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Artículos

Análisis de la reconstrucción de Ia Idea de Ego


trascendental en el sistema kantiano desde
las coordenadas del materialismo filosófico
Javier Pérez Jara
Sevilla

as tres Ideas fundamentales del materia- mediaval y moderna) con las relaciones principales que cabe
lismo filosófico son el Ego trascendental establecer entre las tres Ideas anteriormente presentadas E, M;
(E), el Mundo (Mr) y la materia onrológico y M; sistema de relaciones que se reduce a tres grandes
general (M)1. Estas Ideas proceden de posibilidades (que a su vez se subdividen posteriormente) una
reconstrucciones materialistas de Ideas vez que aceptamos el indudable postulado ontológico de que
anteriores dadas en nuestra tradición filo- Mi siempre se subordina a M, o 1o que es 1o mismo, que el
sófica, y en este breve artículo me propongo <<mundo de las formas» siempre está subordinado, o «ab-
esbozar, aunque tan sólo sea en sus líneas maestras, ia sorbido» por el Ser (a su vez, el Ser puede desbordar al Mundo,
reconstrucción crítica que harealizado el materialismo filosófico que es la perspectiva del materialismo como pluralismo infinito;
sobre la Idea de Ego trascendental en el sistema kantiano, o bien el Ser conmensurar plenamente al Mundo («como un
mostrando qué partes de esta Idea kantiana han tenido que ser guante a la mano»): es la perspectiva entonces del «mun-
desechadas por metafísicas, cuáles reconstruidas, y cuáles danismo»; lo cierto es que, obviamente, ningún sistema ha
aceptadas casi como las esbozó originariamente Kant, aunque defendido que el Mundo pueda «desbordar>> a1 Ser). De este
ahora desde un sistema de coordenadas distinto. Para e1lo, modo, se sigue entonces que 1o que establece o marca ei cambio
dividiremos esta comunicación en dos partes, a saber, una fundamental entre una época y otra es el puesto ontológico
«histórica» donde analizaremos la Idea de Ego trascendental que ocupa la Idea de Ego, que en ei sistema de relaciones que
en el sistema kantiano, y otra «crítica», donde estudiaremos 1a presentamos sólo pueden ser tres posiciones, a saber: o bien 1a
¡econstrucción de esta Idea a manos del materialismo filosófico. Idea de Ego ocupa el puesto más bajo de la realidad (tal es el
Y por tanto será sobre todo en esta segunda parte donde caso del mundo griego), o bien ocupa eI puesto ontológico más
mostremos las objeciones a esta Idea, al menos tal como fue alto (tal es el caso de la ontoteología cristiana en la edad media),
planteada originariamente por Kant. No obstante, la primera o bien ocupa un puesto «intermedio», subordinando al mundo
parte no será meramente filológica, sino que se abrirá paso a de las formas pero a su vez subordinado a un «absoluto» o
través de la teoría de la historia de lafilosoJía del materialismo instancia ontológica no egoiforme; este último caso es el de la
filosófico. edad moderna, como ahora veremos. Es fundamental señalar,
también, que las relaciones de subordinación postu-ladas entre
estas Ideas {E, Mi, M} cambian en gran medida el significado
de éstas, aunque conservando, no obstante, un núcleo
I. Análisis histórico de las Ideas kantianas de Sujeto
trascendental y Apercepción trascendental la Idea de Realidad (R) cle tal modo que R = E u M; u M; nótese que
por otra parte expondremos más adelante- aunque E = Mr y Mi c M -como
y por
La teoría de la historia de la filosofía del materialismo tanto R = M, M es una Idea que se alcanza, por vía de regressus, desde Ml a
Iilosófico analiza las tres grandes eras de la filosofía (antigua, través de E. La conciencia filosófica, por tanto, no puede fingir estudiar o
analizar M (Ia Idea de la Realidad infinita, pero tomada de manera exenta,
presentada muchas veces con formulaciones metafísicas como <<el Absoluto>>.
&c.) si no es por la mediación de M1 y E. Por otra parte, toda concepción de
( 1 ) Se puede considerar a estas Ideas (que asociamos por su estructura y la Realidad, ha de apelar, como mínimo, no sólo a M, sino también a M¡y E
rodo de relacionarse a un formato de lógica de clases con las letras: {E, M¡, (ya sea en el ejercicio o en la representación), corno veremos ahora con la
\f ) ) como los «sectores), o contenidos más generales en que se «distribuye» teoría de la historia de la filosofía en que nos estamos moviendo.

ELBASILISCO 77
02004 EL BASILISCO, 2" Epoca, n. 35, págs. 77-84 (Apartado 3ó0 - 33080 Oviedo _ España)
semántico común. El sistema de relaciones que presentamos ya no será el Logos divino, sino humanoa, que a su vez tenc: -
es, pues, puramente dialécticoz. a subordinarse, o «verse envuelto>> por un absoluto no egoit-o=,.
(el noúmeno kantiano, la Voluntad de Schopenhauer. .
Estas subordinaciones de unas Ideas a otras, además, no Incognoscible spenceriano, &c.). E, como decimos, se subord:-*
se instauran en forma de «filosofía exenta», independientemente a M en la filosofía moderna (salvo en el caso de Fichte o He::
de las condiciones sociales, políticas, religiosas, &c., sino que, donde el absoluto es plenamente egoifome, o lo que es 1o mis:
por el contrario, estas Ideas y las subordinaciones que se E = M, que, dicho sea de paso, no es sino la radicalizaci..:-
establezcan entre ellas en cada caso, son las «cristalizaciones>> consumación de la tesis de ia ontoteología cristiana de qu: :
de esas relaciones mundanas, no filosóficas pero que, sin ipssum ¿sse es el ipssum intelligere, tesis que llevará : -
embargo, determinan la conciencia filosófica precisamente como anulación o autodestrucción de la religión terciaria, efl t?rltr :
«conciencia de segundo grado», en tanto parte o depende de Ser, al ser infinito, no puede ser una conciencia personal. c-:
instancias previas «de primer grado» (las experiencias pglíticas, siemprg es finitas, sino, a 1o sumo, una «conciencia univers-
etológicas, técnicas, &c., que antes mencionamos). E,sta es, no psicológica o etológica por tanto ama: es celos¡. >:
pues, una de las máximas fundamentales del materialismo -que
encoleriza, &c.- como aun lo es la «conciencia» de Dios P¿* ,
histórico. en tanto filosofía de la historia contradistinta a toda o de Jesucristo).
forma de idealismo histórico que tienda a hipostasiar las Ideas
o a una suerte de misteriosa <<conciencia autónoma universal» Pero vayamos al caso en que M desborda ontológicame::.
desde la que Ia Historia se estaría trazando. a E. Es estaconcepción de 1a filosofía moderna la represent:*
fielmente, entre otros, por Kant, en tanto el Mundo, como ámt:l
Pero volvamos a las tres grandes eras de la filosofía. Como de los fenómenos6, se subordina al Sujeto trascendental. 1 é:...
decimos, en la era antigua E se encuentra subordinado a Mi, y a su vez, no agota la realidad, sino que está desbord¡:
éste a M. Veámoslo brevemente: en la era antigua el Ego ocupaba ontológicamente por el noúmeno, que no es egoiforme. H.
el puesto más bajo en la escala de Ia realidad; no es sino «el que señalar también, que el paso de la concepción de 1a filosr,- -
sueño de una sombra>> según palabras textuales de Píndaro; mediaval a la moderna es menos revolucionario que el de 1a.. -
hasta los dioses, que son egoiformes, están subordinados al antigua a la mediaval (recordemos que en la edad antigua el E_.
destino, qlre no es él mismo egoiforme, y en su origen, los ocupa el escalafón más bajo de la realidad, al contrario que er . -
dioses proceden de instancias tampoco egoiformes (un huevo, edad media, en donde todo está sustentado por la concien: -
el Caos, &c.). A su vez, el mundo de las formas en que se divina), con10 que aquí pueden observarse la banalidac
encuentran insertas las conciencias (divinas, animales o simplismo de 1as tesis filológicas (muchas herederas de ..
humanas) tenderá a ser puesto, ontológicamente, bajo un Ilustración) que ven a la edad media como un paréntesis osc', -.
Apeiron, u otra instancia ontológico-general, que desbordará entre el mundo antiguo y ei moderno, cuando lo que ocurre =.
al Mundo y 1o generará (los griegos conocían la idea de creación, que es en 1a Edad media donde se incuba la nueva concep.i':
pero la desecharon razón- por absurda). filosófica de la realidad de la edad moderna; dicho con oi:".
-con
En cambio, en la edad media, mediante una revolución en
las instituciones sociales (cambios que comienzan cuando
Constantino establece al cristianismo como la religión oficial (4) Se puede ver, en líneas generales, la filosofía moderna coz: ,
del Imperio), se pasará a una concepción de la realidad en la que resultado de traspasar los atributos ontológicos de la Idea de Dios al ho¡: :-:
(a la humanidad en general). Esto es explícito, colno se sabe, en eI caso :: -
tanto Mi como M se subordinan a E, representado ahora por la filosofía hegeliana.
conciencia divina, ya que Dios, que es e\ ipsum ess¿, es (5) La «conciencia>>, estructuralmente, es una realidad alotétic,;. .'
egoiforme, es ipsum intelligere . Dios, en su persona del Espíritu tanto la Idea de conciencia se vertebra por el par de conceptos Sujeto/Ot-:r:
Santo, es el «Logos» del que habla el evangelio de san Juan por conceptos clase que denotan pluralidad de sujetos y objetos entre lo::,:
el que todo fue creado y trazado. A su vez, esfe Logos habla y median neros de conexión diaméricos. La conciencia real, por tanto. .: '
«actúa>> fundamentalmente en la tierra por vía de la Iglesia atributo del ente finito, una conciencia infinita dejaría de ser concier: -
como una circunferencia de radio infinito dejaría de ser una circunfere:: -
católica, institución a la que, de un modo u otro, se acababan
(según el propio ejemplo que Gustavo Bueno ha puesto algunas vece,\ :: l
subordinando el resto de ins-tituciones sociales3; y por este respecto a este asunto). La ide¿r de conciencia absoluta es una contradicc;: -
hecho fundamental, el Ego ocupa el lugar más alto de todos. Se ya el propio concepto de Dios de Aristóteles como No¿sls noeseo.s hatt ::
puede decir, por tanto, que la ontoteología no só1o ha D.ios aristotélico una entidad no egoiforme (y por tanto no coordinable c..: :
hipostasiado el Logos (también 1o habían hipostasiado antes Ego trascendental), en tanto la concieneia es siempre conciencia «de>> conteni::
Heráclito o los estoicos), sino que lo ha deificado, 1o ha del Mundo (conciencia y Mundo están siempre sinectivamente conectil:-
colocado en el puesto más alto de 1o real, al decir qu,e el Logos como ya defendía Kant en su teoría de la apercepción trasceldental
-t¿:.
central de este estudio , o luego Husserl con su concepto de intenciona!:;::
mismo por el que todo fue creado er nihilo, es Dios, que es e1 Heidegger con 1a ideade Ser-en-el-Mundo, Orlega con la Idea de «circunstan.r:
Ser mismo. o Ser por esencia. &c.). La voluntad es también siempre finita, como ya sabían 1os griego: ,
voluntad como síntoma de imperfección), y nunca sujeta a un «libre art¡i¡r:
Por último, en la filosofía moderna se producirá una (como sabían Buridán, Spinoza, Schopenhauer, &c.). Toda concienci¡ :
secularización deTa Conciencia divina, de ta1 modo que el mundo siempre conciencia de un objeto externo a ella (de ahí su dimensión ¿lo¡á¡r.:
que por tanto la hace finitai una conciencia infinita anegaría su objeto. r i: -
de las formas se seguirá viendo subordinado al Ego, pero éste
tanto dejaría de ser conciencia, al ser destruido el par de conceptos S/O tsi
quedase reabsorbido completamente en S, la <<conciencia'> de S sería u:.
(2) En este ensayo prescindimos de apelar al sentido vectorial y a otros <<autoconciencia» metafísica, pero tal que no sería sino una reflexividad r ¿: -.
determinantes que vertebran Ia Teoría cle la histr¡ria de la filosofía en q:ue vertebrada por 1a idea metafísica de causct sui, límite dialéctico contradicrt: :
nos estamos moviendo; únicamente nos atendremos a presentarla de1 modo que negaría la propia idea de concicncia de la que se había partido; a parte :.
más vasto y general posible por falta de espacio (aunque tambiél es cierto que que esta idea de autoconciencia en todo caso serviría, con más o m¿r:
suponemos conocimientos previos en el lector). inconvenientes, para el panteísmo o el hegelianismo, pero no para la ontoteolo-ari
(3) Es interesante recordar que el Espíritu Santo es una entidad creada que postula un Dios de naturaleza personal externo al Mundo).
(posiblemente por San Pablo) y ensalzada ad hoc para legitimar el poder de la (6) No entramos aquí en la, por otra parte, importante distinción kanii¡:--
propia Iglesia católica. entre Mundo y Naturaleza.

78 ELBASILISCO
t& palabras: sin el cristianismo de la Edad media jamás podrían psicológico, que es también producto de estructuras a priori,
E haber surgido Kant, Fichte, Schelling o Hegel. sino precisamente del Sujeto trascendental, que acaba
ri identificándose, en el sistema kantiano, con el mundo de 1os
E En cuanto a la «infraestructura>>7 que conduce a esta fenómenos, en tanto producto o representación suya. Y
ü_ concepción de la realidad, aquí sólo podemos apuntar que la precisamente ésta es una de las principales tesis que nos
I revolución que destronó a E del puesto de privilegio que tenía interesan, a saber, la identidad entre el Ego trascendental y el
fI en la edad media fue consecuencia de la fractura de la unidad de Mundo, ya que será aceptada, en Iíneas generales, por el
r§ los Estados cristianos bajo la Iglesia romana, pues este cisma materialismo filosófico después de una reconstrucción
I atacaba al dogma fundamental de la Iglesia católica que establece materialista que expondremos más adelante. Pero volvamos al
fl la unidad del Espíritu Santo, representado (ad hoc) en la tierra sistema kantiano ¿cómo se produce esta identidad entre
E por la Iglesia católica. Esta pluralidad de nuevos E,stados Conciencia y Mundo? La respuesta a esta pregunta se abrirá
cristianos, separados de la Iglesia romana, conllevará a una paso a través del análisis de la Idea fundamental kantiana de
«multiplicación politeísta» del Espíritu Santo (aunque en la teoría Ap e rc ep ción tras c endental.
teológica siga conservando su unidad), repartida entre los
diferentes Estados cristianos no sólo distintos, sino enemigos La idea de apercepción proviene, como es bien sabido, de
entre sí. Este hecho, como digo, destronará a la idea de E del Leibniz, que distingue, en su epistemología, entre percepción
puesto de privilegio que tenía en la edad media (sin embargo, y apercepción (coordinable esta última con la Idea de
no podemos extendernos más en este punto y para un análisis autoconciencia). Este iilósofo escribe
profundo de estos cambios entre una era y otra remitimos a las
Cuestiones cuodlibetales sobre Dios y la reLigión Es necesario establecer la distinción entre la percepción, que es el
2"- de Gustavo Bueno; y para una introducción a -Cuestiónla teoría de estado interior de 1a mónada que representa en las cosas externas, y
la historia de la filosofía del materialismo filosófico remitimos al Ia apercepción, que es 1a conciencia o conocimiento reflexivo de
P rólogo de la MetaJísica presocrátíca). este estado interior.

Dicho esto, podemos apuntar ya que la filosofía de Kant Kant, a su vez, tomando el vocablo leibniziano, aunque
no es ninguna revolución sencillamente porque la filosofía no desligándolo de la metafisica monadológica en el que estaba
puede revolucionar el Mundo. sino precisamente a 1a inversa: encuadrado, distingue entre dos tipos de apercepción o
son las revoluciones sociales, económicas, políticas, &c., las conocimiento reflexivo del Yo, a saber, la apercepción empírica.
que cuajan o «cristaiizan,. en nuevas concepciones filosóficas. y la apercepción pura o trascendental. La primera, la apercepción
pero nunca al revés, como pretende cierta forma de idealismo empírica. está relacionada con la autoconciencia del sujeto como
histórico. sujeto empírico, psicológico (o etológico), ente finito inmerso
en un mundo externo de objetos espacio-temporales; mientras
Ahora bien, siendo por tanto la filosofía kantiana 1a
que la apercepción pura es la autoconciencia del sujeto
cristalización en Ideas de las condiciones sociales de su época trascendental, y dado que esta apercepción es trascendental (a
priori), posibilita la experiencia y e1 conocimiento, en tanto
¿qué antecedentes históricos están a la génesis de las principaies
ideas de1 sistema kantiano? La tesis fundamental que se trascendental para Kant, como ya dijimos, es 1o que hace posible
mantendrá a 1o largo de este artículo la hemos apuntado a la experiencia, situándose antes de ésta. La apercepción
-ya no es sino una
más arriba- es que el sistema kantiano trascendentai, podría decirse, es la principal condición de
secularización de 1a escolástica cristiana anterior. posibilidad de la experiencia; Kant sostiene la tesis, con ella, de
que toda conciencia o conocimiento de algo es, en el fondo.
Comencemos por la Idea kantiana (central como veremos) una forma de autoconciene ia. pero una autoconciencia no
de trascendentalidad. La postura del materialismo filosófico a empírica, sino invariable, situada antes de Ia experiencia. pero
este respecto es que la acepción kantiana es una transformación que posibilita toda experiencia empírica y coitocimiento de
de la acepción escolástica que ponía en Dios, como ipsum esse, objetos posteriors.
la fuente de las propiedades trascendentales a todas las
categorías. De este modo, si ia fuente de la trascendentalidad
se encontraba en Dios en la edad media, en Kant se encontrará (8) La tesis kantiana de que el conocimiento de los objetos del Mundo
en e1 Sujeto trascendental, secularizaci ón del Dator forntarwn está posibilitado por la autoconciencia, o lo que es 1o mismo, que la conciencia
mediaval (un caso paradigmático de las trasposiciones de que directa (empírica) no es originaria, sino que es derivada de una auroconc iencil
pura, podría. en cierta forma, coordinarse con Ia tesis dcl materialismo filosófico
antes hablamos, que se producen en la filosofía moderna, de las
de que el conocimicnto de las materialidades dadas en el Mundo es una forma
propiedades ontológicas de Dios a7 hombre). de autoconciencia trascendental (en cl sentido posl¡lyo del que más adelante
hablaremos), aunque finito y Iimitado de la materia ontológico general. Dicho
Como es sabido, «trascendentales», para Kant, son aquellas con otras palabras: el conocimiento o conciencia de Ias materialidades mundanas
estructuras que se sitúan antes de la experiencia pero que la (que son, por propia estructu.ra, las positivamente cognoscibles) <<se vertebra>>
hacen posible; trascendentai, en el sistema kantiano. es por en Ia autoconciencia de la materia a manos de ella nrisma, dado que el Ego
mismo es material, y no una entidad «exenta» que cotrozca objetivamente la
tanto sinónimo de a priori, o de puro. El conocimiento, por otra
realidad, sino un contenido tlnito de la realidad en el que ésta se conoce a sÍ
parte, sólo tiene cabida con los objetos presentados en los misma. La Realidad (M), a través de los su.jetos operatorios (que convergen
fenómenos, dados en el espacio y el tiempo; pero los fenómenos en la «conciencia trascendental» E), conoce de sí misma los contenidos del
son un producto (aunque no una entera <<creación», porque Mundo («clasificables» en los géneros di.;tributit:os simbolizados por {M,,
hay que contar también con \a cosa en sí) de las estructuras M:, M:)). Dicho de otra forma: la materia ontológico general (M) conoce de
trascendentales del sujeto, pero no ya dei sujeto empírico o sí misma los contenidos designados por M¡, M2 I M:, y a este ámbito de
<<conciencia trascendental>> lo designamos por E. Pero no debemos olvidar,
bajo ningún concepto. que estas relaciones reflexivas (cuando nos referimos a
(7) El materialismo filosófico ha reconstruido críticamente 1a distinción la atúoconciencí¿r) no son metafísicas ni vacías (como lo son muchos términos
¡rarxista base/superestructura. Ver por ejemplo Gustavo Bteto, España frente y relaciones de la tradición occidental que llevan el prefijo.¿il¡o-, numetosas
a Enropa, Alba, Barcelona 2000, págs.456-.158 veces ligado a la causa .stLi), sino relaciones rnateriales fundadas en la multiplicidad,

ELBASILTSCO 79
En resumen: en el idealismo trascendental kantiano, sin la pudiésemos tener una intuición intelectual de é1, o dicho de
apercepción trascendental no podría haber conocimiento en otra forma, una autoconciencia absoluta de nosotros mismffi
modo alguno. Todo el proceso del análisis de las condiciones más allá de nuestra mera condición de sujetos psicológicoc
de posibilidad de la experiencia y el conocimiento nos remite, empíricose; pero esto sólo sería posible para el Entendimienb
en última instancia, a la apercepción trascendental, y ésta a un divino en tanto entendimiento arquetípic o capaz de terer
Sujeto trascendental, puro e intemporal, protagonista del intuiciones intelectuales. El entendimiento finito humano sóüo
incondicionado Yo pienso que acompaña a todas nuestras puede conformarse con tener intuiciones empíricas y poder
representaciones y que une Mundo y Ego de manera sinectiva <<pensaD> aquello que está dado más allá del espacio y el tiempo.
e inseparable. pero nunca conocerlolo. El Sujeto trascendental no puede ser
<<procesado» por las categorías del entendimiento sencillameu§
En cuanto a estos dos <<yoes» (el psicológico y el porque las categorías del entendimiento están fundamentádñ
trascendental) a que se llega mediante 1a apercepción empírica por este Ego puro de ta1 modo que alcanzan su finalidad d
y la trascendental respectivamente, Kant advierte que no se aplicarse a los objetos de la experiencia, y, por propia definiciór
tratan de dos yoes distintos, sino del mismo Yo a dos escalas el Sujeto trascendental no es empírico. Por tanto, la concien¿ü
distintas: en sr Antropología, § 4., Kant escribe 1o siguiente: de este Ego no puede ser en ningún caso empírica, sino séloc
priori.
Si nos representamos la acción interna (espontaneidad) gracias a
la cual se hace posible un concepto (un pensamiento), o sea la La apercepción trascendental, por tanto, y como ya hÉrrrr
reflexión, [y además], la receptividad gracias a la cual es posible dicho, une sujeto psicológico y Mundo de manera sinectivaa
una percepción, es decir, una intuición empírica, o sea la una única unidad ontológica: el Sujeto trascendental (qr
aprehensión, y nos rgpresentamos ambos actos con conciencia,
identificaía, como hemos dicho, E y M1 en terminología rkr
entonces la conciencia de sí mismo puede dividirse en la de la
reflexión y en 1a de la aprehensión. La primera es la conciencia
materialismo filosófico). Esta misma concepción seguirá de fm
del entendimiento, la segunda la del sentido interno. En la parecida en Schopenhauer cuando escribe «el Mundo es t-
psicología nos investigamos a nosotros mismos según nuestras dependiente de nosotros en su conjunto, como nosotrrrl
representaciones del sentido interno; en la lógica, sin embargo, individualmente 1o somos de é1>>11 y que representa la concepcb
según 1o que proporciona ia conciencia intelectual [...] y el yo del ontológica de la filosofía moderna según la cual el Mulrñ.
hombre es doble en cuanto a la forma (o modo de representación), aunque sea objetivo y no se reduzca a contenidos psicológicor.
pero no en cuento a la materia (o contenido). no es una realidad independiente de la existencia de los sujear
humanos (o animales, para los que est¿ín libres del mecaaicisr
La apercepción del sujeto psicológico está dada, por tanto, «impío» de Gómez Pereira, Malebranche o Descartes), cn
empíricamente, a través del sentido interno, mientras que la pudiera sostener el realismo ingenuol2.
apercepción trascendental está dada a priori, y por tanto
podríamos decir que es más «radical», en tanto el Sujeto
trascendental subordina ontológicamente a1 ego empírico, pues (9) Sujeto coo¡dinab1e, en cieúa forma, con el «Ser-para-sí» de Hegel
que, aunque en Kant se postulase una autoconciencia absoluta del Sujeto
el propio sujeto empírico está posibilitado por las estfltcturas
esta <<autoconciencia>, sería puramente acrítica desde e1 punto de vista
trascendentales del Ego puro; o lo que es lo mismo: la no pasar, genético-estructuralmente, por 1a dialéctica del <<Ser-en-sí>'.
apercepción empírica es derivada respecto de la apercepción de-sí» y el <<Ser-para-sí>>. Hay que constatar que e1 Sujeto trascendental
trascendental, que es originaria y condición de posibilidad de al estar dado a priori <<atemporalmente>>, no se sabe de dónde sale,Y &,
la apercepción empírica. punto de vista, Hegel se nos muestra «más materialistil> que Kmt, e
fijismo hipostática. E1 ver el concepto de Espíritu de Hegel como una
del Sujeto trascendental kantiano, una vez es sometido a la dialéctica
En la apercepción pura, nos dice Kant, somos conscientes
la historia, lo han visto, entre otros, Gadamer: <<Con su lógica, pretede
de que todas nuestras representaciones están acompañadas llevar a su culminación a 1a filosofía trascendental fundada por Kant. De
por un «Yo pienso>> (Ich denke), que es la condición de Hegel, Fichte fue el primero en capttr la universal y sistemática aaplid
posibilidad de todo conocimiento y representación. Ahora bien, perspectiva de la fiiosofía trascendental kantiana. Pero, a1 mismo tiernpo,
como este Yo, que es el Sujeto trascendental, es puramente a opinión de qte la Doctrina de la ciencia de Fichte no había iogrado
priori, dado que es el que posibilita como hemos dicho todo el efectivamente a término la grandiosa tarea de desplegar 1a totalidad dd
humano partiendo de la autoconciencia. [...] debe concederse aquí a
conocimiento, este Yo, dado fuera del espacio y del tiempo, no
Fichte ha exigido más que realizado la introducción a este punto de vista
es cognoscible, sino únicamente pensable. Este Sujeto dela Doctrina de la ciencia,esto es, la elevación del yo empírico al yo
trascendental, nos dice Kant, sólo podría ser conocido si Pero eso es precisamente Io que Hegel pretende haber realizado aho¡a
Fenomenología del espíritu.También cabe expresarlo así: Hegel
yo puro es espíritu.» (Gadamer, Hegels Dialektik. Fünf hermeneutiscle
la codeterminación y la symploké. E1 fuerte sabor metafísico de 1a tesis Traducción de Manuel Garrido en La díaléctica de Hegel- Cínco
kantiana radica principalmente, a mi juicio, en haber hipostasiado 1a relación hemenéuticos, Catedra, Madrid 2000, págs. 77 -78).
de autoconciencia (laapercepción trascendental) qte posibilita todo conocimiento (10) La dicotomía kantiana entre conocer y pensar fue también rñ
y experiencia, y no haber visto esa autoconciencia como un proceso in medias medida por Hegel al sostener este pensador que conocer un objeto es
r¿s, no eterno, o lo que es 1o mismo: en no haber visto a E como un desarrollo base a sus determinaciones. Desde el materialismo filosófico,
(contingente) de M. Sin embargo, «la solución» del materialismo filosófico añadir que, aun e1 llamado conoci.miento <<especulativo>>, está medi¡do,
nos introduce, a mi juicio, en el problema (complejísimo) del tiempo en la génesis, por operaciones corpóreas de1 sujeto operatodo; sostener lo
materia ontológico general, dado que si el tiempo sólo fuese inmanente al fruto del más oscuro mentalismo (del que adolece numerosas veces Hqdj!
Ego trascendental, el Mundo sería eterno, no podría haber surgido; pero (11)Yer Sobre la cuádruple raíz del principio de razón sujicierE-
sabemos (apagógicamente) que los tres géneros de materialidad no son eternos, (12) Desaparecidos los sujetos operatorios, ningún contenido H
sino que son un desarrollo de la materia ontológico general (y por tanto que subsistiría por sí so1o, y no porque estemos situados en una perspectivl
tampoco han emergido ex nihilo). Esto nos introduce en la prácticamente sino, al contrmio, porque el materialismo comienza por reconocer lt
irresoluble cuestión del devenir en M <<antes>> de la «aparición» de Mi (y por activa y confomadora del Ego (en talto ¡ealidad material procesual) en
tanto de E), que tiende a cristalizarse en fórmulas metafísicas (el Mundo del Mundo. La tesis de que las materialidades del Mundo seguirían
procediendo de tn apeiron, de un Caos, &c.). Pero como nos dice Gustavo como las conocemos si desapareciesen 1os sujetos operatorios, lejos &
Bteno (Teoría del cierre categorial, pág. 1422) M no hay que pensarla como materialista» que la que defiende el materialismo filosófico, es mucho ruá¡
algo <<antes del Mundo», sino <<antes», <<después>, y <<en>> el Mundo. e ingenua, pues el1a, para poder sostenerse, ha de apelat alun suieto pu¡a-

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Por otra parte, se ha visto muchas veces el sistema de Fichte Resumamos: en el idealismo trascendental k¡ndano. p;e>-
.'-
como una radicalización precisamente de la tesis kantiana de la no hay ego empírico sin mundo, ni mundo si¡ ego empín.-L-- ¿
identidad (dialectizada) entre el Sujeto trascendental y el su vez, estos dos términos no pueden existir sino $r--i§ '-
Mundo, una vez se ha desechado e1 noúmeno, y por tanto se ha Sujeto trascendental que pone las condicioüÉs ú pr¡¿,,,i'T i:.
absolutizado al Sujeto trascendental, haciendo que agote los posibilidad del ego empírico y del mundo de los t'enó¡neor-¡.
contenidos de 1o real; es la identidad entre el Ego y el Ser en Fundamentalmente, este Sujeto trascendental no es siüo unú
general que antes señalamos, y que lleva, entre otras tesis, a secularización de la conciencia divina (el dador de tor¡nis
defender la postura de que sin el Ego, la realidad se aniquilaría, mediaval), el sensorio divino de Newton, y el entendimiento
en tanto «contenido de conciencia» dependiente del Yo divino de Calileo o Leibniz.
absoluto; o de otro modo: sin Ego no habría realidad. Y esto de
análogo modo volver con las conexiones entre la filosofía
moderna con la-por
filosofía mediaval- a como en la ontoteología
cristiana los entes del Mundo «participan» del Ser divino, sin el II. Análisis crítico de la ldea kantiana de Sujeto
cual no existirían, sin reparar (o sin querer reparar gracias a la trascendental desde las coordenadas del mate-
falsa conciencia teológica) de que al ser ei Ser divino infinito y rialismo filosófico.
simplísimo anegaia el Mundo impidiendo, de modo absoluto,
su existencia, en tanto el Mundo se presenta como un conjunto
de múltiples entes <<que no son Dios» (aunque se sostenga la En esta segunda pafie,Írafaré de esbozar, a grandes rasgos,
tesis de que dependan ontológicamente de Este), y la absoluta el análisis crítico de la Idea kantiana de Suieto trascendental, y
simplicidad del Ser impediría la existencia de cualquier como la <<crítica>>, como tal, no es sino una idea funcional tal
multiplicidad ya sabía Parménides- y su infinitud que si no se dan los parámetros desde los que se .critica,, o
anegaría absolutamente al Mundo, y en general a todo 1o afializa se convierte en una idea vacía o puramente retórica, los
existente, reabsorbiéndolo 1 3). «parámetros>> desde los que se llevará este examen son, de
nuevo, las coordenadas ontológicas del materialismo filosófico
(esta aclaración sólo quiere patentizaÍ qse no pretendo estar
meramente especulativo, que dejase «intactas» las materialidades que se 1e presenten, situado en el «conjunto cero de premisas», sino que todo
a fin de que sigan existiendo de esa misma foma cuando 1os sujetos desaparezcan. análisis ontológico sobre un problema ha de ser realizado desde
En fin, tendría que apelar a un sujeto sin cerebro (¿qué seía de los cuerpos, una plataforma filosófica dada, la cual ha de ser elegida
volúmenes tridimensionales con formas y colores sin las á¡eas de la visión del
apagógicamente es, porque las otras lleven a con-
tradicción o sean-esto
lóbulo occipital?), sin cuerpo (¿qué sería de la escala a 1a que se nos presenta el
r¡undo fenoménico si no tuviésemos cuerpo?), o sin actividad operatoria (¿cómo
ilenos potentes- si no queremos estar
podríahabertotalidades, categorías científicas, verdades o construcciones de cualquier situados en la vía del dogmatismo gratuito).
trpo sinlas operaciones del sujeto operatorio?). Sobra decir, desde las coordenadas
del materialismo, que dicho «sujeto especulativo» (que recibiría 1a realidad como Ya expusimos anteriormente que en Ia filosofía frascendental
tn espejo, sin mancillarla, y de ahí su nombre de «especulativo») es un absurdo kantiana hay una identificación entre mundo y conciencia, que
ontológico, en tanto 1a Idea de Conciencia (trazada por el binomio SujetoiObjeto)
podríamos resumir en la famosa proposición kantiana: «Dass
está siempre hgada a lo corpóreo y a 1as operaciones. En resumidas palabras: sin E,
1as materialidades dadas en el Mundo desaparecerían en cuanto a sus morfologías, blosse, aber empirische bestimmte Bebuátsein meines eigenen
pero no se aniquilarían, porque seguiría existiendo, de manera necesaria (no Daseins beweiset das Dasein der Gegenst¿inde im Raum ausser
c o nt in g e nt e), \a materia ontológico- general. mir>>.También señalamos que en la filosofía kantiana hay una
(13) Desde e1 atributo de la infinitud de Dios (el Ser), es imposible escaptr
subordinación del Ego a una entidad no egoiforme: el noúmeno.
racionalmente de1 emanantismo (si se postula que e1 Mundo tiene un origen), o del
panteísmo (que al aplicar la ldea de Todo, iría contra el atributo de simplicidad de
A su vez, esta subordinación materialista la pusimos en
Dios, y en general de la Idea de Espíritu), pero tanto e1 emanantismo como e1 coffespondencia con el cisma de la separación de la Iglesia
panteísmo son incompatibles con el Dios personal cristiano, por 1o que los teólogos romana.
los rechazaron ¿d /roc sirviéndose de las contradictorias ideas de cr¿ación ex nihilo
y de <<participación» de los entes mundanos en el ser divino. Pero aun apelando a Parece paradójico, en principio, hablar de elementos
lacreación ex nihlla no se puede escapm del emanantismo, pues al presentarse Dios materialistas en la filosofía de Kant, un sistema que se presenta
como causa eficiente del Mundo, obligaría a reabsorber al Mundo en Dios, en tanto
él mismo como idealista (aunque no en el sentido «problemático»
una causa eficiente infinita anegaría el efecto por ella creado, destruyendo por tanto
la propia relación de causalidad. De análogo modo ocune con la confusa y oscura
de Descartes o «material» de Berkeley) pero esta paradoja se
idea (ad hoc) de participación de los entes mundanos en la existencia por la acción desvanece cuando contamos con un sistema de Ideas lo
conseruadora de Dios, porque toda foma de relación entre un término infinito y suficientemente potente como para interpretar los sistemas
otro finito anegaría al finito, haciendo desaparecer la propia relación o convirtiéndola filosóficos de la tradición en clave no simplista o maniquea.
en autoreflexiva (por eso el materialismo filosófico deliende 1a finitud necesaria de
los términos de toda relación). Por otua parte, 1a Idea monista de Ser simplísimo,
Así, la tesis del sistema kantiano producida al postular Kant
a parte de ser contradictoria porque la multiplicidad es originaria respecto de 1a
multiplicidad (la unidad es siempre unidad isológica o sinalógica entre términos la existencia de un noúmeno que desborda ontológicamente al
múltiples), impide, de modo absoluto, la existencia del Mundo; si desde el mundo mundo, desemboca en la materialista conclusión de que la
de los fenómenos se regresa a 1a idea de Ser simpiísimo, sin partes ni contenidos, conciencia no agota la realidad, (al menos mientras no se tome
desde esa Idea de Ser monista es imposlble e7 progressas al mundo de los fenómenos <<real>> del entendimiento arquetípico capaz
en serio la existencia
de1 que se partió. Parménides, en gran parte, conoció esta conclusión, por eso a1 de conocer al noúmeno mediante una intuición intelectual, 1o
regresar a esta Idea monista de Ser (que luego usmím los teólogos medievales a la
que nos devolvería a la concepción mediaval tradicional, al
hora de elaborar atributos para Dios) declaró como apariencias 1os entes del Mundo.
Pero lo cierto es que desde la Idea de Ser simplísimo no podría sostenerse 1a identificar el entendimiento arquetípico con e1 entendimiento
realidad de los entes de1 Mundo ni a título siquiera de apmiencias, habría que divino o angélico, que por tanto volvería a tener el máximo
hacedos desaparecer de modo absoluto (ver, por ejemplo, Gustavo Bueno, El puesto de privilegio ontológico). Sin embargo, esta tesis
animal divino,2" edición, Pentalfa, Oviedo, pág. 379). El materialismo filosófico,
en cambio, es un pluralismo dialéctico, y 1a tesis de ia infinitud de M no contradice,
en modo alguno, a 1a existencia del Mundo, porque el Mundo no es algo <<externo»
a M (aunque se postulase una oscura relación de <<patlicipación»), sino un contenido en symploké, la garantía racional de 1a pluralidad de las materialidades dadas en el
finito suyo, y como M es una pluralidad infinita de contenidos que se codeterminan Mundo está garantizada sin riesgo de contradicción alguna.

EI,BASILISCO 81
materialista (esto es, que el Ego trascendental no agota la son indeterminados desde nuestras coordenadas ontológico-
realidad), está construida en gran parte sobre desarrollos especiales (y de ahí la materia onfológico-general como .(materi¡
metafísicos, como la propia idea de noúmeno. Hablemos indeterminad a>> ordo co gnoscendi).
brevemente de esto, aunque sin detenernos demasiado: para
i-
Kant, como es sabido, el noúmeno es la realidad que conocería Pero volvamos a la crítica fundamental del materialismo
un entendimiento sin sentidos, capaz de tener intuiciones filosófico a la Idea de Sujeto tl'ascendental kantiano; esta crítica CJ
intelectuales; pero en el momento en que consideramos a ese se abre paso precisamente a través de la crítica a la idea de qL
hipotético entendimiento incorpóreo como fruto de múltiples e trascendentalidad kantiana. Como ya señalamos anteriormente.
injustificadas hipostatizaciones, llegamos a la conclusión de Kant trabaja con una idea metafísica de trascendentalidad
que todo entendimiento es corpóreo, y de que por tanto la idea heredada de la escolástica mediaval, sólo que, si bien antes ia
de noúmeno carece de sentido. Por otra parte, el noúmeno, tuente de Ia trascendentalidad estaba en Dios como Ser por
como «cosa en sí», se presenta absolutamente incognoscible, esencia, ahora se encontrará en el Sujeto trascendental.
como <<x>> indeterminada más allá de las formas a priori de la precisamente como secularización de la Idea filosófica de Dios
sensibilidad o las categorías puras del entendimiento. Idea de la tradición anterior. Para Kant, ya 1o dijimos, 1o trascendental
contradictoria ésta, que comenzó a ser puesta en duda por hace referencia a las estructuras ú pt'¡ori. que están por [anto
Reinhold (.en sl Ensayo de una nueva teoría del. entendimiento antes de la experiencia, pero que, no obstante, hacen posible el
humano'), Salomón Maimón y Jacobo Beck, cristalizando estas conocimiento. Sin embargo, desde las coordenadas del
críticas fundamentalmente en los potentes ataques de Fichte y materialismo filosótico no es posible hablar de categorías o
Hegel, cuya esencia principal consistía en patentizar que la idea tbrmas a. priori, antes de la experiencia, con 1r.l que la idea de
de <<cosa en está vertebrada por las categorías del
sí>> trascendentalidad kantiana se abre paso a través de une
entendimiento (sustancia, relación, causalidad, &c.) de las que, metafísica sustancialista (hipostasiadora) y espiritualista.
por definición, se suponía exenta de manera absoluta, siendo, Sencillarnente, no hay formas a prioriporque las formas siempre
por tanto, una idea internamente contradictoria, y que por tanto están en función de las operaciones de confbrmación del sujeto
debía ser desechadala (y aquí podríamos buscar uno de los operatorio sobre totalidades corpóreas; las fbrmas son además.
orígenes del «mundanismo» de Hegel, por ejemplo, al pensar materiales, en tanto multiplicidades de contenidos que s.
que el Absoluto se realiza íntegramente en el «Ser-para-sí», que codeterminan, y en las operaciones de conformación, 1as
es puramente mundano, <<ontológico-especial»)15. <<forrnas» pueden ejercer el papel de <<materia>> frente a terceras
formas. EI par de conceptos conjugados materia/forma, pue!.
Desde el materialismo filosóflco, la realidad que desborda es un par de conceptos funcionales que sólo tiene sentido en
al Mundo no será concebida por supuesto como un noúmeno, los contextos operatorios en que actúa el sujeto gnoseológico.
pero tampoco como una <<cosa-en-sí» absolutamente incog- Las formas son siempre, por tanto, a posteriori, igual que 1o.
noscible, pues, por ejemplo, podemos alcanzar mediante la conceptos y categorías, en tanto éstos surgen también de 1a:
dialéctica filosófica un conocimiento negativo de esa realidad operaciones del sujeto corpóreo humano.
ontoiógico generai que desborda al Mundo. Así, entre las
principales determinaciones que podemos conocer de la materia La Idea de trascendentalidad kantiana, por tanto, ha de se:
ontológico-general figuran ios atributos de multiplicidad infinita sustituida por una Idea de trascendentalidad positiva. .;
en sympioké, codeterminación, incorporeidad, materia no po,\teriori. Así, desde las coordenadas ontológicas de- ),

egoiforme, &c. Pero los contenidos de los que se predican estos materialismo filosóflco. trascendental alude a la característic¡
atributos (esencialmente negativosr6) nos son desconocidos; de aquellas determinaciones que, habiendo comenzado en ur,
lugar positivo del espacio y del tiempo del mundo de nuestr¡
experiencia, se extienden más allá de ese lugar y origen a círcukr:
(14) Hegel, por ejemplo, en stt En.ciclopedi.a tle las ciencia.s.filosóficas, §40 más amplios de la realidad, y en el límite, al propio Mundo o a 1¡
escribe: «Las categorías son incapaces de ser, por consiguiente. determinaciones de propia realidad en sentido ontológico-general. En este sentidrr.
1o absoluto en cuanto éste no está dado en una percepción, y el entendimiento o
por ejemplo, es trascendental, con respecto a los sujeto.
conocimiento es, por tanto, incapaz. de conocer las cosas en sí. La cosa en sí [...]
expresa el objeto en la medida en que se abstrae de todo lo que éste es para la
operatorios, su individualidad corpórear7; o son trascendentale.
concienci¿r. de todas las deten¡inaciones de la sensación. así como de todos los los atributos de multiplicidad y codeterminación a toda form:
pensarnientos determinados ref'eridos a é1. Es fírcil ver Io que queda entonces: lo de materialidad.
pede ctamente abstracto, lo completamente vacío solamente determinable como.lo
má-s-allá": 1o negativo de la representación, de 1a sensación, del pensamiento Esta concepción positiva de trascendentalidad hunde su.
determin¿rdo. &c. Y es igualmente simple la refiexión de que este caput mortuum
raíces en una tradición antigua, a saber, una acepción español:
es. él mismo. el mero producto del pensar y precisamente del pensar llevado hasta
que podemos advertir, como ha patentizado Gustavo Bueno. e r.
1a pura abstraccióni un producto del yo vacío que convjerte esta vacía identidad
suya en objeto piua é1. La determinación negativa que contiene esta idcntidad las obras de don Antonio Llorente, secretario general de ,:
abstracta en forma cle objeto se:incluye igualmente entre las categorías kantianas y Inquisición española en los días de la invasión napoleónica. ür
resulta algo así tan enteramente conocido como aquella identidad vacía. Según tanto usaba trascendental en el sentido de algo que se extienü:
esto, de lo único que hay que maravillarse es de haber leído tantas veces que no se más allá de donde comienza (en este caso las condenas de .'
sabe qué es Ia cosa en sí¡ nada hay tan fácil de saber como esto>>. Como es sabido,
Inquisición a los herejes. en tanto ..se extendían>> a \u:
Hegel critica a la <<cosa en sí» también en otras obras (por ejemplo En 1a Cienciu
de ltt l-rigica, Libro II. sección. 2", capítulo. I, A, b, notat o ya en la propia
Fenontenología del espírítu, obraprimeriza tundamental- de este autor)
-aunque
sin cmbargo, el análisis más detallado de csta cuestión excede con creces los fines del monismo de la Substancia, la codeterminación de la idea de autodetermina.-: : -
de este artículo y también hemos de dejarlo, a lin de un desarrollo más arnplio, para la relación de syntpl.oké del monismo de la annonía, &c.
otra ocasión. ( 17) No olvidemos que la Idea de zateriu rrtLscendentd juega también pap:.
=
( 1 5) En cuanto a 1a oposición entre la idea griega de fenómeno y la kantiana. ontológico-especiales muy importantes (Gustavo Bueno, Materia,Pentalfa. Oi j::
ver Gustavo Bueno, Ia vueha cL la caverna, Ediciones B, Barcelona 2004, págs. 1990, págs. 46-481. Ensayts rudterialistas,1.972,págs.283-290); y só1o cuan,i: -
161 -11 1. mater¡a troscend¿,?lal es trascendental no ya a un círculo categorial del Mundt- -
( 1 6) Pero no por ser atributos negativos son irelevantes; al contrario, juegan varios, sino al Mundo en su conjunto. cabe hablar de I aldea de nateria trctscend¿r-
un papel crítico fundamental: el atributo de rnultiplicidad infinita es una negación como idea ontológico-general.

82 ELBASILISC[ll
familiares). De este modo, la acepción de trascendentalidad del materialismo filosófico, está asociado a las totalidades
materialismo filosófico podría ser vista como una generalización jorismtiticas (a saber, totalidades corpóreas en las que sus partes
de la acepción positiva española, «más materialista» que la no están dadas simultáneamente, sino que se van dando de
escolástica o la germanals (pese a lo cual la acepción escolástica manera sucesiva mediante los atributos trascendentales de la
de 1o trascendental como aquello que desborda a todas las materialidad cósmica de multiplicidad y codeterminación; en
categoías o algunas, me parece menos metafísica que la kantiana, otras palabras: los contenidos de estas totalidades se van
que parece más idealista). codeterminando sucesivamente2l).

Ahora bien, desde esta concepción de trascendentalidad Esta corporeidad asociada de modo necesario a la Idea de
positiva, tan en aparente contradicción con la kantiana, ¿cómo Ego es, en primer lugar, Ia propia individualidad corpórea del
es posible llegar a la tesis que ambos sistemas filosóficos sujeto operatorio. Esto no significa, por otra parte, que el Ego
comparten de la identidad entre Ego trascendental y Mundo? trascendental sea sólo corpóreo, sino que el Ego, en tanto
Veámos1o. proceso (y no en tanto entidad que goce de una intenninabilis
vitae totct simul et perfecta posessio, como predicaba Boecio
Ya hemos visto, aunque muy brevemente, cómo en el de Dios), está ligado a las operaciones del sujeto operatorio, y
sistema kantiano se produce 1a identidad entre Mundo y Sujeto estas operaciones sólo se pueden realizar con cuerpos, en tanto
trascendental, ¿pero cómo se produce en un sistema materialista, las operaciones están ligadas a Ia separación (análisis) o unión
antimetafísico, como es el sistema desde el que hablamos? (síntesis) de las partes de materialidades holóticamente
Desde el materialismo filosófico e1 sujeto no puede ser nunca a conformadas, y las totalidades son eminentemente corpóreas:
priori, sino a posteriori, como materialidad positiva. que no no hay conocimiento o conciencia sin corporeidad (sin
actúa espiritualistamente en un mundo de fenómenos, sino embargo no podemos detenernos más en este punto, para lo
operatoriamente (corpóreamente). Pero si esta identidad entre que remitimos a los postulados holóticos defendidos en el
E y M' es a posteriori, ¿cuá7 es la materialidad núcleo de la segundo volumen de la Teoría del cierre categorial). Lo que
fuente de trascendentalidad positiva de la Idea de Ego aquí queremos dejar en claro es que el primer género de
trascendental que acabará absorbiendo a los tres géneros de materialidad (M1) es un contenido fundamental del Ego
materialidad en que se distribuye el Mundo? Precisamente el trascendental, en tanto a él conectamos necesariamente las
materialismo filosófico busca esta fuente de trascendentalidad totalidades, las operaciones o el propio tiempo. A su vez, Mr
a posteriori en el sujeto operatorio corpóreo; una trascen- está configurado por el Ego, en tanto e1 ámbito de los objetos
dentalidad que se funda en la misma capacidad de propagación apotéticos está posibilitado por los mecanismos de k¿nosls del
o recurrencia de las estructuras positivas gnoseológicas y sujeto operatorio.
epistemológicas del sujeto operatorio en e1 mundo de la
experiencia (que por tanto se va configurando a escala Por otra parte, y esto es fundamental, sin el segundo género
antrópica), y por tanto en la posibilidad de reabsorber en el de materialidad (Mu) no podríamos articular la Idea de Ego
Iímite a ese mundo en estas estructuras operatorias. trascendental, en tanto la Idea de Ego trascendental está
vertebrada por los sujetos operatorios, y éstos son egos
El Ego trascendental es la práctica o ejercicio en el cual el psicológicos, con «interioridad etológica», a los que se les
Mundo se constituye como objeto para sí mismo, dado que, presenta la realidad objetiva como Jénóme¿os dados a través
desde el materialismo, el conocimiento es autocontextual, en de los sentidos aquí hacemos referencia a Ia teoría del
tanto consiste en «la materia conociéndose a sí misma>>. Esta Hiperrealismo del-ymaterialismo filosófico-. A su vez, estos
concepción se enfrenta, obviamente, a cualquier concepción contenidos psicológicos están sinectivamente vinculados a1
hipostasiadora del Ego, que conciba a la conciencia como algo sistema nervioso, con 10 que podemos establecer que no hay
separado del Mundo, pues el Ego está constituido por un tipo ego sin sistema nervioso, y por tanto tampoco Ego tías-
de relaciones reflexivas (no metafísicas) dentro de la propia cendental, en tanto este ú1timo está posibilitado por 1os e-qos
materia cósmica. Como las relaciones reflexivas no son psicológicos concretos, o sujetos operatorios, dotados de
originarias, sino que están vinculadas a relaciones previas de cuerpo con sistema nervioso.
simetría y transitividad, que tampoco son originarias. no se
puede sostener, bajo ningún caso, que el Ego sea originario (el A su vez, la Idea filosófica de Ego está ligada, por supuesto,
Ser no es originariamente egoiforme; el Ego se forma como al tercer género de materialidad (M:), en tanto lugar ontológico
confluencia de cursos materiales diversos previos, y por tanto donde «cristaliza», por así decirlo, el proceso de conocimiento
originarios y no egoiformes) como sostienen muchas filosofías de los sujetos operatorios, eminentemente el de la verdad, en
idealistas, entre ellas la ontoteología cristiana). El Ego es siempre tanto el materialismo filosófico sitúa el núcleo de 1a verdad en
derivadole, fruto de un proceso. y por tanto siempre ligado a 1o las identidades sintéticas sistemáticas, y por tanto en
corpóreo2o, en tanto el devenir, desde las coordenadas del componentes esenciales del tercer género de materialidad. A su
vez, todas las Ideas y conceptos que forman nuestro «mapa
mundi» de la realidad pertenecen a M:. Sin el tercer género de
(18) Gustavo Bteno,koría del cierre categorial, tomo 5, págs. 1441-1442.
(19) Por otra parte, el Ego, como materialidad, tiene unas estructuras
fundamentales que no pueden extenderse a 1a realidad en general como ya dijimos
más ariba; el Ego, es, por tanto, una instancia puramente ontológico-especial «detallada» del origen del Ego, en tanto 1a materia ontológico general que desborda
(nótese por tanto que en e1 re7ressus a M e1 Dios personal desaparece). a1 Mundo es el <<reino de las sombras>> del cual sólo tenemos un conocimiento
(20) Esto no significa, bajo ningún caso, que podamos deducir, vía prácticamente negativo.
<<emergencia metafísica», el Ego de Mr (no podemos <<deducirlo»- pero si conecfarlo (21) La necesidad de vincular las totalidades siempre al ámbito de E, qtizá
necesariamente, con 1o que ayudamos a frenar delirios como e1 animismo); no se pueda instarnos a hablar de «multiplicidades jorismáticas» (en tanto las totalidades
puede expLicar, ateniéndonos únicamente amarcos ontológico-especiales, la apmición no existen independientemente de las operaciones del sujeto operatorio) en la
de1 Ego (porque estos marcos ontológico-especiales ya presuponen al Ego); hemos mafer¡a trascendental pafa dar cuenta de 1a propia apanción (por confluencia de
de apelar a una anamó¡fosis absoluta que nos sitúe en e1 terreno de ia materia cursos materiales diversos e indeterminados desde nuestras coordenadas) del Ego y
ontológico-general, pero esto es tanto como ¡enunciar a pretender dar una explicación el Mundo.

ELBASILISCO 83

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