Recomendaciones y propuestas sugeridas para contribuir a la preservación de la
Biblioteca Popular Urquiza
Acciones a mediano y largo plazo:
Optimizar el edificio y las condiciones medioambientales.
Con el objeto de controlar factores importantes como la humedad y la temperatura, y teniendo en cuenta las características climáticas de la región, se sugiere como recomendación la instalación de un equipo de climatización con el objetivo de regular esos factores exógenos. Efectuar refacciones edilicias en el salón principal a fin de reparar filtraciones y presencia de humedad. Realizar fumigaciones periódicas, así como un seguimiento, control y desinfección frecuentes para evitar la presencia de algún tipo de plaga o insecto. Elaborar un plan de acción en caso de siniestros. Realizar un diagnóstico exhaustivo como requisito fundamental para la conservación preventiva del fondo documental. Capacitar al personal en conservación preventiva y restauración. Contar con asesoramiento profesional para la restauración, encuadernación y tratamiento de mejora de libros y materiales previamente seleccionados que presentan importantes daños en su estructura física. Realizar campañas y acciones de concientización de usuarios y personal sobre la correcta manipulación y cuidado de los materiales a través de publicaciones, afiches, folletos y redes sociales. Digitalización de materiales de importante valor histórico a fin de contribuir a su preservación y, a su vez, facilitar el acceso a investigadores y estudiantes que los requieran.
Acciones a corto plazo:
Control de materiales o donaciones que ingresan al lugar, con el fin de evitar
la infestación de las colecciones existentes. Elaborar una política de donaciones y efectuar expurgos regularmente. Mejorar las condiciones del almacenamiento y exhibición. Cursante: Díaz Stefanía
Reubicar materiales por peso y volumen.
Los volúmenes deben permanecer en sentido vertical en las estanterías ayudados por sujetadores de libros en el borde. Los volúmenes no deben estar apretados en las bandejas. Se debe mantener un espacio suficiente para retirarlos y volverlos a colocar sin provocarles daño. Confección o adquisición de: estuches para libros; cajas para material de archivo, libros, obras de arte sobre papel en carpetas y portafolios para pequeños panfletos, folletos, documentos, manuscritos y obras de arte que no han sido montadas en carpetas. Estos contenedores son una buena protección para los libros; proveen un microclima que protege del polvo, la contaminación, las oscilaciones bruscas de temperatura y humedad relativa y también constituyen una buena protección para las encuadernaciones deterioradas y caídas. Los libros sin encuadernación –o aquellos cuyas encuadernaciones están muy deterioradas están expuestos a daños graves en su extracción y recolocación en las estanterías, durante su manipulación en la consulta o en campañas de limpieza o traslados. El uso de cajas individuales ofrece una protección ideal ante estos riesgos. Esta protección es asimismo muy indicada para libros con encuadernaciones valiosas. Algunas de estas encuadernaciones presentan fragilidad en la piel, por lo que están expuestos a roturas en su manipulación. También es prioritaria la protección mediante cajas en encuadernaciones que presentan partes sueltas o están a punto de separarse. Esta organización facilitaría la búsqueda, el acceso y la manipulación de los documentos para evitar así daños ocasionados por el manejo incorrecto de los mismos. Estos contenedores deben confeccionarse con materiales libres de ácido. Los volúmenes grandes y pesados pueden colocarse horizontalmente en las estanterías para evitar deformaciones y proteger la encuadernación. Ningún material bibliográfico debe ser pegado con cintas adhesivas ni adhesivos comerciales de composición desconocida. Se recomienda para un mejor almacenamiento de los mapas y láminas buscar un sector adecuado y más amplio para contribuir a su mejor conservación ubicándolos horizontalmente. Acondicionar un depósito ordenado y limpio. Cursante: Díaz Stefanía
Mantener una buena circulación y ventilación de aire en los depósitos.
Evitar el fotocopiado para reducir la posibilidad de daños en la manipulación y efectos negativos de la iluminación y el calor sobre los materiales. En referencia a la iluminación se requiere reducir la irradiación de rayos UV provenientes de la iluminación artificial instalada en la biblioteca, por ello se recomienda la instalación de nuevas luminarias con filtros de protección UV y cortinados. La biblioteca se ve afectada por la presencia de polvo que ingresa desde el exterior que perjudica el material causando suciedad y contaminación. Ante esta situación se proponen como recomendaciones la limpieza frecuente, cuidadosa y rigurosa mediante la utilización de paños adecuados y de aspiradoras tanto del mobiliario como de los libros y del material documental y audiovisual a fin de mantener la higiene del lugar. Además, para reducir el ingreso de las partículas de polvo desde el exterior provenientes de la calle de tierra se recomienda cambiar el cortinado por otro más efectivo para impedir el ingreso de tal agente contaminante y evitar la posible suciedad. Otra sugerencia ante esta problemática es mejorar o reparar el sistema de cierre de las ventanas. Limpieza regular de libros y documentos con pinceletas y goma rallada.