AZÚA, Félix: El aprendizaje de la decepción

a) Tema:
El tema del texto es la hipocresía de los poderes y de la sociedad respecto a la cultura.

b) Estructura:
Se trata de un texto argumentativo con estructura inductiva porque la tesis deriva al final
de los argumentos que se enuncian a lo largo del texto.
La tesis no aparece explícita, sino que se construye poco a poco.

c) Características lingüísticas y estilísticas:

En el nivel morfosintáctico destacan varios rasgos que ponen de manifiesto la fiunción

apelativa del lenguaje.
Uno de ellos es la deíxis al receptor de la primera línea mediante el modo imperativo del
verbo: fíjense.
Otro, el uso de la primera persona del plural (sabemos), que introduce un argumento del
sentir general de la sociedad.
La expresión de un pensamiento elaborado exige una sintaxis compleja. Las oraciones
más abundantes en este caso son las que enuncian pensamientos encontrados, como las
coordinadas adversativas (pero esto es… sin embargo sabemos..) y las adverbiales
concesivas (a pesar de ello…).
Abundan los sustantivos abstractos, como poesía, relevancia, actividad… y los adjetivos
sustantivados con lo, como lo espontáneo, lo natural, lo inmediato, que también hablan de
categorías abstractas, como corresponde a un tema del pensamiento.

En el nivel léxico-semántico abundan los adjetivos valorativos y adverbios

cuantificadores que guían las connotaciones, introducen la ironía que destila el texto y,
por tanto, introducen la subjetividad del autor. Por ejemplo: decrépitos ancianos,
pomposa hipocresía, máxima importancia; y muy extraño, solo conocen doscientos…
Son palabras connotadas negativamente: adular, (se les premia) abrumadoramente,
utilizan (con fines publicitarios).

En el pragmático la cohesión se consigue con varios conectores que guían la

argumentación: sin embargo, a pesar de; y con numerosas anáforas y catáforas como a
lo cual, esto (es ya muy extraño).
Como la intención del autor es convencer y criticar un uso social, la función del lenguaje
predominante es la apelativa, pero sus rasgos ya se han explicado previamente.
También está presente la función poética que se manifiesta en una intención estilística
por parte del autor. Algunos rasgos de estilo son las enumeraciones recurrentes, la
repetición de un numeral hiperbólico, como doscientos, y la antítesis de ideas que sirven
para establecer un contraste entre los usos visibles y las intenciones soterradas.

d) Tipo de texto
Es un ensayo literario. Recordemos que en este tipo de textos, un autor reflexiona
sobre un tema de interés o actualidad y se dirige a un receptor amplio y heterogéneo.
Por tanto no es un texto especializado, sino divulgativo. Y en él no se intenta aportar
soluciones o respuestas, sino mover a la reflexión.

El autor, Félix de Azúa, hace gala de un estilo personal, que se mueve entre la ironía
y el coloquio. De interpretación no evidente, obliga al lector a reflexionar el tema y
llegar a sus propias conclusiones.