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LA SEXOLOGIA

Autor: Flores Colombino, Andres. Extraido de "Sexo, Sexualidad y Sexología"

DEFINICION

Hace unos doce años, escribíamos un artículo titulado: "¿Qué es la Sexología?" (8) y lo presentábamos
a las Sextas Jornadas Latinoamérica y Primer Congreso Uruguayo de Sexología. Imaginen ustedes que
ociosa pretensión era la nuestra, al estar definiendo la disciplina que reunía a más de 400 personas en el
Palacio Municipal de Montevideo, como si hubiera algo que decir todavía sobre una ciencia que
convocaba con esa fuerza. Pero era necesario, y así lo comprobamos a menudo cuando asistimos a
estos eventos, por suerte cada vez más frecuentes.

Es común que un médico, psicólogo, maestro o terapeuta efectúe una comunicación, mediante
conferencias o aportes libres a estas reuniones, así como que haga declaraciones a la prensa o
reflexione ante sus pares sobre temas referidos al sexo y la sexualidad. Y cuando ello se repite, el
común de la gente, y aun sus colegas, o los periodistas, lo identifican como "sexólogo". Y a la actividad
que realizan, Sexología. Y ello no es siempre corrector

¿Qué es, entonces, la Sexología y quienes son los Sexólogos?

El término SEXOLOGIA fue creado por lwan Bloch, quien proclamó a principios de siglo (1908) que la
"Sexualwissenschaft" era una ciencia con metodología propia (9). Pero sus comienzos son discutidos en
cuanto a la época de mayores aportaciones o en que se definen sus perfiles actuales. Así, Sondervorst
(19), de la Universidad de Lovaina, afirma que la Sexología como disciplina científica recién se ha
afirmado como tal durante los últimos ciento cincuenta años. "Y ello ha sido posible gracias al fruto de
trabajos multidisciplinarios de anatomistas, biólogos, genetistas, psicólogos, psiquiatras y pedagogos,
con la colaboración de etnólogos, moralistas y lingüistas". Alzate (2) afirma que "la ciencia sexológica
comenzó a desarrollarse a fines del siglo pasado, con los trabajos de los pioneros europeos,
principalmente médicos de habla alemana, tales como Krafft-Ebing, Moll, Bloch, Forel, Hirschfeld y
Freud, además del inglés Ellis". Y en Estados Unidos, "aunque hubo investigadores sexuales que lo
precedieron, tales como Davis, Dickinson, Finger, Hamilton y Terman, se puede afirmar" -según Alzate-
"que fue Alfred C. Kinsey quien inauguro la era de la auténtica Sexología científica..." (2). Y esto fue
hacia 194o. Otro colombiano -como Alzate-, el Prof. Giraldo Neira (I 1), decía en el año 1981 que "el
desarrollo de la Sexología como ciencia es prácticamente un acontecimiento de los últimos cuarenta
años y la difusión de sus conocimientos solo ha sido tarea de los últimos veinte".

Nosotros adherimos a la postura de Sondervorst, quien en 1975 planteaba que las Ciencias Sexológicas
no tenían más de 150 años de evolución, lo que nos retrotraía a 1825. Como el autor no fundamenta
esta afirmación, fuimos a buscar la razón de su aserto, y descubrimos que en 1827, Von Baer descubre
el ovocito, el gameto femenino, desconocido hasta ese momento, y que completa el par reproductor, ya
que el gameto masculino - el espermatozoide - había sido descubierto en 1677. Se nos puede discutir el
que jerarquicemos lo reproductivo de la sexualidad al punto de indicar con ese descubrimiento el
comienzo de la Sexología científica, pero a ello respondemos que nosotros jerarquizamos por igual lo
reproductivo como lo erótico de la sexualidad. Y que no dependió de nosotros sino de los hechos que se
haya esclarecido primero lo reproductivo en materia científica. Además, si aceptáramos la postura crítica
de quienes niegan el carácter humano de lo reproductivo, o que ubican lo reproductivo fuera del objeto
de la Sexología, también aceptaríamos ubicar el comienzo de la Sexología en la segunda mitad de este
siglo XX. Volveremos sobre este tema y lo fundamentaremos cuando hagamos referencia a la Historia de
la Sexología.

Se penso que la palabra SEXOLOGIA podía constituir una "etiqueta criticable", desgraciado híbrido del
latín y del griego, pero una rama del saber cuyo objeto parece mal definido. Zwang (17) rastrea los
orígenes de la palabra "sexology" de los anglosajones, demostrando que se trataba de una disciplina
practicada por los así llamados sexologistas abocados a la patología sexual (4). Alex Comfort (4) señala
que la palabra Sexología fue acuñada como un nombre genérico para los estudios sexuales, adquiriendo
luego el significado particular de instrucción clínica sobre higiene sexual. El ya mencionado Prof.
Sondervorst (15) se pregunta "si existe un lugar para una biología, una psicología y una etnología de la
sexualidad, ¿cabe constituir una "sexología" sin recurrir a simplificaciones excesivas, a reducciones...?".

Hasta que la Sexología paso a constituirse en una "ciencia acreditada" como lo afirmaba Ellisen en 1964
(5), muchos investigadores han propuesto nuevos nombres, tales como Sexiatría para designarla igual
que una rama o materia de estudio y enseñanza, lo que confirmaría su carácter disciplinario y no
"científico". El argentino Pellegrini propuso el término "Sexuología" que "es el conjunto de estudios
morfológicos, éticos, sociales, políticos, religiosos, artísticos, literarios, pedagógicos, etc., que se
relacionan con la sexualidad". Otros propusieron el término "Pansexología", pues el prefijo "pan" = todo,
indica que se trata de incluir en el estudio de la sexualidad todo lo biológico y antropológico que le atañe.
"Más bien" - dice Quijada(12) "relacionar todos los campos del conocimiento que corresponden porque
cada uno representa un área científica tan extensa que no puede manejarla un individuo único. Es, por
tanto, un esfuerzo por extractar de todos estos variados campos aquellos que, justamente por sus
conexiones con otros aparentemente distantes, ofrezcan una explicación de qué es la sexualidad, y por
qué aparece en tan alejadas expresiones vegetales, animales, humanas y divinas. Es sexología más
sexología" -concluye-.

El Profesor Seguin (I 3), peruano pionero de la medicina psicosomática y Presidente de honor del
segundo congreso Latinoamericano de Sexología, proponía en 1984 el término Sexonomia, extendiendo
el término de Sexología "a la expresión culminativa de un arte y una ciencia del sexo en sus más altas
manifestaciones a partir de la antropología sexual".

Debemos convenir que se comprenden las diferentes acepciones de la Sexología solo cuando se
conocen cuáles son las concepciones que poseen cada escuela filosófica, moral o psicológica sobre la
sexualidad. Dedicaremos un capítulo de este trabajo a desarrollar esas diferencias antes de proponer
nuestra propia definición.

Pero a esta altura de la reflexión sobre lo que es la Sexología, deseamos mostrarles cuál fue el itinerario
que seguimos para llegar a una concepción propia de la Sexología. Así, buscamos en diversas fuentes.

El Diccionario Enciclopédico de Medicina de Braier (3) dice que Sexología es "El estudio de los sexos y
las cuestiones a ellos relacionados". Después veremos que esta concepción es totalmente insuficiente y
equivocada, pues no abarca a la sexualidad, nada menos. Si nos atenemos a la definición etimológica,
Sexología viene de "logos" = tratado o razón: tratado sobre el sexo. Pero sabemos que lo etimológico
nunca es suficiente. Desde ese extremo, vemos la definición del mexicano Alvarez-Gayou (1), quien en
su libro "Elementos de Sexología" de 1979 dice que la Sexología es "la disciplina que se ocupa del
estudio de la sexualidad". Esta definición , con ser escueta, se aproxima bastante a la que proponemos
nosotros. Pero antes veamos quo dice Alzate: "La Sexología puede definirse en forma amplia, abarcando
todos los aspectos de la diferenciación y dimorfismo sexuales animales, o, en forma restringida, solo
teniendo en cuenta la faceta más genuinamente humana del hecho sexual. Nuestra preferencia va hacia
esta última" - dice Alzate (2) -" por lo que definimos la Sexología como el estudio científico de la función
erótica, dentro de sus contextos biológico, psicológico y sociocultural". Naturalmente, esta definición
excluye a la función reproductiva de las funciones sexuales humanas ,por lo que nos permitimos
discrepar respetuosamente con el maestro Alzate.

Otro maestro de la Sexología latinoamericana, el chileno Quijada Cerda (12), en su monumental


"Diccionario Integrado de Sexología" define a esta disciplina como "el conocimiento amplio y
sistematizado de la sexualidad, de sus orígenes, desarrollo y funciones, así como de sus relaciones con
la realidad y con las demos ciencias y artes. En efecto" - prosigue- "ha de obtener y coordinar
información de físicos, químicos, biólogos, antropólogos, sociólogos, etólogos, ecólogos, pedagogos,
médicos y psicólogos, historiadores, religiosos, políticos, artistas, administradores de empresa, jueces,
policías, etc." Quijada (12) plantea la existencia de áreas de la Sexología que requieren una mayor
especialización: Sexología Antropológica, Biológica, Científica, Clínica, Jurídica, Pedagógica, Política y
Sociológica. Nosotros agregamos la Sexología Médica, la Sexología Filosófica y la Sexología Médica, la
Sexología Filosófica y la Sexología Etica, además de la Sexología Animal.
Los estudios científicos, filosóficos, antropológicos, morales, etc., referidos a la sexualidad durante siglos
-sobre todo en los últimos 150 años - han cubierto un amplio campo, y por ello, "la Sexología debería
inscribirse en el conjunto de conocimientos científicos humanos, dice Zwang (17) sobre todo por sus
aportes en biología sexual." Pero considero de un optimismo algo ingenuo, la pretensión de que la
Sexología llegue a ser, no ya una ciencia, sino aún la definición de una materia concreta de estudio. Si a
ello agregamos que el psicoanálisis ortodoxo se resiste a reconocer a la Sexología como un campo de
estudio y trabajo propios -sobre todo en sus comienzos- por tratarse de un indebido reduccionismo del
hombre en su aspecto sexual, comprendemos las dificultades que la Sexología ha encontrado para ser
aceptada entre las "ciencias acreditadas" fuera de los países con gran libertad académica y fuera de las
Universidades abiertas.

Es que la Sexología, más que ninguna otra ciencia nueva - lo cual ya dificulta de por si su aceptación -
está sometida a milenarias actitudes de rechazo por parte de la comunidad académica. Por ello la
inclusión de la materia a nivel de estudios universitarios aún no se ha logrado en muchas universidades
latinoamericanas y entre ellas la uruguaya oficial. Situación que pensamos se revertirla en los años
venideros, pues Colombia, Brasil, Venezuela y Perú, ya lo han logrado.

Pero: ¿es la Sexología una ciencia? Como todos sabemos, ciencia es el conjunto sistemático de
conocimientos que constituye una rama del saber humano; el conocimiento cierto de las cosas por sus
principios y sus causas. Disciplina significa doctrina o materia de estudio y enseñanza, que recoge el
conjunto de opiniones y escuelas, así como los conocimientos de diversas ciencias referidas a un objeto.

Toda ciencia comienza por ser una disciplina y es evidente que la Sexología apareció entre los estudios
del hombre como tal. Y durante el siglo y medio de su existencia se fueron sistematizando los
conocimientos, al punto que en todos los campos que abarca se efectúa un abordaje científico, con
metodología propia, un objeto material y formal bien establecidos.

Dice Volcher (I 5), otro docente de Sexología de la Universidad de Lovaina: "el objeto material de la
Sexología es fácil de definir: el comportamiento sexual y sus diversas manifestaciones. Pero su objeto
formal: sus diferentes formas de aproximación a lo sexual, es mas dificil de determinar".

Cada ciencia utiliza procedimientos diferentes y plantea interrogaciones al ser sexuado en aspectos
particulares y parciales. Pero la Sexología comienza por ser un "lugar de encuentro",una "zona de
coincidencia", un "campo integrado" en el sentido semiótica. Y una de las características del tratamiento
de la Sexualidad en la cultura Occidental es que, a pesar de su concepción negativa y de su tratamiento
prohibitivo "solo los teólogos y los filósofos podían organizar sus silogismos o interpretar escrituras para
concluir en algún mandato restrictivo" como dice Giraldo Neira (11) - se incito crecientemente a la
"puesta en discurso" del sexo, según afirma Michel Foucault (10). Esta puesta en discurso tuvo a la
Religión como vehículo hasta el siglo XIX y luego a la Psiquiatría, a través de Krafft Ebing y Hirchsfeld
hasta Freud. Desde la Axiología y las demas disciplinas alejadas de lo erótico, pasando por la
Antropología, la Patología de las "perversidades" y la Psicología profunda, por fin la Sociología sexual
con Kinsey y la Biología - fisiología sexual de Masters y Johnson completaron -a mitad de este siglo XX-
los campos Bio-Psico-Socio-Cultural de la sexualidad.

Esta integración de todos los campos del hombre referidos a su sexualidad, ha cambiado la faz de la
Sexología. Ya no estamos en una "tierra de todos-tierra de nadie" como titularon una entrevista que se
nos hiciera (o), sino que la Sexología ha madurado. Ha adquirido su mayoría de edad. Solo la ignorancia
de la evolución de los conocimientos sexuales puede animar una apreciación menoscabante de la
Sexología.

La etapa de interdisciplina que debió sortear durante décadas la Sexología, mientras aun le faltaba
definir su objeto formal, y sus métodos y fines propios, termino por dar paso a una disciplina.

Nos parece inconducente la polémica de si la Sexología es ya una ciencia o aún es una disciplina.
Pensamos que si aun no hemos logrado introduciría universalmente como una disciplina, a pesar de los
enormes avances logrados, es inútil adelantamos a los hechos. Proponemos adherimos a los autores
que coinciden en afirmar que la Sexología tiende a constituirse en una ciencia autónoma. Pero que aun
se trata de una disciplina.

Por todo ello,coincidimos con la definición del argentino Lázaro Sirlin (14) propuesta en su "Diccionario
Sexológico"

Sexología es la disciplina científica y humanística que sistematiza los conocimientos


teóricos y prácticos relativos al sexo y a la sexualidad en sus cuatro aspectos
fundamentales: biológicos, psicológicos, sociales y culturales. Cada uno de estos
aspectos es factible de divisiones para poder abarcar y profundizar todos los aspectos de
la problemática sexual.

Al reunir los campos científicos y humanísticos en esta disciplina, se reconoce su carácter dinámico,
comprometiendo su naturaleza con los avances de los conocimientos y de los valores en materia sexual
humana. Y estos avances han sido tan trascendentes y definitivos en las ú1timas décadas, que cada
ciencia o disciplina por separado no puede abarcar, comprender y aprehender todos los aspectos de la
sexualidad.

La Sexología es, pues, una disciplina integradora y es una disciplina dinámica, como tal vez no
exista otra. De allí la validez de que la formación científica nunca termina, extensiva a todas las
ciencias, desde luego, pero más categórica en Sexología, y en la que un retraso de apenas unos años -
a veces de un año -, puede significar una total pérdida de autoridad.

Lo mismo puede afirmarse de quienes se niegan a integrar campos, encerrados en reductos


organicistas, psicologistas, sociologistas o conductistas.

EL RELOJ DE LA SEXOLOGIA

Hemos descubierto que los aportes fundamentales que las disciplinas científicas y filosóficas van
haciendo a la Sexología desde 1827, son, básicamente, doce. Así, estructuramos, el Reloj de la
Sexología que propusimos en 1980 en una clase de Sexología para Psicólogos en Montevideo (7).
Puede ser de utilidad para ordenar nuestra exposición y para visualizar el orden tan antojadizo con que
las ciencias se ocuparan de la sexualidad humana, a diferencia flagrante de otras funciones y
comportamientos del hombre.
La Sexología puede ser estudiada a través de la integración de las diversas disciplinas y ciencias que
han aportado y siguen aportando elementos para la comprensión de la sexualidad.

Nosotros hemos separado el aporte de doce disciplinas, que por razones didácticas ubicamos en cada
hora del reloj: el Reloj de la Sexología.

Hasta el siglo XIX, en la etapa presexológica de la historia de la sexualidad, los antecedentes puede
decirse que no son de interés para incorporarlos a una Sexología vista en perspectiva temporal. Aunque
jerárquicamente, los conocimientos no siguen el orden de aparición de los mismos, todos apuntan a
perfilar la dimensión y aprehensión actual de la sexualidad.

1. No es casualidad que la reproducción esté en la hora I de los aportes, pues clásicamente la función
reproductiva legitimó la sexualidad humana, y la ley y la religión identificaron sexo con reproducción.
Volveremos sobre estas disciplinas de la reproducción.

2. El problema demográfico esta relacionado, con la idea de la reproducción humana, y esta íntimamente
conectado con problemas económicos, políticos, morales, filosóficos y ecológicos.

3. Los genetistas han desentrañado el origen mismo de los dos sexos, los códigos y moldes de nuestra
conducta sexual íntimamente vinculados a la reproducción, definen nuestra biología y desde luego la
etología.

4. La patología sexual del siglo pasado y de mediados del presente, dejó lugar a las disfunciones
sexuales y a las variantes sexuales, como pautas aprendidas y condicionadas por la cultura. No
obstante, la Medicina Legal, en total revisión a la luz de estos conceptos, y la patología sexual
sobrenadante, coexisten en "paz armada".

5. La antropología social y cultural, así como la filosófica, nunca cesaron de ubicar al hombre en su
dimensión sexual. Partiendo de las tribus salvajes llegamos a entender las conquistas del hombre de
todas las épocas y lugares, en su comportamiento sexual.

6. Desde la concepción primitiva de que la psicología era la sexualidad humana, llegamos a comprender
la hominización evolutiva culminante en la función intelectiva, determinante de la función erótica. Función
erótica que junto a la función reproductiva, común al hombre y el animal, completa las dos dimensiones
de la sexualidad humana. La función erótica fue reivindicada como la verdadera y única sexualidad
humana, opinión que no compartimos, pues la función reproductiva está al servicio de la trascendencia y
creatividad del hombre, de la conjuración de la propia muerte, de la fecundidad aún no procreativa de la
pareja humana y humanizada por el saber.

7. La etología, como ciencia del comportamiento instintivo, rescató nuestra dimensión animal, rechazada
por nuestra soberbia, aportando a la Sexología la herencia filogenética modificada por la bipedestación y
larga dependencia parental no reproductiva.

8. La venereología nos libero del terrorismo moral que asociaba el placer con vergonzosas y mutilantes
dolencias.

9 . La sociología reveló el comportamiento real del hombre en el ejercicio de su función erótica.

10. La biología madura tardíamente en materia sexual, y la anatomía y fisiología sexuales, así como la
Endocrinología y la neurología, penetrando en las fuentes y mecanismos del placer... y el displacer, la
excitación y la inhibición, transforman nuestras tareas de Educación Sexual, de clases de embriología y
fertilidad, en tareas de rescate para el hombre del derecho al placer, a la adecuación sexual, rectificando
con el saber, la impronta de nuestros desajustes naturales. Afirmando la naturaleza humana sobre la
naturaleza biológica y animal.

11. ¿Cómo no seria posible con todos estos campos integrados, la Terapia sexual? Ya intentada por los
antiguos de todas las épocas, con precursores recientes, mas o menos exitosos, demiurgos o
hechiceros, el Saber sexológico hace posible la comprensión, primero, y la solución después de las
disfunciones sexuales. Desde la psicología profunda que pretende abarcar a todo el hombre, pasando
por las técnicas diádicas, culminamos en una revaloración de la conducta, parcialización del hombre que
limita, pero tiene éxito. Finalmente, la integración, tarea humana por vocación, reúne las dimensiones del
hombre en nuevas terapias.

12. La Axiología está omnipresente. La antigüedad la reconoció como única disciplina apta para
ocuparse de lo sexual, normatizando, reprimiendo, negando. La pluralidad ética actual - vigente en todas
las sociedades -, aunque predominando a veces abusivamente una sobre otras, definen las actitudes, los
valores de las personas. Marca lo que se está dispuesto a hacer, lo malo y lo bueno, lo deseable, y lo
perjudicial, lo virtuoso y lo pecaminoso. La anarquia sexual apunta a la amoralidad sexual. A su lado, el
ascetismo permanece impávido. Pero la permisividad se abre paso, sobre todo por el conocimiento
sexual, por el desarrollo de la Sexología, por la realización de la Educación Sexual. El hombre se libera
de unas normas v asume otras, gracias a los nuevos conocimientos que fundamentan sus valores, y
legitiman su comportamiento sexual.

Pero además de estas disciplinas básicas, que son 12, hemos seleccionado 70 más. Y ustedes podrán
imaginar que es algo exagerado, pero desde nuestras primeras investigaciones bibliográficas hasta
ahora, hemos alcanzado ese número, y seguramente serán más. Hay disciplinas Primarias y
Alternativas. Cada interesado en la Sexología, seguramente trabaja en alguna de ellas.

Las disciplinas Primarias que aportan a la Sexología son Médicas - 19 - y No Médicas - 12 -,y las
Alternativas también las dividimos en Médicas -19- y No Médicas -20-.

Reloj de Sexología Primarias no Médicas

1. Reproducción 13. Filosofía sexológica

2. Demografía 14. Jurisprudencia

3. Genética 15. Erotología

4. Patología 16. Comunicología

5. Antropología 17. Educación sexual

6. Psicología 18. Moral

7. Etología 19. Etica

8. Venerelogía 20. Estética

9. Sociología 21. Ecología

10. Biología 22. Pedagogía

11. Terapia 23. Política

12. Axiología 24. Economía


Médicas primarias Médicas alternativas

25. Anatomía 44. Perinatología

26. Fisiología 45. Pediatría

27. Embriología 46. Geriatría

28. Ginecología 47. Higiene

29. Obstetricia 48. Educación sanitaria

30. Psiquiatría 49. Epidemiología

31. Psicología Médica 50. Neuropsicología

32. Medicina Legal 51. Psicopatología

33. Endocrinología 52. Neurofisiología

34. Urología 53. Fisiopatología

35. Dermatología 54. Bioquímica

36. Neurología 55. Inmunología

37. Proctología 56. Dietética

38. Salud pública 57. Enfermería

39. Sexoterapia médica 58. Fisioterapia

40. Psicoterapia médica 59. Gastroenterología

41. Farmacología 60. Microcirugía

42. Cirugía plástica 61. Deontología

43. Paraclínica 62. Historia de la Medicina

Alternativas no médicas

63. Educación

64. Educación Especial

65. Asistencia social

66. Historia

67. Arqueología

68. Mitología

69. Teología
70. Folklore

71. Parapsicología

72. Esoterismo

73. Botánica

74. Veterinaria

75. Arte

76. Literatura

77. Linguística

78. Gerontología

79. Publicidad

80. Periodismo

81. Expresión corporal

82. Bibliotecología

Desde luego, pese a la extensión, esta enumeración no abarca todas las disciplines que se ocupan,
aportan, reprimen y registran todo to referente a los objetos de la Sexología, el sexo y la sexualidad
humana y no humana.

Ustedes comprenderán ahora, lo difícil que es llamarse Sexólogo, y nuestro punto personal en evitar
que se denomine así, por el solo hecho de estar interesado en el tema, a cada profesional que hable
sobre las implicancias sexuales de su disciplina.

EL SEXOLOGO

"Se trata de un nuevo profesional cuya personalidad y preparación están por definirse" dice Quijada-
Cerda (12). Efectivamente, la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación
Sexual(FLASSES) está elaborando un proyecto de acreditación de los Sexólogos, Terapeutas Sexuales
y Educadores Sexuales del Area, Para lo cual un Comité ha redactado un perfil básico para cada nivel
de exigencia.

Cuando se consideraba que todos los trastornos sexuales eran consecuencia de una enfermedad o una
enfermedad en si mismos,eran los médicos los únicos "sexólogos", pues ellos estaban habilitados Para
"curar". Pero luego se han ampliado los campos de investigación a la genética, la demografía, la
sociología, la antropología, la axiología, la psicología, la etología, las ciencias jurídicas, y hasta los
propios problemas sexuales dejaron de ser considerados como enfermedades, o se demostró que no lo
eran en gran parte. Entonces los psicólogos clínicos acompañaron a los médicos en el encare de los
problemas sexuales. Pero desde muchas áreas de formación sistemática no médicas ni psicológicas, se
realizaron aproximaciones, como la sociología de Kinsey, que se considera el aporte sexológico más
valioso de toda la historia de la Sexología.

Entonces, ¿qué es lo que define al sexólogo? Sexólogo es aquel profesional, investigador o docente que
ha recibido una formación sistemática en las cuatro dimensiones del hombre, bio-psico-sociocultural,
referidas a la sexualidad y al sexo.

Por eso no puede llamarse sexólogo a un profesional, por encumbrado que fuera en lo científico, que
ignore en sus incursiones en temas sexuales, alguna de las cuatro dimensiones del hombre, espectro
consagrado en todos los estudios humanos. En el sentido de Pichon-Riviere, las tres áreas 1, 2 y 3:
mente, cuerpo y medio social, dibujado en círculos concéntricos y en ese orden. Al cual se ha agregado
al Area 4, una dimensión cósmica o trascendente, de acuerdo a la filosofía existencial de cada uno.

El especialista no sexólogo, puede hacer aportes a la Sexología desde su campo de experiencia, pero
para ser sexólogo ha de hacer interdisciplina primero, en un campo multidisciplinario integrador. No se
pretende que un Sexólogo abarque todas las áreas de la Sexología con total solvencia. Pero desde la
perspectiva de su formación especifica, debe estar en condicione de adoptar una actitud abierta e
integradora de los campos que abarca el estudio de la sexualidad.

Alvarez-Gayou(I) dice que el Sexólogo constituye el especialista que maneja e integra sobre todo,
los aspectos sexuales de diversas áreas del conocimiento humano. Los campos de expresión del
sexólogo son tres: el tratamiento, la educación y la investigación. Obviamente no son todas
exclusivas ni inclusivas, y cada una tiene su propio grupo de objetivos operacionales.

Es decir, un terapeuta sexual es un sexólogo, un educador sexual es un sexólogo, y un investigador


sexual también es un sexólogo. Pero cada uno trabaja en campos operativos diferentes y
complementarios de la Sexología. Lo ideal seria formar sexólogos que abarcaran las tres áreas, pero ello
no es indispensable para ser sexólogo. Lo que debe quedar claro es que un sexólogo no es
necesariamente un terapeuta sexual, y ello se confunde a menudo. Y es lo que popularmente ha
cundido. Una persona con disfunciones sexuales debe recurrir a un terapeuta sexual, que a su vez es
sexólogo. Pero si consulta a un sexólogo educador sexual, seguramente no habrá de solucionar su
problema y aun menos si se ti-ata de un sexólogo investigador sexual, exclusivamente.

En el campo de la Sexología es preferible ser identificado como Terapeuta sexual o como Educador
Sexual, que son los dos campos bien definidos en nuestros países. Lastimosamente, el investigador
sexual es un lujo de países altamente desarrollados, y quien lo es en Latinoamérica siempre es un
Educador sexual y/o un Terapeuta sexual, concomitantemente.

Sexología es, pues, una discipline científica y humanística, básicamente integrativa. Y el sexólogo es el
profesional formado para encarar la sexualidad humana en sus dimensiones bio-psico-socio culturales
en su calidad de terapeuta, educador y/o investigador.

Nosotros hemos redactado un perfil del terapeuta, orientador y educador sexual, así como la preparación
que debería recibir para ser acreditado.

El terapeuta sexual o sexólogo clínico se ocupa del estudio y tratamiento de las disfunciones sexuales y
otros aspectos problemáticos de la sexualidad, requiriéndose que el mismo sea profesional universitario
médico, psicólogo, obstetra o asistente social, con formación psicoterapéuticas, 200 horas de clases
teóricas, 200 horas de actividad clínica supervisada y 200 horas de talleres vivenciales.

El educador sexual o sexólogo social, es quien estudia, programa e investiga en el campo de la


enseñanza de la sexualidad, requiriéndose que el mismo sea profesional del área educativa o
universitaria, 200 horas de clases teóricas, 200 horas de actividad docente supervisada y 200 horas de
talleres vivenciales.

El orientador sexual o sexólogo consejero, es quien asesora, orienta y ejerce la consejería de grupos,
parejas o personas, no asumiendo el tratamiento de los consultantes, sino derivándolos hacia el
terapeuta si es necesario. Su formación es también exigente, desde su figuración universitaria: 400 horas
de clases teóricas y 200 de práctica en estudio de casos y técnicas de asesoramiento. Este nivel
profesional de la Sexología se superpone con el de terapeuta sexual y el de educador sexual y está en la
búsqueda de definir más claramente su rol propio.
Es evidente que la terapia sexual y la educación sexual han constituido campos mucho más definidos.
Tanto, que por algún tiempo actuaron separadamente y a veces en actitudes contrapuestas, reclamando
para si el ejercicio de la auténtica Sexología.

"Al aceptarse e imponerse el estudio científico de la sexualidad (la Sexología), se han abierto las
perspectivas para un mejor conocimiento de los determinantes de la vida sexual, para una
descripción de lo que son las sexualidades diferentes en los humanos; ha servido, en fin, para
destruir los mitos de la sexualidad y de sus objetivos. Las investigaciones sexuales y su difusión
están cambiando las actitudes de las autoridades civiles y religiosas, así como las del pueblo,
hacia el sexo y, en gran parte, han contribuido a la transformación de los valores y del
comportamiento sexual y al desarrollo de una ética personal humanística".

Octavio Giraldo Neira

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