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¿Qué es un libro álbum?

Escrito por Ivonne Lonna


Publicado el 7 agosto, 2010 por Comité editorial

Uno de los géneros más destacados de la literatura infantil y juvenil


contemporánea es el libro álbum, género conocido como un híbrido porque
combina la escritura con la imagen. Dos lenguajes que se interrelacionan para
resolver un texto ya sea narrativo o poético.

El libro álbum evidencia la fuerza experimental de los procedimientos formales,


lo plástico y lo literario, pero también en su diseño y construcción como objeto,
ya que provoca que la lectura trascienda lo meramente temático y argumental,
hacia una lectura ligada al juego con las formas y el lenguaje. Este género
híbrido va más allá de la noción didáctica dirigida a niños o a jóvenes lectores;
rompe con las limitaciones que se ejercen sobre los autores e ilustradores en su
creación —como sucedió en los cuentos o historias ilustradas que en muchas
ocasiones restringieron las posibilidades expresivas-.

El libro álbum destaca la función estética, la interrelación de la imagen con la


grafía y la rica posibilidad del libro objeto, le exige al lector vincular todo a
través de la imaginación y de la interpretación de los elementos que lo
conforman, para comprender lo que se dice. Esto solicita una lectura compleja,
los dos códigos utilizados suponen múltiples formas de lectura, interpretación y
relación, en otras palabras, se trata de una polifonía de significados. Con la
llegada de este género se crearon nuevos formatos de lectura y por ello, los
libros que parecían limitados a un público lector infantil o juvenil, pueden
dirigirse a lectores de otras edades. Esta multiplicidad lectora se debe al
desarrollo tecnológico que se produjo durante la Modernidad, ya que a partir de
ese momento hasta nuestros días se han experimentado diferentes técnicas de
representación artística que mejoran el trabajo de los ilustradores, grabadores e
impresores gracias a los adelantos tecnológicos en lo que a producción editorial
masiva se refiere; además de una complejidad y diversidad creativa porque se
han retomado recursos visuales de otros campos expresivos como el cine, la
publicidad y el diseño gráfico, lo que da como resultado la inclusión de otros
lenguajes visuales que enriquecen al género; la difusión y las posibilidades de
creación han permitido una amplia variedad de temas y técnicas visuales en los
libros álbum en donde los escritores e ilustradores han puesto en evidencia su
capacidad artística. Por todo lo anterior, la utilización de imágenes en el libro
álbum va más allá de la mera intención de ilustrar o decorar un texto, pues al
hacer uso de imágenes complejas que dialogan, contraponen o complementan al
texto, lo enriquecen ofreciendo un tipo de lectura diferente.

La significación de las imágenes en el libro álbum implica no sólo un estudio


formal de análisis de éstas, de los elementos que las componen, de las figuras de
significación que intervienen, sino también de su relación directa o indirecta con
las letras, para articular una narración que habrá de interpretar un lector.
Imagen y palabra, lectura compleja, significan una estética que requiere
aproximaciones que den cuenta de sus valores artísticos.

Se pueden identificar tres tipos de libro álbum, en el primero, el texto es


comprensible por si mismo y las imágenes solo lo ilustran, en el segundo, la
historia se encuentra parte en el texto y parte en las imágenes, es decir, se
complementan, y en el tercero, las imágenes ofrecen información extra al texto
que no necesariamente sirven para comprender la historia. (Colomer 19)

Al leer libros-álbum el lector integra dos códigos distintos, en donde todos los
elementos que lo integran están al servicio de la historia, tanto las palabras
como las imágenes funcionan para crear atmósferas, representar situaciones o
personajes, enfatizar, determinar tonos o insertar puntos de vista en una
narración. El texto y las imágenes en un libro álbum se relacionan
dinámicamente, esto es, las imágenes interpretan el texto sin redundarlo, lo
amplifican o potencian en lugar de anularlo o minimizarlo y si las imágenes
llegan a contradecir el texto se pretende intencionalmente causar una cacofonía
que habrá de guiar el sentido de la historia.

Las imágenes en el libro álbum no se presentan como cuadros aislados sino que
se unen narrativamente gracias a la secuencia y ritmo que determinan el tránsito
de la lectura.

El libro álbum se identifica por los elementos gráficos que juegan un papel
fundamental, por el formato del libro, por las características del material en el
que esté impreso, por la retícula o layout en el que estén ceñidos los personajes
y ambientes de la historia, por la tipografía que se utilice para los textos con una
jerarquización que determine los tonos o que diferencien los títulos o bloques de
texto, por la paleta de color que aproxime a los lectores a sensaciones que el
autor del texto y de las ilustraciones deseen imprimir, así como por los
elementos que permitan complementar o enriquecer la bidimensionalidad del
plano, como por ejemplo los suajes o dobleces como es el caso de los libros pop-
up.

¿Cómo surge el libro álbum?


Los precedentes de lo que más tarde se identificó como libro álbum son: el libro
Der Struwwelpeter escrito en 1844 por Heinrich Hoffmann, que revela la idea de
éste “el niño sólo comprende y concibe lo que ve”, y la materializa a través del
desequilibrio en las imágenes de este libro resultando irreales, exagerando las
acciones del protagonista para provocar que los niños las admiren, se extrañen y
tomen conciencia de lo que “deben” hacer para ser vivir en la sociedad de la
época. El otro precedente es el libro A Apple Pie escrito en 1886 por Kate
Greenaway, en donde este objeto es la figura rectora de la historia que se
encontrará en cada página y que permitirá la comprensión de una idea en orden
alfabético.
En 1931 Paul Faucher escribió Les Albums du Père Castor que inspirados en el
modelo editorial soviético su finalidad era llegar a muchos niños, ser buenos
libros por su contenido, agradables, de precio accesible, de formato manejable,
con pocas páginas y que respondieran a exigencias artísticas escrupulosas, con
ello, esta obra logró cambiar el aspecto del libro infantil pero además creó un
concepto nuevo de lectura.

Ante estos preceden

tes, las ediciones sencillas de precios asequibles, con encuadernaciones rústicas,


textos breves al lado de los dibujos, sin panorámicas a doble página, contrarias a
lo estipulado por Faucher eran simplemente cuentos.

El libro álbum en la posmodernidad


Para los años sesenta del siglo XX se delinearon cultural e internacionalmente
signos de transformación en el mundo intelectual. La cultura de masas, la
sociedad de consumo, la reubicación espacio-temporal del hombre,
transformaron la sociedad. Desde ese momento se originó un cambio de era en el
que se dieron fuertes transformaciones en el modo de ser, hacer y saber (¡Hay
que ver! 24).

En estos años, la posmodernidad apenas concebida como tal, se caracteriza por


la crisis de relatos y la búsqueda de nuevos discursos de legitimación, se da fin a
la ortodoxia académica y empieza el pensamiento relativista que muestra lo
posible sobre lo real, pues es objetable mientras que lo posible es una mezcla
entre “lo que puede ser” y “lo que es útil que sea”.

La Fundación Germán Sánchez Ruipérez en España declara:


Se crearon nuevas formas de elaborar y recibir mensajes a partir de los nuevos
modos de producción en la cultura de masas, del lenguaje cinematográfico y de
la publicidad. En esta época, el libro álbum contiene las aportaciones semióticas
de los nuevos lenguajes, polifonía de significados. La revolución semiótica dentro
de la comunicación infantil proviene de diseñadores y publicistas. (¡Hay que ver!
25)

Con esta cita, se puede observar que los profesionales que están a cargo de los
paradigmas de la Posmodernidad transportan su propia visión del mundo y los
rasgos de la cultura en la que se desarrollan, a la producción de mundos posibles,
mundos imaginarios, en donde la indefinición, la indeterminación, la
ambivalencia y el pensamiento simbólico caracterizan las formas de
comunicación

La intención didáctica que caracterizaba la producción literaria anterior al siglo


XX, disminuyó en comparación con la sola intención lúdica o bien, ante el simple
hecho de alcanzar el goce estético al narrar historias donde el eje rector son las
imágenes y éstas muestran la polifonía de significados propios de la
Posmodernidad.

Para una definición y comprensión del libro álbum, sus implicaciones y rasgos, se
requiere un estudio hermenéutico, ya que este tipo de libros se encuentran en
cambios constantes y drásticos, ocasionados por las diferentes sociedades
modernas y posmodernas.

Rasgos característicos del libro álbum en la contemporaneidad


Al hojear libros álbum, los lectores pueden encontrar que las proporciones de
imágenes contra los textos difieren en muchos casos, por ejemplo:

1. La proporción de imágenes es mayor en comparación con el texto, por


ejemplo: Las pinturas de Willy de Anthony Browne;

2. La proporción de texto e imágenes es equilibrada, por ejemplo: Jumanji de


Chris Van Allsburg;

3. La extensión del texto es mayor en comparación con las imágenes, por


ejemplo: Un cuento de hadas de Tony Ross.

4. Sólo hay imágenes narrando una historia, por ejemplo: Re-zoom de Istvan
Banyai.

En los libros álbum posmodernos se continúan los principios editoriales de


Faucher, que además suman la minuciosidad de los arquitectos, diseñadores y
publicistas, lo que provoca que se extremen cuidados en la presentación física,
como en el formato de papel, en el tipo de papel para los interiores y para las
cubiertas, en el tipo de encuadernación, en los sistemas de impresión, en
acabados y por la firma de muchos de los autores quienes son profesionistas
reconocidos en su área; en suma, todos estos factores hacen que el trabajo de
edición y costo de libros álbum sea mayor en comparación con otro tipo de
libros.

Listado de obras y autores más representativos del género


En la evolución del género existen algunas obras relevantes para el estudio del
libro álbum, a continuación se mencionan cronológicamente algunos títulos que
pueden hilar una investigación sobre el género: Der Struwwelpeter (1844) de
Heinrich Hoffmann; Max y Moritz (1865) de Wilhelm Busch; A Apple Pie (1886) de
Kate Greenaway; Les Albumes du Père Castor de Paul Faucher; La historia de
Babar (1931) de Jean de Brunhoff; Little Blue and Little Yellow (1962) de Leo
Lionni; Donde viven los monstruos (1963) de Maurice Sendak; El globito rojo
(1967) de Iela Mari; Flicts (1968) de Giraldo; Willy el tímido (1980) de Anthony
Browne; El expreso polar (1990) de Chris Van Allsburg.
Bibliografía
“¡Hay que ver! Una aproximación al álbum ilustrado”. Fundación Germán
Sánchez Ruipérez, Ministerio de Educación y Cultura, Dirección General de
Cooperación Cultural. Salamanca: Gráficas Lope, 2000.

Colomer, Teresa. Siete llaves para valorar las historias infantiles. Fundación
Germán Sánchez Ruipérez: Madrid, 2002.

Comino, Sandra. “El libro álbum: invención y evolución de un género para niños.
Antología”. Caracas: Banco del libro, Colección Parapara-Clave, 1999.
Imaginaria, Revista quincenal sobre literatura infantil y juvenil. N° 53. 23 de
marzo de 2006 ‹ http://www.imaginaria.com.ar/05/3/album.htm#comino›
(Reseña extraída de la revista La Mancha, Año 5, N° 14; Buenos Aires, mayo de
2001, con autorización de sus editores.)

Dondis, D.A. La sintaxis de la imagen. Introducción al alfabeto visual. Barcelona:


Editorial Gustavo Gili, 1976.

Escarpit, Denise. La literatura infantiI y juvenil en Europa panorama histórico.


Trad. Diana Luz Sánchez Flores. 1a. ed. en español. México: Fondo de Cultura
Economica, 1986.

Guerrero Guadarrama, Laura Marta. Entre la escritura y la trama, la


subversión en la literatura infantil en México en las últimas décadas. Tesis:
Universidad Iberoamericana, 2006.

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