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[EXO/Trad] (Im)Puro.

Autor: Anna e Carol (GullsOnFire)

http://animespirit.com.br/gulls-on-fire

El fánfic original está en la imágen, con un click te lleva a la página.

Pareja: Baekyeol (Chanyeol/Baekhyun)

Advertencias: Smut, angst, yaoi, ficción, etc.

Traducción: hunhangangstah

Sinopsis:

Baekhyun, un demonio que realiza pactos con humanos, fue enviado hasta la tierra para una
nueva misión, con el objetivo de conquistar otra alma más para llevar al infierno. Lo que él
no esperaba era que el Cielo interfiriese en su trabajo rutinario y un ángel apareciese frente
a él, haciendo que aquél encuentro desencadenara algo que ni uno de los dos sería capaz de
controlar.
(IM)PURO.
Capitulo Uno – Primer Pecado.

Baekhyun estaba aburrido.

La verdad, se aburría la mayor parte del tiempo cuando se encontraba en el infierno. Ya


había visitado todos los lugares más terroríficos de los nueve círculos infernales y cuando
se quedaba en el segundo círculo, su hogar en el sbubmundo, Baekhyun se sentía irritado
por no tener realmente nada interesante que hacer.

El demonio Grimório disfrutaba de ir a la tierra, por que ahí, por lo menos se podía divertir.
Conocía nuevos humanos, los asustaba con algunas palabras o expresiones maliciosas y -
además de éso- sellaba pactos con los mismos. Al final, ese era su trabajo como un
Grimório.

“Minos quiere verte...” Baekhyun murmuró cansado, recargaba la cabeza contra la puerta
del cuarto de Kyungsoo -Su compañero Grimório. Kyungsoo estaba recostado en su cama y
parecía irritado ante la repentina intromisión del otro.
“Pero acabo de regresar de una misión...” El demonio de piel lechosa respondió, sentándose
en su propia cama mientras hacía una mueca.

“ ¿Y tú crees que a el le importa?” Baekhyun preguntó entre risas. “Los humanos están
todo el tiempo haciendo pactos, tú lo sabes bien.”

Baekhyun podría no admitirlo, pero consideraba a Kyungsoo como su único amigo en el


infierno. El demonio de cabellos negros y piel blanca había llegado al infierno a través de
un demonio que Baekhyun odiaba y cuando éste se vio muerto por un ángel, Baekhyun no
sintió ni una puntada de tristeza. Lo que él hizo fue aproximarse al nuevo demonio, y desde
entonces, Kyungsoo se veía obligado a aguantar la personalidad desagradable del Grimório
de cabellos castaños.

El propio Baekhyun sabía que su personalidad no era de las mejores y prefería mantenerse
de ésa forma, pues así evitaba aproximarse con los de su alrededor. Si había una cosa que
Baekhyun había aprendido durante su existencia como humano, era que si se apegaba a
cualquier cosa, estuviera viva o no siempre terminaría triste y nostálgico.

“Pues nada dura para siempre.”

“Quién nos mandó a convertirnos en Grimórios del segundo círculo, Kyung?” Baekhyun
preguntó retóricamente, usando un tono sarcástico, en medio de la conversación que él y
Kyungsoo mantenían mientras se dirigían a la sala de Minos -El juez del infierno y líder del
segundo círculo infernal- Donde los portales para ir a la tierra se localizaban.

Claro, nadie les había mandado a convertirse en demonios de los pactos....Ser un Grimório
era una consecuencia de sus propios actos y ellos tenían que aceptar sus responsabilidades

Les gustara o no.

○●○●○●○●○

La Torre del placer – En donde Minos se encontraba- quedaba a algunos metros de


distancia de la Torre de los vientos. Baekhyun y Kyungsoo caminaron durante todo el
transcurso intentando protegerse como podían de la ventisca feroz que los castigaba. Los
abrigos negros que ambos usaban solían agitarse sobre sus piernas y los cabellos les
golpeaban el rostro.

Estaba oscuro, mas aquél viento les mantenía lejos de las tinieblas, ayudándolos a ver el
camino entre el desierto. La torre de placer era grande, hecha de oro macizo y en la puerta
se encontraban dos guardias, justo como en todos los lugares del infierno. Siempre había
algún Baal protegiendo los accesos a los principales puntos infernales.
Antes de que los dos demonios Grimório consiguieran entrar en la torre, Baekhyun discutió
con los dos Baal que resguardaban la entrada. Baekhyun no gustaba de los demonios de
clase guardianes, pues siempre iban con un aire de superioridad por ser los responsables de
la seguirdad de los locales del infierno, pensando que los otros les debían respeto por
aquello cuando en realidad, estaban en uno de los lugares más bajos de la jerarquía
demoniaca.

Baekhyun estaba aburrido, quería ir a la Tierra y no pestañeó mientras discutía con los
guardianes hasta que éstos les abriesen las puertas de la Torre de placer y les dieran
entrada.

Dentro de la torre no venteaba. El calor tocó sus mejillas y no había más ruido.

“Odio a esos guardianes...” Baekhyun murmuró, acomodando sus cabellos anteriormente


revueltos por el viento.

Kyungsoo y Baekhyun tuvieron una breve conversación sobre los demonios Baal y sobre
ellos mismos, Grimórios, antes de dirigirse hasta la puerta de la habitación de Minos,
golpeando ésta sin fuerza tres veces cuando se encontraron frente al lugar, y no tardaron en
escuchar que les llamaban para entrar.

La puerta se abrió y reveló una sala grande, espaciosa, con una mesa en el centro. Las
paredes frente al mueble tenían varios portales envueltos en tinieblas, siendo imposible
visualizar lo que había del otro lado.Y en la pared tras la mesa de centro habían muchos,
muchos nombres rasgados con una letra de aspecto desagradable, irregular. Nombres de los
muertos que Minos juzgó desde que se convirtiera líder del segundo Círculo,
probablemente.

“Tardaron mucho...” El hombre adulto, de cabello largo, comentó cuando los dos
Grimórios entraron en la habitación y cerraron la puerta tras de sí.

"Discúlpanos, Minos. Los guardianes de la torre nos atrasaron." Baekhyun habló en tono
bajo mientras recargaba una rodilla en el suelo frente al líder, siendo seguido por
Kyungsoo.

“Deja de culpar por todo a cualquier Baal que te encuentres, Baekhyun, antes de que te
rebaje y te conviertas en uno de ellos.”

Kyungsoo observó rápidamente a su compañero, pero no logró ver ni una reacción por
parte de éste, quien se mantuvo callado ante la amenaza de su superior. Los dos Grimórios
se levantaron y caminaron con calma hasta aproximarse al escritorio de Minos.
“Cada uno de ustedes visitará a un humano y hará un pacto con el mismo. Deben llegar
hasta el mortal lo más rápido posible, antes de que algún ángel lo haga.” Minos habló
mientras les observaba serio. “ Por hoy tenemos a una mujer y a un hombre, ¿Quién quiere
a quién?

Baekhyun miró a Kyungsoo con una sonrisa ladina.

“Jefe, el va a querer al hombre, Kyungsoo prefiere tener sexo con hombres y -”

Baekhyun no consiguió terminar la frase antes de recibir una patada en la entrepierna por
parte de su colega. Los dos Grimórios se fusilaron con los ojos y Minos soltó una
carcajada.

“Que así sea, entonces....Kyungsoo, entra por aquél portal y sigue el aura frágil del humano
que desea hacer el pacto, como ya estás acostumbrado.” Minos apuntó hacia un portal a la
derecha de Kyungsoo y el Grimório engulló en seco antes de aproximarse al pórtico
envuelto en tinieblas.

“¡Espero que sea alguien viejo!” Baekhyun gritó y Kyungsoo rodó los ojos antes de dar
algunos pasos para atravesar el portal.

Baekhyun aún sonreía cuando se volteó de nuevo hacia Minos, que lo veía con una ceja
alzada. La sonrisa en el rostro del Grimório se desvaneció y esperó al líder para que le
dijera lo que debería hacer.

“Baekhyun, tú vas a entrar por aquél portal.” Minos habló con un tono calmo, apuntando
hacia uno de los portales a la izquierda de Baekhyun. “Ten cuidado, La ciudad a la que te
diriges está infestada de ángeles desde hace tiempo...Y es imprescindible que consigamos
el máximo de almas posibles, entonces voy a contar contigo para que consigas ésa alma
humana para nosotros.”

“Puede confiar en mi, Jefe.” El demonio de cabellos castaños respondió con una sonrisa
ligera. “Soy el mejor en lo que hago.”

Baekhyun se curvó una vez más delante de Minos en señal de respeto y, entonces se dirigió
hacia el portal que debía de atravesar. Respiró profundo y cerró los ojos con fuerza antes de
atravesarlo, esperando una sensación incómoda invadir sus entrañas, lo cual era normal
cuando solía ser enviado a la Tierra.

Cuando los demonios se encontraban en el infierno no pasaban de almas que podían tocarse
unos a los otros sin problemas ya que ni uno de ellos poseían materia física, Pero, como en
el mundo humano los mortales poseían materia, los demonios necesitaban pasar por un
proceso de materialización cuando atravesaban los portales negros. La sensación cuando
aquello ocurría siempre le parecía fatigante.

No demoró mucho antes de que un frío se apoderase de todo su ser y comenzara a sentir
todos sus músculos ser apretados en cuanto viajaba entre el submundo y la tierra de los
vivos, en dirección a una ciudad infestada de ángeles.

Ciudad infestada de ángeles.

Ésa no podía ser una noticia peor para Baekhyun, El ya se había encontrado algunos
ángeles en su existencia como demonio y nunca había entrado en una disputa directa con
ninguno, pues la mayoría de los ángeles que andaban por la tierra eran de categorías bajas y
tenían más miedo de los demonios que los propios demonios tenían de ellos. El problema
mayor sería si algún ángel de clase Arcángel, Potencia o peor, de la clase Dominación,
decidiese aparecer en el camino de Baekhyun.

Si eso sucedía, el estaría acabado antes de percibirlo.

○●○●○●○●○

Cuando los humanos se convertían en demonios en el infierno, ellos recibían una breve
explicación sobre cómo funciona el Paraíso y cuáles son los tipos de ángeles por los que
ellos deben de preocuparse y evitarles cuando fueran a la Tierra. Arcángeles, Potencias y
Dominaciones son los niveles intermediarios de seres celestiales que descienden hasta la
tierra para verificar como andan los trabajos de los ángeles de niveles menores. Esas tres
clases de ángeles son las más peligrosas, por ser entrenadas exclusivamente para el combate
contra demonios.

Existen otros niveles superiores de ángeles, más estos jamás descienden al suelo humano y
apenas se quedan en el paraíso. Las clases menores, como los cupidos – por ejemplo- viven
en la Tierra y difícilmente suben al cielo, ya que su trabajo es intenso y nunca tiene fin.
Baekhyun ya se había encontrado con muchos cupidos en la tierra cuando iba a realizar
pactos, y encontraba divertido mostrar sus ojos totalmente negros para aquellos seres
inocentes, viéndolos gritar de terror y salir huyendo, con miedo de ser asesinados por un
demonio malvado.

Baekhyun sólo no deseaba encontrarse con un ángel de clase superior porque, la verdad ser
destruido no estaba en sus planes del día.

○●○●○●○●○
Al abrir nuevamente sus ojos, Baekhyun se vio en un ambiente desconocido. Meneando sus
dedos, el demonio los escuchó castañear en su cuerpo recién materializado. Baekhyun se
llevó las manos hacia el rostro y sopló un poco de aire fuera de su boca, observando el
humo blanco desprenderse de sus labios.

Hacía frío y la ciudad parecía desierta, probablemente debido a la hora. Una neblina débil
cubría el suelo y la iluminación era pobre, haciendo que el demonio precisara de estrechar
sus ojos para poder observar el camino que debería recorrer.

El aura del humano conseguía sentirse fácilmente y el Grimório sonrió mientras caminaba
por la acera, sintiendo el suelo congelar bajo sus pies descalzos. Baekhyun deslizó las
manos dentro de los bolsillos de su abrigo negro y se encogió al sentir lo que pensó que era
un pequeño choque de frío recorrer su espalda.

Pero no era frío.

El demonio se volteó rápidamente y observó a sus espaldas, por donde pensó sentir a
alguien observándolo. La calle continuaba vacía y las luces de las lámparas vacilaban
algunas veces, aún así no estuviese venteando ni un poquito.

Un suspiro se escapó de entre los labios del demonio y volvió a voltear su cuerpo en la
dirección que seguía, pero algo lo sorprendió. Baekhyun, al voltearse, se encontró con un
hombre mucho más alto que él, vistiendo un abrigo negro sin mangas y observándolo desde
arriba, con una sonrisa minúscula estampando sus labios bien delineados.

Baekhyun abrió sus ojos, sorprendido al ver que no estaba solo.

Era bastante obvio que la figura desconocida era un ser sobrenatural así como el demonio,
ya que una sombra leve de sus alas, casi totalmente escondidas a los ojos del demonio,
estaba tras de sí y revelaba su verdadera identidad.

El hombre era un ángel.

“Hola, demonio.” Los cabellos de aquél ángel eran castaños, más oscuros que los de
Baekhyun, y su mirada tenía un brillo diferente, algo que nunca había visto el menor.

“Hola, ángel.” Baekhyun respondió en un tono irónico, aunque todos su músculos vibrasen,
implorándole para que huyera.”

“Pareces medio perdido...” El ángel habló calmado, sonriendo un tanto sarcástico.


“¿Necesitas ayuda?”

Baekhyun casi podía verse corriendo y huyendo entre las tinieblas, llegando al infierno en
seguida para correr hacia su habitación y esconderse. El demonio no tenía la mínima idea
de cuál clase de ángel era, pero definitivamente no era un cupido. Los ángeles de clase
cupido acostumbraban a ser pequeños y rechonchos, además de éso, jamás conversarían
con un demonio usando ese tono.

El demonio no tenía forma alguna de saber que clase de ángel era aquél que tenía enfrente y
eso le incomodaba.

Le daba pavor.

Por más que Baekhyun quisiese huir, su orgullo no estaba cooperando en el momento,
obligandolo a permanecer parado.

Bien, casi eso.

Baekhyun se giró sobre sus propios pies y comenzó a caminar deprisa en la dirección
opuesta al ángel, ignorando la pregunta que el mismo le había hecho. Pero, cuando el mal
diera cinco pasos, nuevamente el ser celestial surgía de la nada, sin hacer algún sonido....Y
estaba allá, frente a él, encarándolo.

“¿Me tienes miedo?” El ángel preguntó, con el flequillo cayendo levemente sobre sus ojos,
escondiendo el brillo de los mismos.

“Claro que no.” Baekhyun rió burlón. “Sólo que no pretendo estar cerca de un ángel por
más tiempo que lo necesario. No es nada personal, pero créeme, ni un segundo si quiera es
necesario.

Baekhyun dio unos pasos largos al rededor del ángel y comenzó a caminar sin rumbo,
olvidándose por completo de su misión en la Tierra. Ignorando el alma que lo llamaba para
realizar un pacto.

“La humana con la que viniste a realizar el pacto no se encuentra por ése lado...¿Sabías...?”
El ángel habló alto, en un tono irónico, para que Baekhyun le escuchase. “Estás yendo por
el camino incorrecto, lo que me hace creer que estás perdido y necesitas ayuda.”

Baekhyun se detuvo, pareciendo que las suelas de sus pies simplemente se pegaban al
suelo. El demonio de cabellos castaños engulló en seco y giró su cuello para encarar al
ángel.
“¿Por lo menos sabes en dónde estás? El ángel preguntó mientras se formaba una sonrisa
alargada sobre sus labios. “Te voy a ayudar, para que no te pierdas más de lo que
parece....Ésta es una ciudad en Estados Unidos de América, Estamos en el año 1818, según
las cuentas humanas, y el progreso está en pleno vapor, ¿No es increíble como los mortales
se pueden desenvolver en tan poco tiempo? “ La sonrisa del ángel fue desapareciendo a los
pocos segundos y su expresión de sonrisa fácil se convirtió en algo casi sombrío. “Es
increíble cómo se consiguen degradar en tan poco tiempo.”

Baekhyun tenía apenas una certeza de lo que aquél ángel era y lo que no era. Aquél hombre
alto, con el cabello oscuro de más para un ángel y una sonrisa maliciosa con certeza no era
un Arcángel, Potencia o Dominación. Si el ángel perteneciese a cualquiera de esas clases él
ya le hubiera ejecutado sin si quiera pestañear. Mas no lo hizo.

Y más que nada, lo que intrigaba a Baekhyun eran sus verdaderas intenciones.

“¿Quien...” El demonio comenzó, dando pasos rápidos hacia el hombre alto, deteniéndose a
centímetros de distancia del mismo. “¿Quién diablos eres tú.?”

“Irónico que hables de diablos, refiriéndote a un ser que proviene de la divinidad como yo,
¿Sabes?”

Baekhyun rodó los ojos, aquél ángel conseguía ser más irónico que él y éso le irritaba
profundamente.

“Habla rápido, ángel.”

Las sombras de las alas tras el cuerpo del hombre alto se agitaron en cuento él sonreía.
“Disculpa mi falta de tacto, demonio....Olvidé que ustedes eran seres impacientes en su
gran mayoría.” Baekhyun abrió sus labios para responder lo que el otro había dicho, más
fue callado cuando el ángel volvió a hablar.
“Me llamo Chanyeol, soy un ángel de clase Virtudes y sé que has venido a realizar un pacto
con la humana que vive al final de ésa calle porque , observa bien, yo soy un ángel que vino
a disputar el alma de ella contigo.

Baekhyun se congeló.

Virtudes era una clase intermedia en la jerarquía de los ángeles y Baekhyun jamás se había
encontrado con alguno en persona, aunque ya había escuchado hablar de ellos muchas y
muchas veces. Virtudes eran los ángeles de los llamados milagros, ellos son los
responsables de ir a la Tierra cuando un humano clama por ayuda divina y realizan pactos
semejantes a los demonios, pero, con algunas diferencias cruciales.
Al concluir un pacto, los ángeles -al contrario de los demonios-, no volvían en diez años
para llevarse las almas de los mortales con los cuales hicieran el contrato. Las almas de
éstos son enviadas directamente al purgatorio después de su muerte, en donde aguardan en
tormento o paz- dependiendo de sus pecados en vida- por el juicio final.

Cuando un humano pide por socorro divino y su mente está debilitada o su espíritu está
quebrantado, un demonio y un ángel son enviados para comprar su alma, como si fuese un
juego entre el Cielo y el Infierno. El trato hecho entre Dios y Lucifer era que el ser que
alcanzaba al humano primero era quien se quedaba en el alma.

Mas, claro, existía un problema: Cuando un Demonio y un Ángel llegan al mismo tiempo al
mortal, ellos deben disputar hasta la muerte para ver quien se quedará con el alma.

Baekhyun jamás se había encontrado un Virtudes en sus visitas a la Tierra, tanto que ni si
quiera creía -secretamente- que esa clase de ángeles realmente existiese. Si aquél ángel
estaba frente a él ahora, estaba claro lo que tenía que suceder.

Una batalla a muerte.

“Tu nombre...” Baekhyun se asustó cuando escuchó la voz profunda del ángel, Chanyeol,
murmurar. El parecía estar hablando hacía tiempo, mas el demonio estaba tan inmerso en
pensamientos que no escuchó palabra alguna.

“¿Como?” Baekhyun murmuró, encarando los ojos almendrados del ángel.

“No me has dicho tu nombre, demonio.” Chanyeol contestó con calma, en un tono bajo,
esperando una respuesta.

“B-Baekhyun” El menor respondió incierto.

“Tú eres un Grimório y yo un Virtudes...” Chanyeol habló pausadamente. “ ¿Sabes lo que


significa, verdad?

Las alas del ángel se agitaron y dejaron de ser apenas una sombra en torno del cuerpo alto,
las largas alas blancas se mostraron, mientras Chanyeol le dedicaba una sonrisa ladina.

Baekhyun no podría huir, el sabía que ahora sólo había una opción.

Los ojos del demonio se volvieron completamente negros mientras respiraba profundo e
invocaba silenciosamente las tinieblas para que le rodearan, aumentando su poder. La
sonrisa del ángel sólo aumentó cuando percibió lo que el otro hacía.

“¿Nosotros vamos a hacer éso..?” Chanyeol rió, “Yo soy mucho mayor que tú....¿No
prefieres huir para el infierno?”

Baekhyun no era entrenado para la lucha como los Iwia, demonios soldados, mas su orgullo
era más grande como para huir de un ángel de clase media. Chanyeol era un virtudes,
entonces Baekhyun pensó que no debería ser tan difícil derrotarlo.

“Cállate la boca, ángel.” Baekhyun murmuró mientras se tronaba el cuello, orgulloso. Las
escleróticas de los ojos del demonio estaban totalmente negras y sus colmillos se tornaron
puntiagudos, sus uñas estaban largas y afiladas, como si fueran un arma blanca.

Chanyeol sonrió y apretó los nudillos de sus dedos mientras le dedicaba una mirada al
demonio relativamente pequeño frente a él. El ángel se preguntaba como un demonio podía
ser tan bello. Sería una pena eliminar un ser tan interesante, mas ése era su deber.

“Fue un placer conocerte, Baekhyun.” Chanyeol murmuró antes de llevar una de sus manos
hasta el cuello del demonio, apretándolo. Baekhyun abrió sus ojos y enterró las uñas en el
brazo del ángel, intentándose liberar del apretón que lo dejaba sin aire. Las tinieblas
envolvían al demonio, en cuanto una luz incómoda emanaba del ser celestial.

La campana de una iglesia sonó a lo lejos, avisando que el reloj marcaba exactamente
media noche y un nuevo día llegaría.

Un nuevo día que comenzaría con una batalla entre un ángel y un demonio.

○●○●○●○●○

Baekhyun no sabía hace cuánto tiempo él y el más alto estaban en aquella situación.
Podrían haber pasado apenas algunos minutos o tal vez horas, y ni uno de los dos – la
verdad- podría decir con certeza hace cuanto tiempo estaban intentando matarse el uno al
otro.

La verdad es que ni uno de ellos tenía práctica en lucha corporal.

El demonio sentía quemarse cada vez que el contrario rozaba su piel. La luz que emanaba
cada poro de Chanyeol casi le cegaba, Y Baekhyun que intentaba a toda costa sofocar al
ángel al enbolberlo en las tinieblas.

Una risa alta fue escuchada saliendo de los labios del ángel y Baekhyun se irritó aún más.
El ángel se estaba divirtiendo.

El rostro de Chanyeol estaba marcado con cuatro arañazos profundos, causados por las uñas
de la mano de Baekhyun, y el labio inferior del demonio tenía una cortada debido a un
golpe particularmente fuerte que había recibido del más alto.
Los dos, ángel y demonio, huían uno del otro, evitando algún golpe certero, lo que les llevó
hasta un pequeño callejón entre los edificios pequeños. Baekhyun ahora se encontraba
acorralado contra la pared, con las dos manos del ángel envolviendo su cuello con fuerza.
La piel del demonio quemaba con el toque celestial y Chanyeol no sonreía más.

La respiración de Baekhyun comenzó a debilitarse y él, en un acto desesperado llevó sus


manos hasta el cuello del mayor, hundiendo sus uñas como podía, viendo las tinieblas
invadir la piel santa, mientras sangre comenzaba a brotarle. Las alas de Chanyeol se
agitaban, intentando zafarse de las sobras que lo engullían.

En lo oscuro de la ciudad, en un pequeño callejón, dos seres batallaban lejos de los ojos
humanos. Las tinieblas y la luz se mezclaban mientras los dos intentaban eliminarse los
unos a los otros.
Baekhyun realmente pensó que acabaría muerto, cuando sintió que el agarre de su cuello se
deshacía y su cuerpo calló al suelo, ya que sus piernas estaban débiles y no aguantaba más
su propio peso.

El demonio tosió algunas veces y llevó una de sus manos al cuello, acariciando la carne
quemada que ya se curaba sola a l poco tiempo. El ángel estaba cansado, en pie, y pasaba
las manos por sus heridas, curándolas instantáneamente con un único toque.

“Esto va a durar una eternidad.” Chanyeol murmuró con una pequeña sonrisa. “Vamos a
admitirlo, somos pésimos en esto.”

“Apuesto a que tienes miedo a morir, es por éso que te estás acobardando.” Baekhyun
habló, arrodillándose y asegurándose contra la pared para poder levantarse.

“En tus sueños, enano.” Chanyeol bromeó y sus alas se agitaron, volviendo a quedar
prácticamente invisibles a los ojos del demonio, ojos que perdían oscuridad poco a poco
hasta volver a parecer humanos. “Ésta pelea estúpida no nos llevará a nada.”

“¡Pero son las reglas!” Baekhyun exclamó, “Cuando un Demonio y un Ángel llegan al
mismo tiempo por un mortal, ellos deben de pelear hasta la muerte para ver quien consig -”

“Ya sé las reglas, Baekhyhun.” Chanyeol interrumpió al otro, hablando en un tono


calmado.
Como si estuviese hablando con un niño inocente y confundido. “ Lo que quiero decir, es
que nadie sabrá que nos encontramos si ni uno de nosotros lo reporta.”

Baekhyun levantó una ceja, no hallando más al ángel tan estúpido como pensaba.
“Y entonces dime, Chanyeol, ¿Cómo nosotros decidiremos quien se queda con el alma
humana sin que uno mate al otro?”

Chanyeol sonrió.

○●○●○●○●○

Baekhyun estaba equivocado. Completamente engañado.

Definitivamente Chanyeol sí era tan estúpido como Baekhyun pensó la primera vez que lo
vio. Y no en el sentido de ser grosero, no, era en el sentido de ser idiota, de tener la peor
idea posible y aún así encontrarse como el dueño de la razón.

Baekhyun realmente quería matar al ángel.

“Deja de bromear.” El demonio murmuró con una ceja erguida.

“¡No estoy bromeando!” Chanyeol respondió con una sonrisa amplia. “!Cuando los
humanos que viven en un país de Asia tienen algún problema por resolver, yo vi que hacían
eso algunas veces, en serio, ellos deciden de ésta manera!”

Ambos estaban con una de sus manos en frente del cuerpo, con un puño cerrado.
El demonio aún se preguntaba por qué hacia aquello, El ángel había tardado unos cuantos
minutos intentando convencerlo de que aquella era la mejor manera de resolver los
problemas de ellos en vez de pelear. Un juego humano llamado “San Sukumi Ken” que -
según Chanyeol- era el mejor método para resolver cualquier problema.

Baekhyun sacudió su puño algunas veces, seguido de Chanyeol.

El demonio mantuvo el puño cerrado representando una piedra, mientras que el ángel estiró
dos dedos, representando una tijera.

Un silencio se apoderó del ambiente en cuanto el ángel parecía petrificado y el demonio se


sobresaltaba, sonriendo. Si las reglas que Chanyeol le había dicho estaban correctas, eso
significaba que...

“¿Gané yo?” Baekhyun preguntó con ambas cejas levantadas. “Gusté de éste juego.”
Habló con una sonrisa sarcástica, observando a Chanyeol abrir los ojos y negar con la
cabeza.

“¡Mejor de tres, mejor de tres!” Chanyeol respondió, formando un puchero en los labios,
mientras sacudía el puño cerrado frente a Baekhyun.

El demonio rodó los ojos y volvió a jugar el juego estúpido que el ángel le había propuesto.
“¿Que sucedió con el Virtudes sarcástico y amenazador que conocí hace poco tiempo?”
Baekhyun preguntó, soltando una carcajada, cuando ganó las dos otras partidas del juego--
Chanyeol incistio que una tercera partida debía ser jugada, aún así Baekhyun ya hubiese
ganado las otras dos – y miraba al ángel que estaba apoyado contra la pared con una mano
en el rostro, pareciendo insatisfecho.

“Sólo hice que aquello para parecer genial.” Chanyeol dijo retirando la mano de su rostro,
sonriendo de lado. “Creo que me desenmascaraste, Baekhyun.”

Con una sonrisa en el rostro, Baekhyun pasó se pasó las manos por el abrigo, intentando
limpiar el polvo inexistente de la prenda, mientras Chanyeol le observaba. Las heridas en la
piel del demonio aún estaban presentes y su cuello ardía, pues solía curarse lentamente
comparado al ser divino y su labio inferior pulsaba dolorosamente por el golpe que había
roto levemente su carne.

“Bien, como yo gané tu juego idiota, iré por mi alma y a realizar un pacto...” El demonio
murmuró ya caminando fuera del callejón en que se encontraba junto al ángel. “Hasta
nunca, Chanyeol.”

El ángel no respondió y el demonio desapareció entre la noche.

○●○●○●○●○

Baekhyun no conseguía concentrarse mucho en su contratante.

La humana no le parecía nada interesante y fue hasta aburrido escuchar la historia de su


vida, sus explicaciones eternas de por qué quería hacer un pacto, de cómo su corazón era
puro y que ella no merecía ir al infierno. El Grimório requirió conquistarla con su lado
seductor y – claro- con un poco de sus poderes de persuacion, invadiendo la mente de la
mujer y susurrándole algunas palabras al oído.

Demoró cerca de una hora para convencer a la humana pedir todo lo que siempre quiso, a
cambio de tener apenas diez años de vida. Baekhyun no le contó cómo le arrebataría la
vida, sólo le avisó que el aparecería en la fecha estimada para buscarla. La humana hizo la
cuenta en sus dedos y suspiró, murmurando que encontraba diez años poca cosa.

Baekhyun intentó consolarla, diciéndole que si ella encontraba diez años poco para una
vida humana, lo que diría de una vida en el infierno como un ser inmortal -probablemente,
ya que el jamás había visto a un demonio morir de causas “naturales”- en que él se perdía la
noción del tiempo y nunca se sabe si ya pasó un día o un siglo. Baekhyun no estaba seguro
de que los demonios fueran inmortales y prefería no pensar en ello, pues a pesar de todo, el
disfrutaba de estar allá. Muerto y vivo, al mismo tiempo.
Porque la verdad es que Baekhyun se sentía mucho más vivo ahora como demonio que
cuando era humano, Porque, cuando era humano, él había perdido todo lo que le hacía
sentir vivo en tan solo algunos segundos, él había visto su felicidad desvanecerse entre sus
dedos cuando un último suspiro fue dado.

Como demonio, Baekhyun no necesitaba preocuparse por que su felicidad desapareciera,


pues en realidad el no sentía tal cosa. Baekhyun no sentía nada. El apenas estaba ahí,
cumpliendo órdenes y divirtiéndose como podía, aprovechando los poderes que se le habían
dado.

La humana por fin pareció aceptar, realizando un pacto con el demonio y recibiendo un
beso en los labios, sellando el contrato que le daría todo lo que siempre quiso, mas después
de diez años terminaría con su vida.

Pero, el demonio estaba irritado.

Baekhyun normalmente se aprovecharía de su contratante humana para divertirse, mas él


no conseguía ni si quiera sentirse atraído por la misma- que, además debería tener apenas
veinte años, con una belleza envidiable.

Baekhyun se sentía irritado por que sólo conseguía pensar en aquél ángel estúpido que
había encontrado.

El rostro con la sonrisa grande invadía la mente del demonio, la voz gruesa y profunda de
más, que no combinaba mucho con su rostro sonriente, hablándole sobre el juego.
“Increíble” de los seres humanos....Baekhyun necesitó morder su labio inferior para no
terminar riendo ante la idiotez total de Chanyeol.

Claro, al morder su labio inferior, Baekhyun terminó acertando en la herida causada


anteriormente por el golpe del ángel, haciéndole rabiar ante el recuerdo.

¿Por qué aquél ángel era tan estúpido?

El beso ya había sellado el contrato del demonio con la humana y Baekhyun ya estaba fuera
de aquella casa. Él no tenía ni la más mínima idea de qué horas eran o de cuánto tiempo
había pasado desde que había llegado a la Tierra, mas -al contrario de lo que haría
normalmente – el no desapareció de inmediato para volver a su hogar, el infierno.
Baekhyun comenzó a caminar por las calles del lugar mientras pensaba por primera vez en
la noche en su colega Grimorio, Kyungsoo.

El pasatiempo favorito de Baekhyun era irritar a Kyungsoo y él estaba pensando en que


tipo de bromas y preguntas incómodas debería hacerle sobre el contratante que el demonio
de cabellos negros y piel blanca había visitado en la Tierra. Por un momento, Baekhyun se
preocupó con el hecho de que Kyungsoo podría encontrarse con un ángel, pero, sabía que el
otro – a pesar de su apariencia frágil- se podría defender de una amenaza.

Por lo menos eso era lo que Baekhyun esperaba.

Como sus pensamientos estaban enfocados en ángeles, el demonio acabó distraído


pensando nuevamente en el estúpido Virtudes alto, que primeramente fingiría ser sarcástico
y amenazador, cuando en realidad era totalmente estúpido e infantil.

“Al final, ¿Quién le ha puesto un nombre tan ridículo a esa clase de ángeles?” Baekhyun
murmuró para sí mismo mientras caminaba lentamente por el lugar. “Virtudes...ridículo....”

Ridículo también era el modo en que la risita del ángel alto que Baekhyun había conocido
hace poco tiempo hacía eco en sus oídos, como si estuviese grabada en sus tímpanos. El
demonio jamás había visto un ángel como aquél, ya que los cupidos eran normalmente
mujeres y hombres bien bajos y gordos, con mejillas redondas y ojos claros, mientras
Chanyeol era....bien, Baekhyun lo encontraba demasiado alto.

El cuerpo del ángel estaba escondido en un abrigo, mas Baekhyun había conseguido
observar sus brazos desnudos – con músculos bien diseñados- con mucha clareza aunque
estuviese oscuro en las calles. Además, ¿Quién usaba abrigos sin mangas?

“Los ángeles son ridículos.” Baekhyun susurró para si mismo, abriendo los ojos, irritado
por estar pensando en lo que no debería. En lo que no quería pensar.

Baekhyun continuó caminando hasta que una figura recargada en la pared de un edificio le
llamó la atención.

“Ah, no lo creo.” Baekhyun murmuró, rodando los ojos. El demonio corrió hasta aquél
hombre que parecía distraído mientras observaba el cielo. “¿Que mierda estás haciendo aún
aquí?” Preguntó en un tono alto, irritado.

Chanyeol desvió sus ojos del cielo estrellado y encaró al demonio varios centímetros más
bajo.

“Estoy viendo el cielo, ¿Y tú?” Chanyeol respondió aparentemente inocente, mas su voz se
cargaba con un tono de sarcasmo.

“¡No hablo de eso, Idiota!” Baekhyhun respondió irritado. “¡No deberías de estar viendo el
cielo, deberías de haberte ido hacia allá desde hace mucho tiempo!”

“¿Mi presencia te incomoda, Baekhyun?” Chanyeol preguntó con una sonrisa leve y el
demonio abrió los ojos sin saber que decir.

“N-no me llames por mi nombre, ángel. No te di tal derecho.”

Chanyeol dió una pequeña risada. “En el momento en que me dijiste tu nombre, me diste el
derecho de llamarte por él, ¿Sabías?”

Baekhyun inspiró el aire por la boca, listo para responder, pero el otro lo interrumpió antes
de que las palabras se formasen en su garganta.

“Estaba esperándote, si quieres saber lo que estaba haciendo...”Chanyeol dijo sin encarar al
demonio. Los ojos del demonio se dirigieron hacia el más alto pero éste encaraba las
estrellas. Baekhyun pestañeó varias veces, intentando procesar lo que el otro había dicho y
Chanyeol continuó hablando, cuando percibió que el demonio no se quedaría en silencio
por mucho tiempo.
“Estaba esperándote para saber si te encontrabas bien...no sé si lo sabes, pero ésta ciudad
era uno de los puntos que muchos demonios encontraban perfectos para jugar con los
humanos, entonces muchos ángeles de clase Dominación están siendo enviados para acá, y
se quedan vagando por ahí, buscando a alguien para exterminar.”

“Hablando así hasta parece que estás preocupado por m-” Baekhyun no consiguió terminar
la frase que apenas había comenzado, pues Chanyeol llevó un brazo contra sí, agarrándolo
por la cintura y empujándolo para una pequeña calle estrecha y oscura, entre el edificio en
que el ángel estaba esperando y el edificio de a lado. El menor intentó defenderse y gritar,
mas el ángel le tapó la boca con fuerza usando una de sus manos, mientras la otra le
obligaba a colar su cuerpo contra la pared.

“Haz silencio, por favor.” Chanyeol habló con una expresión que mostraba sorpresa y
susto, observando para los lados, mientras el demonio se intentaba liberar de sus brazos. El
ángel aprovechó la distracción de Baekhyun y le forzó una rodilla entre los muslos, al
mismo tiempo en que pegaba mas sus cuerpos. “Shhh.” Chanyeol susurró contra el oído del
demonio y el mismo sintió todo su cuerpo estremecerse.

Baekhyun se quedó quieto, sintiendo su corazón latir acelerado mientras sus ojos abiertos
encaraban un Chanyeol nada sonriente. Su expresión permanecía imperturbable mientras
veía fijamente la calle en donde ambos se encontraban algunos segundos atrás.

El demonio decidió acompañar al ángel y volteó como pudo su rostro- aún con la mano
grande del otro cubriéndole la mitad de la cara- para ver lo que Chanyeol tanto observaba.

Era otro ángel.

Un potencia, probablemente, ya que una espada flamante estaba envainada en su cintura,


mostrando que el sí había sido entrenado para el combate directo. Su abrigo también era sin
mangas, pero de color blanco -diferente de la vestimenta de Chanyeol, que era de color
negro- y sus alas eran mucho más grandes que las del ángel que aplastaba a Baekhyun
contra la pared de aquella calle estrecha.

“Si aquél Potencia te ve, te exterminará sin pestañear.” Chanyeol susurró contra el oído de
Baekhyun y el mismo sintió su cuerpo estremecerse una vez más.

Mas no por miedo.

Ángel y demonio permanecieron en aquella posición por algunos minutos más. Baekhyun
pensaba que el Potencia estaba lo suficientemente lejos y comenzó a sentir a Chanyeol
forzar más la rodilla entre sus muslos, causándole una incomodidad agradable que
Baekhyun se negaba a sentir en aquél momento. Aún más estando con un ángel.

“E-ei!” Chanyeol habló alto, alejándose de Baekhyun cuando sintió al mismo pasar la
lengua húmeda por la palma de su mano. “¡M-me lamiste!” El mayor acusó, observando su
propia mano, húmeda y limpiándola enseguida con su propia ropa.

“Claro que te lamí, si no nunca me ibas a soltar.” El Grimorio sonrió cínico. “Además,
¿Que mierda fue ésa? ¿Por qué me protegiste de aquél Potencia?, Tú deberías de dejar que
el me exterminara, ¿No es tu papel como ángel, librarte de los demonios?”

Chanyeol aún se limpiaba la mano húmeda por la saliva del otro en su abrigo cuando
observó a Baekhyun nuevamente.

“Mi trabajo no es librar a la Tierra de los demonios, es ayudar a las personas realizando
contratos y haciendo milagros. Tu trabajo es prácticamente el mismo que el mío y no veo
motivos para que un Potencia te extermine. No eres del todo malo, Baekhyun.” Chanyeol
hablaba serio, mas no pudo evitar sonreír en seguida. “Además de éso, no juzgues eso como
un acto de preocupación por tu vida, no es nada personal, sólo no veo justo que mueras sin
haber cometido crimen alguno.”

Baekhyun levantó una ceja, pensando en lo que el otro le decía. Chanyeol se mantenía con
la espalda apoyada en la pared y el Grimorio hasta intentó contenerse, sin embargo no pudo
evitar que sus pies descalzos caminasen por el suelo húmedo. Baekhyun no evitó que sus
manos agarrasen el collar de aquél abrigo maldito sin mangas y el demonio definitivamente
no evitó que sus labios se abriesen levemente y su lengua se deslizara para afuera cuando
sus manos empujaran a Chanyeol en su encuentro.

El ángel abrió los ojos como platos cuando se vio siendo besado por el demonio.

La lengua de Baekhyun siquiera pidió entrada y cuando Chanyeol se dió cuenta, su boca ya
estaba siendo invadida y molestada por aquél demonio pequeño. Las manos del ángel
agarraron con firmeza los brazos del menor intentando – sin mucha voluntad, para ser
sincero- alejarlo, mas todo lo que Baekhyun hizo fue aumentar el contacto entre sus labios.

Chanyeol se vio embriagado por un sentimiento hasta entonces desconocido. Besar a otros
ángeles era muy, muy diferente de lo que él estaba experimentando en aquél momento. Las
lenguas calientes se encontraban y hacían movimientos desvergonzados, jugando una con
otra de modo urgente, provocando sonidos estallados.

El sabor del demonio y del ángel se mezclaban en medio de un contacto hasta ahora
desconocido para ambos, las lenguas deslizándose una sobre la otra, sin decidir si peleaban
por espacio o se rozaban en un gesto de cariño. Chispas cruzaban los cuerpos mientras los
dos mantenían los ojos cerrados y se besaban de modo impuro durante largos segundos.

El más alto gimió leve cuando Baekhyun le mordió con fuerza el labio inferior.

“Discúlpame por decepcionarte, Chanyeol, más sólo el hecho de que yo – un demonio-


estoy vivo, ya es un crimen.” Baekhyun murmuró, separándose del ángel, que abrió sus
ojos divagando, sintiendo su corazón golpear violentamente contra su pecho.

“¿Qu-que mierda fue ésa?” El ángel preguntó ofendido, cubriéndose la boca con la mano,
dándose cuenta de que realmente – realmente- había besado a un demonio.

“Me debo presentar directamente, Chanyeol.” Baekhyun dijo riendo. “Soy un Grimorio,
demonio responsable por realizar pactos con humanos. Mi hogar en el infierno es el
Segundo Círculo, dirigido por la Lujuria y tú no podrías esperar que yo, un demonio que
vive por el sexo, perdiese la oportunidad de intercambiar saliva con un ángel, ¿Cierto?”

Chanyeol mantenía los ojos abiertos y los labios -ahora rojos e hinchados- entreabiertos,
encarando al otro. Sus mejillas también estaban coloradas y algo burbujeaba dentro de sí,
un tipo de sensación que él jamás había sentido.

Algo que quería sentir de nuevo.

“Además de eso,” Baekhyun continuó. “No sientas como si eso fuese una recompensa por
haberme protegido del ángel Potencia. Entiende que ese beso no fue nada personal, fue
apenas una necesidad que surgió en mi y que decidí atender, como un tipo de despedida, ya
que nunca más nos veremos.”

“Baekhyun...”Chanyeol murmuró, incierto de lo que debería decir. El ángel lamió su propio


labio inferior, sintiendo un leve sabor agridulce que no le pertenecía.

“Entonces, Chanyeol,” El grimorio siguió sonriendo. “Fue un desplacer pelear contigo, mas
fue un placer besarte. Aprovecha que no es como si los demonios se quedaran tan cerca de
los ángeles y los dos sobreviviesen para contar la historia, ¿cierto? No cuentes a nadie sobre
eso y yo también me quedaré callado.

Baekhyun sonrió y esperó a que el mayor respondiera, mas todo lo que el ángel hizo fue
asentir levemente con la cabeza. No sabía que decir.....Él no quería decir nada....Chanyeol
quería que Baekhyun volviese a aproximarse hacia él, que sus labios rosados se pegasen de
nuevo a los suyos. Pero eso era tan, tan errado que el ser divino decidió no decir nada antes
de que acabase convirtiendo en palabras sus pensamientos errados.

“Adiós, Chanyeol.” El demonio murmuró antes de guiñarle un ojo, de modo sensual. El


Grimorio, rápidamente invocó las tinieblas y desapareció entre ellas como si nunca hubiese
estado ahí.

El ángel no respondió al demonio. El ángel no le dijo adiós.

Adiós significaba que ellos nunca se verían más....Y, de algún modo no era eso lo que
Chanyeol quería.
(IM)PURO.
Capítulo Dos – Pecado de Carne.

Baekhyun había decidido no contarle nada a Kyungsoo.

No era como si el otro le hubiese preguntado algo sobre su visita en la Tierra, sobre la
humana con la cual Baekhyun había hecho el pacto o si el demonio de cabellos castaños se
había encontrado algún ángel en su camino....Además, Kyungsoo apenas mal hablaba con
Baekhyun durante un buen tiempo desde que los dos habían regresado al infierno después
de concluir con sus misiones.

Baekhyun no era idiota. El sabía que Kyungsoo estaba evitando hablar sobre el pacto que
había hecho en la Tierra y era por que algo había sucedido. Pero si el castaño obligase a su
compañero Grimório a hablar de lo sucedido, sabía que él también tendría que hablar de lo
que le había sucedido a él.

Claro, le podría mentir, pero sería complicado justificar las heridas en su rostro cuando
regresara al infierno sin acabar hablando sobre el ángel desagradable con el que se había
encontrado.
Kyungsoo no creería fácilmente que una mujer humana le hubiera causado aquellos tipos
de golpes en el rostro
– principalmente el labio partido.

Los demonios podían curarse solos de sus heridas, pero demoraba cierto tiempo para que
éso sucediera por completo. Y, para evitar cualquier pregunta de los otros demonios
Baekhyun permaneció en su cuarto hasta que su rostro estuviese nuevamente en perfecto
estado y su cuello no tuviera una apariencia de quemado.

“Chanyeol...” Baekhyun murmuró vagamente, pausando las sílabas del nombre del ángel
que insistía en invadir su mente con aquella sonrisa grande.

“¿Que dijiste?” Kyungsoo preguntó distraído mientras los dos caminaban hasta la sala de
Minos, sabiendo que más misiones les aguardaban en la Tierra.

Al final, los humanos nunca se cansaban de realizar pactos para – principalmente -


encontrar los caminos del éxito y la riqueza.

“No querrías saber.” Baekhyun respondió con una sonrisa ladina, deseando que Kyungsoo
realmente no le hubiese escuchado susurrar el nombre que se había salido sin querer de sus
labios. “Pero si quieres, yo -”

“No.” Kyungsoo murmuró con los ojos cerrados, previniendo que cualquier palabra que se
desprendiese de los labios de su colega pudiera ser algo que no le interesase. “Viniendo de
ti no puede ser nada bueno, entonces prefiero no saber nada.”

Baekhyun rió levemente y le dio una palmada en la nuca por interrumpirle una posible
broma, más aliviado porque Kyungsoo no le había escuchado murmurar el nombre del
ángel. Su mayor diversión cuando se encontraba en el infierno, literalmente, era infernar la
vida de su colega y amigo, Kyungsoo. Los dos eran Grimorios – demonios que hacían
pactos – hacía más tiempo de lo que recordaban y eran bastante unidos.... Pero, no tenían
una relación tan profunda como Baekhyun deseaba.

“En serio, no te comportes como un completo idiota frente al jefe hoy, por favor, sin
comentarios desagradables sobre mi preferencia de tener sexo con hombres.” Kyungsoo
murmuró al dar algunos golpes leves en la puerta, recibiendo un llamado para poder entrar
de inmediato.

“Yo no soy idiota,” Baekhyun dijo en un tono ofendido, con una sonrisa ladina estampada
en los labios finos. “Más bien soy divertido. Y mis comentarios nunca son desagradables,
son verdaderos.”

Kyungsoo rodó los ojos antes de que los dos se adentraran en la habitación. Minos les
explicó lo que deberían de hacer como siempre y los liberó para entrar en sus portales. El
objetivo era siempre el mismo: que se encontraran con sus nuevos contratantes humanos y
garantizaran que sus almas pasaran al infierno.

Kyungsoo ya estaba siendo engullido por las tinieblas de un portal cuando su brazo fue
jalado levemente y Baekhyun se aproximó a su oído, peligrosamente.

“Te voy a confesar una cosa, Kyung....Sólo para que veas que soy genial.”

El demonio de cabellos negros suspiró cansado. “Guárdalo para ti, no quiero saberlo.”

Baekhyun sonrió. “Yo también prefiero tener sexo con hombres, ¿Sabes?, Encuentro a las
mujeres demasiado sensibles y a mi me gusta ser más agresiv-”

“Tchau, Baekhyun.” Kyungsoo murmuró rápido, desvaneciéndose de sus brazos y siendo


engullido por las tinieblas rápidamente.

Baekhyun rió entre dientes y corrió dentro de su propio portal, ya que la mirada de su jefe,
Minos le estaba fulminando. El demonio de cabellos castaños y ojos delineados no podría,
jamás, dejar una oportunidad de hacer alguna broma pasar en blanco.

Sólo que eso le causase problemas.

○●○●○●○●○

Nada había sucedido en la Tierra.

Nada de extraordinario o fuera de lo común, por lo menos. Y ese era exactamente el


problema. Baekhyun no sabía cuántos años habían pasado en el mundo humano desde la
última vez en que hiciera un pacto y acabara encontrándose al ángel más estúpido que
pudiera existir en su camino.....Pero, siendo sincero consigo mismo, Baekhyun encontraba
aquella calma irritante y tediosa.

Todo estaba demasiado normal.

Además, nada diferente había sucedido en ni una de las otras veces siguientes en las que
había visitado la tierra. Ni un escalofrío siquiera cruzó su espina, ni la sensación de estar
siendo observado y mucho menos sucedió cualquier otro encuentro inesperado con un ser
divino, Nada.

Baekhyun por alguna razón que el mismo desconocía, pensó que volvería a encontrarse con
algún ángel. No cualquier ángel, sino aquél que le dejó con el labio hinchado por algún
tiempo después de haberle golpeado demasiado fuerte. Aquel que casi le derretía la piel del
cuello mientras lo sofocaba y le quemaba con su maldita luz divina que emanaba cada poro
de su ser.

No era como si el demonio quisiese encontrarse con el ángel, claro.


Toda esa calma y esa normalidad le estaban dejando muy aburrido. Él necesitaba encontrar
algo para divertirse, y claro, su víctima favorita siempre sería su colega Kyungsoo.

“Realmente te vez pésimo....” Baekhyun murmuró a Kyungsoo con una expresión casi
seria, la cual se convirtió repentinamente una sonrisa cínica. “Como siempre.”

Quien estaba pésimo en realidad era Baekhyun, al final, era el quien siempre terminaba
rondando por las calles de la Tierra en busca de alguna diversión, pero nada parecía
agradarle. Ni siquiera el sexo con los humanos le satisfacía más. Él definitivamente
necesitaba distraerse.

“Muere, Baek. Estoy teniendo una crisis interna, no necesito de tus bromas ahora.”
Kyungsoo respondió serio y Baekhyun prácticamente pudo escuchar un click en su cabeza.

Su diversión estaba garantizada, por lo menos por un tiempo.

Baekhyun era bueno en persuadir y cruzando pocas palabras con Kyungsoo descubrió que
el mismo había hecho una promesa con el humano que conoció y realizó un pacto la misma
noche que Baekhyun se había encontrado con el ángel de clase Virtudes.

Kyungsoo le contó sobre el humano que había conocido, un niñato inocente que parecía
haberse apegado al demonio de cabellos negros mas de lo que a él le gustaría. Baekhyun
encontró divertido el hecho de que su colega estaba preso a un humano a través de una
promesa que él no estaba obligado a cumplir, sin embargo lo haría de todas formas.

“¿Promesa?, ¿Estás preocupado por cumplir una promesa? ¿Te has olvidado de que eres un
demonio? ¡Idiota! ¡Nuestra palabra no vale nada!”

Kyungsoo rodó los ojos.

“Tu palabra puede no valer una porquería, pero la mía si.” Baekhyun continuó riendo, a
pesar de que el demonio de los cabellos negros le hubiese golpeado en el brazo,
mandándolo a callar.

Baekhyun no entendía por qué Kyungsoo quería, de hecho cumplir la promesa al humano si
en diez años él volvería hasta la tierra y le arrancaría el alma en cuanto lo llevase al
infierno. El problema de Kyungsoo era que él siempre había sido mejor demonio que el
mismo Baekhyun, en el sentido de ser menos egoísta y, de hecho, bueno.

La promesa en cuestión se trataba de Kyungsoo ir a visitar al humano antes de que los diez
años pasaran, y según la información de un Iwia – un demonio soldado- en la Tierra habían
pasado apenas cinco años desde que Kyungsoo se había encontrado con el pequeño llamado
Jongin y realizara un pacto con el mismo.

Baekhyun intentó evitarlo, pero sus pensamientos inmediatamente le hicieron deducir que
si Jongin era el mortal que Kyungsoo se había encontrado aquella noche en que la que él se
había encontrado con el ángel, entonces habían pasado apenas cinco años desde la primera
vez en la que había conocido a Chanyeol.

“Siempre termino perdido en el tiempo cuando estoy aquí...” Baekhyun comentó irritado,
suspirando pesadamente mientras se forzaba a parar de pensar en el ángel de sonrisa fácil.
Su única alternativa para que sus pensamientos le dejasen en paz era cambiar de asunto e
intentar convencer a Kyungsoo a hacer lo que él quería. “Y entonces, cinco años es un buen
tiempo, ¿Por qué no vas a visitar a tu niñato?”
“En serio, si comienzas con bromitas te llevaré hasta el quinto Círculo Infernal y te ahogo
en el río Estige....” El menor entre los dos amenazó.

Baekhyun comenzó a reír alto y Kyungsoo sentía una vena comenzar a pulsar en su frente.

“Cierto, aún no he dicho nada sobre el asunto de que eres un pervertido asqueroso, pero...
¿Niñatos?, estás hablando en serio?, Yo soy un depravado, pero éso ya es enfermo,
Kyungsoo.”
Y mientras el demonio de cabellos negros perseguía a Baekhyun, amenazándolo con
juramentos de que lo mataría, él no pensaba ni siquiera una vez en el ángel.

Al final, Kyungsoo aceptaría la ayuda de Baekhyun para que la promesa, la cual había
hecho con el mortal llamado Jongin, fuese cumplida. Kyungsoo podría ir a visitar a su
humano y obligó a Baekhyun a ayudarlo a hacerlo, distrayendo a los guardias de la Torre
de Placer -local donde los portales para ir a la Tierra se encontraban- y aguardando su
retorno con seguridad.

Claro, habría una condición.

“Ah, no lo creo....¿De verdad?, ¿ Me vas a obligar a tener sexo contigo...?” Kyungsoo


preguntó con una ceja levantada.

Baekhyun siempre había tenido curiosidad de como su colega sería en la cama y la


oportunidad simplemente había surgido, sin que el realmente obligase a nadie a hacer nada.
Baekhyun simplemente no pensaba que podrían juzgarlo por ser un experto y aprovechado.

Además de eso, el necesitaba divertirse.

“Tú decides, o vas y te encuentras con tu pequeño y tienes una noche buenísima conmigo o
te quedas ahí lloriqueando por las esquinas hasta que llegue el momento de arrastrar el alma
del mortal para acá.” Baekhyun levantó su mano en el aire y sonrió, esperando que su
compañero aceptase o negase su propuesta.

“Eres un enfermo, Baekhyun.” Kyungsoo habló mientras apretaba la mano del otro entre la
suya, cerrando el trato.

“Yo diría que soy apenas un hombre que aprovecha las oportunidades que le son dadas.”
Baekhyun rió, diciendo cosas que ni el mismo creía.

Al final de cuentas, Baekhyun ayudó a su colega a invadir la sala del grande Juez del
Infierno, mientras el mismo estaba ausente, para que Kyungsoo visitare ilegalmente al
humano Jongin. Era casi patética la visión de Kyungsoo, un demonio respetado,
entregándose al placer de aceptar el trato con Baekhyun para pasar apenas unos momentos
en la Tierra, cumpliendo la promesa que en primer lugar, nunca debió hacer.

Pero, por el lado positivo, tener sexo con Kyungsoo podría ser divertido y suficiente para
que el aburrimiento de Baekhyun se fuera y sus pensamientos pasaran a divagar sobre cosas
prohibidas, como el cuerpo tentador de aquel ángel alto llamado Chanyeol.

Al final, las relaciones entre demonios y humanos eran inaceptables y hasta estimulantes
para que el infierno se apoderase cada vez más de las almas mortales insignificantes que
Dios tanto amaba. Ya que cualquier tipo de relacionamiento con ángeles era estrictamente
prohibido y un castigo máximo asegurado.

Algo que Baekhyun sinceramente prefería mantener a una distancia razonable, ya que,
como no se sabe lo que sucede después de la muerte de un demonio, no le gustaría
experimentar y acabar por descubrirlo, claro.

○●○●○●○●○

El aburrimiento no se fue.

Kyungsoo y Baekhyun realmente habían terminado dividiendo la misma cama como


“pago” por la ayuda que el Grimorio de cabellos castaños le dio a Kyungsoo para que el
mismo pudiera ir a la Tierra a visitar al humano con el que había hecho una promesa.

Baekhyun pensó que sería un placer inmenso invadir a Kyhungsoo sin pudor alguno, pero
fue sorprendido por el otro en un momento de distracción y fue el quien terminó siendo
invadido. Baekhyun culpaba al maldito ángel por eso, ya que el mismo surgió en su mente
cuando Kyungsoo le arañaba la piel del cuello, recordándole del dolor que el ser celestial le
había causado en el mismo lugar tiempo atrás.

Baekhyun acabo exhausto, tirado en la cama, sintiendo dolor en muchas partes del cuerpo
mientras Kyungsoo le daba un sermón sobre como toda y cualquier marca en su piel
servían como castigo por todas las veces que había sido desagradable frente a Minos, jefe
de ambos. La piel de Baekhyun estaba marcada con muchos rasguños, mordidas y
moretones, esos últimos tan hinchados y rojos que dolían al menor toque.

“Adoré hacer negocios contigo, Baek.” Kyungsoo murmuró cínico, antes de salir del
cuarto, luego de que él y Baekhyun hubieron terminado lo que habían hecho.

“Oh, estás aprendiendo a ser divertido,” Baekhyun respondió con una sonrisa ladina.
“Quédate más veces conmigo y te garantizo que te convertirás en una persona más diver-”

“Olvídalo.” Kyungsoo habló serio, antes de cerrar la puerta tras de si con violencia.

Baekhyun rió alto, su fastidio no había pasado, pero por lo menos se había divertido.
Claro, Baekhyun había disfrutado los momentos en que tenía el cuerpo de Kyungsoo para
si, sin importar que las cosas no habían salido como él tenía planeado. Las marcas en su
piel durarían por un buen tiempo, haciéndole recordar que había sido dominado.

El único problema era que el ángel todavía invadía sus pensamientos sin permiso alguno,
hablado consigo en una conversación decorada, sobre el juego humano que resolvería todos
los problemas de los dos.

Problemas.....

La sonrisa de siempre estampaba los labios de Baekhyun cuando le deseó suerte a su


compañero Grimório, el cual estaba a punto de buscar el alma del humano que hacía tanto
tiempo quería para si. Cuando el propio Baekhyun pasó por uno de los innumerables
portales de la sala de Minos y llegó hasta la tierra, se había olvidado de que hacía diez años
había sucedido su primer – y único- encuentro con un ángel.

Baekhyun caminó por las calles mal iluminadas de la ciudad donde el alma que necesitaba
ser llevada al infierno estaba esperando, preguntándose como Kyungsoo estaría saliéndose
con la suya al estar con el pequeño llamado Jongin. Algunas escenas hipotéticas se pasaron
por su cabeza y no pudo evitar reír por lo bajo al imaginar a Kyungsoo tomando para si a su
precioso humano. La risa baja perduró durante algunos segundos mientras Baekhyun
caminaba por el lugar, mas la risa cesó y fue usurpada por una expresión de incredulidad.

Había alguien recargado frente al muro de la casa de la mujer que Baekhyun necesitaba
llevar al infierno.

No cualquier alguien, sino un ángel.

Aquél ángel.
“Esto sólo puede ser una broma...” Baekhyun murmuró parado frente al hombre que usaba -
nuevamente- un abrigo largo, negro y sin mangas.

“Estás atrasado, Baekhyun.” El ángel habló con una pequeña sonrisa, aún manteniendo la
espalda contra el muro. Las alas levemente pegadas contra el concreto, encarando al
demonio que continuaba con una expresión que mostraba confusión y repulsión.

“¿Qué estás haciendo aquí?,¿ Viniste a pelear por el alma de nuevo?” Baekhyun preguntó,
escéptico. “ Te vencí hace diez años y solo vine a buscar el alma, entonces no pensé que v-”

“No estoy aquí para pelear por nada.” Chanyeol respondió en tono serio, con el ceño
fruncido. “Te quería ver y sabía que regresarías aquí, en ésta fecha para buscar el alma de la
mujer que vive ahí.”

Baekhyun parpadeó algunas veces y se quedó en silencio, pensando en lo que el otro le


había dicho.

“¿Tú?,¿Me querías ver?, Pero, ¿De qué mierda estás hablando?” El demonio suspiró
pesadamente mientras encaraba los brazos fuertes del otro, que los mantenía cruzados
frente a su pecho.

“¿Podríamos conversar en otro lugar?” Chanyeol preguntó y recibió una respuesta negativa
del otro, mandándolo a que dijera de una vez lo que quería. El ángel suspiró y despegó su
espalda de la pared para aproximarse algunos pasos hacia el demonio, que se asustó un
poco.
“Está bien, es lo siguiente...Baekhyun, yo quiero que te responsabilices.”

El demonio alzó las cejas y rió bajo, confuso.

“¿Me responsabilice de qué?”

Chanyeol observó hacia ambos lados para verificar de que estuvieran completamente solos
en aquél lugar. Estaba tan oscuro que las lámparas de aquellas calles les iluminaban
débilmente. Haciendo que el demonio semi cerrase los ojos, forzando su visión para encarar
al más alto. Chanyeol suspiró pesadamente y parecía avergonzado. “Yo soy un ángel....lo
sabes...”

“Habla rápido que mi tiempo es precioso.” Baekhyun dijo, irritado. “Al contrario de ti, que
sales de la nada del Paraíso sólo para venir a importunar a quien precisa trabajar y llevar
algunas almas para el infierno.”

Chanyeol entreabrió los labios, pareciendo ofendido, pero decidió continuar con la charla.
“En el cielo, cuando los ángeles se besan, es como un gesto inmaculado y sirve como si,
hm, diéramos una bendición uno al otro...Es muy diferente del beso que tu me diste en
nuestro primer encuentro.”

El ángel se quedó en silencio algunos segundos y el demonio rodó los ojos, impaciente.

“¿Es eso?” El demonio preguntó con una de las cejas arqueadas, con una expresión de
fastidio. A pesar de que un frío recorriese su cuerpo cada vez que su mirada se encontraba
con la del más alto. “Puedo entrar en la casa del alma que me aguarda?” Baekhyun
preguntó y Chanyeol abrió los ojos.

“¡No, espera! No es sólo éso.” El ángel suspiró antes de volver a hablar , más rápido de lo
que sería aconsejable. “Después de que me besaste, yo , no sé, comencé a sentirme
diferente, a pensar algunas cosas que no pensaba antes....Después del beso, vine a la Tierra
como de costumbre, hacer pactos y realizar milagros, pero comencé a notar algunas cosas
que los humanos hacen y en el paraíso realmente no existe nada de eso, y quiero que tu me
expliques como funciona todo, por que tú eres el responsable de todo esto y necesitas actuar
como tal.”

“Yo no-” Baekhyun intentó hablar, pero fue interrumpido por el ángel que recuperaba el
aliento para continuar su discurso.

“Escúchame, no entiendo lo que me está sucediendo y ni por qué algunas cosas están, hm,
erradas conmigo....Y yo no siento que sea correcto hablar de eso con otros ángeles, y, por
Dios, no puedo hablar con algún humano sobre eso....Y, mira, yo los observé durante algún
tiempo y ellos realmente hacen algunas cosas....Bien, yo no sé, parece errado, ¿Entiendes?,
Yo quiero saber si es incorrecto, quiero que me expliques y quiero que tomes la
responsabilidad por que todo es culpa tuya. Nada de esto estaría sucediendo si...Si…”
Chanyeol engulló en seco.

Confuso y sin palabras. “Si nuestros labios no se hubiesen conectado y nuestras lenguas...”

El ángel desvió la mirada y mordió su labio inferior con fuerza, avergonzado al recordar el
modo de aquél beso entre aquél demonio y él mismo.

Baekhyun se quedó algunos momentos en silencio, procesando toda la información que le


había sido lanzada de forma rápida y confusa. El demonio necesitó cubrirse la boca con una
mano cuando una risada alta se desprendió de su garganta.

“Sólo puedes estar bromeando, Chanyeol.” Baekhyun se burló, encontrando todo


demasiado ridículo.

El ángel volvió a encarar al demonio y sonrió al escuchar lo que el mismo decía. “Tú te
acuerdas de mi nombre...”

Baekhyun se ahogó con su propia saliva y sintió su rostro calentarse, irritado consigo
mismo por haber dicho el nombre que siempre intentaba olvidar. “Éso no viene al caso,
idiota.” El demonio volvió a encarar al más alto. “Tú eres un ángel, probablemente lo
normal es que no sepas nada de esas cosas, entonces será mejor que olvides lo que sucedió
y me dejes entrar a la casa por que tengo un alma esperand-”

“No.” Chanyeol interrumpió. “Yo te salvé la vida de un ángel de clase Potencia, hace diez
años atrás, ¿Te acuerdas? Si no fuese por mi estarías muerto, probablemente en algún lugar
peor que el infierno, ya que no se sabe lo que sucede después de que un demonio muere.”

Baekhyun abrió la boca para responder, pero pensó por un momento y una idea invadió su
cabeza.
“Vamos a jugar.” Dijo simple.

“¿Qué” Chanyeol preguntó confuso.

“Vamos a jugar aquél juego ridículo de los humanos que definió quien se quedaría con el
alma de la humana en nuestro primer encuentro. Si yo te gano, como la primera vez que
jugamos, vas a desaparecer y nunca más me vas a incomodar.”

“Ah, ¿Hablas de San Sukumi Ken?, Cierto...Pero si yo gano, tendrás que enseñarme
absolutamente todo lo que sabes, lo que los demonios saben y que nosotros, los ángeles
desconocemos.” Chanyeol dijo con una sonrisa ladina y Baekhyun rió fuerte.

“¿Mejor de tres?” Baekhyun preguntó y Chanyeol asintió. “Buena suerte en el juego,


Ángel.”

“Buena suerte, Baekhyun.”

○●○●○●○●○

El demonio había perdido.

Baekhyun se quedó en shock cuando el otro le hubiera ganado fácilmente, en tan sólo dos
rondas rápidas.
Chanyeol sonrió amplio cuando percibió que había ganado el juego y que Baekhyun ahora
estaría condenado a ser su tutor sobre los asuntos que no entendía y sentía una necesidad
grande de entender.

“¿Cómo es que tu...-” Baekyun comenzó a hablar, impactado, pero algo se le pasó por la
cabeza y su discurso cambió. “¿No me digas que la primera vez que jugamos me dejaste
ganar...?

Una sonrisa ladina estampó los labios de Chanyeol mientras el mismo se encogía de
hombros.
“Todo lo que sé es que perdiste y ahora tendrás que responsabilizarte por hacerme sentir
diferente. Quiero explicaciones sobre todo, ¿Vale?”

Baekhyun se llevó una mano al rostro, presionándose la temporal y suspiró, cansado.

“Sígueme.” El demonio susurró irritado, abriendo sin esfuerzo alguno la puerta – antes
cerrada- que daba entrada a la casa de la mujer que sería llevada al infierno dentro de poco
tiempo. El ángel sonreía mientras seguía al demonio por el lugar, pensando en que estaba
feliz ya que todas sus dudas (im) pertinentes serían contestadas en poco tiempo.

“¿Cómo te llevarás el alma de la humana al infierno?” Chanyeol preguntó mientras los dos
caminaban por entre las habitaciones de la casa oscura.

Baekhyun se detuvo frente a la puerta de lo que parecía ser su habitación, y en donde se


encontraba la humana. El prácticamente podía sentir el alma llamándole, pidiéndole ser
devorada y llevada al infierno.

“¿Cómo, me preguntas?” Baekhyun preguntó retóricamente, girando el pomo de la puerta


entre sus manos. “Básicamente, a traves de la conexión de dos cuerpos, demonio y humano.
Conexión que los queriditos de tu jefe llaman lujuria, pecado de carne, y yo,lo llamo placer
carnal.

Chanyeol abrió sus ojos y Baekhyun sonrió, entrando al cuarto mientras le observaba. “¿No
quieres ver? Ya presenciaste alguna escena de placer carnal antes?”

“Creo que prefiero quedarme aquí, sabes.” El ángel dijo con una sonrisa ladina, alejándose
algunos pasos de la puerta.

“Ah, por favor, me pides que te explique todo sobre los demonios y sobre esas sensaciones
que sentiste después de besarme-”

“Fuiste tú quien me besó.” Chanyeol lo interrumpió.

Baekhyun rodó los ojos. “Lo que sea....Es irrelevante quien besó a quien.” El demonio aún
mantenía la puerta abierta, esperando a que el ángel entrara. “¿No quieres descubrir como
funciona todo mientras ves?, Será peor para ti si te tuviera que enseñar con la práctica.”

“Lo dudo.” Chanyeol susurró con los ojos semicerrados y una sonrisa irónica en el rostro.
Baekhyun abrió la boca y levantó las cejas, pronto para comprender lo que el otro le había
dicho, pero decidió quedarse en silencio y cerrar la puerta, encerrándose en el cuarto con la
humana que dormía en su cama.

Chanyeol se arrepentiría de lo que había dicho y Baekhyun lo haría tragarse su arrogancia.

De hecho, Chanyeol ya estaba arrepintiéndose.

Se encontraba fuera del cuarto, sentado en el suelo con la espalda recargada en la pared y
con las manos cubriéndole los oídos de forma inútil.

Él podía escucharlo todo.

Claro, una parte de si – una parte muy grande, la verdad- estaba implorando para que él se
levantase y huyese de ahí, que se olvidara de todas sus dudas y su curiosidad insana sobre
la sensaciones extrañas que sentía al pensar en el beso que había intercambiado con
Baekhyun. Al final, los ángeles no fueron hechos para ser curiosos, fueron hechos para
proteger a los humanos. Chanyeol no estaba protegiendo a ni un humano. Él estaba sentado,
escuchando al demonio poseer una humana de una manera no convencional, escuchándole
gemir alto e implorar por más.

“Más, ¿Qué cosa? “ Chanyeol susurró para si, sintiendo que sus mejillas ya estaban
calientes hace un buen rato.

Y, Los sonidos que se podían escuchar, ¿Eran gemidos?, ¿Qué diablos estaba suciediendo
allá dentro?

Todo lo que Chanyeol sabía era que parecía demasiado pecaminoso.

Claro, Baekhyun estaba intentando asustarlo. Los demonios eran seres expertos y Chanyeol
sabía que el otro intentaría hacerle desistir de responder sus dudas. Lo que Baekhyun no
podría imaginar era que el estaba lidiando con un ángel difícil de ser apartado. Chanyeol no
tenía exactamente muchos amigos en el paraíso y conversar con Baekhyun, aunque fuera a
través de ofensas, era extremadamente divertido para él.

Además de eso, después de aquél beso compartido, Chanyeol se preguntó que cosas eran
las que pasaban por su cabeza, que el no entendía, aún más cuando preguntó a uno de sus
colegas de la clase Virtudes, recibiendo como respuesta que estaba entrando en un terreno
prohibido para seres inmaculados como ellos....Todo lo que Chanyeol conseguía como
respuesta a sus dudas al cuestionar a otros ángeles era de que aquello que el gustaría de
saber era algo que apenas los humanos y demonios tenían la audacia de hacer.
“¿Audacia de hacer qué?” Chanyeol susurró para si, sin percibir que los sonidos habían
cesado unos minutos atrás.

Baekhyun lo estaba encarando desde la puerta con una pequeña sonrisa.

“Pensé que habías huido, ángel.”

“Yo nunca huyo de mis batallas.” Chanyeol respondió con una pequeña sonrisa y los labios
de Baekhyun formaron un puchero involuntario. “Y deja de llamarme ángel, Baekhyun.”

“Entonces lo que está sucediendo entre nosotros es una batalla?” Baekhyun preguntó. “Y
yo te llamo de ángel por que tú eres un ser celestial.”

“Pero quiero que me llames por mi nombre, E-espera! ¡No! Esto no es una
batalla....además, digo...Sí es...quiero decir...”Chanyeol parecía confuso, sin encarar a
Baekhyun mientras mordía sus labios y se rascaba la nuca. “Los ángeles y demonios viven
en una guerra constante y nuestras conversaciones nunca son muy amigables y-”

“Cállate.” Baekhyun dijo con una sonrisa. “Sólo quédate quieto y sígueme.”

Baekhyun comenzó a andar por los corredores con Chanyeol a su espalda, siguiéndole a
pasos rápidos. Los dos llegaron hasta la sala de la casa y el demonio mandó al ángel a
sentarse en medio del sofá de tres lugares. Baekhyun se sentó en una butaca quedando en
diagonal del otro y tronó sus dedos, haciendo que el fuego de la chimenea comenzara a
arder, calentando aquél ambiente frío.

“Dime qué quieres saber, ángel.”

“Quiero que me comiences a llamar por mi nombre...Es Chanyeol, como tu ya probaste que
sabes.” Baekhyun rodó los ojos al escuchar lo que el más alto decía.

“Lo que sea...Chanyeol...Cuéntame cuáles son tus dudas, deseos y toda esa mierda
sentimental que ustedes los ángeles sienten para poder explicarte cómo funciona la vida y
largarme.”

“No es mierda sentimental, Baekhyun. Y como ya dije, los ángeles no hablan conmigo
sobre ése asunto y yo quiero entender cómo funciona la, hm, vida de ustedes demonios y
humanos. Percibí que vivo en el Paraíso de un modo muy vacío....Y cuando me besaste
despertaste algunos pensamientos que nunca había tenido antes y yo quiero saber más sobre
eso.”

“¿Entonces básicamente eres un niñato queriendo aprender?” Baekhyun preguntó. “¿Una


caja vacía que necesita ser llenada de conocimiento?”

Chanyeol abrió los ojos, pensando. “Analogía inapropiada, pero correcta.”

“¿Tienes idea que después de ésta conversación no serás más un ser tan puro?” El demonio
preguntó sonriendo, “Estás prácticamente obligándome a corromperte.”

“Lo que dices es una calumnia, estás intentando usar tu papel de demonio y asustarme, lo
que no va a suceder. Seré puro mientras sea un ángel divino.” Chanyeol respondió,
pareciendo indiferente. “No importa lo que suceda, siempre seré inmaculado.”

Baekhyun levantó una ceja y pasó la lengua levemente sobre sus dientes.

“Ya veremos.”

○●○●○●○●○

Chanyeol estaba intentando convencer al otro de hablar sobre el infierno desde hacía unos
minutos, sin embargo no estaba siendo muy convincente con sus preguntas.

“En serio, cuéntame sobre la jerarquía, sobre los Grimórios y los pactos, mis dudas....Todas
tienen relación con los demonios y lo que hacen.” El ángel pidió y recibió una sonrisa
ladina en respuesta.

“Ni pensarlo, aún no descarto completamente la idea de que puedes ser un espía queriendo
información sobre el infierno para luego, enseguida, después de conseguir lo que quieres,
matarme.”

Chanyeol parecía ofendido. “¿Es eso lo que piensas de mi, Baekhyun?”

“No descarto la posibilidad.” El demonio dijo, encogiéndose de hombros.” Pregunta otra


cosa.”

“Cierto,” Chanyeol suspiró. “¿Qué es lo que hiciste para llevar a la humana hacia el
infierno?...”

“Disfruté del pecado carnal.” Baekhyun dijo simple y recibió una mirada reprobatoria en
respuesta.

“Lo sé....Ya me hablaste de eso.” Chanyeol se sentía incómodo y para ganar algunos
segundos, se acomodó en el sofá en que estaba sentado, intentando formular las preguntas
en su cabeza. “Yo quiero saber cómo funciona.”
Baekhyun abrió sus ojos y apoyó el mentón en su mano mientras observaba al ángel, que
desviaba la mirada. Si no fuese por las alas blancas que salían de sus omóplatos, Chanyeol
parecía un humano confuso e inocente de más. La cosa era que Baekhyun no lo admitiría,
pero se estaba divirtiendo como nunca al dejar al ser divino incómodo con su forma de
hablar y actuar.

“Cierto, voy a entender eso como un “los ángeles no tienen sexo.” Baekhyun murmuró
irónico y recibió una mirada amenazadora de vuelta. “Y no sienten deseos carnales, claro.
Arregló en seguida. “La cuestión es, Chanyeol, vamos a comenzar desde el principio: Dime
cuál es tu sexo.”

El ángel abrió los ojos como platos y sus alas se agitaron un poco. “¿Cómo ?”

“Tu sexo. Ya había escuchado rumores de que no existe separación de sexo entre los
ángeles...” Baekhyun se levantó de la butaca en que estaba sentado y fue caminando sin
prisa hacia el mayor, aún sentado en el sofá. “Mas no creo que tengas un espacio vacío
ahí.” El demonio se quedó parado frente al más alto y antes de que Chanyeol pudiese
percibirlo, Baekhyun levantaba el pie y rozaba sin fuerza el vientre bajo del ángel, viéndolo
asustarse con el toque repentino. “Oh, con certeza no tienes un vacío aquí.”

Chanyeol retiró el pie de Baekhyun de su vientre bajo, pareciendo perturbado.

“Lo que quieres decir con espacio vac-” El ángel encaró los ojos del demonio, que le
miraban de vuelta con una mirada que mostraba impaciencia e irritación. “Cierto,
masculino, mi cuerpo es de sexo masculino. Nosotros somos divididos así, tenemos ciertas
diferencias en la apariencia, mas no existe ese tipo de definición que nos distingue unos de
los otros como acontece como los humanos...Somos iguales delante de Di-”

Baekhyun rió, interrumpiendo el habla del más alto.

“Cierto, entendí. Dime, ¿Ya has usado alguna vez lo que tienes entre las piernas?”

El ángel se ahogó con su propia saliva y tosió algunas veces. “¿C-como así?? Chanyeol
preguntó confuso y Baekhyun rió nuevamente, divertido.

“Voy aceptar eso como un no.” Baekhyun continuaba de pie, encarando al mayor, que
estaba sentando y mantenía las piernas cerradas, evitando que el otro volviese a tocarle con
los pies. “Siendo un ángel nunca has sentido necesidad alguna con ése cuerpo?”

“No” Chanyeol murmuró. “Quiero decir, no sentía, No sentía necesidad alguna hasta que
me besaste....Después de aquello parece que yo...Bueno...yo...”
“Puedes hablar, Chanyeol.” El demonio sonrió. “No es como si fuese a juzgarte, ¿no lo es?”

“Necesito alivio.” El ángel confesó. “Es como si algo dentro de mi me dijese que necesito,
no se....Es como si no tuviese paz interior desde que tus labios tocaran los míos.
Dime,Baekhyun¿Que hiciste conmigo?”

Baekhyun fingió estar ofendido. “¿Yo?, Yo no hice nada contigo.”

Chanyeol levantó una ceja y Baekhyun mordió su labio inferior, pensando mejor.

“Cierto, tal vez por el hecho de que A: Soy un demonio, B: Un demonio regido y que vive
por el pecado de la lujuria y C: Te besé, un ángel sin malicia; Bien...Tal vez, sólo tal vez
eso haya alborotado un poco tu cuerpo celestial y tu mente divina.”

“Tú has plantado la lujuria en mi.” Chanyeol dijo incrédulo y le lanzó una mirada
acusatoria.

“No seas dramático.” Baekhyun dijo sonriendo. “Sólo estás curioso sobre algunos asuntos
no mencionados en donde vives. La curiosidad no es pecado, mas yo entiendo....Las leyes
divinas son rígidas y si quisieras irte y desistir de todo eso, en serio, entiendo.” El demonio
aún sonreía cuando comenzó a alejarse, caminando en dirección a la puerta de entrada.

“Ni pienses en eso.” Chanyeol dijo en un tono serio, tomando a Baekhyun de las muñecas
con una de sus manos. Los dos ahora estaban de pie y la diferencia de altura irritaba al
demonio, muchos centímetros más bajo que el ángel. “Yo te gané en el juego y exijo que te
quedes.”

“Un juego estúpido, sin ningún contrato previamente hecho.” El demonio dijo entre risas.

“No huyas de mi, Baekhyun.” Chanyeol pidió, apretando la muñeca del menor entre sus
dedos. “Eres el único con el que puedo ser sincero sobre eso.”

“¿Y por qué crees que un ángel puede mandar a un demonio?” Baekhyun preguntó serio,
intentando
librarse del agarre en su muñeca sin suceso alguno.

“Sólo...quédate, por favor.” Chanyeol murmuró, soltando al demonio y alejándose algunos


pasos.

“Necesito ayuda. Estoy volviéndome loco por causa de algo que no entiendo y yo sé que tú
entiendes.” Baekhyun sonrió malicioso, lo que pasó desapercibido por el mayor. Parecía
que relacionarse con un ángel no sería tan malo al final de cuentas. El demonio estaba
divirtiéndose de más como para terminar con lo que ya estaba haciendo algún tiempo atrás:
Jugar con la mente de un ser divino.

Los riesgos eran demasiado grandes, pero, Al final....Nadie además de ellos sabría lo que
sucedió.

“¿Tu quieres que te ayude?, Pues bien, quítate la ropa.”

“C-como?”

“Quítate toda la ropa, incluyendo ese abrigo sin mangas....Además, te has dado cuenta que
está sin mangas y que no tiene sentido un abrigo sin mangas?

Chanyeol parecía confuso. “Ah, sí...El abrigo es así....los ángeles de clase Virtudes son
orientados a usar ese modelo para ser identificados por los otros ángeles y-”

“Chanyeol.” Baekhyun interrumpió, pareciendo impaciente. “Sólo quítate la ropa ahora.”

○●○●○●○●○

Chanyeol estaba sentado nuevamente en el sofá, esta vez sin ropa alguna. Sus alas estaban
contraídas, como si quisiera usarlas como escudo, sin entender lo que sucedía. El ángel era
puro, inocente. El no entendía por que sus mejillas estaban calientes, pues no sabía lo que
era la vergüenza.

Chanyeol no conocía el pecado.

“¿Por qué estás tan tímido?” Baekhyun preguntó malicioso y Chanyeol negó con la cabeza,
permaneciendo en silencio. Baekhyun tiró su abrigo pesado y se mantenía apenas con la
ropa interior negra y una camisa blanca de botones. “Yo pensé que los ángeles andaban sin
ropa por el paraíso, ¿Entonces por qué estás escondiéndote de mi?”

Chanyeol mantenía las piernas unidas y las manos sobre su intimidad, escondiéndola,
aunque no entendiese el motivo por el que hacía aquello.Era apenas un impulso.

“Apenas los Querubines se quedan sin ropa, pero éso es por que ellos tienen cuerpos de
bebés…”

Baekhyun sonreía maliciosamente mientras se aproximaba al mayor, pasando una mano


sobre uno de sus muslos y al mismo tiempo apartaba las manos del mayor, las cuales aún
cubrían su intimidad.

“¿Sabes por qué obligan a los ángeles con cuerpos adultos usar ropas?”, Baekhyun
cuestionó, envolviendo el miembro del mayor en su mano, escuchándolo jadear en
respuesta. “Por que hasta tus superiores saben que los ángeles también pueden acabar
cayendo en tentación. Todos los que tienen un cuerpo tienen necesidades, Chanyeol...Tú
sólo no sabes cómo responder a eso.”

Chanyeol realmente no sabía cómo responder a lo que estaba sucediendo.

Baekhyun se encontraba conversando con el ángel desde hacía algunos minutos al mismo
tiempo que lo tocaba de un modo que Chanyeol tenía certeza no era apropiado. Las
sensaciones que le estaban causando por el mero toque del demonio eran las mismas que el
sentía al recordar la sensación de ser besado, pero muchas muchas veces peor.

O mejor, dependiendo del punto de vista.

“¿Q-Que estás haciendo?” Chanyeol murmuró entre suspiros, mientras enterraba las uñas
en sus propias palmas de las manos, intentando controlarse para que no obligara a
Baekhyun a hacer aquello más rápido.

“Estás teniendo una erección, “Baekhyun dijo de modo simple. “Esa sensación buena y ése
pulsar que sientes aquí donde te estoy tocando, bien, eso sucede cuando estás excitado por
algún motivo. Es el principio de la lujuria, si quieres saberlo....Y lo que te estoy haciendo,
Chanyeol, los humanos lo llaman “masturbación.” Baekhyun murmuró, deteniendo el
movimiento de su mano y deslizando el pulgar por la extremidad del miembro, ya rígido
del mayor. Chanyeol tiró la cabeza para atrás cuando sintió una sensación de espasmo
recorrer su cuerpo.
“En mi humilde opinión, ésa es una palabra desagradable para un acto como ése...Observa,
no desvíes la mirada.”

Chanyeol sentía sus mejillas arder y parecía difícil respirar ahora que Baekhyun aumentara
el ritmo y su mano se movía deprisa sobre si. Los seres divinos no tenían necesidades
humanas, es lo que siempre se le había dicho a Chanyeol por los superiores, mas aquello
que él venía sintiendo no era una necesidad?

“Cuando estés solo y sientas ésa necesidad de alivio es por que necesitas hacer éso.”
Baekhyun murmuró antes de relamer sus labios sin prisa. “Entonces hazlo.”

Baekhyun paró de tocar al mayor y tomó una de las manos del mismo, colocándola sobre su
propio miembro. Chanyeol observó a Baekhyun con los ojos abiertos mientras el demonio
le guiaba con los movimientos.

“¿Cómo se siente?, ¿Está bueno?” Baekhyun preguntó con una sonrisa ladina y Chanyeol
hizo una expresión pensativa.
“Estaba mejor cuando tú lo hacías.” El ángel habló con sinceridad y el demonio rió alto.
“Es por que aún no tienes experiencia.” Baekhyun murmuró y Chanyeol comenzó a mover
la mano sobre su miembro de forma continua y acelerada, respirando con dificultad
mientras experimentaba una sensación que jamas había sentido antes.

“Para.” El demonio ordenó y Chanyeol termino lo que hacía, asustado por el pedido
repentino.

“¿Por qué?” El ángel preguntó sintiendo un palpitar incómodo en su miembro, que había
sido ignorado durante toda su existencia como ángel.

“Porque...” Baekhyun murmuró, arrodillándose en el suelo, entre las piernas del mayor.
“Tú quieres saber lo que nosotros, los demonios hacemos para aliviar nuestros deseos y yo
te voy a mostrar todo antes de que acabes exhausto y no consigas continuar más.”

Chanyeol no entendía lo que el demonio le decía, pero no se atrevía a preguntar nada, pues
algunos segundos después gimió alto cuando sintió algo húmedo y suave deslizarse sobre la
región de su cuerpo que pulsaba dolorosamente. El ángel se llevó las manos al rostro y
presionó con fuerza los dedos sobre su piel mientras observaba a Baekhyun devorándole
demoradamente, haciendo movimientos de vaivén con la cabeza. El miembro del ángel
desaparecía dentro de la boca del demonio y la sensación era demasiado buena.

Los ojos del ángel lagrimeaban y el mordía sus labios con fuerza, queriendo que Baekhyun
lo devorara más rápido, con más fuerza, hasta el fondo.

“Eso,” Baekhyun murmuró cuando se apartó del miembro de Chanyeol. “Se llama felación,
otro nombre exquisito, lo sé. Básicamente es....Bien, tú viste lo que te estaba haciendo, No
puedes hacer eso cuando estés solo, y si consigues, sabrás que me darás mucho miedo.”
Baekhyun rió y volvió a masturbar a Chanyeol mientras conversaba con el mismo,
escuchando como volvía a gemir bajo en respuesta. “Necesitas de un compañero para que
el haga eso por ti, Pero....Dime... ¿Cómo te sientes ahora?, ¿Te gustó estar dentro de mi
boca?”

“Sí.” Chanyeol dijo llevándose los dedos hasta la boca, mordiéndolos leve. “Prefiero la
felación a la masturbación, Baekhyun. Tu boca me causa una sensación mejor que tu mano
o la mía. “

El demonio no pudo evitar reír alto. “Tu sinceridad llega a ser ridícula. No eres tan
disimulado como los humanos y ni tan malicioso como los demonios.”

“Es por que soy un ángel.” Chanyeol respondió lo que para él era obvio y Baekhyun sonrió.
“Un ángel lujurioso.” Baekhyun comentó y Chanyeol se sobresaltó.
“¡No!”T-Tu me dijiste que era curioso y no lujur-¡Ah!” Baekhyun volvió a envolver su
lengua en el miembro ajeno, obligando a Chanyeol callarse y volver a descansar su cabeza
en el respaldo del sofá, respirando pesadamente, sintiendo algunos espasmos irregulares
atravesar su cuerpo.

Baekhyun no sólo humedecía el miembro de Chanyeol con su saliva, también lo estimulaba


en otros puntos usando sus dedos. Cada gemido avergonzado o suspiro bajo era como un
incentivo para que el demonio continuase lo que hacía. El demonio, aún con el poco tiempo
que había tenido sexo con la humana, la cual ya se encontraba muerta en el cuarto, sentía su
entrepierna ya apretada demás por su excitación.

El menor abandonó lo que hacía y se levantó, retirando sus ropas sin prisa mientras
encaraba al ángel que mantenía una mirada confusa.

“¿Qué estás haciendo?” Chanyeol preguntó en un tono inocente y Baekhyun desvió la


mirada, intentando resistir la necesidad que sentía de atacarlo y obligarlo a dejar de ser tan
puro.

“Nuestra pequeña clase de lujuria se está acabando. Después de que terminemos cada uno
puede seguir su camino.” Baekhyun dijo simple y sonrió al ver que Chanyeol lo encaraba
con casi admiración. “¿Qué estás viendo? Sé que soy bonito, pero necesitas verme de ésa
forma?”

“Eres perfecto...” Chanyeol murmuró y Baekhyun levantó una ceja mientras retiraba la
última pieza de su ropa, quedando completamente desnudo, en medio de la sala de estar.
El ángel parecía darse cuenta de lo que hablaba y su rostro se enrojeció en el mismo
instante en que intentaba reformular lo que había dicho. “D-digo, siempre nos dijeron que
los demonios eran seres horribles y tú....tú eres como yo.”

“Sí, soy....Sólo que sin esas alas horribles.” Baekhyun habló irónico, aproximándose hacia
Chanyeol que parecía ofendido. El demonio llevó sus manos a los muslos del ángel y
aproximo su rostro al cuello del mismo, deslizando su lengua por toda la región, mordiendo
con delicadeza la piel.

“¿Qué estás haciendo?” Chanyeol preguntó, pareciendo perturbado cuando Baekhyun


apolló las rodillas en el sofá, una en cada lado del cuerpo del ángel, sentado sobre su
entrepierna. “Baekh-”

“Shhh....” El demonio susurró, aproximando los cuerpos hasta que los dos miembros se
encontraran, llevando una de sus manos hasta los mismos, rozándolos al mismo tiempo.
“No hagas más preguntas, aprovecha.”

Chanyeol observó para abajo y vio que los miembros se rozaban. Sin percibir el ángel llevó
sus manos hasta la cintura del demonio, arañando levemente la piel blanca. Baekhyun
gimió en respuesta y volvió a morder y abusar del cuello del mayor usando su lengua,
mientras su mano masajeaba los dos miembros simultaneamente, sintiéndose rozar uno al
otro de modo continuo e irregular.

El demonio percibió que el ángel mantenía los ojos cerrados y mordía sus labios,
intentando evitar los gemidos. Baekhyun sonrió y llevó los dedos de su mano no ocupada
hasta su propia entrada, preparándose para lo que venía después. Su deseo era poseer al
ángel, mostrarle como el dolor y el placer podrían mezclarse de una manera insana, pero
decidió que esa vez el sería invadido, sorprendiendo a Chanyeol con una sensación de ser
aplastado dentro de un cuerpo.

No era como si fuesen a haber más veces, claro.

Baekhyun se preparó mientras mordisqueaba los pezones rosados de Chanyeol. El tórax del
mismo subía y descendía en un ritmo acelerado, sus manos aseguradas firmemente en la
cintura del demonio, que deslizaba los dedos presionando la extremidad de los miembros,
esparciendo el líquido viscoso que humedecía los mismos.

Chanyeol estaba con los ojos cerrados y no vio cuando el menor se sentó sobre su miembro,
hundiéndolo dentro de si, despacio. El ángel gimió algo que parecía una risada de
satisfacción cuando sintió su miembro ser aplastado poco a poco por las paredes internas de
Baekhyun.

“E-en serio,” Chanyeol murmuró, intentando controlar los gemidos presos en su garganta,
intentando hablar. “ ¿Qué estamos haciendo ahora?”

Baekhyun mordía su labio inferior, pero no evitó sonreír al escuchar la pregunta del otro. El
demonio, usando sus rodillas como apoyo, subía y descendía por el miembro ajeno,
sintiendo su cuerpo quemar por dentro, rechazando a su invasor, mas al mismo tiempo
deseando por más, por más toques, más profundidad, más fuerza.

“Eso,” Baekhyun habló en un tono irónico. “Es sexo puro, el placer carnal del cual hablé.”

Chanyeol observó los ojos de Baekhyun, que tenía las pupilas tan dilatadas que no parecían
ser castaños como antes, pero sí negros. El demonio hundió las uñas en las manos del ángel
que estaban agarradas a su cintura y lo mandó a ayudarlo a moverse, lo que el pupilo
rápidamente entendió.

En algunos segundos, Baekhyun se vio sumergido en un placer que él jamás había


experimentado. Él siempre había imaginado que el sexo era igual sin importar con quien
estuviese, pero algo era diferente en aquél momento. El demonio y el ángel se tornaban
uno, sin pudor alguno, algo tan promiscuo y prohibido que era casi palpable el modo como
las tinieblas y la luz se mezclaban mientras el ángel llenaba el interior del demonio,
arrancando gemidos demasiado altos del mismo.
Baekhyun pegó los dos cuerpos y gimió cerca del oído del ángel cuando percibió que su
cuerpo no lo rechazaba más, queriendo apenas profundizar más el contacto.

“Es tan delicioso, ¿No lo es? “ Baekhyun murmuró, mordiendo el lóbulo de la oreja del
ángel, escuchando un gemido desaprovador en respuesta. “Dime que lo es, yo sé que estás
disfrutando, Chanyeol.”

El cuerpo de Baekhyun se movía de prisa sobre el más alto, pero él ya respiraba con
dificultad, cansado. Chanyeol percibió lo que sucedía y por puro impulso, aseguró
firmemente el cuerpo del menor y lo forzó hacia un lado. La espalda de Baekhyun encontró
el tejido blando del sofá al momento siguiente, el ángel ya estaba sobre sí, invadiéndolo
nuevamente, mordisqueando su cuello, mientras ondulaba su cuerpo, penetrándolo de modo
rápido y con ritmo.

El demonio envolvió sus piernas en la cintura del ángel, facilitando la entrada en si,
escuchando las caderas chocar sin restricción alguna.

Baekhyun gimió alto y sentía sus ojos empañados, su visión estaba comprometida por las
lágrimas que antes eran de dolor, mas ya hacía algún tiempo que eran de excitación pura. El
observaba poco, pero conseguía ver las alas blancas, de tamaño medio, agitándose sobre
ellos, recordándole que era un ángel quien lo poseía, era un ángel que lo corrompía.

Y él era un demonio que corrompía a un ángel.

Baekhyun arqueaba la espalda de placer mientras los movimientos eran incesantes, Su


cadera se movía junto a la de Chanyeol, haciendo que su miembro rozase entre los dos
cuerpos, causándole escalofríos interminables.

“Está demasiado apretado.” Chanyeol murmuró con un tono demasiado malicioso para un
ángel. “Es caliente, es bueno.....Es delicioso, sí, Baekhyun.”

Una sonrisa se cruzó por algunos segundos en el rostro del demonio, que llevó sus manos -
antes agarradas al cuello del ángel- hasta los cabellos del mismo, jalándolos con fuerza,
intentando evitar que sus gemidos se tornasen en gritos de tan excitante que aquello estaba
siendo.

El cuerpo de Baekhyun se estremeció cuando el orgasmo llegó, Era la segunda vez que
gozaba aquella noche, pero con certeza Chanyeol había sido una mejor compañía que la
humana, que apropósito ya debería estar en el infierno. El ángel gimió alto sin conseguir
controlarse, cuando sintió el interior del demonio sufrir espasmos, contrayéndose sobre su
miembro.
Chanyeol se deshizo sin entender directamente lo que sucedía.

El ángel gimió alto y gritó el nombre del demonio, asustado por lo que sucedía.

“¿Q-Que pasó? Creo que algo salió, B-Baekhyun-” Chanyeol preguntó, deteniendo sus
movimientos dentro de Baekhyun, sintiendo todos los músculos de su cuerpo contraerse y
después relajarse, fatigado. Algo había dejado su cuerpo y él sentía un ardor incomún. “¿Te
lastimé?, ¿Me lastimé?, ¿Que sucedió?” El ángel preguntó inocente. “¿N-no me digas que
me heriste?”

El demonio rió.

“Eyaculación.” Baekhyun murmuró, divirtiéndose con la expresión asustada que tomaba el


rostro del mayor. “El nombre es extraño, lo sé, pero sucede que cuando llegas al límite del
placer....Y esa sensación buena que provoca espasmos....Eso es un orgasmo, entonces no,
no te lastimé y tampoco me lastimaste, no necesitas preocuparte.”

Chanyeol sonrió.

El ángel había llenado el interior del demonio con algo que los ángeles no debían conocer.
Mas Chanyeol ya estaba metido en algo que los ángeles no debían experimentar, entonces
eso realmente no importaba para él.

Al final, nadie sabría lo que sucedió ahí.

Chanyeol continuaba dentro de Baekhyun, recostado sobre el mismo, mientras sus alas
permanecían caídas hacia los lados, casi como un cobertor para los cuerpos.

“Ei,” Baekhyun le llamó, en un tono divertido. “¿Aprendiste rápido como se hace, no?”

Chanyeol aún estaba con los ojos cerrados, pero no pudo evitar una risada mientras se
levantaba sin prisa, separando los cuerpos. “Yo creo que entendí cómo funcionan las cosas
porque tuve un buen profesor.”

Los dos estaban sentados frente a frente en el sofá de tres lugares y la chimenea permanecía
prendida, el fuego ardiente siendo la única luz del ambiente. Chanyeol frunció el ceño
cuando percibió que los ojos de Baekhyun se tornaban completamente negros mientras
ellos se veían.

“¿Que está sucediendo? “ El ángel preguntó y Baekhyun sonrió ladino.

“Después de sentir placer intenso me pongo así, mis poderes aumentan y mis ojos se tornan
negros. Probablemente si peleáramos ahora como la primera vez que nos vimos, te
asesinaría.” Baekhyun habló riendo, sin percibir que Chanyeol se aproximaba.

El ángel se apoyó en sus rodillas y tomó el rostro del demonio entre sus manos, forzándolo
a mirarlo. Baekhyun parpadeó varias veces hasta que su esclerótica volviese a quedar
blanca, mientras humedecía sus propios labios, observando los colores, antes blanco y
negro volver a la normalidad. Los labios de Chanyeol, antes de color grisáseo, vistos por la
visión monocromática del demonio mientras sus ojos estaban negros, se tornaron rojos
cuando todo volvió a la normalidad.

La luz que provenía del fuego en la chimenea hacía parecer como si muchas sombras
observaran aquellos cuerpos, próximos uno al otro. Baekhyun sólo conseguía observar con
clareza un lado del rostro de Chanyeol, pero sus alas blancas se veían en lo oscuro, como
un recuerdo eterno de que Baekhyun estaba con un ángel.

“Quiero besarte.” Chanyeol dijo en un tono serio, usando más de una vez su sinceridad
demasiado directa.

“¿Quieres realizar un pacto conmigo? Porque para hacer un pacto basta bes-” Baekhyun no
consiguió terminar su broma, pues ya tenía los labios capturados en un beso urgente.
Chanyeol no esperó a que el menor le diera entrada, pues su necesidad de besarlo le
hablaba más alto cuando lo invadió con su lengua.

El demonio quedó paralizado por unos segundos, sin saber que hacer mientras era besado,
mas luego se dejó llevar por el deseo y correspondió al beso que el ángel le daba,
disfrutando con el sabor del mismo, escuchando los estallos provocados por la saliva
intercambiada como si fuese música para sus oídos. Las manos del demonio se deslizaban
hasta los cabellos frente a él y sus dedos se enmarañaban en el montón de hilos castaños.

Chanyeol aseguraba al menor por la cabeza como si tuviese miedo de que huyese del beso,
cosa que no sucedería si dependiese de los dos. Y , De aquella manera ellos permanecieron
por largos segundos, sin quebrar el contacto que parecía viciante.

Después de separarse, Chanyeol se sentó en el sofá, un poco desconcertado. El ángel


sonreía mientras limpiaba los rastros de saliva que permanecían sobre sus labios, usando la
punta de sus dedos.

Baekhyun ya estaba satisfecho. Hacía tiempo que no conseguía divertirse tanto en tan poco
tiempo. Se quedaría unos segundos admirando el hecho de que Chanyeol parecía realizado
antes de levantarse e intentar caminar sin caer hasta donde se encontraban sus ropas tiradas
en el suelo. Las piernas del demonio estaban débiles y sentía una necesidad enorme de
apenas continuar acostado en el sofá y descansar.

Baekhyun pensaba que el pasar del tiempo distorsionado del infierno esa noche le sería
bienvenida, ya que nadie podría desconfiar que él estuviese en la tierra por un tiempo
mucho mayor del necesario. El demonio ya comenzaba a colocarse la camisa cuando el
ángel le interrumpió.

“¿A dónde piensas que vas, Baekhyun?” Chanyeol preguntó con una ceja levantada y una
memoria invadió la mente del demonio. El ángel hablaba de un modo que le recordaba las
primeras frases que intercambiaron la noche en que se habían conocido.

Era casi sensual, su modo de hablar.

“Para el infierno.” Baekhyun murmuró con una sonrisa ladina. “Literalmente, sabes.”

El ángel se acomodó en el sofá y mordió levemente su labio inferior.


“Sabes, yo estaba pensando.... ¿Y si hiciésemos como en el juego?, ¿Mejor de tres?
Baekhyun irguió las dos cejas, sorprendido y Chanyeol continuó. “Ya hicimos una ronda,
entonces necesitamos hacer otras dos para ver quién será el ganador.”

Baekhyun cruzó los brazos sobre el pecho, con una sonrisa ladina estampada en el rostro,
con una sensación de orgullo naciendo en su interior. Él había desvirtuado a un ángel
completamente, sin tener tanta intención de hacerlo.

“¿Y cómo vamos a saber quién ganó?” Baekhyun preguntó, bromeando.

“Nosotros vamos a saber cuándo terminemos.” Chanyeol dijo con una sonrisa. El ángel se
levantó del sofá y sus alas se abrieron cuando se aproximó al demonio, que lo veía con el
mentón hacia arriba debido a su altura desventajosa. “Y así yo aprendo mejor sobre todo lo
que me enseñaste....Es una relación en la que todos ganan.”

“Siempre hay un perdedor...” Baekhyun murmuró, sonriendo, antes de pasar la lengua por
su labio inferior, provocativo.

“¿Mejor de tres entonces?” El ángel susurró al pie del oído del demonio, asegurándolo por
la cintura.

“Mejor de tres.”

Lo que el demonio y el ángel sabían, pero insistían en ignorar, era que ésa relación no sería
una garantía de ganar para ni uno de los dos lados como decían...

Sería una relación en la que ambos lados saldrían perdiendo.


(IM)PURO.
Capítulo Tres – Pecado Primario.

El infierno se había ganado otra alma más.

Baekhyun no se sorprendió cuando Kyungsoo apareció con el humano del que había
hablado tanto tiempo....Jongin era su nombre, si la memoria de Baekhyun no fallaba, Era
hasta bastante obvio que Kyungsoo terminaría “adoptando” al humano como si cuidara del
mismo en el infierno hasta que se terminara por convertir en un demonio.

La verdad ésa práctica de los Grimorios -demonios que realizan pactos- de escoger
humanos para sí mismos, estaba bastante lejos de ser común, ni si quiera el propio
Baekhyun había pensado en la posibilidad de llevarse a alguno de sus contratantes para
juntarse con él en el submundo una vez que su alma fuera arrancada de su cuerpo y se
encaminara hacia la pena eterna.

Baekhyun pensaba que sería más trabajo tener a un humano tras de ellos en el infierno, ni si
quiera creía que le traería algún beneficio una situación como ésa. Si Baekhyun necesitaba
aliviar sus tensiones o deseos, buscaría algún Incubbus o Sucubbus – demonios del sexo – o
entonces sólo vagaría por la Torre De Los Vientos – su hogar - hasta encontrar alguna alma
humana solitaria y frágil, lista para ser desflorada.

No era como si los demonios del sexo, o hasta las propias almas humanas estuviesen
satisfaciendo plenamente los deseos del Grimorio de ojos delineados.

Algo estaba mal.

Baekhyun se encontraba en su cuarto en la Torre De Los Vientos, su hogar en el Segundo


Círculo Infernal, recordando algo que le había ocurrido hacía poquísimo tiempo en la
Tierra.

El demonio tenía problemas.

La verdad, apenas un problema que era un gran problema. Un problema alto, de cabellos
oscuros con alas blancas y largas.

Las memorias invadían los pensamientos del demonio.

“¿Qué estás haciendo aquí?” Baekhyun preguntó incrédulo.

La memoria de lo que debería ser la décima vez que había vuelto a la Tierra después de
enseñar al ángel llamado Chanyeol sobre lo que era el placer invadía sus pensamientos.
Baekhyun había pensado que jamás volver+ia a encontrarse con el más alto algún día, más
ahí estaba el, parado frente a la casa del humano que haría un pacto con el Grimório, éste
último el cual esperaba realizar su trabajo y volver al infierno rápido.

Chanyeol sonreía y ésa sonrisa estaba grabada en la memoria de Baekhyun aunque ya hacía
tiempo que no se veían.

“Estamos conectados,” Fue lo que el ángel respondió en un susurro a la pregunta del


demonio y Baekhyun recordaba cada palabra dicha como si las hubiese escuchado hacía
cinco minutos.” No sé como y no sé por qué, pero desde que , huh, intercambiamos
información uno con el otro, desde que nos tocamos, Baekhyun estamos conectados.”

El demonio recordó haberse dado la vuelta sobre sus pies para empezar a caminar en la
dirección opuesta a la del ángel, ignorando el hecho de que había un alma esperando en la
casa pobre para realizar un pacto a algunos metros de distancia. El ángel siguió insistiendo
y corrió tras el demonio, tomándolo por las muñecas, pidiéndole tan sólo unos minutos para
explicar lo que él mismo no lograba entender.

“Te siento, Baekhyun...Todas las veces que pisas el suelo terrestre, yo simplemente lo sé.
Sé donde estás y puedo llegar hasta donde estás con los ojos cerrados.” Chanyeol
murmuraba, pareciendo irritado consigo mismo. “Intenté ignorar lo que sentía cuando sabía
que estabas aquí en la Tierra y algunas veces hasta me acerqué, pero no bastante....No sabía
si debería hablar contigo.”

Las alas de Chanyeol estaban escondidas, ya estaba anocheciendo y aún había transeúntes
en las calles en las que el ángel y demonio discutían en voz baja, pero Baekhyun conseguía
identificar la sombra de las alas al rededor del cuerpo alto y bien definido del ángel, lo que,
le hacía recordar cuando se agitaban mientras los dos se tornaban uno solo, tiempo atrás.

Recuerdo que siempre hacía estremecer al demonio.

“¿Y qué te hizo cambiar de idea y querer venir a hablar conmigo?” Baekhyun se acordó de
haber preguntado con una sonrisa cínica.

“Bien, la verdad yo sé que no debo hablar contigo por que somos de razas diferentes...”

“Tú eres un ser divino y yo uno demoniaco.” Baekhyun completó lo que el otro no quería
decir en voz alta.

“Sí, éso.” Chanyeol murmuró, “Pero si nosotros estamos conectados de algún modo, si yo
puedo sentir donde estás después de lo que sucedió....Bien, debe haber algún motivo,
¿Cierto?” Los ojos del ángel parecían brillar. “Creo que deberíamos seguir encontrándonos
aquí en la tierra.”

“No,” El demonio respondió serio, intentando caminar lejos del ángel, pero sus muñecas
volvieron a ser apretadas. “Chanyeol, no voy a ser tu niñera, lo que sucedió entre nosotros
no se va a repetir.”

Baekhyun se pasó las manos entre los cabellos de forma frustrada mientras recordaba la
escena, el rostro del ángel adquiriendo una sonrisa grande mientras susurraba cerca del
rostro del demonio.

“¿Vamos a seguir jugando?”

Desde aquél día en adelante, Baekhyun se juró para si mismo que jamás volvería a jugar
cualquier juego humano contra Chanyeol. El ángel era experto y el demonio sabía que
aunque el fuese el ser malvado y mentiroso, el ángel -divino- debería estar haciendo trampa
para ganar siempre que le convenía.
Era por eso, por que Baekhyun había perdido en un juego humano y estúpido -estúpido en
su opinión – que ahora el estaba de cierto modo preso al ángel alto y de cabellos castaños.
Todas las veces - después del día en que había perdido por segunda vez en un juego con el
ángel- que el demonio iba a la Tierra terminaba encontrándose con Chanyeol en algún
momento.

Baekhyun sabía que el juego no valía, de cierto modo,nada. No era un contrato, no había
nada que lo convirtiese oficial, que hiciese al demonio someterse y aceptar lo que el ángel
insistía querer....Pero por algún motivo que Baekhyun aún desconocía, el no conseguía
alejarse de Chanyeol por mucho tiempo.

El ángel acabaría volviendo de una u otra forma y Baekhyun se preguntó si todos los seres
creados por lo divino eran tan descuidados y recios. El demonio se negaba a creer que el
ángel estaba tan solo en el cielo como para querer encontrarse con él en la Tierra siempre
que era posible.

El demonio no mostró sonrisa alguna mientras estaba con el ángel, cuando habían decidido
– contra las fuerzas de las tinieblas- que ellos se seguirían encontrando en el mundo
humano.

Baekhyun no le sonreía a Chanyeol para que el mismo no encontrase que su presencia lo


dejaba remotamente feliz.

Por que la verdad era que Baekhyun había encontrado una nueva fuente de diversión, algo
que lo dejaba extremamente contento.

Y , en su cuarto, lejos de todo y de todos, el demonio sonreía al pensar en el ángel.

“En serio, pareces un cachorro siguiendo a su dueño,” Baekhyun murmuró irritado mientras
caminaba con dificultad por un campo abierto, sintiendo sus pies descalzos rozar contra la
hierva irregular, teniendo al ángel caminando cercano. “Lo que no deja de ser cierto.”

Chanyeol bufó, colocando las manos en el bolso de su abrigo. “Tú no eres mi dueño.”

“Bien,” Bekhyun rió, “La verdad, me refería que la parte correcta de mi frase era que
pareces un cachorro.”
Chanyeol gritó en respuesta, intentando defenderse de la ofensa.

Siempre era así, la relación del demonio con el ángel. Las conversaciones que mantenían se
resumían al ángel intentando hacer alguna pregunta y siempre siendo ignorado o recibiendo
alguna broma infame en respuesta.
Baekhyun hacía eso para intentar alejarlo – aún así no lo deseara- su más nuevo problema,
pero parecía no surtir efecto en el ser divino, que aparentaba tener una paciencia infinita,
siempre manteniendo una expresión feliz mientras lo seguía por sus caminatas en diversos
países terrestres, tras las almas sufridas que deseaban ser salvadas.

Pero que apenas ganarían un pacto y una condenación eterna si dependiese del demonio.

En el mundo humano las décadas se fueron pasado y los encuentros del ángel con el
demonio eran frecuentes, hasta que Baekhyun se acostumbró a la presencia del más alto
siempre esperándolo en un punto más en frente del lugar en donde se materializaba entre
las tinieblas.

Chanyeol siempre sabía en que lugar del mundo humano Baekhyun aparecería y siempre
estaba allá, esperándolo.

“¿No eres un Virtudes?” El demonio preguntó mientras se adentraba en la casa del alma
que devoraría. “¿No tienes personas que salvar, pactos que hacer, una vida para vivir?”

“Sí, tengo,” Chanyeol dijo simple, siguiendo al más bajo. “Menos la parte de una vida para
vivir ya que nosotros no podemos 'vivir' como los humanos, nosotros apenas seguimos
ordenes que nos son dadas y-”

Baekhyun se detuvo ya dentro de la casa antigua y grande, hecha al estilo gregoriano,


común en la época pasada. La tierra se encaminaba hacia un nuevo siglo, dejando el pasado
atrás escrito en forma de XlX y dando un 'hola' hacia el futuro, llamándolo el siglo XX, los
humanos prometiendo que el futuro sería más próspero, pero seguían haciendo lo mismo de
siempre, siendo exactamente como siempre fueron.

Egoístas.

“Escucha,” Baekhyun llamó al ángel, volteándose hacia el mismo. “Te tengo una
propuesta.”

Chanyeol levantó las dos cejas, pareciendo animado. Baekhyun había hecho una promesa,
un juramento para si mismo desde que comenzara a ser perseguido por Chanyeol, pero
estaba apunto de ignorarlo todo.

Baekhyun quebraría la promesa hecha por si mismo de que nunca más jugaría cualquier
juego humano con Chanyeol.

Pero era por un bien mayor, el demonio pensó. Convenciéndose de que lo que el hacía era
cierto. Claro que hacer lo cierto nunca fueron sus objetivos, pero en aquél momento no
estaba confiando en hacer algo errado.
Algo errado que lo envolvía a él – un demonio- y a un ángel. Y que, si fuesen descubiertos,
podría envolver la muerte de ambos.

“¿Te gustan los juegos, verdad?” El demonio preguntó, sonriendo ladino para el ángel y
recibiendo un sí cuando el más alto asintió. “Entonces... no sé si te diste cuenta, pero a
veces desaparecía cuando me seguías.”

“¡Claro que me dí cuenta.” Chanyeol dijo de modo mañoso, “Simplemente desaparecías y


me dejabas hablando solo, era un gran trabajo encontrarte de nuevo...”

El demonio suspiró, rodando los ojos. “ Entonces, yo desaparecía algunas veces por que
quería dar un vistazo a los hábitos humanos sin que estuvieras tú como mi sombra....”
Chanyeol abrió los labios para responder, pero fue callado cuando Baekhyun prosiguió.
“Descubrí, observando a los niñatos jugando, más de ésos juegos hechos con las manos y te
quiero proponer algo.”

Ésa vez el ángel fue quien rodó los ojos. “¿Vas a intentar alejarme de nuevo?”

Una risa alta se desprendió de la garganta de Baekhyun. “Te estás volviendo inteligente,
Chanyeol...” El ángel nuevamente se preparaba para responder cuando fue interrumpido.
“Te voy a explicar las reglas y entonces nosotros jugaremos algunos de los juegos que
aprendí, por que ésa porquería que siempre jugamos debe tener algún problema por que
siempre terminas ganando.”

“Mentira, la primera vez que jugamos San Sukumi Ken tú ganaste...”

“¡Por que me dejaste!” Baekhyun gritó, irritado, escuchando al ángel reír en respuesta.

“Cierto, vamos a jugar.” Chanyeol dijo mientras tronaba los nudillos de sus dedos, viendo a
Baekhyun rodar los ojos en respuesta. “Dime las reglas y jugaremos...Te voy a ganar, de
cualquier manera.”

“Vamos a ver.” El demonio sonrió, feliz por que sabía que ganaría. Al final, el era un ser
pecador, entonces tal vez le mentiría ángel y ganaría el juego de una forma sucia.”

○●○●○●○●○

Baekhyun se moría de la rabia.


Le había hecho trampa, Sabía que le había hecho trampa en aquél juego humano e infantil
que le había enseñado a Chanyeol, sin embargo aún así perdió. El demonio comenzó a
pensar que los ángeles tenían algo que les impedía hacer perder.

“Te odio.” Baekhyun murmuró, mientras veía su puño aún cerrado con dos dedos
levantados.

“El odio es un sentimiento feo, ¿Sabías?” Chanyeol preguntó irónico, observando su mano
la cual apenas tenía un dedo erguido. " Escogí impar y gané, ¿Ahora qué? ¿Cuál es el
próximo juego?"

Baekhyun había observado los movimientos de Chanyeol, el había esperado casi un


segundo entero más del que debería antes de levantar los dos dedos en su puño, y aún así –
repentinamente- el ángel pareció leer su mente y lo venció.

El siempre lo vencía.

Cada juego nuevo – muchos de ellos inventados por el propio Baekhyun, mintiendo que
eran juegos humanos- Chanyeol le ganaba y éso hacia enojar aún más al demonio, que no
sabía como librarse del ángel.

“Chanyeol , en verdad.” El demonio habló con un suspiro. “Van a terminar descubriendo en


el cielo que no estás haciendo tu trabajo y descubrirán que existo yo, y , sinceramente, no
quiero tener problemas. Además de eso, no quiero ser responsable cuando te castiguen, sea
lo que sea que hagan allá.

"¿Estás preocupado por mi ?" Chanyeol preguntó levantando las dos cejas, pareciendo feliz,
ignorando completamente la advertencia del demonio que le pedía que se alejara.

Baekhyun rodó los ojos, incapaz de entender lo que pasaba por la cabeza del ángel.

El demonio se dio media vuelta y percibió que el ángel no le seguía más entre los
corredores del segundo piso de aquella casa donde todos los humanos estaban aprisionados
en un sueño profundo. Baekhyun mantenía a todos en el lugar durmiendo profundamente y
apenas un hombre estaría consiente en poco tiempo, aquél que había realizado un pacto
hacía diez años y tenía su alma encaminada al infierno dentro de algunos minutos.

“Las alas son arrancadas.” Chanyeol dijo alto, haciendo que Baekhyun se volteara para
encararlo, confuso. “Y lo que sucede con los ángeles pecadores, aquellos que no obedecen
las ordenes divinas, siendo que éste es el pecado primario.....Fue éso lo que sucedió con
Lucifer y todos los ángeles que le apoyaron en su causa contra Dios,” El demonio se
recargó en la pared rosada del corredor en que estaba y no se asustó cuando el ángel se
aproximó y recargo una mano de cada lado de su cuerpo, observándolo. “ Pero yo no soy
un pecador, ¿Verdad?”

“No,” Baekhyun mintió, sin saber que su mentira era demasiado profana. “Apenas y eres
curioso e irresponsable.”

Chanyeol sonrió y se aproximó al demonio, recargando su rostro en la curvatura de su


cuello, procurando refugio. " Sabes...eres el único que habla conmigo. " el ángel
murmuraba, soltando aire caliente contra la piel de Baekhyun, haciéndolo temblar. “ En el
cielo todos están siempre muy serios, ocupados o simplemente me ignoran...”

“Yo también te ignoro, si no lo has percibido.” Baekhyun dijo, intentando – sin suceso-
empujar al ángel lejos de si. “Nuestras conversaciones durante éstas décadas siempre han
tratado de mi criticándote o mandándote lejos.”

Chanyeol rió fuertemente y deslizó sus manos por la pared en la que estaban recargadas
hasta encontrarse con la cintura del demonio, que suspiró. “Aún así, tú eres diferente.” El
ángel abandonó el cuello del demonio y lo miró a los ojos semi-cerrados debido a una
sonrisa que forzaba sus facciones. “Eres divertido incluso cuando me corres, y sabes,
estando junto a ti durante todas estas décadas aprendí mucho más sobre los seres humanos
que con mis compañeros en el Paraíso.

Baekhyun sintió un escalofrío cruzar su cuerpo cuando las manos del ángel apretaran
levemente su cintura. El demonio sabía que el ángel no lo hacía por maldad, pues no había
en su corazón toda la maldad que el corazón del ser de las tinieblas poseía, mas lo que
Chanyeol estaba haciendo sólo llevaba a Baekhyun a pensar en una cosa.

La mente del demonio pareció nublarse y sus pupilas se dilataron cuando capturaba entre
sus dedos el cuello del abrigo del más alto. “Entonces, ángel....¿Has usado alguna cosa de
lo que aprendiste conmigo sobre el placer carnal?”

El ángel engullo en seco y parecía ruborizarse con la pregunta , sin saber bien como debería
responder. Sus labios se partieron , pero ni un sonido se desprendió de su garganta cuando
millones de respuestas, nada más que disculpas, pasaban por su cabeza.

Chanyeol mordía su labio inferior y desviaba la vista, observando un punto entre la pared y
el suelo. El demonio sonrió al percibir que el ángel no le respondería.

“Voy a tomar éso como un no.” Baekhyun sonrió, su aliento caliente chocando
directamente contra el rostro del más alto, a centímetros del suyo. “¿Aún tienes dudas?, Por
que existen cosas que no te mostré.

Chanyeol levantó el rostro levemente y encaró los ojos enegrecidos de Baekhyun. Sus
rostros estaban casi unidos y sus respiraciones se mezclaban mientras el ángel partía sus
labios, intentando controlar la pulsación en su vientre bajo. Ese pulsar ya era conocido por
el ser divino, que acostumbraba aliviarse cuando estaba solo, usando las enseñanzas que el
demonio le había pasado. Chanyeol pensó que el y Baekhyun jamás volverían a tocarse, por
el modo como el más bajo siempre lo trataba con asco, pero – en aquél momento- el menor
parecía desearlo.

Y el ángel quería ser deseado por el demonio.

“Quiero que me enseñes todo lo que hay que ser mostrado.” Chanyeol dijo con una pequeña
sonrisa, observando al demonio pasar sin prisa su lengua al rededor de sus labios. “Sobre
los humanos, sobre el infierno, sobre los demonios y por encima de todo, sobre ti....”

Baekhyun rodó los ojos, impaciente por el hecho de que el ángel siempre quería saber más
sobre el.
“Pues vamos a pasar toda esa parte aburrida e ir directo a lo que sé mejor, ¿Cierto?”

Chanyeol no pudo responder nada antes de tener sus labios tomados de modo urgente por el
más bajo. Hacía tanto tiempo que sus cuerpos no entraban en contacto que el ángel casi se
olvidaba de como era la sensación de tener su boca invadida por la lengua caliente y suave
del demonio, que se rozaba con la propia, mezclando las salivas; y sus labios
mordisqueados en medio de pausas pequeñas durante el beso.

Baekhyun llamaba a Chanyeol irresponsable, pero él mismo se olvidaba de sus quehaceres


como Grimório -un demonio de los pactos – para derretirse en medio de los brazos fuertes
de aquél ángel, por puro deseo carnal.

Aquella era la tercera vez que sus labios se conectaban desde que se habían encontrado por
primera vez en el mundo humano. Pero parecía ser la milésima por el modo en que sus
lenguas se rozaban en una armonía apresada, mientras sus ropas eran retiradas de los
cuerpos casi a rasguños. Aquella era la segunda vez que los cuerpos de los dos se
conectaban y era diferente a la primera vez.

Baekhyun aún comandaba las acciones y el ángel aún parecía un poco perdido en lo que
debía hacer, pero el demonio le susurraba lo que estaba sucediendo, calmándolo en una
paciencia que no pertenecía al ser demoniaco, que todo lo que quería era sentir el placer
latente que el ángel le proporcionaba, placer que éste deseaba que se prolongara al máximo.

Chanyeol se contorcía levemente sobre Baekhyun mientras el mismo abusaba de su


miembro tieso, los dos tirados en el corredor estrecho de aquella casa humana, siendo casi
doloroso el modo como se tocaban mientras existían personas durmiendo en los cuartos de
al lado.
“¿Q-qué estás haciendo?” Chanyeol murmuró entre suspiros y gemidos débiles, sintiendo
incomodidad en una parte hasta entonces intocada de su cuerpo, por donde Baekhyun
deslizaba la lengua. Parecía que algo intentaba forzar la entrada en sí.
“Te voy a mostrar otra forma de placer.” Baekhyun respondió con una sonrisa ladina y
Chanyeol sintió su interior ser invadido levemente, haciendo que gimiese alto y cerrando
sus ojos con fuerza. “Calma, estoy usando sólo mis dedos aún....Es para que te acostumbres
a la sensación.”

Chanyeol no sabía ciertamente lo que sucedió después por que sus ojos, aunque estuvieran
abiertos, parecían cegados por las lágrimas de dolor y vergüenza que insistían en
acumularse sobre sus ojos. Después de un tiempo siendo violado por los dedos largos y
finos de Baekhyun, el ángel sintió algo mayor, que el sabía era el miembro del demonio,
invadiéndolo sin prisa, deslizándose dentro de si y forzando su pequeña entrada dilatarse
mucho más de lo que el soportaba.

Un beso fue dado y calló un grito que amenazaba desprenderse de la garganta de Chanyeol
cuando el mismo se sintió completamente desflorado, sintiendo un ardor incómodo,
doloroso, haciendo que sus ojos se llenasen de lágrimas.

El ángel tenía certeza de que el demonio ejercía un poder sobre si. No demoró mucho
tiempo antes de que el ángel comenzase a gemir alto no por el dolor, si no por la sensación
que el apenas podría explicar, algo que jamás había sentido antes, mientras Baekhyun lo
invadía al mismo tiempo en que tocaba su intimidad, masajeándolo de forma rápida.

Aquella era la segunda vez que los cuerpos del ángel y demonio se tornaban uno, pero a
diferencia de la primera vez, ahora era Chanyeol quien recibía a Baekhyun dentro suyo.

“B-Baek-” Chanyeol intentaba llamar al otro, incapaz de producir alguna palabra coherente
mientras escalofríos atravesaban su cuerpo de una manera hasta entonces desconocida.

“Es bueno, ¿No lo es?” Baekhyun preguntó al pié del oído del ángel, viéndolo cerrar los
ojos con fuerza en respuesta y morder sus labios con fuerza, evitando que un gemido largo
y arrastrado escapase de sus labios. “Es bueno tener algo dentro tuyo, ser follado, ¿No lo es,
ángel?” Chanyeol no respondió la pregunta y acabo por gemir, sintiendo a Baekhyun
adentrarse en si completamente, múltiples veces, causándole una sensación que el no
conseguía entender.

Su interior se tensionaba, pareciendo ahora querer expulsar al invasor, y luego querer


aprisionarlo dentro de sí. Los sonidos que se escuchaban por el corredor vacío llenaban los
oídos del ángel, que sentía su rostro hervir, mientras el demonio se reía, divirtiéndose al ver
toda su piel ser razgada frente a él, junto de la piel del ángel que se abría para acogerlo
dentro de sí.
Aquella sensación de ser tomado por entero era completamente nueva para el ángel que se
contorcía en el suelo, sintiendo sus músculos vibrar y contraerse con cada nueva frase
maliciosa que el demonio susurraba en su oído para verle gemir ronco a propósito como
respuesta.

Chanyeol sentía todo su cuerpo caliente, el parecía tomar fuego de dentro para afuera, sus
manos estaban hundidas en la espalda del demonio, intentando aliviar – en vano- todo el
dolor que sentía en la piel ajena. El dolor se mezclaba con la sensación única de ser tocado
hasta el fondo en su interior, se mezclaba la sensación abundante que parecía invadir sus
entrañas cada vez que Baekhyun lo penetraba y lo estimulaba con las manos.

El demonio se hundía cada vez más dentro del ángel.....Y el ángel se hundía,
consecuentemente cada vez más en el pecado.

No tardó mucho hasta que ambos se deshicieren. Baekhyun pareció reír cuando se deshizo,
gimiendo entre una sonrisa, viendo que el ángel se venía en un abrir y cerrar de ojos
después en sus manos, que en un momento lo dejaban de tocar.

El demonio aún sonreía cuando salió del interior del ángel, alejándose del mismo sin
mirarlo.

El ángel fue dejado en el suelo, encogido, mientras respiraba pesadamente y envolvía sus
alas en torno de si como una protección. El demonio sonreía, satisfecho, cuando finalmente
se acordó de su trabajo en la Tierra y se encaminaba, aún desnudo, hasta el cuarto en que el
alma le esperaba para ser llevada al infierno.

Baekhyun pensaba que después de aquella experiencia – que había sido deliciosa para el
demonio- el ángel acabaría por dejarlo en paz y nunca más aparecería, pero cuando el
demonio salió por la puerta de aquella habitación en la cual el humano ahora se veía
muerto, el ángel estaba sentado en el suelo, esperando.

“Fue muy....intenso.” Chanyeol murmuró con las mejillas sonrojadas.

Baekhyun no pudo esconder la sonrisa. Aunque su mayor deseo fuera que el otro se
marchara y nunca más regresara, su interior parecía calentarse cuando el demonio entendió
que el ángel no se iría

No importando lo que el hiciese.

“¿Te gustó?” Baekhyun preguntó mientras se aproximaba y se curvaba, para que su rostro
quedase a una distancia casi nula de Chanyeol, aún desnudo y sentado sobre sus piernas.

“Sí,” Chanyeol dijo sin mirar directamente al demonio.” Quiero decir, fue diferente....y
dolió un poco al inicio.”

“Siempre duele un poco.” Baekhyun dijo con una sonrisa pequeña. “El dolor forma parte
éso y deja todo aún mejor, ¿No lo crees?

El demonio rió cuando vio al ángel abrir sus ojos, pareciendo asustado. “¿Entonces yo te
lastimé la primera vez, Baekhyun?

“No me hagas ésa cara.” Baekhyun dijo, rodando los ojos y colocándose la ropa, rápido
para regresar al infierno. “No es como si no estuviese acostumbrado.”

Chanyeol se levantó con dificultad y agarró de la mano a Baekhyun entre la suya, mientras
el mismo vestía aquél abrigo pesado. “Perdón.”

Baekhyun no sabía si debería criticar al más alto por su actitud infantil y sus ojos llorosos o
apenas sentir pena de su inocencia. “Está todo bien, me gusta.” El demonio dijo con una
pequeña sonrisa. “Ahora suéltame que necesito regresar al infierno.”

Chanyeol se alejó del otro algunos pasos mientras veía sus ojos tornarse completamente
negros y las tinieblas lo engulleron a los pocos segundos.

“¿Te veo aquí la próxima vez?” Baekhyun preguntó retóricamente, con una sonrisa en el
rostro, antes de ser engullido por completo para adentro del infierno y desaparecer frente al
ángel.

“Sí, me vas a ver...” Chanyeol respondió para si mismo riendo, encarando el local donde
una ola de tinieblas aún se dejaban ver.

○●○●○●○●○

De hecho, el ángel no mentía.

Si la diversión del demonio en el infierno era estar cerca de Kyungsoo y Jongin e irritar a
éste último, recordándole de como su transformación de demonio estaba demorándose
mucho más de lo normal, en la Tierra la diversión de Baekhyun era Chanyeol.

Los dos, ángel y demonio, acabaron pasando en frente, en uno de sus encuentros en la
Tierra, de un local abarrotado de meretrices, llamado por los humanos como 'burdel'.
Ambos encontraban que sería interesante ir algunas veces a los locales de ése tipo para no
necesitar siempre usar la casa de los contratantes de uno o del otro como camarote para sus
placeres carnales.
Baekhyun hasta intentaba decirse a si mismo que no volvería a tocar de nuevo el cuerpo de
Chanyeol, que eso rompía demasiado las reglas y los dejaba en peligro, pero el ángel no era
más tan inocente y sabía que si tocase el cuerpo del demonio de ciertas maneras, lo dejaría
extasiado de más para pensar y ambos acabarían besándose e intercambiando caricias, con
la excusa de que el demonio estaba enseñando al ángel cosas para matar su curiosidad.

En ésos burdeles que ellos acostumbraban frecuentar, Chanyeol y Baekhyun se alternaban a


la hora de invadir la mente débil de las personas y les obligasen a hacer lo que ellos
querían, ya sea que les dieran algún cuarto espacioso o incluso que se les unieran en su
diversión.

Al final, Baekhyun encontraba demasiado divertido mostrar a Chanyeol todas las formas
posibles de placer.

El tiempo fue pasando, tanto en la Tierra como en los mundos sobrenaturales. En el


infierno todo transcurría de manera natural y Baekhyun no se interesaba más en encontrarse
con los Incubbus o Sucubbus – los demonios de sexo- y prefería mantenerse cerca de sus
colegas Grimórios y tentar la suerte con ellos.

La verdad era que Baekhyun también no tenía más interés en relacionarse sexualmente con
sus colegas demonios. Incluso si se insinuase y mandase fuertes propuestas a Kyungsoo, y
siempre recibiera miradas rabiosas de Jongin, recién transformado en demonio y
autodenominado 'Kai' , Baekhyun hacía eso más que nada para bromear que por querer algo
serio.

Los humanos nunca satisfacían totalmente las necesidades del demonio de ojos delineados
y relacionarse con ellos era apenas un trabajo para el Grimório. Pero con Chanyeol era
diferente.

No era que Baekhyun lo viese diferente de los demás....Chanyeol era diferente simplemente
por lo que era. El ángel era inocente comparado con los humanos mezquinos o con los
demonios maliciosos. Chanyeol siempre atendía las necesidades de Baekhyun o entonces
pedía al demonio para que satisficiera las suyas.

Mismo que el ser divino hubiese sido creado para ser puro e inmaculado, cada vez que se
encontraba con Baekhyun, el ángel de clase Virtudes acababa corrompiéndose un poco
más, siendo más atrevido durante las caricias y tomando la iniciativa algunas veces.

Ningún encuentro de ángel con demonio pasaba sin que ellos se tocasen, aunque fuera un
pequeño beso. Era como si sus cuerpos necesitaran uno del otro, necesitaran contacto, de la
piel rozándose una a la otra, lo que siempre causaba pequeños escalofríos en ambos.

Nadie en el infierno jamás desconfió de los encuentros que Baekhyun mantenía con el
ángel, ni si quiera sus compañeros Grimorio más cercanos, Kyungsoo y Kai. Además que
en el infierno todos tenían una política de no meterse en los asuntos de los otros, entonces
nadie intentaba realmente saber por qué Baekhyun parecía haber perdido el interés en tener
sexo con otros demonios.

Siempre que Baekhyun le preguntaba a Chanyeol si alguien del Paraíso desconfiaba de


algo, el ángel lo negaba.

“Nosotros tenemos libertar de ir a la Tierra cuando quisiéramos, y si me preguntan donde


estaba siempre digo que presentí peligro en la tierra y vine a ayudar.”Chanyeol sonreía
mientras las palabras salían de su boca de forma suave.

Baekhyun también sonreía.

Otro motivo para que el demonio apreciara – aunque no lo admitiera- la presencia de


Chanyeol era que el mismo conseguía presentir cuando otro ángel se acercaba a los dos.
Baekhyun ya habría caído en las manos de algunos Arcángeles y Potencias – nada más que
ángeles soldados – y probablemente ya estaría muerto si no fuese por Chanyeol quien le
tomaba con fuerza y lo llevaba lejos del peligro.

Cierta vez Chanyeol corría tan rápido con Baekhyun agarrado de su mano que sus alas se
comenzaron a agitar e, inconscientemente, terminó levantando el vuelo, necesitando
aplastar al demonio cerca de si y agarrarlo junto a su cuerpo mientras lo llevaba hacia la
cima de una mansión, huyendo de la presencia de un Potencia.

Baekhyun jamás hubiera despegado sus pies del suelo y aquella vez insultó tanto a
Chanyeol que sus oídos quedaron zumbando por algunos minutos. Pero la verdad era que
volar había sido una experiencia única para el demonio, que se quedó sintiendo una
sensación de frío en su vientre, algo que el sentía sólo cuando estaba con Chanyeol.

Lo que sabía que no era algo bueno.

○●○●○●○●○

“¿Cómo vas a adivinar en cual portal Jongin entró?” Baekhyun preguntó mientras él y
Kyungsoo pasaran por la puerta y terminaran en medio de la sala de Minos, el juez del
infierno.

“No lo llames así, sabes bien que el nombre de él ahora es Kai.” Kyungsoo respondió serio,
intentando sentir el aura de Jongin aún presente en la sala.

“Lo que sea.” Baekhyun murmuró rodando los ojos, fastidiado. “Había olvidado que sólo tú
puedes llamarlo por su nombre humano.”

Bakhyun había sido llevado, a fuerzas, hasta la sala del líder de los demonios del Segundo
Círculo Infernal, pues Kyungsoo tenía un mal presentimiento respecto a su compañero.
Aparentemente, según lo poco que Baekhyun entendió mientras Kyungsoo hablaba
desesperado, Kai había sido mandado hasta la tierra para traer al infierno a la primera alma
con la cual el había hecho un pacto diez años atrás.

Kyungsoo decía que presentía algo malo y que necesitaba llegar hasta su protegido antes de
que algo malo pasara.

“El entró en ése portal.” Kyungsoo apuntó hacia donde sentía un rastro del aura de Kai
extendiéndose.
“Ve allá, entonces. Si te tardas o veo que alguien está llegando iré tras de ti, entonces no
demores.” Baekhyun murmuró con una sonrisa ladina y Kyungsoo le agradeció. “Pero no
olvides que voy a querer algo a cambio.”

Baekhyun sonreía mientras el demonio de cabellos negros pasaba por el portal. Era parte de
su diversión cuando Kyungsoo le pedía algún favor, como ayudarlo para ir a la Tierra sin
acabar siendo visto por el jefe de ambos – ya que era contra las reglas ir para el mundo
humano sin permiso - , por que Baekhyun disfrutaba que los otros le debieran favores, ya
que así él siempre podría conseguir algo que gustaría tener sin hacer mucho esfuerzo.

El Grimorio de ojos delineados ya estaba sentado en el suelo, al lado del portal que
Kyungsoo había entrado, sintiendo el aburrimiento consumirle mientras sus dedos se
deslizaban por el suelo formando un diseño invisible. Su dedo índice subía y descendía y
cuando Baekhyun se dio cuenta él había hecho la forma de un ala de ángel en la sala de
Minos, su jefe.

Baekhyun suspiro de alivio por el diseño ser invisible y apenas estar gravado en su mente,
ya que lo había hecho pensando en alguien que conocía.

Alguien con quien sería imposible estar en el infierno.

“Olvídate de eso.” El demonio murmuró para si mismo, levantándose del suelo. “Voy a
buscar a aquellos dos idiotas.”

Sin pensar dos veces, Baekhyun caminó para dentro del portal y cerró los ojos mientras las
tinieblas lo envolvían y lo transportaban para el mundo humano. Al abrir los ojos
nuevamente todo lo que él vio fueron sus colegas Grimorio, Kai y Kyungsoo, discutiendo
sobre la mujer recostada en la cama, inconsciente.

“Ustedes me decepcionan, sinceramente.” Baekhyun murmuró con una sonrisa cínica en el


rostro. “ Me quedé parado, allá dentro de la sala del jefe, esperándolos por un tiempo
enorme, pensando que habían muerto, que algunos ángeles habían hecho una emboscada, y
de ahí vine hasta la Tierra para asegurarme de por lo menos tomar las cenizas de sus
cuerpos – para mostrarles lo genial que soy – y ¿Qué es con lo que me encuentro? Una
pareja de maricas discutiendo sobre quien tendrá sexo con aquella pobre mujer tirada en la
cama.”

Baekhyun sabía cómo irritar a sus amigos y gustaba de verlos irritados, pues eso lo divertía
inmensamente. Él y los dos demonios que ya estaban en el cuarto comenzaron una
discusión acalorada que terminó, después de unos largos minutos de voces alteradas, con
Kai descubriendo que Kyungsoo y Baekhyun ya se habían relacionado íntimamente, lo que
lo dejó furioso.

Para que ésa discusión acabase, Baekhyun decidió hacer lo que mejor sabía.

“Quiero ayudar, Ustedes necesitan ésa alma en el infierno y a mi me gusta ayudar al


prójimo.” Baekhyun
dijo con una sonrisa ladina y Kyungsoo irguió una ceja, incrédulo. “Claro que éso tendrá un
precio...”

“Lo sabía.” Kyungsoo murmuró, irritado. “¿Qué quieres ésta vez?”

Baekhyun dirigió la vista hacia la mujer desmayada y enseguida hacia los demonios frente
a sí.
Su vista se posó en Jongin y sonrió maliciosamente.

Ninguna palabra necesitó ser dicha para que Kyungsoo entendiera las intenciones del
demonio de cabellos castaños.

“Ni pensarlo, Sabes que Jongin es mío.” Kyungsoo murmuró con los dientes salidos,
haciendo el suelo temblar debido a su rabia.

Baekhyun no quería, de hecho, a Kai de ni una manera, el apenas y estaba bromeando.


Bien, en realidad, sería interesante pasar una noche con Kai ya que el era diferente a la
mayoría de los demonios del Segundo Círculo Infernal, pero Baekhyun tenía otros planes
en mente.

“Todo bien, Kyungsoo. Entendí, no necesitas ponerte nervioso....No voy a tocar a Kai.”

“¿Qué vas a querer? “ Kai preguntó serio a Baekhyun, envolviendo la mano de Kyungsoo-
ya tranquilizado- entre la suya.
“Aún no sé, se quedarán en deuda conmigo, ¿Qué tal? Algún día podría necesitar de ayuda
y ustedes pagaran su deuda conmigo.”

“Hecho.” Kyungsoo murmuró sin pensar y apretó la mano de Jongin contra la suya.

Ahora Kyungsoo estaba doblemente en deuda con Baekhyun, y el demonio de ojos


delineados sabía muy bien usar ese hecho a su favor.

“Ahora largo, que ver a los dos así me da nauseas.” Baekhyun murmuró cínico y los dos
demonios desaparecieron en una nube de niebla negra que vino y salió fuera como por arte
de magia.

Ahora el demonio de cabellos castaños estaba solo en el cuarto. No exactamente solo, ya


que la humana que debería ser llevada al infierno permanecía tirada sobre la cama, pero ella
realmente no contaba en la opinión de Baekhyun.

El demonio aún sentía el hedor leve de azufre por el cuarto, viniendo de las tinieblas que
sobraban como astillas por la partida de los otros grimorios, cuando fue hasta la ventana y
la abrió, observando para afuera. Él no quería respirar oxígeno puro, su objetivo era otro.

Él quería asegurarse de que cierto ángel no le atrapara, como siempre lo hacía.

Baekhyun no sabía ciertamente si Chanyeol aparecería, ya que aquella venida del demonio
hasta la Tierra había sido repentina, sin ser planeada de modo alguno. La sonrisa cínica en
el rostro del demonio se apagó rápidamente mientras esperaba, percibiendo que nadie iría a
llegar. Cerró la ventana lentamente, extendiendo los segundos en que veía el lado fuera de
la casa, ansiando – secretamente- que el otro apareciese, pero todo fue en vano. Baekhyun
cerró la ventana sin expresión en su rostro y observó a la humana desmayada.

El suspiró, aburrido, antes de comenzar a andar en dirección a la cama.

○●○●○●○●○

Los ojos de Baekhyun estaban completamente negros mientras el envolvía el cuerpo


desfallecido de la mujer con las tinieblas que llevaban el alma humana hasta el infierno. El
ya había hecho su trabajo -manteniendo a la mujer desmayada en el proceso para evitar dar
explicaciones- y a los pocos segundos las tinieblas iban desapareciendo y sus ojos
volvieron a la normalidad.

Él estaba desnudo en la cama, pasándose la mano por los cabellos, cuando rodó sus ojos por
el cuarto y vio a alguien parado en una de las paredes opuestas a la cama.

“¿Hace cuánto tiempo estás ahí?” Baekhyun preguntó con una sonrisa de lado, sintiendo un
cierto alivio recorrerlo. Al final, Chanyeol estaba ahí.

Como siempre, el ángel estaba ahí.

“El suficiente.” Chanyeol respondió, separando su espalda de la pared. Sus alas estaban
escondidas y apenas una leve sombra las envolvía. El ángel creía que era mejor esconder
sus alas cuando estaba con el demonio, para que su característica angelical no les recordara
siempre de las gigantes diferencias de las razas a las cuales pertenecían.

El ángel caminó por el cuarto hasta la cama y extendió su mano hacia el demonio.

“Pervertido...” Baekhyun bromeó, tomando la mano frente a sí, quedando de pie en el suelo
de la habitación. “Observando lo que no debes, ¿verdad?”

“No es como si observar fuese algo ruin entre nosotros,” el ángel respondió, empujando al
demonio cerca de si. “Tú ya estás acostumbrado a ser observado por mi mientras te
diviertes.”

Sus labios se rozaron levemente y Baekhyun sintió un escalofrío cruzar su cuerpo y sus
piernas se volvieron débiles.

“Bien, ésta vez yo no me divertí, por que como debes haber visto, la mujer estaba
inconsciente.” El demonio murmuró, lanzando una mirada de reojo al cadáver en la cama.
“Además de eso, prefiero cuando tú haces y no sólo observas.”

Chanyeol sonrió brevemente antes de apretar con fuerza la cadera del menor, juntando sus
cuerpos y consecuentemente sus labios. Los dos se besaron sin prisa durante algunos
momentos en un contacto calmo y sin mucha profundidad. Ambos se separaron algunos
centímetros y el ángel sonrió ladino.

“Vamos a hacer que te diviertas, entonces.” Chanyeol murmuró, sonriendo, pareciendo


satisfecho consigo mismo por conseguir decir aquellas palabras.

No que Baekhyun pensase en dar un alto a aquello que ocasionalmente sucedía entre el, un
demonio, y el ángel frente a si. Pero los sonidos que desprendían sus labios cuando
Chanyeol lo envolvía en un abrazo y lo besaba de modo sediento no eran nada parecidos
con un “basta”...Hasta muy por el contrario.

“Adoro cuando haces eso.” Baekhyun murmuró sintiendo unos dientes fijarse en su
yugular, en una mordida débil.

“¿Qué cosa?” Chanyeol preguntó confuso, alejándose del cuello del más bajo.
“Que tengas el control.” Baekhyun explicó. “Que me toques sin que te lo pida.”

Chanyeol entreabrió sus labios y guiñó algunas veces, sin saber que decir. El ángel
entonces sonrió y tomó con fuerza la muñeca del demonio, jalándolo por el cuarto. “Creo
que tuve un buen profesor durante ésas décadas, que me enseñó a ir del modo correcto.” El
ángel empujó la puerta con fuerza, abriéndola, mientras aún jalaba al demonio – desnudo –
por las manos.

Baekhyun reía alto. “Hablas con palabras bonitas como si realmente estuvieses hablando de
algo bonito.”

Chanyeol jaló con fuerza a Baekhyun y lo prensó contra la pared fría del corredor de la casa
en la que estaban. “Pues yo sólo veo belleza en el acto de tocarte.” El ángel dijo serio,
dejando al demonio sin palabras. “ Es algo puro, que hacemos por gusto, y no por que
somos obligados.”

Baekhyun sonrió, sin importar que no encontrase la menor gracia a la situación. “Es
prohibido, lo sabes.”

Chanyeol llevó sus manos hasta la cintura del menor y la apretó con fuerza, sintiéndolo
temblar bajo su toque.

“No son ustedes los demonios los que adoran lo prohibido?” el ángel susurró contra el oído
de Baekhyun, recibiendo un gemido bajo en respuesta.

Después de aquella pequeña conversación, Baekhyun no conseguía pronunciar ninguna


palabra que tuviese sentido alguno. Chanyeol lo envolvió con sus brazos fuertes y lo besó
hasta que el aire le faltara. El único ruido que se escuchaba por la casa era el estallar de las
salivas en medio de besos que eran intercambiados de modo sediento por los dos.

Baekhyun mal percibió cuando Chanyeol se deshizo de sus ropas y volvió a prensarlo
contra la pared, frotando los cuerpos uno con el otro, provocando una fricción que excitaba
a ambos. El ángel, en realidad, ya estaba excitado desde que estaba en el cuarto,
observando al demonio llevar el alma de la contratante para el infierno, y Baekhyun
percibía eso, hasta intentaría hacer una broma con el hecho.

Pero, fue en vano.

Las palabras se perdían en medio de los gemidos y Baekhyun apenas imploró para ser
invadido sin miedo, sin pudor y sin cuidado. Chanyeol no contestaba, se adentró en el
menor con prisa, escuchándolo gemir alto por el dolor cuando su piel fue rasgada por falta
de preparación. El ángel pensaba en parar aquél acto, pero escuchar al menor llorar bajito
sólo lo excitaba más, haciéndolo moverse con más necesidad.
Los ojos de Baekhyun se volvieron negros y las alas de Chanyeol volvieron a aparecer con
clareza mientras los dos se tornaba uno. Baekhyun gritaba con Chanyeol, maldiciéndolo por
existir y por penetrarlo así tan profundo en una posición que ni si quiera era cómoda.

“Te odio.” Baekhyun murmuró antes de que un gemido largo se desprendiera de su


garganta.

Chanyeol sabía que el menor estaba mintiendo, entonces no respondió. Los dos se
volvieron a besar mientras el ángel jalaba al demonio por los muslos y lo tiró del suelo,
uniendo aún más los cuerpos.

“¿Qué estás haciendo?” Baekhyun dijo con dificultad, sintiendo el miembro del mayor
entrar y salir de si mientras el mismo caminaba.

“Sexo.” Chanyeol respondió irónico y Baekhyun pensó en insultarlo por ser irónico contra
el rey de la ironía.

Al ángel no le gustaba cuando los ojos de Baekhyun se volvían completamente negros, así
como éste no gustaba que las alas de Chanyeol surgieran imponentes. A los dos les gustaba
fingir que eran humanos mientras intercambiaban caricias, para olvidarse de los problemas
que podrían venir a causa de ésa relación.

Pero lo que Baekhyun no imaginaba era que Chanyeol lo recostaría contra la pared opuesta
en la que estaban en el corredor y diese un impulso con los pies, alejándolos del suelo. El
demonio abrió sus ojos y un insulto se perdió en su boca cuando un gemido alto le fue
arrancado.

Una de las manos de Chanyeol fue extendida contra el techo, mientras la otra permanecía
en la pared, al lado del rostro de Baekhyun. Las alas del ángel se agitaban, manteniéndolos
a algunos metros del suelo, y el mismo sonreía, feliz de observar la expresión rabiosa del
demonio.

“Muévete, Baekhyun.” El ángel pidió y el demonio mordió su labio inferior con fuerza,
clavando las uñas en los hombros frente a él. “ No te puedo guiar, entonces tú vas a tener
que moverte sobre mi si quieres sentir placer.”

Baekhyun obedeció. Aunque su necesidad era gritarle a Chanyeol, el demonio obedeció. En


algunos segundos el ya subía y descendía sobre el miembro del más alto y escondía su
rostro en la curvatura del cuello del mismo, aprendiendo los gemidos en su garganta. Sus
piernas se prendían fuertemente al tronco del mayor y Baekhyun sentía, con velocidad, el
miedo de caer y la excitación invadiendo cada poro de su ser.
El dolor en su interior era agonizante, pero la sensación de ser invadido por el mayor dejaba
su mente nebulosa. Era algo que él no conseguía sentir con nadie más y eso era lo que más
lo irritaba.

El demonio se abrazaba al ángel, un gemido ronco escapando entre sus labios.

“En serio... ¿Qué mierda estás haciendo?” Baekhyun murmuró, enterrando sus uñas en la
espalda de Chanyeol, observando algunas plumas blancas de sus alas ir al suelo mientras
éstas se agitaban con cierta prisa, causando un viento que al entrar en contacto con la piel
caliente del demonio, lo hacía estremecer.

“Sexo.” Chanyeol respondió nuevamente, irónico. “Contigo.”

“Yo odio volar.” Baekhyun dijo, arañando la piel del más alto. “Lo odio.”

El mayor no respondió y pasó su lengua por los labios de Baekhyun, hasta que el mismo no
aguantase más y lo besara. El demonio mordía al ángel, y el mismo retribuía al estocarlo
con fuerza. No demoró mucho hasta que el menor sintiera el orgasmo llegar, sumado al frío
en su barriga por estar algunos metros del suelo, haciéndolo gemir alto, en un tono casi
lloroso.

El demonio se deshizo sin al menos haber tocado su miembro y chilló de rabia, mordiendo
el hombro de Chanyeol, castigándolo por hacerlo sentir tan bien sin necesitarse esforzar
mucho.

El ángel se deshizo dentro del menor cuando sintió el interior del mismo contraerse debido
al orgasmo. Chanyeol gimió alto mientras abrazaba a Baekhyun y rió bajo cuando sintió
que éste lo mordía en el hombro.

“Te ves mono cuando te enojas.” Chanyeol murmuró abrazando al demonio con fuerza,
sintiéndolo debatir bajo sí.

“Cállate la boca y bájame de aquí.” Baekhyun dijo con rabia y Chanyeol rió, obedeciendo.

Justo cuando sus pies tocaron el suelo, el menor empujó al ángel, haciéndolo salir dentro
suyo para en seguida comenzar a caminar por el corredor, en dirección al cuarto donde sus
ropas estaban. Los ojos del demonio permanecían negros y él bufaba, irritado sin saber el
motivo.

La verdad era que el ángel jugaba demasiado consigo y éso lo dejaba con rabia de si mismo
– y del otro, claro-

“Espera.” Chanyeol murmuró, asegurando con fuerza el antebrazo del menor, haciéndolo
detenerse. “¿Estás enojado de verdad?”

El demonio se volteó pronto para mandar al ángel a morirse, pero se encontró al más alto, -
demasiado alto, la verdad - con un pequeño puchero en los labios.

“Pensé que era broma, pero realmente estás enojado.” Chanyeol dijo en un tono bajo,
desviando su mirada de las orbes negras del menor.

Baekhyun suspiró y parpadeó algunas veces, haciendo que su visión dejase de ser
monocromática y la tinieblas abandonasen la esclerótica de sus ojos.

“Era broma.” Baekhyun , de cierto modo, mintió, con una sonrisa de lado. Chanyeol lo
observó de prisa, con las cejas erguidas y sus labios entreabiertos. “¿Tú crees que me
enojaría después de follar? Aún tienes mucho que aprender sobre mi.

La sonrisa en el rostro de Baekhyun aumentó después de que vio los dientes de Chanyeol
aparecer en su propia sonrisa. El ángel dio un paso en dirección al demonio y lo abrazó con
fuerza, deslizando los dedos largos en su cabello, alborotándolo en un gesto de cariño.

Baekhyun no correspondió al abrazo.

Chanyeol se alejó y separó los cuerpos después de algunos momentos los que parecían una
eternidad para el corazón de Baekhyun, que pulsaba rápido en su pecho. Mordiendo su
labio inferior el demonio dio media vuelta y comenzó a andar en dirección al cuarto, pero
se detuvo al escuchar la voz profunda del otro llamarle.

“Baekhyun, ¿A donde vas? “ El mayor preguntó, en un tono preocupado, sin salir del lugar.
Sus cejas estaban tensionadas y los dedos de su mano se balanceaban en un impulso para
que contuviese su necesidad de impedir al otro salir lejos de si.

“Hacia el infierno.” Baekhyun respondió, irónico, aunque estuviese hablando de la verdad.


El demonio volvió a caminar en dirección al cuarto donde sus ropas estaban, mientras sus
pies pisaban las ropas del ángel, esparcidas por el suelo del corredor.

“Espera...” Chanyeol le pidió. “Siempre haces éso, siempre te vas cuando terminamos.”
Baekhyun suspiró, se giró en sus propios pies y encaró al ángel, que ya había camuflajeado
nuevamente sus alas, sabiendo como ellas dejaban al demonio incomodo. “ ¿Y que quieres
que yo haga?” Baekhyun preguntó.

“Quédate.” Chanyeol pidió. “Sólo hoy, quédate un poco.”

Baekhyun soltó el aire con fuerza y pensó en decir no, pero cuando sus ojos encararon el
rostro triste del más alto, él mismo no entendió por que apenas se encogió de hombros y
murmuró un "bien" en tono bajo.

El tono usado por Baekhyun fue tan bajo que por unos momentos pensó que Chanyeol no
escucharía, pero el más alto escuchó.

Y Baekhyun podría jurar que, cuando el más alto caminó hasta si y lo abrazó, jamás lo
había visto tan feliz.

○●○●○●○●○

“Cuéntame como es el infierno.” Chanyeol pidió.

Los dos habían encontrado un cuarto de huéspedes vacío en la casa de la mujer, la cual
Baekhyun había mandado para el infierno hacía poco tiempo y estaban echados en una
cama de soltero, de frente uno con el otro, observándose. El demonio estaba con los
párpados pesados, pero el ángel – después de insistir en intercambiar algunas caricias
íntimas- estaba queriendo conversar.

“¿Por qué quieres saber sobre el infierno?” Baekhyun preguntó, pestañeando


perezosamente.
“ Tú ya me pediste antes que te contara sobre el submundo y me negué.”

“Porque,” Chanyeol comenzó a hablar, sonriendo. “Cuando me dijiste que no estabas


enojado, también dijiste que aún tengo mucho que aprender sobre ti. Creí que si me
contabas sobre el infierno, yo también aprendería más de ti.”

“¿Estás usando mis propias palabras en mi contra?” Baekhyun preguntó retóricamente, en


un tono sarcástico. “Estoy absorto.”

“No lo hagas. Todo lo que aprendí fue contigo.”

Una sonrisa estampaba los labios llenos de Chanyeol y Baekhyun no pudo evitar reír por lo
bajo.

“No hay mucho que saber, probablemente tú ya lo sabes todo... ¿En el Cielo los ángeles
más viejos no hablan sobre el infierno?” Baekhyun preguntó y Chanyeol apenas se encogió
de hombros en respuesta, en un pedido silencioso para que el mas bajo continuase. “El
infierno está dividido en nueve círculos infernales en donde cada círculo es regido por un
pecado o por alguna sinagoga. Los demonios se dividen en ésos círculos y bueno, como tú
ya sabes, yo hago parte del Valle de Los Vientos, que está en el Segundo Círculo del
infierno.”

“Donde los lujuriosos permanecen, viviendo en una torre alta y siendo azotados por el
viento constante...” Chanyeol murmuró, incierto.

“Éso mismo,” Baekhyun rió. “¿Viste? Hasta sabes más del infierno que yo, sin duda.”

Chanyeol levantó una ceja y mantuvo una expresión somnolienta, irritado por el modo en
que el otro intentaba esquivar el asunto. “¿Y cómo son los demonios? Tú no eres como
imaginé que los demonios fuesen, me pregunto si todos son como tú.”

“¿Como yo?, ¿Quieres decir, bonitos?” Baekhyun preguntó, riendo fuerte y recibió una
mirada severa de vuelta. “Cierto, bueno...Existen tres tipos de demonios, los Originales,
que fueron los primeros ángeles caídos, que se convirtieron en demonios y se juntaron a
Lucifer en su ejército; los Neefilins, que son híbridos entre los demonios originales y los
humanos, y por último tenemos a los llamados Jinn.” Baekhyun tomó una pausa y continuó
su explicación, aunque su necesidad apenas fuera cerrar los ojos y descansar. “Jinn es la
clasificación de los demonios que un día fueron humanos, pero que por algún motivo
fueron llevados hasta el infierno y transformados en seres de las tinieblas debido a la
convivencia con otros demonios. No son necesariamente malos, pueden hasta ser buenos
aunque pecadores, así como los humanos...”

Chanyeol apenas estaba en silencio, mientras los ojos de Baekhyun giraban en su órbita de
acuerdo con lo que hablaba. “Yo soy un Jinn, en primer lugar, por que ya fui humano, pero
también soy un Grimório por que mi trabajo como demonio es realizar pactos con humanos
y llevar cada vez más almas hasta el infierno...”

“¿Tú ya fuiste humano?” El ángel preguntó abriendo los ojos. “¿Cómo te convertiste en
demonio?

“Realizando un pacto.” Baekhyun tensionó sus cejas y una sombra pasó por su rostro,
siguiendo con la explicación de por qué se había visto obligado a realizar un pacto,
sabiendo que el ángel le cuestionaría sobre éso. “No recuerdo casi nada de cuando fui
humano por que ya fue hace mucho, mucho tiempo....Pero recuerdo el motivo de haber
hecho un pacto. Los países aún no habían sido divididos como son ahora y habían muchas
guerras entre los ejércitos de los reyes por tierras.....Yo era un soldado.”

“¿Qué sucedió?”

“La guerra estaba casi acabando y alguien muy querido terminó siendo herido de gravedad,
justamente cuando estábamos felices por que podríamos volver sanos y salvos a casa, aún
así habíamos perdido la última batalla.” No había rastro alguno de sonrisa en el rostro de
Baekhyun. “Nosotros eramos muy unidos, el acabó salvándome, escondiéndome y
muriendo al protegerme.....Yo no quería que el muriera, entonces pedí ayuda divina....Pero,
¿Sabes por que odio a los ángeles, Chanyeol?”
Chanyeol negó, sintiendo su corazón apretarse.

“Los ángeles nunca vienen rápido cuando les pedimos, les imploramos por ayuda.”
Baekhyun mordió su labio inferior, irritado. “Mi amigo terminó muriendo, dejándome solo
entre una pila de cuerpos sin vida y de vivos desconocidos... Un demonio apareció aquella
noche frente a mi y yo le pedí que mi amigo reviviese, lo que no podría ser hecho. Nadie
puede regresar a los muertos a la vida.”

“Lo siento mucho...” Chanyeol susurró, en un tono lloroso, sintiéndose culpable aún la
culpa no fuera suya. “Perdón, Baekhyun...”

“Está todo bien, pedí todo lo que podía al demonio, para que viviera lejos de guerras, para
que viviese en paz y con dinero suficiente para no trabajar hasta que mi alma fuera
buscada.” Baekhyun sonrió tristemente. “ No me arrepiento de haber hecho el pacto, pero
algunas veces hubiera preferido haber muerto junto a mi amigo. No recuerdo su rostro o
nombre, pero recuerdo con clareza lo que sentía por el....Y de lo que sentí cuando lo perdí.

“Me hace feliz que no hayas muerto en aquella guerra....” Chanyeol murmuró,llevando su
mano hasta el rostro de Baekhyun, acariciando la mejilla blanca del mismo. “ Yo sé que es
egoísmo, pero estoy feliz de que estés aquí, conmigo.”

El demonio rodó los ojos, disgustado y retiró la mano del ángel que reposaba en su rostro.

“Ahora cuéntame tú, ¿Cómo te convertiste en ángel?”

“Siempre fui un ángel...” Chanyeol dijo y, percibió la confusión en la expresión del otro,
continuó. “Quiero decir, un día abrí mis ojos y estaba, simplemente, allá....En el Paraíso.
Gané un tipo de tutor y el me explicó que yo había sido uno de los seleccionados – algo que
nunca entendí muy bien- y que de aquél día en adelante yo sería un ángel de Dios,
perteneciente a la clase Virtudes, y que ayudaría a las personas cuando ellas lo necesitasen.

“Que haría pactos.” Baekhyun murmuró y recibió un murmuro positivo en respuesta.

“¿Cómo es el Paraíso?, ¿Es tan genial como dicen?”

“Creo que de cierta forma es parecido al infierno, por que el Cielo está dividido en nueve
Esferas Celestiales así como el Infierno es dividido en nueve Círculos Infernales. También
existen varias clases de ángeles, pero la verdad nunca me explicaron nada a mi, ni a ningún
ángel que conozca. A diferencia del infierno, en el Paraíso la información que nos pasan es
muy nublada, llena de metáforas y ni mi propio tutor sabe mucho más de lo que yo,
aparentemente.”
Chanyeol se volteó en el colchón y comenzó a encarar el techo, pensativo.

“Ni si quiera recuerdo hace cuanto tiempo soy un ángel....Yo, la verdad, no consigo
recordar muchas cosas antes de que tú aparecieras.” Chanyeol rió, disgustado. “Creo que es
por que no sucedió nada especial conmigo antes de que llegaras, Baekhyun.”

“Entonces, básicamente, ser un ángel es aburrido.” Baekhyun murmuró, riendo alto, dando
un golpe leve en el pecho de Chanyeol, haciéndolo encararlo nuevamente.

“Básicamente, lo es.” Chanyeol concordó, también riendo. “Pero tiene sus ventajas.”

Baekhyun pensó en preguntar cuales serían esas ventajas, pero la pregunta se quedó en el
aire cuando sus labios fueron envueltos en un beso calmo. Los labios de Chanyeol siempre
tenían un gusto dulce, que Baekhyun apreciaba más de lo que debería. Los besos robados
tenían un sabor familiar para el demonio, que no sabía en donde había sentido tal sensación
antes.

“Tengo que contarte una cosa, pero no te enojes.” Chanyeol murmuró al terminar el beso.”

“Sabes que pedirme que no me enoje es casi como un pedido para que lo haga, lo sabes.”
Baekhyun bromeó y mordió su labio inferior, impidiendo una risada.

“Es en serio, Baekhyun...” Chanyeol suspiró pesadamente y humedeció sus labios, sin
encarar al menor. “¿Recuerdas al tutor del que te hablé? Bien....Creo que tal vez...Que el
talvez desconfíe de nosotros.”

“¿¡Qué!?” Baekhyun habló alto, casi en un grito, sentándose en la cama y encarando al otro
con una mezcla de sorpresa y rabia. “ ¿Y me dices eso ahora, idiota?”

“No, ¡Espera! No te enojes conmigo...” Chanyeol pidió, también sentándose sobre el


colchón fino. “Yo creo que Joonmyun no sabe exactamente mucho sobre lo que está
sucediendo....El sólo está preguntándome con más frecuencia lo que hago en la Tierra y a
veces me sigue hasta los portales sobre las nubes, pidiéndome venir para ayudar en mi
trabajo. El está desconfiando del tiempo que paso en la Tierra, sólo eso.”

“¿Y me pides que me quede contigo más tiempo hoy, idiota?” Baekhyun dijo alto, saliendo
de la cama y tomando sus ropas del suelo, vistiéndose.

Ellos habían traído sus ropas del otro cuarto y del corredor hasta la habitación de huéspedes
en la que estaban porque Chanyeol pensó que sería una buena idea quedarse en aquél
pequeño cuarto que andar debajo de la casa, por si algún humano apareciese y notase a la
mujer muerta en el piso de arriba.
“¿Eres tonto? Baekhyun gritó. “¡Eres un estúpido, Chanyeol!, ¿Y si el te siguió? ¿Y si el
sabe ahora lo que sucede entre nosotros, qué vas a hacer?”

“Baekhyun, por favor...” Chanyeol pidió, con los ojos inquietos. “Está todo bien, el no sabe
nada, finge que no dije nada....Por favor, no te vallas así.”

“¿Irme?” Baekhyun rió fuerte, abotonando su traje blanco. “Escúchame bien,


Chanyeol....Escucha lo que va a suceder de ahora en adelante.”

El ángel se estremeció, percibiendo que algunas tinieblas surgían al rededor del demonio,
mientras el mismo se aproximaba a la cama y lo encaraba con repulsión.

“Nosotros nunca más nos vamos a ver, ¿Me entiendes?” Baekhyun dijo. “No me interesan
tus necesidades, tus deseos o la mierda ésa de curiosidad. Si te vuelvo a ver aquí en la tierra
yo te trataré como te debí haber tratado desde el inicio, como un enemigo mortal.”

“No...” Chanyeol murmuró, con la voz quebrantada. “ No, no estás entendiendo...”

Los ojos de Baekhyun se volvieron negros mientras las tinieblas lo engullían a los pocos
segundos, por impulso las alas de Chanyeol surgieron, blancas e imponentes alrededor de
él.

“Tu no estás entendiendo, ángel.” Baekhyun dijo calmado, en un tono amenazador. “Si te
vuelvo a ver de nuevo, nosotros no seremos nada más que enemigos. Nosotros siempre
fuimos enemigos, pero fuimos estúpidos creyendo que podríamos divertirnos sin sufrir
consecuencias. Yo no quiero morir y apuesto que tu tampoco, entonces quédate lejos de mi
camino a partir de ahora.” El demonio suspiró, viendo que el ángel lloraba. “Deja de hacer
éso, no combina con un hombre grande como tú el llorar.”

“ Pero, Baekhyun, no lo entiendes...” Chanyeol murmuró, extendiendo su mano. “Lo que


yo siento, yo-”

“Adiós, ángel.” Baekhyun habló con un tono demasiado serio, ignorando el pulsar extraño
de su corazón. “Cuéntale sobre lo que recuerdes de todo el infierno a tu jefe.”

“¡Baekhyun!” Chanyeol gritó, pero ya era tarde. El demonio había desaparecido entre las
tinieblas que lo engullían sin dejar rastro alguno.

Las alas del ángel se encogieron y lo envolvieron como una protección, mientras su
corazón se partía. El pensaba que contándole a Baekhyun sobre Joonmyun, su tutor, ellos
podrían encontrar una manera de convencerlo de que nada extraño estaba ocurriendo en la
Tierra, pero el demonio no le escuchaba y simplemente lo había dejado.
Chanyeol no quería obedecer a Baekhyun, pero sabía que el mismo estaba siendo serio en
sus palabras.

El ángel decidió no preocuparse más por el demonio, aunque su corazón doliese y las
lágrimas le escaparan al mero pensamiento de que el nunca más vería a Baekhyun.
(IM)PURO.
Capítulo Cuatro – Pecado Mortal.

Baekhyun pensó que Chanyeol no lo escucharía, que volvería a buscarlo, que aparecería en
la Tierra pidiéndole para que se arrepintiera de su decisión de que no se podrían volver a
ver.

Baekhyun pensó que Chanyeol no se alejaría de él.

Pero el tiempo fue pasando....La Tierra, las personas y los propios demonios se fueron
moldeando al tiempo que pasaba de modo incoherente, lento y rápido al mismo tiempo,
pareciendo probar la mente del demonio de cabellos castaños para ver hasta cuando el
aguantaría "vivir" de aquella manera.

Los primeros años sin la presencia constante de Chanyeol tras de sí se pasaron en la Tierra
de modo que parecía ser cruel de tan lento. Las primeras veces en que la ausencia del ser
divino era gigante, Baekhyun pensaba que el ángel debía de estar ocupado, que era por eso
que él no aparecía de nuevo para sí. Pero, cuando los años se fueron transformando en
décadas y las décadas en siglos, Baekhyun se hundió en un desespero silencioso.
El, de hecho, había hecho lo cierto al cortar cualquier relación que pudiese existir entre el,
un demonio, y el ángel. Pero luego en el momento en que dijera aquellas palabras
maliciosas, pero que cargaban la verdad, para el ángel, Baekhyun volvió al infierno, y sintió
como si aquello estuviese errado, como si el hecho de haber forzado a Chanyeol a alejarse
de si fuese muy, muy incorrecto.

Baekhyun dejó de contar los años.

El demonio iba hasta la Tierra e inconscientemente miraba hacia los lados, para el rostro de
las personas por las cuales el pasaba al caminar en dirección a sus contratantes, buscando el
rostro conocido, por la sonrisa que jamás salía de sus pensamientos.

La tierra había cambiado tanto que Baekhyun no conseguía recordarse exactamente de los
locales que visitaba mientras Chanyeol estaba a su lado, para contarle sobre algunos lugares
del Paraíso o de como el encontraba a los humanos interesantes.

Baekhyun dejó de contar los años. Él no sabía que más de doscientos años habían pasado
en el mundo humano desde la última vez en que había hablado con Chanyeol.

Nada, nada parecía más divertido para el demonio que siempre fue sarcástico en sus frases
y risueño al contar sus propias bromas para irritar a sus colegas Grimorios. El infierno
parecía estar demasiado aburrido y hasta los mismos humanos parecían más irritantes y
mezquinos de lo que eran en la época en que Chanyeol lo acompañaba en la Tierra.

Baekhyun había visto algunos ángeles en el pasar del tiempo, pero éstos ángeles nunca eran
Chanyeol. El demonio se arriesgaba al presentir una leve presencia divina cerca de los
locales que visitaba en el mundo humano y se obligaba a aproximarse, esperando
encontrarse a aquél que él mismo había mandado alejarse de su vista.

“Si te veo frente a mí de nuevo, nosotros no seremos nada más que enemigos.”

Fueron esas las palabras que Baekhyun recordaba con clareza haber dicho a Chanyeol.
Llegaba a ser estúpido el modo como él sabía, que él jamás podría, de hecho, considerar a
Chanyeol un enemigo siendo que pasaron demasiado tiempo juntos, compartiendo
experiencias y conversando sobre todo lo que pudiese ser conversado.

Era ridículo como la presencia del ángel calentaba su interior, siempre muy frío.
Baekhyun sentía como si conociese al más alto hacía demasiado tiempo y que algo los unía
de un modo doloroso. Haciendo que el demonio se martirizara en silencio por haber
abandonado su relación prohibida con el ángel.

La verdad era que cuando Baekhyun estaba con Chanyeol, él no se sentía solitario, no se
sentía vacío.

Pero él lo había alejado y – queriendo o no – necesitaba aprender a vivir sin la risa alta del
ángel haciendo eco en sus oídos.

○●○●○●○●○

En doscientos años, muchas cosas sucedieron en el infierno.

Kyungsoo y Jongin habían pasado por malos tiempos después de la misión fallida del
moreno....Porque Jongin no había conseguido llevar el alma de la humana al infierno, fue
rebajado de nivel en la jerarquía demoniaca y se transformó en un Baal, un demonio
guardián de la Torre de los Vientos - la principal Torre del Segundo Círculo Infernal,
morada del pecado de la lujuria.

Baekhyun sabía que Kyungsoo tenía un buen corazón y consideraba a Jongin mucho más
que una compañía en el infierno, y no llegó a sorprenderle cuando se enteró de la necesidad
del demonio de cabellos negros y piel blanca ser rebajado también a Baal, para permanecer
al lado de quien un día fue su contratante.

Era ridículo, en la opinión de Baekhyun, lo que Kyungsoo estaba haciendo. Ser un Baal no
tenía ventaja alguna para un demonio, mientras los Grimorios podían ir hasta la Tierra
siempre que les fuese ordenado, lo que , para Baekhyun, era la única cosa que importaba
para un demonio.

Al final, ¿Cuál era la gracia de estar preso en el infierno, para siempre?

Pero no había nada que Baekhyun le dijese a Kyungsoo para hacerle cambiar de opinión.
En algún tiempo un nuevo humano llegó al infierno a través de un pacto hecho con
Kyungsoo y este acabara por tornarse también en su protegido.

Sehun era su nombre.

Baekhyun aún se acordaba del día en que Sehun se había convertido en un Grimório,
tomando el lugar de Kyungsoo, para que el mismo pudiese convertirse en Baal. El tiempo
durante aquella época pareció correr más rápido, pero no hacía que Baekhyun dejara de
pensar en quien no gustaría pensar.

¿Y si él lo hubiera hecho diferente? ¿Si no hubiese alejado a Chanyeol de sí? ¿Qué hubiera
sucedido? No que algo pudiese ser hecho, por que no había como encontrar al ángel, y
aunque hubiese un modo de encontrar a Chanyeol en la Tierra, Baekhyun siempre había
sido y siempre sería demasiado orgulloso para rebajarse y pedirle al otro que olvidase todo
lo que le había dicho.
Baekhyun no conseguía pedir disculpas.

Doscientos años se pasaron y algunas décadas más vinieron rápido, en un pestañeo de ojos.

Kyungsoo y Jongin habían conquistado sus objetivos y ambos permanecían lado a lado
como demonios Baal y, además después de tanto tiempo, continuaban siendo guardianes de
la Torre de los Vientos, mientras Baekhyun y Sehun eran demonios de los pactos.
Baekhyun pensaba que éste – Sehun- se convertiría en su compañero, para que ellos
pudiesen aprovecharse de los humanos juntos, reír de su desgracia o por lo menos divertirse
juntos, pero cuando Sehun volvió de la Tierra cierta vez, la única palabra que salía de su
boca repetidas veces era “Luhan.”

El tipo estaba perdido, era lo que Baekhyun pensaba con disgusto.

Cierta vez, Baekhyun volvía de una misión en la Tierra cuando vio a Jongin y Sehun –
junto a Kyungsoo – discutiendo rápido en la entrada de la Torre de los Vientos.
Aparentemente no era sólo Baekhyun quien creía que Sehun estaba perdidamente y
ridículamente interesado en su contratante humano.

Baekhyun aún estaba lejos de la Torre, cuando escuchó a Kai gemir, “Luhan....Lu...” En un
tono afeminado, obviamente bromeando con Sehun, haciendo bromas de su obsesión por el
humano. Una risada arañó la garganta de Baekhyun mientras se aproximaba a los tres
demonios y, al escuchar su nombre, no perdió la oportunidad para – intentar -divertirse.

“No necesitas mirarme así.” Jongin murmuró para Sehun en casi un pedido de disculpas por
la discusión. “Es todo culpa del tiempo que pasé cerca de Baekhyun.”

Baekhyun vio a Kyungsoo rodar los ojos, cansado de la infantilidad de sus protegidos,
cuando dos golpes certeros fueron dados a Sehun y Kai por las manos del demonio de
cabellos castaños y ojos delineados.

“La próxima vez que escuche a alguien decir mi nombre en vano, morirá.” Baekhyun dijo
en una mezcla de seriedad y diversión.

Ya no era tan divertido incomodar a sus compañeros demonios, pero Baekhyun intentaría
aprovechar el momento y hacer alguna broma para que el – por lo menos – encontrara
gracia a la situación.

“Kyungsoo,” Baekhyun llamó, con una sonrisa maliciosa en los labios. “Tú sabes que yo
odio a todo y cualquier demonio Baal, pero por ti puedo hacer una excepción, ¿Cierto?”

“¡Vete de aquí, Baekhyun!” Jongin exclamó, colocándose frente a Kyungsoo, como si lo


protegiese. “¡Vete a buscar a alguien para ti y deja a Kyungsoo en paz!”

Baekhyun sintió una puntada donde debería estar su corazón, recordando que – de hecho- el
tenía a alguien para sí, pero lo había alejado, con certeza de que era lo mejor para ambos.

Certeza era que se desvanecía cada día más mientras pasaba inmerso en soledad.
Una sombra que recordaba tristeza pasó por el rostro del demonio de cabellos castaños, lo
que pasó desapercibido por los otros, que volvieron a discutir. Baekhyun sonrió
forzadamente y entró en la Torre de los Vientos, sin decir nada más, no queriendo más ver
o conversar con nadie. El sólo quería estar solo....Continuar solo.

¿Será que los demonios poseen corazón? Dicen que no, pero entonces, Baekhyun se
preguntó, solo en su cuarto, ¿Por qué dolía tanto?

La felicidad ajena enojaba al demonio, pero él era el culpable por todo aquello que le
sucedía.

Baekhyun se culpaba por estar pasando por eso, porque era el quien se había aproximado a
Kyungsoo en el infierno, pensando que sería interesante hacer amistad con el novato
pequeño y de ojos grandes. El no imaginaba que junto a Kyungsoo acabaría conociendo a
Jongin, Sehun, y por último, Luhan.

Luhan había llegado al infierno y permaneció con Sehun, como era de esperar, y en poco
tiempo ya se había convertido en Grimorio, un demonio de pactos. Baekhyun podría
vomitar cuando los cuatro colegas estaban juntos, porque de hecho, era mucha felicidad
reunida.

Era injusto.

¿Por qué todos ellos podían ser felices y Baekhyun no? ¿Por qué Baekhyun no se envolvía
con un humano y lo traía al infierno como los otros? ¿Por qué, diablos, él se fue a envolver
con un ángel?

Él sabía que estaba equivocado y jamás sucedería algo como éso.

Baekhyun sentía tanta falta de Chanyeol que algunas veces se sentaba en el suelo de su
pequeña habitación en la Torre de los Vientos y escondía la cabeza entre las piernas, éstas
pegadas a su tronco. Se quedaba el máximo de tiempo que podía encogido en el suelo, pero
no permitía que lagrima alguna saliera de sus ojos. Baekhyun no lloraba porque encontraba
ridículo cuando los sentimientos humanos, ya hacía mucho tiempo olvidados dentro de sí,
afloraban y lo dejaban perturbado.

Kyungsoo cierta vez le había dicho a Baekhyun que los demonios Jinn, aquellos que ya
fueron humanos, eran capaces de sentir cosas que los otros demonios jamás podrían sentir.
Kyungsoo creía con todas sus fuerzas que ellos – Jinn- , que ya fueron personas normales,
que ya fueron poseedores de emociones, aún permanecían con ése tipo de sentimientos,
aunque aquellos pudiesen estar escondidos en las entrañas del interior de sus cuerpos
demoniacos.

Ya Baekhyun no creía en eso. Encontraba ridículo cuando Kyungsoo le decía que amaba a
Jongin. Para Baekhyun sólo existía el sentimiento de placer, porque era eso lo que ellos
eran: demonios rodeados de placer carnal, que vivían en el Segundo Círculo del Infierno,
vivían con lujuria a su alrededor, vivían por lujuria y nada más.

Amar era algo imposible para los demonios, por lo menos para un demonio como
Baekhyun.

Y, en retorno a sus pensamientos egoístas, nadie jamás amaría a Baekhyun, claro.

○●○●○●○●○

“Realmente, no tienes por qué tener miedo, no es demasiado. ¿Verdad, Sehun? Dile a
Luhan que todo estará bien.” Kyungsoo dijo, lanzando una sonrisa dócil al nuevo demonio.

Era la primera vez que Luhan haría un pacto y como él era el novato, todos parecían querer
ayudarlo a calmarse, ya que no había exactamente nada en especial en ir hasta la Tierra y
realizar contratos con seres humanos.

La única parte aterradora, para la mayoría, eran los ángeles que infestaban ciertos lugares
del mundo humano.

“Luhan, yo voy contigo.” Sehun dijo, apretando los dedos del menor entre los suyos. “Pedí
permiso y me fue concedido.”

Una discusión entre Jongin y Sehun comenzó y Baekhyun rodó los ojos. Ellos no pasaban
de niñatos con apariencia de adultos, porque era increíble la cantidad de veces que peleaban
por día. Kyungsoo, como buen apaciguador que era, hizo el favor de acabar con la
discusión y tomar a Jongin de la mano, alejándolo de Sehun mientras el mismo se volteaba
para el lado de Luhan.

Los cinco demonios estaban en la sala de Minos, aunque el mismo estuviese ausente,
presente en una junta que acontecía en el noveno Círculo infernal. Baekhyun estaba allá en
la sala, sentado sobre la mesa del jefe de ellos, observándolos a los cuatro – dos Grimórios
y dos Baal- , y sintiendo una necesidad inmensa de vomitar.

Era demasiada felicidad reunida en el mismo lugar.


“Vamos rápido, Sehun y Luhan, ustedes entrarán en aquél portal de ahí por el que Minos
me habló.” Baekhyun murmuró, apuntando hacia un pórtico a la izquierda de ellos,
envuelto en tinieblas, por el cual los dos tendrían que pasar. Los amantes parecían
nerviosos y Baekhyun recordó vagamente de cuando el mismo sentía un leve frío en su
interior, de ansiedad por tener que ir a la Tierra.

El ya no sentía eso hacía tanto tiempo que no se acordaba más de cómo era estar ansioso
por algo.

Baekhyun dio un leve salto y salió volando sobre la mesa, caminando por la grande sala
hasta alcanzar el portal que lo llevaría hacia la Tierra. “Yo también me estoy yendo, tengo
una misión. No te preocupes, Luhan, no es tan malo así como piensas. Te puedes acabar
hasta divirtiendo....”

Cierto, Baekhyun estaba mintiéndose a si mismo.

Primero, porque la diversión que el demonio de cabellos castaños hablaba era muy
diferente de la que los otros se pudieran si quiera imaginar. Porque, sí, relacionarse con
humanos y tomarlos para sí -algunas veces a la fuerza- era, de hecho, divertido....Pero eso
no se comparaba a la diversión que Baekhyun sentía en la presencia de aquél que jamás
vería nuevamente.

Y, segundo, Baekhyun se mentía a si mismo porque realmente sí recordaba la sensación de


ansias. El, la verdad, sentía eso cada vez que sus pies tocaban el suelo del mundo humano.
El sufría una ansiedad intensa al abrir sus ojos, esperando ver nuevamente a aquél ángel
que lo llamaba demasiadas veces para jugar juegos humanos estúpidos, o pedirle que le
enseñara sobre el placer que no comprendía, y, algunas veces, apenas pedía un poco de
atención, alegando estar sintiéndose necesitado.

Baekhyun sonrió levemente al recordar las discusiones bobas que tenía con Chanyeol,
sintiendo la falta de su voz chillando respuestas fallidas, y acomodó un poco su cabello –
recordando- las veces en que el ángel acariciaba sus hilos castaños mientras ambos estaban
exhaustos -antes de entrar en uno de los tantos portales pegados en las paredes de la sala de
Minos, juez del infierno.

Baekhyun sentía que ya había hecho su parte, dando cierto apoyo moral a Luhan, el novato,
y cerró sus ojos con fuerza, queriendo apenas llegar hasta el humano que deseaba hacer un
pacto y acabar rápido con eso, para que pudiese vagar por las calles de la Tierra, llenas de
edificios altos y modernos, pidiendo para ser explorados en pleno siglo XXI.

El hecho de que Baekhyun tal vez buscase a Chanyeol entre las calles espaciosas también,
pero él prefería no pensar en eso, para no sentirse avergonzado de sus acciones.
Porque, en el fondo, él sabía que no encontraría al ángel en lugar alguno.

○●○●○●○●○

Baekhyun abrió sus ojos.

El esperaba estar en medio de una multitud caminando rápido, con las personas
empujándose unas a las otras debido a la presión constante en la que vivían. Hacía un siglo
Baekhyun comenzaba a percibir que la sociedad vivía como si no hubiese tiempo alguno
para ser desperdiciado, y no estaban equivocados.

La vida humana pasaba en un pestañear de ojos, realmente.

Al contrario de lo que Baekhyun imaginó que sucedería, de la multitud llevarle de un lado


para otro mientras el demonio andaría aparentemente sin destino, hasta alcanzar al alma que
le llamaba silenciosamente, él estaba solo. No había multitud alguna en las calles, porque,
la verdad, no había personas algunas.

Las luces de pocos postes de luz estaban prendidas y los edificios pequeños de aquél
pequeño suburbio estaban oscuros y silenciosos, como si todos ya estuviesen durmiendo
hacía mucho tiempo. Baekhyun estrechó los ojos, extrañado por todo aquél silencio y
calma, muy diferente de lo que él esperaba encontrarse comparado con las últimas veces
que había ido a la Tierra.

Él no sabía en qué año o qué país estaba y trataría de preguntarle a su contratante una vez
que lo encontrase, ya que odiaba estar a ciegas en la Tierra, sin saber al menos su
localización correcta.

Una llovizna leve caía mientras Baekhyun caminaba por la banqueta a pasos rápidos. El
alma le llamaba en un pedido mudo para que fuese rápido y él sabía exactamente por donde
debía de ir. Su traje blanco – vestimenta que debía ser usada por todos los grimorios cuando
iban a la Tierra desde el final del siglo XV– Le protegía de la lluvia, pero sus cabellos ya
estaban húmedos y pegados levemente en su rostro, irritándolo.

El demonio se detuvo en frente de un edificio pequeño, de cuatro pisos y color pastel, ya


desgastado y con varias ralladuras. En el primer piso se encontraba quien él procuraba y,
con un suspiro suyo, la puerta que daba acceso al primer andar fue abierta, dándole pasaje.

Baekhyun caminó algunos pasos y cuando llegó frente a la puerta del departamento 1B,
donde el humano o humana que lo esperaba para realizar un pacto moraba, respiró
profundo y contrajo los dedos de sus manos, invocando a las tinieblas que lo transportarían
hacia adentro.
Hacer entradas triunfales era una de las pocas diversiones del demonio, que prefería no usar
las puertas para entrar a los locales, y si transferirse directamente frente al contratante,
generalmente asustándolos.

Al abrir sus ojos, Baekhyun ya estaba en un pequeño cuarto, poco amueblado y de


apariencia triste, con las luces totalmente apagadas. La poca iluminación que no dejaba al
lugar sumergirse en una oscuridad total provenía del lado de fuera y Baekhyun tuvo que
pestañear algunas veces, acostumbrándose con la poca luminosidad, para, al fin, conseguir
observar quien estaba ahí, para verle.

“Buenas noches.” Baekhyun murmuró con una pequeña sonrisa, un poco incómodo por que
la persona no se había asustado cuando él simplemente surgió allí.

La persona en realidad era una niña, parecía tener poca edad – menos de cinco años tal vez-
y estaba con su cuerpo encogido, con el rostro escondido entre las piernas, como si llorase.
La pequeña levantó la cabeza deprisa y miró un punto al lado del demonio, pareciendo
asustada.

“¿Quién está ahí?” Ella preguntó y Baekhyun miró hacia el lado en donde la niña encaraba
fijamente, intentando observar lo que ella veía a su lado.

Y entonces Baekhyun entendió. Ella no estaba viendo nada a su lado por que , la verdad,
ella no veía nada.

“¿Tú no pediste ayuda?” El demonio preguntó, aún parado en el mismo lugar. “Estoy aquí
para ayudarte.”

La niña pestañeó varias veces, pareciendo procesar lo que fue dicho y su vista caminaba por
el cuarto hasta parar exactamente donde Baekhyun estaba, pareciendo seguir la voz
melodiosa del ser que ella aún desconocía. “¿Tú eres el ángel que pedí?” Ella preguntó,
ilusionada, con una voz quebrantada y demasiado fina.

Errado. Pero Baekhyun estaba acostumbrado a escuchar ese tipo de preguntas,


principalmente cuando sus contratantes eran niños, y no se enojaba más al escuchar esas
palabras, aún así le recordasen momentos del pasado.

“Soy.” Baekhyun mintió, Hasta mismo por que la niña no lo veía y no podría saber que el
era un demonio. “Tu pediste por un ángel y yo estoy aquí para ayudarte a realizar lo que
quieras.”

Baekhyun mentía que era un ángel y por un momento pensó como sería si el, de hecho,
fuera un ser divino en vez de un demonio. Si Baekhyun fuese un ángel....El y Chanyeol
podrían estar juntos, ¿O aún así estaría prohibido?
¿Sería errado?

“Tu realmente viniste... Ningún ángel vino antes,” La niña murmuró pareciendo
desconcertada y Baekhyun se aproximó a la cama. “Mi madre no cree en ángeles y ni en
Dios desde que la Guerra comenzó. Ella me pidió que dejase de rezar, pero no paré....Y tú
viniste, tú viniste.”

Baekhyun engulló en seco. Él nunca se apegaba a los humanos con los que conversaba,
pero mentirle a una niña ciega al decirle que él era un ángel viniendo de los Cielos para
ayudarle tal vez fuese demasiado.

Pero algo le llamó más la atención mientras la criatura hablaba.

“¿Qué guerra?” Baekhyun preguntó, parándose al lado de la cama. La niña aún veía hacía
en frente, sin incomodarse en voltear para el otro lado, donde el demonio estaba pardo,
sabiendo que no lo vería. “¿En qué año estamos?”

“¿No lo sabes?” Ella cuestionó, descontenta. “Mi madre dise que Dios no nos ayuda por
que no existe, pero si tú no sabes de la Guerra, tal vez él tampoco sabía y por eso no la
detuvo, ¿Cierto?”

“Sí, bien probable.” Baekhyun dijo, sin pensar, probablemente contando otra mentira.
“¿Pero, qué está sucediendo? ¿En qué año y lugar estamos?”

“La guerra comenzó hace dos años , mas o menos...” La criatura comenzó a hablar, en
susurros.” Ahora estamos en 2060, y dijeron que la guerra terminaría éste año, pero mi
madre duda mucho que eso suceda. Nosotros estamos en Estados Unidos, pero la guerra
está sucediendo en Rusia, donde los soldados de nuestro país invadieron para intentar
desarmar una bomba nuclear que el gobierno Ruso planea lanzar contra nosotros para tomar
el poder mundial....La verdad todo el planeta está descontento, todos estamos con miedo...”

Desarmar una bomba nuclear, Baekhyun pensó, claro....

Claro, Baekhyun sonreía por primera vez en la noche al pensar en cómo las excusas que los
humanos usaban para invadir territorio ajeno eran siempre muy bien hechas. El intentó
recordar la excusa usada para la guerra que sucedía mientras el aún era humano, pero
realmente no lo consiguió.

¿Cuál era el motivo dicho por sus superiores que acabó llevándolo a entrar como un
soldado en una guerra, arriesgándose a perder la vida?, ¿Cuál era el motivo por el que él
había perdido a la única persona por quien se preocupaba mientras estaba vivo? ¿Cual era
el motivo para que su amigo, quien lo protegió, muriera de forma tan cruel y rápida, sin ni
si quiera poder decir adiós?

No importaba el motivo, la verdad. Porque ningún motivo sería bueno, justo o suficiente
para aceptarlo, incluso después de siglos, que aquella persona fuese arrancada de si. El
demonio dejó de pensar algunos segundos , para intentar recordar....

¿Cuál era el nombre de aquella persona?

“¿Y por qué no hay nadie en las calles?” Baekhyun preguntó, intentando detenerse al forzar
su mente a recordar de algo que hacía mucho tiempo se había olvidado.

“Toque de queda...” La niña respondió insegura. “Dijeron que no había riesgo de ataques
por ahora, pero era recomendable que nos encerráramos en nuestras casas después de las
diez horas de la noche.”

El demonio mordió su labio inferior con fuerza.

Baekhyun odiaba las guerras. Porque fue una guerra lo que le quitó a la única persona a la
cual era unido mientras era humano. Una guerra fue aquello que lo hizo realizar un pacto.
Una guerra fue lo que, indirectamente, lo transformó en un demonio y lo condenó a una
semivida vacía.

Una guerra sucedió y todo lo que él tenía, todo lo que le hacía feliz, se desvaneció entre sus
dedos, llevándolo a pasar siglos obedeciendo órdenes y viviendo de manera mundana.

Ser un demonio podría ser divertido, pero Baekhyun a veces deseaba apenas cerrar los ojos
y nunca más abrirlos....Que todo aquello acabase o no pasase de una pesadilla. El aún
quería ser aquél humano que poco recordaba haber sido.

Baekhyun quería, secretamente, poder volver a ser humano.

“¿Qué es lo que deseas?” Baekhyun preguntó, suspirando. “Estoy aquí para ayudarte y
puedo realizar cualquier pedido tuyo.”

La criatura sonrió y abrió sus ojos algunas veces, su rostro volteándose para el lado,
encarando a Baekhyun, aún sin observarlo, escuchando su voz hacer eco como una
esperanza.

“Quiero que la guerra acabe.” La niña pidió y Baekhyun se ahogó con la propia saliva,
tosiendo algunas veces, intentando recuperar el aire perdido.

Al final... ¿Cómo le explicaría a la pequeña humana que su pedido aún hecho con las
mejores intenciones no se podría realizar?
“Él no puede hacerlo.”

Una tercera voz hizo eco en aquél cuarto y Baekhyun sintió un escalofrío recorrer su
espina. El demonio se volteó rápidamente hacia el origen de la voz conocida, pensando que
sus oídos lo engañaban y que él no estaba allí.

Pero estaba.

Chanyeol lo encaraba, recargado contra la pared opuesta, con los brazos cruzados contra el
pecho y las alas abiertas.

Chanyeol estaba ahí.

“¿C-Cómo?” La niña preguntó asustada. “¿Q-quién está ahí?”

Baekhyun aún veía hacia Chanyeol, manteniéndose estático, su garganta demasiado seca
para conseguir decir cualquier cosa y todos sus músculos demasiado tensos para moverse.
Su corazón palpitaba rápido y millones de pensamientos bombardeaban su mente,
dejándolo mudo, sin saber que decir.

Los ojos del demonio ardían y él se asustó al percibir que lágrimas invadían sus ojos sin
permiso alguno.
“Baekhyun no puede atender ése pedido por que está fuera de su alcance.” Chanyeol se
explicó, aproximándose a la cama.

La mirada del demonio acompañaba al ángel mientras el daba pasos lentos por el suelo del
cuarto. Chanyeol continuaba exactamente igual como la memoria de Baekhyun lo mostraba
en sus pensamientos mas secretos y su voz continuaba profunda, causándole escalofríos con
una simple frase.

“¿No puede?” La niña preguntó de la nada, para luego en seguida voltearse hacia
Baekhyun, pareciendo desolada. “Ángel, ¿No puedes atender mi pedido?”

La mano de la pequeña humana agarró la ropa blanca de Baekhyun y el mismo la observó


de prisa, para después encarar a Chanyeol, del otro lado de la cama, exactamente frente a él.
La distancia entre ellos era pequeña, pero aún así parecía demasiado grande.

La voz de Baekhyun parecía haberse perdido mientras sus ojos permanecían unidos a la
figura alta de Chanyeol. El demonio forzaba a su cuerpo a rechazar las lágrimas y sus ojos
ahora parecían demasiado secos mientras encaraba a aquél que pensó que nunca más vería.

Pero para el desespero silencioso del demonio, Chanyeol no sonreía y no lo encaraba de


vuelta, manteniendo sus ojos en la pequeña criatura.

“Si tú no puedes hacer que la guerra termine, por favor, por lo menos haz que mi padre
vuelva a salvo.” La niña pidió, con su mano aún agarrada a ciegas en la chaqueta blanca
que Baekhyun usaba. “¡Él está en Rusia desde hace dos años y yo sólo quiero que vuelva
vivo, por favor, señor ángel!”

“Baekhyun no es un ángel, querida.” Chanyeol dijo, agachándose en el suelo para


aproximarse a la pequeña. “Baekhyun es un demonio.”

La niña abrió por completo los ojos, asustada y se soltó del tejido de la ropa de Baekhyun,
como si la misma estuviese prendida en fuego. El demonio observaba a Chanyeol con rabia
por lo que el mismo había hecho, pero el ángel no parecía si quiera importarse en
observarlo de vuelta.

“Yo soy un ángel,” Chanyeol explicó. “Fui enviado para ayudarte, pero no puedo hacer
nada en relación a la guerra o la vida de su padre, pues ambas situaciones están envueltas
en el plan mayor de Dios.”

“¿Él es un demonio?” La niña preguntó, asustada, encogiéndose en la cama, apuntando


tímidamente hacia Baekhyun. “¿Él me va a lastimar?”

Baekhyun inspiró el aire con fuerza para explicar la situación y darle un “basta “ a aquella
conversación, pero Chanyeol lo interrumpió.

“Sí, él es un demonio, mi querida, pero él está acostumbrado a lastimar más con palabras
que con actos, entonces no te preocupes.” Chanyeol levantó la vista y encaró a Baekhyun,
con dolor. “Además de eso, yo estoy aquí y no voy a dejar que te lastime.”

“¡No es así!” Baekhyun habló, por primera vez desde que había visto a Chanyeol
nuevamente. “Soy un demonio bueno, me puedes pedir lo que quieras, dinero, una casa
mejor, éxito, ¡O cualquier otra cosa!, ¡Yo te quiero ayudar!”

Chanyeol rió sorprendido. “No lo escuches, niña....escúchame a mi.”

Baekhyun frunció el ceño y abrió sus labios, pronto para gritarle al ángel, cuando la niña se
decidió.

“Yo quiero ver...” La niña pidió, pareciendo decidida. “Perdí mi visión cuando era un bebé,
pero....Pero quiero ver a mi padre cuando vuelva de la guerra, por que yo sé que el
volverá....Dios no lo dejará morir, voy a rezar para que no lo deje...”

Chanyeol sonrió y Baekhyun se quedó en silencio. Él también podría atender a ese deseo y
realizar el pacto, pero el ángel fue más rápido.

“Si eso es lo que quieres, entonces eso es lo que sucederá.” Chanyeol murmuró,
aproximándose a la criatura y sellando el pacto entre ellos con un beso en su frente,
mientras encaraba a Baekhyun con los labios jalados en una sonrisa ladina, irónico.

Baekhyun cerró los puños y mordió con fuerza su labio inferior, sintiéndose perturbado por
su interior burbujear en rabia, mientras la nostalgia luchaba para permanecer. Pero, vea
bien, la rabia del demonio era demasiado grande en aquél momento....Por que Chanyeol le
había robado el alma que le pertenecía.

Chanyeol había quebrado una regla.

Estaba lloviendo afuera.

“¿A dónde piensas que vas?” Baekhyun gritó, caminando deprisa tras el ángel por las calles
de la ciudad desierta, abandonada por la guerra que sucedía al otro lado del globo.
“¡Chanyeol!”

El ángel se detuvo y giró sobre sus pies para encarar al demonio. Sus alas se agitaban
mientras e volteaba, casi golpeando las mismas contra el más bajo, éste demasiado cerca.

“Entonces te acuerdas de mi nombre.” Chanyeol murmuró, serio.

Baekhyun frunció el ceño, confundido. “¡C-claro que me acuerdo!”

“Entonces también debes recordar lo que me dijiste la última vez que nos vimos, ¿Verdad?”
Chanyeol preguntó, levantando una ceja, obviamente irritado. “Me dijiste que si nos
encontrábamos nuevamente seríamos enemigos y tú debes saber que los enemigos no
corren atrás uno del otro como tú estás haciendo, entonces detente.

Chanyeol volvió a girar sus pies, volteándose de espaldas hacia Baekhyun, listo para volver
a su camino.

“¡Pero te robaste mi alma!” Baekhyun gritó, sin importarle que era madrugada y que
alguien pudiera escucharlos. “¡Tú sabes que no es así como funciona, la ley que Lucifer y
Dios hicieron dice que el que llegara primero hasta el humano se queda con el alma!, Si
llegásemos juntos nosotros iríamos a pelear hasta la muerte y fin. ¡No existe nada sobre un
ángel que llega en medio del proceso de la realización de un pacto y que robe al contratante
de un demonio!”

La lluvia caía pesada sobre ellos y callaba los gritos. Algunos relámpagos cortaban al cielo,
iluminando el escenario, pero estaba tan oscuro que ni la poca iluminación provenida de los
postes conseguía iluminar la oscuridad que tomaba toda la ciudad.

“¿Realmente me estás diciendo eso?” Chanyeol preguntó, irónico, aún manteniéndose de


espaldas frente al menor. “¿Quién te crees que eres para hablar sobre reglas rotas?

Baekhyun mordió su labio inferior, sabiendo que el otro tenía razón.

“Además de eso, yo llegué al mismo tiempo que tú hasta donde estaba el alma, pero quería
ver lo que harías, entonces me quedé observando.” Chanyeol dijo sonriendo, volviendo a
caminar.

Baekhyun suspiró y corrió hasta quedar frente al más alto, bloqueándole el camino.

“¿Qué es lo que quieres?” Chanyeol preguntó impaciente, mientras encaraba el rostro del
demonio.

Baekhyun mordió su labio inferior con fuerza y desvió la mirada. Él no sabía lo que quería.

“¿Sabes cuánto tiempo ha pasado desde que no nos vemos?” Baekhyun preguntó, sus labios
curvándose en una sonrisa triste.

“Yo dejé de contar incluso antes de comenzar,” Chanyeol murmuró. “En el minuto en que
huiste, y regresaste al infierno, desapareciendo entre las tinieblas, en ese momento yo dejé
de contar el tiempo. No valía la pena.”

Baekhyun sentía su rostro caliente, sin importar que la lluvia helada le golpeaba la piel. El
no sabía que decir, por que continuar con aquella conversación heriría su orgullo, heriría las
palabras que saldrían de su propia boca hacía tanto tiempo....

“Hace más de doscientos años, Chanyeol.” Baekhyun susurró, aún sin encarar al mayor.
“Yo también había dejado de contar, pero la niña me dijo en que año estamos y mi cerebro
calculó aún sin que se lo pidiera, yo no....Chanyeol, doscientos años....Yo, “Baekhyun
engulló en seco, nervioso. “Yo sólo quiero saber cómo estás...”

El ángel pasó una mano por sus cabellos mojados y miró hacia arriba, observando las gotas
caer del cielo como pequeñas lágrimas.

“¿Tú quieres saber cómo estoy yo?” Chanyeol preguntó, riendo pesado. “Como estás tú, yo
me pregunto. Espero que estés feliz por haber sido un cobarde al huir de mi, acabando con
la única cosa que realmente te hacía feliz.

Baekhyun abrió sus ojos y sintió sus músculos quedarse rígidos al escuchar las palabras ser
traspasadas como flechas dentro de sí. El no se movió mientras Chanyeol se daba la vuelta
y continuaba su camino.

“¡Tú no sabes nada sobre mi! “ Baekhyun gritó, su voz no siendo más elevada que el sonido
alto de la lluvia. El viento surgía a veces y pasaba entre ellos con rapidez y fuerza,
recordándole al viento que siempre azotaba el Valle de los Vientos, su morada en el
infierno. “¡Tú no sabes lo que me gusta y lo que me disgusta! Tu no sabes de los peligros
de un demonio y del infierno....Tu eres inocente, Chanyeol...No sabes lo que es sentir
miedo, no sabes de los riesgos que nuestra relación nos proporcionaba.”

Chanyeol se detuvo de repente. El ángel cerró sus puños y se giró, caminando deprisa hasta
el demonio que aún estaba parado en la calle.

“Tú estás equivocado.” Chanyeol gritó, con los dientes cerrados. “ Yo sé mucho más sobre
ti de lo que piensas, Baekhyun.”

Baekhyun entreabrió sus labios para responder al ángel, pero tuvo su brazo asegurado con
fuerza por los dedos largos de Chanyeol. El demonio no tuvo tiempo de decir nada antes de
que el más alto lo arrastrase por la calle, haciéndolos entrar en un pequeño callejón, en
medio de dos edificios altos.

El cuerpo pequeño de Baekhyun se chocó contra la pared de concreto y él se encogió en un


gemido de dolor. La lluvia aún caía con fuerza sobre ellos mientras Chanyeol prensaba al
menor entre su cuerpo y la pared.

“Yo sé que gustas de esto.” Chanyeol murmuró contra el oído de Baekhyun, asegurándolo
con fuerza por el cuello, obligándolo a mantener la cabeza levantada. “Sé que gustabas de
mi compañía, te gustaba el modo en que te tocaba. Yo sé que tienes miedo de morir y tienes
miedo de admitir que gustabas de mi más de lo que deber-”

“¡Para!” Baekhyun pidió, intentando alejar al más alto.

“¿Parar qué?” Chanyeol preguntó sarcástico. “No es como si yo estuviese diciendo alguna
mentira.”

Baekhyun engullo en seco cuando sintió los labios de Chanyeol rozar la piel de su maxilar,
en un cariño prolongado. Los dedos del demonio aseguraban con fuerza el abrigo que el
ángel usaba mientras el mismo deslizaba los labios por su piel.

“Tú me extrañaste...” Chanyeol declaró en un tono autoritario, hablando en susurros al pié


del oído del más bajo. “Estás equivocado, Baekhyun...Yo no soy inocente como tu dices.
Yo dejé mi inocencia atrás hace mucho tiempo...” El ángel rió con desdén. “Fuiste tú quien
me la arrancó, ¿Te acuerdas? Y sabes, yo consigo percibir el modo en que tu piel vibra
mientras digo que me extrañaste, yo sé que lo hiciste.”

“N-no.” Baekhyun gimió, todo su cuerpo temblando involuntariamente cuando Chanyeol


deslizó una de sus manos por el lado de su tronco, apretándolo con fuerza en la región de la
cintura. “ No digas tonterías, yo ni si quiera pensé en ti....Somos enemigos, al final de
cuentas.”

Chanyeol rió.

“Sí, somos enemigos.” El ángel pegó sus frentes y mantuvo su mirada clavada en los ojos
ámbar del demonio, que lo encaraban de vuelta. Involuntariamente el cuerpo de Baekhyun
temblaba y sus labios se abrieron, queriendo capturar a Chanyeol en un beso. “Somos
enemigos, ¿No lo somos, Baekhyun? Uno de nosotros debería morir aquí y ahora.”

Baekhyun sintió su piel quemar y se sorprendió al ver que Chanyeol lo aseguraba con
fuerza en la cintura y en una de sus manos, quemandolo con la luz divina que escapaba
entre los poros de sus manos.

“¡P-para!” Baekhyun gritó, debatiéndose entre los brazos del más alto, que lo aseguraban
con fuerza. Ni la lluvia helada ni el tejido que lo cubrían hacían la sensación de quemadura
en su piel detenerse y Chanyeol sabía que éso lo lastimaba. “Está doliendo, ¡Para!”

“¿No era éso lo que querías?” Chanyeol preguntó serio. “¿Que nos tratásemos como
enemigos? Entonces, yo te estoy lastimando por que éso es lo que los enemigos se hacen el
uno al otro. Tú deberías responder e intentar matarme también.”

“N-no,” Baekhyun dijo, chillando, aún retorciéndose entre Chanyeol y la pared,


intentandose librar del apretón. Chanyeol dejó de quemarlo, pero su cintura y su mano aún
dolían. “Para, yo no quiero...”

“Entonces dilo.” Chanyeol ordenó, abriendo los botones de la chaqueta blanca que
Baekhyun usaba. “Di que sentiste mi falta, que pensaste en mi durante todo ese tiempo, di
que no quieres huir más.”

Baekhyun desvió la mirada y dio una risada nerviosa mientras Chanyeol tiraba su
americana al suelo. “Es más fácil que yo grite pidiendo perdón por mis pecados que hablar
de eso.” El orgullo del demonio aún pulsaba por sus venas, aunque todo su cuerpo
implorase para que él se entregara al ángel.

Era ridículo el modo en que todo el cuerpo del demonio, desde sus entrañas hasta mismo si
piel fría, respondía a los toques del ángel de modo desesperado, clamando por más
contacto.
El tejido encharcado del traje blanco del demonio hizo un ruido alto cuando fue tirado al
suelo. Chanyeol levantó una ceja y se aproximó al más bajo, mordiendo con fuerza su
cuello, escuchándolo gemir alto en respuesta.

“Pues entonces, prepárate para pedir perdón por tus faltas, Baekhyun” El ángel susurró
contra el oído del demonio, malicioso.

El demonio rió con fuerza, y por un momento, sentía su interior burbujear de ansiedad por
que finalmente se había dado cuenta de que, después de tanto tiempo, Chanyeol estaba ahí
consigo.

Y apenas la lluvia sería testigo del pecado que ambos cometerían.

○●○●○●○●○

El rostro de Baekhyun se chocaba contra la pared frente a sí.

Sus ropas estaban tiradas a su lado mientras Chanyeol arañaba las laterales de su cuerpo y
lo poseía violentamente. El demonio gritaba con la respiración pesada mientras Chanyeol lo
aseguraba firme de sus caderas, entrando y saliendo de sí rápidamente, sintiendo cómo
Baekhyun contraía todos los músculos de su cuerpo cada vez que era violado.

El demonio no creía en las palabras del ángel cuando el mismo le dijera que en aquél
momento le pediría perdón por todos sus pecados, pero Baekhyun estaba comenzando a
creer en las técnicas de persuasión de Chanyeol. Sus ropas habían sido retiradas en medio
de mordidas y chupones y su piel quemaba cada vez que las manos del mayor se deslizaban
sobre sí.

La lluvia caía fría, pero ni las gotas de agua tiraban de la piel de Baekhyun la sensación de
calor cuando Chanyeol lo penetraba profundo. Las estocadas eran tan fuertes que la cabeza
de Baekhyun dolía cada vez que acertaba la pared en su frente. Ni las manos recargadas le
daban todo el apoyo que necesitaba cada vez que su cuerpo era impulsado para enfrente.

“¿Vas a decirlo?” Chanyeol preguntó contra el oído de Baekhyun, escuchándolo gemir alto
cuando salió de él lentamente y lo penetró con fuerza una vez más. “¿Vas a decir que
extrañaste sentir ésto aquí? De todas las veces que te follaba tan profundo que tu interior
quedaba marcado por mi y rechazaba a cualquier otro que no fuese yo?

“¡C-Chanyeol!” Baekhyun gritó en un gemido arrastrado, arañando la pared frente a sí,


mientras percibía que el otro se comenzaba a mover más lento, aún entrando y saliendo de
si, obligándole a gemir entre la respiración desordenada. “Los ángeles normales no hablan
así, ¿Hablan?” Baekhyun preguntó irónico y escuchó una respuesta seca.
“Los ángeles normales no se follan a los demonios, tampoco.”

Baekhyun gritó al sentir su piel quemar. Chanyeol nuevamente lo quemaba con el poder
que dejaba sus manos lentamente. Aquello no mataría a Baekhyun a no ser que el ángel
expusiera su poder directamente en su rostro por un tiempo suficiente, pero la piel del
demonio ardía y parecía derretirse al mero toque bañado con la luz que apenas los ángeles
poseían.

“P-para, ¡Me estás lastimando!” Baekhyun chilló, sus ojos cerrándose con fuerza. Su rostro
dejó de chocarse contra la pared y su temporal tenía una marca de contusión, causada por
los impactos anteriores.

Chanyeol dejó de penetrar al menor y no lo quemaba más.

“Tú también me lastimaste, Baekhyun.” Chanyeol sonrió, irónico. “Me dijiste que nunca
más te buscara y, ¿Tienes idea de lo difícil que me fue obedecerte? Cuando fui mandado a
la Tierra para ver a un humano hoy en la noche, jamás pensé que te encontraría.” El ángel
deslizó su miembro nuevamente para dentro del demonio, escuchándolo golpear la pared y
gemir, lleno de placer. “¿Tú crees en el destino, Baekhyun? Por que todos los humanos
hacen pactos todos los días, y nosotros fumos mandados hasta el mismo.”

“¿Coincidencia?” Baekhyun preguntó irónico, y se sobresaltó cuando percibió que el mayor


salía de si y lo volteaba con fuerza, haciendo que su espalda se colara contra la pared fría.

Muchos hilos de cabello de Chanyeol estaban pegados a su rostro y sus ojos parecían
inquietos, pero Baekhyun gustaba de pensar que eso era sólo una ilusión causada por la
lluvia que caía sobre ellos. Las alas, encharcadas, estaban caídas atrás del ángel y
Baekhyun sintió su corazón parar cuando el mismo se aproximó a si, rozando los labios de
ambos.

“¿Por qué haces éso?” Chanyeol preguntó. “No está mal sentir la falta de quien amas.”

“Yo n-” Baekhyun intentaba comenzar, pero fue callado por un beso.

Hacía tanto tiempo desde la última vez que sus labios se habían encontrado con los de
Chanyeol que el casi se había olvidado de como era la sensación. El ángel lo aseguró firme,
como su tuviese miedo de que Baekhyun huyese, pero lo que el no sabía era que el demonio
jamás huiría de un beso suyo.

Los dedos del menor se hundieron en el cabello ajeno mientras lo jalaba más cerca,
pegando aún más sus cuerpos. Las lenguas se encontraban en el aire, precipitadas mientras
los labios se seguían en un ritmo desordenado, urgente. Chanyeol aseguró firme los muslos
de Baekhyun y lo levantó del suelo mientras el mismo lo enlazaba con las piernas y era
pegado con fuerza contra la pared.

Baekhyun tenía su labio inferior mordido con fuerza y todo su cuerpo se contrajo cuando
Chanyeol lo encaró después de separar el beso.

“Yo te extrañé tanto.” Chanyeol murmuró en voz baja, como si estuviese contando un
secreto a Baekhyun.

El demonio entreabrió sus labios para negar una vez más cualquier emoción de su parte,
pero un gemido alto cortó su garganta cuando su interior fue invadido una vez más.
Chanyeol se hundía dentro de Baekhyun mientras escondía su rostro en la curvatura del
cuello del mismo, escuchándolo gemir en respuesta a cada embestida.

Todo el cuerpo de Baekhyun sufría espasmos y su propio falo pulsaba dolorosamente entre
los dos cuerpos, siendo friccionado repetidas veces, cada vez más rápido, mientras
Chanyeol obligaba a Baekhyun a subir y descender sobre su miembro.

El sonido producido por los cuerpos chocándose era alto y la lluvia dejaba las pieles
mojadas, haciendo que escurriese una sobre la otra. Mezclando el calor de los cuerpos con
el frío de las gotas que caían del cielo. Gotas que eran, irónicamente como lágrimas caídas
de los cielos, como si los otros ángeles llorasen por el pecado que sucedía en la Tierra
envolviendo a un demonio y un ángel.

El demonio aseguró con fuerza los cabellos del ángel mientras era invadido, gimiendo alto
y observando para arriba algunas veces, sonriendo al pensar en realmente pedir perdón por
sus pecados. La verdad era que Baekhyun sentía tanta falta de Chanyeol durante el tiempo
en que estaban separados que era ridículo pensar cuan dependiente se había vuelto del ángel
frente a él.

Chanyeol se deshizo dentro de Baekhyun con un gemido largo, mordiéndolo con fuerza en
el cuello, marcándolo. El demonio cerró sus ojos chillando, sin querer que el otro jamás se
detuviera al invadirlo. La sensación de tener a Chanyeol dentro de sí era algo indescriptible
y por más que Baekhyun ya se hubiese relacionado con más parejas de las que pudiese
contar, aquél ángel alto y dueño de una sonrisa bonita era quien más jugaba consigo.

Las piernas de Baekhyun temblaban y el líquido viscoso de Chanyeol escurría de dentro de


sí cuando sus pies tocaron el suelo. Su miembro aún pulsaba dolorosamente, necesitando de
alivio , y él gimió alto cuando el ángel comenzó a masajeárlo.

“Dílo, Baekhyun.” Chanyeol murmuró, sellando besos al rededor de los labios del menor.
“Di lo que nosotros sabemos que es verdad y yo te doy el alivio que necesitas.”

El demonio arañó el tórax del ángel, sintiéndose irritado. “La verdad es que eres
insoportable, ¿Sabías eso?”

Chanyeol desprendió de sus labios una risada alta, atrayente, la cual Baekhyun extrañaba
escuchar. Sus ojos se tornaron medias lunas cuando sus labios se abrieron y el sonido salía
como una melodía incoherente. La nariz pequeña se arrugaba levemente y su cuerpo
temblaba durante la risa.

Fue entonces que Baekhyun percibió....

Baekhyun percibió en aquél momento que no importaba cuanto lo negase, el sentía la falta
de Chanyeol más de la que sentía por estar vivo, de ser humano y de poder ser libre y correr
por los campos sin preocupaciones. El sentía tanta falta del ángel alto e idiota que se
rehusaba a admitirlo.

“Te odio.” Baekhyun murmuró, mordiendo su labio inferior. “Te odio por hacerme sentir
esas....Esas osas.”

Chanyeol sonrió.

“Yo sé.” El respondió, entendiendo lo que el menor quería decir con sus palabras.

El ángel apretó sin fuerza el miembro ajeno y deslizó su pulgar por la glande rosácea y
pulsante, esparciendo el líquido pre-seminal que dejaba, observando a Baekhyun entreabrir
sus labios y cerrar sus ojos, gimiendo.

“Pareces tenso, Baekhyun. ¿Necesitas alivio?” Chanyeol preguntó irónico. Su propio


miembro nuevamente pulsaba de excitación. Excitación que sólo Baekhyun le causaba.

Baekhyun jaló su propio cabello, irritado. Sus ojos volviéndose negros lentamente, debido a
su grande grado de deseo e irritación. “¡Yo te extrañé!” El demonio gritó, su voz subiendo
algunos octavos contra su voluntad. “¡Extrañé que hablaras conmigo, que sonrieras, que me
gritaras, te extrañé hasta tus chillidos cuando me reía de tu forma de ser.”

Baekhyun respiraba profundo y miraba directamente a los ojos de Chanyeol, sintiendo su


rostro arder en brasa como nunca antes. “Extrañé que me siguieras a todo canto, follándome
hasta que nos cansáramos y , por favor, ¡ Hasta a ésas mierdas de alas las extrañé! Nadie
sabe cuando te extrañé, maldito idiota, yo....Te odio, te odio.”

Baekhyun cubrió sus ojos con las dos manos, rehusándose a ver al mayor. Chanyeol rió alto
una vez más y abrazó al menor, sellando varios besos en su cuello.

“Tu forma de demostrar lo que sientes es bien peculiar, ¿No lo es, Baekhyun?”
Chanyeol sonreía mientras retiraba delicadamente las manos del menor de frente de su
rostro y capturaba los labios ajenos entre los suyos, iniciando un beso demorado,
comenzando de forma calmada y dócil.

Baekhyun gimió entre el beso cuando percibió que Chanyeol mantenía los miembros de
ambos pegados uno al otro, las pieles unidas y pulsando, siendo friccionadas al mismo
tiempo.

“Te hiciste muy bueno en ésto,” Baekhyun gimió, una sonrisa estampándole los labios rojos
e hinchados. “¿Practicaste en mi ausencia, hm?”

“Con los humanos no es tan divertido.” Chanyeol confesó, volviendo a besar a Baekhyun
mientras masajeába rápidamente los dos miembros.

Aunque el propio Baekhyun se hubiese relacionado con varios humanos y demonios


cuando estaba lejos de Chanyeol. El no podía dejar de sentir una pequeña rabia de todos
aquellos que tuvieron la suerte de ser tocados por el cuerpo del más alto.

En su momento de celos reprimido, Baekhyun acabó sin percibir que el más alto se había
arrodillado en el suelo frente a él, hasta que el mismo asegurara su miembro y pasara la
lengua sobre toda la extensión del mismo.

El demonio llevó su cabeza para al lado y sintió su cuerpo contraerse cada vez que el otro
lo engullía y lo chupaba con fuerza. La lluvia había dado una pequeña tregua y ahora una
llovizna débil caía sobre los cuerpos. Baekhyun mordía con fuerza sus labios y aseguraba el
cabello de Chanyeol, dictando los movimientos mientras el mismo le daba placer.

El menor percibía que Chanyeol se masturbaba mientras lo chupaba y esa visión le causó
escalofríos, que hicieron a sus piernas flaquear. El ángel sabía lo que hacía.

Baekhyun lo había enseñado muy bien.

La saliva estallaba entre la boca de Chanyeol y el miembro de Baekhyun, causando sonidos


altos. No demoró mucho hasta que Baekhyun se deshiciese entre los labios de Chanyeol,
que lo chupaban con fuerza. El propio ángel se deshizo por segunda vez en aquella noche
en su propia mano. Embriagado por la visión de Baekhyun gimiendo alto mientras se venía.

Baekhyun aún sufría espasmos cuando su cuerpo se deslizó por la pared, siendo segurado
por Chanyeol antes de caer al suelo.

“¡No te sientes ahí!” Chanyeol habló divertido. “¿Estás bien?”

Baekhyun deslizó sus manos hasta la nuca del mayor y se abrazó al mismo, sintiendo el
calor de su cuerpo unirse al de él.

“Tus alas...” Baekhyun ignoró la pregunta del más alto y murmuró de modo arrastrado,
embriagado. “Están encharcadas...”

“Lo sé,” Chanyeol respondió, sonriendo. “Se van a secar en algún tiempo.”

El demonio aún estaba abrazado al ángel cuando estiró su mano debilmente y acarició las
plumas mojadas de una de las alas del más alto. “Nunca me había dado cuenta,” Baekhyun
comenzó, sonriendo. “Cómo tus alas son suaves y monas.....” Chanyeol levantó una ceja
mientras el más bajo completaba su frase pareciendo demasiado extraña para ser tomada en
serio. “Son bonitas....Me gustan tus alas...Sólo las odio un poco por que me recuerdan que
somos enemigos delante del resto del mundo, pero ellas son bonitas....Me gustan,
Chanyeol, me gusta....”

Chanyeol rió alto, abrazando más el cuerpo del demonio al suyo, protegiéndolo de lo que
parecía ser un peligro invisible. “¿Estás bien, Baekhyun?”

“Como no me sentía hacía mucho tiempo.” El demonio dijo al fin, cerrando sus ojos.

Y la verdad es que jamás había sido tan sincero.

○●○●○●○●○

Baekhyun y Chanyeol estaban en un cuarto de un pequeño motel.

El mayor había ayudado al menor a vestirse en el callejón en el que estaban y, luego en


seguida, ambos se dirigieron a un motel el cual tenía un gran panel luminoso al frente.
Aparentemente, aún con el mundo en guerra, las personas aún iban a los moteles.

Chanyeol deslizó sus dedos por el rostro de la atendiente y la misma sin pestañear los llevó
hacia un pequeño cuarto vago, sin preguntarles nada. Esa era una de las ventajas de ser un
ser sobrenatural, poder controlar la mente de los mortales.

Chanyeol volvió a despojar a Baekhyun de sus ropas y abrió el grifo de la bañera para que
la misma fuese llenada con agua tibia, colocándolo allá dentro cuando el agua ya se salía.
El ángel se sentó al lado de la bañera mientras veía al demonio hundirse en el agua y
emerger después.

“Me quedé preocupado, nunca te había visto de ésa forma.” Chanyeol murmuró, deslizando
sus dedos por el rostro del más bajo.
“Yo sólo....No estaba acostumbrado a tanta agresividad.” Baekhyun mintió, intentando
esconder la vergüenza de tener su cuerpo adolorido por el simple hecho de haber sido
poseído nuevamente por Chanyeol después de tanto tiempo.

“Perdón.” Chanyeol pidió sonriendo triste y Baekhyun negó con la cabeza, jalándolo
delicadamente del brazo como si pidiese para que el otro se juntara consigo.

Chanyeol rió y se desnudó, entrando a la bañera y sentándose atrás de Baekhyun, gimiendo


de placer al sentir el agua tibia entrar en contacto con su piel después de ser encharcado por
la lluvia helada. Las alas del ángel, demasiado grandes, se quedaron fuera de la pequeña
bañera, arrastrando las puntas al suelo.

“Es tan injusto.” Baekhyun murmuró, sintiendo los brazos fuertes de el otro envolverle en
un abrazo.

”¿Que cosa?” Chanyeol preguntó cerca del oído del menor, sintiéndolo temblar.

“Nosotros.” El menor habló. “El hecho de que sea errado estar juntos...Es injusto.”

“Nosotros vamos a hacer algo.” Chanyeol susurró, intentando calmar a Baekhyun. “No te
preocupes.”

El ángel buscó las manos del demonio y entrelazó sus dedos a los del otro, en señal de
conforto, intentándole pasar la seguridad que él mismo quería sentir.

Por que la verdad es que nada estaría bien.

○●○●○●○●○

La mañana llegó y con ella, el demonio pareció recordar lo que parecía ser un sueño. La
realidad lo golpeó como una flecha puntiaguda.

“Nosotros vamos a morir.” Baekhyun murmuró. Él había terminado de vestir nuevamente


sus ropas aún húmedas y ya no tan blancas, después que éstas habían sido tiradas al suelo
de un callejón cualquiera. El yacía sentado en la cama del pequeño cuarto de motel y tenía
una expresión de pavor en su rostro mientras pensaba en la posibilidad de ser descubiertos.

El demonio no podía pensar que a cualquier momento la relación entre él y el ángel podría
ser descubierta, y además en el fondo de sus entrañas el quisiese proteger su vida y la de
Chanyeol, Baekhyun no conseguía imaginarse más lejos del mayor. Pasar doscientos años
lejos del ángel fueron como un castigo, los años arrastrándose tristemente, recordándole su
infelicidad.

Baekhyun no sabía si prefería vivir peligrosamente, con el riesgo de morir en cualquier


momento, o de vivir confortable, sabiendo que Chanyeol y el mismo estarían lejos del
peligro, pero, - por otro lado- separados.

“Nosotros no podemos hacer eso de nuevo,” Baekhyun murmuró cuando percibió que el
otro rodaba sus ojos, disgustado. “Nosotros vamos a terminar muriendo.”

“Deja de decir ésas cosas.” Chanyeol pidió, parándose frente al demonio.

“¡Pero tú lo estás sintiendo!, ¿No lo estás?” Baekhyun preguntó, observando hacia la


ventana, viendo la luz del sol invadir el ambiente. “¿Estás sintiendo la presencia de los
ángeles por aquí?”

El demonio sentía todos sus músculos sufriendo espasmos, avisándole de que él estaba en
peligro y que varios seres celestiales estaban en aquél mismo local que ellos en la Tierra, en
un radio de kilómetros de distancia. Baekhyun temía que los seres divinos estuviesen allí
porque habían descubierto la relación entre él y Chanyeol y eso lo apavoraba.

“Debe ser rutina.” El mayor dijo, curvándose y tomando el rostro del menor entre sus
manos. “Como éste país está en guerra, más ángeles deben ser mandados para acá para
proteger a las personas, no te preocupes.” El ángel deslizaba su pulgar por la mejilla del
demonio, en un gesto de cariño. “Ellos están tan ocupados con los humanos que no se darán
cuenta de que estamos aquí, está todo bien.”

“No quiero que te lastimes.” Baekhyun murmuró, encarando al más alto. “Si descubren lo
nuestro, los otros ángeles te van a arrancar las alas, ¿No van?” Las pupilas del demonio
temblaban en un pavor palpable mientras él encaraba al ángel. “ Te van a castigar...Y no
sabemos lo que sucederá en realidad, ellos te podrían hacer cosas horribles y no quiero que
te lastimen, Chanyeol, el cielo es cruel, tú sabes mejor de lo que yo sé, si somos
descubiertos tú sufrirás más que ....”

“Nada de eso sucederá.” Chanyeol murmuró, sellando levemente sus labios a los del otro.
“Mejor ve al infierno por ahora y cuando vuelvas hasta la Tierra yo también vendré,
¿Cierto? Yo aún consigo sentir cuando estás aquí en la Tierra, te puedo localizar y
encontrarte en el momento que no haya tantos ángeles por aquí, sé que temes por nosotros.

Baekhyun pestañeó algunas veces, confundido.

“Espera... ¿Durante esos doscientos años sabías cuando venía hasta la Tierra? “
“Todas las veces.” Chanyeol respondió, con una sonrisa triste. “Sin excepción, cada vez
que pisabas el suelo humano mi corazón latía una única vez en descompás, y entonces yo
sabía, sabía dónde estabas y como llegar hasta ti. “

“Y aún así...” Baekhyun murmuró, tocando el rostro de Chanyeol. “Y aún así no viniste
hacia mi .”

“Yo obedecí tu deseo.” El ángel murmuró. “Aunque encontrase que estabas equivocado, yo
entendía tu miedo.”

“Yo aún tengo miedo.” Baekhyun confesó.

El ángel sonrió triste y se aproximó al demonio, pegando sus frentes. Sus miradas estaban
clavadas una con la otra en una conversación silenciosa, las palabras mudas parecían
envolverlos en un pedido entre ambos para que no se volviesen a separar.

El ángel se aproximó aún más al demonio, los labios rozándose en una caricia cargada de
ternura, muy diferente de sus toques demasiado eróticos, cargados de puro deseo. Los ojos
estaban semi-cerrados y escalofríos cruzaban los cuerpos de ambos y Baekhyun sentía
Chanyeol jalarle más cerca, precipitándose para que el contacto se tornase más intenso.

Pero, el beso no llegó a ser, de hecho, profundizado, por que algo los arrancó de sus
fantasías de que mientras estuviesen juntos, ellos estarían bien.

Dos golpes en la puerta les recordaron la realidad.

Baekhyun abrió sus ojos cuando Chanyeol quebrara el contacto entre los labios y diera dos
pasos atrás.

“Mierda.” Chanyeol susurró, abriendo sus ojos y alejándose aún más de Baekhyun,
comenzando a caminar por la habitación. “Mierda, mierda, mierda! Baekhyun, por favor,
vete.”

“¿Qué está suc-” Baekhyun comenzó, pero sus músculos parecían estirarse en un aviso
doloroso para que él huyese, al mismo tiempo en que un escalofrío recorría su espina. Un
escalofrío que el conocía muy bien.

Un ángel desconocido estaba cerca. Demasiado cerca.

“¿Chanyeol?” Una voz sonó del otro lado de la puerta. “Chanyeol, es Joonmyun! ¿Qué
estás haciendo ahí adentro? ¿Tienes idea de lo difícil que fue localizarte en éste país lleno
de ángeles de todos los tipos? Yo sabía que habías sido mandado a realizar un pacto, pero
demoraste mucho en regresar y me quedé preocupado de que te hubieves encontrado con
algún demonio y te hubieses lastimado....¿Qué estas haciendo?”

Baekhyun y Chanyeol se miraron, apavorados.

“El sabe.” Baekhyun murmuró, sintiendo una necesidad inmensa de vomitar mientras su
corazón latía rápidamente contra su pecho. “El sabe y te va a castigar.”

“¡Shh! Chanyeol protestó, cubriendo la boca de Baekhyun, impidiéndole pronunciar


cualquier palabra más. “El no sabe nada, sólo está preocupado por que demoré, calma.”

“¿Chanyeol?” La voz mantenía un tono firme, aunque sonase calma. “Por favor, abre la
puerta, estoy preocupado por ti....Primero comienzas a desaparecer, después pasas siglos
sin salir del Paraíso mas que algunos momentos apenas para realizar pactos, pero ahora
simplemente desapareces de nuevo. Los superiores están comenzando a cuestionarme sobre
lo que te sucede.”

Baekhyun aún estaba con la boca tapada por Chanyeol y sus ojos encaraban al ángel,
inquietos.

“Calma, todo está bien..” Chanyeol susurró para el más bajo, sintiendo su propio corazón
apretar, temeroso. “No te pongas así, por favor.”

“¡Chanyeol!” Joonmyun volvió a gritar, golpeando la puerta con más fuerza.

“¡Ya voy, Joonmyun!” Chanyeol gritó en respuesta, antes de morder su labio inferior con
fuerza. “Estoy yendo....Puedes irte primero que ya volveré al Paraíso, no te preocupes!”

“Chanyeol, estoy hablando en serio,” El ángel superior gritó del otro lado de la puerta.
“¿Con quién estás ahí? Estoy sintiendo un aura y sé de lo que estás acompañado.”

Ángel y demonio se miraron, con los ojos bien abiertos, sin saber como reacciónar. Todo lo
que más temían estaba sucediendo como una confirmación de los peores pensamientos de
realidades futuras que pudieran venir a suceder. Baekhyun se condenaba en silencio,
sabiendo que la culpa de todo aquello era suya.

“Abre la puerta, si no la abriré a la fuerza, yo soy tu superior,” Joonmyun dijo una vez más,
en un tono serio, golpeando la puerta con fuerza. “Sé que estas ahí y sé que no estas solo,
entonces vamos a conversar. Tú, yo y.....Tu amigo.”

Baekhyun inspiró el aire con fuerza, empujando a Chanyeol lejos de sí. “¡El sabe!”

Chanyeol veía de Baekhyun hacia la puerta del cuarto, sin saber que hacer. “Baekhyun,
vete, por favor.” El ángel alto sonrió, desesperado. “Todo estará bien, te lo prometo, pero
necesitas irte ahora. Yo voy a hablar con el y haré algo, nosotros estaremos bien.”

El demonio cerró los ojos con fuerza e invocó a las tinieblas que lo llevarían de vuelta al
infierno. El mordía con fuerza su labio inferior mientras la puerta era empujada por el otro
ángel que llamaba por Chanyeol.

“Por favor, no me busques más,” Baekhyun pidió, abriendo los ojos inquietos, encarando a
Chanyeol. “No después de eso, no podemos vernos, nunca, nunca más por favor.”

“No me digas eso,” el ángel pidió. “No necesitas hacer eso, Baekhyun”

Los ojos del demonio se tornaron negros mientras, a los pocos segundos, era engullido para
la dimensión en que el infierno quedaba.

“Pediré que me rebajen, me convertiré en guardián o cualquier cosa así, nunca más
regresaré a la Tierra.” Baekhyun explicó en una despedida apresurada. “Será mejor así,
Chanyeol, nunca más nos veremos y vas a estar bien, nadie precisa lastimarse....Adiós,
Chanyeol.”

Baekhyun deseaba poder despedirse de Chanyeol por lo menos con un beso, pero sabía que
demasiados besos ya habían sido intercambiados entre ellos, contacto que jamás debía de
haber sucedido en primer lugar.

“Adiós, ángel.” Baekhyun dijo en un tono demasiado sarcástico, intentando esconder la


amargura con la que se despedía.

“¡No, No digas éso! ¡No hagas eso!” Chanyeol pidió, oyendo la puerta ser destruida
mientras su superior le llamaba. Joonmyun ya aparecía pasando por el marco de la puerta y
Baekhyun desaparecía deprisa entre las tinieblas, cuando Chanyeol se desesperó al mero
pensamiento de que el demonio pudiese estar realmente queriendo nunca más verlo. “¡No!
Por favor, ¡Baekhyun!”

Baekhyun entonces vio al ángel que llamaba a Chanyeol. Su interior pereció congelarse
cuando sus ojos se encontraron con los ojos castaños de aquél ángel bajo – llamado
Joonmyun-, de piel blanca y cabello oscuro, corto y despeinado. Sus labios eran rojos cono
una manzana, el fruto del pecado, y se partían mientras llamaban a Chanyeol.

El demonio cerró sus ojos con fuerza mientras desaparecía en las tinieblas, huyendo de los
dos ángeles. Antes de desaparecer del mundo humano el sintió los dedos de Chanyeol
envolviendo su pulso mientras le pedía que no partiese después de decirle que no podrían
volverse a ver.

Habían gritos haciendo eco en sus oídos, pero en seguida todo quedó en silencio.
Y entonces todo se volvió oscuro y frío.

El viento azotaba su cuerpo y todo le dolía.

Cuando Baekhyun abrió sus ojos nuevamente estaba en el desierto del Valle de los Vientos,
en el Infierno. Pero el no se había transferido hacia su cuarto como siempre lo hacía, y no
se había parado en pie graciosamente como todas las otras veces.

Baekhyun estaba tirado en el suelo, su rostro pegado a la arena, sintiendo todo su cuerpo
doler y su muñeca quemar.

El viento azotaba y echaba arena sobre su cuerpo, impidiéndole ver con clareza lo que
había a su alrededor. El demonio tosió algunas veces, sintiendo su cabeza girar y todas sus
entrañas dolían. Pestañeó algunas veces, Baekhyun sintió su visión tornarse más clara, pero
el dolor en todo su ser no pasaba.

Solamente cuando el demonio se arrodilló en el suelo, temblando es que el percibió lo que


había sucedido equivocadamente, que su huida hacia el infierno había sido desastrosa.
Volteó su rostro hacia atrás, siguiendo el sonido de una respiración pesada y una tos
irregular, Baekhyun vio a Chanyeol desmayado en la arena.

El viento azotaba el rostro del demonio mientras sus ojos se abrían bien al observar las alas
de Chanyeol caídas en el suelo, algunas plumas siendo arrancadas debido a la fuerza de la
ventiza. El demonio sintió su corazón pararse cuando percibió que había traspasado todos
los pecados posibles. Baekhyun había hecho algo que cambiaría todo.

Él había llevado a un ángel para el infierno.


(IM)PURO.
Capítulo Cinco – El Último Pecado.

Baekhyun no quería problemas.

Todo lo que él siempre había querido mientras era demonio, lo que el pretendía hacer, era
aprovechar la oportunidad de ser algo más que apenas un alma atormentada que sufría las
consecuencias por su vida pecaminosa en la Tierra de una manera horrible en el infierno. El
no quería vivir en uno de los Círculos infernales más profundos, donde allá el pecado sí era
juzgado y castigado.

Baekhyun sólo se quería divertir.

Realizar pactos era una pequeña parte de la diversión, y relacionarse sexualmente con
humanos y otros demonios (Incubbus, principalmente) era otra – gran – parte de la
diversión de ser un ser de las tinieblas, que vivía por el pecado de carne.

Ahora, relacionarse con un ángel jamás se había pasado por la cabeza de Baekhyun.

No estaba en sus planes, no estaba en su lista de deseos y ni el, que adoraba burlarse de las
reglas, jamás pensaría que podría hacer algo tan estúpido cuando se relacionara con un
enemigo.

Porque eso era lo que los ángeles eran: enemigos. Los demonios eran seres de las tinieblas,
mientras los ángeles eran seres iluminados, divinos. Los demonios eran impuros, mientras
los ángeles eran inmaculados.

Baekhyun no tenía la intención de hundirse lentamente en un camino sin vuelta que siempre
lo llevaría a los brazos de un ser tan puro como Chanyeol. No estaba en los planes del
demonio que el arrancase la pureza del ángel con la disculpa de enseñarle sobre el placer y
quitarle las dudas (im) pertinentes sobre algo que desconocía.

Pero sucedió.

Baekhyun estaba ligado a Chanyeol de una manera que el mismo no entendía. El no


comprendía como el ángel podía meterse consigo y no entendía como los eventos se habían
desarrollado hasta llegar a aquél punto.

Ellos estaban en el infierno, Los dos.

Baekhyun estaba asustado al pensar en la Tierra y lo que pudiera suceder si acaso el mentor
de Chanyeol, un ángel llamado Joonmyun, descubriese que ellos estaban juntos. Baekhyun
no pensó cuando cerró sus ojos con fuerza y dijera que él y Chanyeol no se podrían volver a
ver, él no pensó en nada más cuando sus ojos se encontraron brevemente con los de aquél
ángel que descubriría su relación con Chanyeol.

Baekhyun no pensó antes de transportarse al infierno lo más deprisa posible.

Y entonces, las tinieblas lo engulleron.

Y todo lo que Baekhyun sabía cuándo abrió sus ojos era que estaba en el desierto del Valle
de los Vientos, y él estaba allá también.

De algún modo, cuando Baekhyun se transportaba hacia el infierno, Chanyeol le tomó del
brazo y fue engullido junto a él por las tinieblas. El demonio no sabía siquiera que
cualquier otra persona se podría transportar al infierno consigo de ésa manera, mucho
menos un ser divino, un ángel.

Y viendo al más alto en el suelo con el rostro pegado en la arena, sus alas desfallecidas al
lado de su cuerpo, Baekhyun percibió que todo estaba peor de lo que el pensaba.

El ángel parecía inconsciente.

“¡Chanyeol!” Baekhyun murmuró, levantándose con dificultad y corriendo hacia el ángel.


Sus pies se hundían en la arena amarillenta y el viento se llevaba su cuerpo, aún debilitado
por la transmutación fallida, de un lado para otro.

El demonio tocó el rostro del ángel, quitando los hilos largos de cabello frente a sus ojos,
intentando hacer contacto visual para certificar si el mismo estaba cuerdo. Baekhyun dio
algunos golpes leves en las mejillas de Chanyeol, y sonrió minimamente al percibir que el
mayor hacía una expresión de desagrado y abría sus ojos, pareciendo hacer un esfuerzo
tremendo para completar tal acto.

“¿Qué sucedió?” Chanyeol preguntó, confuso, pestañeando algunas veces sus ojos que
parecían pesados.

“Tú, idiota,” Baekhyun chilló, curvándose hasta que su rostro se aproximara al del ángel.
“Tú, idiota, ¿Por qué me agarraste cuando me estaba yendo? Terminaste viniendo
conmigo....”

Chanyeol se movió en el suelo y, con dificultad, se aseguró del tejido de la americana


blanca que Baekhyun usaba. “¿Dónde estamos?”

“En el infierno, te traje junto conmigo...” Baekhyun dijo, con la voz quebrantada cuando
vio que el mayor abría sus ojos. “No tenía la intención...”

“Necesito salir de aquí.” Chanyeol dijo de modo exasperado, sentándose con dificultad.
Siendo acogido por los brazos del demonio que lo ayudaban a mantenerse firme.

Baekhyun mordió su labio inferior, observando para los lados y certificando de que no
hubiera nadie cerca. “Yo sé, nosotros te vamos a sacar de aquí-”

“No, no estás entendiendo, Baekhyun,” Chanyeol dijo, volteando su rostro para encarar al
demonio parado de rodillas a su lado. “Necesito salir de aquí cuanto antes, por
que.....Porque me estoy muriendo.”

○●○●○●○●○

Baekhyun corría por el desierto.

Sus pies descalzos se hundían en la arena, y él casi se caía algunas veces por estar
demasiado apresado. Él ya estaba cerca de la Torre de los Vientos y su corazón parecía
palpitar aún más rápido, ansioso...Desesperado.

El necesitaba sacar a Chanyeol del infierno lo más rápido posible.

Baekhyun había dejado al ángel escondido atrás de una duna natural en el desierto, formada
por el viento cortante que parecía no dar tregua siquiera un segundo. El necesitaba ser
rápido y conseguir ayuda para llevar al ángel hasta la Tierra antes de que fuese demasiado
tarde.

Aquella idea no había pasado por la cabeza de Baekhyun, pero parecía bastante obvia-
aunque no menos aterrorizante- que Chanyeol estaba adolorido. El era un ser divino, criado
en la luz y hecho para vivir en el Paraíso o en la Tierra....Pero ahora él estaba en el infierno,
lugar de todo mal, envuelto en tinieblas y lejos de todo lo que conocía.
El miasma existente en el infierno sofocaba al ángel, que a cada segundo perdía más sus
fuerzas y se zambullía en desespero, no queriendo morir. Chanyeol decía que si él fuese de
un nivel más elevado en la escala angelical él podría aguantar más tiempo en el submundo,
pero siendo un Virtudes....

“Necesito salir de aquí, Baekhyun....Estar contigo, que eres un demonio, en la Tierra es


algo totalmente diferente de estar hundido en el infierno.....En la Tierra nuestros poderes se
equilibran, no hacemos mal uno al otro, pero si tu fueses al Paraíso, morirías. Y yo
aquí....Baekhyun, por favor...”

Las palabras del ángel hacían eco en la mente del demonio mientras éste corría
desesperado, sintiendo un bolo de angustia formarse en su garganta.

Cada minuto que Chanyeol permanecía en el infierno, el enflaquecía un poco más,


muriendo. Baekhyun sabía que no tenía tiempo que perder. El no sabía lo que sucedería
cuando Chanyeol no soportase más el ambiente infernal, pero el decidió que tampoco
quería descubrirlo.

El salvaría a Chanyeol, sin importar lo que necesitase hacer.

“¡Kyungsoo!” Baekhyun gritó al aproximarse a la puerta de entrada de la Torre de los


Vientos. Como era de esperarse, Kyungsoo y Jongin estaban allá, resguardando la entrada
de la torre, como buenos demonios Baal – guardianes. “¡Necesito hablar contigo!”
Baekhyun gritó, deteniéndose al llegar lo bastante cerca de los dos demonios. Kyungsoo
observó a Baekhyun, confuso.

“¿Qué quieres, Baek? No tengo tiempo para tus brom-”

“¡Ven conmigo!” Baekhyun pidió en un grito, su voz desafinándose contra su voluntad


debido al desespero. “Por favor, ¡Ven conmigo!” Kyungsoo miró a Jongin y susurró algo
en su oído antes de acompañar al demonio de cabellos castaños claros.

No había tiempo que perder.


Baekhyun aseguraba a Kyungsoo por el pulso mientras los dos corrían por el desierto.
Aquella idea era una locura, pero Kyungsoo era el único en quien Baekhyun podía confiar y
llevarlo hasta Chanyeol pareció la cosa más cierta por hacer para que ambos pensasen en un
plan.

“¿Qué está pasando, Baek?” Kyungsoo preguntó, hablando alto, mientras el viento casi
sofocaba su voz.

“¡Ya lo vas a entender!” Baekhyun respondió, viendo que ellos se aproximaban al lugar
donde había dejado a Chanyeol.

El viaje de vuelta por el desierto pareció durar aún más para Baekhyun, que algunas veces
pensó perderse del lugar donde había escondido a Chanyeol. Su desespero aumentaba cada
vez que el pensamiento de que el ángel estaba solo, sin protección, y que podría haber sido
descubierto por algún otro demonio.

Baekhyun soltó el pulso del Baal cuando llegaron al lugar donde el ángel estaba escondido
y tomó la delantera, corriendo lo más rápido que podía. Kyungsoo cerró los ojos,
desconfiado de que aquella era otra broma sin gracia de Baekhyun, pero al dar algunos
pasos se obligó a ver para abajo al sentir algo incómodo en su piel.

Se había pegado la suela de su pie, una pena.

Los ojos del demonio de cabellos negros se arreglaron cuando Baekhyun apareció de tras
de una duna y lo jaló de la mano, mostrándole lo que él nunca pensaría que estuviera allí,
escuchando apenas lo que le contaban. Sentado en el suelo, con los ojos semi-cerrados y
pareciendo débil, estaba un ángel.

Kyungsoo inspiró con fuerza y miró a Baekhyun con sus ojos ya siendo tomados por las
tinieblas.

“¡No, No Kyungsoo!” Baekhyun pidió, tomando a su amigo por los brazos. “Espera, ¡No
hagas nada! Él no es un enemigo.”

“Pero.” Kyungsoo dijo, dando algunos pasos para atrás, alejándose del otro. “Pero él es...”

“Sí.” Baekhyun murmuró. “Él es un ángel.” los dos demonios encararon la figura debilitada
sentada en el suelo. “Su nombre es Chanyeol.”

Nunca estuvo en los planes de Baekhyun contarle a Kyungsoo sobre su relación con un
ángel. El demonio de cabellos negros y labios grandes jamás pareció interesado en lo que
Baekhyun hacía en la Tierra y el mismo también no encontraba necesario contar sobre algo
de ésa magnitud para su amigo.
Porque Baekhyun sabía que era equivocado.

Kyungso escuchó, escuchó todo lo que Baekhyun le contaba de manera rápida, corta,
queriendo que la conversación terminase rápido para que ellos pudiesen actuar y ayudar a
Chanyeol. Baekhyun le contó cómo había conocido al ángel, de cómo comenzaron sus
envolvimientos y de cómo se alejaron con miedo de que fuesen descubiertos. Baekhyun le
contó con la garganta ya seca, pareciendo obstruida por algo invisible, el modo en cómo,
irónicamente, él y Chanyeol habían sido designados al mismo humano para realizar un
pacto durante la Guerra que la Tierra enfrentaba en ése momento y de cómo se encontraron
una última vez antes de que todo eso saliera mal.

Chanyeol estaba con los ojos cerrados, y la boca entreabierta, su abdomen subía y bajaba,
anunciando que aún respiraba, calmando un poco a Baekhyun, que lo veía de reojo todas
las veces que terminaba de hablar para tomar aire.

“El ángel mentor de él desconfió que algo sucedía y lo siguió,” Baekhyun murmuró. “Él
nos encontró y yo acabé desesperándome y a la hora de venir para el Infierno....Fue cuando
Chanyeol me tomó de la mano y acabó viniendo conmigo.” Kyungsoo parecía confuso con
tanta información y mordía sus labios, callado. “¡Él está muriendo, Kyungsoo!, Por favor,
ayúdame a sacarlo de aquí....Tú me debes favores, ¿Te acuerdas?”

Kyungsoo se acordaba.

Kyungsoo se acordaba muy bien de la misión de Jongin de traer para el infierno a su primer
alma humana. El moreno había sido incapaz de cumplir lo que le fue ordenado y Baekhyun
había tomado su lugar. Además de eso, Baekhyun había ayudado a Kyungsoo a ir hasta la
Tierra en aquella misma ocasión, además de que ir hasta el mundo humano sin permiso
fuese contra las reglas impuestas por el consejo de los Demonios.

“¿Tú lo amas?” Kyungsoo preguntó con la voz cargada con algo que le recordaba a la
compasión.

Baekhyun se atragantó. “¿C-cómo?”

“Te pregunté si lo amas, Baekhyun.” Kyungsoo repitió, su voz sería cortada por el aire.
“Yo te conozco. Te conozco hace mucho, mucho tiempo para saber cómo te diviertes con
los humanos y con los otros demonios. Yo jamás pensé que fueses a pasar los límites de ésa
manera y necesito saber si todo ése esfuerzo valdrá la pena. Si tú no lo amas, si el no
significa nada para ti, entonces entrégalo a los Iwia -los soldados- que ellos se librarán de
él. Diles que él te agarró la mano cuando ustedes peleaban por un alma y es él quien morirá
y tu estarás bien.” Kyungsoo suspiró. “Y todo esto acabará.”
“¡N-no!” Baekhyun murmuró confuso. Una irritación repentina surgiendo en su voz. “¡Eso
no tiene nada que ver conmigo! ¡Tiene que ver con él, Kyungsoo, el! El no pidió por eso,
fue un accidente, yo no puedo dejarlo morir por mi culpa! ¡No voy a dejarlo morir por un
error mío!”

Baekhyun sentía rabia del modo como su colega le preguntaba directamente sobre su
sentimientos. Estaba claro para el demonio de ojos delineados que, sí, Chanyeol significaba
mucho más para si de lo que un mero momento de diversión con los otros tantos....Pero si
lo que Baekhyun sentía podría ser llamado amor, no era Kyungsoo el que lo escucharía
hablar sobre eso.

El propio Baekhyun ya había juzgado tantas veces a sus colegas que decían amarse...El no
podría darse el lujo de decir que sentía lo mismo, principalmente a Kyungsoo, aquél que
tantas veces le dijera que los Jinn – los demonios que ya fueron humanos – poseían
sentimientos y emociones igual que los seres vivos.

“Ayúdame, no quiero que él muera...” Baekhyun murmuró, cerrando con fuerza sus manos,
sintiendo sus uñas lastimar su propia piel. “Él no puede morir, no por mi culpa, por
favor...”

“No me vas a decir, ¿Verdad?” Kyungsoo cuestionó en susurros, viendo a Baekhyun


ignorarlo, éste, encarando al ángel con preocupación. El demonio de cabellos negros sabía
que su colega jamás le contraía sobre su aparente nueva emoción, pero lo principal era que
Baekhyun no necesitaba demostrar con palabras aquello que sentía.

Era obvio.

Kyungsoo suspiró y en su rostro una pequeña sonrisa surgió mientras Baekhyun observaba
al ángel, aparentemente distraído. Era una locura lo que el estaba pensando en hacer, pero
no podría quedarse parado, no podría ver a aquél ángel que había convertido a Baekhyun en
alguien mejor, alguien con emociones, morir de una forma tan fácil.

“Creo que sé cómo ayudarte.”

“¿Cómo?” Baekhyun preguntó esperanzado.

“Primero necesitamos esconderlo en uno de los cuartos de la Torre de los Vientos, el está
muy vulnerable aquí....Además de éso, el viento lo está lastimando mucho.”

Era verdad. Las alas ya estaban demasiado sucias, aparentemente demasiado lastimadas
para mantenerse en el aire, ya que éstas yacían aparentemente sin vida en el suelo, tiradas.

Baekhyun asintió. “¿Y cómo vamos a llevarlo hasta allá? No tenemos con qué esconder las
alas de él aquí en el infierno.....Mucho menos su presencia, ¿No la estás sintiendo?”

Kyungsoo la estaba sintiendo. Lejos del ángel el parecía sentir su interior helar, como si lo
alertase de una amenaza, pero al mismo tiempo sentía como si una paz le invadiese. ¿Era
así como Baekhyun se sentía siempre al aproximarse al ser divino? Angustia, miedo y paz
al mismo tiempo.

“Tienes razón...” Kyungsoo mordió su labio inferior, pensando. “Nosotros vamos a tener
que mantenernos cerca de él para intentar camuflar su presencia lo máximo posible, pero
¿Sientes como la presencia divina está debilitándose? Cuando llegué sentía con clareza su
luz, pero ahora no hay casi nada...”

“¡Yo sé!” Baekhyun habló alto, su voz subiendo algunas octavas. “Es por eso que
necesitamos ser rápidos, por favor!”

“Espera un poco aquí, voy a traer algo para esconder las alas del ángel y nosotros lo
llevaremos a la Torre de los Vientos. Allá el estará lejos del viento, por lo menos.”

Kyungsoo se giró en sus pies para volver a correr por el camino en el desierto, cuando
Baekhyun le gritó.

“¡No le cuentes a nadie!”

Baekhyun no recibió respuesta de su colega y pensó que el mismo tal vez no lo hubiese
escuchado. Kyungsoo ya estaba lejos, corriendo de prisa por la arena, cuando Baekhyun
desvió la mirada y se aproximó a Chanyeol, arrodillándose a su lado y tomándolo por el
rostro.

“Chanyeol, ¿Me estás escuchando?” El demonio preguntó en susurros, suspirando aliviado


cuando el ángel abrió sus ojos y sonrió.

“¿Tu amigo ya se fue?” Chanyeol preguntó mirando para los lados, entre una risada. “Me
estaba fingiendo muerto para ver si él tenía pena y nos ayudaba.”

Baekhyun frunció el ceño y mordió sus labios, un frío cruzando su espina al oír la palabra
muerto. “¡Idiota, no es hora para bromear!”

Chanyeol dejó de sonreír, cerrando sus ojos, pareciendo confuso. “¿Realmente eres
Baekhyun?” El demonio engulló en seco, encontrando que el ángel deliraba, pero se calmó
al sentir la punta de los dedos del mayor deslizarse por su rostro. “Por que para el
Baekhyun que yo conozco siempre es hora de bromas y juegos.”

“Idiota.” Baekhyun murmuró, deslizando sus manos hacia la nuca del ángel, jalándolo para
abrazarlo. “Vas a estar bien, te lo prometo....Yo te voy a cuidar.”

El ángel sonrió en respuesta.

“¿No le vas a responder a tu amigo? ¿No le dirás a él si me amas o no?” Chanyeol


murmuró contra el cuello de Baekhyun, sintiéndolo temblar en el abrazo.

El demonio permaneció en silencio y fingió no escuchar lo que el mayor decía, apenas


apretando más el abrazo, escuchando al mismo gemir en reprobación, aún así estuviese
sonriendo.

Chanyeol se sentía cansado, como si el estuviese luchando para mantener sus ojos abiertos
y no acabar durmiendo. El sabía que si perdiese la consciencia probablemente jamás iría a
recuperarla. El aire del infierno era más bien pesado de lo que el estaba acostumbrado y
parecía chupar su vida cada segundo. Sus alas estaban en el suelo por que el no tenía
fuerzas para levantarlas y los músculos de su cuerpo sufrían espasmos dolorosos como si
fuesen estirados por lineas invisibles.

Era difícil sonreír sintiendo tanto dolor y tanta necesidad de parar de luchar para mantener
los ojos abiertos, pero Baekhyun estaba allí consigo. El menor lo veía preocupado y
Chanyeol sentía, por primera vez desde que había conocido a Baekhyun, que estaba
alcanzando su lado más íntimo, profundo y lleno de emociones, un lado que el demonio
escondía de todos con su personalidad sarcástica y maliciosa.

Chanyeol sonreía al observar a Baekhyun, por que él era todo para sí. Era un hecho de que
su vida como ángel era monótona y vacía antes de encontrar al demonio. Chanyeol, durante
todos los años que pasaba al lado del demonio, apenas quería sentir que el mismo también
gustaba de él, al menos un poquito....

Y cuando Baekhyun le dijera que cuidaría de sí, Chanyeol jamás se había sentido tan
querido por el mismo. Aquella fue la certeza que el ángel tuvo de que Baekhyun sentía lo
mismo, de que Baekhyun sentía lo que tanto negaba sentir.

Y todo, de repente, pareció valer la pena. Todo el dolor, todo el peligro....Todo valía la
pena a los ojos del ángel, todo valía la pena por Baekhyun.

“Gracias, Baekhyun...” Chanyeol susurró y sonrió al escuchar al demonio mandándolo a


callar para guardar fuerzas.

Un leve sellar entre los labios fue intercambiado, en un gesto de cariño tierno y sin
segundas intenciones. Algo prácticamente desconocido entre los dos, algo nuevo, profundo.

Y cada vez más el ángel se hundía en el pecado, de prisa, en un camino sin vuelta...
Cada vez el ángel se enamoraba más del demonio.

○●○●○●○●○

No demoró mucho cuando Kyungsoo regresó. Lo que Baekhyun no esperaba era que tras
de sí, Jongin viniese también.

“¿Qué está haciendo Kai aquí?” Baekhyun gritó, quedando entre los demonios y el ángel,
aún en el suelo de arena. “¡Te pedí que no le dijeras a nadie!”

“Calma, Baek.” Kyungsoo pidió, manteniendo a Jongin tras de sí. Este observando al ángel
caído con los ojos abiertos, sin creer en lo que veía. “El está aquí para ayudar. Nosotros
necesitamos llevar al ángel para la Torre de los Vientos y tú sabes que Jongin es de
confianza.”

“Pero nadi-” Baekhyun murmuró.

“El no le dirá a nadie, Baekhyun.” Kyungsoo dijo en un ultimátum, usando un tono serio.
“Le pedí que no contara nada, entonces el no lo hará.”

El demonio de cabellos castaños relajó los hombros y mordió su labio inferior mientras
Kyungsoo explicaba cual era su plan. Ellos vestirían a Chanyeol con el abrigo de Jongin -El
único del tamaño aproximado del ángel -, escondiendo sus alas y lo llevarían hasta un
cuarto de la Torre de los Vientos, para decidir los próximos pasos.

“El se puede quedar en nuestro cuarto,” Kyungsoo explicó mientras Baekhyun ayudaba a
Chanyeol a vestir el abrigo pesado y oscuro de Jongin. “Cuando lleguemos allá pensaremos
en una manera de llevarlo hasta la Tierra sin que nadie se dé cuenta.”

“¿Y su algún demonio siente la presencia de él?” Jongin preguntó. “El está emanando un
aura que será desconocida para quien nunca vio un ángel, pero para los demonios que ya
batallaron contra un ser divino...”

“Nadie puede verlo o acercarse mucho a él,” Baekhyun murmuró, asegurando a Chanyeol
firme, con miedo de soltarlo, miedo de que el mismo cayese al suelo y se lastimase. “El
aura de Chanyeol está débil y cada vez se debilita más y más....Por éso necesitamos ser
rápidos.

Todos aceptaron.
Chanyeol respiraba pesado mientras Jongin y Baekhyun lo aseguraban de las laterales de su
cuerpo, ayudándolo a andar. A cada paso, un nuevo espasmo en sus músculos, que parecían
quererse romper. La presión del aire parecía querer sofocarlo y su piel estaba cada vez más
fría, asustando al demonio de cabellos castaños claros, que temía que el ángel no aguantase
la caminata.

Los demonios podían trasmutarse dentro del infierno, incluso de un Círculo para el otro
dentro del submundo, pero era algo que todos evitaban ya que si no se pensaba exactamente
el lugar para donde se gustaría ir, podría acabar perdiéndose.

El infierno era un lugar traicionero incluso para los mismos demonios.

Además de éso, Baekhyun temía que Chanyeol no soportase hundirse en las tinieblas una
vez más. Incluso si fuese para ser llevado más rápidamente hacia el lugar más seguro.

Baekhyun estaba desesperado y cada vez que Chanyeol le miraba y sonreía minimamente,
intentando demostrar – mentir – que estaba bien, su corazón parecía doler aún más.
El no podría dejar que nada sucediese con Chanyeol....El, definitivamente, no dejaría al
ángel morir. Baekhyun y Chanyeol estarían bien, los dos....Definitivamente.

Definitivamente.

Pareció demorar horas.

Kyungsoo iba en frente durante todo el camino, verificando si este estaba libre de demonios
desconocidos o peligrosos. La alegría de ellos era que un grupo de almas nuevas estaba
pasando cerca de la Torre de los Vientos, procurando por Minos, para ser juzgadas y quien
sabe a cual círculo serían mandadas de acuerdo a sus pecados en la vida.

Kyungsoo instruía a Baekhyun y Jongin para que se infiltraran en medio de las almas,
mientras el propio Kyungsoo distraía a los demonios guardianes que estaban aquél
momento en frente de la puerta de la Torre de los Vientos, Chanyeol sintió las manos de
Baekhyun apretar su cuerpo, involuntariamente, mientras el miedo de ser descubiertos los
invadía.

El ángel mordió con fuerza su labio inferior, soltando un gemido alto de dolor.
El no quería llamar la atención ni de las almas humanas, y mucho menos de los Baal que
parecían perderse en la conversación de Kyungsoo, riendo alto. Pero, lo principal, Chanyeol
no quería mostrar a Baekhyun cuanto sufría, por que no quería verlo preocupado, no quería
que el menor se sintiese culpable.

Chanyeol se sentía el más culpable de todo lo que sucedía.


El había sentido una atracción por el demonio desde la primera vez que lo había visto, el
había usado una disculpa sincera para aproximarse, el lo había seguido, tentándolo. El ángel
sabía que era el mayor culpable de todo cuando percibió que amaba al demonio. Cuando
percibió que lo quería para él, que quería quedarse con él, incluso si fuese imposible.

Chanyeol no aceptaba separarse de Baekhyun cuando el mismo dio un fin a la relación


prohibida e intentara – en vano- olvidárlo. Intentaba odiarlo, intentaba convencerse de que
los demonios eran también seres dignos de pena, que merecían morir por las lanzas o
espadas de los ángeles de clase Potencia.

El ángel percibía que fallaba en su intento de olvidar a Baekhyun cuando lo vio


nuevamente al lado de la cama de la criatura humana ciega, doscientos años después que el
demonio diera un fin a su relación.

Chanyeol quería irritarlo al robar el alma de la niña y realizar un pacto con ella, quería que
Baekhyun lo odiara, que lo alejara nuevamente antes que el propio Chanyeol acabase
besándolo, diciéndole cuanto lo extrañaba.

Todo aquello no pasó de un intento fallido cuando Chanyeol vio que Baekhyun lo seguía.

En aquél momento, Chanyeol percibió que no era el único culpable de todo lo que había
sucedido entre ellos. El no era el único culpable por amar a quien no merecía amor,
Chanyeol percibió que Baekhyun le correspondía – aunque lo negase- y , aunque el
demonio siguiese su naturaleza egoísta y jamás fuese a decir en palabras l oque sentía, el
ángel sabía.

Chanyeol sabía.

Después de todo lo que habían pasado, Chanyeol tenía la certeza de que era correspondido,
y no importaba lo que los otros le dijeran o lo que el propio Baekhyun negase. Chanyeol
amaba y sabía que era amado.

Y el estaba feliz por eso.

En pasos rápidos, lo más rápido que podían, los demonios entraron con el ángel dentro de la
Torre. Kyungsoo regresó después, empujando a algunas almas humanas para dentro de la
construcción redonda, dándoles la bienvenida y pidiéndoles para que se sintiesen cómodos.
La puerta principal fue cerrada con fuerza y los guardias parecían no haber percibido lo que
sucedía.

Las almas humanas cargadas por Kyungsoo se quedaron confusas, vagando por el gran
salón, lleno de esculturas y cuadros con temas eróticos, observando interesados las formas,
mientras los tres demonios cargaban al ángel escaleras arriba. Serían dos pisos de escaleras
hasta que ellos llegasen al andar del cuarto que Kyungsoo compartía con Jongin. El cuarto
de Baekhyun se encontraba en uno de los andares más altos de la Torre y sería imposible
llevar al ángel hasta allá.

Chanyeol suspiró profundo cuando fue sentado en la cama del cuarto en el que estaría
escondido. Allí dentro de la Torre el se sentía un poco mejor comparado al estado en que se
encontraba mientras estaba en el desierto. Era eso o el apenas se había acostumbrado al
dolor latente y como el cansancio lo consumía.

“¿Cómo estás?” Jongin preguntó, aún pareciendo temeroso por estar intercambiando
palabras con un ser divino. El primero que viera en toda su existencia.

“¡No seas estúpido, Kai! No lo forces a hablar, ¿No ves que está mal?” Baekhyun preguntó
de modo agresivo, irritado, mientras retiraba de Chanyeol el abrigo grueso, que parecía
incomodar al ángel.

Chanyeol sonrió, sintiendo una felicidad irónica al ver al demonio pequeño y de ojos
delineados tan preocupado por si. El ángel evitó mirar a Baekhyun mientras levantaba sus
brazos para que el mismo respirara sin dificultad.

El ángel estaba avergonzado pero feliz.

“No le hables así a Jongin.” Kyungsoo pidió, en un tono serio. “El sólo está queriendo
ayudar, y éso es lo que tú necesitas, ¿No? De ayuda.”

Baekhyun suspiró, depositando el abrigo grueso en la cama al lado de Chanyeol, que


permanecía sentado.

“No te preocupes, estoy mejor.” Chanyeol murmuró y Baekhyun balanceó la cabeza,


negando la afirmación del ángel, pues sabía que el mismo mentía.

“No me mientas,” Baekhyun pidió. “Sólo mira el estado en que estás...”

Chanyeol se arrepintió cuando Baekhyun deslizó sus dedos por sus alas, haciendo que las
mismas se agitasen. Un escalofrío cruzó el húmero de sus alas y las mismas, pareciendo
ganar vida, se levantaron en el aire, abriéndose majestuosas.

Los demonios presentes se sobresaltaron al observar las alas blancas del ser sentado en la
cama, que cerraría sus ojos por algunos instantes, como si descansase.

“Vas a estar bien, no te preocupes...” Bakhyun susurró contra el rostro del ángel, sin evitar
acariciar una vez más las alas del mismo, que permanecía con los ojos semi-cerrados.
Los otros demonios apenas los observaban inquietos.

“¿Qué es lo que pretendías hacer con él?” Kyungsoo preguntó, mirando del ángel hacia el
demonio de cabellos castaños claros. “Eso fue una locura desde el inicio, Baekhyun....El
lugar de él no es el infierno, obviamente. Pero también no es a tu lado ni en la Tierra ni en
ningún lugar, nunca fue.”

Baekhyun mordió sus labios con fuerza, permaneciendo en silencio mientras Chanyeol lo
veía asustado. No era normal en Baekhyun dejar a alguien dar la palabra final sobre
cualquier cosa.

“No digas éso.” Chanyeol murmuró irritado hacia Kyungsoo, la voz no saliendo alta como
gustaría. “Tú no sabes nada de lo que sucedió entre nosotros.”

“Yo sé que ustedes se envolvieron, que es algo prohibido, y éso los trajo hasta aquí.”
Kyungsoo murmuró serio.

“¡Es injusto!” Baekhyun gritó. “¿Por qué tu puedes quedarte con Kai, por qué Sehun puede
tener a Luhan y yo....¿Por qué me dices que yo no-”

Baekhyun perdió su voz en el aire. El sabía que estaba equivocado, el sabía que no
necesitaba discutir por que ya estaba derrotado.

“Es diferente, tú lo sabes.” Kyungsoo murmuró. “Las almas humanas se pueden quedar con
nosotros, los demonios, pues se acaban convirtiendo en lo mismo que nosotros, pero un
ángel siempre será un ángel, no importa lo que hagas.”

“Pero los ángeles caídos...” Baekhyun murmuró, ya derrotado.

“Tú sabes que los ángeles caídos son los demonios originales y no hay forma que un ángel
pueda formar parte del infierno, Baekhyun.....¿No entiendes que las cosas cambiaron desde
la creación de todo? Desde que Lucifer cayó y el infierno fue creado, desde que las leyes
divinas e infernales fueran creadas? Ése ángel no tiene cómo quedarse aquí, y tú sabes éso,
el nunca podrá convertirse en un ángel caído, ustedes nunca van a poder-”

La voz de Kyungsoo se quedó en el aire, el propio demonio sintiendo su corazón pesado


por estar siendo tan honesto, pero tan directo con sus palabras.

Chanyeol abrió sus labios nuevamente para protestar, pero la mano de Baekhyun reposó en
su cabeza y acarició sus cabellos, en un pedido mudo para que se callase.

“Sólo prométeme que cuando consigamos hacer que el ángel regrese a la Tierra, ustedes
nunca más se verán uno al otro.” Kyungsoo pidió . “Yo no quiero que te acabes lastimando,
Baekhyun y tengo certeza de que tu no quieres que el ángel se lastime.”

“Es Chayeol.” Baekhyun murmuró, con los dientes cerrados. “El nombre de él es
Chanyeol.”

“Prometelo, Baekhyun.” Kyungsoo pidió, en un ultimátum.

El ángel negaba con la cabeza, pidiendo que la discusión parara, pero su pedido mudo no
evitó que Baekhyun concordase con lo que le fue propuesto. El salvaría a Chanyeol a
cambio de nunca más verlo.

Baekhyun no encaraba a Chanyeol mientras Kyungsoo comenzaba a contar el plan. Ellos


necesitaban vestir a Chanyeol con las ropas de Jongin e ir hasta la Torre de Plcaer, también
localizada en el valle de los vientos, donde la sala del Juez del infierno estaba, repleta de
portales que los llevarían hasta la Tierra.

“Necesitamos distraer a los guaridas de la Torre del placer y tener certeza de que la sala
está vacía.” Kyungsoo decía rápido, explicando como todo debería ser hecho.

“Chanyeol necesitará ayuda para caminar hasta allá, es una larga distancia.” Baekhyun
murmuró.

“Yo lo ayudo.” Jongin dijo, permaneciendo serio, mientras Kyungsoo asentía con la cabeza,
concordando que también le ayudaría.

“El tendrá que pasar por uno de los portales negros, pero como el volverá a la Tierra
probablemente no tendrá grandes problemas.” Kyungsoo decía gesticulando, andando de un
lado para el otro. “Pero, aún así, el pasará por las tinieblas y ya quedó bien claro que ellas
son muy perjudiciales para seres no demoniacos.”

“Voy a estar bien.” Chanyeol dijo con una sonrisa en los labios, mirando a Baekhyun, que
parecía preocupado. “Nosotros vamos a conseguirlo.”

Baekhyun sentía una gran necesidad de abrazar al ángel y hundir su rostro en la curvatura
del cuello del mismo, pidiéndole disculpas por todo lo que sucedía, pero- en aquél exacto
momento – mientras Kyungsoo aún hablaba, la puerta del cuarto se abrió de repente.

“Kai, ¿Cuantas veces te pedí que no le dieras ideas raras a Luh-?” Sehun hablaba alto, con
los ojos cerrados en irritación, pero su voz se quedó en el aire, cuando – al abrir sus
párpados – se encontró con la escena que ocurría dentro del cuarto.

El ángel aún mantenía sus alas abiertas en el aire, ya que las mismas habían estado un largo
periodo de tiempo escondidas por el abrigo grueso del demonio guardián moreno.
Baekhyun estaba de pie a su lado, mientras Jongin y Kyungsoo permanecían a cierta
distancia de los mismos.

Sehun pasó sus ojos de una figura hasta la otra, parando su mirada en las alas grandes y
blancas que parecían hipnotizarle.

La expresión de irritación en el rostro de Sehun cambió a una de pavor cuando sus labios se
abrieron, pero el imsmo no tuvo tiempo de decir nada antes de que su boca fuera tapada por
Jongin, que lo arrastraba dentro del cuarto, mientras Kyungsoo cerraba la puerta con fuerza,
bloqueándola en unos segundos.

“Calma, Sehun, calma.” Jongin pidió aún con la mano sobre los labios de Sehun,
atrayéndolo cerca de sí. “No tienes por que tener miedo, el no nos va a hacer mal.”

Los ojos de Sehun encaraban al ángel con pavor mientras Kyungsoo se dirigía hacia él y le
explicaba lo que sucedía.

“Sucedió un problema y ése ángel vino a parar aquí, Sehun....No tenemos tiempo para
explicar todo lo que pasó, pero necesitas entender que está todo bien, el no es ni un
enemigo y nosotros necesitamos ayudarlo a llegar hasta al Tierra lo más rápido posible.

“Si descubren que está aquí, será una cosa muy , muy mala, ¿Entiendes?” Jongin murmuró
contra el oído de Sehun, soltándolo a los segundos, pero aún agarrando su brazo.

“Eso....¿Es realmente un ángel?” Sehun preguntó, engullendo en seco.

“No, imagina...” Baekhyun dijo, rodando los ojos en irritación. “Chanyeol es un-”

“Baekhyun....” Kyungsoo dijo con los dientes cerrados. “No es momento para juegos.”

Nadie vio, pero Chanyeol soltó una risita, feliz por ver al viejo y buen Baekhyun sarcástico
surgir en medio de un momento que apenas un Baekhyun desesperado tomaba el control de
la situación.
Era difícil para el ángel ver a su pequeño demonio tan vulnerable y asustado....Chanyeol
sentía la necesidad de abrazar al menor y no soltarlo, hasta que su miedo evidente pasara.

“Cierto.” Baekhyun murmuró disgustado. “Sí, el es un ángel, pero tú no puedes decírselo a


nadie, ni si quiera a Luhan, ¿Entendiste? Luhan es nuevo aquí y sé que ya le avisaron sobre
como los ángeles son aterradores, pero tú necesitas entender que Chanyeol no es así y
necesitamos ayudarlo.

“¡Y tu puedes ayudarnos!” Jongin exclamó y Sehun lo miró, asustado. “Sehun es el


queridito del jefe, ¿No lo eres, Sehun- Ah? Tú mismo me dijiste que Minos te deja ir a la
tierra con Luhan aún siendo éso -técnicamente- contra las reglas! Tú puedes prácticamente
controlar a los guardias de la Torre de Placer de tanto que ellos gustan de ti y puedes
mandarlos fuera por algunos instantes mientras entramos!”

La idea de Jongin parecía excelente, Sehun distraería a los guardias de la Torre hecha de
oro mientras los otros llevarían a Chanyeol hasta uno de los portales, llevándolo para la
Tierra lo más rápido posible.

Todos parecían animarse con la idea, menos Sehun.

“!Eso mismo!Sehun, tú puedes y necesitas ayudarnos.” Kyungsoo pidió.

Sehun suspiró, confundido. “¿Por qué ustedes quieren salvar tanto a ése ángel? Pensé que
ellos eran enemigos mortales de nosotros...”

Baekhyun cortó a Kyungsoo antes que el mismo le contara a Sehun el motivo real de todo,
avergonzado de lo que todos acabarían sabiendo de su relación prohibida y llevada al
fracaso. “No interesa el motivo, Sehun. Él necesita irse de aquí y éso es lo que haremos.
Nos ayudas y yo voy a estar en deuda contigo.

Sehun engulló en seco y concordó, sin saber como negar la ayuda pedida.

El ángel le asustaba, aquellas alas grandes y majestuosas le recordaban al demonio el poder


inmenso que los seres divinos poseían, el cual Sehun jamás había visto personalmente,
sabiendo de lo que un ángel era capaz apenas por lo que había sido dicho por los Grimórios
con más experiencia.

Sehun había escuchado el plan que Kyungsoo había pensado y saldría del cuarto de prisa,
yendo primeramente hasta su propio cuarto – un andar arriba- para avisar a Luhan que
saldría por unos momentos para después ir hasta la Torre de Placer, como se le había
pedido.

El engullía en seco al pensar en lo que haría.

Jongin y Kyungsoo también dejaron el cuarto segundos después, avisando que irían a
verificar que los corredores estuvieran vacíos para que ellos saliesen lo más pronto posible.

Cuando la puerta fue cerrada, el ángel y el demonio fueron dejados solos.

“¿Tú estás mintiendo, verdad?” Chanyeol preguntó después de algunos momentos de


silencio.

Baekhyun no lo miraba. “¿De qué hablas?”


“Sobre la promesa que le hiciste a tu amigo....De que no nos veríamos más si todo salía
bien.” Chanyeol murmuró, extendiendo su brazo para intentar tomar la mano de Baekhyun,
que se alejó. “¿Era mentira, verdad?”

“No comiences con eso, no ahora.” Baekhyun pidió, dando algunos pasos hacia enfrente,
manteniéndose de espaldas frente al otro.

“Baekhyun, mírame.” Chanyeol pidió, aún con su brazo extendido en el aire, ignorado.
“Por favor, mírame.”

El demonio obedeció.

Volteandose lentamente, Baekhyun encaró los ojos del ángel, estos que brillaban devido a
las lágrimas acumuladas.

“Es mentira, ¿Verdad?” Chanyeol preguntó, su voz quebrantada, no aguantando más lo que
el universo pareciese conspirar para siempre separarlo del menor. “Nosotros vamos a
continuar viéndonos, ¿Verdad?”

Baekhyun extendió su mano y tomó la del ángel entre la suya, apretándola levemente.
“Sabes que es lo mejor, tú lo sabes.” Una sonrisa triste estampaba su rostro, aunque el
deseo de sonreír fuera inexistente.
El demonio se vio ser jalado de repente, sus piernas siendo obligadas a dar pasos rápidos
hasta que su tronco fuese abrazado por el ángel aún sentado en la cama. Chanyeol lo
aseguraba con fuerza mientras escondía su rostro contra el abdomen del menor.

“No hagas éso.” Baekhyun pidió. “¿Cómo le vas a explicar a tu mentor lo que sucedió? El
ya sabe lo que está sucediendo...El nos vio, por una fracción de segundos, el nos vio.”
Chanyeol escondía aún más su rostro contra Baekhyun, que continuaba hablando. “No sé
como es él, pero sé que el debe tener consciencia de que algo está mal....Eso está mal,
nosotros estamos mal.”

Chanyeol alejó su rostro del menor, dejando de esconderse, pero viéndolo fijamente.

“No me importa lo que va a suceder conmigo...Joonmyun probablemente me castigará de


alguna manera incluso si vuelvo a la Tierra sano y salvo, pero yo no importo, si tú me
prometes que no vas a terminar con nosotros.”

El ángel aseguraba la mano de Baekhyun y lo jalaba levemente, en un pedido silencioso


para que el menor se aproximase aún más. El demonio no quería, pero acabó dejándose
llevar, apoyando las rodillas en la cama, una de cada lado al cuerpo del ángel, sentándose
sobre las piernas del mismo.
“Yo me preocupo por lo que va a suceder contigo...” El demonio confesó, con amargura.
“Cuando te encuentres con tu mentor, dile a él que estabas intentando matarme, y yo te
llevé al infierno sin querer, pero que conseguiste huir, ¿Sí? Dile éso y si puedes, dile que
me mataste, así el no hará nada contigo...”

“Yo jamás te mataría...Todas las veces que lastimé tu cuerpo, Baekhyun, yo mismo me
lastimaba, me dolía verte sufrir, pero-”

“Está todo bien...” Baekhyun murmuró, tomando las mejillas de Chanyeol entre sus dedos.
“Si tu me lastimaste fue por que me lo merecí, no necesitas pensar en éso...Piensa apenas en
lo que dirás a tu superior y vas a estar bien, te lo prometo.”

Los rostros estaban cercanos y Baekhyun no conseguía desviar la mirada del ángel. Las
frentes estaban pegadas y las narices hacían cosquillas una con la otra en un cariño
involuntario, hasta que los mismos labios se rozaron levemente.

“Perdón.” Chanyeol pidió y el menor abrió sus ojos hasta entonces semi-cerrados. “Creo
que de algún modo todo esto es culpa mía.”

Baekhyun sonrió, aunque la situación no fuese divertida. “No quieras llevarte la culpa solo
como si fuese algo bueno, ¿Vale?, Yo también quiero recibir mi parte de culpa.”

Chanyeol no sonreía.

“Aunque nosotros estemos errados, yo siento que estamos ciertos.” Se desahogó el ángel.
“Yo sé que parece bobo, estúpido, lo que estoy diciendo, pero yo sé que lo que tenemos es
algo bueno, algo puro....Y no quiero que acabe, Baekhyun, no quiero.”

“Nosotros estamos ligados,” Baekhyun dijo, repitiendo las palabras que el ángel le había
dicho hacía mucho mucho tiempo atrás...”Desde que nos tocamos, Baekhyun, estamos
ligados,” El demonio reía frenéticamente, sin saber como su memoria guardaba aquellas
palabras.” Fue éso lo que me dijiste, ¿No lo es? Sobre nuestra conexión.”

Chanyeol sonrió, asintiendo. “Pienso que es mucho más profundo que éso. Yo no lo
entendía en ésa época, pero creo que lo que tenemos no es algo que pueda explicarse con
palabras....Siento que nuestros encuentros estaban marcados para suceder, como si fuese lo
cierto, ¿Entiendes?” El ángel murmuró, sintiendo un frío en el estómago. “Mucho más de lo
que podemos si quiera comprender, nosotros estamos conectados de una manera única y no
hay nadie que pueda acabar con esa conexión que existe.”

El demonio se quedó en silencio, repasando algunos momentos lo que pasaría con el ángel
en la Tierra, cuando todo parecía perfecto y no tan peligroso y equivocado.
“Nosotros estamos conectados...” Chanyeol repitió, sonriendo. “Para siempre, ¿Verdad,
Baekhhyun?”

El demonio engulló en seco, deslizando la punta de sus dedos contra el rostro del ángel y
rozando sus labios a los ajenos, reconfortándolo. La verdad era que Baekhyun no era bueno
en lidiar con sus sentimientos, mucho menos en intentar ser cariñoso. Su persona siempre
fue demasiada bruta, sarcástico..Pero, en aquél momento, todo lo que el quería era abrazar
al mayor y decirle que todo estaría bien.

“Nosotros hablaremos de eso cuando todo acabe, ¿Vale?” Baekhyun murmuró, recargando
su frente en la del mayor.

“Apenas dí que sí.” El ángel pidió. Mirando al demonio que tanto amaba. “Sólo dí que
sí....No es difícil admitir éso, por favor.”

Baekhhyun fingió, irritado consigo mismo por estar dejándose llevar por el mayor. No
había que conversar, pero el sabía que Chanyeol no lo dejaría huir. Aquél era el momento
en que el demonio necesitaba abrazar al destino cansado, a lo que sentía, a lo que siempre
había sentido.

“Sí, Chanyeol,” Baekhyhun murmuró por fin, sintiendo su corazón pulsar rápido y
dolorosamente, abrazándose al ángel de forma sofocante, urgente, como si fuese una
despedida. “Para siempre y todo siempre, nosotros estaremos conectados uno al otro, te lo
prometo, lo prometo...”

Chanyeol sonreía mientras era abrazado por el menor. Sus alas se envolvieron como una
protección, abrazando a los dos cuerpos, escondiéndolos como si fuera un capullo que
parecía que los podría proteger de cualquier mal. Los ojos cerrados del ángel, una única
lágrima solitaria escurría, transbordada de emociones que el no podía comprender o poner
en palabras en aquél momento.

Los dos permanecían en silencio, abrazados, aprovechando los últimos momentos solitarios
que pasarían juntos antes de tener que seguir con el plan. Fue Baekhyun quien separó el
abrazo, aunque el ángel moría para que él no se alejara de sí.

Por algún motivo aquella parecía la última vez en que ellos se abrazarían...

El demonio buscó las ropas más largas de Jongin y vistió al ángel, escondiendo sus largas
alas dentro de un abrigo aún más largo del que había usado anteriormente.

“¿Aún sientes dolor?” Baekhyun preguntó.


Si.

“No.” Chanyeol respondió, sonriendo, mientras se levantaba con dificultad y respiraba


pesadamente. Todo le dolía aún y mucho, pero el no podría soportar que los últimos
momentos que el y Baekhyun pasarían juntos en el Infierno, antes de que la relación de
ambos volviese a ser discutida, fuesen marcados por la mirada preocupada y triste del
demonio.

Cuando Kyungsoo y Jongin volvieron, Chanyeol y Baekhyun estaban listos.

Listos para hacer que ésa pesadilla acabara, hacer que Chanyeol volviese a la Tierra y
parara de sufrir con el ambiente Infernal. Listos para que el error que los llevara hasta aquél
momento, terminase.

Listos para, quien sabe, quebrasen – juntos- la promesa de que nunca más se verían.

Listos para aceptar la conexión que siempre los uniría.

Ellos estaban equivocados.

No era que ellos supieran que estaban equivocados desde el principio, pero todo aquello era
diferente. Lo que había sucedido era muy diferente de lo que ellos imaginarían que
sucedería.

Lo que ellos esperaban encontrar cuando llegaran hasta la sala donde los portales que
llevaban a la Tierra estaban era a Sehun esperándolos. Ellos esperaban que los portales
estuviesen activados y que Baekhyun pudiese llevar a Chanyeol al mundo humano, cuidar
de él hasta que éste se sintiera bien para volver a los Cielos y explicarle a su superior,
Joonmyun sobre su desaparición.

Ellos esperaban que todo saliera bien.

Durante todo el camino hasta la Torre del Placer, el destino final de los tres demonios y del
ángel, Baekhyun tuvo su mano asegurada por Chanyeol. El ángel no decía nada, apenas
agarraba la mano del menor entre la suya mientras caminaba con dificultad, sintiendo el
viento azotar su rostro, teniendo sus alas aplastadas contra la espalda por el abrigo pesado
que usaba.

Realmente no habían guardias en la puerta principal de la Torre y ellos pensaron que Sehun
había conseguido seguir con el plan y que, en breve, todo aquello acabaría.

Ellos estaban tan equivocados.


Al entrar a la sala de los portales, lo que ellos encontraron fue un demonio de piel
demasiado morena sentado en la mesa, vistiendo ropas que le determinaban una alta
posición en la jerarquía demoniaca. Alguien que ni uno de los tres demonios jamás había
visto, dejándolos apavorados.

Baekhyun presintió lo peor cuando sintió la mano de Chanyeol prácticamente aplastar la


suya, en un apretón desesperado.

Y entonces todo sucedió.

Todo pareció desmoronarse delante de los ojos de Baekhyun mientras él veía a los
demonios soldados, los Iwias, entrar por la puerta de la sala y los cercaran. Baekhyun
percibió que los portales estaban desactivados por completo, algo que jamás había visto,
mientras su rostro se giraba hacia los lados, intentando cuidar a Chanyeol en medio de la
confusión.

Las manos habían sido separadas.

Baekhyun escuchó a Chanyeol gritar y cuando se había dado cuenta él mismo estaba
gritando cuando lo forzaran a arrodillarse en el suelo. Sus cabellos eran jalados con fuerza
mientras una correa era colocada sobre su cuello a la fuerza, su piel quemaba y sus ojos
lagrimeaban, mientras su garganta dolía.

Baekhyun lloraba.

El demonio derramaba lágrimas mientras sus manos eran amarradas detrás de su espalda,
mientras el observaba que hacían lo mismo con el ángel. Chanyeol estaba con el rostro
pegado al suelo mientras los soldados le pisaban, inmovilizándolo y sometiéndolo.

Baekhyun abrió sus ojos al ver a los Iwia rasgando las ropas que cubrían la piel del ángel.
Sus ojos temblaban mientras sus labios se partían, su voz arañando en su garganta mientras
gritaba para que pararan. Chanyeol en cuestión de segundos fue tirado al suelo,
completamente desnudo, mientras su piel era marcada por las uñas crueles de los demonios
soldados.

Baekhyun no prestaba atención a nada más que no fuese Chanyeol. Su cuerpo intentaba
moverse en dirección a éste, pero el mismo era agarrado, pisoteado, para que se quedara en
el lugar apenas observando.

Observando a Chanyeol gritar.

Gritos de dolor escapaban por los labios del ángel mientras sus alas eran agarradas y jaladas
con fuerza por los otros demonios.

“¡Paren! ¡Por favor, paren!” Baekhyun gritaba desesperado, sin ser escuchado mientras los
demonios se mantenían serios, obedeciendo las órdenes superiores, probablemente.

“¿Tú quieres que ellos se detengan?” La voz del demonio desconocido sentado en la mesa
de Minos sonó irónica, llamando la atención de Baekhyun.

Sus ojos estaban empañados, pero el demonio de ojos delineados consiguió observar una
sonrisa sarcástica en los labios de aquél demonio desconocido. Para aumentar el desespero
de Baekhyun, el vio – al lado de la mesa de Minos- observándolo, dos ángeles.

Las alas largas y blancas denunciaban a los dos seres parados, encarando la escena con
seriedad. Baekhyun se atragantó con su propia saliva en medio del llanto, viendo a los Iwia
jalar por pura tortura las alas del ángel, escuchándolo gritar de dolor.

Uno de los ángeles parados era Joonmyun, Baekhyun lo reconocía. El otro, más alto y
rubio, Baekhyun no tenía la mínima idea de quien podría ser, pero el necesitaba, él tenía
que intentar detener la escena que protagonizaban.

“Por favor,” Baekhyun gritó a los ángeles que desviaban la mirada de Chanyeol hacia él y
lo encaraban. “Por favor, hagan que paren, no dejen que ellos hagan eso con Chanyeol!” La
voz empañada, la saliva escurriendo contra su voluntad y su corazón acelerado, pulsando
tan rápido que dolía.

Todo dolía.

“Él no tiene la culpa de nada, por favor, ¡No lo lastimen! Por favor, ¡Se los imploro!”
Baekhyun gritó, sintiendo alivio cuando vio al demonio sentado en la mesa pedirle a los
Iwia que dejaran de torturar las alas de Chanyeol.

“¿Tú imploras? El ángel de cabellos rubios preguntó y Baekhyun engulló en seco. Él ya


había sentido miedo antes de un ángel, pero nada se comparaba a la sensación en su interior
ahora. Era como si él estuviese enflacando por dentro. “¿Tú imploraste también al ángel
caído allí en el suelo para que lo dejaras de corromper? ¿Tú imploraste cuando lo engañaste
y lo trajiste al infierno?

Baekhyun sentía su garganta seca y al escuchar a Chanyeol tosiendo, no se contuvo en


mirarlo, quebrando el contacto con el ángel rubio.

“Responde a Miguel, Baekhyun.” El demonio desconocido de cabellos negros- aún sentado


en la mesa del Juez del infierno, pidió, apuntando al ángel rubio. “Todo lo que está
sucediendo aquí es por culpa de ustedes, yo hasta te felicitaría por corromper a un ángel
pero es mucho más que eso, ¿No lo es? Terminaste siendo corrompido también, perdiste tu
esencia demoniaca. Ustedes están siendo castigados por eso, ¿Entiendes?”

“N-no, por favor, a Chanyeol no...” Baekhyun pidió, encarando los ojos de aquellos ángeles
que parecían tener el futuro de Chanyeol en sus manos. “Por favor, la culpa es toda mía, no
hagan nada con él, por favor...”

“Chanyeol será usado como ejemplo de lo que sucede con los ángeles que se envuelven con
demonios.” Joonmyun dijo, serio, mirando en el fondo de los ojos de Baekhyun,
arrancándole las esperanzas de que tal vez, sólo tal vez, existiese esperanza para los dos.
“Las alas de él serán arrancadas aquí en el infierno porque tal acto sería intolerable en el
Paraíso.

“El será castigado.” Miguel dijo, en un ultimátum. “Los ángeles deben permanecer puros e
inmaculados y este ángel no puede ser considerado uno de nosotros....El será castigado.”

“Así como tú, Baekhyun...” El demonio de cabellos negros y dientes blancos y rectos, dijo
irónico. “Ahora, prueba que al menos tienes un poco de lealtad y arráncale las alas al ángel,
Pero sé rápido porque Joonmyun y Miguel no pueden quedarse por mucho tiempo aquí, con
nosotros en el infierno sin comenzar a sentirse mal y yo no quiero una Guerra, ¿Está bien?”

Baekhyun sintió su cuerpo helar. Sus ojos se abrieron al máximo y el miró a Chanyeol, que
– con esfuerzo- lo veía de vuelta. Chanyeol asintió con la cabeza levemente, como si le
pidiese a Baekhyun que obedeciera.

Tal vez, sólo tal vez, si Baekhyun obedeciera....Él no sería castigado... ¿Cierto?

“¡No!” La voz de Kyungsoo hizo eco en la sala y Baekhyun lo vio por primera vez desde
que la confusión comenzó. “¡ustedes no le pueden pedir eso a él! ¡No! ¡Baekhyun, no!”

Un golpe certero fue dado contra el rostro del demonio de piel blanca y cabellos negros y el
mismo se calló. Un grito alto viniendo de Jongin fue escuchado, y más gritos de dolor.

¿Por qué hasta aquellos que no tenían culpa alguna sufrían?

“¡Me rehúso!” Baekhyun gritó, mirando a aquellos que le mandaban a hacer algo que él
jamás sería capaz de hacer. “Yo jamás lo lastimaría, ustedes tienen que entender, por favor,
yo soy el único culpable, soy yo, ¡No Chanyeol! ¡No lo lastimen, lastímenme a mi, por
favor!”

“¿Y tú crees que lastimarlo no es una buena forma de lastimarte a ti?” El demonio aún sin
nombre se pronunció, sonriendo maliciosamente.
Desesperado.

Baekhyun miró con desespero al ángel, su ángel, viéndolo sonreír.

Una orden fue dada, las palabras se desprendieron de los labios del ángel llamado Miguel y
entonces todo se tornó aún más desesperante, como una pesadilla sin fin.

Chanyeol gritó alto cuando sus alas fueron arrancadas.

Primero el ala derecha se desprendía de su cuerpo con un sonido horrible, la carne


rompiéndose y el hueso siendo partido mientras una parte de él era arrancada sin dolor. El
ala izquierda vino después y la sangre roja escurría por su espalda desnuda, respingando
por el suelo de forma cruel, formando un pequeño charco rojo.

Baekhyun gritaba para que se detuvieran, mirando hacia los lados, procurando por Jongin y
Kyungsoo, percibiendo que ambos se encontraban en la misma situación que él. No había
nadie que pudiese ayudarlo a parar lo que estaba sucediendo.

“Chanyeol, por favor, ¡Chanyeol!” Baekhyun gritaba en medio de un llanto desesperado,


siendo empujado en dirección al suelo para que no mirase al ángel. El luchaba con todas
sus fuerzas para poder ver el rostro de aquél que sufría todo lo que no merecía, del ángel
que jamás debió haber sido arrancado de su inocencia.

Del ángel que, ahora, estaba sin alas.

“Alto.” El demonio sentado en la mesa pidió, mostrando su superioridad sobre los


soldados. Su piel era morena, sus ojos negros serios y la sonrisa en su rostro mostrando su
satisfacción.

Los demonios solados dejaron de lastimar al ángel y Baekhyun se ahogó en su propia


saliva, tosiendo e intentando respirar, mientras respiraba el nombre de aquél que sangraba,
que parecía inconsciente, con su cabeza pegada contra el suelo.

“Debo confesar que realmente no lo creí cuando lo escuché, pero al final era realmente
verdad.” El comandante de los Iwia dijo, con un tono que recordaba sarcástico. “Realmente
había un ángel aquí en el infierno, quien diría...”

Baekhyun ignoraba al hombre alto que hablaba. Sus ojos estaban fijos a Chanyeol, que aún
no esbozaba reacción alguna a lo que habían hecho. Sus gritos habían cesado después de
que su segunda ala había sido arrancada y Baekhyun lloraba bajito, con miedo de que el
ángel hubiese muerto ahí, frente a él, sin que él pudiese hacer algo para impedirlo.

“Y lo peor,” El continuó hablando, ignorando el llanto de Baekhyun. “Un demonio fue


quien lo trajo para acá. Y en vez de verle reír por la desgracia del enemigo, ¿Qué es lo que
veo? “Baekhyun sentía un pie bajo su quijada, obligándolo a levantar la mirada. “Veo
lágrimas....tú estás llorando... ¿Llorando por un ángel?”

Baekhyun no conseguía decir nada, la piel de su cuello quemaba por la correa que le habían
colocado en el cuello, y sus muñecas parecían derretirse en las correas que lo prendían. El
sólo quería que aquello terminara, que no pasara de una pesadilla.

Él no podía creer lo que le habían hecho a Chanyeol.

“¿Estás satisfecho, Miguel? Te dije que no necesitábamos hacer nada grande por eso y tú ya
querías crear una Guerra. Pero eso sirvió para mostrar que no necesitamos hacer más
alarde, ¿Cierto?” El demonio de cabellos negros preguntó, irónico, sin recibir respuesta.
Baekhyun veía a los dos ángeles dar una última ojeada a Chanyeol antes de comenzar a
caminar en dirección a un portal abierto. “Vengan a visitarnos más veces, ¡Tú y Joonmyun
son bienvenidos!” La voz irónica del comandante aún sin nombre sonó y una risada se
desprendió de su garganta cuando los dos ángeles atravesaban el portal y se fueron hacia la
Tierra.

¿Y Chanyeol? Baekhyun pensaba, mirando al ángel caído. Un pensamiento surgió en su


cabeza, de que ellos abandonarían a Chanyeol. Que lo dejarían vagar por la Tierra, que no
lo lastimarían más, pero nuevamente sus esperanzas fueron arrancadas de sí.

“Pueden llevárselo.” El demonio que comandaba a los soldados ordenó. Baekhyun percibía
que Chanyeol era retirado del suelo y sus ojos estaban semi-abiertos, aunque en realidad no
expresaran reacción alguna.

“¡N-no!” Baekhyun pidió. “No, por favor, ¿Qué harán con él? Por favor, el no tiene la culpa
de nada, por favor…”

Un golpe en su rostro.

Fue lo que Baekhyun había ganado por gritar.

“El será llevado hasta la Tierra, donde los ángeles soldados lo recibirán y se encargarán de
su castigo. Él es un ángel y está fuera de nuestras manos.”

“¿P-por qué le hicieron eso a él?” Baekhyun preguntó, la saliva mezclada con sangre
escurriendo por su boca. “¿Por qué le arrancaron las alas...? El no tiene la culpa.”

“Los mismos superiores de él nos pidieron que hiciéramos éso, tú mismo lo viste.” El
demonio aún sin nombre respondió, sonriendo “Les ahorramos el trabajo y nos divierte...
¿Tú no te divertiste?”
Baekhyun se comenzó a retorcer cuando percibió que su ángel sería llevado lejos de sí. Dos
soldados mantenían a Chanyeol de pie y lo arrastraban hasta uno de los portales mientras
otro tomaba sus alas y las arrastraba por el suelo, siguiéndoles.

“¡N-no, por favor!, ¡NO!” Baekhyun gritó, pidiendo. “No se lo lleven, no lo alejen de mi,
no... Por favor.”

La visión de Baekhyun estaba empañada, pero el tenía certeza de que había visto a
Chanyeol sonreírle. El ángel lo veía mientras era arrastrado lejos, sus miradas cruzándose
una última vez antes de ser separados.

No llores.

La voz no salía de los labios de Chanyeol, pero Baekhyun conseguía leer las palabras muy
bien mientras el ángel hablaba consigo. En aquél momento el tiempo pareció detenerse,
nada más parecía importar, porque todo lo que parecía existir eran los dos. Apenas los dos.

Por favor.

Chanyeol pidió y Baekhyun lloró más alto, desobedeciéndolo. “Chanyeol ¡Perdóname! Yo


no quería esto, yo no quería que te lastimaran.”

Tú no tienes la culpa.

“¡Chanyeol!” Baekhyun llamó una vez más, en vano, sabiendo que el ángel no le
respondería. Sabiendo que el ángel no podría hacer nada para hacer que su desesperación
disminuyese, y ni que su dolor parase. “Chanyeol, yo...Por favor, yo...”

Nosotros no estábamos equivocados.

A Baekhyun no le importaba lo que le sucedería a él, pero no podía soportar la idea de que
Chanyeol sufriera las consecuencias por la relación que tenían. La culpa era del demonio,
siempre había sido. Baekhyun repetía varias veces que la culpa era suya, apenas suya.

“Chanyeol, yo...” Baekhyun murmuró, casi sin voz, cuando los soldados ya le llevaban para
dentro del portal. El demonio no conseguía terminar la frase...

...Pero el ángel sonreía al terminarla por él.

Yo también te amo.

Y mismo que los ojos de Baekhyun lo estuviesen engañando, el tenía certeza de que
prácticamente había escuchado desprenderse de los labios de Chanyeol aquella confesión
que él mismo no había tenido coraje para hacer.

Con aquella frase, Chanyeol desapareció entre las tinieblas, siendo cargado lejos de
Baekhyun.

El demonio dejó su cuerpo caer en el suelo, inerte, al percibir que había perdido la
oportunidad de decirle al otro lo que sentía.

Porque, con aquella frase, Chanyeol se había despedido.

Y fue la última vez que el demonio vería al ángel.

○●○●○●○●○

Fue Sehun.

Baekhyun descubrió que fue Sehun quien los había denunciado cuando el mismo entró en
la Torre de Placer, donde, por ironía, nada de placer había sucedido.

Sehun aparentemente no sabía el mal que había causado al contarle a sus superiores que
había un ángel en el infierno. Sus ojos se abrieron al observar a Baekhyun, Kyungsoo y
Jongin acorralados y arrodillados en el suelo, con golpes en el rostro y la piel del cuello y
de las manos sangrando.

Sehun lloraba, pidiendo disculpas mientras intentaba aproximarse a los demonios


arrodillados, siendo impedido por los guardias El demonio alto, de piel morena, se
aproximaba al mismo, pidiéndole que parara de llorar.

“Hiciste lo correcto, deja de llorar.” El demonio dijo y la mirada de Sehun se cruzó con la
de Baekhyun.

“Pero señor...Señor Huang, yo creí...Yo pensé que el ángel sería expulsado, no que eso
sucedería.” Baekhyun dejó de mirar a Sehun, sintiendo una rabia invadirle mientras las
lágrimas dejaban de caer y se secaban en su rostro. Chanyeol le había pedido que no llorara,
y él obedecería.

Sin importar que Chanyeol no estuviese más ahí.

Sehun fue alejado de los tres prisioneros por los soldados y por los guardianes de la Torre.
El gritaba, intentado explicarse, diciendo lo asustado que estaba con la presencia del ángel,
diciendo que sólo quería protegerlos a todos.
“¡Pensé que él estaba controlando sus mentes, o que estaba engañándolos!” Sehun gritaba,
mientras era arrastrado para afuera de la Torre de Placer. “Me quedé con el miedo de que
alguna guerra terminara sucediendo, yo sólo quería proteger a Luhan....Yo quería
protegerlos....”

Baekhyun no miraba a Sehun, pero las miradas de desprecio de Kyungsoo y Jongin estaban
fijos en el demonio joven, mientras el mismo era llevado lejos.

Baekhyun cerró sus ojos y se encerró en su propio mundo, escuchando apenas lo que el
comandante de los Iwia, llamado por Sehun como Huang, decía. Baekhyun se concentraba
en el rostro de Chanyeol, del modo en que él gustaría recordarle para siempre: sonriente,
feliz.

Pero rápido la imagen del ángel decaído, sin alas, con el tronco cubierto apenas por su
propia sangre, invadía la mente de Baekhyun, que sacudía su cabeza, intentando olvidar.

Pero Chanyeol le sonreía. Aún si su vida se desvanecía con prisa, el le sonreía a Baekhyun.

En la mente de Baekhyun, Chanyeol sonreía hasta el fin.

Hasta el fin.

○●○●○●○●○

Baekhyun jamás había puesto sus pies en un juzgado....Hasta aquél momento.

El pandemonio, local de la asamblea, donde los demonios se reunían para tomar grandes
decisiones, quedaba en el noveno Círculo Infernal, considerado lo peor. El círculo de los
traidores.

Era de eso que Baekhyun estaba siendo acusado. Traición en último grado.

Kyungsoo y Jongin estaban tras de él, también acorralados, siendo acusados de ser
cómplices de un crimen que no habían cometido. Baekhyun haría de todo para que nada les
sucediera a ellos, al final, nadie más necesitaba salir lastimado por el error cometido por el
propio Baekhyun.

Chanyeol había, si, sido un error, pero Chanyeol también había sido un acierto.

El mayor de los aciertos. La verdad, Chanyeol era -probablemente- la única cosa buena que
Baekhyun había probado en toda su existencia como demonio. En su vida mortal,
Baekhyun había perdido muy rápido a alguien importante, la única persona que parecía
hacerle sentir como si valiese la pena vivir.
Y ahora, una vez más, Baekhyun había perdido a aquél que lo hacía tener motivos para
continuar allí.

¿Por que sería que el gusto tan amargo de la pérdida le era tan familiar cuando se trataba
de Chanyeol?

“¿Tienes algo que decir en tu defensa?” Huang Zitao preguntó. Era él uno de los
comandantes del ejército de los Iwias del infierno. Había sido él quien armaría la
emboscada para que Chanyeol fuese capturado y torturado, para que el ángel fuese enviado
a la Tierra y fuese entregado a los otros ángeles.

Había sido él quien había destruido todo lo bueno que le había sucedido a Baekhyun junto
a Chanyeol.

Baekhyun aún sentía un dolor horrible en su piel, aún quemando por el hierro maldito que
lo envolvía, pero sus labios se estiraban en una sonrisa ladina, cuando la pregunta le fue
hecha.

Él trataría de usar su sarcasmo para algo bueno antes de que su existencia desapareciera.

“¿En mi defensa?” Él preguntó irónico. “Yo soy culpable, no hay nada que me defienda de
lo que soy culpado. Yo sólo quiero que esos dos que están aquí atrás de mi, Kyungsoo y
Jong- Ah, discúlpame, Kyungsoo y Kai, bien...Esos idiotas estaban apenas obedeciendo lo
que les había ordenado, a cambio de algunas amenazas que les hice.”

Baekhyun mentía. Baekhyun contaba una mentira por que no quería ver a nadie más
sufriendo por algo que no debería. El observaba a la audiencia, a algunos metros a la
izquierda del jurado. Sehun y Luhan sentados, observándolo. Las miradas perdidas , tristes.
La mirada arrepentida.

La rabia de Baekhyun había pasado y todo lo que quedaba dentro de sí era comprensión. Él
entendía los motivos de Sehun, entendía que estaba confundido y sólo quería proteger a
todos de algo que consideraba una amenaza. Sehun no tenía idea de lo importante que
Chanyeol era para Baekhyun y no tenía idea de que su acción iría a desencadenar aquello.

Baekhyun observaba a Luhan abrazando a Sehun mientras el mismo lloraba


silenciosamente, la culpa consumiéndolo al ver a sus amigos en aquél estado.

“¿Estás diciendo que tú forzaste a los demonios guardianes de la Torre de los Vientos a
esconder al ángel y después llevarlo hasta la sala de los portales?” Zitao preguntó con una
ceja levantada, mirando de reojo a Minos -el juez -sentado en medio del jurado.
“Sí, éso mismo.” Baekhyun murmuró sin sonreír.

Sus ojos ardían y en su interior todo parecía sufrir espasmos, como si implorase para que se
tirase al suelo, encogido y comenzara a llorar.

“¿Entonces quieres ser castigado solo?” Zitao preguntó, apoyando el mentón sobre su
mano. “¿Tienes idea de cual será tu castigo por tal crimen?¿ Por tu error?”

“¿Crimen?” Baekhyun se forzó a sonreír, pues cuando Chanyeol le había pedido que parara
de llorar, el demonio había decidido que no derramaría ni una lágrima más en el Infierno.
“Yo hasta puedo aceptar que digas que lo que hice es un crimen, pero creo que llegué a la
conclusión de que no fue un error.”

Zitao levantó las dos cejas a la vez, confundido.

“¿Por qué sería un error si me relaciono con un ángel? ¿ Por qué el tiene que ser un
enemigo?, ¿Por qué estamos en eterna guerra contra el Cielo?” Baekhyun preguntó,
recordando la primera vez que había visto a Chanyeol, del modo en que ellos eran
sarcásticos uno con el otro. “¿Todos ustedes se han dado cuenta que nuestros principales
líderes son ángeles que fueron expulsados por Dios por que querían algo que no podían
tener?

Baekhyun levantó el tono de su voz, mirando a los demonios que le observaban.

“Chanyeol y yo también queríamos algo que no podíamos tener. Nosotros cometimos un


error inicial, sí, pero todo lo que ése error generó fue algo bueno, algo puro....Algo que
ustedes jamás entenderán.” Baekhyun rió fuerte, aunque sus pestañas estuviesen pesadas
por las lágrimas acumuladas. “Siento pena de ustedes por que nunca sentirán las cosas que
yo siento. Incluso los demonios que un día fueron humanos, pocos son aquellos que sienten
algo. Pocos son ustedes los que podrían cometer un error tan bueno como el que yo
cometí.”

Baekhyun mordió su labio inferior con fuerza y bajó la mirada, dos gotas escapando entre
sus pestañas y chocando contra el suelo. Él se preguntó hacía cuanto tiempo no
lloraba....Probablemente desde que era humano, desde la vez en que había perdido a alguien
importante para él por primera vez. Y nuevamente, alguien se iba, el fue dejado solo, la
felicidad se le había escapado de los dedos.

Baekhyun siempre estuvo, de algún modo, correcto al tener miedo de apegarse a cualquier
cosa viva....

Nada dura para siempre....


...Todo muere...

...Todo acaba.

“Y no me arrepiento, pero estoy listo para ser castigado.”

Zitao sonrió. “¿No quieres saber lo que pasará con el ángel?”

La sonrisa débil de Baekhyun dejó sus labios, mientras intentaba dar algunos pasos en
frente, siendo forzado a pararse cuando los guardias lo empujaban con fuerza de las correas
del collar de fierro que envolvía su cuello.

“Probablemente está sucediendo con el lo mismo que sucede aquí, pero, escuché decir que
los ángeles son mucho peores que nosotros, los demonios, que siempre somos tachados
como bárbaros.

Él probablemente será humillado, verá sus alas siendo destrozadas frente a él, será obligado
a pedir perdón por todo mientras su cuerpo siga viv-”

“¡Para!” Baekhyun pidió, encogiéndose y cerrando sus ojos con fuerza, intentando recordar
la primera vez que sus labios tocaron los de Chanyeol, la primera vez que sus cuerpos se
convirtieron uno solo, intentando fijar en su mente todo lo bueno que vivió. “Apúrate y
acaba rápido con ésto, por favor.”

“Pedir perdón en el infierno no ayuda a nada, entonces estoy feliz de que no estés
implorando por ser perdonado.” Zitao dijo, sonriendo.

“Tao,” Minos llamó y el comandante Iwia lo miró. “Deja de jugar con Baekhyun.” El
demonio de ojos delineados, que lloraba bajito, miró hacia su jefe y sonrió....Minos sonreía
de modo triste para sí, asintiendo con la cabeza, como si dijese adiós.

Y, en aquél momento, Baekhyun tenía la certeza de que Kyungsoo, Jongin y todos los otros
estarían bien....

El estaba apunto de partir.

Todo parecía silencioso mientras Baekhyun mantenía los ojos cerrados, forzándose a
recordar al ángel siguiéndole por los campos, o contándole sobre algún nuevo hábito
extraño de los seres humanos que había descubierto solo.

Baekhyun no conseguía olvidarse de las sensaciones que Chanyeol le causaba. Y cada vez
parecía más cierto lo que él sentía. Ya no le parecía tan errado, no le parecía ser algo
malo...A Baekhyun le hubiera gustado regresar el tiempo, le hubiera gustado no haber sido
tan cobarde y decirle al ángel lo que sentía...Lo que sentía desde hacía mucho tiempo e
intentaba negar.

Kyungsoo tenía razón.

Algunos demonios eran dotados de sentimientos humanos. Baekhyun no quería aceptarlo y


él mismo fue la víctima de su estupidez, de su ceguera, El sentía...el amaba.

Y amar dolía.

“Byun Baekhyun,” Una voz gruesa hizo eco en el lugar. “Demonio Jinn de la clase
Grimório, traído hasta el infierno a través de un pacto hecho hace casi mil doscientos años,
está siendo condenado al exilio del infierno por traición. Acusado de mantener una relación
con un ángel, el mayor enemigo que un demonio puede tener.”

Amar dolía tanto que llegaba a ser ridículo. Baekhyun se preguntaba si Chanyeol también
sentía ése dolor. Si el ángel gustaba de aquella sensación al amar.

“Byun Baekhyun,” La voz hizo eco nuevamente. “¿Cómo te consideras?”

Baekhyun sonrió. ¿La respuesta no era obvia?

“Culpable.” El demonio de cabellos castaños respondió, escuchando a Kyungsoo ahogarse


en su propio llanto, aún atrás de él.

Perdonen a Sehun. Baekhyun pidió en un susurro, volteándose brevemente hacia atrás,


despidiéndose con una simple sonrisa ladina de sus amigos, aquellos a los que jamás vería
nuevamente.

“Tu sentencia será ejecutada ahora mismo.” La voz del juez, alta, hizo eco. Zitao veía a
Baekhyun con una mirada seria, mientras se levantaba de su trono adornado con oro y
caminaba hacia él.

Baekhyun era culpable.

Culpable por sentir algo que los demonios no debían sentir, culpable de amar.

Los demonios fueron hechos del pecado, vivían por el pecado y no sabían el significado del
amor.
Los ángeles fueron hechos de amor, pero tenían prohibido amar.

¿Cual sería entonces el propósito de éstos seres?


¿Cuál sería el propósito de estar allí? ¿Por qué existir?

“Despídete.” Los ojos de Baekhyun ya estaban cerrados y su mente apenas le mostraba a


Chanyeol mirándole, sonriendo.

“Adiós, Chanyeol.”

Los labios del ángel se movían y sus alas estaban intactas en la imaginación del
demonio...Chanyeol le susurraba que lo amaba, mientras Baekhyun respondía, besándolo
segundos después.

Algo que jamás sucedería, de hecho.

Y fue con ése pensamiento inventado que Baekhyun se fue.

Una lágrima insistente escapaba de sus ojos cuando el comandante de los soldados
demoniacos tocó su frente y recitó la Lástima del Exilio. Baekhyun ni siquiera le
escuchaba.

Un último llamado por parte de Kyungsoo fue escuchado, tal vez un chillido alto, y
entonces nada más.

El cuerpo de Baekhyun, todo lo que él era, todo lo que él un día fue, se convirtió en cenizas
en frente de la multitud. Para muchos, era la primera ves que presenciaban un caso de
exilio, que no pasaba de una ejecución fría.

Todos temían a la muerte. Nadie sabía lo que sucedía cuando un demonio moría...Nadie, la
verdad, quería descubrirlo.

Baekhyun se había ido. Se había ido con el pensamiento de que un día se encontraría con
Chanyeol. Que el destino los pondría juntos de nuevo, con el pensamiento de que él podría
decirle al mayor todo lo que sentía por él, lo que había sucedido, todo lo que sentía. Cuanto
lo amaba.

Las cenizas de Baekhyun permanecían en el suelo. No había viento alguno para llevárselo
de ahí. Haciendo que su último deseo de ser llevado hacia Chanyeol no se realizara.

El demonio se había ido y, en aquél momento exacto, el ángel también.

Chanyeol había sido juzgado, pero había muerto incluso antes de que su ejecución fuese
realizada. El ángel había muerto junto al demonio.
Ambos dejaron de existir al mismo tiempo, dejaron sus errores y sus pecados atrás.

Ambos dejaron de sentir, dejaron de pecar.

“De la desesperación y del pecado del egoísmo yo surgí; para el placer y el pecado de
carne yo te cambié y por el pecado más puro – el pecado de amor- nosotros dos vivimos
juntos;

Nuestro último pecado fue el amor, por él dejamos de existir y morimos... Juntos.”

Y yo morí, para al fin, poder tenerte.


(IM)PURO.
Epílogo – Reinicio.

La primera vez que sus miradas se encontraron una a la otra ocurrió en un parque.

De algún modo, entretanto, las criaturas que intercambiaron miradas rápidas, que
perdurarían apenas dos segundos, sabían que no era la primera vez que eso
sucedía.....Sabían que no era la primera vez que se veían.

El niño de cabellos castaños claros estaba sentado en un columpio, aburrido, cuando miró al
otro – de cabellos más oscuros- correr por el parque con sus amigos. Hacía mucho calor y
aquellos niños que corrían, gritando y riendo, estaban sin ni una ropa que les cubriera el
pecho, recibiendo de ésa manera la luz del sol directamente en sus pieles.

La mirada duraba apenas unos segundos y luego fue quebrada.

El niño sentado en el columpio sintió un impulso de ir hacia aquél que le parecía familiar,
pero no lo hizo.

Y cuando sus miradas se des-encontraran, el niño que corría se volteó de espaldas al que
estaba columpiándose. Mostrando en su piel desnuda de espaldas, en la región de los
omóplatos, dos marcas grandes.

Parecían cicatrices.....

La segunda vez que sus miradas se encontraron, todo sucedió tan rápido que ni uno de los
dos percibió para quien, de hecho, estaban viendo. Las calles estaban llenas de personas y
sus manos estaban siendo jaladas por adultos en direcciones opuestas, éstos queriendo
entrar a lugares diferentes.

Apenas un segundo, apenas un pequeño segundo fue el tiempo en que una mirada se
clavara en la otra.

Apenas un segundo...

La tercera y la cuarta vez que sus miradas debieron haberse encontrado, eso no sucedió.

Los adolescentes, ambas veces habían cruzado sus caminos, pero sus miradas estaban
demasiado ocupadas, admirando el cielo, o simplemente encarando el suelo. Ellos no se
veían, no se percibían el uno al otro.

No hubo siquiera un segundo en que sus miradas se cruzaran.

2080, Octubre.

El joven caminaba por las calles largas con un libro en las manos.

Aunque no fuese más normal el hecho de que un ser humano cargara un libro hecho de
papel – ya que los e-books eran mucho más prácticos- el joven prefería mantener su versión
original del libro que tanto le encantaba tener cerca suyo. La era en la que vivía podría ser
digital, pero el libro antiguo y con las páginas ya amarillentas era precioso para él.

En un segundo, el joven estaba caminando entre el mar de personas en la calle y al segundo


siguiente algo chocó con él, haciéndole caer al suelo.

Unas disculpas fueron dichas en un grito y el joven caído bufó de rabia, tomando su libro
que había caído de igual forma al suelo a un lado de él, tocándolo con cuidado para ver si
nada le había pasado. Su mirada entonces recorrió el mar de personas para buscar a aquél
que lo había derribado sin intención y vio de espaldas, caminando de prisa, su cabello
oscuro balanceándose de acuerdo a sus pasos rápidos. Una sensación extraña atinó al joven
que se levantaba del suelo, algo que parecía nostalgia.

Movió varias veces la cabeza, intentando alejar cualquier pensamiento incómodo, el joven
volvió a caminar. Su mirada se perdía entre la multitud, aburrido, solitario, cuando dos
toques fueron dados en su hombro. Oh, el mismo chico que lo había derribado hacía unos
segundos, estaba pidiendo su atención.

Él se balanceaba.

El joven de cabellos más claros pestañeó algunas veces, sintiendo la sensación de nostalgia
tornarse dolorosa dentro de sí cuando el otro sonrió. Una sonrisa bonita, familiar.

“Disculpa.” El más alto dijo, sonriendo.

El más bajo fue interrumpido en sus pensamientos, su corazón palpitando dolorosamente


contra su pecho. “¿C-cómo?”

“Te empujé sin querer mientras corría, vi que te habías caído y pensé en volver y
disculparme como se debe. Tu libro también se calló, ¿Está todo bien? Oh,” sus ojos
parecían brillar mientras hablaba. “¡Hacía tanto tiempo que no veía un libro impreso!
Parece antiguo... ¿Cuál es su nombre?” El joven hablaba alegremente, ignorando a las
personas mal humoradas que pasaban al lado, reclamando a los dos jóvenes por estar
parados en medio de la calle. Sus manos alcanzaron el libro y – sin permiso- el lo tomó de
las manos del más bajo y leyó el título. “Tienes un ejemplar de La Divina Comedia, ese
libro es demasiado antiguo, que increíble que tú lo tengas....Pero, ¿No me digas que crees
en esa tontería del Infierno y el Paraíso?”

El reía.

Su tono de voz era profundo, grabe....Sonaba con necesidad.

“¿Nosotros nos conocemos?” El más bajo preguntó, casi cierto de que no había una
respuesta exacta para su pregunta.

El más alto dejó de reír.

“Creo que no,” El mayor dijo y, después de pensar un poco, aún encarando al más bajo,
volvió a sonreír y su sonrisa parecía calentar el ambiente, incluso si hiciere frío.

Luego, rápidamente el más alto se presentó....Su nombre no parecía encajar consigo.


Nada de aquello parecía encajar perfectamente.

“Creo.” El más bajo dijo, sonriendo.

“¿Cómo?”

“Creo en el Paraíso y en el Infierno,” El joven de cabellos castaños claros sonreía por


primera vez desde que la conversación aparentemente casual comenzara. El no sabía el
motivo, pero sentía la necesidad de sonreír, al mismo tiempo en que sentía la necesidad de
llorar. “¿Tú no crees?” Sus ojos estaban empañados, haciendo que la figura alta se fuera
borrando, pero sus labios continuaban sonriendo.

“Creo que somos dueños de nuestro propio destino.” El más alto respondió, despeinando
sus cabellos oscuros de modo que la atención del más bajo se desviase de sus ojos.

El más bajo sonrió y se presentó. De alguna manera, su propio nombre no parecía


verdadero...No parecía ser el que él debía haber dicho.

Algo parecía mal.

“Tú, no sé, ¿Quieres ir conmigo hasta aquella cafetería para hablar? Yo te pago el café
como forma de disculparme por tu libro...” El más alto dijo, pareciendo avergonzado por
decir aquellas palabras. “Y de ahí podemos conversar sobre lo que no creemos y veremos
quien dice la verdad.”

“No existe un ganador cuando se trata de un asunto como ése...” El menor murmuró, una de
sus cejas levantadas.

“Siempre hay un ganador, es la ley de la vida. Y observa bien, si llegamos a un empate,


podemos decidir quien venció a quien jugando,” El más alto respondió, bromeando.
“Conozco un juego muy interesante y antiguo llamado San Sukumi Ken, que-”

Y, entonces, el más bajo percibió....Nada estaba mal, como él pensaba.

Todo, en realidad, estaba correcto...

“Acepto,” El joven más bajo respondió, interrumpiendo la explicación del más alto sobre el
juego, sintiendo una sensación de calor en su interior....Algo que le recordaba felicidad.
“Digo, el café, lo acepto…”

El más alto sonreía cuando le extendió la mano.


Y cuando sus manos se tocaron,
Todo, finalmente, parecía absolutamente verdadero.

Fin.

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