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P.

SANTA MARÍA DE CANÁ


Viernes Santo 30 de Marzo
LAS 7 PALABRAS DE JESÚS EN LA CRUZ
Esta lectura bíblica nos invita a presenciar el drama presentado un día en el calvario. Nuestra mirada debe estar
dirigida en el redentor crucificado, y nuestros oídos abiertos para escuchar esa voz sempiterna que ha cruzado todas
las edades. Cada una de las siete palabras permite a visualizar y apreciar la importancia de la cruz. Un mundo en
tinieblas, un cordero y una cruz fue lo que se veía durante aquel sacrificio.
1.- Padre perdónalos porque no saben lo que hacen. (Lucas 23:34)
Jesús se ve envuelto en un mar de insultos, de burlas y de blasfemias; lo hacen los que pasan por el camino, los jefes
de los judíos, los soldados, etc. Jesús no solo perdona, sino que pide perdón de su padre para los que lo han entregado
a la muerte; para Judas que lo ha vendido; para Pedro que lo ha negado; para los han gritado que lo crucifiquen. Y
no solo pide perdón por ellos sino que por todos nosotros; para que todos los que con nuestro pecado somos el origen
de su condena y crucifixión.
2.- De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. (Lucas 23:43)
Las palabras del Señor dan esperanza a aquel crucificado arrepentido. En el mismo umbral de la muerte, cualquier
persona que se arrepienta puede experimentar la salvación. Ahora bien, ¿Que vio Cristo en este ladrón arrepentido?
Fe. La Escritura dice: Sin fe es imposible agradar a Dios. Conversión. El que no naciere de nuevo no ver el reino
de Dios.
3.- Mujer he aquí tu hijo… he aquí tu madre. (Juan 19:26-27)
La responsabilidad de hijo a madre continua latente en el corazón de Jesús. Jesús hizo los arreglos para que su
muerte no fuera dejar a María desamparada. Jesús tenía plena confianza en él. María lo aceptaría como otro hijo.
4.- Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? (Mateo 27:47).
La soledad es una de las más terribles experiencias que cualquier ser humano pueda tener. Separar a una persona de
los demás en una prisión es el castigo más terrible. Psicológicamente afecta en el sentido de que el hombre es un ser
social. La soledad de Cristo fue un desamparo espiritual. Su sufrimiento fue sin la ayuda de su naturaleza divina o la
intervención del Padre. Jesús quedó solo literalmente
5.- Tengo sed. (Juan 19:28)
Por un simple pronunciamiento de su naturaleza divina aquella sed hubiera sido saciada y satisfecha. Pero no Jesús
no lo hizo. En esta expresión Jesús expresó su sufrimiento no fingido. Jesús tuvo sed por nosotros, para que tú y yo
pudiéramos beber del agua de la vida.
6.- Todo está consumado. (Juan 19:30)
Nuestro apreciado Jesús ha cumplido su propósito en la tierra. El vaso que le pidió al Padre que fuera quitado de Él
no fue. Su Padre sabía que era necesario que el sacrificio se cumpliera. Muchas personas han preguntado por años:
¿Cuál sería el segundo plan que Dios tendría si Jesucristo no tuviera que haber muerto en la cruz? La respuesta es
muy sencilla. ¡NO HABÍA OTRO PLAN! Este fue el único. El fallar este cumplimiento dejaría la humanidad sin
ninguna esperanza.
7.- Padre en tus manos encomiendo mi espíritu. (Lucas 23:46)
- El Unigénito de Dios no estuvo exento de la muerte.
- Nació humanamente y murió humanamente.
- Su madre lo vio nacer y también lo vio morir.
- Sin su muerte la expiación jamás se hubiera llevado a cabo.
- Jesús fue el cordero escogido desde la eternidad. (1 Pedro 1:19-20)
- Jesús fue el cordero mudo que se dejó llevar al matadero. (Isaías 53:7)
- Jesús fue el cordero inmolado. (Apo. 5:12)
- Jesús fue el cordero de Dios que quita el pecado. Juan 1:29.

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