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RODOLFO PUIGGROS
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EDITORIAL
ARGUMENTOS
BUENOS AIRES
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Obsenrernos, además, que la ruptura de las colonias políticas y los n1ovimientos sociales~ que influyen co1no
americanas con España -la independencia política- tie~ causas externas co:n. la intensidad que pueden hacerlo po1· ~'
ne lugar cuando la causa externa no puede continuar ac- intermedio de las causas internas. Su influencia varía al
tuando sobre América por intermedio de las causas inter- infinito, pero sólo es notabl~:cuando origina cambios en sl -~if
nas, o sea, cuando la política y la economía hispánica~ se '·' desarrollo social. l\{uchas ve'Ces la causa externa no reper-
hacen totalmente incomnatibles con las necesidades de cute más que en círculos intelectuales, en grupos ais!ados,
desarrollo de la política ·Y la economía de nuestro conti- en algunos individuos, sin producir cambios en la socwdad.
nente. Da la impresión, en estos casos, de tener enorn1e Tesona~-
Digamos, por último, que si Gran Bretaña comenzó a cia, pero en realidad no deja más que una estela que pronto
ejercer, desde con1ienzos del siglo pasado, una influencia -se pierde en el espacio. . . .
creciente en la polític~ y la econon1ía de la Argentina, lo No ha habido acontecimiento de tanta 1nfluencut Y
pudo hacer porque encontró, en el orden interno de nuestro que haya producido tantos cambios como la revolución r~1sa
país, la base favorable prepaTada para que fuera posible de 1917. El mundo entero fué sacudido de raíz. Una
su penetración. nueva era comenzó en la historia de la hu1nanidad. Para
La revolución francesa del siglo XVIII tuvo reper- 1<1 revolución rusa también vale lo que hen1os dicho sobre
cusión universal. Sin embargo, sus consecuencias variaron causa interna v causa externa, base y condición, autodes-
notablemente, de acuerdo al grado de recepción y asimi- an·ollo e influ;ncia exterior. Los extremistas de derecha
lación de los distintos pueblos. Los alemanes, los austríacos niegan (y, a la vez, tratan de impedir) quet corno causa
y los italianos se sintieron profundarDente conmovidos por externa, deba necesariamente encontrar, a corto o largo
la Convención francesa y las guerras napoleónicas. Pue- p]azo, sus bases receptivas en todos los países; mientras
blos que, como escribía románticamente Stendhal, "se abu- q_ue los extremistas de izquierda (los dogmáticos. los se~
rrían desde hacía cien años", se inflamaron de heroísmo y tarios, los formalistas) no ven que su influencia em.ancl-
espíritu de con1bate. Tmnbién esos históricos aconteci- padora únicamente puede expresarse por intermedw ¿e
mientos influyeron en la colonia del Río de 1a Plata, lo que las causas internas de cada país. Los primeros hablan ael
de ningún 1nodo significa que nuestra revolución de l\1ayo "uro de lVIoscú", de ' las consignas de ñíoscú"; los segun-
1
fuese un calco o simple eco de la francesa. Pudo esta ser dos todo lo esperan de l\1:oscú, como si 1a causa e~ternD:
una de las- causas externas de los cmnbios que se produ- pudiese obra::.~ por sí n1isn1a, milagrosamente. Res.ulta as1
jeron entre nosotros -junto con la revolución industrial confirn1ado el viejo adagio que los extreTtWs se tocan.
inglesa, la independencia de Estados Unidos y la g-uerra La razón principal de la cristalización de los parti-
de liberación nacional española-, porque encontró una dos Socialista y Con1unista de la Argentina en el estado
base interna receptiva. En aquellas sociedades sin tal de secta radica en aue nunca fueron capaces de asociar las
base receptiva -sin tal conexió~'1 de su autodesarrollo con ca.usas externas ce~ las causas internas, ni hacer que las
la causa externa- la revolución francesa pasó de largo, C<tusas externas actuaran a través de las causas internas,
sin rozar ni la epidern1is. Su influencia estuvo, pues1 con- ni aue el socialisn1o se realizara partiendo de las condi-
dicionada al grado de receptividad de la base interna de cimles concretas del desarrollo social argentino, ni entrar
cada zona social del planeta. en los grandes n1ovín1ientos de masas corno causas inter-
Lo mismo puede decirse de las revoluciones europeas nas para conducirlos hacia la liberación nacionr:l y_l~a em~n
de 1830 y 1848, de la Comuna de París y de otros cambios cloación social. La razón del triunfo de la revolucwn chn1a
externos que repercutieron en el mundo, en mayor o me- e~i:á, por el contrario) en que el n1arxisn1o, las enseñanzas
nor medida; así como de las ideas filosóficas~ las corrientes de la revolución rusa y de las luchas internacionales del
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~roletaria~d?,, Y las }Josiciones de1 comunisrrto n1undial, fue- gnnizar el golpe reaccionario, de la confusión creada por
: on absox b1aos y actuaron por intermedio de las basos 1ns llamadas "fuerzas democráticas", en torno al carácter
1nt~rna~, o _sea, del estado concreto de desarrollo de la ele l movimiento nacional de ¿nasas que se inicí4 en 1945.
soc1edaa
'"b . • ch1na
L y . de las luchas del TJl10blo l .. . "·h,· e no DO"~ su Derrotado militarmente, · desenmascarado ideológica-
n eracwn. o m1smo puede decirse en otra medfcfá d ' m;~nte como lo más reaccionario y antipopu1ar, e1 nazifas-
los
. , gr'ndes
~- "~ · n~ · · t os nacwnal-emancipadores
- 1DVIm1e~ · ' ~' e
de nues- cü~mo pertenecía al pasado y a lo externo, y sin embargo
tra e~oca{ -~n I!ldoc~Ina,_Ia India, los pueblos árabes. el imperia1isn:1o y las llamadas "fuerzas democráticas" in-
..._a~men e1 nazifascismo fué cansa externa para nues- sh;tían en presentarlo como causa interna de los grandes
tros pa1ses, pe:r? no causa externa de desarrollo, sino cau- · cambios económicos, políticos y socia1es de 1a Argentina
s~ e~~:erna q~w ten~ía a p~ralizar1os y, por lo tanto, causa del decenio 1945-1955, a los cuales, por asigna1 les ta1 ori-
4
extc! J1a que 11or pocha realizarse por intermedio de las cau- gen, les negaban su carácter popular, progresista y eman-
sas . nlternas.
1. t No pudo encontrar- el n"zif"~,.,:smo
e~ - . <1,;:,.._.1 11n a 1Jase cipador. Este empecinamiento en convertir una causa ex-
soc1::1 1n erna po:r ser e~ponente del imperialismo} 0 sea, terna muerta en una causa interna viva se explica por la
de 1:). ~puest2~ a~ des~rroll~ d~, los países coloniales y de- necesidad de las fuerzas sociales de la vieja Argentina de-
pen_cu;Dte~. rA_¡J;naS Sl COTISlgUlO reunir, además de algunos }J\:'.ndiente del imperialisn1o de defenderse de la irrupción
eSJ:?I~s,. a 1 e..J~lc~1os grupos de na.cionalistas desviados, que al primer plano de las fuerzas sociales de la nueva Ar-
t"bJ
quiSl€1011 bal1S1orn1ar
• .. en ca11_c:a
~._. 111te~no:~ 1,-, C'U" e"'"
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>i0ll1- gentina económicamente independiente, políticamente so-
pa !. e !co;1 la hberaci¿n y el desarto11~ del país. P~rque
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16 }:¡,ODOLFO PUIGGEÓS
dentro de Jos marcos del c:omita1isn1o ascendente en escala vincias y Buenos Aires, de la lucha entre unitarios y fe~
:n1undial. es decir dentro de~ los marcos de 1a. historia, v no
1 derales, de 1a deso1·ganización nacionaL
fuern de la historia. El autndesa:rro1Io puro, al margeñ de Berna:rdino Rivadavia es la demostración nuis acaba-
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de capital y la técnica eran tan incipientes que no alcan- m5noristas del interíor 1 contando con el apoyo de los jefes
zaban a unir a las diversas regiones a:rgentinas en un de los ejércitos de línea que quedaron después de las gue- ,..,.
todo sólido y armonioso. La separación económica entre rras de la Independencia y se deshicieron, después de la
países que tenían un origen común, hablaban el mismo gnerra con el Brasil, en luc\}:1. infructuosa cont:OO las mon- p
idioma, ocupaban territorios contiguos y poseían igua-l psi-·":: ..;, toneras. Adherían a los federales los caudillos de provin-
cología, obedecía al carácter precapitalista don1inante de cias, dueños de vidas y hiciendas, que representaban los
1as formas de producción e intercambio hel·edadas del co- intereses de los pequeños productores (ganaderos. agricu1-
loniaje. La falta de intereses económicos comunes explica to¡_·es y artesanos) y arrastraban a las masas a la guerra
1a división de América Española en diversas naciones y de m.ontoneras contra las pretensiones hegemónicas y mo-
tm11bién 1as luchas y guerras civiles que precedieron a la _J;c-polistas de los comerciantes de Buenos Aires y su puerto
organización separada de cada nación. A diferencia de ll1UC.O.
Eul'Opa Occidental, donde las nacio:nes se organizaron Los esfuerzos del cmnercio de Buenos Aires por su-
como Estados independientes al pasar del feudalisn1o al bordinar las distintas regiones del antiguo Virreinato de1
capitalismo; de Europa Oriental, donde en el mismo lJe- Hío de la Plata y constituir la nación bajo el cetro del
ríodo y con el predorninio todavía del feucüdisnw se cr8a- puerto único, datan del n1on1ento en que se dernunbó el
;_·on Estados 1nultinacionales (los írnperios rusos y austro- lTlrH10polio n1ercantil español; pero se estrellaron ante la
húngaro); y de los Estados UnidosJ que nacieron a la n:sistenda implacable de las regiones. La Provincia del
·vida independiente a1 rnisn1o tiempo que f.;e organü.:.aban :??raguay dió el prhner grito de desobediencia y proclamó
como nación en el proceso ascensional del capíta1isn10 1 la Ja idea de la federación. Le siguieron la Banda Oriental
aparición de Estados políticm:nente inde-¡Jendientes en y las provincias argentinas, erigiéndose en repúblicas in-
Ibero A:rnérica no coincidió con la organ~ización nacio- de pendientes.
nal y tuvo lugar con bases inmaduras para el autodesa- Las provincias, abandonadas a sus propias fuerzas 1
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1 24 RODOISO PUIGGRÓS
1
1 partido unit?:Tio (G) Esteban Echeverría, precursor de
o ck las provincias de pnTtícipa-¿ en la distribución de las
1 arriboS. haCía notar aue el nartido unitario carecía de bases rentas aduaneras, de establecer entre sí víncu1os econó-
' socia18s y era. "antiPático -por sus arranques soberbios de
exclusivismos y suprernacía", mientras que el partido fede-
nlicos y de unirse en una orgar.lización :nac.lonnJ.
Los doctrinarios y 1Y:'l~ticos posteriores~ a Ct:tseros
ral ..se apoya en las n1asas populares, y es la expresiórr: ..:. ( Alberdi, Sarmiento 1 Urqurza, lVIitre) estaban convencidos
genuina de sus instintosn. Echeven:ía con1prendió que el d..; que el autodesarro1lo absoluto no podia conducir a Ia
camino que conducía a la organización nacion~ü sobre bases 1\rgentina a su organización y a su unidad con1o 11ación
propias pasaba necesariamente por u la ci vilizac.ión euro- sz"lberana. Las bases internas eran demasiado débiles co-
pea", pero que debían1os recorrerlo con espíritu crítico y nw para detern1Ínar cambios acelerados en el desarrollo
afán de superación, sin dejarnos encandilar como los uni- sucial, sin el concurso en vasta escala de una causa exte-
tarios que todo lo esperaban del Viejo Mundo y sacrifi- rior que se concretaba en una poderosa inyección de bra-
Gaban los intereses sociales a los principios abstractos('). z,)s y capitales. La clave de la política que aplicaron los
El autor del "Dogn1a Socialista" intuyó que la organiza- organizadores de la Argentina post-rosista el:::itaba en 1o-
ción y el desarrollo de la sociedad argentina dependían grar que esa causa externa pudiese actuar po:r interme-
de causas internas y no de la mera acción principista o dio de las causas o bases internas existentes, cambiando
económica de causas externas. el run1bo de éstas y estableciendo una soberanía política
Por su complicidad con los intervencionistas anglo- :formal {jurídica) sostenida poi~ una organizaeión nacio-
franceses, por su aristocrático desdén de la "chusma'', por nal relativa (sin bases econÓmicas propias), que dieran
su desm:'lor a lo nacional, los unitarios l1ega1·on a des- seguras perspectivas de enriquecimiento al trabajo y al
prestigiarse por completo. Era una deshonra ser unitario capital importados.
en 1850. Rosas supo aprovechar ese desprestigio, tildando
de "salvajes unitariosjJ también a oposito1·es que no acep-
taban la responsabilidad de los errores del partido unita-
rio, ni se solidarizaban con sus ideas y sus hor.übres. Pero
el sistema,_,_rosista, que en nombre del federalisn1o suplantó
al inoperante gobierno unitario, era una cínica violación
de 1os pactos federales y de 1as aspiraciones federalistas
de las provincias, Rosas mantuvo a éstas desunidas entre
sí y combatió violentamente cualquier tentativa de alianza
o acuerdo entre todas o algunas de ellas, porque su polí-
tica se orientó en todo momento a someterlas a 1a tutela
del gobierno bonaerense, dueño del puerto único y usufruc-
tuario de hecho de las relaciones exteriores por cuenta de
provincias tratadas como menores de edad. El sistema ro-
sista llegó a ser incompatible con la necesidad imperiosa
III
DE LA ORGANIZACION NACIONAL SIN
INDEPENDENCIA ECONOMICA
hac.ia l'-11 tipo de organización :nacional que posibilitaba ., las restantes provincias r,grupadas en la Confeden-~- ,...~~
las inversiones inglesas. dón-, a:ates que aceptar la coparticipación de las provin-
Europa era para el N\1evo ]\fundo una promesa de cü-ls en el1.11anejo de ls_s la :rnoneda y l<}S relae-ioncs ,fi'
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32 RODOLFO PUIGGHÓS
entre la ATgentina y las ~taciones capitalistas rnás adelan- Eco, dec1·etada por el de lvíitr-e para ''s~tivar a1
tadas les impedía veT otra salida,>~ p<-"tisn y conf'on:12.:r a ;_Ll,~:O e:Xh;·ún{enis, se basab.o"i
La Constitución de 1853 dejaba abierto un boquetey en la venüt del del Oeste a los inglese;:._, uu
5
por el cual los gobernantes de la provincia de Buenos Ai- em_préstito de 4 nlilloEes d'2i'· pesos fuertes y e1 Ten::.ate de
res, separada de la Confederación, introdujeron ttna cuña tierras públicas.
que destrozó el Pacto Federal entre las provincias. J\fás Dentro del juego del im.perialisrno n:1ciente estaba la
c¡ne en la suerte variable de las armas (batallas de Cepeda subordinación del Paraguay, la soberbia pnwincia del
y Pavón), los gobernantes bonaerenses confiaban su vic- antiguo Virreinato del Río de la Plata, que había sido la
toria en la imposibilidad de las provincias de gobernarse primera en dar el llanuulo a la :federación y seguía siendo
sin disponer del puerto único.>-:La ciudad de Buenos Aires - inc:.itante permanente a la rebelión de los caudil1os contra
era la llave económica y política del país, y el gobierno los poderes centrales. La guerra de la 'T-riple Alianza fué
de la Confederación tuvo que entregarse, ahogado econó- Ulia de las pri:meras expresiones de la pollik.a agresiva
n1icamente y anarquizado políticmnenté>( Los gobernantes del in1pH·ia1isn1o capitalista, a través del son1etimiento
de la provincia de Buenos Aires aceptaron y juraron enton- de tres gobiernos lanznclos al aniquilamiento de un cuarto
ces la Constitución de 1853, pero deformando el Pacto rebelde. John Bull abatió n la Patria de los López po1·
Federal, al subordinar en lo econón1ico, lo político y lo 111:mo§ ajenas.
psicológico las provincias a los intereses del puerto que Sin embargoj la causa interna nunca dejó de s2r de-
seguía siendo, con algunas lin1itaciones, propiedad de la te1.·n1inante. ·,Para 1Jenetrar y dorninar, el capib:tl extran-·
provincia rebelde y donlinante. jera tuvo que vaféi·se del cor11ercio centralizadt; en 1a
~a ?poca (1862-1880) coincidía con el creciente in- ciudad de Buenos Aires y ele los terratenientes de la p1_.0-·
terés de Inglaterra y·- Francia por los asuntos del Plata, vincía del n1Ísn1o non1bre :,_/productores de los únicos ar-·
interés -fonwntado por dos circunstancias: las garantías tkulos de exportación) qÚe no aceptaban el pado :ferl.eral
J
que la Constitución de 1853 y el gobierno nacional daban y d equilibrio de1 poder entre las provincins):::Pd fede-ra--
a las inversiones del capital extranjero, y las primeras lizarse su ciudad en 1880 y pasar a ser la capital de las
:manifestaciones de la faz in1perialista del capitalismo, con catorce provincias, la oligarquía portcfü:. se independizó
el desarrollo del capital financie~·o y la aparición de los en cierta medida de los intereses donünantes en la 1n·o-
cartels. La causa e::derna cmnenzaba a hallar bases in- vincia de Buenos ..A_ü·cs, ~tliándose ;,T pactando cvn gl·upos'
ter_qas par2 aCtUái~ 'SOOi·-e· la soeii::dad argenÜn"a, pero para oligárquicos de terratenientes que levant:::n·on en el inte-·
apoyarse en ellas tenía Gne barrer las resistencias que le ri,lr clete:tminadas industrias (ingenios de Tucutnán, Sal-
oponían -no solarn€nte laS forn1as precapitalistas de pro- ta y Jujuy; bodegueros de l\IendOzri y Sün Juan; obraje-
dúcc.ión e in~~~cambi? y , sus .sorr:spond_ien:tes supere~ ros y yerbateros del noreste) y dieron orig·en a un nuevo
tructuras pohhcas;, s1no LanÜJlen m naciente tendencia tipo de caudillos: "ci1.,-ilizadosn, burgueses (es decir, ex-
al autodesarrollo capitalista que se traducía en ferroc<.l- plotadores del tntbo_jo asalariado), ---éci'Í11placientes con el
rriles, frigoríficos, manufacturas y otras empresas de capital extranjero que 1os hizo n1illona:t'ios. Avellaneda
origen argentino. El grito de 1nuerte a los caudillos - y Ro~a (1871-J88G) ,_los dos provincianos, fueron los hom-
Cuando no se dejaban corromper o smneter- iba acom- bres' de esa alianza.fJ:-=:n las postrin1erías de la presidencia
pañado de la rendición incondicional de aquellas inicia- del primero se aprobaron las prirneras leyes y disposic.io-
tivas criollas que pudieran significar obstáculo a la clorni- nes proteccionistas de esas 1nanufacturas 1ocales y de la
-:nación del capital extranjero. La conversión del papel agricultura, que no lesionaban los intereses de los inver-
n1oneda, al tipo de 26 pesos papel por peso fuerte n1etá- sores extranjeros Y~ por el contrario, los favorecían.
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S?ría equivocado. supone~ qu; la_ .es~ructurrc e_:onóm~ 1Ftc.ionn.1ista coinciden en el error cuando ignoran, secta- ~'
co-socwJ ele la .i-?..rgentEla se ae!apto a les lDtETeses clel capi- l·;amente1 la existencia de una conciencia de liberación
tal extranjero y de los grandes terratenim-:;.t:es de 1nodo :n- .::-ion:-1.1 que ellas dividen ~on sus p:rejuicios y limitacio- Jf
obsohtto.r:_Du:rante rnucl1os aii.os, el i::afantilir:;n1o iz~tLlie,r Jl:;;), Porque si e-n los seudotornunistas queda corno resabio
dista h~ difundido la idea de que Euestro pals }Jertlió toda d'·l pasado la idea de que lo nacional (la causa interna)
personalidad y pasó a seT -dü·igido corno simple colonia }Ji) es rnás que el reflejo de lo internacional (la c2.usa
o fact.orfa de las pob.::r1cias impeTíalistas, coincidiendo con e:-...terna), en los seudonac.ionalistüs hay una asin1i1ación
los Yosistas que llegan a igual conclusión soiYi'B 1a Argen- ci_,-: 1o nacional a lo reaccionario que }os aleja del rlesarrollo
tina poSterior a Caseros/Tras rm p1ani.r:::.::r:::nie:r::;_to tan mecá- :wcial argentino y Ueva a un callejón sín salida, o lo
~~~~~T~~~8~~;1~'B~2~t;:ap!~~~~~~~~1~~~1t~t~t;i~;~~s~~l~-;~~l~a ~!~~~~~
, a claudicar ante el irnperialismo, como Chang
en China. Unos y otros, con :sus posiciones extre-
11
nal y ]a lJenet:ració::.l irnperialistaY· N o se ve que sien:1p:re m 1s? dejan el ca.rnpo 1ibTe a los '"den16cratas y 'óliberales!'
l::t causa externa ha terüdo crue aetum: ·oor inter:rnedio de q1 e se ernbanderan eon la causa externa, con la causa del
]a causa i:nternRJ y que cw:n1do se aceTc-f-Lla lr, re:netración j_r1rcrialismo, por intern1edio cie ]as bases internas rea.c·-
y la. deforrnación del in1peTialis1no eJ.~ 1a estructura econó- ,,-;, en nombl'e de la "libertad" y la "den:wcracia."
nüec-social a:cgenttna, se _c-:_ce:ntú_a tarD~;:lén l2 respuesta er a}¡stracto, en norübre de un "mundo lihre~ para los 7
epopeya de la Reconquista y le. Defensa ele Bnenos Aires 1 b~o~::.e de los cambios sodales y el segundo cmr1pTtmde que
. • 1 . • .. . •. . . '
de c.omwnzos ere Slglo pasaao se repn:e en nLtestra rnstona ¡ 1n cansa exte:rna n1ás avanzada, 1a causa n1unflial de 1a
en nuevas condiciones y a. más a1to niveL ~·--·e· li1 'ernción nacional de ]os pueblos y de 1a emanC-ipación
La estr.uc:tura_.econón1iCchsocb. LP-e_.1.EL_ . A.rg.~~J1til1a Jg~_ sn.:::.icd (1el proletariado, es 1a condición lXil"a nuestro pTopio
d~fo~á11U.da. dí:;_ 1TI.a11Bl'<1_.:re1~lti.v~._ u_q;c.el_llnpe.rialisn1Q. extrq,n:-:._ desarrollo nacional, la victoria, es inevitable..
j8ro:· vá1é_ .c1eéir.,·_· te_1J.i~~idq.'.-_5iii.~. ]lª.~E:.L_ ec;n~esi.o~1es_. al _fl.ut.~b.
desa:á~UO ~-á.CiCróáT_;ihiistª_fqlne_ntán.d_Ü}o hasta cierto pun-
tü... El td-iZadcr t16 JóS féi:rocá.ri~ües:·~que Se da co'mo ejein.p1o
Üpico de la adaptación de toda nuestra econom-ía agrope-
cuaria a las necesidades de alimentos y r..1.aterias prln1as
de Inglaterra., no debe ocultar l::t aparición del prole.ta:riado
del riel, el fo:mento de 1a agricultura y 1a industria Eviana~
1a división social del trabajo y e1 acercamieEto e11tre las
.. provincias para sellar la unidad 112:.cional.
r: La organizaC-ión nacional se gestó sobre la b2.se de la
IV
DE LA INDEPENDENCIA ECONOl\liCA
Y LA JUSTICIA SOCIAL
cretara en la vida h idea preestablecida de Jo. :nac1011 había a) la línea que lo mantiene dentro de la esfera de
qu.c acudir necesarian1ente a una fuer-te in_fluencia de la !\ependencia de causas externas (el imperialismo) qüe in- ~'
causa externa más avanzada y progresista. :L,a gTan des- Jluyen por intennedio de causas internas (las clases socia-
ig;ualdad de desarrollo entre las causas internas y la causa )es que viven del imperialismo y representan foTn1as de '!/
externrt no pennitió alcanz.a1· de golpe o a corto ~plazo 'B1 1n·oducción cada día más f1)al~asitarias), y ,
objetivo buscado. De ahí que el capitalisrno se arrasb:-a:ra b) la línea que lo conduce nl autodesar:ro1lo de- cau-
en 1a Argentina, durante la prin1et·a rnitad del siglo nasa- ;;;as internaS '(las clases sociales que crecen con el creci-
do~ con1o capitalismo de factol'ía, cmno apéndice com8rcial :niento del capitalismo nacional: la burguesía y el proie-
de lnglaterrn. Las mei~caderías inglesas que il;.tmdr~ron el 1_ariado) en oposición a los n1m1opolios extranjeros -y sin
}J[tis desde 1809, inc1uída Ja época de Rosas, desb·uyeron f:xcluü· la influencia de causas externas {inve;.~sim--;es del
' z ' ¡ ·~ ~, . -, 1
u~s, iorma~ ce.~. proc uccwn. y las rel~~lones. o.~ Cl~Se coÁo-
1 e,apital extranjero] intercambio con1ercial, etc.) condicio-
11Irt;es. y ~~c111taron, ~n .c~1er~a n1edl.c_a e nlchre~tarcente~ nadas a aquel autodesarrollo.
b :ronnac.wn y ac.nrnluacwn üe los pr:u:neros can1tales ::ua- , A las_ dos líneas de desarrollo corresponden dos po-
1 mundo entero y envolvió en ella a 1a A1·gentina, absor- del imperialismo inglés y los oligarcas ·vacunos dm11inó }a
biendo al primer ferrocarril, construído con capitales re- }Jolítica del país. Los con1ercümtes in1portadores, depen-
unidos por un grulJO de con1erciantes de Buenos Aires. Los dientes de 1a industria ingleSa de exDortaci6n, defendían
1 fe:¡_·rocarriles eran, a su vez, la prolongación terrestre de ht continuidad de tal estado de cosas -Y hallabaü eco en e1
1a flota mercante inglEsa, 1a cual actuaba co1no apéndice T'ersistente librecan1bisn1o de "'La Prensan y "La _ }-J_~~~ón"
1 de la gran industria n1ecanizada. cuvos artículos distribuía ) en la propagánda de políticoS conservadores, ~r-a:di'é.3Jes
por el mundo. Cuando al ternlba{ el siglo, los ingleses y socialistas. Una cáfila de abogados y funcionarios mel·-
instalaron sus frigQríficos -~haciéndose cargo de] primer bJnarios, que se introducían en las esferas ofida1es, desde
1
establecimiento de eSá. naturaleza que, cmno el p1·hner h Casa Rosada hasta la Sunre:n.1a Corte de Justicia, siem-
!
¡
ferrocarril, había sido fundado co:n capitales argentinos-
se cerró el}Jroceso que co1ocaba a1 país dentro de 1a órbita
pre tenía a mano a1·gume21t"Os constitucionales p.rn·a j usH-
ficar el acogotamiento de la Argentina por e1 imperia1is-
' del imperialismo b1~itánico. A los Ídgoríficos precedió el 1ilO inglés. El respeto a la ley, cuando se enfoca en abs-
111estizaje del ganado criollo y el Tefinamiento de las razas, i racto, es decir, al n18.-rg·en de la autodeterininación nacio-
r'nedia.nte la hnportación de ejen1plares vacunos, ovinos y nal -superior a la ley 111isn1a- o de los de-rechos clei pue-
porcinos, cuya carne respondía a las exigencias del deli- blo ~también superiores y 1o.s únicos justifí(:.aLivos de 1a
cado paladar inglés. se traduce en las triq_uiüuelas de los abogados de
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i
1 42 RODOLFO PUIGGEÓS H_ISTORIA CRÍTIC/l._ DE LOS PA.RTIDOS POLÍTICOS 43
1
! las causas de las clases donünantes 1 que son, en países lios extranjeros en materia de transportes, comercio ex-~·'""'
i dependientes y coloniales, las causas del imperialismo y terior, en1préstitos, bancos~ energía y gran industria (1~). ""
de sus servidores internos. -tLa segun4a polítiC-a .-:--o línea de desa:r:qpllo- suygió ~
·. -~
1;;¡ ~_Lerrocarn·¡ y -la mecam.zacw:nl
. -- .
Introducidos pon, el como re<iCcióii--de ·1as cáuS'IhS internas mismas·, en busca dE(
i:mperialis1no inglés, favon~ci2ron el rápido desirrollo 'd~ .:.:aminos propios, independientes, frente a 1a influencia
dos ilnportantes industrias regionales: 1a azucarera en deforman te y deprimente de las causas externas;-· El impe-
Tucmnán y ]a vi~iyil}_ic()la en IVIendoza y SaTI '"'Jli8~n.-. Cm> rialismo inglés,, al construir ferrocarriles, instalar frigo-
'"'1~ lefl">1
1"'" .~la ue
.&a~~ ~·: ~a n
-' 1a prime_~_ · ' · ~ rnecarnca
· -.. sra.~acwn "' · ~ 111erro
ue 1 · - ríficos, introducir n1áqui:nas, transplantar la técnica y fi-
para los ingenios (fabricada en IAverpool) y del n:dmer n;:mc.iar en1presas/obteniendo su_perganancias y explotando
ferrocarril, ambos en 1876, la industria azucarera tucu- 1 los habitr~:ntes del paísJ puso necesariamente en rnovi-
1 mana eobró un acelerado incrernento; y con 1a impor- micnto las fuerzas nroductivas n.acionales v d-ió la -oartida
tación de cepas francesas y la inauguración de Ja vía fé- de n:::tcüniento a la ~lase obrera argentina, 'int~grac12. ta;to
l7en, en 1881r la industTia 'Vitíviníco1a mendocina Tecibió f'Ol' inmig1·antes como por criollos. ar:;:·a:ncados de la vida
1 rm extraordinaTio ilnpulsG'·(n). Fonnáronse olif;·a:rauías :pastoril o de la pequeña producción easera y artesanal de
regionales que monopolizaron la prod12cción y el cor!l~rcio las provincias interiores. ~"
1 del azúcar y el vino, controlando }os y las bode-
gas, a través de inversiones y p:résü:"mos bancarios ci_e1
LR gran eor:riente inmigratoria de fines del s1g10 pa-
,c:ado y con1ienzos del presente se distribuyó entre la ciu-
capital Ílnpel'Íalista.:"Esas oligarquías, ademf:s de financiar dad y el eampo de 1a zona litoral, y en menor n1ecUda 111ás
y dominar a los partidos 1oca10S, ·se unieron r~ la oligarquía n.l interior del país. Parte de los inn1igrantes coloniz.aron
vacuna, en }a subordinación de ]a Argentina a los dicb:- ]a zona agrícoh~, rad:tdil1c1"os~- ·c01~-o_ arr2nc1atJ,rios y peque-
dos de Ia banca y de las empresas británicas/La ciud2.d ñOS y medianos propietal:_i_oQ_,_ de_ entre los ¡:uales algunos
Jetra n1uerta en la Carta Constitucional de 1853) pue;to Seria equivocado suponer q_nt'. el pri:mer fe:rroc:::rrril y
que :no tardó en ser violado 11-0r e1 unitaris::mo de los 1Jresi- el primer frigorífico fueron rr1anifestaciones aisladas y
dentes de la República y d.e los partidos ofidalistas. 1-Iubo únicas del capitalism.o nacional después de 1853. La lucha
una verdadera. restauración unitar·ia sob:re nuevas bases~ entre el capital nacional y el capital imperialista se plan-
sobre 1as bases de una doctTina liberal que se esforzalm teó desde un comienzo en una esfera más aDlD1ia.\El - L.,---·"
ca,.x_áC.:-~ ...
en orientar las eausas internas haeia 1a fÜ:rm.aeión de una
__.L\rgentina agrícola-ganadera, depencUente de Jos monopo- 1
(12) Ing:enieTos no comprendió la importancia del proteccio-
;.,_-¡smo y la industTiaFz;:tción. Bajo el inflnjo de sn liberalismo a ul-
tl·¡mza no avaloró la trascendencia de los gérmenes de capitalismo
<lacional que se desarrollaban a fines del slg·lo pasado. Decía, al
(1 1 [ De:'1de 1876 a 1895 se instalaron en los jngenios tucu- -~'efcrirse al período 1880- 1900: "Toda política favorable a Jos ÜJ-
nwnos ;::.8D :;_-not:orcs con 10.043 caballos de fue:·za v la producció" teJ-ct:es del capitalismo mH~iente ( qc1e es una pequeña rninm·ía) }-¡_¡¡,
:-1~ a~f<car p~3,~Ó" dt;:, 1.200 to~w_ladas ;;n !874, a u.obo en 1880 y ~ 3tdo un proteccionismo de especulación sobre la econornia del tr::c-
.ltJ1.G;0, en .LiJO l. La supsrf1cte eulbvaaa de -vii1a en J'Hendoza au- bajo social, pues las verc1adE':t·:J.s fuentes de riquezas son leo agri-
:me:nto cie 100 hectár·eas en 1876, a 3.500 en l881 y z,_ 38.000 en 1009. r~ultnra y la ganaderü:.''. Socio!<:q-fa LÍTgcntina, op, cit., p. G3.
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:~~!i~~~!~JF1~~:1!!~t~i~~}J~~~ir~~~¿¡ri~~i~\~~t;¡~~-{~~~
to Galleg-os) 1 co-2 dirsctorio e21 I_.,ondres) un 3 ''"'
arrollo del capit9-liE¡1nq pacional. En fos bancos se movili- tal de $ 3.000.000 y 11 ~.{_¡ de dividendo.
zan los grandes intereses del capital extranjero y se con- 5, Pouular Italiano. fundado eH 1898, con un capital
" - •_¡_ d ¡· ; ~ i o-< ''O"
~" ..LOl.V , üe '
centran y movilizan los ahorros de los productores directos 1' ]lffiha o, rea_1zano.ose <? ·u y una gananc1a
(principaln1ente de los agricultores, comerciantes e inmi- $ 1.122,92.
grantes extranjeros). En 1900 había en la Arg-entina tres C) Los ba-n. cos 'rt-aáo·na-les:
líneas de bancos : 1. N2.Ción Argentina; fU-ndado en 1891, con un capital
A) Los ba-1~.cos d'iT0cta.Jne-rde dependientes d-el capital ex- autorizado por ley N9 28c.:-1-1 de 50 1nilloncs de pesos e
tra.:t'I-{ero: - integrado en su 1nayor parte por el gobierno, y un
l. Londres y Río de la Plata, fundado en 1862, con di~ directorio non1brado por el Pode-:c Ejecutivo con
rectorio en Londres, un carJiteJ subscrinto de libras acuerdo del Senado.
1.500.000 y 20 ';!S de dividei"Elo. - "-'• Hipotecario Nacional, fundado en 1386, eon una emi-
2. Londl'es y BrasÜ, fundado en 1862, con directorio en sión de cédulas lUtcioDales de $ 124.225.400 papel Y
Londres, un capital subscripto de J:: 1.500.000 y 14 % S 20.000.000 oro. '
de dividendo. u. H. 1po:-eca:rw
o . .;. . üG
1 1a p rov1ncu1 1 T]l f ' l'
·. . ce _Luenos r,..n·es, "UllL<:o-
A. •
3. Anglo-Argentino, fundado en 1889, con directorio en do en 1871, con una en1isión de cédulas provincia1es
Londres, un capital subscripto de ;t 450.000 y 5 j'á de de S 150.015.729 papel.
dividendo para 1893-1890. 4. La ·Acumulativa (Sociedad l\~1utua de Ahorros), con
4. Británico de .~.Ll_,_m_érica del Stn\ :fundado en 1863, con un capital autorizado de $ 1.000.000, fundada en ju-
direetodo en Londres, con un capital subscripto de lio de 1899.
~ 1.000.000 y 6 % de dividendo. 5. El Ahorro ñlutuo (La Bola de Nieve), :fundado en
5. Tarapacá and London Bank LhYdted, :fundado en febrero de 1899J con un capital autorizado de 200.000
1888 para el corr1erdo en Chile y sur argentino (Puer- pesos.
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6. 1.1a~ía ~Bl;::~n~o?'"' ft;I~dado~ en 18,89, __con yn capital re~1~- l'i o está de rnás insistir en la ex1s:enc1a de una eon-
zauo ue ~ 4 ±b.80u, sede en Bah1a Blanca y un dlvl-
1 ntdicción creciente entre el capital nacional ~'{ e1 capital
clendo repartido del 5 ;;{; en 1898. :;_;:·~1~rialista E·xtranjero, por cuanto se suele ignorarla y
7. Del Cornercio, :fund;;u1o en un capital reali- sóh ver la penetración i:n1.¡BeriaJisb-1 en un p.:Í:ís que no
zado de S 4.834.000 v una de $ -278:012;29-'' tP';(li'ín c1cfen:::as en sus bases eco:nó:rrdcas inte::-:nas o q_¡_1e
en e1 eje1:cicio 1898-9;3. b:: í1e2a.1TOl1aría posterionnente. De tal error resultan
R Cmnpañia Nacional de P--'-hoTros, fundada en agosto
c. C7>,:-tu_'crndones peligrosas como la de crrracteriz2..r a todo
de 1899, con u:n capital autorizado de $ 500.000. l-i? ':·tL~o Lurgué8 'J reqm=-~fio-burgués COTI10 age:ncia del im-
9. Süciecbc1 de Crédito Ter1·itorial de Sa.nta Fe, funda- li:C:''it1li.smo, a todo carnbio ele gobierno con'!o n1a1úobra del
da en 188GJ con un cauital subscri1)t.o de ;~ 17 .ss-1.620 ~_irn periaJisn1o y a todo acto político como int1pin:uJo por el
7/ utilidades liquidas efe $ 193.490/73 en ei a~lo 1899. irnperialismo, sin tene2· en cnenta la incidencia de las cau-
10. JJirv;tecario de la Capital, :funclado en 1889, con un SJ..··~ internas.
capital subseripto de S 5.000.000 OTO, del cual se ha- E_ntre el capital nac:ional :y el capital extranjero hubo
bi.a realizaclo en 1900 el 40 jG, skmj-:Jre relaciones mutuas de acción y reaceión, coi-nci-
El Hogar Argentino, fundado en julio de 1899, con Üe11cia y oposición, que se reflejan en la política. 1Ia;i entTe
un capital 110111inal subseripto de S 6.000,000 y 2500 arnbos contra.diceíones, y po:r no verlas. o negarlas) los íz-
depositantes. qui_enlistas y seudo:marxistas nunca fueron capaces de
12. Popular Argentino, fundado en 1887) con un capital or enLarse ~m el lTiaren;_hgnLnn de los acontedmimltos.
subscripto de $ 2.287.900 y un dividendo total en do- Es cierto que; a esta altura de la historia, sería utó-
ce a.úos del 91 j0, o seaJ de $ % por año, tér- pi,·o suponer que el capital nr~cional 11egará a r:mp1antar
mino rnedio. al capital extranjero y crea;:' en la .rA1..rgentina una Dación
Además hn~r que contar 1os siguientes bancns en li- canita.iista independiex:tte, co1no lo fuero:n Inglaterra, :F'ran-
quidación: NacionaL de Ia P:rovincia de Buenos Ai:res, C.Ül, etc. Nuestra independencia econónüca nacional se al-
Agrícola Cmnercial del Río de le, Colonizador Na- canzará SliPE'iTando al cal;ita1isn.1o, en una etapa n1ás e1e-
cional, Comercial de La Plata, Constructor de La Plata, V2Üa, con la clase obrera en el poder; pero la línea que
Industrial ::l ConstYuctor, Nue\ro Banco Inglés de1 Río de- conduee a ese objetivo, la línea del autodesar:rollo de las
la Plata ~y Sud Amérieo.no; así corüo 1as sociedades ingle- e31lsas internas, no es la de una política exclusivan1ente
sas hipotecé!rias: "l-Te1v Zealand and River Plate La:nd obrera u obrerista, aunque la clase obrera sea la dirigente
I\Iortgnge Con1}X-my Lir:nitecr·, "River Plate Trust Loan y 1a que, en definitiva, la llevará a su triunfo final. Es una
and Agency Cornpany LimHed" y "Rh7er Plate and Ge- lír:ea que cmnpromete todos los sectores sociales (clase
nen::d Investmcnt Trust Con1pany Limiterf', las tres eon ob:-.'era, pequeüa burguesía y burguesía :naeional) que no
sed(~ en Londres. }Weden desarrollarse sin trabajar po:r la independencia
Otro índice lo dan las con1pañías de segu:ros, que- en ecnnórnica del país. Es una linea que combina la lucha por
1900 se Tepartía:n así: 20 argeütinas, 20 inglesas, 2 norte- la independencia económica :nacional co21 la lucha por 1a
americanas, 1 francesa, 1 alen1ana, 1 neozelandesa y 1
brasileña (1 3 ).
tll''l'S. De las diez eom11am~1S de ti·mn-ís.s solamente dos eran ye:;·-
dn,1enn11ente aTger~tin~,_s: el Rosarino del No_rte y la Rnr81 a Vapor
(B) I)dludo" de 1900. L<:1:o .::_e eTJ;¡nr-;sas fcr¡·o- de Rafael::L Había dos compc.ñías a:::g?.ntinas de luz, mvc aknunw,;
.,-iai'ias ····'··'·· del Oeste San- do~; inglesas y u:r:;r-.. norteamericana; cuatro arge11tinas de gas, tres
i.afcsino, a Bc;.ring Bl'O- i11glescts y una nortear:.J.el·icr~Da.
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EGDOLFO I-'UIGGI~ÓS
tino.
~~1~;~e~,':i;l~;~~l:tJ]IrE';1~o~~{~~~t~;e:i~,~~?[~~~F!~~~~·~~l
conferenCias, ni declaraba ilegales a partid.::>s políticos~
.J!f:rú.Jü,_ ·:·:rii_"ay_~;r~-ª':_(1~ los argentínos earecía de úia,riqs, üe
cm1ferenci§t?,s Y- de partidos políticos que la represe11taraii;
"tra?~<ido a. jJ1;z·o:~i~ Las causns inte:rnas siempTe_ }Jrev2:1e-cie:.. :~i bien sus altivas rebeldías y reivindieaciones se inn10i·ta-
~ - - - . . -- -- . -- -- - ------- -- ---- -
roü St1b_i_~ iJrirú3i~óios _y le;)l-es inspirados. en ca_11sas 0_Xtern.as · lizaban en f:1 poema ele ,Tosé Hern.6.ndez. Arriba estaban
,~qt~e no podían n1anifestarse por inten11edio de aqt1ellas~ Jos brnzos abiertos para recibir a todos los ho1nbres y 1os
¿tenía e1 Estado de--1862--el cá::·ácte;_· "l'epresentativon capit.ales del mundo; abajo estaban el cepo, el calabozo,
que le indicaba la Constitución de 1853? :os fortines~ los atropellos y los robos de tierras. Decíase
Es evidente aue todo Estado es "re})resontativo", has- que el criollo no tenía cónsul como el extranjero, pero tmn-
ta el :más autocT~tico 1 hasta el más n~1ipersona1, porque iJOCO tenía juez, ni 1egjs1ador, ni Ininistro, ni presidente
algo reiJresenta fuera de sí n1is:mo. en la sociedad que }o que se acordara de su existencia.
-- ':::_,.; '~ ~ Vl V"'t- i í ocz .0"'"' l<~'<:>'J''8'2~lta+-i'"'-0" en ose El Estado de 1862 estaba dispuesto a hacer cualquier
SOc~.- .. eue.~/:_-:-'_J. ;.,:-':.-:;_ -ac_,o ---""~-~--.-:"'gQ_"·---"'·"'-co --" .. --'-'-"i-'- _.>:J -'-~""' ,_,_,¡_ -
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G , -'
sentido genei·al,- pe~·g_ )l,Q_J~En~l:~sentab_a a1 pueblo; sino a_las concesión que facilitase las inversiones del capital extran-
1:nino:da.s oligá.Tquic;._as, ilush:-0.Q_€~S o no, que dominaban_ en jero, pero a la vez sacrificaba o se desentendía del des-
u.,; s6'Ciedac1 ... Si li- chiSlg;}nci6n cleT"iJi'e.Sfd2l\te- de- 1R Repú- :-:.rrollo del capital nac.ional en la esfera de 1a industl'ia.
't;,·
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5_2
(1:) Esos obreros üabajaban en cervecer-ías, ascn·adcl'OS, ( 1::) La vrimera sociedad de resistencia. conocida fuó 1ft
cmpinte_cí::Js E1ecánlCas, curtien~b;_·es, imp1·tmt~1s, fábrica~ de c~~a "Un'ún Tmogr1flc.l" (1878) que se fusiOltÓ con 1a "Tipogn1~ia
l'rillos iabón o-alletltas carruaJGS 1 muebles, cnocolate, c::--uzaclo, .ws~ Eonaei·t=nse·" de ayuda mutua. Luego se fundaron: la ''lnternacJo~
foros, 'I3:drill¿s~ fideos, ¿te. Ve Censo Nacional de 19LL VII, p. 1?. nal ele Carpint.cros,.EbmListas y _-\ne..xos" (1885),,.la, de panadorooi
"Son· los cientos de ob1·eros que em_plea Adrián Prat en la fabn- (1836), la de a1bafllles, la de smnbn:rel'Os, la de 1::pognuos a1uma-
cación de tejidos de lana y en su ·~intDl'er~a; es Berisso e~ .sus nes (1890), la "Fratenüdad" de n1aqninistas y f?g_uisü:s (18~7~,
saladeros, Bieckert en la cervecería, Zamb01n en talleres mecamcos etcétera. La primera huelga conocida fué la de los ttpograios (12\78)
y fundición, Dtuán con la fábl'ica de cigarripos, C~r~·ano con la que redamalJan la regula1·ización de un honnio qtw entonces con-
fáb1·ica de cal, que abren paso al progresl? m~ustnal _dando las cluía a la 1 de la madrugada.
condiciones para el sm·ginüento del proletanado". Faustmo J oyg~.: (ll.i) Faustino ,)ol·ge: "La,s pn:me,n.ts .(Fv·i~-i?·r~us, en cl,,c~rmpo
"La Asociación In-ternacional de 'l'n;,bajaclons en la A1·gentt.nw. obTeTo' 1 v "El ¡;¡·i-rneJ' proceso ¡;or a.soewcwn thmta. , en ·hue~JU
Revista "A rgumenios", diciem_bl'e 1938, N'1 2, págs. 170/17 '1. Algu- Re·vistn'',~ núme1·os 1 y 2 ele octubre y noviembre de 1934.
nas de esas fábricas fueron absorbidas posteriormente })Ol' mono- (l') "Re-visin Mu.-;ÓHica- A..rrw-ricwna", N~ 12t año III 1 31 de
:Polios extranjeros, como la cervecería Biecke1·t adquü·ida en 20 mi- julio de 1875, artknio de Victory y .Suárez.
llones de francos en 1889 por i!1glescs.
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En el dictan1en del fiscal que actuó sn la caFsa figu- tencin y apasionado cmnbate (1 8 ). Los anarquistas Tepe-
raban los propósitos de la Sección Argentina de }a "Aso- tían los conocidos argun1entos de Proudhon y Bakunin
ciación Internacional de Trabaiadores~': "combatir 1a fu- sobre la desaparición sin rnás trámite- del Estado, y 1os
nesta Asociación Internacional~ de los parásitos, es decir. li1arxistas se arreglaban COp:!O podían para e~p1icar una
la clase qne vive y goza del fzuto de- la tierrft y~de lá~· "eoría que conocían bastan-1:-é confusan1e11te. Unos y otros
industria, a expensas de aquellos que trabajan y sudan". se empeüaban en atraer a sus ideas respectivas a los explo-
Los asociados se obligaban a "rechazar todo gobierno que tados y oprimidos, sín hacer mayor diferencia entre obre-
no Bea e:manación de los trabajadores; que siendo el tra- l'ClS y artesanos, ni destacar e:l papel revolucionario del
bajador, el productor de todo lo que es útil y necesario pa- proletariado como clase. Tan1poco se esforzaban en estu-
ra la existencia y bienestar de Ia humanidad, debe tener diar y comprender el medio sOcial en que desenvolvían su
el deTecho de dictar 1as leyes que rijan ::o la sociedad uni- P-J'CÍÓn: no les interesaban la historia, la economia y la
versal". Para ser miembro se requería "la ca1idac1 de obre- p~)1ítica del país, a no ser para desprecia1'1as y denostarlas.
ro o presentar pruebas de sus vl:¡_·tudes cívicas o sociales, Confiaban en la hondad y en la justicia intrínsec.as de sus
exclnyer:do a los que viven del agiotaje, a los que perte- chctrinas y en su validez universal. No obstante sus lüni-
necen a una orden religiosa y a los que explotan cnsas de t;,_ciones teóricas, los anarquistas y r11arxistas de los albo-
juego o de prostitnc.ión 11 , ·debiendo los .aceDtados co1no t8- n:s del n1ovin1iento obrero argentino, pusieron los cilnien-
les "pron1over la unión y el bienestar de Ía cJase obrera.; tos de la organización y diTigieron las prin1eras huelgas.
propagar }as doctrinas socialistas; combatir Ia tiranía) 1~e Su inf1uenc.ia no trascendía de los círculos de obreros i:mni-
chazar toda clase de gobierno que no en1a:r~e cl2 los traba- grantes y no llegaba a las n1asas de sufridos proletarios
jadores; y rechazar, por ú1thno, el egoíEmo, la avaricia, y empobrecidos can1pesinos crio11os. Tan1poco la dorada
el agiotaje, el libertinaje y Ja prostitución". "Era deber intelectualidad se interesaba por sus teorías, a Jas que
de .los socios sacrificarse por la er[L2.I1Cipación social de un calificaba a 1o sun1o de subproductos deleznables del Vie-
pueblo o de una fracción de pueblo que quiel'a sacudir el .h l\Tundo. E1 Estado no se daba por enterado de la pre-
yu,go ele una tiranía cualqnera, sea mercantil, religiosa o f:e:ncia en Buenos Aires y en R.osario de unos cuantos agita-
real''. (lores q_ _•e hablaban en francés) alemán, ita1ianc~ o es:pafio1
1
El juez! doctor Hudson, seguTa:mente. soTpTendido de castizo . y que desenvolvían su 2-dividad en pequeñas agru-
la novedad üe la doctrina y un tanto irnp:tesionado }Jür paciones de fanáticos. Ellos, a su vez~ se sentían a kiló-
los elevadoR propósitos que profesaban, di.ctó sentencia ab- Jnet.ros de distancia del Estado arg;:;:ntino, desarraigF.clos
solutoria de los once ciudad~',nos fundadores de la Sección \1e }as tradiciones, de la idiosincracia y de 1a2, pn::.ocupa-
Argentina de la "i:tsociación Internacio:nal de Trabajndo-
resn. El escepticis1no filosófico y el sensuaUsmo político ( J:B) "Los marxistas fu.el'on quiet:.cs EO sólo comcnzao·on hs
de 1a llarnada "generación del 80 11 no podían sentirse muy tareas orgaTJlzativas sino también quienes dotaron a la clase obrera
alarmados }Jor una prédic.a que sonaba a utopía en nuestro ;lel p.rin_1er periódico:"~'El Tra.l;aj,ad?r": d?1 cual apa1'e~inyn m~l,Y
n1edio poco más que rural. gn cambio, In aparición en el ]lOCos numeres. . . A ·· .B~l TrabaJ actor' S1gmerm'- una sen e c. e perw-
(ticos. En 1875 apareció "Le Revolutionaire", diYigido por S. Pou-
país de las ideas n1arxistas 110 dejó de preocupar tanto reille; e11 1879 "La Vanguardia", dirigida por Eduardo C:nnaüo;
a los patrones como a los anarquistas. quienes enviaron f~n este último año hace su aparición el primer ó:t:gano amn·quista
un delegado desde l\lontevideo con 1<:1 nüsión de ünpec1ir de que hay noticia, "El Descamisadon; en 1880, nace '¡El Perse-
que Jos "antoritarios 1Jevaran ade~mY~~e sus tsTeas.
1
'
guido", también anarquista; en 1882, "La Lr!.cha Oh::era", socia~
Jis±a; en 1883, "Le Proletalre", también sociali;:;ta; en l8SO, G. A_._
La polé1nica entre an2-rquistas y ma:rxistas se difundió Lallemant saca "El Obrero", deo OTlentac.ión ma1·xi::;ta''. Vei· artf,~;¡
en una ~;c:de de ele coTtos recursos, cfírnera exí.s~· ;o citado de Faustino J o1·gc.
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5G LOS F!\.P.'fiDOS
Es cierto que las revoluciones europeas de 183(} y 18L:í8~ viertan de acuerdo a1 interés de su poseedor. El otro pro-
habían causado profunda in1presión en 1a juventud intelec- blema que se prolonga desde entonces tiene su 1·aíz en c~l
tual argentina de sus épocas respectivas (1D)) pero las for- í livorcio insistente eutn~ Ia intelectualidad ( compl'endien-
maciones intelectuales que les siguie::::on, después de 18607 do1 en ella, a los políticos dirigentes) y el de,sarro1lo y
dejaron de pensar en los socialistas utópicos, en el 1\riani- Jos ca.n1bios en las bases internas de la sociedad arge:ntinD..
fiesto de Considél'a.nt o en las sublevaciones 1n·oletarias~
y si lo hacían era para advertir de 1os peligros de que el
Nuevo })/fundo se dejara llevar por lo que definían con1o
anormalidades y monstruosidades de la gastada sociedad
europea.
El programa liberal-burgués de 1853 excluía toda
tendencia a 1a socia1izaeión. La COTlcn.üsta de la ganancia
era la ley supre1na y el con1ún denol11inador de las liber-
tades y los derechos del individuo. El Estado quedaba
reducido a la función mlnin1a de asegurar a los inve-rsores
extranjeros los más elevados beneficios y a los poseedores
de las tierras 1a más rápida y alta valorización de las mis-
n1as. Le quedaba vedada cualquier intervencióny por pe-
queña que fuera, en la esfera de los sagrados intereses de
las empresas y de los particulares, a no ser para proteger-
los, lo que no quería decir que los gobernantes, los políticos
y los altos funcionarios no participaran, como individuos,
en los directorios de las compaüías extranjeras, o f\;_eTan
sus abogados y gestores, D se hicieran n1i1lonarios con la
nmltip1icación del valor de la tierra"
En esos años de la organización nacional surgen dos
problemas que serán materia de estudio en este libro. Uno
de ellos es el que plantea el carácter del Estado, puesto
que hasta hoy hay gente congelada en el remoto pasado
VI
mo se presenta cmno el Tesultado del i111pulso de las cau- En 111edio de- la orgía.. de 1nillones y de la exaltacwn
sas· intel'nas, o sea del autodesarrollo. Sin negar que las del nresidente J uárez Ce1man~ a quien se le atribuían vir-
1
causas internas sc:1 la base de los carnbios, es indudable tudt;-s 1nilcgrosas para n1ultiplicar la riqneza, la clase obre-
que en la ATgentina, como en los países de origen colonial, l;a dió el Drimer grito de alarma. El en1isionisn1o sin tasa
€1 nacimiento del CapitaliSTI10 se presenta con10 e} Tesul- trajo la desvalorización del papel moneda J~ la e~lida_ ver-
tado de una fuerte influencia e interferencia ele 1as causas tical del poder adqnisit.f\;o de los salariOs. }'~n 188~~
exten.1as. En nuestro libro "'De la Colonia a la Revolu- los (;breros de los talleres de Sola, del entonces Fel-:rocarrH
ción!] he1nos demostrado que el autodesarrollo de la socie- Sud, exigieron a la empl'e3~l, el pago de los salario,s en oro~
y como recibieran la negnti,;,;a IWr respuesÜly se dec.la1'a1'0l1
dad colonial estuvo condicionado por causas externas, sin
en livc.1aa Una re"FiÓll rP<':' lizada lJCl' los h•.telgnistas en
que por ello las causas internas dejaran de ser las deter-
minantes. 1~- Pia·;~""He~rera f~é--di~u:1i~~- a t:~Jf:~-os p~r ~o~ ,~J 0n~1~m:o~, 1
de]aéldo e1 tendal cte hennos y Le\ andose ,1 ~vo J_,_¡_ e0o~.
Las marcadas diferencias del proceso social inglés o
;t~' ',~:;o'~{~;~~~,t~,,~:if~~~~Is~~~¡~;~~~:1~,~r¿~~~~~~)z,~lt::l,~
1
francés en comparación con el argentino no niegan que
en todos los caSOs las ca usas internas sean 1a base y las
causas externas sean la co11dición de los cambios: puesto de can1bios Drofundos e11 sus bases intel'nas. Po:e 1.!.1ÚS que
que ta.1 es ]a 1ey de la vida; pero .e~;señan que _Ya relación el estrecho ¿hcvinis.n1u dsl pn;tTiciado, del nüsmo po_tricia-
entre las causas externas y 1as n1t-ernas va:~na en cada
~:~:~od~:~f~~?g:f~'~':::~f;''~~;~~iZ,"~s~;( E~~;;¡~e;;o~"c~~~Yie:V::~~
de 1os
go oe los ce:retues en oro y aspiTaban a qu.e se les diera.
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G5
68
ffi;t:~~1~1!~iif;,,:~t~~~É~f:~;,~~~'~:~J~~~~~~~~~as~~1:l~af¿
enfrgica y coJ.-:f:~8ct:!'' te ·ll:e:rvencJ.ón de:: ~~1 c:;a~;e nLrera
en d pl'oce::::D LO qL~e CL-;~_ 1as ccm1lcioHt:::>
del paso a u:n orden n!.:ts (-;IeY~-l.do<
.Los cmnbios sociales del ·ne:dodo 1850-18'30 crearon
!~~~¡J~jf~~tj~i~~\~:,~~~[~~il~~~
;~~~t:r~;~l güi~~·~~;~,1i~~1~u~~~:~~~~e~:J,c1 c~~1~~f~~~i1~1~o;;, )~~;;=
vergieron en la rnedi.dn que a:rn.bos busca:ron el r;.p,todes-
arrollo del }3ais y di'-7eTgieron e~1 1s.. :medida que ln bur-
cetolr~rs'~i,·,~JI
~
v -
. ~c~o~o:~ '~~~'
~~
-
;~~!a'~Y.~:o{~~,,~nc~l.·:ll.~~.·. ~o:oci.·,~.·~.·.t;,:~;.~1~.: dlo;o¡;~t:l~s:;
.1 . ~ ~ . "'" _ -·~-"' ~ ·--
~:\t]~:;~ :,~
capital, t2n esc,:uilmada
}JOl' las_ compañis..s de gas y Otl'oS SCl'Yicios A esta1· a b,s tea:·' as
de que los gobie1·nos no sa'be12 ~'-clm-i~1istr~";_·, !.lc¡tal"íamos a la snpl'e-
sión de todo g·obicc'.lCo pm· inútil, y dcbBl_'ÍfnnÓs poner band.el'a de
l"emate a la Aduana, ul Con:eo, al Teléfo!1o, a los Puertos, a las
Oficinas de Rel,ItG..s y a todo lo que constituye el ejercicio y los.,
deberes del poder".
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VII
'lAiviBIEN LOS PARTIDOS NACE?-T, 'IIVEN
Y I\iUEREN.
72 73
traba en sus manos }a única fuente de valores de ctn11bio to de Buenos sc~irr-e el f(:;--::::;>" del El "iJH-l'th:lo
con mercado e:<;:terior: los productos de la gan.s,de:da. autonomista de AlsiDn defendía los derechos de h:l }Jl'O-
A1 llegar a ser el sisten1a rosista incompatible con \'üicúl'-·dé-- 1inenos Al.;:es sob;:e el y: en cml-
el dssarro1lo de las fuerzas productivas naciona.les sur- sel'uencia, sobre lu.s ltnla un
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RODOLFO PUIGGl~ó,s 75
ferroca.lTil de capital argentino¡ u.n bani:o ernisor, una Las presidencias de Sanniento (1868-1874) y ..J\ve1la-
camp~-Qa _que prodneía ~asajo y cue:ros exportar y neda (187-1-1880) fueron e1 resultado de 1a conciliación
contrmuewnes para el flscoJ y una de gobierno e:átre nacionalistas v autonomistas, conciliación b~isada
frente al extedor). Adolfo Alsina contaba con los úuicos en acuerdos de eme{:gencia deh'.gobierno :nacional -:Con el ..#
electores organizados de la : los peones y en1~ gobierno bonaerense acerca del })Uerto único y de la sede
pleados del Ferrocan·il del Oeste y los funcionarios de del gcbierno central. Era evidente, sin en1b.argo, el pre~
la adr:'1i11istración bonaerense. dmnin~o de los antonon1istas cl.e Alsina en el gobierno Tia~
·-,~esult~- );u porta? te,. S·~flalar qt;:: 1& h.~~1denda nacio- cional, por ser la fuerza política n1ás importante del país¡
;nah>:Jt""' de Nlhre se 1Dcn11o p:rogl'esrvu:merrce~ a pesar de cor~ ln cual debfa contarse para Jlé:gal' a la presidencia y
nacer suya la Constitución federal· del 53 con las Tefor- gober11ar; y e1·a evidente, t8mbién: el rele.gmniento de.
mas del 60, a nnh: al paJ.s de acuerdo al ideal Tivadaviano Jos naciona1ishLs de l\-litre, ccmo 1o p::.·obaban sus sucesi-
(es decir, n1anteDiendo los privilegios do la burguesfa -;~os f~;'acasos Íllsurrecciona1es y su despTestigio po1· ser
con1~1Tial pm:teña y abr~endo las puerü1s al capital ex- resl)onsab]e de una g-1.1.erra de exterrninio tan Ü11popu1.ar
tranJe-ro) ; m1entras qne la tendencia autor~omista de Al- como la del Parag-uay.
~;~:~~i l~~l8b~~~~~~~~Ó l~i(~~~;~Et l~O}~Ol~S~JSp~~~r~;1o;S c;~L~~Jif~~ Pa_-rtido rle la burgue.sía terrateniente bonaerense) el
r;~ptp110l?1is_:~_~_o agrupaba igualm.entc a 1a juventud peque-
pa.ra }a íede:talizació:n del 1lo blirguesa, ansiosa de transforrnacior!es de~11ocrri.ticas,
nos idl'es. Foco rentes de finalizar la l~·~·~~~'¡~],;;;~¡';~' de
d2 JYiit:te
Bue- que sacaran a1 pa.fs de su atraso J)O]ítico y social. },_ poco
(18C12-68), _Adolfo Alsina propuso a corno ca:n- de crearse, se d}sefia:¡_~on ent:n~ sus pari::idm:ics dos tendell-
1
~;~~t~!~ fn ~~i;~~~~~~ ~~1:~1~7i:~r~~~~;~~}~~~~e 1¡;~t~~~~~~1 ~:\~e~~= ~j;i~8,;::i~~c;c1~-j~ ~r;~e¿ ~ ~~~~~~~~, ;~~, l~\~~~i{~~n~ o ;~~~ :-l~~i~~71:
8 1 0
76 Tl
;~:!:~~~~,:~,~~,~,dt~:r~Jl~;~:~:~~~~~~i!z:~::~~:~;:i~1d~~:;~~~"I~l~
vi1iz;tra a los g·u_arcl~as nacim.1ales de 1a provincia, que
J:viitre firr.!lara . . una B.lÜE;.?s ofensiva y defensiva eontra
'la po~lt.lca1~_¡__· neLnr::L
' 1 r-1P 1 '.'.,".;'(l_S'.:.. r1,P.11fe
<-.'~'.•. , _ ~ ..• .._ . vr-J1~11lf"C
_/'i... __ . .._ --". ,a_, que
1
_ Sar-
arrancándola adernás de la postn:tción e11 qv_e ha caídd'. , t o Gesanp,__ra
m le!~ ' ,... a '1a · c'¡p- l.~,s· -'-. ft'.'
~- , ,~.l.P.:::"',1~H1.o-','I)S
<-..
1
- ,, ~-' eon "las
Sarmiento no era couciliado:r :ni por convi:::ción :ni lTV,Jn•'.~ lle•1~1~ rl~=> '"rcnlades)',. c_r-1e dn:< ~'Taeciones del PtlTi.:ido
por te1nperan1ento.__ Con Del ~\Tarle y Alern c1í6 algunos pa- ~,~~~-¡ 1 };li;-a2;~¿ -1~~,;anÍ·~~·an 1:1s ¿;~ncÚ~ÚLt-L~l'as d~ i3eTno-lr~,o de
sos para crea.r una fuerza nacio:n.al que lo Ullg;iel'::l. por I:dguyen y Dmningo Satrniento. R.oca se hn-
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79
di.c~m de que se vea en Roca -2.l 1"i..1áxirno ajustador de1. li-
:y con la en la. 1ió e:1 t:in
a los g:_;__·ar;_des her,Jlismo econó1nico_ de '~Bases" a una re<:didad sedal a
te-
h Cl13l la orientación im_pucsb. pol~ la naciente o1ígarq_uía
defnl'J.TLÓ en doble sentido: por la invasión de los Inono-
polios extranjeros y por el ~'ca:oarainiento de lás tie:t:ras
p>:!r la E1isn1a oligarquía. Tal f·~é el orden q_~te Roca im-
plantó a 12. A:¡_·gentina po:;_~ mu_cho tiempo.
c~e fe-
La absorción del poder por "la. olig&.:::q_uía q_ue ven-
gonero. drá a dirigirlo todo", según lo previsto por ~Li~1el1:1 1 estaba
qr.e "el en rebción directa con los inte;:-eses de los ''corn.erciantes
ca.pital extrari]el'0 y no el e1 }:Jro- ·txh_-al1jero:sn (3 1 ). Pe-To la c:o:neentrae.ión de 1as fuerzas
~ol{~~;~.c~sol~~~~ü~:-:p~~t:~~j:r;~s t~~~~~~~c::~~~~~~~~~te~u~
1
t::.bilidad de. las instltucbuss y la 0C.C:ClGi.';J.Ü.\ ClDD. en consonancia con los ca-rr1bios en la estru¿tura
bll.ca. Las dos graDdes ú~el'Zf;.s ecm:ónlic:o-socüü del país y 1as l1UG\7as relaciones entre
];_;¡s c.lases.
---nacionalistas üe
se debilitaren y .La nueva o_p;si~i_ón_ 2:.P~nas si se 111a~~~~st?_J ~~ll.1~·an!e
partido único~ el pa1.·i.ido la p1:eswencra úe1 ge11e.ca.I Boca,_ en u:n ctsbll rnt3Eto ne
~~~¡1~f{~~~~~J~~~~~~!:~fu~t!l1i:,~:~r:
desd_G la Casa de Gobis:r:r,o. l}cB
convertidos en piezas de
el jefe de Estado,
2.s el arco de triunfo d~ ':;.
Lo e.s sobre todo para Roea escribe 17
,
l"aci.ones del c.2.. pit.2J e:-ctrFü1jero y l2~3 Sin eTnba"tgo, ya apuntaba en ese 1no1nent:o una co-
(30) AlbenH, al enterarse de
cribió que "ni busc&.do con antorch2,
}JUdo acc1·tm: mejor Avellaneda co:~. el
d\?
1 ~}:r:i~{;¡~';;;
creía c;ne e-c;ü':.n en 1'2laci6n con 1a Ecpúblicil, _:\_-,_·.g~ntin.a" dar
cado 8:eme:-
Ja Roca eu1. "el
aplica:::ión ths "a Jos gTandes ülte1·escs n1c:rc;:~l::tilcS e11
:ti~~~~~ ';~4s,tir2;;:~~:;r,d~), z~{o. ciudrl'l".
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8D
CU~' li :1o
conocic~vs -:/ búi;lados. S~L lib'- :::r· ,) ::; :r "
forn1ados por el anti<;cclO c:l caL)lico
la ~ASo~j?s.tQ_n ___ Q_~_tQJi_ca~ y .
G:2
.
:nnlCJ_n.;::. ~.:.c.:'.,___:~'~,or:;_es
j_)i:3~:i:~:to Ü'i\_:'~{
av.tcmg~Tnsta nac1enal, in DRrdo y 1a de Berúar- L:tb::t l' :E~O ;\.;;,e::¿JÓCl."2!.h1 }ii_;;~:·.rLF' Só-e: ~lOS
"'¿__,_ristóbulo del "'~l alle en ese frente dab::~ n los partidos uni-
dos u:na base popular de que carscía el oficlalisnw. Los
sccto:res de telTatenie:ntes lTlÚ8 "'"'inctüados al Etercado in-
terno y n1e-rws con1pr021'18tidcs e:n los grandes negociados
1
~~~s -~;~l~~~:·:,se ~~l ~;~-~J~;~~~~s ~:d~n~~s ~(~{~~~~~n ~.~:!n~\~~;~:~~ 1~~
0 3 iiL ~~-. l
~; fu:nda]Y ,,
nacientes n:.anu:factureros_, la pequeña burgu,esia U:;"'bana
y hasta núcleos dispersos de la flan1ante clase obrera. N o
e:ra sirnple1n2nte la lucha entre dos fracciones de los te-
rratenientes capitalistas 1a que se rlanteaba en 1886 e-:<;).
Era el aletear de- la coEÜ'~;_diceión enb:e las oligul'quías te-
rratenientes a1 :"ededo:t del progran:a. favora-
ble al capiü-:l -exb::2njcro por el genenü J-n--
1io A. R.ocaJ y los 1nctE2:· s'.::ctores de
an.helalxu1 un::1 :renovación
den1ocrá·tica. q_ ne
r;:
terrn.tenieEt2s ",'' ~:':,~~,'~'~',"';~
D. su desenvolvinTien-"
to ec.onórnico polítieo.
Creernos do.T ''liberalisrno!J con1o
característica los tmTate!lientes capitalis-
tas que sostuvieron a Roca y J ná.rez Celn:1an, ya que el
térrnino puede 1a i.dea ecr¡__;_f.vvc;:-;,da de q_ue 1cs se-
paraban de los terrat.eráentes cr;.pi1x listas opositores y del
82 .l?.ODüJ.FO :P~JIGGRÓ0
Juárez Cehnan en comicia5 donde no se ahorró 1:1nguna Poco podían hacer para evitar 1a avalancha impe-
de las fon11as del fraude y 1a v:i.o1encis.. rialista auue1los heroicos industriales de la época inicial
,J uárez Celma.rr tuvo e1 ''lnérito" históTico de llevar que se \~efan obligados a fabricar clandestinamente sus
~ - /'.L. . ' 1 !'
11asta sus Uitl111as consecuenCias 1a po LlC& ll11Clac_a por
1
_L' • • •
urt:.-.'.ulos, yiolando a menu.do ordenanzas y leyes que pro-
Roca. ..,-,_hni,Yez Celn1a11 surg2 en la b.istoda ai'ge~tina. tegían a] producto extranjer~\ ( 3í) _ La patrióticd deman-
-dic'3 Sorn.-mi en la obra dtaclEL (p. 19)~ c:0mo el teórico da de Estanisíao Zeballos en 1879 de que se expropiaran
y el de la c~ntrega del país a los banqueros euro- 1os ferToc::nTlles ingleses para incorporarlos a 1a. red na-
peos. Duran ~e su gobierno se e1 --urscion:ünio de1 ca~ cional cayó en el vaeío.
pital extranjero en la ecm:.omía y en b. Pcl:ítica argentina. ,Tuárez Celman llegó al gobierno con 1a ll1lSlüll de
Fué el presidente que sentó 1a teoria y 1a :¿:táctica de la arn<.sRr con todas las formas del naciente capitalismo na-
entrega de los servicios r:úblicos al capital privado' 1• ÓOJ:al. ' 1.Dios quiera -exclamaba mister \V. Parish, viejo
El 11 Unicato" juaristB resol>.1i6J en pe:rjL1icic cle1 auto- T81-r nc;entante de 1os intereses ingleses en 1a Argentina-
desarrollo naeiona1, el dJ.lerr1a que se perfilaba en el pro- que ei actual presidente Dr. ,T uárez Celman cu1npla. su
ceso social ar,s·e:rltino. En el curso de lo.s mlos aue sizuie- 1nis ión y siga en el ruism.o cmnino de paz e indu.stria~ y
ron al 53 hubO, tanto en hornb:res c01.11~J en ~api que su gobierno, con1o depositario de 1a confianza de to-
talistas argentinos¡ un serio h11pulso a asirni1ar la técnica dos, continúe prestando su apoyo a las empresas extran-
más avanzada, conservando para el el c011trol de su jer:<s y a los capitalistas que han puesto fe en su ad-
economía, pero sin salir de }os 111arcos del liberalismo bur- nliPistraciónH (3 8).
gués. Ta1 impulso se tradujo en n1antrfacturas_. :eerroca- A los tres 1neses de hacerse cargo del poder, Juárez
rriies y empresas de diversa indo1e que daban fisononüa Ceh.1an vendía a los ingleses el Ferrocarril Andino (que
propia al incipiente capitalisrno a:~:gentino. Frente a él, uní;J \/i1la Ivíaría, en la provinc.ia de <::óJ'c:oba¡ con San
para torcerlo ;,r anulRdo, expon Ian su acerca l . uls_, lviendoza y San Juan) y decía al Congreso que esa
de h-:s posil!ilidm1es de autodesan·o11o teóri- vert.a respo:1día ''a ]a doctrina que la administración ac-
eos de la entrega, }os per~_;oneYos del tuul nrc.Yfesa~'. Después les vendió el Ferroc.a::_Ti1 Cent:t(--:.1
1náximo exponente fué el "vi;_·tlwso N ort; y siguió con-las obl'as públic.as, sin detenerse ante
Colman, así calificado por d ''socia1i.sb/; Nico1ilS Repet- nil-~gún escrúpulo patriótico, porque sustentaba la doctri-
to CH'). na de que "el n1onopolio del Estado es no sólo ilegítimo
r~G) Re~wtto hizo Pl elogio dP. la leglsis;:~ién fD>curso en el "Jockey Club", e1 22 ele junio ele 1921). He ahi ls..s:
~~~~c,~:~~~;~~l E~ :f.;;~~~-~~~f¿~ cl~rt 2~ud~8~.~;,~f~Ó~le ~ii~:f8~~l,D~n
11 con:_;ecuei<cias deJ "1ibel:<-l1ismo lleYado al exixemo de negar 1o na-
cio::al.
i~~i:J;i~~":~d(~t~e 8 ~~l;a n1~.~~;a al~S~ifi~~~·O'~~·eh'~j~~;t~~~~~-~L
e-<\ "Eduardo Astesano hace nok;,· quf'. "1as dos l0.yes sob1·c
paLnt.e; rle inv<;nclón y mareas de fábric-as y ele :ome1·cic:, dictad.9;s
extraonli1l?tl'Ül.! Lrt época d81 ré::.sdm~n, del mfLS crudo Té;,·i•nen ·}o- ('H 1ns aflüs 1SG6 y ~876, respectivamente.' responche¡_·on a l9:_S Tl.eces~
lítico argentino, es aqr;clla en qrie esta legislr.t:ura. nacional nos d.a dades de an;pa;_·ar Jos p:r:odud,;B extran,¡eros, porque nu;~Si.TUS }ln-
Ull <::onjnnto d<:: leyes son n:aln1e11te ·,.m ~'110nDnlE"·nto de pl'cvi- r:tc,_·as indusúias de competencia !"Urgieron falslficam1o el produc-
ci6n, (ÍQ prop;rc:s0 y de iib2n:dismo". }\re r:n 1s. bol-- ¿o impoTtado, en la nüsma forma como la industria. i:ng;1esa, cin-
sa las leyvs laicas l'Í'iil, leyes nwnta años antes, había destl·1xíclo m1esüa incipi<:-nte irldustria do·-
c:_nhe.s:;·nisb.s T las califica v artesanal falsificando nueshos ponchos, lomillos y ca-
''l--[fsl:o·r~:· d~ }~¡. Independcn.:-ia Econ/mie<~-'', El Ateneo, 1949 1
igoyenista prrg-s. ~34-26o.
]Jl'001'CSO qne Agustín "Ri--;,-e.::o Asten,;-.:;: ';Jui·r¿z CdiiW.fl~", o:p. cit.)
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VIII
E8
de ., 839 LY
res al c::·c.:tza:!.·::::e de hrfl';::C::> los de
lCJS e:\:pediente
Clüll de ·lo,v~:.;.r nn l'egistTc Ú'.:: todas la~:; dsc1ic.ach1..s :~;-
do en ln~~ (Üstlntas actividac~;~::; de los púb!.icüs y pl·i-
de b. \~iui-J3. El "virtuo.so cÜlL~.)dano') .!ETojabn pol' la bol'cln
in:eso .se hicie.;:'on OIT !res VOC':?S es -'""-ristóCn_~lo l}Gl ;.n ·, :beralisnw apenas b~; rn:::,s.as le rnostrab::El los dientes.
Pedro El . lesnscsiego del l'Sgistros, .tü
me; i:::bs de fuerzn. y h~ Eo.cu_g"" c::.·eeia cl.1 \-'GT [t impro-
Yit;~ c1os e;:.~peculadorc;s Eoisa con titnlos
tim ;·ns Jo.s destinos del país y 8l de los hom.ln·es
L-u·' J nárez Celmnn cpedó SlB "]ne:ondicio--
lítLd), y Pellegrini, el
c;,.:¡n ~H.lo se con-ve.ncieroE inevitable.
en 1os e1H··
guera de rcle:nna --qne, JJe~: y los te~T~rb~niDn-
corno dijimoS dieron los ob::.·e:,<:.-;s i'::;:I':covi::: ios ..~ ss tuüó
7
te <~ue npoyó a .TuáTez. su g:obierno.
In indignación }a vsnt'"'1 de lL;s c;iJ::.'::-tS de S2-hl- J\J presidente no le Yi:lás que el coTto y brillu.nte
b:r.,idad al canit<.Ú ; pe-ro lot disc·J-l1fOT1.-:.1id:-d enE- aec cnpa:üarniento cie inü:1ect:unlir1ad ele] 80:
~~.:~~11;~'1·-~---~cl:.,c;to;::üt's lns crcp::--:.s z.-:s 1a cls::o-cle los t-sr.r·.:l- }\, ll Gl·Quss<.;.c. Luco.s Ayarrng;aray, Osvaldo
~~~ ~~ ~~ no t~-;.vo:;:·ed~ lV::::> llC'r i:lS J.VIoehoj l\hu:cos .A \~cllrmeda, ÜS\'alc1o Piñcro y otro::3.
~-·:~ r~~~líc~~c~~n~~~l]¡_:;~1;.~i~t'~{~~1e¿~~t:~\~~ c~~ ~t~:h~J 1:~1i~ Jc{~~~~: s~)~~
1 1 1
92
der par:l ;_a c<.nnar los t0-
rrntenie11te-; y al
E:xc cor:trf~ste Cc . l. '--'
de b
T8\"ülU_CiDJ.1<:EiUS :fÜ;_a~ ~:LSL'Et C:D': !;_:_ 1Ja?_i.C'''
los olig-arcas dieroD /--~ lo,s ceis ;,;;_-2:-::.si-3 ~
gre fría en defensa ~a Unión
l'Oll a la Revolu.cióE co;:-1 las ~'.-l'11l.D..::.:: üt·2 <:~l'dicles
que les ele¿) v J.c...• a :.:;u J:.c:\ :..."Gf a hornb:;:_·es a.1i- de esa
neadm3 en su
en ms filas
confundirlas y desarticu tas y· sus
táctica que e:;_nplearml ncs ..LD. Co_:\·-enclcn
esa experiencü:., ·vez f..e las 'lacilaci<JP
Veneida la de
Pelleg1·ini,
Huna soh.I-
;;;e "'"'t:o
só ::~,1~11 ;::o
visitcc )J- d
Sin ~Ee-;_· e;_;
Lile ~, .1 había
COl~ Ce-, soh:_·e
1a b~l; .e de ht d(;c; sn
asce:!.-~~;o a la
oficia \iSlTIO JT
ecctoj ]:-?,oca 1'ernitió e1
dores de 1ns provineias:
tos que han presicEdo a esta elevada del pa- cm¡segtnrlo~ estaban dispuestos a aceptar cualquier com-
triotisrno, espero que usted y los mnigos de esa Pl''}Iniso, CL~PJq:Ü?r concesión, cualquier aü·opello y cual-
pro>?incia me ac01npafien y ayuden .::t :;_·ealizarla) llevando c~LL_er acto lleglt-1mo que no vuhlerara su pronósito fun-
así a cabo un gran acto públic-o) hon:t·oso para :nuestro par- cüun~~tal. La .oligarquía se adaptaba a las cirC-unstancias
tíc1o y de inn1ensa h·rcscendencia para el pa1s, que tanto Y ;;ao~a pren11a~· generosan1ente a los polít:cos del bando
necesita la unión de todos sus hi,]os liara salir de la pos- opuesto que colaboraran en su adaptación. Sabia sacri-
tración en que se enc.uent:ra y volver 1HtevamerLte al ca- ficarlos también después cie haberlos utilizado, acusánclo-
rnino de .su nrospcridad v de sus gnn1des destinos". 1?;.; ella) la gran corruptora, de. negociados y rObos de los
Invitan;os il lector 'a an2Jiz::u:" en detalle el documen- C'¡.~1 Pe~·os
, -'- ~..
pu'"o-¡·,·co s. N- 1 ~ ~j-'
1 o ac.Jnl '---
. 1a o~_,ra moral• que 1ws conven-
to precedente, r1e un inaudito cil1isn1o político. El estado Clí~nalisn:-os tras los Cl~3.les ;:;e an1paraba para que nada
de postración en que se encont.rabn el eTa e1 Yesultado ~n t.Orpee.Jera la ?btenclón del n1áxin1o de renta por los
de la nolítica de desenfren.ada entrega de ]a econom'ia ~.e::r3;ten1entes, Y los m_ayores dividendos por el eapital ex-
argentfna al capital extranjero y ele loca e!?,pcculación con d an.]ero. Crmase predestinada a gobernar v des1Jreciaba
1 '1" • " ~
tierras y acciones a costa de In baja _Yemuneración del a tOS pontlcos que no salüm de sus filas. o que no 1a acep-
trabajo de los obreros y chacareros, politica cuyo n1áximo tBban como ciase dominante. Te:nía una habií1c1ac1 extrem.a
respone,able no era otro q_ue el propio firmante del tele- p:~ra desprestigiar, enlodar, l'idiculizar e inferiorizay a 1os
gl·ama, el general Julio A. Roca. Sin embargo, éste ase- cErigentes y a los partidos que se elevaban como repre-
gt!raba qne si se dejaba librado el fu.turo del país a 1a 1u- sentantes del pueblo. Tal era la oligarquía que sobrevivió
eh_a e1cctora1, es decir, a 1a seg-u-ra victoria de la Unión a 1a Revolución de1 90 y siguió actuando. durante much~s
Cfvica se l1egaria "a la ruina, al de2c:réóito y a graví-
1
a íios, desde el poder o desde el llano. ,
8irnas complicaciones, cuyo alcanee es imposible medir"'.
Cualquiera dirfa que 1a Unión Civic..o; ~-a, antes de nacer,
culpable del desbarajuste. econó-mico que, pata pm1m~le
remedio! le babía dado o:·igtin. El F.c.uen1o Roca-Mitre te-
nfn _por (_)bjeto conserv8.r ei poder la olig,n-rquíal sa-l-
var a ]a oli_garc¡uíu d<-3 todct en Jos desacier-
tos de1 pYesidente Juárez Ce1mnn e hr.pedir que }]egaran
a] gobi,;:-::_rno hw TIL!evas fuerzas p<mcu:.a:s. ('t'~) "Ln Biblioteca", tomo :U. págs. 604 a 618, año 189G. Co-
t"'-'espondenci;o. confidencial 0nh·e Bf:Tnanlo de higo:,/en y el gener·al
El St.1 incredu- 7'.títl'0 1 5 y G de junio de 1891.
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IX
6,e1 ;Ja.T1.do
rs.dms arnbidosos de lo.
No igno::·abu QEe e:n JEc-ha. abierta llevaba, toCb~; le.s {_le
perder y :no vacil::tba en }_:c:cer ? !os :reeién
en l21 dish·ibución de }g re11ta :r:.aeioE~1.-l
rarics que las sus ser-
vic1o~·es. Su esos lí-
mi tes.
el ::v:::unifies\:o
de J 891- que la. cm1tinu~~dón de} r65~dmen fu-·
EeSL) de que han sido ·victirnas los hoi:~Jb:tes .indepen-c1ien-
tes de toda la Re11úblicL"L Y
de lü N ación d01-lde lo.s
sus persoDtiS y obsh·uc·ción curq:dü·e1nos
un ;_-!eber de pntriotisrl10 1111 deber de le<-ütad para con
:nue: tl'OS Rmigos, CI-:t netitud de 1ueha y
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trabajando en todos los roovhni2Iücs l)fü'a qtls se resta- el apoyo del presidente Pellegrini, 1a cnndid2~tura }Jtesi-
blezcan las buenas p:cáet.icas n:pLJ:;lics.n:cs, a1 ~>sorga:;_Ezar denCial del ••modernistan Roque Sáenz Peña, fuerte per-
se e} gobierno fedend y e1 de los ':~~~1 SOi1a1idad en c.o:ndiciones de despbzar a Hoca y 1\iitre co- ..,
~!I!~~r~~~;ll~;~!~1f~~;~~i;i~]~~~~~i~~;~~~~:.~~~
mn prhneras figuras. Pero a Ro.Ca, el astuto ~'zorro)'i~ nun-
cn le faltaban recursos, ~'/ (~nvenció a J\1itre yi-l Pel1egriní J!
de que apoyaran la designación de 1a únka peTsona ante
conciHació:n eon el o.fidalismo servirla 1 .n1a:ntener y qnlen el candidato se veía obligado a abandonar la lucha,
cnnsoHdar lo que se propu::\o d.estruh~ la Cí·vica con la de su padre,_ el doctor Luis Sáo:nz Peña. La Convención
e1 aplauso del pais entero". de la Unión Cívica Radical del 15 de agosto de 1891, por
YPo no era la Unión Cívica la que. hablaba. Era la Sli l)arte, proclamó la fórmula Bernardo de IrigoYé1í.-JUan
Unión Cívica Radical, así denmninacia pt.t:ta diferenciarse · J\:L Garro.
de 1a Unión Civica IOrma, i2 grupo di si- La o1iga1·quía gobernante se dispuso a d.ar 1a b~:d::;a1la
dente, partida:do del acL~eTdo con b. fFern de] terreno de Ias urnas. "No se trata -~decía Alem
La táctica de evitar l<1 lucha entre dos 1Jartidos orgm1izRc1os. Se
de 1a Unión Cívica q<.liere evitar h lucha del partido -popular cm1 1os goberna-
tal . o parn en1ple2,r tE-::.n. e:{lJi·esió:n de dures de 1as Provincias, n12nejados por el Presidente de
nuestl·os días~ el a que 1a la Repúblic.a" ( 41 ). Para el 3 de abril de 1892, 1a Unión
oE.~;·arquía para Pl'02eguir gobel'E:?cndo sin con1petidoTes. Cívica R.adic.al había prepa:tado grandes n1itines en las
Roca renunció al n>.inisterio la ec~i.l·.::.Hdatura a p_:-_,incipa1es ciudades del país, pero el dia antes el pres1-
d~2nte Pe1legrini decretó el Estado de Sitio y el 10 de
1
~~- ~~~.~f~ = t~;a·a[~1~~-~-c~~o
1 11 abandonó
opéocrccmc·omiccc., abril se realizaron ias elecciones presidenciales, bajo e1
.~rl"Gl'"''"''~l·" .>c"c"c·-
ü d ' · '--':~:. '''~
·ú L-1 ~-L ~""' -,r~-..>p.;,..., n-
'-:~a~~ C-Uú'-..L.;,¡U "U.,..," 'IO<"""(';c. r1 e ~~,¿_e-·-nn
.U.:, c.;:;:,p0~~v ~l L-L--lyc- signo de un fraude escandaloso y c.on la prescripción de
netrrtCl011 ne los dos ::::rentes los ¡~adicales el'i e1 ks radicales.
~~,~~~ri~~1;~.l~;e~ ~~~·n~e~·~ni{í~~~d~~~~:~~L~-~\~r~~~~~~~.1~~~~ : 1~
01 5 8 Dr1rnnte los veinticuntro ai1.os siguientes la o1igarquía
s:; mantuvo e:n el gobieTno, rnientras el autodesarrolJo de
incorpor.o.ción n ia olignrqLda de scctnTes ele o:tige~n bur- 1 '' soeiedad argentina an1pliaba las bases populares del
gués y hRsta pequeño burgués, ya út-2::.'a por su enriqueci- L1d-:.ec,iisrao, y el socialisr.no ganabn las voluntades de sec-
rüiento C:Jino gn1ndes terratenientes o por e1 p,tn:;.et]vo que tnres obreros de la capital y algunos lugares del interior.
ejercía sobre e11os la aristoc:racirt Habla) asi- J ,as insurrecciones radicales de 1893 v 1905 col'rieron Ja
:mis:mo 1 abismos incfl'ai:c¡uec:b!es de- .
l~ifSl~iú.ºx:tg.~Qiii-J.ft -.el:e:~i~t8 ~:: .JI;iT~Q~i1ª.<iª$~-_il ¿s¿ª--~~li~.rk
h·ás del radicalisr;:w :::nasas. dd t.ro ,__§,~a. V 0-.ds:1.fLJ:l.Qr 1&.~91tg_g_qn.i.0_¡ ___fu t2_:um__c1 erQQ.S tracinr1 _B_~.
IYneblo~ n1ientras Ir~ si.slr.bc. del ~J.r.oceso so- (ie nrotest~.,. Las tencle11cias a1 acuerdo con 1a oligarq_uíii
cia1 argentino y se qu:; se; O})Gn:a ai a'~{reclCi~O~·-a·ntes de cada elecci6~n y después Ce cada frau-
despertar de 1as fuerzas de Ia y de la attodB- rie, y si el presidente Luis Sáenz Peña intentó emancipar-
ten11Í:1ación :nacioT::.at ""::\ tibia. y ~''e de la tutela del general Roca 11evEmc1o r., la jefatura de
r:u ministerio al radicd _._A,__ristóbnlo Del Valle, no tardó en
C.Ol'lCleTICla comprobar que la.s fuerzas roqnistas don1inantes _en los
del ca:r;ital gobiernos pzovincia1es no le toleraban otTo acuerdo que
lOO
t.~.?
\.&_ :f.'
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_{;1I~\1~~tj~~fi~¿~s b;:li~fl~~1~~}~~~~:~~-fh~~~~~:~r)i~~{~sa~i~l~i
de los aumentos de tarifas y fletes ü;:Toviarios in:pues-
tos por las compañhls extranjeras
La Unión Cívica Radical se dió nna Declaración de n s•Js filas a an1plios sectores de 1a pequeña burguesíaj
Principios y una CaTÜL O:;:gá:rüca en }a Convención de ürb::ma y rural y de la c1a.se obren:¡,; 29)" Yo ~~;;·opo~1~~~
:novie1nbre de .1892. La primerz refir:rnc~ba los principios l{llr~ ~r:n¡!'o.~w--~~cJ~-~"~~3~ ~~J-.9~l~.:-r::~ ~1r:~ 111~d1Iica~f~~1~
plvCit!Ce,..oi~ ,, lllL0L,,2LTIL.¡_O, '--'01110 s'-'r1at
enunciados e:n el nütin del Jardín Florida y en los rnani- ce -ac:> I8.nCL11€;::. v,v
fiestos posteriores, es decir, denunciaba la vio1sción de 1as la J·efornla agraria; :39) En un pais (1onde e1 capitalism.of
leyes fundarnentales la subversión de las instituciones y
1
nacional tenía aun grandes posibilidades de clesarrollof
la supl'esión de la YolmYtad llan1aba a la lucha (11(1 só1o en su faz industríal, sino tan1bién del punto del
•cp3ra hacer preponderar lns y los prin- visí a de la arr1pliación y diversificación de 1as c..etividadesj-
cipios de su progran1a)'. La segund2 por objeto darse Rgi opecuarias y de la incorpo.r.nción. a .' e...nueva·s· tierras a.1!'
"organización penna.nenten c01110 "pa:;:t.ido de pri11.cipiosn, tra1w.io), Jnchaba vm· romn.Qr gJ.JJ-lQXL\molio_ au,g__._los rrrAP:-,
_¡;1e~ terratenien ces canitalistas ejercían en }a adTninis--!
1
en base a las convenciones y a los cornités nacions1es y p:ro-
{iJ~~;i~J;~~iJi]f{~~~~~i~;K~?~~~l~~{il
·vinciales ("17 ). El1 T2alidad, la Unión Cívica Radical ele-
vó a la categoría de principios esenciales de su acción
•
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105
W CE ] 8Gü-l91 0. El
COlTI D0l' el y rnanchados con el ganizado ;:nás crue um.stitl..:c.ion~thnente en 1860,
fraude y la violeneia. no c.orre.s<::m::.día a la socüll.
f~~:~:~1~~l~i~!~\~rf~13~t~i~:TI7;!1~~Et~~;~~~.
El 1·ádicalisn1o ·fuera
¡Jo1 1 r• , •'--'- ., 'O ''1' ~ • '11'"
'-- ~~--'"' 0
,_,-0 ~1,..;;lLUClOl1 1 ~lll:1 .,_.~8lJUDc..lC~ que 210 Ht2ra lH. fl0SlD18;
L~:~~g~i~~is:P¡~1~¡~IgYfªt;t~~~~~'el¡;:[~t~~~s~.:~[~~~1(J~\~
!frentes radical y oligárquico, puesht ts.ntas veces de IWl-
inifiesto con 1a form.rrción de lJLrtidos intern1edios, __ o con..
!:~~i~;~~l~n de~!fJl:Q d'~Ü. IllJl!~g}j§.rf:~9 '"fl';L__gT1ll2_QS afinE;§..J~_];~v
Cerrado el camino de la conunista del gobierno 1JOr
'¡,:¡
___.,
violon"i~:l
_ ~'---" '-·~-- 1
]"-< ¡"n+r·<•ls-io·e,ci·~
~iU- a.~- ~
0 --' - ú -<• -.l}~sten,..,-io'•l
v l'l e:"'
~· - '--'-'- - 0~;¡v,lizcb-
-v~
"''
:0>11
+-<-•~~ ~•~
lOS 109
úe
a expiiear
el de su fo:rttma; el genercú Ruca, a. su vez¡ que- nar una violenta :movi~iz?_,jón
braba lanzas co:n C.:orrlos .Pellegrini, .su viejo a'.nig1J, al unificació:n de 1a deuda l_<~·b1icar:rrue slgnific~J.:;a }a &n-trega, .P
negarse a aceptar una unificación de ilnpuestos que ena::.- Esa y llana) de las aduanas y las rentas a 1os capitalistas
jenaba las aduanas y las l'tmtas a los capitalistas exh'an- euroreos.
jeros. Los oligarcas se recrirninaban :mutuamente el fl¿¡ .• ne1 rnis_mo n1odo oue en el 00~ Juárez Cehnan quedó
ber hecho del prograrna de J. uan Bautista Alberdi su pro- solo, abandonado ror R·t:-Jen, J?elleg:t~hrJ., :Mitre y cnantos
grama de enriauecinliento -oersonaL 1o habían precedido y estil:nulado en 1<1 política de enaje-
En la evolución polítiCa de Carlos Pellegrini está 11[tCÍÓ~1 de Duest.:~as T.iq~WZDS 1 Ca.r}os Pelleg-r:ini se vió .. en
Datente la contradicciÓn intrínseca de la oligarquía. El 1901, con su casa apedrenc1r~ poT la nmlt-It.;_;_d enar:decida
hon1bre fuerte, la ·'gran lnru1eco.", padre con Hoca de la de patriotisn1o, cm;_ve·ttido en oveja neg·ra y CEtbeza r\e
fórn1ula del "aeuerdon, había sostenido en su juventud turco de todns las cuinas. J\fitre Tepudió 1<l nnificación
que "la protección del gobierno es necesaria para el des- ele 1a deuda v el lYresidente Roea. insni::ntdor del a:_mnt:o,
arrollo de la industria e11 la l~epública Al'gentina~>, y at l ·n+-il'¡',
),',.L.,_, ('1-. -p¡~"~r,:o.ctc¡,(lo1
_ \!_¡\:::; c0- í'('lU'''""Q·D
o...'.J~<:_•-'-C,:)
f.tS)
\ .•• rp,·¡l
-~'-"
01"1
,~ú
eT,-h·,1lC8S
-~<c,J.,-
1o
!.{.i,.
defender en el Congreso de 1370 las leyes aduaneras, di- fuerz~:.del sentimiento de a:.:!tndetcrmin:;.ción :nacionn.1 que
jo que "todo país debe aSlJirar a t.h.E desarrollo a su in- hasb la o1ígarqnla teEía oue ch':.T r11archa ah'á.c; en su
clustría nacional; ella es la base de su riqueza~ de su po- política
der y de su prosperidad; y para CGllseguirlo debe alentar to1~idas, .~~í po~·q:;.e_ sí, P_~r _1,~~ padre: de '"la o!_igarqnüt. --.wt,,
su establecinliento, allanando en cuanto sea posible l<3:s {t,""".r,l parnno oflCl:::Ülsta (_lVJ.Cllose en c(os rracewnes: unos!
1
dificultades que se opongan a él' Coincidía, pues, con la
!_:~~~;;~;~ ~' r~~fe~,:¡';,i"'e"ccs relacion~~"~"~,;f[!,;,';rlc,;T0 ~;r:J
•
110 111
yort;;;.dores de Tnercade:tías extrm:c]eras''. Ln la épo-:::a de 'J'1ngun.o... ae__.:.o.s.
L' ' 1 __lr:L~.a...~onili :res-· de., la ...~oligai·_q_uia. . s.a . -PLo.-
su cinisn1o político había dicho los ccmici~::;s libres nuncióJu:t:t- cate..z.ót_ih.a.1.11.e_nt.e ___<l..f0.YOX_de.lcu libertad electoral
eran '':Urisn10s'', }o 1nismo que p~1mp1inas por e1 =-12 S1.U~-. ._S!_9JJ.b=::t1ía a admitir c;1. ascei}so d.e1 radicalis:m.o
estilon. De regreso de Enropa y después de. su desengaño
7
_al 2:\J.hl-ªJJlO:::-:-:._~_om.o.....CarloS _pE;if8gi~lTI-i e;;··-1~J06.-·pr;;g~1nO
con Ios viejos am5gos, definió al irlstltcccionah tamr)oco vió tan 1ejos en el :ftftüro. al punto de Proponm·
argentino cmno "una sin1ulación y u:nn fa1sedad 11 en la la organización de sociedades n1fxtas de patroneS v obre-
práctica, añadiendo: "El voto electO:téÜ liO es ~Jólo e1 ntás ros "Oll iguales riesgos y gananeias. El análisis de 1as re- e
grande de nuest:ros derechos) sino el n1ús sagrado de ]acicnes entre la oligarquía gobeTnante y ln Unión Cívica
nu.est:ros deberes. Es e1 voto lo único le-vanta y dig- Radical desde 1os tiempos de Alem hasta 1916, indica
11Ífica al cl.udadano y que hace J~ T21Jpetable al q~1e 1a priment sien1pre trató de rernozarse con la co1abo-
pneblon. r~cí/1n de hombres extraídos de }Hs filas radíca]es (tal fué
En la cr~rb pública sobre. la revolt:o:jón 1'Hdic2J del ei e.s2o de Adstóbu1o Del Valle, a quien elnresidente Luis
L1 de febrero de 1905, expresaba: "~Ss noto:tio que he he- SáeJ ,z Peña, por consejo de Pe1legi~ini, enCan::ó la :forma-
cho norma infJexible de toda nü ce.rrera })olltica conde- ción de su gabinete en 1894) ; pero Pe11eg-rhli iba mucho
nar y c.o:::nbatir hu' revolu;~·lm?.e:=:.< ccmo IY18',.:U.o de modifica:!.~ más le.ios al propiciar una igualdad de cferechos y opor-
o mrjon:r nuesh·os hábitos y qc)_S he C[:-.ndenndo tunidades políticas que abría al Tadíca1isno ei ·can1ino
especialmente la dE:l ,;t :.:te sl soy del noder.
"'-
radk.a1 en e.ste él La ampliación de 1a base social de 1a bnrg uesía, !a f
coloca a los Sl peq:..'.eñn burguesía y la clnse obren'v con los hijos de in-~
por una p2.rte se les p:riva de todos sus derechos y se les Jni.QTantes, ya ciudadanos nativos pero sin a~ceEo a -la\
-~{,I,..,nol{Ljno;¡ F.-, loe. , L '1..-j' • • ' ' T'" .,- j
cier:;:a todos los recursos y por ot:ru se 1es prohi- '·';.Ir~ V üv~':c.~ ,;' '·" ~ ;s IJL18St-OS pu.u lC.OS, Vl§S"OrJ.ZO a Jn <..Jl1Wn~
be el ú~t:·110 :l suy:T11J.O rel'·J::.~so la fuerza, y cornpTendo Clvi,~a Radical e hizo de ella el -oartido Q1Je cana1izal::al
q_:...1e sihtacio:nss corno la existente en 1a p;oovincb de .Bue- el d,~scontento <7 e} ocHo a l2 oli,;.arn."-j u'ia rir:::. ]o ~l·'1'lle'1ea"i'f
<' ~ -.00, ~ L- -<'-' '·" '· L L >J
r.,,..l, -.,0
...~]l¡;; ..
~n'·'"(-a_i·"· ..r ,,,
con H~~,::l''
-'..c.!.J:.JUJ.n::o '-J-,·
i
~---
j_J..lgu.Yeil a. 1_a caoeza,
' era por:.!¡·
func1mnente arraigadas cerno la rnír/). sn :;1:<·gen de da~e una garantía ele que no in1pondría unaf
Los o1ig~n·cas hacü:n acto de contTición. Pe1legrini. J)Ohnca que pus~era en pe1iftl'O las bases de la Constitu~i'
!e d2cb entristecido a ur10 c~e sus 1
: 'Qu.isiera bo- ción .1ibel'a1 de 1853. El peligro para los oUgaxcas eshtb~t¡;
~~l~~s s:~~~~~ch~e ae g~~~~~;~;~~~er~~i~~~:ili~a~~v~f~~·~ló~r"~:~i:
la mnnistía 1
en el CongTeso pa:ra 1os 1005, p:te-
guntaba con aroargurr1 a sus y quién moc·ática, a Ia vez que ccn1nrendían ane no -oodfan se):'
e} podeT 'con la inn;ensa E1~yorí~l c1e1:
1 • ~
112
1;;:_. túctica. de lus 'hmn~- :rss del u:.i·;
ción eli-
()¡)OllÍilE }!1
11
Z.UI'
V.'""'é''''
a les
8
c?~nt~~~~ n~~~:;Jc~ e:::. non1bl'e de 1a libertad e1eeto-- la
presidencia
;_g
de las intrigas de
ral de 1a n1ol·al
1
Y de la ~;us la Unlóp _Electora1, Y!
del Estado nacional, las pl·ovineias y los n1un~cipios.:,. 'L que puso no bajo la dlre:cción de su hijo.~
1 Había una razón poderosa para qne la ohgarqtna s.o Quintana rnurió l1oras después del triunfo en los comi-
bviniera a darle al Tadica1isn1o 1a 'legalidad q_ue necesl- dos de la Capital de la coalición opositOra, encabezada·
;:taba para llegar al gobierno:~ }~~~0:1~?.Q_;s1~J-ª-~--l.~}_c09:.~-~---9:X }lOl' Carlos Pe11egrini :l Roque Sáenz Peña, lo;.; l'egener.a-
8
ilr~~- ¡;Jase_-ºbre:nLY--lr'-----infltl~nc1f1 .. c:t~. Jfl-!3 '_'14,eg§ _,_ ftX-;~u~~~_q ns
_7 dores in} extrenLis del régirnen oligárquico.
la.naroqist_<;',S.. y _¡;;o_c).<;""t:lista~.: Las huelgas se sueecnan y eran El }Jl'esidente._~figD.B.l'Qs;'l __ot\}ºQ.ItQ- su sucesor, envuelto
7
'ap12.S1ad-1:1S---po;--·1a políCÚ1 o sofocndas con el estado de tm las peleas de los diversc-s grupos oligal'cas y sin nin-
sftio Los atentados terroristas y las prirneras
~--·
leyes so-
1T"l gún apoyo polítieo serio, consultó en dos opartunidades
cia1es, impuestas al Congreso desde que A_lfreuo 1..1. J.~.a_a- (1907 y 190g) a Hipólito Yrigoyer1 y trató de obtener su
cios llevó -la representación del Par-ti~to Sociali~ta, alar- colaboración. La respuesta fué la nüsn1a en rnnbas oca-
maban al patriarcazgo con que 1os ohg-arcas gouenwron ;~iones: la solución de la crisis ü:.stitncionctJ argentina
hasta entonces. Adernás, supei"a:!l.do a 1a lh-;n1acl~ g_enera- reside en el libre ejercicio de la soberanÍa popular.
ción del 80, la nue'Ja inte1ectualidad abrazaba J.a J.deo1o- , _Rqs.t~l.~~ Sá.§~_R§.il.~\, elegido presidente en 1912, nie-
~ ;:¡..., .,. Sl'S "8"q•eco-l'L·<'ori-os·
gw de OS D10Vlll1l8TIL0S Q8
, ]
l'ZqUJ8l'ud.> J· _ ' -'- P-'-. ..---1 '-'~ .--'---.~
• • L • · ' 1
í1iante el fraude, po~· una camaril.la desprestigiada, _in-
( Tn- 0'811iDros Luo·ones
-- <::;> - o -'--' ,
Flon:;ncio Sánct1ez y on·os)
' - l -!
CiE'l-
l
:üstió ante 1--IipóJito Y :tigoyen para qne el :radiealisn10 in-
gían sus dal'dos cargados de veneno coHtra los Le.:enGl.- Legrara el n1inistedo. El Eder radical le contestó: Ab:ra ¡¡
XI
YRIGOYEN Y EL ESTADO LIBERAL BURGUES
_G'-~.m·elra
decidió, con su pre-
la localidad de N-a\"<:IITG
eu contra del
Avellanecia. jefes necesitaban para incli-
nar a su lado la Inayoría de votos y esto era el recono-
ch:nie:nto irnplícito del en1bríona:'io poder de las masn.s. La
desuparic:i6n de los émulos de Ju~-;.n 1\loreira_ .fué el re-
su1tádo de la Pl'Ogl~esi\~a emancipucíón política de los vo-
tas.-:ltes, em.ancipación q_ue iu1puso la sanción de la ley
.Sáenz Peña y se expresó en la libertad eleetonü anterior
2~ 1930.
Las lejnnas instrucciones reservadas que en junio de
1810 lV[adano l\J.:o:-ceno eEvió, ele su pnüo y leh·a, n} co-
mandante de la expedición libertadora de las pro-vincias
interiores, tardar01Í. 1nás de un siglo en cumplirse (5:1).
Ellas contie11en~ en --admirable síntesis] los principios bá-
sicos de toda revolución que se p1:opon:gu er:tregar al
pueblo el nleno elercicio de sn soberanía. Podía creerse
que el 12 ~le octubre de 1.91G el gobierno popular se ha-
bía instalado para sien1pre~ pel'o si el rad.icalisnw eStaba
en el poder, la oligarquía introducin su clásico caballo
ae Troya. dentro del radicalisnw ..Los C2Il1_~.Jk~9üües nu~
122
H!STORIA CRÍTICA DE Los P ft.J:'1TIDos PoLíTICos 123
tado y la pública. Lr" o~igarquía teTrate- deja en raáxima libertad a 1a iniciativa privada v se des-
:niente y el irnperialisrr~o extranjero mg:nconltU13Ton sus entiende de toda función que no sea la del mero ~gobierno
político. El ideal del liber8Jísimo J uárez Ceh11an ~ra ena-
~~~l~~l:~~e;~i1~a ~~~~~~;~;¡e;~~ ~e;~~~r~iiz~~:~ó1~ 8d~;. p~,~~ 11y~:~~ jel:ar ~odo el patr~monio deltEstado al capital@privado
al rnando por el jefe radical, ss dedicaron a desprestl"" extrnn]ero y reducir Ja tare1·[tdininistrativa de] gobier-
giarlo ante las n1asasf ridiculizando sus actitudes, el~.tor no '~ la salvaguardia de los intereses ilnperialistas~ en
peciendo sus proyectos~ fmne:rrtando la corrupción. Los no:miJ!e el~ una concepción n1ecánica C'spenceriana",
reacewnana) del progreso. En Alberdi y Sal~miento po-
~~~~~~~~ ~a;:~~ N ~~iJ~~;Y~ad~o;~~1 ~~:!~"~,1~ ~!f:;;a~~1~e ·¡~~
1 88
~~a i:en:r a~i~ero y j~stificación una idea del Estado que
esa labo-,· 1-.a.nflie-nte a 111aniatzr pv-:::.'<-'>'1'"'-1Ü8 v d;ern el maxnno de tacilidades a la incornoración de la
s~1 caída~.' .._~~J. ~saL~ ~" ___ _,~;~~~~e mios técnka, el trabajo y el capital extranjeros; pero ese tipo
de Estado se convirtió en el Inayor obstáculo al desarrollo
nacional, cuando los can1bios sociales internos hicieron
machrar fuerzas productivas que necesitaban la nrotec-
ción y el estimulo de un Estado poderoso e interVencio-
:n-isb. pal·a no estancarse.
-N.o __existe,___p_ues~-~UlL_Eatadn_, :p_uro!-- abstr,acto, __ perfecto
~en ___sí_mi_Em1o_._ No existe el Estado corno realidad de iR:Idea:
éticr", tal cual lo definía :HegeL El Estado es "un pro-
ducto de la sociedad al llegar a una determinada :fase de
.]"''<" rr·o·J--l"~'
u,._._.d Ti' L
,_, • ..L:..~SLa d•8~lTI1Cl011
f" · ·' dtC ~ ' y l .enll1
~~nge1S · 1 que ya
Poco h:miJS rnencionado, ubica al Estado en el proceso histó~
el líder :n:dlcal neo concreto y está confir1nada nor la experiencia de
sob:c·e s:.1 hecl-::o real es qrw todos los tien1pos. No es dog-r11átiCa. ni ideilista: es un
COlllClO.lf'TOL C.OTl la im;;eríalii:mo m: la lu- extraordinario descubrimiento científico de vaÍor tan
chr, ('.on tra un y que objt~tivo como 1a ley de la gravedad o la drculación de
eontaba con Tnasas populares. }a sangre.
ED ws de nuestro
•
1
-~ _?1-~s~ado,-.G.n.e ''¡QJ-~Qtó~--~l~_J~L.$QC_i~e.dª_d~.~,_.21L:fX.~.Jª;:Lvic_i..::.
§lCUéJes__ ge_)a__ ~ociedad en todas las fases de su desarrollo
es YG.ás aD:coniado
t;l
;co argentino. Sin ~e:tnbaTg0 1 histórica na- .. xeci-!Je __ stL hiflix8ú.Cl<i~Y":~~-=i1ij~_Gi :üiJi~íiiiYQ:,··~f'O _ _Plled e ···arh:::
c.ional ihwtYa acabadarnente ac2Tca del Estado liberal co- mn.Tse, en general, que lU1 tipo determinado de Estado
nlo el n1ás conveniente p,::n·D rnaLtsllET a la oiigarquía te- es e1 único bueno, el único deseable, el único conveniente.
rrateniente en el }Jod~~r f:::_cilitz~:t" la -]enetración del im~ E;,iendo el Est?-do H:p~·_odlicto.. del c;:trár:ter i_rreco.ncüiable de
perinlis1110 extranjero. ~ 1aS" contradicdü_J}~s ·de' ~eíaSes'_',_ 1~eur-e~8nta s_iemUi=e-_deter-
l;:;.s teorías )r~i_nados __ i_1~!~_ri§<3§~_-:g~·--_~liise) es -~c18~Ch:-, iá oin·-eSiótl--de--·-uña
Roca y J uá1·ez
del positivista. Spsneer! el doctor c1asn por otra en 18. ·-SOciedad. Decía Len in aue la consigna
J~zaJ.l. B. Ju.stoJ de "Estado libre del puebld' carece del n1~nor contenido
político, es oportunista y vacía, y exTJresa Hno sólo el em-
b. c.n, . .;_~= t_
-...w.:c_._nden~-o
d e l¿a c.emocracJ.a
i . l _._
ourgt:wsa, s1no tan1b1en la • , ., -
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124
incom_prensi.ón de todo
/33\
'~ J •
c2011 1wcio::ai, en 1.'~:-:.. ::_l_:_oc.:.o !.:te c-U.so1n-
::::~,_:_o;1jinc::-~-r:::e csns ·!:nm·zns" E'-!
Podrían1DS citar infinitas nenElClo:nes GL18 hacen del
Estado los eseritores idealistas de todo g-éllero. Ernesto dogio <::"Ü E::::2.c1 r :LY~T~:l ibe-;.'dÜlno 1_-¡_bic-~~do c., s~¡ ,·"""'
llG obliga al tedas las
PaJacio, por ejemplo, postula en su "Tem·ía del Estado",
]a existencia de '"un orden político natu.ral, que la cieñcia épocas, a ideal IJar a condición·¡.,""'
política conoce y describe", orden político na--:-tural que "es histórico-social. Lo,:; historiadores rígidos, con1o los polí-
independiente de los lhnnados regín1enes de gobierno" ticos rígidos, que la. hum::Tnidad en general y los
(5ti). En otros términos: ese "orden político natural'' ..:.FgeHnr:os en particular :no pue-den viviY en paz y ~qul
tendria valor para todas las épocas y sería inmünente a libTio n1its que dentro de los rnolc1es de un determinado
dad idealista que :ni el misrrw Palacio "conoce y des- de la opres-Ión irnperialista.
cribe" ( 5 ~) • la cwe lo ccmdn.fo
1
~~s rnnt :form2~::: t~i~IcE~~~{~l~~~ ~:~~~~~, ~~:~~t~~~~~~=
11
El Estado liberal albenliano, el Estado teonco de
,Q "üll"'+~+,-c·o~- _, 1 r:::··' , 17' tentativas
1-v, v _:::>...,1-c.Lt 1 11 ue~ Dó y el .uSU:lO.O coneTeco que nacw en
.!- l _¿__ •T
f(:!t~~1J1t~f~;;~i;E}If~~í~~~{tr~!~;~i~:~;~J~~}~
1860, dejaron de C017espcmd2r a las contr;:T;.:~icciones de
~la_se que_ apa:reeieron en el curso del desarrollo social,
deJaron ele ser un producto de esas contradicciones v de
re.tkj" e]al' _ios
o 1
can1Lb"ws soclttles. 1'";e
o o "' 111strurnento para pro-
o ' V
~?ti:~~~~~~,;~;~~~ia/~ c~;~~l:t;~if~-~:~~~r~~~~~~~ii:¡~~t!:~~~
(5'1) V. I. Lenin: "Dl estado 'Ji la ReL•ol-¡~ción", Lauh:.ro, Bs,
As., 1946, págs. 33 - 34.
(éit) I!::1·nesto Palacio: "l'eorút del E'8tado", Editorial Polí-
tica, l3s. As., HJ49, p. 25.
('3 7 ) "PoT deJ"echo nntnnil e únrtitación de la ?-wtunde:m 11o proceso econórnico, que o:tiente el c1esal'rol1o haCia la au)
e~tendemos otra cosa que las leyes de la naün·aleza indi>ridual se- todeterminación n2_eional, l'ePl'iE1a a. )os enernigos.i
gun las cu:::-le~ coneebimos a cada :individuo deten1linado nat~nú del pueb1o :r a los a.gentes J.n donün.ació:n cxtranjernjj
mente a ~Xlstn· ,:l u ob1·m· de u,n modo dado. Así po::_· t:jemplo, los
peces estan hecnos naturalmenTe para nadar; de entre ellos, los es el polo C>1Jl_1esto <'Ll Estado liberal clásico. '
:rr;.ay::n·e~, están dispuestos pm:a comtn·sc a los más peque~'ío~ y, con- El '\nlicato 11 j'..wrista creció en un ERtado liberaL
i?.l~.mentemen~e, en virtud del derecho natunü, todos los peces· g;ozan sin apoyo popuhu·, hasta deserübocal' en un conce-pto ahs~
d~; agua, Y. los gl'andes devol'an a los mElnores''. Esta es la opi-
m~I: de ~pmoz~ ('·T1·utado Teológ'ico-PoHtü:o", Lautal'o, Bs. As., tracto, divorciado c1el p1·oceso social. de la :fu11ció1l de rro-
bierno. Tal es el destino del libe-r~üisrno b.;nrnés en'tre
T
concTeto.
, A pes~r .~e los cambios sociales. Ydgoyen se orien- XII
to n1ny tnnldmnt::rcte hacia l.ft creación de tal tioo de Es-
tado C"'). Los partidos Socialista y Conn1nista sÓlo vieron I~L GOBIERNO DE HIPOLITO YR.IGOYEN
un& expresión de fascisrno en esa débil tendencia yrigo-
yenista, sin corcnrender que surgía de la contradicción
e1Ere el desarrollo de1 :nacional (que ellos La caracterización del yrigoyenismo como partido
})01ítico de la inconsecuente y vacilante burguesía sería
F;:u;~.l;,'~~pnlo~: ~1l~~.~·x~fs~i~.~·~'~·8· -, ~ la opreus.,i.,6·~·1'1'"c1' u,'·,¡o~f~f
_u ~-A ~ ·-·~A~ ~--.:..Av
fo~~o;I}~~~
Victorio Codo-
incmnpleta si la aislármnos de la actuación de 1os partidos
Comunista y Socialista, porque si el yrigoyenisn1o no su-
'7illa enfocan de maúefa contntponerle los po por sí mismo curnplir 1as tareas de la liberación nacio-
factores nacionales o causas ini:el'~1as c:e desa:.Tolio). nal :·dno en n1ínima escala hasta ser derrotado, esos par-
tido:: no se salvan de cnlDB nor el sólo hecho de oficiar
GfL~~~.d~a,;~n~~~_j~~fil~jra;_~-~-~~~~~i_;;y~-~~~p~li1I¿~~~a~t1~ ele cu1sores de un partido Que~ no hizo 1o que ellos tampoco
clase obn~xa.,__ e _iDE1l15l-_ye pa1~a cue___ lqs, _ ::;_t:;:;t_m:_es _ clnefi_do:r€s hicÜTon, ni se propu:sieron hB cer.
Ni Jos fundadores ni los orientadoi·es de ambas sec-
iel~:t~~~t;~q~~~~f~~~~li~~-~~~~~-~t~1~i~~-~ú~~;{Í{11~I~-gJ~~11?~~-~c;~~~: tas ¡-::e han preguntado alguna vez en serio por qué razo-
zns parasitarüis que en 81 Estado ííberal debilitan e1 des- nes no han llegado a constituirse en partidos nacionales
arrol1o de 1as causas internas. de m<1s::w. El Partido Socialista tuvo la rnayoría de votos.
, • ~1 ~r~l~_?s ~n. el próxirno
capítulo los esfuerzos
n1r.o H1pohLo Y:ngoyen en el sentido de superar al Estado
que en Jn Capital Federa1 y }a perdió sin posibi1idad de recu-
peTación. El Partido Con1unista apenas si conquistó al-·
liberal que había recibido con1o here-ncia de la oligarquía. guna representación municipal y tmnbién la perdiq~:-1:29
-Clit.L::en.t.ss_.-de ..-.U1lO...Y~_Qtr_D ... R.ª-.tÜiQ.._§Jd_§lel} atr~bui:r: a ~a~~§-S
.extcr:na.Q._.g,_.-~llos__ Il1_isnw1L_§_tt___Q_esª!T_ai_g_o ___ d ~L .P~oce~q S9cial
G.QPtTYi9~--.J~""")e contr..sH2QJ1~M Oos l)dffie-:i:D.s) 1a 1iibO~r·'"-(il-ie
hal1 realizado en el- camPo cultural y cooperativista, o
(los segundos), su agitación de n1asas a1rededor de gran-
des banderas internacionales (la U.R.S.S., la República
Española, la guerra contra e1 nazifascismo, etc.) y últi-
mamente la cantidad de millones de pesos que reúnen en
sus can:paúas financieras ..._._.Sj__,1!llQ.§...J-LQtr.oª-._,_.:Lll§.r.an.. _algo
. g:¡arxistas,,__com_8l]'Z_qJJa_n ,_ _por ___ ananz.a:,l·_"_lf?::\L~A.1J.§.0&111ter_n__~$
_del raquitisn1o ___ y .la ___ inoper.?~nte___ política ..d.e _sus ____partidos,
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.
~los omenvos de la re\TrtJcwn de:mocnrc1ca ;-/ antlm1nenau
J l's+a Ti'"O'l'<<r. ,___,,.__. ~,--_·.;:
e,.,__ 'ln ''-·'·' '~"1'-Ht'o'
}J<'l-< t.·l ,_ ,,, ¡ >:11'l5lr1"~ olJ~qP-1'"~
11
'u a•
e«+u' '"'
gios han concluído en el país -;)-- que de huy en adelante }as
fuerzas arn1udas de la N ación no E.s moverán sino en de-
G
N,
"--· -~"<::> '~'-~--''-"'-''--' ~~~v~
. ,__,~
~· altura de esa re2ponsabilidad. El Socialista se definía fensa de su honor y de su integridad; 1.10 irá c1 g·obierno
· cm:1o un partido libe!~l,. de ~a peq~1.eña burg~1esía l:rbana 1 a destruir por la fu.erza esta huelga que sig:n_¡fica la re-
ent:regado a la oposicw:n m_stem.anca al yngoyen1smo clamación de dolores inescLtchados. Cw_tndo nstedes rne
siü otra preocnpación política qne ganar elecciones. hablaban de que se h;s toros en la Exposi--
aSlJeetos fu.ndamentales de la políticn nacional coincidía ción Rm:al (por falta forrajes y la imposibilidad de
con la oligarcn.úa terrateniente (defensa del libre c~'.T!.1~ h:tnsporta.rios) yo en. la vida de }os señale1·os,
bio apoyo al bm"ldo hnperiali.stn aliado durante la prime~
7
obligados a pennanecL~T h-0ras (ese era el rég--irnen
1:a guerrn 1DUD.diai, etc.), 1=G1 Con1unist~:. t.:.'<:ttnba de capi- del fel'roviario ertümce·s) 1 ll1;J_nejr~ndo los semá--
talizar a su. .favor la gran adr:niración que despet'b.ha en que los qns q_ue lns famiJias puc-
el pueblo la Unión_ Soviética) !::lija de la HeYolución ele
Octubre, y e1 anhelo innato en las rnasas de luchar por
su emancipación; pero hasta estos objetivos los l'ea1izaba Engels dice que, "excelJcicn:a:t:·ct<l.;> hay redodos t;n qu(-~
(;;B)
~~ t~~~sef~cl~~i El:¿~{~~o~~ l~~~,l~~l~;~~~~,l~~s~~n;l~tl
11
en muy limitada m.edida, DOr cuanto no conseg,-uía. arrai- e '"'c.' "'""(: l' 1~1 e~I i¡:1~~~ uc;1~!
garse en las condiciones históricas, sociales y culturales cierta inde]Jendencia 1·especto ü a~11bas. Tal 2-contec.ió con b monar-
del país, y divagaba en Inedio de fórranlas gegerales mal qu:a absoluta de los siglos X\·vli y XVIII, con el bonapal'tismo dd
digeridas que pretendía aplicar a la fuerza en la Ar~ 1-rJ)o~~;i~,~,~~- ~~·~:~;l~~~,~¿; :;~: l!\sl~~~\~~~,_,tó1 t~;~b:6;~
gentina. con el :~i,
en la Rusia r2pub1icana, después del
'~'~' ]~~'"¡; ~ :,'~,:ts:d,: ,~~ o~1~~; ~~~~~~~~·~L~e ;~,~~i';~) ~-1 ~ i (1:~~~~,~:su ~1 i\r-~~~·i X~~
Y rigoyen contó con el n.poyo de la inn1ensrt 1nayoría 1 81 1
de las n1asas traba,iRdorns en la :medida que los sectores erah ya illlpotentes y la bur-
reaccionarios introducidos en e1 radicalisn1o pasaban a guesía no e1·a todwcía lo bastante fuerte panl dísolve1·los pura y
la oposición. Int211tó hacer de1 Estado un órgano de eqni~ s1 nplemente". Lenin, op. cit., p. 2"1.
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132 j 30
rJ8 esos ataGLi8S a los ob:re:ros y colonos, buscando el equi-
liibrio que se }e escapaba de las 111~l11CS y obligado l]Ol' h
j:potencialidad de 1as 1:.wh::ts de mxt.sas, dictó una serie de
¡ decretos y envió a.l Congreso varios proyectos de lsy que
1 enfocaban con criterio enline11tem.ente progresista los pi,·o-
\blen1as nacionales ( 0:3). Fué evid<~nte la
¡ Las [¡_ondas co:lTtradi.cc.iolles de clase que n1inahan
¡y hacian oscilar de un extrerno a otro al gobierno :tadica1
ternacionnles en la
ci{·m de. 1nantener a
Hl-
Ja gue-
111-Qo podi::tE _r~,'{q_lvt;r~G c1~.§~1~ ___c1~;¡,?.tn: ~=l~. 1ª_§ __ftlªEl _T<;~c~~G-StJ~ª:-.2 rra impe:dc-:..lista --uno uc g¡_-;_s ;-:·rryc)res thnbl·c,-3 de g-1o-
!~n . ©J interiV+'-.G.el _ _ yrigvy~n_is1110; PJJe,~tRJ:Ul~---~LgqJ¿f~¡·Jlº"i·ª= l'Ül- no nudo ser m.1ebc·c.cla
, - ' -' - podeTosa cunspir21ciún
_ fU<;0l ~:rª_-~l_:frut.o __ Qe___ esa.~ epqtr0dic~io.:n.'ªs.. La supe:o.·aclón
1
ct0 1ncereses que
- e~~i~·i2"- ia --í,eSeTicia _(1s;l~_,ilnrttdº~--ffi-0_1:1Q§tQ,_, ; la vanguardiÜ conservadorisrno
d,e la clase ob:tera, cmnbinaudo las luchas co!'ttra la ex-
plotación capitalista con las Üll'eas de la revolución c1e-
f n1ocrática y antiilnperialista. El partido n.1arxista bl'i1la-
~'l. po:r su ausencia. Los partidos Socialista y Comuriista
se autop:roc1mnaban "vangna1·clia de la ciase obrera" y
"marxiStas" en e1 papel y criticaban negativan1erüe~ 110
1
el Chaco Santafesino. Ver D. A. de San~illán: "Ln F'.O.R../¡,__.", OTJ. ~~ ¡~~<~~{ f: ~, ~l~o~l es~l{~~:l ón
citada. ~~:;tpo Je 1meb~os }~.,I;~:,'.~:::'
( G2) Decretos fijando las ocho horas de tn1.bajo die.rio o 48 :::Jo,o es dable
semanales en los fenocaniles, estableciendo el escalafón de sueldos
y ascensos para todas las empresas ferroviaria~, etc. Proyectos de
I\lazo:
Y "El I~f,~~~;~;;.~~;'~':'y; ;~,',;;;~,
Ricanio
leyes de contrato colectivo de trabajo, de inembargabilidad de suel- ;;;al, J3s. p. 1 G.
dos, salarios, jubilacioheS y pensiones meno~·es de cien pesos, de b Ricfndo :H.ojas (''Ei.sn-~ o de epúsodius ds
vivienda obrera, de jubilaciones de ferrovial'ios, portuatiosJ han~ iu 'uida inte-nwciona-l Es. As., l95J,
viarios y bancarios, etc. uágs. 133 y siguientes:), ''i2~2''~~j'~::,,:,~"~,\'''¿',ti iml}olt;J.nt:iu a
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El Partido Socialista I:ntel'nado:nal y luego el Par- gar (G 1), conduce a la n1etafísica, a aislarse de la reali~
tido Cm11u11ista no co:rnprsndieron la trascendencia de la dad y a la absurda pretensión de querer modificar la . .,
realidad desde un plano ideológico extraño a ella. En la
r~~~:f~:~~l~§~~{f:~~~~I!l~}l~~~~;~ii~~~:1~!I~;:¿~
aplicación de la teoría n1etafísica de la causa•externa está,.,#
b fuente de la orfandad, ~Ía inoperancia y ]a coincidencia
con el irnperialisn1o y la oligarquía que r.uarcan el tor-
1os alen1anes en caso de sun1axse nrrestro país al frente tnoso can1ino de las sectas socialista y comunista, que se
rompieron los dientes al oponerse, primero, al yrigoye-
fi~1ki:~~f~f~l!:~~~}~{~~~¿r;i~:~~ii:~~€ie~t~~i~Ii~f
nis1no, y, después, al peronis:mo, nacidos ambos del des-
arrollo de las causas internas.
En el infonne que el Partido Socialista Internacional
remitió en 1H19 a la Internacional Socialista y a todos los
~(f~~~f~é:f~~~~l1~~~li:~il~((:~~'~g~~i\~~~:i;;t~~~:;~~a~~~
Partidos Socialistas del 1nundo, se hacen referencias a la
neutralidad de Yrigoyen, pero se añade a renglón ~egüido:
"Ahora bien: todas las fracciones políticas en que se
~-~~~:sé~:c;~,8 c~~;~r:.~~~~ol~:n{:s ~Y:'1·~~es;;~t~~~~~i !~~I~~;je:Í~~~~ ~
1 subdivide la burguesía argentina son po:t' igual conserva-
doras; carecen de progra:ma; en el poder se limitan a de-
tes de }a pequeña br,rguesía 1 trataban de subordinar las fender los intereses de Jos terratenientes e industriales y
causas internas a las exte:t::~a.s., p8ralizando el desarrollo repartir entre los correligionarios las :nurnerosas preben-
y colocándose al n1argen del pro~e~o social conc~';to, au~1- das de un inflado presupEesto. Este estado de cosas tiene
que idealmente defendieran los uEereses y las_ 1n~as :n~as harto al pueblo argentino. Hasta la fecha no existe un
a-vanzadas. La teoría de la C8J.lroa ext2rna (o del 1n1pn1so partido intermedio radical burgués, tendencia hacia la
ane viene de afuera). com.o deten--rünante p:rincipal de los cual parece inclinarse un fuerte núcleo de opinión. El Par-
;arnbios sociales~ teo?ía rnsca.nicista y evolucionista vul- tido Socialista pregonó sien1pre que desempeñaba una do-
ble función: de partido radical y de partido socialista, a
un 1nismo tiempo" (G5).
Estas palabras se escribían en plena presidencia de
Y rigoyen y volvían a 1a vieja concepción mecanicista y
europeizante del socialista italiano Enrique Fe1·ri, a que
ya nos hemos referido en el capítulo IX\': ~~carecen de
Jlrograrna" ("tienen un prograr_aa negativo''), Hno exis-
te un partido intermedio radic.al burgués'~ (''falta aquí
co11ocer la menor contradicción entre unos y otros. Ubi- los países que lo fDril1aban. f:Gi Techazo de ese pedido hizu l
cábase en un punto de vista internacionalista abstracto que la Argentina se retil·Rse de la Liga. ¡
hasta al caracterizar a los partidos argentinos, no de _
b) La necr-ati-va de Y~·io·ove11
O - -'--ó "
~ p-,.,.1fic"··,~ ,..,¡ +l":d··-..r1o dn!
- <.v -"'"'-'"--·- .;:<, • '-' j <:::"- '-'-.~~ua.-.
acuerdo al desarrollo de las causas internas deterlninan- A.B.C. (Argentina, Brasil, Chile) respondió ai deseo de!
tes de su existencia, sino analizando sus semejanzas o di- no ser juguete de un n1ecanismo intc:::_~nacional frag-uado¡
ferencias con los partidos europeos. Identificar la política uor el imnerialisn1o
... - nara
-'- cor~trolar
- e!- sur -- de\ - • conth1ente.l
" - • J
yrigvyenista con la política conservadora era una torpe- e) El apoyo sin limitaciones al Un1guay en el caso ch~ 1
za infantil que hacía el juego al círculo oligárquico que Se r- l'nvacJi¡'¡O
'L - pnr los_
~- ~lL-::lTYJq¡cns o'e¡1 S"'' rl,:;] T--t-~'''lS-11 cn'1I''1'1·~-.''li
~·-----•-0. ,,v • , <.e .l.. '-'·'-'- ;,____)_,_ G~ ~~ '-.Ji -- ~-'-~~
manófilo" ( 60 ), para el Partido Socialista Internacional, .. ~n gra~1deza ne x: r:goyen ~\ta. :::oca ~~jnten1~1a en Sl~
precursor inmediato del Partido Comunista, su neutrali- fidelidad a las causas H1Lernas cLu desarrollo nac1onDl, eo-j
dad respondía a in1posiciones del ünperialismo inglés. mo su debilidad se 1'BVela eE cuanto se aparta de ella~~~~
Ninguna de las dos. sectas analizaba al yrigoyenismo co- cede a las causas externas.
mq- p::irtido nacional _bUrgués reformista de un país depen-
diente del imperialismo que luchaba por su autodetermi-
nación nacional. No reconocían la existencia de las cau-
sas internas en el nacimiento y la vida del yrigoyenis:mo.
Lo presentaban como "un partido del. . . mundo de la
luna", según la n1etafísica definición de Ferri (G 7).
XIII
LA OBRA DE HIPOLITO YRIGOYEN
- -,~
----- '
~'l· •__,.0i!Sid8i'ZU'
-
a} :ta-
""'
tario -decía el mensaje- se hace sentir cada vez n1ás,
y ::!U.b '---
comprobándose que en una superficie de 83.600.000 hec-
táreas que fonnan la Tegión especialmente agrícola, no
alc2.nza al 30 por ciento e1 nú1nero de las exp1otaciones
en manos de propietarios_L ~Q}1f_!nP-_4119-0ti? __lg_ley_c.§G9J1Pini-
ca_: _qu_e e_u~:n_do ,crece _l?: ____ gr_ª-~L-PXP:Ried~_G-,_~-~Y _PD?.P.01;'.c5óp
·-·aritinétlCa, -- Cl:ec8~1i€ñ1Iiil·adül1 ~-úáarei1 ..pr.ouorción geo.-
J-métdca. La situación del Colono no ha 1nejorado substan-
--~ '1 ·¿¡
cialmente, a pesar de nuestro progreso agncoin, sren--to
inieiativa y múltiDles las causas que determinan este estancan1iento".
en DBT-
Desm.lés ele señalar la '"mala elección de las tierras", agrt
gab;: "La falta de crédito agrícola cómodo, an1p1ian1entc{"
difundido por intercmnbio directo entre el banquero y e~·,
colo!1o, contribuye igualmente a dificultad su acción. Esk.el:
RonoLFO PuiGGRÓS
144
;fracaso conduce fatatmente a la desnoblación rural v a
jla formación de grandes propiedade~ aplicadas a oi:ra::; con e1
\industrias aue no llenan necesidades esencialme11"i::e agrí- de una
1colas. El gobierno ha de propender a modificar esta' si-
.Jtuación, introduciendo reforn1as que ensanchen el medio,
¡mejoren la situación del colono, acrecienten y fiten la )io-
~
lación .y comb·a···tan
reocupación t. end
.la actt1.al al
.por~destruir .. encia a.l. u. rb. a.nisn1o".~
Jatífundis!ll9 -causa de
al Congreso
eo:n ü:glaten·a~
traso económico y punto de apoyo del poder de la oligar- el gcbien1o ha-
uía- _e§.t1lYQ~.~i~ffil?1'3L.Pio?~§g~~~~- ..~!"!__f_r~goye_l1.. En 1930,
meses antes de ser derrocado, recriminaba al· gobernador
radical de Santiago del Estero, a punto de vender a una
empresa extranjera 1.700.000 hectáreas de bosques fisca-
les, con estas palabrns: "El latifundio, adernás de cons-
tituir el obstáculo n1ás insalvable al progreso, es el ori-
gen de profundos males sociales cuyas consecum1cias gra-
.Jtitan directamente sobre la vida nacional". Es cierto que
rYrigoyen no encaró a fondo el proble1na agrario y que
¡sus ideas al respecto 110 salían del punto de vista refor-
]1nista burgués de redistribuir la tiexra entre mayor nú-
~mero de propietarios, 1Jero con todo su ulan de 1917 de
1,poblar y elevar la situftción del cmnpo ftlé frustrado por ;rnas
Ja oposición. Impidió, sin en1bargo.- que se concedieran ~i~i~~G~O ~~~J;~~L~itay·a
''nuevas tierras a compañías especuladoras y anuló mu-
·:chas de las que en épocas anteriores les habían sido en- sa" y nLa d-el ls-
'tregadas. · gaUsn1o libe:;:aL
,._ 29 - El 30 de seti.en1bre de 1920 envió al Congreso
~~11- Pl'Q_Yg9Jg__ .9-.E: )§_:y___ g~~ Qd~{j-Gªci_Ql1 _ Q§_ -ºª~as~~-9-!L9X~~~-as_ de
tipo individual y colectivo. Dos años después, el 17 de
agosto de 1922, insistía ante e1 Congreso ren1iso en la
sanción de esa lev de vivienda obrera.
39 - El 4 d8 agosto de 1922, ren1itió al Congreso su
proyecto de_l~Y_. __g~n~r§l_ ~lQ.j_g1;_iL~~t91V~2-· En el mensaje
adjunto recordaba que "los empleadOS ferroviarios, los
de los tranvías, teléfonos. telégrafo, gas, electricidad v ds
radiotelegrafía, goz::¡_n ya de los beneficios de las leyes de Y rJgo:ven e1 CO-
jubilaciones y pensiones reciente!nente sancionadas. Los rno en la i).][ D<J'Jel' Rns Pr9-
demás en1pleados del comerdo y de 1a industria. en sus -Y~S: tou::¡_QL __cle.c_:u~to, de1 Con-
múltiples manifestaciones, no tienen todavía la ley aná-
loga dB ;:tmparo, ~mpeñosamente solicitada a los poderes ~i~~sSio~Iio~u~iJ~~;.~~~~D,. ·~r:'u' 1'·_L "e.il
j
conslllll<:-l.dos, Los gran-
en el cielo y los abo-
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iiti?JE~l\:~~~·i~~~~!~~.~L~~1l;~;:f~!~~~~ft~;~~
cionarias suu1eron sacar provecho ne .ca n1enor >.-tcb..~.L.dad ' .X
o.. vacilación.Clel presidente para obligarle a escl'i?ir }as_ne- ~
gras páginas de la Se1nana Trágica, la Patagon1a, La _Fo-
restal. la huelga de los chacurerofl~_.J'{.9 .h~1b9. d:~rSUlt.~~el ::rJ.:o-
biernÓ de _Yr!goy9p _l111J1 pQlítica il!<lepen(Uep_t§_ 11-~}-~Lc.ta_s_e XIV
·oi)i.-el~a-Qllé_-hiciera_ frente y, por lo 11J?nos, n~~l~Jc~l~~-2-.L~- .L~
iQ~.ión_.de.~la-~----fue.rz.as-.xeac.c.im1,;;;1p_as que envo~mn_ al ?r~e DE Lr\ POLITICA PRO-IIVIPEIUALISTA DEL
sidente y trataban de aislarlo de las 111asas .. ~J r~narcluls- PARTIDO SOCIALISTA
mo con1penu1a ". b a 1.La H1C01h.
· <·¡·o'"da
J.a r a1·e,::,.__..
~cc,s·oevo'C'011
1J L'-"' _._ aa.'--" la
-- IJe-
queña burguesía y conducía a la .cl~s~ c~rera,_ a provoca-
ciones sin sentido. El Partido Soc1allsu1 JUZgaüa a Yrigo- La existencia del imperia1isn1o -concentración del
yen con el criterio liberal de los cm:servadores Y de los capital en grc.ndes n1onoi}o1ios y reparto y dominio de
dmnócratas anglo-sajones, y negaba ap?yo a su o?ra pr~ vastas zonas del n1undo capitalista entre unos cuantos paí-
gresista. El Partido Comunista. predicafJa un gob1erno ae se~; imperialistas- es reeonocida no solamente por Jos
obreros y campesinos "del mundo de la luna" Y__no est~~ m.arxistas, sino tarnbién pm· n1uchos escritores bul·gueses
·,,0 ,·e" 1
blecía ninguna diferencia enh·e Y rigoyen y la ollgarqtna Ü
·. ._,
·
vos, so 1ore +.,ouo
l,
-l
en ,ws pa1ses-- , • ,
co10TIIa!.es ,
1.
y aepenL,wn-
conservadora. .
r lJn__gDbier_nQJd.U..rguáS_J:.e.lª~iv:a_m_Bl1tt: ..iJ:vJ:pep,dle~te en
lllL...P-ªÍs _.®:rnicolo_rlial llQ___ nuede__ .~.ostiZn:e;-se._slr.__J.e.~n:n:Ji4_ __a
tes, donde la opresión nacional impuesta desde el extc;-
rior salta a la vista. Una de las excepciones al consenso
general sobre la existencia del irnperialisn1o, la 1nás ,tris-
,pesa_r__ deLapoyo .d_~Jas masas .. y _ p_nr l~a.s _ ~que .s.ur...~~-:un te de todas, la dan los socialistas de derecha. Estos nega-
impulso de honda. HÜ2:a.DllU:L~.lll~.IJ?t-.t1~.&-~~--p:~_Qg'.C~fl.l_Sta.. do1·es del marxismo se han convertido en los nuis entu-
S11- _.c.on tenido~- _d~ ....cJª§.Q__ ,.Ghoc_ª-'_~t.?-Ii!~---'º-- temp...ranq-1-... con_ Jos siastas apologistas del "progreso 15 , la "democracia"~ 1~
i11ter_es~,::; d_e_ Ia clase obr_cn:a___ y _e~ a _es el _mnme:rlliLql.lB__.esre:- ..
cw~_,ura
l_j_
y la
" ~"]"'
l.Cer t act,, ae1
l J
grupo cte parses que, a tra-
, ' '
i:iP,-- Y~_in't'ºY~~liil}--Ti_~:Qligªr_g ~lÜi:_t_~xx_ª t~i.?? te _y_ _ ~l_j~ pe- vé;:::; de los n1onopolios, esü·t:mgu.lan e impiden el desarro-
x!ªJimn,q_ e;v.;t:r.ª;njY}r_Q ___ng~x.0 ... c1ª:r __ f?lJ_ZftnJa~o e .liDPQlle:;;~se .. ~?s llo de los países que ellos llar11an "incultos", "atrasados",
¡- nartidos obreros que no estan a la a1tura de su 1TI1SIOn etcétera, y cuando uno de estos últünos naíses entra en
! histórica suelen ser colaboradores obj:tivos, cuand_o no el cmnino de sn liberación nacional y cons-tituye la forma
l subjetivos, en esa obra de descalabran11:':nto del gobleTno de Estado que necesita para alcanzarla, 1os socialistas
1 burgués nacional reforn1ista. Su contenido de clase hace de derecha son los primeros en denunciarlo con1o "totn-
1también que no pueda resistir, por sí 1nis~11_o, las ace.chan- litnrid' para justifical' cualquier intervenció-n extranjera
zas del imperialismo en los 1nmnentos ~nhc?s que 10 po- y e.ualquier reacción interna que lo reduzca a la obedien-
nen ante el di1e1na de entregarse o monr._ Solo J9:. .J2.!~§.~11- cia. RepreE?entan en el denominado "mu11do líbl'e'-' los 1nás
i del parti o · _i_ + ~_illl}J.@_fLE!L.I!_ª-~.l~L..~1~J2ª~fli.~~~~ d~
n hipócritas -agentes de 1a clon1inación ünperialista.
¡ese asa1t.o.}~lJ:.1a. ~ncrtl~iii~l.~: Tal es 1a verdad incu_esti?- . L a accivlc 'o o l
a el prm:mpenans:.:a
' l' .J -, 1
ae ta1es • ,.
soc1anstas ""''t
se
,_
'lnabf8"'(il1e-- ·se "CfedliC8~'"del C6nocilniento de la exper1enc1a
~internacional y nacional.
concreta, principahnentG, en dos sentidos :___ctesYÜlr:.,..~l,._,J?f
__ ._ch1SB. "obr.era_ __de__]a¡s___J_uc.hg§ ____:po r_ Jª-.. lib~rªción- naciqncil~}{
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A1 comentar el prin1e:t· progrmna del Partido Socia- rnopo1ita, que 110 es igual que un socialismo internacional
"sta--';7 a Vano·>pr'li8 •1c.l -1Q dP n1ayo de 1894 decía:
11 cun raíces en la concreta realidad nacional. _.._
.d '"J J.....i< ~A-.o:o-~~- '._.< • '·'-'~ ._1.. ~ J
promiso,"' '-' de las causas internas (el pr~g;ran1a "d e.b er:a ' ción liberal de 1853 en la época de la inmigración y de
tener en cuenta las circunstancias locales-') para luego 1r b incorporación de la Argentina al desarrollo capita1is-
al fondo de la posición: los socü:Jish'.s argen~in.os no pue- tn1 que exhumarla como molde intangible de la nacio-
den tener un programa distinto que los soc1a~1stas euro- nalidad en la época de la liberación del imperialismo,
peos v norteamericanos, el capitalismo es el n11SE10 en los cuando se necesita un Estado fuerte y centralizado para
Daíse; im.pel'ialistas que en los países coloniaJes Y depe~ destruir los monopolios formados al amparo del libera-
~1ientes, ei1 los países opresores que en los países c~pdn1l lismo y construir una economía propia.
dos. La cm1sas externas, las causas generales o unrversa- N o .h~-Y- ... :~_s;g11t~n1.1~dad_ }::t_ist_Q_l~iºª-~-~ ____ S.iJ1 . ,,.~.UP,~Xfr~iQ_n d~l
]es de un capitalismo abstracto, e:can las únicas q~;e _gra-
.
vltaban en e1 palS
; para ~lOS +- •ns o'c.l
.LL1n .;¡. ,nGol._.,
'
1. .....
Qn"la1·qno
'""'v'"' .1.1"'
.1. ]:Zri3~~te"di;d~=1~!J~~~I¿d~:;~;~l·I~'~rLaiY11ifi¿'i1:";,¡;~~st~~~
suma o agregado de cantidades del mismo género, coml
criol~~ el prhner manifiesto del Fartido, pnJ:licado por quieren los evolucionistas puros: es el desarrollo a tra
el Comité Ejecutivo Nacional el 29 de febrero. ele 189~ C?h
1
chos. El doctor Juan B. Justo, secretario del Comité Eje- _ De hasta dónde ha llegado el socialismo en su apo-
cutivo y miembro de la Comisión que redactó los proyec- logía del capital imperialista extranjero da una idea
tos, propuso como artículo 89 de los Estatutos: '_'El Par- América Ghioldi, en un libro aue es la denlOstración del
i¡ido Socialista nodrá aceptar alianzas con. otrQ.Lp_a,·tid.o,s grado de envilecimiento de su- Partido. Después de pos-
siempre U!l-'>- ~l:l)B..PJlt.ailltí;;g¡:Q._Xll.lj';§tro .p..rQgrama' '. Pero trarse a los pies del imperialisn1o yanqui y cantar loas
los delegados izquierdistas, capitaneados por Leopoldo a! capitalismo "tolerante", "libre", de "sentido ig-ualita-
Lugones, José Ingenieros y Adrián Patroni, impusieron riO profundo" que rige en Estados Unidos, dice que de
un criterio intransigente al hacer triunfar la siguiente esa nación parten "las grandes direcciones del 1)rooTeso
redacción de ese artículo: ''Serán ex:cluídos del Partido político Y cultural". Este apátrida, siempre a c~ntr';ma
las colectividades o individuosjj,JJC hagan pactos iU'lia!l- no de la clase obrera y del pueblo argentino, se consagra
za s con los ¡;¡,¡u:j;i¡:!¡¡s_J;¡¡¡rgllel\ell.Jl_l:illL.SJl.S.. Cillldidat9s". a exaltar las Hvirtudes" y a defender la ideología y la po-
Justo advirtió vagamente que había problemas co- 1ít~ca del imperialisn1o en general y del imperialisn-lO yan-
munes a la clase obrera y a la burguesía (a la burguesía qm en particular. "Si en todo capital extranjero --escri-
en términos generales), y por eso elijo al informar el pro- be-- vernos una desgracia y la acción coordinada t1el im-
yeCto: "Lo importante es patentizar nuestra independen- perialismo, entonces caemos en el absurdo nacionalista ...
cia de todo interés capitalista o pequeño burgués; sin El laborismo inglés acaba de calificar al gobierno de Tru-
creer por eso que en todos los casos y en todas las cues- como altamente progresista ... No oculto que en el caso
tiones sean opuestos a los nuestros. En la cuestión ele la tener que· elegir, preferiría para rní y para mis hijos vi-
moneda, por ejemplo, el proletariado tiene los mismos in- en Estados Unidos y no en Rusia ... La historia de1 so-
tereses que el capitalismo avanzado e inteligente". '~,~~~Í!i~:~i~dice que la esperanza de que la clase obrera 0
Dos años después, en el segundo Congreso del Par- _- · se convirtiese en actor protagónico de la histo-
tido Socialista, triunfaba el criterio de Justo. Esto no no ha sido confirmada. La clase obrera no ha sido el
quiere decir que el autor ele "Teoría y Práctica de la His- . protagónico en las luchas contra el fascisrno y lns
toria" estableciera una línea divisoria marcada entre la variadas clases de totalitarismos". Sería de nunca acabar
burguesía nacional y la burguesía imperialista extranje- los disparates con que América Ghioleli de-
ra, fuera de la que surgía de una apreciación moral total- muestra impúdicamente su servilismo ante el Departa-
ente falsa. Como distinguía dos tipos ele capitalismo: el
sano y el espurio, el avanzado y el retrógrado, el inteli-
gente y el torpe, no cabe duda que en el primero ubicaba
al extranjero y en el segundo al nacional. El espurio, re-
trógrado y torpe capital nacional debía seguir el ejemplo
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li
ora del imperialismo en nuestro. país, ni sentir la necesi-
dad de una alianza de la clase obrera con la pequeña bur- antiPoviético, para detener el avance de lÓs pueblos hacia
uesía y la burguesía nacional pa:ra luchar por la libera- su emancipación.
jón económica argentina, porque nunca fué marxista Si alguna vez los socialistas de derecha astnnieron
-Y se jactaba de no serlo- a pesar de barajar de mala actitndes anti_imperialistas e hicie:ron oir sus protestas
1nanera conceptos entresacados de las obras de Carlos por el vandalismo de la "política del garrote", todo eso
lVIar:::-;: y Federico Engels. Sus sucesores niegan que la cla- pertenece al pasado. Hoy están abiertamente. sin ocultar-
se obrera sea "actor protagónico de la historia", porque lo, cnntra todos los gobiernos pouulares de liberación n~
el gran 1nundo socialista, que abarca ya la parte funda- cional, a los qne acusan, incÜsfintan1ente, de "totalita-
mental de la humanidad, estaría al margen de la histo- ~·ios'· .. P~~túan como vanguardia ideológica y política del
ria, según la ignorante peTorata de un vulgar amanuen- 1mpenallsmo. No han necesitado cambiar el título de su
se del hnperia1is1no. La historia se hace, por lo visto, eh viejo periódico oficial.
el '~mundo libre" de los n1onopolios, de la opresión colo~ ;. Surgieron alguna vez en el seno del Partido Socia-
nial, del intervencionismo de l2s potencias imperialistas lista tendencias a enfocar el problema nacional argentino
en los países atrasados, de la decadencia, la descmnposi- desde el punto de vista 1ua:rxista?
ción y la anarquía. Es sabido que surgieron, en diversas épocas, tenden-
Ha dejado de existir para los socialistas el problema cias opositoras de distinta naturaleza que nunca pudie-
del pa.so al socialismo. Ni lo sienten, ni les preocupa, a no ron rrpoderarse, ni por las buenas ni por las 1nalas, de la
ser para impedirlo. Quieren la "libre empresa" capita- dirección partidaria (7 6 ). Fueron expulsadas sin escrú-
lista para nuestro país, y se oponen a la Economía
de Estado. A1nérico Ghioldi ha dic1w claramente que ( 7 6) Las siete escisiDnes fueron cronoló-~icamente: 1"-) La de
su objetivo es "la de1nm:ratizacíón del Estado, proble- 1899 que dió origen a la "Federación Socialista Obrera Arventina"
rna esenciahnente politieo" (pág. 152), y por "democra- o /(Federación Socialista Obrera Colectivista". Partió del" Centro
Socialista Revolucionarlo de Barracas al Norte v se o])uso a la
tización del Estado entiende la devolución de las empre-
1
'
eXi¡zencia de que Ios extranieros sacasen carta de ciudadanía al
sas estatales a la compañías extranjeras, el regreso a la il;gre.".ar al Partido. C_onsider~aba prematura la lucha política y pre-
na b lycha por meJoras económicas. Sus integrantes, entre los
c11ales f1~uraba Leopoldo Lugones 1 se titulA.ba,n "marxistas i~1tran
(75) América Ghiolcli: ''Nlwrxismo, socialisnw, ·izqu·ieTdismo, si~en t2s". Duró poco tiempo.~ 2") La sindicalista de 1906 e~cal;e
cmnu1úsmo 11 la -realidad aTgentina de hoy", Ediciones Popnl<:-~·es Ar~ zada por ,Tu)io Anaga, E1~1ilio Troise! Bartolomé Bosio, AcÍuíles Lo-
gen tinas, Bs. As., 1950, págs. 128 y .150. En otra pm·te d1~e que ren.z?, Gabne}a ~~~· de Com, etc., que se oponía a la política electo-
"h:J,sta el presente las mrtsas proletanas no han de1Tocado nmguna rahs: n_ Y pecha LOdo el poder a los sindicatos". Decían se "marxi_s-
dictadura" (p. 133) y ve en el "neocapitalismo" nmteamel'ica110 tas }lUros" y discípulos del sindicalista Sore1, autor de "Reflexio-
un pasaje "más fácil. al socialismo" (p. 134). nes ::~obre la violencia". 3'~-) La de Alfredo L. Palacios en 1915
porque el Partido prohibía el duelo, de donde nació el Partido So~
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1\l~- ._d.~_~ arre 1,1a~ 1___cl~11_t:~;·9~. Q_¡j_Jl\1__ g~~-~~11_Jr?nt?__~1ª_~,iQp_aL 0.D-t~_ÍJ\1- m~n, el modo vulgar de ver las cosas, Sancho· Panza, con
¡p~_ria1ista, _ _ la_ ic1eo]0gia ,y__la_J}c1iJiGf\-_i_11Q~ne.:DJUenteLé!,e_J,J.. qmcn algu_n~ vez se compa;-ó ('') :_::~1}_jjjg~g:J1i!....del~
.j _clas_~,__o brera, __ .se_ ?,Cet::c_a__ a ---~E?.t~-- _1-].}tü:,:_ª __ pª;¡;a____ c_Q lQG.0x1~-~-lm.i9 -!J.lo ; :escnbla=-··es._el ~<:lahsmo ..mg;muo~- el modo·rtever
pa influencia_ de__ la id_e_o]Qgí_a ___ y_ __ l_a____pQ1].ti~;:t_._c1_e _1n_~oligi:W:'-QJÜa Intultrvo '"![ vulgar que los fi1ós"üfos desdeñan. La -realidad
~_y _ _ _~l_j_m_pgr_iaJir:tl11Q9_ en nornbre de 1a Libe·ctad, de 1a De- es d conJunto de las percepciones y coneepciones cOmu-
:rDocra.cia1 del Progreso y de palab:tas que se en111lean para nes. de los hombres, nunca tan comunes coino cuando se
\cualquier uso. aplican en la vida ordinaria, en el traba.io, en la técnica.
Los sociali.stas han educado cJ pueblo en un confuso Conocemos las cosas y las personas en cun.nto somos ca-
"_ec;l~r:ti_d_smo irl.e:o_Lógico que es el mejm.' caldo de cultivo· na- paces de hacerlas servir a nuestros fines. En su realismo
ra Ins tendencias de Ia bu:rgGesfa y del imperialismo. Han Ingenuo, el Pu.,.eblo~ despx·ecia las vacías fórmulas , que se
~1~g?JlQ sj;;_t~:rxu.i.ti.~_q_Jl1.?DT;0~_.rr.LJit . 1~~cJ~~~-~~2l'era tenga Q.1 presenta:n a. veces como ciencia ... ". "Pero afirmamos
1Jm.nta_cnxtc.enc~nlldo: Pt mater.i.aJ.i_QDJn..~cli&l~_ct~ que la c1encra, para nacer y desarrollarse no ha nacido1
y que fuera del :mated2Jisn10 dialéctico sólo existen di- :le el!a (la ~ilosofía), c?m.o aue la ciencia no es hi.ia del
versas formas del idealimno burgués. 1deahsmo 111 del materrahs1no, sino del "realism_o inrre-
A principios de sü;1o, un gTupo de ühreros pidió ni nuo~', de la vida y de 1a técnica" (8°). ¡Qué oo:inarían bde
doctor Justo que les diera una clase de fiJosofía. '';.Es la t~cma~os disla~es los grandes :filósofos creadores de la
filosofía ~dema:na un venero mental nc:cesible a todos? cren~ra1 Le1bnltz y Descartes, Bacon y los enciclopedis-
-pregnntaba el Tnaestro de la Casa del_ Pueble sin pue-
blo~. Para mí, al men.os, no lo ha si(1o. He tom.ado algu- (
78
) Ibídem, págs. 1l ---12. ,Justo y sus discípulos siempre se
nas de h~.s obras de los filósofos alem.ar.es y he tenido que han esforza.d? .en pTesentar al rn<'!.rxismo como una variación de la
dejarlas de lado, con un se11timiento de fatigante va- c~c~cla posibvista, es decb~, tnüs.n ele negar al mate1·ialismo dia-
1ec~üco c~m10 concepción del mundo y teoría del conocimiento. Quedan
do" ( 77 ) . Bnrlábase del n1atedalismo dialéctico, confe- asr ~-ll hbertacl para .catalog-ar al marxismo como una de las tan-
saba D8.ladinm::nentr~ su incapacidad para entenderlo y tas ~OTmas o expresiones de la doctrina socialista, de tal modo
acons8_iaba a 1os obreros despreocuparse de 1os estudios que r~sta puede a?eptar cualquier tipo de maridaje con el positivis-
mo ('~ion ,?t~·a filosofía bur_R"uesa ,o imperialista.
filosóficos) d.e esas "obscuras. rmnotas y negativas con-· • (
1
· ) 81 alguno de los dos he roes de Cervantes figura entre
n;1s nn~epasados, es, seguramente, Sancho 11 , deelaraba eú su auto-
11
cepciones de Hegel cuya influencia "sobre 1a ciencia e:n
,
general y sobre el socialismo en cuanto tiene de científico, blOgrafia ("La Nación 11 , 27 de ju1io de 1896).
80
( ) J nan .B:, Justo: "Teoría y P1·áct-ica de la Historia", Bs.
no es evidente "Es i:ndudab]e -.añadífl- rme 1a dialéc-
11
• As., .1931, 3'1- echc10n., n. 496.
tica ha dado a ciertas }Jart!?.S de 1a ob:ra de Iv:Iarx graves J l~an, B. Justo: HEZ naZismo .1:npenuo", op. cit., p. 2. "La cjen-
cia, -.:l.ecw- no conoce el matenahsmo sino como una de las fó 1_·~
~l_U;a( ;;ngenuas, ~e.dantes. Y ~uecas de la adolescencia intelectual".
(7 7 ) Jurm B. Justo: "El 1·eal·is-nw ingenuo", Es. As., La Van- u d.~~lpulo, Amenco Ghwld1. llama al materialismo dialéctico "di-
guanliaJ 1914, p. 3. vagaewnes verbales" ("Justan, 1933, p. 89). ·
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RODOLFO PUIGGRÓS
162 HISTORIA CRÍTICA DE LOS PAR'l'IDOS Por.fTICGS 163
tas! Justo los acusa ele haber perdido miserablemente <;1 . El fundadoT de la ciencia argentina, Floreutiuo Al11e-
tiempo, puesto que, según su criterio, los desvelos flloso- ghuw, c.ab~za genial a la que la humanidad delJe grandes
ficos nada tienen que ver con los orígenes y el progreso descubr~m1entos, estaba 1nuy lejos de compartir el chato
ele la ciencia naciendo ésta ele la mentalidad del vulgo, ele P_ens~;_::nento __ 9e Justo y sus_ discípulos. En dos~ trabajos
ese vulgo qu~ cuando le presentan un au~o, un. avión o la flloso.ncos ('"Los .cuatro infi~itos" y "lVIi credoj"') define
bomba "tómica sólo concibe el hecho mmecl1ato ~ele su · al universo y la VIda con1o "materia en n1ovimiento". ~>To
proclucclón y no el proceso del conocimiento que _abrió. el da la materia llena el Universo -dice- o, más propia-
ancho camino de la ciencia y la técnica. El "realismo m- mente, el Infinito n1ateria se encuentra siempre en conti-
genuo" ele Justo es la elevación ele la ignorancia al gra~o nuo movimiento". ¡Qué enorme distancia lo separaba de
ele cateO"oría histórica. Nos parece contemplar la amp!la estas palabras despectivas de Juan B. Justo: "Tan mag-
sonrisa c. del viejo Marx, o la sarcástica del gran Len1n, na doctrina (el socialismo) merece verse libre del no m~
leyendo las sandeces de ese ((socialista" que, en non1- bre metafísico (sic) de rnrLteTial:ista"!
bre del vulgo despreciaba la filosofía, y, en nombre ele su La verdad es que Justo arrojó a empujones por la
superioridad 'intelectual, despreciaba la upolítica criolla;'. puerta de su casa al materialismo dialéctico, nero no para
~
Resulta incalculable el daño causado por el "realismo quedarse en compañía del "n1odo de ver intlütivo y vul-
ínrrenuo" de Juan B. Justo al movilniento obrero argen- ga::n· El "maestro" hizo entrar por los fondos y los con-
t1;;'o. Ha formado generaciones de militantes ~inclicales dUJO muy ceremoniosamente del brazo hasta su mesa de
, y políticos de un practicismo estrecho y mezq~mo, ":uto- trabajo, a los señores Augusto Comte y Heriberto Spen-
sufi:ientes, preocupados exclusivamen~e de lo mmed;~to, cer, representantes con el non1bre de "positivistas" de
1háb1les para copar asambleas o etermzarse en las cLr ec~ una conocida ideología burguesa, n1uy apreciada 1-ioy en
~
nes de los sindicatos incapaces de comprender los pro- los círculos imperialistas, así como de moda entre los in-
emas nacionales y lo~ grandes virajes de la política in- tel;etuales agnósticos y escépticos de la época de Roca y
rnacional, presas fáciles de . las influencias de la b:u- Juarez Celman. Eduardo Wilde, admirador de Speneer
uesía, la pequeña burguesía y el imperi:'lism~. Su qmn- llama~a a la filosofía "esta poble diabla", frase mu;
taesencia es Américo Ghioldi que, en el libro cü:'d?, hace ~prop1a~a para nadar en las aguas superficiales de }a
esta despampanante afirmación: "Para ser. soc1ahs~a n,o Incredulidad característica de las clases sociales en de-
es necesario confesar la adopción de un srsterna filoso- cadencia. . Q-;,¡,1>.\\~
fico; pueden serlo kantianos, heg-elianos, e-x1s . t enc1a
. l" t
. Js as, Del ~o 'r~.ilQg_ió _J_lJ.Bto~.Jª_t_e_o_r_ía rea_c_cionaria de
81
bergsoni_anos, materialistas e idealistas:' ~ ), y _co:no. se g?e la ciencia está colol:lL.d~Lpo_r:__en~ima.o-,d~_Ja$,~,~Qnt~·Dyi\l·
particulariza en sus ataques al matenahsmo d1alectJco, .sias metafísicas entre materill.li.'3IDQ_JL_ideali~'-,Jlf',_c.i
cae de maduro que para ser socialista, de acuerc~o. ~ su ~de Hun inyidua1ismo mórbido'! (8 2), desconociendo que
opinión, se puede ser cualquier cosa -ha~ta, ~~prntista, las controversias entre materialismo e idealismo llenan
teósofo y asiduo apologista de las modas f1losoncas de la todo el campo del conocimiento humano, y que el triunfo
la buro·uesía decadente- menos marxista. De lo que se del :materialismo sobre el idealisn1o y de la dialéctica so-
deduceo que los dis~ípulos de Justo educan :'l pueblo en un b:~~ Ja metafísica es el n1ayor triunfo de la ciencia, con1o
socialismo antimarxista, o, lo que es lo m1sn1o, en un so- hiJa de la concepción materialista dialéctica del mundo.
cialismo antisocialista.
( 82 ) ~Juan B . .;rusto: "Teo-ría y PTácüca ...", op. cit., p. 495.
~arx d_ec1a que el s1stema de Comte es "algo deplorable". ¡Qué hu-
( s1) América Ghioldi, op. cit., p. 108. biera d1cho de haber conocido el de Justo!
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ª
1
imperialismo y de las centrales sindicales que le respon- 1YHG19,fl:.d. __ gJJ~--- ..§Qlo ____ lJQC1jan __ejE:rcer -~nflu_el~<;ia ernanci,Ja-
den. En la lucha por el marxisn1o, conjuntan1ente con el ~h~!f1 __;y"_~rimf!Qr~-- ~Jt:ªy~~--- -~~-~~l~i§_·_~-Gfi_~1~-~-~::j.!}t~r~~s. "
ascenso del movimiento de masas, hay que arrancar de Durante sus primeros diez años de existencia! el Par-
raíz hasta el último resabio de ese tipo de educación. Tal tido Comunista Argentino no se preocupó seriarnente ni
será una de las mayores contribuciones a la victoria total siquiera por un planteo general del problerfla nacional.
y definitiva de la revolución nacional emancipadora ar- Su fundación como Partido Socialista Internacional, en
gentina ( 86 ). el Congreso Constituyente de los días 5 y 6 de cmero de
1918, obedeció a divergencias latentes en el seno del Par-
tido Socialista.
(SG) El doctor Alejandro Korn ("Obras Co'IJ'¡,pletas", Bs. As.,
Clm·idad, 1949, p. 201), luego de sostener que el Partido Socialisb El brote opositor había aparecido en 1912, al crearse
"ha ejercido una intensa influencia educadora", explica que, aun- el '¡Con1ité de Estudios Carlos Marx" para usostener y·
que "el socialismo ... se ha dado cuenta de que el problema social, propagar los conceptos íntegros, netos, lógicos de la gran-
más que económico, es un problema moral, públicamente no puede
confesarlo, porque este pensamiento no es de Marx, sino de Le Play, diosa concepción socialista de Carlos l\1:arx" frente "a1
de Schmoller y de León XIII". De esto a decir que el Partido So- pensamiento reforn1ista del teórico socialista alernán
cialista se ampara en Marx a veces, sin comprende1·lo ni aceptarlo, Bernstein", cuya influencia se hacía sentir ''en el movi-'
no hay un solo paso.
miento obrero y socialista de esta República", como "re-
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(SS) Ibídem, p. 51, nota 77. (BD) Ibfdmn, p. 51, nota 78.
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.t
1 carácter _depeD,_die:nto_ _ _ de..J.1ues:o:.o.,.:pals1 Aphcaba ar_,_.._ctlvas
ele -la Int'Br-~acio~al Con1unista válidas para las naciones
,f opresoras y no para las naciones opr~n1idas. Segu~a. sus-
ciOnal Comunista y de Congresos Internacionales (como
el que~ en Bruselas constituyó, en 1927, la Liga Antiim-
penahsta Mundial), y organizó dos importantes- movin1ien-
\ tentando, con respecto al problema naciOnal, las posiciOnes tos contra el imperialismo yanqui: de solidaridad con ~1
l de la Segunda Internacional, las posiciones del reforn1~S- pueblo mexicano y de adhesión al nicaragüense Sandino.
1TIO, es decir, desconocía la existencia de~ problem_a nacw- P. er?
. su _p1ante~~1iento antiimperialista era general, me-
-~ nal específicamente argentino, del problema naciOnal en caniCa,_ s1n mov.Ihzar a todos Jos factores específicamente
t las colonias y dependencias del ir11perialismo. En las argentinos en la lucha por la liberación nacional, sin co-
raras ocasiones que lo encaraba lo hacía de 1nanera ultra- nec~arse con las causas internas, dirigido principalmente
sectaria, como Rodolfo Ghioldi cuando decía: "en estos conL.rfl_ Estados Unidos y olvidando el dominio aue Gran
morne:ntos, la lucha antiimperialista es, al mismo tien1po, Breta:fía ejercía sobre la economía argentina. ·
1a lucha contra la burguesía nacional'~, cerrándose- así , Codovilla :V Gbioldi viajaron en aqnella época a Mos-
todos los cmninos para una 2-cción antiimperialista con- cu, 2: los efectos de buscar 8 1lí una solución a la discre~
creta (UO). Claro está que, con tan estrecho criterio, no pancw__ que los separaba de Penelón. Discutíase entonces
podía vincularse a la clase obrera, ni transforn1ar~e en en _la Internacional Comunista el problen1a chino, pero en
un Partido de 1nasas; no podía despertar el entusiasmo el Informe que Codovil1a dió a su regreso no so1mnente
y la combatividad del pueblo argentino, ni gu];ay~o en sus no se hacía referencia a ese problen1R, sino tampoco al
luchas por la liberación del país. Su co~Dposicwn, en 1_a problema nacional en general(").
que predon1inaban los extranjeros,_ lo m1smo qu: su~ di-
volTio de las causas internas del ctesarrollo nacwnm, lo 91
reducían a un grupo o secta ele propaganda, al que se ( ) "¡,Cuáles fueron bs divergencias nolíticas entre el P. C.
Ruso, la I. C. Y In. oposición? ~decía Codovilla~-. N o In e extenderé
acercaban nuevos afiliados por admiración a la Unión ma~ormente, ~n exphcar todas Ias divergenci<1s de la oposición con
Soviética y adhesión al comunismo en general, pero donde la l~nea pohhca de ]a L C., en el orden internacional. Las mencio-
lj'are so!amen~e de paso, porque ya son conocidas: en cambio, me
a:--tendn~ particularmente ~n lo que respecta a las diver_g-encias sur-
~)~"La Correspondencia Sudamericana':, Ai1o I, N" 5~ 15-6- gidas en t:;,l seno del partido de l::t Unión Soviética". 11 ·Qué es el
1826, p. 11, artículo de R. Ghioldi sobre "La Liga de las Nac-wnes''. te1·ceT 1-!enodo?", Montevideo, p. 55. ¿:
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"ag·el _,_
t ~ 1 1' r
.1 es cte 1a po 1cm", "inmorales" 0 Io que
Todo se reducía a saber quién tenía las llaves de Moscú, 1 _..__ '
ve~-g~, conduce, a la mayoría de los afiliados, muchos de
!o que en aquel entonces equivalía, dadas las bases sobre
las cuales se desenvolvía e1 Partido, a saber quién se que~
d0.ría con la dirección.
¡? 8
cu~les P.odnan ser grandes cuadros sindicales y po1í~
1cos S1 .!UVIeran una educación marxista y actuaran en
1
t.n ambLnte sano, a rechazar vioientan1ente aue se levan-
La importancia de "la crisis de Penelón" reside en t e 1.a punta del velo que
que consolidó la dirección burocrática y dogmática de Co- t• . envue1ve e1 cerrado -doo-matiS1no ·. <
~n lll1arxr.~ta de los dirigentes. Para ser buen ~iÍit.~nt~
dovi1la y Ghioldi, dirección que se 1nanejó en todas las q.ue fJ]ar ,en, la mente la idea de aue "el p.ar t·1c1o swm-
ay tlen ·
circunstancias por rnedio del an1ordazamiento de la auto- pre ,.1''
e _razon , ·1o que equivale a creer oue "Codov¡'lla
.L
. '"''
crítica, del sistemático aplastamiento de toda tendencia Slemnre ~.
tJon ' " d
~~e razon , .og·ma r11etafisico antidia]e'ctJ.""
, ' e
a encarar el problen1a nacional argentino serimnente Y que
~1.
Cle'ra y
-:..:::.
. t. ;,¡ • •
a~nas la a aunuhr cualquier cosa, desde la
' • - · ~"''•
en profundidad, de la anulación de !os cuadros sindicales Y "'-.:Ianz~ co~ ~Ister B.raden. hasta el apoyo a Jos n1áS des-
de la oposición a los grandes nwvimientos emancipadores ~}ra~o~l agen.,es del 1mperialisn1o. La realidad no cuenta,
de nuestro pueblo. Con el tiempo esa dirección converti- P .e .-? no cuenta, las contradicciones intarnas de la
ría al Partido en una verdadera empresa comercial que revoluc1on nacional emancipadora no cuenta~1-: io úni~~
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RoDOLFO PUIGGRÓS
176
que vale es la obediencia ciega a dirigentes que entran en
negros compromisos y tenebrosas n1aniobras a espaldas
de los afiliados y c'e las masas ( 02 ).
¡
•
XVII
LLAMAN "FASCISTA" A HIPOLITO YRIGOYEN l¡il¡
i.il!
A menudo oímos decir que el comunismo no es más i;-
que el simple reflejo de directivas y consignas emanadas
del extranjero. Sus dirigentes no serían n1ás que repeti-
dores y ejecutores de órdenes de ll1oscú. Hay ciertamente
militantes que obedecen a la dirección porque la conside-
ran representante de Moscú, hay expulsados que aguar-
dan día y noche que Moscú la desautorice para reincor-
porarse al Partido y hay enemigos del Partido que lo
son por creer c¡ue Moscú lo dirige. La propaganda impe-
rialista fomenta tal idea, favoreciendo así la promoción
y permanencia de dirigentes que no pueden exhibir otro
título habilitante que la aureola misteriosa de consagra-
dos por lVfoscú, con la Cual cubren errores, desviaciones
y cosas más graves todavía. Un partido organizado sobre
dichas bases está condenado a vegetar como secta.
8in embargo, de la confrontación de 1as concepcioi
nes teóricas y políticas de los grandes pensadores mar-l.
xistas -así como de las tesis de los congresos de la Inter-
nacional Comunista- sobre el problema nacional en losi
países coloniales y dependientes en general, con la líneal
teórica y política sostenida durante muchos años por losi
(U::!) En un documento sobre ,'"'1::1: ..crisis de Pen:lón': se comien- dirigentes comunistas de nuestro país sobre el problema¡
za diciendo que "gracias a la. resomc10n de la Inteinac::~n;a1_ qor;~u
munista puede considerarse v1rtualmente _superada l~ cns1~, m ve: 1or nacional argentino, se derivan notables discrepancias de':
sufrida en los últimos meses po~ el Pa~tldo Comumst~: · · ._.Y _toda fondo. La existencia de tan fundamentales discrepancias!
la Tedacción gira en toTno de SI ~en~lon es o no ..e~ p1en v1~to e;1 indica que el mentado "espaldarazo" ele Moscú tiene paral
la Internacional Comunista, prescmd1endo del a!1ahs1s de las d1-
""l'"C11CJ·as
v~ ,~ · <' e
a" la< ]·uz del' desarrollo· de las causasn mternas ' det H la «-so- los dirigentes comunistas argentinos el mismo significado 1
ciedad argentina. Ver "Lr¡t c-ri~1:s f!dernn del r._ -omnms a , 1;~ formal que la consagración de los obispos. Vamos a de-¡
Correspondencia Sudamencana' , lb de agosto de 1928, Bs. As., ~ mostrarlo. e~
época, NQ 2, p. 13.
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sía en su conjunto, yn no juega un papel progresista, y blen1as fueron ara F 7 ,~ '1·-'~ _. __ ".,.e_:_~c~m,_,_q ___ .J]JJ.gJy_;qaJ. Esos pro-
1 .~ - 1 _.L__,_-,_Qos senan1ente c uran._e 1
1
i por eso surge el proletariado corno única clase dirigente Clül1 c,el 1 Con()"reso (el 1.TIIT) " l 'n t L a$prepara-
Á
,;ff
j capaz de luchar consecuenten1ente para liberar a toda la~ teruención d: ]51 1 ,- ' ·]._~ ~ en e_,_ vongreso (con la in-
l hun1anidad de la barbarie fascista y de la esclavitud ca- nii3{a) el ,' . . ~1 c:ele¿acwp de. la Internacionni Comu-
~ ' que, "'·- a~1ahz2.r 1as d1ve"'sas e -.._ ·
1 pitalista". Con estas palabras repite la conocida generali- pms y los interese'"' 0 , _ ~ ~ apas soc1a 1es del
J
~áéión contrarrevolucicnaria y pl'oimperialista sobre el sión ~certacla de a;~ e "-;~e r.~prese~caoan) llegó a la conclu-
papel reaccionario de la burguesía nacional en los países tradicciones Ú?-tm:,; _,.,. r.,.!!:,z_~?yen'tsnw, a JJesaT de s·us con-
eial d . / Go, pi Op~as ele la heteroaenoif[ad SO
coloniales y dependientes, y particularmente en nuestro ~ ~ ·e SllS e -mn.entos C""n1J ,teS, 8'J'a _ Una /·lfPr"'r'
"" "" r/g'rlO -
país. Era la tesis de Trotzky en 12 cuestión china. Obsér- e' u,. zca 1-J ]JTOg1"eS'~S-~a ,'" ·~. one.l
.,<~,-· .
J h~ · '""' "'<'-' <·- ' -
vese bien que el "Esbozo", publicado en 1947, acepta que a?Tollo e~oJ?ÓJnico ~ ~ .IJ q-¿~e .zavza q·ue 'l?npulsri1' el des-
Hla burguesía en su conjunto" había dejado en 1928 de ser ab'f,e . l'tn con-t¡· l 2n-~e]Jend?,ente del pa-ís n.wdir.!/nte la luch"'
r1· ~ • • l'
una clase progresista y, por lo tanto, el proletariado tenía 1janauis • u:
en · pa ..,~'.
os 'f110"·'o
~·'-' ,¿ pOLcO,__, ?_,Jn}Je_rza ~Stas --lOS anqln-
~
' ~ ,. a1 rt/'-11 a-)' a1w de" r • 7
r--,--,"'" Pero en }a página 65 del n1ÍSD10 "Esbozo", al en- O'ina 90 d" - 1 ~1acw~~al. Sin elnbaro--o en la pá
~ ~; IJo, como 1"'m,...s- 'ot t ' ¡ e ' -.
l trar a explica1· las tesis del VIII9 Congreso del Partido burgr"sl'a k
- :-
, en su C011Junto v 2 n
-- -u VI.::: o, ·ocw o contrar_io: que "la,.'.
l Con1unista Argentino, Codovilla can1bia de opinión (es- E-l 1 . : ·. ' ' e -- 0 JUega papel nrovres;sta" '
-•L a mvsma pavnv" f-5 insis+o c.l "P b ~ ,"" "._ '-~-'
~ tos can1bios de opinión, borrando con el codo lo que ayer sis del VIII Con ~A:;' . '~" ' - '---.. e ._;___;__¡~ ozo en }a te-
\se escribió con la n1ano y aceptando las 1nás variadas te- Sáenz Peña . ...gl--..-.::,0. Con el adveniD1Ier.to de la 1ev
isis, bunbién son uno de sus rasg-os característicos). ¿A tuada 81;~ el ~~~.;~lc~!f ~~:~.~1 odi~:i~~ción in1port~nte, ~Lc 81{_
"'(j_üé se debe el cambio de opinión? En la elaboración de tende "lcz'~ u: sos-t ener lo-1~,__~~or
f ·'-"
ff
··1 t ,~
gomerno de ~ .
Yno·oven.
· ~~ .. · uw <>~'
las tesis de1 VIII!? Congreso intervino una d8legación de cien te b?.iT{tnesía 1.:ndustr~ L2 el/ esr;; ~ espec·~fzcos: de la na-
la Internacional Comunista que oblig-ó a los dirigentes queiía buTguesía ?f ~n 1J ~~;· ~J¡.OJlfa,wose szenrpT'e en la pe-
del Partido Cmnunista Argentino a rectificar su posición le hac.r:> I"'a . _.la., e Le .as masa-s obreras lo q-uP
''"' ,, '~~ ar un vape l'Y'On¡·esóst " ("'l ' · ._,___,
~ a ·
1
con respecto a la burguesía nacional. La Tectificación nuestr-o. R. P.). L .-:1 .;__:.¡ subrayado es
.-,._}ill)arece en las siguientes palabras : PI Jec_l_or ~t "
es .. ucnoso, que se tome el traba. o d ]'
l "Por otra parte, si bien nuestro Partido hacía can1- --'-'-'1
zar en detallo'" las oa'g,¡
t.
'
"
~ 11 <-•S (e1 1 "E sb ozo'·' < J
·t e ana 1-
¡pañas contra el imperialismo y lo combatía en sus mani- cubrirá que cuandO ~G.o~l "lh ·, ··~ · ~que Cl araos, des-
~festaciones más abiertamente coloniales, dirigía el fuego re~.e Ip, burO'Jiesía 1 · 1:· ~º-;~ 7 "'~-"PPJOFLJlQf ..S.J-L RU©Htg, apq-
~.~entra el eapitalismo en general, .~nJ_l~ggrr,_.Qs_.--~2!~&~nt~·_§-_~l.2 1-:cJ;;-_.'.·c·.·l·a···-,"'•e,,_,,b'""-''
o
re'~'· ¡ ,.::¡ 9l.fL1---.como
, __, ·'-l!\: contrarrevolzzcz'onaJ·'a
·-·-·-·-· ....... · -. ..... ·--··- l~.:: 1<- y
-.-.. - -·· "~ ·---·""·-··"---·-"·.-~-ª--·-0+S.?-,__._a.]
__ c_wna 1 Comunista . . .nero .
--,·-~-........-...,......~"''"'~~ .. ··~-.,?.•,.. ~. '-· .f1.P~:n_~-º-~· Jª-·
-· cuando onina
... "- ---...........
burgl.!ft~iª.
~re_
I·_a. I n.. t.ern<'t-
na.cio.nal comO
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_¡_..._..¡_
t S y rroo-rnSlS a~
- ...__.
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diciendo qne las deliberaciones se iban a realizar "en los
~-pasos antiimpenans . .a "'- b . .__, precisos momentos en que el imperialismo, y las burgue-
"-nacional. _· o. a ane nvribó el VIII s-ías nacionales vendidas a él, intensifican su acción con-
·----- Tales fueron las concluslon,_.s Á-· . .:•L- b i 1 in- tra eJ proletariado, imponiendo condiciones de vida cada
- l p ·t! 1 co~11U11i sta Argentino. a,,o a.
Congreso de ai lUO . _ d --la Internacional Comunista vez n.tás n1iserables" ... (El subrayado es nuestro. R. P.)
fl uenc1a . 1o.1 VT r'onareso e e
Ct...,l 1. :-: ""'. L d
'--'-
1 ntnrnacional
e omunisca..' ( 94 ). Luego, Victoria Codovilla dió Jeetura al informe so-
1 ~ · t ·~--enC10l1 d1recLa e 1a _.. _ . ._. .
y c.e la ln_,el v l: ~ . , ." d l p -tido Comunista Argentino bJ:e el primer punto del orden del día: '(La situación in-
Pero los dn'Igeüt>.;;:s ,__e. !-'l :¡:_.en"e" de JalJios afuera. ternacional de América Latina y los peligros de guerra",
,.,.., t 1 reJia11acu _~_, "' '- ~-
aceptaron e;::".ctS es-~ a '"' ~ scritos hablaban y habla- del cual se destacan las siguientes conclusiones:
En sus infol~rnes,. dls_curdos y oe enemigo principal y af~r 1Q - No existe un desarrollo independiente del capi-
ban contra el rachcahsi?o coll?- lal era una e1ase reaCClO- talismo nacional en América Latina. Codovilla sostiene
, n la burgU8Sla naclOI e- -~- 1 ·"
manan qtlv . e -- _(' a cháchara sobre la revo~uc1on que la «industrialización>> se ha realizado justmnente bajo
naria y __ f~s~Ista. La conj_u~ba reducida a 1a nada s~ se la influencia del imperialismo yanqui, es-pecialmente en
dernocratlconurguesa __qued ·. -~-odo na:pel progresista, los países más evolucionados económicamente" (p. 18) ;
1a b·1rgues1a nacwna1 L
nega a b r: .. ' ._ ._ ~; t
·•·
. al imperialisino. lSj_raza-
~- D" ~ que la '"«industrialización» se ha realizado justamente bajo
toda noslbihnad
~ ·~
deod"les.._s con encl~lTIVO coc·'o~esu~
fo·,·ma1es
-~ ~
a una misn1a.s colonias británicas -en la India, por ejen1plo-,
•1¡ dirifri~·se pr1nc1-
_¡_ H
ban su uJtra1zq_uex 1smo
J - • •
talistas desarroHadas, a ~ast n no. corror;pondía a1 (9!l) "Esbozo", op. cit., p. 66.
· 11a ca11sa e'"~ ·erna a u" ~-'- L~'--· f (fH) ''El movin1.1ento revolucwnario la-tinoame·rica-no", S.S.A.
rlan m:1poner 1 l lL ' ..
S --n+-orna
A S . e' .-,a',1+0" nülitantes. ue-
¡ ·L <- l '-' o .• de la T.C., Bs. As., 1929. Editado por "La Correspondencia Sud-
desarroBo c.e _as c.!lns~..L~'--' ~r s.ostener 18- línea marx~sta, ameriol.na''.
ron expulsados de!_Pa, hc\ Pb . o· ·,a" y otras patranas l
acusa d os (\'e "vencildos "- ' a 1a urbues
./
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¡
'11111
XVIII
-LA CONSIGNA JY1ETAFISICA DE LOS "SOVIETS"
hesiones individuales, que deberán resolverse con el cri- laridad de Prestes". Sí, por la pop1üaridad de PJ"cstes,
te:,w que he expuesto" (p. 337. El subrayado es nuestro. aunque parezca increíble. ¡Había que anular la populari-
R. P.). dad de Prestes!
La respuesta no tiene desperdicio. Revela hasta qué El lector se preguntará de <Jlál sección del espibnaje .#
punto es liquidadora la concepción codovil!ista del pro- yanqui o del "Intelligence Servf'ée" salió ese documento
blema nacional. El industrial debía despojarse de su-con- ~ que señala la peligrosidad de Prestes por tener "un pro-
dición de tal para entrar a la Liga Antiimperialista. Que- grama de la revolución agraria y antiimperialista" por
daban así excluidos de las Ligas los sectores antiimperia- "ligar la lucha militar con el movin1iento de masas" 'y ...
listas de la burguesía nacional. por ser un dirigente popular. Tal vez se llenará de asom-
El delegado peruano Zamora provocó un verdadero bro, o tal vez no se asombre si tiene alguna experiencia
cataclismo en la Conferencia al leer una tesis de su Par- si le -decimos que ese documento fué editado por el Secre~
tido. coincidente con la tesis de la Internacional Comu- tariado Sudamericano de la Internacional Comunista,
nista, que decía que 1a "numerosa y rica" burguesía ar- cuya secretaría ejercía Victoria Codovilla (96).
gentina ''orgullosa del grado de riqueza y poder de su Un mes antes del golpe de Estado del 6 de setiembre
patria" podía ser antihnperialista ''por razones de ex- de 1930 que derribó a Yrigoyen, los dirigentes codovillis-
pansión y crecimiento capitalista". El Partido Comu- tas, sumados a la campaña desatada por la oligarquía
nista Peruano fué obligado a rectificar esa tesis, ano- conservadora y el imperialismo extranjero contra el yri-
tando que la redactó cuando "la traición de la burguesía goyenisuw, decían :
china, la quiebra del Kuomintang, no eran todavía cono- "El Gobierno Yrigoyen es el Gobierno de la reacción
cidas en toda su amplitud"' (p. 149-150). En otras pala- capitalista, como lo demnestra su política represiva, re-
bras: la Conferencia llegaba a la conclusión de que la accionarla, fascista, contra el proletariado en lucha,
burguesía nacional argentina (y con ella el yrigoyenismo) contra el cual aplica, cada vez más los métodos te-
traicionaba al país y se vendía al imperialismo, no del rrons. t a~" (9 7). '
análisis de su pronia actuación~ sino ... porque había trai- Primero afirmaban que Yrigoyen representaba a una
cionado Hla burgUesía china". Créase o no semejante dis- burguesía débil e incapaz de defender al país de la opre-
parate se cmnetía en nombre del marxisn1o. sión imperialista; ahora aseguran, cuando Yrigoyen está
Como comnlemento demostrativo de la tremenda pro- a punto de caer bajo la maniobra envolvente del impe-
vocactón que ef codovillisn1o desató en aquella época con- rialisn1o . que representa "la reacción capitalista".
tra los n1ovimientos de liberación nacional, he aquí las Enb·etanto, agitaban la consigna del gobierno obre-
siguientes referencias que hizo, en un documento, a la ro y can1pesino, sobre la base de los "soviets", consigna
Columna Prestes del Brasil: ultraizquierdista reaccionaria en ese momento del des-
"La Colun1na número dos repite la vieja experiencia arrollo social argentino, que dividía al movimiento obre-
política en condiciones históricas cambiadas; pero la se- ro y saboteaba la lucha por la liberación nacional.
gunda Columna Prestes es, sin duda, rná.s peligrosa que Podrá argüirse en disculpa de tamañas tergiversa-
la primera experiencia de Prestes. Primero, porque Pre~ ciones del marxismo que se trataba de "pecados de ju-
tes lanza. un programa de la revolución agraria y ant:- ventud", propios de la debilidad teórica y del estado in-
imperialista; segundo, porque trata de ligar la lucha mi-
litar con el movimiento de masas; tercero, por la expe- (96) ~<La Revolución en BTasil", en "Revista Comunista!' ór-
riencia insuficiente del proletariado y de las masas gano teórico del S. S. de la l. C. Año I, NQ 1. Setiembre 1930 p'. 48
campesinas en las luchas revolucionarias Y por la popu- (97) (/Esbozo", op. cit., p. 70, nota 112. ' '
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XIX
. LA SEÑORA PEQUEÑA BURGUl~SIA
1111
la lucha de clases y la contradicción entre naciones opre- La aparición del comunismo en 1918 daba derecho
soras >: naciones oprimidas. Llegaron a desplazar a Jos a pensar, si se partía de lo que significaba en Rusia, que
anarqmstas en la dirección de algunos sindicatos y ven- se estaba en presencia de la primera tentativa seria de
cieron a los radicales en varias oportunidades en eleccio- unir en la Argentina el movimiento obrero con la teoría
nes de la capital federal. marxista; pero pronto quedó i!éornprobado, una ..fez más,
El Hsocialismo" de los socialistas argentinos~ nunca ~
• que las causas externas no actúan por sí mismas, corno
fué más allá de un programa reformista pequeño bur- creen los metafísicos y los dogmáticos, sino por inter-
gués. Su "ideal" ~iempre ha sido la pequeña propiedad medio de las causas internas. El grupo de pequeño bur-
rural, el cooperativismo entre pequeños productores y gueses extranjerizantes que se adueñó y nwnopolizó el
entr~ . co!I~sumidores~ la educación de las masas para la nombre de comunistas carecía de todo vínculo con el pen- ,;
conc1l!acron de clases. En vano se buscará en el socialismo sainiento progresista argentino y con el movinliento na- f
u~ estudio del carácter de clase del Estado, puesto que cional revolucionario. Provenía del socialisn1o y cayó bajo
mega que lo tenga. Quiere un Estado liberal tan puro la influencia de tendencias ultraizquierdistas que sólo
Y tan amplio -tan por encima de las clases sociales- abandonaba para pasar a un oportunismo sin ningún
que acepte, como decía el doctor Justo, a los "trusts" dota- principio. No estaba compuesto ni de obreros ni de inte-
dos de Huna técnica n1ás avanzada y de una organización lectuales. Durante los añQs iniciales, hasta después de
superior", lo que equivale a hacer la apología de los 1930, que dió un viraje puramente formal, rechazó vio-
"trust.s", ,que lo ~on. precisamente por su alto grado de lentamente la menor concomitancia con "el fascista" Al-,
orgamzacwn y tecmca que les permite Jo"rar Jos más berdi, con "el agente del imperialismo inglés" Mariano
altos beneficios a costa de Jos productores y
consumido- Moreno, con "el reaccionario" José de San TVIartín, con
todo el pasado nacional. Tampoco conocía, salvo la men-
res nacionales.
ción de los nombres de sus creadores, la teoría n1arxista.
Los socialistas reemplazaron a los anarquistas con Limitábase a proclamar ardientemente su amor a la
otros métodos, en la función de interponerse entre la'clase Unión Soviética y al comunismo en general, rnientras
obrer~ y el marxismo revolucionario. Exponentes de la
agitaba consignas de provocación -corno la dictadura del
pequena burguesía urbana, casi exclusivamente de la proletariado, el gobierno de obreros y campesinos, todo
porteña, alejaron a los obreros de los grandes problemas el poder a los soviets, etc.-, que venían como anillo al
nacionales e internacionales, al enfocarlos con ese estre- dedo para los fines diversionistas del imperialismo en
cho practicisrno que tanto agradaba al doctor Justo. Al América Latina.
leva':tar e~ v.uelo, si~rnpre coürcidieron con la oligarquía
y el rrnperrahsrno (hbre cambw, adhesión al bando impe- El papel contrarrevolucionario del grupo pequeño
rialista anglosajón, anticomunisn1o y antisovietismo de- burgués extranjerizante que se abroqueló en la dirección
fensa de la democracia formal y de las libertades en' abs- del Partido Comunista de la Argentina desde su naci-
tracto, oposición a los movim-ientos nacional-emancipa- miento, aparece también claramente de manifiesto en su
dores, etc.) (los¡. política de cuadros, tendiente siempre a asfixiar a aque-
llos que se desarrollan en contacto con las masas y como
expresión del movimiento ascendente de la clase obrera
( 105 ) Algunos apologistas del socialismo se han esforzado en o del pensamiento nacional creador. Del mismo modo que
probar que .Just? no olvidó el pa:pel regresivo del capital extranje- su in1presionante mediocridad oficia de aplanadora buro-
ro en la Argentma, pero no consiguen documentar que haya inten- crática de los dirigentes obreros que se incorporan a las
tado alguna vez encarar el problema de la liba·ación nacional en
concreto. filas partidarias atraídos por el significado internacional
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Graciosa Majestad antes de nombrar sus ministros él le .sige11tg,. <mtiacner<:!ista, qp .HiPó lito Y ¡:\goY?J'- Las divi-
respondió: HEs una costumbre que el señor emb~jador siones de 1891, 1897 y 1923-1924 tuvieron origen en la
debe dar por tern1inada Los "doctores" le acusaron de
11
•
oposición entre la tendencia intransigente y la tendencia
apersonalista", de "dictador", de "ignorante"; se burla- contubernist~, aunque. esta última ~xpresión n~ se em-
ron de sus discursos y crearon el "antipersona1ismo" 0 pleara todav1a. Pero s1 en lo~' dos prnneros casos las dis-
"antiyrigoyenisnio", al que Juan B. Justo calificó acert:,: crepancias fueron puramente políticas, en 1923-1924 obe-
?;-n1en~e de Hpobre fórmula de los conservadores". Que- decierop_. a . razQn~ª> de carácter econón1ico-social (1°8).
'.illii
l,¡~ji
"'1' nan aislar a Y rigoyen del pueblo e intentaron hacerlo El f?ntub_erni?l fué, en sun:a, 1'1 JJ!\s_e p()lítica del gol-·..
11'' mediante la consigna equívoca de "separación de- aobier- .~J:e~<;gQ..Ilil.r!o hilvanado pacientemente por la aligar-'
,~:~~,,!1
- ¡1·1• no y partido", con la esperanza de, al mismo tiemp~, apo- quíá arrojada del poder en 1916. Eran distintos los mo-.
derarse de la dirección del partido y dominar al gobierno. tivos que llevaban a los dirigentes políticos a entrar, de
r~ Seria falso reducir el contubernio a la alianza entre hecho, en el contubernio. Lisandro de la Torre que, como
1il'¡í¡'¡~!~!!:.·
~ji~: l un sector desprendido del radicalismo -eL antinersona- lo hemos recordado, se separó en 1908 de la Unión Cívica
LJi!>tsL.o antiyrigoyenista- y los g)igªr~as._áiíllimitc~Ó;es, Radical para fundar en Rosario la Liga del Sur, el 14 de
¡ En el Congreso se vió clarament~ que los .ll~i!:f!Yl. eil-
L trab~n en 7la co~1po~enda y se a!meaban del lado contu-
diciembre de 1914 organizó, con objetivos nacionales, el
Partido Demócrata Progresista, que con un programa
·bermsta (1° }. Nicolas Repetto hizo, en la sesión del 28 burgués avanzado se proponía superar su contradicción
de agosto de 1930, profesión de fe contuberuista. al decla- nata, la contradicción entre sus críticas al radicalismo
rar su "admiración" a "la sensatez, la previ~ión y el yrig-oyenista en nombre del progreso y la democracia, y
sano patriotismo" de la "política del acuerdo", propiciada su integración con fuerzas provenientes del coue.ervado-
por el general l\1itre cuarenta años antes. En la calle y rismo (1"'}.
en sus publicaciones, los codovillistas se desP·añitaban En política hay que evitar que el subjetivismo ciegue
contra el "fascista" Yrigoyen, "verdugo de la clase obre- acerca de los alcances objetivos de una determinada
ra", "agente del imperialismo", etc. Puede definirse el orientación. Lisandro de la Torre y los demócratas pro-
contubernio como la unión efectiva u objetiva de las fuer-
zas interesadas en paralizar la obra y derrocar a un go- (lOS) "Estas grandes escisiones de 1891, 1897 y 1923-1924,
bierno nacional democrático con ancha base popular. El son las más importantes en razón del motivo principal que las de-
contubernio resucitaría años más tarde, en otras condi- termina; pero muchas otras escisiones de grupos menores, o sim-
plemente individuales, se produjeron a lo largo del desarrollo del
ciones, con el nombre de Unión Democrática. Radicalismo, preferentemente en las grandes oportunidades electo-
·ª
Lª.~·"·t~n.Q§nY.itt2-."-ªL~·"·'~ºE.tYb.~_:rnJ9 _ PÉH~~-t;Ü~X!?!l~.".ti~ntro rales" (Del Mazo, op. cit., p. 27). -
\LeLm<:!!q!!!i~Pw. comP reªcción :!'rente. a lapolítica,intran- (109) De la Torre dijo en 1912 en el Congreso: "El único
cambio que se nota hasta hoy en las provincias que pasan a ser
gobernadas por el Partido Radical se ·limita a un cambio de per:-
( 10 7) "El primer partido tocado por los contubernistas fué el sonas; porque las viejas corruptelas, lejos de desaparecer, se arrai-
Partido Socialista, pues ya en las sesiones de la Cámara de Di- gan como en Santa Fe." El Partido Demócrata Progresista se for-
putados donde se consideTÓ la primera elección nacional realizada mó en base a una coalición de fragmentarios partidos conservado-
de acuerdo con la ley Sáenz Peña, se quiso ponerlo del lado de los res (con exclusión del Partido Conservador de Buenos Aires y el
con;;ervadores y en contra de los radicales por motivos de puro in- Partido Provincial de Santiago del Estero). llYo representaba en
teres electoral". Joaquín Coca: "El contubernio", Colección Clari- él la tendencia popular ... ", declaró De la Torre. LOs conservado-
~ad? BueJ!-OS .;}ires; p. 6. También dice Coca que la división en Tes veían en el Partido Demócrata Progresista la posibi1idad de
yngoyemstas y "antiyrigoyenistas" o "alvearistas" fué "fomen- derrotar al yrigoyenismo. "Tal era el terror que inspiraba en los
tada por los conservadores, ciertos socialistas y algún radical disi- conservadores y vacunos el seguro triunfo de don Hipó lito Y rige-
dente" (p. 25). yen". escribe Juan Lazarte {op. cit., p. 149).
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directamente. Los de1nócratas progresistas actuaron cO-~ !ismo introducidos en la Unión Cívica Radical que!
mo evadidos del conservadorismo que no daban el "mal ··'Jii
tenín por objeto divorciar a Yrigoyen del gobierno. Pron-!
paso" de smnergirse en los movimientos populares, y en ~~
to, en las discusiones del Senado, aparecieron claramenTe'
Ías dos ocasiones que intentaron hacerlo (la Alianza De- definidas las dos tendencias: personalistas o yrigoyenista.s ~~
mócrata-Socialista de 1931 y la Unión Democrática de y antipersonalistas o antiyrigoyenistas, la segunda de las "'':.~
1946) fracasaron, por los n1otivos que explicaremos en cuales pasó a respaldar al presidente Alvear, con lo que i·'"
!ll!
su oportunidad. quedaba probada la falsía de aquella consigna. ·~!
~¡
La elección de ~!larcelo T .. de Alvear (1922), cuya HLos oligarcas de boina blanca", corno los llamaba
• candidatura fué impuesta por Yrigoyen para impedir la Yrigoyen (1!11 ) se habían apoderado del gobierno, pero el !~l
1:;;',
/ división del partido y mantener el control del gobierno yrigoyenismo en el llano multiplicó su fuerza popular y
X desde el llano, abrió a 1a oligarquía nuevas perspectivas su oposición al a.lvearismo lo convirtió en abanderado de
·!. a .sus esperanzas marchitas. El presidente Alvear se de- la causa del progreso, la democracia y la liberación nacio~
l!ii
¡i¡f,!
:;~!
"finió de entrada al designar su gabinete: de los ocho nal (>12). .J!::
_,.,
ministros, sólo tres eran radicales, mientras otros dos Pasemos por alto las distintas maniobras que hizo el
provenían rlel t•juarismo". Tal repudio ocasionó el cono- presidente Alvear para barrer a los partidarios de Yrigo- j
cimiento del elenco de colaboradores del novel mandata- ,,.
yen de las situaciones provinciales y de los cargos púb_lj-
rio, que su ministro de guerra, el general Agustín P. cos. Recordemos, en cambio, que a medida que se acen:l
1~
Justo, mandó acuartelar las tropas (UO). La vieja consigna tuaba la política a!vearista aumentaba también el caudall
contubernista de "separación de gobierno y partido" co- político de Y rigoyen y la desesperación de los conserva-!
dores y antipersonalistas ante la certeza de que perderían !
(110) "El hecho es qne el nuevo Presidente había elegido :pro- el gobierno en la próxima elección. A la necesich¡d de ase- ' it;
li.iamente para sus principales colaborador~s no tB,~lt9 _a sus ~1mgos gurar el futuro para la reacción respondió, en las postri~
como a hombres que en geneTal malquenan a H1pohto Yngoye:n, mería.s de la presidencia de Alvear, la creación de la "-J;.,o- ,;
unos abiertamente, ohos embosc~_dam~nte; a1f5~mos desde Jos hen;-- gia __ g-~_ne~a1$a!l)VI~rtin~', dirigida por el ministro de Crde.:' !~!
pos ele Alem, cmmdo la inh·anSigencl:: 0e Yngoyen les mcpmo~o.
i~ra, ge=neFai Agl:iSHñ'·P: Justo, e integrada por milita-
Por otra pm·te, nada menos que el mm1stro de guerra habm s1do
elegido por el doctor Alvear ~i~ conocerlo person~lment~, por re- res ( 113 ) . Esa logia fué uno de los instnunentos de que se
¡
comenc1ación de otro de 1os mnnstros, que en Pans habxa conven- !1
cido al futuro Presidente que ése era el hombre que necesitaba. En ::]¡
cuanto al de marina (almirante Domecq GB.rcía), había estado al (11¡1) "Boinas blancas" eran los radicales, que las usaban co-
frente de una orP'anización de las eme podrían llamarse profascis- mo distintivo. Y rigoyen aludía, pues, a los radicales que se -pasa-
tas durante la "~emana de enero" de 1919. El tiempo diría cuanto ban g Jas filas oligárquicas.
deb'-ía sufrir el país por estos gnwes errores" (Del Mazo, 21-22). "Po- (11'2) ''Día/a día,·Ia casa de gobierno (en época de Alvear)
co a poco el Presidente Alvear concentró alrededor de él la esp~ fué quedando más vacía, sin obreros. ni estudiantes, ni gente 11ana,
Tanza de quienes siempre se opusieron a Yrigoyen en e~ seno de la como había sido la característica del período anterior, presentando
Unión Cívíc::t Radical; de los reaccion::n·ios de los parbdos conser- la fría tranquilidad de un g-obierno formalista, sin calor de pue-
vadores, a quienes al fin parecía abrírseles una perspectiva de re- blo" (Del Mazo, op. cit., p. 24).
torno, y de los reaccionarios de toda índole siempre resentidos por ( !.13)
0
Entre los propósitos de sus mi(>_mbros (de 1a logia),
la crt;)cinJte :;;ignificación social del Radicalismo" (p. 23). figurBban; "Hacer guerra a la política de Yrigoyen"; "confinar y
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·.n·· ,;~lió el contubernio P:'_ra prepm;ar el asalto del poder en 1a Argentina, respondieron importantes movin1ientos de
;;, 1930: tuvo como m1s10n mmedwta acallar las protestas
. !11:.tsas, encabezados por la intelectualidad, que se concre-
:-¡ por los grandes negociados de la compra de armamentos. taron en entidades como la Alianza Continental, la Unión
i L.. Como actos definitorios de la iniciación de la política Latinoamericana y la Liga Al,ltiimperialista, con ila adhe-
1 antiyrigoyenista del gobierno de Alvear aparecen la der«-. sión de sindicatos obreros, ceritros universitarios y orga-
, gación de la ley general de jubilaciones (N9 11.289) ( 114 ) nismos populares. El yrigoyenismo se hizo eco, en el Con-
l y el veto a la ley que reglamentaba el trabajo de los obre- greso, del poderoso despertar de la conciencia nacional
\ ros en Jos yerbales (N9 11.278), así como el retaceo de la emancipadora, oponiéndose a los planes proimperialistas
! autonomía universitaria, conquistada por el movimiento del gobierno de Alvear.
!: reformista de 1918. Al principio, dió algunos pasos para El debate sobre el petróleo puso en evidencia la polari-
l proteger la industria nacional (aumento del 60 por ciento zación de las dos tendencias fundamentales del desarrollo
~ de los aforos aduaneTos, supresión de los permisos para social argentino de este siglo. Mientras los alvearistas vol-
' exportar metales, prohibición de la libre exportación de vían a los argumentos de J uárez Celman de que "el Es-
/; acero viejo, altos derechos de importación de aceite co- tado no es buen administrador'' y proponían la forn1a-
J! mestible, identificación de las mercaderías), pero luego ción de ernpresas mixtas, por intermedio de las cuales Jos
~ abandonó esa política y autorizó la salida del país de ciento monopolios extranjeros se apoderarían de nuestro petró-
!i sesenta millones de kilos de acero viejo y el que siguiera leo; los yrigoyenistas sostenían la tesis de la propiedad y
·~saliendo (muy necesario para nuestra industria), propuso explotación exclusiva por el Estado. Si bien no lograron
1 la supresión de derechos a todos los artículos de la cans- hacer triunfar la idea de la expropiación de los yacimien-
Í trucción y de los derechos aduaneros adicionales, rebajó tos detentados por particulares, impidieron que se con-
!\]os derechos de Jos tejidos, la yerba, etc. sumara la entrega de Jos restantes al imperialismo.
'\{ La 1J01ítica .reaccionaria en el orden interno tenía que N o podemos pasar por alto el carácter predominan-
llegar aéompañada de la política _ep.treguist~ en ~1 ?rden temente antiyanqui de los movimientos antiimperialistas
internacional. A la redoblada preswn de los 1mper1ahsmos de aquella' epoca;
!nCfí.Jyendo la posición del yrigoyenismo.
inglés y yanqui, a la lucha entre ellos por e1 dominio de Atacábase a Estados Unidos por su "política del garro-
te" en América Latina, por sus atropellos a Nicaragua
separar a los militares simpatizantes del yrigo~eni_Sf?O"; "hacer de Sandipo, por la voracidad monopolista de la Standard
propaganda militar para un golpe de ~stado que m1p1~1~~Ta la vu~l Oii, por sus despojos en México, etc.; pero no se plan-
ta del yrigoyenismo al p-oder"; ''cubnr los carg-os m1hta1:es prm- teaba . al mismo tiempo y en forma concreta, un plan
cipales con los logiados" (Ibídem, p. _?4, nota). El pron~ncmm1ento
del general Primo de Rivera en Espana tuyo, ~?mo lo senala ~1 doc- argentino de recuperación nacional del comercio exte-
tor Del Mazo, gran influenciE: en la COl~~titr:-c10n. de 1,~ menc_10na~a rior, los transportes y los bancos, sometidos a los dictados
logia. Su anoliticismo daba ongen a un · nacwnahsmo reacciOnarlO del imperialismo inglés. El antiimperialismo inglés se
y ~antipopulal'. . . . .
(114) La ley fué resistida, desde un pnnc1p1o, _P?l' el co~ercw desarrolló posteriormente, en oposición al liberalismo, en
y la industria, hasta que la Suprema Corte de Jr:-sttcla, copflrmar:t; las filas del ejército y en el movimiento nacionalista, una
do una sentencia del juez federal, doctor Clodomno Zavaha, le dw de cuyas variedades fué "Forja" dentro del radicalismo.
el golpe de muerte. El ingeniero ~lejandro E. Bun~e, V?Cel:o de los
enemiQ'os de esa ley decía en el Pnmer Congreso Umvers1tar10 Anual Las divergencias entre Yrigoyen y Alvear acerca del
de La'=' Plata (5 d~ noviembre de 1923) que "con ella se crearían manejo de la política internacional venían cte lejos. Yrl-
pronto dos millones de jubilados, haríamos un país de hombres con goyen había sostenido la neutralidad argentina durante
el espíritu castrado ... , un pueblo de tímidos ... , de hombres con la guerra interimperialista de 1914-1918, mientras Alvear
las alas cortadas". También se opuso a la participación de los obre-
ros y empleados en las utilidades de las empresas. se pronunciaba a favor del bando imperialista anglo-
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RODOLFO PUIGGRÓS
HISTORH_ CRÍTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 213
212
do. 1922-1928, así como ele la prensa política de la época
sajón. lVIás tarde, siendo n1inistro argentino en Francia, ev1dencmn que los partidos no yrigoyenistas se daban ]~
Alvear resistió las directivas del preside-;1te Yrigoyen so- man? con el alvearismo, por encima de sus parciales dife-
bre la conducta a seguir en la Liga de las Naciones. renwls, para atac~r con la mi¡;ma furia a Yrigo~en. En
La primera discrepancia de Y rigoyen con la entidad el asunto del petroleo, por ejemplo, la mayoría de los le-
mundial que nació de la Paz de Versailles se produjo-cuan-~
g¡s~aclores socialista~ votó po; la negativa el proyecto
do, con el pretexto de que las naciones beligentntes (del yn«>oyen1sta de nacwnahzaewn de los yacimientos.
.¡11 lado aliado~ por supuesto) tenían derechos que no podían
compartir con las naciones netürales, J.a Liga se reveló Yrigoyen era el '~dictador", el "tirano". el "demago-
:i.¡'
1 ~J con1o organis1no de las grandes potencia,s im_peda1istas go"_; -~~vear era el "demócrata", el "republicano": él "le-
'1" para :1segurarsc un nuevo reparto del mundo. "Tratán- gahsta . A aquel se lo agredía con saña; a éste se lo cri-
dose de una Liga que ha de establecer la p2,z futnra de ticaba respetando su personaiidad señorial.
todas las naciones, no cabe distingos entre belige:;__~antes 1\unque la oligarquía y el imperialismo estaban de
y neutrales", teJ.egTa.:Uó Yrigoyen. A la división_ entre na- parabJel:.es con el gobierno de Alvear, remíal1 el futu:ro.
ciones opresoras y nndones oprimidas, el presidente radi- No. conflaban en el pueblo. Tenían interés vital en des-
cal opuso el prinCipio de igualdad y autodetern1inación de trmr la n:ayoría yrigoyenista del Congreso, apoderarse
las nacim1es. El mhüstro Alvear no c.0n1partía esa opi- de los gobJ.ernos de provincia y asegurarse el próximo pe-
nión. Y rigoyen preeisó, en toda oportunidad, que 1a orga- nodo presJdencJal. No estaban solos en la faena los con-
nización mundial debía ser ung Liga de las Naciones y servadore~ Y antipersm:a!istas: los demócratas progresis-
no una Liga de Naciones. Tuvo que viajar a Ginebra el tas, soc1ahstas y codov1lhstas arrimaban también leña al
n1inistro de Eelaciones ExterioresJ doctor I-Ionor1o Puey- odw Pncendldo contra don Hipólito. La logia de militares
rredón, para irrrponer el criterio yrigoyenista y, al ser re- reacc10nanos, que dirigía el general Justo, estaba alerta
chazado, anunciar el retiro de nuestro p2..ís de la Liga, para dar el zarpazo cuando se presentara la oportunidad.
el 4 de dicien1bTe de 1S20. La 1nisma. actitud principista
firme mantuvo Yrigoyen en las Conferencias panameri- C~on mucha anticipación a los comicios presidencia-
canas y en las relaciones con Jos países del continente. les de 1 1 9 de abril de 1928 los antiyrigoyenistas se prepa-
rar~n a dar la batalla y alinearon sus fuerzas. Ellos, que
Desde un principio fué c1a.ro que el presidente Alvear hab~an atacado a Yrigoyen con el ]ema "Separación de
se disponía a dar un viraje completo a esa política, rein- goJ;ne;'no Y parti.do", hicieron de su partido un simple
tegrando a nuestro país a la sociedad ginebrina y ac- ~penmce del gob1erno. El presidente Alvear declaró que,
tuando en las reuniones internacionales y continentales estaba d!sp_aesto a poner toda su legítima influencia en
como socio menor de Inglaterra y Estados Unidos. Cuan- favor del !nunfo de la fórmula antipersonalista" Mela-
do la opinión pública reclamó la adhesión argentina a la Gallo, eleg¡da, en la convención de abril de 1927. En rea-
lucha antiilnperialista del nicaragüense Sandino, Alvear lidad, se hab1a. c~nsumado . la separación de gobierno y
respondió que tal problem_a era "ajeno a nuestros intere- Pt~;eblo, Y: ¡stabJecJdo la umón del pueblo con el partido
ses••, y al tratarse el establecimiento de relaciones diplo- yngoyems,~. Pero para la mentalidad de la oligarquía
máticas con la Unión Soviética afirmó, por inter1nedio no valen _mas que las formas y su continuidad en el poder
del canciller Gallardo, que era "peligroso" reconocer al
se ~educw a una. cuestión de dominar por arriba a los
gobierno de este país. En el primer caso aparecía el puño gob1emos provmcwles y mantener el control de las fuer-
del Tío Sam y en el segundo caso la sutil diplomacia im- zas arm:'das. El rechazo por el gobierno alvearista del
perialista de J ohn Bu!l. monopolw estatal del petróleo no era un buen antecedente
La lectura de los debates parlamentarios del perío-
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criadores invernadores -entre los cuales figuraban diri- rros, o se empeñaron en bancos y prestamistas~ para ad-
gentes de la Sociedad Rural, ministros, diputados, magis- quirirlos, así como máquinas y otros elen1entos de trabajo.
tl·ados, abogados, etc.- los frigoríficos ejercían la influen- Las tierras destinadas a la agricultura se arrendaban a
cia política necesaria para n1antener y acrecentar sus precios altísimos o se compraban a plazos por sumas ele-
privilegios. Así con1o había una política de las empresas vadas. i¡\. 1
ferroviarias y políticos y funcionarios al servicio de !os'· La crisis ganadera de esos años puso al descubierto
ferrocarriles, había también una política de las empresas la discriminación que los frigoríficos hacían entre inver-
frigoríficas y políticos y funcionarios al servicio de los nadores y grandes criadores invernadores, por una parte,
frigoríficos. Y. ;I grueso de los criadores, por la otra ( 126 ). Hubo agita-
El área cubierta de alfalfa alcanzó el punto máximo cwn en el gremio ganadero. Por primera vez se hicieron
en 1922, con 8.400.000 hectáreas (casi el doble que en investigaciones y estudios serios sobre la producción, la
1910), no igualado posteriormente, como resultado de la industrialización y el comercio de carnes. Quedó nrobada
gran demanda de carne y de la suba de los precios del la existencia del "pool" y 1a sorda lucha interimPerialis-
1 ganado en el curso de la priríleTa guerra mundial y co- ta, así como la diferenciación entre los dos sectores o·ana-
mienzos de la postguerra. La cantidad de vacunos aumen- deros 1nencionados. b
tó de 26 millones en 1914 a 37 millones en 1922. Pero la De acuerdo a cifras del año 1917, había en el país
brusca caída de los precios de la carne ( 125 ) originó un 112.316 explotaciones ganaderas con 136.181.137 hectá-
rápido desplazamiento de la ganadería a la agricultura, reas en total, de las cuales el 70 % estaban en poder del
estimulado por las elevadas cotizaciones de los cereales 17 % de los ganaderos. 146 explotaciones tenían más de
(22 pesos el quintal de trigo y 10 a 12 el del maíz). Mu- 50.000 hectáreas, 108 de 37.500 a 50.000 y 213 entre
chas tierras de pastoreo fueron entregadas por los terra- 25.000 y 37.500. En cambio, 93.428 exnlotaciones conta-
tenientes a arrendatarios para que las labraran. El área ban con menos de media legua (1250 ·hectáreas), entre
sembrada con cereales y lino ascendió de 13.452.815 hec- las que figuraban 81.889 con 50 hasta 625 hectáreas. Si
táreas en 1919-1920 a 19.969.422 en 1930-1931, mientras partimos de la base de que estas pequeñas explotaciones
que el área alfalfada descendió de los 8.400.000 hectáreas no podían dedicarse a la ganadería extensiva, sino a la
mencionados a 5.711.330 al final del mismo período, y granja, quinta o tambo, se destaca el vínculo entre la
1a existencia de vacunos se redujo a 32 millones de cabe- explotación ganadera y e1 monopolio de la tierra por un
zas en 1930. Inicióse entonces el empleo del tractor en número reducido de estancieros, dueños también de los
11 el carnpo argentino. Los agricultores invirtieron sus aho- campos que los pequeños productores, en gran n1ayoría,
poseían en arrendamiento. Sin embargo, no todos los gran-
IÍ des ganaderos que formaban ese 17 ro
integraban el nú-
li podemos decir que los primeros eran "invernadores" y algunm cleo mínimo de favoritos que los frigoríficos movilizaban
~'criadores invernadores" y los segundos casi todos los "criad01:es ... " cada vez que corría peligro su monopolio. Un sector de
,,
il
Horacio V. Pereda, op. cit., p. 80.
En los años 1927, 1928 y 1929 la diferencia entre los precios ellos sufrió con mayor agudez las consecuencias de los
pagados por los invernadores por novillos en remates feriaS y los bajos precios, hizo oír sn voz de protesta y !levó el pro-
precios pagados por los frigoríficos era de 80 pesos poT cabe~a,
es -decir, que compraban a 60 y vendían a 140 pesos, después de
la preparación. Ver discurso del doctor Nicolás Repetto en la Cá- ( 12G) Hay que tener en cuenta dos circunstancias determi-
mara de Diputados del 26 de setiembre de 1939. n.antes de ese privilegio: los frigoríficos necesitaban disponer con-
(125) La libra de carne limpia "chilled" bajó en el mercado ,tmuamente de carne de alta calidad para elaborar el "chilled" y
de Liniers de $ 0,312 ~n 1920, a $ 0,269 en 1921, a $ 0,187 en 1922 no ~odas los campos eran aptos para preparar por la invernada
y a $ 0,182 en 1923. el bpo de vacuno requerido para el "enfriado".
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blema al Congreso: era el sector vinculado a los impor- za política que siempre consideró al Estado mal adminis-
tadores y ferrocarriles ingleses desde antes que los nor- trador y propició las empresas privadas, propusiera con
teamericanos instalaran frigoríficos en el país, sector que tanto calor el establecimiento de una "Compañía Nacio-
años más tarde consiguió que se negociara el Pacto Roca- nal de Frigoríficos",, a la cual el Estado debería aportar
Runciman, el más entreguista que ha firmado la Argen- el 50 y hasta el 100 ;to del capiial. La doblez de la loligar-
tina en toda su historia. El interés de este sector de cría~ . quía aparece cuando se compara su liberalismo partidario
dores coincidía con el interés de Gran Bretaña de despla- de la empresa privada con respecto a los monopolios in-
zar a los yanquis del monopolio frigorífico y aumentar gleses con su intervencionismo de Estado con respecto a
1' la capacidad de compra de manufacturas inglesas por los monopolios yanquis. Gran Bretaña quería que el Es-
1 nuestro país; pero la posición de los frigoríficos norte- tado argentino le sacara las castañas del fuego, quería
americanos, muy entrelazados con los ingleses a través que los frigoríficos yanquis desaparecieran o fueran so-
de combinaciones del capital financiero, era demasiado metidos a un estricto control estatal. La astuta Albión no
sólida como para ser anulada así nomás. La interferencia podía soportar esa espina clavada en el corazón de su
del imperialismo yanqui, por medio de sus frigoríficos, comercio con la Argentina. El momento le era propicio,
:; en el comercio de carnes anglo-argentino, dió un carácter ya que hasta el sector privilegiado de los ganaderos sen-
muy particular a los debates que promovió la crisis gana- tía las mordeduras de la crisis. Tan era así que Sánchez
dera de aquella época. Sorondo mostró la pata de la sota al declarar en la Co-
El diputado conservador Matías Sánchez Sorondo misión de la Cámara: "Aunque esto moleste nuestro or-
tuvo a su cargo, en las sesiones del Congreso de fines gullo, nacional, si queremos defender la vida del país, te-
de 1922 y comienzos de 1923, la defensa de las posiciones nemos que colocarnos en la situación de colonia inglesa
del sector ganadero pro-inglés. Lo hizo fundando sus pro- en materia de carnes" (1 28 ).
yectos en la necesidad de la intervención del Estado ('27). El diputado socialista Juan B. Justo refutó los con-
Es importante subrayar que el representante de una fuer- ceptos y proyectos de Sánchez Sorondo, y propuso, a su
vez, la constitución del "tTust nacional de la carne", con
(127) Dijo Sánchez Sorondo: t¡He buscado el principio a que los estancieros, los frigoríficos y el Estado, participando
debiera obedecer la legislación administrativa y lo he encontrado éste con el 53 ;1o de las acciones, y aquellos con sus tie-
en el concepto de la utilidad pública que reviste la industria frigo-
rífica como transformadora y circuladora de nuestra riqueza gana- rras, ganados, instalaciones, fábricas, etc., previa expro-
dera, y de este concepto de la utilidad pública emana la legitimi- piación por su valor actual para cubrir el 47 ?'o restante
dad de la intervención del Estado, intervención que debe ejercitarse del capital. Esta especie de "empresa mixta" hubiera sig-
sobre ella como se ejercita con caracteres de concesión, control y
vigilancia en la explotación de los ferrocarriles y en la explota- nificado, de llevarse a la práctica, una preponderancia
ción de las minas. . . El frigorlfíco no puede actuar independien- aún mayor que antes de los sectores privilegiados de los
temente, operar a capricho, establecer cómo y cuándo quiere, vin- ganaderos y los frigoríficos, que el doctor Justo tanto
cularse con otros frigoríficos del país y del extl·anjero, sin permiso
del Estado; el Estado debe actuar sobre ellos exactamente en la
misma forma que actúa sobre otras empresas de utilidad pública ... ;
el Estado debe intervenir en el establecimiento, la organización, (1::8) El presidente de la Comisión de la Cámara confesó que
en las vinculaciones y en las ganancias de lOs frigoríficos y debe la intervención del Estado en la industrialización de la carne, por
crearse una oficina como la del proyecto, llamándola la de la pro- medio de la Comisión Reguladora del Comercio de Carnes, era un
ducción pecuaria, que centralice la contabilidad de esta rama del "pool análogo al que hizo el gobierno inglés durante la guerra en
comercio y sea algo así como una oficina de ajuste de los frigo- salvaguardia del aprovisionamiento de carnes. para su pue~lo y
ríficos". También la Sociedad Rural era partidaria del interven- nara su ejército". Estaba claro, pues, el sentido de Ia mamobra
cionismo estatal. Su asesor, el doctor Raúl Prebisch, estaba enton- inglesa para conquistar el control de la industrialización y el co-
ces en esa onda. mercio de carnes.
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atacaba (1 29 ). El líder socialista pasaba por alto el con- tina la bandera de los grandes ganaderos y del imperia-
tenido de clase del Estado argentino y no veía que, lejos lismo, en oposición a la burguesía industrial y la clase
de favorecer al consumidor del país, el proyectado "tr-ust obrera. La solidaridad de industriales y obreros en la
nacional" daría a los grandes ganaderos y a los frigorí- lucha por una economía nac,ional propia y la ~roteccíón
ficos un poderoso instrumento de extorsión y explotacióH" de ésta por el Estado son im~rescindibles para 11berarnos
por intermedio del Estado mismo. El doctor Justo creía, del imperialismo. Pero si Justo y sus discípulos negaban
como buen reformista, que podía llegarse a la socializa- la existencia del imperialismo, lógicamente tenía~1 que
ción de la riqueza sin modificar el contenido de clase negar también la lucha por emanciparnos de algo mexls-
del Estado, tesis que conducía al extremo opuesto, vale tente y aplicar a la Argentina fórmulas generale~ que
decir, a una mayor concentración de las tierras y de la correspondían a países impel"ialistas y no a un pa1s d?-
industria en poder de sus antiguos dueños. Si antes los pendiente del imperialismo. Su librecambismo favorec1a
estancieros recibían centenares de millones de pesos de objetivamente a la oligarquía ganadera y al m1perwhsmo
los bancos de la Nación e Hipotecario con fines especu- extranjero ( 131 ).
lativos, con el proyecto del doctor Justo esos cuantiosos También intervinieron en el debate los representan-
capitales irían directamente a formar el fondo del "t1-ust tes demócratas progresistas: el doctor Luciano Molinas
nacional", sin ninguna garantía de que no se destinara a propuso que se entregara a una emp_resa. pri~í;':da de _las
inversiones parasitarias en beneficio del grupo de grandes exiiltentes el monopolio de la industna fngonflca, mien-
ganaderos que dominaría ampliamente 1a situación. tras que el doctor Lisandro de la Torre, después de se-
Otro diputado socialista, el doctor Federico Pineda, tra ~italistas y obreros de la misma rama 4e la _producción
expuso en el debate la opinión clásica de su Partido de de otros países y contra los consumidores del prop~o pa.1s, que ~~;1
aquel entonces en pro del librecambismo a ultranza, opi- en su mayor parte trabajadores" (~'JnteTno..cwnalwnw Y Patr-ra ,
Bs. As., 1925, ps. 21-22). Como el doctor Justo confesaba "haber
nión que sostuvo más allá de su militancia socialista, al encontrado 1·icas fuentes de información fue1·a de las palab~·~s de
incorporarse al elenco dirigente de la política oligárqui- aquel gran maestro (Marx)", resulta ,explicab~e .s:U confuswn de
ca. Era la misma opinión que el doctor Justo defendió en los efectos del proteccionismo en un pa1s 1mpenahsta con los e.f_ec-
libros y conferencias (' 30 ) • El librecambio a ultranza, co- tos en un país dependiente. En el primer ~aso a:~uda -~ la op~·eswn:
en el segundo puede ser un arma de hberacwn. I!..} planteo d~l
mo principio inconmovible, ha sido siempre en la Argen- dador Justo en la Conferencia de Bel'na correspondu: a la tl'adi-
cioual posición del imperialismo inglés en la Argentm<:~:, fun~ada
(129) Decía el doctor Justo de los estancieros en ese debate: desde un comienzo en la más amplia liberta9- de come;rc10 Y liber-
"Los poderes públicos han estado siempre principalmente en ma- tad de empresa, arrasando con todas las defensas nacwnales.
nos de los estancieros. Son los estancieros los que han dado inten- (131) En el proyecto de prog1·ama pr;sentado po~· Justo al
dentes a la Cauita_:l y senadores y diputados al Congreso y a eso Congreso Socialista Exhaordllmrio de Balnu Blanca f1guraba la
se debe que todav1a se traigan estos asuntos tan mal tratados y "abolición gradual y progl'esiva de ~os der~chos de aduana. ~n el
traídos y que son siempre los que más anasionan a estas asamble~.s curso de veinte años" y la prefer~nc1a, en 1_gualdad ?e condici.o~~~
legislativas argentinas. La cw:stión de los tnr.sts no se ha tocado del "producto del trabajo extranJero de ma~ alto nn;el de v1da ·
en este país, sino cuando l!ef.!,"Ó a alarmar a los ganaderos v a los El doctor Justo era librecambista por la 1msnm ra~on. que Gran
estancieros la posibilidad de- poder recibir menor precio del que Bretaña era proteccionista: la defensa de la industn~ mglesa. El
creían debe.r recibir por sus novillos. Jamás se ocupaban los gobier- diputado labo1·ista Víctor Fisher, ~undador y se.cretano g~m_eT!'Ll de
nos argentmos de los monopolios cuando éstos eran una amenaza la "British \f/orkers League" (L1ga de TrabaJadores bnta~ncos),
para los simples consumidores ... ". pedía la protección" de las meycaderías in?lesas frent;, a, la lmp~r
~ _( 130 ) En la Conferencia de Berna (1919) el doctor Justo ata- tación de mercadenas extranJeras producidas po~ el s~'lieated sys-
co vwlentamente al proteccionismo aduanero, diciendo: ''Y eSta es men" (bajos salal'ios y largas jornadas) o por mdustnas subve:ry-
la peor forma del nacionalismo. El proteccionismo aduanero áea cionadas por los gobiernos. Ver Alejandro Bunge: "La Econon~·zn
dentro de cada país, entre los capitalistas y obreros de cada rama Argentina", tomo I, Bs. As., 1928, p. 52, a quien pertenece la cita
de la pxoducción, la peor solidaridad de clases, su solidaridad con- de Víctor Fisher.
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XXII
LO:J CHACAREROS Y LOS PARTIDOS POLITICOS
cribe Jacinto Oddone en "La burguesía terrateniente ar- gobierno regaló a las empresas ferroviarias (solamente ""'
gentina"- negociaron Jos bonos, vendiéndolos a 'los aca- el Ferrocarril Central Argentino, actualmente Ferroca-
paradores a razón de 20 centavos la hectárea. Cuando rril Nacional General MitJ;e, recibió 3 millon'tq de hectá- "~
esto~ aprovechados patriot.as tuvieron reunida tod'\ la reas, a ambos lados de 1::1!\ vías, con el compromiso de
canhdad de bonos que pud1eron acaparar, se presentaron •• venderlas a los inmigrantes), pero que las empresas resol-
al gobierno reclamando la ubicación. Y el gobierno, solí- vieron arrendar para quedarse con la valorización que
cito, los autorizó a ubicarse donde mejor les pareciera. traía el trabajo incorporado. (La "Central Argentine
Hechas las mensuras correspondientes, resultó que e! Es- Land Co.", creada por aquel ferrocarril, dió dividendos
tado se desprendía en favor de 541 personas de: 733.701 del 112 Yz 'Jo desde 1881 a 1887 y el precio de sus accio-
hectáreas en La Pampa, 2.507.870 en Río Negro, 114.570 -nes subió de 1;!', a 4;!',10).
en Neuquén, 1.218.269 en Chubut y 5.100 en Tierra del Si el Estado liberal hubiera mantenido con firmeza
Fuego, o sea un total de 4.579.510 hectáreas". Al referir- y consecuencia la enfiteusis, no entregando ]as tierras
se a las "leyes de favor") sancionadas después de 1853, más que a productores directos, e incluso si hubiera aban-
agrega este autor: "Ciento cincuenta y cuatro personas, donado la enfiteusis para dar las tierras en propiedad
que nunca colonizaron, recibieron porque sí, sin el me- exclusivamente a quienes querían trabajarlas, en pocos
nor justificativo, 2.828.317 hectáreas. De estas 154 per- aüos la Argentina habría tenido el más formidable des-
sonas, 70 eran militares de alta graduación (20 genera- arrollo capitalista. Pero tal política estaba reñida con el
les, 38 coroneles, 10 tenientes coroneles, 2 mayores) que carácter de clase del Estado liberal, y a la colonización
obtuvieron hasta el año 1896 trescientos once leguas o sea de los campos por los agricultores inmigrantes, a la de-
ochocientas cuarenta mil hectáreas. Todo ello, aparte de manda de trigo y carne por Inglaterra, se anticipó siem-
las donaciones que les fueron hechas por la ley de pre- pre el reparto ele tierras entre gentes que especularon
,pi!,., .. mios militares del año 1885". con ellas y se hicieron ricas mediante el cobro de altos
En total, desde 1876 hasta 1893 se enajenaron el 35 arrendamientos y la extraordinaria valorización del sue-
por ciento de las tierras de algunas provincias y territo- lo. Antes de formarse una clase de medianos productores
rios nacionales, !o que daba nada menos que 41.787.000 directos, como deseaba Alberdi en "Bases", se constituyó
hectáreas repartidas, gratuitamente o casi gratuitamente, y consolidó una clase de grandes terratenientes parasi-
entre las familias de abolengo, los favoritos del gobierno tarios, que substrajeron a la acumulación capitalista na-
y los militares ( 135 ). A ello se sumaron las tierras que el cional enormes sumas y debilitaron el desarrollo econó-
mico de nuestro país. Puede decirse que en 1890 la casi
táreas¡ a cada jefe de frontera, 8.000; a cada jefe de batallón o totalidad de las tierras que se dedicaban a la agricultura
regimiento, 5.000; a los saTgentos mayores de batallón o regimien- y la ganadería había pasado a manos de esos grandes
to y a los jefes de las planas mayores de fronteras, 4.000; a los terratenientes.
capitanes y ayudantes mayores de regimiento o batallón, 2.500; a
los tenientes primeros y segundos de batallón o regimiento, 2.000;
a los subtenientes, alféreces, abanderados, portaestandartes y todo brado y a $ 57 con ambos también en diez anualidades. Por la ley
oficial de las planas mayores de fronteras, 1.500; y a las tropas 1265, se remataron en La Pampa tierras a $ 4.756,1G la legua de
bonos de cien hectáreas. 2500 hectáreas, en Santa Cruz a $ 4.27 4,40, en Tierra del Fuego a
(135) Las tierras públicas se vendieron por las leyes núme- $ 8.340,81, en Neuquén a $ 2.318,97 y en Chubut a $ 1.837,14, pa-
ros 817 (19 octubre 1876), 1265 (3 noviembre 1882), 1501 (2 octu- gaderos en seis cuotas. Las tierras para agricultura se vendieron
bre 1884), 2875 (21 noviembre 1891), 3053 (5 enero 1894), etc, a $ 2,06 la hectárea en el Chaco y Misiones y a $ 1,54 en La Parnpa
Por la ley 817, se vendieron tierras en el Departamento de la Unión y Patagonia. La ley 3053 autorizaba a Adolfo Grümbein a vender
(Córdoba) a razón de $ 18,57 la hectárea pagaderos en diez anua- en Santa Cruz y Chubut a razón de $ 1.000 oro la legua kilomé-
lidades, y en Concordia (Entre Rios) a $ 28,57 sin casa y alam- trica. Ver "Anuario Pillado", 1900, ps. 399 a 401.
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Oddone ilustra el fabuloso enriquecimiento de los tismo del capital financiero, que de este modo se intro-
grandes terratenientes comparando el precio de una hec- dujo, directa o indirectamente, en la economía agrope-
tárea de tierra de la provincia de Buenos Aires, vendida cuaria. La deuda hipotecaria total de la República ( urba-
en 1836 al precio tope de 42 centavos, con el precio de na y rural) era en 1905 de f-000 millones de ptsos, en
la misma hectárea en 1927: :¡; 213 para campos, $ 656 para 1915 de 2.989.349.216 y en 1925 de 3.540.991.937. En
chacras y $ 2.383 para quintas, o sea un término medio 1899 se calculaba el hipotecamiento del suelo en un tér-
de $ 1.840. El aumento fué del 438.000 por ciento. "¡Un mino medio de $ 12,86 por hectárea, mientras que en
peso invertido en tierra en el año 1836, se convirtió en 1924 alcanzaba a $ 60,13.
$ 4.380 en el año 1927 !", dice. La gran propiedad terrateniente y la hipoteca obra-
José Boglich, en un cuadro sobre "Valorización de bai1 de consuno para impedir la acumulación capitalista
la tierra en la República Argentina", documenta que el en la esfera de los productores directos, al mismo tiempo
''["'" término medio del precio de la hectárea era en 1903 de que originaban la valorización de la tierra con fines es-
$ 16,29 y en 1924 de $ 73,82. La valorización de la tierra peculativos; pero, además, las mismas empresas capita-
dedicada a la agricultura fué mucho más intensa que ese listas que traían de Europa a los agricultores (financian-
término medio: en J unín se pasó de $ 8,24 en 1886 a do sus viajes y adelantándoles dinero para sus inversio-
$ 550,29 en 1929; en Rosario de $ 9,14 a $ 647,89, y así nes originales en casas, herramientas, semillas, etc.) ins-
sucesivamente (13'). talaban los Almacenes de Ramos Generales, verdaderos
Con la misma facilidad que se apoderó de colosales pulpos que vendían a Jos chacareros cuanto necesitaban
fortunas sin trabajar y sin pensar, la oligarquía terra- y les compraban sus cosechas, quedándose eon la parte
temente las derrochó. El ciclo económico que comenzaba del león. Esto explica el sordo descontento y la lucha que
con la labor del agricultor se cerraba con los gastos im- se desencadenó en la esfera de los productores directos
productivos del gran terrateniente, o en otros términos, (arrendatarios y pequeños y medianos propietarios), con
el parasitismo de este último aparece patente en la falta el apoyo de1 peque'ño comercio independiente, los arte-
de vocación y en la incapacidad para volver a invertir en sanos y los primeros manufactureros. La lucha se inició,
la producción el capital que substraía de ella. La tenden- como hemos dicho, con la colonización, entre 1880 y 1890,
cia a dilapidar más dinero que el recibido, tendencia in- cuando los agricultores inmigrantes y sus hijos exigían
nata en toda clase parasitaria, lo arrastraba a una situa- rebaja de los arrendan1ientos, entrega de las tierras en
,,
ción tan crítica que para sobrevivir debía encontrar un propiedad, pago ele los cereales en oro y no en el peso 1"
~
medio de conservar legalmente su propiedad haeiendo a desvalorizado por los grandes terratenientes y exporta-
otros partícipes de la renta. Ese medio fué la hipoteca. dores para aumentar sus ganancias (1 37).
La hipoteca ha sido el instrumento de que se ha va- La contradicción latente entre los arrendatarios y
lido _el Estado liberal para defender el régimen de la los grandes terratenientes de la zona cerealera estalló
propiedad territorial establecido entre los años 1862 y violentamente en la gran huelga ~agraria de 1912, que se
1890. La hipoteca ha impedido a los productores directos inició en AJ~o\"tJl,, y se extendió al sur de Santa F'e, norte
el acceso a la tierra en propiedad. La hipoteca ha tenido de Buenos"'A_h:es, sureste de Córt1 0ba y La Pampa. La
up_ carácter doblemente parasitario, puesto que al para-
sitismo de la oligarquía terrateniente se suma el parasi- (137) De la importancia social adquirida por los colonos agri-
cultores da una idea el crecimiento extraordinario de la ciudad
(l 36 ) José Boglich: "El P'roblema agraTio y la crisis actual", de Rosario de Santa Fe que de 23.169 habitantes en 1869 pasó a
Bs. As., ps. 150 y siguientes. 50.914 en 1887 y a 100.518 en 1895, según los censos.
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gran crisis agraria_ de _ese ~ñ_()_fué la_ causa in?lf!diata del tas falsas palabras procuraba justificar la represión. Si
llamado '.'Gritode Alcorta''. La exportación de maíz bajó bien era cierto que los anarquistas imprimieron a la lu-
de 60.260.804 pesos oi'ó en 1910 a 2.765.597 en 1911. El cha un sesgo sangriento, antiestatal, de liquidación lisa ·"'
saldo del intercambio comercial, favorable hasta enton- )' llana de la propiedad, mientras los socialistas trataban
ces, arrojó un déficit de 62.702.734 pesos oro- El nrecio de canalizar el desconten~ por medio de la tonquista de""
del maíz descendió de $ 11.35 en enero a $ 4;65 en-.julio ··• posiciones políticas y la sanción de leyes, la labor organi-
de 1912. Los chacareros y pequeños comerciantes no po- zativa de los chacareros estuvo a cargo ante todo del mo-
dían aguantar la situación, ni hacer frente a las deudas desto y combativo cura párroco de Alcorta, Pascual Netri,
contraídas por la pérdida de la cosecha anterior. La li- italiano como la mayoría de los huelguistas, que recogió
bertad de contratación y de comercio se convirtió en la y agitó las consignas de "Contrato libre" y "Rebaja de
gran bandera de lucha ("S). arrendamientos". De la actividad de dicho sacerdote, jun-
La huelga demostró a los chaca:reros que les era to con la de su hermano, el abogado Francisco Netri,
indispensable organizarse para hacer frente al poder de nació la Federación Agraria Argentina, en el Congreso
los grandes terratenientes. La Sociedad Rural de Rosa- Constituyente de Rosario del 15 de agosto ele 1912 ( 139 ).
rio, cabeza de la reacción, movilizó todos los resortes para El doctor Netri quería convencer y educar a Jos ten·ate-
obtener desalojos, detenciones, persecuciones y hasta la nientes para que fueran tolerantes y mejoraran su trato
destrucción de las vidas y los bienes de los chacareros, n los chacareros. Claro está que los terratenientes respon-
obrando por intermedio de una Comisión de Propietarios dieron con la extrema violencia y exigieron la interven-
que creó al efecto. ción de la fuerza armada del gobierno para aplastar el
El ministro de Agricultura, doctor Mujica, declara- movimiento huelguístico.
ba que para el gobierno de la N ación la huelga había La provincia de Santa Fe era gobernada entonces
sido promovida por "agitadores profesionales", puesto por el primer gobierno radical que tuvo el país con la
que los agricultores estaban "absolutamente satisfechos ley electoral Sáenz Peña. Esta circunstancia hizo que los
con las condiciones de sus contratos respectivos". Con es- chacareros encontraran en el poder provincial la com-
prensión que les negaba el poder nacional. El gobierno
(138) El comerciante Angel Eujarabal, simpatizante socialis- santafesino envió una enérgica nota a la Comisión de
ta y lector de las obras de Marx, fué uno de los principales gesto- Propietarios y nombró, a su vez, una Comisión para que
res de la huelga. En su casa se reunieron los chacareros y peque- d.ictaminara sobre el conflicto, la cual aconsejó "poner~
ños comerciantes que prepararon el movimiento, aceptando el plan
que él les propuso. El 25 de junio se celebró la primel.'a reunión
pública que declaró la huelga al grito de "Abajo los altos arren-
damientos", "Abajo los contratos esclavistas". 11 Estallada en Al- (139) ''Hombre romántico, idealista y sincero patriota (el
corta en 1912, la huelga se extendió rápidamente en toda la grrm doctor NetriL creyó que bastaría la presencia de un letrado en una
región cultivada. Tan absurdo había sido el sistema implantrtdo comisaría o en un juzgado para terminar con la detención de los
por la posesión de la tierra, y tan voraz fué la especulación de los t-rabajadOTes de la tierra, y que un poco de ambiente que se les
terratenientes que, en el país de mayor extensión en relación a sus hiciera a los mismos trabajadores tocaría el patriotismo de los
habítantes, más fértil y de mejor clima, los agricultores se vieron dueños de la tieua, para que accedieran a las demandas de los
redncidos a un estado de verdadera servidumbre. El derecho civH agricultores, que no podían ser más modestas, pues que se limi-
había desaparecido de la campiña; no había escuelas; la gente taban a una Tebaja de los arrendamientos y a la libertad de com-
vivía endeudada y oprimida. La rebelión latía en todos los pechos prar y vender". Ibídem, p. 7. ''Lo que usted me dice de prohibir
desde años atrás; de ahí que, al hacer explosión en Alcorta se por ley toda cláusula restrictiva de la libertad del colono de dispo-
extendiera rápidamente de uno a otro extremo de la Tegión d'edi- ner de su cosecha donde le convenga, me parece fundado", le es-,
cada al cultivo de cereales y lino". Federación Agraria Argentina: eribía al doctor Netri el doctor Juan B. Justo, el 30 de junio
"Apuntes de su histo'tia" (1912-1928), Rosario, 1939, p. 6. de 1912.
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XXIII
DE COMO LA CLASE OBRERA ARGENTINA
BUSCA SIEMPRE SU UNIDAD
fuera del cauce de la historia patria. En el país de la opu- cw y formó otra F.O.R.A., la del quinto Congreso,. ~11e
lencia, exaltado en las magníficas odas de Darío y Lu- reivindicaba el comunismo anárquico, en contraposiciOn
gones, se registraba el mayor número de excepciones al con la del noveno Congreso, que planteaba la unidad sobre
servicio militar por desnutrición y enfermedades. principios exclusivamente sin~ales. . ; . .
Fueron necesarios más de dos años para reco}1struil'" Bajo la dirección de los anarqmstas y ana,rcosmdl-
las centrales obreras. Nuevamente se manifestaron en la calistas -divididos en las dos F.O.R.A.- afronto la clase
masa obrera las tendencias a la nnidad sindical y nueva- obrera argentina las grandes luchas que precedieron Y
mente se frustraron por las rivalidades y ambiciones de siguieron a la Semana Trágica de enero de 1919. Los pa-
los dirigentes. Las huelgas proseguían con idéntico epí- ros terminaban siempre con victorias de los patrones,
logo sangriento (en 1912, estallaron simultáneamente la salvo raras excepciones; la combatividad. ~e la masa ':al-
huelga ferroviaria y el levantamiento de los chacareros vía nna y otra vez a manifestarse. Los d1ngentes segman
con el "Grito de Alcorta"). Por fin en setiembre de 1914, siendo incapaces de orientar los combates, de acuerdo a
junto con el comienzo de la primera gnerra mundial, se los más elementales principios tácticos. El número de
reunió en Buenos Aires un CongTeso de Concentración huelguistas pasó de 25.000 en 1916 a 300.000 en 1919.
Obrera, convocado a iniciativa de la C.O.R.A., del cual Hubo SO paros en 1916, 140 en 1917, 200 en 1918 Y 370
salió la incorporación en masa de Jos gremios a la F.O.R.A. en 1919. En esos movimientos, y sobre todo en la Semana
comunista anárquica. Trágica, el espíritu de lucha de .la clase obrer~ .estuvo
El noveno Congreso de la F.O.R.A. (abril de 1915) muy por encima de la responsab1lldad de los dlngentes
pudo ya considerarse como representativo de la unidad sindieales y políticos. . .
sindical de la clase obrera. En el curso de las deliberacio- La influencia que adquirió entonces el radiCahsmo
nes aparecieron dos corrientes encontradas: los foristas en los medios obreros no tuvo por causa solamente la po-
que defendieron la resolución de su quinto Congreso a lítica social iniciada por el presidente Y rigoyen desde el
favor del comunismo anárquico y los sindicatos que pedían gobierno, sino también la desastrosa conducción el~ lo_s
que la F.O.R.A. no se pronunciara "oficialmente partida- sindicatos y las huelgas por los anarqmstas, anarcosmdl-
ria ni aconsejara la adopción de sistemas filosóficos ni calistas y socialistas ( 157 ). Pero si algunos .secto¡·es de la
ideologías determinadas, cuya propaganda, de acuerdo clase obrera, particularmente los ferrovmr:os, se. acerca-
con la autonomía del individuo en el sindicato) de éste en ban a las filas de un partido de la burguesm nacwnal en
las federaciones locales, y de éstas en la regional, no está busca de lo que no conseguían del socialismo y del ana;·-
vedada ni puede ser coartada en nombre de ningún prin- quisnw, el antagonismo entre la clase obre_ra y la~ burgue~1a
cipio de restricción, sino que por el contrario deberá per- nacional, tras la cual presionaban la ollgarqma terrace-
mitirse la más amplia y tolerante discusión de temas cien-
tífkos, filosóficos- e ideológicos en homenaje a los dife-
(157) La huelga ferroviaria del 24 de setiembre ~~ 17_ de
rentes modos de pensar de los obreros federados y a fin octubre de 1917 terminó con el triunfo de los obreros y ''d10 _on~~n
de mantener la nnidad orgánica de los mismos y evitar al reconocimiento tácito por las empresas de _nue::tra, orgamzac101~
\
1
de este modo las susceptibilidades y enconos que resulta-
rían en perjuicio de ia F.O.R.A. si ésta aceptara o adop-
tara determinada ideología".
que hasta antes de la huelga era tratada sm nmgun respeto m
consideración, no obstante ser persona jurídica" ~"Hi~to,ria de Ja
FratMnidad"). El presidente Yrigoyen, que contnbuyo a e_sa_ VIC-
toria decía en su Mensaje al Congreso de 1918 que "ese mov1m1ent_o
La mayoría de los delegados votó la resolución trans-
cripta, resolución que proporcionaba bases prácticas y
correctas de unidad sindical, pero la minoría la descono-
¡
L
de r~ivindicación obrera" era "justificado por sus c~usas determi-
nantes" e "impuesto por el encarecimien,to de la V}da Y por las
condiciones precarias en que se desenvolv1a el tl'abaJo del pel'sonal
ferroviario debido al poco empeño de las empTesas".
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niente y el imperialismo extranjero, se agudizaba al ex- salvar situaciones difíciles o crear mejores condiciones
tremo. Las dos caras del gobierno de Y rigoyen -leyes so- para el triunfo, se hacía de inmediato sospechoso.
ciales y represiones sangrientas- obedecieron a su con- Demostración elocuente de la formidable combati-
tenido de clase en las peculiares condiciones de desarrollo vidad de la clase obrera dió lB.JllOVilización contra¡ la lla-
de la sociedad argentina. La burguesía nacional quería., -- mada "ley 1nordaza'', cuyo proYecto babia sido aprobado
arrastrar bajo su ala a la clase obrera para defenderse de en 1919 por la mayoría de la Comisión de Legislación de
la creciente guerra que le hacía la oligarquía, y cuando la la Cámara de Diputados y que en la práctica significaba
clase obrera reivindicaba su independencia y exigía mejores la disolución de la F.O.R.A. y la creación de un sindicalis-
condiciones de vida y trabajo, no encontraba más que mo oficialista, dirigido desde arriba, con discriminaciones
obstáculos en sus propias organizaciones. El anarquismo, entre argentinos y extranjeros, y la muerte de la solida-
el auarcosindicalismo y el socialismo reformista arroja- ridad entre los obreros. El Congreso Extraordinario de
ban a la clase obrera en manos del yrigoyenismo, y el yri- la F.O.R.A. del 28-29 de junio de ese año consideró el
goyenismo la arrojaba, a su vez, de nuevo en manos de asunto y resolvió convocar a un mitin monstruo que se
los sectarios y oportunistas, que no atinaban a sacarla del efectuó el 10 de agosto, con 'asistencia de 150.000 per-
círculo vicioso. Tal era la situación de la clase obrera en sonas y representantes de más de 700 sindicatos. En el
aquellos bravos años de luchas e intensa combatividad. interior del país hubo centenares de mitínes similares.
Muy pocos movimientos triunfaron. Por lo general, Fué tal la presión de la masa que el proyecto no prospei'ó.
!as huelgas se declaraban sin término, al impulso de la La "madre F.O.R.A." se extendió por todo el país y
táctica suicida de los anarquistas de llevarlas hasta la huel- penetró en el imperio cerrado de los me11sús misioneros,
ga general revolucionaria para destruir al Estado y al en los ingenios de Salta y J ujuy, en las minas y en los
gobierno. Los obreros, en vista de que no se llegaba a na- obrajes. La masa exigía la unidad sindicaL En setiem-
da, volvían al trabajo espontáneamente. Los sindicatos bre- octubre de 1920 tuvo lugar un Congreso Extraordi-
quedaban destrozados después del fracaso y costaba gran- nario, con asistencia de delegados de 276 sindicatos, en el
des sacrificios reconstruirlos. La huelga tranviaria de cual la F.O.R.A. del quinto planteó su unificación con la
1919, por ejemplo, duró doce días, si bien los obreros de F.O.R.A. del noveno y se discutieron problemas derivados
la estación Barracas la prolongaron siete días más. El re- de la Revolución de Octubre en Rusia. Era grande la sim-
sultado fué: despido de más de mil obreros, destrucción patía por los bolcheviques y los soviets, y ya existía el
de la organización sindical, desmoralización de la masa. Partido Comunista.
La empresa, después de obtener la victoria, fundó una Santillán dice que ese Congreso fué el "de mayor en-
sociedad, "El Trole", con su periódico, "El Metropolita- tusiaslno y concurrencia que se ha visto en la Argentina".
no", a la vez que proseguía con los despidos y persecusio- Aunque los delegados se dividieron en partidarios y con-
nes. Abundaban los provocadores pagados por las empre- trarios de la dictadura del proletariado, se aprobó un voto
sas y patronos para que desencadenaran paros y los pro- de solidaridad con la Revolución Rusa. Además, añadióse
longaran. Los obreros eran tocados en su amor propio, en a la sigla F.O.R.A. la palabra "comunista", lo que se pres-
su conciencia de clase, con el propósito de que fueran ins- taba a confusión, puesto que con ella quería significarse
aumentos de las turbias maniobras. Hasta los dirigentes el comunismo anárquico del quinto Congreso y no el co-
honestos se dejaban engañar por la idea de que la lucha nlunismo marxista-leninista.
tenía que ser absoluta, total, sin adnlitir negociaciones, En enero de 1921 se celebró en La Plata un Congreso
ni compromisos, ni tácticas de ninguna especie. El diri- de la F.O.RA. del noveno con asistencia de delegados
gente que de buena fe los aceptaba, con la intención de de la F.O.R.A. del quinto, del cual dice Santillán que
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economía capitalista amplia sin destruir las formas ar- giraba en torno del aumento de los derechos aduaneros,
tesanales y domésticas de la economía colonia!, y b) que pero en el curso del debate los diputados Vicente Fidel
la enorme desigualdad de desarrollo entre la Argentina López y Carlos Pellegrini introdujeron enmiendas al pro-
Y Gran Bretaña hacía que fueran las importaciones in- yecto que lo convertían en una ¡¡liscriminación de elos de-,¡
glesas, y no las débiles causas internas, aue consumaran ""- rechos con evidentes finalidades de protección a la agri- ('
tal destrucción . N o hubo ni podía habÚ, por lo menos cultura y la industria del país. Mientras se liberaba de\,'
durante un largo período, continuidad de desarrollo entre derechos a máquinas, combustibles, almnbres, etc. de im-
la economía colonial y la economía capitalista propia. El posible producción inmediata entre nosotros, se gravaban
proceso se interrumpió, y si bien la interrupción obedeció co1i elevados aranceles las importaciones de cereales, ha-
a la interferencia de causas externas, tenía que contarse rina, tejidos, ropa hecha, etc. El librecambio, que tenía
con la gestación de nuevas causas internas para reini- su centro en el comercio importador, levantó una te1npes~
ciarlo en un nivel más elevado y construir una nueva eco- tad de protestas, arguyendo que el proteccionismo enca-
nomía capitalista. No podían ser las inversiones del ca- recía una serie de artículos de primera necesidad. Desde
pital extranjero, ni la incorporación de la técnica más entonces la lucha entre proteccionistas y librecambistas
avanzada, ni la asimilación de millones de inmigrantes, se agitó alrededor de dos polos: la defensa de la economía
los factores determinantes de una Argentina capitalista nacional o la defensa del interés inmediato del con-
soberana e independiente, mientras esas causas externas sumidor. í
no se realizaran por intermedio de causas internas que las La verdad es que gracias al proteccionismo la Ar-
asimilaran y las superaran. gentina dejó de importar cereales de Chile y harina de
Tal era el problema que !a Argentina debía resolver Estados Unidos, y nuestra agricultura encontró los estí-
después de 1853. El Estado liberal y las leyes liberales mulos para su rápido y poderoso desenvolvimiento ( 159 ).
respondían a la necesidad de atraer y hacer actuar las
causas externas (inversiones, inn1igración, técnica} , pero La introducción del oro ele esos empréstitos hizo subir el valor de
la necesidad de noner en movimiento las causas internas los productos del país y estimuló en gran medida' las importacio-
(el autodesarroJ]o económico nacional) obligaba a tras- nes. La crisis sobrevino en 1873 y obligó al gobierno de Avella-
gredir el carácter liberal del Estado y de las leyes. La neda a suspender la conversión del papel moneda y declararlo de
curso 1egal.
Argentina que miraba hacia adentro, es decir la Argen- (159) Cm·los Pellegrini dijo en su discurso de la Unión In-
tina verdadera, tenía que ser nacionalista y proteccionista dustris.l del 24 de mayo de 1897: "T~l pan de nuestras campañas
si no quería desaparecer. era una golosina, no se conocía en el rancho del pobre y raras
veces en la estancia del rico. Pues bien, se pusieron los derechos,
El proteccionismo dió a la agricultura argentina su se protegió la indush·ia agrícOla en el convencimiento de que era
impulso inicial. La crisis del año 1875 llevó al primer una de las industlias más indicadas para esta protección, y a los
plano la discusión en el Congreso de las medidas propues- pocos años la situación había cambiado radicalmente y hoy día
el pan del pobre, es decir, el trigo, que valía treinta pesos vale
tas por el presidente Avellaneda para salvar al Estado nueve, y el pan blanco se come hoy en el más pobre rancho de la
de inminente bancarrota ( 158 ). La solución presidencial llepública Argentina. Hemos conseguido no sólo abaratar el pro-
ducto en la República, sino que hemos contríbuído a mejorar la
si.lerte de las clases menesterosas en el mundo entero, porque somos
(I!JS) Durante las presidencias de Mitre y Sarnüento nuestro hoy un factor aue contribuye a establecer el precio del trigo en
país vivió años de prosperidad que no tenían pol' causa el desarro- todos los grandes mercados. De manera que esta protección tiene
llo de las fuerzas productivas, aun estancadas. La prosperidad, justamente por objeto explotar las condiciones naturales de nues-
más artificial que real, obedecía a causas externas, como los em- tra ti01Ta, prestando a las industrias nacientes aquella protección
préstitos contraídos en Gran Bretaña, uno de ellos para abastecer que les es indispensable para luchar con la inexperiencia, para lu-
a los ejércitos de la Argentina y Brasil en guerra con el Paraguay. char con la falta de capitales, con la falta de mercado, con esos
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También la industria frigorífica y la exportación de car- embarullan a conciencia laS ideas al respecto y se erigen
nes comenzaron con subvenciones y garantías guberna- en cmnpeones de las reivindicaciones inraediatas de consu-
mentales _al capital invertido. Vale la pena subrayar que midm·es y obreros, siendo en realidad quienes a la larga
las me_ncwnadas med_i~as pro~ec~ionistas, impuestas por más l~s perjudican. .. _ ¡ ji
la realldad de una cns1s economiCa, se sancionaron en la • · L1sandro de la Torre pu!fiualizó con extraordinaria
época ~e la luna de miel con las ideas liberales y cuando maestría las consecuencias que se derivan de la política
li]m~cam!Jistil propiciada por los socialistas. En su polé-
se consideraba al librecambio el non plus ultr!L de la eco-
nomía política (160). mica con el doctor Juan B. Justo decía-: --·
"Así, por ejemplo, el móvil real que persigue el doc-
Import:<dores. y estancieros fueron de antiguo enemi- tor Justo con las exoneraciones de derechos aduaneros, no
gos del proteccionismo : los primeros por su interés en es tanto qué el obrero pague unos centavos Jnenos por el
mantener al más alto nivel las introducciones de artículos par de medias de algodón, cuanto arruinar a todos los
manufacturados y los segundos por su interés en elevar tejedores nacionales. Sin embargo, muertas lns industrias
al máximo la exportación de productos ganaderos. Unos mal podrían haber altos salarios. La contradicción salta
y otros giraron siempre al consu1nidor como chivo emi- a la vista" ( 101) .
sario de un librecambio de cortas miras, opuesto al des- La ampli¡¡ci<)rr del artes~.nado al taller de cooperación
arrollo de las fuerzas productivas nacionales. Sin em- del trabajo con un número reducido de obreros (coope~
bargo, la experiencia demuestra que el consumidor resulta ración simple) fué una de las formas precursoras de la
a la po~!re, víctima de] li):¡recambio y beneficiado por 1~ manufactura nacional durante el siglo pasado; la otra
proteccwn. En el caso del trigo, el precio bajó de treinta n'ació entre nosotros estrechamente vinculada a la agri-
pesos cuando se importaba a nueve cuando comenzó a cultura y la ganadería. Los saladeros,· las curtiembres,
producirse en el país. Puede afirmarse que el crecimiento las graserías (velas, jabones, etc.), las cervecerías, las
cua~ti_tativ:o y cu>:litativo de una economía propia tiende, aceiterías (lino), los ingenios y las refinerías de azúcar,
en ultima mstanc1a, a abaratar los artículos, dejando den- las bodegas vinícolas, las tejedurías y las fábricas de cal-
tro de las fronteras nacionales, además, las diferencias zado aparecieron en función del desarrollo agrícolo-ga-
entre costos y precios que cuando se importan quedan en nf!.dero, como su coniple1nento y prolongación. Hasta cier-
el extran¡ero. El sacrificio inmediato se traduce en fu- ta metalurgia elemental que se inició, entre 1880 y 1890,
,, t';lro~ beneficios per':lanentes. En nuestro país, el protec-
'
:::"'
en Buenos Aires, Rosario y la zona ele las colonias (Espe-
~:,,
1 cwn¡srrw e~ progresista, mientras que el libreciúnbio es ranza) se dedicaba a abastecer ele elementos para el cul- '"
"' reaccionario. Al librecambio se aferran las clases sociales tivo de la tierra ( 162 ). La gran industria maquinizada se
de la Argentina semicolonial, dependientes de los mono- l!i
¡:,
polios imperialistas extranjeros. Por el proteccionismo ( 1 61)Lísandro De la Torre: uobras", Hemisferio, Bs. As.,
luchan las clases sociales que quieren una Argentina in- 1952, tomo 1, p. 207.
dependiente, libre y soberana. Insistimos en estas verda- (162) En 1886, Rosario contaba ya con una fundición de má-
quinas movidas a vapor que construía molinos y prensas tipográfi-
des de Perogrullo, porque los partidarios del librecambio cas, una fundición de máquinas que trabajaban con exceso porque
en esa época se comenzó a emplear el hierro como tirante para te-
chos y riel para ferrocarril, una fábrica de balanzas, un taller de
cien inconvenientes que rodean una industria que nace para alcan- campanillas elécüicas que competían con las extranjeras, fábTicas
zar en un pOl'venir l?ás o menos ceTcano el gran desiderátum, que de ladrillos, baldosas y tejas, de muebles, aceite de maní, chocolate,
es ofrecer al .co~sum1dor ll!l producto nacional a un precio más ba- cerveza, calzado, galletitas, etc. Ver Eduardo B. Astesano: "Origen
Tata que el s1mllar extranJel·o". Y desarrollo comercial de Rosa?-io", Rosario, 1946, págs. 45 a 47. En
(1 60 ) La producción de azúcar subió de cerca de 1.000 tone-
ladas en 1870 a 151.639 toneladas en 1901. 1889, se formó en Buenos Aires, con capitales nacionales, la "So-
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introdujo en nuestro país por la vía de las inversiones del ciativa ele los industriales tuvieron vida difícil y efíme-
capital extranjero y, con el tiempo, como antítesis de esas ra ( 165 ). Los bancos oficiales abrían sus arcas generosa-
inversiones . mente a las demandas de la ociosa aristocracia ganadera
La tarifa aduanem bastó siempre para hundir o le- y las cerraban a los pedidos.,de los plebeyos iJfdustria-
vantar a cada rama industrial en su comienzo. P0den1o1) ~ les (' 00 ). Los industriales no" disponían más que de sus
afirmar que nuestra industria ha tenido una existencia ahorros, de sus propias acumulaciones de capital. de su
convulsa, de avance y decaimiento para luego volver a explotación al máximo de la fuerza de traba.io de la clase
avanzar en un nivel superior y ser de nuevo asfixiada obrera.
por la agresión más global det)~bre,qunbismo ganadero. h) La falta de rnedios de tmnsporte. Los capitalistas
Debíó vencer Jos siguientes ~_ób_st~é:Ulos·~ ingleses construyeron sus ferrocarriles en la Ar<Yentina
a) La fa.lta de capitalei: 1:;,"~. ;;cumulaciones capita- al solo objeto de fomentar y dar salida a la producción
listas nacionales se efectuaban casi exclusiv2mente en la agríc.o1o-ganadera. Desde el comienzo los industriales re-
esfera de la ganadería y la agricu1tura, y se en1pleaban clamaron transportes propios tanto para obtener materia
en la an1pliación de la base productiva (1nás tiel'ras culti- prima con1o para colocar los artículos elaborados. Ya en
vadas, mayor cantidad de ganado) o en elaboraciones com- 1881 comprendían que los ferrocarriles ingleses conspi-
plelnentarias (1no1inos harineros, bodegas, iní!enios, etc.), raban contra el desarrollo de la industria nacional. De-
cuando no se derrochaban en gastos improductivos. El ca- cían: "Suprín1ase esa rémora que se llama Gran Central
pital extranjero llegaba, salvo raras excepciones, en for- Argentino, exprópielo !a Nación ... la llave ele entrada a
ma de leoninos empréstitos a los gobiernos o de inversio- la casa está en manos extrañas. Así podremos luchar con
nes típican1ente in1perialistas, como ferrocarriles, frigo- la producción extranjera". Estanis!ao Zeballos expresaba
ríficos, etc. Mientras los estancieros encontratan c1~édito en la Cámara de Diputados en 1912: "Hov en la Repú-
fácil en los bancos o el recurso de Ja hipoteca. los indus- blica Argentina los ferrocarriles son un cu~rto poder del
.ii¡ trieJes obtenían con graneles dificultades rréstamos al Estado. Son un cuarto poder, porque gozan de influencia
!·"¡ 12 7o en Buenos Aires y al 20 al 30 % en el interior ( 16 3). administrativa y legislativa notorias. Estos n1onopo1ios
No pudo cumplir n1ucho tien1po el Banco Provincial de ferroviarios empiezan a infiltrarse con suavidad, con ma-
Buenos Aires el propósito con que se fundó rle "alentar el
cmnercio, extendiendo su esfera de acción sobre la- indus- levantado, han crecido porque hubo un tiempo en que el Banco
t?·ia e:c.duída. hasta entonces casi sistemáticamente del go- de la Provincia de Buenos Aires prestaba sus capitales a hombres
trab~jadores ... en las fulicas condiciones en que pueden sex acep-
ce del cTédito" (1 64'). Los diversos bancos creados por ini- tados como protección a la industria: a largos plazos y con mó-
dico interés". Obsérvese que Chueco habla en pasado y en una
época en que _se había abandonado esa protección a la industria.
ciedad de Hierro y Acero de Liniers", y en Zárate se instaló, años ( 1 65) El Club Industrial, el Centro Industrial y la Unión In-
antes, una fábrica de papel, de los señores Escalade, "que provee dustrial Argentina promovieron la fundación del Banco Industrial
a varios diarios de Buenos Aires". Louis Guilaine, op. cit. p. 177. (1882), el Banco del Crédito Industrial (1883) y el Banco Indus-
Según Ernest Van Bruysse1 ("La Republiqtw A.1·gentine'', Bruxe tr~a! (1896~ d~ c~~·ta existencia por .falta de capitales y apci'yo
11eS, 1888) en Buenos Aires había 5 grandes fundiciones y, ademáo; of1c1al. La mstüuc10n nombrada en pnmer término, nació en 1877
se fabricaban máquinas agrícolas e hidráulicas, etc. (p. 184). por inich_:tiva de Carlos PeUegrini, Vicente Fidel López, Roque
(1G3) Adolfo Dorfman: 11I:listo-ria de la Indu.strin Argentina", Sáenz Pena? Estanislao S. Zeba11os, Nicasio Oroño y José Hernán-
Escuela de Estudios Argentinos, Bs. As., 1942, ps. 55-56. d;c:z,. es dec1r, por los promotores de las leyes y medidas protec-
(lfl1) Ricardo Napp: "La Repüblicn A1·_r¡entina". :Manuel C: ClOmstas.
Chueca escribía en 1886 ("Los «pioneeTS» de la -indnstTia, argen- ( 166 ) _Dl!rante algunos períodos los bancos de la Nación y
i:ína") : "Todas las grandes fábricas que funcionan en la gran me- de la Provmcm de Buenos Aires acordaron a los industriales cré-
trópoli argentina, las industTias más florecientes del país, se han ditos bajo su sola garantía moral en mínima escala.
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neras amables y so color del mejor servicio de la Nación. d) La falta de 1nerca.tlo interno. La escasa población
Sus gestores encuentran el modo de tener influencia deci- y el bajo nivel de vida conspiraban contra el desarrollo
siva en las Casas de Gobierno y en la sanción de leyes, industrial. No era posible la p1·oducción en gran escala y
más o menos favorables, y acaban, en definitiva, por im- especializada. Los prüneros fabricantes se veíap obliga-
ponerse a los países" (' 67 ). Los ferrocarriles ingl~ses fu.e., dos a producir diversos artí&los con el consiguiente en-
ron por su trazado, por sus fletes y por su régimen ene- carecin1Íento del costo y sin poder preocuparse· de la ca-
migos de la industrialización nacional (' 68 ) • lidad. El industrial era, por lo general, comerciante que
e) La falta de mano de obra. Era natural que el grue- vendía directamente al público sus mercf:;,derías.
so de la inmigración se orientara al campo. N o abandonaba e) La falta ele mateYias primas y combustibles. El
Europa para vivir del mísero jornal de las fábricas ar- carbón y el hierro crearon desde un cmnienzo una situa-
gentinas. Buscaba la riqueza rápida de una Argentina .ción de denendencia a la industria argentina. Sin esos dos
agropecuaria en ascenso. Los 30.000 pasajes para obreros elenJ.entos -no se podía pasar a la gran industria. Desde
hábiles que por iniciativa de Estanislao Zeballos se ofre- las cátedras universitarias y desde las tribunas políticas
cieron en 1889 no despertaron n1ayor entusias1no en las se informaba aue nuestro país no los tenía. Gran Bretaña
regiones emigratorias del Viejo Mundo. El inmigrante regulaba su i:rÜportación, de acuerdo a sus conveniencias,
necesitaba para radicarse en la industria altos salarios y y tarnbién la exportación de nuestro hierro viejo, para
protección social, incentivos que ni los fabricantes ni el dejnr desvalida la industria nacional. No se conocían los
Estado estaban dispuestos a ofrecerle. Carlos Pellegrini cultivos industriales y debían comprarse en el exterior
,. pedía en 1902 desde el Senado pan y carne barata para hasta las materias primas 1nás elernentales.
'' ¡;,,l': el obrero. Era la época de transformación de la Argen- f) LCI falta de técnica. Es sabido que existe una es-
tina en granem y potrero de Gran Bretaña, cuando se trecha relación entre la industria y la educación técnica.
,11¡
formaron las grandes fortunas de la oligarquía terrate- La industria es hija de la ciencia y de la técnica, y, a la
niente. vez, promueve el progreso de ambas. España dejó una tra-
dición contraria a la técnica ( 109 ) , y si bien Alberdi, Sar-
(167) Ver "El Indust1·ial", artículo sobre "Los fe'rrocarriles
miento y demás organizadores del 53 trataron de estimu-
y la industria argentina". "La Industria Argentina", NQ 77, 15 de larla por la vía de la inmigración europea, enco!1traron
setiembre de 1881. "Revista de Dwrecho, Historia y Let1·as", setiem- los siguientes factores adversos: 19) La gran raayoria de
bre-diciembl'e de 1915. Hombres tan vinculados a las empresas fe- los inmigrantes carecía de oficio; 29) El inn1igrante
l'l'oviarias como Ba1·tolomé MitTe y Roberto Ortiz no ocultaban su
influencia negativa. Decía el primero en el Senado el 16 de se- can1biaba a menudo de profesión y vivía afanado por ha-
tiembre de 1869: "¿Qué no sucedería entre nosotros, si desoyendo cer pronto fortuna; 39)- El sistema escolar no se orien...
esas severas lecciones tuviésemos la cobardía de entregar a la ex- taba- a la forn1ación de técnicos o de obreros especializados.
plotación paTticular ob1·as que se convertirían en otras tantas ciu-
dadelas del monopolio?" Confesaba el segundo en setiembre de 1928 El flujo y el reflujo del desarrollo indmtriai se ma-
siendo ministro de Obras Públicas: "Que el gobierno no dispone
de elementos suficientes para hacel· el contl·ol de las tarifas y del - (1G9) Un caballero español, residente en Buen?s Aires.' enta-
capital. En los ferrocmTiles particulaTes hay una cantidad de fun- bló a fines del siglo XVIII una de:manda por calumma. A1gmen ha-
cionarios que han pertenecido al ministerio ... " bía dicho que él trabajaba, imputación que calificaba de absol_nta-
(168) El ingeniero Coni decía que el "flete ferroviario viene mente falsa y calumniosa, puesto que disponía de recursos e hidal-
a constituir una verdadera aduana interior, que dificulta la circu- guía suficientes como para vivir sin someterse a la torhn·a de .P.:a-
lación ... desempeña el mismo papel que la aduana seca de Córdo- narse el pan de cada día. Asimismo es corriente hasta nuestros días
ba". La minería, tan necesaria para la industria, fué sistemática- llamar loco y hacer objeto de burlas a todo inventor. El científico
mente asfixiada por la falta de transporte o por los elevados fle- y el técnico recién con el progreso industrial comienzan a ser con-
tes ferrovü,.rjo.:,, siderados.
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nifestaron en razón inversa de los avances del capital im- sos de capital invertido y otros l. 700 millones de pro-"'-
perialista extranjero. Después de 1862 hubo eli Buenos ducción.
l Aires y Rosario un relativo progreso manufacturero, pero
la liberación de derechos aduaneros incluida en toda~ las
La estabilización eco,¡¡ómica iniciada co¡f el siglo soc-'
bre la base de las grand'es exportaciones agrícolo-gana-
concesiones ferroviarias, de obras públicas, etc:, así colno deras y del -relegamiento de la industria, se quebró al
la política librecambista a ultranza, no dejaban subsistir imponer la guerra mundial de 1914-18 una verdadera
a los fabricantes. Estos fundaron para defenderse el Club barrera protectora de nuestro desarrollo industrial con la
Industrial Argentino (1874), el Centro Industrial Argen- forzosa disminución de las importaciones ( 172 ). Al llegar
tino (1878) y, finalmente, la Unión Industrial Argentina al pode;· Hipólito Yrigoyen el país estaba desprovisto de
(1887). Las peripecias que debieron sufrir los que ins- con1bustibles, maquinarias y materias primas, y se vió
talaron en 1873 la primeTa fábrica textil dice bien a obligado a emprender el difícil proceso de la industria-
las claras la hostilidad del medio a la industria (110 ). La lización: La conciencia cipaya que sólo aceptaba merca-
crisis del año 1890 llevó a la quiebra a muchos pequeños derías con etiqueta extranjera tuvo que aguantar los
y 1nedianos fabricantes y los sun1ó, entonces, a la oposi- despreciados artículos nacionales, a menudo disfrazados
ción al gobierno entreguista de J uárez Celman. Posterior- de ingleses o franceses para qne los toleraran. Bunge
mente el presidente PellegTini otorgó ventajas arancela- calculó que, durante la guerra, la producción elaborada
rias a la industria, pero el general Roca las anuló al rea- aumentó el 50%, el capital patrimonial el 22,5 5~, la
lizar la conversión en 1899 y ceder plenamente a las im- fuerza motriz el 11 % y el número de obreros el 25 %.
posiciones de Gran Bretaña. En su mensaje de 1899 de- Destaeóse el notable crecimiento de la producción de tex-
cía: "El país debe esforzarse en mejorar en cantidad, ca- tiles, forestales, petróleo, eleetricidud, n1áqEinas, vehícu-
Ildad y precio, la producción que tiene fácil acceso a los los, yacimientos, canteras y minas. En cambio. las inver~
mercados extranjeros, absteniéndose de proteger indus- siones del capital extranjero sufrieron una in1portante
trias efín1eras de irremediable inferioridad con lnenos- Inerma: en los treinta años anteriores a 1914 se intro-
cabo de nuestras grandes y verdaderas industrias -la dujeron 6.000 millones de pesos (44 pesos anuales por
ganadería y la agricultura- tan susceptibles todavía de habitante) y en los doce años siguientes sólo 800 millo-
adquirir un inmenso desenvolvin1iento" ( 171 ). A pesar del nes de pesos (8 pesos anuales por habitante), es decir
pensamiento anti-industrialista dominante en los súcesi- que hubo una disminución del 82 %·
vos gobiernos oligárquicos, la industria nacional prosi- A partir de 1920, con el restablecimiento de la in-
guió su crecimiento. El censo de 1914 daba 40.000 fábri- dustria europea, decayó la industria nacional y mUchas
cas en el país, con 365.000 obreros, 1.700 millones de pe- n1n1as desaparecieron. Quedaron las que tenian origen en
inversiones de capital extranjero, como textiles, petróleo
y construcción. Bunge caiculaba que en 1926 los cultivos,
(170) Dmante diez años luchó Can11la, uno de los fundadores, la producción agrícola, el número de lanares y vacunos, las
1
'frente a la hostilidad glacial del ~nedio, expuesto a las burlas :más exportaciones, los implementos industriales, los transpor-
grotescas, y no siempre bien intencionadas". TTabajaban 60 obre-
; ¡ ros, en su mayoría mujeres y niños, y se abastecian de tela 400 sas- tes ferroviarios, las líneas férreas y la inmigración ha-
tres. Fué inaugurada por Sarmiento. Poco duró la fábrica. El go-
1 ·. 1
.. bierno se negó a comprarle paños para el ejército y los importado-
res ingleses le hicieron la vida ünposible. Tuvo que cerrar sus puer- (172) Las importaciones de Gran Bretaña disminuye1·on del
tas algunos años más tarde. Ver Adolfo Dorfman, op. cit., Capítula 34 % al 19 % del total, las de Francia del 9 % a menos del 4 % y
IV, y págs. 68-69. las de Alemania del 17 % a nada. Durante la guerra nuestro co-
(171) Mabragaña, "11-ie.nsajes" V, p. 353. mercio exterior dió un saldo favorable de mil millones de pesos oro.
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XXV
DE LA CRISIS DEL LIBERALISMO ECONOMICO
Y POLITICO EN 1930
El pensamiento político de la República en sus dis- la industria, cuyas dos consecuencias más notables fue-
tintos matices liberales, incluidos sectores de las izquier- ron:
das, hada de la Constitución de 1853 un fetiche perfecto, a) El plrmieo del nacionalismo económico en o¡Josi-
inconmovible, eterno. Los grandes diarios y los profeso- ción al libeTalismo económico. Ni el librecambio aduanero,
res universitarios eran celosos guardianes de su contenido ni el régimen liberal burgués, ni el Estado liberal de los
liberal burgués. No admitían que pudiera haber la menor importadores y estancieros convenían a los industriales.
contradicción formal entre la Constitución liberal y la vi- Estos necesitaban el amparo de un Estado nacional fuerte.
da social en permanente desarrollo, y cuando la contra- Si bien durante la guerra se había demostrado que la Ar-
dicción no podía negarse de tan evidente que era, trataban . gentina podía tener una industria propia, la postguerra
ele salvarla, también de manera puramente formal, a costa trajo la certidumbre de que esa industria requería una
de la vida social y no de la Constitución. Concebían el pro- enérgica protección del Estado para ganar la batalla a las
greso, a los cambios, dentro de la Constitución y no fuera importaciones europeas y nortemnericanas. Alejandro E.
de ella o superándola. No la definían tan sólo como el pro- Bunge y Luis Colombo reclamaron en todos los tonos esa
grama para organizar la República, tal cual lo entendieron protección, y aunque los estancieros e importadores nunca
Alberdi y sus continuadores: la identificaban con la Re- vacilaron en sacrificar a la industria nacional en prove-
pública misma. Aceptaban, a lo sumo, modificaciones que cho de los monopolios extranjeros, la industria nacional
no alteraban el espíritu constitucional, a las que llamaban sobrevivió a la conspiración de intereses acumulados paTa
pmnposamente reformas. Semejante concepción metafísica anularla.
del proceso histórico-socia! argentino llevaba lógicamente b) El crecimiento cuantitati1!o y cualitativo de la cla-
a la conclusión ele que el país había encontrado en el régi- se ob..era. De los datos proporcionados por el Anuario del
men liberal burgués su contenido y su forma para la eter- ingeniero Pedro Cristiá se deduce que el personal ocupado
nidad. Cierto es que los ortodoxos legalistas solían decir en la industria pasó de 1.296.000 en 1914 a 2.156.000 en
que la Constitución no se cumplía y que radicales y con- 1933, es decir qtle aumentó el 66 jo ( 177 ). Hemos seguido
servadores se acusaban mutuan1ente desde el llano de vio- en un capítulo anterior las luchas de los obreros por orga-
larla desde el gobierno, pero les sucedía lo que a los faná- nizarse, unirse y conquistar mejoras sociales. Esas luchas 'i·
ticos que de tanto anhelar la perfección ven el pecado por apuntaban, fundamentalmente, contra los industriales pa-
":
todas partes o era un simple recurso político para des- ra arrancarles aumentos de salarios, jornada legal ele tra-
prestigiar al adversario. Yrigoyen, al anunciar que su go- bajo, descanso dominical, jubilaciones, etc., o contra el
bierno no sería de orden común y pro::neter transforma- Estado en defensa del derecho de asociación y de las liber-
ciones fundan1entales, no se atrevió a insinu?r siquiera el tades democráticas. Sin embargo, a menudo: las huelg2s, '"
abandono de los viejos cauces constitucionales, y si alguna promovidas y dirigidas por los anarquistas, carecían de
vez lo hizo, bajo el imperio de las circunstancias, fué ele otro objetivo que no fuera la preparación o la realización
n1anera. tímida, vacilante o inconsecuente, sin crear pre- inmediata de la revolución social y llevaban a los obreros
cedentes. al fracaso. El liberalismo -nna de cuyas formas es el
Los cambios sociales y las contradicciones entre la
sociedad y el liberalismo burgués se producían y acen- (177). Trabajaban en la industria el 38,7% en 1914 y el42,9%
tuaban a pesar de la inmovilidad mental de políticos, pe- en 1933 del total de la población activa; en la agricultura el 27,6 %
riodistas y profesores. El mayor y más decisivo de los y el 22,5 % respectivamente; en el transporte el 3A % y el 3 %;
y en el comercio el 19,5 % y el 19,6 %, lo que quiere decir que úni-
can1bios sociales registrados en la Argentina durante los camente en la industria hubo aumento relativo importante del nú-
tres lustros anteriores a 1930 obedeció al desarrollo de mero de brazos.
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cosmopolitismo crónico de los socialistas, anarquistas y comercialización del vacuno; creó uno de los mayores mo~
comunistas argentinos- impedía que la clase obrera, nopolios industriales· y comerciales; dividió a los gana-
sin perder su independencia y luchando siempre por sus deros; irnpuso cuotas y precios, y concentró un numeroso
reivindicaciones inmediatas, participara en ia primera fila y combativo proletariado. A través de los frigoríficos co-
de los combates por el nacionalismo económico. Si los in- menzó a introducirse el imperialismo yanqui. En el debate
dustriales daban motivos de sobra con su voraz explota- mencionado se vió claro, por las palabras del doctor Li-
ción del trabajo humano para que los obreros no se suma- sandro de la Tone, que si se deseaba de verdad terminar
ran a la lucha por el nacionalismo económico y la creación con la extorsión de las empresas frigoríficas no había otro
de un Estado fuerte que lo protegiera y estimulara, los medio que nacionalizar las, es decir, establecer el rnonopo-
izquierdistas de distintos colores tildaban de reaccionaria lio ele Estado sobre la industrialización y comercialización
toda tendencia al nacionalismo económico. Los estancieros, de la carne. El régil:nen liberal, que había atraído desde
los importadores y los monopolios imperialistas Bacaban el exterior el monopolio frigorífico para que se incrustara
ventaja, en última instancia, del divorcio de la clase obre- en nuestro sisteina económico, no podía engendrar el mo-
ra de la lucha por la emancipación económica nacional. nopolio ele Estado sin negarse a sí mismo. Antes de ha-
Salvo en los ferrocarriles, cuya nacionalización fué recla- cerlo prefería quedarse con la fórmula del conservador
mada desde hacía muchos años por los obreros, ni los gre- Sánchez Sorondo: "colocarnos en la situación de colonia
mios ni los partidos de izquierda agitaron uu programa inglesa en materia de carnes".
o plan integral de emancipación económica e industriali- Otro hijo del régimen liberal fué el monopolio ferro-
zación. En cambio, se dejaban arrastrar por conflictos viario, el más total y hegemónico de los monopolios, puesto
provocados por las empresas extranjeras o el propio go- que orientó el conjunto ele la producción y creó Ui1a serie
bierno con el fin de maniatar a los industriales. Al tér- de ramas industriales y comerciales accesorias. La red
mino del período que analizamos, en 1930, entraron en ferroviaria llegaba en 1930 a 38.900 kilómetros, de los
crisis las viejas corrientes del movimiento sindical y hubo cuales 30.200 pertenecían a las empresas imperialistas y
disidencias internas en el socialismo y el comunismo. La 8.700 al Estado argentino. El monopolio ferroviario había
clase obrera no podía ser dii·igida con las ideas y los mé- nacido con nuestra ganadería y agricultura capitalistas)
todos de antes. en la época de predominio del carbón en el transporte.
Por lo demás, el debate sobre la carne de los años Posteriormente, con el motor a explosión y el uso del pe-
1922-1923, a que ya nos hemos referido, y las medidas tróleo, así como con el desarrollo de la industria y la am-
de control ele los ferrocarriles impuestas por el presidente pliación del con1ercio, se convirtió en una rémora que im-
Yrigoyen, ponen en evidencia que el Estado y las leyes pedía el perfeccionan1iento de los medios de locon1oción.
liberales de la época ele las concesiones ele fomento a las En 1930 los ferrocarriles estaban en crisis en el mundo en-
inversiones extranjeras no correspondían a los cambios tero ( 1 " ) . La red ferroviaria del imperialismo inglés, la
sociales y a la necesidad ele salir de la dependencia impe-
rialista. (178) Los diarios ingleses de la época eonsideraban la crisis fe-
El frigorífico originó, como hemos visto, notables noviaria más grave para su país que la desocupación, las deudas
internacionales y la paralización de las actividades mundiales, "El
transformaciones tanto en la ganadería como en el comer- problema -decia "The Times" de Londres- es tremendo; los
cio exterior. Puso bajo el dominio ele empresas indnsh-ia- dividendos han sido nulos en la mayor -parte .de las compañías que
les extranjeras -en las cuales eran accionistas o figura- han podido salvarse del déficit, y resultaron inútiles las reduccio-
nes drásticas, los enormes cortes hechos en los gastos de explota-
ban en sus directorios grandes invernaclores y criadores ción, para salvaT tan lamentable estado de cosas". Lo mismo se de-
argentinos- el proceso de producción, industrialización y cía en Franeia y Alemania. Ver "La crisis ferrov-iaria a•rgent·ina",
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mayor de todas, verdadera prolongación terrestre de sn con los imperialismos. El hecho que en 1926 tuviéramos
flota mercante y vehículo de su expansión financiero- que importar la totalidad de los 2.500.000 toneladas de
industrial y de su abastecimiento de alimentos y materias carbón que consuiníamos, mientras que producíamos en
primas, sufría la aguda competencia del automotor que el país 1.100.000 toneladas de petróleo de los 2.100 000 del
Estados Unidos fabricaba en cantidades fabulosas. Entre consumo nacional, cobra in1portancia si se tiene en cuenta
nosotros, el monopolio ferroviario -por el trazado de sus que el combustible importado nunca ha sido barato y he-
líneas, su oposición al tráfico camineror sus fletes, etc.- mos tenido que hacer grandes sacrificios para obtenerlo.
no dejaba desarrollarse a las fuerzas productivas ( 179 ). La Los dogmas del liberalismo burgués atentaban con-
construcción de caminos y el transporte automotor agili- tra el interés nacional y en algunos casos, corno el del
zaban y multiplicaban el tráfico, penetrando e11 zonas petróleo, la realidad de las causas internas en desarrollo
donde el ferrocarril no tenía acceso, pero creaban una obligaba a hacerlos a un lado. No se elaboraba, sin em-
nueva dependencia alrededor de elementos que no se fa- bargo, una doctrina política nacional, que abarcara el
bricaban en el país (los automotores) o no se producía conjunto de factores que crecían en el seno de la sociedad
en cantidad suficiente (el petróleo). La Argentina fué uno argentina. Los partidos de izquierda calificaban de reac-
de los campos de batalla de la lucha mundial entablada cionaria toda doctrina nacional : estaban en el plano in-
entre el imperialismo inglés (ferrocarril-carbón) y el im- ternacionalista abstracto. Los partidos de derecha i1o creían
perialismo yanqui (automotor-nafta) ( 180 ). en otra Argentina que la semi-colonial, puramente agro-
Para no ser víctimas inermes de esa lucha, Yrigoyen pecuaria, que se había enriquecido a costa del enajena-
creó en 1922 una repartición autónoma (Y.P.F.), qué ten- miento de su autodeterminación económica: estaban en el
día esencialmente a salvar nuestros yacimientos del asalto juego de los manejos imperialistas. El liberalismo bur-
de los consorcios imperialistas yanquis. La intervención gués dominaba de uno a otro extremo.
estatal en el petróleo violaba la doctrina liberal y expre- Las inversiones del capital extranjero pasaban, en-
saba un nacionalismo económico que ni sus enemigos se tretanto, de poco más de 5.000 millones de pesos en 1910
atrevían a atacar de frente. El paso de la etapa del do- a 7.000 millones en 1927 (1 81 ). La mayor parte del aumento
minio del carbón a la etapa del dominio del petróleo dió desde 1920 a 1927 correspondió al capital norteamericano~
bases más seguras de desarrollo a la industria nacional que de 95 millones en 1920 ascendió a 550 millones en
en su conjunto y prmnovió nuevos problemas en relación 1924 y a 1.150 millones en 1927 ( 182 ). En este último año,
las inversiones inglesas alcanzaban a 4.700 millones de
Bs. As., 1933. Publicación de la Revista de Obras Públicas y Fi-
nanzas. (181) Las cifras de 1910 pertenecen al primer inventario cien-
(179) Los ferrocarriles ingleses de curso paralelo emplearon tífico, realizado por Gui11ermo A. Schewenke y citado por Alejan-
la guerra de tarifas para excluir o dominar al cabotaje; el Ferroca- dro E. Bunge; las de 1927 son de este último. El ingeniero Bunge
rril del Sud aniquiló el naciente tráfico de cabotaje marítimo entre dice que ''una de las principales causas directas de nuestra deten-
los puertos de Mar del Plata, Necochea y Bahía Blanca y el de ción económica de 1908 a 1926 ha de atribuirse a la detención de la
Entre Ríos el de las costas de esa provincia. N o podían hacer lo afluencia de capihdes extranjeros sin suplirlos con la organización
mismo con el tráfico caminero y por eso trataron de que los go- productiva de los propios" (p. 133).
biernos lo impidieran o que sólo fuera complemento del ferrocarril. (182) Las inversiones norteamericanas de 1927 so distribuye-
(180) Desde 1900 a 1910 la importación de carbón subió de ron en empréstitos, 863 millones; frigoríficos, 190 millones; explo-
1,5 millones de toneladas anuales a 4 millones; 40 % para los ferro- taciones petrolíferas, 30 millones; otras empresas, 65 millones. En
carriles, 15 % para la marina mercante y 45 % para el consumo dólares pasaron de 40 millones en 1913 a 611.400.000 en 1929 y sólo
general. En 1930 la importación se redujo a 3 millones, de los cua- en servicios públicos crecieron de 1.200.000 en 1914 a 147.800.000
les el 50 % para los ferrocarriles. en 1929.
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pesos ( 183 ) y las de otro origen a 1.175 millones de pe- perialismos inglés y yanqui por el dominio económico-
sos ( 184 ). ~a competencia entre los capitales ingleses y financiero de la Argentina.
no~rtean1encanos se manifestaba en cuatro renglones: pe- Una clara y combativa conciencia del ü1terés nacio-
troleo, transportes, empréstitos y frigoríficos. En cuanto nal vió la luz durante los agitados debates sobre el petró-
a nuestro comercio exterior, su aspecto 1nás significativo leo qne desde el Congreso se extendieron a la Universidad,
fué la pérdida del lugar privilegiado que ocupaba Gran el periodismo y la calle. La diputación yrigoyenista hizo
Bretaña e:n las importaciones a principios de siglo: en triunfar, como he1nos visto, un nuevo régimen 1ega1 del
1914 el 3~% del total y en 1929 el 17,6 %, mientras Es- petróleo en base a la nacionalización y en oposición al ré-
tados Umdos llegaba, en este último año, al 25 5'o y Ale- gimen ele las sociedades mixtas preconizado por el gobier-
mania al 11,5 %. no de Alvear. El ministro de éste, doctor Mihura, sostuvo
. Rel.eg~da Alemania, a pesar de sn formidable capa- la vieja tesis de Juárez Celman: nse repite con insistencia
cidad tecniCa y su fuerza expansiva por los dos colosos que el Estado no es buen administrador-, y esta opinión ...
1
imperialistas que la derrotarían por segunda vez en la es exacta". Los legisladores yrigoyenistas afirmaban en
arena mundial~ la lucha por el don1inio econór..'lico de la cambio: "Empecemos con el petróleo, que luego seguirán
Argentina se perfilaba desde tres ángulos (y no desde los frigoríficos y los ferrocarriles ... ". !<Jra el planteo del
dos, como quieren los que ignoran u olvidan las eausas nacionalismo económico, y en consecuencia, la negación
internas) : el imperialismo inglés, el imperialismo norte- · del Estado liberal. Gabriel del Mazo lo reconoce con pala-
americano y la autodeter1ninación nacional. A esa lucha bras irrefutables: "El tema del petróleo lo hizo meditar
los dos primeros se presentaban con sus fuerzas econó- (al Radicalismo) de nuevo sobre la función y fines del
n1icas concentradas en grandes n1onopolios y sus políticas Estado y sobre la condición a la vez creadora y defensiva
dirigidas por poderosos Estado¡:;, mientras nosotros, los del tipo de Estado que en esta República y en estos países
dueños de casa, sólo disponíamos del débil Estado liberal de América había que erigir. La incidencia del mundo so-
y de los prejuicios liberales amontonados por una tradi-
bre nosotros no sólo nos obliga a crear construcciones pro-
ción que no correspondía ya a las condiciones históricas pias, como signo y en la medida de nuestra necesidad de
irnperantes. independencia, sino a crear también resguardos para de-
fendernos de aquellas fuerzas externas cuya preocupación
En las postrimerías del gobierno del doctor Alvear es la conquista o el lucro" (185 ).
(1927-1928) se agudizó la conh·adicción pl'incipal que se- La contradicción entre la autodeterminación nacional
ñalamos, dividida en dos partes: a) la contradicción entre y la dominación imperialista no podía ni podrá resolverse
la autodeterminación nacional (desarrollo de las causas dentro del Estado liberal, que es causa y efecto, a la vez,
internas por medio del nacionalismo económico) y la do- de esa contradicción. Hipólito Y ri¡royen comprendió que
minación imperialista, y b) la contradicción entre los im- la Argentina tenía que ser gobernada por nuevos métodos
y qne la crisis del Estado liberal obligaba a proyectar un
(lBS) Las inversiones inglesas de 1927 se distribuyeras en fe- nuevo tipo de Estado. También lo comprendió el pueblo,
rrocarriles, 2.800 millones; empréstitos, 900 millones; otras empre- y al elevar a Y rigoyen por segunda vez a la presidencia
sas, 1.000 millones. ' por inmenso caudal de votos. en los comicios del 1Q de abril
(184) Esos 1.175 millones incluyen las inversiones alemanas
que no lle$'aban a tener la importancia de antes de la primera gne- de 1928, expresaba su repudio al contubernio conservador-
lTa mund1al. En 1914 los capitales alelY~anes invertidos en la Ar- antipersonalista, a la vez que la esperanza de ver al líder
gentina alcanzaban a 500 millones de pesos, distribuídos 115 mi-
llones en la Compañía Transatlántica de Electricidad, 110 millones
en empréstitos y el resto en bancos y oh'as empresas. (185) Gabriel del Mazo, op. cit., p. 64.
los días transcurridos hasta el 6 de setiembre de 1930 re- El liberalis'."o económi;;o y político entró en coma, y
gistra la lucha entre la autodeterminación nacional y la C~_tda vez que Yngoyen trato de superarlo se lo acusaba de
dominación extranjera. VIOlar la Constitución o de ser un nuevo Rosas. Sin em-
El proyecto de ley de protección de nuestro petróleo,
sancionado por la Cámara de Diputados y defendido a un sindicato yanqui. Asimismo impuso el interés nacional a em-
capa y espada por Yrigoyen, fué saboteado por el Senado presa~ como la de tranvías de .la ca11ital federal y la del puerto de
Rosano .(Ver Del Mazo, _op. ctt., p. 154). Los imperialismos inglés
y la Suprema Corte de Justicia, baluartes de la reacción Y yanqm ~que en matena de petróleo firmaron en 1928 el AcUer-
oligárquico-imperialista. Los enemigos de nuestra sobe- do ~~hnacarry~ no podían tolerar que en la Argentina, llave de
ranía pidiel'on en ambas Cámaras el juicio político a Yri- Ameii~; Latma, prosperara u~ gobierno de liberación nacional. '
goyen, los llamados diarios "democráticos" lo cubrieron ( ) Tanto en el con.vemo con Gran Bretaña (convenio D'A- f
bernon) como en el convemo con la Unión Soviética el carácter de ¡
de injurias y los imperialismos inglés y yanqui se pusie- Estad~ a Estado era una superación del liberalismo' en política in-
ron de acuel'do para acortarle los días al gobierno elegido ternaciOnal Y ~m arma contra las empresas imperialistas.
188
por la inmensa mayoría del pueblo argentino. El pl'esi- ( ) Yngoyen lo~ró, empero, reducir las tierras monopoli-
~adas por las empresas 1mpe1·ialistas de 132.000 a 35.000 hectáreas
dente octogenario no dió un solo paso atrás ( 180 ). Hizo Implantar la ~XJ?lotación esh;tal en Salta y otras medidas en defen~
sa de los yacimientos petrohferos para la nación
189
( ) En 1930, las quiebras, concursos civÜes y arreglos al-
(186) Yrigoyen intervino personalmente para impedir que las canzaron en ~a Argentina a $ 247.768.998,65 la cifra más alta des-
fuentes hidroeléctricas de la provincia de_ Córdoba se entregaran a de 1914. Su ritmo creciente prosig-uió en 193Í (con $ 358.285.457 sS¡
y en 1932 (con $ 323.896.883,68). '
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XXVI
302 RODOLFO PUIGGRÓS HieTORIA CRÍTICA DEl LOS: PARTIDOS POLÍTICOS 303
otro irnperialis11w- por el poder, lo que h<:, dete•:-min~~;~o "Nuestra perspectiva -de la cual yo soy de uno de
la pasividad del Partido, que no c01np¡·end':~ la s;tu~cwn los principales responsables- .era de que, a pesar de las
y, po1~ consiguiente, no totnó una inte1·vencwn ene·rawa y amenazas de la oposición, el Golpe de Estado no tendría
directa en esas luchas para arrancar a las masas tmba- lugar, por cuanto el yrigoyenismo, en cuyo seno se cles-
-iadoms de la influencia de esos grupos bu:¡·gueses". (El an·ellaban elementos de fascistizaeión. estaba en condi-
~ubrayado es nuestro. R. P.). ciones de reforzar dictatorialmente el aparato de opresión
Destácase en el punto transcripto de la declaración estatal, concentrar a su alrededor a la mayoría de las
codovilliana -punto aceptado sin observación por el ':co- fuerzas de la burguesía y de los terratenientes, y luego
mentario público" del Comité Central-- la caracteriZa- de obligar a la oposición a capitular, concentraría la lu-
, .
ción de "los grupos dmnagog1cos de 1a b ur~ues1a.
' " .(1'eas~ cha -continuando su política ele 1ta.cionalización- contra
el yrigoyenismo) como "instrumentos del Imp_enah~,mo el movimiento obrero Y campesino, para descargar sobre
y de "los diversos grupos burgu~ses Y. t~rrat~n1entes co-
estas capas sociales las consecuencias de la crisis. De a,llí
mo "instrumentos de uno u otro 1mpermhsmo . Esta apre- que hayamos co1went1'ado toda nuestra actividad contra
ciación del problema nacional, que prescindía por entero el yrigoyenismo -en la medida que hemos desarrollado
de la existencia de causas internas de desarrollo en con- una actividad- sin comprende?' el carácter político del
tradicción con el imperialismo, era la madre de todos los Golpe de Estado que se estaba p1·epamndo". (El subra-
yado es nuestro. R. P.).
errores de Codovilla. pero como el Comité Central los com-
partía no se tuvo en cuenta en la discusión autocrí- Quiere decir que Codovilla y la dirección del Partido
tica (195 ). pensaban, antes del golpe de Estado, que Yrh;-oyen mar-
Calificar al yrigoyenismo de "grupo demagógico. de chaba hacia una dictadura reaccionaria, antiobrera y an-
la burguesía" y darlo como simple "instrun1ento del Im- tipopular -al continuar "su política de nacionalización"-
perialismo" equivalía no sólo echar en saco roto las ense- )', por esa razón, concentraban toda su actividad en la
ñanzas del marxismo. sino también colocarse fuera de la lucha contra el yrigoyenismo, sin comprender qu.e no era
realidad. El yrigoyellisn1o era u1:, partid~ n_acional-re!or- el caudillo radical sino sus enemi<ros quienes marchaban
mista que luchaba por la liberacwn econ~m1~a del pms ! hacia la dictadura reaccionaria. En otros términos: Co-
•.. dovilla y la dirección del Partido estuvieron objetivamen-
Jos derechos del pueblo, con todas las vac!lacwnes Y deb.l-
lidades de su dirección burguesa y de la preponderancia te con el golpe de Estado y contra Yrigoyen, nada menos
en sus filas de la pequeña burguesía. que, entre otras razones, por insistir éste en las naciona-
lizaciones. Esta es una gravísin1a compi~oba.ción. cuya
Codovilla tenia una concepción enteramente distinta trascendencia aumenta a medida que pasa el tiempo y que
del yrigoyenismo. He aquí lo que pensaba antes del 6 de no puede ocultarse o subestimarse contraponiéndole e! he-
setiembre de 1930: roísmo demostrado por los militantes comunistas en la
lucha contra la dictadura, la dirección de las huelgas y
(195) En la "Rm¡.¡:sta C01nunista", ón~ano ~eórico del ~epre la organización de los movimientos de masas. Tal com-
taTiado Sudamericano de la Internacional, Comums~a, se publico en probación es tanto más grave cuanto los dirigentes del
setiembre de 1930 (págs. 83- 86) el trabaJo. d~ Stalm sobre la ~ues Partido Comunista argentino, al negarse hasta hoy a en-
tión nacional, en el cual se señala como obJehvame~te revol~lCiona
ria la lucha del emir de Af.ganistán y de lo~ comerciantes e ult\lec- cararla con espíritu autocrítico, reinciden una y otra vez
tuales de Egipto por la independenci~ nac.wnal de su~ 1:especbvos en el error con respecto a otras formas de 1a lucha por
países, en contraste con el papel reacc10nano f}e los socmhstas Y la;- la liberación nacional.
boristas entregados al impe1·ialismo. No podm~, pues, los codovi-
llistas alegar ignorancia del pensamiento marxista. Veamos ahora qué pensaba Codovilla después del 6
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XXVII
LA CONSPIRACION DEL LIBERALISMO
310
T-IFTORIA CRÍTICA nE Los PARTIDos PoLíTicos :~ni
cho de ir•.stintivo en su conduc-ta po1ític~"' El lenguaje eso-
téric-o de- Yrigoyen y sns epígonos l? dernuestra,, El, ~rigo~ queda_'-' c'll p~1eb]o el ¡_-ner: _,:i' desee de reincidir en esa ten~
yenismo no pudo superar el Iiher'::u:i-s;-r:D .btu~~-·u:s U.el c_¡_u.e deneia. c-c;._mbio, que la. .A.rgentina fuera
había naeid.o va falta ele una doctrin?c ni)cwn:-_\ · e tara Y l'.:__·ll- en ;_;i .f'n: ;·,;:-o "'--l ,_,u nm11bre por los favoritos de
creta se reÚH~ió ea un "espiritualimno·") que no era n1ás que la uligürt1uü~ y el irnperíali:'3n1o.
la confesión (le su in1potencia -o de su temor- para dar El liberalismo burgués puro se dió a la tarea de de-
el gran salto hacia adelante y encontrar lo n.uevo. que le rrocar y escarmentar al hijo que en el gobierno se apartaba
exigía el desarrollo del país. Una fuerza de m~r~Ja ago- del camino trazado, pero si al hijo le faltaba energía para
biadora de la que no podía desprenderse lo castigo, apre- superarse y vencer a sus enemigos, el liberalismo burgués
tándolo y desgarrándolo, por no estar a la. altura de esa puro estaba agotado y nada podía hacer ya por sí mismo.
exiaencia. El yrigoyenismo cayó en tirabuzon cuando con Desde hace más de un cuarto de siglo, los partidos y los
ma;or intensidad se hacía sentir la urgencia ~e transfor- políticos liberal burgueses no han sido capaces de conquis-
maciones sociales que permitieran a la Argentma supera.r tar posiciones públicas sin el auxilio de la fuerza y sin la
la etapa del liberalismo burgués. Pagó c?n su descomp~si colaboración de sectores enemigos del liberalisn1o. Para
ción interna y su derrota política el pecaao d~ haber nacido voltear a Y rigoyen se vieron obligados a aceptar la jefa-
como partido de la burguesía y no pod~r de]~r de serlo .• tura de nn general que no ocultaba su propósito de implan-
El liberalismo burgués puro -el liberalismo hurgues tar un régimen corporativo-fascista y deseaba prescindir
de aquellos hombres, partidos y diari~s que nun.c": perdo- de los partidos y de los políticos, y para deshacerse de ese
naron a Yrigoyen haber intentado sahr de los VIeJOS cau- general fueron a buscar a otro general que los utilizó a su
ces y puesto en movimiento grandes fuerzas del puebl?- gusto para apoderarse del gobierno y engañar al pueblo.
comprendió el peligro que significaba para la Argentma El primero, Uriburu, organizó el golpe del 6 de setiembre
semicolonial y oligárquica, para la Argentma que ll":maba de 1930 sobre bases militares y con el fin de reformar la
"eterna", la tendencia nacionalista y popular del yngoye- Constitución para crear un Congreso corporativo, al mar-
nismo, como ejemplo y anuncio para el futuro, a pesar de gen de los partidos ( 197 ). El segundo, Justo, con mayor
sus inconsecuencias, vacilaciones y haber llegado a p~unto ----~-~
muerto. Por esa razón se decidió a abandonar, despues de en un editorial titulado "El Inmerio de la Opinión": 11 La situación
sesenta y ocho años, las solucione~ formalme"?te legales, Y acaba por comprometer el nombre argentino en el exterior. Basta
al mismo tiempo que acusaba a Y ngoye~1 de :vwiar la Cons- ver el juicio de la prensa en el extra_"njero. Los diarios más auto-
titución, instigaba a la mayor de sus vwlacwnes: el golpe rizados cmuentan con sorpresa el momento dramático en que ha
caído la N ación por el desgobierno y disciernen con acierto sobre
de Estado. N o tenía otro remedio, pues era plenamen!e sus motivos reales. La Argentina, considerada como una excepción
consciente de que por la vía pacífica nunca r~cuperana de progreso y mganización en América, es confundida a raíz de
el gobierno y que el pueblo lo había repudiado para estos hechos con las repúblicas menos estables". El miedo al "qué
dirán" en el extranjero ha sido siempre un arma esgrimida por los
siempre. políticos y diarios proimperialista5. . .
Además, el liberalismo burgués puro tenía que hacer (197) Refiere Carlos Ibarguren que el general Unb~ru le di-
méritos a los ojos del ilnperialis1n?: ten~a qu~ "demostrar" jo: "Mi plan es hacer una revolución verdadeTa que cambie muchos
aspectos de nuestro régimen institucional, modifique la Constitu-
al país y al mundo que la tendencia naciOnalista .Y popular ción y evite se repita el imperio de la demagogia que hoy nos des-
del gobierno de Yrigoyen conducía a la Argentma al d~ quicia. No haré un motín en beneficio de los políticos para cam-
sastre económico y al caos político y social ( 196 ). No debm biar hombres en el gobierno, sino un levantamiento trascendental
y constructivo con prescindencia de los partidos" (o p. cit., p. 384).
El entonces capitán Perón, en un documento titulado "Algunos
(196) Decía el diario "La Nación" el 19 de setie1nbre de 1930, avuntes sobre lo que yo vi, de la prepa1·ación y realización de la
'revoluc-ión del 6 de setiemb're de 1930. Contribución perso-nal a la
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yectos panamericanos ... No cabe duda que para 1': ~epú están naturalmente interesados en el desarrollo de la ac-
blica Argentina, la revolución es el mejor ac,ontecimiento · tual situación. El presidente Y rigoyen no parecía dispues-
que ha ocurrido en el país desde hace una decada. El go- to a llenar la embajada vacante en Estados Unidos, mien-
bierno ha vuelto a manos de elementos sólidos Y respon- tras el general Uriburu ha declarado que su gobierno la
sables, en favor de quienes han act~ado los .jefes mil~!a nombraría. Por eso los banqueros norteamericanos, bri-
res". La prensa yanqui acusaba a Y ngoyen, sm excepcwn, tánicos y argentinos convinieron en ofrecer fondos al go-
de negarse a "observar las reglas de cortesía diplomática bierno provisional para cubrir sus necesidades inmedia-
hacia Jos Estados Unidos", de no aceptar en las conferen- tas, atestiguando su confianza en la estabilidad del nuevo
cias panamericanas de Wáshington y La Habana los p;m- gobierno".
tos de vista del Departamento de Estado, de pretender 1m- Más ayuda exterior y mejor opinión de las "naciones
poner una política propia. Los diarios ingleses, más, cau- civilizadas" no podía desear el gobierno uriburista. La
tos criticaban también a Yrigoyen y atribuían su ca1da a banca y el gobierno de Estados Unidos no demostraban
"u~a tragedia personal de decaimiento físico". ninguna preocupación por las ideas corporativas expuestas
Las relaciones entre la Argentina y Estados Unidos por el general Uriburu en el manifiesto del 20 de setiem-
habían sido muy tirantes en Jos últimos tiempos del go- bre(204) ¿No contribuiría acaso el imperalismo yanqui a
bierno de Yrigoyen. Este no llenó la vacante de embajador financiar al nacional-socialismo de Hitler con vistas a re-
en aquel país y Estados Unidos apl.icó un': tarifa ar.ance- construir una Gran Alemania y lanzarla contra la Unión
laria que perjudicaba en gran medida su mtercambw co- Soviética? Una Argentina maniatada y amordazada por
mercial con la Argentina. Además, ell 9 de octubre de 1930 la política del dólar sería prenda de que no reincidiría en
vencía el empréstito de cincuenta millones de dóla:es, a dar a América Latina el mal ejemplo de una soberbia po-
corto plazo, que la Chatham Phoenix había concedido ~1 lítica propia. El poder imperialista no anda con contem-
gobierno argentino y todo hacía suponer que, de segun· placiones en materia de ideologías: acepta cualquiera que
Yrigoyen en el poder, no sería renovado. . le permita imponerse.
Uno de los primeros actos del general Ur1buru, como A pesar de sus reiteradas promesas democráticas, el
presidente provisional, fué declar':~ que desig'!aría emba- "nacionalismo" uriburista no tardó en mostrar su entraña
jadores en Wáshington y en la Umon Panamericana, como antiobrera y proimperialista. Desencadenó el terror y dis-
paso para llegar a un acuerdo e;r ~ateria ~e aranceles _Y puso ejecuciones, como las de Pedro Izcazzatti en Mendoza
en la contratación de otro emprestito, destmado a cubnr y del anarquista Severino Di Giovanni en Buenos Aires.
el vencimiento de cincuenta millones de dólares. Las per: Declaró ilegal al comunismo y creó una Sección Especial
sonalidades más representativas del imperialismo yanqui para reprimirlo. Aplastó las huelgas y detuvo a millares de
-los ex secretarios de Estado, Colby y Ke!logg, el se':a- ciudadanos. ÜrJTanizó la Legión Cívica con grupos de ci-
dor Borah, el presidente de la compañía Swift, el peno- viles militarizados a la moda del fascismo italiano.
dista William Wills Davies, etc.- se apresuraron a sal~
dar con entusiasmo al gobierno "de facto" del general Un- (204) Decía el manifiesto uribur.ista del 20 de setiembre:
buru y Jos precedentes de la política internacional norte- ~~cuando los representantes del pueblo dejen de ser meramente re-
pl·esentantes de comités políticos y ocupen las bancas del Congreso
ame~icana de no reconocimiento de los gobiernos que lle- obreros, ganaderos, agricultores, profesionales, industriales, etc.,
garan al poder por medios no co.nstitucion~les. se .tirar~n la democracia habrá llegado entre nosotros a ser algo más que una
sin más trámite al canasto. A Unburu le ofreCieron el oro bella palabra". Y luego hacía la concesión a los partidos y a la
tendencia constitucionalista de las fuerzas armadas de que la refor-
y el moro. "Los capitales nortem;nericanos, q~e han pl,~n ma~ se haría por medio de un Congreso elegido por la ley Sáenz
tado fuertes jalones en la Argentma -dec1a The S un -- Pena.
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RonoLFO PuiGGP.ÓS
318
El imperiaEsn1o ing16s, con su sutileza política Y ~u
experiencia en h'l Argentin::t, no podía l1a1~1arse a eng_ano
en cuanto a la sr:erte qne esperaba a la chctadurn, unbu-
rista. No desaprobaba la represión de los movimientos de
masas, pero comprendía que sus rnétodos no eran los mf...s
convenientes para asegurarle la estabilidad. Estados Um-
dos no conseguiría con semejante aliado sop!arle la dama.
La Ar~rentina tenía que volver a los cauces liberal burg-ue- XXVIII
ses pa'ra no perturbar con nacionalizaciones la pacífica
invasión de monopolios y seguir siendo una hermos_a perla LAS COALICIONES POLITICAS DESPUES DE 1930
de la corona británica. Los importadores de automov1les y
Jos agentes de la Standard Oil y la National Lead serían
obligados a ceder posiciones que histórica~ente correspon- La crisis del liberalismo burgués se reflejó en la in-
dían a los ferrocarriles ingleses y a los oligarcas :acunos. capacidad de los partidos de actuar como fuerzas indepen-
Los proyectos corporativistas del general Unburu no dientes entre sí y en la exclusión sistemática de la fuerza
contaban siquiera con el apoyo de la mayoría ~e las fuer- representativa de la mayoría del pueblo. Las coaliciones
zas armadas. Tanto los militares como los marmos se pro- políticas surgieron como el reverso del fraude, la violencia
nunciaron por el respeto a la Constitución Y a las leyes y la proscripción aplicados al partido de más auténtico
fundamentales y la inmediata convocatoria a elecc!ones. y amplio arraigo en las masas, Si a la democracia le apli-
El partido Conservador, salvo un pequeño grupo Simpa- camos la clásica definición de "gobierno del pueblo, por el
tizante del fascismo, se convirtió en partido Demócrata; pueblo, para el pueblo", resulta claro que el liberalismo
los radicales antipersonalistas y los socialistas indepeJ_I- burgués entró en creciente contradicción con la democra-
dientes trataban de sacar la 1nejor ta,iada de un cambiO cia, de modo especial después de 1930.
político legalista; y los socialistas y de~ócratas P!'Og~e He1nos explicado anteriormente que, con varios años
sistas reclamaban la vuelta a !a normahdad conshtuci?- de anticipación a la caída del gobierno yrigoyenista, la
nal ('05). Si a ello se agrega que el yrigoy~nis1:'o segma oligarquía conservadora había dejado de actuar por cuenta
vivo en el corazón del pueblo y que sus partldanos no r~ propia y al descubierto. Necesitaba intermediarios o alia-
ml11ciaban a la reconquista del gobierno, resultaba evl- dos para mantener su uredominio. Al "acuerdo" o Hcon1-
de,;te que el general Uriburu carecía de_ bases s~lJdas no promiso" de los tiempoS del mitrismo, siguió la "coalición
solamente para imponer sus reformas, smo tamb1en para de fuerzas conservadoras" que enfrentó al radicalismo en
mantenerse en el poder. , ., los comicios de 1916, y luego el apoyo a la fórmula antiper-
La consuiración del Ii.beralismo hurgues lo envolv!O, sona!ista para disputar a Yrigoyen la presidencia en 1928.
Jo comprometió, lo hizo claudicar y finalmente lo sacó ele- Las coaliciones políticas tienen, en nuestro país, origen
gantemente de la Casa de Gobierno. eminentemente oligárquico y nunca triunfaron en eleccio-
( nes libres.
(205) El 12 de setiembre el Partido Socialista publicó un ma- Para realizar esa maniobra que le permite sobrevivir,
nifiesto pidiendo la vuelta a la normalidad constituci?m;.l. Fué 11. la oligarquía no ha tenido el menor escrúpulo en aliarse a
primera declaración en ese sentido. En el Centro Soc;ahsta de la sus mayores enemigos o en dividir a otros partidos para
6" el doctor Nicolás Repetto pronunció una conferencia en la que ah'aer a su lado y a su servicio a una de las fracciones. Lo
dÚo que "se esperaba otra acción del gobierno revolucionaTio" Y
que la "única solución" era un ugobierno legal".
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tardaban en corromperse. ¿No vimos al socialismo inde- .~1 doctor Al~ear, qu~ meses antes declarara en París
pendiente pasar, en poco tiempo, de partido mayoritario q~e los personal!stas (Jea se yrigoyenistas) son como la
en la capital federal a disolverse en las filas conserva- hiedra parasitaria : partido el árbol por un rayo ]a plan-
doras? ta se seca Y m~1ere ... " y al regresar a Buenos Ai~·es visitó
Al día siguiente del derrocamiento del gobierno de al ge~era} Ur1buru para expresarle "eterna gratitud", se
Y rigoyen, los conservadores se plantearon la organización con~tituxo ,~n presidente de la HJunta Nacional Pro-Reor-
de la fuerza política que heredara al gobierno de Uriburu. gan.Izacwn , después de lleg-ar a un acuerdo con los yrig-o-
La necesidad de tal fuerza se hizo para ellos más apre- yemstas (2 08) . J?ióse así ~a paradoja de que, inhibido Yrigo-
miante al comprobar el fracaso de las tendencias corpora- y~n, el rad¡c~l!smo paso a ser reorganizado por sus ene-
tivistas sostenidas por alg-unos de sus correlig-ionarios, y nngos, ~S ~ec1r, por aquellos que en 1928 levantaron la fór-
más todavía, al triunfar los radicales el 5 de abril en los lt)J}la opositora a la candidatura del viejo líder. Con excep-
comicios bonaerenses. Pero como el pueblo seguía c¡on del doctor Leopo!do Melo y de! antipersonalismo en~
radical e Yrigoyen estaba caduco, los antipersonalistas
-que el 25 de setiembre de 1930 habían firmado un ma"
nifiesto uriburista (Gallo, Crotto, Mosca, Guido, etc.)-
hicieron sus cálculos y vieron que no era negocio unirse a
los conservadores si la dirección vacante del radicalismo
les brindaba tan bdllantes oportunidades. No pensaron lo
mismo los socialistas independientes, jugados en la partida
y sin nada que recoger fuera de su antiradica1ismo:
.11 eso, una vez separado del gobierno el sector que había
11 gado hasta clausurar su órgano, "Libertad", no pusieron
il.,, reparos en unir su suerte a la de los conservadores,- ansío,
¡¡· sos de formar un "partido nacional" que heredara el poder,
El vuelco del antipersonalismo hacia el viejo tronco
radical fué fatal para el yrig-oyenismo. Sus consecuencias
se hicieron sentir en el fracaso de todos los movimientos
RODOLFO PUIGGRÓS
HISTORIA CRÍTICA DE ! ..OS PARTIDOS POLÍTICOS 325
324
mo -hijo de !a pedantería de intelectuales que enfocaban
Lisandro de la Torre, el primer civil a quien el general con criterio aristocrático el n1ovimiento de masas y no conl-
Uriburu pidió colaboración "por el respeto que :nerece por prendían en su esencia el problema nacional argentino-
su hombría de bien", fué categórico en ~u discurso de1 neutralizó al numeroso electorado que seguía fiel al cau-
Teatro Coliseo de Buenos Aires, el 13 de setiembre de 1~?1, dillo radical y facilitó las maniobras fraudulentas de la
al proclamarse la fórmula presidencial aliancist~; D1,10: oligarquía. No bastaba tener "una plataforma que abar-
"Nosotros venimos, en verdad, a sal1,ar la revolucwn, por- cara los grandes y graves problemas nacionales a resol-
que somos los intérpretes de su espírtu popula~. V entmos ver" (2 14 ). Era necesario poner en movimiento al pueblo y
a enca.uza1·la arrancando a las urnas un veredicto consa- para ello comprender que en el yrigoyenismo estaba la más
gratorio de 1~ voluntad de nn_ovación q1w latió en los c?- importante fuerza popular de la política argentina. Pero
razones a.>·gentinos el 6 de setwmbre ¡hasta en el corazon ni los socialistas ni Jos demócratas progresistas extraje-
de los vencidos, no todos insensibles al espantoso caos en ron experiencias del golpe del 6 de setiembre. Insistían en
que yacía ]a Nación! Veni?nos a recoger 'una ban~~ra aban- achacar al gobierno de Y rigoyeu la total responsabilidad
donada por error por el gobierno de la Tevolucwn, hecha por ese golpe, justificando indirectamente el asalto uribu-
suya por el pueblo, y a su sombra a restable~er la c?ncor- rista del poder (215 ). Con semejante política podían pescar
dia y la fraternidad desaparecidas de la v1d~ nacwnal. ,algunos votos a río revuelto, pero no atraer de modo firme
Quenmos naliza1· la obra que el pueblo espero el 6 ele se- y llevar a la lucha a las masas radicales.
tiemb,·e" ('") (El subrayado es nuestro. R.P.) C~gado ~or La Alianza, presentada como "conJunción de fuerzas
su antiyrigoyenismo, el líder der11ócrata ,progresista asig- de izquierda" en su declaración política, se proyectaba des-
naba al golpe del 6 de setiembre un ca!a~t~r popu.lar que de un punto de partida equivocado. N o era posible invocar
no tuvo y se ubicaba fuera del cauce h1stonco nac1?~al al la representación del pueblo -somos "dos partidos de ca-
pretender qne la continuidad del proceso democrahco Y rácter eminentemente popular", se lee en dicho docu-
progresista de la Argentina se daba en la }ucha c?nt:a el mento- y al mismo tiempo no sólo justificar el denoca-
gran movimiento nacional de n1asas q_n~ ~ue e1 r~d.ICahsm_o miento de un gobierno popular, sino también avenirse a
de Hipó1ito Yrigoyen. Ni siquiera adm1tla la ~nbca posi- intervenir en elecciones de las cuales estaba proscripto el
tiva al yrigoyenisn1o: lo rechazaba ~n su con]_unto. c_om_o partido popular mayoritario de la República.
una deformación monstruosa de la v1da argentma .. 9mncl- Es cierto que los partidos de la Alianza condenaron el
día con Jos conservadores al comparar el 6 de senembre veto de la fórmula radical y la anulación de los comicios
con Mayo y Caseros, pero se apartaba de ellos en_ cuanto del 5 de abril, pero de todos modos imprimieron a su cam-
al planteo del programa de gobierno. Su compm;ero de paña un sesgo ambiguo, oscilante entre el deseo de no mal-
fórmula, el socialista Nicolás Repetto, comparba esas quitarse con las masas radicales para obtener sus votos y
ideas sobre el 6 de setiembre. los arraigados prejuicios antiradicales que los aislaban
Los dirigentes de la Alianza ~punta~r~;n· a la"vez, con- de esas mismas masas.
tra el "ominoso gobierno de la ohgar9u.1a Y 1~ .corrup.ta Tanto en sus editoriales de "La Vanguardia" como
demagogia" yrigoyenista (' 13 ). Su cromco anhyngoyems- en sus discursos durante la campaña electoral, el candida-
ción Nacional de la U. C. R. ordenó la abstención absoluta el 27 de ('14) Ibídem, p. 304.
octubre de 1931. - • ·l · (215) Los dll.'Igentes sociahstas y demócl'atas progl'eSistas
(212) Lisandro de la Torre: 11 Das. dos. campwnas pr~su;en.-:n~ atribuían a ''los errores, los vicios, las corruptelas, los sensualismos,
les (1916 -1931)", Bs. As., 1931. Colegw L1bre de Estudios Sup~::- los desquicios y trasgresiones y las violaciones constitucionales" del
riores, p. 158. . ~ · · t es. D'Lek -
303 Y Sigu1en gobierno yrigoyenista (Ibídera, p. 309), el golpe uriburista, desco-
(213) Enrique Dickmann, op. c1~., pags. nociendo el papel histórico del yrigoyenismo.
mann fué el "alma máter'' de la. Ahanza.
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ro esta vez en provecho de Jos radicales y con el apoyo Vivh: alucinarlo como 3<1Uel1os aventureros de Jos prhne-
de la alianza demócrata-socialista" (p. 14). ros he1npos de la conquista que aseguraban, n1uy sueltos
Convengamos aue el palmo de narices que recibió de cuerpo, haber visto reinos fabulosos en los m4s igno-
Ghioldi a raíz de lo- que antecede fué descomunal. La se- tos Y desiertos lugaxes de América. Sn tartarinismo le
gunda guerra mundial se definió como contienda entre hacía afirmar que "el fantasma de la revolución ponuiar.
democracia y fascisn1o, es decir, entre "dos formas de un de Jos obreros y de los carnpesinos roba la tranquilidad
mismo hecho substancial", entre dos cosas no opuestas a los opresores'', alejando así, con tamañas evasiones de
entre sí, entre lo idéntico desdoblado, según la retórica la realidad, a los militantes de las tareas concretas de
ghioldista. Los radicales no implantaron ninguna udicta- g-anar a las masas para la lucha. contra la oligarquía y
dura fascista", sino que se mordieron los codos durante el. i~p~rial!s1no, y de reforzar a la vez la lucha por sus
veinticinco años en sus luchas por un gobierno democrá- rervrnd1cacwnes inn1ediatas de clase.
tico. Y los demócratas progresistas, en vez de apoyar a
los radicales en la construcción del fascismo, ayudaron . _Ghi?ldi no se lin1itaha a exponer una tesis ultra-
a Rodolfo Ghioldi a integrar una fórmula de candidatos rzqurerdista que nada tenía de común con el marxismo:
a senadores y con1partieron su tribuna en más de una le colgaba el sambenito de trotzkistas a cuantos no la
aceptaban, inclusive a quienes en alguna medid.'J. se acer-
oportunidad. Esto quiere decir que si la profecía es un
don que otorgan los dioses a sus elegidos, nuestro hombre caban a una interpretación correcta del pape] de la bur-
guesía nacional en un país como el nuestro.
no pertenece a la corte celestial. Cien años de marxismo
Jl9 le impedían pensar como el anarquista Bakunin y que En un artículo titulado "Los trotzkistas argenti-
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nos"('"), presenta a gente ?e ta~ distintas m~litanci.as Tal inseguridad en las ideas, tal intemperancia en
políticas como Penelón, Mananetb, Coca, Perkms, Fw- las críticas, tal tergiversación de las sabias y justas tesis
rini, Unan1uno y todos los que caen a su alcance, como marxistas, anulaban al Partido para la labor política prác-
trotzkistas. Lleva la confusión al punto de atribuir a tica. Hasta la III Conferencia Nacional, realizada en
Trotzky la conocida tesis sobre el problema nacional de Avellaneda en octubre de 1935, el Partido Comunista es-
Lenin y Stalin, y a éstos la tesis de Trotzky. tuvo sometido a la directa influencia del ultraizquierdis-
No puede dudanJe que según el leninismo la opre- mo ghioldista.
sión imperialista afecta a la burguesía nacional de los La I Conferencia Nacional, reunida en Rosario en
países coloniales y dependientes, y que esa burguesía mayo de 1931 (nueve meses después del golpe de Estado
puede apoyar, en una deterr:nj~1ada etapa J:
dur~nte un uriburista), y el Plenum posterior, apreciaron al radica-
detern1inado período, al mmnmiento revolucwnano de su lismo "como nuestro enemigo principal" ( 226 ). La II Con-
país contra el ilnperialis1no. No vamos a fatigar al lector ferencia Nacional, que tuvo lugar en La Plata a princi-
con nuevas citas sobre una tesis conocida por todo mar- pios de 1934, orientó todas sus resoluciones contra el
xista. radicalismo: "Hay que arrancar a la masa de la influen-
Pues bien: Ghioldi exagera esa tesis, la convierte en cia radical. . . desenmascaramiento despiadado del radi-
Hla tesis sobre el rol progresivo y antiirnperialista de la calismo. . . combatiendo al radicalismo en general, hay
burguesía nacional, la tesis sobre la función antilatifun- que acentuar la lucha contra. el programa de izquierda,
dista del inmerialismo, la tesis sobre la lucha por la de- y mostrar su contenido contra?·revolucimw.rio confesado.
mocracia ... '' (p. Z5), y se la eJribnye a Jos trotzkistas .. . las mwleaciones «izquierdistas» en el seno del ?'a.dí-
para dar campo libre a sus palos de :iego. , , calismo, así como la izquierda socialista, deben ser des-
La dialéctica en,gefía oue toda tesiS llevada mas alla enmascarada.:; consecuente·mente, arrancando a los obre-
de sus límites se transfonTI_a en su propia negación. Esto 1'0S de su influencia!'. Y como consigna fundamental:
es lo que hace Ghioldi con las tesis Ieni:nistas: las exa- "Poder Soviético. Gobierno Obrero y Campesino" (2 27) .
gera, las deforma y las carga a la cuenta de Trotzky: Una (El subrayado es nuestro. R. P.).
vez realizada esa operación, les contrapone su propia ~e El 3 de julio de 1933 se extinguía Hipó!ito Yrigoyen.
sis: la burguesía n-P.ciona1 argentina es contrarrevolncw- El pueblo argentino en masa acompañaba los despojos del
naria, Ja burguesía nacional argentina es un simple apén- caudillo radical en impresionante desfile por las calles de
dice del imp~rialismo~ los radicales y ]os detnócratas pro- Buenos Aires. Los humildes lo lloraban como a un padre,
gresistas son los representantes del hnperialismo Y de la a un amigo. Pero Rodolfo Ghioldi no pudo con su genio
oligarquía y no pue~,e haber ninguna alianza con ellos, etc. y, en un editorial dedicado al dirigente popular desapa-
Su afán de po]e:mizar a tontas y a locas~ ocultando recido, declaraba una vez más la guerra santa al radica-
las tesis leninistRs, le hace incurrir en continuas confu- lismo. "La revolución antilatifundista y antiimperialista
siones. Al comienzo de la página 25 ataca a los trotzkis- -decía- se realizará no con el aporte radical, sino a pe-
tas porque creen que en ~a Argentina puede ~a?er un sar del radicalismo", y comparaba a éste con el nacional-
¡;robierno fascista y a mediados de !a 1msma pagn;a .los socialismo alemán (22').
ataca porque u11o ven el enérgico proceso de fasciSbza-
ción" del radicalismo.
(226)"Boletin Interno", agosto 1932, Año II, NQ 14, p. 2.
- 11 Soviet", Año I, N' 3, setiembre de 1933, pá!!s.-19 a 31.
(225) (227)"Soviet", enero-febrero 1934, Año 2, Nos. 1- 2, págs.
Antonio Bonicelli publicó en el Nq 7, 24 de agosto ~le 1948, p. ~· d~ 28 y sü;uientes.
"Clase Obrera", una crítica exhaustiva de ese articulo de Ghwld1. (:228) ~<soviet", Año I, NQ 2, agosto 1933, págs. 1 a 6.
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asamblea de "Las Rosas". Exigían precios mínimos para El gobierno del general Justo que, en sus primeros
los cereales y el lino, rebaja de los arrendamientos Y los días, fué saludado como "promisor brote de legalidad"
fletes ferroviarios, anulación de los contratos leoninos, y restableció Hciertas libertades democráticas", pronto
créditos, libertad para vender la cosecha, etc. Tanto el desencadenó una terrible represión del movimiento obre-
presidente Justo como el ministro De Tomaso amenaza- ro. A los encarcelamientos en masa acompañó la aplica-
ron con empleár la máxilna violencia para aplastar la ción de la ley 4144 a centenares de obreros que fueron
huelga y obligar a trabajar a los agricultores. El socia- deportados. Aplastó a sangre y fuego la huelga de los
lista Nicolás Repetto se oponía también al movimiento petroleros de Comodoro Rivadavia, así como las de otros
con estas palabras estarnpadas en el diario "Córdoba" Y gremio~ en Avellaneda, Tucumán, Santiago del Estero y
reproducidas por "La Vanguardia": "Supóngase que den- la Capital Federal. Fraguó procesos por "asociación ilí-
tro de poco, a causa de una guerra o de otro suceso, su- cita" a los choferes, lavadores de autos y panaderos. Dictó
biera el trigo tres o cuatro pesos, ¿en qué responsabilidad decretos anticonstitucionales sobre derecho de reunión,
habrían incurrido los que hubiesen lanzado a los agricul- registros, identificación, etc. Declaró ilegales al Partido
tores a la huelga?" ( 233 ). La esperanza bélica, tantas veces Comunista, al Socorro Rojo y a otras organizaciones. Clau-
manifestada por el líder socialista en esa época, tenía suró diarios y periódicos. Fomentó la formación y actua-
fundamento en la posibilidad de que la guerra del Chaco, ción de entidades nazifascistas extranjerizantes que ex-
entre Paraguay y Bolivia, campo de batalla abierto por hibían un "nacionalismo" reaccionario e ilnperialista.
los imperialismos inglés y yanqui para disputarse el do- No le bastaba, sin embargo, la violencia y el terror
minio de América Latina, se extendiera al continente. al neoliberalismo justista para conservar el poder. Nece-
En un Congreso reaíizado en Buenos Aires, la Fede- sitaba readaptar a la Argentina al sistema de dependen-
ración Agraria Argentina consiguió poner fin a la huelga cia del imperialismo inglés. Así retornaría la República
agrícola, haciendo valer las promesas gubernamentales. a la única "normalidad' que concebían los grandes gana-
7
De ese modo pudo evitarse que se cumpliera el plan del deros, los importadores y los políticos y diarios liberales.
ministro De Tomaso de reducir el área sembrada a costa Sabía el gobierno de Justo que la Conferencia de
del desalojo en masa de agricultores, pero no se obtuvo Otawa, realizada en agosto de 1932 entre el Reino Unido
el reajuste de las tarifas ferroviarias (rechazado cate- Y sus dominios, tenía por mira excluir a la Argentina
góricmnente por el gobierno para no malogra.r ~1 Pacto de las preferencias imperiales (especialmente en materia
Roca con Gran Bretaña), y las promesas se hm1taron a de carnes) y crear una economía cerrada de los países
un reajuste de los arrendamientos que murió en el pa- de la Comunidad Británica. Sabía también que en el Rei-
peleo burocrático y en una moratoria hipotecaria ·que no Unido había intereses que no aceptaban tal abandono
favoreció a los terratenientes y al pequeño número de de la antigua amiga del Río de la Plata. Para conformar
agricultores propietarios ( 234 ). Las reivindicaciones de los a los ingleses resolvió el gobierno de Justo, en vísperas
obreros rurales ni siquiera fueron tenidas en cuenta ( 235 ). de la Conferencia de Otawa, rebajar un 50 % de los de-
rechos de importación de whisky, ingenua medida que
podía atraer le las simpatías de los admiradores del "Ca-
(233) .Cita~o por Paulina Go~zá;;z A.lb:rdi ;,n "J!a~fa la .Alia1~ ballo Blanco", pero no torcer la hábil maniobra chanta-
za Revolucwnana Obrero-Campesma . Revista Sov1et , sehemb1e
1933, N 9 3, p. 7. jista de los duchos diplomáticos del Imperio.
( 234) Muchos terratenientes. se habían visto obligad?s a re-
bajar directamente los arrendam1entos para encontrar quienes les guraba la de no trabajar más que ude sol a sol" y la extensión de
trabajasen los campos. ~ . la ley de accidentes de trabajo, que sólo favorecía a los trabajado-
(235) Entra las reivindicaciones de los obreros agncolas f1~ l'es de motores y máquisas.
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números 12.155 a 12.16Ó, las leyes entreguistas de nues- . del propio liberalismo, no a favor ele un Estado nacional
tra economía. fuerte 'f autónomo, sino con el objeto de readaptar a la
En 1890, el Estado libera! servía al imperialismo Ar~en.tma a la "normalidad" de su dependencia del im-
desprendiéndose de lo que le pertenecía o controlaba, con- . penahsmo en las nuevas condiciones históricas. Si la
virtiéndose en son1bra burocrática de la don1inación ex- legalidad democrática del gobierno del general Justo se
tranjera. En 1935, el Estado neoliberal servía al impe- fundaba en un permanente fraude, su neoliberalismo des-
rialisn1o como intermediario para apropiarse o controlar e~~ocaba en la claudicación ante los monopolios impe-
la economía del país en sus diversas ramas de conjunto. nahstas.
En 1890, la empresa privada extranjera se protegía .El c?ntenid?, contradictorio de la política justista se
sola: bastaba que el Estado renunciara a hacerle la com- mamfesto, tambren, con la creación de las Juntas Regu-
petencia. En 1935, la empresa privada extranjera necesi~ ladoras~ de la P::oducción (de vino, carne, granos, leche
taba la protección del Estado : por eso vemos al Estado Y algodon), destmadas a favorecer el proceso de concen-
neoliberal de la época del justismo realizar un protec- h:ación n1m;wpolista y asegurar a los monopolios el má-
cionismo al revés, el proteccionismo a la empresa extran- ximo beneficiO, a costa de la quiebra o de la absorción
jera en perjuicio de la empresa nacional. Prestáronse de las empresas argentinas independientes y de la des-
al juego, en forma directa o indirecta, los partidos trucción ele plantaciones y viñedos (241). En ·las acequias
políticos comprometidos en lucha a muerte contra todo de Mendoza llegó a correr vino en vez de agua, en los
lo que significara desarrollar al Estado nacional como surcos de Tucumán los cañeros y los ingenios más débi-
fuerza económica y política propia en oposición a los les caían ba~o el dominio de los grandes ingenios y en
monopolios extranjeros. Llamaban a tal Estado tota.li- el mercado mterno de la carne los frigoríficos hacían
tario, y al otro, al neoliberal, denwcrático, transporhmdci "dumping" para destruir toda competencia. Muchas em-
a la Argentina discriminaciones que correspondían al presas nacionales quebraron, mientras la suba1in1entación
antagonismo prebélico entre las potencias hnperialistas de amplios sectores sociales alarmaba a los clietistas. La
denominadas "democráticas" (Estados Unidos, Gran Bre- grandeza y la riqueza del naís se medían, para los técni-
taña, Francia) y las potencias imperialistas nazifascistas cos del neolibera1ismo justistat de acuerdo a 1a grandeza
(Alemania, Japón, Italia); y no al antagonismo entre los Y la riqueza ele los monopolios extranjeros. Transportes,
países del mundo colonial y semicolonial y ·]as potencias bancos y comercio exterior se entregaron a la Ubre ini-
imperialistas en su conjunto, que era el' dominante en ciativa de los consorcios hnperialista.s, vale decir que se
la Argentina. Calificaban de nazi-fascista o totalitaria la reenfeudó la Argentina a los monopolios en nombre de
tendencia del Estado a absorber sectores de la economía la doctrina liberal renovada.
qne dominaban los consorcios imperialistas y admitían,
en cambio, como democrática la tendencia del Estado a ( 24 1) D~ acuerdo a datos de 1935, las 1515 bodegas de Men-
absorber sectores de la economía en manos del . capital doza pertenec1an: 69 a sociedades anónimas, 193 a sociedades co-
nacional para someterlos a los monopolios extranjeros. lectivas y. 253 3; ~propietarios individuales; pero sobre los 100 mi-
nones de mverswn total, más de la tercera parte correspondía a
Dábase así la paradoja de que la defensa de estos últi- 12 &"~andes bodeg-as. Después de 1929, un grupo bancario (bancos
mos, en una época en que las fuerzas productivas nacio- N ~c10n, Anglo Sudamericano, Alemán Trasatlántico, Español del
nales se desarrollaban como rivales de ellos, traía como R~o de la Plata Y Londres} abrió un crédito de varias decenas de
mtll~nes a. los g:randes bodegueros. La Junta Reguladora del Vino
consecuencia que el Estado neolibera.l no podía ser con- salvo las mvers10nes del caoital financiero, ·sacrificando a un sec-
secuente con su liberalismo sin intervenir en la actividad t<?r ~e bodegueros e intensificando el proceso de concentración ca-
económica privada, o sea, sin trasgredir los principios pltahsta.
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XXXII
PETROLEO Y ELECTRICIDAD
XXXIII
DE NUEVO EL PROBLEMA DE LAS CARNES
el 100 o/c. Había llegado, pues, el imperialismo inglés a y Gualeguaychú pusieron de manifiesto el propósito de los
una situación estable en materia de carnes, situación que criadores del segundo grupo de intervenir directamente
inspiró a uno de sus más consecuentes servidores, a la en la industria y el comercio de carnes para terminar con
vez que empleado desde su juventud de la oligarquía ga- el monopolio de los consorcios extranjeros.
nadera, el contador Raúl Prebisch, la consigna de '¡respeto El Congreso de Ganaderos del Río de la Plata, realiza-
absoluto de las situaciones creadas", recogida por Jos mi- do en Buenos Aires en abril de 1926, propuso la fundación
nistros Pinedo y Duhau para paralizar la investigación de la Caja Nacional de Defensa Agropecuaria, entidad au-
propuesta por el doctor Lisandro de la Torre (280 ). tónoma que debía ser administrada por representantes de
En cambio, la lucha entre los dos sectores de gana- la Sociedad Rural Argentina, las sociedades del interior, la
deros que hemos definido en el capítulo XXI y el reclamo Cámara Gremial de Cereales, las cooperativas agrícolas y
de protección estatal se hizo perentorio. Las grandes cria- los bancos oficiales y particulares. Sus recursos proven-
dores invernadores e invernadores favorecidos por los fri- drían de las 1nismas fuentes de producción y de una pri-
goríficos insistían desde 1922 en lograr la intervención del ma que se cobraría a los productos de exportación antes
Estado, con la certeza de que, dominando ellos en ese Es- de su embarque que sería del 1 Y;; %. La Caja tendría por
tado se consolidaría v sacaría mayores ventajas el es- objeto, en base a la cooperación forzosa entre los ganade-
trecl;o círculo oligárqUico que formaban con 1os frigorí- ros, la defensa y expansión de las actividades rurales y
ficos ; mientras que el grueso de los criadores de ganado el abaratamiento y desarrollo del mercado interno, po.r
aspiraban a tomar por sí las riendas de todo el proceso de medio de la creación de usinas frigoríficas en las zonas
industrialización <,' c0n1ercía1ización de la carne, ya fuera más pobladas del país. Como el proyecto no contemplaba
organizando frig¿ríficos cooperativos o dando amplia par- · el punto básico de divergencias entre los ganaderos, vale
ticipación a los criadores en la administración de los fri- decir, la industria y el comercio de carnes con vistas a la
goríficos oficiales, como lo establecía el proyecto del doc- exportación, podía contar con el auspicio de todos ellos,
tor Vargas Gómez. Unos y otros pedían la ayuda del Es- pero quedó en la nada.
tado, con la diferencia que los primeros lo hacían para Al margen del interés y de la opinión del grueso de
mantener sus privilegios y los segundos prtra tener inter- los ganaderos, la entidad del grupo privilegiado, la Socie-
vención directa en la industria y el comercio de la carne, dad Rural Argentina, llevó una campaña para conseguir
emancipándose de la tutela de los frigoríficos y despla- que, valiéndose del Estado, el comercio de carnes pasara
zando al sector favorecido por ellos. Muchos ganaderos del a su control. El 5 de diciembre de 1927 elevó una nota al
segundo grupo tuvieron que arrepentirse de haberse de- ministro de Agricultura solicitando que se cumpliera la
jado seducir por la falsa perspectiva de mejoramiento ley 11.226, o sea, que el Estado, sin tener intervención di-
que les ofrecían los controles estatales propuestos por los recta, contribuyera a la organización de una .i unta autó-
ganaderos del primer grupo. noma (similar al "Board of Grain Commission", de la
Los congresos agropecuarios y los memoriales pre- "Grain Act", de Canadá) que se hiciera cargo del control
sentados por las sociedades rurales en el período 1926- de la industria y el comercio de carne. naturalmente, con
1934 dan la idea del forcejeo entre los dos sectores gana- la participación hegemónica de la Sociedad Rural Argen-
neros en torno del carácter que debía tener la interven- tina. En la nota se decía qne la intervención directa del
ción del Estado. Antes de entrar a analizarlos diremos Estado en la administración de las emnresas resultaba
que los frigoríficos fundados por ganaderos en Concordia ~inconveniente, por lo cual se requería la p;.esencia de dicha
junta, cuya autonomía aseguraba a la entidad patrocinan-
(280) Lisandro de la Torre, op. cit.; II, p. 19. te un dominio absoluto. El 30 de octubre de 1931 insistió
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en el proyecto y el 3 de noviembre del mismo año dió a dades Rurales de Buenos Aires y La Pampa (realizado en
conocer la traducción del reglamento del boa?"Cl del comer- Trenque Lauquen el 8 de mayo del mismo año) exigieron
cio de carnes de Nueva Zelandia, cuya aplicación reco- "la inr11ediata intervención directa de los productores en
mendó al gobierno para nuestro país. Volvió a pedir la el mercado local de carnes". El Congreso de la Confede-
constitución de esa junta o boa.Td en las reuniones de su ración de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La
comisión directiva del 10, 17 y 24 de noviembre. P>;ra Pampa, que tuvo lugar en La Plata los días 4, 11 y 17 de
evidenciar la carencia de conciencia del interés colectivo junio del mismo año, propició la intervención directa del
que impera entre los ganaderos basta infor.mar que en Estado y los ganaderos, por medio de un organismo na-
esa última reunión se dijo que era necesarw encont.rar cional, en "la fiscalización, industrialización y colocación
una solución definitiva y estable, con el objeto de "evitar directa de nuestras carnes, adquiriendo o creando frigorí-
el abandono del problema en cuanto los precios mejoran, ficos, adquiriendo o contratando bodegas necesarias, arren-
cmno ha sucedido año tras año". · dando o creando depósitos frigoríficos en los países con-
El 14 de diciembre de 1931, la Sociedad Rural Ar- sumidores, organizando la distribución de las ~arnes en
gentina hacía llegar al gobierno de. ~riburu. un men1orial su venta al detalle, adquiriendo o estableciendo al efecto
proponiendo que se creara la C_Ol¡nswn Nacwn_al de Con- las carnicerías necesarias". El capital del organismo de-
tralor de Comercio de Carnes, 1n~..egrada por c1nco rep~e bía formarse con el aporte de los n1ismos productores, al
sentantes designados por ella nlisma y tres por e1 minis- amparo de leyes nacionales y provinciales.
terio de Agricultura. Los ganaderos del grupo ?pue.sto co- De la volubilidad oportunista de los ganaderos de la
mentaron dicho n1emorial así: "No se aconseJa n1ng~1na Sociedad Ru;·al Argentina da un ejemplo el siguiente he-
medida tendiente a la formación obligada de un capital cho: su comisión directiva aprobó por unanimidad, el 12
que integren los g-anaderos, para permitirles intervenir di- de abril de 1932 (acta 1635), la transformación del Ma-
rectamente en el comercio de carnes. Las propuestas por tadero y Frigorífico Municipal en entidad autónoma ele
la Sociedad Rural Aro·entina se limitan a pedir el contra- capitales mixtos de la Municipalidad y los ganaderos, y
lar legal del comerci;, ejercitado por una comisión en la el 12 de julio siguiente ( acta i648) rechazó por mayoría
cual sus representantes tendrán un manejo total, pt;esto dicho proyecto por no ser practicable, "tanto más si se tie-
que sumarían einco miembros sobre ocho que tendrm la ne en cuenta la idiosincrasia de nuestros hombres de can1-
comisión" (2 81 ) • • po que son los que deberán aportar su concurso pecuniario
Como contraste de tal proyecto, el Congreso de Socie- a esos propósitos". ¿Qué había sucedido entretanto? Su-
dades Rurales de Entre Ríos y Corrientes, celebrado en cedió que la Sociedad Rural Arg-entina había. salido con
Concordia a fines de febrero de 1932, pidió al gobierno sus trece: el 24 de l\1ayo de 1932 el gobierno del general
]a sanción de una ley de constitución de la As.ociaci?n Co- Justo creaba por decreto la Comisión Nacional de Carnes,
operativa Nacional, mediante el aporte obl!gatort_o por integrada por cinco representantes de aquella entidad, tres
toda operación realizada en el país de venta de m;nmales del Poder Ejecutivo, uno de la Municipalidad y cinco per-
bovinos ovinos y porcinos. El I Congreso de Soctedades sonas entendidas en el comercio de carnes, y el 22 ele julio
Rura!ed de la Provincia de Buenos Aires ( realizado ;n del mismo año enviaba al Congreso el proyecto de cons-
Tandil, el 6 de mayo de 1932) y el II Congreso de Socw- titución de la Junta Nacional de Carnes, cuya función
"' ¡
debía ser organizar "las instituciones comerciales o in-
dustriales que sean necesarias en el n1ercado interior o
(281) Memorial pasado a la Honorable Cámara. ,de Senado1~es
y Honorable Cámara de Dipl}tados por la Confederacwn de Asocia- exterior para la defensa de la ganadería nacional y abara-
ciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa. 1939, p. 3. tamiento de los productos ganaderos". Eran los famosos
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(284) José V. Liceaga, op. cit., p. 155. El doctor Nicolás Re- ( 285 ) N~ta enviada por el presidente de la Junta Nacional de
petto hizo el elogio de la ley y de la Junta de Carnes en la sesión Can~ es (el m1smo ~actor Horacio N. Bruzone que intervino como
del 26 de setiembre de 1939 de la Cámara de Diputados. ~'Esta ley presidente de la Soc1edad Rural Argentina en el Congreso de Nueve
de carne -dijo- es una buena ley, y la junta que crea esta ley de de Julio mencionado) al ministro de Agricultura de la Nación de
carnes yo la saludo como tipo modelo de Junta Reguladora". fecha 25 de julio de 1934. '
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XXXIV
EL RADICALISl\IO EN EL JUEGO IMPERIALISTA
a
d 1
zl asci~ac~ói~ :ef neda al capital financiero extramero. con
Ban~o Central y del Instituto 1\~ovilizador.
·¡· ,
N o se movuzo para
impedir el control mtegral de
t . tra
pólito Yrigoyen el 22 de setiembre de 1932, denunciando
la actitud entreguista del alto tribunal en materia de
petróleo. Tampoco podía ver con buenos ojos que el viejo
nuestra producción por las empresas ex .ran¡eras a - caudillo, al comentar el levantamiento del teniente coro-
vés de las Juntas Reguladoras. rt . nel Atilio Cattáneo, dijera: "El fracaso de los movimien-
No combatió el monopolio del transno ;'; • tos efectuados a partir de 1930, se debe principalmente a
No defendió a Y.P.F. y la nacionalizacwn del petra- la coparticipación en el plano directivo de eleméntos no
leo, como lo hizo Yrigoyen en lucha contra Alv~ar.
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XXXV
IZQUIERDISM:O Y SECTARISMO
---~
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Pero del error sectario de la izquierda radical, e mos de acuerdo y organizamos en conjunto un golpe de
incluso de su antisovietismo y de su anticomunismo, no Estado contra el gobierno actual?" ( 304).
debía extraerse la conclusión de aue no representaba una La dirección les respondía que de ningún modo de-
tendencia importante hacia la liberación nacional del pue- bían ponerse de acuerdo con los radicales, porque ellos
blo argentino, co1no lo sostenía la revista "Soviet" en va~ sólo querían "asegurarle la mayor base de masas a la
rios artículos {303 ). "La posición de partido latifundista- clase de los latifundistas y burgueses y al imperialismo".
burgués contrarrevolucionario del radicalismo y su iz- Entonces la Federación Juvenil Comunista y una serie de
quierda es inocultable", afirmaba. "La política antiobre- organizaciones partidarias lanzaron la consigna: "¡Abajo
ra, reaccionaria del radicalismo, que se levantó como celo- el golpe de Estado radical!". Pero también la dirección
so defensor de Jos intereses de hs empresas, de la banca rechazaba esa consigna y acoüsejaba "ni apoyar el golpe,
imperialista, de los terratenientes y burguesía ... ". "La ni permanecer neutrales", es decir, intervenir en el golpe
actual «izquierda>> radical juega un papel completamente para desarrollar la combatividad de las masas y dirigirlo,
contrarrevolucionario". "Yrigoyen fué uno de los gran- posición justa si hubiera sido otra la relación de fuerzas
des hipotecadores de las riquezas del pueblo argentino al y si el Partido hubiera tenido la suficiente capacidad po-
imperialismo". "No hubo, no hay, ni habrá de parte del lítica como para sellar un acuerdo leal con los sectores
radicalismo ninguna lucha antiin1perialista". "Lo que ex- antiimperialistas del radicalismo. ¿Qué podía esperarse
plica la oposición yrigoyenista a la Standard Oi! y el cuen- de la intervención en un movimiento que de entrada se
to de la «nacionalización del petróleo» (sic) no es y no calificaba de "contrarrevolucionario", de 1naniobra para
puede ser su contenido antiin1perialista, sino su condi- servir a la oiigarquía y el imperialismo? El rechazo ab-
ción de agente del in1peria1ism.o inglés". "Ha sido, es y soluto de los comnnistas por los radicales y el aislamiento
será el enagenador del país al imperialismo y el verdugo de los comunistas (30 5).
del pueblo al servicio del imperialismo". "Hay que evitar El destemplado ataque al radicalismo y al socialismo
que los obreros sean engañados por el audaz lenguaje an- -Y a sus correspondientes izquierdas, en particular-,
tiimperialista de <<La Víspera»". ataque desencadenado por Ghioldi sobre la base de que
Los afiliados de base del Partido Comunista se resis- esos partidos representaban la contrarrevolución y el im-
perialismo, impedía la formación de un frente nacional
tían a aceptar tales apreciaciones sectarias sobre el radi- antiimperialista y el acercamiento en el plano político de
calismo y decían, como lo confesaba la propia revista
"Soviet": HNosotros somos perseguidos, encarcelados Y los obreros comunistas, socialistas, radicales, den1ócratas
progresistas, etc., que luchaban codo a codo en el terreno
deportados, los radicales también. Nosotros luchamos con-
tra el gobierno de Justo y las legiones, los radicales tam- de las reivindicaciones económicas. No era cuestión de
bién. Y si es así quiere decir que tenemos intereses co-
munes que defender; y entonces ¿por qué no nos pone- (304) "Soviet", marzo-abril de 1934, págs. 16 y 18.
(305) De la mala fe q~1e inspira el codovillismo a sus actos
da una idea el interés en endilgar a Luis V. Sommi la responsabi-
lidad total "por el predominio del sectarismo en la dirección del
(303) Ver los siguientes artículos: A. E.: ~<Los radicales de partido" ("Esbozo .•.", op. cit., p. 76). Sommi (con el seudónimo
izquierda.", "Soviet", octubre-noviembre de 1933, págs. 23 a 25; de Alfredo Torres) fué el autor de Jos articulas citados, pero con
Alfredo Torres: "El radicaliS?no como fue-rza reaccionaria en la laudable espíritu autocrítico rectificó su posición ~' es hoy uno de
lucha del pueblo poT su. liberación nacional del yugo del impe1·ia- los investigadores más documentados y objetivos del radicalismo.
l-isnw", ídem, diciembre de 1933, págs. 19 a 21; y del mismo autor: No podemos decir lo mismo de Codovilla y Ghioldi que, con la mis-
"La lucha contra, la 1·eacción y nuest?·a posición frente al radica- ma "infalibilidad" de siempre, cometen las traiciones al proleta-
lismo", ídem, marzo-abril 1934, págs. 16 a 19. riado de siempre.
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XXXVI
ANTIIMPERIALISJ\W DE PALABRA E
IMPERIALISMO EN LOS HECHOS
LibTecantbio" ( 312 ), que ningún n1arxista puede d~scono .. dial capitalista y la ayudaba a destruir las viejas formas
cer, los creadores del socialismo científico ponen al des- de producción e intercambio que obstruían el paso amplio
nudo "los sofismas de los librecambistas" Y ~xpresan: . al capitalismo; del mismo modo que el proteccionismo
"El proteccionismo es un medio que s1rve a la .~:n aduanero para el oro y la plata, impuesto por lVIariano
plantación de la gran industria en un pa!s dado,. abnen- lVIoreno desde el gobierno un año después, correspondía a
dose con esto la necesidad del mercado mternacwnal y, una acertada posición de defensa de Jos intereses nacio-
por lo tanto, otra vez la necesidad d:'l librecambio. _Ade- nales. El librecambio -tan tenazmente defendido por la
más, el proteccionismo desarrolla la hbre c~ncurrenc1a en oligarquía ganadera, los grandes diarios, los importadores,
los confines nacionales. Por eso en los patses en que la los monopolios imperialistas, los socialistas y el resto de
bu1·guesía ern¡;ieza a toma1· fuerza como clase,. procum los liberales- apunta directamente contra el desarrollo
obtene1· medidas protectoTas. Estas medtdas l~ strven c~ industrial argentino y los intereses de la clase obrera. La
rno un anna contm el feudalismo 11 el absol:tt1smo Y jac?- lucha por la liberación económica nacional exige una prác-
litan la concentración de las fuerzas y el hbrecambw en tica y discriminatoria política proteccionista, al par que
su interio1·" (p. 32. El subrayado es nuestro_. R:·. P.)· el inteligente estímulo de aquellas importaciones que inte-
En el discurso pronunciado en la AsocJa:wn Demo- resan al desenvolvimiento de las diversas ramas de la
crática de Bruselas el 7 de enero de 18•1.8, d1s~urso que producción y del transporte.
forma parte del folleto citado, lVIarx exl?llc.a cuando .a la La Liga Antiimperialista tenía toda la razón al pro-
burguesía le interesa defender el proteccwmsmo Y cuan~o nunciarse por el Hproteccionisn1o aduanero" en su nota
propugna el librecambio. El eien;PI? ele Inglaterra es cla- a la VII Conferencia Panamericana, como la tenía al
sico: su burguesía era proteccwmsta durante la l!'lcha pedir al Senado la "nacionalización de los frigoríficos ex-
contra el feudalismo, la formación del mercado nacwnal tranjeros". Ubicábase correctamente en el camino de la
y el paso al capitalismo, pero se hizo ~ibrecambista t~~a liberación económica nacional. Pero los dirigentes del Par-
vez resuelta la transformación capitahsta de _1::; nacwn tido Comunista de la Argentina la amenazaron con disol-
inglesa y ante la necesidad de extender su domnno por el verla si insistía en esas posiciones. Deeían en el Inencio-
mundo, conquistando mercados y derrumbando !as barre- nado artículo de "Soviet".
ras aduaneras que se oponían a su avance trmnfal. "Los compañeros comunistas que forman parte de los
Si Marx afirmó en su época y en Europa, que era órganos dirigentes de la Liga Antiimperialista, deben pro-
librecambista "única;nente" en la rnedida que el librecam- piciar una profunda revisión de las posiciones teóricas y
bio destruía las viejas nacionalidades y llevaba hasta los políticas de la Liga, dando el ejemplo autocrítico. La Liga
extremos la contradicción entre el proletariado Y l_a bur- ha crecido numéricamente en los últimos tiempos y ha
guesía, nosotros en nuestra ~po~a y en la Arg.entina no realizado una serie de trabajos importantes. Precisamen-
podemos dejar de ser proteccionistas en l~ med1~a que .el te, en relación con todo esto, se refuerza la importancia
proteccionismo facilita el desarrollo de la mdustna. nacio- de la orientación de la Liga, de su ideología".
nal desarrollo que importa más que a la burgu:sm a la La Liga había "crecido numérican1ente" y "realiza~
cla~e obrera. El librecambio propiciado por J\1anan_o lVIo- do una serie de trabajos importantes" por algún motivo
reno en 1809 era la mejor política para la Argentma en y ese motivo no era otro que su acierto en la elección
aquel entonces, puesto que la vinculaba al mercado mun- de algunas consignas fundamentales, en la conducción de
una línea antiimperialista. La dirección del Partido le exi-
( 312) Marx y Engels: ~<Protección y LibTecambio", Madrid, gía "una profunda revisión" de esas posiciones, "dando
el ejemplo autocrítico", un ejemplo autocrítico al revés,
1931.
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XXXVII
UN VIRAJE EN LA LINEA
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venc10n extraña, armada o no, y con más motivo si radicales". Esto se llama borrar con el codo lo que se ha
armada". escrito con la mano, qüerer crear una corriente unionista
En otras palabras : el frente popular de Ghioldi tenía dentro del socialismo después de haberse esforzado du.
por finalidad la implantación del Poder soviético en la rante años por destruirla, aliviar el juicio sobre los radi·
Argentina en "un futuro no remoto". Superponía la táctica cales después de haberlos calificado de fascistas y enemi·
del frente popular a sus arraigadas y antiguas concepcio. gas principales del pueblo argentino. Todo esto sería dig·
nes sectarias y éstas deformaban y terminaban por anular no de aplauso de haberse fundado en una sana y honesta
el significado de aquél. . autocrítica del pasado, pero resultaba artificial y falso al
"Necesitamos obtener que la masa radical y socialis. presentarlo nada más que como maniobra táctica.
ta '-decía- forme frente con nosotros en la lucha. Si ini· Hasta entonces el trabajo sindical del partido se
cialmente nuestras operaciones tácticas para obtenerlo orientaba a transformar el Comité Clasista en una nueva
chocaran bruscamente con las viejas ideas de muchos ca· central obrera. Ghioldi corregía en su carta esa posición
maradas, ello se deberá, no sólo al hecho nuevo, sino a al decir: "La fundamental y que decide todo el traba.io
que la realidad de la lucha revolucionaria obliga al Par· sindical es la oposición en la C.G.T .... Por hoy la fracción
tido a romper el abismo de desconfianza que se7Jara a la del Clasista, debe bregar vigorosamente para que ese ór·
masa radical y socialista de nuestro par·ticlo. Por eso las gano sea meramente un órgano de lucha por la unidad y
proposiciones de frente único al Partido Socialista y las no una central".
de un frente común antirreaccionario al Partido Socialista Tal era el contenido de la carta con que Rodolfo
y a diversos sectores radicales, debe tener en cuenta la Ghioldi puso una raya sobre el pasado para iniciar vida
necesidad imperiosa de quebrar -y sólo es posible por )a nueva. No hay en ella ni asomo de autocrítica. Por el con·
vía de los hechos- la desconfianza ele la masa radical y trario, la antigua concepción ultraizquierdista del proble·
socialista". (El subrayado es nuestro. R. P.). ma nacional permanecía intacta, aunque la cubriera con la
¿Podía dejar de tener desconfianza hacia el Partido táctica del frente popular, trasplantada de Europa a la
Comunista la masa radical y socialista, después de la tre. Argentina.
menda campaña, no de esclarecimiento y crítica marxis· Pero su exposición de la táctica a se~uir fué criticada
tas, sino de sofistería sectaria desatada por Ghioldi con. por la Internacional Comunista. particularmente su plan·
tra sus respectivos partidos? Era indispensable para ga· teamiento de la inminencia de los Hsoviets" en ]a Argen-
nar la confianza de esa masa, que el Partido Comunista tina. Esto dió origen, semanas después, a otra carta, en la
hiciera una amplia y profunda autocrítica de sus anterio. que Ghioldi rectificaba, a medias y sin decirlo explícita.
res posiciones y no se limitara a modificarlas por motivos n1ente, sus posiciones anteriores ( 314 ).
tácticos. Sin embargo, Ghioldi insistía en su carta en que "Lanzamos justamente nuestras consig·nas contra el
la Conferencia Nacional de La Plata -aquella conferencia imperialismo, contra los fascistas, contra el gobierno de
que, como hemos visto, orientó toda la actividad partida· Justo -decía-, y hablamos de los soviets y del poder
ría a la lucha contra el radicalismo y su izquierda- soviético. Está bien. Pero, ¿tenemos realmente las con·
había dado la perspectiva revolucionaria. diciones requeridas para sustituir directamente a Justo
Más adelante afirmaba que "lo que nos interesa aho· por un poder soviético? Es visible que no. La idea del
ra no es ganar aisladamente algunos hombres del Partido .
Socialista, sino provocar en su seno una poderosa corrien·. (314) Esta seg-unda caTta se publicó en el periódico ~'Orien
te en favor del frente único y realizarlo ... El fuego cen· tación", Bs. As., julio de 1935, ps. 16-17, con el título "Sobre los
tral va dirigido contra Justo y la reacción, no contra los problemas tácticos".
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RODOLFO PUIGGRÓS
448
nismo, de los principios abstractos al abandono de los
principios, de la negación de toda alian;za a la acepta-
ción de cualquier alianza. Y como el partido estaba orga-
nizado de tal modo que el menor intento autocrítico que
partiera de su interior o de la base era. ~ho¡¡-~do, se lo
condenaba a esperar siempre que la rectiflcacwn de una
línea oscilante del sectarismo al oportunismo y viceversa XXXVIII
viniera desde el exterior, desde Moscú. Los cúadros co-
munistas perdían, después de ver expulsar a cuantos. en- DE LOS RESULTADOS DE LOS CAMBIOS TACTICOS
sayaron la autocrítica, toda fe en su capacidad para o.rwn-
tar al partido por sí mismos y ponían toda su confianza
en lo qúe podían hacer a la distancia los dirigentes. so- A mediados del año 1935, se reunía en Moscú el VII
viéticos para sacarlos una y otra vez del pantano. As1 co- y último ~.ongreso de la Internacional Comunista, y en
mo fué necesario a Rodolfo Ghioldi viajar a Moscú, en su resolu;wn sobre "El Frente Popular Antiimperialista
1935, para dar el viraje táctico por arr.iba, se creyó Y se en los ¡:;uses coloniales y semicoloniales" establecía·
sigue creyendo que el camino del comumsmo en la Argen- "La tarea más importante de los c¿munistas e~ los
tina no está determinado por las causas internas del des- países coloniales y semicoloniales consiste en !a labor de
arrollo nacional, sino por los consejos o directivas que creación d.el Frente Popular AntiimpeTialista. Para ello,
impartan desde la capital soviética. es necesariO arrastrar a las más extensas masas al movi-
miento de liberación nacional, contra la creciente explo-
tación imperialista y contra la feroz esclavización, por
la expulsión de los imperialistas y por la independencia
del país, participar en los movimientos antiimperialistas
de mas~s encabezados por !os nacionalreformistas, procu-
rar accwn_es conjuntas con las organizaciones nacionalre-
volucionarias y nacionalreformistas, sobre ]a base de un:"
plataforma antiimperialista concreta" (315).
Esta resolución aplicaba a las :nuevas condiciones in-
ternacionales las conocidas tesis del leninismo sobre
el problema nacional. Mientras se daba como orientación
a los comunistas de los países capitalistas "la creación de
nn extenso Frente Antifascista Popular, sobre la base del
frente único proletario" ( 316 ), se fijaba como tarea de Jos
comunistas en los países coloniales y semicoloniales, la
"creación del Frente Popular Antiimperialista". En los
primeros había qne organizar el frente poDular contra el
fascismo y en los segundos el frente popular contra el
(315) ''Resoluciones y Acuerdos del Vlfl' Congreso Mundial
de la Internacional Comunista!', Ed. Cauce, Bs. As., 1935, ps. 28-29.
( 31 6) Ibídem, p. 22.
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Los comunistas eran el factor decisivo de organización trabajo entre las masas, con consignas antiimperialistas
y de unidad de la clase obrera y de Jos movimientos po- que quebraban la ilegalidad a que los sometía el gobierno.
pulares antiimperialistas. Impulsaron el desarrollo de los Sin embargo, esos éxitos del trabajo de masas no es-
comités contra el monopolio que en la zona del Gran Bue- taban respaldados por un análisis marxista serio del pro-
nos Aires fundó la Federación de Líneas de Autos Colec- blema nacional (talón de Aquiles del Partido Comunista
tivos y atrajeron la solidaridad de sindicatos, bibliotecas,. de la Argentina), que diera la línea política de la victoria
agrupaciones vecinales, clubes, centros culturales, etc. Or- de las fuerzas populares antiimperialistas sobre la oli-
ganizaron movimientos populares de lucha contra los mo- garquía fraudulenta e imperialista. Al enfocar la política "'
nopolios (luz eléctrica, agna corriente, etc), en todos los del país, los dirigentes comunistas substituyeron progre-
lugares del país, lo mismo qne 200 "Juntas de Defe1_1sa sivamente la lucha contra el imperialismo por la lucha
de la Producción", cuya consigna "Por una Argentln!l entre los partidos opositores y el bloque gubernamental,
libre de explotación imperialista y sus servidores", movi- que era precisamente lo que convenía al imperialismo que
lizó a millares de chacareros y otros sectores de la bur- siempre jugaba a las dos puntas. De ello resultaba que el
guesía rural en la lucha contra los trusts que se apodera- planteamiento del Frente en tales términos no correspon-
ban, a vil precio, de la producción nacional. día a la división de la sociedad argentina en dos sectores
Los intelectuales más destacados del país (escritores, fundamentales : los partidarios del imperialismo y los par-
pintores, hombres de ciencia, P!ofesores) constituye.ron tidarios de la liberación nacional. No cabía la menor duda
la A.I.A.P.E., bajo la presidencia del malogrado Am?al de que en las filas de la oposición, particularmente alre-
Ponce- muchos de ellos pasaron a las filas del Partido dedor del doctor Alvear, se movían los intereses de los
Comu~ista. Abrieron sus puertas en barrios y pueblos .del grandes consorcios extranjeros ( CADE, teléfonos, ferro-
Gran Buenos Aires y en diversas ciudades del interiOr, carriles, frigoríficos, Bunge & Born, Dreyfus, Bemberg,
etcétera).
bibliotecas y clubes juveniles, donde los .miem?ros de la
A.I.A.P.E. dictaban cursos y conferencias, difundiendo Los dirigentes comunistas, repetimos, pasaron pau-
las ideas marxistas. latinamente del Frente Popular Antiimperialista al Fren-
te Popular Antifascista, olvidando que el movimiento de
La "Ayuda a la República Española" llegó. a. ser, masas se orientaba a la lucha contra los monopolios y
orientada por los comunistas, un poderoso movimiento trusts extranjeros, y que la lucha contra el fascismo en
de masas, que incorporó a la política a millares de hom- nuestro país era parte de la lucha contra el imperialismo
bres y mujeres. y no viceversa.
En fin, puede afirmarse que no hubo acto político de A mediados de 1935, el Comité Central del Partido
masas (desde la resistencia a la intervención que el go- Comunista, dió a publicidad una declaración titulada "¡El
bierno de Justo envió a la provincia de Santa Fe, go~e! camino de la Salvación ! : El block de las f.l.¡erzas de iz-
nada por los demócratas progresistas, hasta el gran mitm quierda". En ella se rectificaba la posición asumida hasta
del 19 de Mayo de 1936, en el que hablaron representantes pocos meses antes : se reconocía que, a pesar de use-
del Partido Comunista de la Unión Cívica Radical, del pararnos de Lisandro de la Torre grandes divergencias",
Partido Socialista, del' Partido Demócrata Progresista Y había que inclinarse ante la posición antiimperialista del
de la C.G.T.) en que los comunistas no tuviesen destacada. líder demócrata progresista. Aprobaba las siguientes con-
participación. Y no eran tiempos ~áciles; a los encar~e!a-. clusiones a que había llegado éste: "1 9) El gobierno es
mientas, deportaciones, procesos mfames, terror P.olicial un gobierno de clase; 29) Está en manos de una minúscu-
y persecuciones de toda índole, los comunistas opoman Sn la oligarquía ganadera, los reyes vacunos del "chilled
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458 RODOLFO PU!GGRÓS HISTORIA CRÍTICA ·DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 459
junción de los partidos opositores, sobre la base de. ase- A pe•ar de la lección de Santa Fe, Alvear insistía en
gurar un gobierno radical y una mayoría radical en ambas "una solución nacional que arranque al país de la encru-
Cámaras; pero el Comité Nacional de la Unión Cívica Ra- cijada", porque "estarnos en vísperas de la crisis que debe
dical, no solamente rechazó la propuesta, sino que su líder, sobrevenir con las próximas elecciones presidenciales" y
el doctor Alvear, visitó al presidente Justo y recibió de "la Unión Cívica Radical está monopolizando la dignidad
sus labios la promesa hipócrita de que las elecciones se- política". Los personeros de la C.A.D.E., de la Unión Te-
rían limpias y su resultado respetado. Quedaba, de ese lefónica, de los ferrocarriles, etc. no podían adoptar otra
modo, frustrada la posibilidad de una conjunción de fuer- táctica que la del compromiso. Todo el partido se hacía
zas, y la misma división que el justis1no había logrado en cómplice de esa táctica, al tolerarlos en el Comité Nacio-
el movimiento sindical, se extendía al campo político. Ca- nal, por avanzada que fuese la plataforma aprobada.
balgando sobre el compromiso sellado con el radicalismo Entretanto, el conservador Arancibia Rodríguez 1la-
y el miedo de la camarilla alvearista a la movilización del maba a la guerra civil para impedir el triunfo del radi-
pueblo pudo el gobierno imponer sus candidatos en la calismo, mientras otro conservador, el doctor Vignart,
provin~ia de Santa Fe, mediante el fraude más d~scarado. cantaba loas en el Congreso "al bendito fraude".
Era la demostración irrefutable de que la táctica del su- El Partido Demócrata Progresista, después de lo ocu-
cesor de Yrigoyen conducía al radicalismo al precipicio y rrido en Santa Fe, vaciló en pronunciarse por la fórmula
a la democracia a ser eternamente estafada. radical Alvear- Mosca, sobre todo por su desconfianza
Poco después se reunía la Convención Nacional de 'la hacia el candidato a la vicepresidencia, que siendo gober-
Unión Cívica Radical, conocida como la Convención Na- nador én aquella provincia vetó la Constitución de 1921.
cional de 1937, a la que hicimos referencia anteriormente, El Partido Socialista -desprendida la izquierda que se
calificando a su Plataforma de ecléctica. Caracterizó a esa constituyó en Partido Socialista Obrero- eligió fórmula
asamblea la no participación de los líderes del partido en propia, pero con el agregado que estaba dispuesto a reti-
los debates, y la intervención, en cambio, de una masa com- rarla si cambiaba la situación. El Partido Comunista, y
bativa y entusiasta de delegados, que dió a las delibera- con él, el Partido Socialista Obrero, lanzaron la consigna:
ciones un intenso tono antiimperialista y antifascista. Esto "El radicalismo al poder y Alvear a la presidencia", pese
explica que la plataforma electoral, elaborada por el doctor a las declaraciones anticomunistas de éste y su rechazo
Leonidas Anastasi, planteara la reforma de la Constitu- de toda alianza o compromiso que no fuera con el gobier-
ción, el intervencionismo de Estado, el control de la eco- no. Para facilitar el acercamiento, el Partido Comunista
nomía, la creación de Jos ministerios de Salud Pública Y difundió el siguiente llamamiento:
Trabajo y Previsión, etc. Pero los líderes, que permane- "¡Por la defensa del comicio!
cieron mudos durante la Convención, se reservaron para "¡Por la unidad de acción en defensa de la Repú-
torcer el contenido de la plataforma, y el doctor Alvear blica Democrática!
en persona impuso sustituir la "nacionalización y mono- HQueremos:
polio por el Estado de las fuentes de producción petrolí- "El restablecimiento absoluto de las libertades demo-
feras" por "nacionalización paulatina" y Hempresas mix- . cráticas garantizadas por la Constitución.
tas", y "colaboración de la República Argentina en .J?s "La amnistía general para todos los presos políticos.
organismos internacionales sobre la base de la aceptacwn "La defensa activa del régimen democrático, la diso-
de los principios de igualdad y universalidad" por "inter- . lución efectiva y el desarme de las ligas militarizadas y
vención en la Liga de las Naciones procurando obtener la depuración del aparato del Estado de los enemigos de
su mayor universalidad". las libertades democráticas.
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"El mejoramiento de la situación de los obreros in- aliados del fascismo y reciben su ayuda directa". En vís-
dustriales y agrícolas, de los empleados, de los campesi- pera de las elecciones, el Comité Central del Partido Co-
nos, del artesanado, del pequeño comercio y de los traba- munista se quejaba de que las filas del radicalismo "es-
jadores intelectuales. Protección de la pequeña produc- taban plenas de derrotistas y pesimistas. «No hay nada
ción contra el capital monopolista. · · que hacer>, se argüía falsamente. <<Ortíz triunfará mer-
"Una política exterior activa en defensa de la paz, cer al fraude inevitable», sollozaban esos emboscados o
por la seguridad colectiva, por la acción. común de todos timoratos dentro del movimiento democrático" ( 322 ).
los países democráticos contra los agresores fascistas" (32°). Alvear fué derrotado el 5 de setiembre por el fraude
Ni una sola palabra sobre los monopolios. Ni una llevado a la perfección: el cambio del contenido de las
sola palabra sobre la liberación nacional. El imperialis- urnas se hizo globalmente en las oficinas del Correo.
mo no figuraba. Ni una referencia a las leoninas conce- ¿Cuáles fueron las causas de la derrota? ¿Por qué
siones a la C.A.D.E. y a la Italo, a las tarifas telefónicas triunfó el fraude? ¿A qué se debió la aceptación pasiva
y ferroviarias, al trust frigorífico o a los grupos cerea- de la cínica estafa al pueblo?
listas. · Los vencidos el 5 de setiembre no tuvieron más que
El doctor Roberto M. Ortíz, -militante del antiper- · una respuesta: el fraude. Y un consuelo: que ellos eran
sonalismo alvearista de la primera hora, ex ministro de mayoría. "De no haber sido por el fraude habríamos ga-
Obras Públicas de la presidencia de Alvear, ministro de nado", decían. La única conclusión que podía deducirse
Hacienda de la presidencia de Justo y abogado de los fe- · de esa explicación que nada explicaba era que debía aguar-
rrocarriles ingleses toda la vida- fué elegido por el go- darse a que el gobierno no hiciera fraude para conquistar
bierno para integrar, junto al antiguo magistrado conser- ·el poder, lo que con seguridad tendría que producirse para
vador Ramón S. Castillo, la fórmula que derrotaría, me- las calendas griegas.
diante el fraude, al radicalismo (321 ). Pocos antes de su Los dirigentes comunistas dieron otra respuesta:
designación como candidato, la Cámara de Comercio Bri- "falta de unión". Alvear no aceptó la alianza democrática
tánica le ofreció un homenaje y su presidente expresó, en que le propusieron, Los socialistas y demócratas progre-
nombre de las finanzas inglesas, la satisfacción con que sistas actuaron por su cuenta. Tampoco esto explicaba la
lo verían en la primera magistratura de la República. Era derrota, porque siempre quedaba pendiente la pregunta:
el espaldarazo. · ¿por qué faltó unión?
"La fórmula de Ortíz es la del imperialismo; un El 5 de setiembre triunfó la fórmula del imperialis-
posible gobierno de Ortíz sería un gobierno de traición mo porque los radicales le opusieron otra fórmula del
nacional -decía Orestes Ghioldi-. Ortíz " Castillo son imperialismo. ¿O es que Alvear-Mosca representaban
mayor garantía para el pueblo de que el país no seguiría
(320) "Nuestra Revista", agosto de 1937, año 1, n 9 2, p. 27. siendo entregado a los monopolios extranjeros que su opo-
( 321)Ortíz le escribió a Alvear, entonces en París, una carta nente Ortíz? Por eso no hubo unidad y por eso el fraude
el 7 de noviembre de 1930, en la cual después de dar cuenta de pudo imponerse. El pueblo argentino, que antes y después
los sucesos del 6 de setiembre y de atacar al yrigoyenismo, lo in-
vitaba a regresar al país a hacerse cargo de la "reconstrucción tan categóricas pruebas ha dado de no estar dormido, no
nacional del radicalismo". Es importante este párrafo: "Conceptúo sentía mayores inclinaciones a salir a la calle para im-
muy conveniente si usted decide su vuelta que lo haga previa un& pedir el fraude, por cuanto sólo se le ofrecía en cambio el
estada siquiera de diez días en los Estados Unidos, le haría
bien a este país y a sus relaciones con la gran república, una v1"ts1ta
sin gran anuncio ni expectativa, suscitaría una corriente de amis~ "Nuestra Revista", agosto de 1937, año 1, n 9 2, ps. 1
tad cordial, que repercutiría grandemente entre nosotros sumando
a su actuación pública un motivo más de grati.tud y p~stigio".
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I. ANTECEDENTES
Esa falta de visión obedeció a que la organizacwn tali~mo que se introducía desde las grandes metrópolis
. constitucional de nuestro país coincidió con el momento. v~ma baJo la. forma de monopolio, o sea, en oposición
culminante de desarrollo de la libre concurrencia en el dm:;cta a _la libr.e concur~encia. El capitalismo privado
orden capitalista mundial, o sea, con los años 1860 a na?wnal solo pod1:" expandirse hasta un cierto límite, más
1880 ( 329 ) ; pero la culminación de la fase de libre concu- alla del cual ?on:maba de manera absoluta, sin competí-
rrencia del capitalismo ¡munciaba su propio fin y su paso dore~, ~} capitalismo monopolista extranjero. Esta con-
a la fase del monopolio. Después de la crisis de 1873 se tradicc~on entre el capitalismo nacional y el capitalismo
inició un gran desarrollo de los cartels. ext~anJ ero, entre 1~ libre concurrencia y el monopolio, no
Mientras seguían en pie en la Argentina las formas . podm supera~se mas que por la vía de la transformación
jurídicas y los principios políticos de amparo y estímulo del Estado liberal en Estado de liberación nacional, en
a la economía liberal creados en 1853/80, el capitalismo Es~ado que no solamente protegiera y estimulara al capi-
pasaba mundialmente a su fase imperialista, y a princi- t~;~lismo privado nacional, sino que también asumiera fun-
pios del presente siglo los monopolios eran ya la base del Ciones de empresario en aquellos_ sectores de la economía
c:c1junto del sistema capitalista. En otras palabras: la que no e~taban al alcance de las posibilidades del capita-
Argentina entraba en el juego del capitalismo que se lismo ~mva~o ':acional, s?bre los cuales el capitalismo
transformaba en imperialismo con una doctrina y una or- extran~ero e]erci~ monopolio o de los cuales el capitalismo
ganización que correspondían al capitalismo de la etapa extran~ero se desmteresaba o sofocaba por ser contrarios
nremonopolista, de la etapa de la libre concurrencia. a sus Intereses de explotación y sojuzgarniento.
El Estado liberal argentino -expresión política con- Como el Estado de liberación nacional no se consti-
creta del liberalismo burgués- no podía ser proteccio- tuyó Y como las débiles y episódicas tentativas de nacio-
nista ni intervencionista en la economía privada interna nalism? económico no fueron muy lejos, los monopolios
sin negarse a sí msmo, pero en cambo se mantenía conse- extr::nJeros hallaron campo fácil para invadir el país,
cuente con los principios que le habían dado origen al atra!~os Y apoy!'dos por el Estado liberal. La Argentina
tolerar y fomentar la invasión del capital extranjero bajo s_ufrw las sacudidas de las crisis cíclicas del orden capita-
la forma que iba tornando al iniciarse el imperialismo, lista mundial de que formaba parte (las de 1882, 1890,
bajo la forma de monopolio. El Estado liberal, que pudo 1900, 1907, 1920, 1929), y si de cada una de ellas salió
identificarse con lo nacional en la época de la libre con- acentuado el proceso de concentración y acción de los mo-
currencia capitalista (los liberales mitristas se llamaban 'nopolios extranjeros, también salieron fortalecidas las ba-
nacionalistas), se convirtió en la antítesis de lo nacional ses. n_acionales de desarrollo económico impulsadas por la
en la época de los monopolios imperialistas. actividad permanente -creadora y emancipadora- de
El capitalismo que se desarrollaba dentro del país al las causas internas. El Estado liberal se convirtió en un
impulso de las causas internas (particularmente el capi- p_oder cada vez más alejado del pueblo y del interés na-
talismo en la esfera industrial) estaba condenado a acep- cwnal, Y el pueblo buscó fuera del liberalismo político en
tar como una fatalidad la libre concurrencia, pero el capi- la promoción de caudillos que encarnaran lo nacional lo y
JlOpl!lar, el ?auce .~ara la transformación del país en un
(329) {¡1860-1880, punto culminante de desarrollo de la libre
se:'tldo de hberacwn económica y justicia social. Llegóse
concurrencia. Los monopolios no constituyen más que gérmenes as¡ a 1937/39, e!' vísperas de la segunda guerra mundial,
apenas perceptibles. Después de la crisis de 1873, período de vasto -eon una econom1a altamente concentrada en manos de los
desarrollo de los cartels, pero éstos constituyen todavía una excep- monopolios extranjeros y las funciones del Estado liberal
ción, no son aún sólidos, representan un fenómeno pasajero". Le- altamente centralizadas en manos de los agentes directos
J1in; "Obras Escogidas", Editorial Problemas, Bs. As.J IIJ P~_485.
de esos monopolios, pero también con un pueblo qUe ocul- Dicho monopolio --que dominaba el Mercado de Ce-
taba bajo su desprecio al gobierno y su desconfianza a reales a Término y el comercio de campaña- arruinó a
l<:s _partidos la madurá conciencia de que no podía seguir miles de pequeños cerealistas, con capitales de 50.000 a
v1v1endo con los dogmás liberales, que sacrificaban las 200.000 pesos. De los 3.900 cerealistas radicados en 1920
posibilidades de un desarrollo nacional propio, al pie del ert las ciudades y pueblos de la provincia de Buenos Aires
altar levantado por una oligarquía sin Patria a los amos no quedaban en 1930 más que 750, y éstos debían some-
cosmopolitas de los cartels y trusts imperialistas. terse a las imposiciones de las grandes firmas. Desapare-
cida la libre concurrencia, el monopolio podía exprimir a
su antojo al productor directo: fijaba para pagar menos
Il. LA lNVASION DE LOS MONOPOLIOS un tipo de cereal inferior al real, hacía "quitas" con cual-
quier pretexto, se quedaba con los sobrantes' de los vago-
Según cálculos de la revista especializada "Veritas" nes. Pero el mayor negocio lo hacía especulando con el
las inversiones del imperialismo en la Argentina· suma~ cambio de divisas. En 1932, año de crisis, durante el cual
ban en 1938 unos 800 millones de libras esterlinas, de los las quiebras llegaron a 278 millones de pesos (cifra tope,
cuales el 67 7o era inglés, el 21 % norteamericano y el junto con los 365 millones de 1931, que no fué igualada
12 7o de otras procedencias, lo que al cambio nominal de antes ni después) Bunge & Born construía numerosas ca-
11,45 la libra esterlina eran 9.160 millones de pesos, equi- sas. de renta, entre ellas el monun1e11tal edificio ucomega".
valentes a 1.000 pesos por habitante, o sea, la cifra más N o solamente exportaba la parte del león, sino tam-
extraordinaria del mundo entero. Si comparamos esos bién molla las tres cuartas partes del consumo harinero
9.160 millones de pesos con los 4.313 millones del activo argentino, lo mismo que en Brasil, Paraguay y otros paí-
industrial del país prescindiendo del transporte (Censo ses. Su poder era tan grande que designó gobernador del
de 1935) y con los 6.000 millones del activo del Estado Chaco a nno de sus abogados e intendente de Rosario a
tendremos una idea clara del grado de nuestra depen~ , otro. Controlaba directamente más de cincuenta empre-
dencia.
sas ·Y acaparaba las mejores tierras de la provincia de
Sin ánimo de agotar la lista, clasificamos a continua- Bue.nos Aires y sectores importantes de la industria. Ann-
ción los principales monopolios que actuaban en nuestro que de origen belga, estaba bajo la esfera de influencb
país en 1937/39: del imperialismo inglés ( 331 ).
Comenio extm·io1·.- Las 153.000 explotaciones dedi-
cadas al cultivo de cereales estaban sometidas a la acción El otro gran renglón de nuestras exportaciones -las
extorsiva de cuatro firmas: E unge & Born, Luis Dreyfus, carnes- era monopolizado, como hemos tenido oportuni-
La Plata Cer.eal y Luis De Ridder. Las dos últimas depen- dad de comprobarlo, por seis frigoríficos ingleses y nor-
dmn de la pnmera y entre las cuatro se repartían las com- teamericanos (Armour, Swift, Wilson, Smithfield, Unión
pras y los embarques, mediante un acuerdo similar al Cold Storage y Sansinena), bajo control inglés por me-
existente entre los frigoríficos. En 1936/39 exportaron el dio de la Conferencia de Fletes, legalizada por el Pacto
85 % de los cereales y el lino que salieron del país ("O). Roca"Runciman. El acuerdo entre esos frigoríficos impe-
día el desarrollo de fábricas frigoríficas propias y bene-
( 330 ) Para el estudio del monopolio de la exportación de gra-
nos recomendamos el notable trabajo de Roque Paz: "El grupo (331) Roque Paz demuestra en los artículos citados que en-
Bunge & Born en la economía nacional", publicado en la revista tre los monopolios ingleses existía un estricto reparto de activi-
''Argznnentos", Nos.- 4 y 6, febrero y abril de 1939, páginas 301 ·a. dades, de tal modo que Bunge & Born no invadía jurisdicciones
316 y 508 a 515. que correspondían a Leng Roberts y otros consorcios.
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su unidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249 ~
XXIV.- De cómo se desarrolló ]a industria nacional . . . . 265 }
XXV.- De la crisis del liberalismo económico y polítí-
co en 19,30 ...•.......... ., . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281
XXVI.- De cómo se interpretó el golpe uriburista . . . . . 297
XXVII.- La conspiración del liberalismo •.....•..•..... 309
XXVIII.- Las coaliciones políticas después de 1980 ...... . 319
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