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EN EL PRINCIPIO — Bavinck

El Destino Humano
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El destino último de la humanidad, tanto nidad plena y completa se encuentra en la


individual como corporativamente, era la comunidad; la humanidad como un todo es la
meta de Adán pero era algo aún no dado en imagen de Dios – en la creación y en la reden-
su creación. Cristo, no Adán, es el primer ción. Esto pone de relieve la noción de la repre-
hombre pleno, verdadero y espiritual. Aún en sentación federal: la de Adán sobre la
el estado de integridad Adán era solamente el creación, la de Cristo sobre la humanidad
principio; Cristo es el “fin” de la humanidad, redimida. Este énfasis en la unidad orgánica
aquel que nos da la posibilidad de vida eterna de la raza humana también arroja luz sobre
imperecedera. El paralelo entre Cristo y sus orígenes y propagación. La teoría de la
Adán llevó a los teólogos a concebir el estado preexistencia de las almas humana se halla
original de integridad en términos de un arraigada en un dualismo pagano entre el
pacto, un pacto de obras. Esta doctrina está espíritu y la materia, destruye la unidad de
basada en la Escritura y es eminentemente la humanidad, y borra la distinción entre los
valiosa. El pacto pertenece a la esencia de la seres humanos y los ángeles. El debate entre el
verdadera religión, haciendo posible una rela- creacionismo y el traducianismo es menos
ción entre el Creador y la criatura y subra- concreto. Aunque ambos enfrentan dificulta-
yando la dependencia en Dios de los seres des insolubles, los teólogos Reformados junto
humanos racionales y morales. La doctrina con los Ortodoxos y los Católicos Romanos,
Católico Romana del donum superadditum, abrazaron casi unánimemente el creacio-
aunque busca honrar la convicción de que la nismo mientras que el traducianismo encon-
vida eterna es un don de gracia, de hecho rein- tró aceptación principalmente entre los
troduce el tema de las buenas obras merito- Luteranos. Solo el creacionismo sostiene sufi-
rias. En contraste, las perspectivas Luteranas cientemente la unicidad específica de la
exaltan el estado original de Adán como una humanidad dado que rechaza tanto al pan-
posesión que ya gozaba de la bendición más teísmo como al materialismo y respeta tanto
elevada posible y tiende de esa manera al la unidad orgánica de la raza humana y su
antinomianismo – Adán se encontraba ex totalidad como, al mismo tiempo, el valor y
lex, fuera de la ley. Pero, antes de la caída, misterio de la personalidad individual de
nuestros primeros padres no gozaban aún del cada ser humano individual. El estado de
Sabbath celestial eterno; el estado de integri- integridad es una preparación para la gloria
dad no era aún el estado de gloria. La huma- eterna cuando Dios será el todo en todos.

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Aunque Adán fue creado a imagen de Adán y le sucede. Adán es la entidad menor
Dios, él no fue esa imagen inmediatamente e inferior; Cristo es el ser más grande y más
en el sentido pleno, ni era esa imagen solo alto. De allí que Adán señalara a Cristo; ya
por él mismo. La imagen de Dios solo se antes de la caída él era el tipo de Cristo. En
nos presentará en toda su esplendorosa la creación de Adán ya Cristo estaba a la
riqueza cuando el destino del hombre, tanto vista. Toda la creación, incluyendo la
para esta vida como para la por venir, esté creación del hombre, era infralapsariana.
allí incluido. En 1 Corintios 15:45-49 Pablo Lo natural vino primero, lo espiritual de
contrasta las dos cabezas pactales, Adán y segundo.
Cristo, el uno con el otro y las compara, no
tanto (como en Rom. 5:21-22 y 1 Cor. Lo que Pablo está presentando aquí
15:22) en términos de lo que hicieron sino con gran profundidad y anchura se funda-
más en términos de la naturaleza y persona menta en Génesis 1 y en el mismo capítulo
de cada uno. La comparación alcanza aquí 2. El hombre, aunque espíritu (pneuma) y
su más grande profundidad y penetra hasta llevando un aliento de vida dentro de sí, se
la raíz de la distinción entre ellos. Todo volvió un ser viviente (alma) como los ani-
Adán, tanto antes como después de la males. Les fueron dados los frutos de la
caída, es contrastado con Cristo en su inte- hierba y de los árboles como alimento (Gén.
gridad, tanto antes como después de la resu- 1:29), un paraíso como su morada (Gén.
rrección. En virtud de la creación el primer 2:8s.), una mujer como ayuda (Gén.
hombre fue hecho un “ser viviente” (psychç 2:18s.), un mandamiento como guía (Gén.
sôsa), “natural” (psychikos), “del polvo de 2:16, 17), una amenaza de castigo en caso
la tierra” (ek gçs choikos); pero por su resu- de transgresión (Gén. 2:17). Es evidente
rrección el segundo hombre se hizo “un por este escenario que el primer hombre, a
espíritu que da vida” (pneuma zôopoioun), pesar de ser ubicado en un lugar tan alto,
“espiritual” (pneumatikos), “del cielo” (ex no poseía todavía la más alta humanidad.
ouganou). 1 Aunque Adán fue creado a Hay una gran diferencia entre lo natural y
imagen de Dios, puesto que era “de la lo neumático, entre el estado de integridad
tierra, terrenal,” dependía de la tierra. Él, y el estado de gloria. Después de la resu-
después de todo, necesitaba alimento y rrección tanto el estómago como el ali-
bebida, luz y aire, día y noche, por tanto no mento serán hechos a un lado (1 Cor. 6:13),
tenía aún un cuerpo espiritual glorificado pero ambos fueron realidades para Adán.
en un nivel que trascendiera todas sus En el cielo los hijos de Dios ya no se casa-
necesidades. Su cuerpo natural no se había rán, sino que serán como los ángeles (Mat.
vuelto aún en un instrumento del espíritu 22:30); Adán, sin embargo, necesitaba la
de manera plena. Como tal, Adán, en ayuda de una esposa.
comparación con Cristo, se hallaba en un
nivel más bajo. Adán fue el primero; Cristo El Pacto con Adán: Solamente el Comienzo
fue el segundo y último. Cristo presupone a
Adán, por consiguiente, se hallaba en
1. Cf. W. Lütgert, “Der Mensch aus dem el principio, no al final, de su “carrera.” Su
Himmel,” en Samuel Oettl, ed., Grei- condición era provisional y temporaria y no
fswalder Studien (Gütersloh: C. Bertels-
podía permanecer como era. Tenía que
mann, 1895), 207-28.

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pasar hacia una gloria superior o al pecado mandamiento dado a Adán era en el fondo
y la muerte. La pena por transgredir el un pacto porque tenía la intención, como el
mandamiento era la muerte; la recompensa pacto de Dios con Israel, de transmitirle a
por guardarlo, por el contrario, era la vida: Adán vida eterna en la forma de obediencia
vida eterna. Nuestra conciencia común ya [pactal]. Esto es además reforzado por el
testifica que en guardar los mandamientos paralelo que Pablo traza en Romanos 5:12-
de Dios hay gran recompensa y que la viola- 21 entre Adán y Cristo. Como la obediencia
ción de estos mandamientos trae castigo, de un hombre, esto es, Cristo, y la gracia
pero la Sagrada Escritura también expresa otorgada a la humanidad en Él, trajo abso-
esta verdad una y otra vez. Ella resume lución, justicia y vida, de la misma manera
todas las bendiciones asociadas con el hacer la transgresión y el delito de un hombre es
los mandamientos de Dios en la palabra la causa de la condenación, el pecado y la
“vida,” vida eterna. Tanto en el pacto de muerte para la humanidad como un todo.
obras como en el de gracia la Escritura no La relación entre nosotros y Adán es como
conoce sino un ideal para un ser humano, y la que hay entre nosotros y Cristo. De
ése es la vida eterna (Lev. 18:5; Eze. 20:11; hecho permanecemos para con Adán en la
Sal. 9:12; Mat. 19:17; Luc. 10:28; Gál. misma relación. Él es un tipo de Cristo,
3:12). Por tanto, Adán aún se encontraba nuestra cabeza, de quien la culpa y la
en el comienzo. Como aún no tenía esta muerte nos es imputada por causa de su
recompensa de la vida eterna, sino que aún transgresión. Él es la causa de la muerte de
debía adquirirla; podía aún errar, pecar, todos nosotros; todos morimos en Adán (1
caer y morir. Su relación con Dios era tal Cor. 15:22). Aquí también la relación de
que podía gradualmente incrementar en Adán para con Dios es una relación de
compañerismo con Dios pero también pacto, descrito ahora no tanto en la direc-
podía caer de ella. En la Escritura esta rela- ción de Dios como en la dirección de aque-
ción única es quizás comparada con un llos que están incluidos en ese pacto bajo
pacto en un versículo. En Oseas 6:7 el Adán como cabeza.
Señor dice de Israel y de Judá que, a pesar
de toda la labor invertida en ellos, ellos, Esta idea ricamente valiosa de la Escri-
como Adán, transgredieron el pacto tura no siempre ha llegado a ocupar el lugar
(k?âdâm ?âb?rû berît, LXX ôs anthrôpos que se merece en la teología Cristiana. Una
Vulg., sicut Adam). La traducción “como visión naturalista localizaba la imagen de
un hombre” adolece de la objeción de que Dios únicamente en la aptitud, el potencial
en ese caso se dice de la gente en general manifiesto, la libertad de la voluntad, la
que transgredieron el pacto. Además, la tra- personalidad formal e incluso contemplaba
ducción “como [el pacto de] un hombre” la muerte natural. La imagen o al menos la
requeriría en cualquier caso que la palabra semejanza de Dios consistía mucho más en
k?âdâm fuese colocada después de la pala- lo que los seres humanos tenían que adqui-
bra berît, no después del sujeto hçmâ. De rir por sus propios esfuerzos que en lo que
manera que, a menos que la palabra esté les fue dado inmediatamente en la creación.
corrupta o se refiera a un nombre de lugar La visión supranaturalista, por el contrario,
[“en Adám”], aún permanece la traducción se iba hacia el otro extremo, atribuyéndole
“como Adán.” Se implica, entonces, que el un carácter totalmente sobrenatural al

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estado de integridad. No solamente la justi- derivaba la corporalidad y toda desigualdad


cia original era considerada un don sobre- entre los hombres a una caída de almas pre-
natural; la inmortalidad era vista como un existentes; otros le atribuían al hombre
beneficio especial por parte del Creador, y a antes de la caída un cuerpo totalmente dife-
Adán le fue negada toda susceptibilidad al rente del nuestro. 9 En relación con todo
sufrimiento y al dolor. 2 Sin embargo, algu- esto el paraíso era a menudo interpretado
nos como Gregorio de Nyssa, Juan de en términos muy idealistas e incluso se
Damasco, Böhme, y otros, juzgaron que interpretaba alegóricamente: allí los anima-
antes de la caída el hombre no tenía necesi- les no morían; allí no existían animales sal-
dad de alimento, viendo que era inmortal.3 vajes o impuros; las rosas florecían pero no
En cualquier caso la excreción hubiese ocu- tenían espinas; el aire era mucho más lim-
rrido sin ninguna mancha de indecoro.4 De pio, el agua era más tersa y la luz más bri-
acuerdo a la mayoría de padres de la Iglesia, llante.10
Escolásticos, Católicos Romanos, Lutera-
nos, Disidentes y también ciertos teólogos Aún así todos reconocen que Adán no
Reformados como Zwinglio, Musculus, poseía aún la humanidad más alta, una ver-
Mártir, Zanchius, Junius, Piscator y así dad implícita en el mandamiento probato-
sucesivamente, el alimento humano consis- rio, ni la libertad de escoger entre la
tía solamente de plantas y no de carne. La posibilidad del pecado y de la muerte. Agus-
procreación ocurría sin ningún placer sen- tín especialmente hizo una clara distinción
sual y los niños no nacían incapaces de entre la habilidad de no pecar (posse non
hablar y llenos de necesidades, sino que peccare) y la de no morir (posse non mori),
muy rápidamente crecían hasta llegar a la que Adán poseía, y la inhabilidad de pecar
adultez.5 Muchos, yendo aún más lejos, (non posse peccare) y la inhabilidad de morir
creían que la procreación ocurría total- (non posse mori), dones que iban a ser con-
mente aparte del coito;6 que los humanos cedidos junto con la glorificación del pri-
fueron primero creados andrógenos, que la mer hombre en caso de obediencia y que
creación de la mujer, como tal, era prueba son ahora concedidos a los elegidos por gra-
de la caída.7 De allí que las mujeres no par-
ticiparan realmente de la imagen divina y 7. Ya pensaban así los Judíos; cf. F. W.
de la naturaleza humana. 8 Orígenes incluso Weber, System der altsynagogalen palas-
tinischen Theologie (Leipzig: Dörffling &
2. Agustín, La Ciudad de Dios, XIV, 26; T. Franke, 1880), 202ss., y luego también J.
Aquino, Summa Theol., I, qu. 97, art. 2. S. Erigena, La División de la Naturaleza,
3. Petavius, Opera Omnia, “de sex dier. II, 6, 10, 23, IV, 12, y muchos filósofos
opif.,” 7. como Böhme, Oetinger, Baader, Sche-
4. T. Aquino, Summa Theol., I, qu. 97, art. lling, J. P. Lange, Christliche Dogmatik, 3
3. vols. (Heidelberg: K. Winter, 1852), II,
5. Agustín, Sobre los Méritos y la Remisión 324ss.; F. Delitzsch, Un Sistema de Psico-
de Pecados, I, 37, 38; P. Lombardo, Sent., logía Bíblica (Edinburgh: T. & T. Clark,
II, dist. 20; T. Aquino, Summa Theol., I, 1899), 102ss.; J. C. K. Hofmann, Weis-
qu. 98, art. 1. sagung und Erfüllung im Alten und im
6. Agustín, Las Retractaciones, I, 10; Gre- Neuen Testamente, 2 vols. (Nördlingen:
gorio de Nyssa, Sobre la Formación del C. H. Beck, 1841-44), I, 65ss.; idem, Der
Hombre, 16, 17; Juan de Damasco, Expo- Schriftbeweis, 2a ed., 3 vols. (Nördlingen:
sición de la Fe Ortodoxa, II, 30. Beck, 1857-60), I, 403ss., enz.

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cia. 11 La relación en la que Adán original- era descrita como un pacto, el paralelo de
mente se encontraba para con Dios incluso Cristo entre Adán y Cristo llevó a los
fue descrita por Agustín como un pacto, un teólogos a concebir también el estado de
testamento, una alianza; 12 y la traducción integridad como un pacto.
de las palabras k?âdâm por “como Adán”
condujo a muchos a una opinión similar.13 Para distinguirlo del pacto de gracia
Materialmente, por tanto, la doctrina de lo este entonces fue llamado el pacto de la
que más tarde fue llamado “el pacto de naturaleza o de obras ( foedus naturae or ope-
obras” también ocurre en los padres de la rum). Fue llamado “pacto de la naturaleza,”
iglesia. Incluida en la situación de Adán, no porque se juzgara que fluía automática y
como se interpretó por parte de los teólogos naturalmente de la naturaleza de Dios o de
Escolásticos, los Católicos Romanos y los la naturaleza del hombre; sino por causa
Luteranos, yacen todos los elementos que del fundamento sobre el cual descansaba el
fueron más tarde sumariados especialmente pacto, es decir, la ley moral le era conocida
por los teólogos Reformados en la doctrina al hombre por la naturaleza y porque fue
del pacto de obras. 14 La relación en la que hecha con el hombre en su estado original y
los creyentes han llegado a ser colocados porque podía ser guardada por el hombre
para con Dios por Cristo es repetidamente con los poderes que se le habían concedido
descrita en la Escritura con el término en la creación sin la asistencia de una gra-
“pacto.” Zwinglio y Bucer ya echaban cia sobrenatural. Más tarde, cuando el tér-
mano de estos pensamientos escriturales mino ocasionaba malos entendidos, fue
para defender la unidad del Antiguo y del reemplazado preferiblemente por el de
Nuevo Testamento en contra de los “pacto de obras”; y llevaba este nombre en
Anabaptistas. Ahora, siguiendo el ejemplo vista del hecho que en este pacto la vida
de la Escritura, cuando la religión Cristiana eterna podía ser obtenida únicamente por
el camino de las obras, es decir, por el
8. Cf. Agustín, La Trinidad, XII, 7; T. camino de guardar los mandamientos de
Aquino, Summa Theol., I, qu. 93, art. 4, Dios. Ahora, este pacto, en paralelo al pacto
qu. 99, art. 2; Buenaventura, Sent., II, de gracia, fue enseñado y desarrollado con
dist. 16, art. 2, qu. 2, dist. 20, art. 1, qu.
6; J. Gerhard, Loci Theol., VIII, c. 6; J. especial predilección por los teólogos Refor-
Quenstedt, Theologia, II, 15; J. Janssen, mados. 15 Las Confesiones Reformadas no
Geschichte des deutschen Volkes seit dem la mencionan usando de muchas palabras.
Ausgang des Mittelalters, 8 vols. (París: Materialmente, sin embargo, se expresa en
Librairie Plon, 1887-1911), VI, S. 395-
97. los artículos 14 y 15 de la Confesión Belga,
9. Orígenes, Contra Celso, I, 32, 33; idem, donde leemos que la naturaleza total del
Sobre los Primeros Principios , II, 9; cf. K.
Liechtenhau, “Ophiten,” en PRE3 , XIV, 11. Agustín, La Ciudad de Dios , XXII, 30;
404-13 y también Böhme, Ant. Bourig- idem, Admonición y Gracia; idem, Enchi-
non, Baader, et al. ridion, 104-7; idem, El Significado Literal
10. Lutero sobre Génesis 3; cf. D. F. Strauss, del Génesis, III, 2, VI, 25; idem, Contra
Die Christliche Glaubenslehre in ihrer ges- Juliano, V, 58; VI, 5 enz.
chichtlichen Entwicklung und im Kampf 12. Agustín, La Ciudad de Dios , XVI, 27.
mit der Moderne Wissenschaft, 2 vols. 13. J. Marck, Historia Paradisi (Ámster-
(Tübingen: C. F. Osiander, 1840-41), I, dam: Gerardus Borstius, 1705), II, 6, 7.
700ss. 14. Cf. P. Lombardo, Sent., II, dist. 19, 20.

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hombre fue corrompida por la transgresión objeción contra la doctrina del pacto, tal y
de Adán del mandamiento de vida;16 en los como ha sido desarrollada en la teología
Días del Señor 3 y 4 del Catecismo de Hei- Reformada, de que fue demasiado detallada
delberg se dice que el hombre fue creado a y tratada demasiado escolásticamente.
la imagen de Dios, para que pudiera vivir Aunque más tarde los teólogos aún defen-
con Dios en felicidad eterna, pero total- dían la doctrina, ya no sentían su signifi-
mente es descrito como totalmente cado ni su importancia teológica y religiosa.
corrupto por la caída de Adán; y en el capí- Puesto que había perdido su vitalidad era
tulo III/IV de los Cánones de Dort se fácil combatirla. Pero la doctrina del pacto
declara que la corrupción de Adán se pro- de obras está basada en la Escritura y es
pagó a todos sus descendientes “por el justo eminentemente valiosa. Entre las criaturas
juicio de Dios.” Formalmente, el pacto de racionales y morales toda la vida superior
obras está incorporado en los Artículos toma la forma de un pacto. Generalmente,
Irlandeses (1615), en la Confesión de West- un pacto es un acuerdo entre personas que
minster (1647), en la Fórmula Helvética de voluntariamente se obligan y se vinculan
Consenso (1675), y en los Artículos de las unas a las otras con el propósito de repe-
Walcheren (1693). 17 Aunque la doctrina ler un mal u obtener un bien. Tal acuerdo,
del pacto de obras también encontró acepta- sea que se haga tácitamente o que se defina
ción en algunos teólogos Católicos Roma- con detalles explícitos, es la forma usual en
nos18 y Luteranos, 19 se le opusieron términos en los cuales los humanos viven y
vigorosamente los Disidentes y los Racio- trabajan juntos. El amor, la amistad, el
nalistas. 20 Solo en tiempos modernos la matrimonio, lo mismo que toda coopera-
doctrina del pacto de obras fue otra vez ción social en los negocios, la industria, la
entendida y explicada por una cantidad de ciencia, el arte, y así sucesivamente, se fun-
teólogos en su verdadero significado.21 damenta en última instancia en un pacto,

Uno puede ciertamente levantar la 17. Nota del Editor: Para una descripción de
la Fórmula Helvética de Consenso
15. Nota del Editor: Bavinck refiere aquí a la (1675), vea P. Schaff, Los Credos de la
literatura que se halla al principio de la Cristiandad, 6ª ed., 3 vols. (New York:
sección del capítulo en la edición Holan- Harper, 1919), I, 477-89. Los cinco Artí-
desa. Revise los siguientes autores en la culos de Walcheren (1693) fueron adop-
bibliografía: Boston, Brahe, Cloppen- tados por las Clases Holandesas
burg, Coccejus, Comrie, De Moor, Goma- Reformadas de Walcheren en contra de
rus, van den Honert, Junius, Marck, las perspectivas liberales y racionalistas
Mastricht, Olevianus, Polanus, Trelca- de Herman Alexander Roëll, Baltasar
tius, Trelcatius Jr., Ursinus, Vitringa, Bekker, y Johannes Vlak. Se puede
Walker, Wollebius. encontrar una discusión de los artículos
16. En su versión original el art. 14 de la y las opiniones de los tres rechazados en
Confesión Belga dice que Dios formó al los respectivos ensayos de la Christelijke
hombre “según su propia imagen y seme- Encyclopedie, ed. por F. W. Grosheide y
janza, bueno, justo y santo, enteramente G. P. Van Itterzon (Kampen: Kok, 1961).
perfecto en todas las cosas (et tout parfait El texto completo de los Artículos de
en tutes choses).” Estas palabras fueron Walcheren se encuentra en Documenta
omitidas más tarde y reemplazadas por Reformatoria, ed. por J. N. Bakhuizen
“capaz, en todas las cosas, de asentir con van den Brink et al. (Kampen: Kok,
agrado a la voluntad de Dios.” 1960), I, 460-70.

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esto es, una fidelidad recíproca y una varie- ¿Por qué debiese ser esto así? Primero
dad de obligaciones morales generalmente que todo, porque Dios es el Creador, el
reconocidas. Por tanto, no debería sorpren- hombre, una criatura; y con esa declaración
dernos que también la vida texturizada más se da por sentada una infinita distancia
alta y más alta de los seres humanos, a entre los dos. Ningún compañerismo, nin-
saber, la religión, conlleve este carácter. En guna religión entre los dos parece posible;
la Escritura el “pacto” es la forma fija en la solamente hay diferencia, distancia, una
que se describe y presenta la relación de separación interminable. Si Dios perma-
Dios con su pueblo. E incluso donde la nece elevado por encima de la humanidad
palabra no ocurre, no obstante vemos siem- en su exaltación y majestad soberana,
pre las dos partes como si estuvieran en diá- entonces no es posible ninguna religión, al
logo la una con la otra, tratando la una con menos ninguna religión en el sentido de
la otra, con Dios llamando a la gente a la compañerismo. Entonces la relación entre
conversión, recordándoles sus obligaciones, los dos es descrita de manera total con los
y obligándose a sí mismo para proveer todo términos “amo” y “siervo.” Entonces la
lo que es bueno. Más tarde, cuando discuta- imagen del alfarero y el barro es aún dema-
mos el pacto de gracia, nos enfocaremos en siado débil para describir esa relación por-
el concepto bíblico de berit. Aquí nos limita- que el barro tiene existencia – y por tanto
remos a recordarle al lector la idea general derechos – independientemente de y en
de pacto. Aún si el término “pacto” nunca contra del alfarero, pero los seres humanos
ocurriera en la Escritura para la relación no tienen nada y no son nada aparte de
religiosa entre Adán y Dios, ni siquiera en Dios. Por consiguiente, si verdaderamente
Oseas 6:7, todavía la vida religiosa del hom- ha de haber religión, ha de haber compañe-
bre antes de la caída posee el carácter de un rismo entre Dios y el hombre, si la relación
pacto. Los eruditos Reformados nunca fue- entre los dos ha de ser también (pero no
ron tan cerrados como para insistir en la exclusivamente) la de un amo para con su
palabra, si sólo el asunto mismo era cierto: siervo, la de un alfarero para con el barro,
uno puede dudar de la palabra, dando por lo mismo que la de un rey para con su pue-
sentado que el tema es seguro (de vocabulo
dubitetur, re salva). Pero, oculta tras la opo- 20. S. Episcopius, Inst. Theol., II, c. 2; P. van
Limborch, Theol. Christ., III, c. 2; J.
sición a la palabra se hallaba la oposición al Alting, sobre Hebreos 8:6 y Opera
tema mismo. Y nunca se debe claudicar en Omnia Theologica (Ámsterdam: Borst,
esto en vista el hecho que el pacto es la s.f.), V, 392; Venema, Korte Verdediging
esencia de la verdadera religión. van zijn eere en leere (Leeuwarden: van
Desiel, 1735); N. Schiere, Doctrina testa-
mentorum et foederum divinorum omnium
(Leovardiaw: M. Ingema, 1718); J. Vlak,
18. M. J. Scheeben, Handbuch der Katholis- Eeuwig Evangelia (1684) [Nota del Edi-
chen Dogmatik, 4 vols. (Freiburg i.B.: tor: Bavinck no da el título] quien es
Herder, 1933), II, 500; C. Pesch, Praelec- cuestionado por H. Brink, Toet-Steen der
tiones Dogmaticae (Freiburg i.B.: Herder, Waarheid en anderen (Ámsterdam,
1916-25), III, 136. 1685); Incluso J. J. Van Oosterzee, Dog-
19. J. F. Buddeus, Institutiones Theologiae mática Cristiana, trad. por J. Watson y
Moralis (Leipzig: T. Fritsch, 1715), 527 y M. Evans, 2 vols. (New York: Scribner,
otros, cf. C. Vitringa, Doctr. Christ., II, Armstrong, 1874), §75, la miraba como
242. una obra Judía de arte.

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blo, la de un padre para con su hijo, la de es el Dios del pacto.


una madre para con su niño, la de un águila
para con sus crías, la de una gallina para Es claro, en segundo lugar, que una
con sus polluelos, y así sucesivamente; es criatura no puede presentar o poseer dere-
decir, si no solo una relación sino todas las cho alguno ante Dios. Eso es implícita-
relaciones y todos los tipos de relaciones de mente – por la naturaleza del caso –
dependencia, sumisión, obediencia, amis- imposible. Una criatura como tal le debe su
tad, amor y así sucesivamente, hallan su existencia, todo lo que es y tiene, a Dios; no
modelo y alcanzan su plenitud entre los puede hacer ningún reclamo ante Dios y no
humanos en la religión, entonces la religión puede jactarse de nada; no tiene derechos y
debe tener el carácter de un pacto. Pues no puede hacer demandas de ningún tipo.
entonces Dios debe descender de su majes- No hay tal cosa como mérito en la existen-
tuosa posición, condescender con su cria- cia de una criatura ante Dios, ni la puede
tura, impartirse, revelarse y darse a Sí haber puesto que la relación entre el Crea-
mismo a los seres humanos; entonces Él, dor y una criatura elimina, de manera radi-
que habita en la eternidad y que mora en car y de una vez por todas, cualquier
un lugar alto y santo debe también morar noción de mérito. Esto es verdad después
con aquellos que son humildes de espíritu de la caída pero no menos antes de la caída.
(Isa. 57:15). Pero este conjunto de condi- Entonces también los seres humanos eran
ciones no es otra cosa que la descripción de criaturas: sin prerrogativas, sin derechos,
un pacto. Si la religión es llamada un pacto, sin mérito. Cuando hemos hecho todo para
es descrita, de ese modo, como la religión lo cual hemos sido instruidos somos todavía
verdadera y genuina. Esto es lo que nin- siervos indignos (douloi achreioi, Lucas
guna religión jamás ha entendido; todos los 17:10). Sin embargo, la religión de la
pueblos, ya sea de manera panteísta, reba- Sagrada Escritura es tal que en ella los seres
jan a Dios hacia aquello que pertenece al humanos pueden no obstante, por así decir,
rango de la criatura, o de manera deísta le reivindicar ciertos derechos ante Dios. Pues
elevan interminablemente por encima de tienen la libertad de venir ante él con ora-
ella. En ninguno de los casos uno llega al ción y con acción de gracias, de dirigirse a
verdadero compañerismo, al pacto, a la reli- él como “Padre,” de refugiarse en él en
gión genuina. Pero la Escritura insiste en todas las circunstancias de angustia y
ambas cosas: Dios es infinitamente grande muerte, de desear todas las cosas buenas de
y condescendientemente bueno; él es Sobe- parte de él, incluso de esperar de él salva-
rano pero también Padre; él es Creador ción y vida eterna. Todo esto es posible úni-
pero también Prototipo. En una palabra, él camente porque Dios en su
condescendiente bondad otorga derechos a
21. A. Kuyper, De Heraut, 161ss.; Ch. su criatura. Todo derecho asociado con la
Hodge, Teología Sistemática, 3 vols. criatura es un beneficio dado, un don de
(New York: Charles Scribner’s Sons,
1888), II, 117; G. Vos, “La Doctrina del gracia, inmerecido y no obligatorio. Toda
Pacto en la Teología Reformada,” en His- recompensa por parte de Dios se origina en
toria Redentora e Interpretación Bíblica, la gracia; no es posible ningún mérito, sea
ed. por Richard B. Gaffin Jr. (Phillips- por condignidad (merecimiento) o por con-
burg: Presbyterian & Reformed, 1980),
234-70. gruencia. 22 La religión verdadera, por

167
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

consiguiente, no puede ser otra cosa que un voluntariamente, por su propio libre con-
pacto: tiene su origen en la sentimiento, movido por el amor para
condescendiente bondad de Dios y en su corresponder con amor. En el fondo la reli-
gracia. Tiene ese carácter antes, lo mismo gión es una obligación pero también un pri-
que después, de la caída. Pues la religión, vilegio. No es un trabajo con el cual le
como a ley moral y el destino del hombre, traemos provecho a Dios, o hacemos una
es una. El pacto de obras y el pacto de contribución para él, y entonces obtenemos
gracia no difieren en su meta final sino el derecho de recompensa. Es una gracia
únicamente en la manera que conduce a para nosotros la que se nos permite para
ella. En ambos hay un mediador; entonces que le sirvamos. Dios nunca está en deuda
un mediador de unión, ahora un mediador con nosotros, sino que nosotros estamos
de reconciliación. En ambos hay una fe, siempre en deuda con él por las buenas
entonces fe en Dios, ahora fe en Dios por obras que hacemos (Confesión Belga, Art.
medio de Cristo y ambos hay una 24). De su parte se encuentra siempre el
esperanza, un amor y así sucesivamente. La don; por nuestra parte siempre hay gratitud
religión es siempre la misma en esencia; y solamente eso. Por esa razón la religión es
difiere solamente en forma. concebible únicamente en la forma de un
pacto y llega a su plena realización única-
En tercer lugar los hombres y las muje- mente en esa forma. Dios, por consiguiente,
res son seres racionales y morales. Esa es la hizo tal pacto con los primeros seres huma-
manera como Dios les creó y que, por lo nos. Debemos hacer a un lado completa-
tanto, es como Él los trata. Él sustenta lo mente el desarrollo fragmentario de esta
que creó. Dios, por consiguiente, no coac- doctrina. El asunto mismo es veraz. Des-
ciona a los seres humanos, pues la coerción pués de crear a los hombres y las mujeres a
es inconsistente con la naturaleza de las su propia imagen, Dios les mostró su des-
criaturas racionales. Él trata con ellos, no tino y la manera única en la cual podían
como criaturas irracionales, como plantas o alcanzarlo. Los seres humanos podían
animales, como bloques de madera, sino conocer la ley moral sin revelación especial
que trata con ellos como seres racionales, puesto que fue escrita en sus corazones.
morales y auto-determinados. Él quiere que Pero el mandamiento probatorio es posi-
los seres humanos sean libres y que le sir- tivo; no es algo dado por sentado en la natu-
van en amor, libre y voluntariamente (Sal. raleza humana como tal pero podía ser
100:3). La religión es libertad; es el amor el dado a conocer a los seres humanos única-
que no permite ser coaccionado. Por esa mente si Dios se los comunicaba. Ni era
razón debe, por su misma naturaleza, auto-evidente que guardar ese manda-
tomar la forma de un pacto en el cual Dios miento produciría vida eterna. En ese sen-
actúa, no coercitivamente, sino con con- tido el “pacto de obras” no es un “pacto de
sejo, admonición, advertencia, invitación, la naturaleza.” Inicialmente la iglesia no
petición y en el que los humanos sirven a entendió aún claramente esto 23 pero gra-
Dios, no bajo dureza ni violencia, sino dualmente se hizo obvio – y se enseñó
como tal – que Dios de ninguna manera
22. Nota del Editor: Vea la nota 29 en el
capítulo anterior. 23. F. Gomarus, De Foedere.

168
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

estaba obligado a otorgar la bendición celes- Dios, podía conocer, lo mismo que guardar,
tial y la vida eterna a aquellos que guarda- la ley moral sin poder sobrenatural; y, por
ban su ley y quienes de esa forma no hacían otro lado, afirmaban firmemente que un
ninguna otra cosa sino lo que estaban obli- estado más elevado de bendición que aquel
gados a hacer. No hay ninguna conexión que prevalecía en el paraíso en la tierra,
natural aquí entre obra y recompensa. 24 nunca podría, por la naturaleza del caso,
ser merecido, sino únicamente ser otorgado
La Visión Reformada y otras Visiones del por una libre dispensación de Dios. Y com-
Destino Humano binaban estas dos ideas en su teoría del
pacto de obras. Este pacto está arraigado en
Y ésa es la verdad que existe perma- una dispensación libre, especial y miseri-
nente e inseparablemente en la doctrina de cordiosa de Dios. Procede de él y él decreta
Roma del don añadido (donum superaddi- todas las partes del mismo: condición y
tum). La vida eterna es y sigue siendo un cumplimiento, conformidad y recompensa,
don inmerecido de la gracia de Dios. Pero transgresión y castigo. Es monolateral (uni-
debido a que Roma no conoce la doctrina lateral) en su origen y es añadido a la crea-
del pacto de obras, infiere de este don mise- ción en la imagen de Dios. Los primeros
ricordioso de la vida eterna que también la seres humanos, por su parte, siendo crea-
imagen de Dios en el hombre tiene que ser dos a la imagen de Dios, descansaban en él
un don sobrenatural y, en virtud del poder y miraban en este pacto una revelación de
sobrenatural concedido con la imagen de un camino hacia una bendición más alta.
Dios, los humanos tienen una vez más el Por consiguiente, el pacto de obras hace
mérito de la vida eterna ex condigno. Bajo la justicia tanto a la soberanía de Dios – que
apariencia de honrar la gracia, Roma, por lo implica la dependencia de las criaturas y el
tanto, introduce otra vez el carácter merito- carácter no meritorio de todas sus obras –
rio de las buenas obras. Pero los teólogos como a la gracia y la generosidad de Dios
Reformados sostuvieron, por un lado, que que no obstante quiere darle a la criatura
la imagen de Dios en el hombre era natural una bendición más alta que la terrenal. Sos-
y que el hombre, quien era esta imagen de tiene tanto la dependencia lo mismo que la
libertad de la humanidad. Combina a
24. J. Coccejus, Summa Doctrinae de Foedere Schleiermacher [dependencia] y a Kant
et Testamento Dei (Frankfurt: J. M. A [libertad]. El mandamiento probatorio se
Sande, 1704), II, 23ss.; F. Burmann, Syn. relaciona con la ley moral como el pacto de
Theol., II, 8, 2, 4; J. marck, Hist. Parad., obras se relaciona con la creación del hom-
479; J. Cloppenburg, Exerc. Theol., VI,
disp. 5; idem, De Foedere, I, 8ss.; H. Wit- bre a imagen de Dios. La ley moral se
sius, La Economía de los Pactos entre Dios levanta o cae en su totalidad con el manda-
y el Hombre (Londres, 1763), I, 4 §§10- miento probatorio, y la imagen de Dios en
23; M. Leydekker, Fax Veritatis (Lugdun la humanidad, y en su totalidad, se levanta
Batavorum: Daniel Gaesbeeck & Felicem
Lopez, 1677), 399ss.; A. Comrie y N. o cae con el pacto de obras. El pacto de
Holtius, Examen van het Ontwerp van obras es el camino a la bendición celestial
Tolerantie, 10 vols. (Ámsterdam: Nico- para los seres humanos que fueron creados
laas Byl, 1753), IX, 227ss.; X, 288ss., a imagen de Dios y que todavía no habían
318ss.; Brahe, Aanm. Over de vijf Walch.
art., 125ss. 261ss. caído.

169
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

El pacto de obras, por consiguiente, nueva vida en el presente y no siente nece-


incluye aún otro hermoso pensamiento. No sidad de más. 25 Para el Reformado, que
solamente desarrolla la idea verdadera y caminaba en los pasos de Agustín, las cosas
plena de la religión; también da expresión eran diferentes. Según ellos Adán no poseía
al hecho que la humanidad antes de la la clase más alta de vida. La clase más alta e
caída, aunque creada a imagen de Dios, no vida es la libertad material que consiste de
poseía aún la bendición más alta posible. no ser capaz de errar, pecar o morir.
Sobre este punto hay una diferencia pri- Consiste en ser elevado absolutamente por
mordial con los teólogos Luteranos. En su encima de todo temor y terror, sobre toda
opinión la creación a la imagen de Dios era posibilidad de caer. Esta vida superior es
la realización de la idea más alta del hom- conferida inmediatamente por gracia por
bre. En Adán ese ideal fue plenamente medio de Cristo a los creyentes. Ya no
alcanzado y no era posible un estado más pueden pecar más (1 Juan 3:9) y ya no
alto. Adán no tenía que volverse alguna pueden morir (Juan 3:16) puesto que por fe
cosa; solamente tenía que seguir siendo lo reciben inmediatamente vida eterna e
que era, a saber, un participante de la plena imperecedera. La de ellos es la
morada misericordiosa de la Santa Trini- perseverancia de los santos; ya no pueden
dad. Por consiguiente, no estaba sujeto a perderse. Por tanto, Cristo no [meramente]
una ley que le ordenara hacer alguna cosa restaura a los suyos al estado de Adán antes
positiva. La ley que se aplicara a él tenía de la caída. Él adquirió y confirió mucho
únicamente un impacto negativo, y no fue más, a saber, aquello que Adán hubiese
sino hasta que el pecado apareció que fue recibido si no hubiera caído. Él nos
traído bajo el dominio de la ley. Esa es la posiciona no en el principio sino al final de
razón por la cual en las obras de los teólo- la jornada que Adán tenía que completar.
gos Luteranos, como en las de los padres de Él llevó a cabo no solo la obediencia pasiva
la iglesia, el estado original del hombre era sino también la obediencia activa
frecuentemente representado de una requerida; no solamente nos libera de la
manera muy exagerada. También es la culpa y del castigo, sino que por gracia nos
razón por la cual el estado al que son eleva- otorga inmediatamente el derecho a la vida
dos los creyentes en Cristo es esencial- eterna.
mente igualado con el de Adán antes de la
caída. En referencia al creyente para el
Luterano todo se enfoca en la justificación. 25. Lutero en J. Köstlin, La Teología de
Una vez que el creyente es justificado él o Lutero y su Desarrollo Histórico y Armo-
nía Interna, trad. por Charles E. Hay
ella tiene lo suficiente y está completa- (Philadelphia: Lutheran Publication
mente satisfecho y bendecido. La salvación Society, 1897), II, 361; M. Schnecken-
coincide completamente con el perdón. No burger y E. Güder, Vergleichende Darste-
se siente necesidad de conectarla en retros- llung des lutherischen und reformirten
Lehrbegriffs, 2 vols. (Stuttgart: J. B.
pectiva con la elección eterna y hacia ade- Metzler, 1855), I, 90ss., 120ss.; II, 185ss.;
lante con la totalidad de la vida Cristiana, A. F. C. Vilmar, Handbuch der Evangelis-
las buenas obras y la vida eterna. Tampoco hen Dogmatik (Gütersloh: Bertelsmann,
se necesita la predestinación ni la perseve- 1895), I, 340; F. H. Frank, System der
christlichen Wahrheit (Erlangen: A. Dei-
rancia. El creyente Luterano disfruta la chert, 1878-80), I, 375.

170
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

Sin embargo, Adán todavía no tenía que define la imagen de Dios como una
este alto estado de bendición; todavía no añadidura sobrenatural a la naturaleza. El
tenía vida eterna. Recibió la posibilidad de pecado, según los teólogos Reformados,
seguir en esa posición (posse stare) pero no estropeó y destruyó todo, pero porque no es
la voluntad (velle stare). Podía haberlo una sustancia no podía alterar la esencia o
tenido si lo hubiese querido (posse si vellet) sustancia de la creación. El ser humano,
pero no tenía la voluntad para querer aque- como pecador, es todavía un ser humano.
llo que él era capaz de tener (velle, quod pos- Del mismo modo todas las otras creaciones
set). Tenía la posibilidad de no errar, pecar (la tierra, el cielo, la naturaleza, las plantas,
o morir (posse non errare, peccare, mori), los animales), a pesar de la maldición el
pero no tenía aún la imposibilidad de errar, pecado y el dominio de la corrupción, esen-
pecar y morir (non posse errare, peccare cial y sustancialmente permanecieron igua-
mori). Todavía vivía en un estado de uno les. Como señalamos antes en el caso de la
que podía pecar y morir, y se hallaba toda- religión, así es también en el caso de todas
vía por tanto bajo el temor y el terror. El las otras cosas: el pecado no hizo a un lado
suyo no era aún el amor perfecto e invaria- la sustancia de las cosas, y por lo tanto la
ble que echa fuera todo temor. Por lo tanto, gracia no restaura tampoco esa sustancia.
los teólogos Reformados correctamente La materia (materia) de todas las cosas es y
señalaron que esta posibilidad, la de ser sigue siendo la misma. Sin embargo, la
inconstantemente bueno, este estado de ser forma (forma), dada en la creación, fue
aún capaz de pecar y morir no era parte o deformada por el pecado con el propósito de
componente de la imagen de Dios, sino su ser totalmente reformada otra vez en la
lindero, su limitación, su circunferencia.26 esfera de la gracia. 27
Por tanto, la imagen de Dios tenía que ser
desarrollada a plenitud – venciendo y nuli- Esta visión seria, y de lo más saludable,
ficando así esta posibilidad de pecado y del estado paradisíaco sostenido por los
muerte – y relumbrar en gloria imperece- Reformados llega a expresarse en inconta-
dera. En virtud de esta visión del estado de bles puntos. Contra los Luteranos y los
integridad los teólogos Reformados, a dife- Disidentes defendían la tesis de que, aparte
rencia de otros, fueron capaces de observar del mandamiento probatorio, Adán se
una encomiable sobriedad en su explica- hallaba también totalmente unido a la ley
ción del estado paradisíaco. Adán no era moral. Él no se hallaba “sin-ley” ( exlex, vin-
Cristo. Lo natural no era lo espiritual. El culado a ninguna ley), aún cuando la cum-
paraíso no era el cielo. Por más cuidadosos pliera sin ninguna coerción, por voluntad
que debamos ser para resistir al natura- propia y por amor. Adán conocía la ley
lismo que niega el poder del pecado y que moral por medio de la naturaleza. De allí
considera la muerte como natural, no que no tuviera que serle revelada, como el
menos de evitarse es el súper-naturalismo mandamiento probatorio, de una manera
especial. Es esencialmente la misma de los
26. H. Heppe, Dogmática Reformadak Diez Mandamientos pero difería en forma,
(Grand Rapids: Baker, 1978 [1950]), pues la ley dada en el Sinaí presupone a un
249-50; W. G. T. Shedd, Teología Dogmá-
tica (New York: Charles Scribner’s Sons,
1888-89), II, 104, 150. 27. G. Voetius, Select. Disp., I, 776.

171
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

catálogo de pecados y por tanto casi siem- Suárez, Pererius), o de una manera sobre-
pre habla en sentido negativo (“No...”), y la natural (Agustín, Buenaventura), sea por
ley moral antes de la caída era mucho más un único uso28 o por el uso repetido.29 Sin
positiva. Pero precisamente debido a que en embargo, unos pocos, como Pareus, Rivet y
la vida de Adán anterior a la caída la ley Zanchius,30 inicialmente aún asumían que
moral era, por la naturaleza del caso, total- el comer de la fruta tenía un efecto sobre la
mente positiva, no aclaraba en la mente de vida física del hombre.31 Esta opinión,
Adán la posibilidad de pecar. De allí que, aunque es consistente con la doctrina
además de las prescripciones tenía que Católico Romana de los sacramentos, es, en
venir una proscripción y en adición a los parte por esa razón, inaceptable para la
mandamientos debía venir una ley positiva. tradición Reformada puesto que hace a la
Además de los mandamientos cuya natura- vida y a la muerte independientes de la
lidad y calidad de razonable le eran obvias a condición ética, esto es, del acto de
Adán, este mandamiento era, en un sen- obedecer o desobedecer el mandamiento de
tido, arbitrario e incidental. En el manda- Dios. Más bien asume que los seres
miento probatorio la totalidad de la ley humanos continuarían viviendo incluso
moral le llegaba a Adán en un solo impulso, después de la caída si solamente hubieran
confrontándole con el dilema: o Dios o el ex opere operato comido del árbol de la vida.
hombre, la autoridad de Dios o la perspica- Implica así que la vida eterna podía
cia propia, obediencia incondicional o efectuarse en la humanidad ya fuese de
investigación independiente, fe o escepti- golpe o gradualmente por comer de un
cismo. Era una prueba tremenda que abría fruto físico, y de esta manera niega la
el camino hacia la bendición eterna o hacia distinción entre lo natural y lo espiritual.
la ruina eterna. Contra los Coceianos los Por consiguiente, los teólogos Reformados
teólogos Reformados sostenían que tam- preferían ver el árbol de la vida como signo
bién el mandamiento del Sabbath pertene- y seña del pacto de obras que concedía vida
cía a aquella ley moral. Antes de la caída de una manera sacramental.
nuestros primeros padres aún no disfruta-
ban del eterno Sabbath celestial. Así como Del mismo modo los teólogos Reforma-
estaban sujetos a la alternancia de día y dos unánimemente rechazaron, 32 como
noche así también estaban obligados a la algo contrario a la Escritura, todas las espe-
norma de seis de trabajo y uno de descanso.
Un día de reposo y los días de labor eran 28. R. Bellarmine, De Gratia Primi Hominis
por lo tanto también distintos antes de la (Heidelberg: Rosa, 1612), c. 14.
29. T. Aquino, Summa Theol., I, qu. 97, art.
caída. Entonces, también, la vida religiosa 4; cf. también A. Kuyper, De Heraut, 941
requería una forma y un servicio que le (5 Enero 1896): 1.
eran propios junto con la vida de la cultura. 30. J. Zanchi, Op. Theol., III, 501.
Los teólogos Reformados, con creciente 31. J. Calvino, Institución, IV, 14, 12, 18;
idem, Comentario sobre el Génesis, trad.
unanimidad y decisión, rechazaron la por John King (Grand Rapids: Baker,
noción mágica y teosófica de que los dos 1979), 115-18, 182-84 sobre Gén. 2:9,
árboles en el jardín del Edén poseían el 3:22; J. Marck, Historia Paradisi, I, c. 17;
poder de matar o de dar vida por sí mismos, cf. literatura adicional en C. Vitringa,
Doctr. Christ., II, 220ss.
ya sea como parte de su naturaleza (Tomás, 32. J. Marck, Historia Paradisi, 279ss.

172
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

culaciones teosóficas concernientes a un damiento, sino que renueva la bendición de


ser andrógino, la ausencia del impulso la creación; un nuevo rasgo es solamente la
sexual y la generación mágica. La creación prohibición de comer carne con su vida, es
de la mujer no presupone una especie de decir, su sangre. La base para la orden en
caída en la vida de Adán, ni tampoco nue- contra de matar seres humanos (Gén. 9:5-
vas especies emergieron en el reino animal 7) no se halla presente en el caso de anima-
o vegetal después de la entrada del pecado. les, pues ellos no fueron hechos a imagen
Según Voetius, los animales salvajes y los de Dios. Incomprensible, finalmente, es el
que se arrastran habían sido ya creados al porqué de todas las veces que Dios le permi-
sexto día y eran anteriores a la caída. 33 Y, tiría a la raza humana comer carne después
finalmente, Calvino y la mayoría de teólo- de la caída y despues del diluvio; uno espe-
gos Reformados eran de la opinión de que raría lo contrario, a saber, que los derechos
el comer carne le estaba permitido a los y dominio del hombre estarían restringidos
humanos incluso antes del diluvio y la después de la caída. Uno esperaría que,
caída.34 El hecho de que Génesis 1:29 no lo para contrarrestar el desorden y la degrada-
menciona expresamente no puede, como ción, el uso de la carne sería abolido y que
un argumento a partir del silencio, ser de el vegetarianismo sería considerado mucho
utilidad aquí. En Génesis 1:30 solo el más acorde con el estado de la humanidad
mundo de las plantas es dividido entre el posterior a la caída y posterior al diluvio
hombre y el animal, nada se dice sobre el que la práctica de comer carne.35
dominio del hombre – y su derecho – sobre
el mundo animal. El mundo animal ya En todos estos temas la teología Refor-
había sido colocado bajo el dominio mada fue capaz de hacer juicios sanos por-
humano en Génesis 1:28, un acto que cier- que estaba profundamente empapada con la
tamente incluye, especialmente con res- idea de que Adán no disfrutaba todavía del
pecto a los peces del mar, el derecho de más alto nivel de bendición. Indudable-
matar y usar los animales. Inmediatamente mente que el pecado tiene significación cós-
después de la caída Dios mismo hizo pren- mica. Como es evidente por el fenómeno de
das de pieles de animales (3:21) y Abel hizo la muerte, el pecado también impacta nues-
un sacrificio que fue con seguridad seguido tra existencia física y ha puesto a toda la
por una comida sacrificial. Es más, la prác- tierra bajo la maldición. Sin el pecado el
tica de comer carne estaba ciertamente en desarrollo de la humanidad y la historia de
uso antes del diluvio y, si Dios no lo auto- la tierra hubiesen sido muy diferentes –
rizó antes de Génesis 9:3, hubiese sido ile- aunque aún inimaginables. Aún así, por
gal y pecaminoso antes de ese tiempo. otro lado, el estado de integridad no puede
Génesis 9:1-5 no presenta un nuevo man-
35. O. Zöckler, Die Lehre vom Urstand des
33. G. Voetius, Select. Disp., V, 191. Menschen (Gütersloh: C. Bertelsmann,
34. J. Calvino, Comentario sobre el Génesis, 1870), 273ss.; *Köhler, Biblische Geschi-
98-100, 291-93, sobre Génesis 1:29, 9:3; chte, I, 33ss.; R. Kraetzschmar, Die Bun-
Heidegger, de libertate Christianorum a re desvorstellung im Alten Testament in ihrer
cibaria (1662); Voetius, Disp., IV, 387;V, geschichtlichen Entwickelung (Marburg:
194; Coccejus, S. Theol., XX, 17; J. N. G. Elwert, 1896), 193ss.; V. Zapletal,
Marck, Historia Paradisi, 341; B. De Der Schöpfungsbericht der Genesis
Moor, Comm. Theol., III, 35-38 enz. (Regensburg: G. J. Manz, 1911), 65.

173
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

ser igualado con el estado de gloria. No El Destino Humano en Comunidad


podemos sacar conclusiones de lo primero
por condiciones de lo postrero. Isaías 11:6 y Finalmente, la doctrina del pacto de
65:25 no pueden aplicarse más al estado de obras contiene una tercera idea, una idea
la vida humana antes de la caída que Mar- con el más rico significado religioso y ético.
cos 12:25; Lucas 20:36; 1 Corintios 6:13 Adán no fue creado solo. Como hombre, y
(etc.). Aunque la forma (forma) ha cam- por sí mismo, estaba incompleto. Le faltaba
biado, la materia (materia) de la humani- algo que ninguna criatura inferior podía lle-
dad, de las plantas, los animales, la nar (Gén. 2:20). Por consiguiente, como
naturaleza y la tierra, es la misma antes y hombre, por sí mismo, tampoco era todavía
después de la caída. Todos los componentes la imagen plenamente desplegada de Dios.
esenciales que existen hoy también estaban La creación de la humanidad a imagen de
presentes antes de la caída. Las distinciones Dios fue únicamente completada en el
y diferencias entre hombres y mujeres, sexto día cuando Dios creó tanto al hombre
padres e hijos, hermanos y hermanas, como la mujer en unión el uno con el otro
parientes y amigos; las numerosas institu- (cf. ’wtm, Gén. 1:27), a su imagen. Aún así
ciones y relaciones en la vida de la sociedad esta creación del hombre y la mujer en con-
tales como matrimonio, familia, crianza de junción a imagen de Dios no es el fin sino el
los hijos y así sucesivamente; la alternación comienzo de la jornada de Dios con la
de día y noche, días laborales y el día de humanidad. No es bueno que el bueno estu-
reposo, trabajo y tiempo libre, meses y viese solo (Gén. 2:18); ni es bueno que el
años; el dominio del hombre sobre la tierra hombre y la mujer estén solos. Inmediata-
por medio de la ciencia y el arte, y así suce- mente Dios pronunció sobre los dos ellos la
sivamente – aunque todas estas cosas han bendición de multiplicación (Gén. 1:28).
sido indudablemente modificadas por el No el hombre solo, ni el hombre y la mujer
pecado y han cambiado en apariencia, sin juntos, sino que únicamente la totalidad de
embargo tienen su principio activo y su la humanidad es la imagen plenamente
fundamento en la creación, en las ordenan- desarrollada de Dios, su hijo, su descenden-
zas de Dios, no en el pecado. El socialismo cia. La imagen de Dios es demasiado abun-
y el comunismo, también el socialismo y el dante y rica para ser plenamente realizada
comunismo de muchas sectas Cristianas, en un solo ser humano, por más ricamente
están en lo correcto al combatir las terribles dotado que pueda ser ese ser humano. Úni-
consecuencias del pecado, especialmente camente puede ser un tanto desplegada en
también en la esfera de la sociedad. Pero su profundidad y riquezas en una humani-
estos sistemas no se detienen allí; también dad que consiste de billones de miembros.
entran en conflicto con la naturaleza de las Así como los indicios de Dios (vestigia dei)
cosas, las ordenanzas de la creación, y por están diseminados en muchas, muchas
lo tanto adquieren consistentemente no un obras, tanto en el espacio como en el
carácter reformador sino un carácter revo- tiempo, así también la imagen de Dios úni-
lucionario. camente puede ser manifestada en todas
sus dimensiones y características distinti-
vas en una humanidad cuyos miembros
existen tanto de manera sucesiva como uno

174
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

después de otro y de manera contemporá- como gobernante controlando la tierra y


nea se hallan los unos junto a los otros. toda la creación – solo ella es la plena ima-
Pero así como el cosmos es una unidad y gen terminada, la semejanza de Dios más
recibe su cabeza y amo en el hombre; y así contundente y asombrosa.
como los indicios de Dios (vestigia dei) dise-
minados a través de todo el mundo son La Escritura enseña claramente todo
reunidos y levantados en la imagen de Dios esto cuando dice que la iglesia es la novia de
en la humanidad, así también a su vez esa Cristo, el templo del Espíritu Santo, la
humanidad ha de ser concebida como un morada de Dios, la nueva Jerusalén a la que
organismo que, precisamente como tal, es será traída la gloria de las naciones. Este es
finalmente la única imagen plenamente un cuadro, por cierto, del estado de gloria
desarrollada de Dios. No como un manojo que será ahora alcanzado atravesando lo
de almas en un trozo de tierra, no como más espeso del pecado; pero la religión, la
una amplia suma de individuos, sino como ley moral, y el destino final del hombre son
habiendo sido creados a partir de una san- esencialmente los mismos tanto en el pacto
gre, como un hogar o una familia, así la de obras como en el pacto de gracia. En
humanidad es la imagen y la semejanza de ambos la meta y fin es el reino de Dios, una
Dios. Perteneciente a esa humanidad es santa humanidad, en la que Dios es el todo
también su desarrollo, su historia, su domi- en todos.
nio siempre creciente sobre la tierra, su
progreso en la ciencia y el arte, su subyuga- Solamente un punto en esta presenta-
ción de todas las criaturas. Todas estas ción requiere un poco más de discusión. La
cosas también constituyen el despliegue de humanidad no puede ser concebida como
la imagen y semejanza de Dios de conformi- un organismo completo a menos que esté
dad con la cual fue creado el hombre. Así unida y personificada en una cabeza. En el
como Dios no se reveló a Sí mismo solo una pacto de gracia Cristo tiene esa posición y
vez en la creación, sino que continúa y Él es la cabeza de la iglesia; en el pacto de
expande esa revelación de día en día y de obras esa posición es ocupada por Adán.
época en época, así también la imagen de Eva fue creada de Adán para que él pudiese
Dios no es una entidad estática sino que se ser el primer principio de toda la raza (prin-
extiende y se despliega en las formas de cipium totius speciei) y para que la unidad
espacio y tiempo. Es tanto un don (Gabe) de la raza humana estuviese arraigada en la
como un mandato (Aufgabe). Es un don unidad de su origen. La mujer, por consi-
inmerecido de gracia que le fue dado al pri- guiente, es una participante de la natura-
mer ser humano inmediatamente en la leza humana y de la imagen de Dios, y ella
creación, pero al mismo tiempo es el princi- representa esa naturaleza y esa imagen con-
pio y germen fundamental de un desarrollo forme a su propia naturaleza y en una
totalmente rico y glorioso. Solo la humani- manera que le es única; pero ella es una
dad en su totalidad – como un organismo participante tanto de la naturaleza humana
completo, sintetizada bajo una sola cabeza, como de la imagen, no en contraposición
esparcida por toda la tierra, como profeta sino junto a los demás y en solidaridad con
proclamando la verdad de Dios, como el hombre. Ella es “del hombre,” “para el
sacerdote dedicándose a sí mismo a Dios, hombre,” y “la gloria del hombre,” y no

175
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

independiente del hombre pero también el de la familia; en un reino el rey [o la reina]


hombre, aunque cabeza de su esposa y “la es el portador de la autoridad; como un
imagen y gloria de Dios” debido a que él, en todo orgánico, una comunidad ética, la raza
primer lugar, es el portador del dominio, se humana no es concebible sin una cabeza.
halla no obstante incompleto sin la mujer, En el pacto de obras Adán tenía esa posi-
pues ella es la madre de todos los vivientes ción. El mandamiento probatorio es prueba
(1 Cor. 11:7-12; Efe. 5:22ss.). Pablo nos de que él ocupaba un puesto totalmente
señala, por encima de todo, esta unidad de excepcional. Él era no solamente el ances-
la humanidad cuando compara a Adán con tro sino también la cabeza y representante
Cristo (Rom. 5:12-21; 1 Cor. 15:22, 45-49). de toda la raza humana y su conducta era
La raza humana no es solo físicamente de decisiva para todos. Así como la suerte de
una sangre (Hch. 17:26), pues eso no sería todo el cuerpo descansa en la cabeza, la cual
suficiente para afirmar humanidad. La piensa y juzga y decide por todos los órga-
misma cosa es cierta, después de todo, de nos; así como el bienestar de una familia
todas las especies animales creadas en el depende del esposo y padre; así como un
principio. Además, Cristo, el antitipo de gobernante soberano puede ser una bendi-
Adán, no es nuestro ancestro; nosotros no ción o una maldición para miles y millones
descendemos físicamente de él. Él mismo es de sus súbditos, así el destino de la humani-
un descendiente de Adán con respecto a la dad fue puesto en las manos de Adán. Su
carne. En este sentido Adán y Cristo no son transgresión se convirtió en la caída de
semejantes. Pero la similitud consiste en el todos sus descendientes pero su obediencia
hecho que en el sentido jurídico y ético la también hubiese significado la vida de
humanidad permanece en la misma rela- todos sus descendientes, como Cristo, su
ción para con Adán y para con Cristo. Así antitipo, lo demuestra. Si no hubiésemos
como Cristo es la causa de nuestra justicia y sido sujetos a condenación en Adán sin
de nuestra vida, así Adán es la causa de nuestro conocimiento, tampoco hubiése-
nuestro pecado y de nuestra muerte. Dios mos sido aceptados en la gracia en Cristo
considera y juzga a toda la raza humana en sin nuestra participación. El pacto de obras
una persona. y el pacto de gracia se levantan y caen jun-
tos. La misma ley se aplica a ambos. Sobre
Ahora, los teólogos Reformados han la base de una descendencia física común se
expresado esta idea en su doctrina del pacto ha edificado una unidad ética que causa la
de obras. Solo en este pacto la unidad ética humanidad – de conformidad con su natu-
– no la física – de la humanidad llega a raleza – para manifestarse como un orga-
lucirse por cuenta propia. Y esta unidad nismo y unir a sus miembros de la manera
ética es un requisito para que la humanidad más cercana posible, no solo por los víncu-
sea un organismo. Generalmente hablando, los de sangre sino también por la participa-
la ley de la arquitectónica requiere por ción común en la bendición y la maldición,
todas partes el sistema monárquico. Una el pecado y la justicia, la muerte y la vida.
obra de arte debe estar controlada por un
solo pensamiento; un sermón debe tener un A partir de este punto ventajoso cae
solo tema; una iglesia llega a estar completa luz sobre la cuestión de la propagación de la
con su campanario; el hombre es la cabeza raza humana. Las opiniones han estado

176
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

divididas en todos los tiempos sobre este entre espíritu y materia, destruye la unidad
tema. La teoría de la preexistencia de Pitá- de la raza humana y elimina la distinción
goras, Platón, Plotino, Filón y los Judíos de entre los seres humanos y los ángeles.39
la posteridad hallaron poca aceptación
entre los Cristianos,36 pero fue revivida en Creación y Traducianismo
una forma más o menos modificada en
tiempos modernos,37 y hoy, bajo la influen- En contraste, el argumento entre el
cia el Budismo y de la doctrina de la evolu- traducianismo y el creacionismo permane-
ción, aún tiene muchos fuertes ció sin determinarse en la teología Cris-
partidarios.38 Si no existe un Dios personal tiana. En el período antiguo el primero tuvo
y ningún Creador, si la evolución solo muchos partidarios, tales como Tertuliano,
puede desarrollar lo que ya es, y no puede Rufinus, Makarios, Eunomius, Apolinario,
producir absolutamente nada nuevo, y si Gregorio de Nyssa, y, según una declara-
por alguna razón uno quiere no obstante ción posiblemente muy exagerada, por Jeró-
sostener la inmortalidad del alma, es natu- nimo, incluso “por la mayoría de los
ral pensar que las almas que continúan Occidentales.” Más tarde, sin embargo, con
existiendo para siempre en el futuro tam- unas pocas excepciones, solo fue abrazado
bién existieron eternamente en el pasado. por los Luteranos: por el mismo Lutero
Así como Haeckel, quien por falta de una (aunque fue inicialmente un creacio-
explicación por medio de la teoría de la evo-
lución hizo eternas a la materia y a la ener- 37. G. E. Lessing, Erziehung des Menschen-
gía, al movimiento y a la vida, a la geschlechts und andere Schriften (Stutt-
gart: Reclam, 1997), §§91-95; I. Kant, La
conciencia y al sentimiento, así también de Religión Dentro de los Límites de la Razón
la misma manera otros llegaron a la conclu- Sola, trad. por T. M. Greene & H. H.
sión que las almas de los humanos no se Hudson (New York: Harper and Bro-
originaron en ningún momento del tiempo thers, 1934), 145-51 [Nota del Editor:
Para una más amplia nota bibliográfica
sino que han existido siempre en el cosmos. sobre las opiniones de Kant de la preexis-
Pero, debido a que la religión Cristiana tencia y la inmortalidad, vea R. Eisler,
surge de premisas muy diferentes y está s.v. “Unsterblichkeit,” Kant-Lexikon
basada en la confesión de la existencia per- (Berlín: Mittler & Sohn, 1930), 555-57];
F. W. Schelling, Ausgewählte Werke
sonal de Dios y en su actividad creativa, no (Darmstadt: Wissenschaftlichle Buchge-
tiene espacio para esta doctrina de la pre- sellschaft, 1968) IV, 329ss. (Werke, I/7,
existencia eterna de las almas. Tampoco es 385ss., “Philosophische Untersuchungen
nuestra alma, en alguna manera, conciente über das Wesen der menschlichen Frei-
heit und die damit zusammenhängen-
de tal preexistencia y, en lugar de ver el den Gegenstände”); I. H. von Fichte,
cuerpo como una prisión y un lugar de cas- Anthropologie (Leipzig: Brockhaus,
tigo, se reduce ante el evento de la muerte. 1860), 494; J. Müller, La Doctrina Cris-
Además, la teoría de la preexistencia del tiana del Pecado, 5ª ed., 2 vols., trad. por
Wm. Urwick (Edinburgh: T. & T. Clark,
alma está arraigada en un dualismo pagano 1868), cap. 3, par. 3; C. Sécrétan, La Phi-
losophie de la Liberté, 2 vols. (París: G.
36. Orígenes, Sobre los Primeros Principios, Balliere, 1849), II, 204; cf. también F. E.
I, 6, 2; 8, 3; II, 9, 2; idem, Contra Celso, I, Daubanton, Het Voortbestaan van het
32, 33; H. More, Mysterium pietatis Menschelijk Geslacht (Utrecht: Kemink,
(1660). 1902), 4-54.

177
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

nista40), luego por Melanchthon, Gerhard, ción especial y quien por tanto es llamada
Quenstedt (etc.). 41 El creacionismo, que “desde” o “a partir del hombre” (ex
ocurre ya en Aristóteles, en la iglesia Cris- andreos; 1 Cor. 11:8; Gén. 2:23); al lenguaje
tiana recibió la aprobación temprana de de la Sagrada Escritura que dice que los
Clemente de Alejandría, Lactancio, Hilario, descendientes estaban incluidos y que bro-
Pelagio, Casiano, Gennadius, Teodoreto, taron de los lomos de sus padres (Gén
atanasio, Gregorio de Nazianzu, Cirilo, Ale- 46:26; Heb. 7:9, 10); a la palabra yd‘, cono-
jandrino, Ambrosio y otros, de manera que cer, el cual se dice que incluye un acto espi-
Jerónimo ya podía hablar de ella como una ritual; a la finalización de la creación al
doctrina de la iglesia. Los teólogos escolásti- séptimo día (Gén. 2:2); al hecho que tam-
cos Griegos y los Católicos Romanos, por bién los animales pueden reproducirse
consiguiente, han adoptado todos el crea- según su propio género (Gén. 1:28; 5:3; 9:4;
cionismo, 42 y solamente unos pocos, como Juan 3:6); y especialmente a la transmisión
Klee, muestran alguna simpatía por el tra- hereditaria del pecado y toda clase de atri-
ducianismo. 43 También los teólogos Refor- butos psicológicos.48 El creacionismo, por
mados, con pocas excepciones, 44 optaron otra parte, deriva su apoyo de la creación
por el creacionismo.45 Algunos, especial- del alma de Adán (Gén. 2:7); muchos textos
mente como Agustín y Gregorio el Grande, tales como Eclesiastés 12:7; Zacarías 12:1 y
prefieren dejar la cuestión sin resolver,46 y especialmente Hebreos 12:9 (cf. Núm.
otros buscan una posición comprometida.47 16:22), del cual incluso Franz Delitzsch
dice: “Es difícil que haya un texto de
En realidad, en la fuerza de sus argu- prueba más clásico para el creacionismo”;49
mentos, el traducianismo y el creacionismo y sobre todo de la naturaleza simple,
son casi iguales. El traducianismo apela a la indivisible, inmortal y espiritual del alma.
creación de Eva de cuya alma no hay men-
Y así como tanto el traducianismo
38. Cf. esp. John McTaggart y Ellis McTa- como el creacionismo promueven impor-
ggart, Algunos Dogmas de la Religión tantes argumentos para sus respectivas
(Londres: E. Arnold, 1906), 112ss.
39. F. E. Daubanon, Het Voortbestaan, 55-
78. 42. P. Lombardo, Sent., II, 17, 18; T.
40. J. Köstlin, La Teología de Lutero, II; 348. Aquino, Summa Theol., qu. 90 y 118;
41. J. Gerhard, Loci Theol., VIII, c. 8; J. idem, Summa Contra Gentiles, II, 86-89;
Quenstedt, Theologia, I, 519; D. Hollaz, R. Bellarmine, De Amiss. gr. et Statu
Examen Theol. 414; F. A. Philippi, Kir- Pecc., IV, 2; M. J. Scheeben, Dogmatik, II,
chliche Glaubenslehre (Gütersloh: Bertels- 172ss.; J. Kleutgen, Philosophie der Vor-
mann, 1902), III, 103; A. F. C. Vilmar, zeit, 2ª ed. (Munster: Theissing, 1860),
Handbuch der Evangel. Dogm. (Güters- II, 583ss.; J. B. Heinrich y C. Gutberlet,
loh: Bertelsmann, 1895), I, 348; Frank, Dogmatische Theologie, 2a ed. (Mainz:
System der Christliche Wahrheit, I, 400; Kirchheim, 1881-1900), VI, 265-315.
F. Delitzsch, Un Sistema de Psicología 43. H. Klee, Katholische Dogmatik, 2a ed.
Bíblica, 106ss.; H. Cremer, “Seele,” en (Mainz: Kirchheim, 1861), II, 313ss.
PRE2, XIV, 27; A. Von Oettingen, Luthe- 44. G. Sohn, Opera Sacrae Theologiae (Her-
rische Dogmatik, 2 vols. (München: C. H. born: C. Corvin, 1593), II, 563; Justino
Beck, 1897), II, 370, 390ss.; W. Schmidt, Mártir, Loci, 81; W. G. T. Shedd, Teolo-
Christliche Dogmatik, 4 vols. (Bonn: E. gía Dogmática (New York: Charles Scrib-
Weber, 1895-98), II, 260. ner’s Sons, 1888-89), II, 22, 75; III, 250.

178
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

posiciones, así ambos son incapaces de cias psíquicas inherentes a los productos
resolver las dificultades presentes en este generadores. Tanto el ovario como el
campo. El traducianismo tampoco explica esperma se hallan “dotados de alma” antes
el origen del alma ni la transmisión heredi- de este contacto y ambos son portadores de
taria del pecado. En cuanto a la primera vida psíquica. Ahora, cuando los dos se
dificultad hay dos posibilidades: la primera tocan y se penetran el uno al otro tanto
es terminar con la teoría de que el alma del física como psíquicamente (metafísica-
niño existía ya en los padres y en sus ances- mente) en el cuerpo de la madre, tienen la
tros – de allí que esto sea un tipo de creen- capacidad no solo de producir un feto mate-
cia en la preexistencia – o que el alma rial sino también de producir en ese feto
estaba potencialmente presente en la una nueva alma humana recientemente
simiente del hombre o de la mujer, o de neumática.51 Este escenario, claro está, es
ambos (i.e., llegar a una visión materia- [parcialmente] correcto.
lista). La segunda es que los padres mismos
la producían de alguna manera (i.e., para [Es cierto que] en lo que respecta al
una visión creacionista) con el agente óvulo y al esperma, en tanto que sean parte
humano en el lugar de Dios. En cuanto a la del cuerpo viviente, están “animados”
segunda dificultad el traducianismo no [bezieled, lit. “dotados de alma,” ed.]. Pero
puede ayudar a resolverlo porque el pecado la cuestión crucial aquí es cuál es la natura-
no es material, no es una sustancia, sino leza de esa vida “animada.” Uno apenas
una cualidad moral, culpa moral y corrup- puede imaginarse que en cada uno de los
ción moral. 50 Para obviar estas dificultades dos componentes, él óvulo y el esperma,
Daubanton representa al nuevo cuerpo ori- haya un alma “espiritual inmortal,” como
ginándose como resultado de un contacto el mismo Daubanton describe la esencia del
material entre los productos generadores, y alma, pues entonces las almas serían pre-
a la nueva alma espiritual originándose existentes, cada ser humano poseería
similarmente como resultado de un con- incontables almas, y cada vez que el
tacto espiritual (metafísico) entre las poten- esperma y los óvulos se descompongan se
perdería un alma. Daubanton, por consi-
guiente, no habla de almas sino de poten-
45. J. Calvino, Comentario a los Hebreos,
trad. por John Owen (Grand Rapids: cias psíquicas inherentes al esperma y al
Baker, 1979), 163-65, sobre Hebreos óvulo. Pero es difícil entender lo que signi-
12:9; J. Zanchi, Op. Theol., III, 609; A. fica esta expresión – “potencias psíquicas”;
Polanus, Syn. Theol., V., 31; G. Voetius, las capacidades y los poderes pueden ser
Select. Disp., I, 798; B. De Moor, Comm.
Theol., II, 1064, III, 289; J. Marck, Histo- potenciales en tanto que no comiencen a
ria Paradisi, II, 4 §§7-9 enz.
46. Agustín repetidas veces hizo alusión al
asunto del origen del alma ( El Significado 47. G. W. Leibniz y J. C. Gottsched, Theodi-
Literal del Génesis, I, 10; Las Retractacio- cee (Leipzig: Foerster, 1744), I, 91; R.
nes, II, 45) pero siempre terminó con la Rothe, Theologische Ethik, 5 vols., 2a ed.
declaración de que él no sabía. También rev. (Konigsberg: A. W. Unser, 1862-63),
León el Grande, Isidoro, Chemnitz, I, 327ss.; H. Martensen, Dogmática Cris-
Buddeus, Musculus, Piscator, Maresius, tiana, trad. por William Urwick (Edin-
Van Oosterzee, Böhl, et al., se abstuvie- burgh: T. & T. Clark, 1871), 164-70; F.
ron de tomar una posición. E. Daubanton, Het Voortbestaan, 195ss.

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EN EL PRINCIPIO — Bavinck

actuar, pero una potencia psíquica es una existencia a un alma espiritual inmortal
noción imposible. Un alma, como Dauban- desde el interior de una vida que, aunque
ton mismo la define, o existe o no existe. Se “animada,” carece de tal alma. Y si la res-
presume que la idea es que el esperma y el puesta de uno a la pregunta antes planteada
óvulo, ambos vivos y “animados,” poseen la es que el esperma y el óvulo poseen la capa-
capacidad de producir un feto que en sí cidad, al unirse, de producir un feto que,
mismo también está vivo y “animado.” aunque animado y vivo, todavía no posee
Pero entonces se repite la misma pregunta, un alma espiritual inmortal pero que está
a saber, ¿cuál es la naturaleza de la vida que organizado de tal forma que después de un
el feto posee en sus etapas iniciales? Si uno período de desarrollo puede alcanzar la
contesta que esa vida ya está presente gra- posesión de un alma espiritual inmortal,
cias al alma individual espiritual e inmortal entonces lo que uno ha hecho ha sido cam-
que habita el feto, uno enfrenta la pregunta biar el núcleo de la dificultad. Pues enton-
¿de dónde vino tal alma? No estaba pre- ces uno enfrenta inmediatamente las
sente ni en el esperma ni en el óvulo, ni preguntas adicionales de cuándo y cómo el
puede producirla la unión de los dos. Si uno feto se vuelve un ser humano, cuándo y
contesta que Dios le dio al esperma y al cómo la vida psíquica se convierte en vida
óvulo la capacidad, al unirse, de producir neumática. Y luego uno puede contestar
un alma que ninguno de los dos tenía antes solamente en una de dos maneras. La pri-
de la unión pero que aún es espiritual e mera es que esto ocurre gradualmente de
inmortal, entonces en realidad estamos tra- conformidad con las leyes de la evolución.
tando con otra forma de creacionismo. Pues En ese caso, sin embargo, la diferencia esen-
entonces tanto el esperma como el óvulo cial entre la vida psíquica y la neumática,
poseen el poder creativo real para impartirle entre el alma vital y el alma espiritual
inmortal, entre el animal y el hombre, se
desvanece. La alternativa es que el feto
48. Todos estos argumentos son presenta-
dos extensamente por Daubanton, 125ss. mismo tiene la capacidad en un momento
Su principal objeción a creacionismo es dado de remontar la vida psíquica hacia un
que se encuentra estrechamente relacio- alma espiritual. Lo que tenemos entonces
nada con la doctrina del pacto de obras, es otra forma de creacionismo, con la modi-
que para él es una invención jurídica
ingeniosa (132, 141). Descarta muy fácil- ficación de que ahora no es Dios sino un
mente el creacionismo cuando escribe humano (o mejor, un feto aún) quien se
que “el teólogo de nuestro tiempo que no convierte en el creador. Cuando el traducia-
practica su disciplina en aislamiento de nismo sigue su propia lógica, o cae en el
sus disciplinas hermanas como si estu-
viera en un claustro... ha acabado con su materialismo o introduce nuevamente de
teoría. Le deja un lugar de honor en los contrabando al creacionismo en su propia
archivos de la historia del dogma” (150). tienda con otra etiqueta.
Cf. Bierens de Haan, in loco, 187.
49. F. Delitzsch, Un Sistema de Psicología
Bíblica, 137-38. Se debe añadir otra objeción. En el
50. Las objeciones al traducianismo y las momento en que un alma espiritual inmor-
bases para el creacionismo son desarro-
lladas extensamente por A. G. Honig,
Creationisme of Traducianisme? (Kam- 51. F. E. Daubanton, Het Voortbestaan, 194,
pen: J. H. Bos, 1906). 205 – 7, 211, 240.

180
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

tal habita en un organismo, allí existe un debe ser poseída por los ingredientes de los
ser humano, un individuo, una personali- que está compuesto; al contrario, pueden
dad, aunque sea solo germinalmente. aparecer propiedades totalmente nuevas
Ahora, alguien dirá que ni el esperma como simplemente por agregación.”52
tal, ni el óvulo como tal, ni el feto que se Aún en criaturas inanimadas el pro-
originó de la unión de los dos en los prime- ceso de combinar, unir o mezclar elementos
ros días de su vida, es un ser humano que produce ya algo nuevo y, por así decirlo,
tiene una existencia que le es propia y que eleva la creación a un nivel superior. Esto
va a existir siempre. Así que tiene que es incluso más poderosamente cierto en el
haber un momento en el que el feto se caso de seres animados y racionales. Nin-
vuelve un ser humano que tendrá su propia guna persona, y particularmente ninguna
existencia independiente y continua. persona como, digamos Goethe, puede ser
Cuándo pasa esto y cómo pasa esto es un explicada puramente por la genética a par-
misterio. La ciencia no tiene idea de cuándo tir de sus padres o ancestros. “Ni la esta-
o cómo ocurre esto, y la teología con su con- tura física del padre de Goethe, ni la
jetura de los días cuarenta y sesenta está disposición hacia la alegría de su madre,
únicamente suponiendo. El creacionismo nos dan indicación alguna para entender
no puede explicar este misterio mejor que cómo es que se produjo esta extraordinaria
el traducianismo. Pero tiene la ventaja, personalidad. Y así como el genio hace su
sobre la última teoría, es que está preparada aparición súbitamente, así también pronto
respetuosamente para dejar en paz este desaparecen sus huellas.”53 De acuerdo,
misterio y no someterlo a una explicación por años se ha hecho un estudio intenso de
espuria. Esto último es el peligro al que el las leyes de la herencia, pero hasta ahora el
traducianismo se expone. Pues – como se resultado solo consiste en el conocimiento
dijo antes – si no vuelve a caer en el crea- de que la herencia es una cuestión com-
cionismo bajo otro nombre, puede no obs- pleja. Las teorías e hipótesis que se han
tante equipar al esperma y al óvulo planteado en años recientes han arrojado
juntamente, o solo al feto, con un poder poca o ninguna luz sobre la amplitud y
creativo, y de esa manera cae en una teoría manera de la transmisión hereditaria.54
evolucionista que implica que la vida ani- Nadie que tome en consideración la calidad
mal puede, gradualmente y por sí misma, única del alma humana y sus dones fre-
desarrollarse en vida humana. Pero aquí la cuentemente únicos y excepcionales será
teoría evolucionista, como en muchos otros capaz, por tanto, de evitar reconocer – ade-
casos, es totalmente incapaz de explicar los más y en relación con la verdad del tradu-
fenómenos. Esto ya se aplica en un sentido cianismo – un importante componente
químico. Una unión de átomos o sustancias creacionista en la formación del alma. Esta
diferentes exhibe propiedades que son muy
diferentes de aquellos que son únicas a las
52. O. J. Lodge, Vida y Materia, 4ª ed.
de cada uno de los componentes. Por esa (Londres: Williams & Norgate, 1907),
razón – para citar un ejemplo – Sir Oliver 49-50 y cf. además cap. 5 y 10.
Lodge declara: “no hay una justificación 53. * Lexis, “Das Wesen der Kultur,” Die
necesaria para asumir que un fenómeno Kultur der Gegenwart, I/1, 16.
54. W. H. Nieuwhuis, Twee Vragen des
exhibido por un agregado de partículas Tijds (Kampen: Kok, 1907), 76ss.

181
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

actividad creativa de Dios que, aunque no sino bajo las condiciones, y en medio, del
la conocemos, indudablemente hace sentir nexo del pecado que oprime a la raza
su poder en otras varias áreas de la natura- humana. 60
leza y también de la historia, verdadera- Aunque tanto el creacionismo como el
mente concuerda, tan íntimamente como es traducianismo enfrentan dificultades inso-
posible, con lo que se considera un hecho lubles, es sorprendente que los teólogos
dado en la tradición: al crear, dijo ya Lom- Ortodoxos Orientales, los Católicos Roma-
bardo, Dios las influenció y por influenciar nos y los Reformados casi unánimemente
las crea.55 Él primero no crea un alma abrazaran la primera perspectiva, mientras
aparte del cuerpo con el propósito de intro- que la segunda encontró aceptación solo
ducirla luego en el cuerpo desde afuera sino entre los Luteranos. Esto no puede ser un
que – en el tiempo apropiado56 y de una accidente; debe haber una razón para ello.
manera incomprensible para nosotros 57 - él Esa razón se encuentra en una visión dife-
eleva la vida psíquica existente al nivel de rente de la naturaleza y el destino del hom-
una vida humana espiritual superior.58 De bre. Pues, en primer lugar, la teología
conformidad con esto, por consiguiente, la Luterana ubica la imagen de Dios única-
transmisión hereditaria del pecado no mente en una cantidad de cualidades mora-
puede ser explicada diciendo que el alma, les, en la justicia original. Como siempre,
aunque creada pura primero por Dios, es aquí también limita su enfoque a la vida
contaminada por el cuerpo,59 pues en ese ético-religiosa de la humanidad y no siente
caso el pecado se materializaría. Más bien necesidad de relacionar esta vida con la
ha de entenderse en esta idea que el alma, totalidad de la existencia cósmica y de verla
aunque traída a la existencia como una como un vínculo dentro de todo el consejo
entidad racional espiritual por un acto crea- de Dios. Como resultado la naturaleza
tivo de Dios, fue no obstante preformada en humana llega a un estado que le es propio
la vida psíquica del feto, esto es, en la vida no con respecto a los ángeles ni con res-
de los padres y los ancestros, recibiendo de pecto a los animales. Pues si los seres
este modo su ser, no de arriba o del exterior humanos poseen esta imagen de Dios
somos virtualmente iguales a los ángeles.
55. P. Lombardo, Sent., II, dist. 17. La diferencia entre nosotros y ellos, en
56. Cf. A. Polanus, Syn. Theol., V, 31;
Bucanus, Inst. Theol., VIII, 26. comparación con lo que tenemos en común,
57. T. Aquino, Summa Theol., I, qu. 118, es insignificante. Los ángeles también por-
art. 2; idem, Summa Contra Gentiles, 59, tan la imagen de Dios. Y si los humanos
68. carecen de esta imagen caen al nivel de los
58. También Rabus escribe que el “princi-
pio de vida psíquica del organismo senso- animales y se convierten en “bloques y pie-
rial – originalmente transmitido por dras.”61 Aquello que todavía nos distingue
generación” – solo puede ser elevado a la de los animales tiene tan poco valor
vida humana superior e independiente teológico y religioso que es casi
“por la suposición de un acto divino de
creación,” en un artículo titulado: “Vom insignificante. La distinción crucial,
Wirken und Wohnen des göttlichen
Geistes in der Menschenseele,” Neue Kir- 60. G. Voetius, Select. Disp., I, 1097; F.
chliche Zeitschrift (Noviembre 1904): Turretin, Institutes of Elenctic Theology,
828. IX, 12; B. De Moor, Comm. Theol., III,
59. P. Lombardo, Sent., II, dist. 31. 289.

182
EN EL PRINCIPIO — Bavinck

después de todo, consistía en poseer la toda nuestra humanidad. De allí que


imagen de Dios, una imagen que la también consistía del hecho que el espíritu
humanidad perdió totalmente. De allí que humano (pneuma) estaba desde el principio
las fronteras entre los seres humanos y los adaptado a la unión con un cuerpo humano
ángeles y entre los seres humanos y los (sôma) y que el cuerpo (sôma) estaba desde
animales ya no sean trazadas aquí con el principio diseñado para el espíritu
nitidez. La justicia original lo es todo; todo (pneuma). Antes y después de la caída, en
lo demás en la humanidad es subordinado y el estado de integridad y en el de
virtualmente no tiene ningún valor corrupción, en el estado de gracia y el de
teológico. Pero por esa razón es también un gloria – los seres humanos siempre son y
asunto de indiferencia para la teología siempre siguen siendo esencialmente
Luterana el cómo se originó la raza humana. distintos de los ángeles y de los animales.
Más bien, es más correcto decir que lo que
los seres humanos tienen en común con los Si los seres humanos tienen la imagen
ángeles, a saber, la imagen de Dios, la de Dios entonces no se vuelven ángeles, y si
“justicia original,” puede y debe llegar a la la pierden no se vuelven animales. Por
existencia únicamente por un acto de siempre y para siempre permanecen huma-
creación. Eso, en un sentido absoluto, es un nos y en ese sentido son por siempre y para
don. Pero todo lo demás que un ser humano siempre la imagen de Dios. Esta es la reali-
posee es traspasado de una generación a la dad que es suficientemente preservada sola-
siguiente de la misma manera que en el mente en el creacionismo. Debido a que los
mundo animal. Pero los teólogos Católicos seres humanos existen como seres total-
Romanos y los Reformados, aún si algunas mente únicos, también se originan de una
veces todavía denominaban a los ángeles manera totalmente especial. Aunque rela-
como “imagen de Dios,” buscaron desde el cionados con los ángeles y los animales son
principio la imagen de Dios en la no obstante esencialmente diferentes de
naturaleza total y enteramente única de los ellos. Difiriendo de ellos en su naturaleza,
seres humanos. Ciertamente que consistía por consiguiente difieren también en su
de las virtudes del conocimiento, la justicia origen. La creación de Adán fue diferente
y la santidad pero estas cualidades, incluso de la de los animales y también fue dife-
en los seres humanos, conllevan sin rente de la de los ángeles. Solo el creacio-
embargo un carácter diferente del de los nismo sostiene suficientemente la
ángeles, y esta no solamente consistía de singularidad específica de la humanidad
aquellas virtudes sino que se extendía a puesto que hace a un lado tanto al pan-
teísmo como al materialismo y respeta las
61. Nota del Editor: La frase de Bavinck fronteras que existen entre la humanidad y
aquí es tomada de los Cánones de Dordt, los animales.
III/IV, 16, que insiste en que “la regene-
ración no actúa en las personas como si
fuesen bloques o piedras; ni deroga la En segundo lugar, una consecuencia
voluntad y sus propiedades ni coacciona de la visión Luterana de la imagen de Dios
una voluntad renuente por la fuerza, es que la unidad moral de la raza humana
sino que espiritualmente revive, sana, tiene que ocupar una posición inferior a la
reforma y – de una manera que es a la
vez agradable y poderosa – corrige.” descendencia física. Como resultado de la

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caída los seres humanos perdieron toda humana. La descendencia física no es sufi-
unidad espiritual y moral cuando perdieron ciente para explicarlo y corre el peligro de
la imagen entera de Dios. La religión natu- materializarlo. El así llamado realismo,
ral y la moralidad natural, y similares, son digamos de Shedd,62 es inadecuado tanto
casi de ninguna importancia. Solo la des- como una explicación del pecado de Adán y
cendencia física los mantiene juntos y es al como explicación de la justicia por la fe en
mismo tiempo la causa de su depravación Cristo. Se necesita otro tipo de unidad entre
moral. El pecado, que le ha robado a la los seres humanos, uno que les provoque
humanidad toda religión y moralidad y la actuar unidamente como un cuerpo moral,
imagen entera de Dios, por esa misma conectados orgánicamente lo mismo que
razón no puede ser traspasado a todos los éticamente unidos. Y eso es una unidad
seres humanos por medios éticos sino solo federal. Ahora, se ha de construir una
por descendencia física. De acuerdo, no es unidad ética sobre la base de una unidad
una sustancia (aunque Lutero y otros, espe- física. Adán como nuestro ancestro no es
cialmente Flacius, usaban un lenguaje muy suficiente: él debe ser también la cabeza
fuerte en relación con esto). Es aún princi- pactal de la raza humana, así como Cristo,
palmente una mancha, una forma de des- aunque él no es nuestro ancestro común en
composición, que afecta la totalidad de un un sentido físico, es todavía capaz, como
ser humano y sobre todo mata las faculta- cabeza pactal, de otorgar justicia y
des humanas religiosas y éticas. En res- bendición sobre su iglesia. Ahora, esta
puesta y por contraste, la teología Católica unidad moral de la raza humana solo puede
Romana y Reformada, cada una a su propia ser sostenida sobre la base del
manera, postularon que la unidad de la creacionismo, pues tiene un carácter que le
humanidad no era solo de una naturaleza es propio, es distinto del de los animales lo
física sino también de una naturaleza ética. mismo que de los ángeles, y por lo tanto
La descendencia física, ciertamente, no es también llega a existir a su propia manera,
suficiente; si lo fuera, también las especies tanto por descendencia física como por un
animales constituirían una unidad. La afi- acto creativo de Dios, los dos ellos en
nidad en virtudes morales, por sí misma, es conjunción el uno con el otro.
también insuficiente; si fuese suficiente los
ángeles entre ellos mismos y los ángeles Finalmente, en tercer lugar, en virtud
colectivamente con la humanidad también de su visión de la imagen de Dios, la teolo-
constituirían una unidad. Las especies ani- gía Luterana no se complica mucho con res-
males, aunque son físicamente de una san- pecto al destino humano. Adán tenía todo
gre, no conforman un cuerpo moral (corpus lo que necesitaba; solamente tenía que per-
morale); y los ángeles, aunque forman una manecer como estaba. La distinción entre la
unidad, no están relacionados por sangre. "capacidad de no pecar" (posse non peccare)
La singularidad humana, por lo tanto, y el "no ser capaz de pecar" (non posse pec-
requiere que la unidad de la humanidad sea care) tiene poco peso. La perseverancia no
tanto física como ética. Y debido a que el
pecado original no es físico por naturaleza 62. Nota del Editor: Vea W. T. Shedd, Teolo-
sino solamente ético, solo puede estar arrai- gía Dogmática, 3 vols., 3ª ed. (New
York: Scribner, 1891-94), II, cap. 1,
gado en la unidad ética y federal de la raza “Antropología.”

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es un bien superior otorgado en Cristo a los hubiese resultado en una situación donde el
suyos. Así pues, Adán no tenía que adqui- pecado que recibimos de Adán hubiese sido
rir ninguna otra cosa superior para sus des- una suerte determinista, un proceso de la
cendientes. El traducianismo es suficiente naturaleza, una enfermedad que no tenía
para ese propósito; no hay lugar para un nada que ver con nuestra voluntad y por
pacto de obras o para el creacionismo. tanto no implicaba ninguna culpa por parte
nuestra. Eso no es lo que es el pecado. Ni es
Una vez más, la teología Católica de esa naturaleza la justicia que Cristo,
Romana y la teología Reformada pensaban como el último Adán, nos confiere. Tanto
diferente, argumentando – como lo hicie- el pecado como la justicia presuponen una
ron – desde otra perspectiva. El destino el relación federal entre la humanidad como
hombre consiste de la bienaventuranza un todo con sus cabezas.
celestial, la vida eterna, la contemplación
de Dios. Pero únicamente puede alcanzar Así, el creacionismo sostiene que cada
este destino por el camino de la obediencia. persona humana es un miembro orgánico
No hay proporción entre esta obediencia y de la humanidad como un todo, y al mismo
el destino esperado. ¿Cómo entonces puede tiempo que, en ese todo, él o ella ocupan un
esa bienaventuranza celestial ser todavía lugar independiente que les es propio. Con-
otorgada al ser humano como una recom- serva la unidad de la raza humana en su
pensa por sus obras? Roma dice: porque en integridad y al mismo tiempo la significa-
la imagen de Dios a él o a ella se le otorga ción independiente de cada individuo. Los
una gracia sobrenatural que le capacita seres humanos no son especimenes, no son
para merecer la vida eterna ex condigno. El números de una clase, ni son individuos
teólogo Reformado dice: porque Dios ha separados como los ángeles. Son partes de
establecido un pacto con la humanidad y un todo y también son individuos: piedras
desea dar vida eterna, no en proporción al vivas del templo de Dios. El creacionismo
valor de las obras, sino según con su propia preserva la unidad orgánica – tanto física
dispensación misericordiosa. Ambas partes, como moral – de la humanidad y al mismo
sin embargo, concuerdan en que el destino tiempo respeta el misterio de la personali-
del hombre se encuentra en la bienaventu- dad individual. Cada ser humano, mientras
ranza celestial y que esta bendición única- miembro del cuerpo de la humanidad como
mente puede ser alcanzada por la un todo, es al mismo tiempo una idea única
obediencia moral, y que a favor de toda la de Dios, ¡con un significado y un destino
raza humana Dios puso la decisión de este eternos! Cada ser humano es, él mismo o
asunto en las manos de Adán. Y por esa ella misma, una imagen de Dios, ¡sin
razón estas dos partes también arribaron al embargo esa imagen se halla solo total-
creacionismo. Para este fin se necesitaba mente desarrollada en la humanidad como
(1) que todos los seres humanos estuviesen un todo! Aunque en virtud de esa unidad la
incluidos bajo la cabeza pactal de Adán, y humanidad como un todo cayó en Adán, su
(2) que al mismo tiempo ellos mismos progenitor y su cabeza, esa caída no obs-
siguiesen siendo personas, individuos, tante no es una suerte, un proceso natural,
teniendo su propia independencia y respon- sino, por el contrario, se basa en una dis-
sabilidad. La descendencia física sola pensación libre y soberana de Dios. Y esta

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dispensación, no obstante libre y soberana,


se halla sin embargo lejos de ser arbitraria y
más bien presupone la conexión física de la
humanidad, produce y mantiene su unidad
ética, y es capaz de revelar y manifestar en
todo su esplendor no solamente la severi-
dad de Dios sino también las riquezas de su
gracia. Pues cuando Adán cae Cristo está
listo para tomar su lugar. El pacto de gracia
puede reemplazar al pacto e obras porque
ambos están basados en las mismas orde-
nanzas. Si no hubiésemos sido condenados
en Adán, tampoco podríamos haber sido
absueltos en Cristo. Por tanto, aunque el
primer ser humano hubiese escogido, la
creación no podía fallar su destino. En
Génesis la cosmogonía inmediatamente
pasa a ser geogonía y la geogonía en antro-
pogonía. El mundo, la tierra y la humani-
dad son un todo orgánico. Se establecen,
caen y son levantados juntos. Los rastros de
Dios (vestigia Dei) en la creación y la ima-
gen de Dios en la humanidad pueden ser
destrozados y mutilados por el pecado del
primer Adán; pero son esplendorosamente
restauradas a su destino por el último Adán
y su gracia re-creadora. El estado de integri-
dad – sea a través de la caída o aparte de la
caída – es una preparación para el estado de
gloria en el cual Dios impartirá su gloria a
todas sus criaturas para ser “todo en
todos.”63

63. Nota del Editor: La referencia a 1 Cor.


15:28 no es provista por Bavinck.

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