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UNIVERSIDAD

NACIONAL DE
SAN AGUSTIN
MATERIA:
TRANSFORMACION
DE FASES
TEMA: MARTENSITA
ESTUDIANTE:
QUINTANA CABADA
RUTH
CUI: 20163230 10
MARTENSITA
Martensita es el nombre que recibe la fase cristalina BCT, en aleaciones ferrosas. Dicha fase
se genera a partir de una transformación de fases sin difusión (infiltración de partículas
ajenas al material procesado), a una velocidad que es muy cercana a la velocidad del sonido
en el material.
Por extensión se denominan martensitas todas las fases que se producen a raíz de una
transformación sin difusión de materiales metálicos.
Se llama martensita a cualquier fase producida por transformación martensítica o displaciva,
aunque las fases resultantes puedan ser significativamente diferentes en composición,
estructura cristalina y propiedades a la de la martensita en los aceros.
1. Características
Es el constituyente de los aceros templados, está conformado por una solución sólida
sobresaturada de carbono o carburo de hierro en ferrita y se obtiene por enfriamiento
rápido de los aceros desde su estado auténtico a altas temperaturas.
El contenido de carbono suele variar desde muy poco carbono hasta el 1% de carbono, sus
propiedades físicas varían con su contenido en carbono hasta un máximo de 0.7%C.
La martensita tiene una dureza de 50 a 68 Rc, resistencia a la tracción de 170 a 250 kg/mm2
y un alargamiento del 0.5 al 2.5 %, muy frágil y presenta un aspecto acicular formando
grupos en zigzag con ángulos de 60 grados.
Los aceros templados suelen quedar demasiado duros y frágiles, inconveniente que se
corrige por medio del revenido que consiste en calentar el acero a una temperatura inferior
a la crítica inferior (727°C), dependiendo de la dureza que se desee obtener, enfriándolo
luego al aire o en cualquier medio.
Por extensión se denominan martensitas todas las fases que se producen a raíz de una
transformación sin difusión de materiales metálicos.
2. Cinética de la transformación martensítica

La conversión de una microestructura austenítica a una martensítica en muchos aceros


comerciales toma lugar de forma continua con la disminución de la temperatura durante un
enfriamiento ininterrumpido. Este tipo de cinética de transformación se llama atérmica (sin
activación térmica) en orden de diferenciarla de la cinética isotérmica que caracteriza a las
transformaciones térmicamente activadas controladas por difusión. La formación de perlita,
por ejemplo, ocurre continuamente en función del tiempo si la austenita se mantiene a una
temperatura constante debajo de A1. Sin embargo, la formación de la martensita se lleva a
cabo tan rápidamente cuando se alcanza una dada temperatura y si el enfriamiento se
detiene a esa temperatura, no avanzará la transformación martensítica. Para que la
transformación continúe, usualmente por medio de la nucleación y rápido crecimiento de
nuevas placas de martensita, se requiere de un enfriamiento a menor temperatura.

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Figura 1.1- Progreso de la transformación martensítica atérmica en una aleación Fe -1.8C luego del
enfriamiento a: (a) 24ºC; (b) -60ºC; (c) -100ºC.

La austenita en esta aleación de alto carbono es bastante estable y la transformación


martensítica se inicia justo por encima de la temperatura ambiente. La Fig. 1.1(a) muestra
unas pocas y grandes placas de martensita que se formaron en el enfriamiento hacia la
temperatura ambiente. El resto de la microestructura es austenita retenida. Las Figs. 1.1(b)
y (c) muestran como algo de austenita retenida a temperatura ambiente transforma en
nuevas placas de martensita en tratamientos sucesivos subcero de enfriamiento a -60ºC y -
100ºC, respectivamente. Las nuevas placas nuclearon dentro del sistema de placas formado
inicialmente (ver Fig. 1.1(a)) y la austenita madre se subdivide en más y más pequeñas
unidades con el avance de la formación de martensita. Claramente, la transformación
martensítica cesa al alcanzar una dada temperatura y sólo un posterior sobreenfriamiento
conduce a una nueva transformación.
3. Cristalografía de la transformación martensítica
Los mecanismos de corte adifusionales de las transformaciones martensíticas requieren de un
buen acople cristalográfico entre las fases madre y producto. Existen dos parámetros cristalográficos
o características que enfatizan esta interrelación entre la austenita y la martensita en aleaciones
ferrosas. Una es la relación de orientación entre la estructura cristalina de la fase madre y del
producto martensita. La relación de orientaciones especifica planos y direcciones de la fase madre y
planos y direcciones en el producto martensita a los cuales son paralelos. Existen dos relaciones de
orientación bien conocidas en sistemas de aleaciones ferrosas determinadas por medio de técnicas de
difracción de rayos x. Una es la relación de orientación de Kurdjumov-Sachs:

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111A 101M
110 111
A M

la cual es válida para aceros con alto contenido de carbono con planos de hábito {225} A. La otra
relación de orientación, la cual fue determinada por Greninger y Troiano y también atribuida a
Nishiyama, es:

111A 011M
112 011
A M

Esta relación se observa en aleaciones donde las placas de martensita tienen planos de hábito
{259}.El otro parámetro cristalográfico que enfatiza la interrelación de las fases madre y producto
es el plano de hábito ya mencionado en la discusión de la Fig. 3.3. En los aceros, el plano de hábito es el
plano en la austenita madre en el cual la martensita se forma y crece. Cuando la transformación
martensítica se completa, el plano de hábito es idealmente la interfase plana entre cualquier
austenita retenida presente y los cristales de martensita. En realidad, las interfases entre la austenita
y la martensita en los aceros pueden ser bastante irregulares y el plano de hábito puede estar
verdaderamente plano sólo en el midrib o punto de origen del cristal de martensita. El plano de hábito
es importante no sólo por su asociación con el inicio y progreso de la transformación sino también
que afecta las disposiciones microestructurales de las muchas placas de martensita en los granos de la
austenita madre que componen la estructura endurecida. El plano de hábito depende de la
composición de la aleación, especialmente del contenido de carbono.

4. Aceros inoxidables martensíticos


En los aceros inoxidables martensíticos, el carbono está en una concentración tal, que
permite la formación de austenita a altas temperaturas, que a su vez se transforma en
martensita durante el enfriamiento.
La martensita es una fase rica en carbono, frágil y extraordinariamente dura. Los aceros
inoxidables martensíticos tienen la característica común de ser magnéticos y endurecibles por
tratamiento térmico, presentando cuando templados una micro estructura acicular (en forma
de agujas).
Es importante observar que estos aceros son normalmente producidos por la industria
siderúrgica en estado recocido, con ductilidad razonablemente buena. Solamente después de
templados serán muy duros y poco dúctiles. Pero es precisamente en esta condición
(templados), que serán resistentes a la corrosión.
El más utilizado de los aceros inoxidables martensíticos es el Tipo 420. En estado recocido
(estructura ferrítica), no presenta buen comportamiento frente a la corrosión atmosférica.
Esto porque durante la operación de recocido, a una temperatura aproximada de 760 ºC, el
carbono y el cromo se combinan para formar carburos de cromo, Cr23C6. Cada molécula de
carburo de cromo contiene, en peso, aproximadamente 95% de cromo. Considerando el alto
tenor de carbono y el bajo tenor de cromo del acero inoxidable 420 (aproximadamente
0,35%C y 12,50% Cr), como todo el carbono precipita como carburo de cromo durante el
recocido, esta precipitación retirará de la solución sólida aproximadamente la mitad del
cromo disponible. En esta condición el material no resiste a la corrosión y no puede ser

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considerado propiamente como un acero inoxidable (ya que no tiene un mínimo de 11% de
cromo en solución sólida).
Por eso, el acero inoxidable 420, es colocado en servicio por el usuario, solamente después
de un tratamiento de temple. Cuando templado, el carbono forma parte de la fase
martensítica, no siendo encontrado en la aleación precipitado como carburo de cromo.
La alta dureza y la consecuente resistencia al desgaste, determinan las aplicaciones de este
material, utilizado en cuchillería, discos de freno, equipos quirúrgicos, odontológicos y
turbinas
Si la cantidad elevada de carbono es un inconveniente en el acero inoxidable 420 en estado
recocido, una solución lógica es la de disminuir este tenor, lo que se hace en el inoxidable
Tipo 410. Como este material tiene un máximo de 0,15% de carbono, esta cantidad no es
suficiente para remover tanto cromo de la solución sólida y, consecuentemente, presenta una
buena resistencia a la corrosión atmosférica, tanto en la condición de recocido como de
templado.
Después del tratamiento de temple, las durezas alcanzadas por este material no son tan altas
como las presentadas por el inoxidable 420. Las principales aplicaciones del inoxidable 410
son en equipos para refinación de petróleo, válvulas, componentes de bombas y cuchillería.
Aumentando la cantidad de azufre se obtiene el inoxidable 420 F, una variedad del 420, con
buena maquinabilidad.
Adiciones de carbono (para obtenerse durezas todavía mayores) y de cromo y molibdeno
(mejorando también la resistencia a la corrosión) nos llevan a los aceros inoxidables
martensíticos Tipo 440, utilizados en cuchillos de corte profesional

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