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a) Zona I. Lomas, formadas por rocas o suelos generalmente firmes que fueron depositados
fuera del ambiente lacustre, pero en los que pueden existir, superficialmente o intercalados,
depósitos arenosos en estado suelto o cohesivos relativamente blandos. En esta zona, es
frecuente la presencia de oquedades en rocas, de cavernas y túneles excavados en suelos para
explotar minas de arena y de rellenos no controlados;
c) Zona III. Lacustre, integrada por potentes depósitos de arcilla altamente compresibles,
separados por capas arenosas con contenido diverso de limo o arcilla. Estas capas arenosas
son generalmente medianamente compactas a muy compactas y de espesor variable de
centímetros a varios metros. Los depósitos lacustres suelen estar cubiertos superficialmente
por suelos aluviales, materiales desecados y rellenos artificiales; el espesor de este conjunto
puede ser superior a 50 m.
La cuenca de México asemeja una enorme presa azolvada: la cortina, situada en el sur está
representada por los basaltos de la sierra del Chichinautzin, mientras que los rellenos del
vaso están constituidos en su parte superior por arcillas lacustres y en su parte inferior por
clásticos derivados de la acción de ríos, arroyos, glaciares y volcanes. En la figura 1
podemos apreciar el esquema geológico general.
Los depósitos de la planicie del Valle de México son los que Comúnmente se conocen como
depósitos del lago. Hay que señalar que ello solamente es válido y correcto para ciertos
tiempos geológicos con condiciones climáticas que propiciaban la existencia de un lago. En
la cuenca cerrada podía existir un lago cuando las lluvias superaban a la evapo-
transpiración, el que desaparecía cuando ésta superaba a. las lluvias. Obviamente, el factor
que dominaba dicho equilibrio era la temperatura ambiental: si el clima se enfriaba, se
formaba un lago; si se calentaba, el lago disminuía y hasta desaparecía. Como consecuencia
de lo anterior, se presentaron transgresiones y regresiones lacustres. El resultado práctico de
esta alternancia fue la deposición de arcillas o formación de suelos.
El lago subsistía durante las épocas de calor (sequía) en las partes centrales de la cuenca,
continuando aquí la depositación de arcillas lacustres; en las partes marginales (transición)
ocurría lo contrario, donde entre arcillas lacustres se intercalaban frecuentemente suelos de
pradera. Teniendo en mente los conceptos geológicos, litológicos y de temperatura
expuestos, es, relativamente sencillo interpretar la secuencia de los llamados depósitos
lacustres, a la luz de los cambios climáticos del último medio millón de años. En ese lapso
que corresponde al Pleistoceno Superior, se han desarrollado en el Hemisferio Norte dos
glaciaciones (clima frío) con tres períodos inter-glaciales (clima moderado a caliente). El
clima de la cuenca de México ha sido una función directa de dichos cambios, razón por la
cual se puede reconocer en la secuencia estratigráfica de los depósitos del lago las grandes
variaciones climáticas. Esta circunstancia, combinada con un análisis minucioso. de las
erupciones volcánicas, de las cuales ha sido posible fechar algunas, ha llevado a una
geología climática de los depósitos del lago. Además se ha logrado establecer una
correlación estratigráfica de dichos depósitos con las secuencias volcánicas de las Lomas al
poniente de la ciudad. (Figura 2)
b) Deposito de transición.
Los depósitos lacustres del centro de la cuenca van cambiando a medida que se acercan al
pie de Las Lomas; lo que ocurre es que entre las arcillas lacustres van intercalándose capas
de suelos limosos, cuerpos de arenas fluviales y, en ciertos casos, en la desembocadura de
arroyos y ríos, importantes depósitos de gravas y boleos. Obviamente, las aportaciones
fluviales de Las Lomas al gran vaso de sedimentación, que es la planicie, se depositan
especialmente en el quiebre morfológico Lomas –Planicie.
El lago central nunca fue profundo, de ahí que los arroyos que bajaban por las barrancas y
desembocaban en la planicie no lograron formar deltas extensos que se introdujeran mucho
a dicho lago. Los clásticos fluviales y aluviales se acumulaban consecuentemente en el
quiebre morfológico y se inter-estratificaban localmente con la serie arcillosa lacustre
inferior; las aportaciones de los glaciares que bajaron en el Illinois Inferior hasta Río Hondo,
Las anteriores unidades quedan separadas unas de otras por suelos rojos, amarillos o cafés,
según el clima que rigió después de su emplazamiento. En la figura 4 se muestra esa
estratigrafía, que se extiende sobre un lapso que cubre el último medio millón de años.
a) Consolidación natural.
El proceso de formación de los suelos implicó que se consolidaran bajo su propio peso,
excepto en las costras duras, que se preconsolidaron fuertemente por deshidratación o
secado solar y que en su parte inferior formaron una zona ligeramente preconsolidada.
Considerando que la masa de suelo predominante era muy blanda y normalmente
consolidada, la variación de su resistencia al corte con la profundidad debió ser lineal y
seguramente muy similar' en cualquier punto del lago. Es factible que en el lago Texcoco,
que prácticamente no sufrió etapas de sequía, y donde el contenido salino de sus aguas era
más alto, las arcillas fueran algo más blandas y compresibles que en el resto de la cuenca.
b) Consolidación inducida.
c) Resistencia al corte.
Figura 5
DEPÓSITOS DE TRANSICIÓN
Características generales
Los depósitos de transición forman una franja qua divide los suelos lacustres de las sierras
que rodean al valle y de los aparatos volcánicos que sobresalen en la zona del lago. Estos
materiales, de origen aluvial, se clasifican de acuerdo al volumen de elásticos que fueron
arrastrados por las corrientes hacia el lago y la frecuencia de los depósitos; así se generaron
dos tipos de transiciones: inter-estratificada y abrupta; ambas condiciones se describen a
continuación.
Esta condición se presenta en los suelos que se originaron al pie de barrancas, donde se
acumularon los acarreos fluviales que descendieron de las lomas a la planicie; estos
depósitos tienen semejanza con deltas, solamente que se extendieron hasta la arcilla del
Esta condición se identifica en el contacto entre los rellenos de la cuenca y los cerros que
sobresalen de dicho relleno, a manera de islotes; en este caso, los depósitos fluviales al pie de
los cerros son prácticamente nulos, lo cual origina que las arcillas lacustres estén en contacto
con la roca. Esta transición abrupta se presenta en el Peñón de Los Baños, el Peñón del
Marqués, el cerro de la Estrella y el cerro del Tepeyac; la estratigrafía típica de estas zonas
está integrada por la serie arcillosa lacustre, interrumpida por numerosos lentes duros de los
materiales erosionados de los cerros vecinos. Es interesante mencionar que en la cercanía del
Peñón de los Baños se encuentran intercalaciones de lentes delgados de travertino
silicificado, producto de las emanaciones de aguas termales.
Características generales
La zona de Las Lomas está formada por las serranas que limitan a la cuenca al poniente y al
norte, además de los derrames del Xitle al S-SW, en las sierras predominan tobas compactas
de cementación variable, depósitos de origen glaciar y aluviones. Por su parte, en el Pedregal
del Xitle, los basaltos sobre yacen a las tobas y depósitos fluvio-glaciales y glaciales más
antiguos.
Una morrena o morena es una cordillera o manto de till (material glaciar no estratificado) depositada
cerca de un glaciar. Existen varios tipos de morrenas, que dependen de su relación con el glaciar:
También se llama morrena al sedimento depositado directamente por un glaciar. El glaciar baja desde
alturas considerables y arrastra los materiales que encuentra en su camino.
a) Se entenderá por peso unitario medio de una estructura, w, la suma de la carga muerta y
de la carga viva con intensidad media al nivel de apoyo de la subestructura dividida entre el
área de la proyección en planta de dicha subestructura. En edificios formados por cuerpos
con estructuras desligadas, y en particular en unidades habitacionales, cada cuerpo deberá
considerarse separadamente.
c) Los procedimientos para localizar rellenos artificiales, galerías de minas y otras oquedades
deberán ser directos, es decir basados en observaciones y mediciones en las cavidades o en
sondeos. Los métodos indirectos, incluyendo los geofísicos, solamente se emplearán como
apoyo de las investigaciones directas.
Estos sondeos podrán usarse para fines de verificación estratigráfica, con objeto de extender
los resultados del estudio a un área mayor. Sus resultados también podrán emplearse para
fines de estimación de las propiedades mecánicas de los suelos siempre que se cuente con
una calibración precisa y reciente del dispositivo usado y se disponga de correlaciones
confiables con resultados de pruebas de laboratorio establecidas o verificadas localmente.
Tabla 1 a)
Tabla 1. c)
OBJETIVOS
EQUIPO NECESARIO
Se requiere equipo para la excavación del pozo y labrado de las muestras inalteradas; la
excavación puede hacerse con herramienta manual o con máquinas perforadoras capaces de
abrir en seco pozos de por lo menos 80 cm de diámetro. El labrado de las muestras se realiza
con herramientas manuales.
Excavación manual
El equipo se integra por picos, palas, cable de manila, botes, un malacate mecánico para 250
kg, escaleras y herramienta para carpintería y albañilería. Además, si el nivel freático está
cercano a la superficie, puede requerirse una bomba eléctrica con puntas eyectoras, es
Se puede utilizar una máquina perforadora a rotación del tipo de la que se emplea para la
construcción de pilas de cimentación. La selección de la máquina quedará condicionada por
la profundidad que se requiera alcanzar; como guía, puede decirse que perforando en seco
suelos duros, las más ligeras (tipo Cadweld) pueden perforar hasta 15 m en diámetros de 0.8
m y las más pesadas (tipo Watson o Soilmec), aproximadamente 30 m, con diámetros de 1.0
a 1.5 m.
Excavación manual
El pozo puede excavarse con sección cuadrada o circular, la forma se elegirá en razón a la
técnica de estabilización de las paredes de la excavación. Si se utilizan tablones y marcos
estructurales, la forma cuadrada es la más adecuada; en la figura 6 se muestra cómo se
adema un pozo. Por otra parte, la forma de pozo circular es la conveniente cuando se
estabilizan sus paredes con tubo de lámina corrugada o con ferro -cemento. Esta ultima
solución se ha venido empleando con mucha frecuencia por su sencillez y bajo costo;
esencialmente consiste en colocar anillos de malla electrosoldada (4, 4 -10, 10) separados por
lo menos 2 cm de la pared de excavación.
La malla se fija con anclas cortas de varilla corrugada hincadas a percusión, y después se
aplica manualmente el mortero con un espesor mínimo de 4 cm. Los anillos generalmente
empleados son de 1 m de altura; si el terreno es estable, este valor puede incrementarse.
COMENTARIOS
El pozo a cielo abierto es una técnica de exploración y muestreo que puede clasificarse como
excelente; en suelos secos es la única confiable, ya que los métodos de perforación y
muestreo convencionales que emplean agua o lodo como fluido de perforación pueden
provocar cambio de sus propiedades mecánicas. Los factores que deben tomarse en cuenta
para la selección del pozo a cielo abierto como técnica de muestreo en un caso particular
son:
Cono Eléctrico
Es una celda de carga con dos unidades sensibles instrumentadas con deformímetros
eléctricos (strain gages). Usualmente, para exploraciones en suelos blandos, el cono y el
sistema de barras tiene una capacidad de carga de 2.00 t y resolución de ±1.00kg; pero, para
exploración de suelos duros podrá requerirse una capacidad de 10.00 t y resolución de
±5.00kg. (Figura 9)
Después de limpiar con el chiflón el interior del ademe hasta su extremo inferior, se obtienen
muestras alteradas del suelo hincando a golpe un tubo muestreador, conocido como
penetrómetro estándar. Este tubo muestreador consiste en un tubo de pared gruesa provisto
en sus extremos de dos piezas roscadas. El tubo estándar tiene una longitud de 60.0cm,
diámetro interior de 3.50cm y diámetro exterior de 5.00cm; la longitud total del muestreador
es de 75.00cm. Una canastilla de laminillas de acero colocada en la zapata del muestreador
y una funda interior de polietileno flexible permiten retener muestras de suelo de cualquier
tipo que penetren al tubo; el polietileno sirve también de envoltura y protección a las
muestras de suelo contra perdida de agua después de extraerlas del muestreador. Este
Por una parte, el remoldeo que introduce el tubo muestreador, hace que la resistencia de la
arcilla a la penetración del propio tubo sea menor que la que corresponde a su estado
natural; por otra, es bien sabido que las arcillas exhiben una mayor resistencia a medida que
la velocidad de la deformación aumenta, como consecuencia de fenómenos de viscosidad.
En tales condiciones, es evidente que la resistencia a la penetración dinámica, (número de
golpes N), aun cuando proporciona alguna información relativa de la consistencia natural de
la arcilla, no debe tomársele como una medida precisa de su resistencia al corte.
cu = N / 15
En estos casos no puede confiarse en el valor del índice de penetración como medida de la
resistencia al corte ni de la compresibilidad.
Este tipo de prueba de campo consiste en hincar en el terreno, mediante un gato hidráulico,
una barra de acero cuyo extremo inferior se instala una punta cónica; midiendo la fuerza
necesaria para hincar la punta se determina la resistencia que el suelo opone a la penetración
estática, y este valor se puede correlacionar, empíricamente con la resistencia al corte de las
arcillas y con su compresibilidad, así como con la compacidad relativa de las arenas.
En los suelos finos cohesivos, como son: las arcillas, arcillas limosas o arenosas o mezclas de
arena, limo y arcilla que contienen más de 20 % de finos plásticos, pero no contienen grava,
pueden obtenerse muestras inalteradas de calidad satisfactoria empleando muestreadores
tubulares de pared delgada hincados a presión y velocidad constantes en perforaciones de
pequeño diámetro, de 10.00 a 20.00 cm. Existen varios diseños de tubos muestreadores de
este tipo, entre los cuales el más utilizado y sencillo es el conocido como tubo Shelby.
(Figuras 11 y 12)
En arcillas duras, puede recurrirse al uso de un tubo con pared más gruesa, para darle mayor
resistencia estructural; puede aceptarse una relación de ´áreas hasta de 20 %, colocándole
una zapata de corte alargada con un ángulo exterior no mayor de 2° (Figura 13)
La cimentación profunda ha sido aplicada desde tiempos prehistóricos. Hace 12,000 años
los habitantes de Suiza introducían troncos de madera en los suelos blandos de lagos poco
profundos y construían sus casas sobre ellos. Venecia en sí misma, fue construida sobre
pilotes de madera para proteger a los italianos de los invasores de Europa del Este, y al
mismo tiempo permitirles estar cerca del mar y de esta manera proveerles una fuente de
subsistencia.
Las pilas de cimentación profunda coladas en sitio, son uno de los métodos de cimentación
que se han desarrollado gracias a la evolución de la tecnología, pues existe una distancia
enorme entre las pilas excavadas a mano y rellenadas de arena y piedras y los métodos
constructivos existentes hoy en día con maquinaria de capacidades gigantescas. Aun así, las
pilas de cimentación profunda de ayer y hoy (y la cimentación profunda en general), tienen
el mismo propósito para su época respectiva: hacer posible la construcción de grandes
edificaciones y construcciones en zonas donde la capacidad del suelo es desfavorable para la
aplicación de cimentaciones superficiales.
CIMENTACIONES PROFUNDAS
Cuando es imposible proveer una adecuada solución para una estructura, sólo con una
cimentación superficial, el uso de cimentaciones profundas se vuelve imprescindible. Esta
situación se puede deber a muchos factores, ya sea por las características del subsuelo, por el
orden en que sus diferentes estratos se presentan, la naturaleza de las cargas que se
transmitirán al subsuelo, las características del lugar, el fin operativo de la superestructura,
etc.
De igual manera, existen muchos factores que pueden intervenir en la elección entre una
cimentación profunda y una cimentación superficial, o el uso de las dos.
Existen estructuras que están sometidas a importantes fuerzas horizontales, por lo que la
implementación de una cimentación profunda es la adecuada, ya que pueden resistir muy
bien las acciones por flexión mientras soportan la carga vertical transmitida por la
superestructura. Este tipo de situaciones se encuentran generalmente en el diseño y
construcción de la cimentación de estructuras altas que están sometidas a grandes fuerzas de
viento y/o sísmicas.
Algunas veces se usan pilotes como elementos de cimentación para resistir las fuerzas de
levantamiento; por ejemplo, algunas estructuras como torres de transmisión, plataformas
fuera de costa, losas de sótano debajo del nivel freático, casas habitación, entre otras.
Los pilotes de fricción son aquellos que transmiten cargas al suelo principalmente a lo largo
de su superficie lateral. En suelos blandos, se usan comúnmente como complemento de un
sistema de cimentación parcialmente compensada para reducir asentamientos, transfiriendo
parte de la carga a los estratos más profundos (diseño en términos de deformaciones). En
este caso, los pilotes no tienen generalmente la capacidad para soportar por sí solos, el peso
de la construcción y trabajan al límite en condiciones estáticas, por lo que no pueden
contribuir a tomar solicitaciones accidentales e inclusive pueden, de acuerdo con la
experiencia, perder una parte importante de su capacidad de carga en condiciones sísmicas,
por lo que resulta prudente ignorar su contribución a la capacidad de carga global.
Opcionalmente, los pilotes de fricción pueden usarse para soportar el peso total de la
estructura y asegurar su estabilidad (diseño en términos de capacidad de carga). En este
último caso, en suelos blandos en proceso de consolidación como los de las zonas II y III, la
losa puede perder el sustento del suelo de apoyo por lo que resulta prudente considerar que
no contribuye a la capacidad de carga global.
En ambos casos, se verificará que la cimentación no exceda los estados límites de falla y de
servicio.
El espacio dejado entre la punta de los pilotes de fricción y toda capa dura subyacente
deberá ser suficiente para que en ninguna condición pueda llegar a apoyarse en esta capa a
consecuencia de la consolidación del estrato en el que se colocaron.
Los pilotes de punta son los que transmiten la mayor parte de la carga a un estrato resistente
por medio de su punta. Generalmente, se llama pilas a los elementos de más de 60 cm de
diámetro colados en perforación previa.
Los puntos que se establecen en las NTC para el Diseño de las Cimentaciones se enumeran
a continuación y se presentará un breve resumen de lo establecido en las mismas.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1.1. Alcance
1.2. Sistema de Unidades
2. INVESTIGACIÓN DEL SUBSUELO
2.1. Investigación de las colindancias: Deberán investigarse el tipo y las condiciones de
cimentación de las construcciones colindantes en materia de estabilidad,
hundimientos, emersiones, agrietamientos del suelo y desplomes, y tomarse en
cuenta en el diseño y construcción de la cimentación en proyecto.
2.2. Reconocimiento del sitio: Las NTC establecen las zonas geotécnicas que definen la
Ciudad de México, así mismo establece las investigaciones mínimas para cada tipo
de zona.
2.3. Exploraciones: Las NTC establece en este rubro las exploraciones geotécnicas
básicas y las que se deberán utilizar para conocer las características y las propiedades
índice del suelo en estudio.
a) De falla:
1) Flotación;
Cuando en el subsuelo del sitio o en su vecindad existan rellenos sueltos, galerías, grietas u
otras oquedades, éstos deberán tratarse apropiadamente o bien considerarse en el análisis de
estabilidad de la cimentación.
b) De servicio:
Se prestará gran atención a la compatibilidad a corto y largo plazo del tipo de cimentación
seleccionado con el de las estructuras vecinas.
3.5. Cimentaciones con pilotes de fricción: Los pilotes de fricción son aquellos que
transmiten cargas al suelo principalmente a lo largo de su superficie lateral. En suelos
blandos, se usan comúnmente como complemento de un sistema de cimentación
parcialmente compensada para reducir asentamientos, transfiriendo parte de la carga a
los estratos más profundos.
3.6. Cimentaciones con pilotes de punta o pilas: Los pilotes de punta son los que
transmiten la mayor parte de la carga a un estrato resistente por medio de su punta.
Generalmente, se llama pilas a los elementos de más de 60 cm de diámetro colados en
perforación previa
Los elementos mecánicos (presiones de contacto, empujes, etc.) requeridos para el diseño
estructural de la cimentación deberán determinarse para cada combinación de acciones. Los
esfuerzos o deformaciones en las fronteras suelo– estructura necesarios para el diseño
estructural de la cimentación, incluyendo presiones de contacto y empujes laterales, deberán
evaluarse tomando en cuenta la rigidez y la resistencia de la estructura y de los suelos de
apoyo.
6. MUROS DE CONTENCIÓN
Las NTC se aplicarán a los muros de gravedad (de mampostería, de piezas naturales o
artificiales, o de concreto simple), cuya estabilidad se debe a su peso propio, así como a los
muros de concreto reforzado empotrados en su base, con o sin anclas o contrafuertes, y que
utilizan la acción de voladizo para retener la masa de suelo.
Los muros de contención exteriores construidos para dar estabilidad al terreno en desniveles,
deberán diseñarse de tal forma que no se rebasen los siguientes estados límite de falla:
volteo, desplazamiento del muro, falla de la cimentación del mismo o del talud que lo
soporta, o bien rotura estructural. Además, se revisarán los estados límite de servicio, como
asentamiento, giro o deformación excesiva del muro. Los empujes se estimarán tomando en
cuenta la flexibilidad del muro, el tipo de relleno y el método de colocación del mismo.
7. PROCEDIMIENTO CONSTRUCTIVO
En las edificaciones del Grupo A y subgrupo B1 a que se refiere el artículo 139 del Capítulo
I del Título Sexto del Reglamento, deberán hacerse nivelaciones durante la construcción y
9. CIMENTACIONES ABANDONADAS
Al demoler edificios dañados por sismo o cuya vida útil haya concluido, se tomarán las
precauciones necesarias para que los elementos de cimentación dejados en el suelo no
causen daños a las construcciones vecinas, a los servicios públicos o a las edificaciones que
se construirán en el futuro en el mismo predio.
En ningún caso será aceptable cimentar sobre rellenos naturales o artificiales que no hayan
sido colocados en condiciones controladas o estabilizados.
11. RECIMENTACIONES
4.6. Bibliografía
MANUAL DE DISEÑO DE OBRAS CIVILES: GEOTÉCNIA
CFE
CAPÍTULO B.2.1, Marzo 2008