Cristianismo y pensamiento occidental (I)

Julio César De León Barbero

Hoy doy inicio a una serie de reflexiones sobre la influencia que el cristianismo ha

tenido en el pensamiento occidental. Se trata de un tema que ha visto correr tinta y papel a lo

largo del tiempo. Debe aclararse, en todo caso, los intereses intelectuales determinan el

énfasis del análisis. Así pues, pueden encontrarse perspectivas jurídicas, filosóficas,

antropológicas, morales, religiosas, políticas, económicas, etc., etc.

Se trata, pues, de un asunto de grandes alcances y variados enfoques. Lo que no se

puede hacer es negar que el cristianismo ha tenido una importante influencia en la cultura y

el pensamiento de Occidente.

Es innegable que Occidente como civilización tiene sus origenes en Grecia y en

Roma. Mucho de lo que creemos, pensamos y practicamos, a nivel individual y social, tuvo

sus origenes en Grecia y Roma. Comenzando con la lengua que hablamos, el español,

prácticamente toda nuestra visión del mundo, de la realidad y de nosotros mismos se gestó

en el mundo greco-romano.

Pero no podemos hacernos de la vista gorda respecto a la incidencia del cristianismo

en la formación de eso que llamamos civilizacion occidental. Ateos, irreligiosos, anti-

religiosos y demás hacen el ridiculo al menospreciar al cristianismo sosteniendo que o ha

significado atraso o que solo ha servido para generar intolerancia y actitudes anticientíficas.

No vamos a negar que algo de cierto hay en esas afirmaciones. Pero hay que decir

que muchos otros elementos de la cultura también han generado estancamiento, intolerancia
y anticientificidad. Las mismas comunidades científicas se han constituido en cerrojos

decididos a no permitir novedades, cambios o transformaciones en nuestra manera de ver el

mundo. De ello se ocupó en su momento el filósofo de la ciencia Thomas Kuhn con su célebre

obra La estructura de las revoluciones científicas (1962) en la cual evidencia la resistencia

que grupos de científicos manifiestan ante paradigmas novedosos.

Solo se manifiesta crasa y supina ignorancia ver hacia otro lado cuando la evidencia

histórica demuestra que muchas ideas que manejamos (incluso a diario) son herencia

cristiana. Ni el mismo Marx pudo librarse de utilizar conceptos gestados en el cristianismo.

(continuará…)