You are on page 1of 15

norberto bobbio, nicola matteucci

y gianfranco pasquino

ABCDEFGHIJ
FGHIJKLM
NÑO
QRSTUVWXYZ
a b c d e f g h i j k l mn
ñop q r s t u v w x y z
siglo
veintiuno
Cámara de Diputados del S istema de B ibliotecas
editores
DICCIONARIO DE POLÍTICA

b ajo la direcció n de
N O R BER TO B O B B IO , NICOLA MATTEUCCI
y GIANFRANCO PASQUINO

nueva edición enteramente revisada y ampliada

redactores de la edición en español


JOSÉ ARICÓ, MARTÍ SOLER y JORGE TULA

traducción de
RAÚL CRISAHO, ALFONSO GARCÍA, MIGUEL MARTÍ,
MARIANO MARTÍN y JORGE TULA

siglo
veintiuno
editores
CÁMARA DE DIPUTADOS
grupo editorial
siglo veintiuno
siglo xxi editores, méxico siglo xxi editores, argentina
CERRO DEL AG U A 2 4 8 , ROMERO DE TERREROS, GUATEMALA 4 8 2 4 , C 1 4 2 5 BUP

0 4 3 1 0 MÉXICO, DF BUENOS A R E S , ARGENTINA


www.sigloxxieditores.com ,mx ww w .siglcxxieditcres.com .ar

salto de página biblioteca nueva anthropos


ALM AGRO 3 8 , 2 8 0 1 0 ALM AGRO 3 8 , 2 8 0 1 0 □FU TAC IÓ N 2 6 6 , BAJO S,

MADRID, ESPAÑA MADRID, ESPAÑA 0 8 0 0 7 BARCELONA, ESPAÑA


www.sattodepagina.com vwvw.bibliotecanueva.es www.anthropos-editorial.com
616 F A S C IS M O

del estado que no sea la de la coexistencia precio de los valores del individualismo libe­
pacifica de todas las filosofías e ideologías. ral, en el ideal de colaboración entre las cla­
ses, en una contraposición frontal ante el
[norulrto hobhio] socialismo y el comunismo, en el ámbito de
un ordenamiento de tipo corporativo; unos
objetivos de expansión imperialista en nom­
bre de la lucha de las naciones pobres con­
fascismo tra las potencias plutocráticas; una moviliza­
ción de las masas, encuadradas en organiza­
i. problemas de DEFINICION. En la vasta produc­ ciones dirigidas hacia una socialización polí­
ción literaria acerca del fascismo es normal tica planificada en función del régimen; una
encontrarse con definiciones conceptuales eliminación de la oposición por medio del uso
diversas y a menudo contradictorias. La mul­ de la violencia terrorista; un aparato de pro­
tiplicidad de definiciones es indicativa de la paganda fundado en el control de la informa­
complejidad real del objeto investigado y de ción y de los medios de comunicación de
una pluralidad de enfoques, cada uno de los masas; un creciente dirigismo estatal en el
cuales destaca ciertos rasgos considerados ámbito de una economía que sigue siendo fun­
especialmente significativos para la descrip­ damentalmente privada; un intento de inte­
ción o explicación del fenómeno. grar en las estructuras de control del parti­
En principio se pueden distinguir tres usos do o del estado, según una lógica totalitaria,
o significados principales del término. El pri­ el conjunto de las relaciones económicas,
mero se refiere al núcleo histórico original sociales, políticas y culturales.
constituido por el f. italiano en su especifici­
dad histórica; el segundo está vinculado con II, IAS -TEORIAS" SOBRE EL FASCISMO. Como todo
la dimensión internacional que el f. adquirió acontecimiento histórico de relieve, el f. ha
cuando el nacionalsocialismo se consolidó en suscitado desde su nacimiento un interés que
Alemania con características ideológicas, cri­ va más allá de la contingencia de la lucha polí­
terios organizativos y finalidades políticas tica, para tocar una serie de temas importan­
tales que indujeran a los contemporáneos a tes a la comprensión de la sociedad contem­
establecer una afinidad sustancial entre el f. poránea. Ha estimulado, pues, una imponen­
italiano y el llamado f. alemán; el tercero, te reflexión teórica sobre las causas y posi­
finalmente, extiende el término a todos aque­ bles consecuencias de los regímenes fascis­
llos movimientos o regímenes que comparten tas, articulada en una serie de hipótesis
con el definido como "f. histórico” un cierto interpretativas, que con el tiempo se han ido
núcleo de características ideológicas, crite­ afinando y enriqueciendo, ya sea por efecto
rios organizativos y finalidades políticas. En de la acumulación de material empírico, va
esta últim a acepción, el término f. ha asumi­ por efecto de la adopción de nuevos marcos
do una indeterminación tal que pone en entre­ teóricos de referencia. A esta serie de hipó­
dicho su utilización con fines científicos. Se tesis interpretativas, más o menos sistemáti­
ha ido delineando pues cada vez más una ten­ camente correlacionadas y más o menos veri­
dencia a lim itar su uso solamente al f. histó­ ficadas empíricamente, se hace a menudo
rico, cuya vigencia cubre en Europa el perio­ referencia cuando se habla de "teorías" sobre
do comprendido entre 1919 y 1945 y cuyas el f. y con esta amplia acepción será usado
especificaciones están constituidas esencial­ también dicho término en el presente con­
mente por el f. italiano y el nacionalsocialis­ texto.
mo alemán. Existen diversos criterios para clasificar las
Por lo general se entiende por f. un siste­ teorías sobre el f.: el cronológico, el políti­
ma de dominación autoritario caracterizado co-ideológico. el disciplinar y el sistemático
por: un monopolio de la representación polí­ —por citar los más usados—, los cuales se
tica por parte de un partido único y de masas, pueden combinar diversamente entre si. dan­
organizado jerárquicamente; una ideología do origen a tipologías más o menos comple­
tundam entada en el culto del jefe, en la exal­ jas. La subdivisión que aquí utilizaremos tie­
tación de la colectividad nacional y en el des­ ne un carácter introductorio e intenta llamar
F A S C IS M O 617

la atención sobre los principales enfoques al al carácter represivo de la cultura, a las carac­
análisis del fenómeno, desarrollados por terísticas inmanentes de la lucha política,
investigadores de diversas tendencias a p ar­ etcétera.
tir de los años veinte. La propensión hacia las leorias singulari­
Utilizando la terminología usada por E. zantes o generalizantes respectivamente no
Nolte en su conocido ensayo Theorien iiber puede atribuirse, como a menudo sucede, a
den Faschismus, la cual forma ya parte del la diversa orientación de los historiadores por
léxico común de los estudios sobre este tema, una parte y de los científicos sociales por la
las teorías sobre el f. pueden dividirse en dos otra. De hecho, no faltan corrientes historio-
grandes categorías: teorías singularizantes y gráficas que. aun con la necesaria articula­
teorías generalizantes. ción de una investigación en diversos niveles
Pertenecen a la primera categoría aquellas de cada realidad nacional, no sólo no contra­
teorías que, para la explicación del surgimien­ dicen una teoría generalizante, sino que recu­
to y de la consolidación de los movimientos rren a ella —baste pensar por ejemplo en la
y de los regímenes fascistas, recurren a fac­ historiografía m arxista—, asi como existen
tores estrecham ente vinculados con las par­ análisis sociológicos que asumen como fac­
ticularidades de una determ inada realidad tor explicativo general del surgimiento de
nacional y rechazan todo intento de genera­ regimenes fascistas la especifica configura­
lización desde un contexto histórico especi­ ción de las relaciones entre sistema social,
fico a otro. Según los partidarios de dicha político y cultural de un país determinado. La
aproximación, las analogías que se pueden opción por una u otra orientación aparece
encontrar entre los movimientos y regímenes más bien determinada por el tipo de factores
cumúnmente definidos como fascistas tienen que se consideran más relevantes con fines
un carácter formal, mientras que las diferen­ de descripción o explicación del fenómeno o
cias entre una situación y otra son tan rele­ por el nivel prioritario de análisis.
vantes que permiten una reflexión fundada Es preciso tener presente este último aspec­
científicamente sólo en los fascismos parti­ to, porque —como ha observado Gino Germa-
culares. Por consiguiente, el término f. es apli­ ni— la falta de distinción entre diferentes
cable correctam ente al movimiento político niveles de análisis del fenómeno fascista ha
consolidado en Italia en los años que siguie­ originado a menudo contrastes interpretati­
ron inmediatamente a la primera guerra mun­ vos más aparentes que reales, porque están
dial y al tipo de régimen instaurado por dicho fundados en la contraposición de resultados
movimiento después de tomar el poder, y sólo válidos en diversos niveles de generalización.
de manera impropia se puede aplicar a otros En realidad, el f. en cuanto acontecimiento
movimientos y regímenes asimilados de diver­ histórico concreto forma parte de una amplia
sa m anera a través de la utilización de sus fenomenología del autoritarism o en la socie­
esquemas analíticos. dad moderna y se plantea como resultado de
Pertenecen a la segunda categoría aquellas una serie bastante compleja de concatenacio­
teorías que consideran el f. como un fenóme­ nes causales, unas remotas, otras más próxi­
no supranacional que ha tenido, en las formas mas, que se estudian en sus interrelaciones
en que se ha presentado históricamente, especificas. El problema principal pura la ela­
características sustancialmente análogas, boración de una teoría del f. consiste pues en
reducibles a un conjunto de factores homo­ la determinación de un nivel de observación
géneos. Según los factores que se consideren que permita captar la especificidad sin renun­
varían la definición y el ámbito de aplicación ciar a las conexiones de carácter general que
del concepto. Las teorías generalizantes pue­ hacen del f. un fenómeno radicado en algu­
den a su vez subdividirse en dos subcatego­ nos rasgos típicos de la moderna sociedad
rías, que se pueden definir respectivamente industrial.
como intrapolíticas y transpolíticas. Las pri­
meras se refieren a factores histórico-políti- ni. el enfoove SINGULARIZANTE. La tendencia a
cos determinados, empíricamente individúa- analizar el f. como un producto de caracte­
bles; las segundas se refieren a factores ahis- rísticas particulares de la sociedad italiana
tóricos, inherentes a la naturaleza humana, y de su historia es contemporánea al mismo
61» F A S C IS M O

surgimiento del f. Aunque m inoritaria en el evolución del sistema político en un sentido


panorama global de los estudios sobre este moderno, habían sido terreno abonado para
tema, ha constituido una parte importante de el f., que se planteaba más en una linea de con­
la historiografía italiana y extranjera y ha tinuidad que de ruptura, respecto del siste­
recibido nuevos impulsos en los años recien­ ma liberal. De aquí arranca un juicio susian-
tes bajo la influencia de investigaciones como cialmentc reductivo del f. v de su potenciali­
la de G. Mosse sobre Los orígenes culturales dad de expansión, que podía captarse sola­
del Tercer Reich, que, revalorando la impor­ mente a partir del reconocimiento de los ele­
tancia del componente nacionalista para la mentos de novedad existentes, va sea en las
comprensión de los aspectos esenciales del técnicas de gestión del poder, ya en el modo
régimen nazi, y en primer lugar el del consen­ de organización del cuerpo social, y, más en
so, ha abierto de hecho nuevamente la discu­ general, en la configuración de las relaciones
sión sobre el peso relativo de las diferencias entre estado y sociedad civil. Dicho con otras
y analogías entre f. y nacionalsocialismo pri­ palabras, lo que les faltaba a los partidarios
mero y a continuación entre determinados de la tesis del f. como revelación era una per­
regímenes autoritarios que han marcado la cepción adecuada de la naturaleza de la cri­
historia contemporánea más reciente. sis que había afectado al sistema liberal, y no
Las prim eras hipótesis de explicación del sólo en Italia, en el periodo comprendido
f. sobre la base de factores internos y típicos entre las dos guerras mundiales, así como del
de la sociedad italiana fueron naturalm ente tipo de solución dada por el L a dicha crisis.
formuladas en los años veinte, simultánea­ La afirmación del carácter típicamente ita­
mente con la afirmación del movimiento fas­ liano del f., que incluso hicieron propio, entre
cista, con la toma del poder por parte de Mus- otros, notables teóricos fascistas que reivin­
solini y con la progresiva transformación del dicaban para él la culminación del proceso de
estado liberal en un estado de connotaciones unificación nacional iniciado con el Risorgi-
totalitarias. Pocos supieron ver entonces en mento, fue puesta en tela de juicio al apare­
el f. la anticipación de una crisis más gene­ cer movimientos fascistas en diversos países
ral que conmovió Europa y produjo, a través europeos y sobre todo por la ascensión al
de la catástrofe de la segunda guerra mundial, poder del nacionalsocialismo en Alemania. A
profundos cambios en la organización inter­ partir de los años treinta predominaron las
na de los estados nacionales en particular y interpretaciones tendientes a señalar el carác­
en la situación internacional en general. ter supranacional del f., que han orientado a
Las causas inmediatas de la victoria del f. la mayor parte de las investigaciones y ali­
fueron generalmente atribuidas al clima de mentado la discusión teórica, incluso después
fuerte inestabilidad social, política y econó­ de la segunda guerra mundial.
mica creado en Italia en los primeros años de Precisamente polemizando contra tales
la posguerra. Sin embargo, con la intención interpretaciones se ha ido delineando en el
de explicar la vulnerabilidad de las institu­ último decenio una corriente historiográfica
ciones liberales y su caída, algunos investi­ tendiente a reducir nuevamente el ámbito de
gadores se preguntaron por el pasado de la aplicabilidad del concepto de f. únicamente
historia nacional, llegando a detectar en el al contexto italiano. Planteando la justa exi­
proceso de formación del estado unitario una gencia de evitar las generalizaciones arb itra­
debilidad intrínseca en sus estructuras, la rias, pero expresando al mismo tiempo una
cual fue cuestionada por el f. Surgió así la orientación metodológica de desconfianza
conocida tesis del f. como "revelación”, pro­ respecto del uso de conceptos generales en la
pugnada por hombres tan distintos como G. investigación histórica y respecto de mode­
Fortunato, C. Rosselli, P. Gobetti, G. Salvemi- los teóricos propios de las ciencias sociales,
ni y otros. El retraso del país, la ausencia de dicha corriente —que tiene en Italia a su expo­
una auténtica revolución liberal, la incapaci­ nente mas notable en Renzo de Felice— ha
dad y pereza de las clases dirigentes, unida producido una serie de investigaciones sobre
a la arrogancia de una pequeña burguesía el f. como movimiento y como régimen con
parasitaria y enferma de retórica, la prácti­ el objetivo de estudiar el fenómeno —por así
ca del transformismo, que había impedido la decir— desde el interior {de aquí la utilización
F A S C IS M O 619

de Tuentes predominantemente fascistas) y de relación con la burguesía y el proletariado,


reconstruir la historia más allá de esquemas el f. como movimiento representaría un
interpretativos preconstruidos. El resultado momento de ruptura respecto del pasado, una
de tales investigaciones ha sido el de llevar propuesta de modernización de las estructu­
a una revaloración de las diferencias entre los ras de la sociedad italiana con cierta carga
diversos "fascismos", hasta llegar a poner en revolucionaria. El f. como régimen, en cam­
tela de juicio la utilidad de un modelo uni­ bio, en cuanto resultado del compromiso
tario. entre el ala moderada del movimiento y las
Las argumentaciones aducidas para soste­ viejas clases dirigentes, habría marcado un
ner esta nueva versión de la especificidad del freno del empuje subversivo de los orígenes
f. italiano difieren radicalmente de las que del movimiento y el predominio de las tradi­
habían caracterizado los primeros análisis de cionales relaciones de poder entre las clases,
los investigadores contemporáneos al mismo. aunque sin llegar a una pura y simple reac­
Estos fundamentaban el tema de la especifi­ ción. La delegación de la gestión del poder
cidad en un conjunto de variables estructu­ político al í. por parte de la burguesía marcó
rales típicas de la sociedad italiana, cuya per­ en efecto la puesta en marcha de un proceso
sistencia se asumía como principal factor de recambio de la élite dirigente, el cual, si
explicativo del régimen fascista, y ponían el no hubiese sido interrumpido por la caída del
acento en la relación de continuidad respec­ régimen como consecuencia de los aconteci­
to del sistema liberal, la cual, no por casuali­ mientos bélicos, habría podido desafiar a los
dad, ha sido después aceptada por gran par­ centros del poder real controlados hasta
te de la historiografía marxista o cercana al entonces por las viejas clases dominantes.
marxismo. La r e a f i r m a c i ó n d e la " u n i c i d a d ” d e l f. i t a ­
En otra perspectiva completamente distin­ l i a n o y d e la n e c e s i d a d d e h a c e r p r e v a l e c e r
ta se ubican en cambio las investigaciones que lo s e le m e n t o s d e d if e r e n c ia c ió n e n tr e r e g ím e ­
hemos mencionado anteriormente. El análi­ n e s d e fin id o s c o m o f a s c is t a s c o n a r g u m e n ta ­
sis se centra en efecto sobre el f. en su dimen­ c i o n e s s ó l i d a s , c o n e l f in d e u n a c o m p r e n s i ó n
sión político-ideológica y la tesis de la espe­ h is tó r ic a m á s c la r a , h a s u s c it a d o m u c h a s
cificidad se argumenta en prim era instancia p o l é m i c a s . E s t a s n o c u e s t i o n a n t a n t o la v a l i ­
sobre la base de las diferencias ideológicas d e z d e p r o p o s ic io n e s d e te r m in a d a s — n in g u ­
y proyectivas del f. italiano respecto del nazis­ n a d e la s c u a le s e s d e p o r s í to t a lm e n t e n u e ­
mo. No se niega la existencia de un denomi­ v a — c o m o u n a c u e s t ió n d e fo n d o q u e e s al
nador común entre los dos fenómenos y por m is m o tie m p o d e m é to d o y d e c o n te n id o ; e s
tanto de la posibilidad de integrarlos bajo el d e c ir , la le g i t i m i d a d d e a s u m i r c o m o c r i t e r i o
mismo concepto de f., pero dicho denomina­ p r i n c i p a l d i s c r i m i n a n t e la d i m e n s i ó n id e o l ó -
dor sirve más para establecer límites respecto g ic o -c u ltu r a l, c o n e l r ie s g o d e c o n s id e r a r
del exterior —o sea, en relación con otros c o m o d is tin to s fe n ó m e n o s q u e so n s u s ta n c ia l­
regímenes de tipo autoritario— que para cla­ m e n te s im ila r e s .
rificar la naturaleza, los objetivos de fondo
o la función histórica. Estos objetivos se ven iv El.enfoque generalizante. Que el f. italiano
diferentes en cuanto se contrapone el radica­ y el nacionalsocialismo alemán, a pesar de las
lismo de izquierda y el carácter revoluciona­ diferencias debidas a las particularidades de
rio del movimiento fascista italiano al radi­ las respectivas historias nacionales, se deben
calismo de derecha, sustancialmcnte reaccio­ considerar como especificaciones de un
nario, del nazismo. modelo de dominación sustancialmcnte úni­
También el problema de la relación con el co. ha sido sostenido por la mayoría de los
orden social y político preexistente se plan­ investigadores contemporáneos, independien­
tea sobre bases distintas, y concretamente temente de su ubicación ideológica y políti­
sobre la diferenciación entre f. como movi­ ca. A ellos se debe la elaboración de algunos
miento y f. como régimen. En cuanto a expre­ esquemas interpretativos que han contribui­
sión de las aspiraciones de la clase media do en gran medida a orientar el trabajo de los
emergente, o de una consistente parte de la historiadores y de los científicos sociales de
misma, con un papel político autónomo en la generación posterior. Las hipótesis e.xpli-
621) FA SC ISM O

cativas que tales planteamientos sugieren son ra. entre esfera de la economía y esfera de la
distintas, cuando no decididamente alternas, política.
y dependen en diversa medida del tipo de fac­ En la primera formulación, los orígenes del
tores predominantes, del nivel de análisis en f. como fenómeno internacional se plantean
el que se mueven y de la diversidad de los en relación con la crisis histórica del capita­
paradigmas de referencia. Lo que tienen en lismo, que ha entrado ya en su fase final, la
común es el intento de captar las raíces del del imperialismo, y con la necesidad, por par­
f., y en general de los fenómenos autoritarios te de la burguesía, ante las crisis económicas
en la sociedad moderna, dentro de un marco cada vez más graves y ante el conflicto de cla­
de variables que trascienden los límites de las se cada vez más agudo, de mantener el pro­
realidades nacionales en particular. pio dominio intensificando la explotación de
Por el diverso peso que han ejercido en el las clases subalternas, y en prim er lugar de
panorama global de los estudios sobre el f. la clase obrera. El imperialismo comporta
y por su aportación al conocimiento del f. en una tendencia a la transformación de las ins­
su dimensión histórica concreta, presentare­ tituciones de la burguesía en un sentido reac­
mos aquellas interpretaciones que permiten, cionario, y el f. es la expresión más consecuen­
en diversa medida, traducir las hipótesis te de esta tendencia. El f. constituye pues una
generales que contienen en cuestiones a inves­ de las formas del estado capitalista, y preci­
tigar susceptibles de verificación empírica. samente la que se caracteriza por una dicta­
No tomaremos en cambio en consideración dura abierta de la burguesía ejercida ya sin
aquellas contribuciones que, ubicándose en la mediación de las instituciones de la demo­
cracia parlam entaria. Italia y Alemania, en
el terreno filosófico o de filosofía de la histo­
ria, constituyen un capítulo im portante en la cuanto anillos débiles de la cadena im peria­
historia de las ideas de nuestro siglo, pero lista, fueron las prim eras en experim entar
escapan a toda posibilidad de control que se esta forma de dominación, pero la amenaza
pudiera ejercer mediante el recurso a catego­ se cernía igualmente sobre los otros estados
rías históricamente determinadas. capitalistas.
Los elementos centrales de este tipo de aná­
a] El fascismo como dictadura abierta de la lisis son dos: la concepción instrum ental de
burguesía. Entre los prim eros que captaron los partidos y de los regímenes fascistas, con­
la dimensión internacional del f. y su poten­ siderados como expresión directa de los inte­
cialidad expansiva están los exponentes del reses del gran capital y su función esencial­
movimiento obrero en sus varias denomina­ mente contrarrevolucionaria en el doble sen­
ciones. El elemento unificante entre las diver­ tido de ataque frontal contra las organizacio­
sas formas de reacción en Europa en el perio­ nes del proletariado y de intento de frenar el
do comprendido entre las dos guerras fue el curso del desarrollo histórico. Por consiguien­
análisis de las contradicciones de la sociedad te se da escaso relieve al hecho, cualitativa­
capitalista y de las modificaciones introdu­ mente nuevo respecto de las formas preceden­
cidas en ella por la dinámica de las relacio­ tes de reacción, de que el f. opera a través de
nes y del conflicto entre las clases en la fase la mediación de un partido de masas de base
histórica inaugurada con la prim era guerra predominantemente pequeñoburgucsa, aun­
mundial. que sobre ello llamaron la atención comunis­
Dentro de esta interpretación conviene dis­ tas italianos o alemanes, como Palmiro
tinguir una formulación "clásica” —retoman­ Togliatti y Clara Zetkin. Al contrario, fueron
do las tesis elaboradas por la Tercera Inter­ decididamente rechazados, porque descono­
nacional comunista hacia la mitad de los años cían la definición del f. como dictadura de la
treinta— respecto de sus derivaciones poste­ burguesía, todos los análisis que desde diver­
riores, que retomarán temas y rasgos de la sas partes se hacían dentro del movimiento
discusión abierta entre los diversos grupos obrero acerca del f. como forma de “bonapar-
marxistas europeos a partir de la toma del tismo", o sea como régimen caracterizado por
poder del f. en Italia, considerándolas en fun­ la cesión temporal del poder político a una
ción de un análisis menos esquemático de las tercera fuerza y por una relativa autonomía
relaciones entre estructura y superestructu­ del ejecutivo respecto de las clases dominan­
FA S C IS M O 621

tes, posibilitada por una coyuntura de equi­ tes, en un contexto caracterizado por la dis­
librio de las principales fuerzas de clase en gregación de los estratos sociales tradiciona­
lucha. les, el derrum be de sistemas de valores com­
La teoría del f. como dictadura de la bur­ partidos, la atomización y la masificación de
guesía constituye todavía la clave interpreta­ los individuos, en una situación de burocra-
tiva dominante en aquellos estudios que tie­ tización creciente.
nen como paradigma de referencia el marxis­ El aspecto más im portante de esta teoría,
mo y su concepción del cambio histórico. Sin y al mismo tiempo el más criticado, es la inte­
embargo, dicha teoría ha sufrido con el tiem­ gración bajo una misma categoría, la de esta­
po una revisión que ha hecho más problemá­ do totalitario, de regímenes fascistas y comu­
ticos algunos nexos, en especial los existen­ nistas sobre la base de las analogías existen­
tes entre la burguesía y el f., entre movimien­ tes en la estructura y en las técnicas de ges­
tos y regímenes fascistas, entre capitalismo, tión del poder político. Al existir tales analo­
democracia y f. Tal revisión ha sido el resul­ gías, independientemente de los objetivos
tado de una reflexión teórica que ha tenido declarados, de los precedentes históricos y del
importantes efectos en varias direcciones: en contenido de las ideologías respectivas, los
prim er lugar, la atenuación del economicis- teóricos del totalitarismo las presentan como
mo presente en las prim eras formulaciones privilegiadas en el plano descriptivo y como
y el reconocimiento de una autonomía rela­ problema principal en el plano explicativo.
tiva de la esfera de la política respecto de la Los elementos que definen el estado totali­
de la economía. Esto comportó un análisis tario en la formulación elaborada por Frie-
más profundo de la crisis en la que surgen los drich y Brzezinski en términos típicos idea­
regímenes fascistas; una articulación más les son: una ideología oficial tendiente a
compleja de la relación entre f. y clases socia­ cubrir todos los ámbitos de la existencia
les; una consideración más atenta de los humana, a la cual todos supuestamente se
aspectos institucionales de los regímenes fas­ adhieren, al menos de manera pasiva; un par­
cistas, de su lógica de funcionamiento, de sus tido único de masa, guiado en su forma más
bases de legitimación. A pesar de todo no se típica por un solo hombre; un sistema de con­
ha modificado la concepción del f. como for­ trol policiaco terrorista; el monopolio casi
ma especial de dictadura de la burguesía, completo de los medios masivos de comuni­
pero si se ha atenuado con el reconocimien­ cación; el monopolio casi completo del apa­
to de una relativa autonomía de los estados rato bélico y, finalmente, un control centra­
fascistas respecto del gran capital en el ámbi­ lizado de la economía. El objetivo general es
to de una convergencia común hacia los ob je­ conseguir el control total sobre la entera orga­
tivos imperialistas. nización social al servicio de un movimiento
caracterizado ideológicamente.
b] El fascismo como totalitarismo. En una Las condiciones esenciales para su apari­
perspectiva completamente diversa de la ción son un régimen de democracia de masa
anterior se ubica el análisis del f. en térm i­ y la disponibilidad de un aparato tecnológi­
nos de totalitarismo, cuya aportación princi­ co que solamente puede ofrecer la moderna
pal ha sido haber captado la novedad repre­ sociedad industrial. El estado totalitario se
sentada por la aparición de los regímenes fas­ configura por lo tanto como una forma de
cistas en la escena política y haber llamado dominación completamente nueva, no sola­
la atención sobre las diferencias cualitativas mente respecto de los sistemas de democra­
entre las formas tradicionales de autoritaris­ cia liberal, sino también respecto de las for­
mo y las modernas. mas precedentes de dictadura y de autocra­
El marco de referencia está constituido, cia, ya que en el pasado no existían los supues­
directa o indirectamente, por las teorías de tos para su realización. El totalitarism o tie­
la sociedad de masas y se sustituye a la diná­ ne además un carácter subversivo respecto
mica de las relaciones entre clases, como prin­ de la ordenación social preexistente, porque
cipal factor explicativo del surgimiento de modifica radicalmente una estructura funda­
fenómenos de autoritarism o moderno, por la da en la existencia de una pluralidad de gru­
dinámica de las relaciones entre masas y éli­ pos y de organizaciones autónomas.
622 FASCISMO

Las razones por las que los regímenes tota­ monstruoso experimento de ingeniería social,
litarios se consolidan se pueden encontrar en teniendo como fin la creación de un nuevo
la decadencia del sistema liberal burgués, y tipo de hombre-máquina completamente he-
en especial en la disolución del sistema cla­ terodirigido— y la renuncia explícita a dar
sista que es causa y condición de su sobrevi­ una explicación en favor de una morfología
vencia. Sin embargo, lo que más interesa a los de los sistemas totalitarios.
partidarios de la teoría clásica del totalitaris­ El segundo orden de problemas se refiere
mo son los mecanismos de funcionamiento a la utilidad misma del concepto de totalita­
del estado totalitario en el ámbito de una mor­ rismo en cuanto instrum ento que no permi­
fología más general de los sistemas políticos. te una discriminación entre regímenes que,
En esta perspectiva, las diferencias existen­ aun presentando analogías de funcionamien­
tes entre regímenes fascistas y comunistas, to del sistema político, difieren en lo que hace
como las que pueden encontrarse en su seno a otros aspectos importantes como los refe­
—que ciertam ente no se niegan— pierden rentes a la convergencia de fuerzas que ha
importancia: unos y otros, en la medida en favorecido la consolidación de los mismos, a
que presentan la especial combinación de ele­ la relación entre viejas y nuevas élites, al tipo
mentos que definen al estado totalitario, per­ de intervención sobre la estructura económi­
tenecen a la misma clase de fenómenos y co-social y a sus consecuencias. Se ha ido pues
expresan el rostro del autoritarism o en la afirmando, entre los que retienen todavía la
sociedad mederna. validez de la teoría en el plano descriptivo,
La teoría clásica del totalitarism o ha sido la exigencia de una tipología más amplia de
sometida a numerosas críticas que compor­ los sistemas totalitarios, fundada en un aná­
tan dos órdenes de problemas. El prim era se lisis comparado de los diversos regímenes,
refiere al terreno específico del análisis de los capaz de tener en cuenta tales diferencias. De
regímenes fascistas. Desde este punto de vis­ aquí surge la tendencia a reconsiderar den­
ta parece hoy difícilmente sostenible la hipó­ tro del mismo tipo el f. italiano y el nacional­
tesis según la cual el origen y el éxito de los socialismo alemán basándose en las analogías
movimientos fascistas están en relación con que podemos encontrar no solamente en las
una serie de fenómenos integrados bajo el técnicas de gestión del poder político, sino
concepto de "sociedad de masas". Investiga­ también en la ideología, en la base social y en
ciones recientes han demostrado que en los la función histórica de los dos regímenes.
países en donde el f. se ha consolidado el sis­
tema de estratificación es más rígido, el peso cj El fascismo como camino a la moderniza­
de las estructuras tradicionales más fuertes ción. En tiempos más recientes se ha desarro­
y el grado de "atomización" —en términos de llado un nuevo tipo de enfoque que tiene como
falta de estructuras asociativas intermedias— referencia el esquema teórico de la moderni­
bastante menor que en otros donde el f. no zación y considera a los regímenes fascistas
se ha planteado nunca como alternativa con­ como una de las formas político-instituciona­
creta. Incluso el intento de explicar el proce­ les a cuyo través se ha llevado a cabo históri­
so de fascistización en términos de dinámica camente la transición de una sociedad agra­
de las relaciones entre masas carentes de una ria de tipo tradicional a la moderna sociedad
precisa connotación de clase se contradice industrial.
con el dato empírico, hoy aceptado, de la base Los análisis precedentes —a excepción de
de masas predominantemente pequeñobur- los intentos par explicar la consolidación del
guesas de los movimientos fascistas y su coa­ f. en Italia sobre la base del retraso general
lición con amplios sectores de la burguesía de la sociedad italiana— tienen en común un
agraria e industrial, antes y después de la aspecto: el de situar a los regímenes fascis­
ascensión al poder. Finalmente, dicha teoría tas en un contexto caracterizado en su con­
no logra aportar una explicación satisfacto­ junto por una situación de industrialización
ria al problema de la función histórica de los avanzada. La dinámica entre masas y élites,
regímenes fascistas, oscilando entre una res­ el conflicto entre gran burguesía y proletaria­
puesta de tipo irracionalista —por la que los do en la fase imperialista del capitalismo, asi
regímenes totalitarios serían una especie de como la rebelión de los grupos medios emer­
F A S C IS M O 623

gentes, son todo ello indicadores de un tipo sociopolítico tradicional.


de sociedad en la que el paso a la moderni­ Los factores básicos para una solución de
dad ya se ha producido por completo o en par­ tipo fascista se encuentran pues en las moda­
te. Incluso los fenómenos de naturaleza más lidades asumidas por el proceso de moderni­
estrecham ente política que se plantean en zación en los países donde se ha consolidado.
relación con el surgimiento de los movimien­ Esta perspectiva de investigación ha con­
tos y de los regímenes fascistas son típicos tribuido a enriquecer el análisis de los fenó­
de un sistema democrático plenamente con­ menos fascistas en diversas direcciones.
solidado, ya sea que se subrayen sus contra­ Reclamando la atención sobre la variedad de
dicciones internas, como pretende el análisis formas que el f. puede asum ir en distintos
marxista, ya sea que se establezca en él el contextos nacionales, dicha teoría ha favore­
terreno específico donde aquéllos pueden sur­ cido el desarrollo de la aproximación histó-
gir y desarrollarse, como pretende la teoría rico-comparativa, estableciendo las premisas
del totalitarism o. para la formulación de generalizaciones empí­
El análisis del f. a la lu/. de las teorías de ricas fundamentadas en investigaciones sis­
la modernización, en cambio, lo ubica no en temáticas y llevadas a cabo a la luz de cate­
relación con los conflictos y las crisis propias gorías homogéneas. El concepto de moderni­
de la sociedad industrial sino con los conflic­ zación, como proceso global de transform a­
tos y las crisis que caracterizan la fase de ción que afecta a todas las esferas del siste­
transición a ella. En este marco. los regíme­ ma social, ha orientado además los estudios
nes fascistas se configuran como uno de los hacia un análisis de las interacciones entre
caminos a la modernización —siendo ios sistema político, sistema económico y siste­
otros caminos establecidos históricamente el ma sociocultural, originando fracturas, asin­
libe ral-burgués y el comunista— fundado en tonías y discontinuidades que parecen carac­
el compromiso entre sector moderno y sec­ terizar mejor las situaciones en las que sur­
tor tradicional. Los rasgos característicos, en gen los fenómenos fascistas.
1a esfera económica, son una industrializa­ La aportación más consistente de este tipo
ción retrasada pero intensa, promovida des­ de enfoque se ha producido en el plano de las
de arriba con la intervención conspicua del indicaciones de método y, en el plano sustan­
estado en favor de la acumulación; en la esfe­ tivo, en la profundización de las precondicio­
ra política, el desarrollo de regímenes auto­ nes del f., pero parecen bastante problemáti­
ritarios y represivos, expresión de la coalición cas las vinculaciones entre éstas y el mismo
conservadora entre élites agrarias y élites f. En particular, el análisis del f. como diná­
industriales, que intenta avanzar sobre el mica de los procesos de modernización resul­
camino de la modernización económica, sal­ ta más eficaz al explicar la vulnerabilidad de
vando al mismo tiempo las estructuras socia­ los sistemas liberales burgueses de los paí­
les tradicionales; en la esfera social, el inten­ ses en que se ha consolidado que al estable­
to de evitar la disgregación de tales estruc­ cer las modalidades de la caída de estos últi­
turas obstaculizando o reprimiendo los pro­ mos y del tipo de régimen que les ha sucedi­
cesos de movilización social puestos en m ar­ do. Acentuando el peso del componente tra ­
cha por la industrialización. dicional, dicha teoría tiende a infravalorar el
El concepto de movilización social adquie­ alcance del enfrentamiento de clase entre bur­
re especial relieve en cuanto el f. se conside­ guesía y proletariado, el papel de las clases
ra como un tipo particular de respuesta a los medias, la crisis del sistema liberal y de sus
conflictos que surgen de la exigencia de par­ instituciones representativas, fenómenos
ticipación en el goce de determinados bienes todos ellos que se presentan vinculados con
y sen-icios —materiales y no materiales— por las tensiones que se producen en el contexto
parte de sectores de la población anterior­ de una sociedad que ofrece como rasgos fun­
mente excluidos; respuesta fundada en la des­ damentales las características de una socie­
movilización forzada de los grupos que dad industrial moderna. La misma óptica,
habían empezado a movilizarse, llevada a además, impide captar la especificidad de los
cabo por la coalición entre viejas y nuevas éli­ regímenes fascistas y los elementos de nove­
tes, en función de la conservación del status dad que presentan o diferenciarlos respecto
624 FASCISMO

de otras formas de regímenes reaccionarios, ta sin embargo, desde la consolidación del f.


conservadores o autoritarios. en Italia, como uno de los elementos caracte­
rísticos del movimiento fascista.
d] El fascismo como rebelión de la pequeña Este hecho fue analizado por algunos obser­
burguesía. Al contrario que en las interpre­ vadores en términos de rebelión de la peque­
taciones precedentes, cada una de las cuales ña burguesía urbana y rural, amenazada en
se encuadra en una perspectiva teórica bien su status por los procesos de transformación
definida, que ha permitido la elaboración de socioeconómica en acción, especialmente por
hipótesis relativamente homogéneas acerca los procesos de concentración industrial, y
de la naturaleza y la función de los regíme­ por el consiguiente crecimiento en la escena
nes fascistas, el análisis centrado en la rela­ política del peso de la gran burguesía y del
ción entre pequeña burguesía y f. no ha alcan­ proletariado industrial. El esquema de la
zado nunca una autonomía tal que le perm i­ lucha de clases, aplicado a la pequeña burgue­
tiera imponerse como posibilidad interpreta­ sía. aportaba el criterio interpretativo de un
tiva global. Lo mencionamos ya sea por la movimiento considerado revolucionario en
aportación específica dada al conocimiento sus premisas subjetivas, pero reaccionario en
de aspectos decisivos del fenómeno, ya sea sus contenidos objetivos, en cuanto expresión
por su función de estímulo ejercido respecto de estratos marginados del desarrollo pro­
de esquemas teóricos demasiado simplifi­ ductivo y de la evolución de la sociedad capi­
cados. talista.
El hecho de que la pequeña burguesía En los años treinta, después del éxito del
pudiera contribuir de modo determ inante al nazismo en Alemania, la atracción ejercida
éxito de los movimientos fascistas, aportan­ por los movimientos fascistas sobre la peque­
do los cuadros y las bases masivas en la fase ña burguesía se convirtió en objeto de inves­
de ascenso, así como un activo consenso en tigación tendiente a intregar la explicación en
la fase de régimen, no entraba en los esque­ términos socioeconómicos con un análisis psi-
mas clásicos de la teoría liberal y del marxis­ cosocial.
mo. Según la prim era, esta pequeña burgue­ Las cuestiones a las que la aproximación
sía constituía uno de los presupuestos de la psicosocial pretendía dar respuesta eran del
ordenación democrática y la garantía de un siguiente tipo: ¿Por qué la pequeña burgue­
desarrollo pacífico y gradualmente progresi­ sía, más que cualquier otra clase, se había
vo de la sociedad; para el segundo, estaba adherido al f., del cual no podía venir ningu­
imposibilitada para desempeñar un papel na solución a su situación de crisis? ¿Qué ele­
político autónomo en virtud de su ubicación mentos de la ideología fascista habían ejer­
en la estructura de clase y su posición subal­ cido una influencia tal sobre ella capaz de
terna respecto del conflicto fundamental más eficacia que cualquier otra propuesta
entre gran burguesía y proletariado. De presentada en términos racionales acerca de
acuerdo con tales esquemas, la aportación de las finalidades y objetivos del movimiento fas­
la pequeña burguesía al éxito de los movi­ cista? ¿Estaban dichos elementos relaciona­
mientos fascistas, o fue infravalorada, como dos con la especial ubicación de clase de la
en la teoría del totalitarismo, en favor de la pequeña burguesía en la estructura de la
relación entre masas indiferenciadas y élites, sociedad capitalista y con las modificaciones
o bien fue concebida en términos instrum en­ que ésta estaba atravesando? Ya que no existe
tales, atribuyéndole la función de masa mani­ una relación inmediata de correspondencia
pulada por un movimiento al servicio de los entre situación de clase y acción de clase, ya
proyectos del gran capital, como en la teoría que ésta sufre la mediación de la percepción
del f. como dictadura de la burguesía. subjetiva de aquélla, ¿qué aspectos del siste­
La capacidad de movilizar a la pequeña bur­ ma social pueden explicar la conducta social
guesía a p artir de una ideología compleja, en de la pequeña burguesía y, más en general,
la que confluían irracionalismo y voluntaris­ la disposición de individuos, grupos y clases
mo. anticapitalismo y antisocialismo, v a g a s sociales a someterse a relaciones de tipo auto­
aspiraciones a una democracia radical unidas ritario?
a rasgos fuertemente nacionalistas, se presen­ Las contribuciones más relevantes se abrie­
FASCISMO 625

ron en dos direcciones: por una parte en la v. lo s pr o blem a s a r ie r t o s . La variedad de las


profundización de las características de la interpretaciones que han sido elaboradas en
ideología fascista —en especial en su versión el curso de los años sugiere una imagen del
alemana— asi como de su capacidad de cana­ fascismo como un fenómeno de muchas face­
lizar el resentim iento de la pequeña burgue­ tas, cada una de las cuales capta un aspecto
sía hacia objetivos ficticios a cambio de satis­ parcial, sin lograr reconstruir el conjunto.
facciones por lo general simbólicas; por la Una tul imagen parece dar razón a los que sos­
otra, en el establecimiento de un nivel de aná­ tienen que se debe abandonar el camino
lisis intermedio entre situación de clase y demasiado trillado de la investigación de
acción de clase, como el de la personalidad modelos explicativos de carácter general para
según la importancia de las estructuras de dirigirse a una investigación histórica de los
socialización —en prim er lugar de la fami­ diversos fascismos, sin pretender juzgar o
lia— en cuanto sede de formación y reproduc­ evaluar de manera global la naturaleza y la
ción de estructuras psíquicas congruentes función de los regímenes fascistas.
con la ideología de las clases o élites domi­ No es ahora el momento de enfrentar las
nantes. complejas cuestiones de método que una
Que la relación entre pequeña burguesía y opción de este tipo lleva consigo. Tampoco el
f. constituya uno de los aspectos clave para de establecer si una reconstrucción históri­
la comprensión de la naturaleza de los regí­ ca carente de hipótesis interpretativas y guia­
menes fascistas está demostrado por el cons­ da por el solo criterio de "hacer hablar a los
tante interés que tal tema suscita y por las hechos” sería posible y aun deseable. En rea­
numerosas investigaciones empíricas que se lidad el rechazo de los modelos interpretati­
llevan a cabo al respecto. Se trata sin em bar­ vos aceptados apelando a los hechos es el
go de una cuestión todavía no resuelta, sobre resultado de una opción, más o menos explí­
todo en lo que se refiere a la función, dirigente cita, en favor de un modelo diverso a la luz
o subalterna, de la pequeña burguesía dentro del cual los hechos se seleccionan o inter­
del sistema de poder fascista. Mientras que pretan.
actualmente está suficientemente documen­ Ahora bien, las dificultades para resolver
tado y articulado el papel que ha desempeña­ algunas cuestiones fundamentales para la
do como base masiva de los movimientos fas­ comprensión de los regímenes fascistas deri­
cistas, parece más problemático el intento de van en parte de la diversidad de los paradig­
presentar al f. régimen como expresión de la mas de referencia, asi como de la confusión
pequeña burguesía en el poder. Las investi­ de los niveles de análisis y de la poca exigen­
gaciones que se orientan en esta dirección, si cia respecto de una estrategia de investiga­
bien han demostrado el crecimiento cuanti­ ción tendiente a traducir las hipótesis gene­
tativo de los estratos pequeñoburgueses —co­ rales en cuestiones susceptibles de verifica­
mo consecuencia de la expansión del papel del ción empírica.
estado y de sus funciones político-administra­ Una relación de las diversas interpretacio­
tivas, de los aparatos de propaganda y de re­ nes y de su evolución en el tiempo permite
presión—, el restablecimiento de las distan­ establecer una serie de temas entre los cua­
cias sociales en la confrontación con la clase les ha ido disminuyendo la distancia, ya sea
obrera, un cierto recambio de los cuadros por acumulación de los datos históricos acer­
dirigentes en los diversos niveles de las buro­ ca de los sistemas investigados, ya sea por
cracias políticas y administrativas, no han una mayor disponibilidad por parte de los
logrado sin embargo dem ostrar de manera investigadores de distintas tendencias para
convincente que las opciones de fondo de los proceder a una verificación de los propios
regímenes fascistas respondieran a una lógi­ resultados a la luz de los resultados de otros.
ca contraria a los intereses de las viejas cla­ De m anera especial se ha producido una
ses dominantes ni que fueran reducibles a un convergencia notable en el análisis de las con­
proyecto de transformación social dotado de diciones de surgimiento de los regímenes fas­
autonomía propia y tendiente a conferir a la cistas y en la forma político-institucional a
pequeña burguesía, vieja o nueva, un papel través de la cual se ha hecho intrínseco su
hegemónico. dominio. Esto ha llevado a un uso más criti­
f>26 FASCISMO

co del término, cuyo ámbito de aplicación se y los que consideran que era la forma totali­
circunscribe cada vez más a los casos italia­ taria más adecuada a los objetivos imperia­
no y alemán. listas del capitalismo monopolista (como
Más distantes quedan en cambio las evalua­ Franz Neumann). Se ha ido pues planteando
ciones acerca de la naturaleza y la (unción de la exigencia de pasar de un tipo de argumen­
los regímenes fascistas. Una diferencia de fon­ tación en términos de objetivos buscados
do sigue siendo la de la relación entre capi­ intencionalmente a otra fundamentada en el
talismo y f. Sigue pues abierta la cuestión análisis concreto de los cambios producidos
acerca de si el f. habrá representado un tipo en las estructuras de la sociedad fascista,
especial de solución a las crisis de transfor­ como resultantes de estrategias, a veces con­
mación del sistema capitalista a lo largo de vergentes. a veces divergentes, de las m últi­
una linea de identidad estructural o si más ples fuerzas en juego.
bien ha representado la puesta en m archa de A partir de este trabajo de profundización
un proceso de modificación de las estructu­ dirigido en varios sentidos surge una imagen
ras del capitalismo tendiente a crear un orden de los sistemas fascistas bastante más com­
económico y social distinto del capitalismo pleja y contradictoria que en el pasado. Esta
y del socialismo. La solución a esta cuestión complejidad v contradicción parece vincula­
se vuelve cada vez más difícil por el hecho de da al hecho de que tales sistemas han repre­
que la duración relativamente breve de los sentado un ejemplo de solución a los conflic­
regímenes fascistas y su correspondiente caí­ tos que surgen en el campo de la sociedad
da como consecuencia de los acontecimien­ industrial, fundada en la utilización de téc­
tos bélicos sólo permite hacer frente al estu­ nicas políticas profundamente innovadoras,
dio en términos de tendencias. cuyas implicaciones no han sido formuladas
La cuestión gira alrededor de la relación con la suficiente claridad.
entre política y economía y del mayor o
menor grado de autonomía alcanzado por los T.W. Adorno y otros, The authori-
b ib u o u k a f IA:
estados fascistas en relación con las fuerzas larian personality, vol. I de Studies in prejudi-
económicamente dominantes, especialmente ce, a cargo de M. Horkheimer y S.H. Flowerman,
el gran capital industrial y financiero. Exis­ Nueva York, Harper. 1950; H. Arendt. Los orí­
ten al respecto dos lineas de investigación genes del totalitarismo (1951). Madrid. Taurus.
importantes, que se mueven de manera diver­ 1974:0. Bauer, H. Marcuse y otros, Fascismo y
gente: la prim era tiende a dem ostrar la con­ capitalismo (1967), Barcelona, Martínez Roca,
vergencia de intereses entre f. y gran capital, 1972; F. Borkenau, Zitr Sociología des Faschis-
con el fin de apoyar la tesis de una continui­ mus, en Archiv fiir Wisscnschaft und Sozialpoli-
dad estructural entre capitalismo y f., según tik. 68, 1923: R. de Felice, Fascismo: sus inter­
la cual la autonomía relativa del poder polí­ pretaciones (1970), México. Paidós; C.J. Friedrich
tico se explica dentro de una coincidencia sus­ y Z. Brzezinsky, Dictadura totalitaria y autocra­
tancial de objetivos y fines respecto del poder cia (1956), Buenos Aires, Libera, 1975; G. Germa-
económico; la segunda, en cambio, tiende a ni. Autoritarismo, fascismo e classi sociali, Bolo­
presentar tal convergencia como resultado de nia, 11 Mulino, 1973; D. Guérin, Fascismo y gran
situaciones contingentes que evitan que apa­ capital (1939), Madrid. Fundamentos, 1974; R.
rezca la contradicción de fondo entre la ideo­ Hilferding, State capitalism or totalitarian State
logía y práctica de los movimientos y regíme­ economy (1940). en Modern Review, i, 1947; Slu-
nes fascistas y las condiciones de sobre\ ¡ven­ di sull'autoritá e la famiglia (1936), a cargo de
d a del sistema capitalista. Bajo este aspec­ M. Horkheimer, Turin, it e t , 1974; R. Kühnl,
to, las investigaciones llevadas a cabo en Liberalismo y fascismo: dos formas de dominio
ambas líneas no parecen haber modificado burgués (1971), Barcelona, Fontanella, 1978: B.
los términos del problema respecto de la dis­ Moore Jr., Los orígenes sociales de la dictadura
cusión suscitada a principios de los años cua­ y de la democracia (1966), Barcelona, Penínsu­
renta, incluso dentro del marxismo, entre los la, 1973; F. Neumann, Behemoth. Pensamiento
que sostienen una incompatibilidad de fon­ y acción en el nacionalsocialismo (1942), Méxi­
do entre la lógica de los estados totalitarios co, Fondo de Cultura Económica, 1943; E. Nol-
y la lógica del capitalismo (como Hilferding) te, Fascismo (1970), Barcelona, Plaza y Janes,
F E D E R A L IS M O 627

1972; A.F. Organsky, Le»forme Jallo sviluppo polí­ nizados emplearon los principios federalistas
tico (1965), Barí, Laterza, 1970; N. Poulantzas, para definir su actitud política.
Fascismo y dictadura (1970), México, Siglo X XI, Estas dos observaciones parecen indicar la
1971; Fascismo a sociala italiana, a cargo de G. superioridad del segundo modo de concebir
Qunzza, Turin, Einaudi. 1973; W. Reich, Psico­ el f., o sea entendido como una doctrina social
logía da masas dal fascismo (1933), Buenos Aires, de carácter global como el liberalismo o el
Latina, 1974; P. Togliatti, facciones sobre el fas­ socialismo, que no se reduce, en consecuen­
cismo (1935), México, Ediciones de Cultura Popu­ cia, al aspecto institucional sino que entraña
lar, 1977; The natura of fascism, a cargo de J.S. una actitud autónoma hacia los valores, la
Woolf, Londres, Weidenleld and Nicholson, sociedad, el curso de la historia, etc. El pun­
1968. to de referencia obligado para este segundo
significado es la utopía de Proudhon que, sin
[Lt-DA SACCOMANl] embargo, a pesar de haber hecho en ciertos
aspectos una aportación efectiva a la teoría
del f., al no basar su concepción en una defi­
fascismo latinoamericano nición científica de la estructura social y al
dejar históricamente indeterminado su pro­
V. MILITARISMO LATINOAMERICANO yecto federalista, no fue capaz de darnos una
definición satisfactoria.
Para llegar a una definición más rigurosa
federación, v. f e d e r a l is m o
es preciso proceder, por medio del método de
las ciencias histórico-sociales, prim ero a
encontrar el conjunto de los datos federalis­
federalismo tas y luego a organizar los diferentes aspec­
tos identificados (de valor, de estructura,
I. LACONFUSION DE SUS SIGNIFICADOS En la CultU- histórico-social) dentro de un marco coheren­
ra p o lític a el té rm in o f. se u sa p a r a d e s ig n a r te. De este modo se podrá situar el f. en el cur­
d o s o b je tiv o s d ife re n te s . En u n a p r im e r a so de la historia y relacionarlo con las demás
ac ep ció n , c la r a a u n q u e re d u c tiv a , d e s ig n a la ideologías.
te o ría d el e s ta d o fe d e ra l. En u n a s e g u n d a
acep ció n , m á s b ie n o s c u ra , s e re fie re a u n II. LA NEGACION DLL ESTADO NACIONAL. Tal Vez se
p a n o ra m a g lo b a l d e la so c ie d a d . puede llegar más fácilmente a comprender el
Si el prim er significado no es controverti­ significado del f. si se empieza considerándolo
do, porque se basa en la teoría del estado fede­ desde el punto de vista de lo que niega, más
ral, modelo constitucional que ha sido obje­ bien que desde el de lo que afirma. En efec­
to de numerosos estudios que han ilustrado to, desde el punto de vista histórico, las deter­
los aspectos fundamentales de su estructura minaciones positivas de la teoría del f. se han
y de su funcionamiento, es sin lugar a dudas ido aclarando a través de la experiencia de la
reductivo. En efecto, por un lado el conoci­ negación de la división del género humano en
miento de un estado no es completo si no se estados soberanos. Y ya que esa división se
toman en cuenta las características de la ha manifestado de un modo más agudo en la
sociedad que permiten mantener y hacer fun­ Europa de las naciones, el f. se ha precisado
cionar las instituciones políticas. Y, por con­ como la negación del estado nacional.
siguiente, si el estado federal es un estado con En Europa se ha puesto de manifiesto una
características propias, que lo distinguen de corriente federalista al mismo tiempo que se
los demás tipos de estado, debemos suponer afirm aba el principio de la soberanía nacio­
que la conducta de los que viven en ese esta­ nal durante la revolución francesa, y se ha
do tiene cierto carácter federal. Por otro lado, mantenido viva en el transcurso de los siglos
debemos poner de relieve la existencia de con­ xix y xx. En la obra de Kant y en la utopía
ductas federalistas aun fuera de los estados europea de Saint-Simon se encuentra por pri­
federales: en Europa, durante el transcurso mera vez el elemento cosmopolita del ideal
de los siglos xix y xx, primero individuos ais­ federalista. Este ideal se encuentra en los pro­
lados y luego verdaderos movimientos orga­ gramas de las asociaciones pacifistas, en las

You might also like