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Marines de EE UU desembarcan en Mazagón

FOTO: Huelva Información.

El próximo mes de octubre se cumplirán 44 años del mayor despliegue militar realizado
por el Ejército norteamericano en tiempos de paz · En la operación 'Lanza de Acero 1'
participaron 50.000 soldados

FUENTE: HUELVA INFORMACIÓN


Carlos López
29 de septiembre de 2008

Lunes 26 de octubre de 1964. El reloj marca las siete menos cuarto de la mañana y el
horizonte de las playas de Mazagón comienzan a verse inundado de barcos de guerra y
submarinos nucleares. Mientras cientos de aviones y helicópteros se adueñan del espa-
cio aéreo, buques de asaltos anfibios acceden a la costa y con una precisión milimétrica
se sitúan frente a unas pasarelas instaladas en la playa. De sus proas comienzan a salir
cientos de vehículos y miles de soldados con sus armas en ristre que buscan impacientes
pisar la arena blanca que tienen ante sí y que se muestran desoladas tras el final del ve-
rano. De esta forma se pone en marcha la operación en clave 'Steel Pike 1', el mayor
despliegue de fuerzas militares realizado por los Estados Unidos en tiempos de paz.

Aunque la descripción tenga todas las reminiscencias de un guión de Hollywood y todos


los ingredientes para protagonizar la última superproducción del celuloide, todo este
despliegue militar respondía sólo a un simulacro, si bien contó con un presupuesto de
10.300.000 dólares.

Una inversión con la que dar vida a la mayor representación de guerra de la historia con
el desembarco en un país que se supone está sojuzgado por una potencia extranjera.
'Lanza de Acero 1' se desarrolla durante cinco días en los que estaba previsto el asalto
de las playas y la posterior conquista de los objetivos: 'Alfa', Huelva; 'Bravo', Niebla; y
'Charlie', El Rocío, amén de la posterior consolidación de las posiciones en poder ya del
Ejército de 'liberalización'.

En esta ingente misión militar participaron cincuenta mil hombres, un centenar de uni-
dades navales de superficie y submarinas, así como doscientos aviones y helicópteros,
mientras que el tapete de 'juego' lo conformarían emblemáticos escenarios de la provin-
cia en los que recrear esta maniobra bélica.

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El mayor despliegue visual se llevó a cabo precisamente con el desembarco inicial que
acontecería en las semi-vírgenes playas de Mazagón. La operación de asalto se convirtió
en todo un espectáculo mediático al que asistieron una amplia representación de la je-
rarquía española y norteamericana como el ministro de la Marina de Estados Unidos,
Paul H. Nitae, y su homónimo, Nieto Antúnez, los jefes militares y navales de la región
del departamento de Cádiz y una ingente profusión de destacados y condecorados mili-
tares norteamericanos.

El desembarco en tierras mazagoneras sería divisado desde un acantilado a 40 metros


sobre el nivel del mar, donde se instaló un enorme observatorio con una tribuna para los
asistentes. Como si de un acontecimiento deportivo se tratase, a través de altavoces se
radiaba, tanto en el idioma anglosajón como español, las operaciones que acontecían en
las playas. La propia Marina norteamericana facilitó a los presentes 300 prismáticos
para divisar la minuciosidad con la que se ejecutaban las operaciones y para contemplar
el que sería el mayor desembarco realizado desde la guerra de Corea.
Todo se habría de ejecutar como si una operación de guerra se tratase, los soldados vi-
virían sobre el terreno y la operación de conquista continuaría día y noche durante los
cuatro días. Ello cortaba de raíz cualquier desfile militar que sirviese como ostentación
del poderío de los EE UU; el objetivo era exclusivamente coordinar el magno desplie-
gue de tropas en uno de los ejercicios militares más importante que el mundo hubiese
conocido.

Dado el auge en aquellas fechas de la 'guerra fría', las maniobras norteamericanas no


pasaron desaparecidas para la extinta URSS. El Gobierno norteamericano afirmaba sin
pudor que los comunistas estarían vigilantes a estas estelares operaciones. Quizás ali-
mentados por estas declaraciones, lo cierto es que durante la estancia de los buques en
Mazagón, las crónicas de la época hablan "de que frente a sus costas se divisó un pes-
quero ruso" al que se le invitó a abandonar la zona. Una anécdota más de las muchas
que comenzarían a circular entre la población civil que vivía expectante, a la vez que
con cierto recelos, la ingente presencia militar de la considerada como primera potencia
mundial. La decisión de los americanos de realizar en suelo español este simulacro res-
pondía a las excelsas relaciones de ambos países desde la rúbrica de "los acuerdos de
colaboración para el establecimiento de bases conjuntas".

'Steel Spike 1' finalizaría el viernes con la toma de la capital con un nuevo desembarco
en la Punta del Sebo. Para la ocasión los mandos militares instalaban frente al monaste-
rio de La Rábida una base desde la que divisar las operaciones y corregir posibles fallos.
A las 8:30 de la mañana desembarcó en la Punta del Sebo un batallón de Infantería de
Marina española a cuyo mando se encontraba el teniente coronel Colim Marin, todo ello
reforzado por unidades de tierra y apoyo aéreo proveniente de la bases de Rota y Almer-
ía.

Tras alcanzar el objetivo 'Alfa', las maniobras tocaron a su fin y días después el viento
limpió todo rastro militar sobre las arenas. Mientras que el eco de los reactores de los
aviones y el rugir de los barcos de guerra se difuminó en unas aguas que alberga la his-
toria de unas operaciones militares que quedarán para la posteridad y que habrán de
figurar en los anales como las de mayor envergadura en tiempos de Paz y de las que
Mazagón fue testigo privilegiado.

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TRECE MARINES PERDIERON LA VIDA EN LAS OPERACIONES MILITARES

Las administraciones consideraron "un éxito" la prueba desarrollada

Las administraciones norteamericana y española consideraron la operación un éxito en


todos los aspectos tácticos y estratégicos que intervinieron en la ejecución militar 'Lanza
de Acero 1'. No obstante, hubo que lamentar la muerte de trece marines que fallecieron
durante el ejercicio de las operaciones.

En el primero de estos accidentes perecieron nueve infantes cuando dos helicópteros


colisionaron en pleno vuelo mientras ejecutaban labores de apoyo al personal de tierra.
En una de las 'aves de acero' se encontraba una dotación de soldados, mientras que el
otro asumía labores de mercancía y se encontraba cargando de material pirotécnico. A
estas muertes se sumarían tres heridos, dos de ellos cuyo estado de salud no revestían
especial gravedad, mientras que el tercero en cuestión se temía por su vida.
El otro de los trágicos incidentes se produjo cuando un avión antisubmarino del tipo S2
se estrelló en el Atlántico cuando participaba en ejercicios de apoyo. El aparato procedía
del portaviones 'Lakechamplain' y en el murieron sus cuatro tripulantes.
RepercusiónEs difícil determinar a ciencia cierta el beneficio turístico que le reportó a
las playas de Huelva el hecho de que durante una semana los informativos de todo el
mundo diesen cobertura a las maniobras americanas. En su momento, el coronel Fidalgo
se congratulaba del beneficio que en términos turísticos tendría este ingente y hasta la
fecha desconocido despliegue mediático que pondría de relieve que las playas onuben-
ses son "las mejores de España". Quizás el coronel y el propio régimen franquista pre-
tendieran vender, de cara a la opinión pública, el desembarco norteamericano como una
importante campaña mundial de marketing de nuestras costas. No obstante, lo cierto es
que la prensa proveniente de todo el mundo se hizo eco de las mastodónticas operacio-
nes militares que venía desarrollando los americanos fuera de su propio continente.

Mazagón 2008

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