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RESULTANDO
Por memorial presentado el 21 de octubre de 2013, que cursa de fs. 161 a 163, Carlos Salinas
Rodríguez interpone recurso de casación impugnando el Auto de Vista 47/2013 de 30 de
septiembre, de fs. 158 a 160, pronunciado por la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Tarija, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público
contra el recurrente y Nicolás Iver Salinas Núñez, por la presunta comisión de los delitos de
Falsedad Material, Falsedad Ideológica y Uso de Instrumento Falsificado, previstos y
sancionados por los arts. 198, 199 y 203 del Código Penal (CP).
I.1. Antecedentes
Esta denuncia se sustenta en que el Tribunal de Sentencia, reconoce que pese de haberse
solicitado el examen grafológico, el mismo no se realizó, siendo que no se llegó a determinar a
quién correspondía la escritura y la firma, ni quiénes fueron los responsables del forjado de los
21 vales observados. La Sentencia de manera expresa señala que el Tribunal en pleno no
tiene certeza de que los documentos (vales) fueron fabricados por los imputados. Siendo lo
más paradójico, que el Tribunal de Sentencia le absuelve por los delitos de Falsedad Material y
Falsedad Ideológica porque no se demostró que esos documentos sean falsos; pero
contradictoriamente establece su responsabilidad por el delito de Uso de Instrumento
Falsificado, constituyendo esa determinación defecto absoluto de la Sentencia.
I.1.2. Petitorio
El recurrente solicita, se deje sin efecto el Auto de Vista y se ordene nueva emisión, ordenado
la reposición del juicio por otro Tribunal, conforme la doctrina legal aplicable señalada.
Mediante Auto Supremo 291/2013-RA de 19 de noviembre, cursante de fs. 171 a 173, este
Tribunal admitió el recurso formulado por el imputado para su análisis de fondo.
II.1. De la Sentencia.
Una vez concluido el debate del juicio oral, el Tribunal Segundo de Sentencia de
Yacuiba del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, dictó Sentencia condenatoria
contra el recurrente, argumentando en lo pertinente, lo siguiente: i) Respecto al delito de
Uso de Instrumento Falsificado, se establece que fue Carlos Salinas Rodríguez quien
recogía combustible del surtidor Lapach con vales originales de la Sub Prefectura que
eran otorgados por el policía Luis Miranda, que también recibió tres vales falsos en
fechas 3, 14 y 24 de febrero de 2008, recogiendo el combustible en persona, mandando
a su hijo Nicolás Iver Salinas Núñez o a sus empleados; ii) La responsabilidad del uso
de los vales falsos solamente es atribuible a Carlos Salinas Rodríguez, porque es el
dueño de un negocio de venta de lubricantes, haciendo el trato para recibir y cambiar
los vales falsos sin ser servidor público; iii) La conducta de Carlos Salinas es típica,
puesto que se subsume a los supuestos de hecho previstos por el art. 203 del CP, es
antijurídica porque no se advierte causas de justificación, sabiendo del alcance y límites
de sus actos, siendo esta conducta culpable por ser reprochable.
El imputado interpuso recurso de apelación restringida (fs. 136 a 137); entre sus
argumentos de relevancia señaló: i) La Sentencia adolece de debida fundamentación,
porque con relación al contenido, se advierte incoherencia absoluta, puesto que se
presentó acusación por los delitos de Falsedad Ideológica y Material, dictándose
Sentencia absolutoria respecto de ambos; sin embargo, se dicta Sentencia condenatoria
por el delito de Uso de Instrumento Falsificado, sin que se haya demostrado que su
persona tuviese conocimiento de la falsedad de los vales de gasolina; es decir, el dolo,
siendo los fundamentos del Tribunal de Sentencia, el hecho de que su persona sería el
propietario de una tienda, que fue la persona que adquirió los vales y que recogía
combustible con otros vales entregados por el policía Miranda, argumentos subjetivos
que no explican de manera razonable, cuál es la conducta sancionada; ii) Refiere
también, que no se realizó una valoración integral de la prueba, ya que produjo prueba
testifical que evidencia que adquirió los vales de buena fe, desconociendo que eran
falsos; además, con la solicitud de que los recibos estén a su nombre, se demuestra su
buena fe; iii) Que sólo el estado de certeza absoluta puede fundar una decisión
condenatoria, sin que la duda ni la probabilidad sean suficientes, lo que se conoce como
principio in dubio pro reo. En este caso no se demostró en grado de certeza, que
hubiese tenido conocimiento que los vales eran falsos, siendo su actuar siempre de
buena fe, por lo que ante la duda, debió aplicarse este principio.
Con esos argumentos, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Tarija, declaró sin lugar el recurso de apelación, confirmando la Sentencia impugnada
en su integridad.
Antes de considerar la problemática planteada, resulta útil realizar algunas precisiones respecto
al tipo penal de Uso de Instrumento Falsificado; en principio, este precepto penal, incluido
dentro de las normas penales que protegen el bien jurídico Fe Pública, tiene estrecha relación
con los diferentes tipos penales de falsedad previstos en el capítulo relativo a la “Falsificación
de Documentos en General” del Código Penal, a saber: Falsedad Material, Falsedad
Ideológica, Falsificación de Documento Privado y Falsedad Ideológica en Certificado Médico,
pues el verbo rector del tipo penal es hacer uso de un documento falso, lo que remite
necesariamente a los delitos señalados. Sin embargo, esta remisión no importa, como
condición o elemento configurativo del tipo penal, que previamente se acredite la autoría del
documento falso en cuestión y menos que el autor del delito de Uso de Instrumento Falsificado
sea condenado previamente o al mismo tiempo, como autor de la falsedad; es decir, del forjado
del documento falso o adulterado, pues el referido precepto normativo penal, está dirigido a
castigar precisamente la conducta de agentes que no han intervenido en la elaboración del
documento falso, pero que hacen uso de él, de ahí que no puede existir, por ejemplo, concurso
de los delitos de falsedad (sea material o ideológica) con el uso de dicho documento, porque a
la conducta del agente que labró el documento, no le alcanza el tipo penal de Uso. Esto es,
porque la condición configurativa del tipo penal de los delitos de falsedad es el perjuicio, por
tanto, el mismo tipo penal ya encierra o cubre la conducta de utilización del documento falso; al
contrario, el tipo penal de Uso de Instrumento Falsificado está dirigido exclusivamente a la
conducta del tercero que no intervino en el forjado, pero que utilizó un documento falso,
teniendo conocimiento que no era auténtico o verdadero.
Este entendimiento tiene su base legal en el mismo tipo penal del art. 203 del Código Penal
Boliviano que señala: “El que a sabiendas hiciere uso de un documento falso o adulterado, será
sancionado como si fuere autor de la falsedad.” La última idea, da cuenta de todo lo que hasta
ahora se ha dicho, pues claramente la norma prescribe: “…como si fuere autor de la falsedad”,
luego, la propia norma descarta que el sujeto activo de este tipo penal, sea la misma persona
que forjó ese documento, en conclusión, no se puede sancionar al mismo sujeto, como autor de
un delito de Falsedad y también de Uso.
Sobre la misma temática, el profesor español Francisco Muñoz Conde, comentando este delito,
también previsto en la legislación española con similares características a la nuestra,
señala: “La falsificación de un documento desemboca naturalmente en su uso. Por eso, si el
uso es llevado a cabo por el propio falsificador, es un acto posterior impune.
El Código castiga el uso llevado a cabo por el no falsificador si es para perjudicar a otro o si lo
presenta en juicio. La primera modalidad se incrimina en razón del perjuicio económico que
puede causarse.” (Derecho Penal Parte Especial, pag. 706).
Este criterio también es asumido por Carlos Creus, que haciendo referencia a la autoría de
falsificación y uso de documento falso refiere lo siguiente: “El principio general que aquí se ha
dado por reconocido, es que el tipo del art. 296 no contempla la conducta del que falsificó y
después usa del documento falsificado; por lo tanto, se da una situación de concurso aparente:
las distintas figuras de falsificación documental y la de uso de documento falso, se excluyen
entre sí cuando están constituidas por conductas del mismo sujeto”, para finalmente
concluir:“Queda, pues, fuera de discusión, que el autor de falsificación que a la vez usa el
documento, n o puede ser castigado al mismo tiempo por aquella falsificación y por este uso;
únicamente puede serlo por el primer delito” (Falsificación de documentos en general, pag. 203
y 204)
Ahora bien, en el presente caso, la denuncia del recurrente se centra en el hecho de que la
Sentencia dictada sería contradictoria, pues lo absolvió por los delitos de Falsedad Material y
Falsedad Ideológica, al no haberse demostrado su autoría en el forjado de los documentos
falsos; empero, lo condenó por el delito de Uso de Instrumento Falsificado, lo que constituiría
en el planteamiento de su recurso una carencia de fundamentación en la Sentencia por la
señalada contradicción.
En consecuencia, la absolución por los delitos de falsedad en favor del imputado no implica la
concurrencia de falta de fundamentación como señala el recurrente; sin soslayar que del
contenido del Auto de Vista impugnado, se evidencia que el Tribunal de alzada a tiempo de dar
respuesta al mismo agravio planteado en apelación restringida, verificó que la Sentencia se
encontraba debidamente motivada, sin que el agravio denunciado tenga mérito. Por todo lo
referido, este Tribunal concluye también que el argumento del recurrente carece de sustento,
siendo correcta la decisión del Tribunal de Sentencia que en la resolución de apelación
restringida fue confirmada en su integridad por la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Tarija; por tanto, no se advierte contradicción alguna entre el Auto
de Vista impugnado con el Auto Supremo 724 de 26 de noviembre de 2004, invocado como
precedente.
En definitiva, al haberse establecido que no existe contradicción en los términos previstos por el
art. 416 del CPP, en estricta aplicación de la ley, corresponde declarar infundado el recurso de
casación sujeto de examen.
POR TANTO
La Sala Penal Segunda del Tribunal Supremo de Justicia, con la facultad conferida por el art.
42.I.1 de la LOJ y lo previsto por el art. 419 del CPP, declara INFUNDADO el recurso de
casación interpuesto por Carlos Salinas Rodríguez.
Firmado