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Secretaría de Ciencia y Técnica

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA

DESARROLLO HUMANO Y COMUNIDADES


VULNERABLES

Director: Juan Carlos Domínguez Lostaló

Plan de trabajo original, con metas propuestas

Resumen de la labor original realizada

A) CONSIDERACIONES GENERALES
1) Marco conceptual y contexto de la investigación
2) Modelo de Clínica de la Vulnerabilidad
3) Investigación-Acción Participativa: Diseño Emergente

B) LA ESTRUCTURACIÓN DEL MODELO


1) Creación de los equipos de trabajo para la IAP en Comunidades
Vulnerables
2) Recolección de información cuantitativa y cualitativa
3) Evaluación diagnóstica de las zonas de extrema vulnerabilidad
comunitaria en el Gran La Plata
4) Proceso de formación y capacitación de los operadores
5) Elaboración del modelo para la recolección de información y toma
de datos
6) Productos: descripción sumaria de observaciones

C) ANÁLISIS DE LAS OBSERVACIONES (INFORMACIÓN)


1) Determinación de las Estrategias de Supervivencia
2) Determinación de las Modalidades Vinculares de los Grupos de
Crianza y de los Grupos de pertenencia

D) SÍNTESIS Y CONCLUSIONES
1) Análisis de la información recolectada y producida en las
observaciones
2) Determinación del grado y tipo de vulnerabilidad
3) Análisis y sistematización de la experiencia con técnicas de
observación participativa grupal.
4) La operación comunitaria: teoría, metodología y lineamientos de
acción.
5) Sobre los objetivos de la operación comunitaria.
6) Principios metodológicos: consecuencias de su aplicación.
7) Conclusiones finales.
8) Transferencia tecnológica.
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9) Evaluación de la hipótesis.
10) Productos de la observación en las comunidades vulnerables.

E)BIBLIOGRAFIA

A) CONSIDERACIONES GENERALES

Hacer una investigación que sirva a nuestro tiempo nos interpela como educadores-
investigadores del ámbito universitario

1) MARCO CONCEPTUAL Y CONTEXTO DE LA INVESTIGACION

1.1) JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO


 El mundo se enfrenta hoy a un dilema insoslayable: la supervivencia o la destrucción de la humanidad.
Como nunca antes, los problemas ambientales y el agotamiento de los recursos naturales no renovables
presionan el debate sobre las políticas de desarrollo futuro.
Debemos buscar una respuesta coherente, ética y moral al desarrollo depredador que está acabando con
nuestro planeta y con la posibilidad de reproducirnos en cuanto seres humanos. En la globalización -
sustentada en la libre competencia y el libre mercado- se busca el incremento de la productividad para ser
más competitivos, es decir, para ganar la competencia fomentando el consumismo irracional, pero no
para satisfacer las necesidades de las mayorías. Asimismo, constituye un especial catalizador de conflicto
y violencia en los más desposeídos.
La pobreza y la degradación ambiental continuarán mientras no se abandone la irracionalidad en la forma
de producir y distribuir las riquezas. El desarrollo sostenible debe ser, en esencia, un proceso de cambio
justo y democrático, gradual y dinámico, en nuestra calidad de vida. El ser humano tiene que ser su eje
fundamental y la comunidad debe generar dinámicas para la solución de los problemas comunes. Estamos
hablando de crecimiento económico con justicia social. Las formas de producción y los hábitos de
consumo deben procurar la recuperación del medio ambiente, conservando la armonía vital entre el ser
humano y la naturaleza. El desarrollo sostenible debe basarse, además, en la diversidad histórica y
cultural, en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y en la irrestricta participación de la
ciudadanía en el ejercicio de la democracia.

 La impunidad ante las faltas, omisiones, delitos y toda alteración de convenciones y normativas -más
básicas y notorias en los actos de corrupción especialmente agravada como la de funcionarios del Estado
democrático o del Terrorismo de Estado- es el fundamento de la Cultura del Silencio y de la Muerte, que
se solaza en la represión encubierta y el genocidio larvado de los sectores vulnerables ante el silencio
cómplice que acalla la información y cierra paso a la justicia.
Las comunidades marginales no reconocen ni estiman a la ley porque las formas jurídicas han sido
impuestas a costa de la sangre de sus antepasados y ellos son los más memoriosos de los grupos. Es que
son esos recuerdos lo que les defiende de las injusticias cotidianas. Para ellos, la memoria es condición
de supervivencia.
La agresión siempre guarda vinculación con la forma de estructurar el orden social, cualquiera sea. Al
estudiar un hecho violento (en todos y en cada uno de ellos) no es posible su compren-sión sino por
medio del abordaje de sus orígenes, en un ineludible proceso de historización. Al abordar la problemá-
tica desde una perspectiva crítica, la pregunta obligada es: de dónde parte, cuál será el origen de esta
expresión conflictiva de la convivencia social que generó la agresión...

 La violencia, en tanto estallido, explicita situaciones silenciadas, no tramitadas, y se vuelve así un hecho
aparentemente inexplicable y abrupto cuando no se la inscribe en la dinámica de la trama vincular que

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influencia, de forma decisiva, en la construcción de subjetividad de quien lleva a cabo el acto violento.
Así, no sería desacertado concluir que toda violencia, todo hecho violento, es violencia social. Esto
remite al concepto de vulnerabilidad social, puesto que todo acto de agresión sobre un semejante obliga a
preguntarse por las condiciones que impiden otras formas más elaboradas para el control de los impulsos.
La violencia social se vuelve agresión física, cuando la situación desborda al sujeto en su capacidad de
resistencia a lo que siente como un ataque externo. Esa falla en la síntesis subjetiva se produce cuando
existen situaciones o hechos de fragilidad o daños previos: la vulnerabilidad psico-social.

 La vulnerabilidad psico-social es el grado de fragilidad psíquica que la persona tiene por haber sido
desatendida en sus necesidades psico-sociales básicas: seguridad afectiva, económica, protección,
educación, tiempo de dedicación; como así también, comida, agua potable, trabajo y salud. La situación
de vulnerabilidad se juega predominantemente frente a lo social, ya que se genera como una falla en la
contención (grupal y comunitaria), al no poder garantizar el efectivo acceso a los derechos humanos
fundamentales.
El modelo de abordaje desde la «Clínica de la Vulnerabilidad», basado en un modelo de atención
interdisciplinaria de restitución de derechos, recurriendo a estrategias de intervención alternativas al
«Control Social Institucional Punitivo-Represivo», desde una estrategia de contención comunitaria que
procura reconstruir redes vincula-res y grupales que protejan al sujeto del riesgo social o de entrar en
conflicto con la ley, en su desarrollo a lo largo de veinticinco años, nos ha permitido concluir que. «No
existe peligrosidad en las personas si antes no han sido vulnerables».

 Pese a las reiteradas exhortaciones de Naciones Unidas, no se ha incorporado eficientemente la política


crimino-lógica a los planes de desarrollo del Estado. Es manifiesta la discordancia entre los modelos de
control social y los modelos de desarrollo económico, lo que determinó una imprevisión en los costos
sociales, humanos y financieros de toda adecuación a las nuevas estructuras, determinando el fracaso en
materia de seguridad.
Un desarrollo comunitario para la seguridad humana, en su verdadera base, la plena y auténtica vigencia
de los Derechos Humanos, se sustenta en el derecho a la palabra, al disenso y la participación de la
sociedad civil, base de la única democracia posible, la del pueblo, que organiza de esa manera la Justicia
y la Seguridad en el consenso.

 La Seguridad Humana es condición necesaria y capacitadora para el Desarrollo Humano cuando se


proporciona desde el marco de la organización comunitaria, sustentándose ésta en la participación y el
derecho al disenso. En conjunto, Seguridad Humana y Desarrollo Humano son productores de libertad,
respecto al miedo y a la miseria, en sus distintas formas.
Los principios fundamentales de la Seguridad Humana y el Desarrollo Humano son enfrentar dos
miedos esenciales:
a) a ser atacado en sus derechos a la vida y en su propiedad y a sus otros derechos consagrados en
general.
b) a la miseria, o sea, a la imposibilidad de organizar una estrategia de supervivencia digna, dentro
de una calidad de vida aceptable.
Ambos temores, que se constituyen en desafíos para la seguridad y la supervivencia de las personas,
existen desde hace décadas (por ejemplo, las enfermedades infecciosas, el analfabetismo, la deserción
escolar, la inseguridad alimentaria, violaciones a los derechos humanos y, últimamente para nuestro país,
violaciones, asesinatos, encubrimientos en el tema del delito organizado). Todo ello se engloba en la
seguridad humana y el desarrollo de las comunidades.
El éxito o el fracaso de las acciones políticas tomadas en tal sentido deben ser evaluadas en función del
impacto sobre las personas.

 La pérdida que muestran las comunidades hoy, en su capacidad de respuesta para superar sus propios
problemas, se basa en:
El continuo proceso de deterioro material de la comunidad, originado por el aumento del empleo
informal, precario y el déficit habitacional y los fenómenos colaterales de malestar, adicciones y
violencia por la fragilización de las relaciones humanas.

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La transformación del rol del Estado, debilitando a las entidades comunitarias que encontraban en
éste los recursos económicos necesarios para atender a las demandas que plantean los diferentes
sectores;
La presencia de líderes con características paternalistas, autoritarias y cercanos al poder político,
que generan conflictos entre los distintos grupos de poder. El partidismo político atraviesa el
entramado de interacciones y relaciones expresadas en la organización comunitaria. Las
asociaciones se constituyen en espacio de poder para la proyección personal, siendo desviados los
objetivos que le dieron origen;
La heterogeneidad cultural establece mecanismos de integración y participación diferencial,
originando representaciones sociales respecto a su propio grupo de pertenencia y en relación a los
otros grupos. Estas representaciones, construidas desde la práctica diaria, se expresan en la
segmentación y estigmatización hacia los sectores más críticos, quienes vivencian un doble
proceso de exclusión-discriminación: el de la sociedad global y el de su comunidad de origen.
Estos datos han sido corroborados en las investigaciones realizadas previamente (Programa de Incentivos
a la Investigación: “Programa de Prevención del Conflicto Social –Niños y jóvenes-”, Período 1996-
1998) constituyendo este proyecto una profundización de la problemática en una de sus unidades más
significativas: los grupos de crianza.

1.2) CONTEXTO DE LA INVESTIGACIÓN


 La crisis de la década del `80 ha implicado una reducción de las acciones estatales dirigidas a los más
necesitados en los 90, en la medida en que los presupuestos para la aplicación de políticas sociales se han
recortado considerablemente. Como manifestación de la disgregación y ruptura de la solidaridad
social, se intensificaron las conductas evasoras del sistema fiscal y del sistema previsional, con el
considerable crecimiento de la producción y de la fuerza del trabajo, por fuera del control del Estado.
Como consecuencia, se produjo una fuerte caída de la cobertura social para los grupos más carenciados;
la degradación de los sistemas de seguridad social, cuya principal fuente de ingresos proviene de la masa
asalariada, y el deterioro general de los servicios y de la calidad de vida de estos sectores de la población,
que originó la puesta en práctica de comportamientos “defensivos” (muchas veces comunitarios), y de
estrategias de neutralización de los efectos negativos de situaciones de carencia, a través del desarrollo de
economías informales.
A su vez, desde l989 las estrategias gubernamentales buscaron sustituir las concepciones tradicionales en
Política Social a través de dos vías: una, estructural, que tiende a la constitución de mercados libres y,
otra, orientada a la focalización de la ayuda estatal sobre los sectores más carenciados, con Programas
Especiales de tipo asistencialistas, que los convierte en Grupos-Objeto, sobre los cuales se espera, como
contrapartida, apoyo político-electoral. Esta ayuda, concebida como transitoria, atiende temporalmente a
estos grupos bajo el supuesto de que “cuando el modelo socioeconómico brinde sus frutos, la misma no
será necesaria”. Sin embargo, hasta ahora, las carencias y la masa de población “de riesgo” no han
dejado de crecer. Lo que se concebía originalmente como un proceso de ajuste coyuntural devino
rápidamente en una situación estructural.

 El proceso es explosivo. Los marginados del sistema productivo lo van siendo por acción del propio
sistema, pero también por omisión. La misma crisis del sistema productivo genera un debilitamiento, de
su ámbito básico (la familia nuclear) de las fuentes de trabajo y su base vincular y, además, de sus grandes
estructuras, donde el Estado verifica su creciente incapacidad para actuar como órgano de redistribución
de los beneficios a través de la educación, la salud pública, la seguridad, los planes de vivienda, los
créditos personales, etc. Ello va tornando al sistema institucional en representativo del nuevo modelo, pero
inservible para una sociedad que en parte lo ha generado, y en parte ha sido moldeado por él. El “mundo”
ha cambiado y sus cambios afectan a “nuestra” sociedad, si bien no el sentido que algunos quisieran, sino
en el de desencadenar un descomunal proceso de marginación. El resultado no es el de una Marginalidad
aislada, fruto de expresiones individuales como la psicosis, el alcohol o la inadaptación. Se trata de un
fenómeno de tal masividad que admitimos denominarlo de esa manera (Marginalidad), tan sólo por
enajenamiento con respecto al sistema institucional. La pobreza en la Argentina llega actualmente al 30%
y se acrecienta en las grandes urbes hasta ser mayoritaria.

 Por lo tanto, el término Marginal en verdad no resulta adecuado para describir una situación en la que la
mayoría experimenta distintos grados de Exclusión, ya sea subjetiva u objetivamente. Marginal, por

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definición, significa estar al o en el margen, revestir poca importancia, ser intranscendente. ¿Qué clase de
sociedad puede ser aquellas en que lo marginal resulta ser más extendido que lo perteneciente?
Si las políticas de modernización, privatizaciones, reconversión, apertura económica y la flexibilización
laboral, que los gobiernos han adoptado como propias, dan los resultados que se esperan, habrá, en el
mejor de los casos, dos sociedades superpuestas habitando el mismo espacio político, (ya que no el
geográfico, pues uno de los resultados -quizás ya visible- es el de una marcada separación de hábitats,
como los country, sólo que las alambradas protegen las áreas de los sectores de mayores recursos de las
zonas de pobreza donde habitan los sectores marginados). En todo caso, el actual sistema institucional
que en la Argentina se definía como integrador, está condenado ahora a su transformación forzada en una
progresiva ampliación de la brecha social.
Como cientistas sociales es razonable que comencemos a considerar a “lo marginal” como una
sociedad en sí, no representada ni contenida por el sistema por cuya imposición se está gestando.
Desde las comunidades vulnerables, una nueva sociedad comienza tímida, pragmática, y muy
contradictoriamente a generar sus propias instituciones. Lo hace también en forma muy “moderna” toda
vez que prescinde de las ideologías, las que entendemos por tales, de la sociedad industrial. Esto no
quiere decir que en las nuevas formas sociales no subyazcan gérmenes de nuevas conformaciones
ideológicas, capaces de ordenar y articular en un sistema de pensamiento, pero también orgánico, la
aparente anarquía inicial. Pero no hay nada que indique fehacientemente que esto necesariamente vaya a
ocurrir.

 El hecho más o menos comprobable es que, a partir de su propia crisis, el sistema institucional, no es
capaz de expresar, integrar, explicar, ni comprender, (mucho menos, plantear un rumbo para la sociedad
remanente de la revolución tecnológica), las nuevas formas sociales y sus instituciones que dicho sistema
genera, a fin de encontrar un ámbito de dimensión humana en el que la comunidad pueda desarrollarse.
No hace falta aclarar que nos referimos necesariamente a una sociedad cuyo factor común es la pobreza.
El denominador de ese remanente social no puede -sin riesgo- ser entendido sólo a partir de su
imposibilidad de consumo. Es ingenuo y engañoso plantearlo así. Aunque es indudable que juega un
papel preponderante, la pobreza no constituye en sí misma un factor de exclusión. Si bien no podemos
considerar a la pobreza como el denominador común de una sociedad irrepresentada, sí podemos
convenir en que es un componente tan extendido que a veces suele confundírsela con él.
La Exclusión, para serlo, no basta con que sea real, sino que necesita ser potencial. Cuando decimos que
una sociedad margina, excluye, segrega, que genera otra sociedad paralela, no nos fijamos sólo en la
realidad de tal exclusión, sino en que no se vislumbra posibilidad de alguna forma de integración
futura de esos grupos, que entonces se ven forzados a concretar estrategias de supervivencia claramente
diferenciadas.

 Según el informe del año 1999/ Informe argentino sobre Desarrollo Humano:
“más allá de las dificultades económicas, de las falencias presupuestarias, la tarea de
concertar para el consenso exige de una participación comunitaria y permanente, exige la
movilización ya no de una gran utopía, sino de la más modesta y concreta acción que es el
nuevo nombre de la ética social”.
Los autores señalan que
“el Estado ha sido desapropiado de actividades que han sido territorio de grandes saltos
tecnológicos –industrias, comunicaciones, servicios-, y de fuertes saltos en productividad y
rentabilidad. Se lo ha confinado a la educación y la salud, y éstas están, al menos
parcialmente, en su territorio. Los costos de operación de estos sistemas son, aparentemente,
cada vez más altos, si se observa lo que se destina a ellos en el primer mundo. La
desfinanciación del Estado es una advertencia del riesgo que implica no realizar un esfuerzo y
un salto en la productividad de ambas tareas. La deserción del Estado en estas tareas, el
abandono de lo público, resultaría en un fuerte proceso de regresión redistributiva. De allí que
al abogar por este consenso y esta concertación amplia y urgente, estamos bregando por el
escenario de la justicia. Porque, es imposible imaginar la realización del ideal de igualdad sin
la educación y la salud. Y no hay Nación sin iguales, no hay proyecto de Nación, sin un
proyecto de igualdad. El futuro de nuestra sociedad esta allí. No solamente en la educación y
la salud; pero no habrá futuro apetecible sin un avance en ellas. Nuestro problema no es tanto
la cuestión que habitualmente llamamos salud o la que llamamos educación, sino entre los
sistemas y sus derivaciones”.

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 No hay aquí una receta. Ninguna receta que no fuera extraída del consenso y la Participación
Comunitaria Integral es viable o útil. Llamamos PCI a la participación decisoria del conjunto de la
población-sujeto –no sólo consultiva- en la totalidad del proceso participativo, desde la definición del
problema, pasando por el diseño y la implementación, hasta el momento de la evaluación y la síntesis
final).
Educación, salud, igualdad de acceso a derechos, nos llevan al contraste con la fenomenal tendencia a la
globalización. Esa es la tendencia dominante y estructuradora; navegar esa tendencia no significa
necesariamente renunciar al destino propio. La búsqueda del desarrollo humano es una manera de instalar
el destino propio en las bases del desarrollo comunitario para la seguridad humana.

 El índice de Desarrollo Humano (IDH) expresión paradigmática del nuevo tiempo, mensura la
aproximación de cada sociedad a la condición necesaria para la calidad de vida. El IDH contiene a la vez
resultados y procesos. El nivel de productividad, el valor agregado colectivo, es un puro resultado de la
acción colectiva; por sí solo ese número nada nos dice acerca del cómo se ha logrado. Los logros en
educación y salud también son resultados, pero el estudio de la salud es -antes que nada- una expresión de
proceso, del modo en que se logran esos mismos resultados. La desagregación del IDH nos permite
visualizar el cómo, el proceso en el cual una sociedad alcanza determinados logros. Consideramos haber
sistematizado una metodología de abordaje e intervención (IAP) para el mejoramiento de la calidad
de vida de la población a través de la implementación del Modelo de Clínica de la Vulnerabilidad,
sobre todo en el caso de las comunidades vulnerables con grupos marginales y excluidos, y de eso trata el
presente informe final que, por lo tanto, es en sí un producto de investigación.

1.3) LA SUPERVIVENCIA DE LOS EXCLUIDOS DEL CONSUMO


 La Estrategia de Supervivencia en el campo de la exclusión es entendida como variedad de
adaptaciones para la creación y utilización de recursos escasos, que surgen obligadas por los ajustes
económicos y tienen como característica más significativa, que la comunidad las orienta a la satisfacción
de sus necesidades materiales, de mantenimiento y reproducción, enfrentando así las circunstancias del
contexto más amplio de la sociedad como un todo.
En Argentina, donde los niveles de pobreza han sido históricamente bajos, los grupos recientemente
vulnerados (nuevos pobres) se encuentran aún en peores condiciones que aquellos que siempre lo fueron
(pobres estructurales), al momento de elaborar estrategias de supervivencia adecuadas para enfrentar
situaciones criticas, debido al menor peso o a la falta de referencias a la memoria histórica del grupo de
dichas experiencias en el pasado y, por otro lado a su mayor condicionamiento a los hábitos de consumo,
su adhesión a las normas y a los formalismos del orden social.
En forma paralela a la restricción objetiva de la capacidad de consumo (llevada hasta tal punto que,
alrededor de un tercio de la población no puede consumir lo básico –datos del INDEC-), se aumenta
simétricamente la necesidad subjetiva de consumo a través de los medios de comunicación masivos,
paradoja que en países como la Argentina adquiere ribetes dramáticos a raíz del alto grado de unidad
cultural de la población, de la “europeización” de los gustos del habitante medio. En síntesis, la
capacidad de adquisición de bienes no sólo no aumenta acompañando el incremento subjetivo de la
necesidad, sino que retrocede, aumentando la distancia entre el anhelo de consumo y la posibilidad de
obtener por medios legales lo “deseado”, fenómeno ya observado antes y ahora por la sociología
norteamericana. Y se retrocede por partida doble. Ese doble retroceso produce una alteración en el
sistema de valores sobre el que se cimenta la organización social. Cobran inusitado impulso pautas
culturales “alternativas”, al tiempo que se descree de los códigos establecidos y aumenta la pequeña y la
gran transgresión. Se admite como normal la corrupción, la infracción y el encubrimiento de esas
acciones.

 En forma simultánea con la expulsión del sistema productivo se debilita la “familia nuclear”, célula
básica de la sociedad industrial. Se debilita en su estructura interna, pues los valores en los que se
cimenta no aparecen como válidos a la luz de la nueva sociedad (posindustrial) en gestación. A través de
la universalización de los discursos sobre lo socio-cultural, impartidos por los poderosos medios de
comunicación, se construye una apariencia que hace creer al modelo como propio y “real”. Se debilita
todo el dispositivo de la socialización, en su capacidad objetiva de resolver los problemas de crianza,
educación, salud y futuro de la prole, cuestiones que en la sociedad posindustrial de los países
“desarrollados” sí se resuelve, (aunque en ocasiones no de manera satisfactoria, esto es, desde el ángulo
de la preservación de la dimensión humana de los miembros de una comunidad). Se logra y en un nivel
aceptable, en lo que a las necesidades materiales de los mismos se refiere.

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La configuración vincular prototípica de la familia nuclear desaparece progresivamente en cuanto


a núcleo de crianza apto redefiniéndose significativamente su capacidad de contención.
Simultáneamente, en especial debido a la crisis del modelo industrial, crisis que es estructural en nuestros
países, la sociedad es inepta para sostener lo que la familia expulsa. Incapaz de contener a aquellos que
no cumplen una función real o potencial en la estructura productiva, no puede por sí misma retrotraerse a
otras formas de organización, ya que su naturaleza responde al esquema productivo al cual se refiere.
La concientización, organización y modificación social de los sectores más afectados por esta situación
estructural, como también la intensidad, variedad y formas de utilización de sus recursos por parte de las
familias pobres para atender a sus necesidades de mantenimiento y reproducción; inciden en la
configuración de “nuevas” formas de vinculación de los grupos, con el consiguiente costo psicológico,
vincular y material que supone el despliegue de cada estrategia de supervivencia para cada uno de sus
miembros y para el grupo familiar en su conjunto.

 Estas experiencias se han transmitido como recursos culturales disponibles a aquellos que quedaron en
situación de VULNERABILIDAD. El término vulnerabilidad deriva de herida y se refiere a la persona
susceptible de ser dañada de distintas formas. La vulnerabilidad psico-social es el grado de fragilidad
psíquica que la persona tiene por haber sido desatendida en sus necesidades sociales básicas
establecidas como derechos que le son propios e intransferibles, tales como: seguridad afectiva,
económica, protección, educación, tiempo de dedicación; como así también, de comida, agua potable,
trabajo y salud. Esto lo coloca frente a las instancias del control social formal e informal en franca
desigualdad, generada en la dinámica de la crisis reciente. La situación de vulnerabilidad se juega
predominantemente frente a lo social.
Esta vulnerabilidad, se genera primariamente como una falla en la función de sostén, ya sea en la
desarrollada inicialmente en la madre u otros dadores de cuidado del grupo de crianza, como así también
en la inserción del sujeto en las redes vinculares (grupo de pares, escuelas, integraciones institucionales,
comunitarias, etc.). A partir de la no concreción de aquellos derechos, se nos impone como imperiosa
necesidad ético-científica analizar la constitución de las unidades componentes de toda Comunidad
Vulnerable, es decir, los Grupos de Crianza y Pertenencia que la integran, como forma de develar las
nuevas modalidades vinculares, a efectos de anticipar las condiciones de vulnerabilidad en la crianza, la
pertenencia y la referencia frente a los cambios socio-culturales ya indicados.

 En una rápida esquematización (incompleta como tal) podemos decir que en los últimos 200 años hemos
recorrido los siguientes pasos:
Estrategia Configuración
de Supervivencia Vincular Dominante
Sociedad Rural Familia Extendida con Asistencia de Crianza y
(autoabastecimiento + producción exportación) Producción
Sociedad Industrial Familia Nuclear con Asistencia de Crianza
(consumismo y producción a cualquier costo) Reducida
Familia integrada al Sistema de
Sociedad Tecnocientífica
Ordenamiento Social
(hiperconsumo, automatización, tecnificación,
robotización, etc.) Familia Marginal y/o Excluida

1.4) UNIDAD DE ESTUDIO: COMUNIDADES VULNERABLES.

1.4.1. EL CONCEPTO DE COMUNIDAD:


 El Concepto de comunidad tiene diversas connotaciones teóricas. Para F. TÖNNIES una comunidad
surge a partir de la voluntad natural de sus miembros, estableciendo relaciones solidarias y duraderas
entre ellos. El tipo de relaciones que se establecen entre los miembros de una comunidad expresa la
existencia de intereses comunes y lazos de solidaridad.
La comunidad se define en relación a tres elementos: el tiempo, el espacio y los procesos de interacción.
“Comunidad es un grupo de personas con relaciones recíprocas, dispuestos en una unidad
territorial, que se sirven de medios comunes, para lograr fines comunes.”
“Comunidad es una unidad social cuyos miembros participan de algún rasgo, interés,
elemento o función común, con conciencia de pertenencia y sentido de solidaridad y

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significación, situados en una determinada área geográfica en la cual la pluralidad de


personas interacciona más intensamente entre sí que en otro contexto”.
Desde esta perspectiva una Comunidad se configura cuando existe un grupo de personas conviviendo
juntos en un espacio. La convivencia se caracteriza por la comunicación y unidad en base a ciertos
intereses y necesidades comunes. La racionalización del sistema de convivencia institucionaliza un
dispositivo de reglas y valores que constituirán un Orden.

 Las comunidades se construyen a partir del movimiento dialéctico de los grupos que las componen. Para
que este movimiento sea posible, se requieren de los grupos una serie de necesariedades, ya sea que
hablemos de un pequeño grupo o de una sociedad entera.
A) Condición del Tiempo: necesitan haber construido una historia, un discurso que haga de la
historia su propia historia. Ello le dará la posibilidad de decir desde dónde vienen, los ubica en
relación al afuera en el presente y, así, se les permitirá imaginar un futuro deseado. Construirán, en
definitiva, su temporalidad: pasado, presente y futuro.
B) Condición del Espacio: les será necesario contar con formas de organización y tareas que den
realidad concreta y funcionalidad al agrupamiento; necesitan compartir un espacio común. El
espacio común es la condición sin la cual el grupo no es otra cosa que la suma de individualidades.
C) Condición de la Identidad: a partir de las condiciones anteriores, para que haya “comunidad” se
requiere que (construida su historicidad y ubicada desde un espacio genérico y diferente), el grupo
cree ciertos significados que le dará una identidad. La identidad del grupo es sustancial para crear
la entidad de una comunidad.
La identidad, entonces, es el motor de toda comunidad, en tanto dará al grupo tanto el elemento
nucleador que constituye compartir un origen común (su historia), como la posibilidad de intentar (y eso
sólo basta como intención) desarrollar los ideales a través de tareas participativas y horizontales.

1.4.2. EL CONCEPTO DE PROTOVÍNCULO:


 El protovínculo comunitario es factor organizativo que emerge de las relaciones recíprocas continuadas,
la solidaridad va creciendo y educando en común. La conciencia de problemas comunes, se logra en el
proceso de formación de una comunidad determinada.
Las caracterizaciones referidas a una comunidad consisten generalmente en atribuir a una determinada
región prácticas cotidianas, costumbres y tradiciones de esa realidad socio-cultural en funcionamiento.
Estas características culturales y sociales de una determinada región pueden o no converger en intereses
comunitarios, por lo tanto una “Comunidad real expresa el ámbito subcultural dentro del cual es factible
lograr una repercusión participativa”.
La Comunidad es entendida como un proceso participativo que se expresa en las relaciones continuadas y
prácticas solidarias tendientes a solucionar problemas en comunión en un ámbito geográfico determinado.
Cuando a partir de estos procesos se “da una tipificación recíproca de acciones habitualizadas por tipos
de actores “aparecen las instituciones en la comunidad. Estas acciones son compartidas y accesibles a
todos los integrantes de un grupo social dentro de una situación común. La recreación, la religión, la
educación, constituyen focos de acciones habitualizadas en una comunidad. Así definida una institución
caracteriza (simboliza) tanto a los actores como a las acciones habitualizadas. Las instituciones implican
historicidad.

1.4.3. EL CONCEPTO DE PROCESO DE SOCIALIZACIÓN:


 El proceso de socialización se produce desde el contexto socio-comunitario en el cual se desarrolla el
niño. En este protovínculo, encuentra los otros significantes que están encargados de su socialización y
que le son impuestos. Mediatizan el mundo para él y lo modifican en el curso de esa mediatización.
Seleccionan aspectos de la realidad según la situación que ocupan dentro de la estructura social y en
virtud de sus características individuales.
El niño en su proceso de socialización internaliza el mundo de los otros no como uno de los tantos
mundos posibles sino como el único que existe y que se puede concebir. El proceso de socialización
primaria, que realiza en su grupo de crianza, que configura la modalidad vincular de la Unidad de
Supervivencia e implica secuencias de aprendizaje bien definidas en relación al crecimiento,
diferenciación biológica y edad. Se determina así el aprendizaje de roles específicos y la internalización
de pautas y valores sociales.

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Las etapas de aprendizaje presentan variaciones según las característica histórico-sociales de los grupos
socializadores. El proceso de socialización se efectúa no sólo en el grupo de crianza y de pares
(socialización primaria) sino en otros grupos sociales (socialización secundaria). Las implicaciones
sociales de la niñez pueden variar mucho de una comunidad a otra y de un grupo social a otro, dentro de
la misma comunidad. Así se presentan diferenciaciones en términos de capacidades intelectuales, roles
laborales y responsabilidad moral, que serán las bases para la consolidación de las estrategias de
supervivencia del grupo.

1.4.4. EL CONCEPTO DE COMUNIDAD VULNERABLE:


 Una comunidad vulnerable se define por la presencia un grupo de personas intervinculadas dentro
de una unidad territorial, que comparten una situación de significativo incumplimiento de los
derechos humanos esenciales, tales como vivienda, salud, educación, etc, consagrados en la
Constitución Nacional de 1994.
La elección del ámbito donde se llevó a cabo la investigación de campo, en el marco del Programa
P.I.F.A.T.A.C.S., surge de la necesidad de determinar el modelo de abordaje para las comunidades
vulnerables. Tal recorte parte de los siguientes criterios ya observados al inicio del Proyecto de
Investigación (como resultado de H-176):
a) existencia de organizaciones comunitarias con una gran proporción de miembros y grupos
vulnerables o en riesgo en el medio local (Gran La Plata, Berisso y Ensenada), confrontable con
otras comunidades análogas de otras provincias (Chubut, Río Negro, La Pampa y de otros
conglomerados de esta provincia);
b) correspondencia con un sector social marginal o excluido con necesidades básicas insatisfechas y
por debajo de la línea de subsistencia (INDEC);
c) ausencia o falencia de servicios del Estado que garanticen la vigencia de los derechos humanos
(salud, educación, seguridad, protección, vivienda, etc.) de los miembros de esas comunidades;
d) surgimiento observable de una reorganización comunitaria, tendiente a autogestionar la
posibilidad de generar esos recursos y garantías y
e) accesibilidad para el trabajo de campo con grupos y personas en la/s comunidad/es elegida/s, que
permita obtener la base empírica de la investigación.
Los primeros criterios están vinculados con el contexto teórico de la elección y encuadre de la
problemática y el último relacionado con el contexto de realización de la investigación.

1.5) UNIDADES DE ANÁLISIS:

1.5.1. CONFIGURACIÓN VINCULAR.


 Es el dispositivo de las relaciones interpersonales de un grupo nucleado alrededor de un fin común. La
unidad de análisis es la matriz de relaciones vinculares en una COMUNIDAD de zonas determinadas,
con pertenencia socio-histórica, identidad cultural y/o étnica uniforme, caracterizada como de alta
vulnerabilidad, por el número de hogares con necesidades básicas insatisfechas y condiciones de
infraconsumo (Alta Vulnerabilidad Comunitaria).
La comprensión de este sector de la realidad social, es entendida como constructo estructurante de la
práctica humana, a partir de los grupos de crianza y de pertenencia-referencia de la comunidad.
El entramado de interacciones sociales que establecen los sujetos de una comunidad en sus grupos de
convivencia, orientadas al logro de determinados objetivos comprenden: acciones y omisiones,
agrupamientos y fragmentaciones, espacios en común y desencuentros, momentos de comunicación y de
aislamiento, constituyéndose, para este estudio, en unidades de análisis centrales, en la medida en que son
el producto de la acción comunitaria y contribuyen al estar, hacer y ser la comunidad como un todo.

1.5.2. GRUPO DE CRIANZA:


 Es el conjunto de personas que, desde una pluralidad, con permanencia en el tiempo y significación en
el vínculo, permiten la supervivencia de los individuos que se desarrollan en su interior, estructurando
su subjetividad conforme a las pautas protovinculares de su comunidad de pertenencia.

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La sociedad está formada por grupos. Existen grupos de todo tipo: la madre con el niño en brazos forma
un grupo; también tenemos el grupo familiar, el escolar y toda clase de grupos sociales, vocacionales y de
trabajo. Del mismo modo cabe decir que una nación o una confederación de naciones, constituyen un
grupo. Los grupos sociales incluyen desde los agregados relativamente simples hasta los muy complejos.
El campo formado por un grupo de dos personas es totalmente distinto de aquél que está formado por un
millón de personas, incluso al punto de ponerse en discusión, teórica y práctica, acerca de si tales
formaciones constituyen algo del orden de lo grupal, ya que diferentes leyes se vuelven ostensibles en
cada uno de ellos. El primero permite hacer un estudio más o menos exhaustivo de las motivaciones
psicológicas de la pareja que lo integra; el segundo permite estudiar la incidencia de ciertas variables
sociológicas. Ambos grupos presentan, asimismo, sus serias limitaciones. El primero es demasiado
simple y reducido para permitir una generalización sociológica; el segundo es demasiado numeroso y
complejo para permitir una ejemplificación psicológica. Un grupo de dos personas, como así el de un
millón de personas, es, en cierto modo, atípico. El primero, por lo reducido, se presta para extraer
conclusiones engañosas. El segundo, dada su amplitud, carece de cohesión, ya que sus miembros sólo
rara vez y a través de símbolos muy generales (ej.: la bandera, etc.) tienen noción de pertenencia al
mismo. En realidad, sólo con grupos reducidos mantenemos contacto más o menos íntimo y ellos
constituyen las verdaderas matrices de nuestra vida socio-comunitaria.

 Fuera de toda duda, podemos sostener la preeminencia del hombre como ser que se desarrolla vive y
sobrevive en grupos, siendo el primero de ellos el grupo de crianza. Su influencia es determinante,
importantísima y casi definitiva. En el hecho de que no sea totalmente definitiva reside la posibilidad de
pensar en la creación de estrategias que tiendan a producir cambios posteriores, los cuales pueden tener
lugar debido a los acontecimientos de nuestra vida ulterior, fuera de la unidad primaria, la de crianza, en
otros grupos de pertenencia.
Desde el punto de vista biológico, el ser humano nace más desvalido que cualquier otro mamífero. Su
lenta evolución involucra una larga dependencia biológica y psicológica del grupo de crianza –en general
la madre o su sustituto- durante los primeros años de vida. Esta dependencia inicial es idéntica en todos
los grupos y todas las culturas y civilizaciones. Es un Universal cultural del que se desprenden diversas
modalidades de relación que determinará las peculiares estrategias de supervivencia de cada
comunidad
La importancia decisiva de la familia (modelo de crianza dominante en las sociedades capitalistas
industriales y postindustriales –más allá de sus sutiles diferencias-) se explica si se tiene en cuenta que el
niño crea en su seno los primeros vínculos (la matriz de los posteriores vínculos: el protovínculo), a
través de los cuales establece su primer contacto con el mundo exterior y la consecuente interiorización
de las normativas y valores.

1.5.3. PROCESOS DE PARTICIPACIÓN EN LA COMUNIDAD:


 Cuando existe participación en los procesos de toma de decisiones de los miembros de la comunidad, esta
función se traduce en acciones eficaces.
María Teresa SIRVENT diferencia entre formas reales de participación y formas simbólicas o engañosas.
“Por participación real se entiende la posibilidad efectiva de incidir en las decisiones que
afectan la vida cotidiana de una comunidad o de una sociedad a nivel global, desde la
planificación de acciones, implementación y evaluación de las mismas.”
“La participación simbólica que se refiere a un como sí, ejerciendo una influencia mínima en la
gestión institucional y en la política, creando la ilusión de un poder inexistente”.
La participación real incluye a la estructura del poder de una entidad y los intereses objetivos de los
grupos implicados. Estos intereses son las condiciones que afectan la vida cotidiana de un grupo
determinado. Sólo tienen una participación real los miembros de una comunidad cuando logran mantener
o conservar las condiciones de vida que los benefician y superar las que los perjudican.

1.6) SOBRE LA HIPÓTESIS


 Teniendo en cuenta el agotamiento del modelo liberal del “Homo Económicus”, claramente visible en la
parálisis de su sistema educativo, en el colapso de su área de salud, en el caos de su dispositivo de control
social, en el vaciamiento de su sentido de justicia y del descreimiento que da la idea de corrupción
generalizada en la esfera de la política social. todo ello hace suponer la visión del abismo.

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 Los que piensan en cómo continuar su supervivencia en el curso de un día, se movilizan desde la
desesperación observable en distintos fenómenos de conducta, en diversas pautas de cambio y algunos
acontecimientos sociales que comienzan a hacernos vislumbrar la emergencia de lo que llamaríamos el
“Homo-comunitarius”.

 ¿Cómo sobreviven las comunidades (sus grupos) con N.B.I. y con un nivel de consumo por debajo
de la Línea de Pobreza? ¿Cómo sustituyen los recursos materiales y financieros que esos
indicadores señalan como faltantes?
La modalidad vincular dominante en las comunidades en condiciones de infraconsumo toma como
eje de integración y seguridad de sus miembros el flujo de intercambios y ayuda, estructurándose
un cotidiano que les permite sustraerse de la sociedad de consumo y organizar un sistema de
supervivencia fuera de las determinaciones de la misma.
Cuando un grupo, una comunidad, corre riesgo de desintegrarse, ya sea física o culturalmente, ya sea
que peligre su espacio territorial, la supervivencia de su pueblo o su identidad, se comienza a forjar el
rescate de elementos de reserva de identidad cultural, desde el surgimiento de actividades
vinculadas con la generación de nuevos medios de subsistencia. Estos suelen ser, en la mayoría de los
casos, resignificaciones que adecuan viejas modalidades de relación y de producción a los actuales
condicionamientos e imposiciones del sistema de ordenamiento de lo social.

 Si uno recorre las zonas más carenciadas de las grandes urbes, los asentamientos y las villas miserias; si
uno observa detenidamente las estrategias de subsistencia de dichos grupos; si le acompaña el registro de
cómo sobreviven hoy en el interior del país, en las áreas rurales, en los asentamientos suburbanos, en los
inquilinatos y en las casas tomadas, los grupos más carenciados; si se presta atención... uno puede ver (en
dichos grupos) la presencia de modalidades vinculares de relación y estrategias de subsistencia que
caracterizaron años atrás a las culturas autóctonas de las Américas y a los integrantes de los
grupos del mestizaje marginal originario, en sus lugares de origen y en las primeras síntesis
espontáneas de nuestra población.

 La participación comunitaria integral presupone la existencia a nivel de la comunidad de grupos


organizados en función de ciertos intereses comunes y con capacidad política de incidencia real en las
decisiones de la sociedad. Cuando esto se logra los sujetos desarrollan su capacidad de participación y
se consolida la organización comunitaria. Los miembros de la comunidad se benefician de las acciones
implementadas por las entidades contribuyendo a la integración social de la misma. Miradas desde el
proceso de socialización del niño en la comunidad, las entidades constituyen el ambiente participativo y
educativo, en tanto establecen relaciones y actividades, en cuyo marco el niño se socializa.

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2) MODELO DE CLINICA DE LA VULNERABILIDAD

 La observación realizada desde la primera investigación del P.I.F.A.T.A.C.S., sobre “Prevención del
Conflicto Social” (Clínica de la Vulnerabilidad Psico-Social - H176), permitió adentrarnos
exploratoriamente en la significación de los vínculos, en las condiciones de existencia de grupos
excluidos y marginados. Se ha observado que cuando dichos grupos se preservan en comunidades de
pertenencia y/o referencia, tienen mayores posibilidades para reconstruir con el menor conflicto las
dificultades que eventualmente emerjan (como resultado de los cambios sociales)en sus estrategias de
supervivencia.

 En continuidad con esa observación, la presente investigación se orienta a determinar la significación de


las modalidades vinculares de los sectores sociales más vulnerables en sus estrategias de supervivencia, a
partir de las prácticas de los grupos de pertenencia y referencia, en función de los recursos de atención del
Estado y de las entidades intermedias (tercer sector). La amplitud del fenómeno obliga a acotar el tema a
un sector específico del campo de la pobreza (comunidades vulnerables: población que se encuentra
generalmente por debajo de la línea de subsistencia) e interrogarnos sobre las relaciones e interacciones
que se establecen entre los diversos sujetos encargados de la socialización, en términos de acciones y
representaciones que sustentan la modalidad vincular de los grupos.

 El modelo de “CLINICA DE LA VULNERABILIDAD”, es una construcción teórico-técnica, propia del


equipo de trabajo, con aplicaciones múltiples promovidas desde distintos organismos internacionales,
tales como ILANUD, UNICEF, PNUD y con una experiencia concreta en el período 1996-1998
Programa de Incentivos a la Investigación “Prevención del Conflicto Social”; que han probado y
reformulado sus hipótesis a través de investigaciones científicas llevadas a cabo por docentes
investigadores de diversas Universidades Nacionales desde el “Programa Interuniversitario e
Interinstitucional en Alternativas al Control Social en niños y jóvenes en la República Argentina”,
que se viene desarrollando a través de cursos de capacitación en varias universidades del país.
El Modelo de Clínica de la Vulnerabilidad, en las distintas Unidades Ejecutoras, capacita y monitorea las
acciones de los operadores comunitarios en los Centros de Atención. El modelo gira alrededor de los
siguientes conceptos básicos:
La doctrina de los Derechos Humanos, como principio filosófico;
el realismo marginal latinoamericano, que reconoce la selectividad de la población sujeta a
control social, determinante de su situación de vulnerabilidad;
el énfasis en los vínculos interpersonales.
la factibilidad de atender dichas problemáticas a través de instrumentos alternativos;
la interdisciplina, por reconocer la multicausalidad del fenómeno de transgresión a la ley;
la salud laboral, en tanto atiende el deterioro de los agentes de control social;

 Desde el estudio de la comunidad es posible identificar alternativas de acción que permitan estimular la
participación y superar la incapacidad de reacción que presentan los grupos más vulnerables de la misma.
Consideramos que en comunidades con situaciones de pobreza estructural, las posibilidades de
prevención de situaciones de vulnerabilidad en estos sectores está limitada y debe reactivarse con la
intervención comunitaria. La mera descripción de comunidades por sus indicadores objetivos no permite
captar la dinámica de los procesos de comunicación y comunión que las generan y sostienen. Debido a
ello, la interpretación de estos procesos sólo es posible desde las visiones, experiencias y percepciones de
los propios actores, que son quienes construyen su realidad y la expresan en la interacción grupal. En ella
el enfoque interdisciplinario permite, desde distintas perspectivas, captar la complejidad del fenómeno en
los diferentes actores y dimensiones que operan el él y realizar la transferencia tecnológica necesaria para
la resignificación de los vínculos.

2.1) FUNDAMENTOS METODOLÓGICOS

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 La comprensión del objeto de estudio elegido se aborda desde una perspectiva interpretativa. Desde esta
posición la realidad social es construida desde la práctica humana, la cual sólo puede ser comprendida en
el seno de la totalidad social que contribuye a producir y que la produce.
La comprensión de los hechos se funda en la vivencia psicológica y la reconstrucción imaginaria de la
experiencia del Otro, a través de la relación grupal. Nos posicionamos desde la perspectiva del actor
social y desde allí construimos las categorías interpretativas en interacción con los operadores
comunitarios. El análisis de los procesos comunicacionales que dan dinámica a las comunidades y el
establecimiento de la capacidad vincular de contención socio-afectiva orienta fundamentalmente la
interpretación del sentido que revisten las acciones para los actores sociales y trazan el marco desde el
cual las acciones, expresiones, propósitos y motivos encuentran su significación.
El proceso metodológico se caracteriza por la flexibilidad y la creatividad, en tanto se subordina a una
constante interrelación entre observación, elaboración, obtención de información y análisis de datos.
El abordaje de las comunidades como ámbitos de socialización y participación, responde inicialmente a
las siguientes cuestiones centrales del trabajo de campo: ¿Dónde realizar la investigación?, ¿Sobre
quién?, ¿Qué observar? y ¿Con quién trabajar? Los fundamentos metodológicos del diseño de la
investigación, especialmente en lo que respecta a su carácter cualitativo y participativo, será desarrollado
en profundidad en el apartado A.3. “Investigación-Acción Participativa”.

2.2) ENCUADRE INICIAL DEL MARCO METODOLÓGICO


 La construcción del objeto de estudio, sustentada en el supuesto epistemológico de la totalidad compleja
como producto de un proceso social, se centra en el estado actual de las comunidades vulnerables, así es
como en los procesos que originaron el desmejoramiento de la calidad de vida, para comprender las
interrelaciones que se expresan en los sujetos con respecto al cercenamiento de los Derechos Humanos.
De confirmarse esto, se estaría ante la necesidad de fortalecer las organizaciones comunitarias en la
prevención de situaciones de vulnerabilidad.
Las comunidades no son pasibles de abordarse desde las personas. Su análisis requiere de lo grupal y de
lo vincular. Las personas sostienen a las comunidades, pero no se apropian de ellas. Así, la comprensión
de las grupalidades de una comunidad remite al proceso histórico que la generó: qué situaciones
problemáticas la originaron, quiénes son los actores involucrados, cuáles son las acciones
consuetudinarias. Por el hecho de existir, la grupalidad controla el comportamiento humano estableciendo
pautas definidas de antemano que lo canalizan en una dirección determinada.
Existen ciertos rasgos que caracterizan a los grupos organizados de personas:
1) se forman con el objeto de lograr algún objetivo común a sus miembros;
2) la afiliación es voluntaria;
3) es independiente del Estado.

 Las técnicas de abordaje deben encararse de modo práctico-teórico. Es decir, conceptualizando tras la
experiencia concreta y sostenida. La capacitación se sostiene en un progresivo paso por vivencias
(ensayos y pequeños trabajos de campo) que van generando un proceso de selección, a fin de lograr los
mejores técnicos, capaces de operar eficientemente en la reducción de la vulnerabilidad, mediante la
facilitación de recursos vinculares y de organización para el acceso a derechos. Los operadores deben
ser capaces de generar espacios de participación y palabra y de tolerar el disenso surgido en los
mismos, ya que el trabajo se sostiene en el principio de la intervención mínima. Esto debe ser realizado
en forma participativa, según los valores que orientan el funcionamiento comunitario, en el marco de la
ley.
Por lo tanto, el operador no se instituye en el regulador de los intercambios. Es la grupalidad la que
controla el comportamiento humano, estableciendo pautas definidas de antemano, canalizadas por los
intercambios en direcciones determinadas por propias demandas. Será básico, entonces, abocarse a la
comprensión de las grupalidades de una comunidad, en tanto remiten al proceso histórico que las generó:
qué situaciones problemáticas las originaron, quiénes son los actores involucrados, cuáles son las
acciones habituales, etc.

 Desde la operación comunitaria, las comunidades vulnerables no son pasibles de abordarse en


forma individual. Su análisis requiere de lo grupal y de lo vincular. Las personas sostienen a las
comunidades, pero no se apropian de ellas. Cuando ello sucede, su abordaje pierde legitimidad y se
confunde con fines relacionados con intereses particulares. Este principio, que rige el funcionamiento
comunitario, rige también para los equipos de trabajo.
De las puntuaciones precedentes se desprende que se requiere una adecuada preparación previa, no menor

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de 6 a nueve meses de duración, con prácticas supervisadas en la atención de la vulnerabilidad psico-


social, tanto a nivel familiar (grupos de crianza) como de los grupos de pertenencia y/o referencia (pares).
Es esperable que a los dos meses de iniciado el proceso de capacitación comiencen las intervenciones
en las unidades de convivencia comunitaria. En el marco del adiestramiento se va evaluando el
desarrollo de capacidades, actitudes y aptitudes de los operadores, a la vez que se relevan las modalidades
vinculares y las estrategias de supervivencia propias de las comunidades vulnerables abordadas.

 La construcción de los distintos dispositivos (de capacitación, de asistencia y de investigación-acción),


son interdependientes y simultáneos) centra en la transformación de las necesidades sentidas en
derechos humanos. Su restitución es no sólo una intervención desde la Clínica de la Vulnerabilidad, es
antes que eso una compensación de algo vedado; es asumir la corresponsabilidad social con quien
no ha tenido o ha perdido, en un momento dado, esos derechos igualadores de todos los seres humanos
como conjunto social.
Ello requiere la elaboración de estrategias de abordaje de modo tal que sea posible atender a los
miembros y grupos más vulnerables, no desde la mera asistencia ocasional con recursos humanos o
materiales, sino reforzando aquellas tramas vinculares, que ya no logran contener el conflicto
suscitado y sobredeterminan su vulnerabilidad.

2.3) SOBRE EL MÉTODO

2.3.1- CONSIDERACIONES PRELIMINARES: PLANIFICACIÓN METODOLÓGICA


 El programa está basado en la implementación de Experiencias-Piloto. Las experiencias piloto, tal como
las desarrolla el Programa P.I.F.A.T.A.C.S., consisten en acciones comunitarias realizadas por los
equipos de operadores en forma pautada y controlada. Estas acciones se realizan en comunidades
vulnerables, generando una fuente privilegiada de información en lo que hace a las investigaciones en el
tema, al permitir la observación directa “in situ”, las entrevistas formales e informales y otras técnicas de
contrastación, obteniéndose la información y los datos, desde la acción comunitaria misma, tendiente ésta
a poner a prueba tecnologías de atención de diversas conflictivas psico-sociales que se traten en cada
programa específico. Se posibilita el ejercicio de una doble función:
a) Como formas semi-instituidas (convenios interinstitucionales, etc.) para la obtención y
recolección de datos de propia fuente;
b) Como intervención en “situación de calle”, para desarrollar acciones reducción de la
vulnerabilidad social (operación comunitaria sobre los destinatarios directos de la atención),
como complementarias de a).
Este contacto directo, “en el campo comunitario”, posibilita recrear las formas en que se gestan y
sostienen las estrategias de supervivencia que permiten la contención comunitaria de los conflictos que se
suscitan en él, de modo tal que se reduzca la vulnerabilidad psicosocial.

 Las experiencias piloto que desarrolla el P.I.F.A.T.A.C.S. se cimentan en estrategias de atención


interdisciplinaria, como forma de intervención alternativa, haciendo especial énfasis en el grupo social
que se encuentra en mayor riesgo (alta vulnerabilidad). La opción metodológica se basa en tecnologías de
Investigación-Acción. Esta modalidad de trabajo es entonces “asistencia” y registro de información (base
empírica de la investigación), simultáneamente. Sólo se delimitan en un segundo momento, el del
análisis y sistematización de datos, para su posterior interpretación, “investigación” propiamente dicha
(ya fuera de las acciones efectoras de la prestación), para la elaboración de las matrices de datos (recorte
de la realidad como entramado complejo de hechos –Juan Samaja-) que van a dar las bases de
contrastación de la hipótesis.
Por lo tanto, este tipo de desarrollo metodológico incluye necesariamente el Trabajo Comunal
Universitario, base del recurso humano autogestivo y resultante de la capacitación de la misma
comunidad, a través de algunos de sus miembros.

2.3.2- DIMENSIONES DE ABORDAJE


 Las dimensiones centrales desde las que se aborda el objeto son:
I- DIMENSIÓN INDIVIDUAL: Capacidad de contención de los miembros más vulnerables en sus
grupos pertenencia y/o referencia.

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II- DIMENSIÓN GRUPAL: Capacidad de respuesta de los grupos de pertenencia y/o referencia a las
necesidades comunitarias.
III- DIMENSIÓN SOCIO-COMUNITARIA: Proceso de constitución (construcción) de la Comunidad.
IV- DIMENSIÓN SOCIO-INSTITUCIONAL: Capacidad de contención de las entidades estatales
(salud, educación, protección social y seguridad).

 DIMENSIÓN INDIVIDUAL: Capacidad de contención de los miembros más vulnerables en sus


grupos pertenencia y/o referencia .
Intervenir sobre la posibilidad de mantener a la persona en su grupo de crianza. Ello surgirá de:
A) los recursos familiares y grupales con que se cuente:
recursos familiares reales.
recursos familiares ocultos.
recursos familiares aparentes, o
sin recursos.
Tales recursos deben ser considerados en cuanto a la capacidad vincular y grupal que el grupo de
crianza tenga para contención y protección de sus mienbros más vulnerables.

B) los recursos vinculares, de captación psicológica de la normativa (vulnerabilidad al sistema


penal) y de integración al mercado de trabajo, por parte del sujeto de abordaje.
grado de aislamiento relacional (Robert Castel)
grado de su sujeción a la Ley
inserción laboral

La detección, registro y sistematización de ambos tipos de recursos detallados en A) y B) se efectuará


utilizando las siguientes herramientas y técnicas:
Observación participante
Observación no participante
Entrevistas individuales
Entrevistas familiares y/o a otros grupos de pertenencia
Entrevistas a informantes claves
Documentación institucional (historias clínicas, expedientes escolares, etc.)
Visitas domiciliarias

 DIMENSIÓN GRUPAL: Capacidad de respuesta de los grupos de pertenencia o referencia a las


necesidades de la comunidad.
Se aborda desde los grupos de pertenecia-referencia en relación a los siguientes aspectos:
Nivel de participación en la Red Comunitaria.
Características de la sede social: espacios de reunión y espacios de aislamiento.
Acciones institucionales de impacto comunitario.
Recursos utilizados en la acción institucional: tipo: naturales y humanos
origen: comunitarios o estatales

Técnicas de recolección de informacion: La información se obtiene mediante:


1. Técnicas de entrevista semi-pautadas aplicada a informantes de las entidades y de los
referentes portadores de los constructos histórico-comunitarios.
2. Cruzamiento de los items arriba detallados contenidos en I y II, como ordenamiento de la
información obtenida de la observación relevada en campo.
Estas dos técnicas permitirán realizar el diagnóstico de recursos institucionales y grupales de la
comunidad.

 DIMENSIÓN SOCIO-COMUNITARIA: Proceso de constitución (construcción) de la Comunidad


Se aborda en la dirección de reconstruir las acciones y organizaciones generadas por la comunidad
bajo estudio. La unidad de análisis es la comunidad, la que es caracterizada a través de:
 Historia y origen de la comunidad.
 Asentamientos poblacionales.
 Historia de la Organización Comunitaria.
 Percepción de la Trama Vincular y socio-histórica.

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 Percepción de los condicionantes a la Participación Comunitaria.


La observación se obtiene mediante la técnica de entrevista intensiva guiada, aplicada a informantes
adultos.

 DIMENSIÓN SOCIO-INSTITUCIONAL: Capacidad de contención de las entidades del Estado


(salud, educación, protección social y seguridad).
Como expresión de la capacidad de la entidad de constituirse en ámbito participativo y de entramado
socio-afectivo y vincular de sus grupos de crianza, pertenencia y referencia. La unidad de análisis es
la configuración vincular de grupos e instituciones que prestan servicios o insumos a la comunidad de
estudio.
Esta dimensión se analiza en relación a los siguientes datos:
Participantes y destinatarios de la prestación.
Duración de la prestación .
Objetivos explícitos y no explicitados.
Grado de Participación de los grupos y el vecindario.
Esta información se obtiene mediante entrevista aplicadas a informantes claves y la detección de
analizadores grupales e institucionales.

2.3.3- MOMENTOS DEL PROCESO METODOLÓGICO


En la estrategia orientada a la comprensión del objeto de estudio se reconocen dos momentos: el de la
descripción y el de la comprensión. Las acciones a llevarse a cabo en el desarrollo del proceso
investigativo, los tomará en cuenta, partiendo de las siguientes preguntas:

 1) MOMENTO DESCRIPTIVO:
a) Aproximación al Protovínculo
1. ¿ Cómo se originó la comunidad bajo estudio?
2. ¿ Qué características tuvo en sus orígenes?
3. ¿ Cuál es el proceso que siguió su organización comunitaria?
4. ¿ En torno a qué necesidades y qué grupos se constituyó?
5. ¿ Qué características presenta la comunidad hoy y qué relación guardan estas con su historia?

b) Aproximación a los recursos gubernamentales y no-gubernamentales


1. ¿ Cuáles son las entidades estatales y no estatales?
2. ¿ Cuándo y cómo surgieron?
3. ¿ Qué características tienen y a qué necesidades apuntan?
4. ¿ Operan criterios de diferenciación al interior de la comunidad respecto al tipo de usuarios a
atender?
5. ¿Qué opinan los habitantes de la comunidad acerca de los servicios y prestaciones?

c) Aproximación a los grupos de referencia y pertenencia: Afiliación-Exclusión


1. ¿ Qué tipos de interacciones se establecen entre sus miembros ?
2. ¿ Qué presencia y alcance tienen en la organización comunitaria?
3. ¿ Cómo es percibida su participación en las organizaciones de la comunidad?
4. ¿ Qué obstáculos se visualizan en el orden de la convivencia barrial (cotideaneidad)?
5. ¿ Qué capacidad de integración y contención tienen?

 2) MOMENTO DE LA COMPRESIÓN:
1. ¿ Cuál es la modalidad de vinculación comunitaria más extendida?
2. ¿ Cómo operan las entidades ante la presencia del vulnerable?
3. Los proyectos de acción -como capacidad de respuesta de las entidades- contienen socio-
afectivamente o acentúan la situación de vulnerabilidad?
4. ¿Cómo se vinculan los proyectos de las entidades de la comunidad con la familia, los grupos de
pertenencia-referencia y el Estado, en torno a los Derechos Humanos?
5. ¿Qué estrategias establece el grupo de crianza o de pertenencia (según el caso) como estrategia de
supervivencia ?

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A.3) INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPATIVA:


DISEÑO EMERGENTE

Hemos decidido introducir una presentación aclaratoria del marco metodológico (Metodología
Cualitativa – Investigación Acción Participativa “IAP”), en función de las observaciones que se realizaran
oportunamente en la evaluación del primer informe de avance (presentación incorporada al segundo informe
de avance), en atención a que la comisión evaluadora cuente con la información correspondiente a distintos
componentes metodológicos que son aquí presupuestos. Este apartado reproduce esa aclaratoria sin
modificaciones.

ACLARACIONES RESPECTO A LA METODOLOGÍA

En la evaluación UNLP realizada sobre el primer informe de avance de este proyecto dice:
“.Observaciones: si bien se ha realizado una tarea de mérito, se hacen las observaciones siguiente,
aconsejando su consideración.
Se trata de un programa, más que de un proyecto de investigación, tal como lo afirma el director. “El
programa está basado en la implementación de experiencias pilotos”. Este objetivo puede ser muy
meritorio, pero no debe identificarse con la investigación. El Director defina las experiencias piloto
diciendo que “Consisten en acciones comunitarias realizadas por los equipos de operadores en forma
pautada y controlada”. La investigación podría haberse centrado en el desarrollo de instrumentos de
evaluación, búsqueda de indicadores, detección de efecto de los programas a evaluar sobre muestra
de interés, y muchos otros aspectos más. (...)
Iguala la observación y las “entrevistas formales e informales” con técnicas de “contrastación”. (...)
El marco metodológico se toma en un sentido no de la investigación, sino de la puesta en marcha de
las experiencias.”

En base a las observaciones realizadas en la evaluación, estimamos pertinentes hacer las aclaraciones
necesarias para despejar interrogantes respecto al encuadre metodológico y su base político-científico. Así
mismo dejar en claro el estricto cumplimiento en lo que a planificación de las acciones y conceptualizaciones
se refiere.

Miguel S Valles (1997) describe, siguiendo Crabtree y Miller (1992), tres grandes paradigmas para la
investigación científica:
1- El paradigma de indagación materialista, representado por el positivismo y el modelo biomédico,
cuyo respaldo técnico lo constituyen la ciencia de laboratorio y los métodos cuantitativos.
2- El paradigma de la indagación constructivista, respaldado por la metodología cualitativa, proceso
circular que parte de una experiencia o anomalía. No se buscan verdades últimas, sino relatos. El
diseño esta abierto a la invención; la obtención de datos al descubrimiento; y el análisis a la
interpretación.
3- El paradigma de la indagación crítica o ecológica (critical/ecological inquiry). Este tercer paradigma
del conocimiento “ayuda a mantener la vida social, enfoca la realidad de la dominación, la
distribución de poder y las desigualdades asociadas”. Apunta a los efectos del sistema. Se sirve del
conocimiento histórico, y de la articulación de los paradigmas materialista e interpretativo, para
desenmascarar la ideología y la experiencia del presente, logrando una conciencia emancipada y
verdadera. Se adecua al compromiso político y al estudio de los sistemas [sociales].

El proyecto del P.I.F.A.T.A.C.S. se inscribe en el último paradigma.

El diseño de la investigación se cimenta en una metodología preponderantemente cualitativa. Dicha


estrategia parece la más adecuada, en tanto el proyecto esta en su fase de exploración (1ª y 2ª etapas del plan
de trabajo). En base al establecimiento de categorías de análisis se establecerá posteriormente criterios de
validez basados en un diseño cuantitativo (ver cuadro sobre diseño).

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El uso de técnicas cualitativas no tiene que ser considerado como menos sólido que el cuantitativo,
sobre todo en proyectos de investigación social. Por ejemplo, Ruíz Olabuénaga e Ispizúa (1989)- nota al pie-
escriben:
“La investigación con técnicas cualitativas está sometida a un proceso de desarrollo básicamente
idéntico al de cualquier otra investigación de naturaleza cuantitativa. Proceso que se desenvuelve en
cinco fases de trabajo: Definición del problema, Diseño del trabajo, Recogida de Datos, Análisis de los
datos, Validación e informe. Cada una de las técnicas principales cualitativas (la observación
participante, la entrevista personal, la historia de vida, el estudio de casos...) imprime un sello
particular a cada una de las cincos fases, lo mismo que lo hacen el experimento o el survey de masas.
Aun así, es posible establecer un estilo cualitativo propio como resultado de aplicar a todo el proceso,
en cada una de sus fases, una serie de ‘criterios’ o principios orientadores (más bien que normativos)
que autores como Erickson (1986), Lincoln (1985), Van Maanen (1983), Schwartz-Jacobs (1979),
Taylor-Bogdan (1986), han intentado sistematizar”.

Estos dos tipos de metodologías se diferencian fundamentalmente en la forma que toma el diseño de
investigación, sobre todo, en el devenir del plan original durante la implementación del proyecto. Así:
“Erlandson y otros (1993) contraponen el “diseño tradicional” o “convencional” (cuantitativo) al
“diseño emergente” (propio de indagación derivada del paradigma naturalista). La diferencia
principal entre ambos se halla, según estos autores, en la especificidad del plan original de
investigación... el diseño de un estudio naturalista por lo general no se establece completamente antes
de que empiece el estudio sino que emerge al tiempo que se recogen los datos, se lleva a cabo el
análisis preliminar, y pasa a describirse de modo más completo el contexto” (Erlandson et al.,
1993:66)”.

Siguiendo a Valles, podemos decir que el mejor consejo que dan a quien se inicie en la investigación
cualitativa, orientada por el paradigma naturalista, es en “planear ser flexible” (1993:79). Y sugieren como
ejercicio práctico la revisión de algunos estudios sociológicos y antropológicos importantes, entre ellos el de
Whyte (1943) y el de Hollingshead (1961), para identificar el diseño que tenían al comienzo de sus
investigaciones. Los deberes que mandan estos autores quedan, en parte, hechos si uno lee el apéndice
metodológico que Whyte escribiera en la edición de 1955.
“Estaba explorando territorio desconocido. Peor que desconocido, ciertamente, pues la literatura
existente entonces sobre barrios bajos era muy desorientadora[casualmente coincide con la población
objetivo de nuestro proyecto]. Habría sido imposible planear al principio la clase de estudio en la que
finalmente me vi envuelto. Este no es un argumento contra la planificación realizada con acierto,
entonces el estudiante puede y debería planear muchos más rigurosamente de lo que yo lo hice. Pero,
incluso así, sospecho que pasará por alto datos importantes a menos que sea lo suficientemente
flexible como para modificar sus planes conforme vaya avanzando. La aparente ‘tangente’ a
menudo se convierte en la línea principal de investigación futura” (Whyte, 1995).(negrita nuestra)

Simplificando, tendríamos dos tipos extremos de diseño cualitativo: el emergente y el proyectado.

La mayoría de los investigadores citados aconsejan utilizar el diseño proyectado para investigaciones
de corta duración con hipótesis estructurada que permita diseñar metodologías “atadas” (Valles, 1997).
Mientras que recomiendan el diseño emergente cuando: a)- el estudio dispone de un largo plazo (dos años o
más), b)- requiere contemplar aspectos o variables intervinientes difíciles de manejar en el diseño previo (en
el caso de nuestro proyecto la movilidad de la población, los factores sociales, económicos y/o políticos
locales, regionales y nacionales, etc.), c)- no se dispone de estudios previos y la conceptualización sobre el
tema es escasa o pobre, cuando no nula.
En efecto, estos tres elementos determinaron la decisión del diseño, puesto que, en el caso de nuestro
proyecto, se daban los tres aspectos mencionados en el párrafo anterior. Valles (1997) describe el mismo
apuntando los distintos autores que lo han caracterizado:
“El concepto de diseño emergente, así como la clave de la flexibilidad del diseño en los estudios
cualitativos aparecen hoy en día ya recogidos en los textos sobre metodologías cualitativas (el de
Lincoln y Guba (1985) es uno de los que ha actuado de disfusor). Marshall y Rossman (1989:45), por
ejemplo, revelan la fuente citada cuando aconsejan en su monografía titulada Designing Qualitative
Research que se elabore “un plan de investigación que incluya muchos de los elementos de los planes
tradicionales, pero reserve el derecho a modificar, alterar y cambiar durante la recogida de datos”.
Para estas autoras, “la flexibilidad es crucial”.

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Patton (1990:196), por su parte, transmite el mensaje a los investigadores que trabajan en el campo
de la evaluación señalando que “los diseños cualitativos continúan siendo emergentes incluso
después de que comienza la recogida de datos”. Pero matiza: “el grado de flexibilidad y apertura es,
sin embargo, un asunto de gran variación entre diseños”. Este mismo matiz lo resalta Morgan
(1992:227) cuando escribe que “para algunas preguntas de investigación, el approach apropiado al
diseño es ciertamente preespecificar las diversas dimensiones de la recogida de datos y la estrategia
de análisis”. Sin embargo, para otras “un approach más abierto es el apropiado”. Su afirmación más
general merece, asimismo, anotarse: “Virtualmente toda investigación cualitativa está basada en un
conjunto de elecciones de diseño iniciales y emergentes”.

A continuación presentamos un gráfico que, basado en el de Valles (pág. 82), articula el diseño
cualitativo de tipo emergente de nuestro proyecto con las etapas de la investigación correspondientes a la
planificación previa o inicial (plan original con metas propuestas).

(Ver Cuadro sobre Diseño Emergente al final del presente apartado)

Entre el diseño (que representa el desarrollo lógico esperable para un diseño emergente) y la
planificación en etapas continuadas se encuentra, como variable fundamental, la realidad social. Esta
determina la permanente adecuación de los tiempos del plan original, sin que ello implique una modificación
sustancial en los tiempos –lógicos- del diseño, en tanto estructura formal que encuadra el tipo de desarrollo
metodológico: la IAP. (Investigación Acción Participativa).
Una vez decidido el tipo de diseño la siguiente decisión es en torno al muestreo cualitativo. En
nuestro caso se practicó la selección estratégica de casos, partiendo de la base de que “las muestras en los
estudios cualitativos no están generalmente preespecificadas, sino que pueden evolucionar [en tanto diseño
emergente] una vez comenzado el trabajo de campo”[Milles y Huberman (1994) citado en Valles (1997)].
Valles señala dos criterios básicos para el muestreo cualitativo:
1) Una de las decisiones muestrales que el investigador suele tener que barajar es la selección de
contextos relevantes al problema de investigación. Dentro de estos contextos (barrios o localidades
enteras, organizaciones tipo escuela, hospitales u otras clases de centros) se procederá,
posteriormente, a seleccionar los casos individuales. Este primer momento lo realizamos desde el
Diagnóstico Comunitario. Los criterios de heterogeneidad (diversidad) y de accesibilidad serán las
variables a considerar. El primero de ellos se traduce en la elección de barrios contrapuestos, con el
propósito de abarcar tipos extremos de jóvenes y estudiar la variación en el proceso de transición
juvenil al trabajo y a la vida adulta. La Heterogeneidad es relativa. Se podrían haber seleccionado
barrios todavía más dispares. Pero se debieron tomar en cuenta los intereses de la otra parte del
convenio (municipio). La decisión muestral casi nunca es fruto de un solo criterio (como dice
Valles). Tampoco se perseguía la variación máxima, expresión con la que Patton (1990) denominan
una de las numerosas estrategias muestrales cualitativas que este autor distingue. Nuestra opción fue
adoptar un cierto compromiso entre variación y tipicidad.
2) El segundo criterio tiene que ver con las “consideraciones pragmáticas” (Marshall y Rossman,
1989:56; Eslandson y otros, 1993:56), la consideración de los “recursos disponibles” (Merse,
1994:222) en la selección de contexto. Por ejemplo existen comunidades vulnerables en las cuales el
grado de marginalidad de su población con características violentas en la consideración de lo interno
y lo externo a la misma no permiten un acceso seguro para el desarrollo de la investigación acción
participativa con estudiantes universitarios. Tal es el caso del barrio conocido como “La Favela” (en
alusión a los asentamientos precarios de las grandes ciudades de Brasil) ubicada en la localidad de
Tolosa, La Plata.

En este marco es que se encuadra la utilización de técnicas cualitativas como la entrevista en


profundidad, los grupos de discusión y las asambleas comunitarias, entre otras (ver etapa 2, item 1, Recursos
Tecnológicos. La estrategia metodológica del diseño emergente ocupa así, tal como aconseja Valles (1997),
“una posición de puente entre las técnicas, las perspectivas y los paradigmas. Partiendo del propósito del
estudio exploratorio y de las preguntas concretas de investigación” (pag. 97)

Frecuentemente desde los paradigma positivistas, el carácter de la Investigación Acción


Participativa (IAP) es sentido como de mera acción. Efectivamente, la evaluación UNLP del primer informe
de avance realiza una critica al proyecto como “de exclusiva acción”. Ello con citas y referencias propia de
aquel paradigma que predominara hasta mediados de los años 70. Nuestro marco referencial y metodológico,
si bien no desconoce de la bibliografía histórica en la cual nos inscribimos (de referencia), actualiza las
nuevas técnicas cualitativas de la Investigación Social, aunando la reflexión metodológica y la práctica

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profesional. En este sentido es que adoptamos en nuestro diseño de investigación la IAP como estrategia
apropiada para con el fenómeno a estudiar-abordar.
A principios de los años 60, el paradigma de investigación que predomina está basado en el
empirismo y el positivismo. Prácticamente, es científico sólo lo que se puede cuantificar. De la manera en que
se aplican con el marco teórico que los sustenta, estos enfoques prevalecientes en las ciencias sociales no han
contribuido significativamente a un análisis social adecuado. Menos aún en las condiciones de América
Latina.
“Aquí, donde las necesidades son tan patentes y tan urgentes de resolver, cada vez más estudiosos de
la sociedad hacen una autocrítica de su trabajo y de su papel como intelectuales. Las investigaciones
que realizan son caras; los resultados de éstas, muy limitados, se convierten en reportes que circulan
en las universidades o en la alta burocracia, y la mayoría acaban archivadas después de leerse en
algún congreso y/o publicarse en algunas revistas especializadas. No tienen mayor trascendencia
social, ni revolucionan teóricamente. No llegan a grupos sociales más amplios. Aquellos a quienes el
investigador investigó permanecen al margen de la investigación; no se ven beneficiados por ella. En
pocas palabras, estos estudios de las ciencias sociales no parecen conducir ni a un conocimiento más
profundo, ni al mejoramiento de vida de las sociedades. Al menos con la velocidad que los
investigadores quisieran, y que las necesidades sociales exigen”. (Alcocer en Galindo Cáceres, 1998)

El actual secretario de Ciencia y Tecnología e Innovación Productiva declara:


“Primero tenemos que entender que hay un sistema científico, uno tecnológico y uno productivo. Es
un triángulo que resuelve la naturaleza central del problema. Si en ese triángulo no circulan ideas,
iniciativas, la consecuencia es un sistema científico a la deriva. Por ejemplo, si se generan
interrelaciones con el sector productivo, de ese sector pueden producirse demandas que impactan al
sector tecnológico y generar demandas al sector científico. Pero aquí no hay política hacia la ciencia
y se produce ensimismamiento científico”.
“Los laboratorios, institutos, se vuelcan hacia si mismos Entonces su mayor reivindicación es “ nadie
me moleste, déjenme hacer lo que yo sé hacer ”. En algunos casos eso da buenos resultados. Pero en
otros se produce una suerte de burocratización de la investigación, lo cual me parece peligroso. En
cualquier caso, lo que tenemos hoy son islas dispersas y no un sistema científico acorde con las
necesidades de un país. La propuesta es definir primero cuáles son las necesidades del país. Lo que
hizo el gobierno anterior con las áreas de vacancia es más un lista que una elección de políticas. Una
política básicamente es decidir que necesita la Argentina, que priorizo y por lo tanto qué tecnología
y que ciencia desarrollo para que esa tecnología exista. Ellos se quedaron en un esquema de
administración de la ciencia. No definieron cuál es la prioridad nacional.” (Dante Caputo,
entrevista publicada por el diario la nación 28 de diciembre de 1999)

La IAP surgió opuesta a estos modelos verticales de investigación, desarrollo y modernización que se
intentaba imponer. Al respecto, Antón de Schutter dice que:
“A diferencia de la pretensión histórica de negar la cultura popular para cimentar el poder de una
clase, del Estado, o de una cultura que se considera superior, en la investigación participativa se
busca crear las condiciones para un análisis profundo que rescate los elementos valiosos de la
cultura popular. No sólo con el fin de conservarlos, sino para que, basándose en ello, seguir creando
formas propias de acción que expresen sus valores, opciones políticas y de desarrollo.”.

Marta Alcocer dirá entonces que cualquier praxis social –incluida, por supuesto, la investigación- es
una praxis política. La IAP surge también como respuesta al vacío existente entre la actividad académica del
investigador, los intereses políticos o económicos de la institución o empresa que contrata a éste, y la
población, en especial los pobres, los marginados, las mayorías. Como afirma el Licenciado Caputo (op. cit.)
¿qué objeto puede tener un estudio si no lleva a transformar la realidad social para hacerla mas justa, más
equilibrada, mejor?. Las estrategias clásicas de investigación y promoción para el desarrollo han fracasado.
Frente a esta realidad la IAP nace en América Latina en los años 60, íntimamente ligada con la
educación de adulto. En Brasil, Paulo Freire ya había indicado prácticas de educación popular como procesos
dialógicos y dialécticos que partían de la realidad concreta para aprender y reflexionar sobre ella. El
compromiso ya no es con un modelo técnico de desarrollo, sino con la gente. ¿Quién es el pueblo?, ¿qué
quiere?, ¿cómo piensa?, ¿cómo puedo contribuir yo, investigador, académico, universitario, a que mejore su
calidad de vida?. En tal sentido la ONU toma el criterio de “Desarrollo Humano”. El investigador acepta el
mismo y se asume como un humanista. Concibe su práctica, buscando un cambio estructural que devenga en
una mayor justicia e igualdad. Para ello, el investigador comparte con el pueblo, vive con él, y de allí obtiene
su formación y la información que permiten crear su base de datos. El educador–investigador se acepta y se

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asume también como educando, ofrece sus conocimientos y aprende en la práctica. Se da cuenta de que el
otro –habitante de las comunidades vulnerables- posee un saber y una cultura, que los años de explotación, y
miseria se encargaron de enterrar en el silencio y en el inconsciente, pero sin destruirla del todo. Esto exige
una labor de reconstrucción, de verbalización. No podemos aprender más que lo que ya está en nosotros.
Ese es un punto de partida.
La IAP es muy adecuada en los procesos de autoafirmación de los grupos y las comunidades y
constituye una educación popular permanente hacia un mayor control colectivo sobre los recursos y el
gobierno de los mismos, objetivo prioritario en la actual misión de la ONU:
“La perspectiva del desarrollo humano ha pasado a incorporarse a este debate general acerca del
desarrollo. El concepto de desarrollo humano constituye una alternativa al punto de vista del
desarrollo vinculado exclusivamente con el crecimiento económico. El desarrollo humano se centra
en la gente y considera que el crecimiento económico y el mayor consumo no constituyen fines en si
mismos sino un medio para lograr el desarrollo humano. El desarrollo humano es un proceso de
ampliación de las opciones de la gente. Se logra ampliar esas opciones aumentando la capacidad y
los funcionamientos humanos. En todos los niveles del desarrollo las tres capacidades esenciales
para el desarrollo humano consisten en que la gente viva una vida larga y saludable, tenga
conocimientos y cuente con acceso a los recursos necesarios para tener un nivel decente de vida. Si
no se logran esas capacidades básicas simplemente no se cuenta con muchas opciones y muchas
oportunidades siguen siendo inaccesibles. Pero el ámbito del desarrollo humano es mayor: los
sectores esenciales de las opciones, que la gente valora en gran medida, van desde las oportunidades
políticas, económicas y sociales de ser creativos y productivos hasta el respeto por sí mismo, la
potenciación y la conciencia de pertenecer a un comunidad. El ingreso es desde luego uno de los
muchos medios de ampliar las opciones y el bienestar. Pero no es el total de la vida de la gente.
Las preocupaciones mundiales actuales y el desarrollo humano: El desarrollo humano se relaciona
con las preocupaciones mundiales actuales de la manera siguiente:
Derechos Humanos. El desarrollo humano conduce a la realización de los derechos humanos,
económicos, sociales, culturales, civiles y políticos. La perspectiva del desarrollo humano adopta
una visión integrada de todos los derechos humanos, no el enfoque estrecho y exclusivo en los
derechos civiles y políticos. Brinda un marco en que el adelanto del desarrollo humano coincide
con la realización de los derechos humanos.
La declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 afirma que “toda persona tiene derecho a
un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en
especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios necesarios...
Toda persona tiene derecho a la educación... al trabajo...[y] a la seguridad social”. En
instrumentos internacionales de derechos humanos adoptados posteriormente se reafirmó el
desarrollo centrado en la gente como un derecho universal determinado que son dimensiones
adicionales el derecho a la seguridad, la participación, la libertad de asociación, la libertad de la
discriminación y la libertad de la exclusión del desarrollo.
Bienestar colectivo. Pero los derechos, las opciones y las oportunidades individuales no pueden ser
ilimitados. La libertad de una persona puede limitar o violar la libertad de muchas otras. Como lo
indica la reacción al individualismo excesivo del libre mercado, existe la necesidad de formas
sociales responsables de desarrollo. El bienestar individual y el colectivo están entrelazados, y el
desarrollo humano requiere una fuerte cohesión social y la distribución equitativa de los beneficios
del progreso para evitar tensiones entre ambas. Y el poder de la acción colectiva es una fuerza
impulsora esencial en la búsqueda del desarrollo humano.
Equidad. La preocupación por la equidad asume un lugar central en la perspectiva del desarrollo
humano. El concepto de equidad se aplica con mayor frecuencia a la riqueza o al ingreso. Pero el
desarrollo humano hace hincapié en la equidad en cuanto a capacidad básica y oportunidades
para todos, equidad del acceso a la educación, a la salud, a los derechos políticos.
Sostenibilidad: significa satisfacer las necesidades de las generaciones actuales son comprometer
la capacidad u las oportunidades de las generaciones futuras. De esta manera implica equidad
tanto intra-generacional como inter-generacional. La sostenibilidad es una dimensión importante
del desarrollo humano. El desarrollo humano es un proceso de ampliación de las opciones de la
gente. Pero ese mejoramiento debe ser tanto para las generaciones actuales como para las futuras
sin sacrificar una en beneficio de la otra.
En el decenio de 1990 ha habido importantes debates a escala mundial sobre el desarrollo
sostenible (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo,
celebrada en Río de Janeiro en 1992) y el desarrollo sostenible centrado en la gente (Cumbre
Mundial sobre Desarrollo Social, celebrada en Copenhague en 1995). Tienen un núcleo común con

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el desarrollo humano, que no ha de pasarse por alto. El desarrollo humano no es un concepto


separado del desarrollo sostenible, pero puede ayudar a rescatar al “desarrollo sostenible” de la
concepción errada de que implica sólo la dimensión ambiental del desarrollo.
Todos esos criterios han destacado la necesidad del desarrollo centrado en la gente, con
preocupaciones por la potenciación humana, la participación ,la igualdad de género, el
crecimiento equitativo, la reducción de la pobreza y la sostenibilidad de largo plazo. (“Informe
Sobre Desarrollo Humano”. 1998. Publicado por PNUD, Ediciones Mundi prensa Libros. Pág. 14
y 16)

Vio Grossi define a la IAP como un


“enfoque mediante el que se pretende la plena participación de la comunidad en el análisis de su
propia realidad, con objeto de promover la transformación social para beneficio de los
participantes de la investigación a nivel de la comunidad... Es una actividad educativa, de
investigación y acción social....” (en Galindo Cáceres, 1998, Pág. 437).

La característica principal de la metodología de IAP es, según M. Alcocer, que sirve directamente a
los intereses del universo que se estudia. Para ella,
“el investigador que hace uso de la IAP trabaja para y con las personas involucradas en la
problemática objeto de estudio. En las decisiones sobre los objetos e hipótesis, la aplicación de
técnicas e instrumentos y en general en todo, o la mayoría del proceso, incluyendo por supuesto
resultados, propuestas y acciones a seguir, interviene la comunidad o el grupo, es decir, lo que sería
el objeto de la investigación. No se investiga a alguien; se investiga con alguien (negrita nuestra).
Las personas que participan en la investigación son también aquéllas a quienes se va a investigar, y
los beneficiarios directos de la investigación. Esto, en términos epistemológicos, significa que la
problemática de la relación sujeto-objeto, que para otros tipos de estudios es aguda e irresoluble, en
la IAP está matizada, menguada, incluso obviada por esta característica”. Además, es un sujeto-
objeto colectivo. Más aún, podríamos decir que “en la IAP ... todos son sujetos, parte activa, viva,
consciente y reflexiva de un proceso de conocimiento intersubjetivo” que quedan incluidos en el
objeto de estudio.

En cambio,
“la ciencia positiva, excluye las reflexiones sobre el sentido de este conocimiento; es decir el ¿para
qué?. Tales preguntas no tienen una respuesta científica; la ciencia clásica no tiene (parafraseando a
Edgar Morin) conciencia.... La IAP incluye la necesidad de pluralizar el conocimiento, de establecer
un diálogo entre el saber popular y la práctica y la teoría científica, de reflexionarlo, de que se asuma
como parte de un proceso para transformar la realidad desde los actores sociales. En este sentido,
tiene una vocación profundamente democrática, y escapa a los límites que fija la ciencia positiva”
(Alcocer op. cit.).

La IAP, a diferencia de otras metodologías, incluye en el proceso de investigación su por qué y para
qué, su sentido y objetivo: la transformación con miras a un mejoramiento de la calidad de vida; con miras a
que una colectividad tenga mayor control y autogestión sobre sí misma. No debiera confundirse la IAP con
la investigación aplicada, porque la primera, como dijimos, exige la participación consciente, reflexiva y
activa de los destinatarios investigadores, en tanto que la Investigación Aplicada no. En la medida en que la
IAP inicia su planificación a partir de un requerimiento concreto surgido de la realidad social de una
comunidad dada (“necesidad sentida”) su enfoque es diametralmente opuesto a la aplicación de un modelo
generado para confirmar o desmentir en el campo una hipótesis de laboratorio. La primera es horizontal; la
segunda, vertical
La IAP propone integrar conocimiento científico y conocimiento popular, abierta a la percepción de
la realidad y de la práctica social. Sólo entendiendo y aprehendiendo el conocimiento popular con toda su
complejidad podemos acceder al conocimiento científico de lo social. En este sentido es fundamental el
concepto de DISEÑO EMERGENTE.
¿Qué obtiene una comunidad o un grupo al trabajar con la investigación participativa?:
1. mayor claridad y precisión en el conocimiento de sus problemas;
2. menor margen de error al actuar para transformar su realidad;
3. mayor eficiencia al llevar a cabo estas acciones (porque se conoce más y mejor la problemática);
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4. aprendizaje de técnica, estrategias, procesos de conocimiento científicos;


5. aprendizaje de una manera más objetiva y más democrática de percibir el mundo, el entorno, a los
demás y a una mismo.
A esto le llamamos transferencia de tecnología.

Tal como dice Alcocer, la IAP se alimenta a sí misma en el sentido de que una acción transformadora
lleva a más investigación, de tal manera que el estudio y la reflexión sobre la realidad pasa a ser parte
constitutiva de los grupos, organizaciones y comunidades que la practican. Forma parte de un proceso de
educación permanente.
“En la técnica y la metodología el investigador es la autoridad que se pone al servicio de la
comunidad en una opción no sólo ideológica, sino también metodológica y política. En lo que se
refiere a buena parte de la información y el conocimiento popular, éstos están en manos de la
colectividad (sean o no conscientes y explícitos). Ella es la autoridad en la materia. Hay entonces una
relación de complementariedad con una finalidad común. Se participa, se investiga y se actúa para
generar las condiciones que posibiliten una transformación estructural” (Alcocer op. cit.).

Como dice Elías Carranza, director del ILANUD, la participación colectiva significa una
participación en el poder y un aprendizaje para la democracia. (Carranza, 1997).
No hay democracia si no hay información y participación. La participación implica influir en el
proceso en que se participa. Una política de participación incluye el respeto por la diferencia y la
diversidad. La tolerancia, la descentralización del poder, la autogestión. El uso de tecnologías apropiadas, el
concepto de sustentabilidad y otros más que van sobre este camino. Todo esto, al mismo tiempo que se
aprende prácticas horizontales de relación. La investigación acción participativa es un “proceso educativo y
de autoformación donde los participantes descubren su realidad y las características de sus problemas
inmediatos, y proponen alternativas para solucionarlos.” (Shutter y Yoppo en Galindo Cáceres, 1998, Pág.
440).
La IAP adquiere su sentido y significado en la acción colectiva y transformadora. Conocemos al
actuar y reflexionar sobre nuestra realidad. Requiere de una organización de base y de un trabajo colectivo
permanente. No suele ser una investigación que necesite hacer uso de grandes erogaciones económicas; sus
recursos fuertes son humanos, de allí la capacitación de operadores comunitarios y la creación del
dispositivo del trabajo comunal universitario (que se describe más adelante). No intenta simplificar la
realidad, sino tomarla en su complejidad con los instrumentos de la ciencia. Es objetiva en tanto
intersubjetiva. No pretende ser neutra; nace directamente comprometida con el paradigma de los Derechos
Humanos, reflejado permanentemente en los indicadores actualizados de los informes mundial, regional y
nacional sobre el Desarrollo Humano y aplicado en nuestras investigaciones en el modelo de Clínica de la
Vulnerabilidad (ver cuadro anexo de “Calidad de vida. Derechos fundamentales: acceso a derechos”). Al
igual que Varsavsky, la autora citada considera que la neutralidad en ciencias sociales es una ilusión para
eludir reconocer la vinculación de la investigación con el poder hegemónico. Considera también que la
objetividad no es ni remotamente sinónimo de neutralidad.
En la evaluación UNLP del segundo informe de avance de la investigación sobre “Prevención del
Conflicto Social”, de la que ésta es continuación y profundización, se afirmó con justeza y precisión respecto
al proyecto algo muy parecido a lo planteado por Alcocer sobre la dimensión política y social de este tipo de
proyecto: “la práctica de la investigación participativa excede el ámbito académico para ofrecer y otorgar
estos beneficios a las colectividades que la practican. En este sentido, tiene una vocación profundamente
democrática” (Alcocer, en Galindo Cáceres, 1998, Pág. 441).

Bibliografía:
Jesús Galindo Cáceres (Coordinador), 1998, Técnicas de Investigación en Sociedad, Cultura y
Comunicación. Primera Edición. Centro Universitario de Investigaciones Sociales de la Universidad de
Colima. México. Editorial Addison Wesley Longman.
Miguel S. Valles, 1997, Técnicas Cualitativas de Investigación Social (Reflexión Metodológica y
Práctica Profesional). Primera Edición. Departamento de Metodología de la Investigación de la Facultad
de Ciencias Políticas y Sociología, Universidad Complutense de Madrid. Madrid, España. Editorial
Síntesis.

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Oscar Varsavsky, 1982, Obras Escogidas. Primera Edición. Centro Editor de América Latina. Buenos
Aires, Argentina.
Quivy Campenhoudt, 1999, Manual de Investigación en Ciencias Sociales. Primera Edición. Editorial
Limusa. D.F. México.
Hugo R. Mancuso, 1999, Metodología de la Investigación en Ciencias Sociales (Lineamientos Teóricos y
Prácticos de Semioepistemología). Primera Edición. Editorial Paidós Educador. Buenos Aires-
Bsrcelona-Mexico.
Jorge Tenorio Bahena, 1994, Introducción a la Investigación Social. Primera Edición.Editorial McGraw-
hill Interamericana de México. Naucalpan de Juárez, Estado de México.
Ana María Tomeo y Otros, 1991, Feyerabend y Algunas Metodologías de la Investigación. Primera
edición. Editorial Nordan-Comunidad. Montevideo, Uruguay.
Oscar Varsavsky, 1972, Hacia una Política Científica Nacional. Primera Edición. Editorial Ediciones
Periferia. Buenos Aires, Argentina.
Juan Alfonso Samaja, 1997, Dialéctica de la investigación Científica. Primera Edición. Editorial
Helguero Editores. Buenos Aires, Argentna.
Oscar Varsavsky, 1969, Ciencia, Política y Cinetificismo. Quinta Edición 1974. Editorial Centro Editor
de América Latina. Buenos Aires Argentina.
Autores Varios. Organizadores: Geraldo Romanelli, Zélia M. Mendez Biasoli-Alves, 1998. Diálogos
Metodológicos sobre Prática de Pesquisa. Primera Edición. Editorial Editora Regis Summa Ltda..
Ribeirão Preto, Brasil.
Comissão Científica: Dra. Marisa Japur, Dra. Sônia Ssanta Vitaliano Graminha, Dra. María Auxiliadora
Campos Dessen., 1999. II Seminario de Pesquisa: Livro de resumos e Artigos. Primera Edición.
Editorial Editora Regis Summa Ltda.. Riberão Preto, Brasil.
Juan Alfonso Samaja, 1995. El Proceso de la Ciencia. Primera Edición. Editorial Dirección de
Investigación y Posgrado, UNLZ. Buenos Aires, Argentina.
PNUD, 1998. Informe Sobre Desarrollo Humano 1998. Primera Edición. Editorial Ediciones Mundi-
Prensa Libros. Madrid, España.
Carranza, Elías (coordinador): “Delito y Seguridad de los Habitantes”. Editorial Siglo 21-LANUD-
UNION EUROPEA. San José de Costa Rica, 1997. Primera Edición.

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B. ESTRUCTURACION DEL MODELO

1- CREACIÓN DE LOS EQUIPOS DE TRABAJO PARA LA IAP EN


COMUNIDADES VULNERABLES.

El tema de los equipos de trabajo fue resuelto en el dispositivo que muestra el siguiente gráfico:

Para la designación del primer grupo de coordinadores se recurrió a los operadores del Programa que
fueron formados en instancias de la anterior investigación (curso de capacitación de operadores comunitarios
1995 y 1996). Con experiencias en trabajo de campo que fueron supervisadas en el mismo, con evaluación
permanente de su tarea y la capacitación en el manejo grupal y condiciones didácticas –bajo la directa
supervisión y capacitación permanente del P.I.F.A.T.A.C.S. – se constituyen en agentes directos de la
transferencia de las tecnologías propias del modelo de la Clínica de la Vulnerabilidad, a los nuevos
estudiantes a capacitarse en servicio. Se define así, el carácter dialéctico de la formación del Operador
Comunitario: teoría-práctica- teoría-práctica, etc. Esto, siempre en el marco del contacto directo y continuado
con los habitantes de las comunidades vulnerables.
El Operador Comunitario en formación y el ya formado, constituyen el recurso imprescindible en las
tareas de recolección de información y de intervención en la restitución de derechos.

2. RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN CUANTITATIVA Y CUALITATIVA.

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Se recabaron diferentes modelos de elaboración de diagnósticos comunitarios:


a- Investigación "En los márgenes: Estudio de población en riesgo social en el Partido de La Plata”:
Flier, Ghigliani, Raimundo. Centro de Investigaciones Socio-Históricas. UNLP. La Plata, 1995.
b- Cartografía base de la Subsecretaría de Desarrollo Social, Municipalidad de La Plata.
c- Proyecto de Investigación- Programa de Incentivos - “Prevención del Conflicto Social"
(P.I.F.A.T.A.C.S.-H 176) Director: Juan Carlos Domínguez Lostaló. Años 1996/98, FHCE UNLP.

Dichos modelos presentan características y criterios diferenciales:


o El modelo a) es un enfoque general a partir del estudio de datos censales desde una perspectiva
macrosocial con indicadores económicos y detalles zonales.
o El modelo b) consiste en un enfoque del municipio construido a partir de demandas directas,
reclamos y conflictos en los barrios, comedores populares y otras referencias institucionales, como
unidades sanitarias.
o El modelo c) es un diagnóstico de cada comunidad sobre recursos institucionales y vinculares a partir
del contacto directo, relevamiento y sistematización de cada una de las zonas del Partido de La Plata.
Ver Item 5 del presente apartado.

3. EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA DE LAS ZONAS DE EXTREMA


VULNERABILIDAD COMUNITARIA EN EL GRAN LA PLATA.
 Recurso Institucional (Convenio Municipalidad de La Plata- UNLP): Se realizó una evaluación
diagnóstica de las zonas de extrema vulnerabilidad comunitaria del Gran La Plata, en conjunto con la
Subsecretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de La Plata, tomando como base:
a) la información relevada y producida por el municipio y
b) el Diagnóstico de Recursos Institucionales y Comunitarios elaborados en la investigación anterior
del P.I.F.A.T.A.C.S. (“Prevención del Conflicto Social”), de la cual la presente es continuación.

 Con los trabajos de “re-diagnóstico” realizados por los equipos de operadores comunitarios (participantes
del Curso de Capacitación Laboral en Operación Comunitaria) formados y supervisados por los
coordinadores en el marco de la generación de recursos humanos ya señalada, se verificaron las zonas
preseleccionadas a partir del cruce de información (bases de datos) de a) Municipalidad de La Plata y b)
P.I.F.A.T.A.C.S.
Fueron seleccionadas finalmente cuatro zonas de extrema vulnerabilidad comunitaria y sus respectivas
instituciones, donde se ejecutó posteriormente el “Programa de Atención de Comunidades Vulnerables
con grupos marginales o excluidos”, las cuáles son:
a) Los Hornos: Comedor Héroes de Malvinas.
b) Melchor Romero: Comedor Santa Ana.
c) Villa Elvira: Jardín de Infantes Nº 11 Villa Montoro
d) Ringuelet: Comedor Hugo Stunz.

4- PROCESO DE FORMACIÓN Y CAPACITACIÓN DE LOS OPERADORES.

A) Curso de Operación Comunitaria: La formación de los operadores comunitarios (ver anexo


“Programa de contenidos del Curso de Capacitación Laboral en Operación en Comunidad) que
participan en la ejecución de esta investigación-acción contiene tres momentos:
Un primer momento de presentación del marco teórico (modelo de Clínica de la Vulnerabilidad) y
las estrategias de estudio y abordaje, tomando a la grupalidad y la interdisciplinariedad como
principios metodológicos. Estos dos ejes son productos (recursos de tecnología) resultantes de la
anterior investigación. Este período culmina con un trabajo de campo sobre historia vincular de
un barrio (Memoria). Es realizado en grupos operativos de 9 a 10 personas con coordinador y co-
coordinador (observador participante).

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Un segundo momento en donde se aprehende el modelo de Diagnóstico de Comunidad propio del


equipo de trabajo, mediante un trabajo de campo (Diagnóstico de Vulnerabilidad Psicosocial:
relevamiento de recursos y necesidades Institucionales y Vinculares). Es realizado en grupos
operativos de 7 a 8 personas con coordinador y co-coordinador.
Un tercer momento en que se opera sobre la atención de “necesidades sentidas” –demanda- (este
concepto marca la diferencia respecto del indicador NBI, ya que atiende a lo que el grupo o sujeto
considera necesario para su supervivencia, desde su propia idiosincrasia y su propia experiencia
vivencial, en oposición al criterio de “evaluación externa” realizada por parte del Estado) de los
grupos contenidos en comunidades vulnerables, mediante intervenciones comunitarias concretas
(trabajos de campo correspondiente al tercer momento). De acuerdo a su descripción, pueden ser:
 Operaciones comunitarias en barrios (con intervenciones en la vía pública y/o
domiciliarias).
 Operaciones comunitarias en instituciones o interinstitucionales (de mejoramiento de
servicios, de establecimiento de redes, etc).
Unas y otras se eligen en función de:
La “necesidad sentida” (contenido de la demanda comunitaria).
Los recursos institucionales de los que se dispone en el barrio (si son suficientes, precarios o
inexistentes).
Los requerimientos específicos para la intervención (si se necesita o no de marco institucional).

B) Centros de Práctica en TCU (con operadores comunitarios ya formados):


Centros de Práctica por acuerdos interinstitucionales.(Nivel Municipal o Provincial -Estado- o con
instituciones de la comunidad).
Centros de Práctica en asentamientos o barrios (Vía pública – Espacios libres o fiscales).

5- ELABORACIÓN DEL MODELO PARA LA RECOLECCIÓN DE


INFORMACIÓN Y TOMA DE DATOS.

 La tarea de diagnóstico consiste en la observación, registro, sistematización y evaluación de


necesidades y recursos comunitarios, desde la doctrina de los derechos humanos.
El modelo de trabajo surge del implementado, sistematizado y evaluado a partir del Nivel I (memoria del
barrio) y Nivel II ( diagnósticos) del Curso de Capacitación Laboral para Operadores Comunitarios
(trabajos de campo) diagnósticos de recursos institucionales y comunitarios, con el fin de estudiar la
factibilidad de acceso efectivo de las comunidades que contienen grupos o sectores en situación de
vulnerabilidad social (o incluso marginación o exclusión) a la satisfacción de las necesidades básicas.

 A partir de los estudios de campo se organizan los datos obtenidos de acuerdo a un esquema transmitido
en dicho curso de capacitación, el cual se detalla a continuación:
a) acceso al servicio de salud;
b) acceso al servicio de educación;
c) acceso al servicio de asistencia social;
d) acceso a la protección y seguridad;
e) acceso a espacios de recreación;
El grado de accesibilidad a los derechos que representan dichos servicios, se estudia mediante la
contrastación directa en el barrio, según sea la distancia al lugar o institución más cercanos de atención,
la disponibilidad de atención a las demandas que logran efectivizarse y la posibilidad de acceder a su uso
por parte de los potenciales usuarios.

 La organización de los datos en base al estudio de la accesibilidad a los derechos elementales


permitieron, posteriormente, en el trabajo de campo de atención directa, priorizar las áreas o
problemáticas de mayor incidencia al momento de planificar y ejecutar las operaciones comunitarias y
la atención institucional que componen la actividad en terreno.

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Todas las actividades desarrolladas por el Programa tienden a generar formas de organización
autogestivas y participativas que permitan restituir el derecho al que no había acceso. De ese modo, los
operadores comunitarios y pasantes en TCU ponen en funcionamiento una metodología de observación
y registro que se aplica fácilmente en la planificación y en las acciones de prevención del conflicto
social, como intervención comunitaria en restitución de Derechos Humanos.

 Desarrollo de un modelo de Diagnóstico de Vulnerabilidad Psicosocial (no acceso a derechos y/o


violación de los mismos) basado en el diagnóstico de:
1) Recursos Institucionales: recorrida y observación para el relevamiento; registro de recursos
institucionales, públicos y privados, en las áreas de Salud, Educación, Seguridad, Instituciones
Comunitarias, Instituciones Religiosas, Instituciones de Acción Social; búsqueda de alternativas
frente a la falta de servicios o áreas de atención con vacancia; infraestructura en desuso o
abandonada; confección del mapeo institucional; observación de condiciones ambientales como
servicios públicos, recolección de residuos, asfalto, etc.; movilidad de los actores del barrio (medios
de transporte, líneas de micro, frecuencia); características edilicias de las instituciones y viviendas;
disponibilidad, niveles de participación, y días de atención de las instituciones.

2) Recursos vinculares: rastrear históricamente el nombre del barrio; delimitación territorial real;
entrevistas informales con referentes barriales e informantes claves; indagar el origen y la historia
de la población del barrio (agrupamientos étnicos, de provincias o países limítrofes, etc.); tránsito y
circulación de las personas del barrio o zona en relación a edad, sexo, horarios; observación de
formas de agrupamiento (barra de adolescentes, grupos de la tercer edad, etc.); observación de
lugares habituales de reunión, relevamiento, uso y nivel de participación en espacios libres y
públicos (plazas, clubes, comisiones de fomento, etc.); observación de formas de expresión de los
grupos del barrio (graffitis, pinturas urbanas, radios FM barriales, corsos, bailantas, actividades de
fin de semana, fiestas y reuniones tradicionales, celebraciones populares, etc.); observación del
nivel de participación de los grupos en la red comunitaria; grado de participación de las
instituciones en la vida comunitaria y capacidad de contención de las mismas; características de las
viviendas, semejanzas y diferencias en el barrio y con respecto a otros barrios aledaños; nombres
de los lugares activos ubicados en el barrio (comercios, clubes, etc.); fuentes laborales, ubicación y
características de las mismas.

Planillas de recursos RECURSOS


BARRIO:
VINCULARES INSTITUCIONALES

SUPERVIVENCIA Servicios básicos


Prevención
Servicio
SALUD
Cobertura
Formal
EDUCACIÓN
Informal
PROTECCIÓN Contención
(seguridad) Seguridad
Formal
TRABAJO
Informal
Espacios verdes
RECREACION
Entretenimiento y deportes

PRODUCTOS COMUNIDAD CAPACITANDOS P.I.F.A.T.A.C.S.


REMEMORACIÓN DESPREJUICIAMIENTO RESERVAS DE
Nivel I Restitución de espacios de IDENTIDAD
Reflexión sobre su propio

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intercambio sobre la mestizaje y entrenamiento


Informes de Memorias
memoria barrial. grupal interdisciplinario con
Barriales e Informes de
tarea acotada a la facilitación de
Memorias Familiares de los
espacios de relatos de historias
cursantes.
barriales (grupos de discusión).

VINCULACIÓN
SENSIBILIZACION
TERRITORIAL DIAGNÓSTICOS
Participación activa en la
Entrenamiento en trabajo de Informes de los diagnósticos
detección de necesidades y
campo interdisciplinario y de necesidades y recursos
evaluación de los recursos
Nivel II –humanos, materiales e
grupal con tarea acotada de vinculares e institucionales
intercambio con vecinos e de la comunidad (mapeo y
institucionales-
instituciones del barrio planillado de necesidades y
disponibles.
(capacitación vincular). de recursos).

INTERVENCIONES
Estudio comparativo
CAPACITACIÓN cualitativo de los modelos
TRANSFERENCIA de la política social desde la
Adquisición práctico teórica
perspectiva de la Operación
Organización comunitaria desde la IAP de metodologías
Comunitaria.
en la atención de de intervención para la
Nivel III necesidades (cobertura de facilitación de la organización Establecimiento de la
derechos no garantidos) a comunitaria, en base a los factibilidad de restitución de
partir de los recursos diagnósticos, según el principio derechos en base a recursos
existentes. de transferencia (dependencia- comunitarios disponibles
cogestión-autogestión) desde la Operación
Comunitaria como recurso
tecnológico.

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D SÍNTESIS Y CONCLUSIONES

ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN RECOLECTADA Y PRODUCIDA EN LAS


OBSERVACIONES
 El cotejo de la población objetivo con los operadores y el personal docente, a lo largo de los cursos de
capacitación y las operaciones comunitarias, pone en evidencia una realidad concreta observable; la
población en general, y las comunidades vulnerables en particular, se corresponden con lo que hemos
denominado Mestizaje Marginal Originario (MMO), que deviene como una síntesis de culturas iniciadas
en nuestro continente desde el proceso de conquista. Estos fenómenos ya han sido señalados por diversos
autores como: Astesano, Rojas Mix, Mellafé Rojas, Chumbita, Carri, Zaffaroni, etc.
 La incorporación de culturas en forma sucesiva, por efecto de las migraciones, va generando distintas
síntesis culturales que en sus formas mestizas con autóctonos, se instalan como poblaciones circundantes
y próximas a las urbes más grandes, generalmente por el producto de búsqueda de fuentes de trabajo y
por los efectos bélicos del siglo XIX y XX tanto en nuestro país como en los países de origen de los
migrantes.
 El resultado de la primera síntesis que genera una comunidad determina un mestizaje espontáneo y con
baja influencia del Control Social Institucionalizado. Es a través de este, que se transmite el modelo
cultural hegemónico. Al cual (pese a las resistencias de los migrantes en sus lugares de origen) surge
mayor integración de las migraciones europeas (más familiarizadas con el proceso industrial y, de algún
modo, más identificadas con los referentes del modelo de consolidación colonialista), que de los nativos
vulnerables, quedando con mayor distancia y sujetas a mayor represión las comunidades autóctonas y
aquellas que siguen conservando su cultura originaria. Estas, de fuerte implicación religiosa (gitanos en
La Pampa y Mar del Plata, menonitas en La Pampa, rusos en Río Negro, tobas en La Plata) tienen hábitos
y costumbres muy arraigados, y van regulando su salida en una integración paulatina, conservando el
máximo de rituales de reafirmación de su idiosincrasia. Sus relatos son muy ilustrativos al respecto.
 La anomia, es producto de la confrontación de normativas y es especialmente significativa en nuestro país
tanto por destrucción cultural de conformaciones aborígenes o de primera síntesis mestiza producto de las
luchas civiles, el fracaso poblacional de contención por pérdida de territorio, como por desaparición de
fuentes de trabajo, que lleva a la búsqueda de un “impreciso nuevo horizonte”. Se hace más crónica y
evidente en los relatos. El fracaso en el propio suelo paraliza y resiente a los nativos. Transmite un dolor
que se expresa “generacionalmente” y no permite la elaboración en las modalidades de asistencia que
ofrece otra cultura, otro modelo. Se produce su cristalización en un rol de “resentidos” (con razón) y
devienen reacios para asumir las pautas de la nueva cultura, especialmente en los grupos juveniles.
 Las Comunidades Vulnerables (especialmente asentamientos, villas, inquilinatos, casas ocupadas, etc.),
conformadas por grupos de esas características son producto y resultado de un “fracaso” estigmatizante,
pero temido por el modelo hegemónico –sobre todo por sus representantes (gobierno, sistema político,
etc.)-, al mostrarse masivamente más reticentes a incorporar los presuntos beneficios sociales del “nuevo”
sistema.
 La menor influencia del Control Social, a través de sus actividades menos agresivas (educación, salud y
acción social) transforma a los sectores involucrados en reductos de resistencia a la incorporación pasiva
de pautas y costumbres. Esto se agrava, conforme a la opinión de los habitantes, por la acción de ciertos
comunicadores, (exaltadores de estereotipos violentos); de los operadores políticos al manipularlos como
clientela electoral; de los tecnócratas y asistencialistas al disminuir o ignorar su valor como personas (el
“qué se creen esos”). Esta manera de ser “tratados” deshace el valor de los habitantes como sujetos, y los
transforma en objetos pasivos de atención.
 De la observación, que surge de la información producida en el desarrollo de las actividades en terreno
(IAP), vemos que las comunidades vulnerables tienen una estructura bastante similar, lo que permite
definir elementos comunes para hacer el trabajo de Operación Comunitaria: roles específicos (contención
afectiva, autodefensa, etc) distribución de grupos según edad, problemáticas similares, etc. Las estrategias
de supervivencia –en lo general- siguen pautas y modelos que escapan a los grupos que se definen por
sobre la línea de pobreza, generando configuraciones vinculares específicas.
DETERMINACIÓN DEL GRADO Y TIPO DE VULNERABILIDAD
 Es más errático el terreno que se halla entre la línea de pobreza y la línea de subsistencia (INDEC), donde
la no adhesión al sistema no está definida y el esfuerzo por “ascender al modelo de consumo dominante”
(sin tener los recursos para hacerlo) genera imitaciones en las formas de expresión (verbal y corporal), de
vestimenta, etc., y contradicciones en la acción, buscando diferenciarse de su grupo de pertenencia en el
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sentido de “no soy como ellos”, .... o como “los de acá”, “los de enfrente son villeros”, etc. Ocultan lo
que hemos señalado como grupos de crianza propios (que generalmente son horizontales y ensamblados,
matrifocales y siempre extendidos), ya que los sienten distintos al modelo oficial, y por consiguiente se
muestran socialmente vulnerables al Control Social Formal e Informal de ese modelo. A ello contribuyen
(como ya hemos señalado) las modalidades de abordaje de los órganos de asistencia social, o de
referencia escolar, o de salud (Ej. Nombre del padre, como si fueran familias uniformadas, fecha de
referencia, etc.) que no son susceptibles de ser respondidas satisfactoriamente por la población objetivo,
en tanto y en cuanto para el Estado sigue rigiendo el modelo de la familia nuclear. (Ver gráfico “Líneas
de pobreza-Línea de subsistencia” –Anexo 1-).
 Los resultados observables en los cuadros de “Calidad de Vida-Derechos Fundamentales” (ver planillas
Anexo 4), que permiten mostrar aquellos conculcados o no accesibles, nos permiten expresar el criterio
de mayor o menor vulnerabilidad en lo que hace a la disponibilidad de elementos vitales. Así pudo
observarse que existe una correlación entre Necesidades no satisfechas y Exclusión en termino de acceso
a los recursos que el Estado pone a disposición (geo-referenciado en el mapeo de la distribución urbana
de los recursos institucionales en seguridad, educación, salud, recreación, como producto del curso de
operación comunitaria (Ver los muestras de trabajos de diagnóstico) diferenciándose de los sectores
urbanos donde habitan los incluidos (en donde el tipo de cobertura que hace el Estado contiene a la mayor
parte de las instituciones y a las más especializadas). Es decir, paradojalmente, los principales recursos
del Estado se encuentran abocados a la población con mayor capacidad de gestionarse los servicios y las
prestaciones básicas (clase media). El mapeo de los recursos institucionales producto de los diagnósticos
comunitarios confirman esto, indiscutible y repetidamente, en todos los centros urbanos estudiados (Prov.
de Río Negro, Chubut, La Pampa –Santa Rosa y Gral. Pico-y Buenos Aires Mar del Plata-La Plata).
 En comunidades que mantienen sus culturas de origen (con satisfacción propia de Derechos), la
obtención -por autogestión o concesión- de éstos, los faculta para el goce de los mismos. En el primero de
los casos (autogestión), el alejamiento de la mayor influencia del modelo de consumo establece una
menor incidencia en la dependencia y el asistencialismo que en el 2º (concesión). aunque, en apariencia el
NBI puede aparecer como menor que en las de mayor autonomía. Esto es especialmente notorio en
alguna de las comunidades del Gran La Plata (tobas, gitanos, paraguayos y otras comunidades
latinoamericanas).
 El desvío del modelo cultural propio, impuesto por el grupo hegemónico consumista, lleva a la progresiva
no contención de las personas, surgiendo como resultado el conflicto social. Esto conduce a la
aseveración siguiente: en las comunidades vulnerables, la contención de las personas depende más
de la modalidad vincular y la memoria colectiva que de los recursos materiales disponibles o la
capacidad de consumo del grupo.
 Por ello, denominamos Comunidades Vulnerables a aquellas cuya vulnerabilidad está en el déficit
respecto a su cotidianeidad histórica, es decir los asentamientos, villas de emergencia, barrios, etc., con
carencias significativas respecto del modelo cultural de origen, o bien del asumido estructuralmente tras
una larga estadía. Esto implica –por lo menos- una generación; (aproximadamente entre 10 y 15 años).
Esto corrobora apreciaciones de distintos autores: Astesano, Rojas Mix, Mellafé Rojas, Chumbita, Carri, ,
etc.
 La visión universalista etnocéntrica de la superioridad cultural (que implica racismo y
discriminación) no es significativa en estas comunidades, sino más bien es para con ellas.
Notoriamente, reafirma el resentimiento de los habitantes en forma abierta o encubierta. Esa visión
de élite es un acto de trasgresión constitucional (Declaración Universal de Derechos Humanos) al no
respetar la diversidad cultural, que caracteriza a nuestras comunidades vulnerables más que cualquier otro
elemento. De ese modo podemos analizar claramente, y sin confrontaciones innecesarias, los recursos
vinculares en todos los ámbitos de la comunidad (grupos de crianza o familia, barras, pandillas, grupos
etáreos en distintas actividades, etc.), como han sido descriptos y sistematizados durante la presente
investigación..
 Hablar de exclusión social, entonces, en general, alude a grupos que no participan del sistema social de
consumo (llamado también “economía social de mercado”), el cual es “alterizado” por otro sistema de
valores, con otra legalidad y otras modalidades vinculares, cuyas raíces están inscriptas en la memoria
colectiva de los últimos siglos. En cambio, es válido el concepto para los denominados “nuevos pobres”,
quienes están separados (excluidos) del modelo pese a su deseo de seguir perteneciendo. A diferencia de
estos, las comunidades vulnerables muestran un sistema de inclusión que les es propio, y que guarda un
mayor o menor grado de tensión con el Estado, de acuerdo a las características que tome su política de
control social.

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ANÁLISIS Y SISTEMATIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA, CON TÉCNICAS DE


OBSERVACIÓN PARTICIPATIVA GRUPAL.
 En el ámbito del programa, los operadores, con técnicas propias de la operación comunitaria, en forma
grupal e interdisciplinaria, desarrollaron un rol activo de facilitación, no sólo a través de la gestión de
instrumentos institucionales ya aceptados (mapeo de recursos del barrio), sino también proyectando
nuevas formas de intervención adecuadas para afrontar situaciones problemáticas específicas del contexto
social del lugar abordado visualizadas como tales por sus habitantes (necesidades sentidas). Objetivos tan
complejos sólo pueden realizarse usando una programación racional y eficaz de las intervenciones. Esto
comporta una actividad de búsqueda dirigida a un conocimiento profundizado de la comunidad en la cual
se opera, utilizando técnicas de observación participativa grupal.
 La presente investigación ha profundizado, en base a la anterior (H176 –Prevención del Conflicto Social-
de la cual es continuación), un modelo propio de abordaje, de carácter cualitativo, que apunta al
relevamiento sistemático de las necesidades y de los recursos vinculares, institucionales y comunitarios.
Esto permite evaluar la eficacia y la eficiencia de los servicios existentes, a partir del estudio del nivel de
impacto de dichos servicios según los habitantes de la zona, de acuerdo a diferentes técnicas
(explicitadas en el apartado B: La estructuración del Modelo). En dicho modelo (Clínica de la
Vulnerabilidad) el trabajo en y de grupo es esencial.
 A partir de esos instrumentos es posible formular de manera coherente la planificación programática, la
proyección y la Investigación Acción Participativa (ver en el apartado A el ítem C: La Investigación
Acción Participativa – Diseño Emergente). Es la grupalidad la que va a restituir la posibilidad de volver
vinculante el proceso de inserción y facilitación comunitarias, más allá de las voluntades y prejuicios
personales. Por lo tanto, está por encima de las competencias de los operadores la posibilidad de
mantener la referencia con el proyecto político que los comprende y de articular la secuencia más
rigurosa y oportuna en la prosecución de los objetivos. El grupo de trabajo debe asumir la responsabilidad
de no tomar decisiones ni efectuar las elecciones que corresponden al campo de acción -a consolidar
permanentemente- de la participación comunitaria; así como debe cuidar de no entrar en colaboración
con los responsables o referentes políticos del lugar, toda vez que esa responsabilidad o referencia base su
mecanismo de trabajo en la parcial inserción de los habitantes (o en su manipulación o chantaje, como el
caso del asistencialismo o del clientelismo político aquí descrito). Ello nos legitimó en el accionar
operativo del trabajo en terreno y mostró su eficacia en la no existencia de conflicto con los habitantes
y grupos de las comunidades vulnerables, a pesar de haber participado más de 1000 personas en 146
operaciones comunitarias.
 Las operaciones comunitarias han demostrado cómo todas las personas pueden volverse un recurso para
la comunidad, en tanto y en cuanto acepten ser parte del proceso participativo (es necesario aclarar que
esto ha ocurrido en el clientelismo o el asistencialismo, si bien en un bajo porcentaje de casos, ya que en
general la participación de los vecinos es tomada y conceptualizada como pérdida de espacio por quienes
llevan adelante esas formas de política social). Por lo tanto, las relaciones a asumir con tales variantes de
la política social no deberán ser de subordinación, pero tampoco de desconocimiento o subestimación,
sino que requieren de la habilidad necesaria para generar un ámbito operativo factible.
 El operador comunitario insiste en el eje de la participación activa, primeramente a partir del acceso al
derecho a la palabra, siempre tomando como horizonte el logro de la autodeterminación de la
comunidad que aborda, facilitando la convocatoria a los referentes a los espacios en lo que se gestiona la
cobertura de necesidades, a sabiendas de que su acción es un acto, preciso y concreto, de política social.
En este marco, las acciones del equipo de operadores comunitarios no tienen como referencia una
relación de “clientela” (la cual visualiza a las personas en estado de necesidad o de dificultad como
sujetos que requieren recursos o curación, y en la que dicha atención esta supeditada a la expectativa de
un beneficio residual para quienes proveen dichos cuidados, conforme a los modelos más característicos
del Estado de Bienestar); sino -por el contrario- promueve la movilización de recursos propios de la
comunidad para reducir la vulnerabilidad de sus miembros. La labor del operador se orientó a múltiples
expresiones de la vida comunitaria, así como a las modalidades vinculares de los grupos e instituciones
que participan en la articulación –más o menos lograda- de los servicios y prestaciones, pero
fundamentalmente en los proyectos de cambio en la cobertura de necesidades y el mejoramiento de la
calidad de vida. Esto último debido a dos razones: en primer lugar porque la promoción del desarrollo
humano se juega a través de la relación con los grupos e instituciones con pertenencia comunitaria,
antes que a individuos particulares; en segundo lugar porque las necesidades expresadas como
individuales (necesidades sentidas) adquieren significación en la medida en que se las sitúe en el
contexto social más vasto de la comunidad en que se originan.
 Con el fin de realizar intervenciones tan complejas se capacitó especialmente a los operadores para:
Orientarse dentro de la problemática típica del contexto social en el que opera, a fin de relevar las
necesidades y contribuir a disponer para ellas adecuadas respuestas técnicas y organizativas.

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Favorecer las actitudes que tiendan a la autogestión;


Participar de una investigación que se orienta al mismo tiempo hacia el conocimiento y la
transformación de la realidad;
Establecer comunicaciones reales con los usuarios, estimulando y escuchando los pedidos de
modificación y de actualización que de ellos provienen;
Contribuir a la formación de otros operadores (transferencia), proveyendo eventualmente sus
instrumentos para verificar el trabajo desarrollado en las sedes institucionales y en las relaciones
directas con la población.
En esta consideración, y en el marco de esta Investigación Acción Participativa, la figura el operador
engloba diversas funciones, en las que se emplean las capacidades citadas precedentemente, las que son
trabajadas y adquiridas en las diferentes instancias de la capacitación en servicio (Curso de Operación
Comunitaria y Sistema de Pasantías del TCU).

LA OPERACIÓN COMUNITARIA: TEORÍA, METODOLOGÍA Y


LINEAMIENTOS DE ACCIÓN

 4.A) PRINCIPIOS GENERALES


La operación comunitaria en nuestra realidad se enmarcó en los siguientes principios, donde ampliamos
los elementos de encuadre enunciados en la presentación del Proyecto a ser acreditado, ratificados en el
desarrollo del trabajo de campo en las comunidades vulnerables:
1- La Declaración Universal de los Derechos Humanos, entendida como:
a) Acta fundante, documento del mayor de consenso alcanzado nunca acerca de una concepción
del hombre, sin privilegios ni discriminación de ningún orden (raza, color, sexo, idioma,
religión, posición política, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
diferencia de cualquier otra índole).
b) Conquista de la Humanidad después de siglos de enormes sacrificios y luchas prolongadas de
grupos, sectores y comunidades oprimidas y / o discriminadas, que alcanzaron, con la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, reivindicaciones de justicia y requerimientos
de igualdad largamente anhelados, hecho particularmente evidente para las naciones
consideradas como no pertenecientes al mundo desarrollado.
2 – El Realismo Marginal Latinoamericano, que se establece como concepción de referencia frente a
las imposiciones económicas y culturales de las sociedades desarrolladas, y al que vemos como
forma de análisis social que reconoce y afronta la situación de vulnerabilidad producida por la
situación económica y política generada tanto por la dependencia impuesta por el modelo de
desarrollo dominante, la corrupción y la impunidad, como su cultura, que provocan la consiguiente
perdida del goce de los Derechos Humanos, para revertir dicha situación en pro de la obtención de
mayor justicia social en aras del progreso par elevar el nivel de vida de los habitantes dentro del
concepto mas amplio de libertad.
3 – El Desarrollo de la Organización Comunitaria para la Seguridad Humana de los Habitantes
que, en le éxito logrado, se constituyó, en nuestro criterio, como base y eje de las Políticas Publicas,
de donde nace un nuevo conjunto de prioridades tales como la erradicación del trabajo infantil, del
desempleo, de las enfermedades infectocontagiosas, de la violencia en todas sus formas, de las
migraciones internas forzadas por las condiciones de vida y la desocupación, del prejuicio ante la
inmigración (desmemoria de su función constitutiva de la Identidad Nacional Latinoamericana), de
los delitos ecológicos y de todos aquellos fenómenos que afecten la vida cotidiana de los habitantes.
4 – La Integración de las Comunidades, de los Grupos y las Personas Marginales y Excluidas a
través de formas de intervención adecuada para la restauración de las redes solidarias originales. Esto
sólo es posible mediante alternativas al asistencialismo (propio del llamado Estado de Bienestar) y al
clientelismo político (propio de las manipulaciones partidistas en las desviaciones del Estado
Democrático), facilitando la Participación en la Organización y el Desarrollo de Espacios Solidarios
compartidos en la grupalidad, principio esencial para ejercer el derecho a la palabra, la escucha y el
disenso, base de la única democracia posible para la plena y autentica vigencia de los Derechos
Humanos (La ausencia de conflictos en los años de tarea de TCU lo avalan)
5 – El Reconocimiento de la realidad intrínseca y de los derecho iguales e inalienables de todos los
miembros de la familia humana, mediante el rescate de la memoria histórica y la identidad cultural
de sus comunidades y grupos de crianza, como fundamento de la justicia.

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Por lo tanto, el acuerdo pleno sobre cada uno de estos principios es la base para toda acción comunitaria
emprendida en el Modelo de la Clínica de la Vulnerabilidad.

 4.B- MODELOS DE ABORDAJE: La reflexión sobre la acción del operador comunitario ya ha sido
puesta en comparación con otras formas de ejecución de política social. La estrategia metodológica se
basa en la incorporación y el aprovechamiento de los distintos saberes, lo que la vuelve necesariamente
interdisciplinaria, por necesidad. VER CUADRO DE LOS MODELOS DE POLÍTICA SOCIAL.

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CLIENTELISMO ANIMACIÓN SOCIO-


ASISTENCIAL ECONOCRATICO TECNOCRATICO OPERACION COMUNITARIA
INDICADOR POLÍTICO COMUNITARIA (Vinculante)
(Materialista) (Paternalista) (Liberal) (Socius)
(Avuncular)
1984- Necesidad de afianzar la transición
hacia la democracia ante la opinión publica y
1970- Alianza para el ante los grupos de inversores internac.
1920- Organización de los
Década del ´60- Francia. progreso. Planificación establece una línea de trabajo en acuerdo con Década del 90- Surge como
SURGIMIENTO 1880- Revolución partidos políticos como
Nace como proyecto de apriorística de las el poder financiero. Se cimenta en la práctica social de respuesta a la
Industrial. Surgimiento discurso y práctica para las
EN ARGENTINA recuperación de la memoria condiciones de vida de la construcción de un espacio político cuyo implementación del
del Estado Benefactor masas. Ley de voto
gala. población (considerada una discurso utilizaría una línea “políticamente neoliberalismo
obligatorio (Irigoyen)
variable de ajuste). correcta” . Produjo certificaciones de
participación ciudadana y efecto de prensa
sin arriesgar acciones concretas.

Existencialismo
Pragmatismo Social Neopositivismo
FILOSOFIA Cristiano. Utilitarista
Humanismo ingenuo
Racional-Idealista
Pragmatismo Discursivo Manipulador Humanismo científico
Positivismo Racionalista

Sostener las reglas del Desarrollar la IAP con el objeto


mercado, reguladoras de las de poner en vigencia los DDHH a
interacciones. El Estado se los efectos de reducir la
Promover acciones a favor de
Explí- Cubrir el “natural” Cubrir necesidad de encargará de “cubrir” una Dar una respuesta técnicamente organizada y vulnerabilidad social, resignificar
la comunidad que incluyan
déficit de la desigualdad servicios básicos como franja mínima de servicios y administrativamente racional a las la prevención, establecer el
citos iniciativas para su desarrollo
social. favor personal altruista. prestaciones para los no contingencias que atraviesa la población. . principio de la intervención
cultural, social, político, etc.
consumidores o para quienes mínima, dar respuestas a las
OBJE- son inaccesibles los servicios demandas de atención que surjan
TIVOS privados. en el proceso de trabajo.
Cubrir el espacio político correspondiente a Establecer el sustrato cultural
Creación de grupos Generar cauces más o menos portador de estrategias de
Constituir lo productivo en lo social.. Su acción “administrativa” el nivel
Implí- Atenuar el efecto de cautivos al momento de participativos para disminuir de movilización y organización popular por supervivencia anteriores a la
mercado y lo improductivo
resistencia al orden ejercer el voto o realizar la tensión social, ocupando implementación del sistema de
citos en gasto social. las problemáticas sociales, ofreciendo
social inequitativo. tareas que devuelvan “el porciones del tiempo libre en consumo, mediante la
(Frontera ideológica) homogeneizarlo, acotarlo y acoplarlo a líneas
favor”. tanto visto como peligroso. recuperación de la memoria
internacionales (Aportar efecto estabilizador) histórica

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CLIENTELISMO ANIMACIÓN SOCIO-


ASISTENCIAL ECONOCRATICO TECNOCRATICO OPERACION COMUNITARIA
INDICADOR POLÍTICO COMUNITARIA (Vinculante)
(Materialista) (Paternalista) (Liberal) (Socius)
(Avuncular)
Instalación de convocatorias promocionadas
Promoción de la como participativas con “bajada” de pautas
participación controlada en acordadas con organismos patrocinantes. Sus Investigación Acción
Dar bienes de servicio, Creación de espacios de emprendimientos rentables y oficinas ocupan el espacio político local y Participativa.
MECANISMO/ protección y acceso a participación orientados a lo asunción de los no rentables definen “prioridades” en lo presupuestario. Facilitación de procesos de
Dar bienes de consumo
TECNICAS bienes. recreativo, para la expresión como gasto social, ambos Legitimación de modelos foráneos mediante autogestión y fortalecimiento de
Prerrogativas. artístico-cultural. productos de la aplicación de encuentros y visitas de expertos internac. autonomía para garantizar el
cálculos macro- Redes Interinstitucionales usadas como redes acceso a derecho
econométricos. de derivación, delimitando meticulosamente
la población objetivo.
Recuperación de la memoria
Alineamiento acrítico con el
histórica con fortalecimiento de la
Generación de redes de modelo socio-cultural
Adormecimiento de las iniciativas personales capacidad vincular; elementos
Dependencia con sumisión intercambio coyunturales con dominante (repetición
Genera la dependencia y y grupales de fines comunitarios claves para la resignificación del
Subje- por temor a la baja internalización de automática de prácticas
fragmentación vincular, Control social de los estigmatizados como proyecto de vida personal y
desprotección o a la vínculos, que son poco desconocidas por la
tivo al cosificar al
represalia perdurables. población). Depreciación o
excluidos, vistos como peligrosos y posibilita su inscripción en uno
destinatario inadaptados desde un discurso de protección colectivo.
(seguridad-legal-insumos Resonancia sin conciencia desinterés por las tecnologías
de ciudadanía Valoración de las tecnologías
social. de gestión propias de la
IMPAC constitutivas de las estrategias de
comunidad.
supervivencia.
TO Feudalización de la Estimulación de la capacidad
comunidad según los productiva que genera renta. Desestimación de los espacios de Propicia el desarrollo humano a
siguientes criterios: grupo Produce un efecto de Las necesidades han de ser participación . Enfriamiento y partir de una cultura solidaria,
Fragmentación vincular
Comuni- familiar de pertenencia, distracción comunitaria por cubiertas por el mercado, burocratización de las demandas a través de con sus propias formas de control
y aislamiento
inserción laboral, nivel de lapsos acotados Inscripción quedando sujetas a sus las redes de derivación Modificación de las social, distribución de la
tario organizacional en lo
participación política, nivel en la memoria histórica reglas, con un rol supletorio condiciones de vida de las poblaciones producción en función de la
institucional
de adscripción al modelo barrial. del Estado. Discriminación objetivo desproporcionada con los recursos necesidad, y comunitarización de
partidario implementado, social de lo distinto. sociales utilizados en su nombre. la crianza como fin social común
etc. Estigmatización del excluido.

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CLIENTELISMO
ASISTENCIAL ANIMACIÓN SOCIO- ECONOCRATICO TECNOCRATICO OPERACION COMUNITARIA
INDICADOR POLÍTICO
(Vinculante)
(Materialista) (Paternalista) COM. (Avuncular) (Liberal) (Socius)
MODALIDAD Aglutinado Uniformado Aislado Integrado
Discurso integrado
Horizontal Ensamblada
VINCULAR práctica uniformada.
Retracción del Estado en sus Determinador, a través de sus programas, de
Garante del estado de derecho,
ROL SUPUESTO Administración de recursos prestaciones delegables al las características y necesidades de la
Administrador de recursos y para el ejercicio efectivo y goce
Benefactor con sentido electoral sector privado. población. Administrador de la imagen del
DEL ESTADO gestor de redes sociales. irrestricto de los Derechos
nacionalista Supuesto garante de las país a través del gerenciamiento de los
Humanos
reglas del mercado. recursos dedicados a lo social.
DICOTOMÍA
ROL ASIGNADO Observación en el diseño y Participante sólo en tanto Concurrente Habitantes: sujetos de derecho
Ciudadano-Consumidor:
Receptor pasivo objeto Votante. Se valora y capta recopilación de información. Usuario. Sin participación decisoria en lo insertos en sus grupos de
AL SUPUESTO de la dádiva como capital político. Co-participante en la
sujeto de derecho /
referente al tratamiento de sus necesidades pertenencia/referencia de una
DESTINATARIO Excluido social: control
ejecución de las acciones. grupales y/o comunitarias comunidad cualquiera
social formal
La población en general, a través de los
Población objeto de canales de participación y la política de
indicadores cuantitativo de
Nominal Pobreza Estructural Ciudadano
desarrollo humano y de medios, y los necesitados, en tanto la
DESTI Población con necesidades pobreza. existencia de servicios muestra el interés Grupos que habitan comunidades
NATA expresivas y disposición de social por su problemática. vulnerables, con preeminencia de
RIO uso del tiempo libre Población con capacidad de La opinión publica. Los entes y particulares niños, adolescentes y jóvenes.
Sectores de bajos Sectores de bajos recursos que definen la liquidez del sistema
exigir sus derechos (opinión
Real recursos económicos de organización socio-
publica) formal o económico nacional. Los responsables de las
(marginalidad social) comunitaria
informalmente economías locales, nacionales, etc
Transacción en la que se
Capacitaciones nacionales. Lanzamiento de
Entrega de materiales de intercambia el acceso a Micro-emprendimiento
programas (en conferencia de prensa). Reunión barrial de temario
ESTEREOTIPO construcción, alimentos, servicios, bienes o Reunión o fiesta en un barrio productivo de bienes o
Eventos científicos internacionales de abierto y convocatoria amplia.
ropa, medicamentos. prebendas a cambio de una servicios de consumo local.
“reflexión” o de “diagnosis”
voluntad política.
El Estado promueve la
Asociacionismo de
LUGAR DE LAS Son competidores. Socios potenciales en forma delegación de prestadores de No consultadas. Integrantes de las redes de
beneficencia o Recurso actual o potencial a ser
Relación de hostilidad o bi-unívoca y utilización focal servicios para la contención derivación en la medida en que colaboren en
ORGANIZACIO “Misionerismo Social” gestionado desde y para la
dominio. de sus recursos de acuerdo a del conflicto social. (Hogares el enfriamiento y desmovilización de las
NES SOCIALES Visión microsocial sin comunidad
Dependencia partidaria. las acciones a desarrollar. de menores, geriátricos, demandas.
perspectiva de conjunto.
psiquiátricos, etc.)

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4.C- CONDICIONES DE FACTIBILIDAD PARA LA OPERACIÓN COMUNITARIA

 Una de las condiciones de factibilidad del trabajo comunitario es que requiere de los grupos como
elemento esencial para la tarea. Cuando hablamos de condiciones de factibilidad para el trabajo
comunitario, no basta pensar que se darán por la simple existencia de necesidades humanas en los grupos.
Es necesario un mínimo de reconocimiento de la necesidad que haga factible el establecimiento del
Dispositivo de la Operación Comunitaria, puesto que ésta es siempre la facilitación de la reorganización
de los recursos (y la recreación de otros, en apariencia, perdidos) para la cobertura de esas necesidades.
Esto permite la transformación de necesidades en demandas de la comunidad.
Las necesidades humanas no necesariamente son reconocibles de manera explícita. Este es un escollo a
sortear para la consecución de cualquier trabajo en comunidad. Sin la toma de conciencia social de las
necesidades como “problema” a resolver, como conflicto social común, la operación no tiene espacio,
aunque tenga ya un fundamento

 La posibilidad de mantenerse en función de una “salida individual”, la idea de escape personal a las
situaciones de marginación social del grupo de pertenencia, produce una identificación con el “agresor”,
ya que en la cultura de consumo hace equivaler “poder de compra” de mercancía, con “integración” socio-
comunitaria, Como resultante de esa identificación, suele devenir un proceso de desensibilización social,
que pasa a formar parte de la cotidianeidad, y se ratifica a través de la continua violación de derechos
humanos del grupo más desposeído por acción u omisión. Esto se hizo evidente en la investigación H-176,
cuando se relevaron las zonas céntricas y de mayores recursos, evidenciándose a través de las actitudes y
los comentarios denigratorios.
Lo señalado lo atribuimos al hecho de que cada vez que se transforma coercitivamente un sistema dado, se
busca en la educación de las formas autóctonas y autónomas de contención generar las nuevas formas de
supervivencia, que surgen de las condiciones de dominación (Orden Social) (Lola Aniyar de Castro). El
dogma del crecimiento económico como progreso hacia la aspiración de “felicidad” y el desarrollo
humano individual, es concebido como crecimiento. Ello desde la lectura de algunos indicadores
económicos, que carecen de relevancia en términos de calidad de vida humana. Son, antes que nada,
indicadores del movimiento de valores-propiedad (marketing) de las pautas del mercado financiero
internacional.

 Cuando la identidad aún sostiene la unión del grupo, la cobertura autogestiva de las necesidades humanas
es la que, tomando diversas formas y sentidos (de pertenencia y diferenciación) cada vez más afirmativos,
crea un imaginario de Resistencia al nuevo Orden Establecido. Si esta resistencia se cristaliza en episodios
que funcionen como bisagras en la historia comunitaria, entonces se está gestando una transferencia
metodológica de organización para la supervivencia en forma de redes. Las formas exteriores de
establecimiento de Orden se vuelven meras influencias externas de procesos psico-sociales de entidad casi
autónoma, donde “las autoridades” son medios, y ya no fines en sí, para la supervivencia. Esta
transformación opera como liberación, sentida así por la participación en la contención de los conflictos
locales, desde el dispositivo creado por la red vincular.

 Una sociedad “crece” sólo si sus redes se desarrollan (Elina Dabas) y muchas veces el “desarrollo”
económico se obtiene a cambio de la destrucción de las mismas. La mayoría de los procesos de desarrollo
económico (libre mercado, comercio internacional, etc.) en América Latina trajo consigo un aumento
categórico en:
Conflictos Sociales.
Contaminación y/o destrucción del ambiente.
Ampliación de la brecha social.
Destrucción de las Redes de Contención Social.
Represivización del Sistema de Control Social para sostener ese Orden (Chomsky, Rifkin,
Forrester, P.I.F.A.T.A.C.S.).
Estos se registran en los índices históricos objetivos. Sin embargo, para demostrar las bondades de dichos
procesos tienen, desde el grupo hegemónico, indicadores de tres características:
son “foráneos”; (toman parámetros propios de la ¨Sociedad Desarrollada¨)
son ultra-especializados (por lo general económicos, de composición internacional. De bajo
impacto en la realidad local);

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son a-humanos : tratan a las personas como objetos-mercancía, o meros datos estadísticos.

 Las tres condiciones características fundamentales de la Operación Comunitaria son:


El recurso de la recuperación de la memoria comunitaria (historia).
Sus indicadores de eficiencia son humanos y particulares: la dimensión del VÍNCULO.
Su programa solo “vale” si surge de adentro, de los elementos recuperados de su pasado común
(historia) y de los recursos que representan sus redes humanas (de vínculo), para la
consolidación de un proyecto de vida sostenido en la Identidad del agrupamiento.
Esta trilogía: Historia - Vinculo – Identidad, rompe con los tres “síntomas sociales” de los procesos
de desarrollo económico del mercado internacional llamada globalización, o al menos, una de sus
caras:
1. La revisión de la historia rompe la repetición y permite crear un espacio para la elaboración de
instancias de superación comunitaria.
2. La centralización del proyecto en los propios recursos vinculares pone el acento en la verdadera
dimensión humana, los afectos. Si son los vínculos los generadores de los escenarios de
contención de las personas, en donde el sujeto es partícipe del desarrollo humano común,
entonces se disuelve la visión del desarrollo personal como legítima “salvación”.
3. Un saber que proviene de la historia común y herramientas de las redes de vínculos, no tiene
dueño, no se encarna en nadie, o mejor dicho, se encarna en la visión del todo; la comunidad.
Cuando se introduce el método histórico-crítico aparecen varias expresiones ilustrativas:
“Esto ya pasó”. Se verifica la reproducción más o menos sistemática de los mismos procesos
socio-económicos, desde la época de la colonia hasta nuestros días. Un ejemplo paradigmático
puede verse en la película “DNI”, que cuenta sobre la relación ideología-política-económica en
la historia Argentina.
“Esto es una farsa”, cuando se comienza a comparar los indicadores del “desarrollo” con las
sensaciones y vivencias de los actores sociales, y lo económico global con los humanos
particulares en el cotidiano.
“Esto tiene dueño”, cuando la asunción de algún líder del lugar asume el proceso como
mandato exterior y no como programa propio, ante algún conflicto que lo saca a la luz.

 Otro elemento de factibilidad es tener presente que la operación comunitaria es distinta y diferente de la
operación político-electoral. Una primera aproximación refleja esta disyuntiva en el eje de la ética. La
operación comunitaria no puede ser una transacción, mientras la político-electoral, si logra sus objetivos,
cambia asistencia por voto. La operación comunitaria, además, no gesta su poder en la participación
electoral, aunque, seguramente, una comunidad organizada gestará su propio foco de poder y tendrá más
espacio de libertad de elección. Este tipo de razonamiento lleva a enfrentar a los dos sistemas anteriores
(el asistencial y el político). Pero es necesariamente así. Que la comunidad se sostenga en sus propias
redes de construcción de poder no debe desairar al operador político-partidario, salvo -claro- que éste
base su estrategia en la dependencia –de asistencia primaria y privada- socio-económica de sus
potenciales electores, es decir, los habitantes de las comunidades vulnerables.
En efecto, las estrategias que surgen de cada ética son determinantes para el grado de complementación o
de contradicción entre los dos sistemas; “de promoción de participación”, “o de esclavismo social”. Son
los extremos de un largo hilo en el que la red de contención puede o no ser tejida

 La atención de comunidades vulnerables, en los viejos criterios de la asistencia, sin tomar en cuenta los
recursos comunitarios y grupales del lugar, genera un doble error y es condición fundamental que sea
descartada. El primero de los errores es la confusión entre Atención y Asistencia, en donde la
problemática es reconocida en la urgencia y no en su esencia, lo que permite crear la dependencia
ulterior. Ello constituye un problema estratégico básico, por cuanto sólo se ve el síntoma explícito de una
situación crítica. El síntoma expresa una serie de necesidades de dinámica interactiva. La asistencia se
obsesiona en tapar la demanda, social en este caso, sin preguntarse por su origen, mejor dicho, sin

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permitir la formulación de la pregunta. La asistencia no es lo contrario de atención, es uno de los


componentes de ésta última. 1
Entonces asistencia de la urgencia sí, pero asistencia no es lo mismo que atención. Cuando se realiza
atención de la urgencia se trocan elementos de asistencia para la supervivencia, por algo o por alguien. La
ecuación es siempre la misma. La llana asistencia del necesitado será siempre deshumanizante, en el
sentido de atentar –aunque sea indirectamente- contra los derechos humanos de los más vulnerables.
El tratamiento estará aquí vehiculizado hacia la pobreza y las condiciones de vida comunitarias, de lo
contrario será sólo asistencia. Únicamente se tratan los conflictos sociales (sea en Salud-Educación,
Seguridad o Protección) si se abordan las situaciones vulnerantes que llevan a los mismos. Siempre que
se habla de situaciones vulnerabilizantes de personas o grupos se está aludiendo a una violación de
Derechos Humanos. El tan mentado “tratamiento” no es otra cosa que su restitución. Esta es siempre
sustitutiva, no elimina la vulnerabilidad, la disminuye porque la persona ya ha sido dañada, y los seres
humanos no se reparan como las máquinas.

 Hemos visto que la factibilidad de que la comunidad se reorganice como tal, no es por resultado de
una planificación, sino por necesidad. Cuando se han desarticulado los ejes que dan la supervivencia
del grupo, se instalan los tres mecanismos descriptos: Historia, vínculo e identidad. Pero entonces surge
una nueva pregunta: ¿que hay que esperar ese difícil estado? Ni más ni menos que la reorganización
mencionada .ya que la operación comunitaria, como dispositivo de intervención ha hecho tres
fundamentales aportes para la teoría de una política social sustentada en el desarrollo humano:
Las redes y organizaciones de la comunidad siempre están ahí, subyacentes y en permanente
estado de latencia; por fragmentadas y destrozadas que se las vea. Cuando más “pobres” lucen ,
más fuertes suelen ser sus vínculos. Cuando surge un “proyecto sentido”, la unión es inmediata.
La revisión de las historias y el estudio de las necesidades de sus grupos, son, en sí, una
operación sobre las redes sociales de la comunidad, y preparan sus herramientas de creación de
proyectos, para el mejoramiento de aquellas.
La operación comunitaria debe comenzar donde son más urgentes las necesidades humanas,
hecho fundamentado no sólo desde el punto de vista ético, sino desde donde se juega la
sobrevida como cotidianeidad, o sea, en le campo de la exclusión.

 El trabajo en terreno nos ha colocado, en muchos casos, frente a episodios de privaciones graves, hambre
y violencia, pero la forma de trabajo lleva a que raramente exista en el operador comunitario formado, ese
conformismo racionalizador de la acción que, generalmente, toma dos fuentes de apoyo: el miedo (fuente
interna) y la ignorancia de las condiciones reales de existencia (producida desde el exterior). El control
social se rige por estas fuentes (entre otros sentimientos que sujetan toda transformación personal, vincular
y social) como el desánimo y el olvido del otro como semejante. Ese Control Social en su verticalidad
(relaciones de dominación) sólo es eficiente cuando se han producido las condiciones de Control Social
interno (autocontrol), bajo expresiones como la desesperanza, el desvinculo, el individualismo, el exitismo
como felicidad, etc.
La entrega a la cultura del desvínculo constituye la antítesis de la Operación Comunitaria. En realidad, el
operador, aislado, no existe. Una persona sola, “haciendo”, no opera. En cambio, como vimos en
parágrafos recién mencionados, la condición esencial de este modelo de trabajo comunitario lo constituye
el que toda operación comunitaria es grupal.
 Estos señalamientos nos llevan a otras cuestiones de orden práctico:

1 El ejemplo más claro y terrible fue, quizá, la asistencia que se prestó en las epidemias de cólera del norte y centro del
país. El hambre, las aguas servidas, el nomadismo de la búsqueda de cosechas (trabajo) o de la expropiación de tierras (a
los aborígenes), la desertificación de tierras con sus árboles -ahora talados y sin reposición-, la eliminación de las viejas
medicinas naturales de los pueblos del lugar por parte de la “modernización” de las creencias; todo eso y más se
“atendió” con lavandina. Unos tarros amarillos, mágicos como el sol, a veces envenenadores de sus ignorantes víctimas,
asistieron en la epidemia que rasgaba los velos que ocultan la desigualdad. La lavandina invisibilizó la inequidad. Tan
cierto es que la lavandina mataba a los vibriones, como que éstos mataban a los desnutridos habitantes de tierras sin
atención médica inmediata, sin agua potable, sin elementos proteicos sustitutivos, sin conciencia social de enfermedad,
en la desventaja total en transporte y en el mayor desamparo de sus derechos humanos. Pero si la atención del cólera no
es solo atender al bichito que lo produce, entonces el tratamiento, esto es su eliminación, mucho menos. Tomar un
determinado conflicto social como emergente obliga a sumir el tratamiento como trato de aquello que esta en su base.
Por que la lavandina no atiende la lepra, el chagas, la tuberculosis, el raquitismo, el S.I.D.A. o la malaria.

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No se trata de despreciar los dispositivos asistenciales que organiza el Estado para la atención de
la población, ya que los mismos son indispensables. Sin este tipo de servicios al cuidado de la
Salud o el desarrollo de su educación, se torna en irrealizable la cobertura de necesidades. Se
busca optimizar las posibilidades de atención de las comunidades vulnerables para que existan
las mínimas garantías constitucionales, para asegurar el derecho a la vida.
La operación comunitaria se sostuvo haciendo “juego-verdad”. No es factible ir a un barrio a
recitar la “Declaración de los Derechos Humanos” y salir antes de la 18:00 horas para no tener
“problemas”: este tipo de intervenciones son insostenibles. En esas condiciones, en aquellos
lugares de operación, de la sobrevida día a día, los modos de organización comunitaria deben
tejerse “desde adentro”, desde sus grupos, desde sus recursos, con sus líderes autóctonos. Esto
no obliga a los operadores comunitarios a entrar en escaladas de violencia o siquiera de
competencia; se limitan a facilitar la organización, y a colaborar en el rehilado de la red
vincular. La reorganización de la supervivencia se establece sobre un campo abandonado por la
cultura del consumo. No ha de esperarse movimientos de capitales ni de insumos, ni en los
operadores ni en la comunidad misma. Es una red de supervivencia. No hay salvadores, no hay
salvados: hay habitantes organizados, sobrevivientes en “otro” orden fuera del orden del
consumo, pero algo más integrados al Orden de los Derechos constitucionales.
El grupo de operadores es un grupo de personas que facilita la recreación de formas de
organización de los vínculos como estrategia sustitutiva de recuperación de derechos humanos.

 Esta es la dimensión que la cultura del consumo puede destruir únicamente, como lo hemos visto muy
reiteradamente, al final de un proceso de deterioro subjetivo, ya que los valores de nuestras comunidades
más postergadas no llegan a socavarse. Son ellas (las comunidades postergadas), paradójicamente, las
más preservadas del desvínculo. Se observa claramente que no hay mayor solidaridad, comunicación,
y“compartir”, que en los que menos tienen para dar o compartir. Esto puede ser por necesidad, pero
también podemos alegar que ello no excluye que sea también por menor alienación. Es en los
asentamientos y barriadas suburbanas y rurales más humildes donde más firmeza hay, más vida tienen las
comunidades, (visible en sus historias, mitos, leyendas, liderazgos). Mayor es, entonces, la pertenencia
aunque parezcan débiles sus componentes de Identidad.

 Por ello, nuestra experiencia en abordaje de la operación comunitaria nos lleva a concluir que es mucho
más factible trabajar con la más “resentida” comunidad, con la más pobre y deshilvanada (aparentemente)
que con las comunidades y los barrios donde habitan llamados “nuevos pobres”. Explicamos esto por ser
ellos quienes vieron reducirse a su capacidad de consumo, sin resignarse a salir del modelo. Por ello, no
logran construir fácilmente la idea de lo comunitario, preservando el imaginario de “salvación personal”.
Tienen aún sed de consumo, y ello no les permite montar una estrategia alternativa. El pensamiento se
guía aún por la idea de “cómo consumo más”. El “pobre estructural”, en cambio, nunca participó de ese
sueño y no se plantea el ascenso en la escala de consumo, priorizando la sobrevida del grupo, desde el
grupo.(Bustelo, UNICEF: “los nuevos pobres”)

 En síntesis, la operación comunitaria busca su estrategia en la restitución de los derechos a los actores y
grupos de una comunidad dada. En diferentes circunstancias, las operaciones puede tener diversas
características y facetas distintas aún cuando sus objetivos y sus medios sean esencialmente los mismos.

SOBRE LOS OBJETIVOS DE LA OPERACIÓN COMUNITARIA

 Los objetivos emprendidos desde la operación comunitaria para la presente investigación, consisten en la
promoción y facilitación de recursos para la autogestión del bienestar común y el mejoramiento de la
calidad de vida de todos los habitantes; y no sólo el cuidado y/o la rehabilitación de aquellos que sufren
una circunstancia patológica particular. Por lo tanto, en cuanto al cumplimiento de los principios
constitucionales, se convierte en una eficaz obra de prevención (del conflicto social, en nuestro caso).
Requiere del análisis de las necesidades específicas de la comunidad o territorio abordado, para
remontarse a las causas últimas del malestar y a los factores propios de esa específica organización
económico social, que ha llevado a la situación que se debe anticipar, prevenir o intervenir para el
efectivo goce de derechos.
 Este enunciado indica, de por sí, la exigencia de una integración de las intervenciones en los ámbitos de
lo social, lo educativo, lo recreativo y lo sanitario. En cuanto la influencia de las condiciones sociales

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hay que determinar lo que respecta a la consecuencia directa sobre los grados y formas del acceso a
derechos. Como consecuencia de la inequidad social, está presente además el significado atribuido a la
salud y a la enfermedad, así como el referido a los procesos de inserción activa en el ambiente barrial.
Todo ello genera conciencia en lo que hace a recursos.
 Los objetivos se caracterizan, en el sentido de procesos tendientes a la autonomía, dentro de un proyecto
de política social fundado en la descentralización del poder y en la participación de la población en la
resolución de sus propios asuntos. En ausencia de esta referencia de actividad dentro de las
comunidades, los mismos no pueden lograrse, sino al precio de un elevado incremento del poder de los
técnicos. El proceso lleva a éstos a un progresivo alejamiento de las necesidades comunitarias, lo que
trae, como consecuencias observadas, o bien una sensible baja en la cantidad y calidad de la
participación comunitaria, o bien un abandono de la tarea por parte de aquellos técnicos no identificados
con el modelo propuesto.
 Habiendo precisado el marco de referencia de la propuesta, pasaremos a los aspectos operativos
conducentes al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes, mediante el Desarrollo Comunitario
para la Seguridad Humana. Para nuestro abordaje se ha considerado especialmente el Informe sobre
Desarrollo Humano del PNUD de 1994.
 Cada una de las temáticas fue abordada desde dos ejes: los de la realización de acciones inmediatas y,
simultáneamente, desde una acción de prevención organizada y planificada, a partir de la investigación
aplicada con amplia participación comunitaria para la toma de decisiones. Para tal fin se han diseñado
proyectos y programas específicos, técnica y metodológicamente estructurados, y políticamente viables
en las áreas de vacancia o cobertura insuficiente de las comunidades vulnerables, utilizando los
conocimientos obtenidos a partir de la implementación de las experiencias previas ya señaladas.
 En base a aproximaciones diagnósticas (susceptibles de adecuarse a cambios significativos) se previó la
profundización de las investigaciones permanentes, que permitieron el monitoreo de las transformaciones
observables en el proceso. Ello implicó actuar sobre fenómenos ya instalados, previendo otros,
interviniendo en tiempo y forma sobre los obstáculos que surgieron al momento de adecuar las
estructuras existentes, para el cumplimiento de las acciones estratégicas.
 Los ejes operativos considerados como interrelacionados fueron:
Proporcionar, mediante acciones planificadas en las comunidades, Seguridad Humana a los
habitantes en el marco de la plena vigencia de los Derechos Humanos.
Proporcionar especial atención a los grupos más carenciados o vulnerables (menores de edad,
ancianos, mujeres, grupos aborígenes y otras minorías étnicas provenientes de las migraciones
internas y de países limítrofes, etc.), mediante una acción planificada e integradora de los recursos
ahora disponibles y los que era necesario incorporar (Desarrollo Humano).
Procurar un pleno aprovechamiento de los recursos institucionales y comunitarios, tanto humanos
como materiales, con que se contaba en las instancias municipales y provinciales, tomando como
recurso futuro buscar asistencia técnica y financiera de la cooperación internacional, cuando la
misma fuera necesaria y estuviera fundamentada por las evaluaciones ya señaladas.

PRINCIPIOS METODOLÓGICOS: CONSECUENCIAS DE SU APLICACIÓN


 La Operación Comunitaria se desarrolla a través de procedimientos metodológicos coherentes con sus
bases éticas y conceptuales, definidas en la Declaración de los Derechos Humanos y documentos
conexos, tal como figuran en el objetivo general de la presente investigación. Los métodos que
utilizamos al aplicar nuestros dispositivos son parte importante del impacto que produce en las personas
sobre quienes brindamos nuestra atención. Elegir una u otra metodología no es un simple asunto de
eficacia o eficiencia. Por ello, este aspecto constituye una de las cuestiones centrales del abordaje
comunitario. El camino elegido para lograr los objetivos, la forma en que nos vinculamos con aquellos
que resignifican sus lazos con la comunidad, todo ello forma parte de una totalidad que, explícita o
implícitamente, reconstruye una nueva síntesis, en el sentido de pasar de la condición de objeto de
estudio y abordaje para las instancias socialmente establecidas para la asistencia, a la posición de sujeto
participante activo de las políticas comunitarias que lo implican. Esto se da como resultado de la
interacción entre los equipos de trabajo conformados para la intervención (facilitadores) y los grupos y
personas de esa comunidad (actores sociales).
 La atención de las personas en conflicto social, mediante el desarrollo de estas tecnologías de
intervención social, desde el criterio participativo no asistencialista, pretende que las personas logren una
capacidad diferente, no vulnerablilizante, de vinculación con sus semejantes, con la realidad y con su
propio papel en ella. La Operación Comunitaria tiene en cuenta la complejidad del abordaje y adopta una
metodología participativa, considerando que el modo de resignificación de los lazos sociales

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(Capacitación vincular), en sí mismo, se convierte en un contenido operativo en lo que hace a la


prevención del conflicto social a través del cual son primeramente victimizados, para posteriormente
constituirse en victimarios. Al actuar en sentido opuesto, la intervención externa a priori sobre la
comunidad de víctimas los coloca en “condición de objeto” y se vuelve un medio de reproducción de las
instancias y organizaciones de representación que facilitan el control social. Esta forma de anulación de
la representación directa de las comunidades, del veto de la palabra, en nombre de la representación más
sabia y efectiva de los “investigadores” impide la constitución del sujeto, es lo que se puede llamar una
exclusión incluyente.
 Un proyecto de Operación Comunitaria, lo primero que hace es crear espacios grupales donde se ha de
permitir hablar, hasta que se elige un tema a partir de algo que resulte motivador e interesante para los
sujetos de aplicación del dispositivo (estudiantes de la capacitación en el dispositivo didáctico y actores
sociales en las operaciones barriales o dispositivo de asistencia).Se recopila información al respecto, se
estudian las implicaciones de ese problema, se realizan aproximaciones sobre sus posibles causas y
efectos, y se busca construir en forma conjunta, participativamente, las estrategias de intervención
tendientes a abordar dichas problemáticas.
 Todo sujeto que llega a un proyecto de este tipo tiene expectativas acerca de lo que se va a encontrar, y
maneja un esbozo de hipótesis sobre las cuestiones a tratar. Esos saberes previos están influyendo, por
tanto, sobre su percepción y sobre el modo en que se va a relacionar con el proceso de aprendizaje social.
Lo que experimentamos depende de las redes vinculares que tenemos incorporadas desde nuestra
construcción de subjetividad, a partir de los grupos primarios y secundarios que lo contuvieron. A partir
de allí es que se requiere una historización de los procesos de capacitación vincular propios y de la
incorporación de los valores culturales implicados en la socialización consecuente. Este rescate de las
modalidades de vínculo de su propia constitución subjetiva se vuelve una herramienta sustancial para la
intervención en grupos y personas en situación de vulnerabilidad psicosocial. Y es desde sus propias
claves, es decir desde las redes que las personas lanzan para interpretar la realidad (peculiar, única en
cada individuo), como los estudiantes podrán captar los nuevos conceptos, procedimientos y valores que
se desarrollen posteriormente en el proceso de la operación comunitaria. Para nuestro encuadre, un
planeamiento que no tome en cuenta estas preconcepciones es un planeamiento incompleto. La
construcción de conocimiento, para ser efectiva, debe apoyarse ineludiblemente en aquello que los
sujetos del aprendizaje piensan respecto del tema a desarrollar, tanto si ese pensamiento contiene ideas
acertadas como si alberga errores conceptuales.
 La falta de consideración de esta realidad hace que los sujetos de derecho, por ejemplo los niños y
adolescentes, sean tratados muchas veces en la escuela como si estuvieran “vacíos” de conocimientos e
intereses. En ese momento se los ha ubicado en “condición de objeto”. Sin embargo, ellos tienen siempre
sus visiones de la realidad, que sirven para funcionar en el mundo que les rodea. Saben sobre la ciudad en
al que viven... sobre los conflictos sociales que padecen...etc. De uno u otro modo, los temas que
podemos abordar en nuestros programas de Operación Comunitaria forman parte de sus marcos de
referencia habituales y constituyen el saber resultante de sus estrategias de supervivencia, en el día a día.
Los operadores tratan de hacer posible que todo ese conocimiento previo se sistematice, trabajando a
partir de lo que ya saben y piensan. Este trabajo de facilitación participativa en programas de Operación
Comunitaria es un elemento fundamental para conformar un campo de experiencias previas y de
explicaciones del que las personas no pueden desasirse inicialmente cuando participan en acciones de
reducción de la vulnerabilidad, aumentando la contención vincular y comunitaria de sus miembros. De
modo que siempre estaremos trabajando con esa realidad como talón de fondo, por lo que hay que
explicitarla y operar desde ella. Estas consideraciones tienen valor al hablar de los sujetos, y no son
menos importantes cuando se refieren a la comunidad. Los patrones culturales de cada instancia barrial
son elementos esenciales que no deben ser ignorados por el operador comunitario a la hora de intervenir.
 La construcción del conocimiento sobre una comunidad dada es una operación interactiva donde, por un
lado, operan las cualidades y problemas del entorno y, por otro, los marcos de referencia que forman
parte de la estructura convivencial de los miembros de la misma, y del grado de fortaleza de las redes
sociales de sus grupos. Esta interacción sujeto-entorno, cuando es operativa y participativa, permite que
los aprendizajes en ella obtenidos se conviertan asimismo en construcciones de sentido histórico cuyo
impacto es constitutivo de su identidad, a la que modifican y preparan para nuevas formas de
vinculación en un nuevo proceso de aprendizaje social (capacitación vincular).
 El papel del operador comunitario es operar como facilitador de recursos vinculares entre sujeto-
entorno o grupo-entorno que puedan dar lugar a nuevas formas de organización comunitaria, poniendo
en juego las estrategias necesarias para que las personas en conflicto puedan relacionar aquello que
asimilan con lo que los ha vulnerado, de modo tal de generar mediante nuevas síntesis nuevas formas de
vinculación de menor conflictividad. Para ser un buen operador comunitario es necesario convertirse, de
hecho, en un permanente decodificador de demandas y necesidades, lo que no permite dejar de
experimentar esa tensión interna que produce el trabajo con comunidades, grupos y personas que se

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relacionan para poder elaborar estrategias de supervivencia, a las que no será posible conocer más que
en parte.

CONCLUSIONES FINALES

 El informe final de la investigación sobre Desarrollo Humano y Comunidades Vulnerables debe


considerarse en el marco de la investigación más abarcativa que comprendió, en una primera etapa, la
investigación sobre Prevención del Conflicto Social. (H176). Por dicha razón, haremos una rápida reseña
de esa primera parte. En la primera de las investigaciones se buscó analizar el proceso de marginación –
exclusión, a partir de instituciones o dependencias en las cuales la mencionada condición alcanza el
grado de segregación de la comunidad (institucionalización en distintos recursos del Estado), donde se
pudieran poner a prueba dispositivos de intervención socio-comunitaria, situación que pudo ser
efectivizada en las áreas de educación y en las de salud mental. En el área Justicia-Seguridad, la
programación de trabajo con jóvenes detenidos en comisarías e institutos de contención para jóvenes en
conflicto con la ley , y su relación con los grupos de pertenencia-crianza, elegido como el área de
generación de mayor vulnerabilidad psico-social, , no pudo realizarse por las razones ajenas a nuestra
voluntad y disposición que fueron explicitadas en el informe final correspondiente. Este trabajo con
personas (habitantes) al margen del sistema social de convivencia comunitaria nos llevó, en forma casi
inmediata, al estudio de sus comunidades de pertenencia. De ese modo definimos la imposibilidad de
trabajar en los ámbitos mencionados sin el estudio de lo que hemos caracterizado como
comunidades vulnerables.
 La observación realizada desde la investigación sobre “Prevención del Conflicto Social (Clínica de la
Vulnerabilidad Psico-Social) y la presente (“Desarrollo Humano y Comunidades Vulnerables”), permitió
además, entre otras variables, adentrarnos en la significación de los vínculos. Estos dan la matriz en que
se encuentran, en forma más o menos equilibrada, las condiciones de existencia de los sujetos
vulnerables, en grupos excluidos y marginados del sistema de consumo. Aquellas personas que se
mantienen integradas o insertas en comunidades de pertenencia y/o referencia tienen mayores
posibilidades para reconstruir formas vinculantes de adaptación activa que les permitan resolver
con menor conflicto sus estrategias de supervivencia. La investigación se orientó a determinar la
significación de las modalidades vinculares de los sectores sociales más vulnerables en las
estrategias de supervivencia, a partir de las prácticas de los grupos de pertenencia y referencia, de
los recursos de atención del Estado y de las entidades intermedias del tercer sector, que participan
en ella. La amplitud del fenómeno obliga a acotar el tema a un sector de pobreza (comunidades
vulnerables) e interrogarnos sobre las relaciones e interacciones que se establecen entre los diversos
participantes en la socialización, en términos de acciones y representaciones que sustentan la modalidad
vincular de los grupos.
 El Desarrollo Humano es parte de ese nuevo discurso de la acción y está en el núcleo de la gestación del
nuevo paradigma de los Derechos Humanos. En tal sentido, el surgimiento del discurso de la acción nace
de la cotidiana realidad. Tiene más de respuesta obligada que de experiencia épica, y está obligado a
lidiar con la realidad de las angustias colectivas. La prevención del conflicto social en estas
comunidades (de alta o media vulnerabilidad psico social) procura disminuir la frecuencia de
acciones, más o menos inapropiadas para los modelos sociales vigentes (la normativa)
disminuyendo los factores que tornan susceptibles de selectividad por parte de sistema penal a los
sectores estigmatizados como peligrosos, fundamentalmente los jóvenes. Dicha prevención en el
ámbito de la violencia y el delito se sustenta en la adopción de una metodología centrada en la contención
comunitaria, a través del contacto directo con los actores sociales, dado en el marco de la grupalidad en
su cotidianeidad. Se orienta a delimitar distintos
aspectos y variables relacionadas a la detección y recepción de necesidades y demandas a ser atendidas
desde la facilitación de recursos de organización de la comunidad.
 En el trabajo con las comunidades vulnerables surge claramente la contradicción existente entre los
sectores mencionados y las declaraciones de derechos previstas en la Constitución y los dispositivos
tendientes a que dichas declaraciones se hagan efectivas. Este fenómeno es observado tanto en el área de
la acción social concreta, como el de la voluntad expresa del Estado en los planes de estudio tendientes a
formar académicamente a quienes deben contribuir para que se hagan efectivos los principios
constitucionales al respecto. Así es que las personas formadas como operadores comunitarios en este
período expresaron, reiteradamente, la mencionada incongruencia entre la formación académica y la
realidad circundante. Por otra parte, manifestaron el problema que representa recibir adiestramiento e
información bajo el encuadre de paradigmas teóricos cuyos modelos de intervención son contradictorios
con los que se aplican actualmente, y que responden a otros paradigmas que tornan imposible su acción
técnica, además de ilegal e ilegítima , según el nuevo marco constitucional de nuestro país.
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 En nuestros Informes han estado presentes la realidad de los problemas sociales, el desempleo, la
exclusión y la pobreza. También la espontánea reacción y la creatividad que, frente a los problemas
cotidianos, desarrollan las organizaciones populares, y los modos de gestión comunitaria, que tienden
fundamentalmente a transformar la visión del municipio y construir redes descentralizadas de
satisfacción de demandas tendientes a cubrir necesidades.
 Nos hemos detenido también en la observación y el estudio de los valores sociales y culturales de las
comunidades vulnerables de nuestra sociedad tal cual es hoy, y hemos explorado las bases inspiradoras y
los sistemas de aproximación que doctrinas y experiencias históricas ajenas nos refieren como “modelos
de sociedades avanzadas”. No hay análisis del desempleo, de la pobreza, de la violencia, de la
drogadicción, del deterioro de la red familiar, de la productividad, de la riqueza institucional, de cualquier
espacio de la vida colectiva, que no acuda al arbitrio final del Desarrollo Humano, el cual es una síntesis
del discurso de la acción y una propuesta paradigmática concreta y objetiva capaz de acompañar la
realización de cualquier grupo o comunidad. El nuestro ha sido un trabajo colectivo para mirar la realidad
sin dejar de ser parte de ella (observación e intervención participante). No nos hemos resignado a
contemplar el transcurrir ajeno de la historia, interviniendo en todas las vertientes de nuestra realidad,
para conocerla y comprometernos con ella.
 Cuando hablamos del desarrollo humano de la comunidad, tomamos como objetivo fundamental
promover la autogestión de las comunidades en los aspectos que les permitan impulsar su desarrollo y
resolver sus problemas más acuciantes. Esto nos lleva a que el concepto mencionado incorpore métodos y
técnicas que puedan atender no sólo aspectos económicos de las estrategias de supervivencia, sino
también los aspectos psico-sociales, es decir, los recursos vinculares que permiten la promoción de
actitudes, aptitudes y proyecciones para lograr lo que define el titulo de la investigación: Desarrollo
Humano de las Comunidades Vulnerables (capacitación vincular). Partiendo de las definiciones de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, que funciona como referencia objetiva para la tarea,
surgió como primer problema de la investigación el de la necesidad de encontrar una metodología para
estudiar las comunidades vulnerables, mediante procedimientos que teniendo validez científica nos
permitieran realizar diagnósticos e intervenciones en el menor tiempo y al menor costo posible, pero
centrados en el objetivo de una observación precisa y donde el menor tiempo no implicara una pérdida de
la calidad, tanto para el diagnóstico como para la intervención. Una tecnología de este tipo requiere tener
en cuenta, hoy, la situación explosiva de las comunidades marginales, y operar con los recaudos
correspondientes.
 El conocimiento y reconocimiento de los terrenos en los cuales desenvuelve el quehacer cotidiano de la
comunidad -sujeto de nuestra intervención- se constituye en un elemento básico para el éxito y requiere
su tránsito permanente por parte de los operadores. El objetivo fundamental es reducir la vulnerabilidad
de la misma, mediante la facilitación de recursos para el efectivo acceso a derechos que permitan -dentro
de sus requerimientos- mejorar su calidad de vida, mediante un proceso de organización progresiva.
Dicho proceso debe transcurrir necesariamente desde la cogestión hacia la autogestión, mediante formas
apropiadas de acceso a beneficio sociales, que en algunos casos están a su disposición, aunque a veces
el desconocimiento, la desconfianza en otros sectores sociales, o su propio déficit en la identidad grupal o
comunitaria le impidan acceder a los mismos. Cuando hubo que conciliar la exigencia política inmediata
de lo gubernamental, que reclama solución a corto plazo, con la obligación ética y científica de realizar
estudios profundos y de planeamiento a largo plazo, esto fue garantizado total o parcialmente por la
transferencia tecnológica. Surge de lo expresado la necesidad de que la metodología -con las
adaptaciones correspondientes - pueda ser utilizada en distintas situaciones, tanto en programas
que cuentan con efectivo apoyo gubernamental, como en aquellos que son apenas tolerados por el
Estado, y que marchan gracias al impulso de los técnicos y al apoyo de la población. En nuestro
caso, tuvimos que aplicar la metodología en las tres instancias señaladas, con sus consiguientes
inconvenientes y haciendo uso de la flexibilidad y creatividad necesarias para resolverlos.
 El objetivo fundamental del pasaje de la cogestión a la autogestión debe facilitar la puesta en
funcionamiento de la potencialidad de las personas y de las organizaciones comunitarias, con el objeto de
reducir la vulnerabilidad psico social que impide organizarse, para poner en vigencia los programas de
cobertura de necesidades y de goce pleno del derecho. De tal manera, al optimizar los recursos de que
se pueda disponer (abundantes o escasos, dispersos o concentrados), nuestro trabajo deja
claramente establecido que la investigación no agota las posibilidades de análisis de las
comunidades. Supone la colaboración interdisciplinaria dentro de una grupalidad, vale decir, la
constitución de un equipo polivalente, pues trabajar para el desarrollo humano de la comunidad no es
técnica exclusiva de ninguna profesión u oficio, ni de un área del quehacer universitario al que hemos
procurado darle un gran sentido práctico proporcionando instrumentos de trabajo, pero que a la vez sirvan
para conceptualizar las experiencias realizadas en el más claro sentido de la metodología de investigación
acción participativa.
 La metodología común (IAP) permite así la homologación de experiencias, y se realiza mediante las
técnicas descriptas en el siguiente gráfico.
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 La aplicación genera un producto final en proceso de verificación: La Clínica de la Vulnerabilidad


(como metodología de observación, diagnóstico e intervención) es el modelo asumido de intervención.
Se diferencia claramente de otras modalidades que se reflejan en otros modelos de intervención, cuyos
detalles adjuntamos y que son la resultante de la diferencia de concepción respecto de la comunidad, el
grupo y la noción de ser humano con un factor común: el referente de la filosofía positivista. Esta
concepción ha llevado a formar profesionales “químicamente neutros” que, inmersos en la creencia del
carácter aséptico de la ciencia y de la técnica, frente al sufrimiento humano en todas sus formas llegan a
la consideración de que el trabajo al servicio de los otros es “una falta” a la objetividad científica. Se
forman así técnicos que para ser tales parece que deben dejar de ser humanos.

 Lo observado en las comunidades vulnerables nos muestra claramente que, aun aquellas que tienen sus
agrupamientos en situaciones infrahumanas, han mostrado un monto de capacidad para organizarse y que
la no organización espontánea obedece –de acuerdo a la experiencia- a una falta de orientación en una
intervención mínima, y al no logro de un sentido para concretar la grupalidad indispensable (que en
cuanto recurso vincular es imprescindible para la acción conjunta). El número de casos (capacitandos y
operaciones comunitarias) y la diversificación de lugares en que se trabajo en la capacitación y
posteriores procesos de IAP desprendidos de la misma, es suficiente crédito para esta afirmación.
El hilo conductor seguido en forma constante por la capacitación, tomando como variable los grupos
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humanos en formación de operadores, tanto en su expresión etárea como de actividad, oficio o profesión,
fue consolidando la metodología de abordaje y legitimando la posibilidad de generar una observación con
unidad de concepción y de acción , que llevó a la eficacia operativa con el mínimo de conflicto.

 A la luz de la experiencia desde el inicio del programa, el operador comunitario se constituye en un


experto en comunidad y en análisis de recursos, lo que comprende todos los aspectos del trabajo en
el desarrollo humano de la comunidad, pero, fundamentalmente, para el propósito de la tarea: el
desarrollo de la comunidad como promoción del hombre, mediante el cumplimiento de sus
derechos consagrados y aceptados universalmente. Esta promoción, por lo tanto, se nos presenta
como un deber personal y comunitario: personal por el carácter vincular intrínseco de la condición
humana; comunitario por su compromiso hacia los otros y hacia la historia. Es, entonces, una
revalorización del banco de memoria de las comunidades, en cuya resignificación y reactivación
debemos trabajar mediante un compromiso no intelectual ni verbal exclusivamente, sino operante,
concreto y presente. El actuar es la nota esencial del operador comunitario. Se vuelca sobre hombres
reales que existen, grupos que viven y comunidades que se expresan a través de esos grupos en forma
concreta y presente, porque se opera en cada momento y en cada encuentro cotidiano.
En las comunidades vulnerables este encuadre es fundamental, porque las personas que allí se
encuentran son concretas, están y sufren situaciones de pobreza, de marginalidad y de opresión, aun en
aquellas que carecen de lo indispensable. Se debe tener clara conciencia de que, para que estas
comunidades hayan llegado a tal estado, debe existir esa contracara de los que no pueden evadir su
corresponsablidad en la situación de aquéllas debido a su opulencia en el consumo y la acumulación
permanente de bienes.

 El conjunto de actores sociales, las ONG, los movimientos y redes sociales y la acción del voluntariado
para confrontar con los modelos de exclusión tratan de integrar o articular programas en el desarrollo
local, para la acción comunitaria y sin perder de vista el amplio campo de las economías informales,
que son fundamentales para las estrategias de supervivencia. Como lo formula la hipótesis de la
investigación, encuentran su sostén psico–social en las configuraciones vinculares, conforme surge de la
tarea desarrollada en estos años, donde la comprensión del fenómeno de inclusión, marginación y
exclusión en forma integral nos permite circular, ayudar y transferir algunas posibilidades de
organización en medio de un contexto mundial de globalización de los recursos y fragmentación de los
contextos locales.

 La tarea desarrollada a lo largo de la Investigación–Acción-Participativa nos hizo llegar a la obtención de


productos que, en forma progresiva, fueron incorporando elementos nutrientes para la reducción de la
vulnerabilidad en el orden simbólico y material. A través de las técnicas correspondientes, pudimos
obtener esos resultados (productos), a nivel de la comunidad en lo que hace al estudio de las
modalidades vinculares y las estrategias de supervivencia. Los esquemas fueron delineados en el informe
que antecede a este último, donde se hace una redefinición a través de los datos obtenidos por las técnicas
de observación participante, del concepto de familia, sustituido, por razones operativas, y por
decantación de los aspectos ideológicos que subyacen a ese concepto, como grupos de crianza. En
dichos gráficos se observa la modificación de los viejos criterios de roles y asignaciones vinculares hacia
nuevas formas que comienzan a dibujarse como formas de relacionamiento de otras características.

 Estamos en condiciones de aseverar que, cuando las solidaridades naturales fueron desapareciendo, como
resultado de programas económico–culturales, en una sociedad que se hizo más extensa y más compleja,
y por lo tanto mas impersonal, se hicieron necesarios para la población programas de desarrollo
promovidos por el Estado y por otras organizaciones. Esto nos obligó a redefinir conceptos
fundamentales, ya que los tradicionales quedaron muy insuficientes dada la complejidad de las
comunidades de fin de siglo. Sin embargo, las condiciones actuales permiten observar que es factible la
recuperación de viejas estrategias de supervivencia que incluyen la ayuda y atención a problemas y
necesidades de los otros. La ayuda mutua tiene un origen tan remoto y esta tan profundamente enraizada
en la historia del desarrollo de la humanidad que vemos que las comunidades han conservado, aun en la
época presente, y a pesar de todas las vicisitudes de los últimos 150 años en nuestro continente, la
memoria operante de dichas estrategias. De este modo podemos decir que en cada comunidad (por
vulnerable que se vea) hemos observado, junto a los aspectos conflictivos, y a veces violentos, existen
sentimientos de solidaridad, altruismo y cooperación, detectables por aquellos que entran en contacto, si
existe el valor y la autenticidad necesarios para facilitar el desarrollo de relaciones entre grupos en un
espacio de intercambio con posibilidad de disenso.

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 La IAP ha permitido el redescubrimiento de potencialidades creativas presentes en la comunidad, la


revalorización de la flexibilidad que genera la posibilidad de escuchar, de opinar (aún en el disenso) y de
colaborar en la acción común, ha permitido, en nuestra experiencia, limar asperezas que, sin ese recurso,
parecen de rispidez insalvable antes de comenzar la operación comunitaria.
Los principios, métodos y práctica de la comunidad son un punto de encuentro y convergencia con la
comunidad. La operación en sí misma, como opción metodológica, requiere una actitud que es tan
fundamental como la sustancia del programa, ya que la forma de emprender el trabajo es tan fundamental
para el éxito como la naturaleza del mismo.

 Considerado como método de actuación sobre la realidad, el desarrollo de la comunidad es una forma de
intervención social, requiere una tecnología social. Se trata de un conjunto de reglas prácticas y
procedimientos específicos que se efectúan mediante la aplicación de conocimientos teórico – prácticos
provenientes de las ciencias sociales y de las ciencias de la salud (especialmente la Psicología) y que
cuando se aplican en procedimientos sistematizados a comunidades que lo demandan, permite realizar
una serie de acciones y actividades que modifican o transforman algún aspecto de la realidad social para
producir un resultado especifico que se expresa en objetivos y metas prefijadas. En lo que hace a sus
modalidades operativas, no es una acción sobre la comunidad, cuanto una acción de la propia
comunidad. Se trata de esfuerzos y acciones de base organizadas con la iniciativa y dirección de la
misma gente involucrada en las demandas. Esto se cumple aunque en un inicio que hayan necesitado,
para tal fin, de la facilitación de la tarea mediante la acción de agentes externos, y su desarrollo requiera
de diferentes formas de asistencia técnica, siempre en el principio de la intervención mínima. Se actúa
fundamentalmente a nivel psico–social mediante un proceso de sensibilización y motivación, que
redescubre y desenvuelve potencialidades latentes que se desarrollan en grupos, comunidades e
individuos, con el fin de la concreción de acciones para mejorar las condiciones en que realizan su vida
cotidiana como habitantes-residentes de un determinado espacio geográfico cultural.

TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA

La transferencia tecnológica realizada en el curso de la presente investigación se hizo efectiva casi desde su
inicio, a partir de los productos que fueron surgiendo de su desenvolvimiento, a partir de las demandas de
asistencia y capacitación recibidas por el P.I.F.A.T.A.C.S.. Se continuó con estas tareas hasta diciembre del
2000, en forma ininterrumpida, con marcado éxito en lo que hace a la receptividad que demostraron distintas
instancias gubernamentales, no gubernamentales e internacionales, sobre todo en lo que respecta a la
incorporación de la operación comunitaria. Se enuncian a continuación las principales:

 Convenio con la Municipalidad de La Plata para la atención de comunidades vulnerables, se hizo efectivo
a partir de Abril de 1999 y comprendía un año de labor realizándose en cuatro centros con régimen de
pasantías interdisciplinarias y aplicación de las metodologías descriptas en las áreas de educación, salud,
acción social, recreación y acción comunal. El informe respectivo con el cierre de tareas deja explicita la
dificultad ocasionada por el incumplimiento en el pago a partir del fin de septiembre del mismo año. La
tarea continuó a los efectos de no privar de la atención -ya iniciada- a los usuarios de las comunidades.
En esas condiciones se trabajó hasta fin de año.

 Convenio con la Secretaría de Desarrollo Humano de Chubut: Adecuaciones a la Doctrina de la


Protección Integral para niños y adolescentes Ley Provincial Nº4347. Comprendió dos etapas:
1) Análisis Institucional del Centro de Orientación Socio Educativa C.O.S.E.
2) Curso de capacitación Laboral en Operación Comunitaria para personal dependiente de la
secretaria y público en general, proveniente de las localidades de Puerto Madryn, Trelew,
Gaiman, Dolavon y Rawson.
Pese al marcado éxito en el mejoramiento de la calidad del trabajo que incluye la incorporación de la
Policía Comunitaria de la Provincia en dicha capacitación, se debió suspender al finalizar el segundo
nivel por incumplimiento de los pagos por parte del Gobierno de la Provincia.

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 Convenio con la Universidad de la Pampa: a partir de Mayo y hasta fin de diciembre se trabajaron los dos
primeros niveles del curso de capacitación laboral para operadores comunitarios en las zonas de Santa
Rosa y General Pico, con participación de operadores de Castex, General Alvear, General Acha, y varias
localidades más de esta provincia.

 Contratación del P.I.F.A.T.A.C.S. por parte de la Secretaria de Extensión de la Universidad Nacional de


Mar del Plata desde el año 1998 y continúa. Se incorporó en el presupuesto para el corriente año (2001)
el Trabajo Comunal Universitario para ser efectivizado en todas las facultades a través de una
implementación local de los programas que ejecuta el P.I.F.A.T.A.C.S. en la Universidad Nacional de La
Plata.

 Contratación para la implementación de Operaciones Comunitarias en General Roca, Provincia de Río


Negro por parte del Gremio UNTER (Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro). Curso de
Operación Comunitaria. Se realizó el primer nivel. Continua a partir del mes de Marzo del corriente año.

 Ministerio del Interior y Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación: Asesoría y


Transferencia de Metodología de Abordaje para Comunidades Vulnerables. Plan Nacional de Prevención
del Delito a ser implementado en las distintas provincias del país a partir de la Ciudad Autónoma,
Provincia de Neuquén y Chaco.

 Ministerio del Interior - BID: Consultaría sobre Abordaje de la Violencia Juvenil y la Operación
Comunitaria como Acción de Prevención del Conflicto Social. Provincias de Mendoza, Santa Fe
(Rosario), Córdoba, Tucumán, Rió Negro (Gral. Roca), Provincia de Buenos Aires (La Plata) -dos veces-,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Mayo-Diciembre del 2000.

 Consultarías en Nicaragua, convenio Rädda-Barnen de Suecia, Gobierno de Nicaragua (Policía Nacional)


e ILANUD. Políticas de Prevención desde la Institución Policial para con La niñez y la adolescencia.
Noviembre-Diciembre de 1999.

 Secretaría de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Educación de la Nación. Coordinación del Programa
de Prevención de la Violencia como Objeto de Investigación y Programas de Acción. 1998-2000.

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EVALUACIÓN DE LA HIPÓTESIS

Hipótesis: Los grupos de crianza de los sectores marginales y excluidos del sistema de
consumo, contenidos en comunidades vulnerables, sobreviven resignificando estrategias de
supervivencia propias de sistemas no consumistas que tuvieron lugar en momentos
históricos anteriores al actual.

 Denominamos estrategias de supervivencia al conjunto de operaciones cotidianas dirigidas a lograr


subsistir en las condiciones particulares que le toca vivir a quienes integran el grupo. Como afirmamos en
el Plan original, adecuando la definición a la situación presente “la estrategia de supervivencia es
entendida como variedad de adaptaciones para la creación y utilización de recursos escasos, que surgen
obligadas por los ajustes económicos y tienen como características más significativas, que la comunidad
las orienta a la satisfacción de sus necesidades materiales, de mantenimiento y reproducción, enfrentando
así las circunstancias del contexto más amplio de la sociedad como un todo”.
A partir de 1980, el término empezó a utilizarse en los Organismos de la ONU, incorporándose con una
llamativa frecuencia en textos científicos ya clásicos y de difusión pública (órganos de prensa), como en
los Informes de UNICEF y PNUD dl último decenio.
En las formas más primigenias de los lazos sociales en su estrategia de supervivencia unían a las personas
que integraban esa comunidad en el “campamento” u “hogar”. Las particulares condiciones de vida para
la acción y el efecto de sobrevivir al lograr la perpetuación y mantenimiento de la especie, llevaban a
esforzarse para evitar la aniquilación. El grupo comunitario planificaba, en determinada escala propia y
para su espacio acotado, asignando funciones y responsabilidades a los miembros del grupo con el
objetivo específico de sobrevivir.

 Esta unidad social que es el grupo, vincula a sus miembros (relaciona) de manera relativamente estable,
estructurándose en torno a intercambios variables, conforme la modificación de dichas condiciones de
existencia. Al estar compuesto por individuos vinculados por esquemas semejantes de conductas o
intereses comunes, a partir de las conceptualizaciones psicoanalíticas (con su entrecruzamiento en el
campo histórico-social), comenzó a considerarse el estudio sobre cómo se acentúan las matrices
inconcientes de todo vínculo interhumano. Esto nos permiten jerarquizar ciertos organizadores que se
constituyen y construyen en las relaciones interhumanas, confiriéndole a las personas incluidas en el
vínculo un sentido de pertenencia a un conjunto, una cierta identidad compartida y una cierta continuidad
en el tiempo.
Al respecto lo que hemos denominado recién como estrategia de supervivencia, resulta de la observación
realizada sobre distintas modalidades de funcionamiento en las comunidades vulnerables que han sido
categorizadas en el gráfico de “Indicadores Formales de Configuraciones Vinculares/Estrategias de
Supervivencia” y cuya descripción está detallada más arriba.
Por ello, al interior de esta investigación, la configuración vincular crea un “nosotros”, que implica no sólo
una representación del conjunto de los individuos que la componen, sino también la puesta en
funcionamiento de ciertas reglas implícitas para sostenerla. Estas reglas, (acuerdos, pactos), son en parte
concientes y en parte inconscientes para los sujetos vinculados – vinculantes y no siempre se corresponden
con las normas tradicionales de la sociedad.

 El concepto de configuración vincular considera no sólo los vínculos generados en las relaciones
constitutivas, tradicionalmente pensadas como familia (extensa o nuclear), con sus roles predeterminados,
definidos en lo formal-político desde el Alto Imperio sino la construcción de tramas vinculares más
amplias y más complejas, que abarcan a otros sujetos, que cumplen las funciones y que apuntalan
psíquicamente a los componentes de los grupos entre sí, creándose organizaciones novedosas para el
orden social instituido (Gráfico sobre “Modalidades Vinculares de lo Grupos de Crianza y de Pertenencia
(Pares)”).
La historia inscripta en las configuraciones, en forma no siempre conciente, permiten que resurjan
elementos de estrategias de supervivencia pretéritas, con un significado, no exactamente idéntico, sino re-
significado. Es decir, con incorporación de otros elementos que no modifican esencialmente la
configuración, sino que incluye algunas pequeñas diferencias que procuran adaptar dicha memoria a las
nuevas condiciones. El término re: preposición inseparable que significa repetición o reintegración.
Significare, proviene del latín signum: señal y facere: hacer. Tienen el sentido de marcar o designar una
cosa por naturaleza, o imitación de la misma. O, por haberse convenido así, como representación o signo

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de otra cosa diferente. De ese modo, al decir resignificar es que vuelve una cosa (idea), que por su
naturaleza o por convenio, evoca la idea de otra que, en nuestro caso, es el correspondiente a formas de
subsistencia anteriores en el tiempo.
En la concepción freudiana del tiempo y su articulación con la causalidad psíquica, resignificación da
cuenta de experiencias, impresiones y huellas mnémicas que son modificadas ulteriormente en función de
nuevas experiencias o del acceso a un nuevo grado de desarrollo (Diccionario de Psicoanálisis, Laplanche-
Pontalis 1968). Esta apertura a la posibilidad de otorgar nuevas significaciones, reinscripciones, destierra
la idea de fijación, en tanto inmodificable, y permite pensar en términos de diversidad de significaciones,
propias de cada sujeto; de cambio del valor de los significados. En términos amplios, resignificar alude a
que la significación que se le otorga a cada hecho tiene distinto valor, según el momento y el contexto en
el que se produce. También nos plantea el concepto de permanencia y de insistencia de lo subjetivo, ya
que sólo se resignifica aquello que se ha inscripto en otro tiempo.

 Esto nos lleva a la resignificación del concepto de comunidad, en tanto conjunto de personas que
comparten un territorio y una historia común de vida. El ya amplio trabajo en el interior de las
comunidades vulnerables nos permite precisar aún más los términos definidos en la propuesta original.
Las comunidades contienen grupos de personas que interactúan entre sí, de los cuales tomamos en forma
privilegiada para nuestro trabajo dos de ellos: el grupo de crianza y el grupo de pares juveniles (o de
transición para la constitución de los nuevos grupos de crianza). Estos grupos conviven en un territorio
acotado que le permite una participación en el común de lo cotidiano, caracterizado por el trato y la
comunicación de unas personas con otras.
Hemos observado que la pareja como unidad de existencia no tiene su fin en sí misma, sino que tiende a
diluirse en el grupo más extenso (en formas extendidas), a diferencia del tradicionalista estado de contrato
matrimonial de grupos sociales pertenecientes a otros sectores. Esta flexibilidad de la relación grupo de
crianza - comunidad, el “nosotros” más profundo (grupos horizontales), ya sea entre individuos
consanguíneos o no, con tendencia a la interpretación y comunicación de vivencias, ideas y valores
colectivos, forma a los individuos en la reciprocidad de las perspectivas grupales, por sobre las personas
en particular y más allá de los lazos sanguíneos (grupos ensamblados). Tanto los grupos horizontales
como los ensamblados tienden a ser preeminentemente matrifocales o matrilineales, lo que le da una
particular variante del modelo aglutinado.

 La historización del conjunto social nos ha permitido verificar la existencia del protovínculo comunitario
que como señaláramos en la propuesta original, es un “factor organizativo que emerge de las relaciones
recíprocas continuadas”. En el protovínculo se inscriben, a partir del engrama históricamente
consolidado, los vínculos ulteriores de los grupos y las personas entre sí en el territorio propio de esa
comunidad.
En la relación con el afuera social, es marcado el sentido de defensa común frente al poder de la
“autoridad”, representada en las agencias formales de control social que ejecuta el Estado (policía,
gendarmería, inspectores municipales, inspectores de empresas de servicios –agua y electricidad-, etc.).
El término aplicado a las comunidades vulnerables, en las que los sujetos que las habitan han transitado
por carencias e inermidades, la búsqueda de estrategias de supervivencia y la necesidad de garantizar la
continuidad de su grupo (que lo contiene), los lleva a conformar un colage de referentes y, así, con
frecuencia observamos la relevancia que adquiere el aporte de la “memoria de los referentes
comunitarios” que permiten adecuar (resignificando) aquellas experiencias que fueron apropiadas y
exitosas a otros momentos históricos y encontrar así salidas a situaciones de emergencia y aún de lo
cotidiano. Los registros (cualitativos) permiten también observar que esas estrategias tienen similitud con
las descriptas en algunas referencias comunitarias propias de otros momentos históricos. Esto será
retomado en la síntesis y conclusiones finales de la presente investigación.

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PRODUCTOS DE LA OBSERVACIÓN EN LAS COMUNIDADES


VULNERABLES
 Los grupos de crianza pertenecientes a comunidades vulnerables son transformaciones
del modelo de familia uniformada extendida en su lugar de origen en recomposiciones
horizontales y ensambladas que por lo general se constituyen a partir de formas
matrifocales y matrilineales en las nuevas comunidades de la crianza.
 Ello obedece a que esta condición permite una mayor capacidad para obtener y
distribuir recursos, debido a la retracción y debilitamiento de la preponderancia de las
figuras masculinas, que no operan en el rol de proveedor suficiente, tradicional de la
familia uniformada.
 Rápidamente (en pocos años) las crías pasan a contribuir de distintas formas la
subsistencia familiar y del grupo de pares que los contienen. Uno de los puntos
fundamentales para esta integración, lo constituye el ingreso a la escolaridad. El pasaje
paulatino del grupo de crianza al grupo de pares se realiza a edad relativamente
temprana, según un tipo de socialización que tiende a la cogestión con los pares sin
perder la referencia fundante ligada a quien cumple la función materna.
 A mayor reserva cultural de la identidad (por razones étnicas –tobas- por razones de
pertenencia a un país o región –paraguayos, bolivianos, norteños- o por razones
laborales de larga tradición –pescadores, yerbateros, trabajadores de ingenios) mayor
capacidad de autogestión para la cobertura de necesidades y obtención de recursos de
subsistencia.

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 La estrategia de supervivencia se encuentra más en función de sus propias modalidades


vinculares que de la capacidad de consumo, lo que determina distintos tipos de
agrupamiento habitacional y de relacionamiento entre vecinos.
 Sus relaciones de intercambio utilizan una normativa implícita que surge de sus pautas
de convivencia y de atención de sus necesidades. Si bien no son independientes de los
preceptos del Estado, están menos sujetos al mismo, y sus sistemas de valores funcionan
más como una inscripción en la trama vincular que en el discurso de las instituciones (a
diferencia de los nuevos pobres).
 La elección de sus líderes o referentes para la relación con el exterior, está dada por su
conocimiento del código de los que no pertenecen a la comunidad vulnerable (ej. en las
comunidades originarias: los lenguaraces). El puntero político funciona como
intermediario (de transacciones) y rara vez es líder o referente natural del interior de la
comunidad.
 Los indicadores socio-económicos que utiliza habitualmente el Estado, congruentes con
el modelo de consumo, no pueden dar cuenta de la realidad de las comunidades y guían
sus explicaciones e intervenciones, según pautas de un modelo de análisis que tiene como
parámetro los indicadores de los estados “desarrollados” para sus propios grupos, por
entero distintos a los que aquí consideramos. Hemos definido esto como Etnocentrismo
Econométrico, ya que desconocen las nuevas formas de vínculo y las estrategias de
supervivencia que caracterizan al campo de la exclusión. (Ver cuadro de políticas
sociales, especialmente el modelo econocrático).
 Suele negarse –o aún desconocerse- el carácter solidario, grupal y autogestionario que
permite la atención de las necesidades básicas de las comunidades vulnerables,
lográndose formas de satisfacción que el Estado no alcanza a relevar.
 El carácter narrativo y dialógico de una cultura circular es desconocido para las formas
bilaterales del abordaje asistencialista. Por el contrario, el modelo grupal de trabajo de
observación participante, tiene la misma estructura que las modalidades vinculares de
las comunidades vulnerables, ya que la similitud de modelos de intercambio permite la
interacción. Las redes de parentesco no siguen el ordenamiento que instaura la heredad.
Lo vincular sustituye a lo formal de dichas relaciones (propias y características del
conjunto social del modelo hegemónico).
 El “estar” cotidiano se da en el lugar de lo público. La noción de hogar difiere, no está
“adentro” como en el caso del modelo de la sociedad de consumo, sino afuera, alrededor
del fuego (en el círculo), o cualquier espacio circular de encuentro del barrio. La
convocatoria es a expresarse en el afuera. En la comunidad vulnerable, lo privado se
evidencia en público y el ámbito de la vivienda queda reducido a las funciones vitales de
descanso y alimentación.
 En lo que hace a la operación comunitaria, el conocer estas consideraciones que aquí
señalamos, y el recuperar sus propios valores (mestizaje, historia familiar, memoria, etc.)
permite desarrollar un modo de comprensión para el aprendizaje de los códigos, y así
generar el autocuidado en el relacionamiento, al poder diferenciar al integrante de la
comunidad, al puntero político, al referente barrial, al técnico de la delegación
municipal, y especificar su propia forma de vinculación en el barrio.
 La formación de los operadores -como capacitación de en servicio de bajo supervisión
permanente- les permite además adquirir el carácter de asistentes de investigación-
acción calificados, tanto para el registro de recursos como para la producción de los
datos obtenidos que ratifican o no las hipótesis. Esto se da tanto para las memorias
barriales, como para los diagnósticos de vulnerabilidad o las intervenciones.
 Perder el miedo y llegar a la comunidades vulnerables, no mediante una convocatoria
externa, sino en la búsqueda del contacto directo, genera confianza en la comunidad en
cuanto implica la aceptación del carácter de persona de los vecinos, los reconoce en tanto
sujetos.
 Como fue comprobado en estos años, el método de la operación comunitaria es
transferible a diversas provincias y diferentes comunidades con operadores de la zona,

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con un funcionamiento que evidencia la misma eficacia que en el lugar de origen de las
experiencias-piloto. El tiempo de trabajo para obtener dicho resultado en un 70% de las
personas oscila entre 4 meses y un año.
 El encuentro para el intercambio comprensivo entre modelos vinculares (acortamiento
de la brecha social e intercambio entre “culturas”) es factible no sólo cuando se
adquieren conocimientos teóricos, sino cuando el trabajo en la comunidad vulnerable
cumple los requisitos de presencia, paciencia y permanencia.

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