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Aparato digestivo

Janire Manzanas
30 abril, 2018

Toda la información sobre el aparato digestivo. Explicamos qué es, cuáles


son las partes que lo componen y cuál es su funcionamiento. Además,
analizamos cuáles son las enfermedades más frecuentes del aparato
digestivo.

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El aparato digestivo es un conjunto de órganos que se encargan del
proceso de la digestión; se conoce como tal a la modificación de los
alimentos, de forma que las células del organismo puedan absorber sus
nutrientes.
Las funciones que realiza el aparato digestivo a grandes rasgos son
cuatro. En primer lugar se encarga de transportar los alimentos desde la
boca hasta el estómago. En segundo lugar, segrega jugos gástricos para
que estos puedan ser absorbidos. En tercer lugar, asimila los nutrientes de
los alimentos. Y, por último, a través de la defecación, expulsa los residuos.
¿Qué encontrarás en este artículo?
1. ¿Qué es el aparato digestivo y cómo funciona?
2. Estructura
3. Partes del aparato digestivo
4. Las hormonas del sistema digestivo
5. Funciones del aparato digestivo
6. Enfermedades más frecuentes
7. Consejos para cuidar el sistema digestivo

¿Qué es el aparato digestivo y cómo


funciona?
La digestión de los alimentos que consumimos es un proceso largo, en el
cual intervienen una gran selección de órganos y tienen lugar un amplio
abanico de funciones y proceso.

Todo comienza con la masticación de los alimentos en la boca; las


enzimas se encargan de degradar dichos alimentos ya que de lo contrario
resultaría imposible tragar aquellos de tamaño grande. Una vez los
alimentos han sido masticados, comienzan el descenso a través de la
faringe hasta el esófago; este último es el encargado de transportar los
alimentos hasta el estómago.
El estómago es una especie de almacén en el cual se encuentran los jugos
gástricos; así, una vez los alimentos llegan al estómago, dichos jugos se
encargan de descomponerlos.
A continuación, los alimentos continúan su camino a través de
los intestinos; en este órgano tiene lugar la absorción de aquellos
nutrientes de los alimentos que son necesarios para el buen funcionamiento
del organismo, así como del agua. Es lo que se conoce como proceso de
nutrición. Aquellos alimentos que no aporten ningún tipo de nutriente
beneficioso, se eliminan a través de la orina y de las heces.
Aunque sea un proceso largo, en el cual intervienen una gran variedad de
órganos y tienen lugar diferentes funciones, se da entre dos y cinco horas.
No obstante, es importante conocer que hay determinados alimentos que
pueden tardar más tiempo, incluso varios días, en ser absorbidos por el
organismo. Hay dos factores que influyen en la duración del proceso
digestivo: cantidad de alimento consumida y metabolismo basal.
Estructura
La estructura del aparato digestivo es una de las más complejas del cuerpo
humano;tiene una longitud aproximada de entre 10 y 12 metros, lo que
implica que es seis o siete veces la longitud del cuerpo. Los diferentes
órganos que lo componen cubren la totalidad del tronco; el aparato digestivo
comienza en la cara y finaliza en la pelvis.
Partes del aparato digestivo
A continuación explicamos de forma detallada las distintas partes de las que
se compone el sistema digestivo.

Boca

Es en la boca los dientes se encargan de triturar los alimentos que


ingerimos, de forma que es donde da inicio el proceso de digestión. La
lengua tiene un papel fundamental, y es que facilita en gran medida el paso
de los alimentos hacia el esófago. Y, por supuesto, la saliva, que se encarga
de destruir las bacterias que portan los alimentos; sin ella sería sumamente
complicado digerir los alimentos.
Faringe

Tiene la forma de un tubo y su función es esencial; se encarga de dejar


paso al aire hacia los pulmones, y los alimentos hacia el esófago. La faringe
está conectada con la nariz, la boca, la tráquea y el esófago.
Esófago

Se compone de una vía muscular de unos 30 centímetros de longitud


aproximadamente. Su principal función es la de transportar los alimentos
hacia el estómago, siendo muy importante en el proceso de digestión. El
esógafo también forma parte del aparato respiratorio ya que es la vía
mediante la cual expulsamos los gases.
Estómago

El estómago actúa a modo de almacén, ya que su función principal es la de


almacenar la comdia que llega a través del esófago. Así, los jugos
gástricos del estómago desintegran los alimentos que consumimos, de
manera que estos puedan continuar su camino hacia el intestino delgado.
Intestino delgado

El intestino delgado es el órgano que activa las señales relacionadas con


el apetito. Su componente principal es el duodeno, el cual ingiere los
alimentos, al mismo tiempo que absorbe los nutrientes del mismo.
Intestino grueso

Uno de los órganos más importantes del sistema digestivo, el cual cumple
una gran selección de funciones. Por un lado, la generación de heces
fecales. Por otro lado, la absorción de agua, así como de potasio y sodio.
Además, el colon genera anticuerpos, los cuales son esenciales para
proteger el aparato digestivo de cualquier tipo de anomalía o enfermedad. Y,
por último, el intestino grueso se encarga de absorber el agua, evitando así
que nos deshidratemos.
Páncreas

La principal función que cumple el páncreas es la producción de


hormonas que hacen que sea más sencillo digerir los alimentos.
Además, este órgano se encarga de que los niveles de azúcar en sangre se
mantengan en sus valores correctos. Lee nuestro artículo sobre la función
del páncreas.
Hígado

El hígado se considera el órgano más importante del organismo gracias a


su amplio abanico de funciones. Se encarga de producir la bilis, la cual es
muy importante tanto para digerir como para absorber grasas. Además, es
el hígado el que elimina aquellas sustancias tóxicas que se almacenan en el
organismo. Todo ello sin olvidar que es este órgano el que filtra la sangre.
Ano y recto

Son las partes finales del sistema digestivo. Recogen los restos de los
alimentos, los almacenan y controlan su expulsión. Gracias al ano y al recto
podemos controlar las defecaciones. Por lo tanto, cumplen un papel
trascendental.
Las hormonas del sistema digestivo
En el proceso digestivo intervienen varias hormonas, las cuales es
interesante conocer.

 Gastrina: la gastrina es la hormona más importante de todas ya que


estimula los movimientos del aparato digestivo, evitando así lo que se
conoce como reflujo gástrico. Además, es la que se encarga de liberar
el ácido responsable de la disolución de los alimentos.
 Secretina: estimula la producción de la enzima que absorbe las
proteínas. Además, participa en la generación de bilis por parte del
hígado.
 Colecistoquinina: interviene en la secreción del jugo pancreático.
 Ghrelina: esta es una hormona que se encarga de regular el apetito,
de forma que tiene un papel muy importante. Envía una serie de
señales al cerebro, de manera que permite controlar la cantidad de
alimentos que ingerimos.
 Péptido YY: esta es la hormona encargada de detener los antojos
una vez el aparato digestivo está satisfecho.
Funciones del aparato digestivo

En los siguientes puntos explicamos cuáles son las principales funciones del
aparato digestivo.

 Masticación de los alimentos: los alimentos se mastican en la boca


con ayuda de la saliva y los dientes; así, se forma lo que se conoce
como bolo alimenticio, el cual es tragado.
 Deglución: una vez los alimentos han sido tragados, la deglución
permite que éstos alcancen el esógafo.
 Transporte hacia el estómago: el estómago cumple dos papeles
muy importantes en el proceso digestivo. Por un lado, retiene el bolo
alimenticio. Y, por otro lado, permite la degradación química de los
alimentos, así como la absorción de determinados nutrientes como la
vitamina B12.
 Absorción de nutrientes y agua: el intestino delgado se ocupa de
absorber los nutrientes presentes en los alimentos; mientras, el colon
se encarga de absorber el agua.
 Evacuación: y, por último, la evacuación de los residuos a través de
las heces, las cuales pasan a través del recto hacia el ano.

También te puede interesar: Colon irritable

Enfermedades más frecuentes


A continuación señalamos cuáles son las principales enfermedades del
sistema digestivo, las que se dan con mayor frecuencia.

Tumores

 Cáncer de esófago: el cáncer de esófago se inicia en el


revestimiento interior de este órgano. Así, a medida que la
enfermedad avanza, las células cancerosas invaden el resto de
capas.
 Cáncer de estómago: es el tipo de tumor maligno más frecuente del
aparato digestivo. Cerca del 95% de los cánceres de estómago que
se diagnostican son lo que se denominan adenocarcinomas; se
originan en las células glandulares, encargadas de producir el jugo
gástrico.
 Cáncer pancreático: prácticamente la totalidad de los cánceres
pancreáticos se inician en las células exocrinas, encargadas de
regular el metabolismo de las grasas.
 Cáncer del intestino delgado: se trata de un tumor maligno poco
frecuente que se origina en las células glandulares del revestimiento
del órgano, las cuales se encuentran muy cerca del estómago.
 Cáncer de ano: cerca del 80% de los tumores malignos en el ano
son de células escamosas. Si se trata de un cáncer primario, existe la
posibilidad de extirpación siempre y cuando no exista metástasis.
Hernia de hiato
La hernia de hiato se da cuando la zona superior del estómago pasa a
estar ubicada en el tórax en vez de en el abdomen. Se trata de una
afección relativamente común, que afecta a en torno al 20% de la población.
Los síntomas más habituales de esta enfermedad son la acidez de
estómago, las molestias en el abdomen de forma continuada, los problemas
para tragar los alimentos, y el mal aliento. Cuando no se establece el
tratamiento adecuado, comer se convierte en una misión prácticamente
imposible, de forma que quienes padecen hernia de hiato suelen sufrir una
notable pérdida de peso.

Respecto a las causas de la hernia de hiato, si se da en niños implica que


es congénita; es decir, que los más pequeños ya han nacido con ella. En el
caso de los adultos, las causas más habituales que dan lugar a esta
afección son la obesidad o el tabaquismo; se da sobre todo en personas de
más de 50 años.

Estreñimiento

El estreñimiento es una enfermedad del aparato digestivo que se


caracteriza porque las personas que la padecen tienen evacuaciones
cada dos o tres días. La causa más habitual de esta afección es una
alimentación pobre en fibra; también puede darse por la administración de
determinados medicamentos, así como por el estrés y la ansiedad.
Los síntomas son diferentes en cada paciente. No obstante, las señales de
alerta más comunes son las siguientes: deposiciones menos de tres veces
por semana, dificultad para evacuar, heces duras que provocan dolor al
defecar, y gases.
Colitis ulcerosa

La colitis ulcerosa es una enfermedad que provoca la inflamación de la


membrana que recubre el recto y el colon. Aunque puede darse en
personas de cualquier edad, ocurre generalmente en personas jóvenes, de
entre 15 y 30 años.
Se trata de una afección relativamente sencilla de diagnosticar ya que los
síntomas son muy claros: cansancio severo, pérdida de peso, hemorragia
rectal, llagas en la piel, dolor abdominal y diarrea.

Para el diagnóstico de la colitis, los médicos realizan una analítica de


sangre, así como un examen de heces. En ocasiones es necesario realizar
una prueba de imagen como la colonoscopia para detectar la enfermedad.
Hemorroides
Las hemorroides, también denominadas almorranas, es una enfermedad
caracterizada por la inflamación de las venas del ano y la parte inferior
del recto. Sus causas son muy variadas, siendo un gran esfuerzo al
evacuar una de las principales. Esta afección también es común en mujeres
embarazadas debido al aumento de presión en las venas durante el periodo
de gestación.
Se trata de una enfermedad muy común; se estima que el 75% de la
población sufre hemorroides alguna vez en su vida. En algunas ocasiones
no presentan ningún síntoma, aunque en ocasiones dan lugar a una gran
sensación de malestar, así como picazón y sangrado.

Síndrome del intestino irritable

El síndrome del intestino irritable, también conocido por sus siglas SIII, es
una enfermedad del aparato digestivo que causa dolor abdominal, así
como determinadas variaciones en el intestino. Comienza generalmente en
la adolescencia, siendo muchísimo más frecuente entre mujeres.
Una de las principales causas de esta afección es el estrés. Hay que tener
en cuenta que el intestino y el cerebro están conectados mediante señales
tanto hormonales como nerviosas; así, el estrés puede provocar que los
intestinos se vuelvan más sensibles.

Consejos para cuidar el sistema


digestivo
Cuidar el sistema digestivo es esencial ya que cumple un papel muy
importante en el buen funcionamiento del organismo. A continuación
señalamos una serie de consejos y tips para cuidarlo.

 Alimentación: una alimentación adecuada es lo más importante para


cuidar el aparato digestivo. El aceite de oliva es uno de los mejores
alimentos para su salud ya que reduce de forma notable la acidez de
estómago y, además, tiene un gran efecto laxante. Por supuesto, es
esencial seguir una dieta rica en fibra para evitar enfermedades tales
como el estreñimiento. Y, por último, las frutas y verduras son
fundamentales porque tienen propiedades antioxidantes y, además,
aportan una gran cantidad de agua y nutrientes.
 Alimentos grasos: es importante evitar en la medida de lo posible el
consumo de alimentos grasos: carnes grasas, embutidos, nata,
quesos curados… A la hora de cocinar, mejor con aceites vegetales.
 Comidas abundantes: también es muy recomendable evitar las
comidas abundantes. Lo ideal es hacer cinco comidas al día;
desayuno, almuerco, comida, merienda y cena.
 Gases: hay que controlar los gases. Para ello es importante masticar
los alimentos despacio y tragarlos con cuidado.
 Ejercicio físico: y, por último, la actividad física también resulta de
suma importancia para favorecer la salud del aparato digestivo.
Actividades como caminar favorecen la movilidad de los diferentes
órganos, ayudando así a la digestión y eliminación de los alimentos.
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SISTEMA RESPIRATORIO

natural que hacemos de forma involuntaria. Si no


quisiéramos respirar tendríamos que provocarlo. Un cuerpo
no puede dejar de respirar y si lo provocase moriría en poco
tiempo.

Pero vamos a centrarnos en el sistema respiratorio del


cuerpo humano y sus partes.

¿Qué misión tiene el sistema respiratorio? Su misión es


captar el oxigeno del aire y eliminar el dióxido de Carbono. El
sistema respiratorio está formado por un conjunto de órganos
que tiene como principal función llevar el oxígeno atmosférico
hacia las células del organismo y eliminar del cuerpo el
dióxido de carbono producido por el metabolismo celular. Pero
igual no sabemos lo que es el metabolismo celular.

Metabolismo Celular es el conjunto de reacciones químicas a


través de las cuales el organismo intercambia materia y
energía con el medio. Entre estos intercambios (por medio de
reacciones químicas) esta la absorción del oxígeno y su
reacción que produce dióxido de carbono que expulsamos al
exterior. Pero todo esto se produce gracias a todos los
órganos del sistema respiratorio.

La Respiración se realiza por medio de dos procesos:

Inhalación: es el proceso de llevar aire a los pulmones.


Tomamos aire para los pulmones.

Exhalación: es el proceso de empujar el aire fuera de los


pulmones. Expulsamos el aire de los pulmones.
La inhalación ayuda al cuerpo a llevar el oxígeno y la
exhalación ayuda al cuerpo a expulsar el dióxido de carbono.

A continuación puedes ver una imagen del sistema


respiratorio ytodas sus partes explicadas. Detrás tienes un
video que te lo explica de nuevo, y al final, un juego
interactivo para repasar lo que has aprendido.

Partes del Sistema Respiratorio

Fosas Nasales: son dos cavidades que se encuentran en el


interior de la nariz, cuya función es permitir la entrada del
aire, el cual se humedece, filtra y calienta a través de unas
estructuras llamadas cornetes.

Faringe: La faringe, es un tubo musculoso situado en el


cuello y revestido de membrana mucosa; conecta la nariz y la
boca con la tráquea y el esófago.

Por la faringe pasan tanto el aire como los alimentos, por lo


que forma parte tanto del aparato digestivo como del aparato
respiratorio.

Mide unos trece centímetros, extendido desde la base


externa del cráneo hasta la 6º o 7º vértebra cervical,
ubicándose delante de la columna vertebral.

Epiglotis: Epiglotis es la estructura del cuerpo que cuelga


hacia abajo de la tráquea. Cuando el alimento se traga, la
epiglotis impide que penetren en los pulmones. En ausencia
de Epiglotis una persona puede ahogarse y toser cada hora
mientras se come.
Laringe: Este órgano permite el paso del aire desde la nariz
hacia la tráquea y de ahí a los pulmones. La Laringe, es una
estructura móvil, que forma parte de la vía aérea, actuando
normalmente como una válvula que impide el paso de los
elementos deglutidos y cuerpos extraños hacia el tracto
respiratorio inferior. Además permite el mecanismo de la
fonación diseñado específicamente para la producción de la
voz. La emisión de sonidos está condicionada al movimiento
de las cuerdas vocales. Son los movimientos de los cartílagos
de la laringe los que permiten variar el grado de apertura
entre las cuerdas y una depresión o una elevación de la
estructura laríngea, con lo que varía el tono de los sonidos
producidos por el paso del aire a través de ellos. Esto junto a
la disposición de los otros elementos de la cavidad oral
(labios, lengua y boca) permite determinar los diferentes
sonidos que emitimos.

Tráquea: La tráquea es una parte muy importante del


aparato respiratorio, es el tubo que conecta la nariz y la boca
con los bronquios y los pulmones. Cuándo una persona inspira
(toma aire) el aire entra por la boca o nariz y pasa a la
laringe, de aquí pasa a través de la tráquea para llegar a los
bronquios y finalmente a los pulmones. Su papel es el de
ofrecer una vía abierta al exterior desde los pulmones. Debido
a este papel fundamental en la respiración, cualquier daño en
la tráquea es potencialmente muy peligroso para la vida

Bronquio: Uno de los dos conductos tubulares en que se


bifurca la tráquea y por los que se introduce el aire en los
pulmones. Conduce el aire desde la tráquea a los bronquiolos
y estos a los alvéolos.

Bronquiolos: Los bronquiolos son parte de las vías


respiratorias en los pulmones. Están situados en el extremo
de los bronquios, la ramificación más grande de las vías
respiratorias en los pulmones, y terminan en los alvéolos,
pequeños sacos circulares donde el oxígeno se intercambia
con dióxido de carbono en la sangre. Estos pasajes se
distinguen de los bronquios en que no contienen cartílago o
glándulas. Son responsables de controlar la distribución del
aire y la resistencia del flujo de aire en los pulmones.

El aire es aspirado dentro de los pulmones a través de las


vías respiratorias superiores hasta que alcanza los alvéolos,
donde oxigena la sangre. La sangre desoxigenada transfiere
su dióxido de carbono en los alvéolos, y el dióxido de carbono
se respira a través de las vías respiratorias.

Pulmones: Los pulmones, son un par de sacos (derecho e


izquierdo) que se encuentran en la cavidad torácica y que
llevan a cabo la función de la oxigenación sanguínea. Sirven
para separar el Oxigeno de otras sustancias toxicas para
luego transportarlo a la sangre. Son los encargados de
transformar el aire que respiramos en oxígeno, que será
transportado a través del sistema cardiovascular por la sangre
a todas las células del organismo. El pulmón derecho es el
más grande, ya que el izquierdo tiene que cederle una parte
de su espacio para acogerla corazón.

¿Sabías que hinchamos nuestros pulmones unos quinientos


millones de veces durante una vida para atraer aire fresco
(oxígeno o O2) y expulsar aire usado (dióxido de carbono o
CO2)?

Los pulmones están protegidos por la caja torácica y se


apoyan sobre el diafragma.

Músculos Intercostales: Los músculos intercostales


mueven la caja torácica y permiten la respiración pues al
contraerse los músculos flexores provocan la espiración y al
contraerse los músculos extensores, la inspiración. Agrupan a
las láminas musculares que ocupan los espacios
comprendidos entre dos costillas vecinas. Se ubican en la
parte anterior y lateral del tórax y su función es actuar en los
movimientos respiratorios.
Diafragma: El diafragma es un músculo de forma alargada
que separa la cavidad torácica de la abdominal; se sitúa
debajo de los pulmones en forma de cúpula y su función es,
ni más ni menos, intervenir en la respiración..

Al inhalar, este poderoso músculo se contrae y se achata


aumentando la capacidad torácica y creando un vacío que
atrae mayor cantidad de aire a los pulmones, y en la
exhalación se relaja y recupera su forma de cúpula a medida
que los pulmones expulsan el aire.
Cuidados del sistema respiratorio
Una de las formas efectivas para que nuestro sistema respiratorio funcione bien, es el aspirar
y exhalar profundamente. Aprender a respirar bien es muy importante y pocas personas lo
hacen. Cuando se respira superficialmente se reduce la cantidad de oxígeno y eso ocasiona
cansancio (por eso bostezas) y nerviosismo.

Sigue estas reglas y te vas a sentir mejor:

• Respira fuerte y por la nariz.

• Siéntate y párate derechito, así ayudas a aumentar tu capacidad respiratoria y además


proteges tu columna vertebral.

• Haz ejercicios de repente, como el aspirar profundamente, retener un poco el aire y


después exhalarlo.

• Ventila los lugares en donde estás y evita que en ellos haya gases o humos.

[No te pierdas: Principales enfermedades respiratorias]

Para prevenir enfermedades respiratorias podemos:

• Protegernos del frío y de la lluvia usando ropa calientita y adecuada.

• Taparnos la nariz y la boca al salir a la calle cuando hace frío.

• Sonarnos diariamente para limpiar la nariz y no escupir en cualquier sitio.

• Alimentarnos con mucha fruta y verdura que contenga Vitamina C, como los cítricos o las
guayabas.

• Evitar estar cerca de personas enfermas y al hacerlo, cubrir la boca y nariz, sobre todo al
toser o estornudar.
• No fumar nunca y pedir a las personas que fuman, que no lo hagan cerca de nosotros.

• Evitar la humedad y secarnos rápidamente después de mojarnos por la lluvia o por nadar.

Las enfermedades respiratorias son un problema muy común en México. Millones de


personas las sufren por condiciones genéticas, pero también son culpables el cigarro y las
infecciones.
¿Conoces las enfermedades respiratorias más comunes? Es probable que no estés tomando
las medidas adecuadas de prevención

1. Asma
Es una enfermedad crónica causada por una inflamación constante en las vías respiratorias.
Algunos síntomas incluyen espasmos pulmonares, sibilancias y falta de respiración. Las
alergias, infecciones y contaminación pueden causar ataques de asma.
Este padecimiento generalmente comienza en la infancia y es necesario tratarlo de manera
inmediata ante los primeros signos, de otra forma pueden empeorar y llegar a ser fatales.
Aunque no existe una cura definitiva, los avances médicos han permitido que esta
enfermedad sea manejable.

2. EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva


Crónica)
A nivel mundial, las EPOC se encuentra en 4º lugar de mortalidad. En nuestro país, se
ubican entre el 4to y el 6to lugar.
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es un término que se utiliza para identificar
varias enfermedades respiratorias que causan la imposibilidad de exhalar normalmente.
Los síntomas pueden ser confundidos con envejecimiento gradual, ya que puede tardar años
en desarrollarse.
Esta condición suele ser causada por el tabaquismo, factores genéticos y contaminación.

3. Bronquitis
Se divide en bronquitis aguda y crónica. La bronquitis crónica es un tipo de EPOC que se
enfatiza por una tos igualmente crónica. Por otro lado, la bronquitis aguda es causada por
un virus.
En ambos casos, la membrana mucosa en los pulmones se inflama en el pasaje
bronquial. Esto causa hinchazón que impide el paso del aire a los pulmones. Para tratarla,
el procedimiento debe ser consistente y constante.
4. Enfisema
Esta enfermedad es otro tipo de EPOC. La causa más común es el tabaquismo y los que
tienen este padecimiento presentan problemas al exhalar el aire de los pulmones.
El enfisema evoluciona lentamente conforme pasan los años y no tiene cura. El humo del
cigarro daña los sacos de aire de los pulmones a un punto en que no se pueden
regenerar por sí mismos; por lo tanto, dejar de fumar reduce la velocidad de progresión.

5. Cáncer de pulmón
De todos los tumores malignos, el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte en
México. Ya que tiene la posibilidad de desarrollarse en cualquier parte de los pulmones, es
difícil de detectar.
Los tumores interfieren con la función regular de los pulmones, aunque los síntomas
pueden tardar años en aparecer; algunos de ellos son: tos crónica, cambios en la voz,
respiración rasposa y toser sangre, entre otras.

6. Neumonía
Esta enfermedad es causada por una infección en los sacos pulmonares. La infección
puede ser causada por una bacteria, virus u hongo.
La mayoría de las personas se pueden recuperar en un periodo de 1 a 3 semanas, pero
también existen casos que tardan muchos años en recuperarse. Algunos síntomas son:
fiebre, tos, escalofríos y problemas para respirar.
Para prevenirla, se sugiere lavar las manos con frecuencia, evitar que las gripes se vuelvan
más severas o recibir la vacuna ade
cuada.

7. Alergias
Esta condición es uno de los problemas crónicos más frecuentes en el mundo. Ocurren
cuando el sistema inmune confunde una sustancia común como un invasor. El sistema
reacciona excesivamente y libera histamina, lo que causa la reacción alérgica. Los
principales culpables de las estas reacciones son el polen, el polvo, la comida, piquetes
de animales, medicamentos y el látex.
Frecuentemente, las reacciones afectan a la nariz, los pulmones, la garganta y los senos
nasales.
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1- ¿Qué es el sistema óseo?

El sistema óseo es una complicada y perfecta estructura que está formada


básicamente por 206 huesos. Junto al sistema articular y el sistema muscular forman
el aparato locomotor.

Los huesos y otras estructuras rígidas están conectadas por ligamentos y unidas al
sistema muscular a través de tendones. Otro componente del sistema óse son los
cartílagos, que complementan su estructura. En los seres humanos, por ejemplo, la
nariz y orejas están sustentadas por cartílago. Algunos organismos tienen un
esqueleto interno compuesto enteramente de cartílago, sin huesos calcificados, como
en el caso de los tiburones.

2- Funciones del sistema óseo

Los huesos cumplen tres funciones fundamentales: proporcionar sostén al organismo,


constituir los segmentos móviles del sistema de palancas configurado junto a las
articulaciones y músculos, brindar protección a los órganos y tejidos internos:

2.1- Soporte
Los huesos proveen un cuadro rígido de soporte para los músculos y tejidos blandos.
2.2- Protección
Los huesos forman varias cavidades que protegen los órganos internos de posibles
traumatismos. Por ejemplo, el cráneo protege el cerebro frente a los golpes, y la caja
torácica, formada por costillas y esternón protege los pulmones y el corazón.

2.3- Movimiento
Gracias a los músculos que se insertan en los huesos a través de los tendones y su
contracción sincronizada, se produce el movimiento.

2.4- Homeostasis mineral


El tejido óseo almacena una serie de minerales, especialmente calcio y fósforo,
necesarios para la contracción muscular y otras muchas funciones. Cuando son
necesarios, el hueso libera dichos minerales en la sangre que los distribuye a otras
partes del organismo.

2.5- Producción de células sanguíneas


Dentro de cavidades situadas en ciertos huesos, un tejido conectivo denominado
médula ósea roja produce las células sanguíneas rojas o hematíes mediante el
proceso denominado hematopoyesis.

2.6- Almacén de grasas de reserva


La médula amarilla consiste principalmente en adipocitos con unos pocos hematíes
dispersos. Es una importante reserva de energía química.

3- Huesos

El hueso es un órgano firme, duro y resistente que forma parte del endoesqueleto de
los vertebrados. Está compuesto principalmente por tejido óseo, un tipo especializado
de tejido conectivo constituido por células, y componentes extracelulares calcificados.
Los huesos también poseen cubiertas de tejido conectivo (periostio) y cartílago (carilla
articular), vasos, nervios, y algunos contienen tejido hematopoyético y adiposo
(médula ósea).

3.1- Partes del hueso


A- Cartílago
Los cartílagos (tejido flexible y grueso ubicado en los extremos de los huesos)
protegen los huesos y les sirven de amortiguación cuando se unen y friccionan uno
contra otro en las articulaciones.

B- Hueso esponjoso
Este tipo de hueso está ubicado en el interior del hueso compacto. Se asemeja a una
esponja y sus orificios están llenos de médula.

C- Hueso compacto
Este tipo de hueso es fuerte, sólido y de color blanquecino. Es el que forma la parte
exterior y dura de los huesos.

D- Médula ósea blanda


Fabrica la mayor parte de los glóbulos rojos y las plaquetas.

E- Periostio
Esta membrana delgada y densa está ubicada sobre la superficie de los huesos y
cuenta con nervios y vasos sanguíneos que sirven para nutrir el tejido óseo.

3.2- Clasificación
Los huesos poseen formas muy variadas y cumplen varias funciones. Con una
estructura interna compleja pero muy funcional que determina su morfología, los
huesos son plásticos y livianos aunque muy resistentes y duros.

El conjunto total y organizado de las piezas óseas (huesos) conforma el esqueleto o


sistema esquelético. Cada pieza cumple una función en particular y de conjunto en
relación con las piezas próximas a las que está articulada.

La superficie de los huesos presenta prolongaciones, protuberancias y tuberosidades,


en las que se insertan los ligamentos de las articulaciones y los tendones de los
músculos, y una gran variedad de irregularidades como surcos, poros y depresiones
por las que discurren y penetran los vasos sanguíneos y los nervios. Estan formados
por tejido óseo, cartílagos, médula ósea y el periostio o membrana que rodea los
huesos.

Los huesos se clasifican según su forma en :

- Huesos largos, son los que tienen forma de tubo alargado. Por ejemplo, el hueso
más largo del cuerpo, el fémur, que se encuentra en la pierna.

- Huesos cortos, son aquellos que también son alargados, pero cuya longitud apenas
es de unos centímetros. Por ejemplo están los huesos de los dedos de la mano.

- Huesos planos, son aquellos que tienen forma plana, por ejemplo el omoplato o los
huesos que forman el cráneo.

- Huesos irregulares, son aquellos cuya forma no permite que se clasifiquen en


ninguna de las categorías anteriores. Por ejemplo los huesos de las vértebras.

Pero también según el tipo de tejido que los componen:

El tejido compacto tiene un aspecto macizo, mientras que el tejido esponjoso o


trabeculado se caracteriza por los espacios abiertos parcialmente rellenos. Cada
hueso cumple una función especial en el sistema. Los huesos no son estructuras
lisas, ellos presentan protuberancias y partes rugosas.

4- Descripción de los huesos


Para el estudio del esqueleto humano se consideran tres regiones:

- Cabeza (cráneo y cara).


- Tronco (columna vertebral y caja torácica).
- Extremidades superiores (brazos, antebrazos y manos) e inferiores (muslos, piernas
y pies).

4.1- Huesos de la cabeza


Para estudiar los huesos, que son 22, se pueden considerar dos partes: el cráneo y la
cara.

A- Huesos del cráneo


Los huesos del cráneo desempeñan funciones de protección para el encéfalo son los
siguientes: un frontal que forma la frente y contribuye a formar las órbitas de los ojos;
un occipital situado en la región post-inferior del cráneo; dos temporales localizados
uno a cada lado del cráneo a nivel de los oídos; dos parietales que se encuentran a
cada lado de la cabeza hacia la parte superior por encima de los temporales; un
esfenoides que se encuentra formando la base anterior del cráneo y un etmoides
situado entre el frontal y el esfenoides.

B- Huesos de la cara
La región de la cara comprende 14 huesos que contribuyen a formar cavidades. Todos
los huesos de la cara están soldados al cráneo, excepto el maxilar inferior que se
articula al cráneo por una articulación móvil. Estos huesos son:

- Dos nasales que forman la base de la nariz.


- Dos malares que forman los pómulos de la cara.
- Dos lagrimales o unguis que están situados en las órbitas de los ojos y presentan un
canal lagrimal por donde corren las lagrimas.
- Dos cornetes inferiores que se encuentran en las fosas nasales.
- Dos palatinos que forman el paladar óseo junto con los maxilares superiores y
ayudan a formar la cavidad nasal, la bosa y las órbitas.
- Dos maxilares superiores contribuyen a formar las órbitas, las fosas nasales y la
bóveda de la boca. En su borde inferior presentan alvéolos donde se alojan los
dientes.
- El maxilar inferior que forma la mandíbula inferior. Posee alvéolos donde se alojan
los dientes y movimiento.
- Finalmente el vómer que forma parte del tabique nasal.

4.2- Huesos del tronco


El tronco está constituido por 58 huesos y para su estudio se consideran las partes
siguientes: la columna vertebral, las costillas y el esternón.

A- La columna vertebral
La columna vertebral constituye el eje del cuerpo y está situada en la línea media
posterior del cuerpo. Se extiende desde la base del cráneo hasta la región coxígea.
Está constituida por 33 vertebras que se unen por discos cartilaginosos
invertebrales.la columna vertebral está constituida por las vertebras cervicales,
dorsales, lumbares, sacras y coxígeas.

B- Las costillas
Son huesos largos arqueados y planos que se articulan por detrás con la columna
vertebral y por delante con el esternón. Son doce pares de los cuales los siete
primeros forman las costillas verdaderas, pues se unen directamente al esternón. Los
tres siguientes constituyen las costillas falsas, ya que no se unen al esternón sino a
los cartílagos de las costillas verdaderas. Los dos últimos pares reciben el nombre de
costillas flotantes porque su extremidad anterior queda libre.

C- El esternón
Es un hueso plano situado por delante en la línea media del cuerpo. En el esternón se
apoyan las dos clavículas y los diez primeros pares de costillas.

4.3- Huesos de las extremidades superiores


Las extremidades superiores tienen como función tomar los objetos y servir como
defensa. Para estudiar los huesos de las extremidades superiores se pueden
distinguir: el hombro, el brazo, el antebrazo y la mano.

A- Huesos del hombro


El hombro está formado por la clavícula y el omóplato. Al conjunto de huesos que
forman los hombres se le conoce con el nombre de cintura escapular.

La clavícula es un hueso en forma de S que está situado en la región antero superior


del tórax se articula con el esternón y el omóplato.

El omóplato es un hueso aplanado situado por detrás de la caja torácica


B- Hueso del brazo
Esta formado por un solo hueso, el húmero. El húmero es un hueso largo que se
articula con el omóplato y con la cabeza del radio.

C- Huesos del antebrazo


Consta de dos huesos: el cubito situado hacia adentro y el radio hacia afuera.

El cubito es más largo que el radio y forma el soco. El radio es más corto que el cúbito
y algo curvado. El radio puede girar sobre el cúbito, lo cual permite los movimientos
de la mano, es decir, voltearla hacia abajo y adentro y hacia arriba y afuera.

D- Huesos de la mano
La mano consta de 27 huesos y está dotada de gran movilidad y agilidad. En la mano
podemos diferenciar 3 regiones:

1) El carpo está formado por ocho huesos pequeños dispuestos en dos filas. La
primera se articula con el antebrazo y esta formada por: escafoides, semilunar,
piramidal, pisiforme. La segunda se articula con los huesos de la palma y esta
formado por: trapecio, trapezoide, mayor y ganchudo.

2) El metacarpo corresponde a la palma de la mano y esta formado por cinco huesos


metacarpianos, uno para cada dedo.

3) Los dedos que están formados por tres huesos cada uno: falange, falangina y
falangeta, excepto el pulgar que solo tiene falange y falangeta.
4.4- Huesos de las extremidades inferiores
Para estudiar los huesos de las extremidades inferiores se dividen en cuatro
regiones: cadera o cintura pélvica, muslo, pierna y pie.

A- Huesos de la cadera o cintura pélvica


La cadera sirve de fijación a las extremidades inferiores y está formada por dos
huesos grandes, los ilíacos o coxales que provienen de la soldadura de tres huesos:
el íleon, el pubis y el esquión.

B- Hueso del muslo


Está constituido por un solo hueso, el fémur que va desde la cadera hasta la rodilla,
se articula con la cavidad cotiloidea del ilíaco.

C- Huesos de la pierna
Está constituida por dos huesos largos: la tibia, hacia el lado interno, y el peroné,
hacia el lado externo; la rotula, que forma parte de la articulación de la rodilla, se halla
por tanto entre el muslo y la pierna e impide que la pierna flexione hacia adelante.

D- Huesos del pie


Los huesos del pie se distribuyen en tres grupos: tarso, metatarso y dedos.
El tarso constituye el empeine del pie y comprende siete huesos: el astrágalo, que se
articula con la tibia y el peroné; el calcáneo que forma el talón; el cuboides, el
escafoides y los tres cuneiformes.

El metatarso o planta del pie está formado por cinco huesos metatarsianos.

Los dedos están formados por tres falanges cada uno, como en los dedos de la mano.

ENFERMEDADES Y CUIDADOS

Los huesos son el tejido más duro que hay en el cuerpo humano. Cumplen
la función de dar forma al cuerpo y soportarlo, facilitan la fijación de
músculos y tendones, protegen el sistema nervioso y la mayoría de órganos
vitales; facilitan el desplazamiento. Como es evidente, tienen una función
importante para que cualquier ser humano se pueda desarrollar
sanamente. Sin embargo, son uno de los órganos más silenciosos de todo
el cuerpo, lo que significa que no advierten si algo llegase a fallar. El
sistema óseo está expuesto a un sin número de patologías de diferente tipo
y aunque no existe un sistema de clasificación, los trastornos son variados.
A continuación se abordarán las principales enfermedades que le aquejan y
cómo prevenirlas.

– Deformaciones: aunque no son muy comunes, las malformaciones


congénitas por lo general incluyen la ausencia de algún hueso o la
formación de huesos adicionales. Otro tipo de deformaciones incluyen el
sindactilismo, que es la fusión de dos dedos adyacentes; o la acondroplasia
es el trastorno del crecimiento óseo más frecuente y la principal causa de
enanismo.

– Fracturas: ocurren por factores externos y es de las afectaciones más


comunes. Se resuelven por un proceso natural que se da luego de alinear
los huesos e inmovilizarlos. Los vasos sanguíneos afectados desarrollan una
especia de hematoma óseo que sirve como adhesivo, que con el tiempo irá
formando tejido fibroso que creará un callo óseo que unirá las partes
separadas.

– Escoliosis: consiste en una desviación lateral de más de 10° de la


columna vertebral. Un 5% de la población presenta curvas de 5° de
desviación lateral, lo que se considera normal ya que todo el mundo tiene
la columna vertebral curvada y se necesita un cierto grado de desviación
para mantener el equilibrio, moverse y caminar correctamente. Esta
enfermedad afecta al 3,5% de la población mundial, especialmente
mujeres. De esta población, el 65% de los casos se desconoce la causa, el
15% es congénito y otro 10% son relacionados con enfermedades
neuromusculares.

– Osteoartritis: Es una enfermedad degenerativa de las articulaciones, es el


tipo más común de artritis. Se caracteriza por el desgaste del cartílago de
las articulaciones. El cartílago es la parte de la articulación al final de los
huesos que les permite fácil movimiento. El desgaste del cartílago hace que
los huesos se friccionen uno contra otro, causando rigidez, dolor y pérdida
de movimiento articular. La causa de la osteoartritis es desconocida, sin
embargo se considera de carácter hereditario y está relacionada con el
envejecimiento. Las partes del cuerpo que más afectan son las manos, las
piernas, brazos y cadera. Si se padece, debe tener varios cambios en su
estilo de vida como aplicar paños calor y frío en las zonas afectadas, tener
una alimentación balanceada y saludable, descansar, bajar de peso en caso
de tener sobrepeso y proteger las articulaciones.

– Osteoporosis: Es la porosidad de los huesos causada por una reducción


de la densidad ósea. Se disminuye la resistencia del hueso y hay un
descenso de la masa ósea. Como es una enfermedad silenciosa, se conoce
de esta cuando se parte un hueso. Los huesos que más se fracturan son las
muñecas, la cadera y la columna. Hay varios factores asociados a esta
enfermedad.

1) Envejecimiento: la edad avanzada, por sí misma, produce una


disminución en la cantidad del hueso, por lo que cualquier persona puede
padecerla. El riesgo es mayor a partir de los 50 años.

2) Dieta pobre en calcio: el calcio es un alimento fundamental en la


formación del hueso. Se encuentra sobre todo en la leche y derivados
lácteos como quesos y yogures. Los frutos secos también tienen un
importante aporte de calcio.

3) Factores genéticos: existen genes relacionados con el desarrollo de la


masa ósea, por lo que la incidencia de la enfermedad es mayor en aquellas
personas cuyos familiares directos tienen historia previa de fracturas
(padres o abuelos).

4) Sexo femenino: las mujeres tienen un riesgo cuatro veces mayor que los
hombres de desarrollar osteoporosis, especialmente tras la menopausia.
Esto es debido a la reducción del número de estrógenos (hormonas
femeninas que intervienen en la formación de masa ósea) en esta etapa,
que favorece una disminución en el remodelado del hueso. Existe más
probabilidad de padecer osteoporosis si la menopausia se produce antes de
los 40 años (menopausia precoz), debido por ejemplo a la extirpación
quirúrgica de ambos ovarios, o cuando falta la menstruación (llamado
amenorrea) en deportistas, o en casos de anorexia nerviosa por pérdida
importante de peso. Además, las mujeres tienen una mayor esperanza de
vida que los hombres y, en general, su cantidad de masa ósea es menor
especialmente en mujeres excesivamente delgadas.

5) Inmovilización prolongada: ya sea por enfermedad o por un estilo de


vida sedentario. El ejercicio es uno de los estímulos para la formación del
hueso.

6) Algunos medicamentos: por ejemplo el uso prolongado de esteroides,


corticoides, antiepilépticos o fármacos para el tiroides.

7) El exceso de tabaco, alcohol o café.

Cuidados

Los huesos a pesar de ser tan fuertes necesitan cuidados especiales ya que
hay varias enfermedades que pueden afectarlos y también son punto frágil
ante los accidentes. Aquí algunas recomendaciones:
– Tomar sol todos los días, para que se fije el calcio que es su principal
componente.
– Tomar vitamina D llamada también calciferol, que sirve para la formación
y cuidado de los dientes y huesos. Protege las articulaciones y previene el
raquitismo, se encuentra en alimentos como los pescados, el hígado, leche,
mantequilla y yema de huevo.
– Evitar accidentes provocados por falta de cuidados, como golpes, subir a
lugares elevados sin la debida precaución, practicar deportes sin
entrenamiento y equipo protector, utilizar medios de transporte como
motos, bicicletas u otros sin protección y violando las reglas de tránsito.
-Hacer ejercicio diariamente.
– Mantener una buena alimentación con alimentos que proporcionen
proteínas que son nutrimentos que sirven sobre todo para el crecimiento de
los huesos. Las encontramos en alimentos de origen animal como carnes,
huevos, leche, quesos, y en leguminosas como los frijoles, habas o
lentejas.
– Consumir también alimentos ricos en calcio los productos lácteos.
– También es necesario descansar para no abusar del sistema óseo.

CLIPS

La osteoporosis es una enfermedad grave, que tiene unas estadísticas de


mortalidad mucho más altas que el cáncer de seno y el cáncer de cuello
uterino, según la Sociedad Iberoamericana de Osteología y Metabolismo
Mineral; de ahí la importancia de prevenirla y tratarla tempranamente.

La Organización Mundial de la Salud, OMS estima que el 40% de las


mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura relacionada con la
osteoporosis en algún momento de su vida.

La escoliosis afecta al 3,5% de la población general, especialmente a las


mujeres

Sistema muscular

Sistema muscular
Función Los músculos son asociados generalmente en las
funciones obvias como el movimiento, pero en
realidad son también los que nos permiten
impulsar la comida por el sistema digestivo,
respirar y hacer circular a la sangre

Sistema muscular. En anatomía humana, el sistema muscular es el


conjunto de los más de 650 músculos del cuerpo, cuya función
primordial es generar movimiento, ya sea voluntario o involuntario
-músculos esqueléticos y viscerales, respectivamente. Algunos de
los músculos pueden enhebrarse de ambas formas, por lo que se
los suele categorizar como mixtos.
El sistema muscular permite que el esqueleto se mueva, mantenga
su estabilidad y la forma del cuerpo. En los vertebrados se
controla a través del sistema nervioso, aunque algunos músculos
(tales como el cardíaco) pueden funcionar en forma autónoma.
Aproximadamente el 40% del cuerpo humano está formado por
músculos, vale decir que por cada kg de peso total, 400 g
corresponden a tejido muscular.

Contenido
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 1 Funciones
 2 Componentes
 3 Tipos
o 3.1 Músculo estriado (esquelético)
o 3.2 Músculo liso
o 3.3 Músculo cardíaco
 4 Clasificación según la forma en que sean controlados
 5 La forma de los músculos
 6 Funcionamiento
 7 Cuidado del sistema muscular
 8 Enfermedades
 9 Curiosidades
 10 Fuentes

Funciones
El sistema muscular es responsable de:
 Locomoción: efectuar el desplazamiento de la sangre y el
movimiento de las extremidades.
 Actividad motora de los órganos internos: el sistema
muscular es el encargado de hacer que todos nuestros órganos
desempeñen sus funciones, ayudando a otros sistemas como
por ejemplo al sistema cardiovascular.
 Información del estado fisiológico: por ejemplo, un cólico
renal provoca contracciones fuertes del músculo liso generando
un fuerte dolor, signo del propio cólico.
 Mímica: el conjunto de las acciones faciales, también
conocidas como gestos, que sirven para expresar lo que
sentimos y percibimos.
 Estabilidad: los músculos conjuntamente con los huesos
permiten al cuerpo mantenerse estable, mientras permanece en
estado de actividad.
 Postura: el control de las posiciones que realiza el cuerpo en
estado de reposo.
 Producción de calor: al producir contracciones musculares
se origina energía calórica.
 Forma: los músculos y tendones dan el aspecto típico del
cuerpo.
 Protección: el sistema muscular sirve como protección para
el buen funcionamiento del sistema digestivo como para los
órganos vitales.

Componentes
 Músculos esqueléticos del brazo, durante una contracción:
bíceps braquial -izquierda, a la izquierda- y tríceps braquial
-derecha, a la derecha-. El primero flexiona el brazo, y el
segundo lo extiende. Son músculos antagonistas.

La principal función de los músculos es contraerse, para poder


generar movimiento y realizar funciones vitales. Se distinguen tres
grupos de músculos, según su disposición:
 El músculo esquelético
 El músculo liso
 El músculo cardíaco

Tipos
Músculo estriado (esquelético)
El músculo estriado es un tipo de músculo que tiene como unidad
fundamental el sarcómero, y que presenta, al verlo a través de un
microscopio, estrías que están formadas por las bandas claras y
oscuras alternadas del sarcómero. Está formado por fibras
musculares en forma de huso, con extremos muy afinados, y más
cortas que las del músculo liso. Éstas fibras poseen la propiedad
de la plasticidad, es decir, cambian su longitud cuando son
estiradas, y son capaces de volver a recuperar la forma original.
Para mejorar la plasticidad de los músculos, sirven los
estiramientos. Es el encargado del movimiento de los esqueletos
axial y apendicular y del mantenimiento de la postura o posición
corporal. Además, el músculo esquelético ocular ejecuta los
movimientos más precisos de los ojos.
El tejido musculoesquelético está formado por haces de células
muy largas (hasta 30 cm), cilíndricas y plurinucleadas,que
contienen abundantes filamentos, las miofibrillas. El diámetro de
las fibras musculares estriadas esqueléticas oscila entre 10 y 100
micrómetros. Estas fibras se originan en el embrión por la fusión
de células alargadas denominadas mioblastos. En las fibras
musculares esqueléticas, los numerosos núcleos se localizan en la
periferia, cerca del sarcolema. Esta localización característica
ayuda a diferenciar el músculo esquelético del músculo cardíaco
debido a que ambos muestran estriaciones pero en el músculo
cardíaco los núcleos son centrales.

Músculo liso
El músculo liso, también conocido como visceral o involuntario, se
compone de células en forma de huso que poseen un núcleo
central que asemeja la forma de la célula que lo contiene, carecen
de estrías transversales aunque muestran ligeramente estrías
longitudinales. El estímulo para la contracción de los músculos
lisos está mediado por el sistema nervioso vegetativo autónomo.
El músculo liso se localiza en los aparatos reproductor y excretor,
en los vasos sanguíneos, en la piel, y órganos internos.
Existen músculos lisos unitarios, que se contraen rápidamente (no
se desencadena inervación), y músculos lisos multiunitarios, en
los cuales las contracciones dependen de la estimulación
nerviosa. Los músculos lisos unitarios son como los del útero,
uréter, aparato gastrointestinal, etc.; y los músculos lisos
multiunitarios son los que se encuentran en el iris, membrana
nictitante del ojo, tráquea, etc.
El músculo liso posee además, al igual que el músculo estriado,
las proteínas actina y miosina.

Músculo cardíaco
El músculo cardíaco (miocardio) es un tipo de músculo estriado
encontrado en el corazón. Su función es bombear la sangre a
través del sistema circulatorio por contracción. El músculo
cardíaco generalmente funciona involuntaria y rítmicamente, sin
tener estimulación nerviosa. Es un músculo miogénico, es decir
autoexcitable. Las fibras estriadas y con ramificaciones del
músculo cardíaco forman una red interconectada en la pared del
corazón. El músculo cardíaco se contrae automáticamente a su
propio ritmo, unas 100.000 veces al día. No se puede controlar
conscientemente, sin embargo, su ritmo de contracción está
regulado por el sistema nervioso autónomo dependiendo de que el
cuerpo esté activo o en reposo.

Clasificación según la forma en que sean


controlados
 Voluntarios: controlados por el individuo
 Involuntarios o viscerales: dirigidos por el sistema nervioso
central
 Autónomo: su función es contraerse regularmente sin
detenerse.
 Mixtos: músculos controlados por el individuo y por sistema
nervioso, por ejemplo los párpados.

Los músculos están formados por una proteína llamada miosina, la


misma se encuentra en todo el reino animal e incluso en algunos
vegetales que poseen la capacidad de moverse. El tejido muscular
se compone de una serie de fibras agrupadas en haces o masas
primarias y envueltas por la aponeurosis una especie de vaina o
membrana protectora, que impide el desplazamiento del músculo.
Las fibras musculares poseen abundantes filamentos
intraprotoplasmáticos, llamados miofibrillas, que se ubican
paralelamente a lo largo del eje mayor de la célula y ocupan casi
toda la masa celular. Las miofibrillas de las fibras musculares lisas
son aparentemente homogéneas, pero las del músculo estriado
presentan zonas de distinta refringencia, lo que se debe a la
distribución de los componentes principales de las miofibrillas,
las proteínas de miosina y actina.

La forma de los músculos


Cada músculo posee una determinada estructura, según la función
que realicen, entre ellas encontramos:
 Fusiformes músculos con forma de huso. Siendo gruesos en
su parte central y delgados en los extremos.
 Planos y anchos, son los que se encuentran en
el tórax (abdominales), y protegen los órganos vitales ubicados
en la caja torácica.
 Abanicoides o abanico, los músculos pectorales o los
temporales de la mandíbula.
 Circulares, músculos en forma de aro. Se encuentran en
muchos órganos, para abrir y cerrar conductos. por ejemplo el
píloro o el orificio anal.
 Orbiculares, músculos semejantes a los fusiformes, pero con
un orificio en el centro, sirven para cerrar y abrir otros órganos.
Por ejemplo los labios y los ojos

Funcionamiento
Los músculos son asociados generalmente en las funciones obvias
como el movimiento, pero en realidad son también los que nos
permiten impulsar la comida por el sistema digestivo, respirar y
hacer circular a la sangre.
El funcionamiento del sistema muscular se puede dividir en 3
procesos, uno voluntario a cargo de los músculos esqueléticos el
otro involuntario realizado por los músculos viscerales y el último
proceso deber de los músculos cardíacos y de funcionamiento
autónomo.
Los músculos esqueléticos permiten caminar, correr, saltar, en fin
facultan una multitud de actividades voluntarias. A excepción de
los reflejos que son las repuestas involuntarias generadas como
resultado de un estímulo. En cuanto a los músculos de
funcionamiento involuntario, se puede especificar que se
desempeñan de manera independiente a nuestra voluntad pero son
supervisados y controlados por el sistema nervioso, se encarga de
generar presión para el traslado de fluidos y el transporte de
sustancias a lo largo del organismo con ayuda de los movimientos
peristálticos (como el alimento, durante el proceso de digestión y
excreción).
El proceso autónomo se lleva a cabo en el corazón, órgano hecho
con músculos cardíacos. La función primordial de este tejido
muscular es contraerse regularmente, millones de veces, debiendo
soportar la fatiga y el cansancio, o si no, el corazón se detendría.

Cuidado del sistema muscular


Para mantener al sistema muscular en óptimas condiciones, se
debe tener presente una dieta equilibrada, con dosis justas
de glucosa que es la principal fuente energética de nuestros
músculos. Evitar el exceso en el consumo de grasas, ya que no se
metabolizan completamente, produciendo sobrepeso. Para rutinas
de ejercicios físicos prolongados, necesitan una dieta rica en
azúcares y vitaminas.
Además de una alimentación saludable se recomienda el ejercicio
físico, el ejercicio muscular produce que los músculos trabajen,
desarrollándose aumentando su fuerza y volumen, adquiriendo
elasticidad y contractilidad, resistiendo mejor a la fatiga. También
beneficia el desarrollo del esqueletoporque lo robustece, fortalece
y modela, debido a la tracción que los músculos ejercen sobre los
huesos, si los ejercicios son correctamente practicados,
perfeccionan la armonía de las líneas y curvas.
El ejercicio ayuda al desempeño de los órganos. Aumenta el
volumen torácico, mejora la respiración y la circulación sanguínea,
ampliando el tamaño de los pulmones y del corazón. Otro efecto
del ejercicio físico, es que provoca un aumento considerable en el
apetito, favoreciendo la digestión y la asimilación de los alimentos.

Enfermedades
Las enfermedades que afectan al sistema muscular pueden ser
producidas por algunos virus que atacan directamente al músculo,
también se experimentan dolencias por cansancio muscular,
posturas inadecuadas, ejercicios bruscos o accidentes. Algunas
enfermedades y dolencias que afectan al sistema muscular son:
 Desgarro: ruptura del tejido muscular.
 Calambre: contracción espasmódica involuntaria, que afecta
a los músculos superficiales.
 Esguince: lesión producida por un daño moderado o total de
las fibras musculares.
 Distrofia muscular: degeneración de los músculos
esqueléticos.
 Atrofia: pérdida o disminución del tejido muscular.
 Hipertrofia: crecimiento o desarrollo anormal de los
músculos, produciendo en algunos casos serias deformaciones.
No obstante, la hipertrofia muscular controlada es uno de los
objetivos del culturismo.
 Poliomielitis: conocida comúnmente como polio. Es una
enfermedad producida por un virus, que ataca al sistema
nervioso central, y ocasiona que los impulsos nerviosos no se
transmitan y las extremidades se atrofien.
 Miastenia gravis: es un trastorno neuromuscular, se
caracteriza por una debilidad del tejido muscular y el istema
muscular es un componenbte acido

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