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El liderazgo y las humanidades: una visión de futuro

¿Alguna vez te has preguntado sobre qué estamentos se mueve el mundo? ¿Qué hace el hombre para
que el mundo sea como es ahora? Y después de tanto trabajo y tanta velocidad, ¿Qué estamos haciendo
nosotros para que el mundo sea como es ahora? En la historia hubo muchos personajes que
prácticamente han puesto los pilares para nuestra sociedad actual y con sus grandes hazañas cambiaron
lo que tenían a su alrededor. Actualmente, la sociedad creció con esos cambios y ahora la diferencia de
vida que experimentó un anciano y un niño es abismal. Sin embargo, analizaremos la generación joven y
adulta en una época de información, rapidez, competividad y éxitos. ¿Qué es lo que esperamos lograr?
¿Qué es lo que siempre hemos soñado desde que fuimos niños hasta ahora? Cambiar el mundo, ser un
líder, un agente de cambio bueno que deje una huella.

“Vive como si fueras a morir mañana, aprende como si fueras a vivir siempre” Mahatma Ghandi.

“La cultura es el ejercicio profundo de la identidad” Julio Cortázar.

Actualmente el acceso a la educación es un derecho que debemos tomar para formarnos como
personas. La educación nos brinda conocimiento de dos áreas principales de la ciencia: conocimiento
científico (matemáticas, física, química, biología, etc.) y conocimiento humano y artístico (literatura,
historia, filosofía, música, etc.) la primera nos brinda conocimiento sobre la naturaleza, el segundo nos
brinda conocimiento del ser humano en sí y su comportamiento. A esta área de estudio también se la
llama humanidades. Las áreas científicas o técnicas son las que tienen mayor valor, debido a que nos
brindan resultados objetivos y observables, que pueden ser sometidos a estudios y comprender su
funcionamiento. Sin embargo las áreas humanas son devaluadas por la mayoría de las personas porque
no nos dan respuestas. Como su centro de estudio es el ser humano, la ciencia en sí es tan compleja y
subjetiva como él. Podemos decir que estudiando historia no puedes encontrar la cura del cáncer, o la
solución al calentamiento global, o a la pobreza.

Un ejemplo la desvalorización de ésta área e que en la mayoría de los países es mucho más sencillo
encontrar trabajo para personas que estudiaron ciencias técnicas como economía, ingeniería,
arquitectura, etc, que las que estudiaron una ciencia humana como filosofía. También la inclinación
social al estudio de áreas como física, economía, etc. Es mucho más fuerte que las que se inclinan a
desarrollar áreas como literatura., y si es que ocurre el caso, un estudiante de física es considerado
mucho mejor que el que estudió literatura.

Asimismo, las generaciones jóvenes crecen junto a la tecnología y ven en ella una oportunidad de tener
un mejor estilo de vida y de ayudar a las personas por los beneficios que conlleva consigo. Las personas
ven el desarrollo de la tecnología como el desarrollo y el progreso del mundo porque pueden ver que los
resultados de la tecnología son directos y reales. El desarrollo de la tecnología implica más rapidez, más
información más trabajo más competitividad, ya que te da la posibilidad de tener algo inmediatamente.
Las personas centralizan en ella su atención y su tiempo, porque con ella lograran su deseo. Sin embargo
al despreciar todo aquello que no se pueda comprobar y que no obtengas una respuesta, desprecias una
de las partes más importantes con las que funciona la vida y todos los seres humanos: la subjetividad y
la diversidad de las personalidades de las personas, su individualidad con la que siempre son capaces de
reaccionar diferente a otras frente a una situación y tomar decisiones.

Por otro lado, las ciencias humanas, al tener como objeto de estudio al ser humano, aprendes cómo es
él, cómo se maneja entre la sociedad, qué es lo que realmente está buscando, cual es el sentido de su
vida, y al centrarte en el ser humano te conviertes en alguien más empático. Con ella aprendes a
contemplar lo que te rodea, a apreciar su belleza y a entender que eres tan pequeño que lo único que
puedes hacer para comprender la naturaleza es contemplar. Pero ¿de qué te sirve contemplar? ¿Qué
bien hace contemplar y que es lo que consigues? No tienes ningún resultado ni tampoco requiere de un
gran esfuerzo. Es como descansar despierto cuando cada minuto que pierdes será significativo ya sea en
tu trabajo o en tu profesión. Sin embargo en la contemplación es cuando realmente entiendes que no
necesitas nada más que lo que te rodea. Es una pausa que te hace discernir entre lo urgente y lo
importante y te hace sentir y reflexionar.

Por ejemplo cuando lees una historia que hiso que te identificaras y vivieras con los personajes sus
experiencias alegres y tristes, o cuando descubres que el mundo no se manejaba como pensabas, y te
tomas un tiempo para pensar en lo que haces, en lo que eres y en lo que esperas y aprendes del autor y
de tus propias experiencias.

También es un caso que se presenta en el libro Los restos del día de Kazuo Ishiguro, en él conoces a un
hombre que se centro por completo en su profesión, pero con tan solo salir unos días y contemplar, le
ayudó a conocerse a sí mismo y a apreciar las cosas de su alrededor.

Las ciencias humanas pueden cultivarse con libros, arte, ramas como la filosofía, historia. Con ellas no
solo te conoces a ti mismo, porque eres un ser humano, sino que entiendes que existe algo más que el
éxito o la riqueza. Reflexionas y aprendes de las experiencias de otras personas que escribieron sus
pensamientos y vida o fueron personas importantes en la historia adquiere criterio. Al abrir tu mente a
nuevas formas de pensar, abres tu mente al mundo y lo manejas de mejor manera porque te conoces
más a ti.

Un ejemplo de esto se refleja en sociedades como la musulmana, la cual debido al intercambio cultural
entre los comerciantes occidentales y musulmanes, lograron recopilar conocimientos que hicieron de los
reinos musulmanes uno de los más poderosos.

Al enseñar estas ciencias haces que una sociedad entera cambie y también le interese ser mejor como
personas y no solo tener éxito o riqueza. Si eso sucede se crea una cultura que a la vez que desarrolle
tecnología y haga progresar a su país, se interese por cuestiones humanas, que al fin y al cabo han sido
olvidadas por mucho tiempo.

“cultura: cultus: cultivo del espíritu humano y sus habilidades intelectuales.” (Porto, 2008)

Al convertirnos en una sociedad concentrada en lo exacto, en la comprobación, sometida al cientifismo,


olvidamos entender la singularidad de las personas, olvidamos comprender y buscar el verdadero
bienestar. Lo vemos en las familias, que perdieron el afecto entre ellas o simplemente lo olvidaron, lo
vemos en los niños, en los adultos que se volvieron dependientes de un aparato y emplean su tiempo en
él en vez de compartir con sus seres queridos. El mundo está cambiando pero siempre debemos
recordar ser humanos.

Como conclusión, cultivar estas ciencias te hace más humano porque te vuelve más consciente de lo que
tienes a tu alrededor y más consciente de lo que eres tú mismo. Si lo eres no serás indiferente a la
verdadera injusticia, aquella que no se confunde con una alteración a la comodidad. Debemos recuperar
nuestra humanidad cultivándola y utilizarla en favor a los demás. En esa misión se distinguirá el
verdadero líder, aquel que busca lo mejor para todos, aquel que alcanza objetivos y vela por el bien de
los demás.

Escrito por Silvia Campero

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