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El pasado astrológico de Ifá Todas las religiones están sujetas a los ciclos

universales; nacen, se desarrollan, tienen su cúspide y desaparecen; esto nos


indica un proceso natural con fases de crecimiento y degradación; El suscrito no
está muy claro en la edad que tiene el oráculo de Ifá, pero está seguro que no
tiene 10.000 años sobre la tierra como aseguran algunos sacerdotes; solo hay que
mirar la línea del tiempo en la historia de la humanidad y específicamente en el
continente africano, para darse cuenta de que esta idea es opuesta a la razón. Es
mi opinión, que Ifá con el tiempo ha sufrido un proceso degenerativo y de
degradación, hecho que queda demostrado en la solicitud que se hiciera ante la
UNESCO en el 2005, para declarar al oráculo de Ifá patrimonio intangible de la
humanidad, y cuyas razones fueron la apatía de la juventud nigeriana, para aceptar
y continuar con la tradición de sus ancestros (en la actualidad menos del 6% de la
población nigerania practica la religión yoruba). No obstante esto no excluye una
posible resurreción del culto a los Orichas y un rescate de la esencia original de
Ifá. Sin embargo aún quedan restos del pasado originario de Ifá, solo basta
observar algunos ritos que se practican en la diáspora hoy en día, como la
salutación al Sol que se realiza antes del mediodía en los Itá u observar
detenidamente el tablero de Ifá y sus símbolos, para inferir que el oráculo de Ifá
está basado en el recorrido diario, anual y de precesión del Sol, lo que lo convierte
en un culto originario al astro rey; lamentablemente la interpretación mitología
superficial de las historias yoruba, ha deformado lo que originariamente fue Ifá.
Asegurar que Ifá se reduce a un puñado de versos en yoruba, o a unas historias
mitológicas generadas en la diáspora africana, es castrar las inmensas
posibilidades de Ifá, es convertirlo en un sistema fijo, cuando en realidad Ifá refleja
el movimiento de los planetas del cielo real y no del cielo poético, este último
creado por una determinada casta sacerdotal y que luego se convirtió en razón
para generar un linaje en la sociedad yoruba. El largo proceso de aparición en la
tierra de la primera religión, está asociado con lo primero que observó en el cielo
el hombre primitivo; los dos luminares (Sol y Luna), fue lo que llamó su atención y
contempló largamente; luego lo asoció con los fenómenos que ocurrían en su
entorno y que regían su supervivencia; una vez establecida la correlación entre los
dos principales astros, el día y la noche, el frió, el calor, lluvias, sequías y todo
fenómeno natural que lo afectará; el hombre comenzó a adorarlos con el fin de
obtener sus favores, es decir la primera religión del hombre fue la “ astrolatría ”
(adoración al Sol y su satélite natural a Luna), actividad primigenia que perdura
hasta nuestros días en todas las religiones, solo que ahora transformada en
símbolos. Vale la pena comentar la tesis de la Doctora Martín Cano Abreu, quien
establece que las primeras actividades agrícolas fueron ejecutadas por mujeres y
ellas fueron las que determinaron las fechas de siembra y recolección de las
cosechas, estableciendo así el Solsticio de Invierno, el Equinoccio de primavera y
otras fechas astronómicas relacionadas con la agricultura; por esa razón se
convirtieron en las primeras sacerdotisas de la primigenia religión del hombre. El
suscrito apoya esa tesis, pues el hombre en un principio pensaba que el principio
femenino regía a toda la naturaleza, por eso se refería a la madre tierra y asociaba
el parto femenino con la productividad de ella; no obstante cuando avanzó la
conciencia humana a través del proceso evolutivo, el hombre se dio cuenta, que
era él quien engendraba la vida en la mujer y no la madre tierra. En este momento
las mujeres fueron perdiendo progresivamente la supremacía en la religión ( signo
de Ifá Osalo Fogbeyó ). A medida que se desarrolló el inconciente colectivo en el
hombre, este construyó edificaciones de observación de las estrellas, aquí nació la
“ a strología ” porque el hombre ya se había dado cuenta, que a cada movimiento
de las estrellas en el cielo, le correspondía un movimiento en su ser interno (ley de
correspondencia), de manera que la “ astrología ” fue la base de todos los
oráculos que existen hoy día. Las anotaciones hechas sobre los movimientos de los
dos luminares y los planetas observables a simple vista, fue también la base de la “
astronomía ”, la cuál utilizó las observaciones de los antiguos sacerdotes, para
estudiar la física del cosmos; sin embargo, hoy día los astrónomos desconocen
este hecho y reniegan de su madre la “ astrología ”. Muy pronto los primeros
observadores del cielo se convirtieron en sacerdotes, le asignaron nombres a los
luminares, estrellas, planetas y los convirtieron en Dioses, les crearon una
mitología y así el sacerdote convirtió en secretos de religión estos hechos. Así que
el que deseaba convertirse en sacerdote, debía ingresar a una sociedad muchas
veces secreta para ser iniciado en sus misterios. Los sucesos descritos cristalizaron
en la cuna de la civilización Mesopotámica, donde aún se puede visitar el Zigurat,
torre donde los sacerdotes babilonios, caldeos y sumerios se reunían a observar
las estrellas ( signo de Ifá Ofun Batrupo ). Los sacerdotes mesopotámicos
aproximadamente en el 3.000 ane, ya guardaban celosamente sus secretos y a sus
iniciados les estaba prohibido revelarlos; la astrología que practicaban era
impersonal, es decir el destino y los designios de las estrellas ahora convertidas en
Dioses, eran usados para guiar al pueblo en los aspectos comerciales, espirituales,
militares, agrícolas etc. Es interesante señalar, que cuando en la religión Yoruba se
obtiene la letra de año, se está emulando la función arcaica de la astrología, la cual
era solo usada para guiar al colectivo; pero muy pronto la astrología se extendió a
la región helénica, y fueron los griegos quienes levantaron el primer mapa natal
personal. Son numerosos los grandes aportes que a la astrología se hicieron en
esta región, pero infelizmente, la antigua religión mesopotámica pasó a ser del
dominio público; sin embargo la religión helénica se fundamentó también en los
planetas del cielo, solo que los nombres cambiaron y se hicieron “Vox populi”
entre los griegos. Poca gente sabe quien es " Adad ", pero todos reconocen
quien es " Apolo ", muy pocos mencionan a " Ishtar ", pero han oído alguna vez
sobre " Afrodita "; no obstante la decadencia de estos dioses babilónicos, la cual
ocurrió hacia el 539 ane, resurgió con fuerza en la religión griega; son famosos en
nuestros días los oráculos de " Apolo y Delfos ". Cada Dios tenía su templo de
adoración, y se debe señalar en este punto, que los griegos recibieron de la
civilización egipcia, la filosofía hermética, traida del cosmos por el Dios Tot,
llamado Hermes por los griegos y posteriormente Mercurio entre los romanos;
está filosofía contiene las leyes universales, las cuales no cristalizaron en ninguna
religión, pues sus sacerdotes o iniciados las guardaron celosamente; no obstante
esta filosofía fue la base fundamental de todas las religiones ancestrales, solo que
en algunas de ellas sino en la gran mayoría, el fundamentalismo religioso la ha
cubierto con la capa del absurdo, y por ello los sacerdotes son incapaces de
observarlas para ponerlas en práctica. De la región griega la astrología migró al
imperio romano, el cual fundó su religión en base a ella también, pero ahora "
Afrodita " se convirtió en Venus, " Ares " el dios de la guerra en Marte, " Zeus " el
padre de los dioses en Júpiter, " Apolo " en Helios, " Poseidón " en Neptuno Etc.
Estos Dioses de la cultura romana, quedaron para señalar los planetas de la
bóveda celeste que hoy en día conocemos, y los planetas que fueron descubiertos
posteriormente, también se le asignaron nombres de Dioses y Diosas de estas
religiones, como es el caso de Urano, Neptuno, Plutón, Quirón, Ceres, Palas y una
larga lista de planetas y asteroides desconocidos para el neófito en astrología y
religión. Generalmente las personas asumen la astrología como el " horóscopo ",
el cual precisamente surgió en Roma con la vulgarización del lenguaje de los
Dioses; así que la lectura del cielo otrora sagrada, se convirtió en profana y
surgieron en la astrología un sin numero de charlatanes que perduran hasta
nuestros días. Mucha gente cree que la piedra angular de la iglesia católica es el
apóstol Pedro, pero lo cierto es que el judío converso al cristianismo Saulo de
Tarso, mejor conocido como " San Pablo " fue el que estableció y luchó por
imponer entre los gentiles la doctrina del cristianismo. Este recolector de
impuestos del imperio romano, desesperado ante la práctica de la astrología y la
adoración a los Dioses de sus religiones, optó por formular la tesis de que el
verdadero Dios era Jesús, que debía solo venerarse y adorarse a este y que el
culto a los antiguos Dioses era venerar al maligno (Satán); así Júpiter, Zeus, Ra,
Osiris y Ormuz entre muchos otros, pasaron a ser legiones de Lucifer y fueron
declarados Dioses “ paganos ”. Muy pronto el emperador Constantino y a raíz de
la primera herejía en el cristianismo (el arrianismo), sentaría las bases de la doctrina
católica, donde la iglesia pasaría de perseguida a perseguidora. A pesar de que la
astrología fue condenada por Saulo de Tarso, resulta curioso que uno de los
mejores tratados sobre el tema lo escribiera Tomás de Aquino (teósofo de la
religión católica). La iglesia sabe que el destino del hombre está escrito en las
estrellas y que es el lenguaje de Dios; sin embargo persigue a la astrología
cumpliendo su papel de obstructora del desarrollo espiritual del hombre; solo se
debe recordar que el desaparecido papa Juan Pablo II, en uno de sus documentos
eclesiásticos declaró pecado leer el “ horóscopo ”. Sin embargo la astrología
siguió su curso histórico y llegó al mundo árabe, allí se le hizo un aporte enorme.
Las famosas partes arábigas del mapa astral, aun son usadas por muchos
astrólogos. No obstante la llegada del Islam a la región, no extinguió la práctica
entre los árabes, pues a pesar de que el Corán considera asociación con Alá a la
astrología, una fracción de los que adoran la doctrina de Mahoma aún la practican.
La región africana meridional, no solo recibió la influencia del antiguo Egipto
como se piensa generalmente, existen tesis que conectan a los yoruba con los
babilonios y los caldeos. La cultura mediterránea también tuvo su influencia en el
África y nada que decir sobre la cultura arábiga. Todas estas civilizaciones
practicaron la astrología y le dieron forma a sus religiones en base a ella. Así que la
religión yoruba, la cual tiene el panteón de Dioses mejor estructurado y
organizado del continente africano, probablemente adoptó el sistema religioso
helénico; solo que ahora sus Dioses cambiaron de nombre; Oshún en vez de
Afrodita, Shangó por Apolo, Olokun en vez de Poseidón, Osaín por Quirón,
Obbatalá por Zeus, Yemayá en vez de Hera Etc.. Solo se debe observar la
estructura actual y tradicionalista de la religión Yoruba, para darse cuenta que aún
conserva este patrón religioso; no así en la diáspora africana, donde en un
principio se trato de conservar esa estructura organizativa; pero los famosos
cabildos de Cuba, especie de sínodos de sacerdotes yorubas de la diáspora,
determinaron adoptar la estructura de la iglesia católica, es decir adorar a los
Orichas en un solo templo llamándolos “ santos ”, para poder quitarse de encima
el estigma de " religión pagana ". En el libro " 25 siglos de historia de la santería
cubana " de Nelson A. Domingo, se expone una tesis interesante sobre el origen
de Ifá. Este autor logra conectar la escritura de los signos de Ifá con los trigramas
del oráculo del IChin proveniente de la milenaria cultura China. Otros autores
sugieren y ven similitud entre el ADN humano y la escritura de Ifá, y hay quien la
compara con los binarios de las computadoras. Basado en el Opón de Ifá y sus
símbolos, el suscrito logró conectar los 256 signos de Ifá con los 360 grados del
mapa astral; no obstante estas tesis surgen, ante el silencio de los sacerdotes
yoruba tradicionales para explicar adecuadamente el origen del oráculo de Ifá. Si
usted trata de guiarse por las historias mitológicas de la religión, no recibirá mucha
luz sobre el asunto. Una de las historias relata, que Orunmila viviendo en la tierra
se molestó con sus hijos y ascendió al cielo, pero dejando a sus vástagos las
semillas sagradas para que se comunicaran con él. Otra historia relata que Ifá fue
traido por el príncipe que vino del Este (Oddúa); pero lo cierto es que el oráculo
de Ifá, al igual que todos los sistemas adivinatorios, no tiene origen divino sino
humano. Los oráculos, cualquiera sea su naturaleza, son el producto de los
procesos gnósticos en el hombre y quizás por esa razón es difícil establecer el
verdadero origen del Oráculo de Ifá; ya que al tornarse divino se trata de ocultar
su origen humano. Resulta muy interesante y curioso que la religión yoruba cuente
con dos oráculos: el caracol o diloggún y las semillas sagradas de Ifá o adelés;
aunque los signos a interpretar tienen el mismo origen, es necesario iniciarse
como sacerdote en la Osha para usar el primero e iniciarse en Ifá para interpretar
el segundo; no obstante el rabioso comercialismo y el egoísmo de algunos
sacerdotes han tratado de separarlos, pero la verdad es que son un solo oráculo
pero con diferente gradación en la interpretación. En la astrología existe un
planeta que marca la frontera entre lo personal y lo transpersonal (más allá de los
límites de lo personal), entre lo individual y lo colectivo; ese planeta se llama
Saturno, es el Dios griego Cronos, sólido arquetipo de Orunmila en la religión
yoruba; es el planeta que contiene el destino del hombre; el resto de planetas,
planetoides y asteroides que se encuentran más allá del gigante con anillos
(transaturninos) son los Dioses que corresponden a Ifá; Eg. Urano (Eshú), Neptuno
(Olokun), Quirón (Osaín), Plutón (Ikú) . Los planetas personales como el Sol
(Shangó), Mercurio (Eleggüá), Venus (Oshún) , Luna (Yemayá), Marte (Oggún) ,
Júpiter (Obbatalá) junto a otros planetoides y/o asteroides que se encuentran en
las órbitas interiores a Saturno, son los que corresponden a los dioses del panteón
yoruba en la Osha. De esta organización se desprenden muchas de las reglas para
el manejo de ambos oráculos en la religión, las cuales se establecieron y luego
fueron justificadas en las historias mitológicas. Pondré un ejemplo muy real y
práctico en el contexto de mi experiencia como sacerdote yoruba. Algunos signos
de Ifá contienen las razones del porqué Orunmila es quien determina el llamado
ángel de la guarda u Oricha tutelar y que en astrología se denomina planeta
regente; pero muy pocos conocen las razones reales para ello; cada Oráculo
contiene sus propios ciclos y ellos están basados en los períodos de los planetas;
es un error grave determinar el Oricha tutelar con el caracol de Eleggüá, pues el
período del planeta Mercurio (fuente de las energías del Oricha) es de un año y
todos los sucesos que se señalan con su caracol están comprendidos en ese
período, amén de que Mercurio (Eleggüá) no contiene el destino del hombre.
Otro ejemplo significativo, es la limitación que tiene el sacerdote de Osha para
leer hasta la letra Eyila Shebora. Para comprender esto, debemos olvidarnos un
momento de la historia donde Orunmila tomó por sorpresa a Yemayá consultando
con el Ókpele; este relato es el resultado del desprestigio hacia la mujer en la
religión, pues realmente la letra número doce corresponde al ciclo más alto del
caracol (12 años) y el cuál pertenece a Obbatalá (Júpiter); pero ni modo que la
religión aceptara, que el mayor de los Oshas le faltara el respeto a Orunmila, así
que la responsabilidad recayó sobre Yemayá, arquetipo de la Luna; por cierto,
planeta de género femenino con las inmejorables características y condiciones
para la adivinación y que el sacerdote de Osha e Ifá activa para recibir los
mensajes del inconciente colectivo (memoria de los ancestros); es decir las
energías de esa Diosa permite tener acceso a la memoria colectiva del hombre,
fuente inagotable de sabiduría. Es posible que a raíz de la perdida de la
supremacía de la mujer en la religión y la imposición del principio de generación
masculino por el hombre, el caracol de Eleggüá se convirtiera en el vocero de los
Oshas, cumpliendo así su papel de mensajero de los Dioses; sin embargo el
caracol de Yemayá, sólido arquetipo del satélite natural de la tierra (la Luna),
posee un ciclo más corto que el de Eleggüá (28 días), amén de un aspecto
sumamente interesante, pues este caracol si es bien manejado, es capaz de
describir el “ Karma ” inmediato pasado de la persona; esto tiene como base la
órbita lunar y los denominados nodos lunares, comúnmente llamados la cabeza y
la cola del Dragón; también los deseos reprimidos y descontrolados en la persona
se representan en el apogeo y el perigeo de la luna, denominados Lilith (Luna
negra) y su opuesto Priapo. Es posible que los signos arrojados en un Itá de
Yemayá, contengan la información antes descrita, esto por supuesto requiere de
mucho estudio. Cheap Offers: http://bit.ly/gadgets_cheap

El pasado astrológico de Ifá (parte V)


La primera letra de Ifá (Babá Ejiogbe), posee una frase que generalmente pasa
desapercibida para el sacerdote "El maestro de la respiración", ella describe el
ciclo de las semillas sagradas de Ifá. El hombre tiene en su vida tres respiraciones
esenciales, la primera que se inicia con el nacimiento y finaliza a los 28 años, este
ciclo que comprende el primer retorno de Saturno (Orunmila), es donde el hombre
convive con su entorno familiar y comienza su aprendizaje para posteriormente
desenvolverse en la sociedad. La segunda respiración va desde los 28 años hasta
los 56 años, es el segundo retorno del planeta, durante esta etapa el hombre se
desprende de su familia para fundar la suya; aquí se dedica casi completamente a
la interrelación con la sociedad a través de su profesión u oficio; finalmente la
última respiración llega con el tercer retorno de Saturno, el cual dura hasta los 84
años aproximadamente; durante ese último período el hombre se dedica a la
búsqueda de la espiritualidad, y un rasgo importante de este lapso, es que el
centro de gravedad primario que nace con el hombre (el cual está ubicado en la
cabeza) y que es donde se realiza la iniciación en la Osha, migra naturalmente al
lugar donde se recibe a Ifá; por eso cuando se le hace Ifá a una persona menor de
56 años, solo se está forzando al centro de gravedad primario, para que así el
iniciado adquiera las características del eje de la conciencia (Ifá) y se dedique a la
búsqueda de la espiritualidad más temprano (antes de los 56 años); caso distinto
es el eje del poder, que representa la conexión del cielo con la tierra y rige la
Osha, el cual se ubica en el primer centro de gravedad (la cabeza). La sumatoria
de los tres ciclos vitales del hombre da 84 años, y corresponden al ciclo del
planeta Urano (Eshú), el cual es el encargado de que el destino del hombre
marcado por Saturno (Orunmila) se cumpla; si la persona no lo cumple en ese
tiempo, generará inevitablemente “deuda Kármica” para su próxima existencia.
Por eso resulta interesante la tesis de Adrían de Souza, el cual asegura que el
equilibrio dinámico de la religión yoruba está determinado por estos dos Orichas
(Orunmila y Eshú), pues mientras uno conserva la vieja estructura del universo, el
otro trata de destruirla para implantar lo nuevo. Finalmente, se debe resaltar la
sabiduría que tuvieron los sacerdotes ancestrales de Ifá al crear dos oráculos en la
religión yoruba y que pueden ser manejados de acuerdo a la iniciación y grado de
conciencia del iniciado. Lo que ve el oráculo del caracol son las energías
personales en el hombre; representan los ciclos más cortos de las energías
planetarias, aquellas que provienen de los planetas interiores a Saturno y cercanos
al Sol. Lo que mira Ifá son las energías transcendentes, la de los planetas que se
encuentran más allá de Saturno, esas cuyas energías son tan sutiles, que para
percibirlas es necesario poseer un grado de conciencia espiritual elevado. Cada
persona se desenvolverá o fluirá con su destino con el predominio de una energía
planetaria en particular y el tratar de determinarla con el oráculo del caracol es
simplemente un ejercicio de probabilidades y solo demuestra un desconocimiento
de la herramienta que maneja, pues este oráculo no tiene la capacidad para ver en
el colectivo debido a lo corto de sus ciclos (el máximo dura solo 12 años); así que
resulta un absurdo que sacerdotes de Osha determinen el Oricha tutelar o ángel
de la guarda con el caracol de Eleggüá, ya que las tres edades del hombre solo las
puede ver el binomio Orunmila-Eshú. Mucho tiempo pasó desde que pude
interpretar correctamente mis Itá, pues uno generalmente deja en manos de los
sacerdotes mayores esa responsabilidad; y es que muchas veces pensamos
ingenuamente, que aquellos que se suponen guías espirituales de uno, actuarán
sin prejuicio o sin apego a interés alguno; sin embargo ante preguntas esenciales y
profundas de lo expresado por los Oshas y Orichas en mi Itá, muchas veces se me
respondía con evasivas, interpretaciones absurdas o manipulaciones en arreglo al
beneficio comercial que se pudiera obtener de ello; ante la requisitoria para
solucionar un aspecto de mi Itá, siempre la respuesta era recibir otro atributo, o un
sacrificio u ofrenda a los Dioses Yoruba. Relataré dos ejemplos para ilustrar lo que
quiero decir. En el Itá de Elegüá, este recomienda que olvide mi pasado y
comience una nueva vida; sin embargo inmediatamente me vino a la memoria la
frase "el hombre que olvida su pasado, está condenado a repetir los mismos
errores"; también el mensajero de los Dioses yoruba, insistió en un cambio en mi
carácter, para convertirme en una persona más tranquila y alegre. Ante la falta de
coherencia y multiplicidad de interpretaciones de otros sacerdotes yoruba, al
suscrito no le quedó otro remedio que indagar en el cielo astrológico, y esa fue la
única forma de interpretar el mensaje de Eleggüá, el cual se reveló correctamente
y sin ambigüedades. En la casa astrológica I de mi carta natal (la de la
personalidad), está emplazada la cola del dragón, es decir mi nodo lunar Sur en el
signo de Cáncer; signo que precisamente es el de los recuerdos, la memoria, el
apego al pasado inmediato y la conciencia histórica de los pueblos a través del
sentimiento de pertenencia. Pero entonces ¿Cómo me pide Eleggüá que olvide el
pasado, en un signo que me estimula al apego hacia el? La cola de dragón define
las conductas aprendidas en la vida anterior y que infelizmente tratamos de repetir
en esta vida y frenan nuestra evolución, ese es el pasado que me pide el Osha que
olvide, el “kármico” (el cual figura en mi mapa natal personal), no el pasado
inmediato; es por eso que se agrega en el Itá de Eleggüá, que debo cambiar el
carácter para lograrlo. Resulta interesante señalar los cambios bruscos de humor
de los que portamos el signo Cáncer en el ascendente y que muchas veces nos
obliga a tomar decisiones desacertadas y dolorosas producto de ese pésimo
estado de ánimo (conducta muy frecuente en mi vida anterior). En el Itá de Ifá
figura una advertencia "cuídate de las hijas de Oshún, son tu destrucción" y más
adelante una sentencia en lenguaje folklórico "Oshún te dará palo, así que debes
respetarla y quererla mucho". Este segundo ejemplo igual me puso a dudar, en el
primer caso, es posible que me pueda cuidar de las hijas de esta Diosa si conozco
su ángel de la guarda, pero a todo ser humano lo gobierna y regula una energía
de un determinado Osha; entonces ¿cómo haré, para huir de las hijas de esta
Diosa en un contexto no religioso? Este segundo caso me resulta mas anormal
aún; ¿Qué clase de respeto y amor se le puede profesar a Oshún si solo me dará
palo?, sinceramente creo que solo se daría en un marco sadomasoquista o en una
relación enfermiza. Al revisar el cielo en busca de los aspectos y condiciones del
planeta fuente de las energías de Oshún, pude encontrar una respuesta más clara
a la advertencia y a la sentencia de los sacerdotes de Ifá. Mi Venus se encuentra en
el signo de Escorpio, signo de agua (símbolo de las emociones y sentimientos) y
asociado por los astrólogos antiguos con el planeta Marte (Dios de la guerra y
arquetipo de Oggún en la religión yoruba) y por los astrólogos modernos con
Plutón, el Hades (Dios de los infiernos y la muerte); a estas condiciones nada
halagadoras, desarrolladas en un signo que representa el sexo, la muerte y la
guerra, y donde las energías del planeta Venus se tornan perversas, se le suma
otro aspecto negativo, una conjunción con Saturno (Orunmila), planeta del destino
y que origina fuertes contracciones en el área donde actúa. Este gigante llamado
por los antiguos el maléfico mayor, inhibe las energías de Venus, para que las
bondades del planeta fuente de las energías de Oshún, sean suprimidas en gran
medida sino completamente y que el sacerdote de Ifá interpretó a su manera "una
parranda de palo de parte de la Diosa"; esto resultó cierto, pues en el ejercicio
religioso yoruba, fueron muchos los problemas que los atributos de mi Oshún le
resolvió a los que venían en busca de su ayuda, amén de que algunos de esos
problemas los padecía también el suscrito y sin embargo me negó la solución a
ellos, a pesar de ofrecerle lo que tenía y lo que no tenía.Pero allí no termina todo,
otro aspecto astrológico negativo se suma a las condiciones adversas de las
energías de Oshún en el cielo; para más desgracia “Lilith” (Luna negra) vino a
condimentar la conjunción de Venus y Saturno, aspecto que fundamenta la
advertencia "cuidado con las hijas de Oshún" Aunque a un asteroide se le asignó
el nombre de “Lilith”, el aspecto astrológico real es el apogeo de la Luna ( punto
de la órbita en torno a la Tierra más separado del centro de esta) , es decir no se
trata de un cuerpo sólido sino que tiene similares características a los nodos
lunares. En la historia hebraica del génesis, Dios crea al hombre a su imagen y
semejanza, varón y varona los creo, de manera que “Lilith” fue la primera mujer de
Adán; esta mujer tenía un carácter rebelde y le reclamó a su pareja ¿porqué debo
acostarme para que tu subas sobre mi, si ambos somos iguales? Adán se
sorprendió y trató de forzarla, ella invocó el nombre secreto de Yahvé e
inmediatamente le surgieron alas, con las cuales se presentó ante Dios y le
propuso ser su pareja, puesto que conocía su nombre verdadero; Yavhé se negó y
esta amenazó con revelar su nombre a Adán para que fuera igual a él; Yavhé
reaccionó expulsándola del paraíso. “Lilith” se convirtió en amante de los
demonios, llegando a copular con el mismo Satán y teniendo numerosos hijos; sin
embargo Yavhé mandó a sus ángeles para que volviera al paraíso; ella se negó
nuevamente y los ángeles comenzaron a matar a sus hijos; ella en venganza
comenzó a matar a las mujeres embarazadas y a seducir a los hombres para luego
asesinarlos. En otra vertiente de la historia, se dice que fue “Lilith” quien
transformada en serpiente, logró la expulsión de Adán y Eva (la segunda mujer
sacada de la costilla de Adán) del edén. De manera que la Luna negra o “Lilith”,
además de representar la zona oscura de nuestra conciencia y los deseos
reprimidos, también representa el tipo de mujer (en el caso del hombre) al que se
le teme o se desea secretamente. Cuando llegó mi Itá de Ifá ya era tarde, el
suscrito mantenía una relación con una hija de Oshún, cuya Ikofá era Iwori melli;
menciono el signo, pues si hubiera tenido el conocimiento de Ifá necesario
durante mi estadía en la Osha (siempre respeté como sacerdote las limitaciones
que me impusieron), me habría dado cuenta de la advertencia de “Lilth”. Iwori
melli es el signo de la sociedad matriarcal, de la hiena, quien haya estudiado el
comportamiento de ese depredador, sabe que una de sus características
principales, es el constante desafío a la autoridad representada por el león; la jefa
del clan en presencia de toda su manada, se va detrás del rey de la selva y donde
este mea para marcar su territorio, ella mea también para desafiar su autoridad;
hasta que el león la alcanza y la destroza a dentelladas. Resulta enigmático que los
leones ataquen a las hienas, las maten y luego abandonen el cadáver sin tocarlo.
Así que no es necesario explicar los sinsabores de esa relación y que tuvo que
terminar. "Cuídate de las hijas de Oshún" advertencia válida del Itá de Ifá, pero sin
razones aparentes. Ahora siempre antes de establecer una relación y si no está en
el marco de la religión, miro la carta astral de ella, no solo para determinar la
fuerza de las energías de Venus (Oshún), si no las del planeta Marte (Ogún), pues
las mujeres dominantes y con el carácter descrito en “Lilith”, generalmente tienen
a Marte en la primera casa astrológica; el suscrito llama a este tipo de mujer (sin
ánimos de ofender) mujeres marcianas, pues son aquellas que desean llevar los
pantalones y colocarle a uno la falda. Deseo aclarar que no se debe tomar este
caso en particular, como característica general de las hijas de Oshún, solo aquellas
donde las energías de Marte corrompen a las de Venus resultan una "femme fatal"
para el suscrito. Lo primero que quise exponer con este tema, es que un Itá es el
reflejo del cielo astrológico y siempre deberá ajustarse a él; La mayoría de las
veces los Ita se ajustan al cielo poético, es decir al cielo mitológico yoruba; un
claro ejemplo es la historia de Oshé melli, donde se relata la bajada del dinero a la
tierra; evidentemente la fábula tiene su enseñanza, pero jamás puede ser
justificativa, para cercenar el derecho del sacerdote de Oshá a consultar el oráculo
del caracol y así dejar de ejercer sus funciones como sacerdote. La verdad es que
en el signo Oshé tonti Oshé se esconde la ley de correspondencia, aquella que se
pone en operación al consultar con cualquier oráculo y que la persona que porte
este signo, siempre se desenvolverá naturalmente en esa ley, inclusive el mismo
signo afirma: “nace el adivino natural”. No obstante algún sacerdote de Ifá se dio
cuenta de esta condición natural en el individuo y le cerró el camino, pues no se
puede permitir que un sacerdote de Osha tenga esas dotes adivinatorias; por eso
el signo aclara “su tierra está en Ifá” pero aún queda la interrogante con las
sacerdotisas de Osha, las cuales no tienen acceso a Ifá. Este ejemplo nos ilustra la
manera como se manipulan las historias en los textos de Ifá, con el agravante de
que nadie cuestiona las evidentes contradicciones en ellas y terminan aceptándose
para convertirse en regla. No pueden ser parte de un Itá frases como: "Quiera
mucho a su Madrina o Padrino" o "No abandone jamás este templo de Osha",
cuando muchas veces los mayores, solo ven al recién iniciado como un recurso
comercial o en el peor de los casos como servicio doméstico; amén de los que
creen que su condición de guías espirituales, les da derecho a intervenir en la vida
privada del ahijado y ni se diga cuando el nuevo sacerdote muestra una
inteligencia superior, allí se le hará la vida imposible y se le impedirá a toda costa
el acceso a "los secretos de la religión". No es posible que a personas iniciadas en
la religión yoruba, se les desprecie y se les humille cuando traen determinados
signos, ignorando que la función del sacerdote de Osha e Ifá es orientar y guiar
espiritualmente al adepto; el suscrito ha visto desmontar tronos y sacar al iniciado
de la casa antes del tiempo estipulado para ello, solo porque se hizo regla en la
religión la frase "Para fuera, para la calle lo que no sirve se bota"....Ah pero
devolverle el importe de la ceremonia, eso no, no se aceptan devoluciones, sino
pregunte en cualquier comercio. Por eso el suscrito no puede contener la risa,
cuando sacerdotes de Ifá dicen que la verdad de la religión está en unos versos
nigerianos o unas historias escritas en la diáspora africana. Una vez escuché de
labios de un sacerdote mayor de Ifá esta infeliz afirmación: "si no está escrito en
Ifá no existe". La tradición oral en la religión yoruba, no tuvo ni tiene límites, pero
al llegar la escritura a la religión, inmediatamente se contrajo el conocimiento,
pues un grupo pequeño de sacerdotes solo escribió lo que creyó conveniente; un
ejemplo claro fuera del mundo yoruba, es el nuevo testamento de la Biblia, solo
cuatro evangelios, manipulados por la iglesia una y otra vez, los evangelios
apócrifos fueron desechados, quemados u ocultados; sin embargo hoy día salen a
la luz, pues la verdad no dura escondida mucho tiempo; ahora la iglesia católica
tiene mucho que explicar. Proceso similar ocurrió en el seno de la religión yoruba,
las aristas de los 256 signos de Ifá, no pueden estar limitada a lo escrito hasta
ahora. Si se acepta que el cielo astrológico es el fiel reflejo del Itá, entonces trate
usted por medio de la teoría combinatoria, obtener un número en base a las
posiciones que pueden ocupar en el cielo 5 planetas (solo los interiores) y que
corresponden a Eleggüá, Shangó, Yemayá, Oshún y Obatalá en los 360 grados de
la odógrafa (eso sin contar los aspectos que los interrelacionan). Creo que le
costará un poco aceptar el número que obtendrá. No todo está escrito en Ifá, no
todo está dicho, nadie puede atribuirse la última palabra; así como todos somos
diferentes y ninguna carta natal es igual a otra, así mismo ningún itá es igual a
otro; pero lo que el suscrito observa con asombro, es que los sacerdotes de Osha
e Ifá tratan de estandarizar los Itas y muy poco margen dejan para describir el
verdadero destino de la persona. Ifá es la palabra cierta del cielo, eso está fuera
de discusión, pero al igual que se generó la charlatanería en la astrología, esta
anidó también en la religión yoruba. Es deber de cada sacerdote de Osha e Ifá,
dejar a un lado sus apetencias personales y comenzar de una vez a cuestionar el
furioso fundamentalismo y fetichismo que en ambos lados del Atlántico se ha
instalado. La astrología me sirvió para depurar mis Itas, pues la considero la fuente
original de Ifá (el cielo astrológico). Como resultado me orienté mejor en la vida,
pues no es lo mismo no saber donde se está parado, que saber donde se está y
hacia donde se debe ir, así que vale la pena que me llamen apóstata, hereje y
loco, el precio que estoy pagando es muy bajo para los resultados que obtuve.
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