You are on page 1of 54

El paisaje de la resistencia a los antibióticos

Noah Rosenblatt-Farrell

En una entrevista realizada por el diario The New York Times en 1945, Alexander Fleming,
quien obtuvo ese año un Premio Nobel por su descubrimiento de la penicilina, advirtió que
el abuso de dicho fármaco podría ocasionar que se seleccionen bacterias resistentes.

Confirmando esta predicción, comenzó a surgir una resistencia a los 10 años de la


introducción generalizada de la penicilina. De hecho, si bien los antibióticos han
transformado la respuesta médica a las enfermedades bacterianas y han vuelto fácilmente
tratables muchas enfermedades que antes eran mortales, el mal manejo y la dosificación
inadecuada de estos fármacos han transformado a la población bacteriana de tal modo que
muchos antibióticos han perdido parcial o totalmente su eficacia. El problema es
suficientemente severo como para que muchos expertos consideren incierto el valor de las
terapias antibióticas existentes a lo largo de los próximos 100 años. No obstante, algunos
creen asimismo que con una respuesta adecuada a la tendencia actual de resistencia a los
antibióticos, estos fármacos podrían volver a cumplir su función original.

La cura es el catalizador

Los antibióticos combaten a las bacterias mediante diversos mecanismos. Las penicilinas,
las cefalosporinas, las carbapenemas y la vancomicina matan a las bacterias dañando o
inhibiendo la síntesis de las paredes celulares bacterianas. Otros antibióticos actúan
mediante efectos sobre el ADN o el ARN bacteriano (quinolonas y rifampina), las proteínas
(aminoglicoides, cloranfenicol, tetraciclinas y antibióticos macrólidos) o el metabolismo
(trimetoprima y sulfonamidas).

Se dice que las bacterias tienen una "resistencia intrínseca" a un antibiótico cuando sus
características normales las vuelven inmunes al mecanismo de efecto del antibiótico. La
resistencia intrínseca no se ve afectada por el abuso de los antibióticos. De hecho, es
valiosa para determinar cuál antibiótico será el más eficaz en contra de determinado
microbio. Por ejemplo, la membrana exterior de las bacterias Gram negativas las vuelve
relativamente impermeables a los compuestos hidrofóbicos tales como los antibióticos
macrólidos, confiriendo así una resistencia intrínseca a estos fármacos. Algunas bacterias
pueden también utilizar estrategias temporales en las que diferentes genes se expresan o
se suprimen para permitir la supervivencia en presencia de los antibióticos, y los patrones
de expresión regresan a la normalidad una vez que ha pasado la amenaza que representan
esos fármacos en particular.

Por el contrario, las bacterias pueden adquirir resistencia a un antibiótico, adoptando una
nueva característica a través de la mutación de genes o de la transferencia de material
genético entre las bacterias. Las características adquiridas que pueden volver a las
bacterias resistentes a un antibiótico incluyen cambios en la membrana bacteriana que
evitan que los antibióticos entren en la célula. Las bacterias también pueden utilizar enzimas
para descomponer los antibióticos, o pueden emplear "bombas de eflujo" para eliminar los
antibióticos por completo o reducir su concentración por debajo de los niveles de eficacia.
Si una bacteria es capaz de desempeñar más de una de estas funciones, puede ser
resistente a más de un tipo de antibióticos, lo que da como resultado una resistencia
multifármacos, según escribió P. M. Bennett en el número de marzo de 2008 del British
Journal of Pharmacology. Al mismo tiempo, la posesión de incluso una sola forma de bomba
de eflujo puede dar lugar a la exportación de -y protección contra- más de una forma de
antibióticos, lo cual también confiere una resistencia multifármacos, añade David McDowell,
profesor de ciencias alimentarias de la Universidad de Ulster.

Las mutaciones son relativamente raras; ocurren únicamente en 1 evento por cada 107-1010
bacterias, según una reseña de Michael R. Mulvey y Andrew E. Simor en el número del 17
de febrero de 2009 del Canadian Medical Association Journal. Como un ejemplo, Mulvey y
Simor señalaron la resistencia a la isoniazida en Mycobacterium tuberculosis. "Esta forma
de resistencia no es transferible a otros organismos", escribieron. "La posibilidad de que
ocurran múltiples mutaciones de resistencia en un solo organismo es igual al producto de
las probabilidades individuales de aquéllos. Estos son los motivos detrás del uso de la
terapia combinada para el manejo de la tuberculosis."

Resultan más preocupantes los sistemas de transferencia de genes "promiscuos" que


permiten compartir el material genético entre las bacterias. Una estrategia de transferencia
genética es el intercambio de plásmidos conjugativos. Estos círculos de ADN, que están
separados del cromosoma bacteriano, pueden replicarse independientemente y
desplazarse entre las bacterias portando genes con resistencia a los antibióticos, con lo
cual se multiplica la resistencia a los antibióticos entre las generaciones sucesivas dentro
de una colonia bacteriana. Las bacterias también pueden adquirir genes de resistencia a
través de la propagación de transposones o integrones, grupos de elementos
genéticamente vinculados.

En el número de julio de 2008 del Journal of Bacteriology Michael Gillings y colaboradores


escribieron que los integrones de la clase 1 (el tipo de integrón más ampliamente estudiado)
aparecen ahora en 40 a 70% de los patógenos Gram negativos en las muestras clínicas y
agrícolas. "La rápida propagación de los integrones de la clase 1 a través de especies Gram
negativas y, más recientemente, a especies Gram positivas se ha visto facilitada por su
localización en elementos móviles del ADN, tales como los plásmidos y los transposones,
unida a la ventaja selectiva que les dan sus genes asociados de resistencia a los
antibióticos", escribieron. Los autores señalaron que aproximadamente 10% de los
genomas bacterianos secuenciados son portadores de integrones.

En algunos casos, los mecanismos de resistencia son inducidos por la presencia de un


antibiótico, dice José L. Martínez, un microbiólogo del Centro Nacional de Biotecnología de
España, pero en la mayoría de los casos la resistencia surge cuando el antibiótico mata a
las bacterias susceptibles y únicamente las pocas que son resistentes prevalecen y se
reproducen. En otras palabras, los antibióticos no causan resistencia. En cambio, ocasionan
que se seleccionen las bacterias resistentes e incrementan la prevalencia proporcional.

Irónicamente, algunas veces el impulso de restregar el equipo y las superficies puede


acabar empeorando esta situación, como lo señalaron M. Ann S. McMahon y colaboradores
en el número de enero de 2007 de Applied and Environmental Microbiology: "Se ha
demostrado que los detergentes y solventes, entre otros compuestos, inducen el operón
[de resistencia múltiple a los antibióticos]", escribieron al describir procesos de conservación
de alimentos. "Este operón regula la expresión de un gran número de genes, incluyendo los
que codifican por lo menos para una bomba de eflujo de amplia especificidad (la bomba de
eflujo arcAB), que se expresan con mucha mayor fuerza bajo condiciones de estrés
ambiental. Esto sugiere un vínculo directo entre los estreses ambientales, como los que
ocurren en los alimentos y en el ambiente doméstico, la expresión de bombas de eflujo y el
desarrollo de resistencia a los antibióticos." Los autores sugieren que el incremento en el
uso de métodos bacteriostáticos y subletales de conservación de alimentos (en
contraposición con los métodos bactericidas) puede estar contribuyendo a la resistencia a
los antibióticos en los patógenos relacionados con los alimentos.

Un buen ejemplo

El problema de la resistencia a los antibióticos se ha vuelto ampliamente conocido en gran


parte debido al surgimiento del Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA),
un agente bacteriano cada vez más común con consecuencias alarmantes. Inicialmente, la
mayoría de las infecciones por MRSA eran contraídas por pacientes internos en hospitales
con otros padecimientos subyacentes. A este tipo de infecciones se le llamó MRSA
adquirido en hospitales (a veces denominado MRSA asociado a la atención médica, y
abreviado en ambos casos como HA-MRSA). En 1974, 2% de las infecciones por S. aureus
en Estados Unidos era HA-MRSA, según los Centros de Control y Prevención de
Enfermedades (CDC). Para 1995, esta cifra se elevó a 22% y para 2004 había alcanzado
el 64 por ciento. Más recientemente, se han reportado infecciones por MRSA entre
miembros de la población general que por lo demás están aparentemente sanos y que no
han sido hospitalizados ni sometidos a ningún procedimiento médico invasivo en el último
año. Estas infecciones se conocen como MRSA adquirido en la comunidad (CA-MRSA).

En el número de septiembre de 2008 del Journal of Clinical Microbiology, Fred C. Tenover


y colegas del CDC publicaron un informe sobre un estudio prolongado que se llevó a cabo
para caracterizar cepas de MRSA aisladas como parte de la Encuesta Nacional de Examen
de Salud y Nutrición entre 2001 y 2004. Se había recolectado un total de 19 412 muestras
nasales de individuos no internados. Entre 2001-2002 y 2003-2004, la incidencia de S.
aureus en las muestras nasales disminuyó. Sin embargo, durante el mismo periodo se
incrementó la prevalencia del MRSA, alcanzando 1.5 por ciento.

Es más, la colonización con MRSA puede persistir aun después de varios años. En un
estudio reportado en el número del 1 de abril de 2009 de Clinical Infectious Diseases, Ari
Robicsek y colaboradores examinaron a 1 564 pacientes después de que fueron
identificados como MRSA-positivos y después se les realizaron nuevas pruebas durante un
periodo de cuatro años. Después de un año, 48.8% de los pacientes todavía estaban
colonizados con MRSA. Después de cuatro años, 21.2% seguían estando colonizados. La
lección por aprender, según los autores, es que "incluso al cuarto año después de un
resultado positivo de un cultivo clínico, el riesgo de colonización de MRSA no decrece al
nivel del de la población general de pacientes."

Entre los factores de riesgo de adquirir HA-MRSA se incluyen hospitalización reciente,


visitas a hospitales como paciente externo y admisión a clínicas o casas de reposo. Las
infecciones por CA-MRSA también están asociadas con la exposición a antibióticos,
enfermedades crónicas, uso de drogas inyectables, atletismo (en particular los deportes de
contacto como la lucha libre o aquellos en los que se manipula un objeto común, como el
volibol), o el contacto cercano con alguien que tiene una de estas características o
exposiciones. Compartir cualquier tipo de equipo, ropa o instalaciones atléticas, o el
contacto de piel a piel, también incrementan las probabilidades de adquirir el MRSA. Sin
embargo, el HA-MRSA y el CA-MRSA han comenzado a fusionarse, y los factores de riesgo
tradicionales predicen la infección con menor exactitud.

Hallado en la fauna

En el informe de 2001 Hogging It! Estimates of antimicrobial abuse in livestock, la Unión de


Científicos Preocupados calculó que 70% de todos los antibióticos utilizados en Estados
Unidos -más de 24 millones de libras al año- se añade cotidianamente a los alimentos y el
agua del ganado sano. Los antibióticos son utilizados en los animales de engorda no sólo
para controlar las enfermedades sino también para mejorar su metabolismo y reducir los
requerimientos alimentarios al estimular el crecimiento de los microbios que producen
vitaminas y aminoácidos. En una reseña publicada en el número de mayo de 2007 de EHP,
Amy R. Sapkota y colaboradores escribieron que "se ha demostrado que" la práctica de
utilizar antibióticos a niveles no terapéuticos "produce una selección de resistencia a los
antibióticos tanto en las bacterias comensales como en las patógenas en a) los animales
mismos; b) los productos alimentarios posteriores a base de animales, y c) las muestras de
agua, aire y suelo recolectadas alrededor de las operaciones de alimentación animal en
gran escala."

Los antibióticos veterinarios frecuentemente son excretados sin alteración. En el número


de abril de 2001 de Applied and Environmental Microbiology, por ejemplo, J. C. Chee-
Sanford y colaboradores informaron que hasta 75% de la tetraciclina administrada a los
cerdos era excretada sin alteración. Los fármacos excretados pueden persistir en el
ambiente, con lo cual se crea una oportunidad para una selección por resistencia dentro de
las poblaciones bacterianas expuestas.

Las prácticas de manejo de desechos animales varían considerablemente de una granja a


otra, pero en general incluyen la "aplicación en la tierra": el esparcimiento de los desechos
sobre la superficie del suelo a manera de fertilizante, lo cual puede dar como resultado la
contaminación del suelo y del agua superficial o subterránea. Muchas operaciones de
crianza convencionales utilizan también lagunas de desechos, las cuales proporcionan una
vía alternativa por la que las aves y los insectos pueden recoger bacterias resistentes a los
antibióticos.
Un estudio publicado por J. P. Graham y colaboradores en el número del 1 de abril de 2009
de Science of the Total Environment informó que se demostró, en moscas recolectadas de
las áreas que rodean una planta de producción de aves de corral, la presencia de una
resistencia congruente con los tipos de antibióticos que se utilizan allí. Graham y
colaboradores sugirieron que "el acarreo de bacterias entéricas resistentes a los antibióticos
por las moscas en la producción de aves de corral incrementa el potencial de la exposición
humana a las bacterias resistentes a los fármacos."

Y existe evidencia de que las bacterias resistentes a los antibióticos están viajando a
grandes distancias. En el número de enero de 2008 de Emerging Infectious Diseases, Maria
Sjöland y colaboradores documentaron una presencia inesperadamente elevada de
Escherichia coli resistente a fármacos en la fauna del Ártico. En otro estudio reciente,
publicado en el número de marzo de 2009 de FEMS Microbiology Ecology, Julie M. Rose y
colaboradores tomaron 472 aislamientos bacterianos de vertebrados de las aguas costeras
del noreste de Estados Unidos, incluyendo mamíferos marinos, tiburones y aves, y
encontraron que 58% demostraron resistencia a por lo menos un antibiótico, mientras que
43% eran resistentes a múltiples fármacos.

En 1996, se formó el Sistema de Monitoreo de la Resistencia a los Antibióticos (en inglés


NARMS) como un esfuerzo conjunto de la Administración Federal de Alimentos y
Medicamentos de EU (FDA), los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades y
el Departamento de Agricultura estadunidense para recolectar datos sobre las bacterias
presentes en seres humanos y animales. En 2001, el NARMS se expandió para incluir un
muestreo de carnes vendidas al por menor recolectado mediante compras aleatorias en
tiendas de abarrotes seleccionadas aleatoriamente. El NARMS comenzó a recolectar
muestras en seis estados en 2002, después incrementó el número de estados a ocho en
2003, a 10 en 2004 y a 11 en 2008. El informe más reciente del NARMS, 2006 NARMS
Retail Meat Annual Report, presenta algunas cifras perturbadoras. En pruebas realizadas
en muestras de pechuga de pollo recolectadas entre 2002 y 2006, un promedio de 51.1%
arrojaron resultados positivos de Campylobacter, 11.9% de Salmonella, 97.7% de E. coli, y
82.6% de Enterococcus. En muchos casos, estos aislamientos bacterianos también
resultaron positivos en cuanto a resistencia a uno o más fármacos.

Uno de los primeros estudios en examinar detenidamente la presencia de MRSA en las


granjas de EU examinó dos sistemas de producción de cerdo. Según reportaron Tara C.
Smith y colaboradores en la edición de PLoS ONE del 23 de enero de 2009, una granja
presentó niveles extremadamente elevados de la cepa ST398 de MRSA, tanto en su
población animal (un total de 49%, el 100% de éste en animales de 9 a 12 semanas de
edad) como en sus trabajadores (64%). Sin embargo, ninguno de los animales o de los
trabajadores del segundo sistema de crianza presentó MRSA, lo cual puede estar
relacionado con el origen de los animales. Smith explica: "Debido a que las granjas
obtuvieron sus animales de diferentes fuentes, suponemos que el MRSA se está
desplazando a través de la importación, en la que se traen cerdos ya colonizados."

Las propias fábricas farmacéuticas pueden ser otra fuente de antibióticos que entran en el
ambiente. Como lo señala Meghan Hessenauer, científica ambiental de la Agencia de
Protección Ambiental de EU, las directrices para los desechos de la manufactura
farmacéutica están dirigidas hacia la descarga de sustancias químicas utilizadas en el
proceso de manufactura más que a la de ingredientes farmacéuticos activos. Esto, dice,
significa que "no hay una regulación y no hay límites para los antibióticos en sí."

Otros insumos ambientales

Se han implementado prácticas de manejo óptimo para prevenir estas descargas


industriales, dice Hessenauer. No obstante, los fármacos todavía están saliendo por lo
menos de algunas plantas manufactureras. En una encuesta sobre una planta de
tratamiento de aguas residuales, que recibieron vertidos de una planta productora de
penicilina G, publicada en línea el 18 de febrero de 2009 antes de aparecer impresa en
Environmental Microbiology, Dong Li y sus colegas demostraron que, en comparación con
las muestras tomadas corriente arriba, las muestras tomadas corriente abajo y las muestras
de vertidos presentaron niveles considerablemente elevados de resistencia a casi todos los
antibióticos para los cuales se hicieron pruebas.

En el nivel doméstico, los estudios recientes han encontrado una correlación entre el
desecho de antibióticos y el surgimiento de la resistencia. En una investigación llevada a
cabo por Dean A. Seehusen y John Edwards y descrita en el número de noviembre-
diciembre del Journal of the American Board of Family Medicine, más de la mitad de los
pacientes encuestados habían desechado por el inodoro productos farmacéuticos
caducados o no utilizados. Sólo 22.9% reportaron haber devuelto a una farmacia los
medicamentos no utilizados, y aun menos de ellos habían recibido información de un
proveedor de atención médica sobre la manera adecuada de desechar los medicamentos.
En el número de diciembre de 2005 de EHP, Johnathan Bound y Nikolaos Oulvoulis
reportaron cifras similares tomadas de un estudio realizado en el Reino Unido en el que
sólo 21.8% de los encuestados devolvieron a la farmacia los medicamentos no utilizados.

Como ocurre con los animales de granja, los antibióticos pueden ser excretados por los
seres humanos en su forma activa original. Hasta 80% de la amoxicilina, por ejemplo, puede
ser excretado sin alteración a través de la orina. En el número de octubre de 2000 de
Antimicrobial Agents and Chemotherapy, por ejemplo, Niels Høiby y colaboradores
reportaron que la excreción de ceftriaxona y cef-tazidima en el sudor "puede haber
contribuido considerablemente a la actual selección y propagación del MRSA a nivel
mundial." Cuando los antibióticos excretados llegan a las plantas de tratamiento de aguas
negras, no necesariamente son eliminados del agua, como tampoco lo son las bacterias
resistentes a los antibióticos. En el número de diciembre de 2005 de The Journal of General
and Applied Microbiology, Xavier Violanova y Anicet R. Blanch reportaron haber hallado
bacterias resistentes a la vancomicina y a la eritromicina en el fango líquido y seco
proveniente de una planta de tratamiento.

Los investigadores aún están evaluando el impacto que pueden tener sobre la resistencia
a los antibióticos los desinfectantes y productos antibacterianos como el jabón para las
manos. En el número de abril de 2003 de Clinical Microbiology Reviews, Peter Gilbert y
Andrew J. McBain escribieron: "Mientras que se ha señalado que la aplicación y el uso
regulares de los productos antimicrobianos para lavarse las manos provocan un cambio en
la flora de la piel, esto no ha sido asociado con fluctuaciones en la resistencia." Al año
siguiente, el Consejo del Foro Científico Internacional sobre Higiene Doméstica emitió una
declaración de consenso: "no hay evidencia de que el uso de los biocidas haya sido hasta
la fecha un factor significativo para el desarrollo de la resistencia a los antibióticos en la
práctica clínica; el abuso de los antibióticos ha sido el factor causativo más significativo."

No obstante, el consejo señaló que "es importante asegurarse de que los biocidas se
utilicen responsablemente como parte de una buena rutina de higiene en el ambiente
doméstico a fin de evitar la posibilidad de cualquier impacto sobre la resistencia a los
antimicrobianos en el futuro." De hecho, lo mismo se aplica a la higiene a nivel de la
comunidad. En el número de junio de 2004 de Ecotoxicology and Environmental Safety,
Richa Shrivastava informó que al parecer la cloración subóptima del agua tomada del río
Gomti en la India provoca la selección de Pseudomonas aeruginosa (un organismo
patógeno oportunista) con resistencia multifármacos.

Tras las huellas de la resistencia

David Patrick y James Hutchinson sugirieron en el número del Canadian Medical


Association Journal del 17 de febrero de 2009 que una "huella de resistencia" puede ayudar
a identificar y medir los riesgos de los antibióticos. Es decir, todos aquellos que están
relacionados con los antibióticos a través de su producción, prescripción, consumo y
desecho deben considerar sus propias aportaciones potenciales al problema (su "huella"),
así como su papel en la prevención de la propagación de la resistencia a los antibióticos.
Señala Patrick: "El precio del uso de un ciclo específico de antibióticos no necesariamente
lo paga la persona que los toma. Además de los beneficios terapéuticos potenciales del uso
de los antibióticos, hay una aportación a la presión selectiva sobre la resistencia que afecta
a otras personas."

Los programas de regulación y supervisión eficaz que promueven el concepto de la "huella


de la resistencia" tienen que reconocer y hacer frente a los incentivos financieros para el
uso de los antibióticos entre los granjeros, sobre quienes pesa la carga de mantener a sus
rebaños y para quienes las limitaciones financieras suelen ser un gran motivo de
preocupación. Patrick dice: "Cuando hablo con productores de alimentos sobre la presión
para eliminar los antibióticos, responden que existe una complicación en América del Norte
debido a que compartimos un mercado común de alimentos entre EU y Canadá, de modo
que si alguien en uno de los dos países actúa y percibe una desventaja económica al
hacerlo, le preocupa la posibilidad de verse obligado a cerrar su negocio. Necesitamos un
apoyo conjunto de las regulaciones agrícolas de parte de Canadá y EU." Si se les pudiera
demostrar a los granjeros los beneficios económicos a largo plazo de la regulación,
supervisión y manejo de "huellas", añade, quizá se verían más inclinados a adoptar
estrategias que limitaran el uso de los antibióticos y redujeran la resistencia a éstos.
Hasta ahora, la mayoría de los esfuerzos para prevenir y reducir la resistencia a los
antibióticos se han realizado en el campo de la atención a la salud, y los médicos e
investigadores especializados en las enfermedades infecciosas hacen un llamado a reducir
el uso innecesario de antibióticos y adoptar otras estrategias de regulación y supervisión.
Los hospitales han implementado programas de regulación y supervisión que reúnen a las
partes interesadas para identificar problemas de fármacos, recuperar datos de las historias
clínicas de los pacientes y revisar las políticas vigentes de medicamentos para desarrollar
estrategias de administración en cuanto al uso de los antimicrobianos y el monitoreo de los
patrones de resistencia.

En 2007, la Sociedad para las Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos y la Sociedad


Americana de Epidemiología para la Atención a la Salud publicaron sus "Guías para el
desarrollo de un programa institucional para mejorar la regulación y supervisión de los
antimicrobianos". Algunas de estas guías están bien validadas, como la optimización de las
dosis antimicrobianas basadas en el paciente individual, el agente infeccioso y el punto de
infección. Otras -como la sustitución de un antibiótico por otro- aún no han sido validadas.

Asimismo, se están realizando investigaciones para identificar nuevos antibióticos contra


los cuales aún no se ha desarrollado resistencia. No obstante, el elevado costo de
desarrollar nuevos fármacos, en combinación con los criterios de aprobación más estrictos
adoptados en años recientes por la FDA, es prohibitivo para muchas empresas
farmacéuticas grandes. El deseo de la FDA de prevenir el surgimiento de una resistencia
ulterior también significa que "un nuevo compuesto que logre la aprobación regulatoria será
puesto en una lista restringida para ser utilizado únicamente allí donde otros antibióticos
hayan fallado, con lo cual se limita su mercado", escribió Julian Davies en el número 7,
volumen 8 (2007) de EMBO Reports.

El desarrollo de nuevos fármacos, señala Stuart Levy, profesor de biología molecular y


microbiología de la Universidad Tufts, puede por ende acabar en manos de la academia o
de las empresas farmacéuticas pequeñas. "Las compañías pequeñas pueden enfocarse en
un solo organismo o un solo producto, dedicando sus energías y sus recursos humanos a
ese tema focal único", explica. "En las empresas grandes, particularmente cuando se llega
al nivel de los estudios en animales, es necesario hacer cola para poder hacer el análisis."

Mientras tanto, es más fácil hablar de frenar el uso antibiótico que hacerlo. Dado que se
está dando una resistencia a la cefalosporina a ritmos alarmantes, el 3 de julio de 2008 la
FDA propuso retirar los usos no descritos en el prospecto de esta clase de antibióticos en
los animales productores de alimentos, lo cual significa que los granjeros ya no podían dar
legalmente a estos fármacos ningún otro uso que los indicados en el prospecto como
aprobados por la FDA. Sin embargo, el 25 de noviembre de 2008 esta dependencia retiró
la propuesta "para que la FDA considerara plenamente los comentarios" recibidos de
grupos tales como la Asociación Americana de Veterinarios de Porcinos (en inglés, AASV),
que argumentó que la prohibición estaba basada en datos no confirmados. Una noticia
publicada en el número de enero/febrero de 2009 del Journal of Swine Health and
Production de la AASV señala que "Parece ser... que dado el hecho de que los
antimicrobianos afectan a todas las bacterias susceptibles en el animal que está siendo
tratado, independientemente de si esa bacteria está o no incluida en el prospecto aprobado,
el enfoque más racional sería utilizar un producto aprobado para la especie [animal] que se
está tratando y no un producto etiquetado para una especie [animal] diferente."

La presencia de genes resistentes a los antibióticos en el agua superficial, en el agua


subterránea y en las plantas de tratamiento de aguas negras, en los vertederos y en
diversos emplazamientos agrícolas y acuícolas significa que la contaminación del ambiente
no ha sido únicamente química. Y si bien la restricción del uso de los antibióticos y la
creación de programas que controlan la propagación de los antibióticos pueden prevenir el
empeoramiento del problema de la resistencia e incluso reducirlo, no está claro si las cepas
resistentes necesariamente se verán remplazadas por cepas susceptibles, señala Martínez.
Es más, dice Gillings: "La desaparición natural de las cepas resistentes a los antibióticos es
muy lenta, mucho más lenta que la velocidad a la cual aparecen."

Aun así, algunos estudios sugieren que la reducción del uso de los antibióticos al nivel de
una práctica médica individual está asociada a la reducción de la resistencia local a los
antibióticos. Por ejemplo, en el número de The British Journal of General Practice del 1 de
octubre de 2007, Chris C. Butler y colaboradores demostraron que la resistencia a los
antibióticos podía ser reducida eficazmente dentro de un periodo observable.
Específicamente, observaron una reducción total de la resistencia a la ampicilina (1% por
año) y a la trimetoprima (0.6% por año) en las prácticas que redujeron sus prescripciones
de estos fármacos. Si bien estos hallazgos son modestos, sugieren la posibilidad de lograr
una reducción sostenida de la resistencia, escribieron Butler y sus colegas, "preservando
[así] la reserva internacional de susceptibilidad a los antibióticos.

* Publicado originalmente en Environmental Health Perspectives, volumen 117, número 6,


junio 2009, páginas A244-A250.
RESISTENCIA BACTERIANA A LOS ANTIBIÓTICOS

Los antibióticos son medicamentos utilizados para tratar padecimientos ocasionados por
diversas clases de bacterias, ya sea matándolas o deteniendo su reproducción. Neumonía
por neumococos, tuberculosis, sífilis, cólera, salmonelosis, gonorrea, entre muchas otras,
son enfermedades causadas por bacterias.

La resistencia antimicrobiana es la capacidad de las bacterias para soportar el efecto de los


antibióticos sobre ellas. Las bacterias que originalmente eran vulnerables al efecto de un
medicamento antimicrobiano y que posteriormente no lo son, se consideran bacterias
farmacorresistentes.

Las bacterias sensibles a un determinado antibiótico pueden volverse resistentes por una
mutación en sus genes o por la adquisición de genes de resistencia presentes en otro
microorganismo. Este es un proceso natural, que ha ido sucediendo desde hace mucho
tiempo. No obstante, el uso de los antibióticos –y sobre todo su uso indiscriminado– ha
acelerado este proceso.

Cuando se utilizan antibióticos para tratar enfermedades, estos medicamentos no sólo


atacan a las bacterias que causan esa enfermedad, sino que afectan a muchas otras
presentes en el organismo que son sensibles a los antibióticos usados. Esto conlleva a una
especie de “selección”, y permite que las bacterias resistentes proliferen, incrementando el
riesgo de que el paciente padezca una infección resistente en el futuro. A su vez, las
bacterias resistentes pueden transmitirse de persona a persona, a través del agua, de los
alimentos, lo que conlleva un riesgo no sólo a nivel individual sino poblacional. El abuso en
el uso de los antibióticos tanto en las personas como en la ganadería ha propiciado un
aumento incesante en la cantidad y diversidad de bacterias resistentes a estos
medicamentos, de ahí la importancia de usar los antibióticos racionalmente.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace varias recomendaciones


para contribuir a frenar la resistencia a los antibióticos
Para los hogares:
 Utilizar los antibióticos únicamente cuando los haya prescrito un médico
 Completar el tratamiento prescrito, aunque ya se sienta mejor
 No dar los antibióticos sobrantes del tratamiento a otras personas ni reutilizarlos
 Recordar que los antibióticos no deben utilizarse para tratar gripas o resfriados
Para los profesionales de la salud:
 Mejorar la prevención y el control de las infecciones
 Prescribir y dispensar antibióticos sólo cuando sean verdaderamente necesarios
 Prescribir y dispensar los antibióticos adecuados para cada enfermedad
Para los planificadores de políticas:
 Reforzar el seguimiento de la resistencia y la capacidad de laboratorio
 Regular y fomentar el uso apropiado de los medicamentos
 Fomentar la innovación y la investigación y desarrollo de nuevos antibióticos
 Promover la cooperación y el intercambio de información entre todas las partes
interesadas.

En Europa, el 18 de noviembre se celebra el Día del Uso Responsable de los Antibióticos,


una fecha cuyo objetivo es sensibilizar a la población general, prestadores de servicios de
salud, y tomadores de decisiones sobre la importancia de promover el uso responsable de
los antibióticos, y con ello proteger la salud de la población ahora y en los años venideros.

El Instituto Nacional de Salud Pública, a través de la Línea de Investigación por Misión


“Medicamentos en Salud Pública”, se une a esta celebración y a las realizadas sobre el
mismo tema en noviembre por Estados Unidos, Canadá y Australia.

Consulta más sobre el Día del Uso Responsable de los Antibióticos y sobre el trabajo que
realiza esta línea de investigación, dando click en este enlace.

Fuentes:
OMS, El primer informe mundial de la OMS sobre la resistencia a los antibióticos pone de
manifiesto una grave amenaza para la salud pública en todo el mundo, Comunicado de
prensa.
OMS, Aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos.
OMS, Resistencia a los antimicrobianos.
Entrevistas de Radio “Hacia un uso adecuado de los antibióticos”

En entrevista con Viva Salud Radio, la Dra. Anahí Dreser, investigadora del Centro de
Investigación en Sistemas de Salud (CISS), del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP),
habló sobre el “Uso y abuso de los antibióticos”.

Los antibióticos son medicamentos que se utilizan para tratar infecciones causadas por
bacterias. Son diferentes a otros medicamentos como los antivirales y antiparasitarios, que
también sirven para tratar infecciones, pero causadas por otros organismos como parásitos
y virus.

“La mayor parte de los síntomas a través de los cuales reconocemos tener una infección y
acudimos al médico, son causados por virus, de manera que el consumo de antibióticos no
traerá consigo efecto benéfico alguno; por el contrario, utilizar antibióticos para tratar
infecciones de tipo viral o parasitario se traduce en un gasto innecesario y en un riesgo para
la salud”, advirtió la investigadora.

De acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano del Seguro Social elaborado por la Dra.
Hortensia Reyes en la década de los 90 del siglo pasado, el 11% del gasto en
medicamentos se desperdicia en antibióticos administrados innecesariamente. En materia
de riesgos para la salud, el uso indiscriminado de antibióticos puede generar reacciones
adversas: “en México, el 40% de todas las reacciones adversas a medicamentos que llegan
al hospital, incluidas medicinas para el corazón, el cáncer o la diabetes, son producidas por
antibióticos”, aseguró la especialista del INSP. Las reacciones adversas pueden ser graves
o leves: diarrea, entre 5 y 20%;, reacciones dermatológicas graves, en un 2%; 1 de cada
mil tendrá una reacción que le haga llegar al hospital, y uno de cada cinco mil podría tener
un shock anafiláctico y poner en riesgo su vida.

De acuerdo con la Dra. Dreser, existen medicamentos de venta libre (OTC), que se pueden
comprar sin receta y tienen un riesgo menor si son utilizados de forma correcta. No
obstante, el 80% de los medicamentos en México y el mundo corresponden al grupo de
medicamentos que son vendidos sólo con prescripción médica. Los antibióticos se
encuentran en este grupo, por lo que su uso conlleva un riesgo mayor y deben ser
administrados bajo supervisión médica.
Finalmente, la Dra. Dreser habló de la resistencia bacteriana, fenómeno por el que bacterias
desarrollan mecanismos de resistencia hacia los antibióticos como consecuencia del abuso
en el consumo de medicamentos; “su uso razonable, por tanto, es fundamental para la salud
pública”.

---Viva Salud Radio es un programa radiofónico coproducido por el Instituto Nacional de


Salud Pública y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Se transmite todos los
jueves de 7:00 a 8:00 am por UFM Alterna (106.1 Fm).

Creado: Viernes, 01 octubre 2010 19:35


Última actualización:
Lunes, 30 de septiembre de 2013 a las 19:02 por Webmaster INSP
Vacunas y evolución

25/07/2013
Iñaki Comas Espadas
RESUMEN

Desde el punto de vista de las intervenciones en salud pública no hay mejor arma que
aquella que permite prevenir la transmisión o aparición de la enfermedad. Dentro del campo
de las enfermedades infecciosas las vacunas se han convertido en esa arma y han
permitido controlar muchas de ellas. Hoy en día hay un gran número de enfermedades
infecciosas emergentes para las que no existen vacunas o enfermedades olvidadas que
están reemergiendo. Nuevas vacunas se están desarrollando para atacar a los patógenos
que están relacionados con ellas. Sin embargo, y a pesar de la importancia del diseño de
una buena vacuna, la diversidad genética de los patógenos no se ha tenido siempre en
cuenta. El estudio de dicha diversidad puede darnos indicaciones de cómo el patógeno se
adapta a la presión del sistema inmune y qué parte de la respuesta inmune es beneficiosa
para el hospedador y qué parte para el patógeno. Entender dicha relación permitirá predecir
cuán eficaz y universal puede ser una vacuna y ayudará a diseñarlas mejor.

Palabras clave: variación antigénica, tuberculosis, gripe, sistema inmune, enfermedades


infecciosas.

Una breve historia de las vacunas

Las enfermedades infecciosas han sido una de las principales lacras de la humanidad.
Viviendo en el siglo xxi es difícil darse cuenta del impacto económico, político y militar que
han tenido en la historia. A los casos conocidos de las epidemias de viruela en el Nuevo
Mundo que llevaron a la muerte a un 25% de la población azteca en un solo año o la muerte
de veinticuatro millones de europeos durante los años de la peste negra hay que añadir
otros muchos episodios. El proyecto para el canal de Panamá fue inicialmente acometido
por Francia, que lo tuvo que abandonar debido en parte a la alta incidencia de la fiebre
amarilla y la malaria. De hecho, mientras los Estados Unidos de América lo construían, el
85% de los trabajadores del canal de Panamá fueron hospitalizados en algún momento
debido a estas enfermedades. Y la construcción del canal solo fue posible gracias a las
medidas de prevención contra los respectivos vectores que acababan de ser identificados
en Cuba en los años posteriores a la guerra con España. La mal llamada gripe española
mató al 3% de la población mundial entre 1918 y 1920, cinco veces más muertes que las
causadas por la Gran Guerra que acababa de terminar. Muchos historiadores culpan a
diferentes plagas del deterioro de muchas urbes del Imperio Romano y afirman que ello
contribuyó a la caída de este. De hecho, la llamada plaga antoniana (165-185 dC), cuyo
agente causante se desconoce (se especula que era la viruela), se cree que mató a cinco
millones de habitantes del imperio, mientras que la llamada plaga justiniana azotó al Imperio
¬Bizantino (541-542 dC). El mismo Napoleón hizo vacunar a todo su ejército contra la
viruela y alabó públicamente a Edward Jenner por el desarrollo de la vacuna a pesar de ser
ciudadano de un país enemigo.
«Muchos de los agentes causantes de las mayores epidemias fueron descritos en el siglo
XIX o principios del XX y su identificación llevó a una época de innovación en la prevención,
diagnóstico y tratamiento de las enfermedades infecciosas»

Agencia SINC

El virus de la gripe estacional es del tipo H3N2. Sin embargo esto es así solo desde 1968,
cuando H3N2 desplazó al subtipo anterior (H2N2). Además muchos otros tipos de menor
frecuencia siguen circulando hoy en día (H1N1, H1N2).

Las causas de muchas enfermedades infecciosas solo se empezaron a esclarecer cuando


en 1680 la Royal Society de Londres reconoció públicamente las observaciones de un
científico holandés, Antonie van Leeuwenhoek, sobre la existencia de organismos
microscópicos unicelulares. Que pudieran existir «entidades» que causaran las grandes
epidemias ya había sido propuesto antes incluso que las observaciones de Leeuwenhoek
por personajes como Girolamo Fracastoro. Pero fue el trabajo del holandés y más tarde de
científicos como Semmelweis (en el campo de la higiene) y de John Snow (en el campo de
la epidemiología) los que sirvieron de apoyo a la formulación de la llamada teoría del
germen. Dicha teoría postulaba que muchas de las enfermedades más comunes eran
realmente debidas a infecciones por microorganismos y consiguió un respaldo definitivo
con los trabajos de Louis Pasteur y Robert Koch. Muchos de los agentes causantes de las
mayores epidemias fueron descritos en el siglo xix o principios del xx e identificarlos llevó a
una época de innovación en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades
infecciosas (De Kruif, 1926). Como consecuencia de todo ello, la segunda mitad del siglo
xx se caracterizó si no por la erradicación, sí por el desplazamiento de las enfermedades
infecciosas como la principal causa de morbidez al menos en los países desarrollados. En
este sentido existe un consenso general en que el desarrollo de vacunas y las campañas
de vacunación masiva, muchas de ellas promovidas a nivel mundial, han salvado millones
de vidas y virtualmente erradicado muchas enfermedades (Nabel, 2013). Un papel central
en la historia de la investigación en vacunas lo ocupa una enfermedad a la que se le imputa
la muerte de cientos de millones de personas a lo largo de la historia, la viruela.

Al contrario de lo que se piensa, el proceso de inocular patógenos en las personas para


generar una respuesta inmune protectora a futuras exposiciones no empezó con Edward
Jenner, el médico británico al cual se atribuye correctamente el desarrollo de la primera
vacuna. Los primeros casos de inoculación antivariólica son atribuidos a una monja budista
alrededor del año 1020 dC. Según ha quedado recogido, la monja muestreaba restos de
las heridas de pacientes de viruela y los introducía en las fosas nasales de personas no
enfermas, con lo que conseguía un cierto grado de protección contra nuevas infecciones.

En la Inglaterra del siglo xviii la versión bovina de la enfermedad era tan importante
económicamente como mortal lo era la versión humana. El trabajo con ambas llevó a
Edward Jenner a desarrollar y probar exitosamente la primera vacuna contra la viruela y de
la historia a partir de la versión bovina de la enfermedad. La vacuna no solo representó un
hito científico que abrió el camino hacia otros muchos sino que además supuso el inicio de
actuaciones de salud pública a gran escala, lo que convierte a la viruela en el mayor ejemplo
de erradicación de una enfermedad a partir de planes coordinados de vacunación masiva.

Ali Maow Maalin, en 1977, a la edad de 23 años, residente en Merca (Somalia), se convirtió
en el último caso oficial de viruela en el mundo y el primer gran éxito de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) en la erradicación de las enfermedades infecciosas. El éxito con
la vacunación de la viruela y en mayor o menor medida de enfermedades como la polio,
rubeola, parotiditis o la difteria no ha impedido, sin embargo, que todavía hoy muchas
enfermedades infecciosas sigan siendo comunes o hayan resurgido y nuevas
aproximaciones al desarrollo de vacunas se hagan necesarias.
«La vacuna contra la tuberculosis se convirtió involuntariamente en un experimento
de evolución que duró décadas. Sin embargo, no es efectiva contra la forma más
contagiosa y común de la enfermedad»

Aki Hänninen

El éxito con la vacunación de la viruela y otras enfermedades no ha impedido que todavía


hoy muchas enfermedades infecciosas sigan siendo comunes o hayan resurgido y nuevas
aproximaciones al desarrollo de vacunas se hagan necesarias.

El punto de vista del patógeno

Una posible causa del fallo en el diseño de vacunas es que para muchas de ellas no se ha
tenido en cuenta la diversidad genética del patógeno y su capacidad de adaptarse a nuevas
presiones de selección como son las vacunaciones o el uso de antibióticos. Desde el punto
de vista genético, los patógenos, al igual que las poblaciones humanas, no son
homogéneos, han acumulado cambios a lo largo de su historia evolutiva. Hay patógenos
con una alta diversidad genética, que incluso presentan tipos patógenos y no-patógenos,
como es el caso de Escherichia coli, y patógenos muy especializados con muy baja
diversidad, como es el caso de los bacilos de la lepra y la tuberculosis o la bacteria de la
peste. Algunos presentan un alto nivel de recombinación, por ejemplo Neisseria meningitidis
y algunos virus, mientras que otros son genéticamente monomórficos. En el contexto de las
vacunas esta variación preexistente debe ser tenida en cuenta, así como la capacidad del
patógeno de mutar y encontrar variaciones de escape a la acción del sistema inmune o de
la protección conferida por las vacunas. Todos estos aspectos relacionados con la
evolución del patógeno pueden afectar al desarrollo y a la universalidad de nuevas vacunas.
Para ilustrar el impacto de la evolución en el diseño de vacunas, vamos a ver dos ejemplos
muy diferentes: el caso de la vacuna de la gripe y el de la vacuna de la tuberculosis.

Extraida de Comas i Gagneux, 2009


Distribución global de los principales linajes dentro del complejo de la tuberculosis. Los
colores indican el linaje dominante en las diferentes zonas geográficas.

«El virus de la gripe estacional es ligeramente diferente cada año como resultado de
acumular variaciones de escape al sistema inmune. Eso hace que la vacuna recomendada
contra la gripe no pueda ser la misma cada año»

La gripe: evadiendo la respuesta inmune

Los virus en general y los basados en ARN en particular son los típicos ejemplos de
organismos que evolucionan a tal velocidad que son capaces de encontrar soluciones a
muchos de los desafíos que les ponemos para prevenirlos y tratarlos. Sin embargo no son
solo sus altas tasas de mutación o de recombinación el secreto de su éxito, sino también
los grandes tamaños poblacionales, que les permiten encontrar las soluciones evolutivas
más óptimas con mayor rapidez. Dicha alta variabilidad tiene consecuencias directas en el
diseño de fármacos y vacunas para tratar o prevenir la infección. Un caso paradigmático,
quizá el más estudiado, es el de la vacuna usada cada año para la gripe estacional.

El reservorio natural para todos los virus de la gripe, ya sea esta estacional o epidémica,
son las aves. Los virus de la gripe que afectan a humanos son conocidos como tipo A y
generalmente son diferenciados en base a la combinación de dos de sus proteínas, HA
(hemaglutinina) y NA (neuramidasa). Dichas proteínas son reconocidas por el sistema
inmune, en otras palabras, son antígenos. Cada evento importante de recombinación que
ha generado nuevas combinaciones de estas dos proteínas ha llevado aparejado un cambio
radical en su antigenicidad, dando lugar a episodios pandémicos más o menos relevantes.
Esto es lo que ocurrió con el virus de 1918, que se estima mató a 50 millones de personas
globalmente y que comúnmente es conocido como el virus de la gripe española. Así, por
ejemplo, el virus de la gripe que nos afecta todos los años (también conocida como gripe
estacional) es del tipo H3N2. Sin embargo esto es así solo desde 1968, cuando H3N2
desplazó al subtipo anterior (H2N2). Además muchos otros tipos en menor frecuencia
siguen circulando hoy en día (H1N1, H1N2).

De lo expuesto anteriormente queda clara la gran capacidad del virus de la gripe para
generar diversidad antigénica. De hecho, atendiendo al mecanismo involucrado y sobre
todo a las consecuencias de la acumulación de dicha variación, se suele diferenciar entre
episodios de «deriva antigénica» y episodios de «desplazamiento antigénico» (Rambaut et
al., 2008). A los últimos me he referido ya y son los que generalmente llevan aparejados un
cambio radical en la composición antigénica del virus. Debido a que la población general
no ha sido expuesta anteriormente a dicha nueva combinación el resultado son pandemias
de mayor o menor gravedad. Históricamente se distinguen cinco grandes pandemias,
incluyendo la más reciente conocida como gripe A, producida por un virus tipo H1N1.

Al contrario de lo que ocurre cuando el virus cambia totalmente su composición antigénica,


la gripe estacional debe enfrentarse al hecho de que la infección a una persona genera un
cierto grado de inmunidad protectora que limita el número de personas susceptibles al
mismo tipo de virus cada año. La manera en la que el virus evade a poblaciones con una
alta inmunidad adquirida es haciendo valer su alta tasa de mutación y tamaños poblaciones,
que le permiten encontrar variaciones aminoacídicas que evadan la inmunidad adquirida
por infecciones previas. El resultado de esto es que el virus de la gripe estacional es
ligeramente diferente cada año como resultado de acumular variaciones de escape al
sistema inmune (figura 1). Es este cambio continuo lo que hace que la vacuna recomendada
contra la gripe no pueda ser la misma cada año. Un comité de expertos decide anualmente
cuál es la mejor combinación de antígenos para generar inmunidad general, basada en los
datos de los tipos de gripe que han circulado en los años anteriores. Por poner un ejemplo,
para el año 2013 la OMS ha recomendado que la vacuna esté compuesta por una mezcla
de antígenos de una cepa detectada en el 2009 de H1N1, otra del 2011 de H3N2 y otra
para la menos común pero presente en muchos países de gripe tipo B, del 2010.
Fuente: PLoS Comput Biol
Figura 1. Árbol filogenético de una región del gen HA de la gripe A (H3N2) a partir de
muestras de virus obtenidas entre 1968 y 2002. El árbol refleja un linaje predominante del
que se derivan ramas secundarias que duran unos pocos años. El linaje central refleja la
adaptación del antígeno del virus a lo largo del tiempo como respuesta a la acción del
sistema inmune.

Adaptado de Comas et al., 2010


Los epítopos conocidos de M. tuberculosis son la parte más conservada del genoma del
patógeno y sugieren que la tuberculosis no sigue una estrategia de evasión del sistema
inmune sino que se aprovecha de este para transmitirse.

La tuberculosis: manipulando la respuesta inmune

Un caso especial en cuanto al impacto de la diversidad del patógeno en la respuesta inmune


lo constituye el bacilo de la tuberculosis. Entre 1908 y 1921 dos microbiólogos del Instituto
Pasteur, Calmette y Guérin, aislaron y cultivaron mediante pases seriados el bacilo de la
tuberculosis bovina para crear una cepa atenuada que se pudiera usar para inmunizar
contra la infección tuberculosa en humanos. Dicha cepa atenuada es conocida como el
bacilo de Calmette y Guérin (BCG) y es la vacuna más usada en la historia. La versión
bovina de la tu¬berculosis está causada por Mycobacterium bovis, que forma parte del
conocido como complejo de la tuberculosis junto con otros bacilos que provocan
tuberculosis en animales pero raramente en humanos y los bacilos que prácticamente solo
provocan tuberculosis en humanos (Mycobacterium tuberculosis y My¬cobacterium
africanum). A pesar de que todos ellos poseen diferentes nombres específicos, las
diferencias a nivel genómico son tan pequeñas (alrededor de 2.000 cambios nucleotídicos
como máximo) que hoy en día serían considerados una sola especie. Cuando Calmette y
Guérin desarrollaron la vacuna a partir de una cepa virulenta de la tuberculosis bovina no
sabían que durante el proceso de pases en el laboratorio (en rodajas de patata
suplementadas con glicerol) se produjeron una serie de cambios a nivel genómico que
fueron aumentados cuando la cepa de la vacuna fue distribuida a laboratorios de todo el
mundo. Debido a que en aquella época no existían métodos para mantener las muestras
congeladas, los laboratorios realizaron pases seriados para conservarlas. El resultado es
que diferentes cepas de la vacuna acumularon diferentes mutaciones en su genoma, lo que
dio lugar a una genealogía que permite seguir la evolución de la vacuna durante los últimos
noventa años. De esta manera la vacuna contra la tuberculosis se convirtió
involuntariamente en un experimento de evolución que duró décadas. Sin embargo la
vacuna de la tuberculosis no es efectiva contra la forma más contagiosa y común de la
enfermedad, la tuberculosis pulmonar en adultos. Sí lo es, y de ahí que se hagan campañas
de vacunación masiva con BCG en los países con alta incidencia de tuberculosis, contra
las formas extrapulmonares de la enfermedad en niños.

Conseguir una vacuna eficaz contra la tuberculosis pulmonar se ha convertido en uno de


los principales objetivos de la OMS en los últimos treinta años. Aunque la tuberculosis se
puede curar si se sigue el tratamiento, se estima que un tercio de la población mundial está
infectada de forma latente y que alrededor de un 10% presentará síntomas de tuberculosis
activa en algún momento de su vida. Esto indica que, si bien los casos activos pueden ser
tratados con antibióticos, en términos de coste-beneficio sería mucho más efectiva una
vacuna que en primer lugar evitara la infección o que al menos impidiera la reactivación de
la infección latente. Más de diez candidatos están actualmente en diferentes fases de
desarrollo, algunos de ellos siendo ya probados en ensayos clínicos con humanos. Sin
embargo, la tuberculosis es una enfermedad compleja. De su agente causante, a pesar de
haber sido descubierto hace más de cien años, sabemos todavía poco, así como de la
interacción entre la bacteria y el sistema inmune durante la infección. La llegada de la
secuenciación genómica y más recientemente de las tecnologías de secuenciación masiva
está permitiendo entender en toda su extensión la diversidad de este patógeno, lo que ha
llevado a nuevos conocimientos sobre su transmisión, evolución y, para el tema que nos
ocupa, su respuesta al sistema inmune.

«La vacuna contra la tuberculosis se convirtió involuntariamente en un experimento


de evolución que duró décadas. Sin embargo, no es efectiva contra la forma más
contagiosa y común de la enfermedad»

OMS/P. Virot

La vacuna de la tuberculosis no es efectiva contra la forma más contagiosa y común de la


enfermedad, la tuberculosis pulmonar en adultos. Sí lo es, y de ahí que se hagan campañas
de vacunación masiva con BCG en los países con alta incidencia de tuberculosis, contra
las formas extrapulmonares de la enfermedad en niños. En la imagen, una campaña de
inmunización en Delhi (India).

Como hemos visto en el caso de la gripe, la mayoría de patógenos de una manera u otra
acumula cambios en aquellas zonas o proteínas del genoma que son reconocidas por el
sistema inmune durante la infección. Dichas proteínas son conocidas como antígenos y los
cambios en ellos acumulados se asocian a la variación antigénica, que permite al patógeno
evadir las defensas humanas. Sin embargo, el caso de la tuberculosis es especial. Un
estudio basado en tecnologías de secuenciación masiva sobre un conjunto de cepas
representativas de la diversidad conocida del bacilo ha revelado que los antígenos, y
concretamente los fragmentos peptídicos reconocidos por el sistema inmune conocidos
como epítopos, están hiperconservados en Mycobacterium tuberculosis (Comas et al.,
2010). De hecho si se compara con los genes esenciales, genes que no se pueden eliminar
en el patógeno porque son necesarios para sobrevivir, los epítopos están igual o mejor
conservados y acumulan menos cambios aminoacídicos que los genes no-esenciales u
otras zonas no reconocidas por el sistema inmune. Sin embargo, por experimentos con
ratones sabemos que la respuesta inmune adaptativa y sobre todo la mediada por células
T CD4+ es esencial para contener la infección. ¿Por qué el bacilo de la tuberculosis no trata
de evadir dicha respuesta aprovechando cambios en la secuencia de sus epítopos? La
respuesta más sencilla es porque en el caso de la tuberculosis el patógeno necesita de la
respuesta inmune para transmitirse. La respuesta inmune permite al bacilo completar su
ciclo de infección, primero induciendo un estado de latencia y más tarde
sobrerreaccionando en el 5-10 % de los casos en los que la bacteria se reactiva. Es, de
hecho, la reacción inflamatoria parte de la causante del daño en los tejidos del pulmón que
son expulsados, junto con el patógeno, al estornudar, lo que les permite transmitirse. Este
ciclo vital indica que, si bien la respuesta inmune en parte beneficia al hospedador, también
parece que parte de esa reacción beneficia al patógeno. De hecho los pacientes VIH
positivos con bajos niveles de CD4+ presentan con más frecuencia formas
extrapulmonares, no transmisibles de la enfermedad, así como una menor carga bacilar en
el esputo. Esto indica que una correcta respuesta inmune es necesaria para contener la
infección en el pulmón en primer lugar y para la posterior transmisión en los casos en los
que la bacteria se reactiva de la infección latente.

Estos resultados permiten también entender por qué la eficacia de la vacuna BCG es tan
desigual, puesto que la forma bovina del bacilo a nivel genómico no es esencialmente muy
diferente del bacilo de la tuberculosis humana. De hecho es una bandera roja en el diseño
de vacunas que intenten usar algunos de estos epítopos hiperconservados, pues en parte
pueden favorecer al patógeno, no al hospedador. Por lo tanto, al contrario que otras
aproximaciones para el diseño de vacunas que buscan identificar las regiones más
conservadas del genoma (conocida como vacunología reversa), puede que, en el caso de
la tuberculosis y otras infecciones similares, deban ser buscados nuevos antígenos,
basados en regiones hipervariables del genoma, que reflejen una verdadera acumulación
de variación de escape en respuesta al sistema inmune. Estrategias similares a las usadas
por Mycobacterium tuberculosis para aprovechar parte de la respuesta inmune para
completar su ciclo vital han sido recientemente descritas para otros patógenos como el VIH
o Streptococcus pneumoniae.

Los dos casos analizados, así como otros muchos, llevan a una consideración esencial. En
un patógeno la variación existe y cuando se diseñan nuevas vacunas cabe preguntarse
varias cosas: ¿Cuál es la naturaleza de la variación preexistente? ¿Está dicha variación
unida a presiones selectivas inmunes o de vacunaciones? ¿Cuál es la capacidad del
patógeno de adaptarse ante nuevas presiones de selección? Respondiendo a estas
preguntas se podrán diseñar mejores vacunas a través de un mejor conocimiento de la
interacción del sistema inmune y el patógeno, lo que nos permitirá distinguir entre aquellos
elementos que forman parte de la respuesta inmune protectora frente a aquellas
interacciones que pueden beneficiar al patógeno.

BIBLIOGRAFÍA

Comas, I. y S. Gagneux, 2009. «The Past and Future of Tuberculosis Research». PLoS
Pathogens, 5(10): e1000600. DOI: <10.1371/journal.ppat.1000600>.
Comas, I. et al., 2010. «Human T Cell Epitopes of Mycobacterium tuberculosis Are
Evolutionarily Hyperconserved». Nature Genetics, 42(6): 498-503. DOI: <10.1038/ng.590>.
De Kruif, P., 1926. Microbe Hunters. Harcourt, Brace and Co. Nova York.
Nabel, G. J., 2013. «Designing Tomorrow’s Vaccines». The New England Journal of
Medicine, 368(6): 551-560.
DOI: <10.1056/NEJMra1204186>.
Rambaut, A. et al., 2008. «The Genomic and Epidemiological Dynamics of Human Influenza
A Virus». Nature, 453(7195): 615-619. DOI: <10.1038/nature06945>.
Iñaki Comas Espadas. Investigador de la Unidad de Genómica y Salud, Centro Superior de
Inves¬tigación en Salud Pública (CSISP-FISABIO), Valencia.
© Mètode 78, Verano 2013.
© Mètode 2013 - 78. La luz de la evolución - Verano 2013

Iñaki Comas Espadas


Investigador de la Unidad de Genómica y Salud, Centro Superior de Investigación en
Salud Pública (CSISP-FISABIO), Valencia.
@icoes
TERAPÉUTICA Y PREVENCIÓN -VACUNAS
VACUNAS
Angélica López Sotelo
Laboratorio Nacional de Salud Pública, SSA.

La manifestación de nuevas enfermedades y la búsqueda incesante para su cura lleva a


reflexionar sobre el valor de las inmunizaciones ya existentes. La aplicación de vacunas
contra polio, sarampión, tos ferina, tétanos, tuberculosis y difteria en más de dos terceras
partes de los niños de países en desarrollo ha logrado prevenir millones de muertes al año.
Durante más de dos siglos las vacunas utilizadas han consistido en microorganismos
completos inactivados o atenuados, sin embargo la biotecnología ha permitido proporcionar
las herramientas necesarias para entender la virulencia y la naturaleza de inmunógenos
microbianos y de esta forma ha aportado estrategias innovadoras para el desarrollo de
nuevas vacunas y el mejoramiento de las ya existentes. Las vacunas utilizadas para la
prevención de enfermedades infecciosas pueden ser elaboradas por diversos
procedimientos, en su mayoría se crean a partir de los agentes responsables de la
enfermedad, de sus componentes o de sus productos, obteniéndose los inmunógenos
deseados pero sin la virulencia natural. Los procedimientos para la elaboración de vacunas
tienen su base en alguno de diversos principios.

Vacunas de microorganismos vivos: son preparaciones de bacterias o de virus activos


que han sido previamente atenuados, que son capaces de multiplicarse, pero que han
perdido sus características virulentas, entre los ejemplos de este tipo de vacunas esta la
antipoliomielítica oral (Sabin), antisarampión, antirrubeólica, antiparotiditis, también las que
combaten la varicela y la fiebre amarilla. Algunas otras son elaboradas con agentes vivos
que no son los etiológicos y sin embargo confieren protección cruzada ejemplo de ello es
el bacilo de Calmette-Guérin (BCG) elaborado con una cepa de bacilo tuberculoso bovino.
En otros casos se cuenta con microorganismos atenuados genéticamente, como
Salmonella typhi cepa Ty 21ª, la cual presenta una mutación y es incapaz de sintetizar un
polisacárido completo en ausencia de galactosa en el medio, con lo que se obtiene una
cepa avirulenta.

Vacunas de microorganismos muertos o inactivados: son preparaciones de


microorganismos que han sido inactivados a través de procedimientos físicos (como calor),
o químicos (como fenol o formaldehído), por lo que no causan infección y por lo tanto, es
necesario que en cada dosis de vacuna exista la cantidad suficiente del agente para
estimular al sistema inmune, lo que hace necesario tener suspensiones concentradas pero
que no produzcan hipersensibilidad en los individuos vacunados, por lo que generalmente
se prefiere administrar en varias dosis. Algunos ejemplos de este tipo son la vacuna
antirrábica, la fracción pertussis (tosferina) del DPT, la tifoídica y la antipoliomielítica tipo
Salk.

Toxoides: son preparaciones derivadas de las toxinas secretadas por ciertas especies de
bacterias, las cuales son tratadas con formalina que elimina su toxicidad, sin afectar su
acción inmunizante específica. Los toxoides son muy efectivos en la prevención de difteria
y tétanos, enfermedades de efectos graves debidos a la acción directa de las toxinas.

Vacunas de componentes celulares bacterianos: actualmente se elaboran vacunas


bacterianas compuestas solo por algunas proteínas o polisacáridos bacterianos, como
ejemplos están la fracción acelular de pertussis (en la DpaT), las vacunas contra Neisseria
meningitidis, Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae tipo b. Éstas estimulan
una respuesta inmune específica y evitan la administración de material celular que puede
no contribuir a la inmunidad pero estar relacionado con las reacciones adversas.

Vacunas de sub-unidades virales: al igual que en el caso anterior, las vacunas están
compuestas por los antígenos importantes para la protección. Dos ejemplos lo constituyen
la vacuna contra la gripe (virus de la influenza), en la cual los antígenos importantes son la
hemaglutinina y la neuraminidasa y la vacuna contra la hepatitis B, en la que el antígeno
utilizado es el de superficie (HbsAg).

Vacunas producidas por manipulación genética: las técnicas de manipulación genética


han sido aplicadas en la elaboración de vacunas, ya sea por medio del desarrollo de
bacterias atenuadas por mutaciones que ocasionan modificaciones en su metabolismo, o
bien debido a la posibilidad de transferir genes a otras células o insertarlos en diversos
vectores de expresión, como es el caso de la vacuna de hepatitis B recombinante en la
cual, parte del gen que codifica para el HbsAg es insertado en un plásmido e introducido en
una levadura.

Entre las vacunas recombinantes es importante destacar la vacuna recombinante


tetravalente, aprobada por la FDA y la SS, indicada en niñas y mujeres de 9 a 26 años de
edad, para la prevención de cáncer cervical, lesiones precancerosas o displásicas y
verrugas genitales causadas por el VPH Tipos 6, 11, 16 y 18.

Algunas vacunas en proceso de investigación: las investigaciones se han enfocado al


desarrollo de nuevas y mejores vacunas. Las estrategias que se siguen involucran los
siguientes puntos:

1. Introducción de material genético en diferentes células, por ejemplo la expresión de


proteínas en diferentes vectores como el virus vaccinia o las vacunas recombinantes
de Salmonella.

2. Mejora de la bioeficacia por medio del desarrollo de nuevos adyuvantes como los
derivados del muramil-dipéptido, lípido A, liposomas o complejos
inmunoestimulantes (ISCOM).

3. Combinación de varios antígenos (DPT+Hib,DPT+HbsAg).


4. Mejora de la estabilidad durante el almacenamiento, distribución y transporte,
investigando el uso de nuevos estabilizadores, por ejemplo la posibilidad de usar
deuterio en la vacuna antipoliomielítica oral.

5. Desarrollo de vacunas contra agentes específicos: VIH, virus sincicial respiratorio,


hepatitis C, Helicobacter pylori, E. coli enterotoxigénica, paludismo, cisticercosis.

Todos estos avances deberán estar acompañados de los procedimientos necesarios para
asegurar el control y vigilancia de la seguridad y eficacia de las vacunas.

- Vacunación, cartillas. Por grupo de edad. Secretaría de Salud, Estado de México.


Actualización 2016.

Vínculos.
- Programa de Vacunación Universal y Semanas Nacionales de Salud. Lineamientos
Generales 2016. Secretaría de Salud, Subsecretaría de prevención y promoción de la salud.
Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia.

- Philip D. Minor. Live attenuated vaccines: Historical successes and current challenges.
Review. Virology, May 2015;479–480:379-392.

- For parents: Vaccines for your children. CDC, 2016. Esquemas de vacunación, de acuerdo
a las prácticas en E.E.U.U.

- Epidemiology and Prevention of Vaccine-Preventable Diseases. The Pink Book: Course


Textbook - 13th Edition (2015). CDC.

Última modificación 11 agosto 2016


Los virus y su evolución

Este diagrama muestra cómo diferentes virus de gripe intercambian material genético en
un proceso conocido como cambio antigénico.
National Institute of Allergy and Infectious Diseases (NIAID)

La selección natural ha precedido la evolución de los humanos, plantas y todos los seres
vivientes del planeta, y los virus no son la excepción; aunque, técnicamente, los virus no
vivan por sí solos (necesitan un organismo huésped con el fin de reproducirse), están
sujetos a las presiones de la evolución.

El sistema inmunológico humano utiliza diversas tácticas para combatir patógenos. El


trabajo del patógeno es evadir al sistema inmunológico, crear más copias de sí mismo y
propagarse a otros huéspedes. Las características o adaptaciones que ayudan a un virus
a realizar su trabajo tienden a mantenerse de una generación a otra, y las que dificultan
que el virus de propague a otro huésped tienden a perderse.

Tome por ejemplo un virus que muta de manera mortal para el huésped humano, quien
muere en unas cuantas horas después de infectarse. El problema con dicha adaptación es
que el virus tal vez no tenga la resistencia suficiente para transmitirse al siguiente huésped,
necesita uno nuevo y sano para que sus descendientes sobrevivan. Si mata al huésped
antes de que éste infecte a otros, el linaje del virus muere con él.
Una manera en que los huéspedes se defienden de un virus es por medio del desarrollo de
anticuerpos, los cuales se adhieren a las proteínas de la superficie exterior del virus, y le
impiden entrar a las células del huésped. Un virus que aparenta ser diferente a otros que
han infectado al huésped tiene una ventaja, ya que el huésped no tiene una inmunidad
preexistente contra ese virus en forma de anticuerpos. Muchas adaptaciones virales
involucran cambios en la superficie exterior del virus.

A continuación veremos dos casos especiales en la evolución viral: es el caso de la


evolución en los virus de la influenza y en el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH, el
virus que provoca el SIDA). Ambos virus son del tipo ARN, lo cual significa que su material
genético está codificado en ARN, no en ADN. El ADN es una molécula más estable que el
ARN, y los virus de ADN cuentan con un chequeo de la secuencia molecular como parte de
su proceso reproductivo. Por lo tanto, pueden hacer uso de la célula huésped para verificar
la replicación del ADN viral. Si el virus comete un error al copiar el ADN, la célula huésped
puede, a menudo, corregir el error. En consecuencia, los virus de ADN no cambian o mutan
mucho, sin embargo, el ARN es una molécula inestable, y los virus de ARN no tienen un
chequeo de secuencia molecular integrado a su replicación; los errores en la copia del ARN
son frecuentes, y la célula del huésped no los corrige. Las mutaciones del virus de ARN son
frecuentes, y tienen consecuencias importantes para sus huéspedes.

Virus de la influenza

Los virus de la influenza son entidades simples que pertenecen a uno de tres tipos: A, B o
C, y constan de no más de siete u ocho segmentos de ARN encerrados dentro de una
cubierta de proteínas. Las mutaciones en el ARN viral, y las recombinaciones de ARN de
fuentes diferentes conducen a una evolución viral.

Tendencia antigénica

Los virus de influenza pueden evolucionar gradualmente a través de mutaciones en los


genes que se relacionan con las proteínas de la superficie viral: hemaglutinina y
neuraminidasa (HA y NA, para abreviar). Estas mutaciones pueden ocasionar que la
superficie exterior del virus aparente ser diferente ante un huésped previamente infectado
con la cepa antecesora del virus. En dicho caso, los anticuerpos producidos por una
infección anterior a través de la cepa antecesora no pueden combatir con eficacia al virus
mutado, y surge la enfermedad (la hemaglutinina y la neuraminidasa prestan sus iniciales
a los subtipos de la influenza; por ejemplo, la pandemia de influenza del 2009 fue
ocasionada por el virus de la influenza A H1N1). Al acumularse las mutaciones en
generaciones futuras del virus, éste forma una nueva tendencia, y se “desvía” de su cepa
antecesora.

La tendencia antigénica es una razón por la que se necesitan crear nuevas vacunas contra
la influenza para cada temporada. Los científicos tratan de predecir los cambios que podrían
ocurrir a los virus de influenza que circulan actualmente, y crean una vacuna diseñada para
combatir al virus predicho. Algunas veces la predicción es precisa y la vacuna contra la
influenza es eficaz; otras veces la predicción falla, y la vacuna no prevendrá la enfermedad.

Cambio antigénico

El cambio antigénico es un proceso por el cual dos o más tipos diferentes de influenza A se
combinan para formar un virus radicalmente diferente a las cepas antecesoras, y el virus
resultante tiene un nuevo subtipo HA o NA. El cambio antigénico puede tener como
resultado una propagación mundial de la enfermedad, o pandemia, porque los humanos
tendrán pocos o ningún anticuerpo para bloquear la infección. Sin embargo, si el nuevo
subtipo de influenza A no se transmite fácilmente de una persona a otra, el brote de la
enfermedad será limitado.

El cambio antigénico ocurre de dos maneras. Primera, puede ocurrir a través de una
recombinación genética, o reagrupación, cuando dos o más virus diferentes de influenza A
infectan la misma célula huésped y combinan su material genético. Los virus de influenza
A pueden infectar aves, cerdos y humanos, y cuando se combinan estos tipos de virus
pueden ocurrir cambios antigénicos importantes; por ejemplo, el virus de influenza de un
cerdo y el de un humano se podrían combinar en un ave, con el resultado de un tipo de
influenza radicalmente diferente. Si el virus se infecta a humanos y se transmite
eficientemente entre ellos, podría producirse una pandemia.

Segundo, un virus de influenza A puede saltar de un tipo de organismo, por lo general un


ave, a otro tipo de organismo, como un humano, sin sufrir un cambio genético importante.
Si el virus muta en el huésped humano de tal manera que se transmita fácilmente entre la
gente, el resultado podría ser una pandemia.

En todos los casos, el cambio antigénico produce un virus con un subtipo nuevo HA o NA
para el cual los humanos no tienen anticuerpos existentes, o tienen muy pocos. Una vez
que los científicos pueden identificar al nuevo subtipo, puede crearse una vacuna en
general que proteja contra el virus.

¿Por qué ocurre el cambio antigénico sólo con la influenza A y no con la influenza B y C?
La influenza A es el único tipo de influenza que puede infectar a una amplia variedad de
seres: humanos, aves acuáticas, otras aves, cerdos, perros y caballos. Por lo tanto, las
posibilidades de recombinación son muy bajas o nulas con la influenza B y C.

En Asia, en el 2003, se vio la posibilidad de sufrir una pandemia con los brotes de influenza
de las aves. Un virus de influenza H5N1 tipo A se propagó de aves infectadas a humanos,
resultando en una enfermedad humana grave, pero el virus no evolucionó para transmitirse
fácilmente entre humanos, y no ocurrió una pandemia con el H5N1.
VIH

El virus que provoca el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) tiene una gran
variación genética, por varias razones. Primera, se reproduce mucho más rápido que la
mayoría de otras entidades; puede producir miles de millones de copias de sí mismo cada
día. A medida que se copia rápidamente a sí mismo, comúnmente comete errores, lo cual
se traduce en mutaciones de su código genético. Mientras más efectivas sean las
mutaciones para la supervivencia del virus, más probable será que el virus mutado se
reproduzca a sí mismo.

Otra causa de la variación en el VIH es resultado de la capacidad que tiene el virus para
recombinarse y formar nuevas variaciones dentro de la persona. Esto sucede cuando una
célula huésped es infectada con dos variaciones diferentes de VIH. Los elementos de los
dos virus se pueden combinar para producir un nuevo virus, que es una combinación única
de las dos fuentes.

La gran velocidad de la evolución del VIH tiene consecuencias importantes, ya que es un


virus que puede resistir rápidamente a los medicamentos que lo contrarrestan. Además,
identificar una vacuna para un virus que cambia tan rápido es todo un reto. A la fecha, los
investigadores han creado varias vacunas candidatas contra el VIH, pero ninguna ha tenido
un desempeño óptimo en las pruebas clínicas, como para otorgarle una autorización oficial.

Fuentes de infomación

Burke, D.S. Recombination in HIV: An important viral evolutionary strategy. Emerging


Infectious Diseases. Sept. 1997; 3(3). Walter Reed Army Institute of Research. Acesado el
10 enero 2018.

CDC. Cómo puede mutar el virus de la influenza: variaciones antigénicas menores y


mayores. (es) Acesado el 10 enero 2018.

CDC. Tipos de Virus de Influenza. (es) Acesado el 10 enero 2018.

University of California Museum of Paleontology. Evolution from a virus’s view. Dec. 2007.
Acesado el 10 enero 2018.

University of California Museum of Paleontology. HIV: The ultimate evolver. Acesado el 10


enero 2018.

Ultima actualización 10 enero 2018


LA RESISTENCIA A LOS PESTICIDAS.

La evolución es un proceso dinámico, cuyos efectos se pueden observar continuamente y,


que en algunos casos, tienen gran importancia para la salud humana. Este es el caso de la
resistencia a pesticidas por parte de los artrópodos que pueden constituir plagas.

Desde la segunda guerra mundial, se han venido usando pesticidas para paliar los
desastrosos efectos de plagas sobre los terrenos cultivados. Pero algunos de estos
programas han cometido un error: consiguieron el efecto contrario al deseado, es decir,
confirieron resistencia al insecto. Esto ha ocurrido con más de 500 espcecies, algunas de
las cuales son resistentes a prácticamente todos los insecticidas conocidos.

En unos casos, el insecticida ha eliminado también al enemigo natural del insecto, y en


otros casos, el agricultor proporcionaba cada vez una dosis mayor de insecticida a las
plagas, en vista de que estas se iban haciendo más resistentes.

La resistencia a los insecticidas se desarrolla rápidamente porque la presencia de estos


favorece la fijación en las poblaciones de mutaciones que confieren resistencia. Los
biólogos utilizan varias estrategias para demorar la evolución, una de las cuales es la de
constituir "santuarios" libres de pesticidas donde los insectos puedan reproducirse sin temor
a que los genotipos resistentes se propaguen. La estrategia más "intuitivamente opuesta"
sería la de someter a las plagas a auténticos bombardeos de insecticidas; pero esto
aceleraría aún más este proceso de evolución.

Pero no nos salgamos del tema que nos ocupa. En circuntancias especiales, los
organismos "predispuestos" son capaces de ocupar inmediatamente nuevos biotopos: las
plantas más resistentes a la sal son utilizadas para colonizar nuevos territorios salinos; los
caballos que, además de comer follaje, consiguieron alimentarse de hierba fueron el
eslabón que condujo al caballo actual. En todo el patrimonio genético de una especie puede
haber genes que carecen de significado cuando surgen por una mutación, e incluso siguen
sin tener sentido mucho después: son lo que se llama mutaciones "neutras".

Estos genes constituyen, al menos en el caso de que sean recesivos, una reserva genética,
y los caracteres que determinan pueden adquirir de repente una importancia decisiva en
cuanto a la dirección que toma la evolución en el caso de que se produzcan alteraciones
en el medio ambiente o una nueva combinación genética. La lucha contra los insectos
mediante los pesticidas y la resistencia a los antibióticos de las bacterias son dos ejemplos
de este tipo.

El DDT (dicloro-difenil-tricloroetano) se ha venido utilizando desde 1939 hasta la década de


los 70. Paul muller, su descubridor, ganó el premio Nobel por su descubrimiento. Sus
moléculas interaccionan con ciertas moléculas de la membrana de las neuronas,
interfiriendo en su funcionamiento. Varios experimentos realizados con Drosophila
demostraron que la resistencia es una característica que puede transmitirse. En la
naturaleza, además, se daban casos de mayor y menor resistencia, de modo que se supuso
que estaban implicados varios genes que habrían sido potenciados, y que los insectos más
resistentes eran aquellos en los que se daba una combinación de todos estos genes.

Más experimentos con Drosophila y con la mosca común


confirmaron las sospechas: hay ciertos caracteres que
aumentan la resistencia al DDT y que se transmiten
hereditariamente y de forma independiente. A saber:

 La capa de quitina de los insectos resistentes es menos permeable al DDT y a


través de sus órganos de adhesión absorben tres veces menos DDT que otros
insectos.
 Las moscas resistentes disponen de enzimas que les permiten transformar el DDT
en un compuesto inocuo, el DDE (dicloro-difenil-dicloroeteno).

Así, al pasar de DDT a DDE, se producen una serie de cambios conformacionales que
provocan que no pueda interaccionar con los receptores de membrana.

Las moscas resistentes tienen mayor cantidad de grasa, en la que se disuelve gran parte
del DDT, que queda así almacenado sin causar daños. Se demostró que el DDT
almacenado en la grasa de una sola mosca era capaz de acabar con otras diez.

Las moscas resistentes presentan un tamaño mayor, lo que les permite asimilar una dosis
mayor.

También se observaron cambios de comportamiento. Las moscas resistentes abandonan


las casas por la noche, que es cuando se fumiga, y suelen evitar las superficies verticales,
que es donde más se rocía al veneno. Las larvas solían mordisquear las hojas alrededor
de las manchas dejadas por el insecticida.

En los primeros ataques con DDT moría la mayoría de los insectos, pero unos pocos
sobrevivían y se aparearon entre sí. En siguientes fumigaciones, es fácil imaginar lo que
ocurría: cada vez se iban seleccionando con mayor eficacia los insectos resistentes. Los
genes resistentes, que podían situarse en miembros diferentes de la misma pareja de
cromosomas, por medio del entrecruzamiento en la meiosis llegaban a concentrarse en el
mismo cromosoma, e incluso, aparecer en homocigosis. De modo que en una mosca se
podían concentrar todos los caracteres que confieren resistencia; una mosca de este tipo
puede soportar una dosis de entre 300 y 1000 veces superior a la que puede soportar una
mosca normal.

Se trata de nuevo de mutaciones preadaptativaspre-adaptativas, no de una reacción de los


insectos frente al insecticida. Los individuos que no poseen ningúnoninguno de los genes
que confieren resistneciaresistencia mueren y se ha podido observar como poblaciones
enteras de moscas o langostas morían sin excepción ante el primer ataque con DDT por no
existir en sus patrimonios genéticos ni un solo gen de resistencia.
En esta sección, encontrarás información general sobre la Biotecnología, sus aplicaciones
y algunas técnicas usadas por investigadores en todo el mundo.

¿Qué es la biotecnología?

La Biotecnología se define como un área multidisciplinaria, que emplea la biología,


química y procesos varios, con gran uso en agricultura, farmacia, ciencia de los
alimentos, ciencias forestales y medicina. Probablemente el primero que usó este
término fue el ingeniero húngaro Karl Ereky, en 1919.

Una definición de biotecnología aceptada internacionalmente es la siguiente:

“La biotecnología se refiere a toda aplicación tecnológica que utilice sistemas


biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación de
productos o procesos para usos específicos (Convention on Biological Diversity,
Article 2. Use of Terms, United Nations. 1992).”

La biotecnología, comprende investigación de base y aplicada que integra distintos


enfoques derivados de la tecnología y aplicación de las ciencias biológicas, tales como
biología celular, molecular, bioinformática y microbiología marina aplicada. Se incluye la
investigación y desarrollo de sustancias bioactivas y alimentos funcionales para bienestar
de organismos acuáticos, diagnóstico celular y molecular, y manejo de enfermedades
asociadas a la acuicultura, toxicología y genómica ambiental, manejo ambiental y
bioseguridad asociado al cultivo y procesamiento de organismos marinos y dulceacuícolas,
biocombustibles, y gestión y control de calidad en laboratorios.

¿Qué es el ADN?

El ADN es la sigla empleada para el Ácido DesoxiriboNucleico. Este corresponde al material


genético que está presente en cada célula de los organismos vivos. Está presente en
algunos virus (otros virus tiene ARN), algas, plantas, árboles, animales y el hombre. El ADN
se forma por cuatro nucleótidos (letras) que son Adenina (A), Guanina (G), Citosina (C) y
Timina (T). Esta información se encuentra en el núcleo de la célula y es lo que conocemos
como genoma. Una característica de gran interés es que las bases del ADN son las mismas
en todos los organismos vivos, pero varía el orden en que se disponen estas letras y la
cantidad de ellas presentes en el núcleo. Es así que los virus tienen muy poco ADN
comprado con el hombre.

Dentro del ADN hay diferentes funciones, algunas letras (secuencias) son responsables
que existan los genes. Por ejemplo la insulina es una proteína cuya información se
encuentra en el núcleo. Del total del ADN de un organismo, se cree que sólo un 20% es
funcional, es decir está involucrado en generar proteínas o cumplir una función en la célula.
A medida que se vaya descifrando un mayor número de genomas será posible conocer la
función de las diferentes partes del genoma.

¿Qué es el ADNr o ADN recombinante?

El año de 1970 marca una etapa importante en la historia de la biotecnología: el comienzo


de la manipulación enzimática del material genético, y por consiguiente, la aparición de la
biotecnología moderna, que constituye la más reciente evolución de la manipulación
genética. Los procedimientos que se utilizan reciben el nombre de métodos del ADN
recombinante o clonación molecular del ADN.

Con herramientas de la biología molecular (enzimas de restricción) es posible tomar un


fragmento pequeño de ADN de un organismo (por ejemplo bacteria) e insertarlo en el ADN
(genoma) de una planta. Eso se conoce con el nombre de tecnología del ADNr (de 2 o más
fuentes diferentes).

¿Qué es la ingeniería genética?

La ingeniería genética es la tecnología que permite tener ADNr. La ingeniería genética


puede definirse como “La manipulación deliberada de la información genética, con miras al
análisis genético, o al mejoramiento de una especie”. La generación del ADNr puede tener
diferentes fines, el más común es determinar la función o rol que tendría un gen en un
organismo. Por ejemplo, si asumimos que tenemos un fragmento de ADN y creemos que
es responsable de la producción del color azul en flores, podemos insertar ese fragmento
en una planta que produce flores blancas. Si al dejarla crecer esta planta genera flores
azules, entonces sabremos que ese gen es el responsable de conferir el color azul. Las
aplicaciones más comunes de esta tecnología la encontramos en el área de la
farmacología. Muchas proteínas, que son necesarias para el funcionamiento del hombre
(por ejemplo insulina, en el caso de diabéticos) se pueden producir en microorganismos a
gran escala y bajo costo. Una ventaja enorme es que por esta metodología tendremos la
insulina humana, con una gran pureza. Hoy en día se sintetizan más de 200 fármacos por
medio de ADNr.

La ingeniería genética tiene un gran potencial en las diferentes áreas de la biotecnología.


Ya mencionábamos el caso de la insulina, beneficio directo para el hombre. Un área de uso
y que representa sólo el 10% de la tecnología del ADNr, es en el sector agrícola. Es posible
obtener plantas que posean una característica de interés, por ejemplo plantas que producen
una toxina para insectos (maíz Bt), arroz enriquecido con vitamina (arroz dorado), cultivos
que en el futuro sean capaces de actuar como biorreactores y producir fármacos, entre
otras aplicaciones. Desde 1996, se están comercializando plantas genéticamente
modificadas en el mundo, especialmente en Estados Unidos, Argentina, Brasil y Canadá.
No así en Chile, donde no está permitido el uso de plantas transgénicas para alimentación
humana o animal.
Glosario

ADN: es la base química de la herencia, constituido por una molécula con estructura de
doble hélice formada por cuatro bases nitrogenadas (Adenina, Timina, Guanina y Citosina),
grupos fosfato y azúcares. Generalmente se encuentra en el núcleo celular, pero puede
hallarse también en algunos orgánulos citoplasmáticos como mitocondrias y cloroplastos.

Bacteria: microorganismo compuesto de una sola célula que se caracteriza por no poseer
núcleo. Este tipo de organismo primitivo se clasifica dentro del grupo de los procariotas.

Célula: es la unidad más pequeña que contiene todas las propiedades de un ser vivo.
Consta de un núcleo donde se halla el material hereditario (ADN) y u citoplasma que
contiene diferentes orgánulos, los cuales cumplen variadas funciones (producción de
energía o proteínas, almacenamiento de sustancias, etc.)

Cruzamiento: apareamiento entre dos individuos de la misma especie para producir


descendencia.

Cultivar: categoría de plantas cultivadas que se distinguen claramente por ciertas


características y deben ser cultivadas bajo condiciones específicas.

Enzima: proteína que promueve o activa un proceso químico sin alterarse o destruirse. Un
tipo muy especial lo constituyen las enzimas de restricción, las cuales son sintetizadas por
algunas bacterias como reacción ante la invasión de un ADN extraño (por ejemplo de
algunos virus que atacan bacterias). Estas enzimas los seccionan en pequeños fragmentos,
rechazando así la infección.

Especia: sustancia aromática usada como condimento (ejemplo: canela, pimienta, vainilla,
etc.).

Especie: clasificación taxonómica que agrupa a un conjunto de individuos que pueden


cruzarse naturalmente (generar descendencia fértil) y que presentan características
similares.

Fermentación: proceso por el cual las enzimas de ciertas bacterias y levaduras convierten
sustancias orgánicas complejas en otras más simples como alcohol, ácido láctico y gases.
Gen: unidad estructural y funcional de la herencia, transmitida de los padres a los hijos a
través de los gametos (óvulo y espermatozoide, en el caso de los humanos y otros
animales). Es un fragmento de ADN que lleva las instrucciones precisas para fabricar una
determinada proteína.

Generación: conjunto de todos los organismos coetáneos vivientes de una especie.


Genética: ciencia que estudia la herencia, es decir la transmisión de los caracteres que un
ser vivo pasa a su descendencia.

Herencia: transmisión de caracteres biológicos de los padres a los hijos.

Levadura: hongo unicelular que puede intervenir en procesos de fermentación.

Mejoramiento: conjunto de procedimientos utilizados para obtener progenies de plantas o


animales con mejores características que los padres.

Microorganismo: organismo microscópico. Dentro de esta clasificación se incluyen


hongos, bacterias y virus.

Molécula: es la porción más pequeña de un elemento o compuesto que conserva la


identidad química del mismo. Es la unión de dos o más átomos.

Selección: escogencia de individuos con características deseables (por ejemplo, mayor


rendimiento de granos) como padres de la siguiente generación.
 Se perdería un siglo de avances en la salud y el PIB mundial caería 3.8% en 2050,
alertó

La resistencia microbiana podría dejar a millones en la pobreza:


BM

 Se necesitan 9 mil millones de dólares anuales para buscar solución al problema,


señaló en informe

El Banco Mundial advirtió que debido al aumento de la resistencia de los patógenos a los
medicamentos, para 2050 los gastos por tratamiento se elevarían, lo cual implicaría un alto costo
para los países, Foto Cuartoscuro.

Reuters, Afp y Pl

Periódico La Jornada
Martes 20 de septiembre de 2016, p. 30
Roma.

Si las infecciones resistentes a medicamentos en humanos y animales se propagan sin


control, 28 millones de personas caerían en pobreza para 2050, se perdería un siglo de
avances en la salud y el producto interno bruto (PIB) mundial podría caer 1.1 por ciento,
concluyó el Banco Mundial (BM). Para esa fecha también podrían morir más de 10 millones
de seres por año en lugar del casi medio millón de decesos actuales, y los gastos por
tratamiento se elevarían, aseguran analistas del tema.

La pérdida en el PIB podría llegar hasta 3.8 por ciento, el equivalente a la crisis financiera
de 2008, cuantificó el banco en un reporte divulgado antes de una reunión de alto nivel
sobre el tema, que se realizará esta semana en la sede de la Organización de las Naciones
Unidas en Nueva York.

La resistencia a los antimicrobianos va en aumento y en el futuro muchas enfermedades


infecciosas no podrán ser tratadas, lo que implicará un alto costo para los gobiernos y la
caída de muchas personas bajo la línea de pobreza. Este problema puede representar un
costo de hasta 100 billones de dólares de manera global para 2050.

“Debemos saber que –a menos que se enfrente rápida y seriamente– el problema de la


resistencia a los antibióticos tendrá consecuencias desastrosas para la salud humana y
animal, para la producción de alimentos y la economía global”, sostuvo Margaret Chan,
directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El aumento de súper bacterias resistentes a los medicamentos ha sido causado en gran


parte por el mayor uso, así como la mala utilización de antibióticos y otros antimicrobianos
para tratar personas y en la agricultura.

No podemos darnos el lujo de perder los avances logrados en el pasado siglo en la era de
los antibióticos, advirtió Tim Evans, director del Banco Mundial para salud, nutrición y
población a la Fundación Thomson Reuters. Bajo cualquier medida, el costo de la inacción
frente a la resistencia microbiana es demasiado grande. Necesita ser abordado con
urgencia y firmeza, agregó.

En la agricultura se usa mayor cantidad de antibióticos que para el tratamiento de enfermos,


y gran parte de ello es para fomentar el crecimiento del animal, en vez de para la cura de
enfermedades, denunció el economista Jim O’Neill en un reporte realizado en mayo, el cual
fue encargado por el gobierno británico.

Los agricultores también se verían afectados. El banco estima que para 2050 la producción
global de animales de cría podría caer entre 2.6 y 7.5 por ciento anual si el problema de las
superbacterias resistentes no se soluciona. El BM dice que se necesitan 9 mil millones de
dólares anuales en salud veterinaria y humana para abordar el tema.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura estima que


se utilizan 60 mil toneladas de antimicrobianos por año en la cría de animales, una cifra que
aumentaría por la creciente demanda de estos productos.
El informe, titulado Enfermedades resistentes a los medicamentos: una amenaza para
nuestro futuro económico, analiza lo que puede ocurrir si los antibióticos y otros
antimicrobianos dejan de surtir efecto.

En líneas generales, el mundo muestra una tendencia a reducir la pobreza extrema para
2030, acercándose a la meta de menos de 3 por ciento de la población en esa situación.
Pero la resistencia a los antibióticos pone en riesgo que pueda alcanzarse ese objetivo,
añadió.

Además, los países con menores ingresos pueden perder más de 5 por ciento de su PIB
para 2050, y el volumen de exportaciones en el mundo puede reducirse en 3.8 por ciento
para ese mismo año, según las proyecciones. En 2050, el incremento global en los costos
de la atención en salud puede ser de entre 300 mil millones de dólares y un billón de dólares,
refiere el estudio. La producción de víveres puede también caer entre 2.6 por ciento y 7.5
por ciento anualmente.
La resistencia a los antimicrobianos

Pida asesoramiento a un profesional sanitario cualificado antes de tomar antibióticos

Noviembre de 2017 -- Los antibióticos son un recurso sumamente valioso, de modo que es
importante asesorarse adecuadamente antes de tomarlos. Por este motivo, la Semana
Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos de 2017, que se celebra del 13
al 19 de noviembre, tiene por lema «pida asesoramiento a un profesional sanitario
cualificado antes de tomar antibióticos». Mediante el uso responsable de antibióticos usted
y su familia no solo obtendrán el mejor tratamiento, sino que también contribuirán a reducir
la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos.

 Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos 2017


 Infografías de la campaña

OMS

La resistencia a los antimicrobianos es la capacidad que tienen los microorganismos (como


bacterias, virus y algunos parásitos) de impedir que los antimicrobianos (como antibióticos,
antivíricos y antipalúdicos) actúen contra ellos. En consecuencia, los tratamientos
habituales se vuelven ineficaces y las infecciones persisten y pueden transmitirse a otras
personas.
Un informe de la OMS confirma que el mundo se está quedando sin antibióticos

20 de septiembre de 2017 -- Existe una grave falta de nuevos antibióticos en fase de


desarrollo para combatir la creciente amenaza de la resistencia a los antimicrobianos.
Según un informe publicado por la OMS, la mayoría de los fármacos que se están
desarrollando son modificaciones de clases de antibióticos ya existentes que ofrecen
soluciones solamente a corto plazo. Asimismo, hay muy pocas opciones terapéuticas
posibles para las infecciones resistentes a los antibióticos señaladas por la OMS como las
mayores amenazas para la salud.

 Comunicado de prensa
 Informe de la OMS acerca del desarollo clínico de nuevos antibióticos
El aumento de la gonorrea resistente a los antibióticos hace necesarios nuevos
fármacos

7 de julio de 2017 -- Datos procedentes de 77 países muestran que la resistencia a los


antibióticos está dificultando mucho, y a veces imposibilitando, el tratamiento de la
gonorrea, una infección de transmisión sexual (ITS) frecuente. Cada año hay 78 millones
de casos de gonorrea. Los gonococos pueden causar infecciones en los genitales, el recto
y la garganta. Las complicaciones de la gonorrea afectan de forma desproporcionada a las
mujeres.

 El aumento de la gonorrea resistente a los antibióticos hace necesarios nuevos


fármacos
Los líderes mundiales se comprometen en la ONU a abordar la resistencia a los
antimicrobianos

21 de septiembre de 2016 -- En un acto paralelo celebrado durante la Asamblea General


de la ONU en Nueva York, los líderes mundiales centraron su atención en cómo detener la
propagación de las infecciones resistentes a los medicamentos antimicrobianos. Hay
múltiples sectores involucrados: la salud humana, la salud animal y la agricultura. Los
países reafirmaron su compromiso de desarrollar planes nacionales de acción sobre la base
de las recomendaciones de la OMS y de informar a la Asamblea General de la ONU en
2018.

 Lea el comunicado de prensa conjunto OMS/FAO/OIE

OMS
La OMS publica nuevas directrices terapéuticas para la clamidiasis, la gonorrea y la
sífilis

30 de agosto de 2016 -- La OMS ha publicado nuevas directrices terapéuticas para tres


infecciones de transmisión sexual (ITS) frecuentes con el fin de hacer frente a la amenaza
creciente que representa la resistencia a los antibióticos. La clamidiasis, la gonorrea y la
sífilis son provocadas por bacterias y por lo general pueden curarse con antibióticos. Sin
embargo, estas ITS a menudo no se diagnostican y cada vez es más difícil tratarlas porque
algunos antibióticos están perdiendo eficacia a raíz de su uso indebido o excesivo.

 La creciente resistencia a los antibióticos obliga a actualizar las recomendaciones


sobre el tratamiento de las infecciones de transmisión sexual Formatted: Spanish (Mexico)
2.9 Organismos y asociaciones

En México existen asociaciones profesionales, científicas y empresariales que representan


los intereses de los actores que participan en la industria de la biotecnología en México.
Asimismo, diferentes organismos del gobierno se encargan de regular las actividades
relacionadas con este sector. A continuación se presentan algunos de los más importantes:

Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) Es


una comisión intersecretarial creada en 1992 con carácter permanente, funciona como una
organización de investigación aplicada, promotora de investigación básica, que compila y
genera información sobre biodiversidad, desarrolla capacidades humanas en el área de
informática de la biodiversidad y es fuente pública de información y conocimiento accesible
para toda la sociedad. Asimismo, sirve de puente entre la academia, el gobierno y la
sociedad.

Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) Fue creado en 1970 como un


organismo público descentralizado de la Administración Pública Federal, es responsable de
elaborar las políticas de ciencia y tecnología en México. El consejo tiene como meta es
consolidar un sistema nacional de ciencia y tecnología que responda a las demandas
prioritarias del país. El CONACYT considera a la biotecnología como una de las áreas
estratégicas para la solución de los problemas más urgentes del país.

Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN) Fue fundado en 2004 y es líder


nacional e internacional en la investigación genómica, tiene como objetivo principal
contribuir al cuidado de la salud de los mexicanos por medio del desarrollo de proyectos de
investigación científica con tecnología de vanguardia, formación de recursos humanos de
excelencia y generación de aplicaciones genómicas innovadoras para mejorar la atención
de la salud, con apego a principios éticos universales y respeto a los derechos humanos.

Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) Es un


órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud que ejerce las atribuciones de regulación,
control y fomento sanitario, dentro de sus funciones destacan: el control y vigilancia de los
establecimientos de salud, el control sanitario de productos, servicios y exportación y de los
establecimientos dedicados al proceso de los productos y la sanidad internacional. Es la
instancia encargada de la protección contra riesgos sanitarios en materia de productos
biotecnológicos.

Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) Es un órgano


desconcentrado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (SAGARPA), encargado de normar y vigilar el cumplimiento de las
disposiciones legales en materia de semillas y variedades vegetales. Sus actividades
principales son: verificar y certificar el origen y la calidad de las semillas, proteger
legalmente los derechos de quien obtiene nuevas variedades de plantas y coordinar
acciones en materia de recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura.

Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente


Modificados (CIBIOGEM) Es un órgano del Poder Ejecutivo Federal que se encarga de
establecer las políticas relativas a la seguridad de la biotecnología respecto al uso seguro
de los organismos genéticamente modificados (OGMs). Servicio Nacional de Sanidad,
Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) Tiene como misión regular, administrar y
fomentar las actividades de sanidad, inocuidad y calidad agroalimentaria, reduciendo los
riesgos inherentes en materia agrícola, pecuaria, acuícola y pesquera, en beneficio de los
productores, consumidores e industria.

Academia Mexicana de Ciencias A.C. Es una asociación civil independiente y sin fines de
lucro. Su objetivo es enlazar a científicos de muy diversas áreas del conocimiento bajo el
principio de que la ciencia, la tecnología y la educación son herramientas fundamentales
para construir una cultura que permita el desarrollo de las naciones. Cuenta con un comité
especial para biotecnología.

Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo


Tecnológico (ADIAT) Se fundó en 1989 con el objetivo de servir a los centros de
investigación y desarrollo en el país, públicos y privados, impulsando la investigación
aplicada, el desarrollo tecnológico y difundiendo las mejores prácticas en gestión de la
tecnología. Asociación Mexicana de Genética Humana A.C. Fue constituida en marzo de
1968 para fomentar la interacción y el desarrollo de los profesionales de la Genética
Humana y disciplinas afines. Sus áreas de estudio incluyen: genética clínica, citogenética,
genética molecular, genética de poblaciones, terapia genética y genómica. La información
presentada en esta sección fue obtenida de las páginas web de los organismos y
asociaciones.

BioRed (CONACYT) Es un grupo promovido por el CONACYT, constituido por personas


que trabajan en investigación científica y tecnológica en instituciones de educación superior,
centros de investigación, empresas y/o laboratorios nacionales de todo el país, para
alcanzar soluciones articuladas y estructuradas en las áreas objeto de la Red (agricultura y
alimentación), y que contribuyan al desarrollo nacional y al bienestar de su población.

Sociedad Mexicana de Biotecnología y Bioingeniería A.C. Fue fundada en 1982, con el


objetivo de asociar y representar a los profesionistas y estudiantes interesados en el
desarrollo y promoción de la biotecnología y la bioingeniería en México, así como fomentar
la vinculación y la transferencia de tecnología entre el sector productivo del país y los
centros de investigación y desarrollo en biotecnología. Cuenta con más de 800 socios
numerarios, profesionales y estudiantes; realiza cada dos años el Congreso Nacional de
Biotecnología y Bioingeniería, además de conferencias y cursos cortos, y edita la revista
Biotecnología, su órgano oficial de comunicación.

AgroBIO México Es una asociación civil que agrupa a las principales empresas
desarrolladoras de la biotecnología agrícola con presencia en México, las cuales se dedican
al desarrollo, producción y comercialización de productos innovadores para la agricultura
basados en la mejora genética de semillas.

Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica A.C. (AMIIF) Se


encuentra conformada por 30 empresas mexicanas con capital global enfocadas a la
comercialización de medicamentos innovadores, ya sean producto de su propia
investigación o se encuentren bajo licencia. Su misión es poner a disposición del profesional
médico y del paciente la más avanzada tecnología farmacéutica de investigación.

Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA) Fue establecida en 1946


y se encarga de ejercer la representación institucional de la industria farmacéutica en
México ante las autoridades. Cuenta con tres objetivos estratégicos: regulación sanitaria,
investigación e innovación y desarrollo económico - política industrial

You might also like