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Resumen sobre el libro los 7 saberes

Capitulo 1

Capítulo I
Las Cegueras del Conocimiento: El Error y La Ilusión. El que obtengamos conocimiento no
quiere decir que no estemos expuestos a cometer errores. Existe una relación estrecha entre
la inteligencia y la afectividad.

El conocimiento no es una herramienta “lista para usar” que se pueda emplear sin examinar su
naturaleza. Hay que dotar a cada mente con instrumentos para la vida y para la lucidez.

• Es necesario introducir y desarrollar en la educación el estudio de las características


cerebrales, mentales y culturales del conocimiento, sus procesos, modalidades, disposiciones…
que permitan arriesgar el error o la ilusión.

La primera cuestión que nos señala E. Morin es que la educación debe afrontar sus deficiencias
desde el error y la ilusión, que no se reconocen en absoluto, siendo necesario mostrar que no
hay conocimiento que no esté amenazado por ambos aspectos: el error y la ilusión.

EDUCAR LA MIRADA

Un conocimiento no es el espejo de las cosas o del mundo exterior y los principales errores de
percepción que nos llegan lo hacen a través de la mirada, donde además del error de
percepción se añade el error intelectual. De este modo, proyectamos nuestros deseos, miedos,
frustraciones… que aportan nuestras emociones y se multiplican los riesgos del error.

Se podría pensar que la eliminación del riesgo de error se produciría rechazando cualquier
afectividad, sin embargo, el desarrollo de la inteligencia está totalmente unido al desarrollo de
la afectividad. Los paradigmas que controlan la ciencia pueden desarrollar ilusiones y ninguna
teoría está inmunizada contra el error.

Además nuestra memoria está sujeta a numerosas fuentes de error. Nuestra mente tiende a
seleccionar los recuerdos que nos convienen y a rechazar los desfavorables, por ello, nuestra
memoria está sujeta también a errores e ilusiones.

Por ello, la educación tiene que dedicarse a identificar los orígenes de los errores, ilusiones y
cegueras en un mundo que se cree perfeccionista y está ofuscado.

ERRORES INTELECTUALES Y ERRORES DE LA RAZÓN

Al igual que nuestra memoria, nuestros sistemas de ideas también nos protegen de los errores
e ilusiones que están inscriptos en ellos, siendo la racionalidad la que los corrige, de modo que:

La racionalidad es la mejor barandilla para evitar que nos precipitemos al vacío del error y la
ilusión. En este sentido, esta racionalidad debe permanecer abierta a la discusión para evitar
que se vuelva a encerrar en la doctrina y se convierta en racionalización.
La racionalidad crítica se ejerce sobre errores e ilusiones.

Así pues, la racionalidad no es una cualidad de la cual dispondrían en monopolio la civilización


occidental sino que en todas las sociedades hay racionalidad. Por ello, es necesario reconocer
en la educación el principio de la incertidumbre racional que establece que la verdadera
racionalidad no es solamente teórica ni crítica sino también autocrítica. En definitiva, como
seres humanos, como Humanidad, lo que nos señala este principio es que las personas
debemos de ser críticos con las ideas pero también con nosotros mismos como individuos,
especie y sociedad.

LAS CEGUERAS PARADIGMÁTICAS

Los paradigmas, nos señala E. Morin, pueden definirse atendiendo a:

— La promoción o selección de los conceptos maestros de inteligibilidad. El nivel paradigmático


es el del principio de selección de las ideas que están integradas en el discurso, en la teoría o
que son apartadas y rechazadas.

— La determinación de las operaciones lógicas maestras. Por su prescripción y su proscripción,


el paradigma funda el axioma y se expresa en el axioma.

En definitiva, el paradigma instaura las relaciones primordiales que constituyen los axiomas,
determina los conceptos, impone los discursos y/o las teorías, crea la organización de los
mismos y desarrolla la generación o la regeneración.

Entonces, el “gran paradigma de Occidente”, formulado por Descartes, es el paradigma


cartesiano que separa al objeto del sujeto con una esfera propia para cada uno, de modo que
determina una doble visión del mundo y puede, al mismo tiempo, dilucidar y cegar; revelar y
ocultar.

EL IMPRINTING

El imprinting es un término que representa la marca sin retorno que imponen las primeras
experiencias en el joven animal. De este modo, el imprinting cultural marca a los humanos
desde su nacimiento, primero a través de la familia (entendiéndose ésta no como una visión
clásica: padre – madre – hermanos, sino más amplia y menos conservadora), luego en el
colegio y posteriormente en el desempeño profesional.
Así pues, el poder imperativo y prohibitivo de los paradigmas determina los estereotipos, las
ideas recibidas, las creencias estúpidas, etc.

LA NOOLOGÍA

La nooesfera es la esfera de las cosas del espíritu, de modo que está en nosotros y nosotros
estamos en ella. En este marco, una teoría debería ayudar y orientar las estrategias cognitivas
conducidas por los sujetos humanos, aunque es complicado distinguir entre la Idealidad y el
Idealismo, la racionalidad y la racionalización, etc. Además, existe una gran dificultad para
reconocer el mito oculto bajo la etiqueta de ciencia o razón. Pensemos por ejemplo en Galileo
Galilei cuando afirmó que la Tierra gira alrededor del sol; afirmación que hoy nadie niega y que
le costó la vida.
Mientras que el mito y la ideología destruyen y devoran los hechos, las ideas nos permiten
concebir carencias y peligros. Por ello, es necesario desarrollar una lucha crucial contra las
ideas, pero no podemos hacerlo más que con la ayuda de las ideas.

LA INCERTIDUMBRE DEL CONOCIMIENTO

Lo inesperado nos sorprende porque nos hemos instalado con una enorme “pseudo-
seguridad” en nuestras teorías y leyes, pero éstas son extremadamente resistentes y poco
resilientes a los cambios y no tienen estructura suficiente para acoger lo nuevo.

El conocimiento queda como una aventura para la cual la educación debe promover los
soportes indispensables.

Debemos intentar jugar con la doble enajenación, la de las ideas por nuestra mente y la de la
mente por nuestras ideas. Ahora bien, surge un problema clave: instaurar la convivencia de
nuestras ideas con nuestros mitos.

Capitulo II: Los principios de los conocimientos pertinentes

Ideas clave:

• Existe la necesidad de promover un conocimiento capaz de abordar problemas globales para


inscribir conocimientos parciales y locales.

• La supremacía de un conocimiento fragmentado impide operar el vínculo entre las partes y el


todo.

• Es necesario desarrollar la aptitud para ubicar la información en el contexto y en el conjunto.

Hoy en día el conocimiento del mundo es una cuestión intelectual y vital. El problema universal
para cualquier ciudadano es ¿cómo lograr el acceso a la información sobre el mundo y cómo
articularla y organizarla? ¿Cómo concebir el contexto, lo global, lo multidimensional y lo
complejo? Para articular estas respuestas, lo primero es necesario realizar una reforma de
pensamiento.

En este sentido, la educación para el futuro está enfrentada con este problema universal,
existiendo una inadecuación entre nuestros saberes y las realidades, cada vez más poli
disciplinarias, transversales, multidimensionales, etc. En esta inadecuación, para que el
conocimiento sea pertinente la educación tiene que evidenciar los aspectos que se señalan a
continuación:

— El contexto. Las informaciones y elementos deben de estar adecuadamente ubicadas en su


contexto.
— Lo global. Es el conjunto que contiene partes diversas ligadas de manera inter – retroactiva
u organizacional. El todo presenta emergencias.
— Lo multidimensional. El conocimiento pertinente o apropiado debe reconocer la
multidimensionalidad e insertar allí sus informaciones.
— Lo complejo. Hay complejidad cuando son inseparables los elementos diferentes que
constituyen un todo. La educación debe promover la “inteligencia general” apta para referirse
a lo complejo, al contexto en una concepción global.

LA INTELIGENCIA GENERAL

Cuanto más poderosa sea la inteligencia general, más grande será su facultad para tratar
problemas especiales. El conocimiento debe movilizar lo que el cognoscente sabe del mundo,
existiendo una correlación entre la movilización de los conocimientos de conjunto y la
activación de la inteligencia general.

En las condiciones actualmente operantes donde los problemas globales son evacuados de las
ciencias disciplinarias, las mentes pierden sus aptitudes para contextualizar los saberes y para
integrarlos en sus conocimientos naturales. El debilitamiento de la percepción de lo global
conduce al debilitamiento de la responsabilidad y de la solidaridad. En definitiva, si no somos
capaces de mirar “más allá de nuestras narices” y no podemos transmitir las herramientas para
que las futuras generaciones puedan hacerlo, estaremos generando sociedades cada vez
menos responsables y menos solidarias y, a su vez, estaremos convirtiendo al mundo en un
planeta más fragmentado y con mayores diferencias (los ricos, más ricos; los pobres, más
pobres).

ALGUNOS PROBLEMAS ESENCIALES

A continuación señalaremos algunos de los problemas fundamentales a los que la educación


del futuro, y nosotros mismos como personas, nos enfrentamos:

— La hiperespecialización, que impide ver tanto lo global como lo esencial ya que la división de
las disciplinas imposibilita coger lo complejo.

— Reducción y disyunción. Hasta mediados del siglo XX, la mayoría de las ciencias obedecían al
principio de reducción que conduce naturalmente a restringir lo complejo a lo simple. En este
sentido, cuanto más multidimensionales se vuelven los problemas, más incapacidad hay de
pensar en su multidimensionalidad y más progresa la incapacidad para pensar en la crisis. En
este contexto, la inteligencia ciega, incapaz de proyectar el contexto y el complejo planetario,
se vuelve inconsciente e irresponsable.

— La falsa racionalidad. El siglo XX ha vivido bajo el reino de una pseudo – racionalidad que ha
presumido de ser la única, pero que ha atrofiado la comprensión, la reflexión y la visión a largo
plazo. Asimismo, este siglo también ha producido progresos gigantescos y, al mismo tiempo,
ha generado una ceguera hacia los problemas globales que ha derivado en múltiples errores e
ilusiones. En definitiva, lo que se trata es de comprender el pensamiento que separa y que
reduce junto con el pensamiento que distingue y que religa.

CAPITULO 3: Enseñar la condición humana

Ideas clave:

• La unidad compleja de la condición humana está desintegrada en la educación a través de


disciplinas. Es necesaria su restauración de modo que cada uno tome conocimiento y
conciencia de su identidad compleja y de su identidad común a todos los seres humanos, al
mismo tiempo.

• La condición humana tendría que ser el objeto central de cualquier educación.

• A partir de las disciplinas actuales, es posible mostrar la unión indisoluble entre la unidad y la
diversidad de todo lo que es humano.

La educación del futuro debería ser una enseñanza centrada en la condición humana, ya que
conocer lo humano es situarlo en el universo y, a la vez, separarlo de él. Lo humano
permanece cruelmente dividido, fragmentado en pedazos de un rompecabezas que perdió su
figura. Entonces surge un problema epistemológico: es imposible concebir la unidad compleja
de lo humano por medio de pensamientos disyuntivos, pero tampoco a través del
pensamiento reductor que reduce la unidad humana a un substrato puramente bio –
anatómico. Paradójicamente hay un agravamiento de la ignorancia del todo, mientras que hay
una progresión del conocimiento de las partes. Por ello, existe una necesidad de una gran
religazón de los conocimientos.

Como Humanidad somos a la vez cósmicos y terrestres, dependemos de la biosfera terrestre y


debemos reconocer nuestra identidad terrenal ya que la animalidad y la humanidad
constituyen juntas nuestra humana condición. En este sentido, el concepto de ser humano
tiene un doble principio: el principio bio-físico y el psico-socio-cultural y ambos se remiten el
uno al otro.

BUCLES DE LO HUMANO

El ser humano es plenamente biológico y cultural, es un super y un hiper viviente, expresa


cualidades egocéntricas y altruistas… En esta complejidad, se producen tres triadas que son
necesarias conocer: (individuo-sociedad-especie).

En definitiva, todo desarrollo verdaderamente humano significa el desarrollo conjunto de las


autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y del sentido de pertenencia a la
especie humana, tal y como se comenta en el primer saber al abordar los errores intelectuales
y los errores de la razón.

UNIDAD Y DIVERSIDAD HUMANA

La educación del futuro velaría porque la idea de unidad de la especie humana no borre la de
su diversidad y que la diversidad no borre la unidad. De modo que habría que concebir la
unidad de lo múltiple y la multiplicidad de lo único en todos los campos:

— El campo individual, donde hay una unidad / diversidad genética


— El campo social, con una unidad / diversidad de lenguas, de las culturas y de las
organizaciones sociales.
— El campo cultural y la diversidad de individuos. No hay sociedad humana que no tenga
cultura, pero cada cultura es singular, de modo que la cultura no existe sino a través de las
culturas. En cada cultura hay un capital específico de creencias, ideas, valores, mitos… que
ligan una comunidad a sus ancestros, tradiciones y sus muertos. Por ello es pertinente
concebir una unidad que asegure la diversidad y una diversidad que se inscriba en una unidad.

En definitiva, el ser humano es complejo y lleva en sí caracteres antagónicos: racionalidad /


sentimiento; trabajador / lúdico; económico / dilapidador; prosaico / poético. En el ser
humano el desarrollo del conocimiento racional-empírico-técnico no ha acumulado nunca el
conocimiento simbólico, mítico, mágico o poético.

Asimismo, la locura es un problema central para el ser humano, sin embargo, la demencia no
ha conducido a su extinción sino que los progresos se han producido a pesar de, con y a causa
de esta locura.

Por ello, la educación debería mostrar e ilustrar el Destino con las múltiples facetas de lo
humano y una de las vocaciones esenciales de la educación del futuro es precisamente la
complejidad humana.

CAPITULO 4: Enseñar la identidad terrenal

Ideas clave:

• El reconocimiento de la identidad terrenal debe convertirse en uno de los principales objetos


de la educación.

• Habría que enseñar la historia de la era planetaria y mostrar cómo se volvieron


intersolidarias todas las partes del mundo sin ocultar las opresiones y dominaciones, que aún
hoy no han desaparecido.

• Señalar la complejidad de la crisis planetaria ya que todos los seres humanos vivimos en una
misma comunidad de destino.

Es necesario comprender tanto la condición humana en el mundo, como la condición del


mundo humano ya que estamos sumergidos en la complejidad del mundo y las innumerables
informaciones sobre el mundo ahogan nuestras posibilidades de inteligibilidad. El problema
planetario es un todo que se alimenta de ingredientes múltiples, los engloba, los aventaja y los
alimenta, de modo que el planeta no es un sistema global, sino un torbellino en movimiento,
desprovisto de centro organizador. Por ello, el planeta necesita de un pensamiento
policéntrico (alejado del antropocentrismo, ecocentrismo, occidentalismo…) alimentado por
las culturas del mundo. Educar para este pensamiento es la finalidad de la educación del
futuro que debería trabajar en la era planetaria para la identidad y la conciencia terrenal.

LA ERA PLANETARIA

El tesoro de la humanidad está en su diversidad creadora (lenguajes, cultura…) pero la fuente


de su creatividad está en su unidad generadora (todos somos la misma especie). Para lo mejor
y para lo peor, cada ser humano lleva en sí, sin saberlo, el planeta entero; la globalización es a
la vez evidente, subconsciente y omnipresente.

EL LEGADO DEL SIGLO XX

El siglo XX ha sido el siglo de la alianza de dos barbaries:


– La guerra, la masacre, el fanatismo, la deportación…
– Procedente del interior de una racionalización que no conoce más que el cálculo, ignora a los
individuos y multiplica las potencias de muerte y esclavización técnico-industriales.

A través esta era bárbara hay que conocer su herencia de muerte y nacimiento:

— La herencia de la muerte, con dos nuevas potencias:

o Las armas nucleares que junto con el armamento químico y biológico puede dar la muerte
global de toda la humanidad.
o La muerte ecológica: la dominación desenfrenada de la naturaleza por la técnica conduce a
la humanidad a un suicidio y la muerte se introduce con virulencia en nuestros cuerpos que
creíamos estériles.

— La esperanza. Podemos avizorar la posibilidad de una nueva creación: una ciudadanía


terrestre. La educación, que es a la vez transmisión de lo viejo y apertura de la mente para lo
nuevo, está en el corazón de esta nueva misión.

o El aporte de las contracorrientes, como las que se enuncian a continuación, donde la


verdadera transformación sólo podría llevarse a cabo con una transformación entre sí,
operando una transformación global que retroactuaría sobre las transformaciones de cada
uno.

– Ecológica que, con el crecimiento de las degradaciones y catástrofes, no puede más que
aumentar.
– Cualitativa. Se apega a la calidad en todos lo campos, empezando por la calidad de vida.
– De resistencia a la vida prosaica puramente utilitaria.
– De resistencia a la primacía del consumo estandarizado, por la búsqueda de una intensidad
vivida, por la búsqueda de una frugalidad y una templanza.
– De emancipación con respecto a la tiranía del dinero.
-Contracorriente que, como reacción al desencadenamiento de la violencia, alimenta éticas de
pacificación de las almas y las mentes.

o El juego contradictorio de las posibilidades. Una de las condiciones para una evolución
positiva sería que las fuerzas emancipadoras inherentes a la ciencia y a la técnica superaran las
fuerzas de muerte y esclavitud.

IDENTIDAD Y CONCIENCIA TERRENAL

La unión planetaria es la exigencia racional mínima de un mundo limitado e interdependiente.


Todos los humanos, desde el siglo XX, vivimos los mismos problemas fundamentales de vida y
muerte y estamos unidos en la misma comunidad de destino planetario. Por ello, es necesario
“estar ahí” en el Planeta, es decir, aprender a vivir, a compartir, a comunicarse… es aquello
que sólo aprendemos en y por las culturas singulares. De este modo, debemos inscribir en
nosotros:

— La conciencia antropológica que reconoce nuestra unidad en nuestra diversidad.


— La conciencia ecológica de habitar con todos los seres mortales en una misma esfera
viviente.
— La conciencia cívica terrenal de la responsabilidad y solidaridad para los hijos de la Tierra.
— La conciencia espiritual que viene del ejercicio complejo del pensamiento y que nos permite
criticarnos mutuamente, auto criticarnos y comprendernos entre sí.

Todas las culturas tienen sus virtudes, sus experiencias, sus sabidurías al mismo tiempo que
sus carencias y sus ignorancias. Es en este rencuentro con el pasado que un grupo humano
encuentra la energía para enfrentar su presente y preparar su futuro.

CAPITULO 5: Enfrentar las incertidumbres

Ideas clave:

• La educación debería comprender la enseñanza de las incertidumbres.

• Enseñar principios de estrategia que permita a los seres humanos navegar en océanos de
incertidumbres a través de archipiélagos de certeza.

• El abandono de los conceptos deterministas y el carácter desconocido de la aventura


humana, deben incitarnos a preparar nuestras mentes para esperar lo inesperado y poder
afrontarlo.

La incertidumbre es irremediable en la historia humana que es y sigue siendo una aventura


desconocida. El surgimiento de lo nuevo no se puede predecir, sino no sería nuevo; el
surgimiento de una creación no se puede conocer por anticipado, sino no habría creación. En
este sentido, hay un enorme desperdicio de la adquisición en la historia, muchas buenas ideas
no han sido integradas, han sido rechazadas por las normas, los tabúes y las prohibiciones.
Asimismo, cabe señalar que la historia no constituye una evolución lineal, sino que es un
complejo de orden, desorden y organización.

UN MUNDO INCIERTO

• Es necesario substituir la visión de un universo que obedece a un orden impecable por una
visión donde el universo sea el juego y lo que está en juego es la dialógica entre orden,
desorden y la organización.

• En este sentido, parece que empieza a surgir una nueva conciencia: el ser humano,
enfrentado a las incertidumbres, es arrastrado hacia una nueva aventura y la educación del
futuro debe volver sobre las incertidumbres ligadas al conocimiento ya que existe:

— Una incertidumbre de lo real. La realidad no es legible y nuestra realidad no es otra que


nuestra idea de la realidad.

—Una incertidumbre del conocimiento. Es en las incertidumbres doctrinales, dogmáticas e


intolerantes donde se encuentran las peores ilusiones.

— Incertidumbres y la ecología de la acción. La acción es decisión, elección y apuesta y es


precisamente en esta noción de apuesta donde existe la conciencia del riesgo y la
incertidumbre. La ecología de la acción es tener en cuenta su propia complejidad (riesgo, azar,
iniciativa, decisión, inesperado, imprevisto, etc.).
En este sentido, la ecología de la acción nos introduce los siguientes bucles:

— Bucle riesgo precaución. El principio de incertidumbre proviene de la doble necesidad del


riesgo y la precaución. Ambos son necesarios y se trata de poder ligarlos a pesar de su
oposición.

— Bucle fines medios. Como ambos interactúan, es inevitable que medios innobles al servicio
de fines nobles los alteren y terminen por sustituirlos. Asimismo, es posible que acciones
perversas conduzcan a resultados excelentes por las acciones que provocan.

— Bucle acción contexto. Toda acción escapa a la voluntad de su autor cuando entran en el
juego de las inter – retro – acciones del medio donde interviene, siendo éste el principio
propio de la ecología de la acción. Aunque la acción puede tener tres tipos de consecuencias
insospechadas:

– El efecto perverso.
– La inanidad de la innovación.
– La puesta en peligro de las adquisiciones obtenidas.

LA IMPREDECIBILIDAD A LARGO PLAZO

Ninguna acción está segura de obrar en el sentido de la intención y la ecología de la acción nos
invita a la apuesta que reconoce sus riesgos y a la estrategia que permite modificar, e incluso
anular, la acción emprendida.

En este sentido, parece que existen dos vías para enfrentarnos a la incertidumbre de la acción:
la plena conciencia de la apuesta que conlleva la decisión y el recurso a la estrategia. El
pensamiento, entonces, debe encaminarse para afrontar la incertidumbre, ya que todo lo que
implica oportunidad supone un riesgo y el pensamiento tiene que poder diferenciar las
oportunidades de los riesgos, así como los riesgos de las oportunidades.

CAPITULO 6: Enseñar la comprensión

Ideas clave:

• La compresión es medio y fin de la condición humana. La educación para la comprensión


está ausente en nuestras enseñanzas y el desarrollo de la comprensión requiere una reforma
de las mentalidades.

• La comprensión mutua entre humanos es vital para que las relaciones humanas salgan de su
estado bárbaro de incomprensión.

• Es necesario estudiar la incomprensión desde sus raíces, modalidades y efectos, centrándose


no sólo en los síntomas, sino en las causas.

La comunicación triunfa en nuestro planeta (móviles, Internet, web cam…) y sin embargo, la
incomprensión sigue siendo general ya que ninguna técnica de comunicación aporta por sí
misma la comprensión. En este sentido, educar para comprender cualquier disciplina es
distinto a educar para la comprensión humana y la educación del futuro debería perseguir
enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de la solidaridad
intelectual y moral de la humanidad. El problema de la compresión está doblemente
polarizado, ya que por un lado se encuentra el polo planetario (compresión entre humanos) y,
por otro, el polo individual (relaciones particulares entre familiares cada vez más amenazadas
por la incomprensión).

LAS DOS COMPRENSIONES

Existen dos tipos de comprensiones:

— La comprensión intelectual y objetiva, que pasa por la inteligibilidad, donde la explicación es


necesaria.
— La compresión humana intersubjetiva, que sobrepasa la explicación, donde comprender
incluye necesariamente un proceso de empatía, de identificación y de proyección y necesita de
apertura, simpatía y generosidad.

UNA EDUCACIÓN PARA LOS OBSTÁCULOS A LA COMPRENSIÓN

La compresión del sentido de las palabras de otras personas, de su visión del mundo… está
siempre amenazada por diferentes flancos y los obstáculos interiores a las dos compresiones
mencionadas anteriormente son enormes:

— Hay “ruido” que parasita la transmisión de información, crea malentendidos y no-


entendimientos.
— Hay polisemia (cuando una palabra tiene varias acepciones) de una noción que se entiende
en otro.
— Existe la ignorancia de los ritos y costumbres del otro.
— Hay incomprensión de los valores imperativos expandidos en el seno de otra cultura.
— Existe incomprensión de los imperativos éticos propios de una cultura.
— Se propuse la imposibilidad de comprender las ideas o argumentos de otra visión del
mundo.
— Existe la imposibilidad de comprensión de una estructura mental a otra.

Asimismo, reducir el conocimiento de lo complejo al de uno de sus elementos traerá graves


consecuencias y habrá incomprensión. La enajenación por una idea, una fe, que da la
convicción absoluta de su verdad, anula cualquier posibilidad de comprensión de la otra idea,
de la otra fe, de la otra persona.

LA ÉTICA DE LA COMPRENSIÓN

La ética de la comprensión nos pide comprender de manera desinteresada, es decir, nos pide
comprender la incomprensión.

Algunos de los aspectos que favorecen la compresión son:

— El “bien pensar”. El modo de pensar que permite aprehender en conjunto lo complejo, es


decir, las condiciones del comportamiento humano.
— La introspección. La comprensión de nuestras propias debilidades o faltas es la vía para la
comprensión de las de los demás.
Aprender las más grandes lecciones de la vida, la compasión por el sufrimiento de todos los
humillados y la verdadera comprensión debería de ser uno de los objetivos de la educación del
futuro. En este sentido, la tolerancia y el respeto se erigen como valores fundamentales ya que
aceptan la expresión de ideas, convicciones, elecciones contrarias a las nuestras a la vez que
supone una convicción, una fe y una elección ética.

En definitiva, podemos concluir que comprender es aprender y re-aprender de manera


permanente. La comprensión entre sociedades supone sociedades democráticas (aspecto que
se abordará en el séptimo saber necesario), lo que quiere decir que el camino de la
comprensión entre culturas, pueblos y naciones pasa por la generalización de las sociedades
democráticas abiertas.

Dada la importancia de la educación en la comprensión a todos los niveles educativos y en


todas las edades, el desarrollo de la comprensión necesita una reforma planetaria de las
mentalidades y, precisamente, esa debería de ser la educación del futuro.

CAPITULO 7: La ética del género humano

Ideas clave:

• La educación debería de conducir a una “antropo-ética”. (Hombre-ética, hombre-ético).

• La ética debe formarse a partir de la conciencia de que el ser humano es al mismo tiempo
individuo, parte de una sociedad y parte de una especie.

• Dos grandes finalidades ético – políticas: relación del control mutuo entre la sociedad y los
individuos y concebir la Humanidad como comunidad planetaria.

Como señalábamos en otras entradas del blog (aquí pueden visitar la página que dejé al
comienzo para que sepan a qué se refiere), la triada individuo sociedad especie no es
solamente inseparable sino que son coproductores unos de otros y cada término es a la vez
medio y fin de los otros. Toda concepción del género humano significa el desarrollo conjunto
de las autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y del sentido de
pertenencia a la especie humana. En medio de estas relaciones complejas surge la conciencia
como emergencia del ser humano.

Desde ahora, debería considerarse una ética humana como una ética de la triada de donde
surge nuestra conciencia y nuestro espíritu propiamente humano.

En este sentido, la antropo-ética supone la decisión consciente y clara:

· De asumir la humana condición individuo sociedad especie en la complejidad de nuestra era.


· De lograr la humanidad en nosotros mismos, en nuestra conciencia personal.
· De asumir el destino humano en sus antinomias y su plenitud.
· De asumir la misión antropológica del milenio.
· De trabajar para la humanización de la humanidad,
· De obedecer a la vida y de guiarla.
· De lograr la unidad planetaria en la diversidad.
· De respetar en el otro, tanto la diferencia como la identidad.
· De desarrollar la ética de la solidaridad, la ética de la comprensión y la ética del género
humano.

EL BUCLE INDIVIDUO SOCIEDAD. ENSEÑAR LA DEMOCRACIA

La democracia permite la relación individuo sociedad donde ambos pueden ayudarse,


desarrollarse, regularse y controlarse. La demacración es la regeneración continua del un bucle
complejo y retroactivo: los ciudadanos producen la democracia que produce lo ciudadanos.
En este sentido, la democracia:

— Supone y alimenta la diversidad de los intereses así como la diversidad de las ideas.
— Debe incluir el derecho de las minorías de tal modo que al igual que hay que proteger la
diversidad de las especies para salvar la biosfera, hay que proteger las ideas, opiniones y
diversas fuentes de información para salvar la vida democrática.
— Se alimenta del ideal Libertad Igualdad Fraternidad, el cual comporta un conflicto creador
entre estos tres términos inseparables.

Pero las democracias se enfrentan al problema de la ignorancia y la ceguera. Los desarrollos


disciplinarios de las ciencias no han aportado solamente las ventajas de la división del trabajo;
también han aportado la súper especialización, la separación y la parcelación del saber. En
tales circunstancias, el ciudadano pierde el derecho al conocimiento porque está desprovisto
de cualquier punto de vista global y pertinente. En este contexto, parece necesario que las
sociedades democráticas se replanten la propia regeneración de esta democracia que supone
la regeneración del civismo, de la solidaridad, de la responsabilidad y de la antropo-ética.

LA HUMANIDAD COMO DESTINO PLANETARIO

En esta revisión de la democracia y de la adquisición de conocimientos globales y complejos, es


donde la educación (no sólo la escuela, sino también ámbitos de la educación no formal e
incluso informal) debería de jugar un papel prioritario, enseñando a la participación de los
individuos y de las sociedad de tal modo que nazca una Humanidad con conciencia común y
solidaridad planetaria del género humano y la democracia se convierta así en una verdadera
democracia participativa, más allá de la democracia representativa.

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