Professional Documents
Culture Documents
Ascenso al trono
En sus veinticuatro años de reinado, Enrique abordó con éxito
algunos de los problemas más acuciantes que sufría el reino, tales
como la consolidación de la institución frente a los grandes y la
ampliación de zonas de influencia, con la anexión de Lorena y la
intervención en Bohemia. Además llevó a cabo una importante labor
de impulso a la colonización, movimiento conocido como Drang
nach Osten, que afectó el norte y este del país y permitió consolidar
esas zonas de población frente a las incursiones de húngaros,
eslavos y suecos.
Batallas contra los húngaros
Enrique I debió enfrentar durante su reinado la amenaza del
Principado húngaro que en 896 habría cruzado los Montes Cárpatos
y ocupado la llanura de Panonia al este de sus territorios imperiales.
Los húngaros llevaban en esa época un estilo de vida pagana y
seminómada que consistía en saquear e incendiar aldeas,
considerándose a sí mismos descendientes de Atila el huno.
Ante esto, Enrique I tuvo que hacer frente a las razias de las
huestes húngaras que sucedieron en el 911, cuando habían
invadido y saqueado Burgundia. Posteriormente, en 915, los
húngaros sitiaron fallidamente la ciudad germánica de Fulda e
incendiaron Bremen tras saquearla. En el mismo año de su
coronación, en 919, Enrique I y su ejército fueron derrotados por los
húngaros en la batalla de Puchen, y le hicieron pagar un tributo
durante los siguientes diez años. Así continuó hasta 932, cuando el
rey se negaría a pagarlo, y un año más tarde las tropas germánicas
vencieron por vez primera a los magiares en la batalla de
Merseburgo (933).
Más tarde su hijo Otón I les infligió una derrota mayor a los
húngaros en 955 en la batalla de Lechfeld y en 973 en Quedlinburg.
Luego de la última se negoció la paz con el Príncipe Géza de
Hungría y comenzó el proceso de cristianización y occidentalización
de los húngaros, que llegaría a su realización máxima con san
Esteban I de Hungría en el año 1000.
Cristianismo y fortalezas
Durante su reinado, se produjo un gran avance en la evangelización
del reino de Bohemia y en el fortalecimiento de las estructuras
eclesiásticas, retomando la política carolingia de apoyo a las
comunidades monásticas y valiéndose de numerosos hombres de la
iglesia en la administración del Estado.
La fortificación de los castillos del sur de Germania y la
reorganización de la caballería pesada culminan su obra política,
salvada gracias a su insistencia en nombrar sucesor como Rey de
Germania a su hijo Otón I el Grande, para evitar la división del reino
después de su muerte.
Familia
Enrique murió de un ataque cerebral el 2 de julio de 936, en su
palacio en Memleben, uno de sus lugares favoritos. Para entonces,
todas las tribus germanas estaban unidas en un solo reino. Enrique
I es considerado, por lo tanto, el primer rey alemán y el fundador del
Sacro Imperio Romano Germánico. Enrique era hijo de Otón I,
duque de Sajonia, y de Hedwige de Franconia.
Enrique se casó dos veces. La primera vez, con Hatheburg de
Merseburg, quien le dio un hijo, Thankmar. Su segundo matrimonio
fue con Matilde de Ringelheim.
El primer hijo de esta unión, Otón, le sucedió como emperador. Su
segundo hijo, Enrique, se convirtió en duque de Baviera. Su tercer
hijo, Bruno, fue duque de Lotaringia y arzobispo de Colonia. El hijo
de su primer matrimonio, Thankmar, se rebeló contra su medio
hermano Otón, y murió en la batalla de Eresburg en el año 936.
Con respecto a sus hijas, Gerberga de Sajonia, luego de la muerte
de su primer marido, el duque Gilberto de Lotaringia, se casó con el
rey Luis IV de Francia y fue madre del rey Lotario de Francia. Su
hija más joven, Hedwige de Sajonia, esposó a Hugo el Grande,
duque de Francia y conde de París, y fue la madre de Hugo Capeto,
el fundador de la dinastía de los Capetos.
https://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_I_el_Pajarero