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LIBERTAD DE PRENSA

Y LIBERTAD DE
EXPRESION.

1
DR. O. WALTER GANGI

2
LIBERTAD DE
PRENSA Y
LIBERTAD DE
EXPRESION.

BUENOS AIRES
2009

3
Queda hecho el depósito que
previene la ley 11.723

REGISTRO (ISSN: 1852-6551).

AÑO MMIX

IMPRESO EN ARGENTINA

DEDICATORIA:

4
Dedico este modesto
trabajo a mi familia,
a mis hijas Agustina
y Sofia, a mi
compañera Fabiana,
a mi madre Carmen,
a mi hermano Jose
Luis, a mi padre
Salvador, que vive
en mi memoria y a
todos aquellos que
luchan para que la
Argentina no termine
de caer en las manos
de aquellos que se
creen que los bienes
5
de la Nación son
para su uso
particular.

Dr. O. Walter Gangi.


“Solo se muere
cuando se es
olvidado”

EL AUTOR:

DR. O. WALTER GANGI, abogado de


la U.B.A.

ANTECEDENTES:

Docente de la Cátedra de Teoría del


Estado del Dr. Arturo Pellet Lastra,

6
en las Comisiones de la Dra. María
Elena Acosta desde 2007 hasta la
actualidad.
Docente de la Cátedra de Teoría del
Estado del Dr. Horacio Sanguinetti,
en las Comisiones del Dr. Luis F.A.
Bollaert entre los años 1997 y
2007.
Miembro permanente de los
Institutos de Derecho Penal y
Procesal Penal del Colegio de
Abogados de San Martín desde
2005 hasta la actualidad.
Titular del Estudio Jurídico Gangi &
Asociados, especialista en Derecho
Penal.

7
8
TRABAJO REALIZADO POR EL
DR. O. WALTER GANGI PARA
LAS

IV JORNADAS DE TEORIA
DEL ESTADO.

Crisis y nuevas dinámicas


políticas.
El Estado en el contexto
contemporáneo.

Organizado por la cátedra de "Teoría del


Estado" a cargo de la doctora Beatriz
Rajland y las cátedras de "Sociología
política" y "Estado y administración
pública" a cargo de la doctora Mabel
Thwaites Rey y llevadas a cabo durante
los días del 4 al 6 de noviembre de 2009
en la Facultad de Derecho y la Facultad de
Ciencias sociales de la Universidad de
Buenos Aires.
IV JORNADAS DE TEORIA DEL
ESTADO.
9
Crisis y nuevas dinámicas
políticas.
El Estado en el contexto
contemporáneo.

Ejes de la temática:
I.- Crisis y mundialización
capitalista.
II.- El Estado y los actores
sociales y políticos
latinoamericanos en el
contexto de la crisis
internacional.
III.- Nuevas problemáticas
políticas en tiempos de crisis.
TITULO:

LIBERTAD DE PRENSA Y
LIBERTAD DE EXPRESION.

10
CONTENIDOS:

EL ACCESO A LA PRENSA – LA
CENSURA TACITA.-
LOS MONOPOLIOS Y LOS
GRANDES INTERESES.-
“LIBERTAD DE PRENSA O
LIBERTAD DE EMPRESA”.

A CONTINUACION EL RESUMEN
PRESENTADO POR EL DR. O. WALTER
GANGI QUE FUERA APROBADO PARA LAS
JORNADAS EN FECHA 21 DE SEPTIEMBRE
DE 2009.
BUENOS AIRES, 14 DE OCTUBRE DE 2009
(ISSN: 1852-6551).

LINEAMIENTOS DEL TRABAJO:

Sobre la base de las pautas


establecidas por los organizadores
de las IV Jornadas de Teoría del
Estado, el siguiente trabajo se
encuentra ubicado en el punto II.-
El Estado y los actores sociales y
11
políticos latinoamericanos en el
contexto de la crisis internacional,
como en el punto III.- Nuevas
problemáticas políticas en tiempos
de crisis.
Los monopolios de la prensa como
actores políticos, sus intereses y la
censura tacita; y el Estado como
garante de la libertad de expresión
y el derecho a la información,
forman el eje de la exposición.
En el mismo sentido, la
mencionada cuestión, que se
agudiza en nuestro país y en otros
de Latinoamérica, constituye sin
duda una nueva problemática
política dentro de la crisis que nos
toca vivir.

PROLOGO:

El debate generado en torno a la


reforma de la ley de radiodifusión,
postergada desde hace un cuarto
de siglo, por conveniencia política,

12
me ha motivado a exponer el
presente trabajo.
La vieja ley de los tiempos de la
última dictadura y el inoportuno
aporte del gobierno neoliberal de la
década de los noventa,
monopolizaron la prensa
convirtiendo a este instrumento
republicano de la libertad de
expresión, en una vía de acceso
restringido para quienes expresen
intereses opuestos al grupo.
La crisis mundial ha sacudido a la
Argentina y al resto de los países
de Latinoamérica, donde el
capitalismo desenfrenado de
ambiciones ilimitadas y el
individualismo liberal, pierden
popularidad y se desmoronan
frente a los millones de pobres que
la injusta repartición de la riqueza
de esas mismas políticas agotadas
ha dejado.
Sin embargo, a pesar de la
evidente derrota, demostrada por
la ineficacia de ese sistema en
13
estas latitudes, sus incondicionales
siguen dando batalla y el
monopolio de la prensa, aliado con
los sectores más poderosos, es una
de sus herramientas más
importantes, desde donde se
proporciona pluma y micrófono
solo a quienes acompañen a sus
intereses.

RESUMEN:

INTRODUCCIÓN:

Los conceptos de libertad de


prensa y libertad de expresión
aparecen históricamente unidos,
pero en la actualidad se
encuentran divorciados. Su ruptura
comenzó hace tiempo y hoy uno
aparece como el medio para la
realización del otro.

HISTORIA:

14
El hombre se ha preocupado
durante siglos por el derecho a la
libre expresión, incorporándolo a
las declaraciones de derechos y a
las propias Constituciones de los
Estados.
La Constitución de Norteamérica
introdujo dicha garantía en la
primera enmienda y la nuestra,
construida por Alberdi a imagen y
semejanza de aquella, la incluyó en
los artículos 14 y 32. La reforma de
1994 incorporó en el art. 75 inciso
22 los tratados internacionales con
normas sobre la libertad de
expresión entre los que se destaca
el derecho a replica.
Las diez primeras enmiendas
incorporadas a la Constitución de
Norteamérica datan del 15 de
diciembre de 1791, constituyendo
lo que el derecho anglosajón se
denomina petición de derechos o
Bill o Rights.
La ENMIENDA I reza que “El
Congreso no hará ley alguna por la
15
que adopte una religión como
oficial del Estado o se prohíba
practicarla libremente, o que
coarte la libertad de palabra o de
imprenta, o el derecho del pueblo
para reunirse pacíficamente y para
pedir al gobierno la reparación de
agravios”.
La libertad de prensa surge
entonces como una idea
republicana, por lo tanto la
expresión es el derecho y la prensa
el medio para su realización.
La prensa en el siglo XIX eran las
publicaciones escritas, no los
libros, que al igual que hoy son el
sinónimo de la libertad de
expresión, sino los diarios y ya en
aquella época el acceso a los
mismos estaba restringido para las
ideas contrarias al pensamiento de
la elite gobernante.
Cuando en 1881 Adolfo Saldías
publicó “Historia de Rosas”, la base
de su obra maestra “Historia de la
Confederación Argentina”, cometió
16
el error de dedicarle la obra a
Mitre. Pero este condeno el trabajo
y la prensa ocultó el libro a
conciencia, limitando su
publicación.
Saldías fue condenado
prácticamente a la muerte civil, ya
que su obra no fue comentada en
la prensa, ni siquiera para
criticarlo.
La libertad de expresión se
canalizaba a través de la prensa,
que no era otra que la escrita. Cual
sería sino el medio eficiente y
eficaz para expresarse si no era la
prensa, pero como vemos con el
ejemplo de Mitre, el acceso a la
misma nunca fue irrestricto y
respondió a la ideas dominantes
del momento. En ese sentido, la
oposición carecía de medios y de
pluma para enfrentar al orgulloso
continuador de Rivadavia y sus
satélites. La elite controlaba los
medios de producción, el gobierno

17
y por supuesto la prensa, no en
vano llamada cuarto poder.
Pero en el siglo XX aparece la radio
y luego la televisión, conformando
la trilogía clásica de la prensa. No
incluyo como parte de la prensa a
Internet, porque aunque algunos
de los monopolios ya tengan
controlados algunos sitios, resulta
un medio difícil de censurar, al
menos por el momento.

LA CENSURA TACITA:

Si se limita la prensa, se limita la


expresión y el gobierno ha dejado
de ser
republicano, pero que pasa cuando
la prensa se convierte en un
instrumento al servicio de unos
pocos.
El ejemplo de Saldías es claro, su
libro representa la libertad de
expresión, los diarios dominados
por la elite dirigente de esa época
representan la libertad de prensa y
18
su acceso limitado es la censura
tacita.
Hoy los monopolios de prensa,
nacidos al amparo de la política de
los años 90, limitan la libertad de
expresión a su antojo,
convirtiéndose en un instrumento
capaz de censurar el pensamiento
de la manera más sofisticada, por
lo que su objetivo se cumple de la
manera menos traumática.
La diferencia con las dictaduras y
autocracias es que estas últimas
necesitan además demostrar su
poder a través del temor.
Que una sola empresa o grupo
económico tenga en su poder las
tres formas de hacer la prensa
causa un efecto irrito, ya que hay
muchos que nunca tendrán
micrófono, limitándose así la
libertad de expresión solo quienes
comulgan con sus ideas.

EL DERECHO A LA INFORMACIÓN:

19
En la actualidad se publicita que la
señal TN va a desaparecer y no es
correcto, porque con la nueva ley
de radiodifusión, solo debería pasar
a manos de otro grupo en beneficio
del propio sistema republicano. Sin
embargo, no se puede descartar de
plano la posibilidad, de que a
través de prestanombres, las
señales sigan perteneciendo al
mismo grupo. Por lo tanto surge un
interrogante ¿existe el derecho del
ciudadano a ser informado?
Si un periodista es despedido de
Clarín, siguiendo el mapa de
medios existente, no es difícil
darse cuenta que el comunicador
no podrá trabajar ni en radio mitre,
ni en FM 100, ni en Canal 13, ni en
Magazine, ni en Metro, y sus otros
satélites del cable, ni en La Razón,
ni en Pagina 12, ni en Ole, entre
tantos otros. No es poco si se tiene
en cuenta que hay empresas
vinculadas al mismo monopolio,
como Techint, tan bien defendida
20
desde ese sector después de la
conocida decisión tomada por
Chávez, el presidente de
Venezuela, sin que se escuchara
una sola opinión disidente al
respecto.

Es muy sencillo, la libertad de


expresión en la democracia esta
garantizada, sin duda cualquiera
de nosotros podrá manifestarse
libremente, porque el gobierno no
lo va a impedir, pero solo tendrán
micrófono y pluma los que estén
de acuerdo con los intereses de los
medios.

EL ROL DEL EL ESTADO:

Se podrá decir que el gobierno


conserva su monopolio a través de
un canal y una radio, pero la
ventaja es transitoria, ya que dicho
atributo le corresponde al que se
encuentre de turno en la
administración. Por otra parte, a
21
través de la propia política tendrá
medios afines y medios opositores,
pero el juego será el mismo para
quien detente el poder.
En la actualidad no se esta
gestando un golpe a la prensa, sino
un golpe a los monopolios, para
que todo el que quiera pueda
publicar sus ideas por la prensa sin
censura previa.
La censura de los monopolios es
tacita, nadie ingresa a la prensa si
no expone un tema que el grupo
permita. Particularmente no creo
que exista un index, pero hay
pautas bien claras de exclusión.
En esta lucha, desde los gobiernos,
se responde enérgicamente y
desde la propia legalidad se dan
caos como el de Venezuela, donde
el gobierno no renueva la
concesión a un canal de televisión.
En Argentina, donde el gobierno y
el grupo Clarín participan
abiertamente de una guerra fría,
los primeros le dan un duro golpe a
22
los segundos al sancionar la ley de
prensa, pero no menos duro, al
arrancarle el millonarios negocio
que representaba el futbol. Si se
quiere un tema menor, no hace
mucho, un medio oficial no renovó
el contrato del periodista Nelson
Castro, que fue acogido por el
grupo Clarín como un gran aliado.
DR. O. WALTER GANGI

23
A CONTINUACION EL DESARROLLO
DEL TRABAJO (Registro - ISSN:
1852-6551).

LIBERTAD DE PRENSA Y
LIBERTAD DE EXPRESION.

EL ACCESO A LA PRENSA – LA
CENSURA TACITA.

LOS MONOPOLIOS Y LOS


GRANDES INTERESES.

“LIBERTAD DE PRENSA O
LIBERTAD DE EMPRESA”.

24
LA LIBERTAD DE
EXPRESION:

No cabe duda que la libertad de


expresión se encuentra entre los
llamados derechos fundamentales
o humanos, y tiene reservado un
lugar de privilegio en las
Constituciones de los estados
democráticos, que hoy constituyen
la mayoría del llamado mundo
occidental. Por ello la libertad de
prensa, llamada otrora también
libertad de imprenta, constituye el
medio más idóneo para el
desarrollo de la primera.

EL DERECHO:

La libertad de expresión aparece


de manera expresa en las
constituciones decimonónicas y
con mayor fervor en las
declaraciones de derechos del siglo
pasado.
25
El artículo 19 de la “Declaración
Universal de los Derechos
Humanos” de 1948 reza que "Todo
individuo tiene derecho a la
libertad de opinión y expresión;
este derecho incluye el de no ser
molestado a causa de sus
opiniones, el de investigar y de
recibir informaciones y opiniones,
y el de difundirlas, sin limitación de
fronteras, por cualquier medio de
expresión."

La “Convención Americana sobre


Derechos Humanos”, más conocida
como el Pacto de San José de Costa
Rica, de 1969, en el artículo 13
expresa bajo el título “Libertad de
pensamiento y de expresión” que:
1.- Toda persona tiene derecho a la
libertad de pensamiento y de
expresión. Este derecho
comprende la libertad de buscar,
recibir y difundir informaciones e
ideas de toda índole, sin
26
consideraciones de fronteras, ya
sea oralmente, por escrito o en
forma impresa o artística, o por
cualquier otro procedimiento de su
elección y gusto.
2. El ejercicio del derecho previsto
en el inciso precedente no puede
estar sujeto a previa censura, sino
a responsabilidades ulteriores, las
que deben estar expresamente
fijadas por la ley y ser necesarias
para asegurar:
a) El respeto a los derechos o la
reputación de los demás, o b) La
protección de la seguridad
nacional, el orden público o la
salud o la moral públicas.
3. No se puede restringir el
derecho de expresión por vías o
medios indirectos, tales como el
abuso de controles oficiales o
particulares de papel para
periódicos, de frecuencias
radioeléctricas o de enseres y
aparatos usados en la difusión de
información o por otros medios
27
encaminados a impedir la
comunicación y la circulación de
ideas y opiniones.
4. Los espectáculos públicos
pueden ser sometidos por la ley a
censura previa con el exclusivo
objeto de regular el acceso a ellos
para la protección moral de la
infancia y la adolescencia, sin
perjuicio de lo establecido en el
inciso 2.
5. Estará prohibida por la ley toda
propaganda en favor de la guerra y
toda apología del odio nacional,
racial o religioso que constituyan
incitaciones a la violencia o
cualquier otra acción ilegal similar
contra cualquier persona o grupo
de personas, por ningún motivo,
inclusive los de raza, color, religión
u origen nacional.

El “Pacto Internacional de Derechos


Civiles y Políticos” también ha
consagrado la prohibición de toda
propaganda en favor de la guerra.
28
La “Convención Americana sobre
Derechos Humanos”, incorpora en
el artículo 11 el título “Protección
de la honra y de la dignidad”,
expresando a continuación que:
1.- Toda persona tiene derecho al
respeto de su honra y al
reconocimiento de su dignidad.
2.- Nadie puede ser objeto de
injerencias arbitrarias o abusivas
en su vida privada, en la de su
familia, en su domicilio o en su
correspondencia, ni de ataques
ilegales a su honra o reputación.
3.- Toda persona tiene derecho a la
protección de la ley contra esas
injerencias o esos ataques.

Es dable destacar que el artículo


14 de la misma convención
consagra el “Derecho de
rectificación o respuesta”, también
conocido entre nosotros como
derecho de replica, cuando dice
que:
29
1.- Toda persona afectada por
informaciones inexactas o
agraviantes, emitidas en su
perjuicio a través de medios de
difusión legalmente reglamentados
y que se dirijan al público en
general tiene derecho a efectuar
por el mismo órgano de difusión su
rectificación o respuesta en las
condiciones que establezca la ley.
2.- En ningún caso la rectificación
o la respuesta eximirán de otras
responsabilidades legales en que
se hubiere incurrido.
3.- Para la efectiva protección de la
honra y la reputación, toda
publicación o empresa periodística,
cinematográfica, de radio o
televisión tendrá una persona
responsable que no esté protegida
por inmunidades ni disponga de
fuero especial.

En España el derecho a la libertad


de expresión se encuentra en la
Constitución de 1978,
30
precisamente en su artículo 20,
siendo uno de los derechos que
dispone de más garantías jurídicas,
pero este derecho puede ser
suspendido si se declara el estado
de excepción según el artículo 55
de la Constitución española.
Sin embargo, existen límites a la
libertad de expresión que están
dados por el derecho al honor, a la
propia imagen y a la intimidad, y
más recientemente a la protección
de datos personales.
Como es habitual en otros países,
también limitan la libre expresión
las normas reguladoras de la
propiedad intelectual, es decir, qué
obras pueden interpretarse en
público, las normas sobre
publicidad que regulan el
contenido y formato de las
comunicaciones comerciales, y las
normas sobre política lingüística,
que determina el idioma que se
puede o se debe utilizar en los
rótulos o en los contratos. Al igual
31
que en otros países occidentales,
está prohibida la justificación del
genocidio; no así la mera negación
del Holocausto judío.
También está penado en
enaltecimiento y la apología del
terrorismo y el ultraje a los
símbolos de España y las
comunidades autónomas, como ser
la quema de banderas.

En Venezuela la libertad de
expresión es un tema de debate
bastante plural, que esta dado
principalmente por la disidencia
que ofrece el primer mandatario,
contra el orden imperial y los
intereses de las multinacionales a
quien supo enfrentar.
La Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, en el
Artículo 2 expresa que “Venezuela
se constituye en un Estado
democrático y social de Derecho y
de Justicia, que propugna como
valores superiores de su
32
ordenamiento jurídico y de su
actuación, la vida, la libertad, la
justicia, la igualdad, la solidaridad,
la democracia, la responsabilidad
social y, en general, la
preeminencia de los derechos
humanos, la ética y el pluralismo
político”, igualmente en el decreto
de Exposición de Motivos de la
misma Constitución, se destaca
que “Se garantiza la libertad de
expresión sin que sea posible
censura alguna. Por ser
consustancial con ese derecho,
quien lo ejerza asume la plena
responsabilidad por todo lo
expresado. Así mismo, se reconoce
el derecho a una información
veraz, oportuna, imparcial y sin
censura”.
En este aspecto, no se puede dejar
de mencionar que cualquier
gobierno que pretenda apartarse
del orden mundial impuesto desde
el norte, será sin duda el blanco de
los ataques de la prensa que
33
responde a dichos intereses
imperiales y que en general se
constituye en opositora.

En el orden local, el artículo 75 inc.


22 de la Constitución Nacional le
asignó a los tratados
internacionales la máxima
jerarquía en la pirámide jurídica, a
partir de la última reforma del año
1994. No obstante, ya el artículo
14 de la Carta Magna rezaba que
“…Todos los habitantes de la
Nación gozan de los siguientes
derechos conforme a las leyes que
reglamentan su ejercicio… de
publicar sus ideas por la prensa y
sin censura previa…” y el art. 32
establecía que “El Congreso
Federal no dictara leyes que
restrinjan la libertad de imprenta o
establezca sobre ella la jurisdicción
federal”.
Como se puede apreciar, la libertad
de expresión se encuentra
garantizada a través de
34
innumerables documentos, pero a
pesar de la existencia de los
mismos, no todo se cumple
siempre como lo expresa la letra
de la ley.

Queda claro que la libertad de


expresión no puede ser objeto de
censura previa, pero quien haga
uso de ella, responde por las
ulteriores consecuencias que
pueda ocasionar.
Es que el derecho a la libertad de
expresión, no es un derecho
absoluto ni ilimitado, como
tampoco lo es ningún otro derecho
o libertad, y en nuestro
ordenamiento encuentra su límite
en el mismo art. 14 de la
Constitución
Nacional cuando señala que “…
Todos los habitantes de la Nación
gozan de los siguientes derechos
conforme a las leyes que
reglamenten su ejercicio…”

35
Lo expresado se puede resumir
mediante la agotada frase “el
derecho de unos comienza donde
termina el derecho de otros”.
Sin embargo la censura previa
parece encontrar un límite en la
protección moral de los jóvenes, en
la prohibición de propaganda a
favor de la guerra, del odio
nacional, racial o religioso, o de
cualquier otra actividad que incite
a la violencia.
La pregunta sería ¿porque echar
mano de la censura previa si el
autor tiene responsabilidad por sus
actos? La respuesta es simple, si se
tiene en cuenta la magnitud y las
consecuencias de los mismos, no
cabe duda que la censura responde
a una tarea preventiva, que tiende
a evitar la represión.

En nuestro derecho, la censura de


tales actos se encuentra reprimida
por la ley 23.592 que castiga la
36
discriminación y la ley 24.192 de
espectáculos deportivos, entre
otras.
Sin perjuicio de ello, las
expresiones falsas también se
encuentran tipificadas en los
artículos 109, 110 y siguientes del
Código Penal por medio de las
calumnias e injurias, delitos de
acción privada que ha sido objeto
de reciente reforma del código del
fuero, tras un proyecto que
perseguía su derogación.
No obstante, toda expresión esta
sujeta a la responsabilidad civil
como la que regula entre otros el
artículo 1071 bis del Código Civil
que reza “El que arbitrariamente
se entrometiere en la vida ajena,
publicando retratos, difundiendo
correspondencia, mortificando a
otros en sus costumbres o
sentimientos, o perturbando de
cualquier modo su intimidad, y el
hecho no fuere un delito penal,
será obligado a cesar en tales
37
actividades, si antes no hubieren
cesado, y a pagar una
indemnización que fijará
equitativamente el juez, de
acuerdo con las circunstancias;
además podrá este, a pedido del
agraviado, ordenar la publicación
de la sentencia en un diario o
periódico del lugar, si esta medida
fuese procedente para una
adecuada reparación”.
Un ejemplo de la responsabilidad
generada por la actividad de los
medios de prensa, se puede
encontrar en Venezuela con la
decisión del gobierno de Hugo
Chávez, de no renovar la concesión
para la transmisión en el espectro
radioeléctrico al canal Radio
Caracas Televisión, después de
haber operado por 53 años
ininterrumpidos, aduciendo como
fundamento para ello distintas y
continuas violaciones a la Ley de
Responsabilidad Social en Radio y
Televisión de Venezuela, la difusión
38
de opiniones en calidad de
información, la promoción de
pornografía y antivalores y la
violación al derecho a la
información durante el Golpe de
Estado de Abril de 2002.

Si los argumentos del gobierno se


comprueban, en virtud de los
tratados internacionales señalados,
cabe decir que le asiste la razón. El
canal en la actualidad sigue
operando en sistemas satelitales y
de cable en el país y ha llevado su
caso a la Corte Interamericana de
Justicia.

LOS ORIGENES DE LA LIBERTAD


DE EXPRESION:

Si bien el hombre ha luchado desde


la antigüedad por expresar sus
ideas libremente, se puede decir
que el derecho a la libertad de
expresión, como lo conocemos en
la actualidad, tiene su origen
39
durante la ilustración, donde se
comienza a difundir la libre
expresión de las ideas, tan
restringida siglos atrás. Pensadores
como Montesquieu, Voltaire y
Rousseau entre otros, impulsaron
la libre expresión como un aporte
para contribuir al desarrollo de las
ciencias y las artes.

Convertido en el motor de la
participación política, es un
derecho fundamental de las
revoluciones norteamericana y
francesa.

LA PLURALIDAD DE IDEAS:

John Stuart Mill consideraba a la


libertad de expresión como una
herramienta esencial para el
descubrimiento de la verdad. Por
su parte Oliver Wendell Holmes Jr. y
Louis Brandeis, conocidos juristas
norteamericanos, acuñaron la frase
“mercado de ideas” de la libertad
40
de expresión, que surge por
analogía de mercado de bienes de
la libertad de comercio. La relación
estaría dada por la siguiente
premisa: La verdad de una idea se
revela en su capacidad para
competir en el mercado, solo
estando en igualdad de
condiciones con otras ideas, que
forman la libertad de expresión,
obteniendo como beneficio que los
ciudadanos podrán apreciar cuales
son las ideas verdaderas, las
falsas, y las relativas.
Desde luego este interesante
argumento, basado en una
concepción estrictamente liberal
no resiste el menor de los análisis y
en la actualidad solo podría
prosperar en su estado puro, solo
en sociedades excesivamente
avanzadas, por lo que su aplicación
práctica se ve notablemente
reducida. Si volvemos a la idea de
que la libertad de expresión es el
derecho y la libertad de prensa el
41
medio, en un Estado democrático,
habrá una infinidad de
pensamientos divulgados, con el
carácter de verdaderos, falsos o
relativos, pero sin duda, triunfaran
aquellas ideas que tengan mayores
medios de prensa o difusión, sin
importar si es verdadera, en tanto
sea funcional a una empresa.
Los liberales encuentran una nueva
alternativa para salvar su premisa,
con la idea de la persecución de la
falsedad, pero como toda creación
del hombre, no es infalible y se
subordina a la propia ambición del
ser humano, en cuya cúspide se
encuentra el poder ¿cómo saber si
se está en lo cierto o si se persigue
a la opinión disidente?
Hay que tener en cuenta que Mill
no comparó la libertad de
expresión con un mercado en su
obra Sobre la libertad (1859), sino
que apelaba a la libertad para
exponer y discutir con el fin del
conocimiento, pero en una
42
sociedad con normas implícitas de
conducta que aseguren el mutuo
respeto entre los ponentes, lo que
en la actualidad, al menos en
nuestro medio y creo que en toda
Latinoamérica, es una ilusión muy
lejana.

LA LIBERTAD DE
PRENSA:

La libertad de prensa es el
medio para que se pueda
materializar la libertad de
expresión, por lo tanto es el
derecho de los ciudadanos a
43
organizarse para la creación de
medios de comunicación, cuyas
ideas no estén controladas por el
Estado. Como ya lo he
mencionado, en los Estados Unidos
este derecho está garantizado por
la Primera Enmienda de la
Constitución y en nuestro país en
los artículos 14 y 32 de la
Constitución Nacional.

Pero no todos los países contienen


la libertad de la prensa en el texto
de una Declaración de Derechos o
de la Constitución. Es el caso de
Australia que carece de norma
escrita, pero que garantiza el
derecho de manera implícita por
medio de la costumbre, principal
fuente del common law.

DISTINTAS INTERPRETACIONES:

Tanto el liberalismo, como el


socialismo, han tomado como suya
la definición de la libertad de
44
prensa, difundiendo diferentes
criterios de interpretación sobre la
creación y titularidad de los medios
de comunicación, necesarios como
instrumentos para la realización de
la libertad de expresión como
derecho. En ese sentido, la
existencia de los medios de prensa
y sus beneficiarios, dependerá de
la concepción individualista o
colectivista adoptada por cada
ideología.

EL LIBERALISMO:

La idea de la libertad negativa o de


la propiedad privada: Para el
liberalismo o capitalismo, llamado
así si se tiene en cuenta la
comunión entre la prensa y la
empresa, o el individualismo, si la
libertad de prensa se entiende
como una extensión del derecho
sobre la capitalización del trabajo
personal, por lo cual todos tienen
derecho a poseer una empresa de
45
comunicación a condición de
haberla creado y que se sostenga
por su propio esfuerzo.
La colectividad no representa al
pueblo, sino la sociedad civil
formada por una pluralidad
autónoma de individuos, que son el
origen de toda voluntad, y sólo el
derecho de propiedad privada
posibilita la representación real de
las opiniones particulares.
La democracia se concibe como un
mercado apolítico que no
colectiviza las elecciones del
público como consumidor, y será
de éste que dependa la asignación
de recursos y por ende el éxito o
fracaso de los medios de expresión
de los particulares, que los
desarrollen como inversores de
riesgo, lo que incluye la creación
de grandes empresas
forzosamente reducidas en
número, o sea los monopolios.
La prensa no preexiste al capital,
es justamente un capital,
46
considerado como producto
personal, y debe ser creado sólo
con el dinero de quienes deseen
convertirse en empresarios
periodísticos, de forma que el uso
positivo del "derecho negativo" a la
libertad de prensa es accesible a
cada uno sobre cada propio medio
de comunicación o porción
accionaria del mismo, siendo su
éxito dependiente del mercado de
consumidores sin otra
responsabilidad que la de afrontar
pérdidas por no satisfacer a su
respectivo público.

EL SOCIALISMO:

La idea de la libertad positiva o de


la propiedad pública: La libertad de
prensa es parte del derecho a una
parte compartida de los bienes
públicos, por esto todos tienen
derecho a ser parte en las
empresas de comunicación
existentes, con independencia de
47
su poder adquisitivo o de haberlas
creado. El pueblo tiene intereses
comunes y una voluntad general,
es el origen de las ideas y sólo el
derecho de propiedad pública
posibilita la representación de las
opiniones particulares acordes con
el pensamiento popular. La
democracia se concibe como un
Estado político que colectiviza
participativamente las elecciones
de la ciudadanía, y es éste el que
decide conjuntamente el uso de los
recursos comunes para la creación
o mantenimiento de los medios de
comunicación independientemente
de su tamaño.
La prensa se planifica fuera de los
criterios de beneficio, por lo que se
deduce del capital de la economía
nacional, considerado como
producto social, para asegurar el
"derecho positivo" a la libertad de
prensa para todos los ciudadanos
mediante la participación popular
unificada en todos los medios de
48
comunicación existentes regulados
democráticamente por el Estado.

LIBERTAD DE PRENSA Y
LIBERTAD DE EMPRESA:

En la actualidad no existe la
libertad de prensa como sinónimo
de libertad de expresión y el primer
síntoma esta dado por el limitado
acceso de los ciudadanos a los
medios de difusión. Sin embargo la
libertad de prensa, se
vincula directamente con los
intereses de las empresas, en tanto
dueñas, socias o auspiciantes de
los primeros. Aparece entonces la
censura tacita y la autocensura en
beneficio absoluto de
determinados fines, que se
encuentran al servicio de los
poderosos.
No en vano se caricaturiza el
termino libertad de prensa como
libertad de empresa, ya que hoy,
quienes tienen en sus manos los
49
medios de producción de bienes y
servicios, difícilmente no tomen el
recaudo de manejar los
instrumentos para difundir sus
ideas, ya que puja de
pensamientos podrá haber a
montones, pero siempre triunfara
sobre el otro, aquel que tenga la
mayor difusión. Y la tendrá aún
más, si a la luz de los intereses
custodiados por los monopolios de
la prensa, se le puede dar la
imagen de verdadero, aunque
falso, pero funcional a sus
intereses.
Para ello la prensa cuenta entre sus
huestes con comunicadores que el
mismo medio se encargara de
ofrecer a la sociedad como líderes
de opinión. Son los que abren
camino entre la verdad y la
mentira para ayudar al ciudadano
común a discernir. Es el actor más
importante, el testaferro de la
libertad de expresión, que se
difunde a través de la libertad de
50
prensa, que es el instrumento
masivo por medio del cual, en
pocos minutos se podrá convertir
en verdadera la peor de las falacias
y en héroe al más cobarde. Por eso
no importa el pensamiento que
represente a la verdad, sino el que
aunque mendaz, pueda mostrarse
como beneficioso ante la opinión
pública, porque en la realidad se
encuentra absolutamente ligado a
los intereses de dichas empresas.
Hasta resulta hilarante pensar que
el mundo político, que aparece tan
poderoso, soberano e intocable, se
encuentre subordinado a los
intereses de las grandes empresas,
capaces de aniquilar la economía
de un país, y con ello hacer
tambalear al más firme de los
gobiernos, porque a través de la
prensa manejada por ellos mismos,
se convierten en el adversario mas
temido de la libertad de expresión
en su sentido más puro.

51
LAS PROSTITUTAS
INTELECTUALES:

Del libro de Bill Hughes “Los


terroristas secretos” he rescatado
un párrafo que guarda absoluta
relación con el tema abordado y
me exime de mayores
comentarios.
En 1993, John Swinton, jefe de los
periodistas del New York Times,
considerado el rector de su
profesión, hizo una muy atrevida
confesión en un Club de Prensa de
Nueva York, al declarar lo
siguiente: “No hay tal cosa en esta
fecha de la historia de la
humanidad como una prensa
independiente. Ustedes lo saben y
yo lo sé. No hay uno de ustedes
que se atreva a escribir sus
opiniones honestas, y si lo
hicieran, ustedes saben de
antemano que nunca aparecería
impresa. A mí me pagan
semanalmente por mantener mi
52
opinión honesta fuera del periódico
con el cual estoy conectado. A
otros de ustedes les pagan salarios
similares por cosas similares, y
cualquiera de ustedes que fuera
tan tonto para escribir opiniones
honestas estaría en la calle
buscando otro trabajo. Si yo
permitiera que mis opiniones
honestas aparecieran en una sola
edición de mi periódico, antes de
veinticuatro horas mi ocupación se
desvanecería. El negocio de los
periodistas es destruir la verdad;
mentir descaradamente; pervertir,
vilipendiar; arrodillarse a los pies
de Mammón (dinero), y vender su
país y su raza por el pan diario.
Ustedes lo saben y yo lo sé y ¿qué
auténtica locura es brindar por una
prensa independiente? Nosotros
somos las herramientas y los
vasallos de los hombres ricos
detrás de la cortina. Nosotros
somos las marionetas, ellos jalan
las cuerdas y nosotros bailamos.
53
Nuestros talentos, nuestras vidas,
son todas de la propiedad de otros
hombres. Somos prostitutas
intelectuales”. Del Libro "The
Secret Terrorists" (Los Terroristas
Secretos) Bill Hughes, pgs. 125 -
126, 2002, Truth Triumphant USA.

LOS MONOPOLIOS Y LOS


GRANDES INTERESES:

En nuestro país la prensa se


encuentra concentrada en un gran
monopolio y en otros más
pequeños que en alguna parte se
tocan. Por eso ya no importa
silenciar un medio que no responda
a los intereses de las empresas,
vinculadas con los propios
monopolios de difusión, ya sea a
través de sus acciones o tan solo
por el carácter de auspiciante. Se
lo absorbe y desaparece
intelectualmente. Como Pagina 12,
que guardara cierta apariencia, por
medio de expresiones de oposición
54
sin importancia, que no superen
una simple disidencia, pero en el
fondo, habrá caído en las garras
del monopolio. Eso me lleva a
sostener que la libertad de prensa
no existe como tal, debido a que el
acceso a la misma encuentra su
límite en la propia empresa. Si la
idea vende, se difunde, si no vende
no se difunde. Si sostiene una
ideología política acorde, hoy la
liberal a la criolla, se difunde, si es
contraria o pone en riesgo esos
intereses, no se difunde. En un
plano más cotidiano, si se ofende a
alguna persona, se lo indemniza
con un monto mucho menor a la
ganancia que genero tal ofensa en
los medios a través de la medición
de audiencia. Si alguien pide
derecho a replica, se lo ignora, si
tiene respaldo, se le dan unos
minutos frente a un comunicador
adepto que lo despedace frente a
la audiencia. Si es prensa escrita se
le brindan dos renglones en el
55
correo de lectores, ese lugar que
nadie llega a leer.
La libertad de expresión representa
la libre difusión de ideas y la
libertad de prensa representa la
libre difusión de ideas que se
encuentre autorizada por la
empresa, ya sea porque es dueña,
socia o auspiciante, como ya he
dicho. En ejemplo imaginemos una
situación posible, un mero caso
práctico. Una persona se para en la
calle, sin ropa o con algo que llame
la atención, parando a los autos y
entregando volantes con una
consigna, que además porta en
una pancarta “apoye a la ley de
medios”. Como están
las cosas con el monopolio y las
empresas afines, seguramente
pasara desapercibido para los
medios. Pero muchos
automovilistas lo recordaran, a el y
a su familia y su actitud será
comentada en algunos hogares y
con suerte tal vez salga en un
56
pasquín zonal, de poca tirada, esos
que no le importan a nadie. Ese
hecho, que no tiene censura
previa, es la libertad de expresión,
con acceso denegado para los
medios. El derecho se ha realizado
limitadamente por no contar con la
aprobación que le habilite la
libertad de prensa. Ahora bien,
imaginemos el mismo ejemplo pero
la pancarta y los panfletos que
dicen “deroguemos la ley de
medios”, pasara exactamente los
mismo con los automovilistas, pero
esta vez el acceso a la prensa esta
asegurado y aprobado y sin duda
Clarín le va a dedicar un cuarto de
pagina derecha en el interior del
diario, La Razón el pie de la tapa,
ya que la tirada es gratis, Pagina
12 otro tanto pero simulando una
critica por haber cortado la calle,
Otero un titulo antes del corte en el
noticiero 13 del mediodía, que a la
noche va a repetir Biasati, con
unos segundos de imágenes,
57
sacadas de TN, que le dedico casi
10 minutos con Bazán. El hecho
tuvo tanta repercusión que el
valiente que corto la calle en
defensa de la democracia, en
realidad en defensa de los
monopolios será entrevistado por
Nelson Castro, Morales Sola,
Silvestri y compañía en TN,
Magdalena en Radio Mitre, un
locutor desconocido en FM 100, y
para no quedar afuera lo va a
entrevistar Majul de Canal 2 y
González Oro de C5N, el domingo
aparece en la cancha y sale su foto
en Ole y si tiene suerte hasta lo
ponen en el anuario de fotos de
Clarín. Obviamente todo esto
implica todas las repetidoras de
radio y TV de todo el país como los
diarios del mismo grupo y amigos,
aunque el hecho haya ocurrido en
Morón. Esta lamentable historieta
que he satirizado por medio de
este modesto ejemplo es la
verdadera situación de los medios
58
en la argentina.

En este punto no puedo dejar de


destacar que durante una emisión
de un programa de TN de la
medianoche, mientras el
comunicador mostraba desde
exteriores al publico que saludaba,
apareció a la derecha de la
pantalla un enorme cartel
sostenido por algunas personas
con la leyenda “TN GOLPISTA” que
no solo fue sacado inmediatamente
de cuadro, sino que el hecho fue
ignorado por el conductor.

LA TITULARIDAD DE LOS
MEDIOS:

Los medios deben tener


independencia y en función del
federalismo, las provincias y sus
localidades la posibilidad de
difundir sus propias necesidades e
inquietudes. La trilogía de los
medios conformada en el siglo XX
59
a través de la clásica prensa
grafica, la radio y la televisión,
debe estar en manos de distintos
grupos o dueños. Quien tiene
Radios no debe tener diarios y
revistas como tampoco televisión y
estos últimos lo mismo.
Durante los discursos de la tenaz
resistencia opuesta a la ley de
medios recientemente sancionada,
no se ha defendido la libertad de
expresión en ningún pasaje de los
argumentos de la oposición.
Ninguna voz opositora se alzaba
para ello. Solo se hablo de la
tragedia que se iba a generar si el
monopolio Clarín, que no se
mencionaba expresamente, tenia
que desprenderse de varios de sus
satélites y se vaticinaba como un
maldito oráculo, sobre la catarata
de juicios que le esperaba al
Estado. Lamentable ha sido aún
más, la opinión de distinguidos
constitucionalistas, que se unieron
al negro pronostico de la oposición,
60
sin dar una sola explicación a la
audiencia sobre la libertad de
expresión y la libertad de prensa,
entre el confronte de ideas
generado por la opción del asedio
temporal de un gobierno
democrático, controlado por el
pueblo, o del asedio permanente,
vitalicio, monárquico y sin control
de los monopolios. Y lo que es más
grave, no nos explican, desde sus
conocimientos de derecho
constitucional, porque no esta
tutelado el derecho a la
información que debe tener el
ciudadano y porque una ley
sancionada y promulgada
legalmente, en un gobierno
democrático legitimo, elegido
libremente por el pueblo, sin
proscripciones, merece semejante
tacha de ilegalidad.
Como es que una ley que recién se
ha promulgado ya es criticada por
la prensa, a través de los
comunicadores del monopolio, por
61
medio de una publicidad que pide
su derogación. Cual es la
explicación, tal vez que después de
la elección del 28 de junio pasado
el país debía paralizarse hasta el
10 de diciembre, y en ese caso, los
representantes electos en el 2007,
que explicación debían dar a sus
votantes.

Será que después del 10 de


diciembre la oposición cuenta en el
congreso con más soldados, que en
lugar de defender el derecho a la
información y a la libertad de
prensa para la libre difusión de
ideas, defiendan la libertad de
empresa para la restringida
difusión de opinión disfrazada de
información, que no se aparten
obviamente de lo que le imponen
los poderosos, los que como dice
Swinton, manejan los hilos de las
marionetas, los dueños de las
prostitutas intelectuales.

62
LA CENSURA TACITA Y LA
AUTOCENSAURA:

No soy un vocero de la ley de


radiodifusión, tampoco del
gobierno de turno, con quien
comulgo en algunas ideas, pero
discrepo enormemente en otras.
Una ley del proceso militar,
deficiente, solo necesitó del toque
inteligente del gobierno de los años
90 para encender la mecha del
monopolio de la prensa. Y lo que es
peor, el ciudadano se acostumbro a
vivir informado por ese monopolio.
Como el soldado que escucha el
toque de diana a la mañana y se
levante, el hombre común escucha
cada mañana la misma opinión de
un grupo de comunicadores,
formadores de opinión, que
responden a un mismo interés, por
lo general ajeno a nuestros
intereses. Ni siquiera tuvieron la
inteligencia de hacerle creer a la
sociedad que se trataba de medios
63
de comunicación distintos,
poniéndolos en varias manos. Pero
claro, es que son tan pocos que
hasta el mas tonto se iba a dar
cuenta. En ese sentido, desde el
mismo monopolio se nos ha
llevado a la eterna antinomia, a la
vieja opción del blanco o negro, sin
grises. Estas con el campo o en
contra del campo, estas con los K o
en contra de los K, estas a favor o
en contra de la ley de medios,
como si no existieran términos
medios. Sangrando por la heridano
respetan ni siquiera una ley del
Congreso, en la que no hizo falta la
opinión disidente de Cobos, único
en su especie, como miembro de
un gobierno con el carácter de
opositor. Le mienten al ciudadano y
difunden opiniones de un sector
como si fuera la verdad absoluta.
Se vulnera permanentemente el
derecho a la información, único
que nadie menciona. No se difunde
falsa información solo cuando se
64
miente, ocurre lo mismo cuando se
es reticente y se oculta la verdad.
Las atribuciones que la nueva ley
le depara al Estado, son
temporales y en definitiva las
controla el ciudadano a través del
sufragio, pero me aterra la idea de
mantener el monopolio, sostenido
por los “liberales a la criolla”, los
que curiosamente se resisten a la
pluralidad de ideas de Mill o a la
analogía del mercado de ideas,
para que sea el ciudadano el que
compre. Es que nuestro país tiene
una raza muy curiosa de liberales,
liberales en lo económico, pero
conservadores en lo político,
autoritarios en sus ideas, y en el
mismo sentido, en lo que respecta
a la competencia. Son liberales a la
criolla y con ellos no hay ni libertad
de bienes y servicios ni libertad de
ideas. Solo una cadena nacional
privada desde donde puedan
hacernos sentir su poder.
Permanentemente se le miente a la
65
audiencia, al ciudadano común,
como si el derecho a la
información, como vástago de la
tan fomentada libertad de prensa
no existiera, o lo que es peor, como
si la misma fuera patrimonio
exclusivo de los multimedios en
función absoluta de sus intereses,
desde donde se arrogan el derecho
de calificar la verdad y la mentira,
previo a la difusión, pero sin perder
de vista sus negocios.
Es hora de que se le transmita al
ciudadano común la información
para que pueda discernir y se
comprometa.
La prensa te puede hacer grande o
crucificar en un minuto, y la voz de
unos pocos canallas, imbéciles,
serviles a los mas espurios
intereses ajenos, será siempre mas
fuerte que la expresión libre de
aquellos que predican en el
desierto, por no tener micrófono, ni
pluma, ni cámara, y porque se
oponen a los intereses de unos
66
pocos, que son los mismos que han
dejado en ruinas a este gran país,
tan noble que aún se resiste.
Recuerdo como difundió la prensa
la entrega del canal de Beagle,
dando lugar a los chilenos a
fortalecer sus pretensiones sobre la
Antártida, recuerdo a la prensa
cómplice del gobierno de los 90
ocultando la verdad y hasta
satirizando la corrupción
galopante, y recuerdo como se
difundió la guerra de Malvinas y los
actos del llamado proceso de
reorganización nacional. Pero no
recuerdo a Clarín brindando una
información distinta en alguno de
esos momentos y solo basta con ir
al archivo para corroborar lo que
expongo. El monopolio debe
responderle a la sociedad por la
responsabilidad que genera la
mentira, el ocultamiento de la
verdad y la censura de toda
aquella expresión que no sea
funcional a sus intereses.
67
LA NUEVA LEY DE MEDIOS:

Cuando comencé con este trabajo,


la ley de radiodifusión recién había
sido aprobada en diputados y
pasaba a senadores. Hoy
aprobada, se puede decir que la
misma contiene una mezcla de las
definiciones antes reseñadas,
liberal y socialista, en tanto
protege a la propiedad privada y la
posibilidad de inversión y de
ganancia, pero regula a la vez el
derecho a la información,
intentando poner fin al monopolio
en beneficio del ciudadano.
La vieja ley sin embargo se
correspondía solo con el principio
liberal. Era una ley para una
economía liberal, al servicio de las
empresas, eran los tiempos de
Martínez de Hoz, pero tenia
agujeros que fueron aprovechados
por el gobierno neoliberal de los
años noventa, en tiempos de
68
Cavallo, discípulo dilecto del
anterior. Una pequeña reforma
sirvió para plantar el germen del
monopolio, en una época de pleno
desarrollo de las comunicaciones y
obtener el beneficio de una prensa
adepta que recién se puso a juntar
leña riojana cuando el árbol se
había caído. Han pasado casi
veinte años y el ciudadano común
se acostumbro a convivir con el
monopolio. El Estado tendrá
gobiernos que se habrán de
alternar en el poder. Podrán diferir
los métodos políticos, pero todos
tienen, al menos en teoría la
sagrada tarea de hacernos felices.
Habrá mucha o poca corrupción,
pero la dirección de los medios
asignados como oficiales será
efímera, lo que dure el mandato.
De cualquier modo los medios que
dependen directamente del Estado
son muy pocos, Canal 7, Radio
Nacional y la agencia de noticias
TELAM. Desde luego la tarea del
69
control en la democracia la ejercen
los ciudadanos mediante el voto.
Por eso a grandes rasgos la nueva
norma reemplazará a la aprobada
durante la última dictadura militar,
que no es poco, desde que
favorecía la concentración de los
medios de comunicación en pocas
manos, declarando a los medios
audiovisuales de bien público y
prohibiendo expresamente a las
empresas telefónicas participar en
el negocio de la televisión por
cable.
El espacio radioeléctrico queda
dividido en tercios, una parte
queda en manos del sector
privado, otro esta reservado al
Estado y el tercero será operado
por organizaciones civiles, dando
lugar al control ciudadano. La
oposición insiste en que la
influencia del Estado en los medios
afectará a la libertad de prensa en
la Argentina, pero no se les ocurre
decir, como la influencia del
70
monopolio afectó a la información
en la Argentina durante veinte
años. Fabricando verdades y
ocultando lo que no quieren que se
sepa porque no es funcional a sus
intereses. Imponiendo modas y
creencias en el publico por la
constante repetición de sus
comunicadores, que como en big
brother de “1984”, la novela de
George Orwell, el ciudadano se
mantiene pasivo, sentado frente al
televisor, sin conocer la realidad, o
como en la alegoría de las
cavernas de Platón, porque recepta
solo las verdades inventadas. Lo
cierto es que con la nueva ley la
republica va a tener más poder,
porque se va a desmonopolizar el
mercado de los medios, que estaba
concentrado en muy pocas manos.
Por medio de la llamada "cláusula
de desinversión", las empresas
audiovisuales deberán
desprenderse de aquellos medios
que excedan el número de
71
licencias permitidas por la nueva
legislación, diez en vez de las
anteriores 24, en el término de un
año. Sin duda el principal
perjudicado por esta iniciativa es el
Grupo Clarín, principal artesano de
falacias.

CONCLUSION:

La libertad de expresión, que he


señalado como el derecho de
expresar las ideas, y la libertad de
prensa, que he definido como el
medio para la realización de la
primera, aparecen a lo largo de
nuestra historia como una relación
imperfecta si se quiere.
La prensa no difunde todas las
expresiones, sino solo aquellas
que, aunque falacias, se puedan
exponer como verdaderas, en
tanto no contradigan los intereses
del poder económico.
Desde Pavón, pasando por la
generación del ’80 y hasta Sáenz
72
Peña (h), ambos poderes se
confundieron en una república
aristocrática, sin acceso para los
que estaban a la sombra del
sistema y tuvieron en la prensa de
la época a un gran aliado.
La primera democracia, la radical
de corte populista, encontró en la
prensa, siempre en manos de los
poderosos, aliados de los intereses
británicos, un tenaz enemigo, que
no se mantuvo ajeno al golpe del
’30 y la restauración conservadora.
Los años infames otra vez contaron
con la prensa, pero la segunda
democracia, la peronista, volvió a
tenerla como enemigo, ahora más
cerca de Norteamérica, y otra vez
en 1955 se llenaron páginas de
regocijo, como lo habían hechos 25
años atrás.
Ya he señalado la censura sobre la
obra de Adolfo Saldías y su propio
autor, orquestada por Bartolomé
Mitre, quien además de formar
parte de la elite dirigente, fue el
73
primero, junto a Vicente Fidel López
en escribir la historia nuestra, pero
con la notoria ventaja de tener un
medio de difusión propio que llega
hasta nuestros días, el diario La
Nación.
También en 1898, Ernesto
Quesada, hijo de Vicente, que
cuando niño tuvo la oportunidad de
visitar la casa de Rosas en
Southampton, publicó La época de
Rosas, a lo que agregó más tarde
cuatro tomos sobre la guerra civil
de 1840. Quesada ocupaba un
lugar privilegiado en la sociedad,
ya que más allá de ser una persona
de un alto nivel económico, era
muy respetado por sus
conocimientos. Sin embargo, nada
de eso le sirvió para evitar que su
obra siguiera el mismo camino que
el trabajo de Saldías años atrás y
pudo ver cómo fue alejada del
público por la política de los
grandes diarios.

74
Capitulo aparte merece la estafa
intelectual que el mismo Mitre ha
hecho a través de su historia,
haciendo desaparecer a San
Martín, a sus cartas y al plan de
operaciones de Moreno, que le fue
entregado por Madero, hechos que
ningún autor se ha atrevido a
exponer.
Muchas obras a lo largo de la
historia siguieron por la misma
senda y la prensa a partir de Mitre
se dedico a difundir una historia
parcial, que pudo sentar en la
mesa San Martín con Rivadavia,
cuyos pensamientos opuestos, no
resisten el menor análisis de
lectura crítica. Pero eso
seguramente, será motivo de otra
obra.

O. WALTER GANGI.

75

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