You are on page 1of 2

La danza entre la fantasía y la fricción - Un placer asegurado

Primeramente voy a definir según el diccionario, a estas tres palabras del título, para después, seguir con el
desarrollo de la idea.
DANZA: Hacer mudanzas con los pies; el cuerpo y los brazos, en orden y a compás. Moverse rápidamente una cosa,
sin salir de espacio determinado.
FANTASIA: Facultad que tiene el ánimo de reproducir por medio de imágenes las cosas. La imaginación en cuanto
inventa o produce. Ficción, cuento, novela o pensamiento elevado o ingenioso.
FRICCION: frotamiento de dos cuerpos que se rozan.
Bien, ya en estas tres definiciones, se encierra la idea que quiero transmitir.
Siempre digo que todo lo referente a la sexualidad, se puede sintetizar en estas dos palabras, que representan dos
grandes campos en sexualidad: fantasías, y fricciones.
Fantasías, como todo aquello que una persona, puede producir con su imaginación. Todo aquello que forma parte de
su fantasía, en este sentido, incluye, su sistema de creencias con respecto a la sexualidad por ejemplo, y todos sus
recuerdos más o menos vividos, o más o menos conscientes, acerca de lo que aprendió durante su ruta de viaje
desde el nacimiento, con respecto a su sexualidad, y a la de los otros. (Lo que el famoso sexólogo Money, llamaba el
mapa del amor de cada uno).
Es decir, el campo de la fantasía, es uno de los dos aspectos más importantes a la hora de tener sexo, que rara vez,
uno puede desconectar del otro campo, el de las fricciones. Es tan importante que traduce inclusive todo lo que
nosotros sentimos por el otro, en una imaginación y en una fantasía especial, es decir, estar enamorado por ejemplo,
genera una mirada especial sobre esa otra persona, que genera una fantasía especial, por lo tanto, como verán
ustedes, también puede convertirse, en un enemigo fuerte de nuestra sexualidad. Cuando nuestras fantasías,
nuestros pensamientos, nuestra imaginación, no motivan por alguna razón la acción del otro campo, el campo de los
roces, de las fricciones, de los frotamientos con el otro. (Cuando escribo esto, me acuerdo de un cuento citado por
Bucay en recuentos para Demian, que se llama, “La mirada del amor”, que muestra como frente a la misma persona,
se generan muy diferentes ideas, imágenes, en definitiva, fantasías. Traten de leerlo).
Ya a esta altura, se podrán imaginar hacia donde voy, y ustedes saben bien que una fantasía puede generar desde
una incomparable erección o lubricación vaginal, hasta un total rechazo por el contacto sexual, ya sea con uno o con
el otro. Ya conocí varios casos en mis años de clínica, de personas que no se tocan ni a sí mismos, por considerarlo
sucio, o malo, entonces algunos se animan a masturbarse contra el colchón u otro objeto similar. Este tipo de
personas, tiene problemas en los dos campos claramente, o los tendrán. Fantasean que la sexualidad es sucia, y se
frotan bastante mal, y cuando desean hacer el pasaje del colchón a un cuerpo humano, la diferencia es tan abismal,
que suele generar conflictos.
Cualquier problema que surgiera en alguno de estos dos grandes campos, el de lo psicológico o el de lo orgánico,
puede provocar grandes disturbios en la sexualidad, estando estos dos campos íntimamente relacionados o
vinculados. Pensemos en el otro campo, el de lo orgánico, que por más que estemos muy bien estimulados, y con
buena capacidad fantasiosa, hay veces que no podemos generar una respuesta sexual completa, porque algo anda
mal en el cuerpo, o algo que estamos ingiriendo bloquea nuestra posibilidad de estar acorde a las fantasías, de los
deseos. Lo cual puede generar otra vez, una repercusión sobre lo psicológico, es decir, puede retroalimentar
negativamente, al campo de las fantasías, y esto puede agravar el problema. Muchas veces a partir de ese momento,
se instala una carga de ansiedad, como respuesta fisiológica de una idea, o de una situación vivida, que de no ser
bien interpretada, atenta contra la sexualidad, conformando así, un círculo vicioso, que retroalimenta el problema
desde los dos campos.
Por último, quiero hablar del concepto de DANZA, que como observamos en su definición, será fácil mudar nuestros
pies de un ligar a otro, pero en orden y al compás, no tanto. Es decir, lógicamente, lleva un tiempo considerable,
para algunos más, para otros menos, aprender a hacer esos movimientos ordenados, y para eso hay que entrenar, o
practicar. Y bancarse frustraciones.
Este periodo de acomodamiento, de aprendizaje de la danza, en sexualidad la llamamos “variable de ajuste”, es decir
acomodarse a nuevos pasos, porque hasta ese momento habíamos danzado otro estilo, y ahora tengo en frente a
una persona que baila diferente, o por más que tenga un estilo parecido al que ya venias acostumbrado, resulta que
esta persona es más alta que la anterior, entonces la mudanza de mis pasos me exige movimientos diferentes, en fin,
ustedes me entienden. En este periodo, no a todos les va bien. Algunos se acomodan rápidamente, y otros tardan
más, y muchas veces no lo comparten por miedo, vergüenza, etc. simplemente, y sigilosamente, se ausentan ,
desaparecen.
Resulta que cada vez veo más personas, que no toleran la variable de ajuste. Por alguna u otra razón, (no solo por
ansiedad y por querer todo ya, inmediatamente y en condiciones óptimas, cosa que nos caracteriza bastante),
muchas veces no se logra atravesar esa variable, la de ajuste, que es como ese tiempo que lleva aprender a danzar,
entre toda mi manera de fantasear y friccionar, y todo lo que trae en sus respectivos campos, el otro. Entonces, casi
como mecánicamente, comenzamos a comparar, a recordar, o a interpretar fuera de lugar o contexto, lo cual, es
como decir, yo para este baile no sirvo, o esto no me gusta, o este profesor o profesora es de terror, cuando habría
que relajarse un poco, y tomarse un tiempo mayor para hacer balances o conclusiones.
Si bien, la variable de ajuste está condicionada a veces a múltiples factores, si pudiéramos cuidar nuestros campos
psicológico y orgánico, si pudiéramos revisar todas las veces que sea necesario el vínculo con el otro para cuidar
nuestras fantasías, informándonos, derribando mitos, consultando a tiempo con un profesional que pueda
ayudarnos a interpretar lo que nos está pasando, a la vez que dedicamos tiempo a la sexualidad, y cuidando por
supuesto la salud del cuerpo, revisando el estilo de vida que llevamos, hábitos, dependencias, y después de esto,
entrenamos nuestra habilidad de comunicación sexual, y aprendemos a danzar, es bastante difícil, con todo esto,
escapar al placer.
PUBLICADO POR GUIDO FISCHER
http://guidofischer.blogspot.com/2009/04/la-danza-entre-la-fantasia-y-la.html

You might also like