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LA CIVILIZACIÓN EN LOS ANDES

(Ecuador, Perú, Bolivia y Chile)

UBICACIÓN GEOGRÁFICA

El vasto y complejo mundo de los Andes quizá ha sido el más rico de cuantos
territorios ha dado la Tierra para la experimentación de la vida de la especie
humana.
En términos generales, habremos de considerar territorio andino al vasto
espacio americano cuya vida e historia ha estado y está dominada por la
cordillera de los Andes.
Con aproximadamente 10 000 kilómetros de longitud, es la franja occidental de
Sudamérica que se extiende desde las costas del mar Caribe hasta la
Patagonia. Incluye una larga y muy estrecha faja costera bañada por el océano
Pacífico, el territorio cordillerano propiamente dicho, y una franja de ancho
variable que se interna en el bosque amazónico hasta 100 y 200 kilómetros al
este de las cumbres de las montañas.
Corresponde, pues, a gran parte de los territorios actuales de Venezuela,
Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile, pero también la faja occidental del
territorio de Argentina. Sin embargo, la historia que nos ocupa se circunscribe a
lo que llamaremos el territorio andino central, esto es, gran parte de Ecuador, la
mayor parte del Perú, el oeste de Bolivia y una parte del norte de Chile, que
suman aproximadamente un millón y medio de kilómetros cuadrados.
DESARROLLO CRONOLÓGICO

En el desarrollo de las culturas en los andes, encontramos algunos acontecimientos de


importancia tan general que se prestan para marcar puntos convenientes de división
en la cronología. El primero es la introducción de la cerámica en el Perú,
acontecimientos que nos sirve para dividir el pasado andino en dos grandes edades: la
Edad Precerámica, y la Edad Cerámica.

Las culturas Peruanas más antiguas que conocemos todavía son las culturas
precerámicas de la costa y selva. Los restos culturales de estas culturas de la costa
consisten en estructuras tempranas de piedra y barro, abundantes fragmentos de
tejidos hechos sin telar por las técnicas del entrelazado y del anudado, recipientes de
lagenaria , y una variedad de instrumentos de hueso , madera y piedra . Se deduce de
los desperdicios de comida encontrados en la basura de las habitaciones que la gente
de esta época tan remota ya vivía de cultivos, habiéndose encontrado indicaciones del
uso de los frijoles, calabazas, achira, lúcuma , y algodón , entre otras plantas , además
de la lagenaria ya mencionada. el maíz no existe en los estratos más antiguos ,pero su
introducción es anterior a la de la cerámica .

Para la selva en cambio, los restos culturales son muy escasos, en algunos casos se
conservan los líticos o pocos restos de arquitectura que haya sido elaborada en piedra
y barro, sobre los restos orgánicos, al ser un ambiente húmedo, se ha destruido en su
totalidad.

Para el desarrollo cronológico, tenemos el siguiente cuadro:


ORGANIZACIÓN POLÍTICA

ALGUNOS ASPECTOS de la organización política del Tawantinsuyu es decir -el Estado Inca- han
llamado la atención desde siglos atrás y su funcionamiento se comprende bien, por ejemplo en
el caso de los caminos. El vasto territorio y las muchas etnías incorporadas por conquista,
diseminadas en múltiples pisos ecológicos, entre serranías, desiertos y quebradas profundas,
requirieron de algún sistema que relacionara la periferia con el centro y la costa con el altiplano,
que mantuviera a los rebel- des potenciales bajo la observación de las guarniciones
cuzqueñas; que permitiera al khipu kamayoq anudar en su khipu la información necesaria para
informar a sus superiores de la burocracia administrativa. La red de caminos incaicos servía
para todo esto y mucho más.

Por lo tanto, hacia 1500, en el Tawantinsuyu había dos sistemas en la agricultura y en el


acceso a la tierra. Ambos, el del Estado y el de los grupos étnicos locales eran fuerzas reales,
económicas y políticamente significativas.

ORGANIZACIÓN SOCIAL

En la estratificación social, entre orejones y hatunrunas se estuvo formando,


desde antiguo, un grupo intermedio constituido por los especialistas y por el
personal subalterno ubicado en la administración de la producción y en las
esferas militar y religiosa.
Algunos indicios muestran que, además de orejones, hatunrunas y del sector
intermedio, el espectro social se completaba con un infeliz estrato de
yanaconas, mantenidos en estado de virtual esclavitud. A él pertenecían
algunos individuos de los ayllus dominados.
RELIGIÓN

La deidad principal de muchos pueblos en distintos tiempos, es aquella


conocida como la “Deidad de los Báculos”, que representaría a un dios
celestial que podría ser el Tunupa de los aymaras tardíos, asociado al rayo
y al trueno. Otros investigadores ven en dicha imagen a la deidad solar, y
otros más creen que sería la primigenia imagen de Wiracocha, tema que
hemos referido al abordar la religión. La representación más lograda
aparece en la llamada Portada del Sol, donde la imagen principal aparece
en alto relieve, rodeada de 3 hileras de seres alados en bajo relieve.
De su cabeza salen cabellos a manera de rayos y es la misma figura que los
wari captan, transforman y difunden.
Otro tema que resulta trascendental en el conjunto del sistema de creencias
Tiwanaku es el relativo al consumo de alucinógenos, asunto al que recién se
va dando la debida importancia, ya que a partir de él se puede entender,
por un lado, el grado de complejidad de la entidad política Tiwanaku , por otro,
la preponderancia que en ella tuvo la esfera religiosa en la naturaleza del
Estado, rasgos importantes en el paralelo que tratamos de establecer entre
Tiwanaku y Wari.

TECNOLOGÍA

tecnología lítica
La transformación de los grupos humanos en agricultores y
pastores fue una auténtica revolución que acarreó una renovación
en gran parte del repertorio tecnológico de estas sociedades. Se
hizo necesario generar nuevos instrumentos, más resistentes, que
permitieran labrar las tierras o talar los árboles. Como respuesta
a estas necesidades surgió una innovadora modalidad de trabajar
la piedra, el pulido. Para ello se sirvieron de rocas de origen
metamórfico, que fueron moldeando mediante el roce continuado
contra una piedra abrasiva, como por ejemplo las areniscas. De
esta manera se obtuvieron instrumentos de una mayor dureza y
resistencia que los objetos obtenidos hasta ese momento a partir
de la talla lítica.
Los instrumentos líticos manufacturados por picado, abrasión y pulido están presentes desde
momentos muy tempranos en América. Esta tecnología se aplicó tanto a la elaboración de
herramientas vinculadas al procesamiento de recursos vegetales y minerales (hachas, clavas,
azadas, molinos y manos), como a la caza (por ejemplo los esferoides conocidos como
boleadoras) y también a la exhibición de estatus social (bastones insignia). Las hachas tenían un
sistema de enmangado singular. Era introducida la parte proximal, sector sin pulir, dentro de un
corte realizado en un árbol. Una vez cicatrizado el mismo alrededor del hacha de piedra, se
procedía a talar la madera del mango, obteniendo una perfecta unión entre este y la hoja del
hacha. Muchas se han conservado intactas dentro de los diversos contextos arqueológicos.
Disponiendo desde antiguo de agua y tierras, se dieron entonces condiciones
suficientes para el trabajo agrícola. Sin embargo, el perfil topográfico en la zona
es tan agreste que reduce drásticamente los valles a estrechas y en algunos
casos insignificantes franjas de tierra. Así, al cabo de miles de años de lento
proceso de poblamiento, esos reducidos espacios fértiles quedaron plenamente
ocupados. En adelante fue pues inevitable incorporar a la agricultura en laderas
y pendientes, cada vez más pronunciadas, cada vez menos fértiles. En
respuesta, varios siglos antes del inicio de nuestra era, ya los gestores de las
culturas tempranas, como también hicieron sus similares de otros rincones de
los Andes, resolvieron parte de la demanda alimenticia mediante la esforzada
construcción de andenes. Ello constituyó una trascendental modalidad de
ampliación de la frontera agrícola andina. Los andenes significaron, además, y
particularmente en las zonas de pendiente más pronunciada, una adecuada
solución contra el carácter erosivo de las lluvias.

Los cazadores-recolectores de la sierra modificaon progresivamente sus


patrones económicos de subsistencia posiblemente en el sétimo milenios
Asimismo, información sobre especialización en camélidos e inicios de su
domesticación fue descubierta en las punas de Junín en el quinto milenio
a.C. Estos datos revelan que pastoreo y agricultura se adoptaron
simultáneamente en la sierra, y luego algunos grupos, sobre todo los asentados
en la región Quechua (2 300 a 3 500 m de altitud) los incorporaron a su
acervo cultural.
Los animales domesticados en los Andes son los camélidos (llama, alpaca),
el cuy y el venado. Este último pasó a su estado silvestre por selección
cultural impuesta por los primeros criadores, quienes observaron que los
camélidos eran más importantes desde el punto visto económico. Otros
animales domesticados son el perro y el pato criollo.

Cuándo y dónde se inició la agricultura en América, es un tema de controversia. Pudo iniciarse en


lugares abiertos, cercanos a los ríos o costas, en que las plantas cultivadas primitivas, calabazas, frijoles,
por ejemplo, tienen luz y espacio para crecer. O pudo ser en los claros de los bosques, en que ciertos
grupos se reproducen y suministran alimento con poquísimos cuidados. Es muy posible que la agricultura
fuera inventada en diferentes áreas y en distintas formas por grupos aislados, utilizando materiales
silvestres muy diversos. Posteriormente esos grupos al entrar en contacto, intercambiarían sus plantas y
establecerían la distribución continental de algunas especies. Este sustrato agrícola a la llegada de los
europeos estaba formado por maíz, frijoles, calabazas, yucas y algunas otras especies.

En América la domesticación del maíz fue hecha posteriormente a las legumbres; las raíces y tubérculos
así como varios frutales, representan desde el comienzo un papel muy importante. El hombre en América
descubrió independientemente de sus parientes asiáticos el uso del algodón y plantas tintóreas, así como
las técnicas de riego y de conservación de suelos. Puede decirse que la Agricultura Americana es de
desarrollo autóctono; el hombre domesticó plantas naturales del continente; desarrollo la agricultura como
fase de la civilización y estableció en el periodo incipiente la domesticación de frijoles, calabazas, ajíes y
maíz. Luego desarrolló el sistema de vivir en comunidades agrícolas o villas que formaron la base de los
grandes Centros urbanos que hallaron los europeos a su llegada en el siglo XVI.

Más de 30 000 kilómetros de vías unían para entonces a los pueblos y


naciones de los Andes Desde los arenosos, rectos y planos del Qhapac Ñan,
La amplia red de caminos, puentes y tambos existentes facilitó la tarea de
conquista de los ejércitos imperiales que partieron del Cusco.
Para el desinformado grueso de las columnas de soldados, esos caminos quizá
constituyeron una total sorpresa. No así para quienes planearon las campañas
con el auxilio de la información transmitida por la tradición, los comerciantes y
los espías. Entre los orejones, los jefes militares tuvieron la oportunidad de
poner a prueba la confiabilidad de la información que les había proporcionado
la tradición oral y la privilegiada educación cívica y militar que habían recibido.

A su turno, a través de un verdadero prodigio de ingeniería hidráulica, eran


llenados de agua los hoyos del reloj solar del torreón de Moyocmarca, en
Sacsahuamán: el líquido provenía de una cisterna subterránea situada a más
de seis kilómetros de distancia.
En Marcahuamachuco, la ciudadela inka se abastecía de agua mediante un
canal que recogía agua de los deshielos. Y en el Cusco, sendos canales que
asombrosamente se cruzaban en el camino, abastecían de agua al Koricancha,
uno, y al acllahuasi,
.
VIVIENDA Y VESTIDO

ALIMENTACIÓN

El centro de origen de la papa se encuentra en la zona andina del Perú y Bolivia, en la región del Lago
Titicaca, a razón de la existencia de un gran número de especies de papa silvestres. Se cree que la papa
era conocida ya hace unos 10,500 años y que su domesticación y cultivo por el hombre peruano pudo
ocurrir en fecha posterior hace unos 8,000 años. Desde esa época hasta nuestros días existen cientos de
variedades que se cultivan en todo el mundo y que constituye la base de la alimentación de la mayoría de
sus habitantes. La papa es uno de los alimentos más importantes y constituye la base de alimentación de
todos los pueblos del mundo y entre todos los alimentos es el más económico y nutritivo; Nuestros
antepasados supieron conservar la papa y tener este alimento en forma permanente, en forma de «chuño»,
«moraya» y «papaseca», y cuya costumbre se conserva en la actualidad.

El maíz es la planta cultivada de mayor interés desde el punto de vista de su origen, estructura, variación
y sobre todo por la influencia que ejerció en los pueblos del antiguo Perú. El maíz sólo de conoce en
cultivo, y es seguro que no podría subsistir sin los cuidados del hombre. En cultivo se han desarrollado
tipos tan diferentes que permiten sembrarlos desde el Ecuador hasta el límite de las tierras templadas y
desde el nivel del mar hasta el borde de las heladas permanentes. Esa adaptabilidad representada por los
genotipos más variados, es paralela a los múltiplos usos que se da a. esta planta tanto en la alimentación,
forraje o utilización industrial. La consideración al Perú como uno de los centros de domesticación del
maíz, se debe a que los antiguos peruanos dieron todos sus esfuerzos al cultivo, a las numerosas
variedades que supieron producir, a sus múltiples formas de aprovechamiento y al simbolismo de su
presencia en los ritos.

Los ajíes, rocotos y pimientos, se consumen de diferentes modos, especialmente como condimento,
color para las comidas y como estimulante para el apetito, y son de valor especial en la alimentación
popular por el alto contenido de vitamina C. Los «ají verdes», «ajíes limo», «ajíes mocheritos», «ajíes
cerezos», «rocotos» se comen enteros, o molidos (especialmente en «batanes» de piedra), cocidos o a la
braza, sólo en salsa; como molido sobre todo el rocoto, se le combina con yerbas como el huacatay, paico,
o frutos como la berenjena (Solanum betaceum Cav.). Los ajíes largos como el «mirasol», «escabeche»
se secan y luego se muelen, y confieren color y gusto a las comidas (guisos), o en ensaladas o sopas como
el «pimentón» (no picante). Uno de los platos típicos de la zona andina es el «rocoto relleno»: se elige los
rocotos mas grandes y frescos, se remueve una porción de la parte posterior a modo de tapa, se extrae las
semillas y venas, se colocan en agua por espacio de unas 12 horas, cambiando varias veces el agua, luego
se pasa finalmente por agua caliente. Se prepara el relleno: carne molida o picada, cebolla picada,
zanahoria en pequeños trozos, porciones de huevo duro, aceitunas, pasas, sal y pimienta, todo esto se
mezcla, se rellena el rocoto, y luego se tapa. En un recipiente (olla) se prepara el aderezo: aceite, cebolla
picada, ají de color, agua, se echan los rocotos hasta que hierva.

ARTE

CULTO A LOS MUERTO

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