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FACULTAD DE TEOLOGÍA

“LA SEGUNDA MULTIPLICACIÓN


DE LOS PANES”

Aproximación exegético-pastoral a la perícopa Mc. 8,1-10

CURSO
Lectura del Evangelio según San Marcos

ESTUDIANTE
Pedro Velazco Berríos

1
2
I. INTRODUCCIÓN.

El relato de la segunda multiplicación de los panes que nos presenta el Evangelio


según San Marcos, es una oportunidad para acercanos a la persona de Jesús y desde la
cristología planteada por el evangelista conocer las diferentes perspectivas del mesianismo
que Jesús viene a compartir. Para efectos de esta aproximación desarrollaremos nuestros
planteamientos en cinco acápites y una reflexión final. Los dos primeras partes versarán
respecto a la historia de la redacción y comparación del relato con la primera multiplicación
de panes (Mc 6,30-44), a continuación, se profundizará respecto al porqué de dos relatos de
un mismo acontecimiento, luego se realizará una aproximación interpretativa al texto y un
desarrollo de la simbología numérica presente en el relato; el quinto acápite profundizará en
la cristología marcana presente en la perícopa. Finalmente, este análisis exegético-pastoral
concluirá con una reflexión respecto a las implicancias del mensaje de este texto en nuestra
vida cristiana.

II. HISTORIA DE LA REDACCIÓN Y COMPARACIÓN CON EL PRIMER


RELATO.

El acontecimiento de la multiplicación de los panes fue sumamente importante para


la vida de las primeras comunidades cristianas ya que encontramos seis relatos de este hecho
a lo largo de los cuatro evangelios1. Marcos, a diferencia de los otros evangelistas, consigna
en su evangelio dos relatos de multiplicación de los panes. Es probable que a través del
recurso literario a la repetición pretenda hacer comprender a sus lectores que se hayan frente
a un hecho de excepcional trascendencia.2 El relato en su forma actual pertenece a la tradición
helénico-cristiana, pues emplea vocablos griegos que describen con mayor precisión algunos
usos y costumbres de los cristianos de tradición griega3.
Muchos especialistas afirman que el bloque Mc 8,1-26 es un duplicado literario muy
antiguo del bloque Mc. 6,30-7,37.4 No obstante, el paralelismo entre ambos bloques parece
ser incompleto, ya que en ambos bloques hay distribución de alimentos (6,31-44; 8,1-9),
travesías en el lago (6,45-56; 8,10) y culminan con dos curaciones (7,31-37; 8,22-26). Sin
embargo, las perícopas discursivas (7,1-23; 8,11-13) y las referencias al pan (7,24-30; 8,14-
21) no son relatos paralelos o duplicados.5
Por otro lado, si se comparan los dos relatos marcanos de multiplicación se evidencian
diferencias que indican que esta duplicidad es más que una mera repetición. En la segunda
multiplicación no se menciona la elevación de la mirada de Jesús en la bendición; asimismo,

1
Salvador Carrillo, El Evangelio según San Marcos. (Navarra: Ed. Verbo Divino, 2008), 139.
2
Felipe Fernández, El primer evangelio. Marcos, heraldo de la buena noticia. (Salamanca: Ed. UPS, 1991), 130.
3
Joachim Gnilka, El Evangelio según San Marcos. (Salamanca: Ed. Sígueme, 1999), 351.
4
Carrillo, El Evangelio según, 138.
5
Josef Schmid, El Evangelio según San Marcos. (Barcelona: Ed. Herder, 1967), 213-214.

3
el lugar de la bendición es ocupado por la acción de gracias (εὐχαριστησας), terminología
propia de la última cena.6 Por otra parte, en el segundo relato la compasión de Jesús es
originada por la necesidad corporal, el hambre la multitud y no su abandono (como ovejas
sin pastor) presente en la primera narración.7

III. ¿POR QUÉ DOS RELATOS?

Es evidente que los dos relatos son ampliaciones de un relato fundamental con una
intencionalidad teológica; son dos narraciones de un mismo acontecimiento, ya que, desde el
punto de vista histórico, es más complejo explicar dos multiplicaciones. En ese sentido,
justificar nuevamente la incomprensión de los discípulos y la presencia de la multitud es
riesgoso frente al dato histórico. Según el relato joánico, luego de la multiplicación de panes
muchos seguidores de Jesús le volvieron la espalda y se apartaron de Él (cfr. Jn 6,66). 8 En
ese sentido, no se puede caer en una perspectiva simplista y considerar el relato como un
simple duplicado, sino como un recurso literario que expresa al lector el sentido de la persona
de Jesús, la eucaristía, la comunión de bienes, y la doble constitución de la comunidad de
Jesús (judía y gentil).9 Es evidente que la tesis de una simple duplicación de relatos pierde
fuerza, más aún cuando en el análisis exegético se evidencia la intencionalidad teológica de
Marcos por establecer diferencias entre las narraciones para ofrecer un mensaje respecto a la
actitud de Jesús frente a los paganos. Esta actitud tiene repercusiones en la comprensión de
la misión y constitución de la comunidad cristiana.

IV. APROXIMACIÓN INTERPRETATIVA

La segunda narración, según su estructura literaria, corresponde a un relato milagroso


de regalo, en el cual se destaca la iniciativa del taumaturgo y se acentúa la demostración del
milagro acontecido.10 En el relato existen expresiones sobre las cuales es importante
detenerse para comprender cuál es la intencionalidad teológica marcana que está detrás de la
narración.

1. ¿Una multiplicación orientada a los paganos?


La expresión: algunos de ellos han venido de lejos –απὀ μακρόθεν ἢκασιν– (8,3b)
indicaría que la muchedumbre, o por lo menos gran parte de ella, es de origen pagano, ya que
dicha expresión encuentra su eco en otros pasajes del nuevo testamento (cfr. Ef 2,12; Hch
2,39; 22,21). Los lejanos son aquellos que también en la tradición veterotestamentaria son

6
Gnilka, El Evangelio según, 353.
7
Schmid, El Evangelio según, 212.
8
Rudolf Schnackenburg, El evangelio según San Marcos. (Barcelona: Ed. Herder, 1980), 202.
9
Secundino Castro, El sorprendente Jesús de Marcos (Sevilla: UPC, Desclée de Brouwer, 2005), 206.
10
Gnilka, El Evangelio según, 351.

4
considerados gentiles (cfr. Jos 9,6; Is 60,4).11 Dato importante para comprender la
intencionalidad teológica marcana de manifestar que la misión cristiana trasciende el pueblo
de Israel, ya que a los paganos no sólo les corresponde la salud (curaciones) y la palabra
(predicación), sino también el signo escatológico y terreno del pan compartido
(multiplicación, eucaristía).12
Aunque algunos exégetas planteen que es terreno inseguro afirmar que la segunda
multiplicación de los panes estuvo dirigida a los paganos, basados en un argumento
geográfico13; este planteamiento no puede desestimarse. En efecto, se puede hablar de una
multiplicación de panes orientada a los paganos, ya que el primer relato –acontecido en la
orilla occidental del mar de Galilea– es más arcaico y provendría de las iglesias
judeocristianas de Palestina. Por el contrario, el segundo relato provendría de las iglesias de
origen gentil ya que se realizó en la orilla oriental del lago.14
Para comprender la orientación de este milagro hacia los paganos se debe considerar
el contexto previo a la perícopa en la que se relata el pedido de la sirofenicia de alimentarse
con las migajas de la mesa de los niños (7,28).15 En ese sentido, Jesús no alimenta a los
paganos con dichas migajas, sino que comparte con ellos la mesa del reino que es la
sobreabundancia del banquete eucarístico, los panes de la plenitud humana. Jesús no ha
excluido a nadie de su misericordia.16
Por otra parte, además de un criterio geográfico o narrativo, la exégesis nos plantea
también la diferenciación de ambas multiplicaciones. En el primer relato, además de la
mención a misión de los Doce –propio de los judíos– se mencionan dos vocablos griegos que
refieren a un ámbito y tradición hebreas.17 Se emplea el término κοφίνων para hacer
referencia a los doce canastos en los que se recogieron los sobrantes de la multiplicación;
asimismo, Marcos utiliza el término εὐλόγησεν para referirse a la bendición que Jesús hace
sobre los panes y peces. El segundo relato utiliza un griego más correcto y vinculado al
mundo y tradiciones cristianas no judías; para referirse a las siete espuertas en las que recogen
los sobrantes de la multiplicación, el evangelista utiliza la palabra σπυρίδας; asimismo, en el
segundo relato la bendición es reemplazada por la acción de gracias –εὐχαριστήσας– propia
de la tradición eclesial cristiano-helénica (cfr. 1Cor 11,24).18
Finalmente, es interesante la tesis planteada por Gnilka que hace una lectura sintetiza
la polaridad de ambas narraciones desde una perspectiva cristológica: “En contra de la
interpretación que establece diferencias entre gentiles y judío hay que decir que en ambos
relatos de multiplicación el Cristo de Marcos hace que se reparta sin distinción alguna. El

11
Gnilka, El Evangelio según, 352.
12
Xavier Pikaza, Para vivir el Evangelio de Marcos. (Navarra: Ed. Verbo Divino, 1997), 106.
13
Gnilka, El Evangelio según, 354.
14
Carrillo, El Evangelio según, 140.
15
Schnackenburg, El evangelio según, 203.
16
Pikaza, Para vivir el Evangelio, 105.
17
Silvano Fausti, Una comunidad lee el evangelio de Marcos. (Bogotá: San Pablo, 2006), 255.
18
Antonio Rodríguez, Evangelio de Marcos. Comentario a la Biblia de Jerusalén. (Sevilla: Desclée de
Brouwer, 2006), 87.

5
significado de la alimentación, que le permite contarla por dos veces, descansa para Marcos
en lo cristológico.”19

2. ¿Un relato eucarístico?


Dicho lo anterior, podemos deducir que estamos ante un relato que tiene una
referencia eucarística; sin embargo, algunos estudiosos plantean que Marcos no habría
captado o construido referencias eucarísticas en su relato.20 Pese a ello, es evidente reconocer
elementos de los relatos eucarísticos presentes en la narración de la segunda multiplicación
de los panes. Primero, Jesús tomó los panes –λαβὼν–; dijo la acción de gracias –
εὐχαριστήσας– al modo de la tradición de las comunidades cristianas griegas que
rememoraban la Cena del Señor21; después, hizo la fracción del pan, lo partió –ἒκλασεν–;
dio el pan –ἐδίδου–; luego recolectaron los fragmentos; y finalmente los despidió
–ἀπέλυσεν–.22

V. SIMBOLOGÍA NUMÉRICA

En el relato de la segunda multiplicación de los panes están presentes algunas


referencias numéricas que resultan significativas desde la perspectiva bíblica. No es mera
numerología bíblica, sino una aproximación al simbolismo que dichos números pueden
aportar para la comprensión del mensaje marcano.
En primer lugar, se hace referencia a tres días –ἡμέραι τρεῖς– que la muchedumbre
viene siguiendo a Jesús. En la experiencia bíblica la ayuda de Dios sucede después de los tres
días (Jos 1,11; Gn 40,13).23 Por otro lado, esta referencia numérica podría significar la llegada
de los gentiles después de la Pascua –ya que los tres días hace referencia a la resurrección de
Jesús–.24
En segundo lugar, también se encuentra el número siete –ἑττὰ–: siete panes y siete
espuertas; los cuales prefiguran el mundo gentil, las setenta naciones (Gn 10,2-31) y los siete
primeros diáconos de la comunidad cristiana (Hch 6,3). Asimismo, podría referir al conjunto
de la humanidad: los siete días de la creación (Gn 1) y los siete pescadores pascuales testigos
de la resurrección (cfr. Jn 21,2).25 Finalmente, algunos exégetas plantean que el número siete
podría expresar las siete comunidades destinatarias de las cartas del libro del Apocalipsis,
además de la plenitud proveniente de la simbología judía.26

19
Gnilka, El Evangelio según, 355.
20
Gnilka, El Evangelio según, 351.
21
Schnackenburg, El evangelio según, 203.
22
Carrillo, El Evangelio según, 139.
23
Gnilka, El Evangelio según, 352.
24
Castro, El sorprendente Jesús, 208.
25
Castro, El sorprendente Jesús, 207-208.
26
Schnackenburg, El evangelio según, 202.

6
VI. CRISTOLOGÍA DE LA PERÍCOPA

El relato marcano en el primer bloque (1,1-8,26) quiere dar a conocer quién es Jesús
y en la perícopa estudiada se manifiestan algunas concepciones sobre la persona de Jesús que
el evangelista quiere expresar.
En primer lugar, el Jesús de Marcos es aquel que toma la iniciativa ante la situación
de hambre de la muchedumbre. A diferencia de la primera multiplicación de los panes, en
esta ocasión Jesús mismo es el que comunica sus sentimientos de compasión
–σπλαγχνίζομαι– a los discípulos.27 Jesús realiza un juicio de la situación a sus discípulos,
les explica lo que ve en la realidad; pues su compasión es motivada por la necesidad corporal
de la multitud, a diferencia del primer relato de multiplicación donde la compasión de Jesús
fue suscitada por el abandono que experimentaba el pueblo (cfr. 6,34).28
En segundo lugar, esta narración presenta a Jesús como aquel Buen Pastor que
alimenta a los gentiles. Jesús no desea alimentarlos con las migajas que caen de la mesa de
los niños; Él ha preparado una mesa de compartir también para ellos.29 Marcos presenta a
Jesús por encima de las leyes, que se sienta a comer con toda clase de personas, no excluyó;
este modo de proceder así fue entendido por la comunidad cristiana. La multiplicación de los
panes es una imagen de la narrativa marcana para describir que el tiempo mesiánico (el
banquete escatológico) ha llegado en Jesús, el mesías esperado30
Tercero, es importante tener en cuenta que la imagen de Jesús como aquel que
alimenta la multitud hambrienta corresponde a una historia de alimentación extraordinaria.
Estas experiencias tienen un antecedente veterotestamentario en la figura de los profetas Elías
(1Re 17,10ss) y Eliseo (2Re 4,1ss), así como en la de Moisés (Ex 16,1ss). Con ello se
pretende aseverar que Jesús no es menos que ellos, sino más que ellos: Él es el Señor31
Finalmente, las dos multiplicaciones de panes debían abrirles los ojos para ver quién
era Jesús y qué era lo que quería. Marcos nos presenta a un Jesús que ha venido a compartir
el banquete del Reino con todos, con el pueblo de Israel, pero también con aquellos que han
venido desde lejos, los paganos. Lo que le interesa es la revelación de Jesús; ello es una
exhortación a la comunidad para que consiga aquella comprensión de la fe que entonces
carecían los discípulos32

VII. ¿QUÉ NOS DICE ESTE TEXTO A NUESTRA VIDA?

El texto analizado más allá de sus referencias eucarísticas, de su orientación hacia los
paganos, de su simbología numérica, tiene su centralidad en la cristología que nos manifiesta;

27
Mercedes Navarro, Marcos. (Navarra: Ed. Verbo Divino, 2006), 286.
28
Gnilka, El Evangelio según, 352.
29
Rodríguez, Evangelio de Marcos, 87.
30
Fernández, El primer evangelio, 130-131
31
Rodríguez, Evangelio de Marcos, 130.
32
Schnackenburg, El evangelio según, 204.

7
esta es la pretensión de Marcos. El relato de la segunda multiplicación de los panes nos invita
a dar gracias a Dios por lo recibido, nos mueve a partir lo que tenemos y a compartirlo con
todos, en especial con los más pobres y excluidos. Este gesto de fraternidad y misericordia
es la señal de la presencia de Jesús (el Reino de Dios). En la narración marcana este gesto se
contrapone al legalismo de las comidas farisáicas que separan y excluyen a los pecadores con
los cuales no se comparte la misma mesa. El relato de la multiplicación posee una particular
densidad sacramental, en tanto que nos expresa que el pan –y la vida, porqué no– aceptada
(tomada), bendecida, partida y compartida simboliza y realiza la comunión entre todos los
hombres, sin distinción. Este anhelo de comunión sólo ha de realizarse a través de nuestro
compartir y solidaridad. El Jesús de Marcos viene a mostrarnos el esplendor de nuestra
naturaleza, desde su fragilidad y verdadera humanidad. La cristología correctiva de Marcos
viene a mostrarnos que el gesto del pan partido y compartido en una mesa para todos expresa
el mesianismo de Jesús. ¿Estamos dispuestos a bendecir, partir y compartir lo que somos y
tenemos con nuestros hermanos?

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BIBLIOGRAFÍA

Carrillo, Salvador. El Evangelio según San Marcos. Navarra: Ed. Verbo Divino, 2008.
Castro, Secundino. El sorprendente Jesús de Marcos Sevilla: UPC, Desclée de Brouwer, 2005.
Fausti, Silvano. Una comunidad lee el evangelio de Marcos. Bogotá: San Pablo, 2006.
Fernández, Felipe. El primer evangelio. Marcos, heraldo de la buena noticia. Salamanca: Ed. UPS,
1991.
Gnilka, Joachim. El Evangelio según San Marcos. Salamanca: Ed. Sígueme, 1999.
Navarro, Mercedes. Marcos. Navarra: Ed. Verbo Divino, 2006.
Pikaza, Xavier. Para vivir el Evangelio de Marcos. Navarra: Ed. Verbo Divino, 1997.
Rodríguez, Antonio. Evangelio de Marcos. Comentario Biblia de Jerusalén. Sevilla: Desclée de
Brouwer, 2006.
Schmid, Josef. El Evangelio según San Marcos. Barcelona: Ed. Herder, 1967.
Schnackenburg, Rudolf. El evangelio según San Marcos. Barcelona: Ed. Herder, 1980.

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