You are on page 1of 4

Reseñas de libros 301

1923, Puig i Cadafalch se despidiese ciones (las de Francisco con el capitán


de Primo de Rivera solicitándole que general Luis Lacy, de Lorenzo con el
fuese «un Milans del Bosch para todo general Prim, de Joaquín con Fernan-
el país». do Primo de Rivera o de Jaime con
Esta deriva reactiva de la familia el rey Juan Carlos), pero lastrada por
se confirmó durante la Dictadura (Joa- una persistente tentación al interven-
quín fue nombrado gobernador civil cionismo político que llevó al exilio a
de Barcelona en 1924), se agudizó Francisco y a Lorenzo, al asesinato de
durante la República (cuatro de sus Joaquín y a la cárcel a Jaime.
hijos se acogieron al retiro estableci- En la masía de Sant Vicenc, de
do por la «Ley Azaña») y alcanzó su Montalt, que se divisa siempre al fon-
paroxismo en los años de la guerra do de la historia, había hasta épocas
civil, en la que Joaquín fue fusilado recientes una pieza de artillería que
mientras su nieto Jaime luchaba en apuntaba el camino de acceso, y que
el Alcázar de Toledo, donde hoy está los Milans empleaban en «juegos»
enterrado. Legionario, divisionario en como atrapar al vuelo una bala dis-
Rusia y luchador ocasional contra el parada con escasa carga de pólvora.
maquis, este último teniente general Hoy en día esta combativa familia de
de una familia repleta de entorchados payeses reconvertidos en guerreros de
quedó vinculado para siempre a su Caballería ha dejado de ser predomi-
gestión personalista al mando de la nantemente militar, pero los «Milanos
División Acorazada Brúñete (donde del Bosque» siguen cultivando esta le-
ya amenazó con «sacar las tropas a yenda de extrema combatividad: una
la calle» tras la legalización de PCE) y familia al pie del cañón.
su implicación directa en el golpe de
Eduardo González Calleja
Estado de 1981, acontecimiento disec-
CSIC
cionado con pericia por Cardona, que
tiene un amplio conocimiento de los
entresijos administrativos, políticos y MOSSE, George L., La nacionalización de
psicológicos del ejército español de las masas. Simbolismo político y movi-
aquella época. mientos de masas en Alemania desde
De esta saga familiar que casi com- las Guerras Napoleónicas al Tercer
pendia la historia del ejército español Reich, Madrid, Marcial Pons, 2005,
contemporáneo se pueden extraer va- 286 págs.; GENTILE, Emilio, Fascis-
rios puntos de coincidencia, donde mo. Historia e interpretación, Madrid,
destaca una fuerte presencia de la tra- Alianza Editorial, 2004, 325 págs.;
dición castrense trufada de heroísmo EVANS, Richard ]., La llegada del
cuando las circunstancias lo requerían, Tercer Reich. El ascenso de los nazis al
y ello a pesar de haber formado parte poder, Barcelona, Península, 2005,
de tan denostado «Ejército de Madrid» 669 págs.
alejado de las campañas coloniales.
Quizás por esa circunstancia, volunta- El amplio interés público que sus-
riamente escogida, los Milans mostra- cita el fascismo genera sin cesar una
ron desde primera hora una ambición ingente bibliografía, que suele llegar a
personal lubricada por las buenas rela- España de forma tardía y fragmenta-

Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea, 5, 2006, pp. 297-316


302 Reseñas de libros

ría. De ahí la importancia de traducir desarrollo de una estética clasicista,


obras que, como la de Mosse, ha sido el gusto por el monumentalismo de
enormemente influyente entre los es- simbología germánica romántica, los
pecialistas anglosajones, italianos o festejos públicos que se arrogaron el
alemanes dedicados a la historia de monopolio de lo sagrado, o las insti-
entreguerras, impregnados de con- tuciones que fueron decisivas para la
ceptos suyos como «brutalización», preservación y el enriquecimiento de
«trivialización» de la experiencia de esta nueva religión secular, como las
guerra (véase su obra Fallen Soldiers, asociaciones patrióticas, gimnásticas,
1990) o «nacionalización de masas». juveniles, musicales, paramilitares y
A este último asunto responde la obreras. La conjunción de monumen-
presente recopilación de ensayos, edi- tos nacionales y festejos públicos pro-
tada originalmente en 1975, y que en porcionó los mitos y símbolos de una
su momento supuso un giro radical liturgia nacional que Hitler no inventó,
del trabajo del autor hacia una histo- sino que aprovechó, depuró y estilizó
ria cultural menos atenta a las ideas en su provecho, imponiendo el gusto
políticas que - a las representaciones por la impresión y el ceremonial de un
colectivas. En esta obra de referencia, espacio colectivo cuya sacralidad do-
que contó con el asesoramiento nada minaba sobre su funcionalidad. Esta
menos que de Albert Speer, Mosse indagación en las raíces simbólicas del
desarrolló el concepto de «religión se- nacionalismo, racismo y antisemitis-
cular» para designar los actos políticos mo nazi resulta, además, muy revela-
que los fascismos convirtieron en la dora en la actualidad, donde los usos
dramatización de los mitos y cultos políticos del espacio público siguen
de una nueva creencia colectiva. En generando polémica con el monumen-
su opinión, la conjunción de la idea to al Holocausto inaugurado junto al
rousseauniana de «voluntad general» antiguo Reichstag berlinés.
y de la moderna conciencia nacional Uno de los historiadores que ha
generó un ritual sincrético que se utilizado con mayor rigor el concepto
tornó en una religión secularizada con de «religión secular» es Emilio Genti-
el desarrollo de una liturgia nacional- le, probablemente el más destacado
popular cuyo origen hace arrancar de especialista italiano actual sobre la his-
la Revolución Francesa. En esa línea toria del fascismo. Si bien el presente
de interpretación, el movimiento na- ensayo recopilatorio podría ser visto
cionalista alemán ya había adoptado como una obra menor en su abundan-
la fisonomía de una religión secular te bibliografía, centrada en la ideología
mucho antes de que las convulsiones fascista (Le origini dell'ideología fascista,
morales de la Gran Guerra dejaran 1975), las relaciones entre partido y
expedito el camino a un culto de la Estado (Storia del partito fascista, 1989;
comunidad nacional-racial que alcan- La via italiana al totalitarismo, 1995) o
zó su paroxismo durante el Tercer la sacralización de la política (II culto
Reich. Con esa predisposición relati- del littorio, 1993; Le religioni della poli-
vista, y anticipándose a los hallazgos tica, 2001), su ambición resulta muy
de los «lugares de memoria» de Pierre notable, ya que ella se propone definir
Nora, Mosse repasa asuntos como el uno de los conceptos políticos más

Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea, 5, 2006, pp. 297-316


Reseñas de libros 303

trascendentales, pero a la vez más La obra de Evans sobre los ante-


imprecisos de los generados en el cedentes históricos de la llegada al
siglo XX. Gentile combate sin tregua poder del nazismo sigue la misma
las corrientes intelectuales proclives a senda de alta divulgación propues-
la «desfascistización», entendida co- ta por Gentile para el caso italiano.
mo «deshistorización» del régimen Este profesor de la Universidad de
mussoliniano, que asevera el presunto Cambridge, que con Ian Kershaw
carácter epifenoménico de un movi- y Michael Burleigh forma el grupo
miento que, en la particular visión de más selecto de especialistas británicos
esta tendencia revisionista, no fue sino sobre el régimen nazi, nos propone
la secuela contingente y extrema de el primer tomo de una monumental
procesos más definidos, como el anti- trilogía sobre los 75 años que van de
proletarismo burgués, el nacionalismo la proclamación del Segundo Reich
extremo, la crisis moral de entregue- a la caída del Tercero. Tarea ingente,
rras o los problemas suscitados por la si tenemos en cuanta que hasta el
irrupción de la sociedad de masas y el año 2000 se evalúan en 37.000 los
avance del proceso de modernización. títulos aparecidos sobre historia del
Por el contrario, Gentile restituye al nazismo, lo que transforma cualquier
fascismo su individualidad histórica pretensión de síntesis en una aventu-
como fenómeno político rabiosamente ra titánica pero no menos necesaria.
moderno, nacionalista, revolucionario, Este volumen inicial, que arranca de
totalitario, racista, imperialista y antili- la victoria de 1870 y finaliza con la
beral, y para ello articula su argumento Gleichschaltung (la coordinación so-
en dos grandes bloques temáticos. cioinstitucional forzosa impuesta por
La primera parte es una introducción los nazis) de 1933, Evans plantea un
a la historia y a las interpretaciones enfoque alternativo al biográfico de
del fascismo, rematada con una pro- Kershaw y el moral de Burleigh. Aquí
puesta muy concreta de definición del predomina el tono testimonial, que
fenómeno desde su triple dimensión trata de reproducir el modo en que los
organizativa, cultural e institucional. alemanes percibieron las situaciones
El segundo bloque de ensayos aborda a las que se enfrentaron. Es preciso
cuestiones puntuales como el carácter advertir que el autor comparte la
revolucionario y modernista del fascis- tesis de la continuidad de la historia
mo, su ideología, su carácter totalitario germana contemporánea (ya expuesta
o su plasmación como religión política por Fritz Fischer a inicios de los sesen-
a través de mitos como la exaltación ta al estudiar los objetivos belicistas
de la figura de Mussolini o la aspira- de la Alemania guillermina), centrada
ción a construir un «hombre nuevo». en las ocasiones perdidas por el li-
Todo ello hace de la obra de Gentile beralismo ante el autoritarismo bis-
una excelente introducción al tema, marckiano y el militarismo prusiano.
quizás la mejor disponible en este De esta suerte, el «descenso al caos»
momento en castellano, al apostar por de la posguerra mundial no hizo sino
un estudio más realista y complejo de agudizar las tendencias profundas de
la naturaleza del fascismo como fenó- la cultura política germana, donde
meno eminentemente histórico. el nacionalismo radical dominante

Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea, 5, 2006, pp. 297-316


304 Reseñas de libros

permitió conectar los resentimientos los de las ciencias sociales, que des-
de la «generación del frente» con las pués explícito de forma sistemática
frustraciones de las nuevas genera- Julio Aróstegui.
ciones. Y todo ello, como se observa La soledad de la República es un
en la segunda parte del libro, en un libro de tesis que está expresamente
contexto democrático crecientemente formulada en el subtítulo, el abandono
debilitado, que fue incapaz de frenar de las democracias y el viraje hacia la
el ascenso de un movimiento que Unión Soviética en los primeros meses
respondía a la sensibilidad ultrana- de la guerra civil, que es el lapso de
cionalista y antisemita de muchos tiempo analizado con profundidad en
alemanes. Tras una disección de las esta obra, aunque a la vez se ha de
principales personalidades del partido decir que el autor la presenta como
nazi y de las actitudes de su mili- la primera parte de una trilogía en la
tancia (basadas en la compilación de que hallarán su espacio las complejas
testimonios realizada en 1934 por el relaciones internacionales entre los
sociólogo americano Theodore Abel países que se implicaron a lo largo del
y luego utilizada por Peter H. Merkl), conflicto. Pero como libro de tesis hay
Evans concluye que la llegada de Hi- en él no sólo documentación, análisis
tler al poder consumó una auténtica y mucha reflexión sino también deba-
«revolución de la destrucción», por la te: con los revisionistas, es decir, con
naturaleza ilegal y violenta de la toma aquéllos que, con gran éxito editorial,
del poder, y por el carácter de utopía han traducido al lenguaje actual los
racial destructiva que tuvo su práctica viejos textos propagandistas del fran-
política. quismo, como la Historia de la Cruzada
de Joaquín Arrarás, y los más moder-
Eduardo González Calleja
nos de Ricardo de la Cierva y Stanley
CSIC
G. Paine, a los que fundamentalmente
niega el valor documental en los que
VIÑAS, Ángel, La soledad de la Repúbli- se apoyan; y con otros historiadores
ca. El abandono de las democracias y y analistas con los que, a pesar de
el viraje hacia la Unión Soviética, Bar- aplicar un estricto rigor intelectual en
celona, Crítica, 2006, 551 págs. sus trabajos, no coincide en sus apre-
ciaciones y valoraciones, como suce-
Este libro es de los que contribu- de con Pablo Martín Aceña, Antonio
yen a afianzar a uno en el ejercicio Elorza y Marta Bizcarrondo y Enrique
de su profesión, la de historiador, y Moradiellos.
cuya lectura ayuda alejarse de la idea A medida que se avanza en la lec-
o la sensación muy extendidas desde tura de este libro sorprende el acervo
hace años de la llamada «crisis de la documental en el que se apoya, que
historia». En este caso vale la reco- procede de los archivos ingleses, fran-
mendación que en su día dio Santos ceses, de la propia República, sobre
Julia, cuando dijo que para salir de todo los de Juan Negrín, y muy es-
la crisis lo mejor era negarla y seguir pecialmente de los de la URSS. Estos
trabajando con los materiales y los últimos eran inéditos en su mayoría,
métodos que le son propios, es decir, y de ellos no sólo se ha obtenido

Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea, 5, 2006, pp. 297-316

You might also like