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Fallos Siri.

Corte Suprema, diciembre 27-957

La policía de la Provincia de Buenos Aires procedió a la clausura del diario Mercedes, operativo
que se llevó a cabo sin aclarar las razones del porqué de la medida.

En consecuencia, Siri, director y administrador del diario, se presentó ante la justicia alegando
la violación de sus derechos de libertad de imprenta y trabajo consagrados en los Artículos 14,
17 y 18 de la Constitución Nacional.

El director del diario pretendía, en primer lugar, que se retirara la custodia policial del local
donde se imprimía el periódico, y segundo, que se levantara la clausura impuesta.

Siri se presentó ante el juez solicitando se requiriera a la policía bonaerense un informe sobre
quién había ordenado la clausura y los fundamentos de la medida.

Requerido el informe, el comisario informó que la orden había sido emitida por la “Dirección de
Seguridad de la Policía” y que el motivo lo desconocía. Ante esta circunstancia, el juez requirió
informes al jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, a la Comisión Investigadora
Nacional y al Ministerio de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.

Todos manifestaron ignorar las causas de la clausura y la autoridad que la había dispuesto.

El magistrado, interpretando el pedido de Siri como un recurso de Hábeas corpus, no hizo lugar
al mismo en razón que no se había violado la libertad física de ninguna persona.

Habiéndose apelado la decisión del juez de primera instancia, la Cámara de Apelaciones en lo


Penal de Mercedes confirmó la sentencia, por lo que el afectado dedujo recurso extraordinario
dejando en claro que no había interpuesto un recurso de Habeas Corpus sino que se trataba
de una petición a las autoridades por la violación de garantías constitucionales.

La Corte revocó la sentencia de la Cámara de Apelaciones ordenando a la autoridad policial


“cesar con la restricción impuesta” exponiendo que, las garantías constitucionales invocadas
por Siri se hallaban restringidas sin orden de autoridad competente ni causa justificada y que
estos motivos bastaban para que fueran restablecidas íntegramente por los jueces; “las
garantías individuales existen y protegen a los individuos por el sólo hecho de estar
consagradas en la Constitución Nacional”.

Disidencia
El Doctor Herrera confirmó la sentencia de primera instancia fundamentando que si bien el
recurrente no había interpuesto un recurso de Habeas Corpus; no había indicado de qué
acción se trataba, y por ello el trámite de la causa se había llevado a cabo, con su conformidad,
según el procedimiento legal establecido para el recurso de habeas corpus.

Asimismo agregó que si se trata de proteger a la Constitución Nacional habría que tener en
cuenta el primer párrafo del Artículo 14 que dice “todos los habitantes de la Nación gozan de
los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio…” entre estas leyes
figuran las de la defensa, de manera tal que no puede aceptarse una defensa cuyo
procedimiento no es de acuerdo a la legislación vigente.

El poder judicial no puede pasar por alto el texto de las leyes aceptando la defensa del
afectado porque le estaría quitando importancia al poder legislativo quebrando la división de los
poderes en beneficio del judicial
Se crea el recurso de Acción de Amparo como remedio judicial para proteger todos los
derechos enumerados por la constitución Nacional, a excepción de los ya protegidos por el
recurso de Habeas Corpus.

Se confirma la supremacía constitucional para proteger los derechos enunciados por los
Artículos 14, 17 y 18 de la Constitución Nacional.

FALLO KOT. 1958/09/05

La empresa Kot SRL, tuvo una huelga por parte del personal, en su fábrica textil de San Martín
(Provincia de Buenos Aires).

La Delegación de San Martín del Departamento Provincial del Trabajo, declaró ilegal la huelga,
por lo tanto la empresa Kot ordenó a sus empleados retomar las tareas dentro de las 24 horas.
Frente al incumplimiento de dicho mandato se despidieron a muchos obreros.

Transcurrido poco más de un mes, el presidente del Departamento Provincial del Trabajo
declaró nula la resolución de la Delegación San Martín e intimó a la empresa a reincorporar a
los obreros despedidos.

Al no llegar a un acuerdo con la empresa, los obreros despedidos ocuparon la fábrica


paralizándola totalmente; por lo que J. Kot, gerente de la empresa hizo una denuncia por
usurpación, solicitando se desocupara la fábrica.

El juez de primera instancia resolvió el sobreseimiento definitivo en la causa y no hizo lugar al


pedido de desocupación alegando que se trataba de un conflicto gremial en el que los obreros
no intentaban ocupar la fábrica para ejercer un derecho de propiedad y que, por lo tanto, no
existía usurpación.

La Cámara de Apelaciones en lo Penal de La Plata confirmó el sobreseimiento definitivo.


Contra esta sentencia Kot interpuso recurso extraordinario, y la Corte lo declaró improcedente.

Al observar Kot que su denuncia por usurpación no le daba los resultados que esperaba,
paralelamente inició otra causa. Antes de dictarse la sentencia de la Cámara de Apelaciones,
se presentó ante la misma deduciendo recurso de amparo para obtener la desocupación de la
fábrica. Para invocarlo Kot tomó como base lo resuelto por la Corte en el caso Siri; la libertad
de trabajo, el derecho a la propiedad y el derecho a la libre actividad; todos estos amparados
por la Constitución Nacional.

La Cámara no hizo lugar al recurso planteado interpretando que se trataba de un recurso de


habeas corpus; contra esta sentencia interpuso recurso extraordinario.
La Corte falló a favor de Kot, haciendo lugar al recurso de amparo luego de revocar la
sentencia de la Cámara de Apelaciones.

Ordenó que se entregara a kot el establecimiento textil libre de todo ocupante indicando que “la
Cámara de Apelaciones se confunde al considerar el recurso invocado por el afectado como un
recurso de Habeas Corpus.

El interesado interpuso una acción de amparo invocando los derechos constitucionales de la


libertad de trabajo; de la propiedad y de la libre actividad, o sea, dedujo una garantía distinta a
la que protege la libertad corporal (habeas corpus)”, así fue que la corte ratificó lo resuelto en el
caso Siri (en este último la restricción ilegítima provenía de la autoridad pública. En el caso en
cuestión es causada por actos de particulares.)

El Artículo 33 de la Constitución Nacional al hacer mención de los derechos y garantías


implícitos no excluye restricciones emanadas de particulares; “Nada hay, ni en la letra ni en el
espíritu de la Constitución, que permita afirmar que la protección de los llamados derechos
humanos esté circunscripta a los ataques que provengan sólo de la autoridad”.

“Si no se hiciera lugar al recurso de amparo se estaría sometiendo al afectado a recurrir a una
defensa lenta y costosa a través de los procedimientos ordinarios. Esto perjudicaría en mucho
más al interesado dado que lo ocupado por los obreros no es un inmueble improductivo, sino
una fábrica en funcionamiento, privada de producir.”

“En cuanto al fondo del asunto, es notoria la restricción ilegítima por parte de los obreros, ya
que ninguna ley de nuestro ordenamiento jurídico les reconoce (ni a ellos ni a ningún otro
sector, salvo sea por legítima defensa o estado de necesidad), la facultad de recurrir por sí
mismos a actos para defender lo que estimen su derecho”.

Aún si los obreros tuvieran toda la razón, la ocupación de la fábrica por aquéllos es ilegítima.

Disidencia: Aristóbulo D. Araoz de Lamadrid; Julio Oyhanarte


Declaran improcedente el recurso extraordinario.
No puede basarse la cuestión en lo decidido por la Corte en el caso Siri, ya que en éste el
tribunal declaró la existencia de un recurso de amparo, destinado a proteger a las llamadas
“garantías constitucionales”, y según la jurisprudencia éste procede frente a restricciones a
garantías realizadas por la autoridad pública, por lo tanto no puede hacerse mención de
garantías constitucionales porque el conflicto es entre actos de particulares.
La cuestión debe tratarse conforme a la legislación ordinaria de acuerdo con las normas
procesales pertinentes, no mediante acción de amparo. La violación no recae sobre una
garantía constitucional, sino sobre un derecho subjetivo privado, de los que se originan en las
relaciones entre particulares, la legislación donde se produjo el hecho prevé un remedio
procesal específico; por lo que si se admitiera el recurso se estarían dejando sin efecto normas
procesales vigentes.

No puede admitirse que los jueces amplíen la esfera de acción del amparo, extendiéndola a las
violaciones cometidas por particulares.

Se amplía la esfera de acción del recurso de amparo al establecerse que también es viable
deducirlo cuando la violación de un derecho provenga de un particular.

Se confirma la supremacía constitucional en cuanto a la protección de los derechos


establecidos en los Arts. 14, 17 y 19 de la Constitución Nacional.

Caso “Verbitsky, H. s/ hábeas corpus” (Resuelto el 3/05/05).

La Corte reconoció al Centro de Estudios Legales y Sociales legitimación colectiva para


interponer un habeas corpus correctivo y colectivo a favor de las personas detenidas en las
comisarías bonaerenses y ordenó al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires que revirtiera
las condiciones inhumanas de confinamiento existentes.

Hechos:
El Centro de Estudios Legales y Sociales interpuso un habeas corpus en representación de
todas las personas detenidas en prisiones y comisarías de la Provincia de Buenos Aires. Relató
que los detenidos, incluidos mujeres y menores, padecían condiciones de superpoblación y
hacinamiento porque los calabozos estaban en un estado deplorable de conservación e
higiene.

El Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires rechazó el hábeas corpus, al


considerar que debía analizarse cada caso en concreto.

La actora interpuso recursos extraordinarios de nulidad y de inaplicabilidad de ley, que fueron


declarados inadmisibles por la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.

Contra ese pronunciamiento interpuso un recurso extraordinario, que fue denegado y dio lugar
a un recurso de queja.

Decisión de la Corte:
La Corte consideró que la presencia de adolescentes y enfermos en establecimientos policiales
y/o en comisarías superpobladas de la Provincia de Buenos Aires era susceptible de configurar
un trato cruel, inhumano o degradante u otros análogos y generar responsabilidad del Estado
Nacional, con flagrante violación a los principios generales de las Reglas Mínimas para el
tratamiento de reclusos de las Naciones Unidas.

Por este motivo, sostuvo que, dado que dicha situación ponía en peligro la vida y la integridad
física del personal penitenciario y policial y generaba condiciones indignas y altamente
riesgosas de trabajo, debía instruirse a la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos
Aires y a los demás tribunales de dicha provincia para que hicieran cesar urgentemente el
agravamiento o la detención misma. Por otra parte, reconoció legitimación al Centro de
Estudios Legales y Sociales para interponer el hábeas corpus colectivo a pesar de que la
Constitución Nacional no menciona en forma expresa el hábeas corpus como instrumento
deducible en forma colectiva.

En consecuencia, fijó los estándares de protección de los derechos de los presos que los
distintos poderes provinciales deben respetar para cumplir con el mandato de la Constitución
Nacional y con los pactos internacionales de derechos humanos que tienen jerarquía
constitucional.

También ordenó a la justicia provincial a verificar y remediar las condiciones indignas de


detención de los presos detenidos a su disposición así como disponer la inmediata libertad de
los adolescentes y enfermos detenidos en comisarías.

Por último, exhortó a los poderes ejecutivos y legislativos provinciales a revisar la legislación
que regula la excarcelación y la ejecución penitenciaria y a tomar como parámetro la legislación
nacional en la materia.

Para asegurar una solución efectiva y sólida a esta situación, la Corte recomendó que se
conformara una mesa de diálogo en la que intervinieran las autoridades provinciales y las
organizaciones de la sociedad civil y retuvo el poder de controlar la adopción de las medidas
ordenadas en el fallo.(voto de los jueces Petracchi, Maqueda, Zaffaroni, Highton de Nolasco y
Lorenzetti. El Dr. Boggiano votó en disidencia, mientras que los magistrados Fayt y Argibay
votaron en disidencia parcial).El Dr. Boggiano consideró que el hábeas corpus interpuesto a
favor de la totalidad de las personas detenidas alojadas en establecimientos policiales y
comisarías bonaerenses importaba una impugnación genérica al sistema carcelario provincial,
pero que no le competía a los jueces hacer declaraciones generales o abstractas, por lo que
excedía las facultades jurisdiccionales de la Corte.

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