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La violencia intrafamiliar (I)

¿Qué es?

La violencia intrafamiliar es cualquier tipo de abuso de poder de parte de un miembro de


la familia sobre otro. Este abuso incluye maltrato físico, psicológico o de cualquier otro
tipo. Pero para que se considere que existe violencia intrafamiliar en un hogar debe haber
una actitud violenta repetitiva, no un solo hecho aislado.

El/la víctima

Es víctima de violencia intrafamiliar cualquier persona considerada cónyuge del agresor o


que conviva o haya convivido de alguna manera con él. Entonces, puede ser una actual o
una expareja, o un pariente consanguíneo hasta el tercer grado. Es importante destacar
que también están considerados dentro de la violencia intrafamiliar el maltrato infantil, la
violencia hacia el adulto mayor y hacia minusválidos.

¿Cómo se manifiesta?

Los tipos de maltrato pueden ser:

Físico: cuando se atenta contra el cuerpo de otra persona; son golpes o incidentes graves,
insultos, manejo económico, amenazas, chantajes, control de actividades, abuso sexual,
aislamiento, prohibición de trabajar fuera de casa, abandono afectivo, humillación y no
respeto de opiniones.

Sicológico: se ejerce con la intención de causar miedo, la intimidación o cualquier tipo de


insulto, descalificación o intento de control.

Sexual: si hay un acto sexual impuesto o en contra de la voluntad de la víctima.

Económico: cuando no se cubren las necesidades básicas de la persona.

El/la agresor/a

Se considera que una persona es violenta cuando no es capaz de controlarse en una


situación de diferencias de opinión. Si reacciona con gritos o golpes para defender su
postura, entonces se puede hablar de un agresor. Se considera que si, en una pareja o
familia con menos de cinco años de convivencia, ha habido al menos tres ocasiones de
agresión, esa pareja o familia puede estar viviendo violencia intrafamiliar.

Causas
Las causas que una persona sea violenta están asociadas principalmente a factores
sicológicos —experiencias infantiles de violencia que dejaron secuelas—, sociales —presión
social, estrés—y económicos. Otro factor importante también es el uso excesivo del
alcohol o de drogas.

Los casos de violencia doméstica o intrafamiliar abundan, sin importar la clase social,
creencia religiosa o género. Tanto hombres como mujeres pueden ejercerla. Lo
importante es no callarse y denunciar estos hechos. El continuar permitiendo este tipo de
abuso tiene graves consecuencias para todos los miembros de la familia, sobre todo para
los niños, muchas de las cuales solo se manifestarán pasados muchos años.

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