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TALLER DE CREATIVIDAD: LA LECTURA COMO ACTIVIDAD INTERDISCIPLINARIA

Categoría 1. Escuelas de gestión estatal y de gestión privada.


Issidoro, Agustín. D.N.I. 38105662

“La lectura no debe ser obligatoria, es como hablar de placer


obligatorio. ¿Por qué? El placer no es obligatorio.”
J. L. Borges

Introducción, justifiación y objetivos

El presente proyecto nace en el año 2013 en el Instituto Santa Ana, ubicado la Ciudad de Córdoba, y
continúa desarrollándose actualmente. El proyecto toma la forma de un taller especial, distinto a las
asignaturas de Lengua y Literatura, llamado “Taller de Creatividad” que se dicta durante la jornada escolar a
los alumnos del ciclo básico del nivel medio, 2 horas a la semana.

La idea surge a partir de una preocupación por la falta de espacios reales destinados a la estimulación
de la producción personal y a la lectura no atadas a exigencias puramente académicas. Desde la institución
considerábamos que los espacios curriculares tradicionales se revelan en muchos aspectos insuficientes para
el estímulo de estas capacidades, sea porque demandan procesos que requieren de un tiempo mayor al
disponible y porque el cumplimiento de los objetivos académicos urge a hacer énfasis en la resolución de
otro tipo de aprendizajes; o bien porque las asignaturas ya están asociadas a un tipo de dinámica y lógica,
como la evaluación sumativa, que dificultan o reprimen la expresión creativa personal.
De esta manera, el proyecto se estructura fundamentalmente alrededor de esta idea intentando
encontrar y abrir lugares en los que se pueda formar y desarrollar una relación con la lectura, principal pero
no exclusivamente, a través de la literatura, mediada y atravesada por la creación.
Entendemos que la producción personal y creativa, distinta a aquella que se hace para cumplir con
expectativas académicas, ayuda a constuir identidad y a establecer un tipo de relación con lo creado
caracterizada por la pertenencia y la familiaridad. Es este sentimiento de cercanía y apropiación de la lectura
el que intentamos fomentar. La producción, así entendida como un proceso que exige involucramiento
personal, contribuye a acortar las distancias virtuales que proponen a la literatura, concebida como práctica
y una disciplina tradicional, como absolutamente ajena y caduca.
Por otro lado, la razón de que estas capacidades relacionadas a la lectura y al placer de la lectura no
sean abordadas, como se dijo arriba, exclusivamente a través de la literatura, y en muchos casos tampoco
exclusivamente a través de la lectura misma, es que confiamos en que ésta puede constituirse como una
actividad interdisciplinaria y también porque confiamos en que la lectura no es la única actividad capaz de
estimular y desarrollar la lectura, valga la redundancia.
En concordancia con esto, también nos valemos de otro hecho desde el cual elaboramos este proyecto
y es que, en contra de ciertas ideas apocalípticas y anacrónicas del imaginario colectivo según las cuales la
lectura está cayendo en desuso por parte de las recientes generaciones, hoy en día una gran parte de los
adolescentes está constantemente leyendo producto de su interacción con las redes sociales e Internet. Esto
nos señala que no es el acto de leer en sí mismo el que no se pone en práctica, sino ciertas formas muy
específicas de hacerlo. Creemos que es riesgoso y poco saludable vincular a la lectura en su totalidad
solamente con aquellas prácticas y que el reconocimiento de las formas de los adolescentes actuales puede
resultar provechoso al momento de pensar estrategias para acercarlos a prácticas con las que están menos
acostumbrados. De ninguna manera queremos decir que las maneras más tradicionales de leer, la de la
novela en formato físico de papel, para ser lo más gráficos posible,, sean malas u obsoletas, al contrario; de
hecho, la gran mayoría del material con el que trabajamos puede ser incluído dentro de ese orden. Lo que sí
queremos es reconocer las prácticas cotidianas que aparecen ligadas a los adolescentes, pero que en realidad
están extendidas a todos los grupos etarios, como legítimas; porque entonces no se trata tanto estimular algo

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que no existe todavía, como de transformar y de ampliar la perspectiva para poder incluir distintas
maneras.Y si nos permitimos ampliar el concepto de lectura para que incluya la interpretación de un texto
pero también, por ejemplo, la escucha atenta de una canción, la admiración de una fotografía o una pintura,
la comprensión de una película, entonces nos encontramos con un arsenal de posibilidades desde las cuales
podemos trabajar: profundizando, transformando, ampliando, redirigiendo. Y si, además, nos admitimos a
nosotros en tanto sociedad como voraces consumidores y productores de todo este tipo de material, como
nunca antes gracias a la conectividad y a la disponibilidad inmediata, a través de plataformas como Netflix,
Spotify, YouTube, Instagram, Snapchat, Facebook, Twitter, Vimeo, eBlogger, etc., entonces, nuevamente,
estamos reconociendo que contamos con más herramientas y material del que pensábamos.
En materia de producción, los adolescentes se muestran como verdaderos innovadores en estas
plataformas. Conocen a la perfección las formas, los límites y las estrategias que cada plataforma les
impone como lógica constructiva y las redefinen y desafían diariamente. Basta con navegar unos minutos
por Internet para darse cuenta de que, análogo a lo que se dice cotidianamente de la lectura, no hay
realmente un problema de producción sino de formas específicas de hacerlo. A su vez, participar o utilizar
distintas plataformas exige una gran plasticidad y flexibilidad para adaptarse y volverse competente en cada
uno de los formatos y medios que éstas nos imponen y esto puede ser capitalizado didácticamente. Podemos
ir de una canción a un cuento o de un cuento a una película, y también podemos ir de un tweet a un poema o
construir un micro-cuento, o copiar textualmente un cuento y desglosarlo en tweets de 280 caracteres y
leerlo al revés por la manera en que se van disponiendo cronológicamente, del más al menos reciente. Este
es el tipo de lectura que nos interesa fomentar: una lectura transversal, actualizada e interdisciplinaria.

Teniendo estas cuestiones presentes fuimos construyendo este proyecto en donde nuestra intención es
que las relaciones se tejan indistintamente, a través de la producción, desde y hacia la lectura y la literatura
como centro. Los objetivos podrían sintetizarse de la siguiente manera:

 Generar un espacio curricular independiente que estimule la lectura y la producción creativa


 Reconocer y capitalizar las prácticas de lectura y producción actuales de los adolescentes
 Adaptar y configurar el espacio y la modalidad de trabajo al formato de taller
 Desacademizar el ejercicio de la lectura y la enseñanza de la literatura
 Incentivar un abordaje lúdico de la lectura, la literatura y las demás artes
 Estimular la reflexión creativa
 Desmitificar los procesos creativos
 Establecer relaciones entre la lectura, la literatura y las demás artes y sus formas

Metodología: El taller de creatividad

El taller está planteado para los tres cursos del ciclo básico. El programa de cada curso se organiza a
partir de alguno de los géneros narrativos sugeridos por el diseño curricular provincial: para 1er año se elige
el género fantástico, para 2do año el género policial y para 3er año el género realista. A su vez, cada uno de
estos programas aborda actividades diferentes a las que llamamos “desafíos creativos” como también una
serie de herramientas para la solución de las mismas a las que llamamos “recursos creativos”. Cada año
cuenta con un cuadernillo elaborado por el docente que contiene las actividades ya mencionadas,
reflexiones sobre la creatividad, sobre los momentos anteriores y posteriores a la lectura y una selección de
cuentos.
Aquí cabe aclarar que, no obstante así está planteado idealmente el taller de acuerdo al orden de los
géneros, a lo largo de los años en los que se viene desarrollándo este esquema fue sufriendo modificaciones;
fuimos elaborando un programa por año, que incialemente se probó en todos los cursos, hasta obtener 3
programas distintos posibles de ser articulados. Esto derivó en que en más de una ocasión varios cursos
compartieran el programa. Finalmente todas las cohortes realizarán todos los programas a lo largo de su
ciclo básico aunque quizás no respetando el orden arriba planteado. Por ejemplo, en el año 2017, 1er y 2do

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año realizaron el “programa policial” mientras que 3er año realizó el “programa fantástico”. Sucede que,
por un lado, como se explica un poco más abajo, los géneros son meras excusas; y por otro, las actividades
planteadas para el taller no exigen ningún nivel en particular.
Durante los dos primeros trimestres del año lectivo se inician lecturas y pequeñas actividades de
producción entorno al género correspondiente. Los géneros no son tratados como meras historias de
literaturas que hubiera que repetir sin sentido sino que funcionan como espacios dentro de los que la
creatividad de cada alumno puede desenvolverse (pero para hacerlo debe conocer sus características y
entonces esto también constituye un aprendizaje conceptual); funcionan, a la vez, como puntos de partida
pero también como límites, tan necesarios para la creatividad.
Durante el último trimestre se encara un trabajo de producción personal sobre el que se trabaja
insistentemente, corrigiendo, ampliando y modificando todos los encuentros. El tipo de trabajo varía de
acuerdo a cada programa.

El programa fantástico sólo contempla la posibilidad de escribir un relato fantástico. El tema,


tratamiento y demás características quedan sujetas a la total libertad del alumno. En este caso el trabajo debe
ser individual.
Antes de emprender este trabajo final y para comenzar a ejercitar de a poco la escritura de manera que
el trabajo final resulte una instancia más de un proceso integral y no una instancia aislada y sin preparación,
realizamos una serie de actividades que van haciendo énfasis sobre distintos momentos del proceso o
aspectos de la escritura. En nuestra experiencia como docentes hemos podido reparar que en muchos de los
casos en que los alumnos demuestran dificultad al momento de la escritura, independientemente del
formato, se debe a una falta de herramientas para afrontar la misma. Por esta razón se plantean breves
actividades introductorias para poder reflexionar separadamente en distintos momentos de la producción.
Comenzamos, por ejemplo, reflexionando sobre qué significa escribir bien y para qué sirve la escritura.
Luego nos detenemos en la importancia de los signos de puntuación y la separación en estructuras de
sentido que ayuden a comunicar mejor lo que queremos decir. Para esto último nos valemos de canciones
que son presentadas despojadas de todo tipo de puntuación y de organización, sólo las palabras dispuestas
una al lado de la otra; a partir de las escuchas y del sentido que ellos puedan construir deben puntuar
correctamente y organizar los versos en estrofas o en estructuras de sentido. El año pasado trabajamos con
La llave de Abel Pintos, Vos de Lisandro Aristimuño y Guitarra y vos de Jorge Drexler (esta última plantea
desafíos muy interesantes por la exagerada utilización de las ennumeraciones).
En otra actividad ejercitamos la descripción. Leemos Instrucciones para subir una escalera, para
cantar y para llorar de Julio Cortázar y nos valemos de este formato para intentar llevar la descripción al
máximo. Muchas de las iniciativas de los alumnos resultan más que divertidas. Los alumnos de 3er año
escribireron Instrucciones para copiarse en una prueba de matemáticas, Instrucciones sobre cómo llamar a
un familiar en el día de su cumpleaños e Instrucciones para tomar un desayuno brasilero completo.
Ya trabajando concretamente sobre el género fantástico, confeccionamos, a partir de la lectura de
algunas entradas del Manual de Zoología Fantástica de J. L. Borges, nuestro propio Manual de elementos
fantásticos. Un alumno inventó el “Disalo”, que es “una piedra hecha de nubes” capaz de dar vida.
Más avanzado el año nos planteamos la escritura de nuestro primer relato pero a partir de una “canción
fantástica”. La consigna consiste en trabajar con los materiales y argumentos que nos ofrecen las letras de
las canciones que sugieren situaciones fantásticas. Las canciones propuestas fueron: El anillo del Capitán
Beto y Cementerio Club. Resulta realmente enriquecedor comparar muchas de las historias construidas con
mismos materiales y comprobar la enorme variedad y estrategias que desarrolló cada uno: algunos han visto
en Beto una desafortunada vida familiar y un desamparado que sale en busca de respuestas celestiales, otros
han visto en él a un auténtico aventurero y expedicionario.
Antes de emprender la escritura de un segundo cuento nos detenemos a pensar sobre la elaboración de
un plan de escritura. Reflexionamos sobre los procesos y experiencias de aquellos primeros trabajos ya
realizados. Dedicamos algunos encuentros a hablar sobre la confección de borradores que nos ayuden a
lanzarnos a la escritura con más seguridad y mas previsión. Para ello nos valemos de anotaciones y

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borradores de escritores profesionales. Por ejemplo, el año pasado leímos algunas anotaciones de los diarios
de Ricardo Piglia sobre el tiempo que le lleva encontrar una idea que funcione, del tiempo que le cuesta
decidirse por una frase; también pudimos ver algunos borradores de Roberto Bolaño, que están llenos de
dibujos y de anotaciones manuscritas. Más allá de que no tratamos ninguna obra de ellos y de que podrían
ser otros, creemos que es importante acercar la intimidad de los procesos de producción a los alumnos,
sobre todo para desmitificar ciertas ideas que giran en torno a la producción artística en general y que
funcionan como grandes obstáculos: que reciben inspiración divina, que todo les resulta fácil, que jamás
corrigen, etc.
Después vistiamos algunos de los tópicos y temas generales del género, con el fin de conocer mejor sus
posibilidades, como son las transformaciones (Axolotl, Julio Cortázar), el tiempo y el espacio (En memoria
de Paulina, A. B. Casares), la locura y la obsesión (Corazón delator, E.A. Poe), los pactos sobrenaturales, la
inmortalidad y la muerte (La verdad sobre el caso de M. Valdemar, E.A. Poe), etc. Finalmente, previo al
trabajo final, escribimos un último relato pautado al tratar el tema de los sueños (Un sueño, F. Kafka), ahora
ya con más recorrido y reflexiones sobre nuestras espaldas. Este relato debe tener la “forma de un sueño” y
debe respetar una serie de reglas: no se debe saber que se está soñando (de lo contrario el cuento se
termina), uno no puede morir en su propio sueño, se puede reencarnar en un animal o en un objeto, si se
trata de una pesadilla y me están persiguiendo siempre logro escapar; una cosa puede, por ejemplo, ser
blanca y negra a la vez, el tiempo y el espacio pueden sufrir alteraciones, el relato debe terminar con la frase
“y desperté”.

(Cabe aclarar que así como, por cuestiones de espacio, hemos referenciado sólo obras literarias, para
cada tópico también se abordan obras de otras disciplinas artísticas. También por cuestiones de espacio no
podemos describir de la misma manera los otros dos programas, en los que se realizan actividades
preparatorias similares durante los dos primeros trimestres, por lo que nos limitamos a describir brevemente
su lineamiento y el trabajo final.)

El programa policial plantea la posibilidad de elaborar un trabajo final en cualquier medio artístico
disponible para el alumno (un cortometraje, un cuento, una pintura, una obra de teatro, una escultura, etc.).
La premisa de este trabajo consiste en que, además de que sea de índole policial, se produzca a partir de
alguna de las obras que hubiéramos visto o trabajado con anterioridad. Para ello previamente durante el año
se abordan los “recursos creativos” que facilitan el trabajo a partir de obras ya existentes, por ejemplo:
posibilidades de adaptar una obra de un medio artístico a otro, tomar un argumento y cambiarle el tiempo y
el lugar, mezlcar dos argumentos ya existentes, modificar ligeramente argumentos existentes o sus finales,
cambiar los personajes de una obra por los de otro, etc. Como la gran mayoría de nuestro material de trabajo
durante los dos primeros trimestres del año consiste en cuentos que ilustran distintas formas y posibilidades
del género (A. Conan Doyle, E.A. Poe, A. Christie, R. Walsh, etc.) muchas de estas estrategias, técnicas o
recursos son ejemplificados desde otras artes distintas a la literatura (obras no necesariamente policiales).
De esta manera para combinar dos obras de arte ya existentes nos remitimos a la música (Single
Ladies/Come Together de Jamie Cullum, Anamorfosi de Salvatore Sciarrino), para la adaptación a otro
tiempo y lugar nos remitimos a obras del cine (La ventana indiscreta de Alfred Hitchcock y Disturbia de
D.J. Caruso), para la interpretación de una obra desde otro lenguaje o estilo vemos obras de las artes
visuales (Las meninas de Velázquez y Las meninas de Picasso), etc.
Este trabajo puede ser realizado individual o grupalmente, dependiendo del proyecto de trabajo que los
alumnos decidan y estén interesados en encarar.
El año pasado contamos con trabajos de muchísima creatividad que evidencian verdaderas
transformaciones y empleo de las capacidades de lectura en otras formas artísticas. Nos gustaría reparar en
cuatro casos ilustradores. En el primer caso, un alumno de 1er año tomó elementos de un cuento policial
(La posada del ojo de Dios, Abel Mateo) e ilustró una historieta. En el segundo caso, otro alumno del
mismo curso decidió utilizar el argumento de otro cuento (La noche de los siete minutos, George
Simmenon) y adaptarlo a los personajes de Sherlock Holmes y Dr. Watson, lo que le llevó casi a una

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reescritura linea a linea del cuento original y el resultado es asombrante. En el tercer caso, un grupo de
alumnas de 2do año realizaron un trabajo fotográfico a partir de un capítulo de una serie televisiva sugerida
en clases (E01S01, Sherlock, BBC): para ello dispusieron fotografías tomadas por ellas mismas que
capturaban las pistas y los sospechosos recreados en una planchuela de corcho junto con anotaciones,
papeles, flechas, hilos, tachuelas y dibujos que conectaban todos los elementos como acontece con las
paredes empapeladas de los detectives en las películas. Otro grupo de alumnos realizó un trabajo fotográfico
similar a partir de la misma obra pero decidió presentar las fotografías en una caja dentro y de una carpeta
en la forma de “expediente”. En el cuarto y último caso, una alumna realizó una pintura en blanco y negro
de, lo que ella entendía, era la escena más representativa de La liga de los pelirrojos de Arthur Conan
Doyle.

El programa realista sólo contempla la posibilidad de realizar un cortometraje como trabajo final que
debe ser enteramente elaborado por ellos. La primer consigna, aparte del medio artístico, es que el tema a
tratar debe estar relacionado con experiencias o situaciones en las que se vean afectados cotidianamente.
Este programa es, quizás, el que en apariencia menos ejerce la lectura. Sin embargo, el trabajo exige varias
instancias de escritura en lo que respecta a la elaboración del argumento y posterioremente en la confección
del guión. Esto, una vez más, intenta tejer relaciones entre la escritura, la lectura y las demás formas de
hacer arte en donde todo forma parte de un mismo gran proceso. En ese sentido, intentamos continuar
vinculando los procesos de lectura con otros procesos creativos ya que otra de las consignas centrales del
trabajo consiste en que deben utilizar alguna de las “estructuras temporales” que se abordan durante la
primer parte del año. Para ello, durante ésta nos detenemos en las diferencias entre los conceptos de
“historia” y “relato” y trabajamos mucho sobre las posibilidades de combinar distintas historias o planos
temporales. Aquí, invirtiendo la metodología del programa policial, la mayoría de los ejemplos son
extraídos, siempre que sea posible, de la literatura. Entonces, por ejemplo, leemos Todos los fuegos el fuego
de Julio Cortázar para ver cómo dos historias de argumentos similares pueden combinarse y relatarse de
manera paralela; o leemos el capítulo 34 de Rayuela del mismo autor para ver cómo dos historias pueden,
en todo lo que la literatura puede permitirlo, relatarse casi superpuestas. Por supuesto, las posibilidades no
quedan agotadas únicamente en la literatura y recurrirmos también a muchas obras cinematográficas.
En el año 2016 los alumnos de 2do y 3er año produjeron 7 cortometrajes en donde plasmaron
cuestiones muy sensibles a su realidad. Un cortometraje titulado “Mi único límite eres tú” narra la historia
de dos compañeros de colegio homosexuales que sufren la violencia de los mandatos sociales hasta que se
permiten comenzar a vivir su sexualidad de otra manera. Otro grupo puso el énfasis en el bullying, los
estereotipos y los prejuicios: se titula “Una sombra en el pasillo” y cuenta la historia de una adolescente que
sufre el asedio de sus compañeros por vestir toda de negro y escuchar música extraña.

Hemos asumido la corrección como la forma de trabajo. A todos los trabajos se les dedica tiempo
suficiente, son corregidos y revisados repetidas veces. Para que se generen vínculos y haya refexión se
necesita tiempo. En este sentido creemos que, tanto las actividades menores como los trabajos finales, se
conciben y constituyen como posibilidades que tienen los alumnos para desarrollar sus personalidades, sus
inquietudes, experimentar y divertirse al momento que también ejercen el conocimiento y se vinculan con la
lectura y la literatura de una manera más profunda.

Además del trabajo que se desarrolla durante el dictado del taller y hacia el interior de cada encuentro,
el proyecto se articula con otros proyectos institucionales del mismo colegio.
Desde el año 1995 se organiza “La Fiesta de la Música y de Las Artes” en donde se abren espacios para
que los alumnos que estén interesados muestren y expongan libremente sus actividades artísticas. Dentro de
este marco, en el año 2016 se proyectaron los cortometrajes que fueron producidos ese año.
Otra instancia institucional que se llevó a cabo en el año 2017 fue el “Día de la Palabra”, en donde los
alumnos de 3er año leyeron a todos los estudiantes sus “Instrucciones”. En la misma jornada se realizaron
dos concursos para todo el nivel medio. El primero consistía en un concurso de micro-relatos vía Twitter.

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Para participar había que crear un micro-relato utilizando palabras obligatorias que fueron tomadas al azar
de un texto cualquiera (“eficiencia” y “parando”) e incluir el hashtag #DDLPSA. El segundo era un
concurso de video-minuto a través de Instagram: en grupos debían producir un video de no más de un
minuto de duración (duración máxima posible en Instagram), cargarlo en la plataforma y vincluarlo con otro
hashtag; con un día de anticipación se les indicó un objeto (un yo-yo), un personaje (“el primo de un
amigo”) y una frase (“Pero, ¿cómo? ¡Si 2 + 2 = 5!”) que debían utilizar obligatoriamente.

Público destinatario

El proyecto está pensado para todos los alumnos del ciclo básico del Instituto Santa Ana. El colegio se
encuentra en el barrio de Argüello, Ciudad de Córdoba. Se trata de una institución bilingüe mixta de doble
escolaridad y de gestión privada. Desde el año 2013 hasta la fecha estimamos que el proyecto alcanzó
aproximadamente a 200 alumnos, todos entre los 12 y 15 años.

Evaluación

Teniendo en cuenta los objetivos planteados, el resultado en general es más que satisfactorio; no
únicamente por la cantidad y calidad de los trabajos, lo que serían los efectos más tangibles del proyecto,
sino por el entusiasmo que demuestran los estudiantes y por cómo se involucran en cada uno de los
encuentros. Un aspecto a destacar en este sentido es que el espacio curricular no es evaluble a la manera de
las demás asignaturas, es decir, no tiene calificaciones; por lo tanto, los alumnos no están académicamente
obligados a presentar los trabajos (no es una materia que se puedan “llevar” y tampoco pueden “quedarse de
año” por no participar). Sin embargo, la participación es total. Este es un parámetro del que nos valemos
para medir el interés que genera el proyecto y su pertinencia.
Lejos de estar definido, el taller se modifica todos los años. Y si bien uno de los objetivos originales,
tal como se lo definió al comienzo, era el de que el taller fuese independiente de las asignaturas de Lengua y
Literatura, en el año 2018 nos propusimos integrar y articular ambos espacios, algo que se contempla en el
diseño curricular como modalidad de cátedra compartida. La idea es que los estudiantes puedan encarar el
apredizaje de la lengua desde los propios trabajos que produzcan en el taller. Por otro lado, a mediano plazo
nos hemos planteado dos grandes objetivos:

 Incluir el ejercicio de la lengua inglesa y articular el taller con los espacios curriculares
correspondientes ya existentes en la institución
 Desarrollar e implementar algún medio de publicación y difusión de los trabajos realizados que
pueda ser sostenible en el tiempo

Bibliografía

- Diseño Curricular de la Provincia de Córdoba. Ciclo Básico de la Educación Secundaria.


- Freire, P. (1981). La importancia del acto de leer. Siglo XXI Editores.
- Giardinelli, M. (2007). Volver a leer. Propuesta para ser una nación de lectores. Edhasa.
- Pennac, D (1993). Como una novela. Anagrama.
- Petit. M (1999). Nuevos acercamiento a los jóvenes y la lectura. FCE Méjico.

Finalmente, pero no por eso menos en importancia, queremos expresar que este proyecto jamás
hubiera sido posible sin la iniciativa y el apoyo incondicional de quienes llevan adelante la institución.
A Mabel Gras (ex-directora), Alicia Paz (ex-directora), Ricardo Bergel (director) y Erica Boher
(directora) eternas gracias por el compromiso con la educación, por creer que un proyecto como este
tiene algo para aportar y por abrirnos las puertas para hacer lo que más nos gusta: leer, escribir y
acompañar en el aprendizaje.

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