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UNAD
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, HUMANAS Y EDUCATIVAS
LICENCIATURA EN ETNOEDUCACIÓN
Junio de 2005
1
A mis hijos Juan, Lumi, Mateo y
Amara, y a mi compañera Claudia,
porque conserven siempre la alegría y
el compromiso por la vida
2
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN 6.
Capítulo I.1. 9.
Territorio y Cultura
3
UNIDAD II. ECONOMIA Y SISTEMAS DE PRODUCCIÓN 39.
II.1.4 Los Sistemas Agrícolas Indígenas en la región del sur de los Andes. 45.
4
Capítulo II.5. 69.
Elementos para un Modelo Alternativo de Economía Indígena.
EPÍLOGO 89.
Del Desarrollo “Sostenible” a un Desarrollo “Integral”
con participación amplia de los sectores sociales.
BIBLIOGRAFIA 92.
TABLA DE FIGURAS
Figura No 1: Relación Población - Ecosistema 10
Figura No 2: Representación del Sistema Cultural 12
Figura No 3: Esquema del proceso de inserción de la problemática ambiental 23
En el aparato cognoscitivo social
5
INTRODUCCIÓN
Los diversos temas tratados en cada una de las unidades del presente modulo,
tienen como eje articulador a la Economía y el Medio Ambiente, y se soportan en
la comprensión de los dos conceptos desde diferentes perspectivas y visiones,
teniendo en cuenta algunas de las aplicaciones prácticas que se derivan de sus
interrelaciones.
El enfoque asume una visión crítica de las teorías reduccionistas sobre estas dos
disciplinas o saberes, un cuestionamiento sobre su disocio y divorcio como
conceptos, una revisión de las visiones conservacionistas a ultranza; para
enmarcarse en los intereses y necesidades de las comunidades rurales
principalmente, bajo una perspectiva cultural basada en el pensamiento de
pueblos indígenas y de afrocolombianos.
6
En la segunda, “Economía y Sistemas de Producción”, se analizan los sistemas de
producción ancestral, identificando sus potencialidades y limitaciones para generar
procesos de autogestión, de soberanía alimentaría, de recuperación o
conservación del medio natural; se presentan elementos de una visión critica de la
economía “neoclásica” y una perspectiva de la economía ecológica, y se hace una
ilustración general de los procesos de globalización asociados a la economía y a
los modelos de desarrollo impuestos desde occidente.
7
UNIDAD I
TERRITORIO Y MEDIO AMBIENTE
“La naturaleza, tiene sus propios ritmos vitales y climáticos. Contra
ellos el hombre ha perdido cualquier noción de jerarquía en sus
aspiraciones. En la naturaleza todo está sigilosamente tramado:
causas imperceptibles provocan efectos desastrosos. Cualquier tajo
en un eslabón desencadena imprevisibles resultados. Imprevisibles
para una inteligencia como la nuestra que, por mucho que alardea
como adelantada, no ha descubierto aún ni una mínima parte de los
arcanos con que la Naturaleza se envuelve y –ojalá- se defiende”.
8
CAPÍTULO I.1: TERRITORIO Y CULTURA
“La diversidad le es inherente al hombre,
como las distintas configuraciones de color y
movimiento, a un cielo recorrido por la danza
de unas nubes”
La cultura vista aquí como una respuesta del ser humano a la necesidad de
supervivencia dentro del entorno natural a partir de su capacidad transformadora.
La cultura construida -de esta manera-, como mecanismo adaptativo del ser
humano a la naturaleza, es propia de cada situación, de cada comunidad o pueblo
en particular (González, F., 1993).
1
Ecosistema, como formación natural con características específicas que la diferencian de otra. No
tiene en cuenta todavía la intervención de la actividad humana.
9
fundamenta en el conocimiento de las características del territorio y en la
comprensión de los ciclos biofísicos de la naturaleza.
FIGURA No 1
RELACIÓN POBLACIÓN - ECOSISTEMA
CULTURA
POTENCIAL DEMANDA
PRODUCTIVO DE LA
ECOSISTEMA POBLACIÓN
TRANSF.
TECNOLOGICAS
ECONÓMICAS
ETC.
CULTURA COMO
ESTRATEGIA ADAPTATIVA
OPCION OPCION
ÉXITO FRACASO
10
El territorio es de esta forma, espacio construido por la acción del ser humano y su
representación simbólica del mundo, es allí donde se desarrollan los mecanismos
básicos de supervivencia, de control y de reproducción social, es donde se van
elaborando formas de producción que están en relación con el funcionamiento de
la naturaleza.
Cultura y territorio son de esta manera, componentes de una misma realidad, cada
uno de ellos se explica y se soporta en función del otro; no obstante la cultura se
configura a si misma, en un sistema de conocimientos, relaciones e instrumentos,
que trascienden así lo biofísico para entroncarse en el sistema social de un grupo
humano o en particular de una comunidad (ver Figura No 2).
2
El Paisaje, es la percepción que se tiene de determinado espacio y territorio. Los componentes
del paisaje se caracterizan por ser claramente manifiestos, fácilmente observables, pareciendo así
una de las características definitorias del mismo, su perceptibilidad, no sólo visual, sino
multisensorial. González B., 1981, citado por Javier del Valle Melendo, en “El paisaje como
recurso natural”, Fundación Boreas Natural, España.
11
naturaleza, la interrelación que existe entre todos sus componentes y el grado de
afectación de estos por la acción humana.
FIGURA No 2
REPRESENTACIÓN GRÁFICA DEL SISTEMA CULTURAL
SISTEMA
CULTURAL
SISTEMA SISTEMA
DE SIMBÓLICO
CONOCIMIENTO
4 5
SISTEMA
TECNOLÓGICO SISTEMA
ORGANIZACIONAL
2
3
SISTEMA
BIOFÍSICO
12
CAPÍTULO I.2: SIGNIFICACIÓN CULTURAL DEL TERRITORIO.
“Cómo nacieron las matas de tabaco y coca?
Del corazón nació el tabaco. De la garganta
nació la mata de coca y del hombro nació otra
calidad de mata de coca. Así, nació el espíritu,
que el padre creador entregó a Kuio Buinaima.
Por eso, la semilla del tabaco tiene la figura del
corazón del ser humano”.
Estas son significaciones culturales del territorio, que desde la tradición han
mantenido diferentes pueblos y que se reproducen mediante la interacción social y
los mecanismos de aprendizaje establecidos por cada grupo. Al respecto se
plantea, “son muchos los mecanismos empleados por los diferentes grupos para el
aprendizaje de los conocimientos locales: socialización a través de la vida
cotidiana, sueños, experimentación, uso de ciertas sustancias, consumo de
plantas (coca, tabaco, yagé) y hongos, la meditación, la danza, etc.” (Aristizábal,
2003, p.58).
13
El orden de nuestro territorio
“Para nosotros, todos los seres vivos, como la lombriz, tienen espíritu y
además tienen una función biológica en el ecosistema (un papel en la
naturaleza). Dietar es alimentar el espíritu, en español dietar es la pureza. Así
es como vamos manejando toda esta selva.
Toda cosa es un ser vivo pero nunca nos damos cuenta de eso. Dicen que la
esmeralda calma el olor pestífero, pero como los seres humanos la
acabamos, estamos convirtiendo al espíritu en volcán. El oro sostiene al
planeta, pero como lo estamos acabando no sabemos a qué hora estamos
acabando a nuestro planeta. El hombre es el que ordena, la danza
desordena pero ya Dios había entregado todo ordenado. En realidad no es
que vayamos a ordenar el territorio lo que verdaderamente vamos a ordenar
son los pensamientos para saber perfilar, ordenar el camino”.
En la cultura del pueblo Murui por ejemplo, todo está minuciosamente articulado,
todo hace parte de una totalidad que funciona como un sistema donde cada una
de las partes sólo puede ser entendida y explicada en función del todo. Por esto,
los Murui plantean como estrategia de defensa del territorio, que primero está
ordenar el territorio mediante la socialización de su pensamiento, dicen para que
todos sepan que es lo que existe en él, es decir hay que trabajar hacia un
ordenamiento territorial pero desde la propia visión ancestral.
3
Kai Iyikino, El Manejo del Mundo Hoy. Organización Indígena Murui del Amazonas. Ediciones
Turdakke “Mirar el pasado, presente y futuro para ser sabios” (Lengua Tule). P. 37-38.
14
Para el pueblo Eperara – Siapidara4, que vive en la costa pacífica, principalmente
entre los departamentos del Valle del Cauca y Cauca, “el territorio es la vida del
hombre con la naturaleza, y el hombre Eperara es hecho de la palma (GEA), y el
mundo de los Euja-Eucara (gente de abajo)”.
4
ENCUENTRO DE ORGANIZACIONES DE COMUNIDADES NEGRAS Y COMUNIDADES
INDÍGENAS DEL PACÍFICO COLOMBIANO, (1995), Territorio, Etnia, Cultura e Investigación en el
Pacífico Colombiano, Apoyo técnico del Instituto de Gestión Ambiental, Puerto Tejada Cauca, p.22.
5
ARISTIZÁBAL, S., (2003), Conocimiento Local y Diversidad Étnica y Cultural, Licenciatura en
Etnoeducación UNAD, Bogotá, p. 75.
15
Nuestros territorios los reconocemos en las prácticas de
apropiación, en las demarcaciones y en los conceptos de
valor y uso que utilizamos en las prácticas comunitarias: los
ríos se identifican como principales generadores de
dinámicas de apropiación cultural del territorio, los palenques
se visualizan como estrategias organizativas que posibilitan
su defensa en el momento actual, cuando se advierte la
presencia de innumerables intereses sobre la región.
16
CAPÍTULO I.3: ESTRATEGIAS TERRITORIALES PARA EL
CUIDADO Y DEFENSA DE LA NATURALEZA.
El presente capítulo tiene como objetivo reiterar la importancia que ha jugado el
desarrollo de estrategias territoriales orientadas al cuidado y protección de la
naturaleza, mediante la socialización y el análisis de experiencias adelantadas por
indígenas, afrocolombianos y campesinos. Estas estrategias pueden ser de
carácter cultural, social, económico, político y/o jurídico.
En este contexto, las estrategias de defensa del territorio, han ido desde la
defensa específica de la legalidad del territorio en posesión para ser reconocidos
jurídicamente como resguardos, hasta la promulgación de la autonomía territorial a
través -entre otros-, de la eventual constitución de las entidades territoriales
indígenas (ETIs)6 y de un proceso permanente de desarrollo político y
administrativo de sus autoridades propias.
6
Las ETIs, fueron definidas en la Constitución Nacional de 1991, como el mecanismo mediante el
cual los territorios indígenas se erigirán como entidades territoriales en condiciones de equidad con
la división territorial existente como los municipios, departamentos y la nación, y con aquella
resultado de la promulgación de la nueva Ley de Ordenamiento Territorial del país, como son las
provincias y las regiones.
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Estas estrategias desarrolladas por comunidades étnicas y campesinas que son
dueñas -por título o posesión- de las tierras que han trabajado y de la cual derivan
su sustento y forma de vida; son específicas a las características y desarrollos de
cada grupo y a veces de cada comunidad; también cambian en el tiempo o
adquieren énfasis distintos, según la coyuntura y las condiciones políticas
existentes en cada momento.
Los pueblos indígenas del Cauca por ejemplo, han construido en la historia
reciente un rico acervo de experiencias de defensa y control territorial, que van
desde la ampliación de resguardos existentes, la recuperación de los títulos -ya
sea coloniales o no- de resguardos, la búsqueda de la titulación de nuevos
resguardos, la conformación de resguardos multiétnicos, principalmente entre
indígenas y en ocasiones con participación de familias afrodescendientes o
campesinas de ascendencia indígena; hasta el trabajo que se viene adelantando
para dar soporte a una eventual constitución de la entidad territorial indígena (ETI)
en el Municipio de Caldono.
También son de alto significado las estrategias de carácter cultural y político que
se desarrollan en pro de la defensa y control del territorio, mediante la
configuración de Cabildos Mayores que reúnen y articulan en una estructura de
autoridad de segundo nivel, cabildos de una misma étnia que comparten un
territorio con características similares o que al menos poseen una continuidad
territorial. Ejemplos de esta figura territorial los encontramos en las diferentes
regiones naturales del país, principalmente en las regiones de la Orinoquía (En
territorios del Consejo Regional Indígena del Vaupés), la Amazonia (Cabildo
Mayor de Yunguillo, en la cuenca media del río Caquetá) y la Costa Atlántica
(Cabildo Mayor de San Andrés de Sotavento, en Córdoba).
Así mismo, la experiencia que en los últimos quince años se viene adelantando,
principalmente en el Cauca y más recientemente en el Chocó, con la promoción y
organización de Asociaciones Zonales de Cabildos, que busca de manera general:
18
o Especializar y diferenciar el manejo y orientación de programas y
estrategias de etnoeducación, salud y medicina tradicional, justicia propia,
comunicaciones, otros;
Es importante señalar que las estrategias de defensa territorial que han venido
adelantando comunidades y organizaciones indígenas se desarrollan en el marco
de procesos de gobernabilidad y control social, de acuerdo a sus propias
problemáticas e intereses.
19
El Plan de Vida debe ser una estrategia permanente de pervivencia de los pueblos
indígenas frente al territorio. Lo anterior se plantea en el propósito de garantizar a
los pueblos indígenas la propiedad del territorio y las condiciones para permanecer
en ellos.
20
El “principio de precaución”, es el que debe en parte guiar esta relación, entre no
solo procesos de conocimiento, sino respecto a la utilización de instrumentos y
técnicas en el aprovechamiento de recursos naturales de los territorios indígenas;
también pueden ser útiles los procesos de adaptación tecnológica, la
especialización de algunas áreas del conocimiento desde la perspectiva cultural, y
el desarrollo técnico en el manejo, procesamiento y transformación de algunos
materiales físicos (minerales) o bióticos (recursos de biodiversidad) existentes en
las comunidades.
A partir de las diferentes estrategias que utilizamos para el cuidado y defensa del
territorio, se hacen en la segunda unidad del presente texto, una serie de
planteamientos y propuestas orientadas a la construcción de alternativas
económicas y tecnológicas en el marco de un proyecto de autonomía política.
21
CAPÍTULO I.4: PROBLEMAS AMBIENTALES EN TERRITORIOS
ÉTNICOS.
La pérdida de una sola especie altera la
capacidad de la biosfera para tejer el hilo de la
vida, en la tierra, en el aire y en el agua.
Estamos montados sobre una parca, una
Atropos, que corta el hilo de la vida.
¿cuántos hilos podemos cortar, antes de cortar
el hilo del que dependen nuestras propias
vidas?
Jonathan Weiner.
22
FIGURA No 3
PROBLEMAS
AMBIENTALES
CONSTRUCCIÓN DE
MODELOS EXPLICATIVOS
RENOVACIÓN APARATO
COGNOSCITIVO
IMPOSIBILIDAD DE CONSTRUCCIÓN DE
CONSTRUIR EXPLICACIONES EXPLICACIONES
AGRAVAMIENTO MITIGACIÓN
EXTINCIÓN SUPERVIVENCIA
23
demás dimensiones de la cultura del grupo, sino que se encuentran plenamente
integradas a su cosmovisión. De esta manera, hay mecanismos de control social,
ritos de restricción y prohibición, que regulan las actividades del grupo en el
territorio.
7
Territorio, etnia, cultura e investigación en el Pacífico Colombiano. Encuentro de organizaciones
de comunidades negras e indígenas del pacífico colombiano. Cauca. 1995. p.22.
24
Se generan también, en estas comunidades, problemas de ineficiencia en el uso
de los recursos naturales, de aumento de los costos de producción, lo que a su
vez genera problemas sociales en la salida del proceso productivo de quienes no
pueden asumir esos costos; también se presentan problemas de organización de
la producción y en la distribución de los beneficios del proceso.
Estos son algunos de los campos en que aparecen y se expresan los problemas
ambientales. Estos problemas evidentemente, pueden ser abordados a varias
escalas: Individual o colectiva, a nivel de resguardo o consejos comunitarios, a
nivel veredal o municipal, regional, nacional e internacional.
Un día,
la luna se detendrá en el cielo;
se secarán las flores,
y en la selva solo crecerán las piedras.
Entonces, después de aplastar el bohío
y a toda la gente Piaroa,
sólo existirá la Gran Piedra Negra.
25
Son muchos los escritos, relatos, estudios, que desde la perspectiva cultural de
los pueblos indígenas del mundo, ilustran las tendencias catastróficas de las
acciones del ser humano, tanto en las escalas local y regional, como en los
efectos devastadores a nivel mundial.
8
Se refiere a la etapa posterior a la culminación de la segunda guerra mundial en el año 1945, la
cual estuvo estimulada por grandes discursos de proyectos de reactivación y prosperidad
económica, principalmente en Europa y los Estados Unidos.
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La conciliación entonces entre medio ambiente y desarrollo, se planteó debe
comenzar por identificar y establecer que la causa fundamental del deterioro
ambiental a nivel planetario es la pobreza. Las condiciones de privación llevan a
un uso indiscriminado e irracional de los bienes y servicios ambientales.
27
presencia importante de yacimientos de hidrocarburos (petróleo, carbón y gas) y
de otros minerales de gran valor, cuya explotación no siempre tiene en cuenta las
características del sistema natural y menos aún los valores establecidos desde el
sistema cultural de las comunidades.
28
Lo anterior se hace mas critico, cuando muchas de estas actividades se soportan
sobre ordenamientos jurídicos que como en la legislación petrolera, en las normas
sobre hidroeléctricas, carreteras y obras públicas, y en la legislación sobre áreas
protegidas; sobreviven grandes vacíos, incongruencias o abiertas contradicciones,
que obstaculizan el avance de los indígenas en la plena satisfacción de sus
derechos y aspiraciones históricas (Roldán, R., 1995).
29
I.4.3.2 Territorios Indígenas y áreas naturales protegidas.
9
Presentación de la Dirección General de la Unidad Administrativa Especial del Sistema de
Parques Nacionales Naturales (UAESPNN), Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial, Bogotá, 2002
30
I.4.3.3 Deforestación en Territorios Indígenas.
Es un hecho válido para todo el país que la gran mayoría de los territorios
indígenas, como cualquier otro territorio en Colombia, en alguna forma hoy tiene
problemas de deforestación en marcha -no importa las diferentes modalidades que
asume por regiones biogeográficas y culturales-, debido a múltiples causas como
la llegada de población inmigrante, los campesinos llamados colonos, la expansión
de la ganadería, el consumo de madera como combustible y las explotaciones
forestales comerciales, la construcción de obras de infraestructura, las
explotaciones mineras.
Además, de los derechos que les asiste a los pueblos indígenas de participar
activamente en las decisiones que los afecte, máxime cuando esta en juego la
supervivencia del grupo, hay que considerar los múltiples efectos negativos sobre
las características del sistema natural y la afectación del sistema cultural de las
comunidades, debido a múltiples aspectos relacionados directamente con la
ejecución de la obra, como son:
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o La disminución drástica de la pesca,
o La interrupción de la fertilización natural de las riberas por los sedimentos
que trae el río,
o La estimación defectuosa que se hace generalmente de costos de la obra,
o La sobreestimación de la generación de trabajos que genera la obra,
o La sobrevaloración del tiempo de duración de las represas hidroeléctricas,
o La sobreestimación de los beneficios que se derivan en el riego, sobre el
valor de la recreación y sobre el uso económico en general de la obra.
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CAPÍTULO I.5: INSTRUMENTOS INTERNACIONALES DE
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS
TERRITORIALES DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS.
Este capítulo aporta elementos de referencia sobre algunos instrumentos
internacionales que desde la visión de los pueblos indígenas y la discusión sobre
los problemas ambientales de la humanidad, se han venido diseñando por
organismos internacionales y por las convenciones dirigidas al tratamiento de
asuntos ambientales, con participación de delegados de estos pueblos y que se
expresan en políticas y convenios de obligatorio cumplimiento por las naciones,
incluida Colombia.
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o Las áreas protegidas sobrevivirán sólo si se percibe su valor, en el más
amplio sentido, para la nación en su conjunto y para las poblaciones locales
en particular,
o Los derechos territoriales y los recursos de los pueblos indígenas y
tradicionales que viven en las áreas protegidas deben ser respetados a
través de promover y permitir la participación plena de estos pueblos en el
co-manejo de los recursos, y en la administración del área,
o El conocimiento, las innovaciones y prácticas de los pueblos indígenas y
tradicionales tienen mucho que aportar para el manejo de las áreas
protegidas,
o Los gobiernos y los administradores de áreas protegidas deben incorporar
la tenencia, el uso de recursos y los sistemas de control consuetudinarios e
indígenas como un medio de mejorar la conservación de la biodiversidad.
Principio 1
Los pueblos indígenas y tradicionales mantienen un antiguo vínculo con la naturaleza y
tienen una comprensión profunda de ella. Han hecho frecuentemente contribuciones
significativas para el mantenimiento de muchos de los ecosistemas más frágiles del
34
planeta, a través de sus prácticas tradicionales de uso sustentable de recursos y su
respeto por la naturaleza basado en su cultura. Por lo tanto, no debería haber conflicto
intrínseco entre los objetivos de las áreas protegidas y la existencia, dentro o alrededor
de sus fronteras, de pueblos indígenas y tradicionales. Más aún, dichos pueblos deben
ser reconocidos como socios legítimos e iguales en el desarrollo e implementación de
estrategias de conservación que afectan sus tierras, territorios, aguas, mares costeros y
otros recursos y, en particular, en el establecimiento y manejo de áreas protegidas.
Principio 2
Los acuerdos concluidos entre las instituciones de conservación, incluidas las agencias
que administran las áreas protegidas, y los pueblos indígenas y tradicionales para el
establecimiento y manejo de áreas protegidas que afecten sus tierras, territorios, aguas,
mares costeros y otros recursos, deben basarse en el respeto pleno de los derechos de
los pueblos indígenas y tradicionales a la utilización tradicional sustentable de sus tierras,
territorios, aguas, mares costeros y otros recursos. Simultáneamente, tales acuerdos
deben basarse en el reconocimiento por parte de los pueblos indígenas y tradicionales de
su responsabilidad de conservar la biodiversidad, la integridad ecológica y los recursos
naturales que contienen tales áreas protegidas.
Principio 3
En todos los asuntos pertinentes a los intereses mutuos de las áreas protegidas y los
pueblos indígenas y tradicionales, deben tomarse en cuenta los principios de
descentralización, participación, transparencia y rendición de cuentas.
Principio 4
Los pueblos indígenas y tradicionales deben compartir plena y equitativamente los
beneficios asociados con las áreas protegidas, reconociendo debidamente los derechos
de otros grupos legítimos de interés.
Principio 5
Los derechos de los pueblos indígenas y tradicionales en relación con las áreas
protegidas constituyen con frecuencia una responsabilidad internacional, dado que
muchos de los territorios, las tierras, las aguas, los mares costeros y otros recursos que
dichos pueblos tradicionalmente poseen, ocupan o utilizan territorios y recursos que
atraviesan fronteras.
35
El Convenio se aplica:
En sus diez partes, el Convenio 169 trata materias diversas en relación con los
pueblos indígenas, tales como política general; tierras; contratación y condiciones
de empleo; formación profesional, artesanía e industrias rurales; seguridad social y
salud; educación y medios de comunicación; contactos y cooperación a través de
las fronteras; administración; disposiciones generales y finales.
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El Convenio es además, un abanico muy completo de las materias en que
consideramos se debería prestar mayor atención, en relación con los pueblos
indígenas.
c. Recomendaciones:
Sería deseable que el Convenio 169 sea ratificado por los países que teniendo
población indígena, no lo han ratificado aún. Esto con el fin de contar con una
37
posición mundial frente a la problemática indígena, empezando por el
reconocimiento de la existencia y especificidad de estas poblaciones para
erradicar las tendencias racistas que todavía subsisten.
El Convenio debería ser mucho más imperativo y contar con algún tipo de
sanciones diferentes a las de tipo moral, para los Estados que incumplan con sus
obligaciones. Sería deseable encontrar la forma de que el procedimiento en el
caso de las violaciones de los derechos de los pueblos indígenas reconocidos en
el Convenio, sea más breve y expedito, habida cuenta de la vulnerabilidad en que
nos encontramos los pueblos indígenas.
38
UNIDAD II
ECONOMÍA Y SISTEMAS DE PRODUCCIÓN
La unidad inicia con una caracterización introductoria de algunos de los sistemas
de producción ancestral desarrollados por pueblos indígenas en diferentes
regiones del país, su vigencia y validez como sistema económico o sistema de
producción para los pueblos que los han construido en el tiempo y su aporte
universal a procesos de producción sostenible.
39
CAPÍTULO II.1. SISTEMAS DE PRODUCCIÓN ANCESTRAL:
Limitaciones y Potencialidades.
40
Lo anterior tiene un interés practico para las finalidades de este curso: El de
discernir sobre las principales limitaciones y amenazas que atentan contra las
posibilidades de permanencia y pervivencia cultural de estos sistemas de
conocimiento, a partir a su vez, de identificar o reiterar de manera general, sus
potencialidades para el beneficio de la humanidad y para las posibilidades de
aportar a la construcción de un mundo mas equitativo y armónico con la
naturaleza.
Tal vez la utilidad práctica de esta reflexión se pueda dirimir en reconocer -por la
copiosa información y documentación existente-, la validez y vigencia actual de
estos sistemas de producción ancestral, su enorme valor en el contexto propio en
que históricamente se han desarrollado, además de su aplicabilidad trascendente
como sistema de valores éticos y filosóficos en la relación de los seres humanos
entre si y de estos con la naturaleza y con el universo.
41
producción de conocimientos y prácticas a nivel milenario, que aún se conserva
con características particulares, en diferentes regiones de la geografía nacional.
Para todos es conocido, que a una alta diversidad biológica corresponde -en el
caso de nuestro país y de otras regiones del mundo-, una alta diversidad cultural,
expresada en diferentes lenguas, sistemas de conocimiento local, formas
particulares de relación con la naturaleza, sistemas de producción ancestral,
rituales y prácticas religiosas.
(Correa, F., 1991, p.15), se refiere así a estos sistemas en el contexto amazónico,
lo cual podría ser igualmente válido para otras experiencias, en contextos
ambientales diferentes: “su manejo se halla articulado con formas de organización
de la sociedad y complejas conceptualizaciones que ordenan su experiencia en
verdaderos arquetipos registrados en la mitología y la religión, en expresiones
vernáculas que acopian clasificaciones y comportamientos de la fauna, la flora, los
suelos, las aguas y el paisaje en general, y que han orientado de generación en
generación la relación del hombre y la naturaleza”.
42
La importancia estratégica de los territorios indígenas -aquí señalada-, esta
referida a su ubicación en algunos casos en zonas de frontera, a su “coincidencia”
con áreas de alta significación ecológica por su riqueza en biodiversidad y/o con
zonas proveedoras de bienes y servicios ambientales, a la construcción de
sistemas culturales para la apropiación y el aprovechamiento sostenible de estas
áreas, que tiene mucho que aportarle al resto de la sociedad.
Para el caso, del andén pacífico o la llamada selva occidental colombiana, que
corresponde al 10% de la geografía nacional, habita el gran complejo sociocultural
Embera y Waunana, hablantes de lenguas Chocó, con una población aproximada
de 50.000 indígenas. Por su parte, en la selva oriental encontramos la amazonia
con aproximadamente el 34 % de la superficie nacional, y cerca de 65.000
indígenas, pertenecientes a medio centenar de grupos étnicos. Mencionaremos
algunos ejemplos, de lo que ha sido el manejo ecológico y social de la naturaleza
por indígenas, en este último contexto (Correa, F., 1991).
“La horticultura itinerante de la selva húmeda tropical asume por lo menos tres
formas básicas: Agricultura estacional semintensiva de monocultivos que
aprovechan las vegas inundables de los ríos en tierra de “varcea”; la horticultura
de “tumba y descomposición” con monocultivos en las áreas de mayores niveles
pluviométricos; y la horticultura de “tumba y quema” con policultivos
multiestratificados que aprovechan los descensos de la alta precipitación anual”
(Correa, F., 1991, p.31).
43
cortos periodos vegetativos en suelos inundables, con huertas de policultivos con
más prolongados periodos vegetativos en tierra firme.
Este sistema económico era autosuficiente pero sin que ello signifique que no se
produjeran excedentes, sino que el sistema satisface los requerimientos básicos
sin hacer necesaria una economía de acumulación. Correa, F., (1991, p.32),
plantea al respecto, “algunos excedentes se dirigían al intercambio de productos
no elaborados en ciertas áreas locales, bien a sufragar aquellas tareas que
demanda una mayor concentración de fuerza de trabajo (derribas del bosque para
los sembrados, construcción de habitaciones, cacerías colectivas) o bien para el
consumo colectivo en festividades, ceremonias y rituales que revitalizan la
confraternidad y reciprocidad social”
Son múltiples las expresiones de este sistema de conocimientos. Los Desana del
Vaupés, en lo que investigó Dolmatoff, R., (1991, p41), distinguen por lo menos
seis ambientes ecológicos y cuatro tipos diferentes de tierra; plantea así “el
paisaje entero ha sido organizado de tal manera que sus moradores indígenas son
sus guardianes, sus protectores elegidos”.
44
Lo fundamental es el pensamiento abstracto; luego viene el pensamiento
acerca de lo biológico, referente al hombre y su biota; y luego las pautas
sintetizantes del pensamiento concernientes a las bases éticas del manejo
del ecosistema, de la necesidad de mantener un equilibrio viable”
II.1.4 Los Sistemas Agrícolas Indígenas en la región del sur de los Andes.
Si bien los Andes corresponden a la gran cordillera que viene desde la Patagonía
y Tierra del fuego, hasta Venezuela y el Istmo de Panamá, atravesando buena
parte de los países de Suramérica por el oeste del continente; la referencia al sur
de los Andes corresponde aquí, a la región que va del sur de Colombia, y que
pasa por la sierra en el Ecuador y el Perú, hasta Bolivia, principalmente.
Según diversos estudios (Golte, J., 1987, p.22-23), lo que diferencia este mundo
andino de otras regiones del planeta en las que se desarrollaron, y en algunos
casos se mantienen hasta hoy, sociedades agrarias, es la gran diversidad de
condiciones ecológicas en espacios muy reducidos y, con ella la multiplicidad de
45
cultivos y formas de aprovechamiento agropecuarios adaptados a las variaciones
de la naturaleza.
46
Lo anterior es utilizado con frecuencia actualmente, en los andes colombianos a
diferentes escalas; de una manera en lo que podríamos considerar al interior de
los propios resguardos cuando estos geográficamente se ubican en diferentes
pisos térmicos, lo cual permite el establecimiento de ese sistema vertical de
producción, aprovechando al máximo la variedad de climas, de áreas y calidad de
suelos, tanto para la agricultura como para labores pecuarias.
10
Se estima cerca de 140.000 hectáreas las tierras recuperadas por el movimiento indígena
caucano ente el 1975 y el año 2000
47
y en algunos casos con generación de excedentes, en diferentes pisos
térmicos, en atención a disfrutar de beneficios en su resguardo de origen y
al de haber participado en el proceso de recuperación de tierras en otras
áreas con condiciones ecológicas diversas.
48
CAPÍTULO II.2. VISIONES DE LA ECONOMIA: “NEOCLÁSICA” VR
ECOLÓGICA.
Para el objeto del presente módulo educativo, el titulo de este capítulo sugiere dos
visiones de la economía, si bien hay un continuo histórico en la formulación de
teorías -denominadas clásicas- desde sus inicios en el siglo XVIII, pasando por
Marx en el siglo XIX y los economistas neoclásicos más recientemente. No
obstante, en la historia de la teoría económica hay creación, rupturas, nuevas
relaciones y funciones, y así emerge en el campo alternativo, la economía
ecológica.
No obstante, desde Adam Smith (“La riqueza de las naciones”, en 1776), se afirma
que la sociedad bajo el capitalismo, está organizada a través del mercado, es
decir, el mercado ocupa toda la actividad humana. En estas relaciones de
mercado se busca el lucro, que es una lógica de acumulación y valorización del
capital; aquí no entran en el análisis de mercado los recursos y bienes naturales.
49
social basada en la existencia de una ley del desarrollo histórico de la humanidad,
sin integrar para esto una valoración adecuada de los recursos naturales y del
medio ambiente en los procesos económicos.
Ni Marx ni los economistas neoclásicos como Walras o Jevons, todos ellos autores
de la segunda mitad del siglo XIX, se ocuparon del valor de los recursos naturales
en los procesos económicos, y de incorporar por lo tanto, variables ambientales en
el análisis económico más allá de los precios de extracción o de transporte de las
materias primas necesarias en el proceso productivo.
Los postulados generales de esta economía han servido de soporte durante medio
siglo, a las teorías del crecimiento económico que tienen como parámetros
principales de valoración, el incremento del producto interno bruto de un país, el
ingreso per cápita, entre otros, los cuales dan cuenta de la dinámica del aparato
productivo de un país pero no de la realidad económica de su población.
50
Este breve recorrido por la historia económica, busca establecer unos elementos
base muy generales para allanar el camino de la articulación entre economía y
ecología, que si bien etimológicamente son primas hermanas, en la historia de su
evolución aparecen separadas como si no tuviera que ven nada la una con la otra.
La economía ecológica por su parte, contabiliza los flujos de energía y los ciclos
de materiales en la economía humana, analiza las discrepancias entre el tiempo
económico y el tiempo biogeoquímico, es decir aquel tiempo que se toma la
naturaleza para generar los materiales que utiliza la economía humana. Esta se
mueve en un sistema abierto a la entrada de energía y de materiales, y abierto
también a la salida de residuos cuando son reciclables.
(Mires, F., 1.993), plantea que la ciencia económica viene recurriendo al saber
ecológico, y viene comprendiendo que dilapidando los recursos de la naturaleza,
solo es posible producir hambre, miseria y muerte, es decir una anti-economía. De
lo que se trata agrega, es devolverle el carácter a la economía como una ciencia
que administra la escasez y los recursos naturales son escasos, y no ciencia que
produce el crecimiento a cualquier precio.
51
Para complementar este análisis respecto a las visiones de la economía, con
énfasis en la economía ecológica se hace referencia a un escrito de Joan Martínez
Alier, sobre “El marxismo ecológico y la segunda contradicción”; donde se analizan
varios aspectos de esta contradicción al interior del sistema capitalista, puesta de
presente desde la perspectiva ecológica y del desarrollo del pensamiento
ambiental contemporáneo evocado aquí en el primer capitulo del presente texto.
Se trata de una idea fértil y discutible. Por ejemplo, hay quien señala que a veces,
en el capitalismo, el conflicto ha venido de la propia fuerza del movimiento obrero,
exigiendo altos salarios en épocas de pleno empleo. Una presión sobre las
ganancias. Eso se parece más a la segunda contradicción que a la primera, es
decir, costos crecientes más que falta de demanda efectiva. Puede pensarse
también que la presión social abre nuevos campos a una tecnología más ecológica,
a oportunidades de inversión y de crecimiento del capital. La gravedad de la
llamada segunda contradicción depende de dos cuestiones. Primera: los impactos
ecológicos caen sobre las generaciones futuras más que sobre las actuales.
¿podemos realmente confiar en los movimientos ecologistas como portavoces de
esa segunda contradicción del capitalismo?. Segunda: las nuevas tecnologías,
¿permitirán el crecimiento de la economía con menores impactos tecnológicos?
¿Nos encaminaremos a una tecnología más desmaterializada, en términos
relativos, y con menor intensidad energética? De momento, el tonelaje de
materiales en la economía está aumentando mucho, y el gasto de energía en el
mundo también. De ahí que existan tantísimos movimientos ecologistas de protesta
en el mundo del Sur, contra los impactos de extracción de materias primas para
exportar, contra las empresas de minerales, de petróleo, de plantación de
eucaliptos…”
(Alier, J., 2000, p.31-32)
52
Desde el punto de vista de la economía ecológica, es posible entonces, integrar y
valorar adecuadamente la participación de la naturaleza (como proveedora de
materias primas y como receptora de residuos generadores de impactos
ambientales) en el proceso productivo, lo cual sin embargo, no es garantía de la
distribución social de los beneficios generados por la producción y el trabajo de
una sociedad.
53
CAPÍTULO II.3: GLOBALIZACIÓN, MODELOS DE DESARROLLO Y
GLOCALIZACIÓN.
II.3.1 Sobre la globalización.
Rechazar la globalización -por ejemplo- (Amartya, S., 2001, p.2), afirma “..de la
ciencia y la tecnología porque representan la influencia y el imperialismo
occidentales no sólo significa prescindir de contribuciones globales -provenientes
de muchas partes del mundo- que se hallan sólidamente ancladas en las así
llamadas ciencia y tecnologías occidentales, sino que redunda en una práctica
bastante estúpida, dada la dimensión con la que el mundo entero se puede
beneficiar de ellas”.
54
El problema central, reside en cómo hacer uso de las ventajas que encierran el
intercambio económico y el progreso tecnológico, de tal manera que la atención se
centre en los intereses de los explotados y los marginados. Esta es sin duda uno
de los aspectos a resolver a favor de la construcción de un mundo más equitativo
y solidario.
Desde otra perspectiva (Ospina, W., 2001, p. 36), se plantea que “hoy tiende a
hablarse de la globalización en términos de un modelo de vida compartido, de
unas expectativas comerciales y culturales para los cuales no debe haber
fronteras. Es bueno que la humanidad quiera parecerse en eso a las águilas
migratorias, a los colibríes henchidos de miel, a las ballenas que cantan su amor
de un mar a otro, y a los vientos cargados de polen”.
Pero agrega, “si los derechos sobre el mundo deben ser compartidos, la
responsabilidad debe ser compartida también, a riesgo de que la globalización se
convierta en un eufemismo para enmascarar la mera codicia de los mercados y la
mera voracidad sobre los recursos. La aventura del globo tiene que procurar un
modelo de civilización que consulte las necesidades de todos y las expectativas de
todos, que intente un poco de justicia, de generosidad y de sensatez” (Ospina, W.,
2001, p. 37).
55
humanidad: también los animales, las plantas y los minerales van embarcados
con nosotros en la misma travesía extraordinariamente significativa que nos exige
encontrar un orden propicio al experimento de la vida y al experimento, más frágil
aún, de la civilización.
Por ahora, las tendencias globalizantes mayoritarias en el mundo, parecen ser las
de los intereses de las empresas transnacionales que buscan a toda costa
expandir su dominio a todos los rincones del planeta, que actuando sin fronteras y
en muchos de los sectores importantes de la vida humana, van tejiendo una
verdadera red mundial de relaciones que intenta cubrir y quebrar los intereses
particulares de los estados – nación, de los pueblos étnicos y culturalmente
diferenciados.
56
de los beneficios de la producción y de la administración del concepto de escasez”
(González, C., 1994, p.106).
La valoración económica de los recursos naturales -los cuales han sido y siguen
siendo la base en gran parte de todo proceso productivo- fue paulatinamente
dejada de lado por la teoría económica; su importancia inicial con relación a la
tasa de excedentes originada en los procesos agrícolas, fue perdiendo vigor con
los avances de los procesos manufacturados hasta diluirse bajo el contexto de la
revolución industrial y tecnológica.
Lo fundamental debe ser “podemos preguntar el desarrollo para qué?, que tipo de
desarrollo queremos?, los beneficios y los costos del desarrollo? Estos nos
ayudaría a desentrañar los mitos del desarrollo impuestos por occidente donde se
57
asimila directamente y sin consideraciones de ningún tipo, el crecimiento con el
desarrollo y éste con el progreso” (González, C., 1994, p.106).
58
Economía y Medio Ambiente, en el marco de un programa de Etnoeducación a
distancia, y de estar dirigido de manera amplia a las poblaciones y sectores
populares que han venido construyendo expresiones y formas organizativas no
solo de identidad étnica y cultural, sino con características de movimientos
sociales.
Frente a esto, hay muchas fuerzas sociales, culturales y económicas, que vienen
emergiendo en el mundo, con la necesidad de construir otras posibilidades que no
sea la privatización del planeta en manos de unos pocos. Estas fuerzas tienen
diversas expresiones y se manifiestan en diferentes escalas; son los movimientos
sociales, culturales, ambientales, de mujeres, otros, tanto en el ámbito rural como
urbano, a escalas regional, nacional, transfronterizo, intercontinental.
59
Esta reflexión, sobre lo local y lo global, se alimenta aquí en un resumen
elaborado por el autor del presente módulo, sobre un escrito producido por Arturo
Escobar, titulado “El lugar de la naturaleza y la naturaleza del lugar” (Ver resumen
al final en página siguiente).
60
El lugar de la naturaleza y la naturaleza del lugar
Está claro que la ecología política creada por estos movimientos sociales conlleva
una defensa de propuestas actuales de repensar la producción como la articulación
de productividades específicas, la incorporación de criterios culturales y
tecnológicos a un paradigma alternativo de producción que va mucho más allá de la
racionalidad económica dominante.
61
Es importante hacer visibles las múltiples lógicas locales de producción de culturas
e identidades, prácticas ecológicas y económicas que emergen sin cesar de las
comunidades de todo el mundo. ¿En qué medida éstas formulan retos importantes
y quizás originales al capitalismo y a las modernidades imperantes?
Está claro que los lugares están siendo progresivamente sometidos a las
operaciones del capital global, más aún en la era del neoliberalismo y la
degradación del Estado-nación. Sin embargo, esto sólo le otorga más urgencia a la
cuestión de las regiones y las localidades. Redes tales como las de los indígenas,
los ambientalistas, las ONG y otros movimientos sociales se están haciendo más
numerosas y de mayor influencia a niveles locales, nacionales y transnacionales.
Por último, se plantea que “el futuro del conocimiento local depende
contextualmente de su potencial globalizante para generar nuevas fuentes de
conocimiento desde adentro”, y se expresan diferentes interrogantes:
62
CAPÍTULO II.4: LOS CICLOS DE RECIPROCIDAD Y LAS
“NUEVAS” FUENTES DE ENERGÍA.
Este capitulo hace una aproximación a los ciclos de reciprocidad basados en la
oferta y demanda de los bienes y servicios ambientales, teniendo en cuenta las
ventajas comparativas de comunidades indígenas y afrocolombianas, respecto a
su ubicación geográfica y a la conservación que han mantenido en el tiempo, de
importantes recursos de biodiversidad.
63
Estos recursos llamados no renovables, también proceden de la energía solar de
épocas geológicamente remotas y lo que ahora hacemos es quemar estos
combustibles fósiles a un ritmo mucho más rápido que el de su propia producción
geológica. Excepto lo reciclado, toda la materia utilizada por el sistema económico
se deposita en la naturaleza, generando contaminación por toda clase de
residuos, cuando se hace de tal forma que los ciclos de la naturaleza no los puede
asimilar.
Los seres humanos durante una larga época y en diferentes regiones del planeta,
desde antes de “nuestra era” y posteriormente hasta los inicios de la era industrial,
habían desarrollado mediante procesos culturales diversos, sistemas de
conocimiento altamente articulados a los ciclos de la naturaleza.
64
Los territorios indígenas, de afrocolombianos y de algunas comunidades
campesinas, se encuentran ubicados con frecuencia en ecosistemas no solo de
gran riqueza en biodiversidad, sino proveedores de bienes y servicios
ambientales, por los cuales estas comunidades no reciben los beneficios
económicos, tecnológicos y de los procesos de “bienestar”, derivados de la
utilización de tales servicios.
65
Pero al igual, que el aprovechamiento de las fuentes fósiles o de los bienes y
servicios ambientales, las “nuevas” fuentes de energía, requieren valorarse en el
marco de principios de reciprocidad, equidad social, solidaridad, entre quienes los
producen y aquellos que se benefician de ellos mediante su transformación,
distribución y consumo principalmente.
Las turbinas de viento –dispositivos para convertir la fuerza eólica en formas útiles
de energía mecánica o eléctrica figuran entre las más antiguas fuentes de energía
que no producen contaminación. Sin embargo, en la era moderna no se les usó en
forma generalizada sino hasta las décadas del 70 y del 80 en el siglo XX, cuando
varios países principalmente industrializados, crearon programas de investigación
y fomento al uso de esta energía.
66
Sin embargo, los fabricantes lograron resolver con habilidad sus problemas y,
gracias a las mejoras más recientes, las turbinas de viento instaladas en grandes
conjuntos son en la actualidad máquinas dotadas de las más modernas
tecnologías capaces de generar cantidades prodigiosas de electricidad, a precios
que pueden competir con los de las plantas generadoras a base de petróleo y
carbón.
La Energía Solar
A pesar de que la energía solar no ha tenido éxitos recientes tan grandes como la
de tipo eólico, está llenando con rapidez algunos espacios y si los precios siguen
bajando, podrá competir muy pronto con las grandes centrales de generación
eléctrica.
De hecho, con los sistemas solares térmicos, en los que se usa los rayos del sol
para elevar a altas temperaturas un fluido que se emplea para impulsar una
turbina de generación eléctrica, ya se ha logrado generar electricidad a un precio
casi competitivo.
Estos dispositivos tienen muy pocas fallas y aunque algunos de ellos dejen de
funcionar, los demás siguen trabajando, tanto con el sol brillante como cuando la
luz se oscurece bajo un cielo nublado. Es lamentable que la electricidad solo
fotovoltaica sea todavía varias veces más cara que la obtenida por medio del
carbón, el petróleo o el gas natural, por añadidura esos sistemas no funcionan por
la noche.
No obstante, algunos países han puesto en marcha planes para desarrollar lo que
talvez llegue a ser la fuente definitiva de la electricidad: Japón y Alemania, por
ejemplo, pagan subsidios por la compra de paneles solares de uso residencial.
Tanto Suiza como Australia han puesto en marcha intensos programas de
desarrollo, y el interés por el tema se ha renovado en Estados Unidos.
67
De todas las formas renovables de energía, ésta ha sido la más explotada en el
mundo entero, si bien los proyectos recientes para la construcción en gran escala
de centrales de ese tipo se han visto limitados en los países llamados en
desarrollo, a causa de problemas económicos, preocupaciones sociales y
ecológicas, o como en el caso de proyectos diseñados, proyectados y/o
ejecutados en territorios indígenas, se han hecho desconociendo los derechos de
las comunidades locales afectadas, acudiendo al interés nacional de los países
respectivos.
En Colombia son varios los ejemplos donde el Estado ha desarrollado este tipo de
proyectos en perjuicio de comunidades indígenas, afrodescentientes o
campesinos, a nivel local o regional sin tener en cuenta adecuadamente los
derechos que les asisten a estas poblaciones.
En la actualidad las comunidades indígenas Embera Katío del Alto Sinú, adelantan
un litigio con el Estado colombiano en relación a la construcción de la central
hidroeléctrica de Urrá I, en el Departamento de Córdoba, la cual alteraría
gravemente los ecosistemas de la Cuenca del Sinú y que condujo a la pérdida de
“seguridad alimentaría” de la población indígena por la supresión de la oferta
ambiental de la cuenca, principalmente la extinción del pescado.
68
CAPÍTULO II.5: ELEMENTOS PARA UN MODELO ECONÓMICO
ALTERNATIVO INDÍGENA.
Este capítulo aborda, a partir de la definición de principios y valores generales
orientados a la construcción de un modelo económico alternativo indígena, en lo
político, lo social y lo económico11; la identificación de pautas y criterios, de apoyo
al desarrollo de procesos y actividades económicas, los cuales en su conjunto
hacer parte de un sistema económico “propio”.
69
pueblos indígenas, comunidades afrocolombianas y raizales. No es viable un
modelo de desarrollo que base su existencia en la barbarie, el miedo y la
violencia”.
En ese contexto, este Congreso también planteo que hay que reconocer los
diversos problemas que existen al interior de las comunidades, sí queremos
construir con otros un modelo de desarrollo alternativo al actual; por ejemplo,
cuando se cae en los juegos de la politiquería tradicional, en el mal manejo de las
transferencias de la Nación a los resguardos, en la economía de los cultivos para
uso ilícito que han traído hambre, divisiones internas y debilitamiento cultural.
Este modelo, se basa en los principios y valores históricos que han guiado cada
una de las culturas:
o Colectividad,
o Autonomía,
o Participación,
o Respeto a la diferencia,
o Sostenibilidad,
o Solidaridad,
o Identidad Cultural,
o Equidad de género,
70
o Convivencia,
o Consenso,
o Unidad,
o Reciprocidad,
o Manejo adecuado de los recursos naturales,
o Valoración de la diversidad.
71
o Fortaleciendo la permanencia y el control territorial: Los territorios tienen la
historia, son la vida indígena, por eso un modelo alternativo tiene que
reconocer nuestra casa.
72
o Garantizar la seguridad alimentaría partiendo de la diversificación de los
cultivos propios, de las formas de producción tradicionales y el control sobre
el sector estratégico alimentario.
73
participación desde lo local, manejo y aprovechamiento de los recursos
naturales.
74
APLICATIVO TEMÁTICO
75
Las variables planteadas de manera amplia, como el esquema de planificación
territorial propuesto, son orientados no solo a procesos a nivel de comunidad, sino
principalmente a otras escalas de planificación correspondientes al ámbito
municipal, a la planificación de corredores ambientales interétnicos, a zonas con
características socioeconómicas y culturales similares.
A.1 Población
Es importante tener en cuenta que a pesar que hace más de una década, se han
trazado diferentes mecanismos jurídicos que facilitan la participación comunitaria,
la realidad muestra que las simples normas constitucionales y decisiones
legislativas no garantizan ésta en los procesos de desarrollo.
76
Participar es conocimiento práctico sobre una realidad concreta. La acción del
saber haciendo o mejor construyendo saberes, es la que alimenta la participación
colectiva. La participación es la acción del ser que es hacer para ser, es la acción
creadora de realización que solo se descubre en la relación reciproca con los
otros.
A.2 Territorio.
77
generalmente con los límites de un municipio o un departamento, como entidades
territoriales en que esta dividida la Nación.
A.3 Gobierno.
La variable Gobierno, para el caso que nos ocupa, se refiere a las instancias
propias de organización social que los diferentes pueblos han configurado y/o han
adoptado, históricamente.
78
Para el caso indígena, como consecuencia del proceso colonial y republicano se
constituyeron cabildos, sobre todo en el área andina; con el paso de los años
estos se convirtieron en las formas tradicionales de representación y ejercicio del
poder entre diversos grupos étnicos (Guambianos, Paeces, otros).
A.4 Economía
79
La economía tomada aquí, como ciencia o disciplina que administra la escasez, y
no ciencia que produce el crecimiento a cualquier precio. El empleo del concepto
“crecer”, es por decir algo “complejo”, desde el punto de vista de una economía
que se sirve de la ecología, pues en general todo crecimiento de la producción
implica un decrecimiento de los recursos energéticos, algunos de los cuales son
para siempre irrecuperables.
La variable de Economía, siempre está en relación con las demás variables del
proceso de planificación. La economía no existe al margen de la población, y esta
solo existe en relación con un territorio, por más que la globalización busque
desterritorializar las actividades humanas en función de convertirlas en mera
mercancía.
80
B. SITIOS SAGRADOS Y ORDENAMIENTO AMBIENTAL DEL
TERRITORIO.
Este aparte aborda elementos generales de apoyo al ordenamiento ambiental
territorial, que desde la concepción y la visión cultural de cada comunidad, debe
adelantarse teniendo en cuenta el valor de los sitios sagrados, las expectativas
territoriales, la visión de futuro, elementos estos que se deben reunir en el Plan de
vida de la comunidad.
81
o Fortalecimiento del ejercicio de la autoridad ambiental propia (cabildos y
otros) y reglamentación (basada en la legislación indígena y el derecho
consuetudinario).
Las lagunas, los cerros, las piedras, los ríos y otros sitios naturales, son espacios
con significación social y religiosa; estos mismos constituyen marcadores
naturales que delimitan el área de explotación de un grupo, que definen sus
derechos a los recursos del medio natural, y la zona de influencia de sus
sacerdotes y chamanes.
“La madre universal, única poseedora del arte de hilar y tejer, tomó su
inmenso uso y lo clavó verticalmente en la tierra recién creada. Lo puso
en el centro de la Sierra Nevada, atravesó su pico mas alto, y dijo: esto
es Kalvasánkua, el poste central del mundo”. Al decir eso desprendió de
la punta del uso una hebra de algodón y, con su extremo, trazó un
circulo alrededor del eje vertical, declarando: “Esta será la tierra de mis
hijos”. Ahora bien el volante del uso que es un plano discoide representa
la tierra, la tierra negra, que es la quinta en la secuencia de las nueve
tierras. Hacia arriba existen cuatro tierras más hasta donde termina el
hilo enrollado, y continúa luego el eje cósmico hasta el cenit… Hacia
abajo siguen así mismo cuatro tierras, que también disminuyen en
diámetro hasta llegar al punto del nadir: son las tierras de la oscuridad,
de las tinieblas.
12
Tierra Profanada, Grandes proyectos en territorios indígenas de Colombia. Proyecto Onic-
Cecoin-Ghk. Pueblos indígenas de Colombia: Una aproximación a su historia, economía y
sociedad. Roberto Pineda. 1995 P.19
82
Los grupos del Vaupés simbolizan su territorio de acuerdo con la historia de sus
orígenes:
Para los grupos del sur de los Andes, las lagunas y montañas tienen un papel
fundamental en su proceso de reproducción social. El pueblo Nasa, por ejemplo,
esta localizado entre montañas, y las diferentes parcialidades se identifican con
ellas. Algunas comunidades que pertenecen a diversos resguardos pueden
identificarse como parte de un mismo grupo a través de los lazos con una misma
montaña, “casi se diría que tierra no tiene significado a menos que se lleve a cabo
alguna actividad sobre estas, ya sea ver, recorrer o sembrar” (Rappaport, 1995,
p.22).
Las lagunas son también lugares fundamentales para los Nasa. En ellas nacen
caciques importantes o a ellas retornan después de su vida. Este es el caso de
Juan Tama, que después de fundar y delimitar el territorio Nasa se sumergió en la
Laguna que se le llamó de Juan Tama, hasta allí ascienden los miembros de los
cabildos y los médicos tradicionales a refrescar las varas de mando de los
cabildantes, lo que garantiza el bienestar de la comunidad, al reflexionar y efectuar
diversas practicas rituales.
Todas las comunidades rurales, en especial aquellas que tienen una propiedad
colectiva sobre la tierra, han construido sus referentes de lo sagrado respecto al
territorio, ya sea por el camino de la intangibilidad (dejar quieto, no tocar), del valor
simbólico de áreas o sitios específicos (relaciones con el mito de origen, sus
dioses) y/o de las restricciones de uso y manejo sobre elementos específicos de la
naturaleza (agua, suelos, bosque).
83
una referencia ética y filosófica sobre el valor de la relación, cuidado y protección,
de la naturaleza, desde cada cultura y en el dialogo intercultural.
84
o Análisis tendenciales sobre procesos de deforestación, agotamiento de
fuentes hídricas, deterioro de los suelos;
Este tiene que ver con el fortalecimiento del gobierno propio de los pueblos
indígenas en sus territorios; con el ejercicio de la autoridad ambiental sobre el uso,
manejo y control de los diversos elementos y recursos naturales existentes en
territorios étnicos, lo cual supone es el soporte para avanzar en procesos de
mayor autonomía política, económica y cultural.
85
ambiental, la generación de acuerdos y consensos en las comunidades, a
nivel local y zonal,
86
C. GESTIÓN AMBIENTAL EN LA ADMINISTRACIÓN
TERRITORIAL.
Este aparte aborda bajo un enfoque de la planificación territorial, aspectos de la
gestión ambiental orientados a articular los procesos de planificación que la
comunidad adelanta con sus propios instrumentos (Planes de Vida, otros), con
mecanismos que desde el Estado (Municipio, Departamento, CARs, Minambiente-
Unidad de Parques), se utilizan en la administración territorial y la aplicación de
sus políticas en cada una de sus jurisdicciones.
87
o El fortalecimiento de la autoridad ambiental de los cabildos y de otras
instancias de autoridad, como las tradicionales y los mecanismos propios
de organización.
Este último punto, tiene que ver con el fortalecimiento del gobierno propio de los
pueblos indígenas en sus territorios, lo cual es el soporte para avanzar en
procesos de mayor autonomía política, económica y cultural. Esto se hace más
posible en perspectiva, en donde haya las condiciones, mediante la delimitación y
creación de las Entidades Territoriales Indígenas (ETIs) ordenadas por la
Constitución Nacional de 1991.
88
EPILOGO13
89
de armonizar los intereses sociales, económicos y culturales con los del medio
ambiente.
La naturaleza de esta manera, no solo representa la vida tal como se reconoce por
el ser humano, sino que aquella es forjadora de cultura, de procesos sociales y
generadora de posibilidades de desarrollo. Según la Comisión de medio ambiente
y desarrollo, en Nuestro Futuro Común, “el medio ambiente es donde vivimos
todos y el desarrollo es lo que todos hacemos al tratar de mejorar nuestra suerte
en el entorno en que vivimos. Ambas cosas son inseparables”.
90
La “democracia” así, tiene que ver con las posibilidades de apropiación y de
conservación de los recursos naturales, con la distribución de la riqueza y las
posibilidades del hombre de apropiarse del fruto de su trabajo, con los espacios de
organización y participación de la sociedad civil, con los mecanismos del ejercicio
del poder, con la definición y construcción de caminos para alcanzar el bienestar y
la calidad de vida que facilite el crecimiento y el desarrollo de las potencialidades
humanas.
91
BIBLIOGRAFIA
92
GONZÁLEZ, C. Teorías del Desarrollo y Autogestión, Programa de
Ciencias Sociales y Humanas de UNISUR, 2da Edición, 1.996.
93
REICHEL, D. Algunos de los conceptos de los indios Desana del Vaupés
sobre el manejo ecológico, en La Selva Humanizada, ICAN-FEN-CEREC,
Bogotá, 1.991.
94