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CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DEL CRISTO DE

LA EXPIRACIÓN -VULGO DE LA SANGRE- DE BAENA


(1985-2017).
Salvador Guzmán Moral
Conservador de Bienes Culturales.

El Cristo de la Expiración de Baena fue sometido a tratamientos de conservación


y restauración en 1985, por quien suscribe el presente artículo, en la Facultad de
Bellas Artes de la Universidad de Sevilla. Unos trabajos que se enmarcaron
entonces como práctica de un proyecto de investigación universitaria titulado
“Estudio, metodología y criterios de conservación y restauración de la imaginería
procesional andaluza”.

Resultado de la recuperación histórica y artística que supusieron estos trabajos


de restauración del Cristo de la Sangre, fue su reconocimiento por parte de la
Junta de Andalucía a través de la Dirección General de Bienes Culturales de la
Consejería de Cultura, como “Bien de interés cultural” en atención al expediente
incoado en 1988 y que finalizó en 2015.

Desde entonces, se ha ido revisado periódicamente hasta que a la vista de la


inspección realizada en abril de 2016, y aun no existiendo motivos para
preocupación, propusimos realizar una nueva actuación de conservación y
restauración.

El estado de conservación de la imagen del Cristo de la Expiración se podía


valorar como relativamente bueno, aunque hubieran pasado treinta años desde
su primera restauración. Un tiempo más que suficiente para proceder a una
nueva intervención, que nos permitiera volver a estudiar la imagen en
profundidad; regenerar muchos de los materiales empleados en su día, que
presentaban algunos signos de degeneración; y proceder a la mejora del sistema
de sujeción de la imagen a la cruz, que facilitara aliviar tensiones en brazos y
manos. Así se procedió a la solicitud de las correspondientes autorizaciones:
eclesiástica, por el Obispado de Córdoba, tal como expresa el Estatuto Marco
Cofradías y administrativa, por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía,
al ser Bien de Interés Cultural (BIC).

El 15 de abril de 2017, Sábado de Gloria, Asunción Castilla Rubia en


representación de la hermandad del Santísimo Cristo de la Sangre de Baena
(Córdoba) hacía entrega de la imagen del Cristo de la Expiración, titular de la
citada hermandad para su restauración.

ESTADO DE CONSERVACIÓN.
La obra presentaba daños ocasionados por el paso del tiempo y derivados de su
funcionalidad religiosa. Entre los daños naturales, debido a cambios ambientales
y a la naturaleza lígnea de la obra, se habían producido algunos desprendimientos
y acentuado pequeñas grietas en la superficie policroma de la imagen. En el
capítulo de daños provocados por la mano del hombre habría que incluir los
superficiales a consecuencia de su cuidado regular (frotaciones, abrasiones) y
pequeños desperfectos ocasionados por daños accidentales (golpes).
Soporte: Aunque su estabilidad estructural parecía buena, se observaban
movimientos significativos (madera), indicadores de tensiones en su sistema de
cogida a la cruz. Fisuras marcadas en los ensambles de los hombros a
consecuencia de una mala cogida, por el cambio de cruz que se realizó en su
momento de plana a arbórea y agravadas por un aprieto excesivo de los tornillos
de sujeción de las manos.

Película pictórica: Seguían aumentando zonas que presentaban pequeños


desprendimientos superficiales de encarnadura. Estas alteraciones superficiales
que se localizaban especialmente en brazos, costado, piernas y rodillas están
producidos por problemas originales de adhesión del color a la capa de
preparación y que en su día fueron responsables de una importante pérdida de
policromía.

ESTUDIO CIENTÍFICO Y EXAMEN RADIOGRÁFICO.

A fin de acometer los trabajos de restauración con la seguridad necesaria en


cuanto a la naturaleza de la obra y ratificar sus causas de deterioro, se ha
actualizado el análisis microscópico de las muestras de madera, tela y de pintura
tomadas en su día. Los resultados obtenidos nos permiten conocer la naturaleza
de sus constituyentes

Caracterización de materiales:

MADERA: El análisis macroscópico de la madera se complementa con el


microscópico, mediante el cual se asegura su identificación. Las secciones
observadas fueron transversal, tangencial y radial, en los que por sus caracteres
anatómicos se concluye que es madera de PINO (orden de las CONÍFERAS,
familia: PINACEAE, género: PINUS).

FIBRAS TEXTILES: El estudio del tejido encolado utilizado como recubrimiento


de los ensambles se ha basado en la identificación del textil utilizado. La
identificación se ha realizado mediante microscopía óptica con luz transmitida y
se basa en la observación de sus características morfológicas que nos lleva a
confirmar que se trata de tejido de LINO, cuyas fibras tienen un aspecto similar
a una caña con líneas transversales (nodos) que se encuentran a lo largo de toda
la fibra.

CAPAS PICTÓRICAS: La vista del corte transversal de una muestra pictórica


(estratigrafía) nos proporciona información sobre los materiales constitutivos en
sus diferentes estratos (color, espesor, homogeneidad…) Una vez preparada la
muestra y obtenido el corte en sección se estudia con el microscopio. Se concluye
que la preparación está compuesta por sulfato cálcico y cola animal. En las
muestras obtenidas se observa la carnación original realizada al óleo compuesta
de blanco de plomo, bermellón. Y en las muestras correspondientes al sudario,
se observa sobre la capa de preparación blanca, la imprimación de bol rojo y el
sobre-dorado de oro fino sobre el que se realiza un estofado con temple al
huevo…

Examen radiográfico:

La radiografía como medio de análisis de la obra de arte nos permite ampliar


datos sobre su estructura interior, descubrir o evidenciar detalles que faciliten la
aplicación de medios idóneos de conservación y restauración. Con el análisis
radiográfico podemos conocer el estado interior de la madera, la presencia de
elementos metálicos, separación de piezas, documentos, ahuecados, grietas no
visibles, reparaciones, etc.

PROCEDIMIENTO TÉCNICO: Se realizaron 12 placas radiográficas con la imagen


del Cristo en posición decúbito prono/ventral, en proyección antero-posterior y
con angulaciones aproximadas de 90 º (perpendicular) y una distancia del foco
de 1 metro aproximadamente. Y con el examen radiográfico realizado (cabeza,
cuerpo y extremidades) completamos un conjunto radiográfico del total de la
obra, que tratado en sistemas de infografía nos permiten visualizar la imagen de
forma integral tanto en sus formas como en detalles interiores.

CRITERIO GENERAL DE INTERVENCIÓN Y DESARROLLO DEL


TRATAMIENTO.
En toda intervención conservadora y restauradora, se necesita la adopción de un
criterio justo y preciso acorde con su estado de conservación, con sus
características materiales, valores artísticos, históricos, religiosos, documentales,
etc... Todo ello compatible con su eficacia técnica y la preservación de su
autenticidad.
En este caso y teniendo en cuenta su estado actual y pretendiendo adaptarlo
mejor a su funcionalidad religiosa; el criterio seguido se concreta en
RECUPERAR los valores históricos, artísticos y religiosos de la obra,
asegurando su continuidad en el futuro en las mejores condiciones
artísticas y materiales.
Desarrollo del tratamiento:
1. Revisión de ensambles, cierre de grietas y fisuras.
2. Fijación de las zonas de policromía desprendidas o con riesgo de
desprendimientos.
3. Limpieza superficial.
4. Reintegración de las zonas de color perdidas.
5. Nuevo sistema de sujeción de la imagen a la cruz.
6. Tratamiento de la cruz.
7. Realización de un nuevo Títulus.
8. Protección final.

REVISIÓN DE ENSAMBLES, CIERRE DE GRIETAS Y FISURAS: Los efectos de la


degradación natural o provocada del soporte, originan grietas, fisuras y
desajustes en los ensambles. Se han revisado y consolidado con productos
adecuados.
FIJACIÓN DE LAS ZONAS DE POLICROMÍA DEPRENDIDAS O CON RIESGO DE
DESPRENDIMIENTOS: El efecto de la humedad, asociado a otros agentes
degradantes (abrasión, desgastes, golpes, envejecimiento de la pintura,
movimientos del soporte) ha provocado desprendimientos. La obra en su primera
intervención (1985-1986) ofrecía esta patología de forma muy acusada. Las
zonas afectadas se han tratado con un adhesivo perfectamente compatible con
el adhesivo original como es la cola animal acética, aplicada en caliente y con la
ayuda de espátula caliente y luz infrarroja. Con este procedimiento se ha fijado
extensa zona de la imagen, esperando de esta forma asegurar su estabilidad y
perdurabilidad en el tiempo.

LIMPIEZA SUPERFICIAL: Se ha procedido a una limpieza general y superficial de


la encarnadura original, eliminando la reintegración de color realizada en la
intervención anterior. Para efectuar esta limpieza, que se realizaba de forma
gradual, se utilizó una mezcla de disolventes para la eliminación del barniz y se
finalizó con la utilización de jabón limpiador. Una vez que se puso a punto el
método de limpieza, se procedió, en primer lugar, a abrir catas estratigráficas. Y
seguidamente, se efectuó la limpieza, propiamente dicha, eliminando barnices,
depósitos superficiales, y por último, la reintegración pictórica de la restauración
anterior.

REINTEGRACIÓN DE LAS ZONAS DE PREPARACIÓN Y COLOR PERDIDAS: En


cuanto a la reintegración de las zonas de preparación perdidas, se empleó estuco
artesanal. Y a la hora de la reintegración cromática, se ha optado por una
reintegración discernible, en aquellas zonas de pérdidas de color grandes y de
forma que sea apreciable fácilmente por el espectador a una cierta distancia de
la obra (rayado/rigattino); e invisible de forma mimética con el original, para
zonas puntuales o muy reducidas. En cualquier caso, empleamos materiales
reversibles e inocuos (acuarela y pigmento diluidos en barniz) que además son
detectables por métodos físicos de examen (UV e IR).

NUEVO SISTEMA DE SUJECIÓN A LA CRUZ: Efectuadas las labores de


conservación y restauración descritas, se realizaron las tareas para su colocación
nuevamente de la escultura a su cruz, con la certeza de que su posición y cogida
fueran adecuadas y seguras. En el examen radiográfico se demostraba que la
sujeción de la talla se hacía directamente con un tornillo de gran longitud que
roscaba directamente en la madera por el interior de la talla, y que existían, a al
menos dos orificios para ello. Para comprobar esta circunstancia que explicaría
una mala sujeción y operaciones de desajuste del roscado, se realizó de forma
complementaria una endoscopia, técnica diagnóstica, que consiste en la
introducción de una cámara a través de un orificio para la visualización de una
forma interior hueca. La solución adoptada para que la posición y cogida de la
imagen a la cruz sean más adecuadas y seguras, ha consistido en renovar la
cogida al nivel del sudario, con un sistema de manguito roscado y pletina
metálica. Este sistema independiza la imagen de la cruz y facilita que la imagen
no descargue peso directamente sobre las piernas/pies y brazos/manos.

TRATAMIENTO DE LA CRUZ: Aunque no estaba previsto inicialmente, hemos


realizado una mejora ostensible de la cruz, cerrando grietas, oscureciendo su
color y dorando sus llagas, al tiempo que la pieza que se utilizaba para recibir la
talla se ha ensamblado de forma definitiva integrada en la talla del estipes. La
mayoría de las representaciones cristíferas de Pablo de Rojas se hacen sobre
cruces planas, pero algunas interpretaciones, como el Cristo de Melegís de
Granada, se hacen sobre cruces arbóreas propias del XVII, de esta forma,
además, aprovechamos la actual cruz arbórea como elemento añadido a la
historia material de la obra.

REALIZACIÓN DE UN NUEVO TÍTULUS: Como señala el historiador Manuel García


Luque, hay otro detalle que caracteriza a los crucificados de Rojas, la utilización
de un títulus con forma de cartela de bordes enrollados. Con este argumento, se
ha procedido a la sustitución del anterior INRI, totalmente anacrónico por uno
nuevo realizado en madera aglomerada tallada, dorada y estofada en forma de
cartela a la manera rojeña, más acorde con la estética original de la talla y por
tanto, favorece su lectura integral como obra artística.

PROTECCIÓN FINAL: Una vez finalizados los trabajos se procedió a proteger la


obra con productos adecuados que aseguren el tratamiento realizado, el original
y su inalterabilidad en el tiempo. La protección general de la obra se ha hecho
con un barniz de retoque sintético y se han matizado los brillos con otro barniz
final satinado profesional.

El sábado, 11 de noviembre de 2017, se presentaba en la Iglesia de Ntra. Sra.


de Guadalupe de Baena (Córdoba) la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración
–vulgo de la Sangre- con una homilía de acción de gracias y una conferencia
sobre los detalles de los trabajos de conservación y restauración realizados.

Con esta intervención se completa la recuperación integral de esta extraordinaria


obra, que se iniciará en 1985 y que actualmente está considerada por la crítica
histórica-artística como una de las más representativas de la transición al
realismo barroco y que convierte a Pablo de Rojas en maestro de referencia de
la mejor imaginería andaluza.

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