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Platon y la superioridad de la justicia:

Platon, en un pasaje del Criton (***), relaciona el principio por el que no se debe cometer el mal y
la injusticia a los hombres, ni siquiera en el caso de que se sufra el mal y la injusticia.
Dice: el mal no solo no se debe hacer, sino que ni siquiera se debe restituir por venganza.

En el Gorgias (***) esta misma concepción es llevada a sus extremas consecuencias.


En un pasaje Sócrates dice que solo uno de los razonamientos permanece firme, y este dice que
es necesario cuidarse de cometer injusticias mas que de recibirlas, el hombre debe preocuparse
no en parecer sino en ser bueno, sea en privado o en publico. Y, si alguien comete alguna
injusticia hay que castigarlo y este es el bien que sigue en segundo lugar, después de ser justo: se
convierte en justo quien descuenta la pena soportando el castigo.
Es contra este mensaje que debería quebrarse cualquier tipo de nihilismo. El nihilismo (del latín
nihil, "nada") es la corriente artística y filosófica que toma como base la negación de uno o más de los
supuestos sentidos de la vida.

El amor:
Hasta ahora, hemos hablado de dos revoluciones: la de la violencia y de la no violencia. Pero
existe una tercera revolución: la revolución cristiana del amor donativo. Dios se dona a los
hombres de Cristo y quienes siguen a Cristo, a su vez, se donan a los demás siguiendo el mismo
modelo según el cual Dios se ha entregado a los hombres en el Hijo.
El autor ha querido mencionar esta tercera revolución para completar el cuadro de la problemática
de la que esta tratando en este capitulo.
El dice que también el no creyente, frente al mensaje del amor donativo, queda sacudido y
desconcertado, pero de modo bastante proficuo (***). Ningún hombre puede dejar de admitir que
el amor donativo (el que sabe dar sin pedir nada a cambio) constituiría / seria (***) la superación
de toda forma de violencia en el sentido mas radical y absoluto.
El se hace dos preguntas. Estas son ¿por que la violencia? y ¿por que es tan sordo a la
persuasión socrática el hombre contemporáneo?
Su respuesta es que muchos cristianos han perdido el sentido del amor donativo de Cristo.

La <<me-utopia>> de Buzzati
Las novelas de Dino Buzzati poseen una estructura y una riqueza de contenido que no desluce
frente a novelas como 1984 de Orwell y Un mundo feliz de Huxley. Estas novelas ofrecían una
especie de falta utopia o, mejor aun, de antiutopia o de utopia negativa.
El termino utopia ha sido establecido sobre la negación ou y sobre el termino topos que significa
lugar, para expresar lo que no se encuentra. Pero el autor prefiere utilizar el termino me-utopia,
sobre dos negaciones griegas me e ou, ambas significan no (pero ou trata de una negación de
hecho, y me indica una negación de valor).
Las utopias tradicionales de Orwell y Huxley representan el negativo practicado como sistema y
lanzado en su resultado ultimo: y por lo tanto son paradigmas del mal. Y en este sentido llevan a
una dimensión me-utopica.
Buzzati funde el modelo de la me-utopia con aquel de la utopia y muestra como aquello
representado en la primera no logra la victoria y, aun mas, aquello que demuestra y provoca, al
limite, se invierte en la segunda.

<<La revuelta de los cretinos>>


Buzzati narra como un Estado preocupado por la igualdad absoluta de los ciudadanos promueve
una secuencia de revoluciones.
La primera consiste en eliminar las injusticias sociales, esto es, la distinción entre ricos y pobres.
Desde el punto de vista técnico, no existen problemas: basta <<liquidar>> a los ricos, de modo
que un ciudadano no sea otra cosa que un pobre por definición.
Pero los ciudadanos no son felices, porque quedan aun las diferencias existentes en las dotes
físicas. De acá surge la segunda revolución, que fue muchos mas difícil que la primera. Pero
gracias a la ciencia todo obstáculo puede ser superado. Como no es posible transformar a los feos
en guapos, se procede del modo contrario, esto es, nivelando estéticamente hacia abajo tanto a
las mujeres como a los hombres.
Pero ni siquiera estas reformas de estructura podían lograr que los ciudadanos estén felices,
porque existía una disparidad de inteligencia. Ya que generalmente los buenos cerebros ocupan
todos los puestos de mando.
En consecuencia, se adopto una igualdad nueva y mas radical <<realizando el entontecimiento
artificial de las personas intelectuales mas dotadas>>.
Los gobernantes, generalmente hombres inteligentes, trataron de ponerle un freno a esto pero,
puesto que <<el ejercito, la policia y la guardia nacional>> son conformados por <<cabezas
mediocres>>, nadie puede contener la <<revuelta de los cretinos>>.
Finalmente una vez que habían logrado transformar <<las águilas en marmotas>>, podemos
preguntarnos si con la igualdad habían obtenido la felicidad.
No fue así. Entre hombre y hombre, entre mujer y mujer permanecían aun diferencias. Con
paridad de dinero, de belleza, de capacidad mental, existía siempre, sin embargo, el hombre
bueno y el hombre malvado.
La ciencia había encontrado la forma de abolir las riquezas, la belleza, la inteligencia sin embargo,
frente a la bondad se hallaba impotente. No podían reducir a los buenos a el mismo nivel moral
que los malvados. Pero si era posible transformas a los malos en buenos.
Para anular aquella envidia, puesto que los buenos eran considerados mas alegres y en paz con
el mundo, las personas mas malvadas se esforzaron por acercarse a los buenos. Al principio
fueron comportamientos externos sostenidos solamente por la ambición y por la hipocresía.
A continuación, puesta la mascara de la bondad, empezaron lentamente a parecerse a esta
mascara. Hasta que un día, casi sin darse cuenta, se encontraron limpios, serenos, llenos de
benevolencia hacia el creado y hacia el resto de los habitantes.

La mascara dramaturgica de la bondad:


Concluye Buzzati: <<todos pobres, feos y cretinos, no obstante, de corazón honrado y con el
espíritu en paz>>.

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