenzó a apli-
de sus sueldos, mientras que el personal l'epresentado por car el prorrateo, las contribuciones y los descuentos. La
la Unión Ferroviaria "aceptó" con el 3,5 7o al 8 % y comisión directiva de la Unión Ferroviaria intervino las
un variable prorrateo en el trabajo. Asegura que hubo secciones Rosario (F.C.C.A.) y Buenos Aires (F.C.O.)
protestas y que la Comisión Directiva de la Unión Fe- Y solicitó el :"P?YO de las fuerzas armadas para reprimir
rroviaria se veía en dificultades para sostenerse. el gran mov1m1ento del ferrocarril Compañía General
En un memorándum titulado "Las organizaciones· Buenos Aires.
gremiales en la Argentina", incluido en el mismo folleto . Las empresas, secundadas por el gobierno, respon-
y redactado por el Instituto de Estudios Económicos del dieron a la lucha de los ferroviarios con mayores preten-
Transporte (organismo de las empresas ferroviarias in- siones. En la reunión con los dirigentes sindicales, del
glesas), se lee que la C.G.T., cuyo núcleo principal lo 21 de setiembre de 1934, exigieron "transformar el pro-
integraban los ferroviarios socialistas de !a C.O.A., se rrateo en rebaja efectiva y permanente". No era más
había diluído "hasta adauirir un tinte acentuadamente que una maniobra de los dirigentes sindicales y de las
colaboracionista, caracte1:izándose sus dirigentes por su empresas para exagerar la nota, a los efectos de preparar
espíritu predispuesto a aceptar las sugestiones hechas por
el arbitraje del presidente Justo, que se concretó en el
el gobierno en materia de política social y aún sindical". Laudo dictado el 23 de octubre del mismo año ( 257 ) .
Después de explicar que los dirigentes, "con la excusa de
las circunstancias anormales porque atravesaba el país El artículo 39 del Laudo estaba destinado a dorar la
se instituyeron en autoridades de hecho", dice: "La co- píldora y hacerla aceptable por los obreros. Decía que
misión directiva ha permanecido del lado de la acción "no podrá haber utilidad distribuible a los accionistas
gubernamental, apoyando las medidas adoptadas por el mientras no sea posible la devolución total de las reten-
P. E. en materia de salarios, del gremio de ferrocarriles, ciones de referencia". Como las empresas negaban tener
y las de reglamentación del trabajo de los telefónicos y dividendos que distribuir, de ello resultaba que los obre-
tranviarios, a pesar de haber sido resistidas, y en algu-
nos casos, violentamente repudiadas, por los afiliados a
256
dichos sindicatos" ( 255 ). ( ) En 1931-1933 fueron dejados cesantes 9.000 hombres. Los
obreros de Bpenos Aires Oeste demostraban, en un volante, que esa
Los dirigentes de la C.G.T. carecían de poderes otor- empresa habla ganado un millón de pesos más en el ejercicio 1930-31
gados por la masa de afiliados, y como temían y se nega- que en el anterior y que mientras los empleados argentinos gana-
ban a convocar un Congreso, actuaban a simple título ban sueldos de hambre los oriundos de G1·an Bretaña recibían pa-
gas enormes.
de delegados de las dos centrales fusionadas (la U.S.A. 257
( ) Los dirigentes de las dos centrales ferroviarias daban
y la C.O.A.). Eran, en suma, de origen tan fraudulento como razón para apoyar el laudo de Justo: "1") No introducir un
como el gobierno de Justo. factor de perturbación en las negociaciones que en aquellos momen-
El gremio ferroviario no estaba dispuesto a aceptar tos llevaba a efecto en la capital británica el excelentísimo Sr. Vice
~residente de la Nación, Dr. Julio A. Roca, que resultarán benefi-
CIOsas J?ara tod~s; Y 2") A 51ue el estado de conmoción que flota en
el ambiente poht1co del pa1s por los acontecimientos conocidos no
(255) Ibídem, págs. 15-16. tenga un nuevo aporte por medio de un conflicto de consecuencias".
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HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS PorATICOS 365


364 RoDOLFO PuiGGRÓs
Y la Comisión N aciana! de Coordinación de Transportes,
ros nunca volverían a ver los descuentas que se les hacían con el fin de entregarle el control del transporte cami-
a sus salarios ( 258 ). nero automotor.
Con el Laudo, y con las luchas de otros gremios, de En el plan inglés, hilvanado en Londres durante las
la construcción y de la madera en particular, tuvo que tramitaciones del Pacto Roca-Runciman, figuraba el mo-
ver la conquista de la dirección de la C.G.T. por un golpe nopolio completo de todos los medios de comunicación del
de fuerza, hecho ocurrido el 13 de diciembre de 1935. Las país, lo que hubiera colocado a la Argentina en situación
empresas y el gobierno lograron poner al frente de la inferior a la de la mayoría de las colonias británicas su-
Unión Ferroviaria, por haberse solidarizado el titular bordinando el conjunto de nuestra economía a los dlcta-
con los nuevos cegetistas, a Antonio Tran1onti, ''que cuen- dos de la City londinense. Si en este aspecto el plan in-
ta con resortes sáficientes para provocar una escisión glés no se cumplió plenan]ente se debió a la intensa Inovi-
en los sindicatos ferroviarios a fin de lograr el debilita- 1ización popular que respa1dó con gran energía la defensa
miento de los que sigan a la nueva comisión directiva", del capitalismo nacional (2 60 ).
según opinión de las mismas empresas ( 259 ). . La contradicción entre el capital nacional y el capi-
Aunque Domenech y otros dirigentes de la C.G.T. tal imperialista, en sector tan decisivo de la economía
y de los sindicatos ferroviarios se lamentaron después de argentina como el transporte, confirmaba brillantemente
"haber sido sorprendidos en su buena fe", las rebajas y las tesis marxistas sobre el problema nacional en los paí-
prorrateos del Laudo Justo siguieron aplicándose. Al es- ses coloniales y dependientes. La lucha de los colectiveros
tallar la segunda guerra mundial encontraron un nuevo contra el monopolio del transporte era una parte. en esos
argumento para justificarlos: en la taimada circular 27, momentos la parte fundamental, de la lucha del capita-
además de dar como consuelo que "otros gremios están lismo argentino por su supervivencia y desarrollo. Contó
peores", ·se pedía a los obreros sacrificios en solidaridad con amplio y combativo apoyo de la clase obrera, y si a
con la "causa democrática" del imperialismo inglés. pesar de haber frenado en parte al plan no triunfó sobre
Con excepción de los con1unistas, de sectores del na~ el imperialismo inglés y el gobierno fraudulento e impo-
cionalismo, del socialismo (la izquierda) y del radicalismo pular a su servicio. fué por razones que deben descubrirse
(FORJA) y de las resonantes intervenciones parlamen- por medio del análisis crítico de las concepciones y de la
tarias del Dr. Lisanclro de !a Torre sobre el problema de actuación de los partidos políticos responsables de la
las carnes, el plan inglés contó con !a complicidad del go- conducción del pueblo. Hasta ahora los dirigentes de esos
bierno y de las fuerzas políticas del país. Entre gallos Y partidos y sus continuadores no han comprendido ]a ver-
media noche, trayendo diputados en avión desde el extran- dad que encierran las siguientes palabras de monsieur
jero para tener mayoría, con 11 quórum" estricto formado Bergeret: "Porque todas nuestras verdaderas miserias son
con un grupo d8 diputados del Comité Nacional de la Unión interiores y producidas por nosotros mismos. Creemos erró-
Cívica Radical, el justismo hizo aprobar, en 1936 y 1937, / Jne¡tmen1ce que provienen de afuera, pero las creamos den-
las leyes números 12.311 y 12.346, que creaban la Cor- . ti-o de nosotros mismos con nuestra propia substnncia".
poración de Transportes de la Ciudad de Buenos ~ires
(disfraz de la Compañía de Tranvías Anglo Argentma)
( 2 60) Por el monopolio del transporte se favorecían a las fábri-
cas de .al!-t.omotores, cá:r_naras, cubiertas y carrocerías de Inglaterra,
(258) El Comité de Unidad Clasista, dirigido por los comunis- en perJUICio de las naciOnales, Y a las empresas imperialistas inde-
tas denunció al Laudo como nueva maniobra del imperialismo in- de nafta. La operación se hizo aceptando las cifras astronómi-
glé~ contra las condiciones de trabajo, salarios y sueldos. del capital proporcionadas por las compañías extranjeras.
(259) "Documentación ... ", op. cit., p. 19.
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XXXII
PETROLEO Y ELECTRICIDAD

El tema. del petróleo está presente a lo largo de me-


dio siglo de agitada política argentina. Resumiendo lo
que hemos expuesto hasta ahora diremos que, desde su
descubrimiento en Comodoro Rivadavia en 1907, apare-
cen claramente delineados en él los dos términos de la
contradicción principal de nuestra vida económica: la
contradicción entre el autodesarrollo nacional y los im-
perialismos extranjeros, y subsidiariamente, la contradic-
ción entre el imperialismo inglés y el imperialismo yanqui.
Para comprender bien cómo se relacionan entre sí
los dos términos de la contradicción principal es menes-
ter definir con claridad el papel de Gran Bretaña, cuya
suma sutileza política hace que prefiera ocultar sus de-
signios imperialistas tras el persistente estímulo a toda
tendencia a debilitar y exchiír al imperialismo yanqui.
En vez de la lucha abierta y directa, Gran Bretaña optó
siempre por sostener, en aquellos sectores de la economía
argentina donde rivaliza con Estados Unidos) las posicio~
nes del Estado argentino, asegurándose a la vez la subor-
dinación de éste por medio del control de los transportes,
los bancos y el comercio exterior. Ha estimulado el des-
arrollo en la Argentina de un capitalismo monopolista
de Estado de tipo mixto, ba.io el control de la City y como
apéndice del imperialismo inglés, que detenga el avan-
ce, a la vez, de los monopolios yanquis y de un ca pita-
lismo de Estado sobre bases exclusivamente nacionales.
A poco de descubrirse petróleo en Comodoro Riva-
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368 RonoLFO PuiGGRós p ARTÍDOS


HISTORIA CRÍTICA DE -LOS PoLÍTICOS 369
davia, un grupo de capitalistas ingleses, entre los cuales die~on a Y.P.F. ?n extraordinario impulso y un contenido
predominaban accionistas y directores de los ferrocarri- emmentemente liberador de nuestra economía (2"2) ..
les, formó la "Argentine Gulf Oil Sindícate Ltd.", com-
En los debates parlamentarios de los años 1927-28
pañía que llegó a poseer 81.000 hectáreas de campos pe-
trolíferos. No tardaron los británicos, sin embargo, en que. hemos mencionado más arriba, chocaron la tendenci;
hac~a el nacionalism~ económico sostenida por los yrigo-
darse cuenta que, en Jugar de despertar los sentimientos
yem~tas Y la tendencm hacia el liberalismo económico de-
nacionalistas de los argentinos en contra de ellos, más les
convenía desviarlos contra la Standard Oil y el imperia- fendida por los antipersonalistas o alvearistas y los con-
lismo yanqui en general. l\'1 u eh os argentinos, algunos servadores. La }ey protectora del petróleo nacional, apro-
equivocados de buena fe y otros conscientes de Jo que bada por la Camara de Diputados. fué anulada por e!
Senado y la Suprema Corte de Justicia.
hacían, entraron en la hábil maniobra planeada por Gran
Bretaña. Raúl Scalabrini Ortiz, en un notable trabajo La ofensiva a fondo contra Y.P.F. se inició al ser
editado por FORJA, ha demostrado que al crearse el 24 derrocado_ Hipólito Yrigoyen. El general Driburu aceptó
de diciembre de 1910 la Dirección General de Explota- l~ rennncra pre.s~ntada por el general Mosconi, dispo-
ción del Petróleo de Comodoro Rivadavia, su presidente, niendo que se hiCiera una investigación administrativa de
el ingeniero Luis A. Huergo, se caracterizaba tanto por su actuación y de la entidad fiscal, cuyo objetivo evidenl:e
sus ardientes ataques a la Standard Oil como por su de- no era otro que desprestigiarlos ante la opinión y favo-
clarada admiración a los "caballeros ingleses" ( 261 ). Aña- recer la penetración de los monopolios. Esta táctica es
diremos, por nuestra parte, que el nombre del ingeniero empleada, desde hace muchos años, por los abogados. di-
Huergo sale a relucir cada vez que Gran Bretaña quiere r:ctores Y agentes del imperialismo contra los partida-
desbaratar alguno de los periódicos manotazos de los con- nos de la autodeterminación económica nacional (2").
sorcios petrolíferos yanquis. Durante el período .iustista, las tentativas de destruir
Y.P.F. se intensificaron al máximo. El acuerdo Achna-
Al constituirse Yacimientos Petrolíferos Fiscales carry entre los consorcios ingleses y yanquis por el re-
(Y.P.F.) en 1922, !a acción de dos factores nacionales po- parto del mercado mundial del petróleo presentaba un
derosos llevaron al plano más destacado el primer término frente imperialista unido. Sin embargo, las rivalid~des
de la contradicción; el gobierno popular nacionalista de entre ambos bloques imperialistas no dejaban de existir
Hipólito Y rigoyen y la corriente nacionalista que se abría en los _aspectos más generales de sus r~laciones con la.
paso en el ejército y tenía su expresión en jefes del ele- Argentma. Gran Bretaña no renunció a emplear con el
vado nivel moral y técnico del general Enrique Mosconi, petr?leo la táctica que tan buenos resultados le había pro-
porciOnado con los transportes, los bancos y las carnes:
dete~er Y controlar a los consorcios yanquis por inter-
(2Gl) Raúl Scalabrini Ortiz: '~El Petróleo ATgentino", Cuadel'-
mediO del Estado neoliberal argentino. El mori"onolio del
nos de F.O.R.J;A., Es. As., setiembre de 1938, Año II, NQ 4, p. 9. De- transporte, el Banco Central y la disponibilidad del 85 %
cía Huergo: "Los actos de la compañía Standard Oil son juzgados
en todas partes como ados de piratas, usurarios, despiadados, capi- Entre 19~6 y 1934, Y. P. F. ahorró a la Argentina pesos
( 262 } ,
taneados por un ex sacristán, qtte empezó por llevar la ruina y la 1.052.~it144 que de,mmos de girar al pToducir petróleo propio.
desolación a millares de familias de sus propios conciudadanos que, . (. ) Osvaldo Magnasco tuvo que renunciar en 1901 a un mi-
como el pulpo, ha extendido sus tentáculos a todas partes ... , etc. msteno Y ~oda la prensa lo acusó de escándalos inexistentes a raíz
Refiriéndose a una empl'esa británica escribía: "Esta firma de par- de ha?er d1cho que "el ferrocarril inglés en la Arg-entina n~ es un
ticulares, caballeros ingleses, es realmente un socio activo del gobier- negpc10. . . es una extralimitación insolente" por los "grandes ro-
no del paísu. bos ' de las empresas.
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370 RonoLFO PurGGRós


HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
371
(prácticamente del lOO %) de la cuota de exportación malismo liberal que permitía a las empresas privadas
de carnes daban a los ingleses grandes ventajas sobre los extranjeras engullirse a Y.P.F. El senador Matías Sán-
yanquis en el dominio económico de nuestro país. Habían chez Sorondo recalcó que la entidad fiscal carecía de toda
obtenido esas conquistas por la vía política de la nego- función de control y vigilancia sobre las compañías pe-
ciación valiéndose hábilmente de sus "hombres de pa- troleras.
ja". E1; ningún sector encontraron tantas resistencias co-.
mo en el del petróleo. La cláusula que autorizaba a Y.P.F. a importar pe-
tróleo crudo y sus derivados, incluida por iniciativa del
La lucha entre Y.P.F. y los consorcios petroleros diputado demócrata progresista Julio A. Noble, dió mo-
imperialistas tenía lug-ar no solamente en cuanto a la
tivo a una amplia discusión en la Cámara de Diputados
posesión de los yacimientos, sino también en el terreno Y fué rechazada por el Senado. Uno de los más enérgicos
de la importación y comercializ~ción. Las empres~.s Ener- impugnadores, el diputado socialista Nicolás Repetto, ex-
gina (inglesa) y Wico (yanqm) fueron f":vorectd:<~ por presó que estaba dispuesto a impedir Dor toilos los medios
el ¡robierno de U1'iburu con nermisos de mst~lacwn ile la sanción de la ley si no se modificaba el error de haber
surtidores de nafta en !a capital federal en abierta com- concedido a Y.P.F. la facultad de comprar petróleo y deri-
petencia con Y.P.F. ( 264 ). y en !a época de Justo el inte':- vados, y agregaba que si esa facultad la e.iercía en el
dente Naón vetó una ordenanza, aprobada por el Conce10 exterior, es decir importando petróleo, era todavía más
Deliberante a iniciativa de los socialistas. que mandaba grave, y que Y.P.F. se transformaría en un simple resorte
devolver los surtidores a la Municipalidad (265 ). comercial, señalando como un peligro no solamente que
La discusión del Droyecto de lev orgá11ica d~ Y.P.F. compañías integradas por hombres influyentes se dedi-
(N9 11.668), presentado por el ministro de A~r!Cultura, caran a vender petróleo a Y.P.F., sino también el hecho
doctor Antonio de Tomaso. cuatro meses despues de asu- de que se pudieran iniciar compras a la Unión Soviética.
mir el poder el general Justo, puso sobre el tanete dos La cláusula impugnada y rechazada había sido pJ·ovec-
cuestiones importantes: la autorización . a Y.P.F. para tada por el general Mosconi con vistas a dar a Y.P.F.
que importara peh'óleo y la participación obrera en su un mayor camno de acción para aumentar sus reservas en
ilirectorio. . caso de maniobras de las empresas imperialistas (2").
Los legisladores o:ficialistas se esforzaron en deJar
bien sentado que Y.P.F. debía colocarse exa~tamente en También fué rechazada la cláusula aue establecía la
designación por el personal de un director de Y.P.F. El
las mismas condicio11es que las empresas pnvadas, for- diputado conservador Luis Duhau deió estamnada en el
diario de sesiones (1932, VI, p, 1039) esta barbaridad
(264.) El intendente GuelTico, otorgante del per~1iso, decía. que histórica: "Al establecer taxativamente que nn director
no nodía aceptaTse "un ·monopolio del Estado que sena. con.trrtno al debe ser obrero, es evidente que se crea un privilegio. y
esnÍritu de nuestra legislación de fondo v a las convemenc1as gen~­ Yo ... estoy en contra de los privilegios" .... menos, por
rales" (Diario de Sesiones. Cámara de Diputados, 1932. T. V, pa-
gina 640). . . ¡· supuesto, de los privilegios de los frig·oríficos y grandes
(265) El intendente N~6n~ hombre de _!as .e~~;esas nnpe~m. 1;'3- ganaderos a ]os que sirvió como presirlente de Ja Socie-
tas, c:;~.lificaba de "monopoho Jleg~I y yel]Udtcml el que e) el c1a dad Rural y ministro de Agricultnra. El senador Alberi'o
Y p F sobre los surtidores. Al d1scuhrse el problema en el Con-
v:t:es¿, ei diputado Adolfo Dickmann d~~o: "Ahora comprendo e~ to- Arancibia Rodríguez no quiso ser menos que su con·e1i··
do su valor la lucha contra la absorcwn petrolera de la.s emmesas gionario conservador y expresó: "No sé qué arg-umen-
extranj;ras. Es una lucha ele sano nacionalismo... Lásti:n¡a gran~.e
que los socialistas nunca fueron consecuentes con ese 1 descubn-
miento". 2
( 66) Ver Arturo Frondizit op. cit., págs. 331 y siguientes.
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372 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PART!DOS PoLÍTICOS 373


tos se habrán podido aducir para que se introduzca en ción del petróleo promovido por Y rigoyen durante su
este mecanismo esencialmente fiscal, una participación segunda presidencia fracasaron por la oposición de con-
de gente que no tiene sino muy escaso interés en esta servadores, antipersonalistas y socialistas. En 1935 el
clase de explotación industrial por parte del Estado" (Se- Congreso Nacional, sin estar representados los radie~!es
nado, 1932, II, p. 555). Para los conservadores los únicos aprobó la ley 12.161 ~obre régimen legal del petróleo, qu~
privilegiados son los monopolios y también los únicos que era la respuesta neohberal a la posición nacionalista del
se interesan por la explotación del petróleo. El doctor yrigoyenismo (2 69 ) . En la discusión del proyecto se hizo
Arturo Frondizi hace notar, con toda justeza¡ que "mien- centro en el ataque a esta posición yrigoyenista. El sena-
tras el personal de Y.P.F. había defendido a la institu- dor _cons~rv~~or Arancibia Rodríguez llegó a decir que "la
ción y luchado por su engrandecimiento, muchos políticos nacronahzacron y el monopolio, de este punto de vista, es
y gobernantes habían procurado destruirlo o contener- de programa estrictamente soviético" (Senado, 1932, II
lo" ( 267 ). La táctica conservadora no era más que una 115) ; el di~utado _socialista Nicolás Repetto afirmó que eÍ
parte de la táctica general del imperialismo y la oligar- proyecto yngoyemsta de 1927 era electoral y demagógico
quía de desprestigio de lo nacional. porque "la masa popular estaba ebria de nacionalismo pe~
Desde que se fundó, Y.P.F. tuvo sus mayores enemi- trolífero" (Cámara de Diputados, 1933, V, 281); y otro
gos en los consorcios imperialistas yanquis, particular- conservador, el diputado Víctor Cornejo Arias aseo-uró
mente en la Standard Oil, mientras que los· consorcios sin más vueltas que los partidarios de la nacio~aliz;ción
imperialistas ingleses no podían estar en total desacuerdo estaban "subvencionados por los soviets" (Cámara de
con una institución qne servía de puente de contención Diputados, 1933, V, 298). -
a sus rivales, en materia de reservas. Esta circunstancia Por la ley 12.161, si bien se mantenían las reservas
explica el apoyo brindado por conocidos agentes del im- se aceptaba la formación de sociedades mixtas v se insis~
perialismo inglés a la política de reservas, al mismo tiem- tía_ en col~car a _Y.P.F. en pie de igualdad con las empresas
po que se oponían a que Y.P.F. interviniera e:n la comer- privadas Impenalistas ( 270 ) ; pero el "pie de igualdad" se
cialización e impo,rtación de petróleo (268 ). El ideal de las traducía, en la práctica, en una serie de maniobras en Jos
compañías inglesas era que se autorizara la constitución precios efectua~as por los consorcios imperialistas, que
de sociedades mixtas (aún con las compañías yanquis para cont~:olaban la Importación, para desalojar del mercado
sujetarlas) y se llegara a un régimen orgánico .o:eneral interno a Y.P.F., cuya producción iba en aumento. De las
semejante al establecido con el Banco Central, aue les per- intenciones de los tres miembros de la Comisión Especial,
mitiera controlar por arriba, con la colaboración del Es-
tado argentino, todo el proceso de producción, elabora-
ción y comercialización del petróleo. ( 26 ~), La abstención fué levantada el 2 de enero de 1935 por
Es sabido que e! proyecto presentado en 1927 por la el c;:,01mte Nacional de la Unión Cívica Radical, "debilitado por la
a~cwn. de los secto;e:s conse1~va~ores internos" y "bajo la influen-
bancada yrigoyenista y el nuevo intento de nacionaliza- Cia de fu~rzas poht1co econom1cas que consideraban fundamental
para sus mte~·eses el aband?:t;W de tal conducta" ( Frondizi, p. 349).
Como !os rad1cales no participaron en ninguna elección desde 1932
('267)Ibídem, p. 336. no teman .1:epresentant~s en el Congreso, aun después de levantada
(268) Por el Pacto Roca-Runciman, Argentina se comprometía la ~bste:ncwn ~on ,_el obJeto .~e crea_r un clima favorable a las leyes
a seguir comprando la misma cantidad de carbón, lo que- limitaba entie~~u~tas. __ As1 s~.., per~l? la f1bra combativa y revoluciona 1·ia
las actividades de Y. P. F. Gran Bretaña. nuestro exclusivo pl·o- -co;ntmua. diciendo F rond1Z1-, y grandes palabras que se habían
veedor de carbón, vinculado a los ferrocarriles, entTaba también por escnto _o d1cho quedaron olvidadas en el camino de los hechos"
) , L_a ley 12.161 m:~orizaba _a los particulares a expÍorar
210
esta vía indirecta en la lucha por el combustible en la arena na- (
cionaJ. .Y explotai h1drocarburos fluidos y nnnas de hidrocarburos flúidos.
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374 RODOLFO PUIGGRÓS


HISTORIA CRiTICA bE LOS i?AR'l'IDOS 1"JoÜTICOS 3'15
nombrada por el Poder Ejecutivo para estudiar el proble- sorcio~ imperialistas y se mantuvieron en secreto durante
Ina, puede dar una idea su declaración inicial sobre "la dos anos. La opinión pública los conoció en 1938, por
ventaja de contrarrestar la perniciosa seducción del mono- pubhcacwnes extranjeras e73) .
polio oficial", agregando que "el porvenir de Y.P.F., como . El deci:eto 86.639, redactado por la Comisión Espe-
empresa industrial o repartición burocrática, no interesa Cial, .que fue la base de esos convenios, ocultaba en su re-
mayormente a la Comisión Especial" ( 271 ). daccwn engañosa el principio que inspiró la política del
La Comisión Especial, de acuerdo a la política del neoliberalismo j ustista : acomodar la economía argentina
neoliberalismo justista, propuso la formación del Consejo ~ ulla nuev~ situación de dependencia del imperialismo
Nacional de Petróleo, para que dirigiera tanto a Y.P.F. mgles. Conto con funcionarios y técnicos imbuidos de las
como a las empresas privadas. La maniobra saltaba a la n~evas doctrinas económicas del imperialismo, o mejor
vista: era una réplica de lo que se había hecho al fundar dicho, de las m:evas form~s, maniobras y tácticas que
el Banco Central. El Consejo Nacional sometería a Y.P.F. encerraban el vieJo contemdo. Hasta los directores de
y la política petrolera sería en adelante dirigida por los Y.P.F. fueron instrumentos de ellas. En nota reservada
intereses dominantes en el gobierno, es decir, por los in- enviada a la Comisión Especial el 4 de junio de 1.936
tereses británicos. No podía, pues, convenirle a los yan- ~probaban la. política probritánica, "porque no es moda-
quis, qÚiene3 se sintieron a tal punto desplazados que ini- hdad del capital británico intervenir en la política de los
ciaron tratos con Y.P.F. para venderle sus establecimien- países en que actúa, pues es por contrario respetuoso de
tos respondiendo con una contramaniobra a la maniobra la ':utc:nomía de los Est~dos amigos, lo que excluye la
in~lesa (272 ). Por fin, <;!espués de muchos tira y a:floja, posibii~dad de connnivencms con el grupo americano para
se llegó a la firma de convenios entre Y.P.F. y las em- perJudicar, en este caso particular, a la República Ar-
presas yanquis e inglesas (Standard Oil, Shell Mex y gentina" ('") . Al león británico se lo presentaba sin uñas
subsidiarias) , por medio de los cuales se cr~aba un ré- Y sin melena, como manso cordero; y se cargaba en la
gimen mixto de comercialización y distribución del ?uent~ d.el Tío Sam toda la voracidad y las tropelías del
petróleo, y se constituía un Tribunal Arbitral, ~n~argado n_npenahsmo. Era una sutil manera de lograr que el viejo
de vigilar su cumplimiento. Y.P.F. quedaba hmltado a sistema Imperial inglés en crisis encontrara nuevas for-
la colocación de nafta puesto que sólo "cuando había mas de .dominación en la Argentina, formas más gene-
aumento de consumo Podía colocar toda su producción, :ales e I~1tegrales, más totalitarias por decirlo así, por
es decir, excederse en la cuota que se le había impuesto", mtermedw del Estado neoliberal justista. Llegábase por
y además se le prohibía importar petróleo crudo o nafta, tal vía a una suerte de totalitarismo maneja do desde
salvo en los casos excepcionales que se determinaran. Londres.
Esos convenios aseguraron enormes ganancias a los con-
, (:l 73 ) Du!ante el período .1931-42, el 70 % del consumo na-
cwnal de petrole? estuvo fiscalizado por empresas extranjeras (el
48 %. correspond1a al petróleo que extraían del país y el 22 % al
(271) Eran miembros d~ 1.?- Comisió~1 E~pecial los s~ño.res que l~npo.rta~ban). ~Las empresas imperialistas triplicaron su capi-
Eduardo J. Bullrich, secretano ae la Pres1dencm ~e la Repubhc~-· tal, d1stnbmdo as1: 43% la Standard Oil (lO empresas), 40% la
Horacio Morixe y Luis Rojas, "todos ellos contrariOs al monopoho Royal Dutch (lO empresas), 14% otras empresas (quince) y 3%
estatal del petróleo y partidarios decididos de mantener las empre- lo~ ferrocarriles (cuatro). El capital de Y. P. F. no llegaba a 800
sas privadas y dejar actuar a las sociedades mixtas". Arturo Fron- 1111llones de pesos .al final del período, pero la Standard Oil y la
dizi, op. cit., p. 356. Royal Dutc~ totalizaron ganancias por $ 344.322.513 entre 1937 y
(272) El 31 de diciemb~·e de 1936 se fil'mÓ un _contrat? por 1945, es de.c1r, c~si la mitad del capital acumulado por Y. P. F. en
el cual la Standard Oil vend1a a Y. P. F. todas sus mstalac10nes. toda su- eXIstencia.
El contrato no se consumó. 2
( 74) Arturo Frondizi, op. cit. p. 865.
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373 ltonOLFO :PuiGGRÓS HisToRtA CRÍTICA bE ios PARTIDos PoLÍTICos 377


Desde Londres se manejaron también, annqne pa- la Compañía Americana de Inmuebles y Créditos (gene-
saran por Bruselas, los hilos de uno de los más escanda- rosa en sus préstamos a personajes influyentes), la So-
losos negociados de esa época de negociados. Nos refe- ciedad de Electricidad de Rosario (y sus subfiliales: la
rimos a la prórroga ele los convenios de electricidad con Compañía Argentina de Luz y Tracción y la Compañía
la C.H.A.D.E. y la Italo. Los ingleses tienen por costum- de Gas de Rosario) y la Compañía General de Tranvías de
bre centenaria preceder sus agresiones económicas, polí- Buenos Aires (de la que dependían la Compañía de Tran-
titcas o 1nilitares con el viaje de ingeniosos, y a veces vías Anglo Argentino, la Compañía de Tranvías Limi-
anónin1os, agentes que, bajo una máscara cualquiera, tada y la C.A.T.I.T.A.).
preparan el an1biente, veneiendo las resistencias y ablan- "La S.O.F.I.N.A. -decía el doctor Jorge del Río en
dando a los hombres decisivos. No hacen cuestión de una brillante conferencia pronunciada en FORJA- se
ideología, ni de moral, los descendientes de Guillermo el encuentra bajo la protección de una diplomacia fuerte y
Conquistador. Van directamente a su objetivo, colocado hábil, la diplomacia inglesa. Porque sus principales diri-
por encima del bien y del mal. Uno de esos agentes fué gentes se encuentran muy vinculados al imperio y a sus
el señor Dannie Heinemann, presidente permanente de conveniencias. La S.O.F.I.N.A. tiene intereses directos en
la S.O.F.I.N.A., que llegó a Buenos Aires el 20 de junio el tráfico de nuestra cosecha; por ello y por ser dueña, a
de 1936 a imponer la sanción de las leyes 12.311 y 12.346 la vez, de nuestros principales servicios públicos, no le
de monopolio del transporte y las ordenanzas 8.028 y es indiferente nuestra balanza comercial, el valor de
8.029 de concesiones eléctricas. nuestra moneda, ya que de todo esto depende la facilidad
Tal vez sorprenda al lector que un belga, presidente de para la exportación de sus enormes dividendos. . . Uno
un poderoso trust internaciona1, la "Sociéte Financiere de de los negocios más interesantes que hacen las finanzas
Transports et d'Entreprises Industriel!es" (S.O.F.I.N.A.), extranjeras por medio de la S.O.F.I.N.A., con este fuerte
con asiento en Bruselas, tuviera algo que ver con el Pacto sistema unificado de nuestros servicios públicos, es la
Roca-Runciman y la readaptación de la economía argen- venta de carbón, principalmente de carbón inglés, de las
tina al in1perialismo inglés, pero la sorpresa se le desva- minas de los S.O.F.I.N.A., para las usinas de las empre-
necerá al enterarse de que eran filiales de la S.O.F.I.N.A. sas de electricidad y de la Compañía Primitiva de Gas,
las siguientes empresas de servicios públicos de la Ar- El negocio del carbón, que entra al país libre de derechos,
gentina: la C.H.A.D.E. (con sede en :Madrid, convertida se encuentra ligado al transporte de nuestra cosecha, he-
luego en C.A.D.E., dueña del monopolio de la fuerza mo- cho en buques extranjeros, que vuelven con carbón como
triz y de los tranvías de Cataluña, el Levante y Andalu- lastre. La S.O.F.I.N.A. tiene muy buenos negocios en co-
cía, junto con la S.I.D.R.O., asociada a los "holdings" de mún con Dreyfus y Bunge & Born" (2 75 ).
Canadá y propietaria de los tranvías y la electricidad de
~IIéxico y de los ferrocarriles, electricidad, gas y tran-
vías del Brasil, emanaciones en su conjunto de Wall (275) Jorge del Río: "ElJJroblema de la elect1·icidad y el ser-
Sh·eet y la City), la C.I.'l'.R.A. (creada por la C.H.A.D.E. vicio público de gas". Cuadernos FORJA, Bs. As., octubre 1938.
al solo efecto de aumentar el capital y los gastos de explo- Eran administradores del grupo S.O.F.I.N.A. - C.H.A.D.E. - S.I.
:: D.R.O.: Reginal Mac Kenn, presidente del Midland Bank, director
tación para eludir la fiscalización de las autoridades ar- del Banco de Inglaterra y ex canciller del Tesoro; el conde Vol pi,
gentinas), la Compañía de Electricidad de la Provincia miembro del Gran Consejo Fascista, senador, presidente de la Com-
de Buenos Aires (con concesiones en el Gran Buenos Ai- pañía de Electricidad del Adriático y ex ministro de Hacienda de
.--; Mussolini; el duque de Alba, embajador de Franco en Londres y
res), la Compañía Primitiva del Gas, la Compañía de Gas ' ex canciller; Schulthess, ex presidente de la Confederación Helvé-
de La Plata, la Compañía Explotadora de Gas de Berna!, tica y ministro de Economía Nacional; Pablo Van Zeeland, ex pre-
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378 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTIC.·\_ DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 379


Informaba el doctor del Río que la memoria de la casas que construyera en Buenos Aires, lo que le permitió
S.O.F.I.N.A. del año 1935 "carga muy fuerte contra el levantar su monumental palacio Volta, sin contribuir con
nacionalismo económico; se manifiesta partidaria de la un solo centavo al fisco.
libertad económica, es decir, pide manos libres para sus El contrato de concesión a la C.H.A.D.E. era por 50
negocios internacionales". También señalaba que la años y, por lo tanto, vencía el 31 de diciembre de 1957;
S.O.F.I.N.A., dueña del sistema de servicios públicos más y el de la Compañía Italo Argentina de Electricidad
importantes de nuestro país, podía paralizar la industria (C.I.A.E.), otorgado por ordenanza del 4 de octubre de
y el transporte en una vasta zona argentina y con su ac- 1912 e igual plazo, caducaba el 31 de diciembre de 1962.
eión destruía nuestro régimen municipal y nuestro fede- Sin embargo, 21 años antes del término del contrato de la
ralismo. primera y 26 años antes de finalizar el de la segunda, el
En 1935, una de las filiales de la S.O.F.I.N.A., la Com- Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires votaba
pañía Hispano Americana de Electricidad (C.H.A.D.E.), -en la sesión del 23 de diciembre de 1936 y de acuerdo
fué acusada de haber cobrado de más 60 miiiones de pesos a dos proyectos del bloque de la Unión Cívica Radical-
en concepto de tarifas ($ 0,35 el kilovat en vez de$ 0,25), las ordenanzas 8.028 y 8.029 que prorrogaban ambas con-
pero logró que se la eximiera de la devolución de esa suma, cesiones hasta fines de 1972 y 1977 respectivamente, con
exumando el artículo 29 del contrato de concesión otorgado prolongación mediante sociedad mixta con la Municipali-
el 9 de diciembre de 1907 (2"). Como si fuera poco, en base dad hasta 1997 y 2002.
a un decreto del gobierno de Justo que libraba de impuestos Además de la prórroga, las ordenanzas aprobadas
a las sociedades anónimas extranjeras que se hicieran ar- acordaban la devolución íntegra a las empresas de Jos
gentinas, la C.H.A.D.E. se hizo "intimar" por el Concejo fondos de reversión y previsión -formados, según e1
Deliberante de Buenos Aires a nacionalizar su personería artículo 29 de los primitivos contratos de concesión, con
jurídica mediante ordenanza N9 7.749, eliminó de. su sigla el 2 % de las entradas- que ascendían al 31 de diciembre
el hispanoamericanismo (H. A.) y quedó convertida en de 1935 a $ 87.499.811,07 de la C.A.D.E. y $ 25.677.765
C.A.D.E. (Compañía Argentina de Electricidad) ( 277 ). Por de la Italo. Esos fondos, depositados en el Banco de la
otro decreto gubernamental se exoneró de impuestos a las Nación o invertidos en títulos nacionales, debían pasar
"íntegros a la Municipadad", de acuerdo al mismo ar-
tículo. El negocio de las empresas fué, pues, doble; por
si dente del Consejú de Ministros; Hautain, gobernador general del una parte, se quedaron con todas las instalaciones, vio-
Banco Nacional de Bélgica; y Riclmrd, adjunto de I-Ieinemann. La
nobleza de Bélgica, Inglaterra y España estaba representada por el lando la disposición del artículo 29 que disponía su tras-
vizconde Van Vyvere (ministro de Hacienda, Relaciones Exterio- paso a la Municipalidad "sin remuneración alguna y en
res y Agricultura de Bélgica desde 1912 a 1926), el conde Patoul, perfecto estado de conservación y de servicio", y por la
el barón Al1ard, el barón Cassel, el vizconde Switon of Masham,
lord Wigram, el vizconde Greenwood, el marqués de Forondo (Gran- otra, recibieron de regalo $ 113.177.576,07. El informe
de de España), la familia del marqués de Urquijo, etc. Ver uArgu- de la "Comisión Investigadora de los Servicios Públicos
1nentos", julio 1939, NQ 9, págs. 188 a 192 y 217 a 219. de Electricidad de la Ciudad de Buenos Aires" (1944, Bs.
(276) La existencia de la !talo siTvió a la CHADE, para mu- As., Talleres de la Penitenciría Nacional), constituida
chos enjuagues, entre ellos la invocación del mencionado artículo
2º, que la autorizaba a "acogerse a los beneficios de las nuevas con- por decreto del 6 de agosto de 1943, dice que, además, de
cesiones" y cobrar tarifas en tal caso, superiores a las establecidas. haber debido la Municipalidad tomar posesión gratuita-
(277) Al bloque radical correspondió también el triste méri~ mente de las instalaciones y acreditarse esos millones al
to de presentar ese proyecto que "vendría a satisfacer una legítima vencimiento de los contratos, la C.A.D.E. estaba obligada
exigencia de la opinión pública", según decía con hipóc1·ita frase
demagógica. a devolver, el 31 de diciembre de 1942, la suma de pesos
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380 RonoLI<~o Pu!GGRÓs HISTORIA CRÍTICA DE J_,QS PARTIDOS POLÍTICOS 331


115.595.510,82 por exceso de ganancias, y la Italo pesos tes, sellaron l2s paces en tnrno del suculento plato que
82.651.803,67 por igual concepto. La nobleza europea ¡m- les ofrec-ió e1. .~--eñor Heineinn!n, después de 1nantener cor-
do cortar de sus acciones de la S.O.F.I.N.A. eupones ex. diales entrevistas con eJ. presidente Justo y no 111enos
tra y telegrafiar a los directores de la C.A.D.E., por in- cordiales pláticas con el doctor Alvear, quien designó los
tennedio de Heinemann "calurosas felicitaciones" por
1 asesores honorarios que colaborarían en la preparación
"el trabajo magnífico" y el "golpe maestro". de los nroyectos. La -"unión democrática" era casi per-
La "Comisión Investigadora'~ halló en los archivos f~cta (2 79 ).
de la C.A.D.E. los documentos probatorios de que el pro- En 1940, la Cámara de Diputados designó una "Co-
yecto de las dos ordenanzas había sido redactado, de pun- misión Investigadora", presidida por el radical Emilio
ta a punta, por la C.A.D.E. misma, bajo la dirección y R.avignani e integrada por radicales, antipersonalistas y
fiscalización de la S.O.F.I.N.A., igual que los borradores demócratas nacionales, que absolvió a la C.A.D.E. de
de los discursos pronunciados en el Concejo Deliberante culpa y cargo. Otra HComisión Investigadora", la de 1943~
en apoyo de los proyectos, a los cuales sólo faltó reem- llegó a la siguiente conclusión: "Que la C.A.D.E., como su
plazar el noble tratamiento de "Sus Señorías" por el bur- antecesora la C.H.A.D.E., resulta ser foco potente de ex-
gués de "Señores Concej alesn (2 78 ) • plotación pública y de explotación social, política y admi-
La C.A.D.E. empleó la corrupción y la amenaza. nistrativa v hasta elemento perturbador de la función del
Amenazó con dejar a Buenos Aires a oscuras y con sus Estado. E'n" su afán de Juera y poderío, el gran consorcio
fábricas y servi~ios públicos paralizados, y corrompió a financiero internacional S.O,F.I.N.A., con su reconocida
oficialistas y radicales. Tres ministros estaban interesa- potencia y por intermedio de la C.H.A.D.E., después, ha
dos en la operación: Carlos Saavedra Lamas, director de pervertido la conciencia de afamados profesionales, a los
C.I.T.R.A., filial de la C.A.D.E.; Alberto Hueyo, vice- que el pueblo ha dispensado y/o dispensa inmerecido res-
presidente de la C.A.D.E.; y Federico Pineda, asesor téc- peto y jerarquía; ha prostituido en su provecho a gran
nico y jurídico de la C.A.D.E. El único ministro que se parte de la prensa de esta Capital; ha contribuí do a la
opuso a las ordenanzas fué el de Hacienda, doctor Ro- corrupción de algunos partidos políticos; ha defraudado
berto M. Ortiz, porque, al decir de la misma C.A.D.E., al Estado impunemente: ha mancillado los estrHdos de la
estaba "influido por los rumores que alegan que la Com- justicia, paralizando juicios o haciendo dictar fallos. }n-
pañía se ha comprometido a financiar la campaña elec- justos para beneficiar su nombre, intere~es Y. situacwn;
toral del doctor Alvear", rival de Ortiz en los comicios ha puesto a su servicio a poderes y funcwnano8 del Es-
presidenciales del año siguiente. No le faltaban razones tado; ha atentado, en fin, hasta contra el ejercicio pleno
de peso al abogado de los ferrocarriles ingleses para sen- de la soberanía. Que también la C.I.A.E. ha contribuido a
tirse de golpe antiimperialista. Eran las delicias del ré- prostituir en propio beneficio a par_l;idos políticos y po~,e­
"imen de la libre empresa, tan auspiciado por la S.O. res del Estado, siendo por ello, no solo foco de explotacwn
F.I.N.A. que hasta nombraba los catedráticos que lo
defendieran en la Universidad.
La verdad es que, como en la fábula de Triluss::, (279) El ministro Pineda ordenó a los concejales socialistas
demócratas nacionales, radicales de ambos bandos (yri- independientes que votaran la .prórroga a libro ce~Tado para 9ue
goyenistas y antipersonalistas) y socialistas independien- la C.A.D.E. desbloqueara 40 m1Hones de francos smzos del gobier-
no. La C.A.D.E., por intermedio de sus subfiliales S.E.R. y S.I.
D.R.A., se hizo cargo de los 40 millones. Después de liquidar los tí-
tulos envió a Buenós Aires las divisas obtenidas. Ganó en la ope-
(278) Juan Pablo Oliver: "La C.A.D.E. 11 la Revoluci6n", Bs. l'ación más de 25 millones de pesos. Una bicoca, que sólo damos a
As., 1945, folleto de 38 páginas. título de anécdota.
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382 RODOLl•~o PUIGGRÓS

pública, sino también de corrupción política y admi-


nistrativa".
Con semejante carga a cuestas no podían los radica-
les vencer el fraude y la violencia de sus cómplices conser-
vadores. Perdieron autoridad para hablar al pueblo.

XXXIII
DE NUEVO EL PROBLEMA DE LAS CARNES

Los debates parlamentarios de Jos años 1922-23 no


arbitraron solución al problema ganadero. Quedó aislada
en el ambiente, perdida en el fárrago de las discusiones,
la exclamación un tanto escéptica de Lisandro de la To-
rre: "Establezcamos entonces el monopolio del Estado.
Muerto el perro se acabó la rabia".
Gran Bretaña podía aceptar por conveniencia la na-
cionalización de los frigoríficos o la constitución de un
gran frigorífico nacional que hiciera la competencia y pu-
siera vallas a las empresas yanquis, tal cual se hizo con el
petróleo a través de Y.P.F. El proyecto presentado en 1022
por el ministro de Yrigoyen, doctor Eudoro Vargas Gó-
mez, contemplaba la organización de una red de frigorí-
ficos oficiales que faenarían las reses y extenderían wa-
rrants a los productores en garantía de la ulterior comer-
cialización .. No prospel-ó, porque lesionaba no solamente los
intereses de los frigoríficos, sino también los privilegios
de la minoría de ganaderos favorecidos por ellos. Suerte
parecida corrió, en la práctica, la ley 11.205, de construc-
ción de frio:oríficos y depósitos de distribución de carne.
Gran Bretaña encontró, de todos modos, la forma de
apretarles las clavijas a los frigoríficos yanquis por medio
de la Conferencia de Fletes, encargada de distribuir las
cuotas de exportación, bajo control inglés. El Pacto Roca-
RuncimaH dió carácter legal a dicha Conferencia, al com-
prometerse el Estado Argentino a otorgarle el 85 o/o de
esas cuotas que, prácticamente, se convertirían en casi
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384 RODOLFO PUIGGRÓS HisTOIUA CRíTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 385

el 100 o/c. Había llegado, pues, el imperialismo inglés a y Gualeguaychú pusieron de manifiesto el propósito de los
una situación estable en materia de carnes, situación que criadores del segundo grupo de intervenir directamente
inspiró a uno de sus más consecuentes servidores, a la en la industria y el comercio de carnes para terminar con
vez que empleado desde su juventud de la oligarquía ga- el monopolio de los consorcios extranjeros.
nadera, el contador Raúl Prebisch, la consigna de '¡respeto El Congreso de Ganaderos del Río de la Plata, realiza-
absoluto de las situaciones creadas", recogida por Jos mi- do en Buenos Aires en abril de 1926, propuso la fundación
nistros Pinedo y Duhau para paralizar la investigación de la Caja Nacional de Defensa Agropecuaria, entidad au-
propuesta por el doctor Lisandro de la Torre (280 ). tónoma que debía ser administrada por representantes de
En cambio, la lucha entre los dos sectores de gana- la Sociedad Rural Argentina, las sociedades del interior, la
deros que hemos definido en el capítulo XXI y el reclamo Cámara Gremial de Cereales, las cooperativas agrícolas y
de protección estatal se hizo perentorio. Las grandes cria- los bancos oficiales y particulares. Sus recursos proven-
dores invernadores e invernadores favorecidos por los fri- drían de las 1nismas fuentes de producción y de una pri-
goríficos insistían desde 1922 en lograr la intervención del ma que se cobraría a los productos de exportación antes
Estado, con la certeza de que, dominando ellos en ese Es- de su embarque que sería del 1 Y;; %. La Caja tendría por
tado se consolidaría v sacaría mayores ventajas el es- objeto, en base a la cooperación forzosa entre los ganade-
trecl;o círculo oligárqUico que formaban con 1os frigorí- ros, la defensa y expansión de las actividades rurales y
ficos ; mientras que el grueso de los criadores de ganado el abaratamiento y desarrollo del mercado interno, po.r
aspiraban a tomar por sí las riendas de todo el proceso de medio de la creación de usinas frigoríficas en las zonas
industrialización <,' c0n1ercía1ización de la carne, ya fuera más pobladas del país. Como el proyecto no contemplaba
organizando frig¿ríficos cooperativos o dando amplia par- · el punto básico de divergencias entre los ganaderos, vale
ticipación a los criadores en la administración de los fri- decir, la industria y el comercio de carnes con vistas a la
goríficos oficiales, como lo establecía el proyecto del doc- exportación, podía contar con el auspicio de todos ellos,
tor Vargas Gómez. Unos y otros pedían la ayuda del Es- pero quedó en la nada.
tado, con la diferencia que los primeros lo hacían para Al margen del interés y de la opinión del grueso de
mantener sus privilegios y los segundos prtra tener inter- los ganaderos, la entidad del grupo privilegiado, la Socie-
vención directa en la industria y el comercio de la carne, dad Rural Argentina, llevó una campaña para conseguir
emancipándose de la tutela de los frigoríficos y despla- que, valiéndose del Estado, el comercio de carnes pasara
zando al sector favorecido por ellos. Muchos ganaderos del a su control. El 5 de diciembre de 1927 elevó una nota al
segundo grupo tuvieron que arrepentirse de haberse de- ministro de Agricultura solicitando que se cumpliera la
jado seducir por la falsa perspectiva de mejoramiento ley 11.226, o sea, que el Estado, sin tener intervención di-
que les ofrecían los controles estatales propuestos por los recta, contribuyera a la organización de una .i unta autó-
ganaderos del primer grupo. noma (similar al "Board of Grain Commission", de la
Los congresos agropecuarios y los memoriales pre- "Grain Act", de Canadá) que se hiciera cargo del control
sentados por las sociedades rurales en el período 1926- de la industria y el comercio de carne. naturalmente, con
1934 dan la idea del forcejeo entre los dos sectores gana- la participación hegemónica de la Sociedad Rural Argen-
neros en torno del carácter que debía tener la interven- tina. En la nota se decía qne la intervención directa del
ción del Estado. Antes de entrar a analizarlos diremos Estado en la administración de las emnresas resultaba
que los frigoríficos fundados por ganaderos en Concordia ~inconveniente, por lo cual se requería la p;.esencia de dicha
junta, cuya autonomía aseguraba a la entidad patrocinan-
(280) Lisandro de la Torre, op. cit.; II, p. 19. te un dominio absoluto. El 30 de octubre de 1931 insistió
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386 RODOL:fO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA Dg LOS PARTIDOS POLÍTICOS 387

en el proyecto y el 3 de noviembre del mismo año dió a dades Rurales de Buenos Aires y La Pampa (realizado en
conocer la traducción del reglamento del boa?"Cl del comer- Trenque Lauquen el 8 de mayo del mismo año) exigieron
cio de carnes de Nueva Zelandia, cuya aplicación reco- "la inr11ediata intervención directa de los productores en
mendó al gobierno para nuestro país. Volvió a pedir la el mercado local de carnes". El Congreso de la Confede-
constitución de esa junta o boa.Td en las reuniones de su ración de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La
comisión directiva del 10, 17 y 24 de noviembre. P>;ra Pampa, que tuvo lugar en La Plata los días 4, 11 y 17 de
evidenciar la carencia de conciencia del interés colectivo junio del mismo año, propició la intervención directa del
que impera entre los ganaderos basta infor.mar que en Estado y los ganaderos, por medio de un organismo na-
esa última reunión se dijo que era necesarw encont.rar cional, en "la fiscalización, industrialización y colocación
una solución definitiva y estable, con el objeto de "evitar directa de nuestras carnes, adquiriendo o creando frigorí-
el abandono del problema en cuanto los precios mejoran, ficos, adquiriendo o contratando bodegas necesarias, arren-
cmno ha sucedido año tras año". · dando o creando depósitos frigoríficos en los países con-
El 14 de diciembre de 1931, la Sociedad Rural Ar- sumidores, organizando la distribución de las ~arnes en
gentina hacía llegar al gobierno de. ~riburu. un men1orial su venta al detalle, adquiriendo o estableciendo al efecto
proponiendo que se creara la C_Ol¡nswn Nacwn_al de Con- las carnicerías necesarias". El capital del organismo de-
tralor de Comercio de Carnes, 1n~..egrada por c1nco rep~e­ bía formarse con el aporte de los n1ismos productores, al
sentantes designados por ella nlisma y tres por e1 minis- amparo de leyes nacionales y provinciales.
terio de Agricultura. Los ganaderos del grupo ?pue.sto co- De la volubilidad oportunista de los ganaderos de la
mentaron dicho n1emorial así: "No se aconseJa n1ng~1na Sociedad Ru;·al Argentina da un ejemplo el siguiente he-
medida tendiente a la formación obligada de un capital cho: su comisión directiva aprobó por unanimidad, el 12
que integren los g-anaderos, para permitirles intervenir di- de abril de 1932 (acta 1635), la transformación del Ma-
rectamente en el comercio de carnes. Las propuestas por tadero y Frigorífico Municipal en entidad autónoma ele
la Sociedad Rural Aro·entina se limitan a pedir el contra- capitales mixtos de la Municipalidad y los ganaderos, y
lar legal del comerci;, ejercitado por una comisión en la el 12 de julio siguiente ( acta i648) rechazó por mayoría
cual sus representantes tendrán un manejo total, pt;esto dicho proyecto por no ser practicable, "tanto más si se tie-
que sumarían einco miembros sobre ocho que tendrm la ne en cuenta la idiosincrasia de nuestros hombres de can1-
comisión" (2 81 ) • • po que son los que deberán aportar su concurso pecuniario
Como contraste de tal proyecto, el Congreso de Socie- a esos propósitos". ¿Qué había sucedido entretanto? Su-
dades Rurales de Entre Ríos y Corrientes, celebrado en cedió que la Sociedad Rural Arg-entina había. salido con
Concordia a fines de febrero de 1932, pidió al gobierno sus trece: el 24 de l\1ayo de 1932 el gobierno del general
]a sanción de una ley de constitución de la As.ociaci?n Co- Justo creaba por decreto la Comisión Nacional de Carnes,
operativa Nacional, mediante el aporte obl!gatort_o por integrada por cinco representantes de aquella entidad, tres
toda operación realizada en el país de venta de m;nmales del Poder Ejecutivo, uno de la Municipalidad y cinco per-
bovinos ovinos y porcinos. El I Congreso de Soctedades sonas entendidas en el comercio de carnes, y el 22 ele julio
Rura!ed de la Provincia de Buenos Aires ( realizado ;n del mismo año enviaba al Congreso el proyecto de cons-
Tandil, el 6 de mayo de 1932) y el II Congreso de Socw- titución de la Junta Nacional de Carnes, cuya función
"' ¡
debía ser organizar "las instituciones comerciales o in-
dustriales que sean necesarias en el n1ercado interior o
(281) Memorial pasado a la Honorable Cámara. ,de Senado1~es
y Honorable Cámara de Dipl}tados por la Confederacwn de Asocia- exterior para la defensa de la ganadería nacional y abara-
ciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa. 1939, p. 3. tamiento de los productos ganaderos". Eran los famosos
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388 RODOLFO .Jl'ln:WGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 389


boards de Canadá, Nueva Zelandia y Australia, tan elo- ban que en el proble1na ganadero se abandonaban las nor-
giados por los ingleses y tan anhelados por los graneles mas del liberalismo clásico, esas mismas normas que los
criadores de novillos pesados de la Argentina ( 282 ). portavoces d.e los gan":deros tanto mentaban y aplicaban
Los dos criterios -el de los grandes ganaderos pri- para neutrahzar el naciOnalismo económico en la industria
vilegiados de la Sociedad Rural Argentina y el de los me- !' en la exJ?lotación de los combustibles o para impedir la
dianos y pequeños ganaderos de las sociedades rurales del Implantacwn de leyes sociales.
interior- saltan a la vista. El ingeniero Pereda hace notar La constitución de la Junta Nacional de Carnes col-
la diferencia existente entre Hcohtrol" e "intervención" maba las aspiraciones de los ganaderos de la Sociedad R u-
del Estado (' 83 ). El control estatal era propiciado por los ral ~rgenhna, no. así las de los ganaderos rnedianos y pe-
criadores invernadores e invernadores Hque vendían sus quenas, de los cnadores que no tenían acceso directo a
novillos al frigorífico, descontentos de la forma con1o los los frigoríficos. En el III Congreso de Sociedades Rura-
trataban, pero que en el fondo podían vender cuando ofre- les de la Provincia de Buenos Aires y territorio de La
cían", o sea, por el sector privilegiado de los ganaderos Pm~p_a, celebrado e~ Nueve ele Julio el 31 de julio de 1932,
representado pox la Sociedad Rural Argentina. Estos ga- esta,]o la lucha abierta entre las dos tendencias. El en-
naderos rechazaban lo aue Pereda 1Ian1a un "paso más tonces. presidente de la Sociedad Rural Argentina, doctor
avanzado": la intervención del Estado y de los propios ~orac1? N. Bruzone, defendió el proyecto de ley del Poder
ganaderos en el proceso industrial y comercial d.e la carne. Ji!Jecuti;oo, elaborado por la misma Sociedad Rural Argen-
Sabían que tal intervención los desplazaría de sus posicio- ü.na e Impuesto a la Comisión Nacional de Carnes, ten-
nes de predominio. diente a crear la Junta Nacional de Carnes a la vez que un
Por el contrario, Hen aonellos criadores aue se sentían organismo nacional de industrialización y venta. Los de-
capaces de invernar los novillos que debían obligadamente legad?s de las soci~dades_ rurales del interior atacaron: en
vender a los invernadores entregadore8 al frigorífico es cmnbw, con gran vwlenc1a el proyecto. Dieron los siguien-
lógico pensar que su mayor deseo era el de poder llegar tes argumentos :
a entregar dichos novillos directamente, lo que no veían 19 - Que el proyecto desconocía lo resuelto en La
posible conseguir con el control, y sí únicamente con la Plata el mes anterior por el Congreso de Asociaciones Ru-
intervención de los ganaderos e:n el con1ercio de carnes". rales de Buenos Aires y La Pampa, en el sentido de crear
Estos ganaderos estaban representados por las sociedades un organisn1o nacional de fiscalización, industrialización
rurales del interior (provincias de Buenos Aires. Santa Y colocación directa de las carnes, con intervención del
Fe, Córdoba, Entre Ríos y Corrientes y territorio de La Estado Y de los ganaderos en su conjunto;
Pampa). 2 9 - Que la Junta N aciana! de Carnes debía tener
De uno u otro modo, las soluciones propuestas indica- " g ra n au t onomm' " y no ser un n1ero instn1n1e11to del go-
bierno Y. . . de la Sociedad Rural Argentina ;
(282) "De e11o se ve qne los entonces dir_ü;entes de la Socie-
39 - Que una de las principales finalidades de la
dad Ru-ral Ar~entina, que representa solamente una parte de la Junta Nacional de Carnes tenía que ser la "persecusión
.R'anadería, h de los grandes invernadores, hnn estimado ane el pro- de los trusts";
111ema ganadero argentino es el de la cola,ción de los novnlos pesa- 49- Que el proyecto excluía a ulos ganaderos genui-
dos. DP. ahí aue de~conocieran las medidas a tomar, naTa resolvel'
e! problema g.enernL de ahí que sólo buscaran el control lerral del nos, como son los criadores" y entregaban "los títulos de
Estado, que eiercerían sns socios. sobre las empresas frigoríficas propiedad del organismo al último propietario que es el
compradoras de esos novillos, copiando, al efecto. la ley que ya re- Invernador" ;
gía desde hacía siete años en Nueva Zelandia". Ibídem, p. 5.
(288), Horacio V. Pereda, op. cit., págs. 81- 82. 59- Que el organisn1o nacional de industrialización
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390 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS PoLÍTICOS 391


y comercialización debía formarse con la contribución de gado a invertir fondos para una empresa industrializa-
criadores e invernadores y no de estos últimos únicamente; dora que no es, precisamente, lo primordial en nuestro
69- Que el organismo nacional de industrialización concepto. Y no lo es, porque estudiados los frigoríficos
y comercialización debía ser autónomo, independiente de existentes, se llega a la conclusión de que hay capacidad
la Junta de Carnes, por lo cual debían votarse dos leyes de faena en demasía para satisfacer las necesidades ac-
distintas y no una sola que pusiera al primero en manos tuales del comercio de carnes. ¿Qué correspondía hacer
de la segunda (es decir, de la Sociedad Rural Argen- entonces? Organizar a los productores de ~ranados en for-
tina) ; y ma que pudieran actuar comercialmente, ~a la espera de
79- Que el organismo nacional de industrialización que la parte relacionada con la industrialización se resuel-
y comercialización debía intervenir tanto en el comercio va de común acuerdo con las empresas dedicadas a ello
interior como en el exterior de carnes. que ya existen en el país". Reducía a la CAP por consi-
Tales argumentos cayeron en el vacío. La Junta Na- guiente, a un organismo comercial, dependient¿ de los fri-
cional de Carnes se creó como entidad al servicio de los goríficos extranjeros para la industrialización de la carne,
dirigentes de la llamada "lista blanca" de la Sociedad Ru- y como agregaba que tal era la forma "única que encua-
ral Argentina, y los estatutos de la Corporación Argentina dra dentro de la letra y el espíritu del Convenio Anglo-
de Productores de Carnes (CAP), constituida un año des- Argentino" (Pacto Roca-Runciman), queda claro que bus-
pués (el 6 de enero de 1934), fueron redactados por esas ~aba desterrar la intervención de los ganaderos en su con-
mismas personas. La ley 11.747 consagTó el privilegio del JUnto en las componendas tramadas entre los ganaderos
grupo de ganaderos más estrechamente vinculado a los privilegiados, los frigoríficos, el gobierno del general Jus-
frigoríficos. "La Junta que debía controlar a los frigorí- to y la corte de St. James ( 285 ). La CAP inició sus activi-
ficos era dirigida y administrada por un directorio for- dades exportando la mísera cuota que le reservó cmno
mado por hombres allegados a los negocios de los frigorí- de limosna, el Pacto Roca-Runciman, cuota que industria-
ficos y representantes directos de esas en1presas", comen- lizaban los consorcios frigoríficos y ella- sólo comer-
ta el doctor Liceag·a(' 84 ). De los siete miembros de la Jun- cializaba.
ta, seis eran de la Sociedad Rural Argentina, y, en cam- Los ganaderos medianos y pequeños respondieron a
bio, ésta última tenía sólo 4.000 socios, pero los ganaderos la maniobra política -que "encuadra dentro de la letra y
que pagaban contribución a la Junta sumaban 141.000, el espíritu del Convenio Anglo-Argentino"- diciendo:
El diputado conservador Bustillo no tuvo empacho "Refirmamos, una vez más, que la Junta Nacional de
en proponer que se eliminara la representación del "fri- Carnes no es nuestro órgano representativo". Reclama-
gorífico nacional que se va a fundar" y se aumentara la ban también que la CAP fuera sostenida por todos los
representación de los frigoríficos extranjeros. Más lejos ganaderos y no por los accionistas que elegía a su antojo
iba el presidente de la Junta. Nacional de Carnes, al afir- la Sociedad Rural. Solicitaban que se instalara cuanto an-
mar que "el Frigorífico Nacional de la Capital, no sería tes un frigorífico propio. Pedían la anulación de "las me-
hoy la solución más conveniente por cuanto habría obli- didas tendientes a favoTecer a los vendedores directos de

(284) José V. Liceaga, op. cit., p. 155. El doctor Nicolás Re- ( 285 ) N~ta enviada por el presidente de la Junta Nacional de
petto hizo el elogio de la ley y de la Junta de Carnes en la sesión Can~ es (el m1smo ~actor Horacio N. Bruzone que intervino como
del 26 de setiembre de 1939 de la Cámara de Diputados. ~'Esta ley presidente de la Soc1edad Rural Argentina en el Congreso de Nueve
de carne -dijo- es una buena ley, y la junta que crea esta ley de de Julio mencionado) al ministro de Agricultura de la Nación de
carnes yo la saludo como tipo modelo de Junta Reguladora". fecha 25 de julio de 1934. '
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392 RoDOLFO PUIGGRÓS HISTOPJA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS PoLfTI~OS 393


novillos a los frigoríficos, hacinndo con éstos una política arge;n!ino. Ese sector, por su idiosincrasia de clase, podía
de acción solidaria que ha perjudicado a la gran masa de adm1tir un programa avanzado en su lucha contra la oli-
criadores" (286 ). garquía y podía también tornarse conservador una vez
La división de los ganaderos en dos sectores clara- satisfecha su voluntad de poder. De la Torre se cerró to-
mente definidos hacía que el sector postergado se erigiera dos los caminos hacia el gobierno y su oposición intransi-
en campeón de la lucha contra el monopolio de las empre- gente lo colocó en una actitud crítica, sin otra perspectiva
sas frigoríficas v la preponderancia de los señores del que el desenmascaramiento de los factores que originaban
"chilled beef". Este sector tuvo su intérprete en Lisandro la deformación y la paralización del desarrollo social ar-
de la Torre, durante los memorables debates del Senado gentino. No dió el salto que de su arraigado individualis-
del año 1935. mo manchesteriano podía elevarlo a la plena aceptación
No era social ni intelectualmente ajeno al problema del socialismo y del materialismo.
de ]as carnes el combativo y combatido líder demócrata ~ose~a el senador antiimperialista de 1935 una larga
progresista. Desde su juventud había vivido el desconten- expenencm del problema ganadero. Habíase dedicado a
to de una narte de la burguesía argentina que se sentía las tareas del campo desde fines del siglo pasado v en
sumergida~ en lo económico y lo político por obra de la 1908 ocupó la presidencia de la Sociedad Rural de Rosario.
oligarquía de los grandes terratenientes que gobernaban ~n los debates de 1922-23 fué el único legislador que tuvo
desde Buenos Aires. Iniciado en la actividad pública como el valor de señalar la nacionalización de los frigoríficos
militante del radicalismo de Alem, alejóse del radicalismo como el remedio indispensable de la crisis crónica de la
de Yrigoyen por la aristocrática posición intelectual de ~anadería argentina. Su formidable alegato antimonopo~
"incompatibilidad con los que no piens~n". Entremez.cla- lista de doce años después, fundado en su pedido de in~
do con la oligarquía gobert:ante, a partir de su ~·~pudiO a vestigación del comercio de carnes y de la aplicación del
la intransigencia yrigoyemsta y de su aceptacwn de la Pacto Roca-Runciman, marca el punto más alto de la his~
política ¡¡paralela" o "del acuerdo" propiciada por el toria parlamentaria argentina. Al enjuiciar a la oligarquía
general Mitre también habría de separarse de ella por Y a la burocracia, como cínicos e inmorales instrumentos
negarse a endabezar un:: fuerz~ an~irradic~l y de.cidir~e de la dominación de los consorcios extranjeros, enjuieiaba
a abrazar otro tipo de mtranSigencm: la mtrans1genc1a al régimen político~social que hacía de la Argentina un
doctrinaria ( 207 ). Al buscar la superación en un partido s.a~élite en la órbita del imperialismo capitalista. El aná-
nuevo, igualmente alejado de la opresión de las "min~­ hsls del complejo engranaje de la industria y el comercio
rías selectas" y de la movilización tumultuaria del yrl- de la carne le abrió el panorama completo de nuestra su~
goyenismo, canalizó las ambiciones políticas Y l~s as- misión nacional. Sus propias ideas liberales caían derro-
piraciones económicas de un s_ector de la burgues1a na- tadas ante la evidencia del estado de decadencia a que el
cional y de la pequeña burguesm, enclavado en Santa Fe; liberalismo había conducido a nuestro país. Esta contra-
que quería ocupar un lugar propio y destacado ba¡o el sol di.cción daba un sentido dramático a su vida y a su lucha.
L1sandro de la Torre no fué vencido en la polémica, ni
!!f 1
tuvo adversarios a la altura de su jerarquía intelectual
(286) "Menwrial pasado ...", op. cit., p. 10. ~ .
(287) "Mientras los radicales pre~enden que el moy1l de to~as Y moral, pero las comprobaciones a que llegaba en su es-
mis acciones es combatirlos en cualqUier terreno Y paJO c!lalqmer tudio de la realidad de nuestra condición semicolonial no
bandera, los conservadores, de los que ~l Dr. Demana :s
hd~1: tan
emin'ente protestan de que no conshtuyera para m1 suf1c1ente
lo decidieron a abandonar las ideas del liberalismo ~co­
atractivo' organizar un partido 'antiradical' ". "Una página de his- nómico Y político, que eran la superestructura de nuestra
toria", Obras, I, p. 39. inferioridad y de nuestra servidumbre, en el siglo de las
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394 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 395


revoluciones proletarias y de los movimientos nacional f) La prohibición de constituir compañías argentinas
emancipadores. Aún después del formidable debate, casi para la exportación de carnes;
en vísperas de su suicidio, se inclu~ entre los "libe1:ales . g) El !",vanee acelerado de los frigoríficos al mono-
en el sentido político y religioso". La punzante real!dad pobo tambwn del mercado interno argentino de con-
de las causas internas no hacía mella en el liberalismo sumo; y
anglosajón que lo había acorazado toda su vida. De los h) Los salarios de hambre y las condiciones inhu-
fundamentos con que presentó en setiembre de 1934 sus manas de trabajo y de vida a que los frigoríficos some-
dos proyectos y de los discursos que pronunció en ~l Se- tían a los obreros.
nado en las sesiones de junio a setiembre del año sigment3, 3 9 - La complicidad del gobiemo y de la oligMquía
surgen las siguientes conclusiones esenciales : . . ganadera en el monopolio frigorífico. "La industria más
1Q - Un nwnopolio organizado por los consorcws fn- ge~uina del suelo argentino, la ganadería, se encuentra en
goTíficos ingleses y yanquis dominaba la industTia. y el ruinas_ por obra de dos factores principales: la acción
comercio de la canw en la lhgenbna. El monopolio se extorsr~ra de un monopolio extranjero y la complicidad de
formó, ante todo, obligando a capitular y absorbiendo a un gobierno que unas veces lo deja hacer y otras lo pro-
los frigoríficos argentinos (La Blanca, El Argentmo, la tege directamente". "El único obstáculo que existe es el
Compañía Sansinena de Carnes Congeladas), y luego con monopo~io ~~e ha!l impuesto seis compañías extranjeras,
el apoyo del gobierno de Su Majestad Británica que cul- a~t~ la mcJ¡ferencw del gobierno argentino, y con la com-
minó al fijar, después de la Confere?:cia de Otawa, .la plicidad de un círculo de ganaderos, generaln1ente nacio-
cuota de exportación de carnes argenunas, con prescin- nalistas y principalmente invernadores que sirven al
dencia de nuestro gobierno y para ser distribuída por el monopolio".
gobierno inglés. 49-La utilización de la ley 11.7!,7 -y por lo tanto
29- La acción del monopolio se manifestaba en: de la Junta Nacional de Carnes y de la Corpomción Ar:
a) El acaparamiento de las bodegas de los barcos .Y gentin'! de Productm·es de Carne (CAP)- en pTovecho
la distribución de los embarques de carnes entre se1s excluszvo del monopolio de las empnsas ecdmnjems y del
grupo ganadero a su seTvicio.
compañías;
La Ju:t;ta Nacional de Carnes, creada por la ley
b) La fijación arbitraria, al margen de la ley de ofer- 11.747, nac1ó como apéndice de la Sociedad Rural Ar-
ta y demanda y en beneficio propio, de los precios de com- gentina Y de los frigoríficos, y la Corporación Argentina
pra, favoreciendo a una minúsculo grupo selecto de gana-
de _Productores ~le Carnes nació, a su vez, como apéndice
deros y expoliando a la inmensa mayoría;
de !a Junta N a~wnal de Carnes. "El Congreso dictó la ley
e) El ocultamiento de los costos de producción me- 11.747 con el fm de entregar a los ganaderos el manejo
diante una contabilidad irregular; de la cuo~a _del 11 %. No se ha realizado ese propósito. El
el) La obtención de enormes ganancias, al punto ~e 4 % contmua hasta hoy en poder de los frigoríficos del
compensar con ellas las pérdidas sufridas en Austraha, pool; un 3 % se transfiere a una compañía británica y
N neva Zelandia y Brasil; un 4 ro
.se da a un frigorífico argentino que no es una
e) La defraudación al fisco, eludiendo el impuesto a cooperahva de productores". "La Corporación ha traicio-
los réditos ("En la Argentina, el Anglo dice que las uti- nado la ley 11.747 (288 ). "El ministro de Agricultura, la
lidades se realizan en Gran Bretaña, y en Inglaterra, lord
Vestey, dice que las utilidades se realizan en la J\.rgentina, . (~
8
~) De la cm:nplicidad 4e la "Pl'E':l1S3; libre" en la gran farsa
y así elude el impuesto a la renta en ambos paiSes") ; .sunums~,ra una prueoa contundente la sigUiente noticia de ¡;La Na-
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396 RoDOLFo PutGGRÓS


HI13T01tiA.. CRÍTICA DI!! LOS PARTIDO~ POLÍTICOS
397
Junta Nacional de Carnes, la Corporación de Prodtlctores
y la Sociedad Rural, están encantados de ver cómo, a 5 la _investigación el senador De la Torre le preguntaba al
meses largos, después de instalada la entidad argentina senor Malaccorto por qué razones el fl'igorífico Swift d
adjudicataria de la cuota, los frigoríficos continúan usán- La Plata sólo había abonado $ 96.756 62 en vez de 601 "9~
dola en su provecho". "El frigorífico argentino (de Gua- que le corr_espond~~n de impuesto a Jos 'réditos, el ger~~te
leguaychú) es un enemigo a quien desearían exterminar, le respond1a qne hasta que no vaya el inspector no po-
no sólo porque ha arrebatado al trust privilegiado un 3 'fo demo~ comprobar nada", y cuando insistía el investigador
de la exportación, sino porque sus utilidades de 1934, con o ros de. !os
~últiples casos de evasión de impuestos,
que llegarán al 30 'fa de su capital, descorren el velo de la · contestacwn
't ·,
Siempre
.
era la m 1'sma ·. "Estam
, os en 1a
la sofistificación que propalan los que sostienen que los n:1sma SI ua~wn; mientras no se investigue ... ". El ci-
ganaderos argentinos no pueden exportar por sí". msm~ del seno¡~ }lfalac?orto llegaba al máximo al afirmar
59- La existencia de una alta burocracia de fun- q';le . la compama Sw1ft Internacional puede compensar
cionarios, asesoTes y técnicos al servicio incondicional del perdida~ de fuente extranjera con ganancias en el país
rnonopolio frigorífico. El doctor Raúl Prebisch, en1inencia Y reducir, en es__a for1na, el in1puesto a pagar". El señor
gris de todo acto entreguista de nuestra economía al im- Gagneux _adopto otra táctica: a veces acusaba pérdida
perialismo durante los últimos treinta años, era la cabeza de memona Y a veces protestaba porque se le hacían pre-
de esa alta burocracia. Los burócratas de Prebisch no so- guntas o demostra}'a no entender el sentido de lo que se
lamente trataban en condiciones preferentes a los frigorí- 1~ preguntaba. As1 obraban los técnicos del doctor Pre-
ficos, sino que pusieron toda suerte de obstáculos para bi:h, con el apo~o. del gobierno del general Justo, particu-
impedir que se llevara adelante la investigación propuesta laimente del m1mstro de Hacienda, doctor Federico Pi-
por De la Torre. Dan una idea de su sabotaje al país estas n.edo, que en ]>leno recinto del Senado les ratificó su con-
palabras del senador demócrata progresista: "La comi- fianza, despues de conocerse cómo procedían.
sión investigadora no ha recibido un solo dato oficial a
este respecto. No podía enviar un delegado a Inglaterra a 6 9 - La ceTteza de que cualquier ley o medida que se
investigar los precios de venta y ha debido conformarse ap1:obaray szn antes ut01"cerle el pescuezo al nwnopolio"
con los precios de Smithfield, que llegan semanalmente en ~ 1'1 a contTapToducente Y favoreceTía al mismo 1honopolio'
una hoja titulada "Weekly Record of Wholesale Price". . st::ba presente el resultado de la ley 11.747 y de sus do;
Es la que utiliza la Junta Nacional de Carnes para sus mshtucwnes: la Junta Nacional de Carnes y la CAP. "El
resúmenes de precios. No tiene más datos la junta de pro;v:ecto .que se presenta, si hubiera de aplicarse durante
carnes después de un año y medio de funcionan1iento". El la V:'~encm del monopolio, sería dar un cuchillo a los fri-
doctor Prebisch lanzó la consigna de "respeto absoluto gdonf¡cos, que lo emplearían contra los pequeños pro-
de las situaciones creadas" y sus dos epígonos -el ge- uctores".
rente de la Dirección de Réditos, señor Malaccorto, y el 9
director de la Oficina de Control de Cambios, señor Gag- . 7 :-;-El monopolio de Estado, po¡· medio de la nacio-
neux-, la cumplieron al pie de la letra. Cuando durante nahzacwn de los frigoríficos, como única solución penna-
nente Y nacwnal de la CTisis ganade1·a crónica. "Pensaba
ción" de aquella época: "En cinco meses la corporación ha logra- entonces_ (en 1923), c.omo hoy, que debe aspirarse en to-
do organizar la compra, la faena, la industrialización del ganado, dos los. ordenes a la libertad de comercio, pero qne,. si el
el transporte marítimo de los productos y su distribución y venta come;cw .~e las carne~ fu~ra dominado, de hecho, por una
en el Reino Unido". Solemne mentira que Lisandl'O de la Torre sólo
atribuía a "buena fe y candor" del gran diario. combmacwn monopolista mvencible, habría llegado el ca-
so de reemplazar el monopolio de hecho por un monopolio
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398 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA Crtf'TICJ,_ DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS


399
de derecho en favor del Estado~'. Las palabras transcrip- ._ T_ras. ~l,~sesinato, el debate quedó inconcluso y la Na-
tas descubren todo el contenido contmdictorio de la po- CI_on _Bigmo enfeudada conscientemente al interés del ca-
sición del doctor Lisandro de la Torre. Comprendía que pitalismo extranjero'' (289).
después de su crítica exhaustiva del monopolio imperia-
lista, no le quedaba otra salida que proponer el monopolio
del Estado, la nacionalización de los frigoríficos, pero sus
prejuicios liberales lo frenaban y lo traicionaban. Decía
que, como "no hay mal que dure cien años y el Tratado de
Londres se podrá denunciar dentro de diez meses y cadu-
caría dentro de dieciséis", se conformaba "con esa situa-
ción, no obstante haber propuesto en la Cámara de Dipu-
tados la implantación del monopolio del Estado hace ya
doce años". Ingenuidad o irnperdonable inconsecuencia que
dejaba en el aire y malograba el raás demoledor ataque
que se regiStra entre nosotros al régimen de dependencia
semico!onial. El monopolio del Estado, por medio de la
nacionalización de los frig:oríficos, debió ser el principio
y el fin de las críticas de Lisandro de la Torre. Al dejar
abierta una ventana, que nunca se atrevió a cerrar, una
ráfaga de liberalismo hacía volar las cuartillas y con ellas
su inmenso caudal de pensamiento mnancipador.
Lisandro de la Torre empleó sus grandes ener_¡,das en
investigar a fondo el problema de las carnes. Usó de la
fuerza. Ordenó la detención de n1iste:t Tootell, presidente
local del frigorífico Anglo. Dispuso el allanamiento de
barcos pa-ra confiscar documentos. Denunció a funciona-
rios y ministros. Desafió las amenazas del gobierno, con-
cretadas en las siguientes palabras del ministro Pinedo:
Hi Ya pagará todo esto el señor senador, punto por punto!".
Vió caer entre sus brazos y en pleno recinto del Senado,
heridp por halas dirigidas contra él, a su compañero ele
representación, a uno de sus discípulos, el doctor Enzo h ( ) ~md las citas de los discursos del doctor de la Torre
289
Bo-Jahebere. Y sin embargo, no se atrevió a pronunciar emos .~ons~ ta o: Obras, tomo II; "Investigación del Co11w 1·cio de
la sentencia definitiva: el liberalismo ha muerto en la ~arnÉs • ed1At~do por el Partido Demócrata Progresista d<> Santa
e, ue~os ne~, 1935; y Juan Lazarte, op. cit. :b;se mis~o ~año
Argentina y quienes lo defienden están con los monopolios 19~5, J5 mtervemr en el debate del proyecto de ley de bancos y ma-
extranjeros, están con nuestro somethniento semicolonial, ne a, e .1~ ~one se opuso a que el Banco Central fuese "entera-
están con el atraso y la decadencia. Prefirió continuar N~~te 0 Íl,?Iaáizado" J se ín<:linó al "p~nto de partida de sir Otto
hasta el fin de sus días Hjabonando negros", como alguien banmeyer 't ~ 1?e(" los gobiernos no tienen nada que ver con los
co_s cen l"!'t.e.s. Ob1·as", II, p. 352). En su discurso imJera u~
le dijo con frase maligna. excesivo subJehvismo que lo hace vacilante y confuso. 1 - ·
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XXXIV
EL RADICALISl\IO EN EL JUEGO IMPERIALISTA

Los historiadores radicales del radicalismo tocan a


la ligera· un tema tan importante como las preferencias
-o debilidades- de Hipó lito Y rigoyen por el doctor Al-
vear. Suelen reducirlas a una cuestión personal, afectiva,
lo que estaría en pugna con la independencia que siempre
demostró en la elección de sus colaboradores, comenzan-
do por su primer gabinete, que llenó de sorpresa y rencor
a los nüsmos "doctores" que luego acompañarían al doctor
Alvear, durante la. segunda presidencia radical, y partici-
parían, del brazo de los conservadores, en la preparación
política del golpe reaccionario del 6 de setiembre de 1930.
Más aún: la lucha contra el yrigoyenisn1o se organizó
en el seno del gobierno alvearista y fué su ministro de
guerra, el general Agustín P. Justo, el iniciador de la lo-
gia m-ilitar precursora de la .restauración oligárquica. En
las elecéiones del 19 de abril de 1928, la fórmula encabe-
zada por Y rigoyen tuvo como rival a la fórmula auspi-
ciada por Alvear. Había entre uno y otro discrepancias de
fondo, tanto en política nacional como en el enfoque de
los problemas internacionales. Las tendencias al nacio-
nalismo económico y el gobierno popular del primero no
compaginaban con el liberalismo económico y el gobierno
de círculo del segundo. Yrigoyen era nn caudillo del pue-
blo; Alvear estuvo siempre en el juego de la oligarquía
y las empresas imperialistas.
· ¿A qué se debe, entonces, que después de diez años
de clara definición de Alvear como enemigo declarado del
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HIST03.IA CRÍTICA DE LOS PAP.T!:L>OS POLÍTICOS 403


RODOLFO PUIGGRÓS
402
. . d uevo a la cabeza de la Unión uriburista lo derrocó del gobierno, pero su fusión con los
yrigoyenismo, surgierf be ~ lácito del propfo Yrigoyen? contubernistas lo aisló del pueblo y de los problemas vi-
Cívica Radical con e . ?ndpc ción casi póstunm del con~ tales del país, lo envolvió en el juego imperialista de la
¿A qué se debe esa reivm. I a Yri o en de desastrosas oligarquía.
tubernío? ~a inconsecuencia d; 1 fnrer;ción del pueblo La abstención absoluta, declarada el 25 de octubre
consecuencias para la ca u~a . J
~e clase de su política.
argentino, descubre el c~n ~m efe;~r a la función pública
de 1931 por el Comité N aciana] -una vez fracasadas las
tentativas de llevar a los comicios una fórmula presiden-
El, que tanto se preoct~po p r . "L,. ió a entregar a Jos cial antipersonalista pura, que fuera del agrado de Uri-
~o~~r~~"J~r=~a1~ l~a~l~~~~~o:ede~,p~~~' r~,;~sp~:~t~;se~i~ buru (Gallo-Saguier o viceversa, en vez de Alvear-Glie-
mes)-, se convirtió, bajo la dirección alvearista, en un
su partido. Es la mlsnla ;ncons;cnenCla lada en el Con- medio cómodo de lavarse las manos o de tolerar con el si-
dencia al respetar a la ollgarqma abroquet formal de la lencio, la inoperancia o la complicidad, la entrega totali-
greso en nombre de un c?n~epios ~~~:~~nyelos dia;ios, al taria de nuestra economía a los monopolios extranjeros,
den1ocracia, al no ~xproplarl~ ~lar ara acelerar el pro- los negociados, las persecusiones a la clase obrera y la
no imponer una drctadur_a P P P d" l e Yrigoyen .·.· burla a la voluntad popular. "El radicalismo, el organismo
ceso de emancipación nacrm;a_l. Hfi~~:al:hu';:'g~~ses de los· . que Yrigoyen había creado en cuarenta años de paciente
no supo vencer sus preJ~ncws -ue
le tocó vivir. Creía en: elabor,ción -escribe Scalabrini Ortiz-, ya no era una
cuales estaba saturad~ la epoca q- randes masas, pero ví'!deexpresión de los anhelos del pueblo: era un instru·
la fuerza creadora y hb~radora d~Aasr,;' para la estabilidad mento más de la oligarquía, es decir, un eco de la volun-
al mismo tiempo la temia como P e;
su erar la contradic-
de la sociedad _burg_uesa. ~1 no pod v~s f~llas que le costa-
tad extranjera de sojuzgamiento y expoliación" ( 291 ).
Los oligarcas voltearon a Y rigoyen por lo que tenía
ción, reü·ocedia e mcu~na 1en gr:l ~astramiento del radi- de bueno y no por lo que tenía de malo, por su populari-
ron el gobierno ?e ~93 y ue;os casos a la reacción oli- dad y sus tendencias nacionalistas y no por sus concesio-
calism_o, fav?recie? ? ten Ca~n~o Sánchez Sorondo decía nes a la reacción y sus prejuicios liberal-burgueses. Lo
gárqmca e Imperra1!S a. . ¡ '' de se- negativo descompuso internamente al yrigoyenismo y fa- 1
] Se nado . "Fué necesano hacer la revo uc.on l't" cilitó la tarea de los oligarcas de destruir desde afuera . ,,
en e 1 • . . ismo con su po 1 1ca,
tiE,n1bre pa1·a evitar quf 81 ., yng~r~~ el c'onservador hería sus expresiones positivas. Uriburu calificó al gobierno de
llevase al país ": la revo ucion s~ce t~ba más que cambios Yrigoyen de "régin1en político despótico y corrompido" y
de rebote a Y_rrg~yen, q~¡e ,.node 1 ~ esfe¡·a del liberalismo su ministro de Interior, l\1atías Sánchez Sorondo, anun-
sociales cuantitativos de.lL 0 bi"os amena7aban ir ció que "los mejoreS hombres del país" se disponían, el
, da vez que esos cam · . '"'
bu,rgues: y quet, cal' •t s paralizaba sus tendencias al na- 6 de setiembre, a hacer una limpieza general en las oficinas
n1as a1la de es os Iml e ' , . públicas. La Comisión Investigadora que se nombró, así
' · y pohtrco
cionalismo economice:, .. d j C"ty'' de 1931, que colo- como la solemne promesa de los filisteos de restablecer la
Con la llamada fuswn e I ' · el Comité moral y la decencia administrativas, hallaron· amplio eco
có a Alvear Y U? ~rupo a~~i~er~~~alJ~~~o~~ más seria en la prensa grande y en las metrópolis imperialistas. Pe-
Nacional, el ra~:l!ca!Ism3 s{930 e•o) El golpe de Estado
que el 6 de setiembre e ·
(291) Raúl Scalabrini Ortiz: "Identidad de la l-útea histórica
Aires el doctor A1vear ha- de Yrigoyen y Perón". Conferencia pronunciada en Mercedes (Bs.
(290) En el CitY. Hot<:l de Bue~o} ener~l de sus operacíone_s re~
bia estableci~o su re~Idenci_a t Y c~l~~;~ar~n la fusión con los anh~
As.) el 3 de julio de 1948 en memoria de Hipólito Yrigoyen y
políticas. Alh los yngoyems as producida por 1~ revista "Hechos e Ideas", setiembre de 1948.
personalistas.
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lfiSTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 405


RoDOLFO PUIGGRÓS
404
No se interesó por la investigación del monopolio de
ro todo e~o no era má5 q;te el decora~o pa;a la gi~~fe~~~s~ la industria y el comercio de carnes por los frigoríficos,
puesta en escena por quienes se enriquecmn i;~ocando la ni por la suerte de nuestra ganadería.
la Patria y realizando con guante blanc.o e d 1 blo N o atacó al Laudo Ferroviario del presidente Justo,
1 los más rapaces negociados con los dmeros e yue . ni apoyó las luchas obreras por mejoras condiciones de
~)'general Justo llegó al ~obierno con el. P?~0 g~:~~~e~~; .. existencia.
tecedente de haber encubierto, COJ?O ~rms f~s armamen- Intervino con significativa oficiosidad, en cambio, en
de la presidencia de Alvear, el escand~__ o de - Í José la votación de la prórroga de las concesiones eléctricas y
tos que tuvo por principales p1:otagon1st~s al JSBl~e:l~de Y~ no tuvo ningún pudor en mancharse las manos con uno
F. Belloni Y al doctor Jo?ghr, .Y .cuan o m:s a~U'1- de los mayores asaltos a los dineros del pueblo que se co-
residente la representacion socmhsta en el "e~ado - nocen en nuestra historia.
~ió co~· b~mbos y platillos, revel~ciones s:nsacw~ales s~- El radicalismo, conducido por Alvear, no tenía otra
-.' '1 otros turbios negociOS de =:trmas, e asun o bandera que la de comicios puros y libres y terminar con
~~~cfu~~e ,.;;, vi;as a la Patria Y al Ej~rcJtot a cart!fO cdleel~! el fraude y la violencia en las elecciones; pero esa ban-
· s v un drscre o mu rs dera no podía conducirlo a la victoria, mientras ante los
senadores Bravo Y P a 1acw • h d 1 República
ren~a seria. Porque para ellos el onor e . a d ojos del pueblo se hacía más y más cómplice del aherroja-
~e s;lva ocultando las trapacerías de l?s ohtgardcaso yexae miento del país por los consorcios imperialistas extran-
' · ~ 1 d nrtdo
, - mven an o • - jeros. Poco valía el enunciado introducido en la Carta Or-
1 8 poderosos v pornen·._.~o a es
oeranclo.:_ los 'pecados de la gente del pueblo. . .• 1 gánica por la Convención Nacional de 1931 acerca de "la
g F:l- r·edi'calismo, conducido por Alvear,t per_mitro aloas voluntad del Radicalismo de realizar una democracia eco-
.!.:./ e;, "• • • do .
. ancla y a
oligarquía gobernar sm. nyle;ar ~~~~ls~~ma ;le dominio nómica y social", o el voto directo, o el estado de asamblea
monopolios extran.t~ros. Imp 1ant. d las condiciones de del partido, o la organización sobre la base de los afilia-
de neto corte totahtar!O, acap a .o a dos y no de las autoridades, si no había una definición
un pa~s semicolonial. clara, en los hechos, de política de liberación nacional y
E1 radicalismo, conducido por Al vea~, ~st~vo
te en el debate de los grandes probleJ?a~ e a epo
é:u;::h,
anía
justicia social. Poco valía la plataforma sancionada por
esa misma Convención, si los compromisos de los dirigen-
la defensa de la ind~pendencia economica y la saber . tes con la oligarquía y los monopolios extranjeros malo-
olítica de la Argentma. bl 1 1 - graban los priricipios por avanzados que fueran. La ¡¡re-
P .N. d" 0 ni P. odía decir por ser resnonsa e e a vea organización de abajo para arriba", dispuesta por la Con-
o ll • • - ' 1 • dalo de los ar- vención Nacional del año siguiente (abril de 1932), se
rismo, un~ sola palabra sobre e escan
rriarnentos. . estrellaba ante los manejos de arriba para abajo de la
- No se opuso al Pacto Roca-Runcrmal_'-· . dirección alvearista, que no vió con buenos ojos el me-
No denunció la enajenación del c;édJto, de l::s fman- morial elevado a la Suprema Corte de Justicia por Hi-

a
d 1
zl asci~ac~ói~ :ef neda al capital financiero extramero. con
Ban~o Central y del Instituto 1\~ovilizador.
·¡· ,
N o se movuzo para
impedir el control mtegral de
t . tra
pólito Yrigoyen el 22 de setiembre de 1932, denunciando
la actitud entreguista del alto tribunal en materia de
petróleo. Tampoco podía ver con buenos ojos que el viejo
nuestra producción por las empresas ex .ran¡eras a - caudillo, al comentar el levantamiento del teniente coro-
vés de las Juntas Reguladoras. rt . nel Atilio Cattáneo, dijera: "El fracaso de los movimien-
No combatió el monopolio del transno ;'; • tos efectuados a partir de 1930, se debe principalmente a
No defendió a Y.P.F. y la nacionalizacwn del petra- la coparticipación en el plano directivo de eleméntos no
leo, como lo hizo Yrigoyen en lucha contra Alv~ar.
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406 RoDOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE I,Qg PAR'l'IDOS POLÍTICOs


407
radicales, aparte de las consecuencias que por dicha cau- ca extranjera, así como 1~ sanción de la ley del n1onopolio
sa, de triunfar, habrían sobrevenido" (2 92 ). del ~ransporte. Los conceJales radicales, impuestos por la
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de la dirección C?rl'l~nte concurrencista, recitarían, al año siguiente, los
alvearista por congraciarse con el imperialismo extran- discursos prep~rados por los abogados de la S.O.F.I.
jero, el gobierno de Justo temía que detrás de la compe- . N.A. Y_ ap:obarian la escandalosa prórroga de los contra-
tencia de la Unión Cívica Radical asomara el movimien- tos . electncos, ~?n ~1 apoyo posterior de los diputado&
to de masas que e1npujó a Y :dgoyen por las peligrosas radicales, tamb~en hiJOS del concunencismo. El abogado
sendas del nacionalismo económico y el gobierno popular. d.e los ~errocarriles mgleses y comisionista del Pacto Roca
Yrigoyen, Alvear y otros dirigentes fueron detenidos. Es- Sir Gmllermo E. Leguizamón, escribía el 6 de octubre d~
tas medidas represivas produjeron el efecto que se bus- ~936, .desde ':' b~rdo del "Andalucía Star", una carta a sq
caba en la dirección alvearista: una fuerte tendencia al ..;wendo amigo Alvear, a la sazón en Lisboa, diciéndole:
levantamiento de la abstención, en coincidencia con la po- .~<;spero que en dos o tres meses más que usted perma-
lítica de entrega de nuestra economía a los monopolios nezc:; aleJado~ se apreciará mejor por todos nuestros com-
imperialistas. Los "legalistas", partidarios de la absten- patrw_tas, el Inmenso servicio que usted nos ha prestado,
ción, se ahincheraron en el Comité de la Capital, en opo- organizando una fuerza opositora, animada de altos idea-
sición a los "mayoritarios", que dominaban en el Comité les ~y con una _c~onci~nc.ia ~e la~ responsabilidades que con1-
Nacional y querían el levantamiento de la abstención. poi ta la funcwn publica . Mas concreto no podía ser· la
En la Convención Nacional de 1933 (27 de diciem- "fn~rza opositora" servía a la política a dos puntas ·del
bre), celebrada en Santa Fe, la tendencia abstencionista gobierno de Su Majestad Británica.
triunfó. Como la clausura de dicha asamblea coincidió E~a lo que se Uamó la "conciliación de la familia
con levantamientos radicales en casi todo el país, Alvear argentma", saludada por los dirigentes del Partido Co-
y más de mil dirigentes fueron detenidos y deportados o nlunista Argentino con la consigna de: '!El radicalismo
conducidos a Martín García y Ushuaia. "Trátase de un al poder y Alvear a la presidencia".
movimiento ajeno a las autoridades partidarias y ejecu- . Los yrigoyenistas, eliminados del Comité de la Ca-
tado sin su orden, ni su conocimiento", declararon los pre- ~Ital Y de:rotados en la ~.~nvenc~ón :Nacional, se agrupa-
sos de Martín García. ! o~ en ~on1o de un manifiesto titulado: "Vocación revo-
En la Convención Nacional de 1935 (iniciada en di- lucwnana del radicalismo", en el cual cantaban las ver-
ciembre de 1934) la tendencia abstencionista fué final- ~ades del barquero a la dirección alvearista. Decían: "N o
mente derrotada, después de hábiles manejos internos de Ignoramos -pronto nadie ignorará- cuáles son las ver-
los concurrencistas. El doctor Alvear, después de levantar daderas causas de la nueva postura que adoptan los an-
la abstención, disolvió e intervino la Convención de la Cianos caballeros que quieren dirigir el pensamiento radi-
Capital, baluarte de esta última tendenc!a. "Es el peor cal". Hablaban de '~las vinculaciones y conveniencias exis-
momento partidario que se ha podido elegir para sacar al tentes. entre las empresas extranjeras expoliadoras del
Radicalismo de su abstención", clamaba el doctor Ricardo t~·aba]o Y 1::' producción nacionales, por un lado, y cono-
Rojas. N o pensaban lo mismo los alvearistas, que estaban Cidos e~ mimnbros de gobiernos radicales, por el otro" y
en los entretelones de los proyectos que el gobierno de de los agentes de empresas que se sientan en su seno
Justo presentaría días después al Congreso para consu- (de la Convención Nacional) y que han intervenido en
mar la subordinación de las finanzas argentinas a la ban- su convocatoria". Afirmaban que "de la misma masa de la
«gen~e desconocida» de . la Unión Cívica Radical, ya ha
(292) Gabriel del Mazo, op. cit., p. 234. surgido la nueva mentalidad revolucionarifl argentin&, te-
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408 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE Los PARTIDOS PorJTICOS


409
niendo como primer postulado inequívoco de acción Y de totalidad la obra truncada por la desaparición de Hipó-
doctrina, la decisión de abolir todo privilegio, Y de resta- lito Y rigoyeri.
blecer la independencia cultural y econónüca de la Repú- "3 9 ~ Qu_e para ello es necesario, en el orden interno
blica, es decir, de restaurar la soberanía del pueblo, que del Partido, dotarlo de un estatuto que, estableciendo el
es para Jo que fué creada la Uni<?n Cívi?a Radical" .. voto drrecto del afiliado cotizante, asegure la soberanía
De la resistencia que Jos rarhca!es fleles a lo me¡or de del pueblo radical, y en el orden externo, precisar las cau-
la tradición yrigoyenista opusieron al con1ando pro!mpe- sas. Y los causante~ del enfe?damiento argentino al privi-
rialista del doctor Alvear nació la "Fuerza de Orwnta- legw del monopoho extranJero, proponer las soluciones
ción Radical de la Joven Argentina" (F.O.R.J.A.), como rmvmdrcadoras y adoptar una táctica y método de lucha
lúcido intérprete de las causas internas del desarrollo adecuados a la naturaleza de Jos obstáculos que se opo-
nacional y sólida base de investigación de Jos p:·oblemas nen a la real!zacwn de los destinos nacionales.
argentinos fundamentales. "Somos una Argentma colo- . "49- Qne es imprescindible luchar dentro del Par-
nial; queremos ser una Argentina libre", proc~an1~ba en tido pa.ra que éste recobre .1': línea de intransigencia y
la declaración aprobada por la asamblea constitutiva el~! J?Yll1Clpismo que lo caractenzo desde sus orígenes única
29 de junio de 1935, que no podemos de¡ar de reproducrr f?rma d:> cumplir ir;corruptiblemente los ideales 'que le
íntegramente: d:eron vrda Y determman su perduración histórica al ser-
"La Asamblea Constituyente de la Fuerza de Orien- VICIO de la N neva Argentina.
tación Radical de la Joven Argentina, considerando: "Dentro de estos conceptos y con tales fines la
"19- Que el proceso histórico Argentino en parti- Fuerza de Orientación Radical de la Joven AriTenÚna
cular y el Sud-Americano en general, revelan la existe~­ «F.O.R.J.A.», abre ~lls puertas a todos Jos radicale;, y par~
cia de un lucha permanente del pueblo en procura de m hcularmente a los JOVenes que aspiren a ihtervenir en }a
Soberanía Popular, para la realización de los fines el_llan- construcción de la Argentina grande y libre soñada por
cipadores de la Revolución A1nericana,_ cont~'a _las ohga~~ Hipólito Y rigoyen.
quías con1o agentes virreynales de los 1n1penahsn1os poh- "Por el radicalismo a la soberanía popular.
ticos económicos y culturales, que se oponen al total cum- ;;Por la soberan!a pop_ular a la soberanía nacional.
plirnÍento de los destinos de An1érica. Por la soberama nacwnal a la emancipación del
"29- Que la Unión Cívica Radical ha sido, desde su pueblo argentino".
origen, el instrumento continuador de esa. lucJ:a por el , Dos m_eses d_~spués, e1. 2 de setie1nbre, F.O.R.J.A.
imperio de la Soberanía popular y la reahzacwn de sus ponm en c1rculacwn su pnmer manifiesto denunciando
fines en1ancipadores. la política colonizadora y reaccionaria deÍ gobierno de
"39- Que el actual recrudecimiento de los obstácu- Justo : el monopolio del transporte el Banco Central el
los puestos al ejercicio de 1~, volun;ad po¡.mlar, corr.es- Instituto ~ovilizaclor, las Juntas Reguladoras, el p~cto
ponde a una mayor agravac10n de ,a reahdad colomal, Roca-Ru;'lClman, la unificación de impuestos, el control
de cambws, los convenios del petróleo, el negociado de Jos
económica y cultural del país : arm~rnentos, el comercio de carnes, el cercenmniento de
''Declara: las hbertades, la censura a las ideas, el asesinato del sena-
"19- Que la tarea de la nueva emancipacwn sólo d?r Enzo Bordah~bere, la participación argentina en la
puede realizarse por la acción de los pueblos. Liga .de _las Nacwnes, !a entrega de la enseñanza a
"29- Que corresponde a la Unión Cívica Radical organizaciOnes extranjeras, la an1enaza a Ia neutralidad
ser el instrumento de esa tarea, consun1ando hasta su argentina en vísperas de una guerra interimperialista.
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410 RoDOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS PoLfTICOS 411


Responsabilizaba a la dirección del radicalismo por su tegrado con representantes de todas las organizaciones
complicidad en la política entreguista del oficialismo. "Hoy interesadas en el proceso económico de la misma", y por
el Radicalismo -decía- está sumido en la arrebatiña la otra, se inclinaba, en n1ateria de petróleo, a la empresa
en que algunos de sus representantes subalternizan sus mixta, tal cual lo quería Alvear durante su presidencia.
esfuerzos, a la vez que procuran corromper a la juventud Buscaba un término medio entre el liberalismo -econón1ico
radical, substituyendo en su mente todo ideal de reden- y el nacionalismo económico. Quería atraer a la juventud
ción nacional por la esperanza de enriquecimiento perso- radical que cada día comprendía mejor la necesidad de
nal a cualquier precio". aplicar una política de nacionalizaciones para liberar al
Cinco años duró ¡,., lucha de F.O.R.J.A., combatida país de los monopolios, y conformar, a la vez, a "los an-
por el gobierno, negada por la dirección radical, acusada cianos caballeros" de la C.A.D.E., de los ferrocarriles,
de "fascista" por Jos partidos Socialista y Comunista. de Jos teléfonos, de Bemberg y de todas las empresas
Queda como balance de su extraordinaria labor una serie imperialistas que regían Jos destinos del partido.
de trabajos fundamentales para la interpretación de los La experiencia demuestra que el eclecticismo nunca
problemas argentinos de hoy y de mañana. Si bien no llegó es buena receta para ganar elecciones, por la sencilla ra-
a coincidir con la clase obrera y a comprender que la clase zón que siempre favorece a Jos enemigos del pueblo. Los
obrera es el eje de la solución de esos problemas, dejó la alvearistas pretendían conquistar el poder cabalgando en
elocuente constancia de las enormes reservas latentes en las posiciones antiimperialistas y antio!igárquicas que
la burguesía y la pequeña burguesía para contribuir a la alentaba la izquierda de su partido. No contaban con el
revolución nacional emancipadora. Desapareció porque pueblo que para derrotar al fraude exigía algo más que
no supo combinar su visión de nuestra liberación econó- promesas demagógicas y hábiles mimetis,mos en vísperas
mica con la elaboración de la estrategia y la táctica a se- electorales. Pesaba más el fresco recuerdo del negociado
guir para aunar las fuerzas que aseguraran la victoria de la C.A.D.E. y del sospechoso silencio ante las entregas
de un nacionalismo de contenido popular. al imperialismo que las ardientes invocaciones del doctor
Otras organizaciones, agrupadas bajo el calificativo Alvear a la desvanecida figura de Leandro Alem o al tan-
general de "izquierda", aparecieron en el seno . de. }a tas veces traicionado Hipó!ito Yrigoyen.
Unión Cívica Radical, como respuesta a la claudJcacwn
del Comité Nacional. Entre ellas, citaremos al "Bloque
Opositor" y al "Movimiento Ordenador" de la capital fe-
deral --cuyo periódico era "País Libre"- y a la "Fuerza
Intransigente" de Santa Fe.
Así se llegó a la Convención Nacional de 1937, cuya
plataforma, redactada por Leo!lidas Ana~-~as~, ~ merece
atención especial. Fué una tentativa de conci!Jacwn de las
corrientes internas del radicalismo, con vistas a los co-
micios presidenciales del mismo año.
La extensa plataforma tenía carácter ecléctico. Por
una parte, admitía el nacionalismo económico, al propo-
ner la "creación de un organismo superior de la econo-
mía nacional tendiente a asegurar especialmente el con-
tralor de la producción y distribución de la riqueza, e in-
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XXXV
IZQUIERDISM:O Y SECTARISMO

La crisis del régimen capitalista y el triunfo del Pri-


tner Plan Quinquenal en la Unión Soviética, los progresos
comunistas en el orden internacional y la impotencia de
los partidos socialistas frente al fascismo y sú servidum-
bre a los imperialistas ingleses y yanquis, la caída del
gobierno radical y la reconquista del poder por los oligar-
cas a través de los gobiernos de Uriburu y Justo, fueron
distintos factores que contribuyeron a despertar, durante
el quinquenio 1931-35, las simpatías hacia el comunismo
de diversas capas de la población argentina. No solamente
la clase obrera, sino también hombres y mujeres de otras
. clases sociales, angustiados por las atrocidades del fas-
cismo, la explotación del imperialismo y el espectro de
la guerra, depositaron su fe en el comunismo como la
gran esperanza de la humanidad. A la vez, se extendió por
el país un sentimiento nacional antiimperialista que tra-
taba de encauzarse en la lucha por la liberación econó-
mica, contra los monopolios extranjeros que explotaban
y esclavizaban al pueblo argentino.
Fué un período de huelgas y movimientos populares
antiimperialistas, de forn1ación de "izquierdas" dentro
radicalismo y del socialismo, de nacin1iento de grupos
instituciones que se orientaban hacia la liberación eco-
ica nacional, de desarrollo de tendencias antiyanquis
antiinglesas en las filas del ejército.
Sin embargo, a pesar de esas luchas y de la mayor
( c<mc,ieJ1Cia nacional de las masas, el general Justo pudo
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414 RoooLFO PurGGRós HlSTOIUA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍ'l'ICOS


415
imponer su política entreguista ~, man~enerse me~iiaJ:;te d.io del pe_rfeccionamiento de las instituciones democrá-
el fraude, la violencia y la represwn. NI las conspiraciO- ticas Y el Imperio de la justicia social". En el manifiesto
nes radicales ni las crític}ls socialistas y demócratas pro- del 10 de setiembre siguiente decían que había "llegado
gresistas, ni 'las campañas comunistas, consiguieron t?r- el n1omento de ensayar un tercer camino, que es para
cer el rumbo que el oficialismo imprimía a la política no~o~r?s el único dignen, un can1ino alejado de "la puja
interna y externa. pnm¡tJva .el~] ré~·imen y ele la causa", y que "para los
Las corrientes "izquierdistas" que aparecieron en Circulas ohgarqmcos que manejaron nuestros asuntos an-
aquel entonces obedecían al sano y justo anhelo de supe- tes de 1916, vi??do en ]as ma~as populares nada n1ás que
ración política, a esfuerzos por salir del dilema qu~ plan- un.a prolongacwn de sus haciendas, nunca debió consti-
teaba la contradicción entre conservadores y radicales. ~mr. s~rpresa el advenimiento impetuoso, desordenado,
Entreveían -literariamente, es decir, sin ir a lo profundo mstmtivo del radicalismo, por el cual asumía nuestro
y sin aplicarlo a la realidad nacional- que en el. mar':i,s- pueblo el legítimo derecho ele regirse sin tutelas". Aspira-
mo hallarían la concepción, el método y la orientacwn ban a que se extirpara "para siempre nuestra poÜtica
para hacer avanzar a la Argentina haci~ la _lib<;ración g~uc~~' hecha a base de concupiscencia, codicia e irnpro-
económica y la justicia social. Jóvenes_ un1versltarws, en VIsacwn".
su mayoría, provenientes de la pequeña burguesía, la bu1:~ La "Agrupación Ciudadana de Extensión Socialista"
guesía y hasta de la aristocracia, resueltos :; no compli- asumió una actitud de simpatía hacia la Unión Soviética,
carse con la política del pasado que rep_ndmban. en. su pero no comprendió que el problema aro-entino esencial
conjunto, buscaban algo nuevo en los partidos de Izqmer- era la liberación nacional del yugo imperlalista. Defenso-
da que satisfaciera su generoso deseo de luchar por trans- sora ~e la democracia formal, a la inglesa, se manifestaba
formaciones sociales. ;.nemiga de !a intervención del Estado en la economía.
El 13 de agosto de 1931, durante la dictadura del Podemos afirmar que el Estado es mal industrial y co-
general Uriburu, se fundó la "Agrupación Ciud::'dana de m~rciante", d.e~ía. Rechazaba el monopolio estatal del pe-
Extensión Socialista", que no tardó en adherirse a !a troleo y propiciaba, tanto para el petróleo como para los
"Alianza Demócrata-Socialista" y publicó el semanarw bancos, un régimen de empresas mixtas, como figuraba
"Polémica" ( 2" ) . Los firmantes del acta inicial se consi- en el programa de la "Alianza Demócrata-Socialista" y
deraban "constreñidos a salir en defensa de la democra- h.ab!a sido Y sm;ía auspiciado en el Congreso por los so-
cia amenazada en las circunstancias porque atraviesa ac- c:ahst!'s Y democratas progresistas('"'). La A.C.E.S. se
tualmente el país, y en el deber de intervenir en la vida ~Isolvió Y sus integrantes se desparramaron en el socia-
cívica, para influir en la solución de los problemas na- l~smo,. el comunismo, la democracia progresista y el na-
cionales" y se declaraban "inspirados en los más nob~es cwnahsrno.
propósitos de contribuir a la elevación moral y matenal En setiembre de 1933, durante el gobierno del gene-
del pueblo explotado por las clases privilegiadas, por me- ral Justo, apareció el periódico HCauce", como "tribuna
del pensamiento 1narxista, y Hórgano de la izquierda so-
cialista" ( 295 ). "Estamos con la U.R.S.S.", decía y atacaba
(293) Finnaban el acta de fundación: 1VIarcelo Aber~stury,
Julio Alfonsin, Gregorio Araoz, Rodolfo Araoz Alfar:o, AleJal!dro
Berraondo Carlos E. Colautti, Faustino E. Jorge, Gllberto Lopez 2 4
( 9 ) uPofé;nica", Año~' N". 8, ?~ de setiembre de 1981, p. 6.
Cabanillas' Mario V. Ponisio, Ricardo F. Rivas, Elías Rocca, Pedro Fundaba su cntica a la nacwnahzacwn de empresas en opiniones
E. Torres' (hijo), Víctor S ..Vinelli (_hijo~) y G. E. Wallace .. Del de los reformistas Vandervelde y Otto Bauer.
periódico "Polémica" se publicaron se1s numeras, del 12 de setiem- ( 295) De "CauceH se publicaTon 8 números, entre setiembre de
bre al 23 <le octubre de 1931. 1933 y mayo de 1934.
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416 R.ODOI,FO PUIGGRÓ~


HISTORIA CRfTICA DE LOS P.A.RTIDOS POLÍTICOS 417
al socialismo revisionista, "injerto burgués", "apéndice número de enero de 1934 un "programa para una accwn
del capitalismo". "No tenemos fe en la clernocraci~: -de- socialista revolucionaria" y en su número del mes si-
claraba-; confiamos en la revolución". Sus objetivos cen- guie~~e la au!ocrítica a ese programa, dictada bajo la
trales se concretaban en "evitar todo intento regresivo ele pres~on de G~IO~di, en momentos en que gran parte de la
tipo fascista"' y "la conquista del poder por la clase obre- Izqmerda soc1ahsta estaba a punto de in!!resar al Par-
ra". Proponía la abstención electoral, sosteniendo que el tido Comunista. El punto primero de di~ho programa
gobierno de Justo tenía interés en la concurrencia de los planteaba: "Nacionalización del capital extranjero (Ban-
socialistas para restarles bancas a los radicales. cos •. transportes, subsuelo). Lucha antiimnerialista. Soli-
En relación con el origen de la izquierda que se for- dar;da~( am_:r~cana". La. crítica ghioJdista a ese punto
mó dentro del Partido Socialista aparecieron dos obras dec¡a: Lo umco a deducir es que el compañero autor del
que lo definen: "La conquista del poder" de Benito 1\1:a- pr~grama e_stá _influenci~do en un ideario pequeño-hur-
rianetti (1932), apuntes del curso que dictó sobre el tema gues de so_lt~artdad conttnental americana y quiere vin-
en la 'jCasa del Pueblo" de Mendoza a fines de ese año, y cular organiCamente nuestro n1ovimiento socialista a
"Doctrina y táctica socialista" (Editorial Claridad) de otros similares de la América Latina, que tienen ~n sus
Ernesto Giúdici, texto de las conferencias pronunciadas pro.gramas la lucha antiimperialista; no cabe duda que se
en la "Casa del Pueblo" de Rosario y en el Centro de Villa refiere al A.P.R.A. peruano. Se sobrestima la lucha anti-
Urquiza en enero y febrero de 1933. Ambos libros se cu- imperialista dándole el carácter que se le da en este ar-
racterizan por las críticas al reforn1iSino social-de1nócrata tículo. La lucha antiimperialista no es sino un aspecto de
desde una posición inter1nedia entre el co:n:mnismo v la l:;t lucha contra las burguesías feudales de América La-
social-democracia. "Lo que diferencia a un socialistc~ xe~ ~m.a Y no puede por consiguiente ser elevada a móvil casi
volucionario de un comunista intransigente -escribía un1co. Se Incurre en el error de suponer que reviste ma-
Giúdici (p. 48)- es que mientras éste cree poder hacer yor importancia la solidaridad entre las masas revolucio-
la revolución al conjuro de veinte rígidas consignas, aquél nm:ias _de los dife~entes países Latino Americanos que la
no descuida el medio ni la época para la preparación y sohdar:dad entre estas y .las de los países europeos o nor-
consolidación de la sociedad socialista. Los con1unistas teameriCanos .. Esto proviene de la sobrestimación de los
nos dan a veces la in1presión de querer dar un salto a ga- factores sentimentales: raciales, idiomáticos, históricos
lTocha, sin garrocha; y los socialistas de muchas partes, (lucha por la independencia), olvidando que motivos de
el fenómeno inverso: tienen la garrocha y no dan el salto. orden económico nos vinculan estrechamente a los pafses
Por eso, en 1nateria revolucionaria, ambos extremos so11 europeos y a Jos Estados Unidos y que en cualquier mo-
malos". vi~ient~ revolu~ionar~o que tocara los intereses ·que estos
J\!Iarianetti, sin "prescindir en absoluto de la táctica paises henen es..,abiecidos en Am.érica es mucho más im-
reformista", dedicaba gran atención al estudio de la lu- portante contar con 1~ solidaridad de sus proletarios. que
cha armada por el poder. luchen contra las accwnes de guerra, que con la solidari-
Tanto en uno con1o en otro se veía la influencia del dad -:qne evidentemente también podrá sernas útil pero
sec~ariSlno impreso en aquella época al Partido Comu- n.o en Ig~a.l g,rado- del proletariado y campesinos de La-
nista por los artículos y folletos de Rodolfo Ghioldi. Esta tino-American.
influencia aparecía en dos cuestiones principales que el . La izquierda socialista bien podía creer que al salir
periódico "Cauce" tocaba a n1enudo: el repudio a 1r. de Guatemala había entrado en Guatepeor. Los párrafos
"Alianza Demócrata-Socialista" y la concentración de los transcriptos de la "autocrítica" muestran con meridia~a
ataques en la burguesía nacional. "Cauce" publicó en su claridad el más completo desprecio del problema nacional
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418 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 419


en general y del problema nacional argentino y latino- federación Juvenil Socialista insistía en que "la izquierda
americano en particular. uLa lucha antiimperialista no aparece para hacer imposible a Jos obreros y particular-
es sino un aspecto de la lucha contra las burguesías feu- mente a los obreros socialistas el acceso al camino revolu-
dales de América Latina ... " ¿N o era esto el izquierdis- cionario". "¿Tendrá todavía el señor Marianetti la des-
mo químicamente puro que tanto combatió Lenin? ¿No vergüenza de poner el «Manifiesto Comunista» a Jos pies
era la negación práctica de la lucha antiimperialista en de Graffigna ?". Como Giúdici se lamentaba del tono vio-
concreto? ¿No era arrojar a la burguesía nacional y a la lento que se empleaba contra él y sus compañeros, Ghioldi
pequeña burguesía al campo del imperialismo? ¿No era le respondía que ese era el único lenguaje que correspon-
sabotear la liberación que las naciones de América Latina día para Hmarcar a fuego a la izquierda por sus posicio-
buscaban desde muchos años antes? nes teóricas y políticas'', "cuando la izquierda pasa al
Siguiendo los consejos de Rodolfo Ghioldi, la izquier- servicio directo de los latifundistas" ('97).
da socialista declaraba en "Cauce" (N9 5) : "defensa de Para colmo, Rodolfo Ghioldi les daba a Jos socialistas
la burguesía o apoyo a. la revolución", "se está con la bur- de izquierda y a los militantes comt!nistas, bajo la forma
guesía o se está con la clase trabajadora; "todo revolucio- de crítica al Pacto Roca, una tremebunda lección de la
narismo a medias es demagogia", "la derecha irá al fas- más infantil política extremista (298 ). El mencionado pac-
cismo y la izquierda a la clase trabajadora marxista y to no era, para él, más que un aspecto de la lucha entre
revolucionaria, empujadas ambas por los propios factores los imperialismos inglés y yanqui por la colonización de
de la lucha social". la Argentina, verdad a medias que se convertía en men-
Ghioldi quería arrancar de cuajo a la izquierda no tira al negar la existencia de contradicciones entre la bur-
solamente del Partido Socialista, sino de toda posibilidad guesía nacional (¿Qué eran los industriales que reclama-
de afianzamiento eri una posición concreta de lucha por ban protección, los empresarios de ómnibus y colectivos
la liberación nacional. No se conformaba con esa "auto- que luchaban contra el monopolio del transporte, los me-
crítica" al revés : quería triturar a los izquierdistas e in- dianos y pequeños ganaderos que se oponían a Jos gana-
troducirlos a pedazos dentro del Partido Comunista. deros privilegiados asociados a los frigoríficos, Jos capi-
"¿Cuál es la función de la "izquierda" en la socialdemo- talistas nacionales en competencia con los trusts ?) y el im-
cracia? -preguntaba ( 29 ' ) - . Prestigiar a la socialde- perialismo extranjero. Ghioldi sostenía que si un burgués,
mocracia, «restaurar» su virginidad perdida, hacerla sim- por ejemplo Lisandro de la Torre, se oponía al pacto fir-
pática a Jos ojos de los obreros socialdemócratas que em- mado con Inglaterra era porque estaba entregado a Esta-
piezan a indignarse contra la política de traición, retener dos Unidos, y si otro burgués, por ejemplo un radical,
dentro de sus cnadros a Jos obreros prestos a pasarse a luchaba contra las concesiones de petróleo a la Standard
las filas comunistas. El método de que se vale esa «izquier- Oil era porque se había vendido a Inglaterra. "Conserva-
da>> consiste en emplear (al estilo trotzkista) grandes fra- dores de toda denominación -escribía- radicales, socia-
ses, con invocaciones a Marx y Lenin, para recrear la fe listas, demócratas progresistas, concuerdan en la política
perdida de los obreros en la socialdemocracia. Eso es en de sumisión al imperialismo y al latifundismo; Jos dife-
Europa y es también aquí. Se ha visto repetidamente con
los Fiorini, Jos Coca, Jos Unamuno y compañía. Y se ve (297) "Soviet" marzo-abril de 1934, artículo titulado "A pro-
con toda la claridad deseada en el caso Marianetti". Y en pósito de la izquierda socialista", págs, 12 a 15. Graffigna eTa un
otro artículo escrito en vísperas del Congreso de la Con- bodeguero cuyano.
( 2 98) Rodolfo Ghioldi: "Qué significa el Pacto Roca", en "So-
1Jiet", año 1, N 9 1, 24 de junio de 1933, págs. 2 a 16. Reproducido
('296) "Sott·iet'', setiembre de 1933, año I, N"' 3, p. 29. en folleto por la Editorial Sudam, Bs. As., 1933, 20 páginas.
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420 RoDOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRíTICA bE Los PART!Dos PoLÍTICOS 42í


rencia la rivalidad entre Jos imperialistas; no se distin- Rodo!fo Ghioldi comentó las deliberaciones y el re-
g uen por contenido diverso frente al imperialismo en ge- sultado del Congreso Socialista de Santa Fe en un artículo
'
neral". Y afir1naba que 'numerosos en't'1cos b urgu~ses" de la revista "Soviet" (3° 0). De ]as críticas que hizo a la
(Lisandro de la Torre, la izquierda radical, etc.) sen ala- dirección socialista vale la pena subrayar su delirante
ban las cláusulas de la Convención y Protocolo que res~¡]­ oposición a la defensa de la soberanía argentina en las
taban directamente proinglesas y depresivas para los m- islas Malvinas ( 301 ). "La cuestión de las Malvinas -es-
tereses argentinos, porque "les molesta un ~acto R.oca cribía- que sobre ser una tentativa de ocultar tras una
con Inglaterra. pero harían sonar todas las dianas, de la cortina de humo la devoción del Partido Socialista por los
literatura tropical para aplaudir un Pacto de esa mdole imperialistas, significó el pretexto para las más furiosas
con los Estados Unidos por ejemplo, con lo cual prueban explosiones nacionalistas y la arena que mostrase la con-
qué menguados interes~s les emT?uja a .su~ c_ríticas". cordancia entre ]QS ministros de la dictadura y los legis-
La ausencia de todo pensamiento d¡alectJco, el desco- ladores socialistas. . . Luego vendrá lo de las ll1alvinas :
nocimiento de las contradicciones y una interpretación frente único chovinista y proimperialismo del gobierno y
fantástica de la realidad arp:entina, camnean en ese es- los jefes socialistas: Palacios y Saavedra Lamas". Así
quema verdaderamente tropical de Ghioldi. El hon:bre, trataba a una de las más queridas reivindicaciones nacio-
como Sansón, veía filisteos por todas partes: en lo~ mte- nales del pueblo argentino.
lectuales que se acercaban al PaTtido, en los izo.m~rdas Sin embargo, Ghioldi reservó el grueso de su arti!Ie-
que se formaban dentro del radicalismo y del soc1ahsmo, ría pesada y liviana para pulverizar la actuación de la
en los grupos militares antiimperialis~as, en. 1?~ oJ;lreros izquierda en el Congreso de Santa Fe. Algunos botonazos
que no se deíaban convencer por su hnea divisionista ~ de muestra serán suficientes para demostrarlo. Comen-
ultraizquierdista. en todos cuantos no ace?tabRn como SI zaba con las siguientes palabras: "Demos su parte a la
fuera el Evamrelio sus descabelladas teorms. izquierda socialista, y comencemos por el señor Maria-
La izauierda tuvo destacada participación en el IVQ netti, su figura más descollante en Santa Fe. En la tra-
Congreso de la Confederación ,Juvenil Socialista Y en el dición pública argentina, Jos casos de piratería política
Congreso Socialista de Santa Fe, celebrados ambos eu la son harto frecuentes: así, el ejemplo del señor Marianetti
primera mitad del año 1934. La dirección de la .~asa del no trae asombro a nadie. Inició su carrera -y nunca
Pueblo hizo todo Jo posible para malograr la accwn de la "mejor colocada que ahora esta expresión- con un libro
izquierda, interviniendo centros, haciendo ~raude en las titulado "La conquista del poder". Llegó al congreso lue-
elecciones internas, amenazando con expulsiOnes. El doc- go de haber aprobado con su autoridad de izquierdista la
tor Repetto estuvo en Rosario antes del Congreso Y de- conquista del poder. . . por Jos bodegueros sanj uaniuos.
claró que "~A.:arx es cosg vieia y ha sido sup~rad~ ya por Su situación en el congreso resultaba por ende incómoda:
hombres de nuestro partido", calificó a la 1zqmerda d.e
"grupito de gente que con un poco de charla p;·ete¡;de ub1~
carse en Jos puestos directivos o representativos . llamo (300) Rodolfo Ghioldi: "El Partido Socialista y el Congreso
"canalla y traidor" a Imrenieros y "charlatán" a Del Va- de Santa Fe", en revista ~<soviet", 27 de junio de 1934, año JI, N~>
lle Iberlucea (""). En dí";s anteriores, hab~": mantenido 5-6, págs. 3 a 11. Ver también Rodolfo Ghioldi: "Adónde va el
Partido Socialista'', Editorial Sudam, Bs. As., 1934, folleto de 56
una entrevista con el presidente Justo, ofreciendole la co- páginas.
laboración del Partido Socialista. ( 301) La oposición a la lucha por las Malvinas ha sido per-
manente en el codovillismo. Entre las razones que dió para ex-
pulsar, hace tres años, a Juan José Real del Partido, figuraba el
(299) "Cauce", 23 de m~yo de 1934, p. 5. apoyo de éste a ese "movimiento nacional-burgués".
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422 H.ODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CnfTrcA DE Los I)ARTIDos PoLiTwos 423


desautorizado, comprometido, con el barro demócrata na- lina, es posible que acaben las estúpidas riñas banderizas
cional sanjuanino hasta los ojos. Para jugar su papel ix- Y logremos poner a toda la nación en armas para movili-
quierdista le era necesario hacer desaparecer, antes que zar a todas las fuerzas sociales (ganaderos, agricultores,
nada, el episodio de San Juan. Para ohtenerlo, podía con- clase media, proletariado y comerciantes), en un frente
tar en ese acto de prestidigitación con la benevolencia de único, defensor de la argentinidad encadenada" (p. 46).
los dirigentes del Partido Socialista y Marianetti hizo la "¿Cuál es la gran gran fuerza que está en condiciones en
operación con desenfado poco común" ( 302 ). Por más que la Argentina de realizar una empresa patriótica de esta
Marianetti hizo "lo que su conciencia «marxista» llamaba magnitud? Sólo una enorme fuerza popular como la del
autocrítica", por más que se arrepintiera y se pronunciara radicalismo a quien se debe en lo político la libertad de
contra las alianzas electorales, Ghioldi no lo creía, ni lo sufragio, y la democratización del Estado; en lo econó-
perdonaba. mico, la defensa de las riquezas del subsuelo; en lo social
A Giúdici lo trató con más suavidad. Dijo que bus- la libertad de los sindicatos obreros, será capaz de coro~
caba "la regeneración del Partido Socialista" y que "allí nar su obra revolucionaria por los métodos incruentos que
donde la eficacia de Jos Repetto es nula, comienza la fun- han dado estabilidad y fuerza a la República Española"
ción de los izquierdistas". En resumen: el Congreso So- (ps. 61-62). "De todo el conglomerado humano que ha-
cialista de Santa Fe fué, según Ghioldi, una especie de bita el pueblo de nuestro país, ninguna fracción política,
torneo en que izquierda, derecha y centro se disputaron ningún sector revolucionario, ninguna fuerza militante
entre sí "la colaboración ministerial con Justo y un blo- obrera (todas ellas divididas y anarquizadas por disen-
que con los radicales". El único remedio que concebía era ciones doctrinarias) , ninguna secta política o religiosa
la disolución de la izquierda, el aislamiento del Partido prometedora del paraíso mesiánico aquí en la tierra o allá
Socialista y el ingreso en masa de los izquerdistas en el en el cielo, tiene la homogeneidad espiritual de la masa
Partido Comunista, proposición aceptable si en el Partido nativa que constituye aquí la gran milicia civil del radi-
Comunista los neófitos pudieran encontrar el comunismo, calismo" (p. 62).
el marxismo, y no las tiradas ultraextremistas de Ghioldi. Claro está que el planteo de Barcos y "La Víspera"
Pasemos ahora al radicalismo. También en las filas era básicamente falso. Creer que el radicalismo encar-
del partido de Yrigoyen se había formado una izquierda naba el "frente único" de ]a en1ancipación nacional y
que luchaba contra la dirección alvearista. Una de sus que fuera de él nada podía hacerse por sacar a la Argen-
manifestaciones escritas era el periódico "La Víspera" y tina de su estado de servidumbre, equivalía a olvidar las
otra el libro de J ulío R. Barcos, titulado "Por el Pan del causas mismas que lo llevaron a la encrucijada del 6 de
Pueblo". Decía Barcos: "Cuando los argentinos, de todos setiembre y prescindir de su contenido burgués de clase
los credos políticos y de todas las sinagogas sociales ad- que lo hizo claudicar ante el alvearismo. El radicalismo
quieran plena conciencia del verdadero estado de servi- había mostrado su incanacidad de salir de la esfera del
dumbre a que nos han reducido el dólar y la libra ester- liberalismo burgués y por eso arrastraba una crisis interna
de la cual no le sería posible recuperarse. "La masa na-
(302) En San Juan, los socialistas se habían unido ~ los de-
mócratas nacionales (conservadores) para derrocar al gobierno de tiva que constituye aquí la gran milicia civil del radica-
Cantoni. Marianetti, junto con Palacin, fué comisionado por el Co- lismo" no podía ser más guiada con las viejas ideas y los
mitó Ejecutivo del Partido Socialista para informar acerca de lo viejos métodos de Hipólito Yrigoyen. De la masa nativa
ocurrido. El informe fué favorable a aquella alianza. Tal es la indiferenciada surgía la clase obrera con reivindicaciones
razón de los ataques de Ghioldi a "la alianza entre los socialistas
y los bodegueros", alianza que él reproduciría en mucho más vasta y ambiciones que no encuadraban dentro de la ambigua
escala años después. doctrina radical.

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424 RonoLFo PuiGGRóS HISTOTIIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 425

Pero del error sectario de la izquierda radical, e mos de acuerdo y organizamos en conjunto un golpe de
incluso de su antisovietismo y de su anticomunismo, no Estado contra el gobierno actual?" ( 304).
debía extraerse la conclusión de aue no representaba una La dirección les respondía que de ningún modo de-
tendencia importante hacia la liberación nacional del pue- bían ponerse de acuerdo con los radicales, porque ellos
blo argentino, co1no lo sostenía la revista "Soviet" en va~ sólo querían "asegurarle la mayor base de masas a la
rios artículos {303 ). "La posición de partido latifundista- clase de los latifundistas y burgueses y al imperialismo".
burgués contrarrevolucionario del radicalismo y su iz- Entonces la Federación Juvenil Comunista y una serie de
quierda es inocultable", afirmaba. "La política antiobre- organizaciones partidarias lanzaron la consigna: "¡Abajo
ra, reaccionaria del radicalismo, que se levantó como celo- el golpe de Estado radical!". Pero también la dirección
so defensor de Jos intereses de hs empresas, de la banca rechazaba esa consigna y acoüsejaba "ni apoyar el golpe,
imperialista, de los terratenientes y burguesía ... ". "La ni permanecer neutrales", es decir, intervenir en el golpe
actual «izquierda>> radical juega un papel completamente para desarrollar la combatividad de las masas y dirigirlo,
contrarrevolucionario". "Yrigoyen fué uno de los gran- posición justa si hubiera sido otra la relación de fuerzas
des hipotecadores de las riquezas del pueblo argentino al y si el Partido hubiera tenido la suficiente capacidad po-
imperialismo". "No hubo, no hay, ni habrá de parte del lítica como para sellar un acuerdo leal con los sectores
radicalismo ninguna lucha antiin1perialista". "Lo que ex- antiimperialistas del radicalismo. ¿Qué podía esperarse
plica la oposición yrigoyenista a la Standard Oi! y el cuen- de la intervención en un movimiento que de entrada se
to de la «nacionalización del petróleo» (sic) no es y no calificaba de "contrarrevolucionario", de 1naniobra para
puede ser su contenido antiin1perialista, sino su condi- servir a la oiigarquía y el imperialismo? El rechazo ab-
ción de agente del in1peria1ism.o inglés". "Ha sido, es y soluto de los comnnistas por los radicales y el aislamiento
será el enagenador del país al imperialismo y el verdugo de los comunistas (30 5).
del pueblo al servicio del imperialismo". "Hay que evitar El destemplado ataque al radicalismo y al socialismo
que los obreros sean engañados por el audaz lenguaje an- -Y a sus correspondientes izquierdas, en particular-,
tiimperialista de <<La Víspera»". ataque desencadenado por Ghioldi sobre la base de que
Los afiliados de base del Partido Comunista se resis- esos partidos representaban la contrarrevolución y el im-
perialismo, impedía la formación de un frente nacional
tían a aceptar tales apreciaciones sectarias sobre el radi- antiimperialista y el acercamiento en el plano político de
calismo y decían, como lo confesaba la propia revista
"Soviet": HNosotros somos perseguidos, encarcelados Y los obreros comunistas, socialistas, radicales, den1ócratas
progresistas, etc., que luchaban codo a codo en el terreno
deportados, los radicales también. Nosotros luchamos con-
tra el gobierno de Justo y las legiones, los radicales tam- de las reivindicaciones económicas. No era cuestión de
bién. Y si es así quiere decir que tenemos intereses co-
munes que defender; y entonces ¿por qué no nos pone- (304) "Soviet", marzo-abril de 1934, págs. 16 y 18.
(305) De la mala fe q~1e inspira el codovillismo a sus actos
da una idea el interés en endilgar a Luis V. Sommi la responsabi-
lidad total "por el predominio del sectarismo en la dirección del
(303) Ver los siguientes artículos: A. E.: ~<Los radicales de partido" ("Esbozo .•.", op. cit., p. 76). Sommi (con el seudónimo
izquierda.", "Soviet", octubre-noviembre de 1933, págs. 23 a 25; de Alfredo Torres) fué el autor de Jos articulas citados, pero con
Alfredo Torres: "El radicaliS?no como fue-rza reaccionaria en la laudable espíritu autocrítico rectificó su posición ~' es hoy uno de
lucha del pueblo poT su. liberación nacional del yugo del impe1·ia- los investigadores más documentados y objetivos del radicalismo.
l-isnw", ídem, diciembre de 1933, págs. 19 a 21; y del mismo autor: No podemos decir lo mismo de Codovilla y Ghioldi que, con la mis-
"La lucha contra, la 1·eacción y nuest?·a posición frente al radica- ma "infalibilidad" de siempre, cometen las traiciones al proleta-
lismo", ídem, marzo-abril 1934, págs. 16 a 19. riado de siempre.
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426 RODOLFO PUIGGRÓS 1-IISTOTIIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 427


renunciar a la crítica marxista-leninista del radicalismo dirigentes comunistas cumplieron una tarea de destrucción
y del socialismo, así como de todas las ideologías burgue- de las izquierdas que se formaban en el radicalismo y el
sas y pequeñoburguesas; pero esa crítica debía encau- socialismo, como resultado del paso de las masas a posi-
zarse, de acuerdo a una justa apreciación del papel de la· ciones revolucionarias. Esa destrucción favorecía direc-
burguesía argentina en la lucha antiimperialista, hacia el tamente tanto a las direcciones de los dos partidos como
establecimento de una alianza de todas las fuerzas inte- al gobierno reaccionario y proimperialista del general
resadas, en una u otra medida, en la liberación nacional. Justo. Fué una valiosa contribución al cumplimiento del
Los palos de ciego de Ghioldi no solamente quebraban las programa entreguista que el oficialismo se había asig-
posibilidades de esa alianza, sino que Heducaban" a los nado. Podrá argüirse que el Partido Comunista salió ga-
hombres y mujeres que se acercaban al Partido en su nando con la incorporación a sus filas de militantes de
mismo espíritu sectario, hosco, hostil a cuanto no fuera su esas izquierdas, pero si a los nuevos afiliados no se les
propia concepción antimarxista de los problemas de nues- ofrecía más que el histerismo nihilista de Rodolfo Ghioldi,
tro país y de América Latina. A ello se agregaba el sis- no cabe duda que mucho salió perdiendo la causa de la
tema empleado por los dirigentes partidarios de trasladar liberación nacional del pueblo argentino.
mecánicamente -a menudo literalmente- las tesis y do- Sería injusto, empero, atribuir a los dirigentes co-
cumentos internacionales o de otros países a la Argentina, munistas argentinos toda la responsabilidad por una línea
sin tomarse el trabajo de analizar las condiciones parti- política que alejaba al Partido de las masas y dividía el
culares de nuestro desarrollo social, de tal modo que el frente nacional. antiimperialista. El "Bureau Sudameri-
militante se movía en un mundo de fantasmas, y su ab- cano de la Internacional Comunista", en una extensa carta
negación, por lo general extraordinaria, no disponía de de marzo de 1932, fijaba esa línea. Decía: "Parte de los
los elementos ideológicos y políticos necesarios para con- radicales, en la Argentina, se proclaman a sí mismos «ra-
quistar y organizar a las masas. dical-bolcheviques», tratando de salvar, así, al radicalis-
Las resoluciones de la II~ Conferencia Nacional del mo, bastante comprometido ante las masas explotadas.
Partido Comunista Argentino, celebrada en La Plata a Partes del batlismo, abiertamente fascistizado, del Uru-
principios de 1934, fueron dictadas por las mismas ideas guay, se denominan <<avanzados», «marxistas», <<siinpati-
liquidacionistas del radicalismo, del socialismo y, en es- zantes del comunismo», etc. Algunos sectores de la Alian-
pecial, de sus izquierdas ( 306 ). Veamos: "Hay que arran- za Liberal, de Brasil, se declaran revolucionarios y uti-
car a la masa de la influencia radical. .. " "Combatiendo lizan todas las formas de adaptación a la creciente radi-
al radicalismo en general, hay que acentuar la lucha con- calización de las masas. Los apristas del Perú, reacciona-
tra el programa de su izquierda y mostrar su contenido rios por todo su contenido, se 11aman a veces <.:<comunistas
contrarrevolucionario confesado". "Las nucleaciones «iz- tácticos nacionales», etc. etc.. . . Para la Argentina, el
quierdistas» en el seno del radicalismo, así como la iz- partido de conciliación con el imperialismo lo constituyen
quierda socialista, deben ser desenmascaradas consecuen- las corrientes de izquierda del 1·adicalismo y el social-
temente, arrancando a los obreros de su influencia". HLa fascismo; en el Uruguay, lo son los batllistas de «izquier-
consigna fundamental es Poder Soviético, Gobierno Obre- da>>; en el Brasil, está constituído por la Alianza Liberal
ro y Campesino". (Miguel Costa, Tavora, y el prestismo) ; en el Perú, el
De lo que antecede se deduce que en ese período los Apra; en Chile, el alessandrismo y el hidalguismo, etc.
etc.". (El subrayado es nuestro. R. P.) ('O').
(306) "Soviet", año 2, N~ 1-2, enero~febrero 1934 1 págs. 28 (B07) "La lucha por el leninismo en América Latina", Bs. As.,
a 49. 1932, págs. 14 a 32.
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428 RODOLFO PUIGGRÓS HISTÓRIA CRfTICA DE LOS PARTIDOS PoLfTICOS 429


A su vez, esa línea sectaria provenía de la aplicación realidad negar el frente de unión". Esto escribía JVIao
mecánica de las tesis del VI9 Congreso de la Internacional Tse-tung en 1940, al expl\car la necesidad de unir la doc-
Comunista, realizado el 1q de setiembre de 1928. Una de trina y el partido de Sun Yat-sen con la doctrina y el par-
las tesis caracterizaba a la izquierda de la socialdemo- tido de los comunistas ( 309 ). Tal es una de l~s causas fun-
cracia europea como "la fracción más perniciosa de los damentales del triunfo de la revolución china.
partidos socialdemócratas" y otra, al referirse a China,
establecía que "el sun-yat-senismo era la ideología del «so-
cialismO>> pequeñoburgués oportunista". Criticaba la teo-
ría de los "tres principios" de Sun Yat-sen, porque en
ella "la noción de pueblo cubría y ocultaba la noción de
las c1ases" y afirmaba que "el sun-yat-senismo, que des-
empeñó en el primer estadio de la revolución china un
inmenso papel positivo, como resultado de la diferencia-
ción de clases en el país y del desarrollo ulterior de la
revolución china, se convirtió de forma ideológica de di-
cha evolución en un obstáculo a la misma". Recomendaba
"una lucha decidida contra la mistificación representada
por el Kuo-Ming-tang y la eliminación de las reminiscen-
cias de la ideología del sun-yat-senismo" ( 30 ' ) .
En su trabajo sobre "La ·Nueva Democracia", Mao
Tse-Tung combate esas tesis y las califica de "izquierdis-
mo vacío". Dice que "la política mínima del Partido Co-
munista y los «tres grandes principios>> son fundamental-
mente idénticos" y que los comunistas, "justamente como
consecuencia de la identidad fundamental entre los «tres
grandes principios>> y su propia política mínima, pueden
aceptar los "tres grandes principios como base política del
frente común de la resistencia", pueden aceptar "los tres
grandes principios" como necesidad de la China de hoy,
por cuya completa realización el Partido debe luchar. De
otra manera esta posibilidad no existiría. Es el frente de
unión del comunismo y de los atres grandes principios" en
la época de la revolución democrática. Sun Yat-sen ha di-
cho: "El comunismo es un buen amigo del programa de
los «tres grandes principios», llamando justamente de esta
manera ese frente de unión. Negar el comunismo es en

(308) "PTogrmna y Estatutos de la Internacio?wl Comunista'/


adoptados por el VI~' Congreso Mundial en Moscú el 19 de setiem- · (R09) Mao Tse-tung: "Selección de Trabajos", Nueva China,
bre de 1928, Bs. As., La Internacional, páginas 21 y 69. La Habana, páginas 193- 194.
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XXXVI
ANTIIMPERIALISJ\W DE PALABRA E
IMPERIALISMO EN LOS HECHOS

La lucha por la liberación económica nacional del


pueblo argentino es impulsada por causas internas pro-
fundas (objetivas, subjetivamente indestructibles) que
no pueden desarrollarse sin desalojar del país al impe-
rialismo extranjero opresor. La lucha antiimperialista
adquiere existencia tan objetiva como el imperialismo
mismo, o en otras palabras: la subjetividad de la lucha
se hace objetiva al oponerse y destruir el factor objetivo
inicial (el imperialismo) para crear una nueva objetividad
(la liberación económica nacional) .
Decir, como el doctor Juan B. Justo, que "el impe-
rialismo es un invento de Lenin" vale lo mismo que decir
que "América es un invento de Cristóbal Colón", o sea
que el imperialismo y América son productos de la fan-
tasía humana y nada más. Igualmente, decir qua ''la lucha
antiimperialista es un invento de ]os comunistas o mar~
xistas-Jeninistas" equivale a negar las causas internas ob-
jetivas que la determinan. A los marxistasleninistas se
debe el análisis científico del imperialismo como fase supe-
rior del capitalismo y la organización y orientación de las
luchas contra el imperialismo; pero al afirmar que mar-
xismo y antiimperialismo -o marxistas y antiimperia-
listas- son lo mismo, se incurre en una confusión de con-
ceptos, en la identificación de categorías distintas e inasi-
milables entre sí.
El antiimperialismo excede, desde el punto de vista
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432 RoDOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRfTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 433


cuantitativo, los límites del marxismo y sou muchos los La Liga Antiimperialista se desarrolló con vio·or en
antiimperialistas, más o menos consecuentes, que no son la Argentina y dirigió importantes luchas contra oel im-
marxistas y hasta los hay, antimarxistas declarados. perialismo, pero no pudo transformarse en el organiza-
En cambio, no se puede ser n1arxista sin ser ·antiimperia- dor y conductor de las amplias masas populares debido
lista, siendo el antiimperialismo una parte, en cierta etapa al sectarismo que le imprimían los dirigentes del Par-
la principal, de las luchas de los marxistas por el socialis- tido _Comunista. J?urante años éstos no le dejaron romper
mo y el comunismo. la cascara sectana y un buen día ordenaron su disolu-
El Congreso Antiimperialista de Bruselas del añ.o ción. Sus afiliados se desparramaron, justamente cuando
1927 y la fundación, entre nosotros, de la Lüm Antiimpe- aparecían movimientos antiimperialistas de carácter ra-
rialista, como Sección Argentina de la Liga Mundial Con- dical (como FORJA), socialista, nacionalista, demócra-
tra el ImperiaHsn1o, obedecieron precisamente a Ja com- ta progresista, etc., a los cuales el ultraizquierdismo del
probación de oue en el mundo entero, y en nuestro país Partido Comunista atacó con furia de entrada.
en particular, había una gran masa de hombres y muje- . La. Li~a Antiimperialista recogió la concepción ul-
res -proletarios o no, comunistas o no- que sentían la trmzqmerdJsta que negaba a la burguesía nacional todo
necesidad de debilitar y derrumbar al imnerialismo que P:'Pel antiin;perialista y la definía como el enemigo prin-
los explotaba y oprimía. En la intelectualidad burguesa cipal del pa1s, del pueblo y de la clase obrera. No admitía
y pequeñoburguesa~ en la burguesía nacional misma) en otra solución de los problemas argentinos que "la revo-
amplios sectores de 1a pequeña burguesía urbana y rural lución popular de los obreros y de los campesinos". sin
y en la clase obrera de los países coloniales y denendien- reconocer etapa previa alguna. A fines de 1932 se cons-
tes, despertaba una conciencia del interés nacional que se tituyó el Instituto Popular de Cultura Política con mili-
traducía en movimientos antii.mnerialistas. Esos movi- tantes del radicalismo yrigoyenista~ cuyo objetivo era "pro-
Inientos eran, por su con1posición hetero.!2."enea, fá.ci1 presa mover un acercamiento entre los intelectuales y los obre-
de influencias que los desviaban, los paralizaban o los ma- r?s": La Liga Antiimperialista le salió a! paso con el
lograban. Entre nosotros, por eiemplo, las luchas contra sigUiente exabrupto (" 0 ) :
el imperialismo que desencadenaban los estudiantes e in- "Ya en vísperas de las elecciones presidenciales de
telectuales estaban impregnadas, salvo contadas excep- 1928, muchos de los que figuran en el Instituto de marras
ciones, de un profundo contenido liberal bur!rUés; y, en propiciaron la candidatura de Yrigoyen, entendiendo con
cambio, los grupos y organizaclones nacionalistas no se ello dar la definición política de los intelectuales jacobi-
plantearon, hasta una época n1ás reciente, el probJe1na de nos de 1918. La famosa nueva generación, creía lle!!:ada
la emancipación del yugo imnerialista: m:an "nacionalis- la hora de decir su palabra monitora, y lo hacía oli'enclo
tas'' en un sentido reaccionario, a Jo Sánchez Sorondo, es lo~ calcetines de un viejo y arrugado motinero, que ganó
dedr. acentanOo lH exnoliac-ión de los monopolios extran- mas galones en las matanzas de obreros que en las tmnas
jeros y la condición deuendiente de nuestTo país cnmo de .comisarías suburbanas. Hoy, estos elementos están,
formas del orden establecido que defendían. Así se explica cas1 todos, en el campo de la burguesía, y la mayor parte,
aue luchadores antiimnerialistas de amplia visión, como en el campo de la burguesía radical. Y son los de este
Manuel Uvarte. no hallaran ubicación y oscilaran del so- sector iniciadores del Instituto. La cuenta es clara: el
cialismo al nacionalismo. Qnien diio que "el proteccionis- acercamiento entre intelectuales y obreros es, sencilla-
mo existe entre nosotros para la industria extranjera y el
prohibicioniSJno para Ja- industria nacionar', no encon- ( 31 0) "Acción", órgano de la Liga 1\.ntiimperialista, 15 de
traba lugar en su propia Patria. noviembre de 1932, Año IV, NQ 3, p. 16.
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434 RODOLFO PUIGGRÓS


HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍ'l'ICOS
435
mente, la tentativa de someter al proletariado a la in-
telectualidad y seudo-intelectualidad radical y, por su con- Se":ado_de la Nación, ampliamente apoyacfa por esta cueva
ducto al radicalismo en general. Esa es la triste y mo- legislativa; antro uriburista de la reacción" ('11).
desta' misión de los llamados intelectuales "izquierdistas" _Tal fué la posición de los dirigentes del Partido Co-
del Instituto. En la medida en que ellos tienen un saber, n;un;s~a argentmo al promover Lisandro de la Torre su
lo ponen a la disposición de los potentados para detener h1stonco a_legato antiimperialista sobre el comercio de
el paso de la revolución". car_nes. DeJamos a cargo del lector el calificativo de esa
De todos modos, la verdad y la realidad no podían actitud.
dejar de impresionar a los dirigentes de la Liga Antiimpe- Pero no se limitaron al caso planteado por la nota.
rialista, sobre todo cuando el doctor Lisandro de la Torre Aprove~haron la oportunidad para enjuiciar la actividad
inició en el Senado su formidable debate sobre las carnes. de la L1ga en su conjunto, diciendo:
Como ya sabemos, la Comisión Investigadora del C_omer- "Es~a errónea posición de la Lig-a tiene antecedentes.
cio de Carnes dispuso, a propuesta del líder democrata C?''_ motivo de la VII Conferencia Panamericana. su Co-
progresista, la prisión de mister Tootell, gerente del frigo- mlte Local se pronunció por el fJTotecclonis?no a&uanero.
rífico Anglo. Con tal motivo, la Liga Antiimperialista El, reacciona~io «nacionalismo económico» sostenido en el
dirigió una nota al Senado pidiendo que Tootell fuera pa1s por AleJandro E. Bunge y otros teódcos de extrema
expulsado del país y se nacionalizamn los frigoríficos ~erecha; las t:orías sobre «frente nacional antiimperia-
extranjeros. lista» por <<enc1ma de las clases>> del aprismo y de sectores
La dirección del Partido Comunista reaccionó de in- trotzkistas ;_ la P?Si?ión de que primero hay que arreglar
mediato y en forma violenta contra la nota de la Liga. cuen~as al zmpenal1snw 1J después luchar recién contra la
La acusaba de hacer "consideraciones que nada tienen que J?rop:a _bU1"guesía contrarre1;olucionaria; todo ese arsenal
ver con una verdadera posición revolucionaria frente al Jdeolo!f:co de la contrarrevolución, desvía a los compañe-
imperialismo y sus aliados interiores". 0 Los dirigentes de ros. d_mgentes. d_e la Lig-a Antiimperialista de las justas
la Liga -agregaba- muestran en tal documento no com- pos¡cwnes _Jenm:stas (sic) frente al imperialismo. Esto
prender que sólo luchando contra los contrarrevoluciona- es tan~~ mas seno, cuanto enh'e dichos dirigentes se cuen-
rios del propio país, las masas laboriosas pueden asegurar tan mlli~antes del partido, re·sponsables de las posiciones
su triunfo contra el imperialismo. Que liberar al país del de la Liga que comentamos" (El subrayado es nuestro.
yugo imperialista significa, en primer térn1ino, destruir el R. P.). .
noder de los terratenientes y de la burguesía argentina, ha- Más adelante insistían en sus ataques a H}as nosicio-
cer añicos el Estado feudalburgués que mantiene oprimi- nes .re~ccionarias del «na.cfonalismo económico», cfel pro-
das las masas laboriose.s, único ejército de la lucha anti- teccwmsmo aduanero ya debidamente calificado por Marx
imperialista. Por el contrario, los dirigentes de la Liga >: Engels" ... No puede extrañarnos -desnués de ver ca-
interpretan los rozamientos que se producen entre los ex- !rficar_de "justas posiciones leninistas" al extremismo más
plotadores nacionales y el imperialismo, al repartirse los mfanhl- que se utilizara a Mar·x y Engels para arreme-
frutos de la explotación de la masa laboriosa de la Ar- ter contra el proteccionismo aduanero.
gentina, como una verdadera lucha antiimperialista. Y así
dan patente de antiimperialismo a los ganaderos, o por En un folleto muy difundido, titulado "Protección y
lo menos a su enorme mayoría, e idealizan como una ver-
dadera lucha antiimperialista, contra el dominio de los ( 811 )
. " L a ~rt·¡·
,lCa part·d · a la 11ota de la Liga se publicó en
1 ar1a
frigoríficos, la actividad de la Comisión Investigadora del la ~?VJsta . ~pvtet', de enero de 1935 (Año III, N 9 1), con el título
de La pnswn de Tootell y la Liga Antiúnperialista".
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436 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE !.OS PARTIDOS POLÍTICOS 437

LibTecantbio" ( 312 ), que ningún n1arxista puede d~scono .. dial capitalista y la ayudaba a destruir las viejas formas
cer, los creadores del socialismo científico ponen al des- de producción e intercambio que obstruían el paso amplio
nudo "los sofismas de los librecambistas" Y ~xpresan: . al capitalismo; del mismo modo que el proteccionismo
"El proteccionismo es un medio que s1rve a la .~:n­ aduanero para el oro y la plata, impuesto por lVIariano
plantación de la gran industria en un pa!s dado,. abnen- lVIoreno desde el gobierno un año después, correspondía a
dose con esto la necesidad del mercado mternacwnal y, una acertada posición de defensa de Jos intereses nacio-
por lo tanto, otra vez la necesidad d:'l librecambio. _Ade- nales. El librecambio -tan tenazmente defendido por la
más, el proteccionismo desarrolla la hbre c~ncurrenc1a en oligarquía ganadera, los grandes diarios, los importadores,
los confines nacionales. Por eso en los patses en que la los monopolios imperialistas, los socialistas y el resto de
bu1·guesía ern¡;ieza a toma1· fuerza como clase,. procum los liberales- apunta directamente contra el desarrollo
obtene1· medidas protectoTas. Estas medtdas l~ strven c~­ industrial argentino y los intereses de la clase obrera. La
rno un anna contm el feudalismo 11 el absol:tt1smo Y jac?- lucha por la liberación económica nacional exige una prác-
litan la concentración de las fuerzas y el hbrecambw en tica y discriminatoria política proteccionista, al par que
su interio1·" (p. 32. El subrayado es nuestro_. R:·. P.)· el inteligente estímulo de aquellas importaciones que inte-
En el discurso pronunciado en la AsocJa:wn Demo- resan al desenvolvimiento de las diversas ramas de la
crática de Bruselas el 7 de enero de 18•1.8, d1s~urso que producción y del transporte.
forma parte del folleto citado, lVIarx exl?llc.a cuando .a la La Liga Antiimperialista tenía toda la razón al pro-
burguesía le interesa defender el proteccwmsmo Y cuan~o nunciarse por el Hproteccionisn1o aduanero" en su nota
propugna el librecambio. El eien;PI? ele Inglaterra es cla- a la VII Conferencia Panamericana, como la tenía al
sico: su burguesía era proteccwmsta durante la l!'lcha pedir al Senado la "nacionalización de los frigoríficos ex-
contra el feudalismo, la formación del mercado nacwnal tranjeros". Ubicábase correctamente en el camino de la
y el paso al capitalismo, pero se hizo ~ibrecambista t~~a liberación económica nacional. Pero los dirigentes del Par-
vez resuelta la transformación capitahsta de _1::; nacwn tido Comunista de la Argentina la amenazaron con disol-
inglesa y ante la necesidad de extender su domnno por el verla si insistía en esas posiciones. Deeían en el Inencio-
mundo, conquistando mercados y derrumbando !as barre- nado artículo de "Soviet".
ras aduaneras que se oponían a su avance trmnfal. "Los compañeros comunistas que forman parte de los
Si Marx afirmó en su época y en Europa, que era órganos dirigentes de la Liga Antiimperialista, deben pro-
librecambista "única;nente" en la rnedida que el librecam- piciar una profunda revisión de las posiciones teóricas y
bio destruía las viejas nacionalidades y llevaba hasta los políticas de la Liga, dando el ejemplo autocrítico. La Liga
extremos la contradicción entre el proletariado Y l_a bur- ha crecido numéricamente en los últimos tiempos y ha
guesía, nosotros en nuestra ~po~a y en la Arg.entina no realizado una serie de trabajos importantes. Precisamen-
podemos dejar de ser proteccionistas en l~ med1~a que .el te, en relación con todo esto, se refuerza la importancia
proteccionismo facilita el desarrollo de la mdustna. nacio- de la orientación de la Liga, de su ideología".
nal desarrollo que importa más que a la burgu:sm a la La Liga había "crecido numérican1ente" y "realiza~
cla~e obrera. El librecambio propiciado por J\1anan_o lVIo- do una serie de trabajos importantes" por algún motivo
reno en 1809 era la mejor política para la Argentma en y ese motivo no era otro que su acierto en la elección
aquel entonces, puesto que la vinculaba al mercado mun- de algunas consignas fundamentales, en la conducción de
una línea antiimperialista. La dirección del Partido le exi-
( 312) Marx y Engels: ~<Protección y LibTecambio", Madrid, gía "una profunda revisión" de esas posiciones, "dando
el ejemplo autocrítico", un ejemplo autocrítico al revés,
1931.
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438 RonoLFO PutGGRÓ$


HISTORIA CnhwA DE Los PAR'i'wos POLÍTIC'os
439
que la llevara a la lucha contra el "nacionali~mo econó-
2 - ~reconizaban los "soviets" y el "gobierno obre-
9
mico" y el "proteccionismo aduanero:', ~s ?e.cir, a ha?er
el caldo gordo al imperialismo. Queria mhibn· a. la Liga ro campesino", es decir, la revolución socialista a través
para cualquier actividad antiimperialista s~ria Y la a_::u- ~el den;ocamient~ no sólo de la oligarquía y deÍ imperia-
saba de creer nue la burguesía nacional podJa desempenar hs~o, smo tambwn de !a burguesía nacional, lo que equi-
un papel en la''¡ucha por 1~ iiberación e~onómica de_! país. vaha_ a. saltar P?r encima de la etapa de emancipación
Los dirigentes de la Liga se defend1an con el eJemplo economwa del pais y plantear tareas qne no correspondían
de China, pero los dirigentes del partido les respon~í':'n: al grado de desarrollo de la sociedad argentina, al nivel
"Si en China brevemente y en un momento especiflco, de l>; lucha de clases y a la voluntad de la clase obrera y
la burguesía nacional jugó un papel rev~lucio:1ario en la dem':'~ s~ctores de las masas populares. Era la típica con-
lucha antiimperialista -período revolucwnarw_ del Kuo cepcw~ mfantil de izquierda, disfrazada con huecas re-
Ming Tang-, en la Argentina, como lo han ~en.alado los ferencias a una "revolución agraria y antiimperiaJsta",
Congresos de la Liga Mundial contra el In:penal;s~o Y el a la cual se oponían ert la práctica.
propio Congreso N aciana! de la Liga Antumpenahsta d_e ~Q- Tr~taban de desviar a los obreros, chacareros,
la Argentina, la burguesía nuestra no es una fuerza antJ- estudiantes, mtelectuales, etc., de la lucha contra la oli-
imperialista". . gar\luía Y el_ imperialismo a la lucha contra la burguesía
y a continuación la crítica pasaba por alto la exis- naci?nal, senalando al radicalismo, al socialismo y a Jos
tencia de una burguesía industrial y ~onsideraba a. los democ;atas pr~gresJStas como sus principales enemigos.
ganaderos "grandes", "medianos" y "chicos" -::-todos. JUn- 4-- Negaoan, de manera absoluta, la existencia de
tos- como la única expresión de la burguesia nacwnal, ~n capitalismo nacional, en contradicción con el imperia-
como "agentes de la dominación inlp_erialista". . hsmo e:x;tranJe_ro y, por consiguiente, la existencia de una
La línea del partido se impuso fi~almente ~n la Liga, burgue~m n':'cwnal que fuera, en alguna medida, factor
vero por poco tiempo, ya que no tardo en ser disuelta por revolucwnarw en la lucha antiimperialista.
9
resolución del mismo partido. . . 5 - Exigían enérgicamente a los afiliados y amigos
De la actuación de los dirigentes comumstas argenti- del partido "una profunda revisión de las posiciones teó-
nos durante ese período se extraen las siguientes con- rü;a_s Y políticas" Y. no se cansaban de proponer la auto-
clusiones : . cnhca, p~ro . la ':~VIsión y la autocrítica traían, algunas
19 _No supieron aprovechar el pas_o ?e
1': dictadura veces, la hqmdacwn de posiciones teóricas y políticas j us-
!as, .Y• e? todos los casos, la imposición de la línea ultra-
de Uriburu al gobierno fraudulento y ohgarqmco de Jus-
to. Su tremendo sectarismo los ai~la?a. del. con¡~nto ~e Iz..quierdist_a, sectaria, esterilizadora. La autocrítica no te~
las fuerzas antiimperialistas y antwhgarqm~as, 1mped1a ma por ob¡e_to llevar a los afiliados y amigos del partido de
el acercamiento de los movimientos de izqmerd_a, e':'p~­ fals~s posiCIOnes a posiciones justas, sino que, por el con-
queñecía y desviaba a los organismos de masas. Imprimia t;arw, los !levab~ de posiciones falsas o justas a las posi-
un extremismo suicida a las luchas de la clase ob~era, no swnes · anhmarxistas. Para incorporarse o permanecer
dejaba que ésta se convirtiera en conductora y e]e de la dentro del Partido era obligatorio aceptar ciegamente sin
lucha por la liberación nacional ( 313 ). la menor crítica, las ideas cuyo contenido hemos anali~ado.

(313) El uEsbozo" (p. 77) admite· que "Justo repre~e~taba


dentro de la oliO'a1·quía una tendencia favorable_ al establ~~1m1ento que conceder inicíal;nente una tregua a las fuerzas populares. Pe-
d:
de ciertas libert:des constitucionales" y que "b~JO ladpreJSIOllt la r?, ~sa tregua duro poco tiempo". A través del ultraizquierdista
clase obrera y de las masas popul~res, el gobierno e us o uvo admn~ "Ba!!dera Roja" hizo el Partido todo lo posible para volver
la !legalidad.
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XXXVII

UN VIRAJE EN LA LINEA

La revista usoviet" publicó, en su número de febrero-


marzo de 1935 y con el título de "Problemas y tareas ac-
tualesn, una Hcarta enviada a la última reunión del Buró
Político del Partido por uno de los miembros que no pudo
concurrir a ella", carta firmada discretamente con una R.
Nadie ignoraba que el autor era Rodolfo Ghioldi, a la
sazón en la Unión Soviética.
La carta contenía sensacionales proposiciones, rela-
cionadas con "algunos de los aspectos actuales de nuestra
táctica". Estábase en vísperas del VII Congreso Mundial
de la Internacional Comunista y Ghioldi asistía a las de-
liberaciones previas. Veamos la experiencia que recogió
de su estadía en la Unión Soviética.
Observemos, ante todo, que si la carta enviada por
Codovi!la al Comité Central, cinco años antes, poco des-
pués de irse al extranjero, era "escasamente autocrítica",
esta de Ghioldi al Buró Político, escrita también en el ex-
tranjero, era nulamente autocrítica. El afiliado podía pen~
sar al leerla que el partido no había cometido ningún error,
que la línea política y la orientación teórica aplicadas has-
ta entonces resultaban indiscutiblemente perfectas. Lo úni-
co nuevo consistía, al decir de Ghioldi, en "los profundos
cambios a hacer en la aplicación de la táctica del Frente
Unico". Y como para disculparse ante el partido, educado
por él mismo en el más riguroso sectarismo ultraizquier-
dista, añadía que Hquienes pensasen que los profundos
cambios a hacer en la aplicación de la táctica del Frente
442 RobOLF'O PUIGGRÓS HIS1'0RlA CRÍTICA j)g LOS PARTIDOS POLÍTICOS 443
Unico están determinados por un supuesto retroceso re- van1os", pero de nuevo le agregaba, para poner bien a
volucionario, se equivocarían plenamente, abandonarían salvo su ultraizquierdismo, la formación de los "soviets"
las posiciones revolucionarias y harían del Frente Unico como objetivo de los movimientos de masas. "Puede darse
un instrumento anodino de compromisos oportunistas". muy bien -decía- que en alguna zona argentina el mo-
Con la palabra "cambios", -que podrían explicarse por vimiento revolucionario, por múltiples particularidades,
el paso a una nueva situación internacional o nacional- logre instaurar el Poder soviético, subsistiendo en el resto
se evitaba el reconocimiento autocrítico de una línea polí- del país el Poder actual, y que dicho Poder soviético se
tica equivocada. mantenga y hasta se fortalezca lo mismo en esas condi-
El primero de esos cambios era expuesto por Ghioldi ciones de subsistencia del Poder enemigo. A esta perspec-
así: tiva, que no debe achicar en lo n1ás ntinín1o nuestras am-
"Para nosotros, comunistas argentinos, el primer pa- biciones revolucionarias y que debe controlarse por el mo-
so internacionalista es limpiar el país de imperialistas, li- mento según el desarrollo de los acontecimientos políticos,
brarlo del yugo del capital extranjero, desembarazarlo de a esa perspectiva, digo, debemos acmnoda.r nuestras tareas.
los grandes propietarios feudales y semifeudales, emanci- Quiere decir: debemos trabajar para su realización. El
parlo de la opresión de todas sus formas, del Poder de Poder soviético en una parte de la Argentina, multiplica
las clases dmninantes y que conviven esa opresión con los las responsabilidades revolucionarias del partido en el
imperialistas, a quienes entregan como presa codiciada el resto del país. El partido debe provocar los mayores mo-
país y el pueblo argentino; significa, en fin, eTigi1" el Poder vimientos de esa masa por ese Poder soviético y por su
soviético, obre1·o y cmnpesino, basad-o en la revolución extensión, debe detener el brazo de la reacción, debe orga-
agra1·ia y de ernancipación nacional. N o somos extraños nizar un vastísin1o frente capaz de contener a la reacción".
en el país; somos, por el contrario, su mejor parte". (El Ghioldi se informó, por lo visto, de lo que sucedía
subrayado es nuestro. R. P.). en China, donde el movimiento soviético se había impuesto
La primera parte de la frase exponía un cambio serio, en algunas regiones, mientras en el resto subsistía el go-
en efecto, al dar como primer paso librar al país del yugo bierno del Kuomintang. No se detuvo a estudiar las par-
del capital extranjero. Un mes antes, la dirección del par-· ticularidades del desarrollo argentino, ni tampoco la ex-
tido había atacado violentamente a la Liga Antiimperia- traordinaria experiencia de la Revolución China -sobre
lista por sostener lo mismo, acusándola de caer en posi- todo en lo referente al papel de la burguesía nacional en
siones del aprismo y el trotzkismo (ver capítulo anterior). la lucha contra. el in1perialisn1o-; se limitó a trasladar,
Pero pasaremos por alto el detalle. La segunda parte, la mecánica e irreflexivamente, los sucesos chinos a nuestro
parte subrayada por nosotros, reincidía en la antigua línea país y a dar, para "un futuro no remoto", la eventualidad
sectaria y anulaba lo que podía esperarse del cambio de del Poder soviético en alguna zona argentina.
táctica, puesto que si para "lin1piar al paJ.s de imperialis- Continuaba a renglón seguido:
tas" era necesario, como paso inmediato, "erigir el poder "La posibilidad de acuerdos con otros partidos, en
soviético, obrero y campesino", estaba de más que se ha- un mismo frente, para lograr tal objeto (la instauración
blara de "revolución agraria y de emancipación nacional" del Poder soviético), debe comprenderse desde ahora. Tal
y sólo quedaba luchar contra todas las clases dominantes y acuerdo, audazmente vasto, y que comprenderá fuerzas
contra todos sus partidos, sin buscar entonces contactos o pequeñoburguesas y democráticas (mismo inconsecuente-
alianzas con alguno de ellos. mente democráticas) tenderá a ganar al campesinado y la
El segundo de Jos cambios propuestos por Ghioldi se pequeña burguesía del lado del proletariado, contra la re-
refería al "gran frente popular de combate a cuya creación acción del Poder enemigo y contra todo amago de inter-

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444 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRfTICk DE LOS P ART!DOS POLÍTICOS 445

venc10n extraña, armada o no, y con más motivo si radicales". Esto se llama borrar con el codo lo que se ha
armada". escrito con la mano, qüerer crear una corriente unionista
En otras palabras : el frente popular de Ghioldi tenía dentro del socialismo después de haberse esforzado du.
por finalidad la implantación del Poder soviético en la rante años por destruirla, aliviar el juicio sobre los radi·
Argentina en "un futuro no remoto". Superponía la táctica cales después de haberlos calificado de fascistas y enemi·
del frente popular a sus arraigadas y antiguas concepcio. gas principales del pueblo argentino. Todo esto sería dig·
nes sectarias y éstas deformaban y terminaban por anular no de aplauso de haberse fundado en una sana y honesta
el significado de aquél. . autocrítica del pasado, pero resultaba artificial y falso al
"Necesitamos obtener que la masa radical y socialis. presentarlo nada más que como maniobra táctica.
ta '-decía- forme frente con nosotros en la lucha. Si ini· Hasta entonces el trabajo sindical del partido se
cialmente nuestras operaciones tácticas para obtenerlo orientaba a transformar el Comité Clasista en una nueva
chocaran bruscamente con las viejas ideas de muchos ca· central obrera. Ghioldi corregía en su carta esa posición
maradas, ello se deberá, no sólo al hecho nuevo, sino a al decir: "La fundamental y que decide todo el traba.io
que la realidad de la lucha revolucionaria obliga al Par· sindical es la oposición en la C.G.T .... Por hoy la fracción
tido a romper el abismo de desconfianza que se7Jara a la del Clasista, debe bregar vigorosamente para que ese ór·
masa radical y socialista de nuestro par·ticlo. Por eso las gano sea meramente un órgano de lucha por la unidad y
proposiciones de frente único al Partido Socialista y las no una central".
de un frente común antirreaccionario al Partido Socialista Tal era el contenido de la carta con que Rodolfo
y a diversos sectores radicales, debe tener en cuenta la Ghioldi puso una raya sobre el pasado para iniciar vida
necesidad imperiosa de quebrar -y sólo es posible por )a nueva. No hay en ella ni asomo de autocrítica. Por el con·
vía de los hechos- la desconfianza ele la masa radical y trario, la antigua concepción ultraizquierdista del proble·
socialista". (El subrayado es nuestro. R. P.). ma nacional permanecía intacta, aunque la cubriera con la
¿Podía dejar de tener desconfianza hacia el Partido táctica del frente popular, trasplantada de Europa a la
Comunista la masa radical y socialista, después de la tre. Argentina.
menda campaña, no de esclarecimiento y crítica marxis· Pero su exposición de la táctica a se~uir fué criticada
tas, sino de sofistería sectaria desatada por Ghioldi con. por la Internacional Comunista. particularmente su plan·
tra sus respectivos partidos? Era indispensable para ga· teamiento de la inminencia de los Hsoviets" en ]a Argen-
nar la confianza de esa masa, que el Partido Comunista tina. Esto dió origen, semanas después, a otra carta, en la
hiciera una amplia y profunda autocrítica de sus anterio. que Ghioldi rectificaba, a medias y sin decirlo explícita.
res posiciones y no se limitara a modificarlas por motivos n1ente, sus posiciones anteriores ( 314 ).
tácticos. Sin embargo, Ghioldi insistía en su carta en que "Lanzamos justamente nuestras consig·nas contra el
la Conferencia Nacional de La Plata -aquella conferencia imperialismo, contra los fascistas, contra el gobierno de
que, como hemos visto, orientó toda la actividad partida· Justo -decía-, y hablamos de los soviets y del poder
ría a la lucha contra el radicalismo y su izquierda- soviético. Está bien. Pero, ¿tenemos realmente las con·
había dado la perspectiva revolucionaria. diciones requeridas para sustituir directamente a Justo
Más adelante afirmaba que "lo que nos interesa aho· por un poder soviético? Es visible que no. La idea del
ra no es ganar aisladamente algunos hombres del Partido .
Socialista, sino provocar en su seno una poderosa corrien·. (314) Esta seg-unda caTta se publicó en el periódico ~'Orien­
te en favor del frente único y realizarlo ... El fuego cen· tación", Bs. As., julio de 1935, ps. 16-17, con el título "Sobre los
tral va dirigido contra Justo y la reacción, no contra los problemas tácticos".
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446 RDDOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRíTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 447


poder soviético debernos hacerla penetrar en la conciencia nosotros, o la lanzarán otros, dejándonos en condiciones
de millones de explotados de la ciudad y del campo. Pero poco felices, y relativamente apartados de la masa".
sn actuación inmediata sería una aventura. Porque él, en Por último, Ghioldi señalaba la necesidad de emplear
las condiciones de las relaciones de fuerza y de los senti- una política justa que arrebatara "firmemente a un gran
mientos de la masa, no puede venir directa e inmediata- conjunto de la pequeñaburguesía del lado del fascismo".
mente como el sustituto inmediato de Justo y al margen Esta segunda carta marcaba un notable progreso con
de un gran movimiento. Así, siendo totalmente preciso respecto a la primera y contradecía todas las posiciones
realizar la propaganda de la consigna del poder soviético, anteriores de Ghioldi. N o tocaba solamente los problemas
popularizarla y penetrarla en la masa, ilustrarla con la tácticos, sino que fijaba ya, corno objetivos inmediatos,
experiencia mundial (URSS y China en primer lugar, y, en función de ellos, la concentración de las izquierdas y
además, los ejemplos sud y centroamericanos), es intergi- la formación de un gobierno popular con raíces revolucio-
versable que en el punto actual de las relaciones de fuerzas narias. Recogía, en sus últimas líneas, el ejemplo de la
la implantación del poder soviético como tarea de realiza- provincia de Tucurnán, donde la nueva táctica comenzaba
ción inmediata es una idea falsa, que sólo conduciría a a dar sus frutos, al unir los comunistas en un importante
desprestigiar la idea misma del soviet ante la masa. Cada movimiento antiímperialista, antifascista y contra los in-
miembro del partido reconoce que en el momento presente genios, a amplios sectores de la población.
de las relaciones de fuerzas en el país, la cuestión del po- Sin embargo, faltaba todavía la concepción clara,
der soviético no se encara desde el punto de vista de su marxista, del problema nacional argentino. Bajo los gol-
realización inmediata, como el solo sustituto del gobierno pes de la Internacional Comunista, se desprendían del
de Justo; nadie nos propone en el partido que, en el mo- árbol las hojas y ramas podridas, pero quedaba el tronco
mento actual, al punto en que se halla el desarrollo del que resistía y podría dar en el mañana otras ramas y otras
movimiento de masas, pasemos a OTganizar ]a insurrección hojas de la misma naturaleza.
por el poder soviético". Los cambios tácticos son inherentes a toda política de
Luego, daba la siguiente perspectiva: principios: por medio de ellos esa política se realiza en
"Y no está alejado el día en que debamos plantearnos las variables condiciones objetivos. No puede criticarse
esta cuestión bajo formas concretas: de la posibilidad, en en Ghioldi el viraje que imprimió a la línea del partido.
base de tal n1ovimiento antifascista, antiimperialista y Al contrario, el viraje acercó el partido a las masas y
antilatifundista, de ir a un gobierno popular con 1·aíces a la realidad nacional, au,nque no lo exnurgara de sus in-
revolucionarias, y en la lucha por el cual, así como a su génitos izquierdismo y sectarismo. Pero Jos cambios
sombra, podrían1os dar impulso grandioso a la revolución tácticos se efectuaron sobre una línea política esencial-
ag!'aria y antiimperialista con fundamento soviético. En mente equivocada, divorciada por completo de los proble-
esas condiciones es evidente que tendríamos todo que ga- mas concretos del pueblo argentino y la clase obrera, con
nar desde todos los puntos de vista, y la cuestión ele la consignas tan abstractas como la de los soviets y el go-
lucha por la hegemonía pasaría a un plano más resoluti- bierno de obreros y campesinos, línea que Ghioldi no
vo". (El subrayado es nuestro. R. P.). desmenuzó y pulverizó como correspondía. La falta de
"El Buró Político -agregaba- debe pensar desde análisis de la realidad nacional. el trasPlante mecánico al
ya bajo qué formas lanzar la iniciativa ........... ele país del viraje del comunismo' en el orden internacional
llegar a una concentración de las izquierdas, que abrace a Y la ausencia de toda autocrítica, hicieron aue los cam-
todas las fuerzas y corrientes que quieran la lucha contra bios tácticos tuvieran como grave consecuencia arrojar al
el fascismo, latifundismo, imperialismo. O la lanzamos partido de un extremo al otro, del sectarismo al oportu-
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RODOLFO PUIGGRÓS
448
nismo, de los principios abstractos al abandono de los
principios, de la negación de toda alian;za a la acepta-
ción de cualquier alianza. Y como el partido estaba orga-
nizado de tal modo que el menor intento autocrítico que
partiera de su interior o de la base era. ~ho¡¡-~do, se lo
condenaba a esperar siempre que la rectiflcacwn de una
línea oscilante del sectarismo al oportunismo y viceversa XXXVIII
viniera desde el exterior, desde Moscú. Los cúadros co-
munistas perdían, después de ver expulsar a cuantos. en- DE LOS RESULTADOS DE LOS CAMBIOS TACTICOS
sayaron la autocrítica, toda fe en su capacidad para o.rwn-
tar al partido por sí mismos y ponían toda su confianza
en lo qúe podían hacer a la distancia los dirigentes. so- A mediados del año 1935, se reunía en Moscú el VII
viéticos para sacarlos una y otra vez del pantano. As1 co- y último ~.ongreso de la Internacional Comunista, y en
mo fué necesario a Rodolfo Ghioldi viajar a Moscú, en su resolu;wn sobre "El Frente Popular Antiimperialista
1935, para dar el viraje táctico por arr.iba, se creyó Y se en los ¡:;uses coloniales y semicoloniales" establecía·
sigue creyendo que el camino del comumsmo en la Argen- "La tarea más importante de los c¿munistas e~ los
tina no está determinado por las causas internas del des- países coloniales y semicoloniales consiste en !a labor de
arrollo nacional, sino por los consejos o directivas que creación d.el Frente Popular AntiimpeTialista. Para ello,
impartan desde la capital soviética. es necesariO arrastrar a las más extensas masas al movi-
miento de liberación nacional, contra la creciente explo-
tación imperialista y contra la feroz esclavización, por
la expulsión de los imperialistas y por la independencia
del país, participar en los movimientos antiimperialistas
de mas~s encabezados por !os nacionalreformistas, procu-
rar accwn_es conjuntas con las organizaciones nacionalre-
volucionarias y nacionalreformistas, sobre ]a base de un:"
plataforma antiimperialista concreta" (315).
Esta resolución aplicaba a las :nuevas condiciones in-
ternacionales las conocidas tesis del leninismo sobre
el problema nacional. Mientras se daba como orientación
a los comunistas de los países capitalistas "la creación de
nn extenso Frente Antifascista Popular, sobre la base del
frente único proletario" ( 316 ), se fijaba como tarea de Jos
comunistas en los países coloniales y semicoloniales, la
"creación del Frente Popular Antiimperialista". En los
primeros había qne organizar el frente poDular contra el
fascismo y en los segundos el frente popular contra el
(315) ''Resoluciones y Acuerdos del Vlfl' Congreso Mundial
de la Internacional Comunista!', Ed. Cauce, Bs. As., 1935, ps. 28-29.
( 31 6) Ibídem, p. 22.
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450 RODOLFO PL'IGGRÓS


HISTORIA CRÍTICA_ m; LOS PlillTIDOS POLÍTICOS
451
imperialiSino (teniendo en cuenta que el fascisrno no po- tica ,Parecía haber concluido para siempre~ pero sus re-
día en ellos desarrollarse como expresió:n nacional, sino ernplnzante.s temfan llevar Ia discusión hastn sus últimas
ligado a la penetraeión y dominación imperialista) . consocue'?c1as. Su débil forn1ación teórica se traducía en
La diferenciación entre la táctica a aplicarse en unos falta de. mdepend~ncia para actuar y en miedo a salir de
y otros países no era baladí y se completaba con la reso- los molaes sectanos. N o se decidían a sumergirse en las
lución de que los comunistas de los países coloniales y masas, a e~carar audazmente los problemas nacionales.
semicoloniales participaran "en los movimientos antiim- Pronto surgieron entre ellos rivalidades. celos y acusacio-
perialistas de masa.s, encabezados por los nacionalrefo~­ n?s mytuas, que llevaban a la formación, en los órganos
rnístas" y procurarán u acciones conjuntas con las organt- directivos, .d~ grupos rivales sin principios.
zaciones nacional>·evolucionarias y nacionalreformvstas, so- · . Los VIaJes. a Moscú de esos dirigentes salvaron la
bre la base de una platafoTma antiimperialista concreta". umdad del partido y permitieron el viraje de su línea ge-
¿Existirían en la Argentina esos n1ovirnientos anti... n.eral. Fué ba.jo la inspiración y el impulso de la Interna-
imperialistas encabezados por los nacionalreformis~as y ciOnal Comumsta que en el Pleno del Comité Central de
esas organizaciones naCionalrevolucionarias y naciOnal- marzo de 1935 y, más aún, en la III Conferencia Nacional
reformistas? cele~rada en Avellaneda en octubre del mismo año eJ
Era evidente que existían, pero para hallarlos se ne- P.'';rtido buscó, a través de la autocrítica y de la asirn'ila-
cesitaba el análisis marxista de la lucha de clases, de las cwn de l.a nueva táctica, el camino de las masas. Pero todo
fuerzas en pugna y del carácter de las diversas organiza- eso s~ h1zo ~n un plano artificial, por imposición desde el
ciones. La aparición de FORJA, las posicione~. de la.s ~z­ "::'t~rwr Y Sin profundas y auténticas convicciones de los
quierdas radical y socialista, las campañas antnmperiahs- drngentes. Hay un abismo entre el revolucionario de ver-
tas de los demócratas progresistas, las luchas de sectores dad y el burócrata que simula serlo.
del nacionalismo contra los imperialismos yanqni e inglés, Los resultados de los cambios tácticos no se hicieron
las tendencias de la oficialidad del ejército a encarar la esperar, a pesar de todo.
defensa nacional desde el punto de vista de la emancipa- La disolución del Comité de Unidad Sindical Clasista
ción econó1nica y la industrialización, los movimientos ( ?r!l'anismo divisionista .que contrariaba el principio le-
de masas antimonopolistas en la ciudad y el campo etc., mmsta de que los comumstas deben trabajar en los sindi-
indicaban oue en nuestro país maduraban las condiciones c:'tos de masas, por. más I·eaccionarios que sean) hizo po-
para organizar el Frente Popular Antiimperialista, a tr~­ Sible una labor sena, amplia, unitaria y creadora en el
vés de la participación de los comunistas en esos movi- s~no de 1>: C,onfederación General del Trabajo y de los
mientos y en esas acciones. d:v€:rsos Sindicatos. No hubo prácticamente huelga ni mo-
No bastaba, empero, la existencia de esas condiciones vn~uento d.e masas, en los años de intensas luchas que si-
objetivas. Era necesario vencer las resiste:r;cias del pa~­ gui~ron, s1n q_ue los cOinunistas participaran como sus
tido a abandonar un sectarismo que provema de sus on- meJores ~~gamzador~s ~ dirigentes. En las huelgas de la
aenes mismos. Había que revisar .a fondo las concepcion~s · construccwn -la mas Importante de las cuales culminó
teóricas, la línea política, la organización partidaria, los con !a huelga general del 6-7 de enero de 1935- los co-
métodos de trabajo, etc. La autocrítica tenía que realizarse, n;~mstas :r;o so!amente probaron la eficacia de su orienta-
para que diera frutos, en un ambiente de amplia demo- cwn gremial, mno que colocaron los cimientos de la Fede-
cracia interna. Es cierto que Codovilla y Ghioldi -respon- ración Obrera Nacional de la Construcción, tras la que
sables máximos de la antigua orientación extremista- es- se f':'ndaron otras federaciones obreras nacionales no me-
taban lejos del país y que su influencia ideológica y polí- nos Importantes.

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452 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS pARTIDOS POÚTICOS 453

Los comunistas eran el factor decisivo de organización trabajo entre las masas, con consignas antiimperialistas
y de unidad de la clase obrera y de Jos movimientos po- que quebraban la ilegalidad a que los sometía el gobierno.
pulares antiimperialistas. Impulsaron el desarrollo de los Sin embargo, esos éxitos del trabajo de masas no es-
comités contra el monopolio que en la zona del Gran Bue- taban respaldados por un análisis marxista serio del pro-
nos Aires fundó la Federación de Líneas de Autos Colec- blema nacional (talón de Aquiles del Partido Comunista
tivos y atrajeron la solidaridad de sindicatos, bibliotecas,. de la Argentina), que diera la línea política de la victoria
agrupaciones vecinales, clubes, centros culturales, etc. Or- de las fuerzas populares antiimperialistas sobre la oli-
ganizaron movimientos populares de lucha contra los mo- garquía fraudulenta e imperialista. Al enfocar la política "'
nopolios (luz eléctrica, agna corriente, etc), en todos los del país, los dirigentes comunistas substituyeron progre-
lugares del país, lo mismo qne 200 "Juntas de Defe1_1sa sivamente la lucha contra el imperialismo por la lucha
de la Producción", cuya consigna "Por una Argentln!l entre los partidos opositores y el bloque gubernamental,
libre de explotación imperialista y sus servidores", movi- que era precisamente lo que convenía al imperialismo que
lizó a millares de chacareros y otros sectores de la bur- siempre jugaba a las dos puntas. De ello resultaba que el
guesía rural en la lucha contra los trusts que se apodera- planteamiento del Frente en tales términos no correspon-
ban, a vil precio, de la producción nacional. día a la división de la sociedad argentina en dos sectores
Los intelectuales más destacados del país (escritores, fundamentales : los partidarios del imperialismo y los par-
pintores, hombres de ciencia, P!ofesores) constituye.ron tidarios de la liberación nacional. No cabía la menor duda
la A.I.A.P.E., bajo la presidencia del malogrado Am?al de que en las filas de la oposición, particularmente alre-
Ponce- muchos de ellos pasaron a las filas del Partido dedor del doctor Alvear, se movían los intereses de los
Comu~ista. Abrieron sus puertas en barrios y pueblos .del grandes consorcios extranjeros ( CADE, teléfonos, ferro-
Gran Buenos Aires y en diversas ciudades del interiOr, carriles, frigoríficos, Bunge & Born, Dreyfus, Bemberg,
etcétera).
bibliotecas y clubes juveniles, donde los .miem?ros de la
A.I.A.P.E. dictaban cursos y conferencias, difundiendo Los dirigentes comunistas, repetimos, pasaron pau-
las ideas marxistas. latinamente del Frente Popular Antiimperialista al Fren-
te Popular Antifascista, olvidando que el movimiento de
La "Ayuda a la República Española" llegó. a. ser, masas se orientaba a la lucha contra los monopolios y
orientada por los comunistas, un poderoso movimiento trusts extranjeros, y que la lucha contra el fascismo en
de masas, que incorporó a la política a millares de hom- nuestro país era parte de la lucha contra el imperialismo
bres y mujeres. y no viceversa.
En fin, puede afirmarse que no hubo acto político de A mediados de 1935, el Comité Central del Partido
masas (desde la resistencia a la intervención que el go- Comunista, dió a publicidad una declaración titulada "¡El
bierno de Justo envió a la provincia de Santa Fe, go~e!­ camino de la Salvación ! : El block de las f.l.¡erzas de iz-
nada por los demócratas progresistas, hasta el gran mitm quierda". En ella se rectificaba la posición asumida hasta
del 19 de Mayo de 1936, en el que hablaron representantes pocos meses antes : se reconocía que, a pesar de use-
del Partido Comunista de la Unión Cívica Radical, del pararnos de Lisandro de la Torre grandes divergencias",
Partido Socialista, del' Partido Demócrata Progresista Y había que inclinarse ante la posición antiimperialista del
de la C.G.T.) en que los comunistas no tuviesen destacada. líder demócrata progresista. Aprobaba las siguientes con-
participación. Y no eran tiempos ~áciles; a los encar~e!a-. clusiones a que había llegado éste: "1 9) El gobierno es
mientas, deportaciones, procesos mfames, terror P.olicial un gobierno de clase; 29) Está en manos de una minúscu-
y persecuciones de toda índole, los comunistas opoman Sn la oligarquía ganadera, los reyes vacunos del "chilled
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454 Ronor~FO PUTGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS 'PARTIDOS POLÍTICOS


455
beef", que utilizan a discreción todo el aparato del Estado octubre d~ 1934 ?a.sta setiembre de 1935 y que derivó
en defensa de los intereses privados; 39) La corrupción en el Partido Socialista Obrero, al considerar que el pro-
administrativa ha alcanzado límites extremos; 49) La blema f!Jndamental del país era el que planteaban los
oligarquía adueñada del poder está en alianza con el mo- monopolios extranjeros. "Soviet", dejó de publicarse· en
nopolio de la carne que, a expensas del país, hollando su ~u lugar apare~ió "Nuestra Revista;, para combatir' los
soberanía, violando sus leyes, somete y deforma la eco- dogmas e:'cubi~rtos tras frases «extremistas» que con-
nomía nacional, asegurándose ganancias exorbitantes; duc?,n al aiSlamie:t;to del proletariado y a su derrota" y
59) El gobierno se somete a los designios de las potencias los, d?gmas que tienden a convertir a la clase obrera en
imperialistas y la única manera de defender los intereses ~pendice de la burguesía, haciéndole sacrificar sus fina-
nacionales es utorciéndole el pescuezo al monopolio". 1Id;tdes p_erma~entes de clase" ( 317 ). "Nuestra Revista"
En el mismo documento se decía : "En la dirección fue el pnmer org!'no del comunismo argentino que hizo
nacional del radicalismo hay fuerzas de derecha. Hay centro en el estudiO de los problemas nacionales.
ultramontanos como Mosca. Hay hombres, como Noel, que . ~e esas posiciones antiimperialistas, el partido se
que han proclamado la guerra santa al marxismo. No deslizo, como hemos dicho, a subordinar toda su activi-
podemos olvidar que en momentos en que Alvear era dad a la luch:; contra el fraude gubernamental, mientras
candidato a presidente de la República (elecciones de no- a. 1:', masa le mteresaba llevar al terreno político su opo-
viembre de 1931), candidatura vetada por Uriburu, ¡re- SICIO'_l, a los trusts y monopolios. Después de su corta in-
cibió un telegrama de felicitación de banqueros ingleses ! merswn en el problema nacional, el partido volvió a ais-
¡ N o podemos olvidar que el mismo Alvear proclamó que larse del problema nacional.
el radicalismo, fuerza de orden, sería un muro de conten- J:'!s di~i~entes ~e la CGT, del Partido Socialista y de
ción contra los «excesos de la turba»! En la dirección na- la Unwn CIVIca Radical no tenían el menor interés en en-
cional del radicalismo predominan las fuerzas de los gran- trar en el fr~n~e que el Partido Comunista les proponía,
des terratenientes y burgueses. ¡No quieren sabe1· nada frente que, SI bien apuntaba contra el gobierno de Justo
con el pueblo! Pero sí quieren cabalga1· sob1·e el descon- no podía contener la creciente combatividad de las masas'
tento del pueblo pa1·a gana1· elecciones y llegar al poder. E]n~onces, los dirigentes comunistas sacrificaron sus ac~
Allí predomina la tendencia a los compromisos y compo- tividades :;ntiimperialistas de la víspera para sellar ese
nendas. Aunaue lo nieguen, todos conocen las actividades frente antigubernamental.
de los hombres puentes, de Gallo y de Ortiz (ex ministro Durante la campaña de renovación presidencial de
de Alvear y abogado de los ferrocarriles ingleses que pre- 1937, e1 pueblo ~rgentino. se encontró con e] presente grie-
tenden el monopolio de los transportes). Estos hombres go de dos candidaturas Igualmente apoyadas y financia-
puentes buscan llegar a un compromiso entre J usto-Melo das por los monopolios imperialistas: la de Roberto Ortiz
y el radicalismo del doctor Alvear. Justo, tambaleante, Y la ~e Marcelo Alvear, ambos de origen radical antiper-
busca un punto de apoyo. Los radicales esperan garantías sonahsta. Los consorcios extranjeros sabían qne el antiguo
de elecciones «limpias» en noviembre. N o puede sorpren- abogado de los ferrocarriles valía tanto como el viejo ami-
der, entonces, la actitud de expectativa cobarde adoptada go de 1:;, CADE y d~ la Unión Telefónica, como dique de
por lo, dirección nacional del radicalismo en la crisis P1"0- con~enc10n de cualqmera tentativa de liberación económica
vocada por el asesinato de Bordahebere". naciOnaL Y los dirigentes comunistas entraron en el jue-
Estaba muy bien el Partido Comunista en ese docu- go, adhiriéndose primero a Alvear y después a Ortiz.
mento. También lo estaba la revista "Izquierda", órgaho - ( 317 ) uNuestra Revista'' apareció de junio de 1937 a noviero-
de la izquierda del Partido Socialista que se publicó desde bre de 1938.
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•·1··
..
456 RODOLFO PUIGGRÓS

La alianza o unión democrática propuesta por los co-


munistas fué rechazada por Alvear. El ex presidente no
podía romper sus compromisos con el imperialismo en-
trando en alianzas tan comprometedoras ('IS). Radicales y
socialistas presentaron sus propias candidaturas. El Par-
tido Comunista lanzó entonces la consigna: "Los radicales
al poder y Alvear a la presidencia", sin que mediara de
parte de aquéllos o de éste ningún Compromiso como ga-
rantía de cumplimiento de un programa o de algunos pun- XXXIX
tos de un programa. ¿Qué importaba agitar algunas con-
signas antiimperialistas, perdidas en el fárrago de una LAS ELECCIONES DEL 5 DE SETIEMBRE DE 1937
plataforma por las libertades democráticas, si el partido
adhería incondicionalmente a la candidatura del conocido
agente de los monopolios extranjeros? 1937 fué año de dura prueba para la democracia ar-
Del antiradicalismo rabioso de años anteriores se sal- gentina. El gobierno del general Justo se acercaba a su
taba al extremo opuesto : a seguir al radicalismo sin con- término y los partidos opositores, a pesar de reunir la
diciones, sin siquiera establecer diferencias entre los gru- opinión de la inmensa mayoría de los ciudadanos no po-
pos, corrientes y dirigente~ que chocaban dentro de esa drían conquistar el poder sin vencer al aparato d~ fraude
fuerza política. El "demócrata" Alvear hacía olvidar los Y violencia creado por el oficialismo durante seis años de
"avances antidemocráticos" del "fascista" Yrigoyen. Po- burla al pueblo. Era evidente que sin el empleo de la fuer-
co importaba que el "fascista" Yrigoyen hubiese repre- za sería imposible destruir un régimen sostenido exclu-
sentado, en buena medida y en su época, posiciones na- sivamente.por la fuerza, pero aquella fuerza debía estar,
cional-emancipadoras de la burguesía nacional reformis- para no ser derrotada, al servicio de la liberación nacional
ta, mientras que el "demócrata" Alvear fuese la expre- y de las reivindicaciones populares. ·
sión típica de los sectores de la burguesía entregada al Las elecciones en la provincia de Santa Fe fueron
imperialismo. Los dirigentes del Partido Comunista co- algo así como el ensayo general de las elecciones presiden-
locaban, por encima de todas las cosas, la defensa de la ciales del 5 de setiembre de 1937. Esa provincia había
democracia formal. Entraron, desde entonces, en una pen- sido intervenida de la manera más indecorosa por el go-
diente de la cual no podrían salir más. Divorciados de las bierno de Justo y los demócratas progresistas cayeron sin
causas internas fueron dando tumbos, sin otra tabla de presentar lucha( 319 ). Al resolver después la Casa Rosada
salvación que el prestigio internacional del comunismo y el reintegro de Santa Fe a la legalidad constitucional, o
el monopolio de un título que ellos no representaban ni mejor dicho, al legalismo puramente formal de los go-
teórica, ni política, ni prácticamente. biernos neoliberales, la suerte de los comicios provinciales
quedó pendiente de la actitud que asumiría el radicalismo.
Así lo entendió Lisandro de la Torre, al proponer la con-
(318) Es falso decir, como el "Esbozo" (p. 85, nota 148), que
la oligarquía y los monopolios extranjeros envolvieron a Alvear en
"una hábil maniobra" para "impedir la unidad democrática". Esto (319) El uriburista Sánchez Sorondo votó en 1935 contra la
equivale a perder de vista quién era Alvear, qué intereses repre... intervención del gobierno de Justo a la provincia de Santa Fe y
sentaba, a cuál clase pertenecía. Pero en la época que se escribió elementos uriburistas hablaban contra el monopolio del transporte.
el "Esbozo", el codovillismo reivindicaba a Alvear y hasta al gene-- El imperialismo yanqui ponía así obstáculos a la política de los
ral Justo con vistas a sellar acuerdos con sus continuadores. monopolios ingleses.
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458 RODOLFO PU!GGRÓS HISTORIA CRÍTICA ·DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 459
junción de los partidos opositores, sobre la base de. ase- A pe•ar de la lección de Santa Fe, Alvear insistía en
gurar un gobierno radical y una mayoría radical en ambas "una solución nacional que arranque al país de la encru-
Cámaras; pero el Comité Nacional de la Unión Cívica Ra- cijada", porque "estarnos en vísperas de la crisis que debe
dical, no solamente rechazó la propuesta, sino que su líder, sobrevenir con las próximas elecciones presidenciales" y
el doctor Alvear, visitó al presidente Justo y recibió de "la Unión Cívica Radical está monopolizando la dignidad
sus labios la promesa hipócrita de que las elecciones se- política". Los personeros de la C.A.D.E., de la Unión Te-
rían limpias y su resultado respetado. Quedaba, de ese lefónica, de los ferrocarriles, etc. no podían adoptar otra
modo, frustrada la posibilidad de una conjunción de fuer- táctica que la del compromiso. Todo el partido se hacía
zas, y la misma división que el justis1no había logrado en cómplice de esa táctica, al tolerarlos en el Comité Nacio-
el movimiento sindical, se extendía al campo político. Ca- nal, por avanzada que fuese la plataforma aprobada.
balgando sobre el compromiso sellado con el radicalismo Entretanto, el conservador Arancibia Rodríguez 1la-
y el miedo de la camarilla alvearista a la movilización del maba a la guerra civil para impedir el triunfo del radi-
pueblo pudo el gobierno imponer sus candidatos en la calismo, mientras otro conservador, el doctor Vignart,
provin~ia de Santa Fe, mediante el fraude más d~scarado. cantaba loas en el Congreso "al bendito fraude".
Era la demostración irrefutable de que la táctica del su- El Partido Demócrata Progresista, después de lo ocu-
cesor de Yrigoyen conducía al radicalismo al precipicio y rrido en Santa Fe, vaciló en pronunciarse por la fórmula
a la democracia a ser eternamente estafada. radical Alvear- Mosca, sobre todo por su desconfianza
Poco después se reunía la Convención Nacional de 'la hacia el candidato a la vicepresidencia, que siendo gober-
Unión Cívica Radical, conocida como la Convención Na- nador én aquella provincia vetó la Constitución de 1921.
cional de 1937, a la que hicimos referencia anteriormente, El Partido Socialista -desprendida la izquierda que se
calificando a su Plataforma de ecléctica. Caracterizó a esa constituyó en Partido Socialista Obrero- eligió fórmula
asamblea la no participación de los líderes del partido en propia, pero con el agregado que estaba dispuesto a reti-
los debates, y la intervención, en cambio, de una masa com- rarla si cambiaba la situación. El Partido Comunista, y
bativa y entusiasta de delegados, que dió a las delibera- con él, el Partido Socialista Obrero, lanzaron la consigna:
ciones un intenso tono antiimperialista y antifascista. Esto "El radicalismo al poder y Alvear a la presidencia", pese
explica que la plataforma electoral, elaborada por el doctor a las declaraciones anticomunistas de éste y su rechazo
Leonidas Anastasi, planteara la reforma de la Constitu- de toda alianza o compromiso que no fuera con el gobier-
ción, el intervencionismo de Estado, el control de la eco- no. Para facilitar el acercamiento, el Partido Comunista
nomía, la creación de Jos ministerios de Salud Pública Y difundió el siguiente llamamiento:
Trabajo y Previsión, etc. Pero los líderes, que permane- "¡Por la defensa del comicio!
cieron mudos durante la Convención, se reservaron para "¡Por la unidad de acción en defensa de la Repú-
torcer el contenido de la plataforma, y el doctor Alvear blica Democrática!
en persona impuso sustituir la "nacionalización y mono- HQueremos:
polio por el Estado de las fuentes de producción petrolí- "El restablecimiento absoluto de las libertades demo-
feras" por "nacionalización paulatina" y Hempresas mix- . cráticas garantizadas por la Constitución.
tas", y "colaboración de la República Argentina en .J?s "La amnistía general para todos los presos políticos.
organismos internacionales sobre la base de la aceptacwn "La defensa activa del régimen democrático, la diso-
de los principios de igualdad y universalidad" por "inter- . lución efectiva y el desarme de las ligas militarizadas y
vención en la Liga de las Naciones procurando obtener la depuración del aparato del Estado de los enemigos de
su mayor universalidad". las libertades democráticas.
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460 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS pARTIDOS POLÍTICOS 461

"El mejoramiento de la situación de los obreros in- aliados del fascismo y reciben su ayuda directa". En vís-
dustriales y agrícolas, de los empleados, de los campesi- pera de las elecciones, el Comité Central del Partido Co-
nos, del artesanado, del pequeño comercio y de los traba- munista se quejaba de que las filas del radicalismo "es-
jadores intelectuales. Protección de la pequeña produc- taban plenas de derrotistas y pesimistas. «No hay nada
ción contra el capital monopolista. · · que hacer>, se argüía falsamente. <<Ortíz triunfará mer-
"Una política exterior activa en defensa de la paz, cer al fraude inevitable», sollozaban esos emboscados o
por la seguridad colectiva, por la acción. común de todos timoratos dentro del movimiento democrático" ( 322 ).
los países democráticos contra los agresores fascistas" (32°). Alvear fué derrotado el 5 de setiembre por el fraude
Ni una sola palabra sobre los monopolios. Ni una llevado a la perfección: el cambio del contenido de las
sola palabra sobre la liberación nacional. El imperialis- urnas se hizo globalmente en las oficinas del Correo.
mo no figuraba. Ni una referencia a las leoninas conce- ¿Cuáles fueron las causas de la derrota? ¿Por qué
siones a la C.A.D.E. y a la Italo, a las tarifas telefónicas triunfó el fraude? ¿A qué se debió la aceptación pasiva
y ferroviarias, al trust frigorífico o a los grupos cerea- de la cínica estafa al pueblo?
listas. · Los vencidos el 5 de setiembre no tuvieron más que
El doctor Roberto M. Ortíz, -militante del antiper- · una respuesta: el fraude. Y un consuelo: que ellos eran
sonalismo alvearista de la primera hora, ex ministro de mayoría. "De no haber sido por el fraude habríamos ga-
Obras Públicas de la presidencia de Alvear, ministro de nado", decían. La única conclusión que podía deducirse
Hacienda de la presidencia de Justo y abogado de los fe- · de esa explicación que nada explicaba era que debía aguar-
rrocarriles ingleses toda la vida- fué elegido por el go- darse a que el gobierno no hiciera fraude para conquistar
bierno para integrar, junto al antiguo magistrado conser- ·el poder, lo que con seguridad tendría que producirse para
vador Ramón S. Castillo, la fórmula que derrotaría, me- las calendas griegas.
diante el fraude, al radicalismo (321 ). Pocos antes de su Los dirigentes comunistas dieron otra respuesta:
designación como candidato, la Cámara de Comercio Bri- "falta de unión". Alvear no aceptó la alianza democrática
tánica le ofreció un homenaje y su presidente expresó, en que le propusieron, Los socialistas y demócratas progre-
nombre de las finanzas inglesas, la satisfacción con que sistas actuaron por su cuenta. Tampoco esto explicaba la
lo verían en la primera magistratura de la República. Era derrota, porque siempre quedaba pendiente la pregunta:
el espaldarazo. · ¿por qué faltó unión?
"La fórmula de Ortíz es la del imperialismo; un El 5 de setiembre triunfó la fórmula del imperialis-
posible gobierno de Ortíz sería un gobierno de traición mo porque los radicales le opusieron otra fórmula del
nacional -decía Orestes Ghioldi-. Ortíz " Castillo son imperialismo. ¿O es que Alvear-Mosca representaban
mayor garantía para el pueblo de que el país no seguiría
(320) "Nuestra Revista", agosto de 1937, año 1, n 9 2, p. 27. siendo entregado a los monopolios extranjeros que su opo-
( 321)Ortíz le escribió a Alvear, entonces en París, una carta nente Ortíz? Por eso no hubo unidad y por eso el fraude
el 7 de noviembre de 1930, en la cual después de dar cuenta de pudo imponerse. El pueblo argentino, que antes y después
los sucesos del 6 de setiembre y de atacar al yrigoyenismo, lo in-
vitaba a regresar al país a hacerse cargo de la "reconstrucción tan categóricas pruebas ha dado de no estar dormido, no
nacional del radicalismo". Es importante este párrafo: "Conceptúo sentía mayores inclinaciones a salir a la calle para im-
muy conveniente si usted decide su vuelta que lo haga previa un& pedir el fraude, por cuanto sólo se le ofrecía en cambio el
estada siquiera de diez días en los Estados Unidos, le haría
bien a este país y a sus relaciones con la gran república, una v1"ts1ta
sin gran anuncio ni expectativa, suscitaría una corriente de amis~ "Nuestra Revista", agosto de 1937, año 1, n 9 2, ps. 1
tad cordial, que repercutiría grandemente entre nosotros sumando
a su actuación pública un motivo más de grati.tud y p~stigio".
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RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS PoLÍTICOS 463


gobierno de gente adicta a los monopolios que lo opri- La fraternal "Ayuda a la República Española" penetró
mían. Esta es la verdad y no los lloriqueos de los de- en el corazón siempre generoso del pueblo y desató un
n·otados. poderoso movimiento de masas, pero la mano imperialista
El radicalismo no reconquistó el poder después del 6 consiguió que la solidaridad internacional justa y abnegada
de setiembre de 1930 por dos razones opuestas: se utilizara enteramente para asfixiar las luchas del pue-
19- Porque su Comité Nacional estaba integrado blo argentino por su emancipación económica nacional.
por enemigos .probados del pueblo y de la emancipación Al mes del fracaso electoral, el Comité Central del
económica nacional (esta razón inspiraba confianza en la Partido Comunista criticó por seguidista la consigna "El
oligarquía y el imperialismo, pero sembraba en las masas radicalismo al poder y Alvear a la presidencia", que él
el desconcierto y el pesimismo) ; y mismo había dado. Su autocrítica era vacía. No fué al
29 -Porque era el partido de mayor composición . fondo en el análisis de la desviación oportunista al cam-
popular (esto obligaba a la oligarquía y el imperialismo po del imperialismo. Por el contrario, en la "plataforma
a recurrir al fraude para no dejarlo llegar al gobierno). común. . . sobre una acción unida de todos los partidos
La camarilla alvearista se equivocaba de pe a pa al obreros y democráticos contra el fraude, por la anula-
pretender utilizar la combatividad de las masas popula- ción de los comicios fraudulentos y para asegurar el triun-
res para continuar la política que hacía de nuestro país fo de la democracia en las próxin1as elecciones parlamen-
una dependencia semicolonial. Ni la invocación a las ro- tarias de marzo de 1938", en esa plataforma de cinco
mánticas barbas fluviales de Alem, ni los juramentos de puntos elaborada por el Comité Central sólo aparecía al
fe democrática, salvaban a los dirigentes radicales de sus final del cuarto esta referencia al imperialismo: "Protec-
conocidas concomitancias con los consorcios imperialistás~ ción de la pequeña producción industrial contra el capi-
La democracia en abstracto había dejado de ser una ban- tal monopolista"("').
dera. ·r~ El punto d) del programa para la "Alianza Demo-
Al pueblo se le cerraban todos los caminos para llegar crática" aprobado por el mismo Pleno del Comité Central
al gobierno. El fraude, por una parte, y la falta de una contiene algunas disposiciones antiimperialistas, pero
perspectiva popular de emancipación nacional en los par- dentro de un cuadro general donde aparecen perdidas, co-
tidos, por la otra, lo mantenían prácticamente al margen locadas artificialmente, puesto que dicha "Alianza" ten-
de la política, atado y amordazado. "Siento cada día más dría como objetivo "aplastar la reacción y el fascismo en
el cansancio y casi diría el hastío de la vida pública", con- el interior y en el exterior", quedando en el tintero la
fesaba Lisandro de la Torre y el 5 de enero de 1939 ponía lucha contra el imperialismo.
fin a sus días. La gente acudía a los comicios sin fe y En el programa de unidad estudiantil propuesto por
aceptaba el fraude con resignación. Nada emancipador y la Asociación de Estudiantes Revolucionarios "Insurre-
creador aparecía en el horizonte. Socialistas, radicales y xit", orientada por el Partido Comunista, no hay una sola
demócratas progresistas mascullaban los eternos dogmas referencia a los trusts y monopolios, ni al imperialismo
liberales, en medio de la indiferencia casi general. en general ( 324 ).
Y esa apatía, ese filisteísmo, se reflejaba en el mo- La contradicción fundamental de la sociedad argen-
vimiento sindical, por más que quebrara la monotonía el
estallido de huelgas que revelaban la potencia permanente
de la clase obrera. Una dirección cegetista mansa, buro- (323) "Por la Unidad Obrera y el Frente Popular fortalez-
crática, estaba siempre dispuesta a complacer las insi- cannos al Partido C01nunista", folleto con los Plenos del C. C. de
()ctubre de 1937 y julio de 1938.
nuaciones de arriba y a sofocar las exigencias de abajo, (324) "Frente Estudiantil", Año 1, NQ 1, noviembre de 1934.
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.l
¡ ¡

464 RoDOLFO PUIGGRÓS

tina -imperialismo y liberación nacional- no hallaba


eco en los partidos, ni siquiera en el Partido Comunista
que tenía el deber de interpretarla y recogerla y q~e no
titubeó en cambiar de frente de la noche a la manana,
apoyando el "gobierno de traición nacional" del doc~or
Ortiz. El liberalismo burgués podía cabalgar tranquila-
mente 'montado en la hábil maniobra del imperialismo que
no dejó títere sin manejar.
XL
LA ARGENTINA EN VISPERAS DE LA
SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

I. ANTECEDENTES

. En el período comprendido entre 1860 y 1880 la


Argentina se conectó estrechamente con el mundo capi-
talista. Era lo que buscaban sus hombres más esclarecidos
desde antes de 1810.
Hasta entonces sólo había actuado el capital comer-
cial europeo como factor diluyente de las viejas formas
de producción e intercambio que arrastraban su agonía
desde la época colonial. A partir de entonces la Argentina
!SUfrió la influencia -estimulante y enervante, a la vez-
del capitalismo mundial (industrial y financiero), pre-
ponderantemente a través de Gran Bretaña. Establecióse
una· interacción entre nuestras causas internas de des-
arrollo y las causas externas que favorecían o paralizaban
ese desarrollo, de acuerdo a intereses coincidentes o diver-
gentes de los nuestros.
La conexión entre las causas internas del desarrollo
argentino y las causas externas que provenían de la ex-
pansión capitalista europea se hace patente al comprobar
la simultaneidad ele las crisis cíclicas de la economía na-
cional con las crisis cíclicas del capitalismo en la esfera
mundial. Esa conexión se inició con la crisis de 1873/76,
.crisis que en el mundo marcó el tránsito del capitalismo
premonopolista al capitalismo monopolista -de la libre
concurrencia al monopolio-, y en la Argentina anunció
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466 RoDOLFO PUIGGRÓS HISTORiA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 467


la entrada del país en los ciclos de la reproducción capi- e:rceso de "trabajo y del ahorro activo", por exceso de
talista con sus fases de crisis, depresión, reanimación y nquezas). 9ue car.~cteriza los ciclos del régimen capitalista
auge. Y envolvw tamb1en a aquella sociedad una vez que se
A Juan Bautista Alberdi (el "liberal-conservador por conectó con el capitalismo mundial.
excelencia", como lo llamaba Miguel Navarro Viola) co- flberdi atribuye la crisis argentina de . 1873/76
rresponde el mérito de haber descubierto en la coinciden- -as¡ como las anteriores- a "los empréstitos o los abu-
cia de las crisis el grado de relación (o de dependencia) sos del crédito" (" 27 ) , interpretación parcial que no ve más
creado entre la sociedad argentina y la sociedad capitalista que un aspecto del problema y pierde de vista otros fac-
en general. En uno de sus escritos póstumos -obra muy tores que comenzaron a actuar en nuestro país después
poco conocida- analiza la crisis de 1873/76 en nuestro ?e 1?60. Ni a Alberdi, ni a Sarmiento, ni a ninguno de los
país y dice ("'2 ) : msp1radores y constructores de la organización nacional ·
"Esta pobreza de la crisis, es moderna en Sud Amé- se les ocurrió pensar que el régimen social que querían
rica, como la riqueza, y nada tiene de común con la po- ~ara la Argentina podía ser otro que el liberal, el de la
breza crónica que formó la condición de su vida durante libre. concurrenc!a, el del capitalismo ascendente y pro-
el período de tres siglos en que fué colonia de España. gresista. Alberd1 exaltaba en William Weellwright, fun-
"Las crisis, como pobreza, son un mal de los países dador del Ferrocarril Central Argentino, al creador de
y tiempos de riqueza. empresas, al civilizador del Nuevo Mundo, no al iniciador
"La pobreza excepcional en que consisten, no nacé de u~ monopolio que llegaría a ser la antítesis de Jo que
de la ociosidad y del dispendio. Todo Jo contrario, nace el nnsmo autor de "Bases" tanto anhelaba: un poderoso
a menudo de la especulación y de la producción excesiva, desarrollo propio de la economía nacional. Si de su estu-
es decir, del excesivo trabajo y del ahorro activo llevado dio de la crisis de 1873/76 extraía la conclusión de que
al extremo en la forma de consumos reproductivos o em- ella tenía por origen "Jos empréstitos o los abusos del
presas inconsideradas de producción industrial o co- crédito" Y nada más, le daba como remedio la entrega del
mercial". Banco de la Provincia a "una compañía de capitalis-
V nelve Alberdi una y otra vez sobre el tema. "Las tas" ( 328 ). Cegado por su liberalismo inicial, no veía el
crisis económicas -continúa- han aparecido en Sud peligro que entrañaba para el futuro nacional su proyec-
América desde la revolución inaugural de su régimen mo- tado traspaso de dicha institución de crédito al dominio
derno, y de resultas de ella. Cada progreso de la revolu- privado, vale decir, a la banca extranjera en marcha hacia
ción, ha dado Jugar a un período de gran prosperidad eco- el monopolio, en marcha hacia el imperialismo. Era la idea
nómica. Y cada uno de estos períodos de prosperidad co- · que ~nspf,ró posterio~mente la creación de los "bancos ga-
mercial e industrial, fué seguido de una crisis, más o me- rantidos , con el obJeto de atraer al país oro extranjero
nos profunda y duradera, de carácter crónico" ( 326 ). y aumentar el papel circnlante. Los "bancos garantidos"
Es importante tener presente la distinción que este que murieron con la crisis de 1890, fueron fuente de espe~
autor hace entre la "pobreza crónica" (o crisis crónica) culación y enriquecimiento de la oligarquía.
que se originaba del atraso de la sociedad argentina o
sudamericana y la crisis de superproducción (crisis por
<~:) lbídem~ .P· 318. 4lberdi escribió varios trabajos sobre
las ~;rs~~: . f;a cnsts argenttna de 1860", "La crisis argentina de
1~~66 , Cryszs permanente de lf! Repú9lica Argentina", pero re~
(325) Juan Bautista Alberdi: "Estudios Económicos", 1895, , eren ~~spu;.es. de la de 1_873j76 VIslumbro la conexión existente con
Bs. As.t hnprenta Europea, ps. 61-62. la cr1srs c1chca del caprtahsmo en el orden mundial
(326) Ibídem, p. 127. (""") Ibídem, pgs. H3 a (20. ·
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468 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRíTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 469

Esa falta de visión obedeció a que la organizacwn tali~mo que se introducía desde las grandes metrópolis
. constitucional de nuestro país coincidió con el momento. v~ma baJo la. forma de monopolio, o sea, en oposición
culminante de desarrollo de la libre concurrencia en el dm:;cta a _la libr.e concur~encia. El capitalismo privado
orden capitalista mundial, o sea, con los años 1860 a na?wnal solo pod1:" expandirse hasta un cierto límite, más
1880 ( 329 ) ; pero la culminación de la fase de libre concu- alla del cual ?on:maba de manera absoluta, sin competí-
rrencia del capitalismo ¡munciaba su propio fin y su paso dore~, ~} capitalismo monopolista extranjero. Esta con-
a la fase del monopolio. Después de la crisis de 1873 se tradicc~on entre el capitalismo nacional y el capitalismo
inició un gran desarrollo de los cartels. ext~anJ ero, entre 1~ libre concurrencia y el monopolio, no
Mientras seguían en pie en la Argentina las formas . podm supera~se mas que por la vía de la transformación
jurídicas y los principios políticos de amparo y estímulo del Estado liberal en Estado de liberación nacional, en
a la economía liberal creados en 1853/80, el capitalismo Es~ado que no solamente protegiera y estimulara al capi-
pasaba mundialmente a su fase imperialista, y a princi- t~;~lismo privado nacional, sino que también asumiera fun-
pios del presente siglo los monopolios eran ya la base del Ciones de empresario en aquellos_ sectores de la economía
c:c1junto del sistema capitalista. En otras palabras: la que no e~taban al alcance de las posibilidades del capita-
Argentina entraba en el juego del capitalismo que se lismo ~mva~o ':acional, s?bre los cuales el capitalismo
transformaba en imperialismo con una doctrina y una or- extran~ero e]erci~ monopolio o de los cuales el capitalismo
ganización que correspondían al capitalismo de la etapa extran~ero se desmteresaba o sofocaba por ser contrarios
nremonopolista, de la etapa de la libre concurrencia. a sus Intereses de explotación y sojuzgarniento.
El Estado liberal argentino -expresión política con- Como el Estado de liberación nacional no se consti-
creta del liberalismo burgués- no podía ser proteccio- tuyó Y como las débiles y episódicas tentativas de nacio-
nista ni intervencionista en la economía privada interna nalism? económico no fueron muy lejos, los monopolios
sin negarse a sí msmo, pero en cambo se mantenía conse- extr::nJeros hallaron campo fácil para invadir el país,
cuente con los principios que le habían dado origen al atra!~os Y apoy!'dos por el Estado liberal. La Argentina
tolerar y fomentar la invasión del capital extranjero bajo s_ufrw las sacudidas de las crisis cíclicas del orden capita-
la forma que iba tornando al iniciarse el imperialismo, lista mundial de que formaba parte (las de 1882, 1890,
bajo la forma de monopolio. El Estado liberal, que pudo 1900, 1907, 1920, 1929), y si de cada una de ellas salió
identificarse con lo nacional en la época de la libre con- acentuado el proceso de concentración y acción de los mo-
currencia capitalista (los liberales mitristas se llamaban 'nopolios extranjeros, también salieron fortalecidas las ba-
nacionalistas), se convirtió en la antítesis de lo nacional ses. n_acionales de desarrollo económico impulsadas por la
en la época de los monopolios imperialistas. actividad permanente -creadora y emancipadora- de
El capitalismo que se desarrollaba dentro del país al las causas internas. El Estado liberal se convirtió en un
impulso de las causas internas (particularmente el capi- p_oder cada vez más alejado del pueblo y del interés na-
talismo en la esfera industrial) estaba condenado a acep- cwnal, Y el pueblo buscó fuera del liberalismo político en
tar como una fatalidad la libre concurrencia, pero el capi- la promoción de caudillos que encarnaran lo nacional lo y
JlOpl!lar, el ?auce .~ara la transformación del país en un
(329) {¡1860-1880, punto culminante de desarrollo de la libre
se:'tldo de hberacwn económica y justicia social. Llegóse
concurrencia. Los monopolios no constituyen más que gérmenes as¡ a 1937/39, e!' vísperas de la segunda guerra mundial,
apenas perceptibles. Después de la crisis de 1873, período de vasto -eon una econom1a altamente concentrada en manos de los
desarrollo de los cartels, pero éstos constituyen todavía una excep- monopolios extranjeros y las funciones del Estado liberal
ción, no son aún sólidos, representan un fenómeno pasajero". Le- altamente centralizadas en manos de los agentes directos
J1in; "Obras Escogidas", Editorial Problemas, Bs. As.J IIJ P~_485.

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470 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA bE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 471

de esos monopolios, pero también con un pueblo qUe ocul- Dicho monopolio --que dominaba el Mercado de Ce-
taba bajo su desprecio al gobierno y su desconfianza a reales a Término y el comercio de campaña- arruinó a
l<:s _partidos la madurá conciencia de que no podía seguir miles de pequeños cerealistas, con capitales de 50.000 a
v1v1endo con los dogmás liberales, que sacrificaban las 200.000 pesos. De los 3.900 cerealistas radicados en 1920
posibilidades de un desarrollo nacional propio, al pie del ert las ciudades y pueblos de la provincia de Buenos Aires
altar levantado por una oligarquía sin Patria a los amos no quedaban en 1930 más que 750, y éstos debían some-
cosmopolitas de los cartels y trusts imperialistas. terse a las imposiciones de las grandes firmas. Desapare-
cida la libre concurrencia, el monopolio podía exprimir a
su antojo al productor directo: fijaba para pagar menos
Il. LA lNVASION DE LOS MONOPOLIOS un tipo de cereal inferior al real, hacía "quitas" con cual-
quier pretexto, se quedaba con los sobrantes' de los vago-
Según cálculos de la revista especializada "Veritas" nes. Pero el mayor negocio lo hacía especulando con el
las inversiones del imperialismo en la Argentina· suma~ cambio de divisas. En 1932, año de crisis, durante el cual
ban en 1938 unos 800 millones de libras esterlinas, de los las quiebras llegaron a 278 millones de pesos (cifra tope,
cuales el 67 7o era inglés, el 21 % norteamericano y el junto con los 365 millones de 1931, que no fué igualada
12 7o de otras procedencias, lo que al cambio nominal de antes ni después) Bunge & Born construía numerosas ca-
11,45 la libra esterlina eran 9.160 millones de pesos, equi- sas. de renta, entre ellas el monun1e11tal edificio ucomega".
valentes a 1.000 pesos por habitante, o sea, la cifra más N o solamente exportaba la parte del león, sino tam-
extraordinaria del mundo entero. Si comparamos esos bién molla las tres cuartas partes del consumo harinero
9.160 millones de pesos con los 4.313 millones del activo argentino, lo mismo que en Brasil, Paraguay y otros paí-
industrial del país prescindiendo del transporte (Censo ses. Su poder era tan grande que designó gobernador del
de 1935) y con los 6.000 millones del activo del Estado Chaco a nno de sus abogados e intendente de Rosario a
tendremos una idea clara del grado de nuestra depen~ , otro. Controlaba directamente más de cincuenta empre-
dencia.
sas ·Y acaparaba las mejores tierras de la provincia de
Sin ánimo de agotar la lista, clasificamos a continua- Bue.nos Aires y sectores importantes de la industria. Ann-
ción los principales monopolios que actuaban en nuestro que de origen belga, estaba bajo la esfera de influencb
país en 1937/39: del imperialismo inglés ( 331 ).
Comenio extm·io1·.- Las 153.000 explotaciones dedi-
cadas al cultivo de cereales estaban sometidas a la acción El otro gran renglón de nuestras exportaciones -las
extorsiva de cuatro firmas: E unge & Born, Luis Dreyfus, carnes- era monopolizado, como hemos tenido oportuni-
La Plata Cer.eal y Luis De Ridder. Las dos últimas depen- dad de comprobarlo, por seis frigoríficos ingleses y nor-
dmn de la pnmera y entre las cuatro se repartían las com- teamericanos (Armour, Swift, Wilson, Smithfield, Unión
pras y los embarques, mediante un acuerdo similar al Cold Storage y Sansinena), bajo control inglés por me-
existente entre los frigoríficos. En 1936/39 exportaron el dio de la Conferencia de Fletes, legalizada por el Pacto
85 % de los cereales y el lino que salieron del país ("O). Roca"Runciman. El acuerdo entre esos frigoríficos impe-
día el desarrollo de fábricas frigoríficas propias y bene-
( 330 ) Para el estudio del monopolio de la exportación de gra-
nos recomendamos el notable trabajo de Roque Paz: "El grupo (331) Roque Paz demuestra en los artículos citados que en-
Bunge & Born en la economía nacional", publicado en la revista tre los monopolios ingleses existía un estricto reparto de activi-
''Argznnentos", Nos.- 4 y 6, febrero y abril de 1939, páginas 301 ·a. dades, de tal modo que Bunge & Born no invadía jurisdicciones
316 y 508 a 515. que correspondían a Leng Roberts y otros consorcios.
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472 RODOLFO PUIGG:¡lÓS HISTORB. CRÍTICA DE LOS P-<I.RTIDOS POLÍTICOS 473


ficiaba a un grupo reducido de grandes invernadores a tres del país, también se apoderó de los puertos y se hizo
costa de la inmensa mayqría de ]os criadores de ganado. cargo de la nave¡ración por ríos y mares, a la que supeditó
Transp01·tes.- Las empresas de transporte moderno a la conveniencia de sus intereses ferroviarios y a la
a vapor y electricidad (ferrocarriles, tranvías, subterrá" §Ubordinación de la Argentina como su dependencia o
neos) se instalaron en la Argentina bajo la forma de mo. semicolonia. Es conocida la frase despectiva, publicada
nopo!io, destruyendo los medios de transporte antiguos a Bn los diarios de su época, pronunciada en 1928 por el
tracción animal, favoreciendo el intercambio con el exte- presidente de la más poderosa compañía inglesa de nave-
rior y el tráfico interno, contribuyendo a acercar entre gación: "No se ocupe la Argentina por el transporte. Ocú-
sí a las diversas regiones del pais y a unificar a cada una pese de producir materias primas, pues de lo otro se en-
de ellas. cargarán eficientemente los demás". Todos los proyectos
Los ferrocarriles gozaron de enormes privilegios, ta. de creación de una flota mercante del Estado "--comen-
les como la exoneración de derechos de aduana y de im- zando por el presentado al Congreso de 1912 por el doc-
puestos, el pago por el gobierno de elevadas primas por tor Estanislao Zeballos y siguiendo por los de Hipólito
la construcción de sus líneas y el otorgamiento gratuito Yrigoyen- fracasaron por intrigas de los monopolios
de grandes extensiones de tierra. Estrechamente vincu. ferroviario y naviero. La flota de Mihanovich, con sus
lados a las altas finanzas, a la gran industria y a la flota .200.000 toneladas que formaban el 80 ro del tonelaje del
mercante de Gran 'Bretaña, actuaron como brazos del im- país, tuvo que arriar su bandera en la City de Londres.
perialismo que se extendían para no dejar que nuestro De los diez consorcios extranjeros que en 1937/39
país fuera más que un inmenso granero y un inmenso PO· poseían concesiones portuarias, siete eran compañías de
trero, a la vez que mercado para las manufacturas Y las ferrocarriles ( 335 ). Las habían obtenido, a fines del siglo
inversiones inglesas. Cuando su monopolio corrió peligro pasado, por 40 a 99 años o sin fecha, por tiempo indeter-
por la competencia del automotor y del nuevo sistema de minado.
transportes creado por la iniciativa nacional, exigieron Buenos Aires era la cabeza del virreinato de las altas
del gobierno neoliberal del general Justo, faltando pocos finanzas que combinaba esa colosal red de intereses que
años para que caducaran sus concesiones, la renovación comprimía el desarrollo nacional y aseguraba la existencia
de ese monopolio sobre el conjunto de los medios de comu- millonaria de la nobleza en decadencia y de la burguesía
nicación del país, a la par que la emisión de un laudo que parasitaria del Viejo Mundo. No faltaban en la oscura
· sumergió a los obreros en la más dura explotación. En . corte virreinallos "hombres de paja", bien premiados por
muchas regiones desaparecieron, destruidas por las em- los servicios que prestaban a los monopolios extranjeros
presas ferroviarias, líneas de ómnibus y colectivos que y las ideas de servidumbre que divulgaban desde el pe-
eran orgullo de la capacidad de organización de los obre- riodismo o desde la cátedra. Manuel Quintana, Victorino
ros y empresarios argentinos. El transporte de la ciudad de la Plaza, Figueroa Alcorta, Roberto M. Ortíz, fueron
de 'Buenos Aires, que en gran parte había sido recuperado
por el esfuerzo de pequeños capitalistas nacionales, fué de
·nuevo entregado al imperialismo inglés, es decir, a la (332) El Ferrocarril de Entre Ríos poseía Puerto Bajada
·Grande y Puerto lbícuy, el Ferrocarril Central Argentino el Dock
Compañía Anglo-Argentina, vinculada a la S.O.F.I.N.A. Sur del Puerto de Buenos Aires y los puertos de Villa Constitu-
Idéntica suerte corrieron los puertos y el tráfico ma- <Ción y Zárate, el :F'errocarril Sur a Puerto Galván y Puerto Inge-
rítimo y fluvial. El imperialismo inglés, comprador de niero White. Las otras tres compañías, también imperialistas, eran:
Compañía de Muelles y Depósitos de Puerto de La Plata, Compa-
más de la mitad de la producción argentina de cereales Y ñía .·Pue1·to Comercial de Bahía Blanca (Puerto Arroyo Parejas)
carnes, dueño de la mayor parte de los transportes terres- y Sociedad Puerto San Nicolás.
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474 RDDOLFO PUIGGRÓS


HISTORIA CRÍTICA DE LOS P ARTIDÓS POLÍTICOS
475
abogados de las empresas ferroviarias antes de sentarse
en el sillón de Rivadavia ( 333 ). Otros abogados de los con- BILLETES EN
sorcios fueron ubicados a la cabeza de los ministerios (de CIRCULACION 1 GARANTIA METALICA
Obras Públicas y Hacienda, principalmente), en los altos AÑOS
MILLONES 1 % DE MILLONES' ;Yo DE CIR
estrados de la justicia, en las bancas parlamentarias, en M$N AUMENTO
las gobernaciones de provincias y territorios. Mechados 1 M$N · CULACION
en la apretada nómina anglo-sajona de los directorios de 1913 .... 823 lOO 295 35,9
los ferrocarriles, los frigorífieos, los bancos, las compa- 1920 .... 1.363 165,5 517 37,9
ñías de seguros, las grandes empresas fabriles y demás 1925 .... 1.320 160,3 476 36,0
compañías extranjeras, aparecían los apellidos de desta- 1929 .... 1.247 151,5 461 36,9
cados catedráticos, jurisconsultos, políticos y estadistas 1932 .... 1.339 162,7 259 19,3
que constituían algo así como un patriciado de naturaleza
cipaya y pensamiento antinacional.
El sistema bancario.- La invasión de los monopo- La contradicción existente entre el panel emisor y
lios tenía que provocar cambios fundamentales en la es- regulador de .la moneda a cargo del Estado· y el manejo
tructura del sistema bancario. Los monopolios necesita- de ~as .altas fmanza~ J.lOr un grupo de grandes monopoli~s
ban una institución centralizadora que controlara y orien- ! teClli?OS a .su SerVICIO, condujo a un Verdadero desbara-
tara el conjunto de bancos y entidades crediticias del país, JUSte fmanc;ero q':e.se réflejó en la disminución vertical
manejara la moneda y respaldara el proceso de concen- de la garant;a m~~ahca, ~e los billetes en circulación. Para
tración y apoderamiento de las riquezas argentinas. ~uperar la Situacwn critica, el gobierno del general Justo,
Las leyes 1130 (del 5 de noviembre de 1881, que fijó mte.grado por un ~leva~o. número de ministros y funcio-
el sistema monetario) y 3871 (del 4 de noviembre de ~_ar;os totalm;nte IdenbfiC.ados con los consorcios impe-
1899, llamada "de Conversión", que estabilizó el tipo de . nahstas, busco el asesoranuento de Baring Brothers, Len O'
44 centavos oro por peso papel, o sea, 2,27 pesos papel por Roberts Y lVIorgan y del técnico máximo del imperialism~
cada peso oro), así como la creación del Banco de la Na- entre nos:tros: el contador Raúl Prebisch. Suprimiéronse
ción Argentina el 16 de octubre de 1891, correspondían los orgam~mo.s, que moles~apan, como la Junta Autónoma
a un ordenamiento monetario y finan.ciero basado en la · de Amortiz_a,cwn, la Comisi?n de Redescuento y la Caja
libre concurrencia. Los bancos desenvolvían sus activida- d<; qonverswn, y se levanto el Banco Central de la Re-
des sin mayor intervención o vigilancia del Estado y éste pub_hca Argentin~ -"organismo mixto sui ge1w1~is", -segúri
sólo se reservaba la emisión de la moneda. La garantía la Jerga oportm;1sta de la Suprema Corte de Justicia-
metálica del dinero en circulación había llegado al punto que sometw. al SI~tema ban.cario argentino a la férula de
mínhno, como lo prueba el siguiente cuadro: los grupos fmanc1eros dommantes. Su directorio formado
por repres.entantes de los grandes. consorcios monopolis-
t>;s custodm_ba el oro de la Nación, controlaba los cam-
b~os, conced1a o negaba créditos, ejercía funciones de go-
(333) El doctor EStanislao S. Zeballos refirió en el Congre- bierno.
so en 1914 que durante la presidencia de Avellaneda hubo un con- La garantía metálica subió de 259 millones de pesos ¡¡
flicto entre nuestro gobierno y el de Su Majestad Británica, a raíz-
de la detención del gerente del Banco de Londres en Rosario. El en 1932 .a 1.352 mi!lones ~'! 1936, o sea, de sólo el 19,32%
doctor Manuel Quintana, futuro presiden,te de la República, era el de los bii!etes en c1rculacwn (1.339 millones) al 123.6 %
abogado defensor del Banco de Londres y del gerente inglés en
contra del Estado argentino.
(1.09~ millo~,es) ;, Esto era lo que se llamaba "hacer ·bue-
nas fmanzas o sanear las finanzas". . . en provecho de
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476 RODOLFO PUIGGRÓS


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HISTORIA CRITICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS


477
los consorcios imperialistas. "La oligarquía de banqueros
esclarecidos y de deudores ilustres de la República" fué haberse refundido en ellas 19 compañías básicas origi-
salvada por el Instituto Movilizador de Inversiones Ban- nales.
carias para ampliar su sociedad con los cuasi anónimos .. Otros consorcios extranjeros que suministraban elec-
magnates de los monopolios extranjeros que movían mo- tr!cl~ad eran la Compañía Sudamericana de Servicios
destamente los hilos entre bastidores. Pubhcos i~UD4M), depe~diente de un holding yanqui,
Energía. - En otro lugar nos hemos referido a la ~!!; Compama Smzo-Argentma de Electricidad, la Compa-
ma ~orestal Argentina y alguna otra de menor impor-
C.A.D.E. y a la C.I.A.E. No eran, sin embargo, Jos únicos tancia.
monopolios de electricidad que actuaban en el país. Entre
la S.O.F.I.N.A., de la cual dependía la C.A.D.E., y la • I;a parte auténticamente nacional de los servicios
electncos estaba a cargo de 25 cooperativas, 15 usinas po-
"Eiectric Bond & Share" se había efectuado el reparto de ¡mlares Y 35 usinas nacionales y municipales, que totali-
las zonas de influencia. La S.O.F.I.N.A. se quedó con zaban 80 ~entrales sobre 1.180 instaladas en la República
Buenos Aires, Rosario y los alrededores de ambas ciuda- Y proporciOnaban apenas 30.000 kw. de los 1.097.000 kw.
des, y la "Eiectric Bond & Share" con el resto de la Re- de ~otencia co.njunta, es decir, menos del 3 %. Los con-
pública. sorciOs extranJeros sacaban del país unos 90 millones de
La "Eiectric Bond & Share" era un super-holding pesos por año.
fundado en 1905, controlado por los banqueros Margan Petróleo.- Aunque en otro capítulo hemos analizado
Brombright y ligado a la "General Electric" ( 334 ) . Pe sus los debates Y el alcance de la ley 12.161 sobre régimen
nueve compañías subsidiarias, una, la "American & Fo- legal de petróleo sancionada en 1935 la actuación de la
reign Power C9", era la que tenía a su cargo los negocios Comisión Especial, el decreto 86.639 'y los convenios se-
en la Argentina, Brasil, Chile, China, Colombia, Costa c:etos, creemos necesario ubicar la acción de los consor-
Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, India, México, Panamá, CIOS petroleros en e] panorama general de invasión de la
Venezuela, Alemania, Canadá, Francia, Italia y Japón, Argentina por los monopolios.
suministrando energía, en 1932, a 932 ciudades. En nues- Digamos. ante todo, que esa acción se intensificó a
tro país, ese grupo financiero estaba representado por el principios del año 1933. Desde algún tiempo antes se ha-
sub-holding ANSEC, con sede en Buenos Aires, formado bía desatado en Estados Unidos un fuerte movimiento de
de la concentración de cinco centrales: la Compañía de c?ntención de los trusts del petróleo, tendiente a impe-
Electricidad del Norte Argentino, S. A.; la Compañía de dir que agotaran las reservas nacionales de ese combus-
Electricidad del Sur Argentino, S. A. ; la. Compañía de tible. Sanéionáronse, al efecto, varias leyes, y en algunos
Electricidad del Este Argentino, S. A. ; la Compañía Cen- Est;:>dos -como en Texas y Oklaboma, donde existían las
tral Argentina de Electricidad, S. A. y la Compañía de· mayores reservas- hubo de implantarse la ley marcial
Electricidad Los Andes, S. A., que abastecían de energía Y ocupar con tropas los campos petrolíferos para evitar
a 172 localidades. La ANSEC obtuvo personería jurídica la explotaci?:t;t· Tales circunstancias determinaron que Jos
en 1929 y todas Jas compañías subsidiarias tenían el mis- trusts plamflcaran el aumento de su producción en el
mo directorio, después de la concentración que resultó de exterior. En la Argentina tropezaron como hemos visto
c~n ~a res~stencia n.~ solamente de Y.P.F. y de la opinió~
publica, smo tambwn de Jos consorcios petrolíferos in-
(334) Ver el trabajo de León Barsky: "El problema elé.c~rico gleses.
en la República A1·gentina", revista "Argu,mentos", N"' 2, d1c1em- _
bre de 1938. El primer paso para vencer las resistencias fué uu
acuerdo entre las empresas, por el cual la Standard Oil
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478 RoDOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 479


(yanqui) cedía a la Royal Dutch (inglesa) el mercado ~e
consumo de la Argentina y, a su vez, la Royal DutcJ: cedm III. LA CRISIS DE 1937/39
a la Standard Oil el mercado de consumo del BrasiL Pa-
raguay y Uruguay se cons~derab~n col!~ o sucursales de la En 1937 la economía capitalista mundial entró en
Argentina. El acuerdo tra¡o de mmedm!o una guerra de uha nueva crisis, sin haber superado completamente la
precios que tenía por finalid":d deso~gamzar !os mercados anterior de 1929 a 1933. De la "brillante prosperidad"
internos, destruir los competidores mdepend1~ntes Y P!~­ que culminó ese mismo año 1937 se pasó a la depresión
vocar la intervención de los gobiernos. Esta mtervencwn . en nuestro país.
se obtuvo mediante sendas resoluciones que creaban el Nuestras exportaciones bajaron de 18.235.425 tone-
"Consejo Nacional del Petróleo" en el Brasil, la "A.N. ladas por valor de 2.130.997.802 pesos en 1937 a 9.119.438
C.A.P." en el Uruguay y el "Tribunal Arbitral", del que,, toneladas por valor de 1.400.452,307 en1938 y a 12.875.100
ya hemos hablado, en la Argentina. toneladas por valor de 1.573.173.278 en 1939. El inter-
El segundo paso fué una alianza con Y.P.F. y la cambio comercial dejó en 1938 un déficit de más de 60
constitución de un Comité Secreto Central de Control que millones de pesos, que al año siguiente se cubrió me-
tenía por objetivo impedir que las compañías !~cales Itaca, . diante el aumento del volumen físico de exportaciones des-
Lotero y Papini, Morales, Isaura, etc., vendieran a los
valorizadas. La cotización del peso bajó en relación a la
revendedores nafta a menor precio que la despachada por libra (de 16,46 por libra en 1937 a 19,12 en 1938 y a 19,21
los surtidores de West India, Shell, Pan Am? Texaco ( 336 ) . en 1939) y en relación al dólar (de 332,89 por cien dóla-
El Comité Secreto logró del Poder E¡ecutJvo el decre\<J res a 391, 87 y 432,80, respectivamente).
N9 63.850 sobre marca, colores y distintivos de los surti-
dores. De esa manera, y con la complicida~ de Imp';lestos El nivel anual de los precios agropecuarios (número
Internos y de los inspectores, las empresas m.~epend1entes índice 100 para el año 1929) descendió ele 102,4 en 1937;
fueron sometidas a una implacable persecuswn, a! punto a 88,3 en 1938 y a 81,4 en 1939. El valor de la producción
que Itaca se cerró y dejó cesantes a_ más de ~n m1llar de agrícola bajó ele 2.336 millones de pesos en 1937 a 1.681
empleados y obreros, Morales__emigro .al. Brasil Y Lotero Y millones en 1938 y a 1.857 millones en 1939 y el de la
Papini redujeron su produccwn al m1mmo. . , ganadería de 1.255 a 1.127 y 1.250 millones, respectiva-
Y.P.F. fué instrumento de los consorciOs petrohfe- mente. El costo de la vida aumentó del número índice 92,8
ros para una vasta maniobra que aseguró a ello~ .el mono- en 1937 al 93,4 en 1939. Las recaudaciones aduaneras
polio del mercado argentino, a la vez. que deb1htaba las descendieron de 398.722.000 pesos a 368.549.000 y a
propias posiciones de Y.P.F., cuyos ahados naturales_!e- 314.838.000 en los tres años considerados.
nían que ser las empresas nacionales y no las compan1as El tratado firmado con Gran Bretaña por el emba-
extranjeras. jador Le Bretón, al vencer el Pacto-Runciman, mantenía
el privilegio de los frigoríficos y la alianza de éstos con
·
(335) Un funcionario de Y. P. F. ~~zo, .b ~JO
· e1 seu d'ommo
· de el núcleo de ganaderos privilegiados. Mientras en el mer-
Ra 'l Menéndez la denuncia de que el com1te secreto central t!e cado de Liniers, con todos los gastos consiguientes, los
con~rol se reunÍa primeramente en el edificio de 1~ Standard Oil, frigoríficos pagaban 0,2298 el kilo vivo de carne, en las
avenida Roque Sáenz Peña 567, y que, poco despues, se ~;npez~ a
reunir en el HCity Hotel" y otras en. el "<?ontinental Hotel , deb1d~ estancias abonaban por el mismo tipo vacuno 0.28 ( 336 ) .
a los escrúpulos que ten:ían los func10nar10s d~ Y. P. F .. ?e. qu,e al
guien que los conociera los viera entrar y sahr del ~?,1f1cio d~.ArU.
41
irreconciliable enemiga, exterio~ente, Standard Oil · Ver - (331'1) "Buenos Ai·t'es y La Pampa", diciembre-enero de 1939,
gumentos", setiembre de 1939, p. 2o0. pág. 11.
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480 RODOLFO PUIGGRÓS HISTORIA CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍ'riCOS 481


En 1937, sólo 1.600 ganaderos vendieron directamente a parasitario de grandes terratenientes sustraía al traba-
los frigoríficos un millón de novillos tipo "chilled",' o sea jo del agricultor, en aquella época. ·
aproximadamente el 95 % de las compras de esas empre- La salida "normal" a la crisis, de acuerdo a la receta
sas, y de dicho número de ganaderos 750 vendieron clásica de los economistas del imperialismo, no podía ser
940.000 cabezas, es decir, el 94 % del "chilled". La crisis otra que la ruina de grandes sectores de pequeños y me-
acentuaba la discriminación entre la minoría de. invern>~­ dianos productores y comerciantes y el hambreamiento
dores y grandes criadores privilegiados y el grueso de los de las masas trabajadoras mediante la desvalorización de
criadores de ganado, y la tendencia de los frigoríficos .al·. las entradas reales, lo que permitiría acrecentar a los
monopolio, al apoderarse del mercado interno y dejar en grandes consorcios la concentración, de la producción y
la ruina a grandes sectores de matarifes, abastecedores y venta de una parte creciente de los artículos y asegurarse,
carniceros. i!e ese modo, los más altos beneficios. Tal perspectiva de
La crisis de 1937/39 tuvo lugar en pleno proceso de solución "normal" a la crisis de 1937/39 tenía su expre-
monopolización de las riquezas del país por los grandes sión política en la promesa del presidente Ortíz de conti-
consorcios y éstos, por lo tanto, esperaban salir de ellá nuar !a obra de su antecesor, el general Justo. Pero el am-
mediante una mayor concentración de sus monopolios, a biente de divorcio total entre pueblo y gobierno, de insen-
costa de la ruina de los pequeños y medianos productores sibilidad de los partidos a las aspiraciones populares y
y comerciantes. Si Bunge & Born y Dreyfus extendían · de avance triunfal ele los monopolios fué sacudido el 3
su dominio al algodón y los frigoríficos se apoderaban del de setiembre de 1939 por la noticia de que Francia y
mercado interno, si las industrias del vino, el azúcar y el Gran Bretaña declaraban la guerra al Tercer Reich. Des-
aceite se monopolizaban, si el proceso de monopolizacióñ de meses antes estaban alineadas las fuerzas que respon-
se mánifestaba en la construcción (con las grandes em- derían a uno u otro ele los bandos en lucha, y si la guerra
presas alemanas G.E.O.P.E., Siemens Baunion, W::¡yss y a muerte contra el nazifascismo justificaba hasta el últi-
Freytag), en la metalurgia (con S.I.A.M., Catita, Ferrum, mo sacrificio, no podía admitir, sin negar su propio sig-
Klockner, Istilart) y en textiles (que ele un ritmo de p~o­ nificado, la renuncia a lo más caro del pueblo argentino,
clucción ele 100 en 1929 pasaron a 224 en 1937), tamb1én a ]o que constituye la razón misma de su existencia: su
el pequeño comercio era arrasado por el comercio mono- derecho a pelear sin cuartel por la liberación económica
nacional.
polista en cadena ( G.D.A., Panificación, Modart, La Ne-
gra, Fabri Venta) . Los monopolistas y grandes terratenientes -pensan-
do en, defender y acrecentar sus privilegios tan consubs-
Aunque el proceso ele monopolización tendía a ser tanciados con los imperios de J ohn Bull y el Tío Sam, y
ampliado por los grandes consorcios a la esfera agrope- no en salvar de los horrores de la tiranía nazifascista a
cuaria, quedaba en pie el monopolio ele las tierras por las un pueblo que despreciaban- se sintieron poseídos de
familias que constituían la olig::¡rquía terrateniente ar" golpe del genio democrático de Robespierre, y cuando los
gentina, muchas de ellas salvadas de la ruina antes por rusos entraron en el combate, hasta de una insospechada
medio de la hipoteca y durante el gobierno del general y nunca vista admiración y solidaridad hacia los comunis-
Justo a través del Instituto Moviliz¡¡clor, porque e! Estado tas. Muchos entraron en el remolino sin poder zafarse
liberal y neoliberal ha sido el mayor enemigo de la refor- más. Al término de la contienda mundial, al aflorar con
ma agraria y ele la entrega de los campos a productores renovada pujanza el problema nacional argentino, la cla-
directos. Calculábase en 200 millones de pesos, es decir, se obrera comprendió que nada podía esperar de los par-
en un tercio de la cosecha normal, la parte que el grupo tidos y de los dirigentes que con tanta facilidad habían
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482 RODOLFO PUIGGRÓS

perdido el rumbo, seducidos por la sirena del imperialis-


mo. Y desde entonces busca algo nuevo, sano, incontami-
nado, que encontrará levantando sobre las ruinas del
Estado liberal, vehículo del capitalismo monopolista ex•
tranjero, el Estado de la liberación nacional.
Turde'ra, díciembre 1955-febrero 1956.

IN DICE
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I.- Del desarrollo como resultado de causas internas 9


11.- De la soberanía política sin organización nacional 17
111.- De la organización nacional sin independencia
económica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
IV. .,.._. De la independencia económica y ·la justicia social 37
V.- Del Estado en la organización nacional . . • . • . • 49
VI.- De las causas internas de la Revolución del 90 . . 59
VII.- También los partidos nacen, viven y mueren . • . • 71
VIII. - De cómo la oligarquía se adapta a las circuns-
tancias •.......•....•......•.•......... · ..• 87
4>"IX.- Las dos tácticas en la política nacional ...... . ~"ftt
X. -La oligarquía hace su acto de contrición ...... . 107, F
XI.- Yrigoyen y el Estado liberal burgués ......... . 119 ~
XU.-El gobierno de Hipólito Yrigoyen ............ . 127 t
XIII.- La obra de Hipólito Yrigoyen •.. •... . . . . . . . . . 139
XIV.- De la política proimperialista del Partido So-·<
cialista . . . • •. . •• . . . . . . . •. . . . . . • . . . . . . . . • . . . 149 \
XV.- De cómo el socialismo educó al pueblo ......... , 159 1 ''-l
XVI.- De cómo nació el Partido Comunista Argentino . , 167 ./ ,_¡
XVII.-Llaman "fascista" aHipólito Yrigoyen ........ 177 l
XVIII.- La consigna metafísica de los Hsoviets" • . . . . . . . 187
XIX.- La señora pequeña burguesía • • . . . . • . . . . . . . . . . 195
__..XX.- El ucontubernio" . . . . . • • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205 '
· XXI.- El poder de los grandes ganaderos . . . . . . . . . . . . 216~\
XXII.-Los chacareros y los partidos políticos ........ 238·ln
XXIII.- De cómo la clase obrera argentina busca siempre ·1

su unidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249 ~
XXIV.- De cómo se desarrolló ]a industria nacional . . . . 265 }
XXV.- De la crisis del liberalismo económico y polítí-
co en 19,30 ...•.......... ., . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281
XXVI.- De cómo se interpretó el golpe uriburista . . . . . 297
XXVII.- La conspiración del liberalismo •.....•..•..... 309
XXVIII.- Las coaliciones políticas después de 1980 ...... . 319
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XXIX.- ¿Debe aliarse el proletariado con la burguesía na-


cional? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 329
XXX.- Las recetas del neoliberalismo . . . . . . . . . . . . . • . . 343
XXXI.- El monopolio Jel transporte ................ ."" 355
XXXII.- Petróleo y electricidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 367
XXXIII.- De nuevo el problema de las carnes . . . . . . . . . . . . 383
XXXIV.- El radicalismo en el juego imperialista . . . . . . . 401
XXXV.- Izquierdismo y sectarismo .................... t 413
XXXVI.- Antiimperialismo de palabra e imperialisn10 en
Jos hechos ................................. . 431
XXXVII. - Un viraje en la línea ............•.......•... 441
XXXVIII.- De los resultados de los cambio~ tácticos 449
'"\ XXXIX.- Las elecciones del 5 de setiembre de 1937 457
XL.- La Argentina en vísperas de la segunda guena
"mundial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 465

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