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En esencia sostiene que una vez que un derecho ha nacido y se ha establecido en la esfera de un sujeto, las
normas posteriores que se dicten no pueden afectarlo. En consecuencia, el derecho seguirá produciendo los
efectos previstos al momento de su constitución, bien por el acto jurídico que le dio origen o bien por la
legislación vigente cuando tal derecho quedó establecido. Es de origen privatista y busca proteger la
seguridad de los derechos de las personas. Tiende a conservar las situaciones existentes y rechaza la
modificación de las circunstancias por las nuevas disposiciones legales.
Los derechos adquiridos fueron definidos de la siguiente manera en la teoría clásica: «[...] aquellos que han
entrado en nuestro dominio, que hacen parte de él, y de los cuales ya no puede privamos aquel de quien los
tenemos». Esta definición fue asumida expresamente por la jurisprudencia constitucional peruana desde muy
temprano y ratificada en tiempos recientes.
Las facultades son atribuciones genéricas para actuar de acuerdo con el Derecho y, en tanto tales, no son
derechos y no pueden ser adquiridas. Por ejemplo, si yo tengo la facultad de tomar un examen escrito o un
examen oral en el curso que dicto, esta facultad puede ser cambiada por los reglamentos universitarios sin
que yo pueda alegar que me están recortando derechos adquiridos.
De otro lado, las expectativas son previsiones no protegidas jurídicamente de que yo pueda, eventualmente,
llegar a tener tal bien o cosa. Por ejemplo, si es posible que me vendan una casa, tengo expectativa de
volverme su propietario. Pero mientras no me la vendan, lo que tengo es una expectativa, no un derecho y,
consiguientemente, no puedo adquirirlo.
En resumen, según la teoría de los derechos adquiridos prevalecen los actos nacidos con la legislación
derogada, aún cuando la legislación vigente no la reconozca. Es decir, una vez que adquirimos derechos que
luego pasaran a formar parte de nuestra esfera particular, nada ni nadie puede privarnos de ellos. Sin
embargo, esta teoría no incluye a las facultades (atribuciones genéricas para una actuación conforme a
derecho) ni a las expectativas (posibilidades que no se han actualizado).
Finalmente, cabe mencionar que para la teoría de los derechos adquiridos, si las relaciones existentes a la
fecha en la que se produce la sucesión normativa se rigen por la nueva norma, habrá retroactividad de ésta y
si se rige por la antigua, entonces habrá irretroactividad.
Crítica a la Teoría de los Derechos Adquiridos.- Su aplicación hasta las últimas consecuencias puede
acarrear un inmovilismo jurídico que iría en contra de la perfección del ordenamiento jurídico.
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b) Teoría de los hechos consumados
Sostiene que cada norma jurídica debe aplicarse a los hechos que ocurran durante su vigencia, es decir,
bajo su aplicación inmediata. Entonces, si se genera un derecho bajo una primera ley y luego de producir
cierto número de efectos esa ley es modificada por una segunda, a partir de la vigencia de esta nueva ley,
los nuevos efectos del derecho se deben adecuar a esta y ya no ser regidos más por la norma anterior bajo
cuya vigencia fue establecido el derecho de que se trate. Es una teoría que privilegia la transformación del
Derecho a impulso del legislador (o de los tribunales en el caso de sentencias que crean precedentes
vinculantes). Protege la necesidad de innovar la normatividad social a partir de las normas de carácter
general.
POR LO TANTO, ESTAS TEORÍAS PRETENDEN INTERPRETAR cuál es la aplicación correcta de las
normas generales en el tiempo. Puede verse que la teoría de los derechos adquiridos produce como efecto
el aplicar ultractivamente las normas previas, ya modificadas o derogadas, más allá del momento en que tal
modificación o derogación ocurrió. La teoría de los hechos cumplidos pretende aplicar siempre de manera
inmediata las normas generales.
Pareciera que ambas teorías son completamente incompatibles entre sí pero eso no es verdad: en realidad
ambas están de acuerdo en que, mientras la ley original no sea modificada, ella es la aplicable a los hechos
que ocurran. La diferencia en los efectos de ambas se presenta a partir de la modificación legislativa: desde
ese momento, la teoría de los derechos adquiridos pretende la aplicación ultractiva de las normas anteriores
en tanto que la de los hechos cumplidos pretende la aplicación inmediata de la nueva norma a los hechos
que ocurran bajo ella, aunque desde luego respeta que los hechos anteriores se entiendan regidos por la ley
anterior, vigente cuando ellos ocurrieron.
En relación con los efectos de la ley en el tiempo la regla general es la irretroactividad, entendida
como el fenómeno según el cual la ley nueva rige todos los hechos y actos que se produzcan a partir
de su vigencia.
Título Preliminar. Aplicación de la ley en el tiempo. Artículo III.- La ley se aplica a las consecuencias de
las relaciones y situaciones jurídicas existentes. No tiene fuerza ni efectos retroactivos, salvo las excepciones
previstas en la Constitución Política del Perú.
El artículo III del Título Preliminar aloja dos principios: la irretroactividad de la norma y la aplicación inmediata
de la ley; sin embargo, para su cabal comprensión es necesario conocer algunos conceptos previos como:
los de situación jurídica, derechos adquiridos y hechos cumplidos. El texto del referido artículo involucra
todas estas categorías jurídicas, y con ellas pretende resolver uno de los problemas jurídicos más arduos: los
conflictos de la ley en el tiempo.
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Que la ley no tiene efectos retroactivos es un postulado constitucional ineludible de respetar por el Código.
Sin embargo, la propia Constitución se encarga de aclarar que éste no es un principio irreductible, abriendo
la posibilidad de que en materia penal la nueva norma discipline hechos y efectos acontecidos bajo el imperio
de la antigua ley, siempre que tal aplicación sea favorable al reo (artículo 103 C.).
La irretroactividad es en realidad un principio general por el que se pone límite temporal a la aplicación de la
nueva ley. Así, en principio, el Derecho considera injusto aplicar una ley nueva a actos que fueron realizados
en el momento en que dicha ley no existía, y que por consiguiente no podía ser conocida y mucho menos
acatada. Como ya se anotó esta norma ha encontrado lugar entre los denominados derechos fundamentales,
habiendo sido recogida también por nuestra Constitución (artículo 103), lo que a su turno da lugar a
interponer acción de amparo cuando se transgreda este derecho. Sin embargo, Díez-Picazo, a quien
seguimos en este punto, sostiene que no siempre la irretroactividad puede calificarse de injusta. Piénsese
por ejemplo en una legislación dirigida a abolir la esclavitud. Una irretroactividad absoluta conduciría a
manumitir solo a los que nacieron hijos de esclavos después de la entrada en vigor de la ley, mientras que en
cambio, los que fueron esclavos con anterioridad a la promulgación de la ley ,de abolición deberían continuar
siéndolo hasta su muerte .
La jurisprudencia comparada ha sancionado que: "La leyes retroactiva cuando se aplica a relaciones
jurídicas ya extinguidas bajo la ley anterior, o a tramos ya consumados de relaciones vigentes al sancionarse
la ley". Sin embargo, los efectos que se produzcan con posterioridad a la vigencia de la norma, quedarán
atrapados en ella, aunque los haya generado una situación jurídica existente, y ello se produce sin vulnerar
el principio de la irretroactividad, por aplicación del principio del efecto inmediato, que en realidad tiene
vigencia para el futuro.
Nuestro Derecho también recoge este principio, la aplicación inmediata de la norma, según se desprende del
texto constitucional (artículo 109) y de la propia norma civil. La consagración de este principio supone
inevitablemente la inmediata derogación de la ley anterior y lleva implícita la convicción de que la nueva
leyes mejor que la abrogada. Tal conclusión es de una lógica irrebatible, pues de lo contrario el legislador no
hubiera dado una nueva ley. De que la nueva norma debiera ser superior no hay duda, sin embargo
desafortunadamente esto no siempre es una realidad.
Tampoco es cierto que la coexistencia de estos dos principios (el de la irretroactividad y el de la aplicación
inmediata de la ley) sea obligatoriamente conflictiva. En realidad, rectamente entendidos dichos principios no
se contraponen, sino que se complementan. La aplicación inmediata no es retroactiva, porque significa la
aplica¬ción de las nuevas normas para el futuro, y con posterioridad a su vigencia; y el efecto inmediato
encuentra sus límites precisamente en el principio de irretroactividad, que veda aplicar las nuevas leyes a
situaciones o relaciones jurídicas ya constituidas, o a efectos ya producidos.
Detengámonos ahora en determinar lo que se entiende por situación jurídica, derechos adquiridos y hechos
cumplidos, para penetrar más en los alcances de la norma contenida en el artículo III. El concepto de
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situación jurídica fue introducido por el jurista francés Roubier, ante el carácter difuso que tenían la figuras
que se utilizaban para explicar la aplicación de la ley en el tiempo.
El concepto de situación jurídica es más amplio que el de derechos adquiridos e incluso que el de relación
jurídica, que también es utilizado por el Código; dicha figura es superior para estos efectos, pues ofrece una
idea de permanencia que la hace más apropiada para comprender los problemas que se originan como
consecuencia de los cambios en la legislación.
En la doctrina nacional, el concepto ha sido entendido como un haz de atribuciones, derechos, deberes,
obligaciones y calificaciones jurídicas que recibe una persona al adoptar un estatus determinado frente al
Derecho. Serán situaciones jurídicas las de padre, marido, propietario, etc. En cada una de ellas las
personas involucradas se convierten en el eje al que se asignan y a partir del cual emanan todo ese conjunto
de imputaciones jurídicas.
La fortuna de esta figura en la solución de los problemas surgidos como consecuencia de la aplicación de la
ley en el tiempo es simple de explicar. La ley quiere distinguir entre las consecuencias que surgen de una
situación jurídica y la situación jurídica misma. Dichas consecuencias -efectos- pueden ser de dos tipos:
aquellas que se produjeron con anterioridad a la vigencia de la ley, y las que se produjeron con posterioridad.
Pues bien, esas consecuencias a menudo son las relaciones jurídicas, de ahí que pueda afirmarse que las
relaciones jurídicas son las diversas vinculaciones jurídicas que existen entre dos o más situaciones
jurídicas: cónyuges, copropietarios, socios, contratantes, etc.
En cuanto al llamado derecho adquirido diremos que se trata del efecto ya consumado. En este sentido no
involucraría a la mera expectativa -derechos expectaticios-, es decir, aquellos que aún no han sido ejercidos.
El derecho expectaticio es un derecho teórico, abstracto, aún no experimentado.
En realidad una parte importante del fundamento de la irretroactividad de las normas encuentra su razón de
ser en la teoría de los derechos adquiridos. Se trata de una norma de elemental convivencia social, pues en
principio no es posible darle efectos retrospectivos a la norma sin con ello alterar el orden y la seguridad
legal. En la literatura jurídica nacional un autor tan autorizado como León Barandiarán entendía que el
derecho adquirido es aquel que ha sido ejercido, que se ha manifestado en el mundo de los hechos, con la
verificación de sus efectos, es decir, derecho adquirido es el que ya ha encontrado su realización fáctica.
Esos efectos son intangibles. Pero los efectos que sobrevengan con posterioridad, así procedan de hechos
anteriores a la nueva ley, caen dentro de ésta, porque no son derechos adquiridos. Con este punto de vista
se distingue el hecho de sus efectos, discriminando respecto a estos últimos según que aparezcan antes o
después de la ley. De este modo se rechaza la vieja fórmula de que el tiempo rige el acto. Se exige así
distinguir los efectos, entre los que surgen concomitantes a la vieja ley y los que surgen luego de la vigencia
de ésta, pese a que hayan sido producto de la misma situación o relación jurídica. La consecuencia de tal
distinción sería que los hechos anteriores no puedan ser alcanzados por la nueva ley.
Un concepto que no debe escapar de nuestro análisis es el referido a la ultractividad de la ley. Si bien en
línea de principio está vedado a nuestro legislador otorgar¬le efectos retroactivos a la ley, no le está
prohibido otorgarle a la antigua ley efectos ultractivos, es decir, la aptitud que tiene la norma no solo de
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regular los efectos produ¬cidos durante su vigencia, sino también sobre aquellos que se realicen cuando ya
tenía vigencia la nueva norma, por originarse en un hecho que tuvo lugar bajo el imperio de la antigua ley.
Llegados a este punto debemos referimos a los hechos cumplidos, que es en realidad la teoría consagrada
por el Código, al establecer que las relaciones y situaciones jurídicas existentes al tiempo de darse la ley
serán gobernadas por ésta, incluso si aquéllas le antecedieron en el tiempo. Por lo tanto, la aplicación
ultractiva de la norma vía interpretación está vedada, desde que el texto del artículo III es categórico y no
deja lugar para ello. No obstante, tal limitación está destinada a los usuarios y al juez, no así para el
legislador, quien en la elaboración del derecho tran¬sitorio puede facultarle a la norma la posibilidad de tener
dicho efecto.
En armonía con los conceptos expuestos, ya en el terreno práctico conviene precisar que, en línea de
principio, la aplicación de la nueva ley no alcanza a los elementos constitutivos de las relaciones jurídicas ya
constituidas y menos aún extinguidas; así un matrimonio ya celebrado, una sucesión ya otorgada, un
contrato, no podrán ser alcanzados por la nueva ley. No obstante, no puede sostenerse lo mismo respecto a
los efectos ulteriores de tales relaciones jurídicas. Tallo que sucedería, por ejemplo, con aquella pareja que
contrajo matrimonio bajo la vigencia de la antigua ley, pero que decidiera divorciarse bajo el imperio de la
nueva ley; lo propio sucedería con derechos reales, derechos sucesorios e incluso respecto de relaciones
enmarcadas dentro del Derecho Mercantil, como aconteció cuando en el año 1998 se promulgó la nueva Ley
General de Sociedades, obligando a que las sociedades que se constituyeron con la anterior ley se adecuen
al nuevo régimen societario, y aun cuando no lo hicieran sus actos inapelablemente se regirían en lo
sucesivo por la reciente ley.
No obstante lo expuesto en el párrafo anterior, una zona de conflicto es la referida al área contractual. Como
se sabe, el Derecho de los Contratos es el reino de la autonomía de la voluntad, donde ésta se despliega con
mayor soltura y libertad. En concordancia con esta concepción, se ha entendido que el efecto inmediato de la
ley, encuentra una excepción "tradicional y justificada" con respecto a los contratos en curso de ejecución,
por tratarse de relaciones jurídicas convencionales. En este mismo sentido opina Roubier, quien considera
que las situaciones jurídicas contractuales deben someterse a una ley única -la del momento de su
celebración-, no pudiendo las leyes posteriores afectarlo aunque estén en curso de ejecución. Atrapado en el
tiempo, es decir ajeno a la evolución jurídica, nuestro ordenamiento parece haber seguido esta postura
doctrinaria, tallo que se desprende del texto del artículo 62 de la Constitución: "La libertad de contratar
garantiza que las partes puedan pactar válidamente según las normas al tiempo del contrato". Hasta aquí el
texto constitucional es impecable, no obstante el siguiente párrafo es en la práctica inaplicable: "Los términos
contractuales no pueden ser modificados por leyes u otras disposiciones de cualquier clase". Los autores de
esta parte de la Constitución han intentado diversas explicaciones, pero lo cierto es que ninguna de ellas
tiene solvencia suficiente para justificar dicha norma. Y lo que es peor, para sus autores, en la práctica esta
norma a menudo ha sido transgredida por el propio Estado.
Es inobjetable que la legalidad de un contrato se juzga por la ley del día de su celebración, como también lo
es que la ejecución y los efectos de dicho contrato deberán gobernarse por la misma ley; la razón de esto es
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que en terreno contractual debe respetarse la autonomía de la voluntad. Sin embargo, la doctrina moderna
ha sancionado límites a esta libertad, y tales límites están dados por las leyes de orden público.
En otros términos, el texto contractual se integra con el contexto legal vigente al tiempo de su celebración. Es
este contexto legal el que le da validez y permite su ejecución. De esta manera las leyes supletorias forman
parte integral del contrato, aun cuando las partes no las hayan incluido. También son parte de él las normas
imperativas, pero a diferencia de las primeras, los otorgantes del contrato en ningún momento tienen
disponibilidad sobre ellas, ni antes, ni durante ni después de la celebración del contrato. Las normas
imperativas son la base de ese contexto legal que rige las relaciones jurídicas, y que las partes no pueden
dejar de cumplir, estando fuera de su alcance toda posibilidad de modificarlo. Cuando dicho contexto legal
cambia, no hay dificultad para que sus efectos alcancen a las relaciones contractuales en curso de ejecución,
tal aplicación inmediata no podría ser calificada de retroactiva, sino el mero cumplimiento del principio de la
aplicación inmediata de la ley. Admitir lo contrario conduciría a una situación de total desorden jurídico, pues
decapitaría la facultad del Estado de legislar, al impedirle que las nuevas normas de orden público alcance
de manera igual a todos los ciudadanos, y al propio tiempo permitiría la creación de innumerables islas
jurídicas cada una de las cuales se regiría por sus propias normas.
Por otra parte, cuando se analiza el artículo III del Título Preliminar no puede dejar de vinculársele al artículo
2120 del mismo Código, cuyo texto expresa: "Se rigen por la legislación anterior los derechos nacidos, según
ella, de hechos realiza-dos bajo su imperio, aunque este código no los reconozca".
No hay duda de que se trata de una redacción que confiere efecto ultractivo al Código Civil de 1936, y que
colisiona frontal mente con el texto del artículo 2121: "A partir de su vigencia las disposiciones de este
Código se aplicarán inclusive a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes".
En otras palabras este artículo confirma la aplicación inmediata del Código Civil de 1984. Es evidente que tal
como están, los dos textos no pueden tener aplicación simultánea. De ahí que la solución que nuestra
doctrina (RUBIO CORREA, p. 205) ha encontrado sea reconocer que estamos frente a un error del legislador
que se solucio¬na interpretando el artículo 2120 en el sentido que "se rigen por la legislación anterior los
derechos nacidos, según ella, de hechos realizados bajo su imperio, cuando este Código no los reconozca".
Llegados a este punto podemos concluir que a tenor de lo normado en el art. 3 del Título Preliminar, en
nuestra legislación:
a) Tanto la irretroactividad como la aplicación inmediata de la ley son dos principios legales que en nuestro
ordenamiento tienen estatus constitucional.
b) Estos principios no son necesariamente antagónicos, y por el contrario se complementan.
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c) En línea con lo anterior, en nuestro Derecho la ley no opera retroactivamente, por lo tanto, los hechos y
efectos que se suscitaron con la antigua ley no podrán ser normados por la nueva, salvo la excepción
establecida en la propia Constitución.
d) Si los efectos se producen cuando ya se encuentra en vigencia la nueva ley, pero éstos han tenido su
origen en relaciones jurídicas surgidas al amparo de la anterior normatividad, se recurrirá al principio de
aplicación inmediata de la ley, con lo que tales efectos serán gobernados por la nueva ley.
e) Cuando se trata de efectos continuados que han tenido origen en una relación jurídica surgida bajo el
imperio de la anterior ley, pero dichos efectos se desarrollan también cuando ya se encuentra vigente la
nueva ley, se recurrirá al principio de aplicación inmediata de la ley.
f) Si la relación jurídica surgió con la anterior ley, pero sus efectos fueron supeditados a la realización de una
condición suspensiva, cumplida esta condición los efectos se regirán por la nueva ley.
g) No obstante haberse proscrito en nuestro sistema la irretroactividad, no ha acontecido lo mismo con la
ultractividad, lo que permite a discreción del legislador que ciertas normas puedan mantener aplicación pese
a estar vigente la nueva norma.
Constitución Política del Perú. Leyes especiales, irretroactividad, derogación y abuso del derecho.
Artículo 103.- Pueden expedirse leyes especiales porque así lo exige la naturaleza de las cosas, pero no
por razón de las diferencias de las personas. La ley, desde su entrada en vigencia, se aplica a las
consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes y no tiene fuerza ni efectos retroactivos;
salvo, en ambos supuestos, en materia penal cuando favorece al reo. La ley se deroga sólo por otra ley.
También queda sin efecto por sentencia que declara su inconstitucionalidad.
e) Redacte una demanda de división y partición de bienes provenientes de una sucesión abierta en
1977.
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2. ACTO JURÍDICO:
Por representación debemos entender aquella posibilidad de que un acto no sea realizado por el verdadero
interesado sino por otra persona a la que éste le ha encomendado la celebración del mismo. LEVY
ULMANN, citado por LEÓN BARANDIARÁN, define a la representación como: “la modalidad en virtud de la
cual los efectos de un acto, ejecutado por una persona, el representante, por cuenta de otra, el representado,
se producen directa e inmediatamente sobre la cabeza del representado. Esta modalidad es una
modificación aportada por las partes a las consecuencias naturales de un acto jurídico; es un elemento
accidental con el cual el acto jurídico puede encontrarse afectado por la ley positiva o por la voluntad de las
partes”.
TIPOS DE REPRESENTACIÓN
Frente a la representación voluntaria está aquella denominada legal, o como un sector de la doctrina prefiere
denominar "necesaria" (calificando de elíptico y equívoco el nomen iuris de "legal"). En esta última se suele
compren-der a la representación de los padres, a la de las personas jurídicas, entre otros. Sin embargo,
como veremos a continuación, esta posición no es pacífica e, incluso, hay quienes distinguen la
representación necesaria de la legal. Así, la representación necesaria "supone, en general, una imposibilidad
jurídica en que se encuentra el interesado, como incapaz de cumplir actos de autonomía privada. Esta
imposibilidad, aun antes que el problema de conflicto de intereses entre el incapaz y los terceros, plantea el
de la organización de su esfera jurídica. Y la ley, al resolverlo con normas de carácter inderogable, sustrae al
incapaz la facultad de proveer por sí mismo a sus propios intereses, y al juicio del interesado sustituye el
juicio y la decisión de otro sujeto, al cual se confía, conjuntamente la competencia para cuidar los intereses
del incapaz, las reso-luciones en la gestión de sus asuntos y la representación en los negocios que celebre
por cuenta de aquel". Por ello, mientras en la representación voluntaria se confiere por voluntad del
interesado la facultad de actuar en interés y nombre propios, en la representación legal se tiene la
constitución de un poder; tanto que la doctrina prevaleciente coloca la representación de los padres en la
categoría conceptual de "oficio (en el sentido de cargo) de derecho privado".
Otro supuesto de representación legal es el de la sociedad conyugal. El art. 292 c.c. establece que:
"La representación de la sociedad conyugal es ejercida conjuntamente por los cónyuges, sin perjuicio de lo
dispuesto por el Código Procesal Civil. Cualquiera de ellos, sin embargo puede otorgar poder al otro para
que ejerza dicha representación de manera total o parcial.
Para las necesidades ordinarias del hogar y actos de administración y conservación, la sociedad es
representada indistintamente por cualquiera de los cónyuges.
Si cualquiera de los cónyuges abusa de los derechos a que se refiere este Artículo, el Juez de Paz Letrado
puede limitárselos en todo o parte. La pretensión se tramita como proceso abreviado".
Cabe la representación unilateral de la sociedad conyugal, según el art. 294 c.c., en los siguientes términos:
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"Uno de los cónyuges asume la dirección y representación de la sociedad:
4.1.1. CARACTERÍSTICAS
Las notas características que distinguen la representación legal o necesaria de la representación voluntaria,
son las siguientes:
a. El representante legal, particularmente el del incapaz absoluto o del declarado ausente, no sustituye a la
voluntad de su representado, puesto que (de ordinario) la ley no reconoce eficacia jurídica a esta voluntad.
b. El representado no solo no puede conferir representación, sino que su capacidad jurídica debe canalizarse
forzosamente por su representante.
Como es conocido, el uso de los conceptos de órgano y de relación orgánica implica una compenetración de
la persona física-órgano en la estructura del ente, ensimismación que viene a menos en la dualidad subjetiva
que es la característica, o al menos una de las características, de la representación voluntaria".
Si bien se diferencia la persona del representante, del órgano de la persona jurídica, al sostener que "en
verdad, en el terreno del derecho privado, la representación presupone una neta, completa separación entre
las dos esferas jurídicas del representante y del representado: separación tal de hacer parecer posible, al
menos abstractamente, que el negocio produzca efectos con respecto a quien lo concluye. Ahora bien, dicha
separación con la consiguiente posibilidad, queda excluida a priori por la posición del órgano, al menos
cuando no se trate de una persona que pueda, hablando abstractamente, concluir el negocio por sí. En
verdad, en el órgano falta, en cuanto tal, una individualidad jurídica propia y distinta, diversa e independiente
de aquella de la persona que actúa como órgano: este conforma una unidad con esta persona y sus actos
vienen referidos a esta como si fueran propios"; sin embargo, esta doctrina rechaza la calificación como
"representación orgánica" de carácter necesario, "puesto que tiene su fuente en la concesión de poderes por
parte de la asamblea de los interesados. Por lo demás, ha de reconocérsele la naturaleza de representación,
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ya que el administrador ni es un simple longa marius de la persona jurídica, ni una parte inescindible de su
organismo. Como persona, el administrador es un sujeto netamente distinto del ente, aun en el caso de que
las funciones que haya de desempeñar en su seno no sean ocasionales, sino estables. Existe, por tanto,
aquella suficiente separación entre sujeto agente y sujeto interesado (...) que permite acomodar las acciones
del primero al es-quema de la representación". En verdad, no dejo de ver una doble contradicción entre estas
dos afirmaciones: si bien, por un lado, se admite que en el órgano se asimilan la persona del representante y
aquel; no entiendo la afirmación que no debería ser calificada de "necesaria" la representación orgánica, por-
que es la asamblea general soberana (al igual que cualquier representado) a darle las facultades al
representante (titular del órgano), ni se entiende el fundamento que el administrador (entendido como
representante) no sea "una parte inescindible" de la persona jurídica (cuando antes se dijo lo contrario). La
asamblea general también es un órgano y, por consiguiente, tampoco habría que entenderla separada de la
persona jurídica.
Otro sector de la doctrina entiende que dentro de la representación legal, se encuentra "la representación de
los entes colectivos, denominada representación orgánica, en la medida en la cual el poder de
representación que compete a los órganos de las asociaciones, fundaciones o sociedades, deriva no tanto
del singular acto de voluntad como en la típica hipótesis de la representación voluntaria, cuando más bien a
las reglas propias de organización del ente e Ínsitas en la función del órgano.
Agréguese a este dato el hecho que la representación de las personas jurídicas se califica como necesaria
en cuanto el ente, como sujeto de derecho, puede desplegar su capacidad de ejercicio solo con el auxilio de
personas físicas a quienes se les ha otorgado el poder de actuar en su nombre.
Se tiene, por consiguiente una situación análoga a aquella de la representación legal de los padres y tutores
cuando el sujeto incapaz es puesto en una situación de no poder proveer personalmente a la conclusión de
contratos y al cumplimiento de tales actos jurídicos y, por consiguiente, tiene necesidad de ser sustituido".
Esta reseña, más allá de incentivar una "revolución verbal", tiene como objetivo mostrar que no es pacífica la
clasificación de representación legal ni la de la representación necesaria. En mi opinión, bien pueden ser
empleadas como sinónimos. Sin embargo, cuando el Código Civil se refiere a la representación legal, hace
referencia a la de los incapaces y a la de la sociedad conyugal (art, 167 c.c.).
Como advirtiera en otra sede, si bien es cierto que se puede distinguir conceptualmente representación de
órgano, puesto que en primer supuesto nos encontramos frente a una interposición del representante (entre
el representa-do y el tercero) y en el órgano hay una ensimismación entre el titular del órgano con la propia
persona jurídica (lo cual lleva a decir a un sector de la doctrina nacional, que "los órganos, aunque estén
provistos de poderes, no son repre-sentantes"), no debemos olvidar que a nivel de efectos y de
responsabilidad civil se aplicarán las mismas reglas (art. 93 c.c.).
Autorizada doctrina nacional afirma que la representación Voluntaria "tiene su origen y fundamento en la
voluntad del representado, que confiere al representante facultad de actuación ante terceros -dentro de las
atribuciones conferidas- en su nombre y con intención de que valga para el representado (si es
representación directa), en su interés (aunque no exclusivo) y por su cuenta". Agregando que "el
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representado no se desprende ni queda privado de su poder de actuación personal; antes bien, lo amplía al
ceder voluntariamente todo o parte de este poder".
En efecto, "el orden normativo de las relaciones jurídicas creadas, regula-das o extinguidas por quien actúa
con autorización de otro, recae directa o indirectamente sobre el dominus, según que el representante actúe
alieno nomine (representación directa) o en nombre propio sin revelar él nombre de su representado
(representación indirecta)". La voluntad al otorgar la represen-tación no se limita a ser el consentimiento
anticipado para realizar negocios, "sino que también puede regular la conducta del representante en vista de
su relación con el representado y teniendo presente los efectos en el dominus de la conducta del
representante". Las notas características de la representa-ción voluntaria directason:
a. La actuación por cuenta y nombre ajenos (alieno nomine agere). Así, el art. 164 c.c. prescribe que:
"El representante está obligado a expresar en todos los actos que celebre que procede a nombre de su
representado y, si fuere requerido, a acreditar sus facul-tades".
b. Efectos inmediatos, generalmente, pero no siempre directos, para el representado. Por ello, el art. 160 c.c.
regula lo siguiente:
"El acto jurídico celebrado por el representante, dentro de los límites de las facultades que se le haya
conferido, produce efecto directamente respecto del representado".
La regla es que el poder se otorga en interés del representado; pero tam-bién se puede otorgar poder en
interés del representante o de un tercero. A le da poder a B para que venda sus bienes y se haga pago de su
deuda con B (interés del representante), o que pague otra deuda (interés del tercero). Un supuesto de
representación voluntaria es el contemplado en el art. 146 c.c., el cual establece que: "Se permite la
representación entre cónyuges". Evidentemente este supuesto es respecto del actuar jurídicamente
relevante a propósito de la titularidad los bienes, derechos y obligaciones propios de cada uno de los
cónyuges dentro del régimen de la sociedad de gananciales o en el caso del régimen de la separación de
patrimonios. Por ello, "la norma bajo comentario regula el supuesto en el cual uno de los cónyuges sea titular
exclusivo de una situación jurídica, sin embargo para la realización o actuación de la misma, otorga un poder
al otro cónyuge para que lo presente".
Sobre la abstracción causal del poder se afirma que "lleva a la lógica consecuencia de que el apoderamiento
es eficaz aunque su causa no exista o sea falsa o ilícita. La causa -relación básica subyacente- puede no
existir por no haber nacido, por ser ineficaz o por haberse extinguido. No obstante ello el apoderamiento es
eficaz. La segunda consecuencia importante de la doctrina es que aunque el apoderamiento viole las
obligaciones derivadas de la relación causal no se produce extralimitación y por consiguiente su actuación es
válida y eficaz siempre que no se traspasen los límites formales del poder. En el mismo terreno la relación
causal no puede tenerse en cuenta para interpretar, ampliar, restringir, etc., el poder porque es desde el
punto de vista del funcionamiento de este desconocida". Se agrega que "es claro que una doc-trina
semejante facilita el tráfico jurídico, su movilidad y su rapidez. En el conflicto entre el interés del dominus
negotii y el del tercero que contrata con su apoderado es preferido este último. Quien concede un poder de
representación sabe a lo que se expone y no puede por tanto alegar más que la falta de poder o la
extralimitación de facultades".
Frente a ello, en posición que comparto, se sostiene que "es dudoso que se pueda hablar propiamente de
abstracción. Al respecto se debe mencionar que el poder expresa por sí mismo una típica y suficiente razón
justificativa del acto, es decir, el interés del dominus a hacerse sustituir por otro en el cumplimiento de
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actividades jurídicas. Si en concreto la causa no existe o no es ilícita, el negocio de otorgamiento de poder
debe reputarse nulo en aplicación del principio general de causalidad del negocio jurídico (...). Piénsese, por
ejem-plo, en un poder otorgado para la actuación de una relación contraria al orden público. Sin embargo, la
nulidad del poder no puede ser opuesta a los terceros que hayan confiado razonablemente en este. Sobre el
principio de la invalidez prevalece, en efecto, el de la apariencia imputable al representado".
Doctrina nacional afirma que "existe cierta independencia entre el nego-cio de apoderamiento y la actividad
realizada o negocio, concluido en uso del poder", "no es que el negocio jurídico de apoderamiento carezca
de causa (...), sino que la relación (...) entre el representante y el representado no pre-cisa quedar reflejada
en el negocio de apoderamiento". Se agrega que "la independencia causal explica que sea válido el negocio
celebrado en represen-tación de buena fe si se ignora el fallecimiento del representador o la revoca-ción del
poder. Porque en este caso se desvincula el tercero de la relación subyacente entre las partes representante
y representada. Lo mismo ocurre cuando el tercero de buena fe ignorante de la revocación del poder contrata
con quien cree que aún es representante".
El privilegiar la situación externa del tercero de buena fe frente a la situa-ción interna entre el representante y
el representado es una problemática que no debe ser abordada por la denominada abstracción causal del
poder, sino por el principio de la apariencia y el de seguridad del tráfico jurídico, entendido como que "busca
que la adquisición deseada y tal como es deseada tenga lugar y no se frustre por circunstancias que son
desconocidas al adquirente", como veremos al abordar la representación aparente. Por otro lado, como bien
se advierte, no se debe confundir la autonomía del poder con "la abstracción (como comúnmente suele
denominar la doctrina a esta característica), entendida esta en oposición al negocio causal, pues es evidente
que el poder es un negocio jurídico causal".
Código Civil. Ineficacia del acto jurídico por exceso de facultades. Artículo 161.- El acto jurídico
celebrado por el representante excediendo los límites de las facultades que se le hubiere conferido, o
violándolas, es ineficaz con relación al representado, sin perjuicio de las responsabilidades que resulten
frente a éste y a terceros. También es ineficaz ante el supuesto representado el acto jurídico celebrado por
persona que no tiene la representación que se atribuye.
Ratificación del acto jurídico por el representado. Artículo 162.- En los casos previstos por el artículo 161,
el acto jurídico puede ser ratificado por el representado observando la forma prescrita para su celebración.
La ratificación tiene efecto retroactivo, pero queda a salvo el derecho de tercero.
El tercero y el que hubiese celebrado el acto jurídico como representante podrán resolver el acto jurídico
antes de la ratificación, sin perjuicio de la indemnización que corresponda.
La facultad de ratificar se trasmite a los herederos.
El artículo 161 del Código Civil que regula la figura del “falsus procurator”, el apoderado o representante, que
se excede en las facultades otorgadas, conforme a la regla del artículo 161 del Código Civil, en principio,
debe tenerse que el acto celebrado por este resulta un acto ineficaz frente a su representado; pero este
puede ratificarlo conforme a la norma del artículo ciento sesentidós del Código sustantivo, de tal manera que
solo el representado y no otro puede objetar el acto jurídico efectuado en su nombre, así como también
puede ratificarlo, como resulta de una simple interpretación gramatical; en consecuencia, el acto jurídico
12
celebrado por el apoderado excediendo sus facultades es solamente anulable, siendo uno de los supuestos
de la ineficacia originaria, también llamada intrínseca o estructural (Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema
Cas. Nº 2830-2003 Cajamarca)
Todo acto jurídico de apoderamiento se realiza en nombre e interés del representado, por lo tanto es posible
afirmar la existencia de un beneficio individual del representante en Ia medida que de realizarse un acto
destinado a la satisfacción de un interés distinto al del poderdante nos encontraríamos ante uncaso de
"abuso del poder", el que se define como "aquel en el cual un sujeto realiza un acto dentro de los límites del
apoderamiento (por lo tanto es vinculante frente al tercero) pero en interés personal y no del poderdante". En
el presente caso surgirá un deber de indemnizar en la situación jurídica del representante frente al
poderdante, tal como lo grafica LOHMANN LUCA DE TENA: "El dominus puede reclamar a su representante
indemnización de los perjuicios que sufra, pero no es razonable que pueda invocar la ineficacia si el abuso
fue conocido por el tercero, ni podía, ni debía ser conocido por él". Al respecto consideramos que un caso de
"abuso de poder" si bien genera una indemnización dentro de un sistema de responsabilidad civil por actos
jurídicos unilaterales, también puede resultar ineficaz frente al tercero solo en la medida que el tercero haya
actuado de mala fe.
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Por otro lado, cabe señalar que la actuación del representante es de forma autónoma en el apoderamiento
(diferenciándose con el "nuncio"), debiendo por lo tanto el representante tener en cuenta los lineamientos
esbozados por el poderdante en el esquema estructural y funcional de su apoderamiento.
Dicha autonomía y actuación diligente en busca de la satisfacción del interés del poderdante puede ser
objeto de cuestionamiento cuando el acto celebrado por el apoderado no es uno que relacione al
representado con un tercero sino es uno que lo vincula con el mismo representante. Dicha situación puede
resultar conflictiva y es en esa medida que el ordenamiento jurídico excluye la posibilidad de su ocurrencia,
declarando su ineficacia estructural (invalidez por anulabilidad).
Desde nuestro punto de vista no nos encontramos conformes con la solución propuesta por el legislador, en
la medida que no observamos cuál es el supuesto de ineficacia estructural existente en tanto se cumple con
las condiciones de validez del artículo 140 del Código Civil por lo tanto es nuestro parecer que de
encontramos ante una anomalía por conflicto de intereses en juego ello debería ser considerado como un
supuesto de ineficacia funcional. Así mismo, de acuerdo a lo que podemos observar en la representación, el
sujeto representante cuando actúa pierde su individualidad y ostenta la posición de otro en la celebración de
un acto jurídico; por lo tanto cuando celebra un acto consigo mismo está celebrando un acto entre su
representado y su persona (a título individual). Es por ello que compartimos la idea de LOHMANN, quien
sostiene que no nos encontramos ante un acto consigo mismo en sentido estricto, siendo actos consigo
mismo los que señala MESSINEO: "a) en los casos de doble representación, esto es, cuando, en una sola
persona, se reúnen dos cualidades de representante, incompatibles entre sí; b) o bien, en los casos en que
un representante u órgano, por una parte opere como tal (en nombre del representado), y por otra parte,
opere en nombre propio".
No obstante lo antedicho el Código Civil por ley puede establecer supuestos de invalidez como lo señala el
numeral tercero del artículo 221 del Código Civil, en esta medida da la opción de que el defecto pueda ser
objeto de subsanación por una de las partes, entendemos por el poderdante.
El presente artículo entonces nos lleva a un supuesto de invalidez en la medida que se presenten las
siguientes relaciones:
a) Un acto celebrado por el representante consigo mismo en nombre propio: es decir una relación entre el
poderdante (mediante la actuación del representante) con el representante a título personal. Ejemplo: Juan
apoderado de Luis compra un vehículo de Luis, que le es vendido por él mismo (como representante de
Luis).
b) Un acto celebrado por el representante con un tercero representado por el mismo representante: es decir
en ambos casos el representante es la misma persona, en el plano fáctico quien firma el documento
contractual, por ejemplo, es la misma persona: Juan apoderado de Luis vende un auto de éste a Julio
representado por el mismo Juan. En el plano material Juan firmará el contrato por ambas partes.
Es en este último punto en donde podemos observar la posición del legislador, el que sustenta la admisión
de la siguiente figura en la medida que pueda darse un conflicto de intereses, es así como DE LA PUENTE Y
LAVALLE señala "quienes se oponen a la admisión de la autocontratación en la disciplina contractual, se
apoyan en su inconveniencia por el posible conflicto de intereses, en la imposibilidad de que un solo sujeto
pueda emitir dos declaraciones de voluntad y conciliarlas adecuada-mente y en la necesaria pluralidad de
sujetos". Es así como el Código Napoleón no lo adopta y más aún establece normas que lo prohíben y
restringen, tal como lo indica VIDAL RAMíREZ.
Cabe señalar que diversos códigos como el Código argentino, el Codigo alemán y el Codice Civile italiano
permiten la celebración de actos por parte del representante consigo mismo. Debemos recalcar lo que nos
señala BARBERO, quien a la pregunta ¿es posible estructural mente la formación de un contrato por obra de
una sola persona? Se responde de forma positiva, ya que en la persona del representante se compendian
dos partes y de él emanan dos declaraciones negociables.
Es por ello que volvemos a indicar que desde nuestra perspectiva sí es posible la realización de actos
consigo mismo por parte del representante siempre que dichos actos no impliquen perjuicios al interés del
poderdante. Debemos resaltar que el apoderado debe actuar dentro de ciertos límites y siempre buscando la
entera satis-facción del interés del representado, por tanto cualquier tipo de perjuicio implicará, a favor del
representado, el pago de una indemnización. Debemos considerar de una vez que las partes del negocio se
encuentran en la mejor posición para resolver sus conflictos, y por lo tanto el Estado no debe establecer
medidas correctivas, que lejos de reducir el problema y postular incentivos, desincentivan generando costos
accesorios e impidiendo la continuación de una relación jurídica.
Finalmente el Código Civil establece que la acción le corresponde al representado en la medida que es quien
se perjudica con la realización de tales actos, pudiendo por lo tanto confirmarlos según lo dispone el Código
Civil para los actos jurídicos anulables.
d. Su cliente ha convenido separación convencional con su cónyuge pero como debe viajar al
extranjero, le pide a usted que lo represente en el proceso respectivo. ¿Es esto posible? Si así lo
considera, enumere los instrumentos que debería preparar y redacte la respectiva demanda.
Asimismo, conforme lo establecido en el Artículo 15º del Decreto Supremo Nº 009-2008-JUS, Reglamento de
la Ley Nº 29227, Ley que Regula el Procedimiento de Separación Convencional y Divorcio Ulterior en las
Municipalidades y Notarías, los cónyuges podrán otorgar Poder mediante Escritura Pública, la cual deberá
señalar las facultades específicas para su representación en el procedimiento no contencioso de separación
convencional y divorcio ulterior; el mismo que deberá estar inscrito en los Registros Públicos.
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Este poder deberá especificar las facultades que son conferidas, con la finalidad de poder representarlo, en
su nombre, en los diferentes actos y presentando los requisitos que son exigidos por la Ley, como son:
- Presentar las solicitudes de separación y divorcio ulterior, las declaraciones juradas, los documentos y
escritos que sean necesarios dentro del procedimiento.
- Representarlo en la Audiencia Única que se realizará en el Procedimiento de Separación Convencional y
poder ratificarse o desistirse de la solicitud presentada, pudiendo suscribir el acta correspondiente, así como
en las demás diligencias a que hubiera lugar;
- Poder recoger las notificaciones de los diferentes actos administrativos dentro del procedimiento, recoger la
copia certificada de las Resoluciones que recaigan en el procedimiento, así como los partes para la
inscripción en los registros correspondientes y los demás documentos que formen parte del procedimiento.
Si la persona reside en el extranjero, el poder deberá ser otorgado por el Consulado Peruano de la ciudad
donde reside, posteriormente tendrá que ser legalizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú y
deberá estar inscrito en los Registro Públicos.
Código Civil. Acción pauliana. Artículo 195.- El acreedor, aunque el crédito esté sujeto a condición o a
plazo, puede pedir que se declaren ineficaces respecto de él los actos gratuitos del deudor por los que
renuncie a derechos o con los que disminuya su patrimonio conocido y perjudiquen el cobro del crédito. Se
presume la existencia de perjuicio cuando del acto del deudor resulta la imposibilidad de pagar íntegramente
la prestación debida, o se dificulta la posibilidad de cobro.
Tratándose de acto a título oneroso deben concurrir, además, los siguientes requisitos:
1.- Si el crédito es anterior al acto de disminución patrimonial, que el tercero haya tenido conocimiento del
perjuicio a los derechos del acreedor o que, según las circunstancias, haya estado en razonable situación de
conocer o de no ignorarlos y el perjuicio eventual de los mismos.
2.- Si el acto cuya ineficacia se solicita fuera anterior al surgimiento del crédito, que el deudor y el tercero lo
hubiesen celebrado con el propósito de perjudicar la satisfacción del crédito del futuro acreedor. Se presume
dicha intención en el deudor cuando ha dispuesto de bienes de cuya existencia había informado por escrito
al futuro acreedor. Se presume la intención del tercero cuando conocía o estaba en aptitud de conocer el
futuro crédito y que el deudor carece de otros bienes registrados.
Incumbe al acreedor la prueba sobre la existencia del crédito y, en su caso, la concurrencia de los requisitos
indicados en los incisos 1 y 2 de este artículo. Corresponde al deudor y al tercero la carga de la prueba sobre
la inexistencia del perjuicio, o sobre la existencia de bienes libres suficientes para garantizar la satisfacción
del crédito."
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R. Nº 248-2008-SUNARP-SN, Artículo 112.- Acción pauliana. El asiento de inscripción de la sentencia que
declara la ineficacia de un acto de conformidad con lo dispuesto en el artículo 195 del Código Civil, debe
indicar el nombre del acreedor respecto del cual es ineficaz el acto.
Es aquella que permite al acreedor ejecutar los derechos del deudor negligente para el cobro de sus créditos.
Tiene por objeto garantizar mejor los derechos del acreedor, a fin de que no sufra menoscabo indebido
alguno, a causa de la negligencia del deudor. El acreedor ejerce los derechos del deudor, no lo reemplaza
como titular del derecho, consiguiendo el acreedor mediante esta acción oblicua beneficiar a todos los
acreedores, de modo incluso que si hay acreedores preferenciales, el patrimonio del deudor se puede agotar
sin que aproveche nada el que ejerció la impropiamente llamada acción subrogatoria.
a) Legítimo interés, en armonía con lo dispuesto en el art. VI del Título Preliminar del C.C.
b) Que el crédito sea exigible, es decir que el acreedor no podrá ejercer la acción oblicua en nombre de su
deudor, si el crédito no es todavía exigible. Verbigracia: si la condición o el plazo no están cumplidos aún, en
los créditos condicionales o a plazos; y,
c) Que el deudor sea renuente a ejercer la acción correspondiente, o que una vez interpuesta, sea negligente
en su prosecución.
La acción pauliana o revocatoria es la que puede ejercer el acreedor para obtener la revocación o ineficacia
de los negocios jurídicos, fraudulentos, celebrados por el deudor y tercero o terceros en su perjuicio. Esta
acción está regulada en el libro sobre Acto Jurídico del C.C., puesto que está destinada a dejarlo sin efecto
en determinada circunstancia.
¿Cuáles son los requisitos para ejercitar la acción pauliana? Los requisitos fundamentales son tres:
a) El Perjuicio.- Que viene a ser la disminución de la posibilidad del acreedor de hacer efectivo su crédito, y
se exterioriza en la disminución del patrimonio del deudor. En el ejercicio de esta acción el acreedor sólo
tiene derecho a procurar que tal patrimonio no disminuya; mas no impedir que el deudor renuncie a su
acrecentamiento (Ejm., renuncia de donaciones), puesto que no pudo pactarse la obligación, considerándola
garantizada por bienes o derechos futuros, inciertos o desconocidos.
b) El Fraude.- La acción fraudulenta es el conocimiento que tiene el deudor del perjuicio que causa al
acreedor al caer en la insolvencia. En el acto fraudulento que realiza el deudor a título oneroso, sólo cabe la
revocación si en ese acto ha intervenido también el adquirente de mala fe, bastando el que éste conozca el
perjuicio que causa el cedente a su acreedor, o que la insolvencia de aquel sea manifiesta. En cambio, si la
cesión hubiera sido a título gratuito, sí cabe la revocación, aun cuando el supuesto adquirente hubiera
actuado de buena fe.
c) El crédito exigible.
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¿Cuáles son las diferencias entre la acción pauliana y la acción oblicua?
La acción oblicua se genera por la negligencia del deudor, en tanto que la pauliana o revocatoria se origina
en su mala fe.
En la acción oblicua el acreedor actúa en nombre de su deudor, en cambio en la acción revocatoria, obra en
nombre propio.
La acción revocatoria sólo puede ser ejercida por el acreedor cuyo título es anterior al acto fraudulento
revocable; en cambio, la acción oblicua puede ejercerla el acreedor aun cuando su crédito sea de fecha
posterior al derecho que su deudor no hace efectivo.
Código Civil. Anulabilidad del acto jurídico por error en el motivo. Artículo 205.- El error en el motivo sólo vicia
el acto cuando expresamente se manifiesta como su razón determinante y es aceptado por la otra parte.
Esta disposición viene a sustituir la contenida en el artículo 1084 del Código de 1936, que impropiamente
hablaba de falsa causa. La mejora es digna de ser aplaudida, porque la falsa causa es distinta del motivo
determinante. Ya habíamos dicho que el Derecho considera sin relevancia jurídica el error en los motivos y
en las valoraciones particulares, porque en la dogmática del negocio el declarante tiene una carga de
responsabilidad en manifestar la razón de sus actos cuando quiera atar los efectos a las razones especiales
que le impulsan y mueven su voluntad. Por eso, cuando se expresan y son aceptadas tales razones pero hay
error sobre las mismas, se admite la anulabilidad.
Hay error en los motivos cuando recae sobre las razones subjetivas. En este caso, el error no se encuentra
en el objeto del negocio, entendido tanto como materia de prestación, o como conjunto de intereses a
satisfacer, ni estriba tampoco en la persona de la otra parte. No, el error ha sido sobre un hecho o
circunstancia ajenos al negocio. Ejemplo clásico del error en los motivos es el del heredero que confiando en
la herencia que habrá de beneficiarle, realiza ciertas adquisiciones a precio aplazado y luego descubre que
sus expectativas han estado equivocadas porque aparece un pariente con mejor derecho.
El artículo bajo análisis puntualiza que no cualquier móvil tiene trascendencia a los efectos del error, pues
impone tres requisitos que han de concurrir de consuno: a) que se haya manifestado como razón
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determinante; b) que así se haya hecho constar expresamente; y c) que sea aceptado por el destinatario de
la declaración con este carácter de motivo determinante, o sea, esencial para celebrar el negocio.
Razón determinante es a estos fines equivalente o sinónimo de que si no hubiere existido este motivo no se
hubiera celebrado el negocio, o se hubiera celebrado en otros términos diferentes.
Apunta también el precepto que el motivo, con tal carácter de determinante, debe hacerse constar
expresamente, lo que significa de manera explícita, clara o unívoca. Es decir, siempre y cuando pueda
apreciarse que ese y no otro motivo ha constituido la razón determinante para la celebración del negocio. No
hay que olvidar que la identificación del error eS, con frecuencia, tarea de interpretación de la declaración. Si
de esta investigación se concluye que hubo motivo determinante evidente de alguna manera, aunque no
declarado taxativamente como presupuesto sine qua non del negocio, entendemos que se cumple el
requisito que el artículo señala.
Concluye el artículo diciendo que el motivo determinante tiene que haber sido aceptado por la otra parte. En
este extremo ya no se hace distingo alguno sobre la forma, expresa o tácita, de la aceptación. Puede
hacerse de cualquier modo, siempre que pueda concluirse que, efectivamente, se ha producido tal
aceptación. De paso digamos que como no se reclama forma declarativa (no formalidad) especial para
evidenciar la aceptación, no vemos razón poderosa para invocar la obligacióna una parte de hacerlo de
modo expreso y liberar a la otra. A nuestro juicio, los criterios para cerciorarse de la declaración del motivo y
de la declaración de aceptación no tienen por qué ser diferentes. El juez podrá ser rígido, debe serio en estos
casos, para convencerse de que dada la conducta de las partes, las circunstancias concurrentes, etc., existía
un motivo determinante aceptado (si ha sido aceptado no hace falta que se pruebe que se había manifestado
de uno u otro modo), pero no creemos que pueda imponer una declaración expresa, tal como la entiende el
artículo 141.
g) Señale las diferencias entre la ineficacia estructural y la ineficacia funcional del Acto Jurídico
La ineficacia estructural denominada también causa intrínseca, ineficacia inicial u originaria, en esta
ineficacia el acto jurídico no produce sus efectos por haber nacido muerto o deja de producir sus efectos
retroactivamente por haber nacido gravemente enfermo, los supuestos que nuestro ordenamiento jurídico
regulan son la nulidad y la anulabilidad, no reconoce la inexistencia como ocurre en otros países Italia,
Francia y España.
El acto jurídico no produce nunca sus efectos por haber nacido muerto o deja de producir retroactivamente
todos los efectos jurídicos por haber nacido gravemente enfermo. "La coetanidad al momento de la
formación del negocio jurídico es pues el primer rasgo de la ineficacia estructural. Sin embargo, no basta que
se trate de una causal de ineficacia que se presente al momento de formación, sino que además de ello es
necesario que la causal suponga en defecto en la estructura del negocio jurídico."
En muchos sistemas jurídicos la expresión invalidez se utiliza para hacer referencia a la ineficacia estructural.
Por regla general el defecto se presenta con posterioridad a la celebración o formación del acto jurídico, sin
embargo en la rescisión la causa de ineficacia es coetánea a la formación del negocio jurídico, empero en la
generalidad de los casos, las causales de ineficacia funcional son sobrevinientes a la formación de los actos
jurídicos. Pueden ser producto del acuerdo entre las partes que han celebrado el acto jurídico, en aplicación
del principio de autonomía privada.
La ineficacia estructural es aquella que se presenta al momento mismo de la celebración del acto jurídico, es
decir, se trata de un acto jurídico afectado por una causal de ineficacia desde el momento mismo de su
celebración o formación.
No debe olvidarse que cuando nos referimos a la celebración o formación de un acto jurídico nos estamos
refiriendo al momento en el cual se conforma o compone el acto jurídico por la concurrencia de todos los
aspectos de su estructura, bien se trate de sus elementos, presupuestos y requisitos. Del mismo modo
tampoco debe olvidarse que la doctrina utiliza indistintamente los términos de celebración, formación,
nacimiento, conclusión o perfección para hacer referencia a este momento, nosotros solamente por
comodidad de expresión en este trabajo utilizaremos indistintamente los términos de celebración o
formación.
Pues bien, como ya lo hemos indicado anteriormente, la ineficacia estructural se presenta cuando el acto
jurídico desde el momento mismo de su formación se encuentra atacado o afectado por una causal de
ineficacia. La coetaneidad al momento de la formación del acto jurídico es pues el primer rasgo característico
de la ineficacia estructural. Sin embargo no basta que se trate de una causal de ineficacia que se presente al
momento de la formación, sino que además de ello es necesario que la causal suponga un defecto en la
estructura del acto jurídico. En otros términos, todos los supuestos de ineficacia estructural, como su propio
nombre lo indica claramente, supone un acto jurídico mal estructurado, con un defecto congénito, de modo
tal que se trate de un acto jurídico con un defecto intrínseco.
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Se emplea el término invalidez para hacer referencia al concepto de ineficacia estructural.
La ineficacia funcional, supone en todos los casos un acto jurídico perfectamente estructurado, en el cual
han concurrido todos sus elementos, presupuestos y requisitos de orden legal, sólo que dicho acto jurídico
por un evento ajeno a su estructura debe dejar de producir efectos jurídicos. En los supuestos de ineficacia
funcional por regla general, el defecto se presenta con posterioridad a la celebración o formación del acto
jurídico y es por ello que se habla de eficacia funcional o sobreviniente.
Sin embargo, Uno de los supuestos de ineficacia funcional es la rescisión y la causa de ineficacia es
coetánea a la formación del acto jurídico.
En algunos casos de ineficacia funcional puede ser consecuencia del pato entre las partes que han
celebrado el acto jurídico.
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3 y 4. DERECHO DE FAMILIA:
Los sociólogos distinguen varios tipos de familia agrupándola en tres grandes grupos (en la sociedad
occidental):
Familia nuclear, los padres mas los hijos, es la que mayor preponderancia tiene en nuestro ordenamiento
jurídico, y la que se regula en nuestro Código Civil.
Familia extensa; que a su vez puede ser de dos tipos:
Familia polinuclear; incluye a varias familias nucleares, es decir, varias generaciones en un mismo hogar
Familia nuclear ampliada; Integrada por los padres e hijos y otros parientes
Familia incompleta; Viudo/a con hijos, también el separado/a o divorciado/a con hijos.
No se admite en nuestro Derecho la familia poligámica ni la poliándrica.
Constitución Política del Perú. Protección a la familia. Promoción del matrimonio. Artículo 4.- La
comunidad y el Estado protegen especialmente al niño, al adolescente, a la madre y al anciano en situación
de abandono. También protegen a la familia y promueven el matrimonio. Reconocen a estos últimos como
institutos naturales y fundamentales de la sociedad. La forma del matrimonio y las causas de separación y de
disolución son reguladas por la ley.
La Convención de los Derechos del Niño en su Preámbulo señala que la familia como grupo fundamental
de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y en particular de
los niños, debe recibir la protección y asistencia necesarias para poder asumir plenamente sus
responsabilidades dentro de la comunidad; reconociendo que el niño, para el pleno y armonioso desarrollo
de su personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión.
22
b) Causales de divorcio. Explique 3 de ellas
Código Civil – Libro III – Título IV - Artículo 333.- Causales
Son causas de separación de cuerpos:
1. El adulterio.
2. La violencia física o psicológica, que el juez apreciará según las circunstancias.
3. El atentado contra la vida del cónyuge.
4. La injuria grave, que haga insoportable la vida en común.
5. El abandono injustificado de la casa conyugal por más de dos años continuos o cuando la duración
sumada de los períodos de abandono exceda a este plazo.
6. La conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común.
7. El uso habitual e injustificado de drogas alucinógenas o de sustancias que puedan generar toxicomanía,
salvo lo dispuesto en el Artículo 347.
8. La enfermedad grave de transmisión sexual contraída después de la celebración del matrimonio.
9. La homosexualidad sobreviniente al matrimonio.
10. La condena por delito doloso a pena privativa de la libertad mayor de dos años, impuesta después de la
celebración del matrimonio.
11. La imposibilidad de hacer vida en común, debidamente probada en proceso judicial.
12. La separación de hecho de los cónyuges durante un período ininterrumpido de dos años. Dicho plazo
será de cuatro años si los cónyuges tuviesen hijos menores de edad. En estos casos no será de aplicación lo
dispuesto en el Artículo 335. (Tercer Pleno Casatorio de la Corte Suprema)
13. La separación convencional, después de transcurridos dos años de la celebración del matrimonio.
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Libro II, Sección Segunda, TITULO III. Régimen Patrimonial
Elección del régimen patrimonial. Artículo 295.- Antes de la celebración del matrimonio, los futuros
cónyuges pueden optar libremente por el régimen de sociedad de gananciales o por el de separación de
patrimonios, el cual comenzará a regir al celebrarse el casamiento. Si los futuros cónyuges optan por el
régimen de separación de patrimonios, deben otorgar escritura pública, bajo sanción de nulidad. Para que
surta efecto debe inscribirse en el registro personal. A falta de escritura pública se presume que los
interesados han optado por el régimen de sociedad de gananciales.
Sustitución del Régimen Patrimonial. Artículo 296.- Durante el matrimonio, los cónyuges pueden sustituir
un régimen por el otro. Para la validez del convenio son necesarios el otorgamiento de escritura pública y la
inscripción en el registro personal. El nuevo régimen tiene vigencia desde la fecha de su inscripción.
Sustitución judicial del régimen. Artículo 297.- En el caso de hallarse en vigencia el régimen de sociedad
de gananciales, cualquiera de los cónyuges puede recurrir al juez para que dicho régimen se sustituya por el
de separación, en los casos a que se refiere el artículo 329.
Liquidación del régimen patrimonial. Artículo 298.- Al terminar la vigencia de un régimen patrimonial se
procederá necesariamente a su liquidación.
Bienes del régimen patrimonial. Artículo 299.- El régimen patrimonial comprende tanto los bienes que los
cónyuges tenían antes de entrar aquél en vigor como los adquiridos por cualquier título durante su vigencia.
Obligación mutua de sostener el hogar. Artículo 300.- Cualquiera que sea el régimen en vigor, ambos
cónyuges están obligados a contribuir al sostenimiento del hogar según sus respectivas posibilidades y
rentas. En caso necesario, el juez reglará la contribución de cada uno.
Bienes de la sociedad de gananciales. Artículo 302.- Son bienes propios de cada cónyuge:
1.- Los que aporte al iniciarse el régimen de sociedad de gananciales.
2.- Los que adquiera durante la vigencia de dicho régimen a título oneroso, cuando la causa de adquisición
ha precedido a aquélla.
3.- Los que adquiera durante la vigencia del régimen a título gratuito.
4.- La indemnización por accidentes o por seguros de vida, de daños personales o de enfermedades,
deducidas las primas pagadas con bienes de la sociedad.
5.- Los derechos de autor e inventor.
6.- Los libros, instrumentos y útiles para el ejercicio de la profesión o trabajo, salvo que sean accesorios de
una empresa que no tenga la calidad de bien propio.
7.- Las acciones y las participaciones de sociedades que se distribuyan gratuitamente entre los socios por
revaluación del patrimonio social, cuando esas acciones o participaciones sean bien propio.
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8.- La renta vitalicia a título gratuito y la convenida a título oneroso cuando la contraprestación constituye
bien propio.
9.- Los vestidos y objetos de uso personal, así como los diplomas, condecoraciones, correspondencia y
recuerdos de familia.
Administración de bienes propios. Artículo 303.- Cada cónyuge conserva la libre administración de sus
bienes propios y puede disponer de ellos o gravarlos.
Irrenunciabilidad de actos de liberalidad. Artículo 304.- Ninguno de los cónyuges puede renunciar a una
herencia o legado o dejar de aceptar una donación sin el consentimiento del otro.
Administración de bienes propios del otro cónyuge. Artículo 305.- Si uno de los cónyuges no contribuye
con los frutos o productos de sus bienes propios al sostenimiento del hogar, el otro puede pedir que pasen a
su administración, en todo o en parte. En este caso, está obligado a constituir hipoteca y, si carece de
bienes propios, otra garantía, si es posible, según el prudente arbitrio del juez, por el valor de los bienes que
reciba.
Atribución del cónyuge administrador. Artículo 306.- Cuando uno de los cónyuges permite que sus
bienes propios sean administrados en todo o en parte por el otro, no tiene éste sino las facultades inherentes
a la mera administración y queda obligado a devolverlos en cualquier momento a requerimiento del
propietario.
Pago de deudas anteriores al régimen de gananciales. Artículo 307.- Las deudas de cada cónyuge
anteriores a la vigencia del régimen de gananciales son pagadas con sus bienes propios, a menos que
hayan sido contraídas en beneficio del futuro hogar, en cuyo caso se pagan con bienes sociales a falta de
bienes propios del deudor.
Deudas personales del otro cónyuge. Artículo 308.- Los bienes propios de uno de los cónyuges, no
responden de las deudas personales del otro, a menos que se pruebe que se contrajeron en provecho de la
familia.
Bienes sociales. Artículo 310.- Son bienes sociales todos los no comprendidos en el artículo 302, incluso
los que cualquiera de los cónyuges adquiera por su trabajo, industria o profesión, así como los frutos y
productos de todos los bienes propios y de la sociedad y las rentas de los derechos de autor e inventor.
También tienen la calidad de bienes sociales los edificios construídos a costa del caudal social en suelo
propio de uno de los cónyuges, abonándose a éste el valor del suelo al momento del reembolso.
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Reglas para calificación de los bienes. Artículo 311.- Para la calificación de los bienes, rigen las reglas
siguientes:
1.- Todos los bienes se presumen sociales, salvo prueba en contrario.
2.- Los bienes sustituídos o subrogados a otros se reputan de la misma condición de los que sustituyeron o
subrogaron.
3.- Si vendidos algunos bienes, cuyo precio no consta haberse invertido, se compran después otros
equivalentes, se presume, mientras no se pruebe lo contrario, que la adquisición posterior es hecha con el
producto de la enajenación anterior.
Prohibición de contratos entre cónyuges. Artículo 312.- Los cónyuges no pueden celebrar contratos
entre sí respecto de los bienes de la sociedad.
Administración común del patrimonio social. Artículo 313.- Corresponde a ambos cónyuges la
administración del patrimonio social. Sin embargo, cualquiera de ellos puede facultar al otro para que asuma
exclusivamente dicha administración respecto de todos o de algunos de los bienes. En este caso, el cónyuge
administrador indemnizará al otro por los daños y perjuicios que sufra a consecuencia de actos dolosos o
culposos.
Administración de bienes sociales y propios por el otro cónyuge. Artículo 314.- La administración de
los bienes de la sociedad y de los propios de uno de los cónyuges corresponde al otro en los casos del
artículo 294, incisos 1 y 2. Si uno de los cónyuges ha abandonado el hogar, corresponde al otro la
administración de los bienes sociales.
Disposición de los bienes sociales. Artículo 315.- Para disponer de los bienes sociales o gravarlos, se
requiere la intervención del marido y la mujer. Empero, cualquiera de ellos puede ejercitar tal facultad, si
tiene poder especial del otro. Lo dispuesto en el párrafo anterior no rige para los actos de adquisición de
bienes muebles, los cuales pueden ser efectuados por cualquiera de los cónyuges. Tampoco rige en los
casos considerados en las leyes especiales.
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8.- Las cargas que pesan sobre los usufructuarios respecto de los bienes propios de cada cónyuge.
9.- Los gastos que cause la administración de la sociedad.
Responsabilidad por deudas de la sociedad. Artículo 317.- Los bienes sociales y, a falta o por
insuficiencia de éstos, los propios de ambos cónyuges, responden a prorrata de las deudas que son de cargo
de la sociedad.
Artículo 319.- Fin de la Sociedad.- Para las relaciones entre los cónyuges se considera que el fenecimiento
de la sociedad de gananciales se produce en la fecha de la muerte o de la declaración de muerte presunta o
de ausencia; en la de notificación con la demanda de invalidez del matrimonio, de divorcio, de separación de
cuerpos o de separación judicial de bienes; y en la fecha de la escritura pública, cuando la separación de
bienes se establece de común acuerdo. En los casos previstos en los incisos 5 y 12 del Artículo 333, la
sociedad de gananciales fenece desde el momento en que se produce la separación de hecho.
Respecto a terceros, el régimen de sociedad de gananciales se considera fenecido en la fecha de la
inscripción correspondiente en el registro personal.”
Inventario valorizado de bienes sociales. Artículo 320.- Fenecida la sociedad de gananciales, se procede
de inmediato a la formación del inventario valorizado de todos los bienes. El inventario puede formularse en
documento privado con firmas legalizadas, si ambos cónyuges o sus herederos están de acuerdo. En caso
contrario el inventario se hace judicialmente. No se incluye en el inventario el menaje ordinario del hogar en
los casos del artículo 318, incisos 4 y 5, en que corresponde al cónyuge del ausente o al sobreviviente.
Bienes excluídos del menaje. Artículo 321.- El menaje ordinario del hogar no comprende:
1.- Los vestidos y objetos de uso personal.
2.- El dinero.
3.- Los títulos valores y otros documentos de carácter patrimonial.
4.- Las joyas.
5.- Las medallas, condecoraciones, diplomas y otras distinciones.
6.- Las armas.
7.- Los instrumentos de uso profesional u ocupacional.
8.- Las colecciones científicas o artísticas.
9.- Los bienes culturales-históricos.
10.- Los libros, archivos y sus contenedores.
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11.- Los vehículos motorizados.
12.- En general, los objetos que no son de uso doméstico.
Gananciales. Artículo 323.- Son gananciales los bienes remanentes después de efectuados los actos
indicados en el artículo 322. Los gananciales se dividen por mitad entre ambos cónyuges o sus respectivos
herederos. Cuando la sociedad de gananciales ha fenecido por muerte o declaración de ausencia de uno de
los cónyuges, el otro tiene preferencia para la adjudicación de la casa en que habita la familia y del
establecimiento agrícola, artesanal, industrial o comercial de carácter familiar, con la obligación de reintegrar
el exceso de valor, si lo hubiera.
Pérdida de gananciales. Artículo 324.- En caso de separación de hecho, el cónyuge culpable pierde el
derecho a gananciales proporcionalmente a la duración de la separación.
Liquidación de varias sociedades de gananciales. Artículo 325.- Siempre que haya de ejecutarse
simultáneamente la liquidación de gananciales de dos o más matrimonios contraídos sucesivamente por una
misma persona, se admitirá, en defecto de inventarios previos a cada matrimonio, toda clase de pruebas
para determinar los bienes de cada sociedad; y, en caso de duda, se dividirán los gananciales entre las
diferentes sociedades, teniendo en cuenta el tiempo de su duración y las pruebas que se haya podido actuar
acerca de los bienes propios de los respectivos cónyuges.
Unión de hecho. Artículo 326.- La unión de hecho, voluntariamente realizada y mantenida por un varón y
una mujer, libres de impedimento matrimonial, para alcanzar finalidades y cumplir deberes semejantes a los
del matrimonio, origina una sociedad de bienes que se sujeta al régimen de sociedad de gananciales, en
cuanto le fuere aplicable, siempre que dicha unión haya durado por lo menos dos años continuos. La
posesión constante de estado a partir de fecha aproximada puede probarse con cualquiera de los medios
admitidos por la ley procesal, siempre que exista un principio de prueba escrita.La unión de hecho termina
por muerte, ausencia, mutuo acuerdo o decisión unilateral. En este último caso, el juez puede conceder, a
elección del abandonado, una cantidad de dinero por concepto de indemnización o una pensión de
alimentos, además de los derechos que le correspondan de conformidad con el régimen de sociedad de
gananciales. Tratándose de la unión de hecho que no reúna las condiciones señaladas en este artículo, el
interesado tiene expedita, en su caso, la acción de enriquecimiento indebido.
Separación del patrimonio. Artículo 327.- En el régimen de separación de patrimonios, cada cónyuge
conserva a plenitud la propiedad, administración y disposición de sus bienes presentes y futuros y le
corresponden los frutos y productos de dichos bienes.
Deudas personales. Artículo 328.- Cada cónyuge responde de sus deudas con sus propios bienes.
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Separación de patrimonio por declaración de insolvencia. Artículo 329.- Además de los casos a que se
refieren los artículos 295 y 296, el régimen de separación es establecido por el juez, a pedido del cónyuge
agraviado, cuando el otro abusa de las facultades que le corresponden o actúa con dolo o culpa. Interpuesta
la demanda, puede el juez dictar, a pedido del demandante o de oficio, las providencias concernientes a la
seguridad de los intereses de aquél. Dichas medidas, así como la sentencia, deben ser inscritas en el
registro personal para que surtan efecto frente a terceros. La separación surte efecto entre los cónyuges
desde la fecha de la notificación con la demanda.
Separación de patrimonio a solicitud del cónyuge agraviado. Artículo 330.- La declaración de inicio de
Procedimiento Concursal Ordinario de uno de los cónyuges determina de pleno derecho la sustitución del
régimen de sociedad de gananciales por el de separación de patrimonios y, para que produzca efectos frente
a terceros, se inscribirá en el registro personal de oficio a solicitud de la Comisión de Procedimientos
Concursales competente, del deudor, de su cónyuge o del administrador o liquidador, Presidente de la Junta
de Acreedores o cualquier acreedor interesado. No obstante lo anterior, en el supuesto de que al momento
de iniciarse el procedimiento concursal de una persona natural se encontrase vigente otro procedimiento de
la misma naturaleza previamente difundido conforme a la ley de la materia respecto de la sociedad conyugal
que integra, no se producirá la consecuencia prevista en el párrafo precedente en tanto se desarrolle el
trámite de tal procedimiento."
Fin de la separación de patrimonios. Artículo 331.- El régimen de separación de patrimonios fenece en
los casos del artículo 318, incisos 1, 3, 5 y 6.
Reconocimiento del hijo extramatrimonial. Artículo 388.- El hijo extramatrimonial puede ser reconocido
por el padre y la madre conjuntamente o por uno solo de ellos.
Reconocimiento por los abuelos. Artículo 389.- El hijo extramatrimonial puede ser reconocido por los
abuelos o abuelas de la respectiva línea, en el caso de muerte del padre o de la madre o cuando éstos se
hallen comprendidos en los Artículos 43 incisos 2 y 3, y 44 incisos 2 y 3, o en el Artículo 47 o también cuando
los padres sean menores de catorce años. En este último supuesto, una vez que el adolescente cumpla los
catorce años, podrá reconocer a su hijo.
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Formas de reconocimiento. Artículo 390.- El reconocimiento se hace constar en el registro de nacimientos,
en escritura pública o en testamento.
Capacidad para reconocer. Artículo 393.- Toda persona que no se halle comprendida en las
incapacidades señaladas en el Artículo 389 y que tenga por lo menos catorce años cumplidos puede
reconocer al hijo extramatrimonial.
Reconocimiento de hijo fallecido. Artículo 394.- Puede reconocerse al hijo que ha muerto dejando
descendientes.
Reconocimiento de hijo extramatrimonial de mujer casada. Artículo 396.- El hijo de mujer casada no
puede ser reconocido sino después de que el marido lo hubiese negado y obtenido sentencia favorable.
Asentimiento para que el hijo extramatrimonial viva en el hogar conyugal. Artículo 397.- El hijo
extramatrimonial reconocido por uno de los cónyuges no puede vivir en la casa conyugal sin el asentimiento
del otro.
Efectos del reconocimiento del hijo mayor de edad. Artículo 398.- El reconocimiento de un hijo mayor
de edad no confiere al que lo hace derechos sucesorios ni derecho a alimentos, sino en caso que el hijo
tenga respecto de él la posesión constante de estado o consienta en el reconocimiento.
Impugnación del reconocimiento. Artículo 399.- El reconocimiento puede ser negado por el padre o por
la madre que no interviene en él, por el propio hijo o por sus descendientes si hubiera muerto, y por quienes
tengan interés legítimo, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 395.
Plazo para negar el reconocimiento. Artículo 400.- El plazo para negar el reconocimiento es de noventa
días, a partir de aquel en que se tuvo conocimiento del acto.
Negación del reconocimiento al cesar la incapacidad. Artículo 401.- El hijo menor o incapaz puede en
todo caso negar el reconocimiento hecho en su favor dentro del año siguiente a su mayoría o a la cesación
de su incapacidad.
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Procedencia de la declaración judicial de paternidad extramatrimonial. Artículo 402.- La paternidad
extramatrimonial puede ser judicialmente declarada:
1. Cuando exista escrito indubitado del padre que la admita.
2. Cuando el hijo se halle, o se hubiese hallado hasta un año antes de la demanda, en la posesión constante
del estado de hijo extramatrimonial, comprobado por actos directos del padre o de su familia.
3. Cuando el presunto padre hubiera vivido en concubinato con la madre en la época de la concepción. Para
este efecto se considera que hay concubinato cuando un varón y una mujer, sin estar casados entre sí,
hacen vida de tales.
4. En los casos de violación, rapto o retención violenta de la mujer, cuando la época del delito coincida con la
de la concepción.
5. En caso de seducción cumplida con promesa de matrimonio en época contemporánea con la concepción,
siempre que la promesa conste de manera indubitable.
6. Cuando se acredite el vínculo parental entre el presunto padre y el hijo a través de la prueba del ADN u
otras pruebas genéticas o científicas con igual o mayor grado de certeza.
Lo dispuesto en el presente inciso no es aplicable respecto del hijo de la mujer casada cuyo marido no
hubiese negado la paternidad. El juez desestimará las presunciones de los incisos precedentes cuando se
hubiera realizado una prueba genética u otra de validez científica con igual o mayor grado de certeza.
Declaración judicial de paternidad del hijo de mujer casada. Artículo 404.- Si la madre estaba casada
en la época de la concepción, sólo puede admitirse la acción en caso que el marido hubiera contestado su
paternidad y obtenido sentencia favorable.
Inicio de la acción antes del nacimiento. Artículo 405.- La acción puede ejercitarse antes del nacimiento
del hijo.
Titulares de la acción. Artículo 407.- La acción corresponde sólo al hijo. Empero, la madre, aunque sea
menor de edad, puede ejercerla en nombre del hijo, durante la minoría de éste. El tutor y el curador, en su
caso, requieren autorización del consejo de familia. La acción no pasa a los herederos del hijo. Sin embargo,
sus descendientes pueden continuar el juicio que dejó iniciado.
Juez competente. Artículo 408.- La acción puede ejercitarse ante el juez del domicilio del demandado o del
demandante.
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Inextinguibilidad de la acción. Artículo 410.- No caduca la acción para que se declare la filiación
extramatrimonial.
Normatividad supletoria. Artículo 411.- Son aplicables a la madre y a sus herederos las disposiciones de
los artículos 406 a 408.
Efectos de la sentencia de filiación extramatrimonial. Artículo 412.- La sentencia que declara la
paternidad o la maternidad extramatrimonial produce los mismos efectos que el reconocimiento. En ningún
caso confiere al padre o a la madre derecho alimentario ni sucesorio.
Prueba biológica o genética. Artículo 413.- En los procesos sobre declaración de paternidad o maternidad
extramatrimonial es admisible la prueba biológica, genética u otra de validez científica con igual o mayor
grado de certeza. También son admisibles estas pruebas a petición de la parte demandante en el caso del
Artículo 402, inciso 4), cuando fueren varios los autores del delito. La paternidad de uno de los demandados
será declarada sólo si alguna de las pruebas descarta la posibilidad de que corresponda a los demás
autores. Si uno de los demandados se niega a someterse a alguna de las pruebas, será declarada su
paternidad, si el examen descarta a los demás. La obligación alimentaria es solidaria respecto de quienes se
nieguen a someterse a alguna de las pruebas.
Alimentos para la madre e indemnización del daño moral. Artículo 414.- En los casos del artículo 402,
así como cuando el padre ha reconocido al hijo, la madre tiene derecho a alimentos durante los sesenta días
anteriores y los sesenta posteriores al parto, así como al pago de los gastos ocasionados por éste y por el
embarazo. También tiene derecho a ser indemnizada por el daño moral en los casos de abuso de autoridad
o de promesa de matrimonio, si esta última consta de modo indubitable, de cohabitación delictuosa o de
minoridad al tiempo de la concepción. Estas acciones son personales, deben ser interpuestas antes del
nacimiento del hijo o dentro del año siguiente; se dirigen contra el padre o sus herederos y pueden
ejercitarse ante el juez del domicilio del demandado o del demandante.
e) Hijos alimentista
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Artículo 416 (Derogado)
Titular y destinatario de la acción. Artículo 417.- La acción que corresponde al hijo en el caso del artículo
415 es personal, se ejercita por medio de su representante legal y se dirige contra el presunto padre o sus
herederos. Estos, sin embargo, no tienen que pagar al hijo más de lo que habría recibido como heredero si
hubiese sido reconocido o judicialmente declarado.
Comentario: Rosario Rodríguez-Cadilla Ponce
Este artículo trata del hijo extramatrimonial, es decir, aquel hijo que no ha sido voluntariamente reconocido ni
judicialmente declarado respecto de su padre.
Ahora bien, el solo hecho de que la madre haya tenido relaciones sexuales con un hombre durante la época
de la concepción no significa que necesariamente la paternidad de ese niño recae en dicho sujeto; solo es
indicativo de que existe una posibilidad más o menos razonable de que esa persona podría ser el padre. Es
por eso que se propuso que el derecho alimentario de tal hijo cubriese solo lo estrictamente necesario para
subsistir ya que, si bien es inhumano privar a un inocente de los alimentos, tampoco es justo que una
persona que puede no ser el padre, tenga que asumir el sostenimiento del hijo con la misma amplitud que si
fuera un hijo matrimonial o uno extramatrimonial reconocido o declarado.
Como lo dice textualmente la norma, el aludido derecho alimentario es el único que se concede a tal hijo, el
cual, por tanto, carece respecto del "padre" de los demás derechos inherentes a la filiación establecida:
apellido, protección de la patria potestad, herencia.
Ahora bien, con el desarrollo de la genética existe la posibilidad de determinar la paternidad con absoluta
certeza mediante la técnica del ADN.
La dactiloscopía del ADN es una técnica bioquímica que se realiza en cualquier célula extraída del
organismo (tejidos, sangre, saliva, pelos, líquido seminal o vaginal, etcétera) o de restos descompuestos,
momificados y aun calcinados. Su investigación se basa en el fraccionamiento del ADN, mediante enzimas
de restricción, obteniendo fragmentos característicos en cada persona (VARSI).
Desde el punto de vista jurídico las pruebas biológicas constituyen un medio ordinario de prueba en los
procesos de filiación. La doctrina y la jurisprudencia han señalado que este tipo de pruebas tienen carácter
pericia!. En nuestro país son pruebas de carácter extraordinario.
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5. DERECHOS REALES:
No se debe confundir los Derechos Personales con los Derechos Personalísimos. Estos últimos son
derechos inherentes a la persona e intransferibles por ningún tipo de contrato y obligación, simplemente no
son materia de ningún tipo de transferencia.
No obstante, al igual que otros derechos fundamentales, el derecho de propiedad no constituye solamente un
derecho subjetivo, sino también una garantía institucional, a tenor del artículo 70º de la Carta Magna, el cual
enuncia que “El derecho de propiedad es inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce en armonía con el bien
común y dentro de los límites de ley. A nadie puede privarse de su propiedad sino, exclusivamente, por
causa de seguridad nacional o necesidad pública, declarada por ley, y previo pago en efectivo de
indemnización justipreciada que incluya compensación por el eventual perjuicio”.
Desde una perspectiva iusprivatista, el derecho de propiedad es el poder jurídico que permite a una persona
usar, disfrutar, disponer y reivindicar un bien. Como lo apunta Jorge Avendaño, el derecho de propiedad
contiene 4 caracteres: es un derecho real, exclusivo, absoluto y perpetuo. Por ser un derecho real, confiere a
su titular las facultades de persecución y de preferencia, y además establece respecto de la cosa una
relación directa e inmediata. Por ser un derecho exclusivo, la propiedad es erga omnes, esto es, se puede
oponer a todos y excluye de su ámbito a todo otro titular. Por ser un derecho absoluto, la propiedad confiere
a su titular todas las facultades posibles sobre el bien. Y por ser un derecho perpetuo, la propiedad sólo se
extingue cuando el bien desaparece o cuando es abandonado, mas no por el simple no uso de su titular .
Acción reivindicatoria. Artículo 927.- La acción reivindicatoria es imprescriptible. No procede contra aquél
que adquirió el bien por prescripción.
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La acción reivindicatoria es aquella que corresponde al propietario no poseedor y persigue la restitución del
bien con sus acciones del poseedor de buena o mala fe. A decir de Gunther Gonzáles busca la coincidencia
entre el derecho y el hecho.
“Para todos los casos en que la propiedad y la relación posesoria se encuentren disgregadas, la ley otorga al
propietario una acción o pretensión de propiedad denominada acción de reivindicación y cuyo objeto principal
es obtener la recuperación de la posesión que tiene otra persona”.
Los hermanos Mazeud precisan que el derecho de propiedad, como cualquier otro derecho, está protegido
por una acción judicial, que le permite al propietario hacer que se le reconozca y sancionar su derecho. En tal
sentido, la acción que sanciona el derecho de propiedad es la acción reivindicatoria.
Alvarez Caperochipi define la acción reivindicatoria como la forma ordinaria de hacer efectiva la tutela
jurisdiccional de la propiedad, como la acción que ejercita el propietario para la recuperación de la
detentación efectiva de la cosa.
Gunther Gonzales Barrón precisa que: “La reivindicatoria es el remedio de tutela por excelencia de la
propiedad".
Para Ricardo Rabinovich, la reivindicación es una acción; es decir, una forma de reclamo judicial, que se
esgrime contra otro en caso de no haber tenido éxito al requerirle que cumple con lo que el ordenamiento
prescribe.
Para Eugenio Castañeda la reivindicación es la acción real por excelencia, el propietario de una cosa
singular, de la que no tiene la posesión pide que el poseedor de ella se la restituya. Afirma también que en la
acción reivindicatoria el dominio sirve al actor como antecedente, como causa para reclamar la posesión, ya
que ésta, es uno de los efectos más importantes de aquél.
“En principio, la palabra “reivindicación” tiene su origen en las voces latinas res que significa “cosa” y
vindicare, “reclamar aquello de que se ha desposeído a alguno”; vale decir que, etimológicamente, esta
acción persigue la restitución de una cosa. (…) En la doctrina, la reivindicación es la acción que ejercita una
persona para reclamar la restitución de una cosa de la que pretende ser propietario”.
Respecto a los requisitos para ejercitar la acción de reivindicación, el antes citado autor precisa que:
a) El reivindicante deberá ser el dueño de la cosa;
b) El dueño deberá haber perdido la posesión de la cosa;
c) Otro requisito de la acción reivindicatoria es que sea una cosa singular la que se reivindica. No se
comprenden en esta acción las universalidades jurídicas, como el patrimonio y la herencia. Esta se recupera
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por medio de la acción de petición de herencia. Según este requisito de identidad, la cosa que es materia de
reivindicación, es necesario acreditarla en tal forma que no dé lugar a que sea confundida con otra de su
especie;
d) Es también indispensable que se demuestre la posesión de la cosa que se reclama por quien es el
demandado en el juicio de reivindicación, ya que si es persona distinta la sentencia que se pronunciará no
tendría efecto contra ella, desde que a nadie puede privársele de una cosa sin ser oído y vencido en juicio.
Asimismo, si el poseedor en el juicio de reivindicación apoya su posesión en un título debe pedirse que se
declare previamente la nulidad del título por virtud del cual posee.
Asimismo, Ramírez precisa que para que el demandante salga victorioso en la acción reivindicatoria, debe
probar: a) el dominio; b) la falta de derecho a poseer del demandado; c) la posesión del poseedor; y d) la
identidad del bien15.
Albaladejo precisa que la acción reivindicatoria tiende a que la cosa sea restituida a su propietario por quien
la posee indebidamente; compete, pues, al propietario que tiene derecho a poseerla, contra el poseedor que
carece de él. Asimismo, para este autor, la acción reivindicatoria persigue: 1° que sea declarado el derecho
de propiedad de quien la interpone; 2° que, en consecuencia, le sea restituida la cosa sobre que aquél recae.
En tal sentido, señala que la prueba de ser dueño incumbe al reivindicante que es quien lo alega.
Consideramos que para que se declare fundada una acción de reivindicación debe probarse:19
b) Que el demandado detenta o posee el bien de propiedad del demandado, sin derecho a poseer.
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Se puede reivindicar contra el poseedor actual o contra el que posee en nombre ajeno (detentador). El
demandante deberá probar la falta de derecho de poseer del demandado.
El mejor derecho de propiedad es una acción declarativa de dominio, también es conocida en la doctrina
como acción publiciana.
La acción de mejor derecho de propiedad tiene como única finalidad obtener una declaración de que el actor
es el verdadero propietario del bien. En estricto, es una acción de mera declaración de propiedad. No
procura la restitución del bien a favor del propietario no poseedor. A diferencia de la reivindicación, es una
acción carente de condena al poseedor ilegítimo.
Para Alvarez Caperochipi, la acción declarativa de dominio es una forma ordinaria de hacer efectiva la tutela
jurisdiccional de la propiedad. En esta acción lo que se pretende recuperar es una posesión sin detentación,
la acción ejercitada es propiamente una acción declarativa de dominio
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6. LA POSESIÓN:
a) Diga porqué es importante la posesión
Muchos autores han señalado que la posesión es el derecho real que más parecido tiene con la propiedad y
no se equivocan. La posesión se constituye en un derecho real que permite a quien lo ejerce realizar todos
los actos inherentes a la propiedad con excepción de la libre disposición. Jurídicamente se entiende como el
poder de hecho ejercido sobre una cosa, usándola y disfrutándola con la intención de hacerla como cosa
propia.
LIBRO V – Derechos Reales / SECCION TERCERA - Derechos Reales Principales / TITULO I –
Posesión / CAPITULO PRIMERO - Disposiciones Generales
Noción de posesión. Artículo 896.- La posesión es el ejercicio de hecho de uno o más poderes inherentes
a la propiedad.
Servidor de la posesión. Artículo 897.- No es poseedor quien, encontrándose en relación de dependencia
respecto a otro, conserva la posesión en nombre de éste y en cumplimiento de órdenes e instrucciones
suyas.
Adición del plazo posesorio. Artículo 898.- El poseedor puede adicionar a su plazo posesorio el de aquel
que le trasmitió válidamente el bien.
Coposesión. Artículo 899.- Existe coposesión cuando dos o más personas poseen un mismo bien
conjuntamente.
Cada poseedor puede ejercer sobre el bien actos posesorios, con tal que no signifiquen la exclusión de los
demás.
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Presunción de propiedad - Artículo 912.- El poseedor es reputado propietario, mientras no se pruebe lo
contrario. Esta presunción no puede oponerla el poseedor inmediato al poseedor mediato. Tampoco puede
oponerse al propietario con derecho inscrito.
Presunción de posesión de accesorios - Artículo 913.- La posesión de un bien hace presumir la posesión
de sus accesorios.
La posesión de un inmueble hace presumir la de los bienes muebles que se hallen en él.
Presunción de buena fe del poseedor - Artículo 914.- Se presume la buena fe del poseedor, salvo prueba
en contrario.
La presunción a que se refiere este artículo no favorece al poseedor del bien inscrito a nombre de otra
persona.
Presunción de posesión continua - Artículo 915.- Si el poseedor actual prueba haber poseído
anteriormente, se presume que poseyó en el tiempo intermedio, salvo prueba en contrario.
En base al analisis y comentarios en el presente trabajo se puede concluir que la posesión precaria es la que
se ejerce sin título o cuando el que se tenía feneció, de esto podemos inferir que se trata de una posesión
contraria a derecho, como es el caso de la posesión ilegítima, más exactamente, de la posesión ilegítima de
mala fe, puesto que los dos supuestos mencionados son los que materializan el ejercicio de una posesión
precaria que, a su vez, están integrados dentro de la posesión ilegitima de mala fe.
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Posesión inmediata y mediata - Artículo 905.- Es poseedor inmediato el poseedor temporal en virtud de un
título. Corresponde la posesión mediata a quien confirió el título.
Posesión ilegítima de buena fe. Artículo 906.- La posesión ilegítima es de buena fe cuando el poseedor
cree en su legitimidad, por ignorancia o error de hecho o de derecho sobre el vicio que invalida su título.
Duración de la buena fe. Artículo 907.- La buena fe dura mientras las circunstancias permitan al poseedor
creer que posee legítimamente o, en todo caso, hasta que sea citado en juicio, si la demanda resulta
fundada.
Posesión de buena fe y los frutos. Artículo 908.- El poseedor de buena fe hace suyos los frutos.
Responsabilidad del poseedor de mala fe. Artículo 909.- El poseedor de mala fe responde de la pérdida
o detrimento del bien aun por caso fortuito o fuerza mayor, salvo que éste también se hubiese producido en
caso de haber estado en poder de su titular.
Obligación del poseedor de mala fe a restituir frutos. Artículo 910.- El poseedor de mala fe está
obligado a entregar los frutos percibidos y, si no existen, a pagar su valor estimado al tiempo que los percibió
o debió percibir.
Posesión precaria. Artículo 911.- La posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el
que se tenía ha fenecido.
Defensa posesoria extrajudicial - Artículo 920.- El poseedor puede repeler la fuerza que se emplee contra
él y recobrar el bien, sin intervalo de tiempo, si fuere desposeído, pero en ambos casos debe abstenerse de
las vías de hecho no justificadas por las circunstancias.
Defensa posesoria judicial - Artículo 921.- Todo poseedor de muebles inscritos y de inmuebles puede
utilizar las acciones posesorias y los interdictos. Si su posesión es de más de un año puede rechazar los
interdictos que se promuevan contra él.
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7. DERECHOS REALES DE GARANTÍA:
a) Garantías Reales: Concepto. Clases; explique cada una de ellas
Concepto: Son aquellos en los que se le asegura el pago de la deuda (pe. Hipoteca, prenda). Aplicable a
toda deuda
Características:
- Seguridad para el acreedor.
- Reipersecutoriedad (perseguir el objeto). El acreedor puede ejecutar sobre el bien allí donde se encuentre
(sea quien sea el titular del bien)
- Accesoriedad. Siempre es accesoria de la obligación que es la que se garantiza.
- Individualidad. El derecho real se mantiene idéntico hasta que se pague el total.
- Realización del valor. Hay un pacto que esta prohibido es el llamado "pacto comisorio" dice: Si el deudor
deja de pagar, el acreedor no se puede quedar con el bien, tiene que pagar la deuda con el valor de la venta,
pero nunca podrá quedarse con el bien.
- Derecho preferente. El crédito garantizado tiene preferencia, o sea es el primero que va a cobrar.
- La especialidad. Recae sobre bienes concretos. No puede haber una garantía sobre todos los bienes, hay
que especificarlo.
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Formalidad de la hipoteca - Artículo 1098.- La hipoteca se constituye por escritura pública, salvo
disposición diferente de la ley.
Requisitos de validez de hipoteca - Artículo 1099.- Son requisitos para la validez de la hipoteca:
1.- Que afecte el bien el propietario o quien esté autorizado para ese efecto conforme a ley.
2.- Que asegure el cumplimiento de una obligación determinada o determinable.
3.- Que el gravamen sea de cantidad determinada o determinable y se inscriba en el registro de la propiedad
inmueble.
Carácter inmobiliario de la hipoteca - Artículo 1100.- La hipoteca debe recaer sobre inmuebles
específicamente determinados.
Extensión de la hipoteca - Artículo 1101.- La hipoteca se extiende a todas las partes integrantes del bien
hipotecado, a sus accesorios, y al importe de las indemnizaciones de los seguros y de la expropiación, salvo
pacto distinto.
Indivisibilidad de la hipoteca - Artículo 1102.- La hipoteca es indivisible y subsiste por entero sobre todos
los bienes hipotecados.
Hipoteca sobre conjunto de bienes que conforman una explotación económica - Artículo 1103.- Los
contratantes pueden considerar como una sola unidad para los efectos de la hipoteca, toda explotación
económica que forma un conjunto de bienes unidos o dependientes entre sí.
Garantía de obligación futura o eventual - Artículo 1104.- La hipoteca puede garantizar una obligación
futura o eventual.
Hipoteca sujeta a modalidad - Artículo 1105.- La hipoteca puede ser constituida bajo condición o plazo.
Prohibición de hipotecar bienes futuros - Artículo 1106.- No se puede constituir la hipoteca sobre bienes
futuros.
Cobertura de la hipoteca - Artículo 1107.- La hipoteca cubre el capital, los intereses que devengue, las
primas del seguro pagadas por el acreedor y las costas del juicio.
Garantía de títulos transmisibles - Artículo 1108.- La escritura de constitución de hipoteca para garantizar
títulos trasmisibles por endoso o al portador, consignará, además de las circunstancias propias de la
constitución de hipoteca, las relativas al número y valor de los títulos que se emitan y que garanticen la
hipoteca; la serie o series a que correspondan; la fecha o fechas de la emisión; el plazo y forma en que
deben ser amortizados; la designación de un fideicomisario; y las demás que sirvan para determinar las
condiciones de dichos títulos.
Hipoteca de varios inmuebles - Artículo 1109.- El acreedor cuya hipoteca comprenda varios inmuebles
podrá, a su elección, perseguir a todos ellos simultáneamente o sólo a uno, aun cuando hubieran
pertenecido o pasado a propiedad de diferentes personas o existieren otras hipotecas. Sin embargo, el juez
podrá, por causa fundada, fijar un orden para la venta de los bienes afectados.
Cumplimiento anticipado de la obligación - Artículo 1110.- Si los bienes hipotecados se pierden o
deterioran de modo que resulten insuficientes, puede pedirse el cumplimiento de la obligación aunque no
esté vencido el plazo, salvo que se garantice ésta a satisfacción del acreedor.
Nulidad del pacto comisorio - Artículo 1111.- Aunque no se cumpla la obligación, el acreedor no
adquiere la propiedad del inmueble por el valor de la hipoteca. Es nulo el pacto en contrario.
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Preferencia de hipotecas - Artículo 1112.- Las hipotecas tendrán preferencia por razón de su antiguedad
conforme a la fecha de registro, salvo cuando se ceda su rango.
Hipotecas ulteriores - Artículo 1113.- No se puede renunciar a la facultad de gravar el bien con segunda y
ulteriores hipotecas.
Cesión de rango preferente - Artículo 1114.- El acreedor preferente puede ceder su rango a otro acreedor
hipotecario. Para que la cesión produzca efecto contra el deudor se requiere que éste la acepte o que le sea
comunicada fehacientemente.
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2.- Anulación, rescisión o resolución de dicha obligación.
3.- Renuncia escrita del acreedor.
4.- Destrucción total del inmueble.
5.- Consolidación.
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8. DERECHO DE LAS OBLIGACIONES
a) inejecuciones de las obligaciones por causas imputables y no imputables al deudor. Sus consecuencias
Inimputabilidad por diligencia ordinaria. Artículo 1314.- Quien actúa con la diligencia ordinaria requerida,
no es imputable por la inejecución de la obligación o por su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso.
Caso fortuito o fuerza mayor. Artículo 1315.- Caso fortuito o fuerza mayor es la causa no imputable,
consistente en un evento extraordinario, imprevisible e irresistible, que impide la ejecución de la obligación o
determina su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso.
Daños y perjuicios por inejecución no imputable. Artículo 1317.- El deudor no responde de los daños y
perjuicios resultantes de la inejecución de la obligación, o de su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso,
por causas no imputables, salvo que lo contrario esté previsto expresamente por la ley o por el título de la
obligación.
Dolo. Artículo 1318.- Procede con dolo quien deliberadamente no ejecuta la obligación.
Culpa inexcusable. Artículo 1319.- Incurre en culpa inexcusable quien por negligencia grave no ejecuta la
obligación.
Culpa leve. Artículo 1320.- Actúa con culpa leve quien omite aquella diligencia ordinaria exigida por la
naturaleza de la obligación y que corresponda a las circunstancias de las personas, del tiempo y del lugar.
Indemnización por dolo, culpa leve e inexcusable. Artículo 1321.- Queda sujeto a la indemnización de
daños y perjuicios quien no ejecuta sus obligaciones por dolo, culpa inexcusable o culpa leve.
Indemnización por daño moral. Artículo 1322.- El daño moral, cuando él se hubiera irrogado, también es
susceptible de resarcimiento.
Incumplimiento de pago de cuota. Artículo 1323.- Cuando el pago deba efectuarse en cuotas periódicas,
el incumplimiento de tres cuotas, sucesivas o no, concede al acreedor el derecho de exigir al deudor el
inmediato pago del saldo, dándose por vencidas las cuotas que estuviesen pendientes, salvo pacto en
contrario.
Efectos de la inejecución de obligaciones dinerarias. Artículo 1324.- Las obligaciones de dar sumas de
dinero devengan el interés legal que fija el Banco Central de Reserva del Perú, desde el día en que el deudor
incurra en mora, sin necesidad de que el acreedor pruebe haber sufrido daño alguno. Si antes de la mora se
debían intereses mayores, ellos continuarán devengándose después del día de la mora, con la calidad de
intereses moratorios. Si se hubiese estipulado la indemnización del daño ulterior, corresponde al acreedor
que demuestre haberlo sufrido el respectivo resarcimiento.
Artículo 1325.- El deudor que para ejecutar la obligación se vale de terceros, responde de los hechos
dolosos o culposos de éstos, salvo pacto en contrario.
Reducción del resarcimiento por actos del acreedor. Artículo 1326.- Si el hecho doloso o culposo del
acreedor hubiese concurrido a ocasionar el daño, el resarcimiento se reducirá según su gravedad y la
importancia de las consecuencias que de él deriven.
Liberación del resarcimiento. Artículo 1327.- El resarcimiento no se debe por los daños que el acreedor
habría podido evitar usando la diligencia ordinaria, salvo pacto en contrario.
También es nulo cualquier pacto de exoneración o de limitación de responsabilidad para los casos en que el
deudor o dichos terceros violen obligaciones derivadas de normas de orden público.
Presunción de la culpa leve del deudor. Artículo 1329.- Se presume que la inejecución de la obligación, o
su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso, obedece a culpa leve del deudor.
Prueba de dolo y culpa inexcusable. Artículo 1330.- La prueba del dolo o de la culpa inexcusable
corresponde al perjudicado por la inejecución de la obligación, o por su cumplimiento parcial, tardío o
defectuoso.
46
Prueba de daños y perjuicios. Artículo 1331.- La prueba de los daños y perjuicios y de su cuantía también
corresponde al perjudicado por la inejecución de la obligación, o por su cumplimiento parcial, tardío o
defectuoso.
Valoración del resarcimiento. Artículo 1332.- Si el resarcimiento del daño no pudiera ser probado en su
monto preciso, deberá fijarlo el juez con valoración equitativa.
Constitución en mora. Artículo 1333.- Incurre en mora el obligado desde que el acreedor le exija, judicial o
extrajudicialmente, el cumplimiento de su obligación.
2.- Cuando de la naturaleza y circunstancias de la obligación resultare que la designación del tiempo en que
había de entregarse el bien, o practicarse el servicio, hubiese sido motivo determinante para contraerla.
Mora en obligaciones de dar sumas de dinero. Artículo 1334.- En las obligaciones de dar sumas de
dinero cuyo monto requiera ser determinado mediante resolución judicial, hay mora a partir de la fecha de la
citación con la demanda.
(*) De conformidad con la Octava Disposición Complementaria del Decreto Legislativo Nº 1071,
publicado el 28 junio 2008, la misma que de acuerdo con su Tercera Disposición Final, entrará en
vigencia el 1 de setiembre de 2008, para efectos de lo dispuesto en el presente artículo, la referencia a
la citación con la demanda se entenderá referida en materia arbitral a la recepción de la solicitud para
someter la controversia a arbitraje.
Mora en obligaciones recíprocas. Artículo 1335.- En las obligaciones recíprocas, ninguno de los
obligados incurre en mora sino desde que alguno de ellos cumple su obligación, u otorga garantías de que la
cumplirá.
Responsabilidad del deudor en caso de mora. Artículo 1336.- El deudor constituido en mora responde
de los daños y perjuicios que irrogue por el retraso en el cumplimiento de la obligación y por la imposibilidad
sobreviniente, aun cuando ella obedezca a causa que no le sea imputable. Puede sustraerse a esta
responsabilidad probando que ha incurrido en retraso sin culpa, o que la causa no imputable habría afectado
la prestación; aunque se hubiese cumplido oportunamente.
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Indemnización en caso de mora que inutiliza la obligación. Artículo 1337.- Cuando por efecto de la
morosidad del deudor, la obligación resultase sin utilidad para el acreedor, éste puede rehusar su ejecución y
exigir el pago de la indemnización de daños y perjuicios compensatorios.
Mora del acreedor. Artículo 1338.- El acreedor incurre en mora cuando sin motivo legítimo se niega a
aceptar la prestación ofrecida o no cumple con practicar los actos necesarios para que se pueda ejecutar la
obligación.
Indemnización por mora del acreedor. Artículo 1339.- El acreedor en mora queda obligado a indemnizar
los daños y perjuicios derivados de su retraso.
Riesgo por imposibilidad de cumplimiento de obligación. Artículo 1340.- El acreedor en mora asume
los riesgos por la imposibilidad de cumplimiento de la obligación, salvo que obedezca a dolo o culpa
inexcusable del deudor.
Cláusula penal compensatoria. Artículo 1341.- El pacto por el que se acuerda que, en caso de
incumplimiento, uno de los contratantes queda obligado al pago de una penalidad, tiene el efecto de limitar
el resarcimiento a esta prestación y a que se devuelva la contraprestación, si la hubiere; salvo que se haya
estipulado la indemnización del daño ulterior. En este último caso, el deudor deberá pagar el íntegro de la
penalidad, pero ésta se computa como parte de los daños y perjuicios si fueran mayores.
Exigibilidad de la penalidad y de la obligación. Artículo 1342.- Cuando la cláusula penal se estipula para
el caso de mora o en seguridad de un pacto determinado, el acreedor tiene derecho para exigir, además de
la penalidad, el cumplimiento de la obligación.
Exigibilidad de pena. Artículo 1343.- Para exigir la pena no es necesario que el acreedor pruebe los daños
y perjuicios sufridos. Sin embargo, ella sólo puede exigirse cuando el incumplimiento obedece a causa
imputable al deudor, salvo pacto en contrario.
Oportunidad de estipulación. Artículo 1344.- La cláusula penal puede ser estipulada conjuntamente con
la obligación o por acto posterior.
Reducción judicial de la pena. Artículo 1346.- El juez, a solicitud del deudor, puede reducir
equitativamente la pena cuando sea manifiestamente excesiva o cuando la obligación principal hubiese sido
en parte o irregularmente cumplida.
Cláusula penal divisible. Artículo 1347.- Cada uno de los deudores o de los herederos del deudor está
obligado a satisfacer la pena en proporción a su parte, siempre que la cláusula penal sea divisible, aunque la
obligación sea indivisible.
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Cláusula penal indivisible. Artículo 1348.- Si la cláusula penal es indivisible, cada uno de los deudores y
de sus herederos queda obligado a satisfacer íntegramente la pena.
Cláusula penal solidaria y divisible. Artículo 1349.- Si la cláusula penal fuese solidaria, pero divisible,
cada uno de los deudores queda obligado a satisfacerla íntegramente.
En caso de muere de un codeudor, la penalidad se divide entre sus herederos en proporción a las
participaciones que les corresponda en la herencia.
Derecho de codeudores no culpables. Artículo 1350.- Los codeudores que no fuesen culpables tienen
expedito su derecho para reclamar de aquél que dio lugar a la aplicación de la pena.
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b) Responsabilidad civil por inejecución de las obligaciones
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c) Daños indemnizables
Indemnización por dolo, culpa leve e inexcusable - Artículo 1321.- Queda sujeto a la indemnización de
daños y perjuicios quien no ejecuta sus obligaciones por dolo, culpa inexcusable o culpa leve.
El resarcimiento por la inejecución de la obligación o por su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso,
comprende tanto el daño emergente como el lucro cesante, en cuanto sean consecuencia inmediata y directa
de tal inejecución.
Si la inejecución o el cumplimiento parcial, tardío o defectuoso de la obligación, obedecieran a culpa leve, el
resarcimiento se limita al daño que podía preverse al tiempo en que ella fue contraída.
Indemnización por daño moral - Artículo 1322.- El daño moral, cuando él se hubiera irrogado, también es
susceptible de resarcimiento.
Incumplimiento de pago de cuota - Artículo 1323.- Cuando el pago deba efectuarse en cuotas periódicas,
el incumplimiento de tres cuotas, sucesivas o no, concede al acreedor el derecho de exigir al deudor el
inmediato pago del saldo, dándose por vencidas las cuotas que estuviesen pendientes, salvo pacto en
contrario.
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d) El pago con títulos valores. Explique
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e) Señale el mecanismo para poder poner fin a un contrato de ejecución continuada a plazo
indeterminado
Fin de contratos continuados. Artículo 1365.- En los contratos de ejecución continuada que no tengan
plazo convencional o legal determinado, cualquiera de las partes puede ponerle fin mediante aviso previo
remitido por la vía notarial con una anticipación no menor de treinta días. Transcurrido el plazo
correspondiente el contrato queda resuelto de pleno derecho.
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Conforme a la norma bajo análisis, la hipótesis es de un contrato de duración en general (aunque la norma
se refiere a uno de "ejecución continuada"), respecto del cual las partes no han previsto con exactitud los
alcances temporales de sus respectivas obligaciones, y no hay norma legal supletoria que lo determine.
Se entiende que son días calendario, conforme al artículo 183 inciso 1), vencidos los cuales el contrato
queda resuelto de pleno derecho, es decir, sin necesidad de pronunciamiento judicial. Con esta medida se
impide la subsistencia de los contratos eternos, de las relaciones jurídicas potencialmente perpetuas.
La razón de ser de esta norma es constituirse en una alternativa para dar finalización, por acto unilateral, a
las relaciones contractuales continuadas y sin plazo, cuando ello no sea posible por acuerdo entre las partes
(es decir, por mutuo disenso), ya que de no lograrse el mutuo acuerdo extintivo la relación continuaría ad
infinitum, obligando perpetuamente a las partes aun cuando alguna de ellas no tuviera interés económico en
continuar con el contrato.
En ese sentido, la hipótesis del artículo 1365 debe ser entendida en forma más amplia para hacerla aplicable
a toda clase de contratos de duración (en general) que no tuvieran plazo convencional o legal determinado.
Más aún, puede ser que la prestación de una de las partes sea de ejecución continuada y la prestación de la
otra parte sea de ejecución periódica, como ocurre en el contrato de arrendamiento (donde el arrendador
debe ceder el uso del bien en forma continuada, mientras el arrendatario debe pagar la renta en
determinados periodos); en este caso, si el contrato no tuviera plazo determinado no habría razón para
otorgar el derecho de resolución unilateral a una sola de las partes, que en el ejemplo sería el arrendador ya
que es él quien tiene a su cargo la prestación de ejecución continuada y privar de tal derecho al arrendatario
que no es deudor de una prestación continuada, sino de una periódica. Y no hay norma legal supletoria que
lo determine, en consecuencia cualquiera de las partes puede invocar el artículo 1365 para dar fin al
contrato.
En cambio, cuando se trata del "plazo legal determinado" es necesario hacer la siguiente precisión.
Pongamos como ejemplo los contratos de arrendamiento y de locación de servicios; el plazo del primero no
puede exceder de 10 años, y el del segundo no puede ser mayor de 6 años para servicios profesionales y de
3 años para otros servicios. Estos plazos para los contratos indicados son los "plazos máximos" permitidos,
no son los "plazos supletorios" a que alude el artículo 1365.
En ese sentido si "A" contrata con "B" el arrendamiento de un inmueble y no señalan plazo del contrato, no
quiere decir que se han obligado por el plazo legal máximo que es de 10 años (este es solo ell ímite que
debieron tener en cuenta si hubieran pactado un plazo determinado). Lo que ocurre en este caso es que el
contrato no tiene plazo legal "supletorio" determinado, por lo que cualquiera de las partes podría solicitar la
resolución unilateral del contrato al amparo del artículo 1365, sin necesidad de esperar 10 años. Situación
semejante ocurre en el caso del contrato de locación de servicios. En conclusión, el "plazo legal
determinado" se refiere a uno que la ley hubiera establecido (no como plazo máximo) en forma supletoria en
ausencia de voluntad privada; un ejemplo -aunque referido a un contrato que no es de duración continuada o
periódica, pero resulta ilustrativo para explicar los plazos supletorios- es el caso del contrato de mutuo,
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donde el artículo 1656 señala que cuando no se ha fijado plazo de devolución del bien mutuado, se entiende
que el plazo es de 30 días contados desde la entrega.
Finalmente, cabe agregar que la norma del artículo 1365 bajo comentario descarta toda posibilidad de que
en los contratos de duración (continuada o periódica) se pacte un plazo determinado y a la vez las partes
convengan que cualquiera de ellas tiene derecho a solicitar la resolución unilateral mediante aviso previo.
Esto sería un contrasentido, toda vez que la fijación de un plazo obedece a una consideración de orden
económico que subyace en el contrato, de tal suerte que en este caso la posibilidad de resolverlo unilateral
mente, en cualquier momento con el solo envío de un aviso previo, atentaría contra la finalidad del contrato.
Hay algunas excepciones a esta regla, como es el caso del contrato de locación de servicios, pues a tenor
del artículo 1769 el locador puede poner fin al contrato antes del vencimiento del plazo, siempre que medie
justo motivo y no cause perjuicio al comitente. Esta excepción se justifica porque este contrato contiene una
prestación de hacer del locador y si este no desea continuar ejecutándola nadie puede obligarlo a hacerlo.
En cualquier caso, toda ruptura unilateral de la relación contractual antes del vencimiento del plazo pactado
que genere perjuicio obliga a indemnizar.
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Rescisión. Artículo 1370.- La rescisión deja sin efecto un contrato por causal existente al momento de
celebrarlo.
Resolución. Artículo 1371.- La resolución deja sin efecto un contrato válido por causal sobreviniente a su
celebración.
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b) La resolución judicial y extrajudicial del contrato
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c) El subcontrato y la cesión de la posición contractual: Concepto. Diferencias
Cesión. Artículo 1435.- En los contratos con prestaciones no ejecutadas total o parcialmente, cualquiera de
las partes puede ceder a un tercero su posición contractual. Se requiere que la otra parte preste su
conformidad antes, simultáneamente o después del acuerdo de cesión. Si la conformidad del cedido hubiera
sido prestada previamente al acuerdo entre cedente y cesionario, el contrato sólo tendrá efectos desde que
dicho acuerdo haya sido comunicado al cedido por escrito de fecha cierta.
Liberación del cedente. Artículo 1437.- El cedente se aparta de sus derechos y obligaciones y unos y
otros son asumidos por el cesionario desde el momento en que se celebre la cesión. Empero, el cedido
podrá accionar contra el cedente si hubiera pactado con éste que no queda liberado por la cesión si el
cesionario no cumple las obligaciones asumidas. En este caso, el cedido debe comunicar al cedente del
incumplimiento del cesionario dentro de los treinta días en que se produjo y, de no hacerlo, el cedente queda
libre de responsabilidad.
Garantía de existencia y validez del contrato. Artículo 1438.- El cedente garantiza al cesionario la
existencia y validez del contrato, salvo pacto en contrario. Este pacto no surte efecto si la invalidez se debe a
hecho propio del cedente. Es válido el pacto por el cual el cedente garantiza el cumplimiento de la obligación
del deudor, en cuyo caso responde como fiador. El cedido puede oponer al cesionario y éste a aquél las
excepciones y medidas de defensa derivadas del contrato, pero no las fundadas en otras relaciones con el
cedente, salvo que expresamente hubiera hecho reserva de ellas en el momento en que aceptó la cesión.
Garantías de terceros en el contrato de cesión. Artículo 1439.- Las garantías constituidas por terceras
personas no pasan al cesionario sin la autorización expresa de aquéllas.
b. El presupuesto de eficacia del contrato de cesión es que las tres partes –cesionario, cedente y cedido-
deben participar en el contrato; en el subcontrato, son solo dos partes: uno de los contratantes originarios, y
el subcontratista.
c. En la cesión, la relación contractual básica es una sola, y a ella se ingresa; en el subcontrato se forman
dos situaciones jurídicas diferentes: una contractual primigenia, y otra, entre uno de los contratantes de esa
relación, y el subcontratista. Este no entra a formar parte de la primera relación originaria, sino que constituye
una nueva.
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d) Redacte una demanda de recisión de contrato por lesión
Acción por Lesión. Artículo 1447.- La acción rescisoria por lesión sólo puede ejercitarse cuando la
desproporción entre las prestaciones al momento de celebrarse el contrato es mayor de las dos quintas
partes y siempre que tal desproporción resulte del aprovechamiento por uno de los contratantes de la
necesidad apremiante del otro.
Procede también en los contratos aleatorios, cuando se produzca la desproporción por causas extrañas al
riesgo propio de ellos.
Presunción de aprovechamiento. Artículo 1448.- En el caso del artículo 1447, si la desproporción fuera
igual o superior a las dos terceras partes, se presume el aprovechamiento por el lesionante de la necesidad
apremiante del lesionado.
Consignación del exceso. Artículo 1450.- Fenece el proceso si el demandado, dentro del plazo para
contestar la demanda, consigna la diferencia del valor.
Reajuste del valor. Artículo 1451.- El demandado puede reconvenir el reajuste del valor. En este caso, la
sentencia dispondrá el pago de la diferencia de valor establecido, más sus intereses legales, dentro del plazo
de ocho días, bajo apercibimiento de declararse rescindido el contrato.
Acción de reajuste. Artículo 1452.- En los casos en que la acción rescisoria a que se refiere el artículo
1447 fuere inútil para el lesionado, por no ser posible que el demandado devuelva la prestación recibida,
procederá la acción de reajuste.
Nulidad de la renuncia a la acción por lesión. Artículo 1453.- Es nula la renuncia a la acción por lesión.
Caducidad de la acción por lesión. Artículo 1454.- La acción por lesión caduca a los seis meses de
cumplida la prestación a cargo del lesionante, pero en todo caso a los dos años de la celebración del
contrato.
Improcedencia de la acción por lesión. Artículo 1455.- No procede la acción por lesión:
1.- En la transacción.
2.- En las ventas hechas por remate público.
Lesión en la partición. Artículo 1456.- No puede ejercitar la acción por lesión el copropietario que haya
enajenado bienes por más de la mitad del valor en que le fueron adjudicados.
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10. CONTRATOS DE COMPRAVENTA
Definición. Artículo 1529.- Por la compraventa el vendedor se obliga a transferir la propiedad de un bien al
comprador y éste a pagar su precio en dinero.
Gastos de entrega y transporte. Artículo 1530.- Los gastos de entrega son de cargo del vendedor y los
gastos de transporte a un lugar diferente del de cumplimiento son de cargo del comprador, salvo pacto
distinto.
Condiciones del contrato. Artículo 1531.- Si el precio de una transferencia se fija parte en dinero y parte
en otro bien, se calificará el contrato de acuerdo con la intención manifiesta de los contratantes,
independientemente de la denominación que se le dé. Si no consta la intención de las partes, el contrato es
de permuta cuando el valor del bien es igual o excede al del dinero; y de compraventa, si es menor.
Bienes susceptibles de compra – venta. Artículo 1532.- Pueden venderse los bienes existentes o que
puedan existir, siempre que sean determinados o susceptibles de determinación y cuya enajenación no esté
prohibida por la ley.
Perecimiento parcial del bien. Artículo 1533.- Si cuando se hizo la venta había perecido una parte del
bien, el comprador tiene derecho a retractarse del contrato o a una rebaja por el menoscabo, en proporción
al precio que se fijó por el todo.
Compra venta de bien futuro. Artículo 1534.- En la venta de un bien que ambas partes saben que es
futuro, el contrato está sujeto a la condición suspensiva de que llegue a tener existencia.
Riesgo de cuantía y calidad del bien futuro. Artículo 1535.- Si el comprador asume el riesgo de la cuantía
y calidad del bien futuro, el contrato queda igualmente sujeto a la condición suspensiva de que llegue a tener
existencia. Empero, si el bien llega a existir, el contrato producirá desde ese momento todos sus efectos,
cualquiera sea su cuantía y calidad, y el comprador debe pagar íntegramente el precio.
Compra-venta de esperanza incierta. Artículo 1536.- En los casos de los artículos 1534 y 1535, si el
comprador asume el riesgo de la existencia del bien, el vendedor tiene derecho a la totalidad del precio
aunque no llegue a existir.
Compromiso de venta de bien ajeno. Artículo 1537.- El contrato por el cual una de las partes se
compromete a obtener que la otra adquiera la propiedad de un bien que ambas saben que es ajeno, se rige
por los artículos 1470, 1471 y 1472.
Conversión del compromiso de venta de bien ajeno en compra – venta. Artículo 1538.- En el caso del
artículo 1537, si la parte que se ha comprometido adquiere después la propiedad del bien, queda obligada en
virtud de ese mismo contrato a transferir dicho bien al acreedor, sin que valga pacto en contrario.
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Rescisión del compromiso de venta de bien ajeno. Artículo 1539.- La venta de bien ajeno es rescindible
a solicitud del comprador, salvo que hubiese sabido que no pertenecía al vendedor o cuando éste adquiera el
bien, antes de la citación con la demanda.
Compra-venta de bien parcialmente ajeno. Artículo 1540.- En el caso del artículo 1539, si el bien es
parcialmente ajeno, el comprador puede optar entre solicitar la rescisión del contrato o la reducción del
precio.
Efectos de la rescisión. Artículo 1541.- En los casos de rescisión a que se refieren los artículos 1539 y
1540, el vendedor debe restituir al comprador el precio recibido, y pagar la indemnización de daños y
perjuicios sufridos. Debe reembolsar igualmente los gastos, intereses y tributos del contrato efectivamente
pagados por el comprador y todas las mejoras introducidas por éste.
Adquisición de bienes en locales abiertos al público. Artículo 1542.- Los bienes muebles adquiridos en
tiendas o locales abiertos al público no son reivindicables si son amparados con facturas o pólizas del
vendedor. Queda a salvo el derecho del perjudicado para ejercitar las acciones civiles o penales que
correspondan contra quien los vendió indebidamente.
Nulidad por precio fijado unilateralmente. Artículo 1543.- La compraventa es nula cuando la
determinación del precio se deja al arbitrio de una de las partes.
Determinación del precio por tercero. Artículo 1544.- Es válida la compraventa cuando se confía la
determinación del precio a un tercero designado en el contrato o a designarse posteriormente, siendo de
aplicación las reglas establecidas en los artículos 1407 y 1408.
Determinación del precio en bolsa o mercado. Artículo 1545.- Es también válida la compraventa si se
conviene que el precio sea el que tuviere el bien en bolsa o mercado, en determinado lugar y día.
Reajuste automático del precio. Artículo 1546.- Es lícito que las partes fijen el precio con sujeción a lo
dispuesto en el primer párrafo del artículo 1235.
Fijación del precio en caso de silencio de las partes. Artículo 1547.- En la compraventa de bienes que el
vendedor vende habitualmente, si las partes no han determinado el precio ni han convenido el modo de
determinarlo, rige el precio normalmente establecido por el vendedor.
Si se trata de bienes que tienen precio de bolsa o de mercado, se presume, a falta de indicación expresa
sobre el precio, que rige el de lugar en que debe realizarse la entrega.
Precio determinado por peso neto. Artículo 1548.- En la compraventa en que el precio se fija por peso, a
falta de convenio, se entiende que se refiere al peso neto.
Libro VII - Sección Segunda - Título I - CAPITULO CUARTO. Obligaciones del Vendedor
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Perfeccionamiento de transferencia. Artículo 1549.- Es obligación esencial del vendedor perfeccionar la
transferencia de la propiedad del bien.
Estado del bien al momento de la entrega. Artículo 1550.- El bien debe ser entregado en el estado en que
se encuentre en el momento de celebrarse el contrato, incluyendo sus accesorios.
Entrega de documentos y títulos del bien vendido. Artículo 1551.- El vendedor debe entregar los
documentos y títulos relativos a la propiedad o al uso del bien vendido, salvo pacto distinto.
Oportunidad de la entrega del bien. Artículo 1552.- El bien debe ser entregado inmediatamente después
de celebrado el contrato, salvo la demora resultante de su naturaleza o de pacto distinto.
Lugar de entrega del bien. Artículo 1553.- A falta de estipulación, el bien debe ser entregado en el lugar en
que se encuentre en el momento de celebrarse el contrato. Si el bien fuera incierto, la entrega se hará en el
domicilio del vendedor, una vez que se realice su determinación.
Entrega de frutos del bien. Artículo 1554.- El vendedor responde ante el comprador por los frutos del bien,
en caso de ser culpable de la demora de su entrega. Si no hay culpa, responde por los frutos sólo en caso de
haberlos percibido.
Demora en entrega de frutos. Artículo 1555.- Si al tiempo de celebrarse el contrato el comprador conocía
el obstáculo que demora la entrega, no se aplica el artículo 1554 ni es responsable el vendedor de la
indemnización por los daños y perjuicios.
Resolución por falta de entrega. Artículo 1556.- Cuando se resuelve la compraventa por falta de entrega,
el vendedor debe reembolsar al comprador los tributos y gastos del contrato que hubiera pagado e
indemnizarle los daños y perjuicios.
Prórroga de plazos por demora en entrega del bien. Artículo 1557.- Demorada la entrega del bien por el
vendedor en un contrato cuyo precio debe pagarse a plazos, éstos se prorrogan por el tiempo de la demora.
Libro VII - Sección Segunda - Título I - CAPITULO QUINTO. Obligaciones del Comprador
Tiempo, forma y lugar del pago del precio . Artículo 1558.- El comprador está obligado a pagar el precio
en el momento, de la manera y en el lugar pactados. A falta de convenio y salvo usos diversos, debe ser
pagado al contado en el momento y lugar de la entrega del bien. Si el pago no puede hacerse en el lugar de
la entrega del bien, se hará en el domicilio del comprador.
Resolución por falta de pago del saldo. Artículo 1559.- Cuando se ha pagado parte del precio y en el
contrato no se estipuló plazo para la cancelación del saldo, el vendedor puede ejercitar el derecho
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contemplado en el artículo 1429. Resuelto el contrato, el vendedor debe devolver la parte del precio pagado,
deducidos los tributos y gastos del contrato.
Resolución por falta de garantía por el saldo. Artículo 1560.- Se observará lo dispuesto en el artículo
1559 si el contrato se resuelve por no haberse otorgado, en el plazo convenido, la garantía debida por el
saldo del precio.
Incumplimiento de pago por armadas. Artículo 1561.- Cuando el precio debe pagarse por armadas en
diversos plazos, si el comprador deja de pagar tres de ellas, sucesivas o no, el vendedor puede pedir la
resolución del contrato o exigir al deudor el inmediato pago del saldo, dándose por vencidas las cuotas que
estuvieren pendientes.
Improcedencia de la acción resolutoria. Artículo 1562.- Las partes pueden convenir que el vendedor
pierde el derecho a optar por la resolución del contrato si el comprador hubiese pagado determinada parte
del precio, en cuyo caso el vendedor sólo podrá optar por exigir el pago del saldo.
Efectos de la resolución por falta de pago. Artículo 1563.- La resolución del contrato por incumplimiento
del comprador da lugar a que el vendedor devuelva lo recibido, teniendo derecho a una compensación
equitativa por el uso del bien y a la indemnización de los daños y perjuicios, salvo pacto en contrario.
Alternativamente, puede convenirse que el vendedor haga suyas, a título de indemnización, algunas de las
armadas que haya recibido, aplicándose en este caso las disposiciones pertinentes sobre las obligaciones
con cláusula penal.
Resolución de la compraventa de bienes muebles no entregados. Artículo 1564.- En la compraventa de
bienes muebles no entregados al comprador, si éste no paga el precio, en todo o en parte, ni otorga la
garantía a que se hubiere obligado, el vendedor puede disponer del bien. En tal caso, el contrato queda
resuelto de pleno derecho.
Oportunidad de la obligación de recibir el bien. Artículo 1565.- El comprador está obligado a recibir el
bien en el plazo fijado en el contrato, o en el que señalen los usos. A falta de plazo convenido o de usos
diversos, el comprador debe recibir el bien en el momento de la celebración del contrato.
Compraventa de bienes muebles inscritos. Artículo 1566.- Los contratos de compraventa a plazos de
bienes muebles inscritos en el registro correspondiente se rigen por la ley de la materia.
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d) El derecho de retracto
Libro VII - Sección Segunda - Título I - CAPITULO DECIMO PRIMERO. Derecho de Retracto
Definición. Artículo 1592.- El derecho de retracto es el que la ley otorga a determinadas personas para
subrogarse en el lugar del comprador y en todas las estipulaciones del contrato de compraventa. El
retrayente debe reembolsar al adquiriente el precio, los tributos y gastos pagados por éste y, en su caso, los
intereses pactados. Es improcedente el retracto en las ventas hechas por remate público.
Retracto en dación en pago. Artículo 1593.- El derecho de retracto también procede en la dación en pago.
Procedencia del derecho de retracto. Artículo 1594.- El derecho de retracto procede respecto de bienes
muebles inscritos y de inmuebles.
Irrenunciabilidad e intrasmisibilidad. Artículo 1595.- Es irrenunciable e intrasmisible por acto entre vivos
el derecho de retracto.
Plazo para ejercer derecho de retracto. Artículo 1596.- El derecho de retracto debe ejercerse dentro del
plazo de treinta días contados a partir de la comunicación de fecha cierta a la persona que goza de este
derecho. Cuando su domicilio no sea conocido ni conocible, puede hacerse la comunicación mediante
publicaciones en el diario encargado de los avisos judiciales y en otro de mayor circulación de la localidad,
por tres veces con intervalo de cinco días entre cada aviso. En este caso, el plazo se cuenta desde el día
siguiente al de la última publicación."
Plazo especial para ejercer derecho de retracto. Artículo 1597.- Si el retrayente conoce la transferencia
por cualquier medio distinto del indicado en el artículo 1596, el plazo se cuenta a partir de la fecha de tal
conocimiento. Para este caso, la presunción contenida en el artículo 2012 sólo es oponible después de un
año de la inscripción de la transferencia.
Garantía en retracto. Artículo 1598.- Cuando el precio del bien fue pactado a plazos es obligatorio el
otorgamiento de una garantía para el pago del precio pendiente, aunque en el contrato que da lugar al
retracto no se hubiera convenido.
Titulares del derecho de retracto. Artículo 1599.- Tienen derecho de retracto:
1.- El arrendatario, conforme a la ley de la materia. (Derogado)
2.- El copropietario, en la venta a tercero de las porciones indivisas.
3.- El litigante, en caso de venta por el contrario del bien que se esté discutiendo judicialmente.
4.- El propietario, en la venta del usufructo y a la inversa.
5.- El propietario del suelo y el superficiario, en la venta de sus respectivos derechos.
6.- Los propietarios de predios urbanos divididos materialmente en partes, que no puedan ejercitar sus
derechos de propietarios sin someter las demás partes del bien a servidumbres o a servicios que disminuyan
su valor.
7.- El propietario de la tierra colindante, cuando se trate de la venta de una finca rústica cuya cabida no
exceda de la unidad agrícola o ganadera mínima respectiva, o cuando aquélla y ésta reunidas no excedan de
dicha unidad.
Orden de prelación de los retrayentes. Artículo 1600.- Si hay diversidad en los títulos de dos o más que
tengan derecho de retracto, el orden de preferencia será el indicado en el artículo 1599.
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Retracto en enajenacion sucesiva. Artículo 1601.- Cuando se hayan efectuado dos o más enajenaciones
antes de que expire el plazo para ejercitar el retracto, este derecho se refiere a la primera enajenación sólo
por el precio, tributos, gastos e intereses de la misma. Quedan sin efecto las otras enajenaciones.
Compromiso de venta de bien ajeno. Artículo 1537.- El contrato por el cual una de las partes se
compromete a obtener que la otra adquiera la propiedad de un bien que ambas saben que es ajeno, se rige
por los artículos 1470, 1471 y 1472.
Libro VII - Sección Primera - TITULO XI. Promesa de la Obligación o del Hecho de un Tercero
La indemnización como prestación sustitutoria. Artículo 1471.- En cualquiera de los casos del
artículo 1470, la indemnización a cargo del promitente tiene el carácter de prestación sustitutoria de la
obligación o del hecho del tercero.
Conversión del compromiso de venta de bien ajeno en compra – venta. Artículo 1538.- En el caso del
artículo 1537, si la parte que se ha comprometido adquiere después la propiedad del bien, queda obligada en
virtud de ese mismo contrato a transferir dicho bien al acreedor, sin que valga pacto en contrario.
Rescisión del compromiso de venta de bien ajeno . Artículo 1539.- La venta de bien ajeno es rescindible
a solicitud del comprador, salvo que hubiese sabido que no pertenecía al vendedor o cuando éste adquiera el
bien, antes de la citación con la demanda.
Compra-venta de bien parcialmente ajeno. Artículo 1540.- En el caso del artículo 1539, si el bien es
parcialmente ajeno, el comprador puede optar entre solicitar la rescisión del contrato o la reducción del
precio.
Efectos de la rescisión. Artículo 1541.- En los casos de rescisión a que se refieren los artículos 1539 y
1540, el vendedor debe restituir al comprador el precio recibido, y pagar la indemnización de daños y
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perjuicios sufridos. Debe reembolsar igualmente los gastos, intereses y tributos del contrato efectivamente
pagados por el comprador y todas las mejoras introducidas por éste.
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f) Redacte una demanda de retracto
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Comentario - Mario Castillo Freyre
El contrato de arrendamiento siempre estuvo regulado en la legislación peruana. Esto se entiende, puesto
que es uno de los contratos más usuales y antiguos.
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13. En cuanto a la valoración. Por la valoración, el arrendamiento es un contrato celebrado a título oneroso.
Así, en tanto el arrendador se obliga a entregar el bien para que sea usado por el arrendatario, este asume la
obligación de abonar una renta en favor de aquel.
14. En cuanto al riesgo. El contrato de arrendamiento es fundamentalmente un contrato conmutativo, pues
la existencia y cuantía de las prestaciones que deben cumplir el arrendador y el arrendatario son ciertas, vale
decir, conocidas de antemano; aunque la naturaleza del arrendamiento no impediría que revistiera la
modalidad de aleatorio.
15. En cuanto a sus efectos. El arrendamiento es un contrato meramente obligatorio u obligacional.
a) Concepto y caracteres
Libro VII - Sección Segunda - TITULO VI. Arrendamiento. CAPITULO PRIMERO. Disposiciones
Generales
Facultad de arrendar bienes. Artículo 1667.- Puede dar en arrendamiento el que tenga esta facultad
respecto de los bienes que administra.
Arrendamiento de bien indiviso. Artículo 1669.- El copropietario de un bien indiviso no puede arrendarlo
sin consentimiento de los demás partícipes. Sin embargo, si lo hace, el arrendamiento es válido si los demás
copropietarios lo ratifican expresa o tácitamente.
Prelación entre arrendatarios. Artículo 1670.- Cuando se arrienda un mismo bien a dos o más personas,
se prefiere al arrendatario de buena fe cuyo título ha sido primeramente inscrito o, en defecto de inscripción,
al que ha empezado a poseerlo. Si ninguno ha empezado a poseerlo, será preferido el arrendatario cuyo
título sea de fecha anterior, salvo que el de alguno conste de documento de fecha cierta.
Arrendamiento de bien ajeno. Artículo 1671.- Si el arrendatario sabía que el bien era ajeno, el contrato se
rige por lo dispuesto en los artículos 1470, 1471 y 1472.
Prohibición de arrendatarios. Artículo 1672.- El arrendador no puede realizar en el bien innovaciones que
disminuyan el uso por parte del arrendatario.
Reparaciones de bien arrendado. Artículo 1673.- Si en el curso del arrendamiento el bien requiere
reparaciones que no pueden diferirse hasta el fin del contrato, el arrendatario debe tolerarlas aun cuando
importen privación del uso de una parte de él.
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Resolución o rebaja de renta. Artículo 1674.- Cuando para reparar el bien se impide al arrendatario que
use una parte de él, éste tiene derecho a dar por resuelto el contrato o a la rebaja en la renta proporcional al
tiempo y a la parte que no utiliza.
Restitución de bien mueble arrendado. Artículo 1675.- El bien mueble arrendado se debe restituir en el
lugar en que fue entregado, salvo pacto distinto.
Pago de renta. Artículo 1676.- El pago de la renta puede pactarse por períodos vencidos o adelantados. A
falta de estipulación, se entiende que se ha convenido por períodos vencidos.
b) Causales de resolución
Libro VII - Sección Segunda - Título VI - CAPITULO SEXTO. Resolución del Arrendamiento
Causales de resolución. Artículo 1697.- El contrato de arrendamiento puede resolverse:
1.- Si el arrendatario no ha pagado la renta del mes anterior y se vence otro mes y además quince días. Si la
renta se pacta por períodos mayores, basta el vencimiento de un solo período y además quince días. Si el
alquiler se conviene por períodos menores a un mes, basta que venzan tres períodos.
2.- En los casos previstos en el inciso 1, si el arrendatario necesitó que hubiese contra él sentencia para
pagar todo o parte de la renta, y se vence con exceso de quince días el plazo siguiente sin que haya pagado
la nueva renta devengada.
3.- Si el arrendatario da al bien destino diferente de aquél para el que se le concedió expresa o tácitamente,
o permite algún acto contrario al orden público o a las buenas costumbres.
4.- Por subarrendar o ceder el arrendamiento contra pacto expreso, o sin asentimiento escrito del arrendador.
5.- Si el arrendador o el arrendatario no cumplen cualesquiera de sus obligaciones.
Resolución por falta de pago de la renta. Artículo 1698.- La resolución por falta de pago de la renta se
sujeta a lo pactado, pero en ningún caso procede, tratándose de casas-habitación comprendidas en leyes
especiales, si no se han cumplido por lo menos dos mensualidades y quince días.
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c) Venta de bien arrendado. Sus efectos
Libro VII - Sección Segunda – Título VI - Enajenación del bien arrendado. Artículo 1708.- En caso de
enajenación del bien arrendado se procederá del siguiente modo:
1.- Si el arrendamiento estuviese inscrito, el adquirente deberá respetar el contrato, quedando sustituido
desde el momento de su adquisición en todos los derechos y obligaciones del arrendador.
2.- Si el arrendamiento no ha sido inscrito, el adquirente puede darlo por concluido.
Excepcionalmente, el adquirente está obligado a respetar el arrendamiento, si asumió dicha obligación.
3.- Tratándose de bienes muebles, el adquirente no está obligado a respetar el contrato si recibió su
posesión de buena fe.
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d) Extinción del Contrato a plazo determinado y contrato a plazo indeterminado
Libro VII – Sección Segunda - Título VI - CAPITULO SEPTIMO. Conclusión del Arrendamiento
Fin del arrendamiento de duración indeterminada. Artículo 1703.- Se pone fin a un arrendamiento de
duración indeterminada dando aviso judicial o extrajudicial al otro contratante.
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e) Redacte una demanda de desalojo por una de las causales previstas en la ley
Sección quinta – título III - Capítulo II. Subcapítulo 4 - Artículo. 585.- Procedimiento. La restitución de
un predio se tramita con arreglo a lo dispuesto para el proceso sumarísimo y las precisiones indicadas en
este Subcapítulo. Procede a decisión del demandante, el acumular la pretensión de pago de arriendo cuando
el desalojo se fundamenta en dicha causal. Si no opta por la acumulación, el demandante podrá hacer
efectivo el cobro de los arriendos en el proceso ejecutivo de acuerdo a su naturaleza. Cuando el demandante
opte por la acumulación del pago de arriendos al desalojo, queda exceptuado el requisito previsto en el inciso
3) del artículo 85 de este Código.
Sujetos activo y pasivo en el desalojo. Artículo 586.- Pueden demandar: el propietario, el arrendador, el
administrador y todo aquel que, salvo lo dispuesto en el Artículo 598, considere tener derecho a la restitución
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de un predio. Pueden ser demandados: el arrendatario, el sub-arrendatario, el precario o cualquier otra
persona a quien le es exigible la restitución.
Tercero con título o sin él. Artículo 587.- Si el predio es ocupado por un tercero ajeno a la relación
establecida entre el demandante y la persona a quien éste le cedió la posesión, el demandante debe
denunciarlo en su demanda. El denunciado será notificado con la demanda y podrá participar en el proceso.
Si al momento de la notificación del admisorio se advierte la presencia de tercero, quien lo notifique lo
instruirá del proceso iniciado, su derecho a participar en él y el efecto que va a producirle la sentencia. El
tercero puede actuar como litisconsorte voluntario del demandado desde la audiencia única. Si durante la
audiencia se advierte que el tercero carece de título posesorio, el Juez aplicará lo dispuesto por el Artículo
107.
Falta de legitimidad pasiva. Artículo 588.- Si el emplazado acredita no ser poseedor, sino que sólo se
encuentra en relación de dependencia respecto de otro, conservando la posesión en nombre de éste y en
cumplimiento de órdenes e instrucciones suyas, debe sobrecartarse el admisorio y procederse conforme a lo
dispuesto en el Artículo 105, salvo que quien demande sea el poseedor con quien mantiene la relación de
subordinación.
Notificación. Artículo 589.- Además de la dirección domiciliaria indicada en la demanda, ésta debe ser
notificada en el predio materia de la pretensión, si fuera distinta. Si el predio no tiene a la vista numeración
que lo identifique, el notificador cumplirá su cometido inquiriendo a los vecinos y redactando un acta sobre lo
ocurrido.
Limitación de medios probatorios. Artículo 591.- Si el desalojo se sustenta en la causal de falta de pago
o vencimiento del plazo, sólo es admisible el documento, la declaración de parte y la pericia, en su caso.
Requerimiento. Artículo 592.- El lanzamiento se ordenará, a pedido de parte, luego de seis días de
notificado el decreto que declara consentida la sentencia o la que ordena se cumpla lo ejecutoriado, según
sea el caso.
Lanzamiento. Artículo 593.- Consentida o ejecutoriada la sentencia que declara fundada la demanda, el
lanzamiento se ejecutará contra todos los que ocupen el predio, aunque no hayan participado en el proceso
o no aparezcan en el acta de notificación. Se entiende efectuado el lanzamiento, sólo cuando se hace
entrega del bien al demandante en su integridad y totalmente desocupado. Si dentro de los dos meses
siguientes al lanzamiento se acredita que el vencido ha vuelto a ingresar al predio, el vencedor puede
solicitar un nuevo lanzamiento.
75
Sentencia con condena de futuro. Artículo 594.- El desalojo puede demandarse antes del vencimiento del
plazo para restituir el bien. Sin embargo, de ampararse la demanda, el lanzamiento sólo puede ejecutarse
luego de seis días de vencido el plazo.
Si el emplazado se allanara a la demanda y al vencimiento del plazo pusiera el bien a disposición del
demandante, éste deberá pagar las costas y costos del proceso.
Pago de mejoras. Artículo 595.- El poseedor puede demandar el pago de mejoras siguiendo el trámite del
proceso sumarísimo. Si antes es demandado por desalojo, deberá interponer su demanda en un plazo que
vencerá el día de la contestación. Este proceso no es acumulable al de desalojo.
Restitución de otros bienes. Artículo 596.- Lo dispuesto en este Subcapítulo es aplicable a la pretensión
de restitución de bienes muebles e inmuebles distintos a los predios, en lo que corresponda.
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12.
a) Explique la continuación del contrato de arrendamiento con los herederos del arrendatario
Continuación del arrendamiento con herederos del arrendatario - Artículo 1710.- Si dos o más
herederos del arrendatario usan el bien, y la mitad o el mayor número de ellos no manifiesta su voluntad de
extinguirlo, continúa el contrato para éstos, sin ninguna responsabilidad de los otros. En tal caso, no
subsisten las garantías que estaban constituidas en favor del arrendador. Este tiene, sin embargo, el derecho
de exigir nuevas garantías; si no se le otorgan dentro de quince días, concluye el contrato.
En primer término, debe indicarse que en principio, el fallecimiento del arrendatario no pone fin al contrato de
arrendamiento, sino que este debe ser continuado por sus herederos que vienen usando el bien.
No obstante, dada la especial situación en que pueden verse involucrados dichos herederos, la ley faculta
para que la mitad o el mayor número de ellos opten por continuar el arrendamiento o, en caso contrario,
puedan darlo por terminado. Debe notarse que este precepto exige que el cómputo se haga entre los
herederos que se encuentren en posesión del bien. Por consiguiente, es irrelevante tomar en consideración
la opinión de los demás herederos que no se encuentran en contacto directo con el bien.
José León Barandiarán al comentar el ARTÍCULO 1534 del ordenamiento civil anterior expresa una doctrina
que el legislador considera necesario reproducir: "Prevalece, pues, el criterio de la mayoría y en todo caso el
de la mitad de los herederos del conductor. Mas para que se extinga el contrato es preciso que haya una
declaración recepticia en tal sentido. Si esta no se produce, se reputa que el contrato persiste. Los otros
herederos pueden, sin embargo, manifestar su voluntad en el sentido de que no quieren continuar en el
contrato y en este caso quedan desligados del arrendamiento.
El locador solo queda obligado a respetar la voluntad de que el contrato subsista cuando la mitad o la
mayoría de los herederos del locatario estén de acuerdo en ello (manifestándolo expresamente así, o no
manifestando voluntad en contrario). Ello no obstante, el locador puede con tales herederos que forman la
minoría, llegar a un convenio para que tengan el bien en arrendamiento, pero se trataría entonces de un
nuevo contrato, y no de la supervivencia del celebrado con el causante de dichos herederos"
El segundo párrafo del ARTÍCULO 1710 establece una excepción al principio general que los contratos se
trasmíten a los herederos. En efecto, en este caso, una fianza que hubiera sido otorgada para garantizar al
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arrendatario no subsiste en el caso de que la mitad o la mayoría de los herederos de este decidan continuar
el arrendamiento.
Como quiera que tal garantía no persiste, este numeral permite al arrendador exigir nueva garantía y si esta
no es otorgada por los herederos del arrendatario en el plazo de 15 días, el contrato concluye.
Es importante indicar que el arrendador no puede negarse, sin justa causa, a aceptar la garantía propuesta
por los herederos que deciden continuar el contrato.
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b) "A arrendó una casa a B", por el plazo de dos (2) años. B continúa en el uso del bien, no obstante
haber transcurrido tres (3) meses desde que se venció el plazo. Redacte una demanda de desalojo
como abogado del arrendador
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c) "A arrendó una casa a B", por plazo indeterminado. A puso fin al contrato de arrendamiento
aplicando el Art. 1365 del Código Civil. No obstante el arrendatario B, continúa en el uso del bien.
Como abogado del arrendador redacte una demanda de desalojo
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13. PRESCRIPCION y CADUCIDAD:
Prohibición de declarar de oficio la prescripción. Artículo 1992.- El juez no puede fundar sus fallos en la
prescripción si no ha sido invocada.
Cómputo del plazo prescriptorio. Artículo 1993.- La prescripción comienza a correr desde el día en que
puede ejercitarse la acción y continúa contra los sucesores del titular del derecho.
Principio de legalidad en plazos prescriptorios. Artículo 2000.- Sólo la ley puede fijar los plazos de
prescripción.
Cumplimiento de plazo prescriptorio. Artículo 2002.- La prescripción se produce vencido el último día del
plazo.
Legalidad en plazos de caducidad. Artículo 2004.- Los plazos de caducidad los fija la ley, sin admitir pacto
contrario.
Declaración de caducidad. Artículo 2006.- La caducidad puede ser declarada de oficio o a petición de
parte.
Cumplimiento del plazo de caducidad. Artículo 2007.- La caducidad se produce transcurrido el último día
del plazo, aunque éste sea inhábil.
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b) Causales de suspensión de la prescripción
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Reinicio del plazo prescriptorio. Artículo 1998.- Si la interrupción se produce por las causas previstas en
el artículo 1996, incisos 3 y 4, la prescripción comienza a correr nuevamente desde la fecha en que la
resolución que pone fin al proceso queda ejecutoriada.
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14. DERECHO DE SUCESIONES:
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b) La acción petitoria de herencia y la reivindicación de herencia
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demás casos, el heredero verdadero tiene el derecho de reinvidicar el bien hereditario contra quien lo posea
a título gratuito o sin título.
Retribución y resarcimiento por enajenación de bienes hereditarios. Artículo 666.- El poseedor de
buena fe que hubiese enajenado un bien hereditario está obligado a restituir su precio al heredero y si se le
adeudara, se trasmitirá a este último el derecho de cobrarlo. En todos los casos, el poseedor de mala fe está
obligado a resarcir al heredero el valor del bien y de sus frutos y a indemnizarle el perjuicio que le hubiera
ocasionado.
Introducción
Las definiciones de las acciones de petición y reivindicatoria de herencia de bienes hereditarios responden a
la forma como estas acciones estas legisladas en nuestro Código Civil en los artículos 664, 665 y 666
respectivamente.
Esencialmente, son acciones reales, porque se fundan en los derechos de propiedad y posesión de los
bienes, los cuales constituyen su objeto. No obstante, la acción petitoria rebasa el ámbito de la acción real
por su universalidad.
Ambas acciones son inherentes a la condición de heredero y procesalmente, se tramitan en procesos de
conocimiento, siendo imprescriptibles.
1. Definición
Esta normada en el artículo 664, que de acuerdo a la redacción modificada por el vigente Código Procesal
Civil, prescribe que el derecho de petición de herencia corresponde al heredero que no posee los bienes que
considera que le pertenecen, y se dirige contra quien los posea en todo o en parte a titulo sucesorio, para
excluirlo o para concurrir con él. Agrega que dicha pretensión puede acumularse la de declarar heredero al
peticionante si, habiéndose pronunciado declaración judicial de herederos, considera que con ella se han
preterido sus derechos; así como la imprescriptibilidad de la acción y su tramitación como proceso de
conocimiento.
Es aquella acción que el heredero dirige contra otro heredero para concurrir con él, en este supuesto, el
demandado podría tratarse de un coheredero; o para excluirlo, si tuviese mejor derecho, aquí se trataría de
un heredero aparente.
Hinostroza Minguez define la acción petitoria de herencia, como la acción por la cual el heredero reclama la
entrega de los bienes que componen el acervo sucesorio, de quien los detenta invocando también derechos
sucesorios.
Para que el concepto antes mencionado es necesario que se cumplan los siguientes requisitos:
Que los bienes del sucesorio se encuentren en poder de un tercero.
Que el reclamante invoque para fundar la acción su título de herederos.
Que el detentador de los bienes también los invoque.
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El autor Jorge Maffia señala: "En todos los casos en que el demandado alega títulos hereditarios sobre los
bienes que detenta y desconoce esa calidad al genuino heredero, procede la acción de petición de herencia".
Lo expresado por este autor coincide con lo dispuesto por el artículo 664º del Código Civil que a la letra
dice:" El derecho de petición de herencia corresponde al heredero que no posee los bienes que considera
que le pertenecen, y se dirige contra quien los posea en todo o en parte a título sucesorio, para excluirlo o
concurrir con él". En ésta última parte del artículo vemos una similitud con el concepto dado por el autor
Augusto Ferrero.
Fornieles, define la petición de herencia como la acción que se concede al dueño de la herencia, para
reclamarla totalmente de aquellos que la poseen, invocando el falso título de herederos, o parcialmente de
aquellos herederos que rehúsan reconocerle el mismo carácter. El mismo autor señala que la acción petitoria
presupone una acción previa, por ejemplo nulidad de testamento, sentencia basada en la autoridad de cosa
juzgada que de clara la filiación ilegítima de un hijo del causante, por citar algunas.
Sobre la pretensión que se indica en el artículo 664º del C.C, se puede acumular la de declarar heredero al
peticionante si, habiéndose pronunciado una declaración judicial de herederos, considera que con ella se han
preterido sus derechos.
La acción petitoria es una acción que se dirige contra los herederos aunque haya una resolución judicial de
declaratoria de herederos que no comprenda al peticionante, y está referida a todo el patrimonio hereditario.
Por lo tanto, tanto el demandante como el demandado deben ser herederos.
Para que la acción de petición de herencia pueda tener como fin la exclusión del heredero poseedor de los
bienes de la herencia, el peticionante debe tener mejor título para heredar que el demandado. Entonces, en
este caso no habría una situación de copropiedad ya que las partes no serían coherederos, sino mas bien el
demandante sería el verdadero sucesor, y el demandado el sucesor aparente.
Por otro lado cabe resaltar que a la acción de petición de herencia es aplicable también lo dispuesto por el
artículo 666º del Código Civil, referida a la enajenación de un bien hereditario, que expresa: "El poseedor de
buena fe que hubiere enajenado un bien hereditario está obligado a restituir su precio al heredero y si se le
adeudara, se transmitirá a este último el derecho de cobrarlo. En todos los casos, el poseedor de mala fe
está obligado a resarcir al heredero el valor del bien y de sus frutos y a indemnizarle el perjuicio que le
hubiere ocasionado".
2. Naturaleza jurídica
Esencialmente es una acción real basada en los derechos de propiedad y posesión de bienes, los cuales
constituyen su objeto. Es inherente a la condición de heredero y se tramita como proceso de conocimiento,
siendo imprescriptible.
Corresponde al heredero que no posee los bienes que considera que le pertenecen, contra
quien los posea en todo o en parte a título sucesorio, esta última expresión difiere de la del texto
original del Código Civil, que se refería al título de heredero. La actual es mas propia pues incluye a
los legatarios, pudiendo darse el caso, como se ha señalado, de una persona que disponga de sus
bienes en legados, afectando a sus herederos forzosos. Ambas partes deben ser sucesores del
causante: demandante y demandado. Esta es la nota distintiva fundamental con la acción
reivindicatoria.
Puede haber exclusión o concurrencia, en este caso como se trata de los dos supuestos:
Que el actor concurra con el reo en la herencia, por tener igual derecho a suceder, o porque la ley
determina su participación conjunta. En este caso, es de aplicación lo dispuesto en el articulom844,
que determina que si hay varios herederos, cada uno de ellos es copropietario de los bienes de la
herencia, en proporción a la cuota que tenga derecho a heredar. Por lo tanto, tienen la condición de
copropietarios, y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 985, ninguno de ellos ni sus
sucesores pueden adquirir los bienes comunes, siendo imprescriptible la acción de participación. A
este respecto, hay una innovación importante en el actual Código, pues el derogado establecía una
excepción en su artículo 874, señalando que los herederos del condominio (copropietario) podían
adquirir por prescripción los bienes comunes cuando los poseían por un plazo de veinte años desde
la muerte del causante.
Que el demandante tenga mejor derecho para heredar que el demandado, excluyéndolo. En este
caso, el primero es el heredero verdadero y el segundo el sucesor aparente. No son, coherederos y,
por ende, tampoco copropietarios.
Acumulación de acciones, la nueva redacción del artículo 664 menciona expresamente algo que
estaba implícito: la facultad del accionante de demandar acumulativamente que se declare heredero,
en caso que medie una declaración de herederos que no lo incluya. Inclusive para que proceda la
petición de herencia, el actor debe necesariamente solicitar, que se le declare heredero; pues es
solamente si procede esta segunda petición que podrá declararse fundada la primera.
Este nuevo agregado se refiere al caso en el que exista una declaración de herederos expedida en un
proceso en el cual el peticionante no haya sido parte, pues de lo contrario habría cosa juzgada.
Esta acción es imprescriptible, este enunciado es innecesario, en el primer supuesto, al ser los
herederos copropietarios, no pueden adquirir por prescripción los bienes comunes, siendo la acción
de participación imprescriptible. En el segundo supuesto, si bien no tienen esta condición, el heredero
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verdadero esta reivindicando la herencia de su propiedad frente al heredero aparente, y la acción
reivindicatoria es imprescriptible, por disposición del artículo 927.
En efecto, el poseedor de buena fe a que se refiere puede ser el coheredero o el sucesor aparente, que
desconocía la existencia de un heredero para concurrir con él o para excluirlo, respectivamente. También el
coheredero o el sucesor aparente puede ser poseedor de mala fe, cuando conoce de la existencia de otro
heredero.
Capítulo II
Para el primitivo Derecho Romano la acción reivindicatoria comenzó dentro del sistema de las legis actionis.
La más antigua de las formas procesales para reclamar la propiedad quiritaria aparece a través de la legis
actio sacramentum in rem.
En este sistema procesal las partes observaban una posición simétrica ya que ambas, mediante la misma
fórmula sacramental, proclamaban ser propietarios de la cosa.
Ambas partes debían probar la propiedad. Si ninguno probaba el juez no podía adjudicar la cosa.
Mientras duraba el proceso el magistrado atribuía la posesión de la cosa al litigante que invocara mejor
derecho sobre ella. Quien había así recibido la posesión interina y luego era vencido en el pleito, según la ley
de las XII Tablas, era condenado por el doble del valor de los frutos que debía restituir
En la época clásica, la propiedad era tutelada por dos formas procesales: la rei vindicatio per
sponsionem y la formula petitoria.
La rei vindicatio per sponsionem, que era una actio in personam que se promovía a partir de
una sponsio. Para ponerla en movimiento era necesario pronunciar una declaración solemne que describe
Gayo
Si bien esta sponsio suponía la entrega de una suma de dinero, tal cantidad era meramente simbólica ya que
aquí lo importante resultaba probar que el demandante era verdaderamente propietario quiritario de la cosa.
Esta sponsio era considerada sponsio praeiudicialis, por ser una actio preparatoria del proceso.
Luego, ante el magistrado, las partes realizaban una segunda sponsio (sponsio pro praede litis et
vindiciarum) Por ella el demandado prometía, en caso de perder el pleito, restituir la cosa vindicada. Según
SCHULZ este procedimiento subsiste durante la totalidad de la época clásica, desapareciendo recién en la
etapa postclásica.
90
1. Concepto
Es aquella acción que ejercita el heredero contra el tercero que, sin buena fe, adquiere los bienes
hereditarios por efecto de contratos a título particular oneroso celebrados por el heredero aparente que entró
en posesión de ellos.
Está referida a la acción reivindicatoria de bienes hereditarios, que es tratada en el artículo 665º del Código,
que señala: " La acción reivindicatoria procede contra el tercero que, sin buena fe, adquiere los bienes
hereditarios por efecto de contratos a título oneroso celebrados por el heredero aparente que entró en
posesión de ellos. Si se trata de bienes registrados, la buena fe del adquirente se presume si, antes de la
celebración del contrato, hubiera estado debidamente inscrito, en el registro respectivo, el título que
amparaba al heredero aparente y la transmisión de dominio a su favor, y no hubiera anotada demanda ni
medida precautoria que afecte los derechos inscritos. En los demás casos, el heredero verdadero tiene el
derecho de reivindicar el bien heredado contra quien lo posea a título gratuito o sin título".
Se trata de una acción res singula; por lo que es mejor denominarla específicamente que referirla
únicamente a la herencia. Constituye un caso particular de la acción reivindicatoria en general, legislada en
el artículo 923º, que reconoce entre los derechos inherentes a la propiedad el de reivindicarla; y en el artículo
979º, que señala que todo copropietario puede reivindicar el bien común.
La acción de reivindicación de herencia puede referirse a todo el patrimonio dejado por el causante, o sólo a
una cuota del mismo. en la acción reivindicatoria el actor alega y deberá probar su derecho de propiedad y
que, por tanto, le corresponde la posesión del bien materia de la reivindicación; posesión que la tiene
indebidamente el demandado, partiendo de lo dispuesto en el artículo 880º del Código Civil que señala que a
todo propietario le corresponde poseer.
Esta acción reivindicatoria se refiere a los terceros adquirentes del sucesor aparente o del coheredero o de
un tercero. En este caso se norma el supuesto del adquirente de mala fe y a título oneroso y, el del
adquirente a título gratuito, con buena o mala fe.
Planiol lo explica de la siguiente manera: "Ni el adquiriente de mala fe que conocía la existencia del
verdadero heredero, ni el adquiriente a título gratuito puede verdaderamente oponerse a los derechos del
heredero propietario de los bienes comprendidos en la herencia".
El caso del adquiriente de buena fe, no se encuentra normado, ya que no procede contra él la acción, que en
realidad debería dirigirse contra el vendedor. Entonces vemos que lo dispuesto por el artículo 665º
concuerda con lo expresado en el artículo 666º y observamos los siguientes presupuestos:
El adquiriente a título oneroso de mala fe queda obligado a entregar al heredero verdadero el bien
y los frutos percibidos, así como a indemnizarlo.
El adquiriente a título gratuito de mala fe queda obligado a la restitución del bien, a la devolución
de los frutos percibidos y a pagar una indemnización.
91
El adquiriente a título oneroso de buena fe mantiene sus derechos, quedando obligado sólo a
pagar el saldo del precio, si hubiere, al heredero verdadero.
Debe tenerse presente, al igual como se ha dicho tratándose de la acción petitoria, que si bien el poseedor
no podrá deducir la prescripción adquisitiva de los bienes que posea, la cual operara como caducidad del
derecho del accionante.
La acción reivindicatoria de los bienes hereditarios procede contra la Sociedad de Beneficencia Pública, la
Junta de Participación Social o la Sociedad de Beneficencia de Lima, en su caso cuando el juez les adjudica
los bienes a falta de sucesores, según lo estipulado en el artículo 830º. Por otro lado también procede contra
el gestor de la declaratoria respectiva, quien según este dispositivo se hace acreedor al 40% del valor de la
herencia, si no obró de mala fe, ya que de lo contrario se haría acreedor a las sanciones antes señaladas. El
titulo del heredero prevalece a dichas adjudicaciones que se hicieron en el supuesto legal de no haber
herederos del causante. También procede contra el tercero poseedor sin título, aunque en este caso, es más
conveniente plantear la acción de desalojo por ocupación precaria, de conformidad con lo dispuesto en el
articulo 585 y siguientes del actual Código Procesal Civil, que se tramita en proceso sumarísimo.
El articulo 665 agrega que, si se trata de bienes registrados, la buena fe del adquiriente se presume si antes
de la celebración del contrato hubiera estado debidamente inscrito, en el registro respectivo, el titulo que
amparaba al heredero aparente y la transmisión de dominio en su favor, y no hubiera anotada demanda ni
medida precautoria que afecte los derechos inscritos. Estas condiciones a favor de la presunción de buena fe
no significan que de no presentarse se establezcan la existencia de mala fe. No solo en ese3 caso se
presume la buena fe. Esta es una presunción general que opera siempre, salvo prueba en contrario, o
cuando el bien se encuentra inscrito a nombre de otra persona, tal como lo dispone el artículo 914. Mientras
la buena fe se presume, la mala fe debe probarse. En todo caso, debió legislarse cuando, excepcionalmente
en la situación planteada, no puede presumirse la buena fe, conforme a la regla citada establecida en el Libro
de los Derechos Reales. El enunciado de la segunda parte del artículo 666, que dice que en todos los caso el
poseedor de mala fe está obligado a resarcir al heredero el valor del bien y de sus frutos y a indemnizarle el
perjuicio que le hubiere ocasionado, redunda lo expresado en el articulo 910 y el articulo 1969, siendo, por lo
tanto, superfluo.
Velarde cita diversas hipótesis en las cuales se plantea el problema de la reivindicación, como la de la
renuncia de la herencia que se deja sin efecto; del pariente en grado sucesible que entra en posesión del
patrimonio hereditario por ausencia de otros más próximos o del mismo grado; del instituido en testamento
revocado por un posterior o que se anula por vicios o defectos que no pudieron conocerse oportunamente; o
del heredero legal que recoge la herencia y cuya indignidad se descubre después.
2. Naturaleza jurídica
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Se trata también de una acción real que se fundamenta en los derechos de propiedad y posesión de los
bienes que constituyen su objeto.
Es una acción inherente a la condición de heredero y al igual que la acción petitoria se tramita como proceso
de conocimiento. Es una acción imprescriptible.
Existen dos corrientes en relación a la forma como debe estar legislada la acción para recuperar bienes
hereditarios, dichas corrientes son:
a. La Teoría de la Unidad
Consiste en que genéricamente existe una acción de reivindicación sucesoria, por la cual el heredero pide lo
que le corresponde. Ésta es la tesis que fue recogida por nuestro Código Civil anterior, ya derogado.
b. La Teoría de la Dualidad
Teoría reconocida por la doctrina nacional y los tratadistas modernos, que fue adoptada por los legisladores
de 1984 para la elaboración de nuestro actual Código Civil. Esta teoría se refiere a la recuperación del
patrimonio hereditario, en razón al vínculo, conexión con la sucesión que tienen los sujetos que participan en
la acción petitoria y el carácter ajeno a la misma por parte de una de las partes que participa en el proceso
de acción reivindicatoria.
Se podría decir que se tratan de dos acciones distintas pero con afinidades en ciertos aspectos.
Capítulo III
1. Diferencias
La acción petitoria se dirige contra los coherederos, la acción reivindicatoria está dirigida contra
los terceros adquirientes a título particular o contra los poseedores sin título.
La acción petitoria es imprescriptible si se dirige contra un coheredero para concurrir con él (Art.
664); la reivindicatoria prescribe a los 10 años, por ser una acción real (Art. 2001, inc 1º)
La acción petitoria tiende al reconocimiento del derecho hereditario, siendo a título universal,
recayendo en la totalidad de la herencia; la acción reivindicatoria es a título particular, y recae sobre
determinados bienes.
93
Por otro lado el autor Maffia sostiene que "la diferencia de las acciones repercute en el régimen de la prueba.
En la reivindicación el actor debe probar que es propietario de las cosas que reclama, mientras que en la
petición de herencia se deberá probar o acreditar su condición de heredero y que los bienes demandados
constituyen parte del haber sucesorio".
Como se mencionó anteriormente, ambas acciones son diferentes, claro que cabe señalar que también
presentan similitudes. Los caracteres comunes en ambas acciones son:
Tienen su fundamento en los derechos de propiedad y posesión de los herederos sobre la masa
hereditaria.
Procesalmente, les corresponde el mismo procedimiento, pues ambas pretensiones se tramitan como
proceso de conocimiento.
Conclusiones
La acción de petición de herencia es imprescriptible, y en tal sentido cualquier defensa que esté
basada en la extinción de la acción por el transcurso del tiempo deberá ser desestimada.
Contra la acción petitoria el demandado opone su titulo de sucesor, contra la reivindicatoria invoca su
título de propiedad o tan solo la posesión.
94
c) Explique la representación sucesoria
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Artículo 682.- En la línea recta descendente la representación es ilimitada en favor de los descendientes de
los hijos, sin distinción alguna.
Representación en línea colateral
Artículo 683.- En la línea colateral sólo hay representación para que al heredar a un hermano, concurran
con los sobrevivientes los hijos de los hermanos premuertos que tengan derecho a representarlo en los
casos previstos en el artículo 681.
Efectos de la representación sucesoria
Artículo 684.- Quienes concurran a la herencia por representación sucesoria, reciben por estirpes lo que
habría correspondido al heredero a quien representan.
Representación en sucesión legal y testamentaria
Artículo 685.- En la sucesión legal, la representación se aplica en los casos mencionados en los artículos
681 a 684. En la sucesión testamentaria, rige con igual amplitud en la línea recta descendente, y en la
colateral se aplica el artículo 683, salvo disposición distinta del testador.
d) La desheredación. Causales
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LIBRO IV: Derecho de Sucesiones / SECCIÓN SEGUNDA – Sucesión Testamentaria TITULO V -
Desheredación
Noción de desheredación - Artículo 742.- Por la desheredación el testador puede privar de la legítima al
heredero forzoso que hubiera incurrido en alguna de las causales previstas en la ley.
Obligación de expresar causal de desheredación - Artículo 743.- La causal de desheredación debe ser
expresada claramente en el testamento. La desheredación dispuesta sin expresión de causa, o por causa no
señalada en la ley, o sujeta a condición, no es válida. La fundada en causa falsa es anulable.
Causales de desheredación de descendientes - Artículo 744.- Son causales de desheredación de los
descendientes:
1.- Haber maltratado de obra o injuriado grave y reiteradamente al ascendiente o a su cónyuge, si éste es
también ascendiente del ofensor.
2.- Haberle negado sin motivo justificado los alimentos o haber abandonado al ascendiente encontrándose
éste gravemente enfermo o sin poder valerse por sí mismo.
3.- Haberle privado de su libertad injustificadamente.
4.- Llevar el descendiente una vida deshonrosa o inmoral.
Causales de desheredación de ascendientes - Artículo 745.- Son causales de desheredación de los
ascendientes:
1.- Haber negado injustificadamente los alimentos a sus descendientes.
2.- Haber incurrido el ascendiente en alguna de las causas por las que se pierde la patria potestad o haber
sido privado de ella.
Causales de desheredación del cónyuge - Artículo 746.- Son causales de desheredación del cónyuge las
previstas en el artículo 333, incisos 1 a 6.
Desheredación por indignidad - Artículo 747.- El testador puede fundamentar la desheredación en las
causales específicas de ésta, enumeradas en los artículos 744 a 746, y en las de indignidad señaladas en el
artículo 667.
Personas exentas de desheredación - Artículo 748.- No pueden ser desheredados los incapaces
menores de edad, ni los mayores que por cualquier causa se encuentren privados de discernimiento. Estas
personas tampoco pueden ser excluidas de la herencia por indignidad.
Efectos de desheredación - Artículo 749.- Los efectos de la desheredación se refieren a la legítima y no
se extienden a las donaciones y legados otorgados al heredero, que el causante puede revocar, ni a los
alimentos debidos por ley, ni a otros derechos que corresponden al heredero con motivo de la muerte del
testador.
Derecho de contradecir la desheredación - Artículo 750.- El derecho de contradecir la desheredación
corresponde al desheredado o a sus sucesores y se extingue a los dos años, contados desde la muerte del
testador o desde que el desheredado tiene conocimiento del contenido del testamento.
Acción del causante para justificar desheredación - Artículo 751.- El que deshereda puede interponer
demanda contra el desheredado para justificar su decisión. La demanda se tramita como proceso abreviado.
La sentencia que se pronuncie impide contradecir la desheredación."
97
Prueba de desheredación a cargo de herederos - Artículo 752.- En caso de no haberse promovido juicio
por el testador para justificar la desheredación, corresponde a sus herederos probar la causa, si el
desheredado o sus sucesores la contradicen.
Revocación de la desheredación - Artículo 753.- La desheredación queda revocada por instituir heredero
al desheredado o por declaración expresada en el testamento o en escritura pública. En tal caso, no produce
efecto el juicio anterior seguido para justificar la desheredación.
Renovación de desheredación - Artículo 754.- Revocada la desheredación no puede ser renovada sino
por hechos posteriores.
Herederos en representación de desheredado - Artículo 755.- Los descendientes del desheredado
heredan por representación la legítima que correspondería a éste si no hubiere sido excluido. El
desheredado no tiene derecho al usufructo ni a la administración de los bienes que por esta causa adquieran
sus descendientes que sean menores de edad o incapaces.
e) La sucesión intestada
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Igualdad de derechos sucesorios de los hijos - Artículo 818.- Todos los hijos tienen iguales derechos
sucesorios respecto de sus padres. Esta disposición comprende a los hijos matrimoniales, a los
extramatrimoniales reconocidos voluntariamente o declarados por sentencia, respecto a la herencia del
padre o de la madre y los parientes de éstos, y a los hijos adoptivos.
Sucesión por cabeza y por estirpe - Artículo 819.- La misma igualdad de derechos rige la sucesión de los
demás descendientes. Estos heredan a sus ascendientes por cabeza, si concurren solos, y por estirpe,
cuando concurren con hijos del causante.
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TITULO VI - Sucesión del Estado y de las Beneficencias Públicas
Artículo 830.- A falta de sucesores testamentarios o legales el juez o notario que conoce del proceso o
trámite de sucesión intestada, adjudicará los bienes que integran la masa hereditaria, a la Sociedad de
Beneficencia o a falta de ésta, a la Junta de Participación Social del lugar del último domicilio del causante
en el país o a la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana si estuvo domiciliado en el extranjero.
Es obligación de la entidad adjudicataria pagar las deudas del causante si las hubiera, hasta donde alcance
el valor de los bienes adjudicados.
Corresponde al gestor del proceso o trámite de sucesión intestada, el diez por ciento del valor neto de los
bienes adjudicados, el mismo que será abonado por la entidad respectiva, con el producto de la venta de
dichos bienes u otros, mediante la adjudicación de alguno de ellos.
100
15. LEY DE SOCIEDADES:
a) Diferencia entre sociedad y empresa
101
b) El empresario social y el empresario individual
102
c) Sociedad Anónima: Cerrada y sus variantes
LIBRO SEGUNDO - SECCIÓN SÉTIMA - FORMAS ESPECIALES DE LA SOCIEDAD ANÓNIMA / TÍTULO
I - SOCIEDAD ANÓNIMA CERRADA
Artículo 234.- Requisitos - La sociedad anónima puede sujetarse al régimen de la sociedad anónima
cerrada cuando tiene no más de veinte accionistas y no tiene acciones inscritas en el Registro Público del
Mercado de Valores. No se puede solicitar la inscripción en dicho registro de las acciones de una sociedad
anónima cerrada.
Artículo 235.- Denominación - La denominación debe incluir la indicación "Sociedad Anónima Cerrada", o
las siglas S.A.C.
Artículo 236.- Régimen - La sociedad anónima cerrada se rige por las reglas de la presente Sección y en
forma supletoria por las normas de la sociedad anónima, en cuanto le sean aplicables.
Artículo 237.- Derecho de adquisición preferente - El accionista que se proponga transferir total o
parcialmente sus acciones a otro accionista o a terceros debe comunicarlo a la sociedad mediante carta
dirigida al gerente general, quien lo pondrá en conocimiento de los demás accionistas dentro de los diez días
siguientes, para que dentro del plazo de treinta días puedan ejercer el derecho de adquisición preferente a
prorrata de su participación en el capital. En la comunicación del accionista deberá constar el nombre del
posible comprador y, si es persona jurídica, el de sus principales socios o accionistas, el número y clase de
las acciones que desea transferir, el precio y demás condiciones de la transferencia. El precio de las
acciones, la forma de pago y las demás condiciones de la operación, serán los que le fueron comunicados a
la sociedad por el accionista interesado en transferir. En caso de que la transferencia de las acciones fuera a
título oneroso distinto a la compraventa, o a título gratuito, el precio de adquisición será fijado por acuerdo
entre las partes o por el mecanismo de valorización que establezca el estatuto. En su defecto, el importe a
pagar lo fija el juez por el proceso sumarísimo. El accionista podrá transferir a terceros no accionistas las
acciones en las condiciones comunicadas a la sociedad cuando hayan transcurrido sesenta días de haber
puesto en conocimiento de ésta su propósito de transferir, sin que la sociedad y/o los demás accionistas
hubieran comunicado su voluntad de compra. El estatuto podrá establecer otros pactos, plazos y condiciones
para la transmisión de las acciones y su valuación, inclusive suprimiendo el derecho de preferencia para la
adquisición de acciones.
103
Artículo 238.- Consentimiento por la sociedad- El estatuto puede establecer que toda transferencia de
acciones o de acciones de cierta clase quede sometida al consentimiento previo de la sociedad, que lo
expresará mediante acuerdo de junta general adoptado con no menos de la mayoría absoluta de las
acciones suscritas con derecho a voto. La sociedad debe comunicar por escrito al accionista su denegatoria
a la transferencia. La denegatoria del consentimiento a la transferencia determina que la sociedad queda
obligada a adquirir las acciones en el precio y condiciones ofertados. En cualquier caso de transferencia de
acciones y cuando los accionistas no ejerciten su derecho de adquisición preferente, la sociedad podrá
adquirir las acciones por acuerdo adoptado por una mayoría, no inferior a la mitad del capital suscrito.
104
Artículo 253.- Control de CONASEV - La Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores está
encargada de supervisar y controlar a la sociedad anónima abierta, estando facultada para reglamentar las
disposiciones relativas a estas sociedades contenidas en la presente Sección, cuya supervisión y control se
encuentra a su cargo. En ese sentido y en adición a las atribuciones específicamente señaladas en esta
sección, goza de las siguientes:"
1. Exigir la adaptación a sociedad anónima abierta, cuando corresponda;
2. Exigir la adaptación de la sociedad anónima abierta a otra forma de sociedad anónima cuando sea el
caso;
5. Determinar las infracciones a las disposiciones contenidas en la presente Sección, así como a las normas
que dicte CONASEV, de acuerdo a lo dispuesto en el presente artículo que constituyan conductas
sancionables, así como imponer las sanciones correspondientes.
Articulo 254.- Estipulaciones no válidas - No son válidas las estipulaciones del pacto social o del estatuto
de la sociedad anónima abierta que contengan:
1. Limitaciones a la libre transmisibilidad de las acciones;
2. Cualquier forma de restricción a la negociación de las acciones; o
3. Un derecho de preferencia a los accionistas o a la sociedad para adquirir acciones en caso de
transferencia de éstas.
La sociedad anónima abierta no reconoce los pactos de los accionistas que contengan las limitaciones,
restricciones o preferencias antes referidas, aun cuando se notifiquen e inscriban en la sociedad.
Lo previsto en este artículo no es de aplicación a las clases de acciones no inscritas de conformidad con lo
previsto en el Artículo 252.”
No se puede adoptar una denominación completa o abreviada o una razón social igual o semejante a la de
otra sociedad preexistente, salvo cuando se demuestre legitimidad para ello.
No se puede adoptar una denominación completa o abreviada o una razón social que contenga nombres de
organismos o instituciones públicas o signos distintivos protegidos por derechos de propiedad industrial o
elementos protegidos por derechos de autor, salvo que se demuestre estar legitimado para ello.
El Registro no inscribe a la sociedad que adopta una denominación completa o abreviada o una razón social
igual a la de otra sociedad preexistente. En los demás casos previstos en los párrafos anteriores los
afectados tienen derecho a demandar la modificación de la denominación o razón social por el proceso
sumarísimo ante el juez del domicilio de la sociedad que haya infringido la prohibición.
105
La razón social puede conservar el nombre del socio separado o fallecido, si el socio separado o los
sucesores del socio fallecido consienten en ello. En este último caso, la razón social debe indicar esta
circunstancia. Los que no perteneciendo a la sociedad consienten la inclusión de su nombre en la razón
social quedan sujetos a responsabilidad solidaria, sin perjuicio de la responsabilidad penal si a ello hubiere
lugar. (*)
106
Artículo 112.- Lugar de celebración de la Junta. La junta general se celebra en el lugar del domicilio
social, salvo que el estatuto prevea la posibilidad de realizarla en lugar distinto.
Artículo 114.- Junta Obligatoria Anual. La junta general se reúne obligatoriamente cuando menos una vez
al año dentro de los tres meses siguientes a la terminación del ejecicio económico.
Tiene por objeto:
1. Pronunciarse sobre la gestión social y los resultados económicos del ejercicio anterior expresados en los
estados financieros del ejercicio anterior.
2. Resolver sobre la aplicación de las utilidades, si las hubiere;
3. Elegir cuando corresponda a los miembros del directorio y fijar su retribución;
4. Designar o delegar en el directorio la designación de los auditores externos, cuando corresponda; y,
5. Resolver sobre los demás asuntos que le sean propios conforme al estatuto y sobre cualquier otro
consignado en la convocatoria.
LIBRO I - Artículo 33.- Nulidad del pacto social Una vez inscrita la escritura pública de constitución, la
nulidad del pacto social sólo puede ser declarada:
107
1. Por incapacidad o por ausencia de consentimiento válido de un número de socios fundadores que
determine que la sociedad no cuente con la pluralidad de socios requerida por la ley;
2. Por constituir su objeto alguna actividad contraria a las leyes que interesan al orden público o a las buenas
costumbres; sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 410;
3. Por contener estipulaciones contrarias a normas legales imperativas u omitir consignar aquellas que la ley
exige; y,
4. Por omisión de la forma obligatoria prescrita.
Artículo 139.- Acuerdos impugnables - Pueden ser impugnados judicialmente los acuerdos de la junta
general cuyo contenido sea contrario a esta ley, se oponga al estatuto o al pacto social o lesione, en
beneficio directo o indirecto de uno o varios accionistas, los intereses de la sociedad. Los acuerdos que
incurran en causal de anulabilidad prevista en la Ley o en el Código Civil, también serán impugnables en los
plazos y formas que señala la ley.
No procede la impugnación cuando el acuerdo haya sido revocado, o sustituido por otro adoptado conforme
a ley, al pacto social o al estatuto.
El Juez mandará tener por concluido el proceso y dispondrá el archivo de los autos, cualquiera que sea su
estado, si la sociedad acredita que el acuerdo ha sido revocado o sustituido conforme a lo prescrito en el
párrafo precedente.
En los casos previstos en los dos párrafos anteriores, no se perjudica el derecho adquirido por el tercero de
buena fe.
108
c) Responsabilidad de los directores, ante la pretensión social de responsabilidad y la pretensión
individual de responsabilidad
109
d) Redacte una demanda de impugnación de acuerdo por cualquier de las causales previstas en la ley
110
17. Proceso de extinción de la sociedad anónima. Etapas
a. De la disolución. Concepto y causales
TÍTULO I - DISOLUCIÓN
Artículo 407.- Causas de disolución
La sociedad se disuelve por las siguientes causas:
1. Vencimiento del plazo de duración, que opera de pleno derecho, salvo si previamente se aprueba e
inscribe la prórroga en el Registro;
2. Conclusión de su objeto, no realización de su objeto durante un período prolongado o imposibilidad
manifiesta de realizarlo;
3. Continuada inactividad de la junta general;
4. Pérdidas que reduzcan el patrimonio neto a cantidad inferior a la tercera parte del capital pagado, salvo
que sean resarcidas o que el capital pagado sea aumentado o reducido en cuantía suficiente;
5. Acuerdo de la junta de acreedores, adoptado de conformidad con la ley de la materia, o quiebra;
6. Falta de pluralidad de socios, si en el término de seis meses dicha pluralidad no es reconstituida;
7. Resolución adoptada por la Corte Suprema, conforme al artículo 410;
8. Acuerdo de la junta general, sin mediar causa legal o estatutaria; y,
9. Cualquier otra causa establecida en la ley o prevista en el pacto social, en el estatuto o en convenio de los
socios registrado ante la sociedad.
111
Si la junta general no se reúne o si reunida no adopta el acuerdo de disolución o las medidas que
correspondan, cualquier socio, administrador, director o el gerente puede solicitar al juez del domicilio social
que declare la disolución de la sociedad.
Cuando se recurra al juez la solicitud se tramita conforme a las normas del proceso sumarísimo.
b. Liquidación del patrimonio social. Efectos jurídicos. Nombramiento. Funciones y
responsabilidades de los Liquidadores
TÍTULO II - LIQUIDACIÓN
Artículo 413. Disposiciones generales - Disuelta la sociedad se inicia el proceso de liquidación.
La sociedad disuelta conserva su personalidad jurídica mientras dura el proceso de liquidación y hasta que
se inscriba la extinción en el Registro.
Durante la liquidación, la sociedad debe añadir a su razón social o denominación la expresión "en
liquidación" en todos sus documentos y correspondencia.
Desde el acuerdo de disolución cesa la representación de los directores, administradores, gerentes y
representantes en general, asumiendo los liquidadores las funciones que les corresponden conforme a ley, al
estatuto, al pacto social, a los convenios entre accionistas inscritos ante la sociedad y a los acuerdos de la
junta general.
Sin embargo, si fueran requeridas para ello por los liquidadores, las referidas personas están obligadas a
proporcionar las informaciones y documentación que sean necesarias para facilitar las operaciones de
liquidación.
Durante la liquidación se aplican las disposiciones relativas a las juntas generales, pudiendo los socios o
accionistas adoptar los acuerdos que estimen convenientes.
Artículo 414.- Liquidadores - La junta general, los socios o, en su caso, el juez designa a los liquidadores y,
en su caso, a sus respectivos suplentes al declarar la disolución, salvo que el estatuto, el pacto social o los
convenios entre accionistas inscritos ante la sociedad hubiesen hecho la designación o que la ley disponga
otra cosa. El número de liquidadores debe ser impar.
Si los liquidadores designados no asumen el cargo en el plazo de cinco días contados desde la
comunicación de la designación y no existen suplentes, cualquier director o gerente convoca a la junta
general a fin de que designe a los sustitutos.
El cargo de liquidador es remunerado, salvo que el estatuto, el pacto social o el acuerdo de la junta general
disponga lo contrario.
Los liquidadores pueden ser personas naturales o jurídicas. En este último caso, ésta debe nombrar a la
persona natural que la representará, la misma que queda sujeta a las responsabilidades que se establecen
en esta ley para el gerente de la sociedad anónima, sin perjuicio de la que corresponda a los administradores
de la entidad liquidadora y a ésta.
Las limitaciones legales y estatutarias para el nombramiento de los liquidadores, la vacancia del cargo y su
responsabilidad se rigen, en cuanto sea aplicable, por las normas que regulan a los directores y al gerente de
la sociedad anónima.
Los socios que representen la décima parte del capital social tienen derecho a designar un representante
que vigile las operaciones de liquidación.
112
El sindicato de obligacionistas puede designar un representante con la atribución prevista en el párrafo
anterior.
Artículo 415.- Término de las funciones de los liquidadores - La función de los liquidadores termina:
1. Por haberse realizado la liquidación;
2. Por remoción acordada por la junta general o por renuncia. Para que la remoción o la renuncia surta
efectos, conjuntamente con ella debe designarse nuevos liquidadores; y,
3. Por resolución judicial emitida a solicitud de socios que, mediando justa causa, representen por lo menos
la quinta parte del capital social. La solicitud se sustanciará conforme al trámite del proceso sumarísimo.
La responsabilidad de los liquidadores caduca a los dos años desde la terminación del cargo o desde el día
en que se inscribe la extinción de la sociedad en el Registro.
113
Las pretensiones de los acreedores a que se refiere el presente artículo caducan a los dos años de la
inscripción de la extinción.
114
18. LEY DE SOCIEDADES:
a) El Capital Social y el Patrimonio Social. Conceptos
115
b) El Capital Social y el Patrimonio Social: Diferencias
116
c) Reorganización de Sociedades: Transformación, fusión y escisión
117
d) Redacte una minuta de Transformación de una sociedad comercial de responsabilidad limitada a
una Sociedad Anónima ordinaria
118
119
19. TITULOS VALORES:
a) Señale los alcances de la Ley de Títulos Valores sobre la formalidad, la literalidad y la legitimación
cambiarias
120
b) La solidaridad cambiaria y el ejercicio de las acciones cambiarías
121
c) Según la ley en qué consiste la alteración del Titulo Valor, la emisión incompleta y su protección
legal
122
d) La representación, la capacidad y la responsabilidad en las obligaciones cambiarias
123
e) Redacte una contestación de demanda contradiciendo el auto de pago fundándose en una
excepción personal del ejecutado con el demandante, derivada de la relación causal
124
125
20.
a) Concepto y caracteres de los Títulos Valores
126
127
b) Acciones cambiarías derivadas de los Títulos Valores
128
c) La acción causal y de enriquecimiento sin causa. Presupuesto legal para su viabilidad
129
d) Redacte una demanda de cobro de soles representados en una letra de cambio
130