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1) ¿Por qué el autor del libro reformula la noción de eficacia horizontal de derechos fundamentales en
el ámbito de las relaciones laborales y propone la idea de una eficacia más bien “diagonal”? (1
punto)
Situándome en una lógica que implica una Laboralización del Derecho Constitucional1 y, en el
entendido que en Chile rige una eficacia directa o inmediata de los Derechos Fundamentales,
emanados tanto de la Constitución como de los Tratados internacionales que se encuentran
vigentes en virtud del art. 5 inc. 2 de la Carta Fundamental, es posible aseverar que la eficacia
horizontal es “la posibilidad de que los particulares esgriman en contra de otros particulares y en
el ámbito de las relaciones privadas, los derechos subjetivos públicos, como por ejemplo, el
derecho de propiedad, el derecho a no ser discriminado, la libertad de emitir opinión, el derecho a
la intimidad o el derecho moral del autor” (PEÑA, 1996), lo que nos quiere decir que la afectación
a algunas de las garantías no solo provienen del Estado, sino que también de otros particulares. Sin
lugar a dudas, una novedad aseverando que en la doctrina se entendía normalmente su aplicación
a las relaciones entre el ciudadano y el Estado, esto debido a que los derechos fundamentales
históricamente fueron entendidos como medios de defensa frente a los poderes públicos y que, por
tanto, no alcanzaban la relación de los particulares.2
En virtud del art. 6 inc. 2 de la Constitución “Los preceptos de esta Constitución obligan tanto a los
titulares o integrantes de dichos órganos como a toda persona, institución o grupo.”, así los
derechos fundamentales constituyen un medio de tutela y amparo de los espacios de
autodeterminación de los ciudadanos, garantizando un piso de garantías inquebrantable e
1
GAMONAL, SERGIO (2015). La eficacia diagonal u oblicua y los estándares de conducta en el Derecho del Trabajo,
Thomson Reuters Chile, p. 37
2
UGARTE, JOSÉ LUIS (2013). Derechos fundamentales en el contrato de trabajo, Thomson Reuters Chile, p. 9
irreducible, el cual es oponible no solo frente al aparato estatal, sino como clarifica este artículo “a
toda persona, institución o grupo”.
Principalmente la razón ahonda en que el autor cree en la existencia de un contenido que supone
tanto una potestad para el empleador como una sujeción para el trabajador, en resumidas cuentas,
la persona que detenta una potestad puede efectuar un cambio en una relación jurídica de otro
particular5. Esta legitimación de poder subyace en el contrato de trabajo, así de esta forma, pese al
poder del empleador no podemos hablar de una eficacia vertical y tampoco de una eficacia
horizontal debido a las intensas potestades que posee el empleador, así, hablar de un rango
3
GAMONAL, SERGIO (2015). La eficacia diagonal u oblicua y los estándares de conducta en el derecho del trabajo,
Thomson Reuters Chile, p. 38
4
GAMONAL, SERGIO (2015). La eficacia diagonal u oblicua y los estándares de conducta en el derecho del trabajo,
Thomson Reuters Chile, p. 39
5
GAMONAL, SERGIO (2015). La eficacia diagonal u oblicua y los estándares de conducta en el derecho del trabajo,
Thomson Reuters Chile, p. 40
intermedio sería lo correcto, debido a la naturaleza del contrato mismo, siendo un mero cambio de
enfoque y no de paradigma.
Las características que se pueden desprender en virtud de las particularidades que posee el
reconocimiento de los derechos fundamentales de la persona del trabajador en el Código del
trabajo son en primer lugar la función limitadora del ejercicio del poder de dirección del empleador,
este entendido como la potestad inherente frente a la subordinación que posee el trabajador
respecto a él. Esta función consagrada en el art. 5. inc. 1 del Código del Trabajo el cual menciona
que “El ejercicio de las facultades que la ley le reconoce al empleador, tiene como límite el respeto
a las garantías y constitucionales de los trabajadores, en especial cuando pudieran afectar la
intimidad, la vida privada o la honra de éstos”. Al igual como mencioné en la respuesta anterior,
este precepto normativo nos da a entender que existe una proyección de los derechos ciudadanos
al interior del contrato del trabajo, específicamente como un límite o una garantía frente al poder
del empleador6. Esto mismo, nos permite estar en sintonía y total concordancia con lo dicho por el
art. 485 del Código del Trabajo, el cual destaca que el procedimiento de tutela contenido en él
aplicará respecto de las cuestiones suscitadas en la relación laboral por aplicación de las normas
laborales, que afecten los derechos fundamentales de los trabajadores, entendiéndose por éstos
los consagrados en la Constitución Política de la República en su artículo 19, números 1º, inciso
primero, siempre que su vulneración sea consecuencia directa de actos ocurridos en la relación
laboral, 4º, 5º, en lo relativo a la inviolabilidad de toda forma de comunicación privada, 6º, inciso
primero, 12º, inciso primero, y 16º, en lo relativo a la libertad de trabajo, al derecho a su libre
elección y a lo establecido en su inciso cuarto, cuando aquellos derechos resulten lesionados en el
ejercicio de las facultades del empleador.
En razón de lo dicho precedentemente se entenderá que las actuaciones de los empleadores deben
respetar los derechos fundamentales y ser proporcionales, sujetas a su control, suponiendo una
6
GAMONAL, SERGIO (2015). La eficacia diagonal u oblicua y los estándares de conducta en el derecho del trabajo,
Thomson Reuters Chile, p. 38
necesidad, idoneidad y proporcionalidad en sentido estricto, por tanto, su no respeto o
desproporcionalidad supone una garantía para el trabajador de acudir al poder jurisdiccional con
el fin de tutelar sus derechos. De esta manera, es determinable concluir que estamos en presencia
de una afectación ilegítima, pues estos de derechos resultan lesionados cuando el ejercicio de las
facultades que la ley le reconoce al empleador limita el pleno ejercicio de aquéllas sin justificación
suficiente, en forma arbitraria o desproporcionada, o sin respeto a su contenido esencial.
En ultimo lugar, es posible reconocer una tercera característica, esta consistente en una función
integradora, que tiende a armonizar la tutela de la legislación laboral con la proyección y el respeto
de los derechos fundamentales. Esto se ve con evidencia literal en los arts. 194 y siguientes del
Título II del Libro II del Código del Trabajo titulado “De la protección a la maternidad, la paternidad
y la vida familiar”. Abordando el tenor literal de la norma nos da entender una regulación vasta y
7
UGARTE CATALDO, JOSE LUIS. (2009) Tutela de derechos fundamentales del trabajador, Thomson Reuters Chile, p.25.
8
UGARTE CATALDO, JOSE LUIS. (2009) Tutela de derechos fundamentales del trabajador, Thomson Reuters Chile, p.38.
gruesa, dotada de varios preceptos, pero que, proyectándola a la realidad, demuestra una guarrería
dogmática presente hasta nuestros días. Esta asimetría fraguada en una concepción de genero
discriminatoria parte de la base que hombres y mujeres tienen roles distintos en la sociedad, roles
que no son libremente elegidos y que tienen proyecciones incluso en materia de remuneraciones.9
Como plantean ciertos autores este es el pecado original del Derecho del trabajo (CAAMAÑO,
2011), la única clave para solucionarlo es cambiar el paradigma, dejar esta lógica machista y que
la legislación laboral entienda que hombres y mujeres son proveedores y cuidadores en conjunto,
y que en materia de familia, ambos por iguales, son co-colaboradores.
3) A partir del análisis de la sentencia que se copia al final, responda las siguientes preguntas de
manera clara y directa: (4 puntos)
a) ¿Cuál es el caso objeto del pronunciamiento? (No es necesario indicar nombres ni montos
de dinero; utilice referencias tales como: trabajador, denunciante, empleador, etc.)
Por su parte, la parte demandada solicita que se rechace la demanda en su totalidad, pues esta
disconforme con todos los argumentos de hecho y de derecho de la parte demandante. 1) cuestiona
lo que debe ser considerado remuneración
9
CAAMAÑO ROJO, EDUARDO (2011) Mujer, trabajo y derecho, Thomson Reuters Chile, p.103.
En definitiva, solo serán objeto de pronunciamiento aquellos hechos que el tribunal estima como
hechos controvertidos, pertinentes y sustanciales que consisten en el régimen indemnizatorio, en
la remuneración real en cuestión de la parte demandante; en el pago de la cotizaciones y si se
efectuaron realmente; en la actitud de los personeros; en el cumplimiento del estándar de la
prueba y en la certificación de una verdadera vulneración de los derechos y por qué.
Desde el punto de vista del denunciante, los arts. 19 n°1 y n°4 son vulnerados por la parte
demandada, menciona que fue sometido a un interrogatorio policial dentro del lugar de trabajo
por un jefe de empresa y ex policía, en un procedimiento absolutamente irregular, a objeto de
obtener una confesión de un delito que nunca cometió, debido a esto, fue presionado y amenazado
por estos mismos, a fin, de presentar una renuncia voluntaria.
Al negarse, se llamó a la PDI, quienes lo sacaron esposado del lugar en un gran despliegue policial,
frente a mucha gente y compañeros de trabajo. Posteriormente, fue llevado al cuartel de la policía
donde fue nuevamente interrogado y fotografiado, además de que su domicilio haya sido allanado
en razón del supuesto coche que tenía en su casa. El denunciante clarifica que esto conmocionó
muchísimo a su persona y su familia, causando un severo shock emocional, y dañando su integridad
psíquica; junto con un daño a su honor debido a la imagen que transmitió tanto a sus compañeros
y clientes pareciendo como un gran delincuente, y frente a sus vecinos, que respecto al vasto
operativo llegaron a especular que era un allanamiento por tráfico de drogas.
c) ¿Cuáles son las defensas y argumentos más relevantes sostenidos por el denunciado?
En primer lugar y previo a contestar la demanda controvierte expresa y formalmente todos los
antecedentes de hecho y de derecho que sirven de asidero a la denuncia y demanda, salvo aquéllos
que reconoce expresamente en su contestación. Respecto de las remuneraciones del actor para los
últimos tres meses de su relación laboral, agrega que en ella no puede ni debe considerar los
haberes de colación y movilización. Asegura que la confusión sobre el sentido y alcance del artículo
172 del Código del Trabajo, se extiende en el presente caso sobre lo que debe entenderse por
remuneración al amparo del artículo 489 inciso 3° del Código del Trabajo, pues la indemnización
adicional que dicha norma contempla lo es sobre remuneraciones mensuales, sin que sea aplicable
la norma del artículo 172, de modo que extender los beneficios de colación y movilización a esta
indemnización adicional es no sólo un exceso argumental, sino un claro desconocimiento del
tratamiento que tal indemnización tiene en nuestro sistema jurídico.
Afirma que las cotizaciones de salud del actor, alegados como no declaradas ni pagadas, se
encuentran, por el contrario, debidamente declaradas y pagadas en su oportunidad legal. Ofrece
acreditarlo. Por lo que procede rechazar la sanción demandada.
El actor alega haber sido despedido verbalmente el 29 de octubre de 2010 y que con ocasión de
ese despido verbal se vulneraron sus derechos fundamentales de los numerales 1 y 4 del artículo
19 de la Constitución Política del Estado, por los hechos que da cuenta en su libelo, de manera que
el presupuesto básico de su acción de tutela es precisamente que la fecha de término de su contrato
de trabajo. Se añade que el actor no fue despedido el día 29 de octubre de 2010, sino que el 5 de
noviembre de 2010, conforme a carta certificada enviada a su domicilio.
Añade que descartado que el demandante hubiera sido despedido verbalmente el 29 de octubre
de 2010, ello es suficiente para determinar la improcedencia de la acción incoada, pues no
habiendo despido, mal puede vulnerarse un derecho con ocasión de algo que no existe, de modo
que el fundamento fáctico y legal que establece el artículo 489 del Código del Trabajo no se da en
el caso.
Estos son los hechos que llevan a decidir el despido del actor y como tales, a juicio del demandado,
generan la aptitud suficiente para poner término al contrato de trabajo por las causales invocadas,
pues generan un quiebre en la relación laboral, impidiendo la convivencia normal entre uno y otro
contratante, que hacen inviable la mantención del vínculo laboral, por tratarse de conductas que
lesionan y/o amenazan la seguridad y estabilidad de la empresa, dado los evidentes perjuicios
económicos y de desviación de funciones que ellos conllevan.
Añade que el actor reconoce haber sustraído sin boleta un artículo de propiedad de la empresa, un
artículo cuyo flujo estaba llamado a resguardar, de modo que la conducta en sí misma, es
reprochable y no es efectivo que ello haya sido producto de una venta autorizada por el jefe de la
Tienda
Afirma que el 29 de octubre de 2010, Charles Figueroa, le pidió al actor que entregara un informe
escrito sobre los hechos y dada la vaguedad de las explicaciones del actor y por tratarse de un
hecho que revestía los caracteres de delito, el Jefe de Tienda Rodrigo Erazo fue instruido a
interponer formalmente la denuncia del hecho ante la Policía de Investigaciones de Chile, órgano
que tomó el procedimiento de rigor, preocupándose en todo momento de resguardar la dignidad
del trabajador. De hecho, el actor jamás salió esposado de la tienda y concurrió voluntariamente a
prestar declaración al cuartel policial, hecho del cual no se percataron ni sus compañeros de
trabajo ni persona alguna que pasaba por fuera de la tienda, pues no se trató de un operativo como
indica el actor sino simplemente de un único vehículo policial que se estacionó sin despertar
sospecha alguna.
Todo lo anterior, indica que la empresa adoptó las medidas estrictamente necesarias de denunciar
el hecho que revestía caracteres de delito a las autoridades competentes, no afectando derecho
alguno del trabajador, pues tampoco existió un interrogatorio por parte de funcionarios de la
empresa ni presión alguna para que confesara un hecho o firmara su carta de renuncia. En este
marco de hechos, le informaron al actor que debían informar a la empresa de lo ocurrido a objeto
que el Departamento de Recursos Humanos Corporativo tomara una determinación respecto a su
situación laboral (despido, traslado o cambio de funciones) y que mientras ello ocurría y se
terminaba la investigación interna de estos hechos, podía hacer uso de los algunos de los cinco días
hábiles de vacaciones anuales que tenía pendiente, optando el trabajador por hacer uso de ellos
entre el 2 y el 5 de noviembre. De este modo el actor, en perfecto conocimiento y dominio de la
situación que enfrentaba, estaba lejos de alguna vulneración como las que alega en su libelo.
Destaca que bajo los parámetros del artículo 485 del Código del Trabajo, las acciones desplegadas
por el empleador entre el 27 y el 29 de octubre de 2010, se encuentran plenamente amparadas por
el derecho y satisfacen los principios de necesidad, justificación y proporcionalidad, de modo que
debe rechazarse tanto la denuncia principal de vulneración de derechos y la subsidiaria de despido
injustificado.
d) Sistematice y explique los argumentos que da el tribunal para concluir que ocurrió la
vulneración del derecho fundamental.
En virtud del considerando decimo sexto, es imperante recalcar en primer lugar que queda
completamente descartado el análisis respecto al art. 19 n°1 de la Constitución, puesto que no se
acompañó con ningún antecedente que permita determinar cómo se habría producido la lesión en
este ámbito.
Pese a esta apreciación previa, el art. 19 n°4 es enteramente procedente respecto al asunto en
cuestión. Como plantea el tribunal, los derechos fundamentales encuentran sus valores en la
dignidad humana, en la libertad y la igualdad. Así, estos derechos constituyen la expresión jurídica
más tangible y manifiesta de la dignidad de la persona humana, siendo esto una manifestación de
su contenido axiológico y una postura valorativa concreta respecto de la dignidad inherente a toda
persona. El art 5 inc. 2 de la Carta Fundamental plantea la transversalidad de los derechos
reconocidos, tanto en ella misma, como en los tratados internacionales ratificados vigentes en
Chile, en donde, no cabe duda que el art. 19 n°4 queda comprendido en tal disposición.
De esta manera, solo valdría comprender que esta disposición queda sujeta a lo dicho por el art. 5
inc. 2 del Código del trabajo, en cierto modo, reconociendo la ciudadanía de la empresa, como la
proyección de los derechos del ciudadano en el contrato del trabajo. Por tanto, ¿en qué momento
se encuentra trasgredido el art 19 n°4 en virtud de la proyección de los derechos fundamentales?
la respuesta se ve condicionada exclusivamente al análisis de proporcionalidad efectuado en la
relación de la potestad-sujeción existente entre el empleador y el trabajador, así, en el caso de la
denuncia a la PDI por parte de los demandados, hubo una efectiva afectación a un derecho
fundamental puesto que no estaba en sintonía con el principio de proporcionalidad, suponiendo la
existencia de otros medios necesarios, muchos más idóneos y proporcionales en el sentido estricto.
Por medio de la sentencia, del sometimiento y la decisión del tribunal se establecen medidas de
distinta naturaleza con el fin de reparar, indemnizar o sancionar un hecho en cuestión. Estas son
reconocidas en el 445, 492 y el 495 inc. 3 y 4 del Código del Trabajo. Las medidas dispuestas en la
sentencia fueron las siguientes: las sancionatorias corresponden a las costas que condenó el
tribunal a la parte demandada en virtud de haber sido derrotados en el juicio; las resarcitorias
corresponden a la Indemnización sustitutiva de aviso previa; a la indemnización por años de
servicios por la suma de, con más el recargo legal de 100% establecido en el artículo 168 del Código
del Trabajo; Adicionalmente se condena al pago de indemnización contemplada en el art. 489 del
Código del Trabajo, equivalente a 8 meses, considerando para este efecto su última remuneración
mensual devengada; y las reparatorias: la obligación de divulgar y exhibir la sentencia que, la
empresa vencida deberá, dentro de un plazo no superior a un mes, publicar en lugares visibles de
su local ubicado en calle Pedro Montt de Valparaíso y de acceso a los trabajadores que allí se
desempeñen, como comedores y vestuarios, copia de esta sentencia, además de una carta de
públicas disculpas al actor por los hechos acaecidos el 29 de octubre de 2010 materia de esta causa,
indicando en la publicación que ella se hace en cumplimiento de lo ordenado por este Tribunal.
Según mi parecer, sí me parecen adecuadas, en primer lugar, en razón de los fines perseguidos por
cada una de ellas, en segundo lugar, porque estamos tratando con derechos fundamentales, y en
tercer y último lugar, en virtud del principio de proporcionalidad. Como recientemente mencione
cada medida sigue un objetivo determinado, sin embargo, su intensidad de acción va a depender
completamente de la intensidad del perjuicio. Como estamos en presencia de la reparación y/o
indemnización y/o sanción de la violación de un derecho fundamental, esta categorización de las
medidas en cuestión supone una importancia fundamental radicada en el hecho de que existe una
proyección de estos derechos en el contrato de trabajo (art. 5 inc. 2 Código del Trabajo), por lo que
esta presencia de la medida debe ser proporcional a la afectación del derecho fundamental,
analizándose realmente si es necesaria, idónea y proporcional en el sentido estricto.
f) Opinión personal sobre la sentencia (una página de extensión).
Desde mi punto de vista, la sentencia dentro de su parte considerativa nos permite evidenciar de
manera ejemplar los efectos de la Laboralización del Derecho Constitucional. En primer lugar,
nos da cuenta de una relación asimétrica de potestades y sujeciones y en segundo lugar de una
proyección de los derechos fundamentales en el contrato de trabajo. pero, ¿esto tiene alguna
relevancia práctica que escape de lo teórico? Pese al correcto y ejemplar ejercicio de la legislación
laboral, desde mi posición considero que siempre el trabajador estará en una posición menor
frente al poder del empleador, esto se refleja por ejemplo a la hora de analizar los argumentos
correspondientes de cada parte, si se suprimiera eventualmente por causas oníricas propias de la
experimentación y el estudio, me atrevería a decir que muchas veces el empleador presentaría un
mejor aparato recopilatorio de pruebas pese a no tener la razón, lo que en resumidas lo llevaría a
la victoria del caso en desmedro del trabajador, por el mero de no tener todos los medios
económicos para acceder a una buena defensa propiamente tal.
En conjunto, considero que la sentencia es fiel reflejo de aquello que plantea el derecho laboral, la
equiparación frente al empleador en disposición de la figura del juez, y por consiguiente, un salto
de fe a ojos cerrados, en que el juez supone una suerte de garantía, tanto en el ámbito del
principio de proporcionalidad de la ley como en el principio protector.
En síntesis, el derecho laboral ampara al desprotegido, al abusado, al que no puede luchar por sí
solo frente al aparato del empleador, permitiendo que las actividades humanas productivas que
requieren de la actividad del derecho, puedan desenvolverse en total justicia y plenitud. la
asimetría es un resabio, un paradigma, un enemigo. Sabemos que existen medios para disminuir
esta diferencia, la eficacia diagonal nos irradia, pero ¿basta la negociación individual para
sentirme protegido?
Esta sentencia, y quizás al igual que otras, y por medio de todo aquello que nos pregona la
legislación laboral, nos lleva a una misma conclusión, ¿puedo sentirme protegido si a la hora de
negociar con el empleador estoy solo? La necesidad del retorno a una negociación colectiva es
imperante, la pluralidad hace la fuerza, nuestros abuelos no estuvieron solos, ¿por qué debemos
tolerarlo?